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La financiación de la educación superior es un asunto de política y de vi- da o muerte para la sociedad. El Ministerio de Educación no ha hecho bien las cuentas y pretende, con programas que escasamente resuelven problemas de acceso de la población de bajos recursos a la universidad, saldar la equidad y el desarrollo económico y social del país. Así lo demuestra un análisis de la Universidad Nacional de Colombia. Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 http://www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D.C. No. 131, domingo 14 de marzo de 2010 Ministerio de Educación vs. universidades públicas: interpretaciones encontradas sobre presupuesto Pág. 4 Víctor Manuel Holguín/Unimedios Salud Especial Internacional Coyuntura Trasplantarán órganos de cerdo a humano El petróleo en la disputa por las Malvinas Descubren restos de prehistórico depredador marino Colombia no es ajena a la amenaza sísmica 3 9 12 14 Jorge Iván Bula, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UN, analiza la enorme brecha que existe entre las necesidades de las universidades y los recursos que le transfiere el Gobierno nacional.

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Un Periodico No. 131 - Publicación Digital, Universidad Nacional de Colombia, Unimedios

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Page 1: UN Periódico No. 131

La financiación de la educación superior es un asunto de política y de vi-da o muerte para la sociedad. El Ministerio de Educación no ha hecho bien las cuentas y pretende, con programas que escasamente resuelven problemas de acceso de la población de bajos recursos a la universidad, saldar la equidad y el desarrollo económico y social del país. Así lo demuestra un análisis de la Universidad Nacional de Colombia.

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

http://www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D.C. No. 131, domingo 14 de marzo de 2010

Ministerio de Educaciónvs. universidades públicas:

interpretaciones encontradas sobre presupuesto

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Salud EspecialInternacional CoyunturaTrasplantarán órganos de cerdo a humano

El petróleo en la disputapor las Malvinas

Descubren restos de prehistóricodepredador marino

Colombia no es ajenaa la amenaza sísmica

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Jorge Iván Bula, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UN, analiza la enorme brecha que existe entre las necesidades de las universidades y los recursos que le transfiere el Gobierno nacional.

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Director: Carlos Alberto Patiño VillaCoordinación periodística: Carolina Lancheros Ruiz Coordinación editorial: Nelly Mendivelso Rodríguez

Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Concepto gráfico y diagramación: Ricardo González Angulo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros

Traductor: Ernesto Camacho Ocampo Fotografía: Víctor Manuel Holguín � Andrés Felipe Castaño Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional ni las políticas de UN Periódico

Página Web: http://www.unperiodico.unal.edu.co Versión Internet: UNDigital Correo electrónico: [email protected] Teléfonos: 316 5348 - 316 5000 extensión: 18384 / Fax: 316 5232 Edificio Uriel Gutiérrez Carrera 45 Nº 26-85, piso 5º. ISNN1657-0987

14 de marzo de 2010

¿Por qué debe haber cascos azules colombianos en Haití?Para que la muestra de solidaridad que Colombia le ha dado a Haití se devuelva en réditos, el país debe pasar a la próxima etapa: negociar el envío de cascos azules. Así podría afianzar su liderazgo en la cri-sis humanitaria haitiana y oxigenar la política exterior. Este paso encaja en la estrategia militar diseñada para los próximos años y abriría nuevos mercados.

Laura Gil,Analista internacional

El Gobierno de Colombia fue uno de los primeros en acudir al pueblo haitiano luego del terremo-to del 12 de enero de este año. A pocas horas del desastre natural, el presidente Uribe anunció el envío de un avión repleto de ayuda hu-manitaria. En los días siguientes, la Casa de Nariño continuó asegu-rando el suministro de asistencia bajo la coordinación del Ministerio del Interior, difundió la creación de un puente aéreo por la duración de la emergencia e incluso solicitó un rubro presupuestal para garan-tizar la sostenibilidad del apoyo. Personal colombiano de la Defensa Civil y la Cruz Roja viajó a la isla. Los equipos de rescate se desta-caron y las imágenes de una bebé de 22 días puesta a salvo por uno de ellos dieron la vuelta al mundo. La operación de repatriación de los colombianos fue impecable.

La respuesta inmediata de Co-lombia a la tragedia de Haití, así como el destacado desempeño del personal enviado fueron reconoci-dos tanto por el Gobierno haitiano como por la ONU. Aún es enorme la solidaridad que expresan los co-lombianos. Al ponerse al frente de la situación, el Gobierno puso de relieve que, más allá de las dife-rencias que nos separan de varios países latinoamericanos, Colom-bia pertenece a América Latina y se siente parte de ella.

Es hora, entonces, de pasar a la próxima etapa para que esta innegable solidaridad también le dé réditos a Colombia. Para eso, el Gobierno debe negociar el envío de cascos azules a la Misión de Estabilización de Naciones Uni-das en Haití (Minustah), en cuyo contingente militar, de unas 7.000 tropas, están presentes fuerzas de prácticamente toda América La-tina –Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Para-guay, Perú y Uruguay–. Esto es de particular relevancia en momen-tos en que las fuerzas militares colombianas están considerando ampliar su participación en las operaciones internacionales.

Las ventajas de dar el siguiente paso

El mantenimiento de paz de la ONU afianza el liderazgo de Co-lombia en la crisis humanitaria haitiana. El espacio ganado debe ser consolidado y esto difícilmente se podrá hacer sin presencia de un contingente militar. La ONU fue designada como institución coor-dinadora de la asistencia huma-nitaria. El Consejo de Seguridad autorizó el envío de 3.500 tropas adicionales y es bien sabido que la cúpula política de la organización está disgustada con la actuación de varios batallones que estaban presentes en la isla. Muchos de ellos evitan ponerse en situaciones de riesgo cuando más se les nece-sita y los operadores humanitarios se ven obligados a enfrentar cir-cunstancias difíciles por sí solos.

Además, la participación fa-cilitará la operación humanitaria

colombiana. Cuando los médicos militares llegaron a Haití, se de-moraron en montar el hospital de campaña porque no disponían de generadores. Para su uso, tenían prioridad los países que compo-nen la Minustah.

En consecuencia, Haití repre-senta una oportunidad para que el Ejército colombiano se destaque y exhiba su experiencia en una luz positiva y, de esta manera, sirva para consolidar el liderazgo del país; la Defensa Civil y el grupo de policías presentes en la isla no lo lograrán solos.

El mantenimiento de paz de la ONU oxigena la política exterior. Sin necesidad de acercamientos bilaterales, una presencia multidi-mensional de Colombia –militar, policial y civil– permitirá la inte-racción con casi todos los Estados de América Latina en un escenario de cooperación. Este espacio mul-tilateral no puede ser desperdicia-do porque permitiría distensionar y afianzar relaciones bilaterales. A pesar de la presencia casi universal de actores, el caso de Haití es perci-bido como un esfuerzo latinoame-ricano y la presencia colombiana allí, que ya aumentó a más de 40 policías, ha sido incipiente.

El mantenimiento de paz de la ONU constituye una medi-da de construcción de confianza. La presencia de cascos azules co-

lombianos le permitiría al Ejército mantener relaciones con sus ho-mólogos en la región. El diálogo permanente, la interacción cotidia-na y la conducción de operaciones conjuntas favorecerán el conoci-miento de realidades diferentes y la construcción de confianza entre fuerzas militares.

Colombia había ofrecido el despliegue de una fragata, pero la Secretaría General de las Naciones Unidas ignoró la propuesta. Por extraño que parezca, desde Bogo-tá las Fuerzas Militares (FFMM) todavía tienen un déficit de credi-bilidad en el exterior. ¿Qué mejor manera de eliminarlo, haciendo conocer sus capacidades? Después de una intervención destacada de Colombia, la organización difícil-mente podría negarse a recibirlas.

Argentina y Chile, que estuvie-ron a punto de pelear una guerra en 1978, son capaces de desplegar hoy una unidad conjunta para el mantenimiento de paz. Esto impli-ca la armonización de estándares operativos, reflejo de un alto nivel de confianza. ¿Por qué Colombia y Ecuador no podrían aspirar a algo similar en el futuro?

El mantenimiento de paz de la ONU encaja en la estrategia mi-litar diseñada para los próximos años. En varios discursos, el general Padilla, comandante de las FFMM, ha sostenido que esto se converti-

ría en una prioridad para el Ejército en el futuro. La participación en operaciones en Afganistán, tanto de la OTAN como de la Operation Enduring Freedom, permitirá ob-tener un conocimiento importan-te pero diferente al procedimiento ‘onusiano’. Se trata de operaciones de imposición de la paz. Aun con la autorización para el uso de la fuerza, son radicalmente diferentes y es necesario iniciar el proceso de aprendizaje.

A largo plazo, la participación en las operaciones de la ONU per-mitirá transformar el equipo mili-tar hacia el necesario para un Ejér-cito de un país en paz. La ONU paga por el uso de los equipos en terreno y eso ha permitido a varios países mantener un nivel aceptable de renovación. Los mecanismos de reembolsos son extremadamente complejos y necesitan comenzar a ser aprendidos.

El mantenimiento de paz de la ONU abre mercados. Son mu-chos los Estados que han aprove-chado esta posibilidad para ini-ciar vínculos comerciales, tanto con los países receptores de ayu-da como con la misma ONU. La organización es una compradora importante para aprovisionar a los cascos azules y la participación en el mantenimiento de paz es prác-ticamente un requisito para cono-cer condiciones y procesos.

AFP

En la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití, cuyo contingente militar es de unas 7.000 tropas, hay presentes fuerzas de casi todos los países de América Latina, menos de Colombia.

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El petróleo en la disputa por las Malvinas

El histórico forcejeo entre Argentina y Gran Bre-taña por las islas Malvinas tiene hoy un nuevo interés: el petróleo. En un mundo ávido de energía, las ne-gociaciones serán más complejas y el final no parece favorecer al país austral. Para presionar una salida, Argentina deberá acudir a una poderosa solidaridad internacional.

Armando Borrero,Sociólogo

U. Nacional de Colombia

La historia de las islas Malvi-nas ha sido movida, a pesar de ser un territorio lejano, frío y desola-do. Su importancia, para justificar las apetencias que desató en el pa-sado, se deriva de su ubicación (en el océano Atlántico Sur), propicia para servir de punto de apoyo en la ruta atlántica que hace rumbo al estrecho de Magallanes. Inaugu-rado el canal de Panamá, no per-dieron importancia en ese sentido geopolítico, porque seguían vistas como punto avanzado para el con-trol de los accesos del paso sureño, en caso de guerras que amenaza-ran el canal centroamericano.

El archipiélago entró en la his-toria escrita cuando fue descubier-to por Esteban Gómez y su tripula-ción de la nave San Antonio, parte de la expedición de Magallanes. Según los acuerdos entre España y Portugal plasmados en bula papal, las islas caían en el dominio de España. Sin embargo, por lo poco atractivas como sitio para vivir, nadie tuvo mayor interés en insta-larse de manera permanente.

Por allá en 1690, un capitán in-glés, John Strong, navegó el estrecho situado entre las islas mayores del archipiélago y lo denominó estre-cho de Falkland, en homenaje a Sir Lucius Cary, vizconde Falkland. Más de un siglo después se produjo una ocupación más inquietante para España, porque fue la primera que tuvo intenciones de permanencia.

Franceses provenientes del puerto de Saint Malo, al mando de Louis de Bouganville, fundaron el puerto de San Luis en la isla orien-tal. El nombre de Malouines, como llamaban a los de Saint Malo, fue dado a las islas. España protestó, obtuvo el puerto recién fundado y castellanizó el nombre puesto por los franceses como Malvinas. No había pasado un año, cuando los británicos desembarcaron de nuevo y de nuevo también por vía diplomática fueron recuperadas por España en 1770 y puestas bajo la jurisdicción de Buenos Aires. En 1776 entraron a formar parte del nuevo virreinato de La Plata. Ya desde 1774, tuvo gobernadores es-pañoles de manera permanente.

Título contra ocupación

El recuento interesa, por una parte, porque da idea de la inde-finición de soberanía y, por otra, porque queda claro que el mayor tiempo de dominio continuo, an-tes de las independencias ameri-canas, lo ejerció España. La nación nueva, Argentina, una vez consoli-dada su independencia se ocupó de ese dominio insular. En 1820 envió la fragata La Heroína pa-ra tomar posesión efectiva. Cinco años más tarde ocurrió un hecho interesante para la definición de la soberanía: Gran Bretaña reconoció la independencia argentina y no reclamó las islas Malvinas.

Pero la importancia de este archipiélago creció en el siglo XIX. En el Índico se jugaba una partida muy fuerte entre las potencias, es-pecialmente alrededor del domi-nio de la India, la joya del imperio británico, pero también de la pe-nínsula Indochina y de las grandes islas de la hoy Indonesia. Antes del canal de Suez, las Malvinas tenían un papel estratégico latente, por-que el estrecho de Magallanes y el paso africano del cabo de Buena Esperanza eran alternativas de co-municación con Asia del sur. Así,

en 1829, Gran Bretaña se decidió por reclamar su supuesta sobera-nía, pues siempre se atribuyó el descubrimiento de las islas.

Para ese mismo año estaba recién establecida una colonia ar-gentina dada en concesión a Luis Vernet, quien llevó cerca de cien gauchos e indios de La Pampa diestros en la ganadería. Cuatro años más tarde, en 1833, los bri-tánicos desembarcaron para des-alojar a los argentinos e instalarse hasta hoy. Argentina ha reclama-do su soberanía desde entonces y siglo y medio después el asunto pasó a mayores con la Guerra de las Malvinas en 1982.

Mucho ha cambiado el mun-do desde 1833 y también las islas y sus condiciones políticas. Si la historia muestra una acción im-perial de Gran Bretaña contra un Estado naciente, la realidad de hoy muestra una presencia británica de 177 años en las Malvinas. Por supuesto que los títulos históricos le dan la razón al país gaucho, pero en hechos, la ocupación efectiva es de los británicos. La carta de Argentina es la ley y la carta del Reino Unido es la población del archipiélago, los colonos llama-dos “kelpers”, quienes después de varias generaciones asentados en el territorio en disputa consideran que tienen el derecho de escoger lo que quieren ser como ciudada-

nía y como cultura. La guerra com-plicó al máximo la situación para Argentina, país que tenía mucho más que ganar por la vía del dere-cho internacional y la negociación, que por el camino de las armas.

El cálculo de la dictadura mi-litar no solo fue equivocado sino cuestionable en términos morales. La gobernabilidad de un régimen de terror se desploma cuando el pueblo pierde el miedo y remonta la desintegración social y la in-comunicación surgida del pavor a expresarse (recordar el régimen del Sha de Irán es un buen ejerci-cio), y eso sucedía ya en la Argen-tina de 1981–1982.

El gobierno se decidió por la práctica de la “integración nega-tiva” –la que se produce por tener un enemigo interno– y se lanzó, sin preparación adecuada, a una aven-tura riesgosa. Miraron el mundo con los ojos del deseo y ni siquie-ra las reflexiones más elementales sobre el poder y las alianzas del momento histórico fueron tenidas en cuenta. El general Leopoldo Galtieri (quien asumió el gobierno de Argentina en 1981 y desató una guerra con Gran Bretaña por las islas Malvinas) y sus compañe-ros nunca supieron con quiénes casaban la pelea. El resultado fue la derrota, la descomposición del régimen y su final caída. Se perdió la guerra y se perdió la paz, porque

las condiciones del “después” son más duras.

Petróleo, nuevo interés en la disputa

Ahora surge un interés nuevo en el área. El petróleo, omnipresen-te instigador de conflictos, entra en escena. Las riquezas del mar y su lecho cuentan más que la po-sición geográfica y los accesos al remoto estrecho de Magallanes. En un mundo ávido de energía, las ne-gociaciones serán más complejas y el final no parece favorecer al país austral. Hoy el mundo, después del fin de la era bipolar, está regido por una fría “ley de hierro” de compe-tencia abierta de poderes. El siste-ma de seguridad internacional ins-taurado en 1945 ha sido sabotea-do por sus propios fundadores. La única manera de poner en marcha un proyecto argentino de recupera-ción –así sea parcial– de la sobera-nía que en justicia le corresponde, es la de concitar una solidaridad internacional lo suficientemente poderosa para presionar una sali-da. Contra esta posibilidad conspi-ra la situación política de América Latina, la región más cercana a las aspiraciones argentinas. El error de 1982 pesará mucho en el futuro de las reclamaciones y el balance de poder está cada vez más en contra de los latinoamericanos.

AFP

Se estima que hay 60.000 millones de barriles de petróleo en la zona de exploración de las islas Malvinas; sin embargo, el volumen comercialmente explotable sería mucho menor, según la compañía británica que lo extrae.

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Educación

Jorge Iván Bula,Decano Facultad de Ciencias Económicas

U. Nacional de Colombia

Permítaseme comenzar por explicar el título de este artículo. Es cierto que en materia presu-puestal suele haber restricciones que dependen de los ingresos y gastos de una nación, y en este caso en particular del sector pú-blico. Las fuentes del presupuesto público son de diverso orden: los recursos provenientes de la tribu-tación –directa e indirecta– y de las tarifas, los recursos de capital (v. g. enajenación de activos) y los recursos financieros (v. g. el endeudamiento público, interno y externo). Este último suele jugar un papel importante cuando los gastos superan los ingresos, que es el caso de la mayoría de las economías y, en particular, de los llamados países en desarrollo. La disponibilidad de dichos recursos en sus distintas fuentes depende en buena medida del ciclo econó-mico. En condiciones de una ola expansiva de la economía, los in-gresos fiscales y las condiciones de endeudamiento tienden a mejorar y lo contrario sucede en momen-tos de recesión económica. Pero a pesar de dichas restricciones en uno y otro escenario, y con mayor razón en un momento de recesión, la estructura del gasto responde a unas decisiones de política de lo que un gobierno o una sociedad consideran prioritario en la asig-nación de los recursos.

No obstante, este ejercicio de priorización no se hace en el va-cío y en buena medida obedece a consideraciones de carácter es-tratégico, por un lado, y a aquellas que derivan de una determinada visión de sociedad, por el otro. Las primeras buscan dar respuesta a los desafíos del entorno, las segun-das expresan el proyecto político, social y económico de quienes tie-nen la responsabilidad del manejo del Estado y que se traduce en un determinado tipo de volun-tad política que se busca o logra movilizar. Por ello, las decisiones sobre presupuesto que afectan a la educación superior de carácter público no escapan a este tipo de condicionamientos.

Más allá de las distintas lec-turas que se hacen en torno a la llamada sociedad del conocimien-to, como uno de los vectores del proceso de globalización, es indis-cutible que uno de sus pilares es el desarrollo del designado sistema nacional de ciencia y tecnología. En las sociedades actuales, este campo reposa sobre dos bases fundamentales: la inversión en investigación y desarrollo de los agentes privados, y la inversión en el sistema de educación superior por parte del Estado. Pero la com-

posición de la financiación marca una profunda diferencia entre los países más industrializados y los países en vías de desarrollo. No solo el 96% de la investigación mundial se realiza en los 30 países más avanzados (Parks, 2008), sino que más del 50% de la inversión en investigación y desarrollo (I&D) proviene de fuentes privadas.

Según el Informe de Desarro-llo Humano del PNUD del 2001, en Norteamérica y en los países nór-dicos la participación del sector privado en 1995 era ya del orden del 59%, y en la Unión Europea, del 53%.

De acuerdo con Parks (2008), en 2006 el Gobierno de los Estados Unidos invirtió 2,57% del Produc-to Nacional Bruto (PNB) en I&D, y las universidades y colleges esta-dounidenses ejecutaron el equiva-lente a una quinta parte de lo que hizo la empresa privada en I&D, pero aun así, éstas desarrollaron el 56% de la investigación básica del país.

En los países de América La-tina esta proporción es inversa. Por ejemplo, en Argentina, Méxi-co y Venezuela, los recursos para el gasto en I&D entre los años 2000 y 2005 provinieron en más de un 70% (México y Venezuela por encima del 90%) de recursos públicos, entre gastos de gobier-no e inversión de las institucio-nes de educación superior (Cin-da, 2007). Sin duda, para las lla-madas economías emergentes, la inversión pública juega un papel central en el impulso y consoli-

dación de los sistemas naciona-les de ciencia y tecnología.

La inversión en I&D en Colombia

En Colombia, los recursos de inversión en I&D para este mismo periodo (2000–2005) provinieron en algo más del 50% del Gobierno y las instituciones de educación superior (IES). Si bien la partici-pación privada es mayor que en los otros países, buena parte de la inversión de las empresas en este rubro van para renovación tecnológica y mucho menos para I&D en sentido estricto. En 2003, las inversiones realizadas por este sector en I&D representaron un 0,25% del PIB, y para el 2004 as-cendieron a 0,27% (Orozco, 2009). Pero a diferencia de Argentina y México, un 76,7% de los inves-tigadores se emplean en las IES, frente a un 49,3% en el primero y un 17,2% en el segundo. En to-dos los casos, sin embargo, más del 50% de estos científicos están vinculados al gobierno o a las IES (México: 51,7%; Argentina: 86,6%; Colombia: 87,1%) (Cinda, 2007).

Para el año 2006, Colombia ex-presaba niveles de inversión en I&D inferiores incluso a los de Bolivia y Uruguay, solo superado por Perú y Ecuador en su participación en el PIB, siendo Brasil el único país de la región con una inversión equi-valente al 1% del PIB. Este último invertía alrededor de US$ 200 per cápita y Chile, US$ 150 per cápita en I&D, mientras que Colombia

difícilmente llegaba a los US$ 50. Corea, que hace cerca de 40 años tenía un ingreso per cápita inferior al de Colombia –en 1970 su PIB per cápita era de US$ 295 a precios co-rrientes, entretanto el de Colombia era de casi US$ 445 (Series de UN Statistics Division)–, destina más del 2,5% del PIB a I&D e invierte cerca de US$ 600 por persona en este rubro (Cinda, 2007).

Los resultados de ello son evi-dentes, en 2008 el PIB per cápi-ta para Corea fue de US$ 19.296, mientras que para Colombia, de US$ 5.415 (Series de UN Statistics Division), tres veces y medio más.

No obstante los progresos sig-nificativos que ha tenido el país en un lapso de 20 años, pasando de no tener un solo programa de doctorado en 1985 a ofrecer 92 en el 2007 (Arango, 2008), el por-centaje de personas en Colombia dedicadas a la investigación man-tiene niveles bastante bajos. En 2006, tan solo 0,45% de la pobla-ción destinaba sus labores a la in-vestigación, y de los 33.887 regis-trados en el CvLac de Colciencias en este año, solo 9% poseía título de doctorado y 28% de maestría (Orozco, 2009).

A pesar de que el gasto público en educación superior como por-centaje del PIB ha experimentado un ligero crecimiento, pasando de representar el 0,58% en 1995 a par-ticipar con un 0,74% en 2002 (Ro-dríguez, 2005, citado por Garzón, 2010), se mantiene por debajo del promedio regional que en el primer año era de 0,80% y en el último, de

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Los recursos asignados no resarcen esfuerzos que han hecho universidades públicas para mejorar sus estándares de calidad académica, ampliar su cobertura y consolidar la investigación.

La financiación de la educación superior es un asunto de política y de vida o muerte para la sociedad. El Ministerio de Educación no ha hecho bien las cuentas y pretende, con programas que escasamente resuelven problemas de acceso de la población de bajos recursos a la universidad, saldar la equidad y el desarrollo económico y social del país. Así lo demuestra un análisis de la Universidad Nacional de Colombia.

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0,93%. Pero lo que es más preocu-pante aún es que para el 2009 su participación en el PIB había des-cendido a 0,69% (Mineducación, 2010, citado por Garzón, 2010).

La partida para el 2010

En la discusión del presu-puesto del Gobierno nacional para el 2010, las grandes universida-des públicas demandaron un in-cremento equivalente al IPC más 5,5 puntos, ello para compensar los costos en que han incurrido y los esfuerzos que han hecho para transitar hacia instituciones de in-vestigación, además de responder a las exigencias de calidad y cober-tura de los estudios de pregrado y posgrado.

A través de una especie de pa-ralogismo, el Gobierno dijo haber otorgado a las universidades $ 160 mil millones, cifra que superaría el monto solicitado. De estos, un 44% ($ 70.000 millones) lo entre-garía el Icetex a través de becas a estudiantes, cerca de un 19% ($ 30.000 millones) un fondo espe-cial en Colciencias para estable-cimientos públicos, algo más del 26% ($ 42.000 millones) que co-rresponden a las transferencias del 2% para el Icfes, y el 11% restante ($ 18.000 millones) compensarían el descuento del 10% aplicado a estudiantes que han ejercido el derecho al sufragio universal.

En cuanto a los recursos cana-lizados a través del Icetex, estudios recientes sobre el programa Acces señalan que para el caso del ingre-so de estudiantes a IES públicas, estos créditos se orientan a soste-nimiento y no a pago de matrícula, de por sí bastante asequible en dichas instituciones. Esto significa que los recursos irían directamen-te a los estudiantes, sin pasar por las arcas de las instituciones, lo cual les genera mayores reque-rimientos en funcionamiento e inversión como resultado de los incrementos en cobertura.

Los recursos que correspon-den al Icfes y los que compensan el 10% de descuento por partici-pación electoral son, en efecto, recursos sobre los cuales a las IES públicas les recae una titularidad. Y los recursos asignados a través del fondo especial de Colciencias, si bien son importantes, no resar-cen los esfuerzos invertidos en los últimos años por las universidades estatales para mejorar sus están-dares de calidad académica acom-pañados por ampliación de la co-bertura, y de aquellas con mayor potencial de consolidarse como universidades de investigación.

Como señala el informe de la Contraloría General de la Repú-blica, las universidades públicas han hecho grandes esfuerzos en la profesionalización de su plan-ta docente, incrementando en un 48% los profesores con título de doctorado entre el 2003 y el 2007, a la vez que han revertido su posi-ción de inferioridad en la matrícu-la total del sistema de educación superior frente a las instituciones de carácter privado, cuando en 1999 respondían por el 33,5% y en 2008 su enrolamiento cubrió el 55,3%. A esto se suma un incre-mento del 11% entre el 2003 y el 2007 en grupos de investigación (www.universidad.edu.co).

En términos de González (2009), el asunto está en que “co-mo las transferencias del Gobierno aumentan de manera lineal pero los costos crecen de forma expo-nencial, es inevitable que se abra la brecha entre las necesidades de

la universidad y los recursos que le transfiere el Gobierno nacio-nal”, pues “los costos marginales de una educación de calidad son crecientes […] En estos servicios no hay economías de escala. No tiene sentido, entonces, pretender que el costo por alumno vaya dis-minuyendo. Si se quiere calidad, el costo por alumno tendrá que ser marginalmente creciente”.

Estas son las cuentas que efectivamente no hace el Gobier-no, y en particular el Ministerio de Educación. Como lo mencioné al inicio, la financiación de la edu-cación superior es un asunto de política, es la apuesta del país a fortalecer su sistema de ciencia y tecnología y a través de él mejorar sus niveles de lo que las teorías del crecimiento endógeno llaman el capital humano, porque es justa-mente por su fortalecimiento que el desarrollo tecnológico tiene lu-gar, como se ha visto en el caso de Corea del Sur.

Caso de vida o muerte

Las universidades públicas responden por el 75% de la investi-gación que se hace en el país (Uri-be Correa, 2009), y no es gratuito que sean las grandes instituciones del Sistema Universitario Estatal (la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional de Colom-bia, la Universidad del Valle y la Universidad Tecnológica de Perei-ra) quienes hayan sido las voceras frente al Gobierno nacional para reivindicar los recursos que el Es-tado les debe garantizar en pro de su desarrollo y para ofrecerles a los sectores con menos oportu-nidades del país la posibilidad de acceder a una educación de cali-dad. Así lo advierte el informe del 2007 del Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda):

De hecho, los sistemas de edu-cación superior, bajo la continua presión para diferenciarse y diver-sificar su plataforma institucional […], se han visto forzados a recono-cer que, en la actualidad, solo unas pocas instituciones de cada país pueden operar, plenamente, como universidades de investigación en la frontera del conocimiento. Incluso en los Estados Unidos, como señala Duderstadt, de las 125 universida-des reconocidas por la Clasificación Carnegie como research universi-ties, en realidad no existen más de 60, entre varios miles de Institucio-nes de Educación Superior, que ver-daderamente pueden identificarse como intensivas en investigación y enseñanza de nivel doctoral.

Esto sin mencionar lo que representa para estudiantes pro-venientes de hogares de bajos recursos acceder a la educación superior. La tasa de retorno de la inversión para estudios de secun-daria en Colombia entre 1990 y 2000 bajó de 11,4% a 5,0% anual, mientras que para la educación superior aumentó de 14% a 18% (Schiefelbein, 2003).

La Encuesta de Hogares del 2001 señala que una persona con formación universitaria gana en el mercado laboral 50% más que aquella que solo logró estudios de nivel secundario. Y quienes obtie-nen un título de doctorado per-ciben ingresos por un 211% más frente a estos últimos, y de 106% frente a los primeros.

El gasto –léase inversión– en la educación superior pública se exige, en el caso de un país como Colombia, por razones de equidad y por motivos de desarrollo eco-nómico y social. Los programas de

subsidio a la demanda (v. g. los $ 70.000 millones del Icetex) escasa-mente resuelven los problemas de acceso a este sistema para la pobla-ción de bajos recursos (Bula, 2009), mientras que el fortalecimiento de las universidades públicas se convierte en un asunto de vida o muerte para la sociedad, en un mundo donde el conocimiento se ha convertido en el factor produc-tivo más importante, quiérase o no. Referencias:Bula, Jorge (2009). Equidad social en la educación superior en Colombia. En: Ál-varo Zerda, Pedro Bejarano y Fernando Orjuela (2009). La educación superior: tendencias, debates y retos para el siglo XXI, Universidad Nacional de Colombia. Centro Interuniversitario de Desarrollo - CINDA (2007). Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2007, Chile. Garzón, Carlos Alberto (2010). Educación Su-perior en Colombia ¿en la encrucijada? (PDF). González, Jorge Iván (2009). Finanzas de la Universidad Pública: el caso de la Universidad Nacional, Razón Pública, diciembre 14. Metrio Gómez, Natalia María (2009). Universidad pública colombiana, sin fi-nanciamiento, entrevista a Alberto Uribe Correa, Rector de la Universidad de Antioquia, 21 de octubre. En: http://

delaurbedigital.udea.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=1272:universidad-publica-colombiana-sin-financiamiento&catid=92:de-la-urbe-prensa&Itemid=322. Consultado el 21 de febrero de 2009. Orozco Silva, Luis Enrique (2009). La Ley de Ciencia y Tecnología, una nueva ilusión, Blog Universidad y Sociedad (Universia Colombia) http://www.universia.net.co/docentes/articulos-de-educacion-superior/la-ley-de-ciencia-y-tecnologia-una-nueva-ilusion.html. Consultado el 21 de febrero de 2009. Parks, Thomas N. (2008). An Overview on Trends in University Research. (PDF). Schiefelbein, Ernesto (2003). Colombia: acceso y aprendizaje desde un ámbito inter-nacional. Una cadena ineludible: preescolar, primaria, secundaria y superior. La educa-ción como un factor decisivo en la reducción de desigualdades. http://www.mineduca-cion.gov.co/1621/article-88015.html. Con-sultado el 21 de febrero de 2009. Páginas consultadas: http://unstats.un.org/unsd. Consultado el 22 de febrero de 2009. http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=983:universidades-publicas-necesitan-mas-recursos-dice-el-contralor-mineducacion-lo-refuta&catid=16:noticias&Itemid=198. Consultado el 22 de febrero de 2009.

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Los cerca de $ 70.000 millones que entregaría el Icetex a través de be-cas irían directamente a los estudiantes sin pasar por las arcas de las instituciones. Ello les generará mayores requerimientos en funcionamiento e inversión como resultado de los incrementos en cobertura.

A las IES públicas les recae la titularidad de los recursos que compensan el 10% de descuento en la matrícula de los estudiantes por participación electoral.

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La informalidad e ilegalidad que caracterizan la vida en las periferias urbanas evidencian dos for-mas de abordar los problemas sociales. Por un lado, la seguridad democrática que justifica el uso extensivo de la vio-lencia oficial y los abusos a los derechos humanos, y por el otro, el urbanismo social que hace contrapeso con proyectos que buscan una profunda transformación social.

Peter Brand,Escuela de Planeación Urbano–Regional

Facultad de ArquitecturaU. Nacional en Medellín

Furor e indignación provocó la propuesta del presidente Uribe de contratar estudiantes de colegios como informantes a sueldo en su guerra contra el crimen organizado, ahora en las Comunas de Medellín. Retrocediendo ante la reacción pú-blica y el exabrupto de poner me-nores de edad en la línea de fuego sucio, el debate pasó a las universi-dades donde también fue rotunda-mente rechazada. Felizmente, entre los primeros en hacerlo estuvo el rector de la Universidad Nacional de Colombia.

Más allá del escándalo inme-diato, la propuesta del Gobierno evidencia dos concepciones del problema de orden público en las ciudades, y dos estrategias radical-mente distintas para enfrentarlo: la seguridad democrática del go-bierno de Uribe, frente a lo que se podría denominar, genéricamente, el urbanismo social de las adminis-traciones locales.

La violencia urbana ha venido creciendo en todo el país. Durante el 2009, en Medellín los homicidios se incrementaron en 133%, en Cali 38% y en Bogotá 29% (El Especta-dor, 2009).

En Medellín, tradicionalmente la ciudad más violenta, luego de un tope de 381 homicidios/100.000 habitantes en 1991, la tasa des-cendió a su nivel más bajo en 2007 (34/100.000 habitantes), según da-tos de la Alcaldía de la ciudad, para luego repuntar en 2008 y 2009 (cerca de 60 homicidios/100.000 habitantes).

También se ha presentado una mayor concentración socioespacial de la violencia: en 2002 hubo homi-cidios en 94% de los barrios de Me-dellín, cifra que se redujo a 46% en 2007 (Medellín Cómo Vamos, 2008). En efecto, el crimen urbano tiende a concentrarse en los sectores más pobres y marginados de la ciudad, y fue ahí donde precisamente se ini-ció con fuerza el urbanismo social.

Donde el bien y el mal se entremezclan

La propuesta del presidente Uribe es consistente con su estra-tegia militar en todo asunto terri-torial: ofensiva armada, ocupación por parte de las fuerzas del Estado, inteligencia proveniente de siste-mas de alta tecnología y redes de informantes, retribución económi-ca (recompensas y sueldos fijos). Luego viene un periodo de sus-penso, y más tarde la reaparición de fuerzas oscuras con el reciclaje del paramilitarismo y el narcotráfi-co fortalecido. Esto tiene enredado hoy al país, sin salidas claras.

Las ciudades tienden a elabo-rar una perspectiva distinta. Para el gobierno central es un asunto ideológico y dogmático (“seguridad democrática”) de las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal, que justifica el uso extensivo de la vio-lencia oficial y los abusos a los dere-chos humanos. Para las administra-ciones locales, sin embargo, es un asunto más matizado: una dimen-sión real y humana en el transcurrir de la vida cotidiana. En la comple-jidad urbana no caben los artificios simplistas; no se pueden bombar-dear las ciudades. La influencia de órdenes de control extraestatales (pandillas, combos y bandas, pero también organizaciones más ‘ofi-ciales’) en los sectores populares envuelve la ciudadanía en general,

especialmente en el contexto de las múltiples informalidades/ilegalida-des que caracterizan la vida en las periferias urbanas. El bien y el mal se entremezclan y se confunden en las luchas cotidianas de supervi-vencia, de tal manera que los sec-tores populares de la ciudad son un Vietnam para la represión armada. Pregúnteselo a Río de Janeiro.

Es por esto que las políticas de seguridad en las urbes tienen, obligatoriamente, un componente igualmente importante de convi-vencia. No es posible sostener dicho vacío en el corazón de la política de seguridad del gobierno central en el caso de las ciudades. Esto lo entien-den muy bien la iglesia, la izquierda democrática y lo que queda de la gran tradición humanista colom-biana. Y lo han entendido muy bien las administraciones urbanas más ilustradas. Los ex alcaldes Mockus, Peñalosa y Fajardo, cada uno a su manera, fijaron nuevas pautas pa-ra garantizar niveles mínimos de convivencia en las conflictivas ciu-dades del país. Las ideas alrededor de la cultura ciudadana, el espacio público y lo que ahora se llama

el “urbanismo social” en Medellín han sido retomadas, de una u otra forma, por la mayoría de las capita-les. Es una política sin orígenes en ningún Ministerio o Planeación Na-cional, sino construida desde abajo, desde la realidad urbana.

El urbanismo social de Mede-llín es el esfuerzo más reciente en este sentido. Consiste en invertir en los sectores populares, en pagar la “deuda histórica” que tiene la sociedad con estas zonas olvida-das y urbanísticamente ignoradas de la ciudad. Pero lo hace de una manera particular. No se pretende solucionar los problemas de fon-do relacionados con la vivienda, el empleo y la pobreza. Al construir Metrocables, parques–biblioteca, colegios de alta calidad (arquitec-tónica), espacios públicos, etcétera –proyectos puntuales bien logrados y con un alto impacto tanto esté-tico como social– se busca no solo “hacer la mejor arquitectura, la que suscita el orgullo y la autoestima de la comunidad, una arquitectura que genere sentido de pertenencia”, sino también ejecutar proyectos palanca que “lideran una transfor-

mación social profunda” (Alcaldía de Medellín, 2008). Se espera cons-truir, literalmente, un nuevo “con-trato social” mediante la dotación de espacios de ciudadanía, escena-rios de democracia y convivencia.

De la misma forma que los proyectos de Mockus y Peñalosa en Bogotá, el de Medellín manipu-la símbolos. Mockus inventó unos que puso en escena en el espacio público para referirse al respeto que se le debe tener al otro, y a ciertas reglas de juego básicas; Peñalosa intervino más directamente el es-pacio público, y Fajardo explotó el poder simbólico de la arquitectura. En todos los casos, se trata de crear sensaciones de inclusión social y de disfrute ‘igual’ de la ciudad, del ejercicio de la ciudadanía, si no ple-na, por lo menos decente.

Sutileza vs. opresión

No hay que desestimar la importancia de lo simbólico, del espacio público y de la potencia de la arquitectura bien realizada y utilizada, pero eso solo no hace milagros. De hecho, Mockus termi-nó su segundo periodo abogando por códigos penales más estrictos y Peñalosa cayó en la petulancia. En Medellín, el alcalde Alonso Sa-lazar, muy curtido en asuntos de violencia, ha reclamado más poli-cías y más operatividad del sistema judicial, y de hecho su estrategia de seguridad y convivencia incluye el emplazamiento en los sectores populares de más estaciones de po-licía y CAI periféricos.

Aún así, las sutilezas de las es-trategias urbanísticas contrastan fuertemente con las opresivas pro-puestas del gobierno central. Ya se habían ensayado redadas amplias y tomas militares de gran escala (Operación Orión, en la Comuna 13), y ahora se proponen tomas cuadra por cuadra, apoyadas desde el aire por helicópteros incluso en operaciones nocturnas. Prácticas derivadas de la doctrina “antiterro-rista”. ¿Es este el tipo de acontecer diario en los barrios populares que promoverá la paz y la convivencia?

Así, se pone en evidencia la crisis general de la política urbana del gobierno central: su ineficacia, parcialidad y torpeza. Como en to-das las actuaciones del gobierno central, también en lo urbano todo se hace a la brava, sin consulta, por imposición: ‘transmilenios’, macro-proyectos nacionales de vivienda de interés social y ahora la segu-ridad democrática. El gobierno y las menguadas y aisladas tecnocra-cias nacionales tienen mucho que aprender de las más pacientes y democráticas labores de las admi-nistraciones locales.

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Urbanismo social o seguridad democrática en las ciudades

Con Metrocable, parques-biblioteca y colegios de alta calidad, entre otros espacios públicos, Medellín no solo pretende hacer una arquitectura que genere sentido de pertenencia, sino también ejecutar proyectos de demo-cracia y convivencia.

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¿Por qué la mayoría de países que pueden cultivar coca y amapola y producir cocaína y heroína no lo hacen si es tan rentable, mien-tras la fabricación ilegal de estas drogas se concentra en naciones como Colombia? Un conflicto entre la norma legal y la norma social podría responder a la aceptación de dicha actividad ilícita.

Francisco E. Thoumi,Investigador

Instituto Lozano Longde Estudios Latinoamericanos

U. de Texas, Austin

En Colombia frecuentemente se clama por legalizar la cocaína y otras drogas como “única solu-ción” a los problemas de violencia e ilegalidad, lo cual supone que ni el Estado ni la sociedad pueden controlar a los colombianos que participan en el narcotráfico. Pero esto también equivale a afirmar que, cuando hay grandes ganan-cias ilícitas fáciles de obtener, es “natural” beneficiarse de ellas.

Estas implicaciones contradi-cen el hecho de que la mayoría de países que pueden cultivar coca y refinar cocaína no lo hacen. Sin duda, si no hubiera demanda ile-gal, no habría oferta ilegal, pero el problema de Colombia no es que produzca cocaína, sino que concentró la industria ilegal. Para entender este fenómeno es impor-tante responder: ¿Cuáles son los factores necesarios, suficientes y contribuyentes del desarrollo de las actividades económicas ilegales?

Al investigar este interrogante se encuentra que el crimen no tie-ne “causas” en el sentido tradicio-nal (si X entonces Y), sino que hay factores como la pobreza, la des-igualdad y la exclusión social, o las crisis económicas, que contribu-yen a su desarrollo; también, que existen otros factores necesarios como el conocimiento para refi-nar cocaína o contar con el clima y la tierra adecuados para cultivar coca. No obstante, el factor clave es que en la sociedad haya grupos para los cuales violar las leyes sea perfectamente aceptable. En otras palabras, que se dé un conflicto entre la norma legal y la norma social, de modo que se acepte la actividad ilegal.

De igual manera, es posible que haya una sociedad en la cual, a pesar de estar presentes todos los factores necesarios y contribu-yentes para que crezca la crimina-lidad organizada o las drogas ile-gales, no ocurra. Simplemente esa sociedad sería vulnerable a dichos fenómenos, tendría las defensas bajas pero no estaría enferma. El punto es que al investigar el ori-gen de las actividades económicas ilegales –frente a lo cual hay con-fusiones–, se encuentra con que estos son fenómenos evolutivos, no newtonianos (en los que hay causas y efectos).

Así, cuando se acentúa un fac-tor que contribuye al desarrollo de dicha ilegalidad, por ejemplo una crisis económica, es presenta-do por los observadores como su causa, aunque en la gran mayoría de casos tal crisis no conlleve al incremento de mafiosos o a la pro-ducción de drogas ilegales, lo cual

no ocurriría sin la existencia de un conflicto entre las normas for-males e informales; en términos “mockusianos”, un conflicto entre la ley y la cultura.

Se puede alegar que en todos los países se violan las leyes y, en algunos casos, pueden existir bre-chas entre las normas formales e informales. Sin embargo, para que surja una criminalidad organizada de las proporciones de la colom-biana, es necesario que existan grupos que justifiquen la activi-dad ilegal apelando a una “causa superior”, como una lucha contra “el imperio”, la oligarquía, los in-fieles o simplemente el susten-to familiar. De igual manera, que existan grupos caracterizados por una anomia social para los cuales las consecuencias de sus accio-nes sobre el resto de la sociedad sean irrelevantes. En estos casos, se puede hablar de un “individua-lismo amoral”.

Por qué las políticas no obtienen resultados

Las políticas contra las drogas atacan factores que contribuyen al crecimiento de la ilegalidad, pero no arremeten contra el fundamen-tal: la brecha en las normas. Así, las confiscaciones de insumos y de productos, el control de precurso-res químicos, el encarcelamiento y extradición de traficantes y las po-líticas contra el lavado de activos y dinero arremeten contra la renta-bilidad del negocio, pero no la aca-

ban, y cuando logran disminuir la oferta, aumentan la rentabilidad.

El desarrollo alternativo es la única zanahoria en el arsenal de las políticas, pero éste, en el mejor de los casos, logra resultados loca-les e induce a un desplazamiento de los cultivos. La experiencia de 40 años de “guerra contra las dro-gas” ha demostrado que la indus-tria ilegal se adapta a las políticas y acciones contra ella, y sobrevive en el largo plazo.

Es cierto que las políticas se pueden mejorar, que se requiere mayor énfasis en el control del consumo buscando disminuir el daño personal y social de la adic-ción, que la Dirección Nacional de Estupefacientes podría trans-formarse en una empresa moder-na que administre eficientemente todos los activos que maneja, que las cárceles y el sistema judicial en Colombia deben ser más eficien-tes para eliminar la necesidad de extraditar, que los programas de desarrollo alternativo y las fumiga-ciones se deben coordinar mejor, etc. Sin embargo, estos cambios positivos no eliminarán el crimen organizado y las drogas ilegales si no se armoniza la ley con la cultu-ra y se generan comportamientos morales de ciudadanía moderna.

Implícitamente, quienes abo-gan por la “legalización” como “única solución”, concuerdan con este análisis por cuanto eliminaría la demanda ilegal, factor necesario para el desarrollo ilegal. Sin em-bargo, este clamor implica decirle

al mundo que cambie sus leyes y comportamientos porque Colom-bia no puede dejar de producir cosas ilegales rentables.

En el actual contexto mundial esto simplemente no es viable, in-dependientemente de lo que se opine respecto a lo justo o injusto de la situación. Además, si por ca-sualidad el mundo “legalizara” las drogas, y Colombia no resuelve el conflicto entre las normas legales e ilegales, continuaría con graves problemas de criminalidad orga-nizada, guerrillas y paramilitaris-mo. Posiblemente disminuirían, pero en el largo plazo esos grupos se involucrarían en otras ramas de la ilegalidad y no se resolvería “el problema”.

Vulnerabilidad social y respuestas

Colombia tiene dos opcio-nes: seguir culpando al mundo del desarrollo de su criminalidad, o aceptar que éste no le va a resolver el “problema”, y la única solución es elaborar un proyecto en el que haya un consenso amplio sobre lo que el país es y lo que quisiera ser. Para esto hay que pensar a Colom-bia como una nación que “tran-sita” de un sistema de mercado premoderno –en el que la riqueza personal se captura, se encuen-tra o se obtiene manipulando las normas– a una nación en la que la riqueza personal se genera en pro-cesos que contribuyen al amplio bienestar social.

Es necesario continuar con políticas contra la criminalidad, pero acompañadas de reformas que busquen cambios en el com-portamiento de la gran mayoría de colombianos. Se trata de un pro-ceso sin recetas que debe surgir de la propia sociedad, una vez acepte que la “única solución” es levantar “sus defensas” frente a un entorno externo que ofrece muchas tenta-ciones y promete grandes utilida-des ilegales, fáciles de lograr.

La meta es que cada colom-biano cambie su actitud frente al Estado, y se promueva una socie-dad razonable en la que predo-mine la confianza, la solidaridad, la reciprocidad y la empatía entre todos. Este es un gran desafío que hasta ahora la élite, los parami-litares, los guerrilleros y muchos forjadores de opinión han evadi-do, por buscar “soluciones” que deshumanizan al otro.

El reto real no es legalizar las drogas sino legalizar a Colombia, y así forjar un proyecto social y de nación en el que predomine el im-perio de la ley. El futuro dirá si este objetivo se logra, pero si fracasa, habrá que pagar el costo de man-tener un país en el subdesarrollo, la corrupción y probablemente al-to nivel de violencia.

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La experiencia de 40 años de “guerra contra las drogas” demuestra que la industria ilegal se adapta a las políticas y acciones contra ella, y sobrevive en el largo plazo.

Vulnerabilidad de Colombiaa las drogas ilegales

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Hasta hace poco se creía que la información molecular del ADN de las poblaciones tenía dife-rencias mínimas; sin embargo, al comparar muestras de cáncer de pulmón de nativos colombianos y norteamericanos se evidenció una diferencia abismal en la expresión de los genes. Así, el diagnóstico de la enfermedad, que se hace a partir de métodos estandarizados en el planeta, se debería revaluar.

Carlos Andrey Patiño Guzmán,Unimedios

Arios, hispanos, africanos, orientales: ¡todos humanos pero en diversas versiones físicas escul-pidas por el ambiente! Allá, en lo más profundo de nuestra esencia, en las moléculas, también estamos influenciados por las condiciones externas.

Investigaciones en farmaco-genética del cáncer, realizadas por expertos de la Universidad Nacio-nal de Colombia, constataron que los grupos humanos son diversos hasta en las características quí-micas de las moléculas que con-tienen los genes (conocidas como biomoléculas).

Al menos así lo evidenciaron al estudiar la activi-dad química del cáncer de pulmón entre pacientes co-lombianos y nor-teamericanos.

Cuando algu-nas biomoléculas, empleadas para estudiar el porqué de la diferencia entre genes, sus rasgos o caracte-rísticas particula-res coinciden, por ejemplo, en su pe-so o en su actividad química, constitu-yen un marcador molecular.

Precisamente, a partir del estu-dio y comparación de marcadores moleculares epi-genéticos, los in-vestigadores de la UN concluyeron una absoluta dife-rencia en la forma como se expresa esta patología en los dos grupos estudiados.

La epigenética se asemeja a un software o programa compu-tacional que permite leer la infor-mación contenida en el disco duro de nuestro ADN. Para utilizar una comparación del científico alemán Jörn Walter, de la Universidad de Saarland, esta disciplina cuestiona e intenta resolver por qué un gen se apaga en una persona y se acti-va en otra.

Según el profesor Fabio An-cízar Aristizábal, líder del Grupo de Farmacogenética del Cáncer, se pensaba que a ese nivel de deta-lle molecular las diferencias entre personas de diversos grupos hu-manos eran mínimas. Por tanto, se podían realizar estudios globales a partir de muestras diversas, para así, por ejemplo, detectar el esta-do del cáncer y plantear terapias generales.

La diferencia se hizo irrefuta-ble cuando, con la ayuda de mo-dernas herramientas informáticas (bioinformática), se identificaron marcadores que al evaluarlos en muestras de cáncer de pulmón de colombianos, tenían poco que ver con las muestras de pacientes de Nuevo México.

La actividad química de las moléculas coincidía muy poco. El profesor Aristizábal asegura que

hay un largo trecho por recorrer para entender por completo lo que implican esas diferencias.

El camino

Lo que empezó como un es-tudio de revisión acercó a los in-vestigadores del Departamento de Farmacia a otros grupos del mun-do que desarrollan tecnología de punta en el área de la bioinformá-tica, incipiente en Colombia.

Aunque el tema de la tecno-logía molecular es una de las for-talezas de los profesionales de la UN, aún necesitan acceder a ba-ses de datos sofisticadas que les permitan contrastar sus resulta-dos con la abundante información que existe sobre el tema. Ello ha tenido límites, pero en la medida en que han producido resultados científicos relevantes, las puertas de acceso a dichas tecnologías se han empezado a abrir.

Precisamente, durante la bús-queda de contactos, un estudiante de doctorado logró ir a Los Ángeles (EE. UU.) y llevar las muestras de cáncer de pulmón, con el objetivo de analizarlas junto a grupos avan-zados en lectura epigenética. Así, se podrían construir perfiles de metilación, es decir, de la modifi-cación química que sufre el ADN.

El profesor Aristizábal señala que la metilación es uno de los múltiples factores que regulan la expresión de un gen determinado. De forma global se puede afirmar que un gen muy metilado (sobre-expuesto a ciertas características químicas) por lo general se expre-sa menos o no se expresa.

“En fenómenos como el cán-cer se ha descrito, sin entenderse todavía cómo, que hay una canti-dad de genes que son metilados de manera agresiva. Lo que con-sigue la célula neoplásica (cance-rígena) es que se silencien genes cruciales para el control celular”, explica el científico.

Blanco farmacéutico

El interés de los investigado-res es saber qué factores químicos hacen que los genes se prendan, se apaguen o se sobreexpresen. Al conocer esas “convulsiones” quí-micas que sufre el gen, se podrían crear mecanismos novedosos de diagnóstico del cáncer, así como encontrar alternativas terapéuti-cas que puedan regular tal función química.

Pero, ¿para qué meterse en el complejo mundo de la epigenética si ya existen métodos de diagnós-tico como la biopsia? Aristizábal

responde: “Estos marcadores per-miten pensar en la opción de de-tectar enfermedades de este tipo sobre fluidos como la sangre o la saliva, sin necesidad de recurrir a este método”.

En el caso específico del cán-cer de pulmón, el diagnóstico se convierte en un cuello de bo-tella porque no es fácil tomar muestras de ese tejido. Se usa la resonancia magnética o los rayos X, métodos aún inciertos que de todas formas pueden terminar en biopsia. Pero, “el paciente pre-feriría que no se tomara y mejor se recurriera a su saliva o sangre para estudiar en estas los marca-dores moleculares”.

Mientras en países desarrolla-dos los avances tecnológicos y el entendimiento de la bioinformática permiten tener un conocimiento pro-fundo de las carac-terísticas epigené-ticas de sus habi-tantes, en países como Colombia apenas se dan los primeros pasos.

“Esto se con-vierte en un pro-blema, ya que estu-dios sobre formas de diagnóstico que fueron desarro-lladas en un país se estandarizan para todo el pla-neta sin tener en cuenta las caracte-rísticas propias de cada población”, explica el profesor Aristizábal, quien desarrolla la in-vestigación en el Departamento de

Farmacia y el Instituto de Biotec-nología de la UN.

Empieza la tarea

Descubrir que los marcadores moleculares de cáncer de pulmón de colombianos y estadouniden-ses son bastante diferentes entre sí, debido muy posiblemente a la calidad de vida de cada país, plan-tea la necesidad de que aquí se investigue más.

Es necesario profundizar en las particularidades epigenéticas de los colombianos para saber por qué ciertas enfermedades son más prevalentes que otras. El Grupo de Farmacogenética del Cáncer co-mienza a mostrar frutos en ese sentido.

Las puertas de laboratorios de prestigio mundial ya se abrieron para estudiantes colombianos de doctorado que quieran acceder a grandes plataformas técnicas y bioinformáticas. Por ejemplo, en Alemania y España se adelantan proyectos con muestras colombia-nas de cáncer de cuello uterino y de pulmón, respectivamente.

“Es importante que genere-mos información molecular con-certada y continua con otros gru-pos fuertes del mundo, y no a pe-dacitos, como venía sucediendo”, concluye el profesor Aristizábal.

Cáncer pulmonar en colombianos,distinto al resto del mundo

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Anualmente se registran en el mundo cerca de un millón 200 mil nuevos casos de cáncer de pulmón. En Colombia se estima que 28% de las muertes causadas por cáncer son de pulmón.

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Un laboratorio en Indianápolis (EE. UU.) avanza contundentemente hacia los xenotrasplantes, una técnica que permite usar órganos de otras especies, como el cer-do, para reemplazar los humanos. Un colombiano hace parte de esta misión científica y revela qué tan real es dicha opción.

Patricia Barrera Silva,Unimedios

De pie frente al orinal, Roger no puede dejar de repasar esa sen-sación de libertad que le produce el espontáneo acto de “hacer pipí”, algo que cuatro años atrás imagi-nó no volvería a sentir jamás.

“Padece insuficiencia renal crónica terminal”, fue el diagnós-tico que recibió el 5 de febrero del 2005, justo cuando cumplía 22 años. Luego de más de 125 se-siones conectado a una máquina de hemodiálisis que desintoxicaba su cuerpo, supliendo solo el 15% de la función de un riñón normal, recibió una nueva esperanza: su hermano le donaría un riñón.

Roger sólo esperó un año por ese órgano, pero en Colombia hay alrededor de 28 mil pacientes re-nales crónicos terminales y, según cifras del Instituto Nacional de Sa-lud, 18 mil de ellos son potenciales candidatos a un trasplante.

Sin embargo, la cantidad de órganos disponibles en el país permite realizar anualmente 700 trasplantes de riñón; para los otros pacientes el futuro es incierto.

La escasez de donantes hizo que científicos de todo el mundo volcaran sus investigaciones hacia los xenotrasplantes. Actualmente Canadá, Australia y Estados Uni-dos lideran el tema.

El cerdo, una opción

En Estados Unidos, la Universi-dad de Indiana y un grupo de hos-pitales crearon el Instituto de Tras-plantes, uno de los más aventajados del país en producir clones.

Allí trabaja el especialista en clonación José Luzardo Estrada, egresado de la Facultad de Medi-cina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Co-lombia, quien junto al grupo de investigación busca el modelo de animal genéticamente más com-patible con el humano.

Al comienzo ensayaron con el chimpancé, pero este transmite enfermedades fácilmente. Luego, optaron por el cerdo, la segunda especie más parecida al hombre en su conformación genética y en el tamaño de sus órganos, y ade-más fácil de criar y reproducir.

El énfasis de la Universidad de Indiana es el hígado de cerdo, y lo que ellos buscan, en una primera etapa, es que ese órgano pueda ser utilizado como puente temporal (unos pocos días) en pacientes, mientras se consigue un hígado humano compatible.

En la medida en que avan-zan en sus investigaciones, los ex-pertos han encontrado que este animal tiene un gen que hace re-sistencia. Se denomina gen GAL y está presente en todos los organis-mos vivos, menos en los primates (incluido el hombre), por eso a la hora de practicar xenotrasplantes se convierte en un problema.

Cuando se trasplanta, por ejemplo, un hígado de cerdo al hu-mano, este se destruye en cuestión de minutos porque el organismo utiliza toda su batería de anticuer-pos contra el gen.

En el Instituto de India-nápolis, GAL fue identificado y se están reproduciendo cerdos transgénicos GAL–deficientes, es decir, con este gen bloqueado mediante clonación.

“En un microscopio a 200 mag-nificaciones, el óvulo, que tiene en-tre 150 y 180 micras, se pincha con una aguja para remover los cro-mosomas que están adentro. Así,

queda como una hoja en blanco, genéticamente hablando, listo para que inyectemos los cromosomas de la célula con el gen o los genes modificados”, explica Estrada.

De esta manera ya lograron ob-tener cerdos clonados que reposan en corrales, lo que significa un gran avance científico para la humanidad.

Ahora, el laboratorio de inmu-nología adjunto al Instituto está enfocado hacia la identificación de otras subsustancias –como pro-teínas más pequeñas– que tam-bién obstaculizan el acople de un órgano trasplantado.

“Es muy difícil decir cuántos años llevará este proceso. La cien-cia avanza rápidamente y el geno-ma del cerdo muy pronto se dará a conocer, lo cual acelerará las investigaciones en el campo de los trasplantes”, expresa el científico.

Donación, entre mitos y realidades

Gracias al avance de la cien-cia, hoy es posible que el ser hu-mano done hasta la cara.

Un estudio realizado entre 1995 y 2002, usando los registros de la Unite Networth of Organ Sharing (UNOS), estimó que, en promedio, un donante cadavé-rico proporciona una ganancia de 30,8 años de vida distribuidos en los receptores (pacientes) de los más de ocho órganos que se pueden donar.

En Colombia, la tasa de do-nantes reportada por el Instituto Nacional de Salud (INS) aumentó en los últimos 15 años, pero toda-

vía no es suficiente para cubrir las demandas.

Pendiendo de la suerte y del sistema de salud

El diagnóstico de Daniel, un joven de 26 años que hace 6 fue declarado paciente renal crónico terminal, coincidió con la liquida-ción del Seguro Social y luego con la venta de la Clínica San Pedro Claver, donde había sido incluido en lista de espera dentro del pro-grama de trasplante. El remesón administrativo obligó a cerrar el programa y la posibilidad de la in-tervención quedó archivada.

Pasaron dos años y una peri-tonitis casi lo mata, antes de que el Seguro Social accediera a cambiar-lo de una diálisis peritoneal que se realizaba 4 veces al día, a una he-modiálisis que solo se realiza tres veces por semana durante cuatro horas. Ello le permitió, entre otras ventajas, volver a estudiar.

Hoy más que nunca Da-niel anhela su riñón. “He visto compañeros de diálisis que so-lo llevan 6 meses y ya fueron trasplantados. Ahora pueden co-merse tremenda bandeja paisa y recuperaron sus vidas. El pro-blema conmigo es que mi tipo de sangre es 0– y eso hace difícil encontrar un donante”.

Al mencionarle la posibilidad de recibir un órgano de otra espe-cie, tiene sus reservas: “Accedería si se tratara de un procedimiento científicamente comprobado en muchos casos, pero como parte de un plan piloto, no”, advierte.

Egresados UN en el “top” del trasplante mundial

Como el doctor Estrada, hay varios egresados de la Universidad Nacional de Colombia que hoy dirigen servicios en prestigiosas clínicas del mundo. Entre ellos se encuentran Luis Alberto Mieles, jefe del servicio de trasplante de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, y Daniel Corredor, presi-dente de la Asociación de Médicos Hispanos de Houston. Hasta estos centros llevan a estudiantes de la línea de profundización en Tras-plante de la UN para que fortalez-can su formación.

Pese a que las dificultades con las visas son enormes, siete de los estudiantes integrantes de la línea de investigación han alcanzado rotaciones internacionales, dos de ellos son Roger, el paciente que re-cibió el riñón, y su hermano Iván, el donante.

“Este semillero en diez años espera convertirse en el mejor grupo de trasplante de Colombia”, asegura Eyner Lozano, profesor asociado de la Facultad de Medi-cina de la UN y director de la línea de Trasplante.

La iniciativa es importante porque desde 1976 Colombia es reconocida mundialmente como pionera en este campo (en 2002 realizó el segundo trasplante de la-ringe en el mundo). Sin embargo, los especialistas deben formarse afuera, porque el país carece de un programa de entrenamiento para trasplante de órganos sólidos.

Trasplantarán órganos de cerdo a humano

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A estos cerdos clonados se les implantaron genes humanos llamados CDS, que median la respuesta inmunológica y hacen que el cuerpo humano no desconozca al órgano implantado.

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Salud

Nueva fórmulaalarga alivio del dolorAnalgésicos como el ibuprofeno y el naproxeno, cu-ya acción dura en promedio un día, ahora tendrán un efecto terapéutico mayor. Novedosas micropartículas adheridas a los compuestos químicos de estos medicamentos au-mentarán el alivio de dolores severos, como los de la artritis, hasta por 15 días, con menores dosis y sin afectar otros órganos.

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Hasta ahora, el ibuprofeno y el naproxeno son los medicamen-tos más utilizados para paliar el “síndrome álgido” o dolor agudo que se presenta en los músculos del cuerpo humano.

En enfermedades crónicas e irreversibles como la artritis, los pacientes deben consumir dia-riamente entre una y dos pas-tillas para atenuar el dolor y la inflamación que presentan sus articulaciones. El efecto de estos medicamentos dura poco, pero dura menos la voluntad de los afectados por seguir al pie de la letra el tratamiento.

Conscientes de esta realidad, profesionales de Departamento de Farmacia de la Universidad Nacio-nal de Colombia desarrollaron un novedoso tratamiento terapéutico que alivia cualquier dolor, inclu-sive crónico como el de la artritis, por casi 15 días.

En el mercado se encuentran medicamentos analgésicos de venta libre o sin receta médica (OTC), siendo los más usados el acetaminofén (Tylenol) y antiin-flamatorios como la aspirina, el naproxeno (aleve) y el ibuprofeno (advil y motrín).

Por sus propiedades calman-tes y contra la inflamación, tra-dicionalmente el ibuprofeno y el naproxeno han sido indicados para combatir el dolor de cabeza, los cólicos menstruales y otros dolores crónicos por casi 24 ho-ras. La misma función cumple la aspirina, a la cual, además, le han identificado propiedades para combatir problemas cardio-vasculares.

Cuando la dosis diaria de es-tos fármacos no es suficiente para aliviar un malestar, los médicos recetan una dosis mayor. Quizá el dolor desaparece por un periodo, pero puede causar serios efectos secundarios, como por ejemplo una úlcera gástrica.

De ahí la importancia de crear un medicamento eficaz y sin nin-gún riesgo adverso.

Sustancia “mágica”

Lo que hizo Diana Marcela Aragón, doctora en Ciencias Far-macéuticas de la UN, fue adicio-narle a los compuestos químicos del ibuprofeno y el naproxeno unas micropartículas creadas a partir de un polímero sintético llamado áci-do poliláctico con glicólico (PLGA). Así, se forma una solución líquida que permite que dichas sustancias se disuelvan gradualmente en el organismo y que el efecto calman-te tenga mayor duración.

De esta manera, el paciente que sufre de artritis, por ejemplo, podrá inyectarse cada quince días la dosis sugerida por el médico, y no una o dos veces al día como regularmente se viene haciendo.

“Por su biodegradabilidad y biocompatibilidad con los flui-dos del cuerpo humano, el PLGA es usado frecuentemente en el mundo para crear medicamen-tos, en implantes, en cirugías y para hacer suturas”, dijo la inves-tigadora.

Generalmente, las medicinas llegan al cuerpo a cumplir una tarea específica, pero a su paso van agrediendo otros órganos. El ibuprofeno y el naproxeno afectan principalmente la mucosa gástrica provocándole severas irritaciones.

Con este nuevo diseño far-macológico, la acción terapéuti-

• Los polímeros son com-puestos químicos, naturales (como la gelatina, la albú-mina y el algodón, formados por celulosa) y sintéticos con propiedades mecánicas particulares y varias aplica-ciones como por ejemplo el nylon y el poliestireno.

• El polímero PLGA se em-plea comúnmente en la producción de dispositivos biomédicos como injertos, suturas y dispositivos pros-táticos. En el mercado existe una droga que usa PLGA pa-ra el tratamiento avanzado de cáncer de próstata.

ca mejora notablemente. Adicio-nalmente, se requiere una dosis menor, es decir que si el paciente necesita calmar su dolor con 500 miligramos de ibuprofeno, con la otra sustancia necesitará solo la mitad.

Así, se reduce la exposición a eventos adversos. Cada una de las ventajas de la fórmula se com-probó en modelos experimentales en laboratorio. Roedores expues-tos a dolor agudo y con signos de inflamación respondieron de manera favorable al suministro de las dosis.

Se evidenció que el polímero se degrada en el organismo sin ocasionar reacción alérgica. Tam-poco requiere de intervención pa-ra retirarlo, pues es eliminado a través de los procesos fisiológicos normales. “Las micropartículas se absorben mejor y el organismo las aprovecha en su totalidad”, expli-ca la doctora en Ciencias Farma-céuticas.

Los resultados mostraron también que el naproxeno es más soluble en acetona y las micropartículas dan mayor ren-dimiento.

Nuevos desarrollos

En Colombia es la primera vez que se reportan estudios relacio-nados con micropartículas, pues el desarrollo de diseños como es-te implica grandes inversiones en materiales, reactivos y tiempo.

Con las pruebas fisicoquími-cas de solubilidad, la profesora Aragón encontró que se da un aho-rro considerable de tiempo en el desarrollo de nuevos medicamen-tos. De igual manera, los ensayos para llegar a la droga, además de asegurar óptimas condiciones, se reducen a la mitad.

“En el mundo tampoco hay reportes sobre la solubilidad de los fármacos en los solventes or-gánicos empleados en la investi-gación y los perfiles de disolución de las micropartículas en condi-ciones fisiológicas. Nosotros en-contramos que hay una relación muy estrecha y que es una nueva herramienta para elaborar otros medicamentos”, explicó la inves-tigadora.

En el caso de la artritis, enfer-medad crónica cuya terapia far-macológica depende del sistema inmune del paciente, esta com-posición diseñada en el Departa-mento de Farmacia de la UN se convierte en una solución para atender el dolor, mientras el es-pecialista define clínicamente el origen de la patología.

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Micropartículas cargadas con ibuprofeno.

La adición de micropartículas (creadas a partir de un polímero sintético) a los compuestos químicos del ibuprofe-no y el naproxeno, permitió obtener un fármaco que alarga el alivio.

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Medioambiente

Megapuerto en Bahía Málaga, irresponsabilidad del Gobierno

La intención que tienen empresarios vallecau-canos de construir un puerto comercial en Bahía Málaga sumió en el limbo la declaración de esta zona como Parque Nacional Natural. ¿Acaso es posible que naveguen buques en aguas donde más de 600 ballenas jorobadas se aparean y dan a luz anualmente?

Luis Miguel Palacio,Unimedios

Aunque la polémica sobre proyectos nocivos para el ecosis-tema de la bahía ha estado abier-ta por más de veinte años, desde la construcción de la base naval ARC Málaga, la historia reciente puede retrotraerse al 2008, cuando la Unidad de Parques Nacionales, la Universidad del Valle y la Fun-dación Yubarta, entre otras insti-tuciones, comenzaron un estudio detallado de la zona para justificar la creación del parque. Hallaron un sinnúmero de especies de flora y fauna, entre ellas la gran ballena jorobada.

El informe fue presentado a la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Acce-fyn), organismo consultor del Es-tado que daría su concepto sobre si la zona debía o no ser declarada área protegida.

En octubre del 2009, la voz unánime de los prestigiosos cien-tíficos de la Academia fue contun-dente. ¡Málaga debe salvaguardar-se urgentemente!

Por eso se esperaba la decla-ratoria de la bahía como el Parque Nacional Natural número 55 en el Congreso de Áreas Protegidas inaugurado en noviembre del 2009 en Bogotá, pero el ministro de Me-dio Ambiente, Vivienda y Desarro-llo Territorial, Carlos Costa, exten-dió su mano para bendecir solo a la zona Yaigojé Apaporis, ubicada entre los departamentos de Vau-pés y Amazonas.

Los apocalípticos rumores so-bre la construcción de un puerto en Málaga, apto para recibir los famo-sos buques Post-Panamax, llama-dos así por su enorme tamaño que les impide atravesar el Canal de Panamá, tomó rostro y cuerpo pro-pio solo hasta febrero de este año, cuando ejecutivos de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y la Cámara de Comercio del Valle convencieron en una reunión al Ministro de que aplazara indefini-damente la declaración de Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga, como se denominaría este territorio. Ello en espera de que los empresarios sustenten su propues-ta de crear un puerto compatible con una zona protegida.

Para la directora de Parques, Julia Miranda, si bien el Minis-tro no podía desconocer las so-licitudes del comité intergremial del Valle, “hay certeza de que un puerto y un parque natural no son compatibles”.

En el mismo sentido, Fran-cisco Arias, director del Institu-to de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), afirma que el puerto sería nocivo: “Este tipo de construcciones representan ries-gos debido a las actividades que conllevan, por ejemplo, carga de combustibles y manejo de mer-cancías peligrosas desde el punto de vista toxicológico”.

Según el experto, este puerto ejercería gran presión sobre el en-torno terrestre producto de relle-nos, obras y líneas de conducción eléctrica que impactarían la tran-quilidad ambiental de la zona.

En declaraciones recientes, el ministro Costa indicó que antes de tomar decisiones escuchará el con-cepto de expertos internacionales.

La posición de la academia

“La construcción de ese puer-to sería una irresponsabilidad del Gobierno”, indicó Julio Carrizosa,

integrante de la Accefyn. Agregó que “el Ministerio estaba dispuesto a decla-rar este sistema ecológico como parque antes de que los empresarios ejercie-ran un determinado tipo de presión”. Sin embargo, confía en la sensatez del Ministro para que “acoja las recomendaciones he-chas por los especialistas más destacados del país, y rápidamente nombre Bahía Málaga como par-que natural”.

Carrizosa puntuali-zó en que esta zona está en medio de un conflicto de intereses, en el cual ecologistas del país se enfrentan a un grupo de empresarios que insisten en un nuevo puerto en lugar de modernizar el de Buenaventura.

El biólogo de la UN Gonzalo Andrade dijo que por primera vez en la his-toria de la Accefyn (fun-dada en 1933) se emite un concepto de urgencia, debido a que la bahía tam-bién está amenazada por la pesca indiscriminada.

Ballenas y otras especies amenazadas

Esta bahía, cuya área protegi-da es de 45.567 hectáreas, guarda una diversidad de fauna y flora tanto en su territorio continental como en su mundo marino. El estudio Valoración de la Biodiver-sidad Marina y Costera de Bahía Málaga, realizado como requisito para la declaración del Parque, re-porta 1.396 especies en 9 grupos de animales y vegetales.

Con la construcción de un puerto estarían en peligro cerca de 254 especies de moluscos, 240 de peces marinos y/o estuarinos (peces frecuentes en cuerpos de

agua donde la desembocadura de un río se abre a un ecosistema marino), 107 de aves, 37 de algas, 30 de mamíferos costeros y 12 de mamíferos acuáticos, señalan las cifras del informe que también re-porta especies de reptiles, anfibios e insectos.

Por su parte, la ballena joroba-da (categorizada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) no sale muy bien librada. Estudios evi-dencian que en Colombia el 20% de las muertes de estos mamíferos tiene como causa colisiones con embarcaciones. Estos choques han aumentado desde 1995 y ocurren principalmente en el área de Negri-tos, en Bahía Málaga.

La pesca indiscrimi-nada también se ensaña hundiendo sus redes sobre estas aguas. Actualmente existe en el Pacífico una modalidad de pesca lla-mada “viento–marea”, en la cual una lancha perma-nece mar adentro durante 20 ó 30 días con sus redes expandidas en el océano hasta que completa la car-ga necesaria para sacarla.

Según Diomedes Mosquera, líder comuni-tario de la zona, en una faena de inspección se pueden encontrar hasta 60 lanchas provenientes de Buenaventura con ma-llas de más de dos kiló-metros de longitud pes-cando sin ningún control. Mosquera espera que, una vez declarado el Parque, se pueda convocar a las entidades comprometi-das con la conservación del área para detener este tipo de pesca y plantear proyectos de desarrollo acordes con la reserva que generen valor agregado a las comunidades.

En la bahía, aproxi-madamente 2.300 fami-

lias viven del turismo y se estima que al darse la declaratoria, el po-tencial turístico podría aumentar-se hasta en un 90% más del regis-trado actualmente.

Mientras el Ministro sigue pre-guntándose si existe la posibilidad de que centenares de ballenas de más de 15 metros de largo naden tranquilamente al lado de monu-mentales buques, la sociedad y la comunidad científica no salen de su asombro ante el riesgo de que las jorobadas, en su ancestral viaje desde las frías aguas de la Antár-tida, al llegar a Colombia, tengan que marcharse a buscar otro lugar del planeta para reproducirse… un entorno natural, que seguramente no encontrarán.

Bahía Málaga, con más de 1.396 especies regis-tradas, es inclusive más rica biológicamente que el Parque Nacional Gorgona (1.300) y que el Parque Nacional Utría (890).

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Mapamundi del Cretácico temprano con convenciones que ubican hallaz-gos de pliosaurios. Nótese el área de Colombia cubierta por el mar.

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Descubren fósilde prehistórico depredador marino

En el terreno de construcción de un poliducto en Villa de Leyva, Boyacá, fue hallado el fósil de un saurio marino, gran depredador que vivió en las aguas tranquilas del mar Cretácico que cubrió gran parte del territorio ocupado hoy por Colombia. Este descubrimiento, logrado por una investigadora de la Universi-dad Nacional, constituye un nuevo paso en el camino promisorio de la Paleontología en el país.

César Moreno,Facultad de Ciencias

U. Nacional de Colombia

A principios del periodo Cre-tácico, hace aproximadamente 150 millones de años, un tranquilo mar cubría gran parte del territorio que hoy ocupa Colombia. En ese en-tonces, un golfo ingresaba por la actual ubicación de Antioquia y continuaba hacia el Sur y hacia el Oriente, cobijando zonas actuales del Eje Cafetero, Santander, Boya-cá, Cundinamarca, Tolima y Huila. La línea costera pasaba por el Pie-demonte Llanero.

Este mar era alimentado por corrientes frías ricas en nutrientes que proveían una amplia fauna de peces, que, a su vez, constituían la dieta de los plesiosaurios, grandes saurios del mar.

Dentro del conjunto de los plesiosaurios existían los pliosau-rios, gigantescos reptiles marinos que alcanzaban hasta 12 metros de longitud y además tenían un cuello corto y poderoso que les facilitaba mover con vigor su gran cabeza dotada de fuertes maxila-res y filosos dientes.

En la región de Sutamarchán, Sáchica y Villa de Leyva, en el de-partamento de Boyacá, se encuen-tran varios yacimientos paleonto-lógicos que permiten documentar la existencia de vertebrados en el mar Cretácico e investigar sobre la dinámica y distribución de la flora y la fauna en dicho espacio geo-gráfico durante ese periodo.

La literatura científica sobre estos yacimientos ha generado expectativa mundial dada la sor-prendente abundancia de fósiles en la zona y su buen estado de conservación. Incluso, es común que los esqueletos se encuentren articulados y conservados en tres dimensiones, lo cual contrasta con la escasez de fósiles de la misma época hallados en el mundo.

El nuevo saurio marino

Hace unas semanas, la inves-tigadora María Eurídice Páramo Fonseca, docente del Departa-mento de Geociencias de la Facul-tad de Ciencias de la UN, halló en la zona rural de Villa de Leyva el fósil de un pliosaurio que presentó casi cuatro metros de longitud. Fragmentos mandibulares y den-tales guiaron a la profesora hasta el ejemplar, cuando inspecciona-ba el terreno, como parte del pro-yecto Evaluación paleontológica del corredor de construcción del poliducto Llanos (de Ecopetrol) en la región de Sutamarchán, Villa de Leyva y Sáchica, que ejecutan la UN y una firma de ingenieros consultores.

“Conscientes de la riqueza fósil que hay en el área del muni-cipio, las autoridades de Villa de Leyva insistieron en que, durante el proceso de construcción del po-liducto, se cuidara el material de interés paleontológico encontrado en la obra. Este aspecto fue consi-derado en el componente ambien-tal del proyecto. Gracias a ello fue posible desarrollar las actividades académicas que condujeron al fó-sil, en febrero de este año”, asegura la profesora Páramo.

Estudios sobre las característi-cas de las rocas en este municipio colombiano señalan que las aguas de aquel mar eran tranquilas, por eso fue posible el desarrollo de abundante vida. De otra parte, in-vestigaciones sobre el periodo Cre-tácico revelan que en esta zona se presentaron condiciones estables,

lo cual favoreció la existencia de grandes reptiles marinos, explica la científica de la UN.

Así mismo, se refiere al buen nivel de preservación de los fósiles de vertebrados: “Posiblemente es-te mar era poco profundo y en su fondo había escasez de oxígeno, lo cual pudo haber atenuado los pro-cesos de descomposición de este tipo de cadáveres, favoreciendo su preservación hasta la actualidad. También es posible que cierto tipo de algas recubrieran los cuerpos y los protegieran”.

Hace unos 65 millones de años finalizó el periodo Cretácico y se inició la era Cenozoica, en la cual se consolidó la cordillera de los Andes. Emergiendo este sistema montañoso, uno de los más im-portantes del mundo en la actuali-dad, el mar fue desplazado cientos de kilómetros hacia el Norte, de-jando en el actual departamento de Boyacá y en otros yacimientos ubicados en Santander, Tolima y Huila los vestigios de la vitalidad de aquel pasado marino.

Comercio ilegal de fósiles

Sobre el nuevo fósil, María Pá-ramo, geóloga de la UN con Doc-torado en Ciencias de la Tierra, especialidad Paleontología, de la Universidad de Poitiers, Francia, dice que “se trata de un animal con grandes aletas que le permi-tían mover velozmente su enorme cuerpo. Los restos excavados co-rresponden a los huesos de la ca-dera, las aletas posteriores y la cola de un individuo. Los fragmentos mandibulares permiten estimar

que la parte delantera del ejem-plar se conservó, pero debió sufrir saqueo en años anteriores”.

El fenómeno del comercio ile-gal de fósiles es agudo en Villa de Leyva. Por décadas se estima que miles de piezas de este tipo han sa-lido de la región e incluso del país perdiendo así un valioso patrimo-nio natural y cultural de la Nación. No obstante, se ha generado una creciente conciencia de los pobla-dores del municipio sobre el valor de los objetos de interés paleonto-lógico, a partir de campañas reali-zadas por el Museo Paleontológico de Villa de Leyva, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la UN, entre otras instituciones. En 2009, más de 1.100 niños y jóvenes esco-larizados de la zona participaron en los programas adelantados por el museo.

De otro lado, Sutamarchán y Sáchica constituyen áreas fosilífe-ras tan promisorias como Villa de Leyva y quizá con un mayor po-

tencial, dado que se han explorado menos y el saqueo de fósiles no ha sido tan drástico.

Sigue investigar, preservar y exhibir

El estudio de los fósiles y las zonas donde han permanecido por siglos enterrados permite sa-ber más sobre los seres vivos que poblaron el planeta en edades pa-sadas, y sobre sus interacciones, propagación y ambientes en tiem-pos y zonas determinados.

Los paleontólogos extraen los fósiles como bloques recubiertos de yeso para protegerlos y con-servar la posición de las piezas. Esto se realiza a la par de un re-gistro fotográfico detallado y el estudio de las características del área. Luego, se procede a identifi-car los elementos anatómicos, que se comparan con otros hallazgos documentados en publicaciones científicas. Esto permitirá clasifi-

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Imagen del proyecto arquitectónico del Centro de Historia Natural de la UN en Villa de Leyva.

Etapas del proceso de exploración, excavación y extracción del fósil hallado, cuyas partes son cubiertas en yeso para su conservación y posterior estudio.

Especial UN Periódico

Imágenes del equipo académico del proyecto Evaluación paleontológica del corredor de construcción del poliducto Llanos en el área de Sutamarchán, Villa de Leyva y Sáchica.

car el nuevo ejemplar dentro de un género para luego encontrar la especie a la cual corresponde. La labor de limpieza de los fósiles conlleva cientos de horas de cui-dadoso trabajo empleando herra-mientas precisas baños químicos y martillos neumáticos.

Por ahora, se prevé que el ma-terial fósil se traslade al Museo Pa-leontológico de Villa de Leyva (ver recuadro). Entretanto, las labores de investigación y preservación de los fósiles seguirán su marcha con el empleo de herramientas geofísi-cas, bajo la orientación científica del geólogo Orlando Hernández, MSc, docente del Departamento de Geociencias de la UN.

Uno de los objetivos es que los pobladores de la zona y el gran número de turistas que visitan la región puedan apreciar las pie-zas, que serán manejadas adecua-damente desde el punto de vista museológico y museográfico. En

este sentido, el director del Depar-tamento de Geociencias de la UN, Juan Carlos Molano, afirma que “es muy importante que este material se conserve en la región, más aún si va a integrar las colecciones del Museo Paleontológico”.

Para la profesora Páramo, “es-te tipo de hallazgos y las investi-gaciones que derivan dinamizan aún más la formación de nuevos paleontólogos en el país. Vale decir que la paleontología cubre tam-bién frentes de trabajo con alto va-lor en la exploración de hidrocar-buros y constituye una labor útil en la búsqueda de nuevos recursos energéticos”.

Como una sentencia conclu-yente, la investigadora de la UN advierte: “Los colombianos somos responsables de que esta valiosa información se estudie y se con-serve adecuadamente para el be-neficio mundial”.

40 Años del Museo PaleontológicoEn 1970 fue otorgada en comodato a la UN la Casona del Mo-

lino de Losada, patrimonio cultural de Villa de Leyva, con el fin de crear un Museo Paleontológico que, bajo el liderazgo del profesor Gustavo Huertas del Instituto de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias, se inauguró en 1972.

En el museo, que cumple una función de apoyo institucional y académico al desarrollo de la Paleontología, se encuentra una co-lección de fósiles con énfasis local de valor en la investigación y la divulgación del patrimonio natural y cultural de la Nación. Tanto paleontólogos como la población local y los turistas visitantes se han beneficiado de la presencia de este museo en Villa de Leyva, ubicado a un kilómetro del casco urbano vía a Arcabuco.

Proyecto Centro de Historia NaturalEl Centro de Historia Natural será un complejo arquitectó-

nico–científico que albergará colecciones divulgativas del Museo Paleontológico de Villa de Leyva y del Museo de Historia Natural de la Facultad de Ciencias de la UN.

Este centro estará localizado en los predios aledaños a la sede actual del Museo Paleontológico de Villa de Leyva, gracias a una donación de 13.400 metros cuadrados que ha sido avalada por la Asamblea Departamental de Boyacá (Ordenanza 007 de 2009) y que se encuentra en etapa de formalización por parte de la Gober-nación de Boyacá.

De esta manera, se proyectará la labor de la Universidad en esta importante región del país, generando notorios beneficios acadé-micos, científicos, culturales, sociales y turísticos para la zona.

Así, gracias a los predios que serán donados por el depar-tamento y al capital científico e investigativo y los recursos que aportará la Facultad de Ciencias de la UN, se concretará este cen-tro que tendrá un auditorio polivalente con capacidad para 200 personas, útil en el desarrollo de una agenda académica formativa al servicio del sector académico y profesional de la región, y sen-das salas de exposición paleontológica y de historia natural.

Igualmente, se prevé la construcción de un Observatorio As-tronómico, un jardín botánico o Arboretum y el acondicionamien-to de un auditorio alterno para eventos culturales.

Para John Donato, vicedecano Académico de la Facultad de Ciencias, “es importante la trascendencia regional que tendrá el Centro de Historia Natural. Este es un gran proyecto de la Univer-sidad para el país; de allí la necesidad de actuar mancomunada-mente con las autoridades departamentales y municipales”.

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Coyuntura

Colombia no es ajenaa la amenaza sísmica

Las placas de Nazca y la Suramericana, causantes del reciente terremoto en Chile, también son un riesgo para Colombia. El occidente del país y la zona de las cordilleras, donde se ubica la capital de la República, son las más vulnerables frente a un posible sismo. El 80% de las viviendas bo-gotanas no cumplen con normas de sismorresistencia.

Magda Páez Torres,Unimedios

Colombia no solo es peculiar por su gran biodiversidad, por te-ner salida a dos océanos o por su variedad climática. También se destaca por ser el único país del continente ubicado sobre cuatro placas tectónicas: la de Nazca, la de Cocos, la del Caribe (pertene-cientes a la corteza oceánica) y la continental (de Suramérica). Así mismo, por contar con una de las tres zonas de mayor sismicidad en el mundo: la Mesa de los Santos, en Santander, después de Afganis-tán y Siberia.

Hoy, cuando vecinos como Chile y Haití sufren una de las mayores tragedias naturales de su historia, causada por terremo-tos, las alarmas de Colombia se encienden, no porque los sismos sean un mal contagioso, sino por la importancia de que un país se prepare frente a un posible fenó-meno de esta naturaleza.

Aunque es cierto que no se puede predecir el día ni la hora en que ocurrirá un sismo, geólogos y geofísicos colombianos han se-guido de cerca el comportamiento interno de la Tierra, lo que les da herramientas para pensar que es factible la posibilidad de un terre-moto en el país.

Ómar Agudelo, del Centro de Estudios para la Prevención de De-sastres (Ceprevé) de la Universi-dad Nacional, señala que un país andino y costero se expone más a este riesgo, por las fallas geológi-cas que allí actúan.

Las fallas son una especie de herida o ruptura que la Tierra su-frió en el pasado, aptas para que se libere la energía que produce el movimiento constante de las placas (fragmentos de tierra o di-visiones de la corteza) o su choque en el subsuelo.

“Colombia tiene zonas some-tidas a riesgo sísmico permanen-te. En algunas es bajo y en otras más alto, como en el occidente del país, particularmente en áreas cer-canas a Urabá y a la costa Pacífica. Además, hay volcanes activos que pueden generar sismos”, sostuvo Agudelo, quien añadió que el 86% de la población colombiana vive en zonas de riesgo natural a eventos hidrometeorológicos o geológicos.

El occidente colombiano (Na-riño, Cauca, Valle y Chocó) está sufriendo el mismo fenómeno de Chile, Perú y Ecuador, es decir, que está siendo afectado por la subducción (hundimiento) entre la placa de Nazca y la continen-tal, dice el geofísico Luis Alberto Briceño. “La gran placa oceánica (Nazca) se mete por debajo de la placa continental (Suramericana). Durante ese proceso, en las zonas de contacto se genera energía que se va acumulando poco a poco en las zonas de debilidad, en la gran cantidad de fallas que se producen o que ya existen”, sostuvo.

En Tumaco, por la actividad de esta zona de subducción, se han registrado dos tsunamis en menos de un siglo, lo que no es muy frecuente: el primero en ene-ro de 1906, el segundo en diciem-bre de 1979.

Alerta en Bogotá

Uno de los puntos de mayor atención es la capital del país, por estar cerca de la falla del Piede-monte Llanero, cuya actividad es estudiada por expertos, entre ellos el geólogo y profesor de la Univer-sidad Nacional Thomas Cramer,

quien advierte que las placas cir-cundantes a Bogotá han aumenta-do su movimiento desde tiempo atrás.

“Hay un gran número de fallas en el país, pero debemos observar más las del Piedemonte Llanero, pues la diferencia de topografía no es arbitraria, hay un rompimiento, un límite. Sobre eso deberíamos tener más datos, más estaciones”, enfatizó Briceño. El geofísico con-sidera necesario observar paráme-tros como la variación de los cam-pos eléctricos, las deformaciones superficiales o el nivel del agua subterránea. “Los rompimientos de la zona alcanzan más de 100 kiló-metros, lo que podría determinar la magnitud de un sismo”, explicó.

Sumado a ello, se habla de un silencio sísmico. El último gran te-rremoto ocurrido en la ciudad fue en 1917. Desde entonces solo se han producido temblores de baja y mediana magnitud. Ello es indicio de que hay mayor energía acumu-lada en la Tierra, dice Cramer.

“Lo que más preocupa ante un posible sismo en la capital es que cerca del 80% de las vivien-das de la ciudad no cumplen con las normas de sismorresistencia”, llama la atención Ómar Cardona, de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica.

Y es que el 16% de la pobla-ción colombiana vive en Bogotá. Como enfatizó el profesor Ómar Agudelo, son 8 millones de perso-nas concentradas en una sabana, donde un alto porcentaje de lo construido no respeta códigos de sismorresistencia.

Si bien hay avances en norma-tividad y se aproxima una nueva

actualización de la ley –solo falta la firma presidencial–, la tarea en el país empezó tarde, apenas en 1984. En esta se han contemplado gran parte de las nuevas edificaciones, sin embargo, no todas han acatado la norma. El ingeniero Cardona afirma que el 60% de las viviendas han sido construidas de manera informal, no por ingenieros sino por oficiales de la construcción, los llamados “maestros”.

Después de un estudio reali-zado entre el 2000 y el 2003, con ayuda del Ceprevé de la UN, la Agencia Internacional de Coopera-ción del Japón (Jica) encontró que un sismo con epicentro cercano y magnitud superior a los 7,5 grados sobre la escala de Richter afecta-ría un 89% de las construcciones de Bogotá, causando desde fisuras

hasta colapso de la edificación.Otro estudio de la Asociación

Colombiana de Ingeniería Sísmica revela que con un terremoto de 7,6 grados sobre la escala de Richter se podría destruir entre el 10% y el 15% del valor de la capital. “En México, en 1985 se destruyó cerca del 5% del valor de la ciudad, y ello lo recordamos como uno de los fenómenos más brutales que ha ocurrido en una megaciudad”, dijo Cardona.

Con base en datos como este, el Distrito está diseñando un Plan de Reconstrucción de la capital, en caso de terremoto. De igual manera, se ha venido haciendo un trabajo de reforzamiento de edificios públicos, en especial de hospitales y colegios, puntualizó el ingeniero.

AFP

Las placas tectónicas cercanas a Bogotá han aumentado su movimiento, lo que alerta frente a la posibilidad de un sismo. Aunque hay avances en normatividad y en la preparación del Distrito, solo el 20% de las construc-ciones de la capital son sismorresistentes.

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Viviendas sismorresistentes

Para que una construcción se considere sismorresistente de-be cumplir con tres condiciones: resistencia, disipación de energía (ductilidad) y estructura suficien-temente rígida (que no se deje mover de forma demasiado flexi-ble). La normatividad colombiana ha tomado el modelo estadouni-dense, adaptándolo a las necesi-dades locales.

Una construcción con estas características no supera el 5% del valor del edificio. Por el contrario, si los ajustes se hacen después de finalizada la obra, sí se incurriría en gastos mayores.

Es vital que la vivienda se construya según las condiciones del suelo. Por ejemplo, si un te-rreno es muy blando, las edifica-ciones deben ser de 1 ó 2 pisos. Si los suelos son rígidos lo ideal son construcciones de varios pisos.

Cardona señala que en el ca-so de los cerros de Bogotá hay varias casas de 1 ó 2 pisos, lo que las haría vulnerables porque ese terreno es muy rocoso. Por otra parte, zonas como la calle 86 con carrera 15 tienen suelos muy blan-dos con edificios muy altos que se verían afectados en caso de un posible sismo. El sur de Bogotá, de darse un terremoto con epicentro cercano, podría convertirse en una especie de Haití durante la tragedia. La afectación mayor o me-nor de las zonas, aclaró Cardona, dependería de lo lejano o cercano que fuera el fenómeno.

Estas variaciones se deben principalmente a que la Tierra no es ho-mogénea, por su misma naturaleza y proceso de formación. “Es como un magma que se enfrió ha-cia adentro”, explicó el geólogo Cramer. Parte de sus capas, que son como pedazos de piel de la cor-teza, pueden ser semilí-quidas, otras sólidas.

Cuando las placas tectónicas terrestres es-tán mejor lubricadas, es decir, tienen líquido o magma entre los crista-les, o son más blandas, se mueven mejor, pero cuando esto no se da, el movimiento se produce sin que se pueda esca-par la energía. “Llega un momento en el que no aguantan más y se libera la energía en mo-vimiento instantáneo. Cuando la cantidad de energía es mayor y sale en menos tiempo, el te-rremoto es más fuerte, de ello y del lugar del epicentro depende su magnitud”, dijo el do-cente Cramer.

El momento de un sismo no puede prede-cirse, dice Briceño, pe-ro si se observaran las deformaciones de la corteza, se encontra-rían indicios. “Todos estos rompimientos tie-nen un proceso. Si uno pudiera estar cerca de donde se va a romper, se podrían tener aproxi-maciones. El problema es decir que no se pue-de y no invertir dinero.

Eso depende de cómo se mire el fenómeno”, argumentó.

Qué hacer

Más allá de la acción de las autoridades, es importante que la población no se alarme sino que se tome conciencia sobre la posibilidad de un sismo y se pre-pare para afrontarlo. Como paso previo, hay que verificar cómo

está la estructura de las casas y, de ser posible, adquirir un seguro de vivienda.

En el momento en que suceda un terremoto, es importante salir a un lugar despejado, sin muchos postes o cables. Si no existe un sitio con estas características, lo mejor es permanecer en casa, refugiado bajo una estructura resistente. Si la per-sona se encuentra en un piso alto, es preferible que no salga para no

correr el riesgo de sufrir daños ma-yores. Como lo expresó el profesor Agudelo, los padres deben hacer la tarea de preparar a sus hijos, por si están solos en un evento como este.

El solo hecho de pensar en un sismo es suficiente para “poner a temblar” a la población, pero la Tie-rra, en su transformación interna, a veces sorprende hasta a la misma naturaleza, enfrentando al ser hu-mano con su propio entorno.

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Uno de los problemas que hace vulnerable a la capital ante un posible sismo es que alrededor del 60% de las construcciones son informales: hechas por “maestros”.

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Movilidad en Bogotá transita por la improvisación

El paro de transportadores, los líos con el Grupo Nule, así como el cambio de planes en la troncal de Transmilenio por la carrera Séptima muestran un serio problema de improvisación en Bogotá que anula el propósi-to de costosos estudios técnicos de planificación. En eso coinciden varios analistas en transporte y movilidad.

Elizabeth Vera Martínez y Carlos Andrey Patiño,

Unimedios

Una ciudad inmovilizada, obras detenidas y unos platos ro-tos que paga la ciudadanía. El re-ciente paro de transportadores y los líos de la fase III de Transmile-nio (TM) evidencian la dificultad que tiene la capital para proyectar con eficiencia temas tan impor-tantes como su sistema de trans-porte masivo.

¿Para qué se planifica y se ha-cen estudios costosos si a última hora se cambia todo?, cuestiona el ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, quien sostiene que la ciudad perdió con el acuerdo entre la Alcaldía y los transportadores en lo relacionado con el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).

“Después de meses de es-tudios, que costaron miles de millones de pesos, se estableció que la ganancia de los transpor-tadores debía ser del 0,8% anual. Sorprende que el alcalde Samuel Moreno haya accedido a reajus-tar en 18% anual. Más del doble de lo presupuestado”, explica el ex mandatario.

Agrega que los transporta-dores ganarán cerca de 160 mil millones de pesos al año. Ese monto es igual al 20% de lo que se recauda por impuesto predial. Además, el Distrito accedió a su-bir en 5% el valor base de los bu-ses modelo 2001 a 2010 que serán chatarrizados.

“Ello significa que los estu-dios estaban muy mal hechos o que el Alcalde tomó una decisión irresponsable que puede afectar la viabilidad del proyecto. Quienes asumirán esos costos, a la larga, serán los capitalinos, ya sea a tra-vés de impuestos o en pasajes más caros”, enfatiza el político.

En la planificación urbana

La movilidad en Bogotá nunca escapa a la polémica. El arquitecto de la UN René Carrasco cuenta que en los ejercicios de prefacti-bilidad del tramo por la Séptima, en los que él participó, se deter-minaron predios que no se podían intervenir, pues era necesario pre-servarlos para futuras obras, como puentes, desvíos o espacios de en-cuentro. Ahora, hay operaciones inmobiliarias en esos sitios.

“En la esquina de la calle 44 con carrera 7 se debía retroceder un andén dos o tres metros y tra-zar una curva para los buses arti-culados. Ahora, allí se levantó un edificio. Algo similar ocurrió en la calle 77. Esto contradice los dise-ños y desbarata el ejercicio de pla-nificación”, asevera el urbanista.

Para el experto, las entidades distritales trabajan desarticula-damente y, según los hechos, la Oficina de Planeación no siempre tiene conocimiento de los proyec-tos que lidera la Alcaldía. ¿Por qué se dan licencias de construcción en sitios en los que ya hay anuncio de proyecto?

Ana Luisa Flechas, directo-ra del Grupo de Investigación en Tránsito y Transporte de la UN, dice que se desconoce el enfo-que de integralidad del desarrollo urbano. “El Ministerio de Trans-porte se apropió de la política del transporte urbano, desconocien-do la potestad del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, que señala la integrali-dad en aspectos como el suelo, el ambiente y el urbanismo, estipu-

lado en la Ley 388 de 1997”. El mi-nistro de Transporte, Carlos Uriel Gallego, contesta que siempre está presente la revisión técnica de Mi-nambiente.

El arquitecto de la UN Fer-nando Montenegro, quien hizo parte del proyecto de los sistemas integrados de transporte masivo de Bogotá y de Cali, dice que TM es uno de los proyectos mejor plani-ficados del país e incluso de Amé-rica Latina.

No en vano el año pasado Colombia recibió 25.000 dólares en la Feria Internacional de la In-novación del Banco Mundial, por cuenta de la política de transporte masivo, entre 30 proyectos de la región.

Montenegro indica que los problemas radican en la planifi-cación detallada de ciertos pun-tos para los cuales el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) no entregó a tiempo los planos, y que esta fue una de las justificaciones de la firma Nule para los retrasos en la calle 26.

“Los planos siempre deben estar listos como punto de partida para que los contratistas sepan por dónde empezar. Así mismo, la compra de lotes debe estar solu-cionada antes de iniciar obras. Por lo tanto, Bogotá no debería tener este tipo de inconvenientes, pues son mínimos los predios que se intervienen por el trazado mismo de la ciudad”, detalla el experto.

La ingeniera Flechas anota que esta situación conlleva reajus-tes en los cronogramas y cambios

inesperados en la marcha, lo que se traduce en sobrecostos y ma-yor extensión de tiempo. En los debates del Concejo de Bogotá se habla, a la fecha, de un detrimento de las arcas del Distrito de $ 70 mil millones por los líos de la tercera fase de TM.

El profesor Carrasco conside-ra que en Colombia hay un proble-ma serio de improvisación, como la promesa del Alcalde de tener a corto plazo un metro para Bogotá, sin contemplar el Plan de Ordena-miento Territorial.

Peñalosa coincide en este punto y agrega que el Gobierno, socio del Distrito en la ejecución del SITP, permanece callado ante los cambios bruscos que se pro-ducen en proyectos ya estudiados y planificados. Un ejemplo ocurre en el tramo de TM por la carrera Séptima, que inicialmente iba has-ta la calle 170 y ahora se decidió que solo irá hasta la calle 100.

“¿Cómo es que el Gobierno nacional se queda quieto si exis-te un convenio aprobado por un Conpes que había definido los trazados de TM?”, cuestiona Pe-ñalosa. Argumenta que ahora se pretende construir algo muy dis-tinto, desarticulado del resto del sistema y que deja al norte sin transporte masivo.

Sin seguimiento

Para Carrasco, la improvisa-ción también se ve en aspectos como la entrega de obras a conce-sionarios que no tienen experien-

cia en el tema, como ocurrió con el Grupo Nule, responsable de varios frentes en la Avenida El Dorado. “Ellos construían dobles calzadas y carreteras”, dice Carrasco.

El presidente del Concejo de Bogotá, Segundo Celio Nieves He-rrera, indica que es evidente que la Ley 80, marco de referencia para contratación pública, no ha sido suficiente para establecer las ca-pacidades de los contratistas que asumen los proyectos.

“Hay irresponsabilidad en las interventorías, pues no se hace un seguimiento riguroso. Debe haber un estudio más serio de las capa-cidades financieras, de operación y de experiencia específica de los contratistas”, dice el concejal.

La profesora Flechas no ve tan claro el panorama: “Si en 10 años solo se ha ejecutado el 20 por ciento del sistema TM, ¿cuán-to tiempo, recursos técnicos, fi-nancieros e institucionales se re-quieren para avanzar en el 80% restante?”, a lo que el ministro Gallego responde que el Distrito está en capacidad de garantizar la buena ejecución del proyecto.

Los académicos consideran que los trastornos y líos jurídicos seguirán siendo el pan de cada día, debido a que la descoordi-nación interinstitucional seguirá. Pero a pesar de los tropiezos en la fase III, el Ministro está con-vencido de que en el 2011 estará funcionando completamente el sistema y Bogotá será una ciudad de vanguardia en movilidad en el mundo. ¡Ya veremos!

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Las obras inconclusas de la Calle 26 en Bogotá ejemplifican el desacierto de empezar una obra sin diseños bien definidos. Los ajustes sobre la marcha conllevan sobrecostos y retrasos, dice experta de la UN.

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Robot para rescatar víctimas en desastres naturales

Un autómata móvil orientado a la reconstrucción de entornos desconocidos en 3D podrá moverse “como pez en el agua” en estructuras colapsadas y reconocer exactamente el lugar en el que se encuentran las víctimas. El prototipo se está construyendo en Manizales y aspira desactivar minas antipersona.

Ángela María Betancurt Jaramillo,Unimedios

Los terremotos en Haití y Chi-le, el tsunami en Indonesia y los ataques terroristas en Irak han co-brado más de un millón de vícti-mas, pese a los grandes esfuerzos adelantados por los organismos de rescate para auxiliar a los heri-dos que quedan en riesgo bajo los escombros.

La mayoría de veces, esto ocu-rre porque a los rescatistas les sur-gen una serie de inconvenientes: no pueden entrar a la edificación colapsada ya que ponen en riesgo su propia vida, los caminos para ingresar al lugar están llenos de escombros o tienen dificultad para ubicar el sitio preciso donde están las personas atrapadas.

En la catástrofe de Haití, con-siderada como una de las más gra-ves de la historia, un equipo esta-dounidense del Center of Robotic Assisted Serch and Rescue (Crasar) ayudó a determinar el estado en que se encontraban las estructuras afectadas por el terremoto y a ubi-car caminos para llegar hasta las víctimas más atrapadas, gracias a los robots CA–TF2 y VA–TF1, cons-truidos para ayuda humanitaria.

En los atentados del 11 de septiembre, aunque murió un alto número de personas debido a las circunstancias adversas del ataque y a la mínima posibilidad de super-vivencia, un equipo de autómatas del Crasar también logró encontrar caminos en lo que quedaba de las estructuras de las Torres Gemelas, y recuperó los cuerpos.

Los robots móviles tienen gran capacidad de desplazamien-to y basan su estructura en carros o plataformas que sostienen todo un sistema de comunicación, útil para enviar información al cuerpo rescatista a través de sensores.

“Sus brazos son extensos y sus movimientos rápidos e inde-pendientes. Gracias a su diminuto tamaño (20 cm de largo, 15 cm de ancho y 15 cm de alto), transi-tan sin dificultad entre escombros, bajan profundidades hasta de 20 metros y entran por espacios re-ducidos a los que nunca podría acceder un humano o un canino entrenado”, asegura el ingeniero electrónico de la UN en Maniza-les, Mauricio Fernando Jaramillo Morales, quien busca aportar un grano de arena a la ayuda huma-nitaria de los grupos de rescate del país con un robot móvil orientado a la reconstrucción de entornos desconocidos en 3D.

Desde la Maestría de Automa-tización Industrial, el joven estu-diante avanza en su propio autó-mata (basado en las características de los que fabrica Crasar), cuyas cualidades son promisorias.

Robot UN

“El robot es autónomo en sus desplazamientos, eso quiere decir que transita sin problema alguno por zonas en busca del objetivo para el que fue programado”, se-ñala Jaramillo. Este atributo lo ob-tuvo mediante un proceso de pla-nificación de trayectorias que le permite encontrar caminos segu-ros para llegar hasta sitios ocultos, y eludir objetos ante una posible colisión con otros cuerpos durante su recorrido.

El simulador (aparato que permite imitar un sistema repro-duciendo su comportamiento en un entorno real) lo elaboró a partir del software matemático Matlab (programa para hacer cálculos nu-

méricos, gráficos y visuales). En la primera parte simuló la adquisi-ción de imágenes del entorno por medio de cámaras web, para lo cual empleó una esfera.

Luego, generó trayectorias pa-ra que el robot pudiera desplazarse por sitios preestablecidos, y diseñó un controlador que direcciona las ruedas del carro para que sigan el camino indicado. Por último, re-construyó en tres dimensiones el espacio de los objetos de la escena por medio de voxelización (divi-sión del entorno virtual en cubos).

En 3D

“El entorno lo construí ubi-cando puntos y, dependiendo de lo observado a través de las cáma-ras, los clasifiqué en vistos, no vis-tos y ocupados (en el espacio don-de se encuentra un punto, existe un objeto). Estos ayudaban a que el robot pudiera dirigirse hacia el elemento. Finalmente, utilicé la voxelización para reconstruir los objetos. Con esto gané tiempo en la construcción total del prototipo y ahorré memoria al analizar me-nos datos”, dijo el investigador.

Según la simulación y progra-

mación realizada, el vehículo conta-rá con dos llantas traseras, paralelas entre sí, no deformables y unidas por un eje, así como con una rueda frontal omnidireccional y dos cáma-ras web. Ello le permitirá, a medida que recorre el lugar indicado, re-construirlo en tres dimensiones.

La visión estéreo adaptada al prototipo permite obtener imáge-nes con profundidad, lo que facili-ta el reconocimiento de un objeto o, en la vida real, de una víctima para determinar exactamente a qué distancia de la entrada a la es-tructura se encuentra. Por otro la-do, el espacio que ocupan las cá-maras es reducido y el costo en el presupuesto es mucho más bajo.

Igualmente, la fluidez con la que se desplaza el robot evita que se presenten movimientos bruscos o paradas constantes durante el recorrido, lo que ahorra energía y contribuye a que el móvil cumpla con toda la trayectoria que se debe reconstruir.

En cuanto a los algoritmos (programación) del simulador, fueron hechos con teorías senci-llas para solucionar de forma rápi-da y sin inconvenientes problemas que se puedan presentar, como un

choque con algún objeto, inestabi-lidad del controlador, trayectorias bruscas o una mala adquisición de las imágenes. La idea, señala el in-geniero, es que cualquier persona que no esté directamente relacio-nada con la ingeniería comprenda el funcionamiento del robot.

Finalizada esta parte, Jara-millo Morales comenzará a tocar puertas en instituciones del país con el fin de enseñar su trabajo y encontrar apoyo para avanzar en la construcción de su robot móvil.

“Cada vez surgen más aplica-ciones para esta base tecnológica: inspección y limpieza de conduc-tos, vigilancia domiciliaria, perros mascota como el robot Aibo de Sony, asfaltadoras y pisadoras, desactivación de bombas, entre otras. Al pensar en el trabajo que se puede realizar en nuestro cam-po, surge la idea de poder desacti-var minas antipersonales, basan-do la simulación en el reconoci-miento autónomo de un entorno e implementando un sensor que identifique el metal de la mina. Espero que una vez terminado el robot pueda ayudar a esta difícil tarea”, concluyó el investigador de la Universidad Nacional.

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Mauricio Fernando Jaramillo busca aportar un grano de arena a la ayuda humanitaria de los grupos de rescate del país con un robot móvil orientado a la reconstrucción de entornos desconocidos en 3D.

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Sistemas silvopastoriles mejoran calidad de carne en el paísPara que la carne colombiana sea más tierna, jugosa y cumpla con los estándares internacionales de calidad, investigadores agro-pecuarios ensayan sistemas productivos que podrían cambiarle la cara al sector. Mientras mejoran las praderas involucrando un arbusto rico en pro-teína con pasto tradicional, ceban el ganado con una dieta aventajada en valor nutricio-nal. Los resultados son promisorios.

Gimena Ruiz Pérez,Unimedios

Desde el 2006, el gremio de ganaderos de Colombia recono-ció la necesidad de intensificar la producción bovina en el país y propuso aumentar el hato de 24 millones de cabezas de ganado que pastorean en 38 millones de hectáreas, a por lo menos 40 mi-llones de cabezas para un suelo de solo 20 millones de hectáreas.

Para lograr esta meta resulta clave identificar maneras de au-mentar la productividad de las praderas para que soporten un mayor número de animales. Se-gún Rolando Barahona Rosales, docente de la Facultad de Cien-cias Agropecuarias de la UN en Medellín, la solución ya está lista: si se implementan 10 millones de hectáreas de Sistemas Silvopasto-triles intensivos (SSpi) de similar productividad a los de la Leucae-na, arbusto ampliamente utiliza-do en sistemas agroforestales en el mundo, Colombia podría ali-mentar los 40 millones de cabezas que aspira tener.

El profesor Barahona es uno de los investigadores del proyecto Análisis comparativo de la pro-ducción de carne bovina en sis-temas silvopastoriles y confina-miento, que se realiza en el Centro Agropecuario de Cotové, con una inversión de 1.200 millones de pesos, financiados en su mayoría por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Es liderado por investigadores de la UN en Medellín, con el apoyo del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agro-pecuaria (Cipav), la Universidad de Antioquia y la Cooperativa Le-chera Colanta.

En este estudio, los expertos comparan la efectividad de los dos sistemas intensivos de pro-ducción de carne (silvopastoriles y cebas en confinamiento), para de-mostrar sus ventajas e identificar características por perfeccionar. Hasta el momento los resultados son promisorios.

En busca del mejor modelo

En los sistemas silvopas-toriles, las gramíneas –o pastos tradicionales– se combinan con leguminosas como la Leucaena leucocephala, cuyo contenido de proteína en las hojas es cercano al 30%, superior al de un concen-trado comercial que oscila entre 14% y 18%. El uso de leguminosas es de gran importancia, puesto que entre otros beneficios, estas plantas fijan nitrógeno, disminu-

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Con el sistema propuesto, un bovino puede aumentar hasta 750 gramos de peso por día.

En el Centro Agropecuario Cotové, en el municipio de Santa Fe de Antio-quia, se establecieron 10 hectáreas de sistemas silvopastoriles.

yendo así el uso de fertilizantes de síntesis química.

La ceba en confinamiento es un sistema de producción que ha ganado “bastante” popularidad, ya que le permite al ganado permane-cer en condiciones de comodidad y sombra, así como acceder fá-cilmente al alimento, constituido por especies forrajeras de alta pro-ductividad que además potencian la capacidad productiva del suelo. De hecho, se estima que su mane-jo adecuado permitiría sostener hasta 10 animales por hectárea.

La meta de los investigadores es establecer cuál de estos mo-delos se adapta mejor a las con-diciones colombianas y combina de manera favorable el uso de los recursos naturales con la mitiga-ción del impacto ambiental y la obtención de un producto con ca-racterísticas nutricionales óptimas para el consumidor.

La evaluación de los sistemas contempla una mayor producción de carne por unidad de área. En condiciones tradicionales, el pro-medio de ganancia de peso de un animal oscila entre 200 y 300 gra-mos por día, y se alimenta menos

de una cabeza por hectárea. Me-diante el establecimiento de SSpi se han observado ganancias de peso de por lo menos 750 gramos por día, logrando con ello alimen-tar al menos cuatro animales por hectárea/año. En otras palabras, mientras en un sistema tradicional se producen entre 60 y 80 kg de peso vivo por ha/año, con los SSpi se logran al menos 1.095 kg.

Con este estudio no solo se potencian los recursos naturales, sino que, mediante el ofrecimien-to de una dieta mejor balanceada, el fin es producir mejor carne en menor tiempo, aumentar el nú-mero de cabezas de ganado por hectárea y reducir las emisiones de metano y el uso de fertilizan-tes, lo que contribuye a la dismi-nución de los efectos del calenta-miento global.

Según el investigador Baraho-na, “en Cotové se han establecido 10 hectáreas de SSPi, pero también se evalúa la efectividad de los sis-temas en dos fincas de la región Caribe colombiana. Entretanto, con la Cooperativa Colanta se va-lora una ceba intensiva en el mu-nicipio de Santa Rosa de Osos”.

Uso óptimo de recursos naturales

“Mientras hoy se necesitan 42 meses para que un bovino al-cance su peso de sacrificio (unos 420 kilos), con la aplicación de los SSPi este tiempo se reduciría a 21 meses. Una disminución del 50% en el periodo que favorece la ca-lidad de la carne y mejora la pro-ductividad de los praderas”, dijo el profesor de la UN en Medellín.

Los sistemas silvopastoriles con Leucaena empiezan a ser pro-ductivos a los 4 meses y tienen una vida útil de hasta 20 años, si su manejo es adecuado. Los estudios revelan que el clima cálido y seco (como el de la región Caribe, que posee el 40% del ganado que hay en el país y por eso es la mayor productora de carne) es el más apto para su establecimiento, aun-que se está probando su compor-tamiento en regiones de clima frío y bosque húmedo tropical.

Nuevas técnicas

Los investigadores de la UN apoyan su investigación en el uso de herramientas modernas como la técnica de ultrasonido, un méto-do no invasivo que permite obser-var las modificaciones de la masa muscular del animal y obtener una radiografía precisa sobre cómo los cambios en la alimentación afec-tan su desarrollo. Además, posi-bilita saber en qué etapa de la vida productiva de los animales se origina la deposición de grasa intramuscular o marmóreo, una característica que determina en gran medida propiedades organo-lépticas de la carne como sabor, jugosidad y terneza.

A la vez, se utiliza un método denominado Alcanos, para deter-minar el consumo de forrajes, y se establecerá uno de cromatografía, que permitirá medir el contenido y composición de la grasa bovina, incluyendo la presencia de ácido linoleico conjugado, una molécula a la que se le atribuyen impactos muy positivos en la salud de los seres humanos, como control del colesterol.

Este proyecto, que busca me-jorar la producción de carne bovi-na en el país, se complementa con cultivos de alfalfa, una leguminosa forrajera de alta calidad nutricio-nal que se puede cortar cada 30 días y que, con un buen manejo de sus lotes, permanece produc-tiva entre 5 y 8 años. “Su uso, aún verde o seca y convertida en heno, sirve para alimentar el ganado en épocas de sequía, cuando se dis-minuye la producción de pastos”, concluye el investigador de la UN.

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Aceites esenciales salvan al tomate de árbol

La antracnosis, un “cáncer” que ataca al to-mate de árbol, encontró un gran opositor. En pruebas de laboratorio, investigadores comprobaron que sus-tancias de las plantas aromáticas tomillo y limoncillo contrarres-tan el hongo que genera la enfermedad.

David Andrés Calle,Unimedios

Tradicionalmente, los aceites esenciales de tomillo y limoncillo se han utilizado como saborizan-tes de alimentos y desinfectantes de uso doméstico en enjuagues bucales o jabones. No obstante, una investigación realizada por químicos de la UN en Medellín encontró que estas plantas tie-nen otra bondad: son efectivas para combatir la antracnosis, un “cáncer” producido por especies del hongo fitopatógeno Colleto-trichum.

Esta enfermedad es conside-rada la más devastadora de los cul-tivos de tomate de árbol e incluso de otras frutas importantes como papaya, mango, aguacate, fresas, entre otros. Combatirla demanda no menos del 20 por ciento de los gastos totales de los productores de tomate de árbol.

Así lo explicó el investigador agrícola de Corpoica, Pablo Julián Tamayo: “Cuando en un cultivo hay evidencias de la enfermedad, de cada 100 kilos que se producen 20 ó 25 pueden estar afectados por el hongo. Un productor puede in-vertir entre 1 y 2 millones de pesos para proteger 10 mil árboles”.

“Los costos aumentan según el tamaño del cultivo. En las zonas del altiplano norte (Antioquia), donde hay más cultivos, la en-fermedad es mucho más agresiva que en otros lugares como La Ceja o La Unión, donde este fruto se produce en menor cantidad”, dijo el experto.

Los integrantes del grupo de investigación Química de los Pro-ductos Naturales y los Alimentos, evaluaron la actividad antifúngica (capacidad de evitar que el hongo crezca incluso hasta provocar su muerte) de las sustancias del tomi-llo (Thymus vulgaris), el limoncillo (Cymbopogon citratus) y sus prin-cipios activos mayoritarios, timol y citral, contra la especie Colletotri-chum acutatum, hongo que causa la patología.

Para valorar los efectos tóxi-cos que pueden ocasionar dichos aceites al adicionarlos en las plan-tas de tomate de árbol afectadas por el letal hongo, implementaron una metodología que incluyó la aplicación de gotas sobre puntos específicos de las hojas y la asper-sión de las sustancias en intervalos cortos de tiempo.

De igual manera, las sustan-cias se aplicaron sobre la cepa del hongo C. acutatum (donado por el Laboratorio de Fitopatología de la UN y caracterizado morfológica y genéticamente) y las plantas hués-ped, con el fin de determinar su inocuidad sobre estas, y el efecto letal sobre el hongo. “Estos aspec-tos son importantes cuando se va a usar un fungicida en el campo”, asegura el químico Carlos Mario García Pajón, quien advierte que las evaluaciones se realizaron so-bre hojas de plantas mantenidas en laboratorio.

Los resultados demuestran que los aceites no deterioran el crecimiento ni el desarrollo nor-mal de las plantas. Entretanto, no permiten la esporulación, es decir, la germinación de las esporas del hongo. “Así, se ataca la enferme-dad de una forma bastante efi-ciente”, afirmó el docente.

Dolor de cabeza de agricultores

Aunque hay otras enfermeda-des causadas por insectos y parási-

El tomate de árbol

• Conocido también como ta-marillo, es un fruto originario de la región Andina. Colombia es el país con mayor produc-ción (principalmente las zonas de Antioquia, Cundinamarca, Huila, Nariño, Tolima y Valle), aunque en Venezuela, Ecuador y Filipinas también se cultiva.

• Según cifras de Agronet, la producción nacional de toma-te de árbol se ha reducido. En 2008 era de más de 100 mil toneladas, mientras el año an-terior, 2007, alcanzó más de 120 mil toneladas.

Aceites esenciales de tomillo y limoncillo

• Según la investigación, la aplicación de aceites esenciales es un método muy atractivo para controlar enfermedades tanto en cosecha como en poscosecha. Estos materiales son una mezcla compleja de compuestos volátiles producidos en diferentes partes de las plantas, y han sido reconocidos por sus propiedades antibacterianas y antifún-gicas, que facilitan, en el caso del tomate de árbol, protección contra las plagas y enfermedades.

• El aceite esencial de limoncillo (Cymbopogon citratus) presenta co-mo componente mayoritario el citral. Por su aroma a limón, la planta ha sido muy apreciada para la elaboración de saborizantes y aromas alimenticios. El de tomillo (Thymus vulgaris) tiene el timol como componente mayoritario, alcanzando a representar hasta un 80 por ciento en algunas variedades.

tos asociados a la raíz del tomate de árbol, la antracnosis es la enferme-dad más importante de este cultivo en Colombia, debido a su ocurren-cia y a las pérdidas que ocasiona.

Según Jorge Bernal Estrada, coordinador agrícola de Corpoica, puede dañar entre el 30% y el 35% de la producción. Lo peor es que también ataca las hojas del árbol y el follaje, provocándoles manchas de color oscuro, y lesiona la epi-dermis de los frutos.

Explicó que para garantizar la calidad del tomate de árbol única-mente se conoce el control quími-co, que por sí solo no es tan eficaz. Por eso considera necesarias otras prácticas para un manejo integra-do de la enfermedad.

Para el funcionario, “un buen cultivo debe contemplar distan-cias de siembra amplias, podas

adecuadas, remoción del inóculo (hongo patológico) y recolección de todo lo que esté afectado por la enfermedad para que no se multiplique”.

Insistió en la importancia de sembrar los frutos en zonas de alta luminosidad y poca humedad, así como en realizar controles rigu-rosos semanales, sobre todo en invierno, y quincenales en verano.

Los expertos del grupo de in-vestigación Química de los Pro-ductos Naturales y los Alimentos señalan que los productos sin-téticos destinados a controlar la antracnosis han desempeñado un papel importante en la produc-ción agrícola.

Sin embargo el uso continuo e indiscriminado de agroquími-cos con baja especificidad (que se aplican para atacar cualquier en-

fermedad y no una específica), ha generado diversos inconvenientes, como el incremento en los costos de producción, el desarrollo de resistencia por parte de algunos microorganismos, la presencia de residuos de pesticidas en los alimentos y, en consecuencia, los riesgos que acarrean para la salud humana y el medioambiente.

“Por eso, a los aceites esen-ciales les veo gran aplicación. Pero en nuestra investigación aún falta determinar que no se afecte la floración, los polinizadores y no se malogre el sabor de la fruta”, anotó Carlos Mario García.

Para alcanzar este cometido, pronto se iniciará la investigación en campo, que permitirá deter-minar las fórmulas más efectivas para que los aceites de tomillo y limoncillo tengan aplicabilidad.

Los resultados demuestran que los aceites esenciales de tomillo y limoncillo no deterioran el cre-cimiento ni afectan el desarrollo normal de las plantas.

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Web

Medios de la UN, a tono con la tecnología

La producción científica, académica y cultural de la Universidad Nacional de Colombia, así como los debates que se generan, están tomando carácter universal. A través de medios como el canal web Prisma TV y UN Radio virtual, la institución amplía su espectro informativo.

• La Agencia de Noticias UN es otro producto virtual de la Unidad de Medios de Comu-nicación, Unimedios. Publica diariamente información sobre ciencia, tecnología, arte, cultura y deportes, entre otros temas de inte-rés nacional.

• Cerca de 1.800 personas visitan diariamente esta página, cuyas noticias son replicadas o sirven de insumo a diferentes medios impre-sos y audiovisuales del país.

Magda Páez Torres,Unimedios

La tecnología informativa ya no es un sueño futurista o un pri-vilegio de los grandes grupos me-diáticos. La Universidad Nacional, desde su Unidad de Medios de Comunicación, Unimedios, está aprovechando las posibilidades virtuales y su propia infraestructu-ra para llevar conocimiento, cien-cia y debate a diferentes públicos del país y del mundo.

Hoy se consolida en la red con dos productos diferenciados: el canal web y UN Radio virtual, articulados pero con información propia que muestra a diferentes públicos temas de interés, con un plus académico.

Hace cerca de un año y medio, cuando en Colombia todavía eran tímidos los intentos de hacer tele-visión virtual, salió al aire Prisma TV (www.prismatv.unal.edu.co), un canal web que cuenta con una parrilla de programación las 24 horas del día.

Con programas cortos sobre avances científicos, académicos, culturales y de innovación de la Universidad Nacional, pero tam-bién con temas de actualidad y de opinión a nivel nacional, se ofrece al público una opción que no se agota con la emisión del momen-to, pues se puede acceder a la pro-gramación en línea por demanda.

Varias series, como Men-te Nueva (sobre investigación en Colombia) y Banderas en Marte (que abordó proyectos de vida de jóvenes bogotanos), han hecho parte del canal Prisma TV. Ahora se preparan tres más: una sobre di-rectores de cine que tienen algún vínculo con la Universidad, otra relativa a arquitectura y edificios de patrimonio y una más con gru-pos musicales.

Desde que comenzó el canal se han mantenido dos programas de opinión, 360º, que trata temas internacionales, y Al Ruedo, sobre aspectos de la realidad nacional. Entre los próximos a salir engrosa la lista Ni más ni menos, que abor-dará asuntos económicos.

Estos espacios informativos cuentan con expertos de diferentes universidades y organizaciones, y han contribuido a generar debates de interés sobre temas transver-sales para el país y el mundo. La parrilla de programación, en vi-vo, cambia cada semana, según la producción que se realiza.

“Esta es una manera de mos-trar los contenidos de la Univer-sidad, de tal forma que los re-sultados del trabajo institucional no se queden en las aulas, sino que lleguen a diferentes sitios. Pa-ra ello estamos aprovechando to-do lo que nos brindan las nuevas tecnologías”, dijo Alexandra Reyes, jefe de UN Televisión.

Así mismo, destacó la inde-pendencia del canal para el ma-nejo de los temas, pues la infra-estructura y los servidores en que se aloja son de propiedad de la Institución.

Las siete sedes de la UN (Ma-nizales, Palmira, Bogotá, Medellín, Amazonia, Orinoquia y Caribe) tie-nen acceso a la información que se produce. Primero, por la amplitud de acceso al canal y, segundo, por la producción informativa que en ellas se genera.

El canal cuenta con una he-rramienta clave que permite trans-mitir en directo diferentes eventos. Se probó con éxito durante la ren-dición de cuentas del Rector de la Universidad Nacional y en algunas

conferencias académicas.En cuanto a los reconoci-

mientos, tres productos de Pris-ma TV estuvieron nominados este año a los premios India Catalina: en la categoría Mejor Producción Universitaria, Colección Pizano o la peregrinación de los testigos de yeso y Sentido figurado, y en Mejor producción de Ciencia y Tecnología Concepto X.

Radio virtual

Con sus emisoras en Bogotá (98.5 fm) y Medellín (100.4 fm), la programación de UN Radio gana cada vez más audiencia. En su franja informativa, el acontecer político, económico, tecnocientí-fico y cultural del país y del mun-do pasa por el análisis juicioso de expertos, así como la información sobre el acontecer académico, cultural y científico de la Univer-sidad. Y, por supuesto, para los melómanos UN Radio también cuenta con una variada y selecta

programación musical.Como complemento, desde

hace aproximadamente dos años la emisora de la Universidad Na-cional de Colombia trascendió las fronteras con un proyecto que se ha consolidado en el mundo vir-tual: UN Radio Web (http://www.unradioweb.unal.edu.co/), que cuenta con una programación propia, independiente de los pro-gramas de Medellín y Bogotá, a los que también se puede acceder por Internet.

A través de este espacio virtual es posible consultar cátedras, con-ferencias y programas periodísti-cos. Son seis horas diarias rotati-vas dada la diferencia horaria de los países. “La amplia cantidad de información que circula en la Web nos obliga a definir criterios sobre lo que podemos contar y que las demás emisoras no ofrecen en sus programaciones”, dijo Carlos Rai-goso, jefe de UN Radio.

La idea es que la información que antes se quedaba solo en la

Universidad llegue a públicos más amplios y las personas que por diversas dificultades no pueden acceder a esta, la consulten desde el sitio donde se encuentren.

Este año, entre las múltiples actividades y conferencias que se trasmitirán por UN Radio virtual se encuentran las del Bicentena-rio de la Independencia, tema al que la Universidad Nacional le ha destinado parte de su itinerario y producción académica.

“Es una forma de ofrecer op-ciones de acceso a la información y al conocimiento, y de hacer que lleguen a otros públicos que no son necesariamente académicos”, señaló Raigoso.

De esta manera, la Univer-sidad Nacional fortalece su pre-sencia en la Web y aprovecha las nuevas tecnologías, para, desde un enfoque periodístico, dar a cono-cer el trabajo académico e inves-tigativo que diariamente se realiza en sus campus.

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Debates sobre temas importantes del país y del mundo integran la parrilla de programación de Prisma TV.

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Noticia

La reforma de la Ley 30 de 1992 fue uno de los temas de debate durante el Foro Internacional sobre el Finan-ciamiento de la Educación Superior, realizado entre el 2 y 3 de marzo pasado en Bogotá.

Se agudiza debate sobre financiamiento de las universidades públicas

Patricia Barrera Silva,Unimedios

Rectores de las universidades públicas más grandes del país es-tudian en detalle la propuesta de reforma a la Ley 30 que lanzó el Mi-nisterio de Educación. Temen que el afán de esta cartera por alcanzar el 50% de cobertura en formación superior para el 2019 deje como gran damnificada a la calidad.

El Ministerio habla de generar 500 mil cupos, pasando de un mi-llón 640 mil estudiantes (35% de cobertura alcanzada actualmente), a 2 millones 140 mil de aquí al 2019. Según la ministra Cecilia Ma-ría Vélez White, para conseguir este objetivo debe haber dos cambios estructurales: uno en la composi-ción de la matrícula, pues se quiere alcanzar una participación del 54% en formación universitaria y del 46% en educación técnica y tecno-lógica, y otro en las reglas de juego que determinan la distribución pa-ra el presupuesto de las universida-des públicas contenidas en la Ley 30, en sus artículos 86 y 87.

La reforma contempla cuatro puntos: “Cada universidad tendrá que entregar una propuesta en la que exponga los costos de la am-pliación de su cobertura y Minedu-cación la valorará para entregar los recursos. También se otorgarán di-neros adicionales para subsidios, y se dispon-drá de un fondo ma-nejado por Colciencias para fortalecer doctora-dos, y fondos de contin-gencia de crédito para apoyar al Icetex”, afirmó el viceministro de Edu-cación Superior, Gabriel Burgos.

Pero, “reformar los artículos 86 y 87 –que es-tablecen los parámetros de financiamiento para la universidad pública–, con el propósito exclusi-vo de garantizar cobertu-ra, va a implicar un detri-mento de la calidad de la educación superior”.

Esta afirmación de Roque González, direc-tor del Icfes en 1992 y uno de los gestores de la Ley 30, sienta de plano la preocupación de las IES en el país frente a la propuesta de reformar la norma.

De eso tan bueno no dan tanto

Para los rectores la propuesta no presenta problemas de entrada, porque respetan la ini-ciativa del Estado de querer incentivar la for-mación técnica. Sin em-bargo, Danilo Vivas, pre-sidente del Sistema Uni-versitario Estatal (SUE), reflexiona frente a ese viraje: “El Gobierno está en su derecho de apo-yar la educación técnica pero no en detrimento de la consolidación de la universidad, porque estaría dejando al país huérfano en investiga-ción, y en el mundo en que vivimos la genera-ción de conocimiento es la única manera de ser competitivo”.

Actualmente el 55% de la matrícula corres-ponde a la participa-

ción de las universidades públicas que cuentan con acreditación de calidad en el país, y según admite el mismo Mineducación, la tarea de mejorar los estándares de ca-lidad en todo el sistema ha sido meritoria.

Los grupos de investigación pasaron de 490 en 1993 a 1.300 en 2008, y las revistas indexadas

crecieron tres veces al pasar de 191 a 751 en el mismo periodo, lo cual ha sido posible gracias a otras fuentes de financiamiento distin-tas a la estatal, como la extensión, que hoy sustenta el 35% de los in-gresos de la universidad pública.

Para los rectores queda flotando en el aire una pregunta: ¿Cómo es posible que un país le apueste a la

investigación a través de la educa-ción técnica? Luis Enrique Orozco, encargado desde hace 15 años de hacer seguimiento a la educación superior colombiana para la Unesco, parece tener la respuesta: “No tene-mos científicos y ese es un problema que debería guiar a las universida-des y al Estado para orientar lo que se debe enseñar”, aseguró.

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Sociedad

Vivienda de interés social, alternativa mal hecha

A pesar de que la creación masiva de viviendas de interés social se promociona como solución para las familias de escasos recursos, un estudio que ganó premio iberoamericano pone en tela de juicio su efectividad en la realidad.

Francisco Tafur,Unimedios

Hermógenes García Urquiza habita en una de las 11.949 vivien-das de la ciudadela El Recreo, uno de los proyectos de vivienda de interés social gestionados por la firma distrital Metrovivienda en Bogotá.

Su apartamento, ubicado en el cuarto piso de uno de los tan-tos edificios que integran esta “pe-queña urbe” de la localidad de Bosa, cuenta con todos los servi-cios públicos e, incluso, con señal de Internet. Sin embargo, aunque don Hermógenes lleva más de un año viviendo allí no conoce a sus vecinos más cercanos, se encuen-tra asediado por la inseguridad y tiene que armarse de paciencia cuando desea transportarse fuera de la localidad ante la falta de vías adecuadas.

Este es solo un ejemplo de los problemas que enfrenta actual-mente la vivienda social en altura o edificios de vivienda de interés social (VIS), tema que aborda el arquitecto Sergio Alfonso Ballén Zamora, magíster en Hábitat de la Universidad Nacional de Co-lombia. Él ocupó el segundo lugar en el Premio Iberoamericano de Tesis de Investigación sobre Vi-vienda Sustentable 2009, gracias al estudio titulado Vivienda social en altura: tipologías urbanas y direc-trices de producción en Bogotá.

Según la tesis expuesta por Ballén, actualmente la vivienda en altura puede considerarse como un fenómeno del mercado inmo-biliario sobre una localización es-pecífica, con el propósito de lograr el máximo aprovechamiento del suelo de acuerdo con los márgenes rentables. Márgenes que excluyen a la población de bajos recursos, como las personas de estratos 1 y 2, lo que provoca un aumento en la segregación de la ciudad, pues consolida la concentración de ac-tividades, población, servicios, conjuntos cerrados y condiciones urbanas aventajadas en una por-ción del territorio.

“Las condiciones urbanas en que se da la vivienda en altura para habitantes de bajo poder adquisi-tivo no tienen mayor atractivo. Las edificaciones están ubicadas en la periferia o en sectores marginales, su estructura es de baja calidad y no existe o no se aplica un patrón de ordenamiento territorial por parte del Estado en relación con la concentración de población y edi-ficaciones en determinadas zonas. Esto constituye una violación del derecho a la ciudad y la vivienda digna”, señala el autor de la tesis de maestría.

Viviendo apeñuscados

Nidia Ortega, otra habitante del lugar, señaló que en su apar-tamento, como en el de muchos vecinos, viven entre cuatro y cinco personas en un espacio que ape-nas supera los 30 metros cuadra-dos. Allí se encuentran “apeñusca-dos” la sala, el comedor, la cocina, un baño y dos habitaciones.

“Como si fuera poco, vivimos como en una isla. Después de las cinco de la tarde se vuelve un pe-ligro, sobre todo por la zona del caño, pues roban y atracan a las personas”, afirmó la señora Or-tega, quien sobrevive vendiendo arepas en un puesto improvisado en la esquina del barrio.

Su vecina, Marina López, co-incide en afirmar que no puede salir a los espacios públicos del

barrio por las constantes riñas y amenazas de pandillas que mero-dean el lugar.

“En este sentido, el multifa-miliar es mucho más que una sim-ple variación arquitectónica de la vivienda. Es decir, no solo es la simple suma de pisos en un mis-mo espacio regularizado dentro de una forma construida. Se trata de una representación particular de vivienda con características di-ferentes a la unifamiliar, a la que le falta exploración en su manera de ser ‘casa’. No existe un verdade-ro confort, una relación con los vecinos ni una interrelación con el espacio públi-co para acceder a los servicios y equipamientos urbanos”, afirma Ballén.

“De mane-ra que las pro-blemáticas que han surgido por la proliferación de las viviendas de interés so-cial en altura se presentan por la definición de las relaciones de vecindad en sentido ‘vertical’. Esto supone que las tradicionales tipologías de al-ta densidad, co-mo el bloque o la torre, tienen que ser revalua-das, así como las condiciones eco-nómicas y cultu-

rales de la población que impiden la mejor producción de viviendas de interés social dignas y de cali-dad”, agregó el arquitecto bogota-no de 27 años.

Soluciones

El reto que hoy enfrenta Bogo-tá y el resto del país es cómo tratar de manera articulada la renova-ción urbana con la producción so-cial de vivienda y el mejoramiento barrial. Para ello, es necesario que la intervención de cada uno de

estos elementos se centre en ase-gurar la vivienda social para la población más necesitada, puesto que las zonas más favorecidas hoy por la renovación son aquellas con mayor valor del suelo y con un po-tencial rentable demandado por y para población de altos ingresos.

En ese sentido, el estudio pro-pone, entre otras, las siguientes líneas de acción para la aplica-ción de VIS de altura en Bogotá: construir viviendas multifamilia-res de altura media, entre cuatro y seis pisos, sin extensas galerías de circulación interna, teniendo en cuenta la conformación de la arquitectura y la demografía den-tro de un sector de intervención; revaluar las características de una vivienda de apartamentos para la población desplazada, reasenta-da o de interés prioritario, en la conformación de los espacios, las actividades y en la aplicación de alternativas de producción econó-mica en el espacio público.

Así mismo, establecer políti-cas públicas dirigidas al control de la especulación en los precios del suelo urbano, y, finalmente, refor-zar con trabajo social las coopera-tivas o asociaciones comunitarias locales en los nuevos proyectos habitacionales para la población de bajos recursos, lo que implica la gestión del riesgo, el conflicto y la convivencia. “No está de más revisar los Planes de Ordenamien-to Territorial (POT) en relación con el tema del aprovechamiento del suelo y su articulación con una normativa de aumento de las den-sidades demográficas en la ciudad, que sea clara, precisa y con res-ponsabilidades para los diferentes actores”, finalizó Ballén.

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Las viviendas en altura para habitantes de bajo po-der adquisitivo se ubican en la periferia o en secto-res marginales, su estructura es de baja calidad y no se les aplica un patrón de ordenamiento territorial por parte del Estado.

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Reseñas

Autor: Marcela Ceballos MedinaInstituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, IepriU. Nacional de Colombia

Este libro recoge la experien-cia de seis años de trabajo de cam-po en ambos lados de la frontera colombo–ecuatoriana, y los apor-tes conceptuales, teóricos y ana-líticos que resultan de un trabajo académico riguroso y sistemático.

En esta obra se encuentran retratadas las dinámicas de las mi-

Impacto de las migraciones forzadas de colombianos a Ecuador

en las relaciones interestatales, 1996–2006graciones colombianas a Ecuador que se originan en la violencia, pero que se mantienen gracias a distintos factores de tipo cultural, social, económico, mediático, que ayudan a comprender su comple-jidad y a visualizar sus anteceden-tes en la historia de los dos países.

El texto se nutre de las his-torias reales de colombianos que tuvieron que cruzar la frontera en busca de una mejor vida y de do-cumentos que retratan la situación en la frontera durante el periodo 1996–2006, cubriendo el tiempo de implementación del programa contra las drogas conocido como Plan Colombia.

Examina en detalle los dis-tintos aspectos de las relaciones políticas y diplomáticas entre los gobiernos de Colombia y Ecua-dor, ayudando a entender la rela-ción entre las respuestas de dichos gobiernos a las migraciones, los intereses de los Estados, el con-texto político en la frontera y los imaginarios sociales en torno a la migración.

Entre otras, muestra la in-fluencia de los medios de comu-nicación en la forma en que se construyen estas relaciones, inclu-so entre migrantes y habitantes de regiones de destino durante la década examinada.

Matices. Historias detrás de la in-vestigaciónAutor: Unidad de Medios de Comunicación, UnimediosUniversidad Nacional de Colombia

Tres jóvenes estudiantes de Geología, ansiosos por explorar minerales de importancia eco-nómica en Colombia distintos al trajinado petróleo, se aventuraron a caminar entre la azarosa selva amazónica y a navegar en ines-tables bongos los ríos Inírida y Guaviare, hasta llegar al territorio de las comunidades indígenas de Matraca y Caranacoa (en Guainía), en donde recolectaron muestras de unos “enigmáticos” fragmen-tos de roca cristalizados que se comprometieron a analizar. ¿Co-rresponderían al, por estos días, afamado coltán? mmm…

Minuciosos análisis adelanta-dos en los laboratorios de la UN, con asesoría del minerálogo ale-mán Thomas Cramer, advierten que se trata de minerales que con-tienen elementos químicos de la naturaleza como tantalio y niobio, dos sustancias metálicas que hoy son base de las tecnologías mo-dernas en telecomunicaciones. Se

Primera exploración de coltán en Colombia

usan para fabricar reactores nu-cleares, cohetes y satélites, entre otro montón de aparatos más. ¡Qué tal!

Teniendo en cuenta que el de-nominado coltán en realidad no es un solo mineral, como se ha dicho, sino una serie de minerales portadores de tantalio y niobio, los resultados parciales obtenidos por los estudios de la UN indican que sí es coltán. Parece un descubrimien-to pero no es así. Estos elementos, pese a semejantes cualidades, han pasado tan inadvertidos en el país que apenas se empieza a construir una base científica y confiable de información sobre su origen, dis-tribución y características.

Matices habló con los prota-gonistas del primer estudio geo-lógico que se realiza en Colombia sobre el apodado “oro azul”, que, a pesar de tener una existencia re-mota, salió del anonimato hace un par de meses cuando los noticie-ros hablaron del presidente Hugo Chávez y su orden de militarizar la frontera colombo–venezolana ante el hallazgo de yacimientos, y cuando se le acusó de ser el prota-gonista de la guerra que se libra en el Congo.

Autor: Alejandro Chaparro GiraldoFacultad de CienciasU. Nacional de Colombia

Propiedad intelectual en la era de los cultivos transgénicos nos in-volucra en la controversia que se genera cuando se habla de preser-var y conservar el patrimonio na-tural y cultural de la humanidad. Pensar en cultivos transgénicos, biodiversidad, recursos genéticos y conocimiento tradicional requiere situarse en los límites que separan

Propiedad intelectualen la era de los cultivos transgénicos

lo tangible de lo intangible para reconocer el deber que tiene cada Estado de proteger sus riquezas naturales y de legislar en favor de la investigación y el desarrollo de tecnologías que las salvaguarden.

La reflexión académica, base del presente libro, adquiere mayor importancia en la medida en que Colombia continúa abriendo sus puertas a tratados de libre comer-cio con diversos países que hacen de los derechos de propiedad in-telectual un vallado que impide el intercambio de conocimiento con fines investigativos y altruistas.

A través de las nueve seccio-nes de este texto, se expone, de manera detallada, cómo se ha vis-to afectada el área de investigación con la existencia de un régimen le-gislativo paralelo que favorece los intereses comerciales y que pro-mueve la explotación de los recur-sos genéticos, de la biodiversidad y del conocimiento tradicional, sin la correspondiente retribución económica y social por todo lo que de ellos se obtiene. Con estas pági-nas se invita a la reflexión constan-te sobre la importancia que tiene nuestro país en el contexto mun-dial y a defender nuestros recursos naturales como parte de la riqueza cultural de esta nación.

Autor: Unidad de Mediosde Comunicación, UnimediosU. Nacional de Colombia

Unimedios presentó el libro Alfonso López Pumarejo abstracto/Feliza Bursztyn, que evoca un mo-mento polémico de la historia del arte colombiano que hace 42 años tuvo impacto en todos los ámbitos de la vida del país y que hoy, luego de la conmemoración de los 50 años de muerte del estadista libe-ral, se mantiene latente.

Escrito en género de crónica periodística, el libro cuenta cómo la Universidad, que cumplía un centenario de existencia en 1967, quiso rendirle un homenaje al ex presidente López Pumarejo, ar-tífice de la entrada de la institu-ción a la modernidad, mediante una misión que encomendó a Feliza Bursztyn, considerada la pionera del arte abstracto y con-ceptual en el país.

Por lo novedosa, la propuesta

Alfonso López Pumarejo abstracto/Feliza Bursztyn

de Bursztyn rompió con los cá-nones que regían el arte de ese entonces, chocó con una sociedad conservadora que no aceptó este tipo de manifestaciones y causó malestar en la comunidad artística que no vio con buenos ojos que una mujer fuera la responsable. Como consecuencia de estos fac-tores, el proyecto se canceló, pero no murió porque desde hace dos años empezó a tomar forma y se logró cristalizar.

Las páginas de este libro de-jan ver un completo compendio fotográfico de todo el proceso de construcción de la escultura, en lo que busca constituirse en una herramienta didáctica dentro de las facultades de Arte.

El periodista José Luis Barra-gán Duarte estuvo a cargo de la in-vestigación y redacción, y el artista plástico Ricardo González Ángulo, de la concepción visual, apoyada también por el equipo de reporte-ros gráficos de Unimedios.