un hogar para el pequeño lobo

11

Upload: loguez-ediciones

Post on 23-Mar-2016

248 views

Category:

Documents


11 download

DESCRIPTION

El pequeño lobo ha perdido a su familia y buscar un nuevo hogar. ¿Lo acogerá la madre osa en su cueva? Los oseznos quieren un nuevo compañero de juegos.

TRANSCRIPT

Page 1: Un hogar para el pequeño lobo
Page 2: Un hogar para el pequeño lobo
Page 3: Un hogar para el pequeño lobo
Page 4: Un hogar para el pequeño lobo

Título del original alemán: Ein Zuhause für den kleinen Wolf

Traducción de L. Rodríguez López

© 2009 Patmos Verlagsgruppe, Sauerländer Verlag, Mannheim

© para España y el español: Lóguez Ediciones 2012

Todos los derechos reservados.

Printed in Spain

Gráficas Varona, S.A.

ISBN 978-84-96646-85-8

Depósito legal: S. 538-2012

www.loguezediciones.es

Page 5: Un hogar para el pequeño lobo

Un hogar para el pequeño lobo

Jutta Langreuter | Reinhard Michl

Lóguez

Page 6: Un hogar para el pequeño lobo
Page 7: Un hogar para el pequeño lobo

La madre osa duerme. Sus dos hijos están acostados entre sus brazos.

Fuera, la lluvia golpea con fuerza la entrada de la cueva.

La madre osa olisquea. Huele raro. Un olor que no es propio de una cueva de osos.

Abre los ojos.

Page 8: Un hogar para el pequeño lobo
Page 9: Un hogar para el pequeño lobo

“¿Habrá entrado algún animal extraño?”, piensa, se incorpora y va hacia el fondo de la

cueva enseñando los dientes y gruñendo amenazante.

Así es.

Un pequeño lobo duerme hecho un ovillo sobre un montón de hojarasca.

Page 10: Un hogar para el pequeño lobo

El lobo es todavía muy pequeño. Un lobezno regordete. Con cuidado, la madre osa toca con su hocico al

pequeño. Su piel está todavía algo húmeda de la lluvia.

Page 11: Un hogar para el pequeño lobo

Inmediatamente, el pequeño lobo se despierta. Todo su cuerpo tiembla.

“¿Qué haces en nuestra cueva?”, pregunta la madre osa.

“Yo… yo… “, balbucea el pequeño lobo.

“¿Dónde está tu mamá?”, pregunta suavemente la madre osa.

“Mi madre ha muerto”, dice el pequeño lobo mirándola con sus grandes, tristes ojos.

“¿Y dónde está tu manada? ¿Tu familia?”.

“Han desaparecido. Los he perdido”, dice el pequeño lobo.

“Los he buscado por todas partes, pero no…”.

“Ven, puedes calentarte tranquilamente con nosotros”,

le consuela la madre osa.