un espÍritu y muchas espritualidades · 2016-05-07 · trabajar por un orden adecuado en la...
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UN ESPÍRITU Y MUCHAS ESPRITUALIDADES
“…¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba”. Jesús
https://www.youtube.com/watch?v=AzMqNKbvb0A
1.CONTEMPLATIVA: VIDA PLENA EN ORACIÓN (bello de alma)
Vida que presta amorosa atención a Dios.
A través de ella podemos conocer el divino descanso que nos ayuda a no alejarnos de Dios.
Vida que tiene que ver con el concepto de intimidad. Vida centrada en la oración.
Vida que toma en consideración los aportes de la divinidad, sus consejos y leyes.
Intimidad que lleva a la práctica constante.
Características
El amor: Se percibe como regalo. “Dios fluye hacia dentro de nosotros (in-gresa), secreta,
pacifica y amorosamente”. San Juan de la Cruz. Este amor crece, se hace profundo, fuerte y
estable.
La paz: La que “sobrepasa todo entendimiento. No se trata de ninguna ausencia(conflicto o
problema), sino de una presencia. Vence el ruido y bullicio externo e interno.
El deleite: Hay placer, amistad y gozo profundo; “la dulce y deliciosa vida del amor con Dios
(Juan de la Cruz).
El vacío: Es una anhelo profundo de más, como una satisfacción insatisfecha; sed permanente
de lo eterno, de lo trascendente…A veces la sensación es de que se nos ha escondido. Es como
un ayuno que también ayuda a crecer.
El fuego: Pasión firme y fulgurante. Cualquier hecho que cause distanciamiento de Dios duele
mucho.
La sabiduría: Conocimiento y fluir de Dios mismo, que llena. Participar, escuchar y emitir.
La transformación: el corazón, la voluntad, la mente, la imaginación y las pasiones.
Transformación de la personalidad. Cada vez más adoptamos los sentimientos, pensamientos,
hábitos, fe y esperanza del ser amado. (ver pág. 38)
2. SANTIDAD: VIDA VIRTUOSA
“Santidad significa hacer lo que hay que hacer en el momento en que se debe” (Foster).
Virtud significa funcionar bien.
La manera de responder adecuadamente a las exigencias de la vida con respons-abilidad ante Dios.
La vida virtuosa nos permite vivir vidas plenas y funcionales, en un mundo disfuncional.
Nos permite movernos en medio de cualquier tipo de personas y ser asertivos.
Nos prepara para enfrentar las tentaciones que nos ofrece la sociedad: económica, política, religiosa, laboral, relacional.
La vida santa, virtuosa está mediada por el amor y éste agape (emana del vocablo griego “agápe”, que se usaba para referirse a aquel amor de tipo incondicional en el que a la persona en cuestión sólo le importa lo que es el bienestar del individuo al que ama) http://definicion.de/agape/#ixzz47osT6b3w.
De igual manera una vida mediada por la justicia.
Características Atención sostenida sobre el corazón, fuente de todo accionar. Se centra en
la formación y transformación.
Afirma al mundo: La vida virtuosa se encuentra justo en medio del día a día.
La santidad ve lo sagrado en todas las cosas; es integradora.
Es una espiritualidad del cuerpo. Afirma lo bueno del cuerpo humano y
busca que funcione en armonía con el espíritu.
Es esforzarse por entrar en el reino de justicia de Dios y edificarlo dentro de
nosotros.
Es el progreso en pureza y virtud. Apartados para propósitos divinos. Los
hábitos de virtud y santidad se convierten en patrones de vida. Es proceso.
Es la unión del amor con Dios. Nos da nuestra humanidad más auténtica y
plena. En la santidad vamos transformándonos en humanos plenos. (Pág. 72)
3. CARISMÁTICA: VIDA EN EL PODER DEL ESPÍRITU
No hay cristianos no carismáticos. Todos poseen algún don.
La tradición carismática es la vida inmersa y guiada por el Espíritu de Dios.
A través de esta vida, Dios nos da poder para hacer sus obras y dar evidencia de su vida en la tierra.
Dota de la sabiduría, que habla vida pues es la verdad aplicada al corazón y la mente que transforma a las personas.
La presencia del don del Espíritu tiene como efecto acciones que exceden en mucho a lo que un ser humano “común” puede hacer.
Los aspectos más fuertes son: 1) corrección del deseo de domesticar a Dios, pues el Espíritu sopla donde quiere; 2) Ofrece un reproche constante a nuestra anémica práctica. Lo que se espera es que los cristianos rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo (Romanos 15:13). El reino de Dios es más que palabras es poder en el Espíritu; 3) Desafío constante hacia el crecimiento y desarrollo espiritual; 4) vida de servicio y testimonio a los demás.
Características
Asumir la responsabilidad del ejercicio del carisma no importa cuán pequeño parezca.
Aceptar las limitaciones: Dios ha entregado los carismas a la comunidad para
ayudarnos a manejar el egoísmo.
Estimar al otro/otra: “Todo ejercicio adecuado de los carismas del Espíritu es un ejercicio
de conjunto” (R. Foster).
Mantener la unidad dentro de la diversidad: Estamos inseparablemente vinculados
(Iglesia; humanidad).
Algunos peligros
La trivialización: centrar la atención en el don.
Rechazar lo intelectual y racional: Puede darse porque lo carismático se centra en el
aspecto emocional de la fe.
Divorciar los dones del Espíritu del fruto del Espíritu: No es posible moverse en los carismas espirituales sin la madurez que da el fruto del Espíritu.
Vincular el andar en el Espíritu con escenarios especulativos del fin de los tiempos, sin
fundamentos teológicos. (Pág.108)
4. JUSTICIA SOCIAL: VIDA COMPASIVA (Lucas 4:16-20)
Centra su atención en la justicia y la paz, en todas las relaciones
humanas y estructuras sociales.
Analiza y reflexiona sobre toda forma de opresión, subraya la
incompatibilidad del jubileo propuesto por Dios y las estructuras
institucionales de este mundo y sus sistemas.
Esta forma de vida en compasión, pone en práctica el evangelio de la
equidad y la magnanimidad entre todos los pueblos y las personas.
A través de la espiritualidad de la justicia Dios forma en nosotros la
compasión para que amemos al prójimo sin ninguna reserva y
trabajemos por un mundo más justo y equitativo.
Este tipo de espiritualidad es un desafío a nuestros intereses creados, al
individualismo y a la acumulación egoísta.
El compromiso puede llevar a la entrega de todo lo que se posee y
aún la vida misma (martirio).
Características Ética de la Justicia: Una moral por encima de la justicia social, pues incluye la observancia
de las buenas costumbres, y con énfasis en la distribución equitativa de la tierra. Implica
sabiduría para producir relaciones de equidad y armonía entre las personas.
Compasión: benevolencia solidaria, misericordia, gracia, favor. Aún con los animales y la
tierra.
Shalom: Materialización de la visión de una comunidad inclusiva y armoniosa de personas
que se tratan con amor. Plenitud, equilibrio, unidad, como concepto integral. Sal 85:10.
Escenarios: personal (ego, rectitud corporal y sexual, orgullo, otros), social (relaciones
interpersonales cercanas, participación ciudadana, hacia los más necesitados) y las
estructuras institucionales (trabajar por cambiar las estructuras desde nuestro liderazgo y
círculo de influencia).
Trabajar por un orden adecuado en la sociedad, con relaciones y estilos de vida correctos.
Establecer puente entre la ética personal y la social. Estas dos éticas deberían ir unidas.
El lenguaje de la justicia social también es el amor.
La teología de la justicia social nos da un fundamento para los temas de ecología.
Mantener las utopías. (Pág. 143)
5. EVANGÉLICA: CENTRADA EN LA PALABRA DE DIOS
Centrada en la proclamación del evangelio. La buena nueva que todas las personas puedan entrar en la vida abundante con Dios y ser parte de su reinado de amor.
Dios nos da la capacidad de llevar la Palabra encarnada en la vida para que los demás quieran lo mismo para sus vidas.
Exige la demostración de su accionar en quien la proclama. La acción dual de proclamar y demostrar es clara en Jesús de Nazaret.
La tradición evangélica es una vida fundada en la Palabra viva de Dios, en su Palabra escrita y proclamada. A través de ella sabemos lo que es conocer a Dios como fundamento de nuestra vida.
La Palabra nos da los elementos para dar razón de nuestra esperanza.
Características
La tradición evangélica tiene tres grandes temas:
1) fiel proclamación del evangelio;
2) centralidad de las Escrituras, y
3) testimonio confesional de la primera comunidad de
cristianos como fiel interpretación del Evangelio.
Conocer lo que es la gracia de la conversión.
Hacer discípulos de entre las naciones.
Fidelidad a la Palabra que provee sólida doctrina cristiana.
(Pág. 188)
6. ENCARNACIONAL: EL LLAMADO VOCACIONAL-MINISTERIAL
Nos recuerda el hecho de que Dios está en medio de todo y que no es
un Dios distante. Encarnado en nuestra historia y presente a través de
Emanuel.
Nos pone los pies en la tierra y nos libra de una espiritualidad
divorciada de los esfuerzos de la vida común.
Nuestro trabajo (ministerio) cobra mayor sentido y nos recuerda que
somos colaboradores de Dios al producir algo bueno para el mundo.
Nos impide el dualismo de ver lo espiritual como bueno y lo material
como malo (dualismo gnóstico).
Es una vida que hace visible y presente el plano del Espíritu invisible. A
través de ella, vivimos la presencia manifiesta de Dios y su evidente
actividad en la vida cotidiana.
Características Señala el hecho de que Dios está en medio, alrededor y dentro de nuestra existencia
terrenal. Dios cercano.
Salva de la espiritualidad divorciada de los esfuerzos y tensiones de la vidas.
Nuestro trabajo cobra mayor sentido porque lo sagrado del trabajo se hace evidente
cuando trabajamos.
Reconocer que Dios creó un mundo bueno.
Nos guía por un camino que lleva a Dios, a pesar de nuestra debilidad, inseguridad,
distracción y olvido.
Hace de nuestro cuerpo un templo portátil que trabaja en cooperación con Dios y en
creciente dependencia de él.
Nuestra sensibilidad ecológica se hace más profunda. Crecemos como administradores
de la creación.
Peligros: idolatría, buscas manejar a Dios a través de lo externo (ofrendas/la siembra).
(234).
https://www.youtube.com/watch?v=AzMqNKbvb0A