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Download UN ECOSISTEMA ENFERMO - · PDF filetió activamente en las granjas, se adaptó a los animales y redujo su patogenicidad para el hombre, ... LA LUCHA CONTRA LAS BACTERIAS PATÓGENAS:

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  • Para prevenir y remediar la salud humana, la salud p-blica requiere informacin de carcter epidemiolgico que describa la dimensin (incidencia y prevalencia) del fenmeno bajo estudio y permita inducir sus posibles aso-ciaciones causales. Es cada vez ms patente que la salud humana es dependiente de la salud global, esto es, de la salud de todo el medio ambiente en que el hombre est in-serto. En este sentido, los esfuerzos para controlar las cau-sas que pueden afectar negativamente a la salud humana deben abarcar el anlisis de las enfermedades del hombre, pero tambin de todos los dems animales (one-health perspective), las enfermedades de los vegetales y de nuestra extenssima microbios-fera, el conjunto de microbios que cubren nuestro planeta sin conocer fronteras, y de cuya existencia y equilibrio depende la existencia de los seres que, sin mucha objetividad, llamamos superiores.

    UNA MEDICINA PLANETARIA

    La salud humana depende de la que posea nuestro plane-ta. Por supuesto, el xito biolgico de Homo sapiens ha modifi cado profundamente la Tierra, de tal forma que se puede concebir que el hombre ha determinado una nue-va poca geolgica, el Antropoceno, en la que la natu-raleza ha quedado estresada y modifi cada por la accin del hombre. Esta actividad antropognica determinar el futuro de la evolucin biolgica de nuestro planeta. El problema que aqu nos ocupa, el de la resistencia bacte-

    riana a los antibiticos, es un buen ejemplo para ilustrar los efectos deletreos para la especie humana de la mo-difi cacin antropognica del medio ambiente.

    Probablemente necesitaremos el establecimiento de una verdadera medicina planetaria. La idea es que el planeta entero debe ser considerado como un sujeto que requiere atencin mdica. La refi nada metodologa mdica destinada al enfermo individual debe escalarse a la dimensin del planeta, empezando por defi nir los signos y sntomas de las enfermedades planetarias, es-

    tudiando su patognesis y patofi -siologa, tratando de evaluar las posibilidades de diseminacin de la enfermedad al conjunto del pla-neta, estableciendo mtodos para diagnosticarla, desde tecnologas de imagen a tecnologas avanza-das de identifi cacin molecular, y con todo ello intentar realizar pre-dicciones ecolgicas y evolutivas. Esto se seguira de la aplicacin de intervenciones especfi cas, sin excluir la ciruga; desarrollo de tra-

    tamientos, como los futuros frmacos eco-evo1 (Baque-ro et al., 2011), mtodos de contencin y aislamiento, o incluso aplicacin de cuidados intensivos y medidas pre-ventivas. Como decamos, el problema de la resistencia

    1 El trmino eco-evo, acrnimo de Ecologa y Evolucin, se refi ere a la apro-ximacin biolgica que considera la posibilidad de estudiar y actuar integra-damente en la ecologa (seales ambientales) y la evolucin (modifi cacin hereditaria de los organismos como respuesta adaptativa a esas seales).

    A la izquierda, Tania Blanco. Overdose Prescription, 2007-2010. Escayola, acrlico y cartn, dimensiones variables.

    EL HOMBRE HA

    DETERMINADO UNA NUEVA

    POCA GEOLGICA EN LA

    QUE LA NATURALEZA HA

    QUEDADO ESTRESADA

    Y MODIFICADA POR SU

    ACCIN

    MTODE 87

    MONOGRFICOMTODE Science Studies Journal, 4 (2014): 87-91.University of Valencia.DOI: 10.7203/metode.78.2627 Artculo recibido: 01/03/2013, aceptado: 08/07/2013.

    UN ECOSISTEMA ENFERMOLA LUCHA CONTRA LA RESISTENCIA A ANTIBITICOS DESDE UNA PERSPECTIVA GLOBAL

    FERNANDO BAQUERO Y MARIA C. TURRIENTES

    La produccin antropognica de antibiticos ha provocado una enfermedad de los ecosistemas micro-bianos de dimensin planetaria, cuya repercusin ms inmediata para el hombre es la intratabilidad de las infecciones. La comprensin del fenmeno y las posibilidades de intervencin requieren nuevos m-todos conceptuales, analticos y tecnolgicos.

    Palabras clave: estrategias eco-evo, medicina planetaria, resistencia a antibiticos, sistemas multijerrquicos.

  • a los antibiticos es un problema-modelo para la futura medicina planetaria; sin duda el planeta est enfermo de resistencia a los antibiticos, y esa enfermedad, que afecta a la microbiosfera, hace que muchos humanos es-tn colonizados por comunidades bacterianas anorma-les, frecuentemente microorganismos resistentes a los antibiticos.

    El diagnstico preciso de las enfermedades de la mi-crobiosfera del planeta requiere mejorar la sensibilidad de nuestros criterios y mtodos para medir la diversidad microbiana. Los cambios en la diversidad deben consti-tuir uno de los anlisis-clave para detectar los sntomas y evolucin de la enfermedad. Sin duda este objetivo re-quiere en primer lugar una reconsideracin de las unida-des biolgicas bacterianas. No podemos seguir utilizan-do la vieja clasifi cacin linneana de las especies micro-bianas. Por supuesto no podemos mantener seriamente que hay 20.000 especies bacterianas bien defi nidas, si hemos identifi cado 300.000 especies de plantas o 10 millones de artrpodos. Debera haber al menos unos mil millones de especies bacterianas, segn algunas es-timaciones basadas en extrapolacin matemtica a partir de estudios metagenmicos. Por supuesto tenemos que mejorar nuestras tcnicas de cultivo; la reciente propues-ta de la culturmica (inculo de muestras naturales en mltiples medios) probablemente mejorar nuestra capa-cidad analtica. Y, por supuesto, tenemos que redefi nir el concepto de especie bacteriana.

    LA POLUCIN ANTIBITICA

    El hombre ha desarrollado la capacidad de producir substancias antimicrobianas para defenderse de las en-fermedades infecciosas, que en forma individual o bajo el espanto de las grandes epidemias han asolado nuestra especie. Bajo el paraguas protector de los antibiti-cos se ha desarrollado toda la medicina moderna. Sin antibiticos una enorme proporcin de nuestras perso-nas mayores y nuestros recin nacidos (con defensas disminuidas ante la infeccin) moriran de infecciones. Sin antibiticos seran inconcebibles las unidades de cuidados intensivos, la terapia del cncer, el cuidado de los nios pre-maturos, las cirugas complejas o los trasplantes de rganos. El pro-blema es que la produccin indus-trial de los antibiticos ha creado una verdadera polucin antibiti-ca planetaria. Una de las enferme-dades del planeta es debida a este efecto de la produccin masiva de antibiticos y la liberacin en el medio ambiente.

    La produccin industrial de antibiticos es un ejem-plo paradigmtico del tipo de sustancias antropognicas que ejercen un poderoso efecto en la microbiosfera. Con la produccin anual de frmacos antibiticos se podra cubrir la superfi cie de la Tierra de una capa capaz de eli-minar bacterias. No solo los antibiticos acaban inespe-cfi camente con trillones de bacterias, sino que esta eli-minacin va asociada a la seleccin de microorganismos resistentes. La importancia de la polucin antibitica del planeta no es tanto la seleccin de bacterias resistentes potencialmente patgenas para los humanos (y por tanto causantes de infecciones intratables), sino sobre todo los efectos de carcter ecolgico que podran resultar de

    la eliminacin de poblaciones na-turales y su substitucin por otras. Incrementando las fuerzas selecti-vas y estimulando la capacidad de variacin de los microorganismos (mutacin, recombinacin, trans-posicin, modularizacin, transfe-rencia gentica) (Galn et al., 2013) los antibiticos de origen industrial estn modifi cando la ecogentica de las bacterias y acelerando la evolucin de la microbiosfera.

    La produccin industrial de los antibiticos ha creado una verdadera polucin antibitica planetaria. Una de las enfermedades del pla-neta es debida a este efecto de la produccin masiva de antibiticos que acaban liberndose al medio ambiente.

    88 MTODE

    Age

    ncia

    SIN

    C

    EL PLANETA EST

    ENFERMO DE RESISTENCIA

    A LOS ANTIBITICOS, Y

    ESA ENFERMEDAD HACE

    QUE MUCHOS HUMANOS

    ESTN COLONIZADOS

    POR COMUNIDADES

    BACTERIANAS ANORMALES

    La luz de la evolucin

    MONOGRFICO

  • Es esencial comprender que la mayor parte de los an-tibiticos son substancias naturales. En realidad, debe existir un nmero muy elevado (cientos de miles?) de antibiticos naturales, y solo una pequesima parte (menos de cien) han llegado a ser producidos industrial-mente y utilizados en la medicina humana y animal. Cul es la funcin natural de los antibiticos? Los an-tibiticos son substancias que median en las comunica-ciones intercelulares, substancias organizadoras de los ciclos vitales y la homeostasis de las poblaciones y comunidades microbianas. El papel de los antibiticos en la naturaleza no es necesariamente, como podra pa-recer a primera vista, el de intervenir como armas en la guerra entre bacterias. Su efecto inhibidor del cre-cimiento de otros microorganismos tendra, en primer lugar, una funcin defensiva, no ofensiva; por otra parte, este efecto inhibidor no tiene por objeto eliminar otras bacterias, sino solo la prevencin de un crecimiento excesivo de los microorganismos en un ecosistema in-tegrado. La difusin de los antibiticos segregados por bacterias productoras asegura una zona exclusiva a una cierta distancia de estas. En los lmites de esa zona, las bacterias potencialmente competidoras se enfrentan a concentraciones antibiticas muy bajas, insufi cientes para eliminarlas, pero s para reducir su tasa de creci-

    miento y evitar la sobrepoblacin. Estos fenmenos de inhibicin son frecuentemente recprocos y multilatera-les, lo que asegura la diversidad y el equilibrio del con-junto; las bacterias son profundamente demcratas, o, al menos, son un perfecto ejemplo, totalmente compatible con los enunciados de Thomas Hobbes (1588-1679), de cmo las leyes naturales, reduciendo la libertad (libertad para dominar) de cada individuo, aseguran el manteni-miento de la existencia comn, y, en suma, de la existen-cia biolgica misma. Los antibitic