14 ■ JUNIO 2006 SAVIA

n Cartagena, el Ayuntamiento seplantea instalar cámaras de vídeo enla calle para vigilar los sitios de interéshistórico para disuadir a las hordas deturistas gamberros que han cometido toda serie de tropelías contra el ingente

patrimonio de la ciudad murciana. A los continuosataques sufridos por el Monumento al Procesio-nista de la plaza de San Sebastián le siguió la ro-tura del brazo de la estatua de Colón, en la Mura-lla del Mar.

Aparte de la presión urbanística y la degrada-ción del medio ambiente, el aumento del vanda-lismo urbano y de los destrozos del patrimonio –nosiempre con la finalidad lucrativa del expolio– queestán sufriendo nuestros municipios históricos sonrazones poderosas que contribuyen a crear un cli-ma de opinión contrario a nuestro actual modeloturístico. Tanto es así que la voz inglesa hooliganresulta tristemente familiar en nuestro vocabula-rio. Y lo es porque España es un destino muy atrac-tivo para los hooligans, debido a su buen clima ygran oferta lúdica, que además encuentran a pre-cios accesibles, y cerca de casa. Las aerolíneas debajo coste han facilitado mucho las cosas para ve-nir un fin de semana y, de hecho, según una en-cuesta publicada en “The Times”, Barcelona y Se-villa son los destinos preferidos de los británicospara celebrar sus despedidas de soltero, seguidasde Amsterdam y París.

La falta de mesura en el consumo de alcohol demuchos turistas, y no sólo los británicos, se demuestraen una curiosa estadística que se ha realizado en Be-nidorm (Alicante): mientras que el consumo medioanual de cerveza se sitúa en 76 litros por habitante yaño, en verano llega hasta los 300 litros.

El debate sobre la calidad del turismo que so-mos capaces de atraer está adquiriendo tales di-mensiones que incluso está afectando a nuestra ima-gen en el exterior. Por ejemplo, el geógrafo escocésNeil Smith se ha dedicado a propagar a los cuatrovientos que el barrio barcelonés de El Raval es “unparque temático lleno de británicos borrachos”. Suapreciación nos pone a la altura de las preocupa-

ciones del primer destino turístico del mundo, Fran-cia, donde cunde la preocupación por la “temati-zación” de todo el país.

Urbes temáticasEl sociólogo Salvador Giner, de la Universidad Au-tónoma de Barcelona, se cuenta entre lospartidariosde que los regidores de las urbes históricas tomencartas en el asunto, con medidas tan drásticas co-mo regular el flujo de los turistas y reducir el acce-so del tráfico rodado. “Se tiene que poner un cotoa los visitantes, porque se puede acabar convirtien-do a la ciudad en un parque temático”, advierte.

Este experto ha hecho suya la opinión de quelos monumentos nopueden soportar la visi-ta de tantos turistas.Pues ,si bien la mayorparte de los 55,6 millo-nes de extranjeros quenos visitaron el año pa-sado lo hicieron bajo losalicientes del sol, la pla-ya y la fiesta, muchostambién vinieron por lala singularidad de nues-tra cultura, alicientes delturismo interior.

Pero, “¿cuántos pue-den entrar en la cueva deAltarmira o subir los pel-daños de La Giralda sinacabar con ella?”, se pre-gunta Salvador Giner. Dehecho, ambos monu-mentos están sujetos aun severo régimen de vi-sitas controladas, lo mis-mo que los palacios na-zaríes de la Alhambra, eltercer monumento másvisitado en España, li-mitado a 300 turistas ca-da cinco minutos.

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ACTIVIDADDEL SECTOR

Turistas limpiospor el patrimonio

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En Andalucía, Levante y los archipiélagos balear y canario cunde la impresiónde que insistir en el desarrollo del turismo de masas terminará por destruir losobjetivos del interés de los turistas: su patrimonio natural y cultural

IMAGENEXTRANJERAEl debate sobre lacalidad del turismo quesomos capaces deatraer está adquiriendotales dimensiones queincluso afecta a nuestraimagen en el exterior.

16 ■ JUNIO 2006 SAVIA

ACTIVIDADDEL SECTOR

Espacios costeros amenazadosEl futuro del litoral español tie-ne a la vista urbanizaciones,campos de golf y puertosdeportivos que ponen en peli-gro su equilibrio natural

SAVIA JUNIO 2006 ■ 17

18 ■ JUNIO 2006 SAVIA

ACTIVIDADDEL SECTOR

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EXPLOTACIÓNANDALUZAEl coste del consumo deenergía y agua y lageneración de residuossólidos urbanos quecausan los turistas enAndalucía superan alingreso económico quedeja el turismo en lazona.

Para las urbes históricas dirimir la cuestión so-bre cómo preservar mejor el vasto patrimonio cul-tural y natural de España sin dañar la economía noes nada fácil. Bien lo saben los toledanos, cuya ca-pital está declarada Patrimonio de la Humanidad porla Unesco y la visitan cerca de dos millones de per-sonas cada año. Y aunque Toledo tiene que soportarpor el turismo un gasto añadido en los servicios (losde limpieza, por ejemplo, se triplican en el área mo-numental), la concejala de turismo, Ángela Moreno,reconoce que “compensan con creces los beneficios”que aporta el sector turístico, del que cada vez de-penden más puestos de trabajo.

La cuestión es, según un portavoz de la Alianzapara la Excelencia Turística (Exceltur), que “todoslos ciudadanos de este país tienen que tomar una con-ciencia más clara de que el turismo es una prioridadnacional, generadora de riqueza y empleo, de la queviven cientos de miles de empresas y millones deespañoles”. Esta asociación, que engloba los intere-ses de las principales 30 empresas turísticas de Es-paña, cree que 1,5 millones de empleos y el 11% dela riqueza nacional están en juego.

Industria depredadoraGenerar esta riqueza tiene sus contrapartidas en losdaños, físicos y de apreciación estética, que la pre-sencia masiva de turistas provoca en el patrimonio.Porque la turística es una industria depredadora, quenunca descansa y que fagocita todo aquello que en-cuentra. La urbanización del litoral mediterráneo es-tá alcanzando cotas que molestan a las gentes quehabitan todo el año en este entorno, que ya no per-ciben los beneficios de abundar en el enriqueci-miento turístico. Un informe de Exceltur señala quela sobreconstrucción está jugando en contra del pro-pio destino turístico en Andalucía (Costa del Sol yCosta Tropical); en Levante, ( Costa Brava, CostaDorada y Costa Cálida); en Baleares (algunas zonasde Mallorca); y en Canarias (Gran Canaria, Teneri-fe y Fuerteventura).

Los hoteleros son plenamente conscientes deello. José Guillermo Díaz Montañés, presidente dela Confederación Española de Hoteles y AlojamientosTurísticos (CEHAT), afirma que el sector “está atra-vesando unos momentos muy críticos acosado porel depredador desarrollismo inmobiliario, la cre-ciente competencia de los destinos emergentes y lacaída del número de pernoctaciones y estancia me-dia de los mercados extranjeros”. En su opinión, es-tos fenómenos, sumados al crecimiento de la ofer-ta ilegal (11,5 millones de turistas), “tienen comoconsecuencia una caída de la rentabilidad”.

La entrada de lleno de los promotores inmobi-liarios en la industria turística ha generado una gue-rra de precios que provocó una caída de rentabili-dad en los cuatro últimos años de entre un 15% yun 30% para el 70% de los hoteles y alojamientosturísticos en España, denuncia CEHAT.

Los ciudadanos andaluces, en concreto, parecen

haber llegado a su límite de paciencia, porque enun informe sobre el grado de sostenibilidad en An-dalucía –encargado por la Junta y que incluye la or-ganización ecologista Greenpeace en su informe“Destrucción a toda costa” –se pone de manifiestoque el incremento desmedido que provoca la afluen-cia de turistas en la generación de residuos sólidosurbanos y en los consumos de energía y agua supe-ra ya al gasto que hacen los turistas.

El balance del turismo, por tanto, comienza a sernegativo en la región. Pero, desde el sector hotele-ro se apunta que se debe al boom del turismo resi-dencial en el litoral. Según el Instituto Nacional deGeografía, el 59% del litoral andaluz ya está urba-nizado y Greenpeace denuncia que las oficinas ur-banísticas del litoral están acosadas por el peso de4.000 expedientes de infracción, “lo que permite afir-mar que la gran mayoría de los municipios litora-les no están apostando por un desarrollo compati-ble con el medio”. Hasta la Federación Andaluzade Constructores ha tenido que reconocer la exis-tencia de esta masificación, pero señala como res-ponsables a todos los organismos públicos y priva-dos, económicos y sociales.

El apoyo de la opinión pública a la reacción eco-logista contra la presión urbanística en el entornodel Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en Almería,ha logrado un hito que consideran simbólico de sulucha: implicar a la Junta de Andalucía para demolerel Hotel Algarrobico, que se había levantado en te-rrenos protegidos y a sólo 28 metros de la playa. Lapromotora, Azata del Sol, no había informado deello a todas las administraciones públicas, por lo quela Junta inició en abril el derecho de retracto por laoperación de venta de una parcela del Ayuntamientode Carboneras a la empresa en 1999.

Ahora bien, según la Coordinadora para la De-fensa del Litoral Almeriense, gran parte del perímetroexterior del Parque de Cabo de Gata-Níjar está ate-nazado por los planes urbanísticos de los munici-pios, que “en diez años van a hacer de esta zona una

aglomeración urbana más extensa que Madrid:400.000 viviendas, 30 campos de golf y dos millo-nes de habitantes, incluido Palomares”.

Si a esta presión unimos el avance de los expo-lios del patrimonio de los más de 3.000 yacimien-tos arqueológicos catalogados en la región, cabe com-prender la oposición de la sociedad andaluza al avan-ce sin frenos del desarrollo turístico. Por ejemplo, elcabo de la Guardia Civil Félix Pérez denuncia la si-tuación del yacimiento de El Gandul, a 3 kilómetrosde Alcalá de Guadaira (Sevilla), que alberga tesorosdesde el Paleolítico, y cuyo terreno cae en buena par-te dentro de un coto privado: “Cuando llegué aquíhace 13 años esto ya estaba bastante expoliado, so-bre todo las tumbas romanas con sus ajuares”.

Los agentes de la Guardia Civil y del Servicio deProtección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Se-prona) son los que tratan de evitar estas fechorías.Un total de 1.085 agentes han sido formados esteaño por la Consejería de Cultura de la Junta de An-dalucía específicamente sobre protección del pa-trimonio arqueológico contra el expolio.

En todo caso, el balance de la actividad turísticapara todo el territorio nacional tampoco sale ya a cuen-ta para el Consejo Económico y Social, que en un in-forme de 2004 concluyó que el presupuesto necesa-rio para mantener toda la infraestructura turística (ae-ropuertos, hoteles, limpieza y servicios en las pla-yas) superó en un 25% a los ingresos del sector.

El levantamiento insularLos archipiélagos parecen especialmente sensiblesal deterioro del patrimonio natural, aunque las re-acciones de autoridades y empresarios turísticos lle-gan al cabo de años de desarrollo económico. A finde compensar los daños que el desarrollo turísticoejerce sobre el patrimonio natural y cultural, el pre-sidente de la Baleares, Jaume Matas, decidió impo-ner una ecotasa que grava a los turistas por noche deestancia en un establecimiento turístico.

Pero la ecotasa tiene detractores, entre ellos, Fer-nando Perelló, presidente del Círculo Financiero deBaleares: “Justo es reconocer que durante décadastodos asistimos a estos destrozos monumentales sinpestañear, salvo algún artículo esporádico y algunagestión poco exitosa. Pero de ello culpamos natu-ralmente a los turistas y por ello los penalizamos”.

Lo más evidente es el deterioro del litoral y delas playas, pero ésta es sólo una parte de la historia,que continúa en las profundidades marinas. Na-ciones Unidas ha estimado que cada año el mar re-cibe de ríos y vertederos 6,4 millones de toneladasde basura y que el 70% termina expandiéndose porlos fondos marinos. María José Caballero, respon-sable de la campaña de costas de Greenpeace, creeque lo verdaderamente eficaz es la concienciaciónsocial y ambiental ciudadana: “Pequeñas accionescomo aparcar el coche encima de las dunas, arran-car vegetación o dejar basura en la playa deterio-ran irreversiblemente estos espacios”.