transición a la vida activa

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Tesis Doctoral Luis A. Aramburu-Zabala Higuera Dtor: Dr Julio Fernández Garrido TRANSICION A LA VIDA ACTIVA: PROCESOS DE BUSQUEDA DE EMPLEO EN UNA MUESTRA DE UNIVERSITARIOS MADRILEÑOS MADRID, FEBRERO 1998.

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  • Tesis Doctoral

    Luis A. Aramburu-Zabala Higuera

    Dtor: Dr Julio Fernndez Garrido

    TRANSICION A LA VIDA ACTIVA:PROCESOS DE BUSQUEDA DE EMPLEO EN UNAMUESTRA DE UNIVERSITARIOS MADRILEOS

    MADRID, FEBRERO 1998.

  • TRANSICION A LA VIDA ACTIVA:

    PROCESOS DE BUSQUEDA DE EMPLEO EN UNAMUESTRA DE UNIVERSITARIOS MADRILEOS

  • INTRODUCCION

    Ciertamente, la Psicologa cientfica no ha sido la primera disciplina que seha interesado por conocer los complejos procesos que determinan la transicin delos jvenes a la Vida Activa. Tampoco se ha dado prisa a la hora de proponerintervenciones que sirvan para ayudar a los demandantes de empleo en susesfuerzos por localizar y conseguir trabajo, en un contexto de crecientes dificultadespara la insercin laboral. Ms bien, han sido otros/as especialistas quienes se hanocupado de efectuar la radiografa de la transicin, detectar los principales escollosy apuntar estrategias que faciliten el trnsito entre la escuela y el trabajo. Por otraparte, la insercin laboral ha sido un terreno particularmente apto para elflorecimiento de propuestas ms o menos guiadas por el sentido comn, pero casisiempre carentes de cualquier base experimental. Cuando, finalmente, losprofesionales de la Psicologa toman posiciones en este campo, a menudo tienenque aplicar sus conocimientos sobre la marcha, casi sin tiempo para debatir lasimplicaciones de los programas que acaban de elaborar. El precio pagado ha sidola debilidad de los modelos tericos, la escasez y dispersin de la investigacinemprica y, en definitiva, la relativa ausencia de herramientas de intervencinconsolidadas. Tal es el panorama incierto de la intervencin psicolgica en el mbitode la Transicin a la Vida Activa, en contraste con la seguridad con que los otrosexpertos pregonan su mercanca en los medios de comunicacin.

    Es obvio que esta situacin no es una novedad para los psiclogos/as ni tieneque interpretarse como algo negativo. Por el contrario, las anteriores dificultadesson una prueba de que la Psicologa ha tomado contacto con problemas queinteresan a las personas, en reas tan diversas como el consumo, la salud o eldesempleo, por citar slo tres campos donde los psiclogos/as han realizadocontribuciones significativas. En estos terrenos, se necesit al principio una dosisde audacia y sentido comn, matizadas luego por las exigencias del mtodocientfico. La convergencia entre la Psicologa y las preocupaciones cotidianas de

    Transicin a la Vida Activa1

  • las personas ha permitido desarrollar conceptos y herramientas psicosociales quefinalmente han tenido gran aceptacin entre el pblico, compitiendo casi siemprecon una legin de gurs que basan sus asertos en la pura intuicin. Nos parece queeste enfoque de la Psicologa, que implica una mezcla caracterstica de teora yaplicacin, presenta unas perspectivas muy prometedoras y puede, por tanto,atraer el inters de muchos/as especialistas.

    El autor deseara situar su tesis en este contexto de relativa precariedad, queno descuido. Por consiguiente, este trabajo es un intento de analizar una actividadimportante de la vida de la gente , sobre una muestra de universitarios yuniversitarias de la Comunidad de Madrid a punto de finalizar los estudios. Elconjunto de datos y conclusiones de este trabajo resume varios aos de dedicacindel autor a la temtica de Transicin a la Vida Activa, incluyendo una investigacinreciente que hemos realizado bajo la direccin del Dr. Julio Fernndez para el Centrode Documentacin e Investigacin Educativa del Ministerio de Educacin y Ciencia,la cual nos ha proporcionado una parte de los materiales que se analizan en elEstudio Exploratorio de la Segunda Parte. Nuestro deseo es que esta investigacincontribuya a destacar un rea de la Psicologa que puede mejorar de maneraimportante la calidad de Vida de las personas.

    Transicin a la Vida Activa2

  • PLAN DE ESTE TRABAJO

    Como se ha sealado, la Primera Parte se centrar en la discusin de losmodelos tericos e investigaciones empricas que tienen como eje la temtica de losprocesos de bsqueda de empleo. Para ello, analizaremos en primer lugar el mbitode investigacin de la Transicin a la Vida Activa desde el punto de vistasociolgico y psicosocial. La Transicin como ncleo de estudio es, efectivamente,el contexto ms genrico en el cual se insertan buena parte de los estudios sobrela conducta de bsqueda de empleo y su conocimiento nos permite entender elmareo de referencia de los investigadores. A continuacin, repasaremos lasprincipales lneas de investigacin psicosocial sobre el comportamiento de bsquedade empleo (job-search behavior) distinguiendo entre los trabajos que elaboranexplcitamente o parten de una base terica y los de orientacin emprica y aplicada.

    Dentro de las investigaciones centradas en la teora estableceremos unadivisin-clasificacin segn la orientacin ms bien cognitiva, conductual o mixtade los autores y haremos una mencin especial al modelo de la Expectativa-valencia, que inspira las dos predicciones que intentamos comprobar en la ParteSegunda.

    En lo relativo a las investigaciones que no se centran directamente en lateora, nos hemos fijado en primer trmino en aquellos estudios que, sin llegar adesarrollar un modelo terico, se ocupan al menos de discutir y verificar lashiptesis de los modelos consolidados. Llamaremos a este grupo de trabajosInvestigaciones con implicacin en la teora. Tambin nos referiremos a losinvestigadores que han desarrollado modelos de intervencin psicosocial para suutilizacin con individuos o con grupos de demandantes de empleo, cuyaproduccin ocupa muchas e interesantes pginas de la bibliografa sobre Transicina la Vida Activa. Por ltimo, deseamos ofrecer una panormica del conjunto un

    Transicin a la Vida Activa3

  • tanto disperso de trabajos de orientacin emprica que abordan cuestionesrelevantes, como las que tienen que ver con el perfil psicosocial de los buscadoresexitosos, el papel de las redes de apoyo social o las estrategias de bsqueda quefacilitan la rpida consecucin de empleo. Si bien los trabajos netamente empricosrara vez descubren verdaderas relaciones de causalidad, al menos tienen el mritode abordar cuestiones importantes para los buscadores de empleo y a menudo sonel primer paso hacia la teora.

    Para finalizar esta Primera Parte, tomaremos las sugerencias de G. Dreher(1982> como punto de partida para la reflexin sobre el peso de las variablesmacro y micro en la motivacin de bsqueda de empleo. Puesto que el marcaactual de la investigacin no es enteramente satisfactorio para explicar esamotivacin, parece recomendable orientarse hacia otros modelos que tengan msen cuenta la situacin particular de los demandantes. Algunos programas defomento activo de la colocacin (OIT, 1 993) seran el equivalente tcnico deestos nuevos modelos, en la medida en que se ocupan de avluar la motivacinindividual y de crear las condiciones que facilitan la insercin de los desempleados.

    En concreto, esta Primera Parte incluye los siguientes epgrafes:

    Transicin a la Vida Activa4

  • PARTE 1. TRANSICION Y BUSQUEDA DE EMPLEO: ASPECTOS TEORICOSpg.

    1. CONDUCTAS DE BUSQUEDA DE EMPLEO:AMBITO Y PERSPECTIVAS 9

    11. EL AMBITO DE INVESTIGACION:TRANSICION A LA VIDA ACTIVA 9

    111. El punto de vista sociolgico 10112. El punto de vista psicosocial 14113. La Transicin como ncleo de estudio 17

    12. LA INVESTIGACION SOBRE BUSQUEDA DE EMPLEO 20

    121. LA INVESTIGACION CENTRADA EN LA TEORA 24

    1211. Teoras cognitivas 31

    A) Teoras de la motivacin de bsqueda 31- Teora de la Expectativa 31- Teora de la Atribucin 33-Teora de la Conducta Planeada 36- Teora de a Autoeficacia 40

    B) Teoras de/proceso de toma de decisin 42- Modelos racionales 43- Modelos de racionalidad limitada 44

    1212. Teoras no cognitivas 46

    1213. Teoras cognitivo-conductuales 48

    1214. Expectativa-valencia y bsqueda de empleo 55

    122. OTRAS INVESTIGACIONES 74

    1221. Investigaciones con implicacin en la teora 74

    1222. Modelos de intervencin 77

    1223. Investigaciones empricas 82

    A> El perfil psicosocial en la bsqueda de empleo 83B) Redes de apoyo sociaL 89C) Estrategias de bsqueda activa. 93

    13. ENFOQUES AMPLIADOS 96

    131. Dimensiones micro y macrode la motivacin 98

    132. Un nuevo marco para la intervencin 101133. Consecuencias para la intervencin 109

    5 Transicin a la Vida Activa

  • La Segunda Parte incluye una investigacin aplicada cuyo objeto es analizarel peso de los posibles mediadores de la actividad de bsqueda de empleo, en elcontexto de la teora motivacional de la Expectativa-valencia, un enfoqueampliamente divulgado entre los especialistas de la Psicologa del Desempleo.Igualmente, se tratar de explorar con una metodologa transversal-longitudinalalguno de los efectos de un Taller de entrenamiento en destrezas de bsquedasobre las conductas e intenciones de bsqueda de empleo, as como las posiblesdiferencias por gnero en un conjunto de dimensiones significativas para laactividad de bsqueda. En particular, la Segunda Parte comprende los siguientesapartados:

    PARTE II. INTERVENCION SOBRE LA TRANSICION: INVESTIGACION APLICADA21. Introduccin a la investigacin 112

    22. Metodologa, predicciones y objetivos 113

    23. Descripcin de la Muestra 115

    24. Procedimiento 118

    25. Los instrumentos de investigacin 120

    26. El tratamiento y el grupo de control 126

    27. Elaboracin y presentacin de datos 129

    28. Resultados 130

    281. Estudio confirmatorio 130

    a) relacin entre Expectativas yEsfuerzo o intencin de bsqueda 132

    bl relacin entre Centralidad del empleo yEsfuerzo o intencin de bsqueda 138

    282. Estudio Exploratorio 144

    a> Efectos del Taller i ~b) Diferencias por gnero 186

    29. Conclusiones de la Segunda Parte 203

    3. Transicin y bsqueda de empleo: recapitulacin final 206

    6 Transicin a la Vida Activa

  • Por otro lado, nos ha parecido interesante incluir una Addenda que d cuentade las tasas de insercin en 1997 de los participantes en catorce Talleres queimpartimos entre los aos 1993 y 1 995 en la Universidad de Alcal de Henares.Pese a que en esta muestra de universitarios no nos fue posible trabajar con ungrupo de control equivalente, nos parece que los datos obtenidos en la muestra1 993-95 pueden darnos una idea aproximada sobre el itinerario de insercin desujetos de distintas carreras en los aos inmediatamente posteriores al fin de losestudios. Finalmente, una Bibliografa temtica sobre Transicin a la Vida Activa,Bsqueda de Empleo y tpicos afines pretende ofrecer una revisin actualizada afecha de octubre de 1997 de los principales trabajos realizados en los ltimos aosdesde una perspectiva psicosocial, as como otros documentos de inters para losinvestigadores. Nuestra aportacin concluye con una serie de Anexos donde seencontrar una seleccin de materiales usados en esta investigacin, comoprotocolos de recogida de datos, claves de codificacin y puntuacin de lasrespuestas, materiales didcticos usados en la experiencia, etc. junto a los anlisisestadsticos, tablas y grficos que ilustran los resultados de la Segunda Parte.

    * * *

    7 Transicin a la Vida Activa

  • TOMO 1PARTE I.TRANSICION Y BUSQUEDA DE EMPLEO:

    ASPECTOS TEORICOS

    8

  • 1. La investigacin sobre conductas de bsqueda deempleo mbito y perspectivas.

    11. El mbito de investigacin: Transicin a la Vida Activa

    Tradicionalmente, la investigacin sobre las conductas de bsqueda deempleo se ha enmarcado dentro de los estudios sobre Transicin a la Vida Activa(Clarke, 1980; Peir, 1989>, un campo emergente donde trabajan especialistas dedistintas Ciencias Sociales y al cual no son ajenos, desde fechas recientes, lospsiclogos. Dada la vinculacin existente entre las dos temticas, parece oportunoempezar este trabajo con un breve examen de la nocin de Transicin a la VidaActiva y sus principales lneas de investigacin. La utilidad de este examen esdoble: por un lado, nos sirve para delimitar el concepto mismo de Transicin en suvertiente psicosocial y, por otro, nos ayuda a aclarar cul puede ser la contribucinde los psiclogos en un campo que hasta la fecha cuenta con ms tradicinsociolgica que psicolgica.

    A qu se llama Transicin

    El concepto de Transicin a la Vida Activa cuenta con una tradicinbibliogrfica importante de ensayos sociolgicos y de acopio de datos bsicos sobreel grupo de edad juvenil mediante encuestas, de mbito nacional, entrevistas, etc.Comparativamente, la contribucin de los psiclogos a este mbito es ms bientarda y slo recientemente se han consolidado equipos de investigadores que

    9 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • abordan con rigor esta temtica (en Espaa Peir y otros, 1 987; Torregrosa y otros,1989; Peir y otros, 1993, etc.) Una de las consecuencias de ese retraso es lanotable ambigedad con que los psiclogos utilizarn este concepto, que enocasiones tiene un significado netamente psicolgico (percepcin individual de uncambio significativo y reacciones al mismo> y en otras pertenece ms bien a latradicin sociolgica .

    111. El punto de vista sociolgico

    Como se ha apuntado, han sido los especialistas en Sociologa de la Juventudquienes a partir de los aos setenta retoman el concepto de transicin para referirsea la situacin particular de muchos jvenes que, en los paises de la OCDE, estnen periodo de espera entre la escuela y el mundo del trabajo. As, la nocin detransicin, que vena utilizndose desde la II Guerra Mundial, adquiere un sentidonuevo como Transicin a la Vida Activa y laboral en un momento degeneralizacin del desempleo y cambio en las relaciones entre los agentesresponsables de la socializacin juvenil.

    Casal y otros (1991> sealan que el uso del trmino transicin se hageneralizado entre estudiosos, tcnicos y polticos afines al tema. Segn estosautores, en la actualidad el trmino se usa en dos sentidos distintos:

    - Transicin como paso de la escuela a la Vida Activa, acepcin que limita elcampo al periodo entre la salida del sistema escolar formal y la obtencin deempleo. Esta acepcin prima entre los responsables de las polticas de formaciny empleo juvenil , as como en muchos estudios y prospectivas del empleo de los

    10 T,ansicin a la Vida Activa - Parte

  • - Transicin como paso de la adolescencia a la vida adulta: una acepcin msamplia en sentido temporal y en sentido de proceso social (abarca otros aspectoscomo la autonoma social y familiar).

    Para estos socilogos, el trmino transicin no identfica a un grupo social oa un grupo de edades concreto, sino que se refiere ms bien a un proceso social,socia/mente establecido, segn el cual los adolescentes devienen adultos . En un nivel conceptual, introduce un cambio importante en lasconnotaciones clsicas del concepto de Juventud, que tenda a borrar lasdiferencias existentes entre los jvenes y ofrecer una imagen artificialmentehonognea de los mismos. Asimismo, ha permitido a los socilogos diferenciar entrela transicin como proceso social organizado y las actuaciones concretas de lossujetos que protagonizan la transicin, las cuales seran el resultado de lainteraccin entre las estrategias individuales y la estructura social de la transicin.

    b) Desde el punto de vista metodolgico, la investigacin sobre la transicinvuelve a poner el acento en las dimensiones de proceso, cambio y biografa, que

    11 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • tambin sern relevantes en los anlisis psicolgicos y psicosociales. Consecuentecon ello, este nuevo enfoque va a priozar la metodologa longitudinal como mtodode anlisis de los procesos de insercin de los jvenes en el mercado de trabajo.

    -a Transicin a la Vida Activa y los itinerarios de insercin juvenil

    Un campo de investigacin preferente en la Sociologa juvenil ha sido elestudio de los modelos emergentes de Transicin a la Vida Activa y susconsecuencias sobre los itinerarios de insercin social y profesional de los jvenes(Schwartz, 1984>. Estos modelos describen el marco general que determina lasconductas individuales de los demandantes de empleo y por esta razn son de granutilidad para los psiclogos. Coleman y Husn (1985) describen tres caractersticasprincipales del modelo de Transicin prevalente entre muchos jvenes de clasesmedias de los paises industrializados:

    lO. El retraso comparativo en la asuncin de las responsabilidades adultas porparte de los jvenes, como consecuencia de la prolongacin de la escolarizacinms all de los estudios secundarios. Coleman y Husn en particular, refieren unaclara tendencia a ap/azar el momento en que (los jvenes) creen oportunoasen tarse, bien por un deseo de explorar alternativas o bien para retrasar elmomento de asumir responsabilidades. (Coleman y Husn 1989:56);

    20. Un influjo de la escolarizacin prolongada sobre el nivel de lasexpectativas asociadas al rol laboral, esto es, sobre el tipo de empleo al que sepodr optar y la correspondiente posicin social. Esas expectativas corresponderan,en parte, a situaciones que existan en el pasado y que en parte ya estn superadas.

    12 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • Al respecto, se seala que cuanto ms elevado es el nivel de instruccin de losjvenes, ms se rechazan las tareas repetitivas y rutinarias propias de la industriamanufacturera (Coleman y Husn, 1985>.

    13 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • 112. El punto de vista psicosocal

    Hasta aqu hemos hecho un breve repaso del concepto de transicin en laSociologa, una disciplina cuyos enfoques pioneros han influido en otras CienciasSociales, entre ellas las Ciencias de la Conducta. En lo referente a la Psicologa, hayque decir que, en un sentido genrico, el concepto de transicin cuenta con uncierto historial entre los investigadores (Louis, 1980). As, en Psicologa Evolutivay en los estudios sobre el llfe-span o ciclo vital se habla a menudo de la transicina la vida adulta (transtions nro adulthood) y transiciones en el desarrollo(developmental rransitions), mientras que la Psicologa Organizacional utiliza losconceptos de transicin laboral y anlogos (job - career - / occupational transftionsjy en Psicologa Social se habla a menudo de transiciones de rol laboral (work-roley role transitions>2.

    Walsh y Osipow (1990>, despus de revisar las definiciones del concepto,llegan a la conclusin de que en general los psiclogos y psicosocilogos han usadoel trmino transicin para referirse a periodos breves de la vida de un sujeto dondese producen cambios relevantes cuyos efectos se dejan sentir a lo largo del ciclovital. Otros psiclogos abundan en la misma idea con distintos matices. McCormicke lgen (1992>, por ejemplo, conciben las transiciones como periodos de la vidalaboral en los que se registran cambios significativos y de gran alcance en labiografa individual. En esos periodos, el sujeto se ve obligado a realizar actividadesy poner en juego destrezas diferentes de las que eran habituales hasta esemomento. Estos autores definen las transiciones de carrera (career transitions)como momentos de la carrera de un sujeto donde se plantean cambiossustanciales respecto a lo que esa persona vena haciendo en el pasado.

    2.- Como es obvo. el objeto de este ttabajo no son aquellas transiciones de rol de breve duracinque tienen lugar en la vid, diaria (por ejemplo, entre el trabajo remunerado y el trabajo domestico>, sinoaquellas que implican un cambio duradero, y que coinciden a menudo con el trAnsito de una etapa~ Oastadio a otro distinto dentro del ciclo vital del individuo.

    14 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • (McCormick e lgen, 1992: 251). En un sentido similar, pueden encontrarsereferencias al concepto de transicin en otros investigadores, como Levinson(1978>, Super (1984>, Schlossberg (1984>, quien lo caracteriza como un puenteo zona fronteriza entre dos situaciones de mayor estabilidad (Schlossberg,1984:49>, etc.

    Si bien parece que en la literatura psicolgica y psicosocial el uso del trminotransicin est bastante arraigado, algunos autores han detectado una notableimprecisin en su significado. As, Jepsen defiende un acercamiento netamentepsicolgico (Jepsen, 1990:133) sealando tambin que Super (1984> ha propuestoque el trmino transicin se use para referirse a los cambios que ocurren dentro dela persona y no para los eventos exteriores a ella, un punto de vista que difiere delexterna/ismo habitual en otros psiclogos. En la misma lnea, Schlossberg (1984>indica que es incorrecto considerar un evento dado como transicin, a menos quela persona que lo experimente lo haya definido como tal. Teniendo en cuenta esto,Jepsen (ibid.) concluye que la idea de transicin puede referirse tanto a laspropiedades estimulares de los entornos (es decir, el cambio que sucedeobjetivamente>, como a las propiedades de respuesta de la conducta de la persona(cmo se reacciona ante ese cambio) o la interaccin entre ambas. Segn elpunto de vista de este investigador, parece ms consistente con el punto de vistaorgansmico (sic) considerar la transicin como algo que se refiere a la conducta dela persona. (Jepsen, ibdem>.

    En resumen, puede decirse que los psiclogos utilizan el trmino transicinen dos sentidos distintos y complementarios, uno de contenido rigurosamentepsicolgico y otro ms prximo a la tradicin sociolgica . En sentido estricto, unatransicin psicosocial sera el conjunto de conductas, decisiones y expectativas

    15 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • que desarrolla un individuo para afrontar los cambios significativos en el ciclo vital.Por esta razn, Jepsen (1990) insiste en que la nocin de transicin slo tiene unverdadero sentido psicolgico cuando se refiere a los cambios percibidos por elsujeto ms que al cambio objetivo en s mismo. De acuerdo con este punto de vista,el concepto complementario al de transicin es el estadio, ya que el primero sueleasociarse con los procesos de flujo y reorganizacin mientras que el segundo serefiere a situaciones de equilibrio.

    Una transicin panicular: de la escuela a la Vida Activa

    Desde el punto de vista psicosocial, la Transicin a la Vida Activa se refierea las percepciones y conductas que tienen que ver con una modalidad particular detransiciones de rol (Louis, 1980); en concreto, aquellas que tienen lugar entre el finde la adolescencia y el estadio del desarrollo que Levinson (1978> ha denominadoprimera edad adulta. As pues, en el plano individual podemos concebir laTransicin a la Vida Activa como un conjunto articulado de decisiones individuales,expectativas de futuro y estrategias de accin que se relacionan con el trnsito ala vida adulta y laboral (Casal, 1996>. Ese trnsito es especialmente interesanteporque se sita entre el fin de los estudios reglados y el ingreso en el mundo deltrabajo. Se ha sealado repetidamente que, en nuestra cultura, el acceso al primerempleo es un episodio bsico del ciclo vital, ya que condiciona el resto de lasinteracciones y escenarios de la vida adulta . Por estemotivo, la transicin entre el fin de los estudios reglados y el empleo ha atraido laatencin de los psiclogos, especialmente desde el momento en que se generalizanlas dificultades de insercin para los jvenes y los investigadores empiezan a hablarde transiciones en precario y transicin por aproximaciones sucesivas (Casal,

    16 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • 1996>. Es as como el estudio de los procesos de transicin entre la escuela y lavida adulta ha llegado a adquirir carta de naturaleza tanto en el dominio de laPsicologa de las Organizaciones

    17 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • A este respecto, Peir seala que esta situacin de creciente incertidumbreha desencadenado una serie de investigaciones, cuyo objetivo bsico es laclarificacin de esos procesos de transicin, la determinacin de los factores quelos dificultan y la formulacin de medidas que contrarresten esas insuficiencias odisfunciones (Peir, 1989: 170>. Este autor hace mencin a la interesante revisinde L. Clarke (1980> sobre los estudios realizados en el Reino Unido, y presenta esarevisin como una sntesis de las temticas habituales en este tipo de trabajos,mencionando las siguientes reas de investigacin:

    10. La creciente falta de concordancia entre los programas acadmicos y losrequerimientos del mercado de trabajo, debido a las exigencias cambiantes de laactividad laboral y al desconocimiento de esas exigencias por una parte de lacomunidad educativa;

    20. La etapa de la adolescencia y la primera edad adulta (early adulthood) comodos estadios particularmente complejos donde se intensifican los procesos desocializacin nara y en el trabajo;

    30 Las dificultades de interaccin entre las instancias responsables de esa

    socializacin, dada la separacin cada vez mayor entre los mbitos de la familia, laeconoma y el mundo del trabajo, y sus efectos negativos sobre la insercin juvenil;

    40 El anlisis de los senderos de transicin cortos y largos que tienden a seguir

    los distintos grupos de jvenes al finalizar los estudios y los factores que permitenpredecir los resultados de esa transicin;

    50 El estudio de los perfiles de los sujetos presumiblemente en riesgo, paraidentificar objetivos de intervencin y disear programas ad hoc para cada uno deellos; y

    18 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • 60. El anlisis de la actividad de bsqueda de empleo de los jvenes y susdeterminantes, as como el desarrollo de programas de entrenamiento en habilidadesde bsqueda y la evaluacin de las condiciones que optimizan su implantacin.

    Como puede apreciarse, la mayora de estas temticas tienen una relevanciadirecta para el conjunto de las Ciencias Sociales, razn por la cual han atraido elinters de un nmero creciente de psiclogos. Por su parte, Blanch (1990) harealizado una recapitulacin de las principales aportaciones de la Psicologa en estembito y concluye que se trata de un conjunto de trabajos a menudo aplicadosdonde se analiza transversal y longitudinalmente el papel que juegan las variablesindividuales en el trnsito de la escuela al trabajo en una poca de crisis deempleo. En el mismo sentido, Peir

  • 12. La investigacin sobre procesos y conductas de bsqueda deempleo

    * Algunas precisiones terminolgicas

    Puesto que en las pginas que siguen a menudo vamos a usar trminos talescomo procesos, conductas o motivacin de bsqueda, parece convenientehacer alguna aclaracin sobre el significado general que asociaremos a los mismos.Como se ver enseguida, estos conceptos tienen distintos matices segn el autory el contexto en que se usan. Por otro lado, es relativamente sencillo encontrarapreciaciones algo distintas incluso entre investigadores que comparten una mismaorientacin terica y metodolgica; sin contar, por supuesto, que los psiclogos deorientacin conductista tienden a evitar el uso de nociones con carga cognitiva Por consiguiente, nose trata de proponer una definicin universal, sino de precisar qu entiende el autorde este trabajo cuando habla de la motivacin de bsqueda1 en general y de otrosconceptos afines.

    Para empezar, uno de los trminos que usaremos frecuentemente es el deproceso(s) de bsqueda. Una definicin aproximada del mismo podra ser lasiguiente: el esfuerzo consciente de un sujeto que tiene como meta la localizaciny obtencin de un empleo. Ese esfuerzo comprendera, en una primeraaproximacin, las actividades de: (a> autoevaluacin y determinacin de objetivosprofesionales, (b) identificacin y uso de canales de bsqueda apropiados, y (c>participacin en procesos de seleccin. Esta definicin resume los ncleosprincipales de un taller de entrenamiento en bsqueda de empleo pero no incluyeexplcitamente la etapa de incorporacin a la organizacin (Clarke, 1980>. La

    20 Transicin a la Vida Activa - Parte 7

  • inclusin de esta etapa en un concepto amplio de bsqueda nos permitiradisponer de un constructo capaz de abarcar todo el proceso de insercin. Sinembargo, nos parece ms til separar los dos niveles dejob-seeking yjob-gettingya que con frecuencia los factores que determinan la actividad de bsqueda nocoinciden al cien por cien con aquellos que producen el xito final.

    Por otro lado, es obvio que esa definicin del proceso de bsqueda estmuy prxima a la que podra darse del comportamiento o conducta de bsquedade empleo, otra nocin que los investigadores dan a veces por supuesta, sexceptuamos a los psiclogos de orientacin conductual. Al parecer, es complicadodefinir la categorfa conductual de conductas de bsqueda (Ajzen y Fishbein,1 980> ya que se trata de un concepto que abarca muchas realizaciones especificasque tienen lugar durante periodos prolongados y que difcilmente pueden observarseen un estudio de campo. Por lo general, los psiclogos evalan este constructomediante inventarios autodescriptivos de mltiples items que giran en torno a lassiguientes actividades: leer la prensa y publicaciones donde aparecen ofertas,inscribirse en oficinas y agencias de empleo, contactar con amigos y conocidos,enviar curricula y hojas de solicitud a las empresas, telefonear o visitar directamentea empleadores, participar en entrevistas y procesos de seleccin formales einformales, esforzarse por causar buena impresin a los empleadores, etc. Losndices de bsqueda de empleo que se elaboran a partir de esos elementos tienenpor lo general coeficientes de fiabilidad bastante aceptables llama fasepreparatoria (encubierta) de la bsqueda. Hay que decir que esta etapa ha recibidomuy poca atencin hasta la fecha pese a ser el preludio de las conductas efectivasde la fase activa (Soelberg, 1967; Power y Aldag, 1985).

    21 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • Por ltimo, definir la motivacin de bsqueda es una tarea an mscomprometida en la que se corre el riesgo de tomar partido a priori o, tal vez peor,interpretar a un autor de forma indebida. Por ello, nos contentaremos con definir esamotivacin como el inters y la disposicin de un individuo para usar su tiempo yenergas en el trabajo de buscar trabajo. Esta definicin puede incluir otros muchossignificados particulares y est prxima a la idea de disponibilidad, que losespecialistas en desarrollo de carrera consideran clave en la bsqueda de empleo(Muklewicz y Bender, 1988; lnem, 1989). Por otra parte, la distincin entremotivacin y conductas basta para aclarar que, en nuestra opinin, el deseo o laintencin de buscar empleo no equivalen a la bsqueda efectiva y que se necesitanotras condiciones para que la simple motivacin se convierta en un desempeoreal (cfr, Porter y Lawler, 1968>.

    * * *

    Principales lineas de investigacin

    La investigacin sobre procesos y conductas de bsqueda de empleo es,como acabamos de ver, una de las reas de estudio dentro de las temticas deTransicin a la Vida Activa. Los estudios en este campo son bastante recientes y,en general, han recibido menos atencin que otras reas de la Psicologa delDesempleo. As, la revisin bibliogrfica que hemos efectuado sugiere que, enrelacin con temas afines, el volumen de trabajos dedicados a conductas y procesosde bsqueda de empleo (ob hunting behaviors, job-search process, search of work,

    22 T,ansicin a la Vida Activa - Parte Y

  • etc.) es ms bien escaso y un tanto asistemtico. El contenido de lasinvestigaciones suele ser de tipo emprico y hasta la fecha son pocos los autoresque discuten las implicaciones de sus resultados en el marco de un modelo terico.En lo referente a Espaa, el nmero de publicaciones tambin es reducido, y suorientacin y caractersticas tienden a ser una rplica de las que se realizan en otrospaises, sobre todo en los Estados Unidos.

    La investigacin psicolgica en este terreno ha seguido dos direcciones. Ungrupo de estudios se ha ocupado de sistematizar las relaciones existentes entre losprincipales mediadores socio-cognitivos y los determinantes estimulares de loscomportamientos de bsqueda orientndose decididamente hacia la teora. Otrogrupo de trabajos, que se relaciona dbilmente con los anteriores, es de naturalezaemprica y se interesa por las variables precursoras de la conducta de bsquedaen contextos y grupos determinados (por ejemplo, los universitarios, las personascon discapacidades, etc.). La conexin entre los trabajos tericos y los empricosno es siempre evidente y por esta razn hemos preferido presentarlos por separado,sealando las conexiones que pueda haber entre unos y otros. Por lo dems,algunos autores (por ejemplo, Furnham, 1 994> consideran que todos estos estudiosson, en el fondo, un apartado ms de la investigacin clsica sobre lasconsecuencias o reacciones al desempleo, que se centrara especficamente enaquellas variables que predicen la bsqueda de empleo. Pese a esas diferencias, encasi todas las investigaciones hay un marcado inters por las implicacionesprcticas y la Transicin de las personas al mundo del trabajo (por ejemplo, a travsde los talleres de entrenamiento en job-hunting, las tcnicas de consejo, laorientacin laboral, etc.)

    23 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • 121. La investigacin centrada en la teora

    La debilidad terica que caracteriza el mbito de investigacin que Blanch(1990) denomina Psicosociologa de la ocupabiidad no es una cuestin irrelevante.No cabe duda de que la teora es una referencia imprescindible que permite alinvestigador avanzar en la formulacin de predicciones y la interpretacin de susresultados. En ausencia de un paradigma definido, la investigacin corre el riesgode dispersarse y caer en la ancdota. Posiblemente, el caos aparente que se observaen la Psicologa del Desempleo se debe al exceso de investigaciones orientadas alo prctico que apenas tienen en cuenta los modelos explicativos.

    Es verdad que habra que matizar esa afirmacin recordando las importantescontribuciones de una serie de figuras clave de la Psicologa del empleo-desempleo.As, quienes se interesan por la naturaleza de los efectos del desempleo sobre elcomportamiento y la salud mental de los parados cuentan con importantesreferencias en la teora de la deprivacin de M. Jahoda (1982>, y en las rplicasa esta teora, el paradigma agentista de D. Fryer (1986) y el enfoque ecolgicode P. Warr (1987). Desde posiciones distintas, estos tres autores han suministradoexplicaciones para muchos de los fenmenos psicosociales relacionados con eldesempleo, y nos han permitido entender mejor las relaciones complejas entre lasvariables macroeconmicas y psicosociales. Sin embargo, y hecha esta salvedad,hay que reconocer que los soportes tericos de la Psicologa del Desempleo son untanto dbiles y dispersos. Esta apreciacin coincide con las observaciones demuchos estudiosos del tema. Valga como ejemplo la constatacin que hacenWinefield y otros (1993:21-22> tomando como base un comentario de Jahoda:

    24 Transicidn a la Vida Activa - Parte Y

  • Una gran pene de la investigacin sobre el desempleo ha sido a terica, yalgunos influyentes comentaristas, como Jahoda, han sealado que esto esalgo bueno:La mayora de los estudios sobre el desempleo son puramente descriptivosen el sentido de que no estn guiados por una teora formal, sino porcorazonadas. As es como debe ser. En la medida en que el explicandum esobjeto de presunciones y opiniones sesgadas ideologicamente, lasexplicaciones formales son, en el mejor de los casos, prematuras (Jahoda,1988: 16).

    En lo referente al estudio de los procesos y conductas de bsqueda deempleo, que se puede considerar como una rama de la Psicosociologa delDesempleo, la situacin es parecida. Existen indicios, no obstante, de una crecientepreocupacin por vincular la investigacin emprica a los modelos explicativos. Enlas pginas que siguen vamos a repasar las principales teoras y su contribucin alentendimiento de los procesos que determinan la bsqueda de empleo.

    * * *

    25 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Direcciones principales de la teora

    Ante todo, hay que sealar que la orientacin dominante en muchas de lasinvestigaciones ha sido el anlisis de los antecedentes y mediaciones psicosocialesde las conductas de bsqueda de empleo, con la vista puesta en la mejora de lamotivacin de bsqueda. Esa orientacin es coincidente con las evidencias, quese vern ms abajo, acerca del valor de determinados estilos y estrategias debsqueda para la insercin. Por consiguiente, puede afirmarse que esas teoras seocupan de explicar un tipo especfico de conducta dirigida a metas en losdesempleados y no tanto de los efectos psicolgicos del fracaso en la consecucinde empleo. En cuanto a su procedencia, se observar que estamos ante un grupode teoras que tienen su origen en distintos campos de la Psicologa ms queexplicaciones ad hoc elaboradas desde la propia investigacin sobre bsqueda deempleo. Desde tales premisas, hemos realizado una clasificacin de los modelossegn un esquema tripartito que incluye: (a) las teoras de orientacin cognitiva, (b>las teoras no cognitivas y (c) los enfoques mixtos cognitivo-conductuales. La tablasiguiente resume las principales teoras, agrupadas segn este criterio.

    26 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • TABLA 1 - ESQUEMA CLASIFICATORIO DE LAS PRINCIPALESTEORAS PRESENTES EN LA INVESTIGACIN SOBRE LAS CONDUCTAS DE

    BUSQUEDA DE EMPLEO

    GRUPO DETEORAS

    CONTENIDO MODALIDADES

    Teoras cognitivas Estudo de las mediaciones ydeterminaciones psicosocialesde los comportamientos debsqueda incluyendo variablesinternas, comorepresentaciones, actitudes,etc, as como diferenciasindividuales y procesos detoma de decisin.

    - Teoras de la

    motivacin de

    bsqueda

    - Teoras del

    proceso de toma de

    decisin

    Teoras nocognitivas

    Estudio de los procesos derefuerzo y extincin de lasconductas de bsqueda deempleo en contextosindividuales y de grupo.

    - Teora del

    refuerzo

    (enfoques

    conductuales)

    Teoras mixtas Estudio de la interaccin entresituacin estimular y losmediadores internos (patroneso estilos explicativos> paraproducir conductasadaptadas e inadaptadasdurante el desempleo.

    - Teora de la

    Indefensin

    aprendida

    De manera ms precisa, y detallando algo ms los respectivos focos deinters, podemos mencionar los siguientes autores y lineas de investigacin:

    27 Transicin a la Vida Activa - Pan. 1

  • TABLA 2 - TEORAS EXPLICATIVAS DE LAS CONDUCTAS DEBUSQUEDA DE EMPLEO- PRINCIPALES NCLEOS DE INTERS

    Tabla 2.1. TEORAS COGNITIVAS - TEORAS DE LA MOTIVACIN DE BSQUEDA.Principal foco de inters: Determinantes subjetivos de la intensidad de la motivaciny las conductas de bsqueda de empleo.

    nfasis

    Expectativa de xito en la bsqueda(contingencia entre la conducta y laprobabilidad percibida de xito -valencia de los resultados)

    teora

    Expectativa-valencia

    Autores ; Lewin (1936); Vroom; Porter y Lawler , etc.;

    Desarrollo en la bsqueda deempleo: Feather ; Feather yBarber (1983>; Fryer (1992);Winefield y otros (1993>...

    Atribucin de la causalidad,controlabilidad

    Teora de la AtribucinAutores (en general>: Heider (1958);Weiner (1986), etc.Desarrollo en la bsqueda deempleo: Plumly y Oliver (1987), etc.>

    Actitudes y normas subjetivas comodesencadenantes de la intencin debsqueda de empleo:

    Teora de la conducta planeadaAutores (en general): Ajzen (1985; 1 988)Desarrollo en la bsqueda deempleo: Vinokur y otros (1987;1991>

    Creencia en la competencia propiapara hacer frente a situacionespotencialmente estresantes onovedosas

    Autoeficacia percibida

    Autores (en general>: Bandura(1977)Propuesto para bsqueda de empleo:VanRyn y Vinokur (1992), Eden yAviram (1993), etc.

    28 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • Tabla 2.2. TEORAS COGNITIVAS - TEORAS DEL PROCESO DE TOMA DEDECISIN. Principal foco de inters: Determinar las condiciones en las cuales seproduce la eleccin de la conducta de bsqueda, y las consecuencias de esaeleccin, bien en situaciones ideales (teoras normativas) bien en contextos

    reales (teoras descriptivas).

    nfasis

    Proceso de toma decisiones:

    - expectativa demaximizacinde beneficios - demoraconsiguiente en laaceptacin de empleo

    - utilizacin por el sujetode procedimientosheursticos en labsqueda (bsqueda poraproximaciones)

    teora

    Teoras referidas al proceso de tomade decisiones, desde una ptica...

    a. racional: Hiptesis de labsqueda, Lippman y McCall (1976>,etc.

    b. de racionalidad limitada:

    Autores

  • (TABLA 2, continuacin>Tabla 2.3. TEORAS NO COGNITIVAS

    Foco de inters: anlisis de los comportamientos observables de bsquedade empleo en relacin con las variables estimulares que determinan stos; desarrollode tecnologas basadas en la Modificacin de Conducta.

    nfasis

    Efectos de la aplicacin sistemticadel refuerzo y el ensayo de conducta.Mejora de destrezas deautopresentacin en un contexto...

    grupal

    individual

    teora

    Teoras conductuales - Teora delrefuerzo; modificacin de conductaDesarrollo en el mbito de labsqueda de empleo:

    - el contexto de Job-clubs:Azrin y Besalel (1980)

    - apoyo a clientesindividuales:Hollandsworth y otros.Control percibido sobre la situacin Propuesto para la bsqueda dede desempleo. empleo por: Peterson y Seligman

    (1984>.; Seligman (1991).

    30 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • 1211. LAS TEORAS COGNITIVAS

    (A) TEORAS DE LA MOTIVACIN DE BSQUEDA

    LA TEORA DE LA EXPECTATIVA-VALENCIA

    La Expectativa-valencia es, probablemente, la teora que cuenta con mstradicin entre los modelos que pretenden dar cuenta de las diferencias individualesen conductas de bsqueda de empleo. Como es sabido, la Expectativa-valencia esuna teora general de la motivacin, que se ha utilizado para explicar le eleccin deconductas y el nivel motivacional dentro y fuera del medio laboral (Vroom, 1964;Porter y Lawler, 1968, etc.). Las evidencias generales a favor del constructo deExpectativa-valencia son bastante consistentes (McCormick e Ilgen, 1992) y lapropia teora parece, a primera vista, un marco explicativo razonable, lo que es unestmulo para aplicarla a otros contextos como el campo de la bsqueda de empleo.Pese a ello, conviene aadir que algunos autores (por ejemplo, Feather, 1992) hanencontrado dificultades para aplicar el modelo a las conductas de bsqueda ensituaciones particulares.

    De manera muy sealada, la validez de esta teora ha sido defendida en elmbito de los procesos y conductas de bsqueda de empleo por Feather y susasociados (Feather y Davenport, 1981; Feather, 1982; Feather y Barber, 1983,etc.> Un autor tan destacado como Fryer (1992> tambin ha sugerido lasposibilidades de este enfoque cuando afirma que:

    31 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Se puede predecir que las personas cesarn en la bsqueda si creen que noseran capaces de actuar en la entrevista lo bastante bien como para que alguien lesofrezca empleo. Por esta razn, el entrenamiento en habilidades para la entrevistapuede ser interesante. Por otro lado, tambin puede predecirse que la bsquedacesar si las personas no tienen expectativas de obtener un empleo, conindependencia de la habilidad con que uno se desempee en las entrevistas, porejemplo, debido a que, lisa y llanamente, no hay suficientes empleos. (Fryer, 1992:112)

    Por otro lado, y en lo referente a las criticas a la teora, se ha argumentadoque la Expectativa-valencia es, en realidad, un modelo que define la toma dedecisiones racional como una mera maximizacin de la expectativa matemtica dexito. Tal observacin se justificara en la medida en que algunas versionesradicales de la teora (por ejemplo, Kinicki, 1989) apuntan a un modelo en el cual,conocidos los valores y probabilidades asociados a las distintas elecciones odecisiones posibles, los investigadores estaran en condiciones de determinaralgebraicamente el curso de la conducta del sujeto, por ejemplo, la bsquedaactiva de empleo o el abandono de la bsqueda. Desde luego que un modelonormativo como el apuntado difcilmente puede dar cuenta de las decisiones queen condiciones normales toman las personas. Para hacer justicia a la teora habraque sealar, no obstante, que en los modelos relacionados con la Expectativa-valencia hace mucho que prevalece el enfoque descriptivo sobre el normativo

  • Con todo, la teora de la Expectativa-valencia tiene, en nuestra opinin, dosventajas importantes. Por un lado, encaja bien con una teora general de lasreacciones al empleo-desempleo, la llamada teora de la agencia o paradigmaagentista (Fryer, 1986), que de una forma u otra ha inspirado el trabajo de muchosinvestigadores. Por otro, existen evidencias de su aplicabilidad al rea concreta delas conductas de bsqueda de empleo, con las matizaciones que ha recogido elpropio Feather (1992>. Por esta razn, nos ha parecido de inters analizar en detalleesta teora (ver mfra3), alguno de cuyos supuestos hemos intentado contrastar enel estudio transversal-longitudinal que se describe en la Segunda Parte.

    TEORAS DE LA MOTI VA ClON DE BUSQUEDA: TEORA DE LA ATRIBUCION

    La Atribucin es tambin una teora ampliamente mencionada en los estudiossobre empleo/desempleo y, de manera implcita, est presente muchasinvestigaciones sobre el desempleo y las conductas de bsqueda de empleo. As,son muchos los autores que relacionan la atribucin interna o personal de lacausalidad con un mayor y ms activo esfuerzo en la bsqueda de empleo (porejemplo, Plumly y Oliver

  • Como es sabido, el desarrollo inicial de la teora de la Atribucin fue obra deHeider (1958). Segn Heider, la conducta individual depende tanto de dinmicasinternas (las destrezas propias, la persistencia, etc.) como externas (la complejidadde una tarea, la buena o mala fortuna...>. Heider asegura que son las dinmicaspercibidas las que determinan en ltima instancia los comportamientos. As, si undemandante de empleo est persuadido de que su insercin depende ante todo dela cualificacin y el esfuerzo propio, su comportamiento ser distinto al de lapersona que cree que el empleo depende slo de un cambio en la situacineconmica. Algunos investigadores, como Winefield y otros (1993>, han sealadolas peculiaridades del enfoque de la Atribucin en relacin con otras teorassimilares, como la Indefensin aprendida. En opinin de estos autores, a diferenciade la teora de la indefensin aprendida, la teora de la atribucin se interesa mspor las atribuciones causales de eventos especficos, que por atribuciones causalespara los eventos buenos y malos en general (estilo atribucionalh , la estabilidad de la atribucin (estable vs. inestable) y lacontrolabilidad percibida (eventos controlables vs. incontrolables). En opinin deWeiner, las distintas combinaciones posibles de atribucin causal dan lugar apatrones especficos de respuesta emocional y conductual.

    La teora de a Atribucin es interesante, entre otras cosas, porque nospermite generar hiptesis y predicciones cargadas de sentido comn. As, porejemplo, podemos referir la dimensin de controlabilidad al aprendizaje de

    34 Trensichin a la Vida Activa - Parte Y

  • competencias de bsqueda de empleo y predecir que, si un sujeto anticipa que ellogro de su primer empleo puede estar asociado a una ejecucin conductualcompetente, esa persona estar motivada para realizar un entrenamiento ad hoc ycomprometerse luego en una bsqueda activa. Si, por el contrario, esa personapiensa que no hay asociacin significativa entre ambos eventos, probablementeestar poco interesada en el aprendizaje de nuevas competencias o en incrementarla actividad de bsqueda. Este punto de vista guarda relacin, como puedeapreciarse, con alguna de las ideas centrales de la Expectativa-valencia.

    Si nos fijamos en las investigaciones referidas a la bsqueda de empleo, hayalgunas evidencias de que la atribucin interna correlaciona con un mayor esfuerzode bsqueda y tambin, dadas ciertas condiciones, con el xito en le localizacinde empleo (Plumly y Oliver, 1987; Trice y otros, 1989; Blanch, 1990>. Asimismo,hay evidencias de que los sujetos ms internalistas pueden verse afectados por ladepresin y otros sntomas psicopatolgicos en mayor medida que los externalistas,como resultado del fracaso en la bsqueda de empleo (Plumly y Oliver, 1987Feather, 1992). En todo caso, lo que no est tan claro es si se trata de una meracorrelacin entre atribucin y conducta, o si cabe suponer algn tipo de nexocausal entre variables.

    * * *

    35 Transicin a la Vida Activa . Parte 1

  • TEORAS DE LA MOTIVA ClON DE BUSQUEDA: TEORA DE LA CONDUCTAPLANEADA

    En fechas recientes, Vinokur, Caplan y otros psiclogos . En lnea con esta teora, el modelo de Vinokur y colaboradoresasume que la conducta de bsqueda de empleo depende de una variable previa, laintencin de bsqueda, la cual est condicionada por tres mediadores cognitivos:las actitudes individuales, las normas sociales interiorizadas y la autoeficaciapercibida, un constructo que procede directamente de Bandura (1977).

    Las evidencias a favor de la aplicabilidad de este modelo a la prediccin dela bsqueda de empleo datan de fechas recientes y en general son consistentes. Alrespecto, merece la pena mencionar los sucesivos anlisis de los efectosmediacionales de un tratamiento realizado sobre una muestra de parados inscritosen las oficinas de empleo de los Estados Unidos. Dicho tratamiento (Caplan y otros,1 989) consista en un taller de entrenamiento en habilidades de bsqueda deempleo diseado segn los principios de la teora de la conducta planeada. Deacuerdo con la descripcin de los propios investigadores, los objetivos del taller eranel desarrollo de expectativas de autoeficacia en los participantes y la preparacinpara eventuales situaciones de estrs, para lo que utilizaron estrategias que sederivan del concepto de inoculacin de Meichenbaum (1985).

    36 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Posteriormente, Vinokur y otros (1991) y VanRyn y Vinokur (1992> hanexaminado la efectividad del tratamiento a corto y medio plazo, as como el papelde los mediadores cognitivos en las conductas de bsqueda de los participantes deltaller. La efectividad global del taller se puso de manifiesto por el alto porcentaje departicipantes que consiguieron empleo cualificado despus de finalizar elentrenamiento, en comparacin con el grupo de control. Por otro lado, y en lo quees quiz la parte ms importante de la investigacin, VanRyn y Vinokur (1992) hananalizado causalmente las variables mediadoras de la conducta de bsqueda deempleo. Utilizando la tcnica estadstica del path-analysis los investigadoresdemuestran que, en lneas generales, los resultados obtenidos son compatibles conel modelo de Ajzen de la conducta planeada.

    En concreto, VanRyn y Vinokur (1992> encontraron que tanto en el pretest(Figura 1, ver mfra> como en los postests realizados en la muestra al cabo de unmes . Los autoresinterpretaron este efecto directo como un indicio de la importancia de lasestrategias de inoculacin al estrs para mantener el esfuerzo de bsquedacuando el paro se prolonga.

    37 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • Este conjunto de relaciones y efectos en el pretest y el postest puedenresumirse grficamente de la siguiente manera:

    Pretest9

    Figura 1.- Resultados del path-analysis de los determinantes de la conducta debsqueda de empleo en una muestra de parados en el pretest (n = 927>.

    intervencin

    Exposicin a la

    intervencin

    24

    Postest (1 mes)

    Figura 2.- Path-analysis de los mediadores de la conducta de bsqueda deempleo en una muestra de parados en el postest al cabo de un mes (VanRyn y Vinokur. 1992: 591>

    38 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • intervencin Postest (1 mes> Postest (4 meses>

    Figura 3.- Path-analysis de los mediadores de la conducta de bsqueda deempleo en una muestra de parados en el postest al cabo de cuatro meses (n =SOSliVanRyn y Vinokur. 1992: 593)

    Finalmente, y haciendo un rpido balance de la contribucin especfica deeste modelo, podemos resumir sta en tres puntos bsicos: (a) el mejor predictorde la conducta efectiva de bsqueda es la intencin de buscar empleo quemanifiestan los sujetos; (b> por su parte, la intencin de bsqueda depende del nivelde autoeficacia percibida, la actitud subjetiva hacia la bsqueda y las normas opresin percibida hacia la bsqueda, y (c) la expectativa de autoeficacia esresponsable en buena medida de las conductas de bsqueda posteriores al taller,pero la preparacin para el estrs puede ser ms importante a medio y largo plazo.Por lo dems, habra que decir en relacin con los resultados de este equipo, questos son sin duda un ejemplo excelente de las conclusiones a que puede llevar unainvestigacin que se basa en una slida teora.

    Exposicin a la

    intervencin

    .28

    39 Transicin a la Vida Activa - Parte 7

  • TEORAS DE LA MOTIVA ClON DE BUSQUEDA: TEORA DE LA AUTOEFICACIA

    La autoeficacia es un concepto desarrollado por Bandura (1977> paradescribir la percepcin que tiene un individuo sobre su capacidad para hacer frentea situaciones nuevas, que pueden ser potencialmente estresantes. Segn Bandura,la autoeficacia potencia la capacidad de respuesta del sujeto en tres sentidos. Enprimer lugar, aumenta la probabilidad de las respuestas de coping ante una situacinestresante. En segundo lugar, aumenta la calidad de las respuestas ante esasituacin. Por ltimo, la percepcin de autoeficacia mantiene las respuestas deafrontamiento a lo largo del tiempo (Bandura, 1977; 0Brien, 1986). Algunosautores (por ejemplo, Eden y Aviram, 1983> han sugerido que es posiblemanipular la autoeficacia de los sujetos combinando en el tratamiento distintosefectos investigados en otros contextos, como las profecas autocumplidas, elefecto Pigmalin, etc.

    El anlisis de los efectos de las creencias de control personal est en elncleo de distintas teoras de la motivacin. Sin embargo, y a diferencia de autorescomo Rotter (1966) que insisten en la importancia de las creencias de control sobreel refuerzo, Bandura introduce un punto de vista nuevo y original. Para esteinvestigador, las creencias de control sobre el nivel de rendimiento en la tarea(performance) son el verdadero motor de la accin individual. Segn Bandura, hayuna correlacin positiva entre la Autoeficacia y el nivel de realizacin de laspersonas. Por consiguiente, la Autoeficacia elevada facilita la aparicin derespuestas de afrontamiento ante situaciones de estrs y garantiza la calidad destas, un punto de vista muy parecido a la teora motivacional de la Autoestimacrnica de Korman (para esta discusin, vase 0Brien (1986).

    40 Transicin a la Vida Activa - Parta Y

  • Segn esto, el punto de vista de Bandura y en general el de las teorasmotivacionales que destacan el papel de las creencias de control sobre el nivel derealizacin en la tarea puede representarse de la siguiente manera:

    oo

    t0u

    COMPETENCIAS

    1-fr

    AU7ICACIA

    RENDIMIENTOS ANTERIORES

    DEFINICION RENDIMIENTODE METAS

    Figura 4.- Esquema de la relacin entre Autoeficacia y Rendimiento. Estemodelo tambin tiene en cuenta el punto de vista de Locke eta! (1984)

    En la actualidad, son muchos los investigadores (por ejemplo, losmencionados Caplan, Vinokur, Price y VanRyn (1989>; Eden y Aviram (1993>, entreotros) que han admitido el valor explicativo de la Autoeficacia para dar cuenta demuchas de las diferencias individuales en conductas de bsqueda de empleo. Podradvertirse que, con algunos matices, que pueden sintetizarse en la distincin entrela Expectativa de Eficacia y la Expectativa de Resultado, la idea de Autoeficacia essimilar a la de Expectativa de Feather (1986, etc.) y, por supuesto, a la nocinmisma de Controlabilidad de Weiner (1986>.

    41 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • (B) TEORAS DEL PROCESO DE TOMA DE DECISION:

    Las teoras que estudian el proceso de toma de decisiones adoptan unenfoque ligeramente distinto a las anteriores. Aunque son hasta cierto puntosimilares a las teoras motivacionales, su inters se centra en el estudio de losmecanismos que conducen a la eleccin entre distintas alternativas o cursos deaccin, por ejemplo, elegir un empleo o seguir buscando, o elegir entre variasofertas, etc. Caractersticamente, se ha distinguido entre dos grupos de teorasdecisionales, las que intentan describir los modelos ideales de toma de decisin(enfoques normativos o estrictamente racionales) y las que analizan los procesostal como son usados realmente por los sujetos (enfoques descriptivos>.

    En el mbito concreto de la bsqueda de empleo, destacan dos teoras. Lallamada hiptesis de la bsqueda se basa en el modelo econmico neoclsico ypertenece al grupo de las teoras racionales de la toma de decisin. Por elcontrario, la teora de la confirmacin de la decisin es un modelo de tipodescriptivo y de contenido ms propiamente psicolgico.

    42 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • TEORAS DEL PROCESO DE TOMA DE DECISION. MODELOS RACIONALES

    LA HIPOTESIS DE LA BUSQUEDA

    Este enfoque tiene su origen, como se ha dicho, en la Economa.Paradjicamente, se trata de una teora que parte de los supuestos de toma dedecisin racionales y desemboca en la conocida hiptesis del paro voluntario, loque a primera vista parece una opcin muy poco racional. Este supuesto apareceen la literatura cientfica y extracientifica con distintos rtulos (teora del salario dereserva, sndrome de Peter Pan; hiptesis sobre el paro de baja disponiblilidado los parados sellantes, etcj e indudablemente ha inspirado una parte importantede las explicaciones en boga sobre la naturaleza y causas del desempleo.

    En particular, la teora denominada Hiptesis de la bsqueda (job-searchh,~othesis; Lippman y McCalI, 1976) considera a los individuos comomaximizadores que, cuando estn desempleados, eligen buscar el mejor empleodisponible en cada momento. La bsqueda constante de un empleo mejor implicaque el sujeto tiende a demorar la aceptacin de las ofertas hasta que empieza apercibir que la bsqueda dura demasiado. A partir de ese momento, se procedea reevaluar las expectativas para facilitar la aceptacin de una alternativa. Porconsiguiente, se trata de un proceso de bsqueda de tipo secuencial, donde laminoracin de expectativas es lo que permite finalmente aceptar alguna de lasoportunidades ofrecidas.

    43 T,ansicin a la Vida Activa - Parte 1

  • En lo referente a las evidencias, hay que decir que, si bien este modelo puedeexplicar la conducta concreta de algunas personas, los datos disponibles indicanque probablemente no es aplicable a la mayora de los desempleados. As, Parnes(1982), sobre la base de un estudio longitudinal de diez aos desarrollado en losEstados Unidos, ha encontrado muy pocas pruebas empricas en favor de la idea deldesempleo voluntario.

    TEORAS DEL PROCESO DE TOMA DE DECISION. MODELOS DERACIONALIDAD LIMITADA.

    TEORA DE LA CONFIRMACION DE LA DECISION

    Dado que, segn muchos autores, el modelo racional ideal de toma dedecisiones slo es aplicable a situaciones bien definidas, Soelberg (1967) proponeun enfoque prximo a la idea de racionalidad limitada para ilustrar cmo seoriginan las conductas de bsqueda de empleo. Desde el punto de vista deSoelberg, el demandante de empleo tiene acceso a un cierto nmero de ofertas enel curso de sus intentos por conseguir trabajo. En general, un demandante deempleo sigue buscando hasta recibir dos o ms ofertas aceptables y, a partir de esemomento, la actividad de bsqueda se extingue rpidamente. Dos ofertas ofrecenya la posibilidad de hacer una eleccin pero, segn Soelberg, la situacin distamucho del mximo de alternativas posibles. Lo que va a suceder a partir de esemomento es previsible: la complejidad del proceso de bsqueda, unida a laslimitaciones de tiempo y recursos, impide la realizacin de una bsquedaexhaustiva. As pues, una vez que aparece la primera oferta satisfactoria, eldemandante tiende a aceptar el trabajo y de esta forma puede dedicar su energaa resolver otros problemas.

    44 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • La teora de la confirmacin de la decisin ofrece una alternativainteresante a las teoras motivacionales clsicas, como la Expectativa-valencia, yaque asume que las creencias y necesidades no se construyen aisladamente sino enbase a una comparacin de alternativas. Eso significa que la evaluacin de unaoferta de trabajo no es independiente de la evaluacin de otras ofertas. De estamanera, el enfoque de Soelberg se distancia bastante del concepto tradicional deutilidad subjetiva esperada (subjetive expected utiity o 583) en la eleccin ybsqueda de empleo.

    Pese a su atractivo, las ideas de Soelberg han tenido una difusin limitada,desde que fueron formuladas en 1967. Recintemente, Power y Aldag (1985> hanrevisado las investigaciones sobre el tema y encuentran que, en general, stasadolecen de algunas deficiencias tericas y metodolgicas que dificultan la plenaconfirmacin del modelo.

    * * *

    45 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • 1212. LAS TEORAS NO COGNITIVAS: EL ENFOQUE CONDUCTUAL

    La Teora el Refuerzo ofrece otro punto de vista para analizar los procesos debsqueda de empleo. A diferencia de los enfoques anteriores, la Psicologa de laConducta ofrece un marco de explicacin no cognitivo para las conductas y ladisposicin hacia la bsqueda de empleo. Una aportacin sustancial de estacorriente son los programas para el entrenamiento de habilidades de bsqueda encontextos individuales y de grupo.

    A nivel grupal, quiz la aportacin ms conocida han sido los Job-clubs . lsaacson y Brown (1993> describen el Job-club de la siguientemanera:

    (Un Job-club es) un grupo que no slo apoya y anima a sus miembros sinoque tambin les ayuda a mejorar sus destrezas para la entrevista con ayudadel role-pa ying, clarifica y di/tic/da sus metas gracias a la discusin grup al,anima a compartir pistas e informaciones sobre el empleo, y buscasoluciones grupales a problemas que afectan a cada uno de los miembros,como la atencin a los nios, el transporte, etc. (lsaacson y Brown, 1993:444).

    El Job-club es, en esencia, un procedimiento altamente estructurado que sebasa en los principios de la Psicologa conductual y la Modificacin de conducta(aplicacin a la bsqueda de empleo del refuerzo, extincin, etcj. Los resultadosde este enfoque, verificados a travs de estudios donde se evala cuidadosamentelos aprendizajes realizados, el xito en la bsqueda, la calidad de los empleos queconsiguen los demandantes, etc., son altamente prometedores.

    46 Transicin ala Vida Activa - Parte 1

  • Dada la aparente eficacia de este enfoque, as como la singularidad de susplanteamientos, una lnea de trabajo muy interesante podra consistir en lacomparacin de los supuestos del Job-club con los de alguno de los programasdesarrollados bajo pticas cognitivas, como los que reportan Caplan, Vinokur yotros (1989), que asumen principios y metodologas muy diferentes.

    En lo referente a los programas individuales de entrenamiento en bsquedade empleo de orientacin conductual, stos no difieren mucho de losplanteamientos del Job-club, excepto en el apoyo grupal. Puede encontrarse unaexcelente revisin de la aplicacin de los enfoques conductuales en elentrenamiento de individuos en Kelly (1987).

    * * *

    47 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • 1213. TEORAS COGNiTiVO-CONDUCTUALES

    Por ltimo, otra teora cuya validez es sugerida a menudo por losinvestigadores es el modelo de la Indefensin Aprendida, en sus distintas versiones(Seligman, 1975, 1991; Abramson, Seligman y Teasdale, 1978; Abramson,Metalsky y Alloy, 1 989, etcj. Hay dos puntos bsicos de este paradigma quetienen relacin directa con la bsqueda de empleo y han llamado la atencin de lospsiclogos interesados en las temticas del empleo y desempleo (Abramson,Seligman y Teasdale, 1978; Peterson y Seligman, 1984):

    - La teora asume que un fracaso prolongado a la hora de controlar resultadosimportantes tiene como consecuencia la percepcin de que esos resultados sonincontrolables. Tal percepcin producir tres dficits conductuales (entendiendo aquel concepto de conducta en sentido extenso): cognitivo, motivacional y afectivoo emocional.

    - Por otro lado, cada uno de esos dficits derivados del fracaso tiene unasconsecuencias especficas. Para empezar, el deficit a nivel cognitivo inhibe lacapacidad para realizar nuevos aprendizajes. En otras palabras, la percepcin de quelos resultados por lo general son incontrolables tiende a inhibir la capacidad parareconocer aquellos otros que s son controlables, lo cual reduce la capacidad pararesolver problemas. Adems, la percepcin de incontrolabilidad de los resultadosimplica un menor deseo o motivacin para controlarlos. Finalmente, y puesto quela incapacidad de controlar resultados importantes es dolorosa, el individuo quedaexpuesto a la ansiedad y, eventualmente, puede caer en la depresin.

    48 Transicin a la Vida Activa - Para Y

  • Es fcil suponer las implicaciones de estas hiptesis en relacin con labsqueda de empleo. En opinin de Winefieid y otros (1993>, la dificultad paraencontrar un empleo puede ser percibida como el fracaso en el intento de controlarun resultado importante. Adems, ese fracaso se percibe por lo general como algomuy doloroso. Por estas razones, Winefield y otros (ibid.) opinan que la teora dela Indefensin aprendida se puede aplicar sin problemas al contexto de bsquedade empleo ya que desde ella podemos hacer, de nuevo, tres predicciones. En primerlugar, los buscadores que fracasan tendern a la indefensin, con los tres dficitsconductuales mencionados (cognitivo, motivacional y afectivo>. En segundo lugar,los jvenes pueden ser un grupo de riesgo respecto a la indefensin, por carecer deuna experiencia de empleo previa. En tercer lugar, los desempleados jvenes quetienden a atribuir los malos resultados a causas internas y estables y los buenos acausas externas e inestables sern los ms vulnerables a la depresin.

    * * *

    49 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Contribucin de las diferentes teoras a la explicacin de los comportamientos debsqueda

    Como se ha podido apreciar, existe una gran variedad de puntos de vista ala hora de explicar los determinantes de la intensidad del esfuerzo de bsqueda deempleo en los sujetos en transicin. As, hemos visto que las teoras ms relevantesse alinean en tres grupos:

    * las que estudian los determinantes cognitivos de las conductas de bsqueda de

    empleo; por ejemplo, las expectativas, creencias, controlabilidad, valencias de losresultados, etc: esto es, las teoras cognitivas. Estas teoras incluyen dos tipos deenfoques, por un lado las teoras motivacionales y por otro los modelos queestudian los procesos de toma de decisin.

    * las que parten del supuesto implcito de la empleabilidad universal de los sujetosy sitan los determinantes de la bsqueda en el conjunto de refuerzos que recibeel individuo; es decir, las teoras conductuales y:

    * aquellas que integran variables cognitivas y conductuales, a las que

    denominaremos de manera convencional enfoques mixtos cognitivo-conductuales.

    Cada una de estas perspectivas ofrece ciertas ventajas pero, a la vez, adolecede algunas limitaciones. Hasta cierto punto, algunas de esas teoras puedenconsiderarse complementarias, en la medida en que intentan dar cuenta de

    50 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • diferentes aspectos de un mismo fenmeno. Por ello, y sin pretender una sntesisingenua de las mismas, nos ha parecido til resaltar su contribucin al estudiogeneral de los comportamientos de bsqueda de empleo sintetizando sus principalesaportaciones. Dado que ninguna de las teoras ofrece, por si misma, una explicacincompieta de las variables antecedentes de las conductas de bsqueda de empleo,tal vez haya que recurrir en el futuro a modelos que incluyan elementos dediferentes teoras:

    Para empezar, las teoras de orientacin cognitiva son las que msdirectamente se han ocupado de explicar los determinantes y mediadores subjetivosde la intencin de bsqueda de empleo. Aparentemente, estas teoras nos ofrecenun marco bastante razonable para interpretar este aspecto importante de laconducta de los desempleados. As, desde los enfoques de Feather (1982; 1986;1992; 1993), con su nfasis en las creencias y sistemas de valores-necesidades delos sujetos, a los de Piumly y Oliver (1987) o Vinokur y colaboradores (1987;1991), el denominador comn sera la importancia que se concede a las creenciassubjetivas y la controlabilidad percibida como factores que explican tanto laintencin como la conducta efectiva de bsqueda de empleo. En un sentido general,es posible considerar todos estos puntos de vista, que tambin incluiran losmodelos ms recientes de la conducta planeada y la autoeficacia, como unaprolongacin de los trabajos clsicos de Tolman (1932> y Lewin (1936>.

    Como puede apreciarse, estas teoras han contribuido a dar respuesta a lapregunta concreta de qu mueve a los desempleados a buscar empleo y explicarlas variables antecedentes de la intensidad del esfuerzo de bsqueda individual. Enotras palabras, nos aclaran una parte de los procesos motivacionales quedeterminan la intencin de bsqueda. Se desprende de ello que pueden tener unaaplicacin prctica en el diseo e impiementacin de programas de intervencinpsicosocial y, ms especificamente, en las actividades de entrenamiento en

    51 Transicin a la Vida Activa - Parte 7

  • bsqueda de empleo. Dejamos para ms adelante el estudio concreto de una teorade este grupo, la Expectativa-valencia, que ha intentado aclarar tales temticas.

    Respecto a las teoras que estudian los procesos decisionales, stas tienenla ventaja de situar las variables tpicas de los enfoques motivacionales-cognitivos, lo que desemboca necesariamente en el estudio de las estrategiasdecisionales de cada persona.

    Dentro de este grupo de teoras, llaman la atencin los enfoques llamadosde racionalidad limitada, que cuestionan los supuestos de aquellas teoras queconciben al individuo puramente como un homo oeconomicus. En particular, estosenfoques han puesto en tela de juicio la presuncin de que el comportamientoindividual est orientado de forma sistemtica hacia la maximizacin de beneficiosde acuerdo con pautas de preferencias estables y perfectamente predecibles. Desdeeste punto de vista, podemos considerar las teoras decisionales del tipo de laConfirmacin de la decisin (Soeiberg, 1 967) como un contrapeso frente a aquellosmodelos que han acentuado en exceso la dimensin estrictamente racional y lainstrumentalidad de la conducta. Lamentablemente, el desarrollo tardo y un tantoasistemtico de estos enfoques referidos especficamente a la bsqueda de empleoha limitado su difusin fuera de crculos de investigacin muy reducidos.

    52 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • La gran aportacin, por otro lado, de las teoras conductuales, ha sido laelaboracin de tcnicas y modelos que permiten la intervencin sobre el desempleoa partir de programas de refuerzo de base experimental. Es indudable que estasteoras han sido pioneras en la creacin de programas que tienen un valor prcticopara los desempleados, ya sea en el consejo individual (Holiandsworth y otros,1977; Hollandsworth y Sandifer, 1 979) o en el entrenamiento de grupos (Azrin yBesalel, 1980). Si bien los resultados conductuales parecen muy convincentes y lastasas de insercin de los trainees son elevadas, hay que recordar que los datospublicados proceden de mercados de muy alta movilidad cuyos ndices dedesempleo son ms bajos que en Europa.

    En lo tocante a los supuestos bsicos de las teoras conductuales, ya se haadvertido su tendencia ms o menos explcita a pasar por alto los determinantes detipo individual en la intencin de bsqueda Co que se traduce, a veces, enafirmaciones un tanto extracientificas como el lapidario everyone is employablecon que se despachan Azrin y Besalel (1980: xii). Ciertamente, este enfoque tienela ventaja de poner en su lugar las variables estrictamente individuales, que son tanslo uno de los numerosos factores que pueden incitar a la bsqueda. Pero, ensentido negativo, este enfoque uniformista hace dificil el intento de determinarquines sern los sujetos que ms se beneficiarn de los programas de intervencin.Por otra parte, y tras ms de dos dcadas de investigacin, hoy es yaperfectamente posible sugerir la importancia de ciertos determinantes y mediadoresde tipo psicosocial a la hora de predecir los comportamientos e incluso, dada unaestructura de oportunidades concreta, el futuro estatus laboral de una parte de losdemandantes de empleo (Blanch, 1990).

    Segn esto, las teoras conductuales tienen el valor de haber puesto el acentoen el contexto de refuerzos que elicitan, mantienen y extinguen la bsqueda activade empleo, pero soslayan la cuestin de las preferencias y creencias individuales yde las dimensiones sociocognitivas que pueden predecir la intencin de bsqueda.

    53 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Por ltimo, las teoras mixtas, cognitivo-conductuales, que estaranrepresentadas por algunos desarrollos recientes del modelo de la Indefensinaprendida, han integrado ambos enfoques y ofrecen en principio un marco muyprometedor para la investigacin. Lamentablemente, hasta este modelo ha tenidopocos desarrollos sistemticos en el mbito de la conducta de bsqueda de empleo.Por este motivo, seria ms exacto hablar de un conjunto de propuestas ysugerencias efectuadas por distintos investigadores conscientes de las posibilidadesdel modelo de la Indefensin, y no tanto de una teora bien consolidada. Enparticular, se ha sugerido que esta teora podra dar cuenta de algunasdisfunciones que se derivaran del fracaso reiterado en la bsqueda de empleo
  • 1214. La teora de la Expectativa y la bsqueda de empleo.

    En pginas anteriores4 se ha mencionado la teora de la Expectativa,situndola en el marco de las teoras motivacionales de bsqueda de empleo deorientacin cognitiva. En particular, nos hemos referido a la importancia de estateora para explicar algunos aspectos de la conducta de bsqueda y los efectospsicolgicos del desempleo. El modelo Expectancy-valence cuenta con el respaldode ms de una dcada de investigacin en el campo del desempleo, lo que le haconvertido en una referencia para muchos psiclogos y ha contribuido directa oindirectamente a generar gran nmero de hiptesis relativas a los efectospsicosociales del desempleo y la conducta orientada a metas de losdesempleados. Se trata, por consiguiente, de una de las teoras ms relevantesdentro del mbito de la llamada Psicosociologa de la Ocupabilidad y, justamentepor ello, nos interesa conocer ms a fondo la teora en general y de maneraparticular los principales postulados y evidencias que tienen que ver con el estudiode las conductas de bsqueda.

    En primer trmino, hay que recordar que la teora se ha aplicado con bastantexito a la prediccin de conductas y elecciones en distintos contextos de tipolaboral y no laboral. En este sentido, se ha podido constatar el poder explicativo ypredictivo de la teora con respecto a las conductas de eleccin e implicacin enactividades de voluntariado y tiempo libre, ciertos comportamientos altruistas y, porsupuesto, toda una una gama de rendimientos laborales especficos (Vroom, 1964;Porter y Lawier, 1968). En todos estos casos, la teora ha servido para explicardiferentes tipos de comportamientos y preferencias individuales a partir de lainteraccin de dos variables bsicas del modelo, las Expectativas de resultado(consecuencias futuras percibidas> y las Valencias (atractivo percibido de una meta).

    Apartado 1211, Pp. 31 yss.

    55 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • En sntesis, el esquema Interpretativo que propone la teora de la Expectativa-valencia consiste en lo siguiente: dentro de ciertos lmites, los sujetos estninteresados en efectuar elecciones racionales y tienden a optimizar los beneficiosque obtienen de los distintos cursos de accin a su alcance. La motivacin paraactuar est en funcin, en el marco de otras elecciones posibles, de dos variablesmediadoras. El primer mediador es la estimacin que hace el sujeto sobre la relacinentre su esfuerzo (effort> y el logro de resultados (output>. A esta conexin se lellama expectativa. El segundo mediador se refiere al atractivo mayor o menor quepara el sujeto tienen esos resultados, esto es, a la valencia de los mismos. Lanocin de expectativa, por su parte, puede estudiarse a dos niveles. Por un lado,el sujeto considera la probabilidad de que determinadas conductas (por ejemplo, lasactividades de preparacin para la bsqueda activa de empleo) desemboquen en unrendimiento de calidad (o performance; v.gr. el desempeo competente en unaentrevista de seleccin>. Este rendimiento recibe el nombre de resultado de primerorden. Adems, es obvio que ese resultado slo es significativo si el sujetoconsidera que un rendimiento competente es instrumental para alcanzar las metasvaloradas (es decir, para obtener un empleo y las ventajas percibidas en el mismo).En la jerga de la teora, esta segunda modalidad de expectativa se denominainstrumentalidad. Por lo tanto, la instrumentalidad es la probabilidad subjetiva deque un rendimiento de calidad tenga como consecuencia un resultado de segundoorden.

    Por otra parte, las valencias (ob valences) son mediadores que puedenadscribirse al mbito afectivo, en estrecha dependencia de los valores y preferenciasdel individuo, y serviran para encauzar los esfuerzos y elecciones del sujeto haciadeterminadas regiones del espacio psicolgico individual

  • Figura 5.- El modelo de Expectativa-valencia. aplicado a la bsqueda de empleo.

    1. expectatIvas de resultado

    RESULT. 10 ORDEN RESULT. 20 ORDEN

    ESFUERZO DE 1 CONDUCTA COMPETENTE~ j~BUSQUEDA ACTIVA It EN EL PROCESO DE SELECCION

    2. posibles valencias asociadas al empleo

    Importancia o Centralidad del Empleo (Positive job valence 9Vi V2 V3 V4 .... Vn

    salario-beneficio relaciones status metas colectivas etc.

    3. motivacin para la bsqueda

    * * *

    57 Transicin a la Vida Activa - Para 1

  • Notas bsicas del modelo

    En lo relativo a la bsqueda de empleo, conviene retener cuatrocaractersticas importantes del modelo de la Expectativa-valencia, que justifican laatencin que le dispensan los investigadores de las conductas de bsqueda en losltimos aos:

    10. La Expectativa-valencia, dentro del mbito que nos ocupa, es un modeloexplicativo de la motivacin de bsqueda. En otras palabras, nos suministra unaexplicacin de la conducta dirigida a metas de los desempleados, ms que de losefectos del desempleo sobre la salud psicosocial. Aunque se han hecho intentos deaplicar la teora en tal sentido (por ejemplo, Feather y Davenport, 1981), Fryer(1986> ha sealado la debilidad del modelo para predecir los problemas emocionalesque acarrea el desempleo. Por el contrario, el estudio de la motivacin debsqueda tiene el inters aadido de considerar a un conjunto de variablespsicosociales como posibles predictores o variables antecedentes del estatus laboralde los demandantes de empleo.

    20. Con independencia de unos orgenes muy vinculados al desarrollo de laEscuela econmica neoclsica (teora del valor; de la utilidad, etc.; vase Elster,1986; Becker, 1986), la Expectativa-valencia es un modelo netamente psicolgicoy mucho ms explicativo que normativo. Ciertamente, se ha hablado a menudo dela orientacin excesivamente racional de este paradigma y tambin ha sido objetode crtica el supuesto de que la conducta de los sujetos est asociada apreferencias ms bien estables y a una orientacin consciente hacia la maximizacinde beneficios (Becker, 1986). Sin embargo, este modelo ha ido adoptando unsesgo ms descriptivo que normativo al tomar como referencia las probabilidadesy valores subjetivos en lugar de los objetivos (subjective expected utility), ydefinitivamente ha adquirido un sesgo psicolgico al asociar las valenciasindividuales al mundo emocional y afectivo de los sujetos;

    58 Transicin a la Vida Activa - Parte 1

  • 30~ Es una teora congruente con otras teoras ms generales del empleo-

    desempleo. En concreto, la teora encaja perfectamente dentro de un modelo msgeneral, el paradigma agentista de Fryer (1986; 1992, etc.) que reafirma el carcterproactivo del individuo. Segn este paradigma, los desempleados no seran merossujetos pasivos a merced de las fluctuaciones de la economa, sino que, hasta ciertopunto, son capaces de reaccionar y elaborar pianes y estrategias para afrontar eldesempleo. Por otra parte, esta teora va ms all de la consideracin de lasvariables psicosociales como efectos de determinantes socioeconmicos (un puntode vista caracterstico de cierto tipo de estudios donde se postula que determinadosdesrdenes psicolgicos son debidos al desempleo>, puesto que asume que algunasdimensiones de contenido psicosocial (v.gr., las intenciones, actitudes, expectativasy otras variables individuales aunque condicionadas socia/mente > podran serprecursoras o antecedentes del empleo o desempleo de los parados.

    y 40 La teora general de la Expectativa-valencia cuenta con una base

    emprica firme en diferentes dominios y existe cierto consenso sobre su capacidadexplicativa en el mbito de la Psicologa de las Organizaciones. Teniendo en cuentaesos antecedentes, se entiende que bastantes investigadores la hayan adoptadocomo un modelo vlido para el anlisis de los procesos de bsqueda de empleo. Noobstante, enseguida tendremos ocasin de ver que esa adhesin dista de serincondicional, y que recientemente se han propuesto distintas alternativas queaparentemente permiten mejorar su poder explicativo.

    59 Transicin a la Vida Activa - Parte Y

  • Problemas relacionados con la Expectativa-valencia, en el mbito de bsqueda deempleo

    Los desarrollos recientes de la Expectativa-valencia en el mbito de labsqueda de empleo han estado influidos por una serie de modelos prximos y, enparticular, los defensores de esta teora han sido sensibles a ciertas observacionesque tienen que ver con aspectos parciales del modelo. De manera un tantoconvencional, podemos agrupar esas observaciones en tres grupos: las de tipoterico y conceptual, las metodolgicas y las de ndole emprica.

    - Problemas tericos y conceptuales

    En relacin a este primer bloque de problemas, se ha afirmado que laExpectativa-valencia ha prestado poca atencin a la cuestin de los determinantesde las expectativas y las valencias de los resultados. Tambin se ha asegurado quela teora no describe de modo convincente el modo en el cual todas estas variablesse combinan para producir un curso de accin determinado (McCormick e Ilgen,1992>. Si bien tales observaciones son bastante razonables, no es menos cierto quelas sucesivas investigaciones han ido aclarando la primera de las cuestiones. Cabecitar en este sentido los trabajos del propio Feather (1990; 1992> donde, porejemplo, se discuten los antecedentes del concepto de Valencia subjetiva y seestablece la vinculacin de la misma con (a) los valores de tipo general (v.gr., latica del trabajo weberiana>, (b) las necesidades individuales (as, la necesidad delogro o realizacin> y (c> los propios atributos y caractersticas del empleo o empleosque considera el individuo.

    En cuanto a las variables que determinan las expectativas, stas parecen sernumerosas. As, en opinin de Feather (1992), las expectativas de logro estn

    60 Transicin a la Vida Activa - Parte 7

  • determinadas por los siguientes factores: las creencias del sujeto en relacin conlos posibles competidores por el empleo, la evaluacin de las destrezas,cualificacin y habilidades interpersonales que se poseen, el historial previo en losprocesos de seleccin, la posicin que se autoadjudica en el ranking hipottico delos demandantes de empleo, y otras dimensiones y estados (por ejemplo, laansiedad) que haran oscilar las expectativas de conseguir empleo en distintasdirecciones.

    En lo referente a la discusin sobre cmo interaccionan entre si las valenciasy las expectativas para producir elecciones, un aspecto que Power y Aldag (1985)sealan como punto dbil de la teora, se han ensayado algunas hiptesis ms omenos tentativas. As, Feather (1990> propone valorar de forma simultnea lasexpectativas y valencias de todos los cursos de accin abiertos al sujeto en cadamomento

  • el demandante considera en cada circunstancia concreta (v.gr., la remuneracinesperada, el atractivo mayor o menor de las tareas y, en definitiva, el conjunto demotivadores intrnsecos y extrnsecos que el buscador valora en los empleos-meta).

    Respecto al tipo de estrategia que se adopta en la medicin (en concreto,autoevaluacin versus heteroevaluacin>, se ha sealado que el uso en estecontexto de medidas autodescriptivas, tales como cuestionarios o listas de control,se presta a bastantes sesgos y sets de respuesta. Por ejemplo, podra darse el casode que los sujetos intentaran mantener un patrn de respuesta coherente a lo largode las sucesivas evaluaciones, lo que puede enmascarar, al menos en parte, lasfluctuaciones reales en la ntensidad con que se busca empleo, los canalessucesivos que se usan, etc. Evidentemente, la alternativa ideal (y algo ms costosa)sera utilizar instrumentos que dn cuenta de las conductas reales del buscador deempleo y no aquellos que de una manera u otra se basan en la evocacin ydescripcin del propio sujeto.

    - Problemas de tipo emprico: evidencias a favor y en contra de la teora

    Finalmente, y en cuanto a las evidencias empricas, la teora no siempre haencontrado un respaldo inequvoco en los estudios longitudinales sobre el papel delos mediadores cognitivos en la conducta de bsqueda de empleo .En principio, la mayor parte de las evidencias parecen estar a favor del modelo, perolos resultados de algunos estudios efectuados en los ltimos tiempos cuestionanal parecer una parte de los supuestos tradicionales. En vista de ello, hemos creidooportuno repasar los trabajos principales donde se analizan las variables explicativasdel comportamiento de job-search de los desempleados. En concreto, nos vamosa referir a tres investigaciones discrepantes que han originado cierta polmica en losltimos aos: el estudio de Feather y Davenport , el de Feather y 0Brien(1987) y un trabajo algo ms reciente del propio Feather

  • El estudio de Feather y Davenport (1981>

    Brevemente resumidos, en esta investigacin realizada con 212 jvenes australianos queabandonaron tempranamente los estudios de Enseanza Primaria se han hallado los siguientesresultados: Se aprecia, en primer lugar, que la depresin consecutiva al desempleo est

    asociada con una alta motivacin de bsqueda de empleo y con un patrn de atribuciones queidentifica el paro con causas externas. En este sentido, era frecuente que los jvenes paradosaltos en depresin manifestasen que necesitaban un trabajo, que lo buscaban activamente yque no se culpasen a s mismos por estar en paro, en comparacin con los jvenes bajos endepresin. Por otro lado, los jvenes altos en depresin solan tener un nivel inicial alto deconfianza en la obtencin de empleo y asimismo valoraban el empleo de forma ms positiva quelos jvenes bajos en depresin. Por ltimo, los jvenes de ese subgrupo tendan a atribuir lascausas de su situacin de desempleo a factores externos y relativamente estables.

    Al respecto, los autores opinan que sus resultados son consistentes con la Expectativa-

    valencia en la medida en que esta teora asume que la tendencia a la bsqueda de empleo esfuncin de la combinacin multiplicativa entre la expectativa de xito y el atractivo netopercibido del propio empleo. De igual manera, son consistentes con la teora los

    descensos observados en los niveles de expectativas, intensidad y motivacin de bsqueda enel periodo comprendido entre el momento en que que los jvenes dejan la escuela y la fechade la investigacin. Esos descensos tienen que ver con el fracaso en el logro de un empleoestable despus de un periodo medio de treinta semanas de bsqueda de empleo. En relacincon este punto, las prediciones derivadas de la teora de la Expectativa-valencia sugeran que

    el fracaso repetido en el logro de un empleo dara lugar a Una reduccin en las expectativas dexito y una menor intencin de bsqueda. Los autores haban supuesto tambin que,enfrentados a un paro de larga duracin, los sujetos tenderan a considerar las causas de esefracaso como debidas a factores relativamente estables e inmodificables.

    Por ltimo, Feather y Davenport han sealado una discrepancia entre sus resultados ylos que se derivaran de la teora de la Indefensin, la cual sugiere que los individuos altos endepresin son tambin los ms pasivos y menos motivados, contrariamente a este supuesto,

    en el estudio de estos dos investigadores los mayores niveles de depresin estn asociados conniveles altos de frustracin en la motivacin .

    63 Tr