trabajo práctico nº 1 › _files › 200000001...trabajo práctico nº 1 imperialismo...

80
HISTORIA Cuarto Año CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS Escuela Secundaria Latinoamérica Año 2012 Prof. Claudio Alvarez Terán

Upload: others

Post on 04-Jul-2020

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

HISTORIA Cuarto Año

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Escuela Secundaria Latinoamérica Año 2012 Prof. Claudio Alvarez Terán

Page 2: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Pautas para Trabajos Prácticos Para la realización de los Trabajos Prácticos del presente curso deberán respetarse las siguientes pautas, salvo que se indique oportunamente alguna norma particular para un trabajo determinado.

Respeto por la fecha de entrega indicada. Solamente se aceptará un retraso de una semana en la entrega, sufriendo en este caso un descuento automático de un (1) punto en la evaluación. Superado ese margen el Trabajo será considerado “no presentado” y ya no será recibido por la cátedra.

No se justificará por ninguna razón la no presentación del Trabajo una vez informada la fecha de entrega por la cátedra.

El Trabajo no presentado se considerará desaprobado a los efectos evaluatorios.

Respeto estricto de las pautas de trabajo (esquemas, pasos, ordenamientos, etc.) en aquellos prácticos que así lo indiquen expresamente.

La presentación de los trabajos debe ser hecha en PC e impreso.

Los Trabajos Prácticos son individuales salvo que la cátedra informe lo contrario.

Cuando el trabajo incluya transcripción textual de los textos puestos en análisis esta deberá ser escrita entre comillas. El no cumplimiento de este punto generará la anulación de la respuesta.

Se considerará incorrecta la respuesta que sea en su totalidad una transcripción literal del texto puesto en análisis, así como la toma de datos de internet sin citar la fuente.

La presentación de trabajos “mellizos” (es decir que trabajos presentados por dos alumnos resulten claramente similares) obligará a la cátedra a la anulación de ambos trabajos, sin apelación, considerándose ambos trabajos como desaprobados.

Los Trabajos Prácticos forman parte de la evaluación trimestral tras la cual la cátedra emite la calificación final numérica del Trimestre. Los trabajos prácticos del trimestre el profesor los considerará como un bloque cuyo concepto se aplicará para mejorar o disminuir la calificación general del Trimestre.

Los Trabajos Prácticos que forman parte del presente Cuadernillo están numerados a efectos puramente indicativos. El orden de realización será determinado por la cátedra oportunamente, pudiendo incluso uno o más de los trabajos aquí contenidos no formar parte del presente curso.

Page 3: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 1

IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX

A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador: El Tío Sam”, del libro Historia de

América Latina del historiador francés Pierre Chaunu, responder a la siguiente grilla de

preguntas.

1) Explique usted quiénes son los dos anteriores “expoliadores” de América Latina

teniendo en cuenta que según Chaunu “El Tío Sam”, es decir Estados Unidos, es el

tercero de los expoliadores del continente.

2) Cuál era la relación entre América Latina y Estados Unidos cuando comienza el siglo

XIX y el continente se asoma a la vida independiente.

3) Investigue y explique de qué se trata la “Doctrina Monroe” que menciona Chaunu

como un factor de solidaridad interamericana,

4) Explique qué sucede con el comercio latinoamericano respecto a Estados Unidos y

Gran Bretaña a partir de 1820. Y qué tecnología fue la que definió la ventaja de uno

sobre el otro.

5) Qué pasó entre México y Estados Unidos que Chaunu lo considera como el mayor

retroceso de América Latina.

6) Cuál es la actitud de Estados Unidos frente a Cuba y cuál es la razón que fundamenta

esa actitud.

7) En qué consiste la Política del Garrote utilizada por Estados Unidos para expresar su

imperialismo en Latinoamérica.

8) Qué trato diferente observa Chaunu de Estados Unidos para con los países

latinoamericanos más lejanos de su influencia geográfica, como es el caso de

Sudamérica.

9) Mencione en qué dos países americanos tenía gran influencia Estados Unidos, y a

partir de qué circunstancia comienza a crecer la influencia económica y comercial

sobre el resto del continente.

10) Cuál es la relación económica-comercial que mantenían a comienzos del siglo XIX

Estados Unidos y Argentina, y qué circunstancia va a modificar esa relación.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

EL TERCER EXPOLIADOR: EL TÍO SAM

Pierre Chaunu

LAS CONDICIONES INICIALES

Page 4: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Los Estados Unidos, vecinos de América latina, pueden parecer situados, por la naturaleza, en posición geográfica predestinada para ejercer su influencia sobre las republicas latinoamericanas. Libres ambas Américas, en el mismo momento, del yugo colonial y habiendo sufrido los mismos horrores en la lucha por la independencia, parecía que se aproximaban en las primeras décadas del siglo XIX.

Profundamente diferentes por su cultura (ibérica, católica de un lado, anglosajona, protestante, del otro) infinitamente más alejadas que lo que parece, las dos fracciones del continente vivieron durante los siglos de su historia colonial amuralladas dentro de los tabúes del pacto colonial, en la más absoluta ignorancia una de otra. Al comenzar el siglo XIX, la ignorancia de Estados Unidos para con sus vecinos del Sur era total; toda una leyenda negra congela anticipadamente cualquier simpatía, verdadero complejo de superioridad, de ignorancia, de desprecio.

Pero pudo creerse, por un momento, que la barrera artificial levantada por el pasado colonial entre ambas Américas la había derribado la Independencia gracias al entusiasmo de la elite criolla por los ideales proclamados por las trece colonias; a la ayuda no despreciable dada a los insurrectos por sus vecinos del Norte; a los ecos despertados en algunos ambientes sudamericanos por la declaracion de Monroe, ampliada incesantemente a partir de 1823, que afirmaba en términos inequívocos la solidaridad interamericana.

Cuando, de 1797 a 1808, el monopolio ibérico se destrozo, los Estados Unidos, situados en primer plano por su condición de neutrales y por su marina (la segunda del mundo en la época de los clipers1), obtuvieron el primer llugar. En 1808, el volumen comercial de Estados Unidos con América española (30 millones de dólares) excedía netamente el volumen del comercio ingles análogo (25 millones de dólares), pese a que Inglaterra, desde 1808, había sabido conseguir en Brasil un lugar que durante más de un siglo no pudieron arrebatar los Estados Unidos.

Pero a partir de 1822, las circunstancias se habían tornado favorables a Gran Bretaña. El volumen del comercio de los Estados Unidos con los Estados surgidos del Imperio español había descendido a 14 millones de dólares, pero el de Inglaterra había ascendido a 30. En 1825, las cifras eran, respectivamente, de 24 y 60 millones; en 1830, de 20 y 32. Con Brasil, la relación era, desde 1820, del orden de cuatro a uno en favor de Gran Bretaña (20 millones contra 4,2); en 1830, de 6 a 1. Los Estados Unidos solo conservaban su ventaja en Cuba, dada su proximidad. Esta influencia comercial de Gran Bretaña, a la vanguardia de la revolución industrial, se acompañaba con una considerable exportación de capitales (40 millones de libras hasta 1830); el capital de Estados Unidos permanecía ausente en absoluto: la conquista del Oeste absorbía todas las fuerzas de la joven republica. Su economía exportadora de productos agrícolas era una economía concurrente; la economía industrial inglesa, una economía complementaria de la de América latina.

La primera partida la había ganado Inglaterra. Cuando apareció el buque de vapor con combustión de carbón mineral y desplazó a los estadounidenses de los mares, hasta la segunda mitad del siglo XIX el pabellón y el comercio norteamericanos quedaron relegados a la retaguardia en los puertos de América latina.

LAS INTERVENCIONES ARMADAS

Sin embargo, la conquista del Oeste de parte de Estados Unidos se cumplió en parte en detrimento de América latina.

1803: compra de Luisiana a Napoleón I que acababa de hacérsela ceder por España; tal fue el primer retroceso de América Latina en provecho de Estados Unidos.

1 Cliper es un barco a vela.

Page 5: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

1819: compra de la Florida a España que se hallaba en difícil situación económica.

A pesar de toda una legislación prohibitiva, el gobierno mexicano se mostro impotente para impedir la penetración de los colonos llegados de los Estados Unidos al territorio de Texas, separado de la antigua Luisiana por una frontera puramente convencional; colonos arrastrados por la gran marcha hacia el Oeste. En 1836, incitada por Estados Unidos, Texas proclamó su independencia. El dictador mexicano Santa Ana fue derrotado y hecho prisionero. El 1° de marzo de 1847, Texas quedo incluida en la Republica Federal y Taylor ocupo la zona del Rio Grande. Estallo la guerra. México fue vencido, y el 2 de febrero de 1848, el tratado de Guadalupe Hidalgo consagro el mayor retroceso de América Latina. La mitad del territorio mexicano, 2 millones de km. cuadrados, pasó a manos de los Estados Unidos. La frontera Norte de América latina se estableció en el rio Grande y alii continua hasta hoy. Pero la guerra de México no es, en el fondo, sino un episodio de la conquista del Far West.

Mientras su "frontera" avanza a un ritmo cada día más apresurado hasta absorber todo el Oeste, los Estados Unidos, luego de la gran crisis de la guerra de secesión (1861-1865), se convierten a su vez en una gran potencia industrial y se lanzan a paso de gigante sobre las huellas de Europa. El mercado interior no basta para absorber la producción nacional, Estados Unidos, el mayor importador de capitales europeos durante mucho tiempo, se tornó exportador de capitales, a su vez. Ante el riesgo de un exceso de producción y de capital, natural era que la gran republica tratase de invadir a sus vecinos del Sur.

Las formas del imperialismo estadounidense son diversas, brutales a veces, Cuba y Puerto Rico, últimos restos del imperio español, se habían beneficiado con grandes inversiones estadounidenses en sus plantaciones de carta de azúcar, hacia fines del siglo XIX. Los intereses norteamericanos se veían amenazados por la endémica inseguridad de la isla, sacudida periódicamente por levantamientos antiespañoles; desde 1895, el general Weyier, que intentaba aplastar una nueva revuelta en Cuba, era objeto de interesados ataques de la prensa norteamericana, pues desde 1894 la nueva política aduanera de España hería los intereses norteamericanos en la isla. Un desdichado accidente (el acorazado norteamericano Maine voló en la rada de La Habana el 15 de febrero de 1898), fue tornado por Estados Unidos como pretexto para declarar la guerra a España, que, vencida, debió reconocer en el tratado de Paris (8 de diciembre de 1898) la independencia de Cuba, y ceder Puerto Rico, las Filipinas y Guam (en las Islas Marianas).

LAS MODALIDADES DE LA EXPANSIÓN ESTADOUNIDENSE

Con el apetito estimulado por este primer éxito, Estados Unidos se esforzó en establecer su dominación en el conjunto del Mediterráneo americano. Es la política del big stick (Política del Garrote). La suerte de Cuba solo fue el pretexto. El 21 de junio de 1901, la "Enmienda Platt", votada por el Senado, transformo a Cuba, de hecho, en protectorado de los Estados Unidos. Haití y Santo Domingo corrieron igual suerte (1916 y 1924).

2 Estados Unidos, que

había reanudado en 1903 los trabajos comenzados en el istmo de Panamá por la compañía

2 Haití, el 28 de julio de 1915, inmediatamente después del asesinato del dictador Vilbrum Guillaume Sam, los Estados

Unidos la ocuparon militarmente, en donde el desorden financiero y administrativo y el incumplimiento de la deuda externa

habían hecho crisis. Se intervinieron las aduanas y se reorganizo la administración, confirmándose en setiembre de 1915 el

reconocimiento de la independencia.

En 1934, bajo las presidencias de Vincent y Roosevelt, se conmino la devoIución de las aduanas y el retiro de los extranjeros

(21 de agosto). Republica Dominicana: desde 1869, las autoridades intentaron conseguir el protectorado de los Estados Unidos y aún la

administración de la renta aduanera. El desorden administrativo y económico y los sucesivos levantamientos militares dieron

lugar a un reclamo primero de parte de los Estados Unidos y luego, en abril de 1916, a.la ocupación y la imposición de un

régimen militar (noviembre). La dominación se mantuvo hasta f924, cuando se llamo a eleccione5 presidenciales, pero el

control aduanero continuo hasta 1941.

Page 6: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

francesa de Lesseps, lograron, tras gran esfuerzo, perforar el istmo y abrieron, a través de América latina una gran vía de comunicación mundial. La protección del canal sirvió como pretexto de intervención. La pequeña republica panameña fue creada en 1903 por las necesidades de tal causa, luego de una revuelta contra Colombia, hábilmente maquinada. Panamá debió pagar el tributo de su nacimiento cediendo a los Estados Unidos sus derechos de soberanía sobre una franja de territorio de 10 millas de ancho (8 km) a uno y otro lado del canal. Intervenciones reiteradas en la política interior de las pequeñas republicas de América central, intervención armada en 1914 en el propio México; tales fueron algunos de los aspectos de la política de intervención brutal del joven imperialismo del Norte en los países ribereños del Mediterráneo americano en donde, desde antes de 1914, el comercio y los capitales norteamericanos desempeñaban papel principalísimo.

Las formas del imperialismo estadounidense son mucho más sutiles cuando se trata de países más evolucionados y alejados de su influencia directa. Los Estados Unidos fueron los primeros en proclamar, en la famosa Doctrina Monroe (1823), el concepto de solidaridad interamericana; Bolívar y sus émulos hispanoamericanos fueron siempre incapaces de llevarlo a la práctica, pero los Estados Unidos hicieron de ello el fundamento de su acción diplomática y tuvieron el honor de realizar la política de las conferencias panamericanas que reúnen ya en una capital, ya en otra, a los jefes de Estado del hemisferio occidental para arreglar amistosamente las dificultades pendientes y afirmar ante el mundo, en caso necesario, la unidad continental. La primera conferencia panamericana fue convocada en 1889 por iniciativa del gobierno de Washington, en donde debía reunirse; otras la sucedieron: 1901, 1902, 1906, 1910, 1923, 1928...; bajo la administración de Hoover (1929-1933), y sobre todo bajo la de F. D. Roosevelt, las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina están impregnadas de una cordialidad nueva. El engrandecimiento de las potencias del Eje en la segunda guerra mundial, hizo comprender a los Estados Unidos la necesidad de un acercamiento con los países de América latina para la defensa común del hemisferio occidental.

Pero la Política de Buena Vecindad del presidente Roosevelt, no debe hacer olvidar una gran realidad política, la colonización de América latina por el comercio y los capitales norteamericanos. Hasta 1914, la participación de los Estados Unidos en el comercio de América del Sur era relativamente pequeña, 1/5 del volumen total. En 1913, solo 100 millones de pesos de capital norteamericano estaban invertidos en América del Sur: 100 millones en Cuba, 1.050.000.000 en México, único país en el que los intereses de los Estados Unidos eran preponderantes (se comprende, pues, la intervención de 1914); en total, 1.250.000.000 millones de pesos, un poco mas de 6.500.000.000 de francos oro, capital del orden de las inversiones francesas en América latina y casi exclusivamente concentrado en México; comparado con los 20.000.000.000 de francos oro de la cartera británica, los Estados Unidos ocupaban, a lo sumo, un brillante segundo lugar.

Con el serio golpe que la primera guerra mundial asestó a la economía europea, aumento la participación de los Estados Unidos en América latina. En el volumen total de negocios con los diferentes Estados latinoamericanos, los Estados Unidos dejan desde entonces muy atrás a Inglaterra y ocupan el primer lugar (38,7% de las ventas en América Latina en 1929 contra 14.9% de Gran Bretaña; 36,1% contra 12.2% en 1938); y en cuanto a las compras en los mismos años, las cifras respectivas de ambos países, tomando a Inglaterra como termómetro de Europa, favorecen a Estados Unidos (34% contra 18% en 1929; 31,7% contra 16,3% en 1938). En vísperas de la depresión, el monto total de capitales estadounidenses invertidos en América latina se elevaba a $ 4.050.000.000, o sea el 37% del total de las inversiones de los Estados Unidos en el extranjero, tanto como la propia Gran Bretaña, o poco menos.

Page 7: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

La tendencia que se había ido manifestando durante la primera guerra mundial, se vio confirmada en la segunda. Dramática fue desde todo punto de vista, la situación de América Latina, de la Argentina sobre todo, que antes de 1939 vivía aun en gran parte, de las importaciones de Europa. El bloqueo ingles primero y el anglonorteamericano después paralizaron totalmente las relaciones entre América Latina y Alemania que, en los últimos años, entre las dos guerras, desempeñaba un papel comparable al de Inglaterra. Las necesidades de la guerra total y los terribles estragos infligidos a la flota comercial británica por la guerra submarina paralizaron poco a poco y por completo, las exportaciones inglesas a la Argentina: "el trafico de Buenos se redujo en 2/3 entre 1839 y 1942". La Argentina, privada del carbón inglés, utilizaba maíz y trigo como combustibles. En todas partes se carecía, en ese tiempo, de tejidos y de maquinas y herramientas. Los Estados Unidos ocuparon, en la medida posible, el lugar de Europa desfalleciente. Adquirieron posiciones definitivas. Las necesidades de la economía de guerra engrosaron considerablemente su cartera en América latina. Para procurarse las materias primas necesarias para su economía de guerra, realizaron un gran esfuerzo financiero en las rninas sudafricanas. La producción de estaño de Bolivia fue duplicada para suplir la de la Malasia británica, ocupada por los japoneses. La producción de tungsteno también aumento. Se invirtieron capitales en las plantaciones de caucho en el Brasil...

Así como los Estados Unidos son siempre, sin duda, los mejores clientes y los más grandes vendedores, también se han convertido en los banqueros de América Latina. Situación peligrosa, a la larga.

Page 8: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 2

BURGUESÍAS y OLIGARQUÍAS EN AMÉRICA LATINA

A partir de la lectura del capítulo “Burguesías y Oligarquías”, del libro América Latina.

Introducción a Occidente del historiador francés Alain Rouquieu, relacionado con las elites

latinoamericanas, responder a la siguiente grilla de preguntas.

1) ¿Cuándo se habla de Oligarquía en qué momento puede identificarse el origen de este

tipo de grupos en el continente?

2) Exponga las diferentes perspectivas con que se define el concepto oligarquía y la

definición conclusiva que formula Rouquieu

3) Las Oligarquías dice Chaunu no son formaciones arcaicas, es decir no hay que buscar

su origen en el pasado remoto, sino que nacen a partir de una determinada estructura

económica. ¿A qué formato económico se refiere como escenario para la gestación de

las oligarquías latinoamericanas?

4) A partir de la descripción que hace Rouquieu de las oligarquías cuál es para usted la

dimensión o volumen social de estos grupos dominantes.

5) Investigue qué quiere decir el concepto eupátrida, y relacione su significado con las

oligarquías latinoamericanas.

6) Con qué cultura se identifican las oligarquías y qué actitud toman para difundir esta

cultura.

7) Explique qué significa la frase “La diversificación de los intereses de la oligarquía no

significa una mayor heterogeneidad social de sus miembros”.

8) Cuál es la relación que tienen las oligarquías con la propiedad de la tierra, y cómo se

expresa esta relación en la Argentina.

9) ¿La Oligarquía necesita de un sistema social inclusivo en el que todos los sectores

estén políticamente representados?

10) Después de leer este texto interprete usted si es posible la convivencia de la elite

oligárquica y el sistema democrático. ¿Por qué?

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

Burguesías y Oligarquías

Alain Rouquié

Desde luego el termino oligarquía es polémico. Su contenido crítico es superior a su valor descriptivo. Sin embargo numerosos sociólogos le han dado sus cartas de nobleza y corresponde además a una innegable y singular realidad. Perón en la Argentina de la posguerra denunciaba a los "oligarcas" como "el antipueblo", los adversarios de la mayoría "sufriente y sudante" que lo había llevado al poder. En su opinión se trataba de denunciar a

Page 9: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

una minoría social egoísta y arrogante vinculada, para colmo, con el extranjero. Sin embargo, ese término no solo designa a un grupo dominante o una asimetría social que existen en todas las sociedades del mundo —gran burguesía— o nomenklatura; señala, también, un fenómeno social que circunscribe un espacio socioeconómico y define una forma de dominación de clase. Dejemos de lado las referencias clásicas a Cartago, Venecia o la Grecia antigua, o las teorías de Hilferding sobre las "oligarquías financieras" expresión del capitalismo monopolista, y tratemos de superar la percepción histórica inmediata que hace que en Colombia. El Salvador, Perú o Argentina, el termino la oligarquía tenga un sentido.

Ese concepto es polémico pero también está situado en el tiempo: el grupo designado siempre está ligado en su constitución al momento de la integración de las economías al mercado mundial como proveedoras de bienes primarios. Antes que nada, la oligarquía es un estrecho grupo social de burguesía agroexportadora. ¿Definición insuficiente? No obstante estas abundan y su misma multiplicación nos permitirá precisar los contornos de ese sujeto social de existencia tan evidente como inasequible. Un historiador argentino al analizar el orden conservador y el sistema político nacional a fines del siglo pasado menciona ese problema y da por lo menos cinco interpretaciones de la oligarquía en su versión argentina. Para unos, es "una clase de grandes propietarios que ha sacado conscientemente partido de la expansión debida al aumento de las exportaciones"; algunos subrayan su dimensión patricia. Para otros se trata de una "clase de gobierno consciente y unida en torno a un proyecto nacional", y hasta de un simple "grupo de notables" en el sentido más tradicional del término. De esas apreciaciones convergentes podemos retener que la dimensión política del fenómeno oligárquico es indispensable para su comprensión. Como Francois Bourricaud lo señalo a propósito de Perú, "la existencia de una asimetría social" o de un "efecto de do-minación en favor de una minoría" no basta para definir una oligarquía. Son las "desigualdades acumulativas", para hablar corno Robert Dahl, es decir la identificación entre notables sociales y notables económicos, la confusión de poderes, las que producen la oligarquía. A ello se añade un factor temporal, señalado a propósito de Argentina: la duración del fenómeno, su carácter hereditario, "patricio", extendido a varias generaciones.

Partiendo de esas observaciones, podríamos proponer una definición provisional y aproximativa del fenómeno oligárquico en América Latina. Generalmente se entiende por oligarquía un grupo de familias identificables que concentran en sus manos los motores decisivos del poder económico, controlan directa o indirectamente el poder político y se sitúan en la cima de la jerarquía del poder social en materia de autoridad y prestigio. No obstante esta tentativa de definición difícilmente nos haría avanzar si no pudiéramos delimitar las fuentes del poder "oligárquico" y explorar las formas de su dominación.

¿Aristocracia agraria o burguesía internacional?

Cuando se menciona la "oligarquía" en países como El Salvador, Argentina, Uruguay o Perú, siempre se hace referencia a un poder económico de base agraria: las "catorce familias" de los cafetaleros de El Salvador, los barones de la carne argentinos, los "cuarenta" magnates del azúcar y del algodón peruanos de antes de 1968 o los "grandes laneros" uruguayos. Los "dueños del país" tienen a primera vista una base agrícola. Esta primera impresión tiene sin embargo un alcance limitado y haríamos mal en sacar conclusiones demasiado apresuradas. En efecto, no se trata de grupos arcaicos, representativos de sectores precapitalistas rurales. Por el contrario, en todos los casos, es una elite modernizadora la que logra erigirse en oligarquía, a reserva de aliarse con sectores arcaicos que reconozcan su preeminencia a cambio de la preservación de su arcaísmo. Esos comportamientos modernizados no excluyen la instauración de relaciones de producción coercitivas o patrimoniales, como hemos visto.

No obstante, la legitimidad histórica de esta elite reside en haber presidido la integración de la economía nacional al mercado mundial. La formación de esos grupos sociales es

Page 10: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

inseparable de la prosperidad económica del desarrollo extravertido. En El Salvador, esa oligarquía tan restringida que se habla de "catorce familias", pero que cuenta con una treintena de grupos familiares, "hizo el café" así como el café la creo. En Argentina, los "eupatridas" de la carne son vistos como una elite única y natural que revelo al mundo "la patria de los rebaños y las cosechas". Esas oligarquías no están constituidas por familias tradicionales propietarias de latifundios improductivos, sino por dinámicos agentes económicos dispuestos a aprovechar la innovación y poner el poder público a su disposición para vencer todos los obstáculos sociales a su expansión. Si bien esos grupos actúan conforme a la más estricta racionalidad mercantil en el terreno productivo generalmente se entregan al "consumo ostentoso", señal de posición social, imitando el supuesto estilo de vida de las clases altas europeas en sus manifestaciones más escandalosas. La vida cultural participa igualmente en ese esfuerzo mimético de una clase dominante en busca de un modelo legitimador. Así, la gran burguesía liberal y cosmopolita que saco adelante el proyecto de transformación nacional de la Argentina moderna a partir de 1880 reservaba un lugar privilegiado a la cultura: en efecto, para esos "patricios" que sonaban con introducir la "civilización" europea en la Pampa "bárbara", el acceso privilegiado al conocimiento y la actividad intelectual fundaban en la razón su detentación del poder. Las "clases cultivadas" se dotan así de una legitimidad reconocida y marcada con el signo universal del "progreso". El consumo cultural es para las viejas familias consulares la marca de los elegidos.

No obstante, la continuidad histórica, rasgo distintivo del orden oligárquico, no carece de una relación privilegiada, permanente, a veces monopolista, con el principal producto de exportación. El poder oligárquico, en su concepción conspiradora y vulgar, así como en una óptica sociológica más exigente, caracteriza a un grupo social nacional que ocupa una posición económica estratégica. Por ello no se forman oligarquías en las economías de enclave; las burguesías locales están subordinadas a los intereses exportadores extranjeros y los gerentes de sociedades extranjeras no tienen ni la legitimidad ni por supuesto la antigüedad familiar indispensable para el poder acumulativo y reconocido. Como acertadamente se ha señalado, la oligarquía no es una simple elite económica.

(…)

Las distinciones que hemos trazado jamás se presentan de manera tan clara ni tan fácilmente legibles. El caso de la Bolivia de antes de la revolución del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) de 1952, que nacionalizo las minas de estaño, es instructivo al respecto. El estaño, que hoy ya no representa sino el 35% de las exportaciones (50% en 1971) frente a más de 60-70% en aquella época, estaba esencialmente concentrado en manos de un estrechísimo grupo de intereses mineros dominado por los tres grandes: Patiño, Hoschild y Aramayo. Esos "barones del estaño" forman la rosca, una banda por así decirlo o, según Augusto Céspedes, uno de sus más violentos adversarios, una "cleptocracia minera", que impone al país onerosos sacrificios. Su situación es singular: son bolivianos, de extracción popular en el caso de Patiño, reciente en lo que concierne a Hoschild (contra quien se desencadenó el antisemitismo de los nacionalistas bolivianos), pero constituyen los pivotes de una economía de enclave. Asociados al capital extranjero, a la cabeza de sociedades considerablemente transnacionalizadas cuyas sedes sociales se hallan en Europa y que incluso se harán cargo, tras la nacionalización, de la refinación del mineral boliviano, aparecen como "nuevos ricos", "plutócratas" en el vocabulario que data del MNR, pero no como oligarcas de raíces nacionales profundas.

Aprovechando su antigüedad y su papel clave en la estructura económica, la oligarquía es asimismo una clase de "negocios" caracterizada por sus capacidades financieras y su eclecticismo. La diversificación de los intereses de la oligarquía no significa una mayor heterogeneidad social de sus miembros. Como señalaba ese penetrante observador de las realidades argentinas que fue el periodista francés Jules Huret en 1911: "Nada importante se

Page 11: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

hace en este país sin ellas [esas viejas familias] ni fuera de ellas [...] esta elite, Argos de cien ojos, Briareo de cien brazos, tiene ojos de lince para los buenos negocios, oportunidades de compra y venta de tierras, los informes confidenciales de la Bolsa y las carreras le llegan, sabe que grandes empresas van a crearse, las concesiones forestales que falta otorgar, los proyectos de construcción de fabricas, frigoríficos, molinos, azucareras, puertos, los contratos proyectados de suministro de equipamiento, las grandes obras por realizar [.. J."

Los miembros de esos grupos, enriquecidos por la valorización agraria y la especulación comercial, consideran la propiedad de la tierra como un refugio y un símbolo de posición social. La continuidad de la propiedad territorial no implica para ellos el inmovilismo productivo. Por el contrario, la flexibilidad en el manejo de las inversiones, la capacidad para movilizar rápidamente sus medios financieros para salir al encuentro de una ganancia rápida son características permanentes de ese grupo. En Argentina, los ganaderos supieron fomentar la agricultura en el momento oportuno. Ligados a las industrias exportadoras de productos agrícolas, supieron estimular el proceso de sustitución de importaciones mientras seguía siendo funcional para sus intereses globales. La capacidad para "pivotar", según la coyuntura, de la ganadería a la agricultura o a la industria y de la producción industrial a la importación, y por consiguiente la total ausencia de especialización, es una de las características permanentes de esta burguesía "multisectorial". Por lo demás, uno de sus rasgos de comportamiento más arraigados consiste en prevenirse contra las formulas rígidas de inversión a fin de estar siempre en condiciones de aprovechar las ocasiones favorables reduciendo los riesgos.

La oligarquía, vuelta hacia el exterior por formación histórica, legitimada por su papel decisivo para la inserción de la economía nacional en la división internacional del trabajo, desde luego no es una simple burguesía interior pero menos aun corresponde a una "burguesía compradora" de simples intermediarios. En cuanto a calificarla de "clase superior internacional" como se ha hecho en el caso de Perú o de "clase superior cosmopolita" como se ha dicho en El Salvador, a causa de cierta propensión de sus miembros a contraer nupcias con extranjeros, o a ocupar la crónica social, ayer por fastuosos viajes a Europa, hoy por prolongadas estadías en Miami, es tomar el efecto por la causa, un comportamiento por la función. Se trata por el contrario de un grupo nacional pero que ocupa un lugar particular y, podría decirse, plurifuncional en las relaciones con el mundo exterior. Ni su cosmopolitismo ni los vínculos con intereses internacionales y su asociación con ellos permiten tratarla como un simple representante de esos intereses. Pues su dependencia es consentida; mejor aun, es buscada. Es desempeñando conscientemente el papel de mediación obligada como la oligarquía maximiza su fuerza y consolida su dominación.

Estilo de dominación y legitimidad social

Por último, la oligarquía puede ser menos una clase que una forma de dominación de clase basada en la exclusión. En efecto, a una estructuración social en embudo o en pirámide corresponde un régimen político "exclusionario" pero que no utiliza ni medios autoritarios ni vías burocratacorporativas. En las sociedades oligárquicas, sistemas políticos formalmente representativos funcionan sobre la base de una participación limitada solo a los miembros de la elite establecida y a quienes les están obligados. Una clase política restringida y homogénea se esfuerza por administrar el país como una gran empresa que debe producir al menor costo y para provecho único de los accionistas. Es evidente que, por un plebiscito tácito, la sociedad reconoce a las familias "experimentadas" en los asuntos públicos y solo a ellas la aptitud necesaria y la capacidad suficiente para conducir la nación. Esas familias consulares generalmente manifiestan un escepticismo condescendiente con respecto a la capacidad del pueblo de ejercer sus derechos políticos, que puede ir hasta el desprecio del sufragio universal, "triunfo de la ignorancia universal" que debe corregir el "fraude" a fin de no poner "las conquistas anteriores de civilización a merced de la parte más inculta e

Page 12: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

indigente de la sociedad". La Argentina anterior a 1916, el Perú criollo de los "civilistas". El Salvador del periodo de hegemonía familiar Meléndez Quiñonez, la Colombia del periodo entre las dos guerras son, entre otros, ejemplos de ese estilo de gobierno en su estado puro.

Las más de las veces, el establishment oligárquico, al entregarse a los ritos democráticos y a las exigencias de la sociedad de masas, no ocupa directamente el poder. Delega su mando a una "clase reinante" que no pone en peligro el pacto de dominación, y se conforma con "controlar de lejos" el buen funcionamiento de los asuntos públicos. Lo cual es posible dado que la elite establecida generalmente ha propagado a todo el cuerpo social sus valores e imagen. La prensa y la escuela son los dos canales institucionales de una inculcación ideológica que contribuye a moldear las mentalidades. "El secreto de su poder, escribe un ensayista argentino a propósito de la oligarquía argentina, es un poder secreto que impregna a todo el país." En todo caso, criticar a la oligarquía es un crimen de lesa patria. Sin embargo la producción de la ideología dominante no siempre basta para asegurar la armonía preestablecida entre la oligarquía y el poder político formal debido justamente a la aparición de nuevas fuerzas sociales.

Cierto, la interiorización de la dominación oligárquica desemboca sobre todo en la neutralización de las clases medias y de los nuevos estratos burgueses que se revelan incapaces de elaborar su propio sistema de valores y de asumir una función social autónoma. Sin embargo igualmente se instauran mecanismos de cooptación de los elementos más audaces de la clase de nuevos empresarios. Esta permeabilidad selectiva fortalece evidentemente la dependencia de los sectores intermedios sin por ello lograr privilegiar en todos los casos los intereses oligárquicos. Cuando estos son amenazados por reformas o nuevas reglas del juego que limitan peligrosamente su manera de operar, disponen de una temible capacidad de veto a causa precisamente de su lugar central en el dispositivo de la economía nacional y de su legitimidad social. La fronda mundana o el sabotaje económico (desinversión, fuga de capitales, presiones contra el país en las plazas financieras internacionales, etc.) generalmente no son sino preludios a la ruptura del sistema representativo que les permite nuevamente un acceso sin obstáculos al Estado.

Page 13: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 3

TERRATENIENTES EN EL CAMBIO DE SIGLO

A partir de la lectura del capítulo “Dos Décadas de Cambio”, del libro Los Terratenientes de

la Pampa Argentina del historiador argentino Roy Hora, responder a la siguiente grilla de

preguntas.

1) ¿Cuál era la importancia de los terratenientes argentinos a comienzos del siglo XX?

2) ¿Cuál era la situación tecnológica de las estancias argentinas en 1910 y cómo

evolucionó en las décadas siguientes?

3) ¿Cómo cambió en la relación entre los propietarios rurales y el resto de los

productores agrarios a partir de 1910?

4) ¿Por qué 1912 es para el autor un año que cambia la visión de la sociedad argentina

respecto a los terratenientes?

5) A partir de los apellidos de los grandes productores agrarios y terratenientes argentinos

que menciona el texto, analice esos apellidos y relaciónelo con topónimos de nuestro

país.

6) Cuál es la razón por la cual a partir de 1880 ya no se incrementará el número de

familias terratenientes en la gran producción agrícola argentina.

7) A qué se llama “estancia mixta”.

8) Al aumentar el precio de la tierra se hizo imposible acceder a la propiedad, cuál fue la

forma de acceso a la tierra por parte de los agricultores que comenzó a multiplicarse.

9) A qué se llama “cierre de la frontera agrícola” a finales del siglo XIX.

10) Qué efecto tuvo sobre el trabajo agrícola la ola de inmigrantes europeos a partir de

1910

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

DOS DECADAS DE CAMBIO

Roy Hora

A comienzos de la segunda década del siglo XX, los magnates territoriales de la pampa conformaban el grupo social más influyente y prestigioso de la Argentina. Visible y cohesionado, su distancia respecto de muchas de las vicisitudes del mundo industrial, y más en general del trabajo urbano, así como también de los avatares cotidianos de la agricultura cerealera, hacía de ellos figuras remotas antes que antagonistas directos o blancos de la crítica de los segmentos preponderantes de las clases subalternas. El lugar central que la clase terrateniente poseía en la cima de la exitosa economía de exportación de la republica, así como sus lazos con los intereses económicos extranjeros, autorizaba a los miembros de este grupo a imponer límites a la acción de la elite política, y a la vez le permitía hacer sentir su influencia más allá del círculo de los grandes beneficiarios de la Argentina del cambio de

Page 14: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

siglo. En aquellos años, los cronistas de la vida del país rara vez dejaron de referirse a la importancia de los grandes estancieros, a su enorme riqueza, a su lugar privilegiado en la cúspide de la sociedad nacional, a su profunda identificación con la tierra y la producción rural. "El orgullo que provoca el ganado de raza de estas estancias es inmenso, y en caso de que uno sea invitado a alguno de estos lugares sin que se lo invite a recorrer las lujosas dependencias de los toros, los potros y los carneras de raza, bien puede afirmarse que el dueño o el administrador se encuentran en un estado de total distracción", reza una típica observación de esos años, en este caso formulada por un visitante británico. La exposición anual de la Sociedad Rural, esa gran celebración que ofrece testimonio de la importancia de los grandes propietarios rurales y de la economía agraria pampeana, era entonces ampliamente considerada como "un suceso de relevancia nacional".

A lo largo de más de un cuarto de siglo, la veloz transformación de las rústicas razas nativas en animales de gran calidad, así como también los profundos cambios que afectaron a las empresas agrarias, prestigiaron a los terratenientes progresistas, y les dieron una imagen pública positiva. El clima celebratorio de los años del Centenario le permitía a Godofredo Daireaux afirmar que "la estancia argentina puede, en 1908, campear victoriosamente con los establecimientos similares de cualquier parte del mundo". Mientras que en 1895 la mitad del ganado vacuno en la provincia de Buenos Aires todavía era criollo, trece años más tarde el ganado sin refinar representaba menos del diez por ciento del rodeo. Como observaba el director del censo ganadero de 1908, se trataba de un cambio extraordinario.

Es comprensible que los estancieros juzgasen logros como este con inocultable satisfacción. Pero en esos años comenzaron a hacerse visibles otros aspectos, sin duda menos agradables para los propietarios del suelo, que ponían de manifiesto que el fin de un ciclo histórico se acercaba. Para la década de 1910, las magníficas estancias y la ganadería refinada de la pampa ya no resultaban una novedad que reflejaba la modernidad de los terratenientes. Hasta cierto punto, para entonces ya conformaban parte del paisaje de la Argentina. Como los testimonios contemporáneos lo sugieren, había entonces mucho que celebrar a la hora de evaluar todo lo que la ganadería significaba. Pero como consecuencia de los propios logros de la cultura ganadera argentina, era dudoso que esta diera lugar, en el futuro cercano, a nuevos y más poderosos procesos de desarrollo.

En la década de 1910, la ganadería estaba cerca de haber alcanzado una meseta tecnológica, que no superaría hasta bien pasada la Segunda Guerra Mundial. Y otro tanto puede decirse respecto de la agricultura cerealera, cuyos rasgos tecnológicos básicos no se modificarían hasta la década de 1950. Es por ello que, a partir de los años del Centenario, la admiración por los cambios impulsados por la empresa rural moderna, en particular por la actividad ganadera, que había sido tan típica de décadas previas, disminuyó de forma acusada. La gradual desaparición del aura modernizante que la estancia reformada confería a los grandes propietarios progresistas debe ser entendida como parte de un proceso mayor: la lenta pero irreversible erosión del poder y la influencia de los magnates territoriales de la Argentina.

Como no podía ser de otra manera, el prestigio y el poder de los estancieros de la pampa se fundaban, en primer lugar, en la riqueza territorial acumulada a lo largo de una o dos generaciones. Pero también se basaba en un conjunto de circunstancias históricas que, hacia la década de 1910, se vieron crecientemente afectadas por diversos procesos políticos, económicos y sociales. La augusta posición de los terratenientes dependía del dinamismo de la sociedad rural, y en particular de su capacidad para generar amplias oportunidades para el ascenso económico y social. Su ascendiente se fundaba, también, en el carácter no conflictivo de la relación entre la elite propietaria y el resto de la sociedad argentina, tanto urbana como rural.

Page 15: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

En las dos décadas que sucedieron al Centenario de la Revolución de Mayo, el contexto que hacía posible la preeminencia de los grandes terratenientes comenzó a modificarse, y en consecuencia, las relaciones entre los estancieros y la sociedad argentina se tornaron más tensas. En esos años, llego a su fin la larga paz social que había caracterizado a las pampas desde los albores de la expansión agraria. En 1912 se produjo el primer gran conflicto entre terratenientes y agricultores, y desde entonces, si bien no faltaron momentos de calma, la relación entre estos dos grupos se torno conflictiva. El nuevo escenario político que tomó forma luego de 1912 potencio ese conflicto. Inicialmente, la aprobación de una nueva ley electoral (la Ley Saenz Peña) que volvió al sufragio obligatorio para todos los hombres adultos no fue resistida por los grandes propietarios. A poco andar, sin embargo, se hizo claro que la cultura política argentina se volvía más plebeya en tono y estilo. En un clima marcado por un aumento de la politización y la participación, la movilización de las masas contribuyo a debilitar la posición política de los terratenientes.

Usualmente, con la gran crisis ganadera de comienzos de la década de 1920, la ascendencia de los grandes estancieros sobre el resto de los productores ganaderos sufrió severas impugnaciones. Todos estos factores hicieron que, desde la década de 1910, el ascendiente de los terratenientes se disipara gradualmente, pues ya no les resultaba sencillo presentar sus intereses como coincidentes con los del resto de la sociedad rural. Los grandes estancieros se volvieron objeto de la animosidad de las mayorías, a punto tal que, para fines de la década de 1920, prácticamente todos los grupos de la sociedad veían en ellos un ejemplo acabado de una clase parasita y retardataria.

La aparición del conflicto social en la pampa

Uno de los procesos de mayor relevancia de los años del Centenario fue el cierre de la frontera agrícola. Desde los albores de la expansión agraria en las primeras décadas del siglo XIX, la pampa había sido considerada una tierra nueva, que demandaba trabajo y esfuerzo de quien la poblase, pero que ofrecía, a cambio, amplias posibilidades de progreso económico y social. Desde el comienzo, esta imagen exageraba las oportunidades que la región ofrecía a aquellos inmigrantes que se disponían a probar suerte en las actividades rurales, y prestaba escasa atención a algunos de los obstáculos que se interponían en el camino del éxito. Las praderas argentinas estaban lejos de ser la tierra de ilimitada oportunidad con que a veces se ha asociado a la frontera, por ejemplo en la obra celebratoria de Frederick Turner.

En las etapas iniciales de la expansión agraria, sin embargo, el bajo precio del suelo contribuyo a limitar las barreras de entrada a la actividad rural, e hizo posible el éxito de muchos recién llegados. En las décadas centrales del siglo, inmigrantes emprendedores y exitosos como Luro, Santamarina, Pradere o Duggan adquirieron grandes extensiones de tierra, y en el lapso de pocas décadas se hicieron de verdaderas fortunas. En apenas una generación, estas familias de nuevos ricos forzaron sin mayor esfuerzo su ingreso en una clase alta, que estaba lejos de ser especialmente rica o exclusiva.

Los Santamarina ofrecen un ejemplo particularmente ilustrativo de la porosidad de la elite de las décadas centrales del siglo. Ramón Santamarina, afirmaba uno de sus nietos, "vino a este país en tercera clase, sin más fortuna que su cerebro ni más ayuda que la energía de su musculo". Un origen tan humilde no fue obstáculo para que los descendientes de este hombre que comenzó su trayectoria como peón se unieran en matrimonio con familias de la mejor sociedad argentina. En apenas una generación, los Santamarina se emparentaron con las familias Gandara, Terrero, Pacheco, Avellaneda, Acosta, Saguier, Lezica Alvear, Quintana Unzué y Alvear. Algunos de los hijos de Ramón Santamarina, como José, no mostraron mayor interés en la vida pública, y pasaron sus días como empresarios rurales o como rentistas en Paris. Otros, además de ocuparse de la administración de sus fortunas,

Page 16: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

alcanzaron posiciones expectables en el mundo social y político: Ramón fue presidente de la Sociedad Rural y del Banco de la Nación, Enrique alcanzo la vicepresidencia del país a comienzos de la década de 1930, durante el gobierno de Uriburu, y Jorge presidio el Banco de la Nación en esa misma década. El éxito de esta familia se fundaba en la formidable fortuna que alcanzo su fundador, que compró tierra en grandes cantidades desde la década de 1860, alcanzando para el fin de sus días un patrimonio territorial de más de 300.000 hectareas.

Después de la década de 1880, trayectorias como las de Ramón Santamarina se volvieron excepcionales, y la incorporación en los estratos superiores de la elite argentina, poco menos que imposible. Para el cambio de siglo, ya no se registran historias de ascenso tan espectaculares, en gran medida porque la clase propietaria, enriquecida y consolidada, comenzaba a diferenciarse y a aislarse del resto de la sociedad más claramente que en cualquier momento del pasado. Gracias a la enorme riqueza territorial que habían acumulado, los grandes estancieros se volvieron el segmento más conspicuo y visible de la clase propietaria. Sus hábitos de consumo suntuario llamaron la atención de muchos observadores. Los terratenientes se convirtieron en el corazón de una elite exclusiva, muchas veces describía como "consciente de su rango", mas de una vez como "altiva". El dinero, afirmaba Gordon Ross en la década de 1910, “tiene mayor eficacia como llave para ingresar a la sociedad en muchas capitales europeas que en Buenos Aires". Que ello sea cierto depende mucho de que elites europeas uno tenga en mente. De todas maneras, comentarios como este indican bien que para ese momento ya no resultaba sencillo ingresar en la clase alta. Como Julio Monzo percibió con claridad, el alza del precio de la tierra, esto es, del principal activo de la elite propietaria argentina, estaba en la base de este cambio."

La rápida valorización de la tierra no solo contribuyo a delinear mejor los rasgos de los grupos que estaban en el centro de la elite propietaria. También contribuyo a dotar de un perfil de clases más preciso a toda la sociedad rural. El aumento del precio del suelo signó la expansión de la agricultura granífera, que creció con fuerza desde la década de 1890. Entre 1894 y 1903, el precio de la tierra en la provincia de Buenos Aires se multiplicó por tres. En diversas aéreas, el cultivo granífero se integró plenamente como parte de las actividades que tenían su sede en la estancia ganadera, que se convirtió así en una explotación en la que el cultivo del suelo adquirió un lugar más preponderante que el que hasta entonces había sido tradicional.

En estas estancias mixtas, la agricultura se expandió gracias a la conversión de praderas que ya estaban generando altos rendimientos gracias a la cría de ganado lanar en aéreas destinadas a la producción de granos, forrajes y vacunos refinados. En consecuencia, pese al aumento de la superficie bajo cultivo, el acceso a tierra agrícola barata se hizo dificultoso para los agricultores. En las nuevas aéreas de frontera, en particular en el sur y el oeste, los grandes dueños del suelo también se resistieron a fraccionar y vender, y en su mayoría prefirieron arrendar sus tierras. Para comienzos de la década de 1900, cuando este sistema ya había madurado sus rasgos esenciales, Francisco Latzina podía ofrecer una "explicación convincente sobre los motivos que explicaban esta conducta. "El dueño de tierra buena y bien situada, afirmaba, "preferirá siempre el arrendatario al comprador a plazos al contado de pequeños lotes. Con el arrendamiento se constituye una renta, sin perder nada de su capital [...] mientras que, en la colonización, enajena parte de su capital en pagos a plazos, morosos y a veces inseguros, y pierde la renta". Motivos como este explican por qué, para la primera década de siglo, dos tercios de los agricultores en los distritos cerealeros trabajaban tierra que no era suya.

Es claro que los agricultores arrendatarios también contribuyeron a definir los rasgos de este sistema. El arrendamiento, en sus diversas modalidades, formaba parte central de la historia de la producción agraria en la pampa ya desde el periodo colonial. En una economía

Page 17: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

crónicamente falta de brazos, el arriendo vencía a ofrecer una opción atractiva para las clases trabajadoras, pues les permitía participar en la apropiación de los beneficios de la producción agrícola. Cuando la agricultura cerealera se expandió a fines del siglo XIX, y al igual que había sucedido en otros ciclos productivos (en especial en las etapas iniciales, cuando la escasez de fuerza de trabajo se hacía sentir con más fuerza), el sistema de arrendamientos ofreció a los agricultores condiciones muy favorables. Para los inmigrantes que llegaron al país en las últimas décadas del siglo XIX, así como también para los migrantes del interior o de los centres urbanos, arrendar importantes extensiones de tierra, sobre la base de contratos que les permitían participar en los beneficios, constituía una opción tentadora y a veces muy lucrativa, seguramente más atractiva que inmovilizar su escaso capital en la adquisición de una pequeña parcela.

Con el paso del tiempo, primero en las tierras de más antiguo poblamiento, pero a poco andar también en las de frontera, el creciente flujo de inmigrantes modificó sustancialmente el mercado de trabajo y debilitó la posición de los agricultores. El cambio fundamental se dio en la década que precedió a la Primera Guerra Mundial, cuando tres millones de inmigrantes europeos arribaron al país. La fuerza de trabajo, que siempre había sido relativamente escasa, se volvió más abundante, y ello erosionó la posición de los trabajadores en el mercado. Para comienzos de la década de 1910, el ferrocarril alcanzó definitivamente los límites de la tierra apta para el cultivo granífero y para la cría de animales de calidad. Así, llego a su fin la permanente incorporación de nueva tierra fértil, que había signado toda la historia de esta sociedad de frontera. Al congelarse la oferta de tierra, el precio del suelo tendía a elevarse, y lo mismo sucedió con la renta. La combinación de un alza de la renta de la tierra y de un aumento de la oferta de fuerza de trabajo tuvo un efecto devastador sobre la capacidad de negociación de las clases subalternas.

Con el cierre de la frontera agrícola, la pampa comenzó a perder muchas de las características que la habían hecho una sociedad nueva. Este proceso, que ya se había manifestado parcialmente en tierras de más antiguo poblamiento, hacia el Centenario limitaba las oportunidades de acceso a la tierra en condiciones muy favorables en las últimas fronteras al sur y al oeste. En la década de 1910, ya no resultaba sencillo ascender en la escala social. Aludiendo a este problema, en 1912 el diario La Vanguardia afirmaba que "si Santamarina compraba hace 40 o 50 anos una legua por una petaca, ni un solo palmo de tierra es accesible hoy a la multitud laboriosa".

En esos años, el cambio agrícola, y más en general el rural, que el agrónomo estadounidense Carl Taylor consideraba tan intenso en la pampa como en las praderas americanas durante todo el siglo XIX, perdió dinamismo. Desde la década de 1910, la frontera solo se expandió en áreas marginales fuera de la pampa: en las tierras subtropicales del Chaco y en la desértica región patagónica. En los distritos cerealeros el alza de los precios de la tierra así como el incremento de la renta y la abundancia de trabajo, limitaron las oportunidades de ascenso económico, afectando en particular a los chacareros arrendatarios que constituían el eslabón más débil del mundo agrícola. En el sur de Santa Fe, por ejemplo, la renta se elevo de alrededor de un quinto a un tercio de la cosecha entre 1904 y 1912. A comienzos de la década de 1910, dos años agrícolas particularmente malos, uno en el que fracaso la cosecha, y otro de precios muy bajos, colocaron a los chacareros del maíz en una posición por demás incómoda. Los arrendatarios se vieron atenazados por un alza de los costos de producción y una baja del ingreso. En 1912, una huelga de arrendatarios estallo en Alcorta, en Santa Fe, y se extendió por los distritos cerealeros del norte de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba. Poco antes del momento indicado para el inicio de las labores, los chacareros se negaron a sembrar y reclamaron una baja de los cánones de arrendamiento. Al año siguiente, en 1913, los cultivadores otra vez fueron a la huelga.

Page 18: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 4

EL FASCISMO

A partir de la lectura del capítulo “La Solución Fascista”, escrito por el historiador suizo

Philippe Burrin, del libro Nueva Historia de las Ideas Políticas, responder a la siguiente grilla

de preguntas.

1) ¿En qué consistió la crisis cultural que se desató en occidente a comienzos del siglo

XX y cómo afectó al sistema democrático?

2) ¿En qué derivó esa crisis de confianza y el aumento de la insatisfacción con el sistema

político imperante en Europa?

3) El autor manifiesta que Nazismo y Fascismo no son lo mismo pero que tienen claros

puntos de encuentro. ¿Qué diferencias observa y en qué cosas apunta acercamientos?

4) El autor menciona que el Fascismo tiene como origen tres corrientes ideológicas.

Mencione esas tres corrientes.

5) Construya un cuadro de dos columnas. En la primera con los nombres de la corriente

contrarrevolucionaria, del irracionalismo y del nacionalismo de extrema derecha, en la

siguiente columna describa brevemente las características de cada una de estas

corrientes ideológicas.

6) ¿Qué elementos ideológicos de las tres corrientes recoge el fascismo?

7) Qué hecho histórico menciona el autor como factor que creó las condiciones y dio

espacio al crecimiento del movimiento fascista

8) El autor menciona la relación que existe entre Fascismo y las políticas de Unión

Nacional. ¿Son lo mismo?

9) Describa elementos que componen la política fascista.

10) Describa los factores definitorios que se esperan del llamado “hombre fascista”.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

LA SOLUCIÓN FASCISTA

Philippe Burrin

Mucho se hubiera extrañado Tocqueville si le hubieran dicho que el pleamar democrático que le parecía irresistible, iba a tropezar muy pronto con obstáculos tan poderosos que poco le faltaría para romperse. La extensión, después de la Primera Guerra Mundial, de la oscura mancha de las dictaduras sobre el mapa de Europa, demostró con toda claridad que el progreso de la modernidad no era incompatible con algunos temibles reflujos. Europa pasó durante el período entre ambas guerras mundiales por una crisis profunda, una crisis cultural en el sentido más amplio del término, que era la de la herencia de la llustración, con sus

Page 19: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

representaciones optimistas de la historia y del hombre. En la segunda parte del siglo XIX, en realidad, la confianza en la razón y en el progreso había empezado ya a resquebrajarse, al tiempo que se formaba un clima intelectual que iba a estimular, en algunos sectores de la opinión, la revocación radical de una civilización —tanto en sus estructuras como en sus proyectos— identificada por entero con la democracia.

Esta crisis se tradujo en un poderoso retorno en favor de los valores autoritarios, por la afirmación sonora de los principios de orden y de autoridad, Los países de la Europa occidental inclusive, donde la democracia tenía ya la fuerza de la tradición, conocieron tentaciones y conmociones, El parlamentarismo atrajo en contra suya las protestas más variadas y más emotivas, la lentitud de las deliberaciones, la fragilidad de las mayorías, en resumen, el debate y la división, se habían hecho insoportables a una parte de la opinión a la que la confusión de la crisis económica y un clima moral marcado por la Gran Guerra hacía sonar con unas soluciones simples y fuertes, en direcciones seguras, en consensos fáciles de conseguir.

El desarrollo y, en algunos países, la aplastante victoria de los partidos fascistas, mostraron la extensión y gravedad de la crisis. Expresión política extrema del movimiento de reacción contra los ideales democráticos, aquellos partidos basaron su triunfo en la explotación de todas las insatisfacciones, de los descontentos, de las rebeliones engendradas por una modernidad a la que sus amargos frutos valieron una condena global, conjugando los llamamientos más diversos, en primer lugar a la reacción y a la conservación del orden, pero también a la revolución, los partidos fascistas introdujeron en la variedad de las derechas una nueva rama, dando a la autoridad un giro específico y asociándola, sobre todo, a un culto de la fuerza sin precedente en la historia política de la Europa moderna.

Un tipo ideal

Para explicar la originalidad de la solución fascista, hay que salvar una dificultad previa. El fascismo es en efecto un término desgastado por décadas de utilización polémica. Entre una extensión abusiva y un encogimiento limitativo poco justificado, hay sin embargo un lugar para un concepto pertinente, a condición de definirlo con precisión y de ser consciente de los límites de esta definición.

Manteniéndose en el estricto terreno de las ideas políticas, se puede sostener que entre el fascismo italiano y el nazismo alemán, para no citar más que a los dos casos de mayor envergadura histórica, media una distancia e incluso una cierta oposición, que dificulta el empleo de un concepto genérico de fascismo. Es patente que carecen de una matriz doctrinal contenida en un texto fundamental, a ejemplo de lo que fue El Capital para la familia socialista o la Declaración de Derechos del Hombre para la familia liberal. En realidad, hubo entre ambos una disparidad indiscutible desde el punto de vista doctrinario, pues mientras el fascismo italiano ponía en el centro de su discurso al Estado totalitario realizador de Imperio, el nazismo colocaba a la raza como fundamento del pueblo elegido. A diferencia del primero, el segundo disponía de un verdadero cuerpo de doctrina, coherente en sus principios, articulado en su exposición y eficaz como guía para la acción; la Solución Final3 fue la culminación de este e introdujo entre los dos fenómenos una diferencia que puede parecer insuperable.

Sin embargo, su parentesco es evidente, y tanto más si, por encima de las ideas políticas stricto sensu, apuntamos al plano global de la ideología, concebida como conjunto de principios y valores que definen una visión del mundo y de la sociedad y desembocan en un proyecto político de acción y cambio. Por fascismo en sentido genérico, entenderemos aquí un tipo ideal en la acepción definida por Max Weber.

3 Solución Final es el nombre que el nazismo le dio al exterminio de la población judía europea.

Page 20: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

El tipo ideal del fascismo no pretende definir la «esencia» del fenómeno fascista ni agotar la realidad histórica. Su objeto es el de ordenar, en un conjunto coherente, las líneas de fuga que componen, según la opinión del investigador, el horizonte ideal del fascismo, considerado como un proyecto político, y que lo distinguen de otros tipos como la democracia liberal, el comunismo soviético y las dictaduras autoritarias tradicionales. Este cuadro ideal sirve así como modelo de análisis con el que abordar la realidad histórica y precisar la singularidad de los casos individuales. En esta perspectiva, se puede sostener que el antisemitismo nazi, e incluso la misma Solución Final, que es indisociable de una situación de guerra y de fracaso creciente, hacen del nazismo una modalidad extrema del fascismo, pero no lo diferencian radicalmente del caso Italiano.

Fuentes

La ideología fascista se inscribe en la prolongación de las corrientes ideológicas anteriores a la Primera Guerra Mundial, y ofrece de estas corrientes una síntesis nueva y original, cuyo equivalente no encontramos antes de 1914 aunque sí sean perceptibles sus elementos básicos. Se encuentra en el punto de confluencia de tres corrientes de pensamiento que, por otra parte, se hallan mezcladas en proporciones diversas según los países, pero que merece la pena diferenciar el pensamiento contrarrevolucionario, el irracionalismo político y el nacionalismo de extrema derecha.

Desarrollado como reacción contra la Revolución Francesa, el pensamiento contrarrevolucionario tiene por principios esenciales la autoridad y la jerarquía. En esta concepción, que ve en el orden social un producto de la voluntad divina, la sociedad es fundamentalmente no igualitaria y el individuo no tiene sino deberes hacia ella. Este es un punto de vista vinculado con una visión pesimista del mundo, según la cual el hombre, atontado por el pecado original, se encuentra invenciblemente inclinado al mal y debe ser preservado de sí mismo por las cadenas de un orden tutelar. Esta línea de pensamiento se halla dentro de la tradición metafísica y religiosa de Occidente, y está inspirada en la imagen de una sociedad fundada sobre la monarquía y la división en órdenes y corporaciones, una sociedad ordenada por la superioridad natural de las autoridades y la sumisión respetuosa de un pueblo cristiano.

En el fondo del irracionalismo político se halla la idea de que la sociedad esta cohesionada por fuerzas elementales que la razón no logra captar y que proporcionan su identidad a los miembros de la comunidad. Al igual que la contrarrevolución, rechaza el modelo del contrato social de Rousseau y la concepción de una sociedad fundada en el acuerdo de voluntades individuales iluminadas por la razón. Pero a diferencia de la contrarrevolución, el irracionalismo rechaza de un modo absoluto la razón y, además, tiende a sustituir la religión revelada por un neopaganismo, Para sus partidarios, la acción de fuerzas oscuras —el destino, la raza, la vida, la tierra— determina al hombre y lo hace pertenecer de modo exclusivo e irreversible a una comunidad a la que se halla unido por un vínculo instintivo. El vitalismo y el racismo son las dos variantes doctrinales más extendidas del irracionalismo: el primero inspiró al fascismo italiano y el segundo al racismo.

La última de las corrientes mencionadas es la del nacionalismo de extrema derecha, que adquirió su mayor auge político en la última parte del siglo XIX. Sucede al nacionalismo democrático que había unido de modo indisoluble la independencia nacional a la soberanía popular, alineándose con los principios antidemocráticos de la contrarrevolución, pero encerrándolos dentro de los límites de la nación, convertida ya en el marco insuperable de la vida social y en el foco de una adhesión cívica que compite con la fe religiosa y su universalismo. A diferencia también de la reacción, este nacionalismo está dispuesto a recurrir a las masas populares y a movilizarlas para llevar a cabo su obra de renovación, crispado en la voluntad de dar a la nación, cohesión y unidad, se caracteriza por un

Page 21: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

repliegue desconfiado hacia concepciones particularistas, por la exclusión del extranjero, por la afirmación de valores de fuerza y poderío hacia el exterior.

El fascismo realiza una síntesis original de estas tres corrientes, no dejándose reducir a ninguna de ellas, incluso si se acerca más al irracionalismo político y al nacionalismo de extrema derecha, pues la contrarrevolución consiste en cierto modo en el tronco inicial. El recurso a las masas, su encuadramiento en el seno de un partido único, su participación regulada en la acción del poder, lo distinguen con claridad de esta última, y más generalmente del autoritarismo tradicional, a pesar de comulgar con los principios de orden, autoridad y jerarquía. Por otra parte, su fundamento irracionalista lo separa de un nacionalismo de extrema derecha de inspiración positivista como el de la «Acción Francaise»4. Además, la pretensión de llevar a cabo un cambio completo en el orden político en beneficio de una nueva «elite», impide que se lo pueda confundir con la derecha nacionalista de fines del siglo XIX, que conservaba su reverencia por las viejas clases dirigentes.

En realidad, solo la experiencia de la Primera Guerra Mundial, al dar forma a ciertas actitudes mentales y al abrir camino a una visión inédita de la sociedad, hizo emerger una nueva derecha que ni estaba vinculada a la defensa del orden existente ni al restablecimiento de un orden antiguo, sino que pretendía fundar una nueva polis a partir de la experiencia de las trincheras. Esta novedad se nota en la recuperación, casi inexistente antes de 1914, de buena parte de los métodos, retórica y simbolismos de los partidos revolucionarios, muestra evidente de desapego hacia la sociedad existente y sus «elites». Pero sobre todo se traduce en la concepción de un orden social imitado del orden militar, en la conversión del ideal guerrero en ideal cívico, y en la pretensión de encerrar a toda la sociedad en la red de un poder ilimitado.

La reunión totalitaria de la nación

Al tener por objetivo la unidad de la nación, el fascismo debe inscribirse en la familia de las ideologías de unión nacional. Estas tienen por común característica la intolerancia hacia las divisiones políticas e ideológicas que acarrean a la vez al liberalismo y el marxismo; su ambición consiste en superar lo que entienden como una crisis de civilización, reuniendo a todos los grupos y sectores nacionales. Pero si pensamos en el «gaullismo» (movimiento creado en Francia en torno a De Gaulle, después de la Segunda Guerra Mundial), con sus intenciones de unión nacional y su lucha contra el liberalismo y el marxismo, que son sus corolarios, su pretensión de superar las divisiones ideológicas y en primer lugar la barrera entre derecha e izquierda, así como la de reunir al pueblo en un gran movimiento guiado por un hombre que encarnaría las esperanzas de la nación grande y fuerte, vemos que todos estos rasgos no bastan para calificar de fascista a dicho movimiento. Es importante, por lo tanto, especificar las particularidades de la unión o reunión nacional que el fascismo persigue.

Quizá lo mejor sería caracterizar al fascismo como la variante totalitaria de las ideologías de unión nacional. A diferencia del comunismo soviético, totalitarismo de izquierda, el fascismo, totalitarismo de derecha, afirma con toda claridad su voluntad totalizadora. Su valoración de la coacción y de la fuerza se expresa de manera muy típica en esa exhibición de voluntad de formar una nación que se adhiera con plenitud entusiasta al nuevo orden.

La comunidad fascista, que tiene por fundamento la desigualdad entre sus miembros, está encuadrada por un partido único jerarquizado que tiene por misión alinear a la nación entera con su modelo; en la cumbre de la pirámide hay un jefe absoluto, encarnación providencial de las fuerzas oscuras de la nación y de la raza, que mantiene con su pueblo una relación de

4 Movimiento nacionalista de origen francés.

Page 22: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

mando absoluto y de confianza plebiscitaria Las reuniones fascistas, los desfiles y escenografías del nazismo, sobre todo, Ofrecen una imagen expresiva de la comunidad que se prepara, con su pueblo jerarquizado según los servicios rendidos al partido, militarmente «uniformado» y ordenado, comulgando con el jefe en el entusiasmo y la disciplina,

La construcción social y la reforma económica tienen un lugar muy secundario en el ideal fascista. Lo que se pone en primer piano es la primacía de lo político, de un ideal cuya ambición es volver a cerrar las divisiones de la sociedad capitalista liberal, moldeando una conciencia colectiva homogénea con la marca del fanatismo.

El hombre fascista debe ser un individuo movilizado permanentemente al servicio de la comunidad y del jefe absoluto que la personifica y la guía, Sus cualidades son la disciplina y la obediencia, pero también el impulse el entusiasmo y la fe ciega. «Combate, fe, trabajo, sacrificio», era la divisa asignada por Goebbels a los militantes nazis, y la de Mussolini: «Creer, obedecer, combatir.» Estos valores de la fe y el sacrificio traducen fielmente el fundamento irracionalista del fascismo y dibujan con claridad el objetivo de una adhesión ciega, espontanea y exclusiva del individuo a su comunidad. A este fin colaboran una movilización emocional permanente, la designación de los enemigos jurados de la comunidad, la exaltación incesante de la gloria y la grandeza futuras y, por último, la inculcación obsesiva, por encima de todo, de las virtudes guerreras.

Los valores de fuerza y combate son efectivamente indisociables del ideal comunitario del fascismo y acaparan incluso su horizonte. Su ambición fundamental es, en definitiva, formar un pueblo de guerreros alegres destinado a proyectarse en las conquistas, que son el derecho natural de los pueblos jefes. Que el punto de apoyo doctrinal sea el vital ismo, como en el fascismo italiano, o el racismo, como en el nazismo, una misma filosofía del derecho del más fuerte y una misma idea de «misión» exterior de dominio y expansión, pone en el centro del proyecto fascista una dimensión imperialista que es la salida natural de la nueva comunidad nacional. Una visión neodarwinista de las relaciones internacionales, una voluntad de fuerza y de potencia disociada de cualquier objetivo definido y limitado: la guerra representa para el fascismo a la vez el medio de realización de su voluntad ilimitada de dominación y la prueba natural de verificación de la vitalidad de un pueblo regenerado por él.

En definitiva, cabe proponer la siguiente definición, en tres partes solidarias, del tipo fascista. El fascismo tiene la ambición de formar una comunidad nacional unificada y movilizada permanentemente en función de valores de fe, de fuerza y de combate; una comunidad basada en la desigualdad, comprimida en una unidad totalitaria que excluye cualquier otra fidelidad que la que se rinde de modo exclusivo a un jefe que personifica el destino colectivo y decide sin contar con nadie; una comunidad militarizada, fundida con vistas a realizar una empresa de dominio que es su principio y su fin.

Los regímenes italiano y alemán avanzaron de modo desigual en el camino de la realización de este proyecto, pero no puede negarse su presencia fundamental, como lo demuestra sobre todo la política realizada en los campos cultural y educativo. En ambos países, los fascistas consecuentes fueron siempre minoritarios, pero sin embargo consiguieron un amplio apoyo popular sacando partido de esperanzas y valores que, aunque no se identifican con los suyos, tenían bastantes puntos de contacto con ellos, aspiración a un Estado fuerte, dimisión del individuo que busca refugio en el seno de un orden dinámico personificado por un gran hombre, rechazo del trabajo de la razón y del esfuerzo de la conciencia en favor del calor de las emociones y de las pasiones, sobre todo por la identificación con la fuerza y la grandeza del Estado y de la nación; corriente difusa de autoritarismo que los fascistas supieron captar y del que hicieron la base de su insaciable proyecto de fuerza y de poder. Las matanzas de la Segunda Guerra Mundial demostraron con sus ruinas que el fascismo

Page 23: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

había sido en definitiva el síntoma mas virulento de la crisis general a la .que había pretendido poner remedio, De la situación que salió de aquella con tienda, cabe sacar la conclusión de que la época histórica del fascismo ha pasado sin posibilidades de retorno, lo que desde luego no significa que la autoridad y sus vértigos hayan desaparecido de nuestras sociedades.

Page 24: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 5

GOBIERNOS RADICALES Y OPOSICIÓN PARLAMENTARIA

A partir de la lectura del capítulo “Los Gobiernos Radicales”, escrito por la historiadora

argentina Ana Persello, de la colección Nueva Historia Argentina, responder a la siguiente

grilla de preguntas.

1) ¿Cuándo Yrigoyen fue elegido Presidente, en qué condiciones quedaron los radicales

en las cámaras legislativas?

2) Por qué el Congreso era el lugar donde se desarrollaban los enfrentamientos internos

de cada sector.

3) En qué consistían las diferencias dentro del Partido Radical

4) Qué problema observa la autora en el hecho de que no existían partidos orgánicos e

institucionalizados, es decir, partidos políticos sólidos ideológicamente y unificados en

la acción.

5) En tiempos de la presidencia de Yrigoyen se hablaba de una “ineficacia

parlamentaria”, explique cuáles eran las dos perspectivas con las que se veía la causa

de esta inacción.

6) ¿Cómo era la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en tiempos de

Yrigoyen?

7) ¿Cómo utilizaba el Poder Ejecutivo la facultad de intervenir las provincias y de qué

modo interpretaba la oposición esas decisiones?

8) En qué se diferenciaba el accionar político de Yrigoyen y de Alvear como presidentes

en su relación con el Parlamento.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

LOS GOBIERNOS RADICALES

Ana Persello

EL PARLAMENTO

Cuando Yrigoyen asumió la presidencia, la Cámara Baja se componía de 120 diputados y la Alta de 30 senadores. El radicalismo obtuvo 43 bancas en Diputados y solo 4 en Senadores. Una primera mirada a los cambios en la composición por sector a lo largo del periodo muestra el crecimiento de los radicales en detrimento de los conservadores. En cuanto a los partidos menores, como el socialismo y la democracia progresista, mantuvieron un número de bancas más o menos constante hasta 1928. En ese periodo legislativo los demócratas perdieron su representación y los socialistas, divididos, se las repartieron con ventaja para los independientes. Por otro lado, las bancas radicales no constituían un bloque. Ya antes de la escisión formal del partido la bancada estaba dividida, aunque fue recién en las elecciones

Page 25: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

legislativas de 1926 cuando presentaron listas separadas, obteniendo 38 bancas el personalismo y 20 el antipersonalismo. Hacia el final del periodo, coincidiendo con el segundo gobierno de Yrigoyen, los personalistas tenían amplia mayoría y quórum propio.

El recinto parlamentario se constituyo en un lugar privilegiado para los pleitos entre partidos y en el interior de ellos. A comienzos del período se desarrolló un fuerte enfrentamiento verbal entre radicales y conservadores —ambos se acusaban mutuamente de no constituir partidos— que, aunque se mantuvo, se desplazo visiblemente al interior del partido gobernante. El antipersonalismo se transformo en blanco de los ataques del yrigoyenismo y a la inversa. Todos los partidos, sin excepción, desplegaban sus propias rencillas internas y, además, se posicionaban frente a las divisiones y alianzas de los otros partidos. Esto se tradujo en una dinámica pautada por el conflicto y las denuncias de la minoría de arbitrariedad, abuso y aplicación tendenciosa del reglamento, despachos que no se suscribían en el seno de las comisiones y abundancia de mocionas de cierre del debate.

Pero lo que en última instancia estaba en discusión en el interior mismo del Parlamento era la definición del gobierno representativo. Este debate ponía en cuestión el lugar de los partidos como canales de mediación en el sistema politico e implicaba una pregunta por la representación. Frente al argumento de que la democracia no es posible si el pueblo no se organiza en partidos y en tanto esto es así, los legisladores representan en el recinto parlamentario a su agrupación política, aparca el planteo de que el representante lo es del pueblo de la Nación. Una y otra posición determinaban planteos diferentes en tomo al voto disciplinado y a la formación de bloques. El bloque puede constituirse y la disciplina operar en función de una definición programática, afirma la oposición, y el radicalismo no la tiene. Esto funcionaba solamente para el Partido Socialista. Las cuestiones provinciales y la política internacional —para mencionar solo algún ejemplo— dividían internamente tanto a conservadores como a radicales. Las diferencias no se resolvían en el interior del partido tal como lo proponía la noción de disciplina sino que se trasladaban al Congreso.

En el caso del Partido Radical la cuestión se complica. Un sector de los legisladores exigía la separación entre partido y gobierno. Se podía ser radical y opositor. El gobierno era personal y, por ende, ajeno a la tradición del partido que se basaba precisamente en el repudio del personalismo. Los extravíos o desviaciones de los derechos consagrados por la Constitución en que incurría el presidente de la Republica no comprometían la acción parlamentaria del partido. Otro grupo, el más numeroso, se sentía solidario con el mandato por el cual Yrigoyen fue ungido. La misma lógica se desplegaba durante los años del gobierno de Alvear. Para los yrigoyenistas, el presidente se apartaba de la tradición partidaria y esto justificaba las obstrucciones y las ausencias al recinto parlamentario.

La ausencia de partidos orgánicos y disciplinados, que marcaba la tensión entre la nueva ingeniería institucional propuesta por la ampliación del sufragio y las practicas, fundamentaba dos tipos de planteos: modificar el accionar de los partidos a través de reformas legislativas en el marco de la representación territorial o promover cambios que los reemplacen por otras formas de mediación, funcionales, sectoriales y de intereses. Detrás de ambos argumentos estaba en cuestión la ley Saenz Pena. Para los primeros, había que modificarla; para los segundos, derogarla. Era mayoritaria la afirmación de que la ley implicó un jalón en el camino del progreso político. La ampliación de la participación era irreversible o, en todo caso, inevitable, aunque sus resultados no fueran los deseados. Legisladores de distintas tendencias proponían su modificación introduciendo la representación proporcional para ampliar las posibilidades de los partidos menores, o volviendo al sistema de la circunscripción uninominal establecido en 1902 para que fuera el ámbito local y no el comité el que seleccionara a los representantes.

Page 26: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

La ley electoral de 1902, creación de Joaquín V. Gonzalez —solo aplicada en 1904—, establecía el régimen uninominal por circunscripciones combinado con el sufragio voluntario. En 1921, el legislador Julio Costa volvió a reproducir el proyecto sin modificaciones. Los argumentos giraban en tomo a que el escrutinio de lista era la negación del gobierno representativo; la interposición del comité entre el electorado y el pueblo. Por el contrario, el representante surgido del distrito reúna la representación de intereses de los votantes y de calidades, en tanto era el personaje destacado. Costa volvía a reivindicar por sobre los partidos el peso del notable local.

Cuando en 1912 se sanciono la ley 8.871, se estableció la lista completa combinada con el secreto y la obligatoriedad del sufragio y el mecanismo plurinominal. El sistema de lista fijaba la representación de la minoría en un tercio. En la perspectiva de los legisladores la pluralidad y la proporcionalidad fija posibilitarían el ingreso al Parlamento de los partidos nuevos, como el social ismo y el radicalismo. No estaba dentro del horizonte de lo posible la pérdida del gobierno por los grupos tradicionales. El triunfo radical —para los propiciadores de la reforma— era un resultado no previsto y no deseado. El tercio funcionaba como elemento atemperador de la ampliación política.

Una vez instalado el radicalismo en el gobierno y a medida que la ocupación de espacios —gobernaciones y bancas— aumentaba, la oposición busco en la reforma de la ley electoral el modo de morigerar el avance. El régimen proporcional aparecía como una solución posible. El argumento era que volvía mas representativo al Parlamento en tanto reflejaba con mayor fidelidad las diferencias en el electorado. La opción por la lista incompleta favorecía el gobierno eficiente y el bipartidismo, aunque sacrificara la representatividad. Entre los regímenes proporcionales posibles —ensayados en otros países— las iniciativas legislativas presentadas al Congreso optaban por el sistema D'Hont, que —según planteaban— evitaba la fragmentación excesiva de los partidos, a diferencia del método de mayor residuo que favorecía a los partidos mas pequeños. De hecho, algunas provincias lo adoptaron: Buenos Aires. Corrientes, la Capital Federal, para elecciones comunales, y Santiago del Estero hasta 1921, en que fue derogado y reemplazado por el sistema de lista incompleta.

EL PRINCIPIO REPUBLICANO: LA RELACION EJECUTIVO/LEGISLATIVO

Es frecuente encontrarse en los textos de la época con evaluaciones de la labor parlamentaria y una de las cuestiones sobre las que se hace mayor hincapié es el desequilibrio entre la labor legislativa y el debate político. Los legisladores de todos los sectores coincidían en que esto último insumía la mayor parte del tiempo de las Cámaras. En líneas generales, denominaban debate político al que enfrentaba a miembros del partido gobernante en cuanto a la evaluación de las situaciones provinciales; al que se producía cuando se presentaban pedidos de interpelación al Ejecutivo; a las largas sesiones dedicadas a discutir la situación de las provincias intervenidas motivadas por la ausencia del ministro interpelado, que implicaba necesariamente interpretaciones constitucionales en cuanto a fueros y prerrogativas de los poderes.

Para los radicales, la ineficacia parlamentaria era producto del obstruccionismo de la oposición que enjuiciaba permanentemente al gobierno y al partido para provocar dilaciones. Para la oposición, la explicación estaba, por un lado, en la división del Partido Radical, que obviamente se trasladaba al Congreso y provocaba un enfrentamiento enconado y posiciones irreductibles; por olio, en la sujeción del partido al gobierno y, fundamentalmente, al Ejecutivo.

Según la oposición, era Yrigoyen quien proporcionaba los motivos para que la Cámara se viera obligada permanentemente a defender sus fueros frente al avasallamiento del que era objeto, y esto era previo a la tarea de legislar. La enumeración de motivos es conocida: el presidente no asistía a las sesiones de apertura del Parlamento. En los seis años de su

Page 27: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

primer gobierno Yrigoyen no lo hizo nunca y solo en 1918 presento excusas a la Cámara por encontrarse fuera de Buenos Aires. Tampoco concurrió durante su segundo gobierno. Esta es una de las diferencias con Alvear que estuvo presente en todos los periodos legislativos de su mandato. Si bien la ausencia del presidente no impedía el funcionamiento parlamentario, su presencia era una prescripción constitucional y la no concurrencia adquirió un fuerte valor simbólico. Conservadores, socialismos y demócrata progresistas coincidían en afirmar que implicaba falta de respeto, arrogancia y soberbia.

El segundo motivo era el desconocimiento de las facultades de la Cámara para llamar a su seno a los ministros. El artículo 63 de la Constitución establecía que cada una de las Cámaras podía hacer concurrir a su sala a los ministros para recibir las explicaciones con informes que considerara convenientes. Se trataba del derecho de interpelación. En los dos periodos presidenciales de Yrigoyen aumento considerablemente el número de interpelaciones fracasadas en relación con periodos anteriores. Entre 1916 y 1922 en Diputados se presentaron 35 pedidos de concurrencia de los ministros al recinto parlamentario, se votaron afirmativamente 29 y solo se realizaron 13. Entre 1928 y 1930 recibieron sanción negativa los 19 pedidos presentados.

En este último período, el radicalismo personalista tenía mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, es decir, es la misma Cámara la que renunciaba a la facultad de interpelar en una actitud de protección al Poder Ejecutivo, a diferencia de los anos del primer gobierno en que la mayoría de los diputados radical es votaba afirmativamente los pedidos de interpelación. Y esto, nuevamente, lo separa también del período alvearista, en el cual se votan afirmativamente las 37 interpelaciones pedidas y se realizan 34.

El tercer motivo esgrimido es el abuso de la facultad ejecutiva de intervenir a las provincias en el receso parlamentario. Yrigoyen envió 15 intervenciones por decreto en su primer gobierno y 2 en el segundo sobre un total de 20 y 4, respectivamente. La conflictiva relación entre el Ejecutivo y el Legislativo dio lugar a un debate sobre el lugar de la soberanía que no llegó a poner en cuestión la forma que adoptaba el régimen político. Es decir, la oposición colocaba el lugar de la soberanía en el Parlamento, representante directo de la voluntad popular, lo cual no implicaba necesariamente una opción por el parlamentarismo frente al presidencialismo. Estados Unidos seguía siendo el modelo, aunque se argumentara que el sistema ingles era más perfecto. Optar por el régimen parlamentario —en el planteo conservador— exigía partidos orgánicos y un nivel de educación política que la Argentina no había alcanzado. Para el Partido Socialista era un horizonte futuro.

En este planteo más general se inscribía la discusión sobre los alcances y límites de las facultades de la Cámara para interpelar al Ejecutivo y de este para intervenir a las provincias en los periodos de receso parlamentario. Todos los sectores políticos acordaban que la interpelación acusación, es decir, el voto de censura o de confianza que implicaba la destitución o mantenimiento del gabinete era propio del régimen parlamentario y no procedía en el caso argentino Sin embargo, la oposición cuestionaba los argumentos —en los pocos casos en que el presidente da explicaciones a la Cámara por la ausencia de sus ministros— que se fundaban en que el Ejecutivo pude reservarse la facultad de decidir en cada caso si los motivos eran pertinentes o no, es decir, distinguía entre los estudios, informes o explicaciones que implicaban un aporte a las leyes por dictarse atendiendo al rol de poder colegislador del Parlamento o se referían a actos privativos de las facultades constitución ales propias del Ejecutivo.

Interpretando de este modo la facultad legislativa, el Parlamento consideraba que el Ejecutivo la limitaba, en tanto Yrigoyen sostenía que la Cámara abusaba del derecho de interpelación con móviles políticos. En cuanto a las intervenciones por decreto, los radicales sostenían que la Constitución otorgaba al Ejecutivo, tácitamente, la facultad de intervenir sin

Page 28: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

restricciones en los períodos de receso parlamentario —de hecho, las sesiones ordinarias duraban solo cinco meses— aunque muchos de ellos consideraban abusivo el accionar del Ejecutivo, por ejemplo, cuando intervenía una provincia solo dos días antes de que el Congreso se reuniera. La oposición extremaba argumentos para fundamentar que la facultad de intervenir era legislativa.

El grupo personalista esgrimía, en última instancia, el principio de la supremacía de la voluntad popular sobre el de la división de poderes. Un ejemplo nos permitirá clarificar la posición. En el período legislativo de 1929, la Cámara de Diputados había aprobado un proyecto de intervención a Corrientes y lo comunico al Senado. Este, en el momento de cerrarse el período ordinario de sesiones, no lo había discutido. El Poder Ejecutivo intervino cuatro días antes de que se iniciara el nuevo período, pero durante siete meses no envió la intervención. Solo lo hizo cuando el Senado rechazo el proyecto. La Cámara Alta emitió una declaración desconociendo la facultad del Ejecutivo para decretar la intervención nacional a las provincias en el receso del Congreso. La bancada yrigoyenista —el partido ya estaba dividido— presento un proyecto de resolución por el cual consideraba improcedente la actitud del Senado y lo fundamento a partir de la violación del principio de la división de poderes. Sin embargo, en los considerandos, afirmaba que el Senado no deliberaba siguiendo el ritmo de la "voluntad democrática", era "anacrónico", y el Poder Ejecutivo, frente al dilema de no gobernar para mantener la armonía de los poderes o gobernar para mantener la armonía con las aspiraciones de su pueblo, debía elegir la última solución. El planteo del grupo antipersonalista se acercaba más al de los conservadores, que consideraban el proyecto de resolución una "herejía constitucional" y afirmaban la necesidad de mas Legislativo y menos Ejecutivo, someter todas las cuestiones al Congreso y evitar la prepotencia del Ejecutivo.

En todo el período de los gobiernos radicales se reitero en el Congreso la propuesta de reglamentar los artículos quinto y sexto de la Constitución referidos a intervenciones federales. Para el sector radical, si había abusos y arbitrariedades la responsabilidad era del Congreso que no legislaba. La oposición sostenía que frente a ejecutivos arbitrarios poco servía legislar dado que la práctica corriente era la violación sistemática de los principios constitucionales. Los ministros de Alvear acudieron al Congreso y disminuyeron las intervenciones por decreto. La crítica a Yrigoyen por exceso se convierte en una crítica a Alvear por defecto. Si el primero ejercía una injerencia absorbente que violaba la división de poderes, Alvear se abstuvo de colaborar y coordinar la tarca legislativa dentro del límite de sus atribuciones.

El avasallamiento a los fueros y prerrogativas del Parlamento motivo entre 1919 y 1930, en tres oportunidades, el recurso al mecanismo extremo del pedido de juicio político al presidente de la República. Los diputados conservadores Matias Sánchez Sorondo, en 1919, y Alberto Vinas, en 1929, lo hicieron a título personal y no como miembros de un partido con la manifiesta intención de generar un debate político y procesar a Yrigoyen, dado que no contaban con los dos tercios necesarios para que la iniciativa pasara al Senado. El diputado radical personalista Diego Luis Molinari presento el pedido cuando Alvear, en 1926, clausuro las sesiones extraordinarias del Congreso, retirando todos los asuntos por tratar, entre ellos el presupuesto, y poniendo en vigencia el presupuesto del año anterior, por falta absoluta de sanciones. Al igual que en los casos anteriores, no solo no lo presento en nombre del partido, sino que este lo desaprobó públicamente.

Page 29: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 6

COMERCIO TRIANGULAR ARGENTINA – GRAN BRETAÑA – ESTADOS UNIDOS (1920)

A partir de la lectura del capítulo “Comercio e inversiones extranjeras: El triángulo anglo-

argentino-norteamericano”, escrito por el historiador argentino Mario Rapoport, en su libro

Historia Económica, Política y Social de la Argentina, responder a la siguiente grilla de

preguntas.

1) Investigue y defina los conceptos “balanza comercial”, ”balanza de pagos” y “déficit

comercial”

2) ¿Cómo era la balanza comercial entre Argentina y Gran Bretaña, y cómo era entre

Argentina y Estados Unidos a fines de siglo XIX?

3) Que factor naviero hacía que para Argentina fuese más sencillo mantener un creciente

comercio con Gran Bretaña y no con Estados Unidos.

4) Mencione algunos datos que dejan en claro la trascendencia del mercado británico

para el comercio argentino a comienzos de siglo XX.

5) Mencione el rol que jugaban las inversiones británicas en el sólido vínculo entre

Argentina y Gran Bretaña.

6) ¿Qué posición ocupaba la Argentina dentro del grupo de países a los que Gran Bretaña

destinaba sus inversiones a comienzos del siglo XX?

7) A partir de qué suceso histórico se modifica el peso de la relación comercial entre

Argentina y Estados Unidos y en cuáles rubros económicos se da ese cambio

8) ¿Qué significa que Estados Unidos se convirtió en “un importante mercado de

capitales para la Argentina” en la segunda década del siglo XX?

9) ¿Por qué Estados Unidos comenzará a invertir en diferentes rubros económicos que los

que invertía Gran Bretaña en Argentina? ¿Qué cambia en la economía argentina?

10) Explique con ejemplos qué significa que Estados Unidos tenía una economía

competitiva con Argentina mientras Gran Bretaña tenía una economía

complementaria. ¿De qué manera influye esta cuestión en la Balanza Comercial entre

Argentina y estas dos potencias?

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

COMERCIO E INVERSIONES EXTRANJERAS: EL TRIANGULO

ANGLO-ARGENTINO-NORTEAMERICANO M. Rapoport

Para entender mejor la ubicación de la Argentina en el contexto internacional, cuando aun su relación más importante seguía siendo con el Reino Unido, es necesario conocer el rol

Page 30: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

particular que este último jugaba en los mecanismos del comercio de la época. El exceso de importaciones (o déficit del comercio) que padecía la balanza comercial británica fue casi invariable entre 1913 y 1929, pero ese déficit era compensado, totalmente hasta 1922 y luego en parte, por los excedentes de los intereses y dividendos provenientes de las inversiones británicas en el extranjero. Sin embargo, esta compensación no provino del comercio de sus países deudores en proporción al volumen de las remesas que estos enviaban a Gran Bretaña. Las principales áreas deudoras del Imperio y Sudamérica —salvo la Argentina, que es un caso aparte—, que eran países de producción predominantemente agrícola, mantuvieron durante esos años un amplio excedente de exportaciones (o superávit en su balanza comercial), pero no con el Reino Unido, sino con las naciones industriales de Europa continental y con los Estados Unidos.

Los excedentes de importaciones británicas, en cambio, provenían, principalmente, de su comercio con esos países industriales y no del que efectuaba con sus deudores. En verdad, tales países, como India, Australia, China, Brasíl y Japón tenían a menudo un déficit en su balanza comercial con Gran Bretaña, así que, no solo una parte, sino el conjunto de los considerables servicios financieros que remitían a la metrópoli debían compensarlos mediante sus excedentes de exportación con otros países. En términos de bienes, entonces, el interés y los beneficios de las inversiones británicas de Ultramar eran pagados con productos enviados por las naciones deudoras agrícolas a la Europa continental y a los Estados Unidos y pasaban de estos últimos, mediante la forma de exportaciones de bienes manufacturados, al Reino Unido. Se daba, pues, una situación de comercio triangular o hasta, incluso, tetralateral, donde los países agrícolas deudores exportaban hacia los Estados Unidos y Europa continental y estos, a su vez, lo hacían hacia el Reino Unido. Como veremos, la Argentina tenía una posición diferente y se hallaba, paradójicamente, más ligada que algunos países del Imperio al mercado británico.

El esquema de comercio triangular, al que hacemos referencia, y que predomino durante toda la década de 1920 en los mercados mundiales, fue también decisivo en la vinculación de la Argentina con el mundo, aunque en este caso presento características peculiares. El análisis del caso argentino es, por tanto, de particular relevancia para explicar la inserción internacional del país entre la Primera Guerra Mundial y la crisis de los años '30 y el patrón de conducta de sus clases dirigentes en este período.

También existía aquí una relación triangular, en la que participaban como partenaires principales el Reino Unido y los Estados Unidos, pero esa relación poseía características diferentes de las de otros países. La Argentina tenía un excedente de exportaciones con Gran Bretaña y uno de importaciones con su vecino del norte. Creando así una situación única, muy distinta de la que enfrentaban otras naciones sudamericanas o incluso del mismo Imperio británico. Esta circunstancia originaba, paralelamente, la existencia de un triangulo naviero y de un triangulo en los movimientos de capital.

El naviero se producía porque como el grueso de las exportaciones argentinas (carnes y cereales) se dirigía a Gran Bretaña y Europa, los exportadores británicos disponían de una amplia capacidad de bodegas de retorno para colocar productos voluminosos, como el carbón. En cambio, dado el poco monto de las exportaciones argentinas a los Estados Unidos, los productos norteamericanos no disponían de la misma capacidad de embarque de retorno y debían pagar fletes más altos, o aprovechar el mayor intercambio comercial con el Brasil para prolongar los viajes hacia Buenos Aires. Esto facilito, durante mucho tiempo, la dependencia de la Argentina del mercado británico.

El triángulo de los movimientos de capital tuvo también una importancia decisiva. Por un lado, el Reino Unido cubría, con los ingresos provenientes de la Argentina por inversiones e intereses de servicios financieros y comerciales, la mayor parte de su balance comercial

Page 31: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

desfavorable. Pero, por otro, una corriente neta de capitales norteamericanos financiaba las importaciones argentinas con préstamos o inversiones directas, compensando en todo o en parte los déficits de nuestro país en su comercio con los vecinos del Norte. O sea que el sistema funcionaba porque en la Argentina existían entradas de capital provenientes de los Estados Unidos, y, a veces un superávit comercial con Gran Bretaña que superaba las remesas de intereses y dividendos a ese país, llegando a equilibrarse el desajuste que podía producirse en el comercio trilateral. También se verificaban corrientes de comercio y capitales compensatorias entre Gran Bretaña y los Estados Unidos. De este modo se mantenían vigentes, aunque de una manera precaria, como veremos, los principios del sistema multilateral de comercio y pagos.

En las características del comercio triangular en lo que refiere a la participación de Gran Bretaña y los EE.UU. en el intercambio comercial de la Argentina se puede observar como el Reino Unido se mantuvo como el principal cliente del país, en porcentajes que van de un mínimo del 22,2% en 1922 a un máximo de 38,8% en 1931. Por el contrario, la participación norteamericana en las exportaciones solo crece durante la guerra hasta un 29,7%, en 1927, para mantenerse luego en un nivel cercano al 9%. En cuanto a las importaciones, la situación es diferente. Entre 1915 y 1930, sobre un total de dieciséis años, los Estados Unidos fueron el principal proveedor de la Argentina en doce de ellos, aunque luego esta situación se viera afectada por la crisis del '30 y el bilateralismo practicado posteriormente.

En cambio, diferente era la situación de las balanzas de pagos con los dos países. Entre 1914 y 1934, el saldo comercial negativo con los Estados Unidos fue de 1.316 millones de pesos oro, mientras que el saldo positivo con Gran Bretaña alcanzo los 2.991 millones de pesos oro, mostrando las características del comercio triangular. Pero cabria aclarar que en el periodo de la guerra, entre 1914 y 1917 los saldos con los EE.UU. fueron positivos. Si tomamos periodos distintos, como, por ejemplo, entre 1921 y 1930, cuando los saldos con el país del Norte resultaron todos negativos, los superávit y los déficits comerciales con Inglaterra y los Estados Unidos tendían a igualarse.

Empero, este triangulo comercial anglo-argentino-norteamericano no puede ser bien comprendido si se lo considera solamente corno la simple compensación de los déficit del intercambio comercial con los Estados Unidos con los superávit resultantes del comercio con Gran Bretaña.

En primer lugar, porque el saldo de servicios con Gran Bretaña resulto fuertemente negativo, como consecuencia de la remesa de utilidades e intereses de las empresas británicas en el país, compensando en parte el superávit comercial de la Argentina. En segundo término, porque el comercio triangular significaba para la Argentina supeditar su estructura productiva y en particular su estructura industrial a las manufacturas y bienes de capital norteamericanos. Las importaciones de maquinarias norteamericanas en este periodo, por ejemplo, posibilitaron, de una manera más significativa que lo que generalmente se cree, la industrialización de los años '30. En tercer término, porque ese comercio aceleraba el flujo de capitales estadounidenses en la economía argentina mediante la colocación de títulos públicos en el área del dólar o de inversiones directas de empresas norteamericanas, permitiendo financiar el comercio de importación y desplazando de este modo la influencia económica inglesa. El comercio triangular estaba señalando, en realidad, un cambio de esferas de influencia pero veamos más en concreto cual era la relación especial que existía con Inglaterra y el tipo de vinculación que comienza a desarrollarse con los Estados Unidos.

En realidad, desde el punto de vista comercial, la relación económica entre la Argentina e Inglaterra no era tan unilateral como se piensa. Es cierto que existía una fuerte dependencia del mercado británico para el sector exportador argentino, así, por ejemplo, en 1929, se exportaba a Gran Bretaña el 99% de la carne enfriada, el 54% de la congelada, el 76% de

Page 32: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

todas las exportaciones de carne, el 54% de las de trigo y el 10% de las de maíz. pero al mismo tiempo, para Gran Bretaña esas exportaciones representaban el 40% del consumo ingles de carne, el 85 °/o del de lino, el 24% del de trigo y el 75% del de maíz.

Por otro lado, además de la relación comercial que existía entre las dos naciones había también un vínculo que tenía igual o mayor importancia y que se originaba en las cuantiosas inversiones de capital británico que llegaron a la Argentina desde fines del siglo pasado. Esas inversiones, que poseían una alta tasa de rentabilidad y al mismo tiempo complementaban y estimulaban el comercio entre ambos países, se radicaron, fundamentalmente, en el transporte, ferrocarriles, empréstitos al gobierno, frigoríficos, servicios públicos y el sistema bancario y financiero. De esta forma, los ingleses participaban en la producción de bienes exportables y podían controlar el comercio exterior.

Los ferrocarriles eran el punto clave de todo este sistema, puesto que por su intermedio se llevaban a los puertos los bienes exportables y se introducían las manufacturas británicas en el territorio nacional, constituyendo, además, una demanda para los productos del Reino Unido. Así, por ejemplo, el carbón y los material es ferroviarios llegaron a representar la cuarta parte de las importaciones provenientes de Gran Bretaña entre 1920 y 1950.

De este modo, de 20 millones de libras invertidas por capitales británicos hacia 1880, se llego a 557,7 millones en 1914, alcanzando un pico de 455 millones en 1954. Un índice de la importancia que estas inversiones tenían para el Reino Unido nos lo brinda el hecho de que en 1930 la Argentina ocupaba el cuarto lugar dentro de la distribución geográfica de las inversiones inglesas en el mundo y solo era superada por la India. Australia y Canadá, sobrepasando a Europa continental, Sudáfrica y los Estados Unidos.

Esta relación privilegiada entre la Argentina y Gran Bretaña ha sido muchas veces mal interpretada. ya que su base la constituía sobre todo la dependencia de los grandes ganaderos argentinos del mercado británico de carnes, aunque en la década de 1920 la exportación de carnes represento solo entre un 12 y un 15% de las exportaciones totales. Evidentemente, los hacendados eran el grupo social y político más importante de la Argentina, y su influencia sobre la política económica del país les permitió defender estas relaciones, que para ellos eran vitales. Para algunos autores "constituye un tributo del formidable poder político de la clase terrateniente que la dependencia de estos del mercado de carnes británico fuese interpretada... como la dependencia de la Nación Argentina de la suerte económica de Gran Bretaña".

Al mismo tiempo que las relaciones con Gran Bretaña adquirían estas características, se iba vislumbrando una participación creciente de los Estados Unidos en la economía argentina. Antes de la Primera Guerra Mundial, la presencia del país del Norte en la economía argentina era bastante modesta, aunque ya capitales norteamericanos se habían implantado, como vimos, en un punto clave de la estructura productiva: la industria frigorífica.

Pero la verdadera irrupción de los capitales norteamericanos se produjo después de la Primera Guerra Mundial, y particularmente en la última mitad de la década de 1920. Como analizaremos en detalle más adelante, se trataba de establecimientos dedicados, en su mayoría, a artículos industriales, maquinarias, vehículos, artefactos eléctricos, textiles, refinación del petróleo, alimentos y bebidas y productos farmacéuticos. También en esos años se radicaron compañías de seguros, bancos y numerosas firmas importadoras y comercializadoras, muchas de las cuales comenzaron luego a realizar tareas de armado y manufacture. Además, capitales norteamericanos compraron firmas ya existentes de origen europeo, como la Internacional Telephone and Telegraph Corporación (ITT), que se transformaría en la Unión Telefónica. Asimismo, invirtieron en otras empresas de servicios públicos, como compañías de electricidad provinciales

Page 33: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Por otra parte, los Estados Unidos después de la guerra se convirtieron en un importante mercado de capitales y, particularmente entre 1914 y 1929, la Argentina recibió numerosos préstamos a corto y largo plazo, que le ayudaron a financiar sus importaciones, mediante la colocación de títulos públicos en el mercado norteamericano. De este modo, las inversiones estadounidenses, que en 1913 eran de 39 millones de dólares, llegaron en 1931 a 654 millones, representando un 17,6% del total de las inversiones extranjeras en el país, como se observa en el cuadro 2,13. A manera de ejemplo sobre el alto rendimiento de esos capitales, podemos mencionar que en 1929 el promedio del rendimiento de los establecimientos industriales de origen norteamericano fue del 15%, mientras que para la misma época la rentabilidad de las empresas ferroviarias inglesas no pasaba del 5 o 6%.

La diferencia que había entre el nuevo tipo de inversiones de los Estados Unidos y las británicas en su momento de apogeo respondía a los cambios que se estaban produciendo en la economía internacional. Gran Bretaña, importadora de materias primas y alimentos y exportadora de manufacturas, había impuesto una determinada división internacional del trabajo dentro de la cual la Argentina debía dedicarse, esencialmente, a producir alimentos para la metrópoli e importar de ésta productos industriales, excluyendo toda industrialización propia salvo aquella ligada a la transformación de materias primas destinadas a la exportación. Por su parte, la economía de los Estados Unidos se autoabastecía de numerosos productos primarios, particularmente de aquellos en los que se especializaba el país del Plata —elemento este que va a explicar luego el deterioro de las relaciones argentino norteamericanas— y contaba con una tecnología más avanzada que la inglesa, a punto tal que esto le da la posibilidad de exportar productos manufacturados y bienes de capital y de alta tecnología.

Lo que explica el cambio producido en esos años en la división internacional del trabajo es la formación de grandes firmas en los Estados Unidos, cuya expansión las obliga a proyectarse hacia el exterior, respondiendo a la atracción que ejercían sobre ellas lo menores costos de producción y las materias primas más baratas. Esto se concreta, especialmente, mediante inversiones directas, que solo se realizaban en muy escasa medida antes de la Primera Guerra Mundial.

Paralelamente a la expansión de estas inversiones. las exportaciones de los Estados Unidos hacia la Argentina experimentaron un auge considerable: hierro, acero, automotores. maquinarias y otros productos de ese origen desplazaron a las importaciones británicas, dando lugar a ese comercio triangular al que nos hemos referido. La rivalidad anglonorteamericana en el mercado argentino no era una competencia limitada al mismo tipo de productos, sino también a bienes diferentes o de tecnologías distintas. Por ejemplo, los ingleses siguieron manteniendo en la década de 1920 su predominio en el área de los textiles, que constituían, según los anuarios de comercio exterior argentino, en 1913, el 49,6% de todas las importaciones argentinas de esos productos y en 1927 todavía representaban el 43,7% de esas importaciones. En cambio, los norteamericanos participaban respectivamente con el 1,1 y el 8,9% de los textiles para los risos años. Pero, en otros productos, como en materias primas y manufacturas de hierro, se daba un proceso diferente: la participación británica caía de un 35,9% en 1913 al 20,1% en 1927, mientras que las importaciones de los EE.UU. crecían del 17,5 al 35,4%. Sobre la base de estadísticas estadounidenses se ha calculado el incremento de la participación de los EE.UU. en metales y maquinarias industriales entre 1913 y 1929 del 17 al 52,7% y en productos químicos del 18,5 al 28,4%. En 1929, el 64% de las importaciones de manufacturas del país del Norte se correspondían a productos en los cuales sus ventajas tecnológicas eran indudables frente a los europeos mientras que Gran Bretaña seguía exportando textiles, material ferroviario y productos de consuno diverso.

Page 34: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Por otra parte, como ya se dijo, los saldos del comercio con los Estados Unidos eran desfavorables para el país del Plata, al contrario de lo que ocurría respecto de Inglaterra. La razón por la cual la balanza comercial con los Estados Unidos fuera tan desfavorable se debía, evidentemente, a que ambas economías no eran complementarias, sino competitivas. El mercado norteamericano se cerró por complete en 1926, a la importación de carnes argentinas, pero ya mucho antes el alto nivel de protección impedía la colocación de nuestros productos y este problema iba a ser una de las preocupaciones principales de los sectores dirigentes argentinos en todo el periodo que estamos analizando.

Como resultado de estos procesos, hacia 1930 la Argentina era el cuarto país en importancia dentro del total de inversiones externas británicas en el mundo después de colonias o dominios como India o Ceilán, Canadá y Australia, lo que revela la vigencia que aún tenía en esa época la antigua relación anglo-argentina. Pero ocupaba también el cuarto lugar dentro del total de las inversiones de los Estados Unidos en el exterior, después de Canadá, Alemania y Cuba y antes que México, Chile, Inglaterra y Brasil, dando también un indicio de la consideración que gozaba la economía argentina para el país del Norte en la década de 1920.

Page 35: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 7

LA CRUZADA NACIONALISTA ARGENTINA EN LA DÉCADA DE 1930

A partir de la lectura del capítulo “Clericales, Judíos y Fascistas”, escrito por el historiador

británico David Rock, en su libro La Argentina Autoritaria, responder a la siguiente grilla de

preguntas.

1) ¿Cuál era la propuesta del nacionalismo de derecha como superación del liberalismo?

2) Explique cuáles eran las posturas que acercaban a los nacionalistas a las posiciones de la Iglesia Católica y los alejaban de los liberales.

3) Cuáles era las razones que esgrimían los nacionalistas para oponerse a la democracia liberal.

4) ¿Cuál era la posición de la derecha nacionalista frente al comunismo y al judaísmo?

5) Sintetice cuál era la posición de los nacionalistas respecto a la vida rural y a la vida urbana, y que postura tenían para con los inmigrantes que a comienzos de siglo poblaban la gran ciudad.

6) Cuál era la postura del nacionalismo de derecha respecto a los conceptos de “raza” y de “moral”.

7) Mencione algunos factores de coincidencia entre los nacionalistas de derecha argentinos de la década del 30 y el fascismo, y cuál elemento del fascismo italiano le resultaba a nuestros nacionalistas inaceptable.

8) Caracterice el pensamiento de la derecha nacionalista respecto a la mujer.

9) Cuál era la postura del nacionalismo de derecha argentino respecto al movimiento nazi alemán.

10) La visión del nacionalismo de derecha acerca de la experiencia del franquismo español era muy positiva. ¿En qué razones se basaba ese acercamiento?

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

CLERICALES, JUDÍOS Y FASCISTAS David Rock

Debilitado, dividido e ineficaz como fuerza política, el movimiento nacionalista siguió extendiendo su mensaje con la convicción de ser el depositario de "verdades universales" fundadas en la "fe católica, apostólica y romana". Cualquier idea contraria a ello era despreciada por los nacionalistas y calificada como "relativista" o "racionalista". De acuerdo con este punto de vista, las "leyes de la Humanidad" estaban más allá del alcance de la razón, tanto en lo que respecta a la investigación científica promovida por los positivistas, o en la forma de asambleas deliberativas propuestas por los liberales. Veían las raíces de las

Page 36: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

falsas deidades del "relativismo" y del "racionalismo" en el judaísmo, y describían su desenvolvimiento histórico a lo largo del Renacimiento, la Reforma protestante, el Iluminismo y la Revolución Francesa. El liberalismo era algo así como la culminación de esta nefasta tradición encarnada en las compañías "comerciales" de origen británico y norteamericano.

Para combatir al liberalismo urgían "volver a la tradición, al pasado, a los sentimientos auténticamente argentinos ... para reintegrar a la Nación con sus valores esenciales". Entre estos últimos, la Iglesia ocupaba un lugar prominente y "a ella se debía la Nación como el cuerpo al alma". La Iglesia, sostenían muchos nacionalistas, debía ser independiente del Estado por tener "derechos superiores" respecto de las autoridades seculares. En los años 30, renovaron la polémica en contra de la educación laica, o "laicismo masónico" como la denominaban; demandando el retorno del control clerical de las escuelas. En sus esfuerzos por defender los derechos de las provincias, recurrieron a Santo Tomás de Aquino, quien las definía como "republicas naturales", coincidiendo en su visión de que "así como hay un bien común a toda la Nación, existe también un bien propio de cada provincia. También continuaron exaltando a los "gremios" y corporaciones como "la organización natural de las fuerzas de producción y la expresión autentica de la vida nacional ... el lazo de unión entre el individuo y el Estado". La creación y desarrollo de nuevas corporaciones daría lugar a un "régimen de unidad, es decir, al gobierno de uno solo ... que conduzca a la multitud a su bien propio".

El tufillo clerical de muchos de estos pronunciamientos demostraba la creciente influencia de la Iglesia en la sociedad argentina desde fines de los años 20 y principios de los 30. Durante este período el número de parroquias de Buenos Aires se incrementaron de 39 en 1929, a 105 en 1939. Los miembros de la Acción Católica ascendieron de 20.000 en 1933, a 80.000 en 1940 y a 100.000 en 1943. La influencias católicas alcanzaron su culminación en 1934 cuando el Vaticano decidió la realización en Buenos Aires del Congreso Eucarístico Internacional, que tuvo un enorme impacto en los nacionalistas. "Y sobre la enorme ciudad ... floreció la milagrosa primavera del Congreso Eucarístico", declaro un escritor nacionalista al recordar las ceremonias.

Ni en los tiempos apostólicos, ni en las Catacumbas, ni en las Cruzadas, los ojos vieron

ni los oídos oyeron confesiones de fe colectiva (como las de aquellas jornadas)... Días

radiantes, noches de claras estrellas. Amistad en manos desconocidas. Dulzura en

labios amargos. Fervor contagioso en el aire. Banderas de todas las naciones, y un solo

escudo, con un solo símbolo, sobre casi todas las puertas. Buenos Aires se hallaba en

estado de gracia.

El joven Federico Ibarguren (historiador) atribuyo al congreso lo que denomino "su segunda conversión religiosa". Hasta entonces se había definido a si mismo como un “maurrasiano”5 y había perdido mucho tiempo burlándose de la policía en las demostraciones nacionalistas. Pero desde ese momento había abandonado su "beligerancia irracional" y se empapó plenamente en la filosofía católica. En 1934 un joven empleado bancario amigo suyo, Rodolfo Martínez Espinosa, hizo circular un tratado, Politeia, donde exponía sus ideas acerca de la necesidad de una nueva Constitución. Politeia era una pieza de pura escolástica con un delgado barniz de ideas maurrasianas. Entremezcladas en este documento aparecían ideas como la del "ser real" o la "naturaleza de la Nación", la "voluntad popular" como manifestación de la "voluntad divina" y la aspiración de restaurar la "civitas argentina" que los liberales habían destruido.

Bajo estas influencias, los nacionalistas crearon desde entonces una visión del sistema político en la que los elementos monárquicos se tornaron más pronunciados. "El jefe de

5 Seguidor del nacionalista francés Charles Maurras

Page 37: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Estado debe concentrar en si la completa soberanía", sostenían, "y esta solo podía provenir de Dios, señor de todo poder. El pueblo no es ni puede ser soberano". El deber de los gobernantes era respetar la "ley fundamental" y "asegurar la libertad en el orden para la realización del bienestar y en el progreso". El gobernante debía perseguir estos objetivos mediante "Autoridad", "Jerarquía" y "Disciplina".

En los años 30, los nacionalistas continuaron denunciando "conspiraciones rojas" cuyo objetivo era destruir a "Dios, la Nación y la Familia"." Urgían la instauración de una "dictadura nacional" para acabar con "este enemigo interno". En la democracia liberal, advertían incansablemente, se hallaban las semillas de la revolución comunista porque la democracia

autoriza cualquier género de propaganda sediciosa, (y) ha creado ya entre nosotros

una poderosa organización comunista que comienza a perturbar la paz pública con su

acción subterránea ... pero activa ... Su liberalismo licencioso nos entrega desarmados

a las fuerzas del socialismo y de la anarquía

El culto por la vida rural aun constituía un elemento fundamental en la prédica del movimiento. Para Lugones "no había mejor ciudadano que aquel que trabaja la tierra". "El hombre de campo", declaraba Crisol,

es superior al hombre de la ciudad. El hombre del campo es productor... El hombre de

la ciudad, individualmente, no vale nada. Es un accesorio, una pequeña pieza de la

maquina ... En tierra adentro está nuestra liberación. Allí debemos recurrir, porque

allá aun queda algo de lo nuestro.

En contrapartida, la ciudad de Buenos Aires seguía siendo el sinónimo de "burocracia, prostitución y corrupción". Los inmigrantes eran "parásitos indeseables" que habían traído el "veneno de las ideólogas foráneas" y la "concepción de universo como una inmensa maquinaria productiva". Demandaron en numerosas oportunidades restricciones a la inmigración para reducir "las hordas parasitarias que vienen de las metrópolis". La población extranjera de las ciudades poseía "un privilegio absurdo ... al tiempo que abandonan a su suerte a los trabajadores auténticos de la campaña, cuyos intereses económicos ... se confunden con los intereses de la Nación".

A pesar de que el segmento extranjero se estaba reduciendo en el total de la población argentina, durante la Depresión de los años 30 los temores de "movimientos colectivos de protesta ... de una muchedumbre extranjera de la peor índole" reapareció intensamente.

Por entonces, también se tenía preocupación en torno al crecimiento de la población mestiza e indígena. Lugones, por ejemplo, demandaba una legislación que no permitiera el ingreso al país de inmigrantes que no fueran blancos. Hacia las postrimerías del decenio reproducía en sus escritos principios eugénicos —normalmente anatemizados por los católicos— al urgir a las "clases más ricas" a aumentar el tamaño de sus familias. En su artículo "Esplendor y decadencia de la raza blanca", Bunge señalaba que "todo el vigor de la raza",

del patriotismo de los hombres. superiores y de la abnegación del espíritu cristiano

debe volcarse desde ahora para restaurar cuanto antes el concepto de la bendición de

los hijos y de las familias numerosas, en particular, entre las clases más afortunadas.

La "revolución nacionalista" habría de suprimir la Constitución liberal de 1853 "que no era nacional sino extranjera. La nueva ley debía ser una expresión del pueblo y no de los escritos de autores norteamericanos". En abril de 1935, el coronel Molina urgía la disolución de los tres poderes de gobierno, la abolición de los partidos políticos, el establecimiento de una dictadura militar, la censura de prensa y campañas para arrancar de raíz la inmoralidad: la prostitución, la usura y la especulación, los vestidos "provocativos" en las mujeres, y el lunfardo, un léxico popular muy extendido entre los trabajadores de Buenos Aires.

Page 38: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Completada esta tarea, el dictador debía establecer un sistema gremial y usar "un consejo consultivo (para) unir" a los trabajadores y a los empresarios.

La "inmoralidad" se convirtió en uno de sus temas dilectos. Calificaron desdeñosamente a una versión fílmica norteamericana de Nana de Emile Zola como "una producción judeoyanky ... uno de los peores trabajos de Zola". Otra de las despreciables importaciones de los Estados Unidos era "Maratón", un baile en el que las mujeres se alquilaban a sí mismas a sus compañeros de danza. Franceschi entendía que estas prácticas eran "la ruina de la cultura".86 Condenaba también el lunfardo por sus "orígenes bastardos y desconocidos".87 Finalmente, rechazaba al tango que se había originado, sostenía, en la comunidad japonesa de Cuba. Sus versos eran "malos, enfermizos e inmorales" y "los temas ... son recursos del repertorio romántico vertidos a lenguaje arrabalero".

El que llora porque lo abandona una mala mujer (¿Por qué se unió a ella?) plagia, sin

saberlo, a Armando de La dama de las Camelias ... Solamente es preciso recordar que

entre los modelos y su plagio arrabalero media la distancia que separa la noble línea

de "La donna e mobile" del "Te fuiste, ja, ja!" ... Esas letras del tango me rememoran

invenciblemente una mayonesa que hube de probar en un hotel pueblero, preparada sin

duda con aceite de noquera (?)

En los años 30, el antisemitismo no alcanzó los picos de violencia de enero de 1919. Es más, Gálvez ahora negaba blandamente que hubiese existido antisemitismo, atribuyendo la versión a una "invención de la prensa inescrupulosa".

Había otros nacionalistas, sin embargo, que veían a los judíos como "los enemigos mortales de la Nación y de la fe católica del pueblo". Se los condenaba por su predominio en la banca y el comercio exterior. Pero, simultáneamente, se los consideraba agentes del bolchevismo. "Se van a conformar con haber incendiado de odios el país menos cristiano, el más reacionario a la verdadera civilización de Cristo?", se preguntaba un antisemita, refiriéndose a la Revolución Rusa. "Jamás!", se contestaba. En 1931, Criterio6 publicó artículos de un tono notoriamente antisemita bajo títulos como "El plan judío en contra del mundo" y editó un facsímil de "Los protocolos de los sabios de Sion"7.

La figura más notoria del antisemitismo argentino era Gustavo Martínez Zuviría. Educado por los jesuitas, antiguo agricultor santafesino que entre 1931 y 1955 se desempeño como director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, escribid bajo el seudónimo de Hugo Wast un importante número de jugosas novelas destinadas al gran público. Entre ellas estaba Oro, publicada en mayo de 1935, que retrataba a un grupo de judíos poderosos agrupados en el Kahal, "un misterioso tribunal parecido a una sociedad de carbonados", quienes estaban conspirando para monopolizar el oro del mundo. Su plan procuraba corromper a los gentiles "haciéndoles amar el lujo, que solo pueden costear con nuestros préstamos". "Los judíos son los banqueros del mundo", añadía,

y poseen las tres cuartas partes del oro que existe ... A serial del Gran Kahal de Nueva

York, que es la autoridad omnipotente y oculta que mueve colosal mecanismo, retiran

de la circulación parte de ese oro. Sobreviene el pánico y, como resultado, la crisis, que

luego los economistas llaman crisis de sobreproducción ... No faltan gobiernos que

caen en la trampa; limitan la producción; prohíben sembrar; destruyen cosechas. Y

entre tanto, media docena de personajes acaparan por precios viles las más nobles e

indispensables riquezas del mundo ... En este momento las mejores propiedades de esta

6 Revista de inspiración católica fundada en 1928.

7 Los Protocolos de los Sabios de Sión, fue un panfleto antisemita sin justificación histórica que comenzó a ser

difundido en 1902 en el que supuestamente se anunciaba un plan de dominación universal de parte de la

comunidad judía

Page 39: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

gran ciudad, las más ricas estancias de la República, van cayendo, por cuatro reales,

en poder de los acreedores hipotecarios judíos.

En Oro reaparecía la infame sombra de los protocolos. La Iglesia Católica era el enemigo mortal del Gran Kahal. De acuerdo con las caricaturas de judíos que se reproducían en el libro, la influencia de la Iglesia solo podía debilitarse "propagando las ideas liberales". El control judío de la prensa ejercitado desde Nueva York, "Vaticano del judaísmo", significaba que mientras los izquierdistas

asesinan cristianos en México, en España, en Rusia, esto no tiene importancia, ni lo

publican nuestros diarios. Atropellan a un judío en Alemania o en Polonia y

escuchareis la grita del mundo. ¡lntolerancia! ¡Pogrom!, ¡Antisemitismo!, y el mundo

que no ha llorado el martirio de un millón de cristianos en Rusia rasgaría sus

vestiduras porque a un profesor israelita le han quitado en Berlín una cátedra, o

porque en Buenos Aires a un rufián judío lo han echado del país.

Durante dos mil años los judíos venían ejecutando su subrepticio plan para la dominación del mundo.

Novecientos años antes de Cristo ... comenzó la conquista de la tierra por los hombres

de nuestra raza. La serpiente simbólica partió de Jerusalén bajo el reinado de Salomón.

Cinco siglos tardo en llegar a Grecia, en los tiempos de Pericles... La segunda etapa

fue Roma, en los tiempos de Augusto. La tercera fue. Madrid, en los de Carlos V. La

cuarta, París, bajo Luis XIV. La quinta, Londres con los Rothschild. La sexta, Berlín

con el Imperio Alemán. Siempre después de una guerra hemos aparecido en las

naciones poderosas. En 1580 dominamos San Petersburgo. En 1920 dominamos Nueva

York. En 1950 dominaremos Buenos Aires, y dieciséis años más tarde, la serpiente

habría juntado la cabeza con la cola, en las praderas de Moab, junto al Jordán de

Jericó.

La mayor parte del antisemitismo argentino era el propio de las naciones católicas, alegando la amenaza que significaban para la religión cristiana y para la identidad nacional. Precisamente por eso, no era demasiado peligroso. Pero el antisemitismo de Oro se acercaba mucho al racismo biológico de estilo nazi. "El judaísmo", escribía Martínez Zuviría, "es tan indeleble como el color de la piel de uno. No es una religión sino una raza. En 1935 hubo una ola de protestas en contra de Oro centralizada por el Partido Socialista. "La tesis del autor fascioclerical", acusaba La Vanguardia sarcásticamente,

es que todos los judíos son los únicos culpables de la miseria colectiva y del malestar

general del mundo. Esta tesis es tan inteligente como aquella otra del .mismo Hugo

Wast, según la cual Santa Teresita habría favorecido, no recordamos en virtud de que"

milagrosa influencia, la revolución de setiembre de 1930.

Los nacionalistas fueron hasta tal punto racistas que hombres como Lugones y hasta el propio Bunge describían a la Argentina como a una nación "blanca", proponiéndose preservarla como tal. La discriminación racial era común en la política: uno de los insultos propinados a los yrigoyenistas, por ejemplo consistía en acusarlos de "negritos" o "pieles rojas". De todos modos, el racismo extremo de Oro solo era excepcional, y en la Argentina las actitudes de racismo nunca fueron demasiado agresivas. En 1931, por ejemplo, Franceschi comentaba la muerte de un joven poeta negro brasileño. Anotaba que la "nota aguda de melancolía, llega de las infinitas amarguras de su raza, en larga peregrinación dolorosa desde el corazón de África, siempre torturada y despreciada".

Como Oro lo demostraba, los nacionalistas estaban constantemente mirando hacia la Europa fascista. En 1934, Gálvez publicó un panfleto titulado "Este pueblo necesita". Lo que "este pueblo necesitaba", de acuerdo con Gálvez, eran las viejas virtudes como el "idealismo", "las reformas morales" y el destronamiento de los políticos. Pero a esta altura de las

Page 40: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

circunstancias habían aparecido otras necesidades que ya no llevaban la impronta de la España del siglo XIX solamente, sino de la Italia y Alemania contemporáneas: "Un heroico sentido de la vida", "el culto de la juventud". "Ya nadie cree en la duración de la democracia", escribía Gálvez.

La guerra social comenzara tarde o temprano, y entonces, para evitar el advenimiento

del horror comunista, con sus crímenes, con su satánico poder destructor, con su

aniquilamiento del orden, con su ateísmo militante, será urgente la mano de hierro del

fascismo: violenta, justiciera, salvadora.103

Después de la revolución de 1930 Gálvez fue virtualmente la única figura nacionalista que siguió apoyando a los radicales. Pero trato de justificar su posición a través de las similitudes que él encontraba entre el radicalismo y el fascismo. "Un radical auténtico", declaraba,

no está muy lejos del fascismo: es nacionalista, cree que hay que hacer obra para el

país y simpatiza con los procedimientos rápidos y aun violentos ... El Partido Radical

aspira, como el fascismo italiano, a hacer obra para el país dentro de un marco de

orden, respetando las tradiciones religiosas, familiares y sociales

En los escritos discursivos y frecuentemente incoherentes de Enrique Osés, otro antisemita extremo que por entonces editaba Crisol, el nacionalismo a veces significaba "una base para un retorno a la tradición, al pasado, a los sentimientos auténticamente argentinos, a las virtudes específicamente criollas". Pero también retrataba al movimiento en un militante estilo fascista, que requería de un Estado capaz de dominar la estructura económica y financiera. Bajo una dictadura nacionalista, declaraba, "el Estado se convertiría en 'director' y no en 'dirigido'", rigiendo a los individuos a partir de un poder ilimitadamente autoritario. Del mismo modo, a veces combinaba justificaciones escolásticas de la autocracia con elementos procedentes del fascismo italiano según los cuales el Duce había heredado los poderes de los emperadores romanos.

Los nacionalistas admiraban a la Italia fascista por haber "infundido un enorme orgullo de su nación" que contrastaba con "la indiferencia o debilidad de carácter de muchos conciudadanos nuestros". Hacia 1934, Carlos Ibarguren prácticamente hablaba como un fascista al proclamar la llegada de "la hora de la organización de las masas". Sánchez Sorondo admiraba a Mussolini "porque hacia brillantes discursos". Establecía una distinción entre los "ascéticos" del nacionalismo a los que llamaba "religiosos", "monárquicos", y los "políticos" que eran "fascistas, acérrimamente fascistas". En una ocasiones, los nacionalistas usaron la expresión de Mussolini "la política de las cosas", que significaba un compromiso con la acción incesante y con la vitalidad que los fascistas pretendían representar. Así, una de las justificaciones de la dictadura era que ésta habría de "impulsar las cosas, acallara las disensiones ideológicas, hará obra concreta"." En su "Carta a Jacques Maritain", publicada en 1937, Pico, un importante intelectual clerical, argumentaba que los católicos estaban deseando aliarse a los fascistas para salvar al mundo del comunismo. En ese mismo año, el sacerdote Meinvielle juzgaba al fascismo como "menos totalitario" que la democracia liberal porque esta suprimía "el poder del espíritu" y hacia de la sociedad la víctima de una burguesía voraz.

Los raptos de nihilismo destructivo de los nacionalistas también evocaban a los fascistas. En 1935, Federico Ibarguren percibía grandes similitudes entre el intento de la Legión Cívica para detener la deposición de Martínez de Hoz en la provincia de Buenos Aires y las tumultuosas guerras de la independencia cien años antes. Creía que entonces, como en ese momento, la única solución para terminar con la "anarquía" era la dictadura.

Hoy vivimos ... el prólogo de otra anarquía (análoga a la histórica de 1820) ...

Así, cuando la paz social hoy a hecho crisis definitivamente, otro Rosas tendrá

Page 41: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

que tomar de nuevo el gobierno, y poner orden: pero esta vez con ametralladoras,

flotillas de aviones y bombas. ¡Y cómo van a temblar los liberales¡

De todos modos, aun en este punto, en la etapa prebélica del fascismo europeo, las conexiones clericales y elitistas de los nacionalistas seguían limitando sus emulaciones fascistas. Cuando en 1931 Carulla fundó el periódico Bandera Argentina, adopto el slogan de Mussolini "Roma o Moscú". No obstante, los fascistas italianos que visitaban la Argentina encontraban que esta publicación era meramente "patriótica" e insuficientemente "social revolucionaria". No entendían como nunca atacaba abiertamente al presidente Justo y por qué "el movimiento no lograba consagrar su unidad".

Comúnmente, los nacionalistas criticaban al fascismo por "burocratizar y usar" a la religión. En 1930, Meinvielle se malquistó con Lugones por "invocar en otras palabras la razón de Estado de Maquiavelo ... como si el Estado fuese un fin último". El pensamiento de Lugones, decía, era "simplemente el cesarismo que sacrificaba las iniciativas personales a la voluntad del Dios-Estado". En 1933, Julio Irazusta entendía que "el fascismo italiano o el nazismo alemán no son modelos a imitar sino ejemplos de soluciones distintas del liberalismo ... una prueba de que el espíritu humano puede hallar la solución a las más complicadas situaciones". La campaña llevada a cabo por Mussolini en contra de los católicos en 1931 suscito quejas en la Argentina en oposición del "espíritu presuntuoso e insolente que no admite la más mínima sombra de libertad para el resto de los ciudadanos que no piensan ni obran según lo ordene el 'Duce'". En la Argentina, como lo había señalado Uriburu, el fascismo no era más que una de las tantas "ideologías importadas sin bases firmes en el pasado vernáculo". Otras críticas señalaban al fascismo como "pagano", promotor de "el culto idólatra de la Nación", "una exaltación fanática del Estado". "Este nacionalismo pagano nos retrotraerá dos mil años antes de Cristo". Como lo expresaba otro observador, "el fascismo había surgido de la experiencia laicista y socialista del siglo XIX", opuesta al nacionalismo, fundado en el "antiguo culto hispánico de la personalidad". Citando a la encíclica Ubi Arcano Dei, difundida en tiempos de la Marcha sobre Roma, Franceschi deploraba el "fanatismo que deifica la Nación ... el nacionalismo materialista ... que es instinto, concupiscencia, pasión".

Coherentemente con sus alegatos tradicionales e impulsos reaccionarios los nacionalistas no intentaron explotar las potencialidades políticas de las mujeres. Franceschi entendía que las mujeres no merecían ninguna otra consideración fuera de "su protección". Las mujeres, señalaba, veían a la vida "desde un punto de vista particularmente sexual" que les producía "una irritada sensibilidad". A principios de los años 30, alguna "damas" se unieron a la Legión Cívica, pero luego volvieron a sus tradicionales tareas caritativas en la Sociedad de Beneficencia. En la prensa nacionalista prácticamente no existían escritoras, y solo ocasionalmente aparecían artículos escritos por españolas que luego se imprimieron en Buenos Aires. Los nacionalistas que se oponían a toda forma de votación se encolerizaban cuando oían hablar del voto femenino, pese a que un grupo destacó en 1935 que las mujeres en España votaban por los conservadores y que, por lo tanto, era posible aceptar que votaran en tanto estuviesen casadas y tuvieran hijos. En 1936, Crisol describía al número de mujeres que ingresaban en el mercado de trabajo como una "invasión" y como "una inversión de la sociedad cristiana ... la desmoralización de los hombres". Las mujeres debían volver al hogar, "como estaba ocurriendo en Alemania e Italia". Luego de 1945, Mario Amadeo, joven nacionalista de los años 30, intento sintetizar las relaciones entre el nacionalismo y el fascismo. En el nivel del respeto por la libertad y la autoridad, los años 30 reflejaban la "crisis general de las instituciones encargadas de preservarlas". Estas condiciones hacían imposible evitar que muchos jóvenes adhirieran a aquellos que urgían al "fortalecimiento de la autoridad debilitada". Mussolini, continuaba, "quien encarn6 la defensa del orden quebrado por la anarquía de posguerra ... contribuyó a determinar la inclinación de

Page 42: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

los jóvenes de la década del 30 hacia la nueva corriente". Aun así, el nacionalismo nunca había sido "una servil imitación, un plagio grosero".

Observaban el ascenso de Hitler y del nazismo un poco con envidia y admiración, pero tamborín con temor, y aun con cierta repugnancia. En setiembre de 1930 Carulla sugería que los seis millones de votos que habían obtenido los nazis en las elecciones del Reichstag representaban "la esperanza en medio del caos". Pero en 1936, Alberto Ezcurra Medrano describía al movimiento nazi como "un exagerado nacionalismo condenado por la Iglesia, producto de los cuatrocientos años de apostasía" que habían sucedido a "El Error", como se denominaba a la Reforma protestante. En 1932 Franceschi pensaba que Hitler "no era mejor que los comunistas" porque intentaba "restaurar la religión de Valhalla". Comparaba al nazismo con el Ku Klux Klan8, al que denominaba como "anticristiano y antihumanista". Más tarde, Carulla denunció haber sido tentado con sobornos para darle a la revista Bandera Argentina una orientación pro nazi, cosa que rechazo tajantemente. Cuando en 1938 se apartó del movimiento, lo hizo rechazando el ataque que los nazis austríacos le habían propinado al primado católico de Austria, En su ultimo artículo, denominado "iBasta!", expresaba:

Es índice de mi repugnancia ante tan monstruoso desmán. En su texto, luego de

expresar los motivos que había tenido antes para contemplar con cierta simpatía los

prístinos aciertos de Hitler, manifiesto rotundamente mi execración a su política

agresiva e inhumana, así como las tendencias paganas de sus secuaces.

Richard Meynen, un diplomático nazi enviado a la Argentina, escribía a sus superiores en 1939: "La nueva Alemania ... es contemplada como hostil a la cultura porque se cree que amenaza a la Iglesia católica". Pese a que el antisemitismo nazi tuvo un gran impacto en escritores como Martínez Zuviría y Oses, la adhesión abierta a organizaciones nazis prácticamente quedó en la Argentina circunscripta a miembros de la colectividad alemana o a sus descendientes. En junio de 1939, el parlamentario Raúl Damonte Taborda hizo sensacionales denuncias sobre la actividad de las organizaciones nazis en la Argentina.

Las actitudes de los nacionalistas hacia la España de Franco contrastaban respecto de las que manifestaban hacia los fascistas y hacia los nazis. Uno de los mayores ingredientes de los tempranos escritores nacionalistas encabezados por Gálvez eran las simpatías que profesaban por España. Hacia principios de los años 30 se tornaron muy receptivos de la "hispanidad", una idea inventada por los conservadores españoles y extendida en la Argentina por visitantes como Ramiro de Maetzu, quien proclamo los indelebles vínculos espirituales entre España y sus antiguas colonias americanas. En los años 20 apoyaron firmemente al régimen del general Miguel Primo de Rivera. Luego de su caída en 1929 y de la abdicación de Alfonso XIII dos años más tarde, observaban la profundización de la crisis española con alarma y aprehensión creciente. En 1931, Gálvez denuncio la quema de iglesias como un síntoma de la "mexicanización" de España, "pero no me extrañaría que comenzara pronto algo peor: la bolchevización de Espana". Federico Ibarguren quedó seducido por José Antonio Primo de Rivera debido a que su pensamiento era "totalmente cristiano ... libre de las fantasías racistas de Hitler y de Rosemberg". Franceschi negaba que Franco fuera fascista, como lo demostraba su apoyo a la devolución de poderes a los municipios, la redistribución de la propiedad y su propósito de instaurar solo una breve dictadura.

En julio de 1936 apoyaron en masa la rebelión de Franco. "Están en peligro nuestros conceptos de vida", escribió Gálvez,

8 Organización racista de los Estados Unidos

Page 43: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

de la familia, de la moral y hasta de la dignidad de la mujer. Está en peligro nuestra

religión católica. Está en peligro hasta nuestro idioma, que será cada día más

bastardeado por voces y modismos extranjeros.

Franco simbolizaba la "misión heroica de la autentica Cristiandad", al tiempo que la Guerra Civil Española no era otra cosa que la opción entre "los superiores valores culturales y religiosos de Occidente y la barbarie marxista", Franco, se entusiasmaba Franceschi, "estaba inspirado por un deseo de 'justicia social'. (Estaba construyendo) un puente entre las tradiciones españolas y la modernización". La intervención de Italia y de Alemania en la Guerra Civil, declaraba Carlos Ibarguren, se justificaba por "los apoyos recibidos por el gobierno rojo español" de la Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia. Esta alianza demostraba que liberalismo y comunismo eran padre e hijo. España se convirtió en la terrible lección de lo que podía llegar a ocurrir en la Argentina si los detestables radicales volvían al poder, debido a que la democracia ocultaba siempre al comunismo, Laferrere veía por entonces más imprescindible que nunca establecer una dictadura para evitar correr la suerte de España. En suma, la España nacionalista se convirtió en el gran modelo de la Argentina nacionalista.

Los campos de España dan testimonio de Dios en la sangre de sus mártires y de sus

héroes. En comunidad de fe y confortados en su ejemplo, emprenderemos nuestra

lucha.

Page 44: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 8

EL PACTO ROCA – RUNCIMAN

A partir de la lectura del capítulo “El Pacto Roca-Runciman y el Problema de las Carnes”,

escrito por el historiador argentino Mario Rapoport, en su libro Historia Económica, Política

y Social de la Argentina, responder a la siguiente grilla de preguntas.

1) ¿Cuál es la motivación por la cual Gran Bretaña y Argentina comienzan a realizar

acuerdos comerciales como el de la Misión D´Abernon para afirmar su relación

económica?

2) ¿Cuál era la posición de Estados Unidos frente a estos acuerdos?

3) Explique en qué contexto económico interno se comienza a negociar el Pacto Roca-

Runciman con Inglaterra en 1931-32

4) En qué consistió la Conferencia de Ottawa y cuál fue la consecuencia que trajo para el

negocio de carnes de nuestro país.

5) Frente a la negociación del pacto a qué aspiraba Gran Bretaña y a qué aspiraba

Argentina.

6) Realice un cuadro en el que en una columna describa cuáles fueron los beneficios que

obtuvo Argentina del Pacto Roca-Runciman y cuáles los beneficios que obtuvo Gran

Bretaña.

7) ¿Qué opina usted de la frase pronunciada por el canciller argentino firmante del pacto,

Julio A. Roca (h), luego de concluir las negociaciones?

8) Investigue que diferencia a los invernadores de los criadores de ganado vacuno, y

mencione qué decisión del gobierno de Justo benefició a unos y cuál a otros.

9) ¿Quiénes eran realmente los verdaderos “dueños” y beneficiarios del mercado de

carnes en la Argentina? ¿De qué origen eran mayoritariamente esas empresas?

10) Explique brevemente el grave episodio en que derivó la investigación del negocio de

las carnes en el Senado Nacional.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

EL PACTO ROCA – RUNCIMAN Y EL PROBLEMA DE LAS CARNES M. Rapoport

La disminución del dinamismo en las relaciones económicas de la Argentina con Gran Bretaña hacia fines de los años '20 y su importancia para los sectores más tradicionales del país sudamericano se manifestaron en un creciente interés por lograr una solución de los problemas que afectaban los vínculos bilaterales. Por eso, en 1929 se realizo el primer intento de convenio bilateral con Inglaterra, que puede tomarse como el antecedente más importante del futuro Pacto Roca-Runciman.

Page 45: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Ese año, en el marco de una visita a varios países de Sudamérica, llego una misión británica a la Argentina encabezada por Lord D'Abernon, que arribo a un acuerdo con el gobierno de Yrigoyen por el cual se estableció un crédito reciproco por 100 millones de pesos oro para la compra de material ferroviario por parte de nuestro país, a cambio de carnes y cereales. La misión D'Abernon tenía como principal objetivo la recuperación de ciertas industrias británicas que se encontraban en declinación y no podían resistir ya una competencia libre frente a las firmas de otras potencias y a la aparición de bienes sustitutivos, como el transporte automotor y el petróleo.

En el informe presentado para dar cuenta de su misión a la Argentina, Lord D'Abernon señalaba que "la Argentina, especialmente, no puede depender del mercado británico abierto y menos aun de la capacidad y de la buena voluntad británicas para absorber una cantidad mayor de sus productos, a no ser que se asegure ofreciéndonos facilidades para el comercio reciproco". Pero al mismo tiempo reconocía que Gran Bretaña no había sabido aprovechar plenamente las ventajas que tuvo en el pasado, y ahora hacia frente a una competencia muy marcada de otros países, sobre todo de los Estados Unidos, por lo cual también le era conveniente estimular las relaciones económicas y comerciales con la nación del Plata.

No es de extrañar que para el cónsul norteamericano en Buenos Aires, el tratado se hacía con el solo fin de perjudicar a los Estados Unidos, y el mismo embajador británico reconocía que el convenio representaba un regalo de 7 a 8 millones de Libras para las industrias británicas sin ventajas aparentes para la Argentina. Porque no significaba un aumento de las exportaciones argentinas, sino un comercio "atado" a la compra de productos ingleses. Sin embargo, el Convenio Oyhanarte-D'Abernon no llego a será aprobado por el Congreso (donde Yrigoyen vela generalmente bloquear sus proyectos por la oposición) antes del golpe de Estado de setiembre de 1930, y, por lo tanto, no tuvo vigencia. A pesar de ello. lo que no se logró concretar a través suyo, se consiguió en parte, más tarde. En mayo de 1933 con el Pacto Roca-Runciman.

En tanto, la depresión mundial afectaba seriamente el sector ganadero argentino. La reducción del poder adquisitivo en el extranjero determinó una grave contracción de la demanda de carne local. El volumen de exportaciones cárnicas a ultramar descendió en más del 25% entre 1929 y 1932, y si bien el consumo interno aumentó levemente, las matanzas de vacas anuales de 1931 y 1932 fueron menores con respecto a los años anteriores a la crisis. Debe agregarse que, al tiempo que disminuía el volumen exportado, también caían los precios.

A mediados de 1932 se sumo a este fenómeno el hecho de que los países del Commonwealth9 se reunieron en la Conferencia de Ottawa solicitando un retorno al sistema proteccionista de "preferencias imperiales" a fin de defenderse de la crisis. Esto significaba para el Reino Unido, abandonar los principios del "librecambio" por los cuales había bregado desde mediados del siglo XIX. Se desarrollo así una serie de convenios destinados a consolidar la unidad económica del imperio, y Gran Bretaña se comprometió con Australia y Nueva Zelanda a que la importación de carne enfriada "extra imperial" seria mantenida al nivel de las importaciones de junio de 1932, cuando las exportaciones argentinas acusaron uno de sus niveles más bajos de casi toda la década. En relación con el mismo año base las importaciones de otras regiones se reducirían en seis etapas trimestrales a solo el 65% de su nivel anterior. Se privilegiaba de ese modo en el comercio británico a los países del Commonwealth mientras que la imposición de cuotas (y la reducción de las importaciones) para los productos argentinos constituía una realidad. Los ganaderos argentinos podían perder a sus clientes más valiosos.

9 El Commonwealth es una unión de naciones que fueron colonias de Inglaterra. Por supuesto que en 1932

muchas de esas naciones eran todavía colonias británicas.

Page 46: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Por otro lado, como consecuencia del control de cambios argentino las ganancias de las compañías británicas, sin posibilidad de ser remitidas, comenzaron a acumularse en Buenos Aires, mientras que el aumento de los gravámenes aduaneros preocupaba a muchos exportadores británicos cuyos productos habían gozado de franquicias.

La Sociedad Rural Argentina comenzó, entonces, a presionar al gobierno de Justo para que se emprendiera una acción diplomática a fin de ayudar a los ganaderos locales a mantener su participación en el mercado del Reino Unido y arrebatar el control del comercio exterior al pool frigorífico anglo norteamericano. El gobierno conservador, muy receptivo a esta presión, envió a Londres, en 1933, una misión encabezada por Julio Argentino Roca (h), vicepresidente de la Nación, para negociar el mantenimiento de la cuota argentina de carne enfriada en el mercado británico.

¿Cuáles eran los condicionamientos que se planteaban cuando viajo la misión Roca? Por el lado argentino, la principal preocupación era, evidentemente, la amenaza de reducción de la cuota de importación de carnes para los países ajenos al Commonwealth, como la Argentina. También perjudicaba la implementación de licencias de importación, que oficializaban el pool de los frigoríficos imponiendo el control del comercio de carnes por parte de Inglaterra. Pero, al mismo tiempo algunas medidas del gobierno argentino afectaban los intereses británicos, como el control de cambios y el incremento de aranceles, Así como inquietaba la situación de diversas empresas y compañías británicas (de seguros, ferroviarias, tranviarias) y de los negocios vinculados a la obtención de contratos públicos.

Por consiguiente, tanto para la Argentina como para Inglaterra había elementos diversos de negociación, cuando viajo la misión Roca —con el pretexto de devolver una visita del príncipe de Gales a nuestro país— a negociar el mantenimiento de la cuota de carnes para la Argentina lo que Gran Bretaña pretendía era una asignación preferencial de las divisas, un desbloqueo de fondos congelados y una reducción de los aranceles. A cambio, estaba dispuesta a aceptar la suspensión temporaria del pago de los intereses de la deuda externa. La Argentina, por su parte, pedía que no se redujera la cuota de chilled o carne enfriada, y que el gobierno local mantuviera el control de esa cuota.

Los ingleses no se hallaban tan seguros en su posición negociadora. Un memorándum del Foreign Office10 de la época señalaba: "...se puede hacer cualquier cosa con una bayoneta menos sentarse sobre ella. Hemos inducido a los argentinos a negociar por miedo (...) no vamos a poder seguir adelante solamente con miedo (...) Si dejamos pasar esta etapa, hay un peligro real de una reacción violenta en la Argentina".

Sin embargo, la firma del polémico Pacto Roca-Runciman, el 1° de mayo de 1933, no ofreció demasiadas ventajas para la Argentina, mientras satisfacía la mayor parte de los pedidos del lado británico. En forma resumida, el Pacto aseguraba una cuota de carne enfriada en el mercado inglés (en un monto un 10% menor que la cantidad importada hasta junio de 1932, la más baja de los últimos años), e Inglaterra concedía una participación a los frigoríficos nacionales para la exportación de carne argentina mediante una cuota del 15% que tardó varios años en poder hacerse efectiva. A cambio, Gran Bretaña lograba diversas medidas que favorecían a los intereses británicos. Así, por ejemplo, se garantizaba, a través del mecanismo del control de cambios, la cantidad de divisas necesarias para hacer frente a las remesas11 corrientes al Reino Unido en un volumen igual a las ventas de productos argentinos hacia aquel país (lo que constituía un evidente privilegio respecto de otras naciones); se asumía el compromiso de tratar de una manera "benevolente"—o sea, en forma preferencial— las inversiones inglesas; y se aceptaba no incrementar los aranceles12

10

Es el Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña 11

Remesas es el envío de las ganancias de una empresa extranjera a su país de origen. 12

Aranceles son los impuestos aduaneros que los países cobran por las importaciones de productos extranjeros.

Page 47: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

sobre algunas importaciones británicas como el carbón, e incluso reducir los aranceles para otros productos de ese origen. La famosa frase de Julio A. Roca (h), celebrando la firma del pacto, en el sentido de que la Argentina era "por su interdependencia reciproca, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Reino Unido", parecía hacerse realidad.

El problema en la evaluación del Pacto Roca-Runciman consiste en saber, de todos modos, si realmente el comercio de carnes era fundamental para la Argentina o solo lo era para un sector económico particular y en establecer si no podía negociarse de otra manera, considerando, por ejemplo, que el envió de las remesas por intereses y dividendos, que preocupaba mucho a los ingleses, se hallaba prácticamente bloqueado por el control de cambios y que el monto anual de esas remesas, que se calculaba en cerca de 15 millones de libras esterlinas, era casi idéntico al de las exportaciones de carne enfriada al Reino Unido, lo que podía haber constituido un elemento de negociación importante. Además. Inglaterra dependía en gran medida de las exportaciones argentinas, y en particular de la carne enfriada, debido a las distancias, ya que los barcos frigoríficos no garantizaban que los productos de otros países competidores llegaran en buenas condiciones al mercado británico. En esa cuestión, el facto de Ottawa era más un fantasma que una amenaza real para la Argentina.

Sin embargo, si el Pacto Roca-Runciman evitaba una brusca contracción de las exportaciones de carnes, no aseguraba la posición de los ganaderos. El carácter oligopólico de los frigoríficos y la falta de control estatal en el negocio les permitía a aquellos ejercer plenamente su poder de compra, clasificando la calidad de las reses y manejando los precios de manera arbitraria. Los ganaderos volvieron, entonces, a reclamar la intervención del Estado en su defensa aunque la división entre criadores e invernadores se hizo manifiesta en las discusiones sobre el alcance de la intervención. Los primeros pretendían una organización de productores con participación directa en la industrialización y comercialización de las carnes, mientras que los segundos solo exigían un marco regulatorio, pero rechazaban la idea de que el Estado se inmiscuyera directamente en la gestión de las empresas.

Finalmente, el 29 de setiembre de 1933, se aprobó la ley que creaba la Junta Nacional de Carnes. Sin recoger sus planteos en bloque, la ley se inclinaba a satisfacer las demandas de los invernadores. Aun Así, contemplaba la creación del Frigorífico Nacional de la Capital y de la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP), organismo que iba a ser dirigido durante largo tiempo por Horacio Pereda, un notorio dirigente criador.

Los frigoríficos continuaban, sin embargo, ejerciendo su dominio. Mientras los precios en el mercado ingles habían comenzado a subir, ellos pagaban a los ganaderos un precio cada vez menor. Por eso, en 1934, Lisandro de la Torre, senador por Santa Fe, declaró que los ganaderos aun estaban siendo explotados por los frigoríficos. Propuso, entonces, que se designara una comisión dedicada a la investigación de maniobras perjudiciales para los productores en la industria de la carne, moción aprobada el 1° de setiembre de 1934. La investigación llevo seis meses, en los que la Comisión Investigadora del Comercio de Carnes debió luchar contra los obstáculos que sistemáticamente le ponían tanto el gobierno nacional como los propios frigoríficos.

Un acontecimiento muy conocido permite graficarlas obstrucciones al trabajo de la Comisión. El frigorífico Anglo se había negado a entregar los cálculos de sus costos de producción, que tenía en Buenos Aires, pero tres estibadores portuarios denunciaron que las planillas correspondientes estaban siendo enviadas a la casa matriz en el vapor "Norman Star" colocadas en más de veinte cajones con el rotulo de corned beef, cubiertos por bolsas de estiércol.

A pesar de las dificultades, tanto el informe de la mayoría de la Comisión como el presentado por el senador De la Torre en minoría lograban mostrar flagrantes irregularidades. Se

Page 48: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

señalaba, por ejemplo, la falta de fiscalización gubernamental en las declaraciones del impuesto a los réditos para el caso de los grandes frigoríficos extranjeros, que contrastaba con el gran celo puesto en el control de los frigoríficos de origen nacional. Esto, sumado a las amplias evidencias de que el pool de frigoríficos estaba evadiendo una parte importante del tributo permitía sospechar de la connivencia de algunos funcionarios en una estafa al Estado. También recibían esos frigoríficos un tratamiento "preferencial" en la Comisión de Control de Cambios a la hora de negociar las divisas obtenidas.

Se acusaba, sobre todo, a los empresarios de los frigoríficos de dominar por completo el mercado de la carne, lo que permitía manejar de manera discrecional el precio del ganado, independientemente de las fluctuaciones de los precios en Smithfield (el mercado de Londres), favoreciendo a un pequeño número de invernadores y expoliando a la inmensa mayoría de los productores. Los frigoríficos imponían, además, condiciones inhumanas de trabajo a los obreros, a quienes pagaban salarios miserables. Su poder, con el apoyo del aparato burocrático del Estado, era utilizado también para forzar una descapitalización de los pequeños frigoríficos competidores y para desplazarlos por completo del mercado de exportación o absorberlos.

Se señalaba, además, que las leyes que creaban la Junta Nacional de Carnes y la CAP eran utilizadas discrecionalmente en provecho del grupo oligopólico de frigoríficos extranjeros y del grupo ganadero más vinculado a ellos, desvirtuando los objetivos iniciales que apuntaban a encontrar una solución a los productores y frigoríficos menos poderosos.

En especial, el ataque del político santafesino consistió en denunciar no solo la acción distorsiva del monopolio de los frigoríficos, sino también la complicidad del gobierno en las maniobras de dichos empresarios. La discusión término, luego de varias semanas de tratamiento del tema, con el asesinato, en el mismo recinto del Congreso, de otro senador por Santa Fe, Enzo Bordabehere, amigo de Lisandro de la Torre, y a quien iban dirigidos aparentemente los disparos, uno de los crímenes más impactantes de la historia política argentina.

Luego de estos acontecimientos, además del repudio del crimen, lo que quedo en evidencia fue que la conducta de los frigoríficos era claramente ilícita. La Prensa, uno de los diarios más influyentes de Buenos Aires, expresaba, el 31 de julio de 1935, lo que pensaba la opinión pública:

"Creemos que estamos en presencia de uno de los trabajos parlamentarios más útiles realizados hasta hoy en el país, y el hecho de que haya sido ensombrecido por un crimen que constituye una gran vergüenza no le resta trascendencia. La investigación del Senado ha adelantado en varios años la solución, que no puede ser fácil, del problema ganadero nacional en todo lo que se relaciona con el comercio exterior e interior de carnes...".

"De hoy en adelante, ni la actual administración ni sus continuadores podrán permanecer impasibles ante los procedimientos monopolistas, violaciones de leyes y evasiones de impuestos que se han demostrado, so pena de incurrir en las más severas sanciones morales de la opinión pública. Eso se ha ganado hasta ahora en la Jornada."

El Acuerdo Roca-Runciman tenía una duración de tres años. Al culminar su periodo de vigencia en 1936, ambos gobiernos iniciaron una nueva ronda de negociaciones. La coyuntura presentaba ahora características diferentes de las existentes en 1933. El gobierno británico se encontraba bajo una fuerte presión de los propios ganaderos ingleses, que demandaban simultáneamente protección frente a la competencia extranjera y apoyo financiero oficial. Por eso, en el nuevo tratado —conocido como "Malbran-Eden"— las carnes argentinas fueron gravadas con un arancel del 20% sobre el precio de venta, que se utilizaría para subvencionar a los ganaderos británicos. A cambio de ello, el gobierno

Page 49: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

argentino adquiría el derecho de distribuir los permisos de exportación entre los frigoríficos, aunque las criticas de las organizaciones rurales en las que tenían influencia los criadores apuntaron al hecho de que las cuotas no sufrieron modificaciones sustanciales con respecto al periodo previo, en el que eran manejadas por el gobierno inglés. El nuevo tratado ponía de manifiesto con más claridad que el anterior la debilidad del gobierno argentino en las negociaciones y la creciente dificultad para sostener los pilares de la estructura productiva de la Argentina.

Para compensar las pérdidas que el nuevo tributo británico podía acarrear a los ganaderos y a los frigoríficos, el gobierno implemento un subsidio y un tipo de cambio diferencial para las divisas liquidadas por los frigoríficos. De esa manera, el precio final de venta del chilled beef argentino en el mercado londinense no sufriría alteraciones a pesar del impuesto y las exportaciones no se verían alteradas. Así, el erario público, nutrido por los contribuyentes argentinos se hacía cargo del subsidio a los ganaderos británicos.

Page 50: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 9

EL PAÍS URBANO. MODERNIZACIÓN Y OCIO EN LA DÉCADA DE 1930 A partir de la lectura del capítulo “País Urbano o País Rural: La modernización territorial y su

crisis”, escrito por los historiadores argentinos Anahí Ballent y Adrián Gorelik, de la

colección Nueva Historia Argentina, responder a la siguiente grilla de preguntas.

1) Cuál era la doble vía de objetivos que perseguía el impulso al turismo que se plantea

en nuestro país a partir de la década de 1920.

2) Qué sectores sociales tenían acceso a este impulso turístico, y por lo tanto qué sector

social quedaba fuera, y cuáles eran los centros geográficos más promocionados para

ello.

3) Mencione usted algunos factores que resultaron esenciales para este incremento de la

actividad turística a partir de 1930.

4) ¿De quién será la responsabilidad de liderar e impulsar el desarrollo turístico en la

primera mitad del siglo?

5) Qué relación se establece entre la creación de los parques nacionales, la gendarmería y

la política de impulsa turístico.

6) Cuál fue el rol jugado por el arquitecto Bustillo y cuáles eran sus ideas respecto al

fomento del turismo.

7) En qué aspectos incidió la difusión del uso del automóvil en las prácticas sociales del

ocio de los argentinos.

8) Cuál fue el cambio más sustancial de la modernización edilicia de la ciudad.

9) Cuál fue el cambio conceptual que impone la aparición de la vivienda de renta

respecto a la anterior idea que se tenía de una casa.

10) De qué modo se logró cambiar la imagen de Buenos Aires en la década de 1930 y

convertirla en una “ciudad moderna”

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

EL TERRITORIO COMO ESPACIO DEL OCIO Anahi Ballent y Adrián Gorelik

El turismo

Desde los años veinte, el turismo dentro del país había sido impulsado como recreación masiva por periódicos modernizadores de los hábitos sociales como Crítica, que destinaba corresponsales en las zonas pintorescas del país. Se otorgaba al turismo una función "civilizadora" de doble vía, vinculada al conocimiento del país: "desprovincializar" a los habitantes del interior, para borrar los rastros de "odioso regionalismo", y "argentinizar" a los

Page 51: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

porteños, que "conocen en sus mínimos detalles el Paris elegante" pero "ignoran paladinamente como se vive en el interior de su propia tierra". Esos movimientos se creían indispensables para la constitución de una "nacionalidad moral", como sostenía Critica en setiembre de 1922. La expansión del turismo tenía dos vertientes: el arraigo a los sitios argentinos del turismo de elite, invirtiendo el hábito prestigioso del viaje a Europa, y la incorporación de los sectores medios y populares al nuevo turismo masivo.

Las primeras ampliaciones en ambos sentidos habían comenzado durante los años de la Primera Guerra Mundial, pero el progreso más notable ocurrió en la década del veinte, con la consolidación de las clases medias aunada a la difusión del automóvil y a ciertas políticas sectoriales, como la de la comuna de Mar del Plata controlada por el Partido Socialista, tal cual demuestra Elisa Pastoriza. El principal desarrollo se experimentó en esa ciudad y en las sierras de Córdoba: tanto la elite como las clases medias preferían, frente a la sublimidad de ciertos escenarios naturales, la suavidad y benignidad de los paisajes pintorescos, aquellos espacios naturales colonizables por el hombre de manera relativamente sencilla y que aludían a la naturaleza como sereno y confortable marco de la vida social. Más aun, el veraneo de la elite tuvo siempre una marcada predilección por aspectos mundanos y de interacción social. La ruleta era un elemento imprescindible para atraerla; clubes, cines, posibilidades de prácticas deportivas diversas, confort, eran factores necesarios para satisfacer gustos sofisticados y formas de sociabilidad complejas, que serian también adoptadas por los sectores medios.

Ese doble proceso de ampliación registro un salto cualitativo en los años treinta. En el caso del turismo de elite, el viaje a Europa se vería nuevamente postergado, en principio por la crisis y el control de cambios, más tarde por el clima bélico. En el caso del turismo masivo, transformaciones legislativas como el sábado ingles de 1932 o las vacaciones pagas, que se sancionaron por primera vez para el sindicato de comercio en 1934, favorecieron la genera-lización del habito entre la clase media, alentando un proceso que luego extendería el peronismo a los sectores obreros. Ciertas instituciones, como la Asociación Cristiana de Jóvenes, la Casa de la Empleada y el Club Argentino de Mujeres, disponían de casas de veraneo para sus asociados en Sierra de la Ventana, Cosquín y Mar del Plata, comenzando a trascender así las posibilidades de acceso individual al veraneo y esbozando las bases de lo que sería más tarde el turismo sindical.

En el mismo sentido, pero dentro de la acción estatal, a fines de la década la ley 12.669 disponía la construcción de hosterías y hoteles de turismo en San Luis, La Rioja, Catamarca: El incremento del turismo en esos años puede medirse a través del caso de Mar del Plata, donde las cifras de turistas pasaron de 65.000 en 1930 a 380.000 en 1940, registrando así casi el 500% de aumento.

El cambio fundamental que se produjo en los años treinta radico en la actividad estatal, en la cual la expansión de la red caminera jugó un rol central. La pavimentación de la ruta 2 a Mar del Plata, inaugurada en 1938, fue un hito en el proceso de ampliación del turismo, del mismo modo que el nuevo equipamiento urbano promovido por el gobierno provincial, como el balneario de Playa Grande de 1935 y la nueva rambla con el Casino y Hotel Provincial iniciados en 1938, todas obras de Alejandro Bustillo. Mar del Plata se publicitaba entonces como "la ciudad de todos", en el aparente convencimiento de que el avance de los sectores medios podía no ser contradictorio con la permanencia de la elite, que se mantendría fiel al carácter mundano de la ciudad si su equipamiento era modernizado e incrementado. Mar del Plata, entonces, constituía la expresión más clara del doble sentido en que era pensada la ampliación del turismo, y de la forma en que era usado lo que se consideraba su también doble base material, rutas y equipamiento. Allende Posse, Director de Vialidad, expresaba sintéticamente en un artículo de la revista El Hogar el doble carácter de tal base material: "El turismo —decía— necesita caminos... y cocineros."

Page 52: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

En la presentación que hacía de su primer número extraordinario dedicado al turismo, en noviembre de 1933, El hogar parecía continuar las expresiones del diario Critica de la década anterior: "Fomentar el turismo es hacer obra patriótica [...] (El viaje a Europa debe dejar de constituir) el objetivo de los ricos y el ideal de los pobres que aspiran a un mejor estado de fortuna para alcanzarlo". Sin embargo, la diferencia sustancial entre los textos de las dos publicaciones es que el autor de este último era Manuel R. Alvarado, ministro de Obras Publicas: era el Estado quien ahora lideraba un proceso que había sido reclamado anteriormente por sectores progresistas o modernizadores de la sociedad.

Los parques nacionales

"Conocer la patria es un deber": el lema que se imponía en otra de las creaciones estatales destinadas a la promoción del turismo, la Dirección General de Parques Nacionales, dirigida por Exequiel Bustillo, mostraba a su vez la sintonía con los eslóganes, que difundía entonces YPF. "Crear mercado", "Defender la producción nacional", "Conocer el país": la coincidencia de eslóganes es sintomática y muestra una concatenación de ideas que vinculan distintos campos de acción sobre el territorio nacional. La Dirección General de Parques Nacionales creada por ley 12.103 de 1934, se encontraba en el ámbito del Ministerio de Agricultura, aunque gozando de una amplia autonomía; administraba parques o reservas nacionales, definidos como "porciones del territorio de la Nación, que por su extraordinaria belleza o en razón de algún interés científico determinado, fueran dignas de ser conservadas para uso y goce de la población de la Republica". La misma ley creaba los parques nacionales de Nahuel Huapi e Iguazú, y por decreto 105.433/37 se crearon las reservas nacionales Perito Moreno, Los Glaciares, Lanín, Los Alerces y Copahue para la constitución de nuevos parques en el futuro

La característica central del programa, tal como fue delineado por Bustillo, no respondió tanto al concepto conservacionista de reservas naturales (típico en los Estados Unidos) como al intento de construcción de grandes enclaves modernizadores, relacionando el turismo con la pavimentación, el transporte, la hotelería, pero también con la transformación del hábitat rural y con nuevos emprendimientos económicos. La llegada del camino, el hotel y el turista comenzaban a ser vistos como avanzadas de nacionalización en las fronteras más alejadas, como puesta en práctica de la soberanía territorial, objetivos coincidentes con los de Gendarmería Nacional, creada en 1938. Los parques nacionales quedarían marcados por ese origen vinculado al anhelo de consolidar zonas de frontera, y buena parte de los emprendimientos modernizadores de los años treinta tendrían ese carácter estratégico. En verdad, se trataba de otra vertiente del "nacionalismo objetivo" aplicado a la transformación territorial, en alimentación mutua con los temas económicos o de la identidad cultural.

Tanto la zona del Nahuel Huapi como la del Iguazú tenían una historia como símbolos de soberanía nacional que se remontaba a comienzos de siglo; ya se les había asignado un específico valor geopolítico que presidiría toda la actividad de su ocupación. Pero recién en la década del treinta tuvo lugar una acción decidida por parte del Estado, basada en el objetivo de integrar la industria del ocio y el turismo en la tarea de puesta en régimen y explotación del territorio nacional. En tal sentido, el impulso brindado al Nahuel Huapi supero notablemente los esfuerzos destinados al Iguazú, ya que se juzgaba que el potencial económico del Sur era mayor que el de la selva tropical, y que permitiría competir con el turismo desarrollado en Europa.

El impulso en el Nahuel Huapi comenzó en 1934, cuando se completo la línea de ferrocarril que lo unía con la capital. Poco después, la Dirección Nacional de Vialidad construyo unos 300 kilometres de pavimento dentro del parque y la navegación en el lago quedo garantizada por la construcción del buque Modesta Victoria. La arquitectura, encargada por Exequiel Bustillo a su hermano Alejandro, jugó un papel destacado en la transformación del

Page 53: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

área: desechando las imágenes que había desarrollado en Mar del Plata, tanto el modernismo de Playa Grande como el clasicismo del hotel y casino, Bustillo proyecto el hotel Llao Llao en una arquitectura pintoresquista de piedra y madera. Asimismo, realizo una serie de obras menores en el Parque, redacto las normas generales de urbanización y fijo los estilos para Bariloche, a los que se ajusto el centro cívico proyectado por Ernesto De Estrada, inaugurado entre 1936 y 1940. Tal arquitectura pretendía armonizar con el paisaje circundante a través del uso abundante de madera y piedra y, por otro lado, se proponía civilizar su carácter agreste a través de la presencia humana condensada en obras, configurando definitivamente las imágenes adecuadas a la anhelada "Suiza argentina". Se promovieron instalaciones deportivas, especialmente de esquí, se reforestaron aéreas, se adaptaron nuevas especies de valor comercial, se importaron ciervos y se introdujeron colonias de salmón. La apropiación del territorio era esencialmente transformadora, aunque se planteara en vinculación con valores inherentes al sitio.

La vasta operación territorial incluía también el fraccionamiento de ciertos sectores para su venta y la posterior organización de villas de turismo; muchos lotes habían sido adquiridos previamente por Exequiel Bustillo, en una operación francamente especulativa: Los 1.550 turistas de 1934 se incrementaban a 4.000 en 1940, siempre dentro del universo del turismo de elite. Bustillo consideraba que solo la explotación económica de las practicas de elite podía construir, consolidar e imponer los nuevos espacios librados al turismo; otros efectos de carácter social vendrían más tarde, por añadidura, y en los meses estivales, lejos de los costosos equipamientos del esquí. Así, su propuesta se diferenciaba netamente de la que realizó Fresco para Mar del Plata, que apostaba a la ampliación del turismo masivo. Sin embargo, no eran vistas como políticas contradictorias, sino como dos caras, la nacionalista y la cosmopolita, que convivían en el eslogan de "crear mercado".

El weekend

La modalidad del weekend estrechamente ligada a la difusión del automóvil, propuso nuevas facetas de un tipo de habitar desarrollado desde fines del siglo XIX: la casa suburbana o rural de uso ocasional o semipermanente. El automóvil facilitaba el abandono de la ciudad por lapsos cortos, permitiendo gozar a la vez de los beneficios de la ciudad y de la tranquilidad del campo. El automóvil produjo una ampliación de esta tendencia, y al mismo tiempo señalo una ruptura dentro de ella, favoreciendo un avance de los espacios del weekend sobre el campo, modernizando el territorio de una manera más amplia que la operada anteriormente por el ferrocarril.

Como ofertas para el weekend, a la tradicional opción de la vivienda individual se sumaron nuevas propuestas de vivienda agrupada, como los primeros country clubs que comenzaron a surgir en la época: el Tortugas en 1930 y el Hindú a fines de la década. Organizados a partir de instalaciones deportivas (en particular deportes terrestres, polo y golf), vinculaban vivienda y deporte de una manera nueva, sobre la base de referencias norteamericanas que comenzaban a extenderse en algunas ciudades de Latinoamerica. Los country clubs de la década del treinta eran iniciativas de elite; formaban parte de una diversificación de los espacios del ocio selecta y exclusiva, pero indicaban claramente el peso cada vez mayor que las prácticas deportivas ganaban en el conjunto de la sociedad.

La ampliación a los sectores acomodados de las clases medias de la práctica del weekend fuera de la ciudad se vinculaba con el proceso de modernización de los modos y espacios del habitar domestico. Fue aquel un momento de intensa transformación de las tipologías de vivienda, en el que cambio la disposición de los ambientes; se abandono la tradicional "casa chorizo" para adoptar la moderna casa de "planta compacta". También se incremento la tecnificación del hogar, especialmente el equipamiento electrodoméstico y sanitario, mientras aparecían nuevas estéticas caracterizadas por la simplicidad y la ausencia de ornamento. En

Page 54: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

1933 comenzaba a publicarse la revista Casas y Jardines, representante de estas nuevas tendencias y dedicada sobre todo a la vivienda suburbana, de weekend o de veraneo. La nueva publicación ilustro el gusto del momento a través de sus protagonistas privilegiados, la casa racionalista y el chale californiano, variantes modernista y rustica de un nuevo afán modernizador de los espacios del habitar. Por primera vez un emprendimiento editorial podría sostenerse en el tiempo centrándose en la arquitectura y la decoración dirigidas a un público no especializado; el hecho es indicativo del interés que despertaba la transformación de la vivienda dentro de un mercado relativamente amplio y en expansión.

La modernización en la ciudad: Buenos Aires como epicentro del "país urbano"

La vivienda urbana asumía a su vez particulares formas de transformación, que la convirtieron rápidamente en el símbolo elocuente de los nuevos tiempos: la casa de renta o departamentos desarrollada en altura se imponía como parte de una modernización general de la ciudad. Fue este un proceso reconocible en los distritos centrales de Rosario, Córdoba y Mendoza, ejemplos de gran despliegue constructivo en edificios de altura. Pero, como en otros aspectos de la modernización, Buenos Aires lo emblematizó de modo más complete En esa ciudad, durante los años treinta se construyo la masa de edificios de renta que todavía hoy caracteriza aéreas completas de su zona central. Su construcción comprometió una importante ola de inversiones privadas que se mantuvo incluso durante los años de la crisis, ya que el alquiler de departamentos se consideraba una renta segura. Estos edificios generalizaron en la ciudad un perfil modernista de rascacielos blancos y en ese rubro se obtuvo en 1935 uno de los "records" en que se apoyaba el orgullo porteño: el Kavanagh, el rascacielos "más alto de Latinoamerica". Se trataba de una transformación radical de los hábitos domésticos basada en la modernización tecnológica del habitar.

El edificio de departamentos de renta fue producto de una ecuación, directamente relacionada con el cálculo económico del cual es el producto más directo, que vincula el sobrio modernismo de las fachadas con la compactación de las plantas de los departa-mentos, la consiguiente reducción de la superficie de las habitaciones, la racionalización y simplificación de los diseños y la incorporación de nuevos dispositivos y artefactos de confort, respondiendo acabadamente a lo que en los años treinta se denominaba una "concepción de vida moderna". Además de las nuevas formas, los nuevos artefactos y los nuevos equipamientos, ella implico la exasperación del carácter de mercancía de la vivienda, ya que el negocio estaba implícito desde la construcción, y se expresaba en la propia forma de las unidades y en los equipamientos colectivos que proponían una disgregación individualista de las funciones tradicionalmente agrupadas en el "hogar". En general, se la concebía como vivienda transitoria, porque se compartía con otra o porque sus habitantes eran familias en formación, en franco contraste con el anhelo de permanencia emblematizado por la vivienda individual autoconstruida típica de las décadas anteriores. De tal modo, la casa de renta también encarno unas relaciones hombre-hábitat más plenamente modernas, tema percibido y celebrado por los medios que formaban opinión entre las clases medias y altas urbanas.

Si esta renovación privada fue posible y tuvo tal impacto fue porque formo parte de una modernización urbana emprendida por el Estado, con inversiones cuya intensidad y coherencia solo resisten la comparación con la obra del intendente Torcuato de Alvear en los años ochenta del siglo XIX. De tal modo, en 1936 Buenos Aires podía celebrar el cuarto centenario de su primera fundación en el apogeo de una modernización que definió su perfil urbano, social y cultural por varias décadas. El intendente Mariano de Vedia y Mitre (1932-1938) busco constituir ese acontecimiento en un punto de llegada de la vida de Buenos Aires marcado por su obra y coronado por las transformaciones decisivas que se estaban produciendo de modo vertiginoso. Durante su gestión se ensancharon las avenidas transversales de Callao hasta el rio, se finalizaron las diagonales norte y sur, se inició la

Page 55: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

avenida 9 de Julio, se finalizó la avenida Costanera, se completo la red de subterráneos, se rectifico el Riachuelo y se reemplazaron todos sus puentes tradicionales con estructuras modernas, se entub6 el arroyo Maldonado se trazo la avenida General Paz, se consolido y completo la estructura de calles con infraestructura de servicios. Aunque algunas de esas obras correspondían en los hechos a otras reparticiones nacionales como el Ministerio de Obras Publicas o Vialidad Nacional, se integraban en un proceso liderado por el municipio que venía a completar la modernización urbana.

Que el proceso pudiera ser leído como la culminación de un impulso anterior no es un dato menor de la performance de De Vedia y Mitre, ya que eso implicaba que había logrado colocar su obra en la estela del proyecto para Buenos Aires del intendente Alvear, iniciado cincuenta años antes. Gracias a la intensidad de la obra pública y a sus logros publicitarios, De Vedia y Mitre consiguió restituir en Buenos Aires el imaginario dinámico de las ciudades modernas, recuperando el sentido de espectáculo urbano que había caracterizado a Alvear. A lo largo de 1936 se demolió y abrió la avenida Corrientes desde Callao a Pellegrini, y a otro año desde allí hasta Alem; cada dos meses se realizaban las inauguraciones parciales con gran sentido ritual. En un tiempo similar se demolieron las cinco manzanas completas que fueron el comienzo de la avenida 9 de Julio. Para celebrar el cuarto centenario se levanto en 60 días la obra cumbre, desde el punto de vista simbólico, de toda la operación, el Obelisco, diseñado por Alberto Prebisch en la Plaza de la Republica, intersección de tres avenidas en cons-trucción y de dos líneas de subterráneos que también estaban en obra.

De tal modo, se produjo una concentración de transformaciones modernizadoras que parecían convertir a la Buenos Aires de los años treinta en el lugar de realización del sueño modernista. Las fotografías de la época muestran una ciudad desventrada, trabajando día y noche en marcha febril de progreso. Roberto Arlt, que en sus ficciones había ya figurado una Buenos Aires radicalmente modernista, fue su cronista entusiasmado, mostrando la atracción que ejerce una ciudad que ha decidido acelerar el porvenir. "El Intendente [...] parece regocijadamente dispuesto a tirar abajo la ciudad", escribía Arlt en su columna del diario El Mundo, nada habituada al elogio de la clase política.

Page 56: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 10

SECTORES POPULARES Y SOCIABILIDAD EN LA DÉCADA DE 1930 A partir de la lectura del capítulo “La Nueva Identidad de los Sectores Populares”, escrito por

el historiador argentino Ricardo Leandri, de la colección Nueva Historia Argentina, responder

a la siguiente grilla de preguntas.

1. Cuál es la composición social de los habitantes de los nuevos barrios de la ciudad

de Buenos Aires y en qué factores se observa la nueva tendencia asociativa de esos

barrios.

2. ¿Por qué los nuevos barrios generan múltiples formas de sociabilidad?

3. Explique las características y el rol de las bibliotecas barriales.

4. Cuál era la participación de las mujeres en las actividades culturales del barrio

5. Explique en qué consiste la jerarquización que las actividades barriales

establecieron entre la sociedad y el rol de las llamadas elites barriales.

6. ¿Cómo ve el autor el proceso de gestación del público deportivo y futbolístico?

7. ¿Qué importancia tiene la figura del “ídolo”? Investigue la significación del

boxeador Luis Angel Firpo en su época.

8. ¿Cuál fue el rol de los medios en la masificación del espectáculo deportivo?

9. Explique de que manera comienza a vincularse deporte con política y el

espectáculo deportivo con la violencia.

10. ¿Qué vinculación establece el autor entre los fenómenos de las hinchadas y el de

las murgas?

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

LA NUEVA SOCIABILIDAD POPULAR Ricardo González Leandri

Los nuevos barrios fueron núcleos sociales de notable peculiaridad, diferenciados de manera bastante clara de los antiguos asentamientos obreros —de los cuales el centro y La Boca constituyen buenos ejemplos para la Capital— que siguieron conservando su importancia y sus características típicas. Por su parte, los nuevos barrios, distantes en general de los lugares de trabajo, se convirtieron en los ámbitos del ocio popular, que comenzaba a nacer gracias a la reducción de la Jornada de trabajo y de la nueva vida familiar. Por ello mismo, se transformaron en espacios donde los sectores populares experimentaron con nuevos mecanismos de transición entre lo privado y los ámbitos públicos.

Como parte de un proceso más amplio de redefinición del vínculo entre los sectores populares y las distintas facetas de lo urbano —material, social, cultural y simbólica—, la calle y el umbral, lugares predilectos para charlas y reuniones informales, adquirieron un

Page 57: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

nuevo sentido social. Otros aspectos de esta redefinición fueron el surgimiento de heterogéneos ámbitos de sociabilidad institucionalizada y la centralidad que en forma creciente comenzó a adquirir la práctica deportiva.

La característica central de los barrios nuevos fue que su tono social y cultural estuvo connotado por una peculiar yuxtaposición entre sectores del mundo del trabajo y de las capas medias, conformadas en gran medida por empleados, funcionarios y profesionales hijos de inmigrantes. Esta amalgama de sectores sociales facilitó a su vez el surgimiento de redes de sociabilidad características, en las cuales ciertos sectores, como los maestros, comenzaron a cobrar una novedosa influencia.

Todavía a lo largo de los años treinta, la mayoría de estos barrios fueron instalaciones aisladas unas de otras. Buena parte de sus edificaciones eran quintas y solo había unas diez o doce viviendas por manzana, rasgo que fue desapareciendo poco a poco durante el periodo gracias a la realización de nuevos loteos.

Las sociedades que allí surgieron fueron por lo tanto sociedades en construcción, casi de frontera, donde las perentorias necesidades de los primeros habitantes impulsaron un tipo peculiar de acción colectiva. Esta situación, en la que se vio inmersa una parte importante de los sectores populares urbanos, esta por lo tanto en el origen mismo de otra de las características de la cultura popular de los años treinta, así como del completo periodo de entreguerras: su marcada inquietud asociativa.

A mediados de la década de 1920, un periódico barrial mostraba su sorpresa ante el "alarmante crecimiento del número de clubes, sociedades, comités y asociaciones de toda índole que observa nuestro barrio". Con humor expresaba a continuación: "¡Es que viene el fenómeno! ¿El fenómeno? Si, el único vecino del barrio que no ha fundado ningún club o sociedad".

Los nuevos espacios de sociabilidad barrial se conformaron de manera febril. Muchos de ellos nacieron de forma espontanea, para ir institucionalizándose más adelante. Primero fueron las reuniones informales en la calle, la esquina o el almacén. Luego los cafés o los clubes, centres de actividades recreativas que estaban en el eje mismo de la vida barrial. Junto a ellos se desarrollaron la sociedad de fomento y el comité partidario, que fueron expresión de la colaboración vecinal tanto para construir su hábitat como para incorporarse al mundo político.

Tal afán asociativo fue, como ha sido señalado, producto directo del proceso de suburbanización, pero también lo fue del mayor entrecruzamiento de iniciativas provenientes de distintas esferas sociales e institucionales. En el caso de Buenos Aires, fue en primer lugar la respuesta de los diversos vecindarios de la ciudad, es decir, de su gente, a su situación de relativo aislamiento, a la precariedad del equipamiento urbano y a la necesidad de establecer en forma rápida nuevas redes de relación. Sin embargo, estas asociaciones nacientes se vieron también influidas por intentos reformistas que tuvieron otros orígenes: las transformaciones sociopolíticas y, sobre todo, la creciente influencia de ciertas acciones del Estado.

Dado el importante papel que cumplieron en el procesamiento de la experiencia colectiva, tales asociaciones se convirtieron, con el correr del tiempo, en los ámbitos públicos más característicos de los respectivos vecindarios. El entretejido de relaciones sociales que se fue urdiendo entre estas instituciones y otros ámbitos más definidamente informales conformó un área de sociabilidad y de inquietudes típicamente barriales, que dotaban de una identidad específica a los sectores populares de una zona determinada.

Desde su mismo nacimiento, las nuevas asociaciones populares se abocaron con intensidad a generar actitudes participativas. Al mismo tiempo, se vieron a sí mismas como sustitutas a

Page 58: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

la vez que promotoras de la intervención estatal, sobre todo en cuestiones vinculadas al equipamiento urbano y a la educación. Muchas consideraban, sin embargo, que su tarea fundamental consistía en convertirse en "ámbitos donde se forja la mentalidad del pueblo".

Debido a la amplitud de sus objetivos iniciales resulta, en muchos casos, bastante difícil diferenciar entre distintos tipos de asociaciones populares. En efecto, las primeras asociaciones que nacieron con los vecindarios, en la década de 1920, tendieron a incorporar en su seno todo tipo de actividades: culturales, relacionadas con la gestión urbana, recreativas e incluso deportivas.

En la década de 1930, estas asociaciones polifacéticas tan típicas fueron eclipsadas en gran parte por otras instituciones con mayor especificidad, fenómeno vinculado al propio crecimiento urbano y a una cierta "masificación" y mayor segmentación social y cultural de los barrios. Pueden establecerse, sin embargo, algunas diferencias entre asociaciones cuyo objetivo principal fue el fomentismo o la gestión de mejoras urbanas, y aquellas otras con fines específicamente sociales, deportivos o culturales, como clubes, bibliotecas y academias.

Un fenómeno al que no siempre se ha prestado la debida atención es la vinculación estrecha que existió entre el crecimiento del número de asociaciones y la intensificación del espíritu competitivo, sobre todo a nivel institucional, en determinados sectores de los barrios. Este fenómeno fue verdaderamente complejo y si bien en términos generales beneficio a los vecindarios como conjunto, en muchas ocasiones derivo en un aumento del localismo "de cuadra", que tuvo como corolario la emergencia de conflictos y hostilidades. Algo similar sucedió con la notable diversificación asociativa, que origino una particular tensión entre "cultura" y deporte, fenómeno al que los clubes e instituciones "sociales" más antiguos trataron de amoldarse lo mejor posible, muchas veces mediante la fusión con otros emprendimientos recientes.

Dentro del conjunto de estas asociaciones, las bibliotecas barriales se destacaron por su importante papel en la conformación de nuevas redes de sociabilidad, y por representar los casos más nítidos de confluencia entre las expectativas, afanes y gestión populares y otras instancias institucionales y políticas. Muchas de las bibliotecas fueron impulsadas por los mismos sectores populares para cubrir necesidades muy sentidas por los vecinos, como las creadas en clubes y sociedades de fomento. Las denominadas "bibliotecas populares" fueron, en cambio, producto de la iniciativa estatal e impulsadas institucionalmente por disposiciones del Concejo Deliberante entre 1927 y 1928. La iniciativa municipal no se limito solo a ese tipo de intervención sino que, mediante donaciones, también incidió en la propia marcha de aquellas otras bibliotecas creadas de manera espontanea por los propios vecinos. Los partidos políticos cumplieron también un papel de primera magnitud en la creación de bibliotecas barriales. En Buenos Aires, se destaco de manera notable en tal actividad el Partido Socialista, que en el año 1932 contaba ya con 56 bibliotecas.

Como ámbitos populares que eran, las bibliotecas cumplieron una labor amplia y polivalente y de ningún modo se limitaron a las tareas relacionadas con los libros y la lectura. Desarrollaron también otras actividades culturales, de tipo recreativo e incluso deportivo, actividades que en las bibliotecas surgidas de manera más espontanea llegaron en ocasiones a doblar en importancia a la actividad nominalmente principal.

Las conferencias o "veladas culturales" organizadas por las bibliotecas se convirtieron en los eventos más importantes, y a la vez más característicos, de la nueva sociabilidad popular que se estaba conformando. Se trato de actos a los cuales el vecindario se volcó en forma masiva y que se caracterizaron por su heterogeneidad: en ellos la conferencia propiamente dicha, que también podía cubrir una amplísima gama temática, era acompañada por actuaciones musicales, teatrales y una multiplicidad de otras actividades llevadas a cabo a veces por personas invitadas especialmente, y en general por profesores y alumnos de

Page 59: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

academias y conservatorios de la zona. En muchas ocasiones, tales veladas culminaban en un baile popular.

Lo importante de estos eventos culturales fue, en primer lugar, que rápidamente adquirieron un valor simbólico para vecindarios que los concebían como elementos de progreso colectivo y espacios de participación. En segundo término, las conferencias, al mismo tiempo que fueron eficaces mecanismos de participación, también sirvieron para canalizar determinados intentos de diferenciación en el seno de los vecindarios. De estos últimos derivo el tono formal y a veces "acartonado" de algunas de las intervenciones y actividades, y las temáticas un poco desfasadas con respecto a un público barrial, que cada tanto se abordaban. Puede afirmarse en consecuencia que las conferencias organizadas por bibliotecas y asociaciones barriales pusieron en juego imágenes de identificación y diferenciación, muy propias del horizonte de expectativas de esa amalgama social que eran los sectores populares barriales de la época.

Por otra parte, a pesar de la típica alta concurrencia de estos actos, no todos los vecinos se hicieron eco de las invitaciones institucionales. Muchos se mantuvieron indiferentes e incluso otros mostraron su hostilidad, actitud que dio lugar en más de una ocasión a ciertas tensiones y disputas.

Como actos masivos que eran, las conferencias o veladas culturales se diferenciaron de aquellas otras actividades vecinales orientadas hacia públicos específicos: jóvenes, deportistas o melómanos. A su vez, como actos culturales y recreativos, representaron un espacio para la participación y "presentación" de "las familias" en la sociedad barrial. Tal característica les otorgaba un tono social específico y reforzaba al propio tiempo su papel, pero sobre todo el de las instituciones que las organizaban, como ámbitos mediadores o de pasaje entre lo privado y lo público.

Otra cuestión notoria en las conferencias fue la alta participación femenina, reflejo de la importancia de las mujeres en los nuevos ámbitos de la cultura popular y en el vecindario. Esto tuvo una correlación estrecha con los temas abordados, sobre todo en la década de 1920, en que la promulgación de los derechos civiles de las mujeres provoco una cierta agitación.

La importancia adquirida por las bibliotecas y las conferencias se mostraba en plena consonancia con la presencia de unos sectores populares ávidos por capacitarse y por adquirir un tipo de cultura vinculada a nuevas formas de ocio que comenzaba, recién entonces, a ser experimentado por ciertos sectores del mundo del trabajo y por las capas medias nacientes.

Paralelamente, ese impulso asociativo e institucional dio lugar a un tipo particular de distinción cuya expresión más llamativa fue la emergencia de unas nuevas elites barriales, importante indicio de las profundas mutaciones que estaba sufriendo la cultura popular, entendida en sentido amplio. Esas elites, que en muchas ocasiones se definían a sí mismas como los "vecinos conscientes", estuvieron conformadas por empleados públicos que pusieron al servicio de las asociaciones toda su experiencia administrativa y de gestión, algunos "vecinos caracterizados" —en general médicos y comerciantes— y algunos trabajadores que se destacaron por su intensa actividad asociativa. Sin embargo, en muchos vecindarios, especialmente en aquellas zonas donde la impronta de los sectores medios era más notoria, los "vecinos conscientes" tendieron a identificarse cada vez más con los "vecinos caracterizados". En estos casos, desarrollaron actitudes con un alto grado de ambivalencia con respecto al resto del vecindario: por una parte, fomentaban la participación y la solidaridad, y por otra, proclamaban un tipo peculiar de diferenciación y segmentación. La democracia en el barrio presentaba también sus bemoles.

Page 60: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Pero existían otras facetas de la ambivalencia de las elites barriales, menos orientadas hacia la generación de distinciones internas. Algunas de estas elites, por ejemplo, sin dejar de lado su papel en la búsqueda y construcción de la especificidad barrial, actuaban al mismo tiempo como intermediarios frente a procesos, campos o "ambientes" más generales. Con ello trataban de mostrar lo similar, lo que más bien podía unir o identificar al vecindario con la gran urbe. Esto fue muy notorio en el caso específico de los militantes culturales, en su mayoría docentes, cuyo papel como mediadores se distinguió en forma bastante clara del asumido por las elites sociales o económicas de los vecindarios.

Las situación es descriptas muestran la importancia de la transformación a que se vio sometida la cultura de los sectores populares en el periodo, debido al predominio de una sociabilidad distinta y a la amalgama entre sectores medios y del mundo del trabajo que comenzaba a producirse en los nuevos barrios. Tal cultura popular adquirió rasgos cada vez más nítidos: solidaridad, participación y, sobre todo, heterogeneidad social. Pero, junto a tales características, se hicieron cada vez más evidentes los intentos de establecer jerarquías y marcar diferencias externas e internas, que dieron lugar a no pocos conflictos.

OTRAS FACETAS DE LOS SECTORES POPULARES

Entre estos sectores comenzaron a emerger un conjunto de prácticas y pugnas de alto contenido simbólico relacionadas, sobre todo, con el auge de la práctica deportiva y con la constitución de un "publico deportivo".

Ya desde el comienzo del periodo de entreguerras, y durante los años treinta, el mundo del deporte y los entretenimientos experimento una notable expansión, paralela al incremento de su práctica profesional, que tuvo como principal efecto crear espacios y actores nuevos, en especial alrededor del futbol. Tal expansión se relacionaba con la creciente permeabilidad de los sectores populares y de los gobiernos hacia discursos provenientes de movimientos con afanes universalistas, como el olímpico o el que condujo a la organización de los primeros certámenes mundiales de futbol.

Otro rasgo destacado de la realidad social que acompañó al auge del futbol como espectáculo popular fue la mejora paulatina de los niveles de ingresos de los trabajadores y el aumento de sus posibilidades de tiempo libre, situación que se afianzo a partir de mediados de la década de 1930 y, de modo más notorio, en la de 1940.

Fue en este periodo cuando comenzaron a adquirir relevancia social tanto el espectador moderno como la "hinchada", papeles y espacios nuevos desempeñados mayoritariamente por miembros de los sectores populares. El auge de tales actores y prácticas estuvo emparentado, de manera estrecha, con la consolidación de ciertos modos de expresión popular, generalmente masculinos, que combinaron nuevas formas de pasividad y actitudes predominantemente imaginarias con el protagonismo activo de ciertos grupos de "aficionados". Se prefiguraba ya el futuro "espectáculo de masas".

Junto a estos nuevos actores, espacios y prácticas populares, comenzó a destacarse de una manera creciente el carácter heroico, nacional y de gesta de aquella "pasión de multitudes" en que comenzó a convertirse el futbol, y de aquel "amor a los colores", que eran los del club, que se entremezclaban y confundían con los del barrio, o con sus facciones.

Junto con el crecimiento del "amor por los colores", la difusión del amateurismo marrón —que suponía una velada forma de pago a los deportistas—, y luego del profesionalismo, y la consecuente consolidación del espectáculo deportivo, surgió también la figura del "ídolo" popular, cuyas proezas estaban destinadas a perdurar durante largo tiempo en la memoria colectiva. Gracias al apoyo de la prensa y de la radiodifusión, personajes como el "Olímpico" Orsi o Luis Ángel Firpo, el "toro de las pampas", se convirtieron en arquetipos dignos de ser adorados por unos nuevos sectores juveniles populares y, sobre todo, por aquellos que,

Page 61: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

situados en los peldaños más bajos de la escala social, los observaban con una mirada que entreveía en la emulación una perspectiva alternativa de ascenso social.

Si bien esta nueva forma del sentir popular —masculina y juvenil— se canalizo principalmente a través del futbol, también lo hizo por medio del básquet, expresión de cambios notorios en la ocupación de los espacios urbanos, e incluso de otros deportes como la pelota a paleta, de curioso y notable arraigo, magnifica amalgama entre lo nacional y lo inmigratorio, y entre lo deportivo y el mundo de las apuestas.

Estos nuevos modos de expresión cultural de los sectores populares, que los contemporáneos definían como pasionales, ayudaron a su vez a la consolidación de los clubes deportivos, instituciones que hacia la década de 1930 se convirtieron en verdaderos símbolos locales y de pertenencia barrial. Para ciertos "aficionados", esa pertenencia llego a definirse, sobre todo, por oposición a sus rivales.

A medida que fueron transformándose cada vez más en espectáculos multitudinarios, ciertas competencias deportivas abandonaron su carácter de gestas barriales para asumir un perfil más general y difuso, que en algunos casos alcanzo la categoría de nacional. Apuntalaron esta evolución tanto el papel preponderante que comenzó a desempeñar la radio, como la internacionalización de la competencia deportiva, que se intensifico a partir de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam celebrados en 1928, de las giras de equipos de futbol que empezaron a ser cada vez más frecuentes y de certámenes como el Campeonato Sudamericano de Futbol que tuvo lugar en Uruguay por esas fechas. El inmediato aumento de la afluencia de público a los estadios producto de estos factores condujo a varios clubes a ampliar sus instalaciones, e incluso la propia Cámara de Diputados comenzó la discusión de un proyecto para la construcción de un estadio con capacidad para 250.000 personas mediante una subvención estatal.

Se hacía obvio, también en la Argentina, el interés que los deportes comenzaban a despertar en muchos medios estatales europeos y americanos, como importantes mecanismos de control y de "nacionalización" de las actividades masivas de los sectores populares. Ese interés corrió paralelo al proceso más amplio de conversión de estos sectores populares en "publico", proceso que se vio reforzado por el surgimiento de un nuevo estilo periodístico, más "popular" y masivo, cuyo ejemplo paradigmático fue el diario Crítica. También medios como la radio y el cine, que continuaban su expansión, colaboraron en aquella transformación. Hacia 1930, funcionaban en todo el país aproximadamente 1.000 salas, que en las grandes ciudades no se ubicaban solo en el centro, sino en muchos barrios; las emisiones de radio, gracias a nuevas tecnologías, tenían desde aproximadamente 1932 un alcance nacional, y hacia 1938, las estimación^ oficiales indicaban que había en la Argentina 1.100.000 aparatos receptores, cifra que significaba que existía una radio cada diez personas. La cultura de masas exigía esa presencia de un público ampliado, que integraban en buena parte los sectores populares. Así, junto al ídolo deportivo aparecían las estrellas de cine o teatro, o figuras como la de Carlos Gardel, a la vez agente y síntoma de la difusión del tango entre los grandes auditorios populares en los años treinta.

Al mismo tiempo, los intereses de muchos clubes, creados años antes por grupos de amigos o vecinos y ahora ya bastante burocratizados, comenzaron a entrelazarse con los de la política. Se trataba de otra expresión de la mayor densidad y complejidad que empezaban a adquirir las redes sociales populares. Unas elecciones en el club San Lorenzo de Almagro, por ejemplo, mostraron a través de la violencia verbal y las fuertes disputas entre los candidatos la notable envergadura que comenzaba a adquirir la cuestión. El triunfo de Pedro Bidegain, diputado nacional por el radicalismo e importante caudillo de la Capital Federal, no sorprendió a nadie. Sumaba así un elemento más a su posición de poder en las redes de clientela tan características de aquella época.

Page 62: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

La conversión de sectores populares en "publico" no se produjo de manera lineal y automática, sino que se vio atravesada por un conjunto de nuevas manifestaciones y pugnas de notable interés simbólico. Entre ellas se destaco el arraigo que comenzó a adquirir un tipo peculiar de violencia colectiva, de marcados rasgos juveniles, especie de contracara de la sociabilidad popular típica de los nuevos barrios y de sus instituciones más notorias, tan contenida en sus formas y tan estricta en sus códigos.

A diferencia de las formas de violencia popular más frecuentes hasta el comienzo del periodo, vinculadas sobre todo a su utilización como recurso político, esta que afloraba en los tiempos de entreguerras mantuvo un vínculo más bien indirecto y bastante borroso con ese ámbito. Nuevos fueron sus objetivos y destinatarios y nueva fue también la simbología con la cual se recubrió.

Este tipo de expresión colectiva, cuya importancia no debe, sin embargo, exagerarse, comenzó a surgir en los últimos años del futbol amateur, a fines de la década abierta en 1920, y se consolido plenamente con el auge del gran espectáculo profesional a partir de los años treinta. Fue en esta época, por ejemplo, que en un encuentro disputado entre los equipos de Colegiales y San Telmo, en el estadio de Boca Alumni en la isla Maciel, se sucedieron las agresiones, los disparos de armas de fuego y bubo heridos y contusos. No se trato de un fenómeno aislado: la violencia de las "hinchadas" fue adquiriendo mayor frecuencia con el incremento, sin duda muy notable, de espectadores.

En 1929, 40.000 personas presenciaron un partido disputado entre los equipos de Boca Juniors y Racing Club y 45.000 colmaron el estadio de San Lorenzo de Almagro para observar al equipo local contra Boca Juniors. Poco tiempo antes, en el año 1927, al festejarse la fusión definitiva de las dos ligas en las que se dividía el futbol argentino, la fiesta organizada en el estadio de River Plate se vio enturbiada por agresiones entre hinchadas rivales, por varios conatos de incendio y por la invasión del campo por parte del público, lo que origino un saldo importante de heridos y contusos.

El espectacular crecimiento del número de espectadores indica a su vez que, estadísticamente, los involucrados en tal tipo de actos violentos representaron un núcleo más bien minoritario y extremo. Sin embargo, también es cierto que, debido a su trascendencia en los nuevos marcos sociales y de opinión, su importancia no puede ser ignorada.

Las nuevas formas que fue adquiriendo con el tiempo la expresividad popular, de las cuales este nuevo tipo de violencia asociada al auge de la práctica deportiva fue uno de sus subproductos, no se limitaron a los ámbitos o espectáculos masivos. También se reprodujeron a menor escala, con intensidad variable según las circunstancias, en las múltiples competiciones que empezaron a desarrollarse para ese entonces en el interior mismo de los barrios, donde el papel del espectador cobraba una mayor relevancia personal. Estas expresiones emergieron al mismo tiempo que comenzaba a consolidarse el público amplio de los grandes espectáculos deportivos.

Puede pensarse, por lo tanto, que ciertas formas de práctica deportiva competitiva y el importante papel desempeñado por la "hinchada" buscaban, para el grupo de amigos o colegas del barrio que la conformaban, un protagonismo que le estaba siendo arrebatado por el gran espectáculo del deporte profesional, que imponía el anonimato y una participación imaginaria. Paradójicamente, sin embargo, en la medida que comenzaban a actuar, las nuevas "hinchadas" iban descubriendo formas de protagonismo novedosas, en otros marcos ahora definidos por ámbitos sociales, institucionales y de opinión que excedían el encuadre popular del cual habían partido. Se abría para las "hinchadas" el mundo de las "masas".

Page 63: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

La "hinchada", que canalizo su actividad fundamentalmente a través del deporte como espectáculo, puede cotejarse con la murga, que represento en buena medida la irrupción de lo excesivo y de lo diferente, brillando en el espacio ambiguo y temporalmente acotado de los corsos y fiestas de carnaval, de notable importancia en los años veinte y treinta. En tal sentido, es importante recordar que muchos de los jóvenes líderes de "hinchadas", lo eran, a su vez, de murgas.

En este último caso se trato, como en ninguna otra manifestación popular de la época, tal vez por su compleja heterogeneidad, de una exquisita mezcla entre fenómenos típicos de una sociabilidad propia del XIX, de gran aldea, y de urbe en expansión acelerada. La murga permitía, sobre todo, la aparición efímera pero central de sectores y actitudes borrados de la vida cotidiana del barrio, como por ejemplo la homosexualidad que, actuada como parodia, se hacía visible en la escena pública en la fugacidad de la marcha carnavalesca.

Ambos espacios, murga e "hinchada", fueron también expresión de esa nueva cultura de los sectores populares que se estaba consolidando en el periodo de entreguerras. Al mismo tiempo que mostraban una pasión y una vehemencia muy peculiares, señalaban la existencia de un difuso malestar "juvenil" no fácilmente definible. Estas nuevas formas del sentir popular advertían sobre la fuerte irrupción de problemáticas particulares y diferenciadas en el seno de los sectores populares, y de su papel todavía subalterno.

Page 64: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 11

MOVIMIENTO OBRERO Y PERONISMO

A partir de la lectura del capítulo “Los Cambios en la Sociedad Argentina”, escrito por el

historiador argentino Mario Rapoport, en su libro Historia Económica, Política y Social de la

Argentina, responder a la siguiente grilla de preguntas.

1. Qué institución se introduce a partir de 1943 en las relaciones entre obreros y

patrones.

2. ¿A qué se le llama “intervencionismo social”?

3. ¿Cuál fue el impacto que causó la Revolución de 1943 en la organización obrera?

4. Menciones cuál fue el momento clave que modificará la relación entre el Estado y

los sindicatos.

5. ¿Cuáles fueron las primeras medidas tomadas por Perón en la Secretaría de

Trabajo?

6. ¿Qué cambios estratégicos comenzaron a realizar los sindicatos frente a la nueva

realidad?

7. Mencione algunas de las normas puestas en vigencia por la Secretaria de Trabajo y

Previsión conducida por Perón.

8. ¿Cuál era el grado de intervención normativa que alcanzó el Estado en materia de

organización sindical?

9. ¿Con qué objetivos Perón puso en marcha una estrategia de creación de sindicatos

paralelos?

10. Cuál fue la posición de las entidades empresariales frente al acercamiento entre

Perón y los sindicatos, y qué decisión tomaron las organizaciones obreras ante

esta toma de posición.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD ARGENTINA

Movimiento obrero y peronismo M. Rapoport

En los años inmediatos a 1943 se fue desarrollando una progresiva tendencia por parte del Estado a asumir, y reclamar como propia, la función de regularizador de las relaciones obrero-patronales. Paulatinamente, la negociación colectiva entre las partes, que se desarrollaba autónoma y voluntariamente en el terreno privado, paso a ser un ámbito de mediación y regulación a cargo del Estado.

En correspondencia con el intervencionismo económico, hacia mediados de la década, comenzaron a desenvolverse formas de intervencionismo social. La complejidad de la estructura productiva que acompañó la industrialización sustitutiva determinó la necesidad

Page 65: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

de articular los diferentes intereses sociales cuya conflictividad podía afectar dicha estructura. Por otra parte, si entre 1930 y 1935 la capacidad de resistencia de los sectores populares se vio disminuida, la situación cambio a partir del último año. La movilización de los trabajadores y los cambios en la organización sindical, expresados en el incremento de la actividad huelguística demandaron una progresiva atención por parte del Estado. En consecuencia, la Departamento Nacional del Trabajo pasó a constituirse en un mediador importante en la resolución de los conflictos laborales y en la introducción de procedimientos para otorgar un marco más orgánico a las relaciones laborales. Por otra parte, en procura de una mayor racionalidad en las relaciones laborales, esa Dirección propició la organización de entidades patronales representativas y estimulo el incremento de la agremiación empresaria como condición para concertar convenios colectivos con los sectores laborales. En consecuencia, la intervención del Estado, en atención a la expansión y diversificación de la estructura industrial y a la creciente actividad sindical, llevo a la multiplicación de las cámaras patronales que pasaron a asociarse a la Unión Industrial Argentina.

Sin embargo, la capacidad regulatoria del Estado, a través del Departamento Nacional del Trabajo, hallaba trabas en las facultades legales asignadas a este organismo. Ello no fue obstáculo para que, como respuesta pragmática a la movilización obrera, se esbozara una política de intervencionismo social tendiente a legitimar las relaciones obrero-patronales y a la adopción de medidas destinadas a racionalizar el mercado de trabajo. "Es así como a partir de 1940 se empezaron a dictar una serie de leyes, decretos y laudos ministeriales cuyo objeto fue establecer regímenes de trabajo para diversos sectores de actividad".

Las autoridades del Departamento Nacional del Trabajo (DNT) intervinieron directamente en la celebración de numerosos convenios y ejercieron su mediación en numerosos conflictos laborales. A principios de 1943, como consecuencia del recrudecimiento de la actividad huelguística durante el año anterior, el gobierno de Castillo resolvió la creación de una Comisión Asesora de Salarios frente al deterioro de los salarios debido al aumento del costo de vida, la Comisión debía establecer las condiciones existente en cada sector productivo para adecuar los salarios a las fluctuaciones del costo de vida.

El movimiento obrero fue seriamente afectado por el golpe de Estado de 1943. Aunque en un principio dirigentes de ambas centrales sindicales se acercaron amistosamente al nuevo gobierno, la CGT N° 2, donde predominaban los elementos más politizados del socialismo gremial y los comunistas, fue disuelta por la fuerza, y muchos de sus líderes, perseguidos y encarcelados. También se intervinieron los gremios ferroviarios, los más importantes del país, con lo que el gobierno militar tuvo en sus manos el control de la otra CGT.

El nuevo gobierno combino las medidas represivas con algunas disposiciones tendientes a mejorar la situación social de los trabajadores. Decreto la reducción de los alquileres, estableció precios máximos, reglamento el trabajo de menores, fijo el salario familiar para los ferroviarios, inicio estudios sobre salarios mínimos, etc. No obstante, este intento de atenuarlas inquietudes sociales del movimiento obrero no dio los resultados esperados.

La oportunidad para el cambio se presento con la primera crisis del gobierno militar, en octubre de 1943. Entonces fue designado al frente del Departamento Nacional del Trabajo el coronel Perón. Con un proyecto distinto del de sus camaradas de armas, comenzó a implementar una política mucho más hábil y flexible en el terreno laboral. Levantando las banderas de la justicia social, hasta ese entonces desconocidas por los militares, trato de ganar espacios en el movimiento sindical y de acercarse a sus dirigentes, sin importarle a que sector o partido pertenecían.

La Unión Ferroviaria fue el escenario elegido por Perón para poner en práctica la nueva política. A pesar de su importancia decreciente, era el gremio más grande y el menos ideologizado. Conseguir su apoyo resultaba crucial para el trato de Perón con el resto del

Page 66: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

movimiento obrero. Con ese propósito y, en particular, desde su designación al frente de la recientemente creada Secretaria de Trabajo y Previsión —en diciembre de 1943—, Perón satisfizo numerosos reclames de los ferroviarios y logró la adhesión de algunos viejos dirigentes socialistas y sindicalistas.

Corno resultado de estas prácticas comenzó a gestarse una nueva relación entre el movimiento obrero y el Estado. Si en la década del '30 los sindicatos negociaban con el gobierno en un marco de independencia con respecto al mismo, a partir de mediados de 1944 desde la CGT surgió un grupo de dirigentes dispuestos a participar políticamente y a adherir al gobierno. De esta manera la creciente tendencia hacia la participación política observada en el seno de la CGT antes de 1943 facilitó la vinculación "política" de la central obrera con el gobierno militar o, más directamente, con Perón

Los cambios sustanciales en materia laboral se produjeron a partir de 1943. Muchos de ellos tuvieron una dimensión decididamente política en el marco del peso creciente que adquirió el movimiento obrero en alianza con el poder estatal y en confrontación con sectores sociales antagónicos. Las iniciativas de la Secretaria de Trabajo y Previsión (STP) consolidaron en forma definitiva la presencia del Estado en el terreno de las relaciones colectivas de trabajo. Por otra parte, las organizaciones sindicales recurrieron al Estado, buscando asegurar tanto su legitimidad institucional corno sus reivindicaciones sectoriales.

Muchas de las medidas tomadas por el gobierno militar por iniciativa de Perón resultaron novedosas y otras tendieron al cumplimiento efectivo de normas ya existentes. Se otorgaron aumentos salariales mediante decretos y se impulso la firma de centenares de convenios colectivos de trabajo. Fueron fijados salarios mínimos e indemnizaciones por accidentes de trabajo. Se crearon los Tribunales de Trabajo, sustrayendo del ámbito privado la resolución de los conflictos laborales, simplificando las tramitaciones de los trabajadores y salvaguardando sus intereses. Se estableció el pago del sueldo anual complementario. Se hicieron extensivas a muchos trabajadores las leyes de jubilaciones y las disposiciones en materia de duración de la Jornada de trabajo. Por el decreto 33.302/45 se extendieron a lodos los trabajadores los beneficios de la ley 11.729 de indemnización por despido sin causa y de vacaciones pagas, vigente desde la década del '30 para los empleados de comercio. Se instituyo el Estatuto del Peón Rural mediante el cual las relaciones patriarcales entre patrones y trabajadores rurales fueron sustituidas por regulaciones acordadas en Convenios Colectivos de Trabajo. En general, estos beneficios se extendieron al conjunto de los trabajadores organizados y tuvieron un considerable impacto entre los obreros que veían, por primera vez en un breve lapso, corno muchas reivindicaciones por las que habían luchado durante años comenzaban a efectivizarse.

En materia de organizaciones laborales, la intervención del Estado se oriento hacia dos objetivos. Por un lado, procuraba la inclusión en el orden legal de las organizaciones sindicales, despojadas de toda orientación clasista. Por otra parte, trataba de garantizar la estabilidad de las relaciones laborales y de reforzar la cooperación entre obreros y empresarios canalizando institucionalmente los conflictos. A principios de octubre de 1945, mediante el decreto 23.852, la STP reglamentó el funcionamiento de las Asociaciones Profesionales, que hasta entonces trabajaban conforme a las normas del derecho común. El decreto establecía la organización de los sindicatos por rama de industria, conservando los criterios impulsados por la CGT a partir de 1936. La STP se reservaba el otorgamiento de la personería jurídica al sindicato que estimaba más representativa dentro de cada industria. Prohibía al gobierno intervenir en las organizaciones sindicales, y estas quedaban facultadas a actuar en política. También establecía el "fuero sindical" para los trabajadores que ocuparan cargos representativos en las asociaciones profesionales con personería gremial. De esta manera, el Estado pasaba a constituirse en una instancia legal insoslayable a la cual debían ajustarse los sindicatos para obtener su legitimación y para canalizar sus diferendos

Page 67: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

con la patronal. Si bien el decreto permitía la existencia de otros sindicatos en una misma rama de industria, estos no obtenían reconocimiento legal por lo que quedaban al margen de toda negociación e imposibilitados, legalmente, para cuestionar los acuerdos oficializados ante la STP.

La creación de sindicatos "paralelos" fue otra estrategia empleada por Perón para asegurar su éxito. Mediante esta metodología se desplazaba a los gremios dirigidos por opositores al gobierno y, sobre todo, por los comunistas. Estos encabezaban gremios relativamente nuevos que no tenían un gran número de afiliados. Su desplazamiento de la conducción de sus gremios y la persecución a que fueron sometidos contribuyeron al pasaje de dichos gremios al control por parte de dirigentes peronistas y a la pérdida de apoyo obrero a los partidos de izquierda.

Sin embargo, la adscripción de los obreros al proyecto político de Perón también se debió a otras circunstancias. En primer lugar, la clase obrera era mayoritariamente reformista, como lo expresaba su adhesión preferente al "sindicalismo" y al socialismo, y las ideas de Perón contenían un mensaje, en esencia, reformista. Segundo, los obreros no podían entender por qué la "armonía de clases" de Perón era muy diferente de la alianza que proponían los partidos de izquierda que incluía a fuerzas políticas e instituciones que representaban a los principales sectores patronales, argentinos y extranjeros. En tercer lugar, la acusación por parte de estos partidos del carácter demagógico de las medidas de Perón no solo iba en contra de los beneficios concretos que obtenían los trabajadores, sino que se contraponía con el reconocimiento de que dicha política estaba inspirada en viejas propuestas socialistas y comunistas, aceptando así, implícitamente, la justicia de las mismas. Que a esto se haya sumado luego el elemento nacionalista, durante la confrontación entre Braden y Perón, término de prestigiar a este último, que recogió, de ese modo, otras banderas abandonadas por la izquierda.

Mientras que mediante su política laboral Perón gano creciente apoyo entre los obreros, paulatinamente se incremento la oposición patronal a su política. Desde 1945, la actitud de los patrones se hizo cada vez más intransigente, condenando, en un manifiesto suscripto por trescientas entidades de empresarios, la acción de la Secretaria de Trabajo y Previsión como causante de "agitación social". Los obreros percibieron que si no se movilizaban no solo no lograrían nuevas mejoras, sino que perderían las obtenidas hasta ese momento.

La CGT hasta entonces una entidad pequeña, decidió crear una Comisión Administrativa Provisoria, incorporando a los representantes de los gremios mayoritarios y con el propósito de enfrentar a la ofensiva patronal. Abandonó el concepto de alianza de clases que venía sosteniendo desde 1944 y se mostro a favor de la participación política. Ello se manifestó en un masivo acto público —el 12 de julio— de apoyo a la política del secretario de Trabajo y Previsión donde se reunió más gente que la esperada por la CGT y el propio Perón. Este vuelco hacia la política se combino con la acentuación de la política pro laboral de Perón y con la polarización de la opinión pública del país. La movilización del 17 de octubre de 1945 en apoyo del coronel Perón marcara el punto culminante de aproximación entre el líder militar y el movimiento obrero.

Page 68: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 12

POBLACIÓN Y MIGRACIONES EN ARGENTINA (década del 40)

A partir de la lectura del capítulo “Población y Migraciones”, escrito por el historiador

argentino Mario Rapoport, en su libro Historia Económica, Política y Social de la Argentina,

responder a la siguiente grilla de preguntas.

1. Cuáles fueron las razones de que el crecimiento poblacional se comenzara a

desacelerar a partir de la década de 1940

2. Explique las razones del fenómeno de “concentración urbana”, desde dónde

proviene la población que se concentra y en qué región de nuestro país se dio

3. Explique qué elementos sociales diferentes tiene el poblamiento del conurbano

bonaerense a partir de 1940 respecto de anteriores etapas y en qué medida la

política de transportes impulsó el proceso de poblamiento del conurbano.

4. Investigue a que se llama PEA (Población Económicamente Activa) y describa

cuál fue su comportamiento en la década de 1940.

5. ¿En qué consistía el concepto de Justicia Social pregonado por el peronismo? ¿Esa

Justicia Social solo se refería al aumento de los salarios?

6. Investigue qué son las Convenciones Colectivas de Trabajo y explique de qué

manera participaron en el mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores

durante el gobierno peronista.

7. Explique brevemente qué función cumplía en las políticas de gobierno la

Fundación Eva Perón.

8. ¿Cuáles fueron las políticas dispuestas durante el gobierno de Perón para

solucionar la falta de viviendas para la población?

9. Exponga brevemente las políticas sanitarias del gobierno de Perón.

10. Menciones cuáles fueron las políticas educativas destinadas a ampliar la inclusión

en el sistema de los estudiantes de clases obreras.

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

POBLACIÓN Y MIGRACIONES M. Rapoport

El cuarto Censo Nacional de Población, realizado en 1947, registro una población de casi 16 millones de habitantes. El censo posterior, en 1960, elevo el número a poco más de 20 millones. La tasa de crecimiento intercensal fue del 17,2% y era notoriamente inferior a la del anterior periodo (1914-1947), que fue del 25.5%. 5e constataba una clara desaceleración del crecimiento poblacional.

Page 69: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Este hecho se debió al descenso de las tasas de crecimiento vegetativo y migratorio. La primera se vio afectada por la aceleración del descenso secular de la tasa bruta de natalidad, sobre todo a partir de 1950, y por el estancamiento de la tasa bruta de mortalidad. Por su parte, la tasa de crecimiento migratorio, en descenso desde 1950, solo experimentó un leve repunte entre 1947 y 1952. En estos años ingresaron nuevos inmigrantes europeos que dejaron un saldo aproximado de 476.000 inmigrantes, fundamentalmente italianos y, en menor medida, españoles. A diferencia de lo acontecido durante el periodo de la inmigración masiva. El impacto de esta nueva inmigración no fue significativo, dado el caudal de la población nativa.

La cantidad de extranjeros en 1947 alcanzaba al 15% del total de habitantes, cifra que descendió al 13% en 1960. Como fenómeno novedoso comenzó a destacarse la presencia de inmigrantes de países limítrofes, radicados en un principio en las provincias vecinas a sus países de origen, y sumándose luego a las corrientes internas de nativos hacia el Gran Buenos Aires.

Durante el periodo se acentuó la concentración urbana y la disminución de la población rural. En 1947, el 62.2% de la población estaba radicado en ciudades (aproximadamente 9,9 millones de personas), y en 1960, la población urbana alcanzaba al 72% (algo más de 14.4 millones de personas). La tasa de crecimiento anual intercensal de la población urbana fue de 28,4%, mientras la de la rural resulto negativa (5,6%). El Gran Buenos Aires paso de concentrar el 29,4% de la población en 1947, a concentrar el 55,6% en I960; con más de 4,7 millones de habitantes en 1947 y más de 6,7 millones en 1960, reunía casi la mitad de la población urbana total del país.

El flujo migratorio interno constituyo, durante esta etapa, el factor fundamental de la concentración urbana. Originarios de las aéreas rurales de la región pampeana y, en menor medida de las regiones Noroeste y Nordeste, los migrantes nativos se dirigieron hacia diversas aglomeraciones urbanas para finalmente orientarse —en algo así como un 68%— hacia el Gran Buenos Aires De igual manera aumento el número de centros urbanos de tamaño intermedio (entre 50000 y 1.000.000 de habitantes). En 1947, se relevaron quince ciudades con estas características, y en 1960, veintitrés. Absorbían el 24,2 y el 26,2% de la población urbana total, respectivamente. Este incremento se debió, sobre todo, a las aglomeraciones urbanas de Córdoba y Rosario.

El crecimiento urbano del Gran Buenos Aires estuvo asociado a la expansión de la actividad económica urbana, en general, y de la industria, en particular. Una de sus consecuencias fue la acentuación del proceso de radicación en las zonas suburbanas iniciado en las primeras décadas del siglo. Si hasta 1940 los protagonistas de este proceso fueron miembros de la segunda generación de inmigrantes, en este periodo el protagonismo estuvo a cargo de los nuevos migrantes internos. En tanto parte de la fuerza de trabajo urbano los migrantes de menores ingresos impulsaron la radicación en esas zonas bajo dos formas: el desarrollo de "barrios de loteo" económicos y el asentamiento en villas de emergencia. La primera de estas alternativas permitió la difusión de la pequeña propiedad suburbana. En cuanto a la segunda, la política oficial no la obstaculizo y en varias oportunidades se abrieron líneas de crédito y se construyeron conjuntos residenciales dirigidos específicamente a sus habitantes.

El cambio de gestión del transporte urbano también favoreció ese proceso. La nacionalización de los ferrocarriles implico un drástico cambio en la política de tarifas que se mantuvieron bajas en relación con el aumento del costo de vida. Esta política permitió que los trabajadores de menores ingresos tuvieran mayor accesibilidad a las tierras periféricas del Gran Buenos Aires. Por otra parte, la disolución de la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires dio lugar a una difusión masiva del "colectivo". Se incremento el

Page 70: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

número de viajes y se formó una red de colectivos que penetro en los intersticios de la periferia simultáneamente con el fraccionamiento de loteos económicos.

La disminución de la Población Económicamente Activa (PEA) fue uno de los rasgos singulares denotados por los censos de 1947 y 1960. Cálculos efectuados sobre las anteriores mediciones (1895 y 1914) habían establecido tasas de actividad superiores al 60%. En 1947, dicha tasa descendió al 57% y en 1960, volvió a caer al 53%. Este descenso, generalizado en casi todas las regiones del país, tuvo su mayor intensidad en el Gran Buenos Aires. A propósito de esta perdida, Lindemboim destaco que "en la inmediata posguerra se amplio de manera significativa (entre los asalariados) el universo de quienes se retiraban de la actividad para acogerse a la jubilación".

Lo más significativo del periodo intercensal, en lo relativo a la participación sectorial, es el aporte del empleo industrial al aumento de la PEA. En efecto, la industria genero el 40% del crecimiento intercensal. Sin embargo, en números absolutos, el empleo industrial que había duplicado sus efectivos entre 1935 y la finalización de la Segunda Guerra Mundial, no repitió el mismo comportamiento. Por su parte, los servicios aportaron el 24% del crecimiento intercensal, y la construcción el 20%. El agro fue el único sector que experimento un crecimiento negativo debido a la profunda recomposición de su perfil productivo y ocupacional.

Política social y condiciones de vida

La política social del peronismo contribuyó decisivamente a su arraigo entre los sectores populares, en general, y la clase obrera, en particular. En su concepción, la justicia social significaba la redistribución del ingreso en favor de los sectores más desposeídos e implicaba mucho más que el incremento de los salarios nominales. Así la derivación de flujos de ingreso en beneficio de dichos sectores también se efectivizo a través de diversos "gastos sociales": una vasta legislación laboral que incluía indemnizaciones, vacaciones pagas, disposiciones sobre horarios de trabajo, etc.; un conjunto de instituciones benéficas, como la Fundación Eva Perón, destinadas a atender determinadas carencias sociales; la ampliación del acceso a la vivienda propia, y la elevación general de la dotación sanitaria y educativa.

Del análisis de la política de ingresos puede concluirse que, pese a las discrepancias entre los distintos autores, los salarios reales experimentaron un apreciable crecimiento. Particularmente, se vieron favorecidos los asalariados urbanos incluidos en los regimenes de convenciones colectivas de trabajo. En el mismo sentido, operó la política estatal de subsidios a los alimentos, de tarifas de los servicios públicos, de congelamiento de los alquileres urbanos, etc. De esta manera, la participación de los asalariados en el ingreso nacional creció hasta 1949-1950, y luego de una caída hacia 1951, tendió a ascender y luego estabilizarse hasta 1955.

Una contribución al mejoramiento de la calidad de vida de vastos sectores sociales, que por alcanzar cierta edad dejaban de trabajar, fue la generalización del sistema de jubilación. Las cajas de jubilaciones, que contaban con 300.000 afiliados en 1944, pasaron a cubrir a 3.500.000, cinco años después. Además, en 1948, de acuerdo con la ley 13.478, se estableció un fondo especial para pensionar a toda persona de escasos recursos, mayor de sesenta años, no amparada por ningún sistema de jubilación.

La atención a los sectores socialmente más desprotegidos estuvo, en particular, a cargo de la fundación creada y presidida por Eva Perón, en 1948, financiada por el Estado y por donaciones de trabajadores y empresarios, aunque estas últimas no siempre voluntarias, ya que dieron lugar a conflictos con algunas empresas, que llevaron incluso a su cierre.

La asistencia social desarrollada por la Fundación abarco diversos aspectos. Por un lado, se atendió a las necesidades individuales mediante la distribución personal o colectiva de

Page 71: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

indumentaria, textos escolares y elementos para el hogar. Por otro se crearon distintas instituciones, como hogares para la atención y orientación de mujeres y niños abandonados. La asistencia a la niñez —considerada por el peronismo como "la única privilegiada"—y a la juventud en general adquirió especial significación. Con este fin se crearon comedores escolares y hogares escuela y se organizaron competencias deportivas, como los Campeonatos Infantiles Evita, que reunían anualmente a 100.000 niños para la práctica de futbol y otros deportes, y constituyeron elementos importantes para reforzar la popularidad del gobierno.

La Fundación creo la Escuela de Enfermeras (1950) orientada a la especialización en la atención medica y social, mientras que, para el cuidado de los ancianos, se crearon varios hogares en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Tucumán. Si bien a través de su Fundación, Evita canalizo el afecto de los "descamisados" y construyo un vehículo poderoso de propaganda política, la ayuda social prestada contribuyo al mejoramiento de la calidad de vida de sectores postergados de la población.

El problema de la vivienda fue uno de los legados ingratos que heredo el gobierno peronista. Los resultados del Censo Escolar, del Analfabetismo y de la Vivienda de 1943,'efectuado en sesenta ciudades del país, mostraron que el hacinamiento era uno de los más graves problemas de índole social y moral. Proyectando dichos resultados a la totalidad del país, se estimaba que 400.000 familias vivían en hogares donde cuatro y más personas ocupaban una sola habitación; mientras que otras 800.000 familias constituían casos de dos y más personas viviendo en una habitación.

A juicio de los estudiosos del Instituto Alejandro Bunge, ese grave estado de cosas se debía, en gran parte, "a la imprevisión y desidia de la acción oficial", a quien competía, en forma preponderante, la solución del problema. Por otro lado, un informe de la Comisión Asesora para la Vivienda Popular, creada por el Poder Ejecutivo en setiembre de 1943, estimaba que la solución del problema requería la construcción de 650.000 casas. Con posterioridad. el Censo Nacional de Población de 1947 ratifico que el déficit de viviendas alcanzaba a una cifra similar.

En consecuencia, la necesidad de resolver este problema se transformo en un objetivo social prioritario para la gestión de las autoridades que asumieron en 1946.

Un instrumento importante para la política de viviendas del peronismo fue la nacionalización del Banco Central. A juicio del gobierno, la acción estatal debía estimular y promover la construcción de la vivienda propia mediante el crédito bancario y el ahorro, por lo que el control de los depósitos bancarios puso en manos del Estado una considerable masa de recursos para canalizarlos en favor del crédito hipotecario. En este sentido, el Banco Central facilitó gran parte de esos recursos al Banco Hipotecario nacional que no solo hizo más fluido el otorgamiento de préstamos hipotecarios, sino que rebajo los intereses. En la misma dirección se destacaron organismos gubernamentales, como el Instituto nacional de Previsión Social, numerosos sindicatos y asociaciones de distinto tipo que encararon la construcción de conjuntos residenciales, e incluso complejos vacacionales, como el de Chapadmalal, aprovechando el establecimiento de las vacaciones pagas y el turismo sindical. El resultado fue un incremento de la demanda crediticia y de la construcción de viviendas, pudiendo estimarse que durante el periodo se edificaron más de 300.000. La política de viviendas fue una de las realizaciones más significativas del gobierno peronista.

Esa política favoreció claramente a los sectores populares. La difusión de la pequeña propiedad suburbana en el Gran Buenos Aires y en ciudades del interior, Así como la construcción de monobloques en la Capital Federal y en las provincias, beneficio a la población de menores ingresos pertenecientes, en general, a asalariados de clases media, media baja y baja. De todos modos, durante el periodo también proliferaron los

Page 72: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

asentamientos en "villas de emergencia" que recreaban las condiciones de vida de los antiguos conventillos y de la "Villa Desocupación" que, como señalamos, había crecido acompañando a la crisis de 1930. Sin embargo, para los "villeros" de entonces la permanencia en las villas era considerada transitoria, como un lugar de paso que, dadas las expectativas favorables que generaba la situación socioeconómica del país, precedía a la adquisición de una vivienda confortable.

La política de salud constituyo otro capítulo especial de la gestión peronista. En este aspecto, la atención sanitaria tuvo su principal inspirador en el primer ministro de Salud Publica de Perón, Ramón Carrillo, Premio nacional de Ciencias de 1937. Este funcionario planteo como eje de su accionar al frente del Ministerio, la prevención sanitaria. En pocos años la infraestructura hospitalaria creció logrando la duplicación del número de camas entre 1946 y 1951, construyéndose veintiún hospitales con capacidad aproximada de 22.000 camas. Entre estas construcciones se destacan los policlínicos de Avellaneda (1951) y Lanús (1952). La gestión de Carrillo promovió la creación, entre otros, de los institutos de Cirugía Torácica y Tuberculosis y de Hemoterapia, y la modernización de establecimientos y centros hospitalarios regionales. La lucha contra las enfermedades endémicas fue un objetivo principal; por ejemplo, logro erradicarse el paludismo. Los sindicatos complementaron la acción estatal, porque favorecidos por el apoyo crediticio del sistema bancario oficial, los ferroviarios construyeron su propio policlínico, al igual que los bancarios (en 1950), los obreros de la industria del vidrio (en 1952) y los de Obras Sanitarias.

Los recursos destinados a la educación también crecieron, especialmente a través de la construcción de escuelas primarias y secundarias. Por otra parte, hubo un énfasis especial en la enseñanza técnica de los oficios y artes manuales a los trabajadores, para lo cual se crearon escuelas fábrica, escuelas de medio turno, escuelas de capacitación obrera para adultos y escuelas de capacitación profesional para mujeres. En este último nivel, la estructuración de un sistema de enseñanza adecuado a las necesidades de los sectores laborales culmino con la creación de la Universidad Obrera Nacional (actual Universidad Tecnológica Nacional) con facultades regionales que priorizaban una enseñanza técnica acorde con los respectivos lugares de localización. Asimismo, se construyeron edificios para las facultades de Odontología, Medicina y Derecho.

Esta política amplió el grado de inclusión de los sectores sociales a la capacitación. La matricula primaria se incremento un 34% entre 1945 y 1955, mientras que la secundaria lo hizo en un 134%, destacándose el crecimiento de la matricula en las escuelas industriales, que alcanzo un 220%. En este nivel, comenzó a manifestarse la presencia de alumnos de origen obrero o de baja clase media. Por su parte, la matrícula universitaria se triplico sin que se produjera una democratización tan intensa como en el nivel medio. En el ámbito universitario, en noviembre de 1949 se decreto la eliminación de los aranceles atendiendo, según el Poder Ejecutivo, a la función social del Estado en amparo de la enseñanza universitaria.

La contrapartida a estos hechos se reflejo en el cercenamiento de la autonomía de las universidades, no solo porque estas habían sido baluartes de la oposición en la época de ascenso del peronismo, lo que llevó hacia principios de 1947 a que más de un miliar de profesores fueran cesanteados por motivos ideológicos, sino porque Perón aspiraba a integrar todos los niveles de educación en un sistema único bajo el control directo del Estado. Esta tendencia se profundizo luego de 1950, cuando Armando Méndez San Martín ocupo la cartera de Educación, y las escuelas se transformaron en herramientas difusoras y laudatorias de la obra del gobierno mediante la lectura obligatoria de textos que apuntaban al adoctrinamiento político de los niños y jóvenes. Esta literatura "peronista" proporcionaba una visión en la cual la sociedad estaba por encima del individuo, ubicándose al Estado en el centro de las transformaciones sociales y convirtiendo progresivamente al sistema educativo

Page 73: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

oficial en un engranaje de la maquinaria propagandística del gobierno. Por ejemplo, luego de la muerte de Evita Perón, en 1952, su autobiografía. La razón de mi vida, fue declarada por ley del Congreso libro de texto obligatorio para todos los niveles de educación.

En síntesis, aunque la noción acerca de la responsabilidad del Estado en la resolución de los problemas sociales no era desconocida por algunos gobiernos anteriores, la concreción de la misma a escala hasta entonces desconocida, generalizándola hasta abarcar vastos sectores populares, singularizo la gestión de la administración peronista. Es indudable que la política social, ampliamente publicitada, así como el manejo de los resortes del Estado a nivel educativo y el dominio de los medios de información, proporcionaron al gobierno grandes réditos políticos y un nivel de adhesión popular significativo, pero también es cierto que nunca el Estado se había mostrado tan decidido a mejorar las condiciones sociales y económicas de los sectores populares en general y de los trabajadores, en particular.

Page 74: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Trabajo Práctico Nº 13

LA TERCERA POSICIÓN. POLITICA EXTERIOR DEL PERÓNISMO

A partir de la lectura del capítulo “La Tercera Posición y la Política Internacional del

Peronismo”, escrito por el historiador argentino Mario Rapoport, en su libro Historia

Económica, Política y Social de la Argentina, responder a la siguiente grilla de preguntas.

1. Describa las pautas básicas de la política exterior del peronismo, llamada “Tercera

Posición” y explique qué quiere decir que se trata de una “política pendular”.

2. ¿Qué importancia económica tenía para la Argentina el continente europeo?

3. En qué consistía el intercambio de productos entre Argentina y los países de

Europa con los cuales se firmaban acuerdos bilaterales.

4. ¿Por qué razón los Estados Unidos veían negativamente estos acuerdos que ponían

a la Argentina en activa relación comercial con Europa?

5. Qué fue lo que cambio las relaciones comerciales de la Argentina a partir de 1951-

52 y en qué consistió esa reorientación.

6. Por qué razón la Argentina buscó formalizar un acuerdo comercial con la Unión

Soviética.

7. ¿Cuál era el objetivo perseguido por la Argentina en sus relaciones con los países

latinoamericanos?

8. ¿La relación con Brasil ayudó o conspiró contra el logro de este objetivo?

9. ¿Cuál fue la actitud que adoptó Estados Unidos frente a la ofensiva diplomática y

comercial argentina en América Latina?

10. ¿Una vez que en 1955 el gobierno peronista fue derrocado por el golpe de estado,

en qué quedó el objetivo planteado por la política de la Tercera Posición?

NOTA: Se recuerda el uso del diccionario para resolver palabras de las que se desconozca su

significado y que no se acepta como respuesta la copia textual de fragmentos del texto sino su

reelaboración con propias palabras.

LA TERCERA POSICION Y LA POLITICA INTERNACIONAL DEL

PERONISMO M. Rapoport

Hacia una política exterior autónoma

El gobierno peronista debió diseñar su política exterior en un contexto poco propicio. La declinación de Gran Bretaña —tradicional aliado de la Argentina—, la herencia que significaba las conflictivas relaciones con los Estados Unidos, el aislamiento diplomático padecido por el país durante la Segunda Guerra Mundial y las presiones emergentes de la Guerra Fría, constituyeron factores que las autoridades debieron contemplar para formular

Page 75: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

una política exterior que lograra ciertos márgenes de autonomía en el escenario internacional, y que fue denominada "de la Tercera Posición".

La propuesta doctrinaria aspiraba al desarrollo de una política exterior que no significara un alineamiento automático con los bloques en conflicto. Si bien reconocía la pertenencia cultural y geográfica a Occidente y se definía en la Guerra Fría con el bloque occidental, rechazaba toda subordinación a los intereses de los Estados Unidos. Por otra parte, afirmaba la no intervención en los asuntos internos de otros países, la integración con los países vecinos, la necesidad de la unidad latinoamericana, la preeminencia de la paz internacional por sobre los intereses coyunturales de las naciones y la no participación en conflictos bélicos y/o económicos que comprometieran la seguridad argentina. Descartando toda ruptura del orden internacional, se desechaba una "asociación" estable con la potencia hegemónica que impusiera una subordinación periférica irreversible. Como señala Whitaker, la política peronista de la Tercera Posición en el plano internacional constituía la búsqueda de aumentar el "poder de regateo" o, más aún, la "posibilidad de negociar" con propósitos nacionalistas, aprovechando la ruptura Este-Oeste, pero sin apartarse de Occidente.

Como corolario a los presupuestos universalistas de la doctrina de la Tercera Posición, la política económica aspiraba, a nivel internacional, a la diversificación de los mercados compradores y vendedores. Así se propiciaban convenios bilaterales con todos los países en abierta contradicción con el multilateralismo que los Estados Unidos pretendían imponer en la economía mundial, y en esta línea la Argentina no adhirió durante el peronismo a los organismos financieros internacionales establecidos durante la guerra en la Conferencia de Bretton Woods, como el FMI y el Banco Mundial. El gobierno peronista tenía, en cambio, entre sus metas de mediano plazo, el fortalecimiento del comercio con los países del Cono Sur, tras el objetivo ulterior de lograr una mayor integración económica y política regional.

La política exterior del gobierno peronista oscilo así entre la confrontación nacionalista y el pragmatismo negociador, aspectos que estuvieron presentes de manera permanente, aunque el predominio de uno u otro, en los diversos periodos, reflejo los alcances del programa reformista del gobierno, la variación de su fuerza interna y los cambios de los márgenes que le brindaba el escenario internacional y latinoamericano.

De esta manera, se desarrollaron nuevos ejes en el posicionamiento internacional del país, tales como el impulso a las relaciones económicas con la URSS y otras naciones del este europeo y las iniciativas de unidad regional en América Latina. Se buscaba también contrapesar las relaciones con la potencia norteamericana a través del fortalecimiento de los vínculos existentes con Gran Bretaña y otros países de Europa Occidental.

Esa "pendularidad" reflejaba la intención de aprovechar, desde una posición autonómica, la competencia y rivalidades externas—y entre sectores internos que favorecían una u otra relación— para negociar en mejores condiciones. Pero si en los comienzos de su gobierno esta política había dado réditos a Perón, debido sobre todo al mayoritario apoyo interno con el que contaba, a mediados de los años '50, cuando ese apoyo comenzó a debilitarse, las relaciones exteriores se convirtieron en un ejercicio de supervivencia en el marco de una espiral de presiones contrapuestas que contribuyeron al debilitamiento y caída del gobierno

Las relaciones con Europa Occidental y la apertura hacia el Este

La continuidad de las relaciones argentino-británicas se encuadraba dentro de una tendencia más general a la ampliación de las relaciones económicas con los países de Europa Occidental a través de tratados bilaterales. La región ya constituía, tomada como conjunto, el principal mercado comprador de la producción argentina. Al mismo tiempo, la recuperación económica europea y las tendencias de los países de esa región cada vez más independientes con respecto a los Estados Unidos fortalecían las corrientes comerciales y los

Page 76: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

flujos de capitales hacia la Argentina, compitiendo con el país del Norte en el comercio de importación, sobre todo en medios de capital y transporte.

En ese sentido puede comprenderse la proliferación de convenios bilaterales firmados por la Argentina con numerosos países europeos, latinoamericanos y asiáticos. Estos acuerdos tenían una doble finalidad, por un lado, ampliar los mercados para la colocación de los productos argentinos y asegurar las fuentes de aprovisionamiento de insumos, necesarios para implementar los planes quinquenales, mientras que, por otro lado, al diversificarse los interlocutores internacionales, se intentaba incrementar la capacidad de decisión argentina en el escenario internacional. Las dificultades planteadas, en los primeros tiempos del gobierno, por la inconvertibilidad de algunas divisas clave, como la libra esterlina, ratificaban la necesidad de estos convenios.

Las relaciones argentinas con los países europeos en los años de la inmediata posguerra estuvieron condicionadas por la reconversión de sus economías y por la reconstrucción de los países afectados directamente por la acción bélica. La excepcional posición argentina ante la fuerte demanda de alimentos le permitió negociar varios convenios bilaterales con diferentes naciones del continente europeo. Entre estos se destaco el que en 1946 fue firmado con España, mediante el cual la Argentina se comprometió a venderle durante cinco años distintas cantidades de trigo, maíz, aceites comestibles y oleaginosas. Nuestro país le otorgaba a España facilidades crediticias para efectuar sus compras, mediante la intervención del IAPI, por un monto de 350 millones de pesos y los fondos de este crédito debían utilizarse en la compra de productos argentinos.

A cambio, España suministraría a la Argentina cantidades mínimas anuales de palanquilla. chapa negra, plomo, corcho, papel para cigarrillos, aceitunas y acepte de oliva. En general, en este convenio tuvieron primacía distintos tipos de maquinarias y herramientas que desplazaron a los tradicionales productos de exportación españoles a la Argentina. También se establecieron facilidades para los migrantes entre ambos países, la concesión de ventajas a la Argentina para organizar zonas francas en puertos españoles, la construcción de embarcaciones argentinas en astilleros españoles, la promoción de las comunicaciones aéreas y el fomento del intercambio de películas cinematográficas, libros y publicaciones.

El Protocolo Franco-Peron. de 1948, representó el punto culminante de esta política. Ante el anuncio estadounidense de que España quedaría excluida del Plan Marshall, en abril de 1948, se firmo el Protocolo Adicional al Convenio de 1946. El monto acordado era más alto que el establecido en otros convenios bilaterales. España obtuvo un generoso crédito para la compra de productos de primera necesidad, quedando relevada de transferir divisas para su cancelación y pudiendo acreditar las mismas en una cuenta en Madrid a favor del IAPI o del Banco Central de la República Argentina.

Entre otros convenios se destacaron, por la amplitud de sus alcances y por los montos comprometidos, los celebrados con Francia e Italia. Además de las ventajosas condiciones de financiación, en la mayoría de ellos se repetían las líneas Fundamentales del convenio con España y fueron acompañados de propuestas y acciones extraeconómicas, como disposiciones sobre intercambios culturales y acciones solidarias. Esencialmente consistían en el otorgamiento de créditos para la adquisición de productos agropecuarios argentinos a cambio del suministro de insumos básicos industriales.

Por otra parte, durante el primer gobierno peronista se originaron y comenzaron a afianzarse las relaciones comerciales y financieras con los países del Este europeo. En una rápida sucesión la Argentina firmo convenios bilaterales con Checoslovaquia en junio de 1947, con Rumania en octubre de 1947, con Polonia en marzo de 1948 y con Bulgaria en junio de 1949. Todos preveían el intercambio de materias primas argentinas por diferentes tipos de maquinarias, combustibles, repuestos para maquinarias agrícolas e industriales, hierro.

Page 77: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

aluminio y maderas. Los convenios se hicieron a corto plazo y el desarrollo de la Guerra Fría, hasta 1950, conspiro contra la posibilidad de incrementarlos sustancialmente.

La diplomacia norteamericana busco desalentar estas negociaciones. Tenían presente el potencial que representaban esos mercados para los productos argentinos. Así como su posible papel como fuentes de aprovisionamiento. Aun cuando nunca pusieron objeciones oficiales a tal comercio, buscaron seguridades de que no se enviaran a esos países materiales estratégicos desde el punto de vista militar.

Pero son las relaciones entre la Argentina y la Unión Soviética las que merecen una consideración diferente en el marco de la Guerra Fría. Los vínculos con Rusia quedaron cortados pocos días después de los acontecimientos revolucionarios de octubre de 1917, y a partir de 1921, las relaciones diplomáticas se interrumpieron totalmente. Por su parte, el intercambio comercial se contrajo bruscamente a partir de 1931.

A mediados de 1945 el gobierno argentino a través de Perón, inició contactos directamente con funcionarios de la URSS a pesar de la posición oficial soviética mantenida en la Conferencia de San Francisco. En este conclave, el ministro soviético Molotov se opuso a la participación argentina en la conferencia que daría origen a las Naciones Unidas. No obstante, aquellas conversaciones desembocarían en el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Una vez elegido Perón como presidente. se produjo el arribo a Buenos Aires de una misión comercial soviética y, finalmente, el 6 de junio de 1946, se anuncio en forma simultánea en Moscú y Buenos Aires el establecimiento de relaciones diplomáticas, consulares y comerciales entre la URSS y la Argentina.

Un viraje en la política exterior soviética facilito el fortalecimiento de las relaciones económicas con la Argentina. Desde 1952 antes de la muerte de Stalin, la mayor distensión que sucedió a la Guerra de Corea y el crecimiento económico experimentado por la Unión Soviética en esos años le permitieron jugar un rol más activo en los mercados mundiales. El cambio en la política soviética coincidió con transformaciones importantes en la situación económica y política y en la posición internacional de la Argentina.

Las dificultades en la balanza de pagos argentina —con una balanza comercial fuertemente negativa en 1951 y 1952—obligaban al gobierno peronista a cambiar la política económica y a reorientar sus relaciones exteriores. El acercamiento a los Estados Unidos, procurando atraer capitales norteamericanos, fue acompañado, a su vez, por la firma de convenios bilaterales con países de Europa Occidental y Oriental y de América Latina, y por el incremento de los lazos comerciales y económicos con la Unión Soviética.

Entre enero y agosto de 1953 se reabrieron así las negociaciones diplomáticas y comerciales con los soviéticos. El episodio más relevante fue la entrevista, el 7 de febrero, entre el premier Stalin y el embajador argentino en Moscú, Leopoldo Bravo, primera concedida por aquel a un representante de un país latinoamericano. Corno corolario, el 5 de agosto se firmaba en la capital argentina un convenio comercial que constituía uno de los primeros que concertaba la URSS con naciones no comunistas y el primero que suscribía con un país latinoamericano.

Para el gobierno argentino, el convenio se encuadraba dentro de los postulados de la Tercera Posición en tanto buscaba transitar un camino propio respecto de la opción que presentaban las dos superpotencias. Frente al líder del mundo occidental y su socio principal —los Estados Unidos—, la Argentina trataba de ganar espacios de maniobra y contrabalancear el acercamiento con el país del norte mediante el convenio con la URSS. Disipada la probabilidad de una tercera guerra mundial, luego de la crisis de Corea, se abría la posibilidad de incrementar el juego pendular sin renunciar a la adhesión a Occidente.

Las relaciones con América Latina

Page 78: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Desde 1946 el gobierno peronista desplego una serie de propuestas con respecto a los países iberoamericanos que, en algunos casos, cristalizaron en acciones concretas. Estas propuestas se consustanciaban con la revalorización de los planteos de Alejandro Bunge acerca de la posible conformación de una unión aduanera en Sudamérica. En esa dirección. la cancillería argentina implemento una activa campaña de acercamiento político y cultural hacia varias naciones latinoamericanas. Se abrieron embajadas en aquellos países donde había consulados o legaciones, se enviaron publicaciones y libros argentinos a todos los países del área, se intensificó el intercambio de misiones militares, el gobierno argentino compro algunos periódicos en países hispanoamericanos y se creó la figura del agregado obrero en las embajadas argentinas de la región. Todas estas acciones tenían un sesgo propagandístico de matices marcadamente antinorteamericanos. Esto último comenzó a suavizarse a fines de 1953, cuando las relaciones entre los Estados Unidos y la Argentina mejoraron debido al cambio de política de la Administración Eisenhower.

Los convenios firmados por la Argentina con países de América Latina abarcaron dos etapas diferentes. La primera se verifico entre 1946 y 1948, mientras que la segunda se inicio en 1953 y perduro hasta la caída del peronismo en setiembre de 1955.

Durante el primer periodo, el gobierno argentino negocio convenios con Ecuador, Perú, Venezuela, Bolivia, Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay. En la mayoría de ellos se puso de manifiesto, no solo la intención de estrechar lazos con esos países, sino resaltar el deseo argentino de obtener en ellos los insumos básicos requeridos por la industrialización propuesta en los programas quinquenales. Sin embargo, la crisis económica de 1949 puso fin a las aspiraciones argentinas de convertirse en eje del espacio económico sudamericano. Aunque los acuerdos comerciales planteados en el trienio anterior se cumplieron parcialmente, tanto la política crediticia y la inversora como las propuestas de uniones aduaneras se desvanecieron junto con la floreciente marcha de la economía argentina.

Por otra parte, el avance de la Guerra Fría había dejado un espacio muy reducido para la difusión de la política peronista en el área. No es casual que, a partir de 1948, varios documentos del Departamento de Estado señalaran que el país del Plata no estaba en condiciones de hegemonizar un bloque opuesto a los EE.UU. en la región. Los mismos documentos destacaban que la integración interamericana neutralizaría cualquier intento futuro de formar un bloque austral bajo la hegemonía argentina.

No obstante, el gobierno peronista reactivo pronto sus propuestas de integración con sus vecinos del Sur. En esta segunda etapa, la política exterior alcanzo a algunos de sus objetivos. El punto más importante fue la firma con el gobierno trasandino del Gral. Ibáñez del Campo, del Acta de Santiago, en febrero de 1953, donde la Argentina y Chile sentaron las bases para una política de complementación económica entre ambos países. A partir de entonces se concreto una nueva serie de tratados con otros países de la región que ponían el acento en la expansión de los intercambios comerciales, el fomento de los sistemas de transporte y comunicación y la propuesta de establecer uniones aduaneras.

Acorde con ello, mediante un efecto multiplicador, en poco más de un año la Argentina firmo convenios de unión económica con Chile, Paraguay, Ecuador y Bolivia (entre julio de 1953 y setiembre de 1954). En todos estos acuerdos se proponía un sistema de fronteras libres y los medios para ponerlo en ejecución. Otros acuerdos con países hispanoamericanos, como el convenio suscripto con Nicaragua en 1954 no llegaron a plantear una unión económica, pero contemplaron facilidades arancelarias, de impuestos y tipos de cambio.

Abandonando la cautela de la anterior etapa, la Argentina defendió en los foros interamericanos el derecho de los países del continente a la integración económica. En la V Reunión de la CEPAL —celebrada en abril de 1953— la delegación argentina presento un proyecto para que se estudiaran las posibilidades de integrar gradual y progresivamente a

Page 79: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

toda América Latina. El escenario político latinoamericano se torno más propicio a la política exterior del gobierno peronista en la región. Mediante una activa campaña propagandística y diplomática promovió entre los países latinoamericanos la conformación de un bloque para mantenerlos precios de las materias primas frente a la ofensiva comercial de las potencias industrializadas. En la medida en que las relaciones comerciales y económicas entre los EE.UU. y los países del área mostraban aristas conflictivas, credo el descontento de la región y se potencio el accionar de las fuerzas nacionalistas de la misma.

La diplomacia norteamericana percibió negativamente la campaña argentina en favor de un bloque económico latinoamericano. A su juicio se trataba de una campana obstruccionista destinada a quebrar la cooperación hemisférica y a desacreditar a las fuerzas armadas norteamericanas. Asimismo, la pretendida actitud aislacionista de la política exterior argentina con respecto al país del Norte era considerada paralela a la del movimiento comunista latinoamericano, en tanto coincidía en el esfuerzo por minar las posiciones de Washington en la región. En consecuencia, para contrarrestar el accionar del gobierno peronista, el Departamento de Estado aprobó el uso de "tácticas diplomáticas confidenciales" destinadas a concienciar o convencer a los gobiernos latinoamericanos sobre el "peligro" o la "escasa conveniencia" de permitir la "penetración argentina".

Sin embargo, el camino hacia la integración económica entre los países iberoamericanos encontró otras dificultades. Entre ellas las diferencias históricas entre Chile y Bolivia, y los conflictos de protagonismo y liderazgo. La coincidencia de objetivos entre el presidente chileno, Ibáñez del Campo, y el gobierno peronista permitió contrabalancear la significativa ausencia del Brasil, tras el intento infructuoso de Perón por alinear al presidente brasileño Vargas en la misma estrategia. Por su peso en el contexto sudamericano y por la complementariedad de su economía con la argentina, el Brasil era un eslabón importante de los proyectos integradores. Pero tanto la situación interna del presidente Vargas como el marcado protagonismo argentino en los intentos de integración diluyeron las posibilidades de reeditar el Pacto del ABC13. Por otra parte, los desajustes de la política latinoamericana del gobierno peronista con la propia realidad argentina y con las condiciones del contexto internacional, como las características del discurso peronista, contribuyeron a que el papel asumido por la Argentina fuera percibido mayoritariamente como una expresión de oportunismo que albergaba propósitos expansionistas.

Las relaciones del gobierno peronista con el Brasil merecen una referencia especial. Este país había sido el cuarto socio comercial de la Argentina en los años '30 y, entre 1944 y 1945 se había transformado en el primer proveedor del país del Plata. Sin embargo, con la asunción a la presidencia del Gral. Dutra, de orientación pro norteamericana en 1946, las relaciones con el gobierno peronista comenzaron a tensionarse con actitudes de animosidad política e ideologías, pero la fuerte interdependencia económica y comercial entre ambos países logro imponer líneas de entendimiento, como los acuerdos de intercambio y pagos firmados en 1948 y diversos proyectos comunes, entre los que sobresalía la construcción conjunta de una represa hidroeléctrica en Iguazú.

La aproximación entre la Argentina y el Brasil, entre 1951 y 1952, después de la vuelta de Vargas al poder, fue más comercial que política. Las limitaciones internas del varguismo y las fuertes tendencias panamericanistas imperantes en el Brasil terminaron por obstaculizar las aspiraciones peronistas de concretar las propuestas del Acta de Santiago. No obstante, a pesar de estos inconvenientes políticos, el intercambio comercial entre los dos países continuó con una tendencia creciente.

13

Se le llamó Pacto ABC al acuerdo entre Argentina, Brasil y Chile

Page 80: Trabajo Práctico Nº 1 › _files › 200000001...Trabajo Práctico Nº 1 IMPERIALISMO NORTEAMERICANO A COMIENZOS DEL SIGLO XX A partir de la lectura del capítulo “El Tercer Expoliador:

CUADERNILLO DE TRABAJOS PRÁCTICOS

Los intentos de la Argentina de aparecer como un posible eje vertebrador de la economía de la región, para favorecer el debilitamiento de los lazos de dependencia con la potencia hegemónica norteamericana, provocaban muchas veces un efecto contrario al buscado. Al no estar avalados por sus propios indicadores económicos, las proposiciones argentinas generaban en las republicas vecinas el temor a involucrarse en un proyecto que ponía en peligro sus relaciones con los EE.UU., de las que objetivamente no podían prescindir.

Sin embargo, el abrupto final del proyecto latinoamericano del peronismo no se debió a sus debilidades y condicionamientos, sino a la caída del gobierno peronista en 1955. El gobierno de facto surgido en setiembre de ese año desestimo las propuestas de uniones aduaneras y complementación económica con los países vecinos en tanto se reorientaron los intercambios comerciales por la vía del multilateralismo.