TRABAJO PRÁCTICO:

“El Mercader de Venecia”

Alumno: Clara Romina AlarcónDNI nº 34547832

Comisión: Armella- Barbón

Dentro del desarrollo de la obra, El Mercader de Venecia, resalta en un marco jurídico,

el contrato. Éste se utiliza como una figura legal para establecer una relación entre los

personajes principales. Tales personajes son: Antonio, el mercader de Venecia, y

Shylock un judío prestamista. Esta asociación da como resultado el beneficio de un

tercero, Bassanio; que no se ve atado a las cláusulas establecidas. Quien se obliga por el

préstamo es Antonio, amigo de Bassanio, sin dejar de lado que Antonio celebra con

Bassanio un contrato de mutuo simple. El contrato, poseía características particulares,

entre estas, la garantía que en caso de incumplimiento del pago de tres mil ducados;

Antonio debía pagar con una libra de carne de su cuerpo a Shylock.

La base de una sociedad civilizada consiste en el respeto a los contratos. En verdad,

prácticamente todas las acciones están basadas en relaciones contractuales.

Actualmente, un contrato se define como un acuerdo de voluntades, verbal o escrito;

que da lugar a una relación de obligación bilateral o unilateral entre individuos. Sin

embargo, no es posible redactar una cláusula en contra de la ley, la moral, la costumbre

y/o el orden público. Contrario a lo que la obra describe, ya que al momento de no ser

pagada la deuda, se exige el pago de la garantía, que en sí era la vida de Antonio.

Toda la estructura jurídica en el Mercader de Venecia, se asienta sobre el cumplimiento

de la palabra empeñada. Ya se sabe que las dos partes estiman valores distintos y tienen

expectativas diferentes: esa es la razón por la que celebraron el pacto. Ya se sabe que las

partes deben asumir la responsabilidad por lo que prometen. Desde el punto de vista

jurídico, al tratarse de un acuerdo contractual, rige el “pacta sunt servanda” (“el pacto es

ley entre las partes”), principio del derecho contractual que hasta el presente tiene

vigencia. En otras palabras, la cláusula penal a favor de Shylock es inejecutable, se trata

de un imposible jurídico, y es un imposible jurídico porque la cláusula colisiona con

normas de orden público de carácter imperativo que protegen la vida y la salud de las

personas y que constituye un verdadero límite para la libertad de las partes. En resumen

saco de esta película que Debemos ser sumamente puntillosos en la redacción de los

contratos, y dejar la menor de las opciones a la interpretación de los mismos. Tenemos

que tener en cuenta, que en nuestro Derecho, a diferencia de lo que pudo suceder en ese

pasado medieval, no todo es negociable. Hay derechos inalienables, clausulas nulas o

anulables.