LA CRONOLOGA PROFTICA MS EXTRAORDINARIA70 semanas y 2300 das D!" A#$e!%& R" T!e'ye! Hace unosaos estaba dando conferencias en Ucrania durante las noches sobre los eventos finales,yduranteeldaunseminariosobreelevangeliodelsantuarioapastoresylaicoslderes. Enlaltimaetapademi giraestuveenlacapital, Kiev,sinsospecharlasorpresaqueibaatener.Elpresidente de la sociaci!n me pregunt! si iba a incluir en mis e"posiciones a los pastores el temade la fecha inicial de los #.$%% das. &e di'e que no haba trado material sobre ese punto porquenuncamepedanquetocaseel tema. &om(squepudeprometerlefuetocaral final, enformageneral, algunos de los problemas de los calendarios diferentes que se usaban entonces. )uando lleg! el ltimo da, al concluir di'e que, a pedido del presidente de la sociaci!n de Kievpoda tocarles algunos problemas en el uso de los calendarios, pero que no iba a tocar el tema de lafecha en s del ao *+, ) porque no haba trado material. &uego de una corta e"posici!n les referla respuesta de nuestra iglesia a trav-s del .iblical /esearch 0nstitute, en especial el traba'o del 1r.2illiam 3hea en el ltimo nmero de la serie sobre 1aniel y pocalipsis, adem(s del primero quefue escrito enteramente por -l. El presidente de esa sociaci!n pas! entonces para cerrar el seminario y, en lugar de agradecermelos servicios que haban alegrado en gran manera a los pastores y laicos prominentes al ensearleslos rituales hebreos, se puso a e"plicar con una energa y convicci!n impresionantes c!mo nuestraiglesia sehabaequivocado y estaba enseando elerrorconrespecto alinicio delos #$%% das.)uandotermin!me par-yledi'equesi tenaproblemas conlafechadepartida, estabaelcumplimiento en la -poca de )risto que haba sellado la profeca de las ,% semanas, as como la delos #$%% das como terminando en 45**. 6e respondi! categ!ricamente que no se puede arreglar unerror de partida por un acierto de llegada. &e ped entonces la fuente de su e"posici!n. 3e neg! ad(rmela.Entoncesme eno'-,siempre en pblico,yle di'e que si no habaledola respuestadenuestra iglesia, era un irresponsable al presentar la crtica como si fuera verdad. 7romet entoncesque al regresar a los EE.UU. iba a buscar la documentaci!n que haba ledo someramente en sumomento, e iba a resumirla y envi(rsela. l da siguiente me llevaron a conocer el nuevo colegio que estaban levantando a unos $% 8ms. deKiev, en una 9ona boscosa. 1e la noche a la maana nuestra iglesia se qued! con una propiedad degrandes edificios que haba pertenecido al e'-rcito y que haba servido por aos para la instrucci!ncomunista. :uardaban una pared cubierta por una cortina con las insignias del comunismo, un valorhist!rico sin duda, ahora sirviendo para instruir a muchos en el evangelio de )risto.3orpresivamentevi denuevoal presidentedeesa sociaci!nquienseacercabadondeestabaysonrea, algonerviosoeinc!modo. 7ens-quelehabaafectadoalgolaconfrontaci!ndel daanterior por lo que amigablemente volv a preguntarle; ? 6e contest! cualquier cosamenos lo que le pregunt-, por lo que el traductor no quiso traducirme la misma pregunta otra ve9,haci-ndome una sea de no darle importancia. 3e me inform! despu-s que haba un grupo de ucranianos en los EE.UU. que mandaba informaci!nypropagandadisidenteaUcrania, yqueesoestabaconfundiendoamuchos, inclusiveaesepresidente. 6e sent en parte responsable de la situaci!n del da anterior por no habermepreocupado antes por dominar a fondo el tema. En todos lados a donde haba ido se haba dado porsentado la e"actitud de la fecha, y no sent la necesidad de llevar material e"tra para tratar ese puntoall. l volver a los EE.UU. le el artculode 2illiam 3hea, loresum yagregu- algunos datosadicionales que haba recogido mientras enseaba en @rancia. &uego lo mand- a ese presidente, a latraductoraAunagordarusamaci9aquehi9ocreerami hi'a, cuandolaabra9!, queabra9abauncolch!n; habr( sido sin duda de tanto comer papa con tanto almid!n, como los rusosB, y a un pastorque hablaba ingl-s pidi-ndole tambi-n que lo tradu'era. )uando cuatro aos m(s tarde fui otra ve9 aKiev, lo vi a ese presidente flaco con una barbita en el ment!n y le pregunt- si haba recibido elmaterial. Ca no era presidente, tena otro cargo. 6e di'o que no, que nunca lo haba recibido Aalrecibirloeningl-stal ve9ni seenter!dequ-setrataba, ni sepreocup!porquealguienselotradu'eraB. O%!a (&n)!&n%a('*n unque entend los argumentos principales de 2illiam 3hea, basados en gran parte en elarque!logoadventistayafallecido, 3iegfried Horn, habaalgunaspreguntasquemequedabanyparalasquenohabaencontradounarespuestasatisfactoria.lverlopocodespu-senla soc.:ral. enunpasillo, aprovech-parapreguntarleunadeellas. pesardequehabasalidodesuoficina para ir al bao, se detuvo a e"plic(rmela y me hi9o un gr(fico pequeo, sin dar aparienciasde apuro. &e agradec la atenci!n y le ped que no se detuviera m(s conmigo. 6i pregunta tuvo quever en esa oportunidad con la sincroni9aci!n de la profeca de los #$%% das con la de los 4$$+ das.Dtra pregunta crucial me quedaba sobre la ra9!n por la que los milleritas escogieron el 1a de laE"piaci!n de 45** y no el de 45*$, dado que el ao civil hebreo e"piraba el da anterior al primerode Eishri A@iesta de las ErompetasB, y no el d-cimo A1a de la E"piaci!nB. 7oco tiempo despu-s me encontr- con un hermano brasileo a quien haba conocido cierto tiempoatr(s, entusiasmado al e"tremo segn haba yo interpretado, con la fecha de los #$%% das. )riticabaa muerte a todos los te!logos adventistas. En una reuni!n que pidi! en la soc. :ral. con el 1r.2illiam 3hea y otros dirigentes, incluyendo del )entro 2hite, termin! dici-ndole que iba a llegar elda en que iba a tener que pedirle perd!n a la 0glesia dventista por haberla engaado. 6e interes-en su material, aunque para mis adentros pens-, ? Fo obstante, de'- la puertaabierta por ver si alguien que se e"presaba tan decididamente tendra algo que ofrecerme. Esta ve9,lacrticaprovenadealguienquepresumadefender el enfoquetradicional sostenidopor losmilleritasylospionerosdela0glesiadventista, yacusabaalosdirigentesactualesdehaberdescarriado a la iglesia en ese tema tan importante. +n %e!(e! y (,a!%& em-,.*n -a!a es%,d'a! e# %ema 6i correspondencia con ese hermano laico brasileo no me sirvi! demasiado. El material que meenvi! me pareci! confuso por falta de metodologa. 1e una cosa saltaba a la otra y no entenda lara9!n de sus reacciones contra la posici!n de nuestros te!logos actuales. 7or esa -poca le una brevedeclaraci!n de un profesor dendreGs, adonde ese hermano brasileo haba ido a pelear tambi-n,diciendo que la posici!n de 2illiam 3hea y de otros te!logos adventistas era s!lida y no d-bil comonuestrohermanodel pasdel ftbol ydelasbananas argua. Enteradodequeunacomisi!nen.rasil, dirigida por el 1r. lberto Eimm Amedio pariente mo por parte de mi abuela brasilea, ynicote!logobrasileoelocuente que cono9ca 'untocon 3iegfried 3hGantes ya 'ubiladohacetiempoB, le haba prometido a ese hermano estudiar su material, decid esperar. &e promet entoncesestudiar su material cuando dispusiera de m(s tiempo, m(s definidamente, para cuando preparasemi tercer seminario sobre el santuario Apienso incluirlo porque se trata de un problema que e"plotanalgunos para confundir y hacer perder la fe de nuestro mensa'e prof-tico a muchos hermanosB. Ese da lleg! el ao pasado, y se increment! con el folleto de la lecci!n del ltimo trimestre que sebas! en ellibrode 1aniel.Estaba contento de haber comprado una tesisdoctoral sobreeltemapreparado en la Universidad de ndreGs. .asado en esa tesis y en otros documentos adicionalesque haba estado 'untando con el tiempo, prepar- un comentario sobre las ,% semanas.)onfiadamente di la fundamentaci!n bblica y e"trabblica all e"puesta. 7ero ya casi el ltimo dade mis vacaciones vpor casualidad en la biblioteca de la Universidad dventista del 7lata un librosobreesacronologaeditadoen.rasil. Hiquesetratabadeesehermano, ylarecomendaci!ndecidida del doctor tocayo mo del .rasil me interes! m(s. )on el perd!n de todos los que tienenposiciones ya tomadas sobre el tema, creo que el material del hermano Iu(re9 /odrgue9 de Dliveiraes el me'or que se haya escrito hasta ahora sobre la cronologa de las ,% semanas y de los #$%% dasAsalvando su estilo pol-mico que no lograron quitarle del todo hasta ahoraB.1e esta introducci!n se desprende que no soy especialista en cronologa bblica. 6i especialidadtuvo y tiene que ver con la teologa del santuario de 0srael y, debido a su relaci!n especial con loseventos finales, e"tend esa especiali9aci!n hacia los libros de 1aniel y pocalipsis. 7oco a poco,sinembargo, voyavan9andoenel conocimientoyprofundi9aci!ndelacronologabblicaquerequiere el concurso de varias ciencias como la arqueologa, la historia, la astronoma, lasmatem(ticas y la teologa. Esta serie que estoy compartiendo con Uds. por 0nternet es una maneratambi-n de obligarme a meterme m(s en el tema, para organi9ar me'or los conocimientos que yaadquir. 7or lo cual, si alguien se siente inclinado a criticar alguna posici!n asumida, tal crtica ser(bienvenida yservir( para enriquecer m(s sucomprensi!n. 3oyconciente que serequiere unesfuer9o de simplificaci!n como el que se ver( aqu, pero a su ve9, tal esfuer9o puede de'ar aspectosde lado que son necesarios para satisfacer a mentes m(s inquisitivas. 7or lo que si en este foro sepuede contar con observaciones crticas de quienes tambi-n pusieron su cabe9a en el tema, alabadosea el 3eor por ello. O!'/en de #&s (a#enda!'&s ntes de entrar en el tema mismo de la cronologa de las ,% semanas y los #$%% das, ser( til darunamiradar(pidaalahistoriadealgunos calendarios. El temadelos calendarios mehabainteresado ya mientras preparaba mi tesis doctoral sobre el 1a de la E"piaci!n en la Universidad7rotestante de Estrasburgo, @rancia. E9equiel recibi! su visi!n del Fuevo Eemplo en un 1a de laE"piaci!n AE9e *%;4BJmi tesis vers! sobre ese da especialJy el hecho no parece ser fortuito. Elsignificado de ese da proyectado en la visi!n que 1ios le dio a E9equiel deba, sin duda, arro'ar lu9sobreelmensa'eque1iosquisodarasupuebloentonces. &ollamativoenE9equiel esqueserefiri!aese dadie9como d(ndose 6(s an, =c!mo podan llamar a esos meses de fiesta =&as celebraban> =Usaban ese aopara recompensar la ine"actitud de su calendario anual, como ocurra con todos los otros desa'ustessociales que en ese ao deban recomponerse> AE" #4;#LOM 1eut 4+;4L45B. El primer aodel nuevociclodel calendariosolar,luegodel aosab(tico, podancomen9aracontarlode nuevo eligiendo como primercambio deluna el queanunciaba la maduraci!nde lacebada, como lo hacan siempre con el calendario lunar. 1e esa forma podan arreglar la diferenciade das de su calendario solare,regul(ndolo cada siete aos con su calendario lunar. )omo datoadicional podemos traer a colaci!n que al cabo de 4N aos, los cambios de luna volvan a cuadrarotra ve9 con la posici!n de la tierra en torno al sol que haban tenido al principio Aes decir, con lasestaciones del ao solarB, completando un ciclo met!nico, nombre -ste dado al griego 6et!n quedescubri! el hecho Ala diferencia es de alrededor de hora y mediaB. P3e me ocurre una pregunta.3iendoquelosdatosastron!micoshoysone"actosanenretrospectiva, =nopodraestehechoayudararefor9arlafechaapro"imadaenquelosisraelitascomen9aronacumplirconlasleyesmosaicas que fueron establecidas especficamente para cuando entrasen en la tierra prometida> A&ev#+;#B. =Su-ciclo met!nico habracuadradome'or conel calendariosolar yel comien9odelaimplementaci!n de tales leyes en 7alestina que pudiese ser ideal>Q +n (a#enda!'& de (&se(3a Es en las leyes bblicas sobre los aos sab(ticos y de 'ubileo que podemos encontrar la primeramenci!n a un doble calendario en el antiguo 0srael, uno de primavera y otro de otoo. Haba uncalendario lunilitrgico oreligiosocuyocomien9oera a suve9 hist!ricoporque recordaba laliberaci!n divina de Egipto AE" 4#L4$B, y otro que comen9aba medio ao despu-s. 6ientras que elprimero comen9aba en la primavera marcando el comien9o de la cosecha, el segundo comen9aba enel otoo marcando el final de la cosecha A&ev #$M #+B. En otras palabras, mientras que un calendarioiba de comien9o a comien9o, el otro iba de fin a fin. l segundo se lo conoce hoy tambi-n comocalendario civil porque posteriormente contaron el comien9o del reinado de los reyes a partir de esecalendario otoal. Es evidente que la cosecha iba a ser el me'or medio para determinar el cambio de -poca ya que, porm(s conocimientos que tuviesen de astronoma, la medici!n e"acta de rotaci!n en torno al sol enuna -poca en que la hora era el perodo de tiempo m(s corto iba a ser m(s difcil de determinar. &acosecha era, en esencia, el principio regulador por e"celencia del calendario lunisolar. unque loscambios del sol y de la luna se tenan en cuenta, la cosecha era el centro de la atenci!n a la hora dedeterminar el comien9o y el final, como motivo de agradecer a 1ios por la vida, los dones y todabendici!n que les otorgaba. &os registros hist!ricos bblicos acerca de las fechas de los aos sab(ticos son magros y difciles dedeterminar A# /ey 4N;#NM 0sa $,;$%B. 3upuestamente, la destrucci!n de Ierusal-n por los babilonioshabra tenido lugar durante un ao sab(tico Av-ase # )r!n $O;#4B. )ierta discusi!n puede darse a lahoradedeterminarsiesadestrucci!nsedioal comien9ooalfinal del aosab(tico. &acuentaposterior de los rabinos de tales aos sab(ticos es cuestionada anhoyinclusive dentrodel'udasmo. 3u celebraci!n tuvo que ver s!lo con la shemittah o abandono agrario de la tierra, ya queen muchos respectos el conte"to social haba cambiado Av-ase . /. Ereiyer, Jubileo yGlobalizacin. La ntencin !culta, cap 4$B. N& se sa$e 4n' e# da n' #a 3&!a5 qu cabe hacerse algunas preguntas. 3i la destrucci!n de Ierusal-n por los babilonios tuvo lugar enun ao sab(tico en cumplimiento a las advertencias divinas por no haberlos guardado como 1ios lohaba indicado A&ev #O;$*L$+; # )r!n $O;#4B, y si el cumplimiento de las fiestas deba darse no s!loen cuanto al acontecimiento sino tambi-n en cuanto al tiempo A"#, *+%L*+4B, =no habra de sucederlomismoconlavenidade)ristoparaveniradestruiraestemundoporsusseismil aosdepecado> 3iendo que el da e"acto en que caa esa fecha otoal dependa de la luna que variaba deao en ao, nadie podra saber 3, las hay, y bien definidas. Eal ve9 inconcientemente heredamos el mismo principio al tener los cultos de mitad de semana, los martes o mi-rcoles, para buscar al 3eor en un punto intermedio tambi-n. a) La purificacin del impuro. En Fm 4N;4#, por e'emplo, se requiere que el impuro se purifique al tercer y s-ptimo das de la semana de purificaci!n Av-ase v. 44B. 1e no purificarse en el tercer da tampoco quedara limpio en el s-ptimo. En otras palabras, no alcan9aba con purificarse en el s-ptimo da. 3e requera el a'uste en ambos perodos, al tercer y al s-ptimo das. b) En las fiestas israelitas. Eambi-n en las fiestas 'udas el 3eor requera que al tercer mes se celebrase la fiesta de las semanas o primicias del trigo A*N ! +%, de all 7entecost-s;E" #$;4OaM $*;##aLbM &ev #$;4+L##M Fm #5;#OL$4M 1eut 4O;NL4#,4OL4,B, y en el s-ptimo mes de otoo la fiesta de los tabern(culos o cabaas, concluyendo el calendario de cosecha AE" #$;4ObM $*;##cM &ev #$;$*L*$M Fm #N;4#L$5M 1eut 4O;4$L4,B. Hemos as que otra ve9, en el tercer mes, deba participarse de una fiesta de primicias de la cosecha del ao que no se completara hasta llegar la fiesta de las cabaas en el s-ptimo mes. s tambi-n, al concluir tres inviernos y luego al final de otros tres inviernos Aen el se"to invierno que caa en la mitad del ao sab(ticoB, se recompona el calendario solar vigente con el astron!mico tambi-n. c) El ao del diezmo u ofrenda especial. Esto no es todo. l cabo del tercer ao 1ios haba ordenado un die9mo adicional especial que no era el die9mo regular ni un segundo die9mo que solan dar como ofrenda, sino otro que tena en cuenta a los que no tenan herencia como los levitas y hu-spedes e"tran'eros, as como a las viudas, a los hu-rfanos y a los pobres A1eut 4*;#5L#NM #O;4#B. 3e lo llamaba