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a) El hombre medieval y el Hombre moderno b) El humanismo y los símbolos paganos c) La perspectiva y el cambio de paradigma

Reflexionar y materializar acerca de la expresión medieval y la expresión moderna, del hombre moderno y del hombre medieval. Considerar las variables técnico-expresivas, culturales, sociales, religiosas , económicas, etc.

El hombre medieval y el hombre moderno.

Para poder analizar un periodo de la historia debemos tener en cuenta el entorno socioeconómico, político e ideológico de la sociedad. En el caso de esta comparación hay dos hombres muy distintos, uno guiado por el dogma y otro por la razón, a continuación se detallara las principales cualidades que separan a un hombre del otro.

El hombre medieval vivió y murió por Dios, vivieron sus devotos y murieron los que se negaban a seguir la religión católica. La iglesia era el poder, el educador y la misericordia, una sola entidad dueña de la sabiduría y sin tener que justificarse ante nadie, solo ante Dios. Con estas ventajas se puede controlar una sociedad y ser dueño de la verdad.

El arte estaba dedicado a Dios, y seguían un modelo de representación sin mucho detalle ya que la perfección solo estaba en manos de El señor. Frescos, mosaicos, bordados decoraban iglesias y capillas, contando una y otra vez pasajes de la biblia que guiaban a los fieles iletrados en las enseñanzas del catolicismo. En las representaciones siempre había un lado bueno representado con delicadeza, divinidad y un lado malo, infernal representado con figuras grotescas, inhumanas siendo castigadas de las peores maneras imaginables, este último provoca temor y sumisión en los devotos. La institución eclesiástica provocaba en el individuo una dualidad, por un lado un sentimiento de culpabilidad y por el otro ofrecía su amor incondicional con garantía de ser perdonado y amado por Dios.

En el ámbito social no había libertad individual, ya que la vida era dominada por reglas, normas y obligaciones. Había posibilidades casi nulas de trasladarse de una clase a otra, los nacidos pobres estaban destinados a ser pobres toda la vida sin cuestionárselo; se identificaban con su papel en la sociedad, el campesino, artesano, caballero eran solo eso, no una persona con cualidades únicas y personalidad propia que lo caracterizarían como individuo; esto les daba sensación de pertenencia y seguridad. El sistema económico feudal estaba basado en un principio de cooperación y era regulado por normas que restringirían la competencia.

Como respuesta de la opresión y autoritarismo vivido en la época medieval, nace un hombre moderno, quien pondrá el énfasis en la razón, en el conocimiento científico y la individualidad del ser. Se rompen las cadenas con la posibilidad de escalar en clases sociales, siendo la riqueza más importante que el origen del individuo, así nace una nueva clase adinerada llamada burguesía quienes serán en su mayoría negociantes con ideas de competitividad y apropiación del monopolio del mercado; su actividad económica y su riqueza les proporcionan un sentimiento de libertad, por lo que buscan insaciablemente el poder y la riqueza; empieza a desarrollarse el sistema de capitalismo industrial y comercial que conocemos actualmente. Crecen las capitales y se forman las ciudades, a las que migraran las personas en busca de un mejor futuro.

El arte se ve influenciado por la ciencia, el estudio del cuerpo humano, volviendo a la búsqueda de la perfección que una ver persiguieron los griegos. Las figuras aparecen más detalladas y volumétricas. Cambia la temática a situaciones cotidianas y retratos, ya que las obras no son encargos religiosos, sino que pasan a ser encargos de burgueses y nobles para decorar sus casas. Como consecuencia de la individualidad nace el concepto de artista, quien en la edad media y épocas pasadas era simplemente llamado artesano.

Al compararlos son hombres con conceptos e ideales diferentes, pero que aún buscan la razón de existir, una cualidad inherente al hombre a mi parecer, el hombre medieval deposita su fe en la religión, la iglesia y las normas; mientas el hombre moderno glorifica la razón, la individualización y el poder.

El humanismo y los símbolos paganos

El concepto humanismo se establece como un elemento de ruptura ante el teocentrismo característico de la edad media para dar paso a la valoración del hombre individualista, frente al comunitario medieval; se emprende el viaje en búsqueda de la perfección del ser humano sin la dependencia de Dios, una espiritualidad humanizada, interior, libre y directa; revaloriza ciencias ligadas estrechamente con el espíritu humano como la literatura, la historia, la filosofía y el arte. El humanismo se caracterizó por la búsqueda en la antigüedad clásica y el interés de recuperarla para adaptarla a la época; el antropocentrismo y la valorización de la razón es también representativo de este movimiento.

El humanismo no se desligo por completo de la religión sino que le dio una importancia menor. El valor que le da este movimiento al clasicismo griego, desemboca en la apropiación de símbolos paganos que inspirarán y formarán parte de las obras de los principales pensadores. Pero sobretodo la sensación de paganismo nace de la adoración al humano, la que conlleva desplazar a Dios y centrarse en sí mismo, el egoísmo y materialismo que esto conlleva. Esto se ve evidenciado en el arte desde la cantidad de encargos de retratos y autorretratos y la disminución considerada de temáticas con temas religiosos.

La perspectiva y el cambio de paradigma

La manera de representar uno o varios objetos en una superficie plana, que da la idea de posición, volumen y situación que ocupan en el espacio con respecto al punto de vista del observador es llamada perspectiva; ésta cambia la percepción de la representación del espacio pictórico y es lograda mediante arduos estudios matemáticos y experimentos gráficos. Es consecuencia del interés renacentista en la ciencia y la razón, la búsqueda de una representación más exacta de la realidad. Las civilizaciones antiguas ponían énfasis en contar una historia o en delimitar los rangos de los integrantes de ésta, representar la vida cotidiana o la vida de los dioses, siempre mediante el desarrollo de su propio lenguaje expresivo, nunca dieron mucha importancia a la representación de la realidad exacta en sus pinturas, no se sabe si por falta de interés o por falta de conocimientos. Al presentarse un concepto tan rupturista como es la perspectiva hay un cambio de paradigma automático, en el cual las creencias y costumbres de representación establecidas anteriormente pasan a ser reemplazadas por una nueva, lo cual acompañaba perfectamente a la época ya que con el renacimiento y el humanismo crece la importancia de lo científico y lo comprobable, que es justamente cómo se desarrolla ésta. La perspectiva provoca un efecto inclusivo en el espectador ya que se presenta como una versión atinada del mundo con su nitidez, volúmenes y distancias.

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a) Razón y fe

b) La Modernidad

Reflexionar y materializar acerca de la razón, la fe y el hombre moderno.

La razón y la fe son términos opuestos entre sí, pero que han vivido relacionados desde

siempre por jactarse de ser conocedoras de la verdad. Cada una de ellas tiene su objeto y

método propio de conocimiento, pero suelen encontrarse, mezclarse y chocar. Ambas

son cualidades exclusivas de los humanos.

En las religiones predomina la fe sobre la razón. El hombre que ponga de primero la fe

estará asegurando algo cegado por el dogma. Cuando se habla de dogma se refiere a un

conjunto de puntos en una doctrina, religión o sistema de pensamiento que se conciben

como ciertos y no pueden ser cuestionados. Esto no quiere decir que un hombre de fe no

pueda razonar en otros ámbitos de su vida ya que la fe la asociamos directamente a la

religión o doctrinas.

La razón por otro lado es una cualidad que nos permite pensar, conocer, analizar,

relacionar conceptos entre sí; para luego formar ideas y juicios de algo que sucede en la

realidad. Esta nos llevara a realizar estudios empíricos, deductivos o inductivos, que nos

llevaran a descubrir la verdad. Por naturaleza los humanos razonamos a todo momento

del día, no es práctica exclusiva de los filósofos o científicos.

En el medioevo claramente prevalecía la fe sobre la razón. Todos los ciudadanos

dedicaban su vida, tiempo, trabajo y esfuerzo a satisfacer las necesidades de la iglesia y

cumplir las reglas morales que proponía la sagrada escritura. Con el pasar de los años

cae el poder absoluto de la iglesia católica; comienza así una nueva etapa en la que el

hombre moderno toma al individuo y el estudio científico como referentes, por lo cual la

razón pasa a ser el nuevo dogma.

Los términos razón y fe, siguen desafiando el pensamiento del hombre contemporáneo

buscando siempre que uno tenga la verdad por sobre el otro, creando conflictos,

desacuerdos y hasta guerras santas. Al intentar analizarlo objetivamente, puedo concluir

que ambos son importantes y tienen diferentes fines, el hombre por naturaleza busca

depositar su fe en una deidad, en los tiempos más antiguos buscaban explicar fenómenos

naturales, ahora con el completo conocimiento de la causa de ese tipo de fenómenos

gracias a la ciencia y la razón sigue existiendo un hombre que practica la fe, pero para

depositar esperanza en algo más grande que él; continúa esa búsqueda espiritual

inherente al hombre. Creo que el razonamiento también es innato del hombre y los

avances científicos no se pueden negar por aceptar una doctrina religiosa, los estudios de

la evolución y de la creación del mundo son comprobables empíricamente, y gracias a ello

hemos avanzado a el nivel cognitivo y tecnológico en el que nos encontramos

actualmente. En mi opinión personal la razón y fe son inseparables del humano, por lo

que deberíamos complementarlos entre sí. Rescatar lo que más nos identifica a cada uno

y respetar lo que decidan seguir el resto. Utilizar la razón para desarrollar la tolerancia y la

empatía para no denigrar ninguna creencia, y así vivir en paz.

pensamiento del hombre moderno frente a ambos términos y como gana por peso la

resentar la razón y por otro

lado símbolos típicas de la religión católica.

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A) Ciencia y arte.

b) Miradas indiscretas, el dolor.

Reflexionar y materializar acerca de la ciencia, el arte; Miradas indiscretas, el dolor.

La relación entre la ciencia y el arte se profundizó en la época del renacimiento, momento en que el hombre se presenta ante el mundo como el centro del universo. El individuo, inmerso en una sociedad humanista, se vio inquieto preguntándose el qué, cómo y porqué de todos los sucesos, en busca siempre del triunfo de la razón; preguntas que habían sido omitidas en la antigüedad ya que anteriormente la respuesta a todo era Dios.

Los artistas por su parte se interesaron en definir modos de representación que funcionaran como mimesis de la realidad, buscando técnicas nuevas y estudiando el cuerpo humano a profundidad.

Algunos avances científicos aportaron al arte y en otros casos los propios artistas se convierten en científicos. Tal es el caso de la perspectiva, en la cual arquitectos y pintores estudian el espacio y los puntos de fuga, resultando en un gran aporte a la geometría.

La anatomía fue estudiada médicos pero también por artistas como Leonardo da Vinci quien a partir de autopsias de cadáveres humanos bocetaba cuerpos, órganos y músculos, logrando así una representación precisa de un cuerpo; éste también fue conocido por inventar maquinarias que estaban muy avanzadas a su época, algunas fueron solo bocetos o prototipos, pero con el tiempo se conocería lo vanguardista que era su pensamiento.

En otras ocasiones los artistas eran el objeto de estudio como lo hizo la filosofía al estudiar movimientos artísticos y buscando el significado de las obras en la psiquis del autor y lo que este producía en el espectador.

Miradas indiscretas, el dolor.

La representación del dolor no siempre fue bien vista en el mundo del arte. Tal es el caso de los griegos , quienes respetando el canon de representación, plasmaban a las personas en situaciones cotidianas con rostros neutros. Tomará muchos años en cambiar el paradigma, para que en el periodo Helénico se permita representar libremente rostros viejos, adoloridos, en sufrimiento. Podemos asumir entonces, que la representación del dolor tiene que ver con las libertades de decisión de los artistas en su temática y estilos. En el siglo XV, con el pensamiento renacentista surge el término artista, lo cual los hace pasar de artesanos ejecutores, a artistas que toman decisiones sobre sus obras.

El vínculo entre el arte y el dolor es inevitable, pues el dolor es inherente al hombre. La vida de los grandes artistas siempre viene acompañada de una tragedia. A través de los tiempos se desarrollan movimientos que mediante manifiestos, definen que desean representar y como. El barroco representará el dolor como una expresión teatralizada,

histriónica y hasta bella; cómo podemos apreciar en las obras de Caravaggio los protagonistas de sus obras no contienen sus emociones y sentimientos, sufren tan poderosamente que atraviesan el canvas y llegan al oído del espectador como una obra de teatro. Así como no se contienen en representar el dolor, los artistas le dan gran importancia al erotismo. La pintura barroca es naturalista por su gusto por el realismo y la búsqueda de transmitir un mensaje en su manera más cruda. La realidad no se corrige sino que representa la vejez, lo doloroso, lo triste tal y como se ven, pero al representarlo no pueden evitar hacerlo bello. En movimientos futuros como el romanticismo, y vanguardias como el expresionismo y manierismo se apreciara como llegan a deformar la figura, saturar colores, plasmar pincelazos materiales y gruesos que lograran transmitir de manera eficiente el dolor y desesperación. Como grandes exponentes del dolor en la historia del arte podemos mencionar a Goya, Van Gogh, Munch, Frida Khalo, Francis Bacon, entre otros.

La modernidad como autorreflexión

Nicolas Calluso.

título nos hace involucrarnos involuntariamente con un período pasado, del que no formamos parte físicamente pero que ha influenciado de manera incuestionable nuestras vidas.

Se dice que la historia está, no para contarnos un relato de lo ocurrido, sino para que al conocerla podamos reflexionar sobre nuestra situación actual y evitar cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado.

Calluso habla en su texto del surgimiento del capitalismo en la modernidad. De cómo el hombre inmerso en la modernidad está consciente de los cambios significativos que está viviendo, los descubrimientos científicos, avances tecnológicos, revoluciones industriales. Se adaptan a esa nueva versión del mundo ya que de esto depende la comprensión de la realidad. Habla del quiebre que se vio con respecto a la influencia social que tenía la religión y la iglesia; siendo opacada por pensamientos modernos, tanto que a finales de siglo se promomento. El siglo de las luces acogió a filósofos, pensadores y científicos en los niveles más altos en cuanto a credibilidad.

Si comparamos la modernidad con la contemporaneidad en que vivimos podremos notar grandes similitudes. Estamos inmersos en una era de cambios tecnológicos, la era de la información, en la que la razón es vanagloriada; gracias al internet con un solo click tenemos acceso a todo tipo de datos, sin importar nuestro nivel socioeconómico o académico. La información pasa a ser de la mayoría, no es mas algo elitista, sino que está al alcance del interesado.

Nos vemos en el dilema de elegir entre hombres y máquinas, desde la producción masiva, hasta para el modo de comunicarnos por redes sociales.

Vivimos en el postcapitalismo, donde el consumo le da sentido a la vida, el nuevo Dios no será más la razón, sino el dinero y la principal aspiración el éxito. Estamos conscientes de los cambios que estamos viviendo, y nos adaptamos fácilmente a ellos. La globalización ha resultado en un rompimiento de fronteras, ya que todos somos partes de una comunidad de consumo.

Calluso plantea la subjetividad que atraviesa la historia como un factor decisivo, como cada uno experimenta su experiencia y reflexiona frente a lo que nos rodea. El arte representa esta subjetividad, individualidad y sensibilidad desde la crítica, mediante una visión disconforme, pesimista, desarraigada, violenta. Lo cual nos hace pensar si realmente nos hemos adaptado a los cambios o simplemente nos encontramos en una etapa de transición y confusión.

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a) Exuberancia y vacío

Palabras representadas en la imagen.

Cuando hablamos de exuberancia y vacío en el arte, es inevitable pensar en los

movimientos barroco y rococó. Ya que estos más que cualquier otro son reconocibles por

su tendencia a lo decorativo, recargando todo espacio con sus formas onduladas e

irregulares que remiten a la naturaleza, las cuales transportan a el espectador a un

bosque de fantasía. Y que como respuesta al renacimiento, se aleja de lo figurativo en

busca de su propia voz. El Rococó fue al mismo tiempo un desarrollo y una reacción

contra el estilo barroco. Compartía con este último la afición por la complejidad formal,

pero en lugar de un interés por la solidez y el volumen, insistía en la plasmación de un

delicado juego de superficie, y los colores sombríos y los dorados fueron sustituidos por

tonalidades claras (rosas, azules, verdes y blancos).

El barroco es un estilo típico de la Contrarreforma siendo Roma el principal lugar donde

se estableció, para luego expandirse por el resto del mundo. Frente a la tendencia

protestante a construir los edificios sobrios y sin decoración, la iglesia católica usará para

sus fines litúrgicos la magnificencia y la complejidad barroca. Fueron movimientos que

alcanzaron todos los rincones del siglo XVII, ya que no solo se representaron mediante lo

pictórico, sino que también desde otras disciplinas como la escultura, literatura, danza,

arquitectura, diseño textil, diseño de muebles. Plagando el entorno con un aire de

abundancia, riqueza, teatralidad y fantasía.

En el arte rococó se nota una similitud importante con el barroco, ya que deriva de este.

Pero se concentrará en ideas que representan a la sociedad de aquel entonces como la

galantería, la ironía, la osadía de expresión, mostrando un anhelo de elegancia y el estilo

de vida de la aristocracia; sus edificios son austeros por fuera y recargados por dentro.

Por lo cual el barroco resultara más superficial de contenido e ideas, que el rococó.

Como reacción ante los estilos recargados que se desarrollaron en los siglos anteriores

como lo fue el barroco, rococó y como respuesta a estos el neoclasicismo que busca

volver una vez más a Grecia clásica basándose en la razón que propone la ilustración,

nace el movimiento cultural y político llamado Romanticismo. Al cual comparamos con el

vacío, ya que esté rescata supremacía del sentimiento frente a la razón; la obra

inacabada y abierta; la conciencia del YO como entidad autónoma. El romanticismo

nórdico es frío y vacío. El paisaje se representa como algo abandonado, como una

inmensidad inabarcable. Los románticos, perdida la fe en Dios e incapaces de creer en la

razón, como los ilustrados, operan en el vacío: el inmenso vacío del silencio divino.

Este desprecio por la vida lleva a buscar aventuras y riesgos donde se pueda perder. Así,

la muerte es la gran amiga de los románticos; es la libertadora, la que trae la paz al alma

atormentada.

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Arte y Política

Considerar e contexto del sujeto social en este nuevo modelo

Los siglos XVIII y XIX fueron testigos de grandes revoluciones en la civilización occidental.

Las personas se levantaron en contra del sistema buscando defender sus derechos ya

que literalmente estaban muriendo de hambre. Las ideas ilustradas cuestionan al mundo

como se venía desarrollando a nivel político, social, económico y cultural. De forma

progresiva todos los pilares que sustentaban el antiguo régimen se van derribando.

Consagrando sistemas políticos liberales que afirman derechos, que hasta entonces, solo

habían sido reservado para grupos privilegiados. Un mundo nuevo con un crecimiento de

población incomparable a siglos anteriores, propone avances técnicos y producción

masiva, que traerán como consecuencia la revolución industrial.

El neoclasicismo nace como respuesta al barroco y rococó. Será la expresión artística de

la ilustración. Un arte dirigido por la razón, en la que la perfección técnica domina por

sobre todas las cosas, buscando imitar el arte grecorromana. Los encargos

arquitectónicos de ese entonces son asociados a la política ya que buscaban como los

antiguos romanos, la representación del poder a partir de estructuras inmensas e

imponentes, un ejemplo claro de esto es la construcción del Arco del Triunfo, ordenada

por Napoleón luego de su triunfo en una batalla; otro ejemplo será la columna de

Austerlitz, la cual esta coronada por una estatua de Napoleón vestido de general romano.

Esculturas imponentes se levantaban para conmemorar triunfos y revoluciones, y por su

gran tamaño advierten el poderío del gobernante.

Con respecto a la pintura la temática giro en torno a lo político, batallas, coronaciones,

revoluciones y recreación de temas clásicos románicos fueron constantes en el periodo

historicista neoclásico. Los protagonistas fueron siempre personajes de la aristocracia,

políticos y sus familiares. Procurando retratar la exuberancia de sus vestimentas y sus

rostros sin mucha expresión.

El neoclasicismo fue un movimiento que tuvo mucha aceptación en el mundo occidental, y

se expandió por toda Europa y América.

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a. Realidad y ficción b. El reloj: tiempo artificial. c. La imagen hibrida. d. La verdad es el simulacro.

Reflexión sobre la imagen.

Entre los avances tecnológicos del siglo XIX está la invención de la fotografía que luego decantara en la aparición del cine. Estos fueron considerados en su momento como inferiores al arte pictórico ya que buscaban la mimesis mediante herramientas industrializadas que no requerían del menor esfuerzo académico. Los artistas se opusieron al oficio fotográfico y se negaron a llamarlo arte, mientas la población general se revoluciono con estos inventos ya que le acercaban a las personas comunes la posibilidad de expresarse y capturar momentos de su historia personal.

Por más que el video y la fotografía intenten capturar la realidad mediante una mimesis fiel, nunca llegaran a ser la realidad misma. Lo mismo se puede adjudicar al reloj, quien marca las horas, pero de él no depende que transcurra el tiempo, el tiempo continuará su camino aunque no exista más un reloj en el mundo.

El cine como invento técnico nació con una pretensión de convertirse en un registro fiel de la realidad. Finalmente el hombre logró una forma de representación que conservaba intactas las relaciones físicas y matemáticas existentes en el modelo real. Se apreciaban claramente las proporciones, movimientos y características aparentes del instante físico real. El avance la técnica mediante la incorporación del sonido y el color contribuyen a esa impresión de reflejo exacto y notarial de lo real. Por lo que las primeras representaciones fueron principalmente documentales, el trote de un caballo, una bailarina danzando. Pero con el pasar de los tiempos al involucrarse artistas en el proceso creativo de la creación de un filme, se presentan propuestas puramente ficticias, las cuales como las obras de teatro permitirán al espectador estar inmersos en un mundo fantástico, donde hasta lo inimaginable puede pasar.

Cuando Lumiere filma la llegada del tren podemos percibir un registro documental de un hecho real, pero que a la vez propone ficción ya que las decisiones del lugar de colocación de la cámara, altura de ésta, entre otras son aspectos decididos por él, que responderán a un punto de vista subjetivo y selectivo, que por tanto resultaba una manipulación que añadía cierto orden narrativo a las cosas. Lo que responde a la interrogante ¿la verdad es el simulacro? Es acaso todo lo creado con fines cinematográficos parte de la manipulación subjetiva de su creador.