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2 Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

Una planta violeta y espiga-da asoma su silueta sobre unmontículo de cenizas. Pocosmetros más adelante, sobre lasladeras del Cerro Bayo, un ma-nojo colorido de flores se abrepaso entre un bosque de lengas.El milagro de la vida se impone,mientras trepamos en una ca-mioneta por las laderas de lamontaña, y vemos desde lo altola sinuosa geografía de los lagosque enmarcan a Villa La Angos-tura, al oeste de la provincia deNeuquén.

En lo alto del Cerro Bayo sedespliega, con la contundenciade siempre, una de las panorá-micas más impactantes de laPatagonia: el lago NahuelHuapi como una serpiente azul,la melena verde de los bosques,las cumbres vaporosas de laCordillera. La banda de soni-do, por esta vez, no tendrá can-

tos de aves. Se escucha, encambio, el ruido seco de losmartillos golpeando el metal,el chirrido de alguna sierra, ylas conversaciones de un grupode hombres que trabajan conenergía, para terminar unagigantesca estación de teleca-binas en lo alto del cerro. Pron-to el paisaje estará cubierto denieve, y los esquiadores podránsubir en las flamantes góndo-las para descender por las pis-tas.

Vuelvo la mirada a la plantavioleta y espigada que perforóel suelo con sus flores. La pará-bola puede parecer antigua ytrillada, pero es inevitable pen-sar que la fuerza de la natura-leza y el trabajo del hombrehan producido el milagro enVilla La Angostura, como unave mitológica que renace desus propias cenizas.

Secretos del bosque

Sobre un recodo del lagoNahuel Huapi, mientras nave-gamos hacia el Bosque de Arra-yanes -parte del Parque Nacio-nal Los Arrayanes, creado en1971-, la guía señala las riberasvírgenes de la península Quetri-hué. La vegetación verde y tupi-da se multiplica en las orillastransparentes del lago.

La fotógrafa del barco y unmarinero discrepan sobre lamejor manera de enfocar a unagaviota. Es una discusión apa-sionada, divertida, distendida.Inevitable pensar que hace ape-nas unos meses las preocupacio-nes en este rincón del mundoesquivaban estas sutilezas.Cuesta imaginar la furia de lasmontañas sobre un paisaje tandócil.

El 4 de junio de 2011, cerca delas 16, el día se hizo noche y unatormenta con rayos de colorescubrió el cielo de Villa La Angos-tura. El paisaje rugía, y unalluvia de piedras calientes seprecipitó sobre los techos. Elvolcán Puyehue escupía arena,

piedras y cenizas a sólo 37 kiló-metros del pueblo, desde el otrolado de la frontera con Chile. Laescena apocalíptica continuó todala noche, aunque todos los habi-tantes coinciden en que lo másdesolador fue amanecer con todoel paisaje cubierto de gris. Unmanto monocromático tapó lascalles, las casas, la ruta, losbosques y los lagos, que apenasnueve meses después lucen casienteramente recuperados.

Difícil pensar en mantosmonocromáticos cuando unoentra en el Bosque de Arraya-nes, donde reina el canela mo-teado de los troncos, el blanco delas flores, el verde de las hojas yel morado de los frutos.

"Los extranjeros que llegansin saber lo que pasó, no noscreen cuando les contamos quevivimos un fenómeno de esamagnitud", dice la guía, mien-tras caminamos por la pasarelade 800 metros que recorre elbosque, una maravilla única enel mundo que concentra 12 hec-táreas de estos pintorescos árbo-les, que aquí llegan hasta los300 o 400 años de antigüedad.

La pasarela se construyó parapermitir que el bosque se sigarenovando. La guía señala, alcostado del camino, unos pastitosque a los ojos inexpertos puedenparecer tréboles, pero que, enrealidad, son renovales de arra-yán. Junto a estos árboles enpotencia, se acumulan las copasde los antiguos arrayanes quebuscan la luz y que llegan amedir hasta 18 metros.

Una mujer abraza la cortezafría de un arrayán frente a laprimorosa Casita de Té, a pocosmetros del muelle. Más allá dela verosimilitud de la historiaque cuenta que aquí se inspiróWalt Disney para crear su per-sonaje de Bambi, vale la penaentrar en la cabaña. La calidezdel ambiente de paredes y pisosde tronco combina bien con unbuen chocolate caliente.

Un paseo por la Villa

En el centro de la Villa, loscanteros están cubiertos de flo-res, y los negocios abren sus

Villa La Angostura:La fuerza de la Naturaleza

Los encantos de esta aldea neuquina renacen tras unatemporada bajo las cenizas volcánicas. Bellospaisajes, infraestructura de calidad y gastronomíagourmet.

Rafaela-Villa la Angostura en automóvil: costo (nafta ypeajes) $ 3.200Aéreo Buenos Aires-Bariloche: $ 2.018Micro Rafaela-Bariloche: $ 1.540Desde Bariloche a Villa la Angostura (83 km) salen microsdesde la terminal cada 2 horas $ 54 ida y vuelta. También sepuede alquilar un vehículo desde $ 220 por día en Bariloche.NOTA: costos calculados aproximadamente, ida y vuelta.

-Kayak-Travesías en Mountain Bike- Trekking- Cabalgatas- Travesías en fourtrax, escalada o tirolesa.- Paseos lacustres en veleros o catamarán que permitendisfrutar de los inigualables paisajes que depara el Bosque deArrayanes y las cristalinas aguas del Nahuel Huapi.

¿Cómo llegar?

¿Qué hacer?

Península Quetrihué.

Villa La Angostura: La fuerza de la Naturaleza.

(Continúa en pág. 3)

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3Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

puertas con sus vidrieras carga-das de adornos, chocolates y ropade invierno. El césped de losjardines de la exclusiva BahíaManzano reverdece bajo la hu-medad de los regadores. Sonpocas las casas que aún no hansido limpiadas, y es allí dondeuno toma conciencia de la di-mensión del trabajo de recupe-ración que se ha hecho. En lostechos y terrenos que todavíaquedan cubiertos de una capablanquecina de ceniza, se nota elcontraste con el resto de la Villa.

El otro indicio del fenómenoson los montículos de ceniza quese levantan a los costados dealgunas calles. Los vecinos losllaman centros intermedios deacopio. Cada uno se ocupa delimpiar su terreno, un camiónretira las cenizas y las lleva aestos centros intermedios, desdedonde serán trasladadas a sudestino definitivo.

Más allá del trabajo de losvecinos, la naturaleza fue ha-ciendo su parte. El viento y lalluvia limpiaron los bosques, loslagos fueron decantando la ceni-za, y las plantas se renovaroncon más fuerza. Aseguran lospobladores que la primavera seadelantó, y que la vegetaciónresurgió con colores más inten-sos.

En el último tiempo, Villa LaAngostura ha buscado consoli-darse como un destino para fa-milias y visitantes con distintospresupuestos.

"Sabemos que existe el pre-juicio de que es un destino paraunos pocos, pero se trata de unlugar para todo el mundo, y hayopciones de todos los precios",afirma Pablo Bruni, coordina-dor técnico de Turismo y Pro-moción de la Secretaría de Tu-rismo de Villa La Angostura.

Y agrega: "Lo que distingue anuestra aldea de montaña es labelleza del paisaje y la calidad delos servicios. Los lugares sonpequeños refugios con serviciospersonalizados, donde atiendenlos dueños o concesionarios di-rectos, que mantienen el tratopersonal y el cuidado por losdetalles".

Además, para promover lallegada de turistas a la villa, lastarifas en gastronomía yhotelería ofrecen importantesdescuentos y promociones. A estose suma que la Municipalidadprovee un servicio de transfergratuito desde y hacia el aero-puerto de Bariloche para algu-nos vuelos.

Lagos y ríos

Las obras avanzan por elCamino de los Siete Lagos, aun-que todavía quedan algunos ki-lómetros sin asfaltar en estebellísimo corredor que une SanMartín de los Andes con Villa LaAngostura. Nos detenemos fren-te a una pequeña bahía sobre ellago Espejo, que guarda comoun tesoro las huellas de la re-ciente erupción. Desde lo alto,vemos un mapa blanco e irregu-lar dibujado sobre la superficiedel agua; una capa esponjosa ymovediza que va cambiando deforma. Un breve desvío nos con-duce hacia la playa. Las piedri-tas volcánicas son blancas, ytan livianas que flotan sobre ellago. Si uno introduce la mano,las piedras dan paso al aguatransparente que desnuda el fon-do arenoso de la orilla.

Recuerdo entonces la foto queme mostró hace apenas unashoras el secretario de Turismo,Marcelo García Leyenda, dondevarios chicos ríen, sumergidosen un lago de piedras flotantes."Cuando saqué esa foto –relata-ba–, algo cambió para mí, me dicuenta del aspecto positivo de loque habíamos vivido. El volcánforma parte de la belleza de estelugar, el paisaje se originó en losvolcanes. El equilibrio de la na-turaleza es impresionante".

Otro desvío de la ruta de losSiete Lagos nos lleva a otra pla-ya. El Correntoso está plancha-do. Lejos de hacer honor a sunombre, parece un espejo verde,plácido y quieto. El silencio per-mite apreciar el salto de unatrucha, el zumbido de un insec-to, el roce de las hojas de loscoihues sobre los troncos finitose interminables. Una familiapastorea sus animales y un pes-cador solitario sumerge los piesen el lago.

De regreso, nos detenemos enel río Correntoso. Lo llaman elrío más corto del mundo, y nohay razones para desmentirlo.Se trata de una inquieta co-rriente de agua de apenas 160metros, que une los lagos NahuelHuapi y Correntoso. El saltoapurado de una trucha confir-ma que este sigue siendo el lu-gar favorito de los pescadores.

Atravesamos el río por unpuente de madera, y nos encon-tramos con el verde de las reta-mas y los frutos colorados de unárbol de rosa mosqueta. Unafamilia toma mate junto al lago,sobre una playa de arena clara.El atardecer es de una intensi-

dad blanca, neblinosa, refulgen-te.

Aventura en kayak

"Andar en kayak es comobucear sin necesidad de meterseen el agua", asegura PabloBeheran, mientras rema conentusiasmo por la orilla cristali-na del Nahuel Huapi. Dejo miremo a un lado, y concentro lavista en la imagen hiperbólicade una rama clavada debajo delagua. El lago actúa como unalupa caprichosa y ondulada. Elfondo se ve tan cerca y con tantanitidez, que sumerjo la manocon la ilusión de tocarlo. Perobasta con introducir un dedo,para percatarse de que todo estámás lejos de lo que parece.

Avanzamos al ras del agua,por el Brazo Última Esperanzadel lago Nahuel Huapi, mien-tras una ordenada fila de macás–aves acuáticas– avanza con airedespreocupado a pocos metrosdel kayak. Más adelante, cercadel río Correntoso, un pescadorestático espera el pique a flotesobre una especie de salvavidas.No muy lejos de allí, Pablo seña-la el lomo de una trucha arco irisque se menea bajo el agua.

Sobre la orilla distinguimosla figura imponente del Hotel

Correntoso, el más antiguo ytradicional de la Villa. Se suce-den casas, complejos de caba-ñas, y una vieja usina eléctricaincrustada en el lago, que hoyestá pintada de lila, y fue con-vertida en vivienda.

Nos detenemos en una playitajunto a una cabaña abandona-da. Detrás de la cabaña, hayuna casona de madera que, se-gún algunas teorías, refugió nadamenos que a Adolf Hitler des-pués de la Segunda GuerraMundial. El mate modera histo-rias de hidroaviones, espías y

reuniones secretas. Los perrosladran a lo lejos y terminan deaportar el toque siniestro en esterincón del paraíso. Convienemirar al otro lado del lago, dondeflotan los islotes cubiertos deárboles, y las montañas desplie-gan sus laderas vírgenes.

De regreso a la calidez de lahostería, quedará tiempo paradescubrir en los jardines un arra-yán de 600 años cubierto deflores blancas, y para ver elúltimo atardecer detrás de lasventanas, con sus tonos cam-biantes encendidos sobre el lago.

El Bosque deArrayanes.

Cerro Bayo.

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TURISMO

Surgida del océano hace tresmillones de años, esta tierraha sido consagrada por el abra-zo pródigo de los mares, que lahizo luminosa, cálida y vibran-te. Sus costas, son bañadas porel Mar Caribe en el norte y porel Océano Pacífico en el sur.Rebosante de islas y playas,Panamá es tierra de vientossalobres, de olas y arena, depeces, gaviotas, corales y espu-ma marina. Cientos de playasde arenas blancas y aguas tur-quesas -algunas de ellas aúnvírgenes- y más de mil islasexóticas ofrecen al visitante susparajes tropicales de impresio-nante belleza, para el disfrutede sol y playa, pesca, buceo,snorkeling y surfing.

La principal puerta de en-trada a Panamá es su capital,una ciudad con todas las carac-terísticas de una gran metró-poli. Con sólo observar su perfilde grandes edificaciones y mo-dernas estructuras, el viajerosabe que ha llegado a una ciu-dad vibrante y dinámica, quehistóricamente ha sido impor-tante punto de encuentros yeventos internacionales. En elambiente citadino de gran vi-talidad, se encuentran servi-cios de nivel internacional,hospedaje de clase mundial ytecnología de punta en todaslas áreas de actividad profesio-nal. Alegre y bulliciosa, la ciu-dad de Panamá se agita en eldía con su intensa vida comer-cial y de noche palpita al ritmode la diversión y el esparci-miento.

Casinos

Hay numerosos casinos ylugares de juegos de azar entodo Panamá. Algunos ofrecenjuegos básicos, mientras queotros ofrecen una experienciatotalmente completa de juego.

De noche

En Panamá la noche respi-ra acción y entusiasmo. Con la

llegada del crepúsculo, la na-tural alegría de los panameñosse desborda dando paso a unaintensa vida nocturna. Restau-rantes, salas de espectáculos,clubes, casinos, discotecas ybares animan las noches de laciudad, ofreciendo al visitanteoportunidades para el relaja-miento con buena comida, di-versión, música de todos losgéneros, espectáculos artísti-cos y juegos de azar. Ambien-tes diversos satisfacen los dis-tintos gustos y estados de áni-mo, con distintos niveles de

intensidad y vivencias.

La meca de las compras

Es la nueva Miami para loslatinoamericanos. Grandes ymodernos centros de comercio-malls- ofrecen a los amantesde las compras cientos de lujo-sas tiendas en las que encuen-tran mercancía de todo tipo, yde todas las marcas, entre ellaslas más reconocidas a nivelmundial. La posición geográfi-ca y su condición circunstan-cial como lugar de paso, han

convertido a este país en uncentro para el intercambio co-mercial intenso. Panamá po-see una zona libre que ocupa elsegundo lugar en el hemisferiooccidental, en la que se puedeadquirir mercancía libre deimpuestos.

Un tren entre dos mares

En 1850, en plena Fiebre delOro, se construyó en Panamáuna línea ferroviaria que reco-rría el trayecto entre el OcéanoPacífico y el Mar Caribe. En elaño 2000, el tren fue recons-truido y reinició el servicio decarga y pasajeros entre las dosciudades, en un tránsito para-lelo a las riberas del Canal dePanamá.

Los cómodos vagones de pa-sajeros son atendidos por guíasque hacen el viaje más ameno,con explicaciones sobre sitios,historias y leyendas relaciona-das con la construcción del Ca-nal y el ferrocarril, resultandouna experiencia maravillosa.

El festejo gastrónomico

Una de las recompensas deser un lugar de paso es el buencomer. Los que llegaron paraquedarse han aportado a Pa-namá los secretos de la cocinainternacional, desde los exóti-cos manjares chinos hasta losexquisitos platillos de la cocinafrancesa. Cientos de restau-

TURISMO INTERNACIONAL

Panamá le pertenece al marSu privilegiada posición geográfica determinó la construcción del Canal de Panamá, una obra monumental que ha funcionado de maneraininterrumpida desde 1914, abriendo un camino de agua entre el Mar Caribe y el Océano Pacífico. Además, toda la región alrededor delCanal es un multi destino turístico que ofrece una diversidad de actividades y sitios para disfrutar, incluyendo parques naturales ycomunidades indígenas.

rantes de cocina internacionalse disputan el honor de satisfa-cer las exigencias de los co-mensales -locales y extranje-ros- que cada día salen en bus-ca de nuevas sensaciones parasus paladares. La variedad esamplia y se puede optar porcomidas emblemáticas, cocinainternacional y de diseño, es-pecialidades regionales o comi-da criolla.

Una ciudad que limitacon la jungla

Para quienes buscan expe-riencias relacionadas con elintercambio cultural o el con-tacto con la naturaleza, la ciu-dad de Panamá también semuestra generosa. En su peri-feria, a pocos minutos del cen-tro, hay parques naturales congrandes extensiones de selvavirgen, que ofrecen al aventu-rero una caminata a través dela espesa jungla tropical, conopciones de visita a algunascomunidades indígenas queaún ocupan parte de sus terri-torios originarios. Allí se puedecontemplar sus modos de vidaautóctonos y sus expresionesfolklóricas.

La octava maravilladel mundo

El Canal de Panamá es el

Panamá, la unión de las Américas.

Panamá cuenta con playas dearenas blancas y aguas turquesas.

(Continúa en pág. 5)

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5Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

Clima. Panamá tiene un clima trópical. Las temperatu-ras son relativamente altas y varían poco durante el año. Enel día, en la Ciudad de Panamá las temperaturas oscilanentre los 24 °C (75.2 °F) y los 29 °C (84.2 °F). En el Pacífico,las temperaturas son usualmente menores que en el Caribe.

Cultura. El país posee una multiplicidad cultural que lohace único en la región, a lo que contribuye además laconstante presencia de visitantes de todas partes del mundo.El origen de esta singular mezcla cultural es sin duda lacaracterística de encrucijada que siempre ha tenido el país,pero también lo es la conexión intensa de Panamá con elmar, que la hace muy parecida a una isla del Caribe.

Moneda. Balboa, es una de las monedas de curso legal dePanamá junto con el Dólar. Nombrada en honor del explo-rador español Vasco Núñez de Balboa cuando fue creadamediante Ley de la Convención Nacional de 1904

Horarios. La Ciudad de Panamá ha sido siempre unparaíso de compras al cual se puede acceder y escoger elprecio del producto que se desee, además, imagine el mássofisticado y exclusivo artículo del más lejano país y aquí loencontrará. El horario de compras varía, pero la mayoría delas tiendas, almacenes y centros comerciales abren de9:00am a 6:00pm y algunas incluso hasta las 10:00pm delunes a domingo.

Propinas. Los camareros en los mejores restaurantes deCiudad de Panamá y las ciudades resort esperan recibir un10% de propina. En pequeños cafés y lugares más informalesno es necesario dar propina pero siempre es apreciada. A losmozos se les da desde 50 centavos por maletas.

Datos útilesRiqueza étnica originaria

Panamá es la tierra desiete valerosos grupos indí-genas originarios que sobre-vivieron a la conquista. Ellosson los pueblos Bri-Bri, Nasoo Teribe, Ngäbe, Buglé,Kuna, Emberá y Wounaan.Estos descendientes directosde los habitantes pre-colom-binos viven en distintas re-giones boscosas de todo elpaís, desde el Río Sixaola enla frontera con Costa Rica,hasta Darién en la selváticafrontera oriental. Cada gru-po conserva su cultura, suidioma y sus tradiciones, ycada uno posee el encanto yel misterio de lo ancestral.Sus entornos naturales sonvariados y muy atractivos,

Lugares para visitar

El EspléndidoRío Chagres

Se podría decir que el RíoChagres originó la idea delCanal, pues en el tiempo dela conquista hispana susaguas navegables hacíanparte del Camino de Cruces,que atravesaba el istmo en-lazando el Caribe con el Pa-cífico. Este poderoso río des-cubierto por Cristóbal Colóncorre a lo largo de espesosbosques tropicales y en susaguas abundan los peces,nutrias y lagartos. En elcurso medio del río, en losalrededores del Lago Ala-juela, existen comunidadesindígenas Emberá que ofre-cen al visitante la oportuni-dad de tomar contacto con la

El Canal de Panamá es elsitio más visitado del país. Elturista dispone de diversasformas para acercarse a esteprodigio de la ingeniería, peroprobablemente el Centro deVisitantes de las esclusas deMiraflores es la más utiliza-da. En el sitio hay una cómo-da gradería desde la cual seobserva muy de cerca toda laoperación del Canal, desdeque el buque se acerca desdeel océano y entra a las esclu-sas para iniciar la travesía.El lugar cuenta también conun museo que muestra lahistoria del Canal y su fun-cionamiento, una sala de vi-deo, una maqueta del Canal,piezas históricas de maqui-naria utilizada en la cons-trucción de la vía acuática,además de un restaurante enla terraza del edificio.

En mini cruceros. El viaje-ro puede optar por un recorri-do a través de uno o dos jue-gos de esclusas, o hacer eltrayecto completo de uno aotro mar, con posibilidad depernoctar en aguas del Ca-

El Majestuoso Volcán Barú

Uno de los dos volcanes del país, el Barú ofrece al visitante la oportunidad de subir hasta sucima y pernoctar en el amplio valle formado por su cráter. El volcán no está extinto, pero seencuentra inactivo desde hace siglos. Las laderas del empinado monte son ideales para caminatasy senderismo, pues están cubiertas de exuberante bosque húmedo de árboles gigantescos cubiertosde musgos y líquenes. Durante la caminata de ascenso, de un poco más de cuatro horas, se tienela oportunidad de observar especies de aves únicas, como el hermoso quetzal.

nal, cerca del Río Chagres.Durante esta jornada reve-ladora, el pasajero transitamuy cerca de los gigantes-cos y centenarios muros deconcreto y de las monumen-tales compuertas de aceroque abren y cierran las es-clusas, mientras vive la ex-periencia en su real dimen-sión.

La naturaleza y el Canal.La vía acuática está situa-da dentro de una zona selvá-tica protegida de 16 kilóme-tros de ancho, que corre a lolargo de los 80 kilómetros deextensión de la franja cana-lera. Hay varios sitios endicha zona en los que sepuede observar la abundan-te biodiversidad del bosquetropical lluvioso, entre ellosel Parque Nacional Sobera-nía, el Sendero del Oleoduc-to, el Jardín BotánicoSummit, la isla de BarroColorado, el Sendero ElCharco, el Sendero Caminode Cruces, el Sendero de laLaguna y el Parque Nacio-nal Chagres.

Los Kunas en el archipiélago delas mulatas en el Caribe, una delas 5 etnias indígenas del país.

sitio más visitado por los turis-tas de todas partes del mundo.Esta gran obra de ingenieríade todos los tiempos que hallevado el nombre de Panamá atodos los confines del mundo,está localizado a unos veinte

minutos del centro de la ciu-dad.

Una visita a las esclusas deMiraflores le permitirá con-templar el paso de los barcospor la famosa vía acuática,visitar el Museo del Canal,mirar un documental infor-

mativo, y si lo desea, comermirando esta maravilla enfuncionamiento.

Para quienes tienen mástiempo, la travesía por el Ca-nal a bordo de naves dedicadasa esta actividad se convierte enuna experiencia inolvidable.

(Viene de pág. 4)

como las altas montañas de laCordillera Central, lasparadisíacas costas e islas del

Mar Caribe o la espesa e indó-mita jungla tropical delDarién.

vida de los nativos, mientrasse disfruta el asombroso pai-saje selvático que cubre la ri-bera del río. En estos parajes

abunda la fauna caracterís-tica de la jungla, principal-mente aves, monos, jagua-res tapires y serpientes.

En Las Entrañas Del Canal

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6 Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

Además de ofrecer imágenes ypaisajes inigualables, este desti-no sobresale porque en su parti-cular geografía se conserva unarica y variada vida silvestre. Lafauna autóctona incluye nume-rosas especies amenazadas, en-tre las que se cuentan el ciervo delos pantanos, el venado de lasPampas, el carpincho, el yacaréovero y el negro, la boa curiyú yel lobito de río, además de unaenorme variedad de aves y unaexuberante vegetación.

Las visitas a esta zona se cen-tralizan en el Centro de Interpre-tación Iberá, que se encuentra aorillas de la laguna Luna, juntoa Colonia Carlos Pellegrini. Alllegar hasta allí, lo usual es con-tratar un paseo acuático, que nofalta como servicio en los princi-pales alojamientos de la región.La lancha recorrerá las aguas delos esteros, pasará cerca de nu-merosos carpinchos y yacarés, ypermitirá observar una varie-dad de aves.

Excursiones alternativas

Aunque lo usual es recorrerlos esteros en lancha, para cono-cer a fondo esta región tambiénhay que considerar cabalgatas,trekking y recorridos en 4x4, eincluso, inquietantes salidas noc-turnas.

Entre las variadas excursio-nes guiadas que permiten inter-narse en la cambiante naturale-za del Iberá, se encuentra eltrekking por Cambá Trapo, unade las excursiones más intere-santes que parten de ColoniaCarlos Pellegrini. Se lleva a caboen los Esteros de Cambá Trapo,situados a 15 kilómetros de lalaguna Iberá.

Todo comienza con un tre-kking guiado internándose enun verdadero bosque encantado,

donde se combinan tres ambien-tes naturales: el monte chaqueñoy sus hermosos palmares inun-dados, la selva misionera y elespinal entrerriano. La mezclade estos tres ecosistemas da ori-gen a un lugar exótico y de belle-za incomparable, donde la florase expresa a través de capricho-sas formas y colores, y la fauna(zorros, carpinchos, aguarápopes, zorrinos, corzuelas) dejasu huella a cada paso. Además,esta caminata, que totaliza alre-dedor de tres horas, lleva a tomarcontacto con el legado culturaldel gaucho correntino, compar-tiendo su forma de vida, suscostumbres y tradiciones. Haysalidas nocturnas.

Otra opción son los safarisfotográficos. Esta región es unparaíso para quienes combinanel avistaje de aves con la pasiónpor la fotografía. Los guías per-miten encontrar los ejemplaresmás representativos de las dis-tintas zonas que configuran estaregión. Entre selvas, montes,palmares y lagunas, son nume-rosas las especies que dan colory variedad a las imágenes cap-turadas. Los recorridos más clá-sicos son Esteros de Cambá Tra-po, Esteros del Yuqui y del Agua-rá, Esteros de Ovechá Ratí yalrededores de Colonia CarlosPellegrini.

También se ofrecen cabalga-tas por esteros y palmares. ElIberá se caracteriza por la in-mensidad de sus esteros, saba-nas, bosques y palmares agres-tes, lugares que sólo pueden serrecorridos y admirados a caballo.Nada mejor que internarse en-tre estos paisajes correntinos paradejarse sorprender por el atarde-cer junto al sonido de las avesregresando a sus nidos. La cabal-gata guía, además, por rinconesescondidos que reflejan la histo-

ria aborigen y las tradicionesgauchescas de la zona.

Los safaris nocturnos en 4X4permiten apreciar otros sonidosdel estero y -con fuertes reflecto-res- hacer avistaje de los anima-les que entran en actividad alcaer la noche, como zorros,vizcachas, tatú negro, gato mon-tés, carpinchos, yacarés, ciervosde los pantanos, corzuelas, agua-rá popés, zorrinos y aves noctur-nas.

Iberá, milesde animales en libertad

Cuando llegué a los Esterosdel Iberá, la primera impresiónfue de cierto desencanto. Me paréal borde de la inmensa laguna deIberá y me dije: “¿Tanto viajepara ver una linda laguna? Peroclaro, lo grandioso vendría des-pués, al internarme por los cana-les de los Esteros donde vi anima-les por millares casi al alcance dela mano y en plena libertad,como sólo los había visto en esacantidad en un safari por Sudá-frica.

Tomando como base uno delos cinco encantadores lodges decampo que rodean la laguna enColonia Pellegrini, nos dedica-mos tres días a navegar por ese

ESTEROS DEL IBERÁ

Aguas resplandecientesEs el humedal más grande de agua dulce que tiene laArgentina. Un universo mágico, donde la vida rebosa.La reserva natural que incluye a los Esteros del Iberáes una amplia red de arroyos, lagunas, pantanos ybañados que abarcan 1.300.000 hectáreas en laprovincia de Corrientes.

• En el poblado de Colonia Pellegrini y en el interior de losEsteros hay seis posadas de 3 y 4 estrellas que ofrecen comidasy alojamiento.• Los Esteros del Iberá están a 562 kilómetros de Paraná. Losúltimos 118 kilómetros, de Mercedes a Carlos Pellegrini, sonde ripio. Como no hay nafta súper en Colonia Carlos Pellegrini,conviene llenar el tanque en Mercedes.• Dos días completos es el mínimo para hacer las excursiones.• En invierno, llevar zapatos impermeables, buzos polard ymucho abrigo. El resto del año, pantalón liviano, repelentepara mosquitos, protector solar, sombrero, traje de baño ycamperas rompe-viento y de abrigo.

De interés

gran humedal pantanoso de ape-nas dos metros de profundidadque es 65 veces más grande quela Ciudad de Buenos Aires (1,3millones de hectáreas anegadas).

Zarpamos temprano en lamañana -antes del calor- desdeun embarcadero a metros de lahabitación, para ingresar en unespejo de agua que a simple vistaparecía el mar abierto. Pero enapenas 15 minutos de veloz nave-gación llegamos a la zona deestrechos canales donde habitala fauna.

Fauna

Al aminorar la marcha, elencuentro con los animales esinmediato. Junto a la costa seasoleaba un aletargado yacaré ocaimán americano, con sus fau-ces abiertas. El guía apagó losmotores y se puso de pie paraimpulsar la embarcación con unapértiga hasta costa, casi rozán-dole la cabeza con la proa alreptil, que parecía petrificadocomo a la espera de que algúningenuo le acariciara la cola.

Al seguir viaje aparecieron losprimeros carpinchos de la jorna-da, que son los roedores másgrandes del mundo y pesan has-ta 80 kilos, ya que se pasan el díaabocados a roer y roer los pastoscon sus dos incisivos.

La presencia de 350 especiesde aves es la más ruidosa y visi-ble. Los enormes chajaes se po-san en actitud vigilante sobre lapunta de un arbolito seco. Perouna de las aves más vistosas es elpequeño pato cutirí, de alas ne-gras con una franja verde fosfo-rescente que se ve cuando las

extiende.Mientras conversábamos a la

deriva pasamos sin darnos cuen-ta muy cerca del perfil rojizo deuna cierva “de los pantanos”, quepastaba distraída junto a la cos-ta. Cuando la descubrimos le-vantó la mirada y las orejas conpreocupación, y permaneció lar-go rato observándonos hasta quede repente se escabulló.

Islas flotantes

El fenómeno más extraño quevimos en Iberá fue el de losembalsados, unos fragmentos detierra con vegetación que flotanen los esteros. Los embalsadosson un entretejido vegetal origi-nado de una acumulación decamalotes sobre los cuales elviento deposita grandes canti-dades de polvo. Suelen formarsepegados a la costa y sobre susuperficie crecen toda clase depastizales e incluso árboles pe-queños como el laurel.

Las tormentas suelen despren-der fragmentos enormes de em-balsados, conformando verdade-ras islas flotantes que navegan amerced del viento y la corrientehasta encallar. Encima de ellosviven a veces los ciervos, queaquí encuentran seguridad y sesienten cómodos para partircuando lo deseen, ya que sonexcelentes nadadores.

Al desembarcar para una ca-minata sobre un embalsado sen-timos, en un principio, ciertadesconfianza. Pero al poner lospies sobre la tierra quedó claroque nadie se iba a hundir enarenas movedizas. En verdad, estierra que flota.

Los Esteros del Iberá sobresale porque ensu particular geografía se conserva una

rica y variada vida silvestre.

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7Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

Hasta el nombre suena lin-do, El Palmar , tan bello ymusical como este Parque Na-cional de Entre Ríos , es unafiesta para los amantes de lanaturaleza. Creado para prote-ger infinidad de ejemplares depalmera yatay, con sus floresamarillas y sus dulces frutos,aquí conviven más de 250 espe-cies de aves y una enorme va-riedad de animales.

Cada camino del parque esun descubrimiento: el paso fu-gaz de un carpincho o la corridade un grupo de ñandúes, unospájaros carpinteros sobre laspalmeras o los enormes nidosque construyen las cotorras. Alatardecer aparecen zorros demonte y vizcachas. Los lagar-tos overos suelen salir de suscuevas los días de calor y tirar-se a descansar cerca del cam-ping.

Creadas en 1966, las 8.500hectáreas del Parque NacionalEl Palmar, recostadas sobre lacosta del río Uruguay, consti-tuyen un paraíso natural pararecorrer caminando, en auto, acaballo, en bicicleta o canoa,hacer avistajes de aves y safarisfotográficos.

La ficha técnica habla de unpaisaje predominante de saba-na (una pradera herbácea sal-picada de árboles, en este casopalmeras), más otros ambien-tes, como bosque y selva engalería, monte xerófilo y bajosinundables. Traducido, habla-mos de densos grupos de palme-ras, además de una infinidad deotras especies, como quebra-cho, algarrobo, espinillo, ñandu-bay, laurel, lianas y enredade-ras. Verde y más verde, hasta

donde alcanza la vista.El Palmar es un lugar ideal

para el avistaje de aves, muyvisitado por principiantes y ex-pertos que se sorprenden por lacantidad de urracas, calandrias,lechuzas, loros y cardenales quepululan por ahí. En cualquiercaminata se pueden ver garzasblancas, cacholotes castaños,picaflores, pájaros carpinterosy, poniendo más atención, ci-güeñas y ñandúes. Además delas variedades de especies, aquíhay abundancia de caminos ymuchos de ellos son vehiculares.Eso significa que se puede lle-gar casi hasta lo más profundode los palmares, a marcha muylenta en un auto, condicionesóptimas para acercarse a lasaves sin perturbarlas. En algu-nos sectores del Parque –y so-bre todo en la zona del cam-ping– habitualmente se pue-den ver y fotografiar con todacomodidad confiadas vizcachas,carpinchos, lagartos overos y,con un poco más de suerte,zorros de monte, nutrias y jaba-líes.

Pero nada es tan impactanteen El Palmar como esos increí-bles bosques de palmeras yatay,casi puros. Dice la leyenda quecuando todo esto era campo raso,vivía aquí un leñador con suhermosa hija, a la que ocultabade la vista de todos los hombres,para casarla con su adineradovecino. Pero la joven se enamoróde un forastero y éste la liberócon su caballo blanco, llevandouna bolsa de cocos y flores paralas trenzas de su amada. Elfurioso padre corrió entonces alos amantes, que huyeron de-jando caer los cocos en su carre-

ra. Según esta leyenda, de cadacoco nació una palmera y cadauna de ellas se fue multiplican-do hasta llegar a crear este bos-que maravilloso.

Desde el acceso son 12 kiló-metros de un camino de ripiohasta llegar al Centro de Visi-tantes, junto al río Uruguay,donde se proyecta un video do-cumental sobre el Parque y tam-bién hay paneles con fotogra-fías y esquemas para interpre-tar el funcionamiento delecosistema del Palmar. Se pue-de contratar un guía o consul-tar con el guardaparque sobrelas distintas opciones para lavisita: de hecho, hay senderossencillos para recorrer cami-nando, algunos especiales parahacer en bicicleta o a caballo yotros para transitar con auto.Hay que tener muy en cuentaque la velocidad máxima entodo el Parque es de 40 kilóme-tros por hora.

Para las caminatas, en el Cen-tro de Visitantes se inicia el Sen-dero El Mollar, con un recorridocircular de 1 km por un bosqueinundado de especies exóticas,donde se cruza un bosque dearrayanes y no es difícil cruzarsecon algún carpincho o zorro decampo. Otro sendero, de pocomás de 1 km, conduce a la playa(no está habilitada como balnea-rio) y a las Ruinas de la Calera,uno de los más antiguos asenta-mientos jesuíticos de la región.También se puede llegar en autopor un desvío desde el caminoprincipal. Desde aquí, por uncamino de no más de 300 metros,se arriba a la bajada al arroyoLos Loros. A pie también es posi-ble alcanzar un mirador sobre la

Los verdes matices de El PalmarRefugio de los bosques depalmeras Yatay, el ParqueNacional es ideal para el avistajede aves. Sus senderos puedenrecorrerse a pie, en auto o acaballo.

barranca del río Uruguay, juntoal Centro de Visitantes, y la In-tendencia del Parque, un anti-guo casco de estancia rodeado defloridos jardines.

Los recorridos en auto tie-nen como destino los miradoresdel arroyo Los Loros –con unavista de palmares y bosque engalería, ideal para recorrer tam-bién en bicicleta–, de La Glorie-ta –más elevado y con una vistaimpactante de una especie de"mar del palmeras", desde don-de parte un sendero interpre-tativo peatonal de 800 m quebordea el arroyo El Palmar, enel que las rocas y los árbolesforman una glorieta natural– ydel arroyo El Palmar, con unrecorrido de 3 km atravesandocascadas, pastizales y palma-res. Desde este mirador se pue-de transitar otro sendero de 400metros y pasar por un observa-torio de aves, para llegar final-mente hasta el arroyo. En elcamino hacia el mirador de LaGlorieta, es posible también do-blar a la izquierda por el sende-ro peatonal Yatay, entre pal-mares y pastizales.

Además de las cabalgatas ylos paseos en bicicleta, con dis-

tintos recorridos y tarifas, sepueden hacer también trave-sías en canoa, con diferentescircuitos por el río Uruguay ydos de sus arroyos tributarios,y navegar en barco, pasandopor las Ruinas de la Calera,Prefectura, los arroyos Capilla,Los Loros y Palmar, la isla SanJosé y algunos sectores de lareserva inaccesibles por tierra.

El Parque tiene también unrestaurante con capacidad para150 personas y un campingfrente al río Uruguay, al ladodel Centro de Visitantes, conespacio para 200 carpas, sani-tarios con agua caliente, refu-gio, quincho y proveeduría.Pasar allí la noche y tener unavisión del Parque Nacional ElPalmar a la luz de las estrellases una experiencia incompara-ble.

Para el epílogo, resta desan-dar la ruta hasta Colón, con sularga extensión de playas, bue-nos hoteles y una románticacostanera, con explanadasorientadas hacia las playas dearena que bordean el río. Allíllega el momento de gozar delsilencio, el suave movimientodel agua y el relax.

Ubicación: Ruta Nacional Nº 14, Km 198. Ubajay, Provinciade Entre Ríos.Distancia desde ciudades cercanas: San José: 35 km;Colón: 46 km; Concordia: 54 km; Villa Elisa: 50 km.Paseos. Se alquilan caballos, bicicletas y canoas en el parque.Hay restaurante y camping.Contacto: Teléfonos (03447) 493053 / 493053/ 03447-493049.Correo electrónico: [email protected]: www.elpalmarapn.com.ar.

Acerca del parque

El Parque Nacional El Palmar, un viaje a la naturaleza.

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8 Sábado 19 de mayo de 2012

TURISMO

Datos útiles

Cerca trova (quien buscaencuentra) se lee, enigmática-mente, en el fresco del multifa-cético arquitecto, historiador ypintor Giorgio Vasari, LaBattaglia di Scannagallo, hoyen medio de toda una tramanovelesca.

Semanas atrás, en el Salóndel Cinquecento de Palazzo Ve-cchio de Florencia, debajo deeste fresco, se confirmó la exis-tencia de otro muy famoso deLeonardo Da Vinci, La Batt-aglia di Anghiari que Vasarimismo ponderó en su obra lite-raria Le vite, y que fue buscadoe investigado durante siglos.¿Por qué Vasari habría pinta-do un fresco sobre otro de suestimado Leonardo?

Según el historiador de arterenacentista Marco Carniani,"la cuestión es fundamental-mente política. En 1537, al su-bir al poder, Cosimo I de Mediciencargó a Vasari la restaura-ción y decoración del Salón delCinquecento de Palazzo Vec-chio, en esa época su residen-cia. La Battaglia di Cascina,de Michelangelo, y La Batta-glia di Anghiari celebraban laRepública, mientras que Cosi-mo quería rescatar batallas quehomenajearan su poder y lamonarquía, como La Battagliadi Scannagallo", cuenta el his-toriador.

Sin embargo, "Vasari eraun conservador, respetuosí-simo del arte y de los artistas;si La Battaglia de Anghiarihubiese estado íntegra, segu-ramente no la hubiese tocado",opina Carniani. Actualmente,la National Geographic Societylleva adelante estudios de la olas obras en cuestión, con apo-yo de distintas entidades floren-tinas.

De palazzo a palazzo

En 1565, Cosimo también leencargó a Vasari otra obraimportante: construir un pasi-llo elevado que uniera Palazzo

Vecchio, su residencia, conPalazzo Pitti, sede del gobiernode la ciudad. Simbólicamenteserviría para demostrar launión del poder de los Medicicon el gobierno. En lo práctico,frente a la envidia por su cre-ciente poder, el pasillo repre-sentaba una útil vía de escapeen caso de conjuras contra supersona.

El destino de este enigmáti-co pasillo, llamado CorridoioVasariano en honor a su ejecu-tor, fue otro: hoy aloja la colec-ción más grande del mundo deautorretratos de ilustres pin-tores desde el Renacimientohasta la actualidad.

La construcción, elevada a1,5 kilómetro, pasando por el

palacio de Gli Uffizi y por arri-ba del Ponte Vecchio, hastallegar a los jardines de Boboli,normalmente está cerrada alpúblico.

"Su extensión implica unacantidad de personal fuera delalcance del presupuesto delMuseo de Gli Uffizi, pero enalgunas épocas del año es posi-ble asistir a visitas especialespara grupos reducidos", expli-ca Fabio Sostegno, encargadodel museo, mientras abre ca-mino durante el recorrido per-sonalizado para este artículo,organizado por el Polo MusealeFiorentino.

Al Corridoio se accede desdelas galerías de Gli Uffizi a tra-vés de una puerta normalmen-

ITALIA - UN MUSEO DIFERENTE

El pasillo de los grandesEn Florencia, el Corridoio Vasariano es una misteriosa galería elevada que une dos palacios y alberga la mayor colección de autorretratosde artistas desde el Renacimiento hasta hoy.

Visitas: Las visitas guiadas al Corridoio Vasariano se debensolicitar especialmente al Polo Museale Fiorentino. Teléfono,39 0552388621. El costo es de 10,50 euros.En internet: www.uffizi.firenze.it.

Por fuera, parte de la incomparable postal florentina.

te cerrada con llave. "El Corri-doio era un pasillo privado delos duques florentinos y estuvobloqueado durante tres siglos,hasta 1866, cuando Florenciafue capital de Italia y final-mente Vittorio Emanuele IIdecidió destinarlo a la exposi-ción de obras de arte", diceCarniani mientras baja lasescaleras que llevan al Corri-doio.

Detrás de la puerta

Al quedar atrás la puerta deGli Uffizi, quizá por el silencioque corre a lo largo de susespesas paredes, por su histo-ria hermética o simplementepor estar siempre cerrado, elCorridoio es un rincón secreto,aristocrático, misterioso. "Mi-lagrosamente ha sobrevivido alos bombardeos de la SegundaGuerra Mundial y al aluviónen 1966", explica el historiadormientras avanza por el tramodel pasillo que pasa por arribade Lungarno Archibusieri, conuna vista incomparable deFlorencia, además de una se-rie de retratos de los Medici. Sedestaca el del cardenal Leopoldode Medici, último hijo deCosimo II, justamente el ini-ciador de la colección deautorretratos. En la mitad delsiglo XVII, Leopoldo, apasio-nado del arte, inauguró la co-

Por dentro,una coleccióninvaluable.

lección encargandoautorretratos a artistas por todaEuropa. Su sobrino Cosimo IIIy los grandes duques de Lorena,después, perpetuaron la serieque fue constantementeincrementada durante el reinode Italia hasta hoy.

Así es que gracias a la intui-ción cardenal hoy se nos reve-lan los rostros de grandes ar-tistas del pasado, desde lasparedes del Corridoio. La colec-ción empieza con un autorre-trato de Giorgio Vasari, en ho-menaje a su ejecutor, y exhiberostros de artistas desde el si-glo XVI hasta el XX, con obrasde Carracci, Reni, Domenichi-no, Guercino, Rubens, Rem-brandt, Van Dyck, Suster-mans, Velázquez, Kaufmann,Canova, Fattori, Boldini,Pelizza da Volpedo, Mengs,David, Ingres, Corot, Delacroixy también de los futuristasBalla, Severini, Guttuso yMorandi. El recorrido terminacon el autorretrato de Chagall,donado por el artista en 1976.

Las paredes del Corridoio,sin embargo, no alcanzan paraexhibir la colección completa,que pertenece al Museo de GliUffizi: el 80 por ciento de losautorretratos está guardado endepósitos. Allí se almacenan,por ejemplo, aportes de los ar-gentinos Raúl Soldi, AntonioBerni y Juan Carlos Liberti.