“Yo estoy con ustedesTODOS LOS DÍAS…” Mateo 28:20

La Fe VivaDevocionesiarias para

Abril 2020

María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía

a meditar en su interior.— Lucas 2:19

ESTIMADOS AMIGOS:Al comenzar esta edición la Cuaresma está llegan-

do a su fin, la Semana Santa está por llegar en unos días y la Pascua está en el horizonte. Celebraremos al Cristo resucitado, nuestro Salvador que sacrificó todo por no-sotros. No celebremos solamente un día. ¡La Pascua es todo un tiempo, y somos el pueblo de la Pascua!

La Fe Viva puede ayudar a recordarnos esto todos los días al enfocarnos en los caminos de Dios en lugar de los caminos del mundo. Pero a veces, el peso del mundo parece estar sobre nosotros. Que la Sagrada Escritura y las afirmaciones devotas en las páginas a continuación nos ayuden a reflexionar sobre la verdad eterna de que, a pesar de las pruebas que atravesemos, a pesar de nues-tras pérdidas, Jesús nos aseguró la victoria para noso-tros. ¡Que avancemos con este gozo pascual en nuestro corazón!

Elevo mis oraciones para que este ejemplar profun-dice tu relación con Dios y de unos con otros.

En Cristo,Terence Hegarty

La Fe VivaDevociones católicas diarias para

Abril • Mayo • Junio 2020

Volumen 18 • Número 3Marina A. Herrera, Editora del español

Kasey Nugent, Editora adjunta

La Fe Viva ofrece reflexiones diarias basadas en pasajes bíblicos de la misa diaria. Las lecturas bíblicas para la misa del día se incluyen al pie de cada devoción para ayudar a los católicos a rezar y meditar según el espíritu del tiempo litúrgico. A menos que se anote, las citas son de la Biblia Latinoamérica, que es de uso generalizado en los Estados Unidos.

IMPRIMATURObispo Mark S. Rivituso, obispo auxiliar • Arquidiócesis de St. Louis

Copyright © 2020 de Creative Communications for the Parish

La Fe Viva Vol. 18 No. 3 is published quarterly in January, April, July and October by Creative Communications for the Parish, 1564 Fencorp Drive, Fenton, MO 63026, a subsidiary of Bayard, Inc., sponsored by the Augustinians of the As-sumption. Subscription rates: 1 year, $15.00; single copy, $4.50. Canadian GST# is 84231 1870RT. Printed in the USA. Customer service: (800)246-7390; Website: www.livingfaith.com.

Nota: Algunas veces La Fe Viva da permiso a otras organizaciones para usar nues-tras listas con propósitos de promoción. Si no desea recibir esos envíos, tenga la bondad de notificar nuestra oficina en Fenton, MO o por correo electrónico en info@livingfaith.com.

■ Foto de la tapa, Shutterstock / Olga Ilinich.

Miércoles, 1 de abril • Cuaresma, día de semana

¿A qué Dios serviremos?No serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que erigiste… Daniel 3:18

CUANDO SE SUPO QUE DANIEL y sus amigos se negaron a hacer la reverencia, el rey los amenazó de muerte. Al permanecer firmes, ordenó que los arrojaran a un horno ardiente. Para angustia del rey, las llamas no los lastimaron. Esto lo convenció de mejor no meter-se con estos hombres, y los liberó.

Pienso en este relato cuando veo los anuncios de TV para autos u otros productos que parecen ser como Dios. O cuando los fanáticos alborotados se tiran enci-ma de las más nuevas estrellas de rock. Pero la verdad es: todos estamos tentados a poner algo o a alguien en el lugar del verdadero Dios. Por lo general es algo bueno: nuestra carrera, nuestro pasatiempo, un deporte favorito, una persona amada, admirada. A menudo se dice que el Primer Mandamiento es el más difícil de cumplir de todos: “Yo, el Señor… No habrá para ti otros dioses delante de mí”. Estos últimos días de Cua-resma son un buen momento para hacernos un examen: ¿Quién, o qué, es el Dios al que sirvo?

P. Martin Pable, O.F.M. Cap.

Daniel 3:14-20, 91-92, 95 • Daniel 3:52-56 Juan 8:31-42

Jueves, 2 de abril • San Francisco de Paula

Servir a Dios¡Busquen al Señor, esto será su fuerza,

busquen su cara sin cesar! Salmo 105:4

HAY COSAS QUE BUSCO continuamente: terminar mi trabajo, pagar facturas, comprar lo que quiero, que otros me estimen, evitar el sufrimiento. Si pasara todo ese tiempo buscando servir a Dios, ¿cómo podría cam-biar mi vida?

Cuando lo sirvo, encuentro cosas extraordinarias. Como el valor indomable de una mujer oprimida, que se apoya a sí misma y a su esposo enfermo que nunca le parece que ella es bastante buena. En ella veo el rostro de la compasión de Dios.

Vi el rostro de Dios en la belleza desplegada en los cielos en una noche en el campo, cada estrella en su lugar. “Aquí estamos” dicen, y resplandecen con gozo por su Creador (Baruc 3). Todo el orden creado lo muestra.

Hay mucho más en servir a Dios. Estoy dispuesta, pero me dan miedo algunos lugares a los que el servicio me puede llevar, como lo hizo con sus discípulos y san-tos. Pero aun cuando fracase mi valor, Dios me guiará.

Mary Marrocco

Génesis 17:3-9 • Salmo 105:4-9 Juan 8:51-59

Viernes, 3 de abril • Cuaresma, día de semana

El Señor está contigoYo oía el cuchicheo de la gente que decía:

“… Denunciemos al profeta del terror”. Jeremías 20:10

JEREMÍAS VIO CON MUCHA claridad la situación de la sociedad en la que vivía. Su deber profético era anunciar la destrucción del templo, pero no pudo cam-biar la trayectoria de lo que elegía su pueblo y evitar el desastre final.

Nosotros también vemos la situación en la que vivi-mos. Tenemos los ojos bien abiertos al movimiento de la historia en el cual el mundo es un pueblo que parece-mos casi incapaces de transformar. Jeremías nos mues-tra que los tiempos como estos nos llaman a abrirnos al misterio, a llamar al Dios que está con nosotros en nuestra angustia. Jeremías dice “Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado” (Jeremías 20:11).

¿Y tú, querido lector, quién eres? ¿Puedes decir que no eres parte de todo lo que se desmorona? No tienes que dejarte llevar por las circunstancias. ¡El Señor está contigo como un poderoso defensor!

Sor Kathryn James Hermes, F.S.P.

Jeremías 20:10-13 • Salmo 18:2-7 Juan 10:31-42

Ezequiel 37:21-28 • Jeremías 31:10-13 Juan 11:45-56

Sábado, 4 de abril • San Isidoro

Seguir al pastorTendrán todos un solo pastor. Ezequiel 37:24

EL PROFETA EZEQUIEL, que escribía durante un período de división y exilio del pueblo de Dios, ve su fragmentación con claridad. Con tanta claridad que podríamos esperar que se desespere o que dé la espalda. En cambio, tiene una visión de unidad: la del pueblo, que nace de la unidad de Dios.

En la actualidad también podríamos vernos abru-mados por la división entre naciones, entre cristianos, entre y dentro de familias y amigos. Esto es real, y no tenemos que tratar de fingir que no existen.

Sin embargo, siguiendo a Ezequiel, incluso allí po-dríamos ver la sombra del que nos creó, redimió y sin cesar nos vuelve a acercar unos a otros. A veces nos re-sistimos: nuestros hermanos no siempre son atractivos. El papa Francisco nos recordó que “el pastor debe tener “olor a oveja”, incluso si las ovejas no lo reconocen.

Seguir a este pastor significa pertenecer a un rebaño. Encontramos nuestra paz en esta verdad.

Divino pastor, acércanos unos a otros en Ti.Mary Marrocco

5 de abril • Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Bajarse de la montaña rusaEl Señor Dios está de mi parte,

y por eso no me molestan las ofensas. Isaías 50:7

CUANDO LA GENTE ME ALABA, me siento muy bien. Cuando me critican, me siento mal. Por consi-guiente, la vida puede parecerse a una montaña rusa. El Domingo de Ramos, Jesús comienza la máxima monta-ña rusa emocional. Entra a Jerusalén donde lo acogen y alaban como rey. Días después, la misma ciudad lo ejecuta con una muerte atroz.

Sospecho que Jesús no se agrandó con la alabanza ni se abatió con la humillación. A pesar de la abrazadora oscuridad en la cruz, tuvo fe en el amor sin titubeos de su Padre. A pesar de los abucheos y mofas, se enfocó hasta el final en la misión que había recibido.

Rezo para que tú y yo tengamos esa misma fe firme en Dios. Nosotros, también, debemos enfocarnos en nuestra misión. Con nuestro corazón afianzado en el amor constante de Dios, que seamos fieles hasta el final.

Mons. Stephen J. Rossetti

Mateo 21:1-11 • Isaías 50:4-7 • Salmo 22:8-9, 17-20, 23-24 Filipenses 2:6-11 • Mateo 26:14—27:66

Isaías 42:1-7 • Salmo 27:1-3, 13-14 Juan 12:1-11

6 de abril • Lunes de Semana Santa

Un amor extravaganteLa casa se llenaba del olor del perfume. Juan 12:3

MUCHOS DE NOSOTROS, por elección o necesidad, tuvimos que aprender a vivir con escasez. Tratamos de tomar decisiones cuidadosas y voluntarias, conscientes de su efecto en nuestro presupuesto familiar y las con-secuencias para todo el mundo.

Por supuesto que prestamos atención y nos asom-bramos por el contraste que vemos en el gran gesto de María: ungir a Jesús con un litro de perfume que debe haber desperdiciado el ingreso de casi un año. Como la vida de los santos entregada por amor y sacrificio sin calcular el costo, el espectacular acto de María de extravagancia colmó todo el hogar, rodeando a los presentes y permaneciendo en la memoria. Además, su acto que parecía despilfarrador consoló a un querido amigo que en ese preciso momento se iba acercando con valor cada vez más al viaje más largo y tortuoso de su vida.

Incluso hoy, la fragancia de ese gesto permanece con nosotros.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

7 de abril • Martes de Semana Santa

Entregarnos por DiosMientras que yo pensaba: “He trabajado en balde,

en vano he gastado mis fuerzas, para nada, Yavé, sin embargo, protegía mis derechos…

Isaías 49:4

DURANTE LOS AÑOS que trabajé en Manhattan, cada mañana llegaba a la ciudad muy temprano. A esa hora, era testigo del lado oculto de lo que movía a una ciudad, todos los servicios de apoyo como lavar las aceras, barrer la basura, regar las plantas.

Una mañana al pasar por un complejo de aparta-mentos, me detuve para decirle al jardinero cuánto apreciaba el color y variedad de las flores que cuidaba con tanta dedicación. Se le llenaron los ojos de lágri-mas mientras me decía que a menudo se debatía con la cuestión de si su trabajo era de beneficio para los transeúntes.

Esta semana, mientras enfocamos nuestra reflexión en el sufrimiento de Jesús, recordamos que Jesús luchó con la duda, como probablemente nos sucede a todos nosotros en algún momento. Si nos preguntamos si estamos teniendo un impacto positivo, volvamos a leer estas palabras de Isaías.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Isaías 49:1-6 • Salmo 71:1-6, 15, 17 Juan 13:21-33, 36-38

Isaías 50:4-9 • Salmo 69:8-10, 21-22, 31, 33-34 Mateo 26:14-25

8 de abril • Miércoles de Semana Santa

Deseo infinito de Dios para tiTanta ofensa me ha partido el corazón…

Salmo 69:21

HOY ES UN DÍA TRÁGICO, para la humanidad y para Dios. No creo que podamos comprender total-mente cuánto Dios quiere que cada uno de nosotros viva en su amor para siempre. Cuando alguien rechaza ese amor, es una fuente de tristeza infinita.

En el Evangelio de hoy, Judas traiciona a Jesús. Judas era un compañero muy cercano. Aunque el dolor físico de la crucifixión fue atroz, el “dolor en el corazón” por el rechazo de las personas a quienes amaba debe haber sido incluso peor.

Dios nos ama con un amor infinito. Jesús manifiesta este amor divino en la cruz. ¿Cómo podemos respon-der? Podríamos empezar agradeciendo a Dios a diario y ofreciendo nuestro amor a cambio. Nuestro amor puede parecer muy pequeño, pero para Dios, es un don preciado y muy bienvenido.

Mons. Stephen J. Rossetti

9 de abril • Jueves Santo

Un acto difícil de imitarYo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo. Juan 13:15

Y ASÍ COMIENZA el tiempo más santo, más sagrado del año cristiano. Esta noche contemplamos las horas que terminan en el arresto de Jesús y la manera en que eligió pasar esas horas: rezando con el Padre y a la mesa con sus amigos. Nos maravilla cómo, sabien-do que había llegado su hora, les muestra un último ejemplo de cómo servir. Les lava los pies, tarea que los anfitriones de esa época por lo general asignaban a sus sirvientes.

Resulta tentador servir desde una posición superior, mantenernos emocional o físicamente alejados o por encima de los necesitados. Pero ese no es el modelo que Jesús nos dio. Se humilló para mostrarnos el amor del Padre. Mientras caminamos hacia el Calvario, decida-mos seguir su modelo hoy, mañana y siempre.

Jesús, ayúdame a vivir tu ejemplo de ser una ministra servicial en todo lo que haga.

Melanie Rigney

Éxodo 12:1-8, 11-14 • Salmo 116:12-13, 15-18 1 Corintios 11:23-26 • Juan 13:1-15

Isaías 52:13—53:12 • Salmo 31:2, 6, 12-13, 15-17, 25 Hebreos 4:14-16; 5:7-9 • Juan 18:1—19:42

10 de abril • Viernes Santo

Hoy no es el finalDespués de las amarguras…

gozará del pleno conocimiento.… Isaías 53:11

CADA VEZ QUE ESCUCHO la lectura de la Pasión, me provoca una gran emoción. El relato de la crucifi-xión es desgarrador. Te tienta a caer en la desespera-ción.

Pero en mi mente, me da esperanza y apoyo. Sé que la crucifixión no es la última palabra. No es el final del evangelio. Nuestro dolor es intenso, sí, pero momentá-neo. La resurrección llega enseguida.

En la vida de todos nosotros, hay tragedias profun-das. Algunas son pérdidas tremendas; estamos abruma-dos hasta el extremo.

Pero esta no es la última palabra. En nuestras propias tinieblas, cuando también nos sentimos abandonados, sabemos que no es el final. El último capítulo de la vida de Jesús y de la nuestra será el mismo.

Mons. Stephen J. Rossetti

11 de abril • Sábado Santo (Vigilia Pascual)

Sin bamboleosLos cerros podrán correrse

y bambolearse las lomas; mas yo no retiraré mi amor,

y mi alianza de paz contigo no se bamboleará… Isaías 54:10

CADA DÍA MIENTRAS VUELVO a casa en mi auto por la autopista Casey, me rodean las magníficas montañas del noreste de Pennsylvania. Me invitan a reflexionar sobre cómo el mundo creado que rodean evolucionó de los tiempos prehistóricos al auge de la minería del carbón del siglo pasado hasta hoy. Imagino todo el asombro, angustia, esperanza y sufrimiento que estos gigantes de antracita han visto a lo largo de los siglos en estos pequeños pueblos, valles y bosques.

Durante miles de años, estos centinelas rocosos han vigilado con fidelidad. Es impensable que alguna vez se vayan o se puedan ir de nuestro alrededor.

Aún más, dice Isaías, nuestro amado Dios nos acompañará en cada momento de nuestra vida cam-biante, con su presencia fiel e inquebrantable y sin bambolearse.

Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Genesis 1:1—2:2 • Éxodo 14:15—15:1 • Éxodo 15:1-6, 17-18 • Romanos 6:3-11 • Salmo 118:1-2, 16-17, 22-23 • Mateo 28:1-10

Hechos 10:34, 37-43 • Salmo 118:1-2, 16-17, 22-23 Col 3:1-4 o 1 Cor 5:6-8 • Juan 20:1-9 o Mateo 28:1-10

Domingo, 12 de abril • La Resurrección del Señor

‘Con él en la gloria’Preocúpense por las cosas de arriba, no por las de la tierra. Pues han muerto, y su vida está ahora escon-dida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes se verán con él en la gloria. Colosenses 3:2-4

NATURALMENTE NUESTRA ATENCIÓN en este día de Pascua se dirige al sepulcro vacío, a la resurrec-ción del Crucificado. Este hecho singular es la piedra angular de nuestra fe en la vida futura y la derrota final de Cristo sobre el pecado y la muerte. Pero san Pablo nos recuerda que este hecho tiene consecuencias inme-diatas también para nosotros.

Creemos que, en el Bautismo, morimos en Jesús para resucitar con él. San Pablo dice que nuestra vida ahora está “escondida con Cristo en Dios”. Lo que parecemos ser para otras personas, incluso lo que creemos que somos en nuestras labores cotidianas, ya no es lo que verdaderamente somos. La verdad de quiénes somos está siempre ligada a la verdad de quién es Jesús.

Las aleluyas que resuenan en este día gozoso celebran lo que hizo el Señor y lo que nos hemos convertido por él.

Padre celestial, ayúdanos a mirar a lo alto.Mark Neilsen

13 de abril • Lunes de la Octava de Pascua

Allí estarásMe enseñarás la senda de la vida… Salmo 16:11

SEÑOR, SABES QUE NO anhelo morir. Sabes lo que pienso, por lo cual sabes que no paso mucho tiempo pensando en eso. Pero es imposible señalar tu muerte y resurrección sin pensar en el hecho de que yo también voy a morir.

Francamente, celebrar tu resurrección no hace que la muerte sea menos terrible. Ni tampoco el pensar en mi participación en tu resurrección. Conozco el aquí y ahora pero la resurrección, no la conozco. Me siento muy arraigado aquí. Que te saquen de raíz, claro está, no es una expectativa agradable.

Pero sé que cuando llegue el momento de que me arranquen de este mundo, no estaré solo. Me mostrarás el camino a la vida. No, tú serás el camino a la vida. Tú ya hiciste el viaje de este mundo pasando por la muerte a la vida de resurrección. Cuando sea el momento de hacer el viaje, estarás allí para llevarme de esta vida a la vida contigo para siempre. Aún no espero con ansias que me saquen de este mundo. Y, sin embargo, Señor, “está alegre mi corazón” (Salmo 16:9).

Kevin Perrotta

Hechos 2:14,22-33 • Salmo 16:1-2, 5, 7-11 Mateo 28:8-15

Hechos 2:36-41 • Salmo 33:4-5, 18-20, 22 Juan 20:11-18

14 de abril • Martes de la Octava de Pascua

Corazón afligido[Pedro dijo:] “Sepa entonces con seguridad toda la gente de Israel, que Dios ha hecho Señor y Cristo a este Jesús a quien ustedes crucificaron.” Al oír esto se afligieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: “¿Qué tenemos que hacer, hermanos?”. Hechos 2:36-37

EN PENTECOSTÉS, la gente de Israel se enteró de que el Jesús crucificado realmente era el Cristo, y su corazón se afligió. ¡Cómo conozco ese sentimiento! Las veces que debí hablar y no lo hice; las veces que hice la vista gorda; las veces que lastimé a alguien por mi enojo, mi apatía, mi egoísmo. Es doloroso darme cuen-ta del daño que causé, el daño que hice. Mi corazón se aflige.

Pero el dolor y la pena que sentimos por nuestras acciones son dones. Nos hacen preguntarnos: “¿Qué debemos hacer?”. Este es el primer paso hacia el arre-pentimiento y, por el arrepentimiento, al perdón y la sanación de Dios.

Dios, concédeme la gracia para conocer mis equivocacio-nes y volcarme a ti.

Anne Pushkal

15 de abril • Miércoles de la Octava de Pascua

Grandes expectativasY tomándolo de la mano derecha, [Pedro] lo levantó [a un tullido de nacimiento]. Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies. Hechos 3:7-8

EL TULLIDO DE NACIMIENTO esperaba poco: una o dos monedas, tal vez, o un manto o un par de sanda-lias. Imagina su sorpresa cuando, en cambio, Pedro lo sanó en nombre de Cristo.

A veces también esperamos poco cuando nos acer-camos al Padre. Enfocamos nuestras oraciones y peticiones en ayuda tangible: sanación física, roman-ce, un nuevo empleo, en lugar de confiarle a él los detalles. Dios conoce mucho mejor que nosotros cómo se podrían atender mejor nuestras necesidades. Que podamos recordar que dejar de lado nuestras propias expectativas y simplemente pedir la gracia y el consejo de Dios nos dará la fortaleza, riqueza y consuelo más allá de lo imaginable.

Señor, te amo y en ti confío. Que se haga tu voluntad.Melanie Rigney

Hechos 3:1-10 • Salmo 105:1-4, 6-9 Lucas 24:13-35

Hechos 3:11-26 • Salmo 8:2, 5-9 • Lucas 24:35-48

16 de abril • Jueves de la Octava de Pascua

¡Pongamos más signos de admiración!¡Qué grande es tu nombre en toda la tierra!

Salmo 8:2

EL SALMISTA SE SIENTE aturdido al ver lo que Dios hizo: crear un universo inmenso, aunque dio a la raza humana aparentemente insignificante (“¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él?” versículo 5) un lugar tan prominente que estamos justo por debajo de Dios mismo (“Un poco inferior a un dios lo hiciste” versículo 6). ¿Quién puede comprender la despropor-ción entre nuestra pequeñez humana y la dignidad que Dios nos dio? Y si el salmista se asombraba por esta desproporción según su antigua visión del universo, ¿cuán sorprendido hubiera estado si conociera, como nosotros, lo inmenso que es el universo?

¡Y aquí es donde me empiezo a marear, Dios entró en su universo como uno de nosotros! El Hijo se convir-tió en Jesús de Nazaret. ¡Y dio su vida por nosotros y venció la muerte por nosotros! ¡Y después, siendo Dios y humano, regresó al Padre, llevando nuestra humani-dad a la vida interior de Dios! ¡Unidos a Jesús, somos “un poco inferior a un dios”, y copartícipes del amor de Dios creador de vida! “¡Oh Señor, nuestro Dios!” (versículo 2).

Kevin Perrotta

17 de abril • Viernes de la Octava de Pascua

En su presenciaApenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Juan 21:7

DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN, Jesús se apareció en el lago de Tiberíades en la pesca milagrosa de tantos peces que los discípulos no pudieron meterlos en la bar-ca. A pesar de estar cerca de la orilla, Pedro no veía la hora de estar con Jesús y saltó semidesnudo al costado de la barca y nadó hacia él.

Casi nunca llego a la Adoración del Santísimo Sacra-mento. Estoy ocupada o, al igual que los discípulos, cansada de un día agotador o frustrante. Me olvido de que Jesús me espera con paciencia en la Eucaristía, su presencia tan inmediata como lo era para Pedro. No tengo que saltar al frío lago y nadar, todo lo que tengo que hacer es recordar hacerme un tiempito y un lugar en mi vida para estar con él.

Querido Jesús, llena mi corazón con el anhelo de estar en tu presencia.

Anne Pushkal

Hechos 4:1-12 • Salmo 118:1-2, 4, 22-27 Juan 21:1-14

Hechos 4:13-21 • Salmo 118:1, 14-21 • Marcos 16:9-15

18 de abril • Sábado de la Octava de Pascua

En una noche oscura, un grito de victoria

El Señor es mi fuerza, el motivo de mi canto,ha sido para mí la salvación. Salmo 118:14

SI ADAPTAMOS las metáforas del Salmo 118, pode-mos imaginar a Jesús parado en las puertas del cielo, declarando su conquista sobre las tinieblas y la muerte. Pero no siempre es fácil entrar a esta celebración celes-tial con todo el corazón. Por momentos, la victoria de Jesús parece distante de las realidades que enfrentamos: enfermedad, ansiedad por los hijos, conflictos persona-les, adicciones, pérdidas, y más. Sinceramente nos gus-taría verlo vencer los poderes del mal, o al menos nos gustaría librarnos de la responsabilidad de enfrentarlos, pero continúan los problemas, y seguimos luchando.

Resulta útil considerar la última vez que Jesús rezó el Salmo 118: después de la Última Cena, tal vez cuando él y los discípulos caminaban hacia Getsemaní. Mien-tras lo cantaba, sabía que triunfaría sobre la muerte y el mal con solo sufrir la derrota en la cruz. El camino por el cual compartimos su victoria también nos lleva a Getsemaní. Cuando nuestra vida nos lleva en esa dirección, Jesús camina a nuestro lado y nos ofrece este salmo, como expresión de nuestra fe en él.

Kevin Perrotta

19 de abril • Segundo Domingo de Pascua (Domingo de la Divina Misericordia)

Misericordia en la misericordia.Jesús les volvió a decir: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo tam-bién.” Juan 20:21

HOY ES EL DOMINGO de la Divina Misericordia. ¿Qué es exactamente la misericordia? Es compasión a un pecador, el perdón a alguien que no lo merece. El Evangelio de hoy nos hace ver el hermoso ejemplo de la misericordia de Jesús después de la Resurrección. En su primer encuentro con sus apóstoles después que lo abandonaron, Jesús no se enoja con ellos. No, los ben-dice: “¡La paz esté con ustedes!” ¡Es impresionante!

Jesús nos insta a dar misericordia unos a otros practi-cando las obras de misericordia corporales y espirituales: dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y presos, dar posada al peregrino, etc. Otras maneras incluyen ser amables con los demás, evitar los chismes, y dar una segunda oportunidad a alguien. Así veremos que Dios, como dice Thomas Merton, “es misericordia en la misericordia en la misericordia”.

Jesús, Misericordia. Jesús, Misericordia. Jesús, Miseri-cordia.

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Hechos 2:42-47 • Salmo 118:2-4, 13-15, 22-24 1 Peter 1:3-9 • Juan 20:19-31

Hechos 4:23-31 • Salmo 2:1-9 Juan 3:1-8

Lunes, 20 de abril

Nacer de nuevoEl que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. Juan 3:5-6

CADA UNO DE MIS SEIS HIJOS fue bautizado a unas semanas de nacer. Estaba tan atrapada en las dificultades de ser una nueva madre que solo tengo recuerdos vagos de los dos hechos más importantes de su vida: su nacimiento en la carne y su nacimiento en el espíritu.

Por suerte, en la misa revivimos nuestro bautismo una y otra vez. Nos persignamos con agua bendita al entrar al templo. Confesamos nuestra fe durante el credo. Nos arrepentimos de nuestros pecados, y en la liturgia de la Eucaristía, el sacerdote agrega una pizca de agua al vino que será nuestra bebida espiritual: el Cuerpo y Sangre de Cristo en la Eucaristía.

Estos ritos vuelven visibles las realidades espirituales, y nos recuerdan que podemos nacer otra vez todos los días.

Elizabeth Duffy

Martes, 21 de abril • San Anselmo

Un modo de ser distinto[Jesús dijo:] “Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levan-tado el Hijo del Hombre, y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna.” Juan 3:14-15

LAS PALABRAS DE JESÚS sobre Moisés levantando la serpiente en el desierto constituyen una referencia evidente a Números 21:9 donde Moisés puso una ser-piente de bronce en un poste y si alguien era mordido por una serpiente al mirarla quedaba curado. Al igual que la serpiente de bronce, Jesús será elevado, pero en una cruz. Pero implicará más que “mirar” a Jesús; más bien, debemos encomendarnos a él por completo. La recompensa no es solo sanación física sino “vida eter-na”. Ahora solo tenemos que asegurarnos que lo que entendemos por “vida eterna” incluya este concepto de justicia. ¡No es solo vida eterna; es un modo diferente de ser!

Señor, concédeme el don de una fe adulta. Mitch Finley

Hechos 4:32-37 • Salmo 93:1-2, 5 Juan 3:7-15

Hechos 5:17-26 • Salmo 34:2-9 Juan 3:16-21

Miércoles, 22 de abril

Enciende la luzPero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios. Juan 3:21

¿CÓMO VIVIMOS LA VERDAD? Parece tan fácil. Amar a Dios. Amar al prójimo como a nosotros mis-mos.

Pero ser parte del Cuerpo de Cristo no siempre es fácil. ¿Mostramos amor por Dios cuando estamos tan cansados que no nos queda tiempo para conversar con él? ¿Mostramos amor cuando no decimos su verdad en situaciones difíciles porque no queremos meternos en conflictos o críticas? ¿Mostramos amor cuando igno-ramos las necesidades de la gente que no se ve ni habla como nosotros porque es incómodo estar a su lado?

Como humanos, cometemos errores. Cuanto más nos enfoquemos en vivir la verdad y pedir la ayuda de Dios al enfrentar nuestros espacios oscuros, más cerca estaremos de su luz amorosa.

Padre, me mostraste tu verdad. Rezo para tener la forta-leza de vivirla.

Melanie Rigney

Jueves, 23 de abril • San Jorge, san Adalberto

¡Ven, Espíritu Santo!Aquel que Dios ha enviado… da el Espíritu sin medida. Juan 3:34

VEN, ESPÍRITU SANTO, ayúdame a remplazar el aje-treo de mi vida con un estilo de vida más sencillo, para enfocarme en “las cosas más profundas” de la vida y permitir tiempo para otras.

Alimenta mi deseo para comprenderme y apreciarme; ayúdame a no enfocarme demasiado en mí y a preocu-parme por las necesidades de los demás.

Cólmame con confianza en tu presencia consoladora. Cálmame cuando siento ansiedad y me preocupo por muchas cosas. Ayúdame a tener el valor de dejar de lado las cosas que no ayudan a transformar el mundo.

Continúa creando dentro de mí un hambre profunda por ti. Aliméntame con “la flor de trigo” de tu gozo, paz y amor. Recarga a menudo mi espíritu cansado con entusiasmo y energía que proviene de entregarte mi vida.

Sé mi sabiduría mientras busco el sentido en un mun-do plagado de dolor, sufrimiento, hostilidad y división.

Que siempre tenga hambre de ti, fuente de vida, para que siempre te añore y anhele.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.Fuera de lo común

Hechos 5:27-33 • Salmo 34:2, 9, 17-20 • Juan 3:31-36

Hechos 5:34-42 • Salmo 27:1, 4, 13-14 Juan 6:1-15

Viernes, 24 de abril • San Fidel de Sigmaringa

Encontrar a Jesús fuera de la IglesiaEl día entero en el Templo y por las casas no cesaban de enseñar y proclamar a Jesús, el Mesías. Hechos 5:42

LOS DISCÍPULOS PROCLAMABAN a Jesús como el Mesías en el templo (eso es lo esperado) y en sus casas (podríamos no esperar esto). La verdad es que por lo general es más fácil practicar nuestra fe dentro de una iglesia que fuera de ella. ¿Alguna vez alguien te cortó el paso en el estacionamiento de la iglesia después de misa? Si así fuere, ¿te tentó responder de una manera decididamente no cristiana?

Una pregunta para reflexionar hoy: ¿Cómo proclamo a Jesús fuera de la iglesia: en mi casa, el trabajo, la tien-da de alimentos, la autopista, el consultorio del médico, un restaurante, el parque, el autobús, un evento depor-tivo? ¿Interactúo de una manera amable y respetuosa con personas que a menudo paso por alto o no valoro: un vendedor, el muchacho que cambia el aceite, un car-tero, un mesero, una persona de mantenimiento, una señora de limpieza?

Jesús, ayúdame a proclamar tu nombre con mi amabilidad y respeto hacia todos los que encuentro hoy.

Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Sábado, 25 de abril • San Marcos

‘El amor de Dios por mí es real’Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7

INICIAR EL TRABAJO de conversión a partir de la verdad del amor de Dios por mí en este momento y circunstancias, y como lo soy ahora, no es esquivar el esfuerzo que exige la conversión. Es comenzar en el lugar correcto.

Podemos querer un tipo de conversión equivocado, deseando ser mejores porque no nos gusta cómo somos, o tenemos fuertes reservas sobre la voluntad de Dios a nuestro favor. La conversión se convierte en la decisión de hundir el yo que no apreciamos. Bajo esta presión emocional, lo que Dios nos ha dado y el tipo de conver-sión que Él quiere pueden no estar en nuestros planes. Lo que queremos es únicamente lo que cuenta; y quere-mos alejarnos de lo que somos.

La necesidad radical de oración no surge solo del he-cho de que necesitamos la gracia, y esta se encuentra en la oración. Debemos seguir pensando en esta realidad básica: la aceptación inimaginable en la que Dios nos envuelve. Dios disfruta de nuestra compañía, sonríe ante nuestras atenciones y se relaja en nuestros afectos.

Sor Miriam Pollard, O.C.S.O.[El Dios que escucha]

1 Pedro 5:5b-14 • Salmo 89:2-3, 6-7, 16-17 • Marcos 16:15-20

Hechos 2:14, 22-33 • Salmo 16:1-2, 5, 7-11 1 Peter 1:17-21 • Luke 24:13-35

26 de abril • Tercer Domingo de Pascua

“Estás en casa”Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron.… Lucas 24:30-31

UNA CARACTERÍSTICA UNIFORME de los relatos de la resurrección es que Jesús resucitado no se recono-ce de inmediato. Algo tenía que pasar para revelar que Jesús estaba con ellos en ese lugar.

Pienso que esto sigue sucediendo. Hace poco me pasó a mí en un hospital después de una cirugía. Mucho mayor que mi aprensión por la cirugía era mi temor de batallar con náuseas y dolores postoperatorios en una habitación con alguien que tuviese la TV al máximo en un programa violento o un programa de críticas duras. Estuve atrapada así con mi familia.

Cuando me llevaron en silla de ruedas del área de recuperación, descubrí que tenía mi propia habitación con cálidas paredes amarillas: el color de mi habitación en la casa que crié a mis hijos hace mucho. ¡El piso tenía el mismo diseño de terrazo como la cocina de esa casa! En ese momento, me di cuenta de que Jesús decía: “Estoy en este lugar. Estás en tu casa”.

Patricia Livingston

Lunes, 27 de abril

Por un buen tiempoTrabajen, no por el alimento de un día, sino por el ali-mento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre. Juan 6:27

JESÚS NOS ADVIERTE QUE las cosas físicas no duran para siempre y no nos sacian. Todavía como y tengo subscripción al cable, pero Jesús pregunta: ¿Dón-de pones tu atención? ¿Qué te motiva en la mañana? Si “trabajas” por lo material, en lugar de la misión, todo el apoyo que ofrezca no perdurará.

Por momentos, mi práctica religiosa se enfoca de-masiado en la vida social que conlleva. Y cuando esa comunidad de personas me decepciona, como a veces sucede, mi fe pierde su seguridad. Disfruto los placeres materiales, al igual que Jesús, pero si mi fe no se sus-tenta en lo eterno, no durará. A veces las recompensas materiales de fe parecen ser suficientes para mantener-me conectado cuando Dios parece ausente, pero no me sostendrán en el futuro.

Phil Fox Rose

Hechos 6:8-15 • Salmo 119:23-24, 26-27, 29-30 Juan 6:22-29

Hechos 7:51—8:1 • Salmo 31:3-4, 6-8, 17, 21 Juan 6:30-35

Martes, 28 de abril • San Pedro Chanel, san Luis María Grignon de Montfort

Despeja el corazónSeñor, no les tomes en cuenta este pecado. Hechos 7:60

MIENTRAS LO APEDREABAN a muerte, Esteban clama al Señor piedad para sus asesinos. Un corazón tan magnánimo nos parece extraño. Es probable que nuestro corazón se endurezca por las heridas abiertas del pasado. Cada día, las oprimimos más al juzgar al conductor que nos corta el paso o al representante del seguro en el teléfono que no parece estar interesado en ayudarnos. Agregamos otra dosis de resentimiento cuando nos levantamos primero, otra vez, para preparar el café mientras nuestro cónyuge se queda en la cama.

Tal vez Esteban perdona rápido porque la muerte está cerca. Pero cumplimos nuestras tareas juzgando a los demás, y, por si fuera poco, acumulando la falta de perdón día a día. ¡El efecto acumulado es un gran pesar en el corazón! Casi sin aliento, Esteban clama, pidien-do al Señor que reciba su Espíritu. Debe de haber sido un espíritu tan liviano y diáfano, que se unió rápido a Dios. Comencemos a despejar nuestro corazón hoy y a relajarnos, para que cuando el Señor nos llame, poda-mos ir rápido hacia él como Esteban.

Jennifer Christ

Miércoles, 29 de abril • Santa Catalina de Siena

Gozo: signo verdadero de Dios Así Felipe anunció a Cristo a los samaritanos en una de sus ciudades adonde había bajado… Hubo, pues, gran alegría en aquella ciudad. Hechos 8:5, 8

EN LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES y las cartas de San Pablo, la respuesta de la gente que comenzó a creer era gozo. Me recuerda lo que dijo Leon Bloy: “La alegría es el signo más infalible de la presencia de Dios”. ¡Qué tesoro para guardar!

Pero me doy cuenta de que esa alegría puede verse abrumada. Del mismo modo que una migraña puede arruinar un picnic, hechos dolorosos pueden eclipsar la alegría. Hace poco en un momento difícil, recordé que la abuela de una amiga me mostró su “caja fuerte de la alegría” de madera, en la que guardaba cosas que la conectaban con la alegría y le recordaban la presencia de Dios. La semana pasada comencé mi propia caja con dos cosas: un botón del uniforme que mi padre usó cuando regresó sano y salvo de la guerra y una nota de un nieto que había repetido tercer grado: “¡Abuela! Saqué A en todo. Lo voy a lograr.”

Querido Dios, gracias por el gozo. Ayúdanos a mantener-lo lejos del peligro.

Patricia Livingston

Hechos 8:1-8 • Salmo 66:1-7 Juan 6:35-40

Hechos 8:26-40 • Salmo 66:8-9, 16-17, 20 Juan 6:44-51

Jueves, 30 de abril • San Pío V

Un hermano en CristoSiguiendo el camino llegaron a un lugar donde había agua. El etíope dijo: “Aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?”… Entonces hizo parar su carro. Bajaron ambos al agua y Felipe bautizó al eunuco. Hechos 8:36-38

AL LEER SOBRE EL BAUTISMO del eunuco etíope, me siento enormemente fascinado. Gran parte de eso se debe a una respuesta a la receptividad incomparable del eunuco. Lo único que quiere es comprender lo que necesita hacer para convertirse, y no ve motivo alguno para no poder bautizarse ya. Hay agua, ¡hagámoslo!

También estoy fascinado por cómo mi tocayo Feli-pe no considera un inconveniente que este viajero sea un eunuco. Los eunucos eran habituales en las cortes reales, como el de la reina de Nubia a la que este servía, pero para la ley judía eran impuros. En lugar de verse atrapado en una lucha entre identidad sexual y religión, Felipe encarna las palabras de Pablo, que no ve a un bárbaro o judío, eunuco o completo, sino sencillamente un hermano en Cristo Jesús.

Phil Fox Rose

Oraciones diarias y bendiciones

Oraciones diarias y bendiciones

Oración de Pascua de ResurrecciónDIOS DE LA GLORIA, lo que has hecho por nosotros está más allá de nuestra mayor expectativa. La vida misma es ya un increíble regalo para nosotros, y por su Resurrección, tu Hijo nos ha dado también una partici-pación en su vida divina. Al celebrar los cincuenta días del Tiempo Pascual, que podamos crecer en gratitud y reconocimiento por estar entre los discípulos de Jesús. Ayúdanos a vivir nuestra promesa bautismal cada día para que podamos ser signos vivos de tu amor en el mundo. ¡Aleluya! Amén.

Oración de San Ignacio de LoyolaTOMA, SEÑOR, y recibe toda mi libertad, mi me-moria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste; a Ti, Señor, lo torno; todo es tuyo, disponlo todo a tu voluntad. Dame tu amor y gracia, que esto me basta. Amén.

Oraciones diarias y bendiciones

Oraciones diarias y bendicionesAceptación de la voluntad de Dios

SEÑOR, yo acepto de tu Mano, con ánimo y gustoso, cualquier género de vida y muerte que quieras darme con sus amarguras, penas y dolores; como prueba de mi amor para unirme a tu Redención por mí y mis her-manos, con la esperanza luminosa de la eterna felicidad junto a Ti.

GRANDE ERES, SEÑOR, y laudable sobre manera; grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene número. ¿Y pretendo alabarte yo, pequeña parte de tu creación, y precisamente yo, que, revestido de mi mortalidad, lleva consigo el testi-monio de mi pecado y el testimonio de que resistes a los soberbios? Con todo, quiero alabarte, pequeña parte de tu Creación. Tú mismo me excitas a ello, haciendo que me deleite en alabarte, porque nos has hecho para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti.

San Agustín

AgradecimientoCreative Communications for the Parish recibe copias de libros sobre espiritualidad. Estos libros son evaluados por editores que seleccionan citas breves para incluir en La Fe Viva. Agradecemos a los siguientes las breves ci-tas en este ejemplar: Joyce Rupp, Out of the Ordinary: Prayer, Poems, and Reflections for Every Season, © 2000 Joyce Rupp, Ave Maria Press. Miriam Pollard, O.C.S.O., The Listening God, © 1989 Michael Glazier, Inc. Pope John Paul II, Draw Near to God, © 1987 Servant Books.

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‘Son un signo de la cercanía de Cristo a estos hermanos necesitados de esperanza’

Estimados lectores de La Fe Viva: El Papa Francisco hace poco se dirigió a un grupo de capellanes de prisiones y les pidió que les dijeran a los presos que él reza por ellos. Les recordó que “son un signo de la cercanía de Cristo a estos hermanos necesitados de espe-ranza”. La oración es siempre el mejor lugar para empezar, y los animo a ustedes, tam-bién, a rezar por las mujeres y hombres encarcelados. Al apoyar el trabajo de Living Faith Foundation ustedes también serán “un signo de la cercanía de Cristo” a los que están necesitados de esperanza. La Fe Viva y Living Faith son distribuidos sin costo a los capellanes por vía de la Living Faith Foundation, y son formas sencillas de rezar con la Escritura. Un re-galo de $35 permitirá a 40 reclusos recibir LFV por un año. Cualquier regalo es siempre apreciado y hará mucho bien en las cárceles de todo el país. Gracias por sus ora-ciones y apoyo continuo. Que sean fortalecidos en la fe, la esperanza y el amor.

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■Devociones diarias (Abril–Mayo–Junio 2020) ■Oraciones diarias y bendiciones (páginas 93-95)

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