Todos buscamos ser más eficientes; sin embargo, esto muchas veces no es posible porque no planificamos

las tareas pendientes. Aumentar la productividad depende de ello. Descubre cómo lograrlo

Una queja constante entre las personas es que el tiempo nunca es suficiente para realizar todas las tareas diarias. Entre reuniones, trabajo, familia, estudios, salidas y un sin fin de cosas más, se nos pasan los días y cada vez nos sentimos menos productivos. La solución a este problema está en un elemento clave: la planificación.

La falta de organización es una de las principales razones por las cuales sentimos que nuestros días son cada vez más cortos. Si sientes que no te alcanza el tiempo para hacer todo lo pendiente, entonces debes comenzar a planificar tus actividades diarias en base a tus prioridades y necesidades.

La planificación es fundamental para aumentar nuestra productividad no solo en el trabajo sino en nuestra vida diaria. Muchas veces el tiempo se nos va de las manos porque nos distraemos entre tantas actividades que al final no completamos ninguna. La idea es organizar de forma coherente nuestros quehaceres diarios para así ser más productivos.

Teniendo en cuenta que la planificación es la clave para aumentar tu productividad, bien sea en el trabajo, en el hogar, en los estudios o en cualquier otra área de nuestra vida, desde Geformas te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán en el proceso de organizar tu día y así evitar perder horas valiosas.

Para comenzar a planificar tus días es necesario que tengas claro qué es lo que harás. Para ello es recomendable que hagas una lista donde anotes todas las tareas que tienes que ejecutar. Es importante que organices tus pendientes de acuerdo a un orden de prioridad e importancia.

Obviamente, no todos los asuntos están a un mismo nivel, por ello, dependiendo de su importancia, debes determinar de cuáles te encargarás primero. Al establecer tus tareas podrás calcular cuánto tiempo necesitas para cada una de ellas y en base a eso organizarlas según el tiempo del que dispones.

Cuando realices tu lista de tareas o tu plan de trabajo puedes anotar todo; sin embargo, es necesario que la revises de forma constante para que vayas eliminando tareas innecesarias. Muchas veces pensamos que necesitamos realizar una tarea o actividad de cierta manera y posteriormente puede resultar un trabajo innecesario.

Por ello es importante que analices muy bien tus tareas para no invertir tiempo y energía en algo que no vale la pena. De esta manera estaremos aumentando nuestra productividad, ya que podemos enfocarnos en otros asuntos que sí ameritan nuestra atención.

Haz una lista con todaslas tareas que tienes que ejecutar

Elimina las tareas innecesarias del plan

de trabajo

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Si realizas una buena planificación, no habrá necesidad de aplazar tareas. Postergar tus pendientes hará que te atrases en tu rutina de ejecución de actividades y además corres el riesgo de comenzar a procrastinar y volver a caer en el ciclo del tiempo limitado.

Claro que, algunas veces, hay situaciones que nos obligan a aplazar ciertas actividades; no obstante, lo ideal es tratar de evitar estas situaciones y -en caso de que sucedan- se debe incluir la tarea no cumplida dentro de la planificación tratando de que afecte lo menos posible a las demás actividades.

Ciertamente la idea de planificar nuestros días tiene como objetivo aumentar nuestra productividad, es decir, poder hacer varias cosas al día sin tener que postergarlas por falta de tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no siempre podemos llevar a cabo varias tareas en un mismo día, ya que esto depende de la complejidad del asunto.

Existen tareas más exigentes que otras, por ello debes tener presente que muchas veces es mejor concentrarse en una tarea única al día. Si esta requiere mucho esfuerzo o mucha atención, lo ideal es dedicarse a ella de forma exclusiva. Esto no te hará menos productivo; recuerda que hacer muchas cosas tampoco es sinónimo de productividad.

No postergues tareas

Concéntrate en una única tarea si esta requiere

mucho esfuerzo

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Debes estar consciente de que no eres ningún superhéroe ni ninguna heroína. Para ser una persona productiva no necesitas hacer miles de cosas, sino hacer las que te corresponden de manera ordenada y en el tiempo requerido. No todo debes hacerlo tú, muchas veces es importante delegar tareas.

Al realizar una planificación notarás que hay tareas que puedes delegar a otras personas, de manera que puedas disponer de más tiempo para realizar las tareas que obligatoriamente debes realizar tú.

Para aumentar tu productividad es importante que identifiques en qué periodos de tiempo eres más productivo. La mañana es quizá el momento del día en el que la mayoría de las personas tienen más energía; sin embargo, hay otras que se concentran más en la tarde o inclusive en la noche.

Por ello es importante que conozcas si eres más productivo en las mañanas, en las tardes o en las noches, para que así aproveches tu capacidad al máximo. Puedes aprovechar este conocimiento para organizar tus actividades en función de tu energía: en los momentos de bajón puedes hacer frente a tareas que requieren menor capacidad intelectual y en los momentos donde te sientes más creativo, realizar las tareas más exigentes.

Delega tareas

Identifica tus horas más productivas

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Este es un elemento clave para aumentar la productividad. No podemos ser productivos si nuestro día comienza después de las 10 de la mañana. Las primeras horas del día son fundamentales, ya que por lo general es el momento del día cuando estamos más activos.

Levántate temprano y comienza tus actividades lo más pronto posible. De esa manera lograrás que tu tiempo se maximice y podrás hacer muchas más cosas durante el día.

Es importante tener en cuenta que cada persona tiene un ritmo de trabajo distinto y que quizá lo que funciona para ti, no es lo mismo que funciona para tus amigos o tus compañeros de trabajo. Tu planificación personal dependerá de tus necesidades; sin embargo, lo esencial es que tengas en cuenta que este modelo de organización es el que podrá guiarte para aumentar tu productividad.

Si estás fatigado, no serás productivo, así de sencillo. Por ello es importante evitar la fatiga mental y física y eso solo puede lograrse estableciendo momentos de descanso dentro de la jornada. Distribuye tus tareas a lo largo del día y establece descansos de entre 5 y 20 minutos cada 25 o 30 minutos de actividad.

La duración de los descansos dependerá de la tarea que estés realizando, por ello tú serás el responsable de determinar qué cantidad de tiempo necesitas para recobrar las energías antes de comenzar una nueva tarea. Al descansar podrás ser más eficiente y de seguro estarás más motivado para continuar.

Levántate temprano

Incluye descansos en tu jornada

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