todo periodismo es politico

13
TODO PERIODISMO ES POLITICO Emerio Agretti El propósito del periodismo consiste en proporcionar al ciudadano la información que necesita para ser libre y capaz de gobernarse a sí mismo. Bill Kovach y Tom Rosenstiel La noticia es lo que los periodistas creen que interesa a los lectores. Por lo tanto, la noticia es lo que interesa a los periodistas. Ismael Herraiz (“El reporterismo”) La condición de “polìtico” atañe al periodismo desde su propia definición o aparece en cuanto se pretende abordarlo desde sus funciones, propósitos o rol en la comunidad. No es así para el Diccionario de la Lengua Española, que lo conceptualiza a través de un procedimiento descriptivo, circunscripto a su faz mecánica: “Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades”. Otras definiciones basadas en ésta amplían y especifican la noción de “tratamiento”, y con eso se acercan a la verdadera dimensión de la actividad, cuando consignan la secuencia operativa

Upload: emerio-agretti-rivoira

Post on 16-Jan-2016

6 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Consideraciones sobre el periodismo y la politica

TRANSCRIPT

Page 1: Todo Periodismo Es Politico

TODO PERIODISMO ES POLITICOEmerio Agretti

El propósito del periodismo consiste en proporcionar al ciudadano la información que necesita para ser libre y capaz de gobernarse a sí mismo. Bill Kovach y Tom Rosenstiel

La noticia es lo que los periodistas creen que interesa alos lectores. Por lo tanto, la noticia es lo que interesaa los periodistas.Ismael Herraiz (“El reporterismo”)

La condición de “polìtico” atañe al periodismo desde su propia definición o aparece en cuanto se pretende abordarlo desde sus funciones, propósitos o rol en la comunidad.

No es así para el Diccionario de la Lengua Española, que lo conceptualiza a través de un procedimiento descriptivo, circunscripto a su faz mecánica: “Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades”.

Otras definiciones basadas en ésta amplían y especifican la noción de “tratamiento”, y con eso se acercan a la verdadera dimensión de la actividad, cuando consignan la secuencia operativa recolección-selección, síntesis y jerarquización-difusión. Si en ambos extremos se encuentran las acciones más visibles del accionar periodístico, en los términos del medio es donde se cifra la manera en que se posiciona en la sociedad.

“Tenga cuidado el lector con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos desde un lado. Y tenga cuidado exactamente el mismo cuidado con las mismas cosas cuando lea otros libros”, advierte George Orwell (Homenaje a Catalunya)

Page 2: Todo Periodismo Es Politico

En ese sentido, el abordaje de Vicente Leñero y Carlos Marín en su Manual de Periodismo, conserva la vigencia de los clásicos y permite esquematizar unas pocas consideraciones que otorgan mayor precisión y alcance a la definición:

El periodismo es una forma de comunicación social a través de la cual se dan a conocer y se analizan los hechos de interés público.

El periodismo resuelve de manera periódica, oportuna y verosímil la necesidad que tiene el hombre de saber qué pasa en su ciudad, en su país, en el mundo, y que repercute en la vida personal y colectiva.

El interés público –y el periodismo en consecuencia- tiene como límite la intimidad de las personas.

Periodicidad, oportunidad, verosimilitud e interés público son características fundamentales del ejercicio periodístico.

La transmisión y el enjuiciamiento de los hechos hacen del periodismo una disciplina básicamente intelectual.

Volviendo a la secuencia enunciada, la recolección de la información se conecta con cuestiones fundamentales de la actividad periodística, en todas las cuales –como en toda disciplina intelectual- participa el factor ideológico: la conceptualización sobre qué es noticia (y, por ende, merece ser recolectada), el manejo de una agenda de temas o áreas predeterminados, el menú de fuentes a las que se acude y la manera en que se establece el vínculo con cada una de ellas.

Ese mismo ideario o marco conceptual intervendrá en la etapa de tratamiento: a qué informaciones se les da curso y cuáles son desechadas, qué enfoque y nivel de profundización merecen, qué trascendencia poseen desde el punto de vista del medio en cuestión.

Las decisiones tomadas en estas instancias son las que hallarán cauce luego en el momento de la difusión, con mayor o menor desarrollo o rotación, ubicación y despliegue.

En ese sentido, los aportes teóricos desde el campo de la semiótica permiten desechar hoy la aseveración –carente por completo de la ingenuidad que pretende trasuntar- de que los medios de comunicación “reflejan” la realidad tal cual es y hablar, con mayor propiedad, de un proceso

Page 3: Todo Periodismo Es Politico

de “reconstrucción” de esa misma realidad, en base a los parámetros descriptos.

“No hay duda de que los hechos existen por sí mismos, autónomamente. Pero lo real es un tejido, una amalgama de lo fáctico que no tiene entidad propia: nace a partir de una decisión”, explica Daniel Ulanovsky Sacks. “La actualidad, precisamente, está hecha: para saber de qué está hecha, no es menos preciso saber que lo está. No está dada sino activamente producida, cribada, utilizada y performativamente interpretada por numerosos dispositivos ficticios o artificiales, jerarquizadores y selectivos”, añade, por boca del filósofo francés Jacques Derrida.

Y lo completa con un ilustrativo ejemplo: “Cuando hablamos sobre los destrozos que provoca un huracán, la noticia pequeña hace hincapié en la fuerza devastadora del fenómeno natural y ese suele ser el acercamiento más usual en la prensa. Si, en cambio, se coloca ese hecho en un tejido que incluya las políticas públicas, la planificación preventiva en la industria de la construcción o el manejo del dinero del fisco, nos encontraremos con que lo devastador no se centra tanto en la fuerza del huracán sino en una sumatoria de imprevisibilidades, manejos erróneos y corrupciones que no supieron adelantarse al suceso”.

Este último enfoque encuadraría, dentro del campo netamente comunicacional, en lo que Mar de Fontcuberta llama “periodismo sistema”. Y que se define por oposición a la lógica del “periodismo mosaico”: actualidad furiosa y descontextualizada, desplazamiento de las noticias por otras más nuevas, búsqueda del impacto, superposición de temas, carencia de un análisis que permita relacionar los datos de manera útil y adecuada. Un mecanismo de producción en serie funcional al rédito inmediato y al concepto de la noticia mercancía (Stella Martín, “Periodismo, noticia y noticiabilidad”), tanto como a la conservación de un determinado entramado de intereses. Lo cual equivale aludir a la dimensión polìtica del periodismo, en el sentido más amplio del término.

Por eso, el punto pasa a ser la manera en que se encara la “construcción” que se hace con los datos proporcionados por la realidad, con el propósito de otorgarle masividad. Y si esto se hace al servicio de una causa determinada, un status quo establecido o en ejercicio de la convicción acerca de las responsabilidades del periodismo para con la comunidad.

Esto deja de lado la perimida dicotomía entre objetividad deseable y condenable subjetividad, para optar por la toma de posición categórica y expuesta, o, en relevo de la pretendida y engañosa neutralidad, la búsqueda de “la mayor objetividad posible” (Umberto Eco), el rigor en la obtención y procesamiento de los datos, la absoluta honestidad intelectual.

Page 4: Todo Periodismo Es Politico

Más allá de la depuración de los términos del debate, se trata de una cuestión que involucra al periodismo desde su propia concepción, pero que en realidad se remonta mucho más atrás.

Lo deja en claro Tucídides en La historia de la guerra del Peloponeso (460 A.C) :

“Con respecto a mi narración de estos eventos, he tomado como principio no escribir la primera historia que se cruce en mi camino y ni siquiera dejarme llevar por mis propios impresiones generales: o he estado presente en los acontecimientos que describo o los he escuchado a testigos cuyos informes he comprobado todo lo posible. Pero incluso así la verdad no fue fácil de descubrir: diferentes testigos proporcionan diferentes testimonios de los mismos acontecimientos, ya sea por parcialidad, ya sea porque la memoria es imperfecta”.

De ahí que la famosa “teoría de las dos campanas”, según la cual la imparcialidad reclamada al periodismo quedaba cubierta con publicar las versiones diversas, opuestas e incluso contradictorias sobre un mismo tema, no sólo revela su ineficacia desde su propia concepción, sino que implica escamotear una obligación básica de los periodistas, que es acercar a la sociedad la versión más ajustada a la verdad que, con sus recursos y de buena fe, esté en condiciones de producir.

En “Los elementos del periodismo” (Aguilar, 2012), los periodistas estadounidenses Bill Kovach y Tom Rosenstiel sintetizan los nueve ítems a los que la prensa debe ajustarse para cumplir con el propósito que la sociedad le ha encomendado y que justifica su propia existencia. Se trata de una serie de preceptos que, en su mayor parte, pertenecen a la raigambre del periodismo clásico, la ética propia de la actividad y los desarrollos teóricos al respecto; pero que, en este caso, surge de un vasto y meticuloso estudio desarrollado durante dos años a través de encuestas, foros de discusión y entrevistas en profundidad a profesionales y público en general.

1.- La primera obligación del periodista es con la verdad.

2.- Su primera lealtad es hacia los ciudadanos.

3.- Su esencia es la disciplina de la verificación.

4.- Aquellos que lo practican deben mantenerse independientes con respeto a aquellos que cubren.

Page 5: Todo Periodismo Es Politico

5.- Debe servir como monitor independiente del poder.

6.- Debe proporcionar un foro para la crítica pública y el compromiso.

7.- Debe tener la ambición de convertir lo importante en relevante e interesante.

8.- Debe hacer que las noticias sean comprensibles y proporcionales.

9.- Aquellos que lo practican deben poder ejercer la libertad de conciencia.

Este enunciado, que desde una primera mirada podría estar viciado de ingenuidad –o también de cinismo- implica un esfuerzo por volver a las fuentes, establecer lo básico, inescindible e imprescindible del periodismo para definir su permanencia en cuanto tal.Después de todo, los mismos autores advierten que “existe la posibilidad de que la información independiente se vea sustituida por un comercialismo interesado que se haga pasar por noticia. Si esto ocurre, perderemos a la prensa como institución independiente, libre para vigilar a los demás poderes e instituciones de la sociedad. En el nuevo siglo, uno de los interrogantes más serios que puede plantearse la sociedad democrática es si la prensa independiente podrá sobrevivir. La respuesta dependerá de que los periodistas tengan la lucidez y la convicción suficientes para determinar qué significa ser una prensa independiente,y de que al resto de ciudadanos les importe tener una prensa independiente, debido precisamente a su condición de ciudadanos”.

Establecida la naturaleza eminentemente política del periodismo como tal, es posible avanzar hacia lo que podrìamos denominar periodismo polìtico en un sentido más específico, delimitando su campo de acción propio.

Page 6: Todo Periodismo Es Politico

DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE POLITICA

Política es eso: el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta; de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses.

José Martí

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.

Las dificultades para encontrar una definición satisfactoria de “política” se encuentran estrechamente vinculadas a las que entraña delimitar el área de la actividad humana que comprende. O, en términos científicos, el campo al que que dirigimos nuestro interés cuando usamos ese término.En otras palabras, y como ya tuvo la precaución de advertirlo Max Weber en su disertación sobre “La política como profesión”, en sentido amplio resulta tan abarcativa que vuelve la tarea prácticamente imposible. Puede despojarse de contenido propio para asimilar el de cualquier disciplina en la que sean pertinentes acciones o directrices en función de una pauta preestablecida (politica educativa, política financiera), o incluso desentenderse de la vinculación temática y pretender ser el hilo conductor de un parámetro de conducta (la política de una empresa, o de una persona). Como adjetivo asume indistintamente sentido positivo o negativo, para atribuir a un sujeto condiciones para la diplomacia, la contemporización, la gestión de intereses, el arte del eufemismo o el desarrollo de un discurso inocuo y oportunista. Para poder sentar las bases de cualquier desarrollo es necesario, entonces, recortar nuestro objeto de estudio e intentar establecer de qué hablamos cuando hablamos de política, en un sentido más estricto.

Page 7: Todo Periodismo Es Politico

La consagración del término “política” se produjo gracias a Aristóteles, quien en el siglo V A.C. lo utilizó para titular la célebre obra –o, en realidad, conjunto de ensayos sucesivos- que centró en la actividad desarrollada en las “polis” griegas; ciudades-estado que ensayaban formas de lo que todavía hoy conocemos como democracia.

Allí, Aristóteles analiza el origen del Estado y la sociedad, y establece que el primero se funda, precisamente, en el concepto de asociación. La asociación natural de individuos que se produce en las familias se convierte en asociaciones políticas entre familias para constituir pueblos, y entre pueblos para conformar estados.

Luego examina la obra de Platón, específicamente “La Repùblica” y “Las leyes”, abarcando aquí las formas de gobierno y diseño del Estado, a la vez que pasa revista a diversas constituciones conocidas en la época, para luego abocarse a la condición del ciudadano y su relación con la sociedad organizada.

Más allá del carácter fundacional de “La política” y la longeva vigencia de sus contenidos, resulta particularmente llamativa la actualidad de algunos de sus clásicos conceptos. Por caso, la distinción entre Constituciones puras –formuladas en orden al interés general y que practican rigurosamente la justicia- y Constituciones impuras -centradas en el interés personal de los gobernantes, y por tanto corrompidas.

Con el mismo parámetro establece las formas de gobierno puras e impuras: la monarquía, que es el gobierno de uno sólo, y su desviación como tiranía; la aristocracia, como gobierno de una minoría conformada por hombres de bien, con la contracara de la oligarquía (que tiene como fin el bien personal de los ricos); y la repùblica, o gobierno de la mayoría, y su degeneración en demagogia, entendida entonces como dirigida exclusivamente al interés de los pobres.

La obra –muy bien sintetizada y analizada en un artículo web de Ernesto .R. Alcayata- incluye también un diseño institucional de la ciudad perfecta, un amplio ensayo sobre la educación como pilar de la vida en sociedad, los deberes de los gobernantes y legisladores, las distintas formas de organización del poder y hasta una teoría de las revoluciones.

Page 8: Todo Periodismo Es Politico

A pesar de la amplitud de estos contenidos, todavía no alcanzan para tener una noción completa de lo que implica “política”, en sentido estricto. Pero sí para tomar los principales puntos de referencia que permitan avanzar hacia ella: organización social, Estado, representación, instituciones, regímenes de gobierno, ciudadanía, derechos y deberes. Y, sobre todo, poder: el eje alrededor del cual, de una u otra manera, giran todos los demás.

Así ocurre con la definición clásica de polìtica del Diccionario de la Real Academia Española, fechada en 1837: Arte de gobernar, dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad públicas, y conservar el orden y buenas costumbres. Y también en las tres acepciones específicas en que se ramifica la definición actual: Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados; Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos; Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.

Entendida en estos términos, la política aparece en los albores de la civilización, ya que en el período Neolítico se esbozaron las primeras estructuras de poder de ciertos individuos sobre el resto, basadas en jerarquías; y no simplemente en la preeminencia de quien tuviera mayor fuerza física o inteligencia.

Siglos después, los autores ensayaron diversas caracterizaciones. Las más aceptadas la toman como la actividad que tiene por objeto la obtención, el ejercicio y la conservación del poder en la sociedad.

En un sentido amplio, Carlos Fayt sostiene que es una actividad referida a conseguir, mantener o transformar los cargos de mando en cualquier formación social. Max Weber, por su parte, la cifra en “la dirección o la influencia sobre la dirección de una comunidad política, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado”. Con lo cual, también, “política significaría, pues, para nosotros: la intención de participar del poder, o de influir en la distribución del poder, ya sea entre los Estados, ya sea dentro de un Estado, o bien entre los grupos de personas a las que el Estado abarca”.

Vale la pena detenerse un poco más en el desarrollo que sobre el vínculo entre política y poder hace Weber:

En lo esencial, esto se corresponde con la terminología habitual. Cuando se dice que una cuestión es “política”, o que un ministro o un funcionario

Page 9: Todo Periodismo Es Politico

es un “político”, o que una decisión está “políticamente” condicionada, lo que siempre se quiere significar es que la respuesta a la cuestión, o la determinación de la esfera de actividad de aquel funcionario, o las condiciones de la decisión, dependen esencialmente de los intereses relacionados con la distribución, la conservación o los desplazamientos del poder. El que hace política aspira al poder; ya sea al poder como medio al servicio de otros objetivos – sean éstos idealistas o egoístas – o bien al poder “por el poder mismo”, para gozar de la sensación de prestigio que el poder confiere.

La política es el conflicto que se transforma en consenso, en acuerdo en que todo el mundo puede aceptar que no se trata de una cuestión de vida o de muerte” (Alain Rouquié) “Los argentinos estan despolitizados”, La Nación, 26/10/2008

La diferenciación específicamente política, con la cual se pueden relacionar los actos y las motivaciones políticas, es la diferenciación entre el amigo y el enemigo (…) Carl Schmidt