tierra y tecnología nº 44

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REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA • Nº 44 • SEGUNDO SEMESTRE DE 2013 Ilustre Colegio Oficial de Geólogos • CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013 • ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID • MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I) • LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE • CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013 • ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID • MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I) • LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE 35 Aniversario Ilustre Colegio Oficial de Geólogos

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Page 1: Tierra y Tecnología nº 44

REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA • Nº 44 • SEGUNDO SEMESTRE DE 2013

Ilustre ColegioOficial

de Geólogos

• CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013• ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

• MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)• LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE

• CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013• ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

• MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)• LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE

35 AniversarioIlustre Colegio Oficial de Geólogos

Page 2: Tierra y Tecnología nº 44
Page 3: Tierra y Tecnología nº 44

Sumario 2 • EDITORIAL

3 • CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013

8 • ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN

EN LA GRAN VÍA DE MADRID

21 • EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA

CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

28 • ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR

DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

43 • LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE

48 • CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE

51 • III REUNIÓN DE CAMPO DE GEOSENTRIP.

MINAS DE LOS SANTOS-FUENTERROBLE (SALAMANCA)

53 • PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES

EN TURKANA NORTE (KENIA)

62 • EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID

65 • X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA

71 • BAJO EL VERDE MANTO ASTUR

75 • MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)

83 • RECENSIONES

Edita:ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE GEÓLOGOS

ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN

RAQUEL MELLER, 7. 28027 MADRID

TEL.: (34) 91 553 24 03

COMITÉ EDITORIAL

EDITOR PRINCIPAL: J. L. BARRERA MORATE

COMITÉ DE REDACCION

JESÚS MARTÍNEZ FRÍAS. Dr. En CC. Geológicas. Investigador Científico del CSICPEDRO PÉREZ DEL CAMPO. Geólogo. Subdirector de Medio Ambiente. Dirección de Estrategia y Desarrollo. AdifJUAN GARCÍA PORTERO. GeólogoAMELIA CALONGE GARCÍA. Dra. en CC. Geológicas. Presidenta AEPECTRAFAEL PÉREZ ARENAS. Dr. Ingeniero de Caminos. Consultor JUAN RAMÓN VIDAL ROMANI. Dr. en CC. Geológicas. Catedrático de la Universidad de La CoruñaRUBÉN ESTEBAN. Investigador del IER - Consejería de Educación y Cultura. Gobierno de La Rioja

SECRETARÍA

CARLA MERCEDES DELGADO

WWW.ICOG.ES [email protected]

WEBMASTER: ENRIQUE PAMPLIEGA

DISEÑO

CYAN, PROYECTOS EDITORIALES, S.A. WWW.CYAN.ES [email protected]

ISSN: 1131-5016DEPÓSITO LEGAL: M-10.137-1992

‘TIERRA Y TECNOLOGÍA’ MANTIENE CONTACTOS CON

NUMEROSOS PROFESIONALES DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

Y DISCIPLINAS CONEXAS PARA LA EVALUACIÓN DE LOS

ARTÍCULOS DE CARÁCTER CIENTÍFICO O INNOVADOR QUE SE

PUBLICAN EN LA REVISTA.LOS TRABAJOS PUBLICADOS EXPRESAN EXCLUSIVAMENTE

LA OPINIÓN DE LOS AUTORES Y LA REVISTA NO SE HACE

RESPONSABLE DE SU CONTENIDO.EN LO RELATIVO A LOS DERECHOS DE PUBLICACIÓN, LOS

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SIEMPRE QUE SE CITE EXPRESAMENTE LA FUENTE.

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REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA

Nº 44 • SEGUNDO SEMESTRE DE 2013

Page 4: Tierra y Tecnología nº 44

GRACIAS, JOSÉ MARÍA HERRERO

2 • Tierra y tecnología, nº 44, 2 • Segundo semestre de 2013

En el año 1978, después de sortear no pocas dificultades de carácter

corporativo que se oponían a la constitución de nuestro colegio profe-

sional (¡¡increíble!!), se logro la creación del Ilustre Colegio Oficial de

Geologos. Mucho se ha trabajado desde aquellos tiempos por parte de los

pioneros y sus continuadores para llegar hasta donde estamos. Somos una

profesión que, aun en día, parece que “existimos” a pesar de los pesares.

Pero no nos engañemos, nadie nos ha regalado nada, ha sido un esfuerzo

titánico de todos los gestores que ha ido teniendo el Colegio y, sobre todo,

la confianza y constancia de los colegiados que han visto en la institución

colegial el instrumento para hacer política en un pais en el que no hacer

lobby profesional supone estar condenado a no existir. A los colegiados son

a los que hay que dar las gracias por su apoyo durante estos primeros 35

años que serán muchos más en el futuro. La geología en España esta sólo

en sus comienzos. Falta mucho trabajo por hacer y muchos más profesiona-

les bien preparados como los que van saliendo últimamente.

Parafraseando las palabras de “Una monarquía renovada para un tiempo

nuevo” que pronunció el nuevo Rey Felipe VI en su discurso de proclamación,

los geólogos también deseamos “Un tiempo nuevo para una nueva política

geológica”. Conviene recordar, para aquellos geólogos jóvenes que se han

incorporado al Colegio recientemente, que Felipe VI es geólogo honorífico,

una distinción que le concedió el ICOG hace unos años. Todos esperamos que

la sensibilidad que ha manifestado hacia muchos colectivos sociales en difícil

situación como jóvenes sin trabajo, víctimas del terrorismo, desempleo, etc.,

la tenga también hacia los profesionales, una actitud que ya ha tenido en

muchas ocasiones. Pero la política no la hace el Rey, la hacen los políticos, y

eso es lo que hay también que renovar; la ciudadanía lo ha dicho muy claro en

las últimas elecciones europeas: hay que renovar la forma de hacer política y

profundizar en la ética y honestidad de los gobernantes. No queremos nada

privativo para los geólogos, sino una mayor preocupación por las profesiones

a nivel de todo el estado y de la Unión Europea. Somos profesión regulada y

eso tiene que considerarse. No vale con que se consideren las profesiones

“tradicionales” como preferentes, sino que las que ya hace tiempo se entien-

des como fundamentales en otros países de la Unión y en otros países desa-

rrollados, como la geología y otras ciencias, lo sean también en España. ¡¡Esa

es la auténtica renovación para un tiempo nuevo!!

Otro tema muy importante que afecta directamente a los geólogos, y

que esta de rabiosa actualidad, es el debate sobre las energías renova-

bles. Si habitualmente son los desastres naturales los que ponen a los

geólogos en las portadas de la prensa, últimamente las técnicas de pros-

pección y los permisos de investigación de estas energías esta creando

una controversia que, en ocasiones, resulta un poco esperpéntica. Bien

sea la técnica del fracking, las prospecciones petrolíferas en Canarias y

Baleares, o el almacenamiento de gas en la plataforma Castor, están

demandando continuamente la presencia de los geologos en los medios

de comunicación. Desde varios puntos del territorio español se ha atendi-

do a la prensa en su demanda de información. Prensa escrita, radios y

televisiones han contactado con nuestro colectivo, bien sea en el Colegio

o en otros ámbitos de la profesión. La postura del Colegio, y la de muchos

otros profesionales ha sido siempre la misma; así lo manifestó en una

nota de prensa sobre el tema del fracking (fracturación hidráulica) cuando,

ante la creciente incertidumbre de los ciudadanos derivada de la informa-

ción que aparecía en los medios de comunicación, reiteró que los proyec-

tos y obras de investigación y explotación y el control y seguimiento de

las labores de aprovechamiento de recursos energéticos mediante esta

técnica, se deben ejecutar siempre en base a los principios de cautela y

de acción preventiva, previstos en el artículo 191.2 del Tratado de Funcio-

namiento de la Unión Europea, mediante una adecuada Evaluación de

Impacto Ambiental (EIA). Asimismo, el ICOG solicitaba que los proyectos

de investigación y explotación, de forma clara y específica, se realicen por

un equipo de técnicos especialistas en el medio natural e investigación y

explotación minera por sondeos, que realicen las labores de seguimiento

de la perforación y el control de la misma y las consecuencias que pueda

acarrear al medioambiente. También, concluía el ICOG diciendo que los

poderes públicos regulen adecuadamente el empleo de estas tecnologías

para evitar que afecten a la salud humana, los bienes y al medio ambien-

te, particularmente, a los acuíferos.

Una cosa similar manifestó el Colegio en el tema de la “crisis” de la

plataforma Castor de almacenamiento de gas. El catastrofismo sin funda-

mento, y manejando datos no contrastados y, en ocasiones, intenciona-

dos, de muchas personas que hablaron a la prensa, creó un estado de

alarma en las poblaciones cercanas que traspasa lo razonable. Que el

ministerio paralizara la actividad temporalmente ante la aparición de

sismicidad (sin duda inducida por las maniobras de inyección), pareció

una actitud lógica hasta que se estudiara en profundidad las causas y

consecuencias de seguir con la inyección en el almacenamiento. Pero de

ahí a vaticinar la catástrofe absoluta, es una posición poco seria.

Los geólogos no nos oponemos al desarrollo de las investigaciones

energéticas, y mucho menos, a la búsqueda de energías alternativas, pero

siempre con la cautela y buena información requerida para el ejercicio de

las buenas prácticas. Son tiempos nuevos para una buena geología.

EditorialUn colegio con 35 años ante un tiempo nuevo

2 • Tierra y tecnología, nº 44, 2 • Segundo semestre de 2013

Page 5: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 3

Cena-coloquio de Navidad 2013

NOTICIA

La tarde noche del martes 10 de diciembre, a las 20:00 h, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos celebró su tradicional cena-coloquio de Navidad, en la sede central de Madrid, en la calle Raquel Meller, 7. Entre colegiados, invitados y distinguidos, el número de asistentes fue de unas 65 personas.

Invitado de Honor y asistentesAnte los hechos tan mediáticos que se produje-

ron por la crisis sísmica inducida por la inyec-

ción de gas de la plataforma Castor, en el golfo

de Valencia, y la repercusión que tuvo en los

medios geológicos españoles y extranjeros, se

acordó invitar a la cena al ministro de Industria,

José Manuel Soria, por ser el titular de la polí-

tica gasística española. Se le ofrecieron las

fechas del 10 u 11 de diciembre y, el ministerio,

escogió el día 10. Pocos días antes de la fecha

señalada, concretamente el 27 de noviembre,

se recibe en el Colegio la siguiente comunica-

ción del ministerio:

“Como continuación a la conversación telefónica

mantenida hace unos instantes, les damos las

gracias por la amable invitación de Don Luis Euge-

nio Suárez Ordóñez al cóctel de Navidad, que

celebrarán el martes 10 de diciembre de 2013.

Lamentablemente, y por motivos de viaje oficial, el

Ministro de Industria, Energía y Turismo, D. José

Manuel Soria, no puede asistir a dicho acto.

Rogamos excusen su asistencia.”

Esta circunstancia nos obligó a buscar a un

nuevo invitado que tuviera relación con el mismo

ministerio y que fuera conocedor de temas de

minería y energía. El elegido fue el subdirector

general de Minas, José María Zapardiel, un téc-

nico conocido por el colectivo de geólogos ya que

estuvo varios años destinado en el IGME.

Inicio del actoEn la cena estaba la Junta de Gobierno del ICOG

casi al completo; el presidente, Luis Suárez; el

vicepresidente primero, José Luis Barrera; la vice-

presidenta 2ª, Cristina Sapalski; el secretario gene-

ral, Manuel Regueiro; la vicesecretaria, Carla Mer-

cedes Delgado; el tesorero, Carlos Duch; los vocales,

José Luis González, Miriam Martín, Carlos Calvo,

Ester Boixereu, Ruth Hernández y Benito Ribera;

la jefa de Secretaría, Fátima Camacho; el res-

ponsable de Administración y Calidad, Enrique

Pampliega, y otros trabajadores y colegiados del

ICOG. También estaban el presidente de Geólo-

gos del Mundo y vocal de la Junta, Ángel Carba-

yo, y la vicepresidenta de la Federación Europea

de Geólogos y vocal del ICOG, Nieves Sánchez

Guitián.

TEXTO | Manuel Recio. Europa Press.

FOTOGRAFÍAS | Yolanda García. ICOG.

A la llegada del subdirector general, José

María Zapardiel, fue recibido por el presidente

del ICOG, Luis Suárez, y por el vicepresidente,

José Luis Barrera, que le invitaron a pasar al

despacho de presidencia. Allí se fotografió con

parte de la Comisión Permanente del Colegio (figu-

ra 1) y firmó en el libro de honor (figura 2).

Entre los asistentes destacados a la cena

estaban Gonzalo Echagüe, presidente del Cole-

gio Oficial de Físicos y presidente de la Funda-

ción CONAMA; Lorena Ortega, decana de la

Facultad de Ciencias Geológicas; Agustín Pieren

Pidal, vicedecano de Postgrado y Relaciones

Institucionales de la UCM; Carlos Barat, director

general de Escal UGS; Juan José Durán, subdi-

rector del IGME; Diego Caballo, jefe de la edición

gráfica de EFE; Juan García Portero, colegiado y

responsable de exploración en la Sociedad de

Hidrocarburos de Euskadi (SHESA); Gonzalo Muz-

quiz, secretario de UP, José María Pérez Revenga

y Rafael Pérez Arenas. Una visión de la sala y sus

asistentes se ve en las figuras 3 y 5.

Figura 1. De izquierda a derecha: José Luis Barrera, José María Zapardiel y Luis E. Suárez.

Figura 2. José María Zapardiel firmando en el Libro de

Honor ante el presidente del Colegio, Luis E. Suárez.

Figura 3. Vista de los asistentes a la cena. En primer

término, Héctor Perotas (dcha.) y Carlos Duch (izda.).

Page 6: Tierra y Tecnología nº 44

CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013

4 • Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013

El acto oficial dio comienzo con las palabras

de José Luis Barrera (figura 6) dando la bienvenida

a los presentes y disculpando la ausencia del

ministro. A continuación tomó la palabra, el presi-

dente del Colegio, Luis Suárez. Un breve resumen

Algunas delegaciones del ICOG estuvieron

en el acto. Entre ellas se encontraban la del País

Vasco, representada por su presidente y vicepre-

sidente, Miguel Ángel Gómez y Julio Aizpiri, res-

pectivamente; la de Cataluña, representada por

su presidente, Joan Escuer, y su secretario

Ramón Pérez Mir; y la de Asturias, representada

por el nuevo presidente, Olegario Alonso. Tam-

bién asistió el nuevo delegado de Castilla y León,

Álvaro Rodríguez.

Intervención de Luis Suárez

El presidente del ICOG, después de agradecer

la presencia de los invitados, inició su discurso

hablando sobre el anteproyecto de Ley de Ser-

vicios y Colegios Profesionales. Los colegios

debemos promover el cambio de nuestra misión

y valores que nos haga ser útiles para los ciu-

dadanos. En este sentido, desde el marco de la

Unión Profesional, que reúne a 35 Consejos de

Colegios y Colegios de ámbito estatal, los Cole-

gios de Ciencias estamos liderando una actua-

ción constructiva en las alegaciones al antepro-

yecto de LSCP. Así, los Colegios de Ciencias

confiamos en que el Gobierno de España impul-

se en el futuro el proyecto de ley, a la luz de los

principios constitucionales de igualdad de opor-

tunidades e igualdad ante la ley. Los geólogos

deben jugar en España un papel clave para el

desarrollo, y su infrautilización deriva en graves

perjuicios económicos. Parte de su escasa utili-

zación a nivel colectivo se debe a que en las

propias Administraciones Públicas, la presen-

cia activa de geólogos y geocientíficos en sus

respectivas áreas de competencia es alarman-

temente baja, tanto en número, como en su

presencia en puestos decisorios. Sin ir más

lejos, el propio IGME tiene, a pesar de sus

denodados esfuerzos, cada vez menor peso y

presencia institucional y social, y en los cam-

pos específicos de las competencias de las

ciencias geológicas.

El almacenamiento geológico del CO2, el

almacenamiento de gas natural en reservorios

geológicos, la explotación de hidrocarburos a

grandes profundidades, o a partir de la fractura-

ción hidráulica de pizarras, la energía geotérmica,

las nuevas tecnologías de explotación de minas a

cielo abierto, o el almacenamiento de residuos

radiactivos son ejemplos de nuevas tecnologías

que pueden suponer un enorme futuro para satis-

facer y abaratar la demanda energética. En con-

traposición, tenemos a una sociedad enfrentada,

en algunas ocasiones con razón, por la escasa

información en las etapas decisorias.

La llave del futuro próximo está en la

“cuestión energética”, siendo, por tanto,

este tema uno de los retos más importantes en

la actualidad a nivel global.

Además de la energía, la geología y demás

ciencias de la Tierra juegan un papel clave,

entre otros, en los siguientes grandes retos

globales: El agua como georecurso. Los

suelos como recurso en un planeta culti-vado. La prevención, mitigación y control de los riesgos geológicos es una de las

tareas de mayor necesidad y urgencia en un

planeta en el que cada año las pérdidas econó-

micas y de vidas humanas crece exponencial-

mente desde las últimas décadas.

Cuando un ciudadano tiene un problema

geológico (se ha agrietado su edificio o se

colapsa una infraestructura, no se realiza un

aprovechamiento racional de los recursos natu-

rales, padece desastres por inundaciones) no

tiene mecanismos de defensa, dado que la

actuación de los geólogos, en estos casos, es

una actuación curativa. Por ello, demandamos a

los poderes públicos y al Ministerio de Indus-

tria en particular, en beneficio de los ciudada-

nos, que las políticas y planes de actuación

cambien la geología curativa, “tipo bombero”,

por una geología preventiva, silenciosa, efi-

ciente, mediante estudios geológicos, geotéc-

nicos, sísmicos, y de riesgos naturales adecua-

dos para el desarrollo de los proyectos

constructivos y la investigación de los recursos

naturales.

El ICOG también está muy concienciado de

la dura situación actual y, por eso, estamos

ayudando a nuestros colegiados que sufren el

gravísimo problema del paro. Hemos nombrado

delegados del Colegio en Chile, Canadá, Reino

Unido, Colombia y Perú, y nombraremos dele-

gados en los países donde haya nichos de empleo

geológico. Hemos firmado convenios de cola-

boración con las tres consultoras de búsqueda

de empleo internacionales por Internet para

poner en valor nuestros colegiados inscritos en

la bolsa de empleo, con resultados esperanza-

dores.

Por último, quiero aprovechar para felicitar

las Pascuas y desear un próspero año 2014 a

nuestros invitados y a todos los colegiados,

presenciales y por ICOGTV, así como reiterar el

agradecimiento sincero al señor subdirector

general de Minas por su presencia en este acto

y agradecer su franca voluntad de colaboración

con el colectivo de geólogos españoles.

Figura 4. Luis Suárez durante su intervención.

La llave del futuro próximo

está en la “cuestión

energética”, siendo, por

tanto, este tema uno de los

retos más importantes en la

actualidad a nivel global

Page 7: Tierra y Tecnología nº 44

NOTICIA

Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 5

Figura 5. Vista de los asistentes a la cena. En primer término, José María Benegas (dcha.) y Luis Suárez (izda.), en

la recepción del Colegio.

Figura 6. José Luis Barrera presentando el acto.

Figura 9. Manuel Regueiro recogiendo, en representación,

el título de la colegiada Elena Cano Lázaro.

Figura 10. El colegiado David González García

recogiendo su título.

del mismo puede leerse en el cuadro de texto de

la página anterior

.

Eurogeólogos, peritos y títulos profesionalesAl acabar el discurso del presidente Suárez,

Barrera dio la palabra a la vicepresidenta segun-

da, Cristina Sapalski (figura 7), para proceder al

acto de entrega de los títulos profesionales.

Sapalski recordó que el Colegio de Geólogos es

el primer colegio en emitir el título de Geólogo

Europeo de la Federación Europea de Geólogos.

Título de Geólogo Europeo

Guillermo Galán Martínez•

Enrique M. Álvarez Areces•

Santiago Veyrat Marqués•

Tomás García del Valle•

Luis Jesús Palmero Fernández•

Antonio Sánchez Lallana • (figura 8)

Elena Cano Lázaro (en su nombre lo recogió •

Manuel Regueiro, figura 9)

Rodrigo Nogués Herrero•

Pablo Morilla Moar•

Marta González Méndez•

Alfredo Varela Suárez•

Francisco Manuel Garrido•

Belén Herráez González•

José Luis Moya Mejías•

José Ignacio Escavy Fernández•

Emma López Guerrero•

Iván Reig Cerda•

Álvaro Ricardo Garrido Hernán•

Iván Cuervo Suárez•

Francisco Javier Guerrero Adame•

Ignacio Serrano López•

Emilio Linde Arias•

Ildefonso Jambrina Bermejo•

Cristina del Blanco Burón•

Addi Hmata Hmata•

Antonio Alberto Andrino Silgo•

Juan Ramón Jiménez López•

Ernesto Iglesias González•

Juan José Gallardo Jiménez•

Enrique Crespo Martín-Moro•

Título de Geólogo Profesional Especialista

Guillermo Galán Martínez / Hidrogeología•

Enrique M. Álvarez Areces / Petrología•

Santiago Veyrat Marqués / Geotecnia•

Rafael Budia Díaz / Ingeniero Geólogo•

Luis Jesús Palmero Fernández / Geotecnia e •

Ingeniería Geológica

Elena Cano Lázaro / Ingeniero Geólogo•

Rodrigo Nogués Herrero / Geotecnia•

Pablo Morilla Moar / Ingeniería Geológica•

Alfredo Varela Suárez / Geotecnia•

Belén Herráez González / Ingeniería Geológica•

José Luis Moya Mejías / Hidrogeología•

Iván Reig Cerda / Ingeniería Geológica•

Iván Cuervo Suárez / Ingeniería Geológica•

David González García / Ingeniería Geológica •

(figura 10)

Figura 7. Cristina Sapalski presentando los títulos

profesionales.

Figura 8. El colegiado Antonio Sánchez Lallana

recogiendo su título.

Page 8: Tierra y Tecnología nº 44

CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013

6 • Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013

Juan Carlos González Barrado / Ingeniería Geo-•

lógica (en su nombre lo recogió Manuel Reguei-

ro, figura 11)

Ignacio Serrano López / Ingeniería Geológica•

Antonio Alberto Andrino Silgo / Ingeniería Geo-•

lógica

Juan Ramón Jiménez López / Patología y Desas-•

tres Naturales

Roberto Álvarez de Sotomayor / Ingeniería Geo-•

lógica (figura 12)

Nuria Álvarez García / Ingeniería Geológica •

(figura 13)

Enrique Crespo Martín-Moro / Hidrogeología•

Francisco Alonso Couce / Comercio de fósiles •

y minerales

Titulo de Perito Geólogo

César Cambese Torres / Ingeniería Geológica•

Ignacio Serrano López / Ingeniería Geológica•

Roberto Álvarez de Sotomayor / Ingeniería Geo-•

lógica

Nuria Álvarez García / Ingeniería Geológica•

DistincionesDespués de la entrega de los títulos, el secreta-

rio del Colegio, Manuel Regueiro (figura 14), leyó

el acta en que se nombraba Miembro de Honor

del ICOG a doña Amelia Ruth Moyano, vicerrec-

tora del Campus Duques de Soria de la Universi-

dad de Valladolid (figura 15). Tras sus palabras

de agradecimiento (figura 16) se procedió a la

clausura del acto a cargo de José María Zapar-

diel, subdirector general de Minas.

Figura 16. Amelia Ruth Moyano agradeciendo la

distinción.

Figura 11. Manuel Regueiro recogiendo, en representación,

el título del colegiado Juan Carlos González Barrado.

Figura 13. La colegiada Nuria Álvarez recogiendo su

título.

Figura 12. El colegiado Roberto Álvarez de Sotomayor

recogiendo su título.

Figura 14. Manuel Regueiro presentado las

distinciones.

Figura 15. Amelia Ruth Moyano recogiendo su distinción de Miembro de Honor del ICOG, de manos de José María

Zapardiel, ante el presidente del Colegio.

Intervención de José María ZapardielTerminado el acto de entrega de distinciones,

José Luis Barrera, presentó al invitado José María

Zapardiel, un ingeniero de Minas por la Universi-

dad Politécnica de Madrid y, actualmente, subdi-

rector general de Minas en la Secretaría de

Estado de Energía. Zapardiel ha estado varios

años destinado en el IGME, donde trabajó en

colaboración con varios de los geólogos de la

institución. En el cuadro de texto adjunto, hay un

breve resumen de su discurso.

Page 9: Tierra y Tecnología nº 44

NOTICIA

Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 7

En primer lugar, quisiera excusar la ausencia del

ministro de Industria, Energía y Turismo que, pre-

viamente había comprometido su asistencia a

este acto.

Allá por el año 1976, un ingeniero de Minas

recién titulado, obtiene su primer trabajo.

¿Dónde? En un pequeño pueblo de la provincia

de Orense (La Gudiña). ¿Con quién? Con un

equipo de geólogos de la Compañía General de

Sondeos en un proyecto de investigación geoló-

gico-minera. Este hecho marcaría la primera

parte de mi vida profesional, y hasta el año 1993,

en el que pasé al Ministerio, en todos los pro-

yectos en que participaba lo hacía de la mano y

junto a geólogos, de Ibergesa, de Enadimsa, de

otras muchas empresas y, naturalmente, del

IGME, donde debuté con el equipo de geología

del MAGNA.

Ahora, en la fase final de mi vida laboral, es

un honor para mí reencontrarme con mis anti-

guos compañeros y poder agradecerles todo lo

que de ellos aprendí.

La utilización de los recursos naturales es

fuente de materias primas esenciales para el

desarrollo industrial y social de la Unión Euro-

pea. Las estrategias deben involucrar a todos

los actores que intervienen en el desarrollo del

sector. Pero los problemas del desarrollo soste-

nible no son iguales en la minería, en la explo-

tación de los hidrocarburos o en el aprovecha-

miento de sus estructuras, ni en los recursos

geotérmicos, y no digamos, en el de los mine-

rales radiactivos.

Las políticas de desarrollo sostenible no

pueden consistir exclusivamente en aumentar

la severidad de las políticas de protección

medioambiental, sino que, en la consideración

de que los conceptos “desarrollo” y “sostenibi-

lidad” deben tener un mismo peso, es preciso

que en aquellas se contemple un equilibrio

razonable entre los tres pilares: SOSTENIBILI-

DAD ECONÓMICA (crecimiento económico)

SOSTENIBILIDAD SOCIAL (equidad social) y

SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA (protección am-

biental).

La responsabilidad de evitar un deterioro

que perjudique el futuro reposa sobre el pilar

medioambiental del desarrollo sostenible, en

tanto que la preocupación por la satisfacción

de las necesidades actuales se reparte entre

los otros dos.

En definitiva, el desarrollo sostenible requie-

re la satisfacción de dos necesidades, que en el

caso de la minería son: la de disponer de mate-

rias primas minerales y la de proteger el medio

ambiente.

Ello significa que las actividades extractivas

tienen que realizarse consiguiendo a la vez unos

logros económicos y unos logros medioambien-

tales consistentes en que del ejercicio de la

actividad resulte que al menos el medio natural

no se deteriore.

En mi opinión, la protección, e incluso la

mejora, medioambiental ante la actividad econó-

mica, solamente puede llevarse a cabo con éxito,

si se cuenta con un conocimiento profundo de

cómo funciona la naturaleza y con instrumentos

para desarrollarlos. Y es aquí donde ustedes

deben jugar un papel importante.

La falta de una conceptuación clara de obje-

tivos, y sobre todo de su priorización, ha traído

consigo que se haya entendido el medio ambiente

de una manera localista, en cuanto a la extensión,

y muy amplia en cuanto al objeto de protección.

Como apunte final, quisiera recordar la decla-

ración de la Comisión Europea sobre la IMPOR-

TANCIA DE LAS MATERIAS PRIMAS a través de

la INICIATIVA EUROPEA DE MATERIAS PRIMAS

(RMI) (2008): cubrir las necesidades fundamenta-

les en Europa para generar crecimiento y empleo

y sus tres pilares (garantizar el acceso, potenciar

un suministro sostenible y reducir el consumo).

Pero para abordar todo lo apuntado ante-

riormente sería necesario un PLAN NACIONAL

DE MATERIAS PRIMAS en el que: definir una

política nacional de minerales (planificación

estratégica); poner en marcha un proceso de auto-

rización de la investigación y extracción de

minerales que sea claro; modificación de la Ley

de Minas, configurándola como Ley de Bases,

adaptándola al estado de las autonomías y a

las nuevas exigencias económicas y medioam-

bientales; creación de una Comisión Nacional

para la Industria Extractiva como punto de

referencia entre las diferentes administracio-

nes públicas con competencias en minería y el

resto de agentes del sector minero; revisión de

las Normas UNE a través del Subcomité Técni-

co de Normalización de AENOR “Gestión Mine-

ra Sostenible”.

Y en esta tarea debemos estar todos, ya no

hay que olvidar que, según la última estadística

minera (2011), existen 3.411 explotaciones en

activo con 35.262 empleos directos (por 3 en

indirectos) con un valor de la producción: 3.250

M€, lo que significa riqueza para el país.

Antes de finalizar, me gustaría reiterar mi

agradecimiento por permitirme poder compartir

estos momentos con los presentes, y en espe-

cial con mis antiguos compañeros, con los que

he vivido largas y / a veces lluviosas y nevadas

campañas geológicas por esas tierras de nues-

tra geografía.

Intervención de José María Zapardiel

Figura 17. José María Zapardiel durante su intervención.

Con las palabras del subdirector general, se

dio por concluido el acto oficial. A continuación

se ofreció a todos los asistentes un cóctel

variado de degustaciones culinarias para poder

acompañar las diferentes conversaciones, reen-

cuentros e incluso hasta contactos profesiona-

les, como siempre, en un ambiente distendido y

amable.

Alrededor de las 22:30 horas finalizó el acto.

Los asistentes se iban despidiendo de manera

escalonada. Todos salieron agradecidos. Hasta el

año que viene.

Page 10: Tierra y Tecnología nº 44

8 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

Aspectos de la construcción del edifi cio Carrión en la Gran Vía de Madrid

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

El edificio Carrión es todo un icono de la arquitectura de la Gran Vía de Madrid. Desde su origen, es más conocido como edificio Capitol por el cine del mismo nombre y por el hotel que en su día también se llamaba igual. En el artículo se describen, por una parte, la cimentación de una obra singular con un programa diverso, y, por otra, la estructura, el uso de la piedra, sus tipos en sus diferentes formas de colocación, por su situación (exterior-interior), tratamiento decorativo y acabados.

El edificio Carrión es el resultado de un concurso

promovido por Enrique Carrión y Vecín (1877-

1950), marqués de Melín, en el año 1930, quien

había adquirido uno de los mejores solares en el

inicio del tercer tramo de la Gran Vía. Carrión

convocó un concurso entre varios arquitectos

conocidos en el ambiente arquitectónico del

Madrid de la época (Cárdenas, Muguruza, Gutié-

rrez Soto, Garay y Zavala y Paramés con Rodrí-

guez Cano, además de Eced y Feduchi) con el

propósito de adjudicar la obra al mejor proyecto.

Carrión tras examinar los distintos trabajos des-

estimó su idea inicial y lo adjudicó al presentado

por unos jovencísimos Luis Martínez-Feduchi

Ruiz y Vicente Eced Eced.

Se trataba de resolver la esquina que se

producía entre la calle Jacometrezo y la nueva

Gran Vía en el quiebro que realizaba a partir de

la plaza de Callao. Era un solar de forma irregu-

lar, con dos fachadas importantes a las dos vías

TEXTO | Ignacio Feduchi Benlliure, arquitecto.

FOTOGRAFÍAS | VV. AA. Palabras clave

Edificio Carrión, edificio Capitol, arquitectura, Gran Vía, Feduchi, Eced.

Figura 1. Plano de la Gran Vía con la planimetría antigua sobre la que se trazó. En rojo, la parcela del edificio.

Figura 2. Vista del solar y la Gran Vía desde la plaza de Callao. Año 1931.

Page 11: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 9

“La cimentación, como

reflejo de la estructura

portante del edificio,

no plantea soluciones

especiales, a pesar de

que el edificio sí que

tiene varias aportaciones

novedosas a la estructura”

Figura 3. Vista aérea de la Gran Vía desde la Red de San Luis. Hacia 1931. Figura 4. Vista de la Gran Vía desde la Red de San Luis.

Al fondo, el solar del edificio Capitol. El edificio de la

Telefónica estaba ya construido.

Figura 5. Conjunto de la plaza de Callao con el edificio Capitol ya construido. Finales de los años cuarenta.

citadas y dos medianerías a dos edificios, uno

ya construido con fachada a la calle Jacometre-

zo y otro por construir con fachada a la Gran

Vía. Se puede decir que era el resultado del

trazado de la nueva calle, con el reparto de las

parcelas de forma más o menos regular que

tuvieran sus fachadas a la calle principal, y el

encuentro con el trazado viario existente (figu-

ras 1 y 2). Sin embargo, su situación respecto al

eje del segundo tramo de la Gran Vía proporcio-

naba una visión muy importante de fondo de

perspectiva desde la Red de San Luis que pro-

curaba una singularidad entre el resto de los

solares regularmente alineados y parecía ser

una de las razones que resultaron atractivas a

Carrión para actuar sobre este solar, de compli-

cada geometría.

El programa del edificioEl concurso proponía un programa complejo del

edificio que albergaba un cine, un hotel, apar-

tamentos, restaurante, cafeterías, sala de fies-

ta y tiendas; un programa amplio y diverso que

requería una solución singular que expresara

exteriormente una personalidad reconocible,

acentuada por la su situación particular en la

red urbana, como ya se ha descrito (figuras 3,

4 y 5).

El terreno y la cimentación

En principio, de los planos que disponemos pode-

mos deducir que la cimentación, como reflejo

de la estructura portante del edificio, se plantea

como una solución inmediata, a pesar de que el

edificio tiene varias aportaciones novedosas a la

estructura, que sin embargo parece que no nece-

sitan aportarse en la propia cimentación.

De la documentación histórica del proyecto

no existe ningún documento que formule un

estudio particular sobre la naturaleza del terreno

sobre el que había que construir. Por un lado, se

trabajaba con la experiencia que suministraban

los terrenos circundantes sobre los que ya se

Page 12: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

10 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

Luis M. Feduchi (1901-1975)

Luis M. Feduchi nace en Madrid el 11 de mayo de 1901. Desde muy joven vive con su tío y padrino Luis Cabello Lapiedra, arquitecto, que influyó en su formación y orientó en la elección de su futuro profesional. Estudia en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Compagina la carrera con el diseño de muebles y trabaja en los estudios de

Gutiérrez Soto e Ignacio Cárdenas, con el que colabora en la decoración del vestíbulo de Telefónica. En 1927, se casa con Matilde Benlliure, hija del pintor Blas Benlliure. En los primeros años participa en concursos (parador de carretera de la Secretaría de Turismo, con su compañero Eced, y en el monumento a Pablo Iglesias, en el que gana un accésit) y exposiciones. En 1929 comienza como arquitecto con los proyectos del Parador de Oropesa y, sobre todo, el edificio Carrión de Madrid (Capitol), este con Vicente Eced. El Parador de Oropesa fue uno de los primeros proyectos de rehabilitación y cambio de uso en una construcción histórica que se realizaron en España. El Capitol, edificio con múltiples actividades, resulta la imagen del Madrid moderno de entonces y de todas las épocas. En ambos edificios se encarga de la decoración y del diseño del mobiliario, como hará a partir de entonces en numerosas ocasiones. Une sus dos apellidos en uno sólo, Martínez -Feduchi. Con la Guerra Civil el trabajo se paraliza y empieza a realizar decorados para películas y para teatro. También, en esa época, comienza a escribir La historia del mueble. Durante la Guerra desempeña el trabajo de experto en muebles en la Junta Delegada de Incautación, Protección y Conservación del Tesoro Artístico

Nacional. Cuando termina la Guerra, como experto en artesanía popular y mobiliario, realiza la restauración del Castillo de la Mota de Medina del Campo y de las Navas del Marqués (Ávila).El Ministerio de Asuntos Exteriores le encarga la remodelación del Palacio de España en Roma y, hasta el final de su vida, será arquitecto asesor de este Ministerio realizando proyectos fuera de España, remodelaciones de edificios ya existentes e informes acerca de las embajadas o edificios españoles en el extranjero, además de diversos trabajos museísticos. En 1946 publica La

historia del mueble y La casa por dentro. A la vez, empieza a dirigir una colección “El mueble en España”, sobre los muebles de los museos de Madrid, y siguió participando en proyectos cinematográficos. Compagina el ejercicio libre de la profesión con trabajos para diferentes organismos oficiales. En 1950, su actividad se concentra en el proyecto y desarrollo de la obra del Hotel Castellana Hilton de Madrid, un edificio de programa complejo, con usos y sistemas de organización completamente desconocidos en España. Diseña y controla todos los aspectos ligados a los diversos servicios: comerciales, decoración, diseño de cuberterías, etc. Por desgracia, nada de ello se conserva.Crea, junto a los arquitectos Javier Carvajal y Carlos de Miguel, una nueva iniciativa en España, a través de SEDI (Sociedad para Estudios de Diseño Industrial), dedicada a la promoción del diseño industrial, que tuvo un eco bastante notable en el desarrollo del diseño. En su faceta de relación con la Administración, siguió trabajando para el Ministerio de Asuntos Exteriores, en Roma, Lisboa, Budapest, Praga y Madrid (especialmente en el proyecto no ejecutado de restauración de la iglesia de San Francisco el Grande). Su interés por la arquitectura popular le llevó a formar unos grupos de trabajo con los que realizó una colección de cinco volúmenes sobre la arquitectura popular española.Luis M. Feduchi murió en Madrid el 30 de septiembre de 1975.

Vicente Eced y Eced (1902-1978)

Natural de Valencia, Eced se tituló en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1927, donde fue compañero de Luis Martínez-Feduchi (1901-1975), además de amigo y vecino. Sus inicios profesionales fueron junto a Martínez-Feduchi, y ambos se hicieron populares por haber diseñado el conocido y emblemático Edificio Carrión (1931-34) (también llamado edificio Capitol), en la Gran Vía de Madrid. La gran calidad constructiva del edificio, les hace ganar la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1934, tras quedar desierto el primer premio, después de obtener el mobiliario diseñado por Feduchi el premio del Ayuntamiento de Madrid en 1933. El estilo arquitectónico de Vicent era de una visión moderna expresionista y próxima al art decó, propio de la época.

Durante la Guerra Civil española, Eced fue capitán en el bando republicano. Tras la finalización de la contienda, su adscripción al bando republicano le supuso la inhabilitación, hasta que, en 1945, pudo trabajar en el estudio del arquitecto Secundino Zuazo.Dedicó parte de los esfuerzos creativos a diversos proyectos de cines como el cine Vergara, en la calle de Goya, nº 67 (Madrid) (1948-1949), o los cines Roxy A y B, en la calle de Fuencarral, nº 123 (Madrid) (1950-1952). Además construyó un edificio de viviendas en el Paseo de la Habana, 84 (1956), varios establecimientos para la Editorial Aguilar, y numerosas viviendas en Alicante, Alcalá de Henares y Meco.

Page 13: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 11

Por tanto, el estudio geotécnico que hoy día

se realiza no era lo habitual. En cuanto a la

calidad de los terrenos, se sigue igualmente el

criterio de apoyarse en la experiencia de los

edificios vecinos, así como posiblemente el cono-

cimiento generalizado del tipo de tierras en esa

parte alta de la nueva Gran Vía. Hay que tener

en cuenta que cuando se construye el Capitol ya

están edificados el Palacio de la Prensa, Telefó-

nica (en este caso, la cimentación se realiza con

pozos y zapatas aisladas llegando a bastante

profundidad en razón de la construcción del

había edificado y proporcionaban datos del com-

portamiento del terreno. Por otra parte, parece que

se aplicó la práctica de la construcción en la época,

es decir, la apertura de pozos o catas hasta llegar

a un firme que se considerara suficiente y homogé-

neo para una presión determinada que evite dife-

rentes asientos, justificado mediante sistemas

tradicionales para confirmar que el terreno no

cediera al aplicarles una carga progresiva sobre

una superficie determinada, o como dureza en la

hinca de pilotes y comprobación del rechazo. Así,

en la memoria del proyecto los arquitectos dicen:

metro), el cine Callao y bastantes edificios de la

primera y segunda parte de la Gran Vía, varios

de mayor altura y otros de dimensiones bastan-

te importantes. En los datos que se tienen de la

construcción de la plaza de Callao, se puede

observar que las excavaciones están realizadas

con cortes limpios verticales y las tierras per-

manecen sin desprendimientos. Es de suponer

que, como para Telefónica, se hicieron las prue-

bas oportunas para la cimentación de un “ras-

cacielos”, y sirvieron de experiencia para los

demás. Por otro lado, la construcción del metro

también aportaría datos sobre vías de agua,

niveles freáticos o calidades de tierras que no

se han trasladado a los proyectos (figuras 6, 7,

8 y 9).

Sin embargo, el proyecto incluye una

solución que, aunque su justificación es un

procedimiento para la defensa de la humeda-

des, en definitiva beneficia al sistema de

cimentación y estructural. Así, la memoria con-

tinúa:

“Se aplicó la práctica de la construcción en la época,

la apertura de pozos o catas hasta llegar a un firme que

se considerara suficiente para confirmar que el terreno

no cediera al aplicarles una carga progresiva sobre una

superficie determinada”

Figura 6. Fase de excavación.

Figura 7. Fase de excavación.

Figura 8. Comienzo de la construcción.

Figura 9. Fase de excavación.

Page 14: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

12 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

En la planta sótano se aprecia claramente la

construcción de un muro perimetral de hormigón

(figura 10) como muro de contención de los dos

sótanos, a unos dos metros por fuera de la línea

de edificación del solar (como era habitual hacerlo

para procurar luz y ventilación a los sótanos), que

cada tres metros tienen un contrafuerte también

de hormigón (que en la memoria denominan mure-

tes) y paralelamente la estructura propiamente

dicha del apoyo del edificio, ya en la línea de

cerramiento. Con ello, se crea una zapata corrida

en todo el perímetro de la edificación, atada a la

estructura del edificio y a sus zapatas con lo que

se que constituye un elemento monolítico.

Este sistema se empleó para la cimentación

de las fachadas a las calles. El resto está realiza-

do con zapatas aisladas, como dice la memoria,

de las dimensiones deducidas del cálculo. En

cuanto a las dos medianerías con las fincas

colindantes es de suponer, a través de las fotos

que disponemos, que se realiza una especie

muro-pantalla semejante al citado para el perí-

metro exterior. Durante la obra, solamente esta-

ba construido el edificio de la medianería de

menor dimensión, que correspondía a la zona de

la pantalla del cine, y que se puede ver apeado

en las fotografías, pero suponemos que la solu-

ción del muro de contención se llevaría también

al solar contiguo, todavía sin edificar (figura 11).

La estructura

La estructura del edificio estuvo calculada por

Agustín Arnáiz, ingeniero militar que, según dice

Luis Moya (arquitecto de la contrata), estuvo rela-

cionado con Flórez y Muguruza para realizar la

ampliación del anfiteatro y la caja escénica del

Teatro Real, obra realizada en hormigón armado.

Calcula por tanto las vigas Vierendeel (una viga con

forma de celosía ortogonal inventada y patentada

por Jules Arthur Vierendeel al que le debe su nom-

bre) que cubren el cine y que, en su fecha, suponen

una referencia tecnológica importante. Además, se

realizan otras vigas de este tipo pero metálicas

para la entrada del cine, del hotel y la cafetería. Se

puede deducir que la cimentación del edificio fue

también realizada por Arnáiz en función a las car-

gas derivadas del cálculo de la estructura y, por

tanto, el muro de contención, dimensionamiento

de las zapatas y cadenas de atado y refuerzos

(figura 12).

Figura 10. Plano del segundo sótano donde se aprecia el muro perimetral de construcción.

Figura 11. Fase de construcción. Se puede ver apeada

la pared medianera del edificio contiguo.

Figura 12. Fase de construcción. Cadenas de atados

y refuerzos.

Page 15: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 13

La ejecución de un segundo sótano, casi

dedicado a las instalaciones (especialmente el

aire acondicionado), obliga a una excavación

profunda (como puede verse en las fotografías)

y permite llegar a un firme bastante homogéneo.

Aunque en la memoria se indica que se conti-

nuará excavando en los puntos que sea necesa-

rio para conseguir la resistencia del terreno

deseada, no se cita ninguna situación especial

concreta, ni existe ningún documento que los

exprese.

También a través de las fotografías se apre-

cia alguna galería interrumpida que queda a un

nivel bastante superior del plano de cimentación

y se puede intuir que los contrafuertes adquieren

una dimensión mayor a la que está dibujada en

los planos (figura 13).

Podemos concretar que la cimentación gene-

ral del edificio está proyectada y realizada median-

te zapatas individuales aisladas o atadas, con la

particularidad de la ejecución de una zapata corri-

da perimetral donde se apoya excéntricamente un

muro de contención reforzado con contrafuertes

también de hormigón. De esta zapata corrida

externa arrancan también los soportes de la

estructura de la fachada de tal forma que consti-

tuyen un cuerpo de base en todo el perímetro del

edificio proporcionando una solidez al conjunto

estructural. La unión del muro de contención y los

contrafuertes con la zapata se refuerza con unos

cartabones también de hormigón, que no podemos

distinguir en las fotografías.

En el plano de sección del proyecto, puede

apreciarse la intención de hacer el encuentro del

soporte con la zapata con plano inclinado, en

forma de pirámide (figura 14) con la idea de los

cartabones que se citan, y construir una zapata

más rígida. También se puede ver en la planta del

primer sótano, el aprovechamiento del espacio

ente la línea de fachada y el muro de contención

para uso del local. Como ya se dice al principio,

este espacio servía también como cámara de

ventilación e iluminación de los sótanos, y es

frecuente ver en los edificios de la época que el

pavimento de la acera está formado por hormi-

gón traslúcido o trampillas que lo comunican con

el exterior, lo que era de uso común en los edifi-

cios también para alojamiento de escaleras de

evacuación directas a la calle o de plataformas

elevadoras para suministro de mercancías a los

sótanos. En nuestro caso se ve en los planos

(figura 15) el aprovechamiento de esta cámara

en parte de la sala de fiestas, la colocación de

una escalera de comunicación y una plataforma

elevadora (figura 12).

Conocemos los sistemas constructivos del

momento, que eran bastante básicos, con vacia-

dos a mano y movimiento de materiales con

carretillas sobre vías, poleas y grúas muy senci-

llas. También se puede deducir que la excavación

se hizo escalonada para evitar desprendimientos

y, por tanto, la cimentación por tramos.

En la figura 16 se puede distinguir que la

estructura del hotel se realizó en acero y la del cine

en hormigón por seguridad en caso de incendio.

Uso de la piedra en el edificio CapitolDesde la presentación del proyecto al concurso

ya se advertía, en la maqueta que se adjuntaba a

los planos, la intención de que el edificio estuvie-

ra revestido de piedra (figuras 17 y 18). Sin embar-

go, el resto de los participantes presentaban

soluciones de fachadas en ladrillo con más o

Figura 13. Fase de excavación. Galería de agua que queda al descubierto en el talud de la excavación.

Figura 14. Plano sección del proyecto. Se aprecia las zapatas en forma de pirámide.

“Los sistemas

constructivos del momento

eran bastante básicos,

con vaciados a mano

y movimiento de

materiales con carretillas

sobre vías, poleas y grúas

muy sencillas”

Page 16: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

14 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

menos impostas o molduras que aparentaban

estar proyectadas para realizar en piedra. Obser-

vando la evolución de los edificios de la nueva

Gran Vía se comprueba que la piedra se suele

utilizar en el zócalo del edificio, ocupando la

planta baja (normalmente comercial), o en algún

detalle de la portada del acceso y, en pocos

casos, se llevaba la piedra hasta la primera plan-

ta. La arquitectura del primer tramo de la Gran

Vía está constituida por edificios con un trata-

miento de fachada con aspecto significativo, con

columnas, molduras, frontones, ménsulas, balaús-

tres, impostas, etc., elementos característicos de

la arquitectura de la época, que proporcionaban

al edificio la importancia que se le otorgaba.

Todo el tratamiento de los paramentos están

realizados con un tipo de revoco, recubrimiento o

pintura sobre las superficies lisas de fachada o

sobre las molduraciones, capiteles, estatuas,

balaustres y otras piezas decorativas, muchos

realizados en piedra artificial o con moldes para

facilitar su repetición, sin la intención de hacer

grandes contrastes de color o textura entre los

diversos tipos de piezas que se tratan, solamente

algún cambio de color dentro de la tonalidad

para favorecer la distinción de planos, vuelos o

tipo de pieza. Este criterio se ha continuado y

generalizado en las diferentes restauraciones

que se han llevado a cabo en muchos de los

edificios, pintando la totalidad de la fachada con

el mismo tipo de acabado y color, haciendo per-

der la personalidad de su fachada.

Sin embargo, ya en el segundo tramo comien-

zan a aparecer edificios realizados en ladrillo

visto en los paramentos lisos, utilizando la piedra

natural o artificial para columnas, recercados,

embocaduras, etc. Precisamente, en la propia

plaza de Callao estaba recién terminado el Pala-

cio de la Prensa, construido de esta manera por

Muguruza, y cercano se halla el Palacio de la

Música, de Zuazo, también con ladrillo en las

fachadas. El uso de este material se empieza a

extender en la arquitectura madrileña en este

momento como lienzos, acentuando la planei-

dad del muro. Son varios los arquitectos más

modernos del momento los que lo utilizan de

forma generalizada, como es la Casa de las Flo-

res en el barrio de Argüelles (Zuazo) o muchos

Figura 15. Plano de la planta, donde se aprecia el sistema de aire acondicionado y la sala de fiestas.

Figura 16. Fachada de la calle Jacometrezo. La estructura del hotel, en primer término, se realizó en acero, y la del

cine, al fondo, en hormigón.

Page 17: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 15

de los edificios de Ciudad Universitaria (Facultad

de Ciencias, Hospital Clínico, Medicina, Farma-

cia, Filosofía, etc.), valiéndose entonces de las

piedras como piezas para remarcar huecos, jam-

bas, impostas, albardillas, remates o portadas.

También el chapado de piedra liso se introduce

como parte del idioma arquitectónico de la

modernidad europea y americana, como se pue-

de ver en la cercana Telefónica, de Cárdenas, o

ya en el Círculo de Bellas Artes, de Palacios.

En esta situación, cuando los arquitectos

empiezan a desarrollar el proyecto definitivo del

Capitol, se plantean la duda de cambiar las

fachadas originales de piedra por ladrillo, valo-

rando también que la ejecución en piedra supo-

nía un precio mucho mayor. Sin embargo, aunque

desconocemos las conversaciones con Carrión,

se decidió mantener la idea original de la piedra

como material principal del chapado de las

fachadas y no abaratar el proyecto.

La medida requiere por tanto un plantea-

miento del trato del material en la fachada, su

calidad, color y textura, que procuraran propor-

cionar la dignidad e imagen que se pretendía

prestar al edificio y habría que determinar su

colocación, sujeción, uniones, dibujo de los

despieces, etc., que siempre requiere un traba-

jo en piedra, mientras que el ladrillo, aparejado

de forma uniforme, siempre daría el resultado

de telón de fondo sobre el que se destacarían

los elementos arquitectónicos que se desearan

(huecos, impostas, jambas, etc.) con otro resulta-

do expresivo.

Esta decisión del uso de la piedra para iden-

tificar lugares o partes se introduce también en

el interior del edificio, como recurso para perso-

nalizar los diversos locales, utilizando revesti-

mientos pétreos que consiguieron unos acabados

de gran calidad constructiva y espacial.

La empresa adjudicataria de la obra fue

Construcciones Macazaga, de origen vasco, y

ésta contrató a Luis Moya como arquitecto de la

empresa en la dirección de la obra. El propio Luis

Moya dice, en una entrevista, que la contrata-

ción de canteros vascos colaboró en la buena

ejecución del trabajo de cantería.

En el proyecto se indican ya los tipos de

piedra que se utilizarán en las fachadas hasta el

punto que los propios arquitectos se acercaron a

las canteras para seleccionar el tipo de piedra,

del que vamos a ir describiendo y comentando su

uso y colocación (figuras 19, 20 y 21).

En las bandas horizontales de los antepe-

chos de las ventanas de la fachada curva se

colocó granito de Segovia (el proyecto dice gra-

nito “Mars”; no se ha podido conocer a qué tipo

de granito se refiere). Es un granito muy unifor-

me en color, seleccionado sin manchas, de grano

fino, que permite hacer unas molduras muy

ligeras, rectas, escalonadas, con aristas muy

limpias y vivas. Según se indica en los documen-

tos del proyecto, las piezas venían labradas de

la cantera y en la obra se ajustaban los encuen-

tros y se pulían, una vez terminada la banda

(figuras 22 y 23). Hay que tener en cuenta que

las curvas de la fachada tienen diferentes

radios, de manera que habría que tener planti-

llas en la cantera para que llegaran lo más

exactas posible. También las piezas del remate

de la torre en forma de dientes están realizadas

con granito (figura 24).

Para las molduras de ventanas, jambas e

impostas se utilizó piedra caliza de Colmenar de

Figura 17. Maqueta presentada al concurso. Figura 18. Maqueta metálica del edificio presentada al concurso.

“En el proyecto se indican

ya los tipos de piedra

que se utilizarán en las

fachadas hasta el punto

que los propios arquitectos

se acercaron a las canteras

para seleccionar el tipo

de piedra”

Page 18: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

16 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

Oreja, piedra que admite un buen trabajo de

labra fina, es impermeable, limpia y de color

blanco uniforme con lo que se consigue un aspec-

to de continuidad sin cortes en las juntas, como

si fuera una pieza. Esta piedra ha sido utilizada

en Madrid en múltiples monumentos, en capite-

les, estatuas, frontones, etc., precisamente por

las buenas cualidades de su trabajo y poca

absorción de agua, con respecto a heladas y fil-

traciones de agua en los edificios, además de la

uniformidad general del color.

Para el cerramiento de fachada se utilizó

arenisca de Salamanca, la conocida arenisca de

Villamayor, con un despiece regular, colocada

con la junta encontrada, formando las hiladas,

bandas y entrecalles, que con la ligera variación

de color se aprecia en la fachada la intención de

manifestar el tipo de piedra; en los antepechos

de las ventanas se coloca caliza en un plano un

poco remetido de las pilastras, más uniforme de

color, que acentúa algo la verticalidad de dichas

pilastras pero con la incorporación de unas

pequeñas molduras rectas formando parte de

las ventanas. El chapado de los antepechos y

molduras tiene un grueso de piedra bastante

significativo, teniendo en cuenta que debe

Figura 19. Canteras de caliza lacustre del Mioceno

superior (hace 10-5 millones de años), en Colmenar de

Oreja, Madrid.

Figura 21. Los arquitectos visitando las canteras de caliza de Colmenar. De derecha a izquierda, el primero Feduchi

y el segundo Eced.

Figura 20. Bloques cortados de caliza en las canteras

de Colmenar de Oreja.

Figura 22. Vista de las bandas de piedra de la fachada.

Page 19: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 17

absorber el labrado en curvo y el tallado de

ciertas molduras dentro del espesor. En el caso

del chapado liso la dimensión del grueso es la

normal para cada tipo de piedra (figuras 25, 26

y 27).

Según se dice en el pliego de condiciones, las

piedras se deberán sujetar con ganchos de bronce

para asegurar su fijación y evitar oxidaciones. En

algunos casos se colocó piedra artificial del color

de la caliza (vierteaguas, impostas de la torre).

La entrada del hotel está realizada con tra-

vertino (figura 28) también labrado en las formas

curvas que formaban el hueco de acceso, dejan-

do unas amplias juntas horizontales, en color

negro, que ayudaban a acentuar la dirección del

Figura 23. Destalle de las bandas de piedra. Figura 24. Remate de las piezas de granito en forma

de dientes, en la torre del edificio.

Figura 25. Fachada lateral del edificio con las bandas de las tres piedras utilizadas.

Figura 26. Colocación de la piedra de la fachada.

Figura 27. Colocación de la piedra de la fachada.

“Para el cerramiento de

fachada se utilizó arenisca

de Salamanca, la conocida

arenisca de Villamayor,

con un despiece regular,

colocada con la junta

encontrada, formando

las pilastras”

Page 20: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

18 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

acceso y aligeraban la forma más pesada. Dicho

material está tratado apomazado en la zona

plana del frente de la portada del acceso y puli-

do en las formas curvas y paredes de paso del

portal.

El gran hueco de acceso al cine, está for-

mado por un zócalo de la altura de las puertas

(donde se incluyen los cuerpos de las taquillas

como dos piezas semicilíndricas), todo ello

chapado de un caliza pulida colocada en bandas

horizontales con entrecalles de unos 5 cm de

mármol negro. El resto del ámbito contiene los

grandes paneles de la cartelería de las películas,

enmarcadas por unas pilastras estriadas en

negro, y rematadas en los finales con dos

paños de piedra colocada con el veteado hori-

zontal pareado, de tal forma que, entre dos

piezas, las vetas formaran un dibujo simétrico

y no diera un resultado repetitivo del paramen-

to, sino acentuando la horizontalidad que pre-

tende.

Asimismo, la puerta de acceso a la cafete-

ría (hoy desaparecida), situada en el centro del

chaflán de la fachada, estaba recercada con

piedra arenisca, probablemente la que se

denomina “caramelo”, de Burgos (figura 29). Se

seleccionaron las piezas para que el veteado

fuese bastante uniforme y paralelo, con un labra-

do cóncavo que acentuaba su jaspeado horizon-

tal, ingletando las jambas con el dintel, también

con la misma labra y el veteado vertical. Parece

que se intenta establecer una relación con par-

te del mobiliario interior (especialmente el

carrito de té) realizado con madera de zebrano,

que tiene estas características de veteado en

rayas oscuras paralelas sobre el fondo más

claro. Con las diversas reformas que ha sufrido

el edificio se ha perdido esta puerta y solamen-

te conservamos la fotografía.

En el interior, se puede destacar el chapado

de las paredes del vestíbulo del cine en serpen-

tina cortada en piezas de proporción rectangular

(figura 30), colocadas horizontalmente y labra-

das en forma curva cóncava, sin junta vertical,

de tal manera que forma un dibujo estriado de

aristas o líneas horizontales muy marcadas. Al

llegar a la escalera se pierde esta forma de

chapado y continúa el mismo material en liso

con un despiece regular. Esta nueva situación

nos permite apreciar que el labrado con las

aristas produce un efecto muy interesante que

posibilita valorar mejor la calidad y singularidad

de esta piedra, se distingue de otra forma el

veteado y proporciona al espacio una expresivi-

dad diferente, que se comprueba que pierde al

estar colocada como un revestimiento simple,

plano, como en las escaleras.

En el capítulo de pavimentos, podemos citar

el pavimento de acceso al cine en mármol blanco

Macael en piezas cuadradas con un remate peri-

metral contra los muros de una cinta de mármol

de color crema. El peldañeado de las escaleras

es también de mármol blanco Macael (Almería) y

las tabicas de mármol negro Marquina (Vizcaya).

Figura 28. Puerta de entrada al hotel, con revestimiento de piedra travertino.

Figura 29. Puerta de acceso a la cafetería (hoy

desaparecida) recercada con piedra arenisca.Figura 30. Chapado de las paredes del vestíbulo del cine realizado con serpentina.

Page 21: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 19

El edificio Capitol en la sociedad madrileña

Cartel y logotipo para la conmemoración del centenario de la Gran Vía. El sueño del arquitecto. Cuadro de Damián Flores.

Portada de la guía de la Arquitectura de Madrid del

Colegio Oficial de Arquitectos.

Portada de la revista Nuevas Formas, de 1935.Grabado de Guillermo Pérez Villalta.

Page 22: Tierra y Tecnología nº 44

ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID

20 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013

Este mismo mármol se empleó en otros pavimen-

tos y cenefas de remate.

También en algunos paramentos se utilizó

marmolina, concretamente en los vestíbulos,

con el fin de dar un aspecto de cierta calidad

que superara al de una pintura pero perdiendo

la dureza y el espesor que exigía una piedra

natural.

Además de las piedras aquí citadas, el edifi-

cio estuvo revestido en sus diversos locales con

diferentes materiales que proporcionaran la cali-

dez ambiental de pisada, sonido, color y aspecto,

en fin, condiciones de confort ambiental de cada

espacio relacionado con su destino y uso. En este

sentido se emplearon varios tipos de maderas,

pavimentos de goma, linóleum, moquetas y natu-

ralmente cerámicos.

El edificio Capitol en la sociedad madrileñaLa ciudad siempre se ha apoyado de manera

constante en elementos singulares que sirvan

de imagen para el recuerdo y especialmente

su referente más directo ha sido su arquitectura,

por su ocupación espacial en la ciudad, situa-

ción en la red urbana, formación de la ciudad

y ser una disciplina que poseía diversas posi-

bilidades de contener piezas que podían ser

representativos o simbólicos de su imagen.

Las construcciones históricas (catedrales, igle-

sias, castillos, palacios, etc.) y sus entornos

urbanos han prestado sus fachadas, perfiles,

estatuas y ambientes para conformar la idea

de ciudad en el recuerdo colectivo, convirtién-

dose en los símbolos que la representaban en

cada caso. Con el tiempo, se han ido incorpo-

rando otras piezas que no fueron exclusivas

por participar en hechos históricos (edificios,

puentes, plazas, fuentes, estatuas, monumen-

tos) pero que se han incorporado al conjunto

de objetos relativos y representativos que

forman la imagen de cada ciudad y son los

símbolos o iconos que se asocian indudable-

mente a la misma.

Desde el comienzo de la construcción del

Capitol, se produjo una respuesta inmediata

en la imagen de la ciudad, por sus condicio-

nes de construcción, singularidad de aspecto

y sus características del concepto urbano que

incorporaba, y se convirtió en poco tiempo en

uno de los edificios simbólicos que represen-

taban la “modernidad”, la adaptación al “nue-

vo lenguaje arquitectónico”, el nuevo concep-

to de “edificio complejo”, etc., de forma que

se nombraba intentando describirlo con sus-

tantivos singulares, como “faro”, ”hito”, ”proa”,

“trasatlántico”, etc., con lo que la simple cita

de una de estas palabras ya sintonizaban con

el Capitol.

En este sentido, la imagen del Capitol se ha

utilizado en multitud de artículos, dibujos, carte-

les, portadas de libros, películas, al constituir

ese símbolo que reuniera tanto la imagen de la

ciudad como los aspectos antes descritos.

Su imagen ha sido utilizada en todo tipo de

medios siempre con el significado de ser símbolo

o edificio representativo de Madrid, como han

sido carteles, dibujos, cine, anuncios, portadas

de libros, periódicos y revistas, etc.

En la página anterior, se ven algunos ejem-

plos gráficos del tratamiento de su imagen en

diversos casos.

BibliografíaLa relación bibliográfica, ordenada en orden cronológico, se reduce a los

libros y revistas donde se cita expresamente el edificio Capitol, puesto

que se cita en todas las guías de la ciudad de Madrid.

1931 (junio). Arquitectura, nº 146. Concurso privado. Solar Carrión en la

plaza de Callao. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

1933 (noviembre). Nuevo Mundo.

1933. El Heraldo de Madrid. Autor: J. Bachiller.

1933 (14 octubre). ABC. El edificio Carrión.

1933 (25 octubre). Crónica. Una obra maestra de la arquitectura moderna:

El Edificio Carrión, con su grandiosidad y vario contenido, elemento

remarcable. Autor: Emilio Fernández.

1935. Nuevas formas, nº 1. Establecimientos Tradicionales Madrileños

(Cuaderno IV). Cámara de Comercio e Industria de Madrid.

1935. Arquitectura, nº 1. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Núme-

ro dedicado.

1953. Cortijos y rascacielos, nº 75 y 76. Número especial dedicado a la

Gran Vía madrileña.

1971. Nueva forma. El Capitol. Expresionismo y Comunicación. Autor:

Juan Danial Fullaondo.

1975 (noviembre). Arquitecturas BIS. En la muerte de Luis Feduchi.

1980 (abril). Villa de Madrid, nº 69. En torno a la Gran Vía. Autor: José

Ramón Alonso Pereira.

1980 (mayo). La cara oculta del Capitol y Catálogo de muebles. En: Los

muebles del Capitol, B.D. Ediciones de Diseño, Madrid. Autor: Juan

Daniel Fullaondo.

1982 (junio). Arquitectura, nº 236. El Capitol en el cincuentenario de su

construcción. Memorias del arquitecto de la contrata. Autor: Luis

Moya.

1984. Los cinematógrafos de la Gran Vía. En: Establecimientos tradiciona-

les madrileños a ambos lados de la Gran Vía (T. IV). Cámara de

Comercio e Industria de Madrid. Autor: Ángel Urrutia Núñez.

1986. El cinematógrafo en Madrid 1896-1960. Museo Municipal: Ayunta-

miento de Madrid, Concejalía de Cultura.

1988. Arquitectura teatral en Madrid: del corral de comedias al cinema-

tógrafo. Ed. El Avapies. Autor: Ángel Luis Fernández Muñoz y Pedro

Navascués Palacio. 472 pp.

1992. El racionalismo madrileño. Comisión de Cultura. Colegio Oficial de

Arquitectos de Madrid, Madrid, 1992. Autor. Juan Antonio Cortés

Vázquez de Parga. 256 pp.

1993. Arquitectura, nº 296. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

1995 (mayo). Luis Martínez-Feduchi, arquitecto y diseñador. Una investi-

gación sobre el edificio Carrión. Autor: Alfredo Fernández Sinde.

Tesis doctoral.

1997. Arquitectura española: siglo XX. Ed. Cátedra. Autor: Ángel Urrutia

Núñez. 878 pp.

1999. 20 años de arquitectura en Madrid: la edad de plata, 1918-1936.

Comunidad de Madrid. Autor: Carlos de San Antonio Gómez. 580 pp.

2001 (abril). Arquitectura (1918-1936). Colegio Oficial de Arquitectos de

Madrid. 228 pp.

2001 (24 marzo). EL MUNDO. Emblema de la vanguardia madrileña.

Autor: Enrique Domínguez Uceta.

2001. Madrid y el cine: panorama filmográfico de cien años de historia.

Autores: Pascual Cebollada y Mary G. Santa Eulalia.

2001. La Gran Vía de Madrid: Noventa años de la historia de Madrid.

Comunidad de Madrid. Autores: Pedro Navascués Palacio y José

Ramón Alonso Pereira. 199 pp.

2001. La Gran Vía: historia de una calle. Ed. Silex. Autor: José del Corral.

218 pp.

2003. Arquitectura de Madrid. T1: Casco Histórico. AA. VV. Guías. Funda-

ción Cultural COAM.

2009. Madrid cosmoplita. La Gran Vía 1910-1936. Ed. Villaverde Edifores

- Marcial Pons - Historia. Autor: Edward Baker.

2010. Biografía de la Gran Vía. Ediciones B. Autor: Ignacio Merino. 352 pp.

Page 23: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 21

El Instituto de Geología de la Universidad de Leiden y la cordillera Cantábrica: una oportunidad perdida

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Desde el año 1950 hasta su traslado a la Universidad de Utrecht, en 1979, los profesores y estudiantes del Instituto Geológico de Leiden realizaron investigaciones de campo en el flanco sur de la cordillera Cantábrica, cartografiando, tomando muestras del terreno y llevando a cabo investigaciones en el laboratorio en Leiden. Se pretende exponer el comienzo, las condiciones del trabajo y la importancia de estos resultados en el marco internacional.

El Instituto Geológico de la Universidad de LeidenComo han sido descritos con más detalle por

Floor & Arps (2003), los estudios geológicos en

Leiden, como en todas las universidades de los

Países Bajos, se basaban en trabajos de campo

(normalmente en el extranjero) relacionados con

proyectos de los departamentos. Para terminar la

carrera, los estudiantes de geología debían hacer

primeramente un oefenkartering (curso de carto-

grafía) realizado por dos estudiantes, en el que

se preparaba un informe con mapa sobre un

pequeño terreno, supervisado por el catedrático

de geología estructural (Prof. Dr. L. U. de Sitter) y

sus ayudantes (como, por ejemplo, Boschma,

Rupke, Savage, Breimer y van Ginkel). Después,

para el doctoraalexamen con título doctorandus

(drs), se debían especializar y hacer dos tesinas:

una mayor y una menor. Finalmente, podían reali-

zar una tesis doctoral que normalmente se publi-

caba en la revista Leidse Geologische Medede-

lingen.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, las

investigaciones geológicas de Leiden se concen-

traban en los Alpes bergamascos en Italia, pero

después de la guerra se buscaron nuevos terrenos.

En un primer momento, se decidió trabajar en los

Pirineos (la investigación concluía con la publica-

ción de una síntesis de la geología y un juego de

mapas ya publicados como tesis doctorales; Zwart,

1979), pero poco después se extendió la investiga-

ción a dos terrenos más: Galicia (Floor & Arps,

2003) y la cordillera Cantábrica. El catedrático L.

U. de Sitter (figura 1) tenía interés en la cordillera

Cantábrica (De Sitter, 1949) e inició un proyecto de

cartografía de su flanco sur en el año 1950, y el

estudiante R. H. Wagner (Wagner & Wagner-Gen-

tis, 1952) obtuvo permiso para trabajar en una área

de investigación próxima a Barruelo de Santullán,

TEXTO | Cor. F. Winkler Prins Dr. C. C. Geológicas. NCB Naturalis, Postbus 9517, 2300 RA LEIDEN, Holanda;

[email protected] Palabras clave

Cordillera Cantábrica, Universidad de Leiden, Universidad de Oviedo, de Sitter.

un pueblo minero en el norte de Palencia. El cate-

drático W. J. Jongmans (director del Geologisch

Bureau voor het Mijngebied [Oficina Geológica de

la Cuenca Minera] en Heerlen; figura 2), había

obtenido este permiso por cooperación con el cate-

drático de Paleontología B. Meléndez, de Madrid,

pues tenía interés en las plantas del Carbonífero

de esta región. De Sitter continuaba los estudios

al oeste en la provincia de León.

Después del traslado del Instituto a Utrecht

(menos el Departamento de Paleontología y Estra-

tigrafía), en 1979, la investigación del borde sur de

la cordillera Cantábrica concluyó con la publica-

ción, en 1980, por J. F. Savage y D. Boschma, de un

sumario y un juego de mapas ya publicados ante-

riormente en tesis doctorales. En los años ochenta

se preparó una revisión del área palentina, pero

finalmente se abandonaría dicho intento y, en

1986, la investigación en la cordillera Cantábrica

por las universidades de Holanda se terminó defi-

nitivamente. Las colecciones del Instituto se dona-

ron en su mayor parte al Museo Nacional de

Geología y Mineralogía, que hoy día forma parte

del National Centre for Biodiversity (Centro Nacio-

nal de Biodiversidad) Naturalis, donde todavía

Figura 1. El catedrático Dr. Lamoraal Ulbo de Sitter (Groningen, 6.3.1902-Nisterode, 12.5.1980) en el terreno.

Figura 2. Dr. Robert Herman Wagner con el catedrático

Dr. Wilhelmus Josephus Jongmans (Leiden, 13.8.1878-

Heerlen, 13.10.1957) en la oficina en Heerlen, en los

años cincuenta.

Page 24: Tierra y Tecnología nº 44

EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

22 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013

Figura 3. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Schulz (1858b = 1988b).

Figura 4. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Comte (1959 = 1963).

Page 25: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 23

sirven de base de investigación para especialistas

extranjeros, como por ejemplo el alemán Ernst

para el estudio de briozoarios.

La falta de cooperación entre los departamen-

tos del Instituto Geológico de Leiden, principal-

mente entre los catedráticos de geología estructu-

ral (L. U. de Sitter, una personalidad dominante) y

de estratigrafía y paleontología (A. Brouwer),

constituyó un gran problema e influyó de forma

negativa en los resultados. Oficialmente, la comu-

nicación entre los estudiantes de los dos departa-

mentos, que estudiaban las mismas rocas, estuvo

prohibida. Sin embargo, los datos estratigráficos

fueron esenciales para entender las estructuras,

así como el conocimiento de las estructuras fue

de gran importancia para entender la estratigra-

fía. La solución de este problema resultó funda-

mental para entender la zona palentina de la

cordillera Cantábrica.

Estudios precedentes en la cordillera CantábricaLa geología de la cordillera Cantábrica era poco

conocida en detalle en los años cincuenta del

siglo XX, especialmente el flanco sur. La zona

asturiana se conocía por las obras fundamenta-

les del alemán Wilhelm Schulz (1858/1988a, b;

figura 3) y del francés Charles Barrois (1882).

Importantes estudios de los Picos de Europa

realizados por otro alemán, Gustav Schulze, a

comienzos del siglo XX, quedaron desgraciada-

mente sin publicar (Villa Otero et al., 2006). El

francés Pierre Comte preparó un mapa del flanco

sur de la cordillera durante la Guerra Civil. El

mapa (figura 4) con la monografía tardó mucho

en publicarse como Memoria del Instituto Geoló-

gico y Minero de España. La memoria era del año

1959 pero no salió a la luz hasta 1963. A parte de

estas buenas sinopsis, hubo solamente trabajos

de pequeñas zonas aisladas.

Geología estructuralDe Sitter, teniendo interés en la cordillera Cantábri-

ca, hizo un convenio con el Instituto Geológico y

Minero de España (IGME) para preparar mapas

geológicos del flanco sur de la cordillera, más tarde

incorporados en los mapas a escala 1:50.000 del

Plan Magna. El flanco norte de la cordillera estuvo

reservado a la Universidad de Oviedo. De Sitter

seleccionaba doctorandos para hacer los mapas

como disertaciones. En la explicación de los mapas

se indicaba qué estudiantes habían estudiado las

diferentes partes. Había dividido el flanco sur de la

cordillera Cantábrica en varios sectores del este al

oeste, correspondientes aproximadamente con los

mapas del IGME. Inicialmente, se publicaron tam-

bién partes de un sector oriental, pues era el más

complicado de la cordillera Cantábrica, como mos-

traron los estudios detallados por R. H. Wagner y

el presente autor (figura 5). Una parte de los resul-

tados provisionales se publicaron por Nemyrovska

et al. (2008, 2011) y Wagner (2009), pero se está

preparando una revisión más completa para su

publicación (figura 6; Wagner et al., en prep.).

Los primeros resultados del área oriental de

la cordillera Cantábrica se publicaron en 1955

por de Sitter, Kanis y Wagner. La parte oriental

de la provincia de Palencia (Nederlof, 1959; Koop-

mans, 1962) resultó tan complicada que De Sitter

quiso terminar el proyecto, pero afortunadamen-

te un ayudante suyo le informó de que en el

oeste las estructuras eran mucho menos compli-

cadas y se distinguen solamente en detalles del

mapa de Comte (1959; figura 4); véase Wagner

(1963). Por eso continuó en la provincia de León,

en el valle del río Esla (Rupke, 1965) hasta el río

Luna (van den Bosch, 1969), incluyendo partes

del borde asturiano (Sjerp, 1967) y de la Liébana

(Maas, 1974), (figura 7).

Maas & van Ginkel (1983) han introducido una

interesante teoría de sedimentación sinorogénica

continua durante el Pensilvaniense resultando en

naipes y olistolitos. Pero Wagner, en 1966, ya

había demostrado que hay tres fases orogénicas

con naipes, separados por tiempos relativamente

Figura 5. Roberto Wagner con el autor en el campo.

“La geología de la

cordillera Cantábrica era

poco conocida en detalle

en los años cincuenta del

siglo XX, especialmente

el flanco sur. La zona

asturiana se conocía por

las obras fundamentales

del alemán Wilhelm Schulz

y del francés Charles

Barrois”

Page 26: Tierra y Tecnología nº 44

EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

24 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013

firme y detallada para trabajar en la cordillera

Cantábrica (Savage & Boschma, 1980), aunque

no todas las interpretaciones fueran siempre

correctas. La denominación León Line, por ejem-

plo, se usó para varias fallas distintas.

tranquilos con solamente movimientos verticales

con olistolitos.

La cartografía concluyó con los mapas de la

zona nororiental de la provincia de Palencia

(Savage, 1983). Con todo ello, se sentó una base

Paleontología y estratigrafíaLos estudios paleontológicos de Leiden en la

cordillera Cantábrica comenzaron con los traba-

jos del catedrático Jongmans y su ayudante Rober-

to Wagner en Asturias a comienzos de los años

cincuenta con el objetivo de estudiar plantas del

Carbonífero. Sin embargo, al principio, el interés

se concentró en la investigación de las estructu-

ras tectónicas. Primeramente, De Sitter mandaba

los fósiles coleccionados a especialistas alema-

nes (principalmente a J. Kullmann, de Tübingen,

aunque había también una estudiante de Leiden,

Thea Gentis, que trabajaba en goniatítidos del

Cantábrico), y a una especialista rusa (Butusova,

1965) que describió gasterópodos carboníferos

de Palencia como procedentes de los Pirineos (!).

Estaba claro que se necesitaba la ayuda del Depar-

tamento de Paleontología. Los estudios se con-

centraron primeramente en la datación de las

rocas carboníferas con la ayuda de microfósiles:

fusulínidos (van Ginkel, 1965) y conodontos (van

Adrichem Boogaert, 1967; Raven, 1983). Cramer

(1964) usó el laboratorio palinológico para estu-

diar los acritarchos de sedimentos del Paleozoico

inferior. Los ostrácodos de la Cuenca Central

Asturiana fueron estudiados por Bless (1965).

La especialidad del catedrático I. M. van der

Vlerk (1892-1974) fue el estudio de foraminíferos

Gamonedo

Ribadesella

Llanes

Mar Cantabrico

(Bay of Biscay)

0 10 20 30 40 50 km

N

Arenas de

Cabrales

Gamonedo

Lebeña

Lebeña

Picos fault

PotesPuente

PumarPalentian

area Pico

Cordel

BarrueloP.C.

Cervera

de Pisuerga

Guardo

Riano

Carrionas fault

Sabero

RucayoCanseco

C.M.

La Robla

Central

Asturian

Coalfield Puerto

Ventana

La Magdalena

Leon

Direction of thrusting

Faults

Bierzo

Villablino

Carballo

Tineo

Oviedo

Ventaniella

Cabo Penas

Gijon

fault

Mieres

Val

deon

Beleno

Tormaleo

Aviles

Post-orogenic cover

Post-Asturian deposits

Post- Leonian deposits

Post- Palentian deposits

Pre-Leonian deposits

Precambrian (Narcea phyllites)

Pre-Palentian

Picos de Europa

P.C. = Peña Cilda

C.M. = Ciñera-Matallana

P: Palentian DomainAL: Asturian-Leonese Domain

AL P

Arnao

Cangas

Rengos

Fe

Fo

Se

Ruesga faultLL

LL = La Lastra

Fe = Ferroñes

Fo = Fontecha

Se = Sebarga

Figura 6. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Wagner & Winkler Prins (en Wagner et al., 2014).

Figura 7. Reseña de los mapas publicados por la escuela de Leiden. 1: Pisuerga (De Sitter & Boschma, 1964); 2:

Nansa-Deva (Maas, 1972); 3: Carrion (Savage, 1977, in Savage & Boschma, 1980); 4: Cea-Esla-Porma (Rupke &

Helmig, 1964; in Rupke, 1965); 5: Yuso (Savage, 1977, in Savage & Boschma, 1980); 6: San Isidro-Porma (Sjerp,

1966); 7: Bernesga-Torío-Curueño-Porma (Evers, 1966); 8: Luna-Bernesga-Torío (van Staalduinen, 1967); 9: Luna-Sil

(van den Bosch, 1969).

Page 27: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 25

grandes del Terciario de Indonesia (véase den

Tex, 1975), pero la cordillera Cantábrica se trata-

ba de un núcleo Paleozoico. Por eso, parece

lógico que las investigaciones del Departamento

de Paleontología y Estratigrafía comenzaran con

el estudio por van Ginkel de las fusulínidas del

Pensilvaniense (= Carbonífero superior) que son

de gran uso para determinar la edad de las cali-

zas que en la cordillera se alternan con pizarras

con capas de carbón con floras estudiadas por

Jongmans y Wagner (1957). Así, se podría com-

parar las escalas estratigráficas de Europa del

noroeste y de la URSS (van Ginkel, 1965). En las

láminas delgadas con fusulínidos también hay

algas que estudió L. Rácz (1964, 1965), un húnga-

ro del Departamento de Leiden. Una gran parte

de las calizas carboníferas no tienen fusulínidos y

otros pequeños foraminíferos y, para estas calizas,

los conodontos han resultado microfósiles útiles

para correlaciones globales, especialmente en el

Misisipiense (= Carbonífero inferior).

También se estudió la macrofauna, principal-

mente los braquiópodos del Devónico (West-

broek, 1964; Binnekamp, 1965), continuando los

estudios de Comte, para datar los estratos. La

cooperación de De Sitter se fue deteriorando

rápidamente con el sucesor de Van der Vlerk,

Aart Brouwer, quien dejó de interesarse en la

datación de los estratos, enfocándose en la

investigación sobre cómo los braquiópodos fun-

cionaban como animales, estudiando su interior

por cortes delgados (Krans, 1965; Westbroek,

1968) como de Groot (1963) había hecho con los

corales del Carbonífero.

Además de los braquiópodos, Breimer (1962)

estudió los crinoideos (especialmente del Devó-

nico), Sleumer (1969) los estromatoporos y Smeenk

(1983) los trilobites del Devónico. El Devónico,

con su riqueza en macrofósiles fue tan importan-

te que Brouwer (figura 8) hizo un proyecto espe-

cial para su estudio que, desgraciadamente, no

pudo terminar y que se concretó solamente en

unas pocas tesis doctorales (de Coo, 1974; Mohan-

ti, 1972).

Después del traslado de los departamentos

del Instituto Geológico de Leiden a Utrecht, el

departamento de Brouwer se quedó solo en Lei-

den, donde continuó durante unos pocos años,

hasta la promoción de van Loevezijn, en 1986.

Así concluyó la investigación de la cordillera

Cantábrica por universidades holandesas. En el

Museo Nacional de Geología y Mineralogía de

Leiden, el autor continuó la investigación del

Carbonífero de la cordillera en cooperación con

Wagner (inicialmente en la Universidad de Shef-

field, Inglaterra).

Geología GeneralEl Departamento de Geología General estuvo

especializado en depósitos del Cuaternario de los

Países Bajos y, por eso, fue lógico que en el Can-

tábrico también se empezara con depósitos super-

ficiales del Cenozoico (Mabesone, 1959). Poco

después se inició el estudio del Carbonífero supe-

rior con sus estructuras complicadas (véase, por

ejemplo, Henkes, 1961; de Meijer, 1971; van Loon,

1970, 1972) y así se dio una estrecha conexión con

el Departamento de Estratigrafía y Paleontología

(de Meijer, 1971; van de Graaff, 1971). Se continuó

con el estudio del Paleozoico inferior (Oele, 1964;

van der Meer Mohr, 1969; y Gietelink, 1973, des-

cribieron especialmente el Cámbrico y Ordovícico)

y del Cretácico (Jonker, 1972).

PetrologíaEl Departamento de Petrología y Mineralogía de la

Universidad no tuvo interés en las rocas volcánicas

de la cordillera Cantábrica debido a que ya tenía

grandes proyectos en Galicia (Floor & Arps, 2003)

con una petrología más variada e interesante. Sola-

mente se realizó una tesina menor (sin publicar)

sobre las rocas volcánicas (doleritas) ordovícicas

(Winkler Prins, 1964) y un trabajo sobre el metamor-

fismo (Raven & van der Pluijm, 1986).

Cooperación internacionalComo se ha mencionado antes, De Sitter cedió

goniatitidos a J. Kullmann (Universidad de Tübin-

gen, Alemania), mientras los trilobites carbonífe-

ros se mandaron a J. Gandl (Universidad de Würz-

burg, Alemania) para su clasificación y datación

de capas.

La falta de cooperación formal con la Facultad

de Geología de Oviedo fue una lástima. En 1968,

el profesor Jaime Truyols, de dicha universidad,

contactó con el profesor Brouwer para ver si que-

ría firmar un convenio con la intención de no

duplicar las investigaciones, pero éste no quiso.

Después, Truyols contactó con Martin Bless y el

autor, para que le ayudaran con las investigacio-

nes de sus doctorandos L. C. Sánchez de Posada y

M. L. Martínez Chacón (figura 9); así comenzó una

cooperación que continúa hasta hoy día.

Museo Nacional de Geología y Mineralogía a LeidenHubo un contacto estrecho entre el Museo y el

Instituto pues, hasta el año 1961, el director del

Museo fue uno de los catedráticos del Instituto.

Esto cambió radicalmente cuando fue nombrado

un director externo en 1963, el Dr. C. Beets, que

convirtió el museo en un museo nacional total-

mente independiente del Instituto. Gerda de Groot

ya trabajaba en el museo y, en 1968, el autor fue

incorporado para continuar con sus estudios de

los braquiópodos del Carbonífero. El buen con-

tacto de Wagner con el museo todavía se mejoró

y se extendió a la investigación estratigráfica del

Carbonífero de la cordillera Cantábrica, continuán-

dose hasta hoy día. Cuando llegó al museo un

especialista de conodontos, M. van den Boogaard,

se consiguió que se interesara por la investigación

del Carbonífero de la cordillera Cantábrica. Los

macroinvertebrados marinos del Carbonífero

coleccionados se han dado a especialistas extran-

jeros siempre que ha sido posible.

Wagner logró interesar a estudiantes de la

Universidad de Sheffield para hacer tesis docto-

rales en la cordillera Cantábrica (Ambrose, 1972),

especialmente en conexión con el Pensilvanien-

se superior (Heward & Reading, 1980).

Después del traslado de los departamentos del Instituto

Geológico de Leiden a Utrecht, el departamento

de Brouwer se quedó solo en Leiden, donde continuó

durante unos pocos años, hasta la promoción de Van

Loevezijn, en 1986. Así concluyó la investigación de la

cordillera Cantábrica por universidades holandesas

Figura 8. El catedrático Dr. Aart Brouwer (Zutphen,

23.5.1917-Oegstgeest, 8.8.2006).

Page 28: Tierra y Tecnología nº 44

EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

26 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013

ConclusiónLas investigaciones del Instituto Geológico de

la Universidad de Leiden dieron lugar a la reali-

zación de una cartografía detallada del flanco

sur de la cordillera Cantábrica no muy precisa

para la zona palentina y, en general, para el

Carbonífero superior (= Pensilvaniense). El estu-

dio de la estratigrafía y de los fósiles aumentó

nuestro conocimiento, siendo una parte funda-

mental de la investigación. La falta de estudios

detallados del Pensilvaniense fue una oportuni-

dad perdida, pues era evidente su interés mun-

dial. En la cordillera Cantábrica hay estratos del

Estefaniense inferior que faltan en la región

tipo del Estefaniense (Wagner & Winkler Prins,

1985). Eso resultaba de gran importancia para

correlacionar correctamente la escala estrati-

gráfica norte-europea para el Carbonífero con

las de otras partes del mundo, esencial para

llegar a una escala estratigráfica mundial para

el Carbonífero. En cierto modo, se puede decir

que las investigaciones por Wagner fueron una

continuación de sus trabajos en Leiden.

El traslado de la mayoría de los geólogos

del Instituto Geológico de Leiden a la Universi-

dad de Utrecht, y el cierre, algo después, del

Departamento de Paleontología y Estratigrafía,

acabaron prematuramente con los trabajos en

la cordillera Cantábrica. En Holanda, solamente

el Museo continuaba las investigaciones en

cooperación con Wagner y sus colaboradores

(Wagner et al., 2014). No se puede decir con

exactitud, cómo se hubiese desarrollado el

proyecto sobre el Devónico, cuánto tiempo se

hubiera necesitado para terminarlo, sobre todo

si se hubiera llevado a cabo en colaboración

con Oviedo. La Facultad Geológica de la Univer-

sidad de Oviedo continúa las investigaciones

concentrándose en el flanco norte de la cordi-

llera.

AgradecimientosEn primer lugar, quiero comenzar con el agrade-

cimiento a los habitantes de la cordillera Can-

tábrica que con su amable hospitalidad han

logrado que mis estancias en aquel rincón en el

noroeste de España fueran muy gratas e inolvi-

dables. La colaboración con los colegas de la

Facultad de Geología de la Universidad de

Oviedo fue igualmente muy entrañable, sobre

todo porque en el Departamento de Paleonto-

logía he dejado buenos amigos.

El autor debe mucho al Dr. Roberto Wagner

por la información general aportada sobre el

comienzo de los estudios de Leiden en la cordi-

llera Cantábrica y le agradece su colaboración

tan amable y fértil. También agradece a Peter

Floor y José Luis Barrera que han ayudado a

mejorar el texto y a la corrección del castellano.

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Figura 9. En primera fila, de izquierda a derecha. Bermudo Meléndez Meléndez (catedrático de Madrid), Cor. Winkler Prins, Jaime Truyols Santonja (catedrático de Oviedo), y

José María González Donoso, (alumno de Granada y profesor en Málaga) durante la lectura de tesis de Maria Luisa Martínez Chacón, en 1976. El geólogo Roberto Rodríguez

Fernández (alumno de Oviedo y actualmente investigador en el IGME), esta en segunda fila, con barba y apoyado sobre la mesa.

Page 29: Tierra y Tecnología nº 44

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 27

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NOTA: Una bibliografía extensa de las publicaciones sobre la cordillera Cantábrica

del Instituto Geológico de la Universidad de Leiden y sus alumnos está disponible

por el autor.

Page 30: Tierra y Tecnología nº 44

28 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

Atlanterra,un proyecto transnacional para impulsar la puesta en valor del patrimonio

minero de Galicia

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

A finales del año 2009, la Comisión Europea del programa Interreg IVB (2007-2013), con financiación FEDER, aprobó la propuesta de proyecto Atlanterra sobre el estudio del patrimonio minero de Galicia, a desarrollar en el periodo 2010-2012, y que se ha extendido hasta finales de 2013. Se presentan en este artículo algunos aspectos generales del desarrollo del proyecto y se apuntan algunos lugares de interés patrimonial minero, en los que el IGME ha realizado alguna actuación concreta de apoyo a su puesta en valor.

El proyecto Atlanterra tiene como objetivo cono-

cer las potencialidades de patrimonio minero que

existen en Galicia para su utilización en el desa-

rrollo geoturístico minero, sobre todo, en zonas

rurales. Como punto de partida se cuenta con la

existencia de restos de la actividad minera pasa-

da, y la participación en la creación de una red

transnacional de lugares y entidades de interés o

interesadas en el patrimonio minero del ámbito

atlántico europeo.

El Instituto Geológico y Minero de España

(IGME) es socio principal del proyecto junto a

otros nueve organismos de otras regiones euro-

peas atlánticas: Irlanda, País de Gales y Portugal.

El jefe de filas del proyecto son los socios fran-

ceses, la Comunidad Noyant-La Gravoyère, de

Nantes.

TEXTO | Ángel Ferrero Arias (geólogo, colegiado nº 176), coordinación y dirección del proyecto Atlanterra-Galicia,

jefe de la Unidad del IGME en Santiago de Compostela. Carmen Marchán Sanz (ingeniero de Minas) y Alejandro

Sánchez Rodríguez (ingeniero de Minas), investigadores del Área de Investigación en Patrimonio Geológico y

Minero, del Departamento de Investigación en Recursos Geológicos del IGME.

Palabras clave

Atlanterra, geodiversidad, patrimonio minero, Galicia, minería, IGME.

¿Qué es el patrimonio minero?Puede definirse el patrimonio minero como el

conjunto de labores mineras de interior y exte-

rior, estructuras inmuebles y muebles, así como

instalaciones periféricas, hidráulicas y de trans-

porte, documentos, objetos y elementos inmate-

riales vinculados con actividades mineras del

pasado, a los que un grupo social, más o menos

amplio, atribuye valores históricos, culturales o

sociales.

Hay que señalar que una parte fundamen-

tal de la existencia del patrimonio minero lo

constituyen los yacimientos de minerales y

rocas, objetos esenciales de la actividad

minera, así como el contexto geológico que

explica y justifica la existencia de esos yaci-

mientos.

Resultado de ser la minería una actividad

ancestral que ha llegado hasta nuestros días, y

que además tiene una importante proyección

hacia el futuro, forma parte y participa en los

patrimonios histórico-culturales, arqueológicos,

industriales, socioeconómico, tecnológicos y pai-

sajísticos.

El propósito esencial de los estudios de

patrimonio minero es localizar y valorar los ele-

mentos que puedan, por sus características y

estado de conservación, considerarse como bie-

nes patrimoniales, además de proponer medidas

para su conservación y fomentar su interés.

Aunque, a día de hoy, no existe una metodo-

logía general para la identificación y valoración

de los elementos constitutivos de un patrimonio

minero, lo habitual es seguir el criterio de valorar

Figura 1. Galicia en el Espacio Atlántico Europeo. Figura 2. Pantalla inicial de la base de datos (actualizaciones sotfware: Manuel Bernat).

Page 31: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 29

(ETSIM de Vigo), su actual presidente, particular-

mente sobre la mina de Fontao (Vila de Cruces,

Pontevedra). También merece especial mención

la Asociación Galega do Patrimonio Industrial

(BUXA), fundada y desarrollada por el profesor

Manuel Lara (UC) http://www.asociacionbuxa.

com/.

Un buen número de referencias a minas

abandonadas en Galicia pueden localizarse, ade-

más de en algunas referencias incluidas en la

bibliografía, en Internet, en variados blogs y

páginas web relacionadas con la minería y/o la

naturaleza de esta comunidad. También se

encuentran en algunos trabajos específicos rela-

tivos a restos patrimoniales minero-industriales.

Prima, sobre todo, la incorporación a la red de

fotos y vídeos sobre algunos lugares mineros y/o

procesos de producción, concretamente en rela-

ción con los hornos de cal y los hornos para la

fundición de mineral de hierro.

También en la red pueden encontrarse un

buen número de rutas de senderismo que, en

algunos casos, se relacionan con las explotacio-

nes antiguas, sobre todo de oro en tiempos

romanos, aunque en la mayoría, la indicación de

la proximidad a la ruta de algún resto de activi-

dad minera es puntual y casi anecdótico en el

conjunto del trazado que persigue, en general,

aprovechar otros recursos culturales y sobre todo

paisajísticos.

A finales de la década de los años setenta,

ya se había planteado el IGME la importancia de

conocer, para preservar, el patrimonio geológico

de Galicia, y publicó, en 1983, un pequeño libro

divulgativo sobre los Puntos de interés geológico

de esta comunidad autónoma. En él, figura algún

punto de interés minero.

Aparte de los trabajos realizados por el

IGME a finales de los setenta y principios de los

ochenta, no existen trabajos sistemáticos sobre

los diversos aspectos (mineros, tecnológicos,

arqueológicos, históricos, documentales, socia-

les, paisajísticos, etc.) de los restos de la activi-

dad minera y sus entornos geológicos inmedia-

tos, así como su estado de conservación y su

grado de vulnerabilidad.

Es interesante resaltar que en muchas de las

áreas mineras, actualmente abandonadas, exis-

tan o no vestigios significativos y con valor

patrimonial minero, viven antiguos mineros (ope-

rarios, administrativos, gestores, propietarios)

que guardan recuerdos vitales de gran interés

desde el punto de vista de la denominada

“memoria minera” y, a través de los cuales,

podemos conocer aspectos de gran interés que

no han quedado recogidos en los documentos

existentes.

En el marco de patrimonio minero se inclu-

yen aquellos elementos que pueden, desde un

punto de vista subjetivo, constituir lugares, insta-

laciones y edificios de interés patrimonial minero

(patrimonio inmueble) y objetos (maquinaria,

herramientas, documentos) que constituyen el

patrimonio mueble. Estos elementos pueden ser

de propiedad privada o pública o estar en situa-

ción de uso público, o gestionados de forma pri-

vada, según los acuerdos tomados entre los

entes públicos y privados involucrados en la

puesta en valor y gestión del patrimonio minero.

Atlanterra, Galicia y posibilidades de actuaciónSi vemos la lista de participantes que intervienen

en el proyecto Atlanterra (tabla 1), podemos

darnos cuenta de que, para los mismos objetivos

generales, los tipos de acciones a realizar en

cada caso van a ser muy diferentes. Desde accio-

nes muy concretas con un marcado carácter

turístico en parques temáticos, geoparques y

también por asociaciones de desarrollo regional,

a la elaboración de metodologías, mejora y apli-

cación de técnicas muy específicas de puesta en

valor, y/o mejora del conocimiento del patrimo-

nio minero, llevadas adelante por sociedades

científicas o técnico-científicas, entre ellas, los

servicios geológicos, pasando por acciones de

promoción y gestión como corresponde a algunos

de los socios y especialmente a los socios coor-

dinadores.

Como región para la aplicación del proyecto

Atlanterra en España se eligió Galicia, situada en

el espacio atlántico europeo (figura 1) y con

escaso bagaje en cuanto al conocimiento de su

patrimonio minero, a pesar de existir un impor-

tante conocimiento de la actividad minera en su

territorio. Esta actividad presenta como caracte-

rísticas básicas su desarrollo desde la antigüe-

dad, con explotaciones de pequeño a mediano

tamaño, explotándose una alta variedad de sus-

tancias, a cielo abierto y en subterráneo, y muy

dispersas y distribuidas por todo su territorio.

Existe además una minería actual que debería

tener en cuenta la oportunidad de utilizar ele-

mentos de su actividad como “activos futuros”

de patrimonio minero. Sería éste el caso de las

zonas de explotación más importantes de granito

y pizarra ornamentales, pero también de algunos

minerales industriales y otras rocas poco fre-

cuentes.

La información a partir de la cual podían

obtenerse referencias de lugares con potenciali-

dad como patrimonio minero era muy escasa. No

obstante, cierta información puntual sobre algu-

nos lugares, resaltando su valor patrimonial, se

encuentra en los trabajos realizados en el marco

de asociaciones como la Sociedad Española para

la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero

(SEDPGYM) http://www.sedpgym.es/, de ámbito

estatal, y de la cual hay que destacar algunos

trabajos realizados por el profesor Enrique Orche

Tabla 1. Relación de socios en el proyecto Atlanterra

FRANCIACommune de la Noyant-la-Gravoyere (Entidad administrativa local: gobierno municipal). Jefe de filas del proyecto; coordinación general frente a la •

UE, y coordinador para Francia. http://www.noyantlagravoyere.fr/

Association l’Ardoise (Asociación de pizarristas). • http://ardoise.free.fr/

Les Mines de la Brutz. Mina subterránea de pizarra, visitable. • http://www.green-mines.eu

IRLANDAGSI - Geological Survey of Ireland (Servicio Geológico de Irlanda). Coordinador para Irlanda. • https://www.gsi.ie/

CCG - Copper Coast Geopark (geoparque con énfasis en la minería y metalurgia del cobre). • http://www.coppercoastgeopark.com/.

CDP - Castlecomer Discovery Park. Parque temático en antiguas minas de carbón. • http://www.discoverypark.ie/

GALESBGCBC - Blaenau-Gwent- Blaenau Gwent County Borough Council (entidad administrativa local: gobierno del condado, equivalente a una provincia o •

comarca). Coordinador para Gales. http://www.blaenau-gwent.gov.uk/index.asp

RCAHMW- Royal Commission on the Ancient and Historical Monuments of Wales (sociedad científica). • http://www.rcahmw.gov.uk/HI/ENG/Home/

PORTUGALLNEG• - Laboratório Nacional de Energia e Geología (Servicio Geológico de Portugal). Coordinador para Portugal. http://www.lneg.pt/

ADRAL - Agência de Desenvolvimento Regional do Alentejo, S.A. • http://www.pacmanproject.eu/page/partner/adral/

ESPAÑAIGME - Instituto Geológico y Minero de España (Servicio Geológico de España). Coordinador para España. • http://www.igme.es

Page 32: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

30 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

el patrimonio minero de Galicia, si bien hay que

resaltar el libro publicado por el IGME, en 1999,

sobre el Patrimonio geológico del Camino de

Santiago, en el que, en el tramo correspondiente

a Galicia, se incluye algún ejemplo de patrimonio

minero.

Cuando se inició el proyecto Atlanterra,

muy pocas actuaciones de puesta en valor se

habían completado (los cargaderos de mineral

de A Insúa y de Ribadeo; hornos de calcinación

de mineral de hierro de A Pontenova; fábrica de

fundición de Sargadelos; Ecomuseo Forno do

Forte). Otras estaban prácticamente iniciándo-

se (Minas de San Finx; Mina de Fontao; Salinas

do Areal; Ecomuseo de Valga, entorno de Qui-

roga). Un caso aparte a señalar ha sido la

magnífica labor de los equipos de arqueólogos

que trabajaron en la puesta en valor de algunas

minas de oro de época romana, sobre todo, en

la zona de O Courel, y que a finales de los años

ochenta estaban en buenas condiciones de

observación, estando actualmente, en general,

en un estado de cierto abandono por la inva-

sión de la vegetación, un problema generaliza-

do en Galicia.

Con este panorama, Atlanterra en Galicia,

siendo fiel a su objetivo de introducir como ele-

mentos dinamizadores para la puesta en valor de

un lugar minero los tipos de elementos arriba

señalados, resaltando los contenidos geológico-

mineros, que en la mayoría de los casos suelen

faltar, se planteó los siguientes tipos de actua-

ción, cuya aplicación se vio limitada por los

escasos recursos económicos y humanos dispo-

nibles.

Recopilación de referencias de archivos •

mineros y divulgación de contenidos de la

Estadística Minera de España (EME).

Selección previa de puntos de interés como •

patrimonio minero.

Estudio previo de documentación y reconoci-•

miento en campo de lugares mineros selec-

cionados.

Elaboración de datos de gabinete y campo y •

selección definitiva de puntos a señalar en

un mapa de patrimonio minero de Galicia.

Adecuación a Galicia de la base de datos •

existente sobre el patrimonio minero de

Extremadura.

Carga de información en la base de datos del •

proyecto, que se considera como base de

datos de trabajo (no pública).

Realización de un mapa del patrimonio mine-•

ro de Galicia a escala 1:400.000. Para ello,

hubo que realizar una síntesis geológica a

dicha escala sobre la que se han situado los

puntos con potencialidad de patrimonio

minero.

Publicación de un libro sobre • Las piedras del

Camino de Santiago en Galicia.

Estos trabajos se realizaron a lo largo del

proyecto, y su objetivo fundamental fue conocer

la potencialidad de Galicia en el campo del patri-

monio minero inmueble, teniendo en cuenta su

patrimonio mueble e inmaterial conocido o

potencialmente existente. Se complementaron

con acciones puntuales con el objeto de incidir

en la aportación geológico-minera que el IGME

tiene como misión en su ámbito de actividad.

Estas acciones se concretaron en:

Diseño y realización de paneles, folletos y •

otros elementos con contenidos geológico-

mineros, que faciliten la interpretación de

los elementos observables del lugar consi-

derado y de su patrimonio inmaterial aso-

ciado.

Propuestas de itinerarios geológico-mineros •

que permitan observar e interpretar el contex-

to geológico que justifica la existencia del

yacimiento explotado, incorporando a veces

aspectos histórico-arqueológicos.

Promoción, financiación y preparación, en •

ocasiones, de contenidos de libros relacio-

nados con el patrimonio minero.

Elaboración de informes sobre algunos de los •

lugares mineros, con propuestas o comenta-

rios para la preservación de elementos de

interés patrimonial minero, su conservación y

puesta en valor.

Reuniones de trabajo del grupo Atlanterra •

con objeto de conocer y coordinar acciones

con otros socios, y realizar el seguimiento

técnico y económico del proyecto.

Gestiones y reuniones con representantes de •

distintos entes de la Administración, tanto

autonómicos como regionales y especialmen-

te locales. El objetivo fundamental fue trans-

mitir el interés por la preservación, conserva-

ción y puesta en valor de los elementos de

interés patrimonial minero, teniendo siempre

presente la conveniencia de introducir los

contenidos geológico-mineros adecuados.

También, mostrar el apoyo a este tipo de

realizaciones y, en algún caso, la posibilidad

de aportaciones en el marco del proyecto

Atlanterra.

Difusión del interés que la puesta en valor •

de algunos lugares mineros podrían signifi-

car para la dinamización socioeconómica de

áreas rurales, por lo cual se ha indicado como

recomendación mínima la preservación de

los vestigios mineros. Esta difusión se ha

realizado directamente con los correspon-

dientes responsables de los ayuntamientos

afectados, bien mediante entrevista directa

y/o informe o carta al respecto, o a través de

los medios escritos (prensa), radio y televi-

sión.

En esta línea de difusión y apoyo, el grupo •

de socios del proyecto Atlanterra visitó en

diciembre de 2010 las minas de San Finx y

Fontao, para conocer el interés de los pro-

yectos que se habían iniciado en ambos

casos, apoyando las iniciativas de creación

de los museos de la minería de ambas

minas.

En septiembre de 2012, se expusieron en el •

coloquio final del proyecto que tuvo lugar en

Nantes (Francia), los avances de todos estos

trabajos ante el resto de socios de Atlante-

rra. Se puso el énfasis en los trabajos para

la obtención del mapa de patrimonio minero

de Galicia, sobre el desarrollo de la puesta

en valor de los museos de San Finx y Fontao

y las minas de Brués.

En octubre de 2013, se presentaron y se •

distribuyeron a los socios del proyecto Atlan-

terra, para su difusión internacional, el

mapa del patrimonio minero de Galicia y el

libro Las piedras del Camino de Santiago en

Galicia.

Queda pendiente incorporar a la página • web

del proyecto Atlanterra, cuyo marco de refe-

rencia es: “Green Mines-Atlanterra” http://

www.green-mines.eu, los distintos conteni-

dos que cada socio ha ido preparando duran-

te el desarrollo del proyecto.

Podemos resumir, por tanto, que los trabajos

realizados en Galicia, teniendo en cuenta los

condicionantes previos, se concretaron en:

Recopilación y difusión de referencias y archi-•

vos mineros.

“A finales de la década

de los años setenta, ya

se había planteado el

IGME la importancia de

conocer, para preservar,

el patrimonio geológico

de Galicia, y publicó,

en 1983, un pequeño

libro divulgativo sobre

los Puntos de interés

geológico de esta

comunidad autónoma”

Page 33: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 31

Turismo de la Xunta de Galicia), así como la

intensa participación de la biblioteca y Centro de

documentación del IGME, y de la litoteca del

IGME en Peñarroya.

Base de datos de patrimonio minero de GaliciaPara el adecuado manejo de la información

adquirida, tanto en campo como en gabinete, se

adaptó, a las características específicas de Gali-

cia y posibilidades de actuación, la base de datos

ya generada para la realización del mapa del

patrimonio minero de Extremadura.

Las significativas diferencias entre ambas

regiones, en lo que se refiere a las posibilidades

de observación en campo y el mayor énfasis en

Galicia en los aspectos geológico y mineros, con

menor orientación arqueológica, ha llevado a

realizar modificaciones de la base de datos de

Mejora del conocimiento de la potencialidad •

del patrimonio minero para obtener un mapa

del patrimonio minero de Galicia.

Acciones orientadas a la puesta en valor de •

algunos lugares o elementos mineros.

Difusión del potencial de Galicia en cuanto a •

su patrimonio minero.

Acciones para la concienciación y el impulso •

de los sitios mineros abandonados, cuando

los vestigios y trayectoria de actuaciones los

muestren como un activo geoturístico, dina-

mizador socioeconómico de áreas mineras

abandonadas. Estas acciones se dirigieron

especialmente a los responsables, sobre todo

locales, en algún caso privado, y a la socie-

dad en general.

Registros y archivos minerosEn el marco de esta acción de Atlanterra, se

realizó la digitalización y la aplicación web que

permite la búsqueda de datos en la Estadística

Minera de España (1861 a 2011). Constituye una

aportación muy interesante desde el punto de

vista del conocimiento del patrimonio inmaterial

de aquellos lugares mineros en los que se esté

interesado.

También se preparó un Documento de refe-

rencias bibliográficas y archivos relativos a la

minería de Galicia disponibles en distintos cen-

tros. Este documento constituye una primera

aproximación a las referencias y archivos mine-

ros de la Comunidad Autónoma de Galicia y una

primera herramienta para la localización de

datos mineros, y muestra de coordinación entre

distintos centros que los custodian.

Se realizó con la participación de distintos

centros, entre los que hay que destacar los Archi-

vos Históricos Provinciales de Galicia, el Archivo

General de la Xunta de Galicia y el Archivo del

Reino de Galicia, con la coordinación del Archivo

Histórico Provincial de Lugo (Subdirección Gene-

ral de Archivos, de la Consellería de Cultura e

partida adaptándola a las particularidades de

Galicia.

La información sobre cada uno de los lugares

mineros considerados, que proviene del trabajo de

campo y de la documentación consultada, se car-

ga en esta base de datos, considerada “de traba-

jo” o “del proyecto”, y no es de consulta pública.

Esta base de datos se ha realizado utilizando

ACCESS 2000 —con una interface de usuario en

Visual Basic 6.0 Enterprise Edition para una con-

figuración mínima en Windows 95 y Windows

NT— preferiblemente XP, al menos en un PII con

un RAM de 32 MB.

Los datos se cargan clasificándolos en los

siguientes grupos de información:

Datos básicos de la mina.•

Datos del grupo de minas.•

Labores, instalaciones y equipos.•

Geología, yacimientos, rocas, minerales y ele-•

mentos químicos.

Historia-arqueología, referencias y otros •

datos.

La base (figura 2) permite la visualización de

fotografías y figuras relativas al sitio de interés

minero considerado (figura 3), lo que facilita trans-

mitir una primera información gráfica al usuario

sobre la localización, accesos, los distintos ele-

mentos observables y su estado de conservación

y/o rehabilitación. Otra pantalla de esta base,

con información sobre el lugar minero puede

verse en la figura 4.

Mapa de Patrimonio Minero de GaliciaEl IGME, en la década de los años setenta, realizó

la cartografía geológica a escala 1:50.000 (Plan

Magna) de toda Galicia (la primera región que

dispuso de esta cartografía en España) y sus pri-

meros mapas de minerales metálicos y de rocas y

minerales industriales a escala 1:200.000. Estas

cartografías han sido antecedentes fundamentales

Figura 3. Pantalla de datos básicos de la mina (actualizaciones sotfware: Manuel

Bernat).

Figura 4. Pantalla de labores, instalaciones y equipos (maquinaria) (actualizaciones

sotfware: Manuel Bernat).

“La información sobre cada

uno de los lugares mineros

considerados, que proviene

del trabajo de campo

y de la documentación

consultada, se carga

en esta base de datos,

considerada ‘de trabajo’

o ‘del proyecto’, y no es

de consulta pública”

Page 34: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

32 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

para obtener referencias geológicas y mineras de

los lugares mineros.

Para realizar el mapa se utilizaron como ante-

cedentes los mapas de localización de indicios

minerales, tanto metálicos (año 1975 y año 1982,

de síntesis de Galicia) como de rocas y minerales

industriales 1:250.000 (año 2010). A partir de la

base geológica de este mapa 1:250.000, se obtuvo

la síntesis geológica (digital) que constituye la

base geológica, a escala 1:400.000, del mapa del

patrimonio minero de Galicia.

Se han visitado unos 100 lugares considera-

dos inicialmente de interés, si bien se han quedado

fuera otros cuyo potencial interés conocemos y

que deberán ser objeto de futuras incorporacio-

nes. También se han incluido algunos de los que

probablemente habrá que prescindir en futuras

revisiones.

Los criterios aplicados han sido los potencia-

les intereses históricos, arqueológicos, socioeco-

nómicos, de tipología de yacimientos, labores

mineras, métodos de laboreo, instalaciones de

extracción, transporte y tratamiento, y los restos

observables y/o facilidad para su accesibilidad y

observación. En Galicia, la mayoría de las anti-

guas labores e instalaciones están muy tapadas

por la vegetación, pero su puesta a la vista no es

difícil ni costosa.

También se ha tenido en cuenta el estado

de conservación, y la posible agrupación de

puntos para establecer itinerarios geológico-

mineros. Todo ello ha sido considerado en esta

primera selección que incluimos en el mapa que

denominamos de patrimonio minero de Galicia y

que es simplemente una herramienta de conoci-

miento regional y un punto más de partida para

la toma de conciencia para la preservación,

conservación y puesta en valor de este patrimo-

nio minero.

Figura 5. Anverso del Mapa de Patrimonio Minero de Galicia (Ferrero Arias et al., 2012).

Page 35: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 33

En el anverso del mapa (figura 5) puede ver-

se que se han situado 98 lugares de potencial

interés, y algunos detalles más próximos del

mapa se ofrecen en la figura 6. La leyenda geo-

lógica nos ayuda a tener una primera aproxima-

ción al contexto litológico y estructural de los

sitios de patrimonio minero. La simbología de

dichos sitios nos indica su tipo y la sustancia/s

minerales con las que se relaciona.

El listado nos permite identificar cada punto

y poder así localizarlo en la base de datos y en

otros documentos, así como en Internet. En el

fragmento del mapa pueden verse sitios mineros

seleccionados (sin ser exhaustivos) y su relación

con las principales vías de comunicación. Se ve

que la entrada a Galicia por la carretera N-120

nos ofrece la oportunidad de visitar áreas mine-

ras de diversos tipos (explotaciones, hornos,

ferrerías) y sustancias (oro, hierro, estaño y wol-

framio, caliza, magnesita, pizarra).

En el reverso (figura 7) se dan algunos datos

más sobre 35 puntos seleccionados. Se han

tenido en cuenta la diversidad de tipologías y de

sustancias, y su distribución por Galicia; como

sustancias metálicas se incluyen: arsénico, oro,

hierro, antimonio, cobre, estaño, wolframio y

titanio; como rocas y minerales industriales: grani-

to, gneises, pizarras, calizas, magnesita, serpen-

tinitas, arcillas, caolín y sal; y como sustancia

energética: lignito.

Entre los tipos de lugares diferenciamos

“minas e instalaciones mineras” anexas; “car-

gaderos de mineral” (tanto cargaderos construi-

dos para el envío por mar de un determinado

mineral, como otros en los que se realizó y

realiza un importante tráfico de materias pri-

mas minerales) restos fidedignos de los anti-

guos cargaderos, o rehabilitaciones más o

menos acertadas (A Insúa, Ribadeo). En el gru-

po denominado “Otros puntos de interés”, se

han incluido varios tipos como pueden ser museos

o centros con contenidos relacionados con la

minería, hornos de cal, fábricas-fundiciones y

herrerías; por ejemplo, los ecomuseos de Buño

y de Valga, en relación con el uso de la arcilla

en cerámica; hornos de cal como el de Sasdóni-

gas; fábricas como las Reales fábricas de Sar-

gadelos de hierro y loza; herrerías donde se

fundía y trataba el mineral de hierro (Bogo,

Seoane, Vilaboa...).

No es un mapa turístico sino para el conoci-

miento regional de la potencialidad individual o

en grupo de sitios mineros. No se tiene en cuen-

ta, de forma prioritaria, las posibilidades de

observación actual cuando es causa de una falta

de limpieza o adecuación de accesos y señaliza-

ción, algo fundamental para considerarlos como

puntos turísticos recomendables para su visita,

sino que son lugares mineros recomendados

para su preservación y, en lo posible, recupera-

ción y puesta en valor mediante limpiezas, estu-

dios, valoraciones, panelizaciones, diseño de iti-

nerarios, etc., siempre resaltando los contenidos

geológico-mineros. Pueden completarse, en oca-

siones, con otros contenidos culturales: históri-

cos, arqueológicos, industriales, faunísticos,

vegetación, paisaje, etc.

Por otra parte, se recomienda ser conscien-

tes de la peligrosidad que implica la visita a una

zona minera desconocida, que se contacte con el

ayuntamiento correspondiente, y acompañarse

por una persona conocedora de la zona si así se

recomienda. En cualquier caso, aunque no se

informe sobre la existencia de peligrosidad, hay

que tener siempre precaución cuando se visite

una zona de labores antiguas y no entrar nunca

en una galería que no esté acondicionada para

su visita guiada.

Entre los sitios mineros con potencialidad

como patrimonio minero se han incluido algunas

canteras de granito y de gneises en el entorno de

Santiago de Compostela, como referencias de

sitios aún observables de los que procedieron

algunas de las rocas más frecuentemente utiliza-

das en la construcción de la ciudad de Santiago,

tanto en la antigüedad como en la actualidad.

Algunas de ellas están en explotación desde los

Figura 6. Detalles del Mapa de Patrimonio Minero de

Galicia (Ferrero Arias et. al., 2012).

“Se recomienda ser

conscientes de la

peligrosidad que implica

la visita a una zona

minera desconocida,

que se contacte con

el ayuntamiento

correspondiente, e ir

acompañado de una

persona conocedora de la

zona si así se recomienda”

Page 36: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

34 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

Figura 7. Reverso del Mapa de Patrimonio Minero de Galicia (Ferrero Arias et al., 2012).

Page 37: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 35

años cincuenta, para obra nueva o reparaciones

que continúan en la actualidad.

Éstas y otras canteras que han aportado

rocas para la construcción de los monumentos,

no sólo en Santiago de Compostela, sino tam-

bién a lo largo del Camino de Santiago, y que

deben considerarse como parte del patrimonio

minero de Galicia, se han estudiado e incluido

en el libro Las piedras del Camino de Santiago

en Galicia publicado por el Instituto Geológico y

Minero de España (IGME) en septiembre de

2013.

Sitios de Galicia con potencial valor como patrimonio minero: acciones Atlanterra En el reverso del mapa del patrimonio minero de

Galicia se ha incluido una selección de sitios

mineros con potencial patrimonial (tabla 2). Unos

se ilustran con fotografías en cuyo pie se apunta

alguno de los motivos de su interés. Su distribu-

ción geográfica en la Comunidad Autónoma que-

da reflejada en un esquema comarcal. Ya se ha

indicado que no es una relación exhaustiva y

algunos sitios faltan y otros seguramente sobran,

pero creemos que cumple alguno de los objetivos

iniciales del proyecto: concienciar, introducir cri-

terios geológico-mineros en la selección de luga-

res de interés cultural-industrial y en los progra-

mas de defensa y promoción de la geodiversidad,

y difundir el potencial del patrimonio minero

como recurso geoturístico del territorio.

En el marco del proyecto Atlanterra se ha

pretendido, además de mejorar el conocimiento,

en el ámbito autonómico, de los sitios suscepti-

bles de constituir patrimonio minero, resaltar

algunos de los sitios ya puestos en valor o que se

estaban iniciando y proponiendo al comenzar el

proyecto y durante su desarrollo, así como otros

lugares que no se estaban teniendo en cuenta.

La escasa proyección interna, y más aún

externa, del patrimonio minero de Galicia acon-

sejaba la selección de unos pocos sitios en los

que distribuir los escasos recursos del proyecto y

trabajar en la difusión de sus características de

interés patrimonial minero, además de apoyarlos

en lo posible con la realización de acciones de

puesta en valor. En definitiva, pocos sitios distri-

buidos por toda la geografía gallega y que pre-

senten variados elementos de patrimonio mine-

ro, evitando ya la enumeración más extensa de

sitios mineros tal como se plantea en el mapa de

patrimonio.

En esta publicación se hace solamente

referencia a las actuaciones realizadas por el

IGME en el marco del proyecto Atlanterra y, más

concretamente, en los lugares incluidos en la

tabla 2. No se entrará en detalles descriptivos

de cada sitio, lo que no es objeto de esta comu-

nicación, reseñando algunos tipos de elementos

mineros de interés a considerar en su puesta en

valor.

Prácticamente se localizaron y reconocieron

en campo más de 100 sitios con interés potencial.

Las dificultades de observación debidas a la densa

vegetación y el estado ruinoso de muchas cons-

trucciones, ha impedido, en numerosos casos,

realizar una descripción detallada de cada uno de

los elementos mineros a considerar. Pero esto no

ha sido inconveniente para alcanzar una valora-

ción, en gran medida subjetiva e integradora, del

conjunto y de sus posibilidades para su puesta en

valor a través de actuaciones desde sencillas (ej.

panel informativo) a más complejas y costosas

(rehabilitación de edificios e instalaciones, habili-

tación de labores subterráneas para su visita,

centro de interpretación o museo, etc.).

Mediante la organización y elaboración de los

datos de campo con el apoyo de trabajos de gabi-

nete y una revisión documental más amplia, si bien

siempre con carácter preliminar ya que se trata de

una revisión o inventario de ámbito regional, se

seleccionaron definitivamente 98 sitios mineros

para su inclusión en el mapa del patrimonio minero

de Galicia a escala 1:400.000.

En la base de datos del proyecto se introdu-

jeron, para cada uno de los sitios mineros, planos

de situación geográfica y, en ocasiones, geológi-

ca, que complementa la del mapa de patrimonio

minero, situación sobre foto aérea, esquemas de

interés y fotografías de los distintos elementos

visibles en las condiciones de observación actua-

les. También se incluyó información textual tanto

sobre los aspectos históricos, como sobre ele-

mentos valorables como patrimonio minero. Se

incorporaron a la base 98 lugares mineros a

tener en cuenta. De éstos, se hizo una selección

de 35 puntos que se han relacionado en el rever-

so del mapa de patrimonio (tabla 2).

En cuanto a las actuaciones del IGME, aparte

de los trabajos indicados y realizados para cada

uno de los sitios mineros reconocidos en el campo,

se han llevado a cabo algunas acciones a las que

nos referiremos sucintamente en cada caso.

La minería de estaño y wolframio en Galicia

tuvo un desarrollo importante en gran parte de su

territorio, con numerosas explotaciones de tama-

ño pequeño a mediano. Se han seleccionado varios

lugares mineros en los que algunos elementos

podrían ponerse en valor. En dos de ellos, las

minas de San Finx y la mina de Fontao, se ha

avanzado mucho en su puesta en valor mediante

la rehabilitación de edificios (figuras 8 y 9), insta-

laciones, maquinaria y herramientas, así como en

la recuperación y divulgación de su historia minera

a través de documentos, artículos, medios de

comunicación, audiovisuales, etc. En ambos casos,

se está implementando un proyecto de Museo de

la minería de cada una de las zonas.

Minas de San Finx

En San Finx, el IGME, en el proyecto Atlanterra,

ha colaborado en la puesta en valor en los siguien-

tes aspectos:

GEOTURISMO: diseño, preparación de conte-•

nidos y realización de dos rutas geológico-

mineras en el entorno inmediato del yaci-

miento y por su contexto geológico. Realización

de un panel (figura 10) (instalado en el

museo) sobre las rutas propuestas y otros

contenidos geológico-mineros. Edición de un

Figura 8. Aspecto (1940´s) de la fachada principal del

edificio de talleres y carpintería, hoy edificio principal

del Museo (Ayto. de Lousame).

Figura 9. Edificio principal del Museo, ya rehabilitado

el antiguo edificio de talleres y carpintería (Ferrero

Arias).

“La escasa proyección

interna, y más aún externa,

del patrimonio minero

de Galicia aconsejaba la

selección de unos pocos

sitios en los que distribuir

los escasos recursos

del proyecto y trabajar

en la difusión de sus

características de interés

patrimonial minero”

Page 38: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

36 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

Tabla 2. Selección de sitios mineros con potencialidad para constituir parte del patrimonio minero de Galicia

Ref. Denominación / Municipio Sustancia /

temáticaÉpocas de actividad Tipo R.I.E V ER Valor UTMX UTMY

1Parque Etnográfico de A Insúa

(Viveiro)Fe

1899-1914

1918-1966 (rehabilitado e

inaugurado en 2002).

Cargadero de mineral Si VL C Medio 612137 4838865

2 Fábricas de Sargadelos (Cervo) Fe y loza Fundición: 1791-1875. Fábrica de

loza: 1804-1875; 1970-actual Fundición y fábrica de loza Si VL D Alto 628753 4835581

3 Minas de A Silvarosa (Viveiro) Fe 1898-1965 Labores a cielo abierto ladera

y subterráneas Si VP N Medio 609979 4834477

7 Cargadero de Ribadeo Fe 1903-1964 Cargadero de mineral Si VL C Medio 658772 4823421

12Mina de As Pontes (As Pontes de Gª

Rodríguez)Lignito 1972-2007

Corta a cielo abierto

Ecología minera Si VC D Alto 590670 4812452

14 Minas de Vilaoudriz (A Pontenova) Fe 1903-1965 Labores subterráneas y

trincherasSi VP D Alto 646712 4801205

16 Ferrería de Bogo (A Pontenova) Fe 1534-S. XIX Ferrería Si VC C Alto 650110 4797080

18Ecomuseo Forno do Forte (Malpica de

Bergantiños)Arcilla 1999-actual Museo etnográfico Si VC C Alto 517762 4790878

19 Muelle de Balarés (Ponteceso) Ti 1941-1962 Cargadero de mineral Si VL D Medio 504567 4787902

22 Mina de Meirama (Cerceda) Lignito 1980- 2007 Corta a cielo abierto. Ecología

mineraSi VC D Alto 547040 4782628

23 Minas de Laxe Caolín 1930-1982 Corta a cielo abierto Si VL N Medio 500207 4780558

28Museo Luis Iglesias (Santiago de

Compostela)

Rocas y

minerales1900-(Museo 1906) -actual Museo Si VC C Alto 537218 4748548

29 Minas de Touro Cu (Finales XIX-XX); (1965) 1975-1987 Ecología minera Si VC D Alto 553047 4748147

34Mina de Fontao

(Vila de Cruces) W-Sn

Antigua

1888-1963; 1968-1974

Labores subterráneas y cielo

abierto en trinchera. Museo Si VC D Alto 563183 4734255

35 Minas de San Finx (Lousame) Sn-W Antigua

1889-actual

Labores subterráneas (cielo

abierto ladera) SI VC D Alto 514462 4733371

38 Ferrería de Penacoba (Bóveda) Fe Antes de 1780-finales S. XIX (como

fragua hasta mediados del S. XX) Ferrería Si VC C Alto 622212 4725384

39 Mina A Toca (Folgoso do Courel) Au Romana Imperial Corta a cielo abierto No VL D Alto 653323 4724856

42 Ferrería de Locay (Folgoso do Courel) Fe 1810-1910 (como mazo hasta los

años de 1920)Ferrería Si VC C Alto 651644 4722312

47 Minas de Vilarbacú (Quiroga) Sb Antes de 1896-1953 Labores subterráneas y a

cielo abierto Si VP N Medio 653502 4714947

48 Minas de A Trigueira (Lalín) Sn Antes de 1917-1950 Labores subterráneas y

trincherasSi VP I Medio 563451 4712697

49 Minas de Presqueiras (Forcarei) Sn 1849-1954

Labores subterráneas y

excavación a cielo abierto

ladera

Si VP N Medio 553482 4707914

53 Museo de Geología de QuirogaGeología y

mineríaFinales 2011-actual Museo Si VC C Medio 642333 4704476

61 Minas de Freixo (Monforte de Lemos) Fe Siglo XV; 1913-1959 Labores subterráneas y

trincherasSi VP N Medio 623215 4701578

62 Minas de Brués (Boborás) As (Au) 1905-1910

años 1970

Labores subterráneas y

trincherasSi * VA D Alto 569854 4701144

67 Mina Os Biocos (San Xoán de Río) Au Romana Imperial Cortas a cielo abierto No VL D Alto 641811 4696010

69 Mina de Montefurado (Quiroga) Au Romana Imperial Túnel y excavación a cielo

abiertoNo VL C Alto 647760 4694987

70Minas de Balborraz (Carballeda de

Valdeorras)W 1914 -1962

Labores subterráneas y

trincherasSi VP N Alto 684322 4684778

74 Cargadero de Rande (Redondela) Fe 1926-1959 Cargadero de mineral Si VC N Medio 528177 4681633

75 Minas de Vilanova (A Veiga) W 1914 -1952Labores subterráneas

y trincherasSi VP N Medio 676071 4681184

78 Salinas do Areal (Vigo) Sal comúnRomana Imperial

Museo: 2009-actual Salinas – Museo Si VC C Alto 523545 4676433

82 Minergal (O Porriño)Rocas y

minerales2011-actual Fundación y Museo Si VC C Medio 530409 4666982

85 Minas de Baltar W-Sn 1920; 1940-1950Labores subterráneas y

trincherasSi VP N Medio 604046 4644612

87 Mina As Sombras (Lobios) W-Sn1936-1952

(subterráneo)-1971-1976

Labores subterráneas y

trincherasSi VC N Medio 578251 4630782

88Cargadero de Coto Wagner

(Redondela)Fe 1965-1974 Cargadero de mineral Si VC N Medio 528667 4681982

89Centro Tecnológico de la Pizarra (O

Barco de Valdeorras)Pizarra 1999-actual

Fundación y Centro

Tecnológico Si VC C Alto 670797 4698431

VP: Visita libre con precaución (el recorrido por minas o instalaciones no acondicionadas puede ser peligroso para los visitantes); R.I.E. Restos de instalaciones o de edificios ; (*) Muy modificados y en uso privado

Page 39: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 37

folleto divulgativo en castellano y su traduc-

ción al gallego.

MUSEÍSTICO: preparación de información y •

apoyo al diseño de una maqueta de la mina

subterránea de San Finx y su entorno geo-

gráfico (instalada en el museo).

DIFUSIÓN: se dio a conocer este lugar mine-•

ro a los socios de Atlanterra en diciembre de

2010, como parte de las actividades anuales

del grupo Atlanterra. Se presentaron en el

coloquio final del proyecto Atlanterra, cele-

brado en septiembre de 2012 en Nantes, los

avances realizados en la puesta en valor de

las minas de San Finx.

El IGME, en 2013, coordinó, a través de su

unidad en Santiago de Compostela, la filmación

de distintos elementos del museo e itinerarios,

para Televisión Española (TVE) y Televisión Galle-

ga (TVG), para su difusión a través del programa

internacional Desde Galicia para el Mundo que

estas dos cadenas emiten. Fueron entrevistadas

en esta visita la actual alcaldesa de Lousame y la

técnico de Turismo del ayuntamiento, además del

responsable del IGME del proyecto Atlanterra.

Mina de Fontao

En relación con la mina de Fontao, el IGME reali-

zó las siguientes acciones durante el desarrollo

del proyecto:

MUSEÍSTICO: promoción, financiación y cola-•

boración en los contenidos de ocho paneles

con información gráfica, textual y tabular, de

carácter geológico-minero, que se instalaron

en el edificio principal del Museo de la Mine-

ría de Fontao.

GEOTURÍSTICO: gestiones con el propietario •

de la mina y con el ayuntamiento de Vila de

Cruces, directamente y a través del director del

museo, para el diseño y establecimiento de un

itinerario geológico minero en la zona de la

mina. Visitas a las áreas de principal interés.

DIFUSIÓN: se realizaron para la mina de •

Fontao las mismas acciones ya señaladas

para las minas de San Finx, y se promovió y

financió la publicación del libro de fotogra-

fías mineras Mundo Minero 2011, con nume-

rosas fotos sobre vestigios en minas aban-

donadas.

Entre otros sitios mineros seleccionados se

han incluido algunas explotaciones de oro. La

totalidad de las visitadas fueron ya conocidas y

explotadas probablemente en época romana.

Unas se citan como minas de oro y otras de

arsénico, con cierto contenido en oro, que los

romanos podrían obtener ya que aparecía en

gran medida en forma nativa. En el marco del

proyecto Atlanterra se ha actuado en dos de las

minas visitadas: Brués y Os Biocos.

Figura 10. Aspecto general del póster de itinerarios geológicos realizado en el marco del proyecto Atlanterra

y situado en el Museo de San Finx (Ferrero Arias).

Figura 11. Minas de Brués, parte frontal del folleto del itinerario interpretativo (Ferrero Arias).

Figura 12. Aspecto general de la parte principal del itinerario de Brués (Ferrero Arias).

Page 40: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

38 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

Minas de Brués

El IGME firmó un convenio de colaboración con el

ayuntamiento de Boborás para la puesta en valor

de las minas de Brués. En este convenio, el ayun-

tamiento se comprometía a realizar los trabajos de

limpieza de los senderos que llevaban a las minas,

en ese momento impracticables por la densa pre-

sencia de matorral. Estos trabajos de limpieza

deberían mantenerse en el tiempo para que siem-

pre estuviera practicable el itinerario interpretativo

propuesto por el IGME. También se contemplaba

en el convenio, el compromiso del ayuntamiento

para instalar en el campo las señales y paneles

informativos facilitados por el IGME.

DOCUMENTACIÓN: el IGME realizó un reco-•

nocimiento de los senderos de accesos a las

distintas galerías visitables y de su inmedia-

to contexto geológico, apoyándose en la docu-

mentación existente tanto histórica como

geológico-minera. Elaboró un documento

base que entregó a los responsables del

convenio por parte del ayuntamiento.

GEOTURISMO: El IGME preparó una pro-•

puesta de itinerario interpretativo (figuras

11, 12 y 13) por la zona de las minas de

Brués, y un folleto divulgativo (editado en

castellano) de los aspectos históricos, tipo y

génesis del yacimiento, sistema y método de

laboreo, contexto geológico, etc., además de

otros rasgos naturales del itinerario (vegeta-

ción, fauna, paisaje) y culturales próximos.

Se establecieron unos puntos de observa-

ción a lo largo del itinerario y se diseñaron

las señales a colocar en cada punto que se

describe en el folleto. Se prepararon algunas

señales de dirección para su localización

desde la carretera de O Carballiño a Ponte-

vedra, y se preparó un panel informativo al

inicio del itinerario con la información gene-

ral geológico-minera, geográfica y cultural

del entorno.

INSTALACIÓN: el trabajo estuvo a cargo del •

ayuntamiento de Brués. Se situaron todas

las señales entregadas por el IGME en los

puntos de observación correspondientes, así

como el panel informativo y las señales de

orientación. Además, se realizaron nuevas

labores de limpieza y mantenimiento de las

sendas.

DIFUSIÓN: se presentó la actuación en estas •

minas de Brués en el coloquio final del pro-

yecto Atlanterra, celebrado en septiembre

de 2012 en Nantes. Se preparó también una

presentación para la difusión de los trabajos

realizados y de los elementos existentes.

Tanto el documento de base como el panel

informativo y el folleto divulgativo, así como

la presentación, fueron entregados en for-

matos digitales adecuados al ayuntamiento

de Brués.

Os Biocos

La otra mina romana de oro en la que se realizó

una actuación de puesta en valor fue la mina Os

Biocos. Se llevó a cabo esta actuación de acuer-

do con el ayuntamiento de San Xoán de Río, y

consistió en la panelización informativa de un

corto itinerario interpretativo que pretende poner

en valor esta mina que los arqueólogos asignan

a la época romana. Dada la importancia de la

presencia romana en esta zona, próxima a la Vía

Nova, y el interés coincidente de poner en valor

estas labores romanas por parte del CSIC y del

IGME, este segundo organismo, en el marco Atlan-

terra, estableció un contrato de asesoramiento

con el equipo de Estructura Social y Territorio-

Arqueología del Paisaje (EST-AP) del CSIC, con el

que colaboró en la aportación de contenidos y

coordinación de trabajos para la puesta en valor

de este sitio minero.

DOCUMENTACIÓN: documento con informa-•

ción geográfica, histórico-arqueológica y

geológico-metalogenética, para la prepara-

ción de paneles informativos, y si así se

considerase en el futuro, suficiente para la

preparación de un folleto divulgativo.

GEOTURISMO: aportación de contenidos, •

coordinación y financiación de tres paneles

informativos (figura 14), con textos en ga -

llego y español, con contenidos histórico

arqueológicos, geológicos, metalogenéticos

y mineros, situados en puntos selecciona-

dos del itinerario propuesto para la visita a

la mina.

Realización de un proyecto de instalación de

los paneles informativos y su tramitación a

través del Servizo de Arqueoloxía de la Xun-

ta de Galicia (Dirección Xeral de Cultura) e

informe de resultados una vez instalados los

paneles.

DIFUSIÓN: comunicaciones a la prensa tanto •

por parte del IGME como del CSIC, y conjun-

tamente, del interés histórico-arqueológico y

minero de esta mina, situada en el área

controlada por los romanos a lo largo de la

Vía Nova. Comunicación a los vecinos afec-

tados por la instalación de los paneles

informativos del interés e información sobre

el proyecto Atlanterra, y de Os Biocos en

particular.

Figura 13. Bocamina de una galería de explotación en

dirección, siguiendo un filón de cuarzo en las minas de

Brués (Ferrero Arias).

Figura 14. Aspecto general de uno de los paneles informativos colocado en el itinerario de la mina Os Biocos (IGME-CSIC).

Page 41: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 39

Por otra parte, y para varios sitios mineros

de Galicia, se han realizado diversos informes

con propuestas y observaciones sobre su patri-

monio minero, informes que han sido comenta-

dos y entregados a los alcaldes de los municipios

correspondientes. En estos informes se incluye la

situación geográfica y geológica de los sitios

mineros tratados, una síntesis preliminar de la

historia minera, referencias a la tipología de

yacimiento y metalogénia, métodos de laboreo,

etc., así como indicaciones y descripciones sobre

los elementos mineros observables y comenta-

rios y propuestas de actuación para preservar o

promover la puesta en valor del lugar o de alguno

de los elementos de interés patrimonial minero.

Otras minas

En la mina y muelle de Balarés, de titanio, se

colaboró intercambiando información con la Aso-

ciación Cultural Monte Branco (Ponteceso, A

Coruña) que ha realizado un magnífico documen-

to audiovisual sobre la actividad minera en

Balarés. Se realizó un documento informativo en

la línea ya indicada, incorporándose ambos docu-

mentos a los productos Atlanterra para darles

difusión.

Para las minas de Laxe, de caolín, se reali-

zó un documento informativo sobre los elemen-

tos valorables (figuras 15 y 16) y un documental

basado en la información recogida en ese docu-

mento, y en el que se incluyen testimonios de

mineros de estas minas. Se proyectó el docu-

mental en un acto público en el local de la aso-

ciación de vecinos de Serantes, con gran afluen-

cia de público y gran interés por la puesta en

valor de los escasos elementos materiales exis-

tentes, que permiten establecer un itinerario

siguiendo los restos del tranvía aéreo que lleva-

ba el caolín desde la corta de explotación a la

planta de tratamiento, donde queda en pie la

chimenea de los hornos de secado. Tanto el

informe como el audiovisual fueron enviados a la

alcaldía de Laxe.

También fue entregado en la alcaldía de

Cerdido el documento elaborado en relación con

las posibilidades observadas durante el recono-

cimiento de campo y revisión preliminar en

gabinete, sobre las minas de cobre de Cerdido y Moeche.

En relación con las minas de Vilanova se

ha entregado en la alcaldía de A Veiga el docu-

mento realizado sobre la potencialidad patrimo-

nial sobre este sitio y su relación con otros

próximos (Tres Amigos y Balborraz). Se ha desta-

cado la importancia de preservar y conservar,

restaurándola, una máquina de vapor (figura 17)

que se encontraba aún situada en su ubicación

original. Una propuesta de convenio de colabora-

ción con dicho ayuntamiento, para establecer un

itinerario por la zona de labores destacando los

aspectos geológicos y mineros del yacimiento

explotado y el tipo de labores realizadas, no llegó

a formalizarse. La puesta de nuevo en explota-

ción de la zona (con derechos mineros vigentes)

y la recuperación y puesta en valor de algunos

elementos mineros deberían poder coexistir.

La zona comprendida entre la mina de Vilano-

va, en el municipio de A Veiga, y las minas de

Balborraz, en el término de Carballeda de Val-

deorras, presenta un atractivo paisajístico de

montaña que complementa el interés geológico-

minero. Por ello, se ha propuesto una ruta especí-

fica minera del wolframio (figura 18) en la que,

aparte de los yacimientos de wolframio explota-

dos, pueden observarse, en el contexto geológico,

granitos que se han relacionado con las minerali-

zaciones y las rocas metamórficas en las que

éstas encajan. Estas rocas representan, en la

zona, el Ordovícico inferior al Ordovícico medio,

con litologías de esquistos y pizarras a cuarcitas

y areniscas. También pueden observarse valles

que conservan la huella del glaciarismo que afec-

tó a esta área durante el cuaternario, y grandes

bloques erráticos que han quedado como espec-

taculares testigos del fenómeno glaciar.

Con respecto al patrimonio minero resultado

de la explotación de lignito (figura 19) en las minas

de Meirama (Lignitos de Meirama, S.A., LIMEISA)

y As Pontes (Empresa Nacional de Electricidad,

S.A., ENDESA), sin explotar a partir de finales de

2007, se consideran de interés, además de la his-

toria minera y dentro de las posibilidades existen-

tes en el proyecto de cierre de ambas minas,

aquellos elementos mineros, que permitan com-

prender y difundir el importante significado de

estas minas desde el punto de vista de la tipología

de sus yacimientos, algo que con el llenado del

Figura 15. Restos de una de las torretas del tranvía

aéreo de las minas de Laxe (Ferrero Arias).

Figura 16. Chimenea, resto de la zona de secado de

caolín en la planta de tratamiento (Ferrero Arias).

Figura 17. Locomóvil en su ubicación inicial en las

minas de Vilanova. Un elemento a proteger (Ferrero

Arias).

“Para varios sitios mineros

de Galicia, se han realizado

diversos informes con

propuestas y comentarios

sobre su patrimonio

minero, informes que

han sido comentados

y entregados a los

alcaldes de los municipios

correspondientes”

Page 42: Tierra y Tecnología nº 44

ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA

40 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013

hueco explotado previsto en el proyecto de cierre,

parece prácticamente descartable, teniendo que

hacerse mediante documentación gráfica y de

texto. Las empresas disponen de documentación

suficiente para poner en valor todos los aspectos

relativos a la extracción, transporte y tratamiento

del lignito beneficiado. El IGME ha dado a conocer

(DIFUSIÓN) en Nantes 2012, algunos de los aspec-

tos patrimoniales de estas minas, poniendo el

énfasis en los espacios que se han generado

mediante acciones de ecología minera; gran-

des maquinarias e instalaciones; importancia y

características geológico-mineras de los yacimien-

tos, etc.

Ya se ha hecho referencia a la publicación,

en el marco del proyecto Atlanterra, del libro Las

piedras del Camino de Santiago en Galicia. Son

numerosas las canteras que han aportado rocas

de diversos tipos para la construcción de edifi-

cios nobles y, sobre todo, religiosos a lo largo del

Camino de Santiago en todas sus variantes.

Este libro es una guía geológica-minera que

pretende contribuir a la conservación y divulgación

del patrimonio natural y cultural en múltiples

sentidos. Se trata de una guía para el viajero o el

peregrino en la que se describen las rocas que

forman los principales monumentos históricos

que encontrará a su paso desde que entra en

Galicia hasta que llega a Santiago. También es

una guía de utilidad para el restaurador de monu-

mentos, ya que, entre las características de esas

rocas, se aportan datos sobre las canteras de

procedencia, su composición, e incluso sobre sus

propiedades como roca constructiva u ornamen-

tal. Es una guía para la persona curiosa e intere-

sada por la geología y minería en general y las

rocas del Camino de Santiago, pues permite

conocer interesantes aspectos de la geología de

Galicia a través de los monumentos y las cante-

ras que en ella se describen.

Queremos destacar aquí la propuesta que no

fue posible plantear al ayuntamiento de Santia-

go, de incluir en una ruta geoturística los sitios

mineros que se han situado en el mapa del patri-

monio minero de Galicia en la ciudad y su entor-

no inmediato.

Consideraciones finalesEl proyecto Atlanterra-Galicia ha permitido dis-

poner de una información regional, no exhaustiva

pero amplia, para la Comunidad de Galicia, sobre

su potencialidad de patrimonio minero, con

carácter preliminar, relacionándola con su con-

texto geológico a través de su ubicación en un

mapa del patrimonio minero y de los mayores

Figura 18. Trazado de la ruta del wólfram propuesta desde Vilanova (A Veiga) a Balborraz (minas de Vilanova, Tres

Amigos y Balborraz), cruzando la Serra do Eixe. Otras rutas de montaña conectan Vilanova con Pena Trevinca y con

O Teixedal (Ferrero Arias, Sánchez Rodríguez y “Cholo”).

Figura 19. Aspecto reciente de la corta de Meirama con el lago ya en formación. En primer término, la escombrera

exterior con zonas boscosas y praderías, y, en activo, el parque de homogeneización y la central térmica (Paisajes

Españoles 2012, cedida por LIMEISA).

“El proyecto Atlanterra-

Galicia ha permitido

disponer de una

información regional para

la Comunidad de Galicia,

sobre su potencialidad

de patrimonio minero,

con carácter preliminar,

relacionándola con su

contexto geológico

a través de su ubicación

en un mapa del patrimonio

minero”

Page 43: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 41

detalles recogidos en las fichas de la base de

datos del proyecto.

Algunos lugares con patrimonio minero se

han podido destacar incluyéndolos en la tabla 2,

pero otros hubieran sido dignos de mención al

menos para tenerlos en cuenta por sus posibili-

dades individuales o en conjunto. Alcanzamos

así los 98 sitios mineros representados en el

mapa. Se quedan en el tintero otros puntos cono-

cidos y catalogados como de interés por los

arqueólogos dado su origen antiguo.

Algunos puntos se proponen claramente

como referencias de la actividad minera con

restos patrimoniales ya puestos en valor o con

proyectos iniciados (tabla 2 y mapa) y otros cons-

tituyen referencias para las que, sobre todo, los

entes locales puedan promover su estudio y pues-

ta en valor, si ha lugar.

Aunque se ha procurado transmitir a los res-

ponsables locales (ayuntamientos) y a otros entes

(públicos y privados) el interés de conocer y pre-

servar el poco o mucho patrimonio minero existen-

te en el territorio que gestionan, ofreciendo nues-

tra colaboración en lo que respecta a los contenidos

geológicos y mineros, no se ha encontrado una

respuesta decidida en la mayoría de los casos. No

es de extrañar ya que el patrimonio minero es una

parte del patrimonio cultural industrial que hasta

hace muy poco quedaba reducido a los aspectos

históricos, en ocasiones complementados con la

memoria minera (testimonios de mineros), y no

será fácil interesar desde el punto de vista del

patrimonio minero como la tipología del yacimien-

to, métodos de laboreo, transporte y tratamiento,

y utilización de las sustancias beneficiadas.

Por otra parte, parece predominar el interés

por conseguir importantes inversiones para reha-

bilitar o reconstruir edificios, en casos de patri-

monio anexo al patrimonio minero, para darles

un uso no siempre justificado como centro de

interpretación o museo, que requiere de un esfuer-

zo económico inicial y futuro, difícil de asumir en

los tiempos que corren.

El senderismo es una actividad en alza, y las

propuestas de senderos o rutas mineras y su

señalización y panelización tienen un bajo coste,

especialmente si estas labores son las justas y

se complementan con un folleto editado a través

de Internet, con los detalles geológicos y mine-

ros de los puntos de observación propuestos. En

Galicia, debido al rápido crecimiento de la vege-

tación, es necesaria la limpieza inicial de sendas

y, en algunos casos, sería rentable, cuando el

itinerario es corto y la vegetación lo invade con

rapidez, su engravillado u otras soluciones con

resultados similares. La difusión a través de la

red de internet es fundamental para que estas

actuaciones alcancen sus objetivos.

Por tanto, en muchos de los puntos propues-

tos en el mapa, el mantenimiento de limpieza (de

la vegetación) de los elementos con potencial

patrimonial minero se considera imprescindible

como punto de partida, tanto en las zonas de

accesos a labores mineras como respecto a

algunas de ellas, lo que nos puede permitir iden-

tificar y visualizar el tipo de laboreo y el yaci-

miento explotado. También se pueden ver los

vestigios, en muchos casos muy escasos y arrui-

nados, pero únicos vínculos con actividades

como las de tratamiento de la mena o su trans-

porte; incluso con su embarque con destino a

otras zonas de España o al extranjero. En algunos

casos, los restos de la actividad minera tienen

suficiente entidad como para rehabilitarlos (San

Finx; hornos de A Pontenova...).

En otros casos, en que han tenido una impor-

tancia significativa desde alguno de los puntos

de vista considerados para constituir patrimonio

minero, pero no quedan apenas vestigios sobre

el terreno, la recopilación de documentación

textual y gráfica, con fotografías de la época/s

de actividad y de testimonios de personas direc-

ta o indirectamente relacionadas con ella, puede

completar un patrimonio minero de interés geo-

turístico. En el mapa se ha incluido con esta idea

como punto potencial la “fábrica de Teixeiro”, de

la que solo quedan las ruinas de una chimenea

(elemento a preservar y restaurar como único

vínculo) y dos edificios: vivienda del encargado y

lo que fue un almacén. Esta fábrica fue de las

primeras en Galicia en la obtención de productos

de arsénico, y la última en cerrarse. Tuvo un desa-

rrollo e importancia socioeconómica destacada,

y existen personas que pueden aportar testimo-

nios de la actividad productiva, de la que podría

realizarse una reconstrucción digital en 3D de

todo el conjunto.

Sin embargo, no se ha señalado en el mapa la

mina de plomo y cinc de Rubiales, un caso de total

destrucción de los restos en el exterior de esta

importante y única mina de plomo y cinc de Gali-

cia, que fue pionera en la introducción de métodos

y tecnología de explotación y tratamiento. Se

consideró punto de patrimonio geológico (minero)

por García Cortés (1999), y aunque no se ha inclui-

do en este trabajo como tal, hay que indicar que

lugares que han tenido importancia minera, pero

de los que sólo queda el patrimonio inmaterial,

conviene tenerlos en cuenta y recurrir, además de

a la información documental (de texto y gráfica) y

a recopilación de testimonios, a las reproduccio-

nes digitales en 3D para preservar y transmitir

este patrimonio minero inmaterial, de gran impor-

tancia en la minería de Galicia.

Son estos dos casos extremos a los que nos

referimos para indicar la amplitud con la que se

han querido reflejar, para el ámbito regional, las

potencialidades del patrimonio minero, en orden

a su preservación. Sin embargo, creemos que

interesa centrar los esfuerzos de puesta en valor

en unos pocos sitios mineros, que constituyan

referencias para Galicia y se proyecten en ámbi-

tos más amplios.

“Aunque se ha procurado

transmitir a los

responsables locales y a

otros entes el interés de

conocer y preservar el poco

o mucho patrimonio minero

existente en el territorio

que gestionan, ofreciendo

nuestra colaboración

en lo que respecta a los

contenidos geológicos

y mineros, no se ha

encontrado una respuesta

decidida en la mayoría de

los casos”

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12. Instituto Geológico y Minero de España. Madrid, 3-30.

Sánchez Rodríguez, A. y Marchán Sanz, C. (2013). Consideraciones sobre

el patrimonio minero desde la perspectiva de un Servicio Geológico

Nacional. En: Boletim Paranaense de Geociências (en prensa), 16

pp.

Tornos, F., Locutura, J., Ortiz, G., Ximenez, P., Cayola, F., Ribera, F. y Sán-

chez, A. (1993). Mapa Metalogenético de España, E. 1:200.000,

Ponferrada (nº 18). Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.

116 pp., 1 mapa.

Xunta de Galicia (1991). La Minería de Galicia. Consellería de Industria e

Comercio, Xunta de Galicia. Santiago de Compostela, 403 pp.

Page 45: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 43

en las tierras soleadas de la costa oeste de los Estados Unidos empezaron a

marchar hacia el norte, siguiendo la cordillera de las Rocosas. Algunos de

ellos se quedaron en Juneau, donde se había descubierto oro, y en la década

de 1880 ya había unos doscientos mineros en Alaska y Yukón. Cuando corrió

la voz que se había descubierto gran cantidad de oro en el Klondike, todos

confluyeron allá y se montó un campamento que, en pocos años, se convirtió

en una de las principales ciudades del Canadá: Dawson City.

A los pocos días de la aparición de George Carmack en Fortymile,

Bonanza Creek, el lugar del descubrimiento, ya estaba del todo estacado y

los mineros que todavía llegaban buscaban concesiones en los arroyos cer-

canos, esperando que por proximidad también escondieran pepitas de oro

en sus fondos. A medida que iban llegando más mineros, las concesiones se

intercambiaban de manos. Alguien se jugaba a las cartas una concesión

demasiado pobre, o se vendía parte de una rica a cambio de comida. Claren-

ce Berry, por ejemplo, un camarero del saloon de Bill McPhee, intercambió

la mitad de su concesión en Bonanza Creek por una mitad de una concesión

en un arroyo cercano, bautizado como Eldorado Creek. Después de lavar la

grava extraída en invierno y pagar a sus trabajadores, le quedó una fortuna

de 130.000 dólares por unos meses de trabajo. Otro minero compró una

pequeña concesión sobrante que nadie quería y después de empezar a

excavar en ella, la fracción resultó ser una de las secciones de tierra más

ricas de todos los campos auríferos y proveyó a su propietario con medio

millón de dólares en oro…

En verano de 1897, aquellos primeros mineros que habían descubierto

oro en el Klondike y habían explotado sus concesiones retornaron triunfales

A finales del mes de agosto del año 1896, un hombre excitado irrumpía en

el saloon de Bill McPhee en la pequeña población de Fortymile, un campa-

mento minero en la riba del río Yukón, en Canadá. El pueblo no tenía ni diez

años desde su creación y se había establecido junto a un pequeño yacimien-

to de oro que había atraído a muchos mineros pero cuyas minas habían

resultado pobres. Muchos de esos mineros desanimados pasaban las horas

entre botellas de whisky y juegos de cartas. Cuando el forastero entró con

las ropas sucias y arrugadas de unos días de viaje, los cabellos revueltos,

una barba descuidada y una mirada intensa, todos se giraron sorprendidos.

El hombre, con la respiración entrecortada por la emoción, dijo sólo unas

palabras:

—Chicos, ¡hemos encontrado oro río arriba!

Esas palabras pronunciadas por George Carmack (figura 1) fueron el

detonante de la mayor fiebre del oro de la historia, la fiebre del Klondike. El

17 de agosto de ese año, George Carmack, Skookum Jim (figura 2) y Tagish

Charlie habían encontrado oro en el lecho de Bonanza Creek, un afluente del

río Klondike, cerca de donde éste desemboca en el Yukón.

Según la ley canadiense, cada persona podía delimitar con estacas una

concesión para excavar una zona determinada. El descubridor podía quedar-

se con dos concesiones, la inicial (Discovery Claim) y otra extra. El grupo de

Carmack ya había estacado las concesiones a las que tenía derecho y tuvie-

ron claro que para poder excavarlas y extraer el oro necesitarían una infra-

estructura que, aislados en medio de las montañas boscosas y solitarias del

Klondike, no tenían. Era necesario atraer a otros mineros para acabar crean-

do todo un campamento.

Y lo consiguieron. La mayoría de los mineros de Fortymile abandonaron

sus pobres concesiones para probar suerte en el Klondike. Muchos de ellos

se habían dedicado a la minería toda su vida. Después de la fiebre del oro

de California de 1849, gran cantidad de mineros que no habían hecho fortuna

La fi ebre del oro del Klondike

HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

TEXTO | Jordi Canal-Soler

Jack London y la fiebre del oro

Uno de los escritores que supo captar mejor las desventuras de esos mineros que siguieron la fiebre del oro fue Jack London, que de joven se añadió a los aventureros en un viaje hacia el Klondike. En uno de sus cuentos, Losbuscadores de oro del norte, explica los sufrimientos a los que fueron sometidos los primeros mineros que llegaron al Yukón: “Se olvidaron del mundo y de sus costumbres, así como el mundo se olvidó de ellos. Se alimentaban de caza cuando la encontraban, comían hasta hartarse en tiempos de abundancia y pasaban hambre en tiempos de escasez, en su incesante búsqueda del tesoro amarillo. Cruzaron la tierra en todas las direcciones. Atravesaron innumerables ríos desconocidos en precarias canoas de corteza, y con raquetas de nieve y perros abrieron caminos por miles de millas de silencio blanco, donde nunca antes había andado un hombre. Avanzaron difícilmente, bajo la aurora boreal o el sol de medianoche, con temperaturas que oscilaban entre los 38 oC y los -70 ºC, viviendo, en las dificultades de la tierra, de huellas de conejo y tripas de salmón”.

Figura 1. Retrato de George Carmack.

Figura 2. Retrato de Skookum Jim.

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LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE

44 • Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013

en picado y el mercado de acciones se había colapsado. La bancarrota bajo

la presidencia de Grover Cleveland afectó en un inicio a los ferrocarriles y a

los bancos, continuó con la industria y determinó una caída abismal de los

precios del trigo y el algodón. El pánico se apoderó de la sociedad. Muchos

sufrieron hambre e indigencia, y una depresión general se extendió por todo

el país. El descubrimiento de oro se vio entonces como un antídoto para

todos los males, una panacea que sólo era necesario ir a buscar al norte.

Cuando millones de trabajadores americanos ganaban menos de cincuenta

dólares al mes y un hombre podía vivir cómodamente con su familia con los

intereses generados por veinte mil dólares en un banco, las fortunas que

trajeron esos primeros mineros del Klondike hicieron brillar de esperanza los

ojos de miles de personas.

El Portland volvió a zarpar hacia el norte seis días después, y lo hizo

cargado de futuros mineros que se dirigían hacia Dawson City. Según el

Seattle Times, “los granjeros dejaban sus arados, los pasantes sus libros

de contabilidad, los peones sus picos y palas, los gandules pedían más

dinero, los padres se despedían de sus esposas e hijos, hombres ricos,

hombres pobres y hombres de clase media se daban prisa hacia las esta-

ciones de tren con un único objetivo: la gran fiebre del oro estaba en

marcha”.

De las 100.000 personas que marcharon hacia el Klondike a través de

las cinco rutas que se usaron para llegar a él, ya fuera siguiendo el curso del

Yukón desde su desembocadura en el mar de Bering; a través de Ashcroft en

Columbia Británica; hacia el norte desde Edmonton a través de las montañas

MacKenzie; o por el Chilkoot o el White Pass, sólo 50.000 personas llegaron

finalmente a Dawson. Sólo 4.000 encontraron oro y sólo 400 consiguieron

inmensas fortunas.

En diez años se extrajeron 300 millones de dólares en oro, pero este

dinero fue a parar a una ínfima minoría de los que habían empezado el viaje.

al sur. El primer cargamento de oro salido del Klondike bajó por el río Yukón

desde Dawson City en dos barcos. Cuando llegaron al puerto de St. Michael,

en la desembocadura del Yukón, lo hicieron con una carga total de un millón

y medio de dólares en oro. Aquí el metal y pasajeros embarcaron en los

vapores Excelsior y Portland, que se dirigían a San Francisco y Seattle, res-

pectivamente. El Excelsior, más pequeño y rápido que el Portland, llegó

antes a su destino. En la tarde del 14 de julio de 1897 desembarcaron en San

Francisco los ricos mineros que, con sus sacos llenos de oro, se dirigieron

inmediatamente a las fundiciones Selby, donde evaluaron la calidad. Al

siguiente día los periódicos de San Francisco iban llenos de las noticias del

descubrimiento, pero la divergencia entre los datos aportados por cada

periódico diluyó la novedad.

El Seattle Post-Intelligencer (figura 3) siguió de una manera distinta la

llegada a Seattle del Portland, prevista para el día 17. Un periodista del

periódico alquiló una barca para interceptar al vapor antes de que llegara a

puerto y se entrevistó con el capitán y con varios mineros, concretando las

cantidades de oro que transportaban. Escribió el artículo durante el viaje de

vuelta, avanzándose al Portland, y para cuando éste llegó a Seattle a la

mañana siguiente, el periódico ya había publicado la noticia en primera

página con un gran titular: “¡Una tonelada de Oro!”. La cantidad era tan

fantástica que una multitud esperó en el muelle la llegada del vapor para

comprobar por sí mismos si esas cifras eran ciertas. Cuando los propios

mineros que volvían del Klondike mostraron al gentío unos cuantos de esos

sacos llenos del mineral, la noticia corrió como la pólvora por toda la ciudad

y a los pocos días por todo el país. Poco después, todo el mundo lo sabía:

¡el Klondike era el sitio para ir!

No se puede entender la fiebre del oro sin recordar que en la década de

1890 los Estados Unidos pasaba una de las peores crisis económicas. No fue

tan fuerte como la de 1929, pero en 1893 las reservas de oro habían caído

“No se puede entender la fiebre del oro

sin recordar que en la década de 1890

Estados Unidos pasaba una de las peores

crisis económicas. No fue tan fuerte como

la de 1929, pero en 1893 las reservas de

oro habían caído en picado y el mercado

de acciones se había colapsado. La

bancarrota bajo la presidencia de Grover

Cleveland afectó en un inicio a los

ferrocarriles y a los bancos, continuó con

la industria y determinó una caída abismal

de los precios del trigo y el algodón.

El pánico se apoderó de la sociedad”

Figura 3. Portada del Seattle Post-Intelligencer.

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HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 45

Y lo más irónico de la fiebre del oro del Klondike es que, aunque parecía la

más difícil, la ruta del Chilkoot Pass fue en realidad la más fácil. Éste era el

único paso que se podía usar en invierno ya que, aunque cubierto de nieve,

era practicable entre las montañas. Se calcula que unas 40.000 personas

cruzaron el Chilkoot Pass. La Policía Montada del Canadá, previendo las

necesidades que los mineros tendrían para sobrevivir el invierno, obligaba a

todo el mundo que quisiera entrar en el Yukón a transportar una tonelada de

equipaje entre comida, ropa, tienda, estufa, etc. El paso del Chilkoot se

convirtió en un hormiguero de porteadores cargados con mochilas de 30 kg

recorriendo arriba y abajo la pendiente nevada de la montaña para transpor-

tar toda la carga hasta el cuello. La escena fue inmortalizada en la obra

escrita de Jack London (figura 4), que participó en la fiebre, y en la película

La quimera del oro de Charles Chaplin (figura 5), entre otras.

La ruta del Chilkoot empezaba en la ciudad de Skagway, al final del

canal de Lynn, un estrecho fiordo del sureste de Alaska. Aquí surgió de la

nada una ciudad fronteriza, de tiendas de tela y fachadas de madera que

poco a poco se fue organizando para dar la bienvenida a los miles de expe-

dicionarios que iban a remontar el paso del Chilkoot. Aquí podían los explo-

radores comprar el material necesario para entrar en el Yukón y podían

saciar su sed en uno de los múltiples salones (había más bares que iglesias

en el pueblo). Pero desde el inicio los recién llegados también podían ser

objeto de estafas o robos de rufianes que controlaban una población al

margen de la ley. Uno de los personajes más carismáticos, pero a la vez más

bellacos de Alaska, fue Soapy Smith, uno de estos estafadores que llegó a

ser considerado el rey de Skagway. Los métodos que él y sus secuaces

tenían para sacar el dinero a los mineros eran, cuanto menos, de mucha

inventiva. Uno de los más fáciles era a través del telégrafo. El único aparato

de la ciudad pertenecía a Soapy Smith, y cuando los usuarios mandaban un

mensaje de despedida a sus familiares de los estados sureños, enseguida

llegaba una respuesta en la que solicitaban ayuda económica porque les

habían salido dificultades. En realidad, el cable del telégrafo acababa en el

mar y los mensajes eran falsos, pero los infelices estafados, queriendo

ayudar a sus familias, mandaban dinero (a través de la única empresa de

envíos, también propiedad de Soapy Smith) que nunca llegaba a su destino.

La muerte encontró al poco tiempo a Soapy Smith durante una escaramuza

Comida y distracciones a precio de oro

La riqueza que los primeros buscadores de oro consiguieron en el Klondike no les duró mucho tiempo. Aislada como estaba del exterior, Dawson sufrió algunos momentos de necesidad. Como un rey Midas que no podía alimentarse del oro que creaba, los mineros tampoco pudieron comprar todo lo que desearon. Condenados a comer conservas todo el invierno, en el inicio de la primavera de 1898 los miles de mineros que había en Dawson esperaban ansiosos que el hielo del Yukón se fundiera para permitir a los barcos llegar con comida fresca. Las primeras doscientas docenas de huevos frescos se vendieron en menos de una hora a dieciocho dólares la docena. La sal con la que algunos sazonaron los huevos podía llegar a costar su peso en oro. La primera vaca no tardó en llegar a Dawson y el primer galón de leche se vendió a treinta dólares. El propietario del Aurora Saloon compró unos litros y la vendió en tazas a 5 dólares, cinco veces más cara que un vaso de whisky. Pero seguramente la idea más original la tuvo un minero analfabeto que compró la primera copia del Seattle Post-Intelligencer que llegó a la ciudad. En una tierra donde la escasez de material impreso convertía en excitante hasta la lectura de un diccionario durante las largas noches de invierno, los mineros pagaban cualquier cosa para poder escuchar noticias frescas. El propietario del periódico pagó a un abogado para que lo leyera en voz alta en el Pioneer’s Hall y cobró entrada a todos los centenares de personas ávidas de noticias de los estados del sur. Tuvieron que hacer dos sesiones para contentar al numeroso público asistente.

Figura 4. Retrato del escritor Jack London (1876-1916). Figura 5. Cartel de la película La Quimera del oro (Año 1925).

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LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE

46 • Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013

a astillas. La Policía Montada ordenó que nadie podía pasar por los rápidos

y había que descargar el bote y transportarlo por tierra hasta superar el

obstáculo. La ciudad que surgió al lado del río para dar servicio a los viaje-

ros, Whitehorse, es hoy en día la capital de la provincia canadiense del

Yukón, y una próspera ciudad de fachadas pintadas con imágenes de esa

época dorada.

La mayoría de los que se habían dirigido hacia el Klondike a partir de la

llegada del Excelsior y el Portland, llegaron a Dawson a mediados de 1897,

un año después del descubrimiento (figura 8). Todas las concesiones en los

ríos ya estaban asignadas a los sourdough, los mineros veteranos que ya

con un miembro del grupo de personas que se habían empezado a organizar

para combatir a la mafia establecida.

Aquellos que no fueron robados por Soapy y su banda pudieron prose-

guir la marcha a través del camino del Chilkoot. En la actualidad, la sección

estadounidense y la sección canadiense del paso están protegidas por un

Parque Nacional que es en realidad posiblemente el museo más largo del

mundo. Durante los 53 km de su recorrido se pueden ir encontrando viejos

materiales abandonados por los expedicionarios: sartenes rotas y carcomi-

das por la oxidación, viejos zapatos raídos por el tiempo, grandes poleas de

las máquinas que poco a poco fueron apareciendo para relevar las espaldas

de los hombres y facilitar el transporte de las mercancías, etc. Algunos

puebluchos fueron surgiendo a lo largo del camino para dar servicio a los

miles de hombres y mujeres que transitaron por los estrechos senderos, pero

los restos de esas efímeras construcciones están ya cubiertas por una espe-

sura de maleza. Algunas botellas de cerveza, una gran caldera y una puerta

de tablones de madera que ha aguantado el paso de cien años todavía

indican dónde se había erigido uno de los salones de Sheep Camp, en medio

de la ruta.

En las Golden Scales los mineros tenían que superar la empinada rampa

de nieve y hielo que ha venido a representar en el imaginario colectivo las

penalidades de esa larga marcha al interior de Canadá (figuras 6 y 7). El

nombre (los escalones dorados) viene del negocio de un par de oportunistas

que una noche de invierno excavaron a pico y pala toda una serie de esca-

lones en el hielo y a la mañana siguiente se encontraban abajo cobrando

peaje (en polvo de oro) por el uso de los escalones a los agradecidos portea-

dores que veían así facilitada su ascensión hasta el cuello de la montaña.

Un paso paralelo al Chilkoot fue el White Pass o Deadhorse Trail (el

camino de los caballos muertos), apellidado así por las condiciones tan

complicadas del camino que despeñaba las monturas o las mataba de can-

sancio. A los pocos años se empezó a construir un ferrocarril para llevar

carga y personas hasta el lago Bennett, pero cuando se acabó de construir,

la fiebre del oro ya había terminado y nadie lo usó. El ferrocarril, con estu-

pendas vistas de las montañas y uno de los recorridos más escénicos del

mundo, se recuperó como tren turístico y hace las delicias de los pasajeros

de los grandes cruceros que surcan las aguas del sureste de Alaska.

Una vez superado el paso del Chilkoot, los mineros construían una

embarcación en Bennett Lake, donde nace el Yukón, y navegaban más de

600 km a lo largo del río hasta Dawson City. La mayoría de los expediciona-

rios no habían navegado jamás, y algunos de los rápidos del Yukón, como los

de Whitehorse, eran tan fuertes que las embarcaciones quedaban reducidas

Figura 6. Ladera de ascenso al Chilkoot Pass.

Figura 7. Ascenso por las escaleras de Chilkoot

Pass.

“Algunos puebluchos fueron surgiendo

a lo largo del camino para dar servicio

a los miles de hombres y mujeres que

transitaron por los estrechos senderos,

pero los restos de esas efímeras

construcciones están ya cubiertas por una

espesura de maleza. Algunas botellas de

cerveza, una gran caldera y una puerta

de tablones de madera que han aguantado

el paso de cien años todavía indican

dónde se había erigido uno de los salones

de Sheep Camp, en medio de la ruta”

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HISTORIA DE LA GEOLOGÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 47

en el paisaje como testigo de una época pasada y alguna de ellas puede

visitarse.

Actualmente, Dawson City acoge a más de 60.000 turistas al año atraí-

dos por los restos de ese pasado dorado. Todavía quedan muchos de los

edificios de madera de esa época y la ciudad conserva el aire de una pobla-

ción fronteriza típica del Far West (figuras 10 y 11). Y siguiendo el río Klon-

dike arriba, en alguna concesión, aún se puede probar suerte con la pala y

la batea. Dicen que, de vez en cuando, algún turista todavía encuentra

alguna pequeña pepita de oro.

Más información: www.jordicanal.com

estaban cerca cuando se inició la fiebre. Sin poder cumplir su sueño, los

recién llegados sólo podían volver a sus casas, quedarse a trabajar en las

minas como peones de los que habían llegado antes o trabajar en los nego-

cios que empezaban a nacer en Dawson. Los que no se hicieron ricos en las

minas, lo intentaron con los mineros. Uno de los primeros que intuyó que la

riqueza se lograba más rápidamente aprovechándose de los mineros y no

ensuciándose en las minas fue Joe Ladue, que en septiembre de 1896 cons-

truyó el primer edificio de Dawson City, esbozó un mapa de cómo debía ser

la ciudad e instaló el primer aserradero. Al poco tiempo ya había levantado

el primer salón, que le generaba unos ingresos de más de cien onzas de oro

al día: en Dawson City las monedas de plata y los billetes de papel, conoci-

dos como dinero “cheechako”, empezaron a escasear desde muy al princi-

pio, y la moneda de intercambio era el polvo de oro, que se pagaba a dieci-

siete dólares la onza. En los saloons, llenos de mineros que venían a

celebrar sus descubrimientos, un pellizco de oro pasaba por un dólar. Los

camareros ganaban una onza y media por día de trabajo, o más si tenían

pulgares especialmente grandes.

El éxito de Dawson City fue efímero. Pasó de una población de 40.000

habitantes en 1898, en pleno boom minero, a sólo 8.000 en 1899, cuando

con el descubrimiento de oro en Nome la mayoría de los mineros sin conce-

sión marcharon de la ciudad hacia la costa oeste de Alaska. Con los años,

las minas se fueron agotando y aparecieron las grandes dragas de madera

de las grandes compañías (figura 9), que excavaban con mayor eficiencia las

concesiones ya trabajadas a pico y pala. Éstas todavía hoy están presentes

Figura 8. Barco de vapor en Whitehorse. Figura 9. Draga minera en Klondike.

Figura 10. Calle de Dawson City en la actualidad. Figura 11. Fachadas comerciales actuales en Dawson City.

“Actualmente, Dawson City acoge a más de

60.000 turistas al año atraídos por los restos

de ese pasado dorado. [...] Dicen que, de vez

en cuando, algún turista todavía encuentra

alguna pequeña pepita de oro”

Page 50: Tierra y Tecnología nº 44

48 • Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013

Creíble, sin necesidad

CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE

“En la Nochebuena de 1858, cayó sobre Molina de Segura un gigantesco meteorito. Cuenta la leyenda

que, desde entonces, el cráter emite una misteriosa radiación que ha hecho germinar, ciento cincuenta

años después, una generación de escritores como nunca se había visto en toda la comarca.”

La anterior información puede dividirse en lo que son hechos constatables y lo que es, por ahora,

un simple suponer o un atrevido barrunto.

Así, es fácil ponerse de acuerdo en que, en la Nochebuena de 1858, cayó sobre Molina de Segura

un gigantesco meteorito y que los técnicos que se encargan de controlar estas cosas lo catalogan como

el más grande caído y registrado en España. Basta ir al Museo Nacional de Ciencias Naturales de

Madrid y allí está el gran meteorito, en lugar destacado, con la leyenda de su procedencia. La visita es

aconsejable, sobre todo para jóvenes estudiantes y para jubilados viajeros, para comprobar que algunos

meteoritos no sólo son señales en el cielo, sino que algunos dejan señales en el suelo y, unos pocos de

ellos, además, dejan buena parte de su núcleo tirado por tierra.

Es igualmente fácil comprobar que, ciento cincuenta años después, ha germinado una generación

de notables escritores capaces de ganar premios literarios, de mantenerse activos y en relación unos

con otros, a pesar de las dificultades que ofrece tan difícil oficio y tan necesitado de ser reinventado.

En cuanto al barrunto de que la germinación de un notable colectivo de escritores tenga por causa

la misteriosa radiación, cabe decir que es creíble aunque la falta de evidencias comprobables aconseja

calificarlo de creíble pero, por el momento, no fiable. Sin embargo, no por ello hay que convertir dicha

hipótesis en no creíble, por increíble que parezca.

Creer en algo, la mayoría de las veces, hace referencia a proposiciones nada fiables. Es más, hay

quien defiende que, muchas veces, creemos antes una mentira (extremo inalcanzable de la no fiabili-

dad) que una verdad (extremo inalcanzable de la fiabilidad) y, sin embargo, nadie se escandaliza por

ello, más bien, dicha práctica a muchos ayuda a dormir tranquilos y a pasar por la vida “endormis-

caos”.

Como muestra bastan unos pocos ejemplos:

Es bien conocido que hasta que hace acto de presencia en nuestra sociedad la Teoría de la Relati-1.

vidad, la velocidad de la luz era instantánea, lo que equivalía a decir “infinita”. Eso de que la luz

tarda en llegar unos ocho minutos del Sol a la Tierra, no siempre formó parte del credo de los

humanos. La creencia dominante era bien distinta: la luz va a la velocidad del pensamiento, es

decir, de la Tierra a la Luna, en un abrir y cerrar de ojos.

Hasta que no es aceptada la Teoría de la Evolución, los seres vivos y, por supuesto, el Universo 2.

entero, lo hizo un Dios creador en siete días. Vaya usted a saber qué entendían por días los “ver-

balizadores” del Génesis.

Hasta que Nicolás Copérnico no se juega su prestigio y Galileo Galilei la “vida” por defender que 3.

la Tierra daba vueltas alrededor del Sol, la Tierra era el centro del Universo. Hasta Claudio Ptolo-

meo inventó en el siglo II de nuestra era, bajo esa hipótesis, un complejo sistema matemático para

predecir, con suficiente precisión, la posición relativa de los planetas alrededor del Sol.

Todavía la mayoría de personas buscan creer en verdades irrefutables. Por eso, en la práctica, los 4.

medios de comunicación han procurado, como diría Agustín García Calvo, convertir al pensamiento

científico en el contenido de una nueva teología basada en interpretaciones interesadas de la

ciencia.

Se está lejos de aceptar como criterio de credibilidad el que “basta con que nuestras creencias, 5.

aparte de creíbles, sean, no ya verdaderas, sino, simplemente fiables”. Si se aceptara este criterio

de credibilidad se estaría actuando científicamente ya que ésa es, en realidad, la única pretensión

de la ciencia. Aunque todavía a la mayoría de la gente le suene extraño, en ciencia no hay verdad,

tan sólo hay proposiciones más o menos fiables en continuo cuestionamiento y reformulación en

Creer en algo, la mayoría

de las veces, hace

referencia a proposiciones

nada fiables. Es más,

hay quien defiende que,

muchas veces, creemos

antes una mentira (extremo

inalcanzable de la no

fiabilidad) que una verdad

(extremo inalcanzable

de la fiabilidad)

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Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013 • 49

ENSAYO

de ser fi able

función de la experiencia. Creer en la provisionalidad de nuestro saber debería ser nuestra primera

creencia ya que, además, es la más fiable de todas, puesto que nos hace dudar de aquél que

califique a una proposición como verdadera. Quien tal cosas diga, no sabe lo que está diciendo.

Incluso, la verdad matemática no existe, ya que toda demostración se apoya, inevitablemente

siempre, en unos axiomas indemostrables (Principio de Incompletud de Gödel).

Por tanto, teniendo en cuenta las anteriores puntualizaciones, me apunto a la hipótesis de que

ciertos hechos de la historia de Molina de Segura, sobre todo relacionados con la música, la literatura,

las artes escénicas, el trabajo en común y ciertos juegos juveniles, se deben a la “misteriosa radiación

del meteorito”. Ahora bien, lo que me parece demasiado restrictivo es localizar el efecto de la radiación

(misteriosa, por supuesto), a un período de tiempo tan posterior al momento en que se produjo la caída

del gran meteorito. Tampoco conviene restringir el radio de acción al municipio de Molina. Está bien

cuando se habla de comarca o zona. Cabe pensar que la credibilidad de “este suponer” (tan creativa-

mente ya formulado) se incrementará si se aportan hechos notables, más próximos al inicio del gran

evento e, incluso, a municipios colindantes. Es la única forma de ver la relación causa/efecto como un

proceso a lo largo del cual se van creando las condiciones necesarias para la gran eclosión de escrito-

res. No obstante, a pesar del innegable éxito literario actual, conviene mantener la expectativa de que

lo mejor, todavía está por llegar.

Creo que se pueden aportar unos cuantos rastros a seguir partiendo de la firme convicción de la

credibilidad de la hipótesis, dado que es “justo y necesario” introducir en el mundo de las creencias,

hipótesis no comprobables pero capaces de competir con otras creencias menos fiables que la de la

misteriosa radiación del meteorito, pero nunca cuestionadas. Es como si decidiéramos poner en circu-

lación explicaciones que sabemos que son poco o nada fiables con la sana intención de que convivan

con otras muchas creencias menos fiables todavía, pero arraigadas entre la gente. La ventaja de nues-

tro comportamiento es que, en nuestro caso, a nadie se le va a pedir que dé la vida por defenderlas. Se

trata del juego de comenzar a distinguir entre lo más o menos fiable (evitando calificarlo de verdadero)

y lo simplemente creíble, aunque sea muy poco fiable.

Entiendo que es a los miembros (término que, por supuesto incluye, sin afán de insultar, a las

“miembras”) de la Muy Noble y Muy Leal Orden del Gran Meteorito, protagonistas direct@s de ese

hecho tan singular, a l@s que corresponde buscar el rastro que permita enlazar “radiación” con “escri-

banía”.

No obstante, para mostrar mi compromiso con la hipótesis de la misteriosa radiación, recojo a

continuación algunos apuntes y alguna sugerencia que permita hacer crecer este tipo de creencias, por

las que nadie se debe jugar la vida, aunque, eso sí, pueden ayudar a vivirla.

Propongo, a la reflexión de los más duchos en misteriosas radiaciones, varios casos notables dig-

nos de explicación.

Desde mis setenta años, las experiencias vividas directamente, más reseñables y necesitadas de

explicación, son las siguientes:

¿De dónde viene nuestra afición a la música de banda y de coros? ¿Cómo se hace un virtuoso del 1.

acordeón como el gran Ricardo? ¿Qué papel juega ese pasado en la actual floreciente formación

de jóvenes en las diferentes facetas de la música?

¿Qué milagro hace posible la aparición y cultivo de los villancicos que todos conocíamos de niños, 2.

asociados a Juan (Sandoval), el sacristán?

¿Qué varita mágica hace que Francisco Fernández escriba la zarzuela titulada 3. La Virgen del Río, que

José Sandoval le ponga música y que el gran Eduardo Sandoval (otro de la inagotable saga de los

“Sandovales”) la cantara con una gracia y fuerza inimitables?

Es como si decidiéramos

poner en circulación

explicaciones que

sabemos que son poco

o nada fiables con la

sana intención de que

convivan con otras muchas

creencias menos fiables

todavía, pero arraigadas

entre la gente

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50 • Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013

CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE

¿Cómo explicar la existencia del festival de teatro más antiguo de España?4.

¿Cómo proyectar sobre el presente la existencia de personajes muy puntuales a los que se les debe 5.

ya sea la representación de autos sacramentales (de Reyes Magos y Semana Santa) ya sea el

cultivo de la poesía panocha? ¿Cómo se produce la aparición de Juan Antonio Vicente Espallardo,

abuelo de los Pititas y Vidales o de Esmeraldo Cano Garres (Juan Periquio Moscareta)?

¿Qué decir de los llamados “cultivos de primor”, con especial importancia de la cebolla y de los 6.

pimientos, en la variedad de ñoras? ¿Y de las prácticas de trabajo en común: el embrace de la cebolla,

el desperfolle (con el importante y divertido papel de las panochas “colorás”) y el abrir pimientos en

las eras de Emilio o en zarzos? La descripción de cada uno de estos trabajos constituye una de las

mejores muestras de creatividad colectiva no sujeta, por tanto, a escuelas ni dictados.

¿Cómo llegan a nosotros (y por qué desaparecen) los juegos de niños (y de no tan niños) como los 7.

rompes, hacer giles, el mate, el arrimar, pero, sobre todos, el beli?

¿Cómo entender el singular hecho de que el maestro Férez, natural del cercano municipio de Alcan-8.

tarilla, descubriera una reformulación de la condición necesaria de número primo que facilita no

sólo su demostración matemática, sino también el descubrimiento y demostración de la condición

suficiente?

Tal variedad de actividades, seguramente, sólo puede explicarse por la acción de una “misteriosa

radiación”, y por ello de naturaleza desconocida que, de forma paulatina, ha ido creando las condicio-

nes que han hecho posible “la germinación de una generación de escritores como nunca se había visto

en toda la comarca”.

El que esa radiación sea la confluencia con otras muchas radiaciones procedentes de dentro y

fuera de la Tierra y que tales radiaciones se hayan visto ayudadas por el vivir de cada cual, es lo más

probable, pero, entretanto, vivamos el presente creyendo en imposibles, pero de ese tipo de imposibles

que nadie pretende que sean tomados como verdades (es decir, como proposiciones de fiabilidad infi-

nita y eterna).

Conviene recordar que, de ese tipo de verdades, sólo son aquellas como “Yo soy el que soy” de la

Biblia o “Lo que es lo que es, es lo que es lo que es” de Parménides de Elea. Es evidente que son

simples tautologías caracterizadas porque el sujeto es a la vez su predicado con lo que no se añade

nada nuevo a lo que sea el propio sujeto.

Para terminar de atacar la búsqueda de la verdad por constituir un esfuerzo vano, basta un ejemplo

cercano: ni siquiera el movimiento de los planetas alrededor del Sol responde a la forma de una elipse,

como nos enseñan para simplificar. En realidad son espirales dentro de espirales. Los planetas son como

perritos que dan vueltas sin cesar alrededor de su amo, mientras caminan juntos dando vueltas con la

Tierra que gira sobre su eje, se tambalea y acompaña al sol en su caminar por nuestra galaxia…

Y, por último, un simple deseo: ¡que la “energía misteriosa” del gran meteorito os acompañe, si eso

es posible!

Juan de Dios García Martínez

Para terminar de atacar la

búsqueda de la verdad por

constituir un esfuerzo vano,

basta un ejemplo cercano:

ni siquiera el movimiento

de los planetas alrededor

del Sol responde a la forma

de una elipse, como nos

enseñan para simplificar

Meteorito de Molina de Segura en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Page 53: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 51-52 • Segundo semestre de 2013 • 51

III Reunión de campo de GEOSENTRIPMinas de Los Santos-Fuenterroble (Salamanca)

GEOSEN

La III Reunión de campo (GEOSENTRIP) de los

miembros de GEOSEN, realizada el pasado 8 de

mayo del 2014, ha consistido en una visita a la

mina de wolframio de Los Santos-Fuenterroble,

en la provincia de Salamanca, gracias a la ama-

ble invitación de la dirección de la mina, propie-

dad de Daytal Resources Spain, S.L. La empresa

producirá el 20% del wolframio del mundo occi-

dental

El “Proyecto Los Santos” es propiedad de

Almonty Industries. La mina cambió de propieta-

rios en 2008 tras la venta del yacimiento por

parte de la compañía australiana Heemsirk a la

multinacional americana actual, por una canti-

dad cercana a 14,5 millones de euros. La adqui-

sición del complejo minero español es la punta

de lanza de su proyecto de crecimiento en la

producción de wolframio a nivel internacional.

Almonty, previamente, trabajó en la mina de

wolframio de Panasqueira, en Portugal, que fue

adquirida en 2007 por la empresa japonesa Pri-

maru Metals.

Este proyecto es una mina a cielo abierto

que beneficia tungsteno (scheelita) de un yaci-

miento de tipo skarn, desde el año 2008. Está

situada en la provincia de Salamanca, cerca de

la población de Guijuelo. Su actividad aporta a la

comarca ingresos económicos y creación de pues-

tos de trabajo, con el estricto cumplimiento de

los condicionantes medioambientales que enmar-

can la actividad minera.

A la visita asistieron nueve miembros de

GEOSEN (Manuel de Tena-Dávila, Salvador Mi rete,

Eusebio Nestares, Francisco Alfageme, Mariano

Álvaro, Álvaro García-Quintana, Rafael Budía,

Fernando Fonolla y Alfonso González Ubanel (figu-

ra 1), que fueron recibidos por el director de la

mina, Jesús Martín Fernández. A los asistentes se

les distribuyó una guía de campo elaborada por

GEOSEN según la información facilitada previa-

mente por DRS.

La visita a la explotación la dirigió la geólo-

ga de mina Alicia Bermejo (figura 2), que descri-

bió y explicó a los asistentes las características

geológicas del yacimiento y la metodología de la

explotación en tres cortas a cielo abierto y una

galería de interior, los diferentes tipos de escom-

breras y la gestión del mineral hasta su paso por

la planta (figura 3), así como las tareas que se

realizan para el control de leyes. Finalmente se

visitó el laboratorio donde se realizan los estu-

dios de los testigos de los sondeos, los ensayos

sobre muestras, etc. A la pregunta por parte de

GEOSEN sobre el destino del wolframio extraído,

el director de la mina contestó que íntegramente

iba a la fábrica de bombillas OSRAM.

Aspectos geológicos y mineralógicos de la visita El yacimiento de scheelita de Los Santos se

localiza dentro de la Zona Centroibérica del

Macizo Ibérico, en el Dominio del Complejo

Esquisto-Grauváquico (CEG). El skarn se desa-

rrolla en un retazo de las Formaciones Calizas

y Areniscas de Tamames en contacto con las

granodioritas-monzogranitos y granitos que

Figura 1. Los asistentes, con la corta minera al fondo.

Page 54: Tierra y Tecnología nº 44

III REUNIÓN DE CAMPO DE GEOSENTRIP. MINAS DE LOS SANTOS-FUENTERROBLE (SALAMANCA)

52 • Tierra y tecnología, nº 44, 51-52 • Segundo semestre de 2013

corresponden a la terminación occidental del

batolito de Ávila.

El emplazamiento de los granitoides durante

y con posterioridad a la tercera fase de deforma-

ción varisca dio lugar a la formación de una aureola

de metamorfismo de contacto en los metasedi-

mentos encajantes y al desarrollo de un metaso-

matismo relacionado con la formación del skarn

de Los Santos. En superficie, en contacto con

estas rocas metasedimentarias se encuentra un

granito biotítico de grano fino y un granito biotí-

tico porfídico con cordierita y moscovita que

están atravesados por diques de aplitas con tur-

malina y pegmatitas.

Los skarns son yacimientos “agradecidos”

en lo referente a la variedad mineralógica que

presentan. El de la mina de Los Santos no podía

ser menos. El skarn de scheelita de Los Santos

está situado a 50 km al sur de Salamanca, en los

términos municipales de Los Santos-Fuenterroble

de Salvatierra. Es el mayor skarn de scheelita de

la península Ibérica, con unas reservas geológi-

cas aproximadas de 2,5 Mt y una ley media en

WO3 del 0,58%.

Aspectos mineralógicos de la visitaSin duda, la especie más significativa desde el

punto de vista mineralógico que se pudo apreciar

en la visita fue la vesubiana, con ejemplares de

una alta cristalinidad (figuras 4 y 5).

Aparecen también minerales metálicos, con

buenos ejemplares de galena y de pirrotina, aun-

que éste no presenta magnetismo, cosa inusual

en esta especie, por lo que pudiera tratarse de

pentlandita (figura 6) (la misma composición pero

con algo de níquel) o incluso de niquelina. En

estas muestras se observa frecuentemente la

presencia de calcopirita con sus habituales acom-

pañantes covellina y bornita (sulfuros de hierro y

cobre).

Aunque no hay que olvidar que la mina es de

“scheelita” (wolframato de calcio), este mineral

no aparece masivamente sino muy diseminado

en la roca y sólo se la puede apreciar con luz

ultravioleta de onda corta.

GEOSEN

Figura 3. Acumulación del producto para llevarlo a planta.

Figura 4. Ejemplar de vesubiana. Figura 5. Detalle del ejemplar de vesubiana.

Figura 6. Ejemplar de pentlandita.

Figura 2. La geóloga Alicia Bermejo.

Page 55: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 53

Proyecto “Chokáa” de construcción de hornos de cal tradicionales en Turkana norte (Kenia)

MINERÍA

El método artesanal de producción de cal, anterior a la aparición del cemento tipo Portland, pertenece hoy en Occidente al dominio de la arqueología industrial, como algo ya obsoleto y propio de museos y parques tecnológicos del pasado. Sin embargo, entendemos que con este proyecto “Chokáa”, de forma admirable, su tecnología ecológica y sencilla puede ser un perfecto recurso para la fabricación de morteros fiables en cualquier tipo de obras públicas, en zonas tan desamparadas como la Turkana keniata, y en especial en las tan necesarias presas de mampostería que, con su pequeño tamaño, permiten recoger la escasa agua de lluvia de aquel clima tropical seco.

Cuántas veces se nos llena la boca de bellas

palabras como solidaridad, ecología y desarrollo

sostenible. Pero, en ocasiones, la posibilidad real

de ayudar a los más necesitados, por muy lejos

que se encuentren, pasa verdaderamente por

nuestra puerta. El proyecto “Chokáa” es un ejem-

plo de ello. Está concebido para lograr mejorar

las condiciones de vida de una población tan

empobrecida.

Cal solidaria: un proyecto de la CMSPA y la Fundación EmalaikatEl proyecto “Chokáa” (“cal” en swahili) persigue

el establecimiento de una industria artesanal a

pequeña escala para la fabricación de cal en

Turkana norte (Kenia). De los dos autores de este

artículo, el ingeniero es el verdadero responsa-

ble, tanto de la idea matriz y del diseño del pro-

yecto como de su ejecución —a la que está ple-

namente dedicado liderando el proyecto “in

situ”—. El segundo, como historiador de la

arqueología industrial, se ha limitado a apoyar y

propagar en España las líneas generales del

mismo.

La esencia de la identidad vocacional de la

Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol y de

María, Madre de la Iglesia CMSPA, nacida en

Badalona allá por el año 1975 por inspiración

original de su fundador, el padre Francisco Andreo,

está basada en la llamada a otros para dejarlo

todo y seguir a Cristo. Constituyen de este modo

una familia apostólica, a imagen del grupo de

Jesús, con personas de diferentes orígenes y cultu-

ras; para comulgar con el dolor de la gente buscan-

do maneras concretas de aliviarlo, intentando dar

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS | Pablo Moñino Lostalé, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos; cooperante civil.

José Miguel Muñoz Jiménez, Dr. en Historia del Arte. Palabras clave

Proyecto “Chokáa”, cal, hornos de cal, minería, Turkana, Kenia.

solución y respuesta a las situaciones de hambre,

enfermedad, pobreza, ignorancia y violencia con

las que se encuentren.

Por tanto, la MCSPA (en sus siglas en inglés)

trabaja para promover el amor universal entre las

gentes como parte de su identidad vocacional,

dirigiéndose también a las personas de las socie-

dades más desarrolladas y opulentas, recordán-

doles la necesidad de “hacerse realmente her-

manos de los pobres”.

Durante su formación, el padre Paco pasó un

largo periodo en Camerún, y un profundo amor

por África se cinceló en su corazón. En 1982,

viajó por fin a Kenia con otros tres miembros de

su grupo, y allí fueron bienvenidos. Esta semilla

creció y se expandió hasta Turkana, la región

más pobre de Kenia y una de las más remotas y

necesitadas del planeta, y allí fue donde se fun-

dó la citada Comunidad Misionera. El salto a

Etiopía llegaría algunos años más tarde.

En la actualidad, los miembros de la MCSPA

tienen a su cargo toda la atención sanitaria,

nutricional y de promoción de la población local

a lo largo de la orilla occidental del lago Turkana,

Figura 1. La construcció n de presas de piedra en Turkana exige un mortero de costes má s econó micos

Page 56: Tierra y Tecnología nº 44

PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)

54 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013

El proyecto en cifras y otros aspectosLas características generales del proyecto son:

Descripción: establecimiento de una industria

artesanal a pequeña escala para la fabricación

de cal en Turkana norte, Kenia.

Localización geográfica: distrito norte de Turka-

na. Noroeste de Kenia.

Presupuesto completo del proyecto: presupuesto

total: 31.270 €. Cantidad solicitada: 10.710 €.

Desglosable en las siguientes partidas:

4 x 7.500 • €, por cada uno de los 4 hornos.

1.270• €, para el horno de ensayo.

Contribución del socio local: el socio local realiza-

rá las tareas de coordinación y logística del pro-

yecto, aportando los medios mecánicos reque-

ridos para el acarreo de la materia prima y el

combustible a los hornos durante la explotación.

Contribución local: la autoridad local cederá los

terrenos en los que se instalarán los hornos.

Descripción del socio local:

Nombre:• Comunidad Misionera de San Pablo

Apóstol y María, Madre de la Iglesia (MCS-

PA).

Tipo de organización:• Asociación Católica

Pública de Fieles, aprobada en Kenia por la

Diócesis de Lodwar, en 1989.

Áreas geográficas:• en Kenia: Turkana; en

Etiopía: Nekemte, Jimma Bonga y Addis

Abeba.

Áreas de trabajo:• programas de nutrición,

medicina preventiva y curativa, recursos hídri-

cos, programas agrícolas y de reforestación,

programas educativos y pastorales, coopera-

tivas de pesca.

Responsable del proyecto:• P. Ángel Valdivia,

sacerdote y miembro de la Comunidad

Misionera de San Pablo Apóstol (MCSPA);

sacerdote en la parroquia católica de Loki-

taung, en el norte de Turkana. Tiene diez

años de experiencia en los diferentes pro-

yectos de cooperación al desarrollo de la

Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol

(MCSPA) en África, concretamente en Kenia,

Turkana (P.O. Box 34, 30500 Lodwar (Kenya),

[email protected]).

Sector y subsector: fomento de la economía

local, seguridad alimentaria y apoyo a los recur-

sos hídricos.

Localización del proyecto: la acción del proyecto

tiene lugar en el condado de Turkana, situada al

noroeste de Kenia, en particular en el entorno de

Nariokotome, sito 8 km de la orilla oeste del lago

cubriendo un territorio de más de 22.000 km2,

con un total de cinco misiones completamente

integradas en el entorno físico y social que las

rodea, y gozando todas ellas de una gran reputa-

ción y aprecio entre la población local.

La región de Turkana está situada al noroes-

te de Kenia y es de las más bellas de todo el

África del este. De climatología semiárida, está

formada por una extensión de 77.000 km2 fronte-

rizos con Etiopía, Sudán del Sur y Uganda. Sus

habitantes son principalmente pastores nómadas

que viven de forma casi exclusiva de sus rebaños

de cabras, camellos, burros y vacas. Las numero-

sas sequías que azotan la zona hacen de Turkana

un lugar difícil para la subsistencia de su pobla-

ción.

Experiencia de la MCSPA en el campo

de los recursos acuíferos

La construcción de presas y pozos, a los que irá

destinada la cal como mortero, se enmarca den-

tro de un programa integral que prevé crear una

infraestructura básica de recursos acuíferos para

obtener agua potable y abastecer la totalidad del

nordeste de Turkana. En este programa integral

se tiene prevista la construcción de más presas,

embalses, pozos artesianos, pozos profundos y

cisternas en diferentes lugares. En todos estos

proyectos resulta imprescindible el uso de morte-

ros que asienten las obras de mampostería. El

precio del cemento Portland en Turkana es tres

veces superior al que conocemos en España, por

lo que la solución para rebajar los elevados cos-

tes podría ser la cal hidráulica fabricada al modo

tradicional.

La Diócesis de Lodwar, capital de la región,

llevó a cabo a mediados de los años ochenta un

proyecto de gran envergadura para la perforación

de pozos (230) en todo Turkana, con el objetivo

de paliar la escasez de agua para la población

nómada y seminómada y su ganado. En la actua-

lidad, hay todavía alrededor de 160 de estos

pozos que siguen en funcionamiento.

En esta línea, y desde 1997, la MCSPA ha

construido 178 presas (figura 1), de las cuales

103 son de “piedra” (mampostería), 67 son bal-

sas de tierra con planta cerrada y 8 presas de

materiales sueltos en cauces de arroyos. Ade-

más, ha llevado a cabo la perforación de 99

pozos profundos, la excavación de 12 pozos arte-

sianos, y de otros 7 realizados con perforadora

manual, la instalación de 22 molinos de viento

para bombear agua, y otros tantos con bombas

sumergibles accionadas por energía solar, la insta-

lación de depósitos y tuberías para varias escuelas

y núcleos de población, así como varios sistemas

de irrigación para cultivos (figura 2). En todas

estas actividades, la contribución local ha sido

esencial tanto en ayuda material como en traba-

jo voluntario. Paralelamente, se ha llevado a cabo

un número considerable de talleres orientados a

la formación de comités locales para los recursos

acuíferos y la capacitación de agentes para el

mantenimiento de dichos recursos.

En todas estas actividades, el personal

capacitado del Ministerio del Agua, emplazado

en Lodwar, ha prestado ayuda crucial, supervi-

sando los emplazamientos y ofreciendo asesora-

miento técnico.

También se ha contado con la colaboración

de profesores de los departamentos de Ingenie-

ría y Morfología del Terreno y de Hidráulica y

Energética, de la Escuela Técnica Superior de Inge-

nieros de Caminos, Canales y Puertos de la Uni-

versidad Politécnica de Madrid. En particular, los

doctores ingenieros de Caminos, Claudio Olalla

Marañón, Miguel Marchamalo Sacristán y Fran-

cisco Martín Carrasco han realizado viajes a los

posibles emplazamientos de las presas y vienen

colaborando y asistiendo técnicamente a los

miembros de la Comunidad Misionera de San

Pablo Apóstol para la adecuación técnica, la

seguridad de las obras y para la optimización de

las inversiones.

“La construcción de

presas y pozos, a los que

irá destinada la cal como

mortero, se enmarca

dentro de un programa

integral que prevé crear

una infraestructura básica

de recursos acuíferos para

obtener agua potable y

abastecer la totalidad del

nordeste de Turkana”

Figura 2. Las obras hidrá ulicas de la CMSPA llevan la

agricultura al desierto.

Page 57: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 55

Turkana (figura 3) (antiguo lago Rodolfo, también

conocido como el mar de Jade por su color). El

área de influencia del proyecto se enmarca en el

entorno del lago y del bajo Omo (río etíope que

desemboca en el lago), lugares ambos reconoci-

dos por la UNESCO como Patrimonio de la Huma-

nidad por tratarse respectivamente del lago de

mayores dimensiones del mundo situado en una

zona desértica, así como de uno de los lugares de

mayor valor cultural, etnológico y ecológico mun-

diales, donde se encuentra probablemente la

mayor densidad de tribus ancestrales de todo el

planeta. En las márgenes del río Nariokotome, a

escasos centenares de metros de la misión, es

donde fueron encontrados los restos del “niño

Turkana” (representante del homo ergaster).

Lokitaung es la capital del distrito de Turkana

norte y es allí donde se encuentra la misión de

San Marcos, que es el centro logístico desde

donde se ejecuta el proyecto.

Población beneficiaria: la población beneficiaria

directa serán 50 familias del entorno de Narioko-

tome, aproximadamente unas 400 personas. Hay

que hacer especial mención a que dicha activi-

dad constituirá un importante complemento a la

economía familiar que dejará de depender de

forma exclusiva de sus rebaños, y, por tanto, de los

efectos que las devastadoras sequías tienen

sobre éstos.

Desde la construcción de los hornos hasta la

obtención del producto final, pasando por la selec-

ción y recogida de la materia prima y del material

combustible, el 100% de la actividad será lleva-

da a cabo por la propia población beneficiaria

siendo total su grado de participación en la

implementación de la iniciativa.

Consideraciones ambientales: existen diversas

razones por las cuales entendemos que esta ini-

ciativa no sólo no será perjudicial al medio natural

sino más bien todo lo contrario: en primer lugar la

producción de cemento industrial requiere igual-

mente del consumo de combustible en cantidades

análogas, al que hay que sumar el debido a los

portes tanto de la materia prima (piedra) como del

propio combustible hasta el centro de producción.

Por otro lado, la fábrica de cemento más cercana

se encuentra en Nairobi, a más de 1.000 km de

distancia de Turkana, lo que constituye la causa

principal de su elevadísimo coste. Al coincidir en

este caso cantera y centro de producción, y estar

los puntos de suministro relativamente cerca de

éste, se eliminan por completo los citados incon-

venientes con el consiguiente ahorro en toneladas

de CO2 emitidas a la atmósfera.

En segundo lugar, una vez puesta la cal en

obra se convierte en un material que consume

CO2 de la atmósfera en su proceso de recarbona-

tación, el cual dura años, ayudando a equilibrar

el balance de emisiones.

Por otro lado, y en lo que a la tala de madera

se refiere, el material que se va a emplear como

combustible en los hornos está constituido por

un matorral introducido denominado Prosopis

Chilensis (figura 4), que prolifera y se regenera

con viveza. Dicho arbusto además de no tener

valor alimenticio para la población, ni forrajero al

ser venenoso para los animales, invade sin pie-

dad los escasos cultivos de sorgo existentes en

la zona, impide el crecimiento de las especies

arbóreas autóctonas, y no tiene uso ni siquiera

para realizar los vallados de protección de los

poblados ni como material de construcción.

Los modelos de caleras tradicionales: Hornos de cal de Vegas de Matute (Segovia) y Morón de La Frontera (Sevilla)El elevadísimo coste del cemento Portland en la

zona, necesario para la fabricación de los morte-

ros que sirven de ligazón a los mampuestos que

conforman el cuerpo de las presas, así como su

elevada participación en el coste final de cada

obra (en torno al 40%), llevó a Pablo Moñino a

realizar un análisis de los modos ancestrales de

construcción en mampostería, desde hace más

de 2.000 años hasta tiempos recientes. Llegó a la

conclusión de que la utilización de cal hidráulica

(o cemento natural) como sustituto del cemento

Portland podría reducir significativamente el

coste unitario de cada metro cúbico de presa

construida.

A partir de dicho instante, inició un periodo

de estudio técnico de las propiedades requeridas

para el uso de la cal como conglomerante hidráu-

lico, así como de sus posibles métodos de fabri-

cación. Visitó los hornos de cal de Vegas de

Matute en Segovia, reconstruidos en 2008 a par-

tir de los estudios realizados por el historiador

José Miguel Muñoz y por el arqueólogo Pablo

Schnell (véanse Tierra y Tecnología, números 33 y

41), algunos otros ejemplos en Huerta de Valde-

carábanos en Toledo, y finalmente los hornos aún

en uso de Morón de la Frontera en Sevilla, donde

Manuel Gil lidera un museo dedicado a la preser-

vación de la cal tradicional, recientemente reco-

nocida por la UNESCO como patrimonio inmate-

rial de la humanidad, todos ellos basados en una

larga tradición artesanal; de hecho, el modelo

final de los hornos diseñados está más próximo al

de estos ejemplares sevillanos que al de los cas-

tellanos, dentro de una metodología prácticamen-

te idéntica. Aquellas visitas a Vegas de Matute,

que tuvieron eco en la prensa provincial, pusieron

en contacto a los autores del presente artículo.

Resulta en verdad magnífico cómo una iniciativa

de recuperación propia de la arqueología indus-

trial, que dio lugar a la creación de un pequeño

parque geoetnológico en el paraje del Zancao, ha

podido tener su fruto indirecto en esta iniciativa a

aplicar en latitudes tan alejadas como las del

corazón de África.

Seguidamente, desde la MCSPA se ha

entendido que el oficio y saber tradicionales de

Figura 3. El lago salado Turkana es el mayor del mundo en zona desé rtica.

Figura 4. El arbusto invasor y venenoso Prosopis puede

ser el combustible idó neo de los hornos de cal.

Page 58: Tierra y Tecnología nº 44

PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)

56 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013

Nariokotome y Kokuselei, y sirve actualmente

como cantera de piedra para los paramentos de

la nueva presa de Nyuburing que se construye

allí sobre una ya preexistente.

La segunda está situada a escasos cien

metros de la entrada a la misión de Nariokotome

o misión central. En el entorno de la misma se

pueden observar zonas de alto valor geológico en

lo que probablemente constituyó el fondo corali-

no de un mar cálido y somero en el Mesozoico, y

que posteriormente quedó sepultado bajo un

manto basáltico asociado a la actividad volcáni-

ca del Rift Valley.

Se ha optado por escoger esta última cante-

ra como la más idónea para acometer este pro-

yecto por la proximidad a las instalaciones de la

MCSPA en Nariokotome.

Diseño del horno

Ubicación: los hornos se ubicarán en la misma

cantera de Nariokotome para evitar los desplaza-

mientos de la piedra.

la cal pueden convertirse en un elemento poten-

cialmente configurador de una industria local,

que aporte una nueva semilla de desarrollo futu-

ro para el pueblo Turkana. La cal como materia

prima natural y su procedimiento de fabricación

artesanal podrían suponer un revulsivo en la

zona, tanto por sus propiedades como material

para la construcción de presas (figura 5), cami-

nos y otras edificaciones básicas, como por

aquellas de tipo higiénico-sanitarias (fungicida)

debidas a su elevada alcalinidad, como fertilizan-

te de suelos o como conservante de alimentos

entre otras. El método de fabricación tradicional

resulta especialmente apto para una zona tan

alejada de cualquier tipo de tecnología moderna,

y nos permite confiar en que pudiera llegar a

convertirse en una mini-industria local con el

asesoramiento adecuado y el paso del tiempo. La

constante labor de construcción de presas, lleva-

da a cabo por la comunidad misionera de San

Pablo, permite asegurar una continuidad sosteni-

da en la producción.

Antes de abordar una iniciativa de este

calado hemos optado por poner en marcha un

primer proyecto piloto con el que esperamos

confirmar las posibilidades expuestas anterior-

mente. Dicho proyecto consistirá en la construc-

ción de un horno de pequeñas dimensiones para

confirmar la calidad del producto obtenido y la

puesta a punto de la técnica de fabricación.

Podemos adelantar que a la hora de redactar

este artículo (agosto de 2013), ya ha habido una

familia española que ha financiado el coste total

de este horno de ensayo.

Aspectos técnicos del proyecto “Chokáa”El proyecto comprende la localización de la

materia prima básica para la fabricación de cal,

el diseño y construcción de los hornos donde se

procederá a su calcinación, así como la coordina-

ción de la producción a lo largo del tiempo.

Localización de las canteras

A fecha de hoy, se han localizado al menos dos

canteras de piedra caliza de las que, tras los

análisis químicos oportunos, se ha determinado

su aptitud para la obtención de cal hidráulica

(figura 6). La primera de ellas se encuentra en

Kalochoro, a medio camino entre las misiones de

Dimensiones del horno: la capacidad de fabrica-

ción de cada horno se ha fijado en 25 t. Para

definir las dimensiones que deberán tener, se

han llevado a cabo los siguientes cálculos:

Densidad aparente de la piedra: •ap

=1.5 t/m3

Rendimiento de la cocción: 60% (3/5: 3 t de •

cal por cada 5 t de piedra)

Cantidad de piedra a quemar: P=25 t/(3/5)=42 tn•

Volumen ocupado por la piedra en el horno: •

V=42 t/1.5 t/m3=28 m3

Cantidad de cal obtenida: P´=3/5xP=25t•

Ecuación que rige la capacidad del horno:

C= D2H/4 – D3/12, donde:

C: capacidad del horno (indica el volumen •

máximo de piedra que cabe en el horno)

D: diámetro interior del horno•

H: altura de la carga (altura del paquete de •

piedra a calcinar)

Considerando H=4D/3 (basado en los hornos

de Morón), la ecuación de la capacidad del horno

se puede expresar finalmente como:

C= D3/4

Igualando C=V=28m3 D~3.3m H~4.4m

La altura del horno será igual a su diámetro

interior D, y la carga se montará sobre un pedestal

perimetral de altura igual a D/7. De lo anterior se

deduce que esta última sobresaldrá por encima

del propio horno una cantidad igual a D/3, consti-

tuyendo lo que se denomina el colmo. El espesor

de las paredes será de 0.90 m, independientemen-

te del tamaño del horno, ya que la velocidad de la

transmisión de calor a través de las paredes

depende exclusivamente de dicho espesor.

Dado que en la fórmula anterior se ha

supuesto que la bóveda es de sección circular,

cuando en realidad es más bien la correspon-

diente a un arco apuntado (falsa bóveda), consi-

deraremos que la capacidad del horno resultante

de contemplar dicha merma será igual al 80% de

la obtenida con la ecuación anterior (4/5 partes),

de donde se deduce la fórmula definitiva de la

capacidad del horno así como las dimensiones

finales para el horno del proyecto:

Horno de proyectoC= D3/5

Diámetro interior del horno D 3,6 m

Altura del horno H 4,8 m

Espesor de las paredes 0,9-1.0 m

Dimensiones del pedestal D/5 0,7 m

Altura del colmo D/3 1,2 m

Volumen de la carga V 28 m3

Peso de la carga P 42 tn

Capacidad de producción 25 tn

Figura 5. En un paí s tan á rido las reservas de agua son

fundamentales para la ganaderí a y la agricultura.

“El método de fabricación

tradicional resulta

especialmente apto

para una zona tan alejada

de cualquier tipo de

tecnología moderna, y nos

permite confiar en que

pudiera llegar a convertirse

en una mini industria local

con el asesoramiento

adecuado y el paso

del tiempo”

Figura 6. Los aná lisis de calidad de la piedra caliza de

la zona han sido satisfactorios.

Page 59: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 57

Como ya se mencionó con anterioridad, se

llevará a cabo un primer proyecto piloto que

consistirá en la construcción de un horno de

dimensiones reducidas para poner a prueba tan-

to la calidad del producto resultante, como el

propio proceso de fabricación.

El “horno de ensayo” (figuras 7 a 16) tendrá

en cambio las siguientes características:

Horno de ensayoC= D3/5

Diámetro interior del horno D 1,5 m

Altura del horno H 2,0 m

Espesor de las paredes 1,0 m

Dimensiones del pedestal D/5 0,3 m

Altura del colmo D/3 0,5 m

Volumen de la carga V 2,1 m3

Peso de la carga P 3,2 tn

Capacidad de producción P´ 1,9 tn

Relación de los trabajos a desarrollar

Quien conozca los métodos tradicionales de fabri-

cación de cal en España, desarrollados desde la

época romana, verá a continuación cómo se van

a seguir con absoluta fidelidad los pasos artesa-

nales, en desuso desde hace más de cuarenta

años.

Labores de cantería. La recogida de la piedra no

requerirá labores de extracción ya que se encuen-

tra en su mayor parte disgregada y puede reco-

gerse directamente del suelo.

Recogida de la leña. En los alrededores de

Nariokotome, y muy especialmente en los pobla-

dos de Nachukui y en el camino hacia Loarengak,

existen amplias zonas en las que prolifera de

forma abundante el Prosopis Chilensis, alcanzan-

do tamaños interesantes desde el punto de vista

de su empleo como combustible. En ambos

casos, la distancia hasta la boca del horno no

supera los 7 km. La tala se hará a machete y la

recogida en fardos de 20 kg que se transportarán

mediante un tráiler arrastrado por un tractor.

Armado del horno. Si existe una faceta represen-

tativa de esta labor artesanal es el armado o

“encañado” del horno, que no es otra cosa que la

carga del mismo con la piedra que se va a que-

mar. Éste requiere de una habilidad especial y

comprende las siguientes etapas:

Esquema básico de los hornos.

Figura 7. El inicio del horno de ensayo comienza con la

apertura de la fosa que lo acogerá .

Figura 8. Otro momento de apertura de la fosa del horno de prueba, con herramientas rudimentarias.

“La recogida

de la piedra

no requerirá labores

de extracción ya

que se encuentra

en su mayor parte

disgregada y puede

recogerse

directamente

del suelo”

Page 60: Tierra y Tecnología nº 44

PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)

58 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013

Colocación de las piedras calizas de una 1.

forma determinada en el vaso del horno.

Las paredes del vaso se adoban con barro 2.

antes de la cocción.

Antes de la cocción hay que tener limpia la 3.

caldera de restos de cenizas o carboncillo de

la anterior cochura. Por este motivo, el poyo

o poyete debe situarse más alto del suelo

que el hogar.

La construcción de la cúpula del horno sopor-4.

ta el peso de toda la carga de piedra y es

una labor de la que dependerá todo el proce-

so. En su elaboración hay que tener en

cuenta el tamaño y peso de las piedras que

se colocan. El calero irá buscando con sus

manos acomodo a cada piedra, las cuales no

van ligadas unas con otras con ningún tipo

de argamasa sino que, utilizando técnicas

constructivas ancestrales, se disponen a hue-

so unas con otras conformando hilada a hila-

da una falsa bóveda.

A la parte de la carga que sobresale del 5.

horno se le denomina cabeza o colmo.

Al colmo se le colocan unos caños o troneras 6.

que cumplen la función de chimeneas para

la salida de los gases de la combustión.

El vardo es una especie de pared de altura 7.

algo inferior a la del colmo, que se coloca en

todo su perímetro para permitir el correcto

funcionamiento de los caños.

En la parte inferior del horno se monta la 8.

pareílla o peto que cierra la entrada inferior

al horno. En ella se dejan dos entradas: una

a media altura para la alimentación del hor-

no (boca), y otra a ras de suelo para la oxige-

nación del hogar y la retirada de las cenizas

(puerta terriza).

Figura 9. Un martillo picador neumá tico ayuda al remate del hueco para el horno de prueba.

Figura 10. Alzado y secció n del horno de ensayo.

Figura 11. Obras de construccion de un horno.

“La construcción

de la cúpula del horno

soporta el peso de toda

la carga de piedra y es una

labor de la que dependerá

todo el proceso. En su

elaboración hay que tener

en cuenta el tamaño

y peso de las piedras

que se colocan”

Page 61: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 59

En el horno se colocan piedras de muy distin-

to tamaño que deben ser cuidadosamente selec-

cionadas por el calero. Las piedras se clasifican

por la dimensión y el lugar que ocupan en el

horno.

En la puerta terriza existen:•

Las piedras correderas son las piedras –

que dan asiento a la boca del horno.

Los caminales se colocan verticalmen-–

te encima de las correderas.

Y la piedra cobija se coloca horizontal-–

mente sobre los caminales a modo de

dintel.

En el interior del horno:•

Las armaderas son las piedras de –

mayor tamaño para constituir el poyo y

la bóveda del horno. Comienzan a colo-

carse sobre el poyo y, por aproximación

de hiladas, terminan por cerrar la bóve-

da en su clave.

Los matacanes son de tamaño mediano –

y se colocan en el centro de la estruc-

tura del horno ya que si se colocaran

junto a la pared quedarían crudas o

parcialmente cocidas al quedar muy

alejadas del fuego.

Los ripios son piedras de menor tama-–

ño que se colocan por todo el horno

para que el calor se propague con faci-

lidad, llegando a todas las partes del

horno. También se colocan junto a las

paredes del horno por ser las que

menor tiempo de cocción requieren, y

porque facilitan el ascenso del calor a

las partes altas de la estructura.

Los chinos son las piedras más peque-–

ñas que cubren la cabeza del colmo.

A partir de entonces, el horno queda listo

para cocer cal.

Cocción. El horno debe alimentarse durante

varios días (entre tres y seis típicamente) hasta

que la piedra queda completamente cocida; la

alimentación debe realizarse cada 20 minutos,

para mantener la temperatura del horno en torno

a los 1.000 ºC.

El fuego se enciende en la cámara de com-

bustión, procurando que gane temperatura poco

a poco para evitar que las piedras se fundan unas

con otras, al formarse una costra por excesiva

evaporación del agua.

Durante las primeras horas de cocción, la

piedra “suda” toda la humedad que tiene y las

piedras cambian su color blanco amarillento por

el negro.

Figura 12. Segundo croquis del horno de ensayo.

Figura 13. Plantando la base del horno de prueba.

Figura 14. Arranque de la cá mara del horno de prueba.

Figura 15. Estado del horno a finales de julio de 2013.

Page 62: Tierra y Tecnología nº 44

PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)

60 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013

Sabremos que el horno ha alcanzado la tem-

peratura de cocción (900-1.000 ºC) cuando las

piedras del colmo estén al rojo vivo (unas 10-12

horas tras el inicio de la combustión). A las 24

horas debe esperarse a que las llamas alcancen y

sobresalgan del colmo. La experiencia será la que

dicte cuándo debe añadirse más leña, cuándo

remover las brasas para facilitar la combustión o

cuándo retirar las cenizas acumuladas. El fuego

necesitará en cualquier caso atención permanen-

te día y noche.

Cuando las piedras del colmo alcancen de

nuevo su color blanquecino y el humo deje de ser

negro, será indicio de que la piedra ya está coci-

da por completo. La inhalación de este humo

blanco, que ya no asfixia como el negro, era

considerada como beneficiosa e indicada para

personas con enfermedades respiratorias.

Para comprobar que la calcinación es com-

pleta, se podrá tomar una de las piedras del col-

mo con unas tenazas y sumergirla en agua; si

toda ella se deshace es que el proceso está

concluido, mientras que si queda el núcleo crudo

es que la cocción debe continuar.

El fuego debe apagarse poco a poco, tapan-

do la entrada de aire con una chapa de metal o

aterrándola poco a poco para que la aportación

de aire sea cada vez menor pero sin interrumpir-

se con brusquedad.

Extracción de la piedra. Una vez finalizada la

cochura, esperaremos en torno a una semana

hasta que se enfríe lo suficiente como para pro-

ceder a la extracción de la piedra. El vaciado se

lleva a cabo abriendo la clave en el centro del

colmo, y extrayendo directamente la piedra.

Una vez extraída la piedra, ésta deberá

envasarse rápidamente para evitar su deterioro

o, en caso de que éstas no vayan a utilizarse

inmediatamente, podrá taparse la parte superior

del horno con tierra y quedar convertido éste en

el propio almacén de la cal.

Apagado de la cal viva. Antes de usar la cal

habremos de apagarla mojándola con agua. La

reacción es muy violenta, alcanzando las piedras

temperaturas cercanas a los 300 ºC y aumentando

su volumen entre un 200% y un 300%. Parte del

agua añadida se evapora y otra parte es absorbi-

da por la cal, que queda reducida a polvo.

Para que la mezcla sea completa, se proce-

derá al apagado en un recinto o estanque cava-

dos en la tierra y enfoscados con cemento donde

pueda procederse al batido con palas o batideras

a fin de que hasta el núcleo de las piedras quede

bien apagado. Aquellos huesos que no se hayan

cocido correctamente (también denominados

caliches), deberán apartarse.

Una vez apagada, ésta se cubrirá con un pie

de alto de arena dejándola reposar al menos

durante un mes.

Conclusión: una tecnología del pasado válida en el siglo XXIA modo de resumen, los objetivos y los resulta-

dos esperados de este proyecto “Chokáa” son

los siguientes:

Objetivo general

Promoción de la autosuficiencia para la mejora

de la economía local y de la seguridad alimenta-

ria en Turkana norte.

Objetivos específicos

Establecimiento de cuatro fábricas artesana-•

les de cal (hornos) en el área de Nariokoto-

me, con la posible extrapolación de la inicia-

tiva en otras zonas de la región.

Aumento de la seguridad alimentaria y la •

generación de ingresos a nivel familiar,

mediante la promoción de una actividad

alternativa al nomadismo e independiente

de los periodos de sequía, para un total de

50 familias.

Capacitación de la comunidad local a través •

de cursos sobre conocimientos empresaria-

les básicos.

Traspaso completo de la actividad a la comu-•

nidad local.

Resultados esperados

Cuatro hornos serán construidos y puestos •

en funcionamiento para dar servicio al

100% del consumo requerido de conglome-

rante por la Comunidad Misionera de San

Pablo en su labor de construcción de presas

en Turkana.

Figura 16. Otra vista de los cimientos del horno de

prueba.

Figura 17. El Proyecto “Choká a” quiere dar esperanza a la població n turkana.

“Para comprobar que la calcinación es completa, se podrá

tomar una de las piedras del colmo con unas tenazas y

sumergirla en agua; si toda ella se deshace es que el

proceso está concluido, mientras que si queda el núcleo

crudo es que la cocción debe continuar”

Page 63: Tierra y Tecnología nº 44

MINERÍA

Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 61

50 familias serán dotadas con las herra-•

mientas y conocimientos necesarios para

llevar a cabo con éxito la actividad com-

pleta.

Fomentar el emprendimiento entre la pobla-•

ción local.

Reducción del gasto anual en cemento Port-•

land hasta el 37% del mismo por sustitución

con cal hidráulica natural fabricada en las

nuevas instalaciones.

Como antes se ha dicho, la MCSPA supo

entender desde su primera implantación en la

zona las verdaderas necesidades de esta región,

y desde hace un cuarto de siglo el extraordinario

equipo de padres y laicos que la conforman dedi-

can su vida en pleno a labrar un futuro para

Turkana mediante la construcción de pozos y

embalses. A esta labor meramente ingenieril se

suman otras complementarias como son los pro-

gramas de nutrición, salud, agricultura y educa-

ción, siendo todos ellos una clara apuesta por el

desarrollo, frente a la mera ayuda humanitaria

(figura 17).

La producción de cal es una de las primeras

industrias conocidas por el hombre, uno de los

primeros procesos por los cuales se elabora un

producto artificial inexistente en la naturaleza.

Asimismo, es uno de los primeros productos

humanos conseguidos en su afán de recrear la

naturaleza con formas que le sean más útiles.

Con los morteros de cal se consigue crear una

roca artificial, modelada según las necesidades

requeridas y fabricada a partir de otra roca natu-

ral, que pierde su estructura por medio del fuego

y la recupera después al contacto con el agua y

con el aire.

El método artesanal, anterior a la aparición

del cemento tipo Portland, pertenece hoy en

Occidente al dominio de la arqueología industrial,

como algo ya obsoleto y propio de museos y

parques tecnológicos del pasado. Sin embargo,

entendemos que con este proyecto “Chokáa”,

de forma admirable, su tecnología ecológica y

sencilla puede ser un perfecto recurso para la

fabricación de morteros fiables en cualquier tipo

de obras públicas, en zonas tan desamparadas

como la Turkana keniata, y en especial en las tan

necesarias presas de mampostería que, con su

pequeño tamaño, permiten recoger la escasa

agua de lluvia de aquel clima tropical seco. Así

se logrará mejorar las condiciones de vida de

aquella población.

Se trata, en definitiva, de un proyecto en su

fase inicial, por lo que todavía no podemos

adelantar resultados. Ojalá en un próximo artícu-

lo logremos hacerlo. Para ello, el proyecto

“Chokáa” necesita todo tipo de ayuda económi-

ca, hasta conseguir una suma que en Europa no

sería verdaderamente elevada.

Proyecto “Chokáa”: establecimiento de una industria artesanal a pequeña escala para la fabricación de cal en Turkana norte, Kenia

CÓMO AYUDARFinanciando una o varias de las siguientes unidades de proyecto:

Horno de ensayo para 2 t de capacidad: 1.270 €

4 hornos para 25 t de capacidad: 7.500 €/horno

Total proyecto: 31.270 €

o bien haciendo una aportación menor especificando proyecto “CHOKÁA” a través de paypal en nuestra página webhttp://mcspa.org o mediante talón o transferencia bancaria a:

Kenia (euros €)MISSIONARY COMMUNITY OF ST. PAUL

P.O. Box 49547, Nairobi 00100, KENIA

Cuenta bancaria: Citibank, C/C: 102651459

Dirección: Citibank House, Upper Hill Road

P.O. Box 30711, 00100 Nairobi,

Swift code: CITIKENAXXX

Kenia (USD $)MISSIONARY COMMUNITY OF ST. PAUL

P.O. Box 49547, Nairobi 00100, KENIA

Bank account: Citibank, A/C: 102651467

Address: Citibank, Nairobi Branch

P.O. Box 30711, Nairobi 00100. Kenya

Swift code: CITIKENAXXX

EspañaFUNDACIÓN EMALAIKAT

c/ Bocangel nº 28, 3º Dcha. 28028 Madrid

Tfno: 91 355 21 95

Cuenta bancaria:

BBVA, C/C: 0182 2012 98 0201528472

Nota: fiscalmente, el donativo es desgravable

“La producción de cal es una de las primeras industrias

conocidas por el hombre, uno de los primeros procesos

por los cuales se elabora un producto artificial inexistente

en la naturaleza. Asimismo, es uno de los primeros

productos humanos conseguidos en su afán de recrear la

naturaleza con formas que le sean más útiles”

Page 64: Tierra y Tecnología nº 44

62 • Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013

El ICOG en la XIII Semana de la Ciencia de Madrid

EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID

El ICOG ha participado desde su inicio en las actividades de la Semana de la Ciencia de Madrid. Nuevamente, en el mes de noviembre de 2013, intervino con dos tertulias del Geoforo en la sede del Colegio de Geólogos en Madrid, dentro de la XIII Semana de la Ciencia.

Las dos tertulias programadas fueron muy inte-

resantes, concretamente la celebrada el 14 de

noviembre, pues estaba, y está, muy de actuali-

dad el tema del almacenamiento de gas y la cri-

sis energética.

1ª Tertulia. La espectacular obra del arquitecto Antonio Palacios en Madrid. Edificios, piedras y canterasEl jueves 7 de noviembre se celebró esta atractiva

tertulia, con los ponentes Fernando de Castro,

arquitecto, presidente del Centro Gallego de Madrid

y comisario de la exposición itinerante que hubo

sobre Antonio Palacios, y Elena Mercedes Pérez

Monserrat, geóloga del Instituto de Geociencias

IGEO (CSIC-UCM). En la sala, repleta de asistentes

(figura 1), se habían colgado varios paneles fotográ-

ficos sobre la obra de Palacios en Madrid.

Antonio Palacios Ramilo (Porriño, Ponteve-

dra, 8 de enero de 1876-El Plantío, Madrid, 27 de

octubre 1945) ha sido uno de los arquitectos más

destacados en el Madrid de principios del siglo

XX. Una figura singular que merece toda la aten-

ción de aquellos que les interese la historia de la

arquitectura y la historia de Madrid.

La tertulia la comenzó Fernando de Castro

(figura 2) leyendo un escrito suyo sobre la perso-

nalidad y principios del arquitecto gallego, que fue

muy interesante. Al parecer de los que conocieron

a Antonio Palacios, era éste un hombre modesto,

retraído, extraordinariamente agradable, bohemio,

desordenado, poéticamente desbordado siempre

por su capacidad imaginativa. Sobre todo, capaz

de arrebatar con su entusiasmo y fecundidad de

ideas constructivas el ánimo de sus clientes, que

acababan siendo, según se dice, los mayores

defensores de su arquitectura.

Destacó, igualmente, lo que en el campo de la

arquitectura sucedía en el mundo en aquel

momento en que construía Palacios, en el que con

sus gentes mayormente distinguidas, habrá de ser

recordado aquí con la más extremada brevedad.

Las tendencias más significativas de la época

pudieran ser, por ejemplo, en América, la Escuela

de Chicago; en Europa, el “Art nouveau”, Moder-

nismo, Liberty, Secesión, Jugenstil.

De Castro destacó que la arquitectura de

Antonio Palacios ocupa una de sus más señaladas

capitanías de la arquitectura española de la época.

Sería importante buscar sus vinculaciones con

estos estilos y gentes o sus diferencias, qué signi-

ficación se le puede buscar, sin duda, en más de

una ocasión, a la originalidad constructiva de Pala-

cios y su atadura a las cavilaciones más importan-

tes de la arquitectura del tiempo moderno.

En la segunda parte de su intervención, el pre-

sidente del Centro Gallego destacó la belleza y gran

valía arquitectónica de varios de los edificios más

singulares del arquitecto Palacios en Madrid, como

el Círculo de Bellas Artes, el Palacio de Comunica-

ciones (hoy Ayuntamiento de la capital), la casa

Matesanz, las casas del Conde de la Maza y de don

Demetrio Palazuelo y los Talleres del ICAl, casi en el

mismo tiempo, el Banco del Río de la Plata (hoy

sede del Instituto Cervantes) y el Hospital de Jorna-

leros de Maudes.

El Palacio de Comunicaciones fue el primer

proyecto que realizó Palacios al terminar la carrera.

Lo hizo en colaboración con su compañero de

estudios Joaquin Otamendi. Muestra un exterior

con fuerte influencia del gótico salmantino y los

Entretiens de Viollet-le-Duc, aunque en el sistema

estructural y la búsqueda de sinceridad en los

acabados interiores así como en el mobiliario, se

vislumbran influencias de Otto Wagner, de quien

Palacios era un entusiasta, y la secesion vienesa, y

de las vanguardias arquitectónicas del momento.

En conjunto, el Palacio de Comunicaciones

denota las influencias de la monumentalidad de la

arquitectura norteamericana, de las composicio-

nes volumétricas de la arquitectura francesa, de

las reminiscencias de la arquitectura medieval

española en los detalles decorativos y en el trata-

miento de la piedra. El edificio fue concebido con

criterios de racionalidad y funcionalidad; su gran

patio interior facilitaba el tránsito hacia los servi-

cios generales de correos, telégrafos y de telefo-

nía que se instalaron en la planta baja, mientras

que las plantas superiores se reservaron para

tareas administrativas, para las oficinas de la

dirección, la cartería y una sala de telégrafos que

conectaba directamente con la antena del edificio,

que alcanzaba nada menos que 70 metros de

altura, contando con la altura de la torre central.

Del Círculo de Bellas Artes manifestó que en

su fachada, Palacios, que fue un monumentalista

Figura 1. Asistentes a la 1ª tertulia.

Figura 2. Fernando de Castro durante su intervención.

Page 65: Tierra y Tecnología nº 44

NOTICIA

Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013 • 63

ejerciente, exploró la diferenciación al exterior de

los usos interiores, explicando en altura los distin-

tos volúmenes según su función, lo que convierte

esta fachada en mucho más dinámica que otras

edificaciones colindantes, sin perder su carácter

reinterpretativo de los órdenes clásicos. En esta

obra realiza una aproximación personal al proble-

ma compositivo del edificio en altura, mediante

un esquema orgánico en el que cada planta y cada

uso muestran su volumen y carácter al exterior,

usando una regla decreciente en altura que culmi-

na en la torre de los estudios. El ambicioso progra-

ma, sugerido por el propio Palacios, convertía al

edificio en una “ciudad en miniatura”, con una

clara referencia a los transatlánticos que prolifera-

ban por aquella época. El remate de la torre de

manera asimétrica y el distinto tratamiento que

hace en sus dos fachadas es un ejercicio de profe-

sionalidad que nos enseña a los arquitectos de

hoy, más que muchos libros.

De los edificios de las calles Mayor y Gran

Vía, hay que destacar el del nº 27 de la Gran Vía:

la Casa Matesanz. Es un edificio cuya construc-

ción finalizó en el año 1923 y su estilo arquitectó-

nico está fuertemente influenciado por la Escuela

de Chicago. Su nombre procede del apellido del

primer propietario del edificio, la firma comercial

Casa Matesanz, que proyectó el edificio como uno

de los primeros centros comerciales al estilo esta-

dounidense para la instalación en su interior de

tiendas, despachos y oficinas. En este edificio,

Palacios supo utilizar los nuevos materiales de su

época combinándolos con su concepto monumen-

talista, sin caer en el puro eclecticismo, recogien-

do todas las influencias de herramientas de su

particular estilo, digno de estudio aparte y de un

mayor reconocimiento dentro de la historia de la

arquitectura del siglo XX.

Por último, Fernando de Castro manifestó la

sorprendente falta de sensibilidad de las autorida-

des de Madrid, al no tener ningún recuerdo públi-

co de Antonio Palacios en la capital, como podía

ser un pequeño busto delante de alguno de sus

emblemáticos edificios. Parece que, aunque sin

pretenderlo, se continúa con la falta de delicadeza

que Madrid tuvo con la obra del arquitecto gallego

cuando en el año 1970, el alcalde de Madrid Car-

los Arias Navarro, ordenó el desmontaje del tem-

plete del metro de la Red de San Luis (hoy esta-

ción de Gran Vía), para donarlo al Ayuntamiento

de Porriño, donde fue colocado en un pequeño

parque público. Hubo otro templete similar en la

Puerta del Sol, obra también de Palacios, con un

planteamiento muy similar al de la Red de San

Luis, que fue demolido en 1933, en virtud de una

orden de la Dirección General de Ferrocarriles.

Todo un despropósito para quien ha sido uno de

los arquitectos más relevantes del panorama

arquitectónico madrileño del siglo XX.

Llegado el turno de intervención de la inves-

tigadora Elena Mercedes Perez Montserrat (figu-

ra 3), se pasó a tratar los materiales pétreos que

Antonio Palacios utilizó en su obra madrileña.

Elena es una especialista en esta temática pues

lleva estudiando el tema desde hace años.

Señaló que el escaso desarrollo tecnológico

de la época de Palacios y su preocupación por la

artesanía y los oficios tradicionales, le llevaron a

definir un estilo basado en el proceso constructivo

artesanal y a colocar la piedra directamente, sin

desbastar ni ornamentar. Palacios pretendió sacar

el máximo partido expresivo de la presentación

directa de la piedra, unificando sus construcciones

mediante el empleo de un único material. Según

decía el arquitecto, la piedra era esencial para

reconocer la grandiosidad de un edificio, defendía

el empleo de los materiales locales y su reutiliza-

ción, como apuesta por la identidad de los pueblos

y para el saneo económico de las obras. La familia

materna de Palacios era propietaria de unas can-

teras de granito en la zona de Galicia y Antonio se

educó en ese ambiente industrial y artesanal.

La materialidad pétrea es una constante en

las construcciones de Palacios, fundamental-

mente mediante el empleo de piedra tradicional

o piedra de cantería, esto es, un material de alta

resistencia mecánica que, tras un proceso de

elaboración, puede ser utilizado como elemento

constructivo, normalmente exento de pulido,

conservando su composición y textura originales.

Pérez Monserrat señaló que la proximidad ha

sido el principal factor que ha condicionado la

utilización de la piedra tradicional, estando por

un lado ligada al sustrato geológico cercano, y

participando, por otro, en la imagen de los pue-

blos y ciudades que configura

En los edificios de Madrid, Palacios utilizó

principalmente dos tipos de piedra tradicional-

mente empleadas en la arquitectura de la región,

denominadas de forma genérica “piedra berro-

queña” (granito), localizada en la sierra del Gua-

darrama, y caliza o piedra de Colmenar, aflorante

en la villa de Colmenar de Oreja.

El granito generalmente empleado en la

ciudad de Madrid procede principalmente de las

zonas de Zarzalejo, Valdemorillo y Alpedrete, y

su composición es de monzogranitos biotíticos.

Es característico de la piedra berroqueña la pre-

sencia de gabarros, término que los canteros

utilizan para referirse a los enclaves microgranu-

dos negros y morfologías elípticas.

La caliza o piedra de Colmenar se correspon-

de con los carbonatos lacustres terciarios que se

encuentran en las localidades del sudeste de la

región madrileña, principalmente entre Colmenar

de Oreja, Villar del Olmo y Arganda, y que, en la

literatura geológica, se denominan Caliza del

Páramo o de los Páramos. Perez Montserrat indicó

que Palacios utilizó en el Palacio de Comunica-

ciones calizas de las canteras de Colmenar de

Oreja (Madrid), Petrel (Alicante), Sigüenza y

Tamajón (Guadalajara), decidiéndose finalmente

por la utilización de las calizas de Petrel y de

Colmenar de Oreja. Esta última sólo la utilizó en

los zócalos y en determinados ornamentos.

Excepcionalmente, Palacios utilizó rocas

extranjeras, como los granitos argentinos que

utilizó en el Círculo de Bellas Artes. Otra novedad

que introdujo fue el granito pulimentado que

utiliza por primera vez en España en las colum-

nas estriadas del Banco del Río de la Plata (hoy

Instituto Cervantes) de la calle de Alcalá.

En el turno de preguntas, se preguntó a Ele-

na Pérez Montserrat por la existencia de la casa

donde vivió Palacios en Madrid. Respondió que

aún existe aunque la propiedad es privada y no

hay visitas. Se encuentra en la carretera de El

Plantío a la estación de Majadahonda. En esa

Figura 3. Elena Mercedes Pérez Monserrat durante su intervención.Figura 4. De izquierda a derecha: Fernando de Castro, Elena Mercedes Pérez

Monserrat y José Luis Barrera.

Page 66: Tierra y Tecnología nº 44

EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID

64 • Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013

casa modesta vivió sus últimos años, y en ella

murió en 1945, casi ciego y olvidado, acompaña-

do de su esposa. Fue enterrado en la Sacramen-

tal de San Lorenzo de El Escorial y, en 1976, sus

restos se trasladaron a O Porriño.

Al finalizar la tertulia, los ponentes y el

moderador posaron para la memoria del Colegio

(figura 4).

2ª Tertulia. La dependencia energética de España: el mercado de gas y su almacenamiento geológico profundoEl jueves 14 de noviembre, con bastante asisten-

tes de público (figura 5), y en plena crisis de la sis-

micidad de la plataforma Castor, se celebró la

segunda tertulia de la Semana de la Ciencia que

programó el ICOG. Fue un encuentro con los

geólogos Carlos Barat y Juan Carbayo bajo el título

“La dependencia energética de España: el mer-

cado de gas y su almacenamiento geológico pro-

fundo”. El encuentro fue moderado por el vice-

presidente del ICOG y presidente del Geoforo,

José Luis Barrera.

Juan Carbayo (figura 6), responsable de Gas

Markets & Regulation de CEPSA Gas Comerciali-

zadora, S.A., hizo en su exposición un repaso al

mercado global del gas natural a lo largo de toda

la cadena de valor, desde la extracción o ups-

tream, hasta la distribución a los clientes finales

o downstream. Carbayo explicó que las dos vías

principales para el transporte de gas son median-

te gasoductos y en barcos. Este último medio

requiere la licuación del gas (GNL) y su posterior

regasificación en los puertos de destino.

En este sentido, Carbayo destacó que Espa-

ña aglutina el 45% de la capacidad regasifica-

dora de la Unión Europea y cuenta con siete de

las dieciséis plantas de regasificación existen-

tes en el territorio comunitario. No obstante,

nuestro país sólo consume el 7% de la capaci-

dad total de regasificación, lo que le sitúa como

potencial reexportador. Sin embargo, para que

esto pueda suceder, es necesario solucionar los

cuellos de botella existentes en las conexiones

continentales.

“Europa quiere crear un mercado energético

común, algo que se antoja muy difícil debido a

intereses económicos y nacionales, pero lo que

sí está más cerca de conseguirse es una red de

gas perfectamente interconectada, algo que se

espera para 2017 o 2018”, afirmó el responsable

del área de gas de CEPSA.

Carbayo también destacó que las reservas

mundiales de gas se han duplicado en los últimos

años gracias a la extracción de gas no convencio-

nal o shale gas, especialmente en países anglo-

sajones como Estados Unidos, Canadá y Australia.

De hecho, existe la posibilidad de que esos países

puedan convertirse en un futuro próximo en expor-

tadores de gas. Respecto al gas no convencional,

Carbayo reveló lo que se considera una paradoja:

Estados Unidos podría llegar a cumplir con los

compromisos de Kioto, un protocolo que nunca ha

firmado, gracias al fracking, que le está permitien-

do reemplazar el carbón por shale gas y, de esta

forma, reducir sus emisiones de CO2.

Por su parte, Carlos Barat, director general de

Escal UGS, afirmó que el gas no convencional esta-

dounidense ha revolucionado el mercado energéti-

co. Tanto es así que se cree que este país podría

llegar a cubrir el 80% de su demanda con shale gas.

Respecto a los almacenamientos subterráneos de

gas, Barat explicó que se trata de una técnica con

más de 100 años de antigüedad. “En un principio, se

hacían sólo en yacimientos de petróleo o gas ago-

tados y con el fin de cubrir variaciones estacionales

en la demanda”, añadió Barat.

El director general de Escal UGS indicó que en

todo el mundo hay más de 600 almacenes subte-

rráneos de este tipo y más de la mitad se encuen-

tran en Estados Unidos. En España hay tres alma-

cenes en funcionamiento y otros dos, Yela y

Castor, en fase de inyección de gas colchón para

acondicionarlos. Sin embargo, en comparación

con países de nuestro entorno, como Alemania,

Francia o Italia, la capacidad de almacenamiento

de gas natural de España es muy reducida: España

tiene capacidad para almacenar gas equivalente a

21 días de demanda, pero su extracción completa

requeriría 135 días, mientras que en otros países

europeos la capacidad de almacenamiento es

mucho mayor y el tiempo requerido para su extrac-

ción está por debajo de los 60 días.

Desde el punto de vista geológico, Barat

describió los diferentes tipos de almacenamien-

tos subterráneos que existen en: yacimientos

agotados, acuíferos, minas abandonadas, minas

de sal y cavernas rocosas. Cada uno tiene sus

peculiaridades y su utilidad. Así, los almacenes

en minas de sal y cavernas pueden usarse para

cubrir picos de demanda porque su extracción es

más rápida, mientras que los almacenes en acuí-

feros y, sobre todo, en yacimientos agotados, se

utilizan como soporte para cubrir las necesidades

energéticas durante el invierno.

Por último, el director general de Escal UGS

puntualizó que en España el ciclo de uso de los

almacenes subterráneos está regulado por el

Ministerio de Industria, que establece el periodo

de abril a octubre para la inyección de gas y el

periodo de noviembre a marzo para su extracción

y consumo. No obstante, Carlos Barat subrayó

que España necesita dotarse de una mayor capa-

cidad de almacenamiento para contar con una

auténtica reserva estratégica de gas.

Al finalizar la tertulia, los ponentes y el

moderador posaron para la memoria del Colegio

(figura 7).

Figura 5. Asistentes a la 2ª tertulia. Figura 6. Juan Carbayo (centro) durante su intervención.

Figura 7. De izquierda a derecha: Juan Carbayo, José

Luis Barrera y Carlos Barat.

Page 67: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 65

X Congreso Ibérico y XI Congreso Nacional de GeoquímicaSoria, 16-18 de septiembre de 2013

CONGRESOS

Como es conocido desde hace años, el Colegio de Geólogos, el Consejo Superior de Ingenieros de Minas, el Colegio y Asociación de Químicos de Madrid, y el Grupo de Geoquímica de la Sociedad Geológica de Portugal se rotan cada dos años para organizar el Congreso de Geoquímica. Esta nueva edición del Congreso le correspondió organizarlo al Colegio Oficial de Geólogos que, desde el año 2001, cuando se hizo en Zaragoza organizado por el colegiado Marceliano Lago (Dpto. de Petrología de la Facultad de Ciencias), no lo había hecho.

La Geoquímica es una disciplina moderna perte-

neciente a las Ciencias de la Tierra, entre la

Química y la Geología, que analiza la composi-

ción química de la litosfera, hidrosfera, atmós-

fera y biosfera. Uno de los objetivos es diagnos-

ticar, detectar y prevenir los caminos que seguirán

los elementos químicos, bajo qué formas se

acumulan según el medio y mitigar los efectos

que tal concentración puede producir en el

entorno.

Para esta nueva edición del Congreso, la

Junta de Gobierno del ICOG designó al vicepresi-

dente primero, José Luis Barrera, como secreta-

rio general de la organización, ya que desde el

año 2001 siempre fue, junto a Jesús Soriano, el

representante del ICOG en los congresos. En esta

edición, Jesús no pudo participar por diversas

cuestiones laborales y personales, y su lugar lo

ocupó la vicesecretaria del Colegio, Carla Merce-

des Delgado (figura 1). Desde el inicio, hubo una-

nimidad en llevar el congreso a Soria, su lugar de

nacimiento, y las fechas elegidas fueron los días

16 al 18 de septiembre.

TEXTO | José Luis Barrera. ICOG.

FOTOS | ICOG.Palabras clave

Geoquímica, Congreso de Geoquímica, Soria.

PreparativosLa situación económica de España en aquellos

momentos no era lo más boyante que uno quisie-

ra y, ante esta circunstancia, alguna voz agorera

propuso no celebrar esta edición a la espera de

mejores tiempos. Eso no se podía hacer, pues

hay bastantes profesionales e instituciones de la

Geoquímica que, a pesar de la crisis, ven en estos

congresos una oportunidad de dar a conocer sus

investigaciones y logros.

Se hicieron varias reuniones con los otros

colegios y asociaciones, con el fin de preparar el

congreso de manera coordinada, considerando los

compromisos de todas las entidades participati-

vas. Las acciones más relevantes realizadas para

su preparación, teniendo como faro la austeridad

pero también la profesionalidad, fueron varias.

El 23 de enero, José Luis Barrera, en su

calidad de secretario general del Comité Organi-

zador, se reunió con el director del IGME, Jorge

Civis, para solicitar la colaboración de esa insti-

tución en la organización y desarrollo del congre-

so, como lo han hecho históricamente. El director

garantizó la participación del Instituto con diez

inscripciones y sin cortapisas en el apoyo logísti-

co que fuera necesario. Sus palabras y compro-

miso se cumplieron perfectamente, lo que es de

agradecer desde el Comité Organizador.

El 1 de febrero, se celebró la primera reunión de

todos los colegios en la sede del ICOG en Madrid,

para comenzar a precisar los aspectos de contenido

del congreso. El Colegio de Ingenieros de Minas, en

una cita previa con José Luis Barrera, ya había hecho

algunas sugerencias de fechas para que en el mes

de septiembre no le coincidiera con otro evento que

estaban organizando. En la reunión se acordó con-

tactar con la Diputación de Soria para solicitar la

cesión gratuita del aula Tirso de Molina como sede

del congreso, tal y como se había hecho en todas las

ediciones anteriores. En esta ocasión, y debido a las

circunstancias económicas, la cesión no era gratuita

y había una tarifa; ¡lógico! Ante esta circunstan-

cia, y dado el poco presupuesto con que nos movía-

mos, el comité decidió buscar otro lugar de cesión

gratuita, que lo encontró en el campus universitario

“Duques de Soria” de la UVA (figura 2).

Figura 1. José Luis Barrera con Carla Mercedes Delgado. Figura 2. Panorámica exterior del auditorio y del campus “Duques de Soria”.

Page 68: Tierra y Tecnología nº 44

X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA

66 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013

Se aprovechó la reunión para nombrar el

Comité Organizador, que fue el siguiente:

Presidente:• Luis E. Suárez Ordóñez, presi-

dente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.

Vicepresidentes: • Juan José Álvarez Millán,

decano del Colegio de Químicos de Madrid;

Valentín González García, presidente de la

Asociación de Químicos de Madrid; Adolfo

Rodríguez González, decano presidente del

Consejo Superior de Colegios de Ingenieros

de Minas; Eduardo Ferreira da Silva, presi-

dente del Grupo Geoquímica de la Sociedad

Geológica de Portugal, y Amelia Rut Moyano

Gardini, vicerrectora del Campus de Soria,

Universidad de Valladolid.

Secretarios:• José Luis Barrera Morate, vice-

presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geó-

logos, y Salvador Ordóñez Delgado, Ilustre

Colegio Oficial de Geólogos.

Vocales: • Carla Mercedes Delgado Ignacio,

vicesecretaria del Ilustre Colegio Oficial de

Geólogos; Ángel Cámara Rascón, decano presi-

dente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas

del Centro; Juan Llamas Borrajo, Consejo Supe-

rior de Colegios de Ingenieros de Minas de

España; Antonio Gutiérrez Maroto, Colegio Ofi-

cial y Asociación de Químicos de Madrid; Rosa-

rio García Giménez, Colegio Oficial y Asociación

de Químicos de Madrid; Isabel Margarida Antu-

nes, Grupo Geoquímica de la Sociedad Geológi-

ca de Portugal; Deolinda Flores, Grupo Geoquí-

mica de la Sociedad Geológica de Portugal.

Tesorero: • Carlos Duch Martínez, tesorero

del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.

Secretaría Técnica• : Jesús Martínez Frías.

Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.

También se definieron las secciones científi-

cas y los coordinadores de ellas, que fueron:

Geoquímica de los materiales y procesos geo-1.

lógicos: José María Cebria (IGEO-UCM-CSIC).

Métodos analíticos y tratamiento de datos en 2.

Geoquímica: Juan Antonio Martin Rubí (IGME).

Geoquímica ambiental: Julio Astudillo (EN-3.

RESA).

Materias primas de interés industrial: Manuel 4.

Regueiro (IGME).

Hidrogeoquímica: Isabel Coleto (URS).5.

Geoquímica orgánica: Juan Llamas (ETSI-6.

MM, UPM).

Geoquímica isotópica: Antonio Delgado Huer-7.

tas (IACT-UGR) y Clemente Recio (USA).

Geocosmoquímica: Jesús Martínez Frías y 8.

Eva Mateo (CAB).

Didáctica y divulgación de la Geoquímica: 9.

Rosario García Jiménez (UAM).

El 14 de febrero, José Luis Barrera viajó a

Soria para reunirse con la vicerrectora del campus

universitario “Duques de Soria”, Amelia Rut Moya-

no, y empezar a organizar la logística del congreso,

una vez que la Universidad de Valladolid dio el visto

bueno para la utilización de las instalaciones como

sede del mismo. La vicerrectora estuvo muy amable

y mostró las instalaciones del campus indicando los

dos espacios donde, a su juicio, se podría ubicar el

congreso: los actos de apertura y clausura se cele-

brarían en el gran salón de actos que tiene el cam-

pus, y las ponencias en el salón de grados con

capacidad para 50 personas. Quedamos conformes,

y me fui muy satisfecho por la amabilidad y deseos

de colaborar de la vicerrectora. Además, trabajaba

en proyectos de investigación de composiciones de

los suelos y la absorción de los elementos en las

plantas, y prometió su participación activa en la

sesión de ponencias junto a sus colaboradores.

El 15 de marzo, José Luis Barrera y Carla

Mercedes Delgado viajaron a Soria para hablar

con el alcalde, Carlos Martínez, y con la subdele-

gada del Gobierno, Mª José Heredia de Miguel

(figura 3), y solicitar su participación en el comité

de honor y en el acto de apertura del congreso. Las

dos entrevistas fueron muy cordiales y ambos

aceptaron incorporarse al comité y participar en el

acto de apertura o clausura, según sus agendas.

El 16 de abril, se celebró la segunda reunión

de todos los colegios en la sede del ICOG en

Madrid, para informar del seguimiento de la orga-

nización del congreso. José Luis Barrera informó

de todas las gestiones celebradas en Soria ante

las autoridades y las que también se hicieron en

Madrid ante las empresas y otras autoridades

para confeccionar el comité de honor que, al final,

quedó establecido de la siguiente manera:

José Manuel Soria, • ministro de Industria,

Comercio y Turismo.

Miguel Arias Cañete, • ministro de Agricul-

tura, Alimentación y Medio Ambiente.

Carmen Vela, • secretaria de Estado de

Investigación, Desarrollo e Innovación del

Ministerio de Economía y Competitividad.

Antonio Silván Rodríguez, • consejero de

Fomento y Medio Ambiente de la Junta de

Castilla y León.

María José Heredia de Miguel, • subdele-

gada del Gobierno en Soria.

Antonio Pardo Capilla, • presidente de la

Diputación Provincial de Soria.

Marcos Sacristán Represa, • rector de la

Universidad de Valladolid.

Carlos Martínez Minués, • alcalde-presi-

dente de la ciudad de Soria.

Jorge Civis Llovera, • director General del

IGME.

Se acordó igualmente celebrar dos conferen-

cias plenarias y una mesa redonda. La primera

conferencia se tituló De los dioses a los hombres.

Un recorrido histórico al descubrimiento de los ele-

mentos químicos, impartida por la profesora Inés

Pellón (figura 4), y la otra fue la presentación del

Atlas de Geoquímica realizado por el IGME y pre-

sentado por el ingeniero Juan Locutora. La mesa

redonda versó sobre Geoética y en ella intervinieron

José Luis González, presidente de la Comisión de

Geoética del ICOG; Jesús Martínez-Frías, presiden-

te de la Asociación Internacional de Geoética

(IAGETH); Juan Carlos Kulberg, vicepresidente para

Europa occidental de la Asociación Internacional de

Geoética (IAGETH); Fernando Rull, catedrático de la

Universidad de Valladolid; Javier Cacho Gómez,

INTA, y Alberto Riccardi, expresidente de la Unión

Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), que

intervino por videoconferencia.

Figura 3. Reunión de José Luis Barrera y Carla

Mercedes Delgado con la subdelegada del Gobierno

en Soria.

Figura 4. José Luis Barrera con la profesora Inés Pellón.

Page 69: Tierra y Tecnología nº 44

CONGRESOS

Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 67

Igualmente se acordó, como es tradición en

estos congresos de geoquímica, dar dos confe-

rencias divulgativas para el público de Soria.

Fueron: Las guías geológicas de Parques Nacio-

nales como ejemplo de divulgación del Patrimo-

nio Geológico y Geodiversidad, impartida por el

investigador del IGME, Roberto Rodríguez, y El

potencial energético de Soria: una gran oportuni-

dad para el desarrollo económico, impartida por

Miguel Latorre Zubiri, director del Centro de Desa-

rrollo de Energías Renovables (CEDER-CIEMAC).

Estas conferencias se impartieron en el Centro

Cultural Gaya Nuño de Caja Duero.

Ante la inminencia de tener que distribuir la

publicidad y los datos del congreso, Barrera solici-

tó del IGME, en el marco de su propuesta de

colaboración, la confección de los grandes carte-

les anunciadores del congreso en el Departamen-

to de Reprografía. Se hicieron dos carteles gran-

des que se instalaron en la puerta del auditorio del

campus y en la entrada del salón de grados.

Los días 4, 9 y 18 de julio, José Luis Barrera

se trasladó a Soria para ultimar los preparativos

del congreso, llevar los carteles, acordar la cele-

bración de las conferencia en el Centro Cultural

Gaya Nuño, en una reunión con Pilar Alvira, y

hablar con la prensa. El día 18 estuvo reunido con

el alcalde para ultimar su participación, que se

acordó fuera en la clausura.

Los números del congresoAl congreso se presentaron 70 trabajos, de los que

43 eran ponencias y 27 póster. El número de fir-

mantes fue de 40, pertenecientes a 37 entidades,

INTA, UPM (ETSIMM), UCM, UB, Universidad

Politécnica de Cataluña, Universidad de Vallado-

lid, Universidad de Salamanca, Universidad Poli-

técnica de Cartagena, Universidad de Alicante,

UPV/EHU, Universidad de Almería, Inst. Andaluz

de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR), IGEO, IGME,

UAM, CIEMAT, Centro de Astrobiología, CEDEX,

Fundación Ciudad Energía (CIUDEN), URS España,

Centro Tecnológico REPSOL, Arquitectura y Con-

servación Monumental (Segovia), Universidad de

Aveiro, Universidad de Oslo, Universidad de Costa

Rica, UNAM (México), Universidad Federal do

Ceará (Brasil), Instituto Politécnico Castelo Branco

(Portugal), Laboratorio Nacional Energía y Geolo-

gía (INEG), INSA (Porto), Universidad do Algarve,

Universidad de Lisboa, Universidad dos Açores,

Univ. Pierre et Marie Curie de París. Las personas

asistentes fueron ochenta.

El congreso contó con los siguientes colabora-

dores y patrocinadores: Universidad de Valladolid,

Ayuntamiento de Soria, Diputación de Soria, Caja

España-Caja Duero, Repsol, IGME, ENRESA, Banco

de Sabadell, IGEO, URS, Centro de Astrobiología-

CSIC y la Internacional Association for Geoethics.

Desde el punto de vista del patrocinio, el

congreso sólo recibió 1.000 €, pues la mayoría

del resto de entidades lo hicieron inscribiendo a

asistentes.

Comienzo del congreso y acto inauguralEl congreso comenzó a las 09:00 del lunes 16, con

las primeras ponencias orales. El acto oficial de

inauguración se celebró a las 11:45 h en el salón

de actos del campus. La mesa inaugural estaba

presidida por Amelia Rut Moyano, vicerrectora del

campus “Duques de Soria” de la Universidad de

Valladolid, a la que acompañaban en la mesa:

Antonio Pardo Capilla, presidente de la Diputación

Provincial de Soria; Jorge Civis Llovera, director

del IGME; Rafael Medina Esteban, secretario terri-

torial de la Junta de Castilla-León de Soria; Luis E.

Suárez Ordóñez, presidente del ICOG; Adolfo

Rodríguez González, decano-presidente del Conse-

jo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, y

Juan José Álvarez Millán, decano del Colegio

Oficial de Químicos de Madrid (figura 5).

En primer lugar, tomó la palabra José Luis

Barrera (figura 6), en su calidad de secretario

general del congreso, dando las gracias a las

autoridades y a los asistentes, y presentando a

los miembros que componían la mesa. Manifestó

el agradecimiento de las entidades organizado-

ras hacia la vicerrectora del campus universita-

rio, por ofrecer las instalaciones universitarias

para la celebración del congreso. Es la primera

vez que se celebraba este ya clásico congreso en

las dependencias universitarias y, a tenor de los

resultados finales, ha sido un gran éxito. Barrera

siguió explicando la logística prevista para el

desarrollo del evento, tanto en lo referente a las

salas de exposición de ponencias y póster, como

de los cafés matutinos y vespertinos.

A continuación dio la palabra al presidente

del ICOG, Luis E. Suárez (figura 7), que en una

Figura 5 .Mesa del acto inaugural. De izquierda a derecha, José L. Barrera, vicepresidente del ICOG y secretario

general del congreso; Juan José Álvarez, decano del Colegio de Químicos Madrid; Luis E. Suárez, presidente del

ICOG; Antonio Pardo Capilla, presidente de la Diputación Provincial de Soria; Amelia Rut Moyano, vicerrectora del

Campus “Duques de Soria”, de la UVA en Soria; Rafael Medina, secretario territorial de la Junta de Castilla y León

de Soria; Jorge Civis, director del IGME; Adolfo Rodríguez, decano-presidente de los Colegios de Ingenieros de

Minas, y Rogerio Bordalo, presidente de la Sociedad Geológica de Portugal.

Figura 6. José Luis Barrera dando la bienvenida a los asistentes al congreso. Figura 7. Luis E. Suárez, presidente del ICOG, durante su intervención.

Page 70: Tierra y Tecnología nº 44

X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA

68 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013

breve alocución dijo: “que fue precisamente en

un evento geológico, durante la celebración del

I Congreso Español de Geología en Segovia, en

1984, donde surgió la idea de organizar los congre-

sos de Geoquímica. Uno de los promotores de la

idea, un geólogo ya fallecido, lo dijo claramente a

un profesor de Geoquímica de la Universidad Autó-

noma de Madrid: Ya es hora de que los químicos-

geoquímicos organicéis un Congreso de Geoquími-

ca. Pues dicho y hecho. Al Colegio de Químicos de

Madrid que, por alusiones, fue el que empezó las

gestiones para organizarlos, se les unió los cole-

gios de Geólogos e Ingenieros de Minas del Cen-

tro. Posteriormente, se unió el Grupo de Geoquími-

ca de la Sociedad Geológica de Portugal, hoy

también presente en esta sala.

Desde aquellas fechas, los congresos se han

desarrollado puntualmente y de forma alternati-

va entre las instituciones organizadoras, hasta

llegar al día de hoy en que volvemos a Soria, con

el amplio respaldo de todas las instituciones

provinciales y autonómicas.

La Geoquímica es una disciplina científica

de gran importancia para el desarrollo del cono-

cimiento de la Tierra y del espacio. Muchos de

los materiales con los que interaccionamos coti-

dianamente tienen algún fundamento geoquími-

co. Todos los que estamos aquí venimos a cono-

cer los últimos avances de esta ciencia, a través

de sus múltiples secciones.

La ciencia en España no pasa ahora por los

mejores momentos, y eso afecta también a la

Geoquímica. Varios de los Colegios que participa-

mos en esta edición estamos muy preocupados por

la poca atención que se presta a la ciencia en la

transposición de la Ley de Servicios Profesionales.

Para terminar, quisiera agradecer a la vicerrec-

tora del campus ’Duques de Soria’, de la Universi-

dad de Valladolid, la dedicación que ha tenido, junto

a su equipo de colaboradores, en la organización

del congreso. A la Diputación de Soria y al Ayunta-

miento de la Ciudad de Soria su apoyo incondicional

una vez más, a estos congresos, así como a la

Junta de la Comunidad Autónoma y a la Subdelega-

ción del Gobierno en Soria, por su interés en el

evento. Igualmente, queremos agradecer al IGME

su compromiso estrecho con el congreso y a las

empresas Enresa, Repsol y URS, por su colabora-

ción en la participación de los buenos geoquímicos

que albergan en sus plantillas.

Es nuestro deseo que estos congresos conti-

núen en el tiempo, y para ello dedicaremos todo

nuestro saber hacer para que la próxima edición,

que se celebrará en Portugal, sea un gran éxito

como lo han sido todos los anteriores”.

Terminada la intervención de Luis Suárez,

tomó la palabra el director del IGME, Jorge Civis

(figura 8), que tras los saludos manifestó: “Una de

las tareas más importante que tiene el IGME, un

organismo con más de 150 años de existencia,

adscrito a la Secretaría de Estado de Investiga-

ción, Desarrollo e Innovación, es la investigación y

desarrollo de la geoquímica, principalmente desde

la segunda mitad del siglo XX. Son muchos ya los

proyectos que ha ejecutado en tan amplio periodo

de tiempo y que se han plasmado en múltiples

informes, publicaciones, comunicaciones en con-

gresos nacionales e internacionales, etc.

Como es bien sabido en el ámbito científico,

las aportaciones de la geoquímica a la sociedad

son fundamentalmente dos: el conocimiento

geológico de la Tierra y la distribución en ella de

los elementos químicos. Estos últimos, se organi-

zan en la naturaleza formando una serie de com-

puestos minerales que, a su vez, constituyen lo

que llamamos rocas: objeto de la petrología.

Todo esto da paso a la importancia de una quími-

ca en esa ciencia interdisciplinar, como es la

Geoquímica, para poder detectar y prevenir, miti-

gar o corregir las consecuencias de la moviliza-

ción de los elementos.

La Geoquímica, entre otros aspectos, se

sitúa también entre las disciplinas concernientes

al medio ambiente. Hoy no se concibe un estudio

de impacto ambiental sin una especiación quími-

ca de los elementos a estudio. También, gran

parte de los recursos no renovables, tales como

los yacimientos de petróleo y las mineralizacio-

nes de metales, se formaron mediante procesos

geoquímicos. Cada vez más, la localización de

nuevas fuentes de estos recursos requiere una

aproximación estratégica desde la Geoquímica.

La Geoquímica, como ciencia interdiscipli-

nar, necesita la colaboración de varios especia-

listas. De manera coloquial se podría decir que

Figura 8. Jorge Civis, director del IGME, durante su intervención. Figura 9. Antonio Pardo, presidente de la Diputación de Soria, durante su intervención.

Figura 10. Panorámica de la sesión de póster en el hall del auditorio.

Page 71: Tierra y Tecnología nº 44

CONGRESOS

Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 69

son necesarias pues las botas del geólogo e

ingeniero de minas, y la bata del químico para

obtener un geoquímico que, siguiendo las leyes

generales de la naturaleza, permita seguir la

migración de los elementos en los diferentes

ambientes geoquímicos.

Por tanto, el equipo humano del IGME está

integrado por técnicos de diversas titulaciones

como geólogos, ingenieros de Minas, químicos,

entre otros; es decir, las titulaciones cuyos cole-

gios profesionales son los organizadores históri-

cos de este importante congreso que, a pesar de

la crisis, se ha podido organizar en una nueva

edición. Ésa es la razón por la que el IGME se

encuentra aquí, en el Congreso de Soria, como

en su propia casa, ya que sus objetivos son, en

muchos puntos, coincidentes con esas institucio-

nes, lo que favorece la colaboración profesional

entre todos para el progreso del conocimiento en

este campo tan especializado.

El IGME siempre ha colaborado y participado

en todos los Congresos Nacionales de Geoquími-

ca y, desde hace unos años, también en el Con-

greso Ibérico. En esta nueva edición, el Instituto

lo hace con una amplia presencia de sus técnicos

representantes de las más variadas especialida-

des geoquímicas.

Algunas técnicas de localización de yaci-

mientos están basadas en la identificación en

sedimentos o suelos de las aureolas de disper-

sión de los elementos de la mineralización. En

esta línea de investigación, el IGME se siente

orgulloso de poder presentar en este congreso el

Atlas Geoquímico de España, editado hace pocos

meses, y producto de varios años de investiga-

ción y de una amplia inversión económica.

El Congreso de Geoquímica de Soria es un

verdadero escaparate de las últimas investigacio-

nes y logros de esta disciplina, a los que el Institu-

to no es ajeno. No tengo duda de que este nuevo

encuentro de los profesionales españoles y portu-

gueses de la geoquímica va a servir para avanzar

y profundizar en el conocimiento de esta ciencia, y

de que su desarrollo conseguirá las metas marca-

das por sus organizadores y participantes”.

Terminada la intervención de Jorge Civis, tomó

la palabra el presidente de la Diputación, Antonio

Capilla (figura 9), que expresó su satisfacción por

estar presente en el acto y porque el congreso

volviera a Soria, su lugar de nacimiento. Deseó a

todos los congresistas el éxito que siempre ha

tenido este congreso de geoquímica e hizo votos

por volver a celebrarlo en los años venideros.

Finalizó el acto con la intervención de Amelia

Moyano, que agradeció a los organizadores del

congreso, entre otras cosas, que hubieran escogi-

do el Campus Universitario de Soria para su cele-

bración, y dio por inaugurado el congreso.

Desarrollo del congresoUna vez inaugurado oficialmente el congreso,

continuaron todas las sesiones de ponencias en

el salón de grados, según marcaba el programa.

Desde aquí hay que agradecer a todos los coor-

dinadores de las secciones que estaban previs-

tas, la presencia en la moderación de las presen-

taciones. Igualmente al personal de la universidad

que puntualmente tenían asistida la sala con los

medios técnicos necesarios.

Las secciones 4, Materias primas de interés

industrial, 6, Geoquímica orgánica, y la 9, Didáctica

y divulgación de la Geoquímica, no tuvieron ningu-

na ponencia aunque sí algún póster.

El lunes 16, por la tarde, se celebró la sesión

de póster a partir de las 17:30, con gran afluencia

de personas (figura 10). Todos los paneles que se

utilizaron para instalar los pósteres fueron cedi-

dos por el Ayuntamiento de Soria.

A las 20:00 se impartió, por parte del inves-

tigador del IGME Roberto Rodríguez, la conferen-

cia Las Guías Geológicas de Parques Nacionales

como ejemplo de divulgación del Patrimonio Geo-

lógico y la geodiversidad. El acto tuvo lugar en el

Centro Cultural Gaya Nuño y estuvo dirigido al

público en general.

El martes continuaron las ponencias de las

secciones y a las 11:45 se celebró la conferencia

plenaria De los dioses a los hombres. Un recorri-

do histórico al descubrimiento de los elementos

químicos, impartida por la profesora de la UPV/

EHU Inés Pellón (figura 11), especialista en His-

toria de la Química. Por la tarde, se celebró la

mesa redonda sobre Geoética (figura 12), en la

que Alberto Riccardi, expresidente de la Unión

Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS),

participó por videoconferencia. A las 20:00 se

impartió, por parte de Miguel Latorre Zubiri,

Figura 13. Juan Locutora durante la presentación del Atlas de Geoquímica.

Figura 11. La sala de grados durante la conferencia de Inés Pellón. Figura 12. Mesa redonda sobre Geoética.

Page 72: Tierra y Tecnología nº 44

X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA

70 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013

director del CEDER-CIEMAC, la segunda confe-

rencia programada en el congreso que tenía por

título: El potencial energético de Soria: una gran

oportunidad para el desarrollo económico. Como

la conferencia del día anterior, el acto tuvo lugar

en el Centro Cultural Gaya Nuño y estuvo dirigido

al público en general.

El último día, miércoles, se terminaron todas

las ponencias restantes y a las 11:45 se celebró la

segunda conferencia plenaria con la presentación

del Atlas de Geoquímica, impartida por Juan

Locutora, Jefe del Área de Geoquímica y de Recur-

sos Minerales del IGME (figura 13). El Atlas es una

obra titánica, tanto por su tamaño como por su

repercusión, que pretende difundir los objetivos, la

metodología y los principales resultados del pro-

yecto “Cartografía geoquímica de suelos y sedi-

mentos”. La sala estaba completa con un público

muy interesado. En la sala había un ejemplar del

Atlas para la consulta del público.

Acto de clausuraTerminada la conferencia plenaria de Juan

Locutora se procedió al acto de clausura, en el

salón de actos del campus. José Luis Barrera y

Amelia Moyano salieron a recibir a la subdele-

gada del Gobierno a la puerta del auditorio

(figura 14). La mesa estaba compuesta por

Amelia Rut Moyano, vicerrectora del campus;

Mª José Heredia de Miguel, subdelegada del

Gobierno en Soria; José Luis Barrera Morate,

vicepresidente primero del ICOG; Ángel Cámara

Rascón, decano del COIM de Centro; Valentín

Gonzalez García, presidente de la Asociación de

Químicos de Madrid; Antonio Gutiérrez Maroto,

representante del Colegio Oficial de Químicos

de Madrid, y Deolinda Flores de la Sociedad

Geológica de Portugal (figura 15). El alcalde de

la ciudad, Carlos Martínez, tenía prevista su

asistencia pero, al final, no pudo acudir al acto

al tener un compromiso médico.

Barrera intervino en primer lugar, haciendo un

resumen de lo acontecido en el congreso y dando

las gracias a todos los participantes, en especial a

todo el personal del campus universitario, dirigido

por la vicerrectora. Posteriormente, tomó la pala-

bra la subdelegada del Gobierno, que agradeció

la invitación y que hubiera sido un éxito el con-

greso, esperando volver a verlo celebrarse en

Soria. A continuación tomó la palabra Deolinda

Flores, de la Sociedad Geológica de Portugal, para

expresar su satisfacción por el desarrollo del

congreso y ofrecer, con bastante seguridad, la

ciudad de Lisboa para la celebración del próximo

Congreso de Geoquímica. Por último, tomó la

palabra Amelia Moyano para clausurar el con-

greso (figura 16).

Al final, los asistentes en la sala se hicieron

una foto de conjunto con los miembros de la

mesa (figuras 17 y 18).

Figura 14 .De izquierda a derecha, Mª José Heredia, Amelia Moyano y José Luis

Barrera.

Figura 15. Mesa del acto de clausura. De izquierda a derecha, Deolinda Flores,

Mª José Heredia, Amelia Moyano, José L. Barrera, Ángel Cámara y Valentín González.

Figura 16. Intervención de clausura de Amelia Moyano. Figura 17. La mesa presidencial al final del acto de clausura.

Figura 18. Los miembros de la mesa de clausura con un grupo de congresistas.

Page 73: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013 • 71

Bajo el verde manto astur

LAND ART

... llenad la tierra y someterla...Es fascinante la capacidad innata que posee el

ser humano de imaginar y transformar la natura-

leza en función de sus necesidades económicas,

sociales y culturales. El hombre, desde su ori-

gen, moldea el mundo con sus propias manos,

sin prejuicios y con gran osadía, a su imagen y

semejanza como si de barro inerte se tratara.

Como consecuencia, la naturaleza entendida

como “el principio universal de todas las opera-

ciones naturales e independientes del artificio”1,

ya no existe como tal, si es que alguna vez existió,

TEXTO | Bárbara Fluxá, artista visual y profesora de Arte & Naturaleza en la BB. AA. de la USAL.

www.barbarafluxa.blogspot.com

FOTOGRAFÍAS | Bárbara Fluxá.

Palabras clave

Land Art, LABoral Centro de Arte, Paisaje cultural, Cuencas Mineras Asturianas, Intervención en el territorio.

sino que más bien debemos entenderla como

“aquel conjunto, orden y disposición de todo lo

que compone el universo”2, por supuesto, inclu-

yendo al inteligente ser humano y sus capaces

manos, es decir, el artificio. Pero, a las socieda-

des capitalistas, en su mayoría monoteístas,

parece que les cuesta admitir, aún hoy sorpren-

dentemente, que la naturaleza está por encima de

los dogmas religiosos; como si todavía, a estas

alturas, no se hubieran desprendido de aquel pri-

mer relato bíblico sobre la creación del mundo

que culminaba con las siguientes palabras:

“Por fin dijo Dios: hagamos al hombre a

nuestra imagen y semejanza, y que domine

a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a

los ganados y todas las bestias de la tierra, y

a todo reptil que se mueve sobre la tierra. Creó

Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios

lo creó; varón y mujer los creó. Y Dios los

bendijo diciéndoles: creced y multiplicaos, lle-

nad la tierra y sometedla” (Génesis 1, 26-28).

Y en esas estamos, “sometiendo” la Tierra

seguimos, todavía hoy en los albores del siglo

1. Defi nición del término naturaleza que aparece como fi gura 4, en el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española, 22º edición, 2011. Versión electrónica: www.rae.es).

2. Ibídem, fi gura 3.

Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fotografía impresa sobre tabla. Autora: Bárbara Fluxá. “Una imagen quemada de un paisaje

(en negativo y en blanco y negro) desvirtúa nuestra percepción estereotipada de la naturaleza”.

Page 74: Tierra y Tecnología nº 44

BAJO EL VERDE MANTO ASTUR

72 • Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013

paisaje es siempre un verde manto, blando y

comestible.

… ocultar la destrucción de otro tiempo…En la cultura contemporánea, el imaginario del

espacio pesa sobre la experiencia de lo tempo-

ral. El tiempo pierde su profundidad, al igual que

la historia, para devenir instantaneidad y simul-

taneidad; así lo apunta Luis Castro Nogueira:

“crece entonces la carne del espacio ajena a

nuestros esfuerzos y nuestras fatigas, ajena

tanto a las penalidades individuales como a los

sufrimientos materiales históricos-colectivos”

(Castro Nogueira, 1997). Porque la sociedad del

bienestar contemporánea quiere hacernos la

vida fácil ¡no pienses, ya lo hacen otros por ti, y

a disfrutar deslizándote por la superficie, sólo

cuesta unos pocos euros! Pero, bajo la impoluta

pista nevada existen sucios mundos subterrá-

neos; capas de truculentas historias ocultas

unas encima de las otras, que por (o)presión se

convierten en un territorio duro y conflictivo,

XXI. Porque lo que es innegable y fascinante a un

mismo tiempo, es cuán “obedientes” hemos lle-

gado a ser durante todos estos siglos, tanto que

podríamos haber superado incluso las expectati-

vas de los mandamientos de aquel Dios creador.

Hemos creado lagos como mares donde antes

había pueblos, desviado ríos donde antes había

pastos, transformado en dulce el agua salada;

hasta hemos sido capaces de vaciar y arrancar

las entrañas de montañas enteras, aunque su

inmutable verde manto exterior nos quiera ocul-

tar su inverosímil oquedad. Así que, llegado a

este punto, ¿por qué no sentirnos de una vez por

todas satisfechos, demostrada ya con creces

nuestra excelente capacidad de “someter” mejor

incluso que los mismísimos dioses? Parece que

ha llegado el momento de echar el freno y parar

a meditar sobre el sentido de estas macro inter-

venciones que la sociedad contemporánea, pre-

ocupada fundamentalmente por el intercambio

de mercancías, lleva a cabo en el territorio más

por el hambre de expansión y desarrollo de la

industria y la tecnología, que por los beneficios

que a la sociedad aportan. Toca, hoy mejor que

mañana, plantearnos en qué medida estos pro-

yectos industriales modifican el “equilibrio natu-

ral de la Tierra” de un modo irreversible, siempre

que reconozcamos previamente que éste existe,

en cuanto a su sostenibilidad e impacto medio-

ambiental; y así, poder valorar adecuadamente lo

que estos aportan a la sociedad en términos de

rentabilidad económica y bien social común.

… el paisaje no es siempre un verde manto…Ahora, es difícil tomar la dirección adecuada,

debemos hacer primero una correcta valoración

del camino recorrido para después construir un

mundo más justo para todos; ya conscientes,

decididos y tan capaces como hemos demostra-

do ser. Ciertamente, existen hoy especialistas

enormemente cualificados (técnicos, geólogos,

cartógrafos, ingenieros, científicos, economis-

tas, etc.) para llevar a cabo semejante empresa,

y tienen a su alcance herramientas tecnológicas

de última generación (máquinas, robots, satéli-

tes, ordenadores, etc.) que aportan suficientes

datos y conocimientos de notable relevancia

para proyectar un mundo mejor. Pero, para

abarcar la totalidad de la dimensión del com-

plejo territorio al que nos enfrentamos; deben

sumarse especialistas en distintas disciplinas

creativas (artistas visuales, poetas, arquitectos,

músicos, pensadores…) con capacidad sufi-

ciente para imaginar ese nuevo mundo mejor,

para desde la libertad creadora proponer una

actitud vital y crítica frente a nosotros mismos,

que se sume a los datos en una concepción

integradora de los valores humanos, donde el

espíritu crítico, lo sensible y por qué no, lo

espiritual (que no necesariamente lo religioso),

tengan lugar. Aprovechar, en definitiva, del arte

su capacidad de hacer visible lo invisible a tra-

vés de lo multidisciplinar.

Iban bien encaminados algunos de los crea-

dores del land art o el arte conceptual allá por los

años sesenta, tal y como nos apuntaba Tonia

Raquejo: “La actitud del artista sobre los espacios

no debe ser predeterminada, sino que debe descu-

brir, como un primitivo, el lugar, y para ello tiene

que saber escucharlo y sacar a la luz lo que perma-

nece oculto” (Raquejo, 1988). Tras ellos, la prácti-

ca artística entendida en toda su dimensión apor-

ta, además de la obvia mirada estética que sólo

quieren ver algunos, un conocimiento sensible,

intelectual y analítico del mundo que nos rodea.

Nos propone habitar un lugar libre, desde donde

ver el mundo a través de otra perspectiva. Un lugar

flotante, el del arte, sin ataduras, desde donde

activar una mirada crítica que nos ayude a pene-

trar, a atravesar literalmente las capas superficia-

les de la sociedad que nos manipula, haciéndonos

creer, cual dóciles animales domesticados, que el

Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fragmento vídeo. Autora: Bárbara

Fluxá. Un láser desenfocado provoca calor, llamas, humo y destrucción.

Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013).

Detalle: grabado láser sobre tabla. Autora: Bárbara Fluxá. Mientras dibuja, se comporta como el fuego de la central

térmica o la explosión de la dinamita.

Page 75: Tierra y Tecnología nº 44

LAND ART

Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013 • 73

formado a través de estratos de controversia, de

conflicto socioeconómico, de desigualdad de cla-

ses y de esfuerzo hasta la muerte. Así que, cierta-

mente, mejor no sacarlos a luz, callar sus disputas

a través del silencio por el cese de actividad por

decreto y el pago de dignidad a cambio de jubila-

ciones anticipadas. Más vale no menear los viejos

problemas, es mucho mejor mantener escondida

la compleja antropogénica estructura subterránea,

resultante de todo este lío, bajo el bello manto

verde que colabora, sin saberlo, a ocultar la “des-

trucción” de otro tiempo, el tiempo geológico de

los criaderos de carbón.

Pero, a la vez, y para complicar aún más si cabe

el paisaje, decíamos antes reconocer la fascinante

capacidad creadora del ser humano en cuanto a la

transformación de la naturaleza se refiere. Su inte-

ligencia tecnológica unida a una ambición de

superación sin límites le ha permitido explorar,

aunque podríamos decir también explotar, en todas

direcciones, aunque algunas socialmente hablando

son más fácilmente justificables que otras. Las

exploraciones hacia otros planetas, por ejemplo,

anhelando la conquista del espacio exterior, suelen

ser comercial y políticamente muy rentables. La

industria aereoespacial, a través de la imagen del

astronauta vestido de blanco inmaculado desafian-

do la gravedad en la Luna, transportado por cohetes

supersónicos y satélites rodeados de resplande-

cientes estrellas; genera un imaginario cultural

limpio y positivo de gran aceptación social. Otras

conquistas, sin embargo, generan industrias visual

y socialmente hablando más difíciles de tolerar, aún

siendo rentables económicamente. Es el caso de la

imagen del minero cubierto de polvo negro bajo

tierra, penetrando las capas de nuestro propio pla-

neta hasta los 600 metros de profundidad, para

apropiarse de los ricos recursos minerales subterrá-

neos. A pesar de que tecnológicamente se haya

conseguido el objetivo, la extracción y vaciamiento

total de las capas de carbón mediante gigantescos

Panzer3 e infraestructuras imposibles, desafiando la

oscuridad, la falta de espacio y de oxígeno para

respirar; el resultado es demoledor y negativo cultu-

ral y medioambientalmente hablando.

Así que, cuando el artista transita el paisaje

minero sabe que se trata de un complejo territorio,

no se conforma con apariencias externas amables;

es consciente de que la primera impresión del

paisaje desaparece muy pronto, como si de un

objeto perdido se tratara, imposible de recuperar.

Ya nos lo advertía Walter Benjamin hace déca-

das estableciendo un paralelismo muy significa-

tivo entre el paisaje y un objeto: “Objetos perdi-

dos: Lo que hace irrecuperable e incomparable la

primera vista de un pueblo o de una ciudad en el

paisaje es que ahí lo lejano se une estrechamen-

te a lo cercano. La costumbre aún no ha hecho su

trabajo. En cuanto empezamos a orientarnos, el

paisaje ya desaparece, cual la fachada cuando

entramos a una casa. Aún no nos lo ha impuesto

la observación constante, habitual. Pero cuando

empezamos a conocer el lugar, no podemos ya

recuperar esa imagen primera” (Benjamin, 2011).

Al artista inmerso ya en el lugar, por una

parte, le resulta imposible esquivar los grandes

obstáculos éticos de la industria que creó el

paisaje, como la peligrosidad para sus trabajado-

res o la destrucción medioambiental; pero por

otra, queda fascinado ante la existencia de ese

Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Vistas de la obra. Autora: Bárbara Fluxá. “La maquinaria que construye con el fuego, el paisaje

subterráneo emite un distorsionado e inquietante que afecta a la percepción de la obra”. Ver: vimeo.com/76941213.

“Más vale no menear

los viejos problemas, es

mucho mejor mantener

escondida la compleja

antropogénica estructura

subterránea, resultante de

todo este lío, bajo el bello

manto verde que colabora,

sin saberlo, a ocultar la

“destrucción” de otro tiempo,

el tiempo geológico de los

criaderos de carbón”

3. El término Panzer se refi ere a un transportador blindado. Es el medio de transporte ideal para el carbón en el interior de las galerías de las minas, en especial, para los tajos de alto rendi-

miento. Sus dimensiones pueden llegar a los cientos de metros de longitud, así que los mecánicos los montan in situ bajo tierra introduciendo las piezas por separado a través de la caña del

pozo. Es tal su complejidad y envergadura, que una vez montados resulta casi imposible su despiece y extracción, así que al cese de actividad de las minas, estos gigantes de la arqueología

industrial contemporánea, se abandonan enterrados bajo el agua y los escombros.

Page 76: Tierra y Tecnología nº 44

BAJO EL VERDE MANTO ASTUR

74 • Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013

una síntesis de sus características físicas y

socioeconómicas sino también de las temporales.

En este contexto, el mapa geológico cumple una

función primordial, desde que se concibió el tiem-

po geológico con Nicholas Steno o James Hutton,

representando la evolución y creación de la Tierra

por movimientos lentos y permanentes que dan

lugar a las montañas, destruidas a su vez por la

erosión. El mapa desde entonces está interesado

en representar el paso del tiempo, es capaz de

representar el pasado y el presente, pero al mismo

tiempo lo que está por venir. Pero a pesar de que

el tiempo geológico no es equiparable al tiempo

del ser humano y sus escalas se distancian tanto

que a veces nos resulta imposible de imaginar, nos

empeñamos, como decíamos, en emular ciertas

capacidades aunque a mayor velocidad, que quizá

inverosímil paisaje antropizado interior que el

hombre ha construido bajo el manto y del cual le

narran entre orgullosos y traumatizados múltiples

anécdotas. Dicen, por ejemplo, quienes lo crea-

ron, que en una área territorial que no supera las

dimensiones de un pequeño valle, existe tal

maraña de miles de kilómetros de galerías subte-

rráneas superpuestas unas sobre las otras, que si

pudiéramos colocarlas en línea, nos permitirían

llegar al norte de Europa caminando sin salir al

exterior. Bendita la capacidad del hombre que

permite imaginar semejantes mapas mentales.

… dibujando los mapas ocultos…En este contexto discursivo y poético se mueve la

obra que presento en estas páginas Paisaje mina-

do, dibujando la destrucción de otro tiempo4. Esta

videoinstalación presenta desde la reflexión artís-

tica, el inquietante territorio subterráneo de las

cuencas de los ríos Nalón y Caudal, como un paisa-

je minado, destruido poco a poco, consumido y

reventado (física, económica y socialmente) por la

explotación minera. Se propone una mirada hacia

el paisaje interior de las montañas asturianas

repletas de minas ocultas, que conforman en la

sombra la morfología del manto verde astur exte-

rior contemporáneo, sin que apenas podamos lle-

gar a imaginarnos la dimensión de lo que hay bajo

él. Los apabullantes castilletes (reflejado en la pri-

mera imagen de este artículo) que asoman entre

zarzales y robles son tan sólo pequeños hitos en

comparación con las inmensas infraestructuras y

construcciones interiores, decenas de pozos, chi-

meneas y cientos de kilómetros de galerías escon-

didas bajo el paisaje. Los profanos procedentes de

otros lugares, que quieran hoy adentrarse en estos

controvertidos paisajes ocultos, lo tienen muy difí-

cil, tan sólo nos quedan nuestra imaginación, la

memoria y las vivencias de las gentes que viven y

trabajan en estos complejos lugares, y ¡cómo no!,

los documentos, archivos y mapas técnicos. Así

que, para empezar a imaginar acudimos a las

antiguas cartografías, planos de labores, esque-

mas de explotación y documentación técnica pro-

cedente de los archivos de geólogos, topógrafos e

ingenieros de minas, para después escuchar los

testimonios de los hombres que han minado con

sus manos y esfuerzo aquellos cientos de criaderos

de carbón procedentes de otro tiempo geológico.

La cartografía como ciencia y como arte es

uno de los grandes inventos del hombre y sus

capacidades de expresión simbólica infinitas. A

través de ella, organizamos y sintetizamos la

información del mundo que nos rodea como refe-

rencia, inventario, explicación, comunicación y de

todo ello el artista se aprovecha. Usamos el mapa,

como imagen del mundo, pero no solamente como

no nos corresponden. Sólo debemos pararnos a

pensar en términos temporales, el tiempo —millo-

nes de años— que ha necesitado el planeta Tierra

para formar los estratos de minerales, y lo que la

sociedad industrial contemporánea ha tardado

—menos de cien años— en consumirlos o volati-

lizarlos literalmente; y todo este lapso temporal de

millones de años, es posible verse representado

en los mapas, gracias a un sencillo lápiz y un trozo

de papel.

Los topógrafos de la industria minera tienen

muy presente el paso del tiempo en la realización

de sus mapas, entre el tiempo geológico y el tiem-

po del ser humano se mueven como topos bajo

tierra. Llaman a algunos de los suyos mapas vivos,

por ejemplo, a los planos de explotación, como si

de seres con vida propia se tratara. Cuentan que

estos especímenes pueden llegar a vivir décadas

hasta que saciados por el vaciamiento total del

estrato de carbón dejan de crecer y se transforman,

ya muertos, en archivos de memoria congelando la

historia de su vida para siempre. Día tras día y

durante décadas, el topógrafo —arriba en superfi-

cie— cuida y alimenta sus mapas con pequeños

trazos de grafito; gracias al minero que —abajo en

su tajo— posibilita el dibujo del vacío, obtenido

tras horas de trabajo en el taller; cada tajo un trazo,

cada tajo un trazo, cada tajo un trazo…

Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fragmento vídeo. Autora: Bárbara

Fluxá. Mapas imposibles de imaginar, sólo las diminutas labores diarias son capaces de dibujar.

Bibliografía

Raquejo, T. (1988). Land art. Ed. Nerea, D.L.

Madrid, 69 pp.

Castro Nogueira, L. (1997). La risa del espa-

cio. Ed. Tecnos, Madrid, 66-67.

Benjamin, W. (2011). Calle de dirección úni-

ca. Ed. Abada Editores. Madrid, 52-53.

4. Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Bárbara Fluxá, Asturias, 2013) es una Instalación audiovisual compuesta por un gabinete de seis grabados a láser y una impresión

digital sobre tabla en estructura de hierro, y una proyección de vídeo monocanal sobre muro con banda sonora original estéreo. La obra ha sido producida en Plataforma O. LABoral Centro de

Arte y Creación Industrial de Gijón (Asturias), gracias al patrocinio del Banco Sabadell-Herrero, para formar parte del proyecto de investigación y exposición Aprendiendo de las Cuencas (Sept.

2013 - Feb. 2014) comisariada por el estudio de arquitectura eZone. Más información: www.laboralcentrodearte.org

Bárbara Fluxá Paisaje minado, dibujando la destrucción

en otro tiempo. Mapa Labores del Pozo Carrio del

archivo de Pedro Fandos. Foto. Bárbara Fluxá.

Page 77: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 75

Mitos de la geotecnia frente al sentido común de la geología (I)*

GEOTECNIA

La práctica profesional de la geotecnia presenta numerosos problemas de interpretación de los ensayos en suelos y rocas, que pueden resolverse con una adecuada formación geológica, de manera que las dos ciencias se complementen. Así se lograrán unos informes geotécnicos adecuados y se obtendrán resultados rápidos, económicos y, sobre todo, lo más exactos posibles, que proporcionen unos datos acordes al tipo de terreno, al tipo de estructura en el sentido amplio (cimientos, taludes, excavaciones, túneles, etc.) y al campo de validez del ensayo.

La gran mayoría de los desperfectos y ruinas de

estructuras de ingeniería civil está relacionada

con el terreno, pudiendo afirmarse, sin lugar a

duda, que los defectos de proyecto y/o construc-

ción de las cimentaciones y las inestabilidades

del terreno son las causas principales de los

accidentes más graves.

El análisis de los casos de accidentes o

daños materiales producidos lleva a la conclu-

sión de que siempre están presentes dos facto-

res importantes:

El primero de ellos es que, tratándose del •

terreno, no hay seguridad absoluta frente a

desperfectos en ningún caso, pero que se

alcanza una seguridad razonablemente bue-

na con un estudio geotécnico adecuado; eso

sí, tiene que tener en cuenta numerosos

casos, prever con antelación el programa de

prospecciones, la realización de ensayos, la

interpretación de éstos y la fijación de pará-

metros de cálculo, con los datos obtenidos

en la campaña geotécnica.

El segundo factor es que existen tantos •

casos como zonas, y que todos los casos hay

que abordarlos de forma individualizada y

por personas expertas en la especialidad de

que se trate, huyendo de simplificaciones y

fórmulas generales.

Las obras de infraestructuras que son objeto

de los proyectos de ingeniería se desarrollan en

íntima conexión con el terreno: como cimiento en

la gran mayoría de los casos, como parte de

elementos estructurales (taludes, túneles, esta-

bilización de suelos, etc.), como material de cons-

trucción (terraplenes, subbases, escolleras de

puertos, etc.) o como integrante del paisaje cir-

cundante, que puede verse alterado gravemente

por la construcción de la obra.

TEXTO | Ignacio Morilla Abad, doctor ingeniero de Caminos Canales y Puertos y licenciado

en Filosofía y Letras. Catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid. Palabras clave

Geotecnia, geología interpretación, mitos, sentido común.

Para reducir los riesgos se necesita realizar

un buen anejo geológico y geotécnico, cuya

finalidad principal es la de: obtener los paráme-

tros de suelos y rocas para dimensionar y calcu-

lar los elementos estructurales. Como decía

Galileo: “todo lo que no se mide no es ingenie-

ril”, a lo que se podría añadir: Todo lo que no se

justifica, tampoco lo es.

Los problemas que se presentan al proyectis-

ta en relación con el terreno. se concretan en la

necesidad de conocer las características geológi-

cas, hidrológicas, geotécnicas y mecánicas del

mismo, de manera que se pueda elegir la clase de

cimentación o elemento estructural, para calcular-

los con la mejor relación posible seguridad/precio

y con un riesgo razonablemente bajo.

Hoy día todos estos factores, sumados a la

responsabilidad legal del proyectista, obligan a

un estudio previo del terreno que reduzca a la

mínima posible la probabilidad de fallos, con su

secuela de accidentes, daños materiales, repara-

ciones costosas o la inutilización de la obra.

El único medio para alcanzar este conocimien-

to del terreno de cimentación o del terreno para

utilizarlo como elemento estructural es la realiza-

ción de una campaña geotécnica específica de

sondeos, calicatas, ensayos in situ y en laboratorio,

con la interpretación adecuada por parte de espe-

cialistas; pero hay que recalcar que la campaña

geotécnica, totalmente necesaria no es suficiente,

ya que solamente es un medio para llegar al fin

propuesto, que es hallar los parámetros geotécni-

cos, que permitan realizar los cálculos y predecir el

comportamiento de la obra en el futuro.

Las cualidades que se piden a un terreno que

va a servir de material de construcción o de

soporte de cimientos son:

Una adecuada resistencia a las cargas y •

acciones exteriores.

Una relativa indeformabilidad o deformabili-•

dad controlada.

Una evolución lenta de sus características •

geomecánicas, o sea, una baja alterabilidad.

Para obtener estos datos, y que sean válidos

y representativos, es necesario programar bien las

actuaciones de campo y ensayos de laboratorio. El

terreno no es homogéneo e isótropo y, por ello, los

datos requieren interpretación y contraste, así

como correlaciones con otros casos similares.

Puede afirmarse que al menos el 80% de los

siniestros en que entra en juego la cimentación o

las formaciones naturales de los terrenos se debe

al desconocimiento de las propiedades de suelos

y rocas, por ausencia de datos fiables o por mala

interpretación de los datos obtenidos. Este desco-

nocimiento se manifiesta de varias formas:

Se calculan las resistencias del terreno, pero 1.

no se calculan o estiman los asientos, apli-

cando el “nefasto concepto” de presión admi-

sible, por lo que se adoptan cimientos hete-

rogéneos en cuanto a asientos, que provocan

el 25% de los fallos de cimientos.

Se estudian muy someramente las propieda-2.

des de rellenos naturales o de residuos, igno-

rando que su heterogeneidad y su falta de

control en la construcción, dan lugar a diferen-

cias muy notables de características tanto en

horizontal como en vertical. Las cimentaciones

sobre rellenos mal caracterizados, suponen

otro 25% de los fallos de los cimientos.

No se estudia en profundidad la acción del agua 3.

en terrenos sensibles, como los arcillosos, cuan-

do se sabe que la humedad modifica sustancial-

mente las propiedades mecánicas de estos

terrenos, provocando reducciones de la capacidad de soporte, hundimientos, des-lizamientos, subpresiones, hinchamientos,

* La parte II de este artículo se editará en el próximo número de la revista.

Page 78: Tierra y Tecnología nº 44

MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)

76 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013

etc. La acción del agua supone el 32% de los fallos en los cimientos.Otras causas de fallos en cimentaciones son 4.

las siguientes:

Inestabilidades por disolución o colapso –

brusco de suelos solubles, como las mar-

gas yesíferas y yesos.

Cimentaciones demasiado someras.–

Ataques químicos a hormigones o arma-–

duras.

Errores de ejecución en pilotes.–

Equivocaciones en la elección del tipo de –

pilote.

Todas ellas suponen el 18% de los fallos de cimientos.

En el libro Interpretación de los Ensayos Geo-

técnicos en Suelos (figura 1), del autor de este

artículo, se indican desarrollados y analizados los

errores más comunes en este campo.

Características del anejo de geología, geotecnia y prospección de yacimientos y canteras en los proyectos de construcciónEste anejo es de los más importantes del proyec-

to, sobre todo en obras extensas, profundas o

con grandes cargas. Según el alcance del proyec-

to, puede subdividirse en cuatro anejos: geológi-

co, geotécnico, yacimientos y canteras, y verte-

deros, pero en obras pequeñas se suelen integrar

en un solo anejo.

La importancia del conocimiento del terreno,

para la realización de proyectos está fuera de

toda duda y puede decirse, sin temor a exagerar,

que: “Un proyecto da lugar a una obra tanto más

económica cuanto más se ha gastado en recono-

cimientos del terreno”.

Claro está que hay que guardar un equilibrio

entre los costos de la geología y la geotecnia con

los del conjunto del proyecto y, sobre todo, hay que

tener en cuenta los plazos de ejecución de sondeos,

calicatas y ensayos de laboratorio o in situ que

pueden ser muy largos y, por tanto, incompatibles

con las exigencias de puesta en marcha de la obra.

De estas consideraciones surge la necesidad

de adelantar lo más posible el trabajo de geología y

geotecnia preferiblemente por la realización de un

buen estudio previo de soluciones y de un anejo

geológico-geotécnico amplio en el anteproyecto.

Cuando no existe este importante documen-

to hay que realizar los trabajos propios del pro-

yecto según la metodología que expondremos

más adelante.

Una buena sistemática para abordar la

redacción de este anejo es la de dividirlo en

cuatro grandes áreas:

Geología del terreno.•

Geotecnia de los materiales superficiales y •

profundos.

Yacimientos y canteras.•

Vertederos.•

Y en cada una de ellas actuar por etapas

sucesivas:

Bibliografía y cartografía existente.•

Trabajos de campo y laboratorio.•

Resúmenes de datos y conclusiones respec-•

to a propiedades de materiales.

Establecimiento de parámetros o sistemas •

de cálculo o utilización.

Hay que tener en cuenta que cada una de

estas cuatro etapas puede ahorrar mucho tiempo

y dinero a las siguientes y, por tanto, al conjunto

del proyecto.

Por ejemplo: la consulta de planos geológi-

cos a escala 1/50.000 puede ayudar a programar

el trabajo de geología de campo, y éste, a su vez,

ayuda a delimitar mejorar las zonas de prospec-

ción geotécnica, ahorrando sondeos calicatas y

ensayos de laboratorio,

Por ejemplo: la consulta de planos de rocas

industriales a escala 1/200.000 puede orientar

mucho los trabajos de geología de campo desti-

nados a buscar canteras, y los ensayos geotécni-

cos para su caracterización pueden limitarse a

algunas propiedades poco conocidas en la biblio-

grafía, con la consiguiente reducción de coste.

Los riesgos que se producen por la redacción

inadecuada del anejo geotécnico se pueden

resumir en unos pocos conceptos:

Insuficiencia de datos por escasez de son-1.

deos, calicatas o ensayos, lo que da lugar a

cálculos insuficientes o a la adopción de

parámetros poco justificados.

Informe defectuoso, escaso o erróneo, que 2.

no aprovecha los datos de los ensayos para

sacar conclusiones y dar recomendaciones

concretas.

Falta de utilización de los datos de los ensa-3.

yos para obtener parámetros geotécnicos,

que necesariamente tendrían que intervenir

en los cálculos, y no lo hacen. Da la impresión

de que entre los datos y los cálculos existe un

“vacío” y una desconexión que no se explica,

por la gran repercusión y riesgos que pueden

tener los errores en este importante anejo.

Interpretación errónea de los datos de cam-4.

po y laboratorio, por no utilizar los ensayos

adecuados o fallar en el campo de validez de

los mismos.

En el libro Interpretación de los ensayos geo-

técnicos en suelos, (figura 1), se indican las accio-

nes de tipo práctico que hay que realizar para una

correcta interpretación de los datos de campo y

laboratorio, que se apoya mucho en un conocimien-

to directo de la geotecnia y la geología de cada

ensayo o muestra de terreno. Evidentemente, no se

va a hablar en este artículo de todos datos o ensa-

yos, sino que lo que pretende es dar unas pincela-

das de cómo las dos ciencias unidas destruyen los

mitos de cada una de las posibles actuaciones,

mencionando las más importantes.

Mito nº 1. Los ensayos de caracterización sólo sirven para clasificar el terrenoEl comportamiento mecánico de suelos granula-

res (gravas y arenas) está mucho más influido por

la curva granulométrica (figura 2) que por el por-

centaje de finos (limos y arcillas), por lo que en

ellos es determinante su tamaño máximo, su

gradación granulométrica, sus coeficientes de

uniformidad y curvatura y las lagunas que pue-

dan existir en determinados tamaños, y todos

estos datos influyen más que la plasticidad de

los finos, el porcentaje de éstos y la humedad

que puedan retener.

El comportamiento mecánico de los suelos

finos (limos y arcillas) está mucho más influido

por su plasticidad, expresada por los límites de

Atterberg, como límite líquido (LL), límite plástico

(LP), límite de retracción (R), índice de plasticidad

(IP= LL – LP), índice de consistencia IC= (LL - W

natural)/IP, índice de fluidez IF= (W natural – LP)/

IP y, sobre todo, por la humedad natural o de

compactación, que a su vez influye en los índices

anteriores; todos estos datos influyen más que la

granulometría, que suele ser muy simple y que, a

efectos prácticos, se suele resumir en el porcen-

taje en peso que pasa por un tamiz muy fino,

entre 50 y 80 micras según la nación de la norma

de ensayo.

Así pues, la comparación de estos índices

con la humedad del terreno permite predecir su

comportamiento mecánico y sirve para mucho

más que la simple clasificación. Además, el por-

centaje o la naturaleza química y mineralógica

Figura 1. Portada del libro.

Page 79: Tierra y Tecnología nº 44

GEOTECNIA

Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 77

inicial del terreno, que sirve de referencia, pero

no es un único número para toda la obra, sino

que es más bien un conjunto de curvas que

expresan las características del terreno, que al

no ser homogéneo e isótropo, necesita tener

varias curvas Proctor para caracterizar cada zona,

con sus densidades y humedades correspondien-

tes. Hay que considerar que la variación de la

Densidad Máxima Proctor Normal (DMPN),

expresada en T/m³, puede variar en 2 centésimas

entre una curva y otra, y esto produce que la

variación de la densidad in situ varíe en un 1%,

que suele ser motivo de conflicto en la acepta-

ción de una capa de terraplén, que tendría que

tener 95% de la DMPN y se obtiene un 94% por

no haber elegido la curva Proctor adecuada. En

la figura 3 puede verse la variación de curvas

Proctor posibles, arriba las gravas y abajo las

arcillas.

Para ilustrar esta práctica errónea se incluye

la figura 4 que representa un grupo de curvas

Proctor de una misma zona de préstamos para

terraplén y su interpretación respecto a la densi-

dad y humedad in situ. En las normas españolas

no se le da la importancia que tiene el control de

la humedad in situ referida a la Humedad Óptima

Proctor Normal (HOPN), en contraposición con

las normas francesas, británicas y alemanas, que

tratan la humedad de los terrenos con gran minu-

ciosidad, pasando a consideraciones de tipo

constructivo, de proyecto y de control de calidad.

En España se indica que la humedad debe estar

entre HOPN-2% y HOPN+1, valores demasiado

genéricos, que pueden no ser convenientes para

muchos suelos, y cuando se trata de suelos

expansivos o colapsables estos valores se sitúan

entre HOPN-1 y HOPN+3. Suponiendo que se

usen estos suelos, lo cual no es probable, la

HOPN+3 está peligrosamente cerca del Grado de

Saturación (Sr), si no lo ha superado. Para calcu-

lar este último valor se emplea una fórmula muy

poco útil y que utiliza el peso de las partículas

sólidas del suelo, que es complicadísimo obtener

con exactitud.

de los finos inferiores a 2 micras ( 2 μ ) es un dato

importante en países como Francia, Alemania y

Gran Bretaña, que permite obtener la deformabi-

lidad, hinchamiento, alterabilidad, etc., de los

suelos, en combinación con los datos de análisis

químico y mineralógico.

En definitiva, la combinación de los datos

geotécnicos con los geológicos (físicos, químicos

y mineralógicos) aporta unos mayores conoci-

mientos sobre el comportamiento del terreno.

Existen numerosas correlaciones entre los

datos de clasificación de terrenos y sus propie-

dades mecánicas y de deformación, lo cual faci-

lita mucho el proceso orientativo para determinar

estos últimos parámetros, pero no justifica el

hecho de que los ensayos de resistencia y defor-

mación sean habitualmente tan escasos en los

informes geotécnicos.

Mito nº 2. El control in situ de la densidad del terreno es suficiente para aceptar o no el terraplén construido. La materia orgánica, yesos y sales solubles no son dañinos si se limitan sus contenidos en porcentaje a valores bajosLa influencia de la humedad es determinante en

el comportamiento de la mayoría de los suelos,

excepto las gravas y arenas relativamente lim-

pias, pero incluso aunque éstas sean aparente-

mente limpias, si contienen un porcentaje de

finos menores de 80 μ del orden del 15% al 20%,

se comportan casi como arcillas, pues el roza-

miento intergranular de las partículas gruesas

queda muy reducido por los finos interpuestos.

En consecuencia, hay que prestar mucha aten-

ción a la humedad y no sólo a la densidad.

En la práctica, se compara la densidad in situ

obtenida con la densidad del Ensayo Proctor Normal

o Proctor Modificado. Ésta en una característica

Figura 2. Curvas granulométricas que usan también tamaños entre 80 y 2 μ

% d

e pa

rtíc

ulas

de

diám

etro

men

or q

ue le

indi

cado

Tamaño de las partículas • milímetros

Arcilla pesada (CH)Arcilla limosa (CI)Arcilla arenosa (Ct-SF)Arena arcillosa (SC)Arena limpia (SU)Grava - arena (GP)

Arcilla Limo fino Limo medio Limo grueso Arena fina Arena media Arena gruesa Grava

Log. de la velocidad de sedimentación (cm./seg.) Tamices B. S.

Curvas granulométricas típicas de diferentes suelos

Figura 3. Variación de las curvas Proctor Normal, según el tipo de terreno

l/m3

2,5

2,4

2,3

2,2

2,1

2,0

1,9

1,8

1,7

1,6

Page 80: Tierra y Tecnología nº 44

MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)

78 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013

que un suelo tolerable tenga un 2% en peso, de

MO, ya se puede predecir que la densidad in situ

que se ha pedido en esa obra, que según el pliego

PG-3 es de 95% de la DMPN, disminuirá un 2%

aproximadamente hasta el 93%, y que el volumen

de huecos, subirá un 4% también aproximada-

mente, con lo cual es muy probable que los poros

se rellenen de agua y la humedad in situ suba un

4%, y, por ello, el suelo pasará a una situación que

al principio debería estar entre la HOPN-2 y la

HOPN+1, a una humedad de HOPN+2 hasta

HOPN+5, que con toda seguridad estará fuera de

las prescripciones que se habían exigido inicial-

mente y en un estado de saturación que provocará

deformaciones inadmisibles. Una sencilla obser-

vación geológica del terreno puede detectar estos

elementos. Es más prudente adoptar valores

mucho más bajos como los de países de nuestro

entorno.

En cuanto al contenido de materia orgánica,

sales solubles y yesos, los límites mínimos de

estas sustancias son mucho más permisibles que

en otros países, lo que puede provocar daños

importantes a medio y largo plazo.

En general, la materia orgánica que forma

parte de los suelos en explanaciones tiende a

desaparecer con el tiempo, al contrario que en los

suelos agrícolas, que aumentan la materia orgáni-

ca con los abonos y las raíces, mientras que las

capas de explanaciones se compactan para redu-

cir los huecos y se drenan para reducir la hume-

dad. Lo ideal en estas capas estructurales es que

no haya materia orgánica, que pueda convertirse

en huecos en el futuro. Es necesario limitar la

Materia Orgánica (MO) de forma razonada y pre-

ver las variaciones de densidad y humedad del

suelo con el tiempo, suponiendo que el contenido

de MO pasa a ser 0%. Por ejemplo, si se admite

Mito nº 3. La permeabilidad del suelo es un factor poco importante, que puede calcularse a partir de los datos de granulometría y límites de AtterbergEsta afirmación es radicalmente falsa y puede

conducir a errores del orden de 100 veces, en

más o en menos, en suelos granulares, y a

100.000 veces en los suelos arcillosos. Las

muestras que se ensayan en laboratorio dan

permeabilidades con más exactitud, pero siem-

pre queda la duda de su representatividad. Esta

variable tan amplia, que puede oscilar entre 1 m/

seg y 1/ 1.000.000.000.000.000 m/seg= 1/1 peta

m/seg, es casi imposible determinar con exacti-

tud para una muestra de terreno, pues influyen

factores como la granulometría, el coeficiente de

uniformidad, el coeficiente de curvatura, la den-

sidad del terreno, la forma de los granos de todo

tipo, la mineralogía, el régimen hidráulico, la

estratificación de las capas del terreno, la com-

posición química en relación con la del agua de

la zona, etc., en definitiva, la geología de detalle

de cada zona.

La mayor parte de las veces es más rápido y

más exacto realizar ensayos in situ, bien a pre-

sión atmosférica en calicatas o bien a presión

confinada en sondeos como los ensayos Lefranc

y Lugeon.

La permeabilidad es un factor importante en

la determinación del tiempo de asiento de una

zona de terreno y no puede estimarse a la ligera.

La figura 5 indica la permeabilidad de varios

terrenos en función de la densidad y del índice de

huecos. También interviene de forma importante

Puede afirmarse que al

menos el 80% de los

siniestros en que entra

en juego la cimentación o

las formaciones naturales

de los terrenos se debe

al desconocimiento de

las propiedades de suelos

y rocas, por ausencia de

datos fiables o por mala

interpretación de los datos

obtenidos

Figura 4. Curvas Proctor Normal de un mismo sitio de procedencia de préstamos.

DENSIDAD (KN/m3)

DMPN(1)

DMPN(2)

DMPN(3)

DMPN(4)

DMPN (interpolada)

DMPN (in situ)

HOPN(4)HOPN(3)

HOPN(2)

HOPN(1)

HOPN (interpolada)HOPN (in situ)

HUMEDAD

(%)

La densidad y humedad in situ DMPN (in situ) y HOPN (in situ) se comparan con las de la curva) se comparan con las de la curva

interpolada trazada por el punto que definen DMPN (in situ) y HOPN (in situ), o sea la primera coninterpolada trazada por el punto que definen DMPN (in situ) y HOPN (in situ), o sea la primera con

DMPN (interpolada) y la segunda con HOPN (interpolada).DMPN (interpolada) y la segunda con HOPN (interpolada).

Si se toma como referencia otra curva diferente de la interpolada, como la (1) o la (2), el porcentajeSi se toma como referencia otra curva diferente de la interpolada, como la (1) o la (2), el porcentaje

de densidad in situ será muy baja y la humedad muy alta y se rechazará la capa ensayada.de densidad in situ será muy baja y la humedad muy alta y se rechazará la capa ensayada.

Si se toma como referencia la curva (3) es posible que la densidad no cumpla o lo haga con pocoSi se toma como referencia la curva (3) es posible que la densidad no cumpla o lo haga con poco

margen, aunque la humedad está cerca de la óptima.margen, aunque la humedad está cerca de la óptima.

Si se toma como refrencia la curva (4) la densidad y la humedad serán muy buenas pero irrealesSi se toma como refrencia la curva (4) la densidad y la humedad serán muy buenas pero irreales

y falsas.y falsas.

Curvas Proctor del terrenoCurvas Proctor del terreno

Curva proctor interpoladaCurva proctor interpolada

Page 81: Tierra y Tecnología nº 44

GEOTECNIA

Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 79

en la interpretación correcta de ensayos como el

CBR, Corte Directo y Triaxial. Una manera aproxi-

mada de obtener la permeabilidad de los suelos

más comunes es utilizar el gráfico de Burmister

(figura 6).

Mito nº 4. Hay que aplicar una sola norma de clasificación de suelos en cada paísLas clasificaciones de suelos incorporan caracte-

rísticas generales y también detalladas según la

geología de cada país, pero muchas veces las

características generales y, en casos especiales,

las detalladas pueden servir para matizar o

corregir las normas nacionales, por mejor adap-

tabilidad al caso concreto de que se trate. Por

otra parte, cuanto más extensas sean las normas

de un país, tantos más útiles serán para un

mayor número de casos en cualquier zona. Por

ejemplo, las normas francesas son muy detalla-

das y abarcan multitud de aspectos prácticos de

los suelos, dando gran importancia a la humedad

y añadiendo indicaciones sobre clima (lluvia,

Figura 5. Resultados de pruebas de permeabilidad.

Figura 6. Relación entre el tamaño efectivo D10 y la densidad relativa con la permeabilidad.

Prácticamente nula Muy baja Baja Media Alta

Rela

ción

de

vací

oa. e

Permeabilidad (cm/seg)

Identificación de los suelos

Caliche compactado1.

Caliche compactado2.

Arena limosa3.

Arcilla arenosa4.

Arena de playa5.

Arcilla azul de Boston compactada6.

Arcilla de Vicksburg7.

Arcilla arenosa8.

Limo de Boston9.

Arena de Otawa10.

Arena – Gaspee Point11.

Arena – Franklin Falls12.

Arena – Scituate13.

Arena – Plum Island14.

Arena – Fort Peck15.

Limo – Boston16.

Limo Boston17.

Loes18.

Arcilla magra19.

Arena – Union Falls20.

Limo – North Carolina21.

Arena de dique22.

Arcilla azul de Boston sódica23.

Caollinita cálcica24.

Montmorilonita sódica25.

Arena (filtro de presa)26.

Page 82: Tierra y Tecnología nº 44

MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)

80 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013

calor, frío), posibilidad de estabilizaciones (con

cemento, cal, arena…), espesor de tongadas en

terraplenes, aparatos de compactación (tipos y

número de pasadas), taludes, desagües superfi-

ciales, drenajes subterráneos y ensayos de

caracterización más amplios que otras normas.

Las normas británicas, suizas y alemanas tam-

bién son muy recomendables. Ante esta diversidad,

es prudente contrastar varias clasificaciones, sobre

todo, en casos difíciles para tomar decisiones prác-

ticas en proyectos y obras.

Se incluye a continuación en la figura 7 una

parte de la norma española para explanaciones,

sobre la que no estimamos conveniente incluir

comentarios.

Mito nº 5. Solo con los ensayos penetrométricos se puede establecer la presión admisible de un cimientoEsta afirmación que se ha extendido peligrosa-

mente entre muchas pequeñas empresas es

radicalmente falsa, pues en la presión admisible

(se supone que quiere decir presión de hundi-

miento/coeficiente de seguridad) de un cimiento

intervienen factores como la cohesión, el ángulo

de rozamiento, la densidad del suelo, el nivel

freático, la profundidad del cimiento, la inclina-

ción de la base, la inclinación de los estratos, la

forma del cimiento, la densidad del terreno, por

encima y por debajo del nivel freático, el método

de cálculo de la presión de hundimiento, el coefi-

ciente de seguridad, etc.; la mayoría de estos

factores no pueden ser detectados por el ensayo

penetrométrico (figura 8); además tampoco cal-

cula los asientos. Una vez más, la realización del

ensayo geotécnico tiene que ser interpretado con

los datos geológicos del terreno y la aplicación

del sentido común a la realización del propio

ensayo y al tipo del terreno.

Teniendo en cuenta que el diámetro interior

de la cuchara del ensayo SPT es de 35 mm, los

mejores resultados se obtienen cuando no hay

partículas de tamaño máximo superior a 12 mm,

pudiendo llegar con una adecuada interpretación

hasta los 18 mm. Conocer la composición geoló-

gica del suelo, con el perfil de un sondeo próxi-

mo, o con las primeras observaciones del testigo

del SPT, son muy importantes, para valorar los

resultados, pues puede ocurrir que haya interca-

laciones de costras calcáreas, elementos grue-

sos sueltos, intercalaciones de filones cuarzosos

en terrenos arenosos de jabre, etc.

Cuando los resultados son relativamente

constantes, no hay problemas, como en el caso

de obtener 30-28-31, en el que N30= 28 + 31 =

59, pero hay casos más problemáticos:

Por ejemplo: 28-5-7, que podría ser que algo

ha obstruido el primer golpeo y el resultado sería

N30=12, lo cual se confirmaría hincando otros 15

cm, y comprobando que el resultado es del orden

de 5 a 7.

Figura 7. Clasificación española de suelos para explanadas versión PG3-2.000

Figura 8. Esquema de realización del ensayo SPT de penetración

La importancia del conocimiento del terreno, para la

realización de proyectos está fuera de toda duda y puede

decirse, sin temor a exagerar, que: “Un proyecto da

lugar a una obra tanto más económica cuanto más se ha

gastado en reconocimientos del terreno”

CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN SEGÚN PLASTICIDAD

BA

JO L

ÍMIT

E LÍ

QU

IDO

LÍMITE LÍQUIDO LL

ÍND

ICE

DE

PLA

STIC

IDA

D IP

ALT

O L

ÍMIT

E LÍ

QU

IDO

80

70

60

50

40

30

20

10

0

80

70

60

50

40

30

20

10

0

MARGINALESADECUADOS

TOLERABLES

SELECCIONADOS

INADEC

TOLERABLES

SUELOS POCO FR

ECUENTES

SUELOS FR

ECUENTES

SUELOS FR

ECUENTES

SUELOS POCO FR

ECUENTESLINEA A

IP=0,73 (L

L - 20)

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Page 83: Tierra y Tecnología nº 44

GEOTECNIA

Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 81

Por ejemplo: 7-48-6-9, este resultado indica-

ría que hay un estrato resistente (encostramiento,

marga dura, capa calcárea centimétrica, etc.) y el

resultado no podría ser N30= 48 + 6 = 54, sino que

debería ser N30= 6 + 9 = 15 para caracterizar

mejor la resistencia del terreno en conjunto.

Por ejemplo: 10 + 14 + R: existe una capa

dura que es necesario verificar con los testigos

del sondeo y es posible que este N30 no sea

válido o bien haya que tomar como valor N30= 10

+ 14 = 24 con precauciones según el perfil del

sondeo.

Por ejemplo: un caso relativamente frecuen-

te en terrenos arcillosos de facies flysch con

intercalación de capas finas de margas calcáreas

duras es: 4-15-4-5, que indica que en el segundo

tramo hay un pequeño estrato un poco más duro.

El resultado correcto sería N30= 4 + 5 = 9, o bien

si no se ha hecho un cuarto tramo, desechar el

segundo de 15 y sumar el primero y el tercero,

con casi el mismo resultado de antes, pero com-

probando la existencia de este pequeño estrato

en la observación de la muestra extraída.

El ensayo penetrométrico DPSH con puntaza

cónica usa la misma maza y altura de caída que

el SPT, por lo que es cada día más utilizado, pues

tiene la ventaja de que es más rápido y no se

obstruye por ser el vástago macizo; pero tiene la

desventaja de que no se obtienen muestras del

terreno. Pueden hacerse las mismas observacio-

nes respecto a los resultados que en el caso del

ensayo SPT.

Existen numerosas correlaciones entre todos

los tipos de resultados penetrométricos (SPT,

Borros, DPL. DPM, DPH, DPSH y otros menos

corrientes) pero hay que tomarlas con precaución

y razonando las fórmulas de paso y las caracte-

rísticas del terreno en cada caso.

Los resultados de los ensayos pueden servir

para estimar el ángulo de rozamiento del terreno,

como se indica en la figura 9, o el módulo de

elasticidad del terreno, como se muestra en las

figuras 10 y 11.

Figura 10. Relación entre SPT y Módulo de

deformación. Como puede observarse en las

correlaciones entre E y NSTP, las variaciones son

notables, y poco precisas, según los autores de estos

ensayos y correlaciones. Por ello resulta prudente

tomar estos datos de Módulo de deformación “E”

como valores aproximados para cálculos previos y

obtener E con más exactitud con ensayos edométricos,

o con placas de carga.

Figura 11. Las diferencias de valores de E respecto al NSPT se acentúan según los diversos autores y también con

la carga sobre el terreno Po. Las variaciones son notables, y poco precisas, según los Por ello resulta prudente

tomar estos datos de Módulo de deformación “E” una aproximación para cálculos iniciales y completar estos datos

de “E” con otros ensayos.

Figura 9. Relación entre el Número N30 del ensayo SPT y el ángulo de rozamiento del suelo.

Las diferencias entre diversos autores pueden ser importantes.

El módulo de elasticidad E puede estimarse mediante

las fórmulas siguientes:

Arena N.C.: E = 5 (N•SPT

+ 15)

Arena S.C.: E = 180 + 7,5 NSPT•

Gravas limpias •

y gravas arenosas: E = 6 (NSPT

+ 15) + 20, NSPT

>15

Arena arcillosa: E = 3 (N•SPT

+ 15)

Arena limosa: E = 3 (N•SPT

+ 6)

ÁN

GU

LO D

E RO

ZAM

IEN

TO IN

TERN

O (0 )

NSPT

50

45

40

35

30

25

20

15

10

5

0

Osaki

Meyerhof 1958

Schmertmann 1997 (n=2,5)

Schmertmann 1997 (n=2)

Schmertmann 1997 (n=1,25)

Curva Propuesta ASG

0 10 20 30 40 50

DU

LO, E

S-

tsf

kg/

cm2

100

kPa

VALOR NSPT

Relación entre el Módulo Confinado y el valor de NSPT (Mitchell y Gardner, 1975)

Page 84: Tierra y Tecnología nº 44
Page 85: Tierra y Tecnología nº 44

Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 83

Canteras históricas de OviedoAportación al patrimonio arquitectónico

La historia de una ciudad interpretada con la mirada puesta en las piedras que, además de constituir el

sustrato geológico de su asentamiento, proporcionaron la materia prima para la construcción de sus

monumentos durante al menos doce siglos. Así podría introducirse sucintamente el libro Canteras his-

tóricas de Oviedo. Aportación al patrimonio arquitectónico, elaborado por Manuel Gutiérrez Claverol,

Carlos Luque Cabal y Luis Alberto Pando González, doctores en Geología vinculados a la Universidad de

Oviedo.

En esta obra se repasa el patrimonio arquitectónico ovetense levantado con piedra natural, funda-

mentalmente rocas calcáreas muy presentes en el subsuelo urbano y alrededores, y se sientan las

bases para descifrar y reorganizar la confusa nomenclatura acerca de las piedras de construcción en

este ámbito geográfico. La investigación llevada a cabo se sustenta en tres líneas de actuación: la

revisión de los fondos documentales acopiados en diversos archivos, el reconocimiento in situ de la fábri-

ca de los monumentos, y numerosas horas de trabajo de campo invertidas en la identificación de

antiguas labores de explotación. Como resultado, la contribución primordial del libro consiste en un

riguroso inventario de canteras históricas de caliza, material de uso preferente en la construcción

monumental desde el prerrománico hasta mediados del siglo XX.

Así, se localizan y detallan las características geológicas de las principales áreas de extracción

(Ayones, La Granda, Laspra, Lavapiés y Piedramuelle) y otras pedreras de menor entidad, hasta comple-

tar más de una treintena de puntos de explotación radicados en Oviedo o sus inmediaciones. En cada

caso se secuencia y documenta la vida activa de la cantera, enumerándose las obras arquitectónicas

más relevantes que fueron erigidas con la piedra extraída. Esto ha permitido pormenorizar al fin los

avatares del suministro pétreo para más de sesenta edificaciones singulares civiles y religiosas, enca-

bezadas por el complejo catedralicio. No olvidan los autores la incorporación, a modo de complemento,

de numerosas pinceladas sobre las vicisitudes sociolaborales de los canteros que dieron forma a la

piedra. Remata el texto un apartado dedicado a otros materiales de construcción como son el travertino,

la arenisca, la cal o el yeso; y se aporta asimismo una relación actualizada de areneros, arcilleras y

canteras de rocas calcáreas para utilización industrial en el entorno de Oviedo.

El libro, editado en gran formato por Hércules Astur de Ediciones y que ya puede adquirirse en

librerías, ha sido profusamente ilustrado a lo largo de sus 251 páginas con multitud de fotografías,

mapas geológicos, planos de situación de canteras, reproducciones de documentos antiguos, gráficos

estadísticos y otras figuras; amén de cuantiosa información tabulada. Todo ello a fin de conformar un

compendio ordenado de consulta ineludible para investigadores o curiosos interesados en la estrecha

vinculación que han mantenido la arquitectura y la geología en la historia de Oviedo. En otros términos,

testimonio escrito del largo camino que hace de la piedra arte arquitectónico; arte convertido en este

caso en destino noble del propio sustrato de la ciudad.

Carlos López FernándezDirector del Departamento de Geología

Universidad de Oviedo

Autores: Manuel Gutiérrez Claverol,

Carlos Luque Cabal y Luis Alberto Pando

Editorial: Hércules Astur de Ediciones

Idioma: Español

Páginas: 256

ISBN-10: 8486723663

ISBN-13: 978-8486723668

Precio: 60 euros

RECENSIONES

Page 86: Tierra y Tecnología nº 44

RECENSIONES

84 • Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013

Manual de áridosLos áridos son, después del agua, la materia prima más utilizada por el hombre y se encuentran en todo

lo que rodea al ser humano: coches, teléfonos, alimentos, viviendas, infraestructuras…

La explotación de canteras y graveras ha sido hasta hace relativamente pocos años una tarea

artesanal y no profesionalizada; sin embargo, actualmente es una técnica cimentada en el profundo

desarrollo del conocimiento científico. Adicionalmente, el sector ha conseguido atraer a los profesiona-

les más cualificados de la sociedad, lo que se manifiesta en técnicos muy competentes y competitivos,

al igual que este sector al que representan.

El alto grado de conocimiento, sumado al elevado nivel de tecnificación de los profesionales del

sector, permite que en ocasiones todo este compendio de información y desarrollo de la técnica se

plasmen en manuales como éste.

Este manual está dirigido a los profesionales del sector que tendrán un referente para el día a día,

a los alumnos de las escuelas de Minas, Industriales o Caminos así como a las facultades de Geología,

Química o Física.

Título: Manual de áridos

Autores: Manuel Bustillo Revuelta,

Antonio Durán López y Luis Fueyo Casado

Páginas: 597

Precio: 50 euros

Pedidos: Fueyo Editores.

[email protected]

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RECENSIONES

Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 85

La revolución del gasCon la excepción de algunos antecedentes aislados, el aprovechamiento económico del gas metano que

se encuentra almacenado en el subsuelo de nuestro planeta se fue desarrollando en paralelo con el

petróleo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Pero no fue hasta después de la II Guerra Mundial

cuando las nuevas técnicas permitieron el tendido de gasoductos de centenares de kilómetros de lon-

gitud que facilitaron el transporte económico de gas desde los pozos productores hasta los grandes

centros de consumo. Otro acelerón en el desarrollo del aprovechamiento del gas se produjo hace unos

40 años con la construcción de los primeros grandes buques metaneros que permiten el transporte

intercontinental de gas licuado.

Pero ahora nos encontramos a las puertas de una nueva revolución protagonizada por el gas natu-

ral: la explotación del gas de esquistos. Se trata de una novedosa y compleja técnica desarrollada en

EE. UU. que permite la obtención de este combustible en prácticamente todas las regiones del mundo,

para terminar con el monopolio ejercido por los grandes países productores.

Para poder extraer el gas de esquistos deben concurrir dos elementos claves: capas de varios

metros de espesor de esquistos o pizarras ricos en materia orgánica (esquistos negros), localizadas a

varios centenares de metros de profundidad, y una técnica especial de sondeos petroleros horizontales

y dirigidos que se conoce con el controvertido nombre de fracking.

En España, la dependencia energética es especialmente dramática. El 80% (88% si incluimos las

importaciones de uranio enriquecido para las centrales nucleares) de la energía primaria total consumi-

da proviene de combustibles importados: casi el 50% corresponde al petróleo, el 20% al gas y el 10%

al carbón; prácticamente todo importado.

Esta peligrosa situación se ha ido agravando en los últimos años con el agotamiento de las minas

de lignito (solo se mantienen en funcionamiento las pequeñas minas de Teruel) y el alto coste de las

explotaciones de carbón de Asturias-León, con una perspectiva de cierre para dentro de pocos años.

Frente a esta grave situación, se ha apostado por el desarrollo de la energía eólica y fotosolar, dos

fuentes de energía eléctrica que, aparte de su inconveniente estacionalidad, resultan pesadamente

onerosas, debiendo ser subvencionadas con un coste de unos 6.500 millones de euros anuales. Este

lastre económico —aparte de ser soportado por los consumidores, con un encarecimiento de casi un

tercio en el recibo de la luz— se transfiere a la producción industrial que debe compensar los altos

costes energéticos mediante la disminución de los salarios laborales o la merma en la calidad de sus

productos para así poder competir en el mercado internacional.

Mientras tanto, las cuencas sedimentarias españolas con grandes posibilidades de albergar yaci-

mientos de gas de esquistos permanecen inexploradas. Allí duermen unos recursos energéticos que

podrían ayudar a liberalizar nuestra dependencia del exterior y cuya exploración y evaluación ninguno

de los sucesivos gobiernos nacionales o autonómicos se molesta en potenciar.

No debemos olvidar que las inversiones realizadas por las agencias gubernamentales americanas

fueron vitales en las primeras etapas del desarrollo del gas de esquistos en EE. UU. El Estado asumió

la mayor parte del riesgo y costeó con fuertes dotes presupuestarias el desarrollo de varias técnicas

novedosas que para entonces (al revés de ahora) apenas parecían tener posibilidades de ser viables y

cuyas perspectivas de éxito eran menguadas.

Todo lo contrario, el panorama del gas de esquistos en España está pareciéndose cada vez más al

teatro del absurdo. Como a Ubú Rey, a las autoridades competentes no se les ocurre nada mejor que

mirar hacia otro lado y escurrir el bulto, mientras que a algunos —como en el caso del gobierno de

Cantabria, que carece de toda competencia en el asunto— deciden prohibir la exploración en su terri-

torio ante la “peligrosa” práctica del fracking. Totalmente al revés de lo que se está haciendo en

Polonia o en Gran Bretaña donde se dan incentivos fiscales a las empresas dedicadas a la exploración

del gas de esquistos.

Edita: Edlibrix

Primera edición: noviembre 2013

Autor: Juan Carlos Mirre Gavalda

Páginas: 140

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RECENSIONES

86 • Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013

Mapa de Patrimonio Minero de GaliciaEl Mapa de Patrimonio Minero de Galicia pretende difundir el conocimiento sobre el conjunto de restos

y documentos heredados de la actividad minera, que son importantes para la comprensión de la socie-

dad minero-industrial en su conjunto, o para mostrar el desarrollo y evolución de la actividad minera de

la Comunidad Autónoma de Galicia.

Este mapa es una síntesis, no exhaustiva, en la que se agrupan puntos de interés patrimonial de

Galicia, territorio con numerosas referencias mineras para un gran número de sustancias desde la

antigüedad hasta nuestros días. Se ofrece una visión de esos lugares de interés y su distribución,

situándolos sobre una base geológica simplificada que muestra su relación aproximada con la geología

y ayuda a explicar su existencia. Se cumple así con una de las misiones del Instituto Geológico y Mine-

ro de España (IGME), la cual es la de transmitir el conocimiento geológico sobre los materiales y pro-

cesos naturales que utilizamos o que nos afectan.

En Galicia se ha desarrollado una abundante minería (en general de tamaño pequeño a mediano),

que en lo que se refiere a las rocas aparece dispersa en todo su territorio, mientras que en el caso de

las sustancias metálicas y los minerales industriales se concentra en áreas o bandas que siguen las

direcciones estructurales.

En el Mapa de Patrimonio Minero de Galicia, sobre una base geológica a escala 1:400.000, en la

que pueden verse las características geológicas más relevantes (litología, estructura y edad), comple-

tada con la hidrografía principal, así como con las principales vías de comunicación y poblaciones, se

han situado, mediante una simbología adecuada, lugares mineros que se han considerado de interés

como patrimonio minero, independientemente de su estado de conservación y uso turístico actual. Se

tiene en cuenta aquí su interés como bienes culturales minero-industriales, tanto materiales (inmuebles

y muebles) como inmateriales.

Quedan pues representadas áreas con restos de labores, instalaciones y edificaciones mineras,

cargaderos de mineral más o menos modificados según su desarrollo posterior; así como los centros

que albergan bienes muebles y ponen en valor espacios y actividades con interés minero, y que se han

agrupado como “otros puntos de interés” (museos de ciencias naturales, geológicos o mineros, con

colecciones de minerales y rocas; centros de interpretación de espacios y de la actividad minera;

museos etnográficos en los que se interpretan actividades mineras; eco-museos y potenciales parques

mineros). Aunque no se han representado en el mapa, existe también documentación de valor patri-

monial minero en los archivos de Galicia, cuyas referencias se pueden localizar en la página web:

www.arquivosdegalicia.org

En el reverso del mapa, en un gráfico comarcal, se representan una serie de puntos seleccionados

por diferentes razones, a los que se hace referencia en una tabla adjunta. Algunos de ellos han sido

ilustrados con fotografías.

En la tabla se incluye información para uso turístico-cultural, añadiendo si quedan vestigios de

instalaciones y edificios (además de labores mineras si se trata de minas); una orientación sobre la

adecuación para la visita (V): “Visita concertada” (según horarios; con los propietarios o gestores; o a

través del Ayuntamiento), “Visita acompañada” (consulta previa en el Ayuntamiento), “Visita libre”

(siempre recomendable la consulta previa en el Ayuntamiento; el recorrido por minas o instalaciones no

acondicionadas puede ser peligroso para los visitantes).

También se incluye su estado de rehabilitación (ER) para su uso turístico en términos de “Comple-

tada”, “En desarrollo”, “Iniciada”, “No iniciada”. Los “Centros de interés” están incluidos en la catego-

ría de “Visita concertada” y rehabilitación “Completada”. Se incluye, además, una estimación prelimi-

nar de su valor patrimonial minero, con carácter relativo para el contexto de Galicia.

Edita: IGME

VV.AA. (A. Ferrero et al.)

Escala 1:400.000

65 x 90 cm; cuatro colores

Dos caras con información complementaria

Plegado en cartera en A4 con solapa

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RECENSIONES

Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 87

Las piedras del Camino de Santiago en GaliciaEl libro está escrito por Ramón Jiménez y Enrique Díaz y ha sido publicado por el Instituto Geológico y

Minero de España (IGME) en septiembre de 2013.

La impresión ha sido financiada con fondos europeos (FEDER) dentro del proyecto Atlanterra del

programa de Espacios Atlánticos (INTERREG 4B), cuyo objetivo es la investigación, promoción y divul-

gación del patrimonio minero de estas regiones. En concreto, participan en este proyecto los siguientes

países: Francia, Gales, Irlanda, Portugal y Galicia por parte española.

Se trata del tercer volumen de la colección Guías Geológicas que publica el IGME, el primero de

los cuales estuvo dedicado a la Comunidad de Madrid (2008) y el segundo al Parque Natural del Alto

Tajo (2011).

Esta tercera guía geológica es una contribución a la conservación y divulgación del patrimonio

natural y cultural en múltiples sentidos. Se trata de una guía para el viajero o el peregrino en la que se

describen las rocas que forman los principales monumentos históricos que encontrará a su paso desde

que entra en Galicia hasta que llega a Santiago. También es una guía de utilidad para el restaurador

de monumentos, ya que, entre las características de esas rocas, se aportan datos sobre las canteras de

procedencia, su composición, e incluso sobre sus propiedades como roca constructiva u ornamental.

Finalmente, es una guía para la persona curiosa e interesada por la geología en general y las rocas del

Camino de Santiago, pues permite conocer interesantes aspectos de la geología de la zona oriental de

Galicia a través de los monumentos y las canteras que en ella se describen.

Enlaces de interés:

http://igmepublicaciones.blogspot.com.es/

Edita: IGME. Colección Guías Geológicas.

Autores: Ramón Jiménez Martínez,

Enrique Díaz Martínez.

Año: 2013. Páginas: 268

ISBN: 978-84-7840-910-5

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decidirá su publicación o devolución.

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• El texto general estará dividido en epígrafes, pero NUNCA se comenzará poniendo la palabra ”Introducción”.

BibliografíaLas referencias bibliográficas se reseñarán en minúscula,con sangría francesa, de la siguiente manera:

Barrera, J. L. (2001). El institucionista Francisco Quiroga y Rodríguez (1853-1894), primer catedrático de Cristalografía de Europa. Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, (40-41): 99-116.

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