textos autobiográficos - antonio viñao

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  • 7/25/2019 Textos Autobiogrficos - Antonio Viao

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    LAS AUTOBIOGRAFAS, MEMORIAS Y DIARIOSCOMO FUENTE HISTRICO-EDUCATIVA:

    TIPOLOGA Y USOS1

    Antonio ViaoProfessor Catedrtico de Histria da EducaoUniversidad de Murcia Espanha

    RESUMEN:

    El reciente inters histrico y literario por las autobiografas, memorias, diarios y otros textosautorreferenciales se manifiesta, entre otros aspectos, por la creciente publicacin de trabajos declasificacin, catalogacin, y anlisis de dichos textos. En este artculo se intenta establecer una tipologaprovisional de aquellos que ofrecen un inters histrico-educativo (memorias y diarios de infancia,adolescencia y juventud, de viajes, de educadores, profesores y alumnos, y administrativas e

    institucionales), as como algunas propuestas sobre su utilizacin en este mbito historiogrfico.Palabras clave:autobiografas, memorias, fuentes histrico-educativas.

    El placer de las ficciones que nos transportan a un mundo imaginario,..., es tan natural ytan inherente a nuestra constitucin, que no puede arrancarse del alma sino con violencia....Propensin tan natural y decidida no se debe aniquilar, sino dirigir al bien y utilidad de laespecie.

    Estas palabras pertenecen a un artculo de Blanco White publicado en 1824 enVariedadeso El Mensagero de Londrescon el ttulo de "Sobre el placer de las imaginacionesinverosmiles". Al escribirlas pensaba en las obras de ficcin en las que la imaginacin y lafantasa campaban a sus anchas sin sujetarse a ms lmites que los que el autor quisieraimponerse. Dicho prrafo me da pie, sin embargo, para plantear una primera cuestin en relacincon las autobiografas, memorias y diarios como fuente histrica, en general, e histrico-educativa, en particular: dnde acaba en ellas la ficcin y dnde empieza la realidad? cmo seentremezclan ambas en la memoria? cules son lo lmites o indicadores a los que recurrir, encada caso, para dilucidar si nos hallamos ante una autobiografa novelada, ms o menosimaginaria, o una novela con elementos autobiogrficos? cmo distinguir la realidad de larecreacin y de la ficcin en una fuente escrita en la que el autor habla de s mismo, en la que elobjeto de la escritura es aquel mismo que escribe y el instrumento de recuperacin del pasado

    una memoria en la que, en palabras de Salvador Paniker, caben muchos trapicheos, al reunir anuestro antojo los fragmentos que no echaron a volar (1990, p.39).

    Esta reflexin previa, que me fuerza a precisar y delimitar aquellos textos a los que estetrabajo se refiere, tiene su origen en una doble experiencia familiar y profesional. La primeratuvo lugar hace muchos aos cuando, en mi juventud, visit a unos tos a los que no vea desde lainfancia. No recuerdo con que motivo, en un momento determinado mi ta me pregunt si yo eratan fantasioso como mi padre. No dijo mentiroso quizs por delicadeza , sino fantasioso. La

    1El presente texto, revisado y actualizado, sirvi de base para la conferencia del mismo ttulo pronunciada en elcurso de verano de la Universidad Complutense, coordinado por Julio Ruiz Berrio y Juan A. Garca Fraile ycelebrado en El Escorial en julio de 1997, sobre La historia de la educacin: nuevos enfoques, mbitos y fuentesactualmente en prensa.

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    pregunta me sorprendi, Nunca, hasta entonces, le haba tenido por tal. Pero, al parecer, s lo era.La cojera que padeca en la pierna derecha que le obligaba a usar bastn no era producto deuna cada en una trinchera durante la guerra civil ni de la prctica del esqu en Panticosa, comorecuerdo haber odo en dos ocasiones diferentes, sino de la poliomielitis. De ah que me hayaquedado siempre con la duda acerca de s tuvo o no una participacin ms o menos directa en la

    sublevacin republicana de Jaca, liderada por Galn y Garca Hernndez, o de que, comotambin le o narrar una vez con cierto detalle, salvara de la quema un convento zaragozano o asus monjas de ser arrastradas por la muchedumbre gracias al poder de su oratoria. Mi padre habarecreado parte de su infancia y de su juventud imaginando una realidad mucho ms interesante,desde su punto de vista, de lo que realmente haba sido. Algo, por lo dems, propio no slo dealgunos personajes relevantes2, sino del ms comn de los mortales. Todos, sin excepcin,recreamos el pasado y mezclamos recuerdos y olvidos. La memoria no es un espejo, sino unfiltro, y lo que sale, a travs del filtro, no es nunca la realidad misma, sino una realidad siemprerecreada, reinterpretada y a veces, incluso, consciente o inconscientemente imaginada hasta tal

    punto que puede llegar, en la mente del que recuerda, a sustituir, con ventaja, a lo realmenteacaecido. En ltimo trmino, frente a la natural tendencia individual o colectiva a recrear,imaginndoselo, su propio pasado, se halla el quehacer histrico que lo recrea, reconstruyndolo-tambin parcialmente- y reinterpretndolo.

    La experiencia profesional procede de mi doble condicin de historiador y lector deobras de ficcin. Como historiador preocupado por documentar sus recreaciones einterpretaciones del pasado pronto vi que poda hallar referencias o alusiones histricamentecerteras en las obras literarias, que en stas poda tambin hallar la descripcin de ambientes,

    personajes o hechos que me ayudaban a entender dicho pasado, y que, paradjicamente, losdocumentos histricos no slo eran una construccin textual que haba que deconstruir, sino que,

    muchas veces, aquellos tenidos por autnticos contenan falsedades, siendo as que los que eranproducto de una falsificacin deliberada podan ser tambin histricamente tiles por su mismacondicin, si se me permite la expresin, de autnticamente falsos.Por otra parte, en toda laliteratura de ficcin hay elementos autobiogrficos. Como recientemente deca Adelaida GarcaMorales,

    Siempre hay algo de autobiogrfico. Hay ancdotas reales. Se inventa a partir de lamemoria. A la hora de escribir, memoria e imaginacin se confunden siempre de tal forma que elresultado es una ficcin. Es muy difcil atenerse exclusivamente a la memoria porque laimaginacin siempre interviene. En mis escritos siempre utilizo hechos vividos por m o por

    gente de mi entorno. Es muy difcil escribir algo absolutamente extrao y desconocido (El Pas-Babelia, 12 de marzo de 1994, p. 11).

    En efecto, la imaginacin siempre interviene. Y el olvido. La memoria humana es, porello, un proceso dinmico. Est en permanente reconstruccin. Posee una naturaleza transfor-madora, recreativa y omnipresente. Reaparece, quirase o no, mezclada con la ficcin. Uno desus componentes es la ficcin. Y viceversa. De ah que lo autobiogrfico aflore siempre enmayor o menor grado, ms o menos visible, de modo ms o menos consciente, en toda obra de

    2El reciente libro de RIOS, Csar Alonso de los. La verdad sobre Tierno Galvn. Madrid: Anaya & Muchnick,1997, deja al descubierto esta faceta de un Tierno que gustaba de modificar, con la imaginacin, una buena partede su vida infantil y familiar. Y ello no slo en conversaciones con personas allegadas y amigos, sino tambin en suautobiografa escrita. Cabos Sueltos, Barcelona: Bruguera, 1981.

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    ficcin. De ah tambin que, junto a ello, en esta amalgama de recuerdos y ficcin, desensaciones e imaginacin, operen los silencios y olvidos, los disfraces y enmascaramientos.

    El problema para el historiador es como distinguir, en estos dos casos, entre realidad yficcin. Y entre los diversos tipos de realidad: la que tiene su origen en los hechos y la que nacede los sentimientos y emociones que conforman los recuerdos. Un mismo relato puede alterar

    nombres, fechas, lugares e incluso circunstancias y ser, sin embargo, veraz en la vivencia de lonarrado. Sobre el uso de este tipo de textos como fuente histrica caben pocas generalizaciones.El juicio sobre su ndole veraz o ficticia, sobre el tipo de amalgama llevada a cabo, ha de hacerse

    para cada caso. Qu grado de veracidad debe otorgarse, por ejemplo, aA.M.D.G. La vida en loscolegios de jesuitasde Prez de Ayala,Historia de una maestra yMujeres de negrode JosefinaAldecoa, elDiario de una maestrade Dolores Medio, Maestro Novela pedaggicade MartnChico, El cursode Juan A. Payno,La mestrade Vctor Gmez Labrado,Memoria entre el azul oel rojo de M Teresa Gallego o El rbol del bien y del malde Jos M. Esteve?3No desempeanen estas novelas un papel fundamental los recuerdos autobiogrficos? Cmo proceder antetextos calificados de novela o narracin como los de Joaqun Belda sobre el colegio de los

    jesuitas de Orihuela?4 Como distinguir en estas recreaciones lo real de lo ficticio? Qusignifica, en estos casos, realidad y qu queremos decir cuando empleamos la palabra ficcin?Y qu hacer ante relatos o novelas como lasMemorias del bachiller Aiscrim5u otras que, conuna u otra finalidad, tienen por motivo o tratan temas y cuestiones educativas6?. Yendo an mslejos cmo no aceptar la descripcin que hace Prez Galds de la educacin de las seoritas de"clase media tirando a superior" en el Madrid de mediados del siglo XIX, en La revolucin de

    julio (1941, t. III , p.17), si adems se aprecia que en buena parte coincide con la indicada por Mdel Carmen Simn Palmer (1972) para la enseanza femenina en los colegios privados seglaresmadrileos de esa misma poca?

    3AYALA, Ramn Prez de. A.M.D.G. La vida en los colegios de jesuitas, Madrid: Renacimiento, 1910, ALDECOA,Josefina. Historia de una maestra, Barcelona: Anagrama, 1990, y Mujeres de negro, Barcelona: Anagrama, 1994,MEDIO, Dolores. Diario de una maestra, Barcelona: Destino, 1961 (sobre esta "ficcin autobiogrfica", vase la"Introduccin" de Covadonga Lpez Alonso a la edicin de Madrid, Castalia, 1993), CHICO, Martn. MaestroNovela pedaggica, Soria, 1922, PAYNO, Juan A. El curso, Barcelona: Destino, 1962, LABRADO, Vctor Gmez.La mestra, Valncia: Climent Eliseu, 1995, GALLEGO, MTeresa Memoria entre el azul y el rojo, Madrid: Huergay Fierro, 1998 y ESTEVE, Jos M. El rbol del bien y del mal, Churriana de la Vega (Mlaga): OctaedroAndaluca/Ediciones Mgina, 1998. A esta relacin pueden aadirse, tambin a ttulo de ejemplo, las obras deMARCHAMALO, J. Esteban de. Los universitarios (novela de tipos y costumbres acadmicas en 1898), Madrid:Biblioteca de La Educacin Nacional, [1902], FRAGUAS, Jos. El estudiante. Novela de costumbres escolares,Madrid: Juan Muoz Snchez Editor, (s.d), RODRGUEZ, Jos Francos. El catedrtico, drama en tres actos,coleccin "Los contemporneos", Madrid, 1920, o entre las de autores extranjeros, La novela de un maestro(Barcelona, Maucci, [19 ], 2 t.) y AMICIS, Edmundo de. Dos dramas de escuela, Madrid: Senz de JuberaHermanos Editores, 1892.4BELDA, Joaqun. Los Nietos de San Ignacio, Madrid: La Novela Corta, 1916, y Las bodas de oro de mi colegio,Madrid: Biblioteca Hispania, Madrid, 1923.5Memorias del bachiller Aiscrim. De gran inters y actualidad para toda clase de profesores, alumnos, padres defamilia y cualesquiera otras personas amantes y pacientes de la segunda enseanza, Madrid, 1924 (el autor debiser M. Garcel, fingido traductor de las mismas).6Indico algunos ttulos, a modo de ejemplo, de la literatura femenina educativo-moralizadora de la postguerra:

    CNOVAS, Josefina lvarez de. Memorias de Mari-Sol inspectora, Madrid: Editorial Magisterio Espaol, s.a.,continuacin de Mari-Sol colegiala y Mari-Sol maestra rural, FRADERA, Carolina Corbera. Eterna colegiala,Madrid: Lincor, 1958, BRAVO, Pilar Garca. Mi colegio, Madrid, Esclicer, 1959, y CASTAN, Julia GarcaFernndez Diario de una maestrita rural, Madrid, Escuela Espaola, 1963.

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    Todas las obras de ficcin contienen, as pues, elementos autobiogrficos ms o menosconscientes y en algunas de ellas, adems, dichos elementos tienen un peso y una importanciaespecficas. De ah el inters que para los historiadores tienen aquellas novelas, obras de teatro orelatos que versan o tienen por tema central unas determinadas instituciones o actividadeseducativas, como las antes reseadas, o los aos de infancia, adolescencia y juventud. En este

    trabajo, sin embargo, dejo a un lado este tipo de fuentes y circunscribo mi anlisis a los textosescritos que habitualmente se conocen como autobiografas, memorias y diarios en un sentidoestricto, aunque en ocasiones, como se ha visto, no resulte fcil decidir cuando nos hallamos anteuna obra de este gnero y cuando ante una de ficcin o novelada. La calidad literaria de algunade ellas y la dificultad que plantea el establecimiento de marcas definidoras del gnero (ttulo,intencin del autor, efectos de realidad, etc.) no contribuyen precisamente a clarificar la cuestin.El lmite entre la novela autobiogrfica y la autobiografa novelada es muchas veces impreciso,salvo que uno se remita a las intenciones o voluntad del autor.

    Por otra parte, no slo en las obras de ficcin est presente lo autobiogrfico. Tambinlo est en las obras histricas, en especial cuando se refieren a la poca y vivencias del autor.Muchas de las opiniones, consideraciones y afirmaciones que, por ejemplo, se hacen en la

    Historia filosfica de la instruccin pblica en Espaa desde sus primitivos tiempos hasta el dade Snchez de la Campa (Burgos, Imprenta de D. Timoteo Arniz, 2 t., 1871 y 1874), los

    Momentos estelares de la enseanza en Espaa de Luciano Fernndez Pinedo (Sada, A Corua,Edicis do Castro, 1994) el Retorno de la universidad a su esencia de Rodrigo Fernndez deCarvajal (Murcia, Universidad de Murcia, 1994), y en De la instruccin pblica en Espaa deGil de Zrate (Madrid, Imprenta del Colegio de Sordomudos, 3 t., 1855) slo se entiendencuando se conoce la condicin de catedrticos de segunda enseanza de los dos primeros, decatedrtico de universidad del tercero y el papel que desde la Seccin o Direccin General de

    Instruccin Pblica desempe el ltimo de ellos7. Este tipo de obras quedar, asimismo, fuerade nuestro anlisis. Como tambin quedarn fuera las fuentes orales o historias de vida salvo quelas correspondientes entrevistas hayan sido grabadas para su posterior impresin8.

    EL RECIENTE INTERS POR LAS AUTOBIOGRAFAS, MEMORIAS YDIARIOS

    La "escasa aficin" de los espaoles por "la escritura autobiogrfica" ha sido "un tpicode la crtica literaria, de mencin obligada"(Caball, 1995, p.131-132). En lo que a las

    autobiografas ms directamente relacionadas con la educacin se refiere, no es posible, por elmomento, pronunciarse. En una seleccin bibliogrfica de autobiografas inglesas que podan serutilizadas como fuente histrico-educativa, Tom Gammage recoga, en 1980, 53 obras de estegnero escritas por polticos, administradores e inspectores de la educacin, fechadas entre 1840y 1976, 87 de maestros, profesores de segunda enseanza y directores de centros docentes,

    7Valga un ejemplo propio. Cuando escrib "La Educacin General Bsica. Entre la realidad y el mito" (Revista deEducacin, n extraordinario sobre "La Ley General de Educacin veinte aos despus", 1990, p. 47-71) crenecesario incluir una "advertencia previa" en la que indicaba que lo all relatado y analizado formaba parte de"hechos y procesos vividos", de vivencias personales que condicionaban, aos despus, mi modo de dar cuenta de

    los mismos.8La distincin, tambin aqu, no siempre es fcil. Buena parte de las historias de vida grabadas oralmente pasan, deforma total o parcial, a texto escrito. stas quedan excluidas. Slo me referir a aquellas entrevistas o testimoniosoralmente grabados con el fin especfico de ser publicados en libros, peridicos o revistas.

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    fechadas entre 1786 y 1976, y 135 que relataban, con una cierta extensin, experiencias escolares sin incluir aquellas relativas a las escuelas privadas de lite conocidas con el nombre de "publicschools" , todas ellas fechadas entre 1792 y 1978. La inexistencia de un catlogo o seleccinsemejante en el caso espaol impide efectuar comparaciones. En todo caso, sea cierto o no eltpico y para la autora de las palabras citadas ya no hay "razn que justifique" su vigencia9 ,

    lo que s es cierto es el reciente y creciente inters por este tipo de textos, por ese mbito textualque agrupa toda aquella escritura "cuyo referente inmediato es el propio autor" (Caball,op.cit,p.40). Prueba de este inters son un buen nmero de publicaciones y trabajos en curso que

    proceden en general ms de la historia literaria que de la historia sin ms adjetivos10. Elloimplica, entre otras cosas, una clara concentracin de los estudios sobre las autobiografas,memorias, diarios, etc., de ms o menos destacados escritores, polticos o personajes relevantes

    por otra parte ms abundantes y una cierta desatencin por las escrituras ordinarias diarios ycorrespondencia epistolar, entre otras modalidades de las personas comunes, poco conocidas o

    procedentes de las clases populares11, as como por lo que despus llamar memoriasinstitucionales.

    No es que este tipo de textos no se vinieran utilizando como fuente histrica, sino que,cuando se recurra a ellos, se haca en relacin con un personaje o acontecimiento determinados,casi nunca a partir de un tema especfico y recurrente por ejemplo, la infancia, la escuela, laeducacin en general, las lecturas, etc. Dicha utilizacin puntual y aislada no se apoyaba,adems, en una tipologa del gnero ni en un anlisis previo de sus caractersticas.

    En todo caso, el recurso a este tipo de fuentes requiere ciertas prevenciones particulares.En primer lugar, hay obvias diferencias de estilo llano y escueto o afectado y ampuloso,limitado a la mera descripcin, costumbrista o valorativo, literariamente bello o no, en primera otercera persona, etc. que es til captar para comprender mejor al autor o el texto en cuestin.

    Adems, hay que conocer el contexto, hechos y personas a las que se alude, as como lasintenciones o propsitos que motivaron la redaccin de la memoria o diario. Las hay intimistas,

    justificativas, vindicativas, o producto simplemente de un deseo o necesidad personal de

    9CABALL, Anna. Narcisos de tinta, op. cit., p. 136. Sobre esta cuestin vase, asimismo, DURN LPEZ,.Fernando Catlogo comentado de la autobiografa espaola (siglos XVIII y XIX), Madrid, Ollero & Ramos,Editores, 1997, p. 11-14 y, sobre todo, p. 35-41. Consigno, en todo caso, que Anna Caball ofrece en su libro unalista, no completa, de 240 obras autobiogrficas de los siglos XIX y XX, y que Fernando Durn recoge, en sucatlogo, 479 nombres de autores de obras de esta ndole nacidos entre 1694 y 1875.10

    Adems de la obra citada en las notas anteriores vanse, a ttulo de ejemplo, las de MERCADIER. Guy (ed.),L'Autobiographie dans le monde hispanique, Aix-en-Provence, Universit de Provence: Service de Publications,Aix-en-Provence, 1980, L'Autobiographie en Espagne, Universit de Provence": Service de Publications, 1982,LEVISI, Margarita. Autobiografas del Siglo de Oro: Jernimo de Pasamonte, Alonso de Contreras, Miguel deCastro, Madrid: SGEL, 1984, SPADACCINi, Nicholas y TALENS, Jenaro (eds.). Autobiography in Early ModernSpain, Minneapolis: The Prisma Institute, 1988, ROMERA, J. A. ILLERA, PAGE, M. Garca y CALVET R.(coords.), Escritura autobiogrfica, Madrid: Visor, 1993, DURN LPEZ, Fernando. Catlogo comentado de laautobiografa espaola (siglos XVIII y XIX), op. cit., el n 29 de 1991 de Suplementos Anthropos sobre la "Laautobiografa y sus problemas tericos", algunos de los trabajos publicados en la obra colectiva compilada porRUIZ-VARGAS, Jos M Claves de la memoria, Madrid: Trotta, 1997, o la traduccin de una obra clsica delgnero como El pacto autobiogrfico (Mlaga, Megazul, 1994) y otros estudios de Philipe Lejeune, as como loslibros que sobre el gnero viene publicando la editorial Megazul-Endymin en su coleccin "La autobiografa".Sobre otros aspectos reveladores de este reciente inters por la literatura autobiogrfica -congresos, nmeros

    monogrficos de revistas especializadas, publicaciones, etc.-, vase CABALL, Anna Narcisos de tinta. Ensayosobre la literatura autobiogrfica en lengua castellana (siglos XIX-XX), op. cit., p. 17-21.11Sobre la amplitud y alcance de la expresin "escrituras ordinarias", vase Daniel Fabre (dir.), crituresordinaires, Paris, Centre Georges Pompidou, B.P.I./P.O.L., 1993.

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    escribirlas. Las hay que fueron escritas para ser publicadas a iniciativa propia o ajena o paraun uso en principio personal o restringido a un crculo reducido de personas. De un modo u otroel uso que el historiador haga de esta fuente est en funcin del objetivo que persiga, de aquelloque busque. Una lista no exhaustiva de objetivos posibles, a modo de muestrario, podra ser lasiguiente:

    La reconstruccin de los procesos y modos de educacin de una generacin o ungrupo social en una poca o contexto determinado. El inters por un aspecto especfico que se constituye en objeto de investigacin (la

    educacin domstica, el trabajo infantil, las primeras lecturas, la visin que se ofrece de losmaestros y profesores o los juicios valorativos sobre la enseanza recibida en la universidad o enlos colegios de religiosos, por poner algunos ejemplos)12.

    La bsqueda de similitudes y diferencias en los modos de educacin de generacioneso grupos sociales distintos.

    El anlisis de la autopercepcin socio-profesional y modos de vida de maestros yprofesores.

    Sea uno u otro el objetivo no est de ms recordar que, segn el mismo, habr querecurrir a otras fuentes complementarias con las que contrastar la informacin, y que, en este tipode fuentes, es bastante habitual, sobre todo entre los personajes relevantes, el atribuirse o almenos relacionar con su persona cuanto de bueno ha tenido lugar en su entorno y el endosar aotros o no referirse a lo que pueda empaar el juicio que el lector haga de ella13.

    El recurso a las fuentes autobiogrficas requiere, en todo caso, la elaboracin decatlogos bibliogrficos comentados y de tipologas que faciliten su clasificacin y anlisis. Eneste trabajo me limitar a exponer lo que podra ser una tipologa provisional de dichas fuentes,desde una perspectiva histrico-educativa, que muestre su diversidad y posibilidades. Antes de

    ello, no obstante, har una breve referencia a las modalidades del gnero biogrfico en cuanto asu configuracin y denominacin textual.

    MODALIDADES DEL GNERO AUTOBIOGRFICO O TEXTOSAUTORREFERENCIALES

    El uso ms o menos sistemtico de obras autobiogrficas como fuente histrica u objetode anlisis, exige su clasificacin y catalogacin. stas, a su vez, requieren la previa definicin yfijacin de los lmites de dicho objeto. La tarea no es fcil. Como ha advertido Durn Lpez, la

    12En relacin con el trabajo infantil, vase VIAO, Antonio Tiempos familiares, tiempos escolares (trabajo infantily asistencia escolar en Espaa durante la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del XX), en Famille etducation, Tours, CIREMIA, Universit de Tours, en prensa, donde se utilizan textos autobiogrficos de maestros,polticos y, sobre todo, individuos de las clases populares, y, con los colegios de jesuitas, TORIBIO, Jos M.Cuenca. La imagen literaria en los jesuitas de la postquerra, en BAROJA, J. Caro y BERISTAIN, A. (coord.),Ignacio de Loyola, Magister Artium in La Sorbonne (1528-1535), San Sebastin: Sociedad Guipuzcoana deEdiciones y Publicaciones, 1991, p. 223-234, donde se utilizan las autobiografas de BARRAL, Carlos. Aos depenitencia, Madrid: Alianza, 1975), GOYTISOLO, Juan. Coto vedado, Barcelona:[s.n.])1989, PNIKER, Salvador.Primer testamento, Barcelona: Seix Barral, 1985, GAZIEl seudnimo de Agust Calvet- Tots els camins duen aRoma, Barcelona: Edicions 62, 1981 y GOMIS, Joaqun. Testigo de poca edad (1936-1943), Barcelona: Nova

    Terra, 1968, adems de los de los autores franceses Jean Lacouture, Philipe Aris y Franois Mauriac.13Valgan, como ejemplo de estas advertencias, las referencias que se hacen en las Memorias de Godoy al InstitutoMilitar Pestalozziano o a otras iniciativas educativas y culturales de la poca (Madrid, Biblioteca de AutoresEspaoles, 1965, t. I, p. 195-230 y t. II, p. 133-139 y 143-156).

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    palabra 'autobiografa' y todava ms el adjetivo 'autobiogrfico' se emplean con una generosidady una amplitud de objetivos que inducen a confusin.... Lo cierto es que la confusin proviene engran parte de una formulacin terica consciente e innecesariamente ensanchada y se convierteen un notable problema para un trabajo cuyo propsito es la catalogacin. Es claro que no se

    puede catalogar aquello que no ha sido definido y delimitado de una manera prctica. En lo que

    atae a la teora de la autobiografa existe un problema aadido: sta ha sido siempre, y en partelo sigue siendo, un gnero disputado entre la historia y la literatura. Tradicionalmente se la haasimilado sin ms a la historia y se la ha enjuiciado por su valor documental; ms recientementese la ha querido identificar con la novela.....ambas posiciones anulan lo que este gnero tiene deespecfico e introducen importantes confusiones tericas y crticas, ya que ni la historia ni lanovela, por separado, ofrecen el instrumento terico adecuado para analizar la autobiografa(Lopz, op.cit, p.18-19).

    Dnde fijar los lmites del gnero autobiogrfico?. No creo que haya una respuestanica, vlida para todos los casos. Cada investigador, en funcin de aquello que pretenda, de loque busque, y del enfoque que adopte, ha de establecer, en ste y en otros mbitos, los lmites desu trabajo. No obstante, como tipologa general y desde una perspectiva histrica, puedendistinguirse las siguientes modalidades (la taxonoma efectuada no utiliza un nico criterio sinovarios forma textual, modo de produccin, temas tratados, etc. ; de ah que, en algn caso, sea

    posible encajar un ejemplo concreto en dos o ms de las modalidades descritas):A) Una de las definiciones ms restrictivas del gnero, elaborada desde un punto de

    vista ms literario que histrico, quizs sea la ya clsica referencia obligada de PhillipeLejeune: "Relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia,

    poniendo nfasis en su vida individual, y, en particular, en la historia de su personalidad" (1994,p.50).

    Esta definicin excluye del gnero autobiogrfico las obras en verso, las memorias orecuerdos, los autorretratos, los diarios, y todos aquellos textos que pertenecen al mbito de loque se conoce como "escrituras privadas" autorreferenciales, as como las memorias y diariosinstitucionales. Para el historiador en general y para un buen nmero de historiadores de laliteratura sta sera la autobiografa en sentido estrictoo propiamente dicha: aquella en la queel centro de atencin lo constituye el yo que recuerda y que da cuenta de su vida y persona. Suexpresin ms genuina seran las confesiones, un tipo de autobiografas ntimas en las que el

    predominio de la introspeccin, as como de lo sentimental y afectivo, alcanza sus cotas mselevadas. O en la que, entre los intelectuales, se concede una especial atencin a la evolucin

    ideolgica y al mundo de las ideas y del pensamiento14

    . Las confesiones arrancadas en juiciosinquisitoriales o de otra ndole constituyen en todo caso, por su origen y modo de produccin,una submodalidad especfica, claramente diferenciada de la anterior, que ms bien correspondeal mbito de las autobiografas administrativas e institucionales a las que despus me referir.

    B) En las memorias, testimonios, recuerdos o impresiones no predomina, por elcontrario, la introspeccin, sino la extroversin; no el yo que recuerda y que narra, sino el mundoexterior, los acontecimientos y personajes que se recuerdan y de los que se habla.La distincincon las autobiografas en sentido estricto es en ste, como en otros casos, ms terica y acadmica

    14Por ejemplo en las "confesiones" de San Agustn o en las, tan diferentes, de Algazel -estas ltimas editadas porAlianza, Madrid, 1989, y las primeras en innumerables ocasiones desde su primera impresin en castellanoefectuada en 1551-.

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    que real. Lo habitual es la combinacin en un mismo texto de ambos aspectos y el uso indistinto,en los ttulos, de unos u otros trminos.

    C) El autorretrato suele ser un texto breve integrado en otro ms amplio oindependiente circunscrito a la descripcin de los rasgos fsicos y psicolgicos del que escribe.

    D) El diarioes una sucesin de textos ms o menos extensos desde la nota o apunte

    suelto a varios folios , escritos sobre la marcha, al hilo de los acontecimientos, con mayor omenor frecuencia y regularidad, a lo largo de los aos o durante un perodo de tiempodeterminado. El peso de la realidad inmediata, an viva, sobre o a partir de la que se escribe, leconfiere, por lo usual, un carcter fragmentario y atomizado. La ausencia de perspectivatemporal provoca adems, en este tipo de textos, la yuxtaposicin de detalles sin inters aparente

    junto a otros relevantes -aunque la relevancia histrica dependa de cual sea el objeto a investigary de la metodologa que se utilice-.

    El diario, como forma textual, reviste a su vez modalidades diversas y sirve a propsitosmuy variados. El diario ntimo "constituye la quintaesencia de la literatura autobiogrfica, sumanifestacin ms genuina y consustancial, aquella que permite por la inmediatez de laescritura- una mayor espontaneidad en la exteriorizacin del yo" (Caball, op.cit, p.51). En lsuelen predominar sobre todo en los escritos durante la adolescencia y juventud los aspectossentimentales y emotivos. Pero tambin hay diarios de viajes, de lecturas y de anotaciones sobresucesos, opiniones o comentarios escritos al hilo de los acantecimientos poco o nada ntimos o

    personales , as como diarios administrativos o burocrticos: de campaa, de navegacin cuadernos de bitcora , escolares a los que despus me referir con cierta extensin-, etc..

    E) La entrevista autobiogrficaes otra modalidad textual ms de este gnero. Grabada,taquimecanografiada o contestada por escrito, pero en todo caso impresa, ofrece, como se ver,claros ejemplos de inters histrico-educativo, as como otros, de ndole general, muy anteriores

    al auge y desarrollo de la historia oral15.F) El mbito de las escrituras privadas y ordinarias autorreferencialesproporciona una

    amplia diversidad de textos autobiogrficos, en un sentido amplio, producidos por un sujetoindividual determinado. Su inters histrico es obvio. En este epgrafe una vez llevados a otroindependiente los diarios entraran la correspondencia epistolar o epistolarios16, los libros decuentas, los dietarios, los libros de familia, los de anotaciones personales diversas acontecimientos familiares, sucesos locales, recetas, citas, aforismos, etc. y las agendas, entreotros.

    15Por ejemplo, el libro de FIOL,Enrique Gmez Domadores del xito. Confesiones de su Vida y su Obra.Transcritas y aderezadas con murmuraciones indiscretas e irrespetuosas por....., Madrid: Est. tip. de la SociedadEditorial de Espaa, 4 ed.,[19 ], pero la 1 edicin hacia 1925, que recoge las entrevistas autobiogrficasefectuadas a Jacinto Benavente, Antoln Lpez Plaez, Vicente Blasco Ibez, Miguel Moya, Pablo Iglesias, JosSerrano, Francisco Verdugo, Mariano Zavala y Rmulo M. de Mora, y, en relacin con nuestro tema, el deTORRES, Federico Los modernos pedagogos (semblanzas crticas). Madrid: Yages editor, 1928, con entrevistas,entre otros, a Flix Mart Alpera, Ezequiel Solana, Ramn Ruiz Amado, Melchora Herrero, Carmen de Burgos,Jos Dalmu Carles y Elosa Lpez lvarez..16La correspondencia epistolar puede tambin ser utilizada -y comnmente lo es, o lo era- para hablar de unomismo, de lo que nos acaece, de lo que pensamos o sentimos. Su uso como fuente histrica requiere conocer, en

    todo caso, su evolucin y formas. Sobre este aspecto, vanse SALINAS, Pedro "Defensa de la carta misiva y de lacorrespondencia epistolar", Ensayos completos, Madrid, Taurus, 1981, t. II, p. 220-293 - texto incluido en Eldefensor, libro publicado en 1948 , y CHARTIER, Roger (dir.), La correspondance. Les usages de la lettre auXIXe sicle, Paris: Fayard, 1991.

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    G) Quedan, por ltimo, las autobiografas, memorias y diarios administrativos einstitucionales. No suelen ser considerados, en general, dentro del gnero autobiogrfico, enespecial cuando el enfoque del investigador es ms literario que histrico. Son, sin embargo,textos autobiogrficos producidos en, desde, por y para instituciones y organismosadministrativos. En este epgrafe habra que distinguir, en principio, dos submodalidades:

    aquellos que se refieren a una institucin u organismo determinado por ejemplo, la memoriaanual de un centro docente , y aquellos, de ndole individual, producidos en virtud de unmandato, exigencia o prctica institucional por ejemplo, un diario de campaa o de clase, unlibro de escolaridad o una confesin judicial o para ser presentados y surtir efecto ante unainstitucin asimismo determinada por ejemplo, las hojas o relaciones de mritos y servicios .

    De entre estas modalidades del espacio textual autobiogrfico en este trabajo melimitar a tratar, desde una perspectiva histrico-educativa, las autobiografas y memorias deinfancia, adolescencia y juventud distinguiendo, en este caso, las generales y las especficas ,las memorias y diarios de viaje, las autobiografas, memorias y diarios de educadores y alumnos,y, por ltimo, las autobiografas, memorias y diarios administrativos e institucionales.

    AUTOBIOGRAFAS Y MEMORIAS DE INFANCIA, ADOLESCENCIA YJUVENTUD

    Los antecedentes familiares, junto con los aos de infancia, adolescencia y juventud,suelen ser el tema central de los primeros captulos de un buen nmero de autobiografas ymemorias. Las referencias ms habituales en estas pginas, segn Bruno Vercier, son, ms omenos por este orden, las relativas al nacimiento, los padres, la casa, el resto de la familia, el

    primer recuerdo, el lenguaje, el mundo exterior, los animales, los libros, la vocacin, la escuela,

    el despertar sexual y el fin de la infancia17. Tales referencias, u otras que pudieran sealarse diversiones y juegos, amistades, temores y enfermedades, el descubrimiento de la muerte,

    primeras experiencias laborales,... pueden ser tratadas con mayor o menor amplitud. PrezGalds, por ejemplo, despacha este perodo de su vida con unas lneas por considerarlo de pocointers:

    Omito lo referente a mi infancia, que carece de inters o se diferencia poco de otras dechiquillos o de bachilleres aplicaditos. El 63 o el 64 -y aqu flaquea un poco mi memoria- mis

    padres me mandaron a Madrid para estudiar Derecho y vine a esta corte y entr en laUniversidad, donde me distingu por los frecuentes novillos que haca, como he referido en otro

    lugar18

    .Algunas veces, sin embargo, se concede a dichos aos y experiencias una atencin algo

    ms extensa en uno o varios de los captulos iniciales. As, por ejemplo, siguiendo un ordencronolgico,

    Jos M Blanco White (1975) describe admirablemente en su autobiografa elambiente acadmico, cultural y religioso de la Sevilla de finales del siglo XVIII, as como sus

    17VERCIER, Bruno. "Le mythe du premier souvenir: Pierre Loti, Michel Leiris", Revue d'Histoire de la LittratureFranaise, 1975, p. 1029-1040 (tomado de CABALL, Anna Narcisos de tinta. op. cit., p. 93.

    18GALDS, Benito Prez. 1843-1920. Memorias. Madrid: Alhambra, 1945, p. 9. Hay que aclarar no obstante, comoha advertido Fernando Durn, que estamos ante unas "memorias de encargo" y "un libro decepcionante" habidacuenta de lo que dichas memorias podran haber sido (Catlogo comentado de la autobiografa espaola (siglosXIX-XX), op. cit., p. 256.)

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    estudios y carrera acadmico-profesional (educacin elemental, escuela de latinidad, univer-sidad, pruebas de ingreso en el colegio mayor de la universidad y oposiciones a una canonja).

    Augusto Conte (1901) alude, en los tres primeros captulos de sus "recuerdos", a laescuela de primeras letras y el colegio privado a los que acudi, as como a sus estudios deFilosofa en Sevilla y de Derecho en Madrid, todo ello en la tercera y cuarta dcadas del siglo

    XIX. El P. Luis Martn(1988) en unas extensas memorias, narra su asistencia a la escuelade Melgar (Burgos) y describe con detalle sus estudios de latn, filosofa, teologa y aos denoviciado y juniorado antes de ser profesor de teologa, rector del Seminario de Salamanca,superior del colegio de estudios superiores de Deusto, Provincial de la provincia jesuita deCastilla y General de la Compaa19.

    Antonio Espina y Cap(1926) ofrece algunas noticias de su niez y adolescencia, ascomo del colegio primario en que curs la primera enseanza y de sus estudios en el Instituto"San Isidro" de Madrid en la segunda mitad de dicho siglo.

    Adolfo Posada(1983) refiere, a veces con cierta extensin y detalle, su paso por unaescuela de prvulos y otra privada de Oviedo, as como, sobre todo, por el Instituto y la Facultadde Derecho de esta ciudad y la de Filosofa y Letras de Madrid, el doctorado en Derecho, lasoposiciones a la ctedra de Derecho Poltico de Oviedo y sus relaciones con la Institucin Librede Enseanza, entre otros aspectos.

    Gabriel Maura Gamazo [c.a. 1934-35], dedica dos de los doce captulos de sus"recuerdos" a la "educacin" (maestro de primeras letras, institutriz de sus hermanas, preceptor,colegio privado y colegio de escolapios) y la "instruccin" (bachillerato en el colegio deescolapios con exmenes en el Instituto "Cardenal Cisneros" de Madrid; estancia de veinte mesesen Alemania, cuando tena 15 aos, bajo la direccin de un sacerdote renano, y en Inglaterra

    durante un verano; estudios de Derecho por libre teniendo como profesor y preceptor a ElasTormo).

    Pedro Gual Villalb [19 ] en sus "memorias" dedica, asimismo, dos captulosiniciales a su infancia, el pensionado en "uno de los ms soberbios colegios de religiosos"ubicado en los "alrededores de Barcelona" al que, no obstante, califica de "prisin" , la

    preparacin que en l recibi "para el comercio", y su "educacin en el extranjero (interno en uncolegio de Montpellier y estudios en la Universidad de Leeds)20.

    19

    MARTN, P. Luis Memorias del...., General de la Compaa de Jess, t. I (1846-1891) y t. II (1892-1906), Madrid:Universidad de Deusto, Ediciones Mensajero, Institutum Historicum S.J. y Universidad de Comillas, 1988.20VILLAB, Pedro Gual. Memorias de un industrial de nuestro tiempo. Barcelona: Sociedad General dePublicaciones, [s.n.], p. 21-39.

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    Las autobiografas y memorias de infancia, adolescencia y juventud especficas,propiamente tales, revisten, desde la perspectiva histrico-educativa, un mayor inters21. Sobretodo cuando, como sucede en algunos casos, los temas educativos constituyen uno de losaspectos centrales de las mismas. As sucede, por ejemplo, en las de

    Federico Rubio y Gal (1912): escuela de "amiga", escuela de frailes del convento de

    santo Domingo de Jerez, escuela particular del Puerto de Santa Mara, otra escuela particular y"antiguas" escuelas pas regidas por un "teniente cura" de la misma localidad, profesor particularde francs, escuela de latinidad con un dmine, clases de historia natural con un mdico y dedibujo con un comandante retirado, medio interno en el colegio de san Pedro de Cdiz y estudiosde medicina en esta ltima localidad.

    Santiago Ramn y Cajal(1915): escuelas de primera enseanza, educacin paterna,colegio de escolapios de Jaca, Instituto de Huesca, estudios de Medicina en Zaragoza yoposiciones a ctedra de universidad.

    Miguel de Unamuno (1908): colegio privado de enseanza primaria y bachillerato enel Instituto de segunda enseanza bilbano.

    Azorn (1904): escuela de primera enseanza en Monovar y, sobre todo, el internadoen el colegio de escolapios de Yecla.

    Joaquim M de Nadal (1952): aos de universitario en la Barcelona de principios delsiglo XX.

    Emilio Gonzlez Lpez (1987): colegios privados e Instituto de La Corua, estudiosde Derecho en Madrid, asociacionismo, movimientos y conflictos estudiantiles, doctorado enDerecho, estudios de Derecho Penal en la Universidad de Munich, profesor auxiliar interino dela Universidad de Madrid y oposiciones, con xito a la ctedra de Derecho penal de La Laguna

    Juan Martnez Ortiz [ca.1953]: escuela y maestro de aldea, escuela en Corral-Rubio

    bachillerato en el Instituto de Albacete, profesor en un colegio o academia privada, profesorparticular, estudios de Magisterio en Albacete y de Filosofa y Letras y Derecho en Madrid,director de academia privada y opositor, con xito, a notarias.

    Condesa de Campo Alange (1956): institutriz, profesor particular de baile flamenco,preceptor y preceptora domsticos y primeras lecturas.

    Carlos Castilla del Pino (1997): escuela de "amiga", clases particulares de msica,escuela laica en San Roque, lecturas, internado en el colegio salesiano de Ronda, profesor

    21Valga citar, a ttulo de ejemplo, las de Conde de Casa Valencia, Recuerdos de la juventud. De 1831 a 1834,Madrid, Imprenta de Fortanet, 1901, BARRIONUEVO, M. Martnez. Mi infancia. Barcelona: Imprenta de Henrichy Cia., 1906, MARQUINA, Eduardo. Das de infancia y adolescencia. Memorias del ltimo tercio del siglo XIX.Barcelona: Editorial Juventud, 1914, VALDS, Armando Palacio. La novela de un novelista. Escenas de infancia yadolescencia. Madrid: Librera de Victoriano Surez, 1923, BERNCER, Julio. Infantilia. Emocionario de la niez.Madrid: Rafael Caro Raggio, 1929, ZAMACOIS, Eduardo. Confesiones de "un nio decente" (autobiografa).Madrid: Renacimiento, 2 ed., 1931, BAROJA, Po. Desde la ltima vuelta del camino. Memorias. Familia, infanciay juventud. Madrid: Biblioteca Nueva, 1944, MONTOLIU, Manuel de. Memorias de infancia y adolescencia,Tarragona: Instituto de Estudios Tarraconenses, 1958, CELA, Camilo Jos. La cucaa. Memorias de C.J.C. Trancoprimero: infancia dorada, pubertad siniestra, primera juventud. Libro primero: la rosa, Barcelona: Destino, 1959,y Memorias, entendimientos y voluntades. Barcelona: Plaza & Jans, 1993. BARRAL, Carlos. Aos de penitencia.Madrid: Alianza, 1975, TARANCN, Cardenal. Recuerdos de juventud. Barcelona: Grijalbo, 1984, BARGA,Corpus. Los pasos contados -1. Mi familia. El mundo de mi infancia. Barcelona: Bruguera, 1985, TECGLEN,

    Eduardo Haro. El nio republicano. Madrid: Alfaguara, 1996, y, entre las de autores extranjeros, traducidas alcastellano, las de AMICIS, Edmundo de. Recuerdos de la infancia y de la escuela. Memorias juveniles. Madrid: S.de Jubero Hermanos, 1902, y TOLSTOY, Len Memorias. Infancia. Adolescencia. Juventud. Barcelona: Maucci,(s.d).

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    particular de dibujo e historia del arte, estudios y lecturas de sus hermanas mayores y enseanzasrecibidas de ellas, academia privada, Instituto de La Lnea, colegio de escolapios de Sevilla,examen de estado, estudios de Medicina en Madrid, testimonios diversos de oposiciones actedras universitarias, primeros trabajos como psiquiatra, cursos de doctorado, tesis doctoral yoposiciones a director de dispensarios de psiquiatra.

    Antonio Martnez Sarrin (1993 y 1997): escuela aneja a la Normal e Instituto deAlbacete, estudios de Derecho e internado en el Colegio Mayor "Cardenal Belluga" en Murcia,lecturas y ms lecturas y oposicin, sin xito por fortuna para la literatura , a Secretario deAdministracin Local de Primera Categora.

    Francesc Candel (1997): Colnia Bausili (antes de la guerra civil), escuela municipal,laica y mixta, de les Cases Barates (durante la guerra), escuela parroquial de Port (postguerra),maestros, libros de texto, biblioteca escolar, colonias, canciones.....

    Javier Sdaba(1993): educacin religiosa, escuelas de primera enseanza, colegio deagustinos, colegio privado de lite "Las Arenas" de Bilbao, Universidad jesuita de Comillas yPontificia de Salamanca, estudios en la Universidad Gregoriana de Roma y en Tbingen y

    profesor ayudante en el Departamento de Filosofa de la recin creada Universidad Autnoma deMadrid.

    La escasa presencia de autobiografas de mujeres o de personas pertenecientes a lasclases baja y media-baja (o, si se prefiere, populares, trabajadoras, obreras o subalternas) es unaconsecuencia, por lo dems esperada, que se desprende de las relaciones y bibliografaanteriores. La casi totalidad de las obras reseadas se deben a la pluma de aristcratas, escritores,

    polticos, profesores, profesionales liberales y empresarios. En cuanto a los textosautobiogrficos femeninos dar cuenta a continuacin de algn caso ms, cuando aluda a lasautobiografas de lderes del movimiento obrero, y en el epgrafe relativo a las memorias y

    recuerdos de docentes. Si la primera carrera que pudieron cursar y el primer ttulo acadmico-profesional que las mujeres pudieron alcanzar fue el del magisterio, nada tiene de extrao que,fuera de las clases altas y de las memorias de alguna escritora, monja o fundadora de conventos ycolegios religiosos, sea entre el magisterio donde se pueda hallar algn que otro textoautobiogrfico femenino.

    Por su parte, aquellas autobiografas escritas por personas pertenecientes a la clasebaja, popular u obrera, aunque no tan abundantes, nos permiten contrastar la educacin yformacin adquirida mediante preceptores, colegios privados y viajes al extranjero, en unoscasos, y escuelas, colegios e Institutos de segunda enseanza, en otros, adems de los estudios

    universitarios, en buena parte de ellos, con ese peregrinar de una escuela ms o menos infame aotra, la violencia y escasa preparacin de algunos maestros, la inasistencia o asistencia tarda eirregular a la escuela, la pronta incorporacin a un trabajo agotador y el recurso alautodidactismo de quienes vivan en el medio rural o pertenecan a la clase obrera urbana.

    Ninguno de ellos pudo dejarnos esas descripciones tan detalladas, no exentas a veces de dureza,que en algunas de las obras antes citadas pueden hallarse sobre los profesores universitarios o dela segunda enseanza. Ninguno de ellos tuvo esa oportunidad. Una enseanza primaria breve ymal cursada, un bachillerato inalcanzable y la dura realidad y largas jornadas de un trabajoinfantil o adolescente constituan la barrera entre unos y otros. Ah estn los testimonios, en

    algn caso estremecedores, de lderes del movimiento obrero tales como Angel Pestaa,Federico Urales, Jos Peirats Valls, Dolores Ibarruri, Manuel Vigil Montoro y Federica

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    Montseny y Simn Snchez Montero22, de otros autores sindical o polticamente no destacados23,o de trabajadores como Juan, el hijo de un jornalero agrcola sin tierra, nacido en Calasparra(Murcia) en 1901, transcrito y comentado por Joan Frigol (1998).

    MEMORIAS Y DIARIOS DE VIAJES

    Los libros de viajes slo en un sentido amplio pueden considerarse autobiogrficos. Enmuchos de ellos el autor habla poco o cas nada de s mismo. Se limita a narrar lo que vio o loque sucedi. En ste, como en otros casos, las fronteras no son ntidas. Ahora bien, si el diario esun gnero autobiogrfico por qu no incluir en el mismo los diarios de viajes?. Si se consideraautobiografa, no siempre adecuadamente, la narracin de algo vivido o acaecido al autor deltexto en cuestin cmo no considerar los libros de viajes una modalidad ms de dicho gnero,aunque las referencias a s mismo sean mnimas? No se consideran autobiografas aquellasobras en las que, bajo este ttulo u otros, el autor da cuenta de sus recuerdos aunque stos se

    refieran total o parcialmente a personas sin relacin con el mismo o a acontecimientos en los queno tuvo participacin?.El inters histrico-educativo de los libros de viajes es bien conocido. No es inusual

    encontrarse en ellos referencias a aspectos educativos y culturales. Todo depende de lo queatraiga la atencin del que viaja o del motivo por el que lo hace. As sucede, por ejemplo, en los

    Diarios de Jovellanos o en el Viaje a la Mancha de Viera y Clavijo, dos destacadosrepresentantes de la Ilustracin espaola24. Pero tambin depende, porqu no decirlo, de lahabilidad de quien escribe: pocas descripciones hay tan ajustadas y certeras de una escuela ruralde nias en la Espaa de la postguerra como la que efectu Cela (1996) de la escuela deCasasana en su Viaje a la Alcarria.

    Con independencia de ello, la literatura de viajes pedaggicos es uno de los gneros msconocidos en el mbito de la educacin comparada y una de las fuentes histrico-educativas msutilizadas25. Su inters para el historiador procede de ese rasgo que caracteriza el gneroautobiogrfico: el de ser un testimonio directo de lo visto, odo y vivido. De un modo especial, el

    primer tercio del siglo XX ofrece en Espaa una floracin de viajes al extranjero o por Espaasubvencionados por la Junta para Ampliacin de Estudios e Investigaciones Cientficas,

    22PESTAA, Angel. Lo que aprend en la vida. Madrid: Aguilar, (s.d), URALES, Federido. Mi vida, Barcelona: LaRevista Blanca, (s.d), 3 t., VALLS, Jos Peirats. "Memorias". Suplementos Anthropos, n 18, 1990, p. 7-111,IBARRURI, Dolores. El nico camino. Mosc, 1963, MONTORO, Manuel Vigil Recuerdos de un octogenario.Madrid: Editorial Pablo Iglesias, 1993, MONTSENY, Federica Mis primeros cuarenta aos. Barcelona: Plaza &Jans, 1987, y SNCHEZ MONTERO, Simn. Camino de libertad. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 1997.23SALARICH, F. Estrada. Memorias de un comerciante cataln. Barcelona: Quiris, (s.d), SNCHEZ, JosFernndez Cuando el mundo era Ablaa. Estampas de una nostalgia. Madrid: El Museo Universal, 1990, ePOVEDANO, Isidoro Snchez Vivencias de un zagal andaluz. Terrasa: gara, 1990.24JOVELLANOS, Diarios, Madrid: Biblioteca de Autores Espaoles, Ediciones Atlas, 1956, t. LXXXV, p. 1-483, y t.LXXXVI, p. 7-161, y CLAVIJO, Jos Viera y, "Viaje a la Mancha, 1774", en CLAVIJO Jos Viera y, y IRIARTE,

    Toms de. Dos viajes por Espaa. Tenerife: Instituto de Estudios Canarios, 1976, p. 25-69.25En relacin con Espaa vanse PEDR, Francesc. Los precursores espaoles de la educacin comparada.Madrid: Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educacin y Ciencia, 1987, y SANTISTEBAN, Agustn Vellosode. La educacin comparada en Espaa (1900-1936). Madrid: UNED, 1989.

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    ayuntamientos y diputaciones que dieron origen a una abundante literatura de este tipo26. No essta, sin embargo, la nica modalidad de viajes pedaggicos. Est tambin la que procede deviajes de estudio realizados por profesores y alumnos27 y la que es el resultado de un viajeemprendido, de modo particular, con una finalidad informativa o de cualquier otra ndole enrelacin con el mundo educativo. El ejemplo ms conocido quizs sean los sugestivos artculos

    de Luis Bello publicados a partir de 1926 primero en El Soly despus en forma de libro28

    .

    AUTOBIOGRAFAS, MEMORIAS Y DIARIOS DE EDUCADORES YALUMNOS

    Bajo el trmino educadores incluyo, quizs con excesiva amplitud, no slo a profesores,maestros, inspectores de enseanza primaria o secundaria, directores de establecimientosdocentes y a quienes se han preocupado y escrito sobre temas educativos y pedaggicos, sinotambin a aquellos polticos que alguna vez han tenido responsabilidades de esta ndole en elcampo de la educacin, a los administradores y gestores de la educacin hayan sido o no comoha sucedido en ocasiones profesores, maestros o inspectores, y a quienes han iniciado, llevadoa cabo o se han visto implicados, de un modo u otro, en reformas o procesos educativos.

    En ste, como en el caso anterior, es cada vez ms necesario un catlogo comentado qued cuenta, del modo ms exhaustivo posible, de las obras existentes. En este texto me limitar a

    plantear una tipologa de las mismas, as como a poner algunos ejemplos que muestren sudiversidad y posibilidades como fuente histrica.

    Estn, en primer lugar, las autobiografas, memorias y diarios de personajes relevantesde la pedagoga como san Agustn, Abelardo, Rousseau, Jovellanos o Mayans29. Despus, arengln seguido, las de los polticos y administradores de la educacin y las de los actores o

    implicados en reformas educativas. Entre ellos, algn ministro de Instruccin Pblica y Bellas

    26Uno de los primeros libros de este perodo e ndole sera el de ALPERA, Flix Mart. Por las escuelas de Europa.Madrid: Suc. de Hernando, 2 ed., 1904. Como ejemplo de los viajes realizados con cargo a la Junta para

    Ampliacin de Estudios e Investigaciones Cientficas, vase Excursiones pedaggicas al extranjero. Memoriacorrespondiente a los grupos de maestros organizados en los aos 1911 y 1912, Madrid, Establecimientotipogrfico de Fortanet, 1913.27Por ejemplo, ANTN, Enrique de Por tierras de Espaa. Una excursin de la Facultad de Filosofa y Letras.Madrid: Nuevas Grficas, 1935.28BELLO, Luis. Viaje por las escuelas de Espaa, t. I y II, Madrid: El Magisterio Espaol, 1926 y 1927, t. III,Espasa-Calpe, Madrid, 1927, y t. IV, Madrid, Compaa Iberoamericana de Publicaciones, 1929. Los artculosreferentes a Galicia fueron publicados por Akal en 1973 con una introduccin de Gonzalo Anaya. Sobre Luis Belloy su Viaje, vase el prlogo de Agustn Escolano a la edicin del Viaje por las escuelas de Castilla y Len,Valladolid, mbito Ediciones, 1996.29SAN AGUSTN, Confesiones. Madrid: Aguilar, Madrid, 1967, ABELARDO, Pedro. Historia de mis desventuras.Buenos Aires: Centro Editor de Amrica Latina, 1967, ROUSSEAU, Juan Jacobo Confesiones. Madrid: Daniel

    Jorro, 1923, JOVELLANOS, Diarios. op. cit., y STRODTMANN, Juan Cristobal Vida de Gregorio Mayans,generoso valenciano. Valencia: Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1974 (texto latino-castellano con estudiopreliminar y traduccin de Antonio Mestre de la "vida" de Mayans publicada en Wolfenbtel en 1756 porStrodtmann como obra suya, pero escrita por el biografiado).

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    Artes, como Romanones y Cierva y Peafiel, o de Educacin Nacional, como Sinz Rodrguez30,algunas de las personas responsables o implicadas en la reforma y Ley General de Educacin de197031, o las ya citadas del P. Luis Martn (op.cit), Provincial de la provincia jesuita de Castilladesde 1886 a 1891 y General de la Compaa de Jess desde 1892 a 1906.

    Entre las autobiografas de profesores y maestros parece que abundan ms las de los

    primeros que las de estos ltimos o, al menos, que son ms conocidas, en especial si se trata deprofesores universitarios . Su contenido tambin suele diferir. La razn en ambos casos es lamisma: buena parte de los profesores que han escrito textos autobiogrficos han sido, a la vez,

    personajes relevantes en el mbito de la poltica, la literatura, la cultura o la ciencia. As sucede,por ejemplo, en los casos ya citados del P. Luis Martn, Unamuno, Ramn y Cajal, Posada, SinzRodrguez, Gonzlez Lpez, Rubio y Gal y Javier Sdaba, a los que podran aadirse otros tandistantes en el tiempo como los de Torres y Villarroel y Tierno Galvn 32. Como tales profesio-nales de la enseanza suelen dedicar una especial atencin a su formacin y estudios, pero susautobiografas siempre van ms all y tratan, en mayor o menor medida, asuntos de ndole

    poltica, social, cultural o cientfica. Incluso a veces, a diferencia de lo que sucede en lasautobiografas de maestros, lo acadmico constituye slo una pequea parte en el conjunto delrelato.

    No existen muchas autobiografas o diarios de maestros y profesores de segundaenseanza. Las pocas que conozco de maestros poseen, en general, un gran inters histrico-educativo. Tal sucede con las de Valero Almudvar, Simn Lpez Anguta, Concepcin Siz de

    30ROMANONES, Notas de una vida. Madrid: Renacimiento, (s.d), t. I (1868-1901) y t. II (1901-1912), y los dosdiscursos de inauguracin del curso acadmico 1901-02 y 1902-03, pronunciados respectivamente en lasuniversidades de Madrid y Salamanca, en las que da cuenta de su gestin como ministro durante el curso

    precedente (Madrid: M. Romero, impresor, 1901 y 1902), y PEAFIEL, Juan de la Cierva y. Notas de mi vida.Madrid: Instituto Editorial Reus, 1955, y RODRGUEZ, Pedro Sinz. Testimonios y recuerdos. Barcelona: Planeta,1978.31Vanse, sobre el particular, los "testimonios" elaborados por escrito, en respuesta a un cuestionario previo, dealgunos de sus principales "actores": Ricardo Dez Hochleitner (que ya haba anticipado algo en "La reformaeducativa de 1970. Su pequea historia", en Educacin e Ilustracin. Dos siglos de reformas educativas en laenseanza, Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Educacin y Ciencia, 1988, p. 477-498), EmilioLzaro Flores, Jos Blat Gimeno y Joaqun Tena Artigas, y "crticos" de la misma: Mariano Prez Galn,Valeriano Bozal y Pamela O'Malley, en Revista de Educacin, n extraordinario sobre "La Ley General deEducacin veinte aos despus", 1990, p. 257-337.32VILLARROEL, Diego de Torres. Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del Doctor Don Diego deTorres Villarroel, catedrtico de Prima de Matemticas en la Universidad de Salamanca. Madrid: Imprenta de la

    Viuda de Ibarra, 1799 (1 edicin ntegra), y GALVN, Enrique Tierno. Cabos sueltos, op. cit.. Hay un textopeculiar (PUJOL, Ramn Coll y. Cuarenta aos de vida docente de un catedrtico de universidad. Barcelona:Imprenta de la Viuda de Bada Cantenys, 1915) que no menciono por no incluir referencia alguna, pese al ttulo, asu vida docente como catedrtico de Fisiologa de la Universidad de Barcelona.

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    Otero, Mara Snchez Arbs, Jos de Tapia, Santiago Hernndez Ruiz y Guillermina Medrano33.O bien, entre las ms recientes, las de J. Cela y J. Palau, Julia Orts e Isabel Agera34.Tambines posible encontrar alguna ficcin no tan ficticia, escrita muy probablemente por un maestro deescuela35, biografas, como la de Juan Carrillo Snchez u otros maestros, que bien pueden pasar

    por autobiografas profesionales escritas, en algn caso, por los mismos biografiados36, o libros y

    artculos en revistas pedaggicas y profesionales en las que algn maestro recordando, quizs,Como Gertrudis ensea a sus hijos y el Canto del cisne de Pestalozzi da cuenta de laorganizacin y mtodos empleados, as como de las experiencias llevadas a cabo en suescuela37.Los textos autobiogrficos de inspectores son an ms escasos. Un caso excepcional esel de la recientemente jubilada M Teresa Lpez del Castillo (1995), aunque tambin puedenhallarse referencias autobiogrficas en libros o artculos sobre la inspeccin escritos por personas

    pertenecientes a dicho cuerpo38.En cuanto a los profesores de segunda enseanza, pueden encontrarse textos

    autobiogrficos en algunos libros conmemorativos de la creacin de algn Instituto o colegio39,sin que hasta el momento salvo los ya reseados Momentos estelares de la enseanza enEspaade Luciano Fernndez Pinedo, una mezcla de historia de la educacin y autobiografa

    profesional conozca ms texto de esta ndole, escrito por docentes de este nivel educativo, quelos de Toms Alvira Alvira (1992), catedrtico de Ciencias Naturales del Instituto "Ramiro de

    33ALMUDVAR, Valero. Pginas originales (memorias de un maestro de escuela), Madrid: Est. Tip. de M.P.Montoya y Compaa, 1886, ANGUTA, Simn Lpez Biografa de D. Simn Lpez Anguta, Maestro de 1 enseanzacon ttulo superior, condecorado con la Cruz de Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII por sus relevantesservicios profesionales. Escrita por el biografiado despus de jubilado, quien ha ejercido 49 aos y 2 meses en laenseanza pblica y en la privada. Vitoria: Imprenta de los hijos de Iturbe, 1907, OTERO, Concepcin Siz. Un

    episodio nacional que no escribi Prez Galds. La Revolucin del 68 y la cultura femenina (Apuntes del natural).Madrid: Librera de Victoriano Surez, 1929, ARBS, Mara Snchez. Mi diario, Mxico [s.n.] 1961, TERN,Fernando Jimnez de Mier y. Un maestro singular. Vida, pensamiento y obra de Jos de Tapia. Mxico: D.F:Impresos y Ediciones, 1989, MEDRANO Guillermina y CRUZ, Jos I. Experiencia de una maestra republicana:Valencia, Publicaciones de la Real Sociedad Econmica de Amigos del Pas, 1998, y RUIZ, Santiago Hernndez.Una vida espaola del siglo XX. Memorias (1903-1988). Zaragoza: Instituto de Ciencias de la Educacin.Universidad de Zaragoza, 1997. Los dos primeros libros, y el ltimo, son de memorias o recuerdos con msnfasis en los aspectos profesionales en el segundo , el tercero tiene algo, en su estilo, de autobiografa novelada,el cuarto es un diario profesional escrito sobre la marcha de ah su rareza y carcter excepcional comodocumento , el quinto transcribe las conversaciones mantenidas por el autor con el maestro biografiado, y el sextotranscribe una conferencia o charla autobiogrfica.34CELA J. y PALAU, J. Con voz de maestro. Un epistolario sobre la experiencia docente. Madrid: CelesteEdiciones, 1994, ORTS, Julia. Vivencias de una maestra. Madrid: Narcea, 1998, e ESPEJO-SAAVEDRA, IsabelAgera. Memorias de una maestra. Bilbao: Descle de Brouwer, 1998.35RINCN, A. Historia de un maestro de escuela contada por D. Casiano Harto de Sufrir. Granada [s.n.], 1912.36VALDIVIA, Jos Anguita. Vida ejemplar de un maestro del siglo XIX. Apuntes biogrficos de D. Juan CarrilloSnchez, Maestro de Primera enseanza. Madrid: Imprenta Renacimiento, 1929, y, sobre todo, REGUERAL,Severiano Gonzlez, GIMNEZ, Emilio lvarez, ALCIZ, Vicente y REYES, Victoriano Encinas. Los maestros deEspaa. Biografas y estudios estadsticos sobre la primera enseanza. Pontevedra: Establecimiento Tipogrfico deJos Milln, 1885, donde se recogen las biografas profesionales de 33 maestros y 6 maestras.37Por ejemplo, de entre una lista interminable, LOZANO, Pedro A. Gmez. Mi escuela activa. Madrid: Compaade Artes Grficas, 1923.38Por ejemplo en MALLO, Adolfo. La Inspeccin de Enseanza Primaria. Historia y funciones. Madrid: Escuela

    Espaola, 1967, e Historia crtica de la Inspeccin en Espaa, Madrid: [s.n.]1989.39ste es el caso, entre otros similares publicados en los ltimos aos en libros conmemorativos, de los testimoniosde profesores incluidos en MADRID, Ramn Jimnez (coord.), El Instituto "Alfonso X el Sabio": 150 aos dehistoria. Editora Regional: Murcia, 1987, p. 341-380.

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    Maeztu" de Madrid un libro a medio camino entre la historia del Instituto, del que fuesubdirector, y los "recuerdos" de la ctedra que, como tales, se incluyen en el mismo , y JuanDomnguez Beruete (1956), catedrtico de Matemticas del Instituto de Salamanca.

    No menos raras son las autobiografas de los propietarios de casas editorialesespecializadas en la publicacin de libros de texto y material y revistas pedaggicas. Por fortuna

    contamos con las de la librera Bastinos40

    . Abundan algo ms, sin embargo, las de otros libreros,impresores y editores, de gran inters, en general, para todo lo relacionado con la historia de laalfabetizacin, la lectura y la cultura escrita41.

    No abundan tampoco mucho las autobiografas de alumnos. No me refiero ahora a lasya citadas de infancia, adolescencia y juventud en las que el tema escolar y educativo, como talesalumnos, goza de amplia presencia, sino a las especfica y exclusivamente centradas en la vida ycondicin de alumno o estudiante del autobiografiado. Algunas de las mencionadas podran serincludas, por el peso de dicha presencia, sin mucho esfuerzo, en este apartado. Por ejemplo, lasya citadas Memorias de un estudiante liberal (1903-1931) de Emilio Gonzlez Lpez. Igualsucede con los textos autobiogrficos de Jos M Caparrs, Ramn Ezquerra o Carlos Ribas enrelacin, respectivamente, con el colegio del Sacro-Monte de Granada, el Instituto San Isidro deMadrid o la Universidad de Zaragoza42. Son ms infrecuentes por desgracia, y poseen mayorvalor, los diarios escritos durante la poca de estudiante. El que casi da a da escribi JosGavira y Martn a lo largo de su ltimo ao de permanencia en el Instituto San Isidro de Madrid,en el curso 1920-21, posee por ello, as como por su detalle y extensin, un valor incalculable43.ste es el tipo de documento que, junto con otros, permite reconstruir la cultura escolar y la vidacotidiana de los centros docentes.

    Abundan ms, sin embargo, los recuerdos de la vida escolar y estudiantil escritos porencargo o previa entrevista y recogidos en textos por lo general no extensos. Suelen incluirse en

    obras conmemorativas44 o escritas para alguna exposicin de libros, mobiliario y material

    40BASTINOS, Antonio J. Mis memorias. Barcelona: Hijos de Jaime Jeps, impresores, 1912, y Estudios y recuerdos,Imprenta Elzeviriana y Librera Cam, 1925. Pese a ser escrito por alguien muy allegado y con informacinsuministrada por los mismos biografiados no incluyo, entre ellas, el libro de COMAS, Ramn M. Biografa dePaluzie y Cantorella. Con un apndice que contiene la de su hijo Faustino Paluzie y Tall, Hijos de Paluzie.Barcelona: [s.n.], 1916.41TORRES, Francisco Beltrn y. El libro y la imprenta. Madrid: Francisco Beltrn, 1931, p. 61-67, DULCET,Antonio Palau y. Memorias de un librero cataln (1867-1935). Barcelona: Librera Catalonia, 1935, MUOZ,Manuel Aguilar. Una experiencia editorial. Madrid: Aguilar, 1963, BENEIT, Julin Barbazn y. Recuerdos de unlibrero anticuario madrileo (1897-1969). Madrid: [s.n.]1970.42CAPARRS, Jos M. Memorias de un Colegial del Sacro-Monte. Granada: Tip. Guevara, 1917,ABADA, RamnEzquerra. Recuerdos del Instituto de San Isidro. Madrid: Instituto de Estudios Madrileos, 1984, GARCA, CarlosRibas. Estampas fin de siglo XIX de la Universidad de Zaragoza (Memorias de un estudiante). Zaragoza: Tip.La Acadmica, 1947.43MARTN, Jos Gavira y "Diario de un estudiante del Instituto de San Isidro (1920-1921)". Anales del Instituto deEstudios Madrileos, t. IX, 1973, p. 519-612 (introduccin y notas de Ramn Ezquerra Abada). Slo es delamentar que en el texto impreso se prescindiera de los resmenes de las clases de Filosofa que Jos Gavira, mstarde profesor de Instituto de Geografa, intercal en su diario.

    44 Por ejemplo, en MADRID, Ramn Jimnez (coord.), El Instituto "Alfonso X el Sabio": 150 aos de historia, op.

    cit., p. 381-405, y CL aniversario do Instituto provincial de Lugo, Lugo: Diputacin Provincial de Lugo, p. 155-170,en lo que a la segunda enseanza se refiere, y, en cuanto a la primera, los testimonios de antiguos alumnos deMart Alpera includos en Flix Mart Alpera (1875-1946). La seva contribuci a l'escola pblica en motiu del seuhomenatge, Barcelona, [s.n.], 1979, p. 74-88.

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    escolar45, en libros especficamente elaborados al efecto o en diferentes nmeros, como unaseccin ms o menos habitual, de revistas pedaggicas. Dar una relacin de las entrevistasefectuadas e insertas en sus pginas por Cuadernos de Pedagoga, desde su creacin en 1975, a

    personas relacionadas o no con el mundo de la educacin, sobre, exclusiva o parcialmente, susaos escolares, alargara sobremanera este texto. Quaderns d'Estudirecogi mucho antes, entre

    1915 y 1918, hasta 13 artculos de diversas personalidades del rea de influencia catalana bajo elexpresivo ttulo de "Quan jo anava a estudi", en su mayora escritos con tal fin o extrados dealgunas de sus obras. Esta iniciativa ha sido retomada recientemente por David Pujol, en nombredel Colegio pblico El Serrat de Siurana d'Empord, para pedir a diversas personas destacadasdel mundo cultural, acadmico, poltico y artstico del rea de influencia de la lengua catalanaque, con total libertad, escribieran sus "recuerdos" como alumnos o estudiantes. El resultado esun libro que recoge 31 colaboraciones, en su mayora inditas, de extensin, estilo, ttulo eintencin diferentes que, como expresa su editor, David Pujol (1996, s.p.), en el prlogo,"constituyen pequeas fotografas de la interesante pelcula que es nuestra reciente historiaeducativa".

    Por ltimo, un libro reciente de amplio xito editorial, con alguna imitacin posterior,El florido pensil. Memoria de la escuela nacionalcatlica, escrito por un profesor de la Universi-dad de Granada, Andrs Sopea Monsalve, (1994) constituye un ejemplo de las dificultades que

    plantea toda tipologa o catalogacin. A medio camino entre las memorias de infancia y adoles-cencia y la investigacin histrica sobre una poca y unos modos de educacin determinados, seconfigura como un modelo autobiogrfico peculiar, diferente de los hasta ahora analizados.

    AUTOBIOGRAFAS, MEMORIAS Y DIARIOS ADMINISTRATIVOS EINSTITUCIONALES

    No slo existe la memoria individual. Es ms, sta solo existe y viceversa en el senode una determinada memoria cultural y social. Una parte de esta ltima, no menos importante, esla memoria institucional y, como consecuencia de ella, la produccin escrita autobiogrfica quese genera en, por o para unas instituciones concretas. Esta produccin reviste, a su vez, variasmodalidades alguna de las cuales cabe definir como especfica de las instituciones educativas:

    A)Memorias institucionales en sentido estricto: aquellas producidas por la institucionesdocentes y escritas, en general, por su director, presidente o secretario, en las que se da cuenta,con una cierta periodicidad, casi siempre anual, de las actividades realizadas en el ao o curso

    precedente. Muchas de ellas se hallan impresas. La mayora de los Institutos de segundaenseanza creados durante el siglo XIX solan imprimirlas, por lo que a veces se conservancolecciones completas de ellas que se extienden en el tiempo hasta mediados de este siglo. En elmbito de la enseanza primaria son de destacar, por ejemplo, las memorias impresas de losgrupos escolares "Prncipe de Asturias" de Madrid, de los aos 1923 a 1927, redactadas por su

    45BOSQUE, Pedro. "Recuerdos de la vieja escuela". VIANA, Joaqun Daz "Recuerdos naturales", y MONEO,Modesto Marn. "Recuerdos infantiles". en La escuela del ayer, Valladolid: STE's de Castilla y Len, 1983, p. 25-29, 35 y 38-40, respectivamente.

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    director, Jos Xandri Pich, y "Cervantes", tambin de Madrid, escritas asimismo por su director,Angel Llorca, y relativas a los cursos 1925-26 y 1933-3446.

    Asimismo, habra que incluir aqu las memorias de la actividad llevada a cabo pororganismos de la administracin educativa, tambin, por lo general, annimas y anuales47.

    B) Historias de establecimientos educativos o de corporaciones destinadas a la

    enseanza, por lo general annimas, es decir, institucionales, y escritas con fines conmemora-tivos, a modo de autobiografa o crnica corporativa fundacin, evolucin, hechos y personasdestacables, etc. , siguiendo un determinado estilo y pautas hagiogrficas48.

    C) Los diarios o cuadernos escolares de profesores y alumnos. Esta modalidad autobio-grfica educativa e institucional en el sentido de que su produccin es institucionalmenteexigida y de que sigue unas pautas tambin institucionalmente establecidas en cuanto a suextensin, tamao y disposicin interna ofrece, a su vez, diversas variantes y formas textuales:

    a) El diario de clase del profesoren el que se anotan, da a da, intervalo a intervalo, lascuestiones enseadas, las actividades realizadas y los alumnos ausentes, aparte de un epgrafe de"observaciones" sobre conducta, aplicacin, premios, castigos, etc..

    b) El cuaderno de clase de los alumnoso "cuaderno individual de ejercicios escolares",donde cada alumno, da a da, materia por materia, lleva a cabo los ejercicios que se le ordenan eincluso, en algunos casos, copia, toma notas y resume las ideas expuestas por el profesor omaestro.

    c) Los diarios de los alumnos, individuales o de clase llamados, en este caso, "diariosde escuela" o "de rotacin" , en los que, da a da, cada alumno resuma en el suyo o, en los derotacin, cada da un alumno distinto la actividad escolar, a modo de crnica o historia de laescuela. Su uso quedaba restringido, por lo general, a los cursos ms adelantados y no parece quesu realizacin fuera una prctica tan habitual como las dos anteriores.

    d) Los diarios de colonias escolaresen los que, da a da, sus responsables daban cuentade los acontecimientos acaecidos y de las actividades realizadas juegos, visitas, excursiones y

    paseos, comidas, viajes, baos, progresos higinico-sanitarios, etc. 49.D) Las formas textuales autobiogrficas de produccin institucional, elaboradas a

    consecuencia de un mandato legal o como prctica habitual no se agotan, en el campo educativo,

    46PICH, J.Xandri. Memoria general del Grupo Escolar Principe de Asturias. Curso de 1923 a 1924. Madrid:Yages, (s.d) y otras memorias anuales sucesivas, hasta 1926-27, y LLORCA, Angel. Grupo Escolar Cervantes.La labor de un ao (1925-26). Madrid: Hernando, 1926, y El Grupo Escolar Cervantes. Madrid (1933 a 1934),Madrid: (s.n.)1934, as como las memorias anuales o mensuales de dicho centro docente, de 1926, 1927 y 1928publicadas en La Escuela Moderna.47Por ejemplo, de entre las impresas, la Memoria de los trabajos realizados por la Direccin General de PrimeraEnseanza en el ao 1911, Servicios que tiene encomendados y medios que necesita para cumplir todas lasfunciones que le corresponden, Madrid: Imprenta de Antonio Marzo, 1912.48Por ejemplo, Cien aos de educacin cristiana, 1846-1946, Zaragoza: Librera General, 1946, escrita paraconmemorar el centenario de la Casa de Sarri, la primera fundacin espaola de las religiosas del SagradoCorazn, Memoria del cincuentenario de la venida de los Hermanos de las Escuelas Cristianas a Espaa. Su laboreducadora durante medio siglo. Aos 1878-1928, Madrid: Talleres tipogrficos del Asilo de Hurfanos del SagradoCorazn de Jess, 1928, e Instituto de Enseanza Media Cardenal Cisneros. Centenario (1845-1945).Madrid.[s.n.], 1946.49Algunos de los diarios de las colonias escolares organizadas por la Institucin Libre de Enseanza fueron, por

    ejemplo, recogidos en su Boletn o publicados de modo independiente. Asimismo, los "partes diarios" de las doscolonias escolares organizadas en el verano de 1907 por el Ayuntamiento de Cartagena, redactadas por los dosmaestros responsables de las mismas, Mart Alpera y Martnez Muoz, fueron transcritos por CAMPILLO, AntonioPuig. La emigracin de nios al cielo, Cartagena: Emilio Garrido, editor, 1917, p. 122-150.

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    con los casos anteriores. El libro de escolaridad, reflejo administrativo en sus diversasmodalidades de la carrera acadmica, sera otro ejemplo. Bien diferente, por cierto, de las yaaludidas confesiones judiciales e inquisitoriales, orales o escritas, sujetas asimismo a un

    procedimiento formal, que, en relacin con determinados temas por ejemplo, la historia de laalfabetizacin y la lectura pueden constituir una importante fuente histrico-educativa.

    E) Existe, por ltimo, un tipo de literatura autobiogrfica, escrita para ser presentada ysurtir un determinado efecto ante instituciones u organismos pblicos o privados. Me refiero alas relaciones de mritos y servicios, hoy conocidas con el nombre de "curriculum vitae".

    Esta modalidad autobiogrfica ofrece, en cuanto a sus contenidos y forma textual, unaamplia variedad segn su caracter impreso o manuscrito, su mayor o menor rigidez formal estructura, disposicin u orden, frmulas utilizadas, etc. , y su finalidad. Pueden haber sidoelaboradas, por ejemplo, con fines justificativos o con motivo de una peticin. En este ltimocaso la forma textual puede ir desde el memorial ms cercano al escrito justificativo hasta lahoja o relacin de mritos y servicios en sentido estricto. La hoja o relacin poda presentarse, asu vez, para solicitar una gracia, puesto, gratificacin o prebenda, o bien, de un modo msformal, para optar, mediante un concurso u oposicin, a una plaza o puesto determinados. Lainformacin recogida no slo era, como es hoy habitual, de ndole acadmica y profesional. Losmritos familiares linaje, servicios realizados o cargos desempeados por algn familiar y

    personales no acadmicos ni profesionales incluso las lealtades polticas e ideolgicas ofavores eran algo habitual en las relaciones de mritos anteriores a la difusin del idealmeritocrtico50. Por lo dems, este tipo de textos suelen referirse a una sola persona y haber sidoelaborados por ella misma51, por algn familiar tras su muerte52, aunque pueden hallarse casos detextos impresos o manuscritos que recogen, casi siempre sintetizados, los mritos aportados porlos candidatos a una plaza o puesto determinado53.

    LAS AUTOBIOGRAFAS, MEMORIAS Y DIARIOS COMO FUENTEHISTRICO-EDUCATIVA (ALGUNAS POSIBILIDADES)

    Qu posibilidades ofrecen, como fuente histrico-educativa, las autobiografas, me-morias y diarios?. Frente a su uso habitual en estudios biogrficos de personajes concretos ocomo documentos aislados que ilustran o refuerzan una opinin o juicio sobre un tema o cuestindeterminados, me propongo indicar de un modo sucinto, en este texto, algunas de las posibili-dades derivadas de un uso ms general y de conjunto de este tipo de fuentes.

    50Un anlisis somero de este tipo de documentos revela, por ejemplo, el declive, a partir de los aos finales del sigloXVIII, de la presencia en los mismos de los mritos familiares, o no relativos al puesto que se pretenda, en favor delos estrictamente meritocrticos y profesionales51El ndice de relaciones de mritos y servicios conservados en la Seccin de Consejos del Archivo HistricoNacional, de Ramn Paz (Madrid, 1943), recoge 5.273 textos de esta ndole.52SALA, Jos Monlau y Relacin de los estudios, grados, mritos, servicios y obras cientficas y literarias del Dr. D.Pedro Felipe Monlau, redactada en vista de documentos oficiales y testimonios autnticos por su hijo Don......,Madrid: Imprenta y estenotipia de M. Rivadeneyra, 1858.

    53El Memorial ajustado del expediente consultivo a S.M. que pende en el Consejo pleno sobre la provisin delempleo de Bibliotecario primero de los Reales Estudios de S. Isidro de esta Corte, que tiene anexa la ctedra deHistoria Literaria, vacante por fallecimiento de D. Miguel de Manuel (Madrid, Imprenta Real, 1799), recoge porejemplo, extractados, los mritos aducidos por los 60 pretendientes a dicha plaza.

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    Algunas consideraciones han sido ya hechas al hilo de la exposicin de susmodalidades. Estas fuentes, por s solas o junto con otras, permiten, por ejemplo, reconstruir los

    procesos y modos de educacin familiar, escolar, ambiental de una generacin o grupo socialdeterminado y, por comparacin, contrastar las diferencias existentes en funcin del gnero,clase social o zona de residencia. Permiten, adems, apreciar la importancia de modos de

    educacin domstica, familiar, con preceptores, autodidacta, etc. escasamente aludidos en losdocumentos oficiales, dejados a un lado en los anlisis histrico-educativos y, por ello, pococonocidos.

    Hay asimismo aspectos concretos el trabajo infantil; la cultura escolar, en especial lorelativo a los espacios y tiempos escolares; la percepcin que los profesores y maestros tenan des mismos, en cuanto grupo social y profesional y la que los alumnos tenan de ellos; el mundode la alfabetizacin y las lecturas, etc. en los que las autobiografas, memorias y diarios puedenser utilizadas no slo para contrastar los discursos, las propuestas terico-normativas y lalegalidad con la realidad y prcticas educativas y escolares o, al menos, con la vivencia que setena de las mismas, es decir, con como fueron vividas , sino tambin para ofrecer un nmerode testimonios suficientemente amplio como para poder extraer de ellos similaridades generalesy mostrar, al mismo tiempo, la inagotable diversidad de las vivencias particulares.

    La literatura autobiogrfica sobre todo algunas de su modalidades, como lasrelaciones de mritos y servicios, pero no slo ellas es, por ltimo, una de las fuentes bsicas

    para los estudios prosopogrficos y, en lo que a la educacin se refiere, para el anlisis de losprocesos de profesionalizacin docente, academizacin de los saberes profesionales ygeneralizacin del principio meritocrtico, as como para el de la gnesis y evolucin de lasdisciplinas y curriculum escolares. La relacin existente entre la formacin y los ttulos exigidosa los candidatos a una plaza o puesto determinados, los criterios seguidos para su seleccin y la

    evolucin de las disciplinas y de sus contenidos o de las tareas asignadas a unos determinadosprofesionales convierten a este tipo de fuentes, como he mostrado en algn trabajo54, en losdocumentos ms adecuados si se maneja un nmero lo suficientemente amplio de ellos paraconectar la historia de las profesiones con la de la educacin y el curriculum.

    54VIAO, Antonio "Les origines du corps professoral en Espagne: les Reales Estudios de San Isidro, 1770-1808",Paedagogica Historica. International Journal of the History of Education, n coordinado por D. Julia sobre Auxsources de la comptence professionnelle. Critres scolaires et classements sociaux dans les carrires intellectuellsen Europe XVIIe-XVIIIe sicles, XXX, 1994-1, p. 119-174, "Por un anlisis socio-cultural de la lite intelectual y

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  • 7/25/2019 Textos Autobiogrficos - Antonio Viao

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