texto de pandora

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PANDORA Y EL RUISENOR -IGNACIO ARRIOLA- 1965 PERSONAJES: EL HOMBRE. LA MUJER MULTIPLE. ACTO UNICO El escenario estará vacío, a excepción de una pequeña mesa y dos sillas, una de las cuales será mecedora. Al levantarse el telón, dormirá el hombre sentado sobre la silla mecedora. Entra la mujer, lo mira. Mujer.- Siempre duermes, es lo único que sabes hacer. Algunas veces pretendes estar despierto. ¡Vaya ingenuidad! (Se le acerca.) ¿No piensas que alguna vez tendrás que despertar? Hombre.- (Dormido.) No me gusta que penetres mis sueños, te lo he dicho miles de veces. Mujer.- No puedes impedírmelo. Hombre.- Si me despierto, te arrojo fuera de un puntapié. Mujer.- (Se coloca detrás de la silla.) Tu sueño es un rostro en el que se desliza lentamente la irrealidad. Hombre.- Tu palabra es un puñal, que hiere las imágenes. ¿Qué quieres? Mujer.- ¡Despierta! (Pausa.) ¿Puedes dormir cuando están por llegar los enemigos?

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Page 1: Texto de Pandora

PANDORA Y EL RUISENOR

-IGNACIO ARRIOLA-

1965

PERSONAJES:

EL HOMBRE.

LA MUJER MULTIPLE.

ACTO UNICO

El escenario estará vacío, a excepción de una pequeña mesa y dos sillas, una de las cuales será mecedora. Al levantarse el telón, dormirá el hombre sentado sobre la silla mecedora. Entra la mujer, lo mira.

Mujer.- Siempre duermes, es lo único que sabes hacer. Algunas veces pretendes estar despierto. ¡Vaya ingenuidad! (Se le acerca.) ¿No piensas que alguna vez tendrás que despertar?

Hombre.- (Dormido.) No me gusta que penetres mis sueños, te lo he dicho miles de veces.

Mujer.- No puedes impedírmelo.

Hombre.- Si me despierto, te arrojo fuera de un puntapié.

Mujer.- (Se coloca detrás de la silla.) Tu sueño es un rostro en el que se desliza lentamente la irrealidad.

Hombre.- Tu palabra es un puñal, que hiere las imágenes. ¿Qué quieres?

Mujer.- ¡Despierta! (Pausa.) ¿Puedes dormir cuando están por llegar los enemigos?

Hombre.- (Despertando) ¡Ah, eres tú! Dormía tan profundo que no escuchaba el canto de los pájaros ni el ladrido de los perros.

Mujer.- El ruiseñor no canta se le rompió la cuerda. ¡Oh, que desgracia!

Hombre.- ¡Cantaba un ruiseñor y ladraba un perro! ¡Me has despertado! ¿Te das cuenta?

Page 2: Texto de Pandora

Mujer.- Eso no puede ser, aun duermes.

Hombre.- (Levantándose.) ¿Quieres ganarte un bofetón? (La sacude) Tu sonambulismo me desespera; no sabes hacer otra cosa que atormentarme con tus pesadillas. (Llora.)

Mujer.- (Avanza hacia el fondo.) ¡Mira qué hermoso paisaje!

Hombre.- (Sin sensación de haber llorado.) Ya sabía, mi amor, que éste sería el mejor lugar para nuestra luna de miel. Aquí estamos solos.

Mujer.- (Lo abraza.) ¡Soy tan feliz! (Bailan.)

Hombre.- (Deja de bailar.) ¡Me has pisado!

Mujer.- Has sido tú quien me ha pisado; bailas muy mal. (Se separa. Ella se sienta.)

Hombre.- ¿Es usted la nueva secretaria?

Mujer.- Si. ¿Es usted el jefe?

Hombre.- Señorita, mi nombre es Claude.

Mujer.- (Entusiasmada.) ¡Ah! ¿Es usted francés?

Hombre.- No, mi nombre es Francesco, pero a mi mujer le parece vulgar.

Mujer.- ¿Y su esposa, cómo se llama?

Hombre.- ¡Se llama Pandora!

Mujer.- (Ríe fuertemente) ¡Oh, Que simpático es usted! Será divertido trabajar a su lado. (El se retira, ella se pone de pie y avanza.)

Hombre.- No tienes derecho a meterte en los asuntos relacionados con mi trabajo. Me has dejado sin secretaria.

Mujer.- Busca una que llene los requisitos.

Hombre.- Nadie llena los requisitos. Si supieras lo difícil que es encontrar algo.

Mujer.- ¡Oh, Mira el paisaje!

Hombre.- Tesoro, yo sabía que tú eras lo que buscaba, lo que necesitaba. Me siento Cristóbal Colón, descubriendo el nuevo mundo. ¡Tú eres América!

Mujer.- ¡Oh, mi Almirante! (Se sienta en el hombre.)

Page 3: Texto de Pandora

Hombre.- ¡Tierra bendita! ¡Tierra buscada en el sueño, en la palabra devastada, en los ojos del aire! (Cierra los ojos.)

Mujer.- ¡Despierta, Almirante!

Hombre.- (Enojado.) ¡Te he prohibido que me despiertes cuando sueño! (Con rencor) ¿Qué quieres?

Mujer.- Ha venido a buscarte la policía.

Hombre.-… ¡Juro que soy inocente!

Mujer.- En el mundo no existen inocentes. ¿Sabes una cosa? Me das asco.

Hombre.- ¡Yo no fui!

Mujer.- ¡Tú fuiste!

Hombre.- ¡Lo juro! ¡Lo juro! Yo no la maté. Ella se suicidó. Hablaba todo el día, toda la noche; no me dejaba dormir, me tiranizaba. Sentí deseos de matarla, es cierto, y si no lo hubiera hecho ella misma yo la habría matado, lo juro; juro que la habría matado, pero no lo hice.

Mujer.- Ella te acusó. Y declarara en tu contra. ¿Qué cosa quieres probar? ¡Ella estará presente!

Hombre.- Yo no la maté. Se lo diré.

Mujer.- La policía estará de tu parte y de la de ella.

Hombre.- ¡Ese es el problema! ¿Y tú?

Mujer.- Yo estaré de tu parte a condición…

Hombre.- (Suplicante.) Si, dilo, todo lo que quieras.

Mujer.- ¡Mátate!

Hombre.- ¡No puedo hacerlo dos veces!

Mujer.- Si eres valiente prueba repetirlo.

Hombre.- A mi mejor amigo le sucedió una terrible desgracia cuando lo hizo por segunda vez.

Mujer.- ¡No me importa!

Hombre.- ¡Se murió de verdad! ¡Mató a la muerte! (Pausa.)

Page 4: Texto de Pandora

Mujer.- (Con asombro) ¡Oh, yo quiero conocerlo!

Hombre.- ¡No lo conocerás!

Mujer.- ¡Quiero conocerlo! (Se hinca.) Te lo ruego. ¡Preséntamelo!

Hombre.- Con una condición.

Mujer.- Si, ¡dila! Juro que la cumpliré.

Hombre.- (Se separa) ¡Que te enamores de él!

Mujer.- ¡Ah, eso me será muy fácil! Conoces mi condición…

Hombre.- ¡Muy bien: soy yo! ¡Yo soy mi mejor amigo. Mi amistad no la cambio por nada!

Mujer.- (Lo abraza) ¡Oh, que placer! Mi esposo me había hablado de ti; me moría de ganas de conocerte. Era absurdo no conocer al mejor amigo de mi esposo. Esto es como ignorarse a sí misma.

Hombre.- Tu marido es una bestia: quiero que seas mi amante. Te diré un secreto: nunca he podido soportarlo, me desagrada profundamente, es un cobarde que solamente inspira desprecio.

Mujer.- ¡Es un intelectual!

Hombre.- Su intelecto sólo le sirve para huir.

Mujer.- ¡Es un sonador!

Hombre.- Sólo suena la muerte pero es incapaz de abrazarla. La idea de la muerte es el vicio solitario: es una creación imaginaria y placentera. (La mujer se sienta abatida)

Mujer.- ¡Y yo que creía ser feliz!

Hombre.- No quiero que se entere mi esposa.

Mujer.- No volveré a enamorarme. Prefiero bailar. (Baila.)

Hombre.- Cuando bailas eres un engaño prendido a los ojos, la irrealidad hecha tacto, metamorfosis de espuma, un vértigo que asemeja las alas de la sangre.

Mujer.- Bailare con tu deseo pegado a mis muslos. ¿Sabes una cosa? La luna no es virgen: la han violado miles de miradas.

Hombre.- ¡Tú eres la luna!

Page 5: Texto de Pandora

Mujer.- La luna baila eternamente sola, no le gusta la compañía, le gusta la música constelada. (Baila.)

Hombre.- ¡Adiós, luna! (Queda absorto.)

Mujer.- ¡Despierta!

Hombre.- ¡Eso, no! (Pequeña pausa.)Mira, tesoro, el paisaje tiene brazos, es nuestro.

Mujer.- (Sombría.) Tu madre se niega a mirarme.

Hombre.- Tiene celos de la luna.

Mujer.- Ha llegado la nueva secretaria.

Hombre.- ¿Es rubia o es morena?

Mujer.- ¡Es todo! ¡Es eléctrica! Mecánica. (Va hacia la silla.)

Hombre.- ¡Oh, el amor mecánico, eléctrico, exacto! ¿Cómo se llama usted?

Mujer.- (Mecánicamente.) Cir-cui-to-de-pre-ci-sion.

Hombre.- (Admirado.) ¡Bellísimo nombre! ¿Cómo la llaman sus amigos?

Mujer.- De muchísimas maneras.

Hombre.- ¿Cuál le gusta más?

Mujer.- ¡Ninguna! Todos los hombres son muy estúpidos, pero usted es como yo. Puede llamarme Círculo Cuadrado. ¿Sabe una cosa? Soy muy sentimental.

Hombre.- ¡Ah! ¿Me ensenara el sentimiento electromecánico?

Mujer.- Sólo basta apretar un botón, una tecla; pero tenga cuidado de no equivocarse, porque cada cosa tiene su circuito.

Hombre.- Entonces, ¿cree en el amor?

Mujer.- El amor es la suma de dos factores; se puede llegar por la multiplicación, y también por la división y la resta.

Hombre.- Hermosa teoría.

Mujer.- Te lo demostrare. ¿Desearías amarme? ¿Te gustaría llegar a mí?

Hombre.- (Admirado.) ¡Sí, Sí!

Page 6: Texto de Pandora

Mujer.- Si yo soy el factor X y tú eres el factor Z, necesitarás un signo de más para llegar a mí. Pero si no puedes operar con un signo de más, entonces yo puedo reducir mi factor en menos X para llegar a ti. Así como las paralelas pueden alcanzarse en el infinito de igual manera nuestros factores. Este teorema es simple y compuesto, sencillo y complicado, abierto y cerrado. (Pausa.) Tengo otras teclas.

Hombre.- Me gustaría besarla, desnudarla.

Mujer.- Cuando se desmonta el mecanismo de una maquina no se tiene la maquina. Pídeme otra cosa.

Hombre.- (Oprimiendo con un dedo la frente.) ¡Quiero música!

Mujer.- Primero es la teoría, después la vida. Hemos creado la música nueva, sin intérprete y sin instrumento: música científica, pura: voz de osciladores en los oídos magnéticos de la cinta. Hemos creado el amor sin necesidad del amor y la posesión sin necesidad del cuerpo humano. Cantaré para ti. (Canta con una voz semejante a un rumor confuso. Puede acompañarse con música electrónica y efectos de sonido.) “Tu rostro es la onda perfecta de los satélites artificiales y la luna gira, hecha engranaje, en la caja de velocidades de tu automóvil.” (Aplaude)

Hombre.- ¡El mundo sueña que sueña!

Mujer.- ¡Despierta!

Hombre.- Pediré el divorcio por impedirme dormir.

Mujer.- No te lo darán.

Hombre.- Es motivo de separación eclesiástica.

Mujer.- (Tierna.) ¡Mira el paisaje!

Hombre.- (Pasándose la mano por el rostro.) ¡Raro! Tengo la sensación de haber vivido esto, de haber estado antes, de haberte conocido y odiado.

Mujer.- Todo ha sucedido. (Pequeña pausa.) Volvió la policía.

Hombre.- ¿Ahora qué quieren?

Mujer.- Nombrarte su jefe.

Hombre.- (Cruel.) ¡Ordenare tu arresto!

Mujer.- Estoy arrestada por ser tu esposa. Me dijeron que es delito casarse con una sombra. (Retrocede hacia el fondo.)

Page 7: Texto de Pandora

Hombre.- Lo había olvidado pero te prometo que haré lo posible por ayudarte. (Pequeña pausa.) ¡Madre! La semana entrante me caso.

Mujer.- Hace tres meses que te casaste por octava vez con la misma mujer. Aún no es tiempo de que lo repitas, necesitas pensarlo. ¿Por qué no lo discutes con ella después de hacer el amor? Yo con tus tres padres sólo me casé veinte veces en treinta y cinco años, pero por los pasos que llevas piensas ser ultramoderno y dar que decir a las gentes que como yo hemos sido educadas a la antigua.

Hombre.- ¡No quieres que me vuelva a casar porque tienes celos! Tú sabes que ella es inmensamente feliz cuando se casa y esa es tu única razón para oponerte, pero no olvides que yo conozco tu secreto.

Mujer.- No tengo nada que ocultar. ¡Tienes que obedecerme!

Hombre.- Conozco tus mentiras. ¿Quieres que te desenmascare? (Cruel.) Yo no tengo a mis tres padres como todos los hombres, soy hijo de tu deseo; sólo deseabas ser madre y ese intenso deseo te embarazó. ¡Esa es tu vergüenza! Soy hijo bastardo de tu pureza; no soy hijo de hombre, sólo tengo sangre de mujer, de una descarada que tiene celos de todas las mujeres. ¡Si es necesario me casaré mil veces con ella!

Mujer.- (Ríe.) Mientras más te cases más la perderás. (Se acerca.)

Hombre.- (Rabia.) ¡Ah! (Pausa.) Mi madre te desprecia. (La abraza.)

Mujer.- Nuestra boda la contentará.

Hombre.- (Triste) Eso no será posible… El cura se ha fugado del convento.

Mujer.- El cura ha muerto, querido; lo atropelló un autobús.

Hombre.- Sin embargo, lo he visto, he hablado con él.

Mujer.- ¡Es una monja! ¡Eso es profanación!

Hombre.- Hermana, sólo quiero hablar con usted.

Mujer.- (En actitud tímida y con las manos juntas.) ¡No puedo hablar con desconocidos!

Hombre.- ¿Tienes conocidos?

Mujer.- No, pero el amor de Dios puede hacernos esperar que algún día tengamos alguno; entonces podremos hablar. (Pequeña pausa.) Perdone, ¿en qué idioma me habla?

Hombre.- La mitad en ingles, la otra mitad en húngaro y la otra mitad en persa.

Page 8: Texto de Pandora

Mujer.- Me apena, pero yo hablo en latín, hebreo y pienso en finés. ¡No podemos hablar!

Hombre.- ¿Y si yo aprendo latín, hebreo y finés?

Mujer.- Los olvidaré por el griego y el portugués.

Hombre.- ¿Y si aprendo las lenguas todas del mundo? El deseo da alas a las palabras, convicción a los sentimientos, impudor a los sueños.

Mujer.- Si usted aprende todas las lenguas del mundo, yo le prometo hacerme muda y sorda.

Hombre.- ¡Puta! ¡Puta! ¡Eso y solamente eso! (Le da la espalda. Pausa.)

Mujer.- Querido, has olvidado tu velo de novio, hiciste muy feo papel.

Hombre.- Un recién casado no debe tener problemas. Lo sucedido, sucedido. Te prometo no olvidarlo para la próxima vez.

Mujer.- La bailarina de anoche prometió ayudarme.

Hombre.- No me gusta verte disfrazada, te he reconocido.

Mujer.- No es verdad, te he sorprendido.

Hombre.- Esa es una excusa.

Mujer.- El deseo en ti es como un tambor en los ojos del silencio.

Hombre.- ¡Mientes! (Se retira.)

Mujer.- Su esposa no miente, señor; usted me mira demasiado, siento que sus pupilas me hieren.

Hombre.- No la he llamado.

Mujer.- Usted me acecha, me oprime, quiere seducirme, me violenta en su intimidad; su lujuria traspasa mi sueño.

Hombre.- (Con rabia.) ¡La policía quiere que sea su jefe! Con una buena policía se pueden solucionar todos los problemas. Puedo matar, expulsar, torturar, amenazar. ¡Aceptaré!

Mujer.- (Irónica.) Ya lo has hecho todo, querido.

Hombre.- ¿Espías mis pensamientos? (Pausa.)

Page 9: Texto de Pandora

Mujer.- ¿Regresamos mañana?

Hombre.- Sí, tesoro.

Mujer.- ¡Ah, qué hermoso viaje! Al encontrarte supe que seríamos muy felices, que tú y yo nos pertenecíamos. (Lo abraza.) Ahora sé que no es un sueño el que estemos juntos. (Se separa.) ¡Pero tengo miedo! Te acusan de asesinato. Es extraño, pero les he creído. Te acusan de haberme estrangulado. Dime, ¿es cierto?

Hombre.- ¡Mienten!

Mujer.- ¿Por qué habrían de mentir?

Hombre.- Porque no existe la verdad.

Mujer.- Aunque no exista, se puede decirla. ¿Es cierto?

Hombre.- ¡Mienten!

Mujer.- ¡Yo quiero que me lo digas, sólo que me lo digas! ¿Mataste a la luna, a la secretaria, a la bailarina, a la monja, a mí, a mí?

Hombre.- Tú no puedes creerlo.

Mujer.- ¿Y tú, lo crees, lo crees? (Ligerísima pausa.) ¿Las mataste?

Hombre.- (Angustiado.) ¡A todas, a todas! ¡Soy un criminal!

Mujer.- ¿A dónde vas?

Hombre.- A buscar a mi esposa.

Mujer.- ¡Soy yo! ¡Mírame a los ojos!

Hombre.- ¡No! ¡No! ¡No!

Mujer.- (Se aproxima.) ¿Qué te sucede?

Hombre.- Pasado mañana es nuestra boda y no he comprado los anillos.

Mujer.- ¿Y si nos casáramos sin anillos? El anillo es un círculo vicioso.

Hombre.- El amor es un círculo vicioso que acaba aburriendo.

Mujer.- ¡No llevemos anillos!

Hombre.- ¿Y si prescindiera de la novia? Sería una boda duradera. Oh, sí ¡eso es! Haremos un matrimonio sin novia.

Page 10: Texto de Pandora

Mujer.- He soñado un inmenso ballet, sin público, en un inmenso teatro vacío, pleno de luces y voces, pero sin público. Las bailarinas estamos mejor solas. (Baila.)

Hombre.- ¡Yo soy tu público!

Mujer.- (Deja de bailar.) No te conozco. (Vuelve a bailar.)

Hombre.- Te amo.

Mujer.- (Deja de bailar.) Tú, no existes. (Vuelve a bailar.)

Hombre.- (Grita) ¡Te amo!

Mujer.- (Deja de bailar.) ¿Qué deseas?

Hombre.- Ser tu infinito esposo.

Mujer.- ¿Nos casaremos mañana?

Hombre.- Mañana no puede ser, nos casamos ayer y la ley no lo permite sino después de una semana. ¿Puedes esperarme?

Mujer.- ¿Cómo te llamas?

Hombre.- ¡Claude!

Mujer.- (Con admiración.) ¡Ah! ¿Eres francés?

Hombre.- Me llamo Francesco, pero a mi mujer le parece vulgar.

Mujer.- ¿Cómo se llama tu mujer?

Hombre.- Pandora.

Mujer.- (Ríe.) ¡Ah, que simpático es usted! Será divertido trabajar a su lado.

T E L O N

Roma, 1965