tesis ruiz bolivar

102
1 Universidad de Salamanca Vicerrectorado de Innovación Tecnológica Máster en eLearning: Tecnologías y Métodos de Formación en Red TESIS DE MAESTRÍA Conceptualización y Medición de la Competencia del Docente Virtual Presentada por: Carlos Ruiz Bolívar Dirigida por: Dra. Olga Diez Fernández Salamanca, enero de 2010

Upload: mcalza2161

Post on 25-Jun-2015

10.772 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Tesis Ruiz Bolivar

1

Universidad de Salamanca Vicerrectorado de Innovación Tecnológica

Máster en eLearning: Tecnologías y Métodos de Formación en Red

TESIS DE MAESTRÍA

Conceptualización y Medición de la Competencia del Docente Virtual

Presentada por: Carlos Ruiz Bolívar

Dirigida por:

Dra. Olga Diez Fernández

Salamanca, enero de 2010

Page 2: Tesis Ruiz Bolivar

2

DEDICATORIA

A todos los colegas que trabajan en pro del mejoramiento de la calidad del e-learning como una opción formativa

válida y pertinente en la sociedad de la información y del conocimiento.

Page 3: Tesis Ruiz Bolivar

3

RECONOCIMIENTOS

Un trabajo de investigación siempre es el resultado de una empresa colectiva, aun cuando hay un solo responsable: el autor.

Este caso no es la excepción. Por ello, quisiera ofrecer mi sincero reconocimiento a todas las personas que me

apoyaron en el logro de esta importante meta profesional.

En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento a la Dra. Olga Diez, por aceptar ser mi tutora de tesis, a pesar de sus múltiples

ocupaciones académicas, y por sus importantes observaciones formuladas, particularmente, durante la fase de

elaboración del proyecto.

A los validadores de contenido de la escala, Dr. Alirio Dávila (UCLA), Prof. Elisa Fernández Recio (USAL) y el

Dr. Arsenio Pérez (UCLA) quienes, con sus críticas y atinados juicios de expertos, contribuyeron

a mejorar la calidad de este trabajo.

A los colegas docentes, integrantes de la muestra del estudio, quienes tuvieron la amabilidad de responder la escala durante la fase del

trabajo de campo, cuya información sirvió de base para el estudio psicométrico del instrumento.

A mi esposa Bettys, por su soporte emocional y aportes permanentes

en todas mis metas personales y profesionales.

A todos, mil gracias por su apoyo desinteresado. Por todo ello, les reitero mis palabras más sinceras de aprecio y reconocimiento. Por

vuestra ayuda, les quedo en deuda de gratitud permanente.

Carlos Ruiz Bolívar Enero 2010

Page 4: Tesis Ruiz Bolivar

4

ÍNDICE GENERAL

Pág. LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS………………………………………………. 6 RESUMEN………………………………………………………………………….. 7 INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….. 8 CAPITULO I CONTEXTUALIZACIÓN DEL PROBLEMA……………………………………

12

1.1 Planteamiento del problema……………………………………………………… 12 1.2 Justificación e Importancia………………………………………………………. 14 1.3 Objetivos…………………………………………………………………………. 15 1.3.1 General…………………………………………………………………………. 15 1.3.2 Específicos……………………………………………………………………... 15 CAPÍTULO II REVISIÓN DE LA LITERATURA………………………………………………..

16

2.1 Noción de Competencia………………………………………………………….. 16 2.1.1 Ámbito etimológico……………………………………………………………. 16 2.1.2 Ámbito psicológico…………………………………………………………….. 16 2.1.3 Ámbito laboral…………………………………………………………………. 17 2.1.4 Ámbito curricular………………………………………………………………. 22 2.2 La Competencia del Docente Virtual…………………………………………….. 25 2.3 Fundamentación de la Tutoría Virtual…………………………………………… 50 2.4 Conceptualización de la Competencia del Docente Virtual……………. 55 2.5 Medición de la Competencia del Docente Virtual……………………………….. 59 CAPÍTULO III DESCRIPCIÓN DEL MÉTODO…………………………………………………..

63

3.1 Naturaleza de la Investigación…………………………………………………… 63 3.2 Informantes………………………………………………………………………. 63 3.3 Instrumento de Investigación…………………………………………………….. 64 3.4 Procedimientos…………………………………………………………………… 64 3.5 Técnicas de Análisis de Datos…………………………………………………… 65 CAPÍTULO IV ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS………………………………………………………

66 4.1. Validez de contenido……………………………………………………………………. 66 4.2 Análisis de ítems………………………………………………………………………… 70 4.3 Estudio de la fiabilidad………………………………………………………………….. 74 4.4 Validez de constructo……………………………………………………………………. 75 4.5 Estadísticas de la versión final de la escala………………………………………………. 78

Page 5: Tesis Ruiz Bolivar

5

CAPÍTULO V DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……………………………

79 5.1 Discusión…………………………………………………………………………………. 79 5.1.1 La competencia del docente virtual…………………………………………………….. 79 5.1.2 La estructura de la escala………………………………………………………………. 80 5.1.3 Los requerimientos psicométricos de la escala………………………………………… 81 5.2 Conclusiones…………………………………………………………………………….. 82 5.3 Recomendaciones para el uso de la escala………………………………………………. 82 6. REFERENCIAS…………………………………………………………………………..

84

7. ANEXOS…………………………………………………………………………………..

91

7.1 Versión final de la escala………………………………………………………………… 92

Page 6: Tesis Ruiz Bolivar

6

LISTA DE TABLAS Y GRÁFICOS

Tablas

Número Título Pág.

1

Clasificación de las definiciones del término competencia…………...

19 2 Competencias del docente virtual…………………………………….. 30

3 Categorías de competencias del docente virtual por autores…………. 45

4 Matriz de operacionalización del constructo…………………………. 58

5 Resumen del proceso de validez de contenido……………………….. 67

6 Estadísticos descriptivos de los ítems………………………………… 72

7 Resultados del análisis de ítems………………………………………. 73

8 Resultados de la estimación de la fiabilidad………………………….. 75

9 Resultados del análisis de factores con 44 ítemes seleccionados…….. 77

10 Estadísticos descriptivos de la escala competencia del docente virtual. 78

11 Criterios para la interpretación de las puntuaciones de la escala……... 83

Gráfico

1 Docente virtual: funciones, competencia y desempeño………………. 49

Page 7: Tesis Ruiz Bolivar

7

RESUMEN

El propósito de este estudio consistió en conceptualizar el constructo competencia del docente virtual, con base en una revisión de la literatura sobre el tema. A partir de dicha información, diseñamos y validamos psicométricamente un instrumento que permite identificar el perfil de competencia del teleformador. La elaboración del perfil se hizo con base en los procedimientos del método funcional. La metodología para el desarrollo del instrumento incluyó las fases siguientes: (a) elaborar la matriz de indicadores; (b) generar los ítemes y diseñar la primera versión del instrumento; (c) estimar de la validez de contenido, mediante el procedimiento de jueces expertos; (d) realizar los ajustes que fueran necesarios y elaborar una segunda versión del instrumento; (e) administrar esta nueva versión a una muestra de sujetos seleccionada; (f) procesar electrónicamente los datos, mediante el programa SPSS versión 18.0; (g) analizar los ítems para determinar su funcionalidad; (h) estimar la fiabilidad del instrumento, por varios métodos; e (i) estimar la validez de constructo, mediante la técnica del Análisis de Factores (Factor Analysis). Los resultados principales del estudio incluyen: (a) se seleccionaron 44 ítems para la versión final, de los 90 que fueron inicialmente formulados en su primera versión; (b) se encontró que la validez de contenido y de constructo fueron satisfactorias para los fines del instrumento; (c) la estimación de la fiabilidad de consistencia interna fue de rtt 0,969 y de rtt 0,959, obtenidas por los métodos Alpha de Cronbach y Hoyt, respetivamente. Se concluye que la escala competencia del docente virtual, objeto del presente estudio, mide lo que se propone y lo hace de manera estable y consistente. En consecuencia, puede ser utilizada, con confianza, por los interesados, con el propósito de evaluar el nivel de competencia de un docente virtual para fines de su contratación, valoración de su desempeño, formación en docencia virtual o certificación profesional. Palabras clave: docente virtual, tutor online, competencia tutorial.

Page 8: Tesis Ruiz Bolivar

8

INTRODUCCIÓN

El eLearning, como modelo de aprendizaje característico de la sociedad de la

información y el conocimiento, continúa avanzando e imponiéndose, no sin dificultades, en

diferentes contextos formativos (académicos, corporativos, sector público) ya sea bajo la

modalidad virtual propiamente dicha (online) y/o bajo la opción mixta (b-learning). Así lo

evidencia el estudio realizado por USAL/SCOPEO (2009) en el que se analizan las

tendencias sectoriales del eLearning en España (pre-universitario, educación superior,

corporativo y sector público). En este informe se señala, entre otros planteamientos, que “se

percibe como fundamental el papel del tutor en la formación en red. Aunque es difícil

contar con buenos tutores virtuales…” (p. 22); al mismo tiempo que se reconoce la

necesidad de desarrollar competencias digitales en los docentes tanto en la formación de

formadores como en los docentes activos.

También el US Department of Education (2009) ha realizado un estudio meta-

analítico en el que presenta una visión optimista acerca de las potencialidades del

eLearning como modalidad educativa. Algunos de los hallazgos reportados indican que: (a)

los estudiantes que tomaron sus clases total o parcialmente bajo la modalidad online

tuvieron un mejor desempeño, en promedio, en comparación con quienes tomaron los

mismos cursos bajo la opción presencial; al mismo tiempo que se evidenció mejores

resultados en la modalidad online en comparación con la opción presencial; y (b) no

obstante lo anterior, los estudios incluidos en el meta-análisis no demostraron que el

aprendizaje online fuera superior como medio; en muchos de los estudios que mostraban

una ventaja a favor de la modalidad online, las condiciones instrumentales de ambas

modalidades diferían en cuanto al tiempo dedicado al estudio, en los aspectos curriculares y

en los pedagógicos, lo cual permitió concluir que la diferencia entre una y otra modalidad

estaba mediada por la combinación de elementos en la condiciones del tratamiento.

De los dos estudios citados, nos parece relevante destacar los aspectos siguientes: la

superioridad del b-learning como modalidad instruccional, la cada vez más destacada

Page 9: Tesis Ruiz Bolivar

9

importancia del rol del docente como tutor virtual, la dificultad para contar con docentes

virtuales de calidad, la resistencia al cambio en algunos docentes –particularmente en nivel

preuniversitario- y la reconocida necesidad de formación para poder contar con docentes

virtuales competentes. Pero, ¿qué entendemos por un docente virtual competente? ¿Cómo

podemos medir su nivel de competencia? Es en este contexto en el que consideramos que el

presente estudio constituye un aporte importante como elemento de enlace entre la

exigencia de promover un eLearning de calidad y la necesidad de poder contar con

docentes virtuales eficientes.

Ya se ha hecho un lugar común señalar que la modalidad virtual de educación

plantea nuevos roles tanto al estudiante como al profesor, lo cual comparto. Sin embargo,

en lo que respecta al docente algunos autores centran el cambio de rol en la necesidad de

adquirir competencias digitales para tal fin. Considero que, sin desestimar la importancia

del dominio de la tecnología en este contexto, el nuevo rol del docente exige otros

elementos que le permitan comprender en profundidad y de manera integral la modalidad

virtual como un nuevo paradigma formativo.

No se trata de una simple suma del componente pedagógico al tecnológico con el

propósito de reproducir y gestionar el modelo de educación presencial tradicional en forma

digitalizada en un entorno virtual, sino de entender que las tecnologías de la información y

la comunicación, que brindan soporte al eLearning, son un medio y no un fin en sí mismas.

En consecuencia, el eLearning como el paradigma educativo característico de la sociedad

de la información y del conocimiento, debe implicar una visión integrada de la tecnología

desde los fines mismos del currículo, por lo que debe estar presente durante las diferentes

fases de la gestión curricular –diseño, instrumentación, desarrollo y evaluación- y formar

un todo complejo y sistémico con los demás componentes del proceso de enseñanza-

aprendizaje.

Esta visión del paradigma debe caracterizarse por su pertinencia socio-cultural,

flexibilidad en cuanto a lugar, tiempo, modalidad, método y ritmo individual de

aprendizaje; rigurosidad, actualidad y calidad académica, y sentido crítico-reflexivo del

Page 10: Tesis Ruiz Bolivar

10

proceso educativo. Asimismo, el paradigma debe estar centrado en el estudiante como

responsable de su propio aprendizaje, promover su autonomía para aprender en un entorno

social cambiante e inestable y en un contexto de interacción y construcción social del

conocimiento, estimular el desarrollo de procesos cognitivos y metacognitivos y promover

una educación en valores. Visto así, el cambio de rol en el docente para adaptarse a las

necesidades educativas de la sociedad de la información y el conocimiento, no puede ser un

problema sólo de capacitación digital como ya señaláramos anteriormente.

No obstante el planteamiento anterior, estas ideas no siempre parecieran estar claras

en quienes corresponde tomar las decisiones sobre las nuevas iniciativas institucionales de

eLearning. En ese sentido, muchos proyectos son orientados con metas de corto plazo tales

como: reducir costos, motivar la demanda escolar o estar a la moda, entre otras, que nada

tienen que ver con el aspecto sustantivo del eLearning como paradigma educativo de esta

época. Sin embargo, autores como Babot (2009a) considera que “a medio y largo plazo

primará la verdadera dimensión revolucionaria y de gran valor añadido del eLearning: su

enorme eficacia docente (sólo o complementando la enseñanza presencial), su

adaptabilidad, la conectividad global que permite (oyendo a todos, desde todas partes), la

interactividad profesor-alumno y alumno-alumno, la individualización de la enseñanza, la

escalabilidad...”.

En resumen, se podría señalar que el eLearning tiene un gran potencial como

paradigma educativo de esta época, ya sea en su versión online o blended, pero el

desarrollo de dicho potencial pasa necesariamente por el desempeño de un docente

competente, personal que todavía no existe en abundancia, lo cual plantea la necesidad de

su formación en los términos plateados en los párrafos anteriores. Pero no sólo para

favorecer al eLearning como tendencia educativa actual, sino en beneficio de los propios

docentes, quienes de otra manera “estarían perdiendo el autobús” del cambio y la

innovación. Al respecto Babot (2009b) ha señalado lo siguiente: “ellos [los docentes] quizá

no lo sepan, pero [no actualizarse] es una forma de morir para un canal muy importante: un

canal más y no el único, es verdad, pero un canal pujante, creciente y extraordinariamente

Page 11: Tesis Ruiz Bolivar

11

potente, en definitiva. Es una muerte súbita en ese ámbito, su muerte súbita. Y es una

pérdida para ellos y para todos”.

La cita anterior reitera, quizá en forma por demás dramática, la necesidad que tienen

los docentes del presente de ponerse al día en su formación –actualización de: contenidos,

modalidad instruccional, método pedagógico y filosofía educativa- y la obligación de las

autoridades competentes de promover y facilitar dicha capacitación y/o actualización de su

personal. Este proceso formativo, que debe ser continuo, sistemático y a diferentes niveles

(cursos de educación continua, diplomados, especializaciones, maestrías, doctorados)

requiere ser controlado y evaluado. En este sentido, la escala que proponemos en el

presente estudio para medir el constructo competencia del docente virtual, puede ser de

gran ayuda como elemento de referencia en el logro de la meta de formar docentes virtuales

competentes.

El informe ha sido organizado en cinco capítulos en los que se expresan: (a) la

contextualización del estudio, lo cual incluye: el planteamiento del problema, conjunta

mente con la justificación de la investigación y los objetivos de la misma; (b) la revisión de

la literatura, en la que se analizan aspectos tales como: el concepto de competencia desde el

punto de vista etimológico, psicológico, laboral y curricular; la competencia del docente

virtual; y la conceptualización, operacionalización y medición del constructo; (c) la

descripción del método, la cual incluye: la naturaleza de la investigación, los informantes,

el instrumento, los procedimientos y las técnicas de análisis de datos; (d) el análisis de los

resultados, los cuales hacen referencia a la validez de contenido, al análisis de ítems, la

estimación de la fiabilidad y el examen de la validez de constructo; y (e) la discusión,

conclusiones y recomendaciones, en donde se destacan los aportes del estudio y se

formulan recomendaciones para el uso futuro de la escala. Finalmente, se incluyen las

referencias –bibliográficas, hemerográficas, electrónicas- y los anexos.

Page 12: Tesis Ruiz Bolivar

12

CAPÍTULO I

CONTEXTUALIZACIÓN DEL PROBLEMA

1.1 Planteamiento del Problema

El paradigma de la educación virtual (o eLearning), basado en los recursos de la

Internet, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el desarrollo de los

LMS, el hipertexto y en el uso los materiales multimedia, como una opción formativa

emergente en la llamada sociedad de la información y del conocimiento, ha generado una

gran expectativa sobre el valor potencial que tales recursos podrían añadir al mejoramiento

de la actividad académica, empresarial, sociocultural y, en general, a la calidad de vida de

la población. Los resultados indican, después de aproximadamente una década de

funcionamiento, que tales expectativas se han cumplido sólo parcialmente, como ha

quedado documentado en los trabajos de Seoane Pardo y García Peñalvo (2007); Bartolomé

(2004); Cebrián (2003) y Salinas (2003), entre otros.

Algunas hipótesis explicativas sobre este fenómeno se refieren, por ejemplo, a la

orientación tecnologicista de los modelos instruccionales utilizados, los cuales

reprodujeron, en el plano virtual, las características básicas de la modalidad presencial, con

poca o ninguna base pedagógica en los mismos y sin el soporte humano correspondiente.

Ello ocurrió particularmente durante la llamada primera generación del eLearning, (Seoane

Pardo y Lamamie, 2005; Seoane Pardo y García Peñalvo, 2007), aunque pareciera que esta

práctica todavía no ha desaparecido del todo.

Una segunda hipótesis explicativa ha sido formulada por Bartolomé (2004), quien

atribuye las limitaciones del eLearning, durante su primera generación a, primero, las

dificultades implícitas en el propio modelo instruccional, el cual seguía muy de cerca la

modalidad de la educación a distancia tradicional; y segundo, los efectos generados por un

economicismo dominante en muchos proyectos de eLearning, tanto en la Universidad como

en las organizaciones corporativas, cuya motivación fundamental era la de reducir costos.

Page 13: Tesis Ruiz Bolivar

13

Todo lo anterior ha llevado a una reflexión de los interesados que se sintetiza en la

necesidad de desarrollar iniciativas de eLearning de calidad, lo cual pasa necesariamente

por la incorporación, en los diseños instruccionales, de la fundamentación pedagógica y el

soporte humano correspondiente, como garante de dicha calidad. Este es el planteamiento

base de la llamada segunda generación del eLearning (ver Seoane y cols., 2007). En este

sentido, la calidad del eLearning, además del docente virtual, incluye factores tales como:

la tecnología, servicios, evaluación/acreditación y contenidos, como ha señalado García

Peñalvo (2006). Sin embargo, no se trata sólo de identificar tales elementos componentes

de la ecuación de la calidad del eLearning, sino de la función que cada uno de ellos

desempeña en la misma.

En el caso del docente virtual, objeto de este estudio, se requiere de un determinado

perfil profesional que garantice su desempeño con un alto nivel de eficiencia. Ello supone

disponer de un instrumento, válido y fiable, que permita determinar hasta dónde el docente

virtual es competente para su desempeño como tal, a los fines de fundamentar la toma de

decisiones sobre situaciones de contratación, evaluación del desempeño,

acreditación/certificación o sobre el diseño de programas de capacitación y/o actualización

en docencia virtual.

Un docente virtual competente, es un profesional, especialista en un área temática,

con formación pedagógica y tecnológica apropiada quien, a partir del conocimiento de las

necesidades de un grupo que demanda un tipo de formación, es capaz de diseñar y gestionar

una instrucción de calidad, con base en un modelo socio-constructivista, en el contexto de

un sistema de gestión de aprendizaje determinado, ofreciendo al estudiante el

acompañamiento, orientación, asesoría y la ayuda oportuna y necesaria, que coadyuven al

logro de los objetivos de aprendizaje, con la mayor satisfacción posible, tanto para el

estudiante como para el propio docente.

Ahora bien, ¿Cuáles deberían ser los atributos, características o indicadores psico-

técnico-profesionales que conformarían el perfil de ese docente virtual? ¿Existe en la

literatura un perfil de competencia estandarizado del docente virtual? ¿Cómo determinar el

Page 14: Tesis Ruiz Bolivar

14

nivel de competencia del docente virtual? ¿Se dispone en la literatura de un instrumento

adecuado para tal fin? Estas interrogantes, nos permitieron orientar la reflexión crítica sobre

el examen de la literatura, particularmente durante la primera parte del estudio.

1.2 Justificación e Importancia

En esta etapa del desarrollo de la educación virtual pareciera no existir dudas, entre

los especialistas y expertos, sobre la importancia que tiene el docente en este tipo de

modalidad educativa, como garante de la calidad formativa. De allí que se haya dedicado

un esfuerzo intelectual importante, durante los últimos años, a la reflexión acerca de sus

características, roles, funciones y competencias, lo cual ha resultado en una profusa, difusa

y, a veces, hasta contradictoria literatura sobre el tema, lo cual justifica un revisión en

profundidad que permita ordenar la información e identificar las tendencias e indicadores

acerca del perfil de un docente virtual competente. Ello le da una importancia académico-

intelectual al presente estudio.

Por otra parte, el rápido desarrollo observado en la educación virtual está

demandando, cada vez más, de un mayor número de docentes capacitados para ejercer su

rol en forma competente, lo cual ha impulsado el crecimiento de la oferta de los cursos que

corrientemente ofrecen las universidades y otras organizaciones, a nivel nacional e

internacional, para la formación de docentes virtuales. Sin embargo, si se realizara un

ejercicio de comparación de los planes de estudio de tales programas formativos, se podría

observar que existe poca semejanza entre ellos, en aspectos tales como: objetivos,

contenidos, duración y nivel académico, lo cual pareciera indicar que los mismos apuntan a

diferentes perfiles formativos. Es decir, se podría apreciar la inexistencia de una idea

consensuada acerca del perfil deseable del docente virtual. Tal situación, justifica el intento

de sistematizar un conjunto de indicadores que permitan el diseño de un instrumento para

medir el nivel de competencia de este tipo de profesional, con diferentes propósitos

prácticos, como se indicó en párrafos anteriores. Ello le otorga una importancia pragmática

a este estudio.

Page 15: Tesis Ruiz Bolivar

15

Finalmente, disponer de un instrumento, como el que intentamos desarrollar

mediante el presente estudio, tiene implicaciones importantes en el campo de la

investigación educativa aplicada al eLearning, ya que aportaría una herramienta válida y

confiable para la obtención de información sobre el comportamiento del docente virtual en

el desempeño de su rol el cual, como ya se ha señalado, es el garante de un eLearning de

calidad. Esto le asigna una importancia heurística a este estudio.

1.3 Objetivos

Con base en los planteamientos anteriores, la direccionalidad del presente estudio

estará orientada por los objetivos que se indican a continuación:

1.3.1 General

Conceptualizar y operacionalizar el constructo competencia del docente virtual, a partir de

una amplia revisión de la literatura especializada, con el propósito de fundamentar el diseño

y validación de una escala para medir dicho constructo.

1.3.2 Específicos

1. Conceptualizar el constructo competencia del docente virtual (CDV), a partir de una

amplia revisión de la literatura existente sobre el tema.

2. Operacionalizar el constructo en referencia, mediante la formulación de un conjunto de

indicadores e ítems, representativos de las diferentes dimensiones del mismo.

3. Diseñar y validar psicométricamente una escala para medir la competencia del docente

virtual.

Page 16: Tesis Ruiz Bolivar

16

CAPÍTULO II

REVISIÓN DE LA LITERATURA

2.1 Noción de Competencia

La palabra competencia es un término complejo, particularmente por su sentido

polisémico, el cual hace que adopte diferentes significados en contextos distintos. En esta

sección la abordaremos en los contextos etimológico, psicológico, laboral y curricular.

2.1.1 Ámbito etimológico

Etimológicamente, la palabra competencia, según el RAE (2001), proviene del latín

competentía, con dos acepciones: competir (verbo) y competente (adjetivo). En el primer

caso, podría adoptar los significados siguientes: (a) disputa o contienda entre dos o más

personas sobre algo; (b) oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la

misma cosa; (c) situación de empresa que rivalizan en un mercado ofreciendo o

demandando un mismo producto o servicio; (d) persona o grupo rival; y (e) competición

deportiva.

En el segundo caso, la palabra competencia podría significar: (a) incumbencia; (b)

pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado; y (c)

atribución legítima a un juez u otra autoridad para el conocimiento o resolución de un

asunto. Estas designaciones semánticas también se pueden complementar con la

información que nos aporta la Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Competencia).

2.1.2 Ámbito psicológico

En este contexto, la palabra competencia ha sido utilizada para describir la habilidad

que tiene un individuo para tomar iniciativas y actuar sobre su ambiente, como se evidencia

en los trabajos pioneros de White (1959), quien considera que una persona competente es

aquella que tiene tanto las habilidades y destrezas necesarias para interaccionar

exitosamente con su entorno, como la confianza en sí misma requerida para emprender

nuevas aventuras retadoras. En este sentido, ser competente significa tener capacidad o

Page 17: Tesis Ruiz Bolivar

17

estar bien dotado para hacer algo, ser efectivo en la realización de una tarea en particular,

tener las condiciones legales, profesionales y psicológicas para alcanzar una meta o ayudar

a otro a lograrla.

De acuerdo con lo anterior, existen dos criterios para definir la competencia; el

primero, de tipo cognoscitivo, está relacionado con la habilidad para ejecutar una tarea con

un alto nivel de desempeño. Esta noción se aproxima a lo que Bloom (1971) ha llamado el

nivel de dominio (mastery level). El segundo criterio, de naturaleza psicoafectiva, se refiere

a la confianza en sí mismo, para lograr una meta con excelencia. Nardine (1971) considera

que este último criterio es el que le permite a las personas explorar nuevas situaciones,

iniciar metas retadoras de aprendizaje y emprender aventuras profesionales novedosas.

2.1.3 Ámbito laboral

En el contexto laboral, la noción de competencia ha sido objeto de gran atención

durante las últimas décadas, tanto por organismos internacionales, como la OIT, como por

los gobiernos de diferentes países y empresas privadas que están interesados en mejorar sus

niveles de calidad, productividad y de competitividad, en el contexto de una economía con

tendencia a la globalización, la cual demanda de recursos humanos cada vez mejores

preparados para asumir el reto de un desempeño exitoso en el puesto de trabajo. En este

sentido, se aprecian varias perspectiva, como señala Zarifian (1999); éstas son: (a) la de los

institutos de formación, con el ánimo de mejorar la calidad y las pertinencias de sus

curricula y programas formativos; (b) desde la óptica de los ministerios del trabajo, con la

intención de mejorar la calidad de los sistemas de formación y dotar de transparencia el

mercado laboral; (c) desde el punto de vista de las empresas, centradas en la optimización

de las características que hacen un desempeño exitoso en sus trabajadores a partir de la

identificación de competencias clave; y (d) desde la visión de los sindicatos, los cuales de

modo creciente se han aproximado al enfoque de la competencia entendiendo, y

practicando en muchos casos, que la formación está siendo parte de la negociación

colectiva.

Page 18: Tesis Ruiz Bolivar

18

La OIT/CINTERFOR (2004) ha publicado 28 definiciones sobre el término

competencia laboral y/o profesional, las cuales han sido agrupadas en tres categorías, a

saber: las dadas por los expertos, las provenientes de los centros de formación de recursos

humanos, y las elaboradas por los sistemas nacionales de normalización y/o certificación,

como se indica en la tabla 1.

Otras organizaciones y expertos han formulado aportes en relación con la definición

de la competencia laboral. Así, OCDE (2002) considera que “una competencia más que

conocimiento y habilidades, es la capacidad de afrontar demandas complejas en un

contexto particular, un saber hacer complejo, resultado de la interacción, movilización y

adecuación de capacidades, conocimientos, actitudes y valores utilizados eficazmente en

situaciones reales” (p. 77). Esta definición es comparable a la noción de conocimiento

práctico propuesto por Argirys y Schön (1978) y Schön (1987, 1997). El conocimiento

práctico propio de los profesionales reflexivos implica el conocimiento de la acción y el

conocimiento sobre el conocimiento en la acción.

Levy-Leboyer (2003) considera que las competencias son “repertorios de

comportamientos que algunas personas dominan mejor que otras, lo que las hace eficaces

en una situación determinada” (p. 37).

Vasco (2003) plantea que “una competencia es una capacidad para el desempeño de

tareas relativamente nuevas, en el sentido de que son distintas a las tareas de rutina que se

hicieron en clase o que se plantean en contextos distintos de aquellos en los que se

enseñaron” (p. 47).

También Moya (2007), al considerar el término competencia, expresa que ésta se

refiere a la “forma en que una persona utiliza todos sus recursos para resolver una tarea

concreta en un contexto determinado” (p. 15).

Page 19: Tesis Ruiz Bolivar

19

Tabla 1 Clasificación de las definiciones del término competencia

Expertos Centros de Formación de Recursos Humanos

Sistemas Nacionales de Normalización y/o Certificación

Agudelo (1998): “Competencia es la capacidad integral que tiene una persona para desempeñarse eficazmente en situaciones específicas de trabajo”.

SENAC (Brasil): “Entiende la competencia como la capacidad de movilizar saberes (…) para actuar en situaciones concretas de trabajo”.

Autoridad Nacional de Formación de Australia: “Competencia es la capacidad para desempeñar tareas y obligaciones de acuerdo con el estándar esperado en el empleo”.

Bunk (1994): “Posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos y aptitudes necesarios para ejercer una profesión…”

INTECAP (Guatemala): “Es la habilidad para realizar los roles o puesto de trabajo s a los niveles requeridos según las normas establecidas en el empelo”.

Ministerio del trabajo de Chile:

“Las competencias laborales consisten en la capacidad de un individuo para desempeñar una función productiva en diferentes contextos, de acuerdo con los requerimientos de calidad esperados por el sector productivo”.

Ducci (1997): “La competencia laboral es la construcción social de aprendizajes significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo…”

ISAFORP (El Salvador): “Conjunto de atributos de una persona para desempeñar una misma función productiva en diferentes contextos y con base en los requerimientos de calidad esperados por el sector productivo”.

Consejo de Normalización y Certificación de Competencia laborales de México:

“Capacidad productiva de un individuo que se define y se mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral…”

Gallart (1997): “La competencia es un conjunto de propiedades en permanente modificación que deben ser sometidas al prueba de la resolución de problemas concretos en situaciones de trabajo que entrañan cierto margen de incertidumbre y complejidad técnica…”

INA (Costa Rica): “Conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas psicomotoras y actitudes requeridas para el desempeño eficaz y eficiente de un trabajo productivo, de acuerdo con los estándares definidos por el mercado laboral…”

Ministerio de Educación de Brasil:

“Una persona es competente cuando constituye,, articula y moviliza valores, conocimientos y habilidades para la solución de problemas, no sólo rutinarios, sino también inesperados, en un campo de actuación”.

Kochanski (1998): “Las competencias son las técnicas, las habilidades, los conocimientos y las características que distinguen a un trabajador destacado, por su rendimiento, sobre un trabajador normal dentro de una misma función o categoría laboral”.

SENA (Colombia): “Conjunto de capacidades socioafectivas y habilidades cognoscitivas, sicológicas y motrices, que permiten a la persona llevar a cabo de manera adecuada, una actividad…”

Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional de España: “Es el conjunto de conocimientos y de capacidades que permiten el ejercicio de la actividad profesional, conforma a las exigencias de la producción y el empleo”.

Page 20: Tesis Ruiz Bolivar

20

Tabla 1 (Continuación)

Clasificación de las definiciones de término competencia Expertos Centros de Formación de

Recursos Humanos Sistemas Nacionales de

Normalización y/o Certificación

Gonzci (1996): “La competencia es una compleja estructura de atributos necesarios para el desempeño en situaciones específicas”.

Consejo Federal de Cultura y Educación de Argentina: “Un conjunto identificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades relacionadas entre sí, que permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo, según estándares utilizados en el área ocupacional”.

Le Boterf (1998): “Es una construcción, a partir de una combinación de recursos… que son movilizados para lograr un desempeño”.

Provincia de Quebec: “Es el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad”.

Mertens (1996): “Competencia es la capacidad real para lograr un objetivo o resultado en un contexto dado”.

OIT (Recomendación 195): “El término competencias abarca los conocimientos, las aptitudes profesionales y los conocimientos técnicos especializados que se aplican y dominan en un contexto específico”.

Miranda (2003): “La competencia laboral comprende las actitudes, los conocimientos y las destrezas que permiten desarrollar exitosamente un conjunto integrado de funciones y tareas de acuerdo a criterios de desempeño considerados idóneos en el medio labora”.

Prego (1998): “Son aquellas cualidades personales que permiten predecir el desempeño excelente en un entorno cambiante que exige la multifuncionalidad”.

Zarifian (2001):”Entiendo por competencia, el tomar iniciativa y responsabilizarse con éxito… ante una situación profesional”.

Page 21: Tesis Ruiz Bolivar

21

Un análisis comparativo de las definiciones anteriores nos permite identificar las

siguientes tendencias:

1. La competencia laboral como conjunto de atributos (características, cualidades o

propiedades) de la persona que le permiten el logro de un desempeño superior en el puesto

de trabajo. Estos atributos son: conocimientos, habilidades, destrezas, aptitudes, actitudes,

valores, autoestima, comportamientos, destrezas motoras y repertorios conductuales. No

obstante lo anterior, es importante señalar que los autores quienes conciben la competencia

laboral como atributos personales, no tienen una visión uniforme sobre dicho constructo.

En este sentido, no todos coinciden en identificar los mismos atributos asociados a la

competencia laboral, pero asumen tales características como variables independientes que

predicen el buen desempeño (ver, por ejemplo, Prego, 1998) y OIT (Resolución, 195).

2. La competencia laboral como capacidad. En esta visión, la competencia laboral se

concibe como una habilidad integrada, como un constructo que se expresa como una

totalidad indivisible, la cual es asumida por la mayoría de los autores como una aptitud

(habilidad potencial) para desempeñarse con éxito en el trabajo (ver, por ejemplo, Agudelo,

1998; Mertens, 1996; Vasco, 2003 y OCDE, 2002). En este grupo estarían también quienes

asumen la competencia laboral como determinada por atributos, pero vistos como una

unidad integradora; es decir, como una estructura compleja necesaria para tener éxito en el

trabajo (ver, por ejemplo, Gonzci, 1996; Le Foterf, 1998; y Ducci, 1997).

3. La competencia laboral basada en criterios de desempeño. En este caso, la

competencia laboral es asumida indistintamente como conjunto de atributos personales,

capacidad o comportamiento necesario para el buen desempeño, pero siempre en función

de un criterio de desempeño preestablecido. Esta es la tendencia que se aprecia en los

sistemas nacionales normalización y/o certificación.

Page 22: Tesis Ruiz Bolivar

22

En resumen, y a maneara de integración, se podría definir la competencia laboral

como capacidades humanas que se caracterizan por: (a) estar relacionadas con constructos

psicológicos de índole cognitivo (conocimiento, habilidades, aptitudes, destrezas) afectivo

(actitud, motivación al logro, confianza en sí mismo) y conativo (voluntad); (b) se ponen de

manifiesto de manera integrada frente a la necesidad de ejecutar una tarea concreta en un

contexto específico; (c) mantiene una relación de causalidad con el desempeño laboral

exitoso; (d) incluyen no sólo el saber, sino también el saber hacer y el saber ser; (e) son

entrenables por vía de la educación formal, la capacitación laboral para el trabajo y de la

formación continuada o permanente; y (f) son evaluables a partir de su contrastación con

criterios de desempeño bien definidos.

2.1.4 Ámbito curricular

El movimiento sobre el estudio de la competencia laboral ha tenido un impacto

importante en la educación superior tanto en Europa como en Iberoamérica, lo cual ha

devenido en un nuevo modelo para el diseño curricular, creando así la tendencia actual

denominada: Diseño Curricular Basado en Competencias (DCBC), el cual pareciera haber

sido impulsado por la contribución del proyecto Tuning en la creación del Espacio

Europeo de Educación Superior (EEES), como una de las consecuencias de la Declaración

de Bolonia (1999). Dicho proyecto estaba orientado a la búsqueda de consenso entre los

gobiernos (ministros de educación) de los diferentes países de la unión europea para la

reorganización del subsistema de la educación superior, en términos de su estructura,

homologación de las carreras y el mejoramiento de la calidad, en el marco de la

construcción del Espacio Europeo de Educación Superior. De acuerdo con González y

Wagenar (2003), se intentaba llegar a:

Puntos de referencias comunes, basados en resultados de aprendizaje, competencias, habilidades y destrezas que no tienen carácter normativo sino de referencia, de guía hacia lo que se considera lo común, con el fin de que pueda permitir que ese espacio sea una realidad donde no sólo los estudiantes en programas de intercambio puedan moverse con mayor facilidad y calidad, sino donde también los profesionales también puedan hacerlo (p. 18). El proyecto Tuning adoptó el modelo de competencias como una manera de

estandarizar el lenguaje en materia de diseño de perfiles educativos y profesiográficos, para

Page 23: Tesis Ruiz Bolivar

23

facilitar la comparabilidad de los egresados en términos de las capacidades que puedan

desarrollar los poseedores de un título universitario. Se consideró que:

El desarrollo de competencias en los programas educativos puede contribuir significativamente a abrir un área importante de reflexión y trabajos conjuntos a nivel universitario en Europa sobre: 1) el nuevo paradigma educativo, la necesidad de calidad y el incremento del acceso al empleo y la ciudadanía responsable; 3) la creación del Espacio Europeo de Educación Superior (p. 72).

En el proyecto Tuning el concepto de competencia sigue un enfoque integrador,

“considerando las capacidades por medio de una dinámica combinación de atributos que

juntos permiten un desempeño competente como parte del producto final de un proceso

educativo, lo cual enlaza con el trabajo realizado en educación superior” (González y

Wagenar, op. cit., p. 80).

En particular, en el proyecto Tuning, se estudiaron dos tipos de competencias: (a) las

específicas, que son aquellas que se relacionan de manera particular con cada área temática

y le confieren identidad y consistencia a cualquier plan de estudio de una carrera; y (b) las

genéricas, las cuales son comunes para cualquier curso o carrera. Se refieren a atributos

compartidos que pudieran generarse en cualquier titulación y que son consideradas como

importantes por ciertos grupos sociales. Las competencias genéricas fueron agrupadas en

tres categorías, a saber: instrumentales, interpersonales y sistémicas.

1. Competencias instrumentales. Están enfocadas hacia la función instrumental de la

profesión, entre las que se encuentran:

• Habilidades cognoscitivas: la capacidad de comprender y manipular ideas y

pensamientos.

• Capacidades metodológicas para manipular el ambiente: ser capaz de organizar el

tiempo y las estrategias para el aprendizaje, tomar decisiones o resolver problemas.

• Destrezas tecnológicas, relacionada con el uso de maquinaria, destrezas de

computación y gerencia de la información.

• Destrezas lingüísticas, tales como la comunicación oral y escrita o el conocimiento

de una segunda lengua.

Page 24: Tesis Ruiz Bolivar

24

2. Competencias interpersonales. Son capacidades individuales relativas a la capacidad

de expresar los propios sentimientos, habilidades críticas interpersonales, la capacidad de

trabajar en equipo o la expresión de compromiso social o ético. Estas competencias tienden

a facilitar los procesos de interacción social y cooperación.

3. Competencias sistémicas. Son las destrezas y habilidades que conciernen a los

sistemas como totalidad. Suponen una combinación de la comprensión, la sensibilidad y el

conocimiento que permiten al individuo ver como las partes de un todo se relacionan y se

agrupan. Estas capacidades incluyen las habilidades de planificar los cambios de manera

que puedan hacerse mejoras de los sistemas como un todo y diseñar nuevos sistemas. Las

competencias sistémicas o integradoras requieren como base la adquisición previa de

competencias instrumentales e interpersonales.

El modelo DCBC toma en cuenta la relación entre formación profesional y el empleo,

en el contexto de un mercado laboral dinámico, cambiante y emergente. El mismo parte del

análisis del perfil profesional deseable en el futuro egresado, de acuerdo con las

necesidades del entorno socioeconómico, lo cual le garantiza una alta pertinencia en

términos de empleo y de empleabilidad, de la oferta formativa diseñada.

De acuerdo con Catalano, Avolio de Cols y Sladogna (2004), el DCBC responde, por

un lado, al escenario actual en el cual el trabajador debe tener la capacidad de prever o de

resolver los problemas que se le presentan, proponer mejoras para solucionarlos, tomar

decisiones y estar involucrado –en menor o mayor grado- en la planificación y en el

control de sus actividades. Por otro lado, responde a las investigaciones acerca del

aprendizaje, en tanto propone una organización que favorece el aprendizaje significativo y

duradero. Este enfoque tiene implicaciones, no sólo para la organización del currículo

formal -el documento-, sino que afecta en la misma medida a la organización del contenido,

la secuencian didáctica, el diseño y/o selección de los materiales, las prácticas pedagógicas

del docente y la evaluación.

Page 25: Tesis Ruiz Bolivar

25

Cada competencia, en este contexto, viene a constituir la unidad básica de un

aprendizaje complejo, en los términos planteados por Morín, (2000, 2001) ya que aún

cuando integra conocimientos, habilidades, actitudes y valores, en la práctica estos

elementos constitutivos no son identificables, como ocurriría en una molécula de agua, en

la que es imposible distinguir sus componentes -hidrógeno y oxígeno- en tanto siga siendo

agua.

2.2 La Competencia del Docente Virtual

En esta sección se revisa la literatura específica sobre la competencia del docente

virtual, también conocido como tutor online, e-tutor, tutor telemático, tutor de educación a

distancia, e-moderador, cibertutor, tutor de teleformación, tutor virtual e ingeniero

pedagógico, entre otros. En este sentido, en un primer momento, se describen los resultados

de una muestra accesible de 20 reportes de investigación y/o propuestas de expertos acerca

de lo que debe ser el perfil de competencia de este profesional, en el contexto de un

eLearning de calidad. En un segundo momento, se realiza una integración de los resultados

a través de una matriz en la que se relacionan los autores analizados con las competencias

propuestas. Finalmente se realiza un análisis de la información encontrada y se propone un

esquema conceptual, el cual podría ser útil para ordenar la información en esta área. A

continuación se da inicio al primer momento de la revisión.

García Benavides, Cepeda Silva, Méndez Cabello (2009), apoyados en Barberá y Badía

(2004), consideran que un tutor virtual de calidad debería tener las competencias siguientes:

(a) planificación, mediante la cual el tutor organiza, anticipa y explícita las acciones e

intenciones instruccionales a fin de orientar al estudiante acerca de lo que hay que hacer,

cuando hacerlo y porque, de acuerdo con los objetivos de aprendizaje; (b) presentación de

la información, utilizando para ello diferentes formato, tales como texto, materiales

multimedia, videos, audio, y otros; (c) participación, mediante la cual el tutor se mantiene

activado propiciando e incentivando a los estudiantes para que hagan sus aportes en las

diferentes tareas y actividades de aprendizaje propuestas, tales como: foros, chat y trabajo

colaborativo; (d) interacción, la cual constituye un aspecto fundamental del aprendizaje en

los EVEA; implica un diálogo que posibilita la construcción social de conocimientos,

Page 26: Tesis Ruiz Bolivar

26

precisando y provocando preguntas y respuestas entre los estudiantes y entre éstos y el

tutor; (e) seguimiento y valoración, según la cual el tutor podrá monitorear lo que el

estudiante hace en función de su aprendizaje, valorando su calidad y pertinencia y

ofreciendo la retroinformación correspondiente; asimismo, tendrá la responsabilidad de

evaluar formalmente el nivel y tipo de aprendizaje logrado por el estudiante, para lo cual

utilizará los procedimientos e instrumentos que considere más adecuados; (f) dominio de la

tecnología, como un elemento básico que le permitirá al tutor diseñar el curso en el LMS,

interaccionar efectivamente con los estudiantes a través del entorno de aprendizaje, utilizar

las herramientas apropiadas para el trabajo colaborativo (wiki, blogs, webquest),

proporcionándoles información y ayudándoles a resolver problemas de accesibilidad y

navegación; (g) capacidad de respuesta, la cual permitirá atender de manera sistemática e

individualizada las necesidades y dificultades confrontadas por el estudiante en el proceso

de aprendizaje; el docente debe tener una alta capacidad de respuesta a fin de mantener la

atención y la motivación del estudiante por la materia de estudio; (h) colaboración tutorial,

la cual consiste en el apoyo general que le da el tutor al estudiante, como parte del

acompañamiento activo que le ofrece durante el trayecto formativo, el cual permite

identificar y atender diferentes tipos de necesidades; e (i) tiempo de carga del tutor, la cual

está asociada con el tiempo disponible para atender las demandas de los estudiantes; ello

dependerá del número de alumnos a ser atendidos y de la dedicación del docente. En este

sentido, es muy importante que el tutor pueda mantener un balance apropiado entre el

número de alumnos y la disponibilidad de tiempo, de forma que pueda cumplir su rol con

un alto nivel de eficiencia.

Urdaneta, Aguirre y Guanipa (2009) identificaron cuatro tipos básicos de competencias

del tutor en línea en la educación a distancia, ellos son: (a) pedagógico, referido a la

capacidad para explicar y poner en escena los procesos de enseñanza-aprendizaje

requeridos en la modalidad virual; (b) comunicativo, con el cual se quiere denotar la aptitud

para intervenir e interponer acciones didácticas entre la elaboración de conceptos o el

desarrollo de competencias, que permitan al docente comprender y transferir la acción de

los objetos implicados a fin de poder actuar apropiadamente; (c) psicológico, que

comprende la habilidad para cumplir el rol didáctico del docente como extensión

Page 27: Tesis Ruiz Bolivar

27

tecnológica que conforma el marco del trabajo teórico-práctico para la construcción del

saber del aprendiz, mediante las representaciones sociales que traen consigo los estudiantes;

y (d) técnico, referido a la habilidad en el manejo eficiente de las herramientas de

comunicación, documentación, planificación y evaluación del aula virtual y del entorno

tecnológico, que permitan una administración eficiente del mismo.

Ehuletche y De Stefano (2008) consideran que a la luz del conocimiento actual sobre la

educación virtual de calidad, el tutor debe tener las competencias siguientes:

1. Convertirse en un intermediario entre el estudiante y la institución, aportando

información y asesoramiento al sistema, pues la credibilidad en el mismo inicialmente

pasará por él.

2. Pasar de ser un experto en contenidos a un facilitador del aprendizaje, a partir de

diseños de experiencias que le ofrezcan al estudiante una estructura inicial para el inicio de

la interacción.

3. Poseer mínimas habilidades técnicas no solo para intervenir en el sistema sino para

resolver las limitaciones que se le vayan presentando al estudiante para interaccionar en el

mismo.

4. Presentar los contenidos de los materiales de manera tal que favorezca al máximo

el aprendizaje cuando su uso sea individual y solitario, a través de diseños específicos, de

una organización lógica de los contenidos y de inserciones de bibliografía, resúmenes,

mapas conceptuales, definiciones, esquemas, referencias a páginas web y actividades.

5. Potenciar el feedback informativo mediante el envío de mensajes por campus

virtual a partir de comentarios planteados por los estudiantes, tales como reflexiones que

surjan de la revisión de trabajos, aclaración de posibles dudas y orientando antes del

encuentro con dificultades.

Page 28: Tesis Ruiz Bolivar

28

6. Plantear tareas de enseñanza abiertas y auténticas, que consigan activar en los

Estudiantes tanto sus conocimientos previos y sus procesos cognitivos como la elaboración

del conocimiento. El planteamiento de esas actividades ha de ir acompañado de suficiente

información para que el estudiante pueda realizarlas sin tener que depender excesivamente

del profesor. En caso contrario éste deberá abrir las vías de comunicación telemáticas para

que los estudiantes puedan compartir con él, los objetivos y las condiciones de la tarea.

7. Proporcionar recursos suficientes a los estudiantes, desde materiales en diferentes

Formatos hasta enlaces a páginas web, a fin de que puedan responder a las demandas que

se realicen, activando procesos cognitivos de aprendizaje adecuados.

8. Proponer un proceso de evaluación de los aprendizajes que ponga el manifiesto el

resultado de la construcción del conocimiento por parte del estudiante.

9. Establecer una cantidad muy importante de interacciones con los estudiantes para

recoger información sobre el proceso y la calidad de la construcción de los conocimientos

que se vayan produciendo. Estos indicadores deberán dar una perspectiva suficientemente

amplia al profesor sobre el proceso de aprendizaje, a fin de que pueda tomar la iniciativa y

utilizar metodologías y técnicas instruccionales para dar soporte adecuado a cada proceso

de aprendizaje que sigue cada estudiante.

10. Desplegar un mayor número de ayudas y ver que éstas sean de diferente

naturaleza, lo que supone una mayor complejidad en su actividad docente, ya que a menudo

deberá pensar y desarrollar varias maneras de presentar el mismo contenido y utilizar

estratégicamente varios dispositivos semióticos en función de las necesidades de los

estudiantes.

Banzato y Constantino (2008), publicaron una macro-matriz de competencia para el

tutor online con el propósito de reflejar las habilidades requeridas para diseñar e

implementar cursos de acuerdo con un estándar aceptable. La matriz consta de tres

dimensiones, a saber:

Page 29: Tesis Ruiz Bolivar

29

1. La primera dimensión se refiere a conocimientos, el incluye cuatro niveles,

como son: (a) teorías de entornos de eLearning; (b) teorías de diseño para la instrucción

virtual; (c) teorías sociales de la comunicación mediada por Internet; y (d) teorías de los

ambientes virtuales multimedia.

2. La segunda dimensión se denomina áreas de competencias, que incluye siete

niveles a saber: (a) gerencia de procesos de aprendizaje online; (b) uso de una metodología

instruccional diferenciada; (c) comunicación en línea de manera efectiva; (d) uso del

ambiente virtual de aprendizaje de una manera eficiente; (e) planificación de actividades,

tiempo y recursos en el propio lugar del trabajo; (f) proveer asistencia tecnológica; y (g)

desarrollo de investigación.

3. La tercera dimensión se denomina macro-fases del proceso de entrenamiento, la

cual consta de cuatro niveles, como son: (a) diagnosis/prognosis; (b) planificación; (c)

distribución del contenido; y (d) monitoreo y evaluación. De acuerdo con estos autores,

dicha matriz permite derivar aproximadamente una 500 micro-competencia y micro-

habilidades, cuya combinación permite obtener perfiles de tutoría en el contexto de

distintos modelos de aprendizaje, tales como: cooperativo, asistido y autónomo (auto-

instrucción).

Vásquez (2007) propuso sendo perfiles de competencias tanto del estudiante como

del tutor en los entornos virtuales de aprendizaje y las condiciones de interacción entre

ambos. A los fines de este estudio, destacaremos las capacidades que conciernen al docente

virtual, tal como han sido organizadas, por el citado autor, a partir de una revisión de

literatura. Las competencias fueron agrupadas en cinco categorías, a saber: instrumentales,

interpersonales, sistémicas, conocimientos y actitudes, como se indica en la tabla 2.

Page 30: Tesis Ruiz Bolivar

30

Tabla 2 Competencias del tutor virtual

C O M P E T E N C I A S Instrumentales: *Expresarse por escrito con claridad y precisión. *Usar correctamente el idioma respectando las normas gramaticales. *Resolver problemas tecnológicos. *Usar: procesador de texto, correo electrónico, chat, foro, videoconferencia, Internet, plataformas, software en uso (licencia ICDL)2. *Buscar, seleccionar, organizar y valorar información. *Plantear y solucionar problemas. *Realizar seguimientos a los alumnos. *Marcar el ritmo y el uso del tiempo. *Evaluar situaciones, otorgar calificaciones por resultados de aprendizaje.

Interpersonales: *Mantener estilo de comunicación no autoritario, motivador y amistoso. *Usar y trabajar con las emociones en línea. *Facilitar técnicas de trabajo intelectual para el estudio en red. *Facilitar la colaboración y la participación. *Facilitar estrategias de mejora y cambio. *Usar el humor en línea. *Plantear observaciones, dudas, cuestiones. *Trabajar en equipo en espacios virtuales *Negociar *Reflexionar y evaluar su propio trabajo. *Promover debates con cuestiones sugerentes. *Gestionar dinámicas de grupo intercambiando con todos los alumnos.

Sistémicas: *Investigar, aplicar, transferir, extrapolar el conocimiento en la práctica y situaciones nuevas. *Aprender a aprender. *Organizar y planificar planes y actividades de manera realista que faciliten el aprendizaje.

*Analizar las necesidades y expectativas de los participantes. *Apoyar y orientar a los alumnos. *Adaptarse a nuevas situaciones. *Trabajar autónomamente. *Diseñar y gestionar proyectos. *Generar nuevas ideas.

Conocimientos: *Conocimientos, procedimientos y metodologías específicos de la especialidad. *Dominio específico y práctico de curso. *Perfil del egreso y plan de estudio del programa académico cursado por los estudiantes. *Alternativas curriculares y posibilidades de especialización del programa de estudios del estudiante. *Normas y claves de la vida de la institución. *Recursos de ayuda y asesoramiento a los cuales puede acudir el estudiante.

*Conocimientos de los aspectos funcionales de las tecnologías didácticas. *Conocimiento de las líneas didácticas de los cursos. *Técnicas de trabajo intelectual para el estudio en red. *Teorías y didáctica del aprendizaje. *Teoría y práctica de la comunicación. *Información objetiva y actualizada de las principales salidas profesionales al finalizar el programa formativo, condiciones del mercado y entorno laboral.

Actitudes: *Motivación y resolución para ser tutor virtual. *Implicación en la calidad. *Actualización permanente en su especialidad. *Compromiso con la institución y los estudiantes. *Compromiso ético. *Confidencialidad. *Iniciativa y espíritu emprendedor. *Ofrecer y recibir críticas constructivas. *Valoración de la diversidad y multiculturalidad, delicadeza cultural. *Respeto, asertividad, diálogo, escucha. *Comprensión de las dificultades de convertirse en alumno en línea. *Sugerente para promover el debate.

*Apertura y accesibilidad de los estudiantes. *Mostrar sensibilidad en las relaciones. *Responsabilidad, puntualidad. *Diálogo, escucha, empatía. *Confianza en los interlocutores. *Respeto a las ideas de los otros. *Sentido positivo ante los problemas técnicos. *Amabilidad, cortesía *Tolerancia. *Flexibilidad. *Visión sistémica. *Disciplina. *Compromiso, entusiasmo por el aprendizaje. *Trabajar en contexto internacional.

Fuente: Ardizzone, 2004; Cabero, 2007; ECDI, 2002; García Nieto, 2005; González, 2007; Guitert, 2007; Inacap, 2007; Irigoin, 2002; Marcelo, 2004; Miguel, 2006; Monereo, 2005; Salmon, 2004 ( Citados por Vasquez, 2007).

Page 31: Tesis Ruiz Bolivar

31

Seoane Pardo y García Peñalvo (2007), destacan la importancia sustantiva que tiene el

rol del tutor online, como garante de un eLearning de calidad, cuya labor debe estar regida

por una metodología definida, la cual comprende las siguientes competencias y destrezas,

como son:

1. Científico-técnicas, referidas al dominio razonable que debe tener el tutor sobre un

área de contenido profesional, que sin llegar a ser un experto, le permita orientar

exitosamente al estudiante en problemas específicos de aprendizaje.

2. Tecnológicas, implican que el tutor deba tener un dominio apropiado del entorno

virtual de aprendizaje, organizado en torno a un LMS, dónde realiza su trabajo de gestor de

la instrucción en línea.

3. Didácticas, referidas a la capacidad del tutor para hacer posible el logro de un

aprendizaje efectivo y significativo con un alto nivel de satisfacción para el estudiante; se

refiere principalmente a la orientación psicopedagógica del docente-tutor.

4. Comunicativas, las cuales permiten al tutor un manejo de las herramientas del

lenguaje, particularmente escrito, para ejercer su rol de gestor del curso y promover la

participación, interacción y cooperación entre los diferentes componentes del subsistema de

aprendizaje virtual, con el propósito de lograr los objetivos propuestos.

5. De liderazgo y gestión de la información, relacionada con la capacidad del tutor

para ganarse el rol de conducir e influir en el grupo, sin necesidad de mandarlo o de

imponer su autoridad. Ello facilitaría su función como promotor de una comunidad de

aprendizaje y el fomento de la cooperación entre sus miembros, como una estrategia de

aprendizaje socializado.

6. Evaluadoras y de gestión de la calidad, según la cual el tutor debe utilizar

diferentes herramientas y procedimientos para determinar tanto las necesidades iniciales del

grupo, como los niveles de progreso durante el proceso y, finalmente, determinar el nivel

Page 32: Tesis Ruiz Bolivar

32

de logro de los objetivos de aprendizaje. Esta capacidad también le dará pié al tutor para

velar por el control de la calidad del proceso de aprendizaje, el cual empieza por la toma

consciencia de su propio rol como garante de dicho proceso.

Ovelar y Díaz (2007) en su presentación sobre las competencias de un docente online y

herramientas, agrupan las mismas en cuatro categorías, a saber:

1. Contenidos teóricos, tales como: diseño del aprendizaje, extensión y profundidad,

búsqueda de materiales, creación e interacción.

2. Planificación, entre las cuales están: concreción del programa, carga de trabajo,

configuración del entrono virtual, descripción de las actividades.

3. Interacción, la cual incluye: herramientas de comunicación, disponibilidad,

participación, lenguaje.

4. Evaluación, como: definición de criterios, seguimiento, feedback y coordinación.

Ortega Sánchez (2007) en su estudio sobre el tutor virtual, identificó las competencias

siguientes:

1. Pedagógica. Consiste en orientar y guiar el aprendizaje del alumno. Explicar las

dudas sobre los contenidos presentados en el curso virtual, diseñar resúmenes o actividades

para ampliar los conocimientos. Evaluar los trabajos presentados y realizar un seguimiento

de las actividades. Enseñar nuevas estrategias y métodos de enseñanza-aprendizaje para el

aprendizaje en red.

2. Tecnológica. Se refiere a la guiatura del alumno sobre la utilización de los

diferentes medios tecnológicos necesarios para crear un entorno de aprendizaje apropiado.

3. Social. Planea la necesidad de crear un entorno flexible, agradable y amigable,

animando a los estudiantes a participar y a conocerse.

Page 33: Tesis Ruiz Bolivar

33

4. Comunicacional. Se refiere a generación de interacciones entre los diferentes

componentes de la comunidad virtual de aprendizaje, enseñando habilidades

comunicativas.

5. Organizadora. Tiene que ver con la gestión y especificación de las directrices de

actuación en los diferentes foros o herramientas de participación y moderándolos.

Organizar los grupos de trabajo y coordinarlos.

6. Dinamizadora. Consiste en motivar a los alumnos a participar y seguir aprendiendo

de manera autónoma minimizando el riesgo de abandono por soledad en el aprendizaje a

través de las tecnologías.

7. Ética. El tutor virtual así como cualquier formador debe ser consciente de la

generación de valores a través de estos medios de formación y de la repercusión en los

alumnos o participantes.

Caballero, Desiato y García (2007), en un estudio documental identificaron tres

áreas de competencias básicas de un tutor virtual, como son: las investigativas, las

pedagógicas y las personales.

1. Las competencias investigativas están referidas (a) la necesidad que tiene el tutor

de indagar sobre los nuevos conocimientos temáticos y tecnológicos con el propósito de

mantenerse actualizado y de esa manera garantizar una formación continua y de calidad;

(b) publicación y aplicación de trabajos de investigación: el tutor deberá hacer uso de sus

conocimientos técnico-pedagógicos para así publicar las investigaciones realizadas de

manera que sus alumnos puedan acceder a la información, a través de los medios de

información masiva como lo es Internet. También estará en capacidad de enseñar a sus

alumnos a investigar, encaminarlos hacia un proyecto o en actividades que requieran un

oportuno proceso de investigación.

Page 34: Tesis Ruiz Bolivar

34

2. Las competencias pedagógicas, se refieren, en primer lugar, al desarrollo y

dirección de los participantes, según la cual el tutor debe estar completamente consciente y

saber que su papel en este caso es el de un orientador que apoya y dirige el proceso de

aprendizaje del estudiante, además de evitar el aislamiento entre él y los alumnos, ya que

éste es uno de los principales factores de deserción. El tutor debe asegurar, además, que los

participantes hayan aprendidos los contenidos desarrollados en los materiales y sean

capaces de reflexionar y transferir a la práctica los nuevos conocimientos. También debe

brindar apoyo operativo y establecer horarios de atención flexibles y adecuados a la

realidad del contexto.

En segundo lugar, se refiere a la capacidad de gestión de conocimiento,

planificación y orientación de las actividades por parte del tutor. En este sentido, el tutor

debe establecer las directrices del proceso, así como planificar los objetivos, señalar el

itinerario y la tomar las decisiones correspondientes, así como planificar todo lo

relacionado con su intervención en el proceso de aprendizaje. También debe brindar

asesoramiento personalizado y atender las dudas y problemas relacionados con el

aprendizaje de los participantes.

3. Las competencias personales. Se relaciona, en primer lugar con la objetividad y el

compromiso del tutor en el desempeño de su rol. En este sentido, su perfil debería incluir

atributos personales como los siguientes: iniciativa, entusiasmo, autoconocimiento,

seguridad en las respuestas, liderazgo, empatía, autocontrol y creatividad. Incluye además

lo relacionado con la comunicación y la ética. Al respecto, se espera que el tutor esté en

capacidad de de crear espacios comunicativos acordes al medio en que se desenvuelve,

propiciando encuentros en foros, chats, podcast, mensajería, agenda, wiki, encuestas, entre

otros; fiel acompañante de los procesos de enseñanza-aprendizaje, facilitando el interés por

parte del alumno dentro de lo que es esta nueva modalidad educativa. Sin dejar de lado el

valor ético, expresado en el respeto a la diversidad de opinión y contribuyendo al progreso

de la ciencias, disciplinado de manera adecuada y reproduciendo información con el debido

respecto a los derechos de autor.

Page 35: Tesis Ruiz Bolivar

35

Krneta, Bjekic y Milosevic (2007), identificaron competencias tecnológicas para el

docente virtual a partir de las categorías siguientes: (a) competencias educacionales,

relacionadas con el sistema de conocimiento, habilidades, destrezas y disposiciones

motivacionales para cumplir con el rol de un educador profesional; (b) competencias de

contenido, referidas al dominio del conocimiento sobre el contenido del curso y al

desarrollo de habilidades de aprendizaje en el estudiante, para la internalización de dicho

contenido; y (c) competencias comunicativas, relacionadas con el sistema de conocimiento,

habilidades, destrezas y disposiciones motivacionales para lograr la meta de la

comunicación y la enseñanza de la interacción social.

Evia y Pech (2007) desarrollaron un modelo contextual de competencia, tomando en

cuenta: (a) el contexto para su puesta en práctica y el reconocimiento de la naturaleza del

medio, así como los recursos necesarios para la realización de la actividad; (b) la realidad

dinámica y los sujetos que la emiten; (c) los elementos que la conforman, tales como:

conocimientos, capacidades y actitudes; (d) los ejes que clarifican los roles y funciones,

tanto de alumnos como de maestros; y (e) un enfoque integrado y reflexivo que propicia la

acción a través de la reflexión crítica profesional. A partir de dicho modelo y con base

fundamentalmente en los ejes: pedagógico, organizacional, social, técnico y ético,

derivaron 41 capacidades deseables en un docente-tutor en línea.

Llorente Cejudo (2006), realizó un estudio documental sobre el tema de la tutoría

virtual, en el que sintetiza los trabajos de varios autores (Cabero y Gisbert, 2005; Martínez

Casanova, 2005; Valverde y Garrido, 2005; Salinas, 2003; Barrer, 2002; Bennet y Marsh,

2002; y, Adell y Sales, 2000). El examen de la información le permitió identificar cinco

funciones básicas y 34 competencias de un tutor online. Las funciones fueron:

1. Académico-pedagógica, por ejemplo: dar información, extender, clasificar y

explicar los contenidos presentados, responder a los trabajos de los estudiantes, diseñar

actividades y situaciones de aprendizaje de acuerdo a un diagnóstico previo.

2. Técnica, por ejemplo, asegurarse de que los alumnos comprenden el

Page 36: Tesis Ruiz Bolivar

36

funcionamiento técnico del entorno telemático de formación, dar consejos y apoyos

técnicos, utilizar adecuadamente el correo-e.

3. Organizativa, por ejemplo, establecer el calendario del curso, explicar las

normas de funcionamiento dentro del entorno, mantener contactos con el resto del equipo

docente y organizativo).

4. Orientadora, por ejemplo, facilitar técnicas de trabajo intelectual para el estudio

en red, dar recomendaciones públicas y privadas para el trabajo y la calidad del mismo,

asegurarse de que los alumnos trabajan a un ritmo adecuado; y (e) social, por ejemplo, dar

la bienvenida a los estudiantes que participan en el curso en red, animar y estimular la

participación, proponer actividades para facilitar el conocimiento entre los participantes.

Dondi, C., Mancinelli, E., y Motentti, M. (2005) realizaron un análisis comparativo

de las competencias del docente universitario en la modalidad presencial y online, a partir

de cuatro procesos básicos comunes de la acción docente como son: análisis de necesidades

de aprendizaje, diseño de entrenamiento, distribución del programa instruccional y,

monitoreo y evaluación. Ellos consideran que la diferencia fundamental entre el docente

presencial y en línea está en el componente tecnológico que debe manejar el docente

virtual. Las competencias tecnológicas del docente virtual identificadas por proceso se

indican a continuación.

1. Análisis de necesidades de aprendizaje, incluye: (a) habilidad para parear las

necesidades de aprendizaje de los estudiantes con diferentes modelos de aprendizaje; (b)

habilidad para considerar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes para seleccionar

los medios y recursos más apropiados; (c) habilidad para utilizar internet como un recurso

de aprendizaje; y (d) habilidad para proporcionar todo el soporte administrativo necesario

para los diferentes aspectos del aprendizaje.

Page 37: Tesis Ruiz Bolivar

37

2. Diseño de entrenamiento, que comprenden: (a) habilidad para seleccionar el

medio adecuado para el programa de aprendizaje; (b) habilidad para diseñar el material de

referencia adecuado; (c) habilidad para preparar sesiones de trabajo en tiempo real-

(d) habilidad para programar una sesión bajo la modalidad virtual; (e) habilidad para

diseñar instrumentos para el monitoreo y evaluación en línea.

3. Distribución del programa instruccional, integradas por: (a) habilidad para

adoptar un enfoque de aprendizaje centrado en el estudiante; (b) habilidad para distribuir y

manejar sesiones de trabajo en línea en tiempo real; (c) habilidad para distribuir y manejar

una sesión virtual; (d) habilidad para manejar efectivamente herramientas de para el

desarrollo de la clase virtual; (e) habilidad para proveer al estudiante de experticia

tecnológica.

4. Monitoreo y evaluación, integradas por: (a) habilidad para usar de manera

consistente; coherente instrumentos para el monitoreo y evaluación en línea; y (b)

habilidad para recuperar datos relevantes de la evaluación a partir de las disponibilidades

tecnológicas del sistema.

Marcelo García (2005), bajo la coordinación del proyecto Prometeo, realizó un estudio

sobre el análisis de las competencias necesarias para el diseño, desarrollo y gestión de

acciones de eLearning, asumido como un trabajo en equipo. Así, identificó las capacidades

requeridas por el experto en contenido, el metodólogo, el diseñador de medios, el diseñador

Web, el administrador de plataforma, el gestor, el coordinador del curso y el profesor-tutor.

Las competencias fueron diseñadas a partir de cuatro categorías como fueron: tecnológicas,

de diseño, tutoriales y de gestión.

A los fines del presente trabajo, haremos referencia al perfil del profesor-tutor,

cuyas capacidades asignadas fueron:

1. Competencias tecnológicas, tales como manejo de procesadores de texto, uso

Page 38: Tesis Ruiz Bolivar

38

de herramientas de comunicación (correo-e, chat, foro, videoconferencia), habilidad para

utilizar los diferentes programas informáticos que facilitan la navegación en Internet,

conocer procedimientos para corregir las tareas de los estudiantes en la plataforma, conocer

los procedimientos para gestionar como usuario las herramientas de comunicación de la

plataforma: foros, chat y correo.

2. Competencias de diseño, tales como: actitud de búsqueda de actualización

permanente en el dominio de las herramientas y plataformas de creación y aplicaciones de

Internet, conocer los principios didácticos y teorías del aprendizaje adulto, ser capaz de

diseñar actividades de trabajo en grupo a través del eLearning, planificación y seguimiento

de actividades individuales, seleccionar la estructura formativa más adecuada para la

organización del curso (semipresencial o en línea), introducir modificaciones en la

programación del curso, revisar las actualizaciones de los contenidos del curso, diseñar y

desarrollar la evaluación del curso.

3. Competencias tutoriales, las cuales incluyen: ayudar a los alumnos en los

primeros momentos, conocer y familiarizarse con los alumnos desde el inicio del curso,

resolver las dudas que se le presentaran a los estudiantes, actuar como facilitador de

información, enviar consejos y sugerencias, informar sobre el comienzo y finalización de

cada módulo y tema, informar a los alumnos de las características del trabajo en grupo en

eLearning, introducir y moderar los debates en el foro, concertar y moderar sesiones de

chat, realizar unas conclusiones generales de las sesiones de chat y de los debates en los

foros, enviar a los alumnos mensajes de apoyo, emplear todos aquellos medios a su alcance

para interactuar con el alumno, seleccionar el sistema de tutoría más adecuado (individual o

en grupo), promover que los alumnos puedan resolver dudas planteadas por otros alumnos,

coordinar al equipo de tutores en relación a comunicaciones y a la evaluación de los

alumnos, atender las sugerencias realizadas por los alumnos, evaluar las tareas de los

alumnos con adecuación a los criterios establecidos, evaluar las tareas de los alumnos

asumiendo un enfoque formativo.

4. Competencias de gestión, por ejemplo, establecer la forma de coordinación

Page 39: Tesis Ruiz Bolivar

39

más adecuada entre los tutores del curso.

Denis, Watland, Pirotte y Verday (2004) identificaron 11 roles que lleva a cabo un

docente virtual; éstos son: facilitador de contenido, facilitador de metacognición, facilitador

de procesos, orientador, asesor, tecnólogo, proveedor de recursos, gerencial/administrativo,

diseñador, co-aprendiz e investigador. Estos roles fueron agrupados en cuatro categorías de

competencias, a saber: pedagógica, comunicacional, experto en una disciplina y

tecnológica.

La IBSTPI (International Board of Standards for Training, Performance and

Instruction), en el 2003, propusieron un conjunto de competencias para el instructor de

eLearning, las cuales fueron agrupadas en seis categorías, a saber:

1. Bagaje profesional, que incluye: comunicar con eficacia, actualizar y mejorar sus

conocimientos y habilidades profesionales, respetar las normas éticas y legales vigentes.

2. Planificación y preparación, tales como: planificar las metodologías y los

materiales instructivos, prepararse para impartir la formación.

3. Métodos y estrategias formativas(1), como: estimular y conservar la motivación e

implicación de los participantes, demostrar las habilidades necesarias para realizar

presentaciones con eficacia, demostrar la habilidad de facilitar el aprendizaje a los

participantes, demostrar la habilidad de formular preguntas eficaces.

4. Métodos y estrategias formativas (2), la cual incluye: proporcionar aclaraciones y

feedback a los participantes, fomentar la retención de conocimientos y habilidades,

fomentar la transferencia de conocimientos y habilidades y utilizar la tecnología y los

medias para incrementar el aprendizaje y el rendimiento.

5. Evaluación, que comprende: valorar el aprendizaje y el rendimiento y evaluar la

eficacia de la formación.

Page 40: Tesis Ruiz Bolivar

40

6. Gestión, que comprende: crear un entorno que fomente el aprendizaje y el

rendimiento y gestionar el proceso instructivo mediante el uso apropiado de la tecnología

Reid, D. (2003) propusieron cinco tipos de competencias y 25 subcompetencias que

debe poner en práctica el docente virtual, éstas son:

1. Experto en contenido, que incluye las subcompetencias: experto en contenido,

enriquecimiento de las interacciones, buscar y proveer recursos, análisis de preguntas y

tareas relevantes.

2. Gestión del curso, que incluye: administración, contacto institucional, gerencia y

Pedagogía.

3. Evaluación, la cual comprende: apreciación del desempeño, retroinformación,

monitoreo y unidad evolutiva.

4. Proceso de facilitación, que comprende: comunicación, confianza, disposición,

creación y mantenimiento del entorno, facilitación y pedagogía.

5. Conocimiento técnico, que incluye: actitud, selección, recursos, pedagogía técnica,

suporte técnico y uso de la tecnología.

Cela, Montseerrat y Flores (2002) se refieren al docente virtual como ingeniero

pedagógico. Elaboraron una matriz formada por cuatro categorías de competencias como

encabezadoras de columnas, como son: técnica, metodológica, participativa y personal

identificaron cuatro momentos y cuatro momentos del proceso instruccional que

representan las filas; dichos momentos son: de decisión, de creación, de impartición y de

evaluación. A partir de esta combinación generaron 45 competencias que debe cumplir el

docente virtual.

Okhandiar y Pandit (2002), consideraron que el tutor online debe estar equipado

Page 41: Tesis Ruiz Bolivar

41

con 27 competencias, distribuidas en seis categorías, a saber:

1. Habilidades técnicas, tales como: (a) manejo de motores de búsqueda

(google, yahoo, alta vista y otros); (b) actualización del contenido consistentemente y asistir

al estudiante en la búsqueda de nueva información en la web; (c) uso de herramientas de

comunicación online (chat, whiteboard, broadcast, videoconferencia, teleconferencia); (d)

habilidad para resolver problemas técnico-operacionales debido a fallas en el sistema de

comunicación en tiempo real; (e) destrezas en el manejo del procesador de palabras; y (f)

habilidad para el desarrollo de presentaciones multimedia.

2. Habilidades gerenciales, las cuales incluyen: (a) establecimiento de normas

de comunicación con los estudiantes; (b) establecimiento de relaciones profesionales

armoniosas con los estudiantes; (c) orientación de los estudiantes para el establecimiento de

metas retadoras, pero alcanzables; (d) estimulo a los estudiantes para que se mantenga el

interés por las metas de aprendizaje; (e) desarrollo y monitoreo del cumplimiento del plan

de actividades de los estudiantes; y (f) habilidad para mantener a los estudiantes activados

en el proceso de aprendizaje.

3. Habilidades como especialista en contenido, entre las cuales están: (a) comprensión

profunda de la asignatura a fin de complementar la información presentada en los

materiales; y (b) habilidad para respaldar el contenido presentado en la materia.

4. Habilidades para la enseñanza, las comprenden: (a) desarrollo en los estudiantes de

la capacidad para resolver problemas, generar pensamiento creativo y ayudarlos a ser

autónomos en el aprendizaje; (b) formulación de las preguntas apropiadas que promuevan

la reflexión crítica en los estudiantes, ayudándolos a lograr sus metas de aprendizaje a partir

del planteamiento de retos, el estímulo y la retroinformación constructiva; y (c) responder

las preguntas recibidas por el correo-e, las sesiones de chat o en las asignaciones prácticas.

5. Habilidades de comunicación, las cuales incluyen: (a) conducción apropiada

Page 42: Tesis Ruiz Bolivar

42

de los estudiantes con diferentes antecedentes culturales, acento, raza y religión; (b) ser

sensitivo a los antecedentes lingüísticos de los estudiantes; (c) iniciar temas y preguntas

para la discusión, para mantener el grupo activado; y (d) mantenimiento del control de la

discusión a fin de que los estudiantes no se desvíen de los objetivos del tema.

6. Habilidades para la evaluación, entre las cuales están: (a) evaluación de los

resultados del aprendizaje y asegurarse de que los estudiantes dominen, al menos, el 90 %

de los objetivos de aprendizaje; y (b) proveer a los estudiantes con objetivos y

retroinformación constructiva basada en los hechos o realizaciones concretas y no en sus

opiniones personales o valores.

Goodyear, Salmon, Spector, Steeples y Rickert (2001), publicaron un informe

especial sobre los resultados obtenidos en un taller de trabajo sobre las competencias del

docente virtual. El evento se realizó en Inglaterra, en el año 2000, tuvo una duración de 48

horas, con la participación de 25 especialistas en educación virtual, provenientes de

diferentes países europeos y de los Estados Unidos de Norte América. El grupo logró

consenso sobre los ocho roles principales que desempeña un tutor virtual, con sus

correspondientes competencias asociadas. Estos roles fueron los de:

1. Facilitador de procesos. Referido al conjunto de acciones que debe desarrollar el

tutor para brindar soporte al estudiante en pro de su aprendizaje, consta de 23

competencias algunas de las cuales son: orientar y retar al participante al mismo tiempo que

le brinda soporte individual y grupal, promover la participación activa de todos los

participantes, comprender la perspectiva, expectativas, cultura y necesidades de aprendizaje

del estudiante.

2. Facilitador de contenido. Tiene que ver con la ayuda que ofrece el tutor para el

dominio apropiado del contenido, especialmente cuando se presentan dificultades para la

comprensión en función del perfil individual de cada estudiante; algunas de las

competencias son: mantiene el foco sobre el contenido troncal del curso, da

Page 43: Tesis Ruiz Bolivar

43

retroinformación a los estudiantes en relación con su progreso en el curso, sintetiza el

resultado de las discusiones.

3. Tecnólogo. Tiene como propósito ayudar al estudiante a hacer la mejor

escogencia tecnológica para mejorar el entorno de aprendizaje disponible; por ejemplo,

tiene un dominio tecnológico apropiado, explora e identifica las habilidades tecnológicas

del estudiante, hace uso apropiado de las herramientas y técnicas.

4. Investigador. Refleja el interés del tutor por la producción de nuevo

conocimiento de relevancia para el área de contenido bajo estudio; por ejemplo, evalúa la

efectividad de los materiales y de los diferentes componentes del curso en línea, utiliza los

recursos del LMS para recolectar información sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje

virtual, desarrolla teoría o modelos sobre el aprendizaje en línea.

5. Diseñador. Se relaciona con la creación de materiales, tareas y actividades en

línea que son relevantes para el logro de los objetivos de aprendizaje; por ejemplo,

especifica las actividades a ser ejecutadas por el estudiante, crea mecanismos y

procedimientos para monitorear el progreso del estudiante, planifica y administra

procedimientos de evaluación.

6. Asesor. Esta referido al otorgamiento de calificaciones, retroinformación y

validación del trabajo del estudiante; por ejemplo, utiliza técnicas en línea para asesorar en

los procesos y resultados del aprendizaje, se asegura de la autenticidad del trabajo del

estudiante, presta atención a los problemas éticos.

7. Orientador. Con base en este rol, el tutor trabaja con el estudiante de manera

individual y privada ofreciéndole ayuda para superar sus dificultades de aprendizaje; por

ejemplo, brinda apoyo al estudiante en su adaptación general al curso, atiende problemas

relacionados con la falta de motivación, ofrece ayuda oportuna de acuerdo con la demanda

y necesidad del estudiante.

Page 44: Tesis Ruiz Bolivar

44

8. Gerente/administrador. Está relacionado al proceso de registro inscripción,

control de la seguridad en la información y el manejo de la información sobre el

seguimiento al trabajo del estudiante; por ejemplo, planifica los procesos administrativos

relacionados con el curso, elabora un plan de actividades, con base en un cronograma, para

el desarrollo del curso, refiere al estudiante al uso de la herramientas que le sirven de

soporte.

A manera de de resumen, en la tabla 3 se presentan las competencias tutoriales

identificadas en esta revisión. Algunas de las categorías utilizadas fueron tomadas directamente de las propuestas de los autores; mientras que otras fueron reubicadas y agrupadas en nuevas categorías, de acuerdo con su relación de semejanza. Se calcularon las distribuciones de frecuencias absolutas y relativas, lo cual permitió ordenar las competencias de la manera siguiente: didáctico-pedagógica (95 %), tecnológica (80 %), comunicativa (50 %), gerencial (45 %), evaluación (40), liderazgo y gestión de la información (35 %), científico-investigativa (30 %), personal (25 %) y social (15 %). Las restantes cinco competencias (instrumentales, interpersonales, sistémica, conocimientos y actitudes) tuvieron una sola elección (5 %).

Page 45: Tesis Ruiz Bolivar

45

Tabla 3 Categorías de competencias del docente virtual por autores

Autor/Año Instru- mentales

Inter- pers.

Sisté-micas

Conoci-mientos

Acti- tudes

Didáct./ Pedag.

Tecno-lógica

GestorConte- nido

Científicas/ Investigat

Liderazgo/ Gestión Informac.

Evaluac. Gestión Calidad

Comuni- cativa

Gerenciales

Perso- nales

Social

García y otros

(2009)

X X X X X X X

Urdaneta y otros

(2009)

X X X

Ehuleche y otros

(2008)

X X X X X

Banzato y otros

(2008)

X X X X X X X

Vásquez

(2007)

X

X

X

X

X

Seoane y García

(2007)

X

X

X

X

X

X

X

Ovelar y Diaz

(2007)

X X X X

Ortega y Sánchez

(2007)

X

X

X

X

Caballero y otros

(2007)

X

X

X

Krneta y otros

(2007)

X X X

Evia y Pech

(2007)

X X X X X

Page 46: Tesis Ruiz Bolivar

46

Tabla 3 (continuación) Categorías de Competencias del Docente Virtual por Autores Autor/Año Instru-

mentales Inter- pers.

Sisté-micas

Conoci-mientos

Acti- tudes

Didáct./ Pedag.

Tecno-lógica

Conte- nido

Científicas/ Investigat

Liderazgo/ Gestión Informac.

Evaluac. Gestión Calidad

Comuni- cativa

Gerenciales

Perso- nales

Social

Llorente

(2006)

X X X X

Dondi y

otros (2005)

X

X

X

X

X

Marcelo

(2005)

X X X X

Denis y

otros (2004)

X

X

X

X

IBSTPI

(2003)

X X X X X

Reid (2003) X X X X X X Cela y otros

(2003)

X X X

Okhandiar y

otros, (2002)

X X X X X X

Goodyear y

otros (2001)

X X X X X X

Total 1 1 1 1 1 19 16 8 6 7 8 10 9 5 3 Porcentaje 5 5 5 5 5 95 80 40 30 35 40 50 45 25 15

Page 47: Tesis Ruiz Bolivar

47

Al examinar los resultados de la revisión, la primera observación obvia que se

puede apreciar es que los perfiles de competencias propuestos no coinciden, excepto muy

parcialmente, lo cual pudiera deberse a los diferentes conceptos que manejan los autores

sobre el término competencia en el contexto profesional/laboral. En segundo lugar, es de

hacer notar que los criterios para formular las competencias varían entre los diferentes

autores analizados. Así, algunos se guían por las funciones típicas que cumple este

profesional en su rol de docente virtual, tales como las de tipo: pedagógicas, tecnológicas,

comunicativas, sociales, de orientación y de gestión, entre otras (ver, por ejemplo,

Urdaneta, Aguirre y Guanipa, 2009; Seoane y García, 2007; Ortega Sánchez, 2007; y

Llorente Cejudo, entre otros). Al mismo tiempo están quienes, formulan las competencias a

partir de los procesos y/o momentos que se siguen durante la instrucción, como es el caso

de Dondi, Mancinelli y Motentti (2005) quienes formularon un perfil de competencia del

tutor virtual a partir de cuatro procesos básicos comunes de la acción docente como son:

análisis de necesidades de aprendizaje, diseño del entrenamiento, distribución del programa

instruccional y, monitoreo y evaluación.

Por otra parte, están los autores quienes formular las competencias con base en una

matriz que combina procesos y funciones. Por ejemplo, Cela, Montserrat y Flores (2002),

relacionaron las funciones: técnica, metodológica, participativa y personal con los

momentos de: decisión, creación, impartición y evaluación. De dicha combinación

derivaron un perfil de 45 competencias del tutor online. Un procedimiento análogo fue

seguido por Banzato y Constantino (2008), en su propuesta.

El análisis anterior evidencia la existencia de un problema teórico-conceptual y

metodológico en el tratamiento del tema de las competencias del docente virtual. Tal

situación, dificulta la comunicación entre los especialistas y, a su vez, limita las

posibilidades de avanzar hacia estadios más altos en una conceptualización consensuada del

constructo en referencia, el desarrollo de indicadores y su estandarización y, el desarrollo

de instrumentos que permitan valorar el nivel de competencia con que el docente virtual

asume el desempeño de su rol.

Page 48: Tesis Ruiz Bolivar

48

Una posible contribución a la clarificación del problema pudiera consistir en

analizar la situación del eLearning de calidad como un tipo de iniciativa compleja en cuyo

diseño, instrumentación, desarrollo y evaluación interviene un equipo humano que

desempeña diferentes roles, correspondiendo a cada uno de ellos una o más funciones.

Sociológicamente, el rol alude al papel o posición que representa el sujeto en un grupo u

organización o en la sociedad; mientras que la función(es) está referida a la acción

característica que debe acometer el sujeto asociada con su rol. En un equipo de elearning, al

rol de tutor online le corresponde desempeñar funciones de tipo: didáctico-pedagógica,

tecnológica, de orientación, social, científico-investigativa y gerenciales, entre otras. Estas

funciones se expresan en los comportamientos que exhibe el tutor en su desempeño

profesional. Ahora bien, para que el trabajo del tutor sea exitoso requiere de estar dotado de

las competencias correspondientes para la puesta en escena de cada una de las funciones

que le corresponde desempeñar.

En ese sentido, la competencia se entiende como un constructo psicológico (o

variable latente) y como tal no puede ser observada, ni valorada en forma directa, sino que

sólo puede ser inferida a partir del desempeño del sujeto en la ejecución de una tarea

concreta o un puesto de trabajo. Se trata de una capacidad compleja en la que intervienen,

de manera global e integrada, diferentes atributos, como se ha señalado en párrafos

anteriores (ver gráfico 1).

Page 49: Tesis Ruiz Bolivar

49

Rol de Tutor Virtual

Funciones Pedagógica Tecnológica

Interpersonal Gerencial

Competencias

(Resultado de la integración de: conocimientos,

habilidades, experiencia práctica, actitudes,

motivación al logro, valores)

Desempeño Exitoso

Gráfico 1. Docente virtual: funciones, competencias y desempeño

Page 50: Tesis Ruiz Bolivar

50

2.3 Fundamentación Teórica de la Tutoría Virtual

En el contexto del eLearning, la tutoría es el proceso mediante el cual se brinda

acompañamiento y apoyo al estudiante a lo largo del trayecto formativo, con el propósito

de ofrecerle orientación y, ayuda apropiada y oportuna en función de sus necesidades de

aprendizaje y la naturaleza de la tarea. En este sentido, la tutoría forma parte del modelo

pedagógico adoptado y, como tal, se fundamenta en una teoría del aprendizaje determinada,

lo que en definitiva permitirá caracterizar la acción tutorial como una expresión del nivel de

competencia que el docente virtual exhibirá en el desempeño de sus funciones.

Todo modelo pedagógico, presencial o virtual, se fundamenta en una teoría de

aprendizaje presentada en forma explícita o implícita. En general, existen cuatro modelos

pedagógicos principales que podrían servir de soporte teórico a la acción del tutor online.

En primer lugar, está el modelo de la docencia tradicional fundamentado en las ideas

conductistas (Watson, 1924) y Skinner, 1968, entre otros), caracterizado por su énfasis en

el rol privilegiado del docente, como agente activo, transmisor del contenido curricular, en

contraposición con el papel pasivo del estudiante, cuya tarea principal consiste en oír/leer,

memorizar y repetir lo que dice el profesor.

En el contexto de la modalidad virtual, se trataría de un diseño instruccional que

reproduce con más o menos fidelidad y exactitud, los aspectos teórico-prácticos de la

modalidad educativa presencial, desarrollada con base en el soporte tecnológico de un

LMS. En este caso, el rol del tutor virtual sería mínimo y básicamente tendría tres

funciones: (a) aclarar dudas al estudiante relacionadas con aprendizaje del contenido

representado en los materiales de estudio; (b) reforzar sistemáticamente la conducta del

aprendiz, en sus aproximaciones sucesivas en dirección al logro del objetivo instruccional,

como una estrategia para aumentar la motivación y la probabilidad de ocurrencia de las

respuestas indicadoras del aprendizaje logrado; y (c) examinar a los estudiantes, para

determinar el nivel de conocimientos adquiridos.

En segundo lugar, está el modelo pedagógico centrado en la teoría cognitiva de

procesamiento de la información, representada particularmente por Sternberg (1985),

Page 51: Tesis Ruiz Bolivar

51

Glaser (1978) y Mayer (1985). Este enfoque privilegia no sólo el qué aprender (contenido),

sino el cómo aprender (procesos, operaciones mentales, estrategias cognitivas) y el para

qué aprender (comprensión, transferencia, resolución de problemas). Asimismo, se enfatiza

la adquisición del conocimiento y de estructuras mentales internas, con base en la

participación activa del estudiante en el procesamiento de la información objeto de

aprendizaje, a partir de sus características cognitivas y afectivas previas.

En el contexto de la educación virtual, el rol del tutor incluiría acciones tales como:

(a) elaborar el diagnóstico previo sobre el perfil académico del estudiante (conocimientos

previos, motivación, habilidades tecnológicas); para manejarse de manera eficiente en el

entorno virtual de aprendizaje y facilitar la asimilación del material de estudio; (b)

seleccionar y/o diseñar materiales y actividades orientados al desarrollo de procesos tales

como: comprensión, aplicación, análisis, síntesis, evaluación y transferencia, entre otros;

(c) estimular el desarrollo de la metacognición a fin de promover la toma de conciencia

acerca del cómo aprender, todo lo cual incidirá en el manejo de la autorregulación y en el

desarrollo de competencias para el aprendizaje autónomo; (d) monitorear sistemáticamente

el proceso de aprendizaje del estudiante con el propósito de hacer las intervenciones

cognitivas que se estimen más apropiadas para el logro de un aprendizaje efectivo y

significativo; y (e) evaluar el aprendizaje de los estudiantes en términos de contenidos y

procesos.

En tercer lugar, está la teoría del constructivismo endógeno, representado,

particularmente por las ideas de Piaget (1977). Este enfoque enfatiza el aprendizaje, no

como memorización o como adquisición/representación de la información, sino como una

actividad autoestructurante del estudiante, resultado de una construcción personal del

conocimiento a partir de la interacción activa entre el aprendiz y su objeto de estudio. Esta

concepción del proceso de aprendizaje excluye de hecho, el rol del docente en el mismo.

No obstante, algunos autores aun cuando reconocen que la actividad autoestructurante está

en la base del proceso de construcción del conocimiento, consideran que ello no implica

que sea impermeable a la influencia del profesor y a la intervención pedagógica (ver Coll

Salvador, 1990). Pero aún así, tenemos que admitir que bajo esta concepción, el docente

Page 52: Tesis Ruiz Bolivar

52

juega un papel secundario en el aprendizaje y ello es válido tanto en la modalidad

presencial como en los EVEA. Sin embargo, creemos que dentro de esos límites al tutor

virtual, en la educación formal o reglada, le corresponde, por lo menos: (a) diagnosticar las

necesidades de aprendiz, crear un entorno de aprendizaje apropiado (diseño didáctico

instruccional) para la interacción sujeto-objeto, lo cual incluiría: formulación de objetivos,

diseño y/o selección de materiales relevantes, propuesta de actividades representativas,

formulación de instrucciones precisas para la interacción y evaluar el logro de los objetivos,

en términos de contenidos y procesos.

Finalmente, en cuarto lugar, está el modelo pedagógico basado en el enfoque

sociocultural de la educación apoyado en las ideas de Vigotsky (1979), Feuerstein, Rand,

Hoffman y Miller (1980) y Feuerstain, Klein y Tannembaum (1992), entre otros,

compartidas por el autor de este trabajo. Según este enfoque, el aprendizaje es el resultado

de una construcción social, producto de la interacción del sujeto aprendiz con el objeto de

estudio, mediado por el docente, particularmente con el uso de instrumentos semióticos,

como el lenguaje y otro signos y símbolos, propios del entorno sociocultural.

La concepción anterior se fundamenta en la ley genética general del desarrollo

cultural propuesta por Vigotsky (1979), según la cual toda función cognitiva aparece en

escena dos veces, primero en el plano social, como resultado de la interacción con otros

(interpsicológico) y, segundo, en el plano individual (intrapsicológico), como producto del

proceso de internalización.

Asociada con la teoría sociocultural del aprendizaje hay dos conceptos íntimamente

relacionados que ameritan ser abordados en este contexto; ellos son el de Mediación y el de

Zona de Desarrollo Próximo, los cuales exponemos brevemente a continuación.

La mediación es un término central en el enfoque sociocultural del aprendizaje.

Vigotsky lo utilizó dialécticamente de dos maneras: (a) como mediación instrumental, para

indicar cómo las acciones de los seres humanos están condicionadas por el uso de

instrumentos materiales, denominadas herramientas y por instrumentos psicológicos,

Page 53: Tesis Ruiz Bolivar

53

identificados como signos y símbolos; y (b) como mediación social, para explicar cómo el

desarrollo de las funciones cognitivas superiores depende, en primera instancia de las

relaciones interpersonales (niño-adulto, niño-niño), y en segundo término del proceso de

internalización que hace el sujeto de la experiencia sociocultural, en el cual una operación

que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza a suceder

internamente; de esta manera, el proceso interpersonal queda transformado en otro de tipo

intrapersonal, como se indicó anteriormente.

La mediación puede ser entienda como un tipo de interacción humana en la que una

persona adulta, o de mayor experiencia que el aprendiz, se interpone entre éste y el objeto

de aprendizaje con el propósito deliberado de ayudarle a resolver el conflicto cognitivo que

supone enfrentarse a una tarea nueva y compleja, para hacer posible su aprendizaje de una

manera comprensiva y significativa.

Funes (1995) definió la mediación como “aquella acción intencional que, usando los

recursos pertinentes, produce los cambios necesarios para conseguir los fines que

pretendemos cuando interaccionamos” (p. 327). Compartimos, en general, este

planteamiento de Funes, aún cuando consideramos que su definición de mediación, al ser

tan genérica, le resta fuerza y precisión a lo que se quiere definir.

En este mismo contexto, Feuerstain, Klein y Tannembaum (1992), aluden a la

expresión Experiencia Mediada de Aprendizaje (EMA) para referirse a interacciones que

incluyen un amplio rango de conductas que son, en parte, culturalmente determinadas y, en

parte, estimuladas por eventos y circunstancias. Sin embargo, ellos consideran que no todas

las interacciones entre el niño y su ambiente físico o social son necesariamente EMA; para

cumplir con esta condición plantean que debe existir, por parte del mediador, una intención

deliberada de trascender las necesidades inmediatas del sujeto que recibe la mediación,

mediante la anticipación y proyección de la acción más allá del aquí y el ahora, en el

espacio y en el tiempo. Es decir, que lo que en realidad legitima el que una interacción

pueda ser considerada como mediada es su característica de ser intencional y trascendente.

Page 54: Tesis Ruiz Bolivar

54

Para Feuerstein y cols., (op. cit.), la EMA, conjuntamente con la modalidad de

aprendizaje por Exposición Directa a las fuentes de Estímulo (EDE), forman parte de un

sistema que promueve el desarrollo cognitivo y el aprendizaje humanos. Estos autores

consideran que mediante la primera modalidad (EMA) el estímulo emitido por el ambiente

es transformado por un agente mediador (el padre, la madre, la enfermera, la cuidadora, el

maestro u otro niño de mayor experiencia) para, finalmente, afectar al organismo (sujeto en

desarrollo o en proceso de aprendizaje). Es decir, que es el agente mediador, guiado por su

intensión, experiencia, conocimientos, cultura, valores y situación emocional, el que

selecciona y organiza el mundo de los estímulos para el aprendiz.

A través de este proceso de mediación, la estructura cognitiva del sujeto de ve

afectada, lo cual deviene en la adquisición de patrones de conducta y conjunto de

estrategias de aprendizaje que, en definitiva, se constituyen en ingredientes importantes de

su capacidad para llegar a ser modificado, por medio de la exposición directa a fuentes de

estímulos. De acuerdo con este razonamiento, es la EMA la que hace posible la adquisición

de estrategias cognitivas y metacognitivas para el aprendizaje autónomo frente a nuevos

retos de aprendizaje.

La Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), por su parte, puede ser definida como la

distancia que existe entre el nivel de desarrollo actual (o real del niño), representado por su

capacidad para resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo

potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la ayuda y

supervisión de un adulto o de un compañero más capaz, el cual actúa como mediador del

proceso (Vigotsky 1978).

De acurdo con la definición anterior, la ZDP puede ser entendida como un espacio

natural de intervención del docente, para promover el desarrollo cognitivo y aprendizaje del

alumno. Se caracteriza por ser un proceso en espiral, recurrente y en dificultad creciente, ya

que cuando el aprendiz, con la ayuda del mediador, lograr resolver una tarea

intelectualmente exigente (o sea, pasa de su nivel de desarrollo real al nivel de desarrollo

potencial), éste último se transforma en un nivel de desempeño actual, frente a una nueva

Page 55: Tesis Ruiz Bolivar

55

tarea de mediana dificultad, será confrontado con una nuevo nivel de desarrollo potencial y

así sucesivamente.

De acuerdo con los postulados del enfoque sociocultural del aprendizaje, el rol del

docente virtual debería estar orientado a:

1. Ofrecer experiencias mediadas de aprendizaje (Feuerstein y cols., 1992), a parir del

uso de un diseño didáctico- tecnológico específico, en el contexto de un modelo

educativo socio-constructivista.

2. Promover el desarrollo de tareas y actividades conjuntas de aprendizaje que

posibiliten, en el estudiante, la construcción de conocimiento en interacción con el

contenido, los pares y la mediación docente, todo lo cual le llevará a darle sentido y

a asignar significado al aprendizaje internalizado, como han señalado Coll (1990) y

Onrubia (2005).

3. Ofrecer la ayuda pedagógica adecuada y oportuna, de acuerdo con las necesidades

del estudiante y el nivel de complejidad de la tarea, como ha sido reiterado en la

literatura por diferentes autores. (Coll, 1990; Onrubia 2005; y Barberá, 2006, entre

otros).

4. Ofrecer mediación cognitiva al estudiante que haga posible la adquisición de

estrategias cognitivas y metacognitivas que propicien la autorregulación y la

autonomía en el aprendizaje.

2.4 Conceptualización y Operacionalización de la Competencia del Docente Virtual

Con base en la revisión de la literatura realizada sobre el tema, y a manera de una

síntesis interpretativa de la misma, pasamos a formular una conceptualización de la

competencia del docente virtual (CDV), como base para su posterior operacionalización,

las cuales esperamos validar a través del desarrollo del presente estudio. En tal sentido, la

CDV puede ser definida como la capacidad que tiene un teleformador, producto de la

integración de atributos personales -habilidades, destrezas, conocimientos, experiencias,

Page 56: Tesis Ruiz Bolivar

56

actitudes, motivación al logro y valores-, para diseñar y gestionar entornos virtuales de

aprendizaje y desempeñarse exitosamente en el proceso de acompañar, orientar, asesorar y

ofrecer ayuda oportuna al estudiante, de acuerdo con sus necesidades de aprendizaje y el

nivel de dificultad de la tarea. Se trata de un constructo complejo y multifactorial, integrado

por las dimensiones pedagógica, tecnológica, interpersonal y gerencial, las cuales se

definen a continuación.

1. Dimensión pedagógica. Se refiere a la capacidad del docente virtual (DV) para

diseñar y gestionar académicamente un curso en un entorno virtual de aprendizaje, de

acuerdo con los lineamientos de una teoría de aprendizaje seleccionada y los principios

didáctico que garanticen la usabilidad de los contenidos y el logro de un aprendizaje

significativo. Comprende las subfunciones siguientes: (a) diseño de instrucción, expresado

en el plan didáctico, cuyos indicadores son: objetivos, contenido, materiales, actividades y

evaluación; y (b) gestión académica, con los indicadores: motivación para el aprendizaje,

gestión de conocimiento, orientación, mediación cognitiva, retroinformación y gestión de la

calidad.

2. Dimensión tecnológica. Expresa la capacidad del DV para diseñar y gestionar un

entorno virtual de aprendizaje apropiado que permita un fácil acceso al LMS, facilite su

navegación y, la participación, interacción y cooperación necesarias para el logro de los

objetivos de aprendizaje propuestos, con un alto nivel de satisfacción, tanto para el

estudiante como para el docente. Comprende las subfunciones siguientes: (a) manejo del

LMS, con los indicadores siguientes: creación de la interfaz del curso, accesibilidad a la

plataforma, facilidad de navegación; y (b) manejo de herramientas, cuyos indicadores son:

manejo de herramientas de: comunicación, navegación, diseño de contenido e interacción

social (web 2.0).

3. Dimensión interpersonal. Se refiere a la capacidad del DV para crear una ambiente

psico-afectivo-emocional apropiado que promueva la interacción social y la comunicación

entre los miembros de la comunidad de aprendizaje; que evite la sensación de soledad en el

participante y facilite la integración grupal, requisito indispensable para el funcionamiento

Page 57: Tesis Ruiz Bolivar

57

de un modelo pedagógico socio-constructivista. Comprende las subfunciones siguientes: (a)

manejo de la comunicación, con los indicadores: comunicación sincrónica y asincrónica; y

(b) fomento de la interacción social, cuyo indicadores son: manejo del afecto y las

emociones, con base en principios éticos, la participación y cooperación en grupo, la

participación en actividades sociales informales, tales como: foros tipo cafetería, foros de

presentación y juegos interpersonales.

4. Dimensión gerencial. Expresa la capacidad del DV para manejar exitosamente los

aspectos administrativo-organizacionales de la actividad formativa virtual. Incluye las

subfunciones siguientes: planificación, organización, liderazgo, control y seguimiento,

evaluación de la calidad y la toma de decisiones sobre aspectos relevantes del

funcionamiento del curso. Algunos indicadores son: calendario del curso, registro de

participantes, normas de funcionamiento, mecanismos de seguridad, organización de

grupos, seguimiento a los participantes, liderazgo y evaluación del curso. Las dimensiones

antes descritas se presentan en la tabla 4.

La operacionalización de la competencia del docente virtual ha sido realizada con

base en los procedimientos del Método del Análisis Funcional (Mansfield y Mitchell

(1996). En tal sentido, se siguieron los pasos siguientes: (a) se realizó la conceptuación del

constructo; (b) se identificaron las funciones principales del docente virtual, las cuales

representan las dimensiones del instrumento, como son: pedagógicas, tecnológicas,

interpersonales y gerenciales; (c) se ubicaron las subdimensiones para cada función; (d) se

establecieron los indicadores; y (e) se crearon los elementos de competencia, los cuales

representarán los ítems del instrumento (ver tabla 4).

Page 58: Tesis Ruiz Bolivar

58

Tabla 4 Matriz de operacionalización del constructo competencia del docente virtual Propósito Conceptualización Dimensiones Subdimensiones Indicadores Ítems Diseñar un instrumento que permita identificar el perfil de competencia del docente virtual, con el propósito de anticipar su desempeño futuro, evaluar su desempeño actual o tomar decisiones sobre su necesidad de formación, actualización, o mejoramiento.

La competencia del docente virtual puede ser definida como la capacidad que tiene el tutor online, producto de la integración de atributos personales, para diseñar y gestionar entornos virtuales de aprendizaje y desempeñarse exitosamente en el proceso de acompañar, orientar, asesorar y ofrecer ayuda oportuna al estudiante, de acuerdo con sus necesidades de aprendizaje y el nivel de dificultad de la tarea. Se trata de un constructo complejo y multifactorial, integrado por las dimensiones pedagógica, tecnológica, interpersonal y gerencial.

Pedagógica

Diseño de la Instrucción (Plan Didáctico)

Objetivos Contenido Materiales Actividades Evaluación

1 - 8

Gestión Académica

Motivación para el aprendizaje Gestión de conocimiento (proveedor de contenido) Orientación (Solucionador de problemas de aprendizaje) Mediación cognitiva Retroinformación

9 - 18

Tecnológica

Manejo de LMS o CMLS Manejo de herramientas

Creación de interfaz del curso. Accesibilidad a la plataforma. Facilidad de navegación. De comunicación e interacción De Navegación De diseño de contenido De la Web 2.0 Ofimáticas

16 – 26

27 - 31

Interpersonal

Manejo de la Comunicación

Comunicación sincrónica Comunicación asincrónica

32 - 36

Fomento de la Interacción Social

Afecto, participación Interacción, cooperación

37 - 41

Gerencial

Planificación, Organización, Liderazgo, Toma de Decisiones Evaluación de la calidad

Calendario del curso, registro de participantes, normas de funcionamiento, mecanismos de seguridad, organización de grupos, seguimiento a los participantes y liderazgo del curso.

42 - 47

Page 59: Tesis Ruiz Bolivar

59

2.5 La Medición de la Competencia del Docente Virtual

Hasta aquí nos hemos concentrado en determinar qué evaluar en lo que respecta a la

competencia del docente virtual. En este sentido, hemos hecho un examen preliminar sobre

los diferentes enfoques conceptuales y propuestas que aparecen en la literatura sobre el

tema, todo lo cual se sintetiza las tablas 3 y 4. Ahora nos toca decidir acerca del cómo

medir dicha competencia. Para ello, haremos una breve discusión sobre el concepto de

medición, instrumento de medición, y procedimientos que recoge la literatura al respecto,

lo cual permitirá justificar el método que se utilizó en el diseño del instrumento para medir

de la competencia del docente virtual, objeto del presente estudio.

De acuerdo con la definición clásica de Stevens (1951), la medición se entiende

como el proceso de asignar numerales a los objetos o eventos con base a ciertas reglas. En

este contexto, los instrumentos son procedimientos sistemáticos y estandarizados que

permiten observar la conducta humana, a fin de hacer inferencias sobre determinados

constructos, rasgos, dimensiones o atributos. Los instrumentos de medición pueden ser

definidos también, como “aquellos objetos materiales que nos permiten adquirir y analizar

datos mediante los cuales pueden ser comprobadas las hipótesis de la investigación” (Best,

1973, p. 133). En el caso que nos ocupa, la escala de competencia del docente virtual

cumple con los propósitos señalados en las definiciones anteriores. Ella nos permitirá

determinar el nivel de competencia del teleformador (objeto de medición), permitirá

ubicarlo a lo largo del continuo de constructo, a partir de las respuestas emitidas en la

escala, las cuales se expresarán en puntuaciones (asignación de numerales), que serán

interpretadas de acuerdo con criterios predeterminados (uso de reglas).

No obstante lo anterior, estamos conscientes que existe muy poca información

específica sobre el tema de la medición de la competencia del docente virtual, lo cual nos

ha llevado a recurrir, para orientar el presente trabajo, a la literatura relacionada con un

campo conexo, de mayor desarrollo, como lo es el de la evaluación de la competencia

laboral. En este contexto se utilizan corrientemente varios métodos e instrumentos. Valle

León (2005) ha identificado los siguientes:

Page 60: Tesis Ruiz Bolivar

60

1. Método de evaluación de 360. Consiste en evaluar el desempeño del sujeto

a través de un cuestionario mixto (preguntas abiertas y cerradas) sobre conductas

observables, en el que pueden expresarse comentarios en relación a ¿qué le gusta del

evaluado en relación a los aspectos explorados? ¿qué no le gusta?, ¿qué le gustaría que

sucediera o qué modificaría en su conducta?, entre otras. El cuestionario se aplica no solo a

los empleados, sino también a sus supervisores, a sus colaboradores e incluso a los clientes

internos y externos. Teniendo en cuenta la información relevante obtenida se realiza una

“fotografía” del desempeño de la persona.

2. Método del Assessment Center. Se centra en la evaluación de las actitudes,

aptitudes y del comportamiento basado en múltiples estímulos. La metodología consiste en

la aplicación de una serie de ejercicios que simulan el entorno laboral; pudiendo ser

adaptados a un sector particular o a un nivel jerárquico determinado. Además de los

ejercicios, se pueden utilizar, de manera auxiliar, entrevistas y test psicológicos, según las

necesidades. La evaluación se lleva a cabo por varios observadores, consultores y técnicos

especialmente entrenados, quienes observan y registran los comportamientos de los

evaluados.

En esencia, el método intenta, por su parte, definir el puesto de trabajo de los

candidatos de acuerdo con las competencias que son necesarias para tener éxito en el

mismo, como son: liderazgo, delegación, análisis de problemas y comunicación, entre

otros; en segundo lugar, se propone crear una matriz de competencias que evalúa a cada

uno de los ejercicios.

3. El test de Monster. Está integrado por una serie de ítemes que fueron derivados

de un conjunto de competencias provenientes de una batería de test preexistentes asociados

con el desempeño laboral. Las competencias identificadas fueron: liderazgo, desarrollo de

negocios, relaciones interpersonales, comunicación, estilo de trabajo, personalidad. El test

fue dividido en dos subtest: (a) de conductas laborales, que incluye la valoración de las

competencias de personalidad emocional, de entrenamiento de una tarea y de relación con

Page 61: Tesis Ruiz Bolivar

61

las personas; y (b) de conductas directivas, que incluye además de las anteriores, las

capacidades de mando y de negocios.

El procedimiento consiste en lo siguiente: (a) se le pregunta al candidato(a)

sobre su conducta actual manifiesta en los dos últimos meses y éste debe escoger una

opción expresada en términos de frecuencia: siempre, , casi siempre, algunas veces, rara

vez y nunca; (b) el candidato escogerá entre el grupo de competencias, aquellas (máximo

cinco) que considere clave para el buen desempeño del puesto de trabajo a que aspira; y (c)

la valoración que se realiza de los evaluados en cada competencia, se contrasta con las

puntuaciones obtenidas en un perfil ideal –previamente elaborado- y se traslada a una

escala estandarizada con una µ = 100 y una σ = 6, obteniéndose así el perfil del individuo.

Por otra parte, Gil Flores (2007) clasifica las técnicas para la evaluación de

competencias en tres grupos, utilizando como criterio el tipo de información sobre la que

actúan; y selecciona los instrumentos de recolección de datos que son utilizables en cada

caso; estos grupos son:

1. Técnicas para valorar las competencias que se apoyan prioritariamente en rasgos o

características de la persona. En este caso los instrumentos más utilizados son: test

psicológicos, información biográfica, entrevista y portafolio.

2. Técnicas que parten de del comportamiento de las personas en sus puestos de

Trabajo. Utiliza como instrumentos asociados: listas de cotejo, escalas de estimación,

incidentes críticos, simulación y ejercicios prácticos.

3. Técnicas que pudiendo utilizar los procedimientos anteriores, integran éstos con las

valoraciones de los propios trabajadores o de otros miembros de la organización. Los

instrumentos utilizados, en este caso, son: autoinforme sobre el comportamiento, balance de

competencia, evaluación de 360°.

Page 62: Tesis Ruiz Bolivar

62

En el presente estudio, el abordaje de la medición de la competencia del tutor virtual

se hará con base en las técnicas que parten del comportamiento de las personas en sus

puestos de trabajo, evaluados por los propios sujetos.

Page 63: Tesis Ruiz Bolivar

63

CAPÍTULO III

DESCRIPCIÓN DEL MÉTODO

3.1 Naturaleza de la Investigación

La presente investigación, de acuerdo con su propósito, procedimiento y alcance,

puede ser categorizada como descriptiva-inferncial, de campo y de orientación positivista.

La misma está dirigida al diseño y validación de un instrumento que permitirá medir el

nivel de competencia del docente virtual de un curso online. Es decir, se intenta proponer

una herramienta de medición, de fácil aplicación, que haga posible determinar hasta dónde

un docente virtual está en condiciones de cumplir sus funciones con un alto nivel de

eficiencia.

3.2 Informantes

Para el desarrollo del estudio se utilizaron dos muestras: la primera estuvo

conformada por n1 = 3 expertos en el campo del eLearning y la tutoría virtual, cuya

selección fue completamente intencional y su participación voluntaria. Esta muestra

permitió establecer la validez de contenido del instrumento, como se describe más adelante.

La segunda muestra (no aleatoria) estuvo integrada por n2 = 110 docentes a quienes se les

solicitó, a través del correo-e, su colaboración para participar en este estudio,

procediéndose luego a enviarles el instrumentos por esa misma vía. Los informantes eran

de ambos sexos (46 % varones y 54 % hembras), y con un rango de edad comprendido

entre 30 y 60 años. Tenían diferentes niveles de formación académica (licenciatura: 25,5

%; Especialización: 4,5 %; Máster: 36,4 % y Doctorado: 33,6 %), con formación en

campos tales como: Educación (63,6 %), Ingeniería (12,7 %), Administración (9,1 %),

Psicología (7,3 %) y Derecho (7,3 %). En cuanto a la formación como docentes virtuales, el

84,5 % había recibidos cursos con una duración entre 40 y 120 horas en diferentes aspectos

del eLearning (tutoría virtual, diseño de contenidos, diseño didáctico instruccional,

evaluación en línea, diseño y gestión de cursos en un LMS, entre otros); no obstante, sólo el

68 % tenía experiencia en el uso de los entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje.

Page 64: Tesis Ruiz Bolivar

64

3.3 Instrumento de Investigación

El instrumento utilizado fue la primera versión de la escala competencia del docente

virtual. Este instrumento fue diseñado por el autor de este estudio, a partir de una matriz de

indicadores, resultado del análisis funcional de la competencia del docente virtual. Como se

indica en la table 4, las funciones básicas asumidas en este estudio a partir de la revisión de

la literatura fueron: pedagógica, tecnológica, interpersonal y gerencial, las cuales aparecen

como dimensiones en la matriz de operacionalización del constructo. El instrumento en su

primera versión estuvo integrado por 90 reactivos presentados en un formato de escala de

estimación de cinco posiciones relacionadas con la relevancia que cada uno de los ítems

tenía en el perfil del docente virtual. En este sentido las categorías escalares fueron: muy

relevante, bastante relevante, medianamente relevante, poco relevante e irrelevante.

Tomando en cuenta las observaciones formuladas por los jueces expertos, durante el

proceso de validez de contenido de la escala, se procedió a elaborar una segunda versión de

la misma con un total de 47 ítems, la cual fue administrada a una muestra de 110 sujetos,

con el propósito de establecer sus características psicométricas. La versión final de la escala

estuvo conformada por 44 ítems y su coeficiente de fiabilidad osciló entre rtt = 0,969 y rtt =

0,959, obtenidos mediante los métodos Alpha de Cronbach y Hoyt, respectivamente.

3.4 Procedimientos

En el presente estudio se utilizaron los procedimientos típicos que la literatura

psicométrica recomienda en casos de construcción de escalas de estimación. Los expertos

(ver, por ejemplo, Summers, 1976; Garner y Creelman, 1976; Edwards, 1957; entre otros)

coinciden en que en la construcción de una escala psicológica deben tomarse en cuenta tres

variables sustantivas, a saber: (a) los estímulos a ser incluidos en el instrumento, integrados

por los ítems o reactivos que representan operacional y válidamente el constructo objeto de

estudio; (b) los sujetos, quienes conforman la muestra del estudio de campo, a quienes se

les administra la escala en forma experimental; y (c) las respuestas dadas a la escala por los

sujetos, las cuales constituyen la materia prima para realizar todo el proceso de calibración

al que conlleva el estudio técnico del instrumento. Estos procedimientos han sido utilizados

Page 65: Tesis Ruiz Bolivar

65

por este investigador en otros estudios previos. (ver, Ruiz Bolívar, 2009; Ruiz Bolívar,

2006; Ruiz Bolívar y Torres, 2002; Ruiz Bolívar, 2000; Ruiz Bolívar, 1991; Ruiz Bolívar,

1989). De acuerdo con los objetivos del estudio, los procedimientos a seguir fueron los

siguientes:

1. Revisión de la literatura y conceptualización del constructo.

2. Operacionalización del constructo, lo cual implicó elaborar una matriz de

indicadores y redactar los ítems o reactivos –estímulos- para integrar la primera versión del

instrumento.

3. Estudio Técnico, el cual comprendió los aspectos siguientes: (a) la estimación de la

validez de contenido mediante el procedimiento de jueces expertos, como es usual en estos

casos; (b) el ajuste del instrumento y la elaboración de una segunda versión del mismo; (c)

administración del cuestionario a la muestra de docentes seleccionada –sujetos-; y (d) el

examen de las respuestas, mediante, el análisis de ítemes, la estimación de la fiabilidad; y

el estudio de la validez de constructo. Todos estos cálculos fueron realizados mediante la

aplicación del programa SPSS (Statistical Package for Social Science, versión 18.0).

3.5 Técnicas de Análisis de Datos

Los datos del estudio fueron analizados mediante las técnicas estadísticas

siguientes: (a) descriptivas, tales como: distribuciones de frecuencias absoluta y relativa,

medidas de tendencia central y medidas de variabilidad; y (b) inferencial, como fue el:

análisis de factores.

Page 66: Tesis Ruiz Bolivar

66

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

En esta sección se presentan los resultados del presente estudio, los cuales están

relacionados con el proceso técnico de validación de la escala Competencia del Docente

Virtual. En este sentido, la sección incluye los aspectos siguientes: estimación de la validez

de contenido, análisis de ítems, estimación de la fiabilidad, validez de constructo y la

caracterización estadística de la versión final de la escala.

4.1 Validez de Contenido

La validez constituye una características técnico-psicométrica importante en todo

instrumento de medición en las ciencias sociales. En general, la validez de un instrumento

se refiere a su pertinencia para medir el objeto que pretende medir. Tiene que ver con las

preguntas siguientes: ¿qué miden las puntuaciones del instrumento? y ¿qué predicen dichas

puntuaciones? (Guilford, 1954; Nunnally, 1995; Anastasi, 1976; Magnusson, 1982).

En la literatura especializada se hace referencia a tres tipos de validez, como son: de

contenido, predictiva y de constructo. A través de la validez de contenido se trata de

determinar hasta dónde los ítems de un instrumento son representativos del dominio o

universo de contenido del constructo que se desea medir. La validez predictiva, por su

parte, nos permite conocer hasta dónde un instrumento está en condiciones de pronosticar

el desempeño futuro de un individuo en una actividad determinada, a partir de la

puntuación obtenida en el instrumento; y, finalmente, la validez de constructo intenta

responder la pregunta ¿hasta dónde un instrumento mide realmente un determinado rasgo

latente o una características de las personas y con cuánta eficiencia lo hace?

En el presente estudio se estimaron la validez de contenido y la validez de

constructo de la escala en referencia. En el primer caso, se procedió de la manera siguiente:

1. Se seleccionaron tres jueces expertos en el campo del eLearning, a los fines de

Page 67: Tesis Ruiz Bolivar

67

valorar, de manera independiente, la bondad de los ítems del instrumento, en términos de

relevancia o congruencia de los reactivos con el universo de contenido, la claridad en la

redacción y la tendenciosidad o sesgo en la formulación de los ítems.

2. Cada experto recibió suficiente información escrita para realizar la tarea

encomendada. En este sentido, se les envió vía correo-e: (a) una comunicación

personalizada en la que se planteaba la solicitud como validador del instrumento; (b) la

conceptualización del constructo competencia el docente virtual y de sus dimensiones

principales; (c) la matriz de operacionalización de la escala; (d) el instrumento a ser

validado; y (e) una planilla de registro del proceso de validación.

3. Se recibieron y analizaron los resultados del proceso de validación, lo cual

permitió hacer cambios sustantivos en el instrumento, lo que llevó a eliminar, modificar,

sustituir o integrar los reactivos de la escalas. Como consecuencia de ello se hizo una

segunda versión del instrumento con base en 47 ítems de un total de 90 que contenía

inicialmente.

Los resultados de la validez de contenido se resumen en la tabla 5 y en las

observaciones/recomendaciones formuladas por los jueces validadores, como se indica a

continuación.

Tabla 5 Resumen del proceso de validez de contenido Ítemes

Aceptados Modificar

Redacción del Ítem

Integrar varios Ítems

Agregar Nuevo Ítem

Eliminar por estar contemplado en otros

Ítems Experto 1 (AD)

Todos excepto los que tienen observaciones

10,12,15,22, 50,54,66,67

6 y 7 13 y 14

Ninguno 24,30,31,38,39,40,42, 46,47,59,63,68,72

Experto 2 (EF)

Todos excepto los que tienen observaciones

42,48,66 Ninguno 1 ítem entre el 1 y el 10. 2 ítemes después del 26. 1 ítem después del 43. 2 ítems después del 52.

Ninguno

Experto 3 (AP)

Todos menos 86,87, 72

86, 87 Ninguno Ninguno 30, 31, 46, 63,68,72

Page 68: Tesis Ruiz Bolivar

68

Observaciones/Recomendaciones del Experto 1

1. Etiquetar los reactivos de acuerdo con las dimensiones y sub-dimensiones. Por

ejemplo, si los reactivos 1 a 22 corresponden a la dimensión pedagógica y sub-

dimensión Diseño de la Instrucción, anteponer ese título.

2. Estimo que efectivamente para conducir el proceso de enseñanza – aprendizaje en

entornos virtuales de aprendizaje son apropiadas las dimensiones y sub-dimensiones

sugeridas. No obstante, me parece muy extensa la cantidad de reactivos formulados.

Tratando de reducir esa cantidad, pero, sin sacrificar el reconocimiento de las

competencias, se pueden establecer algunas redacciones más generales que suponen

implícitas ciertos saberes, habilidades y destrezas.

3. En cuanto a la etapa de formulación de objetivos, redactar un solo reactivo que

integre los presentados como 1, 2 y 3. Por ejemplo: Redacta los objetivos de

aprendizaje en diferentes niveles cognitivos, orientados hacia el logro de saberes

conceptuales, procedimentales, y actitudinales.

4. En cuanto a la elaboración o selección de medios para facilitar la interacción, se

podría intentar reducir la cantidad de reactivos con base en estos términos: Utiliza

los medios comunicacionales (foros, chat, correo electrónico, videos, video

conferencias, etc.) más adecuados para presentar el desarrollo instruccional de la

materia y favorecer la interacción constante del grupo de aprendizaje.

5. En cuanto al uso de estrategias de evaluación, se podría integrar en un solo reactivo

lo siguiente: Utiliza diferentes estrategias de evaluación (autoevaluación,

coevaluación y heteroevaluación) para que los estudiantes autorregulen sus procesos

de aprendizaje con base en el reconocimiento de sus debilidades y fortalezas en el

dominio de la materia.

Page 69: Tesis Ruiz Bolivar

69

6. Considero que los reactivos 32 a 40 pueden simplificarse en uno o dos enunciados.

Por ejemplo:

6.1. Planifica la instrucción con base en enfoques constructivistas del aprendizaje

para promover el estudio independiente y autónomo de sus estudiantes,

colocándolos como constructores de su propia formación.

6.2. Induce a los estudiantes a reflexionar constantemente sobre el logro de sus

saberes y haceres de modo que mantengan una actitud crítica, autorreguladora, de su

desempeño estudiantil y aprovechamiento académico.

Observaciones/Recomendaciones del Experto 2

1. Siempre que se habla de Entorno Virtual de Enseñanza lo ampliaría con Enseñanza-

Aprendizaje (EVEA).

2. Los ítems 24 y 46 son muy parecidos y el 46 acaba incluyendo el 24. ¿No podrían

convertirse en un solo ítem?

3. Después del ítem 26 añadiría varios ítems:

3.1. Añadiría uno de “Establece las bases para la participación en los foros

(extensión, etc…)”.

3.2. Otro de “Establece las bases para la presentación y entrega de los trabajos

(nombre, tipo de documento, extensión,…)”.

4. Después del ítem 43 añadiría un ítem:

4.1. “Elabora adaptaciones individuales de las actividades obligatorias para

aquellos estudiantes que plantean alguna dificultad para seguir el desarrollo

de alguna unidad-módulo”.

5. Después del ítem 52 añadiría varios ítems:

5.1. añadiría uno de “Crea un foro específico de dudas para atender dudas sobre

cada unidad-módulo”.

5.2. Otro de ”Crea un foro de colaboración entre iguales en el desempeño de

diferentes roles”.

Page 70: Tesis Ruiz Bolivar

70

6. Entre los diez primeros ítems incluiría uno sobre “Incorpora información sobre la

licencia (propiedad intelectual y derechos) de los materiales utilizados”. (tema

licencia creative commons).

Como consecuencia del proceso de validez de contenido la escala competencia del

docente virtual se redujo de 90 ítems que contenía el instrumento en su primera versión a

47, los cuales fueron integrados en una segunda versión de la escala.

4.2 Análisis de Ítems

Una vez diseñada la segunda versión del instrumento, a partir de las

observaciones/recomendaciones surgidas en el proceso de validación, se procedió a

administrar la nueva versión de la escala a la muestra seleccionada (n = 110 docentes). Los

resultados obtenidos permitieron realizar el análisis de ítems, cuyos resultados se presentan

más abajo. Se utilizó el programa Statistical Package for Social Science (SPSS, versión

18.0). El análisis comprende dos partes, a saber: (a) la apreciación de los estadísticos

descriptivos que caracterizan los ítems; y (b) el análisis de ítems propiamente dicho,

mediante el uso de los siguientes procedimientos: la correlación ítem-total corregida, la

correlación ítem-factor y el análisis de la discriminación de los ítems, mediante el

procedimiento de grupos extremos.

Como se puede apreciar en la tabla 6, el valor promedio de los reactivos fue de 4,84

con una desviación típica de 0,386. Ello indica que las respuestas dadas a los reactivos

estuvieron mayormente concentradas entre los valores 4 y 5 de la escala, lo cual derivó

en una distribución de resultados bastante homogéneos. Esta tendencia en el tipo de

respuesta era esperable, si tomamos en cuenta que los ítems de la escala ya habían sido

evaluados y clasificados durante el proceso de validez de contenido y que el 84,5 % de

la muestra tenía alguna formación sobre la modalidad de la educación virtual y el 68 %

tenía experiencia como teleformador. Todo ello incidió en la alta coincidencia de los

informantes en cuanto al patrón de respuestas emitidas en el instrumento y, como

consecuencia de ello, propició la poca variación obtenida en la distribución de las

Page 71: Tesis Ruiz Bolivar

71

respuestas y, consiguientemente, en las puntuaciones obtenidas por los sujetos de la

muestra del trabajo de campo.

En cuanto a la correlación ítem-total corregida, y la correlación ítem-factor se

asumió el valor de r = 0,40, como criterio mínimo de aceptación del reactivo, para su

inclusión en la versión final del instrumento. En general, en los estudios psicométricos

de construcción de escalas, se considera que este criterio es apropiado porque

representa un rtt = 0,632 como fiabilidad de un ítem tomado individualmente, lo cual

constituye una contribución significativa a la fiabilidad total de la escala, como señalan

Guertin y Bailey (1970) y Magnusson (1983), entre otros.

Con respecto al análisis de la discriminación de los ítemes, se utilizó la prueba t de

students para muestras independientes y varianzas iguales. Los grupos de constraste

fueron organizados tomando en cuenta el 27 % de la muestra (n = 110), lo cual permitió

formar dos grupos de 30 sujetos cada uno. El primer grupo estaba representado por los

sujetos que obtuvieron las puntuaciones más altas en la escala; mientras que el segundo

estuvo integrado por quienes obtuvieron las puntuaciones más bajas. Los ítems fueron

seleccionados con base en el criterio de un nivel de significación mínimo de α = 0,05 (tc

= 2,00; gl = 58). No obstante, la mayoría de los reactivos superó el nivel de α = 0,01 (tc

= 2,66), como se puede apreciar en la tabla 7.

Los tres procedimientos utilizados en el análisis de ítems coincidieron en la

selección de los 44 reactivos que fueron aceptados para integrar la versión final de la

escala. Sólo fueron eliminados los reactivos: 30, 40 y 43 (en la segunda versión de la

escala de 47 ítems), por no cumplir con los criterios mínimo de aceptación. En este

caso, el análisis de ítem nos permite asumir, con una alta probabilidad de acierto, que

los reactivos seleccionados están en condiciones discriminar entre los sujetos que son

competentes como docentes virtuales con respecto de aquellos que no lo son (ver tablas

6 y 7).

Page 72: Tesis Ruiz Bolivar

72

Tabla 6

Estadísticos descriptivos de los ítems Ítem Media DE Ítem Media DE

1 4,72 0,45 23 4,95 0,20 2 4,85 0,41 24 4,95 0,20 3 4,81 0,39 25 4,94 0,20 4 4,83 0,38 26 4,95 0,20 5 4,85 0,35 27 4,90 0,40 6 4,77 0,42 28 4,91 0,28 7 4,75 0,43 29 4,90 0,40 8 4,85 0,35 30 4,93 0,29 9 4,83 0,38 31 4,81 0,39

10 4,85 0,35 32 4,85 0,36 11 4,76 0,42 33 4,80 0,46 12 4,75 0,43 34 4,75 0,46 13 4,85 0,35 35 4,77 0,52 14 4,83 0,38 36 4,76 0,50 15 4,85 0,35 37 4,84 0,48 16 4,75 0,49 38 4,76 0,37 17 4,75 0,43 39 4,79 0,50 18 4,85 0,35 40 4,73 0,47 19 4,96 0,18 41 4,83 0,38 20 4,92 0,27 42 4,77 0,52 21 4,90 0,35 43 4,86 0,34 22 4,90 0,40 44 4,96 0,18

Media = 4,84 DE = 0,386

Page 73: Tesis Ruiz Bolivar

73

Tabla 7 Resultados del Análisis de ítems

Ítems Correlación Ítem-Total Corregida

Prueba t (gl = 58)

Correlación Ítem-Factor

1 0,708 7,67 0,660 2 0,831 5,64 0,867 3 0,831 5,84 0,799 4 0,863 7,07 0,888 5 0,831 6,15 0,934 6 0,732 7,07 0,747 7 0,719 8,22 0,724 8 0,831 6,15 0,934 9 0,863 7,07 0,888 10 0,831 6,15 0,934 11 0,694 7,07 0,754 12 0,686 8,22 0,713 13 0,831 6,15 0,934 14 0,863 7,07 0,888 15 0,831 6,15 0,934 16 0,657 5,35 0,687 17 0,682 7,61 0,722 18 0,831 6,15 0,934 19 0,671 2,11 0,865 20 0,671 2,11 0,692 21 0,671 2,11 0,489 22 0,671 2,79 0,748 23 0,671 2,40 0,598 24 0,669 2,40 0,824 25 0,671 2,53 0,600 26 0,669 2,40 0,824 27 0,671 2,79 0,748 28 0,671 2,11 0,665 29 0,671 2,79 0,748 30 0,671 2,80 0,543 31 0,707 5,62 0,833 32 0,515 5,07 0,809 33 0,527 3,66 0,682 34 0,433 5,07 0,668 35 0,534 5,47 0,623 36 0,446 5,07 0,602 37 0,707 5,07 0,805 38 0,515 5,85 0,680 39 0,495 5,07 0,653 40 0,487 5,36 0,557 41 0,532 7,07 0,888 42 0,433 5,07 0,668 43 0,812 5,75 0,936 44 0,671 2,11 0,865

tc 0,05 = 2,00; tc 0,01 = 2,66

Page 74: Tesis Ruiz Bolivar

74

4.3 Estudio de la Fiabilidad

La fiabilidad, al igual que la validez, constituye otra de las características técnicas

que definen la utilidad de un instrumento de medición en ciencias sociales. Puede ser

entendida de varias maneras, tales como: (a) estabilidad –también llamada reproducibilidad

o replicabilidad-, cuando un instrumento siempre arroja el mismo resultado cada vez que se

le utiliza para medir un objeto bajo las mismas condiciones, es decir, es capaz de reproducir

el cuantum de la medición inicial; (b) precisión, cuando la proporción de medición

verdadera, con que el instrumento mide un objeto es muy superior a la proporción de la

medición debido al error de medición; y (c) consistencia interna, referida al grado de

homogeneidad que tienen los ítems de un instrumento con respecto al constructo que

pretenden medir.

En el caso particular de la escala competencia del docente virtual, objeto del

presente estudio, se empleo el tipo de fiabilidad de consistencia interna, mediante la

utilización de dos métodos diferentes, con un propósito de comparación y verificación,

ellos fueron: (a) el método Alpha de Cronbach, el cual se expresa como una relación entre

el número de ítems –o longitud del instrumento- y la proporción de la varianza total del

mismo y (b) el método de Hoyt, el cual hace una estimación de la proporción de varianza

verdadera de un instrumento con respecto a la varianza total del mismo, a partir de

relacionar la variación debido al error de la varianza con respecto a la variación entre los

sujetos respodientes, obtenidos ambos como resultados de la aplicación de la prueba

estadística conocida como Análisis de la Varianza de una vía. Los resultados de la

estimación de la fiabilidad de la presente escala oscilan entre rtt = 0,975 y rtt = 0,965,

indicando que dicho instrumento satisface holgadamente el nivel de fiabilidad requerido

por la literatura psicométrica para este tipo de instrumento (ver tabla 8).

Asociados con los índices de fiabilidad se calcularon los correspondientes errores

estándares de medición (EEm). Esta medida indica el grado de inconsistencia o de

inestabilidad con que un instrumento mide un rasgo determinado. En consecuencia existe

necesariamente una relación inversa entre el grado de fiabilidad y el margen de error con

que un instrumento mide un constructo determinado. De allí que parte de la estrategia en el

Page 75: Tesis Ruiz Bolivar

75

proceso de construcción de un instrumento de medición esté dirigida a lograr la máxima

fiabilidad posible, al tiempo que se reduce a su mínima expresión el error estándar de

medición (Nunnally y Bernstein, 1995).

Tabla 8

Resultados de la estimación de la fiabilidad

Métodos rtt EEm

Alpha de Cronbach estandarizado 0,969 1,91

Coeficiente de Hoyt 0,959 2,20 rtt: Coeficiente de confiabilidad EEm: Error estándar de medición

4.4 Validez de Constructo

Para estimar la validez de constructo, se empleó el Factor Analysis (AF). Se trata de

una técnica de análisis de datos multivariante, que se caracteriza por su capacidad para

simplificar o reducir una matriz de datos (sujetos por variables) a dimensiones estructurales

más pequeñas. Dada una matriz de datos, transformada en matriz de intercorrelación

(variables por variables), la técnica del AF permite apreciar hasta dónde existe un patrón

subyacente de relaciones en los datos de tal manera que haga posible una reducción de las

medidas a un conjunto más pequeño de factores o componentes que puedan ser tomados

como variables originarias o fuentes que explican las interrelaciones observadas en los

datos.

En un trabajo anterior (Ruiz Bolívar, 2006), se ha señalado que el AF puede ser

visto como un método que permite descomponer la varianza implícita en la matriz de datos,

en dos grandes componentes: varianza común (o varianza compartida) y varianza única (o

varianza específica). La primera se forma con base en las combinaciones lineales de

variables que están correlacionadas. El conjunto de la varianza común forma la

comunalidad (h2), la cual es el resultado de la suma de los valores al cuadrado de los

coeficientes de correlación variables-factores; mientras que la varianza única (1 – h2) está

conformada por la varianza que es específica de cada variable, más la varianza de error. El

AF está orientado a extraer la varianza común e ignorar la varianza única.

Page 76: Tesis Ruiz Bolivar

76

En la concepción del AF está implicada la idea de que si se tiene un conjunto de

variables correlacionadas entre sí, estas relaciones recíprocas podrían deberse a la presencia

de una o más variables (factores subyacentes) relacionadas en grados diversos con aquellas

(Blalock, 1977). El propósito del AF es identificar estos factores o variables comunes, más

generales que los datos mismos.

La técnica del AF tiene múltiples aplicaciones en el quehacer científico, sin

embargo, las más comunes son las siguientes: (a) como técnica exploratoria, con el

propósito de conocer la estructura subyacente de un conjunto de datos, a fin de descubrir

nuevos conceptos y una posible reducción de los mismos; (b) como técnica confirmatoria,

mediante la cual se intenta comprobar las hipótesis previamente asumidas acerca de la

estructura subyacente en una matriz de datos en términos del número de factores relevantes

y cargas factoriales contenidas en la misma; y (c) como técnica de medición, cuando

utilizamos los coeficientes de las cargas factoriales como ponderaciones de las variables de

la matriz de datos a los fines de la construcción de índices que serían utilizados en análisis

posteriores de una investigación.

En el presente estudio, se utilizó el AF como técnica confirmatoria con el propósito

de validar la estructura multidimensional asumida en la escala de competencia del docente

virtual. De acuerdo con la propuesta inicial de una escala con cuatro dimensiones

(Pedagógica, Tecnológica, Interpersonal y Gerencial), se procedió a instrumentar un

análisis con igual número de factores, hipotetizados en la escala, con el método de

Componentes Principales y el procedimiento de rotación Varimax. No obstante, después de

varios ensayos se encontró que la mejor solución era de tres factores y no de cuatro como

se había pronosticado en la planificación inicial del AF.

Por otra parte, se puede apreciar que la solución factorial adoptada permitió extraer

el 65,08 % de la variación total de la matriz de datos, siendo el factor 1 (dimensión

pedagógica) el que extrajo la mayor proporción de varianza (32,77 %).

Asimismo, se observa que la comunalidad de los ítems (varianza común

compartida) es alta en la mayoría de los casos, siendo baja sólo en los casos de los

Page 77: Tesis Ruiz Bolivar

77

reactivos: 21, y 42. Sin embargo, de acuerdo con Guertin y Bailey (op. cit.), aun cuando

una alta comunalidad constituye un indicador de una alta fiabilidad en una escala, la baja

comunalidad no implica necesariamente una baja fiabilidad (ver tabla 9).

Tabla 9

Resultados del análisis de factores con 44 ítemes seleccionados Ítems Factor1 Factor 2 Factor3 h2

1 0,660 0,608 2 0,867 0,774 3 0,799 0,697 4 0,888 0,923 5 0,934 0,947 6 0,747 0,667 7 0,724 0,626 8 0,934 0,947 9 0,888 0,923 10 0,934 0,947 11 0,754 0,636 12 0,713 0,607 13 0,934 0,947 14 0,888 0,923 15 0,934 0,947 16 0,687 0,571 17 0,722 0,592 18 0,934 0,947 19 0,865 0,885 20 0,692 0,504 21 0,489 0,248 22 0,748 0,564 23 0,598 0,449 24 0,824 0,820 25 0,600 0,443 26 0,824 0,820 27 0,748 0,564 28 0,665 0,462 29 0,748 0,564 31 0,543 0,529 32 0,833 0,796 33 0,809 0,783 34 0,682 0,509 35 0,668 0,460 36 0,623 0,455 37 0,602 0,420 38 0,805 0,766 39 0,680 0,511 41 0,653 0,467 42 0,557 0,376 44 0,888 0,923 45 0,668 0,460

Page 78: Tesis Ruiz Bolivar

78

4.5 Estadísticas de la Versión Final de la Escala

La versión final de la escala quedó conformada por 44 reactivos, cuyos estadísticos

más representativos pueden ser observados en la tabla 10. La distribución de la

puntuaciones totales tiene una forma asimétrica negativa con una Skewness igual a -2,0326

y una Kurtosis de 3,6497. La media aritmética de la distribución fue de M = 212,91 puntos

con una desviación estándar igual a 10,87. Asimismo, las medidas de posición indican que

se obtuvieron los valores de 213, 218 y 220 para los cuartiles Q1, Q2 y Q3, respectivamente

(ver tabla 10).

Tabla 10 Estadísticos descriptivos de la escala Competencia del Docente Virtual

Estadísticos Valores

Muestra (n) 110

Promedio 212,91

Desviación Estándar 10,87

Q1 213

Q2 218

Q3 220

Skewness (Sesgo) -2,0326

Kurtosis (Achatamiento) 3,6497

Puntuación Máxima 220

Puntuación Mínima 173

Rango 47

46 0,936 0,939 47 0,865 0,885

% de Varianza explicada

34,79 17,18 15,83

Page 79: Tesis Ruiz Bolivar

79

CAPÍTULO V

DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5.1 Discusión

En este estudio nos propusimos diseñar y validar psicométricamente un instrumento

que permitiera medir el nivel de competencia del docente virtual, a partir de una

conceptualización y operacionalización de dicho constructo, apoyada en una amplia

revisión de la literatura especializada. En este sentido, se pueden destacar tres resultados

principales en esta investigación, asociados con los objetivos del estudio, estos son: (a) la

conceptualización asumida sobre la competencia del docente virtual; (b) la estructura

multidimensional del constructo competencia del docente virtual; y (c) los requerimientos

psicométricos de la escala.

5.1.1 La Competencia del Docente Virtual

En relación con la conceptualización de la competencia del docente virtual es

importante destacar, en primer lugar, la noción de competencia asumida en este trabajo. A

diferencia de algunos autores quienes conciben la competencia como repertorios de

comportamientos (Levy-Leboyer, 2003; Woodruffe, 1993) o como cualidades personales

(Prego, 1998; Asorena Cao, 1996), nos identificamos con quienes asumen la competencia

más bien como una capacidad humana (Mertens, 1996; Vasco, 2003). Al respecto,

definimos la competencia como la capacidad que tiene una persona para desempeñarse

exitosamente en la resolución de una tarea en un contexto específico. En este sentido, una

capacidad, desde el punto de vista psicológico, es una variable latente –no físicamente

observable-, que sólo puede ser reconocida y/o valorada a partir de las acciones concretas

que la evidencien mediante el desempeño del sujeto.

En párrafos anteriores, la competencia del docente virtual fue definida como la

capacidad que tiene un tele-formador, producto de la integración de atributos personales -

habilidades, destrezas, conocimientos, experiencias, actitudes, motivación al logro y

valores-, para diseñar y gestionar entornos virtuales de aprendizaje y desempeñarse

exitosamente en el proceso de acompañar, orientar, asesorar y ofrecer ayuda oportuna al

Page 80: Tesis Ruiz Bolivar

80

estudiante, de acuerdo con sus necesidades y el nivel de dificultad de la tarea, así como para

evaluar el proceso y resultado del aprendizaje. Es importante distinguir aquí, entre los roles

que desempeñan el docente virtual con respecto al papel del tutor virtual, en la gestión

formativa basada en el eLearning. En el primer caso nos estamos refiriendo al llamado

profesor-editor, quien diseña, actualiza y gestiona cursos haciendo uso de los recursos

tecnológicos de los LMS, diseña contenidos para eLearning, brinda apoyo psicopedagógico

al estudiante y evalúa los aprendizajes y la calidad del curso; en comparación con el

segundo, quien fundamentalmente se encarga de: (a) la promoción y control de las

interacciones múltiples a través del EVEA; (b) la orientación y apoyo pedagógico al

estudiante necesario para el logro del aprendizaje; y (c) la evaluación al inicio, durante el

proceso y al final de la experiencia de aprendizaje. En este sentido, existen diferencias

entre esta visión y la que corrientemente se aprecia en la literatura sostenida por

investigadores para quienes los dos roles mencionados son sinónimos y, por tanto,

equivalentes.

Frente al planteamiento anterior se podría argumentar, con razón, que el trabajo de

diseño instruccional en eLearning, y su puesta en marcha, es una tarea que debe ser

acometida por un equipo de especialistas (diseñadores instruccionales, programadores,

diseñadores multimedia, especialistas en contenido, entre otros), pero la realidad es que, en

el caso de América Latina, en la práctica, muchos educadores que incursionan en esta

nueva modalidad instruccional deben tener una formación integral que les permita asumir

las responsabilidades de un docente virtual, como docente editor, ya que tales equipos de

especialistas todavía no son de uso frecuentes en los centros de formación académica y/o

corporativos.

5.1.2 La Estructura de la Escala

Al diseñar una escala para medir un constructo determinado, se puede asumir su

estructura como uni o multi-dimensional, de acuerdo con observaciones previas y/o con el

respaldo teórico que podamos encontrar en la literatura. En todo caso, dicha estructura será

reflejada en la organización del instrumento a ser diseñado y deberá ser constatada

empíricamente.

Page 81: Tesis Ruiz Bolivar

81

De acuerdo con las observaciones realizadas por el investigador, durante los

últimos años, sobre el trabajo del docente virtual en América Latina y con base en el apoyo

encontrado en la revisión de la literatura, se asumió una estructura multi-dimensional de la

presente escala, siendo sus ejes principales las dimensiones: pedagógicas, tecnológicas,

interpersonal y gerencial, como se puede apreciar en la matriz de operacionalización del

constructo (ver tabla 4).

Los resultados del estudio permitieron comprobar la hipótesis de la multi-

dimensionalidad, de la escala sobre la competencia del docente virtual. No obstante, se

apreció un ligero cambio entre el resultado obtenido, mediante la técnica del análisis de

factores y la hipótesis asumida al respecto, en el sentido siguiente: se comprobaron los tres

primeras dimensiones (pedagógica, tecnológica e interpersonal), pero no así la dimensión

gerencial, aún cuando la mayoría de los ítems que la integraban lograron correlaciones

significativas ítem-factor, pero su estructura quedó dispersa entre los otros tres

factores/dimensiones (ver tabla 9).

Lo anterior puede ser interpretado de dos maneras: (a) como un resultado

provisional, en el sentido de que el constructo si es tetra dimensional, pero no pudo ser

completamente demostrado en el presente estudio debido a posibles limitaciones de la

muestra; o (b) como un resultado final en el que podría ser aceptada como definitiva la

estructura factorial obtenida. Personalmente, estaría a favor de la primera opción señalada,

en cuyo caso sería necesario realizar estudios de refinamiento, en el futuro, con muestras de

diferentes características y tamaño. No es del todo extraño que este tipo de situación pueda

ocurrir, ya que la calibración definitiva de un instrumento de medición puede durar poco o

mucho tiempo y, en este sentido, pudiera ser objeto de más de una aplicación experimental

hasta alcanzar su estabilización definitiva.

5.1.3 Los Requerimientos Psicométricos de la Escala

Existen dos características básicas que son deseables en todo instrumento de

medición en las ciencias sociales (tests de habilidades, aptitudes y conocimientos; escalas

Page 82: Tesis Ruiz Bolivar

82

de estimación de diferente naturaleza, inventarios y otros) ellas son: la validez y la

fiabilidad, las cuales fueron definidas en párrafos anteriores. En el presente estudio se han

documentado suficientemente estas características, como quedó evidenciado en la sección

de resultados de este informe, con la estimación de la validez de contenido y de constructo,

y el examen de la fiabilidad de consistencia interna. En tal sentido, la escala cumple con las

exigencias psicométricas requeridas para este tipo de instrumento de medición.

5.2 Conclusión

Todo lo anterior nos permite concluir que la escala competencia del docente virtual,

objeto del presente estudio, mide lo que se propone y lo hace de manera estable y

consistente. En consecuencia, puede ser utilizada, con confianza, por los interesados, con el

propósito de evaluar el nivel de competencia de un docente virtual para fines de su

contratación, valoración de su desempeño, formación en docencia virtual o certificación

profesional. En este sentido consideramos que este estudio hace una contribución

importante en el campo del eLearning al ofrecer una herramienta de medición que permite

valorar el nivel de competencia del docente virtual, en el contexto del mejoramiento

permanente de la calidad de la teleformación.

5.3 Recomendaciones para el Uso de la Escala

La escala competencia del docente virtual, puede ser administrada en forma

individual o en grupo y utilizada de dos maneras: (a) como un instrumento auto-

administrado; y (b) bajo la administración de un evaluador. En el primer caso, la persona

interesada responde la escala, en su versión convencional, a petición del evaluador; se

suman los valores escalares de los reactivos y se obtiene la puntuación final, la cual oscilará

entre 44 y 220. En el segundo caso, los ítems de la escala se utilizan en términos de la

presencia o ausencia de la conducta que enuncia cada ítem del instrumento –al estilo de una

lista de cotejo- y la calificación será el resultado de la suma de las conductas presentes

observadas en el desempeño del sujeto. Las puntuaciones estarán comprendidas entre 1 y

44. Ahora bien, ¿cómo podemos interpretar estas puntuaciones?

Page 83: Tesis Ruiz Bolivar

83

Tradicionalmente existen dos maneras de interpretar las puntuaciones de un

instrumento de medición en ciencias sociales; éstas son: con base en normas o mediante la

utilización de un criterio externo. Las normas se refieren a valores estadísticos de grupo,

presentados en escalas estandarizadas (por ejemplo, la media, la desviación estándar, los

cuartiles y percentiles) que se obtienen de los datos de la muestra durante el proceso de

validación de un instrumento y se utilizan como elemento de comparación entre la

puntuación obtenida por una persona y la calificación normativa establecida en el grupo de

referencia. Los criterios son patrones absolutos que se establecen para determinar cuál es el

significado que tiene la puntuación obtenida por una persona en un instrumento, de acuerdo

con categorías de desempeño preestablecidas. Esta es la opción que se propone para

interpretar las puntuaciones obtenidas en la escala de competencia del docente virtual,

como se puede apreciar en la tabla 11. En cualquiera de los casos, consideramos que se

requiere de un desempeño mínimo equivalente a un 80 de la puntuación máxima posible

para considerar que un docente tiene las condiciones básicas para actuar con una razonable

eficiencia como un docente virtual. Un desempeño igual o menor que la puntuación 79

requeriría de capacitación previa para actuar como docente virtual (ver tabla 11).

Tabla 11

Criterios para la interpretación de las puntuaciones de la escala

Desempeño Porcentual en la

Escala

Puntuaciones de Auto-administración

Puntuaciones de Administración por

un Evaluador

Categorías Evaluativas

95 – 100 208 – 220 42 – 44 Muy Competente

80 – 94 176 – 207 35 – 41 Bastante

Competente

63 – 79 139 – 175 28 – 34 Medianamente Competente

47 - 62 103 – 138 21 – 27 Poco

Competente

20 - 46 44 - 102 1 – 20 Incompetente

Page 84: Tesis Ruiz Bolivar

84

Para finalizar este informe, considero importante tomar en cuenta la necesidad de

continuar explorando las ventajas que tiene la utilización de la presente escala, mediante su

aplicación experimental en diferentes situaciones a fin de continuar ajustando su

funcionamiento y lograr su validación de constructo definitiva. Esperamos, en el futuro

próximo, ofrecer una versión digitalizada de este instrumento a fin de facilitar su aplicación

interactiva por los interesados que así lo deseen.

Page 85: Tesis Ruiz Bolivar

85

REFERENCIAS

Anastasi, A. (1976). Psychological testing. New York: MacMillan Publishing, Co.

Argirys, C., y Schön, D. (1978). Organizational learning: A theory of action perspective. Reading (Mass): Addison Wesley.

Babot, I. (2009a). La acidez del pomelo. Boletín Scopeo/Noticias. Disponible en: http://scopeo.usal.es. Consulta realizada el 07-01-10. Babot, I. (2009b).La muerte súbita. Boletín Scopeo/Noticias. Disponible en: http://scopeo.usal.es. Consulta realizada el 07-01-10.

Barberá, E. (2006). Los Fundamentos teóricos de la tutoría presencial y en línea: Una

perspectiva socio-constructivista. En M. A. Jerónimo, y R. E. Aguilar. (2006). Educación en Red y Tutoría en Línea. México: Publicaciones UNAM.

Bartolomé, A. (2004). B-learning. Conceptos básicos. Píxel-Bit. Revista de Medios y

Educación, 23, pp. 7-20. Best, J. (1973). Cómo investigar en educación. Madrid: Morata. Blalock, H. M. Estadística social. México: Fondo de Cultura Económica. Bloom, B. S. (1971). Learning for mastery. En J. T. Hasting y G. F. Madaus (Edits).

Handbook on formative and summative evaluation of student learning. New York: McGraw-Hill.

Bonzato, M., y Constantino, G. D. (2008). Competence based tutoring online. En

International Federation for Information processing. Vol. 281. Learning live in the knowledge society. Michel Kendall and Brian SAmways. Boston: Springer, pp. 209-216.

Bozatzis, R. E. (1982). The competent manager: a model for effective performance. New

York: Wiley and sons. Caballero, K., Desiato, , P., y García A. (2007). Perfil del tutor online. Disponible en:

http://educabonline3cp.blogspot.com/2007/06/perfil-del-tutor-on-line.html. Consulta realizada el: 05-08-09.

Cebrián, M. (2003). Innovar con tecnologías aplicadas a la docencia universitaria. En

Cebrián M. (Coord.). Enseñanza virtual para la innovación universitaria. Madrid: Nancea, 21-36.

Page 86: Tesis Ruiz Bolivar

86

Cela, J., Montserrat, S., y Flores, O. (2002). Competencias profesionales de ubn perfil

psicopedagógico en el proceso de incorporación de las TIC a la docencia universitaria. Disponible en: http://www.ice.udl.es/udv/observatori/documents/virtualeduca02.pdf . Consultado el 03-09-09.

Coll Salvador, C. (1990). Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento. Barcelona

(España): Paidós. Catalano, A. M., Avolio de Cols, S., y Sladogna, M. G. (20049. Diseño curricular basado

en normas de competencia laboral: Conceptos y orientaciones metodológicas. Buenos Aires: BID/FOMIN/CINTERFOR.

Declaración de Bolonia (1999). Espacio europeo de enseñanza superior. Declaración

conjunta de los ministros europeos de enseñanza. Disponible en: http://eees.umh.es/contenidos/Documentos/DeclaracionBolonia.pdf. Consulra realizada el: 31-08-09.

Denis, B., Watland, P., Pirotte, S., y Verday, N. (2004). Roles and competencies of the e-

tutor. Networked Learning Conference. Disponible en: http://www.networkedlearningconference.org.uk/past/nlc2004/proceedings/symposia/symposium6/denis_et_al.htm. Consulta realizada el: 03-09-09.

Dondi, C., Mancinelli, E., y Motentti, M. (2005). Adaptying existing competence

frameworks to higher education environment. Bologna (Italy): SCIENTER.

DRAE. (2001). Diccionario de la lengua española. Edición XXII. Madrid: Autor.

Edwards, A. L. (1957). Techniques of attitude scale construction. New Jersey: Printice- Hall, Inc.

Evia, A., y Pech, J. (2007). Modelo contextual de competencias para la formación del docente-tutor en línea. Revista Electrónica Teoría de la Educación. Vol. Extraordinario.

Ehuletche, A. M., y De Stefano, A. (2008). Las competencias del tutor virtual: Hacia una definición de capacidades y prácticas. Ponencia presentada en I Congreso Virtual Iberoamericano de Calidad Educativa a Distancia.

Feuerstain, R., Klein, P., y Tannembaum, A. (1992). Mediated learning experience: Theoretica , psyschosocial and learning implicactions. London: Freund Publishing, Co.

Feuerstein, R., Rand, Y., Hoffman, M., y Miller, R. (1980). Instrumental enrichment. Baltimore: University Park Press.

Page 87: Tesis Ruiz Bolivar

87

Funes, N. (1995). La mediación y las teorías del desarrollo cognitivo. El profesor como

mediador en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En M. D. Calero (Coord.). Modificación de la inteligencia. Madrid: Pirámide.

García Benavides, J. L., Cepeda Silva, A., y Méndez Cabello, S. (2009). La Tutoría en la educación en línea. Retos y Redes, Vol. 2, pp. 30-32.

García Peñalvo, F. J. (2006). Introducción al eLearning. Profesiones emergentes: especialista en eLearning (García Peñalvo, F. J., Seoane Pardo, A. M., Lozano Galera, J., -Lamamine de Chirac Palarea, F., Cabezas Castañón, M., Carabias González, J., González, Pérez, I. Conde González, M. A. Martín Moreno, R. M., y Zangrando, V.), Salamanca: Clay Formación Internacional. ISBN 84-689-6290-2.

Garner, W. R., y Creelman, C. D. Problemas y métodos de la elaboración de escalas

psicológicas. En G. F. Summers, (1976). Medición de actitudes. México: Trillas. Gil Flores, J. (2007). Evaluación de las competencias laborales. Educación XX1, Vol. 10,

pp. 83-1006. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid, España.

Glaser, R. (Ed.) (1978). Advances in Instructional psychology. Vololumen 1. Hillsdale, New Jersey: Lawrence Erlbaum Associatres Publishers.

González, J., y Wagenar, R. (2003). Tuning educational structures in europe. Informe final fase uno. Bilbao: Universidad de Deusto.

Goodyear, P., Salmón, G., Spector, J. M., Steeples, C., y Tickner, S. (2001). Competences

for online teaching: A special report. Educational Technology, Research and Development, 49 (1).

Guertin, H. W., y Baiuley, J. P. (1979). Introduction to modern factor analysis. Ann Arbo

(Michigan): E. Brothers, Inc. Guilford, J. P. (1954). Psychometric methods. New York: McGraw-Hill Book Co. IBM. (2009). Statistical package for social sciences: SPSS Versión, 18.0. Chicago, Illinois:

Author IBSTPI (International Board of Standards for Training, Performance and Instruction)

(2003). The instructor competerncies: The standars, volume I. Disponible en: http://www.paradigm-training.com/pages/ibstpi.html

Krneta, R., Bjekic, D., y Milosevic, D. (2007). Competencies of e-teaching in the system of

teacher’s competence. Comunication in la VIII National Conference with International Participation. Ohrid, Republic of Macedonia.

Page 88: Tesis Ruiz Bolivar

88

Levy-leboyer, C. (2003). Gestión de las competencias. Barcelona: Ed. Gestión 2000. Llorente Cejudo, C. (2006). Resumen guía de tutores. Disponible en:

http://cevug.ugr.es/guias/guia_tutores.pdf. Consulta realizada el: 14-08-09 Magnusson, D. (1983). Teoría de los tests. México: Trillas. Mansfield, B. y Mitchell, L. (1996). Towards a Competent Workforce, Hampshire, Gower.

Marcelo, C. (2005). Estudio sobre competencias profesionales para eLearning. Proyecto Prometeo. Disponible en: http://grupos.emagister.com/documento/estudio_sobre_competencias_profesionales_para_e_learning/1287-198078. Consulado el: 15-08-09.

Mayer, R. E. (1985). El futuro de la psicología cognitiva. Madrid: Alianza. McClelland, D. (1973). Testing for competence rather than intelligence. American

Psychologist, Vol 28, 1-14.

Morín, E. (2001). La cabeza bien puesta. Repensar la reforma/ Reformar el pensamiento. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.

Morín, E. (2000). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona (España): Gedisa.

Moya, J. (2007). Qué podemos entender por competencia. Conferencia en el CEP de Granada. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=oH-B-m7jCQ0.

Nardine, F. E. (1971). The development of competence. En G. Lesser (Edit). Psychology

and education practice. Slenview, Illinois: Subtt Foresman and Co.

Nunnally, J. C., y Bernstein, I. J. (1995). Teoría psicométrica (3ra. Ed.). México: McGraw- Hill.

Okhandiar, V., y Pandit, H. N. (2002). NRCLC Proyect on e-learning and online tutor. competencies. Disponible en: http://www.aiaer.net/ejournal/vol19107/2.htm. Consulta realizada el: 04-09-09.

OCDE. (2002) Definición and selección of competences (SeDeCo): Theoretical and conceptual Foundations. Strategy paper.

OIT/CINTERFOR (2004). 40 Preguntas sobre competencia laboral. Disponible en:

http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/complab/xxxx/esp/index.htm. Consultado el: 02-08-09.

Page 89: Tesis Ruiz Bolivar

89

Onrubia, J. (2005). Aprender y enseñar en entornos virtuales: Actividad conjunta, ayuda pedagógica y construcción del conocimiento. RED: Revista Electrónica de Educación a Distancia de la Universidad de Murcia. Disponible en: www.um.es/ead/red/M2. Consulta realizada el: 24-08--09.

Ortega Sánchez, I. (2007). El tutor virtual: Aportaciones a los nuevos entornos de

aprendizaje. Universidad de Salamanca. Revista Electrónica Teoría de la Educación. Monográfico, Número Extraordinario.

Ovelar Beltrán, R., y Díaz San Millán, D. (2007). Herramientas para la creación de

materiales didácticos multimedia. Análisis y comparativa. Online EDUCA, Madrid, 2007.

Piaget, J. (1977). Psicología de la Inteligencia. Buenos Aires: Psique. Reid, D. (2003). Was she smiling as she typed that?: An exploratoty study into online tutor

competencies and the factors that affect those competencies. Interact, Integrate and Impact: Proceedings of the 20th Annual Conference of the Australasian Society for Computers in Learning in Tertiary Education. Adelaide, 7-10 de diciembre.

Ruiz Bolívar, C. (2009). Escala de actitud del docente hacia las tecnologías de la

información y comunicación. En proceso. Ruiz Bolívar, C. (2006). Instrumentos de investigación Educativa: Procedimientos para su

diseño y validación. Barquisimeto (Venezuela): Ediciones CIDEG Ruiz Bolívar, C. y Torres, V. (2002). Actitud hacia el aprendizaje de la investigación.

Conceptualización y medición. Revista Educación y Ciencias Humanas, Año X, N° 18, Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Caracas, Venezuela

Ruiz Bolívar, C. (2000). Análisis de factores y desarrollo de instrumentos. Revista

Paradigma, Vol. XXI, N° 1, 9-42. Instituto Pedagógico de Maracay. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela.

Ruiz Bolívar, C. (1991). Desarrollo de una escala de actitud hacia la innovación educativa.

Revista Investigación y Postgrado, Vol. 6, N° 1, 49-91. Vicerrectorado de Investigación y Postgrado. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela.

Ruiz Bolívar, C. (1989). Escala AC-2000 Evaluación del autoconcepto en estudiantes de

educación básica. Revista Paradigma, Vol. X, N° 2, 201-217. Desarrollo de una escala de actitud hacia la innovación educativa. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela.

Salinas, J. (2005). La gestión de los entornos virtuales de formación. En: Seminario

Internacional: La calidad de la Formación en Red en el Espacio Europeo de Educación Superior.

Page 90: Tesis Ruiz Bolivar

90

Schön, D. (1997). Los profesionales reflexivos. Barcelona España): Paidós. Schön, D. (1987). La formación de los profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de

de enseñanza y aprendizaje en las profesiones. Barcelona (España): Paidós. Seoane Pardo, A. M., y García Peñalvo, F. J. (2007). Criterios de calidad en formación

continua basada en eLearning. Una propuesta metodológica de tutoría on-line. Universidad de Salamanca. Grupo de Investigación en InterAción y e-Learning. Materiales Instruccionales del curso TOL.

Seoane Pardo, A. M., y Lamamie, de Clairac Palarea, F. (2005). Causas de la

insatisfacción en la formación online. Algunas ideas para la reflexión. Educaweb.com. Monográfico sobre Formación.

Skinner, B. F. (1968). The technology of teaching. New York: Appleton-Century-Crofts Sternberg, R. (1985). Beyond IQ: A triarchic theory of human intelligence. Cambridge,

Mass.: University Press. Stevens, S. S. (1951). Mathematics, measurement and psychophysics. En S. S. Stevens

(ed). Handbook of experimental psychology. New York: Wiley and Sons.

Summers, G. F. (1976). Medición de actitudes. México: Trillas.

Urdaneta, M., Aguirre, R., y Guanipa Pérez, M. (2009). Perfil de competencias del docente como tutor en línea para la educación a distancia. Universidad Rafael Belloso Chacín. Maracaibo (Venezuela): Mimeo.

USAL/SCOPEO. (2009). Informe Scopeo N° 1. Panorama sectorial de implantación de la formación en red. Disponible en: http://scopeo.usal.es/index.php?option=com_content&view=article&id=54&Itemid=66. Consulta realizada el 15-12-09.

US Department of Education. (2009). Evaluation of evidence-based practice in online

Learning: A meta-analysis and review of online learning studies. Disponible en: http://www.ed.gov/about/offices/list/opepd/ppss/reports.html. Consulta realizada e 06-01-10.

Valle Leon, I. (2005). Competencias laborales: Una alternativa de desarrollo organizacional. Disponible en: http://www.mailxmail.com/curso-competencias-laborales-alternativa-desarrollo-organizacional/competencia-laboral-origenes-termino. Consulta realizada el: 09-09-09

Page 91: Tesis Ruiz Bolivar

91

Vásquez, M. (2007). Tutor virtual: Desarrollo de competencias en la sociedad del conocimiento. Revista Electrónica Teoría de la Educación. Vol. Extraordinario.

Vigotsky, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona:

Grijalbo. Vigotsky, L. S. (1978). Mind and society. Cambridge, MA: Harvard University Press. Watson, J. B. (1928). The ways of behaviorism. New York: Harper & Row.

White, W. (1959). Motivation reconsidered: The concept of competence. Psychological Review, 66, 297-33.

Zarifian, P. (1999). Mutación de los sistemas productivos y competencias profesionales. El modelo de competencias y sus consecuencias sobre el trabajo y los oficios profesionales. Montevideo: OIT/CINTERFOR.

Page 92: Tesis Ruiz Bolivar

92

Anexos 1. Versión Final de la Escala Competencia del Docente Virtual

2. Base de Datos del Estudio

Page 93: Tesis Ruiz Bolivar

93

Escala Competencia del Docente Virtual (COMDOVIR)

Autor: Carlos Ruiz Bolívar

Parte I: Datos Personales

1. Sexo 2. Formación Académica 3. Especialidad/Campo

15 Masculino 2 5 Femenino

15 Licenciatura 25 Especialista 35 Máster 45 Doctorado

15 Educación 25 Psicología 35 Ingeniería 45 Derecho 55 Administración 65 Otra: _______________________

4. Edad 5. Formación en Docencia Virtual Docente

6. Experiencia como Docente Virtual

15 - 30 45 41-45 25 31-35 55 46-50 35 36-40 65 51 +

15 Cursos /horas: ________ 25 Especialización 35 Maestría 45 Doctorado

15 Ninguna 25 Menos de 1 año 35 1 a 3 años 45 4 a 6 años 55 7 a 9 años 65 10 años o más

Instrucciones: A continuación encontrará un conjunto de frases que representan los elementos de competencia que integran el perfil de un docente virtual. Por favor, marque con una equis (x) cada reactivo de la escala de acuerdo con la frecuencia con que usted los pone en práctica cuando diseña, gestiona y modera un curso online. Para tal fin, utilice las categorías que aparecen más abajo.

Siempre (SI) Casi Siempre (CS) Algunas Veces (AV) Pocas Veces (PV) Nunca (NU)

Dimensión Pedagógica – Diseño Instruccional N° Reactivos S

I CS

AV

PV

N U

1 Aplico prueba exploratoria para determinar las características de entrada de los participantes (conocimientos previos, motivación, habilidades tecnológicas, entre otras)

2 Redacto objetivos instruccionales tomando en consideración diferentes tipos de aprendizajes y niveles cognitivos (Aprender a: conocer, hacer, ser, convivir, emprender)

3 Propongo materiales apropiados en diferentes formatos (texto, vídeo, audio, objeto de aprendizaje, entre otros), para facilitar el aprendizaje

Page 94: Tesis Ruiz Bolivar

94

4 Incorporo información sobre licencia de los materiales utilizados (propiedad intelectual y derechos).

5 Propongo actividades de ejercitación o práctica para consolidar el aprendizaje 6 Aplico estrategias de evaluación sumativa con procedimientos cuantitativo, cualitativo o

mixto.

7 Tomo en cuenta la opinión de los participantes en el proceso de evaluación (autoevaluación). 8 Considero la opinión de los pares en el proceso de evaluación (coevaluación).

Dimensión Pedagógica – Gestión Académica 9 Promuevo el uso de estrategias de aprendizaje interactivo/colaborativo mediante la

propuesta de actividades asociadas al desarrollo de proyecto, estudio de caso, resolución de problema, juego y simulación, entre otras.

10 Promuevo y mantiene la motivación del grupo durante el desarrollo del curso. 11 Establezco las condiciones para la participación en los foros de discusión 12 Planteo las bases para la presentación y entrega de los trabajos (identificación, tipo de

documento, tamaño)

13 Aporto información temática para reforzar los conocimientos previos del estudiante. 14 Incorporo información que complementa y permite profundizar el conocimiento sobre el

tema.

15 Ayudo al estudiante a superar sus dificultades de aprendizaje. 16 Formulo recomendaciones metodológicas acerca de cómo organizarse para tener éxito en el

estudio.

17 Induzco al estudiante a reflexionar sobre su propia práctica y a autorregular su aprendizaje. 18 Empleo la evaluación formativa para conocer el progreso de los estudiantes y ofrecer la

retroinformación correspondiente.

Dimensión Tecnológica – Diseño del Entorno de Aprendizaje 19 Estructuro el curso en módulos y/o unidades con base en el criterio de semana, tema u otro 20 Organizo cada módulo o unidad en la interfaz del curso con base en etiquetas (por ejemplo:

objetivos, recursos, actividades, evaluación).

21 Publico el programa instruccional en la interfaz del curso. 22 Creo un foro de noticias o novedades para publicar periódicamente información sobre la

dinámica del curso de interés para los participantes.

23 Genero espacios para la presentación personal de los usuarios. 24 Creo foro general para la interacción social informal (por ejemplo, Cafetería). 25 Creo foro de dudas para atender las dificultades de los participantes sobre el desarrollo de la

unidad/módulo.

26 Elaboro adaptaciones individuales de las actividades obligatorias para aquellos estudiantes que plantean alguna dificultad para seguir el desarrollo de alguna unidad/módulo.

Dimensión Tecnológica – Manejo de Herramientas 27 Empleo herramientas de comunicación en línea, tales como: Skype, Messenger, ooVoo y

otros.

28 Utilizo materiales multimedia, como parte de los recursos instruccionales del curso 29 Utilizo herramientas de la Web 2.0 (Blog, Wikis, Youtube, Podcast, Webquest, Facebook,)

para promover la participación, interacción y cooperación entre los participantes.

30 Empleo herramientas ofimáticas (procesador de texto, hoja de cálculo, de presentación de diapositivas) como recursos complementario para el diseño didáctico instruccional del curso.

31 Utilizo herramientas de autor para el diseño de contenido para eLearning Dimensión Interpersonal – Aspecto Comunicacional 32 Anticipo las acciones de intervención a realizar durante los diferentes momentos del

desarrollo de cada módulo/unidad.

33 Promuevo el uso de la comunicación asincrónica y multidireccional entre los participantes a través del uso de foros de discusión, blog, wikis, redes sociales y otros.

Page 95: Tesis Ruiz Bolivar

95

34 Estimulo la comunicación sincrónica entre los participantes mediante el uso de medios como el chat, la videoconferencia y otros.

35 Modero los debates en foros y/o chat dando respuestas oportunas y planteando nuevas preguntas para la reflexión en profundidad sobre el tema de estudio.

36 Expreso su opinión sobre la calidad de los mensajes emitidos por los participantes.

Dimensión Interpersonal – Aspecto Social 37 Animo a los estudiantes a participar activamente en las diferentes actividades de aprendizaje

planificadas.

38 Planifico actividades que contribuyen a crear un clima afectivo adecuado para una interacción humana productiva.

39 Promuevo entre los participantes una cultura de la colaboración y la co-responsabilidad para incentivar la construcción social del aprendizaje.

40 Promuevo intencionalmente la interacción social en el grupo con el propósito de fortalecer las relaciones interpersonales y el sentimiento de comunidad entre los participantes.

41 Estimulo en los estudiantes la participación informal en los foros diseñados para tal fin

Dimensión Gerencial 42 Constato el proceso de registro e inscripción de los participantes del curso. 43 Monitoreo la participación de los estudiantes en las diferentes actividades planificadas en

cada módulo/unidad de aprendizaje.

44 Controlo la discusión en los debates a objeto de que los estudiantes se mantengan en los límites del tema en discusión.

45 Ejerzo un liderazgo democrático en su rol de gestor del curso (promueve la participación, sugiere ideas, provee soporte, promueve la autodisciplina y evita la crítica no-constructiva).

46 Realizo la evaluación de la calidad del curso y sus componentes 47 Tomo decisiones con base en los resultados de la evaluación para el mejoramiento continuo

de la calidad.

Page 96: Tesis Ruiz Bolivar

96

Page 97: Tesis Ruiz Bolivar

97

Page 98: Tesis Ruiz Bolivar

98

Page 99: Tesis Ruiz Bolivar

99

Page 100: Tesis Ruiz Bolivar

100

Page 101: Tesis Ruiz Bolivar

101

Page 102: Tesis Ruiz Bolivar

102