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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO COORDINACIÓN DOCENTE DE POSTGRADO EN CIENCIAS POLÍTICAS MAESTRÌA EN CIENCIA POLÍTICA TRABAJO DE GRADO OPINIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA DE SALUD EN VENEZUELA: 2003-2007. por Rafael Ernesto Quiñones Acosta. Febrero del 2011.

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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

DECANATO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

COORDINACIÓN DOCENTE DE POSTGRADO EN CIENCIAS POLÍTICAS

MAESTRÌA EN CIENCIA POLÍTICA

TRABAJO DE GRADO

OPINIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA DE SALUD EN VENEZUELA: 2003-2007.

por

Rafael Ernesto Quiñones Acosta.

Febrero del 2011.

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

DECANATO DOCENTE DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

COORDINACIÓN DE POSTGRADO EN CIENCIAS POLÍTICAS

MAESTRÍA EN CIENCIA POLÍTICA

OPINIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA DE SALUD EN VENEZUELA: 2003-2007.

Trabajo de Grado presentado a la Universidad Simón Bolívar por

Rafael Ernesto Quiñones Acosta

como requisito parcial para optar al grado académico de

Magister en Ciencia Política

Con la asesoría del prof.

José Vicente Carrasquero Aumaitre.

Febrero, 2011.

iii

ii

iii

DEDICATORIA

Dedicada a mi familia, mi madre, mi hermano Gustavo, mi tío Ricardo y un largo

etcétera de personas que en paralelo a la elaboración y culminación a este trabajo, me

ayudaron vitalmente a superar mis dolencias físicas y mentales que me acosaron durante este

año de desarrollo de la investigación. Su paciencia por la excéntrica carrera que ha escogido

este miembro de la familia siempre ha sido una de mis fuentes de inspiración para mantener

mi profesión.

iv

AGRADECIMIENTOS

Primeramente, al profesor José Vicente Carrasquero por su inmenso talento, paciencia

e ingenio que me guió en todo momento en el diseño y elaboración de esta tesis. Su familia

debe estar harta de ver mi cara por su casa cada fin de semana durante casi seis meses.

A los profesores Pasqüalina Curcio, Marino González y el doctor Rafael Orihuela, por

su ayuda en como localizar información relacionados con indicadores de salud en el país y

cómo interpretarlos correctamente a objetos de esta investigación.

A Marcela Zaro de Datanálisis; Eleonora Nevado y Felix Seijas del Instituto

Venezolano de Análisis de Datos; Saúl Cabrera, Pedro Cabrera y María Valentina Rodríguez

de Consultores 21, y finalmente al profesor Federico Welsh, que me suministraron la

información cuantitativa con relación a la opinión pública venezolana relacionada con el tema

sistema de salud público por parte de la opinión pública en sus respectivas empresas o

facultades académicas.

Al doctor Jorge Díaz Polanco del Cendes, que me suministró información vital acerca

del nivel de cobertura de la Misión Barrio Adentro durante los años en que tocó estudiar el

fenómeno de la salud pública en Venezuela. En cierta forma, quisiera que esta tesis fuese un

complemento de su libro “Barrio Adentro: Continente afuera”, al incluir el tema de la Opinión

Pública a su análisis de la Misión Barrio Adentro.

Aún sin su aprobación, le agradezco al profesor Pasqüale Nicodemo, cuyos consejos

fueron vitales para el análisis estadísticos de las variables estudiadas en la investigación.

Y por último pero no menos importante, a Oscar Schemel y Federico Schemel, de la

empresa encuestadora Hinterlaces, por suministrarme el material cualitativo que sirvió de base

para mi hipótesis alternativa a la investigación, al final de la misma.

Repitiendo un viejo mantra que adopté hace muchos años: “Si alguna virtud tiene esta

investigación en aportar nuevo conocimiento al complejo mundo de las ciencias sociales, se

v

debe en gran parte a las personas antes mencionadas. Si tiene algún defecto, es exclusiva culpa

del autor”.

vi

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

DECANATO DE ESTUDIOS DOCENTE DE POSTGRADO

COORDINACIÓN DOCENTE DE POSTGRADO EN CIENCIA

POLÍTICA

OPINIÓN PÚBLICA Y POLÍTICA DE SALUD EN

VENEZUELA: 2003-2007.

Por: Quiñones Acosta, Rafael Ernesto.

Carnet No.: 0886389

Tutor: José Vicente Carrasquero Aumaitre

Febrero, 2011.

RESUMEN

El objetivo principal de esta investigación es conocer cómo evalúa la opinión pública

venezolana las políticas en materia de salud pública del gobierno central venezolano, desde

abril del 2003 hasta diciembre del 2007, en comparación a los indicadores de desempeño del

gobierno central venezolano dentro de ese mismo período en materia de gestión de salud.

Se analizará descriptivamente la relación entre ambas variables para así describir el grado de

conexión de ambos fenómenos y su consistencia con el marco teórico de la investigación.

Finalizamos la misma refutando la hipótesis planteada inicialmente sobre la conexión

existente entre la percepción de la Opinión Pública venezolana sobre el desempeño del Estado

venezolano en materia de salud pública con el desempeño real del Estado en esta esfera de

sus atribuciones.

Palabras claves: Opinión pública, salud pública, desempeño.

vii

ÍNDICE GENERAL

APROBACIÓN DEL JURADO…………….......... ....……………………………………… ii

DEDICATORIA….…………………………………………………………………………. ..iii

AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………….. …...iv

RESUMEN……………………………………………………………………………….........vi

i

ÍNDICE

GENERAL…………………………………………………………………………………..vii

ÍNDICE DE FIGURAS………………………………………………………………….........xi

INTRODUCCIÓN.…………………………………………………………………………….1

Antecedentes. .......................................................................................................................... 6

Planteamiento y justificación del problema. ..................................................................... 17

Metodología de la investigación. ......................................................................................... 24

Operacionalización de variables. ........................................................................................ 29

Objetivos de la investigación. .............................................................................................. 34

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO. ………………………………………………………….35

1.1 Opinión Pública: Definición y características. ............................................................ 35

1.2 La relación de Política públicas con Opinión Pública. ............................................... 46

1.3 Demandas sociales y gobernabilidad democrática. .................................................... 55

1.4 Sistema de Salud Pública: Indicadores de desempeño. .............................................. 62

CAPÍTULO II: DATOS DE LA SALUD EN VENEZUELA…………………………... …..70

2.1 Barrio Adentro: Radiografía del nuevo paradigma en salud pública venezolana. . 70

2.2 Los objetivos del milenio en 3 países. ........................................................................... 88

viii

2.3 Medición de desempeño de la salud pública en Venezuela con base en el monitoreo,

la evaluación y el análisis del estado de salud de la población entre los años 2003-2007

por cada mil

habitantes..................................................................................................................................98

CAPÍTULO III OPINIÓN PÚBLICA EN MATERIA DE SALUD EN VENEZUELA. …112

3.1 Evolución de la opinión pública sobre la salud en Venezuela entre 2003 y 2007. .. 112

3.2 Nivel de satisfacción con el sistema de salud y el desempeño de dicho sistema. .... 132

CAPÍTULO IV: RELACIÓN ENTRE POLÍTICAS Y OPINIÓN PÚBLICA…………... …159

4.1 Políticas públicas diseñadas para impactar a la opinión pública. ........................... 159

CAPTÍTULO V: CONCLUSIONES ………………………………………………………...178

REFERENCIAS………………………………………………………………………….. …188

ANEXOS…………………………………………………………………………………. 211

1.- Indicadores de desempeño del Gobierno Central en materia de salud durante los años

2003-2007. ........................................................................................................................... 211

1.1- Razón de muertes maternas: Venezuela. .................................................................. 211

1.2.- Tasa de muertes perinatales. .................................................................................... 213

1.3.- Número de vacunas colocadas por enfermedad. ...................................................... 219

1.4.- Principales causas de muertes de niños menores de un año en Venezuela. ............. 221

1.5.- 10 Principales causas de muertes de niños de 28 días de nacidos. .......................... 228

1.6.- Principales causas de muerte de niños entre 1 y 4 años. .......................................... 235

1.7.- Tasa de muertes por enfermedades endémicas. ....................................................... 241

1.8.- Número de infectados por VIH/SIDA entre los años 2003-2007 en Venezuela. .... 249

2.- Indicadores del uso de la Misión Barrio Adentro…………………………………….. …251

2.1.- World Development Consultants. ............................................................................ 251

2.2.- CENDES. .................................................................................................................... 255

2.3 Banco Central de Venezuela. ...................................................................................... 259

3.- Indicadores de la percepción la Opinión Pública venezolana sobre el tema de la salud

entre los años 2003-2007. .................................................................................................... 260

3.1.- DATANÁLISIS. ...................................................................................................... 260

3.2.- CONSULTORES 21. ............................................................................................... 268

3.3.- INSTITUTO VENEZOLANO DE ANÁLISIS DE DATOS. ................................. 279

3.4.- LATINOBARÓMETRO. ........................................................................................ 287

ix

ÍNDICE DE TABLAS

Tablas Pág.

Tabla 2.1 Edades de los usuarios de las misiones gubernamentales sobre salud y alimentación.

................................................................................................................................................... 77

Tabla 2.2 Capacidad de cobertura de la Misión Barrio Adentro por estados Venezuela, 2005.

................................................................................................................................................... 78

Tabla 2.3 La última vez que estuvo enfermo ¿Qué hizo? ......................................................... 80

Tabla 2.4 Comportamiento ante la última enfermedad propia por tipo de servicio utilizado y

clase social. Venezuela, 2005. ................................................................................................... 83

Tabla 2.5 Uso de Servicios de salud por tipo de servicio y nivel socioeconómico. Venezuela,

2005. .......................................................................................................................................... 84

Tabla 2.6 Uso de servicios de salud por tipo de red y clase social. Venezuela, 2005 (% sobre

toda las clases sociales). ............................................................................................................ 85

Tabla 2.7 Comparación de Tasas de muertes maternas 2003-2007. ......................................... 90

Tabla 2.8 Comparación de Tasas de muertes perinatales (menores de 28 días de nacidos)

2003-2007. ................................................................................................................................. 91

Tabla 2.9 Comparación de Tasas de muertes de niños entre 28 días y 11 meses de nacidos

2003-2007. ................................................................................................................................. 92

Tabla 2.10 Tasa de muertes entre niños de 1 y 4 años de edad. ................................................ 93

Tabla 2.11 Cobertura de la vacunación en Venezuela. ............................................................. 94

Tabla 2.12. Cobertura de la vacunación en Colombia. .............................................................. 94

x

Tabla 2.13. Cobertura de la vacunación en Chile. ..................................................................... 95

Tabla 2.14. Gasto en Salud Pública según % del PIB .............................................................. 97

Tabla 2.15. Principales causas de muertes de niños menores de 28 días. ............................... 100

Tabla 2.16. Principales causas de muertes de niños menores a 1 año. .................................... 102

Tabla 2.17. Principales causas de muertes de niños entre 1 y 4 años de nacidos. ................... 103

Tabla 3.1. Nivel de satisfacción sobre el impacto de la gestión del Presidente Chávez en

materia de salud. 2003-2007 .................................................................................................... 114

Tabla 3.2. Beneficiarios de las misiones entre el año 2004 al 2007. ....................................... 117

Tabla 3.3 Beneficiarios de las misiones para noviembre del 2009. ........................................ 118

Tabla 3.4. Nivel de satisfacción por los servicios de salud públicos impartidos por el gobierno

central. ..................................................................................................................................... 120

Tabla 3.5. Formas de cubrir los gastos en salud. ..................................................................... 121

Tabla 3.6 Como ha enfrentado los problemas de salud que ha tenido usted y su familia en los

últimos doce meses……………………………………………………………………….. …122

Tabla 3.7. Principales problemas que aquejan a Venezuela. ................................................... 124

Tabla 3.8. Evaluación del sistema de salud público. ............................................................... 126

Tabla 3.9. ¿Cuáles son las principales propuestas del Presidente Hugo Chávez para el año

2006?........................................................................................................................................128

Tabla 3.10. Beneficiarios de Misiones sociales....................................................................... 129

Tabla 3.11. Misión más exitosa del gobierno nacional. .......................................................... 131

xi

ÍNDICE DE FIGURAS.

Figuras Pág.

Ilustración 2.1. Evolución de la tasa de muertes maternas. ....................................................... 99

Ilustración 2.2. Evolución de la tasa de muertes de niños menores de 28 días de nacidos ..... 100

Ilustración 2.3. Tasa de muertes de niños entre los 28 días y 11 meses de nacidos. ............... 102

Ilustración 2.4. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años de nacidos. .................................. 104

Ilustración 2.5. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años a causa de enfermedades

intestinales. .............................................................................................................................. 105

Ilustración 2.6. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por causa de influenza y neumonía.

................................................................................................................................................. 106

Ilustración 2.7. Tasa de niños entre 1 y 4 años de edad fallecidos por enfermedades crónicas

respiratorias. ............................................................................................................................ 107

Ilustración 2.8. Cobertura de vacunación en Venezuela 2005-2008. ...................................... 108

Ilustración 2.9. Número total de infectados por VIH-SIDA 2003-2007. ................................ 109

Ilustración 2.10. Tasa de mortalidad por paludismo 2002-2007. ............................................ 110

Ilustración 2.11. Tasa de mortalidad por tuberculosis. ............................................................ 111

Ilustración 3.1. Nivel de satisfacción con el sistema público de salud del gobierno central entre

los años 2002-2007. ................................................................................................................. 135

Ilustración 3.2. Tasa de mortalidad materna. .......................................................................... 135

Ilustración 3.3. Tasa de mortalidad de niños menores a los 28 días de nacidos. .................... 137

Ilustración 3.4. Tasa de mortalidad de niños entre los 29 días y los 11 meses de nacidos. .... 139

xii

Ilustración 3.5. Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años de nacidos. .............................. 141

Ilustración 3.6. Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años de edad por enfermedades

infecciosas intestinales. ........................................................................................................... 143

Ilustración 3.7. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por influenza y neumonía. .......... 144

Ilustración 3.8. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años de edad por enfermedades

respiratorias. ............................................................................................................................ 146

Ilustración 3.9. Cobertura de vacunación pentavalente. .......................................................... 147

Ilustración 3.11. Cobertura de vacunación antirotavirus. ........................................................ 148

Ilustración 3.10. Cobertura de vacunación antipolio. .............................................................. 149

Ilustración 3.12.Cobertura de vacunación BCG. ..................................................................... 150

Ilustración 3.13. Cobertura de vacunación antiamarílica. ....................................................... 151

Ilustración 3.14. Cobertura de vacunación Trivalente viral. ................................................... 152

Ilustración 3.15. Tasa de infectados por VIH/SIDA en Venezuela. ........................................ 153

Ilustración 3.16. Tasa de muertes por paludismo como enfermedad endémica. ..................... 155

Ilustración 3.17. Tasa de muertes por tuberculosis como enfermedad endémica. .................. 156

INTRODUCCIÓN.

Uno de los elementos esenciales que separan la pre-modernidad del período moderno

fue la separación del saber frente al poder, en la construcción de la definición de la realidad

por parte del sujeto humano. Si en el Antiguo Régimen que dominaba la sociedad occidental

antes del advenimiento de la Modernidad, la producción del saber que imponía como debía

pensarse y concebirse la realidad humana se regulaba a través de una estructura teológica-

política, la modernidad rompe con la relación poder-saber, para pensar la realidad en términos

autónomos a los del poder político-teológico. La modernidad no sólo implicaba la defunción

de las formas políticas, económicas y sociales que habían regido Occidente durante siglos

antes del advenimiento de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, sino era también

la ruptura con el monopolio de la producción sentido por parte de la Iglesia y el Estado

Occidental.

La separación de lo político de la producción del saber origina una dinámica inédita en

los sistemas políticos que regían el mundo occidental, posibilitando la existencia de repúblicas

liberales representativas, que con la evolución del tiempo estaban destinadas a ser el punto de

partida para el origen de la democracia moderna. La esencia representativa del poder político

en los nuevos sistemas de gobierno hace imposible que por medio del Estado se imponga

cualquier representación absoluta del saber de una sociedad y en consecuencia, de los

mecanismos con que los sujetos pueden definir su realidad. El poder político moderno admite

no poder representar de forma absoluta todos los intereses e integrantes de la comunidad

política donde rige su poder. Por lo tanto, le es imposible al Estado Moderno monopolizar la

propiedad de la verdad ante los miembros de la comunidad política, originándose en la esfera

de lo social un sinfín de focos de producción del sentido para definir la realidad en que

subsisten y actúan los individuos.

El desarrollo de estos focos múltiples y alternativos a los de la esfera de lo político y

del poder del Estado en la sociedad moderna, posibilitó que los

2

sujetos de manera relativamente autónoma puedan interpretar y cuestionar la realidad en

que viven, donde los conceptos que definen la identidad social puedan ser debatidas, sujetas a

la polémica, ya sea para sintetizarse en puntos de vistas compartidos en sociedad o aislarse en

dinámicas discursivas específicas de algunos miembros de la sociedad. Nace en este proceso

entes de gran significación para la construcción del conocimiento y las creencias dentro de la

modernidad: El intelectual moderno y la opinión pública moderna. El primero sería la

consecuencia lógica de la división del trabajo en la modernidad, que delegaba en un rol

específico de la sociedad la función de originar conocimiento especializado para el resto de los

miembros de la sociedad pudiesen definir la realidad en que vivían y las acciones a cristalizar

dentro de la misma con base a ese conocimiento.

En cambio, la opinión pública moderna es un producto directo de la pérdida de la

Iglesia y el Estado occidental en el moldeamiento de las opiniones de los sujetos sociales más

allá del ámbito de sus respectivas esferas privadas. Si en la pre-modernidad, el poder político y

teológico había ejercido con sus respectivos mecanismos de dominación la mayor parte de los

juicios de valor que eran publicitados en el debate público en sociedad, con la entrada de la

modernidad esa potestad se pierde. Lo anterior implica que las fuentes con que se moldearan

las opiniones públicas de los individuos y grupos sociales serán múltiples y muchos más

diversas en la modernidad que en las que existían en la pre-modernidad, donde el intelectual

moderno tendrán un papel relevante aunque no único en moldear estas opiniones dentro del

ámbito público de la comunidad política moderna.

La entrada de la modernidad no sólo hace cambiar radicalmente los criterios con que se

producía el conocimiento y el sentido de la realidad en sociedad, sino de los fundamentos en

que se sustentaba el poder político en la comunidad humana occidental. Si en el Antiguo

Régimen la soberanía del poder político se sustentaba en un cuerpo reglamentado que tenía su

punto de apoyo en la tradición impuesta por el Estado y la Iglesia en Occidente, la modernidad

establecía otros criterios. La soberanía del poder político descansaba en los miembros de la

comunidad política que tenían y podían ejercer sus derechos políticos a través de la

representación política y el debate público. Por lo tanto en la Modernidad la construcción

primeramente del Constitucionalismo en las monarquías parlamentarias occidentales, luego en

el surgimiento de las repúblicas liberales y por último en la consolidación de la democracia

3

liberal moderna, la soberanía de los sujetos que hacen vida en la comunidad política era la

piedra angular de toda justificación y ejecución de una acción política racional.

La soberanía de la Nación, también entendida como la soberanía del “pueblo”

gobernado que se operacionalizaba a través de la representación política de la ciudadanía en la

elección de sus gobernantes, dotaba de legitimidad a un nuevo tipo de Estado diferente al del

Antiguo Régimen. La soberanía del nuevo Estado, traducida como el poder de elaborar y

aprobar leyes que regulan las relaciones humanas en sociedad, proviene de los ciudadanos de

la comunidad política en su conjunto y es susceptible la manera de llevar su ejecución de las

decisiones y opiniones generales que son debatidos en el espacio público de la sociedad. La

representación pública moderna, que al contrario de la representación en el Antiguo Régimen

no implica el mandato imperativo de los representantes frente a sus electores de manera

directa, sino la depuración de los intereses generales de los miembros de la sociedad usando

como filtro la elección de los representantes. Los intereses diversos existentes en el debate y

elaboración de la opinión pública condicionan de manera limitada la elección de los

representantes del Estado que a su vez sugestionaran la forma de ejercer el poder político en la

comunidad humana.

De esta manera, el Estado Moderno, a través de la representación y el

Constitucionalismo, posibilita el debate público en sociedad y sus efectos en la representación

política de acuerdo a cauces establecidos por los mecanismos de representación de los

intereses generales de la Nación que fundamentan el Estado Liberal de Derecho: Libertad,

Igualdad, Justicia, Seguridad y Propiedad. La sugestión de la acción política gubernamental

orientado a un grupo social particular de la comunidad es inconcebible en este esquema, al

igual que la intervención del Estado en ámbitos de la sociedad que según la ideología liberal

con que se construye el Estado moderno son vedados a la acción gubernamental. En este

aspecto, la opinión pública moderna sólo puede actuar dentro de un ámbito muy específico de

acción sobre el gobierno de la sociedad para activar acciones proclives a la defensa de los

derechos e intereses generales de la Nación representada en el Estado.

Pero el cuestionamiento de las nociones liberales en que se fundamentaba el Estado de

Derecho Moderno, activaron dentro de la misma Opinión Pública de acciones que

repercutieron en nuevas transformaciones del Estado. Las desigualdades de oportunidades en

el acceso al poder del Estado por parte de los gobernados, los desajustes sociales originados

4

por la cuestión social de la sociedad industrial, los límites de la representación política como

modo de controlar el poder gubernamental más la complejización y diversificación de la

sociedad civil moderna, implicaron que la opinión pública impulsara cambios en la visión

sobre la legitimidad del poder el Estado en sociedad. De esas presiones surge el Estado Social

de Derecho, heredero del Estado Liberal de Derecho del sistema político y representativo de

carácter democrático que reemplaza al orden del Antiguo Régimen, pero que expanden las

funciones del Estado más allá del modelo liberal de gobierno.

El Estado Social de Derecho se consolida como un modo superior de gobierno al

liberal en la sociedad industrial occidental, donde la legitimidad del Estado abarca más allá de

su ámbito constitucional y electivo-representativo en el ejercicio del poder político. El Estado

Social de Derecho se consolida como productor y ejecutor de un conjunto diverso de políticas

públicas para garantizar el mayor grado de bienestar posible al mayor número de personas en

la comunidad política democrática. La calidad, eficiencia y efectividad de estas políticas

públicas repercute en el nivel de gobernabilidad que pueda ejercer la esfera política en una

comunidad y parcialmente el grado de legitimidad de un sistema político y sus representantes

en el ejercicio de la autoridad otorgado por medio de la representación política. La opinión

pública moderna de esta forma expande su radio de acción sobre la esfera política de la

sociedad, siendo ella el punto de encuentro de las opiniones y evaluaciones que hacen los

sujetos democráticos sobre el desempeño del gobierno en materia de políticas públicas.

Venezuela, como sistema político enmarcado desde 1830 a 1945 en el esquema de una

república liberal moderna, y de 1945 al 2010 (con un breve paréntesis entre 1948 y 1958)

como una democracia liberal moderna. Desde su constitución como Estado Democrático

moderno, se adhirió de manera implícita a los principios que definen el Estado Social de

Derecho desde 1958 a 1999, y de manera constitucionalmente explícita desde 1999 al 2010.

En este contexto, la gobernabilidad y legitimidad democrática del Estado Democrático no sólo

recaía en el cumplimiento de la normativa Constitucional y la elección democrática y

universal de los representantes políticos, sino de la evaluación continua de la Opinión Pública

venezolana de los éxitos y fracasos del Estado para garantizar servicios como educación,

salud, vivienda, empleo y otros elementos en el marco de la potestades a cumplir por parte del

Estado Social de Derecho. De esta forma, el nivel de desempeño del Estado en producir y

distribuir bienes y servicios a la sociedad venezolana para satisfacer tanto necesidades

5

generales como específicas de los grupos sociales hacen vida en la comunidad política, era un

elemento esencial para la evaluación de la opinión pública de las funciones del gobierno se

estuviesen cumpliendo a cabalidad y por lo tanto, pudiéndose condicionar el nivel de

gobernabilidad del poder político en la sociedad venezolana.

El acceso universal a un sistema eficiente y eficaz de salud pública, es uno de los

elementos de mayor importancia en la construcción del Estado Social de Derecho en

Occidente, al igual que en el caso venezolano. Desde la constitución en 1958 del Estado

venezolano como un sistema político democrático moderno, la prestación de la salud como

servicio público a todos los venezolanos ha sido un elemento sustantivo para la opinión

pública nacional para evaluar la calidad de la acción política estatal y su legitimidad en el

contexto del juego democrático venezolano.

A partir de 1999 con el ascenso al poder del Presidente Hugo Chávez en la presidencia del

Ejecutivo nacional se planteó la modificación en la forma en que el Estado elaboraba y

ejecutaba sus políticas públicas en el marco del Estado Social de Derecho, pero sólo en el año

2003 ese cambio se cristalizaría de manera patente en el ámbito de la prestación del servicio

de la Salud. La ejecución de una política pública de salud paralela al sistema de salud público

fundamentado en la red hospitales y centros de salud construidos a lo largo del siglo XX, se le

llamó Misión Barrio Adentro, centrado en un conjunto de módulos de atención de salud

primaria dirigidos a los estratos económicamente más desfavorecidos de la sociedad

venezolana. Dicho cambio en la forma de ejecutar la política de salud del Estado venezolano a

su vez ejercicio cambios en la manera en que la opinión pública venezolana evaluaba la

eficiencia y efectividad del Estado en la prestación del servicio.

Como ha cambiado la forma de ejecutar la política de salud en Venezuela y como se

evalúa esta nueva ejecución de la salud pública por parte de la opinión pública venezolana es

de vital importancia para entender de qué forma comprenderá la mayoría de los venezolanos

como se presta el servicio en los venideros años. Estudiando los indicadores de desempeño del

sector salud desde el 2003 hasta el año 2007 (último año en que se han registrado cifras

oficiales sobre el sector) y las mediciones de la opinión pública con respecto a la evaluación a

la salud pública, se podría detectar el nivel de coherencia o distorsión del desempeño del

gobierno en materia de salud con las percepciones mayoritarias de la ciudadanía venezolana

con respecto a dicho desempeño. El grado de coherencia entre ese desempeño y la percepción

6

de ese desempeño por parte de la opinión pública venezolana determinarán si en verdad la

ciudadanía venezolana está en sintonía para evaluar la ejecución de las políticas públicas de un

gobierno democrático dentro de un contexto de Estado Social de Derecho, o la construcción de

sus percepciones son ajenos a los efectos reales de dichas políticas públicas, siendo imposible

que ejecute acciones para moldear dicha políticas a los intereses de las mayorías de la

comunidad política. En estas palabras resumimos la relevancia y actualidad de la investigación

que pretendemos acometer y cuyo éxito deseamos cristalizar.

Antecedentes.

Sólo se puede hablar de un sistema de salud público en Venezuela a partir del siglo XX

venezolano. Durante los primeros 70 años de vida republicana, Venezuela, al igual que otros

países de la región latinoamericana, disfrutaba de servicios de salud financiados por

particulares o por la institución eclesiástica de la Iglesia Católica (Rincón Becerra, Rodríguez

Colmenares, 2004). En este contexto, el servicio de salud era de carácter municipal y en el

mejor caso, bajo la supervisión de los estados federales de la república (González, 2006), ya

que las provincias que integraban la nación resolvían autónomamente sus problemas de salud

sin responder al Estado Central. Esto evidencia la falta de una política de salud y saneamiento

nacional por parte del Estado Nacional venezolano.

La primera iniciativa conocida en materia de institucionalización y centralización de

una auténtica política de salud, por parte del Estado Central venezolano, procede en el año de

1909, iniciándose a partir de entonces un largo proceso de formalización e institucionalización

de la función pública del Estado Central venezolano de construir un sistema de salud pública

para el país. En 1909 se crea por primera vez la Comisión de Higiene Pública, bajo el auspicio

del Ministerio de Relaciones Interiores, durante el gobierno del Presidente Juan Vicente

Gómez. La materialización de esta Comisión posibilitó que dos años más tardes se pudiese

organizar coherentemente los servicios de salud, para combatir epidemias de enfermedades

infecciosas como el paludismo, la tuberculosis, el mal de Chagas y la lepra (Abad, 1999),

enfermedades que incidían en altas tasas de mortalidad dentro de la Venezuela de comienzos

del siglo XX. La necesidad de combatir estos males endémicos junto con la creciente

urbanización de la población venezolana, llevarían a que más allá del aporte particular, fuese

7

el Estado el gran organizador de la política de salud del país, constituyéndose en 1911 la

Oficina de Sanidad como el primer gran paso para concretar una administración pública del

servicio de salud.

Sin embargo, durante los 27 años del gobierno de Juan Vicente Gómez, fuera de

establecer la Oficina de Sanidad como la suprema autoridad en materia de salud en el país,

poco se avanzó en la institucionalización de un sistema de salud pública. Los recursos de la

Oficina de Sanidad provenían de aportes particulares de la Fundación Rockefeller, focalizando

la actividad de la Oficina en las zonas portuarias, petroleras y las áreas urbanas principales del

país (Pérez y Jaen, 1993). Sólo a partir de 1936, después de la muerte de Gómez, el país se

dirige a la construcción de un auténtico aparato gubernamental para organizar las políticas de

salud a implementarse en el país. En 1936 se crea bajo el gobierno del Presidente Eleazar

López Contreras el Ministerio de Salud y Asistencia Social, que empieza a centralizar todas

las políticas públicas de salud bajo la potestad del Estado Central venezolano. A la fecha se

empieza a implementar los primeros programas de servicios materno-infantiles dentro de la

ciudad de Caracas. Para 1938 se promulga la primera Ley de Sanidad Nacional, que centraliza

formalmente todas las iniciativas de salud bajo la batuta del Estado Central venezolano. La

legislación no sólo posibilitó el comienzo de la construcción de infraestructura sanitaria por

parte del Estado sanitario, sino el comienzo de las primeras campañas sistemáticas contra

enfermedades endémicas en el país, como el caso de la malaria.

En 1944, durante el gobierno de Isaías Medina Angarita, se funda el Instituto

Venezolano de Seguros Sociales, más como una conquista sindical del movimiento obrero que

una política de salud intencionada del gobierno central. Esto lleva a que la nueva institución

esté bajo la adscripción del Ministerio de Trabajo (Rincón Becerra, Rodríguez Colmenares,

2004) y no del Ministerio de Sanidad, con una cobertura muy limitada. Progresivamente

durante el gobierno de Medina Angarita, se intentó desplegar tanto una política de salud

curativa como preventiva, por medio de la creación en 1945 de una Comisión Nacional para la

planificación de las instituciones médicas del país. Se inicia igualmente la primera red

nacional de instituciones hospitalarias durante esta gestión de gobierno (Castellanos, 1982).

Pero la formalización legal del deber del Estado venezolano de garantizar salud

gratuita al venezolano, tendrá lugar en el marco de un Estado Social de Derecho durante la

aprobación de una nueva constitución en el año 1947, donde se consagra la salud como

8

política esencial del Estado venezolano. En su artículo 51, la Constitución venezolana de 1947

especificaba que el “Estado velará por el mantenimiento de la salud pública. Todos los

habitantes de la república tienen el derecho a la protección de la salud. El Estado establecerá

los servicios necesarios para la prevención y tratamiento de enfermedades” (Constitución de

la República de Venezuela, 1947, citado por Delgado y Gómez, 2001, Pág: 73). Esto

implicaba que el Estado asumía un carácter intervencionista y controlador sobre el servicio de

salud en Venezuela, enfocándose más en lo preventivo que lo asistencial en la prestación del

servicio (Delgado y Gómez, 2001).

En el año 1953, el imperativo constitucional que dotaba al Estado venezolano de la

suprema potestad sobre la salud en el país no está explícito en la Constitución Nacional, si

bien la inversión en materia de infraestructura sanitaria sigue estando presente durante la

dictadura del General Marcos Pérez Jiménez (República de Venezuela, 1971). Sólo a la caída

del gobierno de Pérez Jiménez en el año 1958, el Estado Central venezolano retoma

explícitamente su función de supremo rector del servicio de salud dentro de las fronteras

nacionales del país. En 1958 culmina el proceso de formalización e institucionalización del

servicio salud como bien público, y comienzo su burocratización y masificación por todo el

país, durante un período de tiempo que oscila desde 1958 hasta el año de 1989.

El derrocamiento de la dictadura militar en el año de 1958 hace imperativo que para la

consolidación de un estado democrático de derecho en Venezuela, se proceda a un amplio

consenso de actores políticos y sociales para la estabilidad del nuevo régimen político. Esta

serie de consensos político-sociales posibilitaron que en la redacción y aprobación de la

Constitución de 1961 se garantizara una serie de derechos de carácter universal para todos los

venezolanos, donde el acceso de los ciudadanos al servicio de salud, bajo la administración del

Estado Central venezolano como proveedor de los servicios médicos y los recursos en materia

de infraestructura e insumos que posibilitaran el servicio se concretara (Sánchez, 2007). “Bajo

este consenso se concluye que todos los ciudadanos tienen derecho a la protección de la

salud, subyaciendo de esta manera el elemento de presencia del Estado como proveedor de

los recursos para la atención médica, el mantenimiento de la infraestructura de la red de los

servicios, para lo cual debían establecerse los medios que contribuirían a fortalecer la

asistencia a quienes carecían de ella. Con esto se pone en ejecución una política universalista

9

promovida por el modelo económico que impulsaba la sustitución de importaciones” (Rincón

Becerra, Rodríguez Colmenares, 2004, Pág: 7).

Dentro de la nueva etapa de burocratización y masificación del servicio de salud, el

papel rector de las nuevas políticas de salud siguió recayendo en el Ministerio de Sanidad y

Asistencia Social, como ente promotor y protector de la salud pública en el país, tanto a nivel

preventivo, como curativo y de descontaminación ambiental (Ochoa, 1995). El Ministerio de

Sanidad se convirtió entonces en un ente altamente jerarquizado y burocratizado (Rodríguez y

Pérez, 1996), cuya estructura tuvo replicas en todas los estados y entidades político-

administrativos del país, donde cada región sanitaria respondía directamente al poder central

en materia de salud. Esta centralización de la salud posibilitó que entre 1960 y 1964 a través

del Plan de la Nación se implementara un vasto plan de construcción de infraestructura

sanitaria e implementación de políticas públicas de salud que serían continuados por los planes

de la Nación siguientes, afectando de manera positiva los indicadores de salud de la población

venezolana.

La expansión de la infraestructura sanitaria y las políticas de salud por parte del Estado

Central venezolano siguen en continua expansión hasta el año de 1974, con el ascenso a la

presidencia de Carlos Andrés Pérez. Los planes económicos diseñados por esta

administración, contemplados en el proyecto Gran Venezuela, estimularon la desinversión

pública en materia de salud a favor de la actividad empresarial privada en materia de salud.

“Esta situación, aunada a los ingresos fiscales, estimularon la asociación entre grupos

médicos, permitió la creación de nuevas instituciones en el área, como fueron los grandes

hospitales de tipo empresarial, esto trajo como consecuencia el desplazamiento del sector

público por parte del privado, lo que se demuestra con el incremento de camas de

hospitalización por parte del sector privado, mientras en el público se afianzó la estructura

sanitaria como espacio clientelar-partidista, que profundizó la corrupción administrativa”

(Rincón Becerra, Rodríguez Colmenares, 2004, Pág: 12).

En este período, la expansión de la infraestructura sanitaria pública empieza a decaer

progresivamente, en beneficio de la red de hospitales y clínicas privados. Igualmente durante

la década de los 70, se intenta sostenidamente un proceso de regionalización de las políticas

públicas de salud, que obliga a la larga a trazar planes de desconcentrar administrativamente la

prestación del servicio de salud en el país (Ramírez, 2002). Este proceso de regionalización de

10

los servicios de salud genera fuertes resistencias en las élites políticas del país, que intenta

promulgar entre 1983 y 1987 la Ley Orgánica de Servicio Nacional de Salud, cuya intención

era integrar las principales instituciones de salud del país bajo un solo esquema centralizado de

redacción de políticas sanitarias en el país. El contexto social y político del país impide que el

instrumento pueda concretarse en políticas públicas coherentes, habiendo un consenso general

en diferentes grupos del país de orientar el sistema de salud hacia un esquema más

descentralizado.

Justamente en el año de 1987 empieza el gobierno nacional a planificar junto con la

Universidad Rafael Urdaneta y la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE)

la elaboración de un proyecto de Ley de Transferencia de Competencia del Poder Nacional a

los niveles subnacionales (Pérez y Jaen, 1993). Esto promovió la existencia de fundaciones y

redes de ambulatorios que servirían de preámbulos a la nueva etapa del sistema de salud

público en Venezuela, desde 1989 hasta el año 1999. Esta nueva etapa se verá caracterizada

por buscar la transferencia de las cargas del Estado Central en materia de salud, hacia las

diferentes regiones del país por medio del ejercicio de dichas atribuciones por parte de las

gobernaciones y alcaldías del país.

En 1989 llega al poder por segunda vez el Presidente Carlos Andrés Pérez, iniciándose

cambios que llevan a la aprobación de la Ley Orgánica de Descentralización y Delimitación de

Transferencia del Poder Público y la Ley Orgánica del Régimen Municipal. La aprobación de

estos instrumentos legislativos genera un consenso dentro de la primera generación de

gobernadores y alcaldes electos por voto universal en el país, exigir la transferencia las

competencias de administración de la salud pública a las regiones del país. La exigencia se

terminará de hacer efectiva a mediados del año 1993, sin necesidad de aprobar una ley

orgánica que establezca claramente esta transferencia a las gobernaciones y alcaldías del país.

Esto trajo como consecuencia que cada gobernación terminara creando una Secretaria de

Salud propia para su estado correspondiente, que generaron diferentes modelos de gestión y

subsistemas de salud dentro del macrosistema de salud gobernado por el Estado Central.

Finalmente es en el año de 1997 cuando se elabora y aprueba la Ley Orgánica de

Sistema de Seguridad Social Integral, que incorpora al sistema de salud público nacional, las

nuevas realidades de los subsistemas de salud regionales. Esto implica la separación de las

11

funciones de financiamiento y prestación de los servicios de salud con base en las realidades

de cada región y subsistema en particular (Méndez, 2001).

La aceptación de esta situación caracterizada por la existencia de diferentes

subsistemas de salud dentro del país evidenciaba una nueva realidad, consistente en la libre

escogencia del beneficiario de que entes administradores y prestadores de la salud decidía

acudir. Esto crea la necesidad de establecer una serie de fondos públicos diversos para el

financiamiento de los diferentes subsistemas públicos de salud existentes en Venezuela. Pero

el agravamiento de diferentes institutos nacionales de servicio de la Salud (como el Seguro

Social) y los problemas de cancelación de pasivos laborales tanto en el sistema público como

privado de salud, originan una nueva estrategia en materia de salud a finales de 1998 (Méndez,

2001).

Esta situación implicaba la necesidad del aparato burocrático gubernamental de ejercer

de manera integral una serie de reformas sobre el sistema de salud pública para garantizar su

correcto financiamiento por parte del Estado venezolano. Entre ellas la reducción del Estado

en la prestación de los servicios; el establecimiento de tres modelos de gestión de salud

competitivos: Un modelo público abierto (con sistemas de recuperación de costos), modelo de

seguridad social de acceso restringido y modelo privado para la población con capacidad

económica y para los trabajadores públicos y privados con seguros privados; el desarrollo de

un sistema escalonado de tarifas y un mecanismo estratificado de costos a subsidiar para

reducir en un 75% el personal obrero y administrativo no productor de salud (Alvarado y

otros, 2008, Pág: 115).

Estas reformas fracasan al obviar en su implementación las complejidades

administrativas que implicó la descentralización de los servicios de salud en la década de los

noventa, olvidando el conjunto de nuevos organismos administrativos en materia de salud en

las regiones y municipios del país, frustrando la ambición del gobierno central de construir un

sistema intergubernamental de salud (Alvarado y otros, 2008). Si bien en efecto desde la

década de los 90 se descentralizó los servicios de salud de 18 de las 24 entidades federales del

país, las múltiples instancias y secretarias de salud existentes a nivel regional y municipal

hacían inoperable las reformas que desde el Ejecutivo Nacional se quería implementar a todo

el sistema de salud venezolano. Esto abre la puerta a la cuarta y última etapa de desarrollo del

sistema de salud público en Venezuela.

12

La nueva etapa del desarrollo del sistema de salud público en Venezuela comienza en

1999, con el ascenso al poder del Presidente Hugo Chávez. Su llegada al poder implicará dos

nuevas realidades en el país en materia de salud: el intento de revertir parcialmente las

transferencias en materia de salud pública a los gobiernos regionales y el empresariado

privado, y en segundo término, la construcción de un sistema de salud paralelo al existente en

Venezuela desde 1909 hasta 1999, enfocado en la atención preventiva de la salud de los

sectores más pobres del país. Si bien, tanto la instalación de un sistema paralelo de salud no

tendría su cristalización hasta el año 2003, al igual que la reversión de los servicios de salud de

los estados hacia el Ejecutivo Nacional, se empieza a gestar desde 1999, las intenciones de

hacer un giro en política de salud por parte del gobierno nacional.

Esto implicó que la reestructuración a inicios del gobierno el Ministerio de Salud y

Asistencia Social, para reconvertirlo en Ministerio de Salud y Desarrollo Social. “Bajo este

escenario, es transformado el MSAS, creándose el Ministerio de Salud y Desarrollo Social

(MSDS) como producto de la fusión entre dicho Ministerio y el de Familia, como órgano

rector del sector salud, teniendo a su cargo la regulación, formulación, diseño, evaluación,

control y seguimiento de las políticas, programas así como planes de salud y desarrollo

social; la integración de las fuentes de financiamiento, asignación de los recursos del Sistema

Público Nacional de Salud, la atención integral de salud a todos los sectores de la población,

en especial la de bajos recursos, y la promoción de la participación ciudadana” (Rincón

Becerra, Rodríguez Colmenares, 2004, Pág: 525) .

Igualmente, se modifica para 1999 en el parlamento la Ley Orgánica de Seguridad

Integral para evitar la eliminación del Instituto Venezolano de Seguridad Nacional (para el

2002, la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social derogará la Ley Orgánica de

Seguridad Integral y por lo tanto el régimen previo de salud, haciéndole en teoría más

incluyente y de aplicación universal) , posibilita la integración del Consejo Nacional de

Seguridad Social y la adscripción de una serie de fondos públicos para el financiamiento de la

salud público bajo la potestad del Gobierno Central. A partir del año 2000, se declara que la

política oficial de salud del nuevo gobierno estará conformado por “…la Atención Integral en

los servicios de la red ambulatoria como parte sustantiva del modelo de atención de salud,

para vigorizar los programas. Asimismo, se señala que se fortalecerá la capacidad resolutiva

13

de dichos servicios, estimulando y procurando una mayor participación de la población”

(Rincón Becerra, Rodríguez Colmenares, 2004, Pág: 526).

Sin embargo el cambio más sustantivo en el sistema de salud pública está sostenido en

esta nueva etapa, con la materialización de un nuevo sistema de salud paralelo al existente en

Venezuela durante las décadas anteriores, a mediados del año 1999 empieza a plantearse un

plan de desarrollo social en el Municipio Libertador de la ciudad de Caracas. En dichos

programas se implementó un política que integrara varios campos en materia social (salud,

alimentación, educación y economía social) a los sectores de la población económicamente

más desfavorecidos, bajo el nombre de Plan Barrio Adentro para Caracas, a cargo del Instituto

de Desarrollo Local (Díaz Polanco, 2008). En el contexto de las grandes inundaciones que

sufrieron en el país en diciembre del año 1999, el Alcalde del Municipio Libertador entra en

conversaciones con el Embajador Cubano en Venezuela para cristalizar un convenio que

posibilitara incorporar al Plan Barrio Adentro personal médico cubano que se encontraba en el

país en el marco de los acuerdos formales suscritos entre Venezuela y Cuba (Díaz Polanco,

2008).

En el texto “Barrio Adentro: historias de una misión” (2009), se afirma que la Misión

tuvo su origen en la acción del personal médico cubano durante las grandes inundaciones que

experimentó el estado Vargas en diciembre de 1999, que originó una cifra entre 25.000 y

30.000 fallecidos (Clarembaux y Hoyer, 2009). La experiencia creó un antecedente en materia

de cooperación médica entre Venezuela y Cuba, donde el alcalde del municipio Libertador de

la ciudad de Caracas, Freddy Bernal, busca implementar un programa de salud en los barrios

de la ciudad de Caracas entre marzo y abril del 2003, sirviendo como precursor más no como

etapa piloto de la Misión Barrio Adentro. En el Plan Barrio Adentro se recibiría inicialmente

el apoyo del Colegio de Médicos del distrito Metropolitano de Caracas, contabilizándose hasta

53 médicos insertos en el plan dentro de 10 parroquias de la ciudad capital (Díaz Polanco,

2008).

Entre junio y agosto del 2003, el Plan Barrio Adentro supera su circunscripción al área

de Caracas y procedió a expandirse a otras regiones del país (Clarembaux y Hoyer, 2009),

como los estados Miranda, Zulia, Lara, Trujillo y Vargas. Entre septiembre y diciembre del

año 2003 se terminó de expandir el programa a todo el país, siendo el 14 de diciembre del

2003 oficializado la Misión Barrio Adentro por parte del Presidente de la República, como

14

política de salud del Ejecutivo para todo el territorio nacional. Para inicios del año 2004, la

Misión contaba con 13.000 médicos, 10.000 de ellos distribuidos en el interior del país. La

Misión se promocionaba por todo el país como una red de atención primaria integral,

contemplada en las potestades de un Estado Social de Derecho moderno, fundamentada en la

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en referéndum en el año

1999.

“Barrio Adentro es un programa de salud que ofrece atención médica del primer nivel.

Desde su concepción, sus ideólogos creyeron en una misión que acercaría los servicios

médicos a las casas de los habitantes de los sectores populares. La gran diferencia de este

plan con iniciativas anteriores es su personal, pues trajo en apenas meses más de 20.000

profesionales de salud cubanos y los dispuso en todos los rincones de Venezuela, en su

mayoría, en locales adaptados para tal fin, como escuelas, iglesias u hogares de vecino.

Actualmente realiza un promedio de 70 millones de consultas y en un solo año de

funcionamiento – para noviembre de 2004 – llegó a 8.513 consultorios populares.”

(Clarembaux y Hoyer, 2009, Pág: 11). La Misión Barrio Adentro es por lo tanto una política

pública enfocada en la atención primaria de la salud de los usuarios de las comunidades

populares de Venezuela, como bandera del Ministerio de Salud y Desarrollo Social a partir del

año 2003.

Si bien la Misión se perfilaba como el punto de partida para el desarrollo de la red de

atención primaria de salud encabezado por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social (Díaz

Polanco, 2008, Pág: 15) para el 2004 la Misión empieza a materializar sus ambiciones de

constituirse como una red de salud paralela a la existente en el país desde hace casi un siglo.

Para octubre del 2004 empieza la construcción de “Clínicas Populares” dentro de las

estructuras ya consolidas de las instalaciones del viejo Seguro Social, donde se ofrecían

atención primaria de la salud de una forma que sirviera como un eslabón entre los módulos de

la Misión en las zonas populares y los hospitales del sistema tradicional.

La instalación de una nueva red del sistema de salud paralela al existente, recibe un

nuevo impulso en junio del 2005, cuando la Misión avanza más allá de los módulos de

atención primaria y las clínicas populares, en la consolidación de una nueva red infraestructura

de salud: Los Centros de Diagnóstico Integral (CDI), las Salas de Rehabilitación Integral

(SRI), y los Centros de Alta Tecnología (CAT). Enmarcadas en la segundo etapa de la Misión

15

según palabras del Presidente de la República (Clarembaux y Hoyer, 2009), las nuevas

instalaciones tenían el objetivo de complementar los servicios de las clínicas populares y los

módulos de atención primaria. Los CDI prestaban servicios de rayos x, ultrasonido,

endoscopia, electrocardiograma, laboratorio clínico y consultas, entre sus más destacados

servicios. Los SRI estaban habilitados para el tratamiento de discapacitados físicos, y los CAT

estaban diseñador para la realización de resonancias magnéticas, tomografías axiales,

ultrasonidos y exámenes de laboratorios. La prestación de los servicios era suministrada por

personal cubano y totalmente gratuito para el público (Clarembaux y Hoyer, 2009).

La segunda etapa de la Misión prometió en el año 2005 que la Misión llegaría a

construir hasta 600 CDI, 600 SRI y 35 CAT para masificar los servicios de la Misión a todo el

país. Para agosto del mismo año, comenzó la tercera etapa de la Misión, donde 300 pacientes

de la red pública de salud tradicional mudarían a Hospitales del Pueblo, los cuales eran centros

de salud ya existentes del antiguo sistema de salud previo a la misión, pero modificados bajo

las políticas de Barrio Adentro (Díaz Polanco, 2008, Pág: 101). Para el año 2007 se anunció la

cuarta fase de la Misión: 15 hospitales especializados para el tratamiento de enfermedades

como gastroenterología, oftalmología y cáncer entre otros, que debería a comenzar en agosto

de ese mismo año.

Adicionalmente que en el año 2007, desde la iniciativa de Reforma Constitucional

auspiciada por el Ejecutivo Nacional, Barrio Adentro junto con otras políticas sociales del

gobierno englobadas bajo la denominación de “Misiones”, se planteaba que tuviera rango

Constitucional. En efecto, la reforma a la Carta Magna sometida a referéndum el 2 de

diciembre del 2007, planteaba entre otras cosas que el Estado venezolano se comprometía de

manera constitucional en la implementación permanente de las Misiones Sociales. Dicha

iniciativa fue rechazada por escaso margen en el referéndum del 2007, donde quedó frustrada

la expectativa de aprobar por medio de vía habilitante la Ley del Sistema Público de Salud

presentado como proyecto en el año 2004 (Clarembaux y Hoyer, 2008, Pág: 104). Dicho

proyecto establecía los niveles de atención médicas propuestas por Barrio Adentro, los cuales

estarían interrelacionados y serían interdependientes para generar una red capaz de canalizar el

flujo de pacientes a través de un sistema de referencias y contrareferencias (Clarembaux y

Hoyer, 2008, Pág: 104).

16

Según cifras del MINCI, recogidas por el libro “Barrio Adentro, una obra de corazón”,

publicada en el año 2008, la Misión ha logrado contabilizar cerca de 285 millones de consulta

desde su implementación en el año 2003, junto con 124 millones de visitas a casas de familia.

El texto afirma que la Misión ha salvado la vida de alrededor de 78.000 venezolanos, y la

promoción de grupos de prevención de enfermedad, que contabilizan entre 4000 y 6000

grupos organizados. El documento certifica la existencia de 3267 consultorios populares en el

país, 6743 comités de salud a nivel nacional aunque no da registro de los hospitales y clínicas

remodelados en la cuarta etapa de la Misión. El número de hospitales habilitados en la cuarta

parte la Misión fue de 15, según palabras del presidente en julio del 2007.

La materialización de Barrio Adentro como política pública de Salud del Gobierno de

Venezuela a partir del año 2003, más allá de ser un giro en la forma en que el Estado

suministraba el servicio de Salud a la población venezolana, supuso otro elemento: un cambio

en la manera en que el usuario venezolano percibía y se relacionaba con el sistema de salud

público. Barrio Adentro, como el conjunto de misiones o programas sociales que lanzó el

ejecutivo Nacional en el año 2003 ajustados a las necesidades de los sectores más pobres del

país. “Las Misiones, programas sociales diseñados a la medida de las más profundas

necesidades de los venezolanos y de la conveniencia electoral del momento, se habían

convertido desde 2003 en la política pública más visible del gobierno. Habían llegado en una

circunstancia de merma del apoyo popular, y en la antesala al referéndum revocatorio

presidencial de agosto del 2004” (Clarembaux y Hoyer, 2009, Pág: 10).

En efecto, el carácter proselitista las misiones, entre ellas Barrio Adentro, para

modificar la percepción de la Opinión pública venezolana entorno a la gestión gubernamental

fue evidente en todo momento. Luego de una larga confrontación política desde diciembre del

2001, agravadas por el derrocamiento y restitución al poder del Presidente Chávez en abril

2002, y el paro empresarial de diciembre del mismo año, había originado una merma de la

popularidad presidencial. Las encuestas de opinión daban electoralmente derrotado al

gobierno del Presidente Chávez en el año 2003, por lo tanto desde el gobierno se procedió a la

ejecución de una serie de políticas públicas destinadas a generar como efecto una mejor

percepción sobre la gestión presidencial dentro de los sectores materialmente más

desfavorecidos del país. Modificar esta percepción era vital para que el gobierno saliera airoso

17

de un revocatorio presidencial en agosto del 2004, el cual se realizó dando como resultado la

no revocación del mandato del Presidente Hugo Chávez.

La intención de usar las Misiones como un instrumento de modificación de la

percepción de la Opinión Pública entorno a la imagen del gobierno y el presidente de la

República, ha sido un aspecto que no sólo ha sido confirmado por detractores del gobierno y

analistas políticos, sino por el mismo Presidente de la República. En noviembre del 2004, en el

teatro de la Academia Militar, el jefe del Ejecutivo Nacional afirmaba que al conocer los

sondeos de opinión que lo daban empatados o derrotados en un referéndum revocatorio

durante el año 2003, los llevó a implementar las misiones sociales (Clarembaux y Hoyer,

2009). Esto implica que las misiones sociales, entre ellas Barrio Adentro como un nuevo

paradigma en la forma en que puede funcionar el sistema de salud público venezolano,

independientemente de los resultados concretos que puede aportar este parasistema a la salud

de los venezolanos, está diseñado desde su planificación como un instrumento para generar

determinar percepciones de la realidad más allá de los efectos técnicos en materia de salud la

Misión. Dichas percepciones se sugestionan para inducir un determinado nivel de apoyo al

sistema político y sus gobernantes, que debe evaluarse a la luz de los efectos cuantificables de

la política de salud gubernamental han logrado sobre el bienestar de los usuarios del sistema.

Planteamiento y justificación del problema.

El propósito de la presente investigación es analizar la evolución del desempeño del

Estado Central Venezolano en materia de salud pública desde el año 2003 (año en que se

empieza a ejecutar la Misión Barrio Adentro) hasta el 2007 (último año en que se registran

cifras oficiales sobre el sector), y contrastarlos con las evaluaciones que ha hecho la opinión

pública venezolano sobre el desempeño del gobierno en materia de salud pública.

Para alcanzar este propósito, se ha determinado ejecutar las siguientes acciones para así

concretar el objetivo principal de la investigación.

A) Describir la evolución de los índices de resultados en materia de gestión pública de

salud, con base a tanto al desempeño del Estado como el estado general de la salud

del país durante los años 2003-2007, según los datos oficiales del sector.

18

B) Describir la evolución de la evaluación de la opinión pública sobre el desempeño

del gobierno venezolano en materia de salud pública durante los años 2003-2007,

según los datos aportados por las principales empresas encuestadores del país:

Instituto Venezolanos de Análisis de Datos (IVAD), Datanálisis, Consultores 21 y

el Latinobarómetro.

C) Analizar en qué medida coinciden o divergen los datos que señalan el desempeño

del Estado en materia de salud pública con las evaluaciones de la opinión pública

venezolano con respecto a esa materia durante los años 2003-2007, para así sacar

una conclusión con base al marco teórico de la investigación.

Con base a estas actividades, es necesario previamente definir qué se entiende por

salud pública dentro de la presente investigación. En Latinoamérica, la mayoría de las

naciones que integran la región suelen hacer uso del criterio utilizado por la Organización

Panamericana de la Salud. La misma se centra en definir salud pública a partir de las

funciones a las que se le asigna, donde es de vital importancia las denominadas funciones

esenciales que detallan el conjunto de competencias y acciones necesarias por parte de un

sistema de salud para alcanzar el objetivo de toda política de salud pública: Mejorar la salud

de los sujetos al que está destinado el sistema (Organización Panamericana de la Salud, 2002,

Pág: 37). De las funciones esenciales que cumple un sistema de salud, la Organización

Panamericana para la Salud define alrededor de once funciones esenciales y su respectivo

instrumento para medirlas:

1. El monitoreo, la evaluación y el análisis del estado de salud de la población.

2. La vigilancia, la investigación y el control de los riesgos y las amenazas para

la salud pública

3. La promoción de la salud

4. El aseguramiento de la participación social en la salud

5. La formulación de las políticas y la capacidad institucional de reglamentación

y cumplimiento en la salud pública

19

6. El fortalecimiento de la capacidad institucional de planificación y el manejo

en la salud pública

7. La evaluación y la promoción del acceso equitativo a los servicios de salud

necesarios

8. La capacitación y desarrollo de los recursos humanos

9. La seguridad de la calidad en los servicios de salud.

10. La investigación en la salud pública.

11. La reducción de la repercusión de las emergencias y los desastres en la salud

pública.

De las anteriores funciones que sirven de criterio de evaluación de desempeño de la

salud pública, el monitoreo, la evaluación y el análisis del estado de salud de la

población es el más cercano al objetivo de la investigación la evolución de los índices de

resultados en materia de gestión pública en salud. Esto para describir el desempeño del

Estado Central en materia de Salud durante el período 2003-2007, entendiéndose

siempre como “Estado Central” o “Gobierno Central” a toda el aparato administrativo

que representa el Ejecutivo Nacional, por encima de las instancias de los gobiernos

regionales y locales existentes en la constitución política de Venezuela como país.

En otro apartado de la investigación, el marco teórico contempla los diferentes

elementos que determinan el surgimiento de la opinión pública en una sociedad democrática,

que factores influyen en el moldeamiento de la misma y hasta qué punto la opinión pública

puede o no puede ser un reflejo relativamente fiel de hechos objetivamente estudiables de la

ejecución de las políticas públicas por parte del Estado. En este contexto, se procederá a la

utilización de conceptos y problemas relacionados con el estudio de la opinión pública

planteados por autores como Nicola Mateucci (1998), Jürgen Habermas (1997), Orlando

D´Adamo (2007), Fernando Tuesta Soldevilla (1997), Iván Abreu Sojo (2001) y Raúl

Rivandeneira Prada (2000). Tales conceptos y problemas denotan que la construcción de la

opinión pública es dependiente de una serie de factores, que pueden posibilitar o impedir que

20

la misma refleje de la manera más fiel posible el desempeño del Estado en sus funciones que

le son propias.

Como se ha planteado en los antecedentes, la implantación en el año 2003 de la Misión

Barrio Adentro como eje de la política de la salud pública del gobierno de Hugo Chávez Frías,

supuso un cambio radical en la manera en que la ciudadanía venezolana se relacionaba con el

sistema público de salud. La introducción de una infraestructura, personal y lógica

administrativa paralela a la red de hospitales y centros de salud públicos constituidos desde el

año 1958, supuso nuevas dinámicas en la manera en que la ciudadanía accedía al servicio de

salud estatal que no existían anteriormente a la implementación de la Misión. De esta forma se

originaban tanto nuevas realidades en el campo de la ejecución de la salud pública en el país,

como se generaban nuevas percepciones en la opinión pública venezolana con base a la

implementación de esta Misión en materia de salud. Con Barrio Adentro se produce una

ruptura con la política de salud que se venía implementando no sólo antes del año 1999, sino

incluso la manera en que funcionaba el sistema de salud nacional hasta el año 2003.

Si el sistema de salud pública iniciado a principios del siglo XX, pero realmente

consolidado a partir del año 1958 se fundamentaba en una sólida red de hospitales y centros de

salud que atendían las necesidades de salud preventiva y curativa de la población,

indistintamente de su clase social; la Misión Barrio Adentro supuso un enfoque de la salud

pública focalizado en los estratos socio-económicos más vulnerables de la población

venezolano (descuidado para la política de salud pública nacional en las últimas década

anteriores al ascenso de Hugo Chávez al poder) (Díaz Polanco, 2008, Pág: 60). De esta forma,

la orientación de los recursos y el monitoreo del sistema de salud público pasó de la red

tradicional de centros de salud y hospitales a los centro de diagnóstico y demás elementos que

constituían la Misión Barrio Adentro (Díaz Polanco, 2008, Págs: 85-86), impactando

lógicamente de manera diferente en el estado de la salud de la población venezolana a como lo

había hecho anteriormente la política de salud iniciada en 1958 (Díaz Polanco, 2008, Pág: 70).

La descripción de la evolución de los índices de resultados en materia de gestión pública de

salud, con base a tanto al desempeño del Estado como el estado general de la salud del país

durante los años 2003-2007, que se ha planteado como uno de los objetivos de esta

investigación, no puede realizarse sin tomar en cuenta la existencia de Barrio Adentro como

política pública de salud por parte del Estado venezolano.

21

Pero tampoco puede dejarse de mencionar que la implementación de la nueva política

de salud del gobierno central no sólo influía en la manera en que se trataba los problemas de

salud de la población por el Estado Nacional, sino como era percibidos ese desempeño por

parte de la ciudadanía venezolana. La política encarnada por Barrio Adentro en paralelo a las

demás ejecuciones en materia de salud dentro de la red tradicional del Estado, estaba

focalizado principalmente en los estratos socio-económicos más vulnerables y materialmente

desasistidos en Venezuela, junto con una fuerte propaganda política, que generaban

percepciones y opiniones sobre como disfrutaba el venezolano la atención médica pública a la

que existía en los años anteriores a la implementación de la nueva política de salud. Esta

construcción de nuevas valoraciones sobre la salud pública venezolana podían estar

relacionada tanto por los efectos concretos de la nueva política pública en materia de salud del

gobierno, como de un conjunto de opiniones que desde los organismos del gobierno se quería

inducir en la población venezolana. Estudiar el comportamiento de esta opinión pública y

contrastarla con el desempeño oficial es uno de los elementos centrales de esta investigación.

David Easton (1965) expone en su análisis de los sistemas políticos la existencia de

elementos que garantizan la estabilidad de un sistema y un gobierno con base al apoyo que los

mismos reciben por parte de la ciudadanía de la comunidad política. Por una parte, a través de

la socialización política de la ciudadanía que posibilite un apoyo generalizado o difuso a un

sistema político o gobierno al creer que el mismo es el mejor para garantizar el bien común de

la comunidad y el mejor desempeño para todos los miembros que forman parte de la sociedad.

Por otra, a través de la ejecución de políticas públicas eficientes y eficaces, el sistema política

y el Estado en que el mismo existe puede obtener apoyos específicos de los ciudadanos que se

ven beneficiados por dichas políticas, creyendo de esta forma que sólo a través de ese sistema

político y ese gobierno las demandas sociales que se hacen frente al Estado serán satisfechas.

Con base a ese razonamiento, la descripción de la evaluación que hace la opinión

pública venezolana sobre el desempeño en materia de salud pública del gobierno entre los

años 2003-2007, a la luz de los indicadores de desempeño del sector salud por parte de la

administración pública. Una relación coherente entre nivel de desempeño gubernamental en

materia de salud y la evaluación de la opinión pública sobre esta esfera de las atribuciones del

Estado, reflejaría que la política de salud del Estado está actuando dentro del campo de los

apoyos específicos al gobierno del Presidente Hugo Chávez, gracias a los efectos positivos o

22

negativos de dicha política dentro de la población sobre la cual tiene efecto la política. Pero

bajo otra óptica, la materialización de una evaluación de la opinión pública sobre el

desempeño en materia de salud del Estado no es coherente con el desempeño del Estado en esa

materia, evidenciaría que la política de la salud está actuando positiva o negativamente en el

ámbito del apoyo difuso al gobierno del Presidente Hugo Chávez, creando dinámicas de apoyo

o rechazo a su gobierno independientemente de su desempeño en materia de políticas públicas

sino con base a las percepciones construidas en la ejecución de su política de salud.

En consecuencia, el describir la gestión gubernamental en materia de salud por parte

del gobierno a la luz de las percepciones que genera esa gestión en la opinión pública, es un

elemento de lo más relevante y actual en el estudio del sistema político actual. Definir si las

políticas públicas gubernamentales (en este caso, en materia de salud) se traducen en

ganancias o pérdidas de apoyo político al gobierno gracias al nivel de desempeño de la

política, o de lo contrario, la política pública tiene efectos en el nivel de apoyo de un gobierno

de acuerdo a las creencias y percepciones que generan su materialización sin tener nada que

ver con sus efectos concretos en la población objetivo a la cual estaba destinada.

Si la Opinión Pública moderna es uno de los entes fundamentales para sugestionar la

acción del gobierno a las necesidades de los gobernados e imponer la agenda de problemas a

ser atendidos por parte de la comunidad política, el estudio de su comportamiento es vital para

entender como la ciudadanía política es capaz de sugestionar la acción del Estado para atender

un problema social que se cree que debe ser solucionado por parte de los gobernados de un

sistema político. En la medida que haya una mayor conexión entre lo que realmente realiza el

Estado dentro de sus atribuciones para resolver los problemas de la comunidad política y lo

que la opinión pública percibe que el Estado está haciendo, habrá una mayor posibilidad de

que las fuerzas de la ciudadanía puedan presionar de manera eficiente y eficaz la actividad del

gobierno hacia el beneficio de los integrantes del sistema político. La falta de conexión entre

lo que se ejecuta gubernamentalmente y lo que se percibe a nivel de ciudadanía augura

lógicamente una pérdida de la sociedad civil para orientar la acción estatal de manera eficiente

a la resolución de los problemas de la sociedad.

A través de la siguiente investigación se evaluará en qué medida están conectados estos

dos fenómenos diferentes, en la determinación del desempeño en materia de salud pública en

Venezuela durante el período 2003-2007. En la medida que se pueda describir y en lo posible

23

explicar el grado de relación entre lo que el Estado en materia de salud pública con lo que la

ciudadanía percibe que se está haciendo en esta materia , podemos conocer en qué medida la

Opinión Pública venezolana está en capacidad de captar e influir sobre la situación de la salud

pública en Venezuela, y a su vez en qué medida la opinión pública venezolano puede ser

condicionada en sus percepciones sobre la política de salud para así favorecer o adversar una

determinada forma de ejecutar políticas públicas en esta materia. Este ejercicio crítico de

estudio de este fenómeno, dentro de las limitantes en materia de datos que se pueda conseguir,

es vital para diagnosticar la situación de la opinión pública venezolana en los últimos años en

el país y abrir espacios a otras investigaciones dentro de las ciencias sociales en nuestro país.

Por todo lo anterior justificamos la relevancia de la investigación aquí planteada, de los datos a

ser investigados y las conclusiones de ellos elaborados bajo un riguroso acervo teórico y

metodológico.

Planteamiento del Problema:

Pregunta Originante:

¿Cómo ha evaluado la opinión pública venezolana desde abril del 2003 hasta

diciembre del 2007 la gestión del Gobierno Central en materia de salud pública, en

contraste con los indicadores de desempeño de la salud pública dentro de este mismo

período de tiempo, y cuál es la razón de dicha evaluación?

Preguntas derivadas:

¿Cómo ha evolucionado la evaluación de la opinión pública venezolana sobre el

desempeño de la salud pública por parte del gobierno central venezolano desde abril

del 2003 hasta diciembre del 2007?

¿Cómo se ha desempeñado el gobierno central en materia de Salud Pública

Nacional desde abril del año 2003 a diciembre del 2007, según los indicadores de

gestión elaborados con base en los datos oficiales del sector?

24

¿Qué tan coherente son las evaluaciones que hace la opinión pública

venezolana sobre el desempeño del gobierno central en materia de salud desde abril del

2003 a diciembre del 2007, con relación a los indicadores de gestión del gobierno de

central en materia de desempeño de la salud pública dentro del mismo período de

tiempo?

Metodología de la investigación.

El tipo de investigación a desarrollar en el presente trabajo es esencialmente

descriptiva, para comprender un fenómeno socio-político con base en los datos obtenidos para

dicho estudio. La intención de la investigación no es tanto dar una explicación definitiva del

fenómeno a tratar (el grado de conexión de la opinión pública venezolana con base en el

desempeño del gobierno en materia de salud), sino que con base en las teorías relacionadas

con la investigación planteada, se resuma el conocimiento disponible sobre el tema por medio

de los datos obtenidos por parte de la investigación. Lo anterior posibilitaría al lector la

obtención de una explicación a los acontecimientos investigados en este estudio y sus

relaciones con base al marco teórico expuesto y los datos obtenidos por diversas fuentes.

El uso de un tipo de investigación descriptiva posibilitará una metodología

investigativa mucho más flexible que en el caso de una investigación explicativa, pero mucho

más estricta que la de una investigación exploratoria, siendo por lo tanto un tipo de diseño que

trata de conciliar en un grado intermedio entre la especifidad a la hora de estudiar el fenómeno

y el grado de amplitud de las conclusiones que puede arrojar su estudio. Igualmente, la

utilización de un tipo de investigación descriptiva es que este tipo de enfoque investigativo es

el más adecuado de conciliar las pretensiones académicas del estudio en cuestión con los

recursos disponibles por parte del autor de la misma, tanto a nivel económico como de acceso

a datos que dotan de consistencia a la investigación.

Un examen exploratorio del tipo de datos disponibles sobre el tema a investigar denota

que los mismos no presenten la accesibilidad que pudiera posibilitar una investigación de

alcances explicativos que cumplieran cabalmente con los cánones de mayor exigencia del

método científico. Por lo tanto, con base a número específicos de información con respecto a

25

la situación de la gestión gubernamental en materia de salud en Venezuela, sólo se puede tratar

el tema de una manera descriptiva con ciertos alcances explicativos en determinados tópicos.

El tipo de diseño de investigación a trabajar en esta investigación sería del método No

Experimental, debido a que en los objetivos de la investigación no existe la disposición de

manipular las variables a ser investigadas, sino más bien el estudiar y analizar el cambio de

una o ambas variables en un momento dado. La no manipulación de las variables procede a

que la investigación tocará la evolución de la gestión pública en materia de salud entre enero

del 2003 a diciembre del 2007 bajo un enfoque longitudinal, es decir, de acontecimientos que

ya sucedieron en el tiempo y por lo tanto el investigador no tiene el poder o capacidad de

manipular las variables ante fenómenos sociales que ya acontecidos. Tampoco se desea hacer

un experimento dentro de un entorno controlado que pueda replicar de manera aislada la

relación de las variables a investigarse en el estudio propuesto. Las variables que son objeto

de estudio de la presente investigación son, por una parte, el desempeño de la salud pública

nacional administrada por parte del Estado Central Venezolano desde enero del 2003 hasta

diciembre del 2007, con base en los datos oficiales disponibles sobre los resultados alcanzados

por el Estado en materia de salud pública con base a su desempeño, particularmente del estado

de la salud de la población. Por otro lado, se estudiará en paralelo cuál ha sido la evaluación

que ha tenido la opinión pública venezolana sobre la gestión del gobierno central del

Presidente Hugo Chávez entorno al desempeño de la salud pública, desde enero del 2003 hasta

diciembre del 2007, con base en los datos disponibles de diferentes empresas de opinión

pública con cobertura nacional en Venezuela: Datanálisis, Instituto Venezolano de Análisis de

Datos (IVAD), Consultores 21 y Latinobarómetro.

Para evaluar la gestión del gobierno central en materia de salud pública desde enero del

2003 a diciembre del 2007 serán tomados como indicadores de desempeño aquellos

relacionados con el monitoreo, la evaluación y el análisis del estado de salud de la población :

Tasa de muertes infantiles tanto a nivel neonatal como postnatal entre los años 2003 y 2007;

razón de muertes maternas entre los años 2003 al 2007; registro de las principales causas de

muerte de niños menores de 1 año durante los años 2003 y 2007; principales causas de

muertes de niños menores de 28 días entre los años 2003 y 2007; principales causas de

muertes de niños entre 1 y 4 años durante los años 2003-2007; número de casos de

26

enfermedades endémicas entre los años 2003-2007 ; tasa de muertes a causa de enfermedades

endémicas entre los años 2003 y 2007; y número de vacunas colocadas por enfermedad.

El hermetismo con que el gobierno los datos relacionados al acceso, cobertura,

vigilancia, capacidad institucional y gasto en materia de salud pública entre enero del 2003 y

diciembre del 2007, ha llevado a seleccionar el primer criterio de la Organización

Panamericana de la Salud para evaluar el desempeño en materia de salud del gobierno central.

Por lo tanto se apelará a indicadores de resultados en materia de salud pública en Venezuela

que reflejan el desempeño del Estado venezolano en materia sanitaria en cuanto a monitoreo,

evaluación y análisis del estado de salud de la población (Organización Panamericana de la

Salud, 2002), lo cual cumple con uno de los criterios de la Organización Panamericana de la

salud y está completamente disponible al público en Venezuela. Esto junto con la bibliografía

consultada, refuerzan la idea de que son los suficientemente adecuados para dar una imagen

correcta del desempeño del Estado Central en materia de salud pública.

En cuanto al estudio de la evaluación hecha por parte de la opinión pública venezolana

en relación con la gestión del Estado Central en materia de salud pública, serán tomados como

indicadores los siguientes: Evaluación nacional de la gestión pública en materia de salud entre

enero del 2003 y diciembre del 2007, evaluación de la gestión del Presidente de la República

en materia de salud pública durante el período estudiado, identificación de los principales

problemas que enfrenta el país durante el período estudiado, percepción sobre las misiones de

carácter sanitario elaborados por el gobierno central y el nivel de satisfacción ante las políticas

públicas de las Misiones en materia de salud.

La técnica de recolección de datos a ser aplicada en la presente investigación es la

investigación documental, debido a que el arqueo de la información a ser presentada y

analizada en el curso del presente trabajo no ha sido recogida directamente por el investigador.

Es decir, la investigación dependerá exclusivamente de la información recogida o consultada

de documentos y fuentes secundarias de material permanente, es decir, a un tipo de

información que proceda de fuentes que se pueden acudir en el desarrollo de una investigación

en todo momento, sin que se altere su naturaleza o sentido.

Las fuentes documentales a las cuales se va a recurrir en el transcurso de esta

investigación, por medio de un estricto y selectivo arqueo de datos, van a dividirse de acuerdo

con los dos tipos de variables a ser estudiadas. Por una parte se apelará a documentos escritos,

27

libros, publicaciones periódicas, conferencias escritas y registro estadístico que haga alusión a

los indicadores de desempeño con que se plantea describir la gestión del Estado venezolano

entre enero del 2003 y diciembre del 2007 en materia de salud pública en Venezuela con base

a datos generados por los entes oficiales encargados de dicha materia y anuarios estadísticos

por parte de organismo internacionales. Por otra parte, para evaluar el estudio de la evaluación

de la opinión pública venezolana entorno a la actuación del gobierno del Presidente Hugo

Chávez en materia de salud pública, se recurrirá a estudios, reseñas mediáticas, publicaciones

periódicas o libros que hagan alusión de los estudios de opinión pública realizados por las

principales encuestadores del país entre abril del 2003 a diciembre del 2007.

La técnica de análisis más apropiada para los objetivos de la investigación es el análisis

de datos de carácter bivariable bajo un enfoque descriptivo. Si el objeto de la investigación es

contrastar con base en el marco teórico cuánta consistencia hay en el comportamiento de los

índices de desempeño en materia de salud por parte del gobierno central venezolano entre los

años 2003 y 2007 con relación a las percepciones que tiene a la opinión pública sobre la salud

pública durante el mismo período de tiempo, es necesario medir estadísticamente el grado de

conexión de ambas variables.

No se pretende de esta forma decir que los indicadores de desempeño en materia de

salud pública tienen un impacto lineal sobre la Opinión Pública venezolana sobre el tema de la

salud pública venezolana, sino conocer por medio del desempeño del Estado en materia de

salud pública como ha impactado en los indicadores de salud pública en el país y sobre la

Opinión Pública venezolana sobre el tema, siendo necesario medir el nivel de relación entre

indicadores de salud y opinión pública en este aspecto. Las encuestas de opinión por su

naturaleza no generan evaluaciones e información precisa de la Opinión Pública sobre el

desempeño del gobierno en materia de salud pública, pero si lo hacen sobre los efectos que la

misma tiene sobre la sociedad. Por lo tanto es pertinente analizar el grado de conexión de los

indicadores de desempeño en materia de salud pública que hacen referencia a los efectos

inmediatos del desempeño gubernamental en salud pública, con la percepción que tiene la

Opinión Pública venezolana sobre los efectos del desempeño del gobierno en materia de salud.

El grado de relación entre dos variables cuya evaluación puede ser numérica, está

sometida al ámbito de las evaluaciones cuantitativas de datos. Esto permite conocer cuál es el

grado de variabilidad de una de las variables a estudiar, la opinión pública venezolana con

28

respecto a la gestión en materia de salud pública, con respecto al desempeño en materia de

salud por parte del gobierno central venezolano entre los años 2003 y 2007. La teoría dice que

ante un desempeño positivo de la administración estatal en materia de salud debería

corresponder tanto una mejoría en los indicadores del estado de salud de la población que

abarca el sistema de salud nacional, como una evaluación positiva de la opinión pública sobre

como el Estado gestiona este servicio público dentro de la comunidad política del país. El

análisis bivariable de carácter correlacional y descriptivo nos permite a través de la estadística

analizar numéricamente si esta relación se da en la realidad, y si la misma responde al marco

teórico de la investigación.

Por lo tanto, se analizará bivariablemente el grado de conexión de las cifras que miden

el grado de desempeño del Estado venezolano en materia de salud con las cifras que miden la

evaluación que hace la opinión pública nacional sobre la prestación del servicio durante el

período de enero del 2003 a diciembre del 2007. El grado de relación comprobado entre estas

dos variables ayudará a aportar información entorno a la relación que hay en cómo el

desempeño en materia de salud pública en el país y cómo son evaluadas por la opinión

pública.

29

Operacionalización de variables.

Variables Definición teórica Definición operacional Dimensiones Indicadores Escala

1.- Desempeño de

las funciones

esenciales de la

salud pública por

parte del Estado

venezolano en

Venezuela desde el

año 2003 hasta el

2007.

Conjunto de insumos y

acciones que el Estado Social

de Derecho ejecuta para

alcanzar determinados

objetivos en materia de salud a

nivel nacional, para garantizar

la mayor universalidad y

eficiencia en su prestación por

parte de los ciudadanos que

hacen vida en la comunidad

política democrática en

Venezuela entre enero del 2003

a diciembre del 2007.

Conjunto de estadísticas

vitales y la situación

específica de grupos de

especial interés o mayor

riesgo en Venezuela,

desde el año 2003 hasta el

año 2007.

1. A Índices de

resultados de la

gestión pública en

salud con base a su

desempeño durante

el período 2003-

2007.

A.1- Razón de muertes

maternas.

A.2- Tasa de muertes

perinatales.

a.1 Tasa de muertes de

niños menores de 28

días.

a.2 Tasa de muertes de

niños entre un mes y

un año de nacido.

A.3 Número de

vacunas colocadas por

enfermedad.

B.1.- 10 Principales

30

1. B Índices de

resultados de la

gestión pública en

salud con base al

estado general de la

salud del país

durante el período

2003-2007.

causas de muerte de

niños menores de 1 año

de nacido.

B.2.- 10 Principales

causas de muerte de

niños de 28 días de

nacido.

B.3.- Principales

causas de muerte de

niños entre 1 y 4 años.

B.4.- Número de casos

de enfermedades

endémicas y crónicas.

B.5- Tasa de muertes

por enfermedades

endémicas.

31

2.- Evaluación de la

gestión del gobierno

en materia de salud

pública del gobierno

central por parte de

la opinión pública

venezolana desde

abril del 2003 a

diciembre del 2007.

Proceso dirigido a determinar

por parte de la opinión pública

venezolana en qué medida se

están alcanzando o se

alcanzaron los objetivos finales

de los sistemas de salud a nivel

nacional y estatal, aportando

evidencias sobre los logros

obtenidos en relación con lo

que se esperaría lograra el

sistema de salud, en base a la

ejecución de sus funciones

básicas entre enero del 2003 a

diciembre del 2007.

Conjunto de evaluaciones

que hacen el mayor

número de ciudadanos

estudiados por medio de

encuestas privadas, de las

políticas de salud públicas

implementadas por el

gobierno central entre

enero del 2003 a

diciembre del 2007

1. A Evaluación de

la gestión pública

en salud.

A.1 Identificación de

cuáles son los

principales problemas

en materia social que

enfrenta a Venezuela

en los presentes

momentos.

1.a

Educación

1. b Salud.

1. c

Desempleo.

1.d

Inflación

1. e

Vivienda.

1.f

Agua/Luz

1.g

inseguridad

1.h Otras

32

A.2.- Apoyo al

sistema público de

salud del gobierno

central.

33

A.3.- Número de

autodenominados

beneficiarios de la

Misión Barrio Adentro

A.4 Nivel de

satisfacción de la

Opinión Pública con la

Misión Barrio Adentro.

34

Objetivos de la investigación.

Objetivo Principal:

Conocer cómo evalúa la opinión pública venezolana las políticas en materia de salud

pública del gobierno central venezolano, desde abril del 2003 hasta diciembre del 2007, en

comparación a los indicadores de desempeño del gobierno central venezolano dentro de ese

mismo período en materia de gestión de salud.

Objetivos secundarios:

- Describir el comportamiento de la opinión pública venezolana, desde abril del 2003

a diciembre del 2007, sobre el desempeño del gobierno central en la gestión de la

salud pública.

- Describir el comportamiento de los indicadores de desempeño del gobierno central,

desde abril del 2003 a diciembre del 2007, con respecto a la gestión de la salud

pública del país con base en los datos oficiales sobre las funciones esenciales de la

salud pública venezolana.

- Analizar los índices de desempeño del gobierno central en materia de salud desde

abril del 2003 a enero del 2007 bis a bis, con la evaluación que hace la opinión

pública venezolana de la gestión del gobierno central en materia de salud durante

ese mismo período de tiempo.

35

CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO.

1.1 Opinión Pública: Definición y características.

La definición clara y explícita del concepto de opinión pública dentro de las ciencias

sociales, como todo concepto de la metodología científica que se ha “vulgarizado” en el

sentido común de la sociedad, tiende a elaborarse desde diferentes perspectivas, no siempre

coincidentes. Si bien el ciudadano democrático promedio considera como un lugar común que

la opinión pública es un poder intangible que ocasionalmente despierta para pronunciarse

sobre la actividad humana (Abreu Sojo, 2001). Citando Dader (1992), podemos a continuación

citar tres perspectivas sobre lo que en ciencias sociales se entiende como Opinión Pública.

- El de carácter político-valorativo: Centrada en la tradición del derecho, la filosofía

y la ciencia política (Tuesta Soldevilla, 1997), teniendo como su máximo

representante al filósofo y pensador social Jürgen Habermas. Se piensa a la Opinión

Pública como una categoría sociológica fuertemente vinculada a la existencia de un

Estado democrático, donde se le concibe como una ficción institucionalizada que

no puede conectarse con la conducta del ciudadano de manera empírica (Abreu

Sojo, 2001). Por lo tanto la definición de opinión pública puede definirse con base

a dos distinciones de carácter ideal weberiano: la Opinión Pública real como una

opinión razonada del público democrático que sustenta a un Estado democrático

verdadero; y la segunda como una seudopinión pública manipulada que prescinde

de la racionalidad autónoma del ciudadano frente a los centros poder encarnados en

el Estado o los medios de comunicación. Para Habermas, ambos tipos de opiniones

tienen existencia en las democracias modernas, y se mueven dentro de los ámbitos

de la opinión pública de las opiniones informales que no son discutidas dentro del

campo de lo público de la sociedad, y las opiniones seudo-públicas que se emiten

dentro de las instituciones formales de participación democrática.

36

- El de carácter antropológico: Centrada dentro de la psicología social y no en el

debe ser de la comunicación política (Abreu Sojo, 2001), siendo su mejor

exponente Elizabeth Noelle-Neumann. Se piensa a la Opinión Pública más como

un hecho social asociado a un conjunto de conductas que forman parte de la

expresión de formas de pensar y actitudes de las colectividades sociales sobre

temas de cualquier índole (Tuesta Soldevidlla, 1997). Bajo una conceptualización

fuertemente influenciada por la sociología y la psicología, la Opinión Pública es

más un reflejo de las conductas empíricas y simbólicas de las personas, vinculadas

a sus sistemas conceptuales y de valoración, que a procesos de reflexión racional y

autónomas.

- El de carácter sociopolítico funcionalista: Orientado hacia la comunicación pública,

donde se estudia el carácter de sentido común de la opinión pública que posibilita

la acción intersubjetiva en un sistema social (Tuesta Soldevilla, 1997). Su mayor

teórico es Niklas Luhmman, que sostiene que la capacidad de los sistemas sociales

genera la creación de una estructura temática de comunicación para reconocer así

los temas más relevantes del interés general de una sociedad. De esta forma los

medios y las formas de opinión pública termina concretándose en la mirada

autoreferencial que los actores sociales tienen sobre sí mismos y sus acciones

(Dader, 1992). En esta concepción, la opinión pública juega un papel fundamental

en la democracia, no por razones éticas inherentes a la voluntad de los ciudadanos,

sino utilitarias al crear un nexo común en sociedad que a su vez origina temas de

preocupación en común a ser tratados por la comunidad democrática.

Las tres conceptualizaciones sobre Opinión Pública, si bien se operacionalizan por

disciplinas diferentes, coinciden en que el término se concreta como un modo en que las

opiniones de los sujetos que hacen vida en sociedad publicitan sus opiniones frente a sus

coetáneos, y al mismo tiempo trata que las opiniones convergentes dentro de esa publicitación

tengan un peso sobre los centros de poder que gerencia el sistema social dentro de un contexto

moderno y democrático. Siendo esta una investigación de ciencias políticas, fundamentadas en

37

un acervo teórico y metodológico de las ciencias sociales encargadas de estudiar el fenómeno

de la política en la sociedad, se utilizará el concepto de Nicola Mateucci en el “Diccionario de

Polìtica” (1991). El concepto reconoce que: "La Opinión Pública lo es en un doble sentido:

sea en el momento de su formación porque no es privada y nace de un debate público, sea por

su objeto, que es la cosa pública. En cuanto "opinión" siempre es opinable, cambia con el

tiempo y puede ser objeto de disensión: de hecho, expresa más juicios de valor que juicios de

hecho, que pertenece a la ciencia y a los expertos. En cuanto "pública", o lo que es lo mismo,

perteneciente al ámbito o al universal político, habría que hablar de opiniones en plural,

porque en el universal político no hay espacio para una sola verdad política, para una

epistemocracia. La opinión pública no coincide con la verdad, por lo mismo que es opinión,

doxa y no episteme, pero, en lo que se forma y afirma en el debate, expresa una actitud

racional, crítica y bien informada" (Diccionario de Polìtica, 1991, Pág: 1075 ) .

De esta concepción de Mateucci sacamos dos elementos básicos en que se orientará

nuestra investigación: Primero, opinión pública es toda opinión publicitada, sea pocas o

muchas opiniones encontradas que tienen cierta preponderancia sobre lo público en sociedad,

por lo tanto no es una opinión aislada que no se publicita. Y en segundo lugar, la Opinión

Pública es un juicio de valor y no una evaluación objetiva de un fenómeno social, donde los

elementos que definen su generación pueden estar o no dentro del fenómeno social sobre el

cual se opina. Por lo tanto, una opinión pública sobre un asunto particular y el estudio objetivo

sobre el mismo no tienen que necesariamente coincidir, porque la Opinión Pública no es una

creación sistematizada de conocimiento sobre un hecho o asunto social en específico.

Fernando Tuesta Soldevilla especifica en su libro “No Sabe/ No Opina. Encuestas

políticas y medios” (1997) que los factores que componen la opinión pública son la presencia

de un tema o temas en la agenda pública que generen posturas contrapuestas; la naturaleza de

un público que sirva de receptor de un tema de interés público en específico; un complejo de

creencias de dicho público que especifiquen la distribución dominante y minoritaria de

determinadas opiniones sobre el tema propuesto; la expresión de la opinión pública, que

implica a todos los medios, lugares y códigos simbólicos con que se debate el tema; y el

número de personas involucradas, que abarca el grado de personas involucradas en el debate

público para que sea capaz de generar un efecto social. Estos componentes son básicos para

comprender como se estructura y cambia la opinión pública durante el transcurso del tiempo.

38

Si bien los factores que componen la Opinión Pública pueden ser sistemáticamente

definidos, no es tan fácil en el caso de describir como se forma de manera empírica la Opinión

Pública. La reflexión sobre la Opinión Pública abarca una larga tradición del pensamiento

occidental que va desde la Antigüedad Clásica con Aristóteles hasta los estudios de Ferdinar

Tönnies entre los siglo XIX y XX, pasando en el proceso una larga lista de autores como

Maquiavelo, Montaigne, Locke, Hume, Rousseau, Kant, Hegel y Comte. Pero al ser el objeto

de esta investigación el estudio de la Opinión Pública en la modernidad occidental, hará

alusión a tratar el tema de la formación de la opinión pública de acuerdo a criterios modernos,

estudiados empíricamente desde el siglo XX. La compresión del fenómeno de la opinión

pública con base a los estudios empíricos que comenzaron a elaborarse en el siglo XIX y

reforzados en el siglo XX especificaron la necesidad de entender el fenómeno bajo dos

dimensiones temporales: una estática y otra dinámica (D´Adamo, García Beaudoux y

Freidenberg, 2007).

En la dimensión dinámica se caracteriza por un conjunto de de momentos

interdependientes que se retroalimentan entre sí, donde inicialmente existen un problema o

tema social que compromete a la sociedad o al menos un sector significativo de la misma que

trata de ser definido para ser sometido posteriormente a debate por los individuos y grupos

sociales (D´Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007). Posteriormente, sucede un

segundo momento es el surgimiento de las consideraciones preliminares y exploratorias,

donde surgen las primeras interrogantes sobre el tema o problema a tratar. El tercer momento

en consecuencia se define por la proposición de alternativas y propuestas, donde las conductas

individuales sobre el tema o problemática se traducen en comportamientos de masas, que

terminan diluyendo las reflexiones racionales en torno al tema a favor de los aspectos psico-

emocionales y culturales que rigen la existencia de las partes participantes. Lógicamente, se

llega a una cuarta etapa donde se involucran los intercambios de opiniones y acciones sobre el

tema o problemática propuesto, creando un cierto grado de consenso sobre la opinión

predominante sobre el tema en cuestión (D´Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007). El

grado de consenso que origina esta última etapa puede ser evaluado en muchas ocasiones por

encuestas de opinión, que miden el grado de precariedad o solidez de la opinión formulada por

el debate público sobre un tema o problemática en específico. El grado de consenso es a su vez

39

uno de los factores determinantes que dan peso a la Opinión Pública en una sociedad

democrática para influir sobre las decisiones a ser tomadas desde el la estructura del Estado.

En el caso de la circulación de los temas de interés que son fijados por medio de la

agenda pública del Estado, tomando en cuenta el contexto de la sociedad democrática

moderna, existen los modelos que apuntan la fijación de los temas a ser tratados por la opinión

pública desde una percepción ascendente desde la ciudadanía a las estructuras de poder

(Sartori, 1992), donde es el común de la ciudadanía el quien impone los temas a tratar al

Estado. Por otra parte, existen otras teorías de circulación de los temas que conforman y

moldean a la opinión pública, donde se afirma que es desde las estructuras de poder hasta la

ciudadanía común como se da el fenómeno (Deutsch, 1974). Ambas teorías sobre la

circulación e imposición de temas son igualmente válidas, aplicables a las especifidades de

cada tema o problemática social planteadas ante la Opinión Pública, pero que coinciden en las

siguientes tres reflexiones (D´Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007):

- El papel de los líderes de opinión es de intermediarios en todos los niveles de

formación de la Opinión Pública en su aspecto dinámico.

- Todos los niveles de poder experimentan procesos de retroalimentación, lo cual

posibilita que en el proceso de formación de la opinión pública juegue tanto la

imposición de las temáticas por parte de las elites políticas, económicas y sociales

de la sociedad, como la imposición por parte de ciudadanía común y corriente.

- En todo nivel de poder existen niveles de divergencias en opiniones sobre el tema

propuesto, habiendo elementos influyentes e influidos en cada nivel de poder. Este

proceso de comunicación masiva para influenciar dentro de un nivel de poder en

específico, puede reforzar las pautas existentes de creencias que se creen apoyadas

por la sociedad, o crear nuevas convicciones compartidas sobre el tópico que se

está debatiendo o incluso modificar normas preexistentes relacionados al tema

tratado en el debate de la opinión pública (De Fleur, 1970).

40

La entrada en la era contemporánea de los medios de comunicación masivos

sugestionó en gran parte la formación de la opinión pública en las sociedades democráticas,

debido al grado de influencia que podían tener los medios de comunicación para imponer

temas y reflexiones alrededor de la Opinión Pública. El proceso de investigación sobre esta

influencia ha sido largo y dependiendo de las teorías formuladas en cada línea de

investigación, las conclusiones han sido las siguientes por cada tipo de perspectiva

investigativa:

A) La teoría del impacto colectivo: Surgida en los albores de la década de los 20 del

siglo XX, bajo un enfoque conductualista, proclamaba el impacto ilimitado de los

medios de comunicación para moldear la opinión pública de acuerdo a la

utilización de determinadas técnicas persuasivas. El hombre ante los medios es una

masa amorfa que se expone junto a sus pares de manera relativamente uniforme a

la influencia de la televisión y por ende refleja una respuesta homogénea a su

influencia. No existen obstáculos para la influencia de los medios masivos para

moldear la opinión pública.

B) La teoría de los factores limitados: Teoría que tiene su período de desarrollo entre

las décadas de los 40 y los 60 del siglo XX, bajo el enfoque de la psicología

conductista y la sociología funcionalista. Los medios a la hora de influenciar a la

Opinión Pública, sólo pueden reforzar actitudes y opiniones preexistentes,

pudiendo sólo influenciar realmente en circunstancias excepcionales. Generalmente

los grupos sociales primarios en que se desenvuelve los sujetos y los sistemas de

comunicación, son los que median y moldean el impacto de los medios para

imponer una tendencia en la opinión pública. Igualmente los sujetos a nivel

individual se exponen a determinado contenidos de los medios de acuerdo a sus

valores y creencias, de una manera selectiva a los mensajes de los medios que

refuercen sus propias actitudes y elimine las disonancias a la hora de consumir

información.

41

C) La teoría de los usos y gratificaciones: Surgidas en el contexto de las últimas

décadas del siglo XX, se centra en el receptor del mensaje de los medios, donde el

público es un ente activo y no pasivo en la actividad comunicativa. El público

consume y usa la comunicación de masas de acuerdo a las gratificaciones que

obtiene al usar los medios como obtener información y entretenimiento, siendo el

papel del público el más activo a la hora de moldear la Opinión Pública en la

relación Medio-Público.

D) La teoría de la agenda setting: Como alternativa a la teoría de los efectos limitados,

durante finales de la década de los 60. Los medios si bien no tienen el poder de

determinar que puede pensar el público sobre un tema de la Opinión Pública, tienen

al menos el poder de definir qué tema es relevante para la Opinión Pública. Los

medios seleccionan, ordenan y de ser necesario, suprimen temas de discusión que

forman parte de la agenda de la Opinión Pública, de esta forma moldean que debe

tomarse como relevante para la discusión pública en sociedad y que tema obviarse

del debate publicitado (Tuesta Soldevilla, 1997).

Excepto por el enfoque de la teoría del impacto colectivo, todas las grandes teorías

asociadas al estudio del impacto de los medios de comunicación sobre la Opinión Pública,

sostienen que la capacidad de moldear las opiniones públicas por parte de los medios es

limitada aunque no inexistente. Dentro del proceso de recepción del mensaje por parte de las

audiencias median un conjunto de realidades psicológicas y sociales que filtran el mensaje y

su efecto sobre las opiniones personales y grupales de los sujetos sociales. Pero la Agenda

Setting es la teoría contemporánea que si bien afirma que el poder de los medios no puede

determinar que puede pensar un individuo o colectividad sobre un tema determinado, si puede

establecer que temas tomarse en cuenta para la reflexión pública. El poder de disuasión de los

medios de masas si bien no es ilimitado, tienen una fuerte influencia en determinar qué temas

deben ser tomados en cuenta por el público democrático y bajo que parámetros pensarlos, lo

cual posibilita el poder de la propaganda y la manipulación mediática para moldear

parcialmente la Opinión Pública hacia los intereses de un grupo de poder social.

42

En síntesis, las teorías sobre el papel de los medios masivos apuntan a tres factores que

influyen en la estructuración de la Opinión Pública sobre un tema o problemática social

determinado: Primeramente la pertenencia individual a determinados grupos sociales, en

segundo lugar la naturaleza de los hechos que quieren originar una opinión compartida y en

tercer lugar el papel de los medios en determinar la agenda pública (Rivadeneira Prada, 2000).

La interacción de los medios con los dos primeros factores determinará en que amplitud y

profundidad puede establecer su influencia en la generación de una tendencia en la Opinión

Pública dentro de las sociedades modernas.

La penetración de esa influencia tiene que ver con las intenciones de un grupo de poder

de intervenir sobre la información suministrada por el medio de comunicación, dado que la

importancia social de dicha manipulación constituye una acción que afecta al sistema político

(Rivadeneira Prada, 2000). La manipulación mediática en términos periodísticos pasa por la

intervención en el material noticioso que se da al público; mientras que en términos de

relaciones públicas y propaganda, la manipulación consiste en obtener la atención del público

para fines específicos; y finalmente en el campo de la piscología, la manipulación se construye

por medio de el control de las motivaciones del público. Toda producción mediática que

intente sugestionar el proceso de formación de una actitud en la Opinión pública moderna

debe tomar en cuenta las realidades grupales e individuales del público al que se quiere

influenciar. La comunicación se “adecua” al público para así producir un determinado efecto

en el sistema político de una comunidad (Fagen, 1969).

La adecuación de la información que desea impactar sobre la Opinión pública está

relacionada con el nivel de manipulación cualitativa y cuantitativa de los datos que se le

otorgan al público: Sobre que se informa, en qué se medida se informa, a cuales fuentes se

apela para generar esa información y que materias se escogen como comunicables a

determinados subgrupos del público y a cuáles no. Una adecuación motivacional de la

información abarca la intención comunicativa de quien comunica y cuáles deberían ser los

efectos esperados (Rivadeneira Prada, 2000). En cambio, una adecuación de los subsistemas

de información toca más bien en qué medida los medios y cuáles medios tienen el poder de

imponer un determinado consenso comunicativo sobre un tema de la Opinión Pública. No todo

medio puede alcanzar a todos los subpúblicos que se desea impactar con la manipulación de la

información, pero se puede especificar a cada medio correspondiente el manipular su

43

información disponible para impactar a un subgrupo del público en particular, sumando en el

conjunto de los impactos a todo el público en que el grupo de poder desea establecer su punto

de vista.

Por eso, los factores a tomar en cuenta por parte de una auténtica manipulación de la

información mediática con relación a la formación de la agenda de la Opinión pública, recaen

en controlare los niveles libremente disponibles de información por parte del receptor de la

información sobre el tema a tratar en la agenda pública (D´Adamo, García Beaudoux y

Freidenberg, 2007). Como señala Schütz en su obra “El ciudadano bien informado” (1979), la

generación masiva de grandes acervos de información por parte de la sociedad moderna

originan en consecuencia que los temas a ser atendidos por el público moderno es claramente

limitado, ya que la sociedad moderna obliga a la delegación en la producción y distribución de

la información a unos roles específicos de la sociedad, donde los medios comunicación juegan

un papel determinante. Las restricciones que se experimentar a la hora de debatir determinados

temas en el espacio público humano, tienen que ver con la dificultad de la ciudadanía de

obtener una información profunda y detallada de todos los problemas que afectan a la

comunidad política, ya que la experiencia cotidiana no posibilita la oportunidad de tener

información más allá de las fuentes secundarias, donde los medios tienen el rol estelar.

El nivel de capacidad para establecer mediáticamente las cuestiones públicas por parte

de los centros de poder, tomando en cuenta las particularidades grupales y psicológicas de los

públicos a ser influenciados, están determinados por la necesidad de orientación que tiene el

público (D´Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007). La necesidad de orientación

consiste en que cuanto mayor sea la necesidad del público de ser orientado por terceros sobre

los temas que signan la agenda pública, mayor será la atención que se le preste a los medios y

dar por válidos los contenidos emitidos por los mismos. La carencia de información o fuentes

alternativas de información por parte de un público interesado por un tema (donde dicho

interés puede haber sido inducido por el mismo medio), hace más sólida la capacidad de

manipular la Opinión Pública por parte del medio que tenga la intención de obtener un

determinado efecto a través de dicha manipulación. Mayor nivel de información alternativa

sobre un tema posibilita una menor la manipulación de la información y su interpretación,

mientras que la reducción de medios alternativos de información apunta a la capacidad de

orientar la incertidumbre del público por información por cauces previamente definidos.

44

Si se tiene claro que la Opinión Pública puede ser influenciable por los medios de

comunicación, además de poder ser deliberadamente manipulada (hasta cierto punto) por la

manera en que se organiza la información disponible mediáticamente, la medición de la

opinión pública de manera sistemática implica interrogantes de otra naturaleza. Si los medios,

junto con otros factores tienen un poder para inducir parcialmente tendencias en la Opinión

Pública moderna, la forma de medir dichos efectos responde a otra lógica teórica y

metodológica de la investigación social. La herramienta más comúnmente utilizada para medir

el grado de influencia de un elemento social para estructurar la Opinión Pública es el sondeo

de opinión.

La encuesta de opinión es una herramienta que establecer una relación entre los medios

de recolección de datos afines a los medios de comunicación y los métodos de las ciencias

sociales (Tuesta Soldevilla, 1997). La lógica de la encuesta de opinión es detectar las

frecuencias y tendencias más generalizadas de una opinión dentro de una población total,

preguntando a un número limitado de personas que forman parte de esa población a la cual se

denomina muestra sobre un tema dado (Rivadeneira Plaza, 2000). La encuesta de opinión se

introduce dentro de lo que se denomina estudios de campos, que se realizan para detectar

cuales opiniones, actitudes, creencias o percepciones que acumulan mayores niveles de

frecuencia en una población humana dada. Dichos estudios de campo pueden ser transversales,

cuando se desea exclusivamente estudiar las opiniones y creencias en un determinado

momento, o longitudinales, cuando se examina a la misma población a lo largo del tiempo.

El proceso de estudio de la dinámica de la Opinión Pública por medio de la encuesta de

opinión, puede hacer uso tanto de estudios de campo de carácter transversal como

longitudinal. El estudio transversal es generalmente al más usado para la medición de los

efectos puntuales de un factor de formación de la Opinión Pública en un determinado

momento, determinando el grado de influencia de dicho factor en la generación de una

tendencia en la Opinión Pública en un momento muy específico dentro de una población dada.

Sin embargo, al darse una determinada tendencia en el tiempo de determinadas ideas y

actitudes de la Opinión Pública, los estudios de opinión se orientan más bien a estudios de

campo de carácter longitudinal, que permiten conocer la evolución de la Opinión Pública ante

un tema fijo en la agenda pública y conocer los factores que condicionan ese comportamiento

en el tiempo, sin conocer a priori el factor causal que lo desencadena.

45

De las investigaciones longitudinales que suelen utilizarse con mayor frecuencia en las

encuestas de opinión, suelen ser las más usadas el de los Estudios de Tendencias. Un estudio

de opinión longitudinal de tendencia consiste “…En seguir a una muestra de población en

distintos momentos. Diferentes personas participan en cada encuesta, pero cada muestra se

deriva de la misma población. Este tipo de estudios se usa con frecuencia durante las

campañas electorales para medir, por ejemplo, la intención de voto. Otra posibilidad son las

investigaciones que se valen de datos secundarios, como sería el caso de analizar a lo largo

del tiempo, mediante datos estadísticos, la relación entre penetración de los aparatos de

televisión en una determinada población y la variación de sus tasas de delitos (Orlando

D´Adamo, García Beaudoux, y Freidenberg, 2007, Pág: 182). El estudio de tendencia de

opinión longitudinal es una herramienta usada tanto por centros académicos de investigación

como empresas investigadores de la Opinión Pública, para determinar una idea predominante

de la Opinión Pública sobre un tema determinado a lo largo del tiempo y de esa forma

averiguar cuál es el factor desencadenante para estructurar dicha tendencia a lo largo del

tiempo. Igualmente sirve para confirmar o rechazar el nivel de conexión que existe entre lo

que percibe la Opinión Pública sobre una problemática social dada y lo que objetivamente está

sucediendo.

Las encuestas de opinión según Rivadineira Prada (2000) se diseñan y ejecutan de

acuerdo a las siguientes etapas:

A) Selección del área de interés del sondeo: Precisar que se desea saber y de quién se

desea saber, es decir definir el problema o tema de la opinión Pública a investigar,

y de qué población o subpoblaciòn se desea averiguar.

B) Ejecución del sondeo: Consta de la selección de los sujetos para el muestreo, junto

con la elaboración de las preguntas que permitirán conocer a través de los

individuos sus actitudes y opiniones sobre el tema planteado, y la realización

operativa de la entrevista (que puede hacerse cara a cara con el encuestado o

entregarse la encuesta para ser llenado por el encuestado).

46

C) La evaluación del sondeo: Es la organización de los datos obtenidos por medio de

la ejecución del sondeo, junto con el análisis e interpretación de los resultados de

los cuestionarios. Los datos de preguntas cerradas tienden a originar una base

cuantitativa mucho más fácil de analizar que preguntas abiertas, pero el elemento

cualitativo que arroja muchas veces las preguntas de opciones abiertas posibilitan

una mayor profundidad sobre el tema tratado.

La Opinión Pública moderna se caracteriza por una permanente mutación, la es

condicionada tanto por los acontecimientos objetivos que suceden y sobre lo cual su

formación tiene su base, como por un conjunto de factores que median sobre la obtención de

la información sobre los acontecimientos que son de interés de la Opinión Pública y que

aportan elementos subjetivos en la evaluación de los problemas y temas públicos. Cada

información generada por un tema, junto con el comportamiento de diferentes factores que

modifican las actitudes y opiniones de las personas que determinan las tendencias en el nivel

de consenso sobre una temática determinada. Cuanto más dependiente es el público de las

fuentes secundarias para obtener datos sobre un tema o problema social dado, más fuerte será

la tendencia a que elementos externos a los individuos o colectividades sociales puedan

moldear la estructura de la opinión pública y menos el peso de los hechos “objetivos” que

originariamente deberían generar una determinada actitud en la opinión pública. Por eso la

medición a largo plazo es imprescindible para detectar cómo interactúan estos factores al

unísono y así definir de qué manera en concreto se construye la Opinión Pública predominante

en una sociedad dada.

1.2 La relación de Política públicas con Opinión Pública.

Durante la consolidación de la sociedad moderna la Opinión Pública mutaba de ser

una tendencia construida mayormente por el poder del Estado y la Iglesia en la pre-

modernidad, a ser un fenómeno que respondía a diferentes fuentes de producción de sentido en

la era moderna. La producción del sentido de la realidad y los asuntos públicos dejaban de

responder a la potestad exclusiva de la esfera política y eclesiástica de la vida del ser humano,

permitiendo que el rol de la producción del sentido se fragmentó en diferentes actores sociales,

47

donde la aparición del intelectual y los medios de comunicación tendrían un papel

fundamental en este aspecto.

Si previamente hemos estudiado en qué consiste el papel de la Opinión Pública en la

modernidad, sus factores de generación y los potenciales elementos que pueden conformar su

orientación, hay que aclarar que la evolución del nivel de importancia al que se ha atribuido en

el sistema político moderno no ha sido igual a lo largo del tiempo. La constitución de los

sistemas políticos basado en el Constitucionalismo, la República Liberal y finalmente el

Estado Democrático fundamentado en el Estado Liberal de Derecho, depositó una gigantesca

influencia de la Opinión Pública como elemento de presión y materialización de propuestas

para estos cambios políticos. Pero esa Opinión Publica se movía dentro de la lógica liberal de

la existencia de dos sistemas con alto grado de autonomía: El Estado y la sociedad, como entes

opuestos entre sí (García Pelayo, 1985), lo que suprimía la acción del Estado en la resolución

de los problemas económicos y sociales que existían en la sociedad en la que actuaba. La

Opinión Pública moderna por lo tanto recibía una influencia modesta del Estado para definir

las temáticas y problemas públicos de acuerdo a la acción concreta del gobierno.

El Estado Liberal de Derecho era un cuerpo administrativo para garantizar los intereses

generales de la Nación a la cual representaba. Esto lo llevaba a tener una acción limitada

dentro de sus potestades para la atención y resolución de los problemas de la sociedad. “El

Estado era concebido como una organización racional orientada hacia ciertos objetivos y

valores y dotada de una estructura vertical o jerárquica, es decir, construida primordialmente

bajo relaciones de supra y subordinación… Sus objetivos y valores eran la garantía de la

libertad, de la convivencia pacífica, de la seguridad y la propiedad, y la ejecución de los

servicios públicos, fuera directamente, fuera en régimen de concesión (García Pelayo, 1985,

Págs: 21-22). La sociedad moderna por lo tanto era considerada como un orden independiente

del Estado, con una lógica propia más poderosa que la acción del Estado la cual sólo podía

garantizar las condiciones mínimas para su funcionamiento espontáneo. La Opinión Pública,

dentro de otros fenómenos de la sociedad liberal moderna, no debería experimentar un proceso

de sugestión por parte del aparato del Estado y mucho menos influir en el funcionamiento del

mismo más allá de sus funciones propias de protección de la vida, la propiedad y la paz en la

sociedad.

48

La evolución del Estado Liberal de Derecho al Estado Social de Derecho entre los

siglos XIX y XX, no sólo evidenció el papel de la Opinión Pública para modificar el papel del

Estado en la atención de los problemas económicos y sociales de la sociedad moderna, sino

potenció enormemente el rol de la Opinión pública como herramienta fundamental dentro de

los cambios que estaba experimentando el Estado Democrático moderno. La lucha por el

respeto por los derechos civiles y políticos en el Estado moderno se le fusionó el combate por

los derechos sociales por parte de la Opinión Pública (Marshall, 1976), lo cual implicó que el

sistema democrático para poderse ajustarse correctamente a los imperativos de la ciudadanía a

la cual representaba debería modificar el alcance de sus atribuciones. “…si el Estado quería

subsistir había de disponerse a controlar permanentemente los aspectos económicos, sociales

y culturales de la sociedad. Y si el Estado democrático liberal de Derecho quería continuar

teniendo la vigencia había que adaptar sus valores a nuevas exigencias y añadir a sus

objetivos los de las regulación permanente del sistema social” (García Pelayo, 1985, Págs:

24). De este proceso nace el Estado Social de Derecho, fundamentado en la justicia

distributiva a través de la asignación de bienes jurídicos de contenido material a través de sus

políticas públicas, para la resolución de complejos problemas económicos y sociales de la

sociedad industrial.

Esta transformación del Estado Moderno, se aceleró notablemente a partir de los años

posteriores a la Segunda Guerra Mundial, estableciendo nuevas funciones del Estado de

satisfacer una cada más plural cantidad de demandas de una ciudadanía diversa. “Estas

aspiraciones han sido realizadas en parte por la incorporación de los derechos sociales en el

status de ciudadanía, creando así un derecho universal al ingreso real, que no es

proporcionado al valor de quien lo exige, el mercado… Ha asumido la pinta de una acción

destinada a modificar el patrón de la desigualdad social (Marshall, 1976, Pág: 30). La

satisfacción de estas demandas no sólo dependía de cuales demandas eran seleccionadas por la

Opinión Pública para ser tomadas en cuenta por el Estado, sino a su vez como se moldeaban

estas percepciones de la Opinión Pública sobre dichas demandas por medio de la acción

concreta del Estado. “Las políticas estatales son actualizadas en parte por su propio aparato,

pero también en parte decisiva por organizaciones extraestatales…el Estado en parte acciona

por sí mismo, y en parte orienta la acción de otros; las políticas son ciertamente decididas

49

por la autoridad estatal, pero su ejecución depende en buena parte del consenso de los

afectados” (García Pelayo, 1985, Pág: 37).

El Estado Social de Derecho al tratar de resolver los principales problemas que afectan

a la sociedad industrial, intenta a su vez integrar a la sociedad nacional dentro del pluralismo

que la caracteriza (García Pelayo, 1985). Eso, a nivel de percepciones públicas, implica la

inducción en la sociedad de cierto nivel de consenso sobre qué temas y problemas sociales son

lo suficientemente relevantes para ser atendidos por la acción del Estado. La imposición de la

agenda pública estatal depende en gran medida de que demandas sociales despiertan un mayor

número de unanimidad en la opinión publicitada de la ciudadanía, pero a su vez la acción del

Estado al resolver dichas demandas modifica las actitudes y opiniones sobre un tema público.

“Debido a los problemas y las prioridades de la agenda se construyen socialmente, quien

participa en su formación puede ser un factor muy importante y decisivo… Además, los

funcionarios, en razón de su cargo, está obligados a respetar los derechos de los demás a

participar en el proceso y servir como conducto de las demandas sociales” (Elder y Cobb, en

Aguilar Villanueva, 1993, Pág: 83).

Lo anterior implica que la relación entre políticas públicas y Opinión Pública viene

dado en primer momento porque la Opinión Pública es el lugar del surgimiento de los temas a

ser tratados por las políticas elaborados por el Estado. “…las políticas, como proposiciones

sobre la mejor manera de lograr determinados objetivos sociales, no son más que ideas.

Tienen toda la fuerza y toda la debilidad de las ideas: son respaldadas por argumentos

convincentes, mueven voluntades, aglutinan personas, generan movimientos sociales, sirven

para mejorar el mundo; pero también encierran falacias que ocultan intereses de grupos,

engañan, generan conflictos sociales, pueden crear obsesiones que llegan a conducir a la

muerte” (Ramón Piñango, en Janet Kelly, 2003). La creación de percepciones relativamente

unánimes sobre una temática o problemática dada en la sociedad, es lo que motiva a los

grupos sociales de presión para establecer en una agenda pública esa temática como

problemática y formular dentro de dicha agenda la solución que la ciudadanía cree más

conveniente para tratar lo problemático del tema.

La Opinión Pública no es sólo el punto de partida del proceso de generación de una

política pública. Generalmente se piensa que una política pública se da al tener conciencia de

una problemática por parte de la sociedad y en consecuencia, el Estado formula con base a las

50

exigencias ciudadanas las políticas correctas para su resolución, siendo esa la única función de

la Opinión Pública en la elaboración de una política. La Opinión pública es además un

elemento fundamental a tomar en cuenta para la implementación de una política pública.

Donald S. Van Meter y Carl E. Van Horn, nos especifican en “El proceso de implementación

de las políticas” (Aguilar Villanueva, 1993), se toma en cuenta el Estado de la Opinión

Pública y la atención que la misma presta al problema que enfrenta la política. “Las

condiciones del entorno pueden ser asimismo la causa de que los responsables de la

implementación lleven a la práctica una política sin modificar sus preferencias personales. El

deseo de los responsables de minimizar la hostilidad pública o su inclinación ideológica a

responder positivamente a los deseos de la ciudadanía pueden tener una influencia en su

comportamiento, aunque resulte contrario a sus propias preferencias… Más allá de la

disposición de los responsables y de la acción del resto de las fuerzas que contempla el

modelo, las condiciones del entorno pueden mejorar o restringir el desempeño de la política”

(Aguilar Villanueva, 1993, Pág: 133).

La relación causal Opinión Pública-Política Pública, da entender la existencia de un

sistema democrático moderno en el contexto de un Estado Social de Derecho. Los actores y

grupos de interés que hacen vida política en una comunidad humana, compiten ante las

capacidades del Estado de satisfacer de manera limitada a las exigencias ilimitadas de la

sociedad humana. Como el Estado no puede satisfacer todas las demandas sociales y mucho

menos al mismo tiempo, la competencia para obtener esa satisfacción de demandas se tiene

que dar en el campo de la Opinión Pública, induciendo las individualidades o grupos sociales

organizados consensos en las percepciones públicas a ser atendidas con mayor urgencia por la

esfera política de la sociedad. La competencia en el campo de las percepciones públicas no

sólo sugestiona que temas serán tomados por la agenda gubernamental para elaborar la política

pública, sino con base a esa misma percepción mayoritariamente compartida a nivel público

por la ciudadanía dependerá el éxito o el fracaso de la implementación de la política. La

Opinión Pública en este enfoque es la variable tanto causal como interviniente de que una

determinada política pública sea implementada en la realidad.

Pero en un segundo momento, la Opinión Pública es la variable dependiente de la

acción de la política pública, tanto su elaboración como implementación sugestiona la

generación de una determinada tendencia en la Opinión Pública de una comunidad política. La

51

acción del Estado intenta siempre generar un determinado sentido de la realidad, integrando

una percepción consensuada sobre una realidad política. “La función característica del Estado

social es producir una integración dentro de las condiciones de la actual sociedad industrial,

con su pluralidad de grupos e intereses antagónicos, reduciendo los conflictos sociales a

contratos sociales” (García Pelayo, 1985, Pág: 45). Para poder inducir una reducción de los

conflictos sociales a contratos sociales, se debe inducir a su vez un consenso sólido sobre lo

que se cree que es relevante a ser tratado como tema público en sociedad y la forma en que

debe resolverse.

En consecuencia, el Estado para implementar una política pública tiene tanto que

inducir unas determinadas percepciones en la Opinión Pública para que la política se concrete,

como también causar cambios en las tendencias de percepción mayoritarias en la Opinión

Pública sobre el problema que intenta resolver la política. “Desde el punto de vista ideal, la

solución de un problema político, para que sea satisfactoria debería contar con el fuerte

apoyo de un grupo influyente de la sociedad y ser capaz de resolver ese problema en la

práctica; además el número de miembros de la sociedad que aceptan debería ser tal como

para que su ejecución resultara viable. Pero en la realidad no es por supuesto, necesario que

coincidan estos tres criterios… Sin embargo los desafíos más serios del funcionamiento de

una sociedad o de un Estado, sólo pueden enfrentarse mediante soluciones que no es muy

probable llegar a descubrir valiéndose de las memorias, hábitos, preferencias y pautas

culturales estandarizados y aceptados que ya existen en la sociedad” (Deutsch, 1971, Pág:

197). No toda política pública nace de la presión de la Opinión Pública de tomar en cuenta

determinada temática como un problema, sino a veces tiene que ser el mismo Estado el que

tiene que inducir en la Opinión Pública que determinada temática es problemática y por lo

tanto el Estado tiene que intervenir sobre ella y tiene la capacidad de hacerlo.

El Estado en este contexto, al tratar de ejecutar una política sobre un determinado

problema social, genera y tiene que generar una modificación de la ciudadanía de sus

percepciones sobre el problema tratado, modificando actitudes y comportamiento del público

con relación a esa temática. Las colectividades sociales que conforman una comunidad

política tienen determinados hábitos de comunicación social (Deutsch, 1971), que ayudan a la

formación de un sentido común de la realidad social, que ayuda a definir lo que es relevante o

no para la comunidad política. El Estado toma en cuenta las características de esta

52

comunicación social, sustentada en pautas culturales comunes y disposiciones de conducta con

cierta generalidad que permita la acción de las instituciones políticas para crear nuevos marcos

de referencia que permiten definir lo relevante en el espacio público humano. “La capacidad

de los miembros de un pueblo así concebido para transmitirse información de manera

recíproca sobre una amplia variedad de temas; la capacidad de formar pautas eficaces de

trabajo en equipo para una amplia variedad de propósitos, y quizá su capacidad de formar

nuevas pautas de trabajo en equipo para nuevos propósitos, pueden calcularse o medirse por

métodos que van desde el juicio de observadores bien informados hasta las técnicas

experimentales más refinadas de psicólogos sociales… suficiente para permitir que las

instituciones políticas y económicas comunes unifiquen las diferentes poblaciones, en un

proceso gradual de aprendizaje social, hasta constituir un solo pueblo o una sola nación”

(Deutsch, 1971, Pág: 200).

Para modificar las pautas de percepciones sobre un tema social por medio de políticas

públicas, el Estado debe convertirse con relación al tema a ser tratado por la política pública

en la fuente de mensajes que recibe la Opinión Pública con una preferencia habitual en lo que

respecta a la atención, transmisión y obediencia en la política, dotándose de autoridad para

definir el problema en el espacio público del ciudadano (Deutsch, 1971). La autoridad para

imponer una determinada comunicación sobre un tema social dado tiende a acrecentarse por

parte del Estado “cuando no hay tiempo para la evaluación de los méritos intrínsecos de sus

mensajes, como en casos de emergencias o situaciones militares, o si tal evaluación fuera

demasiado costosa en recursos; o donde quienes reciben los mensajes, a causa de su

ignorancia o de sus prejuicios culturales o sociales, son presumiblemente incapaces de

evaluar estos méritos; o, finalmente, y ello no es infrecuente en política, en casos en que tales

méritos parecen dudosos, a veces incluso a las personas mismas que produjeron los

mensajes” (Deutsch, 1971). Cuantas menos fuentes alternativas tenga la Opinión Pública para

formarse una idea sobre un problema social dado, mayor poder tendrá el Estado para imponer

una determinada percepción del problema ante la ciudadanía.

El problema de usar las políticas públicas como modo de modificar las percepciones de

la Opinión Pública alrededor de un asunto o problema social determinado, es que el apoyo

social que puede generar la implementación de una política pública en un momento dado

tiende a decaer en el transcurso del tiempo, lo cual reduce el poder de imposición de una

53

política pública de una determinada percepción sobre una realidad social. “El mayor dilema

que enfrentan los promotores de cualquier programa regulatorio que pretenda modificar el

comportamiento de uno o más grupos objetivos, consiste en el hecho de que el apoyo público

a su posición declinará casi inevitablemente en el transcurso del tiempo” (Sabatier y

Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993, Pág: 351). Una política pública tiende a ser

producto de un debate público que permite que un asunto social sea tomado como relevante

por parte de la comunidad, sea de manera espontánea por parte de la ciudadanía o inducida por

los grupos de poder. La motivación que indujo a considerar relevante ese asunto tiende a

reducirse e inclusive desaparecer, cuando el público y la acción de los medios de

comunicación se desplazan a otros temas de relevancia social (Sabatier y Mazmanian, 1997).

Pero a su vez, el desplazamiento de la atención de los medios y el público sobre la

temática planteada como relevante a ser tratado por la acción del Estado, presenta una

particular oportunidad para concretar una determinada percepción de la política en la Opinión

Pública. Si en el campo de la evaluación tecnocrática, la valoración de una política pública se

hace con base al impacto real de la misma con base a los objetivos planteados por sus

creadores, en el campo de la Opinión Pública no necesariamente tiene que cumplir ese

imperativo. La Opinión Pública puede estar completamente divorciada en su apreciación de

una política pública de los impactos objetivos de la misma en la realidad. “En términos

generales, es de esperar que exista un alto grado de correlación entre la evaluación inicial

que un actor hace de una ley y su percepción y evaluación de los impactos… Esta afirmación

se basa en la teoría de la disonancia cognoscitiva y, especialmente, en el corolario de que un

actor tenderá a rechazar cualquier insinuación de que los impactos de una ley legítima

puedan ser indeseables” (Sabatier y Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993, Pág: 363).

De esta forma, si el Estado ha logrado impactar en la Opinión Pública de forma en que

un asunto social sea considerado como un problema a ser tratado por acción gubernamental, y

convencer que la política pública implementada es la más adecuada para tratar dicho

problema, se tenderá a tener una valoración positiva de la política pública independientemente

de su impacto objetivo sobre el problema. Si una política pública se cree legítima para atender

un tema que ya puesto sobre el tapete se cree relevante, es difícil que a posterioridad se cambia

de opinión para evaluarla negativamente, especialmente cuando el público y los medios de

comunicación cambian constantemente de objetivo de atención en la agenda pública de los

54

temas a ser atendidos por la ciudadanía. Si una ley o política pública es considerada como

ilegítima desde sus inicios por la Opinión Pública, generalmente la ciudadanía creerá que la

política o ley no se corresponden en su implementación con los objetivos normativos

planteados, independientemente de la objetividad de los datos de impacto digan lo contrario

(Sabatier y Mazmanian, 1997). En el caso contrario, si el Estado ha ganado de antemano la

batalla por la Opinión Pública al dotarle de legitimidad y validez a su política pública a

implementar, las percepciones públicas tenderán a creer que la política cumple con los

objetivos planteados por sus creadores sin tomar en cuenta los datos de impacto. Esto es más

patente cuando no existen datos del impacto de la política disponibles al público.

La percepción sobre la legitimidad de la política pública, que condicionará en buena

parte la percepción sobre su impacto sobre el problema social, viene dado por hasta qué punto

está articulado con los valores que rigen en la comunidad política para declarar una decisión

política como legítima. “En un sentido amplio, el término “valor” indica con frecuencia en

las ciencias sociales, una preferencia operacional vinculada con otras preferencias y también

con importantes memorias y pautas de reacción emocional en los individuos que las sostienen.

Los valores, en este sentido amplio, pueden resultar agrupamientos repetitivos o persistentes

de las preferencias operacionales simples analizadas más arriba en este apartado” (Deutsch,

1971, Pág: 203). En cuanto una política pública sea planteada más acorde con las preferencias

operacionales mayormente compartida por el público de la comunidad política, tenderá a ser

percibida como legítima por parte de la ciudadanía y en consecuencia la evaluación de su

impacto se tenderá a percibir de acuerdo a los objetivos que el Estado ha planteado,

independientemente de que la evaluación técnica de sus resultados difiera con eso.

El gobernar por políticas públicas dentro del marco de un Estado Social de Derecho

implica delegar gran parte de la legitimidad del sistema político en el grado de legitimidad que

se atribuyen a las políticas públicas elaboradas por el Estado. En las sociedades democráticas,

la elaboración de políticas públicas toca el abanico de la pluralidad de demandas de grupos

sociales de la comunidad política, con exigencias específicas que singularizan el debate de lo

que debe ser atendido por el Estado. Por lo tanto, la lucha por darle legitimidad a un problema

social para dotarle de una solución mediada por la política pública del Estado, es un combate

para lograr que dicho problema debe ser considerado relevante por la opinión pública, y a su

vez dotar de legitimidad al Estado en la elaboración de la política pública correspondiente para

55

resolver el problema. “El carácter de las demandas y la forma posible del consenso

ciudadano van recortando, vez por vez, el tipo de política, la singularizan. Es previsible

entonces que habrá muchos asuntos públicos cuya solución no será aceptable mediante la

planeación de la actividad, burocratización del programa, centralización de la gestión. Y se

descubrirá que hay muchos asuntos privados que no tienen por qué convertirse en públicos y

despertar la atención del estado y otros muchos asuntos que tienen escala de gobierno local y

otros de escala nacional” (Aguilar Villanueva, 1992, Pág: 33).

La construcción de la legitimidad de las políticas públicas destinadas a la satisfacción

de las demandas sociales en el marco del Estado Social de Derecho, implican acciones

conscientes del Estado de darse legitimidad política con base al ejercicio de su rol de satisfacer

demandas sociales, más que en su legitimidad de origen del régimen político. Satisfacer de

manera adecuada las demandas sociales, con base de dotar de una percepción de legitimidad

de las políticas públicas implementadas tendría un efecto directo sobre la legitimidad del

poder ejercido por parte de las autoridades del Estado y a su vez, esto repercutiría en el nivel

de gobernabilidad de un sistema político como tal. Dichos elementos estarían condicionados

por el conjunto de apoyos que generarían la acción del Estado en la satisfacción de las

demandas ciudadanas dentro de las exigencias del Estado Social de Derecho, Tales aspectos

serán profundizados en el siguiente apartado de la investigación.

1.3 Demandas sociales y gobernabilidad democrática.

Si la satisfacción de las demandas sociales en el contexto del Estado Social de Derecho

es relevante para garantizar parcialmente elementos de gobernabilidad y legitimidad dentro de

un sistema político, esto crea como imperativo el conocer en qué medida se comporta los

fenómenos de legitimidad y gobernabilidad democrática en el contexto de las democracias

contemporánea. Tanto gobernabilidad como legitimidad del sistema político en los sistemas

políticos contenidos en el Estado Social de Derecho son elementos dependientes de cómo el

poder político satisface las demandas dominantes en la Opinión pública de la comunidad

política. Esto implica que la estabilidad del sistema político es altamente dependiente del

grado de legitimidad y eficacia que dote el Estado la elaboración e implementación de

políticas públicas sobre la sociedad.

56

El concepto de gobernabilidad es una de las prioridades teóricas de las ciencias

políticas en el siglo XX, en cuanto Occidente experimenta dentro del esquema del Estado

Liberal de Derecho el hecho que las democracias pierden paulatinamente la capacidad de

ejercer poder sobre el sistema político, aún teniendo una legitimidad política fundamentada en

la elección libre de los gobernantes y el cumplimiento de las pautas legales. Marcus Olson

(1982) afirma que la gobernabilidad que disfruta un sistema político y una clase

gubernamental en un momento dado no es otra cosa que la capacidad del gobierno de ejercer

su poder legítimo eficazmente está en profunda relación a que objetivos le ha propuesta la

sociedad gobernada a la maquinaria del Estado. Por lo tanto, un gobierno tendrá mayor radio

de acción en cuanto su acción sea percibida más acorde a los deseos y exigencias

predominantes en la ciudadanía política.

Las consecuencias que implicaba esta definición sobre gobernabilidad en los

fenómenos políticos concretos de los sistemas políticos modernos, será estudiado a fondo

durante los años 60 y 70 por parte de Huntington, Crozier y Watanuki (1975). Los estudios

realizados por los tres autores denotan que el Estado moderno occidental cada vez se

encontraba en mayores dificultades para cumplir las funciones que la sociedad le había

asignado. El incremento exponencial de demandas sociales de una gran pluralidad de actores

sociales en los Estados Sociales de Derecho, en contextos donde los fondos gubernamentales

impedían satisfacer buena parte de las exigencias de los grupos que conformaban a la

ciudadanía, originaba dicha crisis. La falta de eficiencia gubernamental unida a las crisis

financieras se traducían en el no cumplimiento de los objetivos propuestos a la ciudadanía al

gobierno en materia de acción gubernamental, reduciendo el radio del poder del Estado o

maximizando la esfera de poder de los grupos de oposición. Esto implicaría el surgimiento del

fenómeno de la ingobernabilidad en las ciencias sociales, entendiéndose como una crisis de

gestión del sistema político unida a una crisis de los ciudadanos que integran a la comunidad

política, cuando se apoya a un sistema político, a las autoridades y al gobierno (Bobbio, 1998).

Por lo tanto la gobernabilidad de un sistema político y de las autoridades

gubernamentales se verá determinada como la capacidad de asimilar por parte del sistema

político de todas las acciones y movimientos colectivos que surgen de la ciudadanía, siempre

dentro de las reglas del juego que definen al sistema político. Gobernabilidad sería “Una

cualidad de la comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actúan

57

eficazmente dentro de un espacio de un modo considerado legítimo por la ciudadanía,

permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder ejecutivo mediante la

obediencia cívica del pueblo” (Arbós y Giner, 1993, Pág: 13). La gobernabilidad para poder

existir tiene que permitir que cada demanda social hecha desde el ámbito de la comunidad

política tenga un lugar asegurado dentro del sistema político.

La dinámica entre una demanda social expuesta dentro de las reglas del juego político

y la capacidad del gobierno de satisfacer objetiva y subjetivamente esa demanda, es parte de

los elementos vitales con que se define la gobernabilidad dentro de un sistema político. En el

marco de la ejecución de las políticas públicas, la satisfacción de las demandas de la

ciudadanía a través de la ejecución de políticas acordes a los objetivos y necesidades de la

ciudadanía, tienen un impacto directo sobre la capacidad en conjunto tenga el gobierno de

recibir obediencia por parte de la comunidad política. La legitimidad constitucional de un

gobierno no es suficiente para garantizar su acción como legítima por parte de la sociedad

gobernada.

Si en el viejo esquema del Estado Liberal de Derecho bastaba con que el Estado

garantizara la vigencia y aceptación de las normas y procedimientos por parte de la ciudadanía

a través de la defensa de los intereses generales de los gobernados, en el contexto del Estado

Social de Derecho eso se complejiza más. La expansión exponencial de los atributos del

Estado a favor de la resolución de los cada vez más abundantes problemas de la sociedad

industrial, obligaban que para obtener obediencia cívica por parte de la comunidad política, se

tenía que cumplir las demandas sociales que tenían mayor peso dentro de la Opinión Pública

de la sociedad. La gobernabilidad de un sistema política recayó de esta forma en la presencia y

acción de decisiones que posibilitaran la creación e implementación de políticas públicas que

eficientemente satisficieran las demandas predominantes de la ciudadanía, lo cual debería

reflejarse en el respaldo a las autoridades que ejecutaran esas políticas (Koeneke, 2005). La

estabilidad de un sistema político y su legitimidad ante la comunidad política terminó siendo

directamente dependiente con el grado de satisfacción que diera el Estado a las demandas

sociales de la ciudadanía.

Pero toda gobernabilidad tiene su origen directo en cómo las autoridades políticas de

un sistema tienen la legitimidad para poder ejercer un poder que genere obediencia cívica.

David Easton (1965) enuncia que el comportamiento de un sistema político recae en la

58

capacidad del mismo sistema de imponer un conjunto de valores a la sociedad y lograr que los

mismos sean aceptados. El nivel de legitimidad que atribuya la sociedad al sistema político

que lo rige y a la clase gubernamental que ejerce el poder dentro de él, es lo que determinará

hasta qué punto puede una clase política imponer una serie de valores a ser asimilados por la

comunidad política. Mayor legitimidad atribuida al sistema político y a las autoridades

políticas a de traducirse en mayor capacidad del gobierno de imponer determinados valores en

la sociedad, de lo contrario, el nivel de imposición del gobierno tenderá a ser más reducido

cuanto menos legitimidad disfrute bajo la percepción de la ciudadanía.

La legitimidad de un sistema político en este caso será la capacidad del mismo para

generar y conservar la creencia en la ciudadanía que las instituciones políticas existentes y su

funcionamiento son los más idóneos para la sociedad donde tiene cabida su acción (Lipset,

1959). Bajo el contexto en que se maneje la sociedad en cuestión, la legitimidad se garantiza

bajo un modo específico, que basado en los tipos ideales de Max Weber (1944) puede ser

meramente afectiva, fundamentado en valores que se creen absolutos, salvación espiritual o

expectativas de obtener consecuencias externas. Siendo los tipos weberianos tipologías

ideales que no se dan de manera pura en la realidad, podríamos afirmar que la legitimidad en

el contexto de las sociedades gobernadas por el Estado Social de Derecho combinan la

legitimidad basado en valores que impulsan deberes absolutos y la legitimidad basada en

expectativas de obtención de consecuencias externas. Huntington añade a esto en “El Orden en

la sociedades en cambio” (1968), que la legitimidad está condicionada por el nivel de

conexión del gobierno con la opinión pública, donde son los valores del debate público los que

condicionen el tipo de legitimidad que disfruta un sistema político.

Esto implicaría que el nivel de eficacia y eficiencia que disfruta un gobierno en la

toma decisiones orientadas a la satisfacción sociales de un sistema político, obliga a concretar

determinados niveles de gobernabilidad dentro de dicho sistema, al igual que el utilizar dicho

nivel de gobernabilidad obtenido con base a la legitimidad del sistema sea canalizado para

resolver el nivel de eficacia para cumplir con los objetivos señalados por la sociedad al Estado.

Toda legitimidad de origen de un gobierno democrático en el contexto de los Estados Sociales

de Derecho se ven complementadas con la legitimidad en el ejercicio del poder, reflejado en la

eficacia del Estado en la gestión de los asuntos que la sociedad delega en la autoridad

gubernamental.

59

Con base a lo anterior, la legitimidad de un régimen político descansa en la capacidad

del mismo de dotar de justificación a las normas que definen el juego político con base a

reglas y valores compartidos, que permiten que pueda darse el consentimiento de la ciudadanía

que existe dentro de la sociedad. La legitimidad de un sistema político apela al nivel de

aceptación de un gobierno y su acción concreta, donde se comprende también la evaluación

objetiva y subjetiva de la eficiencia en el desempeño del gobierno para atender las distintas

demandas sociales existentes dentro de la comunidad política.

La legitimidad de un sistema político y un gobierno que tenga cabida en él está

conectado con la efectividad y rendimiento en el uso del poder político (Alagappa, 1995). Esto

implicaría que la legitimidad de un sistema político se afinca en la capacidad del Estado por

medio de un cuerpo normativo previamente aceptado, cumpla con las demandas de la

comunidad política a cambio de obediencia cívica. Una sociedad puede tener un fuerte

consenso entre sus actores sobre qué objetivos perseguir y los medios para alcanzar los

mismos, cuando los medios no están disponibles o son ineficaces para cumplir los objetivos,

surgen las discrepancias entre expectativas y resultados, generándose procesos de descontento

contra el régimen político. La efectividad de esta forma deteriora la legitimidad del Estado y

por lo tanto el nivel de gobernabilidad del sistema político.

“Un sistema puede estar expuesto de dos modos a tensión procedente de las

demandas. Por una parte, si sus autoridades no están en condiciones de satisfacer en cierta

proporción las demandas de los miembros (por lo menos de los políticamente poderosos), o se

resisten a hacerlo, esa situación provocará en definitiva un descontento cada vez mayor… Por

otra parte, pueden provocar tensión por razones completamente independientes de su

repercusión en el apoyo…Esto implica la existencia de demasiadas demandas, o bien su

diversidad y contenido (de tal índole que el conflicto que estimulan requiera un tiempo

excesivo para el proceso) pueden ser fuente de tensión” (Easton, 1965, Págs: 164-165). En

ambos casos, el sistema político carece del tiempo idóneo para ser satisfechas.

La sobrecarga de demandas es un efecto directo de que ningún Estado o sistema

político tiene recursos ilimitados para satisfacer todas las demandas hechas por la sociedad en

que tienen existencia. Igualmente, un sistema político por muy complejo que sea no genera la

suficiente cantidad de cauces de comunicación para que sus demandas sean conocidas y

atendidas por el poder político (Easton, 1965). Las limitaciones en tiempo, recursos y cauces

60

comunicacionales llevan a los sistemas políticos modernos a operacionalizar un conjunto de

regulaciones de las tensiones que surgen de la no satisfacción de las demandas de la sociedad.

Toda demanda social que se hace al sistema político se presenta dentro de un conjunto

de deseos o expectativas sociales que se anhela que lleguen a concretarse por medio de la

intervención de la autoridad política. Cuando los anhelos de diferentes individualidades o

grupos sociales se expresan en propuestas concretas dentro de la Opinión Pública de una

sociedad dada, es cuando se convierten en demandas políticas. “Es en este punto de

conversión de las demandas en propuestas políticas para la acción, que se puede producir la

primera clase de regulación importante de su volumen y diversidad” (Easton, 1965, Pág:

168).

Dentro del proceso de construcción de los consensos de percepciones dentro de la

Opinión Pública para concretar demandas sociales en posiciones políticas, hay

individualidades o grupos sociales con mayor poder social para articular sus exigencias en

proposiciones frente al sistema político. Igualmente existen inhibidores culturales en toda

comunidad política que reducen el número de demandas sociales que la ciudadanía puede

desear que tenga una intervención política. Cabe añadir que muchas veces las demandas

sociales tratan de canalizarse en el sistema político a través de la síntesis de las mismas por

medio de determinadas instituciones del sistema político: partidos, grupos de interés y medios

de comunicación como ejemplo. Esto permite simplificar las demandas con un nivel de

tendencia dominante en la Opinión Pública bajo un programa coherente de propuesta para el

poder político. Todo para reducir el nivel de circulación de demandas de la ciudadanía frente

al poder político.

La satisfacción de demandas se traduce en obtención de apoyo para el sistema político,

lo cual le dota de legitimidad política para ejercer el poder y este a su vez sugestionará el nivel

de gobernabilidad que disfrutará las autoridades políticas sobre la ciudadanía. Cuando los

niveles de apoyo al sistema caen por debajo de los que requiere la sociedad, el sistema

necesita estimular los niveles de apoyo para evitar así el colapso. Una forma de obtener apoyo

de la ciudadanía independientemente de la satisfacción concreta de las demandas de los grupos

sociales que hacen vida en la comunidad haya sido satisfechas es por medio de la generación

de apoyo difuso al sistema político. “Un sistema tratar de inculcar en sus miembros un alto

grado de apoyo difuso a fin de que, pase lo que pase, los miembros continúen vinculados a él

61

por fuerte lazos de lealtad y afecto. Este tipo de apoyo continúa independientemente de las

ventajas específicas que el miembro juzga que le reporta pertenecer al sistema” (Easton,

1965, Pág: 171).

Si es imposible generar el suficiente nivel de apoyo específico fundamentado en la

satisfacción del mayor número de demandas sociales particulares dentro del sistema político,

se apela a generar apoyo difuso para generar sentimientos de legitimidad y sumisión al sistema

político al cual se pertenece. Un modo de generar apoyo difuso es por medio de mecanismos

de socialización política que denotan sentimientos de legitimidad, reconocimiento y sentido de

comunidad política (Easton, 1965). En el campo de las políticas públicas, generalmente la

producción de políticas está destinado a la satisfacción de las demandas de un sector

significativo de la comunidad política, que la Opinión Pública cree que es legítimo su

demanda. Siendo el Estado un ente con recursos limitados para la satisfacción de demandas

ilimitadas provenientes de la sociedad, puede que el número de demandas que logre satisfacer

con base a su eficacia, eficiencia y recursos disponibles sea el suficiente para generar el

suficiente nivel de apoyo específico para mantener estable el sistema político. Por eso el poder

político puede implementar las políticas públicas no para generar apoyos específicos al

sistema, sino un apoyo difuso por medio de una serie de estrategias.

”… Para que los productos repercutan en el apoyo, es preciso que de un modo u otro

satisfagan las demandas existentes o previstas de los miembros. Lo lograrán modificando las

circunstancias ambientales o internas del sistema, a fin de que desaparezcan las condiciones

que originaron las demandas, o bien adoptando medidas que creen esta impresión en el

ánimo de los miembros, aunque de hecho sólo haya cambiado la imagen” (Easton, 1965,

Págs: 174-175). Si la implementación de una política pública no logra satisfacer el número

adecuado de demandas sociales que garantice el número necesario de apoyo para mantener el

sistema, se puede apelar a crear una ilusión dentro de la Opinión Pública social de que la

demanda ha sido satisfecha gracias a la legitimidad que pueda ganarse una política pública

para satisfacer una demanda social dada. La legitimidad de la política pública genera la

percepción de que el objetivo de la misma se cumple, que es satisfacer una demanda social en

concreto.

De esta forma, la utilización de una herramienta especifica como las políticas públicas

para obtener apoyo gracias a la satisfacción de demandas específicas de grupos de la Opinión

62

pública, se puede utilizar para generar apoyo difuso al sistema político, al creerse al mayor

número de individualidades y grupos sociales que las demandas de la mayor parte de los

miembros de la comunidad política son satisfechas por medio de la acción del poder político.

De esta forma las individualidades o grupos de colectivos sociales tenderán a dar su apoyo a

un sistema político y un gobierno, no con base a recibir directamente una satisfacción de sus

demandas por parte de la autoridad política, sino con base a la creencia que las demandas de la

mayor parte de los miembros de la comunidad políticas son resueltas por la acción

gubernamental aunque eso no se concrete en la experiencia concreta de quien da el apoyo.

1.4 Sistema de Salud Pública: Indicadores de desempeño.

El sistema de salud de un país en específico, tiende a evaluarse su desempeño de

acuerdo a los criterios que la sociedad médica local ha decidido adoptar como referencia para

dichas evaluaciones. Generalmente los aspectos múltiples y variados que conforman un

sistema de salud público en la actualidad, muchas veces dificultan el anhelo de construir

dimensiones e indicadores completamente universales a todos los países a escala mundial, que

midan de forma idónea el desempeño del Estado en dar acceso al servicio a la salud a la

población en que gobierna. El desempeño de la gestión de la salud por lo tanto tiende a ser el

centro para evaluar la gestión de la administración pública de la salud.

El desempeño del sector salud de un país generalmente hace alusión a las dimensiones

de impacto de la gestión pública del Estado sobre la salud de la población, si bien la misma es

difícil de precisar según un conjunto de indicadores universales. La bibliografía especializada

alude que “Si bien en muchos países el objetivo principal de la reforma del sector salud es

mejorar el desempeño de este sistema, es difícil interpretar si un indicador en particular (por

ejemplo, porcentaje del financiamiento gubernamental asignado a la atención primaria o

medicina preventiva, porcentaje de los servicios prestados por el sector privado) ha cambiado

el desempeño del sistema en el sentido positivo o negativo, ya que puede haber variaciones de

acuerdo al punto de partida de cada país, las metas planteadas por la reforma y las

expectativas de los logros en el diseño del sistema de salud” (Knowless, Leighton y Stinson,

1997, Pág:1).

63

Esta diversidad de políticas públicas y sistemas de salud que rigen el nivel de

desempeño en la prestación del servicio por parte del Estado, hace que los indicadores que

señalan el impacto y las condiciones en que se encuentra el sistema de salud público no suelan

ser metodológicamente evidentes. La incertidumbre de cómo medir el nivel de impacto de las

políticas de salud, la evaluación del gasto público en materia de salud y otros elementos,

entorpecen la tarea de crear el consenso necesario para saber en qué medida se están

cumpliendo los objetivos del sistema de salud. Esto especialmente es relevante cuando desde

el Estado no se tiene claro que datos deben producirse y deben ser distribuidos al público que

conforman una comunidad política, sobre el estado en que se encuentra el sistema de salud

público de una sociedad en particular.

Los procesos de medición del desempeño del Estado en materia de salud, suelen

centrarse en la identificación de los problemas que afectan el desempeño de un sistema de

salud, las causas que originan una prestación deficiente del servicio, y cuales técnicas y

estrategias deben usarse para la implementación de las políticas de salud (Knowless, Leighton

y Stinson, 1997). Suelen con frecuencia ser el centro de atención en el proceso de evaluación

del desempeño del sector salud el estudiarse la gestión de servicios de salud específicos y

prioritarios (ejemplo, la salud del infante y la mujer en condición postparto), el nivel de

organización administrativa y económica de la red sanitaria del país (hospitales, ambulatorios

y dispensarios), y la asignación de fondos públicos y privados para el financiamiento del

sistema. Aún así, la existencia de una gran pluralidad de actores sociales dispuestos a evaluar

el sistema de acuerdo a unos criterios propios, entorpece la tarea de crear el consenso

necesario sobre que tiene que evaluarse en materia de salud y logros de impacto del sistema.

Muchas veces lo que se evalúa bajo criterios técnicos no coincide con la percepción de la

opinión pública (Sabatier y Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993), creando distorsiones y

disensos sobre que debe tomarse como relevante a la hora de evaluar la gestión de salud del

Estado.

En las evaluaciones más técnicas sobre el desempeño en materia de salud pública

suelen ser las variables más idóneas para evaluar el impacto del sistema de salud en una

sociedad dada las siguientes, según los criterios de Knowless, Leighton y Stinson (1997):

- Acceso al servicio: Contemplada en el nivel de presencia o ausencia de barreras

económicas y físicas que puedan enfrentar las personas para usar los servicios de

64

salud. Las barreras físicas aluden a la disponibilidad y suministro de los servicios

de salud y la distancia donde se ubican dichos servicios con relación a los usuarios.

Las barreras económicas aluden a los costos económicos que los ciudadanos

enfrentan para buscar y obtener atención médica.

- Equidad: Englobada en las diferencias de estado, utilización o acceso a la salud

entre los diferentes grupos sociales que conforman una sociedad, sean grupos

clasificados por criterios por socioeconómicos, étnicos, de género o demográfico.

- Calidad: Donde se evalúan la atención del servicio de salud de acuerdo a la espera

del desempeño del mismo en cuanto se maximice el bienestar de los pacientes, al

sostener un equilibrio entre las ganancias y pérdidas que asisten en el proceso de

atención entre paciente y médico. Aquí se evalúa la calidad tanto en el proceso de

interacción entre el usuario y el sistema, como los resultados en el estado de salud

del usuario del sistema.

- Eficiencia: Alude al nivel de servicios de salud que el sistema provee al usuario de

acuerdo a los insumos disponibles en el sistema. En este aspecto, se evalúa el nivel

técnico, económico y de asignación de recursos en la satisfacción de las

necesidades de los usuarios del sistema.

- Sustentabilidad: Abarca la capacidad del sistema de salud de continuar

exitosamente sus actividades a futuro, al igual que incrementar sus capacidades de

acuerdo a las exigencias impuestas por el crecimiento demográfico y económico

de la sociedad. La sustentabilidad aluden a la capacidad institucional disponible

para dar continuidad al sistema, como igualmente la disponibilidad de recursos

económicos para costear el funcionamiento del sistema de salud.

Estas variables suelen abarcar los elementos fundamentales del desempeño del sistema

de salud en una sociedad. Sin embargo, la medición de estas variables implica la

65

disponibilidad de indicadores que no sólo aludan al impacto del desempeño del sistema sobre

los usuarios del mismo, sino que también la existencia de indicadores que señalen la forma en

que funciona la prestación del sistema de salud. Elementos que no sólo señalen que efectos

tienen la prestación del servicio para los usuarios, sino como el mismo se imparte y con base a

que insumos se utilizan para lograr el impacto materializado.

Venezuela, como parte de un proceso de intensa polarización política, se ha generado

un proceso de monitoreo de la gestión del Estado, caracterizada por la intensa lucha

existencial entre los actores políticos que luchan por el poder en el país (Bisbal, 2009). Dicho

proceso ha repercutido en la manera en que desde las esferas del gobierno se produce y

distribuye la información sobre los procesos que rigen el desempeño de la gestión en materia

de salud en el país. Debido a esto, buena parte de la información que registra los procesos del

sistema de salud en materia de acceso al servicio, calidad, equidad, eficiencia y

sustentabilidad, no están disponibles al público, y se resguardan de manera confidencial por

parte de los entes del Estado. El uso de esta información por parte de los sectores que hacen

oposición al gobierno del Presidente Hugo Chávez, llevan a los funcionarios públicos a

restringir buena parte de dicho información a sólo miembros del Estado Central venezolano,

para evitar dar insumos que doten de mayor radicalidad a la lucha política existencial que se

ha dado en el país a partir del año 1998.

La restricción de la información en materia de gestión pública, ha repercutido en la

disponibilidad de datos de gestión sólo puedan aludirse a datos referentes al impacto de las

políticas de salud sobre la población venezolana y en muchas ocasiones, en su nivel de

confiabilidad para el público, al no existir transparentes mecanismos de validación. Es decir, la

información disponible por parte del Estado Central venezolano sobre la gestión en salud

pública alude a que efectos ha tenido la gestión del gobierno central en materia de salud, y no

en la evaluación de los procesos que dan a lugar a dichos efectos sobre la población

venezolana. Por lo tanto, la medición del acceso al servicio, calidad, eficiencia, equidad y

sustentabilidad del desempeño del sistema de salud venezolano se ve limitado a evaluar

elementos de calidad en la prestación del servicio a nivel nacional. Esto cumple con la primera

condición de la Organización Panamericana de la Salud para la medición del desempeño en

salud pública en cuanto el monitoreo, la evaluación y el análisis del estado de salud de la

población (OPS, 2002).

66

Al trabajarse meramente con los datos que aluden a los efectos concretos del sistema

de salud sobre los usuarios del mismo, vuelve a nacer la necesidad de aclarar bajo qué criterios

y que variables trabajar para evaluar el desempeño del sistema de salud público venezolano de

acuerdo a los datos de impacto del sistema. Esto implica definir cuáles son los parámetros más

cónsonos con los fines del Estado y la sociedad venezolana con los cuales es prudente evaluar

el desempeño del sistema de salud venezolano de acuerdo al impacto de las políticas de salud

del Estado venezolano sobre la población nacional. Toda sociedad se compromete al igual que

su Estado con base a unos objetivos y fines determinados, que determinaran que fines y

efectos son relevantes de alcanzar por parte de su sistema de salud.

En septiembre del año 2000 se estableció en la Asamblea General de las Naciones

Unidas un consenso que posibilitara una mayor cooperación internacional a favor de los países

menos desarrollados, con especial énfasis en el combate de la pobreza. “En esa oportunidad,

se identificaron objetivos que apuntan a la lucha contra la pobreza y el hambre, la reversión

del deterioro ambiental, el mejoramiento de la educación y la salud, y la promoción de la

igualdad entre los sexos, entre otros. “Además, quedó de manifiesto que, dado que la falta de

desarrollo es un problema que atañe y preocupa al mundo todo y no solo a los países menos

desarrollados, el establecimiento de una alianza que enriquezca y revitalice la cooperación

internacional, haciéndola más adecuada y efectiva, debía ser uno, no el menos importante, de

los ocho objetivos seleccionados. Así quedaron estructurados los objetivos de desarrollo del

Milenio” (CEPAL, 2008).

Estos objetivos que fueron redactados bajo una mirada integral de los organismos

multilaterales, forman parte de la Declaración del Milenio, un documento destinado a crear

consensos sobre temas relevantes para asegurar la paz, justicia, estabilidad política y el

fortalecimiento de las Naciones Unidas. Los objetivos por lo tanto se establecieron con la

mayor claridad posible, fijando metas cuantificables que deberían alcanzarse en el año 2015,

de acuerdo un conjunto de variables económicas y sociales previamente estipuladas. Los

Objetivos de Desarrollo del Milenio se resumen en los siguientes puntos (Uzcátegui y Toro

Merlo, 2010):

1.- Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

2.- Lograr la enseñanza universal.

67

3.- Promover la igualdad entre sexos y la autonomía de la mujer.

4.- Reducir la mortalidad infantil.

5.- Mejorar la salud materna.

6.- Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.

7.- Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

8.- Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

De los ocho objetivos planteados en la Declaración del Milenio, las números 4, 5 y 6,

establecen metas cuantificables a cumplir en materia de salud pública por parte de los Estados

firmantes de la Declaración. Estas metas fijan en el caso de Venezuela como Estado firmante,

objetivos y fines concretos a ser materializados por la gestión pública del Estado central en

materia de salud. Dichas metas concretas contemplan según Naciones Unidas (2001) en:

- Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores

de 5 años.

- Reducir entre 1990 y 2015 la mortalidad materna en tres cuartas partes.

- Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la propagación del

VIH/SIDA.

- Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la incidencia del

paludismo y otras enfermedades graves.

Estas metas concretas fijan un conjunto de objetivos específicos que hacen imperativo

el concretar una serie de efectos tangibles sobre la situación de salud de las sociedades

humanas. Reducción de la mortalidad infantil, mortalidad materna, propagación de

enfermedades como el SIDA y otras de carácter endémico. Sin apelar a los procesos de cual

dependen la formación, implementación y evaluación de las políticas públicas en materia de

salud por parte de un Estado Nacional, las metas del milenio dotan de un marco de referencia

68

común sobre el desempeño del Estado en materia de salud a favor de los usuarios del sistema.

Independientemente de que cada país tenga prioridades y criterios de evaluación distinta sobre

su sistema de salud en particular, las metas del milenio originan un marco uniforme de

objetivos a concretar que son medibles perfectamente por variables de efectos del sistema de

salud sobre la población a estudiar.

Por lo tanto, podemos decir que con base a los objetivos en materia de salud por parte

de la Declaración del Milenio, podemos construir una serie de indicadores para medir el

desempeño del Estado en sus funciones de impartir salud de manera pública con base a las

Metas del Milenio. Estos indicadores harían referencia a:

- Reducción de la muerte de niños menores de 5 años: Medido por las tasas de

muertes perinatales (tanto de la muerte de niños a los 28 días de nacidos, como los

niños entre el mes y el primer año de nacidos por cada 100.000 habitantes), las 10

principales causas de muertes en niños menores a 1 año de nacido, las 10

principales causas de muerte de niños de 28 días de nacidos, las 10 principales

causas de muerte de niños entre 1 y 4 años, y el número de vacunas puestas por el

Estado por cada enfermedad vacunable.

- Mejorar la salud materna: Evaluado por medio por la tasa de muertes maternas

durante los procesos de parto.

- Combatir la propagación del VIH/SIDA y reducir su incidencia: Tasa de enfermos

de VIH/SIDA registrados en el país.

- Detener y reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves: Tasas

de muertes por culpa del paludismo y tasa de afectados por enfermedades crónicas.

Adicionalmente, Marino Gonzalez (2006) nos aclara que desde la década de los

noventa hasta la actualidad, las áreas más urgentes a ser tratadas por la administración del

sistema de salud público venezolano se concentran en el número de enfermedades y muertes

tanto maternas como infantiles a nivel de atención pre y postparto, el número de enfermos y

69

muertos a causa de enfermedades crónicas, y el número de enfermos y muertos por causa de

enfermedades epidemiológicas. Con base en estos requerimientos podemos estar seguros que

al evaluar la variable desempeño en materia de salud del gobierno central podemos medirlo

adecuadamente de acuerdo a las siguientes dimensiones:

A) Índices de resultados de la gestión en materia de Salud pública que denoten el

desempeño del Estado entre los años 2003 y 2007: Integrado por la razón de

muertes maternas durante los procesos de parto, las tasas de muertes perinatales

(tanto de la muerte de niños a los 28 días de nacidos, como los niños entre el mes y

el primer año de nacidos), y el número de vacunas colocadas por el Estado por cada

enfermedad vacunable.

B) Índices de resultados de la gestión pública en salud con base al estado general de la

salud del país durante el período 2003-2007: Conformado por el registro de las 10

principales causas de muerte de niños menores de 1 año de nacido, las 10

principales causas de muerte de niños de 28 días de nacidos, 10 principales causas

de muerte de niños entre 1 y 4 años, número de casos de pacientes por

enfermedades endémicas y tasa de muertes por enfermedades endémicas. Vale la

pena aclarar que en esta dimensión sólo abarca indicadores de salud que denotan

parcialmente el desempeño del Estado en materia de salud, ya que en buena parte

de su comportamiento también es dependiente de factores sociales ajenos a la

gestión pública en salud, por lo tanto no tienen una relación completamente

vinculante con los niveles de eficiencia y efectividad del Estado en la gestión

sanitaria pública.

Con base a estos indicadores construidos por medio de los datos disponibles por

fuentes oficiales, podemos estar seguros de contar con los criterios adecuados para medir el

desempeño del Estado venezolano, entre el 2003 y el 2007, en materia de salud público, a la

sombra de la política públicas relacionados con el sistema de salud venezolano ha tenido algún

efecto para concretar las metas del Milenio dentro del período de tiempo estudiado.

70

CAPÍTULO II: DATOS DE LA SALUD EN VENEZUELA

2.1 Barrio Adentro: Radiografía del nuevo paradigma en salud pública venezolana.

“Dar respuestas a las necesidades sociales de la población, especialmente la excluida,

bajo los principios de equidad, universalidad, accesibilidad, gratuidad, transectorialidad…

contribuyendo a mejorar la calidad de salud y vida” (Ministerio de la Salud, 2005, Pág: 16),

es como explica el Ministerio para la Salud y el Desarrollo Social en qué consiste la misión

Barrio Adentro, al menos es un primer nivel de atención: “Barrio Adentro es un programa de

salud que ofrece atención médica del primer nivel. Desde su concepción, sus ideólogos

creyeron en una misión que acercaría los servicios médicos a los habitantes de los sectores

populares…La misión ha hecho de la atención primaria de la salud la prioridad del

Ministerio de Salud y Desarrollo Social e intenta dar respuesta gratuita a las comunidades

venezolanas” (Hoyer y Clarembaux, 2009, Pág: 11). En estas palabras se puede resumir en qué

consiste Barrio Adentro y cuáles son sus objetivos nominales dentro de la lógica del sistema

de salud público venezolano en la actualidad: El elemento prioritario para destinar capital

financiero y humano para dar atención sanitaria primaria a las comunidades más pobres del

país. Usando un tratado de la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF, justificaron que

la atención primaria sería la óptima manera de mejorar los indicadores de salud en Venezuela.

Por ser una política pública relativamente reciente y con poderosa connotación política,

muchas son las versiones sobre el origen y funcionamiento originario de la Misión dentro de la

política de salud en el país. Para el momento, el sistema ortodoxo de salud contaba con 299

centros hospitalarios, de los cuales 33 eran administrados por el Instituto Venezolano de

Seguros Sociales, 29 por el Instituto Nacional de Geriatría y Gerontología, 13 de corte militar,

tres pertenecientes a PDVSA, 2 de la Corporación Venezolana de Guayana, una de la policía

de Maracaibo, siendo el resto respondiendo directamente al Ministerio de Salud y Desarrollo

Social (Hoyer y Clarembaux, 2009). Si bien la necesidad de implementar la red tuvo

71

motivaciones fuertemente electorales, los elementos que llevaron a su experimentación y

cristalización son objeto de debate y de diferentes puntos de vistas.

Muchas personas ponen el punto de origen de Barrio Adentro en la ayuda médica

prestada por el personal médico cubano en medio de la catástrofe de las inundaciones de

lluvias ocasionadas en el estado Vargas a finales del año 1999 (Díaz Polanco, 2008). Se afirma

que la experiencia, junto con la gratuidad que ofrecía la nueva carta magna aprobada ese año

en materia de salud pública primaria lanzo la semilla para el plan1. Una versión personal del

diputado Ismael García (antiguo militante oficialista y actual detractor del gobierno) decía

que ya en los 90 había implementado un operativo similar en los barrios pobres de la ciudad

de La Victoria, estado Aragua, con personal venezolano que ayudaría a diseñar y crear la

misión a nivel nacional. Pero la versión más aceptadas proviene del ex –alcalde del municipio

Libertador y líder del Partido Socialista Unido de Venezuela, Freddy Bernal le habría pedido a

Immer Ruiz, concejal metropolitano para la época, un programa de gobierno para el municipio

Libertador a principios del año 2003.

Utilizando encuestas de opinión pública, se tuvo consciencia de la necesidad de un

sistema de salud gratuito de fácil acceso a las zonas populares como que la misma formaba

parte de las 6 primeras necesidades de los estratos D y E del municipio Libertador (Hoyer y

Clarembaux, 2009). La necesidad de protegerse de la inseguridad a la hora de recurrir al

sistema hospitalario tradicional y la necesidad de dinero para comprar medicamentos,

concretaron la demanda. La creciente cooperación entre el Estado venezolano y el cubano le

dieron la respuesta a las autoridades municipales de solicitarle al Ministerio de Salud y

Desarrollo Social unos 50 médicos cubanos dentro de los diferentes convenios que ambos

estados habían hecho en materia de asesoramiento cubano a cambio de petróleo. Entre abril y

junio del 2003, se constituyeron los seis primeros seis comités de salud que buscaron apoyo de

las comunidades para implementar el plan, recibiéndose hasta 100 médicos cubanos para

identificar las principales necesidades de las comunidades populares de Caracas a cargo del

Instituto de Desarrollo Local (IDEL). El Plan recibió el apoyo del Colegio de Médicos del

Distrito Metropolitano (Hoyer y Clarembaux, 2009).

1

1 Cabe aclarar que ya la Constitución de 1961 en su artículo 76 garantizaba el derecho a la protección de la

salud a todos los ciudadanos venezolanos. “Todos tienen derecho a la protección de la salud. Las autoridades

velarán por el mantenimiento de la salud pública y proveerán los medios de prevención y asistencia a quienes

carezcan de ellos” (Constitución de la República de Venezuela, 1961).

72

En esta primera etapa de experimentación se intentó convertir el servicio de la Misión

para los médicos venezolanos como un equivalente del servicio rural estipulado por la Ley de

Ejercicio de la Medicina. Asistieron a la Misión 50 médicos venezolanos pero desertaron 30

(Hoyer y Clarembaux, 2009). Entre junio y agosto del 2003 se decidió que el plan iba a

rebasar los límites del Municipio Libertador de Caracas, comenzando a implementarse la

Misión en las zonas pobres de La Dolorita y Filas de Mariches del Municipio Sucre de

Caracas, seguidos de la parroquia Petare y Caucagüita en el mismo municipio. Luego de esto,

se empezó a diversificar la Misión a diferentes estados del país: Miranda, Zulia, Barinas, Lara,

Trujillo y Vargas. En el último trimestre del año 2003 se decidió que en cada estado del país

se iba a cristalizar la Misión. Según cifras oficiales, sólo en el municipio Sucre de Caracas

había 589 médicos cubanos, 104 odontólogos, 11 optometristas y 152 comités de salud (Hoyer

y Clarembaux, 2009). Igualmente las cifras oficiales abalaban por medio del Instituto de

Desarrollo Local, que 911 médicos cubanos trabajaban en más de 200 casas de salud en el

Municipio Libertador.

En octubre del 2003, se suscribió el convenio de Cooperación Técnica entre Cuba y

Venezuela, que propiciaba la acción de los galenos cubanos en Venezuela a favor de petróleo

venezolano a Cuba a precios preferenciales. Los médicos tendrían el deber de actuar en los

barrios de Caracas, mientras que Venezuela pagaba el servicio en petróleo y derivados a la

isla, bajo la administración de Petróleos de Venezuela. Dentro de uno de los apartados del

convenio, se establecía que el servicio impartido por los médicos cubanos, los especialistas y

técnicos era gratuito, al igual que formación en materia de medicina al personal venezolano

que participara en la misión. Venezuela en este contexto cubriría los gastos de alojamiento,

alimentación y transporte del personal siempre y cuando Cuba garantizara el salario del

personal técnico y médico (Hoyer y Clarembaux, 2009).

El desarrollo y evolución del sistema que fundamenta la Misión Barrio Adentro se

puede describir en las siguientes etapas: Una primera que va desde los primeros acuerdos de la

Alcaldía del Municipio Libertador con Cuba en el llamado Plan Barrio Adentro para adentrar

médicos y técnicos cubanos en las zonas más pobres del país en marzo del 2003 hasta

diciembre del mismo año, cuando el presidente inauguraba el primero de de veinte módulos

previsto para la Misión Barrio Adentro a nivel nacional, inaugurando la Misión Barrio

Adentro como tal. Se calculaba que cada módulo pudiese dar atención primaria en las zonas

73

populares del país, 16 consultas y 10 visitas domiciliarias, dentro de 8 horas laborales entre

lunes y viernes (Díaz Polanco, 2008). Esto llevaba al Presidente a calcular que el Plan Barrio

Adentro había podido atender hasta el momento de su primera etapa de implementación 40

millones de consultas y 25 millones de visitas al año. En este contexto, inicialmente los

módulos del Plan Barrio Adentro proponían tres tipos de redes: Los Núcleos de Atención

Primaria de Salud (Napis), los Centros de Atención Primaria Integral (Capri) y los Centros de

Especialidades Ambulatorias (Cespa) (Díaz Polanco, 2008, Pág: 23), que tendrían las

siguientes atribuciones:

- Núcleos de atención primaria: Unidades básicas que prestan atención integral a las

personas, familias y comunidades a través de la promoción de vida y salud, por

medio de módulos y ambulatorios de salud junto con consultas externas.

- Centros de Atención Primaria Integral: Unidades intermedias de atención primaria

con especialidades en medicina interna, pediatría y ginecología.

- Centro de Especialidades Ambulatorias: Sirven para consultas especializadas y de

emergencia. Son formados por ambulatorios con especialidades en medicina

interna, pediatría, gineco-obstetricia, salud mental, cirugía general. Además de

ofrecer cirugía ambulatoria, sala de partos, sala de observación y otros servicios.

- Atención de tercer nivel: Atención ambulatoria y hospitalización dentro de campos

especializados como gastroenterología, endocrinología, inmunología, urología,

cardiovascular, hematología, nefrología, infectología, neurología y fisiatría (Díaz

Polanco, 2008).

Esta etapa de funcionamiento del Plan Barrio Adentro se terminó operativamente, al

concretarse el Plan como Misión de alcance nacional en enero del 2004 a través de la

comisión Presidencial para la Implantación y Coordinación Institucional del Programa Integral

Misión Barrio Adentro, por medio de decreto Presidencial. El objetivo de coordinar la Misión

a nivel nacional quedó en manos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social que presidió la

comisión junto con la Asociación Civil Barrio Adentro, el Frente Bolivariano de Luchadores

74

Sociales Francisco de Miranda, el Estado Mayor de la Fuerza Armada Nacional, el Ministerio

de Energía y Minas, PDVSA, y las alcaldías Libertador y Sucre del Distrito Capital (Díaz

Polanco, 2008, Pág: 27). A lo largo del año 2004 el Ministerio de Salud y Desarrollo Social

desarrolla una estrategia para apoyar la Misión Barrio Adentro junto con la comisión

Presidencial de la Misión, los gobernadores y alcaldes afectos al partido del gobierno central y

la Misión Médica Cubana.

En esta primera etapa de la Misión Barrio Adentro se adopta la perspectiva el adecuar

la red de servicios ambulatorios que ya existen en Venezuela al modelo de la misión,

cambiando la forma en que se prestaba el servicio de salud público en el país (Díaz Polanco,

2008). Se canaliza dentro de esta lógica igualmente la política social del gobierno central en

materia de alimentación, educación popular, deporte, cultura y recreación. Esto permite la

instalación de 8.500 consultorios de atención primaria dentro de casas o locales otorgados por

las propias comunidades, 1.415 clínicas odontológicas, 3.014 sillones odontológicos, 457

ópticas y la asistencia de 5.000 entrenadores para la formación en educación física (Díaz

Polanco, 2008). A principios del año 2004, como se mencionó en el anterior párrafo, el

Ministerio de Salud y Desarrollo Social comienza la construcción y equipamiento de módulos

de salud con ayuda de gobernaciones y alcaldías afines al gobierno central, junto con el Fondo

de Inversión Social de Venezuela, el Ministerio de Defensa y PDVSA, aunque no llegó a

concretar a más de 600 módulos, un 7% del programado por la Misión (Díaz Polanco, 2008,

Pág: 61).

La segunda etapa de la Misión Barrio Adentro, llamada también Barrio Adentro II se

inicia a lo largo del año 2004. Se quiso generar en esta segunda etapa un segundo nivel de

atención que podría absorber la demanda de servicios de diagnósticos, consultas

especializadas y emergencias que no podía cubrir las instalaciones de Barrio Adentro I. Por

medio de centros ambulatorios rehabilitados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales,

que se renombraron como Clínicas Populares (Díaz Polanco, 2008, Pág: 61). A lo largo del

año 2005, el enfoque se modifica en cuanto a esta etapa de la Misión Barrio Adentro para

añadirle una red de Centros de Diagnóstico Integral CDI, Salas de Rehabilitación Integral

(SRI) y Centros de alta Tecnología, con personal y equipo provenientes de Cuba. La segunda

etapa de Barrio Adentro estaría integrada de la siguiente manera:

75

- Clínicas populares: atención ambulatoria especializada y de emergencias de 24

horas, pediatría, gineco-obstetricia, salud mental, oftalmología, neonatología,

cardiología, cirugía ambulatoria, sala de partos entre otros servicios hospitalarios.

- Centros de Diagnóstico Integral: Atención especializada de emergencia y

diagnóstico las 24 horas del día, quirófano, terapia intensiva, laboratorio clínico,

rayos x, endoscopia, ultrasonido diagnóstico, oftalmología clínica, y seguimientos

de enfermedades anatómicas.

- Salas de Rehabilitación Integral: Rehabilitación en las áreas de optometría,

podología, logopedia y foniatría, fisiatría, diatermia y electroterapia para dolores,

medicina natural, hidroterapia, termoterapia y tratamientos contra accidentes

cerebro-vasculares, hernias discales y quemaduras recientes.

- Centros de Alta Tecnología: Atención diagnóstica de alta complejidad con

resonancia magnética, tomografía axial computarizada, ultrasonido tridimensional,

mamografía, laboratorio clínico, electrocardiografía y laboratorio SUMA.

Finalizando el año 2005, el Presidente de la República anuncia la tercera etapa de la

Misión o Misión Barrio Adentro III, donde se tenía la expectativa de la modernización de 299

hospitales públicos existentes en Venezuela, más la creación de nuevos centros hospitalarios

como por ejemplo dos nuevos centros cardiológicos infantiles (Díaz Polanco, 2008, Pág: 61).

La lógica de esta última etapa era generar hospitales populares con atención las 24 horas del

día, dando prioridad a las enfermedades de carácter cardiológico, SIDA, enfermedades renales

entre otras. Además de la modernización de 299 hospitales pre-existentes, se buscaba

reestructurar el aparato administrativo de los hospitales para así combatir la corrupción,

adecuar tecnológicamente las clínicas, adquirir insumos de primera calidad y la activación de

contralorías sociales para supervisar la administración de recursos. Se construyeron en este

contexto 2 cardiológicos infantiles y 3 centros hospitalarios en Guárico, Carabobo y

Amazonas (Díaz Polanco, 2008).

76

Cabe para concluir la descripción de estas etapas de la Misión Barrio Adentro que los

recursos del mismo responden al Ministerio de Salud y Desarrollo Social, mientras que a nivel

operativo el personal médico y el seguimiento de las actividades clínicas dependen

exclusivamente a la misión médica cubana (Díaz Polanco, 2008). Los recursos de la Misión

son producto de asignaciones especiales aprobadas por el Presidente de la República por

medio de ingresos fiscales generadas por las ganancias fiscales petroleras. La información

sobre el número de atenciones y operatividad de estos centros de salud está vedada al público

general y ciudadanía venezolana, o en el mejor de los casos, es incompleta ni confiable, al no

existir mecanismos para su validación pertinente.

Esto dificulta la evaluación de su desempeño en materia de salud en el país (Díaz

Polanco, 2008). Por eso, como se ha planteado a lo largo de la investigación, se ha procedido a

evaluar el desempeño de la salud pública venezolana con base al monitoreo, evaluación y

análisis del estado de salud de la población (Organización Panamericana de la Salud, 2002)

según los indicadores construidos a partir de las prioridades establecidas por los Objetivos del

Milenio. No la evaluación operativa de la Misión Barrio Adentro como política de salud que

sirva para evaluar el desempeño de la salud pública en Venezuela por parte del Estado

venezolano, aunque esta sea una pieza fundamental a tomarse en cuenta a la hora de evaluar el

estado de salud de la población venezolana y posterior percepción por parte de la Opinión

Pública Nacional.

Lo multifacético de los servicios desarrollados por la red de salud público de la Misión

Barrio Adentro, unida a una gigantesca inversión en recursos económicos para financiar este

nuevo paradigma de la salud pública, donde un discutido informe de la OPS (2006) ubica el

nivel de esa inversión para el año 2005 en 7,32% del PIB (Díaz Polanco, 2008), debería haber

tenido una clara influencia en los indicadores de salud del país. Esto implicaría que la red

tradicional de servicio médico integrada por hospitales y ambulatorios, recibió para el año

2005 sólo un 1,85% del PIB del país (Díaz Polanco, 2008, Págs: 85-86), siendo lógico el

magro desempeño de estas instalaciones en la atención de las necesidades en materia de salud

de la ciudadanía venezolana. Otros cálculos realizados por el Observatorio Comunitario de la

Salud (2007) afirma en cambio que el gasto en salud entre el 2003 y el 2006 no superó el 1,8%

del PIB de Venezuela ni el 6,5% del gasto público del Estado en materia de salud (para el año

2005, el gasto en salud hubiera sido del 1,85% del PIB, en contraste a la cifra del informe de la

77

OPS). La dificultad de obtener datos sobre el gasto en salud en Venezuela en los últimos 8

años, unido a las inconsistencias de la información disponible al público, crea estas

distorsiones que afectan la correcta evaluación de las políticas públicas de salud en el país.

El Banco Central de Venezuela calcula en su III Encuesta de Presupuestos Familiares

(2007) que para el 2005 la Misión Barrio Adentro había logrado los siguientes niveles de

cobertura en la población referidos por el jefe del hogar encuestado:

Tabla 2.1 Edades de la población atendida de las misiones gubernamentales sobre salud

y alimentación. Año 2005.

Grupo de edades Barrio Adentro

Fase 1

Barrio Adentro

Médico

Barrio Adentro

Odontológico

Mercal

De 0 a 9 años 25,1% 28,9% 16,0% 0,0%

De 10 a 17 años 16,7% 13,6% 24,2% 0,0%

De 18 a 30 años 15,4% 12,1% 22,8% 12,2%

De 31 a 50 años 23,4% 22,0% 26,4% 52,6%

51 y más años 19,4% 23,5% 10,6% 35,2%

Total 100% 100% 100% 100%

Fuente: Banco Central de Venezuela, III Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares, 2005.

La población atendida por la Misión parece abarcar en promedio un 25% de las

personas entre 0 y 9 años (población infantil) y de 31 a 50 años (población adulta) lo cual

indicaría que a futuro la cobertura para años subsiguientes sería mayor y el impacto sobre los

índices de salud sería más contundente.

Dentro de los servicios prestados por la Misión Barrio Adentro, buena parte de los

mismos abarcaban la salud de las mujeres en estado de embarazo, la salud pediátrica, la

prevención de enfermedades endémicas y la vacunación de niños menores de 1 año (Díaz

Polanco, Pág: 62), elementos fundamentales para alcanzar las Metas del Milenio en el

contexto venezolano. El descenso lento pero progresivo de los índices de mortalidad materno,

78

perinatal e infantil en la población venezolana sería uno de los efectos esperables en cuanto a

la innovación de la Misión y la poderosa carga de recursos humanos y financieros invertidos

en él. Pero una lectura tanto de estos indicadores de desempeño de la salud pública, como un

estudio más minucioso sobre la Misión con datos alternativos a los oficiales (de los

contemplados en el texto “Barrio Adentro: derecho a la salud e inclusión social en

Venezuela”, 2006) nos hará pensar que esta deducción no es necesariamente cierta (Ver la

tabla a continuación).

Tabla 2.2 Capacidad de cobertura de la Misión Barrio Adentro por estados Venezuela,

2005.

Estados Población % Población Número de

personas

bajo

cobertura

Cobertura (%)

Amazonas 134.594 0,51 32.505 24,15

Anzoátegui 1.428.269 5,44 282.512 19,78

Apure 452.369 1,72 117.480 25,97

Aragua 1.617.333 6,16 222.545 13,76

Barinas 724.331 2,76 115.024 15,88

Bolívar 1.475.527 5,62 107.566 7,29

Carabobo 2.155.610 8,21 362.574 16,82

Cojedes 288.186 1,10 70.000 24,29

Delta Amacuro 145.568 0,55 92.494 63,54

Distrito Capital 2.073.768 7,90 1.350.023 65,10

Falcón 869.259 3,31 85.014 9,78

Guárico 716.896 2,73 129.974 18,13

79

Lara 1.736.983 6,62 257.421 14,82

Mérida 811.655 3,09 105.028 12,94

Miranda 2.765.442 10,54 312.495 11,30

Monagas 819.197 3,12 159.989 19,53

Nueva Esparta 422.668 1,61 72.488 17,15

Portuguesa 839.881 3,20 479.992 57,75

Sucre 889.141 3,39 199.968 22,49

Táchira 1.134.710 4,32 4.993 0,44

Trujillo 685.442 2,61 74.987 10,94

Yaracuy 573.726 2,19 74.986 13,07

Zulia 3.486.850 13,28 1.077.437 30,90

Fuentes: Salud y Hegemonía en Venezuela: Barrio Adentro, continente afuera, más cálculos propios

La disparidad geográfica del servicio Barrio Adentro podría apuntar al hecho de que

como el servicio se concentra en los centros geográficos más poblados del país, sería lógico

que pudiera tener un mayor impacto en los indicadores de salud dentro del país. Es verdad que

Venezuela es un país intensamente urbano, donde la mayor parte de la población se concentra

en la región central y zuliana, y por lo tanto los cinturones de pobrezas deberían concentrarse

demográficamente allí. Sin embargo, esto no indica que el impacto sobre la población sea

proporcional, si consideramos las zonas atendidas en contraste a las no atendidas. El estudio

de los usos del servicio de salud en las zonas más densamente poblada descartan la tesis que la

concentración de la Misión Barrio Adentro en esas zonas sea atribuible a que es más

imperativo concentrar la infraestructura de la Misión en los centros más poblados del país

La población atendida en cada uno de los estados está muy desigualmente repartida en

las regiones geográficas del país. Las regiones como Delta Amacuro, Distrito Capital,

80

Portuguesa y hasta cierto punto el Zulia disfrutan de coberturas del programa de una manera

relativamente óptima para generar impactos en los índices de salud del país (Díaz Polanco,

2008). El resto de las entidades federales tienen un nivel población atendida mucho menor,

teniendo menor nivel de sujetos atendidos en los estados más pobres de la nación como

Trujillo, Amazonas y Táchira, en contraste con estados con mayor bonanza económica como

Aragua, Miranda y Carabobo. De esta manera, el paradigma de que el servicio de Barrio

Adentro está centrado más en la situación de las regiones más pobres del país no se cumple,

sino que ejecutando la lógica de muchas políticas públicas tiende a estar en función de la

densidad de la población y no la situación socioeconómica de los estados (Díaz Polanco,

2008). Si bien las grandes urbes concentran enormes cinturones de miserias que deben ser

atendidos a nivel de salud pública, los estados con mayor dinamismo económico previamente

no deberían tener prioridad al recibir salud gratuita en el marco del nuevo sistema de salud, si

el sistema está orientado a los sectores más pobres de la sociedad venezolana.

Alrededor del año 2005 y una pequeña parte del año 2006, la World Development

Consultants, una empresa privada especializada en informes técnicos de economía y finanzas,

contratadas por la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de Drogas (Conacuid), hizo un

estudio para diagnosticar la situación del consumo y distribución de estupefacientes en el país.

El estudio también incluyó el uso del servicio de salud por parte de la población venezolana.

Tabla 2.3 La última vez que estuvo enfermo ¿Qué hizo?

Respuesta Total Nivel

socioeconómico

Frecuencia AB C D E

Tomé los

medicamentos que

tenía a la mano

3.235 33% 31% 28% 26%

Guardé reposo sin

medicación ni consulta

777 7% 8% 7% 6%

81

Uso de remedios

caseros

632 3% 4% 6% 6%

Fui al ambulatorio y

conseguí los

medicamentos

831 5% 6% 7% 8%

Fui al ambulatorio y no

conseguí los

medicamentos

611 3% 3% 5% 6%

Fui a Barrio Adentro y

conseguí los

medicamentos

911 1% 4% 8% 10%

Fui a Barrio Adentro y

no conseguí los

medicamentos

142 0% 1% 1% 2%

Acudí a un hospital y

conseguí los

medicamentos

1.253 7% 9% 11% 12%

Acudí a un hospital y

no conseguí los

medicamentos

948 3% 6% 8% 9%

Consulté a un

farmacéutico/enfermera

48 1% 0% 1% 0%

Consulté un médico

privado y conseguí los

medicamentos

617 13% 10% 5% 3%

Consulté un médico

privado y no conseguí

los medicamentos

260 3% 3% 2% 2%

82

Fui a una Clínica

Privada y conseguí los

medicamentos

579 14% 9% 5% 3%

Fui a una Clínica

Privada y no conseguí

los medicamentos

187 2% 2% 2% 1%

Acudí a una Clínica

Popular y conseguí los

medicamentos

51 1% 0% 0% 0%

Acudí a una Clínica

Popular y no conseguí

los medicamentos

18 - 0% 0% 0%

Acudí a un hierbatero 5 - - 0% 0%

No recuerdo haber

estado enfermo

1073 10% 8% 9% 10%

Otras situaciones 68 - 1% 1% 1%

NS/NC 280 1% 2% 2% 3%

Total 11.699 335 1.975 4.705 4.684

Fuente: World Health Organization, 2006. Pregunta: La última vez que estuvo enfermo ¿Qué hizo?

Del total de 11.699 testimonios recogidos, 4705 procedían del estrato socioeconómico

D y 4684 del E, sumando 9.389 testimonios del total que fueron examinados en el estudio. De

los mismos, en el estrato D sólo un 8,8% de los testimonios afirman que recurrió a la Misión

Barrio Adentro para atender sus problemas de salud y un 11,8% en el estrato E, negando una

la gran cobertura de la Misión como medio en que los venezolanos de menores recursos

económicos usan para solucionar sus problemas de salud. En cambio, en el estrato D, 31,1%

de los testimonios afirman que asistieron a la red tradicional de hospitales y ambulatorios para

resolver sus problemas de salud y 34,8% de los testimonios del estrato E afirmaron que fueron

83

a la red tradicional de salud para resolver sus deficiencias sanitarias. Es decir, la cobertura de

la red tradicional de salud triplica a nivel nacional a la Misión Barrio Adentro, poniendo en

duda la idea de que tenga un peso sustantivo para modificar los indicadores de salud a nivel

nacional en nuestro país. Otros levantamientos hechos por la World Development Consultants

en cuanto a nivel de beneficiarios en servicios de salud siguen negando el poder de influencia

de Barrio Adentro de modificar los índices de salud que en la sección anterior hemos visto

descender en nuestro país.

Tabla 2.4 Comportamiento ante la última enfermedad propia por tipo de servicio

utilizado y clase social. Venezuela, 2005.

Tipo de

Servicio

AB C D E Total (%)

Automedicación 148 339 1.922 1.735 35%

Ambulatorio 26 194 557 638 12%

Barrio Adentro 3 8 415 551 9%

Hospital 36 313 940 1032 19%

Privado 106 475 643 551 13%

Clínica popular 4 12 29 23 0,5%

No entiende 33 154 405 481 9%

Otros 0 9 36 27 0,5%

NS / NC 3 33 112 132 2%

Total 359 1.613 5.059 4.990 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

De 5.059 testimonios recogidos del estrato socioeconómico D, 1.922 afirma que

recurrió a la automedicación, 940 afirma que asistió a la red tradicional de un hospital para

84

mejorar su salud, 557 afirma que asistió a un ambulatorio y 643 manifestó que apeló al sector

privado para curar sus enfermedad. Sólo 415 testimonios afirmaron que asistieron a Barrio

Adentro como un modo viable para curar su enfermedad frente a otras opciones. En el estrato

E, las cifras no son demasiados diferentes: De una población de 4.990 testimonios de este

estrato, 1.735 afirman que recurrieron a la automedicación, 1032 afirmaron que asistieron a la

red tradicional de hospitales, 638 a un ambulatorio y 551 al sector privado de la salud. Sólo

551 testimonios de un total de 4990, afirman que recurrieron a Barrio Adentro como forma de

solucionar sus problemas de salud, la misma cifra de testimonios que afirman que recurrieron

al sector privado.

Tabla 2.5 Uso de Servicios de salud por tipo de servicio y nivel socioeconómico.

Venezuela, 2005.

Nivel Socioeconómico.

Tipo de

Servicio

AB C D E Total

Ambulatorio 15% 18% 22% 24% 1.415 (22%)

Barrio

Adentro

2% 8% 16% 21% 1.053 (16%)

Hospital 21% 29% 36% 40% 2.321 (36%)

Privado 61% 44% 25% 14% 1.595 (25%)

Clínica

popular

1% 1% 1% 1% 68 (1%)

Total 100% 100% 100% 100% 6.452 (100%)

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

Tomando de manera global una muestra de 6452 venezolanos de todos los estratos, con

mayor preeminencia de los estratos D y E de nuestra sociedad (que conforman la mayoría

85

demográfica de nuestra población nacional), vemos que entre el 29% y 36% de de los

venezolanos de estos estratos apelan al uso de la red tradicional de un hospital cuando

recurren a un servicio de salud y entre un 22% y un 24% a un ambulatorio, siendo Barrio

Adentro y toda su larga infraestructura de cobertura que alcanza a todos los estratos sociales

de sólo un 16,32% de alcance. Entenderemos el término Red Convencional a aquel “que se

refiere a los establecimientos de salud dependientes del Ministerio o de las gobernaciones y

que preexistían a MBA; la nueva red, que agrupa a los consultorios populares y los

establecimientos de la MBA, y la red privada” (Díaz Polanco, 2006, Pág: 77).

Tabla 2.6 Uso de servicios de salud por tipo de red y clase social. Venezuela, 2005 (%

sobre toda las clases sociales).

Clase

social

Red

convencional

Nueva red Privada Total

AB 35% 4% 61% 100%

C 47% 9% 44% 100%

D 58% 17% 25% 100%

E 64% 22% 14% 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

Los datos indican que el estrato D de la población venezolana recurren en un 57,93% a

la red convencional de salud y sólo un 17% a la nueva red constituida por la Misión Barrio

Adentro en al menos en dos de sus etapas. En el estrato E las cosas no mejoran, un 64% de los

entrevistados de este estrato recurren a la red convencional para hacer uso de sus servicios de

salud, frente a un 22% que usa los servicios de Barrio Adentro a casi tres años de su

implementación por parte del gobierno nacional. Es exorbitante que en el caso del estrato D la

cuarta parta recurra al sector privado de la salud para solucionar los problemas de salud que

pueden aquejar a la población.

86

A nivel global, el uso de Barrio Adentro es todavía más pequeño si se toma como una

totalidad a todos los venezolanos a nivel nacional y en todos los estratos sociales.

El uso de la red convencional de hospitales y ambulatorios constituidos desde 1936

hasta el 2003 (sin contar todo aquel construido en paralelo durante la ejecución de la Misión

Barrio Adentro) supera enormemente la nueva red de la Misión Barrio Adentro en su etapa I.

La etapa III de la Misión Barrio Adentro se inició en agosto del año 2005, pero en realidad lo

que se hizo fue ponerle ese nombre a la red hospitalaria convencional, donde se pretendía

realizar inversiones en equipamiento médico e infraestructura, lo cual no pudo ser evaluado

por el trabajo de la WDC. Para la fecha del trabajo de la WDC tampoco estaban en

funcionamiento los CDI, los CAT, los SRI de Barrio Adentro II

Igualmente cabe destacar el uso de la red privada en los sectores populares, pero

añadiéndose los altos costos que para estos estratos sociales implica la cada vez mayor

erogación económica que hay que hacer para costearse el servicio, para así no recurrir a los

servicios convencionales. En las entidades federales densamente más pobladas y

económicamente más dinámicas esta tendencia es mucho mayor, donde los estratos D y E de

los centros urbanos de estas regiones perciben ingresos mayores de sus pares de otras zonas

que les permiten darse el “lujo” de recurrir a la medicina privadas para solucionar sus

problemas de salud. Es mucho más evidente que los estratos A, B y C recurren

compulsivamente a la red convencional y la medicina privada para solucionar sus problemas

de salud.

Adicionalmente, en el 2004 el Ministerio de Salud arrojó la existencia 8.573

consultorios populares y 8.500 comités de salud (D´Elía, 2008, Pág: 21), con 14.345 médicos

cubanos y 1.104 médicos venezolanos. D´Elía (2008, Pág: 21) afirma que en los primeros años

de la Misión había incrementado el acceso de servicios de salud primarios de manera gratuita,

pero a la larga la política pública empieza a deteriorarse por el no cumplimiento de las metas

establecidas y el abandono de las estrategias por parte de las entidades involucradas. Los

nuevos puestos integrados por médicos cubanos, miembros del Comité de Salud y los

coordinadores locales y regionales cubanos de la Misión no fueron reemplazados en 3 años

por auténticos centros de salud. Delos 6.500 módulos que empezaron a construirse en el 2004,

sólo se terminaron 3.240 (D´Elía, 2008, Pág: 22).

87

Asimismo de las cifras oficiales se desprende que en el 2005 se contaban con 17.000

médicos cubanos, pasándose luego en el 2007 a la cifra de 12.000, lo cual afectó el radio de

acción de la Misión Barrio Adentro (D´Elía y Cabezas, 2008). Con la Misión Barrio Adentro

“El gobierno ofreció un sistema de atención primaria de salud las 24 horas del día que

lograría disminuir el uso de hospitales públicos en un 80%. En realidad, la atención abarca 4

horas al día de consulta y cubre básicamente una atención de medicina simplificada que no

tiene las condiciones para constituirse en una red completa de atención primaria. Ocurre lo

mismo con los centros de Barrio Adentro II, los cuales tienen como función en Cuba la de

servir de red complementaria para el diagnóstico (laboratorio, exámenes de todo tipo) y no

como una red de especialidades médicas” (D´Elía y Cabezas, 2008, Págs. 11-12).

En consecuencia, Barrio Adentro no llegó a ser una red de atención primaria de la

salud, sino que los módulos se convirtieron en simples puntos de atención (D´Elía, 2008). La

existencia de mayores consultorios de la Misión Barrio Adentro no había reducido la cantidad

de personas que iban a los hospitales de la red tradicional (D´Elía, 2008), en más del 60% de

las consultas. Hasta el año 2007 se había construido y equipado sólo el 50% de la meta

prevista (D´Elía, 2008) debido a trabas burocráticas, permisología, entrega de terrenos de

manera legal para las instalaciones, la demora de las constructoras privadas en la generación

de los módulos y demoras en la entrega de materiales de construcción. “Sin embargo, la

población a ser atendida por el sistema público asistencial se estima alrededor del 65%,

mientras que el IVSS atiende un 34% aproximadamente y los demás regímenes de

aseguramiento cubren un porcentaje inferior al 2%. El sistema de barrio adentro, por su

parte, ha recibido recursos extraordinarios de varios organismos públicos financieros cuyos

montos exactos se desconocen” (Observatorio Comunitario de la Salud, 2007, Pág: 105).

Para cerrar este capítulo, podemos deducir que la Red de Salud Pública Barrio Adentro

difícilmente ha tenido un efecto sustantivo desde el punto de vista perceptual en modificar

positivamente los indicadores de salud en Venezuela a raíz de su implementación. (Díaz

Polanco, 2008). Las modificaciones tanto de manera sostenida como de comportamiento

pendular de indicadores de salud construidos con base a los Objetivos del Milenio parecen

responder más al comportamiento y desempeño de la red convencional de salud y no a los

efectos de la bien publicitada red hospitalaria de la Misión Barrio Adentro. La demanda en

materia de salud parece dirigirse principalmente a la red convencional y al sector privado en

88

todos los estratos, captando sólo una muy pequeña parte en los estratos D y E el servicio de

salud Barrio Adentro como modo viable de solucionar los problemas de salud, por lo tanto con

una muy limitada influencia para modificar los indicadores de salud a nivel nacional en

nuestro país (Díaz Polanco, 2008). A continuación, con base a la anterior premisa

estudiaremos cada uno de los indicadores de salud en Venezuela construidos con base a los

Objetivos del Milenio entre los años 2002-2007.

2.2 Los objetivos del milenio en 3 países.

Como señalábamos en la última parte del capítulo anterior, la restricción de

información en materia de administración pública, siendo en nuestro caso, la de en materia en

salud pública, nos ha restringido los criterios para evaluar la calidad de gestión en esta materia

por parte del Estado venezolano. Los efectos que ha tenido la gestión gubernamental para

influir o modificar la calidad y cobertura del servicio de salud puede responder a diferentes

criterios que a nivel internacional y mundial pueden ser completamente aceptables, pero la

restricción informativa imposibilita que buena parte de esos criterios se pueden aplicar a la

presente investigación.

En procura de crear un marco de criterios que fuese a su vez cónsonos con unos niveles

de calidad metodológico para evaluar la gestión en salud pública por parte del Estado con base

a los datos hechos públicos por el mismo a la ciudadanía venezolana, se ha apelado a la

construcción de indicadores de evaluación de la variable gestión de salud sobre criterios

elaborados sobre los Objetivos del Milenio. Cabe nuevamente recordar que en septiembre del

2000, en la Asamblea de las Naciones Unidas se estableció un consenso para señalar una serie

de objetivos para salvar del colapso al planeta tierra y mejorar sustancialmente la calidad de

vida del género humano (CEPAL, 2008). De los ocho objetivos señalados en el anterior

capítulo, tres estaban íntimamente ligados a la gestión de los Estados que forman parte del

planeta en materia de gestión de salud pública. De estos objetivos cabe reseñalar:

1.- Reducir la mortalidad infantil.

2.- Mejorar la salud materna.

3.- Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.

89

La evaluación de estos objetivos del milenio en una serie de indicadores cuantificables

ha llevado esta investigación a concretar su operacionalización de la siguiente forma.

1.- Reducción de mortalidad infantil: Número de muertes de niños menores a 28 días

de nacidos, causas principales de muertes de niños menores a 28 días de nacidos, número de

muertes de niños entre 28 días de nacidos y un año, causas principales de muertes de niños

entre 28 días de nacidos y un año, número de muertes de niños entre 1 y 4 años de edad y

causas principales de muertes de niños entre 1 y 4 años.

2.- Mejorar la salud materna: Número de muertes maternas.

3.- Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades: Número de vacunas

colocadas por enfermedad, número de casos de enfermedades crónicas y endémicas, y número

de infectados por VIH/SIDA.

Con base a estos criterios, a continuación expondremos una serie de cuadros

comparativos en que evaluamos estos indicadores en el caso venezolano durante los años

2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, en comparación a otros países como Colombia, país con

realidades socio-económicas muy semejantes a Venezuela y Chile, como uno de los países con

mayores índices de desarrollo humano en el continente y por lo tanto disfruta de unos

indicadores de salud privilegiados en la evaluación de las metas del milenio en nuestro

continente. El PNUD durante el período 2009-2010 colocó a Venezuela en el rango 58 de los

países en materia de desarrollo humano, mientras que Colombia ocupa en la misma lista el

puesto 77 y Chile el número de 44 (PNUD, 2009-2010). Esto debería advertirnos que en

materia de salud, Venezuela debería superar a Colombia globalmente durante los años

estudiados pero aún estando por debajo de los estándares chilenos por unos intervalos

numéricos que no son exageradamente diferentes de una lista de 182 países.

Queremos aclarar previamente, que para la exposición de los datos provenidos de

Venezuela en cuanto a muertes maternas, perinatales y postnatales se procedió a usar datos

provenidos del Ministerio del Poder de Planificación y Finanza que afirman proceder de data

oficial del Ministerio del Poder Popular para la Salud, más la misma no está disponible para el

público en el caso de las muertes perinatales y postnatales hasta el 2004. Por lo tanto se tomó

los datos contenidos en la página del Ministerio del Poder Planificación y Finanza, que tenía

datos hasta el 2008, para completar el período de estudia de esta investigación. El resto de los

datos obtenidos en esta investigación, a excepción del número de infectados de VIH/SIDA y

90

cobertura en materia de vacunación, provienen de los datos de los anuarios de mortalidad del

Ministerio del Poder Popular para la Salud en número de muertes por enfermedad y grupo de

edad, y los datos en materia poblacional del Instituto Nacional de Estadística (INE), para

calcular las tazas de mortalidad por medio de la división del número de muertes por

enfermedad entre la población parcial o total que disfrutaba Venezuela en el año de estudio.

Sabemos que la combinación de cifras de fuentes diferentes no es lo idóneo para una

investigación como la planteada en este estudio, pero ante la falta del Ministerio de calcular

determinadas tasas de mortalidad y disponerlas al público y en contradicción, dejar otras

incompletas en el número de años con datos disponibles (posiblemente al no tomar en cuenta

las cifras del INE para construir las tasas) ha llevado al investigador a recurrir a este poco

ortodoxo procedimiento. Esperamos que esta situación no incomode a los lectores.

Tabla 2.7 Comparación de razón de muertes maternas 2003-2007.

Años

Países 2003 2004 2005 2006 2007

Venezuela 57,8 58,5 59,9 60,5 56,8

Colombia 64 66 59 62 62

Chile 13 17 19 19 18

Fuentes: Anuarios 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud

de Venezuela; Anuario de mortalidad de Colombia 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007, con el Departamento de

Administrativo Nacional de Estadística tanto cuadros de nacimientos por área y sexo, según departamento de

ocurrencia como Proyecciones2006-2020 con base a los resultados de las estimaciones 1985-2005 del

Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE); y anuarios de mortalidad 2003,

2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio de Salud, Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS).

En este cuadro podemos ver que Venezuela, entre 2003 y 2007, no sólo supera a su

vecino país Colombia en todos los años en materia de tener una menor razón de muertes

maternas anuales, sino ha tendido a varias de manera periódica a lo largo de los años. Entre

2003 y 2004 la tasa de mortalidad empeora y sigue empeorando en el período 2005-2006,

hasta volver nuevamente mejorar en el año 2007 con respecto a los indicadores iniciales del

91

2003. Colombia también tiene una reducción pendular de su razón de muertes maternas,

sufriendo un empeoramiento entre los años 2003 y 2004, para luego mejorar en el año 2005,

para empeorar levemente y estabilizarse entre los años 2006 y 2007. Chile mantiene una razón

privilegiada de muertes maternas por muy por debajo de Venezuela y Colombia, tendiendo a

empeorar ligeramente entre el 2003 y el 2006, para comenzar a mejorar en el año 2007.

Tabla 2.8 Comparación de Tasas de muertes perinatales (menores de 28 días de nacidos)

2003-2007.

Años

Países 2003 2004 2005 2006 2007

Venezuela 10,8 10,6 10,8 10,00 9,8

Colombia 10,77 10,21 10,03 9,51 9,69

Chile 5,1 5,6 5,4 5,4 5,6

Fuentes: Cifras del INE, Estimaciones de población total, según grupos de edad al 30 de junio , 2000-2015. Con

anuarios de mortalidad de los años 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela; Anuarios estadísticos mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, junto con los datos del

número de nacimientos por área y sexo, según departamento de ocurrencia del Departamento Administrativo

Nacional de Estadística (DANE) de Colombia; Principales causas de muerte en Chile por regiones 1997-2003,

del Instituto Nacional de Estadísticas. Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna, durante los

años 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio de Salud de Chile.

En este cuadro podemos ver que Venezuela, entre 2003 y 2007 queda por debajo de

Colombia, al tener un mayor número de muertes de niños menores de 28 días al de Colombia,

aunque tiende a mejorar la tasa de reducción con los años, con un retroceso modesto en el

2007 con respecto al 2003. Mientras tanto Colombia en paralelo experimenta una reducción

moderada de su mortalidad perinatal de manera más sustantiva entre los años 2003-2006,

habiendo un pequeño retroceso en el 2007, con cifras siempre menores a las venezolanas. En

el caso chileno, sus índices de mortalidad de niños menores de 28 años son muy inferiores a

sus pares venezolanos y colombianos, con una tendencia a un modesto empeoramiento con

92

comportamiento pendular entre los años 2003 y 2007 (siendo 2006 la tasa más baja de

mortalidad perinatal en Chile).

Tabla 2.9 Comparación de Tasas de muertes de niños entre 28 días y 11 meses de nacidos

2003-2007.

Años

Países 2003 2004 2005 2006 2007

Venezuela 7,00 5,30 4,70 4,20 4,20

Colombia 4,67 4,50 4,40 5,94 4,56

Chile 2,91 2,95 2,68 2,39 2,63

Fuentes: Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de

mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela;

Indicadores básicos de la situación de salud en Colombia 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. Con los anuarios

de mortalidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de estadísticas vitales;

Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna del 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, del

Departamento de Estadística e información de Salud del Ministerio de la Salud de Chile.

En este cuadro podemos ver que Venezuela, entre 2003 y 2007 experimenta una

mejora a nivel global su tasa de muerte de niños entre 28 días y 11 meses de nacidos, con

respecto al 2003 los indicadores mejoran de manera sustancial reduciéndose la tasa desde

2004 hasta el 2007. Colombia sigue un camino similar a reducir sus tasas de mortalidad entre

los años 2003 y 2005, empeorando ligeramente en el 2006, para volverse a reducirse en el

2007 a cifras inferiores al 2003. En el caso Chileno, sus tasa de mortalidad de niños entre 28

días y 11 meses tienden a la mejora en el largo plazo de manera irregular, mejorando

sustantivamente entre 2003 y 2006, pero empeorando ligeramente por debajo de los niveles

del 2003 durante el año 2007. Siempre acentuándose que el caso chileno es casi la mitad a

nivel cuantitativo de las tasas de Colombia y Venezuela.

93

Tabla 2.10 Tasa de muertes entre niños de 1 y 4 años de edad.

Años

Países 2003 2004 2005 2006 2007

Venezuela 96 73 59 57 56

Colombia 80 75 72 70 65

Chile 38 38 34 34 31

Fuentes: Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de

mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela;

Estimaciones 1985-2005 y proyecciones 2006-2020 anualizadas por sexo y edad, con los anuarios de mortalidad

del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de estadísticas vitales; Estimaciones y

proyecciones de población por sexo y edad. País Urbano y rural 1990-2020 con Mortalidad infantil y sus

componentes por región y comuna del 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, del Departamento de Estadística e

información de Salud del Ministerio de la Salud de Chile.

En este cuadro podemos ver que Venezuela, entre 2003 y 2007 mejora

progresivamente a casi la mitad sus tasas de mortalidad en 5 años de desarrollo. En el caso

colombiano apreciamos también una gran mejora aunque en inferior en magnitud que en el

caso venezolano, reduciendo casi a un cuarto menos su tasa de mortalidad entre niños de 1 y 4

años de edad. En el caso chileno, con una tasas de mortalidad inferiores a Venezuela y

Colombia (casi un tercio de las tasas de esos países), ha tendido a mejorar a los largo del

tiempo transcurrido de manera modesta.

Comparación de la Cobertura de Vacunación en niños y niñas menores a un año

de edad por tipo de vacunas (en %) durante los años 205-2007.2

2 Nota del autor: La Pentavalente en el caso venezolano se ha tomado como equivalente a una vacunación contra

la Hepatitis B, porque la vacuna protege al paciente contra la difteria, tos ferina, el tétanos, la influenza tipo B y

la Hepatitis B. Consultar anexos sobre la vacunación en materia de vacuna Pentavalente.

94

Tabla 2.11 Cobertura de la vacunación en Venezuela.

Tipo de

Vacunas

Venezuela

Vacunas Antipolio BCG Hepatitis B HIB DPT

Años - -

2005 80% 95% 81% -

2006 73% 83% 68% - -

2007 67% 82% 61% - -

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

Tabla 2.12. Cobertura de la vacunación en Colombia.

Tipo de

Vacunas

Colombia

Vacunas Antipolio BCG Hepatitis B HIB DPT

Años

2003 92,22% 96,66% 91,78% 92,61% 91,86%

2004 89,39% 93,07% 89,35% 89,02% 89,34%

2005 86,8% 87,4% 86,8% 86,7% 86,8%

2006 93,9% 95,8% 93,5% 93,4% 93,5%

Fuente: Indicadores básicos de la situación de salud en Colombia 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008.

95

Tabla 2.13. Cobertura de la vacunación en Chile.

Tipo de

Vacunas

Chile

Vacunas Antipolio BCG Hepatitis B HIB DPT

Años

2003 96% 95% 96% 96% 95%

2004 94% 95% - 93% 94%

2005 92% 95% - 91% 92%

2006 94% 98% 94% 94% 95%

2007 97% 99% 98% 98% 98%

Fuente: World Health Organization.

En la vacunación dentro de un conjunto de renglones comunes en los tres países y

registrados por sus respectivos entes oficiales, Venezuela sale con una cobertura en materia de

vacunación muy inferior al de Colombia y Chile. En materia de vacunas contra el polio, la

cobertura ha empeorado desde un 80% en el 2005 a alcanzar cuotas inferiores al 70%, en el

2007, en contraste con Colombia cuya cobertura en materia de vacunación contra la polio ha

evolucionado entre los 80% a más del 93%, siendo esta su máxima cobertura para el año 2006.

Chile como país modélico en nuestra presentación, exhibe coberturas en materia antipolio

superiores al 95%, teniendo en el 2007 una cobertura del 97%.

Tomando el caso del BCG, Venezuela presentaba una ejemplar cobertura de

vacunación del 95% en el 2005 que se ha ido reduciendo hasta llegar a sólo a un 82% de

cobertura en el 2007. En contraste, Colombia ha ofrecido a excepción del año 2005,

porcentajes de cobertura de vacunación BCG superiores al 93% de la población menor de un

año. Chile presenta entre el 2003 al 2005 coberturas del 95% que aumentan en el 2006 y 2007

hasta el 99% de cobertura de la población menor de un año.

96

En materia de Hepatitis B, Venezuela presenta para el 2005 un deficiente 81% de

cobertura de vacunación sobre la población objetivo, que va deteriorándose hasta llegar al

61% en el 2007. Colombia en el mismo período disfrutó de porcentajes de cobertura contra la

Hepatitis B superiores al 86% de los niños menores de un año, teniendo para el año 2006 el

93,6% de su población-objetivo vacunada. Chile nos expone unas cifras de cobertura

superiores al 94% de la población objetivo, que para el 2007 llegan a ser del 98% de los niños

menores de 1 años de edad.

En cuanto a vacunación en HIB, Venezuela no presenta datos sobre la vacunación en

esta materia. Mientras que países como Colombia disfrutan de porcentajes de cobertura

superiores al 86%, llegando al 2006 a disfrutar un 93,4% de cobertura de su población

objetivo. El caso chileno nos presenta porcentajes de cobertura superiores al 91% de los niños

menores a un año, teniendo para el 2007 un 98% de cobertura de la población objetivo.

Y en el caso de la vacunación relacionada con el DPT, Venezuela tampoco presenta

cifras sobre la población que tiene cobertura en materia de esta vacuna. En contraste,

Colombia experimenta porcentajes de cobertura superiores al 86%, llegando al 2006 al 93,5%

de los niños menores de 1 años de edad entre los años 2003 al 2006. En Chile, la cobertura de

vacunación del DPT está por encima del 92% dentro del período de tiempo estudiado,

llegando a 98% de cobertura de la población objetivo para el 2007.

A modo de conclusión provisional del tema de vacunación, Venezuela no sólo está

muy por debajo del nivel de cobertura de países como Colombia y Chile durante el período

estudiado, mostrando una tendencia a la reducción en la cobertura en enfermedades como la

Hepatitis B, la polio o la BCG, sino en detalle esa reducción se traduce a que cada vez sus

niveles de cobertura llegan a cifras cercanas al 60% de cobertura en los años 2005, 2006 y

2007. En contraste, Colombia oscila entre el 86 y el 93% de su cobertura en materia de

vacunación durante los años 2003 al 2006, mientras que Chile tiene una cobertura de su

población objetivo siempre por encima del 90% de los niños menores de 1 año de edad 2003.

2004, 2005, 2006 y 2007. Sólo en el caso de la vacuna trivalente viral Venezuela mejoró su

cobertura hasta el 93% de la población objetivo durante los años 2005 al 2007.

97

Tabla 2.14. Gasto en Salud Pública según % del PIB

Años

Países 2003 2004 2005 2006 2007

Venezuela 1,5% 1,60% 1,70% 1,80% -

Colombia 2,52% 2,82% 3,17% 3,38% -

Chile 3.0% 2,80% 2,80% 2,80% 3,0%

Fuente: CEPAL, Comisión Económica para América Latina y el Caribe: División de Estadística y Proyecciones

Económicas; Informe sobre el derecho a la salud en Venezuela 2007.

En este cuadro podemos notar que a pesar que Venezuela disfruta de mejores tazas en

los indicadores desempeño de salud a Colombia en relación a mortalidad materna, y tasa de

muertes menores de 4 años de edad, pero sus tasas son peores con relación al número de

muertes de niños en período perinatal y postnatal, la inversión del Gasto Público en materia de

Salud según su PIB es muy diferente. Venezuela entre el 2003 hasta el 2006 no logra superar

los dos puntos porcentuales de inversión con respecto al PIB por parte del Estado Central

venezolano. En contraste Colombia invirtió durante el período de estudio un 2,52% de su PIB

por parte del Estado en materia de salud a 3,38%, pudiéndose observar que la eficiencia en el

gasto público en salud colombiano está mediado por un conjunto de elementos que evitan que

una inversión más elevada en gasto público para la salud se traduzca en mejores indicares de

gestión en salud. Chile, durante el período estudiado mantiene una inversión pública en

materia de salud alrededor del 3% del PIB de su país, entendiéndose esto debido a dos

realidades detrás de la situación socioeconómica chilena: Primeramente de todo su gasto total

en materia de salud con respecto a su PIB lo realiza en buena parte el sector privado de su

economía y dicha economía es una de más alto PIB en Sudamérica. Por eso sus índices son

mejores y su gestión en salud más eficiente y efectivo que en el caso venezolano y

colombiano.

Para concluir este punto del capítulo, en materia de mortalidad materna, perinatal,

infantil y de niños entre 1 y 4 años, Venezuela ha tendido a mejorar sus indicadores de

desempeño en materia de salud de manera superior o al menos muy similar a los de Colombia

98

relacionadas con estas tazas o razones, aunque inferiores a un país de tan elevado índice de

desarrollo humano como Chile. En contraste, en materia de vacunación, su cobertura ha ido

reduciéndose mientras que en el caso colombiano y chileno ha ido aumentando. Aquí termina

la comparación de estos indicadores de desempeño en materia de salud entre diferentes países

y pasamos a evaluar cada índice de desempeña de manera individual para sacar una conclusión

global del desempeño del sistema de salud público en general en el país.

2.3 Medición de desempeño de la salud pública en Venezuela con base en el

monitoreo, la evaluación y el análisis del estado de salud de la población entre los años

2003-2007 por cada mil habitantes.

Entre el 2002 al 2004, la razón de muertes maternas en Venezuela disminuyó

sustantivamente de 68 a 58,5 muertes por cada cien mil niños nacidos, pero a partir del 2004 al

2006 empieza a elevarse del 58,5 a 60,5, habiendo una significativa reducción de la mortalidad

materna en el año 2007 dándose una razón de 56,3 muertes maternas por cada cien mil

alumbramientos de niños vivos.

Como puede verse, es difícil dar un balance de la efectividad del sistema de salud

público venezolano entorno a un tema tan sensible como la mortalidad materna.

Especialmente con el caso de Barrio Adentro como iniciativa dirigida a las zonas populares

del país, (Díaz Polanco, 2008), la atención cercana y constante de una unidad de salud debería

haber hecho bajar radicalmente la razón de mortalidad materna en Venezuela. Pero en

contraste, vemos un efecto pendular en la evolución de la razón de muertes maternas en el

país, reduciéndose entre el 2002 y el 2004, pero incrementándose desde el 2004 hasta el 2006

hasta nuevamente descender en el 2007.

99

Ilustración 2.1. Evolución de razón de muertes maternas.

Fuente: Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores

Sociales de Venezuela.

La tasa de muertes de niños menores a los 28 días de nacidos se en aumento desde el

2002 hasta el 2005, pasando de 10,20 muertes por cada cien mil alumbramientos a 10,80, para

luego reducirse en el período 2006-2007 a 9,80. Esto demuestra que si bien la política de salud

pública en Venezuela ha tenido éxito en reducir las tasas de muertes perinatales, uno de los

elementos más influentes para evaluar la gestión en materia de salud pública, la misma ha sido

muy modesta para la cantidad de recursos invertidos en cuatro años de la Misión Barrio

Adentro.

50

52

54

56

58

60

62

64

66

68

70

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Evolución de la razón de muertes maternas

Evolución de la razón de muertes maternas

100

Ilustración 2.2. Evolución de la tasa de muertes de niños menores de 28 días de nacidos

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Tabla 2.15. Principales causas de muertes de niños menores de 28 días.

Principales causas de muertes de niños menores de 28

años

%

Afecciones originadas en el período perinatal 84,03%

Anomalías congénitas 12,80%

Incidentes de todo tipo 0,74%

Enfermedades infecciosas intestinales 0,64%

Influenza y neumonía 0,61%

Infecciones predominantes de infección sexual 0,30%

Enfermedades inflamatorias del sistema nervioso central 0,18%

Infección aguda en las vías respiratorias inferiores 0,10%

Deficiencias en nutrición 0,08%

9,2

9,4

9,6

9,8

10

10,2

10,4

10,6

10,8

11

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños menores a 28 días de nacidos

Tasa de muertes de niños menores de 28 años de nacidos"

101

Bronquiolitis aguda 0,08%

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003,2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela.

Tomando en cuenta que alrededor del 84,03% de las muertes anuales de niños de 28

años viene dado por afecciones dentro de su período perinatal, podemos deducir que un gran

peso en la variación del número de muertes maternas en Venezuela entre el 2003-2007 fue

gracias a la atención médica recibida en la red primaria de salud, que hemos dicho que ha sido

insuficiente ante la inversión millonaria en atención médica primaria y de comportamiento

pendular en la reducción de las tasas de mortalidad. Esto se evidencia en el siguiente grafico.

El número de niños menores de 28 años fallecidos entre el 2003 y el 2007 tiene un

comportamiento en bruto oscilante en los diversos años, aunque con un saldo positivo pero

modesto para el año 2007. Entre el año 2003 y 2004 la cifra se reduce de 5.414 niños muertos

menores de 28 días a 5.253, para luego elevarse a 5.451 muertes entre el 2004 y el 2005.

Desde el 2005 al 2006 las muertes se reducen hasta 4.958, pero empiezan a elevarse en el

2007 a 4.976. Variaciones modestas de muerte de los niños menores a 28 días de nacidos que

no parecen corresponderse a la mejora radical del funcionamiento de una extensa red de

atención primaria de salud pública.

El comportamiento en materia de muertes de niños entre 28 días de nacidos y 11 meses

ha sido definitivamente entre el 2002 y el 2007, uno tendiendo a la baja. Hay una elevación de

la tasa de la mortalidad de población-objetivo entre el 2002 y el 2003, de 5,3 a 7,00 muertes

por cada niño, pero el resto tiende a descender, de un 7,00 a un 4,20 muertes por cada cien mil

niños nacidos vivos, una cifra sustantiva de casi la mitad de los niños estudiados. Nuevamente

nos encontramos con un comportamiento de reducción progresiva de las cifras de mortalidad

de niños entre 28 días y 11 meses de nacidos, que parece coherente con la inversión puesta en

la atención primaria en el sector público de salud.

102

Ilustración 2.3. Tasa de muertes de niños entre los 28 días y 11 meses de nacidos.

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Tabla 2.16 Principales causas de muertes de niños menores a 1 año.

Principales causas de muertes Número total de

niños fallecidos

% Total de niños menores de 1

años

Afecciones originadas en el

período perinatal

5.415 86,7% 555.614

Anomalías congénitas 1.419 22,7% 555.614

Enfermedades infecciosas

intestinales

1.222 19,5% 555.614

Influenza y neumonía 516 8,2% 555.614

Deficiencias en nutrición 448 7,1% 555.614

Accidentes de todo tipo 349 5,5% 555.614

Enfermedades inflamatorias del

sistema nervioso central

97 1,5% 555.614

0

1

2

3

4

5

6

7

8

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes niños entre los 28 días y 11 meses de nacidos

Tasa de muertes niños entre los 28 días y 11 meses de nacidos

103

Septicemia 94 1,5% 555.614

Bronquiolitis aguda 39 0,6% 555.614

Enfermedades crónicas de las

vías respiratorias inferiores

35 0,5% 555.614

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela.

Siendo el 86,75% de los fallecimientos de los niños entre 28 días y 11 meses de edad

atribuidos a afecciones en el período perinatal, cabría esperarse que el peso de la atención

médica primaria durante el período estudiado hubiese sido más radical en el descenso de las

tasas de muertes de la población-objetivo. Sin embargo, su descenso es lento, modesto y con

un comportamiento pendular a partir entre el 2002 y el 2003, y el 2006 y el 2007.

Tabla 2.17. Principales causas de muertes de niños entre 1 y 4 años de nacidos.

Principales causas de muertes Número total de niños fallecidos Tasa de mortalidad

total

Enfermedades infecciosas

intestinales

508 18,72%

Accidentes de todo tipo 418 15,41%

Influencia y neumonía 362 13,34%

Deficiencias de nutrición 359 13,23%

Anomalías congénitas 258 9,51%

Cáncer 112 4,13%

Helmintiasis 83 3,06%

Enfermedades crónicas de las

vías respiratorias inferiores

58 2,14%

104

Enfermedades inflamatorias del

sistema nerviosos central

49 1,81%

Suicidios y homicidios 35 1,29%

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud

de Venezuela.

Existe una tendencia sostenida al descenso de la tasa de muertes infantiles de niños

entre los 1 y 4 años de edad desde el año 2003 hasta el 2007, que tiende a estabilizarse en los

últimos años de estudios. Del 2003 con una tasa de mortalidad de 75 se ha pasado al 2007 a 56

muertes por cada cien mil niños vivos de la población objetivo, una cifra nada modesta. Sin

embargo, la edad del niño en esta etapa juega a factores ajenos muchas veces a la atención

médica primaria y más al sistema convencional de medicina en Venezuela. Enfermedades

como las del carácter infecciosas intestinales que ocupan el 18,72% de las muertes de los

niños entre 1 y 4 años de edad o los accidentes de todo tipo, con el 15,41%, son atendidos más

por la red hospitalaria tradicional del país que por los servicios de atención primaria que

integran la Red de la Misión Barrio Adentro.

Ilustración 2.4. Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años de nacidos.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela.

0

20

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60

80

100

120

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños entre el 1 y los 4 años de nacidos

Tasa de muertes de niños entre el 1 y los 4 años de nacidos

105

Entre el 2002 y el 2007 ha habido una modesta reducción de las tasas de mortalidad

infantil de niños entre 1 y 4 años por causas de enfermedades intestinales. Esta reducción se

evidencia entre el 2003 al 2004 de 18 a 10 muertes por cada cien mil niños vivos (cifra

anterior al 2003), para luego estabilizarse entre el 2004 al 2005 y nuevamente reducirse a 7

muertes porcada cien mil niños vivos en el año 2007. Hubo por lo tanto una reducción

sustantiva del número de niños que mueren por enfermedades de infecciosas de naturaleza

intestinal.

Ilustración 2.5 Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años a causa de enfermedades

intestinales.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela.

Entre el 2002 y el 2007 ha habido una reducción modesta del número de niños entre 1

y 4 años por razón de influenza y neumonía, aunque con un comportamiento claramente

pendular. Entre el 2002 y el 2003, la tasa de mortalidad del grupo y enfermedad objetivo pasó

de 8 a 12 muertes porcada cien mil niños vivos, para luego a partir del 2003 reducirse de 12 a

5 muertes por cada cien mil niños vivos en el 2006, tendiendo luego al alza en el 2007 con una

tasa de 6 muertes por cada cien mil niños nacidos vivos. Ha habido una reducción del tipo de

0

5

10

15

20

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años a causa de enfermedades

infecciosas intestinales

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años a causa de enfermedades infecciosas intestinales

106

enfermedad de carácter de neumonía e influenza que generalmente es tratado por la red

tradicional de servicio público de salud.

Ilustración 2.6 Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por causa de influenza y

neumonía.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela.

En materia de mortalidad infantil de niños entre 1 y 4 años de edad por enfermedades

respiratorias, el comportamiento de las tasas es fuertemente oscilante aunque a nivel bruto

arroja una reducción de 2 muertes en el 2003 a 1 muerte por cada cien mil niños vivos en el

2007, la mitad a nivel de tasa. Entre el 2002 y el 2003 la tasa se eleva 1 a 2 por cada cien mil

niños vivos, para luego descender progresivamente del 2003 al 2005 a 0,4 por cada cien mil

niños vivos , para luego ubicarse entre el 2005 y el 2007 en 1, la cifra anterior a la política

Barrio Adentro en el año 2003, siendo la enfermedad algo más de la potestad de las

condiciones socio-económicas del país y la red tradicional de salud pública, que de la red de

atención al sistema primaria de servicio médico público.

0

2

4

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8

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14

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por causas de influenza y

neumonía

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por causas de influenza y neumonía

107

Ilustración 2.7. Tasa de niños entre 1 y 4 años de edad fallecidos por enfermedades

crónicas respiratorias.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela.

En materia de vacunación de niños menores a 1 años de nacido entre el 2005 y el 2007,

las cifras tienden en general a reducir el nivel de cobertura del sistema primario de salud en

materia de vacunación. Las vacunas contra la polio en el 2005 tenían una cobertura alrededor

del 80% de la población menor de 1 año de nacido, algo deficiente que se acentúa en tiempo

hasta llegar en el 2007 a sólo cubrir el 67% de la población objetivo. La vacunación

pentavalente pasa del 2005 a cubrir deficitariamente el 81% de los menores de 1 año de edad a

61% de la población objetivo.

Los casos de las vacunas antirotavirus suelen tener un comportamiento distinto pero

aún así muy por debajo de los estándares mundiales. En el 2006 el 26% de los menores a 1 año

habían sido vacunados, mientras que para el 2007 la cifra aumenta a 29%, muy por debajo de

la óptima mundial en torno a este tipo de vacuna. La vacuna BCG tiene un comportamiento

descendente durante los años de estudio, de estar a niveles eficientes de 95% de cobertura en

0

0,5

1

1,5

2

2,5

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de niños entre 1 y 4 años edad fallecidos por causas de

enfermedades crónicas respiratorias

Tasa de niños entre 1 y 4 años edad fallecidos por causas de enfermedades crónicas respiratorias

108

el 2005 a deficientes en el año 2007 de 82%. Las vacunas contra la fiebre amarilla tienen un

comportamiento deficiente que tiende a la final a la baja, donde desde el 2005 hasta el 2007 el

número de cobertura pasa de un deficiente 80% a 57% de niños menores de edad. La trivalente

viral se comporta hacia la baja dentro de la población objetivo de un deficiente 76% de

cobertura en el 2005 a 56% en el 2007. En conclusión, la cobertura en materia de vacunación

en Venezuela ha tendido a la baja y por debajo de los estándares mundiales entre los años

2005 y 2007.

Ilustración 2.8. Cobertura de vacunación en Venezuela 2005-2008.

Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia habitual de

la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población venezolana 2010,

República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio Adentro.

La infección del SIDA, lejos de reducirse, ha tendido a incrementarse entre los años

2003 a 2007, pasando de 107.028 infectados en el 2003 a 133.080, un incremento casi del 20%

en 4 años. Si bien esta situación no puede achacarse a ninguna de las redes de salud en

funcionamiento en el país, evidencia la poca efectividad de las campañas de prevención contra

la infección del virus en el país por parte de las autoridades sanitarias y su imposibilidad de

alcanzar las metas del milenio en el período establecido por la ONU.

0

10

20

30

40

50

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70

80

90

100

2005 2006 2007 2008

Pentavalente

Antipolio

Antirotavirus

BCG

Antiamarilica

Trivalente viral

109

Ilustración 2.9. Número total de infectados por VIH-SIDA 2003-2007.

Fuente: Situación epidemiológica en Venezuela- Informe. Caracas 2003-2007.

En materia de enfermedades epidemiológicas, al no tener al alcance cifras oficiales

infectados durante los años 2003-2007, hemos procedido a calcular el número de fallecidos

por enfermedades en endémicas dentro del período de estudio. Dentro de este estudiaremos el

del paludismo y la tuberculosis, como las enfermedades endémicas más significativas del país

fuera del VIH/ SIDA.

En el caso del paludismo, vemos una sostenida reducción del número de muertes entre

el 2003 con 8,11 muertos por cada cien mil personas por la enfermedad a 2,23 muertes por

cada cien mil en el año 2006, para luego volver a incrementarse en el 2007 con 3,24 muertes

por cada cien mil. Aún así se evidencia una drástica reducción del número de fallecidos por la

enfermedad durante el período de estudio que roza la mitad de los fallecidos en el 2003.

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

2003 2005 2007

Número total de infectados por VIH-SIDA

Número total de infectados por VIH-SIDA

110

Ilustración 2.10. Tasa de mortalidad por paludismo 2002-2007.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para

la Salud de Venezuela.

En el caso de la tuberculosis, las defunciones por la enfermedad son más numerosas y

tienden más al alza. Entre el 2003 y el 2004, el número de fallecidos pasó de 134,57 fallecidos

a 110,41 fallecidos por cada cien mil habitantes, una reducción notable. Pero desde el 2004 al

2007, el número de muertes no para de aumentar hasta llegar a cifras superiores a las del 2003,

pasándose del 2004 de 110,41 fallecidos a 135,38 en el 2007, más de lo que se habían

presentado en el 2003. La prevención de la tuberculosis parece haberse dado de forma muy

puntual para luego volver a estar en auge en el país a partir del año 2004.

0

1

2

3

4

5

6

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8

9

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad total por paludismo"

Tasa de mortalidad total por paludismo"

111

Ilustración 2.11. Tasa de mortalidad por tuberculosis.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la

Salud de Venezuela.

En conclusión, podemos decir que buena parte de los indicadores de salud que hemos

tomado con base a los Objetivos del Milenio se han comportado positivamente dentro del

período de tiempo 2003-2007, pero con una reducción del nivel de muertes e infectados por

enfermedades muy por debajo de las expectativas que se tendrían por la instalación de una

larga red de atención de salud primaria en el país. Estas reducciones han sido modestas, de

comportamiento pendular (con subidas y bajas a lo largo de los años de estudio) y tendiendo a

elevarse a finales del año 2007, donde culmina cronológicamente nuestra investigación.

Podemos decir en pocas palabras que la salud pública en Venezuela ha tenido a nivel de

número un buen comportamiento, pero que el mismo está muy por debajo de las expectativas

de la inversión en materia de atención primaria pública invertidos durante esos años.

0

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40

60

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120

140

160

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad por tuberculosis

Tasa de mortalidad por tuberculosis

112

CAPÍTULO III: OPINIÓN PÚBLICA EN MATERIA DE SALUD EN

VENEZUELA

3.1 Evolución de la opinión pública sobre la salud en Venezuela entre 2003 y 2007.

Ya hemos revisado en el capítulo anterior los indicadores de salud con base a las Metas

del Milenio y su evolución durante el período 2003-2007. Hemos visto que el comportamiento

en general de estos indicadores en Venezuela han sido mediocres, especialmente si tomamos

en cuenta que la mayor parte de la inversión en materia de salud se utiliza en el sistema

paralelo de atención primaria Misión Barrio Adentro, que debería justamente reducir los

índices de mortalidad y morbilidad en el área materna, perinatal e infantil de las zonas más

pobres del país (Díaz Polanco, 2008).

Sin duda alguna ha habido reducciones sustantivas en estos indicadores, pero

primeramente no se corresponde con el nivel de inversión con la red paralela del sistema de

salud publicitado por el Gobierno Central gracias a Barrio Adentro; en segundo lugar, la

concentración de la red de Barrio Adentro parece estar más orientada en los estados del país

con mayor demografía y más ricos económicamente y no en las zonas más pobres,

contradiciendo la filosofía con que se había construido la política pública (Díaz Polanco,

2008). Y en tercer lugar, los estudios realizados tanto por el Cendes (Díaz Polanco, 2008)

como por el World Development Consultants (2006) indicaban que lejos de ser la primera

alternativa con que los estratos D y E recurrían para resolver sus problemas de salud, era el

sistema tradicional donde se concentraba la búsqueda de soluciones de carácter de salud de

estos estratos, siendo sólo un tercio de los habitantes de las zonas populares los que recurrían a

la Misión Barrio Adentro, una cifra similar al de los habitantes de las zonas populares que

recurrían a la medicina privada..

Pero como se ha comentado en el marco teórico de esta investigación, Opinión Pública

no se corresponde necesariamente con los resultados objetivos que una política pública tiene

sobre la población objetivo a la cual se desea afectar. La Opinión Pública es un debate público

dentro del Espacio Público de la sociedad, fundamentados más en juicios de valor que en

113

hechos concretos (cosa muy importante a tomar en cuenta en una sociedad políticamente

polarizada como la venezolana en la actualidad), no es una verdad tangible ni episteme sino la

cristalización de la opinión dominante dentro de la ciudadanía que hace vida en una

comunidad política (Mateuci, 1991). La ejecución de las políticas públicas llamados Misiones

por parte del Ejecutivo Nacional están diseñados generalmente para afectar un sector muy

reducido pero simbólicamente y emocionalmente muy relevante para la Opinión Pública

venezolana: La Misión Robinson se dirige a la alfabetización de sectores de la población

adulta que no han sido alfabetizados, una ínfima parte de la población venezolana; la Misión

Negra Hipólita se dirige a la rehabilitación de los mendigos en las grandes urbes del país; La

Misión Milagro se dirige al tratamiento y curación de aquellas personas con enfermedades

oftalmológicas de nivel crónico que forman una minoría entre los enfermos oculares en el

país. En su mayoría, las Misiones están dirigidas a minorías culturalmente significantes en el

imaginario social de los venezolanos y por lo tanto reciben la aceptación de la mayor parte de

los venezolanos, pero a nivel demográfico muy incipientes.

La Misión Barrio Adentro, como uno de los estandartes de la larga lista de estas

políticas públicas denominadas misiones, no escapa de esta lógica. Se diferencia de la mayoría

de las Misiones porque la misma si está dirigida a vastos sectores de la población venezolana,

aunque ya hemos probado que su cobertura en los sectores más pobres del país está lejos de

ser la idónea para cumplir sus objetivos. Recuérdese que es un sistema de salud público, con

objetivos de reemplazar el tradicional, enfocados en los sectores más pobres de nuestra

sociedad a nivel de atención primaria (Claremboaux y Hoyer, 2009). Esto le dota

simbólicamente de un elemento fundamental para que esta política pública recibe una

percepción positiva por parte de buena parte de la colectividad venezolana: Tiene una

legitimidad moral innegable ante una población económicamente desvalida que ha visto el

deterioro de los servicios de salud como uno de los elementos que perpetúa su situación de

pobreza desde hace décadas (Rincón Becerra, Rodríguez Colmenares, 2004).

La legitimidad de una política pública generalmente la disocia de sus impactos reales

en la población objetivo (Sabatier y Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993), siendo que

cuando una política pública tiene una legitimidad moral positiva ante el público, su impacto se

verá en términos positivos aunque los datos objetivos de evaluación lo contradigan. Barrio

Adentro, como un servicio de salud dirigido a los sectores más pobres tiene esa legitimidad

114

moral positiva tanto a nivel nacional como internacional, pudiendo generar grandes

distorsiones entre lo que la gente percibe de esta política pública y lo que realmente logra. El

hermetismo con que el gobierno cierra toda las evaluaciones concretas sobre el programa al

público en general (Díaz Polanco, 2008) no hace otra cosa que reforzar más estas distorsiones

en la opinión pública venezolana, dentro de un ambiente de polarización política donde los

partidarios del gobierno tenderán a darle la razón a aquellas informaciones que refuercen su

visión del mundo según el espectro político que defienden (Bisbal, 2009). En el resto de la

población venezolana el efecto no es muy distinto, porque moralmente es difícil argumentar

contra una política de salud destinado a los más pobres y se carece de información específica

sobre su operatividad para rebatir su efectividad (Díaz Polanco, 2008).

A continuación presentaremos algunas evaluaciones hechas tanto por encuestadoras

nacionales como internacionales sobre la evaluación que han desarrollado sobre la percepción

de las políticas de salud del gobierno por parte del colectivo venezolano. En el siguiente

subcapítulo vamos a estudiar datos sobre desempeño de la salud pública venezolana y las

percepciones de la opinión pública sobre el desempeño de la salud pública, y finalmente

esbozaremos una hipótesis sobre las realidades que nos presentan los datos estudiados.

Tabla 3.1. Nivel de satisfacción sobre el impacto de la gestión del Presidente Chávez en

materia de salud. 2003-2007

Período de tiempo

estudiado

Nivel de

satisfacción

Nivel de

insatisfacción

Diferencia

Julio del 2003 22,7% 76,1% -53,40%

Noviembre del 2003 33,2% 65,6% -32,40%

Febrero del 2004 34,4% 63,2% -28,80%

Marzo del 2004 36,9% 60,4% -23,50%

Mayo del 2004 40,7% 58,6% -17,90%

115

Noviembre del 2004 60,4% 38,4% 22,00%

Diciembre del 2004 45,4% 52,1% -6,70%

Enero del 2005 58,2% 39,8% 18,40%

Marzo del 2005 62,5% 36,2% 26,30%

Abril del 2005 59,1% 38% 21,10%

Mayo del 2005 63,1% 33,7% 29,40%

Junio del 2005 68,1% 30,3% 37,80%

Julio del 2005 65,1% 32,3% 32,80%

Septiembre del 2005 62,5% 28,9% 33,60%

Octubre del 2005 65,1% 32,6% 32,50%

Noviembre del 2005 67.5% 38,2% 29,30%

Febrero del 2006 66,8% 30,9% 35,90%

Marzo del 2006 69,2% 28,3% 40,90%

Abril del 2006 72,3% 24,5% 47,80%

Junio del 2006 68,2% 29,4% 38,80%

Agosto del 2006 72,4% 25,3% 47,10%

Septiembre del 2006 70,7% 27,0% 43,70%

Noviembre del 2006 66,9% 30,9% 36,00%

Febrero del 2007 67,8% 30,9% 36,90%

Marzo del 2007 64,2% 33,2% 31,00%

Mayo del 2007 64,2% 30,7% 33,50%

Junio del 2007 64,7% 32,5% 32,20%

Agosto 2007 60,8% 36,9% 23,90%

116

Septiembre 2007 65,5% 31,9% 33,60%

Octubre 2007 62,9% 34,8% 28,10%

Noviembre 2007 58,1% 39,4% 18,70%

Fuente: Datanálisis, estudio de la opinión pública venezolana, 2009. Pregunta en todos los años: ¿Hasta qué

punto se encuentra usted satisfecho por el impacto de la gestión del presidente Chávez en los siguientes aspectos?

: Salud

Nótese que entre julio del 2003 (meses después de cuando se inaugura los primero

módulos experimentales de la Misión Barrio Adentro por parte del gobierno nacional) hasta

mayo del 2004, la percepción positiva sobre la gestión del Presidente en materia de salud pasó

de un 22% hasta un 40% en percepción positiva por parte de la opinión pública venezolana,

una cifra menor a la mitad de los venezolanos encuestados. Pero ya en noviembre del 2004

(casualmente cerca cronológicamente de un evento electoral esencial para la permanencia en

el poder del Presidente de la República como fue el Referéndum Revocatorio) la percepción

positiva sobre la gestión en materia de salud del Presidente de la República pasa a oscilar

cerca del 60% de aprobación. Esto podría deberse a que los efectos de la Misión empezaban a

cristalizarse en la población objetiva a la cual estaba destinada, pero quien estudia la evolución

de muchos de los indicadores fijados en esta investigación entre el año 2002 al 2003 y

señalados en el capítulo anterior, ha notado que los mismos empeoraron en el año 2003 en

contraste al año 2002, viéndose una distorsión en materia de opinión pública y resultados

concretos en políticas públicas.

Desde mayo del 2004 hasta principios del año 2006 la percepción sobre las políticas de

salud del gobierno tiende a ser más positiva que negativa, pero sin llegar a superar el 70% de

aprobación del público venezolano. Cabe notar que en ese período no sucede ningún evento

electoral de importancia que ponga en peligro la hegemonía política del gobierno en el país

(en el 2005 la oposición se abstiene de participar en las elecciones al parlamento nacional, no

siendo así un peligro para que la casi totalidad de la Asamblea Nacional sea ocupada por

diputados afines al gobierno central, la misma lógica que implementó el electorado opositor en

las elecciones regionales del 2004).

Pero a partir de marzo del 2006 hasta noviembre del mismo año, la evaluación de la

gestión en materia de salud pública hasta febrero del 2007 llega a superar el 70% de

117

aprobación de la Opinión Pública venezolana o al menos a estar muy cercana a estas cifras.

Recuérdese en el capítulo anterior que en la mayoría de los indicadores seleccionados se

presentaron rebotes de mortalidad y morbilidad durante ese período, siendo completamente

ilógico un aumento de apoyo público tan sustancial a las políticas de salud del gobierno

durante este período. Hay que recordar que durante este intervalo de tiempo, la oposición al

gobierno pudo reconstituirse ante los fracasos de los años 2004 y 2005, y compitió en las

elecciones presidenciales del 2006, donde la permanencia del Presidente Hugo Chávez en el

poder se ponía en juego. De febrero del 2007 hasta finales del mismo año, ha ido descendido

el apoyo a las políticas de salud del gobierno nacional por debajo del 60%, pero aún así con

una percepción mayoritaria de la opinión pública nacional de que las políticas de salud del

gobierno son positivas en un año en que los registros de salud documentan un rebote en los

niveles de mortalidad y morbilidad necesarios que impedían reducir estos índices para cumplir

las metas del milenio.

Tabla 3.2. Beneficiarios de las misiones entre el año 2004 al 2007.

Período del tiempo

estudiado

Beneficiarios No Beneficiarios Diferencia

Agosto del 2004 30,8% 68,3% -37,50%

Noviembre del 2004 28,5% 70,6% -42,10%

Enero del 2005 38,2% 61,4% -23,20%

Marzo del 2005 51,5% 47,7% 3,80%

Abril del 2005 39,1% 59,6% -20,50%

Mayo del 2005 57,4% 41,3% 16,10%

Junio del 2005 45,6% 53,4% -7,80%

Julio del 2005 37,0% 62,6% -25,60%

Septiembre del 2005 46,8% 52,2% -5,40%

Octubre del 2005 42,2% 56,7% -14,50%

118

Febrero del 2006 47,5% 52,3% -4,80%

Marzo del 2006 53,7% 45,9% 7,80%

Mayo del 2006 48,2% 51,0% -2,80%

Junio del 2006 38,8% 60,0% -21,20%

Julio del 2006 42,2% 56,9% -14,70%

Mayo del 2007 50% 50% 0,00%

Fuente: Datanálisis, informe de opinión pública 2009. Número de los beneficiarios y no beneficiarios de

las Misiones (no confundir con la tabla anterior).

Una forma de explicar el hecho en que en los años en que justamente existe un rebote

de los indicadores de salud que fijan las metas del Milenio, es que debió haber un aumento

sustancial del número de beneficiarios por parte de los servicios de salud del gobierno a lo

largo de los años estudiados, contemplados en su mayoría en la Misión Barrio Adentro. Esta

conclusión pierde validez al estudiarse que en general la Misión nunca ha llegado a superar el

número de beneficiarios a más del 50% de los venezolanos, especialmente en los años del

rebote de los indicadores de desempeño en materia de salud del período 2006-2007. En este

período el número de beneficiarios se reduce de un 47,5% de beneficiados a inicios del año

2006 a un 42,2% de beneficiados para julio del mismo año, a menos de 6 meses para las

elecciones presidenciales.

Tabla 3.3 Beneficiarios de las misiones para noviembre del 2009.

Misión Mercal Beneficiarios Satisfacción

Misión Mercal 17,8% 81,7%

Misión Identidad 17,0% 95,0%

Misión Barrio Adentro 13,4% 88,6%

Misión Barrio Adentro II 9,0% 87,3%

119

Misión Barrio Adentro III 3,6% 91,7%

Misión Sucre 3,1% 92,7%

Misión Milagro 2,4% 90,6%

Misión Ribas 2,4% 87,5%

Misión Madres de Barrios 0,7% 100%

Misión Robinson 0,3% 80,0%

UBV 0,2% 100,0%

Misión Robinson II 0,2% 66,7%

Misión Ciencia 0,2% 66,7%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009.

Como puede observarse en la tabla 3.3, puede captarse una diferencia importante entre

el porcentaje de beneficiarios directos de las Misiones y la percepción que tiene la población

sobre las Misiones. Pareciera que la satisfacción con dichos programas sociales se derivan de

impresiones secundarias más que de un contacto directo con las mismas (es decir, ser

beneficiarios de las Misiones). En otras palabras, las personas parecen formarse su opinión

sobre las Misiones sin necesidad de disfrutar directamente de sus beneficios, no

relacionándose su aceptación con un contacto directo con los beneficios de la Misión.

120

Tabla 3.4 Nivel de satisfacción por los servicios de salud públicos impartidos por el

gobierno central.

Años de

estudios

Nivel de satisfacción por los servicios de salud públicos impartidos

por el gobierno central

Muy

satisfecho

Más bien

satisfecho

No muy

satisfecho

Nada

satisfecho

Ninguno No

responde

Años

2003

19,6% 24,6% 38,8% 16,2% - 0,9%

Años

2005

28,4% 37,2% 27,5% 6,0% - 0,9%

Años

2006

34,6% 34,6% 21,3% 5,3% 1,3% 2,9%

Años

2007

40,2% 37,0% 10,8% 3,8% 7,6% 0,6%

Fuente: Latinobarómetro 2003, 2005, 2006 y 2007 (el año 2004 está excluido de la data disponible).

Latinobarómetro, registra que para finales del 2003, cuando los primeros efectos de la

nueva política de salud se habían cristalizado, sólo un 44,2% de los venezolanos encuestados

estaba satisfecho o muy satisfecho por los servicios en materia de salud pública. Pero notamos

que a finales del año 2007, año en que la mayoría de los registros de mortalidad y morbilidad

según cifras oficiales rebotan y por lo tanto evidencian un empeoramiento de la situación de

salud en Venezuela, se dan niveles de aprobación de muy satisfecho o satisfecho con la

política de salud pública del 77,2%, una desconexión total entre cifras y hechos. Visto que los

esfuerzos en salud que el Gobierno Nacional se han centrado en la Misión Barrio Adentro, es

creíble suponer que esta evaluación esté relacionada con la percepción que los venezolanos

tienen de dicha política pública.

121

Tabla 3.5 Formas de cubrir los gastos en salud.

Años de

estudios

Como cubre usted sus gastos en salud

No Sabe/ No

responde

Seguro privado Seguro público No tiene

seguro

Años 2005 2,7% 15,2% 12,1% 70%

Años 2006 1,0% 18,3% 33,8% 46,8%

Años 2007 0,3% 21,8% 36,3% 41,6%

Fuente: Latinobarómetro 2003, 2005, 2006 y 2007 (El año 2004 no se encontraba en la data disponible).

Obviando deliberadamente el año 2003, donde el Latinobarómetro registraba

posiblemente por algún error metodológico a la hora de encuestar, que el 100% de los

venezolanos, no tenía ningún seguro médico (algo muy difícil de creer, especialmente dentro

de los estratos más altos de la sociedad). Como se puede apreciar en la tabla 3.6, para el año

2005 siete de cada diez venezolanos no contaba con seguros para cubrir sus gastos de salud,

mientras que la cantidad de sujetos que poseían seguros privados o público es bastante similar,

15,2% los primeros y 12,1% los segundos. Los años siguientes se muestra un aumento en la

cobertura de los seguros públicos, hasta alcanzar en el 2007 al 36,3% del total de los

encuestados; y un crecimiento más moderado de los seguros privados hasta ocupar en el 2007

el 21,8% de los encuestados. Llama la atención como en presencia de una supuesta mejoría en

los servicios de salud, encarnados principalmente en la evolución de las distintas etapas de la

Misión Barrio Adentro, crece el número de personas que recurren a la cobertura de seguros

públicos y privados.

122

Tabla 3.6 Como ha enfrentado los problemas de salud que ha tenido usted y su

familia en los últimos doce meses

Años de

estudios

Como ha enfrentado los problemas de salud que ha tenido usted y su

familia en los últimos doce meses

Sin

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

Con

algunas

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

Con

muchas

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

No

podemos

acceder a

las

atenciones

necesarias

No hemos

tenido

problemas

de salud

No

responde

Años

2006

29% 41,8% 20,2% 3,9% 3,9% 1,2%

Años

2007

28,5% 38% 20,3% 4,4% 7,7% 1%

Fuente: Latinobarómetro 2006 y 2007 (Los años 2003.2004 y 2005 no tenían preguntas de acceso a la

salud).

Limitándonos a sólo los años 2006 y 2007, que eran los únicos del Latinobarómetro que

tenían disponible una pregunta sobre la dificultad de acceder a las atenciones necesarias en

materia de salud, nos demuestra pocas variaciones en ese acceso en los años de estudio. Del

2006 al 2007, casi la misma cantidad de personas argumentaron no tener dificultades para

acceder a las atenciones necesarios en materia de salud, alrededor de un 29%; del 2006 al

2007, se redujo en más de 3 puntos el número de personas que afirmaban haber tenido algunas

dificultades para acceder a las atenciones necesarias, de un 41,8% a 38%; del 2006 al 2007 la

cifra se mantiene casi estática en 20,3% de personas que anuncian no tener acceso ninguno a

las atenciones necesarias; y una elevación de 3,9% en 2006 a 7,7% en el 2007, de personas

123

que afirman no haber tenido problemas de salud en los últimos doce meses. Lo inmensamente

corto del intervalo de tiempo en que Latinobarómetro pudo hacer una pregunta sobre acceso a

la salud, no permite evaluar de manera profunda si durante los años de aplicación de la política

de la Misión Barrio adentro, la percepción de la opinión pública venezolana con relación al

acceso a la salud de los venezolanos se facilitó, se mantuvo igual o empeoró desde el 2003 al

2007.

Igualmente, la percepción favorable sobre el sistema de salud afecta la lista de

prioridades que le da la sociedad en general y la opinión pública en particular sobre cuáles son

las mayores problemas a enfrentar por parte de la comunidad política y cuáles son las

demandas que han de hacerse al Estado en el marco de un Estado Social de Derecho.

Consultores 21, otra encuestadora venezolana lleva un correcto registro de cuáles son los

principales problemas que los ciudadanos consideran como prioritarios para la sociedad

venezolana, lo cual debería influir sobre que demandas en materia de políticas públicas

debería hacer la ciudadanía para resolver los conflictos sociales y económicos que el Estado

que en el contexto del siglo XXI debería resolver.

124

Tabla 3.7 Principales problemas que aquejan a Venezuela (%).

Proble

ma

Abr

-03

Jun

-03

Sep

-03

Dic

-03

Mar

-04

Jun

-04

Oct

-04

Ene

-05

May

-05

Jul

-05

Sep

-05

Feb

-06

Mar

-06

Jul

-06

Sep

-06

Nov

-06

Mar

-07

Jun

-07

Sep

-07

Nov

-07

Economía

6.6 6.8 5.2 - 8.3 5.9 3.8 3.3 2.3 4.8 2.1 2.5 0.8 1.6 2.1 1.0 2.3 3.3 4.4 2.6

Corrupción 4.5 1.6 1.5 1.3 1.5 1.2 1.3 1.1 2.5 4.0 3.1 4.3 4.3 4.0 2.9 4.2 5.0 3.6 3.1 4.1

Deuda

externa 1.5 1.2 0.5 - 0.1 0.1 0.2 0.1 - 0.1 0.3 - - 0.1 - 0.1 - - -

Inflación 6.1 5.3 3.8

16.

2 2.6 2.7 6.4 7.1 6.7 5.1 5.8 5.6 4.5 3.5 4.3 3.7 4.5 2.3 3.7 2.8

Desempleo 36.7 42.1 37.8

32.

5 28.3

26.

6

21.

8

33.

1 37.1

31.

3

31.

7

27.

3 22.3

22.

7

19.

3 18.8 18.6

14.

3

11.

4 11.9

Droga

1.0

%

0.9

%

1.1

% - - 0.2 - 0.1 0.1 0.1 0.2 0.3 0.5 0.3 0.3 0.5 0.4 - - -

Gobierno

Chávez 6.2 6.2 7.3 5.5 6.9 5.5 1.3 2.2 2.7 2.3 2.6 3.2 2.6 2.3 2.1 3.5 3.4 6.2 8.8 8.6

Educación 0.9 0.8 0.5 0.5 0.4 0.6 2.6 0.3 0.5 0.7 0.7 0.9 0.6 0.4 0.5 0.3 1.1 0.1 0.2 0.2

Delincuencia 14.2 13.0 13.7

16.

5 12.9

12.

4

24.

4

23.

6 22.0

25.

8

25.

1

26.

0 13.5

13.

0

44.

5 37.3 34.1

36.

9

39.

2 32.5

Política 5.3 8.5 7.7 - 15.3

17.

7 5.1 5.6 3.7 4.8 1.9 3.4 1.1 1.8 2.5 2.3 2.1 - - -

Pobreza 0.2 0.1 0.5 - 0.3 1.6 2.6 2.7 3.1 2.7 3.6 3.7 3.5 3.1 3.1 3.6 - - 2.6 2.3

125

Todo 0.4 0.2 0.6 - 0.7 0.8 1.3 0.2 0.1 0.4 0.1 0.2 0.1 0.1 0.1 0.3 0.9 0.2 0.7 0.2

Vivienda 0.1 0.6 0.2 1.2 0.2 0.5 - 1.2 2.1 2.3 1.6 2.9 2.8 2.5 2.3 2.9 2.9 2.1 2.3 1.1

Salud 0.8 1.1 0.7 0.8 0.8 0.4 - 0.9 0.8 1.3 1.7 1.1 1.3 1.5 1.1 0.5 0.9 0.7 0.1 0.5

Otros 16,9 11,6 18,9 25,5 22,7 23,8 29,4 18,4 16,2 14,4 19,7 18,3 42,1 43,2 14,8 28,4 13,7 30,3 23,5 33,2

Fuente: Consultores 21, muestra de 1500 sujetos. Diciembre 2009.

126

Tabla 3.8 Evaluación del sistema de salud público.

Pésimo 25,9%

2 9,5%

3 9,3%

4 4,9%

5 9,4%

6 7,2%

7 7,3%

8 7,0%

9 6,7%

Excelente 12,7%

Fuente: Consultores 21, Junio 2006. Pregunta: Voy a nombrarle a continuación algunas áreas de atención a la comunidad. Dígame en el caso de la

salud, como evalúa usted la calidad con la que el gobierno nacional lo está haciendo. Vamos a ponerle una nota, en una escala del 1 al 10, donde 1 es

pésimo y 10 es excelente. Por ejemplo ¿Del 1 al 10 que nota le pondría al gobierno en salud pública?

127

La evolución de la opinión pública en esta materia muestra serias discordancias sobre

que percepción tienen los entrevistados de los principales problemas que afectan al país con la

relación a los indicadores de desempeño de salud emanados por entes oficiales. En el 2003,

año en que empeoran buena parte de los indicadores de salud en contraste a las del año 2002

(como mortalidad materna, natal, perinatal y enfermedades endémicas) que se consideran

vitales para el Cumplimiento de las Metas del Milenio, la percepción de que la salud es un

problema social relevante oscila entre el 0,8% y el 1.1% en la opinión pública venezolana.

Esto podría deberse a que problemas como el desempleo y la delincuencia, con cifras cercanas

al 42,1% y 13,7% acapararan la percepción de los entrevistados como problema básico para

los venezolanos, especialmente si recordamos que ese año comenzó con el fin de un Paro

Petrolero que paralizó la economía venezolana, dejando serios desajustes en materia

económica que llevaron a altas tasas de desempleo y a un auge de la delincuencia ese año. La

predominancia de algunos temas en la opinión pública sobre otros, unido a la natural

oscilación de las problemáticas dentro de las preocupaciones y percepciones de los individuos,

lleva que en algunos meses cuando se haga el levantamiento de datos, algunas problemáticas

aparezcan reseñadas porcentaje dado y en otros meses ni siquiera aparecen en la lista de

prioridades de los sujetos.

Pero en los subsiguientes, la salud no se identifica como un problema vital para los

venezolanos, entre los años 2004 y 2005, oscilando entre el 0,8% y el 1,7% como un problema

a ser atendido por el Estado venezolano. Por una parte, retomamos con las mismas cifras que

el auge de la delincuencia, que para finales del 2005 llegó al 25,1% como problema de los

venezolanos, les restó a los venezolanos la atención para preocuparse por el sistema de salud,

pero también hay que admitir que en esos años se registran en buena parte de los indicadores

de salud mejoraron y ya debían existir determinados factores distorsionadores de la Opinión

Pública que no hacían ver a la opinión pública a la salud como un problema prioritario a ser

atendido por el Estado Central.

Entre los años 2006 y 2007, cuando en muchos registros de salud público se ve un

rebote en mortalidad y morbilidad relacionados con los Objetivos del Milenio, la atención por

la salud parece no variar significativamente, llegando a un tope menor que en el período 2004-

2005 (un período de mejoras objetivas) de 1,5% por parte de la opinión pública, mientras que

durante el período 2004-2005 ese tope llegó a 1,7%. Evidentemente la delincuencia, con un

128

32,5% para finales del 2007 había concentrado la mayor parte de las preocupaciones de los

venezolanos como problema social y dejando poco espacio a la salud. Pero también hay que

tomar en cuenta que en ese período se dan las elecciones presidenciales, un elemento que

ofrecía la necesidad de generar factores distorsionadores del estado de la salud pública a la

Opinión Pública venezolana. En este caso, en una escala del 1 al 10, un 49,6% de los

venezolanos no le daría más de 4 puntos de evaluación al sistema de salud público venezolano,

pero no por eso le daría importancia como un problema esencial del país frente al desempleo y

la delincuencia. Las Misiones y su legitimidad moral era la bandera de un gobierno dispuesto

reelegirse en el 2006.

Tabla 3.9 ¿Cuáles son las principales propuestas del Presidente Hugo Chávez para el año

2006?

Las Misiones 23,4%

Generar empleo 9,3%

Acabar con la delincuencia 8,5%

Establecer la educación 9,8%

Acabar con la pobreza 9,7%

Ejecutar las obras inconclusas 10,4%

Amor 14,6%

Barrio Adentro 8,9%

Recoger los niños de la calle 4,7%

Viviendas 14,9%

Bonos alimentarios 27,2%

Otros 22,8

NS / NR 35,4%

129

Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos. Informe electoral de la primera quincena de octubre del 2006.

Pregunta: ¿Cuáles son las principales propuestas del Presidente Hugo Chávez para el año 2006?

Dos meses antes de las elecciones presidenciales del 2006 las misiones concentran el

23,4% de las propuestas de que el Presidente Hugo Chávez que la gente puede recordar,

después de los bonos alimentarios según esta encuesta realizada por el Instituto Venezolano de

Análisis de Datos. Cabe en añadidura señalar que los bonos alimentarios con un 27,2% dentro

de las propuestas que podía recordar los sujetos entrevistados, y Barrio Adentro como tal con

un 8,9%, engloban un gran número de propuestas presidenciales bajo la bandera de las

Misiones. La cifras anteriores serían coherentes si las Misiones tuviesen un largo alcance en la

atención de sujetos en la población venezolana, como un modo de compra de apoyo específico

para una determinada figura política (Easton, 1965), pero cifras sobre el número de

beneficiarios de las Misiones (donde ya hemos mencionado que se dirigen a minorías sociales

de gran valor simbólico para la sociedad venezolana pero poco peso demográfico) niegan este

supuesto tan extendido cuando se analizan los populismos latinoamericanos (ver tabla 3.9). Es

más lógico pensar que a pocos meses de la culminación de la campaña electoral por la

Presidencia de la República, la población fue sometida a una intensa campaña de propaganda

sobre Barrio Adentro, tanto desde el gobierno como de la oposición que proyecto su

percepción en la Opinión Pública venezolana.

Tabla 3.10 Beneficiarios de Misiones sociales.

Misión %

Mercal 56.1%

Barrio Adentro 13.3%

Misión Ribas 8.1%

Sucre 5.9%

Misión Robinson 3.2%

130

PDVAL 2.4%

Madres del Barrio 1.9%

Vuelvan Caras 1.7%

Misión Milagro 1.5%

Misión José Gregorio Hernández 1.0%

CDI 1.0%

No contesta 1.0%

S.R.I 0.8%

Misión Identidad 0.5%

Funda Ayacucho 0.2%

Misión Miranda 0.2%

Misión Cultura 0.2%

Una pensión- INAGER 0.1%

UNEFA 0.1%

Misión Ché Guevara 0.1%

Créditos 0.1%

Misión Batallón 0.1%

Consejo Comunal 0.1%

Casa de alimentación 0.1%

Misión Vargas 0.1%

Misión Hábitat 0.1%

Misión Árbol 0.1%

De todas un poco 0.1%

131

Misión Sonrisa 0.1%

Fuente: Consultores 21, agosto 2009. Si usted es beneficiario de una misión, ¿Podría decirme de cual plan se

trata?

Si bien la medición se hizo en el 2009 y no en los años 2003-2007 como el período

escogido para nuestro estudio, nos dan un panorama de el número de beneficiarios de las

Misiones es bastante pobre en la población venezolana, a excepción de Mercal, una política de

auto-mercados con productos subsidiados en un contexto en que la inflación hace cada vez

más inviable adquirir la cesta básica alimentaria en el mercado formal por parte de los estratos

D y E. Pero el resto de las misiones no superan el 10% de beneficiarios a nivel nacional a

excepción de Barrio Adentro, con un modesto 13,3% de los encuestados. Las Misiones

parecen tener una valoración simbólica más que real para la opinión pública y eso se evidencia

en el contenido moral que tenga cada misión para los estratos más pobres de nuestra sociedad.

Tabla 3.11 Misión más exitosa del gobierno nacional.

Robinson 10,7%

Sucre 4,3%

Ribas 11,0%

Vuelvan Caras 5,2%

Milagro 2,1%

Barrio Adentro 18,6%

Mercal 14,1%

Hábitat 1,8%

Otras 4,0%

NS / NR 28,4%

132

Fuente: Instituto Venezolano de Análisis de Datos, Informe electoral de la primera quincena de marzo

del 2006. Pregunta: ¿Cuál es la Misión Más exitosa llevada por el gobierno nacional?

Barrio Adentro supera en casi 4 puntos como Misión a una política pública mucho

más utilitaria que el Mercal, donde hasta sectores del estrato C tratan de obtener bienes para

completar su canasta básica. El contenido moral de dar atención médica a los más pobres le

otorga una legitimidad moral a la Misión que otros programas del gobierno, aunque sólo un

tercio de los venezolanos haya recurrido a sus servicios (Díaz Polanco, 2008) mientras que

una Misión como Mercal donde los beneficiarios han sido más de la mitad de la población

venezolano tiene una evaluación menor. Cabe destacar igualmente que por ser año electoral, la

Misión Barrio Adentro fue promocionada dentro de los canales de propaganda del oficialismo,

de una manera que auspició que su percepción dentro de la opinión pública venezolana fuese

más duradera y positiva que las otras misiones sociales del gobierno.

3.2 Nivel de satisfacción con el sistema de salud y el desempeño de dicho sistema.

La investigación decidió adoptar el método bivariable de comparación de datos, pero

sólo limitándonos al aspecto descriptivo del comportamiento de los indicadores matemáticos a

los ojos del investigador y sacar una conclusión con base a esta comparación. Usando los

datos aportados por Datanálisis en materia de satisfacción y sujetos autodefinidos como

beneficiarios de la gestión de la salud del Estado Central (con principal énfasis en la Misión

Barrio Adentro) se comparará cada una de las variables en materia de salud pública que se han

estudiado previamente para conocer el grado de coherencia y correlación de ambas variables a

lo largo de los años estudiados hasta llegar a una conclusión general del nivel de correlación

definitivo entre opinión pública y gestión en materia de salud pública. En el caso de los datos

en materia de apoyo, se hará un promedio en materia anual del apoyo que se siente al sistema

por parte de los entrevistados para sacar un promedio anual para compararlo equilibradamente

con los datos en materia de salud pública que sólo existen en los anuarios que registran dichos

datos de manera anual.

Antes de continuar este subcapítulo, cabe aclarar dos cosas: Los datos utilizados para

medir el nivel de satisfacción de la opinión pública con el sistema de salud del gobierno

133

central vienen de la empresa Datanálisis, establecidos con la medición de la satisfacción con el

sistema de salud con base a dos opciones: Se está satisfecho con el sistema de salud

venezolano y no se está satisfecho con el sistema de salud venezolano. Para calcular de forma

más idónea y ser más comprensibles con el nivel satisfacción por el sistema de salud

venezolano del gobierno central en un gráfico que además medirá el grado de cobertura de la

Misión Barrio Adentro según Datanálisis y la satisfacción que siente la gente entorno al

tratamiento que le da la Misión, hemos reducido el nivel de satisfacción como la diferencia

entre la satisfacción y la insatisfacción entorno al sistema de salud pública llamándolo apoyo o

satisfacción neto al sistema de salud público. Adicionalmente, como Datanálisis hace más de

una medición del nivel de satisfacción al año y las variables que miden el desempeño en

materia de salud pública son anuales, reducimos las cifras de satisfacción por año a uno,

promediando el número de evaluaciones que la encuestadora hizo sobre la variable durante un

año.

A continuación, el análisis bivariable descriptivo entre satisfacción con el sistema de

salud venezolano por parte de la opinión pública venezolana y el desempeño del sistema de

salud venezolano entre los años 2003-2007, salvo en algunas excepciones con algunas

variables donde sólo se pudo conseguir algunos años en específico.

La evaluación del sistema de salud público del gobierno central estaba en -29% de

aprobación neta durante el año 2002 (ver ilustración 3.1), año en que en materia de mortalidad

materna se registró una razón de 68 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos. Para el

año 2003, el nivel de apoyo al sistema de salud neto baja hasta el -43%, mientras que

paradójicamente la razón de mortalidad materna se reduce a 57,8 muertes por cada cien mil

nacidos vivos (ver ilustración 3.2). Para el año 2004 aún la evaluación neta al sistema de salud

neto gubernamental del Estado central sigue experimentando cifras negativas con un -9% de

aprobación (un año después de la implementación de la Misión Barrio Adentro) una

recuperación sustantiva con respecto al año pasado, mientras que en el 2004 la razón de

muertes maternas aumenta ligeramente a 58,5 muertes por cada cien mil nacidos vivos, 14 (ver

ilustración 3.2) lo cual no es coherente con el incremento del apoyo al sistema de salud

público en cuenta que un incremento modesto de la razón de muertes modernas se haya

traducido en tan elevados niveles de apoyo al sistema de salud público neto, especialmente

134

con niveles de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro rondando el 29%

de la población total de Venezuela (en el 2003, era de 31 % con una evaluación neta aún

negativa del sistema de salud y un nivel satisfacción con la Misión del 33%).

Para el 2005, el apoyo al sistema de salud neto se incrementa sustantivamente hasta el

31% de apoyo neto positivo por parte de la población venezolana, con un incremento de la

razón mortalidad materna en 59,5 muertes por cada cien mil nacidos vivos (ver ilustración

3.2), un incremento de esta razón que no parece coherente con el aumento sustantivo del

apoyo neto al sistema de salud pero si con el nivel de satisfacción con la Misión Barrio

Adentro que aumenta a 68% para ese año y un aumento de los autodenominados beneficiarios

de la Misión Barrio Adentro a 42% de la población venezolana.

Para el 2006 el nivel de apoyo neto con el sistema de salud neto aumenta hasta 42%

(ver ilustración 3.1), en contraste con una razón de mortalidad materna que aumenta a 60,5 por

cada cien mil nacidos vivos. El nivel de sujetos autodenominados beneficiarios de la Misión

Barrio Adentro se mantiene igual a 42% al del año pasado, y el nivel de satisfacción con la

política por parte de la Opinión Pública es casi la misma que la del año pasado: 67%. Pareciera

notarse un elevado nivel de apoyo neto al sistema de salud en contraste con los logros

alcanzados por el mismo. Para el 2007, el apoyo al sistema de salud público se reduce hasta

28%, aunque la razón de mortalidad materna se reduce a 56,8 muertes por cada cien mil

nacidos vivos. La cobertura de la Misión aumenta hasta 50% de la población venezolana y la

satisfacción con la Misión se reduce hasta el 58% por parte de la opinión pública (ver

ilustración 3.1).

Globalmente podemos decir que un indicador de desempeño en el monitoreo y

evaluación de la salud pública tan importante como las muertes maternas no parecen tener una

conexión sólida con el nivel de apoyo neto al sistema público de salud: En los años en que se

incrementa el nivel de mortalidad materna se reduce a su vez el apoyo neto al sistema de

salud, sin un incremento o reducción sustantiva de los autodenominados beneficiarios de la

Misión Barrio Adentro y el nivel de satisfacción la Opinión Pública sobre esta misión.

Además los años en que mejora la mortalidad materna lo hace manera modesta en

comparación al elevado incremento que experimenta el nivel de apoyo neto al sistema de salud

hasta más de 30 puntos por parte de la población venezolana.

135

Ilustración 3.1. Nivel de satisfacción con el sistema público de salud del gobierno central

entre los años 2002-2007.

Fuente: Datanálisis con cálculos del investigador. Pregunta para todas las mediciones: ¿Hasta qué punto se

encuentra usted satisfecho por el impacto de la gestión del presidente Chávez en los siguientes aspectos? : Salud.

Apoyo al sistema público de salud del gobierno central equivale a evaluación neta del sistema público de salud:

Diferencia entre quienes aprueban el sistema y lo desaprueban

Ilustración 3.2. Razón de mortalidad materna.

-60,00%

-40,00%

-20,00%

0,00%

20,00%

40,00%

60,00%

80,00%

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Apoyo al sistema público de salud del gobierno central

Cobertura de la Misión Barrio Adentro en el país

Nivel de satisfacción con la Misión Barrio Adentro

0

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Razón de mortalidad materna

Razón de mortalidad materna

136

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Para el año 2002, la tasa de mortalidad de niños menores de 28 días era de 10,2

fallecimientos por cada cien mil nacidos vivos, en un contexto en que la población venezolana

daba un apoyo neto al sistema de salud público en -29%. Para el año 2003, en que se

implementa la Misión Barrio Adentro, la mortalidad neonatal se incrementa modestamente a

10,8 muertes de niños por cada cien mil vivos, en contraste con el -43% de nivel de apoyo

neto al sistema de salud público del Estado Central por parte de la opinión pública y un

porcentaje de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro del 33% (una cifra

no desdeñable). Para el 2004, las muertes neonatales se reducen aún más a 10,6 muertes por

cada cien mil niños vivos (ver ilustración 3.3), durante un período en que el apoyo neto al

sistema de salud público se eleva hasta -9%, una cifra coherente en materia de apoyo por parte

de la opinión pública de los éxitos en materia de salud aunque tal vez demasiado elevada, con

un número de sujetos autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro del 42% de

los habitantes del país, y un 68% de satisfacción por parte de la opinión pública venezolana.

Para el 2005, las muertes perinatales aumentan hasta 10,8 fallecimientos por cada cien

mil nacidos vivos (ver ilustración 3.3), que no parecen covariar coherentemente con el nivel de

apoyo neto al sistema de salud público de números negativos pase a 31 puntos porcentuales

positivos de apoyo neto (ver ilustración 3.1), con un porcentaje de autodenominados

beneficiarios de Barrio Adentro del 42,20% de la población venezolana y un 68% de

satisfacción por la Misión.

Para el 2006, las muertes neonatales se reducen a 10(ver ilustración 3.3), 4 que se

traduce en 42% de apoyo neto al sistema de salud público central, siendo el número de

beneficiarios de Barrio Adentro igual que la del año pasado y su nivel de satisfacción de la

Misión casi la misma al período anterior. Para el 2007, el nivel de satisfacción neto con el

sistema de salud público central se ha reducido a 30%, a la par que se ha reducido el número

de muertes neonatales en 9,8 muertes por cada mil habitantes, a pesar de que los beneficiarios

de la Misión Barrio Adentro hayan aumentado hasta el 50% de los habitantes del país pero la

satisfacción con el servicio se ha reducido hasta el 58,10% (ver ilustración 3.1).

137

Globalmente, la covarianza entre muerte neonatales y nivel de apoyo neto al sistema de

salud pareciera ser débil y en muchas ocasiones completamente nula , ya que el primer año en

que se empiezan a reducir los niveles de muertes neonatales el apoyo al sistema de salud es el

más negativo posible, mientras que entre el 2004 y el 2005, en que el nivel de muertes se

aumenta de 10,6 a un 10,8, el apoyo neto al sistema de salud público se eleva a casi 40

puntos, sin un incremento en el nivel de beneficiarios de la Misión Barrio Adentro que

justifique este aumento del apoyo al sistema de salud ante tan modestos logros en estos años,

frente a los logrados en el período 2003-2004.

Ilustración 3.3. Tasa de mortalidad de niños menores a los 28 días de nacidos.

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Para el año 2002, la tasa de mortalidad por complicaciones en el período de 28 díasa

los 11 meses de nacimiento por cada cien mil nacidos vivos fue de 5,3 muertes, mientras que

el nivel de apoyo neto al sistema de salud público nacional neto fue de -29% (ver ilustración

3.1). Para el año 2003, en presencia de una cobertura de la Misión Barrio Adentro del 31% de

la población venezolana y un apoyo de la Opinión Pública del 33% a la Misión, la tasa de

mortalidad de niños por complicaciones en el período perinatal aumentó a 7 muertes por cada

cien mil nacidos vivos (ver ilustración 3.4), que respondió con un -43% de apoyo neto al

0

2

4

6

8

10

12

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad de niños menores a los 28 días de nacidos

Tasa de mortalidad de niños menores a los 28 días de nacidos

138

sistema de salud público por parte de la opinión pública, aún en presencia de un 31 % de

autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro a nivel nacional.

Para el 2004, la tasa de mortalidad de la población objetivo es de 5,3 por cada mil

habitantes (ver ilustración 3.4), una reducción significativa con relación al año anterior que

pareciera ser coherente con el incremento al nivel de apoyo neto al sistema de salud público

neto del gobierno central en -9%, con un porcentaje de beneficiarios de la Misión Barrio

Adentro del 28,50% de la población venezolana. Para el año 2005, la tasa de mortalidad de

niños por complicaciones en el período perinatal se redujo a 4,17 muertes por cada cien mil

nacidos vivos, en consonancia con un apoyo neto al sistema de salud público neto en un 31%

(ver ilustración 3.1), lo cual parece lógico a nivel de resultados pero covariantemente ilógico,

pues se incrementó en 40 puntos porcentuales en el apoyo de la opinión pública al sistema de

salud público nacional frente a una reducción de menos de dos puntos en las muertes en la

población objetivo por cada cien mil nacidos vivos.

Para el 2006, la tasa de mortalidad de niños por complicaciones perinatales se redujo

a 4,2 muertes por cada cien mil nacidos vivos (ver ilustración 3.4), en consonancia en que en

ese año el apoyo neto al sistema público de salud neto aumentó a 42% por parte de la opinión

pública, aún conservándose el mismo nivel de autodenominados beneficiarios de la Misión

Barrio Adentro del año anterior: 42 % de la población venezolana. Para el año 2007, se

mantiene la tasa de mortalidad en la población objetivo en 4,2 muertes por cada cien mil

nacidos vivos, cuando el apoyo neto al sistema público de salud es de 30% (ver ilustración

3.1). Los resultados anteriores parecen encauzar una auténtica relación entre estas tasas y el

nivel de apoyo al sistema de salud, pero la proporción de las variaciones tienden a ser muy

desiguales para dar cuenta de una auténtica covariación, tomándose en cuenta que pequeñas

reducciones en los niveles de muertes postnatales se traducen en enormes incrementos de

apoyo al sistema público de salud.

139

Ilustración 3.4 Tasa de mortalidad de niños entre los 29 días y los 11 meses de nacidos

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Para el año 2002, la tasa de mortalidad general de niños entre 1 y 4 años fue de 75 por

cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.6), frente a un -29% de apoyo neto al sistema de

salud público central del país. Para el año 2003, la tasa de muertes aumentan a 96 muertes por

cada cien mil habitantes, lo cual repercute coherentemente con el descenso de la satisfacción

neta al sistema de salud público hasta -43% (ver ilustración 3.1), aún cuando la Misión Barrio

Adentro había sido ya implementada con un 31% de beneficiarios para todo el país y 33% de

satisfacción por parte de la opinión pública con respecto a esta política pública del gobierno.

Para el 2004, las muertes por cada cien mil habitantes se reducen hasta 73 muertes y el apoyo

neto al sistema de salud público se eleva hasta -9%, con 28,50% de autodenominados

beneficiarios de la Misión Barrio Adentro en el país y un 45 % de satisfacción por esta política

del gobierno central.

Para el año 2005 la tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años se reduce aún más a 59

muertes por cada cien mil habitantes, coincidiendo con un apoyo neto al sistema de salud del

31% (ver ilustración 3.1), cosa coherente con una reducción de las tasas de mortalidad de la

población objetivo y una extensión de los beneficiarios de la Misión Barrio Adentro hasta 42%

a nivel nacional y un apoyo a la política en 68 % por parte de la opinión pública.

0

1

2

3

4

5

6

7

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad de niños entre los 29 días y 11 meses de nacidos

Tasa de mortalidad de niños entre los 29 días y 11 meses de nacidos

140

Para el 2006, la tasa se reduce ligeramente hasta 57 muertes por cada cien mil

habitantes (ver ilustración 3.6) frente a un apoyo neto al sistema de salud público central del

42%, una cifra bastante sustantiva en contraste al modesto avance en prevención de

mortalidad de la población objetivo comparada con el año anterior y la nula ampliación de los

beneficiarios de la Misión Barrio Adentro, unida a una modesta reducción de la popularidad

de la política en 67 % por parte de la opinión pública venezolana. Para el 2007 la muerte de

niños entre los 1 y 4 años desciende hasta 56 muertes por cada cien mil habitantes, en cambio

la satisfacción por el sistema de salud público ha descendido drásticamente a 29,73% (ver

ilustración 3.1), siendo incoherente que una reducción tan modesta de muertes de la población

objetivo, sea covariante con la reducción del nivel de apoyo neto con el sistema de salud,

añadiéndose un porcentaje de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro de

50% de la población venezolana y un nivel de satisfacción por la Misión de 58,10%.

Globalmente podríamos decir que las modificaciones en la tasa de mortalidad de los

niños entre 1 y 4 años son coherentes con los cambios en el nivel de apoyo al sistema de salud

público, especialmente con la entrada de la Misión Barrio Adentro, hasta el 2007, donde la

reducción de las muertes de la población objetivo se traduce en una reducción del apoyo neto

al sistema de salud. Sin embargo, como afirmamos en el capítulo anterior, la mortalidad del

niños entre 1 y 4 años etapa juega factores ajenos muchas veces a la atención médica primaria

y más al sistema convencional de medicina en Venezuela (accidentes, muertes por armas de

fuego, desnutrición, etc). Dentro de los elementos medicinales que tienen mayor peso a la hora

de influenciar las tasas de muertes de niños son: Enfermedades infecciosas intestinales

(18,72%), la Influencia y neumonía (13,34%) y las enfermedades crónicas de las vías

respiratorias (2,14%). Veremos en cada caso como se comporta la relación entre la tasa de

muertes por la enfermedad y el apoyo al sistema público de salud para ver si es espurio o no

esta relación entre opinión pública y muerte de niños entre 1 y 4 años de edad.

141

Ilustración 3.5 Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años de nacidos.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

En el año 2002, la tasa de muertes de niños debido a enfermedades infecciosas

intestinales fue de 10 por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.7), contando el sistema de

salud público venezolano con un apoyo neto de -29%. Para el 2003, cuando se empieza a

implementar la Misión Barrio Adentro y la misma abarca el 31% de beneficiarios en la

población venezolana y la misma disfruta de un 33% del apoyo neto de la opinión pública al

sistema de salud público venezolano (ver ilustración 3.1), la tasa de muertes por enfermedades

infecciosas intestinales es de 18 por cada cien mil habitantes, un incremento que parece en

apariencia coherente con el -43% de apoyo neto al sistema de salud nacional, pero que sólo

implica un incremento de la tasa de muertes en menos de diez puntos con relación al año

anterior, así que su coherencia aún está en entredicho.

Para el 2004, la tasa de muerte de niños entre 1 y 4 años por cada cien mil habitantes

vuelve a 10 muertes (ver ilustración 3.7) y también lo será así durante al año 2005, lo cual no

parece coherente en cuanto a covarianza que se pase en el 2004 de tenerse -9% de apoyo neto

al sistema público de salud a 31% en el 2005 (ver ilustración 3.1), aunque el número de

beneficiarios de la Misión Barrio Adentro varió en ese período de 29% en el 2004 hasta 42%

en el 2005.

0

20

40

60

80

100

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años

Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años

142

En el año 2006, la tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por cada mil habitantes por

razones de enfermedades infecciosas intestinales bajó a 8 muertes por cada cien mil

habitantes (ver ilustración 3.7), lo cual parece coherente ya que el nivel de apoyo al sistema de

salud venezolano nacional fue en ese año de 42% (ver ilustración 3.1), aunque se ve

notablemente extraño que una reducción modesta en la tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4

años por enfermedades intestinales, pueda ocasionar un incremento de cerca de 13 puntos

porcentuales en el apoyo al sistema público de salud, contando con el mismo nivel de

beneficiarios del año pasado, 42% de la Misión Barrio Adentro y satisfacción por la Misión de

67%.

Para el 2007 se prueba la discordancia entre indicadores médicos y opinión pública: la

tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por enfermedades infecciosas intestinales fue de 7

muertes por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.7), una menor que el año pasado pero

como efecto, lo que se originó fue sólo que el apoyo neto al sistema de salud venezolano se

redujera a 29,73% (ver ilustración 3.1), aunque contase la Misión Barrio Adentro con 50% de

autodeclarados beneficiarios a nivel nacional y un 58,10% de apoyo en la opinión pública. En

este caso, las muertes niños por enfermedades infecciosas intestinales y el apoyo al sistema de

salud por parte de la opinión pública tienen una relación tan pequeña de covarianza, porque los

cambios en la tasa de mortalidad son demasiados pequeños para ser coherentes con

modificaciones de hasta 15 puntos porcentuales en la opinión pública nacional. El hecho que

hubiera una reducción de esta tasa de mortalidad en el 2007 pero se redujera el apoyo neto al

sistema de salud público en ese mismo año, refleja que esta relación no es coherente y es

afectado por otros factores fuera de esta relación.

143

Ilustración 3.6 Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años de edad por enfermedades

infecciosas intestinales.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

Para el año 2002, la tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años por neumonía e

influenza fue de 8 muertes por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.8), contándose en

esos momentos con -29% de apoyo neto al sistema de salud público del Estado Central. En el

2003, la tasa de mortalidad infantil entre los 1 y 4 años se incrementa hasta 12 muertes (apenas

unos 4 puntos) con respecto al año anterior, que si bien son coherentes con la baja del apoyo

neto al sistema de salud público nacional a -43% (ver ilustración 3.1), es un incremento muy

sustantivo que no parece covariar coherentemente con la modificación de la opinión pública

en presencia de un porcentaje de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro

de 30,8% de los venezolanos y 33% de satisfacción por parte de la Opinión Pública con

relación a Barrio Adentro. En el 2004 la tasa de muertes en la población objetivo desciende

hasta 9 por cada cien mil habitantes, una variación de sólo 3 puntos en presencia de una

modificación de la opinión pública de apoyo neto al sistema de salud a -9%, más de 34 puntos

porcentuales por la reducción de 3 puntos por parte de la tasa de mortalidad, cuando en el año

0

5

10

15

20

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años por enfermedades infecciosas

intestinales

Tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años por enfermedades intesttinales

144

2002 una tasa de 8 muertes por cada mil habitantes se traducía en -29% de apoyo neto al

sistema de salud.

Entre el 2005 y el 2006 la tasa de mortalidad será de 5 muertes por cada cien mil

habitantes, una reducción de hasta cuatro puntos con relación al año 2004, pero que en el año

2005 se traduce en 31% de apoyo neto al sistema de salud (ver ilustración 3.1) y en el 2006 en

42% de apoyo neto de sistema de salud, un incremento de casi 10 puntos porcentuales de un

año a otro en el apoyo al sistema de salud público sin modificarse la tasa de muertes de niños

entre 1 y 4 años por influenza y neumonía (ver ilustración 3.8), ni el porcentaje de

autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro con respeto al año anterior. Para

el 2007, la tasa aumenta apenas un punto, 6 muertes por cada cien mil habitantes pero el apoyo

neto al sistema médico público nacional cae hasta 29,73%, en presencia de un porcentaje de

beneficiarios de la Misión Barrio Adentro a nivel nacional del 50% y un apoyo a la Misión del

58,1% de la opinión pública. Esto origina la suspicacia que las muertes de niños entre 1 y 4

años por enfermedades infecciosas intestinales no tienen una covarianza consistente con la

Opinión Pública, especialmente cuando en un par de años en que la tasa se mantuvo igual y se

incremento el apoyo al sistema de salud en más de 10 puntos porcentuales, con igual cobertura

de la Misión Barrio Adentro.

Ilustración 3.7 Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por influenza y neumonía.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

0

2

4

6

8

10

12

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños entre los 1 y 4 años por influenza y neumonía

Tasa de muertes de niños entre los 1 y 4 años por influenza y neumonía

145

En el año 2002, la tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años debido a enfermedades

respiratorias fue de 1 por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.9), con un nivel de

satisfacción neto por el sistema público de salud de -29%. Para el 2003, la tasa de mortalidad

de la población objetivo se eleva hasta 2 muertes por cada cien mil habitantes (dos centésimas

adicionales) mientras que el apoyo neto al sistema público de salud se reduce hasta -43% (ver

ilustración 3.1), una modificación coherente con los cambios en los indicadores de esta tasa de

mortalidad aunque bastante alto a nivel de covarianza entre ambas variables. Para el 2004, la

tasa de mortalidad de los niños entre 1 y 4 años por enfermedades respiratorias vuelve a ser de

1 muerte por cada cien mil habitantes, pero el apoyo al sistema de salud no vuelve a los

niveles del año 2002 sino que se reduce hasta -9% de apoyo neto al sistema de salud público,

aunque hay que admitir la existencia de este año de un porcentaje de autodenominados

beneficiarios de la Misión Barrio Adentro alcanza el 29% de la población, con una aprobación

de la opinión pública de 45% con relación a la Misión.

Para el 2005, la tasa de mortalidad de la población objetivo llega a su mínimo, 0,4

muertes por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.9) y el apoyo neto al sistema de salud

público se incrementa hasta 31% (ver ilustración 3.1), siendo nuevamente coherente aunque

covarialmente inconsistente el comportamiento en la relación en las tasas de mortalidad

infantil por enfermedades respiratorias y el apoyo neto al sistema de salud.

Pero en el 2006, la tasa de mortalidad de niños entre 1 y 4 años por enfermedades

respiratorias vuelve a subir hasta 1 muertes por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.9),

pero el apoyo neto al sistema de salud público es de 42 % (ver ilustración 3.1), un elemento

que no tiene sentido porque el número de beneficiarios de la Misión Barrio Adentro para ese

año era igual al del 2005, donde el apoyo al sistema de salud era menor.

Para el 2007 el apoyo neto al sistema de salud público llega hasta 30% (ver ilustración

3.1), una reducción sustantiva con respeto a la del año pasado, pero la tasa de mortalidad de la

población objetivo se mantiene en 1 muerte por cada cien mil habitantes (ver ilustración 3.9),

probándose que estas tasas no relacionan sustantivamente el nivel de apoyo neto del ciudadano

al sistema de salud público venezolano con las tasas de mortalidad por causas de

enfermedades infecciosas. Es decir, disgregando inteligentemente detectamos que las tasas de

muertes de niños entre 1 y 4 años que en general parecen bastante coherentes y

146

proporcionales entre sí, a nivel de indicadores médicos que pueden ser correctamente tratados

por el sistema médico primario de la Misión Barrio Adentro no afectan el nivel de apoyo al

sistema de salud nacional del Estado Central y que esa coherencia se debe a otras razones que

entran en la medicina curativa del sistema tradicional de hospitales y clínicas o elementos que

no son tratables por el sistema de salud.

Ilustración 3.8 Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años de edad por enfermedades

respiratorias.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

Ahora entramos en el tema de las vacunaciones y su cobertura nacional. Hay que tomar

en cuenta que la vacunación no se relaciona con el nivel de comportamiento de una tasa sino

por el nivel de cobertura de vacunación de niños menores de un año. Con 90% o más de

cobertura de la población objetivo se suele considerar que la cobertura en materia de

vacunación es satisfactoria, mientras que por debajo de esta cifra se considera la cobertura

como deficiente, siendo cuanto más bajo, más débil su influencia en el sistema de salud

nacional. En el caso de la vacunación pentavalente, notamos que ya para el año 2005, su

cobertura es del 81%, una cifra ya de por sí deficiente (ver ilustración 3.10), que contrasta con

el 31% de apoyo neto al sistema de salud público nacional (ver ilustración 3.1) y un número de

0

0,5

1

1,5

2

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por enfermedades respiratorias

Tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por enfermedades respiratorias

147

autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro de 30,66% del total de la

población venezolana, con una satisfacción por la Misión de 68%.

Para el año 2006, esta cobertura ya deficiente se reduce aún más en 68% de los niños

menores de 1 año (ver ilustración 3.10), frente a un apoyo neto al sistema de salud público de

42% (ver ilustración 3.1), un aumento de apoyo al sistema cuando el mismo reduce su

cobertura de vacunación en materia pentavalente. Para el 2007, la cobertura de la vacunación

pentavalente en la población objetivo se reduce aún más a 61%, frente a una reducción del

apoyo al sistema de salud público en un 29,73%. Esto demuestra que el comportamiento de la

cobertura de vacunación pentavalente y la opinión pública sobre el sistema de salud nacional

son completamente independientes y no parecen mantener una relación de interdependencia.

Ilustración 3.9 Cobertura de vacunación pentavalente

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

Para el año 2005, la vacunación antipolio para menores de 1 año de edad mostraban

una cobertura deficiente de 80% de la población objetivo (ver ilustración 3.11), frente a un

31% de apoyo neto al sistema de salud público nacional (ver ilustración 3.1) y un porcentaje

de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro de 31% del total de la

0%

20%

40%

60%

80%

100%

2005 2006 2007

Cobertura de Vacunación pentavalente

Cobertura de Vacunación pentavalente

148

población venezolana, con una satisfacción por la Misión de 68%, algo que no tiene

interdependencia a simple vista. Para el 2006, el nivel de cobertura ya deficiente en materia

antipolio se reduce a 73%, cuando el apoyo neto al sistema de salud público es de 42% por

parte de la Opinión Pública venezolana, un porcentaje de autodenominados beneficiarios de la

Misión Barrio Adentro del 42% de total de la población venezolana y porcentajes de

aprobación de la Misión en 67% por parte de la Opinión Pública venezolana. Para el año 2007,

la cobertura de la vacunación antipolio se reduce aún más a 67% de los niños menores de 1

año de nacido, frente a un 30% de apoyo neto al sistema nacional de salud público y un

porcentaje de autodefinidos beneficiarios de la Misión Barrio Adentro del 50% de la población

venezolana. Esto demuestra que el comportamiento de la cobertura de vacunación antipolio y

la opinión pública sobre el sistema de salud nacional son completamente independientes entre

sí y no tienen una relación sustantiva a nivel de indicadores.

Ilustración 3.10 Cobertura de vacunación antipolio.

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

Para el año 2006, el apoyo neto al sistema público de salud nacional era del 42% (ver

ilustración 3.1), la cifra más alta en todo el período de años que estamos estudiando, pero la

vacunación para niños menores en materia de antirotavirus fue de 26% (ver ilustración 3.12),

60%

65%

70%

75%

80%

2005 2006 2007

Cobertura de la vacunación antipolio

Cobertura de la vacunaci{on antipolio

149

una cifra muy deficiente en materia de vacunación. Para el año 2007, esta cifra de vacunación

mejora modestamente a 29% de los niños menores a 1 año de nacido, frente a un apoyo al

sistema nacional público de salud venezolano del 30%, es decir, cuando ligeramente mejora la

deficiente vacunación en antirotavirus, la opinión pública nacional reduce su nivel de apoyo

neto al sistema público de salud. Esto demuestra que el comportamiento de la cobertura de

vacunación antirotavirus y la Opinión Pública sobre el sistema de salud nacional no son

interdependientes y no puede detectarse una covarianza coherente entre ambos indicadores.

Ilustración 3.11 Cobertura de vacunación antirotavirus.

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

La cobertura en materia de vacunación BCG en menores de 1 año de nacido, en el año

2005 fue de 95% (ver ilustración 3.13), una cifra bastante satisfactoria que se compagina con

el 31% de apoyo neto al sistema público nacional de salud (ver ilustración 3.1) con un

porcentaje autodefinidos beneficiarios de la Misión Barrio Adentro de 42 % del total de la

población venezolana y una satisfacción por esta política de 68 % por parte de la opinión

pública. En el año 2006 la cobertura en materia de BCG por parte de la población objetivo es

de 83%, una cifra deficiente en especial si se compara con el año anterior, frente a un apoyo

24%

25%

26%

27%

28%

29%

2006 2007

Cobertura de vacunación antirotavirus

Cobertura de vacunación antirotavirus

150

neto al sistema nacional de salud público rondando el 42% de apoyo y la misma cifra de

cobertura de la misión Barrio Adentro del año anterior.

Para el 2007, la cobertura en niños menores de 1 años de nacido en vacunación de

BCG fue de 82% (ver ilustración 3.13), un punto porcentual menos que el año anterior frente a

un 30% de apoyo neto al sistema público nacional de salud (ver ilustración 3.1) y un 50% de

sujetos que afirman beneficiarse de la Misión Barrio Adentro. Esto demuestra que el

comportamiento de la cobertura de vacunación BCG y la opinión pública sobre el sistema de

salud nacional son completamente independientes entre sí y no tienen relación alguna, al

variar de manera inversa e ilógica las cifras a lo largo de 3 años del periodo de estudio.

Ilustración 3.12 Cobertura de vacunación BCG.

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

Para el año 2005, en que la opinión pública venezolana apoyaba de forma neta al

sistema de salud público nacional en un 31% (ver ilustración 3.1), la cobertura de vacunación

antiamarílica en niños menores de 1 año tenía la deficiente cifra de 80% (ver ilustración 3.14),

con autoproclamados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro por parte del 42,20% de los

75%

80%

85%

90%

95%

100%

2005 2006 2007

Cobertura de vacunación BCG

Cobertura de vacunación BCG

151

encuestados y un 68% de aceptación de esta política por parte de los venezolanos. Para el año

2006, la opinión pública venezolana apoya de manera neta el sistema público nacional de

salud en un 42%, mientras que el mismo sólo lograba una cobertura de vacunación

antiamarílica en el 62% de los menores de 1 año de nacido, algo completamente ilógico a

nivel de percepciones sobre los éxitos o fracaso de una política de salud en cuanto a

vacunación antiamarílica.

Para el 2007, la Opinión Pública venezolana apoya de manera neta al sistema público

nacional de salud en un 30% (ver ilustración 3.1), mientras que la cobertura de la vacunación

antiamarílica es sólo del 57% (ver ilustración 3.14). Esto demuestra que el comportamiento de

la cobertura de vacunación antiamarílica y la Opinión Pública sobre el sistema de salud

nacional no tienen una interdependencia como indicadores del sistema de salud público y de la

Opinión Pública respectivamente.

Ilustración 3.13 Cobertura de vacunación antiamarílica.

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

Para el año 2005, en que la opinión pública venezolana apoyaba de manera neta al

sistema de salud público nacional en un 31% (ver ilustración 3.1), la cobertura de trivalente

0%

20%

40%

60%

80%

2005 2006 2007

Cobertura de vacunación antiamarílica

Cobertura de vacunación antiamarílica

152

viral en niños menores de 1 año tenía la deficiente cifra de 76% (ver ilustración 3.16), con un

porcentaje de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro del 42% y un 68%

de aceptación de esta política por parte de los venezolanos. Para el año 2006, la opinión

pública venezolana apoya de manera neta al sistema público nacional de salud en un 42%,

mientras que el mismo sólo lograba una cobertura de vacunación trivalente viral en el 55% de

los menores de 1 año de nacido, algo débilmente consistente a nivel de percepciones sobre los

éxitos o fracaso de una política de salud en materia de vacunación de Trivalente Viral.

Para el 2007, la opinión pública venezolana apoya el sistema público nacional de salud

en un 30% (ver ilustración 3.1), mientras que la cobertura de la vacunación trivalente viral es

sólo del 56% (ver ilustración 3.15). Esto demuestra que el comportamiento de la cobertura de

vacunación antiamarílica y la opinión pública sobre el sistema de salud nacional son

completamente independientes entre sí y no mantienen ninguna relación de covarianza

consistente a lo largo de los años estudiados.

Ilustración 3.14 Cobertura de vacunación Trivalente viral.

Fuente: Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia

habitual de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población

venezolana 2010, República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio

Adentro.

0%

20%

40%

60%

80%

2005 2006 2007

Cobertura de Vacunación Trivalente Viral

Cobertura de vacunación Trivalente Viral

153

Para el año 2003, la tasa de infectados por VIH/SIDA en el territorio nacional fue de

4,17 por cada mil habitantes (ver ilustración 3.16), ante una opinión pública que daba -43% de

apoyo neto al sistema de salud público venezolano (ver ilustración 3.1), aún con un porcentaje

de autodenominados beneficiarios de la Misión Barrio Adentro del 31% en todo el territorio

nacional y un apoyo a esta política del 33% de la opinión pública. Para el año 2005, la tasa de

infectados por VIH/SIDA fue de 4,57 por cada mil habitantes, un incremento de sólo 8,7% con

respecto al 2003, en un año en que el apoyo al sistema de salud venezolano era del 30,66% y

la cobertura de la Misión Barrio Adentro era del 42,20%, con un 67,5% de apoyo de esta

política por parte de la opinión pública venezolana.

Para el 2007, la tasa de infectados por VIH/SIDA en el territorio nacional fue de 4,84

(ver ilustración 3.16), 5,57% adicionales de sujetos infectados en comparación al año 2005. Es

natural que al no haber cura o un tratamiento curativo del VIH/SIDA este tienda a crecer

vegetativamente en el tiempo y por lo tanto rara vez coincidirá con el nivel de apoyo neto de la

opinión pública con el desempeño del sistema de salud público del Estado Central, a pesar que

el mismo tiene la misión de prevenir la expansión del virus en el país, aunque su deficiente

desempeño puede concretar un incremento de las tasas de infectados por la enfermedad.

Ilustración 3.15 Tasa de infectados por VIH/SIDA en Venezuela.

Fuente: Situación epidemiológica en Venezuela- Informe. Caracas 2003-2007.

3,80

4,00

4,20

4,40

4,60

4,80

5,00

2003 2005 2007

Tasa de infectados por VIH/Sida en Venezuela

Tasa de infetcados por VIH/Sida en Venezuela

154

Para el año 2002, el paludismo disfrutaba de una tasa de 0,0009 muertes por cada mil

habitantes (ver ilustración 3.17), ante una opinión pública que apoyaba de manera neta con un

-29% la gestión gubernamental en materia de salud (ver ilustración 3.1). Para el 2003 la cifra

aumenta modestamente a 0,0010 en el mismo año en que la aprobación neta al sistema de

salud pública venezolano se reduce a -43%, viéndose cierta conexión entre el número de

muerte por paludismo en el país y el apoyo al sistema público de salud, aunque el incremento

de apoyo neto al sistema de salud se nota muy elevado con relación al comportamiento de los

índices de mortalidad. Durante el año 2004, la cifra se reduce hasta 0,0013 muertes por cada

mil habitantes, mientras que el apoyo neto al sistema de salud aumenta a-9%, Para el 2005, la

tasa de muertes por paludismo se reduce a 0,0009, en un contexto en que la opinión pública

apoya con 31% el sistema de salud pública nacional y la Misión Barrio Adentro disfruta de un

42% de sujetos que afirman ser beneficiarios de la Misión.

Para el 2006 la tasa de mortalidad por esta enfermedad endémica se reduce hasta

0,0004 muertes por cada mil habitantes (ver ilustración 3.17), el menor en el período

estudiado, pero es también el período en que se registra el mayor apoyo neto al sistema

público de salud, 42% (ver ilustración 3.1), sin se haya incrementado el nivel de sujetos que

afirman ser beneficiados por la Misión Barrio Adentro. Para en el 2007, la cifra se incrementa

0,0005 en contraste a que el apoyo al sistema público de salud se ha reducido a 30%,

implicando que la reducción de muertes por esta enfermedad endémica no se conecta

consistentemente con el apoyo de la opinión pública al sistema de salud público. En

conclusión, muertes por paludismo y Opinión Pública no tienen una correlación fuerte para

decir que se diga que una de ellas puede influenciar a la otra o son influenciadas por una

variable en común.

155

Ilustración 3.16 Tasa de muertes por paludismo como enfermedad endémica.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

Para el año 2002, la tasa de mortalidad de tuberculosis como enfermedad endémica fue

de 0,027 por cada mil habitantes (ver ilustración 3.18), sin la presencia de la Misión Barrio

Adentro y con un apoyo neto de la opinión pública al sistema de salud de -29% (ver

ilustración 3.1). Para el 2003, la tasa se había reducido ligeramente a 0,025 muertes por cada

mil habitantes, con una Misión Barrio Adentro con 31% de sujetos autoproclamados

beneficiarios de la misma y un apoyo neto al sistema público de salud de -43%, demostrando

la poca conexión de la reducción de las tasas de muerte por tuberculosis con un incremento

elevado en el apoyo neto al sistema de salud público. En el 2004, la tasa de muertes por

tuberculosis es del 0,020 por cada mil habitantes, con un nivel de apoyo neto de la opinión

pública nacional del -9%, dándose un aumento del apoyo al sistema de salud público junto con

una reducción de la tasa de muertes por tuberculosis. El fenómeno se invierte cuando en el

2005, la tasa de muerte por tuberculosis es del 0,021 muertes por cada mil habitantes, una

milésima más alta que el año anterior pero que se contextualizan con un apoyo neto al sistema

0

0,0002

0,0004

0,0006

0,0008

0,001

0,0012

0,0014

0,0016

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de mortalidad del paludismo como enfemedad endémica

Tasa de mortalidad del paludismo como enfemedad endémica

156

público de salud 31% por parte de la opinión pública venezolana y un porcentaje de

autodefinidos beneficiarios de la misión Barrio Adentro del 42%.

El fenómeno de mayores tasas de mortalidad por tuberculosis en paralelo a mayor nivel

de apoyo al sistema de salud venezolano se repite en el año 2006, donde la tasa de muerte por

la enfermedad endémica es del 0,023 muertes por cada mil habitantes (ver ilustración 3.18),

casi el doble que el año anterior, pero la opinión pública apoya al sistema de salud público de

manera neta en un 42% (ver ilustración 3.1), el más alto en el período estudiado, un año con la

misma cobertura de Barrio Adentro que en el año anterior. Para el 2007, se incrementa la tasa

de muertes por tuberculosis por cada mil habitantes a 0,024 en un año en que el nivel de

autodenominados beneficarios de la Misión Barrio Adentro se ha incrementado a 50% a nivel

nacional pero el apoyo neto al sistema público de salud nacional se ha reducido a 30%,

demostrándose una vez más la poca conexión entre tasas de muertes por paludismo como

enfermedad endémica y apoyo de la opinión pública al sistema de salud venezolano. A nivel

global el paludismo como enfermedad endémica no tiene conexión en la opinión pública

nacional en cuanto que su reducción no va de la mano con las variaciones con los niveles de

apoyo neto al sistema de salud público.

Ilustración 3.17 Tasa de muertes por tuberculosis como enfermedad endémica.

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003, 2004, 2005,2006 y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de

Venezuela, junto con estimaciones de natalidad del INE.

0,000

0,010

0,020

0,030

0,040

2002 2003 2004 2005 2006 2007

Tasa de muertes por tuberculosis como enfermedad endémica

Tasa de muertes por tuberculosis como enfermedad endémica

157

En la introducción de este trabajo, para evaluar la eficiencia en la gestión del sistema

público de salud se planteó hacerlo a través de siete (7) indicadores: la razón de muertes

maternas entre los años 2003-2007, la tasa de muertes perinatales, el número de vacunas

colocadas por enfermedad, el comportamiento de los principales causas de muerte de niños

entre 1 y 4 años, el comportamiento de las principales causas de muertes de niños menores de

1 año, Número de muertes por enfermedades endémicas y el número de infectados por

VIH/SIDA, con base a los objetivos del milenio. De estos 7 indicadores, en el caso de las

muertes perinatales, se subdividió entre los niños menores a 28 días de nacidos y los niños

entre 28 días de nacidos y 11 meses de nacidos; en el caso del número de vacunas colocadas a

menores de 1 año de nacido, se hizo con los casos de las vacunas pentavalente, antipolio,

antirotavirus, BCG, antiamarílica y trivalente viral.

Entre las principales causas de muertes de niños entre 1 y 4 años se registró la

evolución de muertes por enfermedades infecciosas intestinales en esa población objetivo, al

igual que las tasas de muerte por influenza y neumonía en este sector de la población infantil y

la tasa de muertes de niños entre 1 y 4 años por enfermedades respiratorias (causas principales

de muertes de este sector de la población que podían ser tratadas por la atención médica

primaria de la Misión Barrio Adentro y el sistema tradicional de salud público según los

anuarios de mortalidad del Ministerio de Salud y Desarrollo Social). Entre las principales

causas de muertes de niños antes de cumplir el 1° año de nacido, analizando exclusivamente la

principal causa registrada por los anuarios: Complicaciones en el período perinatal. El número

de muertes por enfermedades endémicas se focalizó en las tasas de muertes por paludismo y

tuberculosis, las enfermedades endémicas que más muertes cobran en el país en los últimos

años.

Esto llevo a correlacionar de manera descriptiva hasta un total de 17 tasas o porcentajes

de indicadores médicos con el indicador de la valoración del estado de la salud pública en

Venezuela durante los años 2002-2007. Esto dio como resultado que de estas 17 tasas o

porcentajes que nos podían servir como indicadores de la gestión de la salud pública en el

país, sólo una tasa era coherentes con el comportamiento de la opinión pública con respecto al

sistema de salud público: La tasa de muertes de niños entre los 1 y 4 años de nacidos. En el

caso de los niños entre los 1 y 4 años nacidos, se notó que la coherencia con la opinión pública

158

era espuria, ya que los mismos anuarios estadísticos de mortalidad señalaban que existían un

conjunto de factores que no entraban en el campo de la medicina preventiva ni curativa para

condicionar el número de muertes de los niños dentro de este rango de edad. Los factores que

si entraban dentro del tratamiento médico del sistema salud con mayor peso según los

anuarios, como las enfermedades infecciosas intestinales, neumonía e influenza y

enfermedades respiratorias, no tenían una correlación y covarianza sólida con la Opinión

Pública venezolana sobre el sistema de salud. En resumen, de 17 tasas o porcentajes

estudiados que sirven de indicador del desempeño en materia de salud por parte del Estado,

ninguna mostró coherencia con la Opinión Pública venezolana, lo que nos lleva a afirmar que

no existe una conexión coherente entre la gestión en materia de salud por parte del Estado

Central Venezolano (especialmente a raíz de la implementación de la Misión Barrio Adentro)

y la Opinión Pública venezolana sobre el comportamiento del sistema público de salud.

Esta afirmación nos lleva a pensar en tratar de originar una hipótesis alternativa a la

planteada originalmente en esta tesis, de que en verdad la Opinión Pública venezolana tenía

una auténtica correlación con lo que realmente pasaba con el sistema público venezolano de

salud, cuando las cifras parecen contradecir esta hipótesis inicial. La realidad de que el nivel

de apoyo al sistema de salud por parte de la Opinión Pública nacional parece estar

condicionada a otros diferentes al desempeño del sistema de salud público, si bien no es el

objetivo de esta investigación que es de carácter descriptivo, tiene el deber de al menos

desarrollar una hipótesis alternativa de porque se da este fenómeno. Este es la intención del

siguiente subcapítulo de nuestra investigación.

159

CAPÍTULO IV: RELACIÓN ENTRE POLÍTICAS Y OPINIÓN PÚBLICA

4.1 Políticas públicas diseñadas para impactar la opinión pública.

Asomábamos ya desde nuestro marco teórico, temiendo que nuestra hipótesis inicial

fuese refutada por el análisis de datos, que la conexión entre los resultados de una política

pública y sus efectos en la Opinión Pública no siempre son lineales. En el juego de

percepciones de cómo un Estado resuelve las demandas de sus ciudadanos y como sienten que

los mismos son satisfechos juegan elementos más allá de los efectos objetivos de las políticas

implementadas desde el gobierno y las percepciones de los ciudadanos sobre esas políticas.

Citábamos a Sabatier y Mazmanian (Villanueva, 1993) que en el proceso de elaborar e

implementar una política pública, la manera de que la misma afecte a la opinión pública de un

país (especialmente en un sistema democrático) puede estar divorciado de sus efectos

objetivos en la realidad. “En términos generales, es de esperar que exista un alto grado de

correlación entre la evaluación inicial que un actor hace de una ley y su percepción y

evaluación de los impactos… Esta afirmación se basa en la teoría de la disonancia

cognoscitiva y, especialmente, en el corolario de que un actor tenderá a rechazar cualquier

insinuación de que los impactos de una ley legítima puedan ser indeseables” (Sabatier y

Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993, Pág.: 363).

La implementación de la Misión Barrio Adentro como una política pública de salud

destinada a los sectores más pobres de nuestro país (Clarembaux y Hoyer, 2009) era

indudablemente una política pública de inmenso peso ético ante una sociedad que había visto

durante décadas como su sistema de salud público se iba deteriorando y quienes eran más

afectados por este deterioro eran los estrato D y E de nuestra sociedad (Rincón Becerra,

Rodríguez Colmenares, 2004). Las clases medias y altas, debido al tipo de ingreso que podían

disponer recurrían a la medicina privada para no apelar a un sistema de salud público en

constante deterioro desde la década de los setenta (Rincón Becerra, Rodríguez Colmenares,

2004). Mientras tanto, el sistema público de salud en constante deterioro fue sólo el camino

que recorrían generalmente los estratos de menos ingresos para cubrir sus necesidades en

160

materia de salud, al reducirse la expansión de la infraestructura médica y su calidad desde hace

décadas en el país. Esto los llevaba a disfrutar de una calidad deficiente en su manera de

satisfacer sus demandas en materia de salud.

Este fenómeno no es inédito en nuestro país y mucho menos a nivel mundial. Cuando

uno política pública se ejerce a un sector de la sociedad que se siente que se tiene el deber

moral de ser asistido (especialmente si este sector lo conforma la mayoría de la sociedad

venezolana) esta se verá positiva no importando si los efectos objetivos de la política son

positivos o negativos. Ben J. Wattenberg (1995), analiza un fenómeno parecido en su capítulo

“Some commonly used measures give an inaccurate picture of the course of real wages over

the past several years” de su libro “Valuer matter most”. Wattenberg señala el caso de que

muchas veces para que una política pública logre ser exitosa en la percepción del público al

que se desea impactar, no se apele a la transacción monetaria para conquistar a un electorado

en específico, especialmente en Norteamérica donde buena parte de los servicios públicos

dependen de agencias privadas de seguros, donde es más racional recibir dinero para costear el

servicio que se demanda que esperar que el gobierno lo suministre con fondos federales.

“ Nos quejamos del alto costo de la atención a la salud pero dejamos de lado, en

nuestra discertación política, tener en cuenta el mismo cuidado en materia de salud cuando

consideramos como económico el obtenerlo gratis, y luego lamentamos que el mismo

constituye una erosion en nuestros niveles de vida cuando se hace algo para reducirlos y

racionalizarlo. Tampoco tomamos en cuenta las cifras de los ingresos por BLS figuran en la

cuenta para una beneficiosa pension privada o los beneficios de una pension pública, aunque

ambos tipos de cuentas y pensiones aumentaron sustancialmente “desde 1973”, en aquellos

horrible años de la era Bush/Reagan .” (Wattenberg, 1995, Pág: 79). El aumento objetivo de

la inversión en materia de salud en general para todos los ciudadanos en un país, sin dotarlo de

un espíritu ético por parte del Estado, les resta de credibilidad moral a sus ciudadanos. Pero si

la política se promociona para ayudar a un grupo específico de ciudadanos que se cree en el

deber moral de ayudar, especialmente si uno pertenece a ese grupo social, el apoyo de la

opinión pública se incrementará. Este grupo social se sentirá respaldado de tener un beneficio

que antes no tenía, no importando si en el caso concreto la política pública se concreta en

beneficios tangibles para ello.

161

Wattenberg explica esto con base al caso de la clase media y baja norteamericana

durante los setenta, que con las políticas públicas de esa década aumentó la cobertura estatal

en materia médica, reduciendo sus gastos en materia de salud que tanto le incomodaban.

“Los beneficios médicos y las pensiones representan relativamente una parte de los

ingresos de la clase media y una cuota mucho menor respecto a los ingresos de la clase alta.

Una persona rica no tiene problemas para pagar las factures de un hospital y no se

preocupará mucho en cumplir sus compromises económicos para obtener su jubilación. Los

sujetos de clase media se preocupan mucho, entorno a ambos costos. Por lo tanto, cuando los

beneficios médicos y las pensiones fueron incrementados sustancialmente, como lo fueron en

el año1970, la clase media obtuvo un beneficio que ante no tenía. Además de los altamente

citados datos del BLS (“para los trabajadores que no estaban en cargos de supervision en la

industria privada") no se tuvo en cuenta dentro de los ingresos de los trabajadores

gubernamentales durante el periodo de tiempo citado, o el creciente número de personas que

trabajaban por su cuenta, o los ingresos del personal de supervisión, o el aumento de la

“economía informal” . Proporcionando un gran número de ingresos no declarados, o un

fuerte increment para las personas pobres en cupones para alimentos , subsidios para la

vivienda, atención médica y el resto a lo que se ha llamado “Gran Obra Social" (Wattenberg,

1995, Pág: 79).

Esta política paradójicamente en el corto plazo se tradujo en una mayor inflación que

erosionó los ingresos de esa clase media y arrojó a muchos a la pobreza, sin contar el

desempleo consecuente con esto. “De acuerdo, todo el tema economico no ha sido de color de

rosa. Stein y Foss han llegado al punto que yo creo correcto, que si hubo avances reales en

los ingresos de las personas durante los años setenta y ochenta, pero ciertamente el

crecimiento en los años ochenta fue más lento que en los años de la postguerra. Kosters

observó que los ingresos de los trabajadores menos calificados se erosionaban a un ritmo

inferior al del trabajador promedio. En algunos grupos él notó, que realmente sufrieron una

gran disminución en su ingreso. Allí hubo un real sufrimiento”. (Wattenberg, 1995, Pág: 80).

Aún así, para muchos estratos sociales, como la clase media y la baja, el perder su empleo y

ser afectados por la inflación era un problema menor comparado con perder los beneficios del

servicio médico subsidiado. “La pérdida de un empleo es una situación difícil en cualquier

circunstancia pero es mucho más grave la pérdida del seguro de atención médica

162

relacionados con el empleador” (Watenberg, 1995, Pág: 80). La atención médica a veces es

más vital que un buen empleo para costear la atención en salud, a pesar de que en la práctica

nunca se utilice.

Esto nos lleva al contexto latinoamericano, en que muchos gobernantes, democráticos

o no, promulgan una gran variedad de de políticas públicas orientadas a las grandes mayorías

pobres que integran sus respectivos países, no orientadas al crecimiento económico para salir a

la pobreza, sino a la satisfacción de necesidades específicas a través de políticas sociales que

en apariencia son moralmente intachables y parecen lógicamente necesarias de implementar

para sacar a ese sector de la población de la pobreza más allá de las bondades del crecimiento

económico de un país. Pero las bondades y la capa de moralidad con que se pronuncian estas

políticas destinadas a los sectores más desposeídos pueden confundir a la Opinión Pública

entre la legitimidad de la política y sus resultados tangibles en la realidad.

“Aunque los cambios en las estadísticas globales, y las políticas y leyes nacionales son

componentes esenciales en el movimiento hacia la igualdad y equidad de género, esto no

implica todo lo que debe tomarse en cuenta .La leyes sancionadas por los representantes

elegidos democráticamente atestigua solo un pequeño paso hacia la ratificación cultural de la

igualdad de género . La retórica, los cambios simbólicos en la ley y la política de

comunicaciónm entorno a mensajes sobre sobre la igualdad dentro de la sociedad suelen ser

los más fecundos. Sin embargo, la contradicción entre burocrática de buenas intenciones, y la

desigual aplicación de los procedimientos burocráticos y su ejecución, es una característica

de alta difusion en las sociedades latinoamericanas. El problema no es específicamente de

género, sino que las tendencias hacia la corrupción , los abusos a los derechos humanos, la

evasion fiscal, y la aplicación de leyes arbitraries reduce la eficacia de las instituciones en

muchas esferas de la realidad” (Htun, en Harrison y Huntington, 2000, Pág: 195).

Esto lleva muchas veces a los problemas planteados por Schutz (1979) del problema

del ciudadano bien informado. No todos los ciudadanos de una sociedad en específico pueden

tener la oportunidad de informarse correctamente de los efectos concretos de una política

pública implementada por el gobierno, debido a las exigencias de su cotidianidad les exige

sólo enfocar su cognición en un conjunto de tareas que le son vitales o de interés. El ciudadano

especialista, algunas veces llamado con razón o sin razón intelectual, tiene la labor a través de

su labor especializada de producción del conocimiento, de alertar a los demás ciudadanos de

163

los efectos reales de una política pública más allá de la retórica con que fueron anunciadas por

el Estado (Schutz, 1979). Esto en la Venezuela actual se hace particularmente difícil, ya que

los accesos a la información pública sobre el caso de las Misiones, especialmente el caso de la

Misión Barrio Adentro suelen ser bastante herméticas y la prensa oficial es bastante parca para

detallar el desarrollo de las Misiones en nuestro país sin un fuerte sesgo partidista (Bisbal,

2009). Si hemos detectado que los indicadores de desempeño de la salud pública tienen poca o

nula conexión en la formación de las impresiones que tiene la Opinión Pública sobre el

desempeño de la salud pública, es que el tema de cómo informarse sobre el desempeño en el

tema de la salud es lo que realmente se conecta con la percepción de la opinión pública, no los

indicadores de desempeño. Por eso los niveles de aprobación al desempeño del sistema de

salud público nacional eran más altos en épocas electorales, en que los mecanismos de

propaganda gubernamental enfatizaban los éxitos de la política de salud del gobierno, que no

todos los sujetos entrevistados habían tenido la oportunidad de experimentar.

“El acceso a la información pública es uno de los derechos humanos claves de la

institucionalidad democrática. Su importancia para todos los ciudadanos radica en que es un

mecanismo para garantizar la calidad de vida de la población. En efecto, el acceso a la

información pública garantiza una mayor transparencia en la gestión pública e impulsa el

derecho ciudadano a la participación” (Correa, 2008, Pág.: 73). El mismo Carlos Correa,

director de la organización no gubernamental Espacio Público, dedicado a la apertura de la

mayor información posible de las instituciones del Estado a la sociedad venezolana reporta

que durante febrero y marzo del 2008 desde la perspectiva de 3 sujetos sociales: ciudadanos,

organizaciones sociales y periodistas se realizaron solicitudes a organismo del Estado de

acceso de información pública. El 71,34% de las solicitudes por parte de la ciudadanía fueron

negativos, mientras que en el caso de las organizaciones sociales y los periodistas se necesitó

de una larga cadena de satisfacción de requerimientos para obtener información parcial sobre

el tema investigado. Esto evidencia un gran problema de información en los medios de

comunicación y la ciudadanía activa para informar los alcances de una política pública en la

Venezuela actual.

Lo anterior implica las dificultades de evaluar el nivel de gestión del sistema de salud

nacional del gobierno durante los años 2003-2007, especialmente a raíz de la aparición de la

Misión Barrio Adentro. No existen cifras concretas del número de tratamientos, tasas de

164

morbilidad y mortalidad registradas en los centros de salud contemplados por esta Misión,

sino aproximaciones en materia de gasto y de número de personas atendidas que de poco sirve

para evaluar la eficacia y efectividad de la Misión en el ámbito de salud. El impreso “Barrio

Adentro: derecho a la salud e inclusión social en Venezuela” (2006, publicado por la

Organización Panamericana de la Salud) no reporta cifras tangibles de cuantos enfermos

curados o muertos durante el tratamiento por estos centros se ha dado, por lo tanto la

evaluación de su gestión no es posible más allá del gasto en materia fiscal se ha hecho para

esta política pública. Este impreso trata de desarrollar de manera detallada los elementos

constitutivos y logros de la Misión y aún así la información que aporta a una investigación es

bastante pobre (El Banco Central de Venezuela y algunos medios estatales dan alguna que otra

información de los “logros” de la Misión que no pueden cuantificarse científicamente de

manera rigurosa). La información con que la Opinión Pública construye sus impresiones sobre

el desempeño gubernamental en materia de salud pública no se fundamenta en los indicadores

de desempeño, ya que no todos los sujetos de la sociedad han tenido la necesidad de recurrir a

los servicios médicos promocionados por el gobierno. Construyen sus impresiones con base a

la propaganda a favor o en contra del desempeño del sistema de salud nacional.

La lucha por la información sobre lo que hace el gobierno empeora en un clima de

polarización política como la que vive en Venezuela. Los medios de comunicación privados se

alinearon años después del ascenso político del Presidente de la República contra la política

del Ejecutivo Nacional hasta llegar a una guerra mediática contra el Estado Central, mientras

que a partir del año 2003, los medios estatales pasaron progresivamente a ser los voceros del

partido oficial del gobierno, sesgando las informaciones obtenidos de la sociedad venezolana a

favor de los intereses del gobierno (Quiñones, en Bisbal, 2009). Un estudio realizado en el año

2006 por Marcelino Bisbal y Rafael Quiñones registraron que entre el 58% y 76% de los

medios estatales destinaban su parrilla informativa a informaciones o programas de opinión

con una clara parcialización hacia los intereses del Ejecutivo Nacional (Bisbal y Quiñones,

2006), lo cual dificulta la capacidad del ciudadano común y corriente de acceder a la

información sobre las políticas gubernamentales.

Los estratos C, B y A de la sociedad venezolana, debido a sus pautas de consumo de

información y recursos económicos pueden tener acceso a fuentes informativas alternativas a

las gubernamentales, donde se apele a investigadores independientes que escapen de la

165

dinámica de la polarización política para conocer cuáles son los verdaderos efectos de una

política pública en la sociedad venezolana. Sin embargo, en el caso de Barrio Adentro,

muchos de los ciudadanos que forman parte de estos estratos hacen caso omiso de esta

operación, ya sea porque moralmente o políticamente simpatizan con la Misión Barrio

Adentro, o por estar simplemente alineados contra los intereses del gobierno central. Dan por

hecho que los efectos de las políticas de la administración gubernamental (incluyendo la

misión Barrio Adentro) son beneficiosas a los intereses de los más pobres en Venezuela

(Bisbal, 2009). Los estratos D y E, debido a sus pautas de consumo de información y sus

recursos socio-económicos están todavía más imposibilitados para conocer los efectos de la

Misión Barrio Adentro en la sociedad venezolana (Quiñones, en Bisbal, 2009).

“… En octubre del 2003, la encuestadora Datanálisis, realiza un estudio acerca de la

valoración de la primera de las Misiones, es decir el Plan Barrio Adentro. Los resultados

reflejaron que el 37% de los encuestados del estrato socioeconómico D considera positivo el

Plan Barrio Adentro; mientras que el 30% lo evalúa negativamente. En las mediciones

realizadas en los meses de enero y mayo del 2004, se expresan opiniones cada vez más

favorables… En octubre del 2003, el 58% de los encuestados del estrato socioeconómico E

evalúa positivamente el Plan Barrio Adentro, mientras que el 24% lo evalúa negativamente.

En enero del 2004, la evaluación que realiza el estrato E es predominantemente positiva.

Posteriormente, en mayo, se da nuevamente un leve incremento en la evaluación positiva”

(Guinand Vollmer, 2009, Pág: 160). Falta añadir, acorde a los datos de Guinand Vollmer que

en los estratos A y B la percepción positiva hacia la Misión Barrio Adentro creció de una cifra

menor al 20% en el 2003 de respaldo a la misión, a más del 30% para el período 2004-2005

(Guinand Vollmer, 2009), un sector de la sociedad para lo cual no estaba destinada la política

pública. Aquí, los juegos de percepciones van más allá de lo que el sentido común nos señala

que los estratos D y E empezaron a respaldar la Misión porque empezaron a sentir sus efectos

durante estos años.

Lo anterior se le da tanto énfasis para no caer en el error más frecuente cuando se

estudia el efecto de las Misiones sobre la popularidad del Ejecutivo Nacional: No se están

creando una masa de seguidores de dádivas gubernamentales ni son ciudadanos agradecidos

por los beneficios de una política social destinada por primera a los pobres los que llevan a

triunfos electorales al Ejecutivo Nacional. David Easton (1965) hablaba de apoyos específicos

166

y difusos con que un sistema político se aseguraba el apoyo de la sociedad a la cual gobernaba.

La idea más sencilla al pensar en los efectos de las Misiones en la popularidad del gobierno de

Hugo Chávez tiende a creerse, en los términos de Easton de apoyos específicos, es decir la

satisfacción de demandas particulares o grupos particulares de personas por parte del Estado

para así obtener su respaldo y por lo tanto su gobernabilidad (votando por el gobierno que le

satisfizo esas demandas por ejemplo). Sin embargo, la poca conexión entre indicadores de

gestión de salud dentro de los años 2003-2007 y la poca utilización del servicio de la Misión

Barrio Adentro parece orientar que las Misiones no están diseñadas para originar una masa

clientelar de ciudadanos satisfechos en sus demandas para generar apoyos específicos.

La falta de comportamiento similar entre los distintos indicadores de gestión pública y

la percepción de la Opinión Pública indica una independencia entre ambas variables, que ha

sido descrita en el capítulo anterior. Esto no excluye la presencia de variables explicativas

como por ejemplo la publicidad oficial y la falta de fuentes de información alternativas al

gobierno que pueden ser la causa del poco comportamiento similar entre indicadores de

gestión de salud y opinión pública sobre esta gestión. Esto es más palpable cuando

examinamos los estudios del Cendes-World Development Consultants y Datanálisis donde la

cobertura la Misión Barrio Adentro posiblemente no supere el 50% de la población total

venezolana y por lo tanto la percepción positiva sobre la Misión Barrio Adentro no se debe a

su utilización sino a otros factores.

En el marco teórico de nuestra investigación, cuando establecíamos las premisas sobre

cómo se forma la opinión pública en Venezuela, mencionamos las tesis de Deutsch (1974) en

que los grupos de poder (en este caso, el Ejecutivo Nacional) son los que determinan la

circulación de tema en la opinión pública y su percepción sobre un hecho político, social o

económico en sí. Sabemos que esa tesis no se aplica a todos los casos y que ni siquiera cuando

se aplica de ese modo está libre de fallas, pero basándonos en lo que hemos estudiado a lo

largo de esta investigación no es absurdo afirmar que se está imponiendo una visión favorable

a la Misión Barrio Adentro de grupos de poder que les conviene que la Opinión Pública tenga

esa percepción positiva sobre el sistema de salud público.

No es la intención de esta investigación probar o explicar cómo un grupo de poder,

específicamente el Ejecutivo nacional y su partido político concretaron mecanismos de

distorsión de la opinión pública de los verdaderos efectos que tenía el sistema público de salud

167

y en particular la Misión Barrio Adentro en nuestro país. Sólo queremos asomar una hipótesis

alternativa a la que inicialmente habíamos planteado en nuestra investigación, cuando existen

fuertes indicios de que desde las esferas del Estado Central venezolano se usó las Misiones no

sólo para obtener un apoyo específico de los estratos D y E de la sociedad venezolanas en los

procesos electorales de nuestro país, sino originar en términos de Easton (1965) un apoyo

difuso al sistema de gobierno del Presidente Hugo Chávez.

En noviembre del 2004, en el teatro de la Academia Militar, el jefe del Ejecutivo

Nacional afirmaba que al conocer los sondeos de opinión que lo daban empatados o derrotados

en un referéndum revocatorio durante el año 2003, los llevó a implementar las misiones

sociales (Clarembaux y Hoyer, 2009). Si los registros indican que el uso de Barrio Adentro

es tan bajo para captar un número de votantes que le garantizase la victoria electoral del

Presidente a través de los beneficios de la política pública, es que el mismo tuvo otro efecto

(deseado o no por sus diseñadores): Crear una matriz de opinión de que el gobierno estaba

implementando una serie de políticas públicas en beneficios de las clases más pobres y esa

legitimidad moral que tenían dichas medidas auguraban que los objetivos que se iban a

generar iban a ser cuantitativa y cualitativamente positivos para los pobres en Venezuela.

Bisbal y otros autores (2009) afirman que justamente a partir del año 2003,

casualmente el mismo año en que se empiezan a implementar las misiones, se da un vuelco en

la política comunicacional del gobierno hacia el resto del país. Se crean o compran más

canales de televisión en señal abierta para el Estado Central, se incrementan el número de

radios de corte pro-oficialista a lo largo de todo el país y se empiezan a generar un conjunto de

medios impresos alternativos a los existentes al país de sesgo oficialista en sus informaciones.

En unos pocos años, algunos de los canales televisivos que más atacaban a la gestión

gubernamental redujeron el nivel de la crítica hacia el gobierno, otros como el caso RCTV, su

señal en televisión abierta fue revocada (Bisbal, 2009) y finalmente cancelada su transmisión

vía cable por continuar su política de confrontación contra el gobierno nacional. La

combinación estratégica de una hábil campaña informativa de los beneficios del gobierno del

Presidente Hugo Chávez unido a la implementación de las Misiones, reforzándose ambos

factores entre sí es una hipótesis alternativa para comprender como políticas sociales que

tenían una cobertura tan limitada de ciudadanos podían tener tanto apoyo y asegurar las

victorias electorales del partidos oficialista del 2004 al 2006.

168

Esta distorsión entre un gran apoyo a una política pública a la que jamás se ha tenido

beneficio alguno por parte del individuo o de un grupo social en específico, puede entenderse

por el grado de legitimidad con que la política se publicita en la opinión pública de una

comunidad política dada. Aquí entra uno de los fenómenos más conocidos de la psicología

social y aplicada en el manejo y estudio de la opinión pública en las sociedades democráticas:

La disonancia cognitiva.

Se puede definir como disonancia cognitiva como “…cuando una persona sostiene dos

conocimientos inconsistentes, esta persona experimentaría un incómodo estado al cual se

denominó disonancia cognoscitiva” (Milburn, 1994). Entiéndase una persona que tiene que

opinar sobre la efectividad y eficacia de una política pública que jamás ha disfrutado pero que

la propaganda gubernamental (ya sea por los medios de comunicación oficiales como por

otros mecanismos) afirma que ha sido exitosa, tiene una situación cognoscitiva incómoda, que

por medio de una estrategia comunicacional adecuada puede verterse hacia uno de los dos

conocimientos: El que la política gubernamental es eficaz.

“Los líderes políticos se enfrentan con frecuencia a situaciones en las cuales sus

partidarios están preocupados por informaciones (revelaciones) que parecen inconsistentes

con sus creencias acerca del líder. Entonces los políticos encaran la tarea de persuadir a sus

electores de que no hay nada de qué preocuparse. En una imaginativa perspectiva, Robert

Abelson (1959) propuso cuatro formas con los cuales los individuos, cuando eran

confrontados lo que llamó “dilema de creencias”, podían resolver la inconsistencia. Los

cuatro modos de resolución de los dilemas de creencias sugeridos eran: 1) Negación, 2)

Apoyo, 3) Diferenciación y 4) Trascendencia” (Milburn, 1994, Pág.: 157). Estos modos

ayudan a comprender que a través de la comunicación política se puede influenciar a la

ciudadanía de una comunidad política, que determinadas por parte del Estado que aunque no

les afecten en lo más mínimo (es decir, no entran en su mundo cotidiano) pueden ser

beneficiosas o perjudiciales a toda la sociedad o al sujeto en sí.

Stuart Oskamp (1977) define la percepción humana como inmediata, selectiva,

estructurada, estable y significativa. Por lo tanto la percepción que tiene el sujeto de su

entorno es muy exacto o verídico, en cambio la percepción social “ocasionalmente se

equivoca, ya que la percepción social tiende probablemente a ser más inexacta, ya que sufre

de numerosas fuentes de subjetividad y de falta de fiabilidad” (Oskamp, 1977, Pág.: 22). Las

169

diferentes fuentes de subjetividad con que se construye la Opinión Pública, donde las

estructuras de poder con mayor capacidad de organizarse pueden imponer su visión subjetiva

de la realidad pueden generar percepciones poco fiables sobre la realidad ante un buen número

de sujetos que integran a una sociedad. En una sociedad polarizada políticamente, las fuentes

de interpretaciones subjetivas de la realidad abundan en gran fuerza y pueden generar

percepciones de la realidad poco confiables a una gran cantidad de personas.

“La Teoría de la Congruencia indica que una determiando nivel de cambio de actitud

se produce como resultado de un comunicación única sobre un tema, aunque no se espera que

ocurra instantaneamente. Sin embargo, la teoría tiene algunas mellas en su formulación. Una

de ellas es el efecto corrector de la incredulidad, que se hace necesaria cuando los canales de

comunicación tratan de imponerse sobre una gran discrepancia en las actitudes” (Oskamp,

1977, Pág: 235). La teoría de la congruencia que nos presenta Oskamp (1977) tendría sentido

en una sociedad en que los hechos se puede presentar bajo solo una versión, sin fuentes

alternativas de comprensión, lo cual no es el caso venezolano, en que la teoría de la disonancia

cognitiva en un ambiente de polarización política tiene más sentido.

El escepticismo no es la única forma de escapar en la determinación de una específica

forma de percepción de la realidad, pero tampoco es necesaria cuando no existe una gran

discrepancia entre valores y creencias (una Misión de carácter de salud orientada a los más

pobres es altamente beneficiosa y efectiva a toda la sociedad venezolana y por lo tanto se debe

defender por medio del voto). Los cuestionamientos alternativos a la eficacia del sistema

público de salud siguen existiendo en los medios de comunicación no estatales en la sociedad

venezolana, aunque cada vez con menos fuerza que en años anteriores (Bisbal, 2009), por lo

tanto el generar disonancia cognitiva ante alguien al que se le presente la Misión Barrio

Adentro como una mejora al sistema de salud es un fenómeno muy probable dadas estas

circunstancias.

Esto sería nada más y nada menos que especulación teórica, si no contáramos con

alguna prueba empírica de que este fenómeno puede estar dándose en la sociedad venezolana

en los últimos años y haya sugestionado la poca coherencia entre los indicadores de salud y la

opinión pública sobre el sistema de salud venezolano. La encuestadora Hinterlaces,

especializada en información estratégica para empresas particulares y una encuestadora de

alcance nacional, se distingue de otras competidoras en el mismo ramo por el uso de las

170

técnicas de análisis cualitativo (Grupos focales) para detectar los patrones mentales que

determinan una actitud política dada en la sociedad venezolana y comprobar su veracidad a

través de métodos cuantitativas (encuestas de campos o de llamada telefónica).

Uno de sus reportes internos, titulado “Percepciones sobre las misiones por parte de los

venezolanos” (2008), afirma que “pareciera que los mayores defensores de las Misiones

sociales del gobierno bolivariano parece no sólo detectarse en los individuo autodenominados

chavistas (ya que también hemos localizados NI-NI y hasta opositores defendiendo las

Misiones) sino entre quienes jamás han experimentado los beneficios de alguna Misión o

están tan insertos en la maquinaria partidista del oficialismo (personas que reciben a su vez

una Misión Social, trabajan como empleados públicos y son pertenecientes a la Reserva

Nacional) son quienes afirman con mayor ahínco la efectividad de las Misiones sociales

implementados por el gobierno bolivariano… En contraste, quienes atacan más el efecto de

las misiones, no son opositores ni miembros de los estratos A y B de la sociedad, sino quienes

han sido la población a quien se dirige la misión y la han experimentado o quienes tienen

conocidos que han experimentado los “beneficios” de las Misiones Bolivarianas”.

(Percepciones sobre las misiones por parte de los venezolanos, 2008, Pág: 3).

Acompañadas de estas declaraciones el informe interno de Hinterlaces presenta una

serie de testimonios que refuerzan sus argumentos de que entre quienes defienden con mayor

fuerza las Misiones nunca han sido beneficiadas de las mismas. Por no comprometer la

identidad de los entrevistados y no sobresaturar de testimonios esta parte de la investigación

presentaremos algunas de las más representativas por parte del informe:

“¿Las misiones están funcionando bien? Las Misiones si tienen un buen

funcionamiento, mucha gente que no sabía ni leer y escribir está aprendiendo, ya saben leer y

escribir. Muchos están formando parte de la Iglesia. Se creó la ley de los Consejos

Comunales, hay que concientizar mucho. NI-NI, mujer, adulto. Estrato C. El Cementerio-

Libertador.

Las misiones. Me parece bien. ¿Y eso que dicen que la calidad no es buena, que has

escuchado? Realmente no he estudiado allí, pero he escuchado que a algunas personas que

está bien, pero si de verdad me parece que mejoren la preparación del alumno. NI.NI, mujer,

joven. Estrato E. Las Minas-Baruta.

171

Yo por lo menos no estudié en ninguna misión, yo pago mi universidad, pero aún así

yo estoy de acuerdo con sus misiones. NI-NI, mujer, joven, estrato E. Petare.

Lo malo del gobierno es lo que pasó con la a tragedia. Lo bueno, que hay educación,

hay universidades, hay unas misiones llamadas Misión Sucre, Misión Ribas. Misión Negra

Hipólita, donde uno ha aprendido a leer. Eso son cosas buenas, por lo menos han puesto eso

de los Mercales, que hay muchas personas que si se han cuidado mucho con lo del Mercal,

que eso ayuda. Chavista, mujer, adulto. Estrato E. Estado Vargas.” (Percepciones sobre las

misiones por parte de los venezolanos, 2008, Págs.: 5-6).

Hay que fijarse que ninguno de los defensores de las misiones ha dicho que se ha visto

beneficiado por las mismas y siempre atribuyen su efecto positivo a terceras personas en

plural. Muchos se informan de la calidad de las Misiones por terceros indeterminados (“he

escuchado algunas personas por allí), otros dicen abiertamente que jamás han estudiado o

disfrutado de los beneficios de una misión, pero moralmente lo apoyan (como en el caso del

tercer testimonio), y otros para alabar la gestión del gobierno nombra un gran número de

misiones que por su población objetivo en específico de cada una, no pudo haber sido

beneficiarios de todas ni nombra a nadie en específico que conozca que se haya beneficiado de

las mismas.

La defensa de las misiones, en términos de Easton (1965) es para generar apoyo difuso

al gobierno del presidente Hugo Chávez, para que se hable bien de algo que no se conoce más

allá de la propaganda y en que la mayoría de los venezolanos no han sido beneficiados por las

misiones por las cifras registradas tanto por el CENDES como por Datanálisis. Esto sin duda

genera una percepción socialmente positiva de las misiones por parte de los venezolanos, que

pueden tener sus altibajos cuando otros factores (como fuentes alternativas de información a la

oficial sobre la eficacia de las misiones por ejemplo) entran en juego.

Mientras tanto, a nivel cotidiano donde el ser humano construye su percepción de la

realidad más exacta y precisa, quienes experimentan de primera mano los efectos de la misión

u obtienen información de la misma de fuentes completamente cercanas a su persona, tienen

172

una percepción francamente negativa de los efectos de las misiones en la colectividad

venezolana o al menos en su caso particular.

“Ya hace como un año que la gente entra en las universidades directamente, eso ha

causado por lo menos que al lado de donde yo estudio, la UNEFA, y en esa universidad yo

digo que entra cualquier tipo de persona, hay personas que están a punto de graduarse allí o

están a mitad de carrera, y usted les oye y lo que son en su mayoría son malandros, que no se

saben expresar. Por eso yo pienso que para ingresar en una universidad no puede ser todo el

mundo, uno debe tener una educación cultural de su hogar. En la Universidad no le van a

decir “Mira, no puede ser malandro, tú tienes que ser así”. Entonces se gradúan, no todos

pueden ser… NI-NI, hombre, adulto. Estado Vargas.

Pero una de las cosas que ha hecho, por ejemplo las Misiones, yo tengo una alumna

que estudia en la Misión Ribas, ya que quiere sacar el 5º año, pero ella me dice que ella no le

gusta la Misión porque la ponen a ver pura cosa, puros videos, más nada. No mandan

trabajos, no adelantan nada, por eso ella me dice que no aprende nada. Entonces ella me dice

“Mejor me inscribo en una cosa paga, salgo mejor preparada que en esas misiones que no

estoy saliendo bien preparada”. Chavista, mujer, joven. Estado Vargas.

No sé si esas misiones son buenas, yo nunca he tenido contacto con ese tipo de cosas.

Pero una amiga que estudió en Misión Bachiller, no sé cómo se llama, Ribas, esa, ella iba

sólo porque le pagaban un dinero, le daban una beca. No iba porque le nacía, ella iba porque

mensualmente le daban su dinero, ejercía su cuestión, “Ay este mes, me compro el zapato más

caro”. La cuestión está que ella es bachiller, y yo le hice preguntas que me llegaron a hacer

cuando yo estudiaba y esa niña no tenía la menor idea. Está lo que te comenté ayer, en mi

trabajo a una bachiller le dije que escribiera una cosa: “Bienvenidos a mi casa” y lo hizo con

K. Oposición, mujer, adulto. Estrato E, Petare.

A mí una muela me la sacaron en la Misión Barrio Adentro, me la acomodaron, la tipa

parecía que estaba matando un cochino. “Pero señora, me duele”, “Acaso no eres hombre”

173

me contestó. “Por supuesto que soy hombre” le digo, me afinco y gracias a Dios una mujer

me la quitó, una venezolana supongo que estaba a favor mío. Me mandaron un poco de pepas

para que se me calmara el dolor, ¡Y la muela estaba buena! Más nunca vuelvo a esa cosa. NI-

NI, hombre, adulto. El Valle-Municipio Libertador.

Ahorita rapidito les cuento esto, a mí me atendió una cubana, cuando estaba en

estado y no lo sabía. En una clínica popular de la Andrés Bello, y me hizo un Eco, se vio esto

(señas con las manos). Y luego me hicieron una endoscopia, y me pasaron una manguera, de

bromita no me mataron a mi hija. Me dijeron que era un quiste lo que tenía, pero en verdad

era mi hija, la pudieron haber matado. No sabía, la doctora era una cubana, me dice “tienes

un quiste”, no puede ser ¿Qué tiene que ver un quiste con el malestar que siento? Me hicieron

un eco, después la endoscopia y por poco no mataron a mi hija en mi útero. Y después fui a

una clínica normal, una amiga me acompañó a hacerme un examen, y salió positivo. NI-NI,

mujer, joven. Estrato D. El Cementerio, Municipio Libertador.

¿Cómo es Barrio Adentro? Bueno, las instalaciones son acordes a lo que explicaron,

porque si la medicina, si lo otro. Por lo menos las máquinas de tomografía, esa son

excelentes. ¿Qué pasa entonces? ¿Qué pasa? Como te digo y te explico Ellos no… a la hora

de una eventualidad, le llegan 7 pacientes traumatizados de una colisión de 2 vehículos, se

colapsan. Por lo mínimo se le han muerto 3. Tú sabes que se van a morir porque no saben. No

están capacitados, esa es la única medicina que saben. Los médicos venezolanos sí, y si vamos

ahora los médicos venezolanos son muy buenos. Tenemos todo para regalar. NI-NI, hombre,

adulto. Estado Vargas.

¿Los Centros de diagnóstico integral en Vargas? No funcionan… Entonces si tú llevas

los resultados de un centro médico por ejemplo al periférico de Pariata, no te lo reciben. A mi

pareja la tuvimos que trasladar de un Centro Integral por apendicitis y no lo querían recibir,

la ambulancia allá fuera y el allí. ¿Por qué? Porque era un diagnóstico cubano. NI-NI,

mujer, joven. Estado Vargas” (Percepciones sobre las misiones por parte de los venezolanos,

2008, Págs: 7-8).

174

Quienes experimentan los efectos de la Misión en cuestión, en especial en el caso de la

Misión Barrio Adentro, no hablan bondades de la Misión en sí, y en la mayoría de las

ocasiones cuestionan la calidad del servicio gracias a la información de primera mano que

disfrutan por su experiencia o por la de un cercano. Algunos desconocen cómo funciona la

misión, pero un conocido con suficiente confianza le describe en qué consiste la Misión de una

manera que se origina una percepción social negativa sobre la misión o la experiencia propia

de la persona es suficiente para confirmar que la calidad de la Misión no es la pregonada por la

propaganda oficial. Estas percepciones no son publicitadas por los grandes medios estatales y

posiblemente tampoco por los medios de comunicación privados adversos al ejecutivo

nacional, lo cual permite que la inmensa cantidad de venezolanos que no son beneficiarios de

las Misiones sociales del gobierno tengan una percepción social positiva de las mismas, pero

cuando se le confrontan con los efectos objetivos de la Misión se origina la disonancia

cognoscitiva.

La disonancia en muchos casos, en los estudios realizados por Hinterlaces se resuelven

a través de las diferentes técnicas de resolución de la disonancia. Según Milburn (1994) la

disonancia cognoscitiva se suele resolver de cuatro maneras:

1.- Negación: Se elimina la inconsistencia simplemente negando que existe.

2.- Apoyo: Se añade elementos a un par inconsistente de cogniciones para que la

inconsistencia sea abrumado por otros elementos consistentes.

3.- Diferenciación: La persona divide en dos partes un elemento particular, uno

inconsistente y el otro consistente, restaurando así el balance.

4.- Trascendencia: Crear una nueva estructura cognoscitiva usando elementos de la

estructura desbalanceada.

En el informe de Hinterlaces, se registran procesos en que se demuestran el proceso de

disonancia cognitiva, cuando el moderador confronta al entrevistado que afirma de las

bondades de las políticas e intenciones del gobierno, con cifras o afirmaciones que

desbalancean las afirmaciones positivas de los resultados. A continuación algunas

demostraciones de este fenómeno.

175

“Por allí dicen que este es el gobierno que menos viviendas ha construido. Ellos se basan en

las cifras del Ministerio de Viviendas. Allí se demuestra según cifras del Ministerio de

Interior y Vivienda, que este es el gobierno que menos viviendas ha construido desde 1958,

a pesar que ha invertido más recursos que otro gobierno. Del Ministerio de finanzas

encuentran, que la Deuda Externa Venezolana ha crecido en un 40%, a pesar que es el

gobierno que más se ha inundado de dinero por concepto de venta de petróleo. PDVSA se

acaba de endeudar, 16 millardos de dólares. De la mitad de ese tiempo se han cerrado la

mitad de las empresas que existían en 1998, y en los últimos 10 años, la inversión extranjera

que permite generar empleo se ha reducido a casi 0. ¿Qué crees tú? No sé, yo tengo mi punto

de vista. ¿Si eso fuese cierto? Yo voy a hablar como una chavista, yo he visto que han

construido viviendas, además hay más cosas. Por eso yo opino… Pero te digo que el

Ministerio de la Vivienda, del Gobierno, dice que no se han construido tantos como

parecen. Que eso es un error, lo que pasa es que el ministro anterior no hacía. ¿Qué

pensarías? Bueno como chavista te voy a decir que no, exacto. ¿Y que la deuda ha crecido?

No, incluso están todos en la Avenida Lecuna, que se van a construir bastantes viviendas.

Entonces es un error que ellos digan que no se han construido. ¿Tú crees en el Presidente?

Claro, en lo que me dicen y en lo que veo. Chavista, mujer, adulto. Estrato D, Municipio

Libertador, Sector El Cementerio.

Cuando él dice por ejemplo “estamos construyendo muchas viviendas” porque los datos del

Ministerio de la Vivienda dice que este es el gobierno que menos viviendas ha construido.

Que cuando él dice que hay puras cooperativas, la mayoría de las cooperativas no

funcionan. Que cuando financia una empresa, la empresa no funciona o tiene problemas y

se arruina, que Venezuela se está endeudando, a pesar que hay más ingresos, la deuda

externa ha aumentado. O se endeudo Venezuela se endeudó con China por 4 millardos de

bolívares, que cada vez que saca bonos, si esto fuese verdad, si esto fuese verdad, entonces él

estaría engañando a los venezolanos, que creen en él. Si todo esto fuese verdad, que el

tolera la corrupción porque la tiene de frente. Los demás presidentes lo hacían. Si lo está

haciendo, es porque es un ser humano. Suponiendo que lo está haciendo. ¿Qué pensarías tú

si fuese la verdad? Es que nosotros los venezolanos hemos estado recibiendo mentiras toda la

vida, entonces que si el Presidente Chávez está diciendo mentiras, es estar en una posición de

176

no querer creer. Es que siempre nos han dicho siempre tantas mentiras, pero tantas mentiras

que es difícil de detectar cuando te dicen la verdad. Entonces supongamos que el Presidente

Chávez está diciendo mentiras, uno más del montón, se va a caer. ¿Qué pasaría? Pienso que

si hemos vivido toda la vida de mentiras, sería una decepción demasiado grande. Porque

claro el dice esto, es una falta de respeto como le faltan el respeto a él. Sería una decepción

que se llevaría a todos. Chavista, mujer, adulto. Estrato E. Municipio Sucre, Barrio El

Carpintero.

¿Por qué crees que se han construido tan pocas viviendas en los últimos años?

Según cifras del Ministerio de la Vivienda, este es el gobierno que menos viviendas ha

construido en toda la historia democrática del país. Unos dicen que hay menos viviendas,

otros dicen que hay más viviendas, porque usted va para Valencia, son viviendas que están

haciendo, usted va para Charallave y vivienda es lo que están haciendo, pero la cuestión no

es que le van a hacer la casa a ella… ¿Pero cuando tú ves la cifra del Ministerio que dicen

que este es el gobierno que menos viviendas ha hecho, que pensarías tú? Está mintiendo,

porque yo no tengo esas estadísticas del ministerio que ha hecho menos viviendas, se ha

hecho mucho más viviendas. ¿Sabe la cantidad de gente que salió de aquí, con viviendas

hacia afuera? Chavista, mujer, tercera edad. Estrato E, Parroquia El Valle, Municipio

Libertador.” (Percepciones sobre las misiones por parte de los venezolanos, 2008, Págs.: 10-

11).

En el primer testimonio y en el tercero vemos un ejemplo de Negación. Las

entrevistadas niegan que las afirmaciones del entrevistador sean ciertas, incluso insinúan mala

intención del entrevistador. Además añaden algunos elementos de Apoyo en ambos

testimonios. En el primero se dice “Creo en lo que me dicen y en lo que veo” y en la tercera

“¿Sabe la cantidad de gente que salió de aquí, con viviendas hacia afuera”. En la segunda, el

caso se inicia con Apoyo únicamente, al decir que si el Presidente mintiera, eso no lo hace

peor que los anteriores que también lo hacían.

En conclusión, podemos decir que la pobre conexión entre los indicadores de

desempeño del sistema de salud venezolano con la Opinión Pública venezolana, es que entre

ellas media un conjunto de elementos distorsionadores (posiblemente la propaganda oficial o

la legitimidad moral de la Misión) que hacen que las mismas no sean coherentes entre sí

177

mismas entre los años 2003-2007. En una sociedad políticamente polarizada esto es

comprensible y altamente entendible, confirmando que la construcción de la opinión pública

es la suma de opiniones subjetivas sobre un tema de interés público y no una medición

inapelable de datos objetivos sobre la realidad humana.

178

CAPÍTULO V: CONCLUSIONES.

El objetivo principal de esta investigación era describir como evaluaba la Opinión

Pública venezolana las políticas en materia de salud pública del gobierno central venezolano,

desde inicios del 2003 hasta diciembre del 2007, en comparación a los indicadores de

desempeño del gobierno central venezolano dentro de ese mismo período en materia del

sistema de salud nacional. Dividimos este objetivo en describir como se ha comportado el

desempeño del sistema de salud venezolano durante los años estudiados (añadiéndose el año

2002 para hacer más contraste con la irrupción de la Misión Barrio Adentro en el

comportamiento de esas variables) con base a los indicadores del estado de salud de la

población; describir como se comportó la opinión pública venezolana entorno a su nivel de

apoyo o desaprobación al sistema público de salud nacional (nuevamente añadiendo el año

2002 antes del período 2003-2007 para conocer el efecto de la Misión Barrio Adentro); y con

base al cumplimiento de estos dos objetivos secundarios, analizar el grado de conexión que

existe entre los índices de desempeño del gobierno central en materia de salud y la percepción

de la opinión pública con dicho desempeño. De la realización de estos objetivos secundarios

se cumpliría el objetivo principal de la investigación: Saber cómo evaluó la Opinión Pública

venezolana la gestión gubernamental del Estado Central en materia de salud pública.

El primer objetivo secundario, conocer el comportamiento de la gestión en materia de

salud pública, se hizo con base a uno der los criterios de la Organización Panamericana de la

Salud para evaluar el desempeño del sistema de salud de un país: monitorear, evaluar y

analizar el estado de la salud de la población (Organización Panamericana de la Salud, 2002).

El estudiar el estado de la salud de la población venezolana bajo el sistema de salud nacional

nos llevó a evaluar un conjunto de indicadores de salud basados en los Objetivos de Desarrollo

del Milenio (Uzcátegui y Toro Merlo, 2009) que en materia médica para los estados firmantes

de la Declaración del Milenio los comprometía a:

- Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de niños menores

de 5 años.

179

- Reducir entre 1990 y 2015 la mortalidad materna en tres cuartas partes.

- Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la propagación del

VIH/SIDA.

- Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la incidencia del

paludismo y otras enfermedades graves.

La medición cuantitativa de estos objetivos médicos basados en las Metas del

Milenio nos llevó a examinar un conjunto de indicadores que englobara como habían

evolucionado la cristalización de estos objetivos dentro del período 2003-2007

(añadiéndose el año 2002 para contrastar el efecto positivo o negativo de la entrada de la

Misión Barrio Adentro para modificar el comportamiento de estos índices médicos) y por

lo tanto el estado de la salud de los venezolanos con respecto al sistema de salud nacional.

Esto implico el examinar siete (7) indicadores específicos de carácter médico para

averiguar cómo había evolucionado Venezuela con relación estos indicadores del estado de

la salud de la población venezolana construidos bajo los criterios de los Objetivos del

Milenio: Razón de muertes maternas entre los años 2003-2007, la tasa de muertes

perinatales entre los años 2003-2007, el número de vacunas colocadas por enfermedad

entre los años 2005-2007, el comportamiento de los principales causas de muerte de niños

entre 1 y 4 años entre los años 2003-2007, el comportamiento de las principales causas de

muertes de niños menores de 1 año entre los años 2003-2007, Número de muertes por

enfermedades endémicas entre los años 2003-2007 y el número de infectados por

VIH/SIDA entre los años 2003-2007 , con base a los objetivos del milenio.

Estos indicadores en varios casos se subdividieron a su vez en otros indicadores

para tener una visión más precisa del comportamiento de los indicadores estudiados: Las

muertes perinatales se dividieron en quienes morían antes de los 28 días de nacidos, y

quienes los hacían entre los 28 días y 11 meses de nacimiento; el número de vacunas

colocadas se evaluó por separado: la tasa de cobertura de vacunación de pentavalente,

antipolio, antirotavirus, BCG, antiamarílica y trivalente viral.

180

Entre el comportamiento de la muerte de niños entre 1 y 4 años, se estudio

globalmente la mortalidad de este sector de la población venezolana, para estudiar luego

en específico las causas de muertes que tenían que ver con la atención médica primaria

para prevenir las principales enfermedades que incidían en este tipo de muertes (no todas

las muertes de niños entre 1 y 4 años se debían por razones sanitarias): Tasa de muertes

por enfermedades infecciosas intestinales de niños entre 1 y 4 años , tasas de muerte por

influenza y neumonía de niños entre 1 y 4 años, y tasas de muertes de niños entre 1 y 4

años por enfermedades respiratorias durante los años 2002-2007. Finalmente para estudiar

la incidencia del paludismo y otras enfermedades endémicas se estudió la evolución del

2002 al 2007 de la tasa de muertes por paludismo y tuberculosis, las principales

enfermedades de carácter endémica en Venezuela según los anuarios de mortalidad.

Al tenerse construido estos indicadores, se procedió a hacer una evaluación

comparativa del comportamiento de los mismos en Venezuela frente a otros países como

Colombia y Chile. Colombia, como país vecino a Venezuela y con similitudes en su

población en cuanto a estructura social y acervo cultural con respecto a nuestro país, servía

como ejemplo comparativo de cómo un país con los rasgos de Venezuela debería

comportarse de acuerdo a los índices de salud construidos con base a los Objetivos de

Desarrollo del Milenio. Chile, como país con los mejores indicadores de desarrollo

humano de la región según la CEPAL (CEPALSTAT, 2010) tendría el papel de cuál sería

el nivel óptimo a aspirar en Latinoamérica en materia de los indicadores construidos en la

presente investigación sobre el estado de salud de la población con relación al sistema de

salud público. Es decir, que medida cada país y su sistema nacional de salud afectaban el

estado de la salud de sus habitantes, uno de los criterios de evaluación del desempeño del

sistema de salud contemplados por la OPS (2002).

De la comparación entre los 3 países se pudo concluir que Venezuela ha tendido a

mejorar los indicadores de salud adoptados en esta investigación, de manera superior o al

menos muy similar a los de Colombia, aunque inferiores a un país de tan elevado índice de

desarrollo humano como Chile. En contraste, en materia de vacunación, su cobertura ha

ido reduciéndose mientras que en el caso colombiano y chileno ha ido aumentando. Esto

llevaba la necesidad de estudiar de manera particularizada la evolución de los indicadores

de la investigación dentro del período de tiempo establecido: 2002-2007. Así se conocería

181

a que magnitud habían evolucionado positiva o negativamente los indicadores en

Venezuela según su propio historial de salud pública.

Con base a ese estudio llegamos a las siguientes conclusiones:

- La razón de muertes maternas en el país del 2002 al 2007 se redujo de 68 muertes

por cada cien mil habitantes en el 2002, a 56,8 muertes por cien mil habitantes

paras el 2007, con altibajos entre los años 2005 y 2006, en que la cifra aumentó

hasta 59,9 y 60,5 muertes por cada cien mil habitantes en los respectivos años.

- La tasa de muertes perinatales implicó varios comportamientos según el grupo

estudiado: Los niños menores a 28 días de nacidos del 2002 al 2007 redujeron su

tasa de mortalidad por cada cien mil habitantes de 10,20 muertes a 9,80 muertes

por cada cien mil habitantes. En el caso de los niños entre 28 días de nacidos y 11

meses, la tasa se redujo de 5,3 muertes por cada cien mil habitantes en el 2002 a

4,20 en el 2007. En el caso de muertes por afecciones perinatales, se redujo desde

el 2002 de 9,84 muertes por cada cien mil habitantes a 8,08 en el 2007, habiendo

un rebote de la tasa de mortalidad entre los años 2006-2007, donde se pasó de 7,67

muertes por cada cien mil habitantes a 8,08 muertes por cada cien mil habitantes.

- En el caso de las muertes de niños entre 1 y 4 años, se registró una reducción de

muertes por cada cien mil habitantes de 75 a 56 muertes por cada cien mil

habitantes, habiendo un rebote fuerte en el año 2003 que alcanzó las 96 muertes por

cada cien mil habitantes. Desglosando las principales causas de muertes por

enfermedad de niños entre 1 y 4 años, se tuvo registro que la tasa de mortalidad por

enfermedades infecciosas intestinales se redujo ligeramente de 10 por cada cien mil

habitantes a 7 por cada cien mil habitantes, con un importante rebote de estas cifras

entre los años 2002 al 2003 (se pasó de 10 a 18 muertes por cada cien mil

habitantes). Dentro de las tasas por muertes por neumonía, se redujo la tasa de

mortalidad de 8 muertes por cada cien mil habitantes a 6 por cada cien mil

habitantes, con importantes rebotes entre los años 2002 al 2003 (donde se pasó de 8

a 12 muertes por cada cien mil habitantes) y del 2006 al 2007, donde la tasa

aumentó de 5 a 6 muertes por cada cien mil habitantes. Y en el caso de niños entre

182

1 y 4 años muertos por enfermedades respiratorias, la tasa se mantuvo igual entre el

2002 al 2007 en 1 por cada cien mil habitantes, con incrementos de hasta 2 muertes

por cada cien mil habitantes del 2002 al 2003, y reducciones significativas del 2004

al 2005 de 1 muerte a 0,4 muertes por cada cien mil habitantes hasta llegar

nuevamente a la misma cifra del año 2002 durante el 2007: 1 muerte por cada mil

habitantes.

- En materia de vacunación, la cobertura en vacunación pentavalente se redujo del

2005 al 2007 de 81% de los niños menores de 1 año a 61%. En la vacunación

antipolio, la vacunación se redujo de 80% de cobertura a 67% entre los años 2005

al 2007. En la vacunación antirotavirus, la cobertura entre el 2005 y el 2007 se

incrementó de 26% para el 2006 a 29% en el 2007. La vacunación en materia de

BCG la cobertura se redujo entre 2005 y 2007 de 95% a 82%. En el caso de la

vacunación antiamarílica, la cobertura entre los años 2005 al 2007 se redujo del

80% al 57%. Y en el caso de la vacunación trivalente viral, la cobertura entre el año

2005 al 2007 se redujo de 76% de cobertura a 56%.

- En el caso de las infecciones por VIH/SIDA el número de infectados aumentó

107.028 personas para el 2003 a 133.080 para el 2007 (de 4,57 infectados por cada

cien mil habitantes a 4,84).

- En el caso de las enfermedades endémicas, las tasas de muertes por paludismo se

redujeron del 2002 al 2007 de 0,0009 muertes por cada cien mil habitantes a

0,0005, habiendo altibajos entre el 2002 en que la cifra se elevó hasta 0,0010,

pasando luego a una reducción constante hasta llegar a 0,0005 muertes por cada

cien mil habitantes. En el caso de la tuberculosis, la tasa de muertes por cada mil

habitantes debido a la enfermedad se redujo de 0,027 muertes por cada cien mil

habitantes, a 0,024 por cada cien mil habitantes para el 2007, habiendo un

incremento de esa mortalidad entre los años 2004 al 2006, en que la cifra pasó de

0,020 muertes por cada mil habitantes hasta 0,023 en el 2006.

183

En conclusión durante los años 2002 al 2007, las tasas de muertes perinatales,

infantiles y tuberculosis empezaron a reducirse a partir del año 2004, un año después de la

implementación de la Misión Barrio Adentro (los casos de razón de muertes maternas se

mantuvo en ascenso hasta el año 2006 y el paludismo es 50% superior al de 1998). El número

de infectados por el VIH/SIDA pasó de una tasa de 4,57 infectados por cada mil habitantes a

4,84 entre los años 2003 al 2007, lo cual es natural en una población que tiende a un

crecimiento vegetativo. En el caso de la cobertura de la vacunación, excepto en el caso de la

cobertura de la vacuna antirotavirus, la cobertura de vacunación se redujo del 2005 al 2007, y

en todo los casos por debajo del 90% de cobertura de niños menores de 1 año de nacido, la

cifra aceptable de cobertura de vacunación a nivel internacional de menores de 1 año de

nacido.

Pasando al segundo objetivo secundario de nuestra investigación, procedimos a medir

como evaluaba el sistema de salud público venezolano por parte de la Opinión Pública

venezolana, desde el año 2003 hasta el año 2007 usando las cifras tanto de la encuestadora

Datanálisis como del Latinobarómetro. En términos brutos los niveles de satisfacción con la

gestión del Estado Central en materia de salud pública pasaron del 2002 al 2007 de un 22,7% a

un 58,1%, donde en agosto del año 2006 se alcanzó el máximo de satisfacción con el sistema

de salud público con un 72,4% de aprobación por parte de la opinión pública venezolana para

luego descender paulatinamente hasta el 58,1% registrado en noviembre del 2007. El nivel de

insatisfacción con la gestión gubernamental en materia de salud entre el 2003 y el 2007, para

julio del 2003 era que el 76,1% de los venezolanos se sentían insatisfechos con la gestión del

gobierno central en materia de salud y en noviembre del 2007 esa cifra era de 39,4% de los

venezolanos se sentían insatisfechos con la gestión gubernamental en materia de salud. El

punto más bajo de esta desaprobación fue en abril del 2006, donde sólo el 24,5% de los

venezolanos se sentían insatisfechos con el sistema de salud del gobierno central.

Incluyendo el año 2002 y promediando todas las evaluaciones hechas por Datanálisis

en un solo año, para restar el número de sujetos satisfechos con la gestión gubernamental en

materia de salud con el número de sujetos insatisfechos en materia de salud para el 2007,

vemos que para el año 2002, el -28,60% de los venezolanos apoyaban de manera neta la

gestión del Estado Central en materia de salud, mientras que en el 2007 la aprobación neta a

184

la gestión en materia de salud pública se expresa en números positivos de 29,73% de apoyo.

En medio de este intervalo, en el 2003 se registra el nivel más bajo de aprobación neta al

sistema de salud del Estado Central en -42,90% y el nivel de apoyo más alto en el año 2006,

con 41,50%. En conclusión, en números elaborados la Opinión Pública pasó de apoyar el

sistema de salud público de un 22,7% en el 2002 a elevar esa cifra hasta 58,1% en el 2007,

alcanzando una cifra espectacular de aprobación bruta al sistema de salud en agosto del 2006

con 72,4% que apoyaban el sistema de salud del gobierno central. Restando aprobación menos

desaprobación, de números negativos -28,60% en el 2002 la Opinión Pública elevó su

apreciación del sistema público de salud hasta 29,73% en número positivos, alcanzando en el

2006 su cifra de mayor aprobación neta de 41,50%. El gobierno logró en 5 años mejorar la

imagen del sistema público de salud, especialmente desde la entrada de la misión Barrio

Adentro al sistema de salud público nacional.

En el caso del Latinobarómetro, usando la escala de Likert, registró que en el año 2003

sólo el 44,6% de los venezolanos estaban muy satisfechos o más bien satisfechos con el

sistema de salud venezolano, en contraste con el año 2007, en que 77,2% de los venezolanos

estaban muy satisfechos o más bien satisfechos con el sistema de salud público nacional. En el

caso contrario, en el año del 2003, 55% de los venezolanos estaban no muy satisfechos o nada

satisfechos con la gestión en materia de salud del gobierno central, cifra que se reduce a 11,4%

de venezolanos que estaban no muy satisfechos o nada satisfechos con la gestión en materia de

salud del Estado Central. En conclusión, ya sea por Datanálisis en términos dicotómicos o

Latinobarómetro por escala de Likert los venezolanos del 2003 al 2007 mejoraron

sustancialmente su percepción sobre la gestión en materia de salud por parte del Estado

Central.

En el tercer objetivo secundario de nuestra investigación, que a su vez engloba el

objetivo principal de la investigación, que es analizar el grado de conexión entre la percepción

de la Opinión Pública sobre el desempeño del sistema nacional de salud y los índices de

desempeño del sistema de salud por mediciones objetivas, podemos decir a nivel general que

no existe globalmente una conexión entre ambas variables. Se correlacionaron

descriptivamente 16 tasas y porcentajes que sirvieron para evaluar el desempeño en materia de

salud del gobierno durante los años 2002-2007, con el porcentaje de aprobación neta de la

Opinión Pública venezolana hecha por la empresa Datanálisis durante esos años (luego de ser

185

restada previamente el promedio de aprobación menos el promedio de desaprobación de las

evaluaciones a la gestión de salud), dando como resultado que 15 dieron una conexión muy

débil o nula entre Opinión Pública y desempeño del sistema de salud público evaluado con

base al estado de salud de la población.

De los dos restantes, sólo el número de muertes de niños entre 1 y 4 años tenía

coherencia con la evaluación que tenía la Opinión Pública sobre el sistema de salud nacional,

pero el mismo estaba condicionado por un conjunto de factores que no dependen del

desempeño del sistema de salud para determinar la muerte de los niños entre esas edades. De

los factores de que si afectan en materia médica en las tasas de mortalidad de los niños entre 1

y 4 años con mayor fuerza en nuestro país (enfermedades infecciosas intestinales, neumonía e

influenza, y enfermedades respiratorias) el nivel de conexión con la Opinión Pública es tan

débil que se consideró no relevante para decir que el desempeño médico había condicionado

de alguna forma la opinión pública venezolana en materia de mortalidad de niños entre 1 y 4

años de edad.

En resumen, la conexión entre desempeño del sistema de salud público del gobierno

central en Venezuela, especialmente desde la entrada de la Misión Barrio Adentro en el

sistema de salud, guarda una relación muy débil de condicionamiento de las percepciones que

tiene la Opinión Pública en materia de cómo funciona el sistema de salud nacional público. La

Opinión Pública venezolana entre el 2003 al 2007 es poco dependiente del desempeño

objetivo del sistema de salud nacional con base al estado de salud de la población y hace

pensar que variables de otro tipo son las que han condicionado las variaciones de la opinión

pública dentro de esta materia.

Lo anterior refuta nuestra hipótesis original de que la Opinión Pública venezolana

estaba en consonancia con la evolución de los índices de desempeño del sistema público de

salud durante el período 2003-2007. Índices de desempeño que se deterioraban del 2002 al

2003 en muchos casos, respondían a mejoras sustanciales del nivel de apoyo de la Opinión

Pública en materia del sistema de salud nacional, al igual que el año 2006 en que muchos

indicadores se deterioraron notablemente, la Opinión Pública llegó a su máximo de apoyo al

sistema de salud público venezolano. Es decir, la política pública de salud que posibilitaba la

mejora o desmejora de los indicadores de las condiciones de salud de la población venezolana,

186

no era la que afectaba la percepción de la opinión pública nacional sobre el estado del sistema

de salud.

Adicionalmente, en muchas ocasiones cuando la evolución de una percepción positiva

o negativa del desempeño del sistema de salud público era coherente con los indicadores de

salud, el comportamiento de ambas variables era desproporcionada, donde una muy pequeña

(y en muchos casos insignificante) modificación de un índice de desempeño en materia de

salud con relación al estado de salud de la población, se traducía en enormes variaciones en la

percepción que tenía la opinión pública sobre la eficacia y efectividad del sistema público

nacional de salud.

Esto pudiera llevar a la conclusión que lo que sugestiona a la Opinión Pública en

materia de desempeño del Estado Central en materia del sistema de salud público, no está en

el desempeño del sistema de salud público traducido en estado de salud de la población, por

parte del gobierno sino en otros factores. Asomamos de manera tentativa, para futuras

investigaciones sobre el fenómeno, que los elementos que posiblemente influyeron en la

opinión pública alrededor del tema del sistema de salud nacional rondan por un lado, el grado

de reconocimiento popular que provocó la introducción de la Misión Barrio Adentro al

acercar el sistema de salud a los estratos D y E de la sociedad venezolana. El impacto pudiera

haber sido de tal magnitud que dio una evaluación sustantivamente positiva en cuanto a la

percepción de los logros del sistema público de salud por encima de los resultados reales

(Sabatier y Mazmanian, en Aguilar Villanueva, 1993). Adicionalmente, los actores políticos

encargados de la Misión, elaboraron un plan de promoción de esta política de salud, haciendo

énfasis en el proceso de inclusión que se manifestaba a través del proceso de acercamiento del

médico al paciente en las zonas populares anteriormente deficientemente asistidas (Deutsch

1974).

Estas afirmaciones para sostener esta hipótesis alternativa pudieran tener asidero en los

estudios cualitativos hechos por la encuestadora Hinterlaces durante los años 2003-2008

(2008), que denotan que quienes apoyan el sistema público de salud y especialmente las

Misiones Sociales (en particular la Misión Barrio Adentro) nunca habían sido beneficiados ni

por el sistema de salud ni por las misiones y en cambio, su apoyo al mismo se evidencia como

de carácter moral o producto de la promoción gubernamental. Cuando se le confronta a dichos

entrevistados con las cifras reales del desempeño del gobierno en diversas materias de su

187

competencia, sufren de procesos de disonancia cognoscitiva. Lo interesante de este proceso es

cómo los entrevistados buscan resolver la disonancia por medio de la descalificación de las

cifras o por medio de la repetición de mensajes escuchados a través de las campañas oficiales.

Se es consciente de las limitaciones de los métodos cualitativos para generalizar tendencias en

la sociedad venezolana, pero viendo los resultados de nuestra investigación, se puede

considerar que es un punto de partida válido para futuras investigaciones relacionadas con la

indagación de la relación entre opinión pública y desempeño gubernamental.

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por grupos programáticos. Tasas de natalidad 2006. Santiago de Chile. [Web en línea].

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de mortalidad y natalidad 2007. Santiago de Chile. [Web en línea]. Disponibilidad en

Internet en: http://163.247.51.54/nuev/salida/tab01_07.php . (Con acceso el 20 de

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208

DEPARTAMENTO DE ESTADÍSTICAS E INFORMACIÓN DE SALUD.2007. Mortalidad

en la niñez, según grupos de edad, por región y comuna, 2007. Santiago de Chile.

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DEPARTAMENTO DE ESTADÍSTICAS E INFORMACIÓN DE SALUD. 2007. Mortalidad

por grupos programáticos. Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna

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Nacimientos vivos registrados, según entidad federal, de residencia habitual de la

madre, 2000 - 2008. Caracas. [Web en línea] Disponibilidad en Internet en:

http://www.ine.gov.ve/registrosvitales/salida_poblacion.asp?vyears=[years].[2000],[ye

ars].[2001],[years].[2002],[years].[2003],[years].[2004],[years].[2005],[years].[2006],[

years].[2007],[years].[2008]&vmes=%20&sexo=&vsexo=&ventidad=[entidad].[Distrit

o%20Capital%201/],[entidad].[Amazonas],[entidad].[Anzo%E1tegui],[entidad].[Apure

],[entidad].[Aragua],[entidad].[Barinas],[entidad].[Bol%EDvar],[entidad].[Carabobo],[

entidad].[Cojedes],[entidad].[Delta%20Amacuro],[entidad].[Falc%F3n],[entidad].[Gu

209

%E1rico],[entidad].[Lara],[entidad].[M%E9rida],[entidad].[Miranda],[entidad].[Monag

as],[entidad].[Nueva%20Esparta],[entidad].[Portuguesa],[entidad].[Sucre],[entidad].[T

%E1chira],[entidad].[Trujillo],[entidad].[Yaracuy],[entidad].[Zulia],[entidad].[Vargas

%202/],[entidad].[Ignorado]&vregistro=Nacimientos. (Con acceso el 17 de marzo del

2010).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS. 2008. Estadísticas vitales: Nacimientos

registrados por año de registro según entidad de federal, 2008. Caracas [Web en

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http://www.ine.gov.ve/registrosvitales/resnacimiento.asp . (Con acceso el 17 de

marzo del 2010).

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS.2008. Estadísticas vitales: Nacimientos

registrados por año de registro según entidad de federal. 2008. Caracas. [Web en

línea]. Disponibilidad en Internet en:

http://www.ine.gov.ve/registrosvitales/salida_poblacion.asp?vyears=[years].[2000],[y

ears].[2001],[years].[2002],[years].[2003],[years].[2004],[years].[2005],[years].[2006

],[years].[2007],[years].[2008]&vmes=%20&sexo=&vsexo=&ventidad=[entidad].[Di

strito%20Capital%201/],[entidad].[Amazonas],[entidad].[Anzo%E1tegui],[entidad].[

Apure],[entidad].[Aragua],[entidad].[Barinas],[entidad].[Bol%EDvar],[entidad].[Cara

bobo],[entidad].[Cojedes],[entidad].[Delta%20Amacuro],[entidad].[Falc%F3n],[entid

ad].[Gu%E1rico],[entidad].[Lara],[entidad].[M%E9rida],[entidad].[Miranda],[entidad

].[Monagas],[entidad].[Nueva%20Esparta],[entidad].[Portuguesa],[entidad].[Sucre],[e

ntidad].[T%E1chira],[entidad].[Trujillo],[entidad].[Yaracuy],[entidad].[Zulia],[entida

d].[Vargas%202/],[entidad].[Ignorado]&vregistro=Defunciones. (Con acceso el 17

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INDEX MUNDI. 2008. Colombia VIH/SIDA –habitantes infectados con VIH/SIDA. United

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acceso el 19 de noviembre del 2010).

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES EXTERIORES. 2008. Misión

Barrio Adentro I, II, III, IV.Caracas. [Web en línea]. Disponibilidad en Internet en:

http://ceims.mre.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&catid=23&id

=39:mision-barrio-adentro-i-ii-iii-iv . (Con acceso el 13 de marzo del 2010).

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gebycountry.cfm?C=CHL (Con acceso el 22 de marzo del 2010).

211

ANEXOS

1.- Indicadores de desempeño del Gobierno Central en materia de salud

durante los años 2003-2007.

1.1- Razón de muertes maternas: Venezuela.

Años de estudio Razón de mortalidad materna

total

2002 68

2003 57,8

2004 58,5

2005 59,9

2006 60,5

2007 56,8

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

212

Razón de muertes maternas: Colombia

Años

de

estudio

Total Total población del año Razón de mortalidad total

2003 553 861.462 0,64

2004 569 857.109

0,66

2005 506 856.212

0,59

2006 536 856.215

0,62

2007 536 856.434

0,62

Fuente: Anuario de mortalidad de Colombia 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007, con el Departamento de

Administrativo Nacional de Estadística tanto cuadros de nacimientos por área y sexo, según departamento de

ocurrencia como Proyecciones2006-2020 con base a los resultados de las estimaciones 1985-2005 del

Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE).

Razón de muertes maternas: Chile

Años de estudio Total Razón de mortalidad total

2003 33 0,134

2004 42 0,173

2005 48 0,198

2006 47 0,193

2007 44 0,182

Fuente: Ministerio de Salud, Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS)

213

1.2.- Tasa de muertes perinatales.

A) Tasa de muertes de niños menores a 28 días de nacidos.

Tasa de mortalidad general de todos los niños menores a los 28 días de nacidos en Venezuela.

Años de estudio Tasa de mortalidad perinatal total

2002 10,2

2003 10,8

2004 10,6

2005 10,8

2006 10

2007 9,8

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Tasa de mortalidad general de todos los niños menores a los 28 días de nacidos en

Colombia.

Años de estudio Total

niños

Total población nacida ese año Tasa de mortalidad total

2003 7655 710.702 10,77

2004 7385 723.099 10,21

2005 7225 719.968

10,03

2006 6801 714.450 9,51

2007 6874 709.253

9,69

214

Fuente: Anuarios estadísticos mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, junto con los datos del número de

nacimientos por área y sexo, según departamento de ocurrencia del Departamento Administrativo Nacional de

Estadística (DANE) de Colombia.

Tasa de mortalidad general de todos los niños menores a los 28 días de nacidos en Chile.

Años de

estudio

Total niños Total de población nacida ese año Tasa de mortalidad total

2003 1212 247907 5,1

2004 1305 246317 5,6

2005 1254 244726 5,4

2006 1249 246200 5,4

2007 1356 247674 5,6

Fuente: Principales causas de muerte en Chile por regiones 1997-2003, del Instituto Nacional de Estadísticas.

Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna, durante los años 2004, 2005, 2006 y 2007 del

Ministerio de Salud de Chile.

B) Tasa de muertes de niños entre un mes y 11 meses de nacidos.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un mes y 11 meses de nacidos en

Venezuela.

Años de estudio Tasa de mortalidad total

2002 5,3

2003 7

2004 5,3

2005 4,7

2006 4,2

2007 4,007

215

Fuente: Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas, Sistema Integrado de Indicadores Sociales de

Venezuela.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un mes y 11 meses de nacidos en

Colombia.

Años de estudio Total niños Total población del año Tasa de mortalidad total

2003 4555 975.046 4,67

2004 4387 974.675 4,50

2005 4231 960.903 4,40

2006 4248 714.450 5,94

2007 3993 874.464 4,56

Fuente: Indicadores básicos de la situación de salud en Colombia 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. Con los

anuarios de mortalidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de estadísticas vitales.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un mes y 11 meses de nacidos en

Chile

Años de

estudio

Total niños Total población

del año

Tasa de mortalidad total

2003 723 247907 2,91

2004 729 246317 2,95

2005 657 244726 2,68

2006 590 246200 2,39

2007 653 247674 2,63

Fuente: Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna del 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, del

Departamento de Estadística e información de Salud del Ministerio de la Salud de Chile.

216

C) Tasa de muertes de niños entre un año y 4 años de nacido.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos en Venezuela.

Años de

estudio

Número de

niños

varones

Número de

niños

hembras

Total

niños

Total de entre un

año y 4 años

Tasa de

mortalidad total

2002 1132 982 2114 2.796.840 75

2003 1433 1280 2713 2.812.381 96

2004 1108 977 2085 2.827.936 73

2005 933 762 1695 2.843.098 59

2006 911 739 1650 2.856.707 57

2007 902 724 1626 2.870.240 56

Fuente: Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de

mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos en Colombia.

Años de estudio Total niños Total población del año Tasa de mortalidad total

2003 2838 3.530.847 80

2004 2644 3.503.938 75

2005 2527 3.487.562

72

2006 2429 3.460.046

70

2007 2262 3.439.029 65

217

Fuente: Colombia: Estimaciones 1985-2005 y proyecciones 2006-2020 anualizadas por sexo y edad, con los

anuarios de mortalidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de estadísticas vitales.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos en Chile.

Años de

estudio

Total niños Total población del año Tasa de mortalidad total

2003 396 1025944 38

2004 388 1009339 38

2005 339 989556 34

2006 347 993435 34

2007 309 994133 31

Fuente: Chile: Estimaciones y proyecciones de población por sexo y edad. País Urbano y rural 1990-2020 con

Mortalidad infantil y sus componentes por región y comuna del 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, del

Departamento de Estadística e información de Salud del Ministerio de la Salud de Chile.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos causados por enfermedades infecciosas intestinales en Venezuela.

Años de

estudio

Número de

niños

varones

Número de

niños

hembras

Total

niños

Total de entre un

año y 4 años

Tasa de

mortalidad total

2002 142 155 297 2.796.840 10

2003 264 244 508 2.812.381 18

2004 166 145 311 2.827.936 10

218

2005 140 155 295 2.843.098 10

2006 132 109 241 2.856.707 8

2007 114 95 209 2.870.240 7

Fuente: Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de

mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos causados por influenza y neumonía en Venezuela.

Años de

estudio

Número de

niños

varones

Número de

niños

hembras

Total

niños

Total de entre un

año y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

2002 127 115 242 2.796.840 8

2003 191 171 362 2.812.381 12

2004 133 136 269 2.827.936 9

2005 83 60 143 2.843.098 5

2006 92 77 169 2.856.707 5

2007 99 86 185 2.870.240 6

Fuente: Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de

mortalidad 2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Tasa de mortalidad general de todos los niños entre un año y 4 años de

nacidos causados por enfermedades crónicas en las vías respiratorias

inferiores en Venezuela.

Años de

estudio

Número de

niños

varones

Número de

niños

hembras

Total

niños

Total de

entre un

año y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

2002 21 24 45 2.796.840 1

219

2003 31 27 58 2.812.381 2

2004 23 19 42 2.827.936 1

2005 - 12 12 2.843.098 0,4

2006 20 13 33 2.856.707 1

2007 15 14 29 2.870.240 1

Cifras del INE: Población total, según grupos de edad al 30 de Junio, 2000-2015. Con anuarios de mortalidad

2003, 2004, 2005, 2006, y 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

1.3.- Número de vacunas colocadas por enfermedad.

Coberturas de vacunación en niños y niñas menores de 1 año de edad según tipo

de vacuna. Venezuela 2005-2008

Nivel Nacional % 2005 % 2006 % 2007 % 2008

Pentavalente 81 68 61 51

Antipolio 80 73 67 76

Antirotavirus - 26 29 50

BCG 95 83 82 90

Antiamarilica 80 62 57 77

Trivalente

viral

76 55 56 93

Población

menor de un

año

665.997 648.225 615.371 581.480

Cifras del INE (Nacimientos vivos registrados por año de registro, según entidad federal de residencia habitual

de la madre, 2000 – 2008) con datos del Plan de Reimpulso de Inmunizaciones en la población venezolana 2010,

República Bolivariana de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para la Salud, Misión Barrio Adentro.

220

Cobertura de vacunación en niños y niñas menores de 1 año de edad según tipo de

vacuna. Colombia 2003-2006

Nivel

Nacional

2003 % 2004 % 2005 % 2006 %

Polio 816.754 92,22% 805.230 89,39% 796.947 86,8% 803.312 93,9%

DPT 813.460 91,86% 804.756 89,34% 797.184 86,8% 800.472 93,5%

BCG 856.274 96,66% 838.373 93,07% 802.192 87,4% 819.968 95,8%

Hepatitis

B

812.854 91,78% 804.833 89,35% 797.009 86,8% 800.871 93,5%

HIB 820,202 92,61% 801.859 89,02% 795.979 86,7% 799.502 93,4%

Población

menor de

1 año

885.677 891.481 917.984 856.215

Fuente: Indicadores básicos de la situación de salud en Colombia 2003, 2004, 2005, 2006.

Cobertura de vacunación en niños y niñas menores de 1 año de edad según tipo de vacuna. Chile

2003-2007

Nivel

Nacional

2003 2004 2005 2006 2007

BCG 95% 95% 95% 98% 99%

DTP1 95% 94% 92% 95% 98%

DTP3 96% 93% 91% 94% 98%

HepB3 96% - - 94% 98%

221

Hib3 96% 93% 91% 94% 98%

MCV 96% 94% 90% 91% 96%

MCV2 - - 96% 95% 89%

Pol3 96% 94% 92% 94% 97%

Rubeolla1 - - 90% - 96%

Población

menor de

1 año

555.614 637.799 665.997 648.225 615.371

Fuente: World Health Organization.

1.4.- Principales causas de muertes de niños menores de un año en Venezuela.

Año 2002

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores

de 1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en el

período

perinatal

4849 2750 2099 492.678 9,84

Anomalías

congénitas

838 425 413 492.678 1,70

Accidentes de

todo tipo

18 18 36 492.678 0,07

Enfermedades

infecciosas

intestinales

21 10 31 492.678 0,06

222

Influenza y

neumonía

14 17 31 492.678 0,06

Infecciones con

un modo

predominante

de transmisión

sexual

12 3 15 492.678 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso central

5 2 7 492.678 0,01

Deficiencias en

nutrición

5 3 8 492.678 0,01

Tumores

benignos y de

comportamiento

incierto o

deconocido

3 2 5 492.678 0,01

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2002 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2003

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores de

1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

3.101 2.314 5.415 555.614 9,74

223

perinatal

Anomalías

congénitas

756 663 1.419 555.614 2,55

Enfermedades

infecciosas

intestinales

703 519 1.222 555.614 2,19

Influenza y

neumonía

292 224 516 555.614 0,92

Deficiencias

en nutrición

260 188 448 555.614 0,80

Accidentes de

todo tipo

197 152 349 555.614 0,62

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

55 42 97 555.614 0,17

Septicemia 45 49 94 555.614 0,16

Bronquiolitis

aguda

26 13 39 555.614 0,07

Enfermedades

crónicas de

las vías

respiratorias

inferiores

19 16 35 555.614 0,06

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2004

224

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores de

1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

perinatal

3.028 2.225 5.253 637.799 8,23

Anomalías

congénitas

849 652 1.501 637.799 2,35

Enfermedades

infecciosas

intestinales

445 309 754 637.799 1,18

Influenza y

neumonía

242 185 427 637.799 0,66

Accidentes de

todo tipo

179 143 322 637.799 0,50

Deficiencias

de nutrición

148 131 279 637.799 0,43

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

70 41 111 637.799 0,17

Septicemia 51 39 90 637.799 0,14

Tos ferina 23 34 57 637.799 0,08

Infecciones

con un modo

23 14 37 637.799 0,05

225

predominante

de

transmisión

sexual

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2004 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2005

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores de

1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

perinatal

3.181 2.270 5.451 665.997 8,18

Anomalías

congénitas

817 728 1.545 665.997 2,31

Enfermedades

infecciosas

intestinales

362 251 613 665.997 0,92

Accidentes de

todo tipo

210 176 386 665.997 0,57

Influenza y

neumonía

191 144 335 665.997 0,50

Deficiencias

en nutrición

86 73 159 665.997 0,23

Enfermedades

inflamatorias

53 28 81 665.997 0,12

226

del sistema

nervioso

central

Septicemia 31 31 62 665.997 0,09

Tos ferina 22 12 34 665.997 0,05

Insuficiencia

respiratoria

6 15 21 665.997 0,03

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2005 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2006

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores de

1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

perinatal

2.888 2.070 4.958 646.225 7,67

Anomalías

congénitas

795 727 1.522 646.225 2,35

Enfermedades

infecciones

intestinales

292 213 505 646.225 0,78

Accidentes de

todo tipo

227 118 345 646.225 0,53

Influencia y

neumonía

185 131 316 646.225 0,48

Deficiencias 84 77 161 646.225 0,24

227

en nutrición

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

40 32 72 646.225 0,11

Septicemia 40 30 70 646.225 0,10

Tos ferina 20 11 31 646.225 0,04

Bronquitis

aguda

16 13 29 646.225 0,04

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2006 del Ministerio del Poder Popular para la Salud del Ministerio del

Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2007

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

menores de

1 años

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

perinatal

2.946 2.030 4976 615.371 8,08

Anomalías

congénitas

863 721 1.584 615.371 2,57

Enfermedades

infecciosas

intestinales

231 171 402 615.371 0,65

Accidentes de 201 134 335 615.371 0,54

228

todo tipo

Influenza y

neumonía

190 130 320 615.371 0,52

Deficiencias

de nutrición

67 62 129 615.371 0,20

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nerviosos

central

50 29 79 615.371 0,12

Septicemia 48 24 72 615.371 0,11

Bronquitis

aguda

16 17 33 615.371 0,05

Infecciones

de un modo

predominante

de

transmisión

sexual

13 13 26 615.371 0,04

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

1.5.- 10 Principales causas de muertes de niños de 28 días de nacidos.

Año 2003

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

infantes

fallecidos

Total de

niños con

28 días de

nacidos

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones 3.000 2245 5.245 555.614 9,44

229

originadas en

el período

perinatal

Anomalías

congénitas

440 359 799 555.614 1,43

Incidentes de

todo tipo

29 17 46 555.614 0,08

Enfermedades

infecciosas

intestinales

21 19 40 555.614 0,07

Influenza y

neumonía

13 15 38 555.614 0,06

Infecciones

predominantes

de infección

sexual

12 7 19 555.614 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

4 7 11 555.614 0,01

Infección

aguda en las

vías

respiratorias

inferiores

4 2 6 555.614 0,01

Deficiencias

en nutrición

2 3 5 555.614 0,008

230

Bronquiolitis

aguda

0 5 5 555.614 0,008

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2004

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecido

s

Número

de

hembras

fallecido

s

Número

total de

infantes

fallecido

s

Total de

niños con 28

días de

nacidos

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en el

período

perinatal

2.931 2.174 5.105 637.799 8,00

Anomalías

congénitas

520 374 894 637.799 1,40

Infecciones

predominantes

de infección

sexual

19 12 31 637.799 0,04

Influenza y

neumonía

13 14 27 637.799 0,04

Accidentes de

todo tipo

16 9 25 637.799 0,03

Enfermedades

infecciosas

7 11 18 637.799 0,02

231

intestinales

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

9 5 14 637.799 0,02

Suicidios y

homicidios

6 3 9 637.799 0,01

Tumores

benignos de

comportamient

o desconocido

3 2 5 637.799 0,007

Deficiencias de

nutrición

2 3 5 637.799 0,007

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2004 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2005

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

infantes

fallecidos

Total de

niños con

28 días de

nacidos

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en

el período

perinatal

3.109 2.208 5.317 665.997 7,98

Anomalías 470 409 879 665.997 1,31

232

congénitas

Incidentes de

todo tipo

11 17 28 665.997 0,04

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

13 3 16 665.997 0,02

Enfermedades

infecciosas

intestinales

9 6 15 665.997 0,02

Infecciones

de

transmisión

predominante

sexual

7 7 14 665.997 0,02

Influenza y

neumonía

5 7 12 665.997 0,01

Homicidios 5 1 6 665.997 0,009

Enfermedades

del corazón

1 2 3 665.997 0,004

Hernia 2 0 2 665.997 0,003

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2005 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2006

Principales

causas de

Número

de

varones

Número

de

hembras

Número

total de

infantes

Total de

niños con

28 días de

Tasa de

mortalidad

233

muertes fallecidos fallecidos fallecidos nacidos total

Afecciones

originadas en el

período

perinatal

2.803 2.011 4.814 646.225 7,44

Anomalías

congénitas

493 424 917 646.225 1,41

Incidentes de

todo tipo

27 14 41 646.225 0,06

Enfermedades

diarreicas

10 9 19 646.225 0,02

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso central

9 4 13 646.225 0,02

Sífilis congénita 7 6 13 646.225 0,02

Homicidios 6 0 6 646.225 0,009

Tumores

benignos de

comportamiento

desconocido

3 2 5 646.225 0,007

Neumonía 3 1 4 646.225 0,006

VIH/SIDA 2 2 4 646.225 0,006

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2006 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

234

Año 2007

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

infantes

fallecidos

Total de

niños con

28 días de

nacidos

Tasa de

mortalidad

total

Afecciones

originadas en el

período

perinatal

2867 1940 4807 615.371 7,81

Anomalías

congénitas

511 402 913 615.371 1,48

Accidentes de

todo tipo

14 13 27 615.371 0,04

Infecciones

predominantes

de infección

sexual

13 7 20 615.371 0,03

Influenza y

neumonía

12 7 19 615.371 0,03

Enfermedades

infecciosas

intestinales

7 9 16 615.371 0,02

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso central

8 4 12 615.371 0,01

Tumores

benignos y

6 0 6 615.371 0,009

235

comportamiento

desconocido

Tétanos

neonatal

1 2 3 615.371 0,004

Infección aguda

no especificada

de las vías

respiratorias

inferiores

1 1 2 615.371 0,003

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

1.6.- Principales causas de muerte de niños entre 1 y 4 años.

Año 2003

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños entre

1 y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

Enfermedades

infecciosas

intestinales

264 244 508 2.812.381 0,18063

Accidentes de

todo tipo

220 198 418 2.812.381 0,14

Influencia y

neumonía

191 171 362 2.812.381 0,12

Deficiencias

de nutrición

199 160 359 2.812.381 0,12

Anomalías

congénitas

130 128 258 2.812.381 0,09

236

Cáncer 57 55 112 2.812.381 0,03

Helmintiasis 51 32 83 2.812.381 0,02

Enfermedades

crónicas de

las vías

respiratorias

inferiores

31 27 58 2.812.381 0,02

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nerviosos

central

28 21 49 2.812.381 0,01

Suicidios y

homicidios

23 12 35 2.812.381 0,01

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2004

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños entre

1 y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

Accidentes de

todo tipo

210 163 373 2.827.936 0,13

Enfermedades

infecciosas

166 145 311 2.827.936 0,10

237

intestinales

Influencia y

neumonía

133 136 269 2.827.936 0,09

Anomalías

congénitas

137 104 241 2.827.936 0,08

Deficiencias

de nutrición

97 123 220 2.827.936 0,07

Cáncer 65 47 112 2.827.936 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

26 21 47 2.827.936 0,01

Enfermedades

crónicas de

las vías

respiratorias

inferiores

23 19 42 2.827.936 0,01

Helmintiasis 18 22 40 2.827.936 0,01

Suicidios y

homicidios

21 9 30 2.827.936 0,01

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2004 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2005

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños

entre 1 y

4 años

Tasa de

mortalidad

total

238

Accidentes de

todo tipo

242 161 403 2.843.098 0,14

Enfermedades

infecciosas

intestinales

155 140 295 2.843.098 0,10

Anomalías

congénitas

107 109 216 2.843.098 0,07

Influenza y

neumonía

83 60 143 2.843.098 0,05

Deficiencias de

nutrición

45 57 102 2.843.098 0,03

Cáncer 58 41 99 2.843.098 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

16 18 34 2.843.098 0,01

Tumores

benignos y de

comportamient

o desconocido

15 12 27 2.843.098 0,009

Septicemia 14 10 24 2.843.098 0,008

Helmintiasis 14 9 23 2.843.098 0,008

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2005 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

239

Año 2006

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños entre

1 y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

Accidentes de

todo tipo

215 145 360 2.856.707 0,12

Anomalías

congénitas

132 114 246 2.856.707 0,08

Enfermedades

infecciosas

intestinales

126 115 241 2.856.707 0,08

Influenza y

neumonía

92 77 169 2.856.707 0,05

Cáncer 68 46 114 2.856.707 0,03

Deficiencias

de nutrición

53 57 110 2.856.707 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

21 13 34 2.856.707 0,01

Bronquitis

aguda

20 13 33 2.856.707 0,01

Helmintiasis 15 16 31 2.856.707 0,01

Parálisis

cerebral

14 8 22 2.856.707 0,007

240

infantil

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2006 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2007

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total de

niños entre

1 y 4 años

Tasa de

mortalidad

total

Accidentes de

todo tipo

247 146 393 2.870.240 0,13

Anomalías

congénitas

113 104 217 2.870.240 0,07

Enfermedades

infecciosas

intestinales

114 95 209 2.870.240 0,07

Influenza y

neumonía

99 86 185 2.870.240 0,06

Deficiencias

de nutrición

51 57 108 2.870.240 0,03

Cáncer 50 39 89 2.870.240 0,03

Enfermedades

inflamatorias

del sistema

nervioso

central

20 13 33 2.870.240 0,01

Parálisis

cerebral

infantil

17 13 30 2.870.240 0,01

241

Bronquitis

aguda

15 14 29 2.870.240 0,01

Suicidios y

homicidios

14 8 22 2.870.240 0,007

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

1.7.- Tasa de muertes por enfermedades endémicas.

Año 2003

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Númer

o de

hembr

as

falleci

dos

Número

total de

niños

fallecido

s

Total

poblacional

Tasa de

mortalidad

total

Diarrea y

gastroenteritis de

presunto origen

infeccioso

1268 1067 2335 25.673.550 0,09

Enfermedades

infeccionas

intestinales

133 100 233 25.673.550 0,009

Tuberculosis

respiratoria

443 220 663 25.673.550 0,02

Otros

tuberculosis

38 18 56 25.673.550 0,002

Tétanos 6 7 13 25.673.550 0,0005

Tos ferina 16 16 32 25.673.550 0,001

242

Infección

menigocócica

7 3 10 25.673.550 0,0003

Septicemia 329 324 653 25.673.550 0,02

Infecciones de

transmisión

sexual

17 10 27 25.673.550 0,001

Rabia 1 1 2 25.673.550 -

Fiebre Amarilla 12 2 14 25.673.550 0,0005

Otras fiebres

virales

transmitidas por

artrópodos y

fiebres

hemorrágicas

virales

26 16 43 25.673.550 0,001

Hepatitis viral 130 99 229 25.673.550 0,008

Enfermedades

vinculadas al

VIH/SIDA

1019 248 1267 25.673.550 0,04

Paludismo-

malaria

25 15 40 25.673.550 0,001

Leishmaniasis 8 2 10 25.673.550 0,0003

Tripanosomiasis 509 365 874 25.673.550 0,03

Esquistosiomiasis 1 1 2 25.673.550 -

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2003 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

243

Año 2004

Principales causas

de muertes

Número

de

varones

fallecido

s

Número

de

hembras

fallecido

s

Número

total de

niños

fallecido

s

Total

poblacional

Tasa de

mortalidad

total

Diarrea y

gastroenteritis de

presunto origen

infeccioso

917 774 1681 26.127.351 0,06

Enfermedades

infeccionas

intestinales

1000 865 1865 26.127.351 0,07

Tuberculosis

respiratoria

470 221 491 26.127.351 0,01

Otros tuberculosis 35 28 63 26.127.351 0,002

Tétanos 9 4 13 26.127.351 0,0004

Tos ferina 25 35 60 26.127.351 0,002

Infección

menigocócica

11 2 13 26.127.351 0,0004

Septicemia 337 316 653 26.127.351 0,02

Infecciones de

transmisión sexual

25 17 42 26.127.351 0,001

Rabia 3 2 5 26.127.351 0,0001

Fiebre Amarilla 2 - 2 26.127.351 -

Otras fiebres 21 14 35 26.127.351 0,001

244

virales transmitidas

por artrópodos y

fiebres

hemorrágicas

virales

Hepatitis viral 107 84 191 26.127.351 0,007

Enfermedades

vinculadas al

VIH/SIDA

1097 299 1196 26.127.351 0,04

Paludismo-malaria 21 14 35 26.127.351 0,001

Leishmaniasis 5 2 7 26.127.351 0,0002

Tripanosomiasis 395 321 716 26.127.351 0,02

Esquistosiomiasis 2 - 2 26.127.351 -

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2004 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2005

Principales causas

de muertes

Número

de

varones

fallecido

s

Número

de

hembras

fallecido

s

Número

total de

niños

fallecido

s

Total

poblacional

Tasa de

mortalidad

total

Diarrea y

gastroenteritis de

presunto origen

infeccioso

835 690 1525 26.577.423 0,05

Enfermedades

infeccionas

912 763 1675 26.577.423 0,06

245

intestinales

Tuberculosis

respiratoria

378 196 574 26.577.423 0,02

Tétanos 13 7 20 26.577.423 0,0007

Tos ferina 23 13 36 26.577.423 0,001

Infección

menigocócica

1 6 7 26.577.423 0,0002

Septicemia 295 282 577 26.577.423 0,02

Infecciones de

transmisión sexual

13 12 25 26.577.423 0,0009

Fiebre Amarilla 6 1 7 26.577.423 0,0002

Fiebres virales

transmitidas por

artrópodos y

fiebres

hemorrágicas

virales

16 12 28 26.577.423 0,001

Hepatitis viral 73 39 102 26.577.423 0,003

Enfermedades

vinculadas al

VIH/SIDA

1145 333 1478 26.577.423 0,05

Leishmaniasis 4 2 6 26.577.423 0,0002

Tripanosomiasis 439 301 740 26.577.423 0,02

Esquistosiomiasis 2 2 4 26.577.423 0,0001

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2005 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

246

Año 2006

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecido

s

Número

de

hembras

fallecido

s

Número

total de

niños

fallecidos

Total

poblacional

Tasa de

mortalidad

total

Diarrea y

gastroenteritis de

presunto origen

infeccioso

709 617 1326 27.030.656 0,04

Enfermedades

infeccionas

intestinales

779 671 1450 27.030.656 0,04

Tuberculosis

respiratoria

431 191 622 27.030.656 0,04

Tétanos 1 - 1 27.030.656 0,04

Tos ferina 2 - 2 27.030.656 0,04

Infección

menigocócica

1 - 1 27.030.656 0,04

Septicemia 19 22 41 27.030.656 0,04

Infecciones de

transmisión

sexual

- 1 1 27.030.656 0,04

Rabia 1 - 1 27.030.656 0,04

Fiebre Amarilla - - - 27.030.656 0,04

Fiebres virales

transmitidas por

34 14 48 27.030.656 0,04

247

artrópodos y

fiebres

hemorrágicas

virales

Hepatitis viral 56 47 103 27.030.656 0,04

Enfermedades

vinculadas al

VIH/SIDA

1187 380 1567 27.030.656 0,04

Paludismo-

malaria

10 1 11 27.030.656 0,04

Leishmaniasis 5 2 7 27.030.656 0,04

Tripanosomiasis 410 275 685 27.030.656 0,04

Esquistosiomiasis - 1 1 27.030.656 0,04

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2006 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

Año 2007

Principales

causas de

muertes

Número

de

varones

fallecidos

Número

de

hembras

fallecidos

Número

total de

niños

fallecidos

Total

poblacional

Tasa de

mortalidad

total

Diarrea y

gastroenteritis de

presunto origen

infeccioso

615 569 1184 27.483.208 0,04

Enfermedades

infeccionas

673 621 1294 27.483.208 0,04

248

intestinales

Tuberculosis

respiratoria

444 225 667 27.483.208 0,02

Tétanos 1 2 3 27.483.208 0.0001

Tos ferina 3 5 8 27.483.208 0.0001

Infección

menigocócica

7 9 16 27.483.208 0.0001

Septicemia 470 411 881 27.483.208 0.0001

Infecciones de

transmisión

sexual

15 13 28 27.483.208 0.0001

Rabia 1 - 1 27.483.208 0.0001

Fiebre Amarilla/

malaria

11 5 16 27.483.208 0,0005

Fiebres virales

transmitidas por

artrópodos y

fiebres

hemorrágicas

virales

62 40 102 27.483.208 0.0001

Hepatitis viral 64 49 113 27.483.208 0.0001

Enfermedades

vinculadas al

VIH/SIDA

1288 382 1670 27.483.208 0.0001

Paludismo-

malaria

11 5 16 27.483.208 0.0001

249

Leishmaniasis 3 - 3 27.483.208 0.0001

Tripanosomiasis 437 262 699 27.483.208 0.0001

Esquistosiomiasis 1 - 1 27.483.208 0.0001

Fuente: Anuarios de Mortalidad 2007 del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela.

1.8.- Número de infectados por VIH/SIDA entre los años 2003-2007 en Venezuela.

Años de

estudios

Número de

infectados

varones

Número de

infectados

hembras

Número

total de

infectados.

Total

poblacional

Tasa de

infección

total

Años

2003

77.320 29.708 107.280 25.673.550 4,17

Años

2005

84.930 36.560 121.490 26.577.423 4,57

Años

2007

90320 42.760 133.080 27.483.208 4,84

Fuente: Situación epidemiológica en Venezuela- Informe. Caracas 2003-2007.

1Número de infectados por VIH/SIDA entre los años 2003-2007 en Colombia

Años de

estudios

Número de

infección total

Número de

habitantes en

Colombia

Tasa de infectados

Año 2003 140.000 41.847.421 3,34

Año 2004 190.000 42.367.528

4,48

Año 2005 190.000 42.888.592

4,43

250

Año 2006 190.000 43.405.387

4,37

Año 2007 190.000 43.926.034

4,32

Fuente: Indexmundi.

Número de infectados por VIH/SIDA entre los años 2003-2007 en Chile.

Años de

estudios

Números de

caso de SIDA

Tasa Número de casos de

VIH

Tasa

Años

2003

516 3,2 937 5,9

Años

2004

496 3,1 876 5,4

Años

2005

462 2,8 828 5,1

Fuente: Evolución del VIH-SIDA Chile, 1986-2005. Gobierno de Chile, Ministerio de Salud.

Departamento de Epidemiología octubre 2006.

251

2.- Indicadores del uso de la Misión Barrio Adentro 2.1.- World Development Consultants.

Respuesta Total Eda

d

Nivel

socio-

econó

mico

Frecue

ncia

% 15-

19

20-

29

30-

39

40-

54

55

o +

AB C D E

Tomé los

medicamentos

que tenía a la

mano

3235 27,

7%

31,

1%

30,

5%

28,

3%

24,

6%

20,

7%

33,4

%

30,

8%

28,

1%

25,

5%

Guardé reposo

sin

medicación ni

consulta

777 6,6

%

9,9

%

7,4

%

6,3

%

5,3

%

3,4

%

7,3% 7,7

%

6,9

%

5,9

%

Uso de

remedios

caseros

632 5,4

%

5,3

%

4,9

%

5,1

%

6,1

%

5,8

%

3,4% 4,0

%

5,9

%

5,6

%

Fui al

ambulatorio y

conseguí los

medicamentos

831 7,1

%

7,4

%

7,4

%

6,5

%

7,1

%

7,1

%

4,6% 6,4

%

6,7

%

8,0

%

Fui al

ambulatorio y

no conseguí

los

medicamentos

611 5,2

%

4,7

%

5,0

%

6,0

%

5,7

%

4,0

%

3,2% 3,6

%

5,4

%

5,8

%

252

Fui a Barrio

Adentro y

conseguí los

medicamentos

911 7,8

%

5,7

%

6,6

%

8,4

%

9,1

%

9,6

%

0,5% 3,5

%

7,7

%

10,

2%

Fui a Barrio

Adentro y no

conseguí los

medicamentos

142 1,2

%

0,9

%

1,0

%

1,1

%

1,5

%

1,9

%

0,2% 0,8

%

1,1

%

1,6

%

Acudí a un

hospital y

conseguí los

medicamentos

1253 10,

7%

9,4

%

11,

9%

9,9

%

10,

5%

11,

9%

7,0% 8,6

%

10,

8%

11,

8%

Acudí a un

hospital y no

conseguí los

medicamentos

948 8,1

%

7,3

%

6,9

%

9,5

%

8,2

%

9,1

%

2,8% 6,2

%

8,2

%

9,2

%

Consulté a un

farmacéutico/e

nfermera

48 0,4

%

0,3

%

0,4

%

0,4

%

0,5

%

0,4

%

0,6% 0,4

%

0,5

%

0,3

%

Consulté un

médico

privado y

conseguí los

medicamentos

617 5,3

%

3,5

%

4,5

%

5,4

%

6,5

%

7,3

%

13,1

%

10,

2%

5,0

%

2,9

%

Consulté un

médico

privado y no

conseguí los

medicamentos

260 2,2

%

1,4

%

1,8

%

2,6

%

2,4

%

3,4

%

3,4% 3,3

%

2,3

%

1,6

%

253

Fui a una

Clínica

Privada y

conseguí los

medicamentos

579 5,0

%

3,9

%

5,1

%

4,4

%

4,6

%

8,2

%

14,0

%

8,8

%

5,0

%

2,7

%

Fui a una

Clínica

Privada y no

conseguí los

medicamentos

187 1,6

%

1,1

%

1,1

%

2,0

%

1,9

%

2,1

%

2,2% 2,3

%

1,9

%

1,0

%

Acudí a una

Clínica

Popular y

conseguí los

medicamentos

51 0,4

%

0,3

%

0,5

%

0,3

%

0,4

%

0,9

%

1,3% 0,4

%

0,4

%

0,4

%

Acudí a una

Clínica

Popular y no

conseguí los

medicamentos

18 0,2

%

0,1

%

0,1

%

0,1

%

0,2

%

0,3

%

- 0,2

%

0,2

%

0,1

%

Acudí a un

hierbatero

5 0,0

%

- 0,1

%

0,0

%

0,1

%

0,1

%

- - 0,1

%

0,0

%

No recuerdo

haber estado

enfermo

1073 9,2

%

10,

8%

8,9

%

9,6

%

9,2

%

6,6

%

9,9% 7,8

%

8,6

%

10,

3%

Otras

situaciones

68 0,6

%

0,6

%

0,5

%

0,5

%

0,6

%

0,7

%

- 0,5

%

0,7

%

0,6

%

NS/NC 280 2,4 3,5 2,3 1,9 2,3 2,0 0,9% 1,7 2,4 2,8

254

% % % % % % % % %

Total 1169

9

107

%

198

8

307

8

252

5

281

3

129

4

335 197

5

470

5

468

4

Fuente: World Development Consultants, 2006.Pregunta: La última vez que estuvo enfermo ¿Qué hizo?

Año 2005.

Proporción de asistencia sanitaria con obtención de tratamiento en relación al

total de las demandas declaradas a cada uno de las instancias sanitarias más comunes.

Año 2005

Tipo de

Institució

n

Hospitales Ambulatorios Médicos

privados

Clínicas

Popular

es

Clínicas

privadas

Barrio

Adentro

% 56,9% 57,6% 70,4% 73,9% 75,6% 86,5%

Fuente: World Development Consultants, 2006.

Respuestas Total % Total

f %

Consiguió un tratamiento

adecuado en los servicios

sanitarios públicos

2842 48,9%

No consiguió un tratamiento

adecuado en los servicios

sanitarios públicos

579 9.9%

No existía tratamiento adecuado

para esa enfermedad

204 3,5%

255

Consiguió un tratamiento

adecuado en los servicios

sanitarios privados

600 10,3%

Otras situaciones 160 2,7%

No Sabe 236 4,0%

No Contesta 434 7,4%

Total 5802 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006. Pregunta: ¿Cómo hizo la última vez que usted o

alguien de su familia tuvo una enfermedad grave, con riesgo de incapacitación y/o muerte? Año 2005

2.2.- CENDES.

Capacidad de cobertura de la Misión Barrio Adentro por estados Venezuela, 2005

Estados Población % Población Cobertura

Amazonas 134.594 0,51 24,15

Anzoátegui 1.428.269 5,44 19,78

Apure 452.369 1,72 25,97

Aragua 1.617.333 6,16 13,76

Barinas 724.331 2,76 15,88

Bolívar 1.475.527 5,62 7,29

Carabobo 2.155.610 8,21 16,82

Cojedes 288.186 1,10 24,29

Delta Amacuro 145.568 0,55 63,54

Distrito Capital 2.073.768 7,90 65,10

Falcón 869.259 3,31 9,78

256

Guárico 716.896 2,73 18,13

Lara 1.736.983 6,62 14,82

Mérida 811.655 3,09 12,94

Miranda 2.765.442 10,54 11,30

Monagas 819.197 3,12 19,53

Nueva Esparta 422.668 1,61 17,15

Portuguesa 839.881 3,20 57,75

Sucre 889.141 3,39 22,49

Táchira 1.134.710 4,32 0,44

Trujillo 685.442 2,61 10,94

Yaracuy 573.726 2,19 13,07

Zulia 3.486.850 13,28 30,90

Fuentes: Salud y Hegemonía en Venezuela: Barrio Adentro, continente afuera.

Comportamiento ante la última enfermedad propia por tipo de servicio utilizado y clase

social. Venezuela, 2005.

Nivel Socioeconómico.

Tipo de

Servicio

AB C D E Total

Automedicación 148 339 1922 1735 4144

Ambulatorio 26 194 557 638 1415

Barrio Adentro 3 8 415 551 1053

257

Hospital 36 313 940 1032 2321

Privado 106 475 643 551 1595

Clínica popular 4 12 29 23 68

No entiende 33 154 405 481 1073

Otros 0 9 36 27 72

NS / NC 3 33 112 132 280

Total 359 1613 5059 4990 12021

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

Uso de Servicios de salud por tipo de servicio y nivel socioeconómico. Venezuela,

2005.

Nivel Socioeconómico.

Tipo de

Servicio

AB C D E Total %

Ambulatorio 26 194 557 638 1415 21,93%

Barrio

Adentro

3 84 415 551 1053 16,32%

Hospital 36 313 940 1032 2321 35,97%

Privado 106 475 643 371 1595 24,72%

Clínica

popular

4 12 29 23 68 1,05%

Total 175 1078 2584 2615 6452 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

258

Uso de Servicios de salud por tipo de servicio y nivel socioeconómico. Venezuela,

2005 (% por estrato social)

Nivel Socioeconómico.

Tipo de

Servicio

AB C D E

Ambulatorio 14,86 18,00 21,56 24,40

Barrio

Adentro

1,71 7,79 16,06 21,07

Hospital 20,57 29,04 36,38 39,46

Privado 60,57 44,06 24,88 14,9

Clínica

popular

2,29 1,11 1,12 0,88

Total 100% 100% 100% 100%

Fuente: World Development Consultants, y Cendes, 2006.

Uso de servicios públicos convencionales y privados VS Nueva Red. Venezuela, 2005.

Tipo de red N %

Red

convencional

3376 57,90%

Nueva red 1121 17,37%

Privada 1595 24,72%

Total 6452 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

Uso de servicios de salud por tipo de red y clase social. Venezuela, 2005.

259

Tipo de red.

Clase

social

Red

convencional

Nueva

red

Privada Total %

AB 62 7 106 175 2,71%

C 507 96 475 1078 16,71%

D 1497 444 643 2584 40,05%

E 1670 574 371 2615 40,53%

Total 3736 1121 1595 6452 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

Uso de servicios de salud por tipo de red y clase social. Venezuela, 2005 (% sobre toda

las clases sociales).

Clase

social

Red

convencional

Nueva

red

Privada Total

AB 35,43% 4,00% 60,57% 100%

C 47,03% 8,91% 44,06% 100%

D 57,93% 17,18% 24,88% 100%

E 63,86% 21,25% 14,19% 100%

Fuente: World Development Consultants, 2006 y Cendes.

2.3 Banco Central de Venezuela.

Edades de los usuarios de las misiones gubernamentales sobre salud y alimentación

Grupo de edades Barrio Adentro

Fase 1

Barrio Adentro

Médico

Barrio Adentro

Odontológico

Mercal

De 0 a 9 años 25,1% 28,9% 16,0% 0,0%

260

De 10 a 17 años 16,7% 13,6% 24,2% 0,0%

De 18 a 30 años 15,4% 12,1% 22,8% 12,2%

De 31 a 50 años 23,4% 22,0% 26,4% 52,6%

51 y más años 19,4% 23,5% 10,6% 35,2%

Total 100% 100% 100% 100%

Fuente: Banco Central de Venezuela, III Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares, 2005.

3.- Indicadores de la percepción la Opinión Pública venezolana sobre el

tema de la salud entre los años 2003-2007.

3.1.- DATANÁLISIS.

Nivel de satisfacción sobre el impacto de la gestión del Presidente Chávez en

materia de salud.

¿Hasta qué punto se encuentra usted satisfecho por el impacto de la gestión del

presidente Chávez en los siguientes aspectos? : Salud

Período de tiempo

estudiado

Nivel de

satisfacción

Nivel de

insatisfacción

Diferencia

Julio del 2001 40,5% 58,2% -17,70%

Diciembre del 2001 20,9% 77,6% -56,70%

Febrero del 2002 31,9% 66,5% -34,60%

Junio del 2002 31,1% 68,3% -37,20%

Agosto del 2002 34,3% 65,1% -30,80%

Noviembre del 2002 34,2% 67,2% -33,00%

Julio del 2002 22,7% 76,1% -53,40%

261

Noviembre del 2003 33,2% 65,6% -32,40%

Febrero del 2004 34,4% 63,2% -28,80%

Marzo del 2004 36,9% 60,4% -23,50%

Mayo del 2004 40,7% 58,6% -17,90%

Noviembre del 2004 60,4% 38,4% 22,00%

Diciembre del 2004 45,4% 52,1% -6,70%

Enero del 2005 58,2% 39,8% 18,40%

Marzo del 2005 62,5% 36,2% 26,30%

Abril del 2005 59,1% 38% 21,10%

Mayo del 2005 63,1% 33,7% 29,40%

Junio del 2005 68,1% 30,3% 37,80%

Julio del 2005 65,1% 32,3% 32,80%

Septiembre del 2005 62,5% 28,9% 33,60%

Octubre del 2005 65,1% 32,6% 32,50%

Noviembre del 2005 67.5% 38,2% 29,30%

Febrero del 2006 66,8% 30,9% 35,90%

Marzo del 2006 69,2% 28,3% 40,90%

Abril del 2006 72,3% 24,5% 47,80%

Junio del 2006 68,2% 29,4% 38,80%

Agosto del 2006 72,4% 25,3% 47,10%

Septiembre del 2006 70,7% 27,0% 43,70%

Noviembre del 2006 66,9% 30,9% 36,00%

Febrero del 2007 67,8% 30,9% 36,90%

262

Marzo del 2007 64,2% 33,2% 31,00%

Mayo del 2007 64,2% 30,7% 33,50%

Junio del 2007 64,7% 32,5% 32,20%

Agosto 2007 60,8% 36,9% 23,90%

Septiembre 2007 65,5% 31,9% 33,60%

Octubre 2007 62,9% 34,8% 28,10%

Noviembre 2007 58,1% 39,4% 18,70%

Febrero 2008 51,1% 45,3% 5,80%

Abril 2008 55,7% 40,6% 15,10%

Mayo 2008 55,0% 41,1% 13,90%

Junio 2008 52,1% 44,8% 7,30%

Agosto 2008 61,0% 36% 25,00%

Septiembre 2008 61,9% 34,3% 27,60%

Octubre 2008 61,0% 35,1% 25,90%

Noviembre del 2008 59,3% 37,4% 21,90%

Diciembre del 2008 62,8% 33,3% 29,50%

Enero del 2009 61,1% 38,3% 22,80%

Febrero del 2009 54,3% 43,1% 11,20%

Marzo del 2009 62,3% 34,8% 27,50%

Abril del 2009 57,0% 39,7% 17,30%

Mayo del 2009 54,7% 41,4% 13,30%

Junio del 2009 50,6% 46,5% 4,10%

Julio del 2009 56,2% 42,0% 14,20%

263

Septiembre del 2009 58,4% 40,6% 17,80%

Octubre del 2009 46,4% 50,8% -4,40%

Noviembre del 2009 48,5% 48,4% 0,10%

Diciembre del 2009 49,9% 47,5% 2,40%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009. Pregunta en todos los años: ¿Hasta qué

punto se encuentra usted satisfecho por el impacto de la gestión del presidente Chávez en los siguientes aspectos?

: Salud.

Beneficiarios de las misiones para el 2009

Período del tiempo

estudiado

Beneficiarios No

Beneficiarios

Diferencia

Agosto del 2004 30,8% 68,3% -37,50%

Noviembre del 2004 28,5% 70,6% -42,10%

Enero del 2005 38,2% 61,4% -23,20%

Marzo del 2005 51,5% 47,7% 3,80%

Abril del 2005 39,1% 59,6% -20,50%

Mayo del 2005 57,4% 41,3% 16,10%

Junio del 2005 45,6% 53,4% -7,80%

Julio del 2005 37,0% 62,6% -25,60%

Septiembre del 2005 46,8% 52,2% -5,40%

Octubre del 2005 42,2% 56,7% -14,50%

Febrero del 2006 47,5% 52,3% -4,80%

Marzo del 2006 53,7% 45,9% 7,80%

264

Mayo del 2006 48,2% 51,0% -2,80%

Junio del 2006 38,8% 60,0% -21,20%

Julio del 2006 42,2% 56,9% -14,70%

Mayo del 2007 50% 50% 0,00%

Febrero del 2008 49,0% 48,0% 1,00%

Mayo del 2009 22,2% 74,9% -52,70%

Julio del 2009 28,8% 68,8% -40,00%

Noviembre del 2009 33,4% 66,6% -33,20%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009. Pregunta en todos los años: ¿Ha

sido usted beneficiado por alguna de las Misiones o Programas que lleva a cabo en la actualidad el

gobierno nacional?

Estado de las Misiones para el 2009.

Misiones Nov-09 Jul-09 Diferencia

Misión Mercal 28,9% 30,6% -1,70%

Misión Barrio Adentro 17,8% 13,5% 4,30%

Misión Barrio Adentro II 12,0% 16,7% -4,70%

Misión Barrio Adentro

III 4,9% 9,2%

-4,30%

Misión Identidad 22,5% 16,3% 6,20%

Misión Sucre 4,2% 2,5% 1,70%

Misión Ribas 3,3% 2,4% 0,90%

Misión Robinson II 0,3% 0,7% -0,40%

Misión Robinson 0,5% 0,6% -0,10%

UBV 0,4% 0,5% -0,10%

265

Misión Milagro 3,3% 2,3% 1,00%

Misión Madres del

Barrio 1,0% -

1,00%

Misión Vuelvan caras 0,3% 0,6% -0,30%

Misión Ciencia 0,3% 0,2% 0,10%

Misión Habitat 0,1% 1,4% -1,30%

Otros 0,2% 2,6% -2,40%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009.

Beneficiarios de las misiones para noviembre del 2009

Misión Mercal Beneficiarios Satisfacción

Misión Mercal 17,8% 81,7%

Misión Identidad 17,0% 95,0%

Misión Barrio Adentro 13,4% 88,6%

Misión Barrio Adentro II 9,0% 87,3%

Misión Barrio Adentro

III

3,6% 91,7%

Misión Sucre 3,1% 92,7%

Misión Milagro 2,4% 90,6%

Misión Ribas 2,4% 87,5%

Misión Madres de

Barrios

0,7% 100%

Misión Robinson 0,3% 80,0%

UBV 0,2% 100,0%

266

Misión Robinson II 0,2% 66,7%

Misión Ciencia 0,2% 66,7%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009.

Comparación de las Misiones entre Septiembre del 2008 y Noviembre del 2009.

Misión Beneficia

rios

Septiemb

re del

2008

Satisfac

ción

Beneficia

rios

Noviemb

re del

2009

Satisfac

ción

Diferenci

a en

satisfacci

ón

Diferencia en

beneficiarios

Misión

Barrio

Adentro III

0,2% 96,4% 1,8% 91,7% -4,70% 1,60%

Misión

Ribas

3,9% 96,1% 2,4% 87,5% -8,60% -1,50%

Misión

Sucre

3,1% 95,0% 3,1% 92,7% -2,30% 0,00%

Misión

Barrio

Adentro II

19,4% 93,7% 9,0% 87,3% -6,40% -10,40%

Misión

Milagro

3,2% 92,7 2,4% 90,6% -2,10% -0,80%

Misión

Identidad

32,3% 91% 17,0% 95% 4,00% -15,30%

Misión

Barrio

Adentro

18,2% 87,8% 13,4% 88,6% 0,80% -4,80%

267

Misión

Hábitat/Vivi

enda

1,8% 83,3% 0,1% 100% 16,70% -1,70%

Misión

Mercal

35,0% 83,1% 17,8% 81,7% -1,40% -17,20%

Misión

Vuelvas

Caras

1,8% 73,9% 0,2% 100% 26,10% -1,60%

Fuente: Informe de Opinión Pública Datanálisis, noviembre del 2009.

268

3.2.- CONSULTORES 21.

Proble

ma Abr

-03

Jun

-03

Sep

-03

Dic

-03

Ma

r-

04

Jun

-04

Oct

-04

Ene

-05

Ma

y-

05

Jul-

05

Sep

-05

Feb

-06

Ma

r-

06

Jul-

06

Sep

-06

Nov

-06

Ma

r-

07

Jun

-07

Sep

-07

Nov

-07

Econom

ía

6.6

%

6.8

%

5.2

%

8.3

%

5.9

%

3.8

%

3.3

%

2.3

%

4.8

%

2.1

%

2.5

%

0.8

%

1.6

%

2.1

%

1.0

%

2.3

%

3.3

%

4.4

%

2.6

%

Corrupci

ón

4.5

%

1.6

%

1.5

%

1.3

%

1.5

%

1.2

%

1.3

%

1.1

%

2.5

%

4.0

%

3.1

%

4.3

%

4.3

%

4.0

%

2.9

%

4.2

%

5.0

%

3.6

%

3.1

%

4.1

%

Deuda

externa

1.5

%

1.2

%

0.5

%

0.1

%

0.1

%

0.2

%

0.1

%

0.1

%

0.3

%

0.1

%

0.1

%

Inflació

n

6.1

%

5.3

%

3.8

%

16.

2%

2.6

%

2.7

%

6.4

%

7.1

%

6.7

%

5.1

%

5.8

%

5.6

%

4.5

%

3.5

%

4.3

%

3.7

%

4.5

%

2.3

%

3.7

%

2.8

%

Desempl

eo

36.

7%

42.

1%

37.

8%

32.

5%

28.

3%

26.

6%

21.

8%

33.

1%

37.

1%

31.

3%

31.

7%

27.

3%

22.

3%

22.

7%

19.

3%

18.

8%

18.

6%

14.

3%

11.

4%

11.

9%

Droga

1.0

%

0.9

%

1.1

%

0.2

%

0.1

%

0.1

%

0.1

%

0.2

%

0.3

%

0.5

%

0.3

%

0.3

%

0.5

%

0.4

%

Gobiern

o

6.2

%

6.2

%

7.3

%

5.5

%

6.9

%

5.5

%

1.3

%

2.2

%

2.7

%

2.3

%

2.6

%

3.2

%

2.6

%

2.3

%

2.1

%

3.5

%

3.4

%

6.2

%

8.8

%

8.6

%

269

Chávez

Educaci

on

0.9

%

0.8

%

0.5

%

0.5

%

0.4

%

0.6

%

2.6

%

0.3

%

0.5

%

0.7

%

0.7

%

0.9

%

0.6

%

0.4

%

0.5

%

0.3

%

1.1

%

0.1

%

0.2

%

0.2

%

Delincu

encia

14.

2%

13.

0%

13.

7%

16.

5%

12.

9%

12.

4%

24.

4%

23.

6%

22.

0%

25.

8%

25.

1%

26.

0%

13.

5%

13.

0%

44.

5%

37.

3%

34.

1%

36.

9%

39.

2%

32.

5%

Política

5.3

%

8.5

%

7.7

%

15.

3%

17.

7%

5.1

%

5.6

%

3.7

%

4.8

%

1.9

%

3.4

%

1.1

%

1.8

%

2.5

%

2.3

%

2.1

%

Pobreza

0.2

%

0.1

%

0.5

%

0.3

%

1.6

%

2.6

%

2.7

%

3.1

%

2.7

%

3.6

%

3.7

%

3.5

%

3.1

%

3.1

%

3.6

%

2.6

%

2.3

%

Todo

0.4

%

0.2

%

0.6

%

0.7

%

0.8

%

1.3

%

0.2

%

0.1

%

0.4

%

0.1

%

0.2

%

0.1

%

0.1

%

0.1

%

0.3

%

0.9

%

0.2

%

0.7

%

0.2

%

Viviend

a

0.1

%

0.6

%

0.2

%

1.2

%

0.2

%

0.5

%

1.2

%

2.1

%

2.3

%

1.6

%

2.9

%

2.8

%

2.5

%

2.3

%

2.9

%

2.9

%

2.1

%

2.3

%

1.1

%

Salud

0.8

%

1.1

%

0.7

%

0.8

%

0.8

%

0.4

%

0.9

%

0.8

%

1.3

%

1.7

%

1.1

%

1.3

%

1.5

%

1.1

%

0.5

%

0.9

%

0.7

%

0.1

%

0.5

%

Otros

16,

9%

11,

6%

18,

9%

25,

5%

22,

7%

23,

8%

29,

4%

18,

4%

16,

2%

14,

4%

19,

7%

18,

3%

42,

1%

43,

2%

14,

8%

28,

4%

13,

7%

30,

3%

23,

5%

33,

2%

Fuente: Consultores 21, Diciembre 2009. Pregunta en todos los años: ¿Y cuál es su opinión personal de cuál es el principal problema que tiene

Venezuela en estos momentos?

270

Opciones %

Se puede 86,5%

No se puede 12,7%

NS / NC 0,8%

Fuente: Consultores 21, Noviembre 2006. Pregunta: ¿Cree que es posible que todos los venezolanos

tengan acceso a la salud?

Opciones %

El Presidente 34,4%

Todos 24,9%

Gobernador 22,0%

Alcalde 10,1%

Ninguno 6,7%

NS / NC 1,9%

Fuente: Consultores 21, Noviembre 2006. Pregunta: ¿Quién cree usted que es el responsable de la

situación de la salud en Venezuela?

Opciones %

Buena 39,5%

Pésima 22,6%

Mala 21,3%

Excelente 16,3%

NS / NC 0,3%

Fuente: Consultores 21, Noviembre 2006. Pregunta: Voy a nombrarle a continuación algunas áreas de

271

atención a la comunidad. Dígame para cada una de ellas, como evalúa usted la calidad del servicio que están

recibiendo los venezolanos.

Opciones %

Gobernador de su Estado 62,3%

El Presidente de la República 33,9%

NS / NC 3,8%

Fuente: Consultores 21, muestra de 1500 sujetos. Junio 2006. Pregunta: Hablando ahora de la Salud, ¿Quién

prefiere usted que se encargue de ofrecer en su estado el servicio de salud y atención médica ¿El Presidente o el

gobernador del Estado?

Pésimo 25,9%

2 9,5%

3 9,3%

4 4,9%

5 9,4%

6 7,2%

7 7,3%

8 7,0%

9 6,7%

Excelente 12,7%

Fuente: Consultores 21, Junio 2006. Pregunta: Voy a nombrarle a continuación algunas áreas de

atención a la comunidad. Dígame en el caso de la salud, como evalúa usted la calidad con la que el

gobierno nacional lo está haciendo. Vamos a ponerle una nota, en una escala del 1 al 10, donde 1 es

pésimo y 10 es excelente. Por ejemplo ¿Del 1 al 10 que nota le pondría al gobierno en salud pública?

272

Beneficio Mar-04 Ago-09

Compro más porque es más barato- Rinde

la plata 35.6% 1.3%

Saco mi título- Ser profesional- Estudios

universitarios 3.6%

Todo para la salud: Exámenes, atención

médica y medicinas 11.3% 15.6%

Beca de estudios 3.6% 1.1%

Compra de alimentos, comida, mercado 44.5%

Donación de: silla de ruedas, aparatos

auditivos, otros. 0.1%

Sacar bachillerato o secundaria 3.8%

Operación de la vista- Odontología 2.1%

Empleo 1.1%

Ayudan a mi mamá y a mi papá 0.4%

Rehabilitación 0.3%

Una pensión 0.1%

Precios más bajos, economía 6.5%

Productos de calidad- Mejor servicio 1.0%

Está en la zona, en el sector 0.2%

Facilidad en educación- Estudios- Cursos

diversos 7.9%

Terapias 0.4%

Lentes- médicos oftalmólogos 1.3%

Ayuda monetaria 2.3%

273

Su hijo está en la Fuerza Armada 0.1%

Ser mejor en el futuro- Superarse- Lograr

mis metas 0.5%

Crédito 0.2%

Aprender a leer y escribir- Conocimiento 1.6%

Otros 0.8%

Ninguno 0.1%

Es una gran ayuda para mucha gente de

escasos recursos 0.4%

Vivienda 0.8% 0.3%

Ayuda a la persona discapacitada 0.1%

Sacar la cédula o pasaporte 0.3%

Conservar el medio ambiente- Sembrar

árboles 0.1%

No contesta 4.9% 1.7%

Estudiante del Plan Ribas 15.6%

Estudiante del plan Sucre 4.1%

Participa en Vuelvan Caras 2.6%

Participa en la Mision Robinson 7.5%

Estudios Sin especificar 13.4%

Todo 0.2%

Ayuda económica para operaciones medicas 0.4%

Fuente: Consultores 21, Agosto 2009. Pregunta: De las Misiones, ¿Podría decirme cual beneficio

obtienen?

274

Misión %

Mercal 56.1%

Barrio Adentro 13.3%

Misión Ribas 8.1%

Sucre 5.9%

Misión Robinson 3.2%

PDVAL 2.4%

Madres del Barrio 1.9%

Vuelvan Caras 1.7%

Misión Milagro 1.5%

Misión José Gregorio Hernández 1.0%

CDI 1.0%

No contesta 1.0%

S.R.I 0.8%

Misión Identidad 0.5%

Funda Ayacucho 0.2%

Misión Miranda 0.2%

Misión Cultura 0.2%

Una pensión- INAGER 0.1%

UNEFA 0.1%

Misión Ché Guevara 0.1%

Créditos 0.1%

Misión Batallón 0.1%

275

Consejo Comunal 0.1%

Casa de alimentación 0.1%

Misión Vargas 0.1%

Misión Hábitat 0.1%

Misión Árbol 0.1%

De todas un poco 0.1%

Misión Sonrisa 0.1%

Fuente: Consultores 21, agosto 2009. Pregunta: Si usted es beneficiario de una misión, ¿Podría decirme de cual

plan se trata?

Lo más positivo Abr-03 Jun-03 Feb-06 Jun-07

Ayuda a la gente pobre-

marginados 9.9% 4.1% 20.4% 0.2%

Carisma- habla claro- tiene

poder de convencimiento 6.1% 11.5% 5.1%

Que pone orden- tiene carácter-

no se deja 3.1% 8.9% 5.3%

Créditos otorgados 1.6% 2.5%

Quiere echar el país adelante 4.6% 2.8%

Ayuda a la educación- escuelas

bolivarianas 1.9% 0.9%

Honestidad 2.5% 3.2% 4.8%

Trabajador 2.3% 3.4%

Su ideologia- ideas para

Venezuela 2.0% 1.9% 4.3% 8.9%

276

Es humano- personalidad

sencilla 3.1% 1.5% 5.1%

Nada 29.0% 33.7% 12.9% 3.7%

Todo 0.8% 1.7% 0.6% 0.6%

Despertó al pueblo 1.2%

Es tolerante- democrático 0.7% 0.3% 3.8%

Otros 0.7% 1.8%

Habla de Bolívar y los

símbolos patrios 1.1%

Hace muy bien el papel de

loco- serviría como actor 0.5% 0.3%

Los programas de salud

implementados 0.9% 0.3% 1.3%

Las viviendas otorgadas- obras

de infraestructura 1.9% 1.0%

Los megamercados- bolsas de

comida que otorga 0.9% 0.3%

Promulgacion de la ley de

tierras 1.7% 0.1%

Robar a Venezuela 0.6% 0.1%

Es capacitado 0.3% 0.1%

Realizo limpieza en PDVSA-

no permitió el aumento de la 0.7% 0.1% 8.6%

gasolina

Que se vaya 0.5%

277

La nueva constitución 0.4% 0.1%

Ayuda a los pensionados 0.7% 1.5%

Sus viajes al exterior y las

relaciones con otros países 0.5% 0.1% 0.4%

Es optimista 0.5%

Logro el apoyo de los

militares- Plan Bolívar 0.3% 0.1% 0.4%

Ns/Nc 19.3% 17.7% 10.0% 28.3%

Mejora la educación 3.0% 3.9% 3.9%

Vivienda 0.9%

La oposición 0.4% 0.4%

No permitir el

desabastecimiento 0.4%

Mercal 0.3%

Poder de convencimiento sobre

la gente 3.3%

Logra sus metas, lo que

promete lo cumple 1.7%

Las misiones 7.7% 3.5%

Otros positivos 3.3% 1.2%

Ama a Venezuela 1.1%

Lo está haciendo bien 2.6%

busca la igualdad para todos 0.9% 8.1%

Otros negativos 1.1% 0.1%

se preocupa por la salud del 1.0%

278

venezolano

Habla mucho y hace poco no

escucha 0.2%

Corrupción de la gente

gobierno 0.5%

Discusiones políticas desunión 0.1%

Regala nuestro dinero otros

países 0.6%

Quiere tener control absoluto 3.5%

Problema económicos 0.3%

Seguridad delincuencia 0.1%

Estatizar la economía 1.7%

Derrochar riquezas

beneficiando 0.1%

Libertar independizar

Venezuela 2.3%

Las riquezas 5.3%

Nada positivo 1.3%

Apoyo del pueblo 5.1%

Mejorar la economía 2.6%

Socialismo-comunismo 2.9%

Fuente: Consultores 21, agosto 2009. Pregunta para todos los años: ¿Qué cree que es lo mejor, lo más

positivo del Presidente Chávez?

279

3.3.- INSTITUTO VENEZOLANO DE ANÁLISIS DE DATOS.

Principales problemas del país: junio del 2003.

Desempleo 28,3%

Inseguridad 20,1%

Alto costo de la vida 5,9%

Problemas sociales 3,8%

Salud 3,0%

Educación 1,2%

Crisis Política del país 14,1%

Economía en general 20,6%

Otros 0,9%

NS / NR 2,1%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de marzo del 2003.

Principales problemas del país: julio del 2003.

Desempleo 31,3%

Inseguridad 19,3%

Alto costo de la vida 6,9%

Problemas sociales 3,6%

Salud 2,3%

Educación 1,2%

Crisis Política del país 11,0%

Economía en general 20,3%

Otros 1,5%

280

NS / NR 3,5%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de junio del 2003.

Principales problemas del país: septiembre del 2003.

Desempleo 27,0%

Inseguridad 21,5%

Alto costo de la vida 3,0%

Problemas sociales 3,3%

Salud 1,4%

Educación 1,9%

Crisis Política del país 18,1%

Situación Económica 16,5%

El Presidente y su gobierno 2,8%

Otros 1,7%

NS / NR 3,5%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de septiembre del 2003.

Principales problemas del país: junio del 2004 (1º quincena)

Inseguridad 56,5%

Desempleo 68,2%

Alto costo de la vida 14,7%

Problemas sociales 17,9%

Salud 12,3%

281

Educación 4,9%

Inestabilidad política 24,3%

Situación económica 16,0%

Corrupción 3,2%

Otros 26,9%

NS / NR 3,5%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de junio del 2004.

Principales problemas del país: junio del 2004 (2º quincena)

Inseguridad 17,4%

Desempleo 39,8%

Alto costo de la vida 4,8%

Inestabilidad política 7,5%

Situación económica 9,5%

Otros 10,5%

NS / NR 10,4%

Fuente: Informe electoral de la segunda quincena de junio del 2004.

Principales problemas del país: julio del 2004 (1º quincena)

Inseguridad 17,2%

Desempleo 36,6%

Problemas sociales 1,1%

Inestabilidad política 7,6 %

282

Situación económica 18,9%

Otros 5,0%

NS / NR 13,6%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de junio del 2004.

Principales problemas del país: julio del 2004 (2º quincena)

Inseguridad 18,0%

Desempleo 37,3%

Alto costo de la vida 4,5%

Problemas sociales 1,2 %

Inestabilidad política 7,7%

Situación económica 13,2%

Otros 4,0%

NS / NR 0,6%

Fuente: Informe electoral de la segunda quincena de junio del 2004.

Principales problemas del país: agosto del 2004

Inseguridad 21,2%

Desempleo 33,2%

Alto costo de la vida 2,7%

Educación 1,2 %

Inestabilidad política 10,0%

Situación económica 13,7%

Otros 3,0%

283

NS / NR 15,1%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de agosto del 2004.

Opinión de la participación personal cubano en deporte, salud, salud, agricultura,

educación: julio del 2003

Está para solucionar los problemas del país 33,9%

Para implantar el sistema cubano 57,5%

NS / NR 8,6%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de julio del 2003.

Opinión de la participación personal cubano en programas de alfabetización del

gobierno: julio del 2003

De acuerdo 35,3%

En desacuerdo 61,8%

NS / NR 2,9%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de julio del 2003.

¿Está de acuerdo con la participación de los médicos cubanos en Barrio

Adentro?: septiembre del 2003.

De acuerdo 43,1%

En desacuerdo 52,8%

NS / NR 4,1%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de septiembre del 2003.

284

¿Está de acuerdo con la participación de personal cubano en el plan de

alfabetización “Robinson”?: Septiembre del 2003.

De acuerdo 44,2%

En desacuerdo 52,5%

NS / NR 3,3%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de septiembre del 2003.

¿Cuál es la Misión Más exitosa llevada por el gobierno nacional?: Marzo 2006

Robinson 10,7%

Sucre 4,3%

Ribas 11,0%

Vuelvan Caras 5,2%

Milagro 2,1%

Barrio Adentro 18,6%

Mercal 14,1%

Hábitat 1,8%

Otras 4,0%

NS / NR 28,4%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de marzo del 2006.

¿Las Misiones les llegan por igual a partidarios y opositores del gobierno del

Presidente Hugo Chávez?

Si llegan 56,6%

No llegan 38,6%

285

NS / NC 4,8%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de octubre del 2006. Pregunta ¿Las Misiones les llegan

por igual a partidarias y opositores del gobierno del Presidente Hugo Chávez?

¿Está bien que las Misiones les lleguen sólo a los que apoyan al Presidente?

Si está bien 7,3%

No está bien 90,8%

NS / NC 2,9%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de octubre del 2006. Pregunta: ¿Está bien que las

Misiones les lleguen sólo a los que apoyan al Presidente?

¿Cuáles son las principales propuestas del Presidente Hugo Chávez?

Las Misiones 23,4%

Generar empleo 9,3%

Acabar con la delincuencia 8,5%

Establecer la educación 9,8%

Acabar con la pobreza 9,7%

Ejecutar las obras inconclusas 10,4%

Amor 14,6%

Barrio Adentro 8,9%

Recoger los niños de la calle 4,7%

Viviendas 14,9%

Bonos alimentarios 27,2%

Otros 22,8

286

NS / NR 35,4%

Fuente: Informe electoral de la primera quincena de octubre del 2006. Pregunta: ¿Cuáles son las

principales propuestas del Presidente Hugo Chávez?

287

3.4.- LATINOBARÓMETRO.

Años de

estudio

Problem

as

Año2003 Bajos

salarios

Tra

nsp

orte

Vio

lenc

ias

polí

tica

Ine

stab

ilid

ad

del

em

ple

o

Pro

ble

mas

de

la

edu

caci

ón

Infl

aci

ón

Dese

mple

o

Falta

de

oport

unida

des

para

la

juvent

ud

Vio

laci

ón

de

los

dere

cho

s

hu

man

os

Pro

ble

mas

de

vivi

end

a

Pro

ble

mas

de

salu

d

Pro

ble

mas

de

med

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Corr

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Narc

otráfi

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Delin

cuenc

ia

Po

bre

za

Con

sum

o de

dro

gas

Discri

minaci

ón

racial

Ot

ro

s

N

o

S

a

b

e

No

Resp

onde

Año 2005 10,8% 0,7

%

5,2

%

5,2

%

3,7

%

3,5

%

28,8

%

2,6% 1,6

%

1% 1,6

%

0,4

%

9,8

%

1,2% 8,2% 10

%

2,5

%

0,3% 1,

2

%

1,

3

%

0,

3

%

Año 2006 0,1% 0,5

%

0,2

%

0 % 1,9

%

7,9

%

29,4

%

0 % 0% 2,5

%

3,9

%

0,4

%

1,5

%

0 $ 27,3

%

5,2

%

0,8

%

0% 22

,2

%

1,

8

%

1,

1

%

Año 2007 0,3% 0,4

%

0,3

%

0,5

%

2,4

%

0,8

%

17,7

%

0% 0,3

%

2,1

%

2,8

%

0,3

%

2,3

%

0% 40,5

%%

6,5

%

3,0

%

0,1% 4,

8

%

0,

7

%

2,

2

%

288

Año 2008 0,1% 0,3

%

0,1 0,6

%

0,9

%

0,6

%

7,9

%

0% 0,3

%

1,4

%

1,8

%

0,7

%

7,6

%

0,2% 46,4

%

4,3

%

2,9

%

0% 4,

8

%

1,

5

%

1,

3

%

Fuente: Latinobarómetro 2003, 2005, 2006 y 2007. Pregunta en todos los años: ¿Cuál considera usted que es el problema más importante en el país?

289

Nivel de satisfacción en el acceso de los servicios de salud

Años de estudios Cómo evalúa la calidad de los hospitales públicos

Ha

mejorado

mucho

Ha

mejorado

Ha

permanecido

igual

Ha

empeorado

Ha

empeorado

mucho

No

responde

No

sabe

Años 2005 21,6% 30,4% 29,4% 14,5% 2,8% 0,9% 0,8%

Años 2006 29,5% 34,8% 19,3% 9,6% 4,1% 1,9% 0,7%

Fuente: Latinobarómetro, 2005 y2006.

Años de estudios Nivel de satisfacción por los servicios de salud públicos impartidos por el

gobierno central

Muy

satisfecho

Más bien

satisfecho

No muy

satisfecho

Nada

satisfecho

Ninguno No responde

Años 2003 19,6% 24,6% 38,8% 16,2% - 0,9%

Años 2005 28,4% 37,2% 27,5% 6,0% - 0,9%

Años 2006 34,6% 34,6% 21,3% 5,3% 1,3% 2,9%

Años 2007 40,2% 37,0% 10,8% 3,8% 7,6% 0,6%

Fuente: Latinobarómetro 2003, 2005, 2006 y 2007.

Años de estudios Como cubre usted sus gastos en salud

No Sabe/ No

responde

Seguro privado Seguro público No tiene seguro

Años 2003 0% 0% 0% 100%

Años 2005 2,7% 15,2% 12,1% 70%

290

Años 2006 1,0% 18,3% 33,8% 46,8%

Años 2007 0,3% 21,8% 36,3% 41,6%

Fuente: Latinobarómetro 2003, 2005, 2006 y 2007.

Años de

estudios

Como ha enfrentado los problemas de salud que ha tenido usted y su

familia en los últimos doce meses

Sin

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

Con

algunas

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

Con

muchas

dificultades

para

acceder a

las

atenciones

necesarias

No

podemos

acceder a

las

atenciones

necesarias

No hemos

tenido

problemas

de salud

No

responde

Años

2006

29% 41,8% 20,2% 3,9% 3,9% 1,2%

Años

2007

28,5% 38% 20,3% 4,4% 7,7% 1%

Fuente: Latinobarómetro 2006 y 2007 (Los años 2003.2004 y 2005 no tenían preguntas de acceso a la

salud).