Índice: Prólogo Capítulo 1: Ambiente de guerra Capítulo 2: Traición Capítulo 3:Una situación extraña Capítulo 4: Tofy Wey Capítulo 5: Discurso Capítulo 6: Svartálfaheim Capítulo 7: Humo tras las colinas Capítulo 8: En ruinas Capítulo 9: Abavus Capítulo 10: Noticias Capítulo 11: La gran montaña Capítulo 12: Marchando por Midgard Capítulo 13: Jotunheim Capítulo 14: Una de las historias de la creación Capítulo 15: El otro oyente de la historia Capítulo 16: Las visitas de Abavus Capítulo 17: La entrada del esperado Capítulo 18: Errecundo Capítulo 19: La nueva Alianza Capítulo 20: Ilusión Capítulo 21: Lif y Lifthrasir Capítulo 22: Los aliados Capítulo 23: El alquimista Capítulo 24: Las enseñanzas del alquimista Capítulo 25: Se reúnen los hermanos Capítulo 26: A la vez Capítulo 27: El nuevo rey Capítulo 28: Reencuentro Capítulo 29: Las voces de afuera Capítulo 30: Senos de mujer Capítulo 31: Decisiones Capítulo 32: La lección del alquimista Capítulo 33: El prometido Capítulo 34: La explicación de Máni Capítulo 35: Planeando la invasión

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Capítulo 36: Templo Capítulo 37: El coliseo Capítulo 38: Opuestos y Complementarios Capítulo 39: Bajo las negras túnicas Capítulo 40: El colapso Capítulo 41: Invasión postergada Capítulo 42: Los nuevos Niger Examinis Capítulo 43: Una gran batalla Capítulo 44: Ygssadril Capítulo 45: La caída del grande saturado Epílogo

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Prólogo

En eras lejanas, de las que muy pocos recordaban y lo que se sabía eran sólo tradiciones orales, la Luna cometió su más grande error.

Máni era la Luna, su espíritu la mantenía siempre lista, tuvo un amorío oculto con Skoll, el lobo destinado a perseguir a Sól, su anterior amor.

Entonces, tras nueve meses de luna llena continua nacieron los padres de dos estirpes jamás imaginadas ni pensadas.

Dos hijos tuvieron, uno tan perfecto como los Elfos, pero con la maldad lupina de Skoll por dentro, su nombre era Errorior; el otro muy similar al lobo, pero con rasgos de humanos, Errecundo.

Esos fueron los hijos que Máni no reconoció jamás, dos razas que llegarían a desequilibrar la perfección del mundo que con tanto esmero se había logrado.

Y lo que más se temía pasó.

El poder de su madre y el de su padre los hizo codiciosos de más y más, fueron poderosos, seres privilegiados, manejaron las peores palabras que jamás se oyeron en los nueve mundos. Se reprodujeron, violaron, tuvieron hijos, hijas, bestias y desencadenaron monstruosidades.

Los Elfos de la oscuridad, Svartálfar, se instalaron en un reino vacío, Svartálfaheim. Y los hombres lobos probaron suerte como nómadas alrededor de Midgard y Niflheim.

Los demás miembros de la progenie se distribuyeron en los bosques oscuros de Midgard, Niger Silva. Abominables seres, sedientos de sangre, carentes de razón, con poder en su maldita sangre, y destinados a seguir creando más atrocidades.

Los hombres, los elfos, los enanos, los gigantes y otros animales les temieron, las Improbus Verbum, las malas palabras, los acosaban, se sentían desprotegidos, y dejaron que avanzaran, que asentaran una maldad que no estaba prevista, ni las mismísimas Nornas pudieron evitar cambiar ese destino.

Nadie, absolutamente nadie, hizo nada más que seguir con lo suyo, y a medida que terminaba una era y comenzaba otra se hacía cada vez más notoria la forma en la que estaban involucrados.

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Una simple aventura de inconsciencia terminó en lo que jamás nadie se imaginó.

Desde ese momento muchas cosas cambiaron.

Al último de todo se cosecharon los frutos que cada uno se merecía.

Al nacer dos atrocidades la naturaleza se vio obligada a mantener el equilibrio que uno de sus seres divinos había violado.

Dotó a un gigante dándole la mano de oro, un poder que alcanzaría mucho más que transmutar materialmente la materia, lo haría también de forma espiritual.

El gigante fue egoísta, lo compartió sólo con su raza, pero el fin le llegó a la brevedad, hizo mucho por Jotunheim, pero los vikingos le dieron fin.

A eso la madre naturaleza dio una nueva esperanza, dos nuevas profecías.

Uno de los hermanos alcanzará el perdón,el otro seguirá en la peste,

perecerá ante la mano de oro,pero sólo cuando esto pase,

su hermano perdonado será por fin un ser respetado,los espíritus lo aceptarán,los humanos lo venerarán,

cambiará el sentido del nombre de su especie,y tal vez la llama oscura se tienda luminosa.

Alto el fuego,os otorgo algo muy preciado y duradero,

la efímera luz del oro intenso,que renacerá en tiempo de requerimiento,

la llevará quién de los gigantes dispondrá en su tiempo,ayudará al portador de la luz en su gestión,

será portador de algo más importante que lo simple y mundano,algo más importante que la capacidad de cambiar la materia,

su poder iluminará a todo aquel que él pretenda que sea iluminado,y si de sus pecados alguien se arrepiente,

será merecedor del perdón correspondiente,dará muerte a quien no lo entienda,

pero quien haya seguido el buen camino deberá ser protegido a como dé lugar,con la purificación que deberán conseguir

entenderán que lo oscuro puede ser iluminado,

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pero también que lo iluminadopuede ser oscurecido.

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Capítulo 1

Ambiente de guerra

Sponsus

Era un día soleado, de júbilos, muchos gritos, exasperación, exclamaciones y expresiones de gozo que se oían afuera. El cielo estaba despejado, sólo se veían los imponentes y voluminosos rayos de Sól.

La mañana había sido muy dinámica, el movimiento en toda la capital era revolucionario. El rey había llamado a todos los habitantes de la ciudad, como era de costumbre en el anuncio de una decisión con repercusión trascendente.

El comité era un grupo selecto del linaje del Primus, el primero, como se llamaba allí al rey. Estaba conformado, en ese reinado, por sus tres hijos, Caducifer, el mayor, Cariosus y Sponsus, el menor.

Las filas de los soldados estaban haciendo las formaciones de costumbre, divididos en tres grupos de diez filas cada uno, todos con sus respectivos equipos y uniformes. Los de mayor rango iban en frente sentados mirando a los grupos y tras éstos el balcón real, todo esculpido en oro, un trabajo que quien lo viera quedaba totalmente pasmado.

El sonido de las trompetas alertaba el acercamiento de la guerra, al sonar una vez significó que debían reunirse, y luego de una hora y un nuevo llamado comenzaría a hablar el comité.

Alguien tocó la puerta.

- Pase-

Entró al cuarto de Sponsus una de las criadas de la casa real, morocha, de tez pálida, bajita y con una mirada penetrante y apasionante, llevaba puesto el uniforme correspondiente.

- Ya es hora mi señor, su padre lo llama a la reunión- dijo ella tímida y sonriente.- Imus, te he dicho que me llames por mi nombre, Sponsus, por favor, estoy cansado

de que me trates de señor con la relación que tenemos desde pequeños- corrigió sentado en la cama solo, vestido con una camiseta blanca, pantalones de cuero y su típico guante en la mano derecha.

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La habitación era digna de un príncipe, repleta de oro, por todos lados, la cama, las paredes, aunque no resultaba hermosa a la vista tenía clase. Era inmensa, parecía más grande que el comedor, allí acostumbraban a pasar gran parte del día y a practicar sus artes.

- Lo siento Sponsus, así debe ser- terminó ruborizada y con la mano en la perilla de la puerta advirtiendo que se estaba por ir.

- ¡Oh, no! ¡espera!- alertó Sponsus, levantando la mano – necesito un consejo-- Lo que sea-- No me siento llamado a la reunión de hoy Imus, no estoy de acuerdo con mi padre,

no estoy de acuerdo con mis hermanos, y no estoy de acuerdo con nadie de aquí, lo que tienen planeado hacer es la peor acción que jamás imaginé, nunca en mi vida hubiera esperado algo peor que esto- terminó con lágrimas en los ojos y un tono brusco sin romper su postura.

- Señor, no llore, creo que debe salir y mostrar su postura, si no se hace oír no logrará nada, debe hacerlo, y jamás podrá saber si sus palabras hubieran ayudado o no, en la vida hay que arriesgarse y expresarse. >> Yo creo que no debe dejar pasar nada, todo lo que tiene que pasar pasa, y lo sabemos, usted y yo.

- Muchas gracias- agradeció Sponsus mientras la joven abandonaba el cuarto sin disposición de escuchar a su amigo.

Sponsus era el menor de tres hermanos, desde pequeño había jugado con Imus, habían forjado una gran amistad, pero su padre aclaró los puntos sobre las diferencias sociales. Desautorizar al Primus era una de las traiciones más grandes a la corona.

Era un chico de pelo negro oscuro y moreno de piel, de mediana estatura y un poco relleno. En Ciudad Capital todos los habitantes tenían los ojos marrones, así como los que manejaban las mismas artes en el extranjero.

Siempre fue el preferido de su padre, y eso, típico, era envidia de sus otros dos hermanos.

Caducifer y Cariosus eran arrogantes y estúpidos, no existen otras palabras más adecuadas para describirlos. Se habían formado cada vez más en cuerpo y habilidades de guerra para superar a su hermano menor, de quince años y ganar más atención de su padre, cosa que no lograron nunca.

Sonó nuevamente la trompeta.

Capítulo 2

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Traición

Primus

Se encontraban los cuatro hombres sentados en sus tronos, mirando a su pueblo. Todos con la misma vestimenta, una armadura de guerra y una corona. La única que variaba era de mayor tamaño y más lujosa porque pertenecía al rey.

El Primus se paró y todos sus súbditos le hicieron reverencia, seguida de un aire tenso que se tornó muy húmedo y podía percibirse ya, en este, la decisión que se había tomado.

- Ciudad Capital, estamos hoy aquí reunidos nuevamente para decidir el futuro de nuestra nación, para subsistir a lo que en Midgard y los demás mundos está sucediendo. Es la hora en la que debemos escoger el bando más conveniente y sobrevivir al fin de la era. >> Ya se ha hablado de esto, pero ha llegado el momento, el momento de tomar una decisión, una decisión que nos beneficie a todos. >> Ciudad Aqua va a necesitar nuestra ayuda en la guerra, lo que se les viene es lo peor, la muerte asecha sus fronteras aún con las alianzas conseguidas. Hemos acordado ser sus aliados, pero con la muerte de Conor me temo que no quedan esperanzas.>> Esto no queda aquí, Niger Imperium nos ha llamado a aliarnos con ellos, a emboscar a nuestros hermanos de Midgard, asegurándonos de todo mal posible, y eso es lo que buscamos para nosotros.>> Por favor sean pacientes aquí y alienten a sus familias, que en los aires llegue la respuesta a esta decisión, el comité de Ciudad Capital, Terrae y yo, Primus Simul entramos en sesión- terminó tomando asiento y con la mirada cautivante de sus hijos.

Simul había participado de la Conferencia de Capitales en ciudad Aqua, pero se les hizo obligado considerar la oferta que les envió Undique, sobre todo a los dos mayores que estuvieron de acuerdo en el instante.

El Primus era ya anciano, rondaba entre los ochenta y los noventa años de edad, aunque su fortaleza era la de un joven de veinte. El promedio de vida de los humanos en aquellas tierras era entre los cien y los ciento veinte años, no estaba tan cerca, y estaba seguro que rompería récord. Tenía el poco cabello que le quedaba atrás de la cabeza de color gris y un carácter fuerte e intimidante, tal y como lo había formado en sus setenta años de reinado.

El mayor de sus hijos, Caducifer, era un joven muy avaro, codicioso y malicioso, no le caía bien a nadie, lo consideraban una sierpe del demonio, creían que practicaba artes oscuras

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y que era proveniente de un íncubo. Desde pequeño trataba mal a todo el que se le acercaba y nunca pudo sostener una amistad con nadie por más de un día.

Su cabello era largo y también de color negro, con los típicos ojos marrones y un cuerpo bien fornido, musculoso; hábil con las armas, podría decirse que el mejor de Ciudad Capital.

Cariosus era un poco más introvertido, pero era la sombra de Caducifer, era idéntico a él en imagen, pero mostraba menos su personalidad, parecía más bien un criado de su hermanos, lo que nadie veía bien.

Esos dos chicos fueron siempre una desilusión para su padre. Su madre había fallecido con el nacimiento de Sponsus. Nadie los soportaba, nadie los quería, habían intentado desterrarlos, pero la lástima que sentía su padre no se lo permitió, el amor paterno era y es algo muy difícil de romper.

- Hijos míos, nos encontramos en la bifurcación del camino y mi pregunta es: ¿Hacia dónde nos dirigimos?- cuestionó Simul en voz alta, toda Terrae oía espectante.

El hijo mayor se levantó precipitado.

- Padre querido, mi postura es irrevocable, siento la necesidad de sobrevivir a la par y con nuestro pueblo, es la mejor opción aliarnos con Undique, sus fuerzas aumentan, los Niger Examinis son cada vez más, y las criaturas que están comenzando a unírseles peor aún.>>Cualquiera que se les oponga morirá, y no quiero ese destino para nadie. Es aún mejor aceptar esta oferta que morir por una alianza con los débiles de los demás de Midgard.>>No quiero que perdamos la vida que se nos ha dado por el hecho de luchar por algo que no está a nuestro alcance, hemos tratado con gente oscura, y siempre nos ha ido bien, no nos traicionarán.>>Ésta es mi postura, pueden aceptarla o no, pero creo que debemos hacerlo, lo que nos proponen es la entrada a la nueva era, donde queremos ser todos partícipes- Todos los habitantes guardaron profundo silencio mientras el cielo se nublaba notándose la decadencia. Era más que seguro que habían llantos en algunos ciudadanos, no todos estaban de acuerdo con esa idea.

- Caducifer ha hablado, su justificación es sabia, quiero oír a mi otro hijo, Cariosus-- Padre, comparto opinión con Caducifer, debemos sobrevivir al fin de la era,

debemos luchar junto al Niger Imperium y lograr más alianzas, nunca tendremos otra oportunidad así.>> Seré breve, estamos en una disyuntiva, elegir luchar al lado de la antigua

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Midgard y morir, o luchar por la futura Midgard y vivir. Elijo luchar por la futura Midgard, por nuestro pueblo, por nosotros, y por el bien común- terminó gritando, pero aún todos mantenían silencio, volvió a su postura introvertida con los ojos lastimados y bien abiertos.

- Cariosus ha hablado, es hora de escuchar a Sponsus, mi hijo menor y heredero al trono- aclaró con mucho honor y recibiendo miradas furtivas de sus otros hijos.

- Querido padre, Primus y querida Terrae- tragó saliva- mi decisión es seguir aliados a la antigua Midgard- los otros hermanos miraron con odio, pero sin ocultar su desagrado- me parece que debemos luchar por nuestro bien y el de todos, ¿Qué vida existirá bajo un Imperio oscuro?, ¿Qué haremos solos en Midgard e Ygssadril?, lo que se viene es el fin de una era de errores y el principio de una era de oscuridad, donde sólo habrá monstruos y muertos reanimados, no me atrevo a vivir con ellos, ni más aún, pactar con el enemigo de nuestros hermanos.>> Sería incoherente creer que conseguiremos lo mejor con el Imperio de Undique, seremos usados y terminaremos como esclavos.>> Mis valores morales me dicen que debemos luchar hasta el fin, prefiero morir dignamente en batalla, lo que no sucederá si seguimos todos unidos, a traicionar a nuestros hermanos y terminar en ese desprestigio, jamás, pero jamás apoyaré a llevar a nuestra gente a un futuro improbable e individual, los llevaremos al futuro común, donde todos seremos parte de él, vivos o muertos y estaremos orgullosos de haber luchado por lo que en realidad es nuestro, Midgard- Hubo vítores, canciones, aplausos y gritos durante diez minutos mientras el rey se meditaba la situación. Muchos ciudadanos entonaron canciones alabando al joven Sponsus, él era una sensación.

Terrae era una ciudad rodeada de sierras, el nombre entero del valle era Traslasierra, en el centro estaba Ciudad Capital y alrededor las ciudades de la tierras vecinas. Los paisajes naturales abundaban, todo estaba construido con la tierra pero sin violar mucho los espacios puros que allí habían.

La prosperidad y la paz habían estado siempre presentes hasta el día de la caída de los Arcángeles, donde todo se revolucionó.

Abundaban las montañas, los ríos, y un paisaje imponente y maravilloso, era un punto de encuentros y visitas muy importante quince años atrás, pero ya nada era igual.

El Primus se miraba serio y decidido, esbozó cara de desagrado y comunicó lo que menos deseaba.

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- Ha hablado Sponsus, muy sabiamente, con una justificación muy convincente, digna de un futuro Primus, como él- las venas se les inflaban exageradamente a los dos mayores- Invito al balcón real a los dos sacerdotes delegados del Comité de Ancianos a postular su moción, deseo escuchar otra opinión-

Todos miraban sorprendidos, era muy extraño que se llamara al Comité de Ancianos ya que no se hacía desde hacía cincuenta años.

Se produjo incertidumbre en Terrae, comenzaron a hablar todas las filas desorganizadas y se oía un cuchicheo tremendo, nadie estaba de acuerdo.

- Silencio, he decidido escuchar una nueva opinión y nadie hará nada con esto- se sumieron nuevamente en silencio absoluto, respetando al Primus, mientras los dos ancianos de verdes túnicas ascendían por las escaleras de Oro.

Con capas doradas desfilaban los dos ancianos calvos hacia el balcón real, donde los aguardaban Simul y su familia.

- Es un agrado poder expresar nuestra opinión acerca de esto- comenzó hablando luego de reverenciar al rey- y debemos decirle que estamos del lado del Niger Imperium, somos los más ancianos, y sabemos mucho de la historia de Midgard.>> Tenemos la oportunidad concreta de sobrevivir protegidos por Undique, debemos aprovecharla, estoy seguro que es un regalo enviado por los Dioses, habremos perdido conocimientos sobre ellos, sobre la historia previa a nuestras vidas, habremos perdido prácticas culturales y olvidado costumbres, pero no desaprovechemos esta oportunidad- terminó enlazando sus manos y mirando hacia abajo mientras el segundo anciano levantaba la mirada.

- Sobrevivir, el deseo de todos, llevar el círculo de la vida, el deseo de todos, formar una familia, deseo de la mayoría, morir sin sentido, el temor y aflicción de todos, morir por una buena causa, el deseo de los valerosos, decidir por el futuro del pueblo, el deseo de los sabios- terminó de la misma manera que el otro anciano.

El rey puso cara de dolor y se levantó nuevamente.

- Han hablado Pauca y Capitalis- hizo silencio de diez minutos con la mirada baja.>>He tomado una decisión.>> Sponsus, hijo mío, te dirigirás con tus dos hermanos a hablar con los Vikingos, vamos a conseguir su ayuda y nos aliaremos junto las escorias del Niger Imperium- Mostró su repugnancia con el asunto.

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Sponsus sintió lo que se venía a través de un escalofrío espectral, el pueblo del rey hizo caso, los dos ancianos estuvieron jubilosos, y los dos hermanos tenían en sus rostros una cara de picardía y demasiado avara.

La traición a Ciudad Aqua en la guerra contra el Niger Imperium era irrefutable, los planes ya habían comenzado y se gestarían en tres días.

Se habían encaminado a la perdición.

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Capítulo 3

Una situación extraña

Fatalis

La tarde siguió con cotilleos acerca del comité, todos estaban de acuerdo porque había sido la voluntad del rey, pero la sorpresa era que éste se había contradicho con su hijo menor, su favorito, lo extraño que resultó la llamada a los ancianos. Se formularon muchas hipótesis, pero nadie se imaginó verdaderamente lo que había pasado.

Sponsus caminaba hacia el cuarto de su padre a la hora del atardecer, donde había sido llamado por él y los dos ancianos Pauca y Capitalis.

Al entrar a la habitación de platino observó a su padre aún con la cara expresando un lamento y aflicción muy intensos. Las habitaciones eran de plata para el mayor, de cobre para el del medio y de oro para el menor, claramente mostraban las preferencias del rey.

- Pasa hijo mío- invitó Simul.

Sponsus pasó sin hablar, estaba muy reprimido, la cabeza se le iba para todos lados, se sentía disperso y no encontraba sentido a lo que había sucedido.

- Padre, imagino que eres consciente de lo que has escogido- habló con gran pesar Sponsus, le costaba dirigirse de esa manera a la gente, y más a su padre.

- Lo siento mucho hijo mío, pero es mi decisión, lo hago por mi pueblo- bajó la cabeza y en los ancianos se notaba la avara sonrisa.

- Déjennos solos por favor- habló imperioso Simul.- Eso no va a ser posible su majestad, es hora de que parta hacia Vikinga- justificó

Pauca- pero lo hará solo, sus dos hermanos tienen otras cosas que hacer-- Está provisto de un caballo y alimentos, nada más, no queremos ganarnos la

desconfianza de los Vikingos desde un principio- terminó Capitalis.- Entonces volveré en la brevedad, Adiós- dijo con tono de amargura.- Espera, Sponsus, antes quiero que cuando vuelvas leas el libro de Vikingos que te

leía desde pequeños- dijo Simul.- Oh padre, estaría muy contento de hacerlo- miró extrañado- ¿Qué cuelga de tu

cuello?- era un collar con un símbolo negro que no podía identificar.

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- Nada importante, ve Sponsus, y haz lo tuyo, estoy seguro de que conseguirás lo mejor- sonrió falsamente y dejó que su hijo se fuera, aunque su mirada pedía ayuda.

Cuando Sponsus salió de la sala notó que Imus estaba escuchando todo. Verla logró relajarlo.

- Lo siento señor, no quería escuchar, pero me vi obligada a hacerlo, siento mucho haberme rebajado a esto- dijo la joven de quince años que esta vez lucía un vestido dorado y estaba muy bien peinada.

- No lo sientas Imus, está bien, de todas formas iba a contártelo, ahora debo irme- seguía disperso, y no terminaba de entender las reacciones de su padre.

- Lo sé, y también siento eso, las historias sobre los Vikingos son fabulosas y bárbaras a la vez- hizo reír al príncipe.

- Tienes razón, espero ser parte de una, pero debo partir para volver pronto-- Iré contigo-- No, Imus, te cortarán la cabeza si lo haces, quédate aquí-- No! Y No, iré contigo- dijo decidida.- Ven a mi cuarto, tengo algo para darte- ignoró.

Caminaron mientras Sponsus hacía caso omiso del ofrecimiento de Imus.

- Este es mi regalo, te lo daré para que lo tengas hasta que regrese, y eso será pronto- sacó un objeto de una caja de oro en su habitación.

- No puedo, me contaste que debías llevarla contigo siempre-- Estará mejor en tus manos que aquí, veo venir lo peor, pero debo ir con los

Vikingos, es crucial para mi plan-- No te pediré que me lo cuentes, ahora vete, cuidaré de la muñeca con mi vida-

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Capítulo 4

Tofy Wey

Manzanas y cerezas

- ¿Qué sucede Postremo?- indagó una señorita de cabello corto y colorado.

Estaban ella y un joven parados en una plantación de cerezas, el ambiente se había tornado oscuro y la luna se tiñó de rojo.

- Tofy, en este mismo instante está luchando mi padre en el imperio Aqua, y muchas otras personas, quisiera haber ido- hablaba tristemente.

- Lo siento Postremo, pero no estás listo, las cosas siempre pasan por algo- decía dispersa y mirando a las cerezas con una pasión inigualable mientras tarareaba serena.

El lugar era a campo abierto, y el aire se tornaba cada vez más denso.

- Ciudad Aqua está muy cerca, estoy seguro que algo malo está sucediendo, tengo malos presentimientos- hablaba nervioso.

- Debo repetirte otra vez más que todo pasa porque tienen que pasar, debes entenderlo, si en este momento yo muriera es porque tendría que pasar justo ahora- decía sin perder de vista las cerezas y tratando hojas de plantas.

- Eso es ir al extremo, pero es cierto- afirmó comprendiendo.

Tofy Wey y Postremo eran primos, ella siempre se la pasaba con las plantas, los animales y el cuidado de la naturaleza, aunque vivía en el castillo pocas veces dormía allí.

Postremo se dedicaba todo su tiempo a las órdenes de los caballeros imperiales de la ciudad. Los padres de Tofy eran desconocidos por todos, menos por ella que guardaba el secreto, y según se creía, por su ‘’demencia’’ se lo contaba a las cerezas.

- Tofy, para cambiar de tema, me interesaría conocer por fin el por qué del fanatismo con las cerezas- preguntó recordando la infancia que pasaron juntos.

La muchacha prestaba atención, aunque no se notaba, y eso ponía tenso al chico.

- No es solo por las cerezas, es por la naturaleza en sí, me atraen mucho las otras formas de vida, sólo eso, y tal vez venga de mi madre- hablaba aún dispersa.

- ¿De tu madre?, ¿Qué sabes de ella?- cuestionó provocando un gran silencio.- Mi madre, a ver, estás insistiendo demasiado, pero quiero despejarte- e hizo otra

pausa silenciosa.

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- Hazlo- insistió, luego Tofy le fijó la mirada.- Según las historias que se contaban hace años, previamente al abandono de los

Dioses- Postremo miraba sorprendido-, mi madre, Iduna, la hija de Ivaldi, el enano, emergió de la tierra, no sé cuándo, pero sí cómo y por qué.>> Eso fue verdad. Un barco de madera dorada navegaba hacia aquí, hacia Midgard, nuestro reino, en él venía mi padre tocando un arpa de oro.>> Fue imposible para cualquier ser describir el encanto de la canción, tal que los Ases bajaron por el Arco Iris, mi madre y él se tomaron de la mano, llevando él el arpa y ella un cofre.>> Caminaron así hasta los Ases, estilo de Dioses, pero de los que adoraban mucho antes, ya en la era previa a su caída, avejentados y consumidos por la codicia.>> Entonces los Ases miraron al juglar que se posaba ante ellos diciendo ‘’Salud y larga vida a los Ases, consumidos por lo mundano. Vengo de Jotunheim, pero soy uno de ustedes, pues Odín es mi padre y la primera cuidadora del aguamiel mágica, Gunnlod es mi madre. Mi nombre es Bragi y estoy aquí porque el destino así lo previó. Esta es mi novia, Iduna, que trae las manzanas de la juventud, para salvar la estirpe de los Ases, mis hermanos’’- Volvió a mirar las cerezas y tocar unas hojas.

- Sigue Tofy, ¿Qué pasó con ellos? Conozco las historias sobre Asgard, el mundo de los Dioses, de textos reales- decía emocionado.

- Paciencia- seguía dispersa- allí fui concebida, esa misma noche, del amor de mis padres-

- Entonces posees rasgos Ases- se emocionaba cada vez más.- No interrumpas- terminó cortante

Postremo era un joven de cabello dorado semi opaco, bien fornido y de ojos rojizos. Su estatura era mediana, su esencia era muy especial, imponente y fulgurosa.

- Sigue entonces prima- dijo calmándose un poco.- Entonces, Iduna les daba las manzanas a los Ases para que siguieran jóvenes y

gozaran de poderes más extraordinarios, el cofre nunca se vaciaba. El sentido de esto es que la misma naturaleza devolvía el favor a mi madre, si ella cuidaba de toda la vida sobre Ygssadril que pudiera, encontraría la vida eterna corpórea, siempre en relación con las energías de la vida. Así se llenaba el cofre, las manzanas crecían del cuidado que le daba al manzano de plata. Luego nací yo y me contó mucho de su filosofía, de sus enseñanzas, pero eso es parte del secreto madre e hija- finalizó mirando fijo al joven.

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- WOW!, es decir que tienes muchos años, aunque nos criamos juntos, ¿Cómo es que eras una niñita cuando apareciste y creciste conmigo y como yo?- indagaba con los ojos abierto y muy interesado.

- JAJA!, parte del secreto madre e hija, siempre se puede aprender de la naturaleza, y no pienses que comí sus manzanas, yo soy dueña de mi cuerpo, porque soy protectora de la vida, soy dueña de mí, porque he asumido ser protectora de la naturaleza, siempre que valore y esté conectada con ella mantendré mi cuerpo- miraba nuevamente a su primo.

- No entiendo del todo, pero capto la idea- decía rascándose la cabellera y frunciendo la gorda nariz -¿Qué pasó con las manzanas?- preguntó luego de un rato, aunque Tofy aun lo miraba.

- Ah, lo olvidaba, en la caída de los Dioses, como lo llaman, Asgard empezó a caer en la vejez, Iduna no fue tan fuerte y se alió a lo mundano, error que no he cometido, y no creo hacerlo, pero es cosa del destino.>> Sólo quedó una última manzana, la de platino, que está en ese cofre, obviamente de ubicación desconocida.>> Según leyendas, porque no lo sé muy bien, la manzana guarda una de las esencias de la naturaleza, pero no estoy muy familiarizada con el tema-

- ¿Viviste la caída los Dioses?- preguntó sorprendido.- Sí, pero no lo vi, cuidé de Ygssadril durante él, sólo sentí y lo conocí, es tal y como

se cuenta- miraba con sus ojos negros a su primo, todavía fijos- y soy tu prima por palabra, me instalé en la familia de tus tíos porque habían perdido un hijo, les di una felicidad, pero eso es otra historia que no quiero recordar por el momento- hablaba sola, sin parar.

- ¿Qué pasó con los Ases?- preguntó reflexivo.- No lo sé- respondió cortante- El Arco Iris no volvió a salir- agregó entre dientes.- Sé que Conor, en quién se han depositado nuestras esperanzas, debería comer la

última manzana- miró al horizonte y vio columnas de humo.- A Máni se le anunció la muerte de Conor hace un par de semanas-- Se le anunció, no se le demostró- miraba fijo al horizonte.- ¿Sigue vivo?- interrogó emocionado.- En este momento está ayudando a Ciudad Aqua-- Sí!- dijo con fuerza y apretando los dientes, aunque pensando en cómo podía

saberlo.

Pasaron unas horas en silencio y Tofy Wey habló de nuevo.

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- Conor no pudo hacer nada, desapareció, se fue en búsqueda de algo insulso, no puedo sentirlo más, se ha bloqueado completamente, sólo siento que Ciudad Aqua ha caído, y Ciudad Terrae, con su traición, tuvo mucho que ver príncipe de Ciudad Ignis, querido primo-

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Capítulo 5

Discurso

Iussum (orden)

La oscuridad iba desapareciendo, el ambiente de guerra se seguía sintiendo, había explotado ya, y seguramente no pararía.

Mientras la luz se notaba en el horizonte una junta de lupinos blancos, grises y negros con Elfos se estaba llevando a cabo. El amanecer iluminaba a regazos, y justo en esa transición entre la noche y la mañana fue lo que se aprovechó para una conversación.

- Estoy aquí porque he abierto los ojos, estoy aquí porque me han hecho abrir los ojos, porque me han ayudado a hacerlo, y sobre todo, porque es el momento de luchar por el bien común. Todos aliados venceremos a los que se opongan y quieran imponer la maldad levantando la oscuridad en el mundo- a medida que el joven hablaba los rasgos de los Elfos oscuros se iban iluminando, a lo lejos se notaba la entrada al mundo subterráneo donde vivían considerados como escorias, aislados por razones que él desconocía- hay que tener en claro que estamos ciegos.>> Pero eso puede acabar, yo he abierto los ojos, como ya he dicho, y me han ayudado, es hora de ayudar a los demás. Si trabajamos en conjunto, Elfos de Svartalfheim, acabaremos con la Logia de los Elfos que habitan en Niflheim, lo que tuve que vivir, ingenuo y dispuesto a aprender de ellos, fue terrible, no lograba comprender. Pero cuando su rey me mandó a la ‘’supuesta prueba’’- los miembros de la reunión gozaban del tiempo y las palabras, era muy común dar discursos en sus tierras- me guió a la muerte segura, allí conocí al Albus Lupus, a quien prometí venir aquí, a las fronteras de Midgard con su mundo, y vengo acelerado, el reino Terrae ha traicionado al reino Aqua, están presos en la isla, pero no morirán, hace unas horas abandoné la guerra para venir aquí, donde sorprendentemente me esperaban como cosa del destino.>> Aunque hayan sido considerados peste, escoria y putrefacciones ahora entiendo que su sabiduría es mayor que la de la Logia de los Elfos, y las artes del manejo del tipo de energía que ustedes poseen me son necesarias en este momento, debo admitir que me tengo que formar en luz y conocer la oscuridad.>> La paradoja de esto es que con la ayuda de sus artes puedo salvar vidas en vez de acabarlas, y estoy seguro de que es el fin que ustedes poseen desde siempre, pero fueron aprendido por los Arcángeles caídos, que sólo manejan aquello y la voluntad de los rebeldes de los reinos. Y si consideramos y pensamos lo que

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ustedes manejan es bueno para ustedes, pero somos criados desde pequeños como que es malo, y no han hecho nada por defender sus trabajos, ahora que lo siento puedo dar fe de ello.>> En fin, he respondido a su llamado, he aprendido algo nuevo, los detalles de mi viaje no son de gran importancia para ustedes, sólo servirán las enseñanzas, que nos guiarán de por vida hasta el fin-

La multitud se emocionó y los Elfos entraron a la cueva, el sol salió, ellos eran sensibles y con puertas abiertas a los demás, lo que pasaba es que todos ignoraban aquello.

El Albus Lupus ascendió a la roca donde Conor estaba parado y guió a la multitud en silencio sumiso y reflexivo hacia la abertura que llevaba a la ciudad subterránea.

El paso llevaba al oscuro reino de Svartalfheim donde según indicaciones los esperaba el primer y único soberano que había tenido ese mundo.

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Capítulo 6

Svartálfaheim

Occasio (oportunidad)

Sólo entraron a Svartálfaheim tres de los lobos, uno de cada color, los demás, junto a los Svartálfar, Elfos de la oscuridad, quedaron en la frontera, donde Sól no pudiera verlos.

La magnificencia del reino era impresionante, era inmenso, todo estaba rodeado de platino, de lo que quedaba muy poco en Midgard.

El reflejo de Sól no entraba por la abertura, pero según decían, el de la madre de la creación de esa estirpe, la Luna, sí, aunque no lo admitiera visitaba a su hijo.

Los árboles eran manzanos gigantes donde posaban siempre los Svartálfar, y en el centro había un fresno perenne, de las mismas semillas inalcanzables de Ygssadril. Al parecer la cultura ‘’oscura’’ era más que magistral.

En el centro del reino estaba, bajo el árbol, parado un Elfo de cabellera negra y voluminosa, con ojos que se diferenciaban a kilómetros, más oscuros que la misma noche.

- Bienvenido Conor- sonó imponente y con gracia- has respondido al llamado, has aprendido lecciones que a muchos les lleva tiempo, te felicito, tu sabiduría merece un aplauso-

- Es un honor estar frente a usted Errorior, admiro la belleza de su reino, mis felicitaciones y admiraciones más profundas-

- No seas modesto Conor- hizo una pausa- Entonces, estamos en apuros.>>Has comprendido el efecto del prejuicio.>>Has comprendido la necesidad de la alianza.>>Has comprendido que debes aprender de las artes ‘’oscuras’’-

- Todas sus afirmaciones son correctas señor de Svartálfaheim- afirmaba Conor mientras miraba la túnica hilada con platino y símbolos desconocidos a juego con aretes del mismo color- estoy dispuesto a aprender de las artes de los Svartálfar-

El silencio rondó en el reino, los lobos no hablaban por respeto al sumo señor.

Luego de unos minutos en los que Conor no emitió ni el más mínimo sonido fuera de su mente, Errorior golpeó fuertemente el suelo y se apagaron las luces naturales que mantenían iluminado ese mundo.

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Montones de símbolos y luces de tornaban de azul platinado, de rojo, verde, gris y marrón, hasta que en fin, se iluminaron de violeta en todos los símbolos del reino.

Conor estaba sorprendido. Sentía constantes presencias de energías moviéndose, escalofríos y poder.

- Conor, quiero que comprendas un secreto- habló el supremo señor mientras todo se tornaba lúgubre- ¿Qué elementos conoces?-

- Son cinco elementos, Agua, tierra, fuego, aire y espíritu- respondió firme.- Exacto, y según tengo entendido los últimos Elfos de la luz, los cuatro grandes, te

han enseñado a manejar cuatro de los cinco elementos en Catarracta-- Está en lo correcto, he muerto por segunda vez a cada elemento, pero los detalles

no pueden ser expuestos- hablaba tranquilo.- Lo sé, ellos cuatro fueron compañeros míos, nos guiamos por la sabiduría y la

igualdad moral, el aprender, son los últimos Elfos puros de espíritu, junto a mí y los Svartálfar- justificó lamentándose.

- Sí, aunque los demás mundos lo ignoran-- Lo sé, pero, en fin, el secreto es lógico, pero somos ciegos a él hasta un momento

determinado, o por siempre- hizo una pausa.- Soy ciego a él- añadió Conor con la verdad.- Y no puedo revelarlo porque perdería el sentido-- Lo descubriré, pero si me facilitas ayuda será mejor-- Oh, lo sé, tiene que ver con los elementos, algo que se ignora si no se percibe-

levantó cuatro pedestales de tierra sin moverse, a través de la mente, en cada uno se manifestó un elemento incorpóreo.

Primero una aire que viraba del frío al calor constantemente, luego una sensación húmeda, una sensación calurosa y otra áspera repleta de texturas, sobre los pedestales se habían manifestado los cuatro elementos.

- Domínalos- retó Errorior.

Conor mostró el poder que tenía sobre cada uno de los elementos, con estilo y respeto.

- Lo haces bien Conor, pero ahora- anuló cada elemento y sobre el pedestal del agua apareció la sangre y luego el ácido; sobre el de la tierra apareció el metal, luego la arena, el marfil, oro; sobre el del fuego apareció el rayo, el fuego azul; sobre el del aire apareció un vapor desconocido y otros similares, Conor los pudo dominar, aunque costaba más, no estaba acostumbrado a hacerlo- quiero que me digas qué comprendiste-

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Conor pensó, y en unos segundos abrió los ojos abruptamente, sorprendido y enfurecido por no haberlo descubierto antes.

- Todo lo que nos rodea está compuesto por los elementos, separados son sólo eso, pero si se juntan entre sí se pueden formar otras sustancias, Aqua, Terrae, Ignis y Aeris, son los básicos, manejando todos se puede crear hasta un mundo-

- Lo has entendido- dijo esbozando una sonrisa- fácil muy fácil pero ignorado, todo está compuesto por los elementos, pero ahora mira, hay algo que te falta-

Errorior juntó los cuatro elementos y posó frente a Conor un hombre sin cabello, desnudo, e inerte. Ahí comprendió lo último.

Le parecía horroroso que se pudieran crear hombres, que fuera cuestión de movimientos y de juntar los elementos, aunque nadie más que los supremos de cada estirpe lo supieran.

- Este hombre es el fruto de haber juntado los elementos en un proceso prolijo y delicado, y a esto se lo puede llamar materia, lo componen muchos procesos, seguramente difíciles de realizar, hay que estar en cada detalle, admiro tu poder, pero está inerte, le falta el alma- chasqueó los dedos excitado.

- Excelente, magnífico Conor- Errorior le dio un Alma al cuerpo, le dio energía y comenzó a sentirse cómo fluía la sangre, cómo empezaban a reaccionar sus partes- El alma no se compone sólo de la luz, si no de la sombra, con los errores y la oscuridad se aprende el valor de la luz y el establecimiento de la moral, es cuestión de cómo se enseña y cómo se comprende->>Quienes manejan sólo la luz son ignorantes a esto.>>Quienes manejamos todos los elementos, y conocemos este secreto no lo hemos utilizado nunca, hasta este momento, el Almus Cordis de esta persona se mantiene de uno de los tantos que he obtenido y heredado, podemos hospedarlos en cuerpos, y así es como vuelves de cada una de las muertes, siempre que quien te la de decida darte de nuevo la vida.>>Macabro, pero verdaderamente impresionante-

- Comparto la misma idea- Conor estaba sorprendido verdaderamente.- Entonces es hora que cada elemento de este cuerpo vuelva a ser lo que era- lo

deshizo y se llevó el Almus Cordis del hombre a su cuerpo nuevamente- sobre la creación de cada ser cada uno tiene el poder de dotar a su creación, su obra-

- Lo he entendido, jamás hubiera podido sólo-- Yo tampoco, el gran Mimir me ayudó a comprenderlo- justificó sin vergüenza.- Llegó la hora de perder mi cuerpo, pero no morir, sólo perder mi cuerpo

nuevamente- dijo Conor atónito, comprendía ya el proceso.

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Una esfera negra oscura se posó frente a Conor y Errorior recitó:

Quien puede todo dominarlo,Quien cree que todo es bien,Quien cree que todo es luz,Quien cree que todo es música armoniosa,Quien cree que todo es suave,Quien cree que todo es rico,No existe, pues nada es todo.Conor, quien puede manejar los elementos y sus derivados,lo que pocos pueden hacer, ahora podrá manejar la oscuridad,los odios, rencores, temores, avaricias, pesadas energías,pues por ella vas a perecer,perderás tu cuerpo por unos segundos,pero a tu vuelta de nuevo la vida corpórea has de tener,Trae luz Conor, pero que esa luz no lo ilumine todo.

Conor miró sorprendido, dentro de la esfera apareció una sombra violeta, le había entrado una duda, cerró los ojos.

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Murió en manos de la oscuridad

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Capítulo 7

Humo tras las colinas

Estaba anocheciendo mientras Sponsus llegaba al principio de la frontera de Traslasierra con sus alrededores, debía cruzar una montaña y ya se encontraría en Vikinga.

Su caballo, Cruor estaba junto a él, siempre fiel, con su pelaje marrón claro y largo cabello, muy corpulento, firme e imponente.

Sponsus había estado disperso durante todo el viaje, ya que jamás había estado con un vikingo antes, sólo conocía historias, pero no era lo único que formaba parte de sus reflexiones.

Tras bellos paisajes llenos de maravillas impresionantes y constantemente emanando energía natural el joven pudo pensar en Imus, en la traición a Aqua, en la situación de su padre y todo lo que había sucedido.

Verdaderamente sentía que la naturaleza era algo sumamente indescriptible, y estaba contento de poder manejar uno de los elementos que componían el mundo, sentía que se le daba un don, una gracia magistral. Mientras meditaba gozaba de los variados aromas y de la perfección que emanaba el lugar por cada poro de cada ser vivo.

Con sólo apoyar una mano en el suelo levantó una habitación en un pequeño terreno baldío, formada con la misma tierra, donde pudo dormir con su fiel caballo.

Durante la mañana sintió el cantar de las aves, cada vez la paz interior le ayudaban a encontrarse consigo mismo de una manera impresionante aclarando ideas. Una vez que pudo levantarse acomodó nuevamente la zona que había utilizado para abastecerse y se dirigió al río de los Sauces, como era conocido en la zona ó Amnis Salix.

Miró atento al correr de las aguas y sintió esas cualidades especiales que ésta tenía, incolora, inodora, insípida, como siempre se decía, pero eso fue a primera vista, mientras contactaba con sus manos sentía la esencia que tenía, sentía un placer incomparable como nada en el mundo, algo que no se podía explicar, como todo, tenía un sentido de existencia.

Una vez se que se refrescó el rostro, meditó mirando su mano derecha y finalmente se sintió listo emprendió su marcha, hasta llegar a la colina.

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Allí, ya por el atardecer se rompió toda sensación de paz, comenzaron a verse bocanadas de humo e incendios, gritos de guerra, de dolor, golpes de piedras, metales y arena, el humo se había dispersado, la noche iba cayendo, él iba quedando más y más pasmado, hasta que reaccionó y comenzó a correr sobre su caballo sorprendido fijando como único objetivo llegar al lugar del conflicto. No se imaginaba qué sucedía.

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Capítulo 8

En ruinasFoedus

Sponsus llegaba sobre Cruor al lugar de donde provenía el alboroto, el humo era insoportable, el calor del fuego, que todavía seguía prendido sobre lo que parecían ser chozas de paja, era muy intenso, la bella noche no podía apreciarse para nada. Los nervios del joven estaban concentrados desde que aceleró la marcha por el humo

Había tardado poco en llegar gracias a las capacidades de su fiel caballo, pero sólo para encontrar ruinas, toda Vikinga incinerada, cadáveres por doquier, sangre, perdición, y el suelo, completamente removido y gastado, eso lo dejó pensando.

Sponsus paró a su caballo, se concentró lo más que pudo y bajó de él para conectarse más con el ambiente; extendió su mano izquierda al frente, luego se la llevó a la cabeza y posó la derecha con su guante, cerró los ojos, mientras se iba notando cómo se separaba o surgía del suelo la arena de alguna capa de la tierra e iba apagando los focos de fuego. Las venas se marcaban en su cabeza, caían gotas de transpiración, pero de repente sintió otra presencia y también percibió que se alivianaba su trabajo, no abrió los ojos.

Siguió saturando el fuego con arena siempre con los ojos cerrados, ese trabajo demandaba mucha energía; una vez que dejó de sentir el calor intenso, y se iba reduciendo abrió los ojos, ya no había nadie, nadie vivo, sólo él y los miles de cadáveres de los vikingos.

Pensando quién habría podido ayudarlo se quedó estupefacto, bajó las defensas y meditó, un grave error, de la tierra surgió un brazo formado por ella misma que impactó en Sponsus sin que pudiera prevenirlo, cayó al suelo mientras sentía cómo se iban absorbiendo las piedras y la tierra hacia el mismo punto formando un cúmulo colosal en frente de él.

El joven se levantó rápidamente y se puso a la defensiva, mirando atentamente a la figura que iba tomando el cúmulo, ya suponía lo que se estaba formando, sólo que necesitaba percibir en su alrededor y era mucho más fácil con los ojos cerrados.

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Aprovechando la concentración de Sponsus se terminó de formar el Golem de piedra, que tenía defensas psíquicas y físicas impresionantes, el joven no podía desarmarlo.

‘’Cuando otra persona o ser forman algo hay que atacar primero sus defensas y pasar sobre él mismo para deformar o alterar esa creación’’ pensaba el joven.

El Golem miraba hacia Sponsus, el humo se iba alejando, la noche estaba en toda su juventud, Máni iluminaba un poco el firmamento.

El joven levantó su brazo izquierdo y removió el piso, manejando el elemento de la tierra, a quien tanto respeto tenía; pero el Golem se zafó, no cayó en la abertura que se estaba formando en el suelo, sino que atrajo por detrás de Sponsus una piedra que lo golpeó muy fuerte.

Paulatinamente se iba levantando del suelo mientras bloqueaba los impactos con escudos que levantaba de la misma tierra y formados por ella.

El enfrentamiento cambió cuando Sponsus se puso de pie, ya atacaba con furia intensa, y la concentraba con gritos, su temperamento se alteró, el Golem estaba recibiendo una gran paliza en ese momento, pero, como si fuera poco sintió nuevamente tras él que se absorbían el suelo y las piedras volteándolo, grandes movimientos y lo que más temía, otro Golem se estaba formando, eso le hacía notar que había dos personas que lo estaban atacando, pues una no podría con semejante hazaña, de no ser que poseyera algún arte.

Con inteligencia se posó entre medio de las dos bestias, usando una típica forma de lucha, los dos fenómenos atacaron con piedras enormes a la vez, pero Sponsus se hundió en el suelo y se impactaron mutuamente, estaba usando la fuerza de los otros contra ellos mismos.

Mientras cada Golem se iba recuperando Sponsus tornó un gesto de placer en su rostro, sacó la lengua hacia el costado y se la mordió mientras apoyaba la mano derecha con el guante sobre el suelo, lentamente comenzó a producirse un terremoto, terremoto que fue progresando y que finalizaba en cada Golem, lo que producía un impacto mayor, desgastándolos.

Aparecieron entonces en la escena dos encapuchados de blanco, que bombardearon al joven con grandes fragmentos de tierra, y cada Golem recuperaba su forma, eso advertía que había cuatro personas, porque dos no podían combatir mano a mano mientras recuperaban al Golem siendo personas cualquiera.

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Todos se intimidaron, sintieron una presencia impactante, un potencial abrasador que iba más allá del fuego, todos los presentes miraron a un ser que se esclarecía a través del poco humo que quedaba.

- Esto me parece algo injusto- sonó impactantemente en la escena, todos miraban hacia el anciano que acababa de llegar; Sponsus miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

- WOW, me parece que esto da para más- agregó el joven- bienvenido sea usted- dijo haciendo una reverencia.

El anciano se acercó hacia Sponsus evitando los trozos de tierra lanzados (que por cierto tenían un diámetro de 6 metros, los más chicos) por los visitantes encapuchados, hasta llegar a ponerse a espaldas del joven.

Los dos hicieron el mismo movimiento, levantaron la pierna derecha y emitieron un terremoto que impactó de manera brusca y agresiva en cada uno de los atacantes. Estaban conectados por sus mentes, se sincronizaron perfectamente.

- Esto es más divertido como protagonista que como espectador- provocaba el anciano.

- Ya lo creo- respondía el joven mientras apoyaban la pierna nuevamente ocasionando otro impacto y desplomando a cada uno de los encapuchados dando fisuras a los Golems.

Luego llevaron la mano derecha sobre sus cabezas y saltaron, cayeron en cuclillas con la mano derecha apoyada en el piso, sin dejar tiempo de levantarse a sus oponentes, algunos focos de fuego se iban prendiendo nuevamente, pero eso no preocupaba, les incentivaba más aún al equipo que se acababa de formar.

El suelo de sus adversarios se tornó más movedizo, se revolvió todo y luego quedaron suspendidas en el aire toneladas de tierra, hasta que se pararon Sponsus y el anciano, se pusieron firmes, y bajaron las dos muñecas con fuerza, así cayeron las miles de toneladas sobre los intimidados atacantes.

La sonrisa se notaba tanto en el anciano como en Sponsus, aunque notaron que tras el fuerte impacto, aún débiles se escaparon bajo la tierra las cuatro personas, se habían impresionado, habían perdido las agallas por completo.

Sponsus chocó las palmas con las del anciano, previeron que no volverían a atacar, ya se sentían lejos.

- Bienvenido Abavus- terminó Sponsus- es una alegría volver a verte-

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Capítulo 9

Abavus

Exitium (ruinas)

- Gracias Sponsus. Tanto tiempo ¡Cómo has crecido!- respondió Abavus a la ligera, mientras se concentraba en apagar el fuego que quedaba.

En definitiva Vikinga había sido totalmente destruida, todos habían muerto, desde que los Dioses desaparecieron de Midgard los Vikingos fueron cayendo, pues contaban mucho con el apoyo de sus divinidades, antes eran más que los humanos, sobre todo en las regiones más frías.

La amistad entre Abavus y Sponsus se había forjado durante los viajes del anciano hacia Terrae, ya que éste era muy interesante para todos, por sus historias, enseñanzas, carácter y recomendaciones, algo que se valoraba muchísimo. En cortos períodos incluso fue el tutor del príncipe de Terrae, por motivos personales y simple iniciativa del sabio anciano.

- Ya me imagino la fundamentación a esta situación- dijo serio Sponsus- gracias por ayudarme previamente al ataque con el fuego, sabía que solo no lo hubiera apagado de esa manera-

- Ni lo digas- dijo seriamente- Estoy aquí porque me enteré de lo que iba pasar, he deambulado por muchos lugares de Midgard buscando respuestas-

- Puedes explicarme si lo deseas- añadió Sponsus atento.

Abavus, con su estilo típico, levantó un pie, lo apoyó nuevamente y surgió una pequeña choza del suelo, miró al frente y una llama se prendió para darles calor.

Los dos entraron y se pusieron cómodos.

- Hace poco más de un mes recibimos, junto a la reina de Aqua y su hija, la noticia de que Conor había muerto- Sponsus miraba atento sin objetar- me imaginé que eso no era posible, los ‘’Elfos’’- utilizó los dedos como comillas- mintieron- La sorpresa y las esperanzas en Sponsus aumentaron notable y progresivamente-, aún no sé bien por qué, pero Conor mandó una señal importante, me pidió que no revelara que seguía vivo, entonces abandoné Aqua. Sin Nana, mi esposa, no tenía otra cosa que hacer allí, así que me dediqué a visitar viejos amigos, enterándome así que Terrae traicionaría a Aqua, algo que no podía evitar, la traición se llevaría a cabo rápidamente, podría

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haber ayudado, pero supe que Conor estaría, aunque creo que mis avisos nunca llegaron, el poder de Eburnea es muy grande, impidió toda entrada y salida de mensajes, señales y mensajeros. Yo no podría sólo con Eburnea o los Arcángeles, así que me introduje como lavandero en Terrae, ayudando en el castillo, así me enteré, TARDE, de otra cosa.>> Los dos ancianos de Terrae, del mismísimo maldito comité atacarían Vikinga para evitar que consigas la alianza con ellos, pues supusieron bien al pensar que los solicitarías para la Alianza de Midgard, después lo confirmaron y planearon aniquilarte, oí acerca de ellos en mis meditaciones mientras estaba en la colina del otro extremo, pero no estaban ni tu padre ni tus hermanos, eso me llevó tiempo de averiguar, porque podían estar bajo presencia oculta por Eburnea, a la misma que llaman Undique.>> Consideré que era ya tarde entonces salí rápidamente siguiendo el camino de los ancianos, aunque ellos ya habían llegado alterando el camino junto a otros dos secuaces muy poderosos-

- Mis hermanos- se lamentó Sponsus mientras perdía la sonrisa.- Eso mismo supuse, pero como verás llegué muy tarde, se las ingeniaron muy bien esas

sabandijas insolentes buenas para nada, estaba todo consumido por el fuego, llegaste primero, pero en cuanto pude te ayudé, aunque admito haberte visto luchar durante los primeros momentos, muy bien Sponsus, te felicito, no quería entrometerme y exponerme tan rápidamente-

- Gracias Abavus- dijo sonriendo- sí que recibieron una buena paliza- - Muy grande, tal como la humillación y el dolor, no hay nada peor.

>>En fin, quiero oír tus preguntas, sé que las tienes-- ¡Verdaderamente estoy sorprendido! Conor está vivo, hay una conspiración en Terrae,

Vikinga quedó extinta, pero tengo esperanzas-- Entonces, ¡No tienes preguntas!, Sponsus la esperanza es lo último que se pierde, o

nunca se pierde- Rió Abavus.- Estoy de acuerdo contigo Abavus, ahora ¡Vamos!, ¿Qué debemos hacer? Quiero saber

cómo terminó la guerra-- Lo que haremos ahora es algo muy especial, perdimos una alianza, pero obtendremos

más, aunque jugaremos con una gran profecía- agregó con una mueca de placer- Ya tendremos noticias de Conor-

- Me interesa demasiado Abavus, te sigo- decía excitado.

Abavus se levantó, mientras caminaba removía el lugar, enterró los cientos cadáveres con movimientos simples de manos y se advirtió que no había quedado nada de valor allí, todo se lo habían llevado.

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Sponsus se subió a su caballo, que recién llegaba a donde ellos estaban tras un llamado a través de un silbido y voltearon para ver que no había quedado nada allí más que tierra movida, todo fue sepultado por Abavus, y en el centro la semilla de la esperanza, que crecía como una planta en medio del desastre.

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Capítulo 10

Noticias

Cônsalûtâtiô (saludo colectivo)

Se habían congregado todos en la capital, estaban expectantes a Pauca y Capitalis que los habían citado.

- Ciudadanos de Terrae- hablaban los ancianos del comité a la par frente a todo el Valle de Traslasierra allí reunidos- ¡Hemos veeeeencido!- hubo vítores, gritos, gozos, felicidad- hemos acertado, hemos hecho bien, junto al Niger Imperium acabamos con gran parte de Midgard, es un gran paso- todos miraban atentos a los esclavos que entraban por las puertas que daban al mar- ¡Sí!, están llegando, llegan los vencidos de Midgard, no morirán, serán humillados hasta aliarse al Niger Imperium- los vítores fueron pocos- ¿Para qué acabar con algo que podemos exprimir hasta el final?- no hubo ni una aclamación más- todos están influenciados bajo el poder de la suprema emperatriz, con la energía negativa, están sumidos en una profunda carencia de esperanza, sin sentido de vida, no reaccionarán, no pueden utilizar sus poderes, no pueden pensar- hubo espanto.

Simul estaba con la mirada hacia abajo, se sentía avergonzado, pero allí estaban sus hijos y los ancianos, podía verse la lágrima cristalina del Primus cayendo por su rostro.

- En pocos días la Emperatriz del Niger Imperium y futura emperatriz de todo lo que se encuentre sobre Ygssadril estará aquí, en Terrae, celebrando las finales de las competencias, donde se enfrentarán los ganadores de cada reino elemental en sus respectivas capitales y así, una vez finalizado, podremos dominar todo Midgard- habló Caducifer.

El discurso terminó allí, hubo mucho espanto y temor, la gente reflexionó acerca de lo que se estaba haciendo, era con sus hermanos del mundo, pero ya no se podía hacer nada, siguieron las órdenes como debía ser, debieron soportar los mandatos de los cargos mayores aunque eso atentara con su moral.

Entre los esclavos que llegaban estaban Máni, su madre, Strenue, Aliquo, Laudis, y miles de esclavos más, todos influenciados por esa energía oscura y negativa que tan bien manejaban los secuaces de la emperatriz.

Quedaban pocas esperanzas en Midgard, pero aún las había, nada había terminado, faltaba mucho por hacer, las personas no soportan mucho ser influenciadas por otras, y

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cuando el sentimiento es colectivo y más hacia un tipo de sociedad u organización monárquica ese agotamiento lleva a revolución.

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Capítulo 11

La gran montaña

Lîmes (frontera)

Estaba amaneciendo cuando Abavus y Sponsus habían llegado a una montaña que se posaba imponente frente a los dos, no quisieron descansar y el anciano indicó que debían parar con su típica sonrisa misteriosa.

Sponsus, que iba caminando al lado de su caballo miró atento y notó por qué el relieve de la inmensa montaña era tan extraño, cuando ésta se ponía de pie.

- ¿Quién osa cruzas las fronteras de Midgard?- habló emitiendo un sonido grave e hiriente.

El gigante era el defensor de la frontera, las demás montañas del gran cordón eran impenetrables también, pues entre unas y otras había precipicios y más montañas, pero entre las piernas del gigante se podía observar tranquilamente un descampado de gran tamaño, pasando por un gran túnel con paredes montañosas.

- Abavus, el antepasado- habló sin quebrarse el anciano.- Oh, mucho tiempo hace que no vienes por aquí Abavus.

>> ¿Quién te acompaña? ¿Cuál es el motivo para cruzar?- habló un poco más agudo.- Me acompaña Sponsus, príncipe de Ciudad Terrae, heredero al trono, nuestro motivo

es cruzar a las tierras de Jotunheim, por el método que pocos conocemos, que es ir más allá del reino de Midgard- seguía intimidante el anciano.

Sponsus estaba callado admirando el lugar, no sabía que podía cruzarse a otro de los mundos por las fronteras, según sus creencias y lo que le habían enseñado era a través de métodos muy espirituales, pero luego lo hablaría con Abavus.

- ¿Por qué os debo dejar pasar Abavus?- preguntó el gigante.- Porque si no lo haces llegará el fin, ustedes, gigantes están ciegos a lo que pasa, lo que

hayan perdido hace quince años no es culpa de los humanos, las guerras anteriores pueden atribuirse a algunos, pero es hora de unirnos todos para acabar con las fuerzas del Niger Imperium y acabar con los Arcángeles- perdía un poco su temperamento mientras pronunciaba Niger Imperium.

- Abavus, creo que es una exageración, nuestro reino tiene ya demasiados problemas- dijo con tono de lástima.

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- El problema será cuando llegue su fin, los gigantes se extinguirán, los cuatro titanes dejarán de existir- habló amenazante el anciano.

- Lo siento Abavus, pero estás equivocado, el futuro está asegurado para nosotros, somos aliados del Niger Imperium- rió gozoso.

Sponsus quebró su temperamento y habló furioso.

- ¿Futuro? ¿A eso le llamas habitar con pestes y con maldad? ¿Quieres que existan sólo débiles incapaces de luchar por salvar la luz del mundo?, ignorante, tu tamaño no te sirve para nada- el gigante iba bajando la cabeza hacia el joven- junto a ustedes de seguro alcanzaríamos la gloria eterna, conseguiríamos que la luz reine hasta el fin de los días y quieren ver que la sombra se levante hasta que todo quede en oscuridad, no puedo comprenderlo-

- Insolente, ¿Cómo te atreves a faltar el respeto de esa manera a un gigante?, más a mí- lentamente movió la mano, pero Sponsus fue más rápido se agachó y luego ascendió con la mano hacia arriba capturando las cuatro extremidades del gigante impidiéndole moverse- Suéltame en este instante- el joven negaba- pediré ayuda- comenzó a emitir un sonido ensordecedor, inentendible.

Pero se apagó, flaqueó, se vencieron sus fuerzas y cayó al suelo, Abavus tenía cara de lamento y la mano cerrada, había aprovechado el momento para exprimir el corazón del gigante con su dominio sobre la sangre.

- Tápate los oídos- recomendó decaído.

Gritó en el idioma de los gigantes, al parecer advirtiendo falsa alarma, mientras veía cómo el lîmes se volvía piedra para siempre y recitó el epitafio del gigante: - Mi ignorancia me llevó a abandonar la gran dote de la vida y volver a ser piedra- mientras recibía una inmensa cantidad de energía.

En silencio caminaron los dos cruzando la frontera y entrando en Jotunheim.

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Capítulo 12

Marchando por MidgardEffectio (realización-causa)

El aroma a guerra se percibía en cada suspiro, en cada expresión y sentimiento, toda la capital estaba preparada para marchar hacia la guerra.

Sentían que se avecinaba el fin, y no se quedarían de brazos cruzados ni se esconderían, morirían en el intento por defender el reino en el que se vivía.

Entonces, antes de marchar, y saludando a un halcón muy llamativo que había estado dialogando con él, habló Postremo, como rey de Capital Ignis en ausencia de su padre.

- Hermanos de Ignis, ha llegado el tiempo de marchar, el tiempo de decidir nuestro destino.>> El encarcelamiento de todos los que participaron como aliados de Midgard para derrotar al Niger Imperium será algo que aprovecharemos con mucho gusto, Conor está de nuestro lado, Veorfölnir nos trajo esta noticia, ahora marcharemos no sólo por acabar con Terrae por la traición, sino para liberar a nuestros hermanos, quienes pensamos en Midgard como una unión y hermandad.>>Sólo se quedarán los niños y niñas, que son el futuro, pero aquellos que quieran ir deberán hacerlo, la educación en Ignis debe dar frutos de excelencia.>>Contamos con un elemento fundamental- hizo silencio por un minuto oyendo los vítores constantes y las expresiones de gozo- la esperanza, con Conor, formado para traer la Luz a las ramas de Ygssadril, pero algo muy importante, que no posee el Niger Imperium, apuntamos hacia el mismo horizonte sólo en este punto, cada uno llegará de una forma distinta, pero lo hacemos como hermanos, como un reino que lucha por lo que merece, que posee aún una moral y que sin ella no está dispuesto a aceptar ni a vivir- finalizó gritando y recibiendo miles de halagos.

Eran cientos de miles de personas, todo el reino Ignis que marcharon hacia el norte, con objetivos bélicos, aprovecharían la disposición de Traslasierra, y estaban abastecidos por aldeanos nómadas de las aguas que proporcionarían alimentos e hidratación constante. Estaban muy bien equipados y dispuestos.

Así partieron, con disposición y sentimiento de esperanza y hermandad. Equipados con armas para los que no dominaban las artes y con maquinarias avanzadas creadas para destruir.

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En el frente Tofy Wey junto a su primo gozando el momento, tras ellos centenares de miles de personas siguiéndolas sin miedo a morir por hacer cumplir lo que en verdad se merecían por el sólo hecho de ser personas.

Capítulo 13

Jotunheim~ 39 ~

Tantus (Tan grande)

Abavus y Sponsus caminaron por unas horas mientras observaban las desoladas tierras que poseía ese reino.

Las historias de los gigantes siempre se refirieron a seres enormes, presentes desde el principio de la creación, padres, hermanos y hasta hijos de las deidades, ya que estaban íntegramente conectados quince años atrás. Se los consideraba brutos e ignorantes, pero debe aclararse que tenían un gran conocimiento del mundo; Mimir era un gigante, pudo dominar su cuerpo y ser como era en esos momentos, pero él era el ser más sabio que existía, y según personas ,contadas con las manos, había sido el creador de los nueve reinos.

Los dos se quedaron parados frente a una cavidad con gran profundidad, y así divisaron el reino de Jotunheim y su capital, Utgard, cientos, tal vez miles de ellos caminando, trabajando, vistos desde arriba pero con colosales plantaciones, construcciones, animales, era como ver y vivir todo a escala para un hombre. Pero algo llamó la atención.

Millones de puntos negros, más pequeños que los gigantes, tropas con armaduras negras del Niger Imperium, hombres lobos, ogros, orcos y otros seres ocultos en las montañas.

- Entonces, están preparando un gran asedio- resolvió Sponsus.- Ya lo creo, y pueden pasar tanto hacia Ignis como Terrae. Dudo mucho que

respeten alianza alguna- mencionó Abavus lamentándose.- Sería tan fácil atacarlos desde aquí arriba con delegados de cada elemento- pensó

solucionar con alegría.- No lo creo, una vez más Eburnea o Undique, como quieras llamarla tiene todas las

energía bloqueando este reino, antes recibían ayuda de los Dioses, ahora de la magnificencia de sus poderes. Es impresionante como alguien puede preferir vivir en la negligencia, ignorancia y mediocridad a luchar por una vida mejor, qué pocas expectativas, esto es algo que espero no vuelva a suceder, porque ganaremos los Aliados de Midgard- terminó esperanzado Abavus.

- ¿Por qué no nos han visto aun?- cuestionó dudoso.- He tomado precauciones controlando el aire. Pero llegó la hora de escondernos y

esperar- dijo mientras se hundían y luego iba saliendo sobre ellos un techo dejando la tierra de la superficie nivelada e intacta, con pequeñas aberturas; Abavus encendió una llama perenne de las que no producen combustión exagerada, sólo brinda calor, era un fuego especial.

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Estuvieron al menos seis horas en silencio, meditando, poniéndose cómodos, pero sin hablar.

- Abavus- dijo Sponsus rompiendo el silencio- ¿Puedes contarme una historia tal como lo haces siempre que tienes tiempo?-

- Claro hijo, esperaba que me lo pidieras- miraba atento- escoge el tema-- La creación según la antigua Midgard y los gigantes, quiero interiorizarme en el

tema- sugirió excitado.- Interesante Sponsus, será algo largo, aunque es la creencia que tienen es sólo una

metáfora, como toda historia de creación en las distintas creencias- terminó esbozando una sonrisa.

Abavus tomó una pipa, se puso una túnica morada que llevaba en un bolso y miró a Sponsus deseoso de hablar. Le contaría la historia de la creación según los vikingos, gigantes, y muchas otras civilizaciones de las que muchos tomaron personajes, ídolos y costumbres.

Capítulo 14

Una de las historias de la creación

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Circumflecto (describir alrededor)

- De la oscuridad eterna, donde nada existía surgió una luz, pero no había nada más, ni tierra, ni cielo, ni vida, ni muerte, sólo un vacío llamado Ginnungengap, que significa ‘’hueco profundo’’. En el norte surgió Niflheim, formada y cubierta por hielo y nieve; En el sur surgió Muspelheim, donde el calor era intenso, y el fuego su principal elemento. >> El fuego y calor de Muspelheim chocaron y se mezclaron con el hielo y el frío de Niflheim, formando un vapor primordial y extraño, todo era frío y calor.>>Así nacieron la tierra, el cielo, el mar, los ríos. Los doce ríos del manantial Hvergelmir se originaban del vapor, pero se congelaban o evaporaban en las regiones, así esas ‘’nubes’’ colmaron al abismo, el Ginnungengap se sofocó.>>Con esto se formó Ymir, el primer y único ser dotado de vida, que nació de las aguas evaporadas.>>Escondido e impaciente se estableció en Muspelheim Surtur, el fuego, con su espada maldita, esperando acabar con la creación el día de Ragnarok.>>Luego otra forma de vida se manifestó, la vaca, Adumla era su nombre, y sus ubres generaron cuatro arroyos de leche para alimentar a Ymir. Ella se abastecía lamiendo los hielos.>>Mientras un día se alimentaba lamiendo el hielo surgió una cabeza y luego un cuerpo en su totalidad. Así nació Buri, el hermoso, el poderoso, el fuerte, uno de los dioses en que creían y creen algunos de la Antigua Midgard, y los mismo gigantes.>>Hubieron más vacas y Jotuns (Gigantes), los nietos de Buri, que ya formaban parte de la estirpe de éste, la de los Aesir, Dioses, fueron los más importantes ya que por su animadversión hacia Ymir lo mataron e iniciaron una rivalidad entre Dioses y gigantes. El único Jotun que sobrevivió fue Bergelmir que escapó con su esposa. Ellos son los padres de la estirpe de los Jotuns de las Tormentas y el hielo, así como de los de las rocas.>>Los restos de Ymir, descuartizados, fueron arrojados por Odín, Villi y Ve, nietos de Buri, en medio de Ginnungegap.>>De su carne se creó la tierra.>>De su sangre surgieron los mares y lagos.>>De sus huesos se hicieron montañas.>>De sus muelas y dientes las rocas.>>De su cerebro se formaron las nubes.>>De sus cabellos los bosques.

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>>De sus cejas las murallas de Midgard, donde sólo se puede salir por puntos especiales, los demás por efectos divinos llevan al mismo abismo.>>De su cráneo se formó la capa celeste.>>La capa celeste es sostenida por cuatro enanos, uno en cada punto cardinal, Nordi, Surdi, Austri y Vestri.>> Las chispas de Muspelheim dieron origen a las estrellas.>>Así nació Midgard, tierra de los hombres, nuestro hogar.>>El día en que nació Midgard todos vieron por primera vez el colosal y magistral fresno que crecía del abismo, posando reinos sobre sus ramas, Ygssadril.>>Un gigante oscuro tuvo a su hija, Noche, que entre sus tres hijos tuvo una llamada Día y otra llamada Tierra, quien tuvo a Thor, uno de los más famosos de los Ases, porque así los llamaremos Sponsus, Ases, como su raza lo indica.>>Nacieron también, junto a Día y Noche, Sól y Máni, hijos de Mundilfari, futuros marido y mujer. Odín, por enojo de los Dioses los puso a manejar los carros por los caballos Crines Relucientes, caballo blanco, para el día y Crines Heladas, caballo negro, para la noche. Los gigantes manifestaron su enojo gestando a dos lobos destinados a perseguir a Máni y Sól hasta el día de Ragnarok, Skoll y Hati. En cada eclipse están más cerca de llegar.>>Mucho tiempo después, cabe aclarar la historia de amor de Máni con Skoll, destinado a perseguir a Sól, que desencadenaron la historia que tanto se conoce de hombres lobo y Svartálfar.>>Seguro te sonará Máni, la guardiana Aqua, ella es hija directa de la misma Máni- Sponsus miraba sorprendido y deslumbrado por la historia- pero eso debes hablarlo con ella, volvamos al tema.>>Ygssadril dio su poder a tres hermanos árboles, dos sauces, Salix y Salcis, y un roble, Robur.>>Borr, hijo de Bori, padre de Odín, Vill y Ve gestó dos Almus Cordis como árboles de los pelos de Ymir, un fresno y un olmo, fututos hombre y mujer.>>Salix junto a Odín les dieron aliento y alma, la vida.>>Salcis y Honor les dieron sabiduría y movimiento.>>Robur y Lodur la forma, sangre habla, oído, vista, gusto y tacto.>>Ygssadril llamó al hombre Ask.>>Ygssadril llamó a la mujer Embla.>>Así fue el nacimiento del primer hombre y la primera mujer en Midgard.>>Los Enanos fueron creados de los gusanos de Ymir en conjunto con la Tierra, estos viven ocultos bajo la protección de Mimir.>>El reino de Asgard fue hecho por y para los Ases, unido a Midgard por Bifröst, ‘’camino oscilante’’, el arco iris, que como sabes desapareció hace quince años y

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no vuelto a salir.>>Jotunheim, reino de los gigantes, unido a Asgard a través del río Iving.>>Svartalfheim, ‘’Tierra de Duendes Oscuros’’ que se extinguieron rápidamente, nuevo hogar de los Svartálfar, o, según Conor me ha instruido, mal llamados ‘’Elfos Oscuros, que adoptaron ese nombre por las referencias a su origen y sus comienzos- Afuera de produjo un suspiro- Compañía- No prestes atención- Aunque su rostro expresaba temor- no nos descubrirá.>>Entre estos mundos vivieron duendes y hadas, gnomos y muchas otras razas especiales, aunque ahora están ocultas.>>Bajo Jotunheim, y en el final de todas las aguas está el pozo y la morada de Mimir, al ‘’pie’’ del perenne Ygssadril, ya lo conocerás, es el hombre más sabio que existe, ex gigante, transformado a su voluntad y poder en hombre.>>Junto a su morada, Helheim, donde Hela juzga y da merecidos a las almas de los muertos.>>Niflheim, reino del hielo.>>Muspelheim, reino del fuego.>>Midgard reino de los hombres.>>Vanaheim, reino de los Vanir, otra tribu de Dioses.>>Alfheim o Ljusalfheim, reino de los Elfos de la luz.>>Esos fueron los nueve lugares, los nueve mundos, los nueve reinos, y lo siguen siendo.>>Debo admitir que la historia es muy acorde a la verdadera creación, es la que más se aproxima, y es a la que corresponden casi todos los nombres de lugares y algunos de personas de esta Era y las pasadas. >>Así fue el comienzo de la Era de Magnificencia de Oro, donde abundó la felicidad, la tristeza, la fidelidad, el engaño, el ocio, el estudio, la inteligencia, la ignorancia, la mediocridad y la abundancia.>>Como debes notar muchas se contraponen, una acarrea a la otra, y ese es el motivo por el que algo se puede considerar bueno o malo, consideremos todo relativo y dependiente, existente porque existe su adverso, que le da un sentido.>>Un día llegó la marca de la nueva Era, las Nornas, ‘’hijas’’ de Mimir, que venían con él desde tiempos antiguos, y poseían vida desde mucho mucho antes del origen del Ginnungengap. Llegaron con el conocimiento del destino del hombre, anunciando la nueva Era.>>Algo que trascendió fue pensar y meditar sobre el destino, yo, particularmente creo que cada uno es dueño de su propio destino, y lo va formando y decidiendo a través de los infinitos caminos y oportunidades que se presenta, eres libre de compartirlo o no, todos, pero absolutamente todos podemos lograr todo lo que

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nuestra mente imagine, y no hay límites ni fronteras definidas para ello.>> Ygssadril tiene tres raíces visibles fuera del abismo. Una en Niflheim, la fuente de Hvergelmir. Bajo esa raíz vive Nidhogg, el dragón que la roe e intenta quemarla, aunque no puede.>>La segunda raíz se extiende hasta el pozo de Mimir.>>La tercera raíz alcanza Asgard y el pozo de Urd, donde custodian las tres Nornas, Urd, Verdandi y Skuld.>>En lo alto del árbol está posada un águila, que relata lo sucedido a Odín, y entre sus ojos un halcón Veorfölnir, quien ahora es manifestado como espíritu corpóreo de Conor. Símbolos de sabiduría.>>Ratarosk, la ardilla lleva y trae insultos, falsedades y discordias entre Nidhogg y el águila. La intrigante.>>Ygssadril sufre todo lo que los hombres, gigantes, enanos, Elfos y todas las razas y estirpes hacemos.>>Mimir, sembrador, y guardián lo protege, lo cuida, y mira el destino que toma el mundo, aunque ya no sabe cómo va a terminar.>>Esa es, con muy pocos detalles, la historia de la creación de la antigua Midgard, en las que comparto muchos puntos- terminó con la boca seca y tomando una copa, hecha con metales de la tierra, de agua.

- Sensacional Abavus, estoy muy sorprendido, es un tema muy complejo- decía Sponsus Excitado y sin poder preguntar por lo impactante que fue conocer esa historia.

De repente, sin que pudieran hablar sonó un golpe afuera, Abavus miró serio y luego esbozó una sonrisa.

- ¡Ya! Entra, seguramente estuviste afuera escuchando toda la historia, como de costumbre- dijo gozoso y con una lágrima cayendo por su rostro- al fin, te estaba esperando-.

Capítulo 15

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El otro oyente de la historia

Belliger Ventus (Vientos belicosos)

Extendiendo la abertura entró el nieto de Abavus, Conor.

- ¡Qué historia Abavus!, ya la he oído, y con más detalles, pero así como la cuentas se percibe con mucha más intensidad- se volteó- Sponsus, ¡tantos años!- lo abrazó sonriente.

- Conor, lo mismo digo, ¡Qué sorpresa! ¡Me alegra que estés vivo!- se abrazaron estrechamente, luego Conor hizo lo mismo con Abavus- ¿Qué haces aquí?- cuestionó Sponsus muy sorprendido.

- Está aquí porque se cruzan nuestros caminos- habló Abavus alegre- ¡Qué poderoso te has vuelto!, me has asustado Conor, no pude entrar en tu mente mientras contaba la historia, cuéntanos cómo te fue con los Svartálfar- decía emocionado y prendiendo nuevamente su pipa.

Se sentaron nuevamente los tres disfrutando del cálido del ambiente. Conor contó que había conseguido las artes de los Svartálfar, excluyó el secreto, y que Errorior le había permitido vivir de nuevo, que tenían a esos nuevos aliados poderosos y sedientos de justicia.

- Es impresionante, jamás hubiera imaginado que los Svartálfar hubieran construido lo que son ahora, Errorior debería ser un ejemplo para su hermano Errecundo, aliado hasta el fin con Undique- dijo Sponsus, que conocía toda la historia de Albus y Eburnea.

- Lo es, y son una lección de vida, no por sus principios, si no por su capacidad de salir adelante frente a todo- reflexionó Conor decidido.

- Antes de que sigamos con nuestras interesantes historias y conversaciones- cortó Abavus- es hora de contarte el plan Sponsus- y así lo hizo- lo ejecutaremos a partir de mañana. En la brisa se siente lo que se viene, debemos debilitar las fuerzas del Niger Imperium- terminó luego de un largo rato de hablar.

- Que así sea- dijo Sponsus que luego de un rato de silencio y rostro de sorpresa, nervios, ansias, misterio, se dedicó a dormir.

Abavus y Conor tenían mucho que hablar.

Capítulo 16

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Las visitas de Abavus

Colloquor (Conversar, hablar, decir)

- Abavus, cuéntame acerca de lo que has hecho en este mes- pidió Conor, con alegría en el rostro.

- Entonces, empezaré.>>Cuando le dieron muerte a Nana, mi esposa y tu abuela, y llegó tu solicitud de no contar nada al respecto de que estabas vivo-prefirió no hablar más acerca de Nana- abandoné Ciudad Aqua para dirigirme al este, a las tierras de Aes, de cobre, donde se encuentran los gnomos, duendes, enanos, y muchas otras especies que están dispuestos a aliarse a nosotros.>>Allí visité a unos viejos amigos enanos que ya conocerás, y he conseguido las alianzas de las especies ancestrales de Midgard, con poderes especiales y, en algún punto, divinos.>>Estuvieron dispuestos a ayudarnos en acabar con el Niger Imperium y me revelaron la existencia de un arte divino natural, que deben otorgárselo a quién esté destinado a traer la luz- Conor interrumpió.

- Espero no me lo nieguen como espíritu Aqua, pero es sensacional, me encantaría conocer a esas especies, debemos encontrarnos con ellos en las afueras de Terrae antes de invadirla- sugirió Conor.

- Y así será, la mayoría de las especies que tienen razonamiento y los animales con mayor intelecto estarán en las fronteras de Terrae esperándonos, allí te dirán cómo obtener las artes- justificó Abavus.

- Genial Abavus, te has esforzado mucho, todo ha sido muy importante- felicitó Conor.- Aunque me faltó hablar con algunas de las especies, que están en lugares sagrados,

allí, supongo, que debes obtener las artes divinas naturales, pero eso lo veremos en las fronteras de Terrae.>>Luego me dirigí hacia Terrae y allí me enteré de la traición que se llevaría a Aqua- y contó lo mismo que había contado a Sponsus- Cuéntame todo acerca de tu viaje desde Niflheim- sugirió Abavus.

Conor le relató la historia desde la salida de Niflheim hasta cuando llegó a la parte superior de Catarracta, que aún será un secreto para ustedes, lectores, luego siguió así:

- Allí me dieron muerte con los cuatro elementos los últimos cinco Elfos de la Luz, sentí cómo moría, volvía a vivir y morir.>>Luego de eso aprendí a manejar cada elemento de forma antigua, especial y con un estilo que ya no se ve en esta Era.

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>>Así pasé un mes, aprendiendo sobre las artes del mundo, las razas y las historias, manejé los cuatro elementos y la energía, sólo pude comprender un poco del manejo del espíritu y las esencias, pero esperaré a obtener el arte.>>Luego retorné a Ciudad Aqua, allí estuve como encapuchado, visité el sepulcro de Nana, competí en los torneos hasta que Máni descubrió quién era.>>Previamente a que me descubriera asistí a su boda, aunque ella no sabe algo que yo sé- Así le contó a Abavus por qué la dejó casarse, algo que tampoco será revelado en este momento.

Siguieron hablando y meditando sobre lo que había vivido Conor, la logia de los Elfos de la Luz planearon su muerte, pero no lo consiguieron y junto a Terrae, se unieron al Niger Imperium.

Capítulo 17

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La entrada del esperado

Aurum (oro)

Sobre Jotunheim se alzó, previa a la salida de Sól, una luz violeta, que desencadenó una escalera desde lo alto hacia Utgard, allí las tensiones y las furias crecían de forma progresiva, muchos de los gigantes se despertaron y los lobos negros asechaban mirando expectantes y listos para una batalla.

Por cada escalón de oro fue bajando Sponsus con una túnica dorada y Sól bordado en su espalda, con la mano derecha tapada por su guante en alto, atrás quedó Conor, permitiendo la entrada de Sponsus a Jotunheim sobrepasando las artes oscuras de Eburnea con todas sus fuerzas.

Sól salió a espaldas de Sponsus, mientras su mirada se fijaba en el centro de la capital y se iba quitando el guante para descubrir la legendaria Mano de Oro.

Los gigantes se entumecieron, algunos comenzaron a llorar, otros hicieron reverencias, pero absolutamente todos estaban atentos a la llegada del descendiente directo del Jotun Aurum, el gigante de oro, esperado por siglos.

Sól seguía con su espíritu al portador de la sangre del Jotun Aurum, descendiente directo y heredero al mando sobre los Jotuns.

La admiración de los gigantes se pudo percibir con gran intensidad, estaban sumidos en un trance y atontados por lo que sucedía.

El aire se acarició a cada gigante mientras la sacerdotisa principal entonó:

Ha llegado el elegido,la rabia ha desaparecido,

un momento perfecto,un recuerdo eterno.

Sea él bendito,El joven prometido,

dolidos estamos,por ciegos haber estado,

por fin has llegado,bríndanos el amor,

danos hoy la conclusión,

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completa la obra,del gran ser que nos dejó,

déjanos disfrutar,llénanos de éxtasis,

y cubre nuestro andar,llena de luz nuestras vidas,enséñanos de tu caminar,

muéstranos el camino,que por mucho tiempo hemos estado confundidos.

Sponsus era para los Jotuns un ídolo esperado por siempre, que llegaba para guiarlos al destino que los llevaría a trascender en Ragnarok.

A cada paso un nuevo escalofrío, a cada paso una sensación colectiva, a cada paso los gigantes se sentían más protegidos.

Una vez que llegó a Utgard, Sól se encontraba, inusualmente en lo alto y el centro del cielo, todos los gigantes estaban haciendo reverencias, mirando y gozando la llegada de su guía.

- Jotuns, he venido, he llegado, estoy aquí para ser su guía y para llevarlos por el camino correcto- vitorearon, alagaron y aplaudieron, un ruido muy intenso produjeron.

Desde dentro de Jotunheim podía apreciarse que la mitad de Utgard estaba formada por Oro, y la otra mitad era de construcciones normales.

Sponsus caminó por el centro de Utgard, una plaza circular hasta el extremo que no estaba cubierto de oro, donde había hundida la huella de una mano en el suelo; los lobos miraban estupefactos, pero no podían atacar por respeto a los gigantes.

Allí apoyó la Mano de Oro y todo el resto de la ciudad se tornó dorada como el Jotun Aurum lo había prometido, así se completó su trabajo.

Todos quedaron deslumbrados, el aire refrescaba y podía olerse la perfección del sitio.

- He cumplido con la profecía, ahora ha llegado el tiempo de que los Jotuns, queridos hermanos se unan a la hermandad de Midgard para acabar con el Niger Imperium, romper la alianza que han formado con Undique y trascender en Ragnarok- levantó la mano derecha y de nuevo los típicos vítores.

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Pero el momento fue interrumpido, entraron por entre los gigantes un grupo de hombres lobo, rabiosos y esperando a recibir órdenes, se alinearon para dejar pasar por entre ellos a Errecundo, en su forma de hombre, con el cabello oscuro hasta el suelo, de gran altura y su mirada penetrante.

- Impertinente, bazofia, bodrio, ¿Cómo te atreves a intervenir en la voluntad de la Suprema Emperatriz Undique?- recibió miradas de odio y repugnancia de todos los Jotuns que le dirigían la palabra.

Errecundo estaba allí para impedir que se cumpliera el plan de Conor y Abavus, que lo habían desarrollado en base a la profecía, sabiendo que así sucedería. Aunque les resultó extraño que éste hubiera salido en presencia de Sól.

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Capítulo 18

Errecundo

Bimembris Duellum (de dos miembros; que tiene doble naturaleza: guerra-duelo)

En lo alto Conor cubrió con una nube oscura toda entrada de Sól permitiendo que Errorior y algunos servidores entraran hacia Utgard. El joven estaba haciendo un esfuerzo sumamente impresionante, pero tenía el apoyo de Ygssadril y toda la naturaleza, que le brindaban porciones de energía.

Errorior y Errecundo se encontraron cara a cara en el centro de Utgard.

- Veo que la profecía se llevó al pie de la letra hermano- habló con voz imponente Errecundo, el padre de la estirpe de los hombres lobo.

- Así será, y es tiempo de escribir el final para que pase a ser historia- terminó Errorior.

Los dos hermanos eran muy parecidos y sus poderes eran inimaginables, descendientes directos de las razas primordiales y divinas de todo Ygssadril.

Sponsus habló a todo Jotunheim.

- Jotuns, hermanos, estemos atentos a lo que sucederá, pues será un paso decisivo en el final que está por llegar- un Jotun se acercó y lo subió a un trono de gran altura para que pudiera ver el duelo.

Errecundo comenzó por dispersar la sustancia negra que poseen los Niger Examinis, una de las pocas artes que aun manejaba.

Pero Errorior la evitó sin moverse. Cada ataque que su hermano ejecutaba era rebotado con mínimos movimientos.

Hubo un grito desesperado y el aullido de lobo más potente jamás escuchado salió de las fauces de Errecundo, un escalofrío pudo ser sentido por cada ser que allí se encontraba.

El cuerpo de Errecundo comenzó a quebrarse por todas partes, mientras crecía pelo velozmente por todo su cuerpo y todas sus articulaciones y huesos crecían de una forma que inspiraba muchísimo dolor.

Se incorporó a la batalla como un imponente hombre lobo negro, furioso, rabioso, de gran tamaño y afiladísimos colmillos. Luego se abalanzó sobre su hermano sin tener éxito alguno.

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Cada vez se iba tornando más voluptuoso, iba tomando más forma y una delicada postura con una intimidante estética lupina.

El supremo Svartálfar se limitaba a defenderse y no impactaba con sus fuerzas.

- ¿Qué pasa hermano? ¿Temes no poder realizar un buen ataque y avergonzarte frente a los demás?- provocaba el hombre lobo rabioso y con una voz impresionantemente grave.

- No lo haré como tú, que ya lo has hecho reiteradas veces. Me has atacado sin poder tocarme, te has transformado sin producir cambios en esta cuestión, ni de esa manera puedes conmigo- dijo Errorior sin demostrar efecto alguno de la provocación de su hermano.

Errorior lanzó una esfera de fuego que impactó al hombre lobo en menos de un segundo alejándolo por la inmensa plaza central, aún sin moverse de su sitio. Así mostró la inmensidad de su poder obteniendo una mirada de respeto de todos los allí presentes.

Los gigantes disfrutaban del momento, aparte del duelo, había llegado su guía, y lo adoraban, gozaron de haber podido completar la obra de su ciudad de oro. La satisfacción era impresionante.

En ese mismo instante intervinieron cientos de hombres lobo que se dirigieron a Errorior, recibiendo todo tipo de insultos y manifestaciones de los Jotuns. Pero el Svartálfar sin moverse ni preocuparse evitó cada posible impacto utilizando la fuerza de los atacantes en su contra.

- Encima pierdes sin justicia alguna, tus pobres e ignorantes secuaces no respetan un duelo- provocó Errorior, sin recibir más que un grito de furia, mientras su hermano comenzó a silbar con tono agudo, pero de gran expansión sonora.

Tras Errecundo aparecieron cuatro de los cinco Arcángeles, encapuchados, y para que no intervinieran los gigantes, algunos ogros y orcos aprovecharon para distraerlos.

Sponsus bajó de su trono y se posó tras Errorior, también apareció Abavus e hizo lo mismo que el joven.

Iban llegando poco a poco los sirvientes del Niger Imperium, amenazantes y sedientos de sangre.

- Comenzaremos a hacer un poco más de justicia, ¡Gigantes, acaben con las fuerzas del Niger Imperium!- ordenó Sponsus.

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- Así es, esto ya se ha jugado muy sucio y tengo ganas de divertirme un poco- dijo Abavus poniéndose en posición de ataque.

Los Arcángeles estáticos forzaron con poderes oscuros a Errorior, que ya debía moverse para protegerse.

Errecundo atacó directamente, pero no pudo llegar a su hermano.

Los hombres lobo se dirigieron hacia Sponsus y Abavus, pero el anciano los expulsó con una simple onda de viento, aunque fue impactante y dolorosa para los receptores.

Las fuerzas de Errorior se estaban debilitando, al parecer los Arcángeles recibían poder de Undique, terminó cayendo al suelo y Errecundo se dirigió hacia él rápidamente, aún como hombre lobo, para embestirlo.

Sponsus reaccionó bloqueándolo con un muro de tierra, aunque no pudo hacer mucho, le dio tiempo a Errorior para evitar el ataque y desplomar a su hermano con un golpe de viento.

Abavus ayudó contra los cuatro Arcángeles expulsándolos con otra onda de viento.

Llegó el momento en que nadie pudo contra las fuerzas que enviaba Undique a través de los cuatro Arcángeles, ella era muy fuerte.

Abavus terminó bajo la influencia de la sustancia negra, luchando contra ella desde adentro.

- ¡Bimembris Duellum!- gritó Errorior a medida que Errecundo se acercaba, dando un momento de silencio y atención constante hacia él.

Citó las palabras antiguas para una lucha de sólo dos personas en la que se anulan todo tipo de poderes desiguales entre los contrincantes, sólo se permiten armas, los mismos niveles de poder, y por alguna razón de poder mayor nadie puede brindar energía a los luchadores, nadie puede intervenir impactando ni con el dominio de los elementos.

Abavus logró eliminar la sustancia negra y expulsó en conjunto a los cuatro Arcángeles, que se incorporaron en el acto.

Conor necesito tu ayuda. Dijo Abavus a través de la mente.

Su nieto respondió al instante llegando desde el cielo, que permanecía oscuro.

Has tardado mucho. Recriminó Abavus.

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Lo sé, me estaba divirtiendo un poco.

No puedo recriminarte por ello, en eso te pareces mucho a mí.

Conor y Abavus se colocaron en la misma posición espalada a espalda, luego miraron al frente y con el dominio de la energía bloquearon toda entrada externa a los cuatro Arcángeles, que se desplomaron por la falta de aire que les ocasionaron los dos atacantes, sin darles la posibilidad de responder. No se esperaban que Conor llegara, no habían imaginado quién mantenía el cielo oscuro.

Los dos hermanos se disputaban el poder y la supervivencia, estaban respetando la profecía, uno de los dos debía perder la vida en ese mismo instante.

Tuvieron variados momentos de lucha con energías oscuras, pero siempre esquivando y atacando, esquivando y atacando sin cesar.

Errecundo, convertido ya en hombre, sacó de su túnica una espada, miró a Errorior que la reconoció en el mismo momento como Spatha, la espada perdida en bîduum.

La hoja platinada destellaba reluciente, con una extraña textura de dragón en el mango, aunque no pudo apreciarse, porque enseguida se cubrió de oscuridad, ya que se adaptaba al alma de la persona que la poseyera.

Errorior no tenía arma, se quedó quieto, mirando, pero sin temor a nada, su hermano comenzó a correr hacia el rápidamente. Se lanzó sobre Errorior, pero, en ese momento, Sponsus se metió en el anulado terreno del Bimembris Duellum, y tocó con la mano derecha a Errecundo, que quedó transformado en oro sólido con las dos manos arriba, la espada cayó rechazando el poder.

- Muy bien Sponsus, aunque no te conozco, veo que conoces las reglas de un Bimembris Duellum- felicitó Errorior.

- Gracias gran Svartálfar, Mi madre murió en uno de esos duelos y Abavus se encargó de explicarme todo.>>Si uno de los combatientes se encuentra en desventaja en cuanto a un arma se anula el Bimembris Duellum- dijo satisfecho.

Rápidamente los dos se incorporaron al combate que estaban llevando a cabo Abavus y Conor. Los hombres lobo, orcos, ogros y todas las fuerzas del Niger Imperium miraron hacia donde estaban los Arcángeles, sobre ellos apareció el quinto Arcángel sin emitir palabra, sólo expresaba una mirada de odio tras su túnica negra, e hizo desaparecer a todas las fuerzas del Niger Imperium, los cuatro Arcángeles y Errecundo junto a cientos de gigantes, corrompidos por una logia maligna, de Jotunheim. Fue todo muy rápido,

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desaparecieron los enemigos, para ello debió necesitarse una gran fuerza y mucha energía.

- Se han ido, y no entiendo cómo- indicó Sponsus.- Simple, con el poder de Undique, es más poderosa y posee más habilidades de lo

que pensaba- dijo Abavus.

Abavus, Sponsus, Conor y Errorior se alinearon y se posaron en la plaza central, los gigantes miraban a Sponsus, no había habido ninguna baja entre ellos, las pérdidas fueron para las fuerzas del Niger Imperium, mientras luchaban los cuatro hombres los Jotuns arrasaron.

Las fuerzas del Niger Imperium se escaparon, falta de principios y honor, se retiraron, pero quedó una importantísima posible alianza con los gigantes y Spatha, la legendaria espada.

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Capítulo 19

La nueva Alianza

Spons (voluntad)

- Jotuns de Jotunheim- hablaba Sponsus- hemos venido a solicitar su alianza para acabar con el Niger Imperium, que ha corrompido a sus jefes gigantes para aceptar la alianza con que ofrecían, ahora que son conscientes de lo que está sucediendo podemos aliarnos, acabar con ellos y todos los que hayan traicionado a Ygssadril para sobrevivir en la mediocridad y a costa de sus hermanos- terminó con la mano derecha elevada.

Todos los gigantes aceptaron y se alistaron para el combate.

Sponsus se entregó a la tradición que debían cumplir los gigantes.

En Utgard, Gudmund, un gigante especial, más fornido, con Máni y Sól tatuados en su pecho llevó a Sponsus a una sala bajo la plaza central.

Mientras tanto Abavus, Conor y Errorior se habían dedicado a recorrer el lugar.

- El poder de Eburnea es mayor de lo que pensábamos- repetía Errorior.- Pero el de Conor será aún mayor, aunque ella sobrepase el nuestro no puede

contra nosotros unidos- reflexionó Abavus.- Espero así sea, en las fronteras de Terrae nos encontraremos con todos los

Svartálfar, todo Ignis, Aeris y muchas especies de las tierras de Aes, más los gigantes y nosotros, seremos un equipo muy fuerte, trabajaremos en conjunto y acabaremos con todas las fuerzas del Niger Imperium que allí se encuentren. Todos los prisioneros y quienes quieran estar en la Hermandad de los Aliados de Midgard serán reclutados y formarán parte de nuestro equipo- Hablaba Conor decidido.

- Que así sea Conor- deseó Errorior.

Los tres se dedicaron a apreciar las artesanías y obras de los gigantes alrededor de la ciudad, iban vestidos de túnicas y a paso lento, contemplativo y meditativo.

Sponsus y Gudmund estaban en una sala de oro, tal como a los gigantes les gustaba, su codicia era indescriptible.

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- Sponsus, has llegado, como dicen los escritos, no manejas a voluntad el poder de convertir en oro y debe ser algo difícil de llevar- entendía Gudmund.

- Así es, me ha costado desde pequeño, he ocasionado muchas catástrofes, aunque no hayan salido a la luz- justificó Sponsus con la cabeza hacia arriba para poder ver al gigante en la inmensa sala.

- El Jotun Aurum dejó su mano aquí- cerró los ojos y en el centro de la sala circular se alzó un brazo colosal, el joven estaba impactado- debes tocarla y el Jotun Aurum te dotará de su energía en vida, algo a lo que llaman en los escritos Almus Cordis, de lo que no conozco mucho- levantó al muchacho hasta llevarlo al centro de la mano- ahora, si te crees listo puedes hacerlo- sugirió el gran Gudmund.

- Siempre- terminó Sponsus mientras apoyaba su mano en el centro de la gran palma del Jotun Aurum.

Por el cuerpo de Sponsus recorrió una sensación escalofriante, pero se sintió poderoso, sentía una gran energía en su cuerpo, él y el poder del Jotun Aurum eran uno solo.

El gigante lo bajó y sin decir palabra Sponsus se precipitó a tocar una piedra que llevaba en el bolsillo sin convertirla en oro, luego, con la mano asentado quiso hacerlo y lo logró.

Su felicidad fue incomparable.

- Gracias gran Gudmund-- Es un honor gran Sponsus, ahora llévanos y haznos trazar nuestro destino- sugirió.

No hay mayor límite que el que nosotros mismos ponemos,no hay mayor límite que el que establecemos con lo que está establecido,

no hay mayor límite que el que respetamos ignorando que no existe,no hay límite real, porque todo es movimiento,no hay límite real, porque no hay fin absoluto,

no hay límite real, porque límite es tan sólo una palabra,al contrario, hay voluntad,

al contrario, hay un poder que nos lleva más allá,al contrario, el deseo y la voluntad nos hacen olvidar los límites y construir,

nos hacen avanzar y caminar,nos hacen movernos y volar,

nos hacen olvidar la razón limitadora,nos hacen guiarnos por el instinto ilimitado,

nos hacen ser.

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Se juntaron todos en la plaza central.

- Entonces has obtenido el Almus Cordis del Jotun Aurum- notó Conor- en verdad es impresionante- Sponsus lo miró sorprendido y cuestionó cómo lo sabía y qué era un Almus Cordis- lo sé porque he oído más que la profecía que se cuenta en Midgard- luego le explicó sobre los Almus Cordis, algo que a Sponsus le pareció horrible por un lado pero de gran ayuda por otro.

Así, Sponsus habló a toda Jotunheim y partieron hacia las fronteras de Terrae. Los Svartálfar comenzaron el viaje bajo tierra, Conor quitó la energía que cubría la meseta dejando entrar nuevamente a Sól.

Salieron de allí y comenzaron el camino, listos para la batalla, listos para trascender, listos para ir más allá, listos para dibujar a mano la historia.

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Capítulo 20

Ilusión

Luego de un largo viaje por los aires iba llegando él, miraba una costa de la colosal isla previniendo una defensa, parecía ya advertido de algo, manteniéndose en el aire sin apoyarse en el suelo, sin cruzar el límite entre el agua y la tierra.

Su rostro esbozó una sonrisa aventurera, Sól dio un destello, y él pisó la costa.

- Aquí vamos- tentó a lo que sucedería.

Todo se tornó oscuro, sin nada que emitiera luz.

- Me aburro- tentó nuevamente.

Una luz apareció a lo lejos, pero no había más nada.

- Me sigo aburriendo- tosió.

La luz comenzó a moverse lentamente, hasta que fue tomando más velocidad hasta posarse frente a él.

Se preguntaba si tocarla o no tocarla mientras la sonrisa de aventura se volvía a él, pero algo lo llamó a arriesgarse, la tocó.

Detrás de él sintió un calor abrasador, vio destellos de luces mientras la que estaba tocando se apagaba, saltó, una llama pasó bajo él.

- Esto me gusta mucho más- dijo mordiendo la lengua.

Un dragón incorpóreo creado del fuego lanzaba llamas atolondradamente. El joven los evitaba con audacia.

- Espero no sea todo, de lo contrario sería muy fácil- tentó aún más.

Hizo un movimiento con sus manos, haciéndolas girar y girar, pero no sucedía nada.

- Veo que no hay agua, muy bien, el ambiente está seco y la de mi botella se secó misteriosamente, ¿Por qué no me extraña?- intentaba comprender mientras evitaba las llamaradas.

~ 60 ~

Luego se posó frente al dragón, no podía desviar el fuego, tampoco intentó entrar en las defensas para hacerlo. Pensó un rato.

- No hay elementos disponibles más que este fuego, que posee un Almus Cordis, muy fuerte por cierto, y el aire, elemental- pensaba mientras evitaba las llamaradas y persecuciones con mucha agilidad.

El aire fue llegando a sus manos en forma de remolinos creando una esfera gigante. Aprovechó entonces la llamarada que lanzó el dragón para moverse y expulsar la esfera de aire, haciendo lo que por razonamiento debería hacer, quitar el oxígeno del área donde se encontraba el dragón, para ello hizo girar todo el aire alrededor de él viendo cómo se extinguía. Su sonrisa se tornó gozosa.

Había desaparecido el calor abrasador convirtiéndose en una serena brisa fresca, aún en la oscuridad.

Pero una pequeña llamita sobrevivió, al rato se convirtió en una puerta que aparentaba ser de cristal, él entró, porque no penaba quedarse aburrido en aquel lugar..

Cuando tocó el picaporte de la puerta su brazo se incineró por completo.

- Interesante- dijo sin emitir mueca de dolor alguno, aunque lo sentía.

Manipulando el cristal hizo que se abriera, utilizó muchísimo poder, descubriendo detrás una habitación oscura, se adentró en ella.

Se encontraba dentro de una prisión, detrás de la reja, con un brazo incinerado, tierra y agua, eso sería más fácil.

- A mi disposición- dijo.

Hizo una mueca, movió un poco el agua y en ese instante posado sólo en un lugar blanco en su totalidad estaba dándole latigazos en su espalda una sombra tapada con una túnica del color de ese lugar.

Volvió a la prisión, sentía la espalda agredida.

- Entonces si controlo algún elemento con la mente o por arte recibiré un castigo extraño- reflexionó.

Se dirigió a la fuente de agua y con ella mojó su brazo.

Se puso a meditar inspeccionando el sitio.

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Verificó que todo estaba cerrado, y luego su rostro esbozó otra sonrisa aventurera, la cerradura se movió un poco, con el dominio del metal, pero de nuevo el lugar blanco, diez latigazos y su espalda ardiente con chorros de sangre saliendo de su cuerpo, era terrorífico, pero audaz.

Otra vez hizo mover un poco la cerradura, lo mismo, el sitio blanco, veinte latigazos esa vez, la carne se podía ver en su espalda.

Movió nuevamente un poco de la cerradura, ya había cedido una vuelta.

El lugar blanco, pero él se puso de pié adolorido, y con la sangre que caía creó una punta filosa que impactó al ser de la túnica blanca en cuestión de milésimas de segundos, quedando con cara de satisfacción con su impresionante destreza.

Vio que el cuerpo del ser yacía en el suelo. Volvió a la prisión.

Movió con todas sus fuerzas una vuelta de la cerradura, pero nuevamente el sitio blanco y los latigazos, volvió a la prisión.

Se paró, tomó el agua con la mano y se la echó a la espalda, tomó el picaporte y abrió la puerta, agradecía que fueran dos vueltas y no más.

En el instante en el que salió, no vio las salas que veía dese el interior de su prisión, sino que se encontraba al aire libre en la rivera de un río, al que no dudó en lanzarse, en cuanto tocó el agua notó que estaba oxigenada al máximo nivel, su espalda ardía, pero no gritó, sólo hizo muecas de dolor intenso.

Frente a él se alzó una enorme sierpe que lo miraba con un ojo amarillo intenso y otro negro, no se movió, ni él tampoco.

Él estaba muy quieto, pestañeó sintiendo que la sierpe lo imitaba, poco a poco esa criatura iba tomando la forma de un humano pero con el cuerpo escamoso y rasgos serpentinos.

El joven movió el brazo que tenía sano, el imitador hizo lo mismo.

Se quedó quieto nuevamente.

- Esperabas que actuara por impulso y atacara, muy bien- reflexionó sin mover más que la boca.

En su lugar cerró los ojos y atravesó al hombre serpiente en el acto manejando el agua, lo congeló y rompió el hielo en pedazos, concentrado y sin moverse, fue muy simple.

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Él podía manejar, como pocos expertos, los elementos con la mente, aunque la efectividad bajaba un poco, en ese caso era minúscula.

De entre las carnes congeladas cayeron dos gemas brillantes, una roja y una azul, congeló esa parte del río para tenerlas quietas un momento.

- ¿Qué tendría que hacer ahora? ¿Cuál tocar?- se tocó la pera- ¡ah!, seguro, buscó entre los pedazos destruidos de la sierpe que habían quedado sobre la superficie de hielo que se encontraba quieta al igual que él en su lugar, sin tener problemas con la corriente.

Descongeló la cabeza y tocó el ojo amarillo.

Se encontraba ahora parado en la costa.

- Típico de Abavus, si no hubiera notado el ojo amarillo y hubiera tocado alguno de los otros dos, sin recordar los colores primarios y sin notar la relación hubiera seguido hasta descuartizarme entero en sus pruebas de protección por ilusión, interesante y ajeno a lo básico- dijo Conor a Veorfölnir, que se hallaba junto a él mirando la sonrisa que el joven esbozaba.

Comenzó a caminar por las tierras de ese reino.

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Capítulo 21

Lif y Lifthrasir

Ignarus

Corrían desnudos por los bosques de las costas de Aes un hombre y una mujer, Conor miraba intentando comprender.

Estaban frente al joven, pero no hacían caso a su presencia, seguían corriendo y expresaban de a ratos, con caricias, su amor.

- ¿Quiénes son ustedes?- cuestionó Conor.

No hubo respuesta, Conor siguió parado en su lugar con su túnica plateada mirando bajo los rayos de Sól, hasta que apareció el carruaje de Máni, que era por lo único por lo que la Luna nueva podía verse, sólo se asomaban sus puros corceles.

La pareja desnuda se sentó en la costa metiendo los pies en el agua y apreciando los corceles que se reflejaban en el agua.

Conor se acercó a tocar al hombre en la espalda, pero no pudo alcanzar su piel. Se quedó impactado, no podía acercarse a más de unos centímetros de la piel de la pareja, la ilusión para entrar al reino había terminado, no comprendía, no parecía un truco.

Lo único que pudo reflexionar fue alcanzar la paz interior, luego de las pruebas para entrar y el desconcierto de lo sucedido no estaba tan puro como deseaba.

Pasaron varias horas y el carruaje de Máni iba desapareciendo tras el aullido de un lobo, mientras otro de éstos anunciaba la salida de Sól.

Conor acercó nuevamente la mano y tocó el hombro izquierdo del hombre de pelo oscuro. Un escalofrío recorrió por su cuerpo, mientras el chico se volteaba y lo miraba. La pureza que emanaba era mucho más intensa que cualquiera que hubiera percibido antes, su esencia era muy impresionante, era celestial.

Veorfölnir volvió luego de recorrer voluntariamente la isla y se posó frente a Conor recibiendo la atención completa de la pareja.

Lo apreciaban sin tocarlo.

- ¿Quiénes son ustedes?- cuestionó nuevamente Conor.

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No hubo respuesta.

Son Lif y Lifthrasir, los que, según las Nornas, sobrevivirán a Ragnarok. Dijo Veorfölnir

Así que están en Aes, algo que me ha llamado la atención es que emanan esa pureza increíble. Compartía Conor sus pensamientos con su espíritu animal Veorfölnir.

Oh!, eso es por lo que sobrevivirán, son ignorantes a toda violencia, son ignorantes a lo que está bien y está mal, son ignorantes a todo, sólo conocen e interpretan a su manera.

Eso es bueno y malo a la vez.

Es por eso que son ignorantes, no son conscientes de los bueno ni de lo malo, ni de la luz ni de la oscuridad, viven felices conociendo lo que interpretan. Es una vida plena y pura, no existe en ellos más que un ejemplo para dar.

Pero sería difícil.

No Conor, míralos simplemente, están juntos, se aman, pero no saben lo que es, sólo se sienten atraídos entre ellos, y parece que interpretan que eso es bueno, responden a sus interpretaciones, son felices.

Ahora entiendo mejor, aunque no me convence del todo.

De todas formas siempre somos ignorantes a algo, todos, pero eso no hace referencia a un tema específico. Todo a nuestro alrededor es comprensible, pero lo mejor de todo es que somos libres de interpretarlo a nuestra manera, lo que no quita que se impongan prototipos.

Claro, los modelos nos guían, nos enseñan lo que está bien y lo que está mal, pero eso no quiere decir que así lo sea, hay que aprender a romper estructuras.

Estás bien encaminado Conor.

Entonces la luz es mala para algunos y buena para otros.

Exacto, eso se ve en los Svartálfar, no pueden estar en Sól, esa luz les hace mal.

Es un caso extraño, pero es cierto, entonces todo es una metáfora obtusa, la profecía sobre Eburnea y yo carece de significado concreto.

Y ahora lo estamos comprendiendo.

Si eres el que está destinado a traer la oscuridad en la profecía se la traerás al mundo, como dice, pero el mundo ahora es del Niger Imperium, y si sigue así eres el que les llevará

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oscuridad a ellos y luz a nosotros, quienes queremos la antigua Midgard y el bienestar de los reinos.

Entonces los dos traeremos luz y oscuridad, yo le doy oscuridad al Niger Imperium y luz a los Aliados, Eburnea le da luz al Niger Imperium y nos da oscuridad a los Aliados. Es entendible, es extraño Veorfölnir, no lo hubiera pensado de ese modo, la profecía es según la concepción de la que se mire, es más que una simple metáfora.

Entonces has entendido el arte de lo relativo, y eso es por lo que Lif y Lifthrasir están aquí.

Conor miró a su alrededor y ahora los dos lo miraban a él. No le hablaron, sólo se dieron la vuelta y entraron en el bosque desapareciendo en las profundidades hasta Ragnarok.

Esto ha dado mucho que pensar. Pensó Conor.

Así lo creo, yo he aprendido esto tal como tú, lo pude interpretar porque entré en sus mentes Conor.

Sí, lo he notado, aunque no he podido, no alcancé ese nivel de pureza.

Pero ahora que entiendes la ignorancia entenderás la interpretación.

La ignorancia me ha llevado a entender la interpretación, qué paradoja. Afirmó Conor.

Capítulo 22

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Los aliados

Coniungo (reunir)

En las afueras de Terrae, del lado externo de Traslasierra, el ejército de la hermandad de Midgard se estaba reuniendo.

Conor había decidido, típicamente, desviarse del camino y dirigirse a Aes, donde se encontraría con un viejo amigo de Abavus.

Sponsus, el joven de la mano de oro, y Abavus iban a cargo del ejército de los gigantes, junto con Errorior que se encargaba de los lupinos y los Svartálfar, durante el día bajo tierra y durante la noche por la superficie. El viaje les llevó dos días.

Abavus y Errorior se habían instalado bajo tierra, en cuevas y grandes pasadizos creados con el manejo de la tierra. La gran cantidad de gigantes hacía imposible terminar con la guarida.

Abavus, junto con el Svartálfar mayor se encargaron de crear una ilusión, una técnica en la que el anciano era muy destacado, todo se vería desde afuera como siempre, sin modificaciones, pero dentro del territorio, donde encima se encontraban los gigantes sería modificado. No saldría ni un sonido de allí.

Poco a poco se fueron instalando, los enanos asistieron con orgullo a la gran guarida, expertos en lo subterráneo ampliaron todo el sector para que los gigantes puedan estar bajo tierra, habían creado un enorme escondrijo en tan solo una semana.

Con los enanos llegaron seres especiales, hadas, duendes, gnomos, sátiros, minotauros, cíclopes y una gran cantidad de animales con otros seres fantásticos y poco conocidos en esos tiempos, todos para instalarse en el equipo que se estaba formando con la hermandad de Midgard, gigantesco, pero invisible para todo ajeno a ese secreto.

Al séptimo día, mientras se hablaban de tácticas ofensivas, ataques, cómo mantenerse en el lugar, y el verdadero descanso que allí estaban teniendo, ya que no trabajaban tanto, se oía en las afueras una melodía que inspiraba un sentimiento de satisfacción y embellecía todo el ambiente, era alucinógena, tan especial que hacía fantasear a cualquiera que la oyera.

Abavus y Errorior, dos de los pocos que podían resistirse salieron a ver quién tocaba esa melodía, llevándose una gran sorpresa, Tofy Wey, con una lira, detrás Postremo, y tras él no menos de miles y miles de ciudadanos de Ignis, preparados para la batalla y unirse a la hermandad de Midgard.

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Capítulo 23

El alquimista

Erudio (instruir)

Conor había caminado muchas horas por los frondosos bosques de Aes sintiendo en la brisa el aroma espiritual que allí se percibía, el silencio armónico de a momentos, y muy pocos animales ya que estaban en marcha hacia Terrae.

Luego de dos días de caminar, pasar por arroyos, montañas y más bosques, guiado por el instinto, yendo lento y sin pensar en nada más que en lo que rodeaba, tal como se lo habían indicado, llegó al lugar donde lo estaban esperando.

Frente a él un gran círculo de césped, al sur una zona montañosa y con muchos bosques, al este una enorme laguna y muchos ríos que provenían de inmensas cascadas, al norte volcanes de gran tamaño y al oeste riscos y zonas ventosas.

Cada uno de esos ambientes emitía una esencia virginal, pura, se podía percibir una sensación muy extraña, irreproducible con palabras.

En el centro del área una cabaña, con la chimenea encendida, de gran tamaño, de techo de paja con forma de cono troncado y forma hexagonal, construida de una forma muy particular.

Conor se acercó a la puerta pensando en lo que Abavus le había dicho:

Cuando preso de tu instinto seas,Cuando atravieses todos los obstáculos sin quejas,

Cuando sientas que la pureza aumenta,Cuando la luz se avecine en la frontera,Y de cada ambiente hayas sido presa,

Encontrarás por fin el lugar en el que el único castigo es maleza,Ese castigo será que allí por mucho tiempo no podrás estar,

Pero si más tiempo te quedaras sería porque sobrara, En la cabaña que siempre cambia,

Donde el Alquimista siempre prende llamas,Encontrarás una nueva enseñanza,

Él de su punto de vista ha de enseñarte,A cada elemento ha de experimentarte,

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Complejas y justificadas son sus artes,Comprende de qué se trata y comprenderás más aún de qué eres parte.

Las palabras se esfumaron de su mente y antes de que pudiera llamar al habitante de aquella casa, un hombre alto, de poco y blanco cabello le abrió la puerta.

- Bienvenido al Orbis seas Conor- saludó con gracia.- Buenos días Barbatus, es un honor estar contigo- reverenció Conor.- ¡Ah!, patrañas, no hables así conmigo muchacho- dijo dando una palmada, él

estaba vestido con una túnica morada con dibujos de llamas y flores.- Tal como Abavus te ha descripto, he oído muchas historias de ti, es bueno

conocerte Barbatus-- Lo mismo digo Conor, prepararse e intentar, como lo dice tu nombre- - Así que eso significa, ni Abavus ni nadie que conociera lo ha podido descifrar antes-

decía Conor pensando- se conecta con todo lo que estoy viviendo.-- El nombre que nos dan nos orienta en nuestra vida, nos da un prototipo, pero se

puede ir cambiando con el tiempo, aunque jamás pierde efecto el primer nombre- decía Barbatus mientras entraban a la casa hexagonal y se dirigían a la habitación de estar. Mientras caminaban Conor se fascinaba cada vez más con todos los libros y elementos extraños que éste poseía.

- ¿Cómo sabes el significado de mi nombre?- preguntó Conor para no introducirse en la mente del anciano.

- Fácil, lo tengo en mis libros, un diccionario, donde todas las palabras están traducidas y con sus significados, es genial, todos los que existían fueron quemados, sólo quedan dos o tres en el mundo- hablaba sin parar, emocionado y riendo- Bueno Conor, no tenemos mucho tiempo- sacó su pipa de un bolsillo- Espero no te moleste que fume- prendió la pipa con un chasquido de dedos luego del gesto de negación que dio Conor.

- Muy poco tiempo, he venido a convertirme en su alumno señor, con todo orgullo, quiero conocer su arte, y por ello le pido que sea mi maestro- dijo Conor, que miraba por una ventana extrañando a Veorfölnir que se había ido a darle un mensaje a Abavus.

- Eso no se lo negaría ni a una lombriz, te haré el mejor estudiante, mejor que cualquiera, haré que me superes, que superes a todos, tendrás que esforzarte mucho, hay demasiado que aprender y muy poco tiempo, por aprender me refiero a mí también, aprenderé de seguro más de lo que enseñaré- hablaba mientras miraba a Conor y esbozaba gestos de emoción.

- Esa es la actitud que busco en la gente, decididos a dar todo por enseñar y aprender, esa es una de las sabidurías de la vida- felicitaba Conor.

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- Lo sé Conor, entonces, empecemos-- ¿De qué trata específicamente su arte?- preguntó Conor dudando.- Alquimia, aunque haya muerto en Midgard, la Alquimia lo es todo, lo que has

estado aprendiendo es parte de la mitad de las cosas, hay un lado espiritual y otro material, el mío se inclina hacia los dos- no terminó de hablar mientras Conor interrumpió.

- Alquimia- la palabra lo tentaba.

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Capítulo 24

Las enseñanzas del alquimista

Erudio

Barbatus le enseñó a Conor su laboratorio, sus pócimas, brebajes y muchos otros tipos de elementos que utilizaba en sus experimentos.

Mientras estaban en el laboratorio, que era la habitación más grande de la casa hexagonal, Barbatus explicaba a Conor el fundamento de su disciplina.

- Hace muchos años, cuando se estableció la antigua Midgard nació una disciplina llamada Alquimia, dedicada a lo material y espiritual simultáneamente, la armonía que se había logrado entre tratados de eruditos habían llevado a Midgard y todos los reinos sobre Ygssadril a avanzar progresivamente en un auge de comprensión del mundo significativo y constante.>> Lamentablemente, las personas comenzaron a separarse en materialistas y espiritualistas, algunos consideraron en que todo se podía explicar a través de números, fórmulas, explicaciones concretas y racionalismo específico, diciendo que los elementos son posibles de manejar porque al movernos, aunque a veces inconscientemente, manipulamos todo alrededor a través de tejidos de partículas, y muchas explicaciones lógicas, pero ya te las enseñaré luego; otros pensaron que la explicación de todo venía de espíritus, tal como se había comprobado, de una existencia inmaterial; muy pocos seguimos utilizando las dos disciplinas generales, nombrándonos alquimistas, pero Abavus y yo somos los últimos que defendemos la alquimia como centro de todo lo que existe, como explicación lógica y espiritual, todo es explicable desde los dos puntos, y un punto es dependiente del otro.>> Existe la materia, pero, como debes haber aprendido con los Svartálfar, para que la materia reaccione, se junte, combine, mute, transforme, se necesita energía, una energía que se ha activado y viene de una patada inicial a la que se llama espíritu, esencia, todo elemento, toda sustancia, todo, absolutamente todo tiene una esencia- hablaba apasionado, abriendo los ojos, haciendo muecas, típico de Barbatus, aunque Conor no lo conocía mucho.

- Es el mismo razonamiento que me enseñó Errorior, es lo que más concuerda, pero sigo oyéndote- dijo Conor, dispuesto, como siempre, a oír e interpretar.

- Pues, seguiré.>>Los alquimistas trabajamos con los elementos, clasificamos la materia, que es

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todo lo que compone lo que nos rodea, en elementos, variados y complejos, los clasificamos con nombres y número respecto a notaciones que hemos logrado a través de los tiempos, otro tema que trataremos; trabajamos conociendo e interpretando todos los fenómenos que actúan en nuestro mundo, acudiendo tanto a lo espiritual como lo material y muchas otras temáticas que interpretaremos luego.>>Pero, como se conocía en épocas antiguas, los alquimistas intentábamos conseguir el elixir de la vida, la piedra filosofal, para mantenernos vivos por siempre y mantenernos en la erudición constante. Como verás, muchos seguimos viviendo aún, por mucho tiempo lo hemos hecho, ¿Cuál es la explicación a ello Conor?- cuestionó Barbatus.

- Mmmm- dudaba tocándose el cabello- descubrieron que el elixir de la vida era la sapiencia, la erudición, instrucción constante- hizo un pausa- que alimenta el alma, que mantiene vivos a todos los seres, porque los hace menos ignorantes, y a la vez los hace ignorar más de lo que dejaron de ignorar; descubrieron que hay una energía a la que se llega trascendiendo más allá, con la materia y con el espíritu, es la síntesis de lo que he aprendido hasta ahora- siguió pensando- Mmmm.>>La piedra filosofal está y es una sola, está a disposición de todos, con la condición de trascender, lo que implica conocer y conectar el Almus Cordis propio con el de Ygssadril, interesante- razonaba Conor resumiendo sus experiencias.

- Has aprendido en poco tiempo lo que nos llevó siglos Conor, pero no la pasábamos con un mismo tema, pensábamos y pensábamos en todo, clasificábamos y trabajábamos, pero eso ya lo trataremos luego, como te lo he dicho.>>Pero otro tema que fue propio de la alquimia fue la transmutación de la materia, sobre todo a oro, un poco materialista, pero muy importante, ¿Por qué Conor?- sonreía pícaro.

- Simple materialismo o…- abrió los ojos sorprendido.- O purificación, lo que todos creen es que codiciábamos el oro- apuntó su palma al

suelo haciendo emerger trozos de oro de la tierra y que entraban por orificios en el suelo- ¿Para qué transmutar la materia si todo está a nuestro alrededor? En algunos lugares más, en algunos lugares menos ¿Quién podría? ¿Por qué?-

- Entonces conocieron sobre el Jotun Aurum ¿No?- interrumpió Conor.- Algo así, eso desvió nuestras investigaciones, sí se podía-- Pero Sponsus, el mano de oro, ha venido a reclamar su herencia de sangre, guía a

los gigantes- interrumpió Conor nuevamente- él cambia la materia a oro-- ¿Qué? Ha venido el heredero de la mano de oro, ¿Cuándo?- preguntaba

sorprendido y con los ojos bien abiertos como platos.

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- Hace unos días, he visto cómo los gigantes se rinden ante la majestuosidad de su poder- justificó Conor.

- Ah!, pero hay algo, un detalle que no han comprendido, y aun no he podido explicarte, ¿Para qué transmutar la materia si está a nuestra disposición?- no dejó que Conor hablara- el conseguir la metamorfosis al oro no era nuestro objetivo, oro lo decimos por ser una codicia de la mayoría de los seres, convertir en oro significaba, significa y significará-

- Purificar, el don de ayudar a trascender, de llegar a una forma ‘’superior’’- Conor entendía sorprendido.

- ¡Felicitaciones!, como debes comprender no es importante que Sponsus, como me has dicho, pueda transformar en oro las cosas, lo importante es que tiene el poder de purificar a voluntad, pero como veo, nadie lo había notado-

- ¿Por qué Abavus no lo ha hecho?- preguntó curioso- Porque Abavus tiene su mente ocupada en otras cosas muy importantes, la

alquimia ya no es su fuerte, lamentablemente, podría decirse que, aunque rompa con lo que dije antes, el último alquimista practicante soy yo-

Conor estaba estupefacto, ahora todo le cerraba, de repente la palabra Alquimia pasó a ser el centro de todo, el puente entre la materia y el espíritu, un puente fuerte, invencible, infinito, magistral, imponente, un puente de sabiduría.

Barbatus comenzó a recitar un poema.

Cuando ves que todo tiene sentido,ya nada lo tiene.

Cuando ves que todo es luz,ya nada es luz.

Cuando ves que todo es bien,ya nada es bien.

Cuando ves que todo es perfecto,ya nada es perfecto.

Cuando ya todo tienes,nada tienes.

Siempre se quiere más,siempre se descubre que hay más.

Lo único que tiene un fin es creer que todo tiene un fin.

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Capítulo 25

Se reúnen los hermanos

Erudio

Durante cuatro días Conor estuvo aprendiendo todo acerca de la clasificación de los elementos, de cómo mezclarlos, sus tendencias a cambiar, las tendencias a sintetizarse y descomponerse, combinarse y transformase.

Barbatus logró que Conor comprendiera minuciosamente todo su alrededor, para así poder lograr dominar a partir de los cuatro elementos todo tipo de reacciones que dependían del espíritu y lo material, pudo crear ácidos, explosiones enormes, sismos, piedras preciosas, sales, bases y montones de sustancias.

Las peleas que se disputaban entre los dos, siempre para enseñar y aprender mutuamente, eran de puro pensamiento lateral, como a Barbatus le gustaba, no se podía usar concretamente el fuego, el agua, el aire ni la tierra, debían alternarlos.

Durante los tiempos libres Conor salía de paseo a los distintos ambientes de la isla, algo planeaba. También llevaba libros y los acumulaba en un cuarto, había dicho a Barbatus que algún día daría instrucciones de qué hacer con ellos.

Al quinto día Conor estaba sentado en la sala de estar, en un sillón que habían formado a través de muchos procesos, los cuales podían hacerlos en milésimas de segundos, mientras sonaba la puerta.

Una mujer con mirada penetrante, atractiva, de una figura prodigiosa, cabellera negra, orejas en punta y una esencia seductora, entró en la casa, aunque nadie le había abierto la puerta. Estaba vestida con un sobre todo de plumas sobre un sostén de cuero y una pollera corta de la misma piel. Al entrar miró a Conor sonriendo.

- Hola Conor, tanto tiempo sin vernos- habló con voz intimidante, melodiosa, y atractiva. Aunque Conor no la recordaba.

- Hola… es un placer- se limitó a decir, mientras la mujer se acercaba.- Mi nombre es Harauspex, la adivina- todo se esclareció- la autora de las cuatro

muñecas que guardan los espíritus de los elementos, entre muchas otras cosas que he hecho- dijo aclarando más las cosas.

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- Ahora te recuerdo- aclaró Conor- estuviste en la reunión de los cuatro príncipes, dos mujeres y dos hombres, de los cuatro reinos elementales, y allí entregaste las muñecas asignándolos, aunque ellos no lo sabían, guardianes de los espíritus-

- Así es- se sentó, el silencio fue largo y tendido- yo fui un nexo entre los espíritus y el mundo concreto y sólo eso, ellos me guiaron para realizarlas-.

Anocheció.

Otra vez sonó la puerta, y el mismo proceso.

Entraron tres figuras femeninas. La primera anciana; la segunda joven y hermosa; la tercera casi traslúcida.

- Hola Conor- dijeron al unísono- Harauspex- saludaron- Hola…- dudaba nuevamente Conor.- Somos las Nornas Conor, Urd, la anciana, represento el pasado- dijo ella.- Verdandi, la joven y hermosa, represento el presente-- Skuld, la casi traslúcida, represento el futuro-- Eran… em… diferentes en Helheim- aclaró el joven sin mostrar mueca de sorpresa.- Lo sabemos dijo Verdandi, estábamos en el inframundo, allí éramos nuestros

cuerpos muertos, aquí somos nuestros cuerpos vivos, la esencia es la misma- aclaró, y el silencio volvió.

Luego de una hora entró Barbatus.

- Bienvenidas hermanas- saludó el anciano.

Se saludaron. Conor no comprendía bien todo.

- Ellas son mis hermanas Conor, las Nornas, que vienen desde antes que se crearan los reinos sobre Ygssadril; Harauspex, que nació con Ygssadril; yo, que nací para interpretarlo todo sobre Ygssadril.

Los seis se pusieron en ronda y Conor encendió una llama azul en el medio, haciendo caso a las enseñanzas de Barbatus.

- ¿Por qué hermanos?- cuestionó Conor rompiendo el silencio que se había fundado.- Porque fuimos elegidos por Mimir para algo especial, Myrddin, o como quieras

llamarlo- justificó Harauspex.- ¿Por qué se reunieron justo en este día?- preguntó el joven.- Simple, porque estás tú, queremos dotarte de algo- aclaró Barbatus.- ¿De qué?, si es que puede saberse- interrogaba con incertidumbre.

~ 76 ~

- Yo- dijo Urd, la anciana parándose- te dotaré del arte del pasado- decía tornando los ojos en blanco- porque te has hecho merecedor de él, te servirá para conocer el por qué del presente, el por qué del futuro, es la base de todo, lo que ha pasado ha de ser interpretado, que no se repita, siempre se perfeccione- dijo, luego recitó:

Artes del pasado,por primera vez en otras manos,

bienes y males,luces y oscuridades,

encuentros y desencuentros,paz y guerra,

todo lo que alguna vez pasó puede ser mirado,si ha de ser mirado doy mi confianza en algo,

debes analizarlo,debes interpretado.

Que el pasado te sea revelado,que tu corazón esté listo para aceptarlo,que tus ojos estén listos para analizarlo,

que tus oídos estén listos para interpretarlo,que tu boca esté lista para enseñarlo,

que tu tacto esté listo para perfeccionarlo,que tu olfato te lleve a entender el aroma del pasado.

Alinea tu mente a tus sentidosde forma constante y apasionante

descubrirás así la repercusión del pasado en el presente y el futuro,las sombras del pasado son experiencias para el futuro.

Las luces del pasado están hechas para brillar más en el futuro.Una vez que lo hayas entendido ante ti el arte posaré.

La anciana terminó de hablar mientras una esfera blanca suspendida en el aire se acercaba a Conor para rodearlo.

Luego que la anciana se sentó se levantó Verdandi y habló.

- Conor, estoy aquí para enseñarte que en el presente se interpretan los errores del pasado, he de confiarte mis artes- al instante recitó:

Pasado, presente, fututo,entre los extremos hay un puente,

por él todos cursamos, dejando el pasado para ir al futuro,

~ 77 ~

siempre será presente,lo que pasó será pasado,lo que pasará será futuro,

lo que pasó es certero, puede analizarse,lo que pasará lamentablemente incierto.

Para formar el futuro hay que aprender del pasado,para aprender del pasado hay que interpretarlo en el presente.

Artes del presente, comprensión inminente,a este joven imponente,

guíen en su vocación permanente.

Cuando finalizó cerró los ojos y otra esfera blanca, pero menos lúcida se acercó a Conor para girar a su alrededor junto a la otra. Entonces Verdandi tomó asiento.

Skuld se paró y recitó directamente:

Futuro, tiempo incierto,

tiempo manipulable,tiempo abstracto,

sólo es lo que pasará,pero lo que pasará es el camino que cada uno toma,

no existe un destino pre fijado, eso últimamente he aprendido,somos constructores del mismo,

y libres de elegir los caminos.Casi traslúcida soy porque mis artes no han pasado ni están pasando,

se construyen a voluntad,a ti te dotaré de algo especial,

en el futuro te ayudaré a elegir tu camino,debes saber que siempre,

siempre,absolutamente siempre,

elijas el que elijas es tu destino,destino es hacia donde vas dirigido,destino es a lo que quieres llegar, para ello debes saber seleccionar,eres libre de escoger tu camino,

como las ramas de un árbol, que pueden crecer por siempre en varias direcciones,

~ 78 ~

tus caminos son aún más infinitos.Valora e interpreta lo que ha pasado,

interpreta lo que está pasando,así lo que pasará será lo que estás buscando.

Una esfera blanca casi traslúcida se acercó a Cono y giró con las otras a su alrededor.

Luego Harauspex se levantó notando la inquietud de Conor.

- Tranquilo, que todo esto pasa porque es así como aprendimos de los errores del pasado- habló la mujer recibiendo un suspiro de tranquilidad de Conor. Luego recitó.

Adivinadora me llaman,porque sé qué pasará,o eso es lo que creen,

he aprendido a analizar el pasado para el futuro conocer.De mi parte una dote especial has de recibir,

cuando llegue el momento,cuando las esperanzas sean pocas,

cuando todo se debilite,cuando el momento realmente llegue,

tendrás la llave del Sacellum,en ese santuario a los espíritus obligarás acudir,

allí podrás las artes conseguir.Tan sólo ten en cuenta que hay un momento,

el momento es especial,una vez haya pasado nunca más la podrás volver a utilizar.

Conor no recibió ningún arte pero interpretó lo de la llave del Sacellum, esperaría al momento. Pero Harauspex volvió a recitar.

Ya que ahora los tiempos conoces,ya que rápido has comprendido,

un arte que nunca aplicar he podido,he de darte a ti,

serás el primero en toda la historia,el único, después del creador Mimir,

el elegido para hacerlo.

~ 79 ~

Que manejes al tiempo a voluntad propia,que manipules tu concepción de él,

que puedas modificar el espacio,que todo para ti sea posible,

porque eres capaz,por ello esta capacidad te enseño,

el arte del espacio tiempo.

La habitación se tornó más oscura, pero la llama azul se hizo más intensa, las tres Nornas y Harauspex yacían en el suelo, las artes recién otorgadas hacían a Conor, que no necesitaba morir ante ellas, sentirse de forma extraña y saturado.

Cayó al suelo, y durmió, luego de mucho tiempo, mientras las artes se acostumbraban a su cuerpo.

Capítulo 26

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A la vez

Simul

Terrae estaba invadida de blasfemias, llantos, gritos, mugre y corrupción, las tropas de los hombres lobo, Niger Examinis y muchas otras bestias estaban por doquier.

Traslasierra se había convertido en muy pocos días en campos de batalla, ayuntamientos, terrenos baldíos, sin nada de espacio verde ni de vida tranquila. La mayoría trabajando constantemente, día y noche, con la facilidad del dominio sobre el elemento tierra.

Entre todo el escándalo iba caminando un joven encapuchado de túnica de color marrón, se dirigía hacia el hogar del Primus.

En la entrada estaban Pauca y Capitalis.

- ¡Sponsus!, bienvenido seas- exclamó falsamente Capitalis. Pauca se mantuvo en silencio.

- Quiero hablar con mi padre- advirtió el joven mientras abría paso para entrar en el cuarto del Primus.

Al entrar vio a su padre, avejentado, dolorido y con los dos ojos en blanco. Una lágrima cayó por la mejilla de Sponsus, la secó con su mano derecha y corrió hasta su padre.

- ¿Qué ha pasado contigo?- preguntó al rey su hijo desesperado.- ¿Sponsus? ¿Sponsus?- cuestionaba entusiasmado- ¡Estás vivo!, ¡Estás vivo!-- Sí, lo estoy, pero ¿qué ha pasado contigo?- indagó el joven nervioso.- Caducifer y Cariooo….- sin haberlo tocado su padre se convirtió en oro macizo.- ¡No!- gritó Sponsus; examinó que no lo estaba tocando con la mano de oro, no

había sido él- ¿Quién anda ahí?-

Por la puerta entraron guardias reales que intentaron golpear a Sponsus, pero éste pudo bloquear todos los ataques.

Capitalis acusó a Sponsus señalándolo con el dedo y explicando sus antecedentes con la transmutación al oro.

El escándalo se hizo público, mucha gente acudía a ver qué pasaba, pero de entre el tumulto se adelantó Errecundo, marcando en la cara del joven una tremenda sorpresa, no pudo reaccionar más, no movía los brazos, sólo veía y oía, luego perdió todo control sobre su cuerpo, y todo se tornó oscuro.

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Lo habían culpado de un pecado tremendo que obviamente no había cometido, fue todo muy rápido, no entendió nada.

Hijo mío. Sonaba en la oscuridad.

Simul, padre, háblame. Dijo reconociendo la esencia que la voz emitía.

Ha sido todo una trampa no debiste haber venido.

Ahora lo sé, con Abavus y otros jefes de la Alianza habíamos organizado todo para comenzar a golpear desde adentro.

Me parecía que así sería, estoy muy orgulloso de ti, Sponsus, el prometido, el joven de la mano de oro.

¿Has muerto?

Sí, pero puedo estar por una excepción final en la vida y la muerte a la vez.

Como tu nombre lo dice.

Así es. Ahora llegó la hora de que me busques el libro que te dije antes que partieras, mi dote se apaga.>>He decidido que heredaras todo de mí, el cargo no lo obtendrás, pero no vale la pena, si observas en lo que mi reino se ha convertido. No me queda ya tiempo, tendrás el poder de mi espíritu.>>Por favor acaba con tus hermanos, escorias, que me hicieron pudrir por dentro, me contaminaron, me hicieron padecer y no me dejaban abandonar mi cuerpo.>>Busca el libro.>> Cuando acabes con ellos guía a los inocentes a la luz eterna.

Así será padre. Todo seguía oscuro, esa conversación fue muy rápida, y terminó secamente, Sponsus no sabía ni dónde ni cómo se encontraba.

A la vez que murió pudo manifestar su vida

Primus Simul de Terrae.

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Capítulo 27

El nuevo rey

Corono (coronar)

Sonaron los tambores, sonaron cuernos de batalla, de paz, de muerte, de gloria, de nacimiento, muchos instrumentos lo hicieron.

Caducifer, vestido de túnica dorada, caminó entre medio de la multitud por un camino dorado hacia el trono del pedestal, recibiendo aclamaciones y desprecios en silencio.

Atrás iba su hermano, Cariosus, llevando la corona sobre una almohada.

A cada lado del trono se encontraban Pauca y Capitalis con túnicas blancas esperando a coronar a su nuevo rey.

- Hermanos de Traslasierra ha llegado el día en el que despediremos al viejo Primus, cuyos restos han sido ya sepultados en el cuarto secreto de los reyes, para recibir al nuevo Primus, su hijo mayor- anunciaba Pauca- roguemos que nos guíe como su padre lo ha hecho, y si es posible que lo haga mejor, que estoy seguro de ello-

Cariosus hizo una reverencia, se arrodilló y posó la corona en frente de Caducifer.

- La conversión de príncipe a Primus es un salto impresionante, depende de una gran cantidad de responsabilidades que debes estar dispuesto a asumir.>> ¿Estás dispuesto?- cuestionó Cariosus.

- Sí, lo estoy, y lo hago por toda Terrae- respondió Caducifer.- ¿Te comprometes con nuestro reino y todo lo que ello implica?- - Sí-- Entonces, por tu linaje de sangre y ser el mayor de los hijos del pasado Primus, como

tu hermano y príncipe te nombre Primus de Terrae-- El comité de ancianos estará a tu lado para guiarte, tal como lo hemos hecho con tu

padre- que nuestro compromiso te sirva en tu largo mandato nuevo Primus- dijo Capitalis.

La ceremonia terminó con la coronación.

Hubo una gran celebración.

Se encendió la llama de anunciación y siguieron festejando.

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Al día siguiente una montaña se elevó tras un escándalo próximo a la prisión, pero los habitantes creyeron por un momento que era un simple honor al rey.

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Capítulo 28

Reencuentro

Carcer (cárcel)

Sponsus abrió los ojos, no sabía dónde se encontraba, era una sala blanca, había unas rejas, pero tardaba en procesar y asimilar la percepción.

Finalmente, luego de mucho tiempo de espera notó que estaba en lo alto de la torre de máxima seguridad de Terrae.

Todos los prisioneros eran drogados a diario para que sus poderes nos respondieran y estén en trance total durante su tiempo en la prisión.

Se sentía débil, los brazos le pesaban más de lo normal, la baba se le caía de la boca y podía mantenerse poco tiempo en pie.

Pudo ver que en frente se encontraban figuras muy familiares, pero no pudo identificarlas.

La prisión tenía una extensión enorme, se conformaba de madera y acero, no era muy especial, lo que la convertía en una de máxima seguridad era la aplicación de la droga. Al parecer, según lamentos, gritos y tumultos estaba más cargada de lo normal.

- Ya te acostumbrarás- dijo la voz de una señorita que se hallaba junto a él- primero es para que te canses, luego bloquea nada más que tu dominio sobre el o los elementos- rió- mi querido príncipe-.

- ¿Imus?- preguntó agotado.- Sí, aquí estoy desde el día en que te fuiste- se lamentaba.

La celda en la que se encontraban era completamente de marfil, algo extraño, debían de ser nuevas.

- ¿Q…Qué pasó cccc….con la muñeca?-- La llevo conmigo, como es debido Sponsus- respondió tranquila- la pude ocultar

muy bien-- Gracias Imus, siempre te lo agradeceré- - Yo siempre te agradeceré que te hayas fijado en mí- dijo besando los labios del

joven.

Una puerta se abrió en la sala mientras el joven recuperaba un poco sus fuerzas.

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- Ha llegado la hora- dijo un hombre grande y voluptuoso que entraba todo vestido de negro.

- ¿La hora de qué?- cuestionó Sponsus.- De que la prostituta muera- respondió de forma brusca y severa mientras tomaba

a Imus del brazo. El joven se conmocionó, no procesaba lo que le acaban de decir.- Sponsus, por allí dibujé mi nombre- terminó sonriendo y señalando una esquina.

Los dos dejaron la celda, Sponsus se desplomó tras gritar, e implorar, rogar y suplicar para que la dejaran vivir; habían esperado a que él llegara para hacerlo. El joven lloró durante unos minutos.

Sonó el cuerno de sacrificio.

Sponsus se acercó a la ventana que daba al exterior con mucho esfuerzo, utilizando las pocas energías que poseía.

Miró por allí, desde lo alto, observando cómo corría Imus evitando lluvias de flechas, los guardianes reían, hacían bromas, ella intentaba escapar entre los pastizales.

Tras el golpe de un proyectil de tierra la joven se desplomó y fue alcanzada por la flechas.

Sponsus no tuvo fuerza ni para gritar, cayó al suelo y se desmayó.

Había perdido a su amor.

Había perdido a su padre.

Había perdido su libertad.

Había perdido sus poderes.

Había perdido la misión.

Había perdido todo.

Estaba saturado.

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Capítulo 29

Las voces de afuera

Imus Ephemeris (diario)

Sponsus se levantó observando que la Luna estaba lamentándose, se dirigió hacia la ventana y comprobó que no había soñado con la muerte de Imus; allí estaba ella, su cuerpo yacía en los pastizales. No quiso evitar el llanto, los lamentos, el sentimiento era profundo. Le dolía en el alma lo que había sucedido.

Pensó en los miles de momentos que alguna vez pasaron juntos, en la vida que les habría esperado aunque dentro de poco todo se acabara. El dolor le golpeaba cada vez más fuerte.

Llorando se dirigió hacia la esquina que Imus le había señalado, su nombre estaba allí escrito sobre el marfil, Sponsus lo miraba mientras caían lágrimas sobre éste.

Abavus y Errorior no podrían entrar a Terrae hasta que Conor volviera, porque las fuerzas de Undique estaban latentes allí, sus poderes bloqueaban la entrada de cualquier ajeno no autorizado. Habían notado que Sponsus podía entrar, pero no notaron que sería una trampa. No lo pensaron, solo actuaron, muy arriesgado.

Entonces un recuerdo se le vino a la mente ‘’Imus significa profundo’’ le había contado una vez la joven. Al recordarlo el llanto aumentaba.

Notó que era una baldosa de marfil floja, la movió y pudo quitarla, debajo la tierra estaba blanda, comenzó a cavar y cavar ‘’profundo’’ gastando todas sus energías, que eran pocas por los efectos de la droga.

Llegó a tocar una base plana, allí había un libro, debajo una muñeca. Tocó un pedazo del suelo y con una sonrisa comprobó una teoría que tenía.

Sponsus sacó el libro y enterró la muñeca un poco más arriba que la vez anterior.

Leyó. ‘’Diario Profundo’’ y debajo en idioma antiguo ‘’Imus Ephermeris’’ que significaban lo mismo. Luego lo abrió en la primera hoja y comenzó a leer, lamentándose no haberla llevado con él el día que se fue a pactar con los Vikingos.

Mi querido Sponsus, el día en que te fuiste me trajeron a prisión, aunque no dominara ningún elemento me sometieron a la droga, pero una vez acostumbrada me las ingenié para salir de aquí por lapsos de tiempo.>> Un día vino el guardia a darme la ración de alimento diaria, le mentí que era la

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prostituta del Primus, que se enfurecería de verme en prisión, pero que no le diría que lo estaba si me dejaban seguirlo visitando para poder juntar dinero y mandar a mi familia.>> El guardia, que fue el mismo que me aprisionó, se sintió obligado a llevarme con el Primus, pues tu padre estaba en perfecto estado, así cumpliría con las órdenes de Pauca y Capitalis teniéndome aprisionada ni desobedecería ofendería al Primus, más la comisión diaria que le daría por dejarme hacer mi trabajo. Sonará estúpido, pero lo creyó.>> El primer día tu padre me miró con sorpresa, pero le expliqué la situación y le pedí que no le llamara la atención del comité de ancianos, porque notarían mis salidas nocturnas y me mandarían a matar.>> Hablé con él de la muñeca, me ayudó a buscarla y esconderla. Me daba mucho dinero para convencer al guardia de dejarme salir más seguido. >> Mientras conversábamos todas las noches noté cómo estaban surgiendo efecto los brebajes que le infligían. Desastroso pero cierto. >> Una noche me contó acerca del libro de los Vikingos, allí aprendí algo sobre la mano de oro, pero no pude hacer mucho, me pidió que te escribiera en un diario lo que había pasado hasta ahora para que lo leyeras y no tomaras a mal las cosas. >> Así empecé a escribir, aunque sabes que no me gusta lo he hecho. >> En otro encuentro me contó acerca de mi pasado, espero sirva de algo, te lo contaré. >> Hace muchos años, cuando el Jotun Aurum murió en manos de los Vikingos se formó una tribu humana que esperaría la llegada del nuevo ‘’mano de oro’’ para enseñarle con que se iban pasando de generación en generación. >> Mi padre, Pristinus llegó a Terrae cuando el tuyo le advirtió de tu nacimiento, al parecer tu madre era mi tía. >> El siguiente mano de oro estaría en nuestra familia, y en nuestra generación, pero debían esperar hasta que cumplieras una edad determinada. >> Pero nada se pudo cumplir, pues amenazaron a tu padre de matarme si no te enviaba con los Vikingos. >> Él escribió en ese libro acotaciones para llegar a un valle oculto donde te esperará mi padre. >> Me hubiera gustado mucho conocerlo, pero no lo he hecho. No me quejo de la vida que he tenido, he sido sirvienta de mi primo, a quien he amado con locura, y lo seguiré haciendo aún después de mis días. >> La última noche que vi a tu padre ya estaba ciego, no pude volver más, pues me lo pidió y me dijo que guardara el diario en esta prisión, porque había oído los planes de tus dos hermanos, malditos condenados, horripilantes ratas miserables.

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>> Si estás leyendo este diario es porque he muerto y no te he podido contar todo yo misma.>> El plan consiste en que borres todo lo que he escrito con tu saliva, luego pidas al guardia cambiarlo por otro de la biblioteca. El prisionero que tiene un libro puede cambiarlo por otro, y así leer durante el tiempo que esté aquí. Debes pedirle el libro de la ‘’Antigua Política’’ porque los ancianos mandaron a quemar todos los libros de Vikingos y con tu padre nos encargamos de cambiar portadas. >> Deseo que escapes y vayas con mi padre, salva al mundo mano de oro. Te amaré por siempre primo.

Sponsus cerró el diario tras ver las siguientes hojas en blanco. Lloró y notó que sus lágrimas ya habían desparramado gran parte de la tinta. Tras oír la puerta llegó la hora de la ración diaria de comida, entró el guardia e intercambiaron miradas de odio.

Sponsus pidió cambiar el diario por el libro de la ‘’Antigua Política’’ y por razones de leyes el guardia debió aceptar.

Cuando el hombre se fue se recostó a pensar en el suelo.

De repente oyó unas voces afuera. Se acercó a la ventana y vio un grupo de hombres parados alrededor de Imus, Sponsus comenzó a gritar e insultar, estaban lejos y muy abajo, pero debían de oírlo.

Un temblor, una sacudida, golpes fuertes. Sonidos aturdidores, una esencia inquebrantable.

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Capítulo 30

Senos de mujer

Fugio (huír)

Del lugar donde yacía el cuerpo de Imus comenzaron a emerger rocas, piedras y más tierra para formar la figura de una mujer recostada con grandes senos.

Era Imus, profunda, dotada por la misma naturaleza a ser belleza perenne e imponente hasta el fin de los tiempos.

- Ñuñu- Gritaban los hombres que estaban alrededor, adentrándose más y más en los cerros que recién surgían.

Sponsus observó cómo los guardias comenzaban a intentar llegar a la gran montaña, pero no lo lograban, eran impactados por proyectiles que no podían identificar.

Los prisioneros que miraban por las ventanas gritaban de júbilo. Una sonrisa apareció en el rostro de Sponsus.

Su puerta se estaba abriendo, entró el guardia con el libro y se precipitó sobre él culpándolo del escándalo que estaba sucediendo. Pero el joven fue rápido, se quitó el guante negro y tocó al guardia convirtiéndolo en oro macizo, el poder de la mano seguía funcionando.

Tomó el libro y leyó rápido las instrucciones de su padre para salir con una idea fija de lo que haría.

Tras la muerte de tu prima Imus, el valle cambiará a ser su cuerpo, entre sus pechos te esperará su padre. Sea donde sea procura ver dónde muera. Cueste lo que cueste no desesperes. No te rindas. Ve con este libro, porque esconde mucho, no son letras, es un legado. Hijo, ella tendría que morir de todas formas, lo siento, pero esa era la condición. Mucha suerte, que la luz te acompañe.

Una lágrima cayó por su rostro, se dirigió a la baldosa floja, cavó, sacó la muñeca y la metió en un bolsillo de la túnica marrón.

- Por Imus- gritó mientras salía por la puerta.

No había tomado la droga y conocía de ella, no habían tenido tiempo de obligarle a hacerlo. Se dirigió a la celda de en frente, también de marfil, pero había otro guardia que

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se lanzó contra él, quedó convertido en oro. Tras el escándalo muchos otros se acercaron a atacarlo, pero con tocar el piso todo en el pasillo se convirtió en oro, y con el dominio sobre este forzó las puertas de marfil.

Dos figuras conocidas, una sorpresa enorme, una satisfacción inmensa.

De ellas salieron Máni y Aliquo, que estaban consientes, pero bajo el efecto de la droga. Los viejos amigos se saludaron.

- ¿Cuándo fue la última vez que bebieron acompañando la comida?- preguntó el joven.

- Anoche- respondió rápido Aliquo. Estaba vestida con ropas rasgadas al igual que Máni; las dos sucias y con el cabello enmarañado.

- ¿Dónde están Strenue e Imbellis?- cuestionó Sponsus.- Fueron llevados a la capital- se lamentó Máni.- Bueno, unidos en fin. Debemos salir y dirigirnos a las afueras de la ciudad para

encontrarnos con Conor- aclaró Sponsus notando la sonrisa de Máni- pero antes debo hacer una parada obligatoria, necesitaré de su ayuda, es por el bien de todos-

- Claro- respondieron a dúo, no se notaban tristes, sino sedientas de honor, sedientas de justicia, sedientas de aventuras, esa era la actitud.

Los tres corrieron abriendo las puertas de los prisioneros, algunos hombres lobo se aceleraban en su forma lupina sobre ellos, porque recién llegaban, pero Sponsus los embestía con fragmentos de tierra y oro.

Máni y Aliquo se limitaron a inspeccionar en la mente por qué el joven convertía las cosas en oro, era impresionante.

Al salir de la prisión con todos los encarcelados vieron frente a ellos cientos de guardias orcos y trasgos, que vigilaban en las afueras. El temor debilitó a muchos de los que recién salían de sus celdas. Eran seres que poco podían verse en esos tiempos fuera del Niger Imperium

Luego llegaron más hombres lobo, y los oponentes eran cada vez más. Sponsus utilizaba todo su poder, hacía terremotos, tiraba rocas enormes, hacía pozos profundos, pero tenía que luchar contra fuerzas muy enérgicas para hacerlo, pues estaban respaldados por muchos poderes.

Máni y Aliquo ayudaban tirando rocas, pero no podían con más, así hicieron todos, arrojaban proyectiles con las manos, mientras el heredero de Terrae impedía la llegada de sus adversarios.

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Sonó un cuerno de batalla diferente, tras él en el cielo se vieron unas sombras y se oyeron gritos desde la nueva montaña, que distrajeron a los oponentes de los tres jóvenes.

Sponsus cayó cansado al suelo, sus fuerzas no daban más.

La ayuda de los desconocidos que recién entraban les sirvió de mucho para irse recuperando. Aunque la droga seguiría haciendo efecto por unas horas más en la mayoría.

De entre la manada de hombres lobo apareció lo que Sponsus no quería ni en sueños, Errecundo mirándolo que se acercó rápidamente invocando:

- Bimembris Duellum- con la lengua afuera y su forma humana.- Así que pretendes morir esta vez- tentó Sponsus.- Yo no estoy agotado como tú escoria-- Maldito canalla, hubieras venido a luchar en un principio, ¿Temes a todo mi

potencial?- tentó.

Los orcos y trasgos fueron cayendo, pero los hombres lobo soltaron ogros que acabaron con muchos de los ex prisioneros y algunos de los miles que salían de las montañas. Cada vez se reclutaban más oponentes, pero a cada uno salían dos aliados.

Sponsus miró directamente a Errecundo, se estaba transformando.

- Una advertencia chiquillo, la mano de oro no servirá en el bimembris duellum- tentó Errecundo sin recibir respuesta.

Se acercó al joven que estaba agotado y lo golpeó, lo rasguñó y le arrancó pedazos de piel dejándolo adolorido y ardido.

Lo cacheteaba y tentaba.

Aliquo y Máni no podían hacer nada más que mirar a su amigo de la infancia ser destruido por el mayor de los hombres lobo. Cada vez llegaban más ogros, eran enormes y resistentes, acababan con muchos a la vez, a ellos les seguían oleadas de trasgos, orcos y hombres lobo, muchísimos, se estaba llenando. La impotencia de las dos jóvenes aumentaba cada vez más.

No tenían armas para luchar, pero Sponsus utilizaba la poca fuerza que le quedaba para bloquearse. El rey hombre lobo lo estaba lastimando, lo estaba haciendo sentir en cada tejido y célula de su cuerpo el dolor que le infligía.

De cada una de las dos chicas comenzó a salir un humo extraño, de Sponsus luego también, sacaron de sus ropas las muñecas. Errecundo rió.

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Los ojos de Sponsus brillaron y una habló su voz con un eco de fondo, parecía estar aumentando su nivel de energía en una cantidad espeluznante.

- Morirás aberración, por el poder que me concede el espíritu de la tierra- Errecundo se asustó, no pudo huir, el bimebris duellum seguía vigente, no había ninguna desventaja, pues él se había convertido. Podía verse a Sponsus pero traslúcidos se notaron el Jotun Aurum, Primus Simul y el espíritu incorpóreo de la tierra.

Sponsus se acercó lento hacía el hombre lobo que intentaba bloquearse pero no podía, lloró, suplicó perdón, pedía compasión pero el joven lo levantó con la mano izquierda por el cuello evitando la resistencia y con la mano derecha hundió sus ojos y convirtió su cuerpo en oro.

- No hay desventaja- aclaró el joven- ninguna. No te tengo compasión engendro pestilente, las leyes de la naturaleza reaccionan al equilibrio, y si hay que cambiarlas para quienes las violan estamos todos los que a ella aportamos algo, tenemos más privilegios en ese sentido, la entendemos, y en casos extremos todo, absolutamente todo, puede cambiar-

Todo el cuerpo de Errecundo se transformó en piedra y luego explotó en miles de pedazos, formando pequeños diamantes que emanaba olor putrefacto.

Sponsus se desplomó.

Su muñeca seguía emanando humo, era incienso, el espíritu de la tierra se había manifestado por primera vez en su cuerpo, pero no era el único, eran cuatro dentro de él, tardaría en acostumbrarse a esa sensación.

Máni y Aliquo sufrieron el mismo efecto, las dos manifestaron los espíritus elementales, pero eran sólo los espíritus elementales más algunos Almus Cordis que habían obtenido durante sus vidas.

El cielo estaba de color celeste intenso y puro con la presencia de los dos espíritus; el aire corroía a los enemigos y acariciaba limpiando de impurezas a los aliados, a los que arriesgarían sus vidas para que los demás salgan adelante.

Máni notó algo cerca, extrajo el agua de un río de alrededor y comenzó a congelar las fuerzas enemigas, mientras que Aliquo partía los hielos y los utilizaba como proyectiles impulsados por el viento. Las dos se complementaban de forma compleja, entre ellas la relación pasaba de ser terrenal, era mucho más.

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La joven del aire creó un huracán que arrasó con todo a su camino y Máni lanzaba proyectiles de agua, sus fuerzas eran impresionantes, no podía explicarse, todos estaban sorprendidos, las admiraban, los enemigos temían, y no era para menos.

La reina de las aguas junto a su espíritu acabó con todas las bestias infrahumanas que había, las congeló, los descuartizó, hizo que sangraran y sufrieran, desenvolvieron sus poderes para la justicia.

Aliquo hizo lo mismo, acabaron con todos los que habían llegado, uso ráfagas tan fuertes que producían la muerte instantánea de los impactados, temerían todos aquellos que quisieran volver a enfrentarlas.

Ellas salieron ilesas, también se desplomaron.

La mayoría de los prisioneros murieron, tampoco quedaron oponentes, aquel enfrentamiento significó una gran pérdida para el Niger Imperium, ya que eran de sus más organizadas fuerzas, pero una pérdida humana para los aliados, debían hacerse sacrificios por el bien mayor en ese momento, el aire que purificó a los recién liberados terminó por darles muerte, ahora debía temerse al poder, debía respetarse y no tomarse a la ligera.

Sponsus, Máni y Aliquo, los únicos tres sobrevivientes se hallaban en medio de las dos montañas con forma de senos de mujer, a la que llamaban Ñuñu, en un idioma desconocido.

Habían sido tratados y curados con plantas medicinales, estaban los tres vestidos con túnicas hiladas de platino y las muñecas en frente. Habían dormido por ocho horas.

Todos los cuerpos y la prisión habían sido sepultados, no se acercaron más ejércitos por miedo a lo que saldría de la novedosa montaña, hasta los mismos Arcángeles temían y respetaban el poder de los espíritus que había arrasado con todo, pero en el cielo los cuatro hombres de alas negras estaban vigilando los movimientos del lugar.

Lo que había sucedido había sido extraño, pero los espíritus seguían de su lado, del lado de sus guardianes, tal y como debía ser.

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Capítulo 31

Decisiones

Tempus (tiempo)

Toda la vida de Conor pasó por su cabeza, la pensó, pero fue más allá, llegó muy lejos.

Se encontraba frente a frente con dos bebés, estaba en una habitación que parecía estar dentro de un árbol.

Los bebés eran mellizos, una niña y un niño; sus cunas tenían grabados el nombre de Eburnea y Albus. Los dos dormían de forma serena sin pensar siquiera en lo que les esperaba, ausentes a todo mal que existiera.

Se acercó a Eburnea y una lágrima cayó de su rostro al mirarla. Sin pensarlo más de una vez extendió la mano y frenó el corazón de la pequeña niña, el dolor le invadió el alma, se sentía culpable, tenía tiempo de pararlo, pero no lo hizo.

Al morir ésta salió Sól iluminando toda la sala, pero Albus no despertó ni emitió señales de vida, al parecer un lazo los unía.

Conor se miró a los pies y comenzó a verse traslúcido, hasta volverse transparente y ver cómo pasaban rápido los años.

No hubo profecías.

Los arcángeles alcanzaron todos los reinos dominándolos.

Fueron ellos los más poderosos sobre Ygssadril.

Fueron ellos dotados de las artes.

Fueron ellos los quienes ocasionaron el ocaso de los Dioses.

Fueron ellos que comenzaron a extinguir las especies.

Tan sólo por un simple deseo de cambiar el tiempo, Conor cometió un error.

La pregunta es ¿Podrá repararse o seguirá todo igual?

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Capítulo 32

La lección del alquimista

Tempus

- Levántate- insistió Barbatus moviendo a Conor.- ¿Qué? ¿Qué ha pasado?- cuestionó atolondrado mientras se levantaba.- Has visto lo que pasaría si intervinieras con el tiempo, te lo he enseñado a través

de un sueño- aclaró el alquimista- lo has percibido todo como si hubiera pasado.-- No entiendo a qué es lo que quieres llegar- - A lo que quiero llegar es que te han dado la capacidad de ver los tiempos, pero

sólo debes mirarlos, al cambiar lo más mínimo todo cambiaría- suspiró- y no creo que tengas suficiente poder para cambiar todo, podrás analizarlo y ser espectador.>> El arte que te concedió Harauspex te agotará por completo, consume más energía de lo que crees. Te recomiendo que la uses para aumentar la velocidad de tus movimientos y nada más. Ten cuidado. No juegues con el tiempo, que cualquier detalle puede cambiarlo todo, absolutamente todo.>>Entonces Conor, ha llegado la hora, las Nornas y Harauspex han muerto por ti y nacido en ti, lleva sus artes a pura conciencia y ahora toma esto- elevó una esfera líquida de muchos colores- las artes de la alquimia, no moriré ni tú lo harás, ya lo has aprendido todo sobre esta disciplina, esto servirá para que refuerces tus conocimientos y comprendas, mejor de lo que ya lo haces, tu alrededor- hizo silencio.

Conor recibió las artes de la alquimia y sentía con mayor intensidad, como le había advertido Barbatus, todos los elementos que componían su alrededor, parecía tener un nuevo sentido.

- Hora de marcharse joven Conor-advirtió el anciano- te necesitan, ahora sí utiliza el tiempo para moverte a toda velocidad, viaja como la luz Conor- rió.

- Lo haré Barbatus-

Conor desapareció practicando esa arte.

Sentía que el espacio se tornaba parsimonioso mientras él avanzaba a toda velocidad. Lo único que se detuvo a ver eran los cuatro sepulcros que estaban en el patio de Barbatus, quien lloraba por dentro, o al menos eso había notado Conor.

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La última huella del portador de ‘’la luz’’ en Aes fue una extraña esfera rodeada de los cuatro elementos que quedó suspendida sobre la cabaña de Barbatus, abandonando la Isla con la palabra Sponsus, que significó prometido.

Barbatus calculó que Conor ya habría llegado en unos segundos, salió afuera y observó que Veorfölnir, el halcón del joven se acercaba a la esfera suspendida sumergiéndose en ella.

Luego el anciano dirigió una mirada y una lágrima a sus hermanas y se fue a seguir estudiando, pues sabía que esa esfera significaría algo, una astucia de Conor que no había podido descifrar. Su alumno lo había superado, eso lo ponía feliz, pero ahora debía superar a su alumno para que cuando volviese, si lo hiciese, enseñarle lo que había aprendido para volverse a sentir superado.

La esencia de un maestro sincero,reside en enseñar y aprender.

La esencia de un maestro devoto,reside en enseñar para ser superado.

La esencia de un maestro trascendentalreside en reconocer que cada segundo es un nuevo conocimiento.

La esencia de un maestro divino,reside en reconocer que no existe una teoría del todo.

La esencia de un maestro con todas las letras,reside en romper y enseñar a romper estructuras.

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Capítulo 33

El prometido

Testamentum (testamento)

- Sponsus, hijo del máximo Primus que haya estado en el reino de Terrae, heredero de la mano de oro, estás aquí porque así ha sido planeado desde tiempos inmemorables- hablaba un hombre alto y de larga cabellera castaña- Espero la entrega del gran libro-

Sponsus entregó sin dudar el libro, mientras que permitía que Máni y Aliquo inspeccionaran en lo último que había sucedido desde el día en que salió de Terrae hacia Vikinga.

- Yo, el legendario Testis, de los valles ocultos, he entregado a mi hija en sacrificio para la creación de Ñuñu, que significa senos de mujer, aquí prevalecerán las almas puras mano de oro, danos la salvación para sobrevivir a este fin y a los demás como siervos de la naturaleza- solicitaba el hombre.

- ¿Y no luchar por sobrevivir? ¿Y no luchar más por los reinos?, ¡qué estúpido!, únanse a la hermandad para derrotar al Niger Imperium y vivan o mueran encontrarán la paz, interior y con los demás- decía Sponsus mirando con desaprobación.

Hubo tiempos de silencio, al menos una hora de debate entre Testis y seres que podían verse, pero se sentían balbuceos indescriptibles en su extraña lengua.

- Esa es la actitud del líder de la tribu de los tiempos, que el libro prometido nos lleve a la senda de oro, donde Sól nos iluminará con su perfección y la purificación llegará a todo aquel que siga a Sponsus, el prometido- el libro de los Vikingos se transformó en un cetro de platino, perfecto, terminado con un sol especial, éste emanaba unas vibraciones muy poderosas-te hemos probado para que sepas guiarnos, esta montaña trascenderá por siempre, al ser signo de este tratado-

Comenzaron a acercarse seres incorpóreos, miles de ellos, apreciando el cetro que se le estaba otorgando a Sponsus.

- El libro te ha aceptado Sponsus- aclaró Testis- yo, el testigo de todos los siglos pido que guíes nuestros espíritus a acabar con los males que azotan este mundo, con este cetro posado sobre la mano ancestral nuestros Almus Cordis, fusionados en uno, estarán en tu poder- todos los seres desaparecieron, y una piedra en el centro del sol del cetro se iluminó en un dorado resplandeciente- Esa fue la última súplica del Jotun Aurum, la hemos cumplido, ahora cumpliremos todas las tuyas, porque este día

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estamos cumpliendo con el testamento, aquel que los vikingos redactaron en perdón de sus pecados- la voz se apagó.

Máni y Aliquo se quedaron atónitas, no comprendían todo con lujo de detalles, pero lo estaban intentando.

Miraron al cielo y los cuatro arcángeles que los vigilaban estaban huyendo espantados, toda la energía podía percibirse con cada poro de la piel, con cada sentido, era escalofriante, intimidaba a cualquiera.

Una luz se vio en el horizonte, en un instante estaba parado frente a Máni, tras él un camino de plumas, ella esbozó una sonrisa y se tiró sobre él para besarlo.

Las energías que se sentían fuera de la montaña ahora era totalmente fuera de lo normal, quien se acercara moriría en su propia fantasía.

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Capítulo 34

La explicación de Máni

Proditio (traición)

- Buenos días Sponsus y Aliquo- Conor miraba sorprendido, pudo saber lo que había pasado con el joven prometido- luego quiero hablar contigo Sponsus, pero ahora les pido a ti y Aliquo que se vayan por el camino que he trazado con las plumas blancas hasta la Gran Guarida- Sponsus intentó replicar pero Conor no le hizo caso, los dos se marcharon, el joven recién llegado estaba más intimidante de lo normal.

Máni miraba a Conor con una pasión incomparable con cualquier cosa existente, éste le devolvía la misma mirada, pero dejándole mucho que desear a la joven.

Sponsus y Aliquo ya se habían alejado bastante cuando Conor comenzó a hablarle.

- Máni, explícame cómo fue todo luego de que me fui de Aqua- dijo aunque ya lo supiera por las artes de las Nornas, pero deseaba escuchar explicaciones de los protagonistas. Máni devolvió una mirada severa y comenzó a hablar; a pesar de que no estaba en sus mejores días miraba a Conor seduciéndolo.

- En cuanto te fuiste todo se tornó oscuro, los aliados de Terrae nos traicionaron, nos envolvieron en su elemento sin que pudiéramos defendernos, pues no lo esperábamos, estábamos aprisionados por la tierra y la arena, o el metal y el cristal, depende la habilidad del que lo hacía. >> Hubiéramos podido zafarnos, pero la neblina oscura nos invadió, era como una droga en el aire, en ese instante cubrí al pequeño que llevo en mi vientre contra cualquier gas, líquido o sólido ajeno a mi cuerpo, nuestros poderes no funcionaban, muchos comenzaron a desvanecerse, luego Signifer se acercó a mí y me bloqueó de la neblina, me miró y se burló, me contó lo que te habían hecho, que esperaban que murieras, pues cuando saliste te habían drogado para que no llamaras a tus poderes, debiste de congelarte, es muy extraño. Despistaron a Abavus de quiénes eran los malos y los buenos a través del ataque de los licántropos y de los supuestos elfos de la oscuridad, que parecían elfos de la luz, pero en realidad eran los mismos elfos, todo estaba planeado, ¡Qué impotencia!>>Mi marido se burlaba en lo que hubiera sido mi lecho de muerte; me miraba y me confesó lo peor que hubiera podido haber hecho, dominó mi mente para que pasara una noche con él, para que lo amara, tenía un respaldo muy poderoso, una energía que ahora entiendo que no pude bloquear. Admitió haberse sentido atraído hacia mí, pero fue porque soy sirena, lo justificó con eso, que mi esencia

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atraería a cualquiera que yo quisiera, me hizo sentir una gran basura, pero no pude con sus poderes.>>Fuimos traicionados, pero jugaron bien, nos vendieron una imagen falsa de lo que eran, hasta nos ayudaron en el principio de la guerra, pero nos atacaron por la espalda, muy bajo de su parte- Máni lloró- ahora no sé dónde está mi madre, ni Laudis, todos los habitantes que habían sido prisioneros han muerto, están en esas colinas donde fueron las cárceles; eran mis compañeros, mis amigos, recuerdos, mi honorable pueblo, me siento humillada, abatida, pero esto no quedará así, los que nos traicionaron recibirán el castigo multiplicado quinientas veces, si puedo más así será- terminó quebrando en llanto, pero Conor seguía en silencio.

- Máni, ahora entiendes por qué no pude intervenir, está todo dominado por las energías de Eburnea, o Undique, como quieras llamarla, cualquier relación de alguien conmigo la usará en mi contra, no puedo acceder a saber cómo actúa o actuó sin más que analizar fragmento e ir hilando cabos, pero es complicado, siempre falta algo; Signifer es un traicionero, pero no te preocupes legítima reina de las aguas, serás mi amor por siempre, ese hijo que llevas en tu vientre será aceptado por mí, hay algo que deberás descubrir sola Máni, no puedo decírtelo, pero pon atención a cada hecho del día de tu matrimonio, cuando lo descubras sabrás que a Signifer no te une nada más que un simple recuerdo y algo más profundo, un hijo. >>Pero ahora quiero que pongamos foco en acabar con el Niger Imperium y salvar a los que todavía viven, son muchos, están acudiendo. >>Me duele mucho decirte que los habitantes que no fueron arrestados en ciudad Aqua encontraron el mismo final que los que llegaron a esta prisión, eso nos muestra a las fuerzas que nos enfrentamos, pero no nos preocupemos querida amiga, al llegar con Abavus verás que estaremos todos en hermandad, uniremos fuerzas y seremos invencibles- rió, disfrutaba hablar con ella.

- Lo sé Conor, deberemos asistir también a las finales de las competencias, se celebrarán en Terrae, será una oportunidad incomparable, podremos participar, disfrutar de la victoria y encima golpear a Terrae. Jamás hubiera imaginado las alianzas que consiguieron, los Svartálfar resultaron ser más personas que la logia de los malditos elfos, mal llamados elfos, Abavus se lo contó al príncipe de Terrae, lo vi todo en la mente de Sponsus.>>Debemos ir a la guarida.>> Pero antes una picardía- se acercó a Conor, lo tomó entre sus brazos y se besaron

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El beso fue largo, pero ahí terminó, en el segundo en que separaron sus labios ella y Conor se encontraban en la guarida, en una sala donde Abavus y Errorior estaban sentados.

Con gran pesar habían abandonado el lugar mágico de la montaña.

Estuvieron en silencio, Máni miraba sin entender cómo habían llegado allí, y se sentía intimidada por el gran Svartálfar.

Conor compartió lo que había sucedido a Abavus, Errorior y a Máni, que quedaron boquiabiertos, no podían entender cómo podía soportar todo ese poder, podría colapsar en cualquier momento. Se limitó a mostrar lo que había sucedido y no lo que había pensado, todo resultaba interesante, Máni por fin comprendió por qué su amado se había ausentado, sólo quedaba para ella y los demás un espacio negro en el día de su boda con Signifer.

Entraron en la sala Sponsus, Aliquo y luego Postremo, que los había guiado hasta allí. La reina del aire y el ‘’Mano de Oro’’ miraron atónitos, Máni y Conor habían llegado antes que ellos.

Conor compartió también lo que había sucedido con los tres recién llegados, pues sintió que así debía de ser.

Aprendieron todas las teorías, pero era hora de que Conor explicara lo que había aprendido a través del pensamiento lateral, en el que tanto le había insistido Barbatus, sobre la mano de oro. Muchos huecos fueron dejados en misterio, sobre todo lo vivido en la Catarracta.

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Capítulo 35

Planeando la invasión

Compositio (acuerdo)

Estaban reunidos los siete mirándose continuamente y observando lo que Conor les ofrecía. La sala era toda de roca, sin nada especial, estaba iluminada por varias antorchas y con una mesa en el medio donde estaban todos sentados.

- Entonces- habló Conor- como habrán visto el poder de Sponsus no pasa solamente por convertir en oro las cosas, ha aprendido a hacerlo a voluntad, puede tocar y no hacerlo, pero todo va más allá, hay que pensar, como tanto dijo Barbatus, de forma lateral, el oro es el metal más precioso que existe; la mano de oro hace transmutar la materia, pero no sólo eso, hace convertir el alma también, la purifica, eso también puede hacerse a voluntad, solo es cuestión de aprenderlo. >>Todo lo que he ido aprendiendo me ha ayudado a ir abriendo los ojos poco a poco; compartirlo con ustedes tiene un motivo, son las seis personas en las que pongo muchas de mis cargas, estarán conmigo hasta el final, somos los más poderos que hay en la hermandad, debemos guiar a todos nuestros seguidores y ayudarlos a mejorar, no tendremos tiempo de hacerlos mejores que nosotros, pero eso hubiera sido razonable. Nuestros poderes van más allá de todo lo que existe, sobre todo nosotros cinco, los cinco jóvenes, que alguna vez nos juntábamos en las reuniones de las capitales, muy pocas veces yo acompañaba a Abavus.>>Postremo no la ha vivido aún, pero los poderes de las muñecas de trapo de Harauspex no son comunes, allí se esconden los espíritus elementales, ellos, a través de ustedes, pueden manifestar su poder al máximo, y lo que pasó en la prisión no fue casualidad.- hizo un minuto de silencio, pero todos esperaban a que siguiera hablando- Ustedes, guardianes, requirieron de ellos y ellos estuvieron a su disposición.>> Me falta dotarme de las artes de cada elemento que el espíritu Aqua me ha negado ya, pero me siento listo para combatir con cada espíritu si así fuese necesario y perder el cuerpo en el intento. Pero eso lo dejaremos al final- aclaró mientras los otros cuatro jóvenes ponían las muñecas sobre la mesa-

- Hasta ahora- empezó Abavus- hemos tenido muchos obstáculos, pero en fin unidos, por suerte.>>Conor dispone de muchas artes que no habríamos imaginado, aquí están posadas las cuatro muñecas, tenemos a Spatha, el cetro de platino que nos ha

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aliado a una tribu legendaria, a los gigantes, a las criaturas de Aes y mucho más, aunque hay algo que vale más que nada- hizo una pequeña pausa- la esperanza-

- Así es Abavus, muy bien dicho- felicitó Errorior- mi hermano ha muerto en manos de Sponsus definitivamente, eso no me satisface mucho- todo miraron extrañados- pues yo hubiera disfrutado acabarlo- sonrió- lo único que agradezco es que nos haya permitido, sin querer hacerlo, obtener esta espada- sacó a Spatha de su túnica- la gemela de Gladius, las dos espadas invencibles.>>Si consiguiéramos la otra y se las asignamos a alguien será dotado de poderes magníficos y legendarios impuestos por todas las razas sobre Ygssadril, pero no sabemos dónde está-

- ¡Yo lo sé!- dijo Máni sonriente mientras compartía el recuerdo de la conversación con el Avus Arboris- debemos ir a buscarla, pero no sé en qué estado quedó la isla, ese árbol puede haber desaparecido, no lo sé- dijo anulando la sonrisa.

- No te preocupes Máni, estará a salvo hasta Ragnarok, es un pacto con Ygssadril, difícil de explicar- alentó Abavus.

- Lamentablemente debemos postergarlo, mañana comienzan las ceremonias de las finales de los torneos entre los cuatro reinos, supongo que aquí estamos los ganadores de los cuatro reinos- añadió Postremo que acotaba por primera vez- Debemos presentarnos por una tradición que obliga a que lo hagamos, eso implicaría dejar a nuestros ejércitos solos, he venido desde lejos con casi todo el reino de Ignis, están sedientos de acabar con todo el Niger Imperium, no todos entenderán que participemos de un torneo-

- Buen punto Postremo- reconoció Aliquo- podremos organizarnos para que todos entren a Traslasierra, se distribuyan y una vez finalizado el torneo golpeemos desde adentro, ya estarán prevenidos, pero nuestras fuerzas son mayores-

- Es un buen plan, pero necesita ser afilado- habló Conor- El Niger Imperium es otro reino más, participará también en el torneo- los demás miraron atónitos- así lo establecen principios naturales.>> Hay otra cosa, en el tiempo en el que se lleve a cabo el torneo no puede haber ningún tipo de actividad bélica más que la competencia, es por ello que podremos hacer entrar a todos a Traslasierra y hacerlos llegar a golpear ciudad capital- esbozó una sonrisa- ¿Qué mejor que entrar por abajo? Crearemos túneles que pasen por toda ciudad capital. Los gigantes entrarán por las montañas, los demás bajo tierra ¡es perfecto!-

- Entonces competiremos, ganaré- sonrió Aliquo- y en cuanto termine la competencia atacaremos, me parece estupendo-

- Errorior y yo nos encargaremos de llevar adelante el plan para entrar a ciudad capital, ustedes deberán marchar en breve- dijo Abavus.

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- Avisen a sus ejércitos que delegarán el mando Sponsus y Postremo- insistió Errorior.

- Yo ayudaré- agregó Tofy Wey mientras entraba demostrando que había estado escuchando toda la conversación.

- ¿Quién eres?- preguntó Conor que no pudo entrar en su mente, pero conoció acerca de ella en la de Postremo.

- Mi nombre es Tofy Wey, prima de Postremo, puedo encargarme de ayudar, la naturaleza está de mi lado, por lo tanto está del vuestro lado también- dijo dejando conocer un poco de su historia y sus capacidades a los demás a través de la mente.

- Bienvenida Tofy- recibió Aliquo notando los extraños poderes de la joven. Recibió una sonrisa de ella- mi reino está en camino- agregó Aliquo dando una muy buena noticia- envié el mensaje a través de los aires, iban a actuar solos si era necesario, pero me han notado viva, llegarán por la mañana- todos aplaudieron, al parecer la suerte, si es que existía, estaba a su favor.

- Para ellos tenemos otro plan, dejen la invasión en nuestras manos- dijeron al unísono Abavus, Errorior y Tofy Wey.

- Entonces nosotros ocho forjaremos el acuerdo de la hermandad de Ygssadril- se incluyó terminando Tofy Wey.

- Así es, ¡por la hermandad de los aliados de Ygssadril!- brindaron con las copas que estaban en la mesa. Luego Abavus, Errorior y Tofy Wey dejaron la sala.

Estaban los cinco jóvenes mirándose, un asunto quedaba pendiente, las muñecas.

- Guardianes, las artes de Harauspex están bajo mi poder ahora- justificó Conor- estoy seguro de que conseguiré las arte de los cuatro espíritus elementales.>> ¿Me autorizan ustedes a entablar conversación con los espíritus?-

- Sí- respondieron en seco los cuatro.- Pero ¿Llegarás a la competencia?, recuerda que empatamos Conor, debes

participar- se preocupó Máni.- Lo sé y llegaré Máni, gracias por preocuparte, quien falte a una competencia

morirá en manos de la naturaleza, así dice la ley, puedes rendirte pero no faltar.>>Ahora ubíquense cada uno en su respectivo punto cardinal- ordenó recibiendo la acción como debía ser. Se colocó en el centro, extendió los brazos y pronunció- Templum- desapareciendo de la sala.

Quedaron los cuatro jóvenes, compartieron las experiencias. Postremo y Sponsus se dirigieron a comunicar las nuevas a los ejércitos.

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Máni y Aliquo conversaron acerca de lo apuestos que estaban sus amigos de la infancia, querían despejar la mente hablando de otras cosas, y así lo hicieron.

Más tarde los cuatro partieron hacia ciudad capital, el tratado de paz sobre Ygssardril había comenzado.

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Capítulo 36

Templo

Sempiternus Sacellum (eterno)

La llave del Sacellum concedida por Harauspex fue utilizada por Conor, se encontraba en estado etéreo, había vibrado en amor y como lo notó su cuerpo le sobraba.

Estaba parado en un lugar ampliamente espiritual, donde todo se percibía no por los cinco sentidos básicos, sino con el alma e infinidad de percepciones que van más allá de lo descriptible con palabras.

Conor estaba posado en el centro, podía sentirlo.

Al norte el espíritu del fuego, llameante y ardiente, energías, pasión, que lo miraba incorpóreo.

Al oeste el espíritu del agua, sereno, utópico, estimulante.

Al sur el espíritu de la tierra creciente, representante de los cuerpos, lo sólido.

Al este el espíritu del aire trabajando la mente, la concentración, inteligencia, la paz y emanando su esencia única.

Muchas sensaciones juntas, y una voz única que habló en nombre de los cuatro hacia Conor, era la naturaleza, el espíritu propio de Ygssadril.

- Conor, has llegado con la llave encomendada por Harauspex, los espíritus no confiaban en ti, pero a tu llegada y haber sido centrado en un lugar donde nunca un hombre común ha pisado, debo otorgarte el control sobre los espíritus y sobre los elementales.>> A partir de ahora depositamos en ti nuestra existencia, el equilibrio, la razón de seguir manteniéndonos manipulados y ayudantes de todos los hombres.>> El Sempiternus Sacellum estará abierto para tu alma siempre que desees hablar con nosotros, sólo utiliza la llave, que es la simple palabra que saldrá cuando vibres en amor y el cuerpo te sobre, Aetherius.

Conor no sintió que debía hablar, estaba sorprendido de que fuera tan fácil, esperaba luchar o tener que enfrentarse a algo.

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- Antes de dejarte ir- siguió la naturaleza- te contaremos una historia.>> Miles de años atrás, sobre otros mundos, previos a Ygssadril, en otros tiempos que ya nadie recuerda, dotamos a un ser humano de las mismas capacidades que te estamos ofreciendo.>> Al principio el temor lo invadió, pero luego se fue confiando, tenía más poderes y conseguía más artes, se extasiaba cumpliendo todo lo que quería, siempre buscando el equilibrio, pero cuando lo consiguió quiso más y más, acabó con todos los mundos y construyó el suyo propio sobre las mismas bases inmortales que habían quedado de los anteriores.>>Así creó Mimir estos mundos, una excelencia en sus principios, pero todo se fue oscureciendo, sus métodos se fueron opacando y dejó de ayudar para convertirse en el más sabio, para empezar a conocerlo todo y dejar de enseñar, perdió las cualidades de un maestro y del Dios propio que había sido cuando todo lo creó.>>Nosotros, que viviremos por siempre, porque más que vida somos la razón de todo lo que existe, hemos ayudado en el equilibrio, pero el Dios supremo se hizo ausente, no temió de sus poderes, hizo lo que quiso, lo que se le antojó y jamás dejó de hacerlo.>>Respeta el don que te damos, respeta todo lo que hay, pues si no lo haces todo para ti acabará-.

Tras la reverencia espiritual los espíritus anunciaron que Conor debía irse y asistir a la competencia para no tener que darle muerte.

Así abandonó ese lugar donde había alcanzado una paz que jamás podría describir con palabras y que nunca se alcanzaría en el mundo terrenal.

Eso iba mucho más allá de toda utopía que hubiera tenido en su vida.

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Capítulo 37

El coliseo

Imbellis tempus (tiempo pacífico)

Ciudad capital estaba repleta de gente, todos parados y desorganizados, emocionados, parecía que todo estuviera en tiempos de felicidad.

El lugar donde estaban todos los espectadores estaba completamente baldío, un terreno circular de unos seis kilómetro de diámetro.

Sól estuvo intenso durante unos minutos hasta que todo se oscureció, desde él bajaron cinco seres oscuros con sus alas putrefactas extendidas. Se ubicaron en medio de la multitud y organizaron un gran espacio vació en el centro, luego los cuatro se ubicaron formando una cruz, en el centro esperaba el quinto, aún con sus alas extendidas.

Sól iluminaba nuevamente con intensidad, pero otra interrupción lo escondió, esta vez blanca y pura con destellos que parecían cristales.

Una dama bajó del cielo en un carruaje de marfil dirigido por grifos de gran tamaño, Sól volvió a exponer su intensidad.

El Arcángel que se situaba en el centro del segundo círculo esperó a que aterrizara el carruaje, la dama bajó de allí vistiendo un voluptuoso e imponente vestido blanco y plateado con un tapado de plumas turquesas y negras por encima que combinaban con la corona de diamantes en los mismo tonos.

Los espectadores comenzaron a hacer reverencias e inclinarse ante ella mientras los grifos se llevaban el carruaje.

Las facciones de la dama se hacían pulcras y seductoras con la luz del sol, sus dorados cabellos enrulados peinados con la corona producían pequeños espectros como de cristales.

La dama cautivó a todos los que allí se encontraban, la miraban con muchos deseos, su esencia hipnotizó a todos, algunas mujeres envidiaban, gran cantidad de hombres deseaban más que mirarla, produjo que todos la tomaran como la mujer más preciosa sobre Ygssadril.

El quinto Arcángel ascendió al cielo dejando el centro a su ama.

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- Los presentes aquí- decía mostrando su esbelta y bien fornida figura- presenciarán más que una competencia- hizo una pausa para las reverencias- presenciarán cómo va dando fruto el Imperio que estamos forjando, hoy participamos por ley natural de este encuentro, hoy somos considerados parte de Midgard- su voz sonaba serena y tranquila, era perfecta- hoy haremos historia.>>Habitantes de Midgard dejemos de lado toda diferencia por este tiempo, que el tiempo de paz que habrá nos sirva de reflexión y lo disfrutemos como la dote de la vida- levantó un brazo, sus uñas brillaban también como diamantes, muchos la llamaron Diosa-

Puso un pie en el suelo, sus ojos se tornaron blancos, deslizó el brazo y comenzaron a subir en espiral lugares de marfil para los reunidos, dejando un gran espacio en el medio para las competencias.

Luego de unos segundos el estadio de marfil estaba concretado, en la parte norte había una estructura para que se sentaran los, en ese entonces cinco, reyes de los reinos.

Caducifer estaba sentado en una esquina sobre su trono de metal, a su izquierda estaba Strenue en una silla de fuego. En la otra esquina de la estructura estaba Imbellis en el trono de hielo, a su derecha se sentó Aliquo sobre un trono gaseoso. En el centro, con un trono de marfil más elevado estaba Undique, la dama, anfitriona de las competencias. Cada uno con una túnica de color respectiva a su asiento.

Los participantes, excepto Aliquo que era la reina más joven jamás conocida, esperaban debajo de la estructura donde se sentaban los reyes.

- Que el Imbellis Tempus se lleve a cabo- dijo Imbellis parándose, con la mirada triste, pero producida e impactante, tal como era ella-.

- Que estas competencias asienten por fin un Imperio dominante- dijo Caducifer con tono pícaro.

- Que la luz, por los aires, llegue a todos nosotros- deseó Aliquo- Disfrutemos de este tiempo, disfrutemos del entretenimiento, disfrutemos de lo

que vendrá, disfrutemos de meditar decisiones, estamos aquí para ser testigos de una celebración antigua que se lleva a cabo cada dos años, hoy comienza este tiempo especial- reflexionó Strenue para todos los reunidos.

En lo alto el Arcángel que estaba ubicado en el centro hizo sonar un cuerno para dar inicio a las competencias.

Aliquo bajó del estrado y fue junto a Máni, Sponsus y Postremo a reunirse en el centro del área de combate.

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Undique se levantó.

- Sponsus, príncipe del reino Terrae, campeón del mismo.>>Aliquo, reina del reino Aeris, campeona del mismo.>>Postremo, príncipe y campeón del reino Ignis.>>Máni, reina legítima de las aguas- la joven se extrañó de que lo supiera- princesa y campeona del reino Aqua.>>Bienvenidos sean los ganadores de las competencias de los torneos de la clásica Midgard.>>Ianua - el Arcángel del norte se acercó al centro tapado con una túnica oscura, sólo se podían ver sus ojos- primer campeón del Niger Imperium.>>Ostium - el Arcángel del este caminó hasta el centro, vestido igual que Ianua- segundo campeón del Niger Imperium.>>Foris- repitió el mismo proceso que los demás- el tercer campeón.>>Portus, el cuarto campeón.>>Este año- su voz y la profundidad de sus palabras eran imponentes- una ley natural ha permitido tanto a mi Imperio como a la clásica Midgard presentar un concursante más.>>Assecula- bajó de lo alto el quinto arcángel recibiendo al igual que todos los demás participantes vítores y aplausos- quinto campeón del Niger Imperium.>>Y por último- hizo unos segundos de silencio- Conor, segundo campeón del reino Aqua, el quinto de la clásica Midgard- el joven no aparecía y los rostros de sus compañeros mostraban preocupación. >>Como bien sabemos el campeón que no se presente tiene asegurada su muerte, así lo ha dicho la naturaleza- fue interrumpida por otro cuerno de batalla.

Sól se tornó oscuro nuevamente, la incertidumbre invadió a todas las personas que allí se encontraban.

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Capítulo 38

Opuestos y Complementarios

Adsum (asistir)

Sól fue tapado nuevamente, todo se tornó oscuro, la incertidumbre invadió a todas las personas que allí se encontraban, el suelo se removió lentamente, un anillo de fuego rodeó todo el coliseo de marfil, hubo ráfagas pequeñas de viento en todas las direcciones, luego una lluvia que no mojaba y cuyas gotas emitían una luz plateada propia dejando a ver de a momentos lo que pasaba.

Entre medio de los competidores una luz de color gris intenso comenzó a expandirse cada vez más, en el centro de ésta podía verse una figura de un joven de cabello negro, parado en una postura peculiar.

Por segunda vez sonó el mismo cuerno de batalla, cesó la lluvia, se consumió el anillo de fuego, acabaron las ráfagas y Sól se hizo visible nuevamente.

En el centro, entre todos los participantes, estaba parado Conor, que vestía de una forma distinta, con pantalones largos, unas botas de cuero altas, una cota con símbolos extraños sobre una camisa blanca y sobre eso una túnica de color blanco intenso, a tono con el coliseo.

- A eso llamo presentarse con estilo- añadió Eburnea hablando a todos los presentes- Bienvenido Conor- éste la miró intrigado, bien en el fondo quería conocer a su hermana, sentía como la necesidad de hacerlo, y en ese momento que la veía notó la hermosura y el sentimiento de bienestar que emanaba, de haberla cruzado cuando era joven no hubiera imaginado que sería la causante de tantos estragos. Conor devolvió el saludo- así es.>>Este año, como es costumbre de la anfitriona,-a los jóvenes les resultaba extraño que fuera ella, sabían que algo tramaba- debo dar una forma original a la competencia, una de ellas es el coliseo de marfil, otra fue mi presentación, pero la que más les llamará la atención es la que viene.>>Estuve pensando durante mucho tiempo cómo llevar a cabo la competencia, deduje que individual sería aburrida, así que competirán los diez en el campo de batalla, por eso tiene este enorme tamaño.>>La clásica Midgard contra el Niger Imperium, cinco contra cinco, la competencia terminará al anochecer- Conor se sorprendió, eso implicaría que Abavus, Errorior y Tofy tenían mucho menos tiempo del pensado, se encargó de comunicarlo a través de un mensaje por los aires, el tiempo de paz terminaría en cuanto la anfitriona

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declare terminada la competencia, tuvo bloqueos de energía en el mensaje, pero nada que no pudiera superar- los ganadores decidirán el destino de los perdedores, dejo eso a su criterio.>>Que comience el acto de apertura- aplaudió, luego todos la siguieron.

Los diez concursantes se ubicaron en dos extremos distintos, divididos por sus bandos.

Otro momento de oscuridad, otra duda, temor por parte de los espectadores.

Por la parte este del coliseo entró la figura de un dragón negro inmenso e imponente; por la parte oeste la figura del mismo dragón pero de color blanco. Los dos chocaron y colapsaron, desaparecieron.

- Al levantarse la luz acarrea la oscuridad, al enfrentarse ambas las dos desaparecen corrompidas por su propio poder, la sombra no es más que la ausencia de luz.>>Si no hay sombra la luz no es luz, si no hay luz la sombra no es sombra.>>Si no hay mal el bien no es bien, si no hay bien el mal no es mal- relataba Eburnea una vez que los dragones desaparecieron.

Esa era la costumbre de la apertura, a través de una breve representación enseñar sobre lo opuesto y lo complementario.

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Capítulo 39

Bajo las negras túnicas

Speculum(espejo)

Conor se paró en el medio a su izquierda estaban Máni y Sponsus, a su derecha Aliquo y Postremo. Los arcángeles imitaron la posición que habían tomado.

- Por el poder que me concede la naturaleza el día de hoy doy comienzo a la competencia- dijo Eburnea recibiendo vítores.

Estaban enfrentados, cinco contra cinco, quietos, manteniendo posiciones, conectados los equipos entre sí a través de sus mentes.

Conor se elevó en el aire, Assecula hizo lo mismo. Postremo deslizó rápidamente los brazos hacia adelante y lanzó un rayo atacando al arcángel que estaba oponiéndose a Conor, pero Portus hizo el mismo movimiento que éste, los dos participantes en el aire bloquearon el impacto del rayo.

Máni avanzó rápidamente sobre el hielo que formaba con el agua que encontraba del aire y unas reservas de los espectadores, hacia Foris, le impactó a gran velocidad con una esfera de agua, pero ésta recibió por detrás el mismo golpe cayendo al suelo.

Aliquo revolvió los aires, pero notó que alguien imitaba sus movimientos, mientras tanto Sponsus movía la tierra percibiendo lo mismo que Aliquo.

Algo está claro aquí, imitan nuestros movimientos. Notó Conor, todos concluyeron en lo mismo.

Entonces los cinco jóvenes de la clásica Midgard tomaron las posiciones del principio, sus adversarios hicieron lo mismo, oponiéndose uno a cada uno.

Manejemos el elemento sin movernos, no creo que puedan leer nuestras mentes. Propuso Máni.

Pasaron unos segundos, el público estaba impaciente, los cinco jóvenes impactaron manejando el elemento clásico hacia su opuesto, pero recibieron el mismo impacto, la misma fuerza, chocaron y se anularon.

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No leen nuestras mentes, pero imitan nuestras técnicas, no logro comprender, analicen el entorno, no hagan nada complejo, podrán copiarlo. Sugirió Conor.

Comenzaron a mirar previniendo cualquier ataque. Desde el suelo hasta el comienzo de las áreas de los espectadores había un muro circular, era un espejo perfecto y de marfil, algo muy extraño.

El reflejo en el marfil debe permitirles ver nuestros movimientos e imitarlos a velocidades incomparables, o no es su poder, no termino de entender. Postuló Postremo recibiendo la aceptación de los demás.

Tengo una idea, odio decirlo, pero deberíamos convocar cada uno a su opuesto a un bimembris duellum. Sugirió Sponsus.

Propónganlo al adversario de su compañero, yo seguiré con Assecula, tiene algo distinto a los demás, su nombre no significa’’ puerta’’ como el de los otros, si no discípulo.

Sponsus estaba opuesto a Ostium.

Aliquo estaba opuesta a Ianua.

Postremo a Portus.

Máni a Foris.

- Bimembris Duellum- declaró Sponsus a Foris.- Bimembris Duellum- dijo Aliquo a Portus.- Bimembris Duellum- convocó Máni a Ianua.- Bimembris Duellum- declaró Postremo a Ostium.

Conor no lo hizo.

- Las leyes naturales lo permiten- justificó Eburnea.

Sponsus miró fijo a Foris, pisó fuerte el suelo y en el arcángel opuesto se levantaron unos brazos de tierra que lo sujetaron, pero al joven le pasó lo mismo.

Aliquo comenzó a girar alrededor de Portus sacando el oxígeno de ese espacio, pero luego vio que a su alrededor él hacía lo mismo, había salido del círculo trazado por ella.

Máni y Postremo sufrieron lo mismo, sus técnicas eran imitadas. Eso les aburría demasiado.

Conor miraba fijo y quieto a Assecula, ninguno de los dos se movía.

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Los bimembris duellum fueron anulados.

Combinemos ataques todos a uno, que el foco sea Assecula. Propuso Aliquo.

Un golpe de tierra, dardos de agua, brutal golpe de viento y una bola de fuego acompañada de un rayo fueron dirigidas a éste, lo mismo hicieron los cuatro arcángeles hacia Conor, pero éste no se bloqueó, Assecula tampoco lo hizo, los dos recibieron el golpe sin evitar el más mínimo efecto, volaron por el aire.

¿Por qué no lo bloqueaste idiota? Preguntó Aliquo.

Simple, él hubiera hecho lo mismo.>>Todo lo que hagamos será imitado, es el efecto de los espejos especiales, se crea en ellos algo extraño, no puedo terminar de comprenderlo, ahora que pasé por esto me doy cuenta que aquí nadie ganará ni perderá. Respondió Conor.

Nos queda algo, invoquemos el poder de los espíritus elementales. ¿Conor pudiste conseguir las artes? Propuso Postremo, Conor no respondió pero se limitó a ponerse de pié y limpiarse, los demás se ubicaron uno al lado del otro y pidieron la ayuda de los espíritus.

Los cuatro cerraron los ojos, no pasaba nada.

Rogaron y postularon la realidad del momento, aquel día podrían decidir el futuro de Midgard.

Cuando los abrieron estaban blancos y con las facciones alteradas.

Conor se quedó quieto, era tarde para advertir que no atacaran, los demás actuaron rápido mientras él intentaba pensar, pero luego se avivó y utilizó el poder sobre el tiempo para en menos de un segundo quitar las túnicas a los arcángeles. Para en fin llevarse una gran sorpresa.

Cada arcángel era uno de los jóvenes pero corrompido, deformado, con las alas.

Todos se sorprendieron, se quedaron estupefactos.

Assecula era idéntico a Conor, con la variación de la cicatriz, que recordó patente de su sueño sobre los últimos momentos de su vida cuando era Albus.

Era algo macabro, los arcángeles eran las sombras de los jóvenes, quienes traerían la luz.

La sombra de cada luzse encargará de que esta no se propague demasiado

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y si le es posible la apagará.Pero, ¿Si se apaga la luz qué pasará con su sombra?

Respuesta simple, también desaparecerá.La solución simple, apagarse.

Pero, ¿Qué quedará?Oscuridad.

Pero, ¿Si una luz se prende?Otra sombra tendrá.

y ¿Si dejamos la oscuridad?Esa oscuridad que ahora tú llamas así

a ser luz pasará.Otra sombra se levantará

Y será una oscuridad aún peor.

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Capítulo 40

El colapso

Umbra (sombra)

Al máximo de su poder atacaron los jóvenes, se encontraban en un ataque constante, de golpear y bloquear sus mismos ataques, los arcángeles no tenían la gracia de los espíritus elementales, pero extrañamente imitaban los poderes y su intensidad.

Conor intentó romper los espejos de marfil, pero no pudo, porque el tiempo de paz no se lo permitía, era luchar contra Eburnea, y ella era ajena a la competencia.

Hubo rayos desviados, hubo grandes inundaciones, estacas de hielo por doquier, lluvia ácida, tornados, grandes proyectiles de tierra, terremotos terminaron lastimándose entre ellos.

Muchos espectadores fueron alcanzados por algunos ataques, pero luego comenzaron a bloquearse con sus poderes, pues no podían perderse aquel emocionante torneo.

Conor no podía entablar conversación con ninguno de sus compañeros, se habían entregado completamente a atacar, atacar y atacar.

Dio una señal a Abavus, se dirigían palabras entre ellos con respecto a la invasión, pero hizo una mueca de desagrado tremenda y luego se sorprendió.

¿Por qué haces esto Eburnea? Preguntó Conor a través de la mente.

Mi querido resucitado hermano, recuero el día de tu muerte. Dijo sin responder a la pregunta.

Eso no me importa, yo también lo recuerdo. ¿Eres consciente de lo que puedes causar oponiendo grandes fuerzas opuestas?

Lo soy, no me creas idiota. Todo lo que hago tiene un motivo.

¿Por qué no unirnos por llevar adelante a todo sobre Ygssadril?

Porque todo está perdido hermano, simplemente por eso, los Dioses abandonaron a sus creaciones, Mimir, el sumo creador, algo que muy pocos sabemos que es, no se hace presente, ya no guía a su creación.

~ 118 ~

¿Así opinas? ¿Para ti todo está perdido?

Así es, quiero empezar de nuevo, tengo el poder para hacerlo.

No lo tienes Eburnea, el relicario no se ha abierto, dispones de su fuerza, se abrirá para el elegido, y no eres tú. Yo estoy destinado a traer la oscuridad según la profecía, pero mira qué paradoja, todo cambió por lo que los Arcángeles hicieron, eso dice que el destino no está escrito, lo hacemos nosotros con nuestras decisiones, es por eso que no todo está perdido.

Qué filosófico Conor, pero no, yo creo que todo está escrito, comenzaré una era nueva, con mundos nuevos, pisando todo lo viejo.

Espero que cuentes con mucha suerte porque estamos en igualdad de habilidades, pero yo cuento con algo más.

¿Y qué es eso?

La mayoría de las artes sobre Ygssadril, pero no es sólo eso, si no que cuento con la aprobación de todos los seres que quieren trascender, no he manipulado a nadie, no he extorsionado, me las he ganado porque han confiado en mí.

¿Piensas que podrás ganarme sólo con eso?

Sí.

¡Qué conmovedor!, soy muy poderosa, la mujer más poderosa de todas las eras, la magnífica, la hermosa, la habilidosa, lo soy todo, soy perfecta.

Así que ese es el problema.

¿Cuál?

Tu ego, te crees el centro y la razón de todo lo que existe, pero no es así, eres una más, para la naturaleza cada uno es especial, pero sigue siendo uno más, por más poderoso que sea.>>Recordamos en la historia a personas por sus grandes actos, pero siguen siendo alguien más, porque todo venimos a los mundos para hacer algo, esa es la simple razón, unos se destacan más que otros, pero cada uno es especial en algo, eso debes entenderlo.>>No existe el mejor en el mundo, ni el peor.>>Todos somos iguales y la diferencia reside en nuestra esencia, acá no existe ni el más ni el menos en general.

~ 119 ~

En frente a ti está la negación de tu teoría hermano. Yo conozco las mismas artes que tú, las he aprendido y no recibido, los arcángeles fueron mis maestros.

Soberbia.

Gracias.

¿Los arcángeles son así como son ahora?

No, es el efecto de los espejos de marfil, son sus sombras, frente a ustedes actúan como ustedes y son como ustedes.

¿Por qué el marfil?

Porque tu insulsa madre de cabellos de oro me hizo menos que ella, pero terminé siendo más, yo soy la perfección.>>los espejos son la razón por la que sus sombras se manifiestan en este plano, es decir, los arcángeles pueden imitar sus movimientos.

Muy audaz.

Lo sé.

Mira ya llega el anochecer.

Genial Conor, el tiempo de paz acabará.

Aunque Conor no quiso admitirlo Eburnea tenía buenos planes, pero su ego de superioridad, su autoestima elevada y su carácter ególatra opacaban todo lo que planeaba; si hubieran crecido juntos los dos hubieran hecho un mundo perfecto.

Habían pasado dos horas ya, el torneo se había tornado denso, era aburrido ver cómo rebotaban todos los ataques.

Conor mantuvo su último contacto con Abavus que había decidido postergar la invasión, Conor ya lo hablaría más tarde, estuvo de acuerdo.

Los cuatro jóvenes que se habían mantenido luchando seguían sin responder a las recomendaciones de Conor. Estaban repletos de ira por no poder acabar con los arcángeles, y llegaba la hora del final del día.

Los espíritus tomaron una decisión arriesgada, estaban seguros de que funcionaría, pues sólo ellos podrían hacerlo.

~ 120 ~

Los cuatro jóvenes se pusieron nuevamente uno al lado del otro, se enfrentaron a los cuatro arcángeles, como habían hecho previamente.

- Sacer Artificium Aqua- dijo el espíritu Aqua manifestado en Máni.- Sacer Artificium Terrae- dijo el espíritu Terrae manifestado en Sponsus.- Sacer Artficium Aeris- dijo el espíritu Aeris manifestado en Aliquo.- Sacer Artificium Ignis- dijo el espíritu Ignis manifestado en Postremo.

Conor no interrumpió, se dedicó a mirar, su instinto le dijo que esperara, le hizo caso. Estaba seguro de lo que pasaría, sabía que no sería nada bueno. Envió un mensaje a Abavus a través del aire:

Viajen rápido hacia las tierras de Aes allí los esperará Veorfölnir con instrucciones. Estaba alterado.

Los cuatro jóvenes despidieron de sus manos los elementos sagrados, que eran legendarios y nunca antes habían sido utilizados. Eran los elementos clásicos pero los primeros, el cuerpo de cada espíritu elemental.

Los poderes se acercaron a los arcángeles, la esperanza aumentó, pues no reaccionaban.

Unos metros antes de ser impactados los seres alados hicieron el mismo movimiento, y despidieron de sus manos el arte sagrada, cuya potencia era igual a la de los jóvenes, con esas artes podrían destruir Ygssadril entero.

Las artes chocaron entre sí, luego una explosión inimaginable se desprendió destruyendo todo alrededor y a miles de kilómetros de distancia.

El área de impacto emitió una esencia fría que comenzó a congelar todo sobre los reinos de Ygssadril. El invierno se aceleró. Una de las predicciones de Ragnarok se estaba cumpliendo. En todos los mundos fue invierno, estaba todo congelado.

Sól y Máni se encontraban en ese momento en el firmamento, desaparecieron, el cielo se tornó rojo intenso, era fuego. Muspelheim era el cielo y Niflheim era la tierra.

Muy pocos sobrevivieron, la mayoría del Niger Imperium, pero toda forma de vida que haya estado en Midgard desprotegida en el momento del colapso murió. Los que sobrevivieron en Midgard estaban bajo protecciones de Eburnea.

Los espíritus reprimieron su poder y abandonaron a sus guardianes volviendo a las muñecas, humillados y dolidos por no haber temido al poder.

~ 121 ~

Todo sobre Ygssadril era caos. Los ejércitos del Niger Imperium, protegidos por Undique, comenzaron a poblar toda Midgard, estableciendo varios focos de población. El mapa cambió por completo.

Eburnea reía, los cuatro jóvenes se desplomaron como los arcángeles.

El tiempo de paz había terminado.

~ 122 ~

Capítulo 41

Invasión postergada

Iduna Signum (señal)

Abavus llevaba consigo a todos los gigantes hacia la entrada más cercana a la capital del reino Terrae, todos ocultos bajo el arte de la ilusión, en la cual él era el mejor.

El anciano se mantuvo en contacto con Errorior, Tofy Wey, que preparaba la invasión subterránea, y Conor que daba las señales y advertía de lo que sucedía cada vez que podía.

Mientras la joven del reino del fuego estaba avanzando bajo tierra con la ayuda de los enanos y algunos Svartálfar, Abavus les daba la bienvenida a los soldados del reino del aire.

Eran muy similares a los elfos de la antigua Midgard, con la misma silueta y destreza, todos bajaban en formaciones especiales desde el cielo.

Muchos siglos atrás el reino Aeris elevó todo su territorio hacia los cielos cubriéndolo con nubes y vapor, inubicable, y si existía sobre la superficie alguien que manejara exclusivamente el elemento del aire y no fuera diplomático sería obviamente un desertor.

La organización y ubicación de su reino había sido siempre un misterio, Abavus los conocía desde antes que ascendieran, se mantuvo en contacto muchas veces con Aliquo, pero jamás pudo conocer su reino.

En ese momento en que los miles de soldados y ciudadanos de Aeris descendían desde el cielo Abavus sentía un aire de paz interno, era más de lo que esperaba, se podía percibir su organización superior, no por su elemento, si no por lo que habían alcanzado, el anciano hubiera dado mucho por poder pisar el reino de los recién llegados.

- Buen día, mi nombre es Scriptor, el secretario de Aliquo, dirijo todas las líneas de batalla- saludó uno de los hombres del aire que rompió la fila, podían ver a Abavus porque éste les había dado el permiso y los incluyó a la vez en su ilusión para que no sean vistos.

- Mis saludos Scriptor, yo soy Abavus, encargado del ejército de los gigantes- Sól desapareció en la oscuridad, sintieron vítores en la capital, muchos se alteraron.

~ 123 ~

No te preocupes Abavus, es parte del espectáculo que están dando, los veo desde el cielo, daré una entrada con estilo en cuanto noten mi ausencia. Habló Conor recibiendo el visto bueno de su abuelo, éste calmó a la multitud presente.

- Entonces contigo debo hablar Abavus, hemos notado que Undique controla y conoce todo lo que hablamos a través de sonidos y mente en un gran radio, de seguro lo habrás notado, sabe que invadiremos, sabe de nuestros planes, debemos alejarnos- hablaba Scriptor firme.

- ¿Por qué has venido con todo tu ejército entonces?- cuestiono Abavus- Debemos irnos lo antes posible, los adivinos hablan del principio del fin, de un

colapso; estoy con todos los ciudadanos de Aeris porque debemos transportarlos a todos a ustedes a alguna isla lejana de aquí, esas son las predicciones- contestó alarmado.

- Conor también lo ha notado, pero sólo me lo ha dicho a mí, confío en sus palabras- justificó el anciano.

- Si Conor lo dice- terminó Scriptor frente a Abavus, un anciano que intimidaba de verdad.

Los demás miembros del reino del aire vestían unas túnicas ligeras, casi todos de cabellos y ojos grises.

Pasaron otros momentos en que el cielo y Sól estuvieron extraños, pero Conor los tranquilizó.

Errorior, con la ayuda de otros Svartálfar iban reclutando a gente de las afueras de Terrae en Traslasierra para llevar a la capital.

Iban de pueblo en pueblo a toda velocidad, aquellos que habían faltado a las competencias eran quienes estaban preparando una revolución interna.

El gran jefe de los Svartálfar mantuvo una larga conversación con el líder de los revolucionarios de Terrae para alcanzar un tratado, su nombre era Calliditas.

Miles de habitantes de Terrae junto a su jefe, Calliditas, se unieron a los aliados de la clásica Midgard.

Luego los Svartálfar junto con los rebeldes de Terrae marcharon al encuentro con Abavus para la invasión.

~ 124 ~

Tofy Wey ya estaba bajo la capital por la tarde, iba tocando la lira y ayudando a guiar a los millones de reclutados que venían con ella.

El túnel había sido un trabajo muy costoso pero avanzaron rápido y trabajaron duro.

Esperando órdenes todos tomaron un descanso, pero Tofy tuvo algo por lo qué preocuparse.

Mientras ella tocaba su instrumento sintió una voz en su mente y luego una luz blanca con pequeñas líneas negras se apareció en frente, no se sorprendió, guardó la calma y la invadió la duda.

Hija mía, vuelve rápido, tomen el mismo túnel y vayan afuera, diríjanse lo más lejos que puedan, armen bloqueos, se viene una catástrofe. Habló Iduna, la madre de Tofy Wey.

Madre, sabes que prefiero luchar, daremos hasta la vida por esto.>> Aparte hace muchos años no sé nada de ti, no dudo de que estés hablando conmigo, pues siento tu esencia, pero recién te presentas…

Lo sé hija, es por ello, ya estoy muy anciana, el tiempo se hace corto, espero a que Conor venga a Asgard y poder darle la última manzana, es muy codiciada, pues guarda poderes insospechados, confío en él, la guardo muy bien.>> Lo que se avecina es la peor tragedia, Conor lo sabe, Abavus lo sabe, Errorior lo prevé, hoy no es el día en que deban acabar sus ejércitos, Undique sabe que están bajo tierra, ¿Por qué no ha derrumbado los túneles eh? Espera a que sean consumidos por lo que se viene.

Madre, debo hablar con Conor primero.

Hija, haz lo que te digo una única vez. Te lo pido por el tiempo que me queda, sabes lo que pasa cuando mueres en Asgard.

Y tras esas palabras la luz desapareció, Tofy miró sorprendida y cayeron varias lágrimas por su rostro. Al intentar hacer contacto con Conor notó que había más oyentes de los que deseaba así que optó por elegir sola.

- ¡Retirada!- gritó muy fuerte mientras miraba intimidante.

Todos hicieron caso, cuestionaban, pero siguieron sus órdenes, avanzaron rápidamente.

¿Qué haces niña? Preguntó Abavus.

Mi madre ha hablado, pretendo hacerle caso, habla con Conor, debemos retirarnos.

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He hablado con él, estás actuando mal, vuelve a la posición.

No Abavus, no, bloquea todos los pensamientos, espérame en la salida al mar.

¿Quién es tu madre? Déjame entrar en tu mente.

Lo haré por el bien de todos. Y así lo hizo dando una gran sorpresa.

Abavus compartió lo que había visto con Conor y advirtió que iban a retirarse, éste aprobó lo que le solicitaban.

Esperaron a los ejércitos de Tofy que avanzaban aprovechando los elementos a toda velocidad y se dirigieron a adonde habían pactado.

Abavus, lleva a todos hacia Aes, allí encontrarán protección, me temo que sea tarde. Dijo Conor y luego cerró su mente.

- Ahora soldados del aire- dio la orden Scriptor para que se elevaran- hubiéramos hecho esto desde antes-

- No me culpes de nada, no estás a mi altura- retó Abavus- ahora lleva a todos hacia Aes lo más rápido que puedas, utilicen el medio del aire, queda poco tiempo- ordenó.

- ¿Cómo haremos con los gigantes?- preguntó Tofy que se sumaba a la conversación.

- Que corran, pueden ir por el océano, yo me encargaré de abrir un camino entre las aguas- ayudó Abavus, haciendo lo que había dicho.

Empezaron a avanzar rápidamente, pero luego de unos minutos sintieron la ola de poder que se estaba dispersando.

Todos entraron en caos.

Abavus se posó al último del ejército que estaba viajando hacia Aes.

Miró cómo una explosión en forma de hongo se producía a lejos y comenzaba la onda expansiva.

Contrajo rápidamente los brazos y expulsó una ola de viento a miles de kilómetros por hora que aceleró a los gigantes, los hizo volar, y acabó con la vida de algunos.

Errorior se acercó rápidamente a ayudar, perdió varios de sus seguidores, pero éstos avanzaron rápidamente usando la apertura realizada en el mar, la tierra en conjunto con

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sus poderes y habilidades más fuertes, debían seguir las indicaciones de retirarse recién recibidas.

La ola expansiva lo alcanzó primero.

El anciano consiguió detenerla por un largo rato mientras permitía que los demás aceleraran el viaje.

- Vete Errorior debes ayudar, mi fin está cerca, aparte la profecía, vete- dijo Abavus imponente.

- No…- Abavus cortó lo que el gran Svartálfar iba a decir y lo expulsó con una ráfaga muy fuerte.

Sin discutir más Errorior siguió su camino acelerando el paso de todos, sobre todo de su ejército, que recién llegaba. Él se había mantenido fuera de contacto por un rato porque se encontraba dentro del reino donde estaban más vulnerables, al salir de él se llevó la gran sorpresa que Abavus le compartió, una retirada forzada e inevitable.

Abavus pudo detener sólo una fracción, veía cómo lo que no estaba en su área de protección moría, se volvía inerte, todo se perdía.

Su túnica comenzó a despedazarse, su piel se rasgaba, sentía que ya no podía más, sus fuerzas lo traicionaban y veía cómo caían del cielo muchos de los transportados, entre los descuidos habían muerto a penas cien de los millones que había.

Cuando Abavus no pudo sostener más el poder se dejó llevar, depositó todo su poder en dar empuje para que Aes llegara a ellos, el área de protección de la Isla los alcanzó, así entraron en ella y todo a su alrededor pereció, se congelaron los suelos el cielo ardió en llamas.

El anciano dio su cuerpo, dio su vida, gastó su último aliento y energía.

El anciano que todo alcanzó,fue, es y será un ser divino,

un ser divino que siempre estuvo y estará entre los vivos.

Abavus

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Capítulo 42

Los nuevos Niger Examinis

Heres (heredero)

Abavus dio todo por todos.

Su Almus Cordis fue heredado por Conor, que lo recibió haciéndose poseedor del arte de la ilusión.

Su alma pasó al eterno descanso con su amada Nana, con su hija, y su yerno, que allí lo esperaban, sus almas estaban en ese plano del que se puede volver, pero ya no era necesario, su esencia pasó allí, donde encontró la paz, sus poderes quedaron para que su heredero hiciera de ellos lo que más convenga y ahí esperarían a los demás que decidieran esperar a que todo cambiara y dejaran todo al poder de quienes consideraran capaz de continuar con su cometido.

Ya no convenía materializarse de nuevo, el cuerpo nato se había perdido, no quedaba nada con vida sobre Midgard y entrar a Aes era imposible, de los poderes ya se habían despojado y solo quedaba el eterno descanso, sentía que su tiempo había terminado.

Por otro lado, más cruel que cualquier cosa, lo cuerpos que murieron y fueron despedazados comenzaron a unirse convirtiéndose en Niger Examinis más amorfos de los comunes, pero más fuertes y en más cantidad, toda la materia que alguna vez fue vida inteligente comenzó a transmutar en esas formas, obra y arte del temible poder de Eburnea.

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Capítulo 43

Una gran batalla

Spes (esperanza)

- Así que querido hermano, tus planes no han resultado- provocó Eburnea mirándolo y mostrándose intacta- ya no siento la presencia de nadie de tus filas, quisieron escapar, pero se les hizo tarde, todos han perecido, ahora serán parte de mi Niger Imperium, todo mejorará, sí, sí, así será.>> Has fracasado, tus amigos están tirados, los otro tres reyes de la clásica Midgard también, el cuerpo de Abavus pasará a ser el jefe de los Niger Examinis en cuanto pueda reconstruirlo.>> ¿Qué más?- Conor miraba atento, pero no estaba preocupado, algo ocultaba, se fue poniendo tenso- ¡ah! tu noviecita que se recostó con Signifer, no pudo resistir la tentación, pooobre de ella- elevó a la joven Máni unos centímetros levantando la mano, Conor intentó bloquear el poder pero no pudo, los elementos no respondían, luego la elevó mucho más alto y la dejó caer con fuerza, la princesa estaba malherida y quebrada- No lo intentes frater- siguió provocando mientras el muchacho usaba todas sus fuerzas para intentar atacar o hacer algo, pero nada respondía- ¿Aun no entiendes?-

- No Eburnea, no entiendo nada ¿Qué mierda pasa con todo?- cuestionó sin controlar su temperamento, luego miró a los cinco arcángeles, a Pauca, Capitalis y los dos hermanos de Sponsus que se encontraban intactos gracias a los poderes de la emperatriz- ¿Por qué has dejado morir a todas estas personas que podían servirte más vivas que muertas?-

- Tantas preguntas frater, quieres saber qué mierda pasa con esto, lo sabrás.>> Pasa que los espíritus elementales se sienten humillados, están avergonzados, no entienden cómo pudieron descontrolarse de esa manera, y ahora no cederán su poder a nadie, bloquearon toda relación entre cualquier ser y ellos, ahora nadie más podrá manejar ninguno de los elementos, pues el único contacto son ellos cuatro que morirán- señaló a los jóvenes que estaban desmayados y heridos en el suelo, los elevó a los cuatro en el aire y miró a Conor, todo está saliendo tal y como lo planeé-.

- ¿Cómo es que tú si puedes? No termino de comprender- manifestó el joven, que miró cómo relucía el relicario incrustado en el pecho de su hermana.

- ¿Ahora entiendes?, mi poder no se basa en la naturaleza, si no en manipularla, ese era el secreto del relicario que obtuve, no he podido abrirlo, pero el poder que tengo

~ 129 ~

almacenado es una fuente perenne de energía y materia- creó unos altares de hielo para cada uno de los amigos de Conor, los asentó allí.

- Entiendo- afirmó seguro- pero hay mucho que no sabes Eburnea- ésta miró furiosa.- ¿Qué es lo que no sé?, dímelo- creyendo frustrado su plan.- Que contamos con más cosas que el dominio de los elementos, yo poseo las artes, las

he conseguido- la sonrisa de Undique se apagó- Ahora veo Conor pero, ¿Por qué te has esforzado por intentar acabar con mis

poderes sin lograr nada? ¿Intentas engañarme?- mostró por fin su nerviosismo.- Es lo que quiero que creas, con las artes puedo disponer de cada elemento a mi

antojo, claro que no como si estuvieran los espíritus presentes, pero es suficiente para acabar contigo y las escorias que llevas como súbditos- sonrió mientras levantaba el brazo derecho.

- ¿Spes?- cuestionó la mujer viendo todos los Almus Cordis que se dirigían a Conor.- Spes, exactamente, esperanza, el último aliento, la esperanza de que lo que siga sea

un lugar mejor, y así no lo conseguirás, estás equivocada sóror, tus proyecciones son erróneas-

Conor se fue fortaleciendo, Eburnea estaba estupefacta, la estaba distrayendo haciéndola creer que no podía controlar más los elementos.

- La última palabra.>>El último pensamiento.>>En cada agonía.>>En cada lágrima.>>En cada pelea.>>En cada sonrisa.>>En cada caricia.>>En cada gesto.>>En todo.>>Siempre hay esperanza- recitó Conor llamando al epitafio de todos los que habían muerto alcanzados por el colapso, sonreía, era el heredero de todo ese poder.

Eburnea rugió asustada, elevó los dos brazos y quiso acabar con la vida de los reyes y príncipes de la clásica Midgard, pero no pudo, los poderes de Conor se lo impedían.

Sus secuaces se levantaron por la energía que ésta les enviaba.

Los cinco arcángeles intentaron desconcentrarlo, pero era imposible, aún recibía poder. Las energías oscuras de estos seres, los gritos, las agonías, todo estaba manifestándose, la oscuridad se había tornado más intensa bajo el cielo rojo, pero nada estaba perdido.

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Caducifer, Cariosus, Pauca y Capitalis, que también recibieron energías, no pudieron hacer nada, pues su dominio sobre los elementos estaba anulado. Para no perderlos Eburnea los envió a la capital del Niger Imperium a través del agua, Conor no se preocupó, pero ese momento fue aprovechado por él, la impactó con una gran estaca formada del hielo que había en el suelo, lo único que ella pudo hacer fue achatar la punta con el control que tenía, Eburnea recibió un gran impacto.

Los arcángeles se reunieron alrededor de Conor, formaron las mismas posiciones que hicieron el día en que se llevaron a su madre y a su padre. Pero el joven emitió un gran aro de fuego que los expulsó a grandes distancias dejándolos casi rostizados, seguía recibiendo poder.

Eburnea disparó un rayo a toda velocidad hacia su hermano, y embestía con cada elemento, con técnicas ancestrales y antiguas muy bien escondidas, realizadas y distinguidas.

Volaron centellas, más rayos, ataques con agua, proyectiles de hielo, fuego ardiente.

Conor y Eburnea se arrimaron impulsados por el viento y estuvieron cara a cara, se miraron, a su alrededor se formó una gran área de energía, que ardía derritiendo el hielo.

Conor impactó a su hermana con un rayo que ella no pudo prevenir, se movía tan rápido que la joven no podía ni percibirlo.

- ¿Es todo lo que tienes?- provocó el joven- Ahora que lo dices no- se levantó y escupió al suelo.

Eburnea elevó los brazos y un formó un gran tornado, giraba dentro de él, pero luego también se envolvió de llamas y de agua, Conor no podía blandir las fuerzas de su hermana para entrar.

Los arcángeles se acercaron y formaron a su alrededor una estrella de cinco puntas.

Conor se agachó tomándose la cabeza, se tiró de los pelos y comenzó a golpear contra el suelo.

Recibió impactos de Eburnea que los enviaba desde dentro de la coraza que había armado, todo estaba hecho un caos.

El joven se contrajo lo más que pudo y luego se abrió con todas sus fuerzas, emitió una onda de fuego nuevamente, pero los arcángeles mantenían las posiciones, intentaban entrar en su mente, Eburnea lo golpeaba con toda clase de proyectiles que estaban despedazando su cuerpo.

~ 131 ~

Sintió que todo se caía, se contrajo nuevamente, usó sus fuerzas para que sus amigos no perecieran por lo que estaba por suceder, se movió manipulando el espacio, se acercó a Sponsus, y entró en su mente, alrededor de sus amigos formó un campo de fuerza que lo rodeó por todos los elementos. Afuera sus seis adversarios estaban intentando entrar.

Susurró unas palabras al oído del príncipe del reino Terrae y luego todos allí dentro parecieron ausentes una milésima de segundo, el campo se deshizo.

Conor estaba nuevamente allí, pero sus amigos, junto con Imbellis y Strenue habían sido trasladados. Estaba golpeado, con la carne viva, heridas muy graves y una mirada extremadamente agresiva.

- Bimebris Duellum Eburnea- gritó con todas sus fuerzas.- Que así sea- los arcángeles abandonaron rápidamente el lugar.

Los dos hermanos se miraban excitados, el poder era inmenso, Conor aún recibía Almus Cordis, se sentía cada vez más saturado, su cuerpo no resistía más poder.

La mujer atacó inmediatamente con un meteoro pero su hermano repitió el movimiento haciéndolo chocar, el agua derretida que había a su alrededor estaba haciendo que el poder de los rayos se dispersara.

A eso le siguieron grandes oleadas de aguas, de hielo, nuevos proyectiles, ataques frente a frente, se miraban, se lanzaban con esferas líquidas, bolas de fuego, más descargas, los dos se destrozaban poco a poco. La mujer perdió gran parte de su tapado y vestido, pero poseía una armadura que le protegía el cuerpo, aunque ésta ya había cedido bastante.

Final y nuevamente se miraron desde lejos, Conor invocó lentamente los cuatro elementos, miró adelante, su hermana bloqueó el ataque.

El joven se tomó del pelo, se agarró la cabeza, comenzó a temblar, se agitó fuertemente, los ojos se le fueron, no controlaba su cuerpo.

Lanzaba grandes olas de poder, eran imposibles de bloquear.

- Sabía que te saturarías Conor, ningún cuerpo sobre estos mundos puede resistir tanto poder- rió levantándose luego de las olas de poder que había recibido, las cuales había disminuido usando grandes cantidades de fuerza- el mío no lo hace, lo hace el relicario-

Conor no podía hablar, siguió moviéndose de forma violenta en el suelo.

~ 132 ~

Eburnea lo elevó y lo puso de pie, no pudo mantenerse, seguía recibiendo más y más Almus Cordis. Nuevamente su hermana lo elevó, pero ella iba junto a él, ascendieron a lo alto en el cielo.

Undique miraba riendo el espacio donde el calor de Muspelheim, ahora el cielo, y del hielo de Niflheim, ahora suelo, se juntaban, de donde comenzaban las raíces de Ygssadril que se veía en ese momento.

Ella miró hacia abajo, suspendía lejos de sí a su hermano, pero miraba algo con pasión.

Eburnea estaba admirando el Ginnungengap, el gran abismo.

~ 133 ~

Capítulo 44 Ygssadril

La caída del grande saturado

Barathrum

Una risa malévola y seductora.

Deseos que llevaban años creciendo.

El destino de todo sobre Ygssadril en manos de Eburnea.

Un joven saturado por los poderes que aún seguía recibiendo.

El cuerpo de éste golpeado por poderes indescriptibles.

Un pésimo estado.

Una leve brisa que dejó caer el cuerpo de Conor directo hacia el Ginnungengap.

El cuerpo que cayó al abismo.

Otra risa malévola, planes cumplidos, no percibía ninguna amenaza que pudiera obstaculizar sus planes, un gran día, un gran logro, la caída del grande.

Eburnea se dirigió hacia el Niger Imperium. No intentó robar el Almus Cordis de Conor, no podría con tanto poder, prefirió exiliarlo, desterrarlo y mandarlo a las desconocidas entrañas del abismo.

Conor desapareció de la faz de Ygssadril.

El poder,tan deseado y venerado,tan odiado y envidiado,tan bueno y tan malo,

tan benéfico y maléfico,tan seductor y atrapante,

tan ignorado y alejado,tan saturante e incontrolable.

El poder,lleva a la cima,

en la cima se tropieza,

~ 134 ~

o alguien pasa esa altura,no se puede ir más alto,

pues el cuerpo no lo soporta,puedes arriesgarte,

Pero el misterio espera

~ 135 ~

EpílogoLas plantas se han marchitado,

las aguas se han congelado,los cielos han ardido,

la salvación ha caído al vacío,el mal ha vencido,

desconocido el camino de la Alianza,desconocido el futuro de Midgard,

perdida toda señal de Conor,El joven que cayó al abismo.

Cantarán por años la canción,del chico que todo lo dio,

saturados fueron sus poderes,pero nunca de ellos abusó,

vibró en amor,muchas artes consiguió,

su destino en el abismo es incierto,pero su legado muy sincero,

sirvió de ejemplo para muchos,pero ahora llegan nuevos tiempos.

La nueva emperatriz de Midgard,nuevos asentamientos,

nuevos pueblos,nuevas razas,

muchos cambios en el mapa,dolores de cabeza,

resaca y malestares,trabajo y duro y muertos por doquier,

pocos sobrevivientes,manipulación de la materia a su antojo,

Solo la emperatriz con poder sobre los elementos,los elfos de la logia como nobles,los sobrevivientes como esclavos,

el nacimiento de miles de especies nuevasproducto de la maldad acumulada,

~ 136 ~

producto de los residuos de los muertos,producto del exceso de poder,

Un mundo corrompido,La esperanza perdida.

Si algo bueno quedaba ya ha desaparecido.

El Dios brillanteque se había alzado imponente,

que había dispuesto su energía para el torneo,que amaba a la creación,llegó al ocaso de su vida,donde Skoll lo alcanzó,

lo devoró por completo,lo dejó sin vida ni luz,

y por fin cumplió su cometido,El cielo así se descontroló,

se tiñó de rojo,lo invadió el calor abrasador.

La Diosa brillante,hermana y pasada mujer de Sól,

había relucido como nunca,había enseñado todo su esplendor,

pero en el crepúsculo, cuando todo se acabó,Hati la alcanzó,

no fue en el eclipse,fue un día normal del que mucho estaba disfrutando,

Las tierras y los océanos se congelaron,todo quedó inerte,

para ellostodo se acabó.

~ 137 ~