tecnica de necropsia en reptiles

MEM. CONF. INTERNA MED. APROVECH. FAUNA SILV. EXÓT. CONV. · 2012, 8: 2

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TÉCNICA DE NECROPSIA EN REPTILES

Martínez-Acevedo LS*

:MVZ, Dipl. Med. FS., Esp. Anatomopatología Veterinaria. Correo e٭[email protected]

Resumen

Se describen los procedimientos que se llevan a cabo, antes durante y posterior a un examen de necropsia en reptiles, como parte integral del diagnóstico veterinario en este grupo de animales, reconociéndolo como herramienta para una aproximación sistemática al comportamiento de las enfermedades de los pacientes, útil además para la aplicación de medidas preventivas en coespecíficos. Las técnicas de necropsia tienen algunas variaciones según la especie y en este caso se detallan tres grupos: lagartos y cocodrilos, serpientes y tortugas.

Palabras clave: necropsia, reptiles, lesiones, muestras, patología.

Introducción

El examen de necropsia, hace parte integral de un diagnóstico clínico y permite determinar la causa de enfermedad y muerte de un animal. Es un complemento esencial para la práctica médica veterinaria y debe estar acompañado con la toma de muestras para análisis de histopatología, microbiología, parasitología, virología y toxicología. La práctica de necropsia en fauna silvestre permite reconocer el comportamiento de una enfermedad y aplicar medidas preventivas y correctivas en los demás animales, así como usar tratamientos adecuados; en poblaciones silvestres, permite tambiidentificar factores que están alterando la sobrevivencia y el hábitat de los animales.

Como en otras especies, la necropsia en reptiles debe tener en cuenta las diferencias anatómicas y biológicas de las especies, para poder identificar cambios y lesiones durante un examen post mortem [7]. También es importante, conocer los cuidados especiales que se deben tener durante su realización, como por ejemplo en el caso de especies venenosas o sospecha de enfermedades zoonóticas [5, 6].

Para que la necropsia sea exitosa debe asegurarse la recolección de la mayor cantidad de información clínica del cadáver, realizar un análisis detallado, sistemático y organizado de las lesiones macroscópicas y tomar los muestreos complementarios para obtener un diagnóstico acertado y concluyente de acuerdo a los objetivos de la necropsia y las circunstancias de la muerte. Los resultados obtenidos de la necropsia deben interpretarse


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en conjunto con la historia clínica, sintomatología, aspectos nutricionales y análisis complementarios.

Las técnicas de necropsia tienen algunas variaciones según la especie y en este caso se detallan tres grupos: lagartos y cocodrilos, serpientes y tortugas.

Procedimientos Previos a la Necropsia

Es importante llevar a cabo el examen de necropsia en un área aislada, alejada de animales enfermos u hospitalizados, que sea ventilada, iluminada y con agua disponible, en la cual se pueda cumplir con las normas mínimas de bioseguridad durante el proceso.

Manejo del Cadáver En algunos casos se requiere la eutanasia del animal y generalmente se hace por motivos de bienestar animal. Se debe tener en cuenta el tamaño del animal y la especie para escoger el método de eutanasia. Se recomienda la sedación o tranquilización antes del procedimiento, con Telazol o Ketamina [7], requiriendo de 15 – 20 minutos para cumplir su efecto; posteriormente se inyecta un barbitúrico intravenoso, intracardiaco o intracelómico o anestesia inhalada (Halotano o Isofluorano). [4, 5, 7] En animales pequeños (menores de 40g), el método empleado es la decapitación; y aunque algunos autores mencionan el congelación, no se recomienda por ser doloroso, además de impedir el estudio histopatológico posterior. Se debe tener presente, que en reptiles normalmente el corazón puede seguir latiendo incluso horas después de haber aplicado la eutanasia [4, 7], además, pueden mostrar movimientos involuntarios de músculos esqueléticos y contracciones cardiacas dando la impresión de estar vivos [5]; por lo que no es fácil determinar cuando los reptiles están verdaderamente muertos.

Toda necropsia en especial la de reptiles, debe realizarse tan pronto sea posible con el fin de evitar cambios autolíticos o post-mortem. En reptiles la descomposición o autolisis se presenta con mayor rapidez, ya que la mayoría de animales en cautiverio se encuentran en alojamientos con suministros de calor o acuarios que aceleran este proceso; además algunas características anatómicas como la piel gruesa o el caparazón favorecen la conservación de la temperatura. Si el cadáver va a ser transportado, debe asegurarse que esté bajo óptimas condiciones de refrigeración, en cuyo caso el cadáver puede conservarse hasta por 24 horas. [5, 7] Los cadáveres nunca se deben congelar, esto impide un análisis histopatológico por los artefactos generados en los tejidos, como daños en la arquitectura y formación de cristales de hielo; adicionalmente, la congelación destruye gran cantidad de microorganismos como bacterias u hongos para su cultivo. [4, 5]

MARTÍNEZ-ACEVEDO LS

18 · © Asociación de Veterinarios de Vida Silvestre (VVS) ISSN 2011 - 9348

Historia Clínica La recopilación de datos es indispensable para la realización de la necropsia. Los datos suministrados en historia clínica son de vital importancia para orientar el diagnóstico macroscópico y la toma de muestras complementarias [5]. Una historia clínica debe incluir datos como: nutrición, sintomatología y curso de la enfermedad, tratamientos suministrados, cambios en la dieta o alojamiento, presencia de otros animales enfermos o muertos, historia de traumas o accidentes y datos clinicopatológicos realizados antes de la muerte. [5, 7]

Elementos de Protección Personal Un equipo básico de protección personal incluye: overol, delantal, guantes de látex, mascarilla facial y botas de caucho. El equipo de protección debe ser usado obligatoriamente con el fin de evitar la exposición a enfermedades potencialmente infecciosas o zoonóticas. [5, 7]

Elementos de Trabajo Los elementos necesarios para la realización de la necropsia de reptiles varían según la especie, el tamaño del animal y su anatomía. Los elementos básicos son: tijeras curvas y rectas de diferentes tamaños, pinzas con y sin garra, bisturí o cuchillos dependiendo del tamaño, tabla para cortar los tejidos y segueta.

Para la toma de muestras complementarias, tubos con y sin anticoagulante para muestras de sangre, frascos plásticos de boca ancha con formol buferado al 10% para muestras de histopatología, un equipo de disección estéril, bolsas estériles, hisopos con y sin medio de transporte para cultivos microbiológicos o muestras para virología, laminas y laminillas para extendidos, citologías o improntas.

Finalmente, un formato donde se consignen los hallazgos de necropsia, una cámara fotográfica y elementos para la identificación de las muestras como cinta de enmascarar y marcadores de tinta indeleble.

Examen de Necropsia

Examen Externo Antes de iniciar el examen externo, se confirma la identificación del animal y se pesa. El examen externo permite identificar condiciones nutricionales y de hidratación. [5] Los ojos hundidos son indicadores de deshidratación severa o malas condiciones nutricionales. La condición corporal se evalúa por medio de la observación de la masa muscular y prominencias de las estructuras



esqueléticas, especialmente las vértebras, que en animales sanos no son manifiestas a simple vista. [5] El grosor de la base de la cola de lagartos y cocodrilos es un buen indicador del estado nutricional. [7]

En el examen externo se valora la piel, el caparazón en quelonios, cavidad oral, ojos, oídos, narinas y cloaca. Además, una palpación cuidadosa del cadáver permite encontrar traumas, masas o lesiones cutáneas, tumefacción de articulaciones, fracturas u otras anormalidades. [5] En especies de tortugas marinas, se debe tener apreciaciones especiales como la cantidad y distribución de la cobertura de epibiota, ya que este es un indicador de dermatitis. [5] Si se observan ectoparásitos, estos se colectan e incluyen en alcohol o formol. [7]

Examen Interno En la clase REPTILIA, existe una diversidad de características anatómicas en cada especie. Para desarrollar el procedimiento de técnicas de disección y examen interno, se determinan ciertas diferencias en cada una de las principales especies, como son lagartos y cocodrilos, serpientes y tortugas.

Lagartos y Cocodrilos

Los lagartos y cocodrilos tienen grandes similitudes en su anatomía y el procedimiento de necropsia en estos dos grupos se realiza de la misma manera. Se debe tener especial precaución con las especies de lagartos venenosos, como los monstruos de Gila (Heloderma suspectum) y los dragones barbados (Heloderma spp), que poseen glándulas sublinguales de veneno que producen neurotoxinas. [2, 5, 6]

Para empezar la necropsia, el animal se pone en decubito dorsal y se hace una incisión con bisturí o con tijera por la línea media ventral, desde la cloaca cranealmente hacia el espacio intermandibular. [5] La piel se separa hacia los lados dejando expuestos los músculos y el tejido subcutáneo, en este momento se deben tomar muestras de tejido muscular. En especies de lagartos como los camaleones, por sus características anatómicas es mejor realizar la disección en decúbito lateral, removiendo la pared celómica y la caja costal de un lado completo. [5, 7]

Los reptiles no tienen una cavidad torácica y abdominal separada por un diafragma muscular como en otras especies, poseen una sola cavidad denominada cavidad celómica. [4] La cavidad celómica de los lagartos, se expone con el corte de los músculos y el tejido subcutáneo, para las especies de lagartos de mayor tamaño y los cocodrilos, es necesario después de incidir la piel, realizar cortes de las uniones costocondrales a ambos lados para retirar la caja costal. [5] Finalmente, se retira junto con el tejido



subcutáneo y muscular dejando expuesta la totalidad de la cavidad celómica. Los cocodrilos tienen un seudodiafragma que separa la cavidad celómica en dos, una parte craneal que aloja el corazón, hígado y pulmón y una parte caudal donde están las demás vísceras. [6]

En todas las especies de reptiles, una vez están expuestos los órganos internos de la cavidad celómica, se realiza un examen que incluya la apariencia general de los órganos, posición o mal posición anatómica, evidencias de fluidos libres en la cavidad, parásitos, celomitis, quistes, abscesos, masas obvias o cualquier otra anormalidad. [4, 7] En la cavidad celómica de los lagartos se encuentra el cuerpo graso, este es un indicador del estado nutricional del animal, debe ser de tamaño visible y cubrir una buena parte de las vísceras, en animales sanos u obesos, si se presenta alguna enfermedad o anorexia este se atrofia y no es tan evidente. [5, 6]

Después de exponer la cavidad celómica, se procede a separar el tracto orofaríngeo, retirando la piel de la mandíbula y cortando por las ramas mandibulares, separando la lengua y examinando la cavidad oral, la glotis y la faringe. [5] Los cambios en la cavidad oral pueden incluir gingivitis, estomatitis, abscesos, neoplasias o traumas. En iguanas verdes, la punta de la lengua tiene un color más oscuro y no debe confundirse con una lesión. [4] En cocodrilos la válvula gular y la región de la glotis son sitios comunes de lesiones patológicas y deben examinarse. [5] Los huesos de la cabeza y mandíbula, se examinan en busca de deformidades o tumefacciones asociadas a deficiencias nutricionales, o hiperparatiroidismo en animales juveniles o geriátricos. [4] Otros tejidos importantes de la región cervical son el timo, la glándula tiroides y la glándula paratiroides, las cuales se distribuyen caudal a la mandíbula y craneal al corazón. [4, 5]

En lagartos, el timo es pareado y se localiza ventral y medial a la carótida interna y a la vena yugular; en cocodrilos el timo es alargado y se extiende de la base del corazón a lo largo del cuello, este no involuciona con la madurez del animal. [4] La glándula tiroides en lagartos y cocodrilos puede ser simple, bilobulada o pareada dependiendo de la especie y es de color rojo oscura [4, 5]; los lagartos pueden tener uno o dos pares de glándula paratiroides. En iguanas verdes (Iguana iguana), la parte caudal se localiza en el origen de las arterias carótidas interna y externa y las glándulas anteriores dejan las ramas de la mandíbula. Los cocodrilos pueden tener uno o dos pares de glándulas paratiroides cerca de la arteria carótida común. [5, 7] Una vez ubicados estos órganos, se toman muestras realizando cortes del parénquima que permitan su fijación.

Posteriormente, se examina el sistema cardiovascular. Se corta el saco pericárdico, que normalmente contiene escaso fluido transparente y se buscan cambios de coloración, tamaño y forma del corazón o adherencias



del pericardio. Los lagartos tienen el corazón tricameral y una aorta derecha e izquierda. Los cocodrilos son los únicos reptiles que tienen el septum interventricular completo convirtiendo el corazón en tetracameral, dos aurículas y dos ventrículos con aorta derecha e izquierda. [4, 5, 7] Los grandes vasos se examinan en busca de aterosclerosis o mineralización distrófica, asociadas a patologías renales, hiperparatiroidismo, deficiencias nutricionales e hipervitaminosis D3. [4] El corazón se retira, cortándolo desde la base y se toman muestras para histopatología.

Para el examen del hígado y el tracto gastrointestinal, se retira el paquete completo de órganos, cortando con unas tijeras el tejido conectivo que los adhiere a la carcasa. [5] El hígado se separa de los intestinos para su examen, es el órgano más grande y normalmente es color café oscuro, fuertemente pigmentado, si su color es café claro o amarillento, se relaciona con acumulación de lípidos y si esta café oscuro o negruzco se debe a atrofia. [5] Con un bisturí se cortan varias secciones con el fin de determinar cambios en la consistencia o lesiones que profundicen el parénquima. La vesícula biliar esta ubicada adyacente al hígado. El páncreas se localiza en la curvatura duodenal, y el bazo es una estructura ovoide, color rojo oscuro, estrechamente asociado al páncreas y cerca al estómago. [5]

El tracto gastrointestinal de los lagartos y cocodrilos es simple y está compuesto por estómago, intestino delgado, intestino grueso y finaliza en la cloaca donde desemboca el colon por el coprodeum, mientras que el urodeum colecta la orina y materiales reproductivos. [4] Es característico el pigmento negruzco en la serosa de la cavidad celómica de algunas especies de lagartos. [5] El intestino delgado de los cocodrilos normalmente es de paredes gruesas y musculares; su diferenciación macroscópica con el intestino grueso suele ser difícil, por lo tanto se deben tomar muestras de varias secciones. Para el examen del tracto gastrointestinal, se sugiere cortar con una tijera el mesenterio, facilitando la inspección de los órganos, después, abrir desde el estómago hasta el intestino grueso, examinando el contenido gastrointestinal y la apariencia de la mucosa. Si se sospecha de intoxicaciones, en este momento se toman muestras de contenido gástrico.

Para examinar el tracto respiratorio que se encuentra adherido a la carcasa se corta con tijera, abriendo la faringe y la tráquea, continuando la incisión hasta el pulmón. La tráquea en cocodrilos tiene anillos completos e incompletos en lagartos. [2, 7] La tráquea se bifurca en dos bronquios extrapulmonares, que son extensos en cocodrilos adultos y deben examinarse en busca de exudados o lesiones. Igualmente, se inciden los pulmones en busca de exudados, nódulos, parásitos o cambios de la arquitectura. [4, 5]



Las glándulas adrenales y el tracto genitourinario se localizan en la parte caudodorsal de la cavidad celómica. Los riñones están localizados extremadamente caudal en la mayoría de lagartos y se sitúan hasta el espacio retrocelómico debajo de la pelvis, requiriendo cortar la pelvis para su examen y remoción; buscando cambios de coloración, aumento de tamaño o depósitos de uratos que se presentan en animales con gota visceral por falla renal. [4, 5] Los lagartos machos durante la etapa reproductiva, desarrollan un “segmento sexual” en los riñones, tomando una apariencia tumefacta, lo que no debe confundirse con una lesión. [4, 5] Los cocodrilos y algunas especies de lagartos, no poseen vejiga urinaria y los uréteres se vacían directamente en el urodeum. Sin embargo, se debe abrir y examinar el contenido en busca de cálculos.

El tracto genital esta compuesto por hemipenes y testículos en machos, así como ovarios y oviductos en hembras. Los lagartos tienen hemipenes pareados, que se localizan cercanos a la base de la cola y en algunas especies se calcifican cuando alcanzan la madurez sexual [2], los testículos bilaterales se localizan en la cavidad celómica craneal a los riñones y se encuentran suspendidos por el mesorquio. Las hembras tienen ovarios y oviductos pareados y están localizados craneales a los riñones [2], en lagartos hembras es un hallazgo frecuente la distocia por estasis folicular o retención de huevos, por lo cual el tracto reproductivo debe examinarse cuidadosamente [4].

Las glándulas adrenales son pareadas y alargadas, en lagartos están ubicadas dentro del tejido conectivo mesentérico medial a las gónadas en machos, y craneal a los riñones en hembras. [5] Su coloración normalmente es amarillenta o café pálido. Las glándulas adrenales se muestrean en conjunto con las gónadas. [5]

Después de colectar todos los órganos de la cavidad celómica, se toman muestras de músculo, hueso y nervios. La medula ósea se obtiene de preferencia tomando un corte completo del fémur. [5]

Para examinar el cerebro en lagartos y cocodrilos, se separa la cabeza del resto del cuerpo cortando en la unión atlanto-occipital. Después se retira la piel que recubre el cráneo con el fin de cortar directamente sobre el hueso; en cocodrilos cuya piel de la cabeza está íntimamente adherida al cráneo, la piel no se separa y se realiza un solo corte involucrando las dos estructuras. [5] El corte para extraer el cerebro se hace desde el foramen magno hacia la línea media dorsal del cráneo entre los dos globos oculares, en lagartos y cocodrilos pequeños se puede realizar con una tijera de cierra y en adultos con el uso de una segueta [5], de esta manera el cerebro queda expuesto para retirarlo. Posteriormente los ojos también se remueven. Si de acuerdo a la historia clínica se requiere tomar muestras de medula espinal, esta puede



ser obtenida realizando un corte de la columna vertebral cervical en animales grandes y en especies de lagartos pequeños se toma un fragmento completo de las vértebras, se fija en formol para después decalcificarlo y realizar su estudio histopatológico.

Serpientes

Como en caso de algunos los lagartos, antes de iniciar el examen postmortem de una serpiente se deben tener precauciones especiales si se trata de una especie venenosa ya que las glándulas del veneno, son glándulas salivales modificadas que producen potentes componentes enzimáticos con capacidad para causar la muerte de una persona. [3, 5] En estas especies se debe asegurar la cabeza con la boca cerrada, usando una cinta adhesiva alrededor de la mandíbula o insertando la cabeza en un recipiente cilíndrico de calibre grueso. Sin embargo, es preferible retirar la cabeza del animal y ponerla en formol para desactivar el veneno y proceder a la necropsia, después se toman muestras del cerebro u otra muestra de la cabeza, según se requiera. La protección debe ser extrema y el manejo de estas especies debe ser muy cuidadoso, por el riesgo de incidir las glándulas del veneno. [5]

Para realizar el examen interno de una serpiente, esta se ubica en decúbito dorsal. Se incide por la línea media ventral, desde la cloaca cranealmente hasta el espacio intermandibular. En serpientes muy grandes, es necesario incidir la piel por el borde lateral de las escamas ventrales. Una vez realizada la incisión de la piel, esta se desplaza hacia los lados a lo largo de todo el cuerpo del animal exponiendo el tejido subcutáneo y muscular. En este momento se toman muestras de tejido muscular. [5]

Para el examen de la cavidad oral se incide por la unión temporo-mandibular, permitiéndo examinar la lengua, la glotis, el esófago proximal y la tráquea. Se observa en busca de erosiones, úlceras, gingivitis o lesiones en los dientes y se toman las muestras de cada uno de estos tejidos.

La cavidad celómica se examina después de incidir por la línea media ventral, cortando el tejido subcutáneo y muscular, se observan todos los órganos in situ; las serpientes con buena condición corporal tienen cuerpos grasos en la cavidad celómica, que se extienden cranealmente por la región media del cuerpo. [5] Como en otras especies, el timo y la glándula tiroides se encuentran localizados craneales al corazón, el timo en serpientes es un órgano pareado con un lóbulo craneal y otro caudal. La glándula tiroides en serpientes es una glándula simple y tiene dos pares de glándulas paratiroides; uno está localizado entre los lóbulos posterior y anterior del timo y el segundo par en la bifurcación de la arteria carótida. En este momento se



toman muestras de la tiroides y el timo, antes de continuar con la disección. [5]

Las vísceras de la cavidad celómica se retiran en su totalidad, para realizar un examen detallado y organizado de todos los órganos. Por medio de tracción en sentido caudal desde la laringe, la tráquea y el esófago se van separando de la cavidad cortando el tejido conectivo y sosteniendo los bordes de la tráquea y el esófago con unas pinzas con garra. Todas las vísceras se retiran hasta la cloaca y se ponen sobre la mesa de disección.

Se inicia con el corazón, que en serpientes es tricameral, compuesto por dos aurículas y un ventrículo. Se hace una incisión en el vértice del corazón y se continúa hacia las aurículas y vasos mayores, para visualizar la superficie del endocardio y las válvulas cardiacas. [5, 6]

Después, se procede a examinar la tráquea, los bronquios y el pulmón. La tráquea de las serpientes tienen anillos cartilaginosos incompletos [3, 7], esta se abre con unas tijeras en dirección caudal hacia los pulmones, el pulmón de las serpientes tiene una porción caudal que termina en un gran saco aéreo que se puede extender caudalmente por la cavidad celómica. [5, 7] En muchas especies de serpientes el pulmón izquierdo es más pequeño que el derecho o está ausente, pero en las boas el pulmón izquierdo esta muy desarrollado. [5] Se debe observar la luz traqueal y los pulmones en busca de secreciones, nódulos o material extraño y se toman las muestras de cada tejido contemplando diferentes áreas del pulmón.

Se continúa con el hígado, que es un órgano alargado y de color café, este tiene la vesícula biliar localizada distalmente y está conectada con el duodeno por un conducto biliar común. [5, 7] El hígado se examina buscando cambios de coloración, tamaño, forma, presencia de masas o nódulos y se realizan cortes seriados para determinar cambios de consistencia o coloración del parénquima. El bazo es un órgano redondeado y rojizo que se localiza distal al estómago, entre el tejido conectivo mesentérico, para su muestreo se corta por la mitad con el fin de que el formol penetre el parénquima. El páncreas es un órgano multilobulado, de superficie lisa, color canela pálido, localizado caudal al bazo y cerca al duodeno. Algunas especies de serpientes tienen el bazo y el páncreas fusionado, recibiendo el nombre de esplenopáncreas. [4, 5] Para localizar el bazo y el páncreas, se localiza primero la vesícula biliar y buscar alrededor de ella estos dos órganos.

El tracto gastrointestinal de las serpientes, es una estructura simple compuesta por el estómago, intestino delgado e intestino grueso. Es difícil distinguir las diferencias entre el intestino delgado y el grueso, y por esto se deben tomar varias secciones del intestino para su estudio histopatológico. [5] Para examinar la mucosa del tracto gastrointestinal, se corta con una



tijera el mesenterio y posteriormente se abre desde el estómago hasta el intestino grueso. Se buscan cambios de coloración, engrosamiento de las paredes gastrointestinales o de los pliegues estomacales, así como parásitos gastrointestinales.

Las serpientes no tienen vejiga urinaria y los riñones son multilobulados, de color café oscuro localizados cranealmente a la cloaca, y los uréteres se conectan directamente con el urodeum. [4, 6, 7] Se examinan los riñones, si tienen cambio de coloración o tamaño, seccionando con el bisturí, se determinan cambios de consistencia o presencia de uratos. En serpientes machos, al igual que en lagartos, el riñón desarrolla un segmento sexual durante la etapa reproductiva y no debe confundirse con una lesión. Las glándulas adrenales de las serpientes son estructuras alargadas, delgadas, de color café amarillento, localizadas entre el tejido conectivo que soporta las gónadas (mesorquio y mesovario) en machos y hembras [5], estas deben colectarse junto con los riñones. En los machos, los testículos son alargados y se localizan entre el páncreas y el riñón, en las hembras, los ovarios se localizan cerca al páncreas; es importante examinar los oviductos en busca de gravidez o presencia de huevos. [4]

En este momento solo falta realizar el muestreo de los tejidos que permanecen en la carcasa, como la piel, músculos, columna vertebral y la cabeza. Como las serpientes son susceptibles a osteoartritis y osteoartrosis de la columna vertebral, se palpa la superficie ventral de las vertebras, en busca de deformidades o irregularidades. Si se detectan anormalidades, se recomienda tomar muestras de vertebras completas, las cuales se fijan en formol y posteriormente se decalcifican para su evaluación histopatológica. [5]

La cabeza se remueve por la unión atlantooccipital, en serpientes pequeñas con la cabeza de 2cm de longitud, se toma completa y se incluye en formol y después de estar fijada y decalcificada se realizan cortes de diferentes secciones. En serpientes grandes o en las que se requiere un examen detallado del sistema nervioso, para la remoción del cerebro, se empieza cortando la piel y músculos que rodean el cráneo, después se continúa con unas tijeras o con una segueta, cortando desde el foramen magno por la línea media dorsal del cráneo hasta el nivel de las orbitas oculares, se corta el fragmento de cráneo separado y queda expuesto el cerebro para ser muestreado. [5]

Para el muestreo de la medula espinal, se pueden separar dos segmentos de la columna vertebral exponiendo una sección de la medula o se puede realizar la extracción por una laminectomía con una cierra pequeña, este método requiere de mucho cuidado para no dañar la porción de la medula que se va a extraer. [5]



Finalmente se toman muestras de los ojos; las serpientes no tienen parpados, en su lugar poseen unos lentes transparentes sobre cada ojo, que son una modificación de la epidermis y proveen protección a la superficie expuesta del globo ocular [3], la retención de estos lentes durante la ecdisis se asocia a enfermedades corneales y panoftalmitis. [5, 4] Para la determinación de enfermedades oculares, conviene mantener la integridad de los ojos durante el muestreo, se remueven los globos oculares completos cortando la piel periorbital y disecando alrededor del globo.

Tortugas

Para el examen de órganos internos de la tortuga, esta se pone en decúbito dorsal. El plastrón se remueve cortando con un cuchillo o bisturí la piel por los bordes del plastrón y las adherencias al caparazón a ambos lados con una segueta. En tortugas marinas, el borde marginal se corta fácilmente con un cuchillo. [5] Las adherencias de los músculos pectorales y pélvicos al plastrón se cortan con un cuchillo, dejándolos adheridos al cuerpo. Una vez retirado el plastrón, la piel del área gular de la mandíbula inferior se incide medial y por los bordes de las ramas mandibulares, esta incisión se extiende por la orofaringe para exponer la lengua, la glotis y la tráquea proximal. Las tortugas no tienen dientes y usan su pico córneo para la masticación. [4] Se examina la cavidad oral en busca de erosiones, cambios de coloración, placas y se toman las muestras correspondientes.

La tráquea y el esófago se retiran en conjunto y se incluyen en el formol. La tráquea tiene anillos cartilaginosos completos y se bifurca en bronquios principales que se continúan con los pulmones. [4, 6] Para exponer la cavidad celómica, se cortan las extremidades anteriores y posteriores, desarticulándolas y cortando los músculos asociados. Se observan los órganos in situ, y se procede a retirarlos de la cavidad, empezando por la glándula tiroides y el timo. El timo en quelonios es pareado, de color blanco-amarillento y se ubica adyacente a las arterias carótida y subclavia. La glándula tiroides se localiza en la base de las aortas derecha e izquierda, y la paratiroides es difícil de identificar; se localiza adyacente o entre los lóbulos del timo. [5]

Una vez muestreados los órganos linfoides ubicados cerca al corazón, se procede a incidir el pericardio, separar y retirar el corazón. El corazón de las tortugas es tricameral, compuesto por dos aurículas y un ventrículo, el vértice del ventrículo se encuentra adherido al pericardio por el gubernaculum cordis. [5] Se hace una incisión del ventrículo y se incluye en formol.

El hígado en quelonios es grande y bilobulado, se adhiere al estomago por tejido conectivo y tiene una vesícula biliar que puede estar colapsada o muy distendida. [5] El hígado se inspecciona en busca de cambios de coloración,



forma o tamaño y se secciona con bisturí en varios cortes buscando masas, cambios de la consistencia, o lesiones que profundicen el parénquima. El tracto gastrointestinal compuesto por estómago, intestino delgado, colon y los órganos asociados (bazo y páncreas), se retiran en conjunto cortando desde el tejido conectivo que adhiere el esófago, el estómago y el tracto gastrointestinal al caparazón, hasta la cloaca. Se sugiere cortar el tejido mesentérico con tijeras de punta roma, facilitando la inspección del tracto gastrointestinal, abriendo desde el estómago hasta la cloaca, examinando la mucosa y el contenido gastrointestinal. Finalmente, tomar las muestras de cada órgano.

El páncreas se localiza cerca al esfínter pilórico y al duodeno, entre el tejido conectivo mesentérico del tracto gastrointestinal. Como en otros reptiles, el bazo y el páncreas están estrechamente asociados. Cerca al colon distal y a la cloaca y ventral al recto se localiza la vejiga urinaria, esta se retira para examinarla por separado. [5]

Después de retirar el hígado y el tracto gastrointestinal, quedan a la vista los pulmones, las gónadas, los riñones y las glándulas adrenales. Los pulmones estan adheridos a la carcasa, se retiran tomando el borde libre de la tráquea con una pinza y cortando con tijeras el tejido conectivo que los adhiere al caparazón. Una vez retirados los pulmones, se abren con unas tijeras para evaluar su contenido, coloración y realizar el muestreo. Las tortugas son muy susceptibles a infecciones del tracto respiratorio, por lo tanto el examen del pulmón debe ser cuidadoso; si se observan nódulos o espuma blanquecina, tomar muestras para análisis microbiológico. [4]

Las gónadas, los riñones y las glándulas adrenales se localizan caudales a los pulmones. Las glándulas adrenales son aplanadas, de color amarillo-naranjado y se localizan ventrales a los riñones en la línea media, en algunas especies las adrenales se encuentran fusionadas. Los riñones se localizan en el espacio retrocelómico contra el plastrón y una membrana delgada los separa de la cavidad celómica, estos se retiran de la carcasa y se evalúa su aspecto general, coloración, consistencia, presencia de uratos y se cortan en varias secciones con bisturí para su muestreo. [5] Todas las tortugas tienen vejiga urinaria y los conductos genitourinarios se vacían en ella, a diferencia de los demás reptiles que desembocan en el urodeum; la vejiga es delgada y distensible y funciona como depósito de agua, la cual puede ser reabsorbida así como en el colon y la cloaca. [4] La vejiga urinaria se examina en busca de cálculos renales. Las gónadas, testículos y vasos deferentes en el macho y los ovarios y oviductos en hembras, se encuentran adheridos por tejidos de soporte al celoma. Los machos a diferencia de otras especies de reptiles tienen un sólo hemipene eréctil, de color oscuro que se localiza en el piso del proctodeum; éste contiene un surco seminal por el cual se transporta el



esperma. [4, 6] En hembras reproductivamente activas se pueden encontrar numerosos folículos ováricos de diferentes tamaños. [5]

Para la extracción del cerebro, la cabeza se corta por la unión atlanto-occipital. En tortugas pequeñas, con cabezas de menos de 2cm, la cabeza se puede incluir en formol para su fijación y posterior a esto se decalcifica y secciona en varios cortes para su estudio histopatológico. Esta técnica permite que en la evaluación histopatológica se examine además el oído medio y los ojos. [5] Los quelonios tienen oído externo funcional y los abscesos aurales son comunes, por lo tanto deben examinarse con detalle. [4] En animales grandes, el cerebro se puede extraer, realizando cortes con segueta o con una cierra eléctrica pequeña. Para ello se debe cortar a través de los huesos dorsales del cráneo, por la línea media dorsal y realizar dos cortes a cada lado sobre los globos oculares; se retiran estos dos fragmentos del cráneo y justo por la línea media cubierto por la duramadre se encuentra el cerebro. Este se toma completo y se incluye en formol.

Las vértebras de los quelonios se incluyen en el caparazón después de las cervicales, desde la primera vertebra torácica caudalmente hasta la vertebra coccígea. [1] Para la evaluación de la medula espinal en animales pequeños, se toman segmentos de las vertebras cervicales y se incluyen directamente en formol, para su posterior decalcificación y corte. En grandes animales, se pueden extraer segmentos de medula espinal por medio de laminectomia. [5] Finalmente se toman muestras de los ojos.

Toma de Muestras

Es importante tener en cuenta que para llegar a un diagnóstico definitivo, se debe tener un protocolo de muestreo organizado y sistemático, con el fin de recolectar todas las muestras necesarias y con las condiciones adecuadas para los respectivos análisis complementarios. Los análisis complementarios a un examen de necropsia corresponden a histopatología, citología, microbiología, toxicología y parasitología.

Citología Las muestras de citologías, son un apoyo durante la necropsia, por su fácil realización y rápidos resultados, que pueden dar una idea de la patología presente antes de estar lista la histopatología. Muchos agentes infecciosos como Clamydias y hemoparásitos son fácilmente observados en preparaciones citológicas. [5]

Se deben tener en cuenta las características del tejido o fluido a muestrear, para que la citología se tome correctamente. La muestra debe quedar bien distribuida en la lámina y se recomienda realizar por lo menos 3 láminas de



cada muestra. Las muestras para citología pueden ser fluidos corporales, improntas de tejidos o raspados de piel.

Las lesiones con fluidos o material purulento, se colectan por medio de una aspiración con jeringa, esta se descarga sobre la lámina, se deja secar y se procede a realizar coloraciones de rutina; los exudados se pueden tomar con un hisopo y este se aplica sobre la lámina. Algunos microorganismos como protozoos y larvas de nemátodos se observan fácilmente en muestras húmedas y es recomendable aplicar solución salina y cubrir la lamina con una laminilla para llevarla al microscopio. [5]

Las improntas de tejidos se toman durante la necropsia, antes de poner el tejido sobre la lámina debe secarse bien sobre un papel absorbente para evitar los excesos de humedad; posteriormente si se realiza la impronta sobre la lámina.

Los raspados de lesiones cutáneas, se hacen con una cuchilla de bisturí dejando descargar el material sobre la lámina para su respectiva coloración de rutina.

Dependiendo de la enfermedad o el agente del cual se sospeche se usa la coloración apropiada. Si se busca un agente bacteriano se realiza coloración de gram, para micobacterias coloración de ziehl neelsen, para hongos azul de metileno o GMS (del Inglés gomori methamine silver). Para muestras citológicas coloración de Wright-giemsa, y la lámina debe ser fijada con metanol por 10 segundos antes de la tinción. Además existen en el mercado kits comerciales para las coloraciones especiales. [5]

Histopatología Los tejidos colectados en la necropsia deben fijarse en formol buferado al 10% por 24 horas. [5, 7] Estos sirven para histopatología y algunas técnicas moleculares.

Para una buena fijación de los tejidos, las muestras deben tener un grosor entre 5 – 8mm y una relación de 1/9 entre los tejidos y el formol. Si no se cumple con estos parámetros, se corre el riesgo de una mala fijación y descomposición o autolisis de los tejidos. Los tejidos muy pequeños colectados durante la necropsia deben ser fijados contenidos en un casette portatejidos para que no se pierdan a la hora de realizar el corte. Es recomendable fijar los tejidos óseos en un recipiente separado para su posterior decalcificación. [5] En casos de enfermedad neurológica el cerebro se fija completo para su posterior corte seriado.

Las muestras de tejidos con lesiones, se muestrean de manera que quede tejido aparentemente normal y parte de la lesión para comparar la transición entre las lesiones.



Toxicología Para el análisis toxicológico de muestras, estas se toman durante la necropsia y se mantienen en refrigeración o congeladas. Su tamaño aproximado de 200g y se depositan en bolsas estériles para su envío al laboratorio. [5] Dependiendo del tóxico que se quiere buscar algunas de las muestras recomendadas para análisis toxicológicos son: contenido estomacal, hígado, riñón y músculo esquelético. [5]

Microbiología Las muestras para análisis microbiológico deben colectarse con estrictas medidas de asepsia, con material estéril y en bolsas estériles, evitando el riesgo de contaminación. Si la muestra es tomada en campo se puede usar alcohol (etanol) por 5 minutos y un flameador para darle un grado de esterilidad al instrumental de colecta; una vez flameado se deja enfriar para evitar que al tomar la muestra el calor mate los microorganismos presentes en el tejido. [5]

Igualmente se pueden usar hisopos para toma de muestras de fluidos o secreciones corporales, características de infecciones bacterianas, para su posterior análisis microbiológico.

Para el envío al laboratorio estas muestras se conservan refrigeradas y deben enviarse para su procesamiento en un tiempo no mayor a 24 horas.

Parasitología El diagnóstico de parasitología incluye ectoparásitos como ácaros o garrapatas y endoparásitos como nemátodos, tremátodos y céstodos. Para la preservación de ectoparásitos o endoparásitos, se colectan en etanol al 70%. [5]

Diagnóstico Molecular El diagnóstico molecular incluye técnicas como PCR o hibridación in situ, y se emplea para microorganismos bacterianos, virales o micóticos. A pesar de su significado diagnóstico, estas técnicas aun no están disponibles en Colombia para el diagnóstico de rutina de diversos agentes infecciosos en reptiles y su utilización es limitada. Las muestras para estos análisis deben refrigerarse o congelarse entre -20°C o -70°C, o mantenerse en contenedores con nitrógeno liquido, con objeto de preservar los patógenos facilitando su posterior aislamiento. [5]



Después de la Necropsia

Al finalizar la necropsia se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones: realizar el almacenamiento de las muestras y revisar que estén correctamente identificadas, rotuladas y conservadas para los análisis complementarios, lavar y desinfectar correctamente el material usado durante la necropsia, así como la ropa y las instalaciones. El hipoclorito y las soluciones a base de glutaraldehido, soluciones de clorhexidina o soluciones yodadas son buenos desinfectantes. [5] Asegurarse que la carcasa del animal y los tejidos sobrantes sean depositados en bolsas rojas para su posterior recolección y manejo como residuo biológico.

Finalmente, el informe de necropsia se realiza tan pronto sea posible con el fin de no olvidar detalles importantes para el diagnóstico final, este informe debe ser detallado y organizado por sistemas, describiendo las lesiones encontradas en cada órgano, así como los órganos en los que no se observaron lesiones.

Referencias

1. Fowler ME and Miller RE. Zoo and wild animal medicine. 5th edition. United States of America: Saunders; 2003. Chapter 5, Raphael BL, Chelonians (Turtles, tortoises); p. 48-58.

2. Fowler ME and Miller RE. Zoo and wild animal medicine. 5th edition. United States of America: Saunders; 2003. Chapter 8, Schumacher J., Lacertilia (lizards, skinks, geckos) and Amphisbaenids (worm lizards); p. 73-81.

3. Fowler ME and Miller RE. Zoo and wild animal medicine. 5th edition. United States of America: Saunders; 2003. Chapter 9, Mitchell M, Ophidia (snakes); p. 2-91.

4. Hanley CS and Hernandez-Divers S. Practical Gross Pathology of Reptiles. Seminars in Avian and Exotic Pet Medicine, 2003 april; Vol. 12 (2): 71-80.

5. Jacobson ER. Infectious diseases and pathology of reptiles. Color atlas and text. United States of America: Taylor & Francis Group; 2007. Chapter 4, Scott P. Terrell and Brian A. Stacy, Reptile necropsy techniques; p. 219-236.

6. Jacobson ER. Infectious diseases and pathology of reptiles. Color atlas and text. United States of America: Taylor & Francis Group; 2007. Chapter 1, Overview of Reptile Biology, Anatomy, and Histology; p. 1-25.

7. Mader DR. Reptile medicine and surgery. Philadelphia (United States of America): W.B. Saunders Company; 1996. Section IV: Special topics and procedures, Chapter 25, Euthanasia and necropsy; p. 277-281.

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