técnica de administración de vacunas

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Técnica de administración de vacunas Vías de administración: Vía oral: Es la vía utilizada para administrar algunas vacunas (OPV, cólera, fiebre tifoidea, rotavirus). Se administran directamente en la boca si se utilizan viales monodosis. En caso de la vacuna OPV, si el niño regurgita o vomita dentro de los 5 a 10 minutos siguientes a la vacunación, se debe repetir la dosis. Si la segunda dosis no fuese retenida, se aplazará la administración hasta una próxima visita, sin contabilizarla como vacuna administrada. Vía intradérmica: Insertar aguja con bisel hacia arriba, una vez vencida la resistencia de la epidermis y dermis, introducir hasta tapar el orificio del bisel, que debe verse a través de la piel, e inyectar el inmunobiológico que se verá como una lenteja o gota de agua, esa es una aplicación correcta.

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Page 1: Técnica de Administración de Vacunas

Técnica de administración de vacunas

Vías de administración:

Vía oral:

Es la vía utilizada para administrar algunas vacunas (OPV, cólera, fiebre tifoidea, rotavirus). Se administran directamente en la boca si se utilizan viales monodosis.

En caso de la vacuna OPV, si el niño regurgita o vomita dentro de los 5 a 10 minutos siguientes a la vacunación, se debe repetir la dosis. Si la segunda dosis no fuese retenida, se aplazará la administración hasta una próxima visita, sin contabilizarla como vacuna administrada.

Vía intradérmica:

Insertar aguja con bisel hacia arriba, una vez vencida la resistencia de la epidermis y dermis, introducir hasta tapar el orificio del bisel, que debe verse a través de la piel, e inyectar el inmunobiológico que se verá como una lenteja o gota de agua, esa es una aplicación correcta.

Vía intradérmica o subcutánea:

Estas vías de administración se utilizan siempre y cuando la vacuna no contenga como adyuvante hidróxido o fosfato de aluminio, porque pueden provocar reacción local, inflamación, formación de granuloma y necrosis. Vía intradérmica: Insertar aguja con bisel hacia arriba, una vez vencida la resistencia de la epidermis y dermis, introducir hasta tapar el orificio del bisel, que debe verse a través de la piel, e inyectar el inmunobiológico que se

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verá como una lenteja o gota de agua, esa es una aplicación correcta.

La única vacuna que se administra por vía intradérmica es la BCG (Figura 1).

Preparación del material:

— Jeringa y aguja estéril del calibre y longitud adecuado, biológico, algodón y agua estéril.

— Contenedores para residuos cortantes y/o punzantes. Comprobar fecha de caducidad e integridad de envoltorios, envases.

— Conservadora en condiciones de higiene y según normativas de cadena de frío.

— Planilla para registro de dosis aplicadas.

— Carnets para certificar vacunación.

Preparación de la vacuna:

— Lavado de las manos antes de cada administración, no es necesario el uso de guantes (salvo que las manos tengan lesiones abiertas o que se prevea entrar en contacto con fluidos orgánicos potencialmente infecciosos).

— Comprobar que el biológico está en buenas condiciones (aspecto físico, turbidez, cambios

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de color), dosis indicada, vía de administración y fecha de caducidad

— Si contiene un vial, retirar la cubierta metálica y limpiar el tapón de goma con un antiséptico.

— Si contiene un vial con polvo liofilizado, introducir el diluyente o la vacuna líquida (vacunas combinadas) en el vial con el principio activo.

— Agitar suavemente la vacuna para garantizar su disolución, tanto si ha precisado reconstitución o no.

— Extraer la dosis correspondiente. En ningún caso se guardará el vial con la aguja puesta, para extraer otra dosis, ya que se puede contaminar la vacuna.

— No es necesario cambiar de aguja después de cargar la vacuna para inyectar;

Aplicación de la vacuna:

— Lavado de las manos antes de cada administración, no es necesario el uso de guantes (salvo que las manos tengan lesiones abiertas o que se prevea entrar en contacto con fluidos orgánicos potencialmente infecciosos).

— Limpiar la piel con agua estéril, suero fisiológico, o antisépticos (clorhexidina al 20%, o

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povidona yodada) y secar con algodón. El uso de alcohol puede inactivar las vacunas de virus vivos atenuados.

— Al finalizar la inyección comprimir con un algodón, sin masajear la piel.

Manejo de desechos:

— No re-encapuchar ni manipular las agujas. Eliminar siempre el material corto/punzante en contenedores rígidos, nunca en bolsas plásticas.

—Las vacunas son residuos biosanitarios sujetos a normas para su eliminación.

Prellenado de jeringas: No debe incentivarse como rutina la práctica de prellenado de jeringas, ya que es una fuente potencial de error programático, debido a la similitud que existe entre las vacunas una vez que se encuentran dentro de la jeringa y porque la jeringa no ha sido diseñada como envase de vacuna. En ciertas circunstancias en que se aplique una sola vacuna (ejemplo: campaña de influenza) puede llegar a considerarse el prellenado de una pequeña cantidad de vacunas, para ser aplicadas en un lapso corto de tiempo. Las jeringas que no se utilicen serán descartadas al final de la jornada de trabajo.

Equipo para el almacenamiento de vacunas

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• Cámaras frigoríficas: Se utilizan para el almacenamiento a nivel central y regional. El número de vacunas que se guardan aquí suele ser elevado, por lo tanto la fiabilidad y eficacia de las mismas deben ser óptimas ya que un desperfecto puede tener graves consecuencias en los servicios de vacunación de todo el país.

La cámara debe tener acceso fácil para personas y vehículos, estar ubicada en una zona clara y bien ventilada y tener zonas reservadas para las diferentes vacunas de acuerdo a la necesidad de frío de las mismas.

La instalación de refrigeración debe ser duplicada y la accesoria entrar automáticamente en funcionamiento en caso de fallo de la que se está utilizando, así como debe disponer también de grupo electrógeno por si existiera discontinuidad en el suministro de energía.

Un termostato regulará las temperaturas que deben ser registradas en forma continua, mientras que una alarma debe indicar la presencia de alteraciones en la cadena de frío.

• Heladeras o refrigeradoras: se utilizan cuando no se almacena gran cantidad de vacunas. Antes de comprarla se deben tener en cuenta:

 La capacidad de almacenamiento: debe ser acorde a las necesidades

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 La calidad de la heladera: debe asegurar temperaturas entre 2° y 8°C.

 Las fuentes de energía disponibles.

Es importante recordar que las heladeras deben ser para uso exclusivo de vacunas y no deben guardarse en ellas alimentos, no sólo por no tratarse de biológicos, sino porque las aperturas repetidas de las mismas alteran la conservación de la temperatura debido a la pérdida o "fuga" del aire frío.

La puerta de un refrigerador utilizado para almacenar productos biológicos, debe abrirse solamente dos (2) veces al día de acuerdo a las normas establecidas.

En la mañana, se abre para sacar las vacunas del uso diario.

En la tarde, para regresar las vacunas no utilizadas. En ambas operaciones, se aprovecha para observar la temperatura interna del refrigerador, las que deben anotarse en el registro diario.

Las siguientes recomendaciones se deben aplicar para el manejo y mantenimiento de refrigeradoras y heladeras domésticas, para asegurar la calidad de los inmunbiológicos:

Ubicación del refrigerador

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 Instalar la heladera a la sombra y lejos de toda fuente de calor, a unos 15 cm como mínimo de la pared y del techo, en posición perfectamente nivelada. Una forma sencilla de comprobar si existe desnivel en el piso, es colocar encima un recipiente con líquido y observar la posición del mismo.

 Cuando la heladera se detenga, revise los fusibles antes de llamar al técnico. Compruebe si está bien enchufada. La temperatura se puede regular haciendo girar el botón de control. Todas las heladeras deben tener un monitoreo térmico interior con termómetro. Las temperaturas deben mantenerse entre 2° y 8°C, que se registrará en planillas de control diario.

 En el espacio libre del evaporador o congelador del refrigerador, se deben colocar determinado número de paquetes fríos que puedan congelarse en un período de 24 horas, teniendo cuidado que la temperatura interna del gabinete de conservación no exceda de 8°C.

Manipulación de vacunas Temperaturas de conservación

La vacuna antipoliomielítica oral se conserva en el nivel central nacional a -15°C a -25°C. La vacuna Candid #1, contra la Fiebre Hemorrágica Argentina liofilizada, debe conservarse en todos los niveles incluyendo el local, a -15°C a -20°C. Una vez reconstituida se conservara en heladera a +2°C a +8°C y deberá utilizarse en el término de 4 horas de reconstitución. Todas las otras vacunas deben conservarse de 2° a 8°C en todos los niveles.

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Mantenidas permanentemente a las temperaturas adecuadas, las vacunas pueden utilizarse hasta la fecha de vencimiento indicada por el laboratorio productor.

Vacunas que no deben congelarse

Todas la vacunas (líquidas) adsorbidas en hidróxido de aluminio, o fosfato de aluminio, independientemente del tipo de vacuna que se trate (viral, bacteriana o toxoide) no deben exponerse a bajas temperaturas y mucho menos congelarse.

A este grupo corresponden las vacunas DPT, TT, dT, hepatitis B, y Hib. Estas vacunas deben almacenarse y conservarse, en todo momento, a temperaturas de refrigeración (2 a 8°C). La exposición a bajas temperaturas de estas vacunas pueden degradarlas, a tal punto que su aplicación, podría ocasionar reacciones postvacunales