tareas de los padres

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Page 1: Tareas de los padres
Page 2: Tareas de los padres

* Inmiscuirse en la vida de los hijos,

sean jóvenes o adultos, para

educarlos mejor o para corregir sus

errores, no es entrometerse,

interferir, injerir, interponerse,

mangonear o fisgonear en su vida

privada. Esos verbos son sinónimos

peyorativos de una actividad que los

padres, tienen la obligación

irrenunciable de realizar, empleando

todos los medios morales y legales

que estén a su alcance. Antes de

decidir si se deben inmiscuir o inhibir

en algo, (acción u omisión) se debe

analizar profundamente, el modo de

hacerlo o no hacerlo, así como las

consecuencias que podría originar

esa decisión. Tanto si la decisión es

mantener o fomentar un

pensamiento, decir unas palabras o

realizar unos hechos.

*Si, a las críticas constructivas, no a las destructivas. Las críticas realizadas a los hijos, no deben considerarlas como una intromisión en su vida privada, tengan la edad que tengan, pues los padres tienen razón, obligación y autoridad para hacerlo y así, mantener en lo posible la llama sagrada de la educación.

Page 3: Tareas de los padres

* No se puede considerar peyorativo inmiscuirse, sobre todo en cosas graves en las vidas de los hijos jóvenes o adultos, ya que los padres tienen la obligación de velar por ellas y por su mejor futuro. El hacerlo es una obligación realizada, en el mejor beneficio de ellos. El no inmiscuirse en sus vidas por dejadez, miedo, negligencia, por el qué dirán o por no querer enfrentarse, ante los problemas que pudieran acarrearles, supone una dejación de las obligaciones adquiridas, con la paternidad responsable. Dejadez que en muchos casos, puede ser castigada por las leyes civiles y morales.

* Es una irresponsabilidad inhibirse de la vida de los hijos, sean jóvenes o adultos, y abandonarlos a su suerte, cuando las obligaciones parentales están bien claras y hay obligación grave de cumplirlas. Estos casos de inhibición se dan con mucha frecuencia, en el caso de divorcios, donde la persona que no tiene la custodia de ellos, los abandona a su suerte o a lo que les pudiera ocurrir, con la nueva pareja de su ex-esposa o ex-esposo. Inhibirse de proporcionarles la manutención obligatoria, legal o extralegal, es un crimen, por muchas peleas que haya habido en el matrimonio. Inhibirse de los graves problemas que pudieran tener los hijos, aunque estén viviendo independientemente, también es faltar al compromiso familiar, que en su día adquirieron. Los hijos, como los padres, son para toda la vida, no como los amigos, que se puede prescindir de ellos, cuando conviene a las partes.

Page 4: Tareas de los padres

*Los padres muchas veces

pueden y deben mediar, honradamente, en las disputas que pudieran surgir entre sus hijos adultos y sus familias. No pueden inhibirse y decir, que sus problemas los arreglen ellos, pues para eso se han independizado del hogar familiar. Un buen consejo o acción de los padres, realizada a tiempo, puede solucionar muchos problemas, antes de que lleguen a mayores.

* Los padres no pueden inhibirse de la educación de sus hijos, si esa inhibición les podría producir graves daños, tanto en temas escolares, religiosos, familiares o sociales. Los padres no pueden ignorar, cuando es importante, urgente o necesaria su presencia, consejo o apoyo, tanto en su vida privada, como en su vida ante otros colectivos. Ya que incluso cualquier grave inhibición, cuando hubiera sido necesario, podría generar en perjuicio de los propios hijos, otros componentes de la familia, los amigos o la sociedad en general. Los padres siempre tienen que estar pendientes de lo que sus hijos hacen, para intervenir incluso preventivamente, antes de que sea tarde. Los padres no pueden alegar, cuando el tema es importante o grave, que por su comodidad han dejado de inmiscuirse en los problemas de sus hijos, inhibiéndose de determinadas situaciones.

Page 5: Tareas de los padres

* No existe el concepto de inmiscuirse, en las vidas de los hijos menores de edad, que viven en el hogar familiar y bajo su patria potestad o de hijos adultos, que también viven en el mismo hogar. Los padres tienen la irrenunciable obligación, de educar a sus hijos y velar por su bienestar. Para ello, cuando se trata de educar a los hijos, pueden recurrir a todas las herramientas posibles, que sean moral y legalmente aceptables. La obligación decrece, pero no desaparece, cuando los hijos adultos abandonan el hogar familiar, para hacer su propia vida. Inmiscuirse en sus asuntos y no inhibirse, es obligación de los padres, para evitar que haya malos comportamientos o desviacionismos, que posteriormente, si no se corrigen a tiempo, podrían traer graves consecuencias para los hijos, para los padres y para el resto de la familia.

*No es inmiscuirse en la vida privada de los hijos, cuando es necesario, los padres revisan sus mochilas, carteras, teléfonos, computadoras, libros, objetos, ropas, habitaciones, automóviles, etc. para conocer los detalles, del tipo de vida privada que llevan. Tampoco es inmiscuirse, cuando los padres tratan de enterarse de las amistades, noviazgos o sitios que frecuentan. Los objetos o señales que encuentren, les darán la posibilidad de ahondar más en la educación de los hijos, haciendo las correcciones oportunas. Inhibirse de hacerlo es una falta grave, muchas veces con resultados irreversibles.

Page 6: Tareas de los padres

*Si desde que los hijos son pequeños, los padres empiezan a inmiscuirse en las cosas de ellos, más fácil será corregir las posibles desviaciones que tengan, y que suelen quedar reflejadas, en las cosas anormales que los padres encuentran en sus pesquisas. Si esperan a hacerlo, cuando los hijos ya sean púberes o adolescentes, es muy posible que lleguen tarde, a enterarse de lo que ocurre en la vida privada de sus hijos. Especial atención deben darle a los problemas, cuando los hijos ya no son niños, pero todavía no son adultos, por lo que no se sienten parte de los unos, ni aceptado por los otros.

* Algunos padres de determinadas

sociedades, apoyados por determinados

profesionales de la salud mental o de la

educación, prefieren que sus hijos se críen en

total libertad, de hacer lo que les de la gana,

considerando que cualquier comentario o

actuación que les lleve la contraria, es

inmiscuirse en la vida privada de los hijos y

se pueden frustrar.

Esta postura de no inmiscuirse en la

educación de los hijos y de inhibirse de sus

incipientes problemas, suele ser producto de

la comodidad, porque "si no hago nada, nada

sucede" No suelen tener en cuenta, que si la

educación de los hijos no está bien dirigida,

estos caerán en manos de los muchos

depredadores, que siempre andan a su

alrededor. Bastante difícil está la vida, como

para no intentar conocer todos los detalles de

los hijos, para así poder obrar

anticipadamente, en función de los que vean

u oigan. Nunca deben ceder ante la

obligación irrenunciable de los padres, de

educar a sus hijos, en el amplio sentido de la

palabra.

Page 7: Tareas de los padres

* Los hijos ya independientes, no

deben sentirse inmiscuidos,

entremetidos o interferidos en sus

vidas privadas, si reciben de sus padres

opiniones o puntos de vista diferentes a

los suyos. Deben entender que, son

únicamente consejos.

* Nunca deben tener la inseguridad o el miedo, a perder su independencia familia, por no saber resolver sus propios problemas, conocidos o desconocidos. Siempre les queda el recurso de que, la última palabra y el poder de decisión, es de ellos. Tontos serian estos hijos adultos, si no aprovecharan el caudal de experiencias, que normalmente tienen los padres y hacen caso omiso o desprecian lo que les dicen, que se supone es siempre en su propio beneficio.

*No es inmiscuirse en sus vidas de adultos, cuando los padres opinan con buen criterio, lo que deberían hacer o no hacer, en determinadas cosas, máxime si son graves o ponen en peligro su futuro y el de su familia, debido a que van por un camino equivocado. Los padres tienen el derecho y la obligación irrenunciable, de hablar muy claro a sus hijos y darles los consejos convenientes. El mismo derecho irrenunciable e indiscutible, tienen los hijos independientes, a hacer su propia vida, sin seguir los consejos u observaciones que sus padres les hagan.

Page 8: Tareas de los padres

*Los padres pueden arruinar las relaciones matrimoniales de sus hijos, por lo que tienen que tener mucho cuidado en lo que atañe con sus hijos que viven independientes, si al inmiscuirse en sus cosas, lo hacen de forma inconsciente, improcedente y de mala forma. No es lo mismo inmiscuirse en cuestiones graves o importantes, donde algunas veces es necesario intentar abrir los ojos de los hijos casados o solteros, por muy mayores que sean, en beneficio de ellos mismos, de sus hijos y del bienestar de su familia.

* Hay situaciones límites, donde los padres

tienen la obligación de inmiscuirse. En esas

ocasiones, no pueden inhibirse de tomar el

riesgo que sea necesario, con tal de salvarles

de algún grave problema, aunque corran el

riesgo de que sea mal entendida su buena

voluntad, para solucionar un mal mayor. Pudiera

ser heroico tener que tomar el riego de

inmiscuirse, ya que los padres con su sincera,

valiente y decidida actitud, pueden perder

situaciones ventajosas, económicas, familiares

o sociales. Los hijos bien educados casi

siempre les van a escuchar y en muchos casos,

a creer las opiniones de sus padres, aunque

sientan que se están inmiscuyendo en su vida

privada. Tolerarán que les hablen de

determinados temas, sobre todo de los que

sean más difíciles de escuchar, y que en ningún

caso, permitieran que se las dijeran sus amigos

u otras personas, aunque fueran verdades

irrefutables. Es un equilibrio entre inmiscuirse e

inhibirse, que en el caso de los hijos

independientes, la elección tiene que ser la de

"mejor pasarse, que quedarse corto".

Page 9: Tareas de los padres

* Los hijos en general, necesitan y muchas veces desean, que sus padres les eduquen, incluso inmiscuyéndose en los puntos más privados de sus vidas. Si tienen una buena educación, se dan cuenta que ellos solos, nunca podrían resolver algunas de sus grandes dudas o problemas, producidos por su crecimiento físico, intelectual, amoroso y social. Algunos piden a gritos o por señas, que no se inhiban de ellos,

que les hagan caso y que les den soluciones a sus incomprendidas situaciones. Saben que necesitan, de forma imperiosa, unos puntos de referencia estables y sólidos, para no sufrir inútilmente al convertirse en inseguros, vacilantes e indecisos. Saben que esto solamente será posible, si sus padres se ocupan de ellos y se inmiscuyen en sus vidas, interiores y exteriores. Nada mejorarán los hijos, si los padres se inhiben de su obligatoria educación.

* Los padres son los responsable de aportar hijos útiles a la sociedad. Pero también es necesario

que los hijos aprendan a tomar sus propias decisiones, siempre bajo la dirección paterna, paso a paso y en función de su edad física y mental. Quien conduzca a su hijo cuidadosamente, hacia este objetivo, podrá acabar dejando en sus manos, con plena y segura confianza, toda la libertad de decisión respecto a sus propios intereses presentes y futuros.

Page 10: Tareas de los padres

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