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1 TALLER SOBRE POLÍTICAS DE REDUCCIÓN DE LA POBREZA RURAL -ENFOCANDO EL DIÁLOGO SOBRE EXPERIENCIAS DE NICARAGUA Y HONDURAS- NICARAGUA : ESTRATEGIAS PUBLICAS Y POBREZA RURAL EN LOS AÑOS NOVENTA EDUARDO BAUMEISTER MAYO, 2002

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CONTENIDO

Lista de tablas...................................................................................................................................3

ACRONIMOS ..................................................................................................................................4

I. Introducción..................................................................................................................................5 1.1. Presentación .................................................................................................................5 1.2 Dimensiones ...................................................................................................................5 1.3 Puntos de partida ...........................................................................................................5

II. Políticas y Estrategias asociadas a la reducción de la pobreza rural ..........................................7 2.1. Contexto Político: Dinámica política y sus implicaciones en el patron de

crecimiento agropecuario. ........................................................................................7 2.2. Apertura comercial y ajuste estructural .......................................................................8

2.2.1 Evolución del comercio...................................................................................8 2.2.2. El ajuste estructural y el sector agropecuario...............................................10

2.3. Dinámica de la producción agropecuaria y de los rendimientos en los principales rubros...................................................................................................11

2.4. Capacitación tecnológica e iniciativas de agricultura sostenible ................................12 2.5 Distintas formas de generación de créditos rurales .....................................................13 2.6 Generación de puestos de trabajo y remuneraciones ...................................................15 2.7. Dinámica demográfica rural, migraciones internas y externas.....................................16 2.8. Crecimiento de la infraestructura física ( escuelas, centros de salud, caminos,

etc)..........................................................................................................................18 2.9 Redes de protección social y Asistencia directa alimentaria a familias

carenciadas.............................................................................................................20

III. CONCLUSIONES.....................................................................................................................21 Desafíos abiertos................................................................................................................23

Entrevistas realizadas.....................................................................................................................34

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Lista de tablas Cuadro 1: Nicaragua: estimaciones sobre algunos cambios en el uso del suelo, 1948-2000 ( millones

de manzanas) Cuadro 2: Nicaragua: Evolución de la producción agropecuaria (1970-1999) Cuadro 3: Nicaragua: Evolución de las exportaciones e importaciones agrícolas 1980-1999 (millones

de dólares corrientes) Cuadro 4: América Central: Valor agregado agropecuario por unidad de superficie Cuadro 5: Nicaragua, evolución de la producción agropecuaria, el empleo y la productividad 1983-

1999. Cuadro 6: Evolución de las exportaciones e importaciones agropecuarias 1990-1999, millones de

dólares corrientes Cuadro 7: Nicaragua, evolución de la población, y el empleo rural, 1985-1998 Cuadro 8 Evolución de la Productividad por persona ocupada y los salarios agropecuarios (1990-

1999) Cuadro 9: Nicaragua evolución de la composición de la PEA rural 1971-1998 Cuadro 10: Indicadores de la producción agropecuaria 1978-1999 Cuadro 11: Indicadores de cambios en el acceso a infraestructura rural (1990-1999) Cuadro 12: Nicaragua: distribución de la actividad cafetalera según estrato de las fincas ( medidas en

manzanas de cafetal)1998 Cuadro 13: Nicaragua: Importancia de la mano de obra de las cosechas de agroexportación, 1978-1995-

96 Cuadro 14.: América Central: Salarios medios por hora ( en dólares), 1998 Cuadro 15: Formas de inserción en la agricultura de los jefes de hogar según condición migratoria de

los hogares, 1998 Cuadro 16.: Migrantes estacionales al exterior: educación y lugares de destino (1998) Cuadro 17: Intensidad de los procesos migratorios, 1998 Cuadro 18: Distribución porcentual de los migrantes permanentes y los estacionales al exterior,

1998/2000

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ACRONIMOS ADDAC Asociación para el Desarrollo Agrícola Comunitario

ASOMIF Asociación de Microfinancieras

CARITAS Organización católica de desarrollo

CELADE Centro Latinoamericano de Demografía

CIERA Centro de Investigaciones y Estudios de la Reforma Agraria

CRS Catholic Relief Service

EMNV Encuesta de Medición del Nivel de Vida

ESDENIC Encuesta Sociodemográfica Nicaragüense, 1985

FAOSTAT Base electrónica de FAO

FIDEG Fundación Internacional para el Desafío Económico Global

FISE Fondo de Inversiones Sociales de Emergencia

FUAC Frente Unido Andres Castro (grupo insurgente que actuó hasta fines del año 2001)

IDR Instituto de Desarrollo Rural

INPRHU Instituto de Promoción Humana

INSS Instituto Nicaraguense de Seguridad Social

INTA Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria

MAG-FOR Ministerio Agropecuario y Forestal

MHCP Ministerio de Hacienda y Crédito Público

PCAC Programa de Campesino a Campesino

PROVIA Programa de Fortalecimiento del Sector Privado para la Formulación de Políticas Agrícolas, ejecutado por IICA, con fondos USAID

SETEC Secretaría Técnica de la Presidencia

UNICAM Universidad Campesina

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I. Introducción 1.1. Presentación Los estudios de medición de pobreza realizados en Nicaragua a lo largo de los años noventa muestran porcentajes elevados de población rural en situación de pobreza; en 1993 alcanzó al 76 por ciento de la población rural; y en 1998 al 68.5 por ciento (Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de Pobreza, 2001:7). Esquemáticamente, y en la dirección de focalizarse en las estrategias cabe distinguir, analíticamente, varias dimensiones importantes. Por un lado, las estrategias explícitas que buscan determinados objetivos en la reducción de la pobreza rural, y por otro lado, las estrategias implícitas que surgen de la articulación de tendencias estructurales de la sociedad ( tanto en la esfera económica como en las dinámicas poblacionales) y las políticas , tanto de agentes estatales como no estatales; incluyendo también el rol que pueden estar jugando, por ejemplo, dinámicas observables en otros países, como es el caso de la relación de Nicaragua con Costa Rica, en el incremento de la complementariedad laboral creciente entre ambos países. En ese sentido se han seleccionado nueve factores importantes para observar la situación y las tendencias de la pobreza rural en los años noventa; donde se conjugan tanto tendencias estructurales como iniciativas de distintos actores institucionales. Las dimensiones seleccionados, surgen de diversas entrevistas con actores claves, la inspección de documentación disponible, y las interpretaciones adelantadas por el autor de este informe. El propósito es buscar un balance que indique los aspectos más positivos que puedan contribuir al proceso de construcción de una estrategia de reducción de la pobreza rural que actualmente aún no se encuentra plenamente definida en el contexto nicaragüense. 1.2 Dimensiones

i. Contexto político y políticas de acceso a la tierra;

ii. Apertura comercial externa e interna y contexto macroeconómico;

iii. Producción y rendimientos agropecuarios;

iv. Asistencia, capacitación tecnológica y agricultura sostenible

v. Formas de generación de créditos rurales

vi. Niveles de Empleo y de salarios pagados en las zonas rurales;

vii. Migraciones internas y externas de la población rural;

viii. Crecimiento de la infraestructura física ( escuelas, centros de salud, caminos, etc)

ix. Redes de protección social y asistencia directa alimentaria a familias carenciadas 1.3 Puntos de partida

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a. A comienzos de los noventa el nivel de actividad agropecuaria había caído a niveles muy bajos, y por ende la generación de empleo, salarios e ingresos de los productores eran sensiblemente inferiores a los alcanzados en décadas anteriores, en términos de ingresos reales de los trabajadores o productores, productividad por unidad de superficie, productividad por persona ocupada.

Sin embargo , en parte estos factores se veían contrarrestados, en términos de analisis de pobreza, por varios elementos muy importantes de los años ochenta y comienzos de los noventa:

i. acceso a la tierra por vía reforma agraria, por medio de entregas de tierras a cooperativas y productores individuales pequeños; posteriormente en la primera mitad de los noventa, las tierras que se habían entregado de manera colectiva pasaron a formas individuales de posesión.

ii. créditos subsidiados a amplios sectores de productores,

iii. distribución de alimentos y bienes básicos mediante mecanismos fuera del mercado, y la

provisión de servicios de salud y educación gratuitos.

iv. un segmento importante de la población estaba empleada por el Estado tanto en la esfera económica como en las fuerzas armadas.

v. un segmento relativamente importante de la población campesina estaba alzada en armas y

recibía apoyos externos para su subsistencia. Estos factores estaban fuertemente deteriorados a fines de los años ochenta, y coexistían con una situación crónica de hiperinflación y escasez de bienes y servicios.

b. En los primeros años de los noventa, al cambiar significativamente la política económica y otros cambios institucionales y políticos significativos, se unen, por así decirlo, el rezago de los años ochenta con los efectos de la eliminación de políticas de subsidio en materia de créditos, servicios, empleo, etc. Esto conlleva una situación estructural extremadamente frágil.

c. La combinación de una política de tierras relativamente abierta,permitiendo que sectores

importantes conviertieran las antiguas empresas estatales y colectivos de producción, en explotaciones familiares; algunos aspectos del marco macroeconómico caracterizado por la estabilidad monetaria, y ciertos aspectos de la apertura comercial; programas alternativos de promoción de agricultura sostenible ( principalmente programas de conservación de suelos, agua, fertilización orgánica y promoción de la economía de patio); promoción de programas de crédito no convencional; mejoramiento de la infraestructura física ( agua, letrinas, caminos rurales, construcción de escuelas y puestos de salud); fuertes migraciones, y acciones focalizadas de distribución de alimentos, se logró a lo largo de la decada disminuir parcialmente los elevados índices observados en los comienzos de la década, de extrema pobreza y de pobreza rural en general.

d. Sin embargo, esas múltiples acciones, promovidas por el sector gubernamental y no gubernamental,

se hicieron sobre la base de rendimientos por unidad de superficie estables, sin mejoras, y con ingresos por productor o por trabajador, relativamente bajos; con lo cual, si bien se incrementó el empleo, tanto agropecuario como no agropecuario, los ingresos resultantes por habitante fueron relativamente estables, sin progresos sustantivos. De ahí que probablemente los niveles relativos de pobreza no hayan descendido significativamente, aunque probablemente la extrema pobreza pueda haber estado disminuyendo a fines de los años noventa, por las causas de expansión

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productiva, y de otras acciones antes indicadas.

e. A fines de los noventa y comienzos del nuevo siglo, la conjunción de la profunda crisis cafetalera, dificultades en la apertura comercial agropecuaria ( políticas proteccionistas en los Estados Unidos, dificultades de comercialización en el area centroamericana),varios fenómenos naturales adversos, la reducción de la ayuda internacional luego del huracán Mitch, plantean interrogantes a la racionalidad apuntada en el punto c anterior.

II. Políticas y Estrategias asociadas a la reducción de la pobreza rural 2.1. Contexto Político: Dinámica política y sus implicaciones en el patron de crecimiento

agropecuario.1

a. La década de los noventa continúo siendo, como los años setenta y ochenta, caracterizados por la inestabilidad política. Sin embargo, a pesar de la existencia de grupos armados como los llamados "recompas", "recontras", "revueltos" y el FUAC, en zonas aisladas del Interior y la Costa Atlántica, en términos relativos, la década de los noventa ha tenido caracteres inéditos en la evolución política de Nicaragua.

b. En primer lugar, es la primera década del siglo XX en la cual no se apeló de manera significativa a

la utilización de la revolución o el golpe de Estado como mecanismo de acceso al poder político. En cualquiera de las décadas anteriores del siglo, existieron guerras entre partidos políticos, guerras contra la Intervención Externa, guerras de guerrilla rural, golpes de Estado, Insurrecciones urbanas, revoluciones, asesinatos de líderes políticos nacionales.

c. En segundo lugar, se han desarrollado elecciones relativamente competitivas como mecanismo de

selección de los gobernantes ( elecciones generales en 1990, 1996 y 2001). Los gobiernos electos por el pueblo son sucedidos también por gobiernos popularmente electos. Algo que nunca había ocurrido en el país.

d. En este marco temas muy conflictivos como las tierras de la reforma agraria que abarcaron,

aproximadamente, el 28 por ciento de la superficie en fincas, y donde persisten reclamos significativos hasta el presente ( cerca de 2/3 de las tierras reclamadas no fueron aún indemnizadas).A julio del 2001, según las ultimas cifras disponibles, sobre un total de 9742 fincas rústicas reclamadas, habían sido "finiquitadas", ( es decir, indemnizadas) 2953, o sea sólo el 30 por ciento de las mismas (MHCP, 2002). Tanto el gobierno central, las autoridades policiales y militares, las organizaciones gremiales, y los distintos estratos de productores, han buscado mecanismos de coexistencia ante la gravedad de los problemas. Aunque han existido conflictos en distintos lugares del país por tierras, haciendo un balance de la década se puede observar que la intensidad de los conflictos fueron inferiores a la magnitud del problema. 2

e. A su vez, las tierras de la reforma agraria fueron redistribuidas en parte a los antiguos propietarios,

1 El Ministro de la SETEC, Mario Arana, hizo énfasis en la importancia de la pacificación interna en los procesos expansivos de ciertos rubros agropecuarios.

2 Cerca del 20 por ciento de la superficie en fincas se encuentra en situación no resuelta; a lo cual habría que sumarle los problemas de demarcación de los territorios indígenas de la Costa Atlántica y Bosawas; o los problemas de manejo de las zonas protegidas.

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a los trabajadores, desmovilizados de las fuerzas militares. Independientemente, de que parte de la tierra fue vendida a otros sectores, es evidente que en los noventa se amplió el número de productores agropecuarios, que explica la ampliación de la producción de granos básicos, o del café en algunos municipios de Nicaragua. Esto estuvo acompañado de la ampliación de la superficie en fincas, en dirección del Atlántico; y las políticas prevalecientes permitieron este proceso, más allá de las consecuencias agro ecológicas que conllevan.

f. A su vez, independientemente de los graves conflictos jurídicos que subsisten, cabe indicar que en

los años setenta los productores agropecuarios alcanzan a 85,000; a mediados de los ochenta llegaban a 130,000, y a fines de los noventa, se estiman entre 190,000 y 200,000 productores, que son producto, en parte, de las acciones estatales de reforma agraria ( de los años ochenta y noventa) y los procesos de colonización organizada y espontánea que se han dado.3 y 4 ( ver cuadro 19 para detalles)

g. La superficie en fincas del país pasó de 5 millones en 1950 a 8.0 millones en 1978, una cifra

similar a fines de los ochenta ( debido a la combinación de guerra, retracción de la producción y acciones de reforma agraria) y aproximadamente, entre 10 y 11 millones de manzanas en la actualidad. Basta señalar que la superficie de maíz y frijol pasó de 435,000 a 661,000 manzanas; o sea más de 200,000 manzanas, ganadas en buena medida a la frontera agrícola. Algo similar, pero cuantitativamente más significativo ocurre con la recuperación ganadera, dirigida cada vez más hacia las zonas más orientales del país.

h. Con esto se quiere enfatizar que la fuerte expansión de granos básicos, realizado en buena medida

sin apoyo crediticio, sólo se pudo hacer por la existencia de un amplio sector de pequeños y medianos productores basados fundamentalmente en el trabajo familiar; incluso procesos significativos de la caficultura son producto de este proceso.5(ver cuadros 1 y 10)

2.2. Apertura comercial y ajuste estructural 6 2.2.1 Evolución del comercio Antes de 1990 las exportaciones nicaraguenses estaban constituídas fundamentalmente por cuatro productos tradicionales ( algodón, azucar, café, carne). En los noventa finaliza totalmente la actividad algodonera restando una parte importante del empleo y las divisas brutas generadas por el sector, sobretodo 3 Las cifras exactas son 84,609 productores según el Censo de Población de 1971; 131,148 según la Esdenic 1985; 189,976 según la EMNV,1998. Incluso la Encuesta Nacional Agropecuaria 2000, menciona la existencia de alrededor de 290,000 productores. Datos muy preliminares de la EMNV 2001 permiten estimar que los hogares que declaran tener una finca agropecuaria serían alrededor de 288,000. Un cifra muy similar a lo estimado por la Encuesta Nacional Agropecuaria 2000.

4 El estrato de finqueros con más de 500 manzanas de extensión controlaba en 1978 cerca del 36 por ciento de la superficie en fincas; datos de 1996 y del 2000, indican que el peso de este estrato alcanza al 13 por ciento de la superficie en fincas, según tabulaciones de la Encuesta Nacional Agropecuaria.

5 Si bien se consolidó el peso en tierras de un estrato importante de pequeños y medianos productores; es importante indicar que teniendo en cuenta que la frontera agrícola tiene límites de ocupación que no irán más allá del 2030, junto con un crecimiento demográfico, aún con tasas declinantes, está generando un amplio sector de campesinos sin acceso directo a la tierra.

6El Dr. Horacio Rose de Provia hizo énfasis en este tema

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antes de 1980. A partir de 1990, en buena medida dependiente de un marco macroeconómico relativamente estable ( tasas de inflación relativamente controladas, libre convertibilidad) se agrega la apertura comercial.7 Hay dos lados de signo contrario en la apertura comercial agropecuaria nicaraguense. Por un lado, ha significado la ampliación de las exportaciones de granos básicos, musaceas, ganado en pie y quesos artesanales, destinados fundamentalmente al mercado centroamericano. Estas posibilidades a su vez, empujaron la oferta interna de estos productos, y han mejorado, relativamente, los precios que reciben los productores. En buena medida el impulso de las areas de maíz y frijol que pueden observarse en la tabla 10 se explican por esto, junto al crecimiento demográfico interno del país. Por ejemplo, el hecho de que la superficie de frijol, tipico cultivo campesino de zonas del Interior y de parte del Atlántico, haya pasado de 151,000 manzanas en 1989 a un estimado de 296,000 manzanas en 1999, es explicable por lo señalado anteriormente. Cabe agregar que los rendimientos fueron constantes desde los años ochenta. Mientras que en 1990 las exportaciones de quesos practicamente no existían hacia 1999 se puede estimar que llegan a cerca de 20 millones de dólares.8 En consecuencia, se puede estimar que en 1990 las exportaciones de granos básicos, musáceas, tubérculos, ganado en pie, y quesos, no alcanzaba los 2 millones de dólares, a fines de la década, todos estos rubros pueden estar significando exportaciones del orden de 58 millones de dólares, equivalentes a cerca del 20 por ciento de las exportaciones agropecuarias nicaraguenses 9 y cuadro 3. Cabe indicar que no se está hablando de lo que habitualmente se llama productos agrícolas no tradicionales destinados a países del Norte, sino de productos de origen fundamentalmente campesino y de medianos productores destinados a los países vecinos.10 Existe otra dimensión de la apertura comercial en las zonas rurales, expresado fundamentalmente en el incremento de las importaciones alimentarias, que pasan de cerca de 50 millones de dólares en 1990 a 238 millones en 1999. Obviamente, existe un efecto sobre la producción interna de alimentos de tipo negativo, pero por otro lado tiene otro efecto que cabe destacar. En las zonas rurales las principales actividades no agrícolas corresponden a trabajos estatales y a labores comerciales, y particularmente al comercio minorista que vende alimentos y otros productos básicos. Es muy fácil observar a lo largo de Nicaragua la existencia de estas "ventas" con productos básicos, en buena medida importados. En las décadas anteriores la diversificación de los productos era menor (antes de 1980), o existieron grandes limitaciones o restriccciones legales ( en la década de los ochenta). 7 El marco macroeconómico tiene otros temas no abordados aquí que tienen como punto central el tipo de cambio prevaleciente, y en que medida eso ha sido favorable o un obsta culo para las actividades agroexportadoras (documento de PROVIA, setiembre 2001)

8 Existen serios problemas fitosanitarios ligados a estas exportaciones que no corresponde tratarla aqui.

9 Estas cifras incluyen 20 millones en exportación de ganado en pie (Cepal, 2001); productos derivados de la leche, 15.8 millones de dólares; raíces y tubérculos, 2.4 millones ( datos de Faostat,2002; y 10 millones de dólares en granos básicos (Informe de desarrollo humano 2000:170); y legumbres, 9.6 millones según FAOSTAT, 2002.

10 Aquí sólo se observa el impacto de esta apertura comercial sobre la oferta de estos productos; obviamente, desde el lado del consumo y de la seguridad alimentaria la óptica puede ser otra.

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Una importancia de este estrato de las actividades rurales no agrícolas es que genera margenes netos por día de trabajo superiores a los jornales pagados en la agricultura, y pueden significar fundamentalmente una ampliación de la Pea por mayor incorporación de la mujer a la generación directa de ingresos monetarios en las familias. Por otro lado, la importancia ampliación de las vías de comunicación facilitó también esta ampliación de las actividades comerciales en pequeña escala en las zonas rurales; para el incremento de caminos vease el cuadro 11. 2.2.2. El ajuste estructural y el sector agropecuario El ajuste estructural ( expresado en la búsqueda de un marco macroeconómico estable, libre convertibilidad del córdoba con respecto al dólar, control del deficit fiscal, y apertura comercial externa e interna, que buscaría superar el deficit externo de la economía) ha tenido otras consecuencias para el desenvolvimiento de la agricultura nicaraguense, y vinculaciones estrechas con pobreza rural. Se afirma que, viendo el conjunto de la década, ha prevalecido un tipo de cambio con un sesgo antiexportador y por tanto porimportador ( PROVIA, 2001), lo cual unido a una política de reducción de barreras arancelarias y no arancelarias, aunque en los últimos años de los noventa, se hicieron algunos ajustes arancelarios que alentaron la producción nacional de arroz y lacteos.En las tablas 3 y 6 pueden observarse importantes cambios en el balance externo del sector agropecuario nicaraguense. Balance externo del sector .Observando 20 años de desenvolvimiento, se comprueba uan reducción marcada del balance neto de divisas generadas por el sector, cerrando hacia el final de la década de los noventa, con un saldo mínimo entre exportaciones agropecuarias e importaciones agropecuarias ( ver cuadro 3). Por su parte, en la tabla 6 se comprueba que el desbalance del sector, en el comercio exterior, se ha dado por un formidable incremento de las importaciones de alimentos para consumo humano o animal; esto, obviamente, ha sido consecuencia de la sumatoria del tipo de cambio pro importador, unido a menores barreras arancelarias o no arancelarias, y a la desactivación de la producción nacional, tanto agropecuaria como agroindustrial. Reducción de la capacidad operativa del sector: otro impacto importante del ajuste estructural ha sido la importante reducción de la capacidad operativa del sector público agropecuario, particularmente de los gastos corrientes del MAG-FOR, INTA, INRA; aunque las inversiones de capital, fundamentalmente por la vía del IDR, crecieron de manera significativa en la década. A su vez cabe recordar que sólo el 15 por ciento de los productores tienen acceso a la capacitación tecnológica, y que sólo un tercio de ellos lo hace a traves de una instancia estatal , según la Encuesta Nacional Agropecuaria, 2000. Lo cual tiene relación con el estancamiento prolongado de los rendimientos de las principales actividades, y el predominio casi exclusivo de la vía extensiva de crecimiento, con su efectos sobre el avance de la frontera agrícola, y la destrucción de recursos forestales. Se estima que para 2000-2001 los gastos de capital para el sector agropecuario fueron cubiertos en un 83 por ciento por fondos externos; 85 por ciento en el caso del Mag-For, y 81 por ciento en el caso del IDR (Banco Mundial, 2001:48). Capacidad propositiva y estratégica del sector.La disminución de los gastos corrientes del sector público agropecuario, el drenaje permanente de recursos humanos calificados, no ha permitido construir a lo largo de la década una Estrategia de Desarrollo agropecuaria y rural sistemática y consensuada entre los mismos actores del sector público rural, entre el sector público y las instancias no gubernamentales, y con ( y entre) los distintos actores de la cooperación internacional, que han cubierto en alto grado los gastos del sector. No deja de ser una ironía que los gastos corrientes del sector agropecuario representan menos del 2 por

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ciento de los gastos corrientes del gobierno central (Banco Mundial, 2001:42) 2.3. Dinámica de la producción agropecuaria y de los rendimientos en los principales rubros.11

a. Con una base 100 puesta en 1978 la producción agropecuaria presentaba un indice de 66 en 1989 y de 65 en 1993, cuando se hizo la primera medición de pobreza a gran escala mediante el método de línea de pobreza, para alcanzar en 1999 un índice de 96 con respecto al año base de 1978. Obviamente, visto a largo plazo significa una persistencia del estancamiento agropecuario, máxime si calcularamos estos indices en relación al crecimiento poblacional, que entre fines de los setenta y fines de los noventa, tuvo un crecimiento anual acumulativo del orden del 3 por ciento anual.

b. Sin embargo, cabe señalar, relativamente, el crecimiento de los años noventa, con una tasa de

crecimiento superior al 4 por ciento anual . Más destacable, como puede verse en la tabla 10, es que los principales incrementos productivos se lograron en distintos tipos de unidades de producción. En primer lugar, cabe ubicar la fuerte expansión cafetalera que pasa de 932,000 quintales cosechados en 1989, con cifras similares en 1993, a un poco más de 2 millones de quintales en el año 1999. Es claro que

c. la crisis cafetalera mundial, estallada en el año 2000, crea condiciones futuras de extrema vulnerabilidad a esta actividad.

d. Pero, desde el punto de vista, de la producción agropecuaria, y sus enlaces para generar ingresos y

salarios, y encadenamientos con otras actividades ( beneficiado húmedo, seco, transporte de insumos y de productos, actividades de las casas comerciales, etc), la expansión cafetalera de los noventa es remarcable. Esto es más fuerte cuando se observa la estructura agraria asociada al cultivo del café en Nicaragua, como puede verse en la tabla 12.

e. Muy distinta a la existente en países como El Salvador o Guatemala, y con rasgos más similares a

las estructuras cafetaleras de Honduras y Costa Rica; en el sentido de que en estos tres casos, más marcadamente en Honduras, existe un peso muy importante en la producción de un amplio estrato de pequeños y medianos productores. (Baumeister, 1994:437-494)

f. En los años noventa, independientemente del desenlace observable a fines de la década, se logró la

cosecha cafetalera más grande de la historia del país, superando a la cosecha de 1982-83 que tenía el record anterior ( ver cuadro 10 para la evolución de la cosechas ). En la recuperación y expansión jugaron varios factores, algunos ya indicados: pacificación que posibilitó que zonas de anteriormente de guerra, se recuperaran por esfuerzo propio de productores familiares , muchos de ellos provenientes de antiguos cooperativas de producción, desmovilizados de las fuerzas militares, y donde existieron apoyos crediticios para la renovación de cafetales.

g. El marco macroeconómico coadyuvó, para que se ampliaran otras formas de acceso al crédito,

como el otorgado por las cosas compradoras de café, o proveedores de insumos, y de créditos de microfinancieras no convencionales, en el marco de una reducción marcada del crédito formal otorgada por la banca comercial, particularmente hacia los pequeños y medianos productores.

h. Por otro lado, existió un importante crecimiento de la actividad azucarera, concentrada en grandes

plantaciones agroindustriales, y con un sector de trabajadores especializados en el corte de la caña. (ver cuadro 10 para observar la evolución de la producción cañera); también en este rubro, a fines

11 En el análisis de este punto se recogen percepciones de Oscar Neira, director de Políticas del Mag-For; Mario Arana, Ministro de la Setec; y Horacio Rose, consultor principal de PROVIA

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de los noventa se alcanza la cosecha más grande de la historia del rubro.

i. La misma tabla 10 permite observar el importante crecimiento de la actividad de granos básicos, principalmente los cultivados por estratos campesinos, como son el maíz y el frijol. En 1989 ambos cultivos sumaban anualmente 435,000 manzanas, para 1999, alcanzaban 661,000 manzanas. O sea un incremento de 226,000 manzanas. La ampliación del area tiene que ver con el crecimiento natural de la población, el repoblamiento de zonas de guerra anteriormente no cultivadas, la apertura comercial del mercado centroamericano, particularmente el mercado salvadoreño.

j. Una nota muy importante de este proceso agrícola de los noventa, es que los rendimientos por

unidad de superficie no aumentaron; son similares a los existentes en los años setenta u ochenta; incluso la reducción de vías formales de crédito permiten suponer que los rendimientos pueden haber reducido, debido a que la utilización de insumos químicos ( como fertilizantes) puede haberse reducido.

k. El efecto agregado de estos incrementos productivos ampliaron la población economicamente activa

agropecuaria. Independientemente, de que los cálculos pueden tener supuestos de tipo tautológico ( calcular el empleo como función del crecimiento de la producción) cabe señalar que la tasa de crecimiento del empleo agropecuario fue del orden de 6.3 por ciento anual entre 1989 y 1999 ( para los datos básicos véase la tabla 5).

En síntesis existió un importante crecimiento extensivo que, vista desde el punto de vista del hogar del productor, y por tanto en sus niveles de ingreso, han coexistido distintos procesos. Por un lado, los estratos que por determinadas limitaciones no pueden aumentar el area trabajada, y por tanto ante el mantenimiento de los rendimientos, los efectos de este patrón extensivo, son muy limitados, descansando exclusivamente en los posibles cambios en los precios realmente recibidos. Otro segmento, que se benefició de la expansión de tipo extensivo por tener tierra y capital de trabajo suficientes. Y por último, el segmento de "nuevos" productores producto de la incorporación de desmovilizados de las fuerzas militares, ex-obreros agrícolas de las empresas estatales o miembros de antiguas cooperativas de producción desmemembradas, que en tierras ya incorporadas a la superficie en fincas, pero fundamentalmente por ganar tierras a la frontera agrícola o en tierras abandonadas durante el conflicto bélico. Mientras que la población rural creció entre fines de los ochenta y fines de los noventa a una tasa anual de 1.6 por ciento; el número de productores agropecuarios lo hizo a un ritmo de 2.3 por ciento anual. 12 2.4. Capacitación tecnológica e iniciativas de agricultura sostenible En Nicaragua sigue prevaleciendo un fuerte patrón extensivo, con bajos rendimientos por unidad de superficie, y comparativamente es el país de la región de menor producto agropecuario por unidad de superficie, tal como puede verse en la tabla 4.

12La tasa de crecimiento surge de estimados de CELADE, y el número de productores se toma de ESDENIC, 1985, 152,308 productores privados, y 195,195 productores independientes, según tabulaciones especiales de la ENMV,1998.

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Según estimaciones de la Línea de Base del proyecto de tecnología Agrícola (PTA) en el período 1997-2000 habían recibido asistencia técnica o capacitación el 23 por ciento de los productores. en la composición de los ofertantes de esos servicios se señala que el 30 por ciento de los productores recibe la capacitación por parte de instancias estatales, 59 por ciento por parte de ONGs o Asociaciones gremiales, y el restante 11 por ciento por otras formas, que incluyen Universidades, otros centros de formación, empresas de comercialización o técnicos privados. Otras estimaciones disponibles dan imágenes similares; de acuerdo a una Encuesta de Fideg para el año 2000, la asistencia técnica dirigida a hogares rurales indica que el 32 por ciento es ejercida por el Estado, 67 por ciento por parte de ONGs/Gremios (Agurto & Guido,2001:82).13 En este marco, de cara a la discusión de la problemática de la pobreza rural es conveniente considerar la existencia de un conjunto de iniciativas no gubernamentales que, alcanzarían a una estimación que puede ubicarse, gruesamente, en alrededor de 25,000 agricultores dentro de iniciativas que pueden considerarse como de agricultura sostenible para pequeños productores. Dentro de ese grupo se ubican experiencias centradas en: promoción de técnicas de conservación de suelos y agua, fomento de prácticas orgánicas de fertilización y control de plagas, cercas vivas, cultivos de cobertura, y economía de patio. Dentro de ese sector se destacan experiencias como la del PCAC, UNICAM,INPRHU, CRS, ADDAC, CARITAS, entre otras organizaciones. Goblamente, estas instituciones trabajan con productores y productoras de muy pequeño escala de tenencia de la tierra, generalmente ubicados en tierras de laderas, logran incorporarse a algunas de las técnicas mencionadas. PCAC puede tener alrededor de 11,000 productores que incorporan estas técnicas y UNICAM, alrededor de 1,700.14 y 15 Hay consenso en que estas experiencias ahorran la compra de algunos insumos externos, mejoran la fertilidad de la tierra, intensifican la producción por la incorporación de nuevos cultivos, de autoconsumo o para la venta, generan más fuentes propias forestales, e impulsan mecanismos sencillos de riego. Dentro de esta modalidad de agricultura en pequeña escala se incluyen las experiencias de economía de patio, impulsadas en las inmediaciones de las casas campesinas, por parte de mujeres, que crían animales menores, frutas y hortalizas. Estudios de caso de diversas instituciones arrojan que los ingresos generados por los patios relativamente mejoradas oscilan entre 75 centavos y 1.14 dólares por día ( información de FONDEAGRO, 2001 y 2002). Estos ingresos son cercanos a lo generado por el salario diario de un jornalero (ver cuadro 8 para los salarios agrícolas). 2.5 Distintas formas de generación de créditos rurales En los años la producción agropecuaria descendió sensiblemente, en especial en la segunda mitad de la

13 El INTA proporciona otra información; según sus registros en el primer trimestre del 2002 las distintas firmas de Asistencia técnica promovidas por esta institución habrían llegado a cerca de 46,000 productores; estimando el universo total en alrededor de 290,000 productores, según MAG-FOR, darían cobertura al 15.8 por ciento de los agricultores.

14 Para PCAC según información de Jorge Irán miembro del equipo nacional del PCAC, y para UNICAM (Universidad Campesina), entrevista con Elvis Pérez.

15 Un recuento de las experiencias de agricultores incorporados a estas dinámicas se encuentra en UNICAM, Análisis Socioeconómico comparativo de 11 diagnósticos participativos de finca realizados en 3 zonas agro ecológicas de la Región I, Las Segovias, durante el período 1995-1998, Estelí, marzo 2000.

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década. El contexto institucional, y las políticas generalizadas de subsidios, amortiguaron parcialmente este proceso sobre los segmentos de productores que tenía acceso a los créditos de la banca estatal, a insumos subsidiados o a tierras entregadas por la reforma agraria. A fines de los años ochenta se puede estimar que el 53 por ciento de los productores agropecuarios, incluyendo pequeños, medianos y grandes productores, tenía acceso a los créditos del banco Nacional de Desarrollo.16 En los años noventa se produce un proceso progresivo de reducción de la banca estatal de fomento para desaparecer a mediados de la década. La Banca comercial privada ha trabajada con un segmento relativamente reducido de productores, y existen otras expresiones que han tomado importancia, que genéricamente son llamadas como instituciones de crédito no convencional, o instituciones micro financieras. Se estima hacia el año 2000 que aproximadamente 28,000 productores, pequeños y medianos, reciben crédito por las instancias agrupadas en ASOMIF.17 En consecuencia, se puede estimar, que el 6.5 por ciento de los productores tiene acceso al crédito formal (Corral & Reardon, 1999); complementando con la información de las micro finanzas puede llegarse a una cifra cercana al 21 por ciento de los productores. Es muy probable que esta proporción pueda ser mayor si se incluyen otras instancias crediticias no formales, o proyectos de cooperación internacional que utilizan otros canales de distribución de recursos crediticios. Podría aceptarse que por esta vía de acceso directo al crédito pueden ubicarse 1/4 de los productores agropecuarios.18 y 19 Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el contexto macroeconómico prevaleciente, la apertura comercial interna y externa, y el desarrollo de actividades no gubernamentales asistidas por la cooperación internacional, en parte compensó la reducción del crédito formal, y llega a instancias de pequeños productores que no califican en los parámetros normales de la banca convencional. Una encuesta nacional para 1999 establece para los hogares rurales que los montos de crédito recibidos son las siguientes: bancos privados, 25 por ciento; bancos estatales 1.5 por ciento; 68.2 por ciento , ONGs/Proyectos/Gremios, y 5.3 por ciento por parte de prestamistas (Agurto,2001:cuadro 4.2). En rubros como el café el papel de las casas exportadoras es significativo como fuente de crédito, fundamentalmente para garantizar el capital de trabajo necesario para la recolección de la cosecha. De esta forma, se complejizaron las formas de crédito, combinando crédito formal, no convencional, y crédito de los sectores comerciantes, tanto compradores de productores como abastecedores. Sin embargo señalar esto no significa que la ausencia de formas de crédito a largo plazo, para capitalización de los productores, sigue siendo una asignatura pendiente significativa. 16 En 1988 los clientes agropecuarios del Banco Nacional de Desarrollo alcanzaban a 80,511 (CIERA, 1989, TOMO IX, Pág.329, y los productores pueden estimarse en alrededor de 152,000, basados en ESDENIC, 1985.

17 Entrevista con el coordinador de ASOMIF, Lic. Gutiérrez.

18 Otras fuentes dan cifras similares: Provia estima que el 20 por ciento de los productores tiene acceso al crédito rural (Provia, 2001:16).

19 A fines del 2000, antes de las quiebras de Interbank y Bancafe, se estimaba que los créditos de los exportadores de café y aprovisionadores de insumos, alcanzaba a un poco menos de 30 millones de dólares, equivalentes al 11 por ciento de todo el crédito para el sector rural disponible a esa fecha ( Juan Rodríguez, 2001, MAGFOR.

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En última instancia, se quiere señalar que esta formas diversas de crédito jugaron un rol en explicar el crecimiento agropecuario de los noventa, y que se lograran cosechas records en productos claves, como café, azúcar, maíz o frijol. Con todo, muchas de las formas crediticias indicadas presentan problemas de sostenibilidad, en unos casos porque no permiten cubrir los costos operativos de los intermediarios financieros, y en otros casos, porque las tasas que cobran, los plazos que fijan, y las garantías que exigen, no son compatibles con las posibilidades de un segmento muy extendido de pequeños y medianos productores. 2.6 Generación de puestos de trabajo y remuneraciones20 En los años setenta la estacionalidad del empleo rural era muy elevada, y en momentos "picos" de las cosechas de los principales cultivos, durante la estación seca, (café, algodón, caña de azúcar) se concentraba una proporción muy elevada de la población en edad activa rural, tal como puede observarse en la tabla 13. Sin duda una de las más elevadas en comparación a cualquier país subdesarrollado.(Baumeister,1994) En los años ochenta, esa proporción desciende marcadamente, pero se mantiene un importante sector de trabajadores asalariados agropecuarios, ubicados en las empresas estatales, grandes cooperativas de producción, y el sector privado grande. Cerca del 43 por ciento de la PEA agropecuaria estaba constituido por personas básicamente asalariadas; también una proporción elevada si la comparamos con países similares, particularmente hacia países asiáticos o africanos atrasados. En la tabla 5 puede verse que independientemente de la fuerte caída del producto, el empleo estimado no lo hace al mismo ritmo, e incluso se incrementa el sector de trabajadores agropecuarios afiliados al INSS, el sector más "formalizado" de los trabajadores agrícolas; por cierto, la productividad del trabajo cae significativamente. En los primeros años de los noventa, se reducen las oportunidades laborales para los trabajos asalariados, producto de los profundos cambios institucionales ( desaparición del estado como empleador agropecuario), se reduce marcadamente la cobertura del seguro social en las zonas agropecuarias ( ver cuadro 5), y continua la retracción agropecuaria , en 1995 el índice del producto con base en 1978 se ubicaba en 74. La proporción de asalariados en la PEA agropecuaria desciende de 43 por ciento en 1985 a 33 por ciento en 1995.21 Dando un mayor peso a la población activa no asalariada ( trabajadores por cuenta propia y familiares no remunerados) fuertemente asociados en todo el período a la expansión de granos básicos, y de una parte de la producción cafetalera. Sin embargo, es de notar que a partir de 1995 empieza a recuperarse fuertemente los volúmenes de producción de café, algo no captable necesariamente por las fuentes citadas que midieron el empleo existente el 25 de abril de 1995, en el Censo de Población levantado en ese momento. Un indicador aproximado que nos permite ver la dinámica agroexportadora, resulta al observar las exportaciones agropecuarias; en promedio entre 1990 y 1994 las exportaciones llegaron a 205 millones de dólares; mientras que en el quinquenio 1995-99 la media fue de 312 millones (ver cuadro 6).

20 La importancia de observar los cambios en las tasas de participación laboral, y la evolución del número de perceptores de ingresos por hogar, sea por vía formal o informal, fue enfatizado por la Lic. Renzi del Pnud.

21 Obviamente, pueden haber problemas de comparabilidad entre una Encuesta y un Censo, sin embargo las diferencias son suficientes marcadas, para permitir hacer derivaciones analíticas.

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En la segunda mitad de los noventa, se observa el mayor crecimiento del producto y por tanto del empleo; la tabla 7 muestra que hacia de 1998 la tasa bruta de participación de la población rural se había elevado de 31.7 por ciento a 36.5 por ciento; e incluso la proporción de asalariados agropecuarios en relación a la Pea agropecuaria se elevaba al 39 por ciento. Sin embargo, este incremento en la proporción de activos sobre la población total, e incluso el crecimiento de posiciones de tipo asalariado dentro de la población activa del sector se hace dentro del siguiente contexto: i) las remuneraciones asalariados tienden a deteriorarse a lo largo de la década tal como puede verse en la tabla 8; ii) la productividad del trabajo medido por la relación entre el producto y la PEA, y por tanto también los ingresos de los no asalariados ( independientes y trabajadores familiares no remunerados) tienden a la baja, y sensiblemente inferiores a las existentes veinte años antes ( ver cuadros 5 y 8). A su vez, la inserción de los ocupados rurales muestra otras características. Primero, el empleo rural no agrícola está concentrado fundamentalmente en actividades microempresariales; del total del empleo rural no agrícola este sector suma, aproximadamente, el 63 por ciento del empleo rural no agrícola, a su vez, otro 14 por ciento está compuesto por personas que trabajan en el servicio doméstico. ( tabulaciones especiales de la EMNV,1998). Segundo, el 61.3 por ciento de los trabajadores asalariados agropecuarios lo hace en fincas donde el total de trabajadores, incluyendo los no asalariados, no supera las 10 personas ocupados. Indicio del peso de pequeña y mediana producción, pero a su vez, de inserciones laborales precarias, con periodos intermitentes de ocupación asalariada, dependiendo de los ciclos productivos agrícolas, y de las posibilidades de capital de trabajo de estos estratos de productores. En tercer lugar, los salarios recibidos en la agricultura son en Nicaragua sensiblemente inferiores a los alcanzados en los países vecinos tal como puede verse en la tabla 14, y en la tabla 8, donde se comprueba que el salario agrícola tiende a tener una menor capacidad adquisitiva a lo largo de la década. En cuarto lugar, tendencialmente se ha incrementado el peso de la población rural no agrícola; que pasan de 20 por ciento de la población activa en 1971 a 34 por ciento en 1998.(ver cuadro 9).Normalmente, el ingreso por día de trabajo en actividades no agrícolas es superior a los ingresos obtenidos en las actividades agrícolas. En un estudio de campo, realizado en 1998, se estableció, por ejemplo, en dos municipios que el salario en actividades no agrícolas era, en promedio, 50 por ciento superior al salario diario agrícola, y el ingreso en actividades de autoempleo no agrícola (comercio minorista) era en promedio 25 por ciento al obtenido por un jornalero agrícola. (Baumeister,1999). En los noventa la ampliación de la oferta de productos básicos fundamentalmente importados, junto con la ampliación de la infraestructura física ( caminos, electricidad,) potenciaron las actividades de la pequeña y micro empresa comercial rural, lo cual explica el peso relativo creciente de este segmento en la pea rural (ver cuadro 9) 2.7. Dinámica demográfica rural, migraciones internas y externas Nicaragua presenta una característica sociodemográfica importante: mientras que su población es crecientemente urbana, las bases económicas de sustentación son fundamentalmente vinculadas al sector primario ( agricultura, actividades forestales, mineras o pesqueras), o costero, en zonas poco urbanizadas,

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como el turismo. Y esta dicotomía se profundizó en los años noventa, observable en que cerca del 60 por ciento de la población es urbana, y el peso en el Producto y en las exportaciones de los productos primarios, es superior al que existía en los ochentas o los setentas, por la reducción del peso de la industria vinculada al mercado común centroamericano. La población rural sigue creciendo a tasas vegetativas importantes, lo cual conlleva importantes procesos de migración interna hacia las ciudades e incluso existen importantes procesos de migraciones internas de tipo rural-rural, en dirección hacia las tierras de frontera agrícola.22 En los noventa se han mantenido estos procesos, con importantes crecimientos de las poblaciones urbanas , tanto de Managua, como principalmente de muchas cabeceras departamentales y municipales de zonas del interior del país, y un poblamiento rural en zonas de frontera agrícola, ya señalado en relación a la expansión de algunos granos básicos, como en la recuperación y ampliación de la actividad cafetalera. Municipios como Wiwili, El Cua-Bocay, Waslala, Paiwas, Siuna, crecen a tasas elevadas, tanto en sus núcleos urbanos como en sus areas rurales. Sin embargo, el fenómeno más importante de los años noventa ha sido la emergencia de fuertes migraciones al exterior, tanto permanentes como estacionales, dirigidas a los países vecinos o a los Estados Unidos. El incremento significativo de migrantes internacionales nicaragüenses es un fenómeno relativamente reciente, particularmente a partir de mediados de los años ochenta, y fundamentalmente de los años noventa. En los años setenta y ochenta los nicaragüenses censados en el exterior no superaban el 3 por ciento de la población total del país. Por el contrario a fines de los años noventa se puede estimar que esa proporción, a partir de estimaciones conservadoras, no es inferior al 12 por ciento de la población total. Lo cual ubica a Nicaragua dentro de los países de América Latina con mayor proporción de población en exterior. Antes de mediados de los años ochenta, habían existido desplazamientos de nicaragüenses al exterior, fundamentalmente a Costa Rica desde los años treinta, y también a los Estados Unidos, pero en magnitudes relativamente pequeñas que representaban proporciones inferiores al 3 por ciento de la población del país en el exterior. Las evidencias muestran que las migraciones internacionales han crecido significativamente en las últimas dos décadas con la peculiaridad con respecto a otros países similares, de que el flujo principal se está concentrando en Costa Rica que por razones de proximidad, idioma, condiciones relativas de acceso, etc ofrece condiciones muy diferentes a los destinos de Estados Unidos o Canadá. Las perspectivas para las próximas décadas indican que Nicaragua tiene un gran potencial para generar migrantes por cinco razones. En primer lugar, la tasa de crecimiento de la población en edad activa será una de las más altas del mundo, muy superior a Costa Rica, Estados Unidos, México o Canadá. En segundo lugar, la generación de empleo se hace en condiciones de baja productividad y de ingresos, al

22 Un indicio lo podemos observar en las tasas de crecimiento del área urbana del municipio de El Cua, una zona de guerra en los ochenta; entre 1989 y 1998 la tasa acumulativa de crecimiento de la población ha sido de 9.5 por ciento anual. Esto es producto del regreso de población luego del conflicto, del asentamiento de desmovilizados, del mejoramiento de la infraestructura de caminos y de electricidad, del auge cafetalero y ganadero en la zona, y acciones de desarrollo rural por parte del gobierno y la cooperación internacional. Rafael Romero de Arce,1999 Esquemas de Desarrollo Urbano, Alcaldía Municipal de El Cua-Bocay, Proyecto Cua-Bocay, Documento final

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tiempo que existe una proporción relativa de población en situación de desempleo abierto. En tercer lugar, los cambios demográficos y educativos en países como Costa Rica, o Estados Unidos, requieren de la importación masiva de mano de obra, particularmente, para puestos de trabajo relativamente menos remunerados o basados en el trabajo manual intensivo. En cuarto lugar, si bien en los países desarrollados existen cambios tecnológicos que ahorran mano de obra, es evidente también que en muchas actividades productivas, comerciales y de servicios se ha ampliado la demanda de mano de obra de bajos ingresos, lo cual alienta los procesos migratorios. En quinto lugar, la educación formal universitaria se extiende en el mundo no desarrollado más relativamente que las inversiones productivas basadas en alta tecnología, o en rubros que requieren mano de obra altamente calificada. En consecuencia, las migraciones están acompañadas del drenaje de cerebros o de personas formalmente calificadas. Nicaragua no escapa a ninguno de los factores enumerados. Migrantes a Costa Rica En los contingentes hacia Costa Rica cerca del 44.5 por ciento de los migrantes permanentes son de origen rural, mientras que los que se dirigen a los Estados Unidos sólo 13 por ciento son de origen rural. Por otro lado, los migrantes estacionales hacia Costa Rica muestran un perfil más rural, con sectores importantes de fuera de la macro región del Pacífico. Se puede estimar en unos 60,000 nicaragüenses trabajando estacionalmente en la agricultura costarricense.23 Estas estimaciones suponen que los nicaragüenses, recogen el 67 por ciento de las naranjas, el 45 por ciento del banano, el 50 por ciento del melón, el 83 por ciento de la caña de azúcar cosechada manualmente, el 63 por ciento de los trabajadores asalariados en el momento pico de la cosecha 2000-2001 [primera quincena de enero del 2001], y el 75 por ciento de los recolectores de frijoles. (Baumeister, 2001) Es evidente que en los noventa estos procesos migratorios han generado ingresos adicionales a las familias rurales tanto del Pacífico como de zonas del Interior del país. En el cuadro 18 puede observarse la distinta procedencia de los migrantes permanentes y estacionales a Costa Rica, y donde se destaca que los migrantes estacionales dirigidos fundamentalmente a las actividades agrícolas, provienen fundamentalmente de zonas del Interior del país. En síntesis las remesas enviados por los familiares que están permanentemente en el exterior y los ingresos obtenidos directamente por los migrantes estacionales, jueguen un papel importante en la estructura general de los ingresos de estratos pobres.24 Constituyen base para sustentar el fondo de consumo, la formación de capital de trabajo agrícola, y la acumulación de activos de las familias receptoras. 2.8. Crecimiento de la infraestructura física ( escuelas, centros de salud, caminos, etc)25 Los altos niveles de pobreza medidos por el agregado del consumo o los ingresos, coexiste con altos niveles de necesidades básicas insatisfechas, tanto al interior de la vivienda ( agua potable, letrinas, electricidad,

23 Otra fuente permite estimar cifras relativamente similares. Proyectando los datos de la encuesta de Fideg se establece que los migrantes estacionales al exterior de origen rural son, aproximadamente, 50,000 personas ( cálculos propios sobre los parámetros de la encuesta de Fideg, para 1999, en Agurto, 2001: cuadro 1.7)

24 El énfasis en la importancia de esta dimensión fue señalado por la Sra.Renzi.

25 El énfasis en los esfuerzos en infraestructura fueron señalados por Jaime Cofre y Carlos Lacayo

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espacios por persona) como externos a la misma: escuelas, centros de salud, caminos y transporte colectivo. En los noventa, en alto grado determinado por la fuerte presencia de la cooperación internacional, se realizaron importantes esfuerzos en la ampliación de la infraestructura física, tal como puede observarse en la tabla 11. Cabe destacar el importante crecimiento de la infraestructura de caminos rurales, indicados en la tabla como caminos de estación seca, que crecen de manera significativa. De igual modo, son importantes los crecimientos en acceso a agua más segura y a algunos servicios sanitarios. Cabe señalar que los datos disponibles muestran también avances en la reducción de la mortalidad infantil y una tendencia a la reducción de las tasas de natalidad. En rubros como educación los logros en temas como alfabetización no son significativos. Se estimaba que en 1990 el 21 por ciento de la población del país mayor de 15 años era analfabeta y para 1998 esa proporción había crecido al 23.4 por ciento ( Informe de Desarrollo Humano 2000:159). En las zonas rurales, visto desde una perspectiva de más largo plazo se observa, para la población mayor de 10 años se estimaba para 1998 que los analfabetos representaban el 33 por ciento de la población. Como comparación, cabe recordar que para 1985 se estimaba para la población rural mayor de 10 años una tasa del 40 por ciento.26

26 Los datos de 1985 calculado sobre la tabla I.8 de ESDENIC 1985, VOL I:70; y para 1998 en INEC Encuesta Nacional de Hogares sobre medición de nivel de vida.

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2.9 Redes de protección social y Asistencia directa alimentaria a familias carenciadas27 Los procesos descriptos de incrementos de la producción agropecuario y la ampliación de la demanda de mano de obra en las zonas rurales ha estado acompañado de acciones de protección social y particularmente de asistencia alimentaria, particularmente en las zonas secas del Pacífico y el Interior Central, zonas de inundaciones del Atlántico, y otros grupos vulnerables ante fenómenos naturales, fuertemente asociados con los grupos que tienen niveles más elevados de pobreza. No existen informaciones adecuadas sobre la proporción de hogares rurales que han recibido asistencia alimentario, tanto por entrega directa, programas de alimentos por trabajo, distribuciones de alimentos para grupos especiales como niños en las escuelas o mujeres parturientas. A su vez, las fuentes de distribución de esta asistencia son varias, entre las cuales pueden citarse el Programa Mundial de Alimentos, USAID, la red de protección social de FISE,y diversas fuentes no gubernamentales. Agregadamente, puede estimarse que las familias, fundamentalmente rurales, que han recibido asistencia alimentaria a fines de los años noventa en alrededor de, por lo menos, 65,000 familias.28 Para el período 2002-2006, sólo por parte del PMA, está previsto dar asistencia alimentaria a un total de 452,000 habitantes , equivalentes al 9 por ciento de la población total. (La Noticia, 4/05/02) En consecuencia, en las mediciones de pobreza habría que tener en cuenta esta importante proporción de población, fundamentalmente rural, que cubre parte de su fondo de consumo por distintas vías de asistencia alimentaria. Redes de protección social: Junto a la entrega de alimentos para grupos vulnerables ( niños en edad escolar, madres, lactantes, poblaciones afectadas por sequías u otros desastres naturales) existen otras actividades que apuntan a la conformación de una red de protección social, centrada en aspectos de nutrición infantil, alfabetización de adultos, permanencia de los niños en las escuelas primarias. Existen esfuerzos en distintas instancias gubernamentales; en 2001 se inició como plan piloto del FISE un red de protección social, en cinco municipios que llega a alrededor de 5000 familias, que busca combatir la desnutrición infantil, entregando bonos alimentarios a las familias, y la permanencia en las escuelas primarias ofreciendo bonos y mochilas escolares. Esta previsto extender esta red a un total de 36 municipios, por parte del FISE. La Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico y Reducción de Pobreza, aspecto central de la estrategia gubernamental y de la cooperación internacional, que busca reducir significativamente la deuda externa, en un proceso de varios pasos, aún no alcanzados, está focalizada en la reducción de la extrema pobreza, con fuerte concentración en aspectos de salud y educación, en el marco del mejoramiento del capital humano. Sin embargo, los vínculos entre el mejoramiento en indicadores sociales básicos ( desnutrición infantil, mortalidad materna, finalización de la educación primaria) y el potenciamiento de las capacidades de generar ingresos en los estratos pobres, no están desarrolladas de manera sistemática. La Estrategia, de manera implícita, "separa" los objetivos propiamente sociales indicados de las alternativas económicas que están más concentradas en estratos de empresas medianas, grandes, y de la inversión

27 El énfasis en esta temática fue planteada por el señor Carlos Lacayo

28 Esto surge de sumar 59,715 familias beneficiarias de las acciones del PMA/USAID como consecuencia de la sequía del 2001; 5,000 familias que están dentro de la Red de Protección Social del FISE, en 6 municipios , y que conectan la ayuda alimentaria a mejoras en la desnutrición infantil y a la concurrencia a la escuela de los niños. Esto representa cerca del 16 por ciento de las familias rurales del país. Con fuentes no gubernamentales (religiosas y no religiosas) puede llegarse, facilmente, a una cobertura de un 20 por ciento de las familias rurales.

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externa, pero en menor medida en la promoción de la pequeña empresa, tanto urbana como rural, y particularmente hacia estratos pobres, vistos como actores económicos.29 Sin embargo, es importante recordar que la Estrategia Reforzada debió ser en buena medida "adecuada" a los proyectos de arrastre que la propia cooperación internacional y agencias gubernamentales disponen.30 III. CONCLUSIONES 3.1. Las políticas y estrategias descriptas para los años noventa encuentran escenarios diferentes en la presente década desde la óptica de la mitigación de la pobreza rural. En primer lugar, el recurso de ampliación del acceso del número de productores como consecuencia de más apertura de frontera agrícola comienza a tener trabas básicas. En la tabla 1 puede verse una trayectoria estilizada de 50 años, donde se invierten simétricamente las proporciones correspondientes al bosque primario y a la superficie agropecuaria en fincas; es posible que aún estas cifras no reflejen el deterioro real del bosque primario, y el mayor incremento de la proporción de tierras en fincas. Con los actuales ritmos puede imaginarse que la actual generación de población activa rural podrá vivir ( dentro de unos 30 años) el fin definitivo de la frontera agrícola; el fenómeno rural probablemente más importante desde los tiempos precoloniales. 3.2. El recurso al patrón extensivo, estrechamente asociado al punto anterior, debería dejarse de lado; esto supone una estrategia que integre distintas iniciativas que mejoren los rendimientos por unidad de superficie, en la agricultura y ganadería, dentro de parámetros compatibles con el manejo de los recursos naturales, y las posibilidades económicas de los pequeños productores. De lo contrario, si se mantienen constantes los rendimientos, y las áreas trabajadas por unidad de producción son relativamente constantes, el alivio a la pobreza per capita será muy reducido en las zonas rurales .La tabla 4 nos permite ver qué efectos positivos podrían generarse en el sector rural nicaragüense, si la productividad media de la región centroamericana, de 314 dólares por manzana en fincas de producto bruto agropecuario, fuera alcanzada en Nicaragua. Se podría multiplicar por 3 la actual producción. 3.3.La crisis cafetalera mundial, por la fuerte caída de los precios recibidos por los agricultores, plantea que la viabilidad del rubro pasa, exclusivamente, por mejoras significativas en calidad, penetración a mercados especiales, desarrollo de marcas de origen, etc. Pero en el 2001-02 se espera una reducción del orden del 30 por ciento con respecto al año anterior, y es muy probable que en el actual ciclo agrícola, 2002-03, las reducciones sean aun más significativas. Las consecuencias sobre empleo, directo e indirecto, e ingresos son evidentes en cualquier análisis sobre pobreza rural. Situaciones similares se indican para otros productos de agro exportación como ajonjolí, maní, caña de azúcar, tabaco habano, y actividades pesqueras. 3.4. Como se señala desde distintos análisis la recurrencia de "desastres naturales" (sequías, inundaciones, huracanes, etc) son probablemente más frecuentes y están asociados a manejos no adecuados de los

29Una revisión crítica de estos aspectos puede verse en Banco Mundial, 2001 Public Expenditure Review, Improving the Poverty Focus of Public Spending, 30 de octubre 2001; y en Toward a Social Protection Strategy for Nicaragua: a review of selected social programs in the PRSP Portafolio, 2 de febrero 2001.

30 El Sr. Arana menciona ese argumento ante los señalamientos anteriores. Si ha esto se une la vinculación entre gasto público y compromisos de reducción del déficit fiscal, que están en la agenda habitual, de los acuerdos con el FMI, se hace aún más complicado el panorama institucional de la Estrategia Reforzada.

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recursos naturales y la ubicación de los asentamientos humanos. El patrón extensivo dominante presupone la existencia amplia de recursos naturales, lluvias, bosque, etc. En consecuencia, las estrategias de reducción de pobreza rural, deberían tener más focalización en temas como conservación de suelos y agua, reforestación, cambio en las fuentes energéticas, barreras vivas, cosecha de agua, miniriego, cambios en las fuentes de alimentación del ganado, control de quemas, y la importancia de la economía de patio . 3.5.Todos estos factores críticos están sobredeterminados por un factor más complejo en Nicaragua que pasa por las dificultades serias para la coordinación interinstitucional, la definición de estrategias consensuadas; esto abarca tanto a la cooperación internacional, agencias gubernamentales, organismos no gubernamentales, nacionales y extranjeros, organizaciones de productores y productoras, y organizaciones comunitarias en general. Hay fuertes limitaciones en la coordinación tanto en diagnósticos, estrategias, y acciones, observables tanto en las relaciones "bilaterales" entre los actores institucionales básicos, como en sus relaciones "multilaterales". 3.6.La cooperación internacional ha jugado un rol decisivo tanto en los gastos gubernamentales, como en las acciones no gubernamentales. Son múltiples fuentes externas, con también variados esquemas y enfoques. Han habido concentraciones importantes de recursos externos en ampliación de infraestructura física ( caminos, letrinas, escuelas, centros de salud, electricidad, agua), regularización de la propiedad y apoyo a tecnologías, fortalecimiento a la banca privada y a instrumentos no convencionales de crédito, ayuda alimentaria, entre otros rubros. Sin embargo, los problemas principales que subsisten y son una de las trabas centrales, son fundamentalmente institucionales: cómo definir estrategias consensuadas de desarrollo sostenible entre los distintos actores mencionados. Sin duda, la lección más importante de la década pasada nos señala el elevado costo económico, político y social de contar con Estrategias gubernamentales capaces de definir y orientar de manera consensuada los planes de desarrollo. Implícitamente, aunque no es tema de este paper, hay que reconocer que estas ausencias de estrategias consensuadas son consecuencia, en buena medida, de las distintas perspectivas para lograr estabilidad política y económica en Nicaragua luego de un período de profunda polarización que aún subsiste. Ese es un debate que involucra actores nacionales e internacionales; se han logrado avances en la institucionalización de ciertos espacios estatales, pero los "rezagos" institucionales siguen siendo elevados. 3.7. El balance entre políticas, recursos puestos a disposición de los distintos actores, y resultados alcanzados es sumamente complejo. 3.7.1.En primer lugar, el acceso a la tierra31 Independientemente, de los problemas de propiedad no resueltos, de ventas importantes de activos por parte de sectores anteriormente beneficiarios de las reformas agrarias de los años ochenta y de los primeros años de los noventa ( que es cuando se da la parcelación de las tierras antes colectivas, y se da acceso a tierras estatales a trabajadores y desmovilizados de las fuerzas armadas contendientes), y de los avances de frontera agrícola, el acceso a tierra para producir cultivos de subsistencia se amplió en los años noventa, más de lo que existió en los ochenta, y particularmente en relación a los años setenta. Estamos hablando de que más del 75 de los hogares rurales tienen acceso a

31 Una comparación puede ser útil para este argumento: datos de 1998, de una encuesta aplicada con el mismo cuestionario, para Nicaragua y Guatemala arroja estos perfiles de los jefes de hogar masculinos que se dedican a la agricultura: Nicaragua, 65 por ciento trabaja en tierras propias; 14 por ciento lo hace en tierras arrendadas, y 21 por ciento son asalariados agrícolas; en Guatemala, 50 por ciento trabajan en tierras propias; 17 por ciento son arrendatarios, y 33 por ciento son asalariados agrícolas. Fuente: Tabulaciones especiales de las DHS respectivas. Ver tabla 15 y Baumeister 2001 para Guatemala.

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tierras propias o arrendadas; sin contar con las economías de patio mejoradas. Esto ayuda a explicar el incremento de las areas de granos básicos, junto con las posibilidades de vender a los países vecinos, particularmente a El Salvador. En segundo lugar, la ampliación de las cosechas de café y en menor medida de caña, crearon empleos estacionales nuevos, mejorando ingresos. En los momentos pico de la cosecha de 1999 pueden haber estado trabajando cerca de 160,000 trabajadores.32 equivalentes, al 25 por ciento de la población economicamente activa agropecuaria. (ver cuadro 5) Como se sabe, eso se detiene en el año 2000, y plantea interrogantes para el futuro inmediato En tercer lugar, las migraciones estacionales y permanentes a Costa Rica han generado salarios y remesas crecientemente significativas. Particularmente, de las zonas rurales del Interior migran a las cosechas cafetaleras, cañeras, frijoleras, meloneras, bananeras, etc de Costa Rica ( ver cuadro 18). Pueden representar entre el 10 y 15 por ciento de la población económicamente activa agropecuaria del país. En cuarto lugar, la ayuda alimentaria puede estar llegando a cerca del 20 por ciento de las familias rurales de Nicaragua, contribuyendo al fondo de consumo, particularmente hacia la situación de los hogares en extrema pobreza. En quinto lugar, cerca del 15 por ciento de los productores deben estar en programas de crédito no convencionales En sexto lugar, cerca del 10 por ciento de los productores agropecuarios trabaja en programas de conservación de suelos y agua y promoción de agricultura sostenible. En séptimo lugar, los evidentes avances en infraestructura física son notorios tal como la tabla 11 lo muestra. Desafíos abiertos

a. Por las próximas décadas Nicaragua seguirá teniendo una tasa muy elevada de crecimiento de su población en edad activa y de la población en general, particularmente en las zonas rurales. En consecuencia, alivio a la extrema pobreza y a la pobreza rural en general, pasaría por lograr que ese importante sector de familias rurales que ya tiene acceso a la tierra, a las economías de patio, pueda mejorar su propia capacidad de generar alimentos para el autoconsumo humano o de los animales menores y mayores que crían.

b. Esto supone diseminar adecuadamente programas de conservación de suelos y agua, reforestación

en pequeña escala, economía de patio, mejoras en los rendimientos usando semillas mejoradas producidas localmente, mejoras en pastos y alimentación del ganado menor, etc. E incorporar como un actor clave a la mujer rural, eje de esas economías de patio.

c. Lo anteriormente señalado, visto evolutivamente, requiere de dos componentes claves: créditos no

convencionales y formas de comercialización mejoradas, tanto dentro como hacia el exterior; particularmente hacia los países centroamericanos, a los cuales se puede vender más maíz, frijoles, platanos, derivados de la leche, frutas y hortalizas, etc. Particularmente, uno de los desafios pasaría

32 Si la cosecha fue de 2 millones de quintales y se cosecha el 50 por ciento el mes de diciembre, con una productividad física media de 5 latas (del Norte) por día, se llegan a los 160,000 trabajadores en planilla; pueden ser más, por los ayudantes familiares no inscriptos en las respectivas planillas de pago.

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por programas de crédito y comercialización que pudieran llegar a estratos de pequeños productores, dado que crecientemente los estratos insertos en esos componentes son medianos productores.

d. Sin embargo, todos los estratos de productores, y vinculado al tema de pobreza rural, requieren

adecuar las políticas de apertura comercial, en lo referente a importaciones de alimentos para consumo humano o animal. Haber pasado de importaciones del orden 100 millones a cerca de 250 millones en pocos años en estos rubros, ha restringido las posibilidades locales de generar producción, ingresos y salarios rurales. Sería muy conveniente establecer una Comisión Especial que revisase que cosas podrían producirse localmente y que requisitos requerirían para hacerlo.

e. Las actividades rurales no agrícolas están concentradas en Nicaragua en las actividades del

comercio en pequeña escala, el servicio domestico, o en personas que trabajan en otros rubros de servicios ( empleados del gobierno o del sector privado). El mejoramiento de la agroindustria local, tanto para mercados locales, nacionales o internacionales es posible. Ejemplos, como las actuales dificultades para colocar producción de derivados lacteos en el mercado centroamericano son elocuentes.

f. Capital humano El nivel de analfabetismo alcanza al 19 por ciento de la población total de más de

10 años, pero llega al 41 por ciento entre la población rural en extrema pobreza. A su vez, 1/3 de los niños rurales en edad escolar, que pertenecen a hogares en extrema pobreza, no concurren a la escuela primaria, lo cual hace suponer que tasas de alfabetización o subeducación están creciendo en muchos estratos de los pobres rurales

g. A su vez,Los altos índices de desnutrición infantil y no concurrencia a las escuelas, por parte de

niños y adolescentes, pobres rurales plantea una focalización adecuada de actividades que deberían ser "universales" en determinados municipios del país; esto supone, probablemente, entregas de alimentos por vía de los Centros y Puestos de Salud, para infantes y madres; alimentación de dos o tres tiempos de comida en las escuelas primarias rurales; entrega de ropa y útiles escolares. Esfuerzos coordinados gubernamentales y no gubernamentales ( lo cual supone menos polarización y más tolerancia política) es clave para sostener y lograr realmente acumular capital humano entre los pobres rurales.

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TABLAS

Cuadro 1: Nicaragua: estimaciones sobre algunos cambios en el uso del suelo, 1948-2000 ( millones de manzanas)

Uso del suelo 1948 2000 Total 17 17 Fincas 5 11 Bosque primario 11 5 otros 1 1

Fuentes: para 1948 tomado de FAO, Estudio sobre Nicaragua, 1952; 2000, estimaciones propias basadas en estadísticas del MAGFOR. Cuadro 2: Nicaragua: Evolución de la producción agropecuaria (1970-1999)

Períodos Producción agropecuaria 1989-91=100

1970-74 120.4 1975-79 155.3 1980-84 115.9 1985-89 99.3 1990-94 103.8 1995-99 117.2

Fuente: FAOSTAT, y cálculos propios Cuadro 3: Nicaragua:Evolución de las exportaciones e importaciones agricolas 1980-1999 (millones de dólares corrientes)

Años Exp.Agr. Imp.Agr. Balance 1980 344 138 206 1988 193 142 51 1993 165 163 2 1995 276 182 94 1999 313 311 2

Fuente: FAOSTAT y cálculos propios Cuadro 4: América Central: Valor agregado agropecuario por unidad de superficie

Países Valor Superficie Valor

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agregado agropecuario 1999) (millones de dólares de 1990)

agropecuaria 1998 (miles de ha)

agregado/ ha

Costa Rica 1132 2845 398 El Salvador 1042 1604 650 Guatemala 2620 4507 582 Honduras 712 3585 199 Nicaragua 810 7561 107 América Central

6316 20102 314

Fuentes: El valor agregado del sector agropecuario es estimado por el BID. La superficie agropecuaria ( suma de pasturas permanentes, cultivos anuales y permanentes) es una estimación de la FAO Cuadro 5: Nicaragua, evolución de la producción agropecuaria, el empleo y la productividad 1983-1999.

años Valor agregado agropecuario

Población economi camente activa agrop

Pea inscripta en el Inss

Pib pea

1983 5576.5 269 20006 20715 1985 5034.9 314 30814 16034 1989 4370.6 346 42177 12631 1990 4394.9 435 37866 10103 1995 4898.1 485 17440 10099 1998 5881.4 596 18516 9873 1999 6329.6 641 18688 9875

Fuentes: Banco Central de Nicaragua Valor agregado medido en córdobas constantes de 1980. Tasa de cambio, 10 córdobas por dólar del año base

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Cuadro 6: Evolución de las exportaciones e importaciones agropecuarias 1990-1999, millones de dólares corrientes

períodos Exportacio nes

Importaciones Requisitos para la agricultura

Alimentos para consumo humano o animal

1990 242 100 50 50 1991 207 156 53 103 1992 174 213 26 187 1993 165 162 26 136 1994 236 168 42 126 1995 276 182 46 136 1996 325 202 47 155 1997 370 214 69 145 1998 279 251 70 181 1999 312 311 73 238

Fuente: FAOSTAT Nota: requisitos agrícolas incluye fundamentalmente insumos y bienes de capital Cuadro 7: Nicaragua, evolución de la población, y el empleo rural, 1985-1998

años Población rural

Pea rural

Pea agrop

Pea agrop asal

Asal agr/ Pea agrop

Pea rural/ Pob rural

1985 1548 488 314 136 43 31.5 1995 1986 629 487 161 33 31.7 1998 2083 760 603 234 39 36.5

Fuentes: 1985 datos tomados de ESDENIC; el estimado de la Población economicamente activa rural se estima a partir de una tabulación disponible sobre la distribución de los jefes de hogar economicamente activos según zona de residencia, tabulados no publicados; 1995, tomados del Censo de Población; 1998, tomados de tabulados especiales de la EMNV,1998, realizados por OIT, la población rural se estimó sobre la base de una tasa de crecimiento del 1.6 por ciento anual sobre la población rural del Censo de 1995. Cuadro 8 Evolución de la Productividad por persona ocupada y los salarios agropecuarios (1990-1999)

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años Productividad media agropecuaria

Salarios agropecuarios por día (en us)

% de Cobertura de la Canasta básica

1990 10.31 2.07 37.10 1993 10.39 1.73 36.34 1998 10.14 1.51 30.82 1999 9.69 1.48 31.56

Fuente: Informe de desarrollo humano de Nicaragua 2000 Cuadro 9: Nicaragua evolución de la composición de la Pea rural 1971-1998

años %Agrop %No Agrop total 1971 80 20 100 1995 73 24 100 1998 66 34 100

Fuentes: Censos de población de 1971 y 1995 y tabulaciones especiales de la EMNV realizada por una consultoría de OIT Cuadro 10: Indicadores de la producción agropecuaria 1978-1999

años Pib agrop

Volumen de café

Volumen de Caña de Azu car

Area de Maíz

Area de Frijol

1978 100 1415 2948 325 95 1985 76 900 3075 230 103 1989 66 932 2392 284 151 1993 65 920 2468 313 165 1998 89 1439 3805 361 171 1999 96 2083 4056 365 296

Fuente: estadísticas del Banco Central de Nicaragua

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Cuadro 11: indicadores de cambios en el acceso a infraestructura rural (1990-1999)

Variables 1990 1999 1.% de población rural con acceso a agua potable 18 39 2.% de población rural con acceso a servicios sanitarios (letrinas)

16 40

3. Extensión total de caminos (kms) 15188 18,946 4. Establecimientos del MINSA (sin contar Managua) 677 853 5.Centros escolares de educación primaria en las zonas rurales

3375 6111

Fuentes: Informe de Desarrollo Humano 2000;el año base de la variable 4 es 1992; la variable 2 surge de información suministrada por UNICEF. Caminos de 1990 del Informe de Desarrollo Humano 2000, y para 2000 Banco Mundial, Public Expenditure Review, Improving the Poverty Focus of Public Spending: 89. Cuadro 12 Nicaragua: distribución de la actividad cafetalera según estrato de las fincas ( medidas en manzanas de cafetal) 1998

Estratos de area de cafe (manzanas de cafe)

% de Productores

% del area de cafe

% de la Producción

-5 79.7 25.8 3.3 5-10 9.9 15.5 10.6 11-20 5.0 16.1 10.5 21-30 3.0 16.4 15.9 31-40 1.1 8.4 11.9 41-50 0.7 7.0 11.5 50 y más 0.6 10.8 36.3 TOTAL 100 100 100 (números) (30,400) (130,000) (1,430.000)

Fuente: UNICAFE, "Impulsando la Construcción de la Caficultura del Próximo Siglo", 1998

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Cuadro 13: Nicaragua: Importancia de la mano de obra de las cosechas de agroexportación, 1978-1995-96

Años PEA AGROP (000)

MANO DE OBRA EN EL MES PICO

1978 430 292 68% 1988 460 135 29% 1995 484 101 21%

Fuentes:1978: Pea tomada de la Misión FIDA/FAO Mano de obra pico en el mes de diciembre trabajando en las cosechas de café, algodón y caña de azucar.Calculos propios. 1988: Basado en datos de MIPLAN y estimaciones propias de la demanda de mano de obra en café, algodón y caña de azucar, a partir de coeficientes técnicos de empleo. 1995: Pea agropecuaria tomada del Censo de Población 1995, y demanda de mano de obra en el mes de diciembre de 1995 para caña de azucar, café, y productos no tradicionales, tomada de la Encuesta de Empleo Rural del Ministerio del Trabajo. Cuadro 14.:América Central: Salarios medios por hora ( en dólares), 1998

Países peón agrícola

cosedor zona franca

albañil comer cio

maestras enferme ras

Costa Rica

1.63 1.70 1.34 1.06 3.05 5.99

El Salva Dor

0.63 0.92 0.92 1.70 2.88 2.66

Honduras 0.72 nd 0.74 0.46 nd 1.29 Nicaragua 0.37 1.16 0.68 0.61 0.45 0.62

Fuente: Miguel del Cid & Rodolfo Tacsan Chen (1998) Fuerza Laboral y poder adquisitivo de los salarios en Centroamérica, Panamá y R. Dominicana, OIT/ETM, San José.

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Cuadro 15: Formas de inserción en la agricultura de los jefes de hogar según condición migratoria de los hogares, 1998

Formas de inserción

Total de jefes Hogares con migrantes en Costa Rica

Tierras propias 52.1 42.0 Tierras de la familia

12.0 15.0

Tierras arrendadas 14.0 23.0 Asalariados agrícolas 21.0 19.0 Cooperativas 1.0 1.0 Total 100 100 n 2391 105

Fuente: tabulaciones especiales de ENDESA,1998 Cuadro 16.: Migrantes estacionales al exterior: educación y lugares de destino (1998)

Educación formal alcanzado % Ninguna 30 Preescolar 3 Primaria 29 Secundaria 6 Técnico Medio 1 Técnico Superior 1 Total 100 Casos (70) Destino USA 3 Costa Rica 96 Honduras 1 100

(68)

Fuente: tabulaciones especiales de la EMNV,1998

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Cuadro 17: Intensidad de los procesos migratorios, 1998

Departamentos

Distribución de los migrantes externos

Distribución de la población total

2/3

Nueva Segovia 1.9 3.2 0.59 Madriz 0.8 2.5 0.32 Estelí 5.1 4.1 1.24 Matagalpa 5.1 8.2 0.62 Jinotega 0.7 5.1 0.14 Boaco 2.3 3.2 0.72 Chontales 2.7 3.3 0.82 Atlantico Norte 1.1 4.4 0.25 Atlantico Sur 4.1 4.2 0.98 Río San Juan 1.7 1.4 1.21 León 10.2 8.2 1.24 Chinandega 9.8 8.4 1.17 Managua 34.6 28.7 1.21 Carazo 3.2 3.3 0.97 Masaya 4.6 5.4 0.85 Granada 6.2 3.3 1.88 Rivas 5.9 3.1 1.90 Total 100 100 1.00

Fuente: cálculos sobre Rosales, 1999 Cuadro 18: Distribución porcentual de los migrantes permanentes y los estacionales al exterior, 1998/2000

Zonas Migrantes permanentes en el exterior, 1998

Migrantes estacionales a Costa Rica 2000

Managua 38.1 6.7 Resto del Pacífico 43.9 43.2 Resto del País 18.0 50.1 Total 100 100 casos 2392 225

Fuentes: migrantes permanentes en el exterior tomado de ENDESA; migrantes estacionales a Costa Rica, tomado de tabulados inéditos de FIDEG,2000

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Cuadro 19:Nicaragua, evolución de la tenencia de la tierra, 1978-2000 ( porcentaje de la tierra en fincas)

Estratos 1978 1988 2000 0-10 mz 2.1 3.1 8.4 10-50 mz 15.4 16.7 26.0 50-200 mz 30.1 28.4 36.8 200-500 mz 16.2 12.8 15.6 500 y más 36.2 13.5 13.2 Area Estatal

0.0 11.7 0

Cooperativas con (tenencia colectiva)

0.0 13.8 0

Total 100 100 100 Productores agropecuarios (en miles)

101 169 290

Superficie en fincas (millones de manzanas)

8.1 7.7 10 a 11

Fuentes: Los datos de 1978, están basado en estimaciones del Censo Agropecuario de 1971 y de DIPSA, para las zonas de colonización, es una estimación realizada por CIERA; para 1988, esta basado en Baumeister,1998:177, cuadro 8.3;la tierra que en ese cuadro aparece como asignaciones individuales de tierra de reforma agraria se redistribuyen en los estratos de menos de 50 manzanas. Para 2000 son tabulaciones especiales de la Encuesta Nacional Agropecuaria del Mag-For esta encuesta no tiene cobertura en las regiones autónomas de la Costa Atlántica.

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Entrevistas realizadas Jaime Cofré, BID 5 de marzo Carlos Lacayo FISE 12 de marzo Maria Rosa Renzi PNUD 8 de marzo Oscar Neira MAG-FOR 5 de marzo Mario Arana SETEC 23 de marzo Horacio Rose PROVIA 8 de marzo Bastian UNICEF 5 de marzo Carlos Arce Consultor BMundial 9 de marzo Jorge Iran PCAC abril, 15 Elvis Perez UNICAM abril,16 Sonia Agurto FIDEG 2 de mayo