¿Cómo hacerlo mejor?

Compartan con sus hijos y hagan de cada momento vivido un momento especial.Háganlos sentirse necesarios, únicos, valiosos,… amados.

Tengan mucho cuidado de diferenciar disciplina (corrección con amor) y venganza (corrección con golpes o enojado.)

Siempre dejen la puerta abierta para futuras conversaciones.

Tengan cuidado de no hacer conclusiones anticipadamente. Su percepción no será la misma percepción de sus hijos. Siempre pregunten, ¡nunca asuman!

Denle, a cada miembro de su familia, responsabilidades. Refuercen, cada vez que tengan oportunidad, lo valioso e importante que es su colaboración.

Hablen con su familia, en términos claros, acerca de lo que realmente es importante para todos. Muestren los valores, tradiciones y prácticas de su familia promoviendo oportunidades para que sus niños los vivencien y los internalicen.

Estimulen cada logro de uno de los miembros de su familia, por pequeño que sea. Celebren sus éxitos con mensajes, comentarios positivos e inclusive con una comida especial.

Hagan que su familia se sienta parte de una comunidad, involucrando en ella a familiares, amigos(as),vecinos, personal del colegio, miembros de la Iglesia, … Los niños deben aprender a respetar y valorar a las personas que forman parte de su entorno, enseñándoles a reconocer en ellas el aporte que entregan a su formación como persona.

Sus hijos tienen muchos amigos, asegúrense de conocerlos a todos. Siéntase con libertad de preguntar todo los detalles acerca de amigos y sus padres. Aprendan tanto como puedan acerca de los lugares que ellos frecuentan y lo que hacen en esos lugares. Es su responsabilidad saber estos detalles.

Aprendan sobre las preocupaciones que los jóvenes tienen. Pidan a sus hijos y a sus amigos que compartan las preocupaciones que ellos tengan acerca de situaciones que estén sucediendo. Juntos busquen alternativas o soluciones que funcionen.

Continúen buscando herramientas que les ayuden en la tarea de ser padres. Paticipe en todas las instancias que signifique compartir experiencias y aprender con otros.Ser padres es un aprendizaje continuo, cada día es un nuevo y hermoso desafío

No están solos en esta tarea, el Señor ha sembrado en ustedes su semilla y vuestra tierra es fértil, abónenla con su amor y su fruto será muy bueno