TABASCO IDENTIDAD EN PROCESO

Jesús Ezequiel de Dios

PARA EL LECTOR

La historia de Tabasco, verídica y valedera, está por escribirse, hay esfuerzos encomiables unos y responsables otros, que el investigador o simplemente quien quera informarse sobre nuestro pasado, encuentra. Salvando la minuciosidad exigente de Manuel Mestre Ghigliazza, difícilmente podrá identificarse otro estudioso que se le iguale.

Para desgracia de nuestro acervo cultural, Mestre Ghigliazza no tuvo tiempo para escribir y desarrollar el increíble volumen de datos y documentos que asistió durante su valiosa cuan ignorada aportación sobre la materia. El examen que a la ligera se haga de su obra recopiladora y compiladora, así lo de muestra. Lo cual quiere decir que Manuel Mestre Ghihliazza, no ha sido valorado. Tampoco su obra la ha estudiado persona física o institución.

Estos apuntes propuestos en vía de ensayo, no tienen ninguna pretensión, responden al desfogue de inquietudes del autor, sugeridas por el origen, desarrollo y convivencia así como de la observación del medio en que le correspondió vivir. Hechos y personajes que se desplazaron en el tiempo y espacio históricos de Tabasco que han de sumarse a los resultados vigentes o superados, determinaron estos apuntes.

Marcelino García Junco, Huimanguillense impar por su talento y cultura, maestro universitario y deliberadamente olvidado por los tabasqueños de hoy, alguna vez decidiose hacer periodismo. Medió el criterio divergente habido con otro gran señor de las letras, Francisco J. Santamaría a la sazón Gobernador de Tabasco. Por sabido se calla, que destruir a un tabasqueño nada más indicado que enfrentarle a otro tabasqueño. El aniquilamiento personal está garantizado, que no la vigencia de los valores representados y ejercitados por el aniquilador, presuncionales.

En ocasión de la referencia, García Junco Publicó y mantuvo durante la administración de Santamaría (1947-1952), una columna semanal en el “Adalid” de Alberto Camelo del Río , de Feliz Recordación como luchador periodista. Dicha columna la denomino “Los Tabasqueños somos así”. En ella García Junco hizo alarde de la picardía irónica unas veces. Sarcástica otras, festivas las más pero acertadas todas, que hicieron las delicias de los opositores pesimistas y las rabietas de los gobiernistas optimistas.

Las reuniones fraternales, enjundiosas y agresiones de buena fe surgidas semana a semana en la casa del propio maestro García Junco, provocando multitud de preguntas, que a juicio personal hasta hoy están sin respuestas. La búsqueda de tales contestaciones nos llevo a hurgar en el pasado nuestro, concluyendo con lo

aseverado en primer término, que la verdadera historia de Tabasco tendrá que escribirla las generaciones siguientes, una vez que “los archivos hablen” tal como lo plantea Mestre Ghigliazza, con insistencia tal que raya en la angustia.

Año más, años menos, Román Cárdenas Veracruzano del H. puerto, compañero y amigo de la aulas universitarias, visitaba Tabasco invitado por Mario Trujillo García, gobernador de Tabasco (1971-1976). Con el gracejo que tanto favorece a los hermanos de Veracruz, nos hizo notar que por el físico, todos los gobernadores de Tabasco se parecen. Reímos de la humorada sin concederle importancia.

A Mario Trujillo García le sucedió Leandro Rovirosa Wade y de nuevo Román Cárdenas Insistió:

Tú dirás lo que quieras primo hermano, pero hasta Mario y Leandro se parecen, al tiempo que repasaba como caleidoscopio, un folleto de propaganda política en el cual aparecían profusamente reproducidos los rostros de los gobernadores dichos y en verdad, que a ojo de pájaro y hojeado el folleto del modo descrito, no podía precisarse quien era quien.

En el desempeño de su administración empresarial. Leandro Rovirosa Wade dispuso una galería de retratos de todas las personas que le antecedieron el puesto. Se instaló en el palacio de gobierno. En esa colección de muy malos retratos, no figura Domingo Dorrego cuyo segundo apellido es Moreno tomándose en cuenta que su madre se llamó Lorenzo Moreno, pero no aparece este segundo apellido.

La visita que hicimos a la galería de gobernadores, trajo a la memoria a Román Cárdenas y su afirmación relativa al parecido físico de los gobernadores en Tabasco. Una sin otra no vale, dice el pueblo de Tabasco. Tal vez por eso, repasamos a nuestra vez los rostros de los paladines y gobernantes de México. Unos patriotas y traidores otros, que a su tiempo manejaron las cosas públicas del país. Confrontados los nacionales con los tabasqueños, descubrimos que Román Cárdenas no andaba descaminado. La historia de México cuenta con Morelos y Guerrero, a quienes se les atribuye la condición negroide cómo etnia. Benito Juárez, Zapoteca y Victoriano Huerta, Huichol, es decir, de etnia indígena. Los demás van del blanco al mestizo.

¿Y en Tabasco?

Pues, todos pertenecen a la etnia blanca. La mayor parte, por no decir que la totalidad, admiten la armadura del siglo XVI como vestuario, si erramos en algunos, será la excepción que confirme la regla.

La nacionalidad mexicana es mestiza. Este mestizaje se integra con tres etnias: indígena, blanca y negra.

El hecho predominante de la etnia blanca en la historia de la estructura de poder de nuestro estado, intriga tanto como sugerente resulta el sobresalto que provocó en le animo nuestro, reforzando aquellas preguntas sin respuesta de los sábados bohemios teñidos con el viejo y querido maestro Marcelino García Junco, una biografía sin escribir.

Nada puede, o por lo menos intentarse sin ajustarse a un método. Requiere disciplina y conocimientos que el autor no tiene con sobra de buena voluntad pero regido por las limitaciones señaladas y las inherente implícitas en la persona, intentamos en vía de apuntes un ensayo de los general a lo particular aunque sea de modo muy severo.

Así, apuntaremos el encuadre del hombre hispanoamericano en su tiempo de historia. A continuación, el hombre de México y enseguida el tabasqueño.

Elegimos la lucha de clases para la búsqueda intentada de una conciencia individual o colectiva.

Todo lo cual se supone que puede conducirnos o por lo menos contribuir, al establecimiento de una identidad, la que a su vez, sirva o resulte explicativa de un pasado histórico.

EL HOMBRE HISPANOAMERICANO

LA CONCIENCIA DEL HOMBRE AMERICANO

Las ideas propaladas en esta parte, no son originales del autor. Nos remitimos a la voz y pensamiento más que autorizados del maestro Leopoldo Zea. Este Escritor y filósofo, se preocupa por fijar una “América como conciencia” (Universidad Nacional Autónoma de México 1983 primera reimpresión.)

En la página 11 de la obra citada puede informarse el lector, que “en todo lo humano la imitación perfecta, que la consciente es imposible” tal aseveración la deriva de la sobada afirmación aceptada por algunos sin reflexión ni análisis, de que él hombre hispanoamericano se ha pasado la vida copiando a Europa e imitando los puntos de la cultura llamada de occidente. En este caso, judeo cristiana. Por lo mismo, se impone una revaloración de lo propio.

“América, especialmente Hispanoamérica, arrastrada por un sentimiento de insuficiencia ha procurado asimilarse diversas corrientes culturales en sus no menos diversos aspectos. Actitud que le ha llevado o le llevará aún sin proponérselo a la formación de una cultura mestiza, que por serlo, representará una síntesis universal de culturas.” Pag. 11 obra citada.

Finca del sentido de dependencia, como la causa y origen de las actitudes negativas, problema “cenidamente americano”. Problema entrañable, el de la independencia.

“La beatería frente a la cultura europea que nos caracteriza, es el más claro signo de que no hemos asimilado esta cultura. El europeo, que se sabe heredero de la gran tradición cultural de occidente, no se siente nunca amilanado frente a su pasado y es capaz de enfrentársele a él si se le presenta como obstáculo para su futuro. El pasado está siempre allí como pasado que es; como algo que lo es propio, pero en la medida en que representa lo que ha sido. Pero este haber sido es ya una garantía de que no tiene que volver a ser. A los americanos nos falta esta dimensión. Nuestro pasado está siempre presente, sin decidirse a ser auténtico pasado”.

“De aquí la urgencia para los americanos, de esta asimilación. Es menester, por una serie de razones sociales, históricas y políticas, que América asimile su pasado dentro de una dimensión dialéctica. Tenemos que negar este pasado nuestro con la mejor de las negaciones, la histórica… es menester que la convirtamos en historia, en autentica experiencia. Tal es lo que ha hecho Europa y esta es la mejor lección que podemos aprender de su cultura… esto es, la relación

que se ha sabido encontrar a estos hechos como conjunto que expresa un modo de ser propio del hombre que los crea”. (pags 13 y 14 de la obra citada).

Lo anterior en cuanto a la dependencia cultural como problema americano, el sentimiento de inferioridad Leopoldo Zea en su obra invocada, capítulo tres, número 19, página 41, aborda el sentimiento de inferioridad. Lo hace consistir en:

“El no ver en América sino lo que Europa quiere ver; el querer ser una utopía en vez de una realidad, provoca el sentimiento de inferioridad. Lo real, lo circundante, es visto por el americano como algo inferior en comparación con lo que considera debe ser un destino, un destino que nunca se realiza, un destino utópico. Lo propio del americano es considerado por este mismo como de poco valor. Se empeña en realizar modelos que le son vitalmente ajenos. Se empeña en imitar”.

“El sentimiento de inferioridad se muestra en la América sajona en el afán de reproducir en grande todo lo realizado por Europa. La América sajona se ufana de ser futuro de la cultura occidental. Toda su propaganda en periódicos, revistas, cine, etcétera. Trata de hacer de América una segunda Europa, pero de mayores dimensiones. Lo gigantesco, lo colosal, es decir, lo cuantitativo, es lo que más le preocupa. Por medio del dinero y una técnica cada vez más perfecta trata de obtener todo esto. Pero en el fondo se agita un sentimiento de inferioridad”.

“El hispanoamericano, a diferencia del norteamericano, no oculta su sentimiento de inferioridad. Todo lo contrario, lo exhibe, se está continuamente autodenigrando. Siempre está haciendo patente su incapacidad para crear. No intenta nada por su cuenta, le basta con asimilarse la cultura ajena. Pero al hacer esto, se siente inferior, como si fuese un mozo vestido con el traje del amo”.

“Nosotros los hispanoamericanos estamos siempre proyectando aquello para lo cual no estamos hechos, aquello que nos es ajeno vitalmente. El resultado tiene que ser el fracaso. Sin embargo no achacamos este fracaso a la inadaptación entre nuestra realidad y las ideas que se quieren realizar, sino a lo que consideramos nuestra incapacidad. Nos sentimos inferiores por un fracaso inevitable. Nos empeñamos en realizar lo que no es nuestro, y al no lograrlo nos sentimos impotentes, incapaces. Sin reflexionar que es en estos límites, en este no poder ser plenamente otro, que está nuestra personalidad y, con ella nuestra capacidad para realizar lo que sea verdaderamente nuestro”.

No nos encontramos a nosotros mismos porque no nos hemos querido buscar. Y es que nos consideramos demasiado poco, no sabemos valorarnos.

No nos atrevemos a crear por miedo al ridículo. El ridículo, que sólo siente quien se considera inferior, ha estorbado nuestra capacidad de creación. Tememos destacarnos porque no queremos equivocarnos. Y no queremos equivocarnos porque nos sentimos ridículos, inferiores. De aquí que sólo nos atrevamos a imitar. Nuestro pasado parece también ridículo, por ello lo negamos, lo ocultamos o disfrazamos. No queremos contar con él. No queremos recordar nuestras experiencias, preferimos las experiencias ajenas.

LA CONCIENCIA Y LA POLÍTICA

“Faltos de tradición, sin ideales propios, no nos importa ni el pasado ni el futuro. Lo único que nos importa es el hoy. Un hoy que nos permita vivir de la mejor manera posible. De aquí que nuestra política se haya transformado en burocracia. La política no es sino el instrumento para alcanzar un puesto burocrático que nos permita vivir cuando menos al día, Nuestras revoluciones, nuestros ideales políticos, degeneran en burocracia. Esto no quiere decir que tal cosa no suceda en otros países, lo único que se quiere decir es que entre nosotros es éste un mal crónico. No importan banderas o ideales, éstos no son sino instrumentos para el logro de intereses personalísimos.

El egoísmo es el digno corolario del sentimiento de inferioridad. Egoísmo que se traduce en desconfianza. Quien no confía en sí mismo menos podrá confiar en sus semejantes. Esta desconfianza es la que hace que sea imposible una verdadera política; lo que hace que nuestras luchas con fines sociales se transformen en luchas por alcanzar puestos burocráticos. El ideal social no cuenta, sólo cuentan los intereses personales.

LA TOMA DE CONCIENCIA, PROCESO DIALECTICO

Don Alfonso Reyes en su “ultimo tule” citado por Leopoldo Zea, aborda la mayoría de edad Americana, en sus notas sobre la inteligencia americana” al decir al respeto:

“Encima de las desgracia del ser humano y ser moderno, la muy específica de ser americano, es decir, nacido y arraigado en un suelo que no era el foco actual de la civilización sino una sucursal del mundo”.

Leopoldo Zea Agrega y fortalece el pensamiento Alfonsino:

“En efecto, así era, lo americano no dejaba que fuésemos europeos, lo cual era considerado como una gran desgracia”. Sin embargo, si observamos todo con otro punto de vista, el legítimo veremos que tal cosa, lejos de ser un mal, es un bien. Es el bien que más se puede ambicionar gracias a él nos encontramos con una personalidad. Lejos de ser un eco, una sombra, resultamos ser una voz y un cuerpo auténtico, gracias a esta nuestra irreductible americanidad nos encontramos ahora, con la posibilidad de una tarea dentro de la cultura universal… porque hay en nuestra América material virgen, inexplotado, que puede dar lugar a remozadas formas de cultura.

El autor reproducido, manifiesta la eliminación del complejo de inferioridad, haciendo consciencia de nuestra verdadera relación con la cultura europea, originando un nuevo sentimiento, el de responsabilidad. A este sentimiento Alfonso Reyes lo denomina mayoría de edad.

Así el sentimiento de responsabilidad le permite al hombre americano entrar en la historia y asumir el lugar que le corresponden. Reconoce que tiene un pasado, acaso poco brillante pero no reniega de él. De la misma manera que reconocemos la existencia de nuestra infancia “sin que nos avergüence recordarla”. A partir de ese momento “debe resolver por sí mismo sus problemas vitales; que al resolverlos irá también resolviendo varios de los problemas de la cultura occidental por lo ligado que está con ella”

En el capitulo V se plantea Zea el tema de “América como conciencia”.

Afirma que América como todos los pueblos, irá tomando conciencia de su realidad, mediante un movimiento dialéctico en el que se enfrentan las opiniones de Europa sobre el ser y las que ella misma deduce al confrontarlos con lo que es en si mismo. “Por un lado está lo que quiere Europa que sea y por el otro lo que en realidad es”. La serie de justificaciones que se da a sí mismo un europeo al imponer su dominio político, cultural y social sobre América, y por el otro las reacciones del América, y por el otro las reacciones del americano frente a estas justificaciones “que le menoscaban”.

Para continuar con la “toma de conciencia”.

Entiendo por conciencia no un sentido abstracto sino “una serie de hechos concretos, a una realidad viva y plena, tanto como lo es la existencia humana en el más autentico de sus sentidos el de convivencia humana”. Porque, existir es convivir, esto es vivir con los otros. “La conciencia, propia de lo humano, hace posible la convivencia. Conciencia es saber en común, saber de los otros. El latin la palabra conciencia significa complicidad. Esto es, participación de los unos con los otros”. (pag. 58 obra citada - mismo autor).

La toma de conciencia, agrega Zea, “Es una de las tareas más difíciles del hombre” porque nunca se alcanza plenamente. La historia de la cultura es la lucha “que realiza un hombre para situarse ante si mismo. Se trata de una lucha amarga, dolorosa, en la que hiere y es herido.” Esta conciencia de lo humano “se da en la historia a través de una serie de afirmaciones y negaciones que tanto Hegel como su discípulo Carlos Marx, han llamado dialectica”.

El hombre cree afirmarse negando a sus semejantes toda semejanza. “los otros, los semejantes, se presentan entonces como cosas, amputada toda su humanidad. Los otros, mediante una serie de falsas justificaciones, son rebajados en su ser hombres. Son convertidos en esclavos, siervos, obreros, esto es, útiles”. (pag. 60 misma obra, -mismo autor).

Para continuar estableciendo:

“ Múltiples formas de discriminación apoyadas es… pretextos de los más sutiles o brutales. Justificaciones como la pigmentación de la piel que puede ser negra, morena o amarilla y no blanca. Justificaciones apoyadas en la clase social a la cual pertenece o bien la del sexo. Ser negro, obrero o mujer y no blanco, patrón o varón so formas que justifican el rebajamiento de una parte de la humanidad en beneficio de la otra. Parece como si lo humano dependiese de accidentalidades como el color de la piel, la clase social y el sexo. Lo occidental es elevado a la categoría de substancia. Se le convierte en arquetipo de lo humano de acuerdo con el cual ha de ser enjuiciado el hombre. Este tendrá que justificar su ser de acuerdo con ese arquetipo”. (Misma obra mismo autor. Pags. 59-60)

La historia en que se mueven hombres concretos que han venido luchando porque se les reconozca su humanidad, reconociendo a su vez, la de los otros “parte de la imposición de los puntos de vista de una cultura sobre la realidad que forma esta América “de una determinado tipo de hombre con otro, con el cual se ha encontrado”.

“Forcejeo contra una realidad que aparece como incomprensible ante los ojos del europeo y forcejeo del americano para destruir la cosificación de que es objeto por parte de este hombre. Por un lado el europeo tratando de acomodar la realidad americana en los cuadros del mundo que le eran familiares; por el otro el americano luchando contra este acomodo que niega su autentica realidad. Y, como consecuencia, cada vez más amplia, una conciencia de lo humano”.

La cultura por contacto sumado a la expresión de situaciones y actitudes humanas tan diversas, que puestas las unas junto a las otras resultan contradictorias, contradicción que ha originado esta superposición de culturas que parece ser una de las primeras características de la cultura en esta América.

“Se habla de superposición porque es precisamente lo contrario de la asimilación cultural. Superponer es poner, sin alteración, una cosa sobre otra, aunque estas sean distintas y contradictorias, o una cosa al lado de la otra; en cambio, asimilar es igualar, hacer de cosas distintas una sola. La superposición mantiene los conflictos propios de los diversamente superpuesto, la asimilación los elimina”. (Misma obra- mismo autor-pag. 65).

Hasta aquí, en cuanto al hombre americano en general.

EL HOMBRE DE MEXICO

ESPAÑA DIVINA, AMÉRICA DEMONIACA

Si los pobladores de la América descubierta tuvieron problemas con tal suceso, no es menos cierto que los descubridores, conquistadores y después explotadores colonialistas, se enfrentaron a situaciones nuevas, complejas e imprevistas.

El Almirante Cristóbal Colón murió ignorante de la profunda repercusión que su hazaña de navegante, habría de impactarle al mundo de dónde provino. Y también al nuevo descubierto.

Ocurre el descubrimiento de América coincidiendo con las postrimerías de la secular Edad Media, por lo tanto, la liquidación del feudalismo a favor de la monarquía absolutista. La vida política y las luchas inherentes se daban entre renacentistas y feudalistas.

“…Se ofrece a los ojos del europeo un mundo extraño, ajeno a sus puntos de vista, ante él aparecían hombres y pueblos con otras costumbres y otra concepción del mundo y de la vida”. (Leopoldo Zea-obra citada-pág. 68)

Las coincidencias fraguadas por lo mas recio y profundo del feudalismo en crisis, le impedía al hombre blanco comprender a los hombres y pueblos que no cabían en los cuadros de comprensión “que le eran familiares”. Por eso, comenzó por negarle la calidad de humanos, por supuesto que a su imagen y semejanza.

“La cultura de estos pueblos será vista, ante sus cristianos ojos, como fruto, “Demoniaco”. Dios no parecía haber podido crear un mundo cuyos hábitos y costumbres venían a ser como negación permanente de una moral que él mismo había dictado. Este mundo debería ser obra del “Demonio”. Una gran masa de hombres, toda una cultura, es rebajada y negada como humanidad”. (Interpretación de Luis Villoro, “Los grandes momentos del indigenismo en México”—el Colegio de México, México 1950- citado por Leopoldo Zea- misma obra citada- pág. 68)

Sólo un designio secreto de la providencia podía justificar la existencia de mundos como el americano por convenir así a sus ocultos fines, dice Zea, que se trata “de pueblos en “pecado”, dejados de la mano de Dios, destinados a ser un día rescatados por los cristianos paladines de occidente. “Sigue manifestando el autor Leopoldo Zea, que tal pecado “Es haber escapado, por quien sabe cuántos siglos a la acción del mundo occidental, ahora ese mundo le enjuicia y condena, en adelante, si ha de salvarse, si ha de justificarse como trozo de humanidad, tendrá que serlo de acuerdo con los juicios del vencedor”.

Sin embargo, de tras de cada cruz, símbolo de dominio occidental “se ocultará el demonio de esos pueblos haciéndose reconocer por sus hijos e incluyendo secreta pero poderosamente, en sus conquistadores. Una fuerza muda y sorda pero terriblemente influyente, se dejará sentir llenando de inquietud al hombre que en ella va a seguir como síntesis de dos mundos superpuestos”. (Leopoldo Zea – obra citada – pág. 70). Al conquistador “ya no le satisface sentirse representante heredero de una cultura que consideraba ecuménica”. Pero se resisten a ser semejantes a los hombres de estas tierras, van siendo transformados. Las palabras van tomando otro sentido y ya no dicen lo mismo que en su lugar de origen. Sabe y siente el conquistador, del desfile de otros hombres distintos que aunque mudos y callados y callados en sus ojos “parece, a veces, asomarse ese “Demonio” que se creía vencido”. Estos hombres, dice Zea, practican una religión que ya no es la de sus mayores.

“Sin embargo, la devoción que ponen en esta religión que les ha sido impuesta y sus ritos parecen más bien propios de ese mundo enterrado que no del mundo que creía haberlos conquistado. El cristiano difícilmente podrá reconocer como propia la interpretación que dan a esa religión los indígenas” (Autor citado misma obra- pág. 71)

Cronistas e historiadores informan de la destrucción operada por el clero y el poder español precisamente en los teocallis y todo lo que significó la manifestación cultural de los vencidos. De lo cual, se salvaron unos cuantos códices. Oswaldo Spengler en su “Decadencia de occidente” habla la degollina practicada por una cultura adulta en perjuicio de una cultura niña.

A pesar de todo, el mundo indígena, arrasado y destruido, “Empieza a surgir subterráneamente”.

“Los ídolos e idolillos que, junto a los templos habían sido enterrados, surgen sonrientes y burlones en los adornos de los nuevos templos cristianos. En los frisos, columnas y cornisas dejan ver sus diabólicas carillas. Penetran en los templos disfrazados con las figuras angelicales que adornan sus cúpulas y techos. Sus muecas se dejan sentir debajo del oro de los extraños retablos. Aparecen en los cristos y santos, a los cuales se les rinde una extraña devoción. En las fiestas

religiosas, el mundo “demoniaco” condenado por el europeo vuelve a resurgir”.—(mismo autor- obra citada. Pag. 72)

Comienza el forcejeo con el conquistador, “Que habrán de heredar sus hijos y los hijos de sus hijos”.

Parte del forcejeo referido lo determinan las medidas adoptadas por la iglesia imponiendo la fe sobre la razón y el absolutismo español, cerrando sus fronteras. La nueva España como todas las posesiones españolas, aprisionadas. Respeto y sumisión. Monopolio de la cultura detentada por la Iglesia. Concentración de poder regio.

Nadie podrá encarcelar la vida que apareja la historia de modo indefinido. Por eso, son los mismos miembros del clero quienes tienen acceso al pensamiento europeo que agito las conciencias a partir del siglo XVIII. Triunfante la revolución Francesa, su influencia se hizo sentir en estas tierras. El mundo cultural superpuesto que Zea precisa, se estremece. La realidad cambiante no invita a la repetición de formulas envejecidas e inoperantes. La duda mina la legitimidad original de las instituciones. Se cuestiona el orden social y político predicado por la iglesia y el origen divino de los Reyes. En otras palabras, la realidad existente se pone en entredicho. Tras la deliberación el estallido. Los sacerdotes disidentes empuñan las armas y son excomulgados. Los hechos demuestran que los hombres del poder y de la iglesia, no resisten el examen y son vulnerables. Al fin y al cabo, triunfan las ideas independentistas.

“en otras palabras: América es vista por los románticos europeos como un paraíso, como una nueva tierra de promisión. La inmadurez ha perdido su carácter negativo si se ha convertido en símbolo de todas las esperanzas”. (Leopoldo Zea, misma obra Pág. 84).

Remata Zea aseverando, que con la independencia de América se iniciaba una nueva historia, la propia de estos pueblos. En lo sucesivo, “una historia racional, planificada, de la cual los únicos responsables habían de ser americanos. El pasado era aparentemente cortado de un solo tajo”.

LA HERENCIA VIRREINAL

La gran extensión territorial de la nueva España planteo a la corona Española el grave problema de la incomunicación padecida por la falta de un sistema de transporte.de transporte. Cabal idea de este aspecto sociológico histórico lo transmite Juan Felipe Leal, en su obra “La Burguesía y el Estado Mexicano”, tercera edición. El Caballito México, D.F. 1975, paginas 35 y 36 citando como fuente a Luis Chávez Orozco, Historia de México, Patria, México 1953, paginas 183-184, refiriéndose a la:

DIVISIÓN TERRITORIAL

Hasta fines del siglo diez y ocho hubo en el territorio mexicano dos reinos:

1.- Nueva España. Con Virrey y audiencia

2.- Nueva Galicia. Con audiencia gobernadora. También hubo:

1.- La Capitanía General de Yucatán

2.- Tres Gobiernos: Nueva Vizcaya, Nuevo León y Nuevo México

3.- Ciento Cincuenta corregimientos o Alcaldías mayores, en tres los que deben ser incluidos los Gobiernos de Veracruz y Tlaxcala.

Sigue consignando Juan Felipe Leal, que esa organización política perduró hasta el año de 1786, cuando al promulgarse la Real Ordenanza de Intendentes, La Nueva España quedó dividida de la siguiente manera:

Cuadro 1. División Territorial en Intendencias.

NOMBRE DE LA DEPENDENCIA JURISDICCIÓN TERRITORIAL ACTUAL

MÉXICO DISTRITO FEDERAL, ESTADO DE MÉXICO, QUERÉTARO, HIDALGO, MORELOS Y GUERRERO

PUEBLA ESTADOS PUEBLA Y TLAXCALA

GUANAJUATO ESTADO DE GUANAJUATO

VALLADOLID ESTADO DE MICHOACÁN

GUADALAJARA CASI TODO EL ESTADO DE JALISCO Y LOS DE AGUASCALIENTES Y COLIMA

ZACATECAS ESTADO DE ZACATECAS

OAXACA ESTADO DE OAXACA

MÉRIDA ESTADOS DE YUCATÁN Y CAMPECHE, TERRITORIO DE QUINTANA ROO

VERACRUZ ESTADO DE VERACRUZ Y TABASCO

SAN LUIS POTOSÍ ESTADOS DE SAN LUIS POTOSÍ, TAMAULIPAS , NUEVO LEÓN, COAHUILA Y TEJAS.

DURANGO ESTADOS DE DURANGO Y CHIHUAHUA

SONORA – ARIZPE ESTADOS DE SONORA Y SINALOA

PROVINCIAS.

NUEVO MÉXICO

VIEJA CALIFORNIA ESTADO DE BAJA CALIFORNIA Y TERRITORIO DE BAJA CALIFORNIA

NUEVA CALIFORNIA.

CONTINÚA Juan Felipe Leal manifestando que la intendencia se dividió en partidos y cada partido en municipalidades. Los Gobernadores de los reinos y provincias fueron substituidos por los intendentes. Los Alcaldes mayores por los Subdelegados. Las autoridades de designación fueron los Virreyes, audiencias, Gobernadores y Regidores. Aplicando la tesis del maestro Zea, superpuestos, los cabildos de españoles y de indios como autoridades del origen local, que “ejercían sus funciones dentro de un universo fragmento geográfico, social, político y económicamente”. (Juan Felipe Leal-obra citada-Pág. 37)

ESTRUCTURAS DE PODER

La tutela ejercitada a través de la encomienda tuvo su correspondencia política en esta organización. Esta condición dependiente y discriminada se mantuvo durante la colonia y al indígena se le concedió un gobierno local semi-autónomo conforme la tradición española del ayuntamiento, la ultima que como institución local autónoma degollara Carlos V de Alemania y primero España.

“La República de Indios se encontraba constituida por un cacique o señor, un gobernador uno o dos alcaldes, varios regidores y un número variable de funcionarios menores. El cacique o señor natural estaba sujeto a la autoridad española regional, el corregidor o alcalde mayor. La función de este gobierno indígena era: primero, el cobro del tributo; segundo, el reclutamiento de mano de obra y tercero, la policía o mantenimiento del orden”. –(Juan Felipe Leal-obra citada- pag. 37- con cita de Gonzalo Aguirre Beltrán”, formas de gobierno indígena”, -UNAM, México, 1953, pág. 28-29)

Como puede verse, el poder español no desapareció del todo las instituciones políticas de los vencidos, con sentido político se aprovechó de los pipiltins, la aristocracia indígena, utilizándola como intermediaria en aquel vastísimo territorio que nunca llegaron a gobernar propiamente dicho. Sobre el particular conviene consultar a Gastón García Cantú en su obra dedicada a “Las intervenciones extranjeras en México”.

Pero las instituciones observadas a través de la historia en su desarrollo, se comprueba que no coinciden con lo que realmente acontece.

Se sabe que la explotación brutal y esclavista practida por los encomenderos mediante trabajo excesivo y la crueldad del trato, la casi inexistente alimentación adecuada, las enfermedades derivadas a epidemias como la viruela, el sarampión y la tifoidea, el abandono de las obras de irrigación creadas por la inteligencia indígena, los cambios de cultivo y explotación minera mermaron la población a fines del siglo diez y seis. Rodolfo Stavenhager en su “Colonialismo y aculturación”, en ensayos sobre las clases sociales en México Editorial nuestro tiempo, México 1968, pagina 98-99, propala además de: “Los habitantes de México Central, una población calculada en cerca de veinticinco millones de habitantes en 1519, disminuyeron hasta poco mas de un millón y medio en 1605.

En el siglo diez y siete funcionaron otros acontecimientos contribuyentes al traslado del poder, del centro de la periferia. Se señalan la restricción del comercio ultramarino y el virtual derrumbe del control metropolitano. Mineros, hacendados y comerciantes coloniales, surgieron como figuras dominantes de esa sociedad y su economía. Convertidos en grandes señores, en aquellos años de poderío eclesiástico, tenían sus propios, cárceles particulares y si propia policía como fuerza.

“Los cabildos de españoles dejaron bien pronto de surgir de la elección de los vecinos para transformarse en cuerpos que se renovaban por co-optación o por venta a veces con garantía de transmisión hereditaria, y que se encontraban bajo la férula del poder local del hacendado o del minero”. – (J.H. Parry”, Europa y la Expansión del Mundo”. F.C.E. México, 1968, pág. 79-citado por Juan Felipe Leal obra citada-pág. 42)

LA TENENCIA DE LA TIERRA

El régimen jurídico de la tierra se remonta al objetivo principal de los descubrimientos y conquistas. Poblar y consolidar el dominio español en las tierras descubiertas y conquistadas, fue la tarea de los expedicionarios de la época, que los reyes españoles estimularon con premios y recompensas mediante leyes que permitieron a las autoridades dotar de tierras para la agricultura y la ganadería, a todo aquel (se supone que blanco desde luego) que decidiera asentarse las villas recién fundadas, (Barbosa René- “Estructura de la Nueva España (1519-1810) Editorial, Siglo XXI, México, 1971, pág. 38. Citado por Juan Felipe Leal obra citada-pág. 40).

Del modo descrito nace la merced real o gracia. La tierra mercedada o concedida “no podía venderse sino hasta pasados cuatro años de haberla “roto”. Con la consolidación proliferaron las fortunas y el comercio con las tierras, lo cual determinó que el poder público incrementara sus ingresos pero ya no graciosamente sino a titulo oneroso. Las tierras baldías o realengas se adjudicaban en subasta pública rematándose al mejor postor (florescano Enrique, “estructuras y problemas agrarios de México (1500-1821) Secretaría de Educación Pública – col. Sep-Setentas 2-México, 1970, pág. 43-citado por Juan Felipe Leal-misma obra –pag. 41)

La forma de adquirir la propiedad evolucionó y la necesidad de la corona para agenciarse de dinero, facilitaron que los particulares cumplieron con la exigencia real de legalizar las mercedes otorgadas después de 1522. La citada legalización se operaba mediante una real confirmación. Sin ella, los adquirientes nunca tenían “El dominio pleno e irrevocable de la tierra”. De tal manera, que el terrateniente legalizaba sus posesiones pagando las composiciones y así, lícita o ilícita su adquisición, esta quedaba dentro de la Ley. Válidamente puede asegurarse que nació el latifundismo del descrito del modo descrito. Una tenencia de la tierra que produjo consecuencias históricas profundas y lacerantes.

LEYES DE INDIAS

El primer problema con el que hubo de enfrentarse la corona española al configurar el régimen jurídico de las indias occidentales, fue justamente el del trabajo, en virtud de que siendo muy escasa la mano de obra, a colonización europea tropezó desde sus orígenes con este problema que se agudizó aún más, cuando los españoles conquistaron México y el Perú, países que por su grado de evolución y por el número de sus habitantes,, no podían compararse con las grandes y pequeñas Antillas, Zonas en las que se establecieron los primeros contactos entre los conquistadores y los aborígenes americanos.

El cuerpo legal que intento la solución de estos problemas en primer término, es el conocido con el nombre de legislación de Indias, de intensión protectoras del aborígenes americanos.

El cuerpo legal que intentó la solución de estos problemas en primer término, es el conocido con el nombre de legislación de Indias, de intención protectoras del aborigen americano y que tiene sus orígenes en las Indias Occidentales, la calidad de súbdito y no esclavo, como sugirió el propio colon a la Reina, al proponerle la venta de los indios como esclavos en los mercados europeos para recuperar la inversión del descubrimiento.

Las leyes de Indias reflejan la lucha que se entabla entre el Virrey de mentalidad renacentista y consecuentemente centralista, y la de los conquistadores, cuya mentalidad, empezando por la del propio Cortez, es medioeval.

El colono español y particularmente el conquistador aspiraba a crear un feudalismo en las tierras descubiertas. Por esta razón, desde un principio pretendió primero, esclavizar al indio y fracasado este intento, busco hacerlo siervo adscribiéndolo a la tierra tal como aparece en el Derecho Feudal Europeo.

De esto es fiel expresión el pleito que entabla cortes contra la corona, cuanto ésta le otorgó como merced y en reconocimiento de sus méritos el titulo de marques del valle de Oaxaca, marquesado que comprendía las tierras que se encuentran entre los lindes del ejido de Xochimilco y la provincia de chiapa, para cultivar y trabajar estas tierras, dio la corona en servidumbre cien mil indios, que don Hernando pretendió fuesen cien mil familias.

Este problema que se amplifica con cortés, lo tiene la corona con todos y cada uno de los conquistadores y colonizadores.

Como las Leyes de Indias son eminentemente protectoras del aborigen, no se puede acceder a las pretensiones de los conquistadores, pero por otra parte, tampoco se puede ignorar el angustioso problema de la mano de obra, constatado en las minas y en las haciendas propiedad de los españoles.

La solución vino a ser la encomienda, institución que como su nombre lo indica, consistió en encomendar a un español determinado número de indios, a los que debía de inculcar hábitos de trabajo, los principios de la religión cristiana y cuidar y

velar por ellos como si fuese un buen padre de familia. El indio no pertenecía al conquistador. El indio por virtud de las Bulas de Alejandro Sexto y Pablo Tercero, quedaba bajo el patronato de los Reyes de España, con el objeto de cuidar de ellos y de atraerlos a la religión católica.

El Monarca pues, encomendada al colono realizar esta labor de protección sin mengua de que a su vez, lo utilizase como obrero.

EL TABASQUEÑO, SU PASADO HISTÓRICO

Los documentos más antiguos que hemos consultado en relación con la historia de Tabasco y cuyas copias guardamos, están fechados en 1563. No sabemos que hayan otros más fidedignos y de existir, su conocimiento contribuiría a la consolidación fehaciente del pasado nuestro, tan desconocido por falta de investigación y amor a la cultura.

Nadie ignora que la pasión por el oro y la plata fue el móvil determinante del descubrimiento de América, pasión que se disfrazó con la búsqueda de un camino mas accesible a las Indias para conseguir especies y otras maravillas del mundo oriental.

De golpe y porrazo, la España del siglo XVI se enriqueció con los productos de las minas de oro y plata mexicanas que “Castilla y León, diera Colón”. La Nueva España y Perú compitieron para engordar la escarcela real y la de sus súbditos. Estos convertidos en encomenderos, dieron rienda suelta a su codicia, la cual se apoyó la mano de obra esclava aborigen.

Las mismas resultaron riquísimas. La conquista de América hizo de España la dueña del mundo durante 300 años. Sin embargo, tanta gloria y poder cegó a los políticos españoles que no supieron construir una economía solida, aprovechando tanta riqueza y como tampoco supieron adecuarse al mercantilismo que tan astutamente desarrollaron tanto los Ingleses como los Franceses. España se convirtió en comprador dependiente.

Así, las riquezas del Nuevo Mundo fueron a manos de los países que tenían tratos con la España Imperial de Felipe II en cuyos “dominios nunca se ponía el sol”. Sin darse cuenta, los hispanos se convirtieron en intermediarios de los frutos y productos de sus dominios y posesiones. En otras palabras, la dueña del mundo tuvo grandes riquezas, pero no supo retenerlas. Ello provocó su decadencia y el desmembramiento de su imperio.

Tabasco, ya se sabe, carece de minas. Tierra baja y de pantanos, llena de mosquitos y alimañas, selvática y calurosa donde la anarquía del agua sigue siendo un problema capital. Desdeñado hasta para el clero que prefirió avecindarse en las tierras frías de Chiapas o en las secas de Yucatán.

Los guerreros importantes encabezados por Hernán Cortés y los primeros nobles y aristócratas enviados por la corona, se adueñaron de los lugares donde abundan los metales preciosos. Guanajuato, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco,

Querétaro, Oaxaca, México, Zacatecas e incluso Coahuila y Durango fueron los orgullos mineros de la Nueva España.

Los representativos de la cultura, generalmente religiosos, enseñaron a los indígenas la lengua de castilla, las creencias de la catolicidad, arquitectura, pequeñas industrias y artesanías; luego, operada la multiplicación que dió origen al mestizaje y troquelados tales conocimientos por la nueva sensibilidad, nacieron los conceptos mexicanos propiamente dichos del modo de vivir, comer, vestirse y a la postre, de hacer política, literatura y arte. Sin embarco, nada de esto sucedió dn Tabasco. Por lo menos en la etapa virreinal. Las investigaciones históricas publicadas, bien elocuentes son.

LA GANADERÍA

Es muy conocida la condición de los expedicionarios y navegantes que se aventuraron con Cristóbal Colón. Aludes de hombres espoleados por la ambición, delincuentes perdonados o prófugos de la justicia real o eclesiástica, se enrolaron con Hernán cortes y de los otros personajes que consolidaron la conquista de México e iniciaron el virreinato.

Al organizarse el poder público, como correspondía el criterio real absolutista que privada en la época, asumieron el primer plano los envidiados y protegidos de sus majestades católicos; muy atrás de ellos los descubridores, los conquistadores y los hijos de estos. Las biografías de los hijos de Cortés, así lo demuestran. Los desheredados, los marginados, aquellos escasamente recomendados, vinieron a la “inhóspita provincia de Tabasco”, como se le llamaba en los viejos documentos. Había que mantenerla sujeta y dominada, como parte adquirida por la conquista.

Así, dotados de animales, plantas y armas llegaron los primeros españoles con propósitos de dominación, colonización y asentamiento, observándose que entre ellos, a juzgar por los hechos, nombres y sucedidos, no hubo uno solo de mediana estirpe. En esa lista de inmigrantes figuran aquellos españoles comunes y uno que otro francamente sefaradí y por lo tanto judío.

Trajeron bovinos, vacunos y caballos. También gallináceas que hasta la fecha nuestros campesinos llaman “de castilla” para diferenciarlos del guajolote que resulta ser “el gallo de la tierra” y el trigo “el pan de castilla”, la tortilla de maíz “el pan de la tierra”. Nunca dominaron el medio físico y solo a medias a los naturales. Curioso resulta que entre aquellos seres humanos de desecho viniera una recia encomendera. El hecho que un tercio o la mitad del año las tierras tabasqueñas inundadas hace que, hasta la fecha, grandes extensiones de tierra no sean útiles a la agricultura. En cambio, esta fertilización natural favorece el crecimiento de ciertas gramíneas y leguminosas muy nutritivas para el ganado. Asimismo la proliferación de especies utilices al hombre, como peces y quelonios. A poco de nacer la ganadería se propago tanto, que los viejos documentos aseguran “era tan grande la cantidad de cabezas, que eran visibles desde el mar”, ello sucedia ya en el siglo XVII.

Floreció tanto la ganadería mayor, que era negocio principal de los españoles y criollos porque muy naturales llegaron hacer las mercedes reales que le fueron concedidas a condición de ser tributarios” “al quinto del rey y al diezmo de la iglesia”. Sin embargo, a diferencia de nuestro tiempo en que la ganadería es un negocio de carne o leche para consumo humano, entonces el negocio consistía en la venta de cueros desperdiciándose la mayor parte de la carne, sobre todo porque los habitantes nunca fueron mas de cuatro o cinco mil en toda esta provincia (en la época de mayor densidad democrática) y porque no había otra manera de conservar la carne y no existían medios para transportarla a donde fuera aprovechada.

En cambio, los barcos se repletaban de cueros de res y cacao, binomio sobre el cual descansaba la economía de la provincia. Desde los tiempos precortesianos los habitantes practicaban el trueque. Este consistió en la obtención de lo que necesitaban a cambio de su grano de cacao.

Con la dominación vino la encomienda y la vieja provincia de Tabasco recibió a españoles de categoría ínfima con sus dotaciones de ganados caballar y bovino: gallos y gallinas de castilla y traídas por los conquistadores arraigaron en estos rumbos.

Olvidados esos primeros españoles el poder público tuvo que luchar y guerrear con los levantiscos y belicosos naturales, por espacio de 70 años; proliferó asombrosamente el ganado vacuno en las praderas naturales, formadas en las veras de los ríos que son numerosos.

Este incremento natural y casi sin esfuerzo, diversifico el comercio estilado hasta entonces. Al grano de cacao se le aumentó el negocio de los cueros. La carne no lo era.

A cambio de cacao, madera y cueros, los barcos de ultramar trajeron todo lo que necesitaba para su vida la gente de estos rumbos. Después vendrían el hule, el plátano y ahora ¡el petróleo! Todo sin desplazamiento alguino de su lugar de origen. El comercio se práctico con sentido de explotación ejercicio por el vencedor. De allí la expresión de “todo para el Vencedor”. El comercio tabasqueño se ha caracterizado porque vende con precios muy altos, fijados al capricho de cada quien.

EL ESCUDO

Tabasco no tiene escudo. Por lo menos colonial. El dr. Cárdenas en su memoria multicitada por los estudiosos de nuestro pasado y que por cierto, nadie ha profundizado con sentido monográfico y exhaustivo hasta la fecha, se pregunta:

“¿No dolerá a quien vea con ojos desapasionados la milagrosa adquisición de tan vastos y ricos dominios, el saber que la primera población española de aquel continente esté sin el justo y debido titulo de ciudad?

“¿Qué lugar de América podrá disputarle a Tabasco el derecho que tiene de que su capital sea ciudad con el nombre de muy noble y muy leal?

“¿Será posible que o la patria, o bien el domicilio de aquella gran política, erudita y hermosa india de real estirpe, Doña Marina, mujer legitima (sic) de Hernán Cortes no goce de una tal prerrogativa?

¿podemos sufrir los españoles tabasqueños (sic), sin avergonzarnos, que otras poblaciones de América se gloríen de esta preeminencia, y que la capital de un Tabasco madre o matriz del principal móvil de la conquista, carezca injustamente de ella?

Para continuar:

“Tabasco en este caso, pide el distintivo de muy noble y muy leal ciudad para su población principal que es Villahermosa…”

“Pide asimismo que V.M. la confirme en el uso de las armas que ha gozado de tiempo inmemorial; pues con un incendio devoró los papeles de mayor antigüedad, no hay vestigios de tal cosa en los archivos. Solamente se conserva un monumento de ellas, sacado de un antiguo pendon y es enteramente conforme a él, la copia que acompaño”.

Que se tienen conocimientos, esas preguntas como toda la memoria el padre Cárdenas, quedarnos sin respuesta. Poco tiempo transcurrió para que “el adorado” de Tacotalpa y otros lugares de Tabasco, perdiera el trono heredado y se consumara la independencia de México.

Por lo demás, en el punto 4o. de la importante fuente histórica en que a la postre quedó convertida la memoria citada, se confirma “un brazo armado de brazal y empuñando una espada,…lo cual admite observaciones.

Como quiera verse, conforme las reglas de la emblemática conocida y usada en aquellos siglos del medio evo en que nació la heráldica, tal como llegó a la nueva España, empuñar la espada con la malo izquierda, es signo, índice o lenguaje de bastardía. De ser cierto esto, el escudo que se analiza, el brazo izquierdo armado es representativo de un poder español viciado de origen, es decir, bastardo y ya se sabe lo que ese vocablo significaba para la gente de aquellos siglos.

Tal vez implique una referencia “aquella gran política, erudita y hermosa india de real estirpe, Doña Marina”, que invoca el español de Tabasco, Dr. José Eduardo de Cárdenas.

Pero en cualquier caso, por la misma memoria del Dr. Cárdenas, se pide “que confirme” S.M. el distintivo colonial de Villahermosa. Petición de obtener algo que no se teme.

Pero también reflexiones.

Dada la quisquillosidad tenida y mantenida por el fijo dalgo español de la época, así fueran “indianos” ¿cómo y porque admitieron la bastardía estampada en el escudo de armas de Villahermosa?

Aun más. Iniciada la vida política independiente ¿porque los mexicanos de Tabasco, bien cavilosos también, han consentido sin análisis el llamado pomposamente “escudo de Tabasco”?

Tal vez para contestar esas interrogaciones, habrá de considerarse que:

a).- por regla general, los gobernantes de Tabasco, no han sido tales a juzgar por el origen del poder ejercitado, los hechos de sus respectivas actuaciones que no siempre administraciones y sobre todo, se han sentido de la etnia blanca, a la cual no alcanzan los amores y amoríos de marina, la de los conquistadores. Por etnia y mentalidad, no son ni se sienten mestizos. El mexicano de verdad, eso es. Nuestra nacionalidad es mestiza. Tabasco, el mas mezclado de la República.

b).- El Jus Solli y el Jus Sanguinis no se han dado en quienes han detenido el poder en Tabasco. De esto, hay mucho que ahondar y decir, de la economía y riqueza producida por los recursos de esta tierra titular de una ecología de asombro.

SOBERANIA

Un pueblo, etnia, comunidad o como quiera denominársele para ser tal, requiere de poder de mando, poder de decisión.

Ese agrupamiento humano se sustenta en un territorio, sobre el cual ejerce su autoridad. Así el territorio, es una porción de superficie terrestre que pertenece a un país, estado o municipio. Para ser soberano, un pueblo necesita de su territorio.

Desde el siglo XVI, el encomendero Melchor de Alfaro Santa Cruz con su informe rendido a la Corona Española, acompaño un mapa rudimentario que a juicio del informante, comprendía el territorio de la vieja provincia de Tabasco.

Los límites de esta entidad federativa, en realidad no necesitan estudios topográficos y de cartografía impresionante. Basta que se consideren:

a).- la natural delimitación de la tierra baja de aluvión, que es la llanura propiamente tabasqueña;

b).- las tierras que durante los 300 de dominación, alternada y esporádicamente, tributaron a la gran capitanía de Yucatán y a los poderos centrales del Virreynato.

Nuestro territorio no es montañoso como el de Chiapas, calcáreo como el territorio en que se asentó el mundo maya y es distinto en flora, fauna, orografía, hidrografía, y etnia e idiosincrasia de Veracruz.

Todo cambia cruzándose el rio Tonalá. Alguien dijo que Mesoamérica allí comienza. Demetrio Lackas, uno de los Presidentes de Panamá en la década de los setentas de este siglo, quedó pasmado al tomar contacto con esta ecología, sus habitantes y sentido para tratar sus asuntos. Declaró sentirse en Panamá.

No obstante, hay que percatarse del apoderamiento operado del territorio de Tabasco a favor de los estados hermanos de Chiapas y Campeche. La consulta de los mapas demuestran, que Chiapas nos tiene invadidos casi hasta la capital del Estado y desde muchísimos años antes. Se apoderó de todas las tierras bajas que por su naturaleza. Invariablemente formaron parte de la vieja provincia de Tabasco, que al decir de los documentos antiguos consultados, comprendía desde Acayucan hasta Xicalango y del Golfo de México hasta la parte en que la Sierra termina de modo natural con la llanura Tabasqueña.

Las viejas crónicas hablan de la Isla de Trix, perteneciente a Tabasco. Esa isla es la del Carmen, hoy Campeche, casi hasta el puerto de frontera. Hay en esas tierras un lugar llamado Atasta, igual que otro convertido en una colonia dela Capital Villahermosa.

Hay que hablar, visitar y convivir con esos “chiapanecos del norte” y los “campechanos” de Atasta, Palizada, Candelaria, etc. Para que se compruebe su calidad sociológica de tabasqueños. El dejo suramericano que para pronunciar el español manifiestan nuestros hermanos chiapanecos de verdad, como son los naturales de Ciudad Las Casas, no lo manifiestan. El pujido, lo natural de la pronunciación maya, no lo acusan unos y otros. Sin embargo, por el mapa político y sus autoridades, cada curso son chiapanecos o campechanos.

Por testimonios recogidos puede asegurarse, una vez más, la condición cazurra de los rancheros asentados en esos rumbos. Tabasco nunca formó parte de la Capitanía General de Guatemala. Chiapas si. Al optar Chiapas por la nacionalidad mexicana, su capital Tuxtla Gutiérrez enclavada como está geográficamente a muchas partes de su territorio le resultaba distante. La historia de la propiedad rustica de esas tierras que por ahora las denominan “El norte de Chiapas” demuestra que han sido parte de las autoridades de Tabasco. Sin embargo, los rancheros han negado tal cosa en el momento de ser requeridos para el pago predial por parte las autoridades de Tabasco, alegando que sus tierras pertenecen al territorio de Chiapas y en todo caso, es Tuxtla Gutiérrez la reconocida como Capital y sus autoridades, las competentes para cobrarles. Por la forma y gobierno tenidos por Chiapas, a esos remisos en cuanto al pago de impuestos, nadie les ha cobrado quien sabe por cuánto y en cuanto tiempo. La

lejanía formada suma a la falta de vías de comunicación y lo abrupto de la sierra, han favorecido la socarronería de tales rancheros que siendo tabasqueños, de este modo han contribuido a la invasión mutilante de su legítimo territorio. Cosa igual se observa en la cuenca del rio Usumacinta. En cuanto a Campeche, la historia siendo la misma acusa peculiaridades que alguna vez cuando Tabasco tenga gobernantes arraigados por la sangre y el lugar de nacimiento, reclame en justicia y con apoyo en las disposiciones de la Constitución General de la República, lo que le corresponde en ley, sociología e historia.

CARTAS DE RELACIÓN, LA LEY DEL MOSQUITO

Desde el Siglo XVI, el Cabildo de Santa María de la Victoria en su famosa y divulgada Relación informó que la Provincia tenía entonces:

“tres mil indios es casos; han venido a mucha disminución desde su pacificación, por haber sido poblada de más de treinta mil indios, los cuales han venido a esta disminución a causa de grandes enfermedades y pestilencias que ha habido, así especiales (sic) en esta provincia como generales en las Indicas, como han sido Sarampiones, viruelas, catarros, pechugueras e romadizos, a flujos a cámaras de sangre, a grandes calenturas que suelen dar en esta provincia y estando con ellos se bañan en ríos con agua fría, por lo cual se han pasmado o muerto muchos. Es tierra de mucho pasmo; no vienen a ningún crecimiento ni multiplicamiento, o dan razón en tiempo de su gentilidad cada uno de ellos tenía diez, doce a más mujeres, o ahora no tienen a mas de una y así no multiplican como entonces”

Los encomenderos metidos a informadores omiten la crueldad usada con los vencidos para obligarlos a producir riqueza para el beneficio del dominador; parecen ignorar que “las grandes enfermedades o pestilencias” que mencionan, eran males desconocidos hasta la llegada de los nuevos amos y que, propagadas lo mismo atacaron a blancos que a los pobladores precortesianos pero al decir de los encomenderos informadores, solo diezmaron a los indígenas que por lo visto, con esclavitud o sin ella, no abandonaron la costumbre de bañarse diariamente, lo cual practicaban en la altiplanicie y con mayor razón en estas tierras de calor.

Tabasco no estaba comprendido en las rutas navegadas de la España imperial y las Antillas. Quedaban lejos de Tabasco las grandes ciudades de la península española y de los caminos que les daban acceso.

Desde 1789 el Coronel Antonio de Alcedo afirmaba:

“pero ninguna plaga tan molesta como la de los mesouitos de diversas especies que apenas dejan vivir la gente y no pueden dormir sino debajo de pabellón, a pesar del intenso calor lo que hace…”(8)

Es plaga provoco al dictado de una ley. El 21 de febrero de 1835 desde México, D.F. por su parte el Gral. De Brigada, Gobernador Ramón Rayón, promulgo el bando que hizo saber a la población que el Congreso General había decretado: la facultad del gobierno “para hacer el gasto necesario a proveer de mosquiteros a la guarnición del Estado de Tabasco”. José Cirilo Gómez y Anaya diputado presidente; Guadalupe Victoria, presidente del Senado. (9)

La evidente despoblación de estas tierras propiciaron que los piratas de aquellos siglos, la convirtieran en sus guaridas. No solo saqueaban, también robaban mujeres que regresaban embarazadas para renovar loa dotación femenina. Este dato hace que la rabia tranquila del Dr. Mestre Ghigliazza asiente:

“…a grado tal, que si la tradición no miente, muchos frutos de sus feroces lubricidades inficcionan aun como maldita herencia la población de Tabasco”.(10)

Fácil es corroborar que el tabasqueño, enclavado en Mesoamérica, circundado por el mundo maya, el totonaca y ahualulco de Veracruz, el chamula, lacandón y demás tribus radicadas en Chiapas, en nada se parece a sus hermanos de los estados de Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Su mestizaje, el mas logrado de la República porque Tabasco no registra el problema indígena como lo conviven y confrontan las entidades colindantes. Es peculiar y acusa una muy diferente idiosincrasia.

Ya dijimos que el español avecindado en Tabasco, era el español más corriente. “embarrilado” había de llamarle el tabasqueño de la primera mitad del siglo XX. Por regla general, otro español radicado y rico en Tabasco, traia algún españolito de algún rincón de la Madre Patria. Este nuevo zafio llegaba como podía. Su aspecto de aldeano peninsular lo hacía inconfundible. Su protector o pariente le destinaba a las labores ínfimas del comercio de su propiedad o la remitía a las fincas y haciendas, según las inclinaciones manifestadas por el ejemplar importado. Sufriendo las miserias físicas y morales a que la sometía “su protector”, se iba percatando del prestigio y valor de su piel blanca, la cual, indefectiblemente, llegaba a formar parte de sus exitosos planes.

Todo a su tiempo. Ahorrando centavo a centavo, peso a peso; trabajando de modo infatigable porque su amo español no le permitía respiro alguno; endurecida, aun mas, su condición de europeo llegaba su liberación convirtiéndose a su vez, en otro explotador troquelado por los dominadores que le antecedieron.

La mujer, malinche rediviva, la auxiliaba en sus trabajos, hasta donde podía le mantenía limpio, preparaba la comida, aseaba el cuchitril tenido como habitación y por supuesto, le daba hijos que a veces reconocía y a veces, no. Según conviniera a la prosperidad personal.

Al sobrevenir la guerra de independencia, Tabasco de sus tres etnias indígenas, negra y blanca, en verdad contaba con pocos españoles en su mayoría hacendados y abarroteros que controlaban la economía de la región. El tiempo de

la historia había hecho su oficio y surgido al mestizo, manifestó características tan personales que lo hacen diferente a sus hermanos del sureste hasta ahora, por lo menos. Las vías de comunicación civilizan y conllevan la cultura. También sus lacras.

Los investigadores afirman que, en los últimos años de la dominación, esa clase de “señores” y amos de las vidas y haciendas de los habitantes de la vieja Provincia de Tabasco, con furor se dedicaron al contrabando “permitido o evitado por los gobernantes” (11). Los representantes de la Corona triunfaban o fracasaran según apoyaran o no, el contrabando. Empleados públicos (españoles y familiares españoles aunque no todos); clérigos, unos cuantos porque no hubo muchos, calificados por el padre Las Casas de “destructores” de las buenas causas para distinguirlos de los misioneros a quienes denominó frailes; españoles hacendados y abarroteros, se dedicaron “hacer política” a favor o en contra de los enviados a gobernar, según respaldaran o no “sus negocios “ y por delante del contrabando.

CAUSAS Y CAUCES

Entre tando, en la Nueva España de aquellos siglos la evolución histórica marcaba derroteros nuevos. Cuanto mas elaborada su población por la influencia cultural de la Colonia a través de las enseñanzas de las diversas misiones religiosas que la determinaron, mas vigorosa la protesta por el estado de cosas importantes. El grupo de poder formado por el gobierno y el clero de los mas altos niveles, solo daban oportunidad a los peninsulares iberos de origen. Criollos y bajo clero relativamente considerados, de hecho controlaban las fuentes de trabajo creándose una clase social que guardadas las consideraciones debidas y lógicas, desempeñaban el papel de los habitantes de los burgos europeos. Los mismos que golpeaban con su poder económico las murallas de los castillos feudales. Todo lo tenían pero carecían de privilegios reservados a los designios del Rey y la Iglesia. Blancos de la piel, los criollos no dejaban de ser “indianos” para los españoles de España. En estas tierras solo “los españoles tabasqueños” como certeramente se autodefinió el Dr. José Eduardo de Cárdenas en sus ilustradoras memorias que rindió a las Cortes de Cádiz. Con el lenguaje suplicante estilado por los cortesanos del absolutismo divino, como fuente de poder, José Eduardo de Cárdenas revela la realidad lacerante vivida por los pobladores de la Vieja Provincia de Tabasco. La misma en que siendo los representativos de la etnias blanca y por excepción entre ellos místicos, depositarios y cultivadores de la cultura, sentíase súbditos marginados. Todo lo cual agravado por el aislamiento y el desenfrenado que de modo invariable, observó la Corona para estas tierras y sus moradores.

A diferencia de otros lugares dela Nueva España, cuya historia relata la existencia de inconformes y conspiradores, en Tabasco la etnia blanca detentadora del poder y adueñada por la conquista de sus recursos, fue manifiestamente realista, es decir, partidaria del Rey. Con melancolía Manuel Mestre Ghigliazza confiere que ”unicas flores intelectuales de Tabasco, durante la dominación española son el lic. Lorenzo Santa-María y el Dr. José Eduardo de Cárdenas”. Las pobres

noticias que nos quedan del primero, no me permiten ni siquiera bosquejar pálidamente su figura. El hecho de haber desempeñado, aun en interinidad la gobernación de la provincia, parece indicar que el personaje traspasó muchos codos el nivel de sus coterráneos…(7)

La “superchería y los maños” suspendiendo en sus funciones al Asesor Sebastián Maldonado y le mando llamar a Madrid. Castos y trabajos le surgieron al Teniente Letrado para salir del compromiso real. Sin embargo, consiguió su empleo en Tabasco y se le prohibió tenerlo en Yucatán, en lo sucesivo.

Don Eligio Ancona en su “Historia de Yucatán-Mérida 1878”. Tomo II-pág.450 y 452, en relación a esto, asegura que el Licenciado Sebastián Maldonado era “muy adicto a la Corte y grande enemigo de la raza indígena. Cuando la sociedad se en la triste necesidad de eliminar de su seno alguno de sus miembros, no necesita cebarse en su víctima“, dice este autor y continua “Maldonado no temió resucitar entonces la bárbara legislación de la edad media, con el objeto de aterrorizar a a raza conquistada. Jacinto Can-ek fue condenado a morir atenaceado, roto, y su cuerpo quemado y echado al aire sus cenizas. Ninguno de los habitantes de la península que tenía sangre española en las venas, dejo de creer entonces que habían cumplido con su deber…” “se le dio el nombre de héroes, se les con Hernán Cortes y Montejo”. Aun mas, no habiendo imprenta, circularon poesías manuscritas en su honor.

Sebastián Maldonado fue premiado por la corte que aprobó su sentencia y así, llega a Tabasco nada menos que en calidad de Alcalde Mayor.

La capital era Tacotalpa. Maldonado se dedico a comerciar y “repartía su dinero”. Todo era miel sobre hojuelas hasta que chocó con la iglesia. El cura José Gerónimo de Tejada reclamó el remate del diezmo. Perdió el pleito y murió en Tacotalpa después de gobernar de 1770 hasta 1779.

2.- De modo interino, dada su calidad de teniente gobernador quedó su sobrino Bartolomé Dávila, a quien Gil y Sáenz ni siquiera menciona.

Dávila le entrego el mando a Nicolás Bulfe en 1780, muriendo en Teapa “de pesadumbre que le causó el sucesor de su tío”.

3.- Bulfe “comerció y repartió su dinero” trayendo mercancías y dinero. Dice el cronista que “nada le valió“. Los mismos que habilitó y les cubrió sus necesidades, fueron sus mayores enemigos.

Despreciado por todos, se trasladó a México a contestar las acusaciones formuladas por sus protegidos. Regreso al puesto pero acompañado de Manuel Mendiguren, como Teniente gobernador. Los vecinos ya no le dieron la acogida que tuvo en su primera presentación, cuando sus visitantes eran colmados de regalos y dinero.

Odiado de modo implacable se vio precisado a regresar a México. Para tal viaje, vendió mal todos sus bienes y no volvió a Tabasco. Murió en Veracruz “en la mayor miseria” porque allá “trampeo” lo que aquí había repartido.

4.- Francisco Villamil, le substituye interinamente en el primer viaje a México, en el segundo el Teniente Gobernador que trajo Mendiguren, que también “salió huyendo por un cuantioso contrabando que en el tiempo de su gobierno y se introdujo en esta provincia, de cuyas resultas fue llamado a México a edictos y pregones”.

5.- Sucediole en el mando Francisco de Amuzquibar, capitán del regimiento de Lisboa, Comandante General de las Armas del Real Ejercito y Gobernador Militar y político de esta provincia”.

Amúzquibar “fue sujeto íntegro, desinteresado y amante de los pobres y un gran protector en beneficio de la provincia”.

Sin embargo “fue calumniado y perseguido de los malos y aunque los mismos a quienes tanto favores hizo”. Daba su dinero sin causar intereses alguno. Tan solo por socorrer. Dicen que se supo sostener, muriendo de modo natural y gobernado por seis años con siete meses.

6.- Siguió Miguel de Castro y Arauz. Gobernó en 1793 hasta 1810. Traslado la capital de Tacotalpa a Villahermosa en marzo de 1795. Sus problemas fueron los de todos los gobernantes de aquellos años, el contrabando y comercio ilícito. Salió airoso. No pudo impedir que sus enemigos, informan mal al sucesor en contra del saliente.

7..- Andrés Girón recibió el mando de Castro. Según el cronista, era un sujeto “por todos estilos apreciable”. Fue recibido “con muchos aparatos y festejado completamente por todos”. Hasta que trato de sanear la hacienda públicas persiguiendo con tesón “los numerosos contrabando con que Don Antonio Serra (alerta con este personaje que lo hallaremos mas adelante), don José Puich y otros por costumbre, hacían su comercio en esta provincia”.

Desaparecieron los zalemas. El bienamado de ayer le convirtieron en “un déspotas y traidor”. Buscaron y trabajaron su expulsión, sin lograrlo. Temerosos de que el gobernador Andrés Girón procediese contra ellos, emprendieron la fuga, no sin que antes dejaran concitado el odio de sus parciales contra Girón. Quisieron asesinarlo pero huyó y fue perseguido “con un buque armado hasta la Isla del Carmen”. No lograron matarle y a su vuelta los facciosos, “saciaron su odio y venganza” quemándolo en estatua.

Aprovechándose de la anarquía promovido por ellos mismos, Serra, Puich y otros como ellos, organizaron una junta gubernativa. Ostentándose sus miembros, hicieron lo que se les antojo. Andrés girón se quejó al gobierno español y la llamada Junta, fue declarada subversiva y disuelta.

Justo Sierra O’Reilly informa además, que el Gobernador Andrés Girón aprovecho un templo parroquial más digno de la comunidad ordenando la demolición del existente. El proyecto no se realizó. Los materiales que resultaron de la demolición, sirvieron para el Congreso y casa consistorial.

8.- Francisco de Heredia entró al gobierno en 1814, Coronel del batallón de milicias de Mérida. Gobernó hasta mediados de julio de 1817, fecha de su fallecimiento en que “por mano oculta”, le envenenaron la curación de un tumor en la espalda. Político al fin, tuvo problemas con el cabildo del que Serra era Regidor. Fue necesario un decreto para que la cosa se apaciguara.

El cura de la parroquia, el Administrador de Hacienda y otros encomenderos “le causaron disgustos”, a quienes pretendió corregir, acelerando el envenenamiento que le causó la muerte.

Fallecido Francisco de Heredia, intentaron ponerle grillos. El Presbitero José Maria Cabral “y hallando las yertas cenizas de aquel cadáver, tuvo el arrojo de patear la loza en que vacía, vertiendo expresiones infamante contra él, y sembrándole a los cuatro extremos de ella, granos de maíz”.

De Heredia, en vida, gestionó la expatriación de dicho cura y de Doña María Jiménez “cuarenta leguas de esta población por haber ambos depuesto escandalosamente de su autoridad”.

9.- Se sucedió el Coronel Lorenzo Santamaría en 1818. Mestre Ghigliazza lo excepcional con énfasis.

Tabasqueño de nacimiento, Coronel Comandante de Milicias de esta Provincia de Tabasco, es decir de “los pardos”. Gobernador militar y político de Tabasco, “hombre que se distingue en todas las épocas y que ocupó varias veces el gobierno. Su muerte fue antes de la independencia pero él, ya preveía el desenlace de los acontecimientos. Tuvo el honor de ser nombrado Sub-delegado de la Real Hacienda, siendo acaso el único tabasqueño que llegó alcanzar en esta época, tal plaza en su misma tierra. Por lo común, para los empleos pingües venían de fuera los nombrados”.

Manifiesta el mismo autor, que nadie ha escrito la biografía de este personaje. “Ni siquiera sabemos donde estudió y se graduó de licenciado, ni cómo ni cuándo se consagró a la carrera de armas”.

En otra parte de su obra, Mestre Ghigliazza destaca a Don Lorenzo Santamaría y el Dr. José Eduardo de Cárdenas, como los únicos frutos culturales tenidos por Tabasco en 300 años de dominación Española.

El cronista de la historia consigna, que Santa María tampoco se libró de la facción dominante. Gobernó bien y tranquilo los dos primeros años. Al tercero, huyó a Tila para salvarse, abrumado por el odio mortal que le cobraron. Puede decirse, que esto fue la causa de su muerte.

10.- Vino un hijo de Campeche pero blanco y español, el Teniente Coronel Ángel de Toro, Capitán del Batallón de Castilla.

Durante su gobierno se estableció la Constitución de 1812 porque en realidad, fue el último gobernador nombrado por la corona Española. Recuérdese, que este gobernador puso en un calabozo a Don Víctor Jiménez, porque quiso propapalar la independencia. El único grito dado en Tabasco con tal motivo.

Por las convulsiones en proceso en todo el territorio de la Nueva España moribunda, ante el nacimiento de una nacionalidad y otro país, lógica es suponer que de todo tuvo que salir ante el anuncio de la marcha del Libertador (así le llaman los historiadores) Juan Nepomuceno Fernández Mantecón. Sin presentar oposición se fue a la Isla del Carmen y luego, figuró en el movimiento independentista del centralismo de Anastasio Bustamante.

11.- Año de 1821 de la Independencia. Serra, Puicn y Beltrán, jefes facciosos de los encomenderos de Tabasco, se dice que pretendieron resistirle a Juan Nepomuceno Fernández. Asentada quedo ya la campaña de este jefe militar, calificada por Antonio López de Santa Anna como “gloriosísima”.

Fernández Mantecón estaba al corriente de la calaña de tales individuos. Vigilaba sus operaciones y por hechos posteriores a su llegada, es decir, por contrabandos la fuente de riqueza de estos malos españoles incrustados en Tabasco, “represento” contra Serra. El Supremo gobierno del México recién-nacido, ordenó “velar por su conducta”.

Por ese hecho, Fernández Mantecón el Libertador de Tabasco, fue el objetivo principal de las intrigas del grupo. Reales o falsas, le llovieron las acusaciones de “violencias contra determinadas personas”, “mil tropelías contra ciudadanos pacíficos”, hechas valer ante la Regencia. El cronista en cuestión asegura que le atribuyeron “los crímenes más grandes”.

El Teniente coronel Manuel María Leytón, comisionado por el Supremo gobierno para la investigación de quejas, se hallaba en Acayucan, Ver.

Serra y socios lograron que Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, fuera residenciado y preso, remitiéndolo a México.

12.- Al frente del gobierno y por 3 meses quedó Manuel María Leyton. Desconfiado de sus manejos, el grupo de siempre, trató de amarrarlo.

Antes, había presidido en Villahermosa la proclamación del Emperador Iturbide I.

Gobernó del 23 de abril al mes de agosto de 1822. Por lo menos, no fue asesinado porque probablemente la fecha de su deceso, la fijas los historiadores en 1840y siempre, militar de carrera.

13..- Manuel y José Antonio Rincón, hermanos, militares de carrera, hijos de padres españoles nacieron en Jalapa , Veracruz.

Manuel, es famoso divisionario defensor de Churubusco y Veracruz durante las onerosas intervenciones yanquis.

El segundo, Capitán de Milicias llego por ascensos ganados en acciones de guerra a Teniente Coronel Efectivo del ejercito. Tuvo mucha actuación militar al servicio del poder español, hasta el último momento según las crónicas. Aquí sólo en cuanto a Tabasco concierne porque esta figura, cataliza y polariza mucha cuestión de nuestro pasado, conocido por Gil y Sáenz de modo incompleto pero precisado por Mestre Ghigliazza, con el talento y la paciencia que sólo puede proporcionar la entrega a una disciplina al servicio de una gran pasión.

Consecuentemente lo veremos por separado.

I.- ACUERDO REAL DEL VIRREY FELIX CALLEJA PROSCRITA LA CONSTITUCIÓN DE 1824.

Ignoramos las repercusiones que haya tenido el histórico grito de dolores del padre Miguel Hidalgo y Costilla, en esta tierras llamada por sus dominadores “La Vieja Provincia Tabasco”. Hasta que la investigación se haga de los archivos españoles, nada sabremos sobre estos extremos.

Sin embargo, la proclamación y firma de la constitución de apatsinga, culminante obra de la insurgencia, provocó la ira del Virrey Felix María Calleja como se establece en su famoso bando del veinticuatro de mayo de 1815, publicado al día siguiente en la “gaceta de México” según las noticias del historiador Manuel Mestre Ghigliazza.(1)

El representante de la corona española en dicho documento, considera que “once rebeldes que se nombran diputados” mostrándose “traidores descarados” niegan resueltamente “la obediencia al Rey nuestro señor, declarando la independencia de la nueva España y atacando con escándalo las prácticas y derechos de la iglesia”.

Acusa a “estos enemigos de Dios y del Rey” de forjar una especie de sistemas republicano bárbaramente confuso y despótico “compuesto de retazos de la constitución americana y de la que formaron las llamadas cortes extraordinarias (cadiz) de España”.

Además de desconocer la autoridad de los obispos se avocan con escándalo el derecho de nombrar curas y jueces eclesiásticos “apropiando esta facultad a los legos y dando por tierra con la inmunidad de la iglesia; han borrado del calendario todos los santos cuyos días no son festivos” abriendo la nueva España a los extranjeros “de cualquier secta o religión que sean, sin otra condición que la de que respeten simplemente la religión católica”.

Porque la guerra la han hecho con bandera negra contra el altar y el trono.

Argumenta el virrey calleja, que la pretendida constitución de los rebeldes, es “mas” mostruosa y descabellada, que las diposiciones abolidas de las Cortes de España , depredadora “no sólo de los derechos de SM como dueño legítimo (sic) de estas posesiones, sino de todos los monarcas del mundo(4).

Para impedir la circulación de semejantes papeles, el 17 de mayo de 1815 dictó un Real Acuerdo que consigna:

1. Que por mano de verdugo y a voz de pregonero, en la plaza pública se quemen “los papeles que van relatados, por incendiarios, calumniosos, infamatorios, contrarios a la soberanía del rey nuestro señor y a sus augustos derechos, a las potestades eclesiásticas y a las prácticas de nuestra santa madre Iglesia...”

2. La obligación de toda persona “de cualquier clase, condición o estado” de entregar al Virrey, a los alcaldes del crimen ordinario, prelados y autoridades eclesiásticas, jefes de cuerpos u oficinas, los papeles proscritos en el perentorio término de tres días contados a partir de la publicación y pregón del Banco Virreynal.

3. La misma prevención con motivo de la retención,m expedido préstamo o comunicación de palabra o por escrito a otros “con cualquiera otro papel o papeles que fuera de los enunciados, hayan publicado o publiquen en adelante los rebeldes. Se comprende el apoyo y defensa del contenido de los papeles imponiéndose la pena de muerte y confiscación de los bienes del desobediente procediéndose con la rapidez y brevedad prevenidas por las leyes para delitos privilegiados”.

4. La misma pena capital para los que “todavía obstinados defiendan, apoyen o hablen a favor de sus máximos y principios”, la confiscación de bienes “a los que oigan y permita tales conversaciones y nos den parte inmediatamente (sic) al virrey, gobierno o a cualquier juez del territorio”.

5. Quedan prohibidos los nombres de insurrección e insurgentes de todo documento o acto oficial. A “estos monstruos” corresponden a su delito los vocablos de rebelión, traición. A sus personas traidores y rebeldes.

6. A los patriotas, que manteniendo su lealtad a la causa del rey, han sabido conservar su honor, se les denominará realistas fieles de la ciudad, villa o lugar a que pertenezcan.

7. A estos “bandidos públicos” delirantes hasta “suponerse depositarios de la voluntad general” hay que desautorizarlos, toda vez que “huyendo siempre de un punto a otro y abrigándose en pueblos miserables y en las sierras y barrancas… prueba bien que no han podido ser nombrados ni autorizados por los pueblos”.

8. Que se practique igual acto en todas las cabeceras de partido, reuniéndose los subdelegados o justicias, el juez real, el cura, los alcaldes donde los hubiese, “el síndico del común dos vecinos honrados” que firmaran el acta.

9. Los testimonios así obtenidos los “pasaran sin demora” a manos del virrey para que se publiquen y se remitan al rey nuestro señor para confusión de los rebeldes.

10.Para conocimiento público y se enteren las provincias de “los nombres de los infames que se llaman diputados a continuación se enlistan:José María Liceaga por Guanajuato.José Sixto Berduzo por MichoacánJosé María Morelos por el Nuevo Reyno de LeónJosé Manuel Herrera por TecpanJosé Sotero de Castañeda por DurangoCornelio Ortiz de Zarate por TlaxcalaManuel de Alderete y Soria por QuerétaroAntonio José Moctezuma por CoahuilaJosé María Ponce de León por Sonora.Francisco Argándar por San Luis Potosi

Los Cabecillas:Ignacio López RayónManuel Gabino CrespoAndrés QuintanaCarlos María Bustamante y Antonio Sesma

Son también del ridículo (sic) congreso, aunque no firmen la Constitución por no Hallarse en Apatzingan, y se suponen asimismo diputados de las provincias que faltan”.

Se comprendió entre las provincias “que faltan” a Tabasco, que de seguro fue representado por Don Andres Quintana Roo.Feliz María Calleja ordenó “que se cumplan, guarden y ejecuten exactamente las providencias” decretadas.

II.- RESPUESTA DE TABASCO ENCOMENDERO

Tres meses con doce días después de su expedición, Villahermosa, Tacotalpa, Cunduacán, Jalapa y Macuspana, Nacajuca, Teapa y el pueblo de San Antonio de Tabasco, procedieron al “exactismo” cumplimiento del mandato del Virrey Calleja.

Villahemosa.- es San Juan Bautista de Villahermosa, el doce de septiembre de 1815, su ayuntamiento “en cabildo extraordinario” presidido por el Gobernador Francisco de Hereida y Vergara “consecuente al informe” proporcionado por los regidores Álvarez real Antonio de Serra y Aulet, José Monte Villaverde y Pedro de Prado Síndico Procurador General, por “no haber encontrado en el registro” hecho en el archivo “poder conferido a persona alguna que representare en esta provincia por el ridículo congreso mexicano, ni papel firmado que se incline a la independencia de estos dominios de SMC, como tampoco cartas de correspondencia que algún corifeo de la insurrección, le hubiese consignado… ” han visto:

a) Una ciega obediencia a Fernando 7° (Que dios guarde)b) Que jamás dicho ayuntamiento, he pensado en cometer el atentado de

conferir semejantes poderes;c) Su celo para perseguir a los rebeldes proporcionando “caudales para el

mantenimiento de las fieles milicias tabasqueñas ante Dios y ante los hombres Tabasco protesta su fidelidad y obediencia a Fernando 7°”.

d) Que primero, los tabasqueños derramarían “la última gota de su sangre que no sucumbir a las perversas ideas de los corifeos de la rebelión”.

e) Que los traidores del llamado Congreso Mexicano, además son impostores. Desde ahora y para siempre, los desmientes;

f) Tabasco no es capaz de darle su representación a los “Bendidos Publicos” así calificados por el Virrey en su Real Acuerdo. Siempre ha respetado el trono y la religión católica y sus habitantes “quieren morir cristianos y vasallos fieles de su legitimo rey Don Fernando 7° (Que Dios guarde)” y

g) Que tributan al Excelentísimo Sr. Virrey “las más expresivas gracias por haber mandado arrojar a las llamas por mano de verdugo, la monstruosa y luciferina constitución y demás papeles de que trata el bando superior lo que se repetirá siempre que lleguen los papeles de la traición”.

Firmaron el acta, testificado Francisco de Heredia y Vergara; José Nicolás Beltrán; Antonio de Serra y Aulet; Francisco Vetancourt y Peralta; Jayme Ferrer; Juan José Sáenz Izquierdo; José de Monte Villaverde; José Eusebio Magdonel; Juan Ignacio Martínez; Pedro de Prado. Por falta de escribano, como testigos de asistencia José Benito Blasco y Francisco Jiménez.

El acuerdo real de cuenta, lo cumplieron además:

a) La villa de Tacotalpa el 25 de septiembre de 1815, firmaron el acta respectiva José Joaquín de Bustamante, Felipe Santiago Orams, Lorenzo Santa María, Bartolomé Caballero y Juan Dionisio Marcín. De testigos de asistencia Pedro Zapata y Dionisio Santaella.

Previamente declararon, por supuesto que en nombre de otra la comunidad profesarle “odio formal” a la “asociación de traidores” integrada por “foragidos sin principios ni religión” que consigo traen “la maldad, el perjuro, la infidencia, el robo y el asesinato. Porque Tacotalpa, en el pasado contradijo con su vida y hacienda, a las provincias limítrofes sin costo alguno para el erario.”

Que el decreto real lo recibió Tacotalpa, sin contener “el torrente de su gozo” con “demostraciones de júbilo” ya que no habrá quien desvié a sus habitantes de “unos principios tan justos”.

Para concluir pidiendo “ejmplar castigo” para la “maldad insolente” y osadía de introducir papel o papeles de “esta turba irreligiosa”.

b) El pueblo de Cunduácan el 25 de septiembre de 1815. Firmaron el acta correspondiente Miguel Sastré Dr. José Eduardo de Cárdenas. José Antonio Rizo y Correa, Domingo Barroso y Francisco Quiroga. En Calidad de testigos de asistencia y siempre por falta de escribano como en los demás casos, Francisco Hidalgo y Ávila y Nicolás María de Castro.

En lo mandado esencialmente, el documento es completo. Por supuesto que desautorizan a los “individuos” que han tenido parte “en el que escandalosamente se llama Congreso Nacional Mexicano, que se dece reunido allá en Apatzingan y Tarétan”. A una persona, cuyo nombre no asientan y que se dice diputado por Tabasco, la declaran “Famosa por sus disvarios, vilezas y traiciones”, manifestando “la lealtad constante, siempre fiel y generosa de esta vecindario” a su soberano Sr. D. Fernando 7° (Q.D.G.) por quien, desde su exaltación al trono han “dirigido y dirigen al cielo sin intermisión su plegarias, ya publicas y solemnes,

ya privadas…”

No hay más dicterios.

c) El pueblo de Jalapa , Tabasco, el 25 de septiembre de 1815, levanto su acta correlativa. La firman el teniente de milicias Lorenzo Veloro, el párroco Bernardino Lugo, el diputado Juan Antonio de Sala, el Capitán retirado Juan Antonio Quintero, el Capitán Comandante de las armas Antonio de Alias y

Franco, siendo testigos de asistencia Francisco pintado y José Antonio Calcáneo.

Un poco farragosa, repudian “por sus pérfidas intenciones” a la “asociación de los viles traidores, de cuyos hechos infames aquí no se tiene conocimiento alguno” resultando descarados y atrevidos al desparramar “papeles sediciosos y creando constitución ridícula e inicua…” contra la buena opinión de los fieles y leales vasallos de estos preciosos y vastos dominios de S.M. a quien tienen jurado por su rey y señor. Que no obstante haber recibido el real decreto del Sr. Capitan general de Yucatán, “que lo hallo en una gaceta de Madrid que un marinero que naufrago en aquellos costas salvo junto con su persona…” acreditando su antigua fidelidad en el acto se publico con el mayor jubilo y alegría “teniendo este público la gloria y honor indisputable de haber sido el primero, sin exceptuar ni aún la capital, que en Tabasco público y dio cumplimiento al real decreto”.

Que en la defensa del rey y de sus bienes, de la iglesia y sus derechos, sacrificaran sus personas y bienes “ y derramar hasta la última gota de sangre antes que cometer semejante vileza, como en la que han caído los traidores y rebeldes”

d) “La junta del pueblo de Macuspana, compuesta del juez real Jose Rovirosa, del cura coadjutor Lorenzo de Sala, del diputado Antonio de Andrade y de los dos hombres buenos Joaquín Ruiz Colorado y José Antonio Gutiérrez…” el 2 de octubre de 1815 en dicho lugar, levantaron la correspondiente acta al cumplimento del Bando Real del Virrey Calleja.

En lo general y substantivo, concuerdan en todo con los documentos antecedentes. La firman los mismos comparecientes, no sin que antes juren “como realistas fieles y de cristianos rancios” que están dispuestos “a derramar fieles y de cristianos rancios” que están dispuestos a derramar hasta la última gota de su sangre en defensa de la soberanía de nuevo rey el Sr. Dr. Fernando 7° y de la santa religión católica, apostólica, romana que fundó su divino autor Jesucristo y heredaron de sus mayores.

Repudian a los abominables conspiraciones cuyas miras son la de plantar el árbol de la libertad en este hermoso suelo sobre las ruinas del trono y del altar.

e) El pueblo de san Antonio de Padua de Nacajuca, hizo otro tanto el 18 de septiembre de 1815, reunidos el administrador de justicia, el cura párroco, el diputado y los vecinos principales elegidos conforme al artículo 7° del Acuerdo Real que complementaban Bernardino Domo, Manuel Ayala, Luis Denis, Manuel Ruiz y Antonio Magdonel. Estos últimos son los firmantes.

Declarándose se fieles y leales vasallos de su soberano Fernando 7° (Q.D.G.), como católico cristianos manifiestan que no contribuyeron ni autorizaron a los cabecillas, traidores y rebeldes, que se suponen diputados al llamado Congreso Mexicano, ni de ninguna otra junta. “Desmienten ante Dios y los hombres” que hayan tenido la representación de sus pueblos.

“Nacajuca y su partido promete a la faz del universo, que no auxiliara a los citados rebeldes, ante sí, defenderá con todas sus fuerzas ala sagrada religión católica que profesamos, la soberanía de nuestro augusto monarca y la patria, y dará pruebas dignas de su fidelidad”

f) Jalpa no se quedo atrás, el 25 de septiembre de 1815 reunidos en la casa de francisco Xavier Martínez administrador de justicia y presidente la Junta instituida por el Artículo 7° del acuerdo Real que se cumplimentaba; el cura párroco Clemente Antonio García y Salazar, Joaquín Patricio Texeda, Manuel Oramas y Bernabe Jinagro, procedieron a levantar y firmar el acta relativa al mandato real.

En dicho documento hacen constar “el testimonio inequívoco, público y notorio de su lealtad, amor y obediencia al mejor de los monarcar el ser. D. Fernando 7°. El deseado” manifestándole su insuperable adhesión a la madre patria, su inalterable fidelidad y ciega obediencia el buen padre de los pueblos, Fernando el adorado “porque no quieren más que estar bajo las leyes sabias, prudentes y cristianas de la monarquía española.

Aborrecen con “cólera implacable los odiosos nombres de independencia, separación y emancipación, de religión y de traición con que se han cubierto de infamia indeleble, los miserables, desventurados y desgraciados…” que han forjado su descabellada constitución.

Jalpa no pretende separarse “de un trono que es su apoyo, de una religión que es su felicidad presente y futura”.

g) En Teapa, el 25 de septiembre de 1815, nombrados que fueron por este fiel y honrado vecindario… el capitán de milicias Manuel García, el receptor de las reales rentas Bernabé de Luque…” “reunidos en la casa del administrador de justicia Eugenio José Doporto, el cura coadjutor Felipe González de Alfaro y el Diputado Manuel José Hernández, procedieron a dar público testimonio” de los sentimientos que animan acerca de la fidelidad y lealtad que distingue a este vecindario “diciendo que no tienen la más mínima conexión con los inicios rebeldes.” Que siempre han abominado de la más “moustruosa” rebelión como “la más inmoral, impolítica y ajena de los principios de honor que debe animar a todo pueblo

cristiano y pacífico, de cuyo titulo siempre se han preciado el pueblo de Teapa”.

Invocaron como pruebas de lealtad, “los júbilos con que durante esta revolución ha celebrado los triunfos que las invencibles armas del rey, ha conseguido contra dichos bandidos…” “basta traer a la memoria la fervorosa plegaria que con la mayor religiosidad y asistencia de todo se hizo… a nuestra patrona santísima de Guadalupe, en las primeras noticias que se tuvieron de haberse levantado tan horrible facción, cuyo acto se celebró por el término de nueve días”.

En los términos sacramentales ordenados por el virrey, observados “exactísimamente” por los demás redactores de los documentos homologos, los firmantes de Teapa, también ofrecen sacrificios de bienes y personas así como derramar hasta la última gota de sangre “en defensa de la religión, del rey de la patria”.

h) San Antonio de Tabasco, (hoy municipio de Cárdenas) hizo lo suyo el 25 de septiembre de 1815, en que “juntos en estas casas reales” presididos por el administrador de justicia Joaquín Maldonado, el teniente de cura Lorenzo José Urosa, José Estrada Síndico, Cosme González y Juan Eulogio Pérez, cumplen con lo ordenado por el virrey Calleja y Firman el acta que levantaron con tal motivo.

No sin antes dejar expresado que:

1. Ser fieles, leales y sumisos “al rey nuestro señor” como lo han acreditado con anterioridad en ocasiones diversas.

2. “Bajo toda gravedad de juramento” serán los mismos en lo sucesivo, declarando que “ni ahora, ni en ningún tiempo” han tenido “comunicación, amistad ni roce con los rebeldes de este reyno, enemigos de Dios, del rey y de la Iglesia, ni jamás cometerá semejante absurdo y desatino” ofreciendo ser acerrimos perseguidores “de tales rebeldes hasta su total exterminio”.

3. El rey debe contar con el patriotismo, lealtad, amor y adhesión “a nuestro soberano” (Q.D.G.)”.

Los documentos espigados, constan en los números de la “Gaceta del gobierno de México” del 25 de mayo de 1815, el Bando del Virrey Felix Calleja. Las actas en la misma publicación en los números del 9 de enero de 1816; del 14 de mayo de 1816; del 16 de mayo de 1816; del 21 de mayo de 1816; del 28 de mayo de 1816; del 15 de junio de 1816; la de Jalpa el 30 de mayo de 1816; del 1° de junio de 1816 y del 4 de junio de 1816.

Pueden leerse en la obra citada del profundo e inigualado investigar, hasta nuestro días, el Dr. Manuel Mestre Ghigliazza.

III. LA ENVIDIA DE LOS PUEBLOS VECINOS

Hasta donde puede establecerse, no hay noticias del mundo precortesiano, que los gobernantes autóctonos hayan practicado medidas y estrategia política, como la enfatizada por el Virrey Félix Calleja. Su acuerdo real no puede ser más insultante y amenazador, comprobándose una vez más, que sólo el sobrecogido por el temor amenaza y ejecuta hasta la privación de la vida y la confiscación de los bienes. Habrá que cargarle estos ingredientes a la etnia blanca, integrante del mestizaje mexicano, el igual que las etnias indígenas y negra.

La lucha emprendida por los insurgentes, continuó ahondándose en los términos divulgados. Los episodios de esa lucha, se conocieron en Tabasco. Con motivo de la captura de Francisco Xavier Mina, combatiente español por la liberación mexicana, Mestre Ghigliazza nos informa que en la “Gaceta de México” del 4 de noviembre de 1817 se lee:

“El leal comercio de México, en unión del Profesor D. Manuel del Corral, lleno de mayor entusiasmo patriótico suplicó a un sujeto, en el mismo momento de haberse publicado la plausible noticia de la prisión del traidor Mina por el Célebre Sr. Coronel D. Francisco Orrantia, que hiciste una marcha patriótica para celebrar debidamente este hecho; u se franqueó gustoso, entregado en el acto la siguiente, que puso música el expresado corral, y dedica al virtuoso y digno jefe que nos gobierna, el Exmo. Sr. Don Juan Ruiz de Apodaca”.

CORO

Rompa el aire con rápido vueloNuestra voz, de lealtad inflamada, Y retumbe en el cóncavo cieloEl acento de gloria y placer:Porque el brazo español victorioso,Siempre fiel al augusto Fernando,Sus blasones y honor aumentadoSólo sabe triunfar y vencer.

ESTROFA UNODe soberbia y crímenes llenoUn traidor que a la patria detesta,Nuevamente el rebelde veneno

Sobre México el rebelde venenoMás el Héroe que rige este mundoDe exterminio las órdenes diera,Y al momento sus plantas se vieraEl iluso bandido besar

3ª¡Odio a Mina, baldon del ibero,Que aborrecen los nobles hispanos,Desde el cántabro fiel y guerreroHasta el bético alegre y leal!

¡odio siempre, y perezca entre horroresAquel vil que a manchar se atrevieraLa lealtad española que fueraSu divisa y tesoro inmortal!

4ª¡Gloria eterna, repitan las voces,A Fernando Feliz y adorado!A Apodaca invencible y sagaz!¡Gloria siempre al intrépido Orrantia!¡Gloria igual al ejercito fieroQue abatiera el orgullo altaneroDel que quiso tumbar nuestra paz!

La marcha, parece que llego a Tabasco a través de la “Gaseta” multicitada, que la publicó sin darle los créditos a los autores.

El 23 de diciembre de 1817, el gobernador virreinal de Tabasco Francisco de Heredia y Vergara, por escrito se dirigió al Virrey Juan Ruiz de Apodaca.

En esa comunicación informal el Virrey, que “el 9 de este mes, después del medio día llegó el correo de Veracruz”, recibiendo “la canción patríotica compuesta por el teniente coronel conde de Colombini (5) con motivo de la prisión del traidor Mina por el Sr. Coronel D. Francisco de Orrantia: inmediatamente concurrieron a mi casa a la novedad, que anuncié con la caja (tambor) y campana de principal, varias personas que celebrán conmigo las noticias repetidas y la canción y desosó ya que de el pueble fiel disfrutase de ella, dispuse que a pesar del corto tiempo que había hasta la noche, se arreglase la música por D. Jose Claper, y verificado y ensayada la canción, el

pueblo de todas clases, convidado por mí concurrió a mi casa y plaza a las ocho de la misma noche, en un número tan grande cual jamás se había visto; y salimos por las calles de la villa con fortepiano, tocado diestramente por Claper, violines y flautas a cantar la canción, que lo ejecutaron por su amor al rey Doña María del Carmen Gil y Doña Laureana Beltrán, acompañadas de varios sujetos de su propia distinción. Más de tres mil quinientas personas componían la comitiva y muchos faroles y luces que haciían clara la noche en que no hubo el más ligero disgusto, ni se oían otras voces que las de viva el rey, viva el Exmo. Sr. Virrey, viva el Sr. Liñan (Comandante en jefe de la División de quien dependía el Coronel Orrantia) y viva el Sr. Orrantia por separado hiba otra música militar y la de cuerdas, en que cantaban las vecinas de los barrios coplas análogas a la alegría que rebosaba en todos los corazones”.“conlcusión el largo paseo y canto por el pueblo, regresamos todos a la plaza mayor y se terminó con baile de las personas distinguidas en mi casa y de las de los barrios en plaza;”La “Gaceta de madrid” del 24 de diciembre de 1818 da cuenta de los sucedido en Villahermosa de Tabasco, un año antes.Miguel Duque de Estrada, capitán de milicias, fue comisionado para halagar a S.M. “el rey nuestro señor”, haciéndole saber por la provincia de Tabasco:1. Su felicitación por la restitución al trono de S.M.2. Que “los pueblos oscuros y seperados” son los últimos enpercibir los

motivos comunes de sus sentimientos, sin embargo, el comisionado Duque de estrada, es testigo del amor y obediencia, que los pueblos de Tabasco, le profesan a S.M.

3. Que ha luchado por rechazar a los enemigos exteriores (6) y reprimir a los interiores, aportando “cuantiosos donativos para sostener la causa de S.M.”

4. Ha sabido “conservar con pureza sus doctrinas sanas de moral política “…” en medio de los pueblos vecinos, que han perdido culpablemente su reposo y el dechado de fidelidad hacia V.M.”

5. Que reciba SM con benignidad “el homenaje que le tributa” por boca del comisionado “homenaje que se haya mejor expresado por la conducta pasada y actualmente en Tabasco”.

INDEPENDENCIALa clase pudiente en lo general ignorante y codiciosa, no era propicia para tener ideales de independencia, para ellos, esta provincia era el mejor de los muchos hechos a la medida de sus desenfrenos, contenidos esporádicamente por el poder del rey.

Gil y Saenz, revisado y corregido por Rómulo Becerra Fabre y Justo Cecilio Santana en las postrimerías del siglo XIX consigna:

“Aquí en Tabasco se habían distinguido algunos patriotas que habían pegado el grito de Viva la independencia! El Sr. D. José M. Jiménez encabeza esos patriotas y el gobernador Heredia lo pone en un calaboro”.

Los correctores citados establecen que la prisión de Jimenez se operó por órdenes del último gobernador de la Dominación española Ángel del Toro, puesto que ocurrió en 1821 A. Francisco de Heredia y Vergara lo habían liquidado desde julio de 1817. Enfermo con un tumor en la espalda, al medicamento que se aplicaba le pusieron veneno.

EL LIBERTADOR JUAN NEPOMUCENO.Celebrado el pacto de acatempan, Agustín de Iturbide, antiguo español realista y Vicente Guerrero, guerrillero insurgente del sur, negroide como antiguo Jefe Jose María Morelos; creadores del ejercito y la bandera de las tres Garantias, procedieron a declarar la indenpendencia de México el 27 de septiembre de 1821.

Cerca de Iturbide caminaba el entonces coronel Antonio Lopéz de Santa Ana, a quien le dirigío una comunicación el 30 de septiembre de 18221, en la cual argumentó:a) La Provincia de Tabasco forma parte del imperio.b) Que a “principios de mayo” (1821) con 600 hombre preparaba una

expedición “persuadido de las ventajas que ocasionaba la libertad de un territorio pingüe y de que Veracruz ha sacado su subsistencia y toda clase de recursos…” impidiéndoselo “el fuerte conflicto de córdova”.

c) Le confió la expedición de Tabasco, al Capitan (otro español ex-realista) Juan Nepomuceno Fernández y Mantecon, “conocidos los talentos militares e ideas patrióticas” que le animaban.

d) Que el 31 del mes anterior, “se ha proclamado y jurado el sistema de indenpendencia en Villahermosa, capital de provincia y en la mayor parte de ella con regocijo universal de aquellos habitantes que bendicen a V.S. como el héroe y libertador de la patria”.

e) Que el mayor de la plaza con unos cuantos “se fugo a campeche” seguido del odio y execración universal” (12)

Además, santana la califica de “gloriosísima” cuando sabemos que la llamada campana fue un paseo triunfal y que se sepa de modo fehaciente, ninguna

batalla se libró en Tabasco por conseguir y juramentar su independencia de la corona española.

Así, Juan Nepomuceno Fernandez ocupa Villajhermosa el 31 de agosto de 1821. El 7 de septiembre siguiente, se juramenta la Independencia y los tratados de Córdova Y el 8 del mismo mes y año, ocupa el poder en calidad de Jefe Militar.

De todo se levantó el acta correspondiente según se supo pero dicho documento, tenazmente buscado por Romulo Becerra Fabre y Justo Cecilio Santa Ana en 1892, setenta y un año después no lo encontrarón.JOSE ANTONIO RINCON Y AGUSTIN RUIZ DE LA PEÑA

La peculiar consumación de la independencia tal como se desprende de los documentos que investigaron los historiadores, y que por ahora, son las únicas fuentes de información, habría de reflejarse en el comportamiento de la facción encomendera, dueña y señora de estas tierras, sus habitantes y economía.

El aislamiento sumado a lo insalubre de la región y agravado por la ausencia de metales preciosos, determinaron que la inocencia ignorante de la gente del pueblo, permitiera como hombres de gobierno a individuos “llenos de vanidad” sin talentos ni instrucción en materia alguna para elevar con acierto el timón de la felicidad, y que jamás, han abierto un libro, ni separadose un palmo del corto recinto de su agricultura y rebaño de su ganado. (oficio dirigido por José Rincón al Ministro de guerra y Marina desde Villahermosa a Tabasco, el 22 de noviembre de 1822 y visible fojas 202 a la 206 de la obra citada del Dr. Mestre Ghigliazza).

Muy atrás (1811) habían quedado las brigadas de la Costa creadas para defender Villahermosa de las repercusiones que podría tener el Grito de Dolores. Olvidadas en apariencias las compañías milicianas, las pardos libres (sic) y la de Españoles libres (como si hubieran existido españoles esclavos) al mando del Capitan Juan de Molina. Vale recordar que los pardos fueron mestizos de negro don indígena, esas etnias conjugadas, los dominadores las usaron como tropas usando “su propio traje, distinguiéndose con la escarapela en el ala levantada del sombrero redondo que lleva, y en una pequeña solapa encarnada en el chaleco o chamarrera que gasta” a las órdenes de su comandante Don Juan de Amestoy, el pariente y protector de Don José Eduardo de Cárdenas. (Obra y autor citados-pág. 11).

Como se tiene visto, jurar la independencia fue lo natural y sencillo en este medio manejado por españoles de aquí y acuya, contrabandista, ignorantes, amantes de la riqueza fácil, que lo mismo vitorearon a Fernando 7° reprobando la Constitución y al Constituyente de apatzingan, que a voz en cuello se declararon “mexicanos libres” con motivo de la proclamación de la independencia, presente como estuvo el libertador de Tabasco (SIC) Juan Nepomuceno Fernández Mantecon.

Saber quiénes y de qué modo quedaron libres de verdad a partir de 1821 e estas tierras de Tabasco, es un motivo más que justificado en reflexión.

A juzgar por las obras consultadas, la camarilla detentadora del poder económico y disfrutadora de los beneficios otorgados por la corona española, fue la que tuvo que plantearse el ¿Qué hacer? Clásico, derivado de los cambios políticos que no sociales en este caso.

De inmediato se sintieron liberados del absolutismo regio. Sus caletres de ignorantes, tal vez les hizo concebirse ¡ahora sí! Dueños feudales. No es vano por 300 años de subyugación, se hubo de crear una estructura mental representada por el uso y el abuso del derecho de propiedad, que la liberación les aparejaba el uso y el abuso de sus derechos políticos.

Archisabida la ambición imperial de Agustín de Iturbide, que por haber pagado con su vida sus pretensiones ególatras, dejo de marcar y producir senderos y consecuencias. La capitanía de Guatemala se desligó de la ex –nueva España convertida en el país México. Campeche, centralista y Guadalajara crearon sus propios organismos políticos. La vieja capitanía de Yucatán también trabajó para independizarse del movimiento liberador mexicano. Tabasco geográficamente cercado por Chiapas, Campeche y Yucatán fue invitado para efectuar esa separación.

Pretextos no faltaron. Entre otros el gran debate librado en la capital de la república. Entre centralista y federalistas por principio de cuentas. El general. José Joaquín de herrera, secretario de guerra, presentó una memoria al congreso constituyente el 7 de noviembre de 1823, manifestando entre otras noticias, que el decreto de 10 de septiembre de 1823 instituyo el sistema de comandancias generales, o sean las antiguas intendencias del régimen español, exceptuendose las provincias internas y la de Tabasco que continuará formando una comandancia general, separada de la de Yucatán y

reuniéndose el distrito militar de la laguna de términos a la provincia de Tabasco…

Sin embargo, en los archivos del congreso mexicano constan las acusaciones hechas en contra del cura de Cunduacán, José María Alpuche e Infante, precisamente por subversión. Pretendió anexar Tabasco a Yucatán, compartiendo su aventura separatista, misa que a su tiempo provocó la presencia militar de Antonio López de Santa Anna, con un fuerte contingente militar y asumiendo la gubernatura de Yucatán.

El comandante general de Tabasco era José Antonio Rincón, a partir de 1822 conducido nada menos por Serra, a su regreso de Veracruz, con la tenacidad que se caracterizó para la intriga según se aprecia de los documentos históricos, por todo el camino informó “capciosamente contra los principales sujetos que nunca habían querido tener el menor influjo en sus insidiosas maquinaciones, lo que rincón desprecio altamente” (ora y autor citados).

Con la energía y capacidad militar que le reconoce la historia José Antonio Rincón usando su dotes de político, logro sujetar el fraude del comercio clandestino de contrabando, y gobernar pacíficamente hasta el año de 1823, en que varios facciosos pretendieron sustraer esta provincia del obedecimiento a las supremas potestades mexicanas, con el objeto de unirla a Yucatán, antes de pronunciarse por …. El sistema republicano” (obra de Mestre tomo I pág. 57)

Rincón se opuso a semejante separación.A querer o no, en su conciencia estaba que desde Villahermosa de Tabasco, el “7 de junio de 1823, 3° de la Independencia y 2° de nuestra libertad Civil” se había efectuado en estas tierras con la mayor solemnidad y aplauso general… el religioso juramento de obediencia y fidelidad al soberano congreso Constituyente Mexicano y Supremo Poder Ejecutivo acreditándolo con el acta respectiva.

Convocados, concurrieron catorce “nobles ayuntamientos de los pueblos cabeceras de partido, con asistencia del Sr. Cura párroco D. Francisco Beltrán...”

Entre los firmantes figuran por la diputación provincial Antonio Serra, Lorenzo Ortega, José Puich, Nicanor Hernández Bayona y Pedro López.

Por los alcaldes y regidores de la capital Santiago Duque de Estrada, José Solana, José Eusebio Magdonel, Juan Balier, Felipe Carenzi, Apolinario Moreno, Antonio Gálvez, Antonio Pereyra y José Álvarez.

Por Tacotalpa Venancio Borrego y Felipe ZuritaIsidoro Pedrero por TeapaJosé D. María Estrada y Joaquín Sandoval por Macuspana,Juan Gallardo por JonutaLorenzo Abreu por BalancánBuenaventura Zurita y José Antonio Calcáneo por Jalapa Leandro Vinagre por ChichicapaJosé del Carmen Sastre y Ramón Burelo por CunduacánEustaquio Goméz y José Esteban Ruiz por NacajucaJosé María Díaz del Castillo y José María Rodríguez por el de cacaos.Francisco de la Rosa por San Antonio.Apolinario Moreno y José Álvarez firmaron “por no haber parecido los de usumacinta” por orden del comandante general y Jefe Político José Antonio Rincón.

Juan Balier y Antonio Gálvez suplentes por falta de los de Tepetitan.Enviados los oficios respectivos y fidelidad, “no solo, juraron unánimes, sino que mandó cada uno de ellos dos diputados a la capital de Tabasco”.

Sin que transcurriera un mes de tan significativos cuanto transcendentes sucesos, la sesión del 2 de julio de 1823 del congreso mexicano de cuenta “sobre una representación” (así llamaban a las acusaciones) del cura párroco José María Cabral de la diputación provincial de Tabasco, quejándose de los agravios que le ha hecho el comandante militar José Antonio Rincón. Este párrocos es el mismo que pateo la sepultura de Francisco de Heredia y le sembró maíz en cada extremo de la tumba. La acusación consistió en que el militar quería encarcelar al cura y exigirle “arbitrariamente la exacción de contribuciones no obstante ser diputado”.

En la sesión del 8 del mismo julio y año Nicolás Beltrán del equipo de Serra, se queja contra el comandante Militar y Jefe político “de los enormes abusos que los administradores de rentas cometen”.

El 17 del mismo mes y año, Santiago duque de estrada se queja ante el congreso y acusa a José Antonio Rincón de “infraccionar la Constitución”.

En la sesión del siguiente día 18 de julio, comunica el congreso mexicano “haber dispuesto el supremo poder ejecutivo lo conveniente” en relación a la queja del presbítero José María Cabral contra el comandante Rincon de la provincia de Tabasco.

La reinstalación del Congreso motivo una “felicitación del Alcalde constitucional de Villahermosa de Tabasco, D. Santiago Duque de Estrada.” Ocurrió en la sesión del 18 de julio de 1823.

En la misma fecha, la comisión de infracciones del congreso conoce de la acusación del cura de Cunduacán de la provincia de Tabasco, D. José María Alpuche e Infante, contra el comandante militar José Antonio Rincón. Sobre infracciones a la Constitución.

Para estas fecha, desde el 25 de abril de 1823, había absuelto el Ilustre colegio de abogados al cura párroco José María Alpuche, de los cargos que le formulará el comandante militar José Antonio Rincón y de haber consumado los actos subversivos, asociados con cuatro curas más. Porque, hecho el estudio de la causa a dicho cura no le resulta el más mínimo cargo de la sedición. Que se le quiso atribuir sobre querer pretender (sic) separar la provincia de Tabasco del gobierno de México, para agregarla al de Yucatán. Pero suponiendo la responsabilidad del cura Alpuche “de ninguna manera” debió entrometerse José Rincón como Jefe Superior político, con cuya investidura le está prohibido privar o hacer que se prive de su libertad a cualquier individuo, si no es en el caso de peligrar el bien y seguridad del estado. Los abogados curas que dictaminaron, agregan con arreglo al art. 20 su instrucción, que se refiere al 172 de la constitución española. (sic) debió exigirle el comandante militar al Juez eclesiástico y el cura Alpuche estuviera “en las casas consistoriales, adonde estuvo el cura incomunicado y custodiado con tropa”. Por supuesto, que no oyeron al reo ni al promotor fiscal de la curia.

Plateado el enfrentamiento ya no era cosa de vivir a espaldas de tamaños problemas.

Surgido Tabasco a la vida constitucional como entidad federativa, (1824) se instalo su congreso y nombre gobernador Agustín Ruiz de la Peña. Ignorando sus funciones, de modo real o fingida,

El congreso local le ordeno al gobernador Ruiz de la Peña encargarse de la Intendencia desempeñada por José Antonio Rincón. Este se negó. Esas funciones relativas a la hacienda de la federación, correspondían al supremo

gobierno. La diputación provincial, carecía de facultades para ordenar semejante disposición. Solo la federación podía despojarle de su empleo y desempeño.

La situación se atirantó más, cuando Rincón fue requerido para prestarle juramento, de obediencia al Congreso Local. También se negó argumentando su calidad de empleado federal y militar.Por tanto, solo debía obediencia a los supremos poderes.

Por su lado, el gobernador Ruiz de la Peña le pidió a Rincón le diese lo necesario para los gastos del Congreso y Rincón le contesto que lo haría, una vez que pagará sus tropas y que, los ingresos no alcanzaban para tal pago, suministrado el supremo Gobierno “un mil pesos mensuales de la Tesorería de Veracruz”.

Afirman los cronistas que mediaron otros incidentes que agriaron más la cuestión, a grado tal que Agustín Ruiz de la Peña pretextando “no poder ejercer su autoridad libremente en Villahermosa”, se ausento pero aseguran los enterados, que los mismos individuos cuya conducta resulta más que conocida a través de los documentos llegados hasta estas fechas, promovieron un tumulto y “pusieron preso al Sr. Rincón”.

Para esto, ante el Congreso Mexicano existía por escrito la petición del Congreso de Tabasco, pidiéndole a la federación que aquí “no hubiese comandante general ni tropa de línea y que la administración de la hacienda pública, la tuviese el gobernador”.

En Yucatán y Tabasco se hallaba roto el orden constitucional y sus habitantes ajenos a esos teje-manejes de los encomenderos disfrazados de mexicanos libres, perdida su tranquilidad.

Sobre el particular el mismo José Rincón informa al ministro de Guerra y marina. Espigamos que José María Jiménez, sin nombramiento alguno se autonombra “Comisionado en escobas”. Que Agustín Ruiz de la Peña por su nombramiento de Gobernador, quiso manejar además de las funciones políticas que le correspondían, lo militar y la Hacienda Pública, competencia del Supremo poder de la federación. Que el grupo de siempre, proyecto la prisión de Rincón, cohechando la tropa y “al sub-teniente de la primera compañía José del Rosario Gil, los asesinos coime de billar Timoteo Sánchez, el misionero jugador Lázaro Mendoza, el tonelero José de la Cruz Hernández, el marinero y después mercader Miguel Bado, los presbíteros José María

Cabral y Manuel Antonio Ballester con otros asociados, sin que en esto tuviese participio el pueblo” imputándole a Rincón delitos que según su dicho jamás pensó.Lo encerraron en su cuarto, sin luz ni comunicación. Lo despojaron de empleos, equipaje y criados. Ruiz de la Peña, dispuso el traslado de Rincón a Cunduacán en donde estuvo 64 días. Lo llevaron a Jalapa , permaneciendo 38 días y así, hasta sumar 145 días con centinela de vista, incomunicado, sin medico ni medicinas y alimentado de los peor. Todo obscuro por las noches en su celda. Pidió limosna en Cunduacán para algunas medicinas. También ropa porque la suya, nunca se la dieron. Quejase Rincón en este documento, que buscaban aniquilarlo hasta morir para que no llegue a declarar nunca.

Entretanto, sigue diciendo el encarcelado, que Ruiz de la Peña coloco a “Hombres ineptos y sin el menor merito en los empleos de Hacienda y expensando con mano franca otros del ramo militar, el haber puesto en una completa anarquía esta fiel provincia levantando tropas y arrancando injustamente a los individuos de los brazos de sus familiares, paralizando la agricultura, comercio e industria”.

EL PROBLEMA LOCALISTA

.Apresado y vetado Juan Antonio Rincón, como persona y representante legitimo de la federación, el asunto preocupó a los políticos y militares que en la altiplanicie y otras partes de la república, se disputaban su predominio. Iba de por medio no solo el prestigio histórico de tales jefes sino la supervivencia del nuevo país, de la Ex-Nueva España convertido en México por la lucha independentista.

Es de imaginarse el clima sicológico predominante en estos lugares, cuando su grupo dirigente dueño del poder político y la economía del estado, se había atrevido a reafirmar según su criterio de “hombres llenos de validad, sin talentos ni instrucción en materia alguna; hombres que “”jamás han abierto un libro, ni separados un palmo del corto recinto de su agricultura y rebaño de su ganado” al decir de José Antonio rincón; a considerar que era el momento maduro para definirle a la federación, que serian federados en la medida que se les permitiera y solapara su capricho, como voluntad política y consiguientes actos de gobierno.

Vistos los sucesos y maniobras de los políticos yucatecos españoles a la vis-conversa como acostumbra expresarse en Yucatán, Antonio López de Santa Anna se movilizo militarmente y llego hasta Mérida: Controlada la situación, como se dijo, asumió la gubernatura. Desde allí, Campeche se sujetó al Pacto Federal pero Tabasco con su camarilla conocida, seguía en sus trece.

El problema abordado por la Federación, comisionó al entonces diputado por Veracruz y militar Francisco Hernández.

Entre el 31 de agosto de 1824 y diciembre del mismo año, la cuestión hizo crisis.

El Coronel Francisco Hernández se dirigió por escrito al honorable Congreso de Tabasco y a su Gobernador Agustín Ruiz de la Peña desde la barra de Tabasco, hoy Frontera.

a).- que el gobierno supremo de la federación velando por la suerte de la república, no era indiferente a los acontecimientos de Tabasco;

b).- que, apoyado en el artículo 16 del Acta Constitutiva, le había conferido “el mando general de las armas de este Estado” para “sostener y conservar la unión y libertad en el interior del territorio y hacer respetar su independencia”;

c).- que, “impuestos los virtuosos (sic) miembros de ese Congreso de los fines “de su misión, interpondrían su poderosa influencia garantizándole el apoyo eficaz de la gente armada bajo el mando;

d).- que sus intenciones eran las de afianzar las libertades ciudadanas, empuñando su honor y juramentos, como “expresión única y más segura” con que ofrece sus respetos al Primer Congreso Tabasqueño, esperando sea aceptado con el destino que le proporciona “esta honorifica ocasión”.

Al gobernador y en la misma fecha (31 de agosto 1824)

a).- su nombramiento de comandante General de las Armas de Tabasco;

b).- su jefatura del 5to. Batallón de Infantería puesto a sus órdenes para que, unido con la milicia permanente y activa del Estado, “sostenga el debido respeto a las autoridades respectivas” evitando el choque que últimamente altero la tranquilidad pública.

c).- la fraternidad que debe regir los actos de la federación y el Estado de Tabasco, para constituirnos en gobierno republicano estable.

d).- que los hermanos han de identificar sus intereses, estrechando los vínculos de unión e impidiendo así que “los anarquistas” le den aspectos distintos.

A bordo de la goleta de guerra “Orizaba” anclada en la barra de Tabasco, firmo el coronel Francisco Hernández esta comunicación el 31 de agosto de 1824.

El veinte de septiembre que siguió, el Honorable Congreso contestó:

a).- Su convicción de “que en el estado no se conoce el menor desorden ni alteración alguna” (como a vuestra señoría se le ha dicho y se ha desentendido) disfrutando “de una paz y tranquilidad de que careció en los días pasados”.

b).- que sea del conocimiento de (los supremos poderes de la Federación, que don Manuel Rincón (hermano del humillado José Antonio) Teniente gobernador de Veracruz, dirigía dos divisiones para atacar a Tabasco por mar y tierra;

c).-que la primera de esas Divisiones estaba al mando del coronel Francisco Hernández “introducido en la barra principal rompiendo las hostilidades”;

d).- que por lo señalado, el Congreso acordó:- que no ha lugar a la entrevista solicitada, comunicándoselo al Gobernador “para su inteligencia”.

Firman en Villahermosa, dos diputados secretarios. Rudencido María Hernández y Miguel Quiroga.

Con antelación, el 13 de septiembre de 1824 Francisco Hernández habíase dirigido nuevamente al Congreso Local, sobre la conveniencia que ese respetable organismo, nombran dos personas “caracterizadas y con facultad bastante” que se trasladen al pueblo de San Fernando, hoy Frontera, “para conciliar todos los motivos que pueden alterar las bases federales”.

En el mismo sentido escribió el Gobernador, para que la reunión propuesta “tenga efecto inmediatamente”.

A esa proposición se refiere la negativa del Congreso hecha saber a Francisco Hernández, por conducto del Gobernador.

El grupo disidente de Tabasco, manipulado por Serra, Puich, Beltrán, Duque de Estrada, el cura Cabral y demás integrantes de la Asociación neofeudal adueñada de Tabasco, no tomo en cuenta la sensatez del jefe de la guarnición de la Barra que en unión de sus soldados, estaba convencido de la misión de paz llevada por Francisco Hernández, actitud que lo permitió a este “introducirse” y ansiar pacíficamente en dicha Barra.

Por lo contrario, los rebelados procedieron a sembrar la alarma en todo el territorio, nuestro. Pusieron sobre las armas, equipándolos y usándolo lo necesario para combatir, a 500 nombres y el aguerrido Cura Párroco de Cunduacán, el conocido Alpuche e Infante promotor principal del separatismo, al frente de esas fuerzas que se formaron con la llamada milicia pero también, con piratas españoles contratados para guerrear contra las tropas de la balbuciente república. El lugar fortificado fue el denominado Escoba, que al decir de Gil y Sáenz se localizaba en la margen izquierda del rio.

El 25 de septiembre de 1824, ante el curso de las actitudes, apoyándose en las órdenes recibidas y que piratas españoles contrariando “nuestras leyes trafican libremente (sic) el rio a donde no hace muchos días robaron un buque americano cuyo capitán hirieron y de que, en unión suya (de los desobedientes y encarceladores de José Antonio Rincón) se han fortificado en el puerto de escobas” para estorbarle el transito a Villahermosa y considerando que su tarea se reduce a conservar la unión federal y del manejo político y moderado de su tropa con los habitantes, no le quedo mas que atacar la insurrección, salvando la responsabilidad histórica del Supremo Gobierno.

Otro antecedente del conflicto está representado por la agresión sufrida por Agustín González, jefe de la guarnición de la barra principal. La comunicación relativa está fechada en dicho lugar el 17 de septiembre de 1824, a seis días de que Francisco Hernández decidiera el ataque a Escobas. Según el texto dirigido a su superior de Villahermosa Coronel Francisco Rejón, le hace saber que por su ausencia a que pasase Francisco Hernández con sus tropas a descansar en la barra la noche del 2 del mismo septiembre fue “hostilizado por más de una partida de poco más de treinta hombres, casi todos ebrios, mandados por el ciudadano Benito Rodriguez…” atreviéndose a pasar la orden del Cura Alpuche se que Francisco Hernández, en 24 horas, debía desatracar e irse. Con la fuerza que disponía Hernández, impidió que la cosa llegara a mayores complicaciones.

Por supuesto que el comandante militar nombrado por Agustín Ruiz de la Peña, en substitución del pisoteado José Antonio Rincón no cazo hizo. Preparándose para lo que se venía, el enfrentamiento guerrero, siguió la

costumbre de la época y la cuenta del “donativo voluntario” proporcionado por el comercio del primer término siguiendo por su orden, la gente del dinero grande y mediano. Recuérdese, que por la XXXX, las ciudades vencidas eran saqueadas y muchas veces XXX las propias ciudades. En tal sentido Agustín Ruiz de la Peña, los curas Cabral y Alpuche, Serra, Puich, etc., habían hecho correr tal especie. Que entre Francisco Hernández con sus tropas y sus mujeres serán violadas, su patrimonio robado, sus negocios saqueados, la ciudad incendiada. Lo peor fue que en todo el territorio tabasqueño tales infundios prendieron en el ánimo de sus habitantes.

Hay que considerar el altísimo grado de analfabetismo que privó en nuestras poblaciones, desde el régimen virreinal y hasta la fecha, el analfabetismo existe.

Francisco Tejeda hizo esa colecta para tener contenta a su tropa, alegando que el Gobierno de Ruiz de la Peña, no lo expresaba conforme a las leyes los milicianos de Ruiz de la Peña mandados por Tejeda, no cobraban hasta que entraban en combate. A partir de ese momento, les hacia el derecho a cobrar una retribución. Los piratas citados, de seguro tenían otros términos de contratación, más indicados a su condición de gente que vive fuera de la ley.

Una vibrante proclama del Presidente Guadalupe Victoria, dirigida desde Puebla a Oaxaca y Huejapam, al Congreso Tabasqueño “llena de las mas tiernas sensaciones de júbilo y regocijo al ver las filantrópicas ideas que animan “al Presidente victoria por su decidido amor y constancia en llevar a cabo y perfección el feliz sistema que la nación mexicana ha adoptado”. Por lo tanto, el Honorable Congreso de Tabasco “acordó darle las más expresivas gracias y tribularle los homenajes del más sincero reconocimiento, ofreciéndole igualmente su consideración y respeto.

Este documento tiene fecha de 18 de octubre de 1824, sin que hubiera transcurrido un mes completo de la negativa dada al Coronel Francisco Hernández para conciliar intereses. Firmado en Villahermosa por los Diputados Secretarios consabidos Rudecindo María Hernández y Manuel Ayala. Obsérvese que ya no firma Miguel Quiroga.

Informa el Maestro Mestre Ghigliazza, que “El Sol de México”, número del 26 de noviembre de 1824, da cuenta con la expedición del Coronel José Antonio Fascio, hecho a la vela del 20 de octubre de 1824 desde Anton LIzardo con rumbo a la barra principal de Tabasco, rondeando en San Fernando con Francisco Hernández y sus tropas. Después del intercambio de noticias y afinamiento de propósitos, previo recuento de sus efectivos determinan la estrategia a seguir, nada fácil a juzgar por las condiciones guardadas hasta la fecha, por las tierras y lugares en que la acción se desarrolló.

Diez días después, el 30 de octubre de 1824, José Antonio Fascio por escrito se dirige al Congreso manifestándose “haber llegado a esta Villa de San Fernando con mayores fuerzas de las que habían en ella, con recursos considerables, para su sostenimiento y enviado por el Supremo Gobierno a tomar el mando de todas para establecer la tranquilidad pública, cuidar del orden interior y exterior del Estado, detener su independencia y libertad y recabar el cumplimiento del artículo 16 del Acta Constitutiva” por las ordenes traídas “son terminantes para situarse en Villahermosa”. Que aguardaba cinco días para obtener contestación y tener “la satisfacción de cumplir con las órdenes y de felicitar personalmente a esa honorable Asamblea”. Asimismo, envía dos ejemplares de la Constitución mencionada y publicada.

LA CRISIS

Desde mayo de 1824, Antonio López de Santa Anna había pasado al desempeño de la Comandancia General de Yucatán. El 6 de julio del mismo año, el Congreso Yucateco le nombra Gobernador Interino permaneciendo con tal carácter hasta el 25 de abril de 1825 en que entrega ambos mandos.

El 31 de octubre de 1824 se dirige al Secretario. De guerra y marina, diciéndole que:

1.- Por conducto del Comandante Militar de la Isla del Carmen, se entero de las dificultades tenidas por el comandante Militar General destacamentado de Tabasco, pidiéndole auxilio.

2.- Había dispuesto equipar una división de 300 nombres escogidos, bajo las ordenes de su Ayuda de Campo XXXXX Ricardo Toscano, para viajar por mar y arribar a la barra de Tabasco, sosteniendo las supremas autoridades de la nación.

3.- Aguarda la suficiencia de esa fuerza y expedicionaria para “hacer entrar en orden a los extraviados”. Si así no fuere, proporcionara hasta tres a cuatro mil hombres “sin que falte a este Estado la defensa necesaria”.

4.- Lo mismo le ha manifestado al Comandante Electo de Tabasco, añadiéndole que puede contar con cuantos auxilios estén a su alcance pues de haberlo hecho, “días ha que estaría en Villahermosa, Capital de Tabasco”.

El 3 de noviembre de 1824, López de Santa Anna se dirige al Honorable Congreso de Tabasco. En dicha comunicación, supone que las escisiones nacidas, obedecen a “equivocaciones, erradas inteligencias o malos informes”. Imprudente que se derrame sangre entre hermanos por querellas domesticas. Como jefe de un Estado Vecino y “genera que se ha sacrificado por la independencia y libertad de la nación” se ofrece como mediador, comunicándole “con toda sinceridad los motivos de queja que le asistan y las peticiones a que se creen con derecho hacia el Gobierno Supremo”. Les asegura que siendo justas “no serán desoídas y como disgusto desaparecerá, la calma se restablecerá en este apreciable suelo, sin pérdidas ni quebranto y Santa Anna tendría “una nueva gloria en tan importante comisión”.

El 9 de noviembre de 1824 el sismo López de Santa Anna se dirige al gobierno de Yucatán, haciéndole de su conocimiento oficial “el desorden en que se halla el Estado de Tabasco”…. “país envuelto en convulsiones que pueden causar su ruina y ser trascendental a esta península”. “Honores que atizamos el fuego, influyen en la

desobediencia al pacto federal, se aprovechan de la crisis para medrar y comprometen a pueblos pacíficos”. Confirman su ofrecimiento de mediador y propone tres puntos:

1°.- Evitar la efusión de sangre o ahorrarla en lo posible.

2°.- Hacer respetar a las autoridades supremas, destruyendo el mal ejemplo que puede cundir a la federación entera y producir su disolución.

3°.- Acreditar su buena disposición de servir a la Nación Mexicana, desmintiéndose “las calumnias e imposturas con que se ha zaherido a sus primeros funcionarios” por individuos “díscolos y mal intencionados”.

Fechado en Villahermosa el 8 de noviembre de 1824, José Antonio Fascio da cuenta al Srio. De Guerra y Marina, que el día 3 de al rayar el día sus tropas de vanguardia mandadas por Francisco Hernández, habían tomado “los fuertes que había en escobas” ya que no quedó más recurso que empeñar la nación”. Todo concluido y desarmados los contrarios, cayendo en su poder “toda la artillería, muchos fusiles y municiones”.

La información servida por “El Sol” de los días 3 y 24 de diciembre de 1824, escudriñados por el Dr. Mestre Ghigliazza, complementan las noticias.

Francisco Hernández tenía dispuesto el ataque a Escobas, aguardo viento favorable para trasladarse en los buques hasta aquel lugar “donde no puede irse por tierra”. El mal tiempo impedía la marcha. El pueblo, en esta ocasión se destaca como colaborador, la proporcionó diez únicos canoas (cayucos, las denomina el Tabasqueño), acomodando 10 hombres de granaderos y cazadores del 50 batallón de infantería de línea. Esto sucedió la noche del primero de diciembre de ese año en 1824.

Navegaron “por un brazo del rio que se llama Tabasquillo, desembarcando a la retaguardia de escobas” distante a una legua. Con el agua a las rodillas “y por unos espesos bosques en que apenas podían pasar los soldados por la obscuridad de la noche y despreciando la multitud de insectos y animales dañosos que en ellos abundan”.

Uno de los centinelas rompió el fuego, generalizamos de cañón y fusil, en las dos restantes fortificaciones que por lo visto, eran tres. Granaderos y cazadores se batieron logrando ocupar el punto. En su poder 8 cañones, 207 fusibles y carabinas, tres cajas de guerra, una bandera, todo el parque y guarnición compuesta de otros tantos milicianos, matándoles 19 hombres inevitablemente. Al día siguiente cayó Chilapa, también atacado por la retaguardia. Fascio navegada por el rio principal. En cuenta que remontaba la corriente, apenas avanzó una legua. Las guarniciones de Villahermosa y Chiltepec, se dispararon y los ataques dispusieron de mayor número de canoas o cayucos grandes.

Según el informador, el 15 de noviembre de 1824 Francisco Hernández toma posesión de Villahermosa al frente de su división triunfadora. Los buques de guerra, aun sin llegar. Regresan las familias. Hay tranquilidad. Se restablece el orden. José Antonio rincón y demás oficiales prisioneros, puestos en libertad. De los 17 piratas “que con escándalo de la Federación estaban al frente y mandando las fuerzas que se oponían a las disposiciones del Supremo Gobierno, sólo quedan seis. Murieron 3 en escobas y 8 se aprendieron en diversos lugares”.

Todo lo cual se hizo según el documento glosado “para que pierdan los anarquistas y enemigos de la independencia y verdadera libertad, la esperanza que tuvieron de envolvernos en una guerra civil”.

87

SOBRE LA CRONOLOGIA DE LOS GOBERNADORES

Por regla general, los gobernadores del siglo XIX, viéndola difícil o perdida para su condición de gobernadores, no representaban pelea. Excepciones fueron Agustín Ruiz de la Peña y Francisco de Setmanat. Se limitaban a solicitarse licencia al congreso para separarse del encargo y era substituido por el Vice o el Sub-Vice-Gobernador, calidades políticas estiladas en Tabasco en la época. Refugiados en lugar seguro para su integridad física, desde allí continuaban sus maniobras e intrigas políticas encaminadas al rescate del poder, independientemente del partido, caudillo o Presidente de la República, temporal y efímero dueño de la suerte nacional.

Cumplida la licencia gubernamental concedida por el Congreso, las circunstancias políticas y militares predominantes en la capital de México, determinaban de modo invariable la carrera política del gobernador con licencia. Algunos reanudaron su marcha de alto burócrata. Otros, desafortunados era perseguidos hasta exterminarlos. Los más, insistían en uno u otro bando anhelando exterminarlos. Los más, insistían en uno u otro bando anhelando su rehabilitación política. Criollos y encomenderos los gobernadores originarios de Tabasco confirmaban lo sabido por sus antepasados que en estas tierras conquistadas y de colonialismo interno (que nunca colonizaron propiamente dichos), el mejor de los negocios y más retribuidor desde cualquier óptica, era el de mangonear las cosa pública. N la explotación del hombre por el hombre practicada al máximo nivel de esclavitud, producíales los dividendos de poder, honores y dinero que a raudales llegaban sus manos, familiares y cosas, sólo por permanecer en el juego político y disponer del presupuesto público y los empleos. Sin darle cuenta a nadie. Sin más problema que tener y mantener la vara de la influencia alta, en la capital de la República con los jefes en turno.

Por desgracia o fortuna, el verdadero pagador de la factura histórica, el pueblo propiamente considerado por los estratos productivos, siempre resulto ajeno y hasta ignorante de tales manchicuepas efectuadas por encomenderos supervivientes, sus hijos y gente con la mentalidad encomendera.

Simulando la condición de mexicanos libres se ostentaron centralistas o federalistas, liberales o conservadores, reaccionarios o revolucionarios, en franca competencia y rivalidad en muchos casos aunque en otros, asociados como valor entendido con los grupos de más significado poder: los militares y los curas.

Justo es reconocer que no todos los curas trabajaron para el mal de la mayoría. Recuérdese la distinción del padre las casas que llamaba frailes a los misioneros y

curas a los demás, acusándoles de malvados y explotadores. La figura de civilidad y civismo del párroco José María Ruiz de la Peña, primer diputado tenido por Tabasco y partidario del Padre de la Reforma Don Valentín Gómez Farias, en el Congreso Mexicano resulta ejemplar. En cambio del cura Alpuche e Infante, como de Cabral y otros eclesiásticos de troquel idéntico, la historia registra sus desmanes.

En cuanto a los militares que transitaron por el mundo decimonónico de Tabasco exceptuándose a Don Lorenzo de Santa María, no hay otros determinados por el ánima que comunica el lugar de nacimiento y el vigor carismático de la sangre heredada. Todos extraños y nacidos en tierras correspondientes a otra ecología y otra idiosincrasia.

Esto va, también con los gachupines, los encomenderos de importación o “embarrilados”

La independencia consumada por Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, de quien jamás se estableció su lugar de nacimiento, como ignoramos donde y cuando murió, rigió el gobierno de Tabasco con el carácter de Capitán del Ejército Imperial de las tres garantías.

Los españoles de Tabasco signatarios de la independencia consumada, los mismos que en el pasado inmediato habianle jurado al Rey Fernando 7°, amarle y luchar por la corona la última gota de sangre, aceptaron de muy buena gana al Libertador Fernández Mantecón. Ninguno de los usufractarios de la explotación que duró 300 años de dominación, había intentado de palabra o hecho, la liberación de España; aún más, vistas la conducta histórica de esa generación, podría asegurarse que estaban contentos con el mundo producido por esos 300 años de subyugación popular. Ellos nunca fueron los productivos pero sí, los aprovechados. Según el documento de Miguel Duque de Estrada la provincia de Tabasco por su fidelidad a Fernando 7° era “la envidia de los pueblos”.

No obstante…

El libertador de Tabasco Juan Nepomuceno Fernández, seis meses después de tantos agasajos y ponderaciones, intrigado por la misma camarilla que le adulaba y había recibido con regocijo aparente, es residenciado y capturado por su sucesor Manuel María Leyton, a quien el gusto habría de durarle lamiad que l tiempo de Gobernador de Fernández Mantecón. Para entonces, otro español de “la envidia de los pueblos” Antonio Sierra Aulet, padre de quien sería gobernador muchas veces andando el tiempo, había conducido al Libertador en calidad de prisionero a la ciudad de México.

Abierto el frente de la intriga como arma política usual y usada por curas y españoles de Tabasco (para emplear la denominación tan grata a su creador el Dr. José Eduardo de Cárdenas) en contra de los jefes militares y de estos contra aquellos, sentaron los procedentes que han enmarcado el devenir histórico nuestro. El repaso más somero del pasado, demuestra la cantidad de embrollos que llagaron a producir estos trastornos en que ocasionalmente aparecen luchando todos contra todos y hasta el exterminio. Sin excluirse los individuos de una misma facción. La etnia blanca, gobernante, en acción.

Se sabe del comportamiento tenido por Agustín Ruiz de la Peña, español de Cunduacán por padre y madre “montañense” dedicados a la agricultura y el comercio, ocupaciones que al finiquitar el siglo XVIII en que nació Don Agustín (20 de agosto de 1790), correspondía a los encomenderos prósperos. (León Alejo Torre citado por Mestre Ghigliazza- gobernantes de Tabasco- pág. 7 edición Carlos R. Menéndez, Merida, Yuc. 1934).

Vivió hasta el 14 de febrero de 1868 después de ocupar o ser designado gobernador de Tabasco, nada menos que ocho veces. Aquí otro de los procedentes funestos para el habitante de estas tierras; México para el juego de la política. Como sí la sangre no se renovará, como si el tiempo no transcurriera, como sí una facción, grupo o camarilla fueran los titulares de la inefabilidad y dueños de la verdad para pronunciarla en la muy lamentable realidad que se les obsequió, más que confiar a su muy discutible actuación política. Damos la impresión de carácter de genio y talento para haber hecho y escrito nuestra propia historia.

La ignorancia secular de nuestro pasado, configura una increíble ausencia de menoría histórica. De tal modo, que establecer o en grado de tentativa BUCEAR la identidad sociológica e histórica. De tal modo, que establecer o en grado de tentativa bucear la identidad sociológica e histórica del tabasqueño, impone el conocimiento primario del pasado, el desfile de la gente que ejercitando el poder protagonizó los sucesos registrados y estar en aptitud de manejar los elementos de juicio requeridos por una comunidad para encontrarse a sí misma, en los caminos marcados por las generaciones que le han antecedido. No cabe emplear el concepto del pueblo porque, a juzgar por los hechos, el habitante productivo de estas tierras, el que no ha sido militar, cura, político, latifundista o comerciante, el habitante masa nada ha tenido que ver con el transcurso del tiempo de historia. Salvo el aprovechamiento de su alegría congénita, incrementada por la terrible e inmensa ignorancia padecida por sus miembros. Los hechos demuestran, que la

etnia blanca de importación o de origen, es la que ha manejado la suerte y destino de los pobladores de Tabasco. Hasta Ahora, por lo menos.

Conscientes del valor y origen del orgulloso mestizaje mexicano-español, nada tenemos contra España. No somos hispanófobos. Abundan las razones y sentimientos para que el tabasqueño de nuestros días, profese amor a España. Siendo mexicanos, admiramos y amamos el significado universal del Caballero de la triste figura.

Se trata de averiguar los hechos, contra los cuales no hay argumentos.

La vorágine política padecida en estos lugares, favoreció el capricho de los encaramos en la gubernatura.

PEDRO PEREZ MEDINA, ESPAÑOL QUE LEGISLA. PRIMERA CONSTITUCIÓN.

Las normas de conducta, individual o colectiva, le dan rostro histórico a una comunidad. Salvo exposiciones doctas, documentadas y veraces rendidas en contrario, el enlistamiento de los gobernadores, su procedencia y extracción social así como el origen del poder ejercitado, resalta elocuente por la duración de esos gobiernos y las veces que lograron repetir para producir los resultados consignados en nuestra historia.

Indiscutible también, que las leyes son dictadas por el grupo de poder predominante y buscan la consolidación de su poder y la protección y seguridad jurídica de sus intereses. En otras palabras estos hechos de la clase dominante y las consecuencias operadas y sufridas por la gente obligada a la observancia de la ley contribuyen a la formación de su identidad como pueblo, comunidad y nacionalidad.

Pedro Pérez Medina, “procedente del lugar de Villaflor en la isla de Tenerife una de las canarias” (Manuel Ghigliazza-Gobernantes de Tabasco- pag. 6 edición 1934- Carlos R. Menéndez Mérida Yuc.) que figura en el tomo XVII de la colección de expulsión de españoles, correspondiente al archivo general y público de la nación fue Jefe superior Político interino del 3 de mayo de 1824 hasta el 8 del mismo mes y año, la primera vez que tuvo el mando que entregó a otro español de Cunduacán Agustín Ruiz de la Peña, en calidad de Gobernador Provisional Ruiz de la Peña.

Llamando el gobernador a México para que respondiera de cargos formulados en contra suya, que pueden leerse en los legados del Congreso Federal, le correspondía substituirlo al teniente de gobernador al capitán de milicia activa Manuel Gurria, ignorándose los motivos por los cuales no substituyo a Ruiz de la

Peña. Esta ausencia aparece cubierta por el Vice-gobernador Pedro Pérez Median, quien firma el 26 de febrero de 1825 la primera Constitución Política de Tabasco. Figuran como diputados Manuel Ayala Domínguez Juan Dionisio Marcín, Juan Esteban Campos, Juan Mariano de Sala, Rudecindo María Hernández, Domingo Giorgana, Nicanor Hernández Bayona, Manuel José Hernández, Santiago Duque de Estrada, Manuel Antonio Ballester y Agustín Mazó.

Según la “compilación de los decretos desde el congreso de 1824” impreso por Trinidad Flores en 1850 y re-impreso en 1901 por disposición del secretario general de gobierno Lic. Horacio Jiménez, “Con acuerdo del señor Gobernador del Estado” (Imprenta de Felipe Abalos- Calle 5 de Mayo de San Juan Bautista, Tabasco), esta primera Constitución Política esta fechada en Villahermosa, Tab. El 2 de febrero. Mestre Ghigliazza en la obra citada, precisa la fecha de 26 de febrero de 1825, sin utilizar punto suspensivo alguno. Lo cual explica por el deterioro sufrido por el documento glosado.

La tercera edición (1979) facsimilar se logró gracias a Manuel González Calzada, impulsor decisivo y ejecutor de la señalada tarea editorial, pagada por el gobierno empresarial del Ing. Leandro Rovirosa Wade.

Pedro Pérez Medina, murió en Teapa, Tabasco a muy avanzada edad.

Dicha constitución invoca como “criador y conservador de la sociedad” el nombre “de Dios todo poderoso”. El congreso “deseoso de cumplir la voluntad de sus comitentes” para “su felicidad, prosperidad y engradecimiento”. Consta de 224 artículos que no veremos uno por uno. No es el trabajo indicado. Resultaría tedioso y prolijo. Además, ajeno a los própositos animadores de este ensayo. Vales destacar el perfil histórico de derecho público.

Por su artículo primero, es federalista. Tabasco “libre independiente de los demás Estados… y de cualquiera otra nación”. Por lo tanto “retiene su libertad” la soberanía reside “esencialmente en los individuos”.

Prohíbe la introducción de esclavos en su territorio y declara libre a los hijos que nacieron de los que actualmente “existen en él”.

Es una obligación del estado, conservar, proteger y hacer respetar la religión Católica (así, con mayúsculas) Apostólica Romana y prohíbe el ejercicio “de cualquiera otra”.

El territorio “el mismo a que se extendía la provincia de este nombre compuesto de los pueblos, cabeceras de Partido de Teapa, Tacotalpa, Jalapa , Macuspana, Usumacinta, Villahermosa, Cunduácan , Jalpa y Nacajuca, y cada uno de éstos con sus respectivos adyacentes y el pueblo de Jonuta”. Para favorecer un buen

gobierno, anuncia, que de este territorio se hará oportunamente “una división proporcional”.

Son tabasqueños los nacidos y avecindados; los extranjeros que hayan obtenido la carta de naturaleza del Congreso, obviamente que hayan obtenido la carta de naturaleza del Congreso, obviamente del Estado; que “la hayan ganado con dos años de vecindad teniendo casa abierta y poblada en territorio del Estado y por último, los esclavos que actualmente existen… desde que adquieran su libertad”.

Por la igualdad guardada ante la ley, se limita el goce de sus derechos y aun prohibirlos, cuando su ejercicio sea ofensivo (sic) a la de otro individuo o perjudicial a la misma sociedad.

La ciudadanía para los tabasqueños de nacimiento, a los 21 años. Siendo casado a los dieciocho. Para los originarios de otros países separados (sic) de la dominación española que con alguna industria productiva o con un capital conocido fijarse su residencia por tres años.

La calidad de ciudadano daba derecho a los empleos y a ser elegidos para puestos públicos. Se suspendían los derechos ciudadanos por incapacidades física o moral previa información judicial en caso de duda. Por adeudarle al erario. Por desempleo y falta de domicilio. Por proceso criminal. Por sirviente domestico dedicado a la personal del amo o por sirviente adecuado. Es decir, por deberle al amo o por sirviente adecuado. Es decir, por deberle al amo. Y una causa, que daba la dolorosa historia mexicana resultaría incalificable: por no saber leer ni escribir, oído a los que sigue, no teniendo efecto esta cláusula hasta el año de mil ochocientos cuarenta y uno. Tal vez, los hombres del manejo de la cosa pública, fijaron el plazo de dieciséis años para erradicar el analfabetismo. Desde aquellos años.

La perdida de los derechos ciudadanos, porque se adquiera la nacionalidad extranjera; aunque, establecerse fuera del estado sin licencia del gobierno, constituía motivo legal para poder la calidad de tabasqueño, condenado a una pena aflictiva o infamante al igual que vender su voto o comprar el ajeno en las juntas electorales, ya sea a su favor o al de tercera persona, conducían a la pérdida de los derechos ciudadanos. De estos enfoques destacase la última causal para perder la calidad de ciudadanos de Tabasco; la quiebra fraudulenta calificada.

Sólo que se supiera leer y escribir, se podía votar en las elecciones. El organismo electoral se denominaba Junta Electoral reunida y disuelta después del primer domingo de julio, fecha señalada para las elecciones municipales o estatal.

Instituye los puestos de gobernador y Vice-Gobernador. Más tarde Tabasco conocería de otro, el Sub-Vice-Gobernador, muchos de los cuales llegaron a ser gobernadores. Consúltese la lista reproducida en este ensayo. Los curas no podían ser gobernadores ni-vice-gobernadores, sin perjuicio de que, concluidas las elecciones, los electores (?) y electos presentes pasaran a la iglesia principal donde se cantará un solemne Te-Deum en acción de gracia al Todo poderoso… A diferencia de las elecciones municipales, lo de gobernador tendría lugar el primer domingo de octubre del año de la elección.

El poder legislativo celebrada su primera junta preparatoria el 20 de julio. Se nombrará una comisión de tres individuos, entre los diputados más antiguos, para el examen y dictamen de la credenciales informando del resultado.

El treinta de julio, la última junta preparatoria. El presidente de los diputados tomaba el juramento a los nuevos legisladores. Puestas las manos sobre los Santos Evangelios juraban guardar y hacer guardar la Constitución Federal y en particular la del Estado de Tabaco. El nuevo diputado ¡s! ¡juró! A lo que el presidente remachaba:- si así lo hiciereis dios os lo permie y si os lo demande. A la luz de las obligaciones católicas y de la autoridad laica o eclesiástica, nos dice de que modo dios demandaría el incumplimiento y la violación de la leyes, habida cuenta la inclinación tenida por los detentadores del poder de la época que no se paraban en pintas para pronunciarse en contra de los gobiernos constituidos. En estos años, ni los políticos que cumplieran o intentaran el cumplimiento de las leyes, podían esperar o tener el premio de Dios con motivo de su desempeño en el poder.

La iglesia participaba de los ingresos del erario. Los gobernadores tenían entre otros, esa obligación durante su periodo de cuatro años que su ejercicio debía de durar. El fuero que gozaba bien y la seguridad del estado. Se le tenía que dar el trato de excelencia. Tomaba posesión el diez de agosto del año de la elección, no sin que antes otorgará el consabido juramento por Dios muerte o suspensión era substituido por el Vice-Gobernador con las mismas facultades, tratamiento y dotación.

A falta del vice, originalmente desempeñada sus funciones el jefe de policía del partido de la capital.

El Consejo de gobierno instituido por esta Constitución, estaba integrado por cinco individuos, de los cuales uno era el administrador-principal de las rentas; el otro el vice gobernador entre tanto no entrará como gobernador.

El poder judicial se caracterizó por la sujeción de militares y clérigos, a sus respectivos fueros. Como pena, prohibida la confiscación de bienes

absolutamente. Lo mismo el registro de casas y la tortura, era obligatoria la conciliación como acto previo al planteamiento de un juicio por injurias en lo civil ni en lo criminal. Se consagro el arbitraje por acuerdo de las partes.

Se concedió entera fe y crédito a los actos, registros y procedimientos de los jueces y demás autoridades de los otros estados siempre que vengan probados con arreglo a las leyes generales.

Los mandatos de los jueces obedecidos de pleno derecho por que cualquiera resistencia será reputada como delito grave. Mediando resistencia o se temiere la fuga, se autorizaba el uso de la fuerza para asegurar la persona sin más rigor que el necesario.

El otorgamiento de la fianza en cualquiera estado de la causa, garantizaba la liberad del otorgante siempre que aparezca por ella no poder imponérsele pena corporal a excepción de los casos en que la ley prohíba expresamente que se le admita.

Las denuncias secretas acostumbradas por el santo oficio, se eliminaron. Se prohíben los calabozos subterráneos o sin ventilación. La incomunicación no podría extenderse a más de seis días.

Un juez letrado para cada cabecera en vía de primera instancia. Un juez letrado para conocer en grado de apelación. En la capital un tribunal de tercera instancia y recursos de nulidad a cargo de un juez letrado. Nombrados esos jueces, eran perpetuos. El gobernador extendía los nombramientos a propuestas del Congreso en una terna. Por dios nuestro seños juraba la fidelidad del encargo de impartir justicia. Dios premiaba o demandaba en caso de incumplimiento.

La policía era independiente entre sí pero sujetos al gobernador. Tener 30 años cumplidos, ser ciudadano en el goce de sus derechos, tabasqueño de nacimiento o residente en su territorio por seis años, eran los requisitos para ser jefe de la policía.

El extranjero avecindado por ocho años y un capital de cinco mil pesos anuales, podía ser el jefe de la policía del estado.

Para cuidar de su policía, salubridad y gobierno interior, creó los ayuntamientos constitucionales en todos los pueblos cabecera de partido. Se componían de uno a tres alcaldes, de dos hasta doce regidores y de uno a tres procuradores síndicos, según el número de ciudadanos en el ejercicio de sus derechos.

Los alcaldes constitucionales se renovaban cada año, en su totalidad, regidores y procuradores síndicos por mitad. Nadie podía excusarse del desempeño porque

este, se consideró carga concejil. El ayuntamiento alegra un Secretario perpetuo. La reelección era permitida, transcurridos dos años por lo menos, del último desempeño.

Tres vocales y un presidente, constituían la Junta de Policía en todos los pueblos que no fueran cabeceras. Ejercían las funciones de alcaldes auxiliares. Año con año se renovaban.

Este documento habla de las rentas particulares del estado harán la parte principal de su hacienda pública.

Anualmente el congreso establecía las contribuciones, directas o indirectas subsistiendo las antiguas hasta que se publiquen su derogación. La tesorería general del estado la encargada de distribuir el gasto público, con la obligación de rendir cuentas cada año.

Además de la policía, se crearon los famosos campos de milicia que no eran continuos al decir del texto legal. Tenían lugar cuando lo exijan las circunstancias o los objetos de su instituto. Exigiéndolo la defensa del mismo estado, el gobernador podía usarla. Desde los diez y ocho años aquí sí y hasta los 50 años era individuo de esta milicia, cuyos miembros no tenían más fuero que el honor de ser ciudadanos, sin goce de sueldo que llegaban a tener como milicia activa. Es decir, cuando entraban a combatir por estos señores gobernantes de la época, legalizaban la leva del modo señalado había cuenta el viejo refrán castellano;- contra malicia, milicia.

La interpretación constitucional solo el congreso que limitaba a calificar las observaciones que merezcan sujetarse a la liberación.

El artículo final busca el control de lo imponderable, en esos años de notaria inmadurez política y de todo género. Textual asevera.

Art. 224 jamás podrán reformarse los artículos de esta constitución que establece la libertad e independencia del Estado (sic), su religión, forma de gobierno, libertad individual y división de los supremos poderes del estado.

El gobernador era excelencia. El de teniente de gobernador (supervivencia de la dominación española), el mismo, asumiendo las funciones.

Los jueces no podían a la zaga. El decreto del 24 de diciembre de 1850 que contiene la Ley Constitucional para la administración de justicia de los Tribunales y juzgados del estado. Obliga a darles el tratamiento de señoría (art. 40 pag. 235 reproducción facsimilar citada, confirmada por Mestre Ghigliazza).

Hasta aquí la primera constitución política.

Tuvo vigencia hasta 1831 en que se promulgo la segunda constitución. Interesada el tema porque deriva del nacimiento de Tabasco como entidad federativa y por lo tanto, de la primera constitución.

Consultados los documentos que el escudriñante historiador Manuel Mestre Ghigliazza, consigna en el capitulo XIV Tabasco ante la representación nacional-1824-1825 tomo I de su asombrante obra “Documentos y datos para la historia de Tabasco”, pagina 207 y siguientes, resulta que estas tierras seguían siéndola Provincia de Tabasco.

Ya se hizo constar, que las luchas nacionales enfrentaban a sus campeones Carlos María Bustamante y Valentín Gómez Farías. El primero optaba por el centralismo como sistema de gobierno. El segundo por el federalismo. Distinguido batallador parlamentación y jurista fue Manuel Grescencio Rejón, mestizo negroide según se ha dicho, representante del Estado de Yucatán y brazo combativo del venerable Valentín Goméz Farías.

Diputado por la provincia de Tabasco equivalente al concepto de territorio, era Don José María Ruiz de la Peña, de quien dice Gil y Saenz (llamada 2 pag. 207 citada) era presbítero y cura de Cunduacán, aunque tal vez, haya desempeñado tal puesto de modo interino pues parece que el célebre José María Alpuche e Infante era el propietario.

Destacase la firma al píe del Acta Constitutiva del 31 de enero de 1825 de don José María, Don Chema Ruiz de la Peña a quien no hay que confundir con don Agustín de los mismos apellidos porque no hay constancia de ligas consanguíneas. A lo mejor existieron. El mismo don Chema Ruiz de la peña, el 28 de abril de 1824 votó afirmativamente un decreto por el que se declaraba traidor a Iturbide. Estos datos determinan su filiación política que puede corregirse de lo que ocurrió en el Congreso Mexicano, a partir del 24 de enero de 1824 en que la comisión de poderes puso a discusión su dictamen consultado la aprobación de Don José María Ruiz Peña, como diputado por la provincia de Tabasco. Aprobada su calidad política enseguida se presentó, juró y tomó asiento.

Que sepamos, los mandatarios de Tabasco, no les ha interesado divulgar que en la sesión del 29 de enero siempre de 1824 del Congreso Mexicano, se puso a discusión una parte del artículo 2°. Que dice: “Tabasco formará otro estado de la federación”.

A petición de don Valentín, dijo Don Chema Ruiz de la Peña: que Tabasco tiene más de sesenta mil habitantes de población, un terreno feracísimo y las

producciones de cacao, azúcar, pimienta, café, zarcaparilla y otras que sumadas a su situación ventajosa para el comercio, hacen aquella provincia capaz de formar un estado.

Salta el diputado Valle oponiéndose y argumenta, que la población de Tabasco escaza de luces (sic) lo es también de número cuya provincia no tuvo representación provincial hasta el año anterior al debate, es decir 1823, por todo lo cual votaba porque permaneciera en clase de territorio hasta que pudiese ser estado.

El diputado Manuel Crescencio Rejón contesta, que la comisión al desmarcar los estados cuidó no descontentar a las provincias que tenían Jefe Político, diputado provincial y todo lo demás que constituye la provincia, prescindiendo de los territorios de la intendencias.

Siguió manifestando que Tabasco tenia hombres para su legislatura, igual que otros estados. Que aunque estos no llenasen todas las atribuciones de un legislador con toda la exactitud correspondiente, no debía extrañarse el Diputado Valle pues en todo el territorio de la Federación, apenas se encontraran algunos que pudiesen tener el acopio de luces que se necesitan para dictar leyes, consecuencia necesaria de la tiranía del Gobierno Español. Que la población de Tabasco era de más de 60 mil almas y que su comercio de propiedad era más opulento que el de Yucatán. Que no se creyese que buscaba abatir a Yucatán, cuya honrosa representación tenia porque también erá cierto. Que el comercio de economía de Yucatán era íntimamente superior al de Tabasco.

A su turno el Diputado Barbosa añadió a lo expuesto por Don Crescencio, que Tabasco por su comercio marítimo ha adquirirlo la ilustración suficiente, cuanto tienen otros muchos pueblos de la federación.

Puesto a votación el artículo, fue aprobado. El diputado Valle salvo su voto.

La tarea legislativa continuo y en la sesión del 7 de febrero de 1824, se aprobó el dictamen de la Comisión de Constitución sobre que lo nuevos estados de Tamaulipas, Tabasco y Tlaxcala procedieran a la formación de sus congresos.

Finalizaba junio. El Diputado Chema Ruiz de la Peña no concurría a las sesiones. El congreso mexicano nombró dos comisionados para averiguar la causa de la ausencia del legislador Ruiz de la Peña. En la sesión del primero de julio de 1824, informaron que el Diputado por Tabasco Ruiz de la Peña, había fallecido la noche anterior. Seis diputados fueron designados para asistir a sus funerales. No se sabe donde fue sepultado el primer diputado que tuvo Tabasco, ante la representación nacional.

Así nació Tabasco y así murió su primer diputado.

LEYES Y GOBIERNOS

En plan de muestreo que no de investigación exhaustiva se citan las leyes del Vice-Gobernador Marcelino Margalli en ejercicio por una de las tantas caídas y recaídas de Agustín Ruiz de la Peña, el protegido del Dr. José Eduardo de Cárdenas.

El 4 de noviembre de 1826, el Congreso del Estado, teniendo en consideración a que en el pueblo de Villahermosa, residen las Supremas Autoridades del Estado, cultura y comercio, lequita su tradicional nombre de Villahermosa que se denominará de San Juan Bautista de Tabasco.

Aprueba del Diseño de armas presentando por su respetable ayuntamiento el cual mandará esculpir a su imitación y lo tendrá en su sala capitular bajo su dosel.

No hubo más motivación para cambiarle de nombre a nuestra capital.

Encarrerado el Vice- Gobernador en ejercicio, en la misma fecha al pueblo de Teapa lo eleva a la categoría de Villa y por sus extensiones y cultura se denominara Villa de Santiago de Teapa. Al igual que Villahermosa, aprueban el diseño de armas y que lo tengan en sala capitular, siempre bajo dosel.

Idénticos argumentos de extensión y cultura, se invocan en otro decreto del 27 de octubre de 1826 para erigir en villa al pueblo de Cunduacán denominándole villa de natividad de Cunduacán, hablándose de diseño de armas, su esculpida y guarda bajo dosel, etc.

A la fecha, no conocemos por no haberlos visto nunca, esos diseños de armas. Tampoco noticia que en lo que fueron salas capitulares hoy asiento de los poderes municipales, existan. Ni siquiera las células reales que dignificaron nuestras comunidades.

Las leyes ayudan a reconstruir los días vividos por una comunidad. Desarrollados los hechos presupuestos por las hipótesis legales, justa o injustamente funciona y se aplica la ley dictada. Las motivaciones del dictado de una ley promueven y fortalecen los intereses de la clase dominante, que quiérase o no, le dan rostro histórico al conglomerado social. Afecta los estratos que lo componen. El examen que se haga en conjunto de estos hechos u omisiones generados por el derecho vigente, concurren para descubrir, o aproximadamente fijar con seriedad, la vida llevada y mucho sirven para establecer la identidad de un pueblo. Considérese pues, al verdadero protagonista de una época.

Una vez más se manifiesta que este ensayo, no tiene más pretensión que retrotraernos un poco pero con sentido veraz. El eminente Manuel Mestre Ghigliazza, después de sus pertinaces esfuerzos, llegó a la muy sabia conclusión de que la historia, es una permanente rectificación. Estamos de acuerdo ratificamos, que nadie es poseedor o propietario de la verdad absoluta. Aspiramos a que los discrepantes, mas estudiosos, mejor preparados y con mayores disposiciones y talentos, superan la realización significada por este trabajo, modesto pero honrado. Se busca servir a quien necesita servicio y no tiene dinero para pagar adulaciones y fabricar falsas glorias, es decir, el verdadero héroe de todo suceso histórico, el pueblo.

Insistiendo en el muestreo iniciado, continuamos con el mundo de las leyes. No de las que protegen lo tuyo o lo mío. De las que se proyectan a la mayoría indefensa y sin voz ni tribuna. El derecho forma parte de la cultura elaborada. A uno y la otra, no tuvo acceso el habitante mayoritario de estas tierras. Nadie medianamente enterado podrá negar, que en educación la colonia marca la decadencia pero consumada la independencia, el problema hizo crisis.

EL CONTRATO COLONIAL

Tal vez, los redactores del llamado Decreto de 3 de noviembre de 1826 hayan sido de la neurálgica Ley Chapellier Francesa, que tanto trastorno causó. No estamos seguros de tal cosa. La exposición de motivos, es rotunda.

“El Congreso Constitucional del Estado Libre de Tabasco, deseoso de dar a la agricultura todo el impulso que necesita para sacarla de la decadencia en que se haya al presente, después de haber oído AL COMUN DE LABRADORES POR MEDIO DE LOS INFORMES PREDIOS POR CONDUCTO DE LOS AYUNTAMIENTOS, siendo su principal solicitud el arreglo sobre el mejor servicio que deben de dar los mozos sirvientes, quien han de darle LAS PRIMERAS CORRECIONES en su exceso o delitos leves y principalmente cuando viven a distancia considerable de los jueces, por cuales de estos delitos deben ser entregados a la autoridad competente para que los juzgue, CUAL DEBE SER LA AUTORIDAD de los AMOS SOBRE SUS SIRVIENTES, y cual la SUBORDINACIÓN de éstos para con ellos; después de profundizar la materia de cada uno de estos puntos y combinar (sic) LOS DERECHOS NATURALES DEL HOMBRE con lo que tiene dictados la policía y con lo que exige la localidad del país; ha venido en decretar el siguiente Reglamento Agrario para la Agricultura”.

A continuación cuatro capítulos con treinta y dos artículos y se refieren al:

1° Contrato Colonial

2° Cumplimiento del contrato

3° Vagancia

4° Cumplimiento de este reglamento

Del capítulo primero que se refiere al contrato colonial en particular, confirma la sospecha de haberse copiado y mal de paso el modelo francés. La ley francesa habla del que opera y el sujeto a legislar se le llama “operario” generalmente enfocado al obrero de una fabrica.

En esta ley que inmortalizó a Marcelino Margalli y Congreso local que le acompaña en la historia, los operarios se avecindan en las labores para trabajar en ellas viviendo bajo las órdenes del que dirige los trabajos y adquirir por este medio la subsistencia de toda la familia.

Su artículo 2° define el concepto de subsistencia que consiste, textual en la tercera edición, consejo editorial del gobierno de Tabasco 1979 de la Compilación de Leyes de 1824 – 1850 del Lic. Horacio Jiménez.- San Juan Bautista 1901- Impreso por Don Trinidad Flores en 1850.

“La subsistencia consiste en la casa de Habitación contable y piedra de moler; en raciones semanarias de maíz, frijol, sal, carne o pescado según es costumbre de las labores o haciendas; en la ropa en el dinero que han de menester para subvenir al pago de sus contribuciones o derechos parroquiales y para el costeo de sus enfermedades y demás urgencias de la vida; y en los instrumentos y utensilios de labor que reciben del propietario con quien se contratan”.

“Por todo lo dicho que reciben tanto el varón como la hembra (art. 3°) venen sus brazos a las labores en que inscriben, percibiendo además al tiempo de matricularse, aquella cantidad de pesos con que pagan la deuda principal (sic) que traen consigo, si no desquitaron sus empeños anteriores para colonizarse SIN ELLAS en la labor se alistan con la mira de asegurar una subsistencia POR SU TRABAJO”.

Los propietarios de fincan y haciendas al contratar con varones y hembras (para no variar ese lenguaje empleado por el legislador margalliano) COMPRAN SUS BRAZOS, asumiendo el compromiso de proporcionar lo enlistado en los artículos transcritos PERFECCIONAN EL CONTRATO COLONIAL y ya no puede romperse

sino por mutuo consentimiento y por incumplimiento “culpable” de alguna de las partes.

Dicho contrato “es de venta de trabajo personal por el precio determinado en que se hayan convenido raciones, casa, muebles, instrumentos y utensilios que reciben los trabajos (operarios habían dicho antes) DEL AMO de la labor”.

Pero lo jueces por falta de información podrían dictar sentencia “Contra los amos, caso de ser demandados por sus sirvientes en cuanto a las condiciones del contrato otorgados desde la publicación de este decreto”, situación que hay que evitar que ocurriera. Por tanto, “TODO AMO de hacienda o labor hará ajuste o liquidación de cuentas con dichos sirvientes y estampará circunstancialmente el citado contrato al principio del libro donde lleve éstos, reubicándolo y firmándolo, por más formalidad”. Lo que hará año con año obrando “en el por cabeza, prácticamente lo mismo con los que de nuevo entraren a servir”.

Dicho contrato, increíble para los tabasqueños que viven los últimos años del siglo XX, instituyo la obediencia de los trabajadores “a sus manos”, mayordomos, caporales, caudillos o capataces. Que mandan, ordenan y dirigen todos los trabajos de las haciendas tanto de cacao, caña, etc. Como de ganado mayor. Por lo tanto “dichos amos y mandones” quedan autorizados para corregir los delitos domésticos (sic) o sean “todos aquellos que van contra la agricultura y que perturban el buen orden de las labores y la tranquilidad de la hacienda, como igualmente SUBORDINACIÓN Y RESPETO que deben al propietario y a los mandantes”.

Por la comisión de delitos “graves” prenderlos y remitirlos a la autoridad pública.

Todo AMOR DE HACIENDA podrá tener en su propiedad “cepo y grilletes con CORMAS (del griego, Kormo, conjunto de dos piezas de madera que se ponen en el pie del hombre o del animal para dificultarles la marcha. En figurativo, molestia, gravamen que entorpece la libertad de acción-Enciclopedia Salvat Diccionario-tomo 4 Pag. 882-Ed. 1980)” para lograr el cumplimiento de su justicia de amo, toda vez que del “cumplimiento religioso” del contrato colonial, pendía “la propiedad de las labores”.

Solo la enfermedad era motivo legal de desobediencia. Las demás causas que pudieran presentarse, para este legislador eran causas para declararlos delincuentes. La presunción legal era “el depravado fin de arruinar las labores y dejar en el empeño a sus empresarios al tiempo más urgente” ellos, los amos que “son las columnas que sostienen al estado; por tal delito PODRÁ CASTIGÁRSELES condenándolos a trabajar TRES DÍAS CON UN GRILLETE

para cerrar la puerta, al mal ejemplo que da a los demás, resarciendo además, el perjuicio que resulta por su inobediencia”.

Las horas de descanso se destinaban a perfeccionar “lo mal hecho” “con las tareas naturales de uso y costumbre” demarcadas por “el mandarín”.

Faltar al trabajo por embriaguez, vender el machete , hacha o instrumento de la propiedad del amo, era “quitarle un brazo a las labores”. La primera vez se castigaba “con hacerlos trabajar tres días con un grillete o DÁNDOLE DOCE CHILILLAZOS, y doble si reincidieran, cargándoseles en el segundo caso, lo que hubiesen venido”.

Si el trabajador “colonizado” adeudado huía de su labor, cometía “alzamiento de bienes” y por la misma ley se le reputaba como “ladrón famoso”. El legislador magalliano “cerro la puerta de ese desorden” y para evitar su repetición, aprehendidos que fueran después de una persecución organizada por los propios amos y sus mayordomos, capataces, caporales y mandones, se castigaba al delincuente “haciéndole trabajar un mes con grilletes y dormir de noche EN EL CEPO o encerrado en un cuarto”. En caso de reincidencia, se DOBLABA el castigo.

Pero si el operario o trabajador “atrevidamente pusiese las manos en los capataces que los comandan, principalmente si fuere en el campo al tiempo de arreglar los trabajos, serán juzgados por la autoridad pública con arreglo a las leyes, y la autoridad mandará a ejecutar el castigo en la misma hacienda PARA ESCARMIENTO…” “pero si mediara fuga o escapatoria achacable a la gente presente o al mismo capataz la dependencia (del delincuente) de este será repartida entre los cómplices, o serán castigos como delincuentes de bando”.

El robo no tiene más llave “que la severidad de los castigos”. Si el robo excedía de cinco pesos, se consideraba delito castigable por la autoridad pública que delegaba su autoridad para que, el amo la ejecutara en su hacienda “para escarmiento de los demás”. No llegando a los cinco pesos, amos, mandones y capataces impartían la justicia del caso. Que se perdiera una cosecha de cacao y de cualquier grano, era motivo de castigo por lo amos y mandames, a su juicio. Lo mismo la pérdida de animales puestos al cuidado de los trabajadores “en proporción de la culpa” y restituyendo la pérdida.

El horario de la jornada de trabajo, comprendido “de luz a luz en las tres páginas como se acostumbra y con DOS descansos intermedios entre las páginas, de una hora cada uno”. “más cuando EL AMO necesite de algún mozo o mozos para algún trabajo urgente, ANTES de hacerse de día o DESPUÉS de anochecido,

deberá gratificarlo con proporción al desvelo, no PUDIENDO excusarse dichos mozos sin causa legal de enfermedad”.

Los testigos de la mujeres, “reputados leves y acomodados a su sexo” extinguidos al interior de las caserías de la hacienda y contraídos a beneficiar el grano de cacao, café, pimienta y demás necesidades; cuidar animales de pluma y cerda; confesionar ( sic) alimentos, ya sea en común ya sea en común ya turnalmente y lavado de ropa de los amos.

Los mayordomos, caporales, caudillos o capataces, gente de confianza de los amos, gozaban “de un salario distinguido o de una gratificación sobre sus abonos y raciones comunes”. En la práctica a mayor dureza del mandón con “los operarios” mejor salario. Dieron se casos de “apatía” o “abundamiento” con la gente comandada, entonces le respondían al amo “previa justificación en juicio de conciliación”. Lo mismo sucedía con la mayordoma, caporala o caudilla.

La ley glosada tiene en sus artículos 20 y 21, dos utopías jurídicas. Manda el 20, que los amos permitan el transporte de estos macehualtines “al trabajo antes del amanecer o que regresen de noche”. Si no lo permitieran, por cada vez que lo hicieran serían compelidos al pago del salario doble, que por supuesto, en ninguna parte de la ley se establece su monto. En el mismo sentido se pronuncia el artículo 21 pero referido al suministro de subsistencia del artículo 2° de la Ley. El articulo 22 habla de refrenar a caudillos, amos, caporales, capataces y mayordomos que “se excedan en las facultades que por este reglamento se les conceden”.

El juez los multará “según el tamaño de la injuria”. Pero “los amos tendrán asegurados sus trabajos sin necesidad de avanzarse a cometer excesos”.

Marcelino Margalli, legislador, previo el aseguramiento triunfador de su ley del contrato colonial y sobre la marcha, con templa la:

VAGANCIA

Por principio, ningún “sirviente de una labor” podía engancharse con otro amo “sin presentar papel credencial de su deuda o desquite”. Los fuereños, debían llevar esos papeles credenciales al juez territorial. Dándose el caso de recibir sirvientes sin cumplir con estas exigencias legales, el amo infractor perdía lo dado y quedaba obligado a pagarle “los perjuicios que alegare o justificare EL AMO DEFRAUDADO”. El sirviente, varón o hembra, era asegurado y remitido al Juez.

Los hijos de los sirvientes “desde que tengan capacidad para trabajar, deberán hacerlo en la labor donde están matriculados sus padres PARA AYUDARLOS a

ganar la subsistencia de la familia, y DESDE el día que se casen o cumplan veinticinco años, SON LIBRES para empeñar SUS BRAZOS siguiendo cuenta por separado, según contraten con los amos”.

Sin embargo “Todo operario que se descolonice de alguna hacienda para emprender alguna labor o avecindarse en algún poblado DESPUÉS de haber desquitado sus empeños,…” tenía que comprarlo con “un papel credencial del amo de la hacienda donde estaba colonizado, ante juez territorial”.

Nadie podía transitar por las haciendas, tampoco “introducirse” bajo el pretexto de visitar parientes, amigo o compadres. A menos que dieran permiso para hacerlo, los amos y los mandones.

Los colonos, sus mujeres e hijos, tenían prohibido “salir del recinto de las caserías del sitio”, bajo ningún pretexto, sin avisar ANTES a los amos y mandones para obtener la correspondiente licencia.

El artículo 28 de este endriago jurídico, ordena “un empadronamiento” de todos los vagos, vagas y mal entretenidos, con inclusión de los que no paguen sus contribuyentes y “formada una lista de los que resulten LOS REPARTIRÁN (la encomienda rediviva) por un mes a los hacendados o demás vecinos para sus labores y fabricas, quienes les satisfarán el jornal diario y reacciones que a sus demás sirvientes”. Reincidiendo “en su vagancia y holgazanería se les duplicará el tiempo (2 meses) y por tercera vez “será perpetuo” siempre y cuando se halle al corriente en cuanto a deudas con el ayuntamiento o al contingente que le corresponda”.

Los sirvientes domésticos y los adeudados de labores y haciendas “no podrán tomarse para reemplazo de compañía, contingente ni otro servicio en que resulten perjudicados dichas labores o haciendas”. Castigados por la autoridad “serán mantenidos de los fondos” propios de los ayuntamientos.

Los alcaldes auxiliares o constitucionales que falten “al cumplimiento perfecto de este reglamento” perjudicando la causa publica serán acusados popularmente, ante el jefe de policía de la demarcación y ante el gobierno del estado.

Para honra y prez de la historia de la legislación tabasqueña, lo firman en ciudad de San Juan Bautista de Tabasco, noviembre 3 de 1826- Manuel Padrón, presidente. El señor Magdonel, enfermo. José Luis Argaiz, Diputado secretario. El vice-gobernador en ejercicio Marcelino Margalli, Joaquín Pourelo SPDG.

SANTIAGO DUQUE DE ESTRADA

Según la cronología de Mestre Ghigliazza, “Gobernantes de Tabasco”, en la edición yucateca de 1934, Santiago duque de Estrada gobernó por primera vez “desde el 8 de noviembre de 1828 hasta… junio de 1829” en calidad de Vice-Gobernador en ejercicio.

Nació en Campeche, el hijo de Miguel Duque de Estrada y de Josefa Crespi, el 24 de Julio de 1789. Muchos le creyeron tabasqueño porque “desde muy niño su padre le trajo a Tabasco”.

En la “Recopilación de Leyes y Decretos del Estado de Tabasco” del Consejo Editorial del Gobierno de 1979, a fojas 46 puede leerse el Decreto de 31 de enero de 1829. Omiten decir el nombre del gobernador que ya lo expresamos, era Santiago Duque de Estrada. Considerando de interés su contenido y reflejando la emoción política de los políticos de la época; pasando que contribuye al rostro histórico de sus gobernantes, vale su glosa, aunque sea sin la exegesis jurídica que pueda ameritar.

A Marcelino Margalli, le preocupó la prórroga de la Encomienda en el concierto de las leyes de un país en formación que buscaba su organización social. A legalizar el subyugamiento teóricamente eliminado con la Independencia, el Contrato Colonial se aplica a la tierra, sus siervos y la manga ancha para los amos que dispusieron irrestrictamente del producto del trabajo ajeno, deseosos de “sacar de la decadencia en que se hallaba” la agricultura.

A Santiago Duque de Estrada le toca la gloria de garantizar la esclavitud en las comunidades urbanas y suburbanas, legislando sobre prácticas nacidas desde el virreinato, con todas sus consecuencias discriminatorias en todos los aspectos.

Nunca la cultura y la educación preocuparon a los habitantes coloniales de estas tierras. La ignorancia sumada a la codicia del español corriente, por no decir del español de desecho que se avecindó en la Vieja Provincia de Tabasco, hizo que el español de Cunduacán José Eduardo de Cárdenas, manifestara a las Cortes de Cádiz en 1812:

“Los pudientes, no en metálico (que siempre escasea) sino en raíces, hacen todo esfuerzo a su cariño y facultades por desprenderse de sus hijos y alejarlos de sí las 120 y las 200 y más leguas, para proporcionarles una pésima y escasa instrucción”.

“Jamás por jamás se ha empeñado el gobierno político a fuerza de fuerzas como debía, en promover infatigable mente la pública instrucción aunque no fuese más que el bien leer y escribir nuestra lengua, en rudimentos de aritmética, algebra y geometría, en principios sólidos de doctrina cristiana y

buena crianza, y en algunos brevísimos elementos de historia sagrada y universal. Esta carga, que es principalmente suya, procura echársela toda a espaldas y expensas de los párrocos… Así descargado a su parecer el gobierno de tanto peso, ya no vuelve a pensar en tal cosa,…”

“Tal se halla en mi provincia la pública enseñanza, de manera que no se diga ser un milagro el que los tabasqueños de corta fortuna sepan explicar sus ideas en un lenguaje inculto y enteramente bárbaro, cuando, por otra parte, da lástima y compasión ver algunos sin cultivo hallar muy regularmente y dar sus pinceladas en lo histórico, poético y moral, y en algunas cosas sobre nociones físicas y matemáticas, económicas y rusticas, con solo la fuerza de su talento y aplicación privada”.

“Los mismos indios, muchos de ellos amables por sus buenas calidades y disposiciones nativas… reputados con irremisible injuria a la humanidad por semi-brutos, y que soló deben llamarse incultos,… lo están sin culpa suya, y celan sobre su instrucción en leer y escribir siendo los primeros que no escasean el castigo por la menor falta… ” a sus hijuelos “solicitan colocarlos en casas de españoles europeos y americanos, con la mira de que aprendan, a pesar de que suele contarles bien caro este su paternal desvelo”.

MEMORIA del padre Cárdenas, reproducida por Manuel Mestre Ghigliazza- “Documentos y Datos para la historia de Tabasco” Tomo I Págs. 46-47 y 48 Edición UJAT- 1984.

Con la independencia, la cuestión escolar se agravó. Desencadenadas las ambiciones de quienes se creyeron los viables dueños de la ex – nueva España, se preocuparon por el poder político y sus problemas. Pronunciamientos, guerra civil, saqueo e incendio de las ciudades caracterizaron el transcurso mexicano del siglo XIX. Campo más que propicio para las intervenciones extranjeras, reclamaciones injustas e increíbles, atraco y pérdida de más de la mitad del territorio dominado por la corona española y pérdida para el México, supuestamente independiente.

Hay que recordar la forma empleada por la gente de la colonia, para conseguir leer y escribir. Los frailes realmente fueron los maestros pero su número y acción alfabetizadora, limitadísimo. En la medida que el indígena propiamente dicho decrecía en número, el tercer producto mestizo aumentaba de modo considerable. Un producto tercero que no gozó de la simpatía de los padres misioneros a juzgar por el texto de las cortes de relación, producidas por guerreros, gobernantes y misioneros. En ellas se habla con gran desprecio del habitante de “mirada huidiza, taimado, fullero, holgazán y ventajoso” producto mestizo que aumentaba a

ojos vistos y que atento el trato cruel del encomendero para la indígena vencido, éste acabaría por desaparecer y el blanco con el tiempo, resultaría para someter a ese tercer producto, destinado apoderarse de estos dominios.

Todo lo cual, hizo que los sucesores de los macehualtines, tendieran su mirada a los estratos superiores, cualquiera pero mejor que el suyo para “entregarles” a sus hijos e hijas en calidad de “entregados”. A manera de sub-encomienda, el niño o niña indígena o mestizo, accedía a un hogar extraño pero de nivel superior al de su origen. Se les destinaba a la servidumbre y se les adiestraba para tales menesteres. En aquellos años, la división del trabajo aun no identificaba la multiplicación de las ocupaciones y oficios conocidos con el desarrollo y marcha organizativa de la sociedad virreinal y seguidamente, la sociedad resultante de la vida independiente.

No obstante, solían distinguirse algunos “entregados por ser inteligente, otros de gran valentía, por su habilidad para crear cosas bellas y útiles con el manejo de sus manos y ellas, a convertirse en ejemplares de belleza mestiza, con la sabiduría tranquila de su fatalismo indígena y la prestancia bravía de su doble origen. La literatura mexicana registra experiencias y relatos que mucho ilustran estas cuestiones.”

Así nació esta práctica que llegó a institucionalizarse. “Entregado” o “Entregada” era la denominación tabasqueña para estos miembros de la sociedad, perdurando en Tabasco hasta la tercera década, por lo menos, del siglo XX por concluir. Aunque llegaron a incrustarse en el mundo afectivo de su destino, “entregados y entregadas” siempre fueron señalados como tales, que por muy hondo que calaran “eran como de la familia pero no de la familia”. Lo cual se reflejaba en la vida de relación (bailes, matrimonios, quince años, etc.) que enlistados y entregados. Fácil resulta imaginarse el posible noviazgo de una joven “entregada” con algún señorío de cierta, poca o mucha posición económica y social. Lo mismo entre un joven “entregado” y una señorita ajena a su condición de “crianza”, vocablo usado como sinónimo para discriminar.

Pero a la sociedad del México Independiente, le afectó muy seriamente el desempeño, fácil de comprender habida cuenta la inestabilidad originaba por tanta guerra intestina, dónde sólo el poder del clero estaba por encima de los españoles usurpadores y asesinos.

El 31 de Enero de 1829, el gobierno de Santiago Duque de Estrada dicta la Ley que pasa al comentario.

Los ayuntamientos, alcaldes y Juntas de Policía, verían “sobre los que no tienen modo de vivir conocido y cuantos sean comprendidos en las clases de los vagos”.

El artículo 6° del Decreto citado declara y comprende como vagos:

1. A los que sin oficio, hacienda o renta, vivan sin saber que les venga la subsistencia de medios lícitos y honestos.

2. A los que teniendo algún patrimonio o emolumento, o siendo hijos de familia, no se les conoce otra ocupación que las de las casas de juego, compañías mal opinadas, frecuencia en parajes sospechosos y ninguna inclinación para aprender oficio en su esfera.

3. A los hijos de familia incorregibles de padres abandonados o mal inclinados que escandalizan sus casas y las poblaciones, con la falta de obediencia y poco respeto a sus padres, con el ejercicio de sus malas costumbres, sin dedicación a la carrera que les ponen.

4. A los que tienen oficio y sin causa legal no lo ejercen.5. A los que no veneran a las autoridades, disponiendo ocasión para

insultarlas con canciones satíricas o de otro modo semejante, manifestando que no las temen.

6. A los que con pretexto de jornaleros, la mayor parte del tiempo la ocupan en la ociosidad.

7. A los vigorosos, sanos y robustos de edad y aún con lesión, que no le impide ejercer algún oficio, se ejercitan pidiendo limosna.

8. A los jóvenes huérfanos, o por mal destino de sus padres no tienen ejercicio y se dedican a pedir limosna.

9. A los que anduvieren distraídos por la embriaguez, juego u otra mala pasión, despreciando las reconvenciones de sus padres, tutores o autoridades.

Como puede verse, el aspecto social presentaba una interesante gama de productos sociales, dignos de reflexionarse sobre cada uno de los tipos de vagancia, real o supuesta, enmarcada jurídicamente por el gobierno de Santiago Duque de Estrada. La Ley aspira al deber-ser. La realidad, su campo de aplicación, es el ser sobre el cual actúa la ley dictada. Lo que se es y lo que se quiere ser. Cada tipo de vago castigable representó para este legislador, una lacra.

El Tribunal constituido por las propias autoridades (alcaldes, ayuntamientos, policías) funcionaban “por si o por denuncia” y correspondía uno por cada cabecera. Martes y viernes sesionaba “para conocer de este clase pésima de sociedad” actuando también en los pueblos de los indígenas.

“Tres testigos idóneos y contestes” bastaban para calificar a una gente y comprenderla dentro de las diez clases de vagos y mal entretenidos, ya

expresados. Con la “semi-prueba plena” se procedía a la aprehensión y detención del vago sometido a un sumarísimo, tenía “cuatro días precisos” para justificarse.

Declarados vagos:

a) al ejercito los varones de 18 a 40 años;b) si la cuota humana del ejercito resultaba cubierta, entonces a las obras

públicas de sus respectivos pueblos o al más inmediato; yc) a los nuevos establecimientos “con preferencia a la colonización (al campo)

y a las labores, los que sean más aptos y menos delincuentes”.d) Resultando complicados “en hurtos u otros delitos infamatorios” al Tribunal

de la 1ra. Estancia.e) Cuando los vagos sean niños o niñas, huérfanos o de padres abandonados

“Deben entregarse en casas donde puedan recibir buena educación”, a maestros para que aprendan un oficio y con preferencia al nuevo establecimiento luego que se establesca (sic).

f) Siendo extranjero, la expulsión.

El gobierno vigilará que el tribunal de vagos funcione, castigando “la corrupción de testigos, prepotencias o malicias para suponer vago a quien no lo es…” y lo mismo “por no declarar por vago a quien le sea”. Las causas se seguían de oficio.

Aparece publicada esta ley, en San Juan Bautista el 31 de enero de 1829 y la firman Antonio Solano, Presidente, José Anastasio Pérez Diputado Secretario. Juan Mariano de Sala, Diputado Secretario.

JUAN FEDERICO DE WALDECK

Este personaje que vivió 110 años, nació en Praga el 16 de Marzo de 1766 y falleció en Paris el 29 de abril de 1875, mucho tuvo que ver con Tabasco. El increíble investigador que fue el Dr. Manuel Mestre Ghigliazza, de la obra de Waldeck “viaje pintoresco y arqueológico de la Provincia de Yucatán (América Central) 1834-1836”, tradujo la parte relativa que nos concierne (13).

No obstante, para asimilar el significado de realidades tabasqueños hoy superadas en parte, conviene asomarnos a los hechos que son los antecedentes.

Las volteretas del Gral. Bustamante y de Antonio López de Santa Ana, se reflejaron en Tabasco escarneciendo al Gobernador Manuel Buelta y al Presidente del Congreso Local Justo Santa Ana, a quien encarcelo el destacado por lo arbitrario Comandante General de las Armas Mariano Martínez, individuo que comenzó por traicionar a su protector Francisco Palomino, su jefe de quien los Senadores Agustín Ruiz de la Peña y el cura José María Alpuche, lo retratan en el senado y no lo bajan de pernicioso.

En la “Vindicación de los Tabasqueños” reproducido por Mestre Ghigliazza () se asevera sobre el equipo humano de que se rodeó el pernicioso para consumar los hechos que motivaron la queja de las autoridades de Tabasco y que fueron apoyadas por catorce legislaturas del país.

“Juan Pablo Vila, ingresó a Tabasco con el empleo de segundo ayudante del batallón activo y dio principio el cumplimiento de sus deberes creando un gallinero a costa de los soldados y bisoños oficiales, a quienes pedía por cada licencia que les daba, una, dos, tres y hasta cien gallinas”. Para mejorar la especie “… perpetró un robo de veinte y tres nuevos finos del bodegón o lupanar de la Negra Josefa, a quien hacerla sobreseer de la querella, la tomo por amasia”.

“Subteniente Ignacio Figueroa. Aporto a Tabasco de Sub-Ayudante del Batallón Activo y se coaligo con Vila. Fue a medidas en los productos gallinescos; aumenta su paga con los haberes del soldado; ayuda a la introducción de contrabando, cuyo oficio le es muy lucrativo; es el gurapié ( ) de Martínez; hace de Ayudante de Júpiter con el mismo y con bolio, Rovirosa y el curita Marcin, y finalmente este sexagenario, es hijo predilecto de Baco”.

“El comandante de Artillería Manuel Antonio Fernández es Sub-Teniente, natural de Guinea y llegó a Tabasco lo echaron por el conjunto de vicios que posee. Estaba preso por ladrón y para remitirlo a México a que fuese juzgado, solo se esperaba una oportunidad”.

“El Sub-Teniente miliciano Nicolás Barceló, es yucateco. Llegó a Tabasco de un verdadero mendigo y como es aprendiz de carpintero de ribera, ayudo a construir algunos bongos e introdujo después en ellos contrabando ajenos, cuyo ejercicio no abandona… modelo de la embriaguez”.

“Los Sub-Tenientes Magdonel y Zapata son tabasqueños y hablando con verdad, no puede atribuírseles más falta que la de haber recibido una educación montesina y por esto, no discurren Están seducidos”.

“… el colombiano Zenón Boullié que aparece firmado como capitán.”

“Dos horas después del grititito santunomo, aún se hallaba en el Bodegón de la Negra Josefa sirviéndola a ésta de su cocinero y que los extranjeros alemanes y americanos del Norte que están establecidos en Tabasco con sus almacenes y una excesiva deuda en la Aduana, se lo recomendaron muy particularmente a Martínez, para que portase la divisa de Capitán”.

El documento que aquí se transcribe en parte, continúa con José María Maldonado a quien llaman “pillo de playa” destacando que el gobernador José Rovirosa.

“Es de una ignorancia tan supina que no sabe leer. Fue honrado hasta el momento en que se pronunció por el centralismo. Para cubrir sus inicios procedimientos de aquellas época, se revistió de la hipocresía que le es genial, con la que, y dos mil pesos que gasto a tiempo, se hizo gobernador. Es el apoyo de todos los vicios, el traidor más simulado…”

Para seguir “el análisis verídico de los caudillos de la rebelión militar (1832-33) de Tabasco”.

“Manuel Zapata, criado en la miseria y el abatimiento… es revoltoso por principios y en toda época ha hecho consistir su habilidad en impunizar sus más escandalosos delitos. Sus felónicas maquinaciones… de elevar su fortuna sobre las ruinas de muchos tabasqueños”.

“Francisco Pellicer apareció en el país como por el año de 1826 y aún no se ha podido indagar en donde nació, pero sí es verdad que de pedir limosna se mantuvo en aquella época, más después se agenció por el contrabando, la intriga y lo que es más, por vender la justicia, una fortuna que ha excedido a sus esperanzas”.

“El cura párroco don José María Marzín por su sagrado carácter, merece que no se pormenoricen los excesos punibles en que a cada paso incurre”.

“Joaquín de Hoyos, Asesor general del Estado, es el general ladrón de él. No hay un expediente que haya llegado a su bufete, o mejor dicho caja de pandora, que no salga marcado con el sello de la iniquidad. Vive de las desgracias y fortunas que da y quita”.

El autor de los informes consignados, llama la atención sobre un hecho muy repetido en la historia de este Estado. Que los autores de dicha asonada, no fueron tabasqueños con excepción de los “seducidos” que por ignorantes, no discernían. Por otra parte asombra que una comunidad casi en su totalidad analfabeta, donde la carencia de enseñanzas de todo tipo y nivel, fue nula prácticamente, sus documentos políticos se signifiquen por la claridad del pensamiento y en algunos casos, el lenguaje es manejado con maestría. Nunca la cultura, ni siquiera saber leer y escribir, formo parte del patrimonio de los hijos y familias del estrado verdaderamente popular.

El polo opuesto lo constituyó el Gobernador Manuel Buelta, según proclama del 20 de enero de 1834.

“anoche se cescorrió el misterioso velo que los embozaba y a la vista del cielo y de los hombres… el pueblo fue atacado en la persona de su Gobernador por un audaz viperino… Manuel Llergo (que) transformado en un energúmeno, vomito sus iras ponsoñozas… y cuanta expresión sucia se inventa en las tabernas para ofender el honor…”.

Acusó de asesino al Gobernador Buelta, todo porque intimó a su hermano Eugenio, a obedecer la orden “del alto gobierno” de marcharse a México vista la acusación del Comandante General de ser “uno de los sujetos más perniciosos a la quietud del estado”.

Pero don Manuel Llergo era de antología. Se atrevió, con un puñal, a perpetrar el magnicidio y Buelta entre asustado e indignado, dice que le hubiera asesinado Llergo si el comandante general, no interviene. Habla también de un “execrable conspirador Evaristo Sánchez”. Los acusa de “centralistas”, de pertenecer a la “administración picalugana (recordando a Picaluga) para concluir, que”.

“La ley no impera ya, habitantes del Estado: no existe de hecho soberanía”

A continuación anuncia que se pondrá a buen recaudo “usando del derecho que el hombre tiene a su conservación”.

Fernando Nicolás Maldonado, Inspector General de Milicias se dirigió al Comandante General Mariano Martínez manifestándole:

a) Que Evaristo Sánchez declarado traidor, puesto fuera de la ley y su nombre mandado a borrar del “Catalogo de los honrados militares federalistas”.

b) Que “ese atolondrado” con vila, otros oficiales y los dragones permanentes de la capital, intentaron asaltar Cunduacán para desarmar “mi tropa y apoderarse del armamento” pero que “sufrieron por tercera vez, el azote de la intrepidez de mis cívicos”.

c) Que la vida del gobernador Buelta se vio seriamente amenazada por el puñal asesino de Manuel Llergo y la diputación disuelta, encarcelándose a su Presidente.

d) Que son “juegos los jefes de oficina” armándose un completo desorden en un gobierno acéfalo.

e) Que ha insultado las armas nacionales derramado la sangre de incautos “que suscriben una revolución de objeto desconocido, incierto u oculto para todos”;

f) Que provocado la consternación de los habitantes y la desconfianza del comercio;

g) Que echo por tierra la Constitución Federal y Leyes Generales;h) Que impide la comparecencia reclamada en México, de los senadores Ruiz

de la Peña y Alpuche;i) Que no pueden sus armas sucumbir ante anarquía y la desmoralización

“introducida por los corifeos de la aristocracia” el Inspector Maldonado le hace saber al Comandante Mariano Martínez “que cualquiera puede fusilarse” y sus secuaces, por los cargos formulados y le previene:

1. Que inmediatamente ponga en libertad al Presidente de la Diputación y a ésta, la reintegre en sus funciones.

2. Que asegure al Gobernador, “la libertad de su poder y representación”.3. Que integre al mando al oficial de mayor graduación y “se ausente del

Estado para dejarlo en quietud” y los supremos poderes en plena libertad para ejercitar sus funciones.

Si tales prevenciones fueran desatendidas por la “genial prudencia, generosidad y calma” de Mariano Martínez, el cuerpo de cívicos de Nicolás Maldonado “con la velocidad del rayo caerá” sobre esa capital.

LA TRADUCCIÓN DE MESTRE

“Partimos de Frontera el 13 de enero a las 10 de la mañana, en una gran canoa cubierta pero el río estaba tan crecido, que no llegamos hasta el 16 en la noche”.

“La epidemia estaba aun en toda su fuerza y otra calamidad no menos funeste, la guerra civil se hallaba en vísperas de estallar. El gobernador y el comandante de armas se injuriaban a cual mejor, en dos malos libelos impresos por orden suya”.

“Se sabe hoy lo que es una revolución en América: un ambicioso que amotina contra los poderes establecidos un centenar de atolondrados y de picaros, gentes que no tienen nada que perder y a quienes importuna la idea del orden; algunos imbéciles revestidos de títulos pomposos, tales como Gobernador y Comandante de la plaza y que se dejan imponer la ley por este puñado de pillos; una lucha de una hora o dos; despiadadamente ejercidas; en resumidas cuentas: una detestable farsa que se renueva un mes después . he aquí lo que en las repúblicas de América Meridional y Central, se llama una Revolución”.

“Es que los americanos se han recibido de maestros en la ciencia del boletín de combate. Santa Anna entre otros, sobre este punto podría

reparos al más hábil charlatán militar que haya en Europa. He allí un talento que, a falta de otro, es fuerza reconocer a los jefes de partido y a los aventureros cuyas querellas ensangrientan desde hace tan largo tiempo la tierra del nuevo mundo”.

“Los dos principales actores en la lucha de que San Juan Bautista fue teatro, durante mi permanencia allí, eran Don Santiago Duque de Estrada, que ambicionaba el título de Gobernador y Nicolás Maldonado, Inspector de la milicia. Don Santiago, cuyo padre rico plebeyo, había comprado el título de Duque, era un hombre notable por su habilidad en explotar a su turno a todas las facciones. Cada revolución más fuerte, sino del más honrado, se le veía reaparecer triunfante después de cada conmoción, aun cuando no hubiese tomado parte en ella: se ve que no falta genio político a los habitantes de la América central”.

“Nicolás Maldonado era atrevido fautor de golpes de mano; animado contra el Gobernador por un odio inveterado de familia y devorado por la ambición por otra parte pensaba en derrocar a su enemigo y tomarle su lugar”.

“Un día se subleva, se retira a Cunduacán”

“El gobernador hace marchar contra él, un destacamento de soldados con orden de apoderarse de su persona: Maldonado se defiende, mata a tres soldados y rechaza la escuadra enviada para someterlo. Gran espanto en el gobernador que huye y se refugia durante la noche en una finca que poseía alguna distancia de la ciudad. Era servir los proyectos de aquello que querían darle un sucesor”.

“sin embargo, el autor de la revuelta no fue nombrado Gobernador como lo deseaba. El 26 de enero, Maldonado hizo prevenir que atacaría la ciudad al dia siguiente, si el comandante de las armas no quería rendirse; añadia que un saqueo general, sería la consecuencia de la victoria, con la cual contaba. Sin embargo, aplazó su expedición; el temor de cólera pudo más que la impaciencia que tenia de saquear la ciudad; el ataque, como se verá, tuvo lugar hasta los meses más tarde”.

Continuamos espigando el documento descubierto y traducido por el Dr. Mestre Ghigliazza, en cuanto a la batalla reseñada por el conde Waldeck.

“El 26 de marzo a las doce del dia, se toco generala… Las tropas comandadas por el Inspector Maldonado estaban sobre la altura que domina el barrio de Esquipulas… El terror se apoderó de los habitantes

que enviaron un parlamentario al jefe enemigo… Mariano Martínez ofreció dimitir sus funciones, con la condición de que Maldonado y los suyos se retirasen inmediatamente… fuera del estado; esta proposición fue rechazada, y el inspector, no queriendo perder su tiempo en pláticas, atacó la ciudad… Martínez tomo el partido de defenderse, bien que él hubiera hecho preparar de antemano una pequeña goleta en la que sus bulbos estaban ya en seguridad y a bordo de la cual se habría escapado para Veracruz, si le hubiesen derrotado… la suerte lo decidió de otra manera, pues los tabasqueños son bravos, como ya lo habían probado en el ataque del fuerte de acachapa. Maldonado dueño de la iglesia de Esquipulas, del mesón y de las casas más altas, avanzó atrevidamente bajo el juego de la batería del fuerte de la Iglesia”.

El traductor adiciona el texto, informando que lo que Waldeck llama “fuerte” estaba situado en la loma de la encarnación, probablemente en torno de un templo que allí había. Textual: “No se que haya habido en San Juan Bautista otra iglesia de ese nombre más que la que vengo citando”.

Sin embargo, la escuela racionalista “Francisco Ferrer Guardia”, en la que terminamos nuestros estudios de primaria (1931), se asentó precisamente en una iglesia ubicada enfrente del parquecito en que se halla erigida la estatua del Padre Migue Hidalgo.

Disculpada la divagación, continuamos.

Maldonado “Llego a apoderarse del polvorín situado entre esquipulas y la ciudad, pero perdió mucha gente en este puesto, y los milicianos de San Juan Bautista, desde lo alto de las casas vecinas hicieron un juego tan bien nutrido, que el enemigo se vió forzado a batirse en retirada. Entonces perseguido por algunos jinetes, fue completamente derrotado. El combate había durado hasta la cinco y media de la tarde”.

“Maldonado perdió la partida a consecuencia de su incpacidad; un cabo de ligeros franceses habría tomado la ciudad sin dejar más de veinte hombres sobre el terreno, ya que es perfectamente accesible, y precisamente por allí atacó la plaza del Inspector! Esta torpeza fue la que nos salvo”.

Consigna en su relato la sangre fría y el valor demostrado por los soldados defensores, ante el ejemplo que “algunos jóvenes de la ciudad” les daban y continúa.

“Busque al comandante a quién tenía yo curiosidad de ver operando, pero su presencia no me fue revelada sino por el sonido de su voz, Mientras sus oficiales se ponían en evidencia, exponiéndose bravamente, el se mantenía agazapado de tras de un pilar de la iglesia, y desde allí alentaba a sus soldados. La pérdida fue muy ligera en el fuerte; sólo hubo diez muertos”.

“Al día siguiente la alarma se esparció de nuevo en San Juan Bautista. Maldonado se había retirado a Cunduacán y preparaba una segunda agresión pero el viernes 28 reapareció el cólera, y esta noticia hizo guiarlas tropas hasta Huimanguillo”.

“El 30 los soldados hicieron una colecta entre los comerciantes;… sencillo que su celo no quedase sin recompensa; así el agradecimiento público no les faltó”.

“Después de la tragedia el sainete. El cura, que había huido con todas las mujeres de la ciudad, se apresuró a volver para desempeñar su papel. Hizo que se efectuara una cólera en nombre de la Santa Virgen para darle las gracias, decía él, del milagro que ella se había dignado hacer, preservando el saqueo a la ciudad de San Juan Bautista. Si es verdad que la virgen haya tenido este poder, ella volvió usar lo a favor del barrio, y sobre todo la Iglesia de Esquipulas, que fue desbastada por los soldados de Maldonado”.

“El 31 supimos que si la ciudad hubiese sido tomada, solamente siete casas habrían sido saqueadas y pilladas… la primera la de mis amigos, porque M. Pieper había rehusado dar un préstamo a Maldonado cinco mil pesos que necesitaba para reunir y armar a sus secuaces. La casa del Cónsul americano Daniel Pope debía librase, porque este personaje haba sido más complaciente y abrió su bolsa al jefe rebelde”.

“A fines de abril… restablecía la calma en Tabasco… desaparecido el cólera… El traductor acota (nota 7 pág. 104 tomo II obra citada) que el relato de Waldeck es el único documento que nos queda para ilustrarnos sobre el combate que vio San Juan Bautista el miércoles santo de 1834 o sea el 26 de marzo. Complementa:”

“La verdadera causa que dio origen al movimiento que acabamos de reseñar fue la malversación de los fondos, ascendentes a más de cincuenta mil pesos, enviados por el general. Santa Anna para ser repartidos entre los vencedores de Acachapa, como recompensa de sus servicios. Además según parece, Martínez (el defensor de la

plaza).. trató de desembarazarse de todos los que le habían ayudado.. en vez de repartir entre los vencedores de Acachapa los fondos destinados a premiar su heroísmo, se apoderó de ellos y los gastos a su antojo. (Historia de Tabasco por Manuel Gil y Sáenz. 2ª. Edición, página 241 y 242)”.

FRANCISCO DE SETMANAT

Fruto clásico de la condición aventurera y bucanera de los políticos (hay que denominarles de algún modo), frailes y militares que, por regla general, han detentado y ostentado el poder en Tabasco, viene a ser el español-cubano o cubano-español que para el caso es lo mismo, Francisco Leonardo Joseph María de Jésus (asi aparece en su acta de bautizo) de Setmanat por le padre y por la madre de Zayas y Chacón.

Bastará saber que perteneció al grupo santanuno, como bautizaron a los centralistas, los federalistas tabasqueños.

Para el 18 de febrero de 1841, “el congreso constitucional del Estado libre y soberano de Tabasco” perseguido por Manuel Zapata y diputados Secretarios Joaquín Burelo y Antonio Bordas, legislaron:

“Art. 1° Es ciudadano tabasqueño y benemérito (sic) del Estado, el teniente Coronel Don Francisco de Setmanat”.

“Art. 2° El estado de Tabasco reconoce los servicios importantes que le prestó en la restauración de su libertad”.

Era el Gobernador el hijo de Don José María Jiménez Garrido, súbdito español que por encabezar y vitorear la independencia que por entonces era una entelequia, el gobernador Virrey de Toronal, le puso en un calabozo. Ese hijo se llamó José Victor y su firma de gobernador santanista en esa ocasión, la certifica Carlos de Serra como secretario. López de Santa Anna, en ese jalón de la historia era furibundo federalista. Por lo tanto, el gobierno local, también.

Planteaba la sucesión gubernamental y visto el triunfo militar y temporal de Antonio López de Santa Anna, solicitó éste a la Junta Departamental del Gobierno de Tabasco, una terna. De ella, Santa Anna desiganaría al gobernador. Para variar, la formarón tres criollos encurtidos en los quehaceres políticos de la localidad: Narciso Santa María, Manuel Zapata y Mauricio Ferrer. A los tres presupuestivoros los desechó, nombrando al Jefe Militar de la plaza teniente coronel Francisco de Setmanat.

Ya justo Cecilio Santana dejó escrito un retrato histórico, que mucho informa sobre este señor de Setmanat.

Por desavenencias habidas entre el español tabasqueño Agustín Ruiz de la Peña y el español campechano Pedro Tranquilino de la Santísima Trinidad, mejor conocido por el nombre de Pedro Requena “niño blanco que nació el día seis pasado (6 de junio 1806), hijo legítimo de don José Requena y de Doña María Joaquina Estrada, blancos, naturales y vecinos de esta misma ciudad, de Campeche, según reza su partida de bautismo certificada que “me fue bondadosamente obsequiada en abril de 1923” (Manuel Mestre Ghigliazza- “GOBERNANTES de TABASCO” Editor. Carlos R. Menéndez Pág. 29 Mérida, Yucatán), estos personajes que fueron gobernadores chocaron con Setmanat porque “no quisieron doblegarse ante el capricho tiránico del aventurero que, fiado en la fuerza de las armas, se había declarado amo y señor de nuestros destinos” afirma Justo Cecilio Santa Anna en sus “tradiciones y leyendas tabasqueñas”- talleres Gráficos de la Nación- Edición 1926.

Para establecer un juicio correcto sobre los gobernantes de Tabasco y antes de concederles la calidad de “ilustres patricios” habrá que investigar como alguna vez se haga en los archivos correspondientes, algo que fue definitivo en nuestro pasado. Hemos dicho, que antes de la llegada de los españoles a estas tierras, la base de la economía de la región era el cacao. Con la dominación, se amplió la economía. Al cacao se le agregaron las pieles y las maderas preciosas, movimiento económico engrosado por las más floreciente de las actividades audaces de los blancos de aquellos tiempos, el contrabando que en sus inicios, posiblemente se ligó a la piratería. A cambio de estos productos y actividades, el poblador de estas tierras manejó su vida económica.

De otro modo dicho, las ambiciones de poder se alimentaron por el atraco de la economía regional y el contrabando, vino a ser un vellocino de oro para “los gobernadores”.

Pero no hay que dure 100 años. Las tropelías de Setmanat indujeron la gobierno de México a ponerle un hasta aquí.

En Yucatán estaba destacamentado el Gral. De Brigada Pedro Nolasco Martín José de la Candelaria Francisco Javier “Hijo legitimo del teniente de navío de la real armada Don Francisco de Ampudia, natural de Centla y de Doña Valentina de Grimarest natural de mata del cuervo” nacido en la Habana el 30 de enero de 1805 (libro veinte de “Bautismo Españoles” fojas 86, número 209) pero conocido en la historia de Tabasco como el General Pedro Ampudia y Grimarest, “recibió órdenes de pasar a tomar cuarteles a San Juan Bautista de Tabasco”.

Setmanat opuso resistencia armada pero fue derrotado el 11 de julio de 1844 en la capital del Departamento de Tabasco, San Juan Bautista. Fugándose abandonó estas tierras.

El tigre había probado el sabor de la carne. El aventurero el poder.

Refugiado en los Estados Unidos, entabló relaciones con la hija de un alto funcionario de lo que ahora conocemos como departamento de estado del país yanqui. Madura la proyectada intervención norteamericana que culminaría con la tragedia nacional de 1847, cualquiera provocación ensamblaría con los planes atracadores de los hijos del Tío Sam Ese míster, padre de la dama norteamericana de la historia, facilitó los medios a Francisco de Setmanat para armar una expedición filibustera y triunfando esa empresa, Setmanat recuperaría el poder en Tabasco, con el compromiso de enarbollar la bandera federalista o centralista ya que el rumbo filosófico-político era lo de menos, y acrecentar el desorden que hoy denomina la CIA “desestabilización”. Ese movimiento comprendería la península de Yucatán y el Istmo de Tehuantepec. De lograrse por parte de Setmanat, los Estados Unidos habrían dado un gran paso para dominar the great lake, el golfo de México y apergollar mejor “el traspatio” de la unión norteamericana. Cierto o no, porque también tendrá que investigarse este punto, conviene consultar a Gastón García Cantú sobre las intervenciones norteamericanas que hemos padecido y que rebasan las 150 o 200 agresiones injustas a todas luces.

Otros autores, mexicanos y extranjeros, han escrito con seriedad sobres estas cuestiones. Friedrick Katz “la guerra secreta en México” por ejemplo.

“la cuna para que apriete, ha de ser del mismo palo. Francisco de Setmanat, hijo de un coronel de Dragones, natural de Peñiscola, reino de valencia, España, nacido en la habana igual que Pedro de Ampudia y Grimarest, entró a Tabasco de nuevo en 1844 parece que por Chiltepec, después de una serie de imponderables profetizadores de malos augurios. Venia de Nueva Orleans. Cerca de Jalpa, en la Chontalpa Chica en un lugar entonces conocido por ahogagatos, fue derrotado y capturado por las tropas de su paisano cubano español o español cubano. Da lo mismo para la época y los hechos”.

“Conducido el cadáver del infortunado aventurero a San Juan Bautista, fue decapitado y frita la cabeza en aceite por orden del Gral. Ampudia según declaración de sus subordinados o por estos a espaldas suyas, según pretende en el informe (de ampudia) para sincerarse de los cargos… publicado algún tiempo después, informe sin duda conocido en Tabasco cuando ya casi todos los actores de aquel drama, habían

bajado a la tumba, circunstancia por la cual no fue refutado oportunamente”.

Sigue ilustrando Justo Cecilio Santa Anna en la obra identificada:

“Por lo demás, en la época de los sucesos, corrieron distintas versiones sobre ellos, en su mayor parte contradictorias. Según unas, el promotor de todo lo ocurrido fue el proyecto político de la capital del Estado señor Calixto Díaz y del cual se dijo que cuando estaba la cabeza de Setmanat dentro del caldero, movia el aceite con una paleta de madera y gritaba a voz en cuello “vivan los chicharrones”. Esta versión indudablemente es falsa, acaso propalada por los enemigos políticos del señor Díaz cuando este algún tiempo después, pretendió lanzar su candidatura para Gobernador”.

Aquí, conviene reflexionar sobre la manera de ser colectiva, que la gente de Tabasco tiene para reaccionar ante tal o cual hecho. Se nos acusa de necios por repetitivos de las frases y actitudes. Procuramos una explicación a guisar de ejemplo.

Gobernaba Don Tomas Garrido y su Inspector de policía Victor Hernández, trabajador del mercado de Villahermosa, le apodaban Sarcaliza porque de niño comia sal, caliza y tierra según se llegó a decir en su barrio de las calles de moreloes de Villahermosa. Tenia fama de represivo y la voz popular, por lo mismo, lo calificaba de hombre malo. Se afirmaba en la década de los años veintes de este siglo, que desmandándose cualquiera y hecha valer la queja ante Don Tomas Garrido, éste tranquilizaba al quejoso asegurándole:- No te preocupes. ¡A ese¡ sarcaliza lo pone en orden. ¡sarcaliza arregla todo¡ para entonces, comenzaba la vigencia de la ley antialcohólica y su observancia, no tenia aún la firmeza y rigidez que llegó a tener poco después. Con una multa re cobraban su libertad los infractores borrachitos, que se castigaban con criterio de bando de policía. En una ocasión, cayo ún campesinito por bebedor de trago. Se le encerró en la inspección de policía. Pasó la noche y durmió la borracher. Sus familiares le proporcionaron dinero y pago su multa, saliendo más que volando del recinto policial. El inspector Hernández ordenó que lo trajeran para entregarle el recibo de la multa. El campesino asustado pregúnto, antes de saber para que se llamaba:

-¿Otra vez Don Sarcaliza?

Esa pregunta así nacida se conoció y divulgó por Villahermosa, y todo el Estado. A grado tal, que en situaciones comprometidas el tabasqueño en apuros, en serio y en guasa repetía con sarcasmo:

-¿Otra vez Don Sarcaliza?

Como ese dicho raro, muchos otros se han puesto de moda en diversos años y gobiernos. Cuando abordemos las épocas y regímenes posteriores al garridismo, volveremos sobre el tema.

Por eso, Justo Cecilio Santa Ana continúa su crónica manifestando:

“Habiendo sido muy repetitiva en aquellos días, una frase o sentencia que adquirió gran popularidad y que muchos recuerdan aún en Tabasco, que rechazaba: “No puede ser don Calixto Gobernador” y que andando los años, fue aplicada a todo candidato al gobierno cuyos antecedentes no fueran muy limpios”.

Sigue informando Justo Cecilio, que testigo presencial fue don Longinos Díaz, hermano de Don Calixto el Prefecto político de la historia. Asienta en sus memorias don Longinos, que “la orden de mutilar el cadáver del cabecilla filibustero partió del mismo general ampudia y la parte de culpa y responsabilidad que debe cargarse a sus subordinados (encabezados por el Perfecto Político Calixto), es la de haber cumplido aquellas órdenes sumisamente (sic) y sin chistar, ante el temor que a todos ellos infundía el carácter violento del Jefe mandón que los había dictado”.

En su niñez, la generación del autor consignado, oyeron de los labios de los mayores, que Ampudia y Grimarest:

“… Había ordenado que se cercenara la cabeza, a Setmanat lo mismo que a sus veintiocho compañeros de aventuras con el objeto de que, encerradas en jaulas, fueran colocadas a lo largo de las márgenes del rio Grijalva, no órdeno que la de Setmanat fuera frita en aceite. Lo que ocurrió fue habiéndose consultado la mejor manera de evitar la pronta descomposición con el Dr. Simón Sarlat (padre del ser. Sarlat Nova, uno de los más notables (sic) gobernantes de nuestro estado natal) aquel aconsejo se cauterizaran las venas y las arterias, por medio del aceite hirviente y, al efectuarse la operación, un presidiario que sostenía la cabeza por los cabellos, la soltó al recibir en la mano con que la sujetaba, una salpicadura de aceite, cayendo aquella en el fondo del caldero… ” quedando completamente desfigurada.

De cualquier modo, la cabeza fue encerrada en una jaula y expuesta la publico. En la esquina que hoy formen las calles de Pedro C. Colorado (antes la polvora) y 27 de febrero, estaba la llamada casa de Setmanat pero justo Cecilio Santa Anna asegura, que la exhibición macabra se hizo “en el ángulo suroeste de la antigua casa de gobierno… de la plaza de armas de Villahermosa y allí permaneció por

mucho tiempo, siendo el espanto de los transeúntes sobre todo de los trasnochadores”.

Cuatro años después del fusilamiento y cercenamiento de Francisco de Setmanat, el 25 de mayo de 1848 Justo Santa Anna padre del cronista Justo Cecilio con el carácter de Gobernador Constitucional, hizo saber a los habitantes de Tabasco un decreto dictado por la legislatura, cuyo artículo único dice:

“El congreso declara infame el proceder que se usó en el cadáver de francisco de Setmanat, y levanta el anatema que pudo haberle causado al pueblo (sic) tabasqueño su indiferente tolerancia. Este atroz atentado fue obra del poder y sus satélites: el pueblo (sic) tabasqueño declara, no haber tenido parte y lega a sus autores toda la infamia del bárbaro inicuo proceder con que salpicaron su historia”.

Firman el Diputado Presidente Marcelino Gutiérrez y los diputados Secretarios, Gregorio Payró y Clemente Sala.

Tres veces fue gobernador Ampudia y Grimarest, dándole su nombre aún desaparecido puente que construyo en Villahermosa, donde ni rastros hay del arroyo sobre el cual se utilizó. El 31 diciembre de 1844 “molestando por la despótica administración que cayó (la de Santa Anna) y estando, por otro lado, quebrantada su salud mediante proclama dirigida a la guarnición, renunció al mando militar”.

Ascendió a general de división por Antonio López de Santa Anna, el 20 de enero de 1854, llegó a desempeñarse como secretario de guerra y marina del presidente Juárez del 29 de abril al 20 de septiembre de 1860, cuando su ex - jefe López Santa Anna estaba totalmente liquidado de la policía mexicana, a pesar de sus desvergonzados y cínicos ofrecimientos hechos a Don Benito de poner su espada y experiencia al servicio de la Nación.

Posteriormente se adhirió al gobierno del emperador Maximiliano primero. Caído el llamado imperio, ampudia y Grimarest fue capturado y dado de baja. Retirado a la vida privada, falleció en México, d.f. el 7 de agosto de 1868, de cáncer en el riñón y el hígado. Siguiendo a Mestre Ghigliazza en los “gobernantes de Tabasco” (obra ya identificada), en su página 43, puede leerse que sus retos están en el panteón de San Fernando de la Ciudad de México, nicho número 771 del corrector que ve al sur, patio grande. Una lapida negra, con una especie de cruz o condecoración de cuatro brazos, tiene alrededor una leyenda que dice:

“Venció en Mier EL 26 de diciembre de 1842” “falleció en 7 de agosto de 1868”.

En el círculo central de la cruz dice: “ampudia y rodeando todo: patricia y valor distinguido”.

HECHOS Y HOMBRES

Una reducida población diseminada en la rehuida planicie de aluvión históricamente conocida como la vieja proviencia de Tabasco; tierra de selva, pantano, alimañas, propiciadoras de enfermedades y muerte; clima caluroso que tipo senegales, con habitantes belicosos que llegaron al canibalismo al decir de los documentos españoles del siglo XVI, aunque la antropofagia la practicaran con “gran solemnidad” en vía de rito en medio de una naturaleza riquísima de alimentos, los habitantes descurbiertos por Juan de Grijalva no protagonizaron sucesos de la envergatura que hicieron posibles el florecimiento de culturas como la maya y la quinche. Cierto también, que hasta la fecha, la falta de memoria histórica demuestra la carencia de interés de propios y extraños para tales menestres.

La queja de los investigadores contadísimos, que se hayan preocupado por el conocimiento del pasado nuestro, es la misma o sea la que no hay donde informarse con seriedad. Mestre Ghigliazza con la tenacidad puesta al servicio de sus inquietudes de estudioso, concluye que habremos de bucear y encudriñar los archivos indias. Si en verdad pretendemos fincar verdades. De safiante y misteriosas pertenece la identidad, desarrollo y desaparición de los olmecas. Todo se ha ido en conjeturas e hipótesis derivadas de las piedras colasales descubiertas y afortunadamente conservadas por las generaciones que siguieron.

La continuada y chata vida colonial se fractura con la supuesta consumación de la independencia del poder español. Se inicia el consabido “quitate tú que hi voy yo” puesto en práctica por los encomenderos, disfrazados de mexicanos libres. El poder público se convierte en botin de los fugaces y oportunidades vencededores, auspiciados por el jefe del pronunciamiento en turno, allá en la altiplanicie.

NOTAS SOBRE EL TEMA

Los gobernadores iban y venían. Elegidos teóricamente, sus designaciones recaían en personas que hoy eran la imagen viva del que hacer federalista, ayer actuaron con coraje y empuje de guerreros espantados por las ideas centralistas y mañana, quien sabe que serán. Pero su pasión por el poder que da dinero y éste a su vez produce poder, es la constante, el imperativo categórico de esa conducta política muy en ayunas de un mínimo de ética.

Poinsset, aquel embajador yanqui que supo tejer la intriga con el talento que demuestra en sus informes a la casa blanca y muy diversos escritos que pueden

leerse en “la guerra secreta en México” de Friedrick Karz, minó tan profundamente a los herederos de los encomenderos, que éstos siempre los mismos, decían luchar en unos casos por el federalismo sin perjuicio de estallar otra asonada o pronunciamiento contra su propio gobierno en el mismo año o mes de su asunción. Yorkinos y escoceses superados por los polkos son polvos de los mismos lodos.

Esas lacras nacionales se manifestaron en Tabasco con la eficacia maldita del infierno grande en el pueblo chico. La inmadurez social y política rigió de modo invarible la ambición desenfrenada. El encomendero se disfrazó de republicano, centralista o federalista y produjo otras formas de colonismo interno. Encomendero, cacique y caudillo. Ellos fueron la clase política del siglo XIX.

Estupefacción y asombro causa el repaso del enlistamiento de los gobernadores, las veces que lo fueron, la precariedad de sus desempeños donde la suerte y el destino del pueblo, jamás contó para tanto aventurero y asaltante del poder. Que además siempre nos han mandado de la altiplanicie. Aztequismo político con ribetes de absolutismo español. Empresas en las que el meztizo tabasqueño fruto de los tres etnias, nunca fue consultado y mucho menos se le dio la participación que corresponde al verdadero protagonista del trágico y saquado tiempo de historia, que le toco vivir.

JUAN BAUTISTA TRACONIS

Juan Bautista Traconis nacido en Mérida, Yucatán el 27 de diciembre de 1809, el 12 de agosto de 1846 solivianta la guarnición y se levanta en armas contra su propio gobierno conservador y proclama “al general de división Antonio López de Santa Anna como general en Jefe del Ejercito Libertador y protestando enérgicamente contra la forma de gobierno monárquico que decía, intentaba establecer en el país el Presidente de la República General de División Mariano Paredes y Arrillaga” este dato puede leerse en la página 48 del libro “Gobernantes de Tabasco” del Dr. Manuel Mestre Ghigliazza, editado por Don Carlos R. Menendez en Mérida, Yuc. El año 1934. Lo guardamos para la consulta de quien quiera hacerlo.

Este militar y gobernador para serlo, por su cuartelazo destituyó a José Victor Jiménez, el hijo de aquel señor encalabozado por el último representante del poder español Ángel del Toro, porque pretendió luchar por la independencia pero su hijo asumió la gubernatura seis veces, falleciendo a los 83 años, retirado a la vida privada y radicando en el número siete de las calles de 5 de mayo de la entonces San Juan Bautista.

También destituyo al teniente Coronel Manuel Pelaez Callejón, comandante general, por lo que, obtuvo la doble condición de gobernador y Jefe Militar del Departamento de Tabasco. Ocurrido otro levantamiento en México jefaturado por el general Jose Mariano de Salas, éste nombró Gobernador a Justo Santa Anna pero Bautista Traconis “no le quiso entregar el mando” (Diario del Gobierno de la República Mexicana, número del 26 de agosto de 1846, citado por Mestre Ghigliazza). Para esto los supremos poderes de la nación habían dejado de serlo. En su lugar el vencedor ejercito libertador arrollado a su vez por el gobierno nacional, que en noviembre de 1846 habría de reconocer a Juan Bautista Traconis como Gobernador y Comandante General, soló que éste “desempeño de ambos mandos, a la cabeza de la Guarnización y de los funcionarios y empleados civiles, desconoció a dichos Gobierno, alegando que éste no auxiliaba a Tabasco en su lucha con el invasor norteamericano; desconocimiento que continuaría mientras ese gobierno no trataba de conservar en Tabasco la integridad Nacional (Diario del Gobierno de la República Mexicana, número 12 de diciembre de 1846 citado en la obra y autor ya mencionado Pag- 48.)”.

Antonio Pelaez de Santa Anna, desde San Luis Potosí califico el paso dado por el gobernador y comandante militar bautista traconis de “imprudente como impolitico, que puede calificarse, sin violencia, de traición a la patria, por las circunstancias en que esta se encuentra”.

La reprobación unánime desataca por Bautista Traconis no le amilano. Invocación de la decisión del gobierno federal de remitir armas y dinero. Reconoció el gobierno federal en unión del ayuntamiento y la fuerza militar del San Juan Bautista. No obstante, sabía cómo se las gastaba López de Santa Anna y optó por llamar al gobierno a Justo Santa Anna, entendido que de no aceptar entregaría el poder al prefecto del centro, alegando además su falta de salud para una carga que según Juan Bautista Traconis, no había solicitado sino que por generosidad la había sido confiada por estos pueblos.

Justo Santa Anna llamado por Traconis el día de los santos inocentes, asumió la gubernatura por segunda vez el día de reyes del año siguiente (1847) y en la comunicación que dirigió al ministro de relaciones interiores y exteriores, acusa a Traconis de regenteador del gobierno que con sus actos provoco a los patriotas para direcciones pero sobre todo, porque no tenía “entera confianza en la oficialidad de la guarnición cedió a la necesidad y fue separado de ambos destinos, ocupando su lugar el Sr. Teniente Coronel Alejandro García” nombrado por el propio Santa Anna el Gobernador designado.

Nueve años más tarde, Ignacio Comofort Presidente de la República, le extiende despacho de general de Brigada, grado que utilizó sirviendo al emperador

Maximiliano. Al triunfo de México sobre el imperio, el presidente Juárez ordenó el enlistamiento de gente en el caso de Bautista Traconis. Dado de baja, no le quedó más remedio que retirarse a la vida privada.

Texto de la conferencia del Lic. Antonio Ocampo Ramírez, secretario de educación, cultura y recreación del Estado de Tabasco, sustentada con motivo del CXIX aniversario de la toma de el principal, en el auditorio de la casa de la cultura de la universidad Juárez Autónoma de Tabasco, el 11 de febrero de 1983.

HONORABLE PRESIDIUM, SEÑORES Y SEÑORAS.

… Cansados los pueblos del estado de Tabasco de sufrir el azote de la dictadura intervencionista del audaz aventurero Eduardo G. Arévalo, dispersados y fuera del país los jefes de Gobierno Constitucional a quienes incumbía sostener a todo trance el honor y la dignidad nacional ultrajados, dos poblaciones de la chontalpa, Cárdenas y Comalcalco no ligadas por ningún acuerdo, movidas tan sólo por la espontánea indignación y el justo coraje que produce el desatentado despotismo, levantaron la voz de insurrección invocando los santos nombres de la patria y la república.- la primera el 6 de octubre de 1863, tomando como caudillo al capitán Andrés Sánchez Magallanes…

Este es un fragmento del informe que Gregorio Méndez rinde al Lic. Benito Juárez, presidente de la república en aquella aciaga época, y gran trashumante en la geografía dolorosa de México.

En un contexto histórico no hay hechos aislados, ramas dispersas, aconteceres que no se deriven de un tronco común. Cuando es contemplada la historia en calidad de sucesión de fenómenos inconexos, se incurre en grave error, en falta de visión global. La diversión no implica carencia de vertebración, sino solo matices que, en síntesis, provienen de una sola raíz generadora de lo diverso. La historia es, en suma, sucesión de hechos sujetos a leyes dialécticas.

Cuando aludimos a México, al que se indica con la independencia hasta arribar a la reforma, no podemos prescindir del contexto del mundo occidental de la época, a virtud de que al aislar nuestra realidad mexicana perderíamos los puntos de referencia indispensable para un juicio conceptual válido.

España enanizada económica y políticamente, no estaba en aptitud de realizar aventura militares para la reconquista. Franquicia era, en los inicios de la segunda mitad del siglo XIX, un país que disfrutaba de prestigio en Europa y que se propuso, con la complicidad de castas religiosas, políticas, militares que operaban en territorio mexicano, llevar a cabo en el suelo patrio la imposición de un imperio ultramarino. De tal suerte aflora la figura de Maximiliano como presunto emperador

de una nación que a lo largo de casi medio siglo, se había empeñado en labrar su destino a costa de su sudor y sangre, no obstante las dos tendencias antitéticas, centralistas y federalistas, que se disputanban la supremacía, y desde luego, la fuerza del poder.

Ya habíamos pasado por la deplorable experiencia de la invasión norteamericana que nos arrebato casi la mitad de nuestra geografía. Ahora nos tocaba enfrentarnos a la ambición de napoleón III quien, contacto con la aquiesencia activa de las fuerzas conservadoras afectadas por las leyes iniciadas por don Valentín Goméz Farías y que culminaron con la constitución de 1857 buscaron a un príncipe austriaco para que desandaramos el camino.

Las avanzadas imperialistas de Francia se habían apoderado de la capital de la república. El ejercicio solo era dueño de las más importantes plazas del territorio patrio. Aunque todavía Maximiliano permanecía en Europa en espera de las puertas expedientes y de los cimientos consolidados para hacerse presente y poder imperar sin obstáculos peligrosos o comprometedores. Las campanas de la iglesia celebraban las victorias del ejército extranjero y en las residencias de los potentados se organizaban festines para exaltar las exequias de la República Juarista.

Tabasco, en las tierras del trópico húmedo, permanecía invulnerable a la acción homicida, por su condición de pueblo aislado. Un exuberante jirón de tierra nacional “más agua que tierra” aparentemente seguro o ajeno a la invasión imperialista, a pesar de que en 1847 el comodor Perry llegó a sus riveras y fue derrotado por los tabasqueños capitaneados por el heroico coronel Juan Bautista Traconis.

Empezó un día de 1863, subió las aguas del Grijalva un barco: el Guaraguao, al mando del aventurero González Arévalo, comandado a cubanos y martinicos, bien equipados en oro y armas por el alto mando francés. Los tabasqueños estaban desprevenidos y, ante la fuerza de los invasores optaron por una retirada prudente para evitar la destrucción de San Juan Bautista, capital del Estado.

Gobernaba a Tabasco, don Victorio Dueñas, el mismo que en 1857 había jurado, en la entidad, las leyes de reforma. Aun su conducta y no queremos entrar en polémica al respecto; pero es el caso de que cuando los altos jefes liberales tabasqueños se reunieron con González Arévalo, en la ceiba de Atasta, para parlamentar, en presencia del General Pedro Baranda, éste, respondiendo a una pregunta acerca del valor del señor Dueñas, contestó categórico: “ese señor no conoce el miedo” Don Victorio Victorino había sido gobernador de Tabasco en varias ocasiones y volvió a serlo después de estos sucesos.

La insurgencia contra las huestes invasoras, la inicio el Coronel Andrés Sánchez Magallanes, quien ya, en 1847, había peleado, como soldado de Juan Bautista Traconis cuando la derrota de Perry. Debemos en homenaje suyo, recordar ahora que cuando Santa Anna le ofrece el grado de Capitán, Sánchez Magallanes lo rechaza por no avenirse con los pintorescos y a la vez trágicos, desplantes de su alteza serenísima.

La insurgencia contra las huestes invasoras, la inicio el Coronel Andrés Sánchez Magallanes, quien ya, en 1847, había peleado, como soldado de Juan Bautista Traconis cuando la derrota de Perry. Debemos, en homenaje suyo, recordar ahora que cuando Santa Anna le ofrece el grado de capitán, Sánchez Magallanes lo rechaza por no avenirse con los pintorescos y a la vez trágicos desplantes de su alteza serenísima.

Hoy. 11 de febrero de 1933, conmemoramos el ciento diez y nueve aniversario de la batalla del principal que fue, no el prolegómeno del triunfo, sino la victoria definitiva de los liberales tabasqueños sobre las fuerzas invasoras; pero para ser consecuentes con la breve introducción a este trabajo, debemos señalar que la fecha mencionada no fue un hecho aislado. Sánchez Magallanes, en reconocimiento a la capacidad organizativa de Gregorio Méndez, le cedió el mando, fue este el estratega de la victoria del Jahuactal, en 1863 y, luego, junto con los coroneles lino Merino y Eusebio Castillo, así como del capitán Saenz y e los hermanos Bastar Zozoya, héroes de la toma de el principal, 16 días antes de que González Arévalo y sus huestes mercenarias abandonaran, huyendo rumbo a Campeche, la capital del estado, sin disparar un cartucho, simplemente estaban vencidos y se retiraban de San Juan Bautista.

Dijimos que en el contexto histórico no han hecho aislados. En consecuencia, la victoria de los tabasqueños el 11 de febrero de 1864, fue el resultado de una serie de acontecimiento que se sucedieron a nivel local y nacional.

Asimismo nos vemos precisados, en función de la verdad histórica y para desvanecer confusiones, a señalar varios hechos:

1. En Tabasco no hubo militares franceses ni austriacos. Las tropas invasoras estaban sólo integradas por martinicos y cubanos.

2. Los guerrilleros tabasqueños no usaban traje militar, sino el de la región como los chicanos.

3. Los liberales tabasqueños no usaban traje militar, sino el de la región como los chicanos.

4. Es importante dejar aclarado que en territorio de Tabasco no hubo imperio, a virtud de que Maximiliano llegó a suelo nacional cerca de tres meses

después del 27 de febrero de 1864, fecha, en que las fuerzas pro imperialistas abandonaron la entidad.

Así fue Tabasco. Así continúa siendo Tabasco: fuerte en bajamar y llano y pleamar. La adversidad no la abate, sino lo crece. Fiel a si mismo y fiel a las ideas que le han dado reciedumbre, fortaleza y dignidad y horizonte histórico a México.

EDUARDO GONZÁLEZ AREVALO

Contrastando apreciase la figura de Eduardo González Arevalo, nacido en Granada, España llegó a Tabasco a la edad probable de 30 años, en calidad de comandante del Batallón intervencionista apoderandosé de la capital del estado el 18 de junio de 1863 y posteriormente de mucho territorio más. Las comunicaciones de la época hicieron que sus nombramientos (29 de julio 1863) los recibirá Gonzalez Arevalo el 21 de agosto del mismo año, convirtiéndose en perfecto político y comandante general del departamento y por lo tanto, la personficación de la regencia del imperio. Intrigado con razón o sin ella, laas autoridades imperiales de México, nombraron para sustituirlo como gobernador al general Manuel Díaz de la Vega, a quien le entregó el mando. Llego a ser teniente coronel y coronel de las filas del imperio, de las que pidió su baja alistándose a los efectivos militares del Jefe republicano General Manuel Cepeda Pereza. Este militar juarista tenia sitiada la ciudad de merida en junio de 1867.

Siguiendo la información maciza de Mestre Ghigliazza, propuso González Arevalo a su jefe Cepeda Pe-raza “que si le daba una fuerza audaz y despreciadora de la muerte,, podría tomar por asalto el edificio fuertemente atricherado del comisariato”.

Cepeda Peraza le concedió la fuerza pedida y por brechas interiores de las manzanas próximas, salió repentinamente a media cuadra de la fortificación principal, escudado con una hoja de puertas que elevaba… a guisa de broquel. Le seguían sus soldados con intención de asaltar la trinchera, pero una horrorosa granizada de balas tendió muerto a González Arevalo y a otros suyos. Los demás retrocedieron en desorden, fracasando la audaz tentativa”.

Los transcrito forma parte de una carta dirigida a Mestre Ghigliazza por el historiador yucateco Juan Francisco Molina Solis, fechada en Merida el 10 de marzo de 1905.

Según el parte de campaña del General Cepeda Peraza, dicho asalto tuvo lugar el 6 de mayo de 1867. El cadáver de Eduardo González Arevalo fue sepultado en la iglesia de Santa Anna de la misma Merida. Después de figurar entre las tropas de

Miramon y servir a la intervención de Tabasco, muere peleando bajo las banderas de Juárez.

LA SOCIEDAD DE ARTESANOS

Inspirados nuestros clasemediron del siglo XIX en las viejas ideas nacidas en la revolución francesa; apoyados en las ideas de Produción José (1809-1865), que a la dictadura del proletariado propugnado por el marxismo oposu la libertad política y el mutualismo, como camino para lograr la igualdad social por la cooperación libre de las asociaciones, en el año de 1874 se funda en Tabasco la que llegó aser en sus mejores momentos, la muy respetable y honorable sociedad de artesanos.

Sus estatutos determinan la ayuda mutua de sus componentes, solidarios en beneficios y riesgos comunes al grupo. Reflejaron fielmente el concepto de la vida que significó el porfiriato, con su división de clases, la artificiosa austeridad y la convicción d sus agremiados de pertenecer al artesanado, antecedentes socio-económico del proletariodo pero celoso de su condición social, a la que honraron con su conducto y correspondieron a los trazos de la paz porfiriana.

Hace cien años predomino la filosofía política dejar hacer, dejar pasar. El hombre de trabajo era equiparado a una mercancía. La tesis francesa de la ley Chapellier hablaba de laquiler cuando se refería a un trabajo contratado. La igualdad frente a la ley se interpretó a tabla rasa, lo mismo para el rico que para el pobre. La burguesía, cuyo antecedentes se localiza en las concentraciones de artesanos y comerciantes, se avencindo en los alrededores de los castillos y propiedades feudales formando los burgos europeos. La burguesía había asumido el poder bajo el imperio de los principios de Igualdad, Fraternidad y libertad. La revolución francesa hecha gobierno.

La realidad demostró que la libertad fue para que le burgues se substituyera al señor feudal. El siervo de las behetrías se convirtió en el asalariado de la fabrica y el campo, agravada su explotación por el nacimiento de la tecnología. La igualdad ante la ley, resulto la mayor de la desigualdades por que el rico por serlo, es el poderoso social y el pobre por pobre, pues…

La fraternidad se manifestó en las prácticas religiosas y en las sociedades y hermandades mutualistas. Allí se refugiaron los trabajadores manuales, capaces de transformar con cocomiento y habilidad, la madera, el metal, la tierra, las fibras, las pieles y todo el material que trabajo, le resuelve problemas al hombre y los economistas llamas satisfactores.

En Tabasco surgieron algunos organismos pero el más importante fue la H. Sociedad de Artesanos y la única que ha sobrevivido, aunque ya no con las

características que la originaron. Si puede afirmarse según los enterados, que no solo agremió artesanos sino que hombres y muchos inconformes con el estado de cosas que les tocó vivir.

Ser socio de ella significaba una garantía de seriedad, honradez y prestigio personal. Muchos jefes masones también lo fueron de la h. sociedad de artesanos. Nada que avergonzara o pudiera desacreditarles, salía de las manos laboriosas de los artesanos de la época. Sus vidas verticales personificaron, en cierta forma, lo que de positivo haya tenido el porfiriano. El pueblo siempre admiró y respeto a la institución. Sus hijos aspiraban a tener un oficio porque llegando a operarios y después maestros, la consagración estaba en ser socios de la H. Sociedad de Artesanos.

Observando la presencia grave de sus pretendidos reanimadores, imposible dejar de considerar que finalizado el siglo XIX, Juan Sabino Trujillo, campechano ebanista y fundador de esta institución moribunda, fue padre de Francisco Trujillo Gurría y abuelo de Mario Trujillo García y ambos llegaron a Ser Gobernadores de Tabasco.

Rosalindo Sanlúcar, prospero, Margarito y Melquiades Rueda, Eurípides Hereida, Estanislao y José del Carmen Cortázar, Isidró Ortiz, José María Sánchez, Francisco Oteo, Vicente Lezama, Enrique Osorio, Teódulo Pérez, Juan Ruiz, Alejandro Martínez, Dionisio Estrada, Cayetano García, Agustín Hernández, Darío López, Exiquio Bonilla y Marcelino Hernández entre otros, aparecen como socios fundadores.

Hoy puede ser más desolador el panorama artesanal de Tabasco.

Antes, disponíamos de gente con mejor oficio, artesanos que se identificaban con su trabajo al que le incorporaban conocimiento y habilidad pero también amos, que se han perdido y se siguen perdiendo las realizaciones artesanales así hechas.

¿Fueron los artesanos de la referida sociedad tabasqueña anarquistas o sindicalistas, corrientes políticas de las que proviene el mutualismo?.

Pensamos que no. Se limitaron a organizarse en forma de mutualidad para convivir con sus familias y las de los que tuvieron el privilegio de ser invitados a participar. No había otra posibilidad de recreación legítima para los artesanos y sus familiares, en aquella sociedad exigente, discriminadora y reducida que la formaron algunas y contadas familias del San Juan Bautista, que tan deleitosamente canta en sus romances el maestro Chema Gurria Urgell.

Vino el remolino de la revolución. Sobre el millón de muertos que aportó el pueblo, se fincaron otros conceptos y distintos enfoques, el mundo pacifico y carcomido del porfirismo se derrumbó. Sus instituciones que tantas injusticias propiciaron, se desmoronaron. Se esfumaron de la realidad mexicana las ideas de la mutualidad y el mutualismo. La vieja sociedad de artesanos, lógico que viniera simpre a manos, hasta la entelequia que hoy vemos y las nuevas generaciones conocen con tal nombre.

No obstante, con la fundación del Instituto Juárez, constituyo una institución relevante del siglo XIX.

LA IGNORANCIA RECTORA

Este ensayo, ya se dijo es en general, un análisis surgido de la necesidad de explicarnos, hasta donde resulte posible, el fenómeno estremecedor y fabuloso de la Revolución Mexicana en el Estado de Tabasco.

No es una rigurosa investigación histórica puesto que se apoya en trabajos hechos con anterioridad por autores consagrados o conocidos. De modo particular se señala al acusioso cuanto serio investigador, el Sr. Dr. Manuel Mestre Ghigliazza, a quien rendimos reconocimiento expreso por la tarea que voluntariamente y sin retribución por parte de Tabasco, se echo encima a pesar de lo maltrecho que lo dejara la lucha política que le toco librar.

Fue necesario remitirse al anteceente y así, marchando hacia el pasado, hallamos mucho de lo poco expuesto aquí. Las observaciones efectuadas sobre los hechos derivaron las reflexiones ya cosignadas. De atrás para adelante a fin de explicarnos el pasado inmediato y adquirir elementos de juicio para fijarnos conocimientos y reflexiones de los tiempos que nos toco vivir.

Que no se tome a mal si somos reiterativos. Importa fijar las causas que a nuestro criterio, han contribuido con sus efectos a la información de una idiosincrasia, aun en formación a juzgar por el desarrollo de los hechos históricos, sus protagonistas, fines clasistas y resultados.

Resulta notable la carencia de una memoria histórica que facilite la identificación del habitante de las tierras tabasqueñas. Sea que haya nacido aquí o se avecinde formando familia.

El tabasqueño, entendiendo por tal al orgulloso portador de la sangre de las tres etnias, el verdadero mestizo mexicano de Tabasco, aún no emerge al mundo de la historia. La que conocemos como tal, sólo entraña el relato de lo hecho por la etnia blanca. Cuidadosa de la blancura de su piel procuró matrimonios que garantizaban su etnia. Suelen haber hijos blancos entre las clases populares,

entendiéndose por estas, aquellas familias que para subsistir tienen que trabajar haciendo producir la tierra o proporcionando servicios. Estos tabasqueños blancos deben su origen a deslices femeninos de la clase laborante; a caprichos o pasiones de miembros de la etnia blanca, que consumados sus propósitos condenaron al abandono a la creída mujer del pueblo y al hijo así concebido y parido, hasta el apellido le llegaron a negar. Casos también en que “el embarrillado” llegó a contraer matrimonio con criolla o mujer mestiza de posibilidades económicas. De este tipo de unión proceden el mayor número de las familias más o menos arraigadas. Generalmente porvienen de dos o tres generaciones a la fecha, es decir, al final de este siglo XX. Hay unas cuantas familas contables con los dedos de las manos y sobraran dedos, cuya genealogía este clara. No obstante ser minoría la pretendida selección etnográfica que se menciona, al operarse la independencia de España se encontraron ocupando el lugar asignado a los encomenderos. Ya se sabe de su mentalidad y conceptos para vivir de estos, puestos de manifiesto a lo largo de los años transcurridos desde Juan de Grijalva el descubridor hasta los hombres que dicen haber gobernado en nombre de la revolución mexicana de este siglo XX.

La posición geográfica tabasqueña que por vía marítima la condena al encajonamiento y sus barras arenosas carísimas para mantener las navegables. Tierra baja preñada de pantanos con un clima de tipo senegales, tropical y húmedo. Zona lluviosa que titula los dos tercios de la totalidad acuífera de la república, propicia para los insectos y alimañas perjudiciales al hombre.

Una población escasa y diseminada en el territorio de la llamada vieja provincia de Tabasco, población precortesiana que practicaba el canibalismo “con gran solemnidad” al decir de las Cartas de Relación pero que ambas, por su carácter levantisco, necesario fue el transcurso de 70 años por lo menos, para que el vencedor asentará la economía.

Ese territorio carente de minas con metales preciosos, circunscribiéndose al único interés de mantener el dominio del imperio español, resulta lógico el aislamiento y olvido en que permanecieron sus habitantes, independientemente del color de la piel y la condición personal.

Tal cumulo de hechos explica la ausencia de la influencia benéfica de las misiones clericales, por lo que no se marco esa huella artesanal, civilizadora y de mensajeros que provinieran la cultura del vencedor. Mucho de los señalado, ha tenido que inventar el tabasqueño de nuestros días. La artesanía resulta un buen ejemplo.

La mitología y literatura, también.

El dato recalcitrante, infaltable en el transcurso del tiempo de historia nuestra, lo constituye la extremada y profunda ignorancia padecida por los tabasqueños o habitantes de estas tierras, desde el descubrimiento hasta estas fechas.

Las famosas memorias del padre José Eduardo de Cárdenas, conmovedoras e informativas en lo general, apabullan refiriéndose a la educación. Suplicó a las cortes de Cádiz y la corona española la enseñanza de las primeras letras, después de pintar la magnitud de la ignorancia enseñoreada en los caletres de sus pobres cuanto olvidados habitantes. Nada consiguió.

Surge el movimiento de independencia y ya sabemos la opinión que al jefe superior político de la provincia de Tabasco, gral. José Antonio Rincón, le mereció Agustín Ruiz de la Peña y la clase dirigente de la época, a quienes acusó de ser gente preocupada por tener y no por saber o ser. El cargo privote fue el de la tremenda ignorancia padecida por esa clase adueñada del poder.

Explicativas y por demás informadoras resultan las leyes expedidas por la clase gobernante de Tabasco durante el siglo XIX. Leyes dictadas para conservar el dominio heredado de los encomenderos sobre los macehualines, teóricamente ciudadanos pero de hecho, objeto de la propiedad de los amos, formados por la etnia blanca.

Los hechos decimonónicos resultan el desarrollo de las pasiones en juego, sus actores, los descendientes de encomenderos o gente llegada de otras tierras. Siempre con el mismo objetivo, o sea, la retención del poder cuyo ejercicio les resulta tan grato, como que al menos esfuerzo y hasta sin buscarlas, sobreveniales la riqueza, los honores, la vida importante y fácil. Todo por ejercer el poder y tener el mando. Con el debido respeto mucho recuerdan las historietas de policías y bandidos. Los dueños efímeros y transitorios del poder, los policías los hombres de la ley. Sus contricantes temporalmente desplazados y vencidos, los hundidos. Transcurrido el corto plazo de gozo del mando y poder, a correr perseguidos por sus opositores triunfadores del momento. Todo esto, sucediose entre las mismas familias de los mismos apellidos o combinados por matrimonios concertados o intereses. El centralismo político ejercitado por la política mexicana en relación a Tabasco, desde su nacimiento debido a Don Manuel Crescencio Rejón y los apremios políticos padecidos por el padre de la reforma Don Valentin Gomez Farias, determino la presencia de gente fuereña que a su vez reclamo y obtuvo “su parte” y en mucho casos, acarrearon con todo.

El mestizaje en plena integración en tanto que etnia blanca hacia de las suyas.

EL TABASQUEÑO, MEXICANO DIFERENTE

Para entender el origen del tabasqueño, importa asomarnos a las etnias indígenas y negras. Mientras que con la caída de la gran Tenochtitlán que significo la derrota del poder ejercitado por los mexicanas sobre las tribus sojuzgadas, a su tiempo conquistadas y explotadas por los mexicas mediante las guerras. Tras el militar Victorioso el fraile predicador y sobre ambos, el poder de la Corona Española. Leopoldo Zea es pristino en su planteamiento de la Ámerica Demoníaca y la España divina. Por lo tanto, la agresión del vencedor contra la manera de vivir de los vecinos busco su aniguilamiento. La tierra lo da todo, pues a trabajarla. El calpulli es substituido por la hacienda. La explotación comunal desaparece. La mano de obra la absorbe la encomienda. A las leyes indígenas suceden las leyes de Indias. La rueda del tiempo que es la vida va forjando el poder de una clase rural de etnia blanca y mestiza de blanco. En la práctica la encomienda legaliza la esclavitud que adopta proporciones increíbles de crueldad. La ruindad y lo mezquino del encomendero corresparalelas a su codicia e ignorancia. A esta clase de gente le importó tener bienes de fortuna por encima de cualquiera otra consideración. La escala de valores de los tres siglos de dominación, la mantuvo un clero altamente político que visto por su cara de luz y a través de las órdenes y misiones, propagaban su religión pero también la enseñanza del alfabeto, las artesanías y en sus afanes civilizadores consiguieron el destierro y olvido en gran parte, de las tradiciones y cultura propias y originales de los vencidos. Cambiaron una manera de vivir pero no lograron reproducir la suya, tal como fueron los propósitos de los hombres de gobierno, arma y sotana.

No obstante, el hombre es producto de su medio. El español encomendero destinado y avecindado en la vieja provincia de Tabasco, generalmente procedió de las capas sociales más intimas de su país de origen. Los nobles asumieron el poder político de la nueva España de origen. Los nobles asumieron el poder político de la nueva España y del económico lo más codiciado, el mundo de los metales preciosos. Enseguida la iglesia y los militares. Pero a Tabasco no accedieron nobles ni curas. Revisado el pasado virreinal se descubre que a estos lugares no vino ningún personaje. Tampoco se identifican familias ilustres o destacadas que se hayan enrolado en la vida de la tierra tabasqueña. Recuérdese la escasa población indígena que llegó a calcularse de mil habitantes cuando mucho diseminados en una extensión territorial comprendida de Acayucan o xicalango y de las playas del golfo de México hasta las estribaciones de la sierra chiapaneca, limites de la gran capitanía de Guatemala a que perteneció Chiapas. Tabasco nunca dependió de la capitanía chapina. Nadie en ningún tiempo consideró el territorio tabasqueño como guatemalteco.

Levantisco el aborigen, habituado a una vida libérrima donde la subsistencia nunca fue problema, dueño de una ecología que le proporcionó abundancia de

frutos con caza y pesca. A cambio de su grano de cacao, los indígenas de otros rumbos venían a comerciar. No se tiene noticia que el oriundo de Tabasco, antes del descubrimiento, durante la dominación y dentro de la vida independiente, viaje a otras tierras ajenas a la suya en plan de comerciante como lo hicieron los mexicas y tarascos. Hasta los días que vivimos, Villahermosa y las dieciséis cabeceras municipales que configuran el estado de Tabasco, son visitadas con frecuencia regulada por comerciantes de Chiapas, Campeche, Yucatán, Oaxaca, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, entre otros. Ellos van por las calles, tianguis y mercados ofreciendo sus productos de la más variada índole. En la puerta de sus casas el tabasqueño de todos los tiempos, ha tenido la facilidad de obtener lo que necesita para la subsistencia personal y familiar. Puede asegurarse que le tabasqueño, entendiéndose por tal al habitante de Tabasco, una vez avecindado no le place ausentarse. Viajará por conocer otras regiones. Casí nunca con el propósito de hacerlo de modo definitivo. El número reducidísimo identificable de tabasqueños diseminados en todo el territorio de México, confirma esta aseveración. Esta consciente el habitante de Tabasco, que ninguna otra tierra le producirá los beneficios que Tabasco le rinde a sus hijos o avecindados.

El español dominador tuvo que enfrentarse a la condición humana del indígena tabasqueño, producida y regida por una ecología de productos variados y abundantes, útiles a la alimentación humana y de sus animales. No es facíl someter a una gente que no padece hambre. Difícil también fijarlo en un territorio del cual es dueño secular el presunto sometido. A pesar del desconocimiento tenido por el hombre de nuestros días sobre el trópico húmedo y cálido, lógico resulta el conocimiento pragmático del natural de estas tierras. Este pragmatismo le ha permitido la sobrevivencia por encima de lo inhóspito del clima caluroso y lluvioso hasta la exageración. La zona de Teapa está calificada como una de las más lluviosas del mundo. Las inundaciones periódicas incontroladas hasta la fecha, atentando contra la vida social organizada, por siglos han fertilizado las tierras, aumentado la fecundidad de las especies. El maestro Rubén Salido Orcillo, sonorense universitario distinguido, cuando conoció Tabasco lo clasifico de “Tropico Feroz y Feraz” José Vasconcelos, en la década de los años cuarenta de este siglo XX que finaliza, dijo que Tabasco permanecía en el tercer día de la creación.

Cierto que el español corriente que se instaló con encomienda y todo, tuvo que enfrentarse a lo descrito. También en verdad que no lucho por destruir ningún centro denominado de la civilización y cultura del mundo vencido y decapitado, como sucedió en otras partes del hoy país México.

La tenencia de la tierra y el disfrute de sus productos animales y vegetales, por los extremos señalados, tampoco fueron motivos decisorios de peleas. Se comprende

que cada individuo adaptado a estas tierras, gozo de una gran margen de libertad. Se insiste, la tenencia de la tierra y su explotación fue conllevada por sus habitantes de modo diferente a la conocida, a través de la historia en el resto de la República.

Otro dato configurador de una identidad lo es su composición etnográfica. Los trescientos años de dominio español transcurrieron regidos por la indiferencia y desinterés de las autoridades, una vez que la corona logro establecer la encomienda. La posición geográfica contribuyó al aislamiento. Lento, muy lento marchaba el proceso que originaria el mestizaje peculiar que es apreciable en Tabasco. Lo reacio de los naturales al sometimiento español y las mismas enfermedades provocaron las escasez de mano de obra pero sobre todo, el ausentismo no siempre pacífico ni resignado. El español compra esclavos negros destinados a las tareas más pesadas. El pardo hijo de indígena y negro, llega aprovechársele como miliciano. Amestoy da buenas pruebas de lo aseverado. Hoy ni rastro de esa importación de sangre negra completamente absorbida por el mestizo actual.

Los piratas se avituallan de lo necesario para sus tropelías en el mar. Clandestinamente primero y abiertamente después, blancos, negros indígenas comercian con los piratas. El vellocino de oro de los siglos de dominación y aún de la vida independiente, lo constituye el contrabando. Vendían mujeres a los piratas de todas las nacionalidades y las devolvían embarazadas renovando la dotación femenina. Tal vez por eso, el tabasqueño actual, no se parece físicamente a ninguno de sus vecinos veracruzanos, chiapanecos, campechanos, yucatecos y quintanarroenses. Come y cocina conforme aprendió el español de puño en rostro de la dominación, porque ahora, son contadísimos los españoles que radican en Tabasco. Sin perjuicio del enriquecimiento de su cocina y dieta, operado por la referida abundancia de frutas, animales y peces comestibles. Paradójico es que el tabasqueño no sepa alimentarse. No hubo fraile que le enseñará las delicias de la glotonería como ocurrió en todos aquellos lugares en que las misiones y órdenes monásticas enseñaron a los nativos a comer. Así la comida principal se componía de la sopa, el arroz la ensalada, el guisado sencillo o por partida doble, los frijoles, el dulce y hasta el café mezclado con garbanzo o maíz. Todo con rezos al principio y al final de la comida consumida sobre el albo mantel.

El tabasqueño heredero de la realidad predominante desde su origen acontrumbre comer “un solo son pero largo”. Es decir, una sola comida pero abundante. Ante todo carne roja de res y cerdo. Inútil ofrecerle ensaladas de legumbre frescas porque contesta “no soy gusano para comer monte”.

El pan de la tierra de Tabasco o sea la tortilla, la tabasqueña la produce “delgadas y gruesas”. La primera por su grosor resultaría muy gorda para la tortilla de otras partes. La tortilla gruesa de Tabasco, no sabemos que la acostumbren los habitantes de otras tierras, sobre todo en su versión de tortilla gruesa de maíz nuevo. El totoposte y la tortilla de manteca, son productos de maíz torteados a mano que asombran por su delgadez, finura y sabor. El totoposte tabasqueño sobre todo. La mujer de Tabasco no sabe tortear el pan de la tierra, en el aire y a dos manos. Utiliza la llamada tabla de la cocina que en el pasado era un señor tablón de cedro o caoba de diez o quince centímetros de grueso por medio metro o más de anchura. La longitud la determinaba la amplitud medieval de sus cocinas. La hoja de plátano soasada le sirve de base en la que pone la consabida bola o bolita de masa de maíz. Con la mano izquierda colocada de canto hace girar la hoja de platano con la masa torteada con la palma derecha y paulatinamente, se hace el disco del tamaño acostumbrado en Tabasco, mucho mayor que en otras partes.

Insistiendo en la alimentación aunque resulte un tanto fuera de lugar, ayuda a conocer al habitante de estas tierras. Dime que comes y te diré quien eres. Alguna vez divulgamos la acostumbrada visita anual que nos hacía para renovar su vitalidad el maestro Dr. Fernando Quiroz Gutiérrez, apodado por los estudiantes de la facultad Nacional de Medicina “El Burro” porque con él, nadie pasaba la materia de anatomía si no estudiaba a conciencia. La visita a Tabasco la empleaba para comer pejelagartos, tortugas, hicoteas, guaos, pochitoques y chiquiguaos, pasando por el robalo y las tapexquisas de ostiones sin despreciar los camarones y las manos de cangrejo.

De soslayo diremos algo de otro alimento típico, el tamal. Este se hace de masa colada y se cuece empaquetado en hoja de plátano. A la masa preparada con achiote y chile ancho con pepita de calabaza se le agrega la carne de pavo, gallina o cerdo. Por regla general miden de 15 a 20 centimetros de largo por diez de ancho, con un peso de medio kilogramo aproximadamente. Es el tamal más popular pero no el único. Con el nombre de “tamalito” se hace otro con lo aprovechable de la cabeza de cerdo. Este tamal es lo que se llama manea propiamente dicho. También se hacen con carne deshebrada de puerco. Hay otra variedad “de caminito” o “corazon” que se prepara con pollo, puerco o pejelagarto guisado. Todos con masa colada y cocida. Los de maíz nuevo que son dulces a diferencia de los hechos con frijol que puede ser nuevo o pelón sacado de la vara. No se excluye al “tamalito de chipilín” semejante a las maneitas pero con chipilín en vez de carne y servidos con salsa roja de tomate. El chipilín es el chipile de los juchitecos. El chanchamito, tamal redondo envuelto en hoja de maíz o “joloche” que cabe en la palma de la mano y se guisa con comino, se caracteriza por no

llevar masa o ser envuelto y cocido con la clorosa hoja de mono. En la altiplanicie se llama acuyo y en el Istmo “hierba santa”.

En cuanto a proteínas provenientes de aves, el tabasqueño ha consumido por siglos la carne blanca de las aves, unas domesticadas y otras silvestres. Cuentan como especies comestibles los patos, patillos, pijijes, correas, viudas, gaitan, cojilita, paloma, pancuque, chocolatera y el siete presas. Venados, tepescuintles, armadillos, puercos de monte e iguanas fueron alimentos preteínicos de los descubiertos aborígenes de estas tierras bajas. No hablemos ya de peces de agua dulce o salada.

La flora le ha brindado infinidad de recursos, la mayor parte en espera de ser estudiados y puestos al servicio de la vida. Es más lo que se ignora que lo sabido de la flora y fauna de este trópico y húmedo de Tabasco. No se insiste en esto tocado únicamente para que se tenga una vaga idea del portento natural, que por ecología y recursos le corresponde al tabasqueño y su territorio. Lo cual incluye sus 157 kilómetros del litoral sobre el Golfo de México no nada más la majestad misteriosa y temida de la selva, tan agredida que el hombre de nuestros días la arrasa de modo tal, que en vez de estudiarla y someterla al beneficio del hombre que vive en paz, ha optado por su arrasamiento y consiguiente contaminación del medio ambiente. En la ecología no hay vicios.

Miles de años ha peregrinado el pueblo hebreo para conseguir la tierra prometida por Jehová. El habitante de Tabasco por el sólo hecho de haber nacido en su territorio o residenciarse, resulta dueño de una entidad que le Gobernador Mario Trujillo García, sintetizó con el logotipo de “TABASCO TIENE TODO” mucho dijo con esas tres letras T.

LAS ETNIAS

De origen, la etnia blanca estuvo representada por el descubridor derivándose al hombre que por medio de la conquista, se apodera de las tierras, los hombres y sus derechos, creándose un mundo diferente al descubierto. A esto contribuyó de modo decisivo el mestizaje ose a la cruza de español con indígena. Bernal Diaz del Castillo asegura en su celebre obra “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España” biblioteca Porrua México 1960. Pags. 98 y 99 que informado Cortés por Melchorejo “que entendía muy bien” la lengua hablada por los naturales, sobre la existencia de españoles dizque prisioneros de los indígenas, escribió la carta siguiente:

“Señores hermanos: aquí en Cozumel, ha sabido que Estasis en poder de un cacique detenidos, y os pido por merced que luego os vengáis aquí, a Cozumel, que para ello envío un navío con soldados,

si los hubiésedes menester y rescate para dar a esos indios con quien estáis; y lleva el navío de plazo ocho días para os aguardar, veníos con toda brevedad; de mi sereis bien mirados y aprovechados. Yo quedo en esta isla con quinientos soldados y once navíos; en ellos voy, mediante Dios, las vía de un pueblo que se dice Tabasco o Potonchan”.

La carta la llevó Jerónimo de Aguilar, español legendario de estas aventuras de la historia, recibiendo cuentas o soplillos que llevó a su amo el cacique para que le diese licencia, la cual luego se la dio… y camino Aguilar adonde estaba su compañero que se decía Gonzalo Guerrero, quien enterado de la carta de don Hernando, le respondió:

“Hermano, Aguilar; Yo soy casado y tengo tres hijos, y tieneme por cacique y capitán cuando hay guerras, idos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas. Que dirán de mi desde que me vean esos españoles ir de esta manera ¡y ya veis estos mis hijitos cuan bonicos son. Por vida vuestra que me deis de esas cuentas verdes que traéis, para ellos, y diré que mis hermanos me las envían de mi tierra”.

“Y Aguilar torno a hablar con Gonzalo que mirase que era cristiano, que por una india no se perdiese el ánima, y si por mujer e hijos lo hacía, que la llevase consigo si no los quería dejar. Y por más que le dijo y amonestó, no quiso venir”

La importación del hombre negro comprado por los dominadores, para aliviar en algo las penalidades de los nativos vencidos y dar la impresión de que se cumplían las leyes de Indias y se tomaban en cuenta las gestiones de misioneros singulares como el padre Bartolomé de las Casas, propició el cruzamiento de negros con indígenas y también con españoles que ya se dijo, representan al blanco en la integración del mestizaje nuestro, habida cuenta que para el europeo en general, Europa termina en los Brincos y aún para los mismos españoles la región de Andalucía por ejemplo no es España “eso es Africa”. Ambas referencias concernientes a los casi ocho siglos de dominación mora opereda en las tierras hispanas.

Por carecer de interés para la corona española, las tierras bajas de Tabasco fueron abandonadas a sus circunstancias históricas significadas por su posición geográfica que les encajono aislándolas de las rutas marítimas de Veracruz y el Caribe. Se convirtieron esta tierras en refugio de piratas pero también del abastecimiento requerido para sus carrocerías. El contrabando de productos, armas, hombres y mujeres, agua y alimentos se incrementó en tal medida, que

dificultó la buena gestión de gobierno enpantanda por los intereses creados por piratas y encomenderos que al no tener minas de metales preciosos que explotar, se consagraron al contrabando, a grado tal, que convertidos en fuerza política, con sus intrigas y maniobras hicieron inestables locales con los centralistas del virreinato, práctica que con matices mayores o menores se continuaron hasta el siglo XIX por lo menos y sin que esto quiera decir, que la erradicación de la intriga y maniobra como armas de la práctica política, hayan sido eliminados. A mayor desarrollo de una comunidad corresponde el refinamiento de sus métodos y prácticas, no siempre determinados por las fuerzas del bien. Parece que la perversidad ha predominado y con excepciones, ha triunfando la causa negativa y contraria al bienestar de la comunidad de Tabasco.

A lo dicho hay que sumarle la falta del pago puntual del quinto del rey, y el diezmo de la iglesia. Los documentos de la época tenidos a la vista, demuestran la socarronería de los causantes virreinales de Tabasco. Atenidos al desinteres evidente del poder público; el aislamiento que privo en estas tierras hasta la década de los años cincuentas del siglo XX; a la dificultad para comunicarse de palabra y de hechos con la Vieja Provincia de Tabasco; al enfrentamiento casi crónico habido entre los encomenderos de Tabasco y los gobernantes de la nueva España, más que enfrentamiento fue la práctica de una resistencia pasiva a las disposiciones pronunciadas por las autoridades de la Nueva España, situaciones recrudecidas al sobrevenir la Independencia. Toda vez que la liberación política parece haber sido entendida como la oportunidad de manejarse sin apego a las leyes.

Los mismos documentos estudiados demuestran que los deudores del quinto del rey y del diezmo de la iglesia, eran requeridos de pago una y otra vez sin resultados positivos para los acreedores de tales quintos y diezmos. Reportado el incumplimiento de Madrid y firmado por el Rey, llegaba el último requerimiento de pago, haciendolé saber a los morosos deudores, que de no cumplir en sus términos, tras la firma regia irían las tropas. No era cosa de jugar con el tesoro del rey de la iglesia. Los causantes tabasqueños españoles o españoles de Tabasco, en forma apresurada comparecían en la capital de la Nueva España y alegando no haber recibido oficio o documento alguno referido al adeudo del rey y de la iglesia, procedían a pagar hasta el último centavo, anticipando su pena por no haber pagado con toda oportunidad. Por supuesto que hacían el ofrecimiento, que para el futuro, los pagos se harían con puntualidad. Lo que en verdad tampoco sucedia porque acumulados de nuevo tales adeudos, repetiase la historia de los requerimientos, de la amenaza del envío de tropas, el pago, disculpas y nuevo ofrecimiento de pago puntual.

Si esto ocurría con los dineros de los poderes de la tierra y el cielo, fácil resulta imaginar el comportamiento tenido por estos representativos de la etnia blanca, en sus relaciones entre ellos mismos, con los indígenas, los negros, los mestizos, que con los piratas estaban asociados. Basta enterarse de muchos pasajes históricos de Tabasco, donde la participación de piratas y bucaneros no tuvo lugar por iniciativa de ellos. Intervinieron y pelearon por cuenta y orden de los señorones radicados en estas tierras, que buscaban el poder para perpetuar sus privilegios.

En sucesos de este tipo hay que buscar los orígenes de muchos males sociales derivados del autoritarismo público y privado. El descubridor se convierte en conquistador. Este en encomendero que en forma de cacique, con mucho sabor y reminiscencia del cacique aborigen. Algo que ni la revolución Mexicana en lo que va del siglo XX ha conseguido eliminar. La historia nacional registrada como liberación de independencia, los movimientos armados y financiados por caciques regionales, hechos a los cuales, no es ajena la Reforma. El porfiriato consolidó el régimen fortaleciendo los cacicazgos. Raigambre profunda que sólo la diversificación de la economía y el cambio del sistema, tal vez consigan eliminar como causal histórica de muchos males.

Para nadie es un secreto la forma y términos en que la concentración de la riqueza, se ha operado y sigue produciéndose en México.

En Tabasco la concentración de riqueza se ha hecho primero para el encomendero. A este le sucedió el blanco o mestizo de blanco adueñado de las tierras, bosques y aguas con sus productos. Por excepción, algún mestizo encurtido de la manera de ser y de hacer las cosas, heredadas de los encomenderos. Ha privado por regla general, el concepto esclavista de producir riquezas. Los protecolos notariales del siglo pasado contienen escrituras de compra-venta, en los cuales el peonaje adeucado figura como objeto de comercio, a tanto más cuanto por cabeza según tenga familia o no el siervo tabasqueño.

El más leve repaso o vistazo echando el pasado de Tabasco durante el siglo XIX comprueba, que los sucesos importantes, los recogidos y registrados corresponden en primer termino, a gente ajena. En segundo lugar pero de modo prominente, siempre a las mismas personas pertenecientes a las mismas familias, las que por cierto aparecieron en estas tierras no más allá de dos o tres generaciones. El abuelo vino de Campeche trayendo a su familia o formándola aquí en otros casos. El hijo llega a ser gobernador. El nieto también prorrogándose esta situación de privilegio político por mucha generaciones más. Sin excluir aquellas familias tan encariñadas con las estructuras de poder, que desde la proclamación de la Independencia hasta nuestros días, jamás de un modo u otro hayan dejado de medrar y percibir beneficios de índole burocrático, figuren o no en

sus nominas. Algunas de estas familias resultan tradicionales en las tareas de la burocracia a grado tal. Que sus nombres lo llevan las calles de nuestras comunidades y en los textos oficialistas, aparecen como próceres, ilustres, etc. Sin más mérito que su empotramiento en la burocracia.

Basta revisar lo acontecido en Tabasco y publicado con cicatería, para percatarnos del número de veces que fueron gobernadores las mismas personas sucedidos por sus descendientes, apellidos y personas que cambian según haya favorecido la ruleta política a uno u otro clan, porque, reflexionando sobre hechos de esta naturaleza tendrá que concluirse quiérase o no, que la historia oficialista de Tabasco durante el siglo XIX la resumen unas cuantas familias de la etnia blanca o mestizos de blanco, que luchando entre sí, solo vieron por sus intereses de clase pudiente y dominadora. Pero no lo hicieron con autonomía. Dependieron de las decisiones dictadas en la ciudad de México. Ex – capital de la Nueva España. Útil resulta el estudio de Agustín Ruiz de la Peña, primer gobernador constitucional tenido por este estado, a pesar de las intrigas del cura Alpuche asociado al desmembramiento nacional con la supuesta independencia de Yucatán y la actual Centroamérica, cuando menos en parte. Los procedentes sentados en esa ocasión, habrían de reflejarse e influir en los que siguió y forma la vida histórica de Tabasco.

Acumulados los hechos políticos y militares, enlazados de modo íntimo por un feroz cuanto arrogante militarismo heredado de España; deslumbrados los caciques por una independencia más ficticia que real; agrupadas las familias pudientes en facciones transcurrió el siglo XIX en medio de luchas que resultan carnavalescas en muchos casos.

El verdadero protagonista, el hombre de trabajo del campo tabasqueño convertido en siervo, no pudo tener voz por la tremenda ignorancia que le aqueja de modo secular y tal vez tradicional. Tampoco voto por la falta de conocimiento de sus derechos.

Trescientos años de encomienda seguidos de la esclavitud y servidumbre observadores e impuestos por la etnia blanca o sus equivalentes de dominio, consiguieron mucho para desaparecer el carácter levantisco de los habitantes originales descubiertos por Juan de Grijalva.

LA FLOJERA DEL TABASQUEÑO

La economía de la naturaleza generadora de su peculiar ecología, actúa sobre el habitante de Tabasco y le influye de modo decisivo. Tierras feraces para cultivos y

productos propios del trópico húmedo y cálido, devuelve, multiplicando geométricamente al hombre el esfuerzo y la inversión destinada para hacerla producir. En otros renglones y aspectos, produce por sí sola frutos para las comunidades.

A la abundancia de recursos y la pobreza vivida por la mayoría de la población, obedece el falso concepto de que el tabasqueño es un flojo, reacio para trabajar, cliente inveterado del descanso fresco en la hamaca. Antes de adelantar juicios a la ligera, conviene tomar en cuenta la fuerza del sol para observar un horario de trabajo. Generalmente se acepta que la resistencia y vitalidad de los coreanos, en la siembra y explotación del henequén resultaron mejores trabajadores que los esclavizados yanquis y demás infelices deportados por el porfirismo que les destino a esas agobiantes tareas en la península yucateca. Seguros estamos que puestos a sembrar zacate (pastura) en potreros de las doce a las catorce horas, ni el probado coreano aguantaría. La muerte sería el resultado de tamaña temeridad.

Las inundaciones fertilizan la tierra pero también acarrean infinidad de enfermedades destacándose las hídricas. La falta de recursos públicos y privados y los consabidos escamoteos del tesoro público, han propiciado una increíble mortalidad infantil a cuyo enfrentamiento han acudido los gobiernos revolucionarios a partir de Tomas Garrido Canabal y uno que otro de los subsiguientes. Quiérase o no, hasta los dos tercios de este siglo XX, el tabasqueño resultó sobreviviente del pantano, de las enfermedades y de la enraizada ignorancia rectora del pasado y con muchas manifestaciones del presente. A sobrevivir le ayuda mucho la riqueza alimentaria significada por una ecología de portento. No obstante no saber comer propia y dietéticamente dicho.

Cierto también, que muchos productos vegetales y animales nacen, crecen y se reproducen solos, sin que el habitante de estos lugares mueva un dedo para la existencia y desarrollo de esas especies codiciadas por el tabasqueño que no tiene más que alargar la mano para apoderarse de esos satisfactores. Caza y pesca con escopeta y anzuelo, sin excluir la trampa, el paño y la raza. En las temporadas de tumba, roza y quema, procedimiento primitivo que consiste en prenderle fuego a los pastizales o potreros y esto lo hacen los rancheros año con año. Acaban con los elementos nutricionales de la tierra pretextando combatir la garrapata y el renuevo de los pastos. En estos meses de la llamada “seca” es común y corriente que el campesino se abastezca de animales de “concha” o sean los perseguidos quelonios (tortugas, guaos, chiquiguaos, pochitoques, hicoteas) con solo apoderarse de los animalitos y algunos asados por la misma quema. Es decir, sin costo alguno.

Difícil y fácil es la vida del habitante. Vida y mucha por la cantidad y variedad de alimentos vegetales y animales. Muerte que aniquila por las aguas contaminadas y enfermedades tropicales transmitidas por los insectos y una desordenada vida de relación entre los mismos humanos y el medio ambiente agredido de modo criminal y del mil minaras. Tiempo hubo en que fallecida la persona, sus familiares con resignación informaban que los médicos lo habían declarado incurable. Los brujos, esos taimados y asturos administradores de la ignorancia colectiva y a cuya influencia y poder aunque a parezca increíble, muchos gobernantes no escaparon a esas prácticas esotéricas y de hechicería, llegaron a condenarlos aseverando que habían “bebido agua de creciente”. Expresión que trascendida al vulgo clase mediero, llegó a convertirse en sentencia de choteo y chunga.

Curiosa también la muy afilada critica de los recién llegados a estas tierras. Se les llena la boca asegurando que el tabasqueño está pobre porque “es flojo”. Al principio el fuereño despliega actividad. Al transcurso de los meses o antes, lo aprisionaba la comunidad de la hamaca y su amor por la siesta.

El distinguido hijo de Paraiso, Tabasco, Rafael Casillas Alejandro, licenciado en Economía y estudioso de los fenómenos de su área ocurridos en nuestra tierra tabasqueña sobre la que ha hecho estudios y análisis propios de sus conocimientos, protagonizó lo que a continuación se relata.

La hora, la del amigo. Entre los comensales un simpático pero punzante norteño que para cambiar lo que se nos ha dicho en todos los tonos, espeto:

El tabasqueño es muy flojo.

¿Cómo que flojo! Mire, Tabasco es uno de los estados más chicos del país. Cuenta con una superficie de 25 mil kilómetros cuadrados de los cuales, casi una tercera parte se va al agua, le contesto Rafael Casillas Alejandro para continuar su exposición.

Sobre la superficie que queda a salvo de las aguas, viven un millón de habitantes de los cuales la mitad hombres y la otras mitad mujeres. Piense mi norteño amigo, que de otro modo, la vida sería muy aburrida.

Tabasco cuenta con un millón y medio de cabezas de ganado bovino siguió informando Casillas Alejandro, remitiendo año con año al Distrito Federal alrededor de 150 mil para el abasto, además el sacrificio requerido para el consumo interno de nuestra gente.

Y no es todo. El tabasqueño produce 35 mil toneladas de copra; 30 mil toneladas de cacao; 80 mil toneladas de azúcar; 200 mil toneladas de plátano además de

frutales, maíz, frijol, arroz, pimienta, miel de abeja y pesca en escala. Todo esto lo hacen los tabasqueños.

De manera mi querido norteño ¿de dónde saca ud. que el tabasqueño es flojo?.

SOBRE LA IDENTIDAD

La identidad de un pueblo requiere que dicho pueblo tenga una coincidencia social. Esta se configura y manifiesta por la relación del ser humano con la naturaleza que implica el conocimiento de su pasado (memoria histórica) para comprender el desarrollo interno de la misma sociedad. Sobre el particular, consúltese “la conciencia socio histórica de la nación” de Carlos Johnson, artículo visible en la página de fondo (4) “El dia 5-VI-85”

Sin profundizar gran cosa sobre estos problemas enfocados a la realidad tabasqueña se colige, que de las tres etnias madres del mestizaje mexicano de Tabasco, sólo la etnia blanca ha participado en el manejo de sus estructuras del poder. El tiempo de historia transcurrido, lo forman las luchas de la etnia blanca sin más mira que mantener sus privilegios. Ese afán hegemónico y triunfalista llevó a la etnia blanca convertida en burguesía dominadora y dominante al extremo de guerrear entre sí, como lo demuestran los hechos y sus motivaciones. La falta de una estructuración filosófica que le comunicará una ideología a esa burguesía convenenciera, una definición y actitud frente a la vida, ha imposibilitado el surgimiento de una conciencia histórica, una toma de posiciones ante la nación… que permitan a esta seguir su curso histórico en beneficio de la colectividad, de la misma sociedad. La conciencia quiere decir “con conocimiento” y éste no lo han tenido los mestizos mexicanos de Tabasco. Obedece esta falta de conocimiento a la inmensa ignorancia padecida por nuestro pueblo, ignorancia fortalecida por la explotación de tipo encomendero que de modo increíble, todavía pueden apreciarse en las normas de conducta y de relación humana entre las clases sociales que integran la comunidad tabasqueña.

Tabasco es un interesante mestizaje no estudiado ni considerado por los intelectuales que ha producido. La cultura fue y hasta cierto punto sobrevive como privilegio de la clase acomodada, en la cual predomina la etnia blanca tan selectiva como se han manifestado a través de la historia. Para esta clase, estudiar el pasado equivaldría a manifestarse con la verdad.

No obstante, Tabasco tiene el poblador mexicano más mezclado de la República. No tenemos el problema indígena con las características manifestadas en Chiapas, Veracruz y toda la zona maya que comprende los Estados vecinos de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Folclore, artesanías, dieta, vestidos, música, manera de hablar e idiosincrasia, elementos todos que contribuyen a establecer una identidad, resultan completamente distintos a los profesados y existentes en los estados hermanos y limítrofes. Ya no se diga del resto del país México.

Flora verde de modo permanente. Fauna rica. Anarquía del agua. Aislamiento roto hasta el gobernador Miguel Orrico de los Llanos y del Presidente Ruiz Cortines,

sumados a la comprobada experiencia de que el tabasqueño, el habitante de estas tierras no ha tenido ni sentido la necesidad de moverse de su lugar para satisfacer necesidades, confirman que ha tenido ni sentido la necesidad de moverse de su lugar para satisfacer necesidades, confirman que ha tenido lo necesario para sobrevivir del clima, el pantano, la selva y las alimañas. El habitante pre-grijalvino pagaba todo lo recibido con su grano de cacao. Operada la subyugación tres veces centenaria, su modo de subsistir se pago con el trabajo esclavizado, el cacao, las maderas preciosas y los cueros de los vacunos traídos por los españoles. Con la vida independiente, los mecanismos sociales y económicos no cambiaron. En las postrimerías del siglo pasado y principios de este a punto de concluir parece que se introdujo el hule de vida efímera. En cambio el plátano cobró gran importancia con la traída de los puyones que con buena o malas artes, llegaron a estas tierras de guinea, concretamente de la isla Roatán. Por eso el fruto generador de la riqueza que conocimos con el nombre de “oro verde”, lo llamamos guineo Roatán. Contaminadas las plantaciones por las campañas plataneras norteamericanas, finalizando los años treintas, en la década de los 40 de este siglo XX, derrumbase esa prosperidad. El gobernador orrico de los llanos apoyado decididamente por el Presidente Ruiz Cortines, repensaron el destino de Tabasco. Controlaron las aguas que inundaban la chontalpa grande, construyendo bordos de contención que a su vez, conformaron una red de caminos intermunicipales. Construyeron las carreteras Villahermosa Coatzacoalcos y Villahermosa-frontera. Rehabilitaron la producción agropecuaria enfilando con firmeza, el futuro de la economía tabasqueña. Comenzaba el despegue efectivo hacia el desarrollo en los sexenios subsiguientes que fueron tres. La confianza colectiva rescatada se convirtió en esfuerzo continuado pero… de sus entrañas, la tierra tabasqueña le son extraídos miles y más miles de barriles de petróleo, creando el espejismo de una prosperidad que nunca aprendimos a administrar. Con el petróleo, la máxima agresión a la ecología.

La participación del auténtico mestizo mexicano de Tabasco a juzgar por el curso de los acontecimientos, en algunos casos muy relativo y nulo en otros. Impotente hasta hoy, ha dejado hacer y ha dejado pasar. Las etnias negra e indígena y el mestizaje que produjeron, jamás han sido sujetos de la historia. Historiadores y políticos han mantenido oculta la verdad.

Frantz Faron (El día 2 de junio de 1985 Pag 9) consigna algo que vale reproducirse aquí.

“En el régimen colonial, cualquier cosa puede hacerse por un kilo de pan”

“las relaciones del hombre con la materia, con el mundo, con la historia, son en la etapa colonial relaciones con los alimentos”.

“Para un colonizado (…) vivir no es encarnar valores, inscribirse en el desarrollo coherente y fecundo de un mundo. Vivir es no morir”.

“Existir es mantener la vida. Cada datíl es una victoria”.

Para concluir con Emmanuel Kant que dijo:

“La conciencia es un instinto que nos lleva a juzgarnos a la luz de las leyes morales”.

Como puede verse, Tabasco presenta una compleja composición étnica donde los genotipos indígena, negroide y caucastico, contribuyeron en mayor o menor grado a formar al habitante actual.

Por otra parte, su flora y fauna en verdad excepcionales, no las valora el hombre y agrede su ecología. A grado tal opera la depredación que el hombre lleva a cabo, que hay especies vegetales y animales extinguidas y otras en proceso de extinción.

No nos conformamos con ser ignorantes de los tesoros significados por una variada flora y fauna, aún sin estudiar. Tampoco queremos entender que la vida y desarrollo de las especies, comprende de modo decisivo la conservación y prosperidad del hombre que respete y ame la naturaleza.

Hasta la fecha, dígase lo que se quiere invocar, la etnia blanca o su mestiza han gobernado estas tierras. Y lo han hecho practicando el colonialismo interno de clase que prevalece.

Vale que se cuestionen tales conceptos. Con probidad y patriotismo.

FELIPE DE JESUS SERRA

Victorio Victorino Dueñas deja el gobierno en manos del Vice-Gobernador Felipe de Jesús Serra, desde marzo 1861 al dos demo de “El siglo diecinueve” correspondiente al 16 de marzo de 1861.

Felipe de Jesús Serra nació en Villahermosa el 6 de enero de 1822, hijo del encomendadero Antonio Serra Hulet y del Segundo Matrimonio que celebró con Rafaela Campos Magdonel. Llamase la atención sobre el uso de la preposición de y de la y antepuesta a los apellidos. En España, la nobleza o por lo menos, gente de alguna importancia acostumbrada la citada preposición o la copulativa y. hasta la saciedad demuestra la historia que a estas tierras no vino de España ningún noble militar o del clero. No hay noticias de que alguna familia de pro de la época se halla instalado con la vieja provincia de Tabasco. Los encomenderos fueron de las más baja extracción social y así fueron tratados y considerados por el régimen

virreinal. No obstante, dada su condición económica prepoente, ser bancos y españoles y dueños de los destinos de los vencidos y mestizos que nacieron, la vanidad se enseñoreo de sus ánimos y le dieron por porpalar que ellos, los encomenderos de estos rumbos formaban una curiosa propadogica “alta – baja aristocracia” alta frente a sus explotados, baja en cuanto a los españoles de abolengo y poder. Acto continuo, a su nombres agregaron la preposición de o bien la copulativa y, creyeron en ennoblecer sus estirpes con estos añadidos, los viejos documentos en que aparece Antonio Serra Hulet, con motivo del repudio de la constitución de apatsingan y de la caída del libertados Nepomuceno Fernández, el encomendero de cuenta es simple y llano Antonio Serra Hulet para figurar después de la independencia como Antonio de Serra y Hulet a diferencia de estados en que radicaron gente de gobierno y también encomendera de alcurnia, donde abundó el metal precioso pero sobre todo, en la capital de la nueva España. Sin excluir la península yucateca que sobre particular, tiene lo suyo. No hay base genealógica ni antecedentes de estirpe, para que los tabasqueños de hogaño y antaño, presuman de una nobleza española derivada a su vez. De ochocientos años de subyugación mora.

No es posible el conocimiento de la figura histórica significada por Victorio Victorino Dueñas, si no se aborda a Felipe de Jesús Serra y por supuesto a un verdadero tabasqueño. Cuyas virtudes ciudadanas le impulsaron a los combates en defensa de la soberanía y la libertad de México, un fauchero con mucho sentido ve la dignidad y el patriotismo; un mexicano que no midio la desigualdad para librar la pelea y arrastrando (hombres y peligros jefacturó la moral ciudadana y se enfrentó al enemigo, en el momento mismo que los atildados, los hombres finos de una sociedad atrasadicima e ignorante, los orgullosos decendientees de encomenderos y explotadores, les temblaron las piernas y se les aflojo el esfultes dando las espaldas al invasor. Ese ranchero, hoy mostro muy justificado héroe local, Gregorio Mendez Magaña, merge vigorosa su figura histórica que reafirma una vez más, que en las luchas unos corren la liebre y otros se la comen).

Gregorio Mendez Magaña, una sola vez gobernador de Tabasco supo enfrentarse al experto militar y valeroso también que José Eduardo González Arévalo. Y lo derrotó. Pero no supo ni pudo rebasar la cresta de la ola que producen las victorias. La victima las intrigas del Felipe de Jesús Serra, en primer término. Después, Victorio Enfrentado a su ex protegido Serra, lo utilizan ambos en el sentido de sus intereses políticas, para morir muy pobre, casi olvidado y viviendo en el capital de la república, ignorante de su propia grandeza y la eficacia de su actuación en la constitución de un país y consolidación de un nacionalismo, sen mos. Muerto, hasta Bandala el soldadote del porfiriato que mangoneo este estado

por los diecinueve veces que fue gobernador, la sacó ventaja a Gregorio Méndez y en su prestigio se apoyó para penetrar en la opinión de un pueblo. El tabasqueño.

HECHOS Y DOCUMENTOS DE LA INTERVENCIÓN

El triunfo prefabricado por el general. José Justo Alvarez ledio la gubernatura al dirigente máximo del partido “del pejelagarto”. En consecuencia, Victorio Victorino Dueñas, alérgico al uso de sus segundo nombre Victorino según se advierte de los documentos que firmo, erigido en gobernador de Tabasco, pago su deuda y su régimen declaró benemento al general. José Justo Alvarez, apreciándose “debidamente los importantes servicios que ha prestado a la causa del orden y la libertad”, tarea realizada en siete meses con veinticuatro días al asumir la gubernatura el 30 de octubre de 1856 hasta el 24 de junio de 1857, lo hizo en sustitución de otros comandante general, Francisco Velazquez que enloqueció siendo gobernador pero todos los mencionados, al servicio de los golpistas de zuluraga y Leonardo Marquez. Ese fue la traba política del origen activista de Victorio Victorino Dueñas Outrany.

El 18 de mayo de 1863, Victorio Gobernador de Tabasco se dirige al jefe político del Carmen, comandante en jefe para:

1. Acusarle recibo de su “Apreciable nota” con la que le adjunto el acta en que se proclama “A don Juan N.” (Nepomuceno hijo de José María Morelos Pavón) almirante como presidente de la república y una “nota del comandante de los buques de guerra de francia, surtos en este puerto”.

2. En diha nota, el jefe político de Carmen Amenaza con bloquear al estado de Tabasco y le “invita a escuchar la voz de la razón para secundar el pronunciamiento”.

3. Dueñas contesta que “la razón me aconseja defender la independencia y soberanía de la nación, contra la que creo que atenta el plan que proclama en ese puerto bajo el influjo y protección de las armas francesas”.

4. Agregando que…“jamás me juzgaré responsable como nunca puede serlo el agredido sino el agresor… cuando esa agresión se hace por las armas extranjeras y sopretexto de un movimiento que apenas se iniciado (sic) y ya se da como la expresión de la voluntad nacional”.

5. “… usted asienta de que la francia no intenta establecer una monarquía en la nación, especie que de paso dire a usted, que no ha sido divulgada por la prensa de la república, sino por la extranjera… tan ni digno sería para los mexicanos, aceptar aquel gobierno impuesto por las armas extranjeras, como otro cualquiera… la soberanía sufre en ambos casos… la forma de gobierno importa poco para considerar que peligra la independencia de la

nación si los mexicanos permitimos que otro pueblo, por poderoso que sea, venga imponerle su voluntad”.

6. “Este sentimiento… es el mismo que inspira al que me honro de representar y a cuyo nombre, consigno aquí la más formal protexta contra el bloqueo con que se amaga a su puerto y la manifestación de que esta decidido a repeler el ultraje que le hace, convencido de que, aun secumbiendo, salvará el honor nacional”.

En la misma fecha de 18 de mayo de 1862 Victorio V. Dueñas, se dirigió al comandante de L. Eclair, barco Frances laguna de términos para:

1. Acusarle recibo de la “nota oficial del 15 del corriente” participándole que en Veracruz y “en otros muchos puertos de la república, se ha verificado un movimiento que se llama nacional, proclamando a Don Juan N. Almonte para establecer en ella un gobierno que pueda ponerle al abrigo de la guerra civil… invitándole a que se adhiera al gobierno proclamado”.

2. Manifestar su sorpresa un gobierno proclamado en Veracruz, es la expresión de la voluntad nacional. Tal invitación debió hacerse por medio de autoridades mexicanas. No obstante que las armas francesas protegieron el movimiento indicado.

3. Expresarle le sentido de su deber, como autoridad mexicana emanada del régimen establecido en la república, “sería el grandete que aceptase un plan… impuesto a la nación por las bayonetas extranjeras y que tiendan a subvertir el gobierno reconocido… por la mayoría de los mexicanos y aún por los comisarios de la francia, como emanación de la voluntad nacional”.

4. “… en mi situación no me es dado contestar otra cosa, sin mengua del honor, soberanía e indenpendencia de mi nación, que esto y resuelto a sostener, mientras cuente con el voto del pueblo tabasqueño, que abunda en los mismos sentimiento”.Las comunicaciones espigadas que se nesertan en partes, son legibles completas en todo o 6 de la monumental obra “Benito Juárez discursos documentos y correspondencia”.- selección y notas de Jorge L. Tamayo.- secretaria del patrimonio nacional- mexico 1966 páginas 510 y 511 le identifica plenamente la obra porque de su material informativo proviene la documentación alimentadora de esta parte del ensayo.

Nueve meses después, F. Hocquart, comandante naval de “la grenade” el 21 de febrero de 1863 se dirige a Victorio Victorino Dueñas dándole el tratamiento de señor gobernador, manifestándole que:

1. “creía poder esperar que el estado de Tabasco, mantendría hasta el fin de la expdición francesa, una neutralidad que tendría la eimensa ventaja de

hacer que las poblaciones… gozaran de todos los beneficios que podrían hacer de sus relaciones comerciales”.

2. “Por desgracia no ha sido así; la presencia en Jonuta de fuerzas de Tabasco…” ha impedido el comercio del rio, y seguidamente provoco en palizada (sic) “un movimiento hecho por algunos individuos timidos que a cada instante creían que esas mismas fuerzas iban a ocupar palizada”.

3. El comandante naval Hocquart se apoderó de Jonuta, y llegó según el documento tenido a la vista en la obra citada “a decirle a esta población pacifica, que quería olvidar los sucesos molestos que han precedido… su llegada toda vez, que su mayor deseo sería establecer las buenas relaciones con los vecinos”.

4. Para obtener este resultado. Es necesario, Sr. Gobernador, que las fuerzas de Tabasco no vuelvan aparecer en este puerto. Porque en caso de repetición le hace saber “que la capital de su territorio no será respetada”.

5. El almirante deja al tiempo y a los acontecimientos “el cuidado de obligar a reconocer la intervención, a los estados desidentes”. Que ese es un deseo pero en caso de repetirse la presencia de fuerzas tabasqueñas en la cuenca del usumacinta, no dudaría “hacer que las cañoneras subieran al río y dueñas reportaría la responsabilidad de los acontecimientos que pudiesen sobrevenir”.Victorio Victorino no calentó la respuesta, su contestación esta fechada dos días después, el 23 de febrero de 1863, acusándole recibo y le expresa:1. Su rechazo a las prevenciones relativas a la neutralidad pedida

“declarándole que ni como gobernante ni personalmente, podía aceptar esa intervención que cede en mengua del honor…” de Tabasco dueñas usa en el texto como todos sus contemporáneos el vocablo país como sinónimo de la región y sobretodo, del estado de Tabasco. En Yucatán es usual hasta la fecha identificar al estado de Yucatán con “el país”. Cuando se refieren algún producto fabricado indistintamente en Yucatán o en cualquier otra parte de la república, preguntan si lo quieren “nacional o del pais”.

2. Que ha procurado evitar la guerra no provocándola. En el uso del derecho de la defensa, su deber era “repelar la que se me hiciere cualquiera que fuesen las consecuencias” que sobrevengan que de ningún modo “pueden recaer sobre el que es invadido”.

3. Que conoce los males que el comercio acarrea una invasión y ha “procurado excusarlos cuando ha sido posible, conociendo las garantías y franquicias compatibles con el decoro nacional” quizá esta conducta la haya interpretado “el comandante naval como neutralidad, más no puedo consentir que se le de ese nombre… en obsequio del buen hombre de este estado y en cumplimiento de sus leyes”.

4. Que los intereses del propio comercio lo hicieron “situar fuerzas en esa villa, así como tenerla a cubierta de los amagos que se le haciande palizada de parte de la cual fueron provocadas, según lo indica el lugar de los sucesos del día 15 de corriente, ellos no han sido los invasores ni las que la provocaron: resistieron, como era de imprescindible necesidad, defendiendo el honor del estado”.

5. Que su conducta no puede evitar “los efectos de una guerra” y que el comandante naval “continué ocupando esa población protestando enérgicamente contra quien me provoca… ” y me obliga a recurrir a las armas para defender la independencia nacional y el territorio de este estado, (tomo) de la obra citada- pags. 335-336.El 18 de junio de 1863, Eduardo González Arévalo se apodera de la capital del estado, con su carácter de comandante de batallón de la expedición intervencionista y según Mestre Ghigliazza “posteriormente de buena parte del mismo”. El gobernador Victorio Victorino se refugió en ixtacomitan, Chiapas, no sin acetes pedirle tropas y medios de guerra para oponerse al avance invasor, según aparece de los documentos consultados. A favor de esta estrategia, Victorio Victorino había superado otra crisis, de la cual lo salvó el coraje y patriotismo del Ángel Albino Corzo, a la sazón gobernador de Chiapas. Solo que en esta ocasión y por lo acontecimientos habidos en Chiapas y Oaxaca, Victorio Victorino Dueñas no obtuvo el auxilio Salvador pedido. Ex ixtacomintan, Chis. Hace entrega del poder al vice-gobernador Felipe de Jesús Serra, que la asume en teoría porque “no llegó a ser gobernador de hecho hasta que Gregorio Méndez, que acaudillaba el levantamiento de la mayor parte del pueblo tabasqueño, contra la intervención… lo dio a reconocer como vice-gobernador constitucional y jefe supremo del estado.” (“gobernantes de Tabasco” obra citada de Mestre Ghigliazza – pag. 86).Pero si el gobernador dueñas ponía tierra de por medio, en Cunduacán, Tabasco un ranchero como ha habido medios consentido del honor y la dignidad mexicana, aunque no de la autoselección a Pedro Méndez Llama “a continuar la lucha por Tabasco”. Se supone que este llamamiento por conocido resulta ocioso reproducirlo. Sin embargo, vale asomarse a su contenido de estilo épico y grandi lo cuente, muy de tiempo en que se conoció.1. “Chontalapanecos: la planta de nuestro invasores ha venido, por fin,

a fijarse en el territorio del estado”.2. “Vuestra capital… invadida y ocupada, por los que han renegado

todo principio de justicia, por lo que se han propuestos en sus

abyectos planes pisotear y escanecer los derechos más sagrados de la humanidad y de los pueblos”.

3. La ocupación operada, no se atribuye a la disciplina, valor, superioridad némerica, ventajas de sus armamentos, “sino a graves consideraciones sociales que ellos despreciaban”. Agregando “el digno jefe de las armas del estado el gobernador dueñas os hadado ya cuenta de este fatal acontecimiento”.

4. Profunda convicción constituye para Pedro Méndez que los acontecimientos lejos de desalentarlos “hará que os levantéis embravecidos para demandar satisfacción de nuestra dignidad ultrajada, para escarmentar a esos seres desnaturalizados que, amparados de la fuerza bruta, pretenden imponer silencio a nuestra conciencia y ediceanos al yugo del despotismo extranjero”.

5. Pedro Méndez Reafirma, que los chontalpanecos han sido “siempre la más formidable salvaguardia de nuestra libertades públicas, los más esforzados defensores de los derechos del pueblo, el apoyo más firme de los gobiernos…. De un origen legítimo, invocan y practican la civilización y el progreso”.

6. No es posible permanecer impasible ante “el atentado violento de esos hombres sin patria (martinicos, cubanos y españolas contratados para la intervención) que vienen ante semejante humillación. Los esclavos solo viven para ser de vil juguete de sus señores. Sin libertad de pensamiento, sin libertad de acción, se nos priva de la libertad de ser hombres”.

7. Pedro Méndez está seguro del sentido de dignidad ciudadana de sus paisanos. La vida es lugetiva, inmortal la horna. Cuando todo acaba “queda un pie la memoria de nuestros hechos, que magnánimos o indignos, la historia se encarga de publicar al mundo. La honra que se empeña, se pierde. No permitáis, pues que el brillo de la vuestra se amortigüe”.

8. “Valientes hijos de la Chontalpa; levantados. saucémonos a la lucha y probemos a esos asesinos asalariados (sic) que si sus cañones son temibles, pueden enmudecer al empuje de nuestras bayonetas”. “unión y fortaleza y no dudéis del triunfo a la hora del peligro, como a la hora de la victoria, halla reis inseporable a vuestro lado, a vuestro compañero y amigo…”Le asentó el 18 de junio de 1863 como fecha de la ocupación de Don Juan Bautista por parte del intervencionista y militar de carrera Eduardo González Arévalo. La respuesta la dio el llamamiento que hizo Pedro Méndez para combatir la intervención. No fue el único. Veintidós días después, también en Cunduacán, Manuel Sánchez

Mármol de quién Alfonso se permitió semblantearlo afirmando que nació dormido, durmió toda su vida y cuando despertó en su sillón del senado de la república, ya estaba muerto, posiblemente después de haber efectuado las indispensables consueltas tenidas con el grupo político a que pertenecía, el mismo que más el grupo político a que pertenecía, el mismo que más adelante (1879) se luciría con la fundación del instituto Juárez. Publicó un reclamo a la vuelta a la legalidad. Imposilbe que la crema de la sociedad permaneciera callada ante la disfrazada huída de uno de sus más destacados exponentes, el gobernador Victorio Victorino Dueñas. Espigamos el citado documento de la gente bonita de la época. Los Méndez, Pedro y Gregorio, evidentemente, no formaron en sus filas. Fueron rancheros, patriota y Gregorio, con creación militar como lo demuestra su propia biografia.Dijo Manuel Sánchez Mármol:1. “La ansiedad de tomar participio en el aplauso de los triunfos de

nuestras armas o en la amargura de nuestras adversidades, pone hoy la pluma en nuestra manos”.

2. “En estos momentos tocan nuestros nacionales (sic9 la solución del porvenir del estado o el impero de la legalidad, de las garantías y de la soberanía del pueblo será pronto restablecido o quedaremos dominados bajo el yugo de esos miserables aventureros que invocan con irónico sarcasmo a la divinidad, mientras conculcan la justicia que proclama el orden social, mientras atropellan todos los derechos;”

3. Para continuar:“Que talan y despojan, amparados con una cruz que no es la de cristo, sino la del clero… que predica la humillación y el envilecimiento para sacrificar al pueblo”.

4. “la soberanía de un pueblo no se aniquila de un solo golpe. El soldado ciudadano lucha por la conciencia, el soldado mercenario se bate por el pan. La traición no inspira dignidad; sobre los atrincheramientos de San Juan Bautista, la victoria espera sonriendo a nuestros nacionales”.

CÁRDENAS

Este municipio que nació de la generosidad y fervor del Padre José Eduardo de Cárdenas y por eso lleva su nombre, no podía enmudecer ante los sucesos intervencionistas. Andrés Sánchez Magallanes el siete de octubre de 1863, reunido el vecindario que suscribe, con el objeto glorioso de sacudir el yugo omiso

en que yacemos desde el 17 de junio último, (erróneamente fija el 17 cuando San Juan Bautista cayó en mano de Arévalo el 18 de junio de 1863) en que desgraciadamente fue ocupada la capital del estado, proclamando el imperio monárquico, bajo la intervención francesa, Don Eduardo y Arévalo, persona que por su convicción natural, no puede gobernar a los tabasqueños.

“Considerando, que aunque el Sr. Arévalo ofreció y dio bajo su palabra de honor un indulto general a todos los ciudadanos del estado que habían tomado las armas para defender el derecho nacional que les asiste”.

“Considerando, que en nuestro humilde y pacifico estado, por más despotismo que el gobierno (sig) haya observado, jamás se ha visto horca ni guillotina, como la que observa el expresado arevalo con los liberales que desgraciadamente caen en su manos, como lo verifico con el desgraciado Apolino Rodríguez y”

“Considerando, por último, que es necesario y muy preciso defender el territorio nacional, libertad e independencia que nos legaron los inmortales Hidalgo y Morelos … hemos acordado:”

1. “Se desconoce en toda su plenitud el gobierno y mando del Sr. Arévalo, así como a todas las autoridades emanadas de él se hallan funcionando”

2. “Se excitará por medio de una comunicación y correo violento el Sr. Comandante Militar del estado don Eusebio Castillo, par que en dondequiera que se encontré, venga a encargarse del mundo de las fuerzas que interinamente militar subordinadas bajo el mando del Dr. Capitán Don Andrés Sánchez.

3. “Que inmediatamente se excite al vecindario de Huimanguillo para que se reúna a nosotros y nos ayude a sacudir las cadenas de los apresores”.

4. “Que se excite al vecindario de los naranjos y al de otra banda (hoy ranchería del mismo nombre) del Rio Grijalva, con el mismo fin”.

5. “Que tan luego se hallen reunidas las fuerzas necesarias se prosiga hasta llegar a cima el proyecto mencionado”.

6. “Que enseguida se pase a los pueblos de comalcalco, Jalpa, Nacajuca y Cunduacán, para que reconozcan el sistema constitucional tal como es en realidad”.

7. “Que se haga o se saque copia de la presente acta para adjuntarle copia con atento oficio al señor comandante militar del estado y otra, al señor presidente de la república, firmándose el original para constancia”

GREGORIO MENDEZ

En este mismo octubre de 1863 tiene lugar el combate librado en Comalcalco, Tabasco, en que las guardias nacionales al mando de Gregorio Méndez “envueltos por las fuerzas de Arévalo, que atacaron la población por tres puntos simultáneos…” cruzando descargas de fusilería dispersándose los tabasqueños “por los bosques vecinos, a favor de las sombras de la noche”.

En el porte respectivo, Gregorio Méndez reconoce la gravedad de las pérdidas. Un soldado muerto, Gil Flores. Otro herido, José de la Cruz Broca “Cayeron en poder del enemigo las armas en depósito, alguna cantidad de pólvora, una corneta y una caja de guerra”.

Tomando el rumbo de la costa, la finca rural de Don Rogelio Pérez fue el punto de reunión señalado para reorganizarse.

“Como a esa fecha sabía yo de una manera positiva, dice Gregorio Méndez en esa parte de guerra, el movimiento de Cárdenas cuyas fuerzas se hallaban abrigadas en la ribera de Santa Ana, en la misma madrugada del 12 al 13 emprendí la marcha con el fui de incorporar mi fuerza a la del capitán Andrés Sánchez, jefe de aquellos”.

El encuentro se efectuó se combinaron impresiones y Andrés Sánchez y secundó el acuerdo de Comalcalco, haciéndole saber a sus soldados que Gregorio Méndez era el jefe superior. Por su parte, las tropas reorganizadas de Cunduacán al mando del comandante Regino Hernández, apoyaron a su jefe Méndez Magaña, el predominio de la actitud ética adoptado por los civiles obligados hacer la guerra, en defensa de sus instituciones. Escasos de todo, no extorsionaron a nadie. Nadie se quejó porque no midió motivo para quejarse. Jefe y oficiales de sus bolsillos, de sus patrimonios de rancheros. Hicieron “una suscripción” y así pudo atenderse a las necesidades más imperiosas.

En cuanto a estrategia, no era de permitirle al soldado profesional que era Eduardo G. Arévalo, una nueva y desastrosa sorpresa como la sufrida en Comalcalco. Era cosa de evitar otro encuentro hasta “contar con un núcleo de fuerzas capaz de imponer al enemigo”. Méndez fabula sitios, estancias, aliados, todos contradictorios y desorientadores, entretanto se dirige a Cárdenas para reforzarse y dar la pelea con la certeza de la victoria.

A Cárdenas concurrieron hombres de todas las edades anhelosos de tomar las armas. Los llamientos hechos con anterioridad, surtieron su efecto. Comalcalco y Rancherías correspondientes, acudieron al llamado que inspiro el excepcional presidente Juárez. Méndez tuvo que dar en garantía sus propiedades para financiar el ejercito así improvisado pero sus hombres, resueltos a destruir a “los miserables aventureros” bautizados por Sánchez Mármol.

Para entonces, Eduardo González Arévalo mediante decreto, convirtió a Méndez y Sánchez Magallanes en “Bandidos Guerrilleros” y los declaró fuera de la Ley el 15 de octubre de 1863, para tal cosa, les importo:

a) Hacer faltado al compromiso con su gobierno de Arévalo, no obstante estar indultados de “haber tomado las armas, saqueado los pueblos extorsionado a ciudadanos pacíficos”.

b) Atentar, con sus crímenes, contra del bien y la tranquilidad públicas.

Ese ordenamiento tiene dos artículos, nada más, por el primero, Gregorio Méndez y Andrés Sánchez (A) Magallán, son declarados fuera de la Ley. Por el segundo, el gobierno intervencionista dará un mil pesos, a la persona que entregue las cabezas de esos “bandidos guerrilleros”. Un mil pesos por cada cabeza entregada.

Entretanto…

El gobernador dueñas, con licencia, se había trasladado a Jalapa , Veracruz.

El poder teórico en manos del Vice-gobernador Felipe de Jesús Serra, no sonaba ni tronaba. La carta que le dirigió a Don Benito Juárez, Tuxpan, Ver. El 20 de noviembre de 1863, resulta bien explicativa. En dicha misiva Victorio Victorino Dueñas dice:

“Desde Tehuantepec di a usted, los últimos informes de los desastrosos ocurrencias del estado de Tabasco y, como desde allí había determinado parar a esa capital para ponerme y recibir órdenes, me dirigí a Jalapa en los momentos en que fuerzas enemigas las ocupaban”.

“Este incidente (?) y el deseo de aprovechar el tiempo (sic) me hicieron desistir de este viaje y cambiando de dirección me dirigí a la costa para buscar embarcación que me condujera al esta de Yucatán o al de Campeche, más, desgraciadamente, desde la antigua hasta este puerto no he hallado ninguna y me veo hoy en la necesidad de regresarme a la costa a cualquiera de los puertos situados, a sotavento de Veracruz para verificarlos. Mi objeto al dirigirme a esos estados, es el de ponerme de acuerdo con sus gobernantes y pedirle los auxilios que buenamente puedan darme para emprender en la próxima primavera, la campaña sobre el de Tabasco, con muchas probabilidades de buen éxito y por el completo logro de mis deseos, me son indispensables sus órdenes e instrucciones que, por conducto de dichos gobernadores, no dudo se dignará usted tener la bondad de dictarme”.

“Las muchas penalidades que me experimentado en mi largo viaje, han sido plenamente compensados con el feliz encuentro que he tenido aquí con el digno

gobernador de este estado, de quien he recibido las más francas, benévolas y liberales muestras de aprecio”.

“Y en la esperanza de dar a usted prontas noticias más favorables de la situación de Tabasco, que tanto nos importa recuperar, luego a usted se digne admitir los protestas de adhesión y respeto de su más sincero, afectuoso amigo y obediente servidor Q.B.S.M.”

Victorio V. Dueñas.

Puede verse en toda la documentación de la época, relativa a esas alturas oficiales y muy usados entre la gente llamada “de bien” el tratamiento que empleaban para despedirse en sus epístolas o cartas, o sea Q.B.S.M. igual a “que besa su mano”. Algo extraño para las costumbres tabasqueñas.

A Benito Juárez la carta transcrita le mereció la siguiente “nata que se entienda en todo con el Sr. Gral. Diaz (Porfirio) y me comunique lo que ocurra por conducto de este mismo señor”.

Consta estas informaciones en el tomo 8 de la obra citada “Benito Juárez Discursos – Documentos y correspondencia” ya citada páginas 243, 244, 245, 247 y 370.

Ahora bien en la página 86 de “Gobernantes de Tabasco” muchas veces citada del Dr. Mestre Ghigliazza, se lee:

“El general, en jefe de la línea de oriente, divisionario Porfirio Díaz, con motivo de la situación en que se encontraba la república por virtud de la intervención Francesa, declaro a Tabasco un estado de sitio y en la ciudad de Oaxaca, el 8 de septiembre de 1864, nombró al coronel Gregorio Méndez, gobernador y comandante militar de dicho estado por lo que Felipe de Jesús Serra le entregó el poder en la última fecha consignada en el texto”.

EL HISTORICO 27 DE FEBRERO

Texto de la conferencia del Lic. Antonio Ocampo Ramírez, secretario de educación, cultura y recreación del estado de Tabasco, sustentado con motivo del ciento diecinueve aniversario de la toma del principal, en el auditorio de la casa de la cultura de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, el 11 de febrero de 1983.

DEMENDEZ A MATIAS ROMERO EMBAJADOR EN WASHINGTON

La guerra de la ominosa intervención continuó en el territorio nacional. En Tabasco se reflejaba, no obstante de la liberación militar operada. México seguía intervenido. Don Benito un día en el centro, trashumante caracterizó la incorrecta voluntad de hacernos despertar, como individuos y como nación, los hombres civilistas de la reforma en muchos casos, se improvisaron militares y como siempre lo acredita la historia, de las entrañas populares surgieron los guerrilleros, líderes lógicas de sus comunidades. En otras palabras, en Tabasco no se dieron más hechos de guerra intervencionistas y como se contata, Gregorio Méndez Magaña asumió al mando militar y civil de Tabasco, privando aún el estado de guerra en el estado y en la república, propiamente la guerra.

Cualquier esperaría para Gregorio Méndez Magaña, en presente que le colmará de halagos en reconocimiento de su probado patriotismo. Los integrantes profesionales que formando camanillas, en la realidad estaban adueñados de las propiedades rurales y urbanas; mangoneaban el comercio y las actividades que pudieran llamarse industriales; consumaban las funciones crediticias que se sumaron y confundieron con los comerciales muy al estilo encomendero, esos desplazados por la lucha armada, hicieron acto de presencia, incapaces de enfrentarse al enemigo pero luchas para cosechar los esfuerzos ajenos, desataron y provocaron la cadena lamentable que consigan los documentos consultados.

Gregorio Méndez, “Bandido Guerrillero” de González Arévalo pero defendiendo y haciendo respetar la soberanía e independencia de Tabasco y México, era subalterno del Jefe de la línea de oriente Gral. Divisionario Porfirio Díaz, quien desde Oaxaca el 8 de septiembre de 1864, le había nombrado Gobernador y Comandante Militar.

Sin embargo, en las páginas 737, 743 a la 745, del tomo 9 de la obra “Benito Juárez” discurso – documentos y correspondencia “tantas veces invocadas, Gregorio Méndez se dirige al Sr. Ministro Don Matías Romero,” el 21 de marzo de 1865 dicho documento informa que:

1. Méndez recibió una carta del Sr. Ministro Fechada el 21 de noviembre de 1864, “De manos de los diez jefes mexicanos prisioneros un pueblo, que llegaron a ésta (San Juan Bautista, Tab.) a bordo del bergantín San Juan” Acusa recibo de “impresos”. Que le han impuesto “de la imponente situación de esa república amiga en la guerra civil, y cuya paz será un hecho, bastante por sí solo, para dar al traste con el imperio y la intervención francesa”.

2. Condenados a luchas por nosotros mismos “con nuestros débiles esfuerzos, más heroicas mientras más extenuados, contra un enemigo poderoso y astero que, a la ventaja de los miserables cooperadores que ha

encontrado en el seno de la patria, agrega que no desprecia poner en juego, las más tenebrosas intrigas par aniquilar el patriotismo de los corazones vacilantes…”

3. Está enterado del nuevo revés significado por la pérdida de la ciudad de Oaxaca, la destracción del ejercito de oriente en nivel de desastre y que habían caído prisioneros “el general Díaz y todos los jefes con mando de cuerpo, los que han sido conducidos a México. “Desgracia nacional que a Gregorio Méndez hace escribir; … necesitamos de crudas y amarguísimas pruebas para alcanzar el título de hijos de nuestros mayores”.

4. Méndez comprende el grave peligro que semejante derrota con conlleva para los estados de Chiapas, Tabasco y Sotavento de Veracruz pero que es un triunfo aislado “que no puede hacernos desmayar… porque no es posible dar cabida al miedo ni a la desesperación”.

5. Si México contará “con alguna protección de hechos, por insignificante que fuera por parte del norte”, “los expedicionarios sus aliados, los autriacos, belgos y traidores…” serían “exterminadas en poco tiempo”. “abundan ciudadanos dispuestos a volar los campamentos”.

6. “Abrigaba la esperanza de poder realizar en esa por su apreciable conducto, una compra de armamento”, la esperanza se desvaneció. Las rentas del estado están nulificadas. El comercio “siendo extranjero tiene poca confianza en nuestra situación. He aquí porque no puedo aprovechar la patriótica indicación que se digno usted hacerme”.

7. “Sin embargo de esto, a principios de febrero celebré un contrato con el capitán del buque Mr. Dorues Hall, de Nueva York, en el que estipulamos la entrega de 2000 fusiles y algunos otros materiales de guerra, bajo condiciones realmente onerosas para el estado pero con la esperanza de que se realice” de dicho contrato se hizo cargo “nuestro cónsul general Sr. Navarro, lo que me permite confiar en aquellos recursos”.

8. Méndez destaca, que a pesar del transcurso de mes y medio de la toma de Oaxaca, “no tenemos peligro inminente de ser inválidos, de lo cual no deja de ser una garantía la estación (lluviosa, crecientes, pantanos, etc.), que se presenta amenazadora”.

9. “Los últimos sucesos de la guerra de esa república (los Estados Unidos, guerra de secesión Abraham Lincoln) favorables al norte y la segunda protesta del congreso, han producido serias alarmas en la que hoy se llama la corte de Maximiliano. Este ha modificado su gabinete en sentido mal liberal, sancionado la Ley de desamortización y la de tolerancia de cultos, con cuyos actos pretenden enervar la resistencia nacional”.

Cinco meses después, el 29 de agosto de 1865 Gregorio Méndez reanuda su correspondencia con el Ministro Mexicano en Washington. (obra citada- tomo 10

pág. 253). Entre quejas y peticiones formuladas a Matías romero, puede resumirse así.

1. “Desde que por disposición del cuartel general de la línea de oriente, me encuentro al lente de los destinos de este estado, en la época más difícil de su existencia política, más de las veces me he tomado la libertad de dirigir a usted mis letras y sólo una ocasión he tenido el gusto de recibir su contestación”.

2. Hoy, sin embargo, vuelvo a molestar su atención, suplicándole… se sirva hacer de su parte a favor de este estado… remitiéndonos periódicos y de más documentos que nos pongan en relaciones del supremo magistrado y al corriente de la marcha de los sucesos, bien influyendo para que comerciantes de los unión hagan traer armamento y pólvora, a la vez que otros efectos de comercio, para que con los derechos que causen estos se paguen aquellos objetos.

3. Le advierte al Sr. Ministro “… que el puerto principal de este estado sigue ocupado por los imperialistas, pero toda la costa de sotavento hasta las barras de Santa Anna y Tonalá por nuestras fuerzas”

4. Si el Sr. Ministro “Lograse el objeto” de su encargo “prestaría un servicio eminente a la república y en particular al estado de Tabasco, amagado constantemente por el enemigo y siempre careciendo de armas para aprovechar el fogoso patriotismo de sus hijos”.

5. Necesario resulta que tanto el Sr. Ministro “como el Sr. Juárez se persuadan de que para mantener a buena altura el entusiasmo por la causa nacional en estos estados de oriente, es preciso el elemento de la prensa y ésta, sin datos seguros y oportunos, languidece en su misión”.

6. “Así pues, espero en que usted se interesará con el gobierno supremo de la república para que por su conducto reciba yo los documentos oficiales que expida y las publicaciones conducentes a mantener levantado el espíritu público en la demarcación de mi mando”.

Esta carta de nuestro héroe máximo local, en verdad, da mucho que pensar.

¿Por qué la correspondencia no aparece entablada directamente que pensar?

Tal vez por la inestabilidad y falta de residencia fija de los poderes encarnados por la voluntad de don Benito.

Pero en tal caso

¿A qué viene el tomo un tanto desperanzado y acaso duro, usado por un hombre como Gregorio Méndez que por su formación, no fue dado a la arrogancia y

despotismo tan acostumbrado por los encomenderos de Tabasco y sus descendientes?

Tal vez, con estos desplantes, Don Gregorio Méndez cavó su sepultura política en el ánimo del presidente Juárez.

Cabe asomarnos a la realidad nacional peleada y sufrida por Benito Juárez, lo cual obliga a establecer las siguientes verdades:

1. Creencia socorrida es, que Lincoln Presidente de los Estados Unidos del Norte, “ayudo” a la causa de México encarnada por la voluntad de Juárez. En las fajas 9 y 10 del tomo 10 de la obra citada, seleccionada y anotada por Jorge L. Tamayo, se lee:

“Ha causado mucho daño en los meses populares mexicanas y estadounidenses, la “película que se filmó hace algunos años, protagonizando a Juárez en la persona del actor Paul Muori” “en ella se presentaba en forma verdaderamente cómica la preocupación del supuesto personaje Juárez, en hacerse acompañar siempre por un retrato que había dejado olvidado”.“A lo largo de la correspondencia que hemos presentado a los lectores, en todos los volúmenes anteriores de esta obra, podrá observarse que en ningún momento se hace referencia a una relación personal entre el presidente Lincoln y Juárez. Estamos obsolutamente seguros que en los archivos mexicanos no existe ningún documento que pueda contradecir esta aserción y es más todavía: hermosa consultado los documentos y obras completas de Abraham Lincoln en los Estados Unidos y sólo hemos podido encontrar en relación a un trato directo con México, una, carta personal autógrafa de Lincoln”.

“A Matias Romero…”

Abundando sobre el supuesto conocimiento de los dos próceres, hay que recordar que Abraham Lincoln fue Presidente de Norteamérica desde 1861 y que por sus leyes antiesclavistas tan necesarias para el desarrollo industrial y fabril del norte de ese país y la estructura agrícola feudalizada de los estados del sur, con sus caballeros algodoneros y de otros productos de plantación, estalló la guerra de secesión. El 9 de abril de 1865 en Appomattox, el general. Lee Jefe de los Ejércitos Conferados se rindió con todas sus fuerzas el general. Grant, Jefe Militar máximo de las fuerzas militares de los antiesclavistas del norte, el 10 de mayo siguiente y habiéndose rendido también el general. Johnston a Sherman, fue

hecho prisionero Jefferson Davis, presidente de la confederación, concluyendo la guerra civil. El 14 de abril de 1865, durante una representación teatral. Abraham Lincoln fue atacado por un actor que le disparó a quemarropa, falleciendo al día siguiente a las siete y media de la mañana.

“Corroborando las afirmaciones… sobre la ninguna relación en Juárez y Lincoln, en la carta que dirige a Pedro Santacilia (su yerno) comentando el asesinato de Lincoln, hace su elogio basado en su lucha contra la esclavitud. Textualmente dice”: lo he sentido profundamente esta desgracia porque Lincoln, que con tanta “Constancia trabajaba por la libertad completa de sus semejantes, era digno de mejor suerte y no del puñal de un cobarde asesino”

2. Pero el magnicido no lo fue por agotarse en sí mismo, la rueda de la historia tenía que seguir girando pero ¿en qué sentido? Sobre todo para suerte temporal de un país invadido por la codicia de le pequeño y la inconformidad criminal de un clero político decidido a no perder sus privilegios y de las clases sociales, que a través de los sucesos han creído identificar sus intereses de exploradores con los país entero. Juárez aguardado “con gran ansiedad la información de los rumbos que pudiera tomar el gobierno norteamericano”.

A lo largo de la lucha de intervención, Lincoln ofreció ayuda moral, que no cumplió. Disculpándose, se negó a proporcionar ayuda material. La oposición “contra las monarquías de América y la decisión también del congreso de que sólo se tendría relaciones con la república mexicana, fueron obras de los parlamentarios en las que Lincoln y los hombres que lo rodeaban, se limitaban aceptar” (Obra citada-páginas 10 y 11 tomo 10).

3. “Si hubiese habido cualquier relación personal, la habría comentado con Santacilia en esta carta. Por último, la familia Juárez llegó a los Estados Unidos en agosto de 1864, dos meses más tarde se instaló en Nueva York y fue ignorada por Lincoln y por su gobierno, pese a que estaba enterados de su presencia”. (Obra y tomo 10 citados, pagína 11).

4. Lincoln secundado e influido por su Secretario de estado Seward, en nombre de la llamada neutralidad había prohibido el suministro de armas, caballos, mulas y ganado vivo para la gente de la República Mexicana. El presidente Andrew Johnson revocó dicho acuerdo y la revocación significó un viraje formal en la política seguida por Lincoln.

5. Muchos otros sucesos como el discursos del Presidente Johnson al acreditarse el ministro de Francia cerca del gobierno de los Estados Unidos, contestando el saludo hecho por el marqués de Montholon, ex – ministro de Napoleón Tercero ante Maximiliano, calificado de “Realmente duro”f a

pesar de las florituras y precauciones del lenguaje diplomático. Las gestines de Jesús Terán en Florencia, España y en Roma con el ministro de estado del papa, sumados a las gestiones del Gral. José María Carbajal, que “por haber vivido de joven en los Estados Unidos, hablaba muy bien ingles…” el gobierno de Juárez lo apoyo y envió para “gestionar algunos empréstitos y conseguir venta de parque y armas y aun reclutar voluntarios” se sumaron a los movimientos del Gral. Jesús González Ortega, aspirante a substituir al presidente Juárez, conformándose un cuadro agobiador que no excluyo el fallecimiento de su hijo Antonio, cuestiones todas y otras muchas derivados de su condición precaria de una pelea patriótica por la supervivencia. A solo 18 años de la inicua guerra norteamericana de 1847, por la cual México fue despojado por más de la mitad de su territorio.

6. Sobresaliendo el dolor de cabeza más importante. ¿debía Juárez celebrar elecciones en el territorio controlado por las fuerzas de la república, concluido el mandato por el cual ejercía el poder? O bien, ¿era de prorrogarse el mandato y Juárez seguir al frente de la lucha y de la presidencia de la república? Planteamientos delicadísimos. En un momento dado podría romper la unidad de los patriotas que luchando por México, obedecían y rodeaban al presidente Juárez. Públicos eran los trabajos de Negrete y Guillermo Prieto a favor de Jesús González Ortega, que a toda costa quería sucederle a don Benito, no obstante las adversas condiciones vividas por los republicanos y la república.Al parecer, de todo esto, Gregorio Méndez Gobernador y comandante militar de Tabasco, estaba en aguecas.

LA PRORROGA

El 2 de febrero de 1866, Gregorio Méndez se dirige al presidente Juárez, que para entonces era localizable en la ciudad de Chihuahua, de donde había de viajar e instalarse en ciudad del Paso del Norte, hoy la orgullosa Ciudad Juárez.

La carta es un documento fundamental, para los estudiosos de la jigüera histórica de Gregorio Méndez. Le damos el mismo tratamiento que los antecedentes. Por lo tanto Méndez dijo:

1. Acusa recibo de las cartas del presidente Juárez fechadas el 27 de octubre y el 9 de noviembre de 1864.

2. Enterado de la estancia Juanista en Chihuahua; de la orden presidencial sobre:A) “Que el Gral. Díaz reasuma el mando de la línea y el envío que el Sr.

Romero (Don Matías) debía hacerme de los decretos sobre prórroga del periodo presidencial y enjuiciamiento del Gral. (González) Ortega (sic)”.

B) El arribo del presidente Juárez a Chihuahua anunciando ya en la prensa norteamericana, que a Méndez lo llena “de contento fuerza moral que la recuperación de ese estado da los republicanos y por lo que significa la violenta retirada de las fuerzas francesas”.

C) “La determinación de usted respecto al Gral. Díaz que, en efecto, está haciendo hoy la guerra en Oaxaca, será debidamente acatada por mí y por mis subordinados”. A continuación, Méndez reconoce que Porfirio Díaz por su actitud, por su valor, por su honradez y su energía, es positivamente digno de volver a ocupar su antiguo puesto”.

3. “Los decretos que el Sr. Romero (representante del gobierno de Juárez ante Washington) me ha enviado, mañana mismo los mandaré publicar y con positivo placer, pues con de mi total aprobación y el estado entero. Nadie con más mérito, ni creando más esperanzas para la nación que usted pudo haberse encargado del mando supremo en momentos, en que la variación podía tener la desconfianza por lo menos”.

4. “El enjuiciamiento del Sr. González Ortega es un hecho que da prestigio al gobierno por el principio de moralidad que tiende a infundir en nuestra sociedad, y, sobre todo, entre nuestros grandes hombres acostumbrados mucho a menospreciar al deber, escudados de su propia elevación que, por el contrario, hace más graves las faltas que cometen”.

5. “… Este estado se conserva independiente y tranquilo, lo mismo que el vecino de Chiapas”.

6. “Todas las noticias que recibió de México, Veracruz, los estados Unidos y la Habana, me confirman la creencia de que nuestra causa marcha a pasos agigantados hacia el tiempo y que sólo nos resta hacer algunos esfuerzos por tiempo limitado. Debe usted estar persuadido de que, así como hasta aquí he procedido, seguiré haciéndolo un bien de mi país y en obsequio de las recomendaciones de usted”.

En San Juan Bautista capital de Tabasco, el 4 de marzo de 1866, “reunido el pueblo de esta capital, por excitativa del ciudadano gobernador y comandante militar del estado, con el fin de manifestar, libremente su aceptan o no la prórroga del período presidencial, en el paso del Norte el 8 de noviembre del año próximo pasado, por el ciudadano Benito Juárez, presidente constitucional de los estados unidos mexicanos…” para regularizar la celebración del acto se eligieron como presidente al gobernador Gregorio Méndez y secretario el C. Juan R. de la Rosa.

“Leído el decreto que motiva la presente reunión y habiendo manifestado todos los ciudadanos presentes su explicitado voluntad a favor de la prórroga de las funciones presidenciales del ciudadano Benito Juárez, se acordaron por unanimidad las resoluciones siguientes”

1. “El pueblo de la capital del estado de Tabasco apoya con toda su voluntad y con toda su fuerza, el decreto expedido el día 8 de noviembre de 1865, por el ciudadano Benito Juárez, prorrogando el período presidencial, hasta que las circunstancias de la nación permitan que se verifique constitucionalmente la elección deba sucederle; La capital del Tabasco no reconoce más autoridad legítima, que la que ejercía actualmente el ciudadano Benito Juárez”.

2. “El mismo pueblo de la capital de Tabasco, eleva en voto de suprema confianza al ciudadano Benito Juárez, por la abnegación y la constancia con que ha defendido la independencia y autonomía de la nación”

La primera firma es la de Gregorio Méndez seguida por los del Lic. Mariano Pedraza, Francisco Vidaña, Carlos Cebada, Filomeno López de Aguado, S.G. Sanarauz, Carlos Moguel, Felipe González, F. Sosa Barsosa, Tiburcio D. Vázquez, León A. Torres, Prisciliano Jiménez, Isidro Alfaro, hasta aquí por su orden. No es del caso reproducir 261 nombres correspondientes a los ciudadanos que apoyaron la prórroga del presidente Juárez. Sin embargo se aprecian firmas famosas unas, de familias conocidas, algunas extinguidas y otras que invariablemente existen en todos los lugares en que se hable castellano. No obstante citamos a Justo F. Santa Anna, P.A. Paillet, M. Payan Ortiz, Manuel M. Lombardini, Lic. José María Burelo, Cornelio Castillo (Hermano de Don Eusebio, el coronel), Tomas Pellicer, Ignacio Mayo, M. Silencianó Rodríguez, Juan Morales, Trinidad Sevilla, Felipe Lázaro, Manuel D. Olan, Saturno Gerónimo, Gregorio Cupido, Ponciano de la Torre, J. Eustaquio Chapuz, Nicolás Méndez, Pedro Fuentes, Francisco Jesús, Hilario Arias, Pablo Castaldi, Román Romero, Manuel de Dios, Gregorio Jiménez, Loreto Izquierdo, Praxedis Galicia, Francisco Caña, Marcial Gil Mongas, Cenobio Bautista, Bernabé Tique, Norberto Osorio, Crescencio Ramón, Soreto Pinzón, Sérvalo Castro, Victorio Chablé, Aniceto Oliva, Carmen Balcázar, Teodoro de los Santos, E. Santa María, Julio Zavala, Liberato Rodas, Pedro Báez, Juan Mondragón Cañas, Sixto Cordero, Remigio Carrasco, Teodoro Mayo, Juan Pedro León, Francisco Carballo, Dolores Ramos, Leonardo Caballero, Matías Carrera, Tomas Sosa Ortiz, Manuel Valenzuela, Emiliano L. Zurita, Santiago P. Núñez, Filemón Córdova, Cayetano Barriento, José María Argae, G. Torrabal, C. Callejas, Candelario Vera. Parece que la gente bonita de la época no apoyaba a don Goyo Méndez y por lo mismo, tampoco al presidente Benito Juárez. Es notaria la ausencia de apellidos, que de modo crónico figuraron y aún constan en las nóminas oficiales, habida cuenta que muchos de estos apellidos se doraron en las recepciones sociales, políticas pero sobre todo, brillaron en las letras, en Tabasco vulnerable de todos los tiempos por su falta de memoria histórica y de cultura.

LA RETIRADA FRANCESA

La muerte de Abraham Lincoln y las dificultades a que se enfrentaba Napoleón Tercero en Europa, dieron al traste con el sueño de un imperio francés basado en los restos de la Nueva España, que desde entonces adquirió la calidad del país México, con régimen presidencial y republicano federalista. No es el lugar indicado para establecer la serie de documento que hay sobre el tema, ni referir las gestiones de Maximiliano y su mujer ante Napoleón tercero y la Emperatriz Eugenia. Nos limitamos al señalamiento cónsul que no al análisis. La doctrina Monroe ¡quien lo creyera! Adoptaba dimensiones positivas por la causa de la libertad de las naciones niñas de Hispanoamérica. Francia no dejaba de constituir una amenaza y elegadas las circunstancias políticas y económicas, el creciente país del norte políticas y económicas, el creciente país del norte tenia motivos para preocuparse y ese tal caso, interrumpir su desarrollo influido por la revolución industrial y por el liberalismo, corriente filosófica – política que de boca en boca ha corrido con la fortuna de las generalizaciones sin que en verdad, se haya precisado que es, en qué consiste y de qué modo le ha servido a los Estados Unidos para sus fines de dominación y por supuesto, que de explotación sin menorcabo de sus anhelos celestiales ni ofender al creador de sus religiones Jadeó – cristianas: por lo tanto, abrevamos en la sección de “testimonios y documentos” del diario “EL DIA” correspondientes a los días 12 y 13 de julio de 1985. Publicación de la ciudad de México. El trabajo consignado lo hizo Juan A. Ortega y Medina y los asteriscos precisan que los textos fueron tomados de la revistas “SECUENCIA” de ciencias sociales, México, marzo de 1985, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

IMPACTO DEL LIBERALISMO EUROPEA

En los debates políticos habidos en las cortes de Cádiz, se acuño la palabra liberalismo como “xpresión de contenido ideológico”.

Sus causas:

1. El renacimiento europeo.2. Los adelantos científicos.3. Los grandes descubrimientos geográficos.4. Los nuevos mercados.5. Las invasiones técnicas nuevas (la imprenta, la construcción naval

oceánica).

Esas causas influyeron de modo decisivo en el cambio de las estructuras mentales. La mentalidad medieval substituida de modo paulatino. La balbuceante clase burguesa presencia de la misma constituida por comerciantes, industriales,

empresarios e inversionistas cuyas acciones humanas están casi en tu totalidad orientadas a la búsqueda de la riqueza. Max Weber denomina “espíritu capitalista” lo que de novedad encierra esta transformación mental, o sea, la racionalización de la vida económica. El autor ortega medina la califica de “nueva tendencia cris hedonista acumulativa” Max Weber dice que es la ética protestante económica, la calvinista o puritana que moldea el carácter específico del capitalismo accidental moderno “es al capitalismo pre-existente antes de la reforma religiosa al que imprimirá la nueva moral su característica moderna”.

El final del siglo quince registra el espíritu capitalista que comienza adueñarse de los hombres, todo lo que conduzca al enriquecimiento es valedero. Hay que desechar las barreras, prejuicios y normativos éticos que limitan el enriquecimiento. Hay que romper el bloqueo impuesto por las autoridades eclesiásticas, que por siglos impidieron el cambio y por consiguiente el progreso mundano “la economía medieval estaba regida por la virtud y no por la necesidad y respondía a la nación vivencial ultraterrada. Buscar la ganancia por la ganancia misma, era pecado y resultaba así incompatible con el fin supremo del hombre en la allendidad”.

Históricamente hay que sitúan lo que ellos llaman la etapa liberal, a comienzo del siglo dieciocho y afirman que ha sido “la doctrina de la civilización occidental”. La revolución francesa provoca movimientos sociales victorioso en Inglaterra y Francia la clase burguesa se apodera y rige la economía y por ende, del político y cultural. “con el calificativo “liberal” se quiere subrayar la contribución de la reforma religiosa del siglo dieciséis, con su libre examen y rechazo de la jerarquía eclesiástica de Roma, a la libertad espiritual del hombre, que acabara por trocarse, a despecho de los reformadores y a lo largo del tiempo, en libertad nacional, política y económica”.

Lutero Hiende y divide (1517) pero acelera las tendencias nacionalistas. La historia marchaba inexorable hacia la modernidad, hacia la creación de potencias rivales, hacia el absolutismo estatal que fomentó y protegió en principio “el desarrollo burgués en las naciones nórdicas y en la Francia de los barbones; secularización de la vida y aceptación de la bandera del progreso”. A lo que se sumó como aportación aceleradora su ideología dominante de la “nueva espiritualidad”.

De los credos luterano y calvinista, éste último “si bien a contrapelo” se adaptó y contribuyó de rechazo a los nuevos tiempos y a los innovaciones del todo tipo. La toma de conciencia se regió por la “institución cristiana” (1558) obra fundamental de Calvino. La usura dejó de ser pecado. El éxito se justifica y sacraliza a través de “los electos”, algo así como “el destino manifestó” propalado a su tiempo por el

presidente de los Estado Unidos Harry Salomón Asuman. El hombre rico es prueba de la elección divida y llega a ser visto como benefactor social. El derecho a procurarse riquezas queda liberado de toda interferencia ética tradicional pero acordado, únicamente “a los elegidos” que son los menos, y no “a los réprobos” (individuos o naciones) que son las más. El fracaso se interpretará desde entonces como carencia divina, como prueba de no elección.

Del “Directorio cristiano” escrito por un ministro puritano del siglo diecisiete, Max Weber hace la siguiente transcripción:

“Si dios te muestra un camino por el que puedes legalmente ganas más que otro, sin daño para tu alma si para otra persona, y si tu lo rechazas y escoges el que te ofrece menos ganancias, cancelas el objetivo final de tu vocación (calling), rehúsas convertirte en el mayordomo (stewar) de Dios y te niegas aceptar sus dones y utilizarlos para el cuándo te sean requeridos. Tú debes para hacerte rico por la causa de dios. Aunque no por la carne y el pecado”.

En consecuencia, los pobres son hombres fracasados por su propia culpa, por no haber atendido su vocación o por no ser elegidos o predestinados el éxito, a la salvación. Por su ferviente espiritualidad y su amor a la libertad que la informa, John Melton poeta ingles, republicano y puritano, defiende la libertad en el seno del matrimonio y aspiro a hacerla extensiva a la educación y a los libros. En su obra “Aereopagítica” (1644) sostiene que contra viento y marea “sea la razón la que escaja entre opciones, la más evidente…” el puritanismo así expuesto y defendido, tendió al cristianismo reformado, hacia la democracia política, reforzada por la que dio en llamarse “la libertad parroquial puritana que permitía el gobierno de la iglesia por parte de los seglares congregacionistas, quienes podían nombrar o destituir a su antojo a los ministros del señor”.

A partir de Calvino la libertad cristiana se tradujo en lucha por la libertad política, la economía, por el individualismo y la dignidad humana. La naciente burguesía buscaría la libertad no como fin universal, sino un medio de disputar la riqueza. “el juicio libre y privado de la doctrina religiosa, desembocaría en el liberalismo” “el sacerdocio universal proclamado por Lutero, “en la igualdad de los que tienen confianza en la fe (fidecia) y en la glorificación puritada de la riqueza, en la beatificación de la propiedad, la cual se identificaría con la libertad” para Calvino, la democracia puritana es el “señorío popular” constituido a base de propietarios. Le declara la propiedad como derecho natural, inviolable, detentadores “dustantes y cooperadores del estado (siglo dieciséis y diecisiete) en tanto se preparaba al asalto al poder, al que haría suyo en la centuria siguiente”.

Los calvinistas ingleses, puritanos, optaron por la mesura en un principio. Querían un gobierno de poder limitado pero acabaron peleando por un estado liberal que en 1688 tras la “gloriosa revolución” quedaría definitivamente establecido. Las libertades constitucionales se legislaron conforme los intereses de la clase propietaria. De modo “ferozmente egoísta” ignoró a la gente que tiene que ganar la vida mediante el esfuerzo de su trabajo pero mal. Locke, con su filosofía liberal, manifiesta la conveniencia de aplicarla únicamente “a los ciudadanos acomodados”. Para Locke el término propiedad es equivalente a los de vida, hacienda y liberta. Se hable de “los intereses del pueblo” entendiéndose como tales, las utilidades y ganancias de la clase propietaria. El interés un bien social.

Si el liberalismo económico significo la emancipación de la clase media o burguesa, también el “aherrojamiento de la clase jornalera y campesina” quienes pagaron la factura de la historia “la libertad contractual buscaba liberar, estaba en vuelta la esclavitud de los que ganaban su pan con su cotidiano trabajo”. Voltaire llegó a denominarle “la canalla” o “pueblo muso o multitud porcina” burke, que debían conservarse en la pobreza… para mantenerla laboriosa “como único medio”.

Saber es poder, significando la riqueza y el poder social. La ignorancia se apodera de la clase proletaria como una consecuencia lógica los autores convienen que, sin intención previa, la teología puritano- calvinista al paso del tiempo “favoreció el proceso ético del capitalismo liberal”. Benjamín Franklin, divulgados de las virtudes puritanas, escribe “Business is Business” y “Time is Money” como el santo y seña del liberalismo económico. Max Weber le considera “el más representativo de la ética protestante y del espíritu del capitalismo”.

El puritanismo histórico exigió la máxima libertad para buscar su propia ganancia privada, signo transparente de la gracia electiva. Ganando se sirva a dios con fidelidad. Se coopera activamente a la dicha del género humano, “selectivamente elitista y santificadamente elegida por el bondadoso cuanto misterio decreto preordinatorio de la divinidad”. La burguesía euroamericana de raíz protestante, se sustenta en la doctrina calvinista.

En el “Evangelio de la riqueza (1900) el multimillonario Andrew Carnegie, justifica la codicia con neopuritanos conceptos:

“No el mal sino el bien le han hecho venir a la raza de la acumulación de riquezas, por aquellos que tienen la habilidad y la energía de producirla. La condición de las masas es justamente satisfactoria en la proporción en que un país es bendecido (sic) con millonarios. El deber de éstos consiste en incrementar sus ingresos. La lucha por obtener más está completamente desprovista de egoísmo o de ambiciosa tacha y se convierte por ello, en una noble ocupación. Entonces, el

millonario no trabaja para él, sino para los otros y su labor cotidiana es diaria virtud. La parábola de los talentos (mateo 25,14-13) se dirige en otra dirección. Aquellos que han acumulado e incluso doblado su capital, son a los que el señor les dice: ¡bien hecho, oh tú, mi fiel servidor! Tú me has sido fiel en algunas cuantas cosas y por ello te haré dueño de muchas otras: entra pues en el gozo de tu señor”.

Así la felicidad concebida y lograda, gracias a que todos los nudos éticos que ataban al egoísmo humano, habían sido cortados. Asegura Jorge A. Ortega y Medina, que los clérigos no – conformistas (puritanos) como Price y priesti, fueron los exponentes del “liberalismo utilitario” asociado estrechamente a la defensa del Laissez faire. A Loche se la ha llamado justamente “el filosofo de la revolución política porque sus teorías definieron los contornos esenciales de la doctrina liberal para los siglos XVIII y XIX.”

Entromizó sobre una base totalmente secular el derecho de gobernar e hizo de la legislatura el centro del poder. Contribuyó al idealismo de Beckeley, al escepticismo de David Hume y al apriorismo- categoría de Emmanuel Kant. De Locke proceden el evangelio del éxito de la Rochefoucauld, la mundanidad burguesa de la bruyére y el epicureísmo de la Fontaine y Saint Evremont.

EL LIBERALISMO EN MÉXICO

En materia política, Calvino y Locke están unidos. La Ley natural del universo físico y social pasó íntegramente, como teoría espiritual contractualista a Jefferson. Dilthey Asegura, que a partir de ese momento arranca la aventura capitalista. El nuevo estado acogió al mercantilismo y comenzaba “El camino que conduciría a la realización cabal del sistema político liberal” mediante:

a) El control de la iglesia;b) La obtención desenfadada, sin remilgos ni tapujos de ganancias por parte

de la clase media o burguesa yc) Macauley eleva a esta burguesía a la representación natural de la raza

humana.

La ilustración o época de las luces efecta a toda suerte de actividad humana. Originada en Inglaterra, Francia y Alemania, abarca al siglo XVI y se extiende a Europa, llega a España la muy católica y a la Rusia Medieval. Progresista y regenerador, este movimiento comunica un sentido optimista de la historia. Pensaba Voltaire que la humanidad podía alcanzar la conciencia de sí misma por el poder de la razón. A ciertos errores de sus luces y tinieblas. En la esfera social y política, el movimiento aplicará la fórmula general del despotismo ilustrado. La ciencia y la filosofía programan el conocimiento y el dominio de la naturaleza. En

lo religioso, reflejara al Dios cristiano y lo substituye por un religión natural, “por un deísmo que hará meramente de Dios un primer motor o creador”.

Los ataques racionalistas de los filósofos ilustrados, desacreditan a las religiones, ya católica o protestante. El estado liberal posterior no combate directamente las creencias religiosas pero, se aprovecha del descrédito sufrido por las iglesias y del escepticismo ilustrado “para fortalecer su laicismo y gobernar a solas, separado de la iglesia…” el estado se libera de la carga económica y se desentiende de la jurisdicción romana curialesca. El pueblo se exime del pago del diezmo clerical y gran parte de sus bienes se transfieren en propiedad a los seglares.

Los estudiosos de la Nueva España y sus científicos conocieron de estos hechos y las ideas que lo generaron. Dice el autor Juan A. Ortega y Medina en su interesante trabajo que busca difundirse. “son hombres que se atreven a pensar, de acuerdo con formula kandiana (sepere aude), pero que tienen un limite pensante que no pueden transgredir. Por ello, el racionalismo criollo del siglo XVII y el espíritu crítico de la ilustración hispánica ceden en aquellos puntos que se refieren a la religión católica y a la fe tradicional” agrega que Feijoo, Guevara, gamarra, alegre, clavijero, álzate siguenza y Góngora y sor Juana para nombrar los más representativos, “procedían de la cepa contra-reformista y no había en ellos fisuras heterodoxas que debilitaran sus monolitos domas”. Méndez Plancarte los llama hombres ilustres pero no hombres ilustrados.

Don Miguel Hidalgo y costilla abrevó en las fuentes de la razón ilustrada novohispana a través de los jesuitas y de las traducciones que hizo del francés y el latín. Aunque esos conocimientos le inclinaron a profesar “una teología novedosa un tanta antitomista, no hicieron mella en su espíritu de sacerdote y hombre católico…”

José María Luis Mora, el teórico de la burguesía mexicana, Lorenzo de Zavala, Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez Farias y en general, todos los hombres que liberales o conservadores contribuyeron a la consolidación de la naciente república, se declararon y fueron católicos. También en cierto, que en lo político pugnaran por reducir a la iglesia mexicana a su estricta actividad espiritual, limitando paulatinamente sus excesivos privilegios. Fue la generación redactora de la constitución política de 1824, fue instituyo la religión católica como oficial como exclusión de cualquiera otra religión. George Ward primer diplomático que representó a la gran Bretaña ante el gobierno de México, su libro “México de 1827” recogió la intervención del diputado cañedo en el congreso sobre qué hacer con los muertos heréticos “a los que no podía dar cristiana sepultada en los

comentarios insacularizados de aquel tiempo: quemarlos, comérselos o explotarlos”.

Don Melchor Ocampo, de cuya inteligencia dio cuenta el embajador alemán de esos años informando a su gobierno, que había conocido al ministro Melchor Ocampo “cuyo cerebro en un sol”, al igual que Juárez combatieron por la reforma pero sin objurar de sus principios católicos. Fueron anticlericales pero no anti-religiosos. En su “representación al congreso” reconoció el derecho que cada quien tiene “para adorar a Dios según las instrucciones de su conciencia”. En su apuntamiento sobre varios artículos importantes... “se manifiesta abiertamente contra los panteístas, deístas y ateos. Ocampo y sus compañeros de lucha y partido, tampoco ignoraron “los fuentes de información ilustrada y posilustrada, así como de los tratados políticos y constitucionales de Europa y de los Estados Unidos, tal como se revela en la inquieta personalidad de Fray Servando Teresa de Mier, de cuya acendrada catolicidad no puede nadie dudar”. Ignacio Ramírez, el nigromante se manifiesta en su obra y quehacer político “un espíritu un tanto escéptico pero respetuoso de las creencias; tolerante en suma, y descendiente putativo, desde el punto de vista liberal, de la heterodoxia analfabeta y recursos del país”.

“la burguesía, piensan todos, es la nueva clase histórica cuyo destino no es otro sino progresar al par del progreso de la nación, llegándose así por esta via práctica e interpretativa a identificar el éxito o el fracaso el país por la prosperidad o ruina de cada quien”.

El desajuste social operado entre nuestros pueblos y naciones hispanoamericanas y la aceptación y acomodamiento de unos principios políticos de procedencia extraña, han sido el origen de nuestras desventuras acontecidas en el siglo XIX. Revoluciones, pronunciamientos, cuartelazos, en lo dicho tienen sus causas. En “juego” valores existenciales y espirituales surgidos y desarrollados en naciones de tradiciones religiosas y políticas muy distintas a las nuestras. En lo general y hasta aquí el incisivo estudio de Juan A. Ortega y Medina.

EL LIBERALISMO EN TABASCO

Una constante apreciable y no estudiada que se halla en el pasado y presente tabasqueño, es la carencia de centros escalemos fueron (¿y son?) gente que quiere tener no gente que quiera ser. Instruirse, civilizarse, cultivarse, poco parece importarles. Desde las cortes de Cádiz el padre José Eduardo de Cárdenas en su celebre “memoria” de nunció más que informo del lamentable estado Guardado por la vieja provincia de Tabasco, en cuanto a enseñanza se refiere. Nadie le hizo caso y problema que no se atiende, problema que se complica. De lo asentado en

este trabajo resultado de la investigación obligada y necesaria, se desprende que en Tabasco:

A) No existió conspirador alguno que convocará a correligionarios para independizar la nueva España de la España imperial;

B) La clase dominante, encomenderos en primer término y después, mestizo de criollos, carecieron de escrúpulos de todas clases a fin de hacerse ricos por el afán de tener el poder que les permitiera la conservación de sus inauditos privilegios.

C) El informe rendido por José Antonio Rincón, restaurados el poder de la república una vez que sofocado el intento de rebelión e independencia. Allí está retratada esa sociedad formada por ganaderos y agricultores que jamás leyeron libro alguno. Muy probables es, que estos señorones de la época no supieron leer y escribir , Agustín Ruiz de la peña escapo de este destino porque su tío José Eduardo de Cárdenas, ilusionado con que le sucediera en el curato de Cunduacán, se preocupo por instruirle aunque los planes Agustí fueron otros, como se comprueba con su turbulenta actuación política y las veces que fue gobernador del estado;

D) No era fácil que naciera entre nosotros un liberalismo ortodoxo, que requiere la rebeldía ante Romana y el propósito de progresar así se rompan las reglas éticas derivadas de los rígidos dogmas impuestos por la iglesia católica.

E) La clase pendiente radicada en Tabasco fue católica, apostólica y romana y sobre todo, conformista, satisfecha e incapaz de romper el progreso por sí misma y este dato, hasta la fecha, caracteriza en lo general, a la clase rica de Tabasco, no invierten, han de venir de otra parte hacerlo.

F) No abandono ni prospero el protestantismo. Primero, el vallador virreinal que hace con la voluntad absolutista de Carlos primero de España y quinto de Alemania, pulverizando en la Batalla de villalar la rebelión libertaria de los alcaldes, de los municipios para que, consolidan su obsolutismo traslado la moribunda edad media a los nuevos dominios de la corona, o sea, la América demoniaca de Leopoldo Zea, segundo, no era fácil que ideas del calibre d Locke, el filósofo de la libertad burguesa, penetraran fanatizados y satisfechos; medio menos la propagación del protestantismo enfrentando al papado que fue una fuerza política poniendo e imponiendo leyes y principales a su antojo.

No obstante, hay que destacar:

a) Que en la segunda mitad del siglo diecinueve aparecen en Tabasco sus primeros intelectuales. Mestre Ghigliazza se duele, que en 300 años de

dominación española solo conozcamos a dos valores de la cultura, José Eduardo de Cárdenas y Lorenzo Santamaría únicamente.

b) Los hombres que participaron en la vida pública tabasqueña, en los periodos comprendidos por la lucha de independencia; la proclamación de la independencia y la que pudiéramos llamar etapa de vida libre (1821) abarcando los dos primeros tercios del siglo diecinueve, de otros estados de la República y uno de otro, nacidos en Tabasco. Esos personajes no venían “a cambiar de clima” según frase acuñada en 1939 por los partidiarios del Dr. José Víctor Fernandez Manero, candidato y gobernador de Tabasco en parte del sexenio cordenista. Dicho de otro modo, vivieron su aventura y nada más, filosofía política, ideología y programas de gobierno ¿para qué? Vinierona lo suyo y lo retuvieron en tanto se lo permitieron sus competidores de aquí, allá y acuyá.

c) Las ideas rectoras del prestentantismo generado en la revolución industrial y el mercantilismo, se duda que los hayan conocimido pero aún conociéndolas, la mentalidad castrense los desechaba. Ellos fueron el producto del transplante medieval hecho por Carlos V. de Alemania y Primeo de España. Fueron católicos, apostolicos y romanos de convicción y fe.

d) Los grandes nombre de la cultura tabasqueña emergen de la segunda mitad del siglo diecinueve, y tal vez, en su último tercio. La inauguración del instituto Juarez (1879) primer centro de enseñanza superior que tuvimos, reunió a la que pudiera denominarse la crema de la intelectualidad de la época.

Con motivo de la conmemoración del senario dicha fundación escalar, el gobierno empresarial del Ing. Leandro Rovirosa Wade a través de su consejo editorial del estado de Tabasco, publicó un libro que contiene las intervenciones habidas en la inauguración de 1879 y las 1979 de su centenario.

Espigando la obra citada, reproducimos lo que puede conducir a fijar juicio y saber, si los intelectuales de la época que no fueron muchos pero todos muy celerados entre los de su clase, participaron del credo liberal, si fueron liberalistas.

“señores:

Hay en nuestro planeta, en la humanidad,… un culto universal: ese culto es la ciencia”.

“… la ciencia en lo positivo, lo real, lo que hay en las cosas desiertos. Es el conjunto de verdades acumulados al mejoramiento de la condición humana”

“Después de universalizar el pensamiento aventándolo a los cuatro vientos con la catapulta de Gutenberg. Después de arrebatar con Franklin a los cielos el temido royo, de abrir los mares al tráfico de todos los pueblos, de romper las fronteras geográficas con el arieto de la locomotora, de dar con morse instantánea ubicuidad a las palabras, viene con edición, el taumaturgo de treinta años, a amanecer perpetuamente los sonidos y a comunicarles el don de propagación interminable”.

“… salir de la servidumbre del suelo para elevarse gradualmente al reinado del derecho por la transfiguración del autómata en ciudadano”.

“La hora sonó… y el hombre, esclavo primero de la tierra, y luego del soldado vencedor, y del sacerdote, y del señor feudal, vasallo de corona después… reencontró… las palabras libertad, igualdad, fraternidad, se reflejaron en todas las conciencias, para ser trasladados a las constituciones de todos los países cultos. La política había envejecido en el principio: el hombre para la sociedad la sociedad para el hombre”.

“La moral… creíase que el cristianismo había pronunciado la última palabra”.

“El hombre actual… menos sujeto a la tutela del estado… más responsable, más moral”

“La inmensa jornada hecha por la humanidad en camino ascendente del progreso: he ahí la ciencia…”

“El hombre científico la completado a Dios…

Si Dios ha hechos las cosas… el hombre ha comprendido obra”

Los anteriores fragmentos corresponden al discurso de Manuel Sanchez Marmol en la inauguración del Instituto Juárez y aparecen en la obra citada”.

León Alejo Torre, en la misma ocasión:

“El cielo que entrevió Savonarola al exhalar su espíritu en la hoguera, con la luz del estudio se arrebata reflejando su lampo en nuestra esfera. La ciencia angusta omnipotente y

sola domina ya a la humanidad entera y libre, instruido, responsable el hombre bendice del creador el alto hombre”.

Manuel Foucher Dijo:

“Aquí va a desarrollarse la inteligencia de nuestro hijos… va despertase en el alma de la juventud estudiosa, el amor a la libertad…”

“Aquí está la muerte de los vicios, del fanatismo y las preocupaciones y el renacimiento del ser, a la vida de la virtud y la razón.

Por su parte Joaquín D. Sasaus, a la sazón joven “prometedora” Dijo:

“Estamos ya en el último cuarto del siglo diecinueve… siglo de los prodigios… ha sido necesario ascender por la cruz… ir del colazo a la plaza pública y de la plaza pública a la hoguera, ha sido menester morir como Juan Huss, vivir como Galileo, llorar como el tasso, sufrir como savonarola y expirar como Lervet”.

“… la escolástica con sus eternos disputas de realistas y nominales impidió el avance de la filosofía, la religión detuvo el avance de la ciencia…”

“triste consecuencia de un fanatismo exagerado: negar la entrada a la ciencia en el templo de Dios… quemar al que piensa, cuando ellos con los verdaderos sacerdotes de ese dios desconocido que la razón conoce… detener el progreso cuando el progreso arrastra a los que lo de tienen…”

“… buscamos donde colocar nuestra odiosa, la ciencia, que ella sea eternamente el altar”

Gregorio H. de Dios Apunta:

“si este siglo es de luz, rayo divino vengan animar la tierra inteligencia y que el niño se nutre vigoroso con los frutos del árbol de la ciencia”

“la ciencia es hoy divinidad moderna que en sus triunfos al hombre lugar diciendo el árbitro del mundo lo declara y en semidiós lo viene convirtiendo”

De don Arcadio Zentella Priego basta revisar toda su obra literaria y didáctica para colocarse entre los librepensadores de la época, fecundo y rebelde Don Arcadio.

Sin embargo hay un hecho que intriga por inexplorable. El protestantismo arraigó seriamente en los municipios de Centla y Paraiso. De inmediato falta información que hay que buscarla mediante la investigación que se haga. Por ahora recordamos al ministro protestante Don José Coffin Autor del libro conocidos que se refiere al único tabasqueño, estallador de la Revolución de Francisco I. Madero. Autor y biografiado fueron protestantes y muy queridos y respetados en Tabasco.

El protestantismo como fuente de doctrinas liberales en Tabasco, se desconoce, sus ministros y propagadores tampoco se han investigado. A groso modo diremos que nunca en Tabasco ha sido víctima de persecuciones. Gozo de la tolerancia de los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, incluyendo al más destacado anticlerical Francisco J. Mejica y Tomas Garrido Canabal.

Anticlericales fueron Justos Cecilio Santana como lo acredita su obra poética que lo sitúa como liberal pero no protestante. Válidamente lo mismo puede decirse de Domingo Borrego. Estos personajes históricos y literarios se citan en vía de muestreo para establecer una opinión pero todo, sujeto a los resultados del estudio e investigación que se hallan en el futuro. Todo esto sucedió al finalizar el siglo diecinueve y los comienzos del que termina. El siglo veinte para despedirse, en cuanto a las religiones protestantes derivados y apoyados en la actitud de Martin Lutero y Calvino, resulta de interés informarse de lo público por el “Diario de Tabasco” número, correspondiente al día de mil novecientos ochenta y cinco.