sumario - patria sindicalista · 2014. 5. 15. · os falangistas, desde la tran-sición política...

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Septiembre/Octubre 2013 Año V Núm. 29 www.patriasindicalista.es 1 euro Periódico de oposición nacional El PP, dispuesto a ceder al chantaje separatista / 3 Avanzada Cataluña: ¿Cómo hemos lle- gado hasta aquí? / 4 ‘Populares’ ... o la desaparición de la clase media / 5 Vamos a contar mentiras / 6 Un vacío llamado ‘patriotismo constitucional’ / 7 España Perspectivas sobre un nuevo sindicalismo (I) / 8-9 Trabajadores Francisco, una presencia (in)esperada / 10 Un ‘Belcebú’ alemán / 10 Mundo Estuvimos en Roma, apoyando a Siria / 15 Solidaridad ¿Está el pueblo español capacitado para tomar las riendas de su propio destino? Sumario uienes plantean la solución a los agu- dos problemas que atenazan la vida de la nación y socavan de manera indele- ble la vida de los ciudadanos a través un mero cambio de gobierno, mienten. Quienes creen que un futuro fastuoso nos es- pera, a la vuelta de la esquina, bajo la hipótesis de una republiquita presidida, pongamos por caso, por un Baltasar Garzón, un Felipe Gon- zález o un José María Aznar, mienten y, ade- más, deliran. El progresivo estado de balcanización nacio- nal —con dos comunidades autónomas em- barcadas en la traición y a las puertas de la independencia— y el estado comatoso de una economía bajo un modelo perverso e injusto, no son frutos de la casualidad, sino que tienen el objetivo de mantener las estructuras del poder corrupto, aunque para ello la nación y el pueblo tengan que convertirse en un guiñapo. Estamos ante la presencia de un Régimen an- tinacional, lacayo del capitalismo, cuyo objetivo principal ha sido y es cohabitar con la secesión. Parece obvio, a la vista de cualquier lector avi- sado, de que importa más la vertebración con- federal de la burguesías locales dominantes que la asfixia de un país y sus gentes. Y todo ello bien sazonado con la idea de que España no Q puede tener otro lugar en el orbe que los si- niestros cobijos de Bruselas y Washington. No decimos ninguna barbaridad si afirma- mos que España, aquí y ahora, no es mucho más que un Kosovo cualquiera. No nos cansaremos de repetirlo: la Constitu- ción de 1978 es papel mojado. El primero de los artículos vomita un descomunal embuste con aquello de que somos un “Estado social y democrático de Derecho”. La triste realidad es- pañola es el fruto de un régimen abiertamente antisocial; esto es, neoliberal. Ni uno solo de los gobiernos democráticos ha dejado de estar pos- trado frente a las grandes fortunas, la banca y el gran capital internacional. Paralelamente, con vacas gordas o sin ellas, hemos asistido a una permanente merma de derechos de los traba- jadores y de las clases más desvaforecidos del país, en beneficio de los poderosos. ¿Dónde encontrar la salida? Es más, ¿hay sa- lida? Los españoles tenemos ante nosotros un reto: desenmascarar y poner fuera de circula- ción a quienes nos han llevado a la calamitosa situación actual. Nótese bien que no hemos dicho reto ineludible. ¿Por qué? Pues, porque desgraciadamente, el pueblo lleva décadas hu- yendo de sí mismo, embargado y embriagado por estúpidos y castrantes discursos de autoo- dio. La soberanía nacional, dicen, ha sido se- cuestrada, pero tampoco es menos cierto que el pueblo español se lo ha ganado a pulso, pues es poseedor en su haber de un buen fardo de silencios, indecisiones, renuncias y cobardías. Si España está en la situación que cualquier politólogo o economista medianamente serio describe, un día sí y otro también, como una catástrofe (según el Banco de España la deuda pública, hasta junio pasado, era del 92,2% del PIB, con lo que cada español debe aproxima- damente 20.000 euros), no tenemos la menor duda de que ha sido por la colaboración de agentes pasivos, que contemplan la realidad y su paso por la vida como quien espera el maná, y más pendientes del fútbol del fin de semana y del videt de cualquier petarda televisiva, que de su propia dignidad y supervivencia y de la dignidad y supervicencia de los suyos. El remedio está —sí o sí, querámoslo o no— en el pueblo español. Pero para que pueblo y solución sean conceptos sinónimos, es necesa- rio despertar, tomar conciencia, organizarse y dar pasos adelante. O esto o abrazar la idea de convertirnos, irreversiblemente, en un agre- gado de obedientes esclavos. La izquierda ilusa / 11-12 Debate Los falangistas que quisieron recobrar Gibraltar / 13-14 Historia Norberto Pico Sanabria pág. 16 Javier Compás pág. 11

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  • Septiembre/Octubre 2013 � Año V � Núm. 29 � www.patriasindicalista.es � 1 euro Periódico de oposición nacional

    El PP, dispuesto a ceder alchantaje separatista / 3

    Avanzada

    Cataluña: ¿Cómo hemos lle-gado hasta aquí? / 4‘Populares’ ... o la desapariciónde la clase media / 5Vamos a contar mentiras / 6Un vacío llamado ‘patriotismoconstitucional’ / 7

    España

    Perspectivas sobre un nuevosindicalismo (I) / 8-9

    Trabajadores

    Francisco, una presencia(in)esperada / 10Un ‘Belcebú’ alemán / 10

    Mundo

    Estuvimos en Roma, apoyando a Siria / 15

    Solidaridad

    ¿Está el pueblo español capacitado para tomar las riendas de su propio destino?Sumario

    uienes plantean la solución a los agu-dos problemas que atenazan la vida dela nación y socavan de manera indele-

    ble la vida de los ciudadanos a través un merocambio de gobierno, mienten.

    Quienes creen que un futuro fastuoso nos es-pera, a la vuelta de la esquina, bajo la hipótesisde una republiquita presidida, pongamos porcaso, por un Baltasar Garzón, un Felipe Gon-zález o un José María Aznar, mienten y, ade-más, deliran.

    El progresivo estado de balcanización nacio-nal —con dos comunidades autónomas em-barcadas en la traición y a las puertas de laindependencia— y el estado comatoso de unaeconomía bajo un modelo perverso e injusto,no son frutos de la casualidad, sino que tienenel objetivo de mantener las estructuras delpoder corrupto, aunque para ello la nación y elpueblo tengan que convertirse en un guiñapo.

    Estamos ante la presencia de un Régimen an-tinacional, lacayo del capitalismo, cuyo objetivoprincipal ha sido y es cohabitar con la secesión.Parece obvio, a la vista de cualquier lector avi-sado, de que importa más la vertebración con-federal de la burguesías locales dominantes quela asfixia de un país y sus gentes. Y todo ellobien sazonado con la idea de que España no

    Q puede tener otro lugar en el orbe que los si-niestros cobijos de Bruselas y Washington.No decimos ninguna barbaridad si afirma-mos que España, aquí y ahora, no es muchomás que un Kosovo cualquiera.

    No nos cansaremos de repetirlo: la Constitu-ción de 1978 es papel mojado. El primero delos artículos vomita un descomunal embustecon aquello de que somos un “Estado social ydemocrático de Derecho”. La triste realidad es-pañola es el fruto de un régimen abiertamenteantisocial; esto es, neoliberal. Ni uno solo de losgobiernos democráticos ha dejado de estar pos-trado frente a las grandes fortunas, la banca y elgran capital internacional. Paralelamente, convacas gordas o sin ellas, hemos asistido a unapermanente merma de derechos de los traba-jadores y de las clases más desvaforecidos delpaís, en beneficio de los poderosos.

    ¿Dónde encontrar la salida? Es más, ¿hay sa-lida? Los españoles tenemos ante nosotros unreto: desenmascarar y poner fuera de circula-ción a quienes nos han llevado a la calamitosasituación actual. Nótese bien que no hemosdicho reto ineludible. ¿Por qué? Pues, porquedesgraciadamente, el pueblo lleva décadas hu-yendo de sí mismo, embargado y embriagadopor estúpidos y castrantes discursos de autoo-

    dio. La soberanía nacional, dicen, ha sido se-cuestrada, pero tampoco es menos cierto que elpueblo español se lo ha ganado a pulso, pueses poseedor en su haber de un buen fardo desilencios, indecisiones, renuncias y cobardías.

    Si España está en la situación que cualquierpolitólogo o economista medianamente seriodescribe, un día sí y otro también, como unacatástrofe (según el Banco de España la deudapública, hasta junio pasado, era del 92,2% delPIB, con lo que cada español debe aproxima-damente 20.000 euros), no tenemos la menorduda de que ha sido por la colaboración deagentes pasivos, que contemplan la realidad ysu paso por la vida como quien espera el maná,y más pendientes del fútbol del fin de semanay del videt de cualquier petarda televisiva, quede su propia dignidad y supervivencia y de ladignidad y supervicencia de los suyos.

    El remedio está —sí o sí, querámoslo o no—en el pueblo español. Pero para que pueblo ysolución sean conceptos sinónimos, es necesa-rio despertar, tomar conciencia, organizarse ydar pasos adelante. O esto o abrazar la idea deconvertirnos, irreversiblemente, en un agre-gado de obedientes esclavos. �

    La izquierda ilusa / 11-12

    Debate

    Los falangistas que quisieronrecobrar Gibraltar / 13-14

    Historia

    Norberto Pico Sanabriapág. 16

    Javier Compáspág. 11

  • os falangistas, desde la tran-sición política hasta aquí,hemos mostrado un es-

    caso interés en todo lo referido alcambio de denominaciones de ca-lles propiciados y ejecutados pordeterminados partidos políticos.

    En unos casos ha sido el rencor,en otros la ignorancia y, en algunoscasos concretos, los menos, la puralógica del paso de los años. Seacomo fuere y lejos de lo que puedacreerse fuera de nuestras filas, a losfalangistas nos han preocupado ypreocupan temas infinitamentemás trascendentales de la vida na-cional como son las cuestiones re-feridas a la unidad patria y la jus-ticia social.

    La ley de memoria histórica —ala que, apropiadamente, algunos

    l día 25 del pasado mes deagosto se cumplían treintay un años de la muerte del

    periodista y novelista valencianoRodrigo Royo Masía (1922-1982),natural de Ayora.

    Falangista hasta el tuétano, Ro-drigo Royo perteneció a esa ge-neración de incombustibles que,a pesar de las duras limitacionesde un régimen cuartelero y con elderecho a la libertad de expresiónreducido a la mínima expresión,quiso y supo trabajar siempre enclave nacional-sindicalista, paradesesperación de los cenáculos do-minantes de aquellos años.

    Antiguo miembro del Frente deJuventudes y del SEU, RodrigoRoyo combatió entre 1941 y 1942bajo los estandartes de la gloriosaDivisión Azul. Tras su regreso deRusia, concluyó sus estudios dePeriodismo con el número uno desu promoción. Fue corresponsaldel diario Arriba, y fundó y dirigiólas para nosotros inimitables y yamíticas publicaciones SP (sema-nario) y Diario SP, en el marco desu etapa profesional probablemen-te más fecunda.

    Como quiera que la palabra“cobardía” no figuraba en su dic-cionario personal y de que era im-posible callarlo aún debajo delagua, Rodrigo Royo sufrió encarne propia no pocas caricias delrégimen franquista en forma demultas y suspensiones. Ácido crí-tico de capitalistas y banqueros, yenemigo confeso del imperialis-mo norteamericano (en una épo-ca en que declararse hostil a Was-hington, en España, equivalía aser señalado como rojo o comu-nista) se vio, en muchas ocasio-nes, acorralado por dificultadeseconómicas para sacar adelante

    2 Septiembre/Octubre 2013

    � La segunda

    Rodrigo Royo, unode los nuestros

    A propósito del ‘caso Vichares’

    E

    proyectos editoriales, que no pu-dieron contar con la pertinente fi-nanciación. Paradoja de parado-jas: a un periodista falangista se lecerraba sistemáticamente el grifoen el marco de un supuesto... “Es-tado falangista”.

    No después de la muerte deFranco, sino en vida de éste, Royoescribía o pronunciaba frases co-mo: “La Falange ha sido amorda-zada por las oligarquías domi-nantes y está siendo suciamentedesprestigiada por las camarillastriunfantes y los ambiciosos delpoder (…) Los mayores males lehan venido a la Falange por la víade la derecha capitalista y cleri-cal”. Más alto, tal vez. ¿Más claro?Imposible.

    La guinda en el permanentehostigamiento contra Royo llegóen el verano de 1968: el TribunalSupremo lo condenó a pagar unaelevadísima suma de dinero, porhaber osado desenmascarar a unode los individuos más nefastos dela historia de la España del siglo

    XX: el líder democristiano y cons-pirador monárquico José MaríaGil Robles y Quiñones.

    Lejos de conseguir enterrarloen vida, los guardianes del Régi-men se encontraron con la desa-gradable papeleta de que el enfantterrible concitaba la simpatía dedecenas de personajes de la épocaque, como Rafael García Serra-no, Ismael Herráiz, Adolfo Mu-ñoz Alonso, Agatángelo Soler oel sindicalista Noel Zapico, tuvie-ron a bien ayudarlo reunir la su-ma del rescate y, así, evitarle lacárcel.

    En 1973, desde México, en unasuerte de autoexilio obligado porlo que consideraba como un irres-pirable clima político y periodís-tico, Royo volvió a la carga con unnuevo SP, pero ya sin el éxito de laprimera etapa.

    En el verano de 1980, en la quefue su última singladura profesio-nal, fue nombrado director del pe-riódico madrileño Informaciones.

    A sus cualidades como excep-cional periodista, Rodrigo Royounió la de autor de novelas y cró-nicas de una excepcional calidad:El sol y la nieve, ¡Guerra! (Historiade la vida de Luis Pablos), El Es-tablishment, El sepulturero, U.S.A.El paraíso del proletariado y, fun-damentalmente, su impagable To-davía..., uno de los mejores relatospara entender, cabalmente, la tra-gedia nacional que supuso la gue-rra civil de 1936-1939.

    Sirva esta breve pincelada paraque se sepa que, bajo la dictadura,hubo falangistas que no se arru-garon y que el ordeno y mando lodejaron para los acomodaticios ylos pusilánimes. �

    A.P.

    L

    Coordinación y edición: Delegación de Prensa y Comunicaciónde Falange Española de las JONS

    Redacción: Calle Pizarro, 1-3ª. 46004 Valencia [España]Sede nacional: Calle Carranza, 13-2º A. 28004 Madrid [España]Teléf. contacto: 626 673 628. Teléf. suscripciones: 691 484 396

    Correo electrónico: [email protected]ón: Imcodavila. Tirada: 5.000 ejemplaresISSN: 1889-7479. Depósito Legal: AV-12-2009

    Sólo son informaciones y opiniones de «Patria Sindicalista» las que aparecen como taleso están publicadas sin firma. Se permite, con el permiso del editor, la reproducción total oparcial, por cualquier medio o en cualquier soporte, de los contenidos de este periódico.

    han recalificado de histérica—, unode cuyos momentos más estelaresfue la esperpéntica actuación deljuez star Baltasar Garzón Realcontra FE de las JONS, no ha he-cho otra cosa que agravar la situa-ción, dentro de un marco legal am-parado por una pieza intelectual atodas luces analfabeta, en conso-nancia con lo que fue ese fenóme-no abracadabrante conocido comozapaterismo.

    En junio se dio en Castellón dela Plana otro nuevo espectáculocircense que viene a demostrarque la corrupción de la clase polí-tica dominante corre pareja al im-perio del encefalograma plano.

    El PP de Castellón —verdaderosumidero generacional del fran-quismo más fétido— se puso a las

    órdenes de la oposición para retiraruna placa al militante falangistaBlasco Vichares, asesinado en lanoche del 13 de septiembre de 1936en los muros de la cárcel provincial,junto a varios sacerdotes y religio-sos.

    ¿Cuál fue el delito que cometióVichares y sus compañeros paraconocer el martirio aquella fatídicanoche? Ninguno.

    Al quitar al camarada BlascoVichares del callejero castello-nense, el PP, los separatistas delBloc, Izquierda Unida y el PSOE,no estaban borrando de la faz dela tierra el nombre de ningún fran-quista, sino de un falangista, con-ceptos sensiblemente distintos, por-que difícilmente pudo ser Vicha-res franquista, cuando el general

    Franco no se convierte en el cabe-cilla del llamado bando nacionalhasta el 1 de octubre.

    El problema de la memoria his-tórica no es que se haya convertidoen una máquina de arrancar pla-cas metálicas, la cuestión de fondoes que olvida sistemáticamente loscrímenes del bando republicano.La muerte de Vichares, como la deJosé Antonio Primo de Rivera,no fue perpetrada por masas in-controladas, sino por milicias or-ganizadas por partidos y sindica-tos perfectamente identificados:PSOE, PCE, UGT, CNT... No se tra-taba de una intifada de descamisa-dos con sed de venganza, sino de unplan perfectamente elaborado pa-ra privar de libertad, torturar y, ensu caso, arrebatar la vida al adver-sario político, plan compartido conel Ejército republicano a través delos equipos de torturadores adscri-tos SIM. No es afirmación de nues-tra cosecha, lo ha puesto en negrosobre blanco, no hace mucho ycon pelos y señales el hispanistaPaul Preston, cuya trayectoria no

    se ha significado, precisamente,por sus simpatías hacia franquis-mo y sus secuelas.

    El problema no es que la placade Blasco Vichares acabe en latrituradora de metales, el pro-blema es que se ignore premedi-tada y sistemáticamente que Blas-co Vichares y, con él otras perso-nas inocentes, fueran asesinadasen Castellón, como decenas demiles lo fueron de punta a puntade España, sin ningún tipo de ga-rantías jurídicas y bajo un go-bierno —según afirman sus epígo-nos— “democrático”.

    El “caso Vichares” pone de ma-nifiesto que, en definitiva, de lo quese trata es de manipular y tergiver-sar la historia, de establecer de fac-to una suerte ley de punto final vir-tual para los crímenes cometidospor el régimen tricolor y, en defi-nitiva, tratar de presentar a lasnuevas generaciones la segundaRepública como un fascinante pro-ducto apto para el consumo. �

    R. de Pedro

    La bibliografía sobre los crímenes del bando republicano es amplí-sima. Recomiendo, empero, tres libros de reciente publicación porsu carga documental y capacidad de análisis: J.J. Esparza, TerrorRojo en España, Áltera, Barcelona, 2007; Julius Ruiz, El Terror Rojo,Espasa, Madrid, 2012; y Paul Preston, El holocausto español: odioy exterminio en la Guerra Civil y después, Debate, Barcelona, 2012.Sobre el específico caso de Castellón de la Plana, es de obligada lec-tura el libro de Clemente González García, Las últimas horas delEjército republicano en Castellón, ed. del autor, Castellón, 2012. �

    R. de P.

  • Patrimonio nacional y futuroe la modernidad del siglo XIX hasta la especula-ción del urbanismo salvaje del siglo XXI, pasandopor las quemas de los años treinta, los pantanos

    del franquismo, las restauraciones sin sentido y destruc-tivas del siglo XXI o los infames grafitis que adornan lascalles españolas de ahora mismo, nos hemos ido encon-trando los resultados de estas fechorías que han tenidoun fin común: la destrucción de gran parte del patrimoniohistórico español, su degradación hasta niveles impensa-bles, y la dejadez por su conservación.

    Y es que a pesar de ser España uno de los tres países,junto a Francia e Italia, que más patrimonio histórico y ar-tístico atesora tanto en colecciones o posesiones privadascomo en instituciones públicas, no ha sido, desgraciada-mente, una prioridad su conservación ni su enalteci-miento como debiera. A lo largo de la historia, y sobretodo la más reciente, gobiernos de todo color no han vistocomo una prioridad el mantenimiento de lo que significala historia viva de España, pues eso es y no otra cosa el pa-trimonio histórico y artístico español, la plasmación de lahistoria de nuestra patria en piedra, pintura o cualquieramaterial donde los españoles a lo largo de los siglos hanmaterializado sus inquietudes, su ideario, su pensar, suespíritu, su grandeza.

    Tanto en épocas más, por decirlo de alguna manera,ilustradas, como en épocas más hoscas intelectualmentehablando, los españoles no hemos sido muy dados a apre-ciar lo que realmente teníamos a nuestro lado, puede quela culpa sea de la ignorancia consuetudinaria, como loachacan algunos, o puede que sea simplemente por la su-perabundancia, pero está claro que los vestigios históricosno ha sido tratados en nuestro suelo como debían, así quepodemos ver monumentos con mil años de historia sir-viendo de establos, o podemos ver piedras que formabanmonumentos megalíticos y ahora forman parte del murode un cortijo cualquiera.

    Un pueblo como el español no puede permitirse, pormúltiples razones, que su patrimonio, lo que ha sido suhistoria y su devenir a través de los tiempos, poco a poco,por la desidia de sus gobernantes y por la ignorancia demuchos de los españoles, vaya destruyéndose y degra-dándose delante mismo de nuestras narices, víctima dela especulación inmobiliaria como ocurre en estos tiem-

    Septiembre/Octubre 2013 3

    � Avanzada

    l gobierno de España pa-rece impresionarle la cam-paña publicitaria del sece-

    sionismo catalán. Tanto es así, queya ha anticipado, por boca de al-gunos de sus ministros, nuevas ce-siones con las que pretende apla-car la voracidad independentista.

    Las informaciones periodísticasque apuntan a negociaciones se-cretas entre el gobierno y la Gene-ralitat para acordar “soluciones” aldesafío separatista han sido con-firmadas por las declaraciones delMinistro de Asuntos Exteriores,que ha admitido incluso la posibi-lidad de modificar la Constituciónpara “encajar” Cataluña en Es-paña vía beneficios fiscales.

    Dada la experiencia del go-bierno en el asunto —recordemos elcargamento de competencias tras-pasadas por José María Aznardesde el Estado a la autonomía,que no sirvieron para apaciguar alas fuerzas secesionistas, sino paraespolearlas— concesiones comolas que se anuncian no mereceránotro calificativo que el de traición.Sí, traición a España. Porque el ar-gumento de que tales concesionesse hagan para salvaguardar la uni-dad de la nación son un completo

    A

    desatino. Y el gobierno lo sabe. Odebe saberlo. Es fácil de entender.Dar armas al enemigo no anticipala paz, precipita la derrota.

    Es curioso que al gobierno no letiemble el pulso a la hora de subirlos impuestos o recortar las pres-taciones públicas, haciéndolo in-cluso contra su discurso y suprograma electorales, pero que semuestre tan temeroso ante el des-afío separatista. El Partido Popu-lar cuenta con mayoría absolutaen ambas cámaras: Parlamento ySenado. Gobierna también conmayoría absoluta en buena partede las autonomías y en las princi-

    pales ciudades españolas. Tiene desu lado la razón, la ley y la fuerzapara defender la unidad de Es-paña. Pero no lo hace.

    La Generalitat conspira abierta-mente contra la unidad nacionalante la pasividad del gobierno.Rajoy y sus ministros sestean sinsaber qué respuesta dar al desafíosecesionista, repitiendo la con-signa de que lo importante es larecuperación económica y de queahora no convienen aventuras in-dependentistas. ¿Ahora no? ¿Insi-núa el gobierno derechista que enotro momento quizá sí? Es la-mentable.

    En lugar de atajar enérgica-mente el golpe secesionista enciernes, el gobierno planea nuevasconcesiones —incluida la reformaconstitucional— y se limita a agi-tar como gran amenaza la posibi-lidad de que Cataluña quede fuerade la Unión Europea de confir-marse la separación, lo que lahace más atractiva en todo caso.El ejecutivo no menciona ni comoremota posibilidad hacer uso delas herramientas legales de las quedispone y que, en nuestra opinión,debe poner en marcha de maneraurgente.

    Estas tres, por ejemplo: la sus-

    pensión de la autonomía catalanapara impedir que la Generalitatsiga utilizando los recursos públi-cos para conspirar contra España.La asunción por el Estado de lascompetencias de seguridad, edu-cación y, en general, todas aque-llas que sirven hoy al separatismopara avanzar en su macabro plan.El control de los medios de comu-nicación de titularidad pública enCataluña para evitar que sigansiendo meros instrumentos depropaganda separatista.

    El gobierno nos tendría a sulado si manifestase su disposicióna hacer frente con contundencia ala amenaza separatista. No es así,por lo que nos reiteramos en nues-tra oposición al Gobierno del PP.Dado que la alternativa —el PSOEy sus auxiliares de IU— es igual-mente nociva, reafirmamos nues-tra apuesta por el cambio deRégimen como única tabla de sal-vación.

    Apoyar cualquiera de las opcio-nes políticas que sostienen el Ré-gimen, a este Régimen, es seguirnutriendo y dando alas al separa-tismo. �

    D

    La unidad de España como moneda de cambio

    pos, víctima de la insidia y de la vesania ideológica de laEspaña anticlerical como ocurrió en los años 30, víctimadel desarrollismo impune de ayuntamientos que sólo bus-can el enriquecimiento de su partido, víctima de ladronestraficantes de joyas artísticas, víctima de gamberros gra-fiteros, víctima, en definitiva, de todo aquel que ni com-prende ni quiere comprender que nuestra historia esnuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro, y que esahistoria plasmada en el inmenso patrimonio español esun bien de primera necesidad para nuestra patria.

    Cierto es que en los últimos años se le ha prestado algomás de atención a nuestro patrimonio, cierto es que al-gunas leyes se han desarrollado para su protección, perocierto es también que todo queda en papel mojado, ciertoes que al final prevalecen los intereses de los especulado-res o de un desarrollo mal entendido, cierto es que nues-tro patrimonio no ocupa un lugar de atención en losgobernantes a derechas e izquierdas, y es que para estosprevalecerá siempre una autovía o un pantano sobre unmonasterio medieval, supongo que aparte de la ignoran-cia propia del gobernante de hoy será que ir a 140 porhora da más votos que la paz y la quietud de la contem-plación del arte.

    Para los falangistas, amantes de nuestro pasado comosomos, debe ser una prioridad la conservación, manteni-miento y difusión de nuestras más ricas posesiones, esas

    que sobrevivirán a todo y a todos porque son las que for-man el ser y el espíritu de España, y esas posesiones noson otras que las que forman nuestro patrimonio histó-rico y artístico, envidia de todos los países del orbe.

    Envidia da ver como un país como Estados Unidos,país sin historia al lado de nuestra nación, se desvive porconservar vestigios con una antigüedad que para nosotrosno son otra cosa que cachivaches viejos de la abuela, en-vidia da ver el orgullo con que muestran esa parte de sucorto pasado. Como envidia da un país como Francia, tanrico como nosotros en historia y cultura, que tan exquisi-tamente cuida todo su patrimonio.

    Ya no queda tiempo para recuperar lo irrecuperable, loperdido por culpa de quienes hablo, pero si queda aúntiempo para salvar todo lo restante, que sigue siendo unainmensidad histórica y cultural, para ello hay que tomarmedidas tan importantes como urgentes. Y serán medi-das que sólo pueden partir de una principal: la educación.Sin una educación adecuada, sin una enseñanza a los me-nores españoles que les haga ver la importancia de su cul-tura y de su historia, todas las medidas que se tomencaerán en saco roto, serán simples parches temporales.Los españoles deben educarse desde su infancia en que elcachivache viejo del abuelo, ese que está ajado, corroído,sucio, es parte de su historia y que si lo limpian y lo con-servan estarán conservando la historia de su abuelo y desu nación, pues los dos vivirán siempre en él.

    Sin esa educación, ninguna de las medidas legislativasque puedan tomarse, y se pueden y deben tomar muchas,servirán de nada. Sin una adecuada valoración del patri-monio en todos los niveles de la enseñanza, sin conseguirque los españoles valoren lo suyo como, desgraciada-mente muchas veces, valoran lo ajeno, nuestras medidas,como las que proponemos los falangistas dentro de nues-tras 133 propuestas para una España mejor, concreta-mente los puntos 44, 49, 50 y 51, caerán en saco roto apesar de ser absolutamente necesarias.

    Para los falangistas, deber ser una prioridad la preser-vación de nuestro patrimonio histórico y cultural, puessin él nada somos y nada seremos porque nada habremossido. �

    Fernando García Molina

    Las ruinas de la iglesia gótica de Santo Domingoen pleno centro de la ciudad de Pontevedra

    El PP, dispuestoa ceder al chantaje

    separatista

  • 4 Septiembre/Octubre 2013

    � España

    Cataluña: ¿Cómohemos llegado

    hasta aquí?l pasado 11 de septiembremiles y miles de catalanesse manifestaron para pe-

    dir la independencia de Cataluña. No está de más, pues, hacer un

    pequeño resumen de cómo se hallegado hasta aquí. De cómo em-pezó todo. Pues el auge del sepa-ratismo catalán tiene un hechoque le da inicio: la sentencia delTribunal Constitucional sobre elEstatut y la reacción del nacional-ismo con una manifestación ma-siva el 10 de julio de 2010. ¿Porqué hace tres años acudió tantagente, casi podríamos decir de re-pente, a una manifestación con unclaro signo nacionalista? Porquese presentó dicha sentencia comoun ataque al pueblo catalán.

    Ahora bien, sería bueno saberqué porcentaje de los asistentes aaquella manifestación habíansiquiera leído el Estatut y, porsupuesto, la sentencia. Dicha sen-tencia modificó 14 artículos (nolos eliminó). Las modificacionesiban encaminadas a la igualdadentre ambas lenguas, a no permi-tir que se invadieran competen-cias del Estado o a impedir que elsistema judicial catalán se consti-tuyera en casi independiente delnacional. Como vemos, nada queafectase directamente la vida di-aria de los catalanes. Lo que máspodría afectar es la declaracióncomo inconstitucional del artículo206.3, que exigía que Cataluña de-bería aportar una cantidad a lasolidaridad interterritorial similara lo que aportaran las otras co-munidades, que es como decirque un mozo de almacén tieneque hacer un esfuerzo fiscal simi-lar al de un directivo del BBVA.Absurdo, anticonstitucional y an-tisocial. Muchísima gente fue aesa manifestación sin haberseparado a pensar por sí mismo siesa sentencia era realmente unataque a Cataluña o si, por el con-

    trario, el nacionalismo lo habíavendido como tal para ganar adep-tos.

    Después vino lo del pacto fiscal.La desestimación de un conciertoeconómico a la vasca fue vistocomo un rechazo a la voluntad deintegrar Cataluña dentro de Es-paña por parte del propio Estadoespañol. Cuando la realidad esque este tipo de conciertos sonvestigios de los fueros y privilegiosmedievales que limitan la solidari-dad de manera irracional.

    Seguimos. Más adelante, conlas balanzas fiscales: ¡la confirma-ción que Cataluña es expoliadapor España! Pero la Generalitatescondió los cálculos que negabanesa teoría, presentando sólo alpueblo catalán un informe ses-gado. Tampoco se dijo que en2011 la Seguridad Social aportó aCataluña más de lo que los cata-lanes ingresamos en ella (es decir,que Cataluña tuvo superávit fiscalen la sub-balanza de la SeguridadSocial).

    La tensión creció y algunos es-pañoles irresponsables dirigieroncríticas e insultos absurdos. Estose vendió por TV3 como unamuestra del desprecio que los es-pañoles nos tienen a los catalanes.Pero nunca se dijo nada de los in-sultos del nacionalismo hacia Es-paña, de la quema de banderas, delas pitadas de los cortes de mangade Francesc Homs al himno es-pañol, o de la agresión a un hom-bre en presencia de su hijo en laPlaza Universitat de Barcelona el

    E

    i son ciertas las informaciones que ofrece el director de ElMundo, Pedro J. Ramírez,y otros medios de comunica-ción, el Partido Popular se habría estado financiando ile-

    galmente durante veinte años, con dinero procedente de lascomisiones, primas y maletines negros que empresarios, y cons-tructores les habían entregado para conseguir jugosas licitacionespúblicas.

    Falange Española de las JONS lleva años denunciando en soli-tario la permisividad que la Justicia muestra en estos casos tan es-candalosos.

    Sobresueldos que salen del bolsillo de los españoles, comisionesque no salen del aire, especulación con el precio de la vivienda,que han pagado todos los compradores durante las últimas déca-das, ha servido para financiar a PP, PSOE y otros partidos del Ré-gimen del 78.

    En lo que respecta a la competencia electoral, ya de por si des-igualitaria, el PP tiraba de sobres a diestro y siniestro para pagarlas grandes campañas que por ley no podrían sufragar, mientraslos pequeños partidos como Falange Española de las JONS, conuna economía precaria por ser autofinanciada, velaba por el buenuso de cada euro de sus afiliados.

    El espíritu de la Ley de Partidos de 2002 es claro en su espírituy queda especificado en su Art. 6: Los partidos políticos se ajusta-rán en su organización, funcionamiento y actividad a los principiosdemocráticos y a lo dispuesto en la Constitución y en las leyes. La fi-nanciación ilegal y las tramas corruptas son contrarias a las leyesvigentes y violan este principio y el espíritu de la propia Ley.

    Al igual que la citada Ley modificaba a la anterior para acome-ter los delitos de exaltación del terrorismo, Falange Española de lasJONS pide su reforma para que su articulado incluya expresa-mente los delitos de corrupción y financiación ilegal como causade disolución de aquellas formaciones políticas que incurran endichos delitos.

    España no puede seguir siendo la finca de la banda del ladrillo,de la trama borbónica del PPSOE, del crimen político organizadoy del expolio de sus ciudadanos. Es la hora de depurar las respon-sabilidades del Régimen. �

    Jefatura NacionalFalange Española de las JONS

    FE de las JONS pideque sean ilegalizadoslos partidos políticos

    corruptos

    S

    NOTA DE PRENSA

    12 de octubre de 2012Después vino la Ley Wert, la

    LOMCE. Criticable por muchascosas. Muchísimas. Sin embargo,en Cataluña sólo se criticó quemarginara el catalán, que loapartaba de la enseñanza obliga-toria o que lo rebajaba de cate-goría. La realidad es que, ya desdeel primer borrador, se decía clara-mente que el catalán era asig-natura obligatoria en Cataluña.Pero como nadie o casi nadie leelas leyes, el nacionalismo pudovender su historieta.

    Paralelamente, cuando se avis-taban aviones militares, se decíaque el Ejército estaba vigilandoCataluña. Se siguió diciendo quelos españoles quieren eliminar lalengua y cultura catalanas. Que sequiere asimilar el pueblo catalánal pueblo español. Y cientos desandeces más que no se aguantancon un mínimo de reflexión y pen-samiento crítico sobre la base deinformaciones objetivaa.

    Y así hemos llegado hasta aquí.El nacionalismo distorsionandolos hechos para vender sus su-percherías de persecución lingüís-tica, cultural y económica. El go-bierno español, por su parte, ha-ciendo como que no pasa nada,¡no sea que en la próxima legis-latura vaya a necesitar, por ené-sima vez, los votos de CiU!

    En cuanto a la ciudadanía, granparte de catalanes permeados porla propaganda de la Generalitat,sin comprobar si son o no objetode engaño, y en el resto de Españacomo si la cosa no fuese con elloso, peor aún, entregándose gra-tuitamente improperios contra Ca-taluña como si esta tierra no fueraparte de España.

    ¿Sabéis qué? Uno a veces sientevergüenza. Tanto de Cataluña co-mo del resto de España. �

    M.B.V.

    “En cuanto a laciudadanía, gran parte decatalanes permeados por

    la propaganda de laGeneralitat, sin comprobar

    si son o no objetode engaño, y en el resto

    de España como si la cosa nofuese con ellos...”

  • Septiembre/Octubre 2013 5

    s un hecho que las clases medias deEspaña están desapareciendo. Enrealidad es un fenómeno social que

    se reproduce en casi todos los países de Oc-cidente. Y es una realidad dramática.

    Los sociólogos, ante fenómenos de cambiosocial, acuden a una primera pregunta. “¿Porqué?” Es un método que compartimos losperiodistas… y en realidad cualquier hijo devecino que vea lo que está sucediendo ennuestro entorno.

    Hace unos meses, en Bruselas, el ex pre-sidente del gobierno, ahora revivido comoLázaro, llenó los periódicos con una refle-xión en este sentido: Bruselas 5 de junio. “Elexpresidente del Gobierno y presidente de laFundación FAES, José María Aznar, ha in-tervenido, en Bruselas, en la sexta edicióndel fórum ‘Observatory on Europe. Mejo-rando la integración y la competitividad eu-ropea para el crecimiento’, organizado porel Foro Ambrosetti. En su intervención, ti-tulada ‘Una perspectiva política de Europa’,Aznar ha afirmado que “es necesario focali-zar las políticas en reforzar las clases mediascomo elemento clave de la prosperidad”. Esuna cita que tomo literalmente de su páginaelectrónica y que apareció en diversos me-dios de comunicación.

    Esta reflexión de Aznar, como otras quehizo en su última intervención televisiva, su-pone una de las bofetadas más grandes quese le han dado en los últimos tiempos a losdirigentes del PP y a los actuales miembrosdel gobierno popular con el exasperanteRajoy al frente. Y lo es porque llega desdesus propias filas ante la impasible actitud deun gobernante incapaz de resolver ningúnproblema con su método de dejar que lascosas se pudran por su propio pie.

    Y por una vez, y sin que sirva de prece-dente, tiene razón. La actual situación estáhaciendo desparecer las clases medias... Ylas clases medias son el motor del tejido eco-nómico y social. Su desaparición sólo llevaa la polarización de la sociedad en dos cla-ses que por desgracia están abocadas a en-frentarse sin el colchón social de la clasemedia. Y nosotros, los falangistas, estamosen contra de la lucha de clases… por defini-ción ideológica. Pero parece que el capita-lismo ha apostado por resucitarla en suforma más cruda.

    Y a no ser que exista el claro propósito deconseguir llegar a esa situación no entiendonada de lo que está pasando en España.

    De los últimos movimientos sociales mequedo en la memoria con dos frases. La pri-mera es aquella de “esto no es una crisis, esuna estafa”, y no sabe su autor como dio enla diana de la realidad.

    Si el PP consigue que se pierdan las po-derosas clases medias, sólo quedará la ra-piña de los de arriba y el extremismo de losde abajo. Nada que perder y mucho queconservar... y resucitará el viejo enfrenta-miento entre unas clases dirigentes de la de-recha más casposa y unas masa obrerasdesprovistas de todo, y hambrientas, ani-madas por los movimientos obreros mar-xistas (si es que son capaces de resucitar almomificado Carl Marx, embalsamado porsus propios seguidores).

    Y es que tanto el liberalismo como el mar-xismo enterraron hace tiempo sus funda-mentos ideológicos para dar paso a eso tanasqueroso del “siglo de las ideas, frente alsiglo de las ideologías”, una corriente en laque durante algún tiempo llegué a creer,pero que los tiempos que vivimos me estándemostrando que no me vale.

    Y en todo esto… ¿dónde radica el fracasodel PP? No sé si mi respuesta es correcta,pero me da la sensación que es acertada: enel engaño a sus propias bases, en la estafa asus votantes y en el incumplimiento de suspromesas electorales que les han llevado ahacer todo lo contrario de lo que ofrecieron

    E

    en el programa electoral de Rajoy, papelmojado secundado por los Montoro, Cos-pedal, Sáenz de Santamaría… y tantosotros, en contra de muchos de sus militantesque miran con espanto lo que hacen sus ac-tuales dirigentes para conducir Españahacia una ruina social y económica absurdaa ojos de todos los ciudadanos que la sufreny la contemplan.

    Hace unos días, un gran amigo mío, unhombre sabio en el estricto sentido de lapalabra, antiguo dirigente y cargo públicode los populares, me escribía lo siguiente:“Fraga, fundador de Alianza Popular, defi-nía el partido como el natural espacio declases medias. Y ahora, estos neo... no sécómo calificarlos... se llevan todo por de-lante: la clase media, el partido que su-puestamente mejor debería representarla ylos intereses moderados. Es ciertamentedramático. Y sí, si cae la clase media, lalucha de las clases extremas no tendrá, otravez en nuestra historia española y europea,remedio, y creo que deberíamos haberaprendido las lecciones amargas, durísi-mas, que el siglo XX nos ha proporcionadosobre dichos enfrentamientos”. Y conste

    que son palabras que salen desde dentro dePP.

    Frente a la opinión socialista de que lalucha de clases es motor del progreso —en re-alidad es el inicio de la destrucción de la co-hesión social— el nacional-sindicalismopropone la supresión de ese enfrentamientocomo catalizador del funcionamiento de lasociedad. Pues bien, frente a esto, los diri-gentes del gobierno de España y del PP, hanoptado por ahondar en la herida de la dife-rencia social para reformar la realidad eco-nómica exclusivamente a costa de los quemenos tienen y en beneficio de los más ricosy poderosos. Y con un agravante: apostandopor la eliminación de ese control social quees la clase media, la más castigada, la quepaga impuestos cada vez más caros, la queve recortados sus derechos sociales conmayor contundencia y la que sufre la des-aparición del tejido laboral, el cierre de susempresas y el encarecimiento de los pro-ductos de primera necesidad, mermado supoder adquisitivo y, por ende, congelado elconsumo, con lo que el sistema económicose paraliza. Y es entonces cuando, personascomo el ministro Montoro culpabiliza a las

    ‘Populares’...o la desapariciónde la clase media

    víctimas del asunto para justificar sus nue-vas medidas restrictivas y sus consecutivassubidas de impuestos, recortes de gasto enprestaciones sociales, recortes y congelaciónde pensiones, ataque y bajadas en el sueldode los funcionarios y ataque a la sanidad y ala educación públicas en beneficio de losamiguetes del PP, de aquellas empresas pri-vadas que, como ya no pueden hacer suagosto a cargo de la construcción lo hacenahora en las nuevas privatizaciones encu-biertas llevada a cabo por el gobierno del PP.

    Y todo eso, mientras destacados miem-bros de su partido se llenan las manos consobres de dinero negro, sin pagar esos im-puestos que nos exigen a los demás, concientos de imputados entre sus filas y con al-gunos grupos parlamentarios (v. las CortesValencianas) con más imputados es sus es-caños que en la boda de la hija del antes ci-tado José María Aznar.

    Y es que sus fórmulas ya no sirven. Lospartidos conservadores tradicionales handesaparecido. Ahora están en manos de ne-oliberales, esa especie tan peligrosa que sólocree en el tanto tienes tanto vales... y que haincumplido por completo el programa conel que se presentó a las última eleccionescon la siglas del Partido Popular.

    Un viejo amigo, tal vez por eso, me diceque quiere denunciar a Mariano Rajoy porincumplimiento de programa electoral.

    Y para acabar, y como contestación a tantadesvergüenza, la segunda de las frases de losmovimientos sociales de estos últimos tiem-pos (por cierto el autor de la frase es un granamigo mío): “Las personas primero”. �

    Gallo de pelea

    Ahora más que nuncae ha terminado el verano y todaslas organizaciones políticas hacenrecuento de efectivos, fijan los ob-

    jetivos a cubrir y empiezan a trabajar en laconsecución de los mismos.

    Así el PP, intentará por to-dos los mediosel frenar la caída libre que desde el día si-guiente de su acceso al poder viene su-friendo, por no haber cumplido ni una solade las promesas electorales. Entiendo quela solución a sus problemas es dificultosapor lo que la sombra de un anticipo electo-ral volverá a planear sobre sus cabezas.

    El caso Bárcenas les ha dado la puntilla.No es posible pasar página a semejante es-tafa. Y la única fórmula válida no es otraque la dimisión y posterior llamada a los es-pañoles para que acudan a las urnas.

    El PSOE seguirá con su habitual tácticade acoso y derribo sobre el partido en elpoder. Ayudado por el resto del espectro po-lítico, insistirá machaconamente en pedirla dimisión de Rajoy, sin ofrecer alterna-tiva alguna. El motivo es bien sencillo: noconfían en que Rubalcaba sea un candi-dato al que los españoles puedan votar.Tengo el presentimiento de que espera laformación de un Frente Popular, al queofrecerían su tutela y apoyo. Mientras se-guirán con el quiero y no puedo. Estoy se-guro que si el PP, designase a otra personapara el cargo de presidente del Gobierno lotomarían como una válvula de escape.

    En IU están encantados con el resultadode las encuestas que les aventuran una su-bida espectacular en las próximas eleccio-nes. Y que no se equivoquen los socialistas:los comunistas exigirán la parte mollar delpoder y no se conformarían con menos detres o cuatro carteras, por supuesto, los demayor peso dentro del gabinete, con la deEducación de condición sine qua non, sa-

    biendo que es el sitio indicado para mal-formar a nuestra juventud.

    Los centristas de Rosa Díez tambiénestán tocados por la varita mágica y pasa-rán a tener poder decisorio en la futura for-mación de un gobierno de coalición conotras fuerzas políticas. En este caso con-viene recordar la ambición oculta de RosaDíez, por conseguir la secretaría general delos socialistas, que en su fuero internopiensa merecerlo más que otros aspirantes.

    Mas está en otras en otro mundo. Com-probando si el gazpacho no fue un inventode un tío rabassaire que lo llevaba de postrecuando iba a coger uvas. A él en el fondo, leimporta poco el destino que pueda tenerEspaña. Lo tiene claro: todas las desgraciashabidas y por haber vienen de “Madrit”.

    Pero, bromas aparte, estos individuosestán preparados para darle la puntilla aEspaña en su concepto de nación. Y paratal menester, lo ideal será la creación de unfrente popular, tutelado por IU, en el quesolo quedaría fuera el PP. Se hace el ensayocon las europeas y si sale el sol, pues... ¡ca-racoles!

    En este tiempo, el PSOE habrá com-prendido gracias a su magnanimidad, quesu presencia en el engendro es necesaria.Hasta ahí se podía llegar. El partido pala-dín de la izquierda, fuera del frente populary democrático, casi la misma denomina-ción que las repúblicas socialistas del Estede Europa.

    Y como decía el ahora por muchos ad-mirado Julio Anguita, cuando el programa,programa, programa, y que bajo esos auspi-cios se formara una alianza de izquierdas,“y se gana, seguro que se gana.”

    Dado el primer paso y obtenidos pingüesbeneficios, a fortalecer el frente y a refor-zarlo de cara a las elecciones legislativas.

    Me imagino que la campaña por la memo-ria histórica será brutal. Y si Dios en su in-finita misericordia no lo impide, y lasganan, sólo el pensar quienes presunta-mente formarían parte del gobierno popu-loso, se me pone la piel de gallina.

    Y así está la situación. El hipotético frentepopular, a buen seguro que ganaría las elec-ciones, pero lo haría con una abstenciónmuy cercana al 50%. Y es en este puntocuando debemos hacer una composiciónde lugar, mirando qué es lo que le interesaa España, al nacionalsindicalismo y por su-puesto, soslayando los intereses de bande-ría, que algunos profesan.

    No son momentos de comprobar elagrado de adoctrinamiento al que cada cualha llegado. Tampoco, el del “José Antoniodixit”. Lo son y mucho de demostrar que porencima de cualquier deseo individual o degrupo, se anteponga el de ser más español,sin confundir patriotismo con patriotería.

    Y podían ser las europeas, un buen pul-sador de posibilidades, que desde luego, sepretenda sea satisfactorio hablando de Du-rruti, Anguita, Lorca, o cualquier otro es-pañol por bueno que sea, o de laspreferencias gastronómicas de José Anto-nio, es tirar salvas de pólvora.

    Hay aspectos que no se han llevado comoestandarte y que son de importancia vital,para el mundo laboral. La izquierda ya noles interesa ni les preocupa lo que sucedealrededor de los trabajadores. Ellos ya hanretirado los beneficios.

    El hacer ver a los españoles que los tiem-pos del bienestar ficticio del hedonismo novolverán y que España se tendrá que rein-ventar bajo otros parámetros. Si a ello leunimos el procurar a la juventud una em-presa sugestiva de futuro, fijaos si tenemostarea por delante.�

    � Apuntes desde Los Alcores Pedro Cantero López

    S

  • 6 Septiembre/Octubre 2013

    alange Española de las JONS solicita al Gobierno de Españareinicie el proceso de descolonización de Gibraltar ante lasNaciones Unidas y demás organismos internacionales.

    La situación colonial del Peñón se vuelve cada vez más insopor-table. Se cumplen ahora 300 años de aquél acto de piratería que cul-minó en el Tratado de Utrecht con la limpieza étnica de la poblaciónoriginaria de la Roca. Desde entonces, las autoridades colonialesbritánicas no han desaprovechado la ocasión de seguir robando, es-quilmando, apropiándose de terreno y aguas que no le correspon-den y aprovechándose de las debilidades de los distintos gobiernosespañoles.

    En la actualidad, Gibraltar no es más que un detestable paraísofiscal, santuario de traficantes y otros delincuentes, una peligrosabase militar donde acuden submarinos nucleares y un mercadillofuera de los controles europeos que perjudica seriamente a todo elCampo de Gibraltar. Por último, han llenado el caladero donde fae-nan los pescadores españoles de bloques de hormigón, un atentadoecológico y una agresión a los españoles que no puede quedar sinrespuesta.

    Para Falange Española de las JONS ha llegado el momento dedecir basta. Hay que agotar todas las posibilidades que ofrece el De-recho Internacional para acabar con esta situación, hacer causacomún con los países que sufren la misma piratería británica, comosucede con Argentina y sus Islas Malvinas y cerrar definitivamentela verja que separa España del nido de piratas.

    De ninguna de las maneras es justificable que un presunto paísamigo, aliado de la OTAN y que forma parte de la Unión Europea,mantenga una situación tan indigna con respecto a una parte delterritorio de otro socio. Si estos son los aliados, quizás los españo-les deberíamos pensar en cambiar de amigos, salir de la OTAN de in-mediato y establecer nuevas alianzas con otras potencias que nohagan de la rapiña y el crimen su razón de ser. Estados Unidos de-bería ser muy consciente de esto. �

    Jefatura NacionalFalange Española de las JONS

    FE de las JONS contrala situación colonial

    del Peñón de Gibraltar

    F

    NOTA DE PRENSA

    a hemos hablado en otrasocasiones acerca de laraíz del actual soberanis-

    mo catalán: la economía. Granparte de los nuevos independen-tistas lo son porque creen que Ca-taluña está siendo expoliada por elresto de España y que, con la in-dependencia, los catalanes ten-dremos muchísimo más dinero.La prueba documental de que estoes cierto son las balanzas fiscales.La última presentada por la Ge-neralitat son las del 2010.

    Y lo cierto es que los datos apor-tados por este documento dan undéficit fiscal a Cataluña bastantegrande: entre un 8,5% y un 5,8%del PIB catalán. Ahora bien, cabehacerse la pregunta que casi nadiese hace: ¿es auténtico lo que nosexpone ese documento? En ciertamanera sí, pero no puede acep-tarse de manera absoluta y, dehecho, es muy discutible que esosea cierto. Veamos por qué.

    Hay dos maneras básicas decalcular la balanza fiscal de un te-rritorio respecto a la administra-ción central. Una es el cálculo delflujo monetario (llamémoslo FM)y otra es el cálculo de la carga-be-neficio o flujo del beneficio (lla-mémoslo FB). El déficit más ex-tremo surge calculando el FM,pero es un cálculo algo absurdo.Lo que se calcula con el FM es ladiferencia entre el dinero que salede un territorio vía impuestos y elque vuelve a ese territorio vía in-versiones. ¿Por qué es absurdo?Porque sólo contabiliza como in-versiones del Estado en Cataluñalas inversiones hechas directa-mente en Cataluña, al margen deque los catalanes nos beneficie-mos de ellas o no.

    Por ejemplo, gran parte de loque el Estado invierte en el Ejér-cito no es contabilizado, pese aque si alguna vez hay una catás-trofe natural en Cataluña, será elEjército el que venga a socorrer-

    nos. O, por poner otro ejemplo, nose contabiliza apenas nada de lainversión en política exterior, perolos catalanes nos beneficiamos detodas las embajadas españolasaunque ésas no estén ubicadas enCataluña (¿o es que un catalán noirá a una embajada española sitiene algún problema serio encualquier país?).

    Un último ejemplo: el cálculodel FM sólo contabiliza como in-versión del Estado en Cataluña eltramo del AVE que está constru-ído en tierras catalanas. Pero quenosotros sepamos, todos los cata-lanes que subimos al AVE utiliza-mos todo el recorrido.

    Por ello, el método más ade-cuado es el de FB, ya que contabi-liza lo que hemos pagado de im-puestos y se le resta todas las in-versiones estatales que aportan unbeneficio a los catalanes. Vemoscómo el déficit se ha rebajado bas-tante: hemos pasado del 8,5% al5,8%. Nótese que la propagandanacionalista sólo habla del 8,5%.

    Ahora bien, tampoco debemostomarnos ese 5,8% como una ci-fra indiscutible. Si nos fijamos enlas tablas contabilizadoras, entodas ellas vemos un dato: estánrealizadas “amb el pressupost

    Vamos a contar mentirasY

    Mas-Colell y Montoro, dos tipos muy poco de fiar

    equilibrat” [“con el presupuestoequilibrado”]. Esto es lo que sellama la “neutralización”.

    Neutralizar las balanzas fiscalessignifica calcularlas sin tener encuenta los ciclos económicos. O,lo que es lo mismo, hacer comoque no hay crisis. Con la crisis, elEstado se endeuda. Neutralizar elciclo económico, en este caso, im-plica repartir la deuda entre co-munidades y hacer como que seestá pagando (pese a que esto aúnno sea así). Es decir, se añade a losimpuestos pagados por los catala-nes una especie de “impuesto fic-ticio” con el argumento de que enel futuro deberá pagarse. Y sí, de-berá pagarse, pero la forma, can-tidad y distribución del pago deesta deuda se hará en un futuro, yno se sabe en qué condiciones nide qué manera. Puede preverse,pero lo que no se puede hacer esdecidir cómo lo pagará el Estado ycontabilizar ese supuesto comoalgo que los catalanes hemos pa-gado en 2010. Nótese algo muysospechoso: ¡ni el método FM niel FB aparecen sin neutralizar enel documento presentado por laGeneralitat!

    Tampoco dieron los datos en lasruedas de prensa. ¿Por qué? ¿Aca-so los ciudadanos no debemos te-ner toda la información y pensarpor nosotros mismos para sacarnuestras propias conclusiones? Seve que los nacionalistas creen queno. Hipócrita y bellacamente, es-condieron los otros dos datos: sinneutralizar, el FM da un déficit fis-cal del 3%, y el FB un ¡0,4%!

    Si creen, o quieren hacernoscreer, que los cálculos sin neutra-lizar no son válidos, que aportenlos datos y defiendan su postura.Pero que no nos traten como im-béciles. Probablemente ningunade esas balanzas fiscales tienevalor absoluto (algunos econo-mistas creen que hacer un cálculototalmente fiable de las balanzasfiscales interterritoriales es impo-sible), pero lo que no se puede to-lerar es el encubrimiento de infor-mación. Porque sin información,sin toda la información, no hay li-bertad de pensamiento. Sin liber-tad de pensamiento no haylibertad de expresión. Y sin ésta,no hay democracia. �

    Marc B.V.

    Falangistas malagueñospor Gibraltar

    Militantes y simpatizantes malagueños de FE de las JONS protago-nizaron una acción reivindicativa con gritos de “Gibraltar español”,“Pescadores sí, ingleses no” y “Queremos pescaditos, y no a los llani-tos” durante el pasado mes de agosto y frente al consulado del ReinoUnido en Málaga. Nuestros camaradas reivindicaron la españolidaddel Peñón, la necesidad de recuperar unas aguas “que nunca fueroncedidas” en el Tratado de Utrecht y la defensa de los pescadores queestán sufriendo un “acoso y derribo” permanentes. �

  • Septiembre/Octubre 2013 7

    l Partido Popular (PP) lle-va años ejecutando suplan de ingeniería social:

    inocular a la población su concep-to de patriotismo constitucional.Este termino fantasmagórico, fuetomado por Aznar nada me- nosque de sus aliados alemanes, quefueron quienes inventaron la fór-mula como sustitutivo del patrio-tismo de raigambre histórica, re-nunciando al oprobio que les su-ponía el pasado reciente nazi.

    Patriotismo constitucionaly... neoliberal

    Para el patriotismo constitucio-nal, la ciudadanía no se remonta auna historia o a un origen étnicocomún, sino que se define por laadhesión a unos valores comunesde carácter democrático plasma-dos en una Constitución. Se apo-ya, por lo tanto, en una identifica-ción de carácter reflexivo con loscontenidos universales recogidospor el orden normativo sancio-nado por la constitución: los dere-chos humanos y los principiosfundamentales del Estado demo-crático de derecho.

    El objeto de adhesión no seríaentonces el país al que un indivi-duo pertenece por razón biológica,sino aquel que reúne los requisitosde civilidad exigidos por el consti-tucionalismo democrático, deno-tando cierto carácter universalista.En este tipo de patriotismo se inte-gran la personalidad colectiva y lasoberanía popular, reconciliándo-se identidad cultural y ley demo-crática.

    En España el problema no esmenor: junto al declive del orgullonacional en el siglo XIX, la con-vulsión de la guerra civil de 1936-1939 y la dictadura motivó unaidentificación de la patria con elfranquismo y la eclosión de los na-cionalismos periféricos, como unadepuración de la idea de naciónque resultaba difícilmente sopor-table en el marco común de todos

    Un vacío llamado ‘patriotismo constitucional’

    los españoles. La plasmación del patriotismo

    constitucional plantea serias in-congruencias. Por un lado, deja lapuerta abierta a la integración demercenarios en las Fuerzas Arma-das, tal y como ha ocurrido en Es-paña. Por otro, se produce un pro-ceso de selección histórica, me-diante el cual un patriota constitu-cional solamente asume la partede la Historia que conviene a suideología, en contraposición a otrosmodelos de patriotismo en los quese asume, críticamente si es nece-sario, el pasado de un país. Final-mente, y aunque en España aúnno existe una visión histórica sufi-ciente sobre este fenómeno, sepuede llegar a casos en los que,siendo moralmente inaceptable laley, en apelación al patriotismoconstitucional se comenten atroci-dades y aberraciones.

    ¿Qué España?La construcción de España res-

    ponde a un largo proceso forma-tivo que hunde sus bases en laEspaña visigoda, y en el proyectode San Isidoro de Sevilla. Ni exis-tió jamás una España indígena, nitampoco hubo una romana, como

    de ninguna manera Viriato o In-díbil fueron nunca españoles, nimucho menos los ilergetes prece-dentes de una “nacionalidad histó-rica” catalana, o las tribus vasco-nas, el germen de las actuales Vas-congadas. En Numancia no se in-tuye “una forma de ser hispánica”.Así mismo, España tampoco ibaen las mochilas de los legionarios,como bienintencionadamente al-gún autor sostiene. Es incontesta-ble, por el contrario, ver todo el le-gado cultural y social del germenhispanorromano y aun prerro-mano que influyó decisivamenteen la Edad Media, pero esto esconsecuencia de Roma, no causade ella.

    España ha sido la primera Na-ción en conformar su estructura alo largo de los siglos. Fue la pio-nera en preceder su unidad espiri-tual a su unión política, haciendode esta particularidad un carácterdefinitorio propio que ha marcadotanto su configuración, como sudevenir histórico. Este proceso, li-neal en el tiempo y expansivo en elespacio, ha sido definido por el or-teguiano José Antonio Maravallcomo nación en proceso de cons-trucción, y más gráficamente por

    E

    ‘Telex Mundo’ empezó a rodarel pasado 7 de agosto

    ajo el nombre de Telex Mundo, el pasadomiércoles, 7 de agosto, Patria Sindicalista pu-so en marcha un nuevo servicio en internet

    para quienes están interesados en la información decarácter exclusivamente internacional.

    Se trata, básicamente, de una selección de titularesque enlazan directamente con la fuente de la infor-mación.

    La selección no es aleatoria, sino que se hace sobrela base de romper el monopolio informativo de aque-

    llos medios y agencias de comunicación abiertamen-te alineados con Washington, la OTAN y el occiden-talismo en general.

    Las noticias y comentarios lo son básicamente enespañol, pero no se han descuidado aquellas otrasque no están en nuestra lengua (francés, inglés, ita-liano y portugués, fundamentalmente) y que tienen anuestro juicio un indudable interés. �

    B

    Miguel Argaya como un procesoformativo in itinere.

    Pero el largo camino hacia laconstrucción nacional no ha sidoun tranquilo paseo, sino que hahecho frente a varios pulsos con eldestino. Y es que si queremos apro-ximarnos objetivamente a la His-toria de España desde un punto devista metahistórico, debemos par-tir de una serie de axiomas, de he-rramientas, que nos permitan de-finir los parámetros con los cualesconsiderar a nuestro sujeto histó-rico.

    De esta forma, entendemos queno puede calificarse como Naciónaquella que carece de un destinohistórico. Es decir, que una comu-nidad conformada por personasque comparten los mismos rasgosculturales o sociales, religiosos eincluso lingüísticos no hacen na-ción si carecen de una misión co-lectiva que les empuje haciaadelante. Por el contrario si hu-biese un conjunto de personas dedistinta lengua, distinta clase so-cial y que compartiesen (o no)otros rasgos culturales, sólo seríannación si sus esfuerzos estuviesendirigidos a la consecución de unproyecto común. Este es el caso deEspaña.

    Y es que la Nación no es un cotocerrado, definido por unas fronte-ras geográficas, donde convive unacomunidad que se comunica conun único idioma. Una Nación es,parafraseando a Ortega y Gasset,“un proyecto sugestivo de vida encomún”. Toda nación, para poderser definida como tal, ha de tenerun destino histórico, una meta, unamisión colectiva como pueblo. Al-gunos han querido ver en la con-quista del oeste americano por losindependizados estadounidenses,en el Irán de la Revolución de 1979o en el pueblo ruso bolchevique,colectividades que han encontradosu proyecto histórico. Argaya seha encargado de poner las cosasen su sitio en este sentido. En otrotiempo, y bajo otros consideran-dos, la monarquía egipcia o el Im-perio romano, en tanto que alcan-zaron su proyecto, pueden serconsiderados como nación. Loshabitantes del Nilo, consiguierondesarrollar un concepto de Estadodesconocido hasta aquel momen-

    to, que se extendió por el cercanooriente, dando a la humanidadgrandes desarrollos científicos ymatemáticos. Los romanos, por suparte, extendieron la civilizaciónclásica sobre un epigonismo pro-tohistórico, logrando sentar lasbases de la civilización occidental.Siglos después, el pueblo francohabría alcanzado con Carlo-magno cierto grado de desarrollonacional, culminando con el pe-riodo carolingio, sucediendo alImperio Bizantino como protectorde la Cristiandad tras la derrotalombarda. Estos son algunos ejem-plos de Naciones que han sido enla Historia, y a los que se suma laNación española, cuyo fin es llevarel mensaje universal de salvaciónal resto de pueblos del mundo.

    El demoliberalismo, un interregno

    Nuestra Historia nunca ha sidolineal, pues son varias las encruci-jadas a las que España ha sabidodar una satisfactoria respuesta.Varios pulsos contra la venturaque han permitido a este conjuntode sensibilidades, de ideas y deconciencias, dar el paso definitivoy transformarse en una Nación. Esmás, tras la superación de cadapulso, se pone la mirada en unameta aún mayor. Por ejemplo, trasla reunificación nacional de 1492,se inicia una política expansivaque tiene sus frentes en Europa,África y América, y en menor me-dida en Asia y Oceanía. La Españade los cinco reinos deja paso a lafase de apogeo histórico, tras ha-ber recorrido, desde el caos sur-gido en Guadalete (que deja paso auna constelación de reinos) hastauna monarquía unificadora, pre-cedente de un Imperio, que no essino el estado de plenitud de unpueblo.

    El proceso formativo arrancatras sentar las bases ideológicas,encontrando una única misión: lle-var el mensaje universal de salvaciónal resto del mundo. Efectivamente,el destino histórico de España seráel de extender la religión católica,la dignidad humana y exportar lacivilización occidental a aquelloslugares donde el hombre modernoaún no había llegado, inaugu-rando la Edad Moderna o Era delos Descubrimientos. Los mediospara hacerlo, la homogeneizaciónideológico-religiosa: un pueblo ba-jo una sola Fe, y la tecnología alservicio del hombre. Los obstácu-los: el relativismo encarnado en lasherejías y desviaciones luteranas yprotestantes, y más tardíamente elliberalismo, que con el materia-lismo capitalista y marxista que in-tentaron por todos los medios evi-tar que la libertad y dignidad delindividuo llegara a todos los rinco-nes de la tierra. El triunfo del ca-pitalismo, y el dominio y extensióndel liberalismo político burguésaplazan, pero no vencen, la misiónhistórica que España tiene enco-mendada. �

    Iván García Vázquez

    Habermas, campeonísimo del patriotismo constitucional. Ortega y Gasset, la nación es una unidad de destino

  • 8 Septiembre/Octubre 2013

    � Trabajadores

    “Las conquistas que el traba-jador ha conseguido, son irre-nunciables, siendo ellos y lasorganizaciones sindicales losgrandes protagonistas, porcuanto con su sudor, sangre ylágrimas, han luchado porellas.”

    uscar un nuevo sindica-lismo, no va a ser fácil,porque dejar atrás la co-

    modidad, la ignorancia o el paso-tismo, es un lastre que llevamos yahace tiempo encima, sin darnoscuenta de ello. Hemos de dejar deser cobardes, y tomar nuestras de-cisiones, no como individuos, si nocomo personas que viven en socie-dad.

    Buscar un nuevo sindicalismoque no esté basado en el indivi-dualismo porque no estamos so-los. Un sindicato es una organiza-ción y, por tanto, un colectivo, perono solo eso, si no que su principalobjetivo es la lucha por conseguirlos derechos de los trabajadores yseguir en la lucha por su manteni-miento, es decir, en su conjunto yno individualmente, ya que su-

    Perspectivas sobre un nuevosindicalismo (I)

    pondría una fricción entre indivi-duo y colectivo. No podemos sus-traernos a la realidad social, elhombre es más que “individuo”, espersona y, como tal, un “ente so-cial” y, por ello, ni podemos aco-modarnos a una situación y vivirvegetativamente como si ya no hu-biese nada por lo que luchar, ytampoco podemos ser ignorantesde lo que pasa alrededor nuestroni “pasar” de todo, creyendo quede nada servirá. Es precisamenteel no hacer nada, lo que no sirvede nada. Precisamente porque su-ponen yugular, nosotros mismos,nuestros derechos y conquistas y,por añadidura, subyugarnos a unestado ya hace tiempo desapare-cido: no podemos volver a un es-tado de amo y siervo, a la era de laesclavitud, pero que actualmente,y de manera sutil, estamos vol-viendo, sin darnos cuenta o noqueriendo darnos cuenta de ello.

    Porque la sociedad liberal-capi-talista desde su nacimiento hastala actualidad, sobre todo desde ha-ce tiempo hasta ahora, se caracte-riza por la hipertrofia de la econo-mía, una sociedad en la que los

    valores mercantilistas han inva-dido las estructuras no-económi-cas y no-mercantilistas. Sin em-bargo, en el sistema de triparticiónsocial de la época indo-europea, laeconomía estaba estrechamente li-gada a la tercera función: la pro-ducción, pero quedaba subordi-nada a la función guerrera y, sobretodo, a la función soberana. Lastres funciones son complementa-rias en dichas sociedades, pero es-taban jerarquizadas, cada una ensu lugar: es decir lo económico de-pendía de lo político y de lo social.

    En la actualidad, asistimos auna inversión de esta relación desubordinación, toda la sociedadentera se halla dominada por exi-gencias consumistas y la sociedadmercantilista convierte a la econo-mía en el instrumento de un des-arrollo global, meramente mate-rialista e individualista, intentandodividir a los trabajadores, por di-chos medios, haciéndoles creer queel consumismo nos hará felices, in-tercambiando la posesión materialpor nuestros derechos sociales.

    Esta sociedad se basa en la ideade que no existen más que necesi-

    dades y deseos materiales indivi-duales, siempre cuantitativos y ca-paces de ser satisfechos. Estetotalitarismo economicista difun-de un individualismo feroz, el “hi-persubjetivismo”, que destruye losvínculos sociales y orgánicos, altiempo que imposibilita todo pro-yecto social. Además, producetoda una serie de patologías socia-les entre ellas la pleonexia, especiede alienación psicológica en la quela satisfacción de una reivindica-ción igualitaria provoca un au-mento de deseo igualitario, cadaaumento cuantitativo del nivel devida no calma el deseo, sino que lorefuerza, haciendo del individuoun ser insatisfecho y desengañado.Esto convierte a los trabajadoresen esclavos del sistema y les im-pide utilizar su voluntad y su ima-ginación. El fenómeno de la neo-filia, que hace que los consumido-res quieran poseer todo lo que de-sean y, además, de forma inme-diata.

    La civilización mercantilista tie-ne su origen en un proyecto filosó-fico y social, así como en la evolu-ción de la técnica y de las rela-

    ciones de producción. El puntocomún del liberalismo y el mar-xismo es haber construido un pro-yecto de sociedad y de organiza-ción del mundo, centrado en loeconómico y en lo pseudo-social.El primero se basa en un indivi-dualismo metodológico, que con-siste en extender a todos la idea deque la realidad humana provienede la adición de las estrategias in-dividuales. Las escuelas liberalesde ciencia económica postulanque cada comportamiento se con-funde con la maximalización deventajas individuales, lo que pre-supone una moral del interéscuantitativo premeditada. Los so-cialistas también consideran a lasociedad como una adición mecá-nica de homines oeconomici raci-nales, con la diferencia de que, losprimeros los identifican comoconsumidores asalariados o indi-viduos de empresa, los segundoscomo consumidores asalariados yasistidos y, en la práctica, subordi-nados directamente al Estado.

    Estas ideologías contemporá-neas son fundamentalmen-te economicistas que no so-

    B

  • Septiembre/Octubre 2013 9

    nte la alarma que han provocado este veranolos medios de comunicación, “informando”de que millones de trabajadores se quedaban

    a partir del 8 de julio sin convenio colectivo, en aplica-ción de lo previsto en el nuevo artículo 86.3 del Esta-tuto de los Trabajadores (modificado por la ReformaLaboral de 2012), el Servicio Jurídico de la Unión Na-cional de Trabajadores quiere aclarar lo siguiente:

    1. La mayor parte de los convenios colectivos segui-rán vigentes, puesto que en su mayoría contienen cláu-sulas de prórroga automática y eso entra dentro de laexcepción prevista en el citado artículo 86.3 del E.T.(“salvo pacto en contrario”).

    2. El artículo 86.3 del ET es una norma supletoriaaplicable únicamente después de no resultar aplicableslos dos puntos anteriores (86.1 y 86.2 del ET). Por ellola pérdida de vigencia pasado un año de los conveniosdenunciados no es una consecuencia necesaria en lamayor parte de los casos.

    3. Los derechos a la libertad sindical y a la negocia-ción colectiva han de prevalecer sobre dicho artículo86.3 del ET, por lo que cualquier acuerdo o pacto deprórroga de un convenio o de parte de él (normalmentela parte normativa del mismo) ha de ser respetado.

    4. Es importante no aceptar de entrada la pérdidade vigencia de ningún convenio —y la consecuenteaplicación directa del Estatuto de los Trabajadores(siempre más parco en derechos)—, pues es necesarioestudiar caso por caso la vigencia de cada uno, biensea por la posible existencia de alguna cláusula o pactoque permita su prórroga, bien por la posible concu-rrencia de otro convenio aplicable que siga en vigor(como sucede en algunos sectores en los que concu-rren varios convenios y se aplica uno por el criterio deespecialidad, pudiendo perder este la vigencia sin quela haya perdido el convenio más general).

    Pese a que en general los convenios colectivos am-plían los derechos recogidos en la legislación laboral ysindical, no puede obviarse el hecho de que no pocosde ellos amplían restricciones que dicha legislaciónpermite ampliar por medio de ellos. Por ello hay cir-cunstancias en las que la pérdida de vigencia de unconvenio puede conllevar, aunque sea por la vía de laexcepción, algunas consecuencias positivas:

    A. Por aplicación del artículo 35 del Estatuto de losTrabajadores, quien se queda sin convenio deja de estarobligado a hacer horas extraordinarias (salvo quedicha obligación figure expresamente en el contrato).Es decir, salvo pacto en contrario las horas extraordi-narias son siempre voluntarias.

    No obstante, hay que tener en cuenta que otra cosadiferente son las “horas complementarias” (hasta el15% de las horas ordinarias, según el artículo 12.5 delET, si bien se refieren sólo a los contratos indefinidos atiempo parcial que así lo establezcan, y además de quese han de cumplir ciertos requisitos: preaviso de 7 días,separación de 12 horas entre jornadas y límite diario de9 horas) y que las horas extraordinarias “de fuerzamayor” siempre son obligatorias (son las dedicadas aprevenir o reparar siniestros y otros daños extraordi-narios y urgentes).

    B. Sin convenio sólo se podrá distribuir irregular-mente hasta el 10% como máximo de la jornada anual,lo que no quiere decir que se pueda hacer un 10% dehoras extraordinarias, sino sólo que se puede reubicarhasta el 10% de las horas, que es muy diferente (ade-más de que el artículo 34 del ET obliga al preaviso con

    Consejos laborales

    Pérdida de vigencia dealgunos convenios y

    ventajas de quedarse sinconvenio colectivo

    A 5 días de antelación del día y la hora en que se realiza-rán dichas horas cambiadas). A falta de convenio, eldescanso mínimo entre jornadas es de 12 horas y lajornada máxima diaria es de 9 horas, no pudiendo mo-dificarse dichos límites mediante el recurso a la distri-bución irregular de la jornada.

    C. Al decaer un convenio, muchos períodos deprueba finalizarán instantáneamente, ya que el artí-culo 14 del ET establece el período de prueba máximoen 6 meses para los técnicos titulados y 2 meses paralos demás (sólo que permite que el convenio aumentelos límites de duración del período de prueba).

    D. Al desaparecer un convenio desaparecen todaslas normas sobre vacaciones establecidas en elmismo, por lo que ya sólo estarían reguladas por elartículo 38 ET, desapareciendo cualquier preferen-cia de unos trabajadores sobre otros y las vacacionestendrán que ser en todo caso en fechas de mutuoacuerdo conocidas por el trabajador con al menos 2meses de antelación.

    E. Varios tipos de contratos temporales se converti-rán automáticamente en indefinidos cuando se hayasuperado la duración máxima establecida en el ET, elcual permite que los convenios amplíen estos límitesde duración. Concretamente, se convertirán en indefi-nidos los siguientes contratos:

    De formación de más de 2 años de duración y fir-mados antes del 31/8/11.

    Por obra de más de 3 años de duración y firmadosdesde el 18/6/10.

    Eventuales por circunstancias de la producción quehayan durado más de 6 meses en un período de 12meses.

    Primer empleo joven de más de 6 meses.F. Se podrá consolidar la categoría superior ejercida

    de hecho durante más de 6 meses en 1 año u 8 mesesen 2 años, aunque este ascenso automático antes fueracontrario al sistema de ascensos y provisión de vacan-tes dispuesto en convenio ya carente de vigencia.

    G. No se podrán trabajar más de 9 horas diarias enningún caso (el ET permite que el convenio aumenteeste máximo).

    H. No se podrán cobrar las pagas extraordinariasprorrateadas sino siempre dos pagas extras anualesque se han de cobrar separadamente.

    I. No habrá obligación de preavisar la baja volunta-ria con más de 15 días de antelación (salvo que sepueda probar que la "costumbre del lugar" sea un pre-aviso mayor, algo harto improbable).

    J. Desaparece la graduación de faltas y sanciones,así como el sistema de imposición de las mismas quefigurara en el convenio ya carente de vigencia.

    Recuerda: el Sindicato siempre te garantizaráestar bien asesorado y defendido, por lo que te con-viene estar sindicado y que tus compañeros tam-bién lo estén. La mayoría de las veces lostrabajadores no toman la decisión correcta por des-conocimiento o mala información, así que no dejesque a ti te pase lo mismo. Nunca permitas que porno pleitear termines perdiendo tus derechos. Acudesiempre al Sindicato, infórmate y cuenta con susservicios jurídicos.

    Sección elaborada por el Servicio Jurídicode la Unión Nacional de Trabajadores

    [[email protected]]

    ciales: los hombres son con-siderados como agentes eco-

    nómicos, ya sean privados o públi-cos. Las relaciones sociales soncomparadas y subordinadas a lasreglas de funcionamiento del mer-cado. En la ideología liberal inter-vienen fuerzas privadas en elmercado. En el socialismo, “el mer-cado social” no está en manos pri-vadas, pero cae bajo la regulacióndel estado administrativo, comodistribuidor de gratificaciones.

    Otro punto en común de ambas,es la moral de las necesidades co-munes, reduciéndose éstas a crite-rios de consumo de tipo occidental.

    El liberalismo ha transformadoel Estado en Agente Económico enla que todas las instituciones noson más que transaccionales. Porel contrario, el crecimiento del es-tado gestionario intervencionistaprocede de la preocupación eco-nomicista por intervenir en la so-ciedad. Es decir, la dicotomía derestringir el poder del estado polí-tico en la economía o la reapari-ción del estado en forma deburocracia gestionaria. Dejadassin vigilancia a las grandes empre-sas, se comportan como monopo-lios públicos y utilizan las famosas“leyes neutras” del mercado paralimitar al resto.

    El liberalismo puro es tambiénperfectamente ineficaz en proveerbienes colectivos que no sean men-surables en términos de beneficioeconómico y de rentabilidad a cor-to plazo.

    Sólo un estado político y sociales capaz de ir más allá y tener encuentas las ventajas e inconve-nientes a largo plazo.

    Sin embargo, el mercantilismosocialista no hace más que prolon-gar y acentuar el mercantilismo li-beral, reduciendo las relacioneshumanas a relaciones mercantilis-tas de cálculo e interés. La multi-plicación de las cargas y de lasexoneraciones fiscales, el desarro-llo de formas de redistribución yde asistencia, todo esto supone latransformación de los mecanis-mos sociales en masas financieras.

    Se puede decir que el libera-lismo no es más que un cuerpo sincerebro, al primar el mercanti-lismo, los valores de lucro y pro-ducción, desatendiendo otros valo-res, como el “beneficio social”.

    El socialismo al contrario es uncerebro sin cuerpo, por desaten-der los valores de beneficio y ga-nancia personal y social, al impo-ner una política económica y so-cial ajena al trabajador y al sindi-calismo: planificación, reglamenta-ción, burocracia.

    Sólo cabría un verdadero Es-tado Social, un régimen en el quese base en el trabajo como la ver-dadera riqueza del mismo y en queel trabajador como persona ycomo colectivo (es decir, comopersona social), esté inscrito en elmismo Estado, no como depen-diente y subordinado a él, si nocomo parte integrante, decisorio ylibre.

    Tampoco es ideal una naciona-lización al estilo fascista, en el quese crea un corporativismo sindical,que marque la pauta de direcciónde las empresas públicas, induda-blemente más preocupadas por

    medidas categoriales de gestióndel personal que por ganar loscombates sociales, industriales yeconómicos. Aparte, indicar, quecon el corporativismo, estas nacio-nalizaciones caen bajo la presiónde la plutocracia y el prestar fideli-dad a una serie de grupos de pre-sión, que dispondrán de los altospuestos de dirección a modo de re-compensa o sanción. Implicandotener que gobernar mediante elcompromiso, y para estos tecnó-cratas, cuya carrera depende pocodel éxito de su empresa y de los de-rechos sociales, será más confor-table dejar que el corporativismosindical marque la pauta. ¿No serála situación actual algo parecido aésto?

    Desde los primeros tiempos delcapitalismo moderno, los trabaja-dores se unieron para defendersede los abusos de los propietariosdel capital y de los medios de pro-ducción, para hacer frente a quie-nes concebían el trabajo ajenocomo una fuente de beneficiosegoísta y particular, sin condicio-namientos éticos ni morales.

    El verdadero sindicalismo debey tendrá que seguir representandointereses colectivos, no de clase, sino de todos los trabajadores, por-que la sociedad capitalista en laque vivimos es una sociedad cla-sista, dividida, enfrentada y no unasociedad armonizada en base a laJusticia social.

    Si el nacionalsindicalismo, quie-re seguir vigente, si pretende im-plantarse en la sociedad española,ha de profundizar en sus plantea-mientos ideológicos y ponerlos enrelación a la problemática social.Y hemos de implicarnos, todos, endarlo a conocer, en concienciarnosque, el sindicalismo, es el otro pilary fundamental, de nuestras ideas,es la otra cara de nuestra “mo-neda”, de nuestra ideología. Lo na-cional y lo sindical son, ambas,nuestra columna vertebral. No po-demos, jamás, olvidar o dejar paramejor momento lo sindical. Este,es el punto gordiano junto a lo na-cional, para que una sociedad con-viva y progrese debidamente. Unpaís sin un sistema social y eco-nómico basado en la Justicia So-cial, no solamente no tiene sen-tido, si no que va ineludiblementea la injusticia, a la revuelta social,a la esclavitud y a la dictadura. �

    Javier Giner Vila

    “...elmercantilismo

    socialista no hacemás que prolongar

    y acentuar el mercantilismo

    liberal,reduciendo

    las relacioneshumanas

    a relacionesmercantilistas

    de cálculoe interés”

  • 10 Septiembre/Octubre 2013

    l primer viaje internacional que realizó el PapaFrancisco fue al Brasil donde en una misa sobre laplaya de Copacabana en Río de Janeiro juntó la frio-

    lera de tres millones de feligreses. No hay hoy en el mundoningún dirigente político que junte tamaña cantidad.

    Es sabido que los Papas y en general los grandes dirigen-tes del mundo hablan por hablar, en un discurso donde el“buenismo” campea en todas las oraciones, pero aquello queno dicen es, paradójicamente, lo que terminan haciendo.Esto es normal y así hay que tomarlo. Es que el simulacroes la moneda de cambio de los discursos públicos; de los dis-cursos a las masas.

    Francisco rompió esa regla de oro con dos frases emble-máticas: una cuando llegó: “no traigo oro ni plata, traigo a Je-sucristo” y otra cuando partió: “Río es el centro de la Iglesia”.

    El espaldarazo que le dieron los pueblos brasileño y ar-gentino, y en general el pueblo hispanoamericano fue total.Este respaldo masivo tanto con la asistencia en persona (lostres millones) como mediática consolida su figura y su poderdentro y fuera de la Iglesia. Hoy Francisco no es Papa sólopara los católicos sino para todos.

    Su mensaje resumido en no traigo oro ni plata sino a Je-sucristo fija una posición clara y terminante frente a la so-ciedad de consumo, el capitalismo salvaje, el imperialismointernacional del dinero, como decía Pío XII. Y sobre todofrente a los ideólogos progresistas de una modernidad sindestino con sus propuestas de: relativismo moral y cultural,aborto, eutanasia, matrimonio homosexual, sacerdocio fe-menino, anulación del celibato, consumo de drogas, exalta-ción del mundo gay, etc.

    Francisco habló y dio las directivas: “quiero pastores conolor a ovejas que salgan a la calle y a los jóvenes que haganlío”. En una palabra, hay que salir a evangelizar.

    La diferencia en este aspecto entre las tres grandes reli-giones monoteístas del mundo, judaísmo, islamismo y cris-tianismo, es que los judíos no salen a convencer a los nojudíos de las bondades del judaísmo. Ellos siempre se hancomportado como un grupo cerrado y autocentrado endonde les es suficiente los que son. En su milenaria historianunca buscó hacer proselitismo.

    Mientras que el Islam y el cristianismo sí han buscadosiempre extender su mensaje a otros pueblos. La diferenciaentre ambos es que islamismo busca hacer prosélitos y di-fundir su mensaje “a palos”, por la fuerza y el cristianismolo intenta realizar por la persuasión.

    El otro rasgo significativo de su prédica brasileña fue elcambio de centralidad de la Iglesia: “Río es la capital de laIglesia”. Esto no quiere decir que Roma deje de ser la sedede la Iglesia sino que los grandes conglomerados de católi-cos de las sociedades periféricas y sus demandas van a ser,de acá en más, los que produzcan sentido en el accionar dela Iglesia.

    Y acá entra la figura del pueblo como categoría principalen la teología de Francisco. El pueblo para él es el “pro-ductor de sentido” y no las élites ilustradas que en el caso dela Iglesia sería el cuerpo colegiado de obispos y la curia ro-mana.

    Esta disyuntiva está claramente resuelta por Francisco afavor del pueblo cristiano y sus demandas, solicitudes y ne-cesidades. Y en este sentido es él fácilmente ubicable en loque se llamó teología popular o religiosidad popular.

    Es poco conocida esta corriente ideológica que tuvo sufuente de inspiración en un eminente teólogo porteño quefue el padre Lucio Gera. Gera es la clave de bóveda paraentender los planteos y los presupuestos teológicos de Fran-cisco.

    Lucio Gera, un hombre elegante y fino, perito del Conci-lio Vaticano II, amigo de un primo hermano nuestro, Héc-tor del Río, en los tiempos en que inició su carrera desacerdote como cura teniente en la parroquia de San Bar-tolomé. Él con su rescate de la religiosidad popular fue quienmayor oposición teológica ofreció, por afinidad de miras (lapreeminencia del pueblo), a la teología de la liberación enNuestra América.

    Nosotros tuvimos ocasión de conversar con él unos mesesantes de su muerte y nos dijo: “Alberto, el grave problema dela Iglesia hoy es el clericalismo, que es esperar todo de loscuras. Es hora que los laicos tomen parte activa en la tareade evangelización de la Iglesia”.

    � Mundo

    Francisco, una presencia (in)esperadaE Y esto es lo que ha solicitado Francisco en Brasil comonudo y corazón de su mensaje. La teología popular, que no es populismo, otorga la pro-

    ductividad de sentido al pueblo como sujeto de la historia,en contraposición a la teología marxista de la liberación quereserva ese privilegio a una clase social: el proletariado.

    Confía en la expresión de la fe sencilla del pueblo, sobretodo del pueblo pobre, que no sufre ninguna mediaciónculta o ilustrada que la desvirtúe.

    Es por esto, por ese privilegio que Francisco otorga teo-lógicamente al pueblo, que muchos en Argentina hablan delPapa peronista.

    Nosotros creemos que no se debe hablar así, porque es unerror encerrar al Papa dentro de un pensamiento políticodeterminado. No se puede ideologizar el evangelio.

    Cabría preguntarse cuales son las potenciales resisten-cias mundanas al mensaje de Francisco. En primer lugarla de todos aquellos que quieren hacer de la Iglesia católicauna “nada de Iglesia”. Así, una Iglesia que acepte el aborto,el matrimonio gay, el sacerdocio femenino, que terminecon el celibato obligatorio (Leonardo Boff). Que acepte laeutanasia, el divorcio irrestricto y el consumo de drogas.Todo ello haría de la Iglesia una “nada de Iglesia”, una no-Iglesia.

    En el fondo, el gran enemigo de Francisco es “el catoli-cismo a la carta”. Catolicismo que, en general, es propuestopor los enemigos históricos de la Iglesia y propalado ma-ñana, tarde y noche por los grandes medios masivos.

    Francisco no tiene oro ni plata; no tiene ejércitos; no tienepoder terrenal y no existe ningún presidente ni Estado delmundo que se declare expresamente católico. La única po-sibilidad es, más allá de la asistencia del Espíritu Santo, re-currir a los pueblos periféricos de matriz cristiana (Europaes una naranja exprimida) para con su ayuda lograr cambiarel desorientado curso del mundo actual.

    El conflicto que se le plantea a Francisco no es ya el de losaños sesenta y setenta Iglesia-mundo sino el de Iglesia-po-deres mundanos. Es que estos últimos están en manos anti-cristianas. Al menos en Iberoamérica, en los cuatroprincipales países, la clase dirigente brasileña es filoevangé-lica, la de Argentina es filosionista, la de Colombia es proes-tadounidense y la de México promasónica. Es que hoy, comoha dicho el brillante Vittorio Messori: “el anticatolicismoha reemplazado al antisemitismo”.

    No es poca la lucha que le espera. �

    Alberto Buela[Buenos Aires]

    uando este número de PatriaSindicalista haya salido de larotativa, aún no se habrán ce-

    lebrado las elecciones federales en Ale-mania, cuya fecha está fijada para eldomingo 22 de septiembre.

    Si todo sigue su curso normal y lasencuestas no fallan, la señora ÁngelaMerkel se convertirá, otra vez, en amay señora del Bundestag.

    Las posiciones están, de partida,muy claras: los partidarios de la actualstatus reunirían más de un 41% de vo-tos que, sumados al 5% que podríancosechar los liberales —socios de losdemocristianos—, les darían una ma-yoría holgada; mientras que los so-cialdemócratas, pese a lo fundamen-tado de su discurso durante los últi-mos años, rondarán el 25%.

    Queda la incógnita de saber qué re-sultados cosechará el partido Alterna-tive für Deutchland (AfD), una agrupa-ción política fundada ad hoc el pasadoabril, y que vendría a encajar, comoanillo al dedo, en esa corriente políticacada vez con mayores adeptos cono-cida como euroescepticismo.

    Básicamente, la estrategia de la AfDse basa en ir dinamitando poco a poco—empezando por los países del sur;esto es, Portugal, España, Italia y Gre-cia— la zona euro para llegar a la lameta final, que no es otra que la vueltaal marco. Los euroescépticos alemanesestán cansados de que su país pongael dinero de los rescates de los paísesmeridionales gamberros. Al menos enesto, son mucho menos hipócritas quela señora Merkel. La Merkel quiererehenes, estajanovistas que, año a año,vean reducidos sus salarios y los servi-cios públicos a que tienen derecho, pa-ra mayor gloria de la Gross Deutsch-land. Los euroescépticos, por contra,aspiran a que cada país del continen-

    Un ‘Belcebú’ alemán

    te de las componga como buenamen-te pueda.

    El hecho de que los votos que irán aparar a la AfD sean previsiblementeescasos, testimoniales, no significa quela señora de acero no reciba inespera-das inyecciones de fervor. Una de ellas—nada baladí, por otra parte— hasido la de la Conferencia Episcopalalemana por boca de su presidente,Robert Zollitsch, a la sazón obispo deFriburgo.

    La intervención este verano de Zo-llitsch en plena campaña mostrandosu hostilidad a la AfD y desaconse-jando el voto a esta formación no hapodido ser más lamentable.

    Su apoyo a un proyecto europeocomo el de la Merkel es doblementerepulsivo. Primero, porque justifica unproceso unitario que no es tal, sino elinjusto dominio económico de unospaíses —el eje franco-alemán— sobre

    otros. Segundo, porque la andanadade Zollitsch no se apoya en la doc-trina social de la Iglesia, sino envueltacon el celofán del humanitarismo tancaro a la ideología liberal-burguesadominante. Zollitsch, efecto, ha tru-fado su discurso con los consabidostópicos de “ayuda alemana” a los “pa-íses en crisis” y de que Bruselas —estoes, Berlín— es el único camino “paraseguir viviendo juntos” y “evitar la gue-rra” (sic.).

    Desde nuestro punto de vista, el pre-sidente de la Conferencia Espiscopalalemana ha perdido una magníficaoportunidad para hablar de justicia yequilibrio internacionales, de luchacontra las hirientes desigualdades pro-vocadas por el capitalismo depreda-dor y, en definitiva, de hacer un esfuer-zo para que la Iglesia católica, ennuestro continente, deje de ser el fur-gón de cola d