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Revista Historia Criacutetica
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ISSN (versioacuten en liacutenea) 1900-6152
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Para citar este artiacuteculoRevista No 19 TiacutetuloLos espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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AutorSuzy Bermuacutedez[] (Diana Urbano[]) Tema Principales aportes hechos a la historia por Dariacuteo Betancourt Diciembre 2001 Paacuteginas 107 - 128
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Inicio Revista No 19-
Los espacios en los hogares de la elite
santaferentildea en el siglo XIX desde una
perspectiva de geacutenero
Suzy Bermuacutedez[] (Diana Urbano[])
Artiacuteculos
RESUMEN
Este artiacuteculo busca aproximar las relaciones Jeraacuterquicas que existiacutean en los hogares de la elite santaferentildea durante el siglo
XIX a partir de los diferentes recintos que constituiacutean el espacio domeacutestico buscando hacer evidente que las relaciones
que se estableciacutean con el entorno no eran neutras por el contrario en parte reflejaban lo que ocurriacutea socialmente entre
quienes habitaban sus viviendas
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El propoacutesito de este artiacuteculo es estudiar el aacutembito domeacutestico de la elite de la capital de Colombia en el curso del siglo
XIX pues los salones el costurero o la biblioteca no eran lugares neutros[1] sino que reflejaban en su seno el
androcentrismo[2] que caracterizaba la sociedad
Es conveniente sentildealar que a la llegada de los conquistadores y a lo largo del periacuteodo colonial debido a la tradicioacuten
judeo-cristiana y fortalecida eacutesta por el desarrollo del capitalismo se implantoacute el imaginario de una cultura
antropoceacutentrica[3] que no coincidioacute con muchas de las tradiciones indiacutegenas Es maacutes recordemos que quienes llegaron
haciacutean parte de culturas sedentarias que manteniacutean una relacioacuten con el entorno caracterizada por la propiedad privada[4]
Durante los tres siglos de colonizacioacuten la ldquoexplotacioacutenrdquo y ldquodominacioacutenrdquo del territorio fueron la base de la ldquocivilizacioacutenrdquo y
el ldquoprogresordquo decimonoacutenico Entre maacutes alejadoa se estuviera de la naturaleza y mayor ldquoordenrdquo se impusiera mejor[5] Se
valoroacute entonces maacutes la produccioacuten la acumulacioacuten y el consumo que la reproduccioacuten de acuerdo a la perspectiva de
geacutenero se impulsoacute asiacute maacutes claramente una cosmovisioacuten y patrones relacionales asociados con lo masculino occidental
que con lo femenino Es asiacute como quienes estaban maacutes cercanos a la tierra a la naturaleza y a su preservacioacuten se lasos
valoroacute menos asiacute como quienes basaban su conocimiento en la praacutectica como por ejemplo las mujeres en sus hogares
losas campesinosas losas artesanosas etc
Los estudios sobre las relaciones de geacutenero sentildealan que en culturas patriarcales como la nuestra se asocia con lo
masculino esa subvaloracioacuten del territorio del cuerpo y de lo ldquonaturalrdquo pues a estas uacuteltimas se las asocia con lo femenino
Ocurre igualmente con el conocimiento abstracto (masculino) frente al praacutectico (femenino)
En las liacuteneas que siguen presentamos algunos ejemplos de coacutemo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo tan buscados por los
dirigentes decimonoacutenicos fortalecieron la mirada masculina en detrimento de la femenina en el antiguo espacio habitado
por los muiscas a partir de la conquista Maacutes tarde se revisaraacuten con mayor detalle los hogares de la oligarquiacutea de la
capital Por uacuteltimo se introducen unas ideas que sirven de cierre al escrito
1 el espacio de la ciudad
La constitucioacuten del espacio urbano en Ameacuterica Latina fue un proceso complejo en el cual se mezclaron culturas
diferentes los peninsulares de origen catoacutelico con los indiacutegenas americanos Fabio Zambrano y Olivier Bernard[6]
establecen que las sociedades prehispaacutenicas crearon diversas formas originales de organizar el espacio Las mismas
fueron desarrolladas colectivamente pero cambiaron radicalmente con la Conquista cuando los pobladores europeos
introdujeron otra loacutegica de organizacioacuten del entorno la ciudad Los autores sentildealados indican que ldquoLa ciudad asumioacute el
papel de ser un gran escenario donde se representaba el poder y por ello el espacio urbano se dispuso de cierta manera
Por sus estructuras las ciudades mostraban lo que se concebiacutea como orden los aacutengulos rectos las aguas canalizadas los
emblemas como las plazas y las fuentes surgieron como las victorias de la cultura sobre la naturalezardquo[7] (subrayado
nuestro) Estos seriacutean los primeros pasos dados hacia la masculinizacioacuten del espacio
Aiacuteda Martiacutenez sentildeala que el modelo de cuadriacutecula establecido en las ciudades hispanoamericanas introdujo un disentildeo
geomeacutetrico ldquoexceacutentrico a la naturalezardquo pues no era eacuteste el que caracterizaba sus formas y voluacutemenes[8] Fue este disentildeo
el que terminoacute rigiendo el espacio vital de hombres y mujeres Alrededor de la plaza cuadrada se construyeron las casas y
los cuartos en ellas maacutes tarde las manzanas y en esta angulosidad creada se ordenaron las calles y esquinas (anexo 1 A y
Ventas y canjes
B)
Para el siglo XIX el esquema que los espantildeoles habiacutean tratado de implantar desde la Conquista con la organizacioacuten de
ldquodosrdquo sociedades ideales la repuacuteblica de blancos (la ciudad) y la repuacuteblica de los indios (el campo) habiacutea fracasado desde
el siglo XVIII El espacio urbano habiacutea sido invadido por mestizosas negrosas e indiacutegenas y al mismo tiempo losas
blancosas pobres se volviacutean campesinosas[9]
Durante el siglo en estudio Bogotaacute al convertirse en la capital de la joven Repuacuteblica se constituyoacute en punto neuraacutelgico
del paiacutes La ciudad era descrita por los viajeros extranjeros como sorprendentemente aislada con relacioacuten a los puertos
mariacutetimos que eran los que permitiacutean el contacto con los paiacuteses europeos e inclusive con el resto del paiacutes Al finalizar el
siglo no habiacutea variado sus liacutemites urbanos con relacioacuten a las postrimeriacuteas de la Colonia aun cuando su poblacioacuten habiacutea
aumentado durante el periacuteodo de 1800 a 1905 la poblacioacuten varioacute de 21464 a 100000 habitantes y como resultado el
espacio urbano se redujo y el domeacutestico pasoacute a estar dividido en muchas viviendas[10]
El equipo de investigadores de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia[11] describe que al comienzo del siglo la ciudad contaba
con cuatro barrios La Catedral Las nieves Santa Baacuterbara y San Victorino[12] Luego estos sectores se subdividieron
dando origen a nuevos barrios Esta divisioacuten administrativa concordaba con la eclesiaacutestica El barrio maacutes importante a
nivel poliacutetico y social era La Catedral debido a que en eacutel se concentraban las sedes judiciales administrativas
legislativas y eclesiaacutesticas tambieacuten la mayoriacutea de las iglesias y viviendas de la oligarquiacutea Era la zona mejor abastecida de
agua y en ella se encontraban las casas de dos pisos existentes en la ciudad Es de aclarar que no era comuacuten hallar
viviendas de dos pisos porque la arquitectura bogotana era bastante modesta Tambieacuten los investigadores especifican que
predominaban las de un piso con paredes gruesas debido a los frecuentes temblores ademaacutes se anota como hecho curioso
la casi inexistencia de chimeneas en una ciudad tan friacutea debido a que persistieron por alguacuten tiempo las creencias que les
atribuiacutean poderes maleacuteficos como lo relata el cronista Joseacute Mariacutea Caballero[13]
Existiacutea una carencia de parques y jardines puacuteblicos pero esto no afectaba a las elites capitalinas ya que sus hogares
contaban con amplios patios huertas y solares donde abundaban aacuterboles y cultivos caseros de hortalizas y otros
alimentos De igual forma se conoce que a nivel puacuteblico la plaza maacutes importante era la Plaza Mayor (hoy la Plaza de
Boliacutevar) la cual se encontraba rodeada por La Catedral las sedes de autoridades civiles y eclesiaacutesticas algunas familias
distinguidas y pocas chicheriacuteas La plaza era centro de tertulias y en ella se celebraba el mercado de los viernes
Para finales de siglo la uacutenica variacioacuten que se identificaba en cuanto al crecimiento del aacuterea urbana era el norte donde se
empezaba a poblar lentamente el caseriacuteo de Chapinero con casas y quintas de recreo Los bogotanos acudiacutean al norte a
respirar aire puro La liacutenea del tranviacutea el hipoacutedromo y el templo de la Virgen del Lourdes le dieron un nuevo impulso al
sector Con esto se creoacute una distincioacuten entre dos zonas de Bogotaacute que hasta hoy persiste uno representado por las
personas pudientes econoacutemicamente y el otro conformado por el resto de la poblacioacuten Patricia Londontildeo contribuye a esta
discusioacuten describiendo coacutemo en la ciudad se encontraban establecidos espacios para los hombres y otros muy diferentes
para las Mujeres[14] Explica que Santafeacute no contaba con cafeacutes o restaurantes para que la elite socializara por lo tanto las
familias y amistades se reuniacutean en las casas en veladas durante las cuales se tomaba el chocolate se jugaba a las cartas y
se conversaba despueacutes de haber rezado el rosario Los hombres se reuniacutean al atardecer en el atrio de la catedral se
paseaban en grupos o se iban a alguacuten establecimiento a fumar leer perioacutedico o jugar billar mientras que las jovencitas se
visitaban en sus casas o tocaban el piano
Seguacuten la publicacioacuten de Alberto Saldarriaga Antonio Castantildeeda y Benjamin Villegas[15] se observa que durante el siglo
XIX existe un mayor sentido del bienestar apoyado en los avances de la provisioacuten domiciliaria de servicios puacuteblicos y en
los conceptos de higiene y calidad de vida Estos servicios fueron integrados a la vida domeacutestica bogotana Durante la
mayor parte del siglo los mecanismos de provisioacuten de agua fueron rudimentarios La ciudad se abasteciacutea de los riacuteos que
pasaban de oriente a occidente como el San Francisco el Arzobispo y el Manzanares De eacutestos saliacutean cantildeeriacuteas que
llevaban el liacutequido a pilas de donde era tomado por las aguadoras que lo transportaban a las casas[16] Es importante
anotar que para comienzos de siglo solo las familias pudientes teniacutean el privilegio de las ldquoMercedes de Aguasrdquo que
consistiacutean en poseer una cantildeeriacutea que desviaba el liacutequido hasta las casas la mayoriacutea de ellas estaban ubicadas en la
parroquia o barrio de la Catedral (anexo 2)
El equipo de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia ya mencionado[17] relata coacutemo la constitucioacuten del servicio de
abastecimiento del agua a lo largo del siglo fue un proceso complejo Aun cuando el Cabildo contratoacute a particulares para
que hicieran el mantenimiento de las cantildeeriacuteas cajas de reparto y fuentes puacuteblicas las personas encargadas se dedicaron a
lucrarse y abandonaron la preservacioacuten de la salubridad citadina Esto causoacute muerte y enfermedades En el antildeo de 1886
dos particulares Ramoacuten B Jimeno y Antonio Martiacutenez de la Cuadra instalaron el acueducto de hierro como parte del
espiacuteritu de la eacutepoca comprometido con el orden y el progreso Si bien se trataba de un paso necesario para las condiciones
de la capital el cambio continuaba con las deficiencias antes mencionadas como era la preservacioacuten de la existencia del
liacutequido y la calidad del mismo
Es de recordar que antes de la llegada de los europeos las familias muiscas se abasteciacutean directamente de los riacuteos y lagos
del territorio y en parte por eso los reverenciaban A medida que avanzoacute la ldquocivilizacioacutenrdquo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo esto
cambioacute Los hogares siguieron extrayendo el agua pero esta vez mediado por una nueva cosmovisioacuten (la naturaleza
estaacutetica al servicio del hombre y de la mujer) asiacute como por las cantildeeriacuteas pilas y maacutes tarde el acueducto Esto implico una
progresiva invisibilizacioacuten del espacio del territorio al igual que el descuido de su reproduccioacuten
Otros ejemplos de invisibilizacioacuten los encontramos en las viacuteas puacuteblicas empedradas o en la noche que tiende a
desaparecer En cuanto a la limpieza e higiene de la ciudad en general las lecturas dan cuenta de su inexistencia a pesar
de los esfuerzos realizados por sus dirigentes Recordemos que los mismos eran varones hegemoacutenicos y que para seguir
siendo considerados como tales conociacutean poco de las tareas consideradas femeninas (de las que hablaremos maacutes
adelante) que eran las que permitiacutean la sostenibilidad del entorno
A principios de siglo la limpieza de las calles era realizada por varones no hegemoacutenicos los presos Las croacutenicas de
viajeros describen que ademaacutes de ser ellos quienes aseaban de igual forma lo haciacutean las gallinas y la lluvia Las zanjas de
agua corriente que fluiacutean por el centro de las principales calles y que habiacutean sido abiertas con el objetivo de salubridad y
limpieza se convirtieron en un vehiacuteculo de propagacioacuten de basuras debido a que despueacutes de las ocho de la noche se
botaban en ellas cubos de desperdicios[18]
En cuanto a la relacioacuten nochediacutea tan soacutelo como otro ejemplo nos gustariacutea sentildealar lo siguiente Para comienzos del siglo
Bogotaacute contaba con un farol que se ubicaba en la alcaldiacutea y en 1822 habiacutea cinco faroles de vela de sebo Las autoridades
se preocuparon por extender este servicio a numerosas calles de la ciudad pero siempre existioacute el problema de los escasos
recursos para hacerlo (anexo 3) Una de las calles que contaba con el alumbrado por farol era la Calle del Comercio
donde gracias a la iluminacioacuten se brindaba seguridad a los almacenes y tiendas Los particulares rechazaban este servicio
porque lo veiacutean como un impuesto maacutes El alumbrado domeacutestico estaba constituido por candiles o laacutemparas de sebo pero
poco a poco las familias acaudaladas empezaron a usar laacutemparas de vidrio y teaacutetricas que no generaban ninguacuten olor y que
eran importadas de Europa La obscuridad capitalina que permitiacutea ser maacutes conscientes a los bogotanos de los cambios
que implicaba la noche y las posibilidades y limitaciones que ofreciacutea la misma contrastaba con ciudades como Londres
que ya para esa eacutepoca habiacutea logrado ldquomenguar la nocherdquo gracias al gas o hacerla cada vez maacutes lejana al ojo limpio delde
la espectadora Al finalizar el siglo Bogotaacute contaba con cuatro tipos de alumbrado puacuteblico faroles de vela de sebo
faroles de reverbero faroles de petroacuteleo y faroles de gas Soacutelo el 7 septiembre de 1889 se instaloacute el alumbrado eleacutectrico
Si bien el avance del alumbrado de la ciudad en ocasiones con estrategias contaminantes permitioacute pensar en la
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
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AutorSuzy Bermuacutedez[] (Diana Urbano[]) Tema Principales aportes hechos a la historia por Dariacuteo Betancourt Diciembre 2001 Paacuteginas 107 - 128
[PDF]
Inicio Revista No 19-
Los espacios en los hogares de la elite
santaferentildea en el siglo XIX desde una
perspectiva de geacutenero
Suzy Bermuacutedez[] (Diana Urbano[])
Artiacuteculos
RESUMEN
Este artiacuteculo busca aproximar las relaciones Jeraacuterquicas que existiacutean en los hogares de la elite santaferentildea durante el siglo
XIX a partir de los diferentes recintos que constituiacutean el espacio domeacutestico buscando hacer evidente que las relaciones
que se estableciacutean con el entorno no eran neutras por el contrario en parte reflejaban lo que ocurriacutea socialmente entre
quienes habitaban sus viviendas
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Presentacioacuten
El propoacutesito de este artiacuteculo es estudiar el aacutembito domeacutestico de la elite de la capital de Colombia en el curso del siglo
XIX pues los salones el costurero o la biblioteca no eran lugares neutros[1] sino que reflejaban en su seno el
androcentrismo[2] que caracterizaba la sociedad
Es conveniente sentildealar que a la llegada de los conquistadores y a lo largo del periacuteodo colonial debido a la tradicioacuten
judeo-cristiana y fortalecida eacutesta por el desarrollo del capitalismo se implantoacute el imaginario de una cultura
antropoceacutentrica[3] que no coincidioacute con muchas de las tradiciones indiacutegenas Es maacutes recordemos que quienes llegaron
haciacutean parte de culturas sedentarias que manteniacutean una relacioacuten con el entorno caracterizada por la propiedad privada[4]
Durante los tres siglos de colonizacioacuten la ldquoexplotacioacutenrdquo y ldquodominacioacutenrdquo del territorio fueron la base de la ldquocivilizacioacutenrdquo y
el ldquoprogresordquo decimonoacutenico Entre maacutes alejadoa se estuviera de la naturaleza y mayor ldquoordenrdquo se impusiera mejor[5] Se
valoroacute entonces maacutes la produccioacuten la acumulacioacuten y el consumo que la reproduccioacuten de acuerdo a la perspectiva de
geacutenero se impulsoacute asiacute maacutes claramente una cosmovisioacuten y patrones relacionales asociados con lo masculino occidental
que con lo femenino Es asiacute como quienes estaban maacutes cercanos a la tierra a la naturaleza y a su preservacioacuten se lasos
valoroacute menos asiacute como quienes basaban su conocimiento en la praacutectica como por ejemplo las mujeres en sus hogares
losas campesinosas losas artesanosas etc
Los estudios sobre las relaciones de geacutenero sentildealan que en culturas patriarcales como la nuestra se asocia con lo
masculino esa subvaloracioacuten del territorio del cuerpo y de lo ldquonaturalrdquo pues a estas uacuteltimas se las asocia con lo femenino
Ocurre igualmente con el conocimiento abstracto (masculino) frente al praacutectico (femenino)
En las liacuteneas que siguen presentamos algunos ejemplos de coacutemo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo tan buscados por los
dirigentes decimonoacutenicos fortalecieron la mirada masculina en detrimento de la femenina en el antiguo espacio habitado
por los muiscas a partir de la conquista Maacutes tarde se revisaraacuten con mayor detalle los hogares de la oligarquiacutea de la
capital Por uacuteltimo se introducen unas ideas que sirven de cierre al escrito
1 el espacio de la ciudad
La constitucioacuten del espacio urbano en Ameacuterica Latina fue un proceso complejo en el cual se mezclaron culturas
diferentes los peninsulares de origen catoacutelico con los indiacutegenas americanos Fabio Zambrano y Olivier Bernard[6]
establecen que las sociedades prehispaacutenicas crearon diversas formas originales de organizar el espacio Las mismas
fueron desarrolladas colectivamente pero cambiaron radicalmente con la Conquista cuando los pobladores europeos
introdujeron otra loacutegica de organizacioacuten del entorno la ciudad Los autores sentildealados indican que ldquoLa ciudad asumioacute el
papel de ser un gran escenario donde se representaba el poder y por ello el espacio urbano se dispuso de cierta manera
Por sus estructuras las ciudades mostraban lo que se concebiacutea como orden los aacutengulos rectos las aguas canalizadas los
emblemas como las plazas y las fuentes surgieron como las victorias de la cultura sobre la naturalezardquo[7] (subrayado
nuestro) Estos seriacutean los primeros pasos dados hacia la masculinizacioacuten del espacio
Aiacuteda Martiacutenez sentildeala que el modelo de cuadriacutecula establecido en las ciudades hispanoamericanas introdujo un disentildeo
geomeacutetrico ldquoexceacutentrico a la naturalezardquo pues no era eacuteste el que caracterizaba sus formas y voluacutemenes[8] Fue este disentildeo
el que terminoacute rigiendo el espacio vital de hombres y mujeres Alrededor de la plaza cuadrada se construyeron las casas y
los cuartos en ellas maacutes tarde las manzanas y en esta angulosidad creada se ordenaron las calles y esquinas (anexo 1 A y
Ventas y canjes
B)
Para el siglo XIX el esquema que los espantildeoles habiacutean tratado de implantar desde la Conquista con la organizacioacuten de
ldquodosrdquo sociedades ideales la repuacuteblica de blancos (la ciudad) y la repuacuteblica de los indios (el campo) habiacutea fracasado desde
el siglo XVIII El espacio urbano habiacutea sido invadido por mestizosas negrosas e indiacutegenas y al mismo tiempo losas
blancosas pobres se volviacutean campesinosas[9]
Durante el siglo en estudio Bogotaacute al convertirse en la capital de la joven Repuacuteblica se constituyoacute en punto neuraacutelgico
del paiacutes La ciudad era descrita por los viajeros extranjeros como sorprendentemente aislada con relacioacuten a los puertos
mariacutetimos que eran los que permitiacutean el contacto con los paiacuteses europeos e inclusive con el resto del paiacutes Al finalizar el
siglo no habiacutea variado sus liacutemites urbanos con relacioacuten a las postrimeriacuteas de la Colonia aun cuando su poblacioacuten habiacutea
aumentado durante el periacuteodo de 1800 a 1905 la poblacioacuten varioacute de 21464 a 100000 habitantes y como resultado el
espacio urbano se redujo y el domeacutestico pasoacute a estar dividido en muchas viviendas[10]
El equipo de investigadores de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia[11] describe que al comienzo del siglo la ciudad contaba
con cuatro barrios La Catedral Las nieves Santa Baacuterbara y San Victorino[12] Luego estos sectores se subdividieron
dando origen a nuevos barrios Esta divisioacuten administrativa concordaba con la eclesiaacutestica El barrio maacutes importante a
nivel poliacutetico y social era La Catedral debido a que en eacutel se concentraban las sedes judiciales administrativas
legislativas y eclesiaacutesticas tambieacuten la mayoriacutea de las iglesias y viviendas de la oligarquiacutea Era la zona mejor abastecida de
agua y en ella se encontraban las casas de dos pisos existentes en la ciudad Es de aclarar que no era comuacuten hallar
viviendas de dos pisos porque la arquitectura bogotana era bastante modesta Tambieacuten los investigadores especifican que
predominaban las de un piso con paredes gruesas debido a los frecuentes temblores ademaacutes se anota como hecho curioso
la casi inexistencia de chimeneas en una ciudad tan friacutea debido a que persistieron por alguacuten tiempo las creencias que les
atribuiacutean poderes maleacuteficos como lo relata el cronista Joseacute Mariacutea Caballero[13]
Existiacutea una carencia de parques y jardines puacuteblicos pero esto no afectaba a las elites capitalinas ya que sus hogares
contaban con amplios patios huertas y solares donde abundaban aacuterboles y cultivos caseros de hortalizas y otros
alimentos De igual forma se conoce que a nivel puacuteblico la plaza maacutes importante era la Plaza Mayor (hoy la Plaza de
Boliacutevar) la cual se encontraba rodeada por La Catedral las sedes de autoridades civiles y eclesiaacutesticas algunas familias
distinguidas y pocas chicheriacuteas La plaza era centro de tertulias y en ella se celebraba el mercado de los viernes
Para finales de siglo la uacutenica variacioacuten que se identificaba en cuanto al crecimiento del aacuterea urbana era el norte donde se
empezaba a poblar lentamente el caseriacuteo de Chapinero con casas y quintas de recreo Los bogotanos acudiacutean al norte a
respirar aire puro La liacutenea del tranviacutea el hipoacutedromo y el templo de la Virgen del Lourdes le dieron un nuevo impulso al
sector Con esto se creoacute una distincioacuten entre dos zonas de Bogotaacute que hasta hoy persiste uno representado por las
personas pudientes econoacutemicamente y el otro conformado por el resto de la poblacioacuten Patricia Londontildeo contribuye a esta
discusioacuten describiendo coacutemo en la ciudad se encontraban establecidos espacios para los hombres y otros muy diferentes
para las Mujeres[14] Explica que Santafeacute no contaba con cafeacutes o restaurantes para que la elite socializara por lo tanto las
familias y amistades se reuniacutean en las casas en veladas durante las cuales se tomaba el chocolate se jugaba a las cartas y
se conversaba despueacutes de haber rezado el rosario Los hombres se reuniacutean al atardecer en el atrio de la catedral se
paseaban en grupos o se iban a alguacuten establecimiento a fumar leer perioacutedico o jugar billar mientras que las jovencitas se
visitaban en sus casas o tocaban el piano
Seguacuten la publicacioacuten de Alberto Saldarriaga Antonio Castantildeeda y Benjamin Villegas[15] se observa que durante el siglo
XIX existe un mayor sentido del bienestar apoyado en los avances de la provisioacuten domiciliaria de servicios puacuteblicos y en
los conceptos de higiene y calidad de vida Estos servicios fueron integrados a la vida domeacutestica bogotana Durante la
mayor parte del siglo los mecanismos de provisioacuten de agua fueron rudimentarios La ciudad se abasteciacutea de los riacuteos que
pasaban de oriente a occidente como el San Francisco el Arzobispo y el Manzanares De eacutestos saliacutean cantildeeriacuteas que
llevaban el liacutequido a pilas de donde era tomado por las aguadoras que lo transportaban a las casas[16] Es importante
anotar que para comienzos de siglo solo las familias pudientes teniacutean el privilegio de las ldquoMercedes de Aguasrdquo que
consistiacutean en poseer una cantildeeriacutea que desviaba el liacutequido hasta las casas la mayoriacutea de ellas estaban ubicadas en la
parroquia o barrio de la Catedral (anexo 2)
El equipo de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia ya mencionado[17] relata coacutemo la constitucioacuten del servicio de
abastecimiento del agua a lo largo del siglo fue un proceso complejo Aun cuando el Cabildo contratoacute a particulares para
que hicieran el mantenimiento de las cantildeeriacuteas cajas de reparto y fuentes puacuteblicas las personas encargadas se dedicaron a
lucrarse y abandonaron la preservacioacuten de la salubridad citadina Esto causoacute muerte y enfermedades En el antildeo de 1886
dos particulares Ramoacuten B Jimeno y Antonio Martiacutenez de la Cuadra instalaron el acueducto de hierro como parte del
espiacuteritu de la eacutepoca comprometido con el orden y el progreso Si bien se trataba de un paso necesario para las condiciones
de la capital el cambio continuaba con las deficiencias antes mencionadas como era la preservacioacuten de la existencia del
liacutequido y la calidad del mismo
Es de recordar que antes de la llegada de los europeos las familias muiscas se abasteciacutean directamente de los riacuteos y lagos
del territorio y en parte por eso los reverenciaban A medida que avanzoacute la ldquocivilizacioacutenrdquo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo esto
cambioacute Los hogares siguieron extrayendo el agua pero esta vez mediado por una nueva cosmovisioacuten (la naturaleza
estaacutetica al servicio del hombre y de la mujer) asiacute como por las cantildeeriacuteas pilas y maacutes tarde el acueducto Esto implico una
progresiva invisibilizacioacuten del espacio del territorio al igual que el descuido de su reproduccioacuten
Otros ejemplos de invisibilizacioacuten los encontramos en las viacuteas puacuteblicas empedradas o en la noche que tiende a
desaparecer En cuanto a la limpieza e higiene de la ciudad en general las lecturas dan cuenta de su inexistencia a pesar
de los esfuerzos realizados por sus dirigentes Recordemos que los mismos eran varones hegemoacutenicos y que para seguir
siendo considerados como tales conociacutean poco de las tareas consideradas femeninas (de las que hablaremos maacutes
adelante) que eran las que permitiacutean la sostenibilidad del entorno
A principios de siglo la limpieza de las calles era realizada por varones no hegemoacutenicos los presos Las croacutenicas de
viajeros describen que ademaacutes de ser ellos quienes aseaban de igual forma lo haciacutean las gallinas y la lluvia Las zanjas de
agua corriente que fluiacutean por el centro de las principales calles y que habiacutean sido abiertas con el objetivo de salubridad y
limpieza se convirtieron en un vehiacuteculo de propagacioacuten de basuras debido a que despueacutes de las ocho de la noche se
botaban en ellas cubos de desperdicios[18]
En cuanto a la relacioacuten nochediacutea tan soacutelo como otro ejemplo nos gustariacutea sentildealar lo siguiente Para comienzos del siglo
Bogotaacute contaba con un farol que se ubicaba en la alcaldiacutea y en 1822 habiacutea cinco faroles de vela de sebo Las autoridades
se preocuparon por extender este servicio a numerosas calles de la ciudad pero siempre existioacute el problema de los escasos
recursos para hacerlo (anexo 3) Una de las calles que contaba con el alumbrado por farol era la Calle del Comercio
donde gracias a la iluminacioacuten se brindaba seguridad a los almacenes y tiendas Los particulares rechazaban este servicio
porque lo veiacutean como un impuesto maacutes El alumbrado domeacutestico estaba constituido por candiles o laacutemparas de sebo pero
poco a poco las familias acaudaladas empezaron a usar laacutemparas de vidrio y teaacutetricas que no generaban ninguacuten olor y que
eran importadas de Europa La obscuridad capitalina que permitiacutea ser maacutes conscientes a los bogotanos de los cambios
que implicaba la noche y las posibilidades y limitaciones que ofreciacutea la misma contrastaba con ciudades como Londres
que ya para esa eacutepoca habiacutea logrado ldquomenguar la nocherdquo gracias al gas o hacerla cada vez maacutes lejana al ojo limpio delde
la espectadora Al finalizar el siglo Bogotaacute contaba con cuatro tipos de alumbrado puacuteblico faroles de vela de sebo
faroles de reverbero faroles de petroacuteleo y faroles de gas Soacutelo el 7 septiembre de 1889 se instaloacute el alumbrado eleacutectrico
Si bien el avance del alumbrado de la ciudad en ocasiones con estrategias contaminantes permitioacute pensar en la
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
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El propoacutesito de este artiacuteculo es estudiar el aacutembito domeacutestico de la elite de la capital de Colombia en el curso del siglo
XIX pues los salones el costurero o la biblioteca no eran lugares neutros[1] sino que reflejaban en su seno el
androcentrismo[2] que caracterizaba la sociedad
Es conveniente sentildealar que a la llegada de los conquistadores y a lo largo del periacuteodo colonial debido a la tradicioacuten
judeo-cristiana y fortalecida eacutesta por el desarrollo del capitalismo se implantoacute el imaginario de una cultura
antropoceacutentrica[3] que no coincidioacute con muchas de las tradiciones indiacutegenas Es maacutes recordemos que quienes llegaron
haciacutean parte de culturas sedentarias que manteniacutean una relacioacuten con el entorno caracterizada por la propiedad privada[4]
Durante los tres siglos de colonizacioacuten la ldquoexplotacioacutenrdquo y ldquodominacioacutenrdquo del territorio fueron la base de la ldquocivilizacioacutenrdquo y
el ldquoprogresordquo decimonoacutenico Entre maacutes alejadoa se estuviera de la naturaleza y mayor ldquoordenrdquo se impusiera mejor[5] Se
valoroacute entonces maacutes la produccioacuten la acumulacioacuten y el consumo que la reproduccioacuten de acuerdo a la perspectiva de
geacutenero se impulsoacute asiacute maacutes claramente una cosmovisioacuten y patrones relacionales asociados con lo masculino occidental
que con lo femenino Es asiacute como quienes estaban maacutes cercanos a la tierra a la naturaleza y a su preservacioacuten se lasos
valoroacute menos asiacute como quienes basaban su conocimiento en la praacutectica como por ejemplo las mujeres en sus hogares
losas campesinosas losas artesanosas etc
Los estudios sobre las relaciones de geacutenero sentildealan que en culturas patriarcales como la nuestra se asocia con lo
masculino esa subvaloracioacuten del territorio del cuerpo y de lo ldquonaturalrdquo pues a estas uacuteltimas se las asocia con lo femenino
Ocurre igualmente con el conocimiento abstracto (masculino) frente al praacutectico (femenino)
En las liacuteneas que siguen presentamos algunos ejemplos de coacutemo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo tan buscados por los
dirigentes decimonoacutenicos fortalecieron la mirada masculina en detrimento de la femenina en el antiguo espacio habitado
por los muiscas a partir de la conquista Maacutes tarde se revisaraacuten con mayor detalle los hogares de la oligarquiacutea de la
capital Por uacuteltimo se introducen unas ideas que sirven de cierre al escrito
1 el espacio de la ciudad
La constitucioacuten del espacio urbano en Ameacuterica Latina fue un proceso complejo en el cual se mezclaron culturas
diferentes los peninsulares de origen catoacutelico con los indiacutegenas americanos Fabio Zambrano y Olivier Bernard[6]
establecen que las sociedades prehispaacutenicas crearon diversas formas originales de organizar el espacio Las mismas
fueron desarrolladas colectivamente pero cambiaron radicalmente con la Conquista cuando los pobladores europeos
introdujeron otra loacutegica de organizacioacuten del entorno la ciudad Los autores sentildealados indican que ldquoLa ciudad asumioacute el
papel de ser un gran escenario donde se representaba el poder y por ello el espacio urbano se dispuso de cierta manera
Por sus estructuras las ciudades mostraban lo que se concebiacutea como orden los aacutengulos rectos las aguas canalizadas los
emblemas como las plazas y las fuentes surgieron como las victorias de la cultura sobre la naturalezardquo[7] (subrayado
nuestro) Estos seriacutean los primeros pasos dados hacia la masculinizacioacuten del espacio
Aiacuteda Martiacutenez sentildeala que el modelo de cuadriacutecula establecido en las ciudades hispanoamericanas introdujo un disentildeo
geomeacutetrico ldquoexceacutentrico a la naturalezardquo pues no era eacuteste el que caracterizaba sus formas y voluacutemenes[8] Fue este disentildeo
el que terminoacute rigiendo el espacio vital de hombres y mujeres Alrededor de la plaza cuadrada se construyeron las casas y
los cuartos en ellas maacutes tarde las manzanas y en esta angulosidad creada se ordenaron las calles y esquinas (anexo 1 A y
Ventas y canjes
B)
Para el siglo XIX el esquema que los espantildeoles habiacutean tratado de implantar desde la Conquista con la organizacioacuten de
ldquodosrdquo sociedades ideales la repuacuteblica de blancos (la ciudad) y la repuacuteblica de los indios (el campo) habiacutea fracasado desde
el siglo XVIII El espacio urbano habiacutea sido invadido por mestizosas negrosas e indiacutegenas y al mismo tiempo losas
blancosas pobres se volviacutean campesinosas[9]
Durante el siglo en estudio Bogotaacute al convertirse en la capital de la joven Repuacuteblica se constituyoacute en punto neuraacutelgico
del paiacutes La ciudad era descrita por los viajeros extranjeros como sorprendentemente aislada con relacioacuten a los puertos
mariacutetimos que eran los que permitiacutean el contacto con los paiacuteses europeos e inclusive con el resto del paiacutes Al finalizar el
siglo no habiacutea variado sus liacutemites urbanos con relacioacuten a las postrimeriacuteas de la Colonia aun cuando su poblacioacuten habiacutea
aumentado durante el periacuteodo de 1800 a 1905 la poblacioacuten varioacute de 21464 a 100000 habitantes y como resultado el
espacio urbano se redujo y el domeacutestico pasoacute a estar dividido en muchas viviendas[10]
El equipo de investigadores de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia[11] describe que al comienzo del siglo la ciudad contaba
con cuatro barrios La Catedral Las nieves Santa Baacuterbara y San Victorino[12] Luego estos sectores se subdividieron
dando origen a nuevos barrios Esta divisioacuten administrativa concordaba con la eclesiaacutestica El barrio maacutes importante a
nivel poliacutetico y social era La Catedral debido a que en eacutel se concentraban las sedes judiciales administrativas
legislativas y eclesiaacutesticas tambieacuten la mayoriacutea de las iglesias y viviendas de la oligarquiacutea Era la zona mejor abastecida de
agua y en ella se encontraban las casas de dos pisos existentes en la ciudad Es de aclarar que no era comuacuten hallar
viviendas de dos pisos porque la arquitectura bogotana era bastante modesta Tambieacuten los investigadores especifican que
predominaban las de un piso con paredes gruesas debido a los frecuentes temblores ademaacutes se anota como hecho curioso
la casi inexistencia de chimeneas en una ciudad tan friacutea debido a que persistieron por alguacuten tiempo las creencias que les
atribuiacutean poderes maleacuteficos como lo relata el cronista Joseacute Mariacutea Caballero[13]
Existiacutea una carencia de parques y jardines puacuteblicos pero esto no afectaba a las elites capitalinas ya que sus hogares
contaban con amplios patios huertas y solares donde abundaban aacuterboles y cultivos caseros de hortalizas y otros
alimentos De igual forma se conoce que a nivel puacuteblico la plaza maacutes importante era la Plaza Mayor (hoy la Plaza de
Boliacutevar) la cual se encontraba rodeada por La Catedral las sedes de autoridades civiles y eclesiaacutesticas algunas familias
distinguidas y pocas chicheriacuteas La plaza era centro de tertulias y en ella se celebraba el mercado de los viernes
Para finales de siglo la uacutenica variacioacuten que se identificaba en cuanto al crecimiento del aacuterea urbana era el norte donde se
empezaba a poblar lentamente el caseriacuteo de Chapinero con casas y quintas de recreo Los bogotanos acudiacutean al norte a
respirar aire puro La liacutenea del tranviacutea el hipoacutedromo y el templo de la Virgen del Lourdes le dieron un nuevo impulso al
sector Con esto se creoacute una distincioacuten entre dos zonas de Bogotaacute que hasta hoy persiste uno representado por las
personas pudientes econoacutemicamente y el otro conformado por el resto de la poblacioacuten Patricia Londontildeo contribuye a esta
discusioacuten describiendo coacutemo en la ciudad se encontraban establecidos espacios para los hombres y otros muy diferentes
para las Mujeres[14] Explica que Santafeacute no contaba con cafeacutes o restaurantes para que la elite socializara por lo tanto las
familias y amistades se reuniacutean en las casas en veladas durante las cuales se tomaba el chocolate se jugaba a las cartas y
se conversaba despueacutes de haber rezado el rosario Los hombres se reuniacutean al atardecer en el atrio de la catedral se
paseaban en grupos o se iban a alguacuten establecimiento a fumar leer perioacutedico o jugar billar mientras que las jovencitas se
visitaban en sus casas o tocaban el piano
Seguacuten la publicacioacuten de Alberto Saldarriaga Antonio Castantildeeda y Benjamin Villegas[15] se observa que durante el siglo
XIX existe un mayor sentido del bienestar apoyado en los avances de la provisioacuten domiciliaria de servicios puacuteblicos y en
los conceptos de higiene y calidad de vida Estos servicios fueron integrados a la vida domeacutestica bogotana Durante la
mayor parte del siglo los mecanismos de provisioacuten de agua fueron rudimentarios La ciudad se abasteciacutea de los riacuteos que
pasaban de oriente a occidente como el San Francisco el Arzobispo y el Manzanares De eacutestos saliacutean cantildeeriacuteas que
llevaban el liacutequido a pilas de donde era tomado por las aguadoras que lo transportaban a las casas[16] Es importante
anotar que para comienzos de siglo solo las familias pudientes teniacutean el privilegio de las ldquoMercedes de Aguasrdquo que
consistiacutean en poseer una cantildeeriacutea que desviaba el liacutequido hasta las casas la mayoriacutea de ellas estaban ubicadas en la
parroquia o barrio de la Catedral (anexo 2)
El equipo de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia ya mencionado[17] relata coacutemo la constitucioacuten del servicio de
abastecimiento del agua a lo largo del siglo fue un proceso complejo Aun cuando el Cabildo contratoacute a particulares para
que hicieran el mantenimiento de las cantildeeriacuteas cajas de reparto y fuentes puacuteblicas las personas encargadas se dedicaron a
lucrarse y abandonaron la preservacioacuten de la salubridad citadina Esto causoacute muerte y enfermedades En el antildeo de 1886
dos particulares Ramoacuten B Jimeno y Antonio Martiacutenez de la Cuadra instalaron el acueducto de hierro como parte del
espiacuteritu de la eacutepoca comprometido con el orden y el progreso Si bien se trataba de un paso necesario para las condiciones
de la capital el cambio continuaba con las deficiencias antes mencionadas como era la preservacioacuten de la existencia del
liacutequido y la calidad del mismo
Es de recordar que antes de la llegada de los europeos las familias muiscas se abasteciacutean directamente de los riacuteos y lagos
del territorio y en parte por eso los reverenciaban A medida que avanzoacute la ldquocivilizacioacutenrdquo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo esto
cambioacute Los hogares siguieron extrayendo el agua pero esta vez mediado por una nueva cosmovisioacuten (la naturaleza
estaacutetica al servicio del hombre y de la mujer) asiacute como por las cantildeeriacuteas pilas y maacutes tarde el acueducto Esto implico una
progresiva invisibilizacioacuten del espacio del territorio al igual que el descuido de su reproduccioacuten
Otros ejemplos de invisibilizacioacuten los encontramos en las viacuteas puacuteblicas empedradas o en la noche que tiende a
desaparecer En cuanto a la limpieza e higiene de la ciudad en general las lecturas dan cuenta de su inexistencia a pesar
de los esfuerzos realizados por sus dirigentes Recordemos que los mismos eran varones hegemoacutenicos y que para seguir
siendo considerados como tales conociacutean poco de las tareas consideradas femeninas (de las que hablaremos maacutes
adelante) que eran las que permitiacutean la sostenibilidad del entorno
A principios de siglo la limpieza de las calles era realizada por varones no hegemoacutenicos los presos Las croacutenicas de
viajeros describen que ademaacutes de ser ellos quienes aseaban de igual forma lo haciacutean las gallinas y la lluvia Las zanjas de
agua corriente que fluiacutean por el centro de las principales calles y que habiacutean sido abiertas con el objetivo de salubridad y
limpieza se convirtieron en un vehiacuteculo de propagacioacuten de basuras debido a que despueacutes de las ocho de la noche se
botaban en ellas cubos de desperdicios[18]
En cuanto a la relacioacuten nochediacutea tan soacutelo como otro ejemplo nos gustariacutea sentildealar lo siguiente Para comienzos del siglo
Bogotaacute contaba con un farol que se ubicaba en la alcaldiacutea y en 1822 habiacutea cinco faroles de vela de sebo Las autoridades
se preocuparon por extender este servicio a numerosas calles de la ciudad pero siempre existioacute el problema de los escasos
recursos para hacerlo (anexo 3) Una de las calles que contaba con el alumbrado por farol era la Calle del Comercio
donde gracias a la iluminacioacuten se brindaba seguridad a los almacenes y tiendas Los particulares rechazaban este servicio
porque lo veiacutean como un impuesto maacutes El alumbrado domeacutestico estaba constituido por candiles o laacutemparas de sebo pero
poco a poco las familias acaudaladas empezaron a usar laacutemparas de vidrio y teaacutetricas que no generaban ninguacuten olor y que
eran importadas de Europa La obscuridad capitalina que permitiacutea ser maacutes conscientes a los bogotanos de los cambios
que implicaba la noche y las posibilidades y limitaciones que ofreciacutea la misma contrastaba con ciudades como Londres
que ya para esa eacutepoca habiacutea logrado ldquomenguar la nocherdquo gracias al gas o hacerla cada vez maacutes lejana al ojo limpio delde
la espectadora Al finalizar el siglo Bogotaacute contaba con cuatro tipos de alumbrado puacuteblico faroles de vela de sebo
faroles de reverbero faroles de petroacuteleo y faroles de gas Soacutelo el 7 septiembre de 1889 se instaloacute el alumbrado eleacutectrico
Si bien el avance del alumbrado de la ciudad en ocasiones con estrategias contaminantes permitioacute pensar en la
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
Ventas y canjes
B)
Para el siglo XIX el esquema que los espantildeoles habiacutean tratado de implantar desde la Conquista con la organizacioacuten de
ldquodosrdquo sociedades ideales la repuacuteblica de blancos (la ciudad) y la repuacuteblica de los indios (el campo) habiacutea fracasado desde
el siglo XVIII El espacio urbano habiacutea sido invadido por mestizosas negrosas e indiacutegenas y al mismo tiempo losas
blancosas pobres se volviacutean campesinosas[9]
Durante el siglo en estudio Bogotaacute al convertirse en la capital de la joven Repuacuteblica se constituyoacute en punto neuraacutelgico
del paiacutes La ciudad era descrita por los viajeros extranjeros como sorprendentemente aislada con relacioacuten a los puertos
mariacutetimos que eran los que permitiacutean el contacto con los paiacuteses europeos e inclusive con el resto del paiacutes Al finalizar el
siglo no habiacutea variado sus liacutemites urbanos con relacioacuten a las postrimeriacuteas de la Colonia aun cuando su poblacioacuten habiacutea
aumentado durante el periacuteodo de 1800 a 1905 la poblacioacuten varioacute de 21464 a 100000 habitantes y como resultado el
espacio urbano se redujo y el domeacutestico pasoacute a estar dividido en muchas viviendas[10]
El equipo de investigadores de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia[11] describe que al comienzo del siglo la ciudad contaba
con cuatro barrios La Catedral Las nieves Santa Baacuterbara y San Victorino[12] Luego estos sectores se subdividieron
dando origen a nuevos barrios Esta divisioacuten administrativa concordaba con la eclesiaacutestica El barrio maacutes importante a
nivel poliacutetico y social era La Catedral debido a que en eacutel se concentraban las sedes judiciales administrativas
legislativas y eclesiaacutesticas tambieacuten la mayoriacutea de las iglesias y viviendas de la oligarquiacutea Era la zona mejor abastecida de
agua y en ella se encontraban las casas de dos pisos existentes en la ciudad Es de aclarar que no era comuacuten hallar
viviendas de dos pisos porque la arquitectura bogotana era bastante modesta Tambieacuten los investigadores especifican que
predominaban las de un piso con paredes gruesas debido a los frecuentes temblores ademaacutes se anota como hecho curioso
la casi inexistencia de chimeneas en una ciudad tan friacutea debido a que persistieron por alguacuten tiempo las creencias que les
atribuiacutean poderes maleacuteficos como lo relata el cronista Joseacute Mariacutea Caballero[13]
Existiacutea una carencia de parques y jardines puacuteblicos pero esto no afectaba a las elites capitalinas ya que sus hogares
contaban con amplios patios huertas y solares donde abundaban aacuterboles y cultivos caseros de hortalizas y otros
alimentos De igual forma se conoce que a nivel puacuteblico la plaza maacutes importante era la Plaza Mayor (hoy la Plaza de
Boliacutevar) la cual se encontraba rodeada por La Catedral las sedes de autoridades civiles y eclesiaacutesticas algunas familias
distinguidas y pocas chicheriacuteas La plaza era centro de tertulias y en ella se celebraba el mercado de los viernes
Para finales de siglo la uacutenica variacioacuten que se identificaba en cuanto al crecimiento del aacuterea urbana era el norte donde se
empezaba a poblar lentamente el caseriacuteo de Chapinero con casas y quintas de recreo Los bogotanos acudiacutean al norte a
respirar aire puro La liacutenea del tranviacutea el hipoacutedromo y el templo de la Virgen del Lourdes le dieron un nuevo impulso al
sector Con esto se creoacute una distincioacuten entre dos zonas de Bogotaacute que hasta hoy persiste uno representado por las
personas pudientes econoacutemicamente y el otro conformado por el resto de la poblacioacuten Patricia Londontildeo contribuye a esta
discusioacuten describiendo coacutemo en la ciudad se encontraban establecidos espacios para los hombres y otros muy diferentes
para las Mujeres[14] Explica que Santafeacute no contaba con cafeacutes o restaurantes para que la elite socializara por lo tanto las
familias y amistades se reuniacutean en las casas en veladas durante las cuales se tomaba el chocolate se jugaba a las cartas y
se conversaba despueacutes de haber rezado el rosario Los hombres se reuniacutean al atardecer en el atrio de la catedral se
paseaban en grupos o se iban a alguacuten establecimiento a fumar leer perioacutedico o jugar billar mientras que las jovencitas se
visitaban en sus casas o tocaban el piano
Seguacuten la publicacioacuten de Alberto Saldarriaga Antonio Castantildeeda y Benjamin Villegas[15] se observa que durante el siglo
XIX existe un mayor sentido del bienestar apoyado en los avances de la provisioacuten domiciliaria de servicios puacuteblicos y en
los conceptos de higiene y calidad de vida Estos servicios fueron integrados a la vida domeacutestica bogotana Durante la
mayor parte del siglo los mecanismos de provisioacuten de agua fueron rudimentarios La ciudad se abasteciacutea de los riacuteos que
pasaban de oriente a occidente como el San Francisco el Arzobispo y el Manzanares De eacutestos saliacutean cantildeeriacuteas que
llevaban el liacutequido a pilas de donde era tomado por las aguadoras que lo transportaban a las casas[16] Es importante
anotar que para comienzos de siglo solo las familias pudientes teniacutean el privilegio de las ldquoMercedes de Aguasrdquo que
consistiacutean en poseer una cantildeeriacutea que desviaba el liacutequido hasta las casas la mayoriacutea de ellas estaban ubicadas en la
parroquia o barrio de la Catedral (anexo 2)
El equipo de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia ya mencionado[17] relata coacutemo la constitucioacuten del servicio de
abastecimiento del agua a lo largo del siglo fue un proceso complejo Aun cuando el Cabildo contratoacute a particulares para
que hicieran el mantenimiento de las cantildeeriacuteas cajas de reparto y fuentes puacuteblicas las personas encargadas se dedicaron a
lucrarse y abandonaron la preservacioacuten de la salubridad citadina Esto causoacute muerte y enfermedades En el antildeo de 1886
dos particulares Ramoacuten B Jimeno y Antonio Martiacutenez de la Cuadra instalaron el acueducto de hierro como parte del
espiacuteritu de la eacutepoca comprometido con el orden y el progreso Si bien se trataba de un paso necesario para las condiciones
de la capital el cambio continuaba con las deficiencias antes mencionadas como era la preservacioacuten de la existencia del
liacutequido y la calidad del mismo
Es de recordar que antes de la llegada de los europeos las familias muiscas se abasteciacutean directamente de los riacuteos y lagos
del territorio y en parte por eso los reverenciaban A medida que avanzoacute la ldquocivilizacioacutenrdquo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo esto
cambioacute Los hogares siguieron extrayendo el agua pero esta vez mediado por una nueva cosmovisioacuten (la naturaleza
estaacutetica al servicio del hombre y de la mujer) asiacute como por las cantildeeriacuteas pilas y maacutes tarde el acueducto Esto implico una
progresiva invisibilizacioacuten del espacio del territorio al igual que el descuido de su reproduccioacuten
Otros ejemplos de invisibilizacioacuten los encontramos en las viacuteas puacuteblicas empedradas o en la noche que tiende a
desaparecer En cuanto a la limpieza e higiene de la ciudad en general las lecturas dan cuenta de su inexistencia a pesar
de los esfuerzos realizados por sus dirigentes Recordemos que los mismos eran varones hegemoacutenicos y que para seguir
siendo considerados como tales conociacutean poco de las tareas consideradas femeninas (de las que hablaremos maacutes
adelante) que eran las que permitiacutean la sostenibilidad del entorno
A principios de siglo la limpieza de las calles era realizada por varones no hegemoacutenicos los presos Las croacutenicas de
viajeros describen que ademaacutes de ser ellos quienes aseaban de igual forma lo haciacutean las gallinas y la lluvia Las zanjas de
agua corriente que fluiacutean por el centro de las principales calles y que habiacutean sido abiertas con el objetivo de salubridad y
limpieza se convirtieron en un vehiacuteculo de propagacioacuten de basuras debido a que despueacutes de las ocho de la noche se
botaban en ellas cubos de desperdicios[18]
En cuanto a la relacioacuten nochediacutea tan soacutelo como otro ejemplo nos gustariacutea sentildealar lo siguiente Para comienzos del siglo
Bogotaacute contaba con un farol que se ubicaba en la alcaldiacutea y en 1822 habiacutea cinco faroles de vela de sebo Las autoridades
se preocuparon por extender este servicio a numerosas calles de la ciudad pero siempre existioacute el problema de los escasos
recursos para hacerlo (anexo 3) Una de las calles que contaba con el alumbrado por farol era la Calle del Comercio
donde gracias a la iluminacioacuten se brindaba seguridad a los almacenes y tiendas Los particulares rechazaban este servicio
porque lo veiacutean como un impuesto maacutes El alumbrado domeacutestico estaba constituido por candiles o laacutemparas de sebo pero
poco a poco las familias acaudaladas empezaron a usar laacutemparas de vidrio y teaacutetricas que no generaban ninguacuten olor y que
eran importadas de Europa La obscuridad capitalina que permitiacutea ser maacutes conscientes a los bogotanos de los cambios
que implicaba la noche y las posibilidades y limitaciones que ofreciacutea la misma contrastaba con ciudades como Londres
que ya para esa eacutepoca habiacutea logrado ldquomenguar la nocherdquo gracias al gas o hacerla cada vez maacutes lejana al ojo limpio delde
la espectadora Al finalizar el siglo Bogotaacute contaba con cuatro tipos de alumbrado puacuteblico faroles de vela de sebo
faroles de reverbero faroles de petroacuteleo y faroles de gas Soacutelo el 7 septiembre de 1889 se instaloacute el alumbrado eleacutectrico
Si bien el avance del alumbrado de la ciudad en ocasiones con estrategias contaminantes permitioacute pensar en la
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
pasaban de oriente a occidente como el San Francisco el Arzobispo y el Manzanares De eacutestos saliacutean cantildeeriacuteas que
llevaban el liacutequido a pilas de donde era tomado por las aguadoras que lo transportaban a las casas[16] Es importante
anotar que para comienzos de siglo solo las familias pudientes teniacutean el privilegio de las ldquoMercedes de Aguasrdquo que
consistiacutean en poseer una cantildeeriacutea que desviaba el liacutequido hasta las casas la mayoriacutea de ellas estaban ubicadas en la
parroquia o barrio de la Catedral (anexo 2)
El equipo de la Fundacioacuten Misioacuten Colombia ya mencionado[17] relata coacutemo la constitucioacuten del servicio de
abastecimiento del agua a lo largo del siglo fue un proceso complejo Aun cuando el Cabildo contratoacute a particulares para
que hicieran el mantenimiento de las cantildeeriacuteas cajas de reparto y fuentes puacuteblicas las personas encargadas se dedicaron a
lucrarse y abandonaron la preservacioacuten de la salubridad citadina Esto causoacute muerte y enfermedades En el antildeo de 1886
dos particulares Ramoacuten B Jimeno y Antonio Martiacutenez de la Cuadra instalaron el acueducto de hierro como parte del
espiacuteritu de la eacutepoca comprometido con el orden y el progreso Si bien se trataba de un paso necesario para las condiciones
de la capital el cambio continuaba con las deficiencias antes mencionadas como era la preservacioacuten de la existencia del
liacutequido y la calidad del mismo
Es de recordar que antes de la llegada de los europeos las familias muiscas se abasteciacutean directamente de los riacuteos y lagos
del territorio y en parte por eso los reverenciaban A medida que avanzoacute la ldquocivilizacioacutenrdquo el ldquoordenrdquo y el ldquoprogresordquo esto
cambioacute Los hogares siguieron extrayendo el agua pero esta vez mediado por una nueva cosmovisioacuten (la naturaleza
estaacutetica al servicio del hombre y de la mujer) asiacute como por las cantildeeriacuteas pilas y maacutes tarde el acueducto Esto implico una
progresiva invisibilizacioacuten del espacio del territorio al igual que el descuido de su reproduccioacuten
Otros ejemplos de invisibilizacioacuten los encontramos en las viacuteas puacuteblicas empedradas o en la noche que tiende a
desaparecer En cuanto a la limpieza e higiene de la ciudad en general las lecturas dan cuenta de su inexistencia a pesar
de los esfuerzos realizados por sus dirigentes Recordemos que los mismos eran varones hegemoacutenicos y que para seguir
siendo considerados como tales conociacutean poco de las tareas consideradas femeninas (de las que hablaremos maacutes
adelante) que eran las que permitiacutean la sostenibilidad del entorno
A principios de siglo la limpieza de las calles era realizada por varones no hegemoacutenicos los presos Las croacutenicas de
viajeros describen que ademaacutes de ser ellos quienes aseaban de igual forma lo haciacutean las gallinas y la lluvia Las zanjas de
agua corriente que fluiacutean por el centro de las principales calles y que habiacutean sido abiertas con el objetivo de salubridad y
limpieza se convirtieron en un vehiacuteculo de propagacioacuten de basuras debido a que despueacutes de las ocho de la noche se
botaban en ellas cubos de desperdicios[18]
En cuanto a la relacioacuten nochediacutea tan soacutelo como otro ejemplo nos gustariacutea sentildealar lo siguiente Para comienzos del siglo
Bogotaacute contaba con un farol que se ubicaba en la alcaldiacutea y en 1822 habiacutea cinco faroles de vela de sebo Las autoridades
se preocuparon por extender este servicio a numerosas calles de la ciudad pero siempre existioacute el problema de los escasos
recursos para hacerlo (anexo 3) Una de las calles que contaba con el alumbrado por farol era la Calle del Comercio
donde gracias a la iluminacioacuten se brindaba seguridad a los almacenes y tiendas Los particulares rechazaban este servicio
porque lo veiacutean como un impuesto maacutes El alumbrado domeacutestico estaba constituido por candiles o laacutemparas de sebo pero
poco a poco las familias acaudaladas empezaron a usar laacutemparas de vidrio y teaacutetricas que no generaban ninguacuten olor y que
eran importadas de Europa La obscuridad capitalina que permitiacutea ser maacutes conscientes a los bogotanos de los cambios
que implicaba la noche y las posibilidades y limitaciones que ofreciacutea la misma contrastaba con ciudades como Londres
que ya para esa eacutepoca habiacutea logrado ldquomenguar la nocherdquo gracias al gas o hacerla cada vez maacutes lejana al ojo limpio delde
la espectadora Al finalizar el siglo Bogotaacute contaba con cuatro tipos de alumbrado puacuteblico faroles de vela de sebo
faroles de reverbero faroles de petroacuteleo y faroles de gas Soacutelo el 7 septiembre de 1889 se instaloacute el alumbrado eleacutectrico
Si bien el avance del alumbrado de la ciudad en ocasiones con estrategias contaminantes permitioacute pensar en la
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
posibilidad de contrarrestar la inseguridad y facilitar la realizacioacuten de actividades que antes no se haciacutean tambieacuten debilitoacute
el contacto con la obscuridad y con el universo a partir de la misma que nuevamente se trataban de elementos que
culturalmente se asociaban y se asocian con lo femenino La luz[19] a partir del fortalecimiento de la visioacuten como canal
privilegiado de conocimiento en torno a la lecto-escritura representoacute en occidente no soacutelo un siacutembolo asociado con el
conocimiento y la sabiduriacutea con la i-luz-tracioacuten sino con lo divino No es casual que una ciudad como Pariacutes se la
conozca como la ciudad ldquoluzrdquo enfatizando su desarrollo Escuchamos o leemos igualmente que las ciudades del ldquoprimer
mundordquo se precian por no tener noche como lo es Nueva York en el presente Por el contrario en el imaginario
decimonoacutenico la oscuridad caracteriacutestica de la noche se la presentoacute cada vez maacutes acompantildeada por la ignorancia la
confusioacuten y el pecado Se podriacutea plantear ademaacutes que la oscuridad para la Europa y la Ameacuterica letrada fue lo opuesto a
ldquoprogreso y civilizacioacutenrdquo por cuanto se la asocioacute a continentes como Africa ldquonegrardquo o a aacutembitos como la selva[20] los
que de acuerdo a su ldquolecturardquo eran peligrosos malsanos e indescifrables
Creemos que mucho de lo expuesto sigue vigente y por tal razoacuten se deben orientar estudios en este sentido pues tal
aproximacioacuten no soacutelo tiene implicaciones que limitan las relaciones entre los geacuteneros sino con el entorno y ademaacutes
puede tener componentes de racismo
2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la cultura y la reproducen por
generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una
sociedad La jerarquiacutea social domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa pueden ser desplegados en la
construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando
espacios y cuartos especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios y corredores con sus recintos
en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas
describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de
colgadura Se aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales y cornisas
elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura en Colombia sufrioacute una gran
influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico
y sensual y el goce de los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se podiacutea
identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar que el incremento gradual en la
actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes
que viviacutean en la ciudad ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento maacutes refinado es decir similar al
de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el
comedor compartiacutea el mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el patio El
comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban destinados a alcobas De este modo
sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio
los cuales circundaban un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban para las
casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes cambios el primero de ellos fue
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los
extremos de la escalera que conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores cubiertos que daban acceso a los
dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la
planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del siglo los espacios anteriormente
descritos se relaciona con los conceptos de individuo privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel
Aacutengel Urrego explica que la familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se expresaba seguacuten el autor en sus nuevos
barrios sus viviendas amplias las fachadas de las casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los
servicios puacuteblicos Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea puesto que la
intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente
burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto
se comprueba en la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban en forma
maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se
fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre
sino por la Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo privado y lo
puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el
resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las que podemos apreciar coacutemo
aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente
orden que se manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su calidad de
espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal
razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del
hogar[29] Pero no olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el aacutengel a Dios
Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios notorios pues era el siacutembolo
puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la
oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las
de un solo piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de una o maacutes ventanas
que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban
balcones corridos que se complementaban con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la mayor parte del tiempo en la
casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de
los casos lo que separaba estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era un punto neutro de transicioacuten
enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que
marcaba la entrada definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C a lo largo
del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados finamente trabajados y con estilos
cambiantes que definieron el estilo de las casas decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
inuacutetiles pero indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala la autora los
ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar ldquomodernordquo es decir de corte occidental
Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes
moderno eran las aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las primera
deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y conciertos en los salones Esta costumbre
persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de
distracciones a las que podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura del
Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente con los varones en ella la
lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus
familiares o amigos eran las actividades esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el
conocimiento europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo que existioacute fuera de ellas Un
ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes
contacto teniacutean con los mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes circunscritas
a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten vespertina los miembros de la familia en la que
participaban losas sirvientesas Cuando la vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas
en las casas Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el que era usual
encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte
de sus actividades cotidianas que en ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los
hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes con la funcioacuten de huerta que de
jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica
que el patio se tornariacutea en un espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y plantas aromaacuteticas[34] Este lugar
se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite
visual y esparcimiento en el hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los arrieros En cuanto a los cuartos la
habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y
la sentildeora teniacutean dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente se veiacutea una
clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la cocina era un lugar que se
hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la familia pero en contacto con la naturaleza ya que en
este patio se encontraban la huerta y los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero reducido de casas a finales de
siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute
transformaciones al inicio de la presente centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a
las familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta se identificaba espacialmente
de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la
madre La sentildeora de la casa o lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc Es asiacute como el comedor no se
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los
roles jeraacuterquicos entre losas comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo
posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas
mulatosas indiosas o negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una transformacioacuten del espacio
domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas
ubicadas sobre riacuteos en cuanto al bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en el patio se dejaba tibiar el
agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento diferente del cuerpo y dieron paso
a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y
especialmente el olfato revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de la persona y su importancia en
la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la
percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el paso de la bacinilla y la palangana
al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental
crema de afeitar etc Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El aseo
personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal a una limpieza de todo el cuerpo
Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y
los tradicionales paseos bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era frecuente encontrar que en las
casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las
tiendas en las que trabajaban y habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente tendiacutean a ser oscuros anti
higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea permite apreciar que los espacios
existentes al interior del mismo estaban jerarquizados reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad
Recordemos que la maacutexima autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos cercanos
al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En ausencia del padre la autoridad y
responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella
tuviera a su cargo las riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas cuando eacutel
teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el referente de lo femenino y lo
ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del
imaginario letrado de la eacutepoca como cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico
(masculino) intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la crianza de losas
nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el hogar la administracioacuten del mismo[41] el
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al
contexto descrito iquestqueacute hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las familias y
hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar hacemos referencia a la relacioacuten
estrecha que existe entre el espacio vivido y el conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el
predominio del conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo las aacutereas maacutes
cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y del hogar las menos valoradas como el patio
el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado
asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la
dimensioacuten temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando nociones como
ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga converger tanto el tiempo como el espacio
propio de estas actividades Al temporalizar la accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada
individuo o grupo humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo hemos sentildealado en este escrito
dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la
naturaleza y de quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las actividades realizadas
por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el
centro de reflexioacuten de muchos escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado en su estructura y construido
por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como
vimos en la primera parte esto ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y evitar la oscuridad En
siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto que se le debiacutea a la misma como estrategia
complementaria inseparable de la produccioacuten y consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se
buscaba despueacutes de la ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de hetereotipiacuteas de placerrdquo en En
otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y
fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo en En otras palabras ibidlaquolaquo
Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en Colombia Academia de historia
de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
[8] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoLa vida material en los espacios domeacutesticosrdquo en Historia de la vida cotidiana en Colombia
Grupo editorial Norma Bogotaacute 1996 plaquolaquo Volver
[9] ZAMBRANO F BERNARD O op citlaquolaquo Volver
[10] Fundacioacuten Misioacuten Colombia Historia de Bogotaacute t II Director del siglo XIX Eugenio Gutieacuterrez Cely Villegas
Editores 1988laquolaquo Volver
[11] Op citlaquolaquo Volver
[12] No era casual la utilizacioacuten de nombres religiosos pues la Santafeacute de Bogotaacute de aquel entonces contaba con maacutes
iglesias catoacutelicas que Pariacutes siendo esta ciudad maacutes pequentildealaquolaquo Volver
[13] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[14] LONDONtildeO Patricia ldquoLa mujer santaferentildea en el siglo XIXrdquo en Boletiacuten cultural y bibliograacutefico Bogotaacute vol 21
1994laquolaquo Volver
[15] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS Benjamin Casa republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
Santafeacute de Bogotaacute Villegas editores 1998laquolaquo Volver
[16] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op citlaquolaquo Volver
[17] op citlaquolaquo Volver
[18] op citlaquolaquo Volver
[19] KELLER Evelyn GRONTKOWSKI Christine ldquoThe mindacutes eyerdquo en KELLER Evelyn LONGINO Helen
Femenism and Science Oxford University Press 1996laquolaquo Volver
[20] Los escritos de Montserrat Ordoacutentildeez sobre la novela La Voraacutegine de Joseacute Eustasio Rivera ejemplifica lo antes
expuesto cf MONSERRAT O Vila ldquoLa voraacutegine (Rivera)rdquo en Revista Credencial historia Nordm 110 Bogotaacute 1999
RIVERA Joseacute Eustasio La Voraacutegine Edicioacuten de Montserrat Ordoacutenez Vila Caacutetedra 1990laquolaquo Volver
[21] BLANTON Richard ldquoArchitecturerdquo en Enciclopedia of Cultural Anthropology vol I Henry Holt and Company
New York 1996laquolaquo Volver
[22] SALDARRIAGA A CASTANtildeEDA A VILLEGAS B 1998c op cit p 14laquolaquo Volver
[23] MARTIacuteNEZ Carlos Santafeacute capital del Nuevo Reino de Granada Editorial Presencia 1987laquolaquo Volver
[24] BERMUDEZ Suzy en colaboracioacuten con DAVILA Mariacutea Camila ldquoLa formacioacuten del ciudadano en el siglo XIX
desde una perspectiva de geacuteneroldquo ineacuteditolaquolaquo Volver
[25] URREGO M A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997laquolaquo Volver
[26] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda ldquoMujeres y familia en el siglo XIX 1819 - 1899rdquo en Las mujeres en la historia de Colombia
t II Consejeriacutea Presidencial para la poliacutetica social Editorial Norma Bogotaacute 1995laquolaquo Volver
[27] GUERRA Lucia ldquoLas topografiacuteas de la casa como matriz transgresivas en la narrativa de la mujer latino
americanardquo en En otras palabras Nordm 6 Grupo Mujer y sociedad Universidad Nacional de Colombia Corporacioacuten casa
de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute 1999 en edicioacutenlaquolaquo Volver
[28] BERMUDEZ Suzy El bello sexo La mujer y la familia durante el Olimpo Radical Ediciones Uniandes Bogotaacute
1993laquolaquo Volver
[29] GUERRA Lucia op citlaquolaquo Volver
[30] CORRADINE Alberto Historia de la arquitectura colombiana Biblioteca de Cundinamarca 1989laquolaquo Volver
[31] ARANGO Silvia Historia de la Arquitectura en Colombia Universidad Nacional Bogotaacute 1993laquolaquo Volver
[32] GUERRA Lucia 1999 op citlaquolaquo Volver
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
[33] MARTIacuteNEZ C Aiacuteda 1995 op citlaquolaquo Volver
[34] CORRADINE Alberto 1989 op citlaquolaquo Volver
[35] GONZAacuteLEZ Lina Marcela REYES Catalina ldquoLa vida domeacutestica en las ciudades republicanasrdquo en Las mujeres en
la historia de Colombia t II op cit plaquolaquo Volver
[36] Fundacioacuten Misioacuten Colombia op cit plaquolaquo Volver
[37] PEDRAZA G Zandra En cuerpo y alma visiones del progreso y de la felicidad Universidad de los Andes
Departamento de Antropologiacutea Bogotaacute 1999laquolaquo Volver
[39] URREGO A Sexualidad matrimonio y familia en Bogotaacute 1880-1930 Fundacioacuten Universidad Central-DIUC
Bogotaacute Planeta Colombiana 1997 plaquolaquo Volver
[40] VARGAS Lesmes Juliaacuten La sociedad de Santafeacute Colonial Bogotaacute Cinep 1990laquolaquo Volver
[41] BERMUDEZ Q Suzy 1993 op citlaquolaquo Volver
[42] SOJA Edward ldquoPostmodern geographies The reassertion of space in critical social theoryrdquo Verso London
1989laquolaquo Volver
[43] GARCIA Moreno Beatriz ldquoLas mujeres y los lugares de morar Mujer morada y mujer moradorardquo en En otras
palabras Nordm 5 op citlaquolaquo Volver
Inicio Revista No 19
Los espacios en los hogares de la elite santaferentildea en el siglo XIX desde una perspectiva de geacutenero
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2 la transformacioacuten del espacio domeacutestico
Richard Blanton describe que las formas domeacutesticas construidas en los hogares expresan la
cultura y la reproducen por generaciones haciendo tangible las divisiones sociales y las
jerarquiacuteas comprendidas en el sistema cultural de una sociedad La jerarquiacutea social
domeacutestica estaacute evidentemente vinculada y reforzada cuando se vive la vida cotidiana en las
actividades realizadas en las casas como haacutebitat muchos aspectos de las forma de la casa
pueden ser desplegados en la construccioacuten del haacutebitat La divisioacuten a su vez especifica
poderosos dominios sociales de la casa por ejemplo sentildealando espacios y cuartos
especiacuteficos para las actividades de varones y mujeres[21]
Las casas de vieja tradicioacuten hispaacutenica transmitieron a las republicanas sus zaguanes patios
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
y corredores con sus recintos en penumbra y sus solares sembrados de aacuterboles o dispuestos
para caballerizas Castantildeeda Saldarriaga y Villegas describen que ldquoEntre 1820 y 1850 las
casas se transformaron a los muros de tapia y adobe se adhirieron papeles de colgadura Se
aplicaron moldaduras en yeso en los cielos rasos A las fachadas lisas se antildeadieron portales
y cornisas elaboradas Se colocoacute vidrio en corredores y balconesrdquo[22]
Los autores de ldquoCasa Republicana Colombiaacutes Belle Epoquerdquo sentildealan que la arquitectura
en Colombia sufrioacute una gran influencia cultural europea en donde se viviacutea la ldquoBella
eacutepocardquo movimiento que exaltaba el esteticismo el espiacuteritu luacutedico y sensual y el goce de
los placeres materiales Mencionan asiacute mismo que en Bogotaacute para este mismo periacuteodo se
podiacutea identificar una ldquobella eacutepocardquo en las costumbres y gustos sociales No se debe olvidar
que el incremento gradual en la actividad urbana coincidioacute con las reformas liberales que
propiciaron el crecimiento econoacutemico de varios comerciantes que viviacutean en la ciudad
ademaacutes la apertura hacia nuevas ideas que llegaban a traveacutes de la prensa permitioacute realizar
cambios en la arquitectura domeacutestica
Carlos Martiacutenez[23] manifiesta que al adquirir la sociedad bogotana un comportamiento
maacutes refinado es decir similar al de la nobleza y la burguesiacutea europea se produjo la
necesidad de crear un recinto apropiado para comer pues antes el comedor compartiacutea el
mismo espacio de la sala o un saloacuten Esta determinacioacuten dio lugar a una galeriacutea sobre el
patio El comedor y el saloacuten estaban situados a los lados opuestos los otros lados estaban
destinados a alcobas De este modo sobre el lado posterior se abriacutean los cuartos dispuestos
como depoacutesito cocina o habitaciones para el personal de servicio los cuales circundaban
un nuevo patio que se denominariacutea ldquopatio de serviciordquo Estas caracteriacutesticas se presentaban
para las casas de un piso Para las de dos pisos el autor mencionado describe los siguientes
cambios el primero de ellos fue disentildear una galeriacutea situada sobre la estancia de la fachada
a la cual desembocaba el zaguaacuten y de donde partiacutea uno de los extremos de la escalera que
conduciacutea al piso superior la segunda variacioacuten fue crear en la planta superior una galeriacutea
perifeacuterica al patio La tercera fue construir salas de recibo hacia la calle con corredores
cubiertos que daban acceso a los dormitorios Al fondo del segundo piso se encontraba la
cocina y la escalera trasera que conduciacutea a las dependencias de la planta baja (anexo 4)
La explicacioacuten que se ha propuesto para comprender coacutemo se conformaron a lo largo del
siglo los espacios anteriormente descritos se relaciona con los conceptos de individuo
privacidad e intimidad[24] entre las elites capitalinas Miguel Aacutengel Urrego explica que la
familia burguesa se encerraba en siacute misma en torno a su privacidad y existiacutea una clara
diferenciacioacuten espacial y fiacutesica entre eacutesta y las demaacutes clases sociales[25] Esto se
expresaba seguacuten el autor en sus nuevos barrios sus viviendas amplias las fachadas de las
casas los innumerables objetos con que las decoraban y en el uso de los servicios puacuteblicos
Esta nocioacuten estaraacute seguacuten Urrego asociada al proceso de consolidacioacuten de la burguesiacutea
puesto que la intimidad junto con la nocioacuten de vida privada fueron valoradas cada vez maacutes
por la cultura hegemoacutenica Asiacute la naciente burguesiacutea adquirioacute nuevos valores discursos y
rituales que buscaban recluir tanto la vida en pareja como la familia Esto se comprueba en
la distribucioacuten espacial en el hogar es asiacute como se identificaban aacutereas que se diferenciaban
en forma maacutes notoria por factores como el geacutenero la edad y la clase
Si durante el Periacuteodo Colonial se asociaba a la mujer con el hogar despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
ldquoIndependenciardquo esto continuoacute y se fortalecioacute no soacutelo por la influencia de la religioacuten
catoacutelica que durante este siglo valoroacute la imagen de la Virgen ndash Madre sino por la
Victoriana[26] La separacioacuten imaginaria que se construyoacute a lo largo del siglo XIX entre lo
privado y lo puacuteblico sirvioacute para diferenciar las esferas entre los varones y mujeres
hegemoacutenicasos es decir de una minoriacutea pues el resto de la poblacioacuten difiacutecilmente se
acoplaba a esta propuesta ajena a lo vivido
A continuacioacuten presentamos informacioacuten sobre algunas de las aacutereas mencionadas en las
que podemos apreciar coacutemo aunque al hogar se lo asociaba a nivel espacial con lo
femenino en su interior se reproduciacutean las jerarquiacuteas de diferente orden que se
manifestaban en lo puacuteblico La reciente publicacioacuten de Lucia Guerra asegura que ldquo en su
calidad de espacio cerrado que provee alimento y proteccioacuten la casa se constituye en una
extensioacuten del espacio uterinordquo[27] Por tal razoacuten el espacio domeacutestico se asociaba a lo
femenino en eacutel la mujer era el centro y el corazoacuten[28] o el ldquoaacutengelrdquo del hogar[29] Pero no
olvidemos que este centro privado estaba sujeto a lo puacuteblico el corazoacuten a la razoacuten y el
aacutengel a Dios Padre
Como lo sentildealaacutebamos anteriormente la imagen externa de la vivienda sufrioacute cambios
notorios pues era el siacutembolo puacuteblico del poder socio econoacutemico de la familia (anexo 5 A y
B) Alberto Corradine escribioacute que las casas de la oligarquiacutea de la segunda mitad del siglo
vistas desde la viacutea puacuteblica se apreciaban de la siguiente forma En el caso de las de un solo
piso la apariencia exterior se veiacutea determinada por la presencia del portoacuten acompantildeado de
una o maacutes ventanas que eran ventanucos al ras del muro o la ventana protegida por una reja
sobresaliente Para el segundo piso se apreciaban balcones corridos que se complementaban
con las galeriacuteas interiores[30]
Los balcones y ventanas revestiacutean gran importancia especialmente para quienes pasaban la
mayor parte del tiempo en la casa como las mujeres pues se convertiacutean en el punto de
encuentro entre la vida domeacutestica y la calle en la mayoriacutea de los casos lo que separaba
estos dos aacutembitos eran las rejas o cortinas existiacutean muy pocas casas que poseiacutean vidrios
Silvia Arango sentildeala que la relacioacuten con la calle era gradual[31] El zaguaacuten de entrada era
un punto neutro de transicioacuten enmarcado en dos liacutemites el portoacuten de la calle que
permaneciacutea abierto durante el diacutea y el contraportoacuten cerrado que marcaba la entrada
definitiva a la vivienda a traveacutes del patio o del vestiacutebulo De acuerdo con Aida Mariacutenez C
a lo largo del siglo se introdujeron en las salas muebles franceses pequentildeos y variados
finamente trabajados y con estilos cambiantes que definieron el estilo de las casas
decimonoacutenicas las viviendas se saturaron con estos objetos en ocasiones inuacutetiles pero
indispensables para conservar el estilo de vida burgueacutes[32] Para los antildeos cincuenta sentildeala
la autora los ricos traen de Francia la totalidad de sus salones[33] buscando tener un hogar
ldquomodernordquo es decir de corte occidental Dicho mobiliario en parte lo adquiriacutean en sus
viajes al exterior Es de anotar de acuerdo a esta descripcioacuten que lo maacutes moderno eran las
aacutereas de las casas que teniacutean mayor contacto con el puacuteblico Martiacutenez explica que desde las
primera deacutecadas del siglo anterior en las viviendas se organizaban tertulias bailes y
conciertos en los salones Esta costumbre persistioacute a lo largo del siglo XIX aun cuando en
la segunda mitad del mismo la ciudad ofreciacutea un poco maacutes de distracciones a las que
podiacutean asistir losas adultosas de las familias como fue el caso de la oacutepera con la apertura
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
del Teatro Coloacuten
La biblioteca cuando se contaba con ella era un espacio que se asociaba particularmente
con los varones en ella la lectura las acciones relativas a los negocios fuera de la oficina
y en ocasiones la socializacioacuten del padre con sus familiares o amigos eran las actividades
esperadas La biblioteca era asiacute mismo el lugar donde se constataba el conocimiento
europeizante letrado de los varones de la familia y por ende en parte su estatus social
En las casas de este sector social de la poblacioacuten santaferentildea se buscoacute recrear parte de lo
que existioacute fuera de ellas Un ejemplo lo constituyoacute la presencia de oratorios o altares
pequentildeos para rezar cuando no se iba a la iglesia Quienes maacutes contacto teniacutean con los
mismos se esperaba que fueran las mujeres joacutevenes y adultas dado que estaban maacutes
circunscritas a los liacutemites del hogar En el oratorio a veces se reuniacutean para la oracioacuten
vespertina los miembros de la familia en la que participaban losas sirvientesas Cuando la
vivienda no contaba con este espacio era frecuente la presencia de santosas en las casas
Otro aacutembito frecuentado por la sentildeora o sentildeoritas del hogar era el saloacuten de muacutesica en el
que era usual encontrar instrumentos como el piano Esta actividad era aceptada para las
mujeres en la Santa Feacute de antantildeo como parte de sus actividades cotidianas que en
ocasiones era socializada en las tertulias y reuniones que se llevaban a cabo en los hogares
A traveacutes del siglo XIX se implementoacute el jardiacuten El antiguo solar colonial que cumpliacutea maacutes
con la funcioacuten de huerta que de jardiacuten fue complementado con plantas ornamentales que se
colocaron en los patios interiores Alberto Corradine explica que el patio se tornariacutea en un
espacio donde creceriacutean inicialmente arbustos y se transformariacutea finalmente en razoacuten del
seguimiento por el refinamiento europeo en el aacutembito destinado al cultivo de flores y
plantas aromaacuteticas[34] Este lugar se convirtioacute gracias al cuidado directo de la sentildeora de la
casa y de sus hijas o bajo su direccioacuten en un aacutembito de deleite visual y esparcimiento en el
hogar Fue frecuente que en alguno de los patios crecieran aves de corral y alguno que otro
animal domeacutestico pero cada vez menos estariacutean presentes las bestias de carga y los
arrieros En cuanto a los cuartos la habitacioacuten de los padres adquirioacute independencia asiacute
como la de losas hijosas Es de sentildealar que en ocasiones el sentildeor y la sentildeora teniacutean
dormitorios separados Igualmente ocurrioacute con losas nintildeosas y joacutevenes Por consiguiente
se veiacutea una clara demarcacioacuten por sexo y por edad
El aacuterea del patio trasero que estaba conformada por los cuartos de servicio el lavadero y la
cocina era un lugar que se hallaba apartado y casi excluido de los ldquosentildeoresrdquo e hijosas de la
familia pero en contacto con la naturaleza ya que en este patio se encontraban la huerta y
los animales La cocina decimonoacutenica se caracterizoacute por ser un lugar oscuro lleno de
humo de moscas y muchas veces de animales domeacutesticos Sin embargo en un nuacutemero
reducido de casas a finales de siglo se convirtioacute paulatinamente en un lugar caracterizado
por la limpieza Este lugar fue el que maacutes sufrioacute transformaciones al inicio de la presente
centuria la implantacioacuten de la energiacutea y los avances tecnoloacutegicos permitieron a las
familias con ingresos altos contar con aparatos como el fogoacuten eleacutectrico[35]
El comedor al ser el punto de reunioacuten diaria de la familia teniacutea una jerarquiacutea definida eacutesta
se identificaba espacialmente de acuerdo a como se sentaban losas comensales El padre
estaba en la cabecera y en su ausencia ocasionalmente la madre La sentildeora de la casa o
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
lasos sirvientes serviacutean la comida El resto de la familia de acuerdo a las reglas de
urbanidad sabiacutea queacute lugares ocupar la manera de comer la actitud que debiacutean tener etc
Es asiacute como el comedor no se limitaba a ser el espacio de reunioacuten familiar para compartir
las comidas sino que era el lugar en donde se acentuaban los roles jeraacuterquicos entre losas
comensales y entre estos y quienes les serviacutean por factores de edad geacutenero clase y en
ocasiones eacutetnicos No olvidemos que los duentildeos de casa se sentiacutean o buscaban ser
ldquoblancosrdquo culturalmente y en lo posible tambieacuten fiacutesicamente y eso esperaban de sus
hijosas mientras que sus sirvientes eran en ocasiones mestizosas mulatosas indiosas o
negrosas (anexo 6)
La incorporacioacuten de conceptos como lo limpio y la intimidad del cuerpo generoacute una
transformacioacuten del espacio domeacutestico Las soluciones propuestas fueron hacer uso de la
bacinilla acudir a las letrinas de las casas o puacuteblicas ubicadas sobre riacuteos en cuanto al
bantildeo hacer un paseo semanal a las afueras de Bogotaacute Existiacutea una opcioacuten alterna para el
bantildeo diario consistiacutea en que aprovechando un diacutea soleado se ubicaba un platoacuten de agua en
el patio se dejaba tibiar el agua y la persona se bantildeaba en ldquochingerdquo sin la presencia de la
servidumbre[36]
Para Zandra Pedraza durante el siglo XIX los sentidos propiciaron un reconocimiento
diferente del cuerpo y dieron paso a una nueva clasificacioacuten de sus aprehensiones[37] La
nocioacuten de limpieza que seguacuten la autora involucra la vista y especialmente el olfato
revolucionoacute la percepcioacuten de los olores igualmente la visioacuten de la suciedad se convirtioacute en
afrenta a la integridad moral y fiacutesica
Al subrayarse el papel de los sentidos en la aprehensioacuten de la realidad y en el desarrollo de
la persona y su importancia en la educacioacuten se empezoacute a plantear la necesidad de despejar
los sentidos de suprimir todo lo que pudiera perturbar la percepcioacuten de ldquolo verdaderordquo
olores basura oscuridad todo aquello que se interpusiera a una cabal apreciacioacuten de los
fenoacutemenos[38]
Miguel Angel Urrego sentildeala que en el periacuteodo comprendido entre 1880 a 1930 se da el
paso de la bacinilla y la palangana al cuarto de bantildeo[39] En eacuteste habiacutea ducha espejo
inodoro y objetos para el aseo personal como jabones crema dental crema de afeitar etc
Esto permitioacute un encuentro de las personas con su cuerpo y la interiorizacioacuten del mismo El
aseo personal pasoacute de las actividades diarias de lavado de manos y cara o el bantildeo semanal
a una limpieza de todo el cuerpo Esto establecioacute ritmos cotidianos que alteraron tanto los
horarios como el significado de las praacutecticas diarias del aseo y los tradicionales paseos
bogotanos a los riacuteos para bantildearse el cuerpo Asiacute las nuevas nociones de lo limpio y lo sucio
cambiaron los ritmos cotidianos pues el cuidado del cuerpo requeriacutea tiempo y un nuevo
ritual en la intimidad
Al comenzar este artiacuteculo se sentildealoacute que en ciertos barrios (por ejemplo San Victorino) era
frecuente encontrar que en las casas de dos pisos las familias de la capital arrendaban el
primer piso y habitaban en el segundo Esto dio lugar a las tiendas en las que trabajaban y
habitaban pequentildeos comerciantes artesanos obradores y en ocasiones chicheriacuteas Estos
recintos se hallaban incomunicados con el interior de la casa y los patios por consiguiente
tendiacutean a ser oscuros anti higieacutenicos y faltos de ventilacioacuten [40]
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
La raacutepida descripcioacuten que se ha realizado de los hogares de la oligarquiacutea santaferentildea
permite apreciar que los espacios existentes al interior del mismo estaban jerarquizados
reflejando las desigualdades que existiacutean en la sociedad Recordemos que la maacutexima
autoridad en el hogar y el proveedor del mismo era el padre eacutel y los varones adultos
cercanos al hogar o quienes viviacutean en eacutel constituiacutean los referentes de lo masculino En
ausencia del padre la autoridad y responsabilidad econoacutemica quedaba en cabeza de la
madre sin embargo esto no se esperaba de ella Lo ideal era que ella tuviera a su cargo las
riendas del hogar durante el diacutea mientras su esposo trabajaba o por breves temporadas
cuando eacutel teniacutea que ausentarse La mujer y el espacio hogarentildeo estaban unidos Este era el
referente de lo femenino y lo ldquofemeninordquo aun en ldquosu propiordquo espacio estaba subordinado
reflejando dicotomiacuteas asimeacutetricas que haciacutean parte del imaginario letrado de la eacutepoca como
cultura (masculino) ndash naturaleza (femenino) privado (femenino) ndash puacuteblico (masculino)
intelectual (masculino) ndash praacutectico (femenino) Es asiacute como el mantenimiento del hogar la
crianza de losas nintildeosas la alimentacioacuten la preservacioacuten de las buenas relaciones en el
hogar la administracioacuten del mismo[41] el cuidado de la naturaleza y el afecto a cargo de
las mujeres fueron labores subvaloradas Nos preguntamos frente al contexto descrito iquestqueacute
hariacuteamos sin alimentacioacuten limpieza y mantenimiento descanso o afecto iquestPodriacutean las
familias y hasta la misma especie sobrevivir sin estas acciones
En el cuadro que sigue a continuacioacuten presentamos una siacutentesis de lo antes expuesto
Cuadro 1 (ver PDF pag 121)
En el cuadro anterior fuera de sintetizar la informacioacuten antes presentada para el hogar
hacemos referencia a la relacioacuten estrecha que existe entre el espacio vivido y el
conocimiento como ocurre en el hogar con las mujeres al igual que el predominio del
conocimiento abstracto entre los varones hegemoacutenicos Asiacute mismo se aprecia que son justo
las aacutereas maacutes cercanas a la naturaleza a la tierra y al cuidado y preservacioacuten del cuerpo y
del hogar las menos valoradas como el patio el jardiacuten la cocina el lavadero el cuarto del
servicio y el bantildeo
3 unas uacuteltimas ideas
El espacio ha sido construido histoacutericamente en Occidente como algo fijo muerto
inmoacutevil[42] Se le ha conceptualizado asiacute mismo como ldquoescenariordquo y base de la accioacuten
social y no como parte de ella Esta perspectiva terminoacute privilegiando la dimensioacuten
temporal de la actividad humana que en Occidente ha tendido a ser lineal afectando
nociones como ldquodesarrollordquo o ldquomodernidadrdquo en detrimento de una perspectiva que haga
converger tanto el tiempo como el espacio propio de estas actividades Al temporalizar la
accioacuten se olvidan las diferencias resultantes de la posicioacuten que cada individuo o grupo
humano es en siacute mismo
Los baluartes del siglo XIX fueron el progreso el orden y la civilizacioacuten Pero como lo
hemos sentildealado en este escrito dichas acciones conteniacutean una invisibilizacioacuten y
subvaloracioacuten de lo femenino es decir de lo espacial del territorio de la naturaleza y de
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
quienes estaban cercanasos a ella y en el caso especiacutefico de este artiacuteculo de las
actividades realizadas por las mujeres en estos lugares Si bien a ellas se las presentaba
como el centro corazoacuten o aacutengel del hogar y fueron el centro de reflexioacuten de muchos
escritos del siglo tanto en Europa como en Ameacuterica su condicioacuten no mejoroacute
sustancialmente con los avances propuestos por los letrados de la eacutepoca Esto se reflejaba
en los espacios domeacutesticos
El hogar habitado por la familia y vivido especialmente por mujeres e hijosas era disentildeado
en su estructura y construido por varones Ellos difiacutecilmente consultaban las necesidades
ajenas y planeaban todo desde su oacuteptica Asiacute mismo como vimos en la primera parte esto
ocurrioacute con el disentildeo de las ciudades basadas en el aacutengulo recto[43] muros gruesos
ldquoinamoviblesrdquo aguas canalizadas luz permanente para acceder maacutes faacutecilmente a lo ldquorealrdquo y
evitar la oscuridad En siacutentesis ldquoordenarrdquo y ldquosometerrdquo la naturaleza El cuidado y el respeto
que se le debiacutea a la misma como estrategia complementaria inseparable de la produccioacuten y
consumo para preservar la vida no era parte del ldquoprogresordquo que se buscaba despueacutes de la
ldquoIndependenciardquo La reproduccioacuten quedoacute en manos de las mujeres y de los varones no
hegemoacutenicos
Anexo 1 A-B (ver PDF pag 123-124)
Anexo 2 (ver PDF pag 125)
Anexo 3 (ver PDF pag 125)
Anexo 4 (ver PDF pag 126)
Anexo 5 A-B (ver PDF pag 126-127)
Anexo 6 (ver PDF pag 127)
[] Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[] Estudiante de Historia de la Universidad de los Andeslaquolaquo Volver
[1] GARCIA C Mariacutea Ineacutes ldquoEspacio diferenciado de geacutenero Hacia la configuracioacuten de
hetereotipiacuteas de placerrdquo en En otras palabras Nordm 5 Grupo Mujer y sociedad Universidad
Nacional de Colombia Corporacioacuten casa de la mujer y fundacioacuten promujer Bogotaacute
1999laquolaquo Volver
[2] Es decir el patriarcalismo y etnocentrismolaquolaquo Volver
[3] El hombre y la mujer como centro del universolaquolaquo Volver
[4] MERCHANT Carolyn Ecological revolutions The University of North Carolina Press
USA 1989laquolaquo Volver
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas
[5] RAMIREZ Mariacutea Himelda ldquoEl geacutenero y el desorden en Santafeacute Colonial 1750-1810rdquo
en En otras palabras ibidlaquolaquo Volver
[6] ZAMBRANO F BERNARD O Ciudad y territorio el proceso de poblamiento en
Colombia Academia de historia de Bogotaacute Instituto franceacutes de estudios andinos
Fundacioacuten Misioacuten Colombia Colombia 1993laquolaquo Volver
[7] O cit p14laquolaquo Volver
las construcciones que maacutes llaman la atencioacuten debido a su magniacutefca
estructura en piedra Por eso es que se constituye en centro de intereacutes
histoacuterico y el principal referente de concentracioacuten poblacional durante
las festas religiosas
Ventanas enrejadas portones talllados techos de tejas rojas y aleros casas de 1 o 2 pisos de
paredes anchas de adobe con balcones con patio centrales Techos de dos aguas teja roja de
barro y algunos balcones volados se combinaban las teacutecnicas mestizas de la albantildeileriacutea espantildeola y
la cultura indiacutegena y se incorporoacute el cemento y el hierro Es socegada cierta austera bases de esta
arquitectura la madera el barro cocido paredes enjalbejadas