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  • Sou Fujimotoy la debilidad en su filosofa

    ARQ. ERIK R GONZALEZ DIAZ BARREIROMDA | Universidad de Navarra | Nov 2010

    Centro de Psiquitaria Infantil en Hokkaido

    [un anlisis deleuziano]

  • 2El mpetu de una filosofa se mide por los conceptos que crea, o a los que refresca el sentido, y que imponen una nueva cir-cunscripcin a las cosas y a las acciones. Sucede que esos con-ceptos sean reclamados por el tiempo, cargados de un sen-tido colectivo conforme a las exigencias de una poca, y sean descubiertos, creados o recreados por varios autores a la vez. Este artculo pretende relacionar conceptos que han sido de-sarrollados y debatidos por distintos intelectuales dentro de la filosofa y la arquitectura. Conceptos que trascienden el pens-amiento fuerte y el pensamiento estructurado; que lo rivalizan y ponen en duda.

    Ante el significado de una idea que concibe o forma el enten-dimiento, el filsofo francs Gilles Deleuze desarrolla el con-cepto1 como una multiplicidad formalizadora con permetro irregular, definido por la cifra de sus componentes, los cuales son inseparables y ordenados de tal forma que su coincidencia resultar en una heterognesis. Este desarrollo necesita reali-zarse en una imagen del pensamiento, o plano de inmanencia, el cual implica un severo reparto del hecho y del derecho: lo que pertenece al pensamiento como tal debe ser separado de los accidentes que remiten al cerebro, o a las opiniones histricas. Lo que el pensamiento reivindica en derecho es el movimiento infinito o el movimiento del infinito. l es quien constituye la imagen del pensamiento. Deleuze sostiene que el plano de inmanencia es a la vez lo que tiene que ser pensa-do y lo que no puede ser pensado. Podra ser lo no pensando en el pensamiento. Por ltimo, hacen falta los personajes con-ceptuales para inventar o crear un concepto.

    Este artculo expondr conceptos e ideas alrededor de lo que se denomina arquitectura dbil y cmo se desarrolla sta en el pensamiento, o mquina abstracta2 , del arquitecto japons Sou Fujimoto. Simplificando una frmula extremadamente

    1 En Qu es la Filosofia? (1991) G. Deleuze defiende que la filosofa es el arte de formar, de inventar y de fabricar conceptos.

    2 Maquina abstracta como concepto desarrollado por G. Deleuze y F. Guattari en su ensayo Mil Mesetas, y que est hecha en base a materias no formadas (phylum) y funciones no formales (diagramas).

    Mquina abstracta

    Gilles Deleuze (1925-1995)

  • 3compleja, la mquina abstracta consiste en una suerte de proyecciones topogrficas que relacionan todos los objetos, eventos, estados de nimo, atmsferas y las ms detalladas minucias cotidianas que conspiran para la produccin de un objeto artstico (y en general toda actividad humana, creati-va o no). En cierta forma se trata de darle una sensacin de presencia activa al instante, al eterno presente, que no es sino consecuencia de millones de acciones anteriores y origen de todo devenir.

    Esto no suplanta a la omnipresente intuicin, pero si le da nue-vos impulsos, a la voluntad se le otorgan prioridades, a los sen-timientos se les deja libres pero no en libertinaje, la disciplina y organizacin se simplifican. El resultado se vuelve una exten-sin orgnica de nosotros mismos, un fragmento de vida. Lo creado habla por s mismo y desde s a partir de todo lo que le hemos concedido desde su misma concepcin; ese podra ser el origen del estilo.

    El plano de inmanencia para este artculo ser la del pensam-iento dbil3 , trmino acuado por Gianni Vattimo, quien dice que no est propuesto como verdad absoluta acerca de las co-sas. El sujeto de ese pensamiento es dbil porque no busca imponer su voz discursiva sino que negocia su propio punto de vista con los puntos de vistas de los otros. Para Vattimo, este es el pensamiento tpico de nuestra poca, en parte debido al papel que han tenido los medios de comunicacin en ofrecer distintas miradas y/o perspectivas acerca del mundo. Su per-spectiva es en cierto modo relativista, y valora especialmente la multiculturalidad. Ya no se trata del pensamiento fuerte de la modernidad, enunciado desde la perspectiva del hombre occidental, blanco, heterosexual y de clase media, sino de un tipo de pensamiento en el que conviven distintas voces, cada una con su propia manera de interpretar el mundo. El pensa-miento dbil comparte algunas caractersticas de la decon-struccin4 , como la libertad de interpretacin no sujeta a una lgica muy cerrada.

    3 Vattimo, G., Rovatti, P. (1990) El Pensamiento Dbil. Ediciones Ctedra.

    4 El discurso deconstructivista, impulsado por Jacque Derrida, identifica la incapacidad de la filosofa de establecer un piso estable. La deconstruccin es un tipo de pensamiento que critica, analiza, y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos.

    Gianni Vattimo (1936 - )

  • 4ARQUITECTURA DBIL

    Se ha constatado que nuestra cultura aspira al poder y domi-nacin, y esta bsqueda caracteriza tambin a la arquitectu-ra occidental; la arquitectura busca una imagen poderosa e impactante. De acuerdo con las nociones de Vattimo, Ignasi de Sol-Morales propone hablar de una arquitectura dbil5 o frgil, o tal vez, ms precisamente, de una arquitectura de la dbil estructura e imagen, en contraposicin a una arquitec-tura de fuerte estructura e imagen. Considerando que las in-tenciones de este ltimo son para impresionar a travs de una imagen singular y una articulacin consistente de la forma, la arquitectura de la imagen dbil es contextual y sensible. Est relacionada con la interaccin de sensaciones reales en lugar de manifestaciones idealizadas y conceptuales. Esta arquitec-tura crece y se abre, en lugar del proceso de empezar desde el concepto hasta el detalle.

    Bajo esta mentalidad, se desarrolla gran parte de la filosofa de trabajo de Sou Fujimoto, quien est realizando una exper-imentacin radical en su obra, contrastando la premisa que actualmente caracteriza al resto de las obras de la nueva gen-eracin de arquitectos japoneses, orientadas al minimalismo, siendo generalmente blancas y abstractas. Toyo Ito describe esta tendencia como el resultado de una bsqueda tecnolgi-ca ms que como el resultado de una bsqueda contempla-tiva, llevando este tipo de refinamiento a una prdida de la sensibilidad de la vida humana6 . El trabajo de Fujimoto se ve encaminado al cuestionamiento de cmo debe ser la arquitec-tura para restablecer esa sensibilidad, recuperar las interac-ciones humanas y el restablecimiento de relaciones primitivas entre las personas y la naturaleza. De aqu el oxmoron que persigue, Futuro Primitivo.

    Al hablar de arquitectura dbil, Fujimoto la expresa como aquella que no surge de un orden global sino de las relaciones entre cada una de sus partes, y como resultado, un orden se puede lograr que incorpore incertidumbre o desorden. La idea de relaciones puede ilustrarse con la imagen de una msica

    5 De Sola-Morales, I. (2003). Diferencias: topografa de la arquitec-tura contempornea. Gustavo Gilli. Primera edicin en 1995, de la colec-cin Hiptesis.

    6 Revista Internacional de Arquitectura 2G. N.50 Sou Fujimoto. Pg.4

    Sou Fujimoto (1971 - )

  • 5sin pentagrama. Fujimoto compara el pentagrama musical con la retcula en la arquitectura moderna, los cuales establecen un orden abstracto y transcendental, uno en el tiempo y el otro en el espacio, respectivamente. Si se quita el pentagrama aparece una nueva forma de entender la msica, convirtin-dose as en algo inmanente a las notas pues se relacionan me-jor entre s, sin referencia a ningn metrnomo. Extendiendo la analoga a la arquitectura, obtenemos una arquitectura de relaciones.

    Un gran ejemplo de esta arquitectura en la obra de Fujimoto, es el Centro de Psiquiatra Infantil en Hokkaido. Aqu toma forma el concepto de diagrama7 de Deleuze, el cual es pre-sentado como una condicin analgica, una representacin de las fuerzas invisibles. Por medio de esparcir los espacios con cajas ubicadas al azar, ha creado un edifico que semeja una pequea ciudad, teniendo la intimidad de la casa y la variedad de la ciudad. En contraste con el complejo programa de nece-sidades estipulado, el desplazamiento delicado de las cajas proporcionaba una distribucin en planta aleatoria que per-mita cierta flexibilidad. Se han generado espacios donde los nios pueden esconderse y estar a la vez, espacios de relacio-nes entre mltiples centros, que interactan y cambian segn la voluntad de los que los ocupan o segn las condiciones de la luz. El diagrama se opone as al cdigo, de la misma forma que lo molecular se opone a lo molar.

    Fujimoto utiliza diagramas para implementar tanto la posibi-lidad del reconocimiento como la imposibilidad de la comp-rensin. Lo importante es que, al mantener el orden hasta su propio lmite mediante un diagrama que no proporciona ms que un marco definido y vago a la vez, la arquitectura puede tener una diversidad llena de impurezas de distinto tipo y, en un sentido positivo, incomprensin e irracionalidad, sin llegar a caer en el caos y la confusin. Fujimoto decribe el diagrama como la imagen imprecisa de un marco que contiene muchas cosas que no estn reguladas8 .

    Para tratar de explicar la mquina abstracta que hay detrs del poder creativo de Fujimoto, es necesario explicar, entre otras

    7 Deleuze, G. (1981) Lgica de la sensacin

    8 Revista Internacional de Arquitectura 2G. N.50 Sou Fujimoto. Pg.139

    Diagrama

    Centro de Psiquitaria Infantil, Hokkaido. Daichi Ano

    Partitura de musica sin pentagrama

  • 6cosas, la arquitectura que l busca y la visin que tiene. Como hemos visto, para l el espacio son relaciones y que la arqui-tectura es generar varios sentidos de distancia. En un tiempo primitivo, sta predicaba los grados de interaccin entre per-sonas y objetos; as, las expresiones espaciales profundas de extensiones potenciales fueron enriquecidas por diversas cu-alidades de graduaciones y entonaciones. Separacin y comu-nicacin estn unidas; la primera crea las condiciones de la ltima. Uno puede ser separado pero conectado a la vez. Estas interacciones transforman el infinito con movimiento.

    Regresando en el tiempo, cuando el hombre primitivo viva en cuevas, Fujimoto retoma esta concepcin para dar lugar a una cueva llena de luz, un lugar entre lo natural y lo hecho por el hombre. As da lugar la casa O, vista como una sola estancia continua a partir de relacionar las distintas partes del programa en base a distanciamientos sin lmites claros, cre-ando lugares interminables, como algo que existe antes de ser definido. Esta condicin anula cualquier descripcin global, ni en el tiempo ni en el espacio. Una planta sin jerarqua, simu-lando las ramas de un rbol, entrev una condicin rizomtica9 , puesto que existe a mitad de camino entre el modelo y la metfora: el rizoma puede ser desmontado y recompuesto en cualquier punto y es antigenealgico.

    FUNDAMENTALISMO

    La arquitectura dbil aporta una reflexin acerca del sentido de la obra arquitectnica y el proyecto en el presente de nuestras ciudades. Sol-Morales afirma que las propuestas del arte contemporneo se debern construir no a partir de una ref-erencia inamovible, sino con la necesidad de proponer para cada paso, simultneamente, el objeto y su fundamento10. Esta accin en la coyuntura de los hechos desplaza el sentido de prefiguracin total del proyecto, en su comprensin ms di-fundida entre los arquitectos de ser un instrumento de deter-minacin de la forma en funcin de un sistema de referencias que en el presente es nomdico.

    Entre las caractersticas de la arquitectura dbil existe un

    9 Concepto del rizoma, propuesto por G. Deleuze y F. Guatarri.

    10 De Sola-Morales, I. (2003). Diferencias: topografa de la arquitec-tura contempornea. Gustavo Gilli. Primera edicin en 1995, de la colec-cin Hiptesis.

    Casa O. (2007). Sou Fujimoto Architects. PlantaChiba Prefecture, Japan.

    Casa O. Perspectiva Interior. Daichi Ano

  • 7cierto fundamentalismo, como retorno a la pureza de los or-genes. Frente a esta revisin fundamentalista est la figura ms crtica del regionalismo11 , que ofrece una idea de la resis-tencia y confrontacin. Esta idea del fundamentalismo puede explicar la reflexin de Fujimoto en torno a los orgenes de la casa, donde casa y ciudad eran indistinguibles, as como las ca-sas y los bosques tambin eran indistinguibles. En su proyecto ya edificado, La casa antes de la casa en Tochigi, el arquitecto ha creado un lugar que sea simultneamente casa, ciudad y bosque; un lugar simultneamente nuevo y prehistrico en-gendrado como una novedad indita pero que, adems, fuera semejante a la forma arquetpica de la casa. Aqu se materi-aliza el fundamento de Fujimoto de que un lugar para habi-tar no es necesariamente arquitectura: una persona vive en un contexto mayor y ms extenso que incluye la nocin de casa.12 Las estancias forman parte del espacio para habitar, pero hay otro tipo de espacios para las personas, distintos de ellas, tales como espacios exteriores parecidos a una cueva que se extienden ms all de una habitacin o desde las bas-es de unos rboles flotantes. En su vida diaria, los habitantes tienen la oportunidad de descubrir y apropiarse de distintas formas de uso de esos espacios, que se funden unos con otros mezclando interior y exterior, habitacin y jardn, escalera y rbol, cueva y nube.

    ARQUEOLOGIA Y PLIEGUE

    La nocin de arqueologa13 en la arquitectura explica la ex-periencia de la superposicin por la cual el significado no se construye a travs de un orden sino a travs de piezas que aca-ban tal vez tocndose. Asimismo se presenta la discontinuidad en el tiempo, los distintos pliegues de una misma realidad. En

    11 Regionalismo crtico es un concepto forjado por los tericos Alex Tzonis y Kenneth Frampton para designar una nueva clase de regional-ismo en la arquitectura, que intenta oponerse a la falta de contenido y al desarraigo de las obras modernistas, mediante el uso de elementos contextuales, para dar un sentido de lugar y pertenencia a la arquitectura.

    12 Revista Internacional de Arquitectura 2G. N.50 Sou Fujimoto. Pg.96

    13 Nacido de la experiencia de lo fragmentario, el trmino arque-ologa procede del pos-estructuralismo francs, bsicamente de Foucault y retomado por Jacques Derrida en el anlisis literario, sirve para intro-ducir la idea de que no estamos frente a una realidad cerrada, sino frente a un sistema entrecruzado de lenguajes, formando parte de un proceso de deconstruccin.

    Casa antes de la casa (2008). Sou Fujimoto Archi-tects. Sumika Projects. Tokyo Gas Co. Claudia Marquez. Flickr: maggui

  • 8este punto adquiere relevancia la temporalidad deleuziana del entremedio de lo que ya fue y lo que todava no es, una permanente continuidad de segmentos yuxtapuestos cuya fenomenologa es compatible con la distopa contempornea.

    No es el tiempo de la centralidad nica del renacimiento ni de la promenade architecturale de Le Corbusier. Cada vez ms la cultura metropolitana nos ofrece tiempos como diversidad, la cual dentro de la arquitectura dbil se hace absolutamente central convirtiendo la experiencia esttica de la obra de arte y en especial de la arquitectura, en acontecimiento. La tempo-ralidad se presenta como un azaroso instante que, guiado por la casualidad, se produce en un lugar y en un momento impre-visible. En ciertas obras de arte contemporneo la atemporali-dad tiene en el acontecimiento su mejor forma de expresin. Lo temporal conecta con la aceptacin de la debilidad de la ex-periencia artstica aceptando la verdad de su frgil presencia.

    El concepto de Gilles Deleuze en torno al pliegue nos acerca a entender el trmino de arquitectura dbil, ya que nos dice que lo subjetivo y lo objetivo no son campos distantes sino que por momentos se entrecruzan dando lugar a pliegues de una misma realidad. Esto constituye para la arquitectura contem-pornea muy esclarecedor, porque el acontecimiento se pro-duce cuando el tiempo del sujeto y el tiempo de los objetos se encuentran y eso ocurre como en un pliegue de sus recorridos propios. Es como un revoloteo, un pequeo momento de in-tensidad potica y creativa.

    Para entender el concepto de pliegue es necesario hablar so-bre la filosofa barroca, o ms precisamente de Gottfried Leib-niz, quien nos presenta un mundo en dos pisos. Leibniz opera una renovacin muy profunda, sugiriendo que son del mundo del pliegue que va al infinito, y que de entrada se diferencia, se desdobla en dos tipos de pliegues. En un piso tenemos los re-pliegues de la materia y en el otro piso los pliegues en el alma.

    Deleuze sostiene que el elemento gentico de los repliegues de la materia es la curvatura variable o inflexin. Este viene de la idea del mundo que tena Leibniz, sugiriendo que ste esta fundamentalmente afectado de una curva. Es as como esta inflexin va al infinito14 . Asi Deleuze descubre que la dualidad

    14 Deleuze, G. Cursos sobre Leibniz (desgrabaciones). El pliegue recapitulacin. 16/12/1986

    El pliegue. Encontrado On-Line. Sr. Calavera

    La casa barroca de Leibniz. El piso inferior se dan los repliegues de la materia, en el piso superior los pliegues en el alma.

    Pliegue

  • 9metafsica implica una discontinuidad en la materia, con el pliegue de Leibniz trata de encontrar la continuidad. Deleuze expone entonces la dualidad tensionada del barroco, que de alguna manera se puede entender como un interior cerrado y un exterior abierto. En una obra titulada Uchu uno kan zume (Lata del universo), el artista japons Genpei Akesagawa pre-sent un fantstico concepto de inversin exterior-interior al aplicar la etiqueta de la lata a su cara interior, consiguiendo de esa manera que la lata contuviera al universo entero, incluy-ndonos a nosotros.

    En torno a los temas de interior y exterior, Fujimoto los con-sidera como temas eternos en la arquitectura, que stos a vec-es son invertidos o mezclados para producir una arquitectura ms rica. En la Casa N lleva al extremo su pensamiento sobre relacin casa-ciudad, interior-exterior. La composicin en tres capas de la casa ha permitido que el interior sea exterior y el exterior, interior, en una repeticin infinita de la inversin en-tre el fuera y el dentro. Estas capas, o cscaras, son de tamao progresivo, una dentro de la otra, siendo la cscara exterior la que ocupa la parcela entera, creando asi un jardn semiinterior cubierto. La segunda cscara delimita un espacio en el inte-rior del espacio exterior cubierto. La tercera, crea un espacio interior ms pequeo. Fujimoto compara el vivir en esta casa como vivir en una nube, donde no existe un lmite definido sino cambios graduales de entorno. Esto lo lleva a argumentar que la arquitectura ideal es un espacio exterior que se siente como un interior y viceversa.

    Con el pliegue, Deleuze mantiene que la materia es continua. Un arquitecto busca el pliegue, la continuidad en los espacios entre espacios. Hay espacios que comprenden la continuidad de la materia y los pliegues y repliegues del alma. Pero si todo se pliega, en el espacio profundamente estriado tambin se encuentra el espacio liso. Un pliegue infinito se podra ver como un espiral, el cual exterioriza todo interior e interioriza todo exterior. Existen profundidades y expansiones infinitas. Continuidad y discontinuidad coexisten. Fuerzas centrifugas y centrpetas concurren. Rechaza el tiempo absoluto y el espa-cio universal, como la imagen de El Aleph de Jorge Luis Borges.

    Para la Biblioteca de Musashino Art University en Tokyo, Fu-jimoto imagin una estantera continua que se enrollaba en espiral para formar un lugar que, en s mismo, se convirtiera

    Casa N (2008). Sou Fujimoto Architects. Oita, Japon. Iwan Baan

    Casa N (2008). Sou Fujimoto Architects. Seccion.

  • 10

    en la biblioteca. La continuidad de la estantera, que parece extenderse indefinidamente, es la propia biblioteca, formando tambin el permetro exterior de la misma. La idea de tener una planta que consista en una estantera en espiral, surge tambin para que coexistan dos actividades contradictorias que se debe dar en una biblioteca: el leer determinadamente y el deambular. La primera exige una distribucin espacial rgi-da y sistemtica, mientras que la segunda se desarrolla en la inspiracin que se obtiene de hallazgos inesperados, de las rel-aciones imprevistas, de los campos de conocimiento descon-ocidos. Para esto es necesario ofrecer situaciones que vayan ms all de la mera ordenacin lgica y sistemtica de libros y espacios. Con grandes aberturas que producen la sensacin de capas aparentemente infinitas, el lugar resulta fcilmente comprensible, pero no del todo abarcable visualmente, lo que produce una dualidad entre comprensin e incomprensin.

    LO DECORATIVO

    El conjunto de la precariedad del acontecimiento y del pliegue intempestivo de la realidad es siempre decorativo dentro dela arquitectura dbil. En su significado ms comn, lo decorativo es lo in-esencial, no es sustancia sino accidente. Pero el sen-tido que Sola-morales hace de lo decorativo es lo que no qui-ere ser central e imponerse, sino como un discreto repliegue a una funcin que sobrevuela el hipottico fondo de las cosas. Ese reconocimiento de valor tangencial, de cierta debilidad, es posiblemente su condicin de mayor elegancia y en el fondo su mximo peso. Esta idea es planteada inicialmente por Mar-tin Heidegger en cunto a la obra de arte escultrica o arqui-tectnica- se refiere, y la esboza directamente en relacin al trabajo artstico de Eduardo Chillida.

    La concepcin heideggeriana, al insistir en el carcter veraz de la obra de arte, parece opuesta radicalmente a un recono-cimiento de los derechos del ornamento y de la decoracin, pero su concepto de obra es puesto como obra de la verdad y se realiza mediante la perduracin entre lo tematizado y lo no tematizado en la obra15 . En este punto, Vattimo supone la verdad identificable casi sin residuos con el arte y como el juego de apropiacin y expropiacin que en otro lugar Hei-degger designa con Ereignis, o el conflicto de tematizacin. De

    15 Heidegger, M. (1969). Die Kunst und der Raum. Erker Verlag, St. Gallen

    Biblioteca de Musashino Art University (2010). Sou Fujimoto Architects. Tokyo, Japon. Edmund Sumner

  • 11

    aqu parten significativos elementos para concebir la nocin de ornamento y reconocer el carcter decorativo de todo arte.

    De esta forma, al analizar el acaecer heideggeriano de la ver-dad en el arte, Gianni Vattimo la interpreta dentro de una ontologa dbil: el resultado de la reelaboracin del sentido del ser es verdaderamente en Heidegger la despedida del ser metafsico y de sus caracteres fuertes sobre cuya base se le-gitiman las posiciones de desvalorizacin de los aspectos or-namentales del arte.16

    En el aspecto decorativo, la obra de Fujimoto no se puede en-tender mediante una conciliacin y perfecta adecuacin del interno y de lo externo o de la idea y de apariencia sensible, sino de aquella perduracin del conflicto de tematizacin del que habla Heidegger y que Sola-Morales expone como algo que realza, enrique y hace soportable la realidad.

    MONUMENTALIDAD

    Una ltima caracterstica de la arquitectura dbil que Sola-Morales figura es el de la monumentalidad. No de aquella que habla de la representacin de lo absoluto ya sea en edad clsica o cualquiera que hable de centralismos. No mantiene ni su geometra ni su valor ideolgico sino nicamente lo que quede en el contexto actual de aquella condicin del recuer-do, o residuo. Es como el aleteo de la msica de una campana que queda luego de sonar. Est ligado al gusto de la poesa despus de haberla ledo, el sabor de la msica despus de haberla odo, el recuerdo de la arquitectura despus de haber-la visto.

    En este aspecto, encontramos en Tokyo Apartment un es-cenario de volmenes con forma de casa apilados unos con otros. Un edificio plurifamiliar que consiste de cinco viviendas, con estancias independientes separadas y ubicadas en dife-rentes plantas y conectadas mediante escaleras exteriores, con las cuales se experimenta la sensacin de escalar una gran montaa, como la ciudad. Aqu radica su monumentalidad, en el acto smil de ascender y descender por la montaa la mon-taa equivale a la metrpoli entera- la ciudad se vive como parte de la propia casa.

    16 Vattimo, G. (1985). El fin de la modernidad. Editorial Gedisa. Pg.79

    Tokyo Apartment (2009). Sou Fujimoto Architects. Tokyo, Japon.

  • 12

    NUEVA ARQUITECTURA. ESPACIO Y VACIO

    Hemos visto ya como Fujimoto ha intentado trascender la lgi-ca binaria que rige los pares de opuestos fundamentales del pensamiento arquitectnico, como pblico y privado, interior y exterior, casa y ciudad. Esto lo logra concentrndose en el mbito lgico indeterminado que media entre las ideas opu-estas, un lugar intermedio con sus cualidades inherentes de ambigedad, dando lugar a proyectos con lmites complicados que de doblan o se multiplican para que las divisiones sean poco claras o ms bien, para mostrar su ambigedad.

    Ahora bien, la relacin espacio-vaco tiene tambin una fuerte connotacin en la obra de Fujimoto. El ma japons es el es-pacio vaco entre dos espacios llenos. Es una mentalidad es-pacial que da una sensibilidad visual para los vacos y que dis-tingue a los japoneses. Fujimoto declara que el espacio naci de la materia y la materia naci del espacio. Partculas y an-tipartculas fueron creadas en el vaco. Aun as, el mundo no est hecho de materia, sino de dualidades.

    En el campo de la escultura, el vasco Jorge de Oteiza dedic mucho tiempo en la reflexin y estudio del concepto de espa-cio, el cual lo describe como lugar, sitio y ese sitio en el que nos desenvolvemos y en el que tratamos de realizar nuestra escultura puede estar ocupado o sin ocupar. Pero este sitio sin ocupar no es el vaco. El vaco es la respuesta ms difcil y ltima en el tratamiento y transformacin del espacio. El vaco se obtiene, es el resultado de una desocupacin espacial () un espacio no ocupado no puede confundirse con un espa-cio vaco, ya que el vaco es un espacio que ha sido aislado17.

    En el campo de la cinematografa, Deleuze hace una compara-cin entre vaco y naturaleza muerta, donde argumenta que un espacio vaco vale ante todo por la ausencia de un conteni-do posible. La distincin no es menos la de lo vaco y lo lleno, que aprovecha todos los matices o relaciones en el pensam-iento chino y japons como dos aspectos de la contemplacin. Si los espacios vacos, interiores o exteriores, constituyen situ-aciones puramente pticas (y sonoras), las naturalezas muer-tas son el revs, el correlato de aquellos.18

    17 De Baraano, K. (1990) Chillida Heidegger Husserl. El Con-cepto de espacio en la filosofa y la plstica del siglo XX. Pg. 93

    18 Deleuze, G. (1987) La imagen-tiempo. Ediciones Paidos. Pg. 31

    La Caja Metafisica, Jorge de Oteiza

  • 13

    Trasladando estas posturas a la arquitectura, Fujimoto se va al extremo en cuanto a la concepcin del cubo, del cual sugiere como su anttesis la nube. En la Casa de madera definitiva en Kumamoto, crea una nube habitable dentro de un cubo por medio del uso de madera de cedro de seccin cuadrada de 35 cm de lado, y diferentes longitudes. Sugiere de esta manera una inversin de la versatilidad de la madera. El resultado es un vaco, en donde los usuarios se distribuyen tridimension-almente en el espacio y experimentan nuevas sensaciones de profundidad. Un espacio escalonado que tiene la capacidad de generar una especie de relatividad espacial y una nueva sen-sacin de las distancias, teniendo un suelo que se convierte en silla, techo o pared, en funcin de la perspectiva. Fujimoto dice que se hace eco de una existencia primordial, anterior a la arquitectura. Es decir, ms que de nueva arquitectura, se va en busca de un nuevo concepto, de una nueva existencia19.

    Toyo Ito ya no considera este ltimo proyecto como la arqui-tectura dbil que vena elaborando Fujimoto por aos. Lo ve como una arquitectura fragante impregnado con el olor primi-tivo de madera y tambin como una arquitectura tctil en donde las cualidades de la madera penetran profundamente en el cuerpo humano. La realizacin de este proyecto sin duda har que su sensibilidad animal se desarrolle20.

    19 Revista Internacional de Arquitectura 2G. N.50 Sou Fujimoto. Pg.60

    20 Ito, T. (2008) Casting off Weak Architecture. Sou Fujimoto Primitive Future. Contemporary Architects Concept Series 1

    Casa de madera definitiva (2008). Sou Fujimoto Architects. Kumamura, Japon. Iwan Baan

  • 14

    CONCLUSION

    As como Gilles Deleuze habla sobre filosofa as habla Sou Fujimoto sobre ar-quitectura. Ambos desarrollan conceptos que van en contra del pensamiento fuerte y estructurado, y que bien han sido reclamados por distintos autores a lo largo del tiempo. En relacin a la arquitectura dbil, para Ignasi Sola-Morales, es necesario reivindicar el ejercicio particular de cada arquitecto, sin reveren-cia a los grandes objetivos, pero manteniendo la mayor independencia respecto las directrices mercantiles. La arquitectura dbil, se posa en los nichos que el sistema abandona y se instala desde una tica de la singularidad y la diversidad.

    La experiencia esttica contempornea resulta ser el modelo ms slido de una construccin dbil de la verdad de lo real y por tanto obtiene una perspectiva im-portante en las referencias y valores de la cultura contempornea. El mundo del arte aparece como una especie de reserva de realidad, de la cual todava pueden alimentarse los humanos. No pretende ser una experiencia central desde la cual se pueda deducir la organizacin de toda la realidad, sino que se produce de una manera dbil, fragmentaria y perifrica, con capacidad de insinuar, ms que de resolver la comprensin intensa de la realidad.

    Utilizando una terminologa usual en la esttica subyacente al pensamiento de Gilles Deleuze, la arquitectura estara siempre del lado de las formas, de lo dis-tante, de lo ptico y de lo figurativo. Como hemos visto en la obra de Sou Fuji-moto, la creatividad siempre es una resistencia y una intervencin en lo que hay. Para Deleuze, el ser es una cuestin de creatividad, de potencia y no de esencias dadas de antemano. Por ello, la labor ontolgica deleuziana es una debilitacin de la ontologa, un hacerla devenir menos, ms apegada a las circunstancias, a las potencias y a las minoras. De aqu el pensamiento dbil de Gianni Vattimo, y todo ello porque deviene esttica, es decir, porque deja de encargarse de lo que est fuera de todo espacio y tiempo y se ve inmiscuida con el pensar y el alterar creativamente los espacios y los tiempos mismos.

    Se sabe que la filosofa de Deleuze se conecta rizomticamente con muchas otras filosofas, artes, ciencias y polticas, se ana con ellas para buscar alternativas a lo que hay. Es por esto que no podemos separar la filosofa de Deleuze de la ar-quitectura; pero tampoco de otros pensamientos, de todos los menores, los que intentan alterar los lenguajes y estructuras del poder. Y todo ello puede hacerse mediante la esttica, porque al lmite, lo que se encuentra en cada acto creativo es alterar los espacios y los tiempos empricos, y con ellos, las imgenes, tanto de nuestro mundo como de qu significa pensar.

    Es la fuerza de la debilidad. Aquello que el arte y la arquitectura son capaces de producir precisamente cuando no se presentan agresivas y dominantes, sino tangenciales y dbiles. - Sola-Morales.

    Ignasi Sola-Morales (1942-2001)

  • 15

    BIBLIOGRAFIA

    De Baraano, K. (1990) Chillida Heidegger Husserl. El Con-cepto de espacio en la filosofa y la plstica del siglo XX. Euskal Herriko Unibertsitatea.

    De Sola-Morales, I. (2002). Territorios. Editorial Gustavo Gilli, SA

    De Sola-Morales, I. (2003). Diferencias: topografa de la arqui-tectura contempornea. Editorial Gustavo Gilli, SA

    Deleuze, G. (2005) Francis Bacon: Lgica de la sensacin. Arena Libros. Madrid

    Deleuze, G. (1987) Cine 2. La imagen-tiempo. Ediciones Paidos.

    Deleuze, G. (1987) Foucault. Ediciones Paidos.

    Deleuze, G. (1986) Cursos sobre Leibniz (desgrabaciones). El pliegue recapitulacin. 16/12/1986

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