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JUAN RIVANO

SONSONETES

(S A B I D U R I A Y E S T U L T I C I A E N M I FOR M A C I ON P O P U L A R)

LUND 2003

- 12 Estos son versos de Neruda que no creo que haya ratn en el pas que no haya recitado alguna vez a su ratona preada: Desde el fondo de t y arrodillado un nio triste como yo nos mira, por esa vida que arder en sus venas tendran que amarrarse nuestras vidas y luego: Yo no lo quiero, amada, para que nadie nos amarre, que no nos una nada Calcular el efecto slo en abortos que han tenidos estos versos es de esas cosas que tan slo el Seor de los Cielos sabe hacer. Entiendo que Neruda no pasaba de los diecisis aos cuando escribi este poema y por lo que l mismo cuenta en su autobiografa, no se senta muy bien oyendo repetir sus versos a cada sujeto con el que se encontraba por primera vez. En fin, diecisis aos todava no bastan para un certificado de responsabilidad y mejor pensar en la del editor. Es tambin muy probable que en el cmputo del Seor de los Cielos entre tambin el nmero de las nias avispadas que se salvaron despus de colegir partiendo de estos versos los escollos que suelen ocultarse bajo los velos del fcil romanticismo. Lo que me recuerda una cancin que oa a mis hermanas de pequeo y que me haca reir tanto: Nia pursima de faz anglica que tibias sbanas durmiendo ests, despierta y breme que con mis cnticos recuerdos prximos recordars! Pero la slfide que oy este cntico entre sus sbanas se refugi y dijo: Cspita, canto romntico! Galn incgnito, no le abro yo! Creo que de all aprend que poda decirse cntico por canto. Por qu pues no llntico por llanto? Tambin aprend incgnito, que no est mal; y el guatapique cspita que no he empleado en mi vida, pero que suena gracioso. Romntico no era palabra nueva para m, aunque no lo crean. Con las palabras esdrjulas, tan siticas para nuestro pueblo, tambin haba burlas cambindoles el acento: En tiempo de los apostoles los hombres eran barbaros: mataban a los pajaros que andaban en los arboles.

Romper las reglas del habla correcta siempre instruye al pequeo.

- 13 Primo hermano del poema de Neruda a que nos referimos es el poema de Garca Lorca que comienza: Y yo me la llev al ro

creyendo que era mozuela, pero tena marido. Muy popular y muy de macho. El actor principal es un caballero que esa noche cabalga el mejor de los caminos montado en potro de ncar sin bridas y sin estribos. Yo siempre dije riendas, bruto que soy. Me da la sospecha de que Garca Lorca, tal como Neruda, era un muchacho imberbe cuando escribi esta Casada Infiel. Aos atrs, vi en la televisin el filme de una biografa suya donde -tal como dice Neruda de su Farewell- La Casada Infiel es un poema que todos conocen y el nico que conocen. Y tal como a Neruda, esta fama le suena muy mal a Garca Lorca. Le en la autobiografa de Anthony Burguess que en el tiempo en que estuvo en Espaa haba revuelo y molestia por este poema corruptor de familia y me preugunto si el asesinato de Garca Lorca por los militares espaoles no ser el disparo a mansalva de algn resentido. Por el contrario, en Chile no recuerdo haber ledo una slaba de repudio contra el poema de Neruda. Siempre recuerdo que me choc el verso a la vuelta de una esquina toqu sus pechos dormidos Si algo no les ocurre a los pechos de una casada infiel es dormir, por ms que bajen al ro. Mejor sera: Y yo me la llev al ro para enfriarla un poco.

- 14 Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando As dice el comienzo de una cancin argentina muy popular, aunque es tan triste. Aunque muy bien podra ser por su tristeza que es tan popular en un pueblo triste. Cuando me toc escuchar esta cancin ya haba muerto mi madre. Pienso que el significado de sus primeros versos no escapa a un nio de seis o siete aos. Incluso, la profundidad. Primero, dos hechos

escuetos, separados; segundo, ambos hechos se producen juntos; tercero, nos chocan como incompatibles. Un profesor cuidadoso podra aqu filosofar con sus pequeos. Nada de imposible: a esa edad, casi no hay pequeo que no sea un filsofo. Y de los buenos. El profesor puede figurar una escena: Acaba de fallecer en el hospital el ser ms amado. El amante sale al ruido y al trfico del mundo externo: todo sigue igual, como si nada. Es una experiencia que se repite por millones todos los das. Qu somos que tenga importancia? En el gento de millones que van y vienen por la ciudad, qu cuenta uno de ms o de menos? Y caen como si nada los filosemas de la obviedad: La vida sigue igual, As es la vida, El muerto al hoyo y el vivo al bollo, El tren no se detiene porque se abra en flor una margarita sobre los durmients, As como nacen mueren, Uno menos en este valle de lgrimas. Pienso que la reflexin ms seria que un pequeo acaso alcance a percibir es la dispersin absoluta de las cosas. Nada est ligado con nada. Muri mi madre y el mundo sigue andando. La letra de esta cancin abunda en figuras: Por qu sus alas tan cruel quem la vida? Por qu esta muerte siniestra de la suerte? Como perros de presa las penas traicioneras celando su cario galopaban de atrs. Escondida en las aguas de su mirada buena la muerte agazapada marcaba su comps. Clav en mi carne viva sus garras el dolor. Todas son insoportables. Pero conmigo vivi largos aos esa muerte agazapada en las aguas de su mirada buena. Si me hubieran preguntado, huhiera dicho que en algn charco de las inmediaciones, a flor de aguas y con los ojos en la cabeza un sapo enorme vigilaba. Por eso digo yo: Sabidura y estulticia.

- 15 En lnea de sabidura profunda en manifstacin cotidiana tenemos ese tango tambin muy popular en que se cuenta de la madrugada en que un hombre ve salir de un cabaret a la que hace unos diez aos fue su amor apasionado. Escena pattica si las hay: La belleza que un da lo arrastr por los suelos como un guiapo: se transform, ella, en un estropajo esqueltico, pintarrajeado, horrible: vieja, dos cuartas de cogote, una percha en el escote bajo la nuez

Como a una con nuestra amada vamos envejeciendo sin remedio, va como cosa de suyo que no lo percibimos casi de da en da. Lo que no quiere decir que de pronto no nos demos cuenta de lo horrible muy instalado en casa. Tambin, vuelve despus de aos de exilio una persona al pas, enciende la televisin y Pero de dnde salieron esos esperpentos! Cmo no los sacan de ah, cmo no ven que ofenden al espectador! Es lo mismo: la lenta, impreceptible deterioracin no es percibida por los espectadores de todos los das. En nuestro tango, eso s, el contraste es cosa casi trgica. En su letra hay poesa popular de la mejor: Y pensar que hace diez aos fue mi locura, que llegu hasta la traicin por su hermosura, que esto que hoy es un cascajo fue la dulce investidura en que yo perd el honor, que hechizado por su belleza le quit el pan a la vieja me hice ruin y pechador, que qued sin un amigo, que viv de mala f que me tuvo de rodillas, sin moral, hecho un mendigo cuando se fu. Qu nombre dar a una figura retrica como sta? Va en secuencia arrasadora y se detiene en el borde del abismo. Pero, habra que citarla entera: Nunca cre que la vera en un requiescat in pace tan cruel como el de hoy! Miren, si no es pa` suicidarse! Que por este cachivache sea lo que soy! Un proverbio chino dice: Antes de hacerla tu esposa, mira a su madre. Y ese retrato de la decrepitud! Para que no lo olviden nunca ms las jvenes hermosas: Flaca, tres cuartas de cogote, una percha en el escote bajo la nuez. Vieja, vestida de pebeta teida y coqueteando su desnudez pareca un gallo desplumado mostrando al compadrao el cuello picoteado. La verdad que es verdad: Cuando uno ve a las bellas de sus aos bellos envejecidas, vienen ganas de suicidarse.

- 16 Es una cancin ttrica y romntica que hubiera estremecido al mismo Edgar Allan Poe. Por lo menos, de nio, como me ocurri casi durante mi niez entera. Tengo que haber sido muy pequeo cuando la escuch por primera vez, porque slo recuerdo a mi madre cantndola. La famosa parbola de la simiente viene al caso. Vol al azar del viento, dnde cay? No podra ni comenzar a desimplicar las races que ech esta cancin en mi pobre y pueril sensibilidad. Hganse un cuadro: Alguien entra a un cementerio en una noche clara de majestuosa luna y se encamina hacia la tumba de su amada. Solo recuerdo tres grupos de versos de la letra. La msica -tres o cuatro notas- suena melanclica, doliente, mientras voy escridbiendo: En una noche clara de majestuosa luna se ve en el cementerio un ciprs descollar

Y caen como perlas sobre la fra loza las lgrimas que arroja su enfermo corazn Y bien, despierta y dme por qu me abandonaste? Por qu no me llevaste para dormir tambin? Senta tanta tristeza, tanta piedad y tanto espanto de la muerte Quin era ese ser desdichado, sollozando de rodillas junto a la tumba de su amada? Qu haba ocurrido? Cmo puede existir tanto abandono, tanta crueldad? La frialdad de todo, el silencio del mundo y de los cielos. Y el terror en esa noche clara de majestuosa luna. Dos notas, la triste voz de mi madre, ausente para siempre. Casi mi entera formacin sentimental.

- 17 Recuerdo un poema que escuchaba recitar a mis hermanos siendo muchacho. Tambin, creo haberlo escuchado de algn actor de teatro. Nunca pude memorizarlo entero, pero recitaba tambin para m algunas de sus estrofas. De dnde proceda? Qu se propona significar? Qu haba ocurrido? Por qu hacen sufrir as a un pequeo, tan sin piedad, tan sin conciencia, tan impunemente? O son slo peascazos que caen de los cielos al buen tuntn? Es la tarde agonizante de un crepscilo violeta, va marchando una carreta por el camino adelante. Cruza un pjaro agorero bajo los cielos silentes y una cancin entre dientes va cantando el carretero

Algo as, aunque acaso sustituyo algunas palabras. Y ahora, lo extrao, lo que uno no entiende ni siquiera como estpida desocupacin potica. Tras la carreta viene llorando, sollozando, gritando desgarrada una moza. Marcha mientras que solloza por el camino adelante: Djame subir al carro, carretero! Djame subir al carro que me muero! Y el paisaje! Todo va oscurecindo ajeno al dolor desgarrador de la muchacha: En los nidales espartos se quedan las aves presas (quietas?) relucen como turquesas los ojos de los lagartos. De dnde iba a saber yo lo que significaba espartos? Apenas, que rimaba con lagartos. Pero, qu demonios ocurra? Como digo, al pequeo lo asaltan indefenso. Y despus vienen a hablar de Educacin Sentimental! Cogoteo Sentimental querrn decir! A la vuelta de la esquina aparece viniendo Dios sabe de dnde, clamndo por quizs qu, desgarrada, sangrando, arrastrndose, una pobre muchacha. Y, a propsito de propsitos, el carretero, si te he visto, no me acuerdo. Al final, despus de arrastrarse intilmente tras la carreta, cae la moza. Al instante se queda callada y quieta Va marchando la carreta por el camino adelante. Es por los asaltos por la noche ponindonos el cuchillo al cuello que nuestro pueblo dice cogoteo. Los cogoteos nocturnos nos dejan enfermos por un buen tiempo. Los cogoteos sentimentales que el pequeo sufre durante los aos tiernos duran toda la vida. Recuerdo otro, no tan idiota como la nia a la que no deja subir al carro el carretero. No recuerdo si estaba en mu libro de lectura, aunque, dnde ms poda ser. Dos tiernos huerfanitos se van al panten tomados de la mano con un mismo dolor. En la tumba del padre se arrodillan los dos y una oracin llorando le dirigen a Dios. Sobre la tumba caen las lgrimas de amor y Dios all en los Cielos recibe la oracin. No recuerdo si me puse a llorar a mares. Seguro que s.

- 18 Nunca olvido un poema de Rubn Daro titulado Anank, que en griego significa Necesidad -segn pude averiguar mucho despus. En poesa, emplear palabras de otro idioma resulta de dudoso alcance y ms suena a pedantera que instruccin. Qu se propone Neruda con los ttulos Walking Around o Farewell? Con esta anank de Daro parece peor, porque mientras algo de ingls saben algunos, de griego no sabe nadie. Del mismo Daro no veo claro que sepa qu es anank. Este poema nos cuenta de una paloma narcicista que canta a todos los vientos sus cualidades. Qu bella es! Cuanta armoniosa idea nace en la mente de solo contemplarla! Nos purifica, nos reconcilia con la tierra y el cielo. De pronto, desciende en picada un gaviln y en un jess se la embucha: Entonces el Seor all en su trono -mientras Satn por distraer su encono halagaba a aquel pjaro zahareose puso a meditar, arrug el ceo y pens al revisar sus vastos planes y recorrer sus punto y sus comas, que cuando cre palomas no debi haber creado gavilanes.

De nio, Daro siempre enriqueci mi vocabulario. Aqu aprend zahareo. Pero, tambin, me ocurri, pequeo y todo, pensar que algo andaba mal. Verdad que si no hubierra gavilanes a estas alturas nos habramos ahogado en palomas. Y, ms obvio todava, no es Dios omnisciente? Vaya! O Dios es un zote o el Dios de Daro es un zote. Daro es un gran poeta y un gran versificador. Sin duda ninguna, el ms grande poeta de su tiempo. Yo tena por un pinculo de su poesa aquella estrofa que dice: Por eso ser sincero es ser potente: de desnuda que est brilla la estrella y el agua dice el alma de la fuente en la voz de cristal que fluye de ella. No es sublime? Pensar que en un tiempo hasta por verdadera la tena. Hay un proverbio polaco que dice: Con la verdad entramos en todas partes incluso en la crcel. Por mi experiencia de nio y de muchacho, tengo a Rubn Daro por un maestro del habla y sus valores poticos. Ninguno como l enriqueci mis sentidos leyendo poesa. Se repetirn hoy y maana sus versos. Y hoy y maana irn los pequeos por la acera camino del colegio preguntndose: Cmo es posible crear gavilanes sin crear palomas para su desayuno? Cmo es posible no crear gavilanes sin ahogarnos en palomas? Si es de toda necesidad (anank) crear a unos a la vez que los otros, no sera preferible no crear ni palomas ni gavilanes? A las ltimas, no sera preferible no crear nada? As van muchos pequeos silbando los absurdos de Daro por esas calles de Dios. - 19 Monologa el Segismundo de La Vida es Sueo: Apurar Cielos pretendo, ya que me tratis as, qu delito comet contra vosotros naciendo. Aunque si nac, ya entiendo qu delito he cometido: Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor, pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Esta es una entre las dcimas ms conocidas de la obra de Caldern. De memoria, cualquiera recita los versos tan famosos: Qu es la vida? Un frenes, una sombra, una ficcin, y el mayor bien es pequeo, porque la vida es un sueo y los sueos, sueos son!

que ganan tambin en popularidad a todos los restantes. Si me preguntan a m, considero la cumbre de la versificacin en espaol el elogio a Rosaura: Con cada vez que te veo nueva admiracin me das y cuando te miro ms aun ms mirarte deseo. Ojos hidrpicos creo que mis ojos deben ser, pues cuando es muerte el beber beben ms y de esta suerte viendo que el ver me da muerte estoy muriendo por ver. Pero, no encuentro que estos ltimos sea tan populares como los anteriores. Oyendo a mi profesor recitar a Caldern, siempre tena problemas con ese Apurar; Cielos, pretendo Nunca pregunt a nadie, seguramente ms por vanidad que por timidez. Apurar era para m abreviar el tiempo empleado en algo. El profesor tendra que encargarse de dar al pequeo una breve leccin de etimologa, dicindole que en propiedad apurar es hacer la cosa pura. El aclarado que se sirven los curas es vino puro. Apurar es entonces en figura explicar las cosas, desimplicar las partes implicadas en una cosa. Cunto ganara el pequeo si en lugar de Apurar; Cielos, pretendo pusiramos Aclarar, Cielos, pretendo Las cosas eran mucho ms difciles, si no imposible, de entender con los versos: porque el delito mayor del hombre es haber nacido. Ni a martillazos van a meterle a un pequeo en la cabeza que nacer es un delito. Ni mucho menos de que se trata del mayor de los delitos. Despus, cuando en un libro me refer a estos versos como patraa sin destino, un crtico me respondi que se trataba de una licencia potica. Lo que es salir del agua cogindose de los cabellos. Tal como se dice que la ira idiota de Jess contra la higuera sin higos es ira sagrada o que el asesinato de los millones de campesinos por Stalin es necesidad objetiva. Creo que en su tiempo me preguntaba si no estara Caldern refirindose al pecado original del que hablaba el cura y para limpiarse del cual haba que bautizarse. Pero, me deca, un pecado no es un delito. Y apurando el caso, qu parte le corresponda a mi madre en la horrenda comisin del delito mayor? Feo asunto, idiota materia para formar a un nio. Que lo pongan a uno de delincuente por el solo hecho de haber nacido. Y a su madrede qu? Y aqu agrego un caso ms de la misma especie del apurar en el monlogo de Segismundo. Se trata del Recuerde al comienzo de las coplas tan merecidamente inmortal de don Jorge Manrique: Recuerde el alma dormida! Avive el seso y despierte contemplando cmo se pasa la vida, cmo se viene la muerte tan callando. No s si en algunos lugares vale todava -como vale en la copla y es tan importanterecordar por despertar. En mi casa se deca Recordaron los nios? en el sentido de Despertaron los nios? Lindo recuerdo!

- 20 Durmete, mi nio, que viene la vaca a comerte el poto porque tiene caca. Hasta donde s, parece el ejemplo ms popular de las nanas que cantan las madres y las hermanas mayores para acunar a las guaguas. Tambin o de labios ms pulcros: Dumete, mi nio, durmete, mi amor, con los angelitos de San Juan de Dios. Supongo que se trata del Bautista, no del otro Juan. Esta es mi preferida: San Jos labraba, la virgen tenda y el nio lloraba del fro que haca. Como la de arriba, suelen ser crueles. Por razn de impaciencia, seguramente, aunque algunas la expresan ms delicadamente: Durmete, mi nio, que tengo que hacer: lavar las mantillas, ponerme a coser.

. No s si habra que censurar las rudas. Pero, me hago el cuadro de un Somoza chiquito, un Idi Amn chiquito, un Stalin, un Mao, un Hitler chiquitos llorando a gritos que se les pela la lengua por esa vaca que viene a comerle el potito lleno de caquita.

- 21 Se conservan y hasta pueden considerarse de circulacin popular, algunos cuartetos de las payas entre don Javier de la Rosa y el mulato Taguada. Mi don Javier de la Rosa, usted que es hombre entendo, agora me ha de decir: Cuntas piedras trae el ro? Mira, mulato Taguada, la respuesta va ligera: si quers que te las cuente me las pons en hilera. No estn nada de mal para ensearle teora de los nmros a los pequeos sin recurrir a Russell.Estas arrancan aplausos: Mi don Javier de la Rosa, por lo redondo de un cerro, no me podra decir cuntos pelos tienen un perro? Ah tens la respuesta. Por lo derecho de un huso: Si no se le ha queido ni uno tendr los que Dios le puso. Se prestan a maravillas para mostrarle al nio las formas de retrucar, eludir, desconcertar al adversario. Tambin, aqu, el artilugio tan socorrido por los poetas (los malos, quiero decir)de recurrir a apoyaturas para mantener el curso del ritmo, la rima y la medida Por ejemplo, el versificador tiene a mano frases octaslabas como: por el manto de Mara, por los cuernos de la luna, por las pezuas del Diablo.

Mi don Javier de la Rosa, por los cuernos de la luna, usted las emprende a miles, pero no acierta ninguna. Y t, mulato Taguada, por lo veloz de un conejo, parece que te dormiste, o te ests poniendo viejo? Cuntos escritores de tanta fama no se ven muchas veces obligado a recurrir a lo redondo de un cerro? He ledo, en alguna parte, que las payas de ese encuentro no tienen ningn valor. Considrese si no lo tiene este par que dice tanto sobre nosotros, desde el roto hasta el aristcrata: Yo soy Javier de la Rosa, el que llev la opinin en Francia, en Inglaterra, en Espaa y Aragn! Vlgame Dios, don Javier, que me ha dejado espantado! Sin salir de la ceniza, tantos lugares ha andado? O sea, que don Javier no slo es un cachiporra sino tambin un mentiroso. Tal como en nuestros das con las cantidades de exiliados que vuelven al pas despues de llevar la opinin en Francia, en Inglaterra, en Espaa y Aragn. Lo que me lleva de la mano a las canciones patriticas que nos obligan a cantar en la escuela. Hay una que tomo por antonomasia, donde se dice a gritos: Viva, viva,viva Chile! La Esparta de Amrica es! Supongo que al otro lado de la Cordillera gritan lo mismo, o peor. Parece que estos despropsitos guerreros provienen de la escuela prusiana de nuestro ejrcito. Hay que recordar que los profesores de nuestros profesores fueron trado de Alemania a fines del siglo XIX. Mucho despus pude verificar que la msica marcial de mis canciones de nio en preparatorias erea la misma a cuyo son marchaban por ese mismo tiempo las juventudes hitleristas en Alemania. No hay que decir, entre nosotros daan mucho con sus mentiras envueltas en retrica belicista. Recuerdo la letra de una de estas canciones donde un nio va a la guerra: Dej en su hogar el maternal cario y por la Patria a pelear march. El capitn le dijo: Eres muy nio! Pero chileno! el nio contest. Con patraas as llevan a la guerra a los pequeos. Recuerdo que hablando desde un telfono pblico con un amigo durante los das del golpe militar de Pinochet le recit en medio del

slvese quien puede, si te he visto no me acuerdo y a m que me registren una estrofa de Ercilla: La gente que produce es tan granada, tan soberbia, gallarda y belicosa, que no ha sido por rey jams regida ni a extranjero dominio sometida. Despus de algunos minutos de silencio, suspir diciendo: Puchas! Es que partimos mal! A propsito de Ercilla, este es su retrato de Caupolicn: Era este noble mozo de alto hecho, varn de autoridad, grave, severo, amigo de guardar todo derecho, spero, riguroso, justiciero, de fuertes brazos, relevado pecho, hbil, diestro, fortsimo, ligero, sabio astuto, sagaz, determinado y en casos de repente reportado. Nunca le tirada ms larga de adjetivos. Nuesros polticos emplean a lo menos dos; los espaoles, a lo menos tres. Bueno, no es exclusividad nuestra. Me ha tocado visitar lugares como la Caatedral de Westminster donde se amontonan literalmente las tumbas de personajes que se quisiera la Ilada. Las lpidas, los epitafios, los ornatos de laurel en mrmol. Los papiros de oro y alabastro preados de loas. Cmo movera su cabecita den Jorje Manrique! Cunto fausto! Cunto derroche! La abada rebasa de Demstenes, Anbales, Csares. Y tanto afn para qu? Todo se resuelve en un montn de vaciedades altisonantes. Todo me trae a la imaginacin esos jefes tribales de Africa que se cuelgan la brjula de los exploradores que acaban de comerse a la cacerola, se calan sus cucalones, se cuelgan sus cartucheras mientras suenan los tambores y desciende Nicea trayendo festiva tejida en oliva la palma triunfal. Podra encomendarse a Rubn Daro que preparara los versos de parabienes. Daro que -ay de m!no lo hace nada de mal cantando efemrides idiotas.

- 22 Hay un poema conocido de Carlos Pezoa Vliz llamado Entierro de Campo, que comienza as: Con un cadver a cuestas camino del cementerio, meditabundos avanzan los pobre angarilleros Siempre me da tanta tristeza cuando a m mismo me recito este poema! El escaso y humilde cortejo de ancianos tras los angarilleros, la miseria, la precariedd de todo Cuatro faroles descienden por Marga-Marga hacia el pueblo, cuatro luces melanclicas que hacen llorar sus reflejos, cuatro maderos de encina, cuatro acopaantes viejos Pero, un da de das (porque hay que llamar a las cosas por su nombre, sobre todo si pueden resultar funestas), en una revista cuyo nombre no recuerdo, me encontr con un poema que comenzaba as: Con un cadver a cuestas, camino del cementerio, los amigos van alegres, pero el difunto va serio. Montaigne cuenta de un amigo pintor que le deca del rostro humano: Se puede dibujar hasta un lmite donde no es posible decir si se trata de un rostro triste o un rostro alegre; pero, ms all de ese lmite los rasgos deben revelar o un estado o el otro. Dicindolo con extremos: el lmite se alcanza cuando a una redondela le ponemos dos puntos por ojos y una raya vertical al centro por narz. Para agregar la raya que representa la boca no quedan ms que tres soluciones: curvada hacia arriba, horizontal o curvada hacia abajo -o sea, alegre, neutra o triste. Tambin se ve as en las dos mscacaras del teatro clsico que simbolizan la comedia y la tragedia. Los actores cambian de la una a la otro segun las circunstancias. Y los muchos dibujos de actores japoneses que he visto definen el caso mediante una curva hacia abajo que representa la boca. En mis aos de nio y de muchacho, las canciones populares se ponan de moda. Duraban cierto tiempo hasta que llegaban otras que las desplazaban. Algunas se quedaban por meses, hasta por aos; y hay algunas que vinieron a quedarse para siempre. No terminaban de imponerse las canciones cuando ya aparecan sus parodias. En especial, las parodias de

aqullas que deban cantarse con la boca curvada hacia abajo. Con los poemas era lo mismo, como muestra la parodia que anoto aqu sobre una estrofa de Entierro de Campo. La cito aqu porque fu para m una revelacion de dimensiones. Pero, si no costaba nada ir de la boca hacia abajo a la boca hacia arriba! Mis compaeros decan que ponindose de pie en la cubierta del Huscar, sacudindose la casaca y ajustndose los pantalones, Arturo Pratt ruga: Quin me empuj?. No es toda una frmula de liberacin? Ah, el ridculo de todas las empresas! Sobre todos esas historias herocas. En boca de mis compaeros de la escuela primaria se transformaban en historietas. Un capitn enarbola el pabelln: Avanzad, muerte al opresor! Nuestro compaero de banco mete la cara entre las hojas del cuaderno para que el profesor no le escuche el Ji, ji ji! Desde entonces tena que haberlo percibido. Pero, no. Mejor dicho, lo percib, pero no con claridad, a toda luz, como cuendo le esa parodia de la estrofa de Pezoa Vliz. Recuerdo las canciones de mi madre. Haba una que me arrancaba lgrimas. Era de la especie que ya vimos: Donde uno no sabe qu es lo que ocurre, por qu, cmo, dnde, cundo. Una nia va por el campo nevado, descalza: La tarde era triste, la nieve caa, un blaco sudario los campos cubra Una prima nuestra, muy mayor que nosotros, la remedaba : La tarde era triste, la nieve caa, un blanco sudario se probaba mi ta Despus me sorprend mucho al encontrar que el mismo Pezoa Vliz parodiaba esta cancin. De la nia que va descalza por la nieve.En alguna parte le estos versos suyos: La tarde era triste, la nieve caa, cuando para el rancho la llev el patrn, la llev porque era como el la quera Bribn! La parodia, siendo como una contrapartitura, resulta un arte fcil y casi siempre grosero. No cuesta nada hacer que Romeo se venga al suelo mientras trata de alcanzar el balcn de Julieta. Supongo que su origen se encuentra en los sentimientos de envidia, celos, resquemor, odio, molestia. No s qu ocurra con el autor de la parodia que cito al comienzo. Fastidio con la clase entera de los poetas y sus pedanteras, sus ocios su esteticismo estril? Ms de una vez siendo muchacho escuch este cuarteto que me da pena y vergenza: De nde sali este pueta que hace versos tan bonitos? No le cayera un saco `e mierda y lo cagara toto. Sabemos de alguien que lanz cido al cuadro de La Gioconda. De otro que golpe con un martillo las narices de la Virgen de la Piet, de Miguel Angel. Sabemos que nada menos que Napolen dirigi sus caones contra la Esfinge en Egipto. En USA, durante los aos seenta comenzaron a ponerle bigotes a la misma Gioconda y se repartieron reproducciones de la creacin de Adn en la Capilla Sixtina donde Jehova le alarga un encendedor para su cigarrillo.

La parodia resulta espontnea y a manos llenas del arribismo. Lo primero, tratando de escalar, consiste en copiar los ademanes, el habla y hasta dode se pueda la vestimenta de la clase a la que se trat de ascender. El intento, sin falta, produce el ridculo y, aunque no es lo que se pretende en modo alguno, la parodia. Ya a la salida de la fbrica detectamos al joven obrero que trata de posar de caballero; en la poblacin marginal basta una ojeada para ver que sube al bus la muchacha respingona que no se mezcla con rotos y que sale al centro como si se tratara de Greta Garbo. La televisin produce a millonadas personas de todos los portes, siempre de humilde condicin econmica que son arrastrados a la imitacin caricaturesca. Las multinacionales del atavo popular las suple a manos llenas por poco precio con los disfraces de la moda. Yendo por las grandes avenidas de las metrpolis modernas no cuesta nada contemplar esta existencia de parodia que hace reir y llorar. Un extremo inolvidable del arribismo trocado en parodia fue impreso para siempre en esas pelculas donde Carlitos Chapln trata de parecer un gentleman, sentado en el arroyo del arrabal.

- 23 Parece, por lo que he presenciado ms de una vez, que entre los item del curriculum del mejor pintado de los polticos debe formar parte el dominio de la cueca. El poltico es demagogo en todo, desde los callos de los pies hasta la tonsura de la nuca. Su cueca, por tanto, es demaggica. La baila con gordas, con flacas, con viejas raquticas, con empleadas domsticas, con la esposa del patrn, con un cuntoay. Voto por cueca, mi alma! se dice el poltico taconeando como para sacar petrleo. Y dgame: Si ustede no sabe bailar la cueca, puede decirse en propiedad que es propiamente chileno? Hasta donde me alcanza, si hay algo peor que la cueca Bueno, parece que sobra para elegir. La chicha, para empezar, los motes con huesillos, las pancutras, el caldo de cabeza, el ulpo, la trutruca, los chanchitos de greda, las animitas, los copihues, las espuelas, los huasos brutos. Recuerdo una cueca donde se cuenta la historia de pirquinero que anda por las montaas buscando oro de veta: Ando buscando un tesoro, una tesoro pa mi china y subo y bajo los cerros a ver si encuentro una mina. Lo que me atrajo cuando la escuch fue el aro que traa en forma de dilogo entre los que cantaban. Deca: Oiga, compadre Santana, es cierto que hay una mina en la Quebr e La Rana? Tese callao, compadre! Gnese pa la sombrita y no venga a hablar leseras delante de las visitas! No recuerdo cundo o esta cueca por primera vez. Me hizo gracia ese aro. Lo comprend entero y de una vez y para siempre. De las veces que lo he revisado siempre resulta una sonrisa de gracia. Siempre o hablar de la picarda, la astucia, la pillera, macuquera, cazurrera, maulera, zorrera del roto chileno. No slo hablar: en mis tiempos de obrero no me daba el canasto para recoger todo el ingenio, toda la sagacidad, la esgrima pronta, la la vernica a punto. No haba uno que no estuviera de vuelta de lo que fuera. A m? Con sa? No, por favor! Mire, compadre! All viene el to, se, el candidato a tirarse las pelotas en el Senado! Aguntesela, compadre, y agarre pa la sombrita!

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Cuntas veces o suspirar a las mujeres de mi pueblo restregando las sbanas de los patrones, los calzones de las seoritas: Buena cosa, Juana Rosa! le dijo la fea a la buenamoza Por qu a m ne me querrn teniendo la misma cosa! Y podramos agregar: Y las ms de las veces ms sabrosa. De protestas y desafos, recuerdo haber odo sta ms de una vez: Gena cosa de hombre guapo! le dijo el pequn al sapo Ahora que andi con leva y me pilli en la cueva me quers cortar las huena cosa que soi diablo! Estoy casi seguro que la o una vez de un borrachito al que no le fiaban ms en el despacho de la esquina. Me haca reir tanto! Imaginaba al sapo con levita y corbata crendole problemas al pequn con negligencias de caballero amostazado. Cuando algo nos hace imaginar las cosas vvamente, no es un algo cualquiera. Tambin recuerdo de nio sta: En tu ventana yo puse un ramillete de flores, Mara no seas tan ingrata, reglame tus amores transmutada en sta: En una mesa yo puse un plato con chicharrones, Mara no seas tan ingrata, ensame tus calzones.

- 25 Recuerdo una tonada con su cantora. Estoy seguro de que recuerdo la cantora por la tonada; aunque estoy mucho ms seguro de que recuerdo la tonada por su cantora. Pequea, morena, cabellera rizada, ojos tiernos. Plagiando del marqus de Santillana, moza ms fermosa non vi en el frontera. Saltaba a la vista que me quera, que slo cantaba para m que apenas cumpla mis doce aos. Tambin saltaba a la vista la cuestin social: Yo s por qu no me quieres, por qu tu amor es mezquino. Comprendo la diferencia que hay de patrn a inquilino. Jurara que deca compriendo, la muy india. Cmo me atraa! Era tan graciosa de sonrisas y gestos. Ahora pienso que no pensaba en ms que tenerme en la cama. En un verde prado de rosas e flores guardando ganado con otros pastores la vi tan graciosa que apenas creyera que fuese vaquera de la finojosa. Nunca fu ms all de mirarla, por ms pasin que senta. Lo que me recuerda otra tonada que canta una huasa agresiva y caliente: Cmo no te han de llamar mata de arrayn florido? Como te lo dijera paque entendieras que este cario mo no tiene espera No estoy seguro de los versos finales, pero son algo as: Yo aqu, ardiendo en el olvido y vos, como si lloviera, mata de arrayn florido! Cuatro cosas aprend de estas tonadas con sus cantoras: Primero que nada, la no despreciable proporcin en que he sido un mata de arrayn florido durante mi vida. Ingrediente que recomiendo muy encarecidamente a mis congneres examinar en su propia composicin.

Segundo, ese excelente dicho que encaja tan bien, tantas veces y con tanta gente en este mundo de Dios y que es, a saber: Y vos, como si lloviera. Con slo considerar lo que en este mismo momento est ocurriendo a todo lo redondo del mundo mientras que nosotros, los mata de arrayn florido, igual como si lloviera. Tambin dicen lo mismo y a la letra los suecos: och, du som det regnade. La tercera cosa que aprend, no es por modo ninguno despreciable, por lo menos en mi caso. Veamos: Yo s por qu no me quieres, por qu tu amor es mezquino: Compriendo la diferencia que hay de patrn a inquilino. El salto desde los dos primeros hacia los dos ltimos versos recibe en literatura el nombre de elipsis Pero yo prefiero entimema, el nombre que se le da en lgica. No recuerdo si fue escuchando a mi moza tan fermosa que atend por primera vez a un entimema, pero estoy seguro de que fue de las primeras veces. Dejar sin explicitar algunas partes del razonamiento (que es la definicin misma de entimema) le da fluidez. Cuntas veces fluye as emanando de los labios de una mujer hermosa! La cuarta cosa, con lo importante que es, slo la aprend a medias. Y eso que se mostraba a los ojos donde quiera mirara en mis aos de muchacho. Mata de arrayn florido! Mi dulce nia me miraba con los ojos del alma y con los de la cara, mientras me deca al borde del llanto: Compriendo la deferencia que hay de patrn a inquilino A m, me tom aos de aos comprenderla.

- 26 No estoy seguro de si lo le en el cementerio de mi pueblo provinciano o en el Cementerio General o en el Catlico. Tampoco recuerdo mi edad en ese tiempo. Se grab para siempre en mi memoria. No s si todava existir la lpida en que estaba escrito. Deca as: Un ngel era y la celeste altura dej gozoso por venir al suelo y al verse en este valle de amargura tendi sus alas y volvise al cielo. No podra decir mucho sobre los detalles de la lpida. Recuerdo que siempre d por hecho que se trataba de una pequea y que el autor del epitafio era su padre. O sea, estos detalles debo haberlos examinado en el momento en que pas junto al nicho. En el Evangelio segn Mateo, leemos: Vinieron a Jess los discpulos, preguntando: Quin es mayor en el Reino? Puso Jess un nio frente a ellos. Si no os tornreis como nios, no entraris jams en el Reino. Humillos como ellos y seris los ms grandes en el Reino Pero, al que escandalizare a un pequeo, mejor le fuera echarse al mar con una piedra de molino al cuello. No recuerdo de nio que nadie haya comentado este pasaje para m, que nadie me dijera que quera decir Jess con escandalizar. Se dice que los dioses se llevan a los que aman cuando jvenes. Considerando los escndalos del pederasta, podramos decir que los dioses se llevan a las nias que aman alzndolas en sus brazos de la cuna. El pueblo vela a los que mueren pequeos con un cario que parece de fiesta. Hasta cantos entonan para el angelito y tienen por doctrina firme que van directamente al seno de la Reina de los Cielos. Cubren de flores el atad que pintan de blanco; y no faltan los oportunistas que les cuelgan del cuello mensajes para Mara Santsima. Con tan precioso mensajero, seguro que la diosa les prestar atencin.

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En el portal de Beln anidaban los ratones y al bueno de San Jos le royeron los calzones. Los villancicos de navidad de nuestro pueblo tuvieron un buen da para m el muy importante efecto de limpiar las cosas de sus afeites retricos. Un paal, una gorrita le traigo doa Mara; para alimento del nio una vaquita para. Seora doa Mara, aqu le traigo unas peras, aunque no estn bien maduras, cocidas son muy rebuenas. En la historia de Beln hay ese contraste para pensarlo largo, largo: primero, la humilde visita de los pastores; despus la de los reyes, ampulosa y camelluna. Siempre fue igual: los canallas tanteando las castaas con las patas del gato.

- 28 Fue en los aos de mi entusiasmo marxista cuando repar en esa cancin que haba escuchado de muchacho. La cancin del jibarito que se levanta de madrugada, carga su mulo y se echa a

caminar hacia el mercado del pueblo. Era Silvana Mangano, esa Venus radiante y excitante, quien la cantaba? Recuerdo: era una historia ambientada en los arrabales de Caracas y ella caminaba sensual por entre las mesas del bar. Quin dijo No hay nada ms hermoso que una mujer hermosa? Vicente huidobro? Ahora, Silvana Mangano va trasformndose en Sofa Lorenno en la Pampanini, no, en la Lolobrgida! Con las volcnicas bellezas italianas vamos de una a otra sin saber y sin poder carrar la boca. Y el pobre jibarito! Piensa en remediar la situacin del hogar que es toda su ilusin Pasa la maana entera sin que nadie quiera su carga comprar El mercado y sus leyes. Si Marx escuchara la cancin de labios de Anna Magnani, se echa al suelo y se revuelca llorando. Todo, todo est desierto y el pobre est muerto de necesidad Qu ser de mi china, mi Dios querido? Qu ser de mis hijos y de mi hogar? Es una bella cancin, impecable de narracin, perfectamente poetizada. Sus versos nos dejan pensando largo y triste: y luego los sorprende la luz del da y llegan al mercado de la ciudad Ay, de la ciudad La ciudad insaciable y cruel, para tomar los adjetivos de otra cancin militante. Marx cantara suspirando: y luego los sorprende la luz del da y llegan al mercado de la ciudad Ay, el mercado

- 29 Recuerdo y entono muchas veces una cancin que cant slo una vez para m y ms musitando que cantando un muchacho dos o tres aos mayor. Yo no cumpla mis trece aos. Anocheca y estbamos sentados en la escalinata de entrada al Liceo de Nias No 5 que en ese entonces se encontraba en Alameda entre Avenida Portugal y Calle Pedregal. Eramos damnificados del

calamitoso terremoto que a comienzos de 1939 asol las provincias de Chilln, Maule y Concepcin. Vivimos en ese lugar por dos o tres meses unas treinta o cuarenta familias y se encargaban de nosotros militantes de brigadas socialistas que iban uniformados. Recuerdo especialmente a una de estas muchachas que pareca venida de la misma Kyoto con un rostro de tersa porcelana. Cunto me gustaba! Tambin el muchacho del que cuento aqu era muy hermoso. Delgado, plido, ojos verde oscuros de profundo mirar. De habla suave y melanclica. Perteneca a esa especie de amigos que lo hacen a uno preguntarse si no ser cierto que todos tenemos latente un alma homosexual. Me pregunt esa vez: -. Escuch la cancin Muchachita del Campo? -. No, nunca. -. Es muy hermosa. Escuche. Debo haberme encontrado en xtasis, porque slo la escuch esa vez y no la olvid ms. Muchachita que soando en un amor, en un amor que nunca llega, vas perdiendo tu perfume y tu color como flor que no se riega, siempre esperas al viajero que pas un lejano inolvidable atardecer, que con voz que tu alma cndida crey te minti un querer y que luego de besarte se alej para no volver. Dnde est tu ternura? Dnde est tu pasin? Ya no es ms que amargura tu soada ilusin! Por el largo camino tu lo viste marchar y hoy slo es tu destino esperar y espaerar. Para ms ilustraciones sobre ese mata de arrayn florido del que ya habl, faltaban aos todava para que me diera cuenta de lo que en la cancin quera decir besar. No es increble? Sigo con mi cancin, que mientras escribo entono mirando el rostro de aquella brigadista que digo y preguntndome por vez ensima cmo hace el cerebro para recobrar el pasado, dndonos tanta nostalgia, tanto dolor, tanta alegra: Asomada a la ventana ves pasar de los aos la corriente y tus ojos fafigados de llorar slo buscan al ausente mas, no esperes al cruel que despert la ternura que hay en tu alma de mujer! Muchachita campesina que so, te has de convencer que el amor pas a tu lado y se alej para no volver

Qu pena senta! Qu ganas de correr por el camino donde la muchachita del campo, decirle cunto la amamos, decirle que nos espere en la ventana mientras espada en mano volamos a destripar al canalla. Pero, si era la misma Margarita aguardando en la ventana la vuelta de Fausto, ese otro canalla! Con lo que se ve que Goethe no lo hara tan mal escribiendo tangos. Contrapunto: la otra muchachita. la que conocimos en un barrio pobre, la que vesta de percal, senta anhelos de sufrir, amar, ir al centro a triunfar y que se fue para no volver.

- 30 Cuando era muy nio todava escuch muchas veces a mis hermanos mayores recitar un poema de dolor infinito. Era algo tan, tan doloroso que me preguntaba cmo algo as poda ser verdadero. El protagonista, un hombre ya maduro, gritaba sus protestas a los cielos; pero no haba respuesta. Slo indiferencia, slo frialdad. Con estos asuntos hay que andarse con mucho, mucho cuidado. Aunque lo frecuente es que se ande sin cuidado ninguno. No s cmo podra hacerse para medir el dao que hacen ciertas proezas poticas. Sobre todo en los pequeos que toman la basura que les cae encima como si se tratara de lluvia benefactora que fecunda los campos cayendo de las nubes en los meses de invierno.

Parece que era muy bien visto y hasta de rigor recitar este poema en das onomsticos y tertulias de sociedad. Creo tambin haberlo odo recitar en el teatro a pedido del pblico. Por un largo tiempo integr el tesoro de cultura potica que formaba aguzando los odos y empinndome todo lo posible. Y en los limos aos, haciendo recuerdos con mis viejos y queridos profesores con los que tengo que conversar a gritos, descubro que todos ellos en su tiempo fueron sacudidos a llorar por este poema. Se titulaSeor y va en primera persona: Seor, hace ya mucho tiempo que el dolor de la carga ha encorvado mi espalda y astillado mi hombro y a pesar que la senda da a da se alarga, no suplico tu gracia, ni siquiera te nombro. Yo jams implor tu poder sobrehumano para hundirme en la tierra o treparme a la cumbre, yo jams te ped me tendieras la mano: me bastaba el sencillo poder de mi lumbre Fu rebelde, Sor, pero t te vengaste y fue cruel la venganza y el dolor que me diste: te llevaste a la amada que t mismo formaste como el agua de clara, como todo de triste Como todo de triste Se cuenta que Platn adolescente escriba versos y que un da escuch en el gora ateniense razonar a Scrates, de lo que le vino tanta vergenza que al volver a casa quem todas las estupideces que haba escrito. Como ya dijimos, a ms lleg, y en su proyecto grandioso de organizacin de la repblica hizo prohibicin explcita y tajante de los poetas. La verdad es, hasta donde uno puede discernir, es que muchas veces los poetas hacen ms dao que beneficio. Exageran tanto, mienten tanto, adulan tanto. Qu pasa en el alma de un nio mientras camina detrs de Ulises por el Averno o de Dante por el Infierno? En el poema que comento aqu, un hombre se queja porque la esposa ha muerto al dar a luz. All, en lo alto, hay un Seor. Este Seor es el hacedor y juez absoluto de cunto ocurre aqu abajo, en la tierra. A este Seor debemos enteramente todo lo de bueno que nos ocurre aqu abajo; y a este Seor debemos pedir clemencia por todo lo que nos pasa de malo y que nos pasa por no reverenciarlo en todo y absolutamente. Y aqu es donde el pequeo se turba y no entiende qu ocurre. Lo primero, el Seor es persona esquinada. Porque tendra que ajustar cuentas directamente con el rebelde y no herir de muerte a la madre parturienta que no tiene nada que ver. Luego viene la plegaria que el hombre dirije al Seor. Qu es lo que le pide en esa plegaria. Parece que le pidenada. Muerta la inocente esposa, el hombre grita a los cielos furibundo: Pero t no escuchaste su plegaria bendita: hecha lgrima y sangre empapada en piedad se perdi sollozando por la noche infinita y sus ojos cerraste para siempre y jams. El final es el final. El pequeo se hace un ovillo tratando de entender: Es por eso que vago por senderos sin luces encorvado a la tierra donde duerme mi amor y en la paz de las noches yo me tiendo de bruces y me abrazo a la tierra como a su corazn.

Qu ocurri? A un hombre le bastaba para andar por el mundo el sencillo poder de su lumbre. O como se dice su libre albedro. Se supone que el Seor le de ese libre albedro, pero se enoja con quien lo emplea a la letra y se basta a s mismo. Pero resulta que el hombre no se basta a s mismo y se pone a orar. Pero, no, no se pone a orar. Se poneA qu se pone? A caminar por las noches, a tenderse de bruces abrazndose a la tierra. El pequeo se hace preguntas de las ms penetrantes a las ms insulsas. Cmo se hace para abrazarse a la tierra. Ni Atlas que fuera uno.

- 31 El pequeo se encuentra sin ms aviso con muchos poemas de la especie del anterior. Como el de esa nia que va gritando tras el carretero impvido y nadie sabe por qu. Los hermanos mayores (cuando los tenemos para bien y para mal) suelen decirnos que son smbolos. Por ejemplo, la moza sollozante y el carretero indiferente representan todo un smbolo de la vida: un valle de espinas y vboras por el que nos arrastramos ante la fria indiferencia de los dems. El hombre que clama al Seor los cielos sera otro smbolo de especie parecida, que representara la indiferencia de los cielos ante las desgracias humanas. Bueno, tan mal no est, slo que ms duro de tragar que el aceite de castor. Como digo, haba muchos poemas de altas pretenciones que se recitaban cuando era pequeo y que yo mismo cuidaba en mi corazn cuendo era ms joven. Los recitaba tambin y un poco me avergenzo recordndolo, aunque no es para tanto. El pequeo es atento y receptivo, como esa tbula rasa que mencionan algunos con tan buen acierto. Recuerdo muchos versos,

trodos los versos que aprend en mi infancia. Me acompaaban siempre y ahora mismo me sirven para percibir las precariedades de mi cultivo infantil. Recuerdo uno a uno los versos de ese poema tan celebrado de Rubn Daro, Los Motivos del Lobo: Pero, comenc a ver que en todas las casas ardan la envidia, la saa, la ira; que en todos los rostros ardan las brasas de odio, de lujuria, de infamia y mentira; hermanos a hermanos se hacan la guerra, perdan los dbiles, ganaban los malos; hembra y macho eran como perro y perra y un buen da todos me dieron de palos. Recuerdo la honda impresin que me produca este pasaje del poema. Porque siendo tan duro, tan descarnado y brutal, todos parecan enteramente de acuerdo con su denuncia. Despus, o del sabio Diogenes que trataba a los hombres de heces y que as y todo los atenienses lo soportaban. Como si dndose de golpes en el pecho y exclamando: Mea culpa, mea culpa! Otro poema de gran fama que aprend entero de slo escucharlo de mis hermanos era ese El Monje, de Pedro Antonio Gonzlez: Padre, le dijo, perdonad mi queja: Siempre que caigo ante el altar de hinojos mi pensamiento del altar se aleja y se nublan de lgrimas mis ojos As inicia la bella joven su confesin de amor. No son versos hilados y en su simplicidad bellsimos? Y estaban las tempestades espirituales del monje arrebatado de pasin por la misma joven: Por qu, por qu sin fe para el combate el alma alada que a la cumbre vuela olvida que es espritu y se abate cuando la carne frgil se rebela? Qu hondo misterio es el que el hombre encierra que el cuerpo vence al alma en el gran duelo siendo el cuerpo una sombra de la tierra siendo el alma un relmpago del cielo? No se cmo me fuera con este poema de Pedro Antonio Gonzlez si no fuera por mi maestro de atesmo que -de siete aos l y yo su espantado discpulo de seis- ofreciendo a los cielos su pecho desnudado, grit: No hay Dios! Que me parta aqu mismo un rayo si hay Dios! No fue poco si me comparo con otros desgraciados: Los temores del infierno nunca me fastidiaron.

- 32 Pero, hay otro poema del que quisiera hablar aqu con ms detalle y que signific mucho para m en mis transacciones pueriles, tan ntimas, problemticas y deformantes, con la poesa corriente. Lo recitaban mis hermanos -mis fuentes principales en esta materia adems de mi escuela primaria y los muy escasos libros que pasaron por mis manos durante mi niez. Nunca lo v escrito, ni estoy seguro del autor, aunque supongo que es espaol. No tengo recuerdo de cmo lo memoric, siendo tan largo y y zigzagueante. No termino de maravillarme de la memoria. Leo de los neurlogos ms recientes que no almacena imgenes como uno almacena libros en una biblioteca, sino las sustituye por una especie de mecanismo en el cerebro que, suscitado, restablece la imagen. Se me ocurre una comparacin a la carrera: Yo no tengo dinero; lo deposit en el banco que lo sustituye por rdenes a computadoras. Empleando mi nmero personal y mi tarjeta de depsito, toco un botn de la mquina pagadora y ah est mi dinero. El poema de que hablo aqu relata un crimen pasional. Me tom tiempo darme cuenta de la forma en que estaba compuesto, porque como digo slo o recitarlo a mis hermanos. Estaba escrito en octavas giles, apretadas y encabalgadas con gran capricho, cmo iba yo a darme cuenta? Por ejemplo, cuando el marido comenta cmo supo del engao: Cmo lo supe? No tiene valor. Un rastro, un indicio,

nube que el viento detiene pasa y cumple con su oficio sin decir de dnde viene. O cuando avanza en la oscuridad, cuchillo en mano: No quera que el fragor de un tiro mi deshonor contara en mi desventura: El hierro es arma segura que calla y mata mejor. O cuando los sorprende en pleno adulterio: La mujer lanz un gemido, el hombre irritado y fiero vino hacia m decidido a salvarla. Aquel bandido era todo un caballero. Se baten, el amante cae, el marido se va sobre la mujer; pero sta ha escapado: Huy y al saber que hua v que en el fango se hunda la dignidad de mi nombre: sin ella, de qu serva el cadver de aquel hombre? Me resultaba todo tan vvido, tan violento y nauseante. Su pongo que por aos el poema no me abandon y no soy capaz de sopesar todo el dao que me hizo. Por las noches en mi lecho imaginaba paso por paso la tragedia. Y me vena saliva amarga a la garganto, y transpiracin y golpes del corazn. Para m, todas estas tragedias en verso no fueron nunca ms que crimen y violencia enmarcados en valores. Por no decir, emparedados. No quiero decir que en mi pobre cabecita se hicieran encumbrados juicios filosficos. El anlisis se haca solo. En esas tragedias de Otelo, Hamlet, Macbeth no senta siquiera un atisbo de cosas como la honra, la lealtad, nobleza, valenta. No nada de estas cosas que no conceba casi. Slo violencia y crimen. Fue muchos aos despus que vine a saber que esas cosas se llaman valores y que son rasgo humano distintivo. Pero de saber cmo se llamaban no pas. La verdad, nunca las entend cabalmente. Sobre todo el honor, por lo que se dice tan caro a la cultura de los espaoles. A punto y como hecho a la medida: El hombre irritado y fiero se vino a m decidido a salvarla. Aquel bandido era todo un caballero. Recuerdo claramente que me daba admiracion. Los dos cuchilleros a los navajazos; por el honor suyo, uno, por su deber de macho, el otro. Y la dama, entretanto? es tan vil que no ha sabido ni respetar al marido ni morir con el amante.

Segn por dnde se mire. En los tiempos que corren, sera considerada una reverenda imbcil si se enredara en estas tonteras.

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Me decan: No tienes nada, no ests enfermo, te parece. As comienza el poema de Neruda que prefiero sobre todos. Dice ms adelante: Todo se va en la vida, amigo! Acaso, sea por el final que lo recuerdo siempre y porque es tan propiamente final: La mariposa volotea, desaparece. En el habla comn que se reitera y reitera todos los das lo que hay de potico se trastroc en clich. Leo de Kenneth Burke que es tambin tarea del poeta quitar del lenguaje esa ptina que le nace inevitablemente del curso comn. Podr ser as en poesa limpia, pero lo que me parece a m de la otra resulta contrario: la poesa ordinaria trata de alejarnos del significado originario y aplastarnos cada vez ms en la vaciedad rebuscada. Cuntas veces me hablaron de nio de las tribulaciones de Job, las angustias de Gethseman, el flagelo de la peste, las epifanas de Pentecosts? Angustia se dice en sentido perceptible por lo angosta que sentimos que se ha tornado la garganta ante las amenazas de la enfermedad. Epifana se dice por epi y faneia, que es en griego sobre y luz, o sea, luz sobre algo , por ejemplo la epifana de una ampolleta que se enciende. En cuanto a las tribulaciones, fueron para m como una epifana de la lengua que habl siempre y que de pronto se encendi toda y por todas sus circunvalaciones. Desde siempre, las nicas tribulaciones que conoc

fueron las tribulaciones del espritu que para mi cabecita de pequeo eran como las nadas de nada. Cuando tuve ya sentido comn, ademas de diccionario, encontr que deca: Tribulaciones: Congoja, pena, afliccin o tormento que inquieta y turba el nimo. Que era como decir: Nada, nada, nada o nada que inquieta y turba nada. Pero, en el mismo diccionario deca ms abajo: Trbulo: Remate que solan poner en el azote los disciplinantes. Y, entonces me dije: Ah ahora s qu son las tribulaciones! Pero, lo supe mucho ms adecuadamente cuando aprend que tribulum era el nombre que los campesinos de la antigua Roma deban a ese madero con puntas de cuchillos en la panza que se embple despus de arar para despanzurrar los terrones. Las tribulaciones eran una metfora apelotonada y muy bien venido era un tribulum para despanzurrarlas.

- 34 Esta cuartilla de Daro me hizo rer y no la olvid ms: Casi casi me quisiste, casi casi te he querido, si no es por el casi casi casi me caso contigo. A quin no visit ms de una vez el cai casi! No hay mdico-charlatn que no lo emplee: si se hubiera demorado usted diez minutos ms en venir a mi consultorio, no hubiera alcanzado a llegar! Y cmo nos encanta habernos librado de este casi casi. Se lo contamos a medio mundo. Nuestros herederos, No lo pueden creer!. En trminos retricos y a la letra. Y salen del cuarto del abuelo intercambiando sentimientos: Si no hubiera sido por el casi casi Tambin me suenan socio-culturales estos versos de Daro: Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: Cortan lirios, cortan rosas, cortan astrosSon as! Para quedarse pensando largo, largo: Sociedades enteras hundidas indolentes en la miseria y el abandono porque, vaya!, son as.

- 35 Lo que me lleva a ese poema de Jos Santos Chocano que un hermano mo muy querido recitaba para m. La voz le vibraba y pareca a punto de sollozar: Indio que asomas a la puerta de sa, tu rustica mansin, para mi sed, no tienes agua? Para mi fro, cobertor? Parco maz para mi hambre? Para mi sueo mal rincn? Breve quietud para mi andanza? Quin sabe, seor! El pequeo imagina a un caballero de paso que se acerca a una ruca a cuya puerta dormita un indio. Tal como todava siguen imaginando los nios en Europa cuando les hablan de Latinoamrica. Indio que labras con fatiga tierras que de otros dueos son, ignoras t que deben tuyas ser por tu sangre y tu sudor? Ignoras t que audaz codicia siglos atrs te las quit? Ignoras tu que eres el amo? Quin sabe, seor! Entre nuestros versos populares no escasean, desparramadas aqu y all, las alusiones a nuestros ancestros araucanos: Indio, porque soy negro, me llama por i la gente Yo soy la sangre arucana que de dolor floreci

Tierra de Caupolicn, patria de mi corazn, los ingratos que te olvidan no saben lo que es amor Con su sangre el altivo araucano nos leg por herencia el valor Hay que andarse aqu con harto tino. Aunque por mucho que se tenga, nadie puede negar lo que esta a la vista: el desprecio que sentimos por los indios. Cierto, en el ltimo tiempo se ha hecho muy popular entre la gente de izquierda la causa mapuche. Ha nacido un inters enorme por los indios. Hasta parece haber venido a nuestro mundo un recin nacido mostrenco: nuestro anhelo de identidad. Algunos, a la europea, hablan de la bsqueda de la identidad perdida. De todo esto no creo un pucho. Cabe muy bien preguntarse si no se apunta en todos estos casos a una fuente de estuta hipocresa instalada en los fundamentos mismos de nuestra sociedad. Hasta donde s por experiencia, es el caso tambien de otros pases que comprenden minoras subordinadas dentro de sus fronteras. Y es tambin el caso de potencias explotadoras que hacen reflexiones muy humanistas sobre la cultura de los paises que explotan y que no tienen ms explicacin que un tuto, tuto, guagua! para que no griten y sigan arando como los animales que son. No s de un techo tan amplio y transparente como el mismo cielo, que se iguale con el techo bajo el que se forman nuestros nios seguros de que aman a los araucanos en la escuela, cantando su amor mientras que a vista de ojos slo sirven para el lavado de la ropa, el cocido del pan, la cocina, los prostbulos, la vigilancia de retenes y la disciplina de los seoritos huincas cuando hacen el servicio militar. Pobres ndios! Mientras les damos con la picana les cantamos arrumacos: Corre en mis venas sangre tuya, y si por tal sangre mi Dios me interrogase qu profiero: cruz o laurel, espina o flor, beso que apague mis suspiros o hiel que calme mi dolor, responderale dudando: Quin sabe, Seor! Bueno, tanto como quin sabe

- 36 Hay un poema algo conocido que le slo muchos aos despus de escucharlo como cancin. Ocurre as muchas veces. Este que recuerdo aqu lo cantaba mi madre y me daba mucha, mucha tristeza: Preciosas cartas de mi madre amada, pedazos de su tirno corazn, vosotras ss la herencia ms preciada y el slo bien que acude en mi afliccin. Desde muy nio de su lado un da la suerte caprichosa me apart: mientras que yo gozaba ella sufra y as por vez primera me escribi: como la sombra que su cuerpo sigue, hijo del alma, yo contigo estoy, como una red que todo lo consigue, doquiera vayas t, contigo voy Estos son los versos que recuerdo siempre y que voy entonando y recordando a mi madre mientras escrido. Trato de memorizar cmo reaccionaba cuando realmente escuchaba a mi madre. Si pudiera escucharla otra vez tal cual! Lo que s bien est en esos versos: como la sombra que a su cuerpo sigue, hijo del alma yo contigo estoy Es mi madre, no hay que agregar, es mi ngel de la guarda caminando tras m, amante, silencioso y atento a los peligros por delante del camino. Considero estos versos como cima alta en mi formacin sentimental y moral. Y venero al poeta que los escribi

- 37 Jazmines en el pecho y rosas en la cara, airosa caminaba la Flor de la Canela Yo la vea venir: Del puente a la alameda menudo pie la lleva por la vereda que se estremece al ritmo de su cadera Es un vals peruano. Su letra, poesa pura. Llena el alma de alegra sensual. Como la que sinti Odiseo saliendo de entre las olas cuando vi a Nausicaa. Ms todava: Djame que te cuente, limeo! Djame que te diga la gloria del ensueo que evoca mi momoria del viejo puente, del ro y la alameda La escuch de pronto. O sea, como ocurre con tantas cosas: que estando desde siempre con ellas, de pronto las percibimos. Como le ocurri a Tobas que viaj de ida y regreso entre Asiria y Media , de Nnive a Rages, de Rages a Nnive con ese fiel compaero que lo salv de tantos peligros y que no era menos que Rafael Arcngel, de lo cual Tobas recin vino a darse cuenta llegando a casa cuando el Rafael se encumbraba ya en los cielos. A m me toc darme cuenta de pronto de esa cancin escuchndola en Praga, donde padeca mi soledad. De pronto, son la voz de un cantante cubano a quien apodaban Bola de Nieve. Interpretaba las ms famosas canciones latinoamericans, y lograba que uno sintiera tan vivamente! Como me ocurri a m escuchndolo cantar, que sent como si fuera del puente a la alameda por las calles de Lima, caminando tras el cuerpo cimbreante y clido y sensual de la Flor de la Canela, al ritmo de sus caderas. Viajando desde Madrid a Buenos Aires, un viajero peruano me inform que la cancin La Flor de la Canela fue escrita por una mujer, Chabuca Daranda.

- 38 Otra vez Jos Santos Chocano, de quien saba versos por mis libros de enseanza primaria. Haba un poema muy opuesto al Quin sabe, seor del que cont ms arriba y que me dejaba sin entender. Pareca una loa homrica dedicada a los conquistadores espaoles y comenzaba as: Vino del mar el grupo de hombres blancos y hermosos, ms fuertes que titanes, ms altos que colosos Que muy bien podra ser: ms altos que titanes, ms fuertes que colosos No recuerdo, pero qu importa? Los titanes son altos y fuertes; y los colosos tambin son altos y fuertes. O sea, se presta para que el profesor reflexione con el nio sobre los adjetivos, sobre que deben ser firmes aunque es muy comn que sean flojos, lo que es signo de pobre escritura. En mala retrica es comn el derroche de adjetivos. Ya lo vimos ms atrs en ese cuadro de Lautaro que hace Ercilla. En Latinoamrica, los polticos, serrmonistas y cuanto retrico se precie, no puden andarse sin dos adjetivos despus del sustantivo. Pero, en Espaa! Por lo menos tres. En clases de qumica, el profesor nos familiariza con el empleo en reguero de los adjetivos. Los metales y metaloides se reparten los adjetivos : frgiles, duros, maleables, dctiles, flexibles, corrosivos, nobles, conductores, elsticos, delicuescentes. La tentacin de darles con ellos en la cabeza a nuestros propios compaeros siempre fue grande. Parafraseando a Daro: Quin que es no es maleable? Da gusto leer el empleo inteligente del adjetivo. Por ejemplo, en la arenga de Colo Colo: de seores, de libres y temidos, quedis siervos, sujetos y abatidos. Vise nunca una orqudea igual?

- 39 Los tangos que se importaban desde argentina en mi niez y que perduran sin muestras de extinguirse son parte nada de despreciable de nuestra cultura popular. Cuentan historias romnticas, historias tristes de amores sin remedio, de traiciones, abandono, desafio a cuchillo por una mujer, cadas al arroyo desde lo alto, bellezas perdidas que envejecen muertas de hambre y horribles de ver: Cuando por las calles la veo tan vieja, doy vuelta la cara y me pongo a llorar Tambin eso, se llora mucho: Beba conmigo y si se empaa de vez en cuando mi voz al cantar, no es que la llora porque me engaa, que un hombre macho no debe llorar. Prima en las historias que cuentan los tangos la diferencia social, el resentimiento y la fatalidad: Mas, no ramos iguales, eso nos separaba, un mundo de distancia haba entre los dos: t eras de familia muy rica y distnguida yo en cambio solamente era un trabajador Si pensara alguna vez en lo que fu no tendra ni las fuerzas de vivir El tema de la mujer hermosa que ahora es una vieja horrible se contrasta con el de la mujer llevada a las alturas por el seorito, con el de la piba que negocia su belleza por los morlacos del otario y que lo abandona despus llorando en el malecn. La muy prfida, la muy canalla, la muy traicionera: No te dejes engaar, corazn, por su querer, por su fingir! No te vayas a olvidar que es mujer y que al nacer del engao hizo un sentir La imagen dominante de la mujer traidora contrasta con la de la madrecita abandonada junto a la artesa, la pobre viejecita que para criar al canalla no vacil en salir a la calla a mendigar. En fin, un canasto de duelos y quebrantos de donde el obrero, el empleado de banco, la costurerita, el chofer de taxi sacan lo que mejor les acomode para mondar sus huesos entre trago y trago: Tomo y obligo, mndese un trago,

de las mujeres mejor no hay que hablar Mientras escribo, recuerdo a un compaero de trabajo en mis aos de muchacho de los mandados. Siempre cantaba el mismo tango, musitando. Era la historia del rico y el pobre: Tengo un primo que es muy rico, poderoso y distinguido. Yo soy pobre, soy enfermo, pienso, escribo y s soar. Y una noche de esas noches tan amargas que he sufrido mis harapos con su smoking se rozaron al pasar Ah est todo! Ah esta todo! me deca ante su segunda cerveza del sbado al medioda. A quin no le gusta el tango, Dios del Cielo?

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Fu un amigo muy querido de mi juventud el primero que sin mucha delicadeza me habl del sinsentido de andar escribiendo poesa con rima, ritmo y medida. Una vez, en la revista de mi liceo apareci con mi firma un poema que comenzaba: Polifemo, el gigante de un milenio, llora en la noche que se muestra eterna, porque el varn de multiforme ingenio dile por todo mundo una caverna Vise nunca mamarracho igual? S, el resto de los que por ese tiempo escrib. Pero, por lo menos con una oreja oa. Recuerdo por ese entonces, le en una revista los versos de un Osnofla, cuyo apellido no recuerdo cmo lo viraba. Contaba que Debido a una mujer muy neurotica gastaba un dineral en la botica Pero no pudiendo aguantarla ms, al final mat a aquella mujer con un tiro de revolver. En las revistas humorsticas que comenzaron a aparecer se daban por paja molida charadas como sta. Al comienzo, no iban para m ms all de chistes para pasar el rato. Me tom tiempo darme cuenta del Mediterrneo: que debajo de un chiste suele haber bastante seriedad. Otro amigo recuerdo que me deca: Si en la letra de un bolero aparece la palabra labio, te apuesto diez contra uno que aparece tambin la palabra resabio. Y en una leccin de mi libro de lecturas se contaba de un abogado que deba escribir un himno a su profesin y no encontraba el pobre una palabras que rimara con grises. Codornices, perdices, lombrices? Pero tambin es muy cierto que de nios nos encanta la medida y que no recordaramos casi ningun poema si no viniera envuelto en ritmo, rima y medida: Que linda y fresca la maanita! Me agarra el aire por la nariz! Los perros ladran, un chico grita y una muchacha gorda y bonita junto a una piedra muele maz. Hojas del rbol cadas juguetes del viento son. Las ilusiones perdidas, ay, son hojas desprendidas del rbol del corazn! - 41 No se engae nadie, no, pensando que ha de durar

lo que espera ms que dur lo que vi porque todo ha de pasar de igual manera. Y pues vemos lo presente cmo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente daremos lo no venido por pasado. Opino que muy pocas veces se ha escrito igual en nuestra lengua. Leo que era joven don Jorge Manrique (habra que decir siempre don tratndose de l) cuando escribi sus coplas inmortales. Le fueron inspiradas por la muerte de su padre, hombre de alcurnia y gloriosa vida militar. No cuesta imaginar a nuestro poeta yendo bajo los naranjos en flor: Qu se fizo el rey don Juan? Los infantes de Aragn, que se ficieron? Qu fue de tanto galn? Qu fue de tanta invencin como trujeron? Debiera exigirse que nadie cruzara los umbrales de las humanidades sin rendir examen de las coplas de don Jorge Manrique. No requieren de preparacion especial. Yo las le de muchacho y no tuve tropiezos, como no fueran lamentaciones: Los placeres e dulzores de esta vida trabajada que tenemos, qu son sino corredores y la muerte la celada en que caemos? Sin pensar en nuestro dao, corremos a rienda suelta, sin parar; desque vemos el engao y queremos dar la vuelta, no hay lugar. Por qu no exigir de toda persona con pretensiones de cultura general su memorizacin? Recuerdo que mi silabario traa al final la famosa dcima de Caldern: Cuentan de un sabio que un da tan pobre y msero estaba que slo se alimentaba de unas hierbas que coga. Habr otro, entre s deca, ms pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvi hall la respuesta viendo que iba otro sabio cogiendo

las hierbas que l arroj. Recuerdo que fu una maana que le la dcima. Cmo quisiera recordarla con todo el detalle, con los colores radiantes del follaje en los rboles del patio y con la congoja y la compasin que me trajo al alma! Con cunta verdad se dice que los nios son filsofos natos!

- 42 Mara Chucena su choza techaba y un techador que por all pasaba dijo: Mara Chucena, techas tu choza o techas la ajena? No techo mi choza, ni techo la ajena, porque techo la choza de Mara Chucena.

No es una delicia? Trabalenguas, sinsentido y enigma, todo en uno. El hermano que me ejercitaba, me llevaba el comps: Lentsimo, lento, rpido, rapidsimo. Oh, cmo rea despus! Me venan ganas de echarme al suelo de tanta risa. Haba otros: Dentro de un plato de trigo, tres tristes tigres trigo tragaron. En clases, enseaba a mis pequeos alumnos: Dentro de un plato de trigo tres tristes tigres tracios tragaron trigo. El ms comn era: El rey de Constantinopla se quiere desconstantinopolizar, el que lo desconstantinopolice gran desconstatinopolizador ser, que se prestaba a construir otros a granel: El Cid de doa Jimena se quiere desjimenizar, y si se desjimeniza gran desjimenizador ser. En lugar de trabalenguas, debiera llamrselos destrabalenguas, porque de eso se trata al ejercitarlos: de curar la lengua de sus trabas. Cuenta Plutarco que Demstenes para curarse de la tartamudez se echaba pedrusccos en la boca y se pona a gritar discursos ante las olas del mar. Los nios disfrutan con los trabalenguas, pero se fastidian tambin de sentirse tan torpes articulando. El poeta Braulio Arenas me ense ste: En la grata gruta grita Greta Garbo.

- 43 Lo frecuente es leer el poema al pequeo con devota uncin, como si lo hubieran escrito las mismas musas. Homero comienza dando por cierto que no es l, sino la musa de la poesa la que canta y que slo lo emplean como una lira para llevar el son: Del hijo de Peleo, canta diosa! Hblame, musaa, de aquel varn de ingenio multiforme! Horacio dice por Homero que tambin se queda dormido a veces; y pensamos que es la voz dulce de su musa que lo adormece. Al profesor corresponde mostrarle al nio los lugares en

que se queda dormido Homero; tiene mucha importancia en la educacin. Por ejemplo, cuando Daro dice de Caupolicn: Por casco sus cabellos, su pecho por coraza Parece que lo que dice no es ms que eufemismo por: No llevaba casco ni llevaba coraza Pero suena tambin como: Su pecho es fuerte como una coraza, sus cabellos duros como un casco En las dos lecturas la imagen es un desastre y -Daro o no Daro- el profesor debe asistir al pequeo que barrunta ya. Y cuando Amado Nervo dice de la nia y su gatita muerta: Ay, es que ha muerto su hermosa gata, cuyos bigotes, pas de plata, cien y cien veces acarici, se puede decir que se encuentra roncando a toda vela. En primer lugar, la metfora (pas por cerdas) no es feliz. No hay por donde relacionar con pas los bigotes de un gato, ni hay por dnde acariciarlos sean o no sean pas. Estando en esto, no es mala leccin indicarle al nio la enorme diferencia entre los versos de un poeta que recordamos -si es as que recordamos algunos- y el resto de los que escribi y se fueron con el viento. Algo que, por lo dems, vale de todas las artes: las escasas obras logradas y las montaas de ripio formadas por las restantes. En fin, que el mito de las musas y el poeta como su mero instrumento para cantar contribuye a la veneracin del pequeo que no va ni por nada a considerar crticamente lo que lee y separar el ballico del trigo.

- 44 Mambr se fue a la guerra, no s cundo vendr, si vendr por la Pascua o por la Trinidad Da mucho que pensar al pequeo mostrarle cmo cambian las expresiones andando el tiempo. Supongo que nuestro Mambr es por Mambrou, en francs; que es por Marlborough, un general ingls que fu la pesadilla de los franceses. Cuando los nios juegan, poner atencin a los Marlboroughs que terminaron en Mambres. Cuando pequeos jugbamos al Rey de los Gorgones Que se abra la puerta al rey de los Gorgones

En eso paraba la dinnasta de los Borbones, en un juego de nios, de burlas y de gorgones. De la deformacin que sufren las palabras en los juegos de los nios, ne cuesta ir a la que experimentan yendo de las clases educadas a las populares. De dnde viene sitico? Nadie lo sabe por seguro hasta donde averiguo. Siempre pens que por el sonido ps que se pronuncia dando o tratando de dar a una los sonidos p y s en psiquis, psicologa, psiquitra. Por qu se dice piticiego, cagatinta, michica, puchas, clarmbamelo y tantas otras? No caben dudas, el habla popular tambin es cedazo del habla sitica. En rueda de gente culta, escuch una historia contada por Marta Brunet. La empleada de casa abre la puerta del saln y dice: Seora, llegaron ms visitas! Las paso al prostbulo? Tambin hay una criba potica: Azur por azul, nveo por nevado, grvido por lleno. Los poetas, los retricos y los pedantes disfrutan alargando las palabras: eticidad por tico, teortico por terico, casualstico por causal, existenciario por quizs qu. En un libro suyo del que slo conozco los pasajes memorizados por un amigo de mi juventud y que me haca reir tanto, Vicente Huidobro hace burla de los caprichos lingsticos de los retricos: Si los dineoros de la naciatria se perdisquean, no os inquiurbis: ellos estarn guros en mis cazuertas No me ofuspantan los cesandigos, los miserpientos que especuzafian con el hambrudio del poputracio No es para otorgarle el Nobel? A mi banco de segundo ao de preparatorias lleg una vez viniendo de mano en mano un sucio documento, una copia mecanografiada en tinta azul y mugrienta ya de tanto traqueteo. Deca: Con la intencin de agradar T, una tarde TBC, t pretendiste enojar T y por eso TDG. Recuerdo que segua: AKBC desde ahora Pero no recuerdo ms. Lo que s recuerdo es la impresin que me hizo su manera de criptograma y que me entretena despus por mucho tiempo buscando palabras que se pudieran decir con slo consonantes. KCM con PP; KGM las manos; KG demasiada KK, ja, ja ja! Todava no conoca la palabra pene, o sea, PN. Me acuerdo tambin de mi gran amigo de nio, un zapatero, que jugaba con las palabras de sentido mltiple:

En parte de los partes que tu repartes me dices que pronto partes para otra parte No recuerdo como sigue, pero terminaba: el corazn se me parte de parte a parte. Yo, genio de m, invent: Atando cabos estaba un cabo y al cabo le preguntaron, y el cabo dijo que al fin y al cabo los cabos se le acabaron. Bueno, hay cosas peores. Como esa Media Tonada que le en un cancionero: Media vida de mi vida! Pedazo de medio cielo! Que si t medio me quieres yo tambin medio te quiero! Que entre que da risa y ganas de echarse a llorar por lo ingenioso que somos.

- 45 Y a propsito de tonadas, sta que nunca escuch, pero que me dejo pensando, pensando cuando la le: El delantal de la china es algo que piensa y vive, algo que de ella recibe su belleza peregrina. La china es la empleada para los quehaceres domsticos. Lo que yo o siempre de nio es la empleda. Despus trataron los buenos corazones progresistas de introducir el ttulo empleada auxiliar. Actualmente se dice nana que estara muy bien si no fuera la hipocresa de los que lo emplean. Como se dice, a la menos pensada se le sale a la patrona el china e mierda! que anida en su subconsciente pequeo burgus. Me interes esta cuartilla a la primera por sus pretensiones poticas. Salta a la vista que fue escrita por un patrn, no por un roto e mierda. Pero me interes ms por la representacin que me sugiri. No cuesta mucho hacrsela. Solo, sentado a la cabecera de la mesa bajo el

parrn, despus de su rica cazuela y su par de platos de porotos granado, el patrn hurga en los dientes, espanta las moscas y mira a la china que se inclina sobre la mesa recogiendo el servicio. El patrn mira las caderas ceidas por el delantal. Y ese culo! Se echa el ltimo trago. Me la sirvo antes de la siesta o antes de las once? Verdad que un animal as muy bien pudo escribir la cuartilla? Cuntos huachos venidos al mundo forman su glosa! Y aqu recuerdo otra cancin. Si pudiera escribirla cantndola! La escuch siendo muy nio, creo que de mi madre. Trata de la campesina que se ve en la urgencia de partir hacia la capital a servir al patrn y cuya esclavitud no le da tiempo para dedicarlo al que de veras ama: Borrachita me voy para olvidarte. Me quieres mucho y yo tambin te quiero! Borrachita me voy hacia la capital a servir al patrn que me mand llamar anteayer No arranca lgrimas de rabia y de impotencia? Nuestras pobres nanas!

- 46 Las imgenes fuertes, absurdas y estpidas abundan en las canciones populares. Sobre todo en los tangos. Vi en la televisin el acto de un cmico chileno. Despus de hacer reir a mares a su pblico, remataba antas del mutis: Y en un charco de sangre la encontr! Y el pblico -en una muestra colectiva y muy decidora de percepcin inteligente de estas cosas- casi echaba el auditorio al suelo riendo. Ya vimos el Cayeron muertos a tus pies

mis sueos y mi juventud Y la negra noche ingrata que si mi dolor retrata cmo negra no ha de estar! Yo recuerdo un: Abreme las venas! Quiero desangrarme hasta que me muera! Tambin un: Clav en mi carne viva sus garras el dolor Este tendra que colocarse a la entrada de mi museo de monstruos: Hoy mi playa se viste de amargura porque tu barca tine que partir a surcar otros mares de locuca, cuida que no naufrague tu vivir. No s mucho. La verdad, no se nada. Pero se me ocurre que los esperpentos que ululan en los versos de nuestras canciones populares se originan en el capricho que les naci (tampoco s cmo ni por qu) a los poetas modernistas que de pronto se dieron al cultivo de lo abstracto como si fuera concreto y viceversa: En la red de mi msica, ests presa, amor mo! El mar entra en la carroza de la noche Dichoso aqul que es apenas sensitivo y ms la piedra dura, porque sa ya no siente. Naca gris la luna y Beethoven lloraba, bajo la mano blanca en el piano de ella ni tu boca de grana, urna bendita donde un beso parece que se agita cual mariposa que volar anhela. Tenazas de gula son tus dientes blancos. Tus pechos, almohada para la pereza. Y en tu vientre nbil y en tus firmes flancos la sierpe lujuria yergue la cabeza

Bueno,estos ltimos ya parecen anhelar volar hacia la letra de los boleros. Forman montaas. Hasta dnde no se puede llegar con tanto mal ejemplo?

- 47 A veces, el paisaje de nuestras canciones populares queda impreso en nuestra sensibilidad. Pero como una aguada o una acuarela, a lo ms: Una tarde cuando las hojas caan Qu bonito que cantaba la palomita en su nido De la cordillera vengo, de donde nacen los ros Si encuentro alguna flor que es hermosa con tus dones, mi bien, la comparo Gotita de lluvia clara, te lloran los nubarrones De la flor de la violeta voy a hacer un canastillo

Vida, vamos al cerro a beber el agua de la vertiente Gara, tristeza Hasta el cielo se ha puesto a llorar En una noche clara de majestuosa luna Ya me voy por esos campos, adios, a buscar hierbas de olvido y dejarte Como el agita fresca riega las plantas han refrescado mi alma las esperanzas La clavelina en el huerto, aunque llueva no se moja. Agua cristalina y bella, un clavel que se deshoja.

- 48 De un librito de canciones chilenas donde casi no hay una que no oyera cantar de nio, extraigo estos versos de una que no conoca. Cmo sonarn?: A la cumbre de aquel rbol se subi mi pensamiento y despus de estar arriba no hall por donde bajarse. H ah un caso de sabidura bajo una ramada diciochera. Con una imagen graciosa, de manera suscinta y clara, expresa nada menos que la crtica del realismo al idealismo. De Digenes y Platn tenemos ancdotas donde se muestra donde viene a ser lo mismo que en nuestra cuarteta: Un Digenes rindose de un Platn encaramado en un rbol del que ahora no puede bajarse. El rbol del pensamiento puro. Un profesor sensible puede emplear la cuarteta para dar clases de filosofa a un nio. O hubo uno siquiera que no subiera a un rbol del que despus no era capaz de bajarse, llorando a gritos por la mam? Dnde est el pequeo que no se dej llevar de la imaginacin hacia los espacios infinitos con la nariz hundida entre las sbanas y sudando angustias? Cmo dice Festo a Saulo? La mucha lectura te ha ablandado los sesos. En esa obra de Goethe, Fausto se encuentra ante una vieja que hace cbalas con un libro brujo: Escchalo bien: del uno hars diez, dejars el dos y pondrs el tres La vieja delira!, exclama Fausto. Mefistfeles suelta la carcajada. Pero, si es una vieja teloga! Trina en una; y una en trina. Hay otra cancin:

Un viejo amor no se olvida ni se deja. Un viejo amor de nuestra alma s se aleja, pero nunca dice Adios! que me recuerda las relaciones entre Aristteles y Platn, entre Marx y su pap, entre Stalin y su mam. Haba un folclorista para quin toda la msica del mundo del mundo se reduca a la cueca; y para mostrarlo sacuda el pauelo, lo giraba sobre la cabeza zapateando y tarareando un tema de la Sexta de Beethoven: Tral, lal, laral, larararal Recuerdo tambin a Nicanor Parra aludiendo a unos versos que cantaba su hermana: Runrn se fue pal norte, yo me qued en el sur, al centro hay un abismo sin msica ni luz Pero, si todo est ah! Me deca Nicanor Parra. Y en diez de ltimas, escuchando cantar a esa deliciosa chilenita, Parmenia Pizarro: La plaidera que sus lgrimas vendi, la plaidera llora a quin no conoci se pregunta uno filosofando: Hubo jams quien llorara al que conoci ni quien conociera al que llor?

- 49 Tal como el ms humilde de los bebs nacidos en Chile, la pulpera del Santa Luca: Era rubia y sus ojos celestes anunciaban la aurora del da y cantaba como una calandria Parece que es reflejaban, pero no recuerdo bien. En ningn caso, semejaban. Ms adelante dice una obscenidad increble: Con el alma te quiero, pulpera, y algn da tendrs que ser ma! Encuentro que los versos de esta cancin (Entiendo que se trata de un vals argentino) sirven para una instructiva leccin de escuela primaria. Para comenzar, la calandria, que nadie supo decirme quin es, pero imaginaba como una perdiz y estoy vindola echada sobre sus huevos entre los matorrales. Para seguir, lo ya anticipados sobre los cabellos rubios y los ojos azules que nos vienen de los genes de nuestro ancestros araucanos. Son inmensurables las cantidades de estupideces de que podemos purgarnos con el mero examen de la pulpera del Santa Luca. Y para terminar: Con el alma te quiero, pulpera, y algn da tendrs que ser ma. Partiendo del ltimo item, ser ma, que en lengua biblica sera tendrs que dejar que entre en ti que en lengua llana es tendrs que abrirte de piernas para que te penetra con mi rgano sexual... Lo cual no se aviene para nada con querer a una mujer con el alma. Flojo negocio, como combinar perfume de rosas con excremento de cerdo.

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Todava se oyen canciones y sonsonetes de las zarzuelas espaolas que eran muy populares en los tiempos de mis abuelos. Pienso que el pblico las coreaba con los cantantes en el escenario y que todos andaban cantndolas en los meses de temporada, cuando llegaban de Espaa los greupos teatrales. En San Diego, haba una tienda con el nombre El Rey que rabi que se refiere a una zarzuela que mi padre cantaba para m casi entera. Haba otra con el nombre La Corte de Faran de la que hicieron en Mjico una versin flmica que me toc ver. Todava en los aos ms recientes de Sarita Montiel llegaron pelculas de Espaa que volvan sobre los temas ms exitosos de las zarzuelas del pasado. Yo recuerdo a mis hermanas cantando: Ay, ay, ay, ay, qu trabajo nos manda el Seor! Levantarse y volverse a agachar todo el da a los aires y el sol! Ay, ay, ay, ay, ten memoria de m, segador! No rebases los campos de mies: que detrs de las hoces voy yo Era la cancin de las segadoras. Mi vocabulario se enriqueca. Rebasar, mies, segar, hoces. Hoz en lugar de hechona, mies por trigo. Sustituir las palabras largas por sus sinnimos ms cortos es un excelente ejercicio retrico. Los siticos lo practican al revs. Ellos diran a la inversa. Se perecen por las palabras alargadas. Recuerdo que me extraaba que las espigadoras imploraran a los que segaban que no dejaran caer tanta mies. Las espigadoras que yo conoca hubieran implorado por lo contrario: que dejaran caer montaas de mies. Despus, la explicacin me pareci as: que las espigadoras de la cancin eran trabajadoras en una comunidad, mientras que las espigadoras en las siegas de mi provincia eran poco menos que medigas a las que se permita recoger las migas que caan. Mientras ms migas tanto mejor. Pero por la cabeza no se me pasaba el contraste entre las espigadoras comunitarias, las apatronadas y las independientes. Las canciones populares abundan en enseanzas como sta. Otro ejemplo: Yo escuchaba cantar a una hermanita menor (la quera tanto, tanto!): Yo cuando a mi molino suelto la rueda, no hay viento que se iguale con mi molino! En mi casa haba molinos, pero movidos con energa elctrica. De modo que no entenda un pito de lo que cantaba mi hermanita. De dnde me iba a venir a la cabeza que su cancin cantaba la contienda entre dos tcnicas de moler, la del molino de aguas y el molino de viento? Si me hubiera pasado por la cabeza, hubiera estado en mejores condiciones para

entender por mi cuenta lo que pasaron dcadas sin que entendiera mientras no vinieran a ayudarme Lewis Mumford y Marshall MacLuhan? Otros: En una zarzuela que alcanc a ver en el Teatro Municipal (creo que se llamaba Luisa Fernanda), haba una Danza de las Escaleras, donde tres cmicos suba y bajaban haciendo piruetas difciles y graciosas por una escalera ora vertical, ora horizontal ora oblcua, mientras cantaban: Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho diecisis! Ya me s las tablas de multiplicar y antes del invierno me podr casar! Qu gracia me daban! Pero, si no saban ms que la regla de dos! Yo saba al derecho y al revs hasta la tabla del doce, pero eso no quera decir que antes del invierno pudiera casarme. Hasta el tonto del curso saba ms.

- 51 Carlos Pezoa Vliz es un poeta conocido, pero no todo lo que se debiera. En los cursos de preparatorias sus poemas tendran que ocupar un lugar muy principal. Nunca falla en decir lo que se propone y siempre dice algo que importa con un estilo de humor inconfundible. Su color preponderante es el gris, pero sabe iluminar la paleta cuando se lo propone. Nunca olvido esa gruta de las quebradas donde las aguas alborozadas charlan de asuntos sin ton ni son junto a la cual hay una casa hogarea, con el desayuno puesto a la mesa, donde en unas clsicas etiquetas hay unos chinos que hacen piruetas sobre cajones llenos de t. Tiene poemas de sos que se leen y quedan a la primera en la memoria y para siempre. No conozco un poeta del que se pueda decir lo mismo: Sobre el campo el agua mustia cae fina, grcil, leve; con el agua cae angustia Llueve No hay que ser un genio del habla y el paisaje? O mucho despus que este poema es parfrasis o traduccion de un poema italiano. Pero no s ms. Su Entierro de Campo, donde nos cuenta de un seor que, yendo a caballo, se detiene al ver pasar un fretro, termina as: Y all en la montaa oscura, quin era? llorando pienso. Algn pobre diablo annimo que vino un da de lejos, alguno que am los campos, que am el sol, que am el sendero por donde se va a la vida, por donde l, pobre labriego, hall una tarde el olvido, enfermo, cansado, viejo. Con versos as se comprende que muchos piensen que no es poeta sino las musas las que plaen. Esta es una acuarela al vuelo de la bohemia santiaguina de su tiempo (todava dura). Este es un artista de paleta vieja

que usa una cachimba de color cognac y habita una boharda de ventana vieja donde un reloj viejo masculla: tic-tac Tendido a la larga sobre un mueble invlido, un bostezo larga, y otro, y otro: tres! Diablo de muchacho, pobre diablo esculido, pero con modorras de viejo burgus Y sigue: No piensa, ni pinta, ni el humor ingenia. Qu ha de pintar si halla todo sin color! Tiene hipocondra, tiene neurastenia y hace un gesto de asco si oye hablar de amor. Termina a patadas con la existencia en general y sus dimes y diretes. Como buen seorito de clase media, hijo de su mam y bueno para nada: La vida Sus penas? Choces de antao! Se sufre, se sufre Por qu? Porque s! Se sufre, se sufre Y as pasa un ao y otro ao Qu diablo! La vida es as! Cuntos petmetres como el pintor Pereza zanganean entre viejas protectoras, tos con plata y Lil, Lul y Nene? Supongo que muchos conocen todava Nada, el poema mejor logrado y con mayor contenido de nuestro poeta. A m siempre me di la impresin de una nota de crnica en el diario local, aparecida esta maana en una esquina de pgina para llenar un hueco. Quitados un o dos detalles es enteramente una nota del periodista sin nada que hacer el da anterior: Era un pobre diablo que siempre vena cerca de un gran pueblo donde yo viva; joven, rubio y flaco, sucio y mal vestido, siempre cabizbajo Tal vez un perdido! Un da de invierno lo encontraron muerto dentro de un arroyo prximo a mi huerto varios cazadores que con sus lebreles cantando marchaban Entre sus papeles no encontraron nada Los jueces de turno hicieron preguntas al guardin nocturno: ste no saba nada del extinto; ni el vecino Prez ni el vecino Pinto. Una chica dijo que sera un loco o algn vagabundo que coma poco, y un chusco que oa las conversaciones se tent de risa Vaya unos simplones! Una paletada le ech el panteonero; luego li un cigarro, se cal el sombrero y emprendi la vuelta Tras la paletada, nadie dijo nada, nadie dijo nada

No hay que ser un maestro? Todo un mundo de impiedad, indiferencia y crueldad qued dicho, entre lgrimas, de una plumada y desdicho de una paletada. Esos seres circunstantes, el guardin nocturno, el vecino Prez, el vecino Pin