sonetos del siglo xv al xvii

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Sonetos del siglo de ORo

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Sonetos del siglo XV al XVII

PrlogoTodos los poetas que figuran en esta Antologa estn por haber escrito sonetos y pertenecen a la poca llamada del Siglo de Oro.En ella se encuentran algunos que consiguieron tanta fama como los Lope, Quevedo, Gngora y un largo etc., pero que no fueron capaces de superar el paso de los siglos. Algunos por el olvido de aquellos que pudieron o por envidia de los que teniendo los manuscritos los ocultaron o destruyeron.Aquellos que consiguieron dedicacin aparte de esta Antologa, algunos no lo fueron por su calidad, sino por la cantidad de sonetos que produjeron y que me permiti hacerlo individualmente.Sin embargo, el objetivo ms importante de esta Antologa es dar a conocer la gran cantidad de poetas que acompaaron a los ms famosos, unos siendo muy apreciados entre sus propios colegas y otros porque fueron capaces de alcanzar en aquella poca la fama.Desde el poeta que se supone escribi el primer soneto, hasta el ltimo del siglo XVII, es fcil encontrarlos en esta Antologa.Para mayor comodidad se ha estructurado el ndice de esta Antologa por autores. Los que no estn incluidos en esta obra, es fcil encontrarlos en captulo individual dada la cantidad de sonetos que tiene cada uno de los que aqu no figuran.Al margen de encontrar a la mayora de todos los poetas que figuran en esta Antologa en los libros publicados entre los siglos XVI y XVII, tambin han sido muchos de ellos encontrados en las comedias de algunos autores dramticos, que siguiendo la norma de Lope de Vega incluan algn soneto en sus comedias.Desde los Reyes que reinaron en esta poca (Felipe II, Felipe IV); Cardenales, Obispos y Cannigos, hasta los ms infortunados escritores, todos han dejado como legado literario de su poca algn soneto.Muchos de los sonetos que empiezan y acaban por el mismo endecaslabo, es debido a un concurso de sonetos que organiz Lope de Vega, para conmemorar las fiestas del Santo Patrn de Madrid, San Isidro. Ejemplo:Empiezan: Los campos de Madrid, Isidro santo...Acaban: sembrando aqu sus lgrimas, el fruto.Tambin se encuentra recogido en este trabajo el primer soneto que se conoce dedicado al soneto, de Baltasar de Alczar.Este trabajo es el fruto de haber dedicado toda una vida a recoger sonetos para mi Biblioteca del soneto de todos los tiempos. Y aunque la poca moderna ha dado grandes sonetistas, el Siglo de Oro tiene sin dudar los mas grandes especialistas del gnero.Muchos de los sonetos de esta Antologa estn dedicados a Lope de Vega o al Doctor Juan Prez de Montalbn. No deben de sorprender al lector ya que los dos tenan una verdadera corte de admiradores entre los poetas de su tiempo.Como final dir que en esta Antologa figuran poetas de todos los sitios del mundo donde el castellano es usado como herramienta de comunicacin entre los seres humanos, tanto espaoles como de los pueblos al otro lado del ocano que hablan nuestra misma lengua.

ArribaAbajoAbarca de Bolea, AnaCasbas de Huesca. Huesca. 1623 - Fines del siglo XVIIReligiosa.

Soneto a la muerte del prncipe Baltasar

Lapidario sagaz, duro diamantelabra, resiste firme al golpe fiero,telo en sangre y pierde aquel primerorigor a la labor menos constante.

Contra Carlos el mal no era bastante, 5que queda al golpe cual diamante entero,telo en sangre amor, y el mal severo,sujeta con amor aun hijo amante.

El mal lo agrava y el amor lo aflige,aqul pide remedio, ste no tiene, 10y quien conoce aqul a ste no alcanza.

No rige el mal, que amor de madre rige,y Carlos por amor a perder vienela vida en flor, y Espaa la esperanza.

ArribaAbajoAbarca de Bolea y Castro, LuisHuesca. Siglo XVIIPoeta. Marqus de Torres, Conde de las Almunias, Caballero del Hbito de Santiago.

Tus brillantes, y tersas narraciones,han de ser de los Doctos aplaudidas,porque estn con ornato enriquecidas,de rumbosas, y agudas locuciones.

Con armonioso adorno las compones, 5dndoles de conceptos dulces vidas,donde contemplo con primor unidas,Humanas, y Divinas atenciones.

Galn a un mismo tiempo, y entendido,fertilizas del Ebro las corrientes, 10dejndole tu Lira suspendido.

Vive Feliz, edades Excelentes,y exento de los riesgos del olvido,tus prendas le veneren, Eminentes.

A Alonso Prez, padre del doctor Juan Prez de Montalbn Virtud ha sido tuya, que mejorael dolor que de Padre experimentaeste afecto que prvido calientauna ceniza que lo fue a deshora.

Cuando la noche vale por Aurora, 5corrida est la educacin atenta,y al ejemplo sintindose violentala juventud desprecia lo que ignora.

Aunque te admito con semblante ajenode los que el alma no reparte enojos, 10bebindose hasta el ltimo veneno.

No siente los cordeles menos flojosel ansia impa de un sufrir sereno,que no llora el valor hacia los ojos.

ArribaAbajoAcevedo, Alonso dePlasencia. Cceres. 1550 - Siglo XVIIFue cannigo en Valencia.Poeta que en 1615, en Roma, hizo este soneto en alabanza a Juregui por su traduccin de la Aminta de Tasso.

Naci, junto al Erdano abundoso,Aminta, en su ribera esclarecida;noble zagal, cuya niez floridasinti de Amor el arco riguroso.

Este, con Tirsis, un pastor famoso, 5pasaba en amistad su triste vida,y en voz se lamentaba repetidacon su toscano plectro numeroso.

Mas vino de la btica riberaun joven de gallardo ingenio y bro; 10y Aminta, por el docto sevillano,

dej su patria y amistad primera,y ya en el Betis, en estilo hispano,canta, olvidado de su lengua y ro.

ArribaAbajoAgreda y Vargas, Diego deEspaa. Siglos XVI - XVII

A Lope de Vega En Hrcules, Atlante el grave pesopuso que el cielo slo del confa,temiendo si en otro hombro le ponade la pesada mquina el exceso.

De vos puede contarse este suceso, 5oh frtil Vega donde el cielo envatanto divino nctar y ambrosaque tenis al Parnaso sacro en peso.

Las nueve hermanas y el divino Apolotenindoos en el mundo han descuidado 10de mostrar su furor santo y profundo.

Y en vos como el de Arabia nico y soloel peso de sus ciencias han cargadohacindoos un nuevo Hrcules del mundo.

ArribaAbajoAgera, Miguel deEspaa. Siglo XVIIPoeta.

A la muerte del doctor Montalbn

Este que miras bulto inanimado,con seas de mortal, siendo divino,cuyo ingenio, por claro y peregrinofue de propios, y extraos celebrado;

este que fue de muchos envidiado, 5postrado yace a fuerza del destino,que parece que el cielo le previnoen corta edad el premio dilatado.

Este que en vida fue de Apolo llama,y adviertes en ceniza convertido, 10aunque eterna ser siempre su fama.

Es Montalbn, que no podr el olvidosecarse del laurel la verde ramaque en sus libros las Musas le han ceido.

A la muerte de Lope de Vega Ese que admiras polvo inanimado,deshecho nudo, corazn partido,lino cortado, estambre destejido,barro para quebrar, vidrio quebrado.

Roto edificio, alczar derribado, 5anegado bajel, muro rompido,seco jardn, clavel descolorido,mortal cuaderno y libro deshojado.

Fue caja, fue depsito, fue Atlantede un diamante, que al sol hizo ventaja; 10adora sus cenizas, caminante. Que aunque no est el diamante en la mortaja,mientras que no gozares del diamante,templars el dolor con ver la caja.

ArribaAbajoAguilar, Gaspar deValencia, 1581-1623Poeta y comedigrafo espaol. Acudi a la Academia de los Nocturnos con el nombre potico de Sombra

Soneto a San Vicente Ferrer(Ramillete de la Huerta de Valencia) Juan ofreci el jazmn, que es el dechadode la virginidad maravillosa;Diego, menor, la trascendente rosa;Bernardo, amante, el alel morado.

Domingo, noble, el lirio aventajado; 5Antonio, fuerte, la azucena hermosa;Toms, sutil, la nepta provechosa;Lorenzo, mrtir, el clavel leonado.

Jacinto, el arrayn de su esperanza;Pablo, la maravilla de su celo; 10Francisco, el trbol, que humildad promete.

Con estas flores, dignas de alabanza,hizo el grande Vicente, para el Cielo,como era valenciano, un ramillete.

Soneto Hurta a Abril la mano artificiosadel tiempo la hermosura soberana,y de aquellos despojos que le ganacompone el rostro de Belisa hermosa.

A sus mejillas da encarnada rosa 5con que oscurece a Venus y a Diana;con la azucena, de su frente ufanadescubre la hermosura milagrosa.

Del tornasol le forma los cabellos,del lirio azul las venas transparentes, 10de la alegre mosqueta los colores,

del hermoso clavel los labios bellos,del nevado jazmn los blancos dientes.Quin fuese abeja de tan bellas flores!

Soneto

Del sol que en vuestros ojos resplandecesale una luz que turba mi sosiego,de cuyo resplandor se engendra luegoun nuevo ardor que de continuo crece.

Cualquier de estos efectos permanece, 5aunque yo tengo por mayor el fuego,que como ha tanto tiempo que estoy ciegotropiezo en cualquier cosa que se ofrece.

Por eso estoy, mi Tirsi, retiradopor ver que ha tropezado el alma ma; 10pero pues no cay, no ha sido afrenta.

No os espantis de verme tan postrado,porque yendo sin vos, que sois mi gua,en todo caer sino en la cuenta.

Soneto

Cuando con mayor gusto florecala frtil primavera del contento,un dulce y amoroso sentimientoel ciego amor en mis entraas cra.

Y es porque ha sido madre el alma ma 5de ms sublime y alto pensamientoy porque de su alegre nacimientoes que ha llegado el venturoso da.

Y aunque de la ocasin tanto me aparto,con ser el apartarme peligroso, 10mayor vida, seora, me segura.

Por no morir cual vbora en el parto,del monstruo tan horrendo y espantosoque ha engendrado en mi alma tu hermosura.

A don Gaspar Mercader

A Cortes los Planetas se han juntadopor darte, don Gaspar, blasn famoso,Jpiter, por tu bello rostro hermoso,te da el ser de los hombres respetado.

Saturno, por tu trmino encumbrado, 5te da la compostura, y el reposo,Marte, por tu semblante belicoso,te da su estoque y te lo cie al lado.

Mercurio, por tu ingenio, inteligencia;Venus, por tu aficin, suerte amorosa; 10Diana, por tu honor, honra excesiva,

y Apolo, por El Prado de Valencia,que tanto ilustras con tu verso y prosa,circuye de laurel tu frente altiva.

Al nacimiento de Cristo

Pues sois, Eterno Padre, el hortelano,de este guardado defendido huerto,que cultiva con orden y concierto,vuestra divina poderosa mano.

Recibid este fruto soberano 5del rbol de mi fe, pues sabis ciertoque es del tronco divino, que un injertopuso en el tronco del linaje humano.

Recibidle, Seor, porque convieneque el reino oscuro de Luzbel se asombre 10de nuestro grande eterno regocijo.

Pues sin trocar ninguno el ser que tiene,vos vendris a tener por hijo a un hombre,y yo vendr a atener a Dios por hijo.

Contra la gloria del amor

El alma que en las cosas celestialespone su voluntad y pensamientos,tiene de amor las glorias y tormentos,como ella es inmortal por inmortales.

Juzga ser sus efectos naturales 5las tristezas, angustias, sentimientos,y que los gustos, gozos y contentosno pueden ser en ella temporales.

Por gloria eterna la de amor alaba,pero cuando se parte de este suelo 10no lleva rastro de ella en la memoria.

Advierte al fin que aquella que se acaba,gloria no puede ser, pues la del cielo,si se acabara, no sera gloria.

A un espejo de una dama

En ese cristal puro y transparente,dichoso espejo contemplar pudierala viva luz, la imagen verdaderade mi querido sol resplandeciente.

Mas tu temida respetada frente, 5resplandece en la luna de manera,que en mis turbados ojos reverberacon el reflejo de su rayo ardiente.

Pues eres claro y la razn es clara,si te mira Belisa en ella inspira 10la justa claridad de mi querella.

De suerte que mostrndole su carale muestra mi razn, que si la mira,podra ser enamorarse de ella.

A un desengao

Muero pensando en mi dolor presentey procuro remedio al mal instante,pero en mi vida soy tan inconstante,que a cualquier ocasin vuelvo la frente.

Cuando me aparto y pienso estar ausente 5de mi peligro estoy menos distante,siempre voy con mis yerros adelante,sin que de tantos daos escarmiente.

En tus manos oh noble desengao!,fo las vanidades que en mi pecho 10con tantas muestras de verdad desvo.

Porque si t me libras de este dao,podr decir con honra de este hechoque slo debo a ti poder ser mo.

Soneto a la devocin

El verde campo de la humana suertebrota un aparra al cielo consagrada,que al rbol santo de la fe abrazadaningn aire del mundo la pervierte.

Ni el duro golpe del contrario fuerte 5puede en su corazn hallar entrada,pues nace con la fe ms sublimada,que tuvo ningn mrtir en la muerte.

Tanto, que si en el cielo al Sol detuvoel fuerte Josu, por las extraas 10maravillas de Fe que en l se han visto,

mayor grado de Fe la Virgen tuvo,pues con ella detuvo en sus entraasal grande Sol de la justicia, Cristo.

ArribaAbajoAguilar, Juan BautistaEspaa. Siglo XVIIPoeta.

Epitafio

Una esperanza, yace aqu burlada,no muerta, que aunque a polvo reducida,nunca (si el dueo es muerte) tuvo vida,porque como fue ma, fue soada.

Crey de Amor la flecha imaginada, 5y nada cierto fue, sino la herida,pues empez en el gusto, prevenida,y acab en el dolor, desesperada.

Ese mortal despojo, o Caminante!eterno es, que para mi ventura, 10slo en ser mrmol dura la belleza.

Atindele si sabes ser amante,porque dure suspenso en su hermosura,lo que yo he sepultado en su dureza.

Soneto

No a ti te culpo Amor, no Dios vendado,mis quejas contra Ti se han dirigido,que T eres ciego Dios, y no ha podidohacer quien ciego es, tiro acertado.

Laura cruel, es quien ha ocasionado 5mi Corazn as se vea herido,sorda a mis penas Ella, ha conseguidoen hielo de un desdn, viva abrasado.

Por qu Tirana, di, hacer que veaen mi Pecho un volcn sino me amas? 10Por qu un incendio anhelas que Yo sea?

Ya s porque as mi Pecho inflamas,porque en Desdn, y Amor, quieres se crea,somos los dos un Etna, en Nieve, y Llamas.

ArribaAbajoAguilar y Acua, ManuelEspaa. Siglo XVIIPoeta y Amigo de Lope de Vega.

A San Isidro

Los campos de Madrid, Isidro santo,hoy a vuestra labor agradecidos,a vuestro altar ofrecen sus vestidosguarnecidos de rosas y amaranto.

O rstico de sabios mil espanto, 5confusin de desvelos tan perdidos,que alcanzaste secretos escondidos,que encubre Dios a los soberbios tanto!

Si me dijera el mundo, que en la tierravivi Isidro en pobreza y desconsuelo, 10dando al valle de lgrimas tributo.

Yo le responder, dichosa guerra,que si llor y sud, cogi en el cielo,sembrando aqu sus lgrimas, el fruto.

ArribaAbajoAhumada, Bernardino deEspaa. Siglo XVIICaballero del Hbito de Santiago.

A la muerte de don Juan Prez de Montalbn

No ultrajes, caminante, lo secretode esta pira, devoto el paso mueve,no pises su decoro menos leve;porque paga obediencias de sujeto.

De este Varn que yazca lo perfeto, 5aun insensible paga lo que debe,en s la tierra de atencin se embebe,y el mrmol se aligera de respeto.

Aun el polvo por suyo se eterniza,y en fe de tanta merecida palma 10los horrores mortales autoriza.

Y alienta slo tan segura calmala verdad, con que espera su cenizaque a de volver a unirse con el alma.

ArribaAbajoAlabaa, Toms deEspaa. Siglo XVIIPoeta. Caballero de Cristo y Ayuda de Cmara de la Majestad Catlica de Felipe IV, el Grande Rey de uno y otro Mundo.

A la muerte del insigne y en toda Europa aplaudido Juan Prez de Montalbn, heroico alumno de Apolo

En esta irrevocable despedida,que los fueros apura de la ausencia,que tierna llora (Montalbn) la ciencia,que triste gime sin tu luz la vida.

No menos arde fiel por escondida, 5que en tanta de virtudes eminenciaporos halla en el mrmol su influencia,por donde sabiamente se liquida.

Aunque a los vientos de vulgar mudanzael envidioso Pilago se altere, 10gozas en la tormenta la bonanza.

De tu fin el destino desespere,porque un grande saber sin destemplanzaes pedazo de Dios, y nunca muere.

ArribaAbajoAlcaraz, Rodrigo deEspaa. Siglo XVIIPoeta.A los Reyes Catlicos De Hesperia invictas armas haban dadotemplo a su fama en crudas guerras, cuandode los ilustres Csares Fernandoe Isabel la piedad dio aun mayor grado.

A la que en pura luz tuvo el sagrado 5origen, siempre Reina, un claro bandoinstituyeron, que su gloria honrando,la aclame libre del primer pecado.

Prestas responden al decreto augustovillas, ciudades, y con vivo anhelo 10los corazones rinden a Mara.

Cual don reciben, que en aplauso justosu nombre y gloria midan con el cielo,de donde nace a donde muere el da.

ArribaAbajoAlczar, Baltasar delSevilla. 1530 - Sevilla. 1606Poeta, alcalde, administrador y msico.Al amor Di, rapaz mentiroso, es esto cuantome prometiste presto y a pie quedo?Andar mirando entre esperanza y miedo,cercado de respetos, hecho un tanto?

Sustos, celos, favores, risa y llanto 5dalos, Amor, a quien se lame el dedo;los que me diste a m te vuelvo y cedo,no quiero tomar ms cosa de espanto.

Bien siento las heridas y que salgode tu poder para ponerme en cura, 10porque tengo aun abiertas las primeras.

Y juro por la fe de hijodalgode si mi buen propsito me durade no partir de hoy ms contigo peras.

A Cristo Cansado estoy de haber sin Ti vivido,que todo cansa en tan daosa ausencia.Mas, qu derecho tengo a tu clemencia,si me falta el dolor de arrepentido?

Pero, Seor, en pecho tan rendido 5algo descubrirs de suficienciaque te obligue a curar como dolenciami obstinacin y yerro cometido.

Tuya es mi conversin y T la quieres;tuya es, Seor, la traza y tuyo el medio 10de conocerme yo y de conocerte.

Aplcale a mi mal, por quien T eres,aquel eficacsimo remediocompuesto de tu sangre, vida y muerte.

A la esperanza vana- I -

Cruel arpa en amoroso traje,fuerza que levantar haces las peas,prdiga en tus palabras halageas,siendo el mentir tu natural lenguaje;

funesta cruz, plantada en el pasaje, 5con que tus tristes hechos nos enseas,gua que precipitas y despeasa todos los que siguen tu viaje;

Orin turbulento en la bonanzade engaosa sierran dulce canto, 10cometa claro, de gran mal presagio;

fingida risa, paliado llanto,tus atributos son, vana esperanza,por quien padezco msero naufragio.

- II -

No siento yo, bellsima Mara, 15con no veros dolor, porque deseoy amor os representan, y as, os veoy estn con vos gozando el alma ma.

En mi juego con vos con osaday gozo por verdad lo que no creo, 20y en este libre estado que poseono hallo quien me turbe el alegra.

Pero buscan mis ojos sus derechoy algranme, con lgrimas y fieros,que no veros con ellos es mal hecho. 25

Que, pues fueron autores de quereros,no he de usurparme yo todo el provecho,y as, por darles parte, acuerdo veros.- III -

La novedad, Amor, en que me ponesno es de discurso honroso ni discreto; 30no son maduros aos buen sujetoen que poder fundar tus pretensiones.

Hcesme dar con pblicos pregonesnoticia al mundo de tu mal conceto,pues quieren que en m lean sin respeto 35lo que es mejor pasallo entre renglones.

Bstete, Amor, saber que he militadosiguiendo tus banderas y tu imperio,cuando tuvo disculpa un mal ejemplo.

No me rompas la ley de jubilado, 40pues ya las armas deste ministerioadornan las paredes de tu templo.

Soneto Dime, hermoso Baco, quin me apartacontra mi voluntad de tu servicioy de aquel gustossimo ejercicioque alegre, hinche, traba, mas no harta?

No me contaste t por buena sarta, 5con el pincel colmado al sacrificio?No he gastado en sainetes del oficiocuanto Pedro devana e hila Marta?

Pues cmo agora, triste, no te veo?Cmo no vuelvo a ti? Cmo la vida 10gasto, sin tu licor divino ardiente?

Dulcsimo peligro es oh Fineo!Seguir un rojo dios que trae ceidasiempre de verdes pmpanos la frente.Soneto Amor, no es para m ya tu ejercicio,porque cada cosa que importa no la hago;antes, lo que t intentas yo lo estrago,porque no valgo un cuarto en el oficio.

Hazme, pues, por tu fe, este beneficio: 5que me sueltes y des carta de pago;infamia es que tus tiros den en vago;procura sangre nueva en tu servicio.

Ya yo con solas cuentas y buen vinoholgar de pasar hasta el extremo; 10y si me libras de prisin tan fiera,

de aqu te ofrezco un viejo mi vecinoque te sirva por m en el propio remo,como quien se rescata de galera.

Soneto Rindamos, cuerpo, los cansados bros;tiempo es que el tiempo los comprima y venzay que la msera alma te convenzaa no enlazarla ms en yerros mos.

Los dulces y amorosos desafos 5en esta edad que a descender comienzacasanos confusin, ira y vergenzapues por venir sin tiempo, vienen fros.

La voluntad indmita que andabacorriendo el campo como vencedora, 10rinda ya la cerviz spera y brava.

A la razn, que arrinconada mora,bastan los aos que mando la esclava:gobierne ya su casa la seora.Soneto Cercada est mi alma de contrarios;la fuerza, flaca; el castellano, loco;el presidio, infiel, bisoo y poco;ninguno los pertrechos necesarios;

los socorros que espero, voluntarios, 5porque ni los merezco ni provoco;tan desvalido que aun a Dios no invoco,porque mis consejeros andan varios.

Los combates, continuos, y la ofensa;los enemigos, de nimo indomable; 10rotas por todas partes la muralla.

Nadie quiere acudir a la defensa...Qu har el castellano miserableque en tanto estrecho y confusin se halla?El alma Por qu, sin fruto ay alma! te suspendesen renovar por horas la memoriade tu infelice y lamentable historia,que es atizar el fuego en que te enciendes?

Pues se te dio discurso, mal aprendes 5en conocer que tu pasada gloriahuy como mortal y transitoria,y que en el cielo est lo que pretendes.

Busca de hoy ms la celestial morada;que all la hallars, libre del triste 10y general tributo de la muerte,

tan lejos del estado en que la viste,su temporal belleza eternizada,pidiendo para ti la misma suerte.

Soneto Clarsimo Marqus, en quien dependede su poder el cielo larga muestra,honor de juventud, gua que adiestraa cuanto bien de Dios ac se extiende.

Por el fuego amoroso que as enciende 5de la divina Clori, el alma vuestraque recibis por vuestro a quien os muestraque no tiene otro bien ni lo pretende.

El alma ya os la di desde aquel daque vi partes en vos de tanto gusto, 10que no me fue posible defendella.

Lo que pido es que esta alma que fue may es vuestra ya con ttulo tan justo,que la estimis, pues que moris en ella.

Al pintor Francisco Pacheco En tanto, nuevo Apeles, que, ocupadoen las ideas, tu ingeniosa manoles formas cuerpos que, al juicio humano,vence al original cualquier traslado.

La Fama, que de ti tiene el cuidado, 5ligera rompe por el aire vano,dilatando tu nombre soberanodel Etope adusto al Scita helado.

Rinde, pues, caro amigo, al alto Cielodivinos dones, por la larga suma 10de partes que te dio dignas de gloria.

Yo, por la ma, con el bajo vuelode esta mi tosca y mal cortada pluma,celebrar, Pachecho, tu memoria.

Soneto

Si a vuestra voluntad yo soy de cera,cmo se compadece que a la mavengis a ser de piedra dura y fra?De tal desigualdad, qu bien se espera?

Ley es de amor querer a quien os quiera, 5y aborrecerle, ley de tirana:msera fue, seora, la osadaque os hizo establecer ley tan severa.

Vuestros tengo riqusimos despojos,a fuerza de mis brazos granjeados, 10que vos nunca rendrmelos quisisteis;

y pues Amor y esos divinos ojoshan sido en el delito los culpados,romped la injusta ley que establecisteis.

Soneto con estrambote Haz un soneto que levante el vuelosobre el Cucaso, monte inaccesible,de estilo generoso y apacible,lleno de variedad de Cipro y Delo.

Con perlas, mbar, oro, grana y yelo 5(nieve quise decir, no fue posible):no sea lo esencial inteligible,pues que no ha de faltarle un Velutelo.

Luego que este soneto se concluyacuenta el caudal; si ves que ha mejorado, 10bueno ser, pues hizo algn efecto.

Mas si, por mi desgracia y por la tuya,no hallas un bayoco mejorado,para qu ser de bueno este soneto?

Aunque yo te prometo 15que s para qu es bueno el cuitadillo;pero tengo vergenza de decillo.

Si quieres conferillosin la pasin de padre, all en tu seno,t sabrs, como yo, para qu es bueno. 20

Contra un mal soneto Al soneto, vecinos, al malvado,al sacrlego, al loco, al sedicioso,revolvedor de caldos, mentiroso,afrentoso al Seor que lo ha criado.

Atadle bien los pies, como el taimado 5no juegue dellos pues ser forzosoque el sosiego del mundo y el reposovuelva en un triste y miserable estado.

Quemadle vivo; muera esta cizaa,y sus cenizas Euro las derrame 10donde perezcan al rigor del cielo.

Eso dijo el honor de nuestra Espaaviendo un soneto de discurso infame;pero valile poco su buen celo.

Primer soneto del soneto que se conoce en letra castellana1

Yo acuerdo revelaros un secretoen un soneto, Ins, bella enemiga;mas por buen orden que yo en esto siga,no podr ser en el primer cuarteto.

Venidos al segundo, yo os prometo 5que no se ha de pasar sin que os lo diga;mas estoy hecho, Ins, como una hormigaal trabajo diario y bien sujeto.

Pues ved, Ins, que ordena el duro hado:que, teniendo el secreto ya en la boca 10y el orden de decillo ya estudiado,

cont los versos todos y he halladoque por la cuenta que a un soneto toca,ya este soneto, Ins, est acabado.

A Gutierre de Cetina- I - Si subiera mi pluma tanto el vueloque el deseo igualara que la inclinaa celebrar, carsimo Cetina,cuanto bien sobre vos derrama el cielo.

Vierades, en honor del patrio suelo, 5la clara fama que la rueda empinadel gran hijo de Tetis, como indina,cubierta a vuestros pies de negro velo;

mas ya que el hado le neg esta palmaal tardo ingenio, porque tal supuesto 10pide ms alta, numerosa suma,

yo os celebro, Seor, dentro mi alma,donde os veris en aquel punto puestodo no lleg el ingenio ni la pluma.- II - Si el llanto, Febo, a tu deidad indino, 15que los desiertos tsalos oan:si los ojos de amor que te hacanquedar en este mundo por vecino;

si los rubios cabellos de oro fino,que con el fresco viento se esparcan; 20si aquellas blancas manos que tenanpresa tu libertad, siendo divino,

est ya oscurecido en tu memoriao por el tiempo o grave inconveniente,vuelve a la vida tu amorosa historia; 25

y honra de hoy mas tu lauro eternamente,pues le vemos ceir con nueva gloriadel gran Cetina la ingeniosa frente.

ArribaAbajoAldana, Cosme deValencia de Alcntara. (Cceres) 1538 - Madrid. 1598Hermano de Francisco de AldanaAl sepulcro de Nuestro Seor Yace en esta que ves tumba cubiertaun cuerpo de valor tan soberano,que cuando muerte en El puso la manode la vida mayor fue muerte muerta.

Rompiendo el alma est la baja puerta 5do vive el desleal ngel tirano,quedando por el bien ultramundanootra de libertad al hombre abierta.

Cuando muri, cayo naturalezasobre s misma, en torno le lloraron 10los cielos, y de luto se vistieron.

Las piedras trasladaron su durezaen el pecho del hombre, y del tomaronla razn del dolor con que se abrieron.ArribaAbajoAlfaro, Alonso deEspaa. Siglo XVIIPoeta y maestro.Al tmulo del doctor Juan Prez de Montalbn Falta, no yace aqu (o pasajero)Montalbn, que en doctsima experienciaal mismo Apolo que le dio la cienciaslo en tiempo le deja ser primero.

Omosle en su nmeros severo, 5sin alterarle la comn violencia;y aunque nos usurparon su presencia,su fama en ellos nos le muestra entero.

En ellos vivir, sin que la suertele destemple la voz esclarecida, 10por ms que el tiempo en su inquietud lo estorbe.

Pues rompiendo el Imperio de la muertey comprando su fama con su vidala escucharn los trminos del Orbe.ArribaAbajoAlmudvar, OnofreValencia. Espaa. Siglo XVIIPoeta.Soneto2 Armas, hechos, linajes y edificiosde muchos aun presentes y pasadosde nuestros y de extraos memoradoslas paces, disensiones y bullicios.

Los grados, dignidades, los oficios 5como cuando y porqu fueron fundadoslos tiempos, las mudanzas recostadosveris sin que verdad salga de quicios.

Denle pues la leccin victoria vanafrecuenten los lectores tal victoria 10y alaben nuestra patria valenciana.

Laureen al autor de fama y gloriapues la verdad desenterr Vicianade cosas tantas dignas de memoria.

ArribaAbajoAlonso de BonillaEspaa. Siglos XVI - XVII. Muri h. 1635Del soberbio Es el cohete un hilo manifiesto,de plvora y papel acompaado,que con alas de fuego levantadovuela por verse en las estrellas puesto.

Gira con furia, mas fenece presto 5su curso artificial y acelerado,dejando por seal de que ha pasadoreliquias tristes de un olor molesto.

La vida del soberbio es un cohete,papel su carne, plvora su intento, 10atado con el hilo de la vida.

No hay quien el fuego del furor sujetemientras vuela esta mquina, y, rompida,deja el olor de un infernal tormento.

Soneto Es Dios la original circunferenciade todas las esfricas figuras,pues cercos, orbes, crculos y alturasen el centro se incluyen de su esencia.

De este infinito centro de la ciencia 5salen inmensas lneas de criaturas,centellas vivas de las luces purasde aquella inaccesible omnipotencia.

Virgen, si es Dios el centro y el abismo,de donde salen lneas tan extraas, 10y vuestro vientre a Dios incluye dentro,

vos sois centro del centro de Dios mismo,y tanto, que al salir de esas entraasse hizo lnea Dios de vuestro centro.Soneto Oh Virgen, de quin tiembla Belcebescondido en los dolos de Acaz!t fuiste de la tierra arco de Paz,por ser de gracia un celestial Pir.

Las almas justas enamoras T 5mejor que el fabuloso y vil Rapaz,y el infierno se asombra de tu Faz,cual nio simple de fingido B.

Que si Eva, es constancia Cascabel,dio fruta que de muerte fue el Crisol, 10con ms ahogo que flemoso Atn.

T diste fruto dulce ms que Miel,luciente ms que en gavias el Farol,ms bello que Moiss entre el Betn.ArribaAbajoAlonso de LedesmaSegovia. 1562 - Madrid. 1633Se hizo Bachiller en Alcal de Henares.Soneto a San Sebastin Es nuestro hermano Dios pues ha querido,encarnar en la Virgen madre nuestra,y bien el ser hermano se nos muestraen las obras que del se han recibido.

Pues despus que nos hubo defendido 5con el valor de su invencible diestra,nos da de su hermandad la pobre muestra,dejndonos los bienes que ha tenido.

Vos Sebastin hermano a morir fuistepor el hermano que muri inocente, 10clavado en una Cruz como culpado.

Y aunque sin culpa, cual se ve, moriste,podrn decir que estis muy justamentepor la santa hermandad asaetado.

Soneto a San Jernimo

Qu clera es aquesta Doctor santo?con quin es el enojo y la pendencia?un hombre ya de ciencia y experienciase encoleriza, y descompone tanto?

De vuestra gravedad, seor, me espanto 5por piedras os bajis, no hay mas paciencia?templad y refrenad con ms prudenciaesa clera tal, y suelta el canto.

Mas obra es de virtud, segn he visto,castigar un esclavo mal sujeto 10viendo los bros que de ocioso cobra.

Castigarle muy bien (por Jesucristo)no os pierda como a muchos el respeto,que Dios os pagar tan buena obra.A Dios cuando apareci a Moiss dentro de la zarza Andaba Dios de puro enamorado,an antes que tomase carne humana,rondndole la puerta, y la ventana,a cierta dama que le trae penado.

Moiss en una zarza le ha mirado, 5llena de fuego, y gloria soberana,que entre espinas se est de buena gana,cuando se espera cosa de cuidado.

Es celosa por la cual pretendever a la dama que en su pecho mora, 10a quien con sumo amor, y gusto acude.

Y puesto Dios en zarza bien se entiende,que si tomara la zarza Dios ahora,no ser mucho que en el huerto sude.

A San Ignacio de Loyola

Vulcano cojo, herrero vizcano,si quieres ablandar un hierro helado,de un pecador protervo y obstinado,saca tu fragua en medio del camino.

Los fuelles de oracin sopla con tino, 5hasta que enciendas un carbn tiznado,que en fuego de lujuria se ha quemado,y es para fragua cual carbn de pino.

El hierro y el carbn, que es culpa y hombre,traers con las tenazas de obediencia 10a tu amorosa y encendida fragua.

Pide a Jess el fuego de su nombre;la yunque, y el martillo su conciencia,y t sers hisopo puesto en agua.

ArribaAbajoAlonso de Prraga, LuisEspaa. Siglo XVIIPoeta y Licenciado. Racionero de la Santa Iglesia de Cuenca.A Joseph de Villaviciosa

De la madre comn razn de estadofue el encerrar tesoros y riquezasen conchas, minerales y asperezas,Donde el hallarlas fuese de cuidado.

Con tal la habis, Joseph, aqu imitado, 5que por incultas y speras malezasde vuestro raro ingenio las proezas,y un tesoro sin suma habis cifrado.

No hay que temer del Zngano el zumbido,pues ya por vuestra pluma a encaramarse 10llega, donde jams podr el olvido;

ni aquel que con los dioses estrellarsequiso, y culpar sus obras atrevido,que en vano en esta le es el desvelarse.

ArribaAbajoAltamirano de Rivadeneira, Alonso AntonioEspaa. Siglo XVIIPoeta.

A don Agustn de Salazar y Torres

La Lira, que sonoros movimientosa sus cuerdas at de las Esferas,la que en el Abisinio a las severaspenas indultos dio, ces tormentos.

La que hizo armoniosos a los vientos, 5a los ros correr nuevas riberas,dciles troncos, apacibles fieras,y alma nueva infundi a los Elementos.

Muda, triste qued, desbaratada,al fin fatal del Numantino Orfeo, 10porque el Numen le falta que la instruye.

Mas ya vive en la prensa restaurada,porque don juan con animoso empleoa la voz inmortal la restituye.

ArribaAbajolvarez, DomingoEspaa. Siglo XVIIPoeta.

A la muerte del doctor Juan Prez de Montalbn, ingenio y flor de los poetas de Madrid

La Vida s, la Fama no, impedidayace en sombras de luz ms gloriosael que muri, el que vive, el que reposaa la verdad, al tiempo, y a la vida.

De su ingenio la llama que encendida 5ardi siempre con voz maravillosa,no se libr de humana por famosa,no se erigi mortal por aplaudida.

A del vivir escarmentado aviso,o bien llorado del morir ejemplo! 10Cumpliste con lo ms para ser solo.

Abrevise del Hado lo precisode tu Vulto ser tu Fama Templo,devoto admira, o Caminante a Apolo.

ArribaAbajolvarez de Toledo, GabrielSevilla, 1662 - Madrid, 1714Bibliotecario Real y fundador de la Real Academia Espaola.

Soneto amoroso Ruiseor amoroso cuyo llantono hay roble que no deje enternecido,oh si tu voz cantase mi gemido,oh si gimiera mi dolor tu canto!

Esperar mi desvelo osara tanto, 5que mereciese por lo bien sentidoser escuchado, cuando no credode la que es de mi amor hermoso encanto.

Qu mal empleas tu caudal sonoro,cantando el alba y a las flores bellas 10canta t, oh ruiseor, lo que yo lloro!

Acomoda en tu pico mis querellas,que si las dices a quien tierno adoro,con tu voz llegars a las estrellas!

La muerte es la vida

Esto que vive en m, por quien yo vivo,es la muerte inmoral, de Dios criadapara que, en su principio transformada,anhele al fin de quien el ser recibo.

Mas del cuerpo mortal al peso esquivo 5el alma en un letargo sepultada,es mi ser en esfera limitada,de vil materia msero cautivo.

En decreto infalible se prescribeque al golpe justo que su lazo hiere, 10de la cadena terrenal me prive.

Luego con fcil conclusin se infiereque muere el alma cuando el hombre vive,que vive el alma cuando el hombre muere.

A Roma destruida

Caste, altiva Roma, en fin caste,t, que cuando a los cielos te elevaste,ser cabeza del orbe despreciaste,porque ser todo el orbe pretendiste.

Cuanta soberbia fbrica erigiste, 5con no menor asombro despeaste,pues del mundo en la esfera te estrechaste,oh Roma! y slo en ti caber pudiste.

Fundando en lo caduco eterna gloriatu cadver a polvo reducido 10padrn ser inmortal de tu victoria,

porque siendo tu sola lo que has sido,ni gastar puede el tiempo tu memoria,ni tu ruina caber en el olvido.

ArribaAbajolvarez de Velasco y Zorrilla, FranciscoColombia, 1647

De los que llamamos bienes de esta vida no hay alguno que bien visto no sea falso

Si toda vida es una muerte viva,la juventud aurora acelerada,la salud una flor del cierzo ajada,y el puesto, un puesto que en el aire estriba;

si es la nobleza luz de perspectiva, 5si es la belleza rosa deshojada,si es el deleite una ilusin soada,si es toda dicha sombra fugitiva;

si es el aplauso, un lisonjero engao,si el squito, el que al loco da al desprecio, 10si las riquezas un dinero a dao,

salga desde hoy mi error del suyo necio,pues veo con la luz del desengaoque el humo al cobre le levanta el precio.

ArribaAbajoAndrada, Francisco deEspaa. Siglo XVIIPoeta. Caballero de la Imperial Ciudad de Toledo.

Al doctor Juan Prez de Montalbn

Incendio aleve de traidora llama,en m ser ambicin, padece en vano,quien al vencer la cumbre ms tempranoindignamente de malogro infama.

Feliz aquel que donde el riesgo clama 5a gritos del ejemplo ms cercanobesa rendido la piadosa manoque a una quietud sin trmino le llama.

Tus breves aos (gran Varn) que han sidopasto a la emulacin a que naciste, 10(que nunca es envidiado el deslucido).

Enjuguen el dolor al alma triste,pues a costa si bien de su gemidoaquello vives ms que no viviste.

ArribaAbajoAndrade y Benavides, Lucas deEspaa. Siglo XVIICapitn del Rey en los ejrcitos de Flandes. Poeta.

En la muerte del doctor Juan Prez de Montalbn

Si buscas (Peregrino) desengaos,de este siglo en el mar, aqu es el puertoque oculta religioso en polvo yertolstima a propios y dolor a extraos.

En siete lustros que vivi, a los daos 5del olvido voraz se miente muerto,que a quien gasta la vida en tanto aciertoes la vida la accin, y no los aos.

De la Parca comn sufri la heridaque lisonjera le alivi la suerte 10por darle doble paga en la partida.

Que a dos eternidades le convierte,una de Fama, deuda de su vida,otra de gloria, premio de su muerte.