sonata de unos pies descalzos la mañana se despereza en novelda antes de que el silencioso sol se...

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SONATA SONATA DE UNOS PIES DE UNOS PIES DESCALZOS DESCALZOS

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Page 1: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

SONATA SONATA

DE UNOS PIES DE UNOS PIES DESCALZOSDESCALZOS

Page 2: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La mañana se despereza en Novelda antes de que el

silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas

montañas y sus rayos se extiendan acariciando los

tejados de las casas.

La mañana se despereza en Novelda antes de que el

silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas

montañas y sus rayos se extiendan acariciando los

tejados de las casas.

Page 3: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Las mañanas son silenciosas,

todo vuelve a su lugar lentamente.

Page 4: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Por la calle pasan unos pies presurosos, la gente, dentro de las casas, escucha y sabe que es la Hna. Teresa Mira.

Por la calle pasan unos pies presurosos, la gente, dentro de las casas, escucha y sabe que es la Hna. Teresa Mira.

Page 5: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

como cada día, como cada día, acude fiel a su cita con Jesús acude fiel a su cita con Jesús en la Eucaristía. en la Eucaristía.

como cada día, como cada día, acude fiel a su cita con Jesús acude fiel a su cita con Jesús en la Eucaristía. en la Eucaristía.

Page 6: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Doña Concha Sabater esconde en su casa al sacerdote Don Carlos López y a su criada Remedios Martínez.

Doña Concha Sabater esconde en su casa al sacerdote Don Carlos López y a su criada Remedios Martínez.

Page 7: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Son tiempos difíciles, la gente teme y se esconde

Son tiempos difíciles, la gente teme y se esconde

Page 8: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

pero Dios sigue amaneciendo pero Dios sigue amaneciendo cada mañana cada mañana

en los corazones de muchos en los corazones de muchos y sus rayos se extienden y sus rayos se extienden

infundiendo consuelo infundiendo consuelo y esperanza.y esperanza.

pero Dios sigue amaneciendo pero Dios sigue amaneciendo cada mañana cada mañana

en los corazones de muchos en los corazones de muchos y sus rayos se extienden y sus rayos se extienden

infundiendo consuelo infundiendo consuelo y esperanza.y esperanza.

Page 9: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La Hna. Teresa llega como cada La Hna. Teresa llega como cada día, sonriente y amable a casa de día, sonriente y amable a casa de

doña Conchadoña Concha

Page 10: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Doña Remedios, un poco nerviosa, se acerca a la Hna. Teresa para sugerirle que se ponga otros zapatos,

pues los que lleva son muy ruidososy podrían delatarles

Doña Remedios, un poco nerviosa, se acerca a la Hna. Teresa para sugerirle que se ponga otros zapatos,

pues los que lleva son muy ruidososy podrían delatarles

Page 11: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

además la casa está limpia y el barro se pega en los zapatos

y se mancha todo...

además la casa está limpia y el barro se pega en los zapatos

y se mancha todo...

Page 12: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La respuesta de Teresa es inmediata: -Tranquila, doña Remedios,

no volverá a pasar.

La respuesta de Teresa es inmediata: -Tranquila, doña Remedios,

no volverá a pasar.

Page 13: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Quién sabe de dónde habría heredado esos zapatos

la Hna. Teresa!

Quién sabe de dónde habría heredado esos zapatos

la Hna. Teresa!

Page 14: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Seguramente habrían pertenecido a alguien con un pie más grande que el suyo y se habría cansado de que todo el mundo girara la cabeza para ver quien pasaba con aquel ruido.

Seguramente habrían pertenecido a alguien con un pie más grande que el suyo y se habría cansado de que todo el mundo girara la cabeza para ver quien pasaba con aquel ruido.

Page 15: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Pero a la Hna. Teresa no le importó el número

de los zapatos cuando se los regalaron,

tampoco le dio importancia al ruido que hacían.

Pero a la Hna. Teresa no le importó el número

de los zapatos cuando se los regalaron,

tampoco le dio importancia al ruido que hacían.

Page 16: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Eran unos zapatos,el pie le entraba

Eran unos zapatos,el pie le entraba

Page 17: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

le podían servir perfectamente para lo que normalmente sirven unos zapatos:

le podían servir perfectamente para lo que normalmente sirven unos zapatos:

Page 18: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

proteger los pies de las piedras

y de los charcos y barrizales de los días de lluvia.

proteger los pies de las piedras

y de los charcos y barrizales de los días de lluvia.

Page 19: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

¡Me vienen como anillo al dedo!-

diría la Hna. Teresa al recibirlos.

¡Me vienen como anillo al dedo!-

diría la Hna. Teresa al recibirlos.

Page 20: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Y con la misma unción y sencillez tanto recibía unos zapatos viejos como una sonrisa recién estrenada.

Y con la misma unción y sencillez tanto recibía unos zapatos viejos como una sonrisa recién estrenada.

Page 21: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Y la exdueña de los zapatos

se fue más contenta

por lo que acababa de recibir

que por lo que había dado.

Pues nadie se alejaba de la Hna. Teresa

sin descubrir o aprender algo.

Y la exdueña de los zapatos

se fue más contenta

por lo que acababa de recibir

que por lo que había dado.

Pues nadie se alejaba de la Hna. Teresa

sin descubrir o aprender algo.

Page 22: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La Hna. Teresa no había estudiado,

pero en ella la gente descubría

mucha sabiduría,

y de todos sabido

que la sabiduría

es la fuente de la alegría.

Page 23: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La Hna. Teresa transmitía esa sabiduría que no está en los libros

sino en la vida

en esa vida de la que ella cada día aprendía.

Page 24: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Por eso siempre estaba alegre, por eso su sonrisa no era una mueca vacía

Por eso siempre estaba alegre, por eso su sonrisa no era una mueca vacía

Page 25: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

por que Dios se encargaba cada día de que Teresa recogiera y repartiera todas esas pequeñas lecciones que se esconden en medio de lo cotidiano y que poseen la magia de ir transformando a las personas.

por que Dios se encargaba cada día de que Teresa recogiera y repartiera todas esas pequeñas lecciones que se esconden en medio de lo cotidiano y que poseen la magia de ir transformando a las personas.

Page 26: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Al día siguiente, aún no había salido el sol,

cuando llegó como siempre al encuentro con Dios.

Al día siguiente, aún no había salido el sol,

cuando llegó como siempre al encuentro con Dios.

Page 27: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Pero ese día la señora Remedios puso unos ojos como platos; la Hna. Teresa estaba descalza y llevaba los zapatones en las manos.

Pero ese día la señora Remedios puso unos ojos como platos; la Hna. Teresa estaba descalza y llevaba los zapatones en las manos.

Page 28: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

La Hna. Teresa supo suavizarla tensión y remordimiento que eso provocó en doña Remedios, que ignoraba que la Hna. Teresa no tuviera más zapatos.

La Hna. Teresa supo suavizarla tensión y remordimiento que eso provocó en doña Remedios, que ignoraba que la Hna. Teresa no tuviera más zapatos.

Page 29: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Seguramente terminarían riendo; -pues por algo soy Descalza-diría la Hna. Teresa

Seguramente terminarían riendo; -pues por algo soy Descalza-diría la Hna. Teresa

Page 30: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

con ella todas las cosas terminaban en son de paz,

con ella todas las cosas terminaban en son de paz,

Page 31: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

a pesar de que el país en este momento estuviera en son de guerra.

a pesar de que el país en este momento estuviera en son de guerra.

Page 32: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Aquellos zapatones tuvieron la suerte de ser testigos de las huellas evangélicas que dejaba Teresa por la vida.

Aquellos zapatones tuvieron la suerte de ser testigos de las huellas evangélicas que dejaba Teresa por la vida.

Page 33: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Seguramente habría quien descubriría

en el ritmo del ruido de esos pasos el ritmo del corazón de Dios

que una vez más, a través de Teresa,

se hacía más humano y más cercano.

Seguramente habría quien descubriría

en el ritmo del ruido de esos pasos el ritmo del corazón de Dios

que una vez más, a través de Teresa,

se hacía más humano y más cercano.

Page 34: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Ojalá hoy pasaran por nuestras calles muchos zapatos haciendo ruido, anunciando que van al encuentro de Jesús.

Ojalá hoy pasaran por nuestras calles muchos zapatos haciendo ruido, anunciando que van al encuentro de Jesús.

Page 35: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Ojalá hoy pasaran por nuestras calles muchos pies descalzos de todo aquello que no es importante ni necesario.

Ojalá hoy pasaran por nuestras calles muchos pies descalzos de todo aquello que no es importante ni necesario.

Page 36: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Seguramente habría más carasSeguramente habría más caras con sonrisas como las de Teresacon sonrisas como las de Teresa

Page 37: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Dicen que en el cielo, en un ladito del umbral de la puerta,

hay unos zapatones viejos.

Dicen que en el cielo, en un ladito del umbral de la puerta,

hay unos zapatones viejos.

Page 38: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Un curioso le preguntó a San Pedro

que de quién eran aquellos zapatos.

Un curioso le preguntó a San Pedro

que de quién eran aquellos zapatos.

Page 39: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

San Pedro le respondió: - Son de una monja que subió con zapatos y todo.

San Pedro le respondió: - Son de una monja que subió con zapatos y todo.

Page 40: SONATA DE UNOS PIES DESCALZOS La mañana se despereza en Novelda antes de que el silencioso sol se asome por detrás de las pequeñas montañas y sus rayos

Pero al llegar quiso descalzarse, pues no quería andar

por el cielo haciendo ruido.

Pero al llegar quiso descalzarse, pues no quería andar

por el cielo haciendo ruido.

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