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Una mirada al Ecuador

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Ecuador Una mirada al mirada al Ecuador Una Ecuador Una mirada al mirada UnaEcuador Una al mirada al Ecuador Ecuador Una mirada al mirada al Ecuador Una Ctedra Ecuador Fronteras, vecindad Ecuador Una mirada al e integracin mirada al Ecuador Una Ecuador Una mirada al mirada al Ecuador Una Ecuador Una mirada al mirada al Ecuador UnaMinisterio de Relaciones Exteriores Universidad Nacional de Colombia

Repblica de Colombia Ministerio de Relaciones Exteriores Presidente de la Repblica lvaro Uribe Vlez Ministro de Relaciones Exteriores Fernando Arajo Perdomo Viceministro de Relaciones Exteriores Camilo Reyes Rodrguez Viceministra de Asuntos Multilaterales Adriana Meja Hernndez Secretaria General Mara del Pilar Ordez Mndez Directora de la Academia Diplomtica Mara Clara Isaza Merchn Directora de Asuntos Culturales Mara Claudia Parias Durn Coordinacin editorial Comit Editorial Ministerio de Relaciones Exteriores Revisin editorial Marcela Giraldo Samper Martha Patricia Jimnez Diseo La Silueta Ediciones Ltda. Impresin Imprenta Nacional de Colombia ISBN 978-xxxxxxxxx Primera edicin, 500 ejemplares Bogot, febrero de 2008

Universidad Nacional de Colombia Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales (Iepri)Catalogacin Una mirada al Ecuador / ed. Socorro Ramrez Bogot: Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales: Academia Diplomtica de San Carlos. Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, 2007. Xxx pginas ISBN: 978-xxxxxxxxxxxxx 1. Relaciones exteriores 2. Integracin 3. Ecuador 4. Colombia I. Ramrez Vargas, Luz del Socorro, - editora.

Academia Diplomtica de San Carlos Ministerio de Relaciones Exteriores Socorro Ramrez Coordinadora y editora Primera edicin: marzo de 2008 Bogot, Colombia

Contenido

Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador 17Socorro Ramrez

PrlogoPrimera Sesin

29

Captulos de la historia de la vecindad colombo ecuatorianaUna mirada de largo plazoSocorro Ramrez

3335

Captulos de la historia de la vecindad colomboecuatorianaJorge Nez Snchez

39 81 87

Conocernos ms para juzgarnos mejorFrancisco Huerta Montalvo

Debate

Necesidad de miradas conjuntas de episodios compartidos 93Socorro Ramrez

Segunda Sesin

Grandes trazos de la historia poltica de Ecuador y de la situacin actualNo se conoce a Ecuador y se simplifica su situacinSocorro Ramrez

99101 105 117 121 149 151 159 169

La nacin ecuatoriana en la historiaEnrique Ayala

Bibliografa Economa poltica de una transicin no estndarFrancisco Gutirrez

Conclusiones Bibliografa Debate Una mirada contrastadaSocorro Ramrez

Tercera Sesin

Lineamientos centrales de la poltica exterior de EcuadorExamen comparado de metas y estrategias internacionalesSocorro Ramrez

173175

Ecuador y Colombia, ms en comn de lo que se piensaJavier Ponce

177

Colombia Ecuador: planeacin de la poltica exterior en ambos pases 189Fabio Ocaziones

Debate Convergencias y diferencias en la poltica exterior de Colombia y EcuadorSocorro Ramrez

197 203

Cuarta Sesin

Economa ecuatoriana e integracin con ColombiaRealidades econmicas fronterizas y binacionalesSocorro Ramrez

207209 213 233 245 251

Poca relevancia de la integracin andinaMarco Romero

Capacidad ecuatoriana de adaptacinToms Uribe Mosquera

Debate Ecuador significa mucho para ColombiaSocorro Ramrez

Quinta Sesin

Los medios de comunicacin y el manejo de la relacin colombo ecuatorianaCambios en la relacin binacionalSocorro Ramrez

257259 263 281 287 291 295

La mirada de un editorialistaJoaqun Hernndez

La mirada de un analistaGermn Rey

La mirada de un directorCarlos Alberto Patio Villa

Debate Temas de exploracin acadmicaSocorro Ramrez

Sexta Sesin

Ecuador como pas de emigrantes y como receptor de migraciones y refugio 299Necesidad de una mirada integral a la migracin y al refugioSocorro Ramrez

301

Corresponsabilidad colombo ecuatoriana en migraciones y refugioFreddy Rivera

305

Colombianos en Ecuador: agenda poltica y acadmicaMarcela Ceballos

321 331

BibliografaMara Isabel Moncayo

Ecuador origen y destino de las migraciones 333 Debate Agenda investigativa en temas migratoriosSocorro Ramrez

345 353

Sptima Sesin

mbitos fronterizos colombo ecuatorianos: Situacin y desafos de desarrollo e integracinDinmicas transfronterizas y encrucijadas para los EstadosSocorro Ramrez

357359

Desdramatizar y no criminalizar la frontera 363Roque Espinosa

Decisiones con las fronteras, no a pesar de ellasRicardo Montenegro

377 391

Debate

Puntos del debate sobre la problemtica fronterizaSocorro Ramrez

399

Octava Sesin

Seguridad transfronteriza: Conflicto colombiano e interacciones ecuatorianasDesencuentros binacionales en materia de seguridadSocorro Ramrez

403405

Urge superar contexto de desconfianza mutuaFrancisco Carrin Mena

411

Fronterizacin de la relacin, securitizacin de la frontera y militarizacin de la seguridadAlfredo Rangel

425 439

DebateSocorro Ramrez

Agenda investigativa en materia de seguridad 449

Novena Sesin

Economas ilegales y redes ilegales transfronterizasGraves efectos del mutuo desconocimientoSocorro Ramrez

451453

Cooperacin ante amenazas transnacionales 457Carlos Espinosa

Drogas, transnacionalismo y cooperacinRicardo Vargas

469 481

DebateSocorro Ramrez

Iniciativas comunitarias a pesar del conflicto 489

Dcima Sesin

Relacin de Ecuador con Estados UnidosDistintas realidades y opciones que tensionan la relacin binacionalSocorro Ramrez

491493

Ecuador y Estados Unidos: agendas distintas sin confrontacin 495Adrin Bonilla

Relacin con Estados Unidos juega de manera distinta a cada lado 513Diana Rojas

Relacin de Colombia con Estados Unidos, exclusiva y excluyenteArlene Tickner

517 523 533

Debate Puntos lgidos de debateSocorro Ramrez

Undcima Sesin

Educacin y cultura en la integracinLas agendas culturales y educativasSocorro Ramrez

535537

Incorporar la realidad y la integracin en la educacinJos Mara Leyton

539 547 553

Debate Lo educativo y cultural en el programa Colombia EcuadorSocorro Ramrez

Duodcima Sesin

Ecuador y Colombia en la dinmica andina y suramericana de integracin

555

Rumbos impredecibles de la CanSocorro Ramrez

557

Colombia y Ecuador entre dos proyectos de regionalizacin en conflictoCsar Montfar

561 579 581

Bibliografa Reconceptualizar la integracinEdgar Vieira

Confrontaciones y vasos comunicantes suramericanosSocorro Ramrez

591

Decimotercera Sesin

El estado de la relacin colombo ecuatorianaCelebramos el retorno del embajador de EcuadorSocorro Ramrez

597599

Nuevo contexto de las relaciones ecuatoriano-colombianasPablo Celi

603

El Plan Ecuador, una oportunidad para el desarrollo fronterizoAlejandro Surez

613 621

Debate

Encrucijadas de la relacin colombo-ecuatorianaSocorro Ramrez

631

Glosario de siglas Anexo 1

643 653

Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

Socorro Ramrez

Colombia enfrenta retos de gran complejidad en sus fronteras internacionales, sobre todo a raz de la presencia en esas regiones de poderosos actores ilegales y armados. Sin duda, esta situacin le exige aumentar una presencia estatal diversificada y eficaz, que le permita comenzar a resolver los problemas de seguridad y profundizar el desarrollo econmico, social y poltico en esas zonas. Ahora bien, en el mundo de hoy y en las actuales circunstancias, procesos como estos no pueden ser adelantados al margen de los vecinos y sin tener en cuenta los procesos de integracin regional. De ah la importancia de comprender lo que ocurre tanto en las fronteras mismas como en los pases vecinos y en los procesos de integracin, as como de establecer una fluida comunicacin con acadmicos y con otros sectores sociales de los pases colindantes para el anlisis conjunto de

Profesora titular e investigadora del Iepri, Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora del Programa Colombia Ecuador y de la Ctedra Ecuador.

18Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

estas realidades. La tarea se hace an ms urgente si se tiene en cuenta el gran desconocimiento mutuo que impera entre los pases de la regin y la profunda ignorancia sobre los procesos polticos por los que atraviesan los vecinos, entre otras cosas, porque la informacin recproca es insuficiente y distorsionada. En torno al caso concreto de la confrontacin colombiana y la forma de resolverla, predominan en los pases colindantes percepciones diferentes y discrepancias polticas con Colombia. En lugar de cooperacin, este mutuo desencuentro ha propiciado el desarrollo de prejuicios y tensiones a uno y otro lado de la frontera, derivados muchas veces de miradas localistas forjadas solo a partir de las urgencias nacionales. Con el fin de contribuir a satisfacer la necesidad de acercarse a los pases vecinos y de comprender lo que ocurre en ellos, desde el Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales (Iepri) de la Universidad Nacional de Colombia venimos desarrollando el programa acadmico Colombia Ecuador, junto con profesores de ocho universidades y centros de Ecuador: Central, Andina, Flacso, Politcnica Central del Carchi, Catlica de Quito y Guayaquil, Santiago de Quito y San Francisco de Guayaquil. As mismo, en esta empresa hemos contado con la participacin de acadmicos de otras nueve universidades colombianas: Rosario, Andes, Nario, Externado, Central, Sabana, Militar Nueva Granada, Cooperativa y Escuela Superior de Administracin Pblica (esap). En 2006, el programa desarroll el proyecto Colombia-Ecuador por un pronto y slido reencuentro, con el apoyo del Convenio Andrs Bello (cab) y la Fundacin Ebert en Colombia y en Ecuador. El programa se ha propuesto, por una parte, analizar de manera conjunta, entre acadmicos y sectores implicados en la vecindad, tanto los problemas como las posibilidades de la relacin binacional; y, por otra, contribuir a superar el desconocimiento mutuo, confrontar percepciones con realidades, comprender la naturaleza de las discrepancias entre ambos pases, entender las necesidades de cada lado, hacer visibles los fuertes lazos fronterizos que los articulan, y conectar a diferentes actores centrales de la relacin con el fin de que ayuden a superar las discrepancias y a crear espacios de entendimiento.

En el primer ao, el programa organiz tres reuniones binacionales (Bogot en julio, Pasto en septiembre y Quito en diciembre de 2006), sobre los diez temas ms significativos de la relacin binacional, y logr en cada una de ellas congregar, adems de acadmicos, a funcionarios nacionales civiles (viceministros, encargados de frontera e integracin, diplomticos, embajadores de un pas en el otro) y militares; autoridades locales (alcaldes y gobernadores), cmaras de comercio y organizaciones sociales (campesinas, cooperativas, sindicales, indgenas cofn, pasto y awa, y comunidades afrodescendientes) de los tres mbitos fronterizos, as como entidades multilaterales que se relacionan con temas importantes de la relacin. El resultado de los debates de ese primer ao fueron publicados en el libro Colombia - Ecuador: cercanos y distantes (Ramrez y Montfar, 2007). El segundo ao, el programa gir en torno a la Ctedra Ecuador, que se desarroll entre febrero y mayo de 2007, en el iepri y en la Acadmica Diplomtica de la Cancillera colombiana, con el fin de contribuir al conocimiento de Ecuador, a la superacin de los estereotipos simplificadores de la realidad de ese pas vecino y a la comprensin de las percepciones y propuestas ecuatorianas sobre los temas en los que los gobiernos de los dos pases han tenido diferente apreciacin y que han generado tensiones en el ltimo tiempo. En la Ctedra Ecuador, 29 especialistas de los dos pases, 15 ecuatorianos y 14 colombianos, intervinieron para incentivar el conocimiento del vecino pas, la comprensin de sus miradas y propuestas sobre asuntos que hoy distorsionan las relaciones binacionales. Gracias a la acogida que la Academia Diplomtica le brind a esta iniciativa y que permiti desarrollarla en su sede, 217 estudiantes y asistentes pudieron participar en el debate pluralista que recoge este libro.

19Una mirada al Ecuador

L a C tedra e Cuador ;

una tripLe dimensin

Ante todo, fue un ejercicio de docencia dirigido a estudiantes de distintas maestras de la Universidad Nacional de Colombia y de otras universida-

20Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

des participantes en el programa Colombia Ecuador1. Adems, incentiv la investigacin sobre las temticas desarrolladas en la Ctedra, permiti acompaar trabajos de grado de los estudiantes y llev a cabo un estudio sobre la problemtica colombiana en las fronteras2. Tambin, constituy una labor de extensin con el propsito de contribuir a generar bases para el anlisis de estas temticas y la construccin de slidas polticas fronterizas, de vecindad e integracin. Para ello, abri sus puertas a investigadores de distintas universidades, a funcionarios pblicos, civiles y militares, y a miembros de organizaciones no gubernamentales e internacionales. La lista de participantes, anexa a este libro, muestra de manera fehaciente los importantes logros alcanzados por la Ctedra. En cuanto a docencia, la Ctedra Ecuador reuni a 101 estudiantes inscritos en distintos programas. Como curso ofrecido en el programa acadmico del primer semestre de 2007 de la sede de Bogot de la Universidad Nacional de Colombia, vincul a 44 de sus estudiantes, de los cuales 18 lo registraron como materia regular3 y 26 en calidad de asistentes4. Adems de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, asistieron 57 estudiantes de otros programas acadmicos5. Aquellos quienes inscribieron la Ctedra Ecuador como un curso regular, no solo asistieron a sus sesiones sino que realizaron sntesis de las lecturas de artculos escritos por los acadmicos ecuatorianos seleccionados para cada semana y prepararon un trabajo final en el que, en torno a una pregunta de investigacin, movilizaron la informacin recibida en la Ctedra, la complementaron con revisiones de1 En calidad de auxiliares de la organizacin de la Ctedra, de la desgravacin de las intervenciones y del desarrollo de las actividades de extensin actuaron los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia: Sandra Meja del Instituto de Estudios Ambientales, Helga Hernndez de Economa y Felipe Garca de Ciencia Poltica. 2 Como asistentes de la investigacin que acompa a la Ctedra actuaron: Harvey Ferrer y Fredy lvarez de la maestra Anlisis de problemas polticos, econmicos e internacionales contemporneos; Margarita Cuervo de Ciencia Poltica de la Universidad de los Andes y Jessica Tibamoso de la Universidad Externado de Colombia y quien realiz su pasanta en el Iepri. Se agradece su colaboracin en la consecucin de informacin, organizacin de bases de datos y revisin de prensa. 3 De ellos 13 cursan tres maestras estudios polticos, antropologa, medio ambiente y desarrollo y 5 realizan los ltimos semestres de Ciencia Poltica y Antropologa. 4 Dos de la maestra de estudios polticos y 24 de ltimos semestres de pregrados. 5 Cuatro de la maestra de anlisis de problemas polticos, econmicos e internacionales de la Academia Diplomtica de San Carlos y el Externado de Colombia, y 53 de otras trece universidades, la mayora de ellas participantes del programa Colombia Ecuador.

prensa y entrevistas. Aquellos quienes no tomaron la Ctedra como un curso regular sino que asistieron a sus sesiones, entregaron sntesis de las lecturas o un trabajo final y recibieron un certificado que acredita su participacin. La Ctedra Ecuador tambin ayud a construir problemas de investigacin, a generar una amplia red de contactos y a recopilar una gran cantidad de informacin. Ayud a la formulacin o al desarrollo de tesis de posgrado y a la planeacin de intercambios de estudiantes que hacen sus estudios o sus tesis sobre el otro pas o sobre la relacin binacional. La Ctedra estuvo acompaada del desarrollo de la investigacin El conflicto colombiano: impactos e interacciones andino amaznicas, que publica el Cab en su serie de resultados de investigacin de las Ctedras de Integracin Andrs Bello. El anlisis del caso ecuatoriano realizado en ese proyecto de investigacin nutri la Ctedra y a su vez esta enriqueci el desarrollo de la investigacin. En cuanto a extensin, la Ctedra tuvo dos importantes desarrollos. Por una parte, vincul a 120 personas involucradas o interesadas en Ecuador, quienes asistieron a las diversas sesiones en las que encontraron elementos para comprender mejor la situacin del pas vecino, las preocupaciones de sus autoridades y de su sociedad, y para contextualizar la problemtica que deben estudiar o atender con relacin a Ecuador. Ante todo, la Ctedra convoc a 23 acadmicos y funcionarios universitarios de 14 universidades, incluida la Nacional. La asistencia a la Ctedra por parte de funcionarios del Estado fue igualmente significativa pues reuni a 66 personas6. La embajada de Ecuador envi a 3 de sus funcionarios, que se turnaron en la participacin en la Ctedra. La asistencia se ampli con 8 miembros de organismos internacionales, 8 pertenecientes a entidades privadas o no gubernamentales, con 5 de los medios de comunicacin y con 7 independientes.6 De los cuales 35 estn vinculados a cinco ministerios; Relaciones Exteriores, Defensa, Cultura, Comercio y Ambiente as como al Congreso, el Departamento Planeacin Nacional (Dnp), el Banco de la Republica, la Direccin Nacional de Estupefacientes y la Secretaria de Educacin de Bogot, 7 de la Escuela Superior de Guerra y 24 funcionarios de 5 rganos de seguridad del Estado: Armada, Polica, Ejrcito, Fuerza Area y Departamento Administrativo de Seguridad (Das).

21Una mirada al Ecuador

22Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

De otra parte, la Ctedra suscit una muy ampla difusin. Con cada uno de los expertos ecuatorianos que particip en las sesiones de la Ctedra Ecuador, realic en mi calidad de coordinadora una emisin radial de una hora en UN Radio, cuyo contenido ha sido retransmitido o utilizado en diversos momentos y programas radiales. La Ctedra Ecuador fue grabada para su retransmisin en la red de universidades y el Convenio Andrs Bello, varias entidades la colocaron en su pgina de la red, suscit artculos en los peridicos ecuatorianos Hoy y El Comercio y en la prensa colombiana El Tiempo y UNperidico, al igual que referencias en otros medios de comunicacin7. Como parte de las actividades de extensin ligadas a la Ctedra se realizaron doce eventos, unos en distintas universidades y otros para diversas entidades del Estado colombiano aprovechando para ello la presencia del respectivo experto ecuatoriano invitado por la Ctedra y trado desde Ecuador cada semana. Ese esfuerzo permiti ampliar la incorporacin de las universidades participantes en el programa Colombia Ecuador, fortalecer las relaciones interinstitucionales y la audiencia de la Ctedra.7 Reseas de la Ctedra en pginas web - iepri, Universidad Nacional de Colombia, www.unal.edu.co/iepri - Convenio Andrs Bello, www.cab.int.co/ - Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia (Fescol), www.fescol.org.co - Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Colombia www.derecho.unal.edu.co - Unimedios, Universidad Nacional de Colombia, www.unimedios.unal.edu.co - Universidad Militar Nueva Granada www.umng.edu.co En medios de comunicacin - Joaqun Hernndez, El Ecuador en Colombia, en Hoy, 6 de marzo de 2007, www.hoy. com.ec. - Carlos Rojas, Colombia analiza su nexo con Ecuador en las aulas, en El Comercio, 19 de marzo de 2007. - Carlos Rojas, en El Comercio, 23 de marzo de 2007. - Hernando Salazar, Colombia-Ecuador: cadena de tensiones, en bbcMundo.com, 22 de diciembre de 2006. - Socorro Ramrez, Por un slido reencuentro colombo-ecuatoriano, en El Tiempo, 13 de enero de 2007. - Socorro Ramrez, Desenvenenar la relacin colombo ecuatoriana en Unperidico, febrero de 2007. - Socorro Ramrez, Colombia Ecuador: una nueva etapa en su relacin, Actualidad Colombiana, N 450, abril 23 mayo 7 de 2007. - Socorro Ramrez, El acuerdo Correa - Uribe, en El Espectador, semana del 14 al 20 de enero de 2007: 3A. - Editorial de El Tiempo, mayo de 2007.

Eventos promovidos con ocasin de la Ctedra Ecuador en el primer semestre de 2007Fecha expertoinvitado

23Una mirada al Ecuador

organizadores

tipo de evento Conversatorio sobre la situacin poltica ecuatoriana. Firma del acta de compromiso entre la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Andina Simn Bolvar de Quito. Conversatorio sobre el Planex 2020 de Ecuador y el Plan 2019 de Colombia. Conversatorio sobre economa ecuatoriana e integracin con Colombia. Conversatorio sobre medios de comunicacin y manejo de la relacin colombo - ecuatoriana de la Facultad de Comunicacin. Conferencia Los mbitos fronterizos de Colombia: problemas y oportunidades. Conversatorio sobre migraciones y desplazamiento.

8 de febrero

Enrique Ayala

iepri Rectora Universidad Nacional

15 de febrero

Javier Ponce Marco Romero

Universidad del Rosario Universidad Central

22 de febrero

2 de marzo

Joaqun Hernndez

Universidad de la Sabana

7 de marzo

Socorro Ramrez

Oficiales de reserva de la Fuerza Area Colombiana Centro de Estudios Sociales, Universidad Nacional

8 de marzo

Fredy Rivera

24Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

Fecha

expertoinvitado

organizadores

tipo de evento Conversatorios del ex canciller con acadmicos e interesados en la temtica. Conversatorio sobre economas ilegales y drogas ilcitas. Conversatorio sobre la relacin de Estados Unidos y Colombia. Conversatorio sobre Colombia y Ecuador en la dinmica andina y suramericana. Foro pblico en la feria internacional del libro de presentacin de la obra Colombia Ecuador: cercanos y distantes. Seminario la coexistencia incmoda: desacuerdos y perspectivas de cooperacin entre pases andinos. Conversatorio sobre problemas de seguridad transfronterizos.

21 y 22 de marzo

Francisco Carrin

iepri

29 de marzo

Carlos Espinosa Adrin Bonilla Cesar Montfar Socorro Ramrez

Universidad Militar Universidad Externado Universidad del Rosario

12 de abril

26 de abril

3 y 4 de mayo

Pablo Celi

Universidad de los Andes

4 de mayo

Pablo Celi

Universidad Militar

La Ctedra Ecuador no hubiera sido posible sin el apoyo decisivo del Iepri al que pertenezco y que ha acogido y respaldado los diversos programas realizados con los pases vecinos: Doce aos del Grupo Acadmico Colombia Venezuela, sus cuatro libros y las quince reuniones binacionales, realizados conjuntamente con la Universidad Central de Venezuela y con la participacin de universidades de las zonas fronterizas compartidas por los dos pases

El programa andinobrasileo impulsado con la Universidad de la Cordillera de Bolivia, el Centro de Investigacin de la Universidad del Pacfico de Per, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Ecuador, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Federal do Ro Grande do Sul, el Centro de Estudios Brasileros de la Universidad de Brasilia (que dio origen a tres reuniones binacionales y un libro conjunto) El programa Caribe, de apoyo a la maestra de estudios caribeos y a la participacin del Instituto de Estudios del Caribe de la Universidad Nacional en redes acadmicas del Gran Caribe, de la que se han derivado varios eventos y publicaciones nacionales e internacionales Y, finalmente, este programa Colombia Ecuador en el que, a la iniciativa y esfuerzo del iepri se han vinculado las dieciocho universidades de los dos pases antes reseadas. La Ctedra tampoco hubiera sido posible sin el compromiso de la Universidad Nacional de Colombia, que ha tomado como suyos los grandes asuntos nacionales relacionados con las fronteras, la vecindad y la integracin, y as lo ha consagrado en el lema que gua la celebracin de sus 140 aos: Construyendo nacin. Una Universidad no es nacional porque ejerza el liderazgo intelectual sobre todas las dems universidades del pas. Este propsito puede ser un buen desafo para cualquier universidad, sea pblica o privada, pero no es la misin esencial de la Universidad Nacional de Colombia ni su razn de ser. Una universidad es nacional porque se financia con los impuestos que pagan los colombianos y los retorna, en forma de conocimiento a toda la nacin, en particular a aquellos sectores y regiones que tienen mayores dificultades para acceder a la educacin superior. De este modo la Universidad Nacional est llamada a ser el gran taller de redistribucin social del conocimiento, de integracin de la sociedad, de anlisis de los grandes problemas de la nacin y de alternativas de solucin. Al cumplir con estas tareas la Universidad se hace nacional. De all la gran importancia que reviste el doble proceso que ha emprendido la Universidad Nacional de Colombia y que, como parte de las jornadas de conmemoracin de sus 140 aos, se propone fortalecer. Por una

25Una mirada al Ecuador

26Fronteras, vecindad e integracin Ctedra Ecuador

parte, la creacin, a mediados de los aos noventa, de las sedes de frontera, la mayora de las cuales hacen parte de las regiones ms abandonadas y aisladas del pas. Casi todas ellas estn habitadas por poblaciones pobres, por comunidades indgenas o negras, por esa diversidad tnica y cultural que la Constitucin de 1991 llam a reconocer pero que contina siendo an bastante ignorada por el interior y, en particular, por la capital del pas. Es en esas fronteras donde comienza Colombia y donde la Universidad Nacional se ha propuesto construir nacin. Por otra parte, diversas dependencias de la Universidad han hecho esfuerzos, a veces coyunturales y a veces ms sistemticos, de investigacin, docencia y extensin sobre temas cruciales de las fronteras, la vecindad y la integracin. Para que la Universidad Nacional como un todo, y, en particular, sus sedes de frontera, tengan la fortaleza acadmica para responder a esa tarea que Colombia les confa y para que ese esfuerzo contribuya a la construccin de slidas polticas pblicas, el iepri ha venido haciendo un esfuerzo sistemtico de construccin de este programa Fronteras, vecindad e integracin, que involucra temas decisivos para el pas. La Ctedra Ecuador hace parte de ese empeo. Quiero agradecer tambin al Convenio Andrs Bello su apoyo a la Ctedra Ecuador, escogida en un concurso internacional como una de las Ctedras de Integracin Andrs Bello, as como a la Academia Diplomtica, a la Cancillera colombiana y a la embajada de Ecuador, que acogieron esta iniciativa con gran entusiasmo y nos suministraron distintos apoyos para su realizacin. Mencin especial en los agradecimientos merece el programa Accin Social de la presidencia de la Repblica de Colombia que otorg los pasajes para los invitados ecuatorianos. Tambin las diversas Universidades colombianas que apoyaron la estada de los colegas ecuatorianos. Reitero el agradecimiento a cada uno de los invitados ecuatorianos por sus intervenciones y por su generosa disponibilidad para participar en programas con los medios de comunicacin y en eventos en otras universidades; a los comentaristas colombianos por sus intervenciones; a todo el equipo de estudiantes que ayudaron al desenvolvimiento en todas las dimensiones de la Ctedra, y a los ms de dos centenares de participantes que la enriquecieron con sus preguntas y debates.

Este libro contiene las presentaciones de la coordinadora de la Ctedra, seguidas de las intervenciones de cada uno de los expertos ecuatorianos invitados a intervenir semana tras semana, luego se presentan los comentarios de los especialistas colombianos, el debate de los participantes en cada sesin y, finalmente, en mi calidad de profesora responsable de la Ctedra, presento una sntesis de temas centrales o ms polmicos que ameritan mayor anlisis y quedan planteados para una agenda de investigacin y discusin binacional. Constru cada una de las intervenciones de ecuatorianos y colombianos (cuyo texto final somet a su revisin) as como el debate propiciado por los asistentes, a partir de las grabaciones de los eventos acadmicos y los programas radiales. Cuatro de los expertos prefirieron que se publicara la ponencia que haban preparado para la ocasin o sobre la que se bas su intervencin. Las exposiciones, los comentarios, el debate y mis propias presentaciones y sntesis de los temas planteados en cada sesin no representan sino las posiciones de cada una de las personas all sealadas. No comprometen en modo alguno a la Academia Diplomtica de la Cancillera, que no necesariamente comparte lo planteado por los distintos participantes en la Ctedra, y no tiene la funcin de entrar en ese debate. Su responsabilidad se limit forzosamente a brindar su apoyo al desarrollo de este ejercicio, poner a disposicin sus instalaciones y estimular a los funcionarios estatales para que pudieran aprovecharlo. Esperamos que el gran esfuerzo que ha constituido la realizacin de la Ctedra Ecuador, y la edicin de este libro sirvan al ms amplio nmero de personas en provecho de las fronteras, la vecindad y la integracin.

27Una mirada al Ecuador

B iBLiografaRamrez, Socorro; Montfar, Cesar, 2007 (coordinadores acadmicos y editores). Colombia - Ecuador: cercanos y distantes. iepri de la Universidad Nacional de Colombia Universidad Andina Simn Bolvar. Bogot, marzo.

Prlogo

Durante el primer semestre del ao 2007 se realiz en la Academia Diplomtica de San Carlos la Ctedra Ecuador: fronteras, vecindad e integracin, como el resultado de un esfuerzo conjunto de la Cancillera y del Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales (iepri) de la Universidad Nacional de Colombia. Su objetivo ha sido propiciar un espacio acadmico que permitia realizar una reflexin sobre las relaciones Colombia Ecuador, de particular importancia para ambos pases, as como, conocer desde los propios actores ecuatorianos diplomticos, polticos, periodistas y acadmicos sus percepciones entorno a procesos polticos que atraviesan e influyen en las relaciones bilaterales. La Academia Diplomtica se hizo partcipe, con otras instituciones acadmicas, en este proyecto comn, al considerar que es fundamental construir espacios de pensamiento y debate en torno a temas de poltica exterior, que ademas permitan la participacin de amplios sectores de la sociedad. Por esto, me es grato en mi calidad de directora de la Academia Diplomtica de San Carlos, presentar a la comunidad acadmica las memorias de la Ctedra Ecuador, documento que espera ser una contribucin para una mayor y mejor reflexin acadmica. El libro es un reflejo del ambicioso programa que se fij la Ctedra y los intensos debates que surgieron en cada una de las sesiones, a partir de una visin interdisciplinaria que involucrara la historia, la cultura, la economa, la poltica y las relaciones internacionales y que permitiera abordar temas centrales como la integracin andina; la frontera y sus desafos de seguridad, desarrollo e integracin; la influencia de los medios de comunicacin en la relacin bilateral y la situacin de los migrantes.

La Ctedra pretendi ver a Colombia desde Ecuador y, por tanto, en algunos de sus textos, es un reflejo de las percepciones de determinados actores ecuatorianos entorno a Colombia, a las relaciones de Ecuador con otros pases prioritarios o sobre procesos polticos, sociales y econmicos internos del pas vecino. De igual modo, funcionarios, acadmicos y periodistas colombianos hicieron importantes aportes para hacer una reflexin ms comprehensiva de las percepciones en distintos actores de la sociedad de ambos pases. Por tanto, algunas de estas reflexiones no coinciden con la posicin del Gobierno colombiano, frente a muchas otras que s son compartidas desde la institucionalidad colombiana. Esta diferencia de percepciones y posiciones muestra la riqueza del debate que tuvo lugar durante la Ctedra Ecuador. La amplia participacin de estudiantes, investigadores, acadmicos, funcionarios y diplomticos, indican el inters en profundizar y ampliar el conocimiento mutuo. Esperamos que el ejercicio realizado permita identificar y dejar de lado lugares comunes que puedan distorsionar nuestras enormes cercanas, siendo este un primer aporte para la construccin de una imagen comn y compartida que redunde en el fortalecimiento de la integracin andina y de las relaciones binacionales.

Mara Clara Isaza MerchnDirectora de la Academia Diplomtica de San Carlos

co hi c ve de c ve de c ve de c

colombo ecuatoriana C historia de la vecindad cuatoriana Captulos Primera Sesin vecindad colombo ecua de la historiade lala vec Captulos de historia de la cuatoriana Captulos vecindad colombo ecua vecindad colombo ecuatoriana de la historia de la vec cuatoriana Captulos vecindad colombo ecua de la historia de la vec cuatoriana Captulos

Una mirada de largo plazo

Socorro Ramrez*

La Ctedra Ecuador realizada por iniciativa de la Universidad Nacional de Colombia, abierta como una ventana hacia el conocimiento y la mejor comprensin entre pases vecinos, aspira a propiciar una reflexin sobre la vecindad colombo ecuatoriana que aborde de la mejor manera muy diversos temas, incluso aquellos que por lo polmicos suelen ser evadidos. Al menos dos criterios queremos mantener en este ejercicio: que sea estrictamente acadmico y, por tanto, crtico y pluralista, y que tenga una mirada de carcter proactivo y de largo plazo, tanto hacia el pasado como hacia el porvenir. Partir de la historia es una necesidad porque todava se escuchan hoy ecos del pasado, y, en el presente, esas huellas se usan a veces con inters poltico, lo que termina por prolongar intilmente en el tiempo recelos y enemistades. Esta sesin la hemos organizado, no para abrir las heridas que hubieran podido dejar episodios como la vieja disputa entre el virreinato de Bogot y la audiencia de Quito, los incidentes compartidos en la Gran Colombia o la delimitacin fronteriza, sino para conocer cmo los historiadores ecuatorianos han ledo ese pasado comn y para preguntarnos*

Profesora del iepri, Universidad Nacional de Colombia.

36Captulos de la historia de la vecindad colombo ecuatoriana

conjuntamente sobre la mejor manera de salirle al paso a los usos polticos de esas lecturas histricas en una coyuntura crtica como la actual. En esta mirada retrospectiva y de largo plazo el esfuerzo acadmico quiere contribuir, adems, a superar la sola revisin coyunturalista del momento actual. Quiere ayudar a analizar cmo la historia y la frontera compartidas llevaron a una mutua intromisin en momentos crticos de cada lado. El ejemplo ms conocido es el de las revoluciones liberales, de Alfaro en Ecuador y de Uribe Uribe en Colombia, que mantuvieron estrechas conexiones y suscitaron fuertes reacciones conservadoras, tambin entrelazadas de ambos lados. Tal vez la discusin actual sobre la participacin o no de Ecuador en la problemtica colombiana, recibe algunos ecos y lecciones de esa historia del siglo XIX, que los invitados a esta sesin nos ayudarn a rastrear. La mirada hacia adelante, igualmente de largo plazo, busca ubicar esas historias de ayer en los retos presentes y futuros de la vecindad, as como suscitar el inters de historiadores de ambos pases para que investiguen qu pas realmente y cmo nos lo contaron y se sigue contando hoy, es decir, sobre la historia e historiografa colombo ecuatoriana, enriquecidas con una lectura al menos binacional de episodios en los que hay memorias distintas que repercuten en la percepcin y apreciacin del vecino. Este examen quiere tambin propiciar un enfoque prospectivo a partir de las huellas del pasado y de las tendencias del presente con el fin de ubicar las mltiples lecturas que se hacen sobre la vecindad en los retos que tienen planteados pases como Colombia y Ecuador, y en las enormes oportunidades que ofrecen la vecindad, la geografa, la historia y sobre todo por las poblaciones compartidas. En esta primera sesin tanto el invitado, el profesor e investigador Jorge Nez, como uno de los libros que fue propuesto como lectura para la sesin, Ecuador en el siglo XIX, del mismo profesor Nez, se refieren a episodios como el de la conformacin y disolucin de la entonces llamada Repblica de Colombia, la Gran Colombia y los efectos en la delimitacin territorial, as como a las mutuas repercusiones de las guerras civiles liberales y conservadoras que vivieron los dos pases en el siglo XIX. Nez

expresa una lectura de la historia de la vecindad de Ecuador con Per y con Colombia, distinta de la que se suele hacer en Colombia e incluso diferente de la que presentan algunos estudiosos de estos temas en Ecuador. Jorge Nez ha sido miembro de la Academia de Historia de Ecuador y correspondiente de la Academia de Historia Colombiana, secretario ejecutivo y presidente de la Asociacin de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, subsecretario de cultura, presidente del Consejo Nacional de Cultura de Ecuador, y coordinador para el rea andina de la Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ideas. Como comentarista ha sido invitado otro ecuatoriano, el mdico Francisco Huerta Montalvo, con amplia experiencia no solo en su campo sino en la actividad poltica nacional: fue alcalde de Guayaquil y ministro del Interior; represent a su pas en organismos multilaterales de salud y como embajador en Venezuela; es miembro tambin de la Academia de Historia. Francisco Huerta reside actualmente en Bogot y se desempea como secretario Ejecutivo del Convenio Andrs Bello, la entidad que ha acogido y apoyado esta Ctedra Ecuador como parte de las Ctedras de Integracin. En calidad de comentarista colombiano fue invitado el ex canciller Julio Londoo, buen conocedor de los episodios de vecindad y, en particular, de los que ataen a la delimitacin, pero desafortunadamente sus enormes responsabilidades actuales no le permitieron hacerse presente.

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Captulos de la historia de la vecindad colomboecuatoriana

Jorge Nez Snchez*

Ecuador es un pas marcado por su historia territorial. Esto se refleja no solo en su mapa actual, que muestra un territorio cinco o seis veces menor al que tuvo originalmente en la poca colonial, sino tambin se manifiesta en su mentalidad colectiva, altamente sensible a todo lo que tenga que ver con los problemas fronterizos. Pero, por otra parte, tambin es un pas de paz, de gente que gusta de vivir en paz y que ama la paz como una norma de conducta ciudadana y un valor superior en las relaciones internacionales. Por eso, aparece como un pas raro entre sus vecinos, un Per expansionista, siempre ocupado en conflictos de fronteras y siempre preocupado en adquirir armas, y una Colombia sacudida por un conflicto civil antiguo y complejo, cuyo escenario principal se ha trasladado a nuestra vecindad.

*

Profesor de la Universidad Central de Ecuador.

40Captulos de la historia de la vecindad colombo ecuatoriana

En el marco descrito, los ecuatorianos vemos a nuestro pas como una isla de paz y queremos que siempre sea as, sin conflictos armados en el interior y tampoco en las fronteras. Tambin nos enorgullecemos de ser un pas laico y tolerante, donde nadie es perseguido y ni siquiera amenazado por sus ideas polticas o religiosas. Y nos causa un particular orgullo ser un pas abierto a la inmigracin y que acoge a todos quienes llegan a su territorio en calidad de refugiados; hoy mismo tenemos entre nosotros ms de 500.000 refugiados colombianos y unos 300.000 trabajadores inmigrantes provenientes de Per, que han llegado huyendo de la violencia o la pobreza y en busca de vivir en esta isla de paz. Empero, aunque mi pas no anda preparndose para una guerra ni tiene un conflicto interno con fuerzas irregulares, tampoco es una isla de quietud, pues comparte muchos de los problemas y agitaciones sociales que son comunes a los pases del rea. Por ello, es un pas con una alta conflictividad social, que ha tenido seis presidentes en los ltimos diez aos, la mayora de ellos derrocados por el pueblo a travs de grandes movilizaciones sociales; pero hay que aclarar que todo ello ha sido hecho a la ecuatoriana, es decir, sin derramamiento de sangre. Sirva como ejemplo lo sucedido en el derrocamiento al dictcrata Lucio Gutirrez, donde cientos de miles de personas se movilizaron diariamente en las principales ciudades, durante semanas, hasta conseguir la salida de Gutirrez, pero todo ello apenas con una sola vctima: un fotgrafo que muri asfixiado por los gases lacrimgenos de la polica. En fin, hay que precisar que los conflictos y movilizaciones sociales son en Ecuador cuestiones de breve tiempo, que por lo general se resuelven mediante negociaciones, precisamente porque la opinin pblica no tolera conflictos de largo plazo. Estas anotaciones previas resultan importantes a la hora de entender las relaciones actuales de Ecuador con sus pases vecinos, marcadas por los hechos propios de la contemporaneidad, pero tambin por una larga historia de conflictos y despojos fronterizos, que han reducido su territorio y han creado una alta sensibilidad colectiva frente a los asuntos de frontera.

1.

e Cuador

en La g ran C oLomBia y despus de su disoLuCin

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1.1 La integracin a la Gran ColombiaLa Audiencia de Quito, actual Repblica de Ecuador, inici sus luchas de Independencia antes que cualquier otro pas hispanoamericano. El 10 de agosto de 1809, los rebeldes quiteos derrocaron a las autoridades espaolas, constituyeron un gobierno autnomo y formaron un ejrcito para garantizar su autonoma, todo ello bajo la frmula de reconocer al rey Fernando VII (entonces prisionero de Napolen) e invitarle a establecerse en Amrica. Por desgracia, fueron derrotados en esa primera guerra de Independencia que se extendi con altibajos hasta 1812 y vieron morir a su elite polticocultural, masacrada por las tropas reales el 2 de agosto de 1810. El Libertador Simn Bolvar afirmara ms tarde que en las piedras sangrientas de Quito se rompi, en 1810, el pacto poltico existente entre Hispanoamrica y la monarqua espaola. Ocho aos ms tarde, el puerto de Guayaquil proclamara su Independencia de Espaa y formara un ejrcito propio para la liberacin del resto del pas quiteo, llamado Divisin Protectora de Quito. Empero, reconociendo sus limitaciones militares, solicit la ayuda de los nacientes gobiernos republicanos de sus dos pases vecinos, Colombia y Per, que respondieron positivamente a su peticin y enviaron tropas auxiliares. Strictu sensu, Ecuador se liber a s mismo, pues la autoridad poltica que financi y dirigi la campaa de Independencia de 18201822 fue la Junta de Gobierno de Guayaquil. Previamente, el pas quiteo haba sido incluido en la Gran Colombia por los diputados neogranadinos y venezolanos que redactaron su Ley Fundamental, aunque lo hicieron sin consultar la voluntad de los quiteos y nicamente como una reivindicacin del antiguo territorio del Virreinato de Nueva Granada. La verdad es que el pas de Quito se uni finalmente a Colombia, pero no obedeciendo a un mandato o imposicin ajena, sino por propia y

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expresa voluntad de las diversas provincias quiteas. Primero Cuenca (abril de 1822), luego la capital quitea (mayo de 1822) y finalmente Guayaquil (julio de 1822) decidieron integrarse a la Gran Colombia, mediante solemnes proclamas colectivas.

1.2 Quito en la Gran ColombiaQuito se haba incorporado a Colombia en busca de consolidar su libertad e Independencia nacional al amparo de una poderosa asociacin republicana. Tambin buscaba poner fin a los abusos polticos y exacciones econmicas de la administracin espaola, as como garantizar un mercado amplio para sus manufacturas, puesto que era un pas carente de minas de oro y plata, y que basaba su economa en las exportaciones agrcolas de la costa (cacao, madera, tabaco) y manufactureras de la sierra (textiles, artesana artstica, orfebrera). Finalmente, el pas quiteo aspiraba a garantizar la integridad de su territorio, amenazado desde fines del siglo XVIII por la poltica expansionista de Per, enfilada a apoderarse de la rica provincia costera de Guayaquil. Empero, en los ocho aos que permaneci integrado a Colombia, Quito vivi una serie de traumticas experiencias, que fueron erosionando progresivamente todos sus sueos colombianistas. Estas fueron las siguientes: 1. El enorme esfuerzo de guerra para la campaa del Per exigido a los departamentos de la antigua Audiencia de Quito. En sntesis, estos contribuyeron para esa campaa con un total de 7.150 hombres y alrededor de un milln y medio de pesos. Si a esto sumamos lo aportado para la campaa de pacificacin de Pasto, se puede concluir que el Distrito Sur entreg a la Repblica de Colombia, para esas dos campaas militares, alrededor de diez mil hombres y dos millones de pesos. Ese enorme esfuerzo, hecho en apenas tres aos, golpe duramente al pas quiteo, que previamente haba tenido que sostener su propia guerra de Independencia. Y adems del esfuerzo en s mismo, los departamentos quiteos se sintieron afectados por los mtodos usados por las autoridades colombianas para recoger fondos y hombres para la guerra, que eran emprstitos forzosos y reclutas forzosas, que terminaron por causar tremendos

efectos en la economa y poblacin del pas: ocultamiento de capitales, desmonetizacin de la economa, fuga de trabajadores y falta de brazos para la agricultura, entre otros. Tambin se anarquiz el cobro de impuestos y la situacin prevaleciente en Pasto y el valle del Pata impidi la exportacin de manufacturas quiteas hacia las provincias sureas de la Nueva Granada. 2. La administracin excepcional a que estaban sometidos los tres departamentos del sur colombiano: Ecuador, Guayaquil y Azuay. En ellos, al tenor del Decreto Legislativo de 9 de julio de 1821 -que otorg a Bolvar facultades extraordinarias para el gobierno de las zonas de campaa recin liberadas- continuaba rigiendo un gobierno puramente militar y brillaba por su ausencia el ejercicio de las garantas constitucionales. Precisamente esa administracin excepcional haba impedido que se eligiera a un vicepresidente del distrito de Quito, como mandaba la Ley Fundamental, con lo cual el pas careca de autoridades civiles y nacidas en el propio suelo y solo posea autoridades militares, de origen venezolano o neogranadino. Por ello, la ciudadana se senta hurfana de proteccin estatal y responda con protestas a la imposicin de contribuciones y reclutas o a las violencias ejercidas por las autoridades militares. Las protestas quiteas dieron lugar a que el Libertador se considerara afectado por ellas puesto que de l emanaban las facultades extraordinarias y el poder militar que se ejerca en los departamentos del Sur y renunciara a la Presidencia de Colombia en enero de 1824. Su renuncia no fue aceptada por el Congreso colombiano, pero el partido santanderista maniobr para que le fueran retiradas a Bolvar las facultades extraordinarias para la administracin de los departamentos meridionales, declarando que dichas facultades correspondan al encargado del poder Ejecutivo, quien poda delegarlas total o parcialmente al Jefe Superior del Sur (28 de julio de 1824). Pero esa resolucin no trajo ningn beneficio para Quito, pues un mes despus se reimplant en los departamentos quiteos el estado de excepcin. 3. La poltica librecambista del gobierno de Bogot, que perjudic notoriamente a la produccin manufacturera de los departamentos quiteos. Esa poltica tuvo su mayor representante en el Vicepresidente Santander,

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gobernante efectivo de Colombia entre 1822 y 1826, y a consecuencia de ella las regiones costaneras, tradicionales productoras de bienes de exportacin (cacao, caf, ail, maderas), se sintieron beneficiadas con la apertura del pas al comercio internacional. Pero las zonas interiores, vinculadas por su produccin al mercado interno y dueas de una significativa produccin artesanal y manufacturera, se vieron afectadas por el ingreso masivo de mercancas extranjeras de menor precio (textiles, harinas, herramientas), que termin por arruinar la produccin local. Adems, al fomentar una economa agroexportadora e importadora de manufacturas, esa poltica impuls el desarrollo de un capitalismo dependiente, atado crecientemente al mercado externo, a los prstamos extranjeros y a la inversin fornea. Para los departamentos del Sur, esa poltica librecambista fue catastrfica y acab por destruir su economa, al punto que sus reducidas exportaciones no llegaban a cubrir el valor de sus crecientes importaciones; en el perodo 1821-1825, aquellas fueron inferiores a estas en 17% promedio. Obviamente, ello produjo la consecuente reaccin quitea. A comienzos de 1826, la Junta Provincial de Pichincha dirigi al Congreso una amplia representacin, denunciando el mal estado de las manufacturas del Ecuador por efecto de las leyes de libre comercio. El Congreso no atendi los reclamos quiteos, que ms bien merecieron burlas oficiales, publicadas en la prensa gubernamental, pero s lo hizo el Presidente Bolvar, que al llegar a Quito, a su regreso de Per, tom conocimiento de la deplorable situacin econmica en que se hallaban los departamentos de Quito y decidi crear en ellos Juntas de Beneficencia que ayudaran a meditar soluciones y remediar los males que sufran los departamentos meridionales de la Repblica. En ese marco se explica el apoyo mayoritario de Quito a la dictadura de Bolvar, quien, una vez instalado en el mando supremo, intent rectificar el rumbo econmico del pas. En general, el Libertador impuls entonces una poltica proteccionista, reformando en esencia el sistema librecambista impuesto por Santander. Y como parte de ella estableci en Quito una Junta de Distrito, a la que deleg poderes excepcionales para promover el desarrollo regional. Poco despus, en atencin a lo solicitado por la Junta de Distrito, Bolvar decret algunas medidas importantes para promover la economa

surea arruinada por la guerra: cre en Guayaquil un Tribunal de Comercio, orden rematar en pblica subasta el monopolio del tabaco, prohibi la introduccin por los puertos del Pacfico de varios tipos de tejidos que se producan localmente y dispuso que pudieran pagarse en especie los intereses de las hipotecas que pesaban sobre las propiedades agrcolas quiteas. 4. La expedicin de la nueva Ley de Divisin Territorial de Colombia, efectuada el 4 de julio de 1824, que quit al departamento de Ecuador de sus extensos e histricos territorios de Buenaventura y Pasto, los que pasaron a ser provincias del departamento del Cauca. Aunque esta ley fue dictada por el Congreso colombiano en uso de su soberana y en busca de dar a la Repblica una mejor distribucin administrativa, no es menos cierto que vino a alterar los tradicionales lmites que dividan a la antigua Audiencia de Quito del territorio de la Nueva Granada, al establecer como lnea divisoria entre los departamentos de Cauca y Ecuador una lnea que iba de la boca de Ancn, en el Pacfico, al ro Carchi, en la regin interandina. Eso produjo una airada reaccin de la poblacin quitea, que se manifest a travs de la Junta Provincial de Pichincha, la cual reclam la divisin territorial, solicitando que hasta el ro Mayo se extienda el departamento de Ecuador, incluso Barbacoas. Tambin los cabildos de Quito y Ambato se dirigieron al Congreso colombiano con enrgicas protestas contra la Ley de Divisin Territorial (16 de enero de 1826), reivindicando para el departamento de Ecuador la provincia de Pasto y el territorio costanero comprendido entre Ancn y Barbacoas. Tan intensa fue la presin ciudadana que el Intendente del departamento de Ecuador, general Juan Jos Flores, dirigi al Congreso tres representaciones seguidas con el mismo objeto. En la prctica, las protestas quiteas no tuvieron ningn efecto en cuanto a reformar los lmites establecidos por la Ley de Divisin Territorial; cuando ms, la Ley Adicional del 17 de abril de 1826 aclar que los lmites meridionales del departamento de Ecuador, partiendo desde la boca de Ancn continuaran por el ro Mira, fijado como lmite litoral respecto de la provincia de Buenaventura.

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1.3 Autonomismo quiteo e invasin peruana a ColombiaEsa acumulacin de problemas con el gobierno de Bogot dio lugar al surgimiento de movimientos autonomistas en el pas quiteo, que apuntaban hacia el autogobierno, la autonoma e incluso la separacin de la Gran Colombia. Y esos movimientos terminaron por mezclarse con el conflicto poltico que entonces protagonizaban en Colombia los bolivaristas y santanderistas. As, en abril de 1827, el departamento de Guayaquil, bajo el estmulo de los sucesos de Venezuela, desconoci la autoridad del Jefe Superior designado por Bolvar y nombr Jefe Civil y Militar del departamento al gran mariscal peruano Jos de Lamar, nacido en Cuenca y emparentado con poderosas familias guayaquileas (16 de abril de 1827). Curiosamente, esa insurreccin guayaquilea tuvo el respaldo del Vicepresidente Santander, que buscaba minar de este modo el poder de Bolvar. Poco despus, Lamar abandonaba Guayaquil para hacerse cargo de la presidencia de Per, para la que el Congreso de ese pas lo haba elegido en ausencia. El conflicto autonmico del Sur tom entonces un giro inesperado: Lamar se ali secretamente con Santander, bajo el estmulo norteamericano, y acord con este una operacin militar peruana contra el sur de Colombia, que deba coincidir con una guerra civil provocada por los santanderistas en el centro del pas. As, los intereses nacionalistas ecuatorianos se entremezclaron con las desbocadas pasiones neogranadinas y las soterradas ambiciones del expansionismo norteamericano. Luego, los hechos se agravaron rpidamente. En julio de 1827, el Cabildo Abierto de Guayaquil instituy un gobierno federativo para ese departamento y anunci que el mismo seguira vinculado a Colombia por el trmino de un ao, en espera de que en ese lapso fuera convocada una convencin nacional; de no suceder as, Guayaquil ejercera su derecho para constituirse como a bien tuviere. Y el general venezolano Juan Jos Flores, Jefe Superior del Sur y representante de la oligarqua quitea a la que se hallaba vinculado por matrimonio entr en acuerdos polticos con el gobierno provisional del puerto y convino con este en promover el establecimiento de un sistema federal de gobierno en los tres departamentos meridionales de Colombia, los

cuales deban pasar a integrar un nuevo Estado independiente, en caso de que el Libertador se retirara del gobierno central. En septiembre, se produjo el motn de los Arrietas, militares que intentaron tomar la plaza de Guayaquil y proclamar su incorporacin al Per; el motn fue aplastado por las mismas fuerzas del gobierno guayaquileo, pero debilit significativamente al movimiento federalista porteo. A ello se sum la convocatoria de una Convencin Nacional hecha por el gobierno colombiano, que dej sin base poltica al movimiento guayaquileo y facilit a Flores el control definitivo de ese departamento, que as volvi a situarse bajo la autoridad colombiana. Eso agrav las cosas, pues Lamar y Flores aspiraban a formar y presidir un nuevo Estado quiteo, separndolo de la Gran Colombia. El gobierno peruano de Lamar, animado por Santander y los agentes norteamericanos, decret el bloqueo de los puertos colombianos del Pacfico (agosto de 1828) e invadi el sur de Colombia (diciembre de 1828). En forma paralela, en una clara demostracin de la coordinacin existente con Per, los santanderistas intentaban asesinar a Bolvar en Bogot y los coroneles Obando y Lpez se alzaban en armas en Popayn y Pasto, con el doble fin de desatar una guerra civil e impedir el paso de las tropas colombianas hacia la frontera con Per. Pero Bolvar se salv del atentado, Obando y Lpez negociaron su rendicin y Lamar fue derrotado en Tarqui por las fuerzas que dirigan Sucre y Flores (27 de febrero de 1829). Sucre no se aprovech de la victoria y firm con Lamar el Convenio de Girn, por el que Per se comprometa a levantar el bloqueo de Guayaquil, a pagar la deuda de Independencia con Colombia y a respetar la lnea de frontera de la antigua Audiencia de Quito. Pero luego Per rehus cumplir con sus compromisos y el conflicto sigui hasta que Lamar finalmente fue derrocado de la presidencia y el nuevo gobierno peruano entr en tratos con Bolvar, lo que llev a la firma del Tratado Larrea-Gual o Tratado de Guayaquil, por el que Per y Colombia firmaron la paz y buscaron resolver sus diferencias. Los puntos principales de ese Tratado estipulaban que los lmites entre Per y Colombia seran los mismos que existieron entre los Virreinatos de

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Nueva Granada y el Per antes de la Independencia, con las variaciones mutuamente ventajosas que establecieran las partes. Inclusive se trat entonces sobre la lnea de frontera a fijarse, pero como Colombia quera que fuese la Tumbes-Huancabamba-Maran, y Per la Tumbes-Chinchipe-Maran, se acord el nombramiento de una comisin mixta de fijacin de lmites, que deba comenzar su labor cuarenta das despus de la ratificacin del tratado. Bolvar, que permaneci en Guayaquil hasta la ratificacin del tratado por el Congreso peruano, nombr inmediatamente al general Toms Cipriano de Mosquera como Ministro Plenipotenciario en Per, encargndole presidir la parte colombiana en las comisiones de fijacin de lmites y liquidacin de la deuda de Independencia. Luego vinieron los hechos finales de la historia grancolombiana. El Libertador emprendi su viaje final, concluy la Convencin Nacional encargada de constitucionalizar a Colombia y don Joaqun Mosquera fue electo nuevo Presidente del pas, el mismo da que se instalaba en Valencia el Congreso Constituyente de la Repblica de Venezuela (6 de mayo). Por su parte, el general Flores apuraba en Quito la secesin de Ecuador y su consagracin como Presidente, facilitada por el alevoso asesinato del mariscal Sucre en las selvas de Berruecos (4 de junio). Entre tanto, el general Toms Cipriano Mosquera conclua en Lima su misin de fijar definitivamente los lmites entre Colombia y Per. Pero como la Gran Colombia haba muerto y Ecuador se haba separado ya de la integridad colombiana, Mosquera no tuvo ningn empacho en regalar al Per todos los enormes territorios ecuatorianos situados en la margen derecha del Amazonas, lo que qued consagrado en el Protocolo MosqueraPedemonte suscrito por Mosquera, como ministro Plenipotenciario colombiano, y Carlos Pedemonte, ministro de Relaciones Exteriores de Per. Ese documento reconoca como frontera entre Colombia y Per una lnea que sala desde Tumbes, pasaba por Macar y se extenda por el Maran hasta la boca del Yurat, lmite con Brasil. Dicho de otro modo, la primera frontera entre las repblicas de Per y Ecuador no fue negociada y firmada por ningn representante ecuatoriano, sino por un general colombiano. Luego, ese infeliz protocolo fue cuidadosamente ocultado por ambos pases

suscriptores, de modo que Ecuador ni siquiera tuvo noticias de l hasta que alguna filtracin diplomtica colombiana lo alert de su existencia. Entonces Ecuador solicit a Colombia una copia del mismo, que le fue entregada hacia 1870, es decir, cuarenta aos despus de suscrito el protocolo. Solo entonces se enter Ecuador de cual era su lnea de frontera con Per.

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2.

L a revoLuCin aLfarista y su impaCto en C oLomBia

Un nuevo escenario de conflictos entre Ecuador y Colombia se form a partir de 1895, cuando triunf la Revolucin Liberal ecuatoriana. Si se observa a esta revolucin en perspectiva continental, se hallar con que ella form parte de un esfuerzo coordinado de varios lderes liberales latinoamericanos, unidos por la fraternidad masnica, para transformar sus pases y establecer en ellos regmenes laicos, democrticos y cabalmente republicanos. Y quiz la mayor expresin de ese esfuerzo comn fue el intento de crear una internacional revolucionaria, que tuvo sus mayores gestores en los ecuatorianos Marcos y Eloy Alfaro y el nicaragense Jos Santos Zelaya. Ese esfuerzo se concret finalmente en el famoso Pacto de Amapala, suscrito en 1894 por los presidentes Zelaya, de Nicaragua, Bonilla, de Honduras, y Gutirrez, de El Salvador, junto el ecuatoriano Eloy Alfaro, los colombianos Rafael Uribe Uribe y Juan de Dios Uribe, y el venezolano Joaqun Crespo, pacto al que luego se unieron el peruano Nicols de Pirola, el panameo Belisario Porras y los cubanos Jos Mart y Antonio Maceo. Por ese pacto, los suscriptores comprometieron su ayuda mutua en los campos militar, poltico y financiero, con miras a conquistar un abanico de objetivos que incluan: la Independencia de Cuba y Puerto Rico, la aplicacin de la reforma liberal en los pases centroamericanos y andinos, y la reconstitucin de la Gran Colombia, como puntos de partida para un nuevo proyecto de unidad latinoamericana. Una simple revisin de la cronologa poltica de esos aos muestra la seriedad con que los firmantes tomaron su compromiso y el modo coordinado con que

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ejecutaron sus acciones. Crespo tom el poder en Venezuela en 1892, entrando en Caracas de modo triunfal, el 6 de octubre de ese ao. Zelaya tom el poder en Nicaragua en julio de 1893, derrocando al conservador Roberto Sacasa. Bonilla depuso del poder al conservador Domingo Vsquez en Honduras y asumi el mando en 1893. Pirola logr coordinar a las montoneras peruanas desde 1893 y alcanz el gobierno tras una guerra civil de dos aos, en la que sus montoneros derrotaron al ejrcito regular. Los liberales colombianos se alzaron en armas en enero de 1895 contra el gobierno conservador, que les haba cerrado las puertas a la participacin electoral, y capitularon tras una breve campaa de sesenta das. Por su parte, los liberales cubanos se lanzaron en febrero de 1895 a una nueva campaa por la Independencia de su pas. Alfaro, llamado por el pueblo ecuatoriano, asumi la Jefatura Suprema del pas en junio de 1895 y entr triunfalmente en Quito el 4 de septiembre de ese mismo ao, tras derrotar a las fuerzas conservadoras en una breve pero dursima guerra civil. Y los liberales colombianos tomaron nuevamente las armas en octubre de 1899 e iniciaron la llamada Guerra de los Mil Das, ganada finalmente por los conservadores. A ms de la coordinacin de sus cronogramas de accin, la fraternidad masnica que una a todos estos revolucionarios liberales se expres tambin en formas directas de colaboracin poltico-militar, en las que Eloy Alfaro destac notoriamente, tanto a travs de sus iniciativas polticas como de sus giras continentales, en las que promovi la formacin de una alianza revolucionaria latinoamericana, que tuviera por objetivo el establecimiento de una Confederacin de Estados Sudamericanos, que contrapesara la influencia continental de Estados Unidos. Tambin incentiv la celebracin de un Congreso Centroamericano de Plenipotenciarios, que se reuni en 1890, en Acajutla (El Salvador), en el que fueron aprobadas las bases de un acuerdo regional de paz, aunque fracas el proyecto de reconstituir la Repblica Centroamericana. La accin de esa Internacional Revolucionaria coordinada por Alfaro no se redujo a conversaciones y planes polticos. Al pasar de las palabras a los hechos, el presidente venezolano Joaqun Crespo entreg fondos para promover las acciones revolucionarias. Lo propio hizo el gobernante nica-

ragense Jos Santos Zelaya, quien entreg para la causa recursos financieros, armas y un barco, el Momotombo, que qued en manos de Alfaro. Hubo tambin otras contribuciones para la causa comn, de las que se conoce poco o casi nada, en razn del secreto con que se manejaron. Y no faltaron contribuciones especficas para tal o cual proceso nacional como, por ejemplo, el aporte personal de mil pesos que Antonio Maceo hizo a Alfaro para la revolucin liberal ecuatoriana. Los participantes del Pacto de Amapala haban acordado previamente que esos recursos seran usados en el pas donde ms prximo estuviera un estallido revolucionario. Y como el estallido se dio primero en Colombia, el barco, las armas y los recursos acopiados fueron canalizados hacia ese pas, donde los liberales se haban lanzado a una guerra revolucionaria con ms voluntad que recursos y sin contar con el armamento indispensable para una larga campaa, al punto que no pudieron proveer de armas de fuego a grandes contingentes de voluntarios que se enrolaron para la lucha. Para entonces, las fuerzas conservadoras del rea coordinaban tambin sus acciones contrarrevolucionarias, en especial los gobiernos de Bogot y Quito, que mantenan una estrecha colaboracin mutua; estos gobiernos tambin cruzaban informacin con el gobierno espaol, cuyos agentes vigilaban estrechamente a los revolucionarios cubanos y a sus colaboradores en los diversos pases. Fue as que Eloy Alfaro, identificado ya como el jefe de esa internacional revolucionaria, fue expulsado de la provincia de Panam por el gobierno colombiano de Rafael Nez, a peticin del gobierno ecuatoriano de Antonio Flores Jijn. Nuestro personaje pas entonces a Costa Rica y desde ah emprendi una nueva gira poltica que lo llev a Nueva York, San Francisco de California, Mxico, El Salvador y finalmente Nicaragua. Aqu lo esperaba un honroso decreto de la Asamblea Nacional nicaragense, por el cual en atencin a sus altos merecimientos personales y a los grandes servicios prestados por l a la causa de la democracia en Amrica Latina se le otorgaba el grado de General de Divisin del Ejrcito de la Repblica. Ese decreto tena fecha del 12 de enero de 1895. Cinco meses despus, Alfaro reciba

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desde Guayaquil el aviso de que haba sido proclamado Jefe Supremo de la Repblica del Ecuador, por lo que regres de inmediato a su pas. Una vez en el poder, Alfaro se empe en cumplir con las obligaciones que le impona el Pacto de Amapala, particularmente respecto de la guerra cubana de Independencia y la revolucin liberal colombiana (Guerra de los Mil Das). En cuanto al primer caso, es conocido su frustrado intento de enviar tropas ecuatorianas a pelear por la Independencia de Cuba, as como sus gestiones polticas ante el gobierno espaol. Tambin es conocido su apoyo a la lucha de los liberales colombianos, que en buena medida era una continuacin de los apoyos mutuos que en el pasado se haban brindado los liberales de Ecuador y Colombia. El apoyo de Alfaro a la revolucin colombiana no solo se justific en los ideales comunes y la fraternidad masnica, sino tambin en la activa colaboracin que el gobierno conservador de Colombia, presidido por Miguel Antonio Caro, brind a los derrotados conservadores ecuatorianos, amparndolos en territorio colombiano, brindndoles apoyo econmico y financiero, y entregndoles una franja fronteriza, para que desde ah incursionaran frecuentemente contra el Ecuador. Alfaro, por su parte, dio proteccin territorial y entreg apoyo econmico, armas y equipos a los revolucionarios colombianos, con miras a que estos lograran abrir un corredor en el frente sur para abastecer por ah a sus tropas del Cauca. Cabe precisar que igual cosa hicieron entonces los gobiernos liberales venezolanos de Joaqun Crespo y Cipriano Castro, quienes proveyeron de armas, recursos y apoyo logstico a los liberales colombianos del departamento de Santander. Y tampoco falt el sostenido apoyo del gobierno nicaragense de Zelaya, que ayud, conjuntamente con el gobierno ecuatoriano de Alfaro, a la fuerza liberal colombiana de Belisario Porras que incursion en Panam desde Centroamrica, con nimo de abrir un nuevo frente de guerra contra el gobierno de Bogot. Varias fueron las incursiones militares hechas en ese periodo desde Colombia contra Ecuador, bajo la coordinacin de los generales colombianos Miguel Montoya, jefe del Sur del Cauca, y N. Domnguez, enviado especial del gobierno colombiano. La primera tuvo lugar en 1895, cuando el

jefe conservador ecuatoriano Aparicio Ribadeneira, autoproclamado Capitn General de los Ejrcitos, Supremo Director de la Guerra y Encargado Provisional del Poder Ejecutivo, empez una campaa de reclutamiento de mercenarios en las poblaciones del sur de Colombia, con fondos y armas provistos por las autoridades colombianas; de este modo logr formar una columna de ms de cien pastusos, con la que fortaleci sus propias tropas, cada vez ms afectadas por la desercin. Sin embargo, por presin directa del Presidente colombiano, que buscaba guardar al menos un aparente respeto al derecho internacional, Ribadeneira se vio compelido a ocupar siquiera un palmo de terreno ecuatoriano, como condicin indispensable para continuar recibiendo el reconocimiento oficial colombiano de representante del Gobierno Constitucional del Ecuador y el consecuente apoyo econmico y militar. Al buscar, pues, controlar el territorio de la sierra norte para asentar all su gobierno, el ex Ministro lanz una operacin militar contra Ibarra, a cargo de los batallones Ayacucho y San Gabriel, dirigidos por el comandante Ricardo Cornejo. La operacin result un fracaso, pues los expedicionarios fueron derrotados en Ibarra por las fuerzas liberales del coronel Nicanor Arellano. Esto produjo un generalizado derrotismo en el resto de emigrados conservadores, que termin por frustrar la continuacin de la campaa. Al fin, el gobierno colombiano desarm a los emigrados y mercenarios, poniendo fin por el momento, a la accin militar de estos en la regin fronteriza colombo-ecuatoriana (3 de octubre de 1895). Posteriormente, nuevas incursiones militares contra Ecuador fueron organizadas por los conservadores ecuatorianos emigrados, con el activo respaldo del gobierno de Colombia y del obispo de Pasto, fray Ezequiel Moreno Daz, que convirti a la guerra contra los liberales ecuatorianos en su particular guerra santa contra el odiado liberalismo. Teniendo como Comandante General de Operaciones al coronel colombiano Almeida, el prelado formaba ejrcitos de pastusos fanticos y los lanzaba contra el vecino pas, proclamando que el liberalismo es pecado, es un error contra la fe y est condenado por la iglesia. Tambin protega a los cristeros ecuatorianos derrotados y, sin recato alguno, instrua a los sacerdotes de su jurisdiccin para la recluta de combatientes: Procurad, Venerables Cooperadores,

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-les deca- que vuestros pueblos no vean impasibles la guerra que se hace a Jesucristo y a su Religin Santa. Uno de sus protegidos en Pasto era don Pedro Schumacher, el obispo de Portoviejo, que haba desatado la guerra civil en la provincia de Manab, proclamando el exterminio de los impos. Al fin, como el aguerrido ejrcito ecuatoriano derrotara una y otra vez a los invasores (que en enero de 1899 llegaron a penetrar hasta el nudo de Sanancajas), fray Ezequiel y sus cmplices buscaron provocar la directa intervencin de tropas colombianas en los ataques al Ecuador. Entonces, al gobierno de Alfaro le sali un aliado inesperado: lastimado su espritu patritico por la descarada intervencin extranjera en los asuntos internos de su pas, el obispo de Ibarra, monseor Federico Gonzlez Surez, dirigi a los sacerdotes de su jurisdiccin una notable carta en la que adverta:Cooperar de un modo u otro a la invasin colombiana, sera un crimen de lesa Patria; y nosotros los ecuatorianos no debemos nunca sacrificar la Patria para salvar la Religin: el patriotismo es virtud cristiana y, por lo mismo, muy propia de sacerdotes.

Exasperados, fray Ezequiel y sus ulicos se lanzaron contra Gonzlez Surez. Mediante folletos y pasquines le dijeron de todo: apstata, oportunista, infame, tonto, turiferario del crimen victorioso, etctera. El ms afiebrado insultador del obispo de Ibarra fue Schumacher, quien segn el mismo Gonzlez Surez, lo haba perseguido con encarnizamiento desde aos atrs, por revelar en la Historia General del Ecuador la corrupcin eclesistica existente en la poca Colonial. Y se dice que la faccin pastusa lleg incluso a planear el asesinato del prelado ecuatoriano. La polmica entre los obispos de Pasto e Ibarra fue tremenda. Entre otras publicaciones, fray Ezequiel lanz un violento folleto titulado O catolicismo o liberalismo. No es posible la conciliacin. En l, seal a los cmplices ms notables del liberalismo, que en su opinin eran: 1) Los

que dan su voto por candidatos liberales. 2) Los que contribuyen con su dinero a la mejor organizacin del Partido Liberal. 3) Los que asisten a fiestas liberales; los que concurren a entierros liberales;... los que... llenan de aplausos a los que pronuncian discursos liberales. 4) Los que se suscriben a peridicos liberales. 5) Los que mandan a sus hijos o dependientes a escuelas y colegios liberales... Segn este cruzado de la fe, ni siquiera se salvaban del anatema las mujeres que se adornan con cintas rojas o engalanan sus casas y balcones con trapos rojos en las fiestas.... Como si todo esto no bastara, el actual santo viaj en 1898 a Roma, para que la Sagrada Congregacin dirimiera sus contradicciones con monseor Gonzlez Surez. La opinin del Vaticano le fue favorable y el 30 de mayo del ao siguiente Ezequiel tuvo una entrada triunfal en Pasto, resarcido de tantos pesares. A partir de entonces, prosigui con ms bros su guerra santa contra el liberalismo ecuatoriano, mientras la feroz guerra civil llamada De los Mil Das agitaba ya el suelo colombiano. Entonces Alfaro pas a la ofensiva: envi un contingente de tropas en apoyo de los liberales colombianos y prest todo su apoyo y proteccin a sus coidearios del pas vecino que se organizaban o refugiaban en nuestro pas. Y el 29 de marzo de 1900 orden que sus tropas regulares cruzaran la frontera y liquidaran al nuevo ejrcito mercenario formado por el obispo de Pasto y acampado en Ipiales. En represalia, tropas regulares colombianas y cristeros atacaron Tulcn, donde fueron derrotadas. Como es sabido, los liberales colombianos no lograron vencer a las fuerzas de contencin que los conservadores haban colocado en la frontera sur, con lo cual perdieron la posibilidad de beneficiarse en mayor medida del apoyo alfarista. Y tras ello se instal en Ecuador el gobierno de Leonidas Plaza Gutirrez (1901), que continu la reforma liberal en el interior pero neg todo apoyo a la revolucin liberal colombiana, obteniendo a cambio que el gobierno de Bogot refrenara al obispo de Pasto y su guerra santa contra el alfarismo y retirara el apoyo militar a los conservadores ecuatorianos emigrados; aos ms tarde, por el Tratado Peralta-Uribe (1910) Colom-

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56Captulos de la historia de la vecindad colombo ecuatoriana

bia se comprometi a la internacin de los frailes capuchinos refugiados en Pasto, que seguan en actitud agresiva.

3.

d eLimitaCin Con p er

fronteriza de

e Cuador

3.1 Bemoles del protocolo MosqueraPedemonteLa aplicacin del Protocolo MosqueraPedemonte enfrent vicisitudes sin cuento. En la bsqueda de aprovechar a su favor la disolucin de la Gran Colombia y la formacin del nuevo Estado del Ecuador, Per inici con posterioridad una turbia campaa de desprestigio contra este documento, tratando de anular sus efectos jurdicos mediante contradictorios argumentos, entre ellos la inexistencia de una de las partes firmantes (la Repblica de Colombia) a la fecha de la suscripcin y la falta de aprobacin legislativa. Obviamente, Per violaba con ello un principio fundamental de las relaciones internacionales, cual es el denominado pacta sunt servanda, que reconoce a los tratados y convenios entre los pases como una ley obligatoria para las partes. Posteriormente, tras la misteriosa desaparicin de las copias originales del documento, incluida la que posea Colombia en su legacin de Lima, el gobierno de Per empez a utilizar un argumento adicional, que luego ha sido repetido neciamente por los historiadores peruanos: que el protocolo era falso y que nunca fue suscrito. Por suerte, Ecuador posee una copia certificada de dicho documento que le fuera proporcionada en 1906 por el Gobierno de Colombia, gracias a gestiones del ministro Plenipotenciario ecuatoriano Julio Andrade. Tambin hay numerosas pruebas adicionales de su existencia, tales como los reconocimientos de su validez hechos por historiadores y estadistas peruanos de la talla de Carlos Paz Soldn, Arturo Garca y Alberto Elmore, este ltimo ministro de Relaciones Exteriores de Per.

3.2 La primera Guerra del PacficoFrenado en su expansin hacia el norte por la derrota de Tarqui, Per reemprendi su expansin hacia el sur y el sureste. Si el general Gutirrez de la Fuente haba ofrecido ayuda militar a su amigo Santa Cruz, boliviano de nacimiento, para que se impusiera por la fuerza en su pas, el mariscal Gamarra, tras ser electo presidente de Per (31 de agosto de 1829), se lanz a promover por todos los medios la agregacin de Bolivia a ese pas. En los diez aos siguientes, el militarismo peruano -del que Santa Cruz era uno de los lderes- anarquiz al Per y Bolivia con sus alianzas y contra alianzas, sus revueltas y alzamientos y, finalmente, cre un clima de inseguridad en toda el rea meridional de Sudamrica, al constituir la Confederacin Per-Boliviana y emprender en una poltica agresiva hacia los estados limtrofes del sur. Como consecuencia de ello, la Confederacin presidida por Santa Cruz entr en guerra con la Repblica Argentina y posteriormente debi enfrentar una guerra con Chile, cuyo ejrcito ocup Lima con el apoyo de los restauradores peruanos que diriga Gamarra. Ecuador fue invitado entonces por Chile para que participara en la guerra contra la Confederacin, ofrecindosele a cambio la consagracin de sus territorios amaznicos y la entrega del departamento peruano de La Libertad. Respetuoso de sus convenios con los pases vecinos y amante de la paz, Ecuador se neg a ello y no particip de la guerra ni de los beneficios del posterior triunfo chileno, completado en marzo de 1939. Por otra parte, en un acto de inexplicable ceguera, el gobierno de Quito tampoco quiso sacar ventaja de la crisis peruana y de los ventajosos arreglos territoriales que el gobierno confederado ofreci al Ecuador, para garantizarse su neutralidad en el conflicto.

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3.3 Segunda invasin peruana a EcuadorEl fin de la Confederacin y el destierro de Santa Cruz no termin, por cierto, con el militarismo peruano, que ahora se nucle bajo el gobierno de la Restauracin, que presida Gamarra.

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Tampoco puso fin al sueo imperial de Per, que volvi a extender sus tentculos hacia Bolivia pero fue frenado por las tropas de Ballivin en los campos de Ingavi, cerca de La Paz, el 18 de noviembre de 1841. Gamarra qued muerto en el campo de batalla. El triunfo chileno sobre Santa Cruz y la posterior muerte de Gamarra privaron de sus mayores lderes al militarismo peruano y frenaron temporalmente el expansionismo del Per, por lo que sus pases vecinos pudieron gozar de relativa paz durante unos pocos aos. En el caso del Ecuador, esos aos de paz sirvieron para emprender reiterados intentos de solucin al problema de lmites con Per, que fracasaron siempre por la mala fe con que actuaba este pas, cuyo inters no se orientaba a concluir un arreglo definitivo sino a cuestionar la validez del Tratado de Guayaquil y dilatar su ejecucin, como forma de ganar tiempo, mientras sus tropas ocupaban progresivamente los territorios ecuatorianos de la regin amaznica. As se explica el fracaso de la misin Elizalde en Per (1839), la malintencionada actitud del plenipotenciario peruano Matas Len en Quito (1841-1842), el agresivo trato dado en Lima al plenipotenciario ecuatoriano Bernardo Daste por el canciller Charn (1842) y la creacin de una jurisdiccin militar peruana en Loreto (1853), que abarcaba territorios ecuatorianos situados al norte del Amazonas. Empero, ya desde 1846 empez a revivir nuevamente el militarismo peruano, esta vez bajo el liderazgo del mariscal Ramn Castilla, cuyo ascenso al poder coincidi con el descubrimiento del guano como nuevo recurso exportable del pas. Los nuevos recursos fiscales permitieron a Castilla emprender un proceso de centralizacin administrativa y fortalecimiento militar de Per. As, cre una poderosa Guardia Nacional, equip con dos modernos barcos a vapor (el Rmac y el Amazonas) a la armada de guerra peruana y aument su cuadro de oficiales y tropas. Fue tal el esfuerzo militarista de Per que, en aquel perodo, la mayor parte de los ingresos fiscales se consuman en ejrcito y marina. Obviamente, esas nuevas y poderosas fuerzas armadas peruanas no estaban destinadas solo a lucir sus uniformes en los desfiles, sino a sostener

y desarrollar una renovada poltica expansionista en el rea del Pacfico Sur. Con todo, durante ese primer gobierno de Castilla solo hubo dos pequeos conflictos internacionales, uno con Ecuador y otro con Bolivia. Durante el gobierno del sucesor legal de Castilla, Jos Rufino Echenique (1851-1855), la poltica expansionista peruana cobrara nuevo vigor. Per puso en marcha una activa colonizacin de ambas riberas del Amazonas y sus confluentes, sin respetar los derechos ecuatorianos y apoy la expedicin militar de Flores contra Ecuador. Tambin invadi el litoral de Bolivia, con el pretexto de contradicciones comerciales, y ocup militarmente el puerto boliviano de Cobija (1853). Pero fue en el segundo gobierno de Castilla (1855-1862) cuando el poder militar de Per se enfil directamente contra Ecuador. Para comenzar, Castilla azuz la guerra civil iniciada en Ecuador, proveyendo de armas y dinero a los enemigos internos del gobierno de Francisco Robles y especialmente a Gabriel Garca Moreno. Luego, cuando la anarqua haba cundido ya en el pas vecino y actuaban, a la vez, cuatro gobiernos regionales (en Quito, Cuenca, Loja y Guayaquil), el mariscal-presidente, segn lo reconoce un destacado historiador peruano, para reforzar su prestigio personal... orden el bloqueo de Guayaquil y, luego, l mismo, en persona, estableci su cuartel general en el pas ecuatoriano. El pretexto de la nueva intervencin fue impugnar el pago en terrenos baldos hecho por el gobierno ecuatoriano a los acreedores britnicos de la deuda de la Independencia, en 1854, (Convenio Espinel-Mocatta) ratificado en 1857 por un nuevo convenio (Icaza-Pritchett) que sealaba las zonas destinadas al pago, entre las cuales se inclua un milln de cuadras cuadradas en el cantn Canelos, junto al ro Bobonaza. De manera adicional, la actitud provocadora del ministro peruano en Quito, Juan C. Cavero, hizo que Ecuador cortara comunicaciones con l y dio lugar a un grave entredicho diplomtico, que concluy con el bloqueo pacfico de los puertos ecuatorianos decretado por Castilla, el 26 de octubre de 1858, al cual siguieron la llegada del gobernante peruano con varios barcos y cinco mil soldados, y la ocupacin de Guayaquil y otras partes de la costa ecuatoriana por las tropas invasoras.

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En esas condiciones, Castilla escogi como su interlocutor al gobierno regional de Guayaquil, presidido por el general Guillermo Franco, y le impuso el Tratado de Mapasingue (25 de enero de 1860), por el que se obligaba al Ecuador a reconocer los supuestos ttulos territoriales de Per sobre la regin amaznica y a renunciar a la propiedad de los territorios orientales de Quijos y Canelos. Ese pretendido Tratado fue rechazado ese mismo ao por la Convencin Nacional reunida en Quito, la cual lo declar nulo, odioso, sin valor ni efecto, por cuanto haba sido mandado forjar por una autoridad incompetente y usurpadora. Y es que el convenio era tan irrito que se neg a ratificarlo el mismo congreso del Per, aduciendo que no (era) un tratado, porque stos no pueden celebrarse sino con Gobiernos legalmente constituidos, o que dominen de hecho la totalidad de una nacin... (1863).

3.4 La segunda Guerra del PacficoLa poltica armamentista y el expansionismo de Per hacia la costa sur produjo, inevitablemente, la resistencia de Chile, que vea amenazados sus intereses nacionales. Quedaron, as, sentadas las bases para la segunda guerra del Pacfico, que estall en 1879 y en la cual las armas chilenas volvieron a imponerse a las de la alianza peruano-boliviana. Antes y durante el conflicto, Chile propuso en forma reiterada a Ecuador que se le uniera en la guerra contra Per, ofrecindole a cambio ventajas territoriales sobre este pas. Pero Ecuador, empeado desde tiempos de Garca Moreno en una poltica de neutralidad frente a la disputa por la hegemona del Pacfico Sur, hizo odos sordos a los llamados de Chile, su aliado natural, para que atacase por el Norte, y cubri con su inaccin las espaldas de Per durante el conflicto. Incluso, posteriormente, cuando su triunfo era ya casi total, Chile invit a Ecuador a participar en el conflicto, ofrecindole repartirse entre ambos los despojos del vencedor, pero su afn de paz y una inexplicable lealtad con Per llevaron al gobierno de Ecuador a mantenerse aferrado en forma terca a una neutralidad casi suicida.

As lo reconoci, aos ms tarde, en comunicacin reservada al Congreso peruano, el ministro Plenipotenciario de Per, Arturo Garca, cuando deca:Conviene no olvidar... el grave peligro en que estuvimos, por no haber resuelto oportunamente la disputa de lmites, de ver al Ecuador unido a nuestros enemigos en la ltima guerra. Conocidas son todas las activas gestiones que en este sentido hizo la Cancillera chilena y los esfuerzos y ofrecimientos de sus ministros en Quito, don Joaqun y don Domingo Godoy. Si en esos momentos el Presidente del Ecuador, que entonces lo era el General Ignacio de Veintimilla, hubiera seguido ciertos consejos, la cuestin de lmites se habra resuelto bien a nuestra costa.

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La derrota en la guerra del Pacfico tuvo para Per terribles consecuencias. Por el Tratado de Ancn (23 de octubre de 1883), Chile le impuso al Per la cesin perpetua e incondicional de la provincia de Tarapac y la ocupacin legal de las provincias de Tacna y Arica por un lapso de diez aos, al cabo de los cuales deba realizarse un plebiscito para decidir el definitivo dominio sobre ellas. El plebiscito nunca se efectu y Chile retuvo ambas provincias hasta 1929, ao en que firm con Per un tratado por el que devolva a este la provincia de Tacna e incorporaba definitivamente a su territorio la de Arica. La derrota peruana tuvo tambin consecuencias para Ecuador. Un sector influyente de la civilidad peruana valor en su real magnitud la ayuda prestada a su pas por la neutralidad ecuatoriana y, deseando garantizar para siempre la amistad de Ecuador frente a posibles conflictos futuros, se busc resolver para siempre el problema limtrofe con su vecino del norte. Claro est, ello era posible tambin porque el ejrcito de Per se hallaba diezmado por la derrota y el militarismo peruano haba cado en total desprestigio, no quedndole a la diplomacia surea otro camino que el de la negociacin y la paz. Fue en ese marco que, por primera vez en su historia, Per busc una aproximacin amigable con Ecuador y su liderazgo diplomtico se empe en la resolucin definitiva del problema territorial que haba enfrentado a ambas repblicas desde su fundacin. La voluntad de paz y comprensin mostrada por Ecuador facilit la realizacin de negocia-

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ciones directas, que sustituyeron al proceso de arbitraje del Rey de Espaa, acordado antes por ambos pases, y condujeron finalmente a la firma del Tratado Herrera-Garca (2 de mayo de 1890), negociado entre los plenipotenciarios Pablo Herrera por Ecuador y Arturo Garca por Per. Por ese documento, ambos pases se esforzaron en comprender los puntos de vista e intereses del contrario y acordaron hacerse mutuas concesiones para llegar al establecimiento de una lnea de frontera aceptable para ambas partes. As se explica tambin la pronta ratificacin que el Congreso ecuatoriano dio al Tratado, pese a la conciencia que haba sobre los renunciamientos que este conllevaba. Por desgracia, el Tratado fue torpedeado en el Congreso peruano, donde el trauma causado por la prdida de sus provincias costeras a manos de Chile haba generado un espritu chovinista y revanchista. Por ello, se lo aprob con modificaciones tales que volvan imposible su aceptacin por Ecuador. As se perdi una ocasin de oro para la consecucin de una paz definitiva y slida entre ambos pases. En adelante, la diplomacia peruana volvera a empearse en las consabidas dilatorias, a la espera de inclinar a su favor el arbitraje del Rey de Espaa y ganar tiempo para la reconstitucin del poder militar de Per.

3.5 Las tensiones fronterizas de 1910Fracasado el esfuerzo de paz y amigable entendimiento que signific el Tratado Herrera-Garca, Ecuador y Per no hallaron ms salida que continuar someti