sobre el objeto de la historia (pag. 82-117)

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Seminario Mayor Filosofado San Agustín Estudiante: Walter Albrecht Lorenzini Profesora: Lina Marcela Cedeño Materia: Filosofía de la historia SOBRE EL OBJETO DE LA HISTORIA (Pag. 82-117) El texto nos muestra los cambios ocurridos en el estudio de la historia, en referencia a su objeto, durante el último tiempo. La historia versa sobre la realidad histórica, la cual consta de muchos aspectos o elementos, los cuales – unos con más preferencia que otros - han sido estudiados por los historiadores. Es una historia que trata sobre hechos pretéritos, y que se presenta como una historia de acontecimientos, episódica, una historia-relato. Pero ha empezado a ejercerse un cambio, y comienza a darse una historia socioeconómica que va desmantelando la historia, cambiándole su objeto y sus métodos, dejando de lado la realidad histórica, o reduciéndola toda ella a uno de sus aspectos (lo económico o lo social). Se da una “historia económica”, que estudia la economía política de los sistemas y de las formas que han desaparecido, es un estudio propio de economistas, que utiliza los métodos de investigación económicos (cuantitativos, estadísticos), y se diferencia de la “historia de la economía”, la cual es propia de los historiadores, pues es un estudio de uno de los tantos aspectos que conforman la realidad histórica. La historia económica cae en algunos abusos y excesos, como la reducción de lo total a lo económico, en vez de la integración de este aspecto en el todo. Además, esta historia ha sido instrumentalizada por una ilegitima pretensión de explicar la historia por la economía a través de la sociología, pasando a ser el instrumento que debe demostrar la ley formulada por el materialismo histórico, dejando a la historia económica en función de la historia social, cambiándole su objeto de estudio, pues ya no se preocupa de estudiar la economía política, sino los vínculos sociales surgidos a partir de las actividades económicas. Esta integración de la historia, la economía y de la sociedad en una sola disciplina se debe a una necesidad ideológica (para la tesis de Marx), mas no a una razón científica, pero esta pretensión es ilegitima, la historia económica no necesita desembocar en historia social o sociología, pues tiene su propia validez dentro de sus propios limites al estudiar su propio objeto. También el texto nos presenta la visión de la escuela histórica francesa (encabezada por Lucien Febvre, Marc Bloch y Georges Lefebvre) con respecto a la historia. La historia toda es social, pero esto no entendiéndolo de la manera evidente de que el hombre es social y necesita de otros desde que nace y durante toda su vida, de esta manera, toda historia es social, puesto que todo hombre nace y vive en sociedad, por lo que no tendría sentido hablar de una historia social; si no que para ellos, lo social tiene el sentido de “colectivo”, mas cerca de la sociología que de la sociedad. De aquí se puede diferenciar una “historia social” de una “historia de la sociedad”, en donde la segunda es un estudio histórico, el cual busca el conocimiento de uno de los aspectos de la realidad histórica (el social), estudiando una sociedad concreta, real, determinada en el tiempo y en el espacio, dándonos conocimientos verdaderos de hechos pretéritos, en cambio, a la historia social no le interesa mostrar una realidad pretérita, mas bien busca superar la historia tradicional (la de acontecimientos, la historia-relato, la cual se basa en el individuo y es de tiempo breve). La historia social le reprocha a la historia tradicional el convertir al individuo en el protagonista, siendo el individuo una abstracción, por lo que la historia social propone a la estructura social en ves del individuo como protagonista de la historia, pues esta estructura no sería una abstracción sino realidad. Cabe preguntarse qué es estructura, pero la respuesta no es clara, resulta ser un concepto no precisado tanto en economía como en sociología, pero hay algunos conceptos que han prevalecido. Y también cabe preguntarse si realmente la estructura es mas viva que la persona concreta (individuo), más bien podemos decir que la historia social despersonaliza la historia, la deshumaniza. Se da una desaparición del hombre concreto por la colectividad (según ellos “lo real”), cuyo concepto calza con la ideología marxista, ya no es el hombre (concreto) el protagonista de la historia, sino la masa, es decir, la colectividad social (el ser humano, pero de manera genérica), finalmente serán las clases sociales el motor de la historia.

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Page 1: SOBRE EL OBJETO DE LA HISTORIA (Pag. 82-117)

Seminario Mayor Filosofado San AgustínEstudiante: Walter Albrecht LorenziniProfesora: Lina Marcela CedeñoMateria: Filosofía de la historia

SOBRE EL OBJETO DE LA HISTORIA (Pag. 82-117)

El texto nos muestra los cambios ocurridos en el estudio de la historia, en referencia a su objeto, durante el último tiempo.

La historia versa sobre la realidad histórica, la cual consta de muchos aspectos o elementos, los cuales – unos con más preferencia que otros − han sido estudiados por los historiadores. Es una historia que trata sobre hechos pretéritos, y que se presenta como una historia de acontecimientos, episódica, una historia-relato. Pero ha empezado a ejercerse un cambio, y comienza a darse una historia socioeconómica que va desmantelando la historia, cambiándole su objeto y sus métodos, dejando de lado la realidad histórica, o reduciéndola toda ella a uno de sus aspectos (lo económico o lo social).

Se da una “historia económica”, que estudia la economía política de los sistemas y de las formas que han desaparecido, es un estudio propio de economistas, que utiliza los métodos de investigación económicos (cuantitativos, estadísticos), y se diferencia de la “historia de la economía”, la cual es propia de los historiadores, pues es un estudio de uno de los tantos aspectos que conforman la realidad histórica. La historia económica cae en algunos abusos y excesos, como la reducción de lo total a lo económico, en vez de la integración de este aspecto en el todo. Además, esta historia ha sido instrumentalizada por una ilegitima pretensión de explicar la historia por la economía a través de la sociología, pasando a ser el instrumento que debe demostrar la ley formulada por el materialismo histórico, dejando a la historia económica en función de la historia social, cambiándole su objeto de estudio, pues ya no se preocupa de estudiar la economía política, sino los vínculos sociales surgidos a partir de las actividades económicas.

Esta integración de la historia, la economía y de la sociedad en una sola disciplina se debe a una necesidad ideológica (para la tesis de Marx), mas no a una razón científica, pero esta pretensión es ilegitima, la historia económica no necesita desembocar en historia social o sociología, pues tiene su propia validez dentro de sus propios limites al estudiar su propio objeto. También el texto nos presenta la visión de la escuela histórica francesa (encabezada por Lucien Febvre, Marc Bloch y Georges Lefebvre) con respecto a la historia. La historia toda es social, pero esto no entendiéndolo de la manera evidente de que el hombre es social y necesita de otros desde que nace y durante toda su vida, de esta manera, toda historia es social, puesto que todo hombre nace y vive en sociedad, por lo que no tendría sentido hablar de una historia social; si no que para ellos, lo social tiene el sentido de “colectivo”, mas cerca de la sociología que de la sociedad. De aquí se puede diferenciar una “historia social” de una “historia de la sociedad”, en donde la segunda es un estudio histórico, el cual busca el conocimiento de uno de los aspectos de la realidad histórica (el social), estudiando una sociedad concreta, real, determinada en el tiempo y en el espacio, dándonos conocimientos verdaderos de hechos pretéritos, en cambio, a la historia social no le interesa mostrar una realidad pretérita, mas bien busca superar la historia tradicional (la de acontecimientos, la historia-relato, la cual se basa en el individuo y es de tiempo breve).

La historia social le reprocha a la historia tradicional el convertir al individuo en el protagonista, siendo el individuo una abstracción, por lo que la historia social propone a la estructura social en ves del individuo como protagonista de la historia, pues esta estructura no sería una abstracción sino realidad. Cabe preguntarse qué es estructura, pero la respuesta no es clara, resulta ser un concepto no precisado tanto en economía como en sociología, pero hay algunos conceptos que han prevalecido. Y también cabe preguntarse si realmente la estructura es mas viva que la persona concreta (individuo), más bien podemos decir que la historia social despersonaliza la historia, la deshumaniza. Se da una desaparición del hombre concreto por la colectividad (según ellos “lo real”), cuyo concepto calza con la ideología marxista, ya no es el hombre (concreto) el protagonista de la historia, sino la masa, es decir, la colectividad social (el ser humano, pero de manera genérica), finalmente serán las clases sociales el motor de la historia.

Page 2: SOBRE EL OBJETO DE LA HISTORIA (Pag. 82-117)

La historia social va estudiar lo constante y recurrente, para poder formular leyes sobre el desarrollo histórico y social, y no le interesa estudiar las diferentes sociedades concretas que han existido (eso corresponde a la historia de la sociedad). Podemos decir que la historia social no es historia, porque ya no estudia en si los hechos del pasado que han sido relevantes, sino que estudia los comportamientos colectivos y porque se basa en datos cuantitativos (esto para hacer algo que no se puede hacer en la historia, el formular leyes).

Pero para hacer historia social, hay que partir de la voluntad de considerar al hombre como miembro de la colectividad, y no como alguien especifico, el hombre es un miembro anónimo, una parte del grupo social, parte de un todo despersonalizado en su conjunto. Se parte haciendo una historia descriptiva, la cual es pronto superada al aplicarle el método cuantitativo a la investigación de las estructuras sociales, pero no basta solo con eso, sino que además se necesita una hipótesis sobre la cual analizar los datos cuantitativos, que por si mismos no nos dicen mucho. Finalmente la historia social ya nos busca conocer algo que sucedió (objetivo de la historia), sino, más bien de construir una historia según un modelo previo (la hipótesis que dan validez a los datos cuantitativos), eliminando para ello tanto los factores aberrantes como las apariencias y, en general, todo dato que no corresponda al modelo. Podemos contemplar a partir de esto, que la “historia social” no es “historia”, sino que es un desmantelamiento de la historia, despojándola totalmente de su objeto y de los métodos que le son propios.

Finalmente el texto nos presenta una ultima pretensión de historia, la llamada “historia total”, cayendo en la tendencia a la totalidad que es común dentro de las ciencias sociales. Es una pretensión de que la historia lo englobe todo, pero esto no se puede dar, ya sea entendiéndolo como que la integración de todas las ciencias sociales en la historia total (cosa que ya intento Comte en la sociología y fracaso), o ya sea en que la historia abarque todo, cosa fuera de alcance para las posibilidades humanas. Por último, esta historia total, también llega a identificarse con el materialismo histórico, en a partir de la relaciones sociales salidas de lo económico se explica todo lo demás.

Podemos concluir de todo esto, que la historia al ser intervenida por otras disciplinas ajenas a ella, termina dejando de ser historia, pues pierde su identidad propia, su objeto y su método, para convertirse en lo que no es. Y muchos de estos cambios se han dado no por un interés netamente científico, sino muchas veces por un interés ideológico (como ya se ha notado, todas se van identificando con la tesis de Marx).