sobre el matrimonio

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 29 de marzo de 2010 a las 21:34  Am ig os  Él le propuso matrimonio, sabiendo que le quedaba a ella cuando menos tres semanas de vida. Ella se sintió conmovida y sólo atinó a contestar: ¡Qué gesto tan delicado! No es un gesto replicó él. Pero no tiene sentido insistió ella. Me haría muy feliz dijo él.  Aún con la carga del pesimismo sobre los labios, ella preguntó: ¿Cuánto tiempo? —Por el tiempo que sea… — contestó él. ¿Por qué?  volvió a preguntar ella, pues sabía q ue entr e todas las locuras posibles, casarse co n una enferma terminal no valía la pena. Pero él, sin dejar de sostenerla de los brazos, explicó: Una vez oí la historia de un hombre que era cazado por un tigre. Llegó a una cima y cayó. Pero se agarró de una rama. Quedó colgado, justo fuera del alcance del tigre. Bajó la vista, ¿y sabes qué vio? No.  A otro tigre, esperando a que él cayera. Entonces, sintió q ue la rama qu e lo sostenía comenzaba a desprenderse del tronco. »Mientras todo esto pasaba, vio que crecía en la rama, junto a él, una solitaria mata de fresas silvestres. Y con la mano que le quedó libre, se acercó y las tomó. Y se las comió, y pensó para sí mismo: “¡qué maravillosas fresas!”… Ella no dijo nada. Y sin dejar de mirarlo, se enterró en la ternura de un abrazo intenso diciéndole para siempre aquella frase que nunca en su vida se había animado a decir: “¡Te amo!”  Tomado de la serie “El increíble Hulk”  Tomado de http://4everstatic.com/

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Mientras todo esto pasaba, vio que crecía en la rama, junto a él, una solitaria mata de fresas silvestres. Y con la mano que le quedó libre, se acercó y las tomó. Y se las comió, y pensó para sí mismo: “¡qué maravillosas fresas!”…

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  • 29 de marzo de 2010 a las 21:34

    Amigos

    l le propuso matrimonio, sabiendo que le quedaba

    a ella cuando menos tres semanas de vida.

    Ella se sinti conmovida y slo atin a contestar:

    Qu gesto tan delicado!

    No es un gesto replic l.

    Pero no tiene sentido insisti ella.

    Me hara muy feliz dijo l.

    An con la carga del pesimismo sobre los labios,

    ella pregunt:

    Cunto tiempo?

    Por el tiempo que sea contest l.

    Por qu? volvi a preguntar ella, pues saba que entre todas las locuras posibles, casarse con

    una enferma terminal no vala la pena.

    Pero l, sin dejar de sostenerla de los brazos, explic:

    Una vez o la historia de un hombre que era cazado por un tigre. Lleg a una cima y cay. Pero

    se agarr de una rama. Qued colgado, justo fuera del alcance del tigre. Baj la vista, y sabes

    qu vio?

    No.

    A otro tigre, esperando a que l cayera. Entonces, sinti que la rama que lo sostena comenzaba

    a desprenderse del tronco.

    Mientras todo esto pasaba, vio que creca en la rama, junto a l, una solitaria mata de fresas

    silvestres. Y con la mano que le qued libre, se acerc y las tom. Y se las comi, y pens para s

    mismo: qu maravillosas fresas!

    Ella no dijo nada. Y sin dejar de mirarlo, se enterr en la ternura de un abrazo intenso dicindole

    para siempre aquella frase que nunca en su vida se haba animado a decir: Te amo!

    Tomado de la serie El increble Hulk

    Tomado de http://4everstatic.com/