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SUELOS Sobre las rocas calizas que constituyen porciones importantes de la sierra de San Carlos, y la mayor parte de la de Tamaulipas, se asocian suelos someros, similares a los que se han descrito en los apartados de la Sierra Madre Oriental, y que se denominan Litosoles y Rendzinas. En las bajadas de las sierras se localizan Regosoles éutricos, aun cuando predominan los-Feozem háplicos, que se derivan de aluviones, y son producto de rocas distintas a la caliza, así como Vertisoles pálleos, también aluviales, pero más relacionados con las Rendzinas, en cuanto a su origen. En los pequeños valles se encuentran algunos» Feozem, Cambisoles arenosos y Fluvisoles, suelos de aluviones y fluviales recientes. Por último, en algunas bajadas, sobre todo en aquellas al sur de la sierra de Tamaulipas, se localizan Rendzinas y Regosoles sobre horizontes de caliche o petrocálcico. 73 vp-Kk- San Fernando 1 Purls¡ma de Cor L3 jPwta L>OTIIflRO % Quiotes Santane^vfrTnéi VP -h XM/3T Xk + Vc/2 cu '/ "Ft Bdrreial jp ... I »Vp'3 301% vil. : 7/ íl Saui Rk -i. Vc¿73 , f ' Vp/3 /.Na»bsc Wendo/a INEGI. Síntesis geográfica del estado de Tamaulipas. 1983

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SUELOS

Sobre las rocas calizas que constituyen porciones importantes de la sierra de San Carlos, y la mayor parte de la de Tamaulipas, se asocian suelos someros, similares a los que se han descrito en los apartados de la Sierra Madre Oriental, y que se denominan Litosoles y Rendzinas. En las bajadas de las sierras se localizan Regosoles éutricos, aun cuando predominan los-Feozem háplicos, que se derivan de aluviones, y son producto de rocas distintas a la caliza, así como Vertisoles pálleos, también aluviales, pero más relacionados con las Rendzinas, en cuanto a su origen. En los pequeños valles se encuentran algunos» Feozem, Cambisoles arenosos y Fluvisoles, suelos de aluviones y fluviales recientes. Por último, en algunas bajadas, sobre todo en aquellas al sur de la sierra de Tamaulipas, se localizan Rendzinas y Regosoles sobre horizontes de caliche o petrocálcico.

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VEGETACION

En los terrenos de la sierra de Tamaulipas predominan las selvas bajas caducifolias. Estas se encuentran en todas las laderas de la sierra, que representa la parte central de una extensa área cubierta de selvas, o vegetación secundaria de este mismo tipo, y que se extiende —como se ha visto— al poniente, sur, sureste y noreste de la misma, sobre terrenos de la subprovincia de las Llanuras y Lomeríos. Es precisamente en la sierra de Tamaulipas donde las selvas de este tipo se encuentran menos perturbadas, lo cual no significa que la influencia humana no sea considerable. Hacia las partes más elevadas de la sierra se encuentran los bosques de encino, y pequeñas porciones de encino-pino. Los encinos, árboles del género Quercus, se presentan como componentes de las selvas en zonas de relativa altitud —cercanas a los 500 m sobre el nivel del mar— por debajo de los bosques. En las partes más bajas de la sierra, sobre todo en las laderas occidentales y en áreas cercanas a ellas, se localizan matorrales submontanos. Elementos de dichos matorrales

Matorrales submontanos sobre las laderas de la sierra de San Carlos

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también se entremezclan en las selvas bajas, y forman parte de su composición. La selva baja caducifolia es una asociación en la que predominan especies arbóreas que no alcanzan los 20 m de altura, y que pierden en su mayoría el follaje durante la sequía invernal.

En condiciones de poco disturbio el estrato superior suele ser denso y domina claramente sobre los demás en cuanto a cobertura, número de individuos y cantidad de especies presentes. Las selvas bajas caducifolias se localizan en

muchas áreas del país, preferentemente en aquellas con climas cálidos y semicálidos subhúmedos, transicionales hacia los semisecos y que presentan una época seca bien definida e intensa durante los meses de invierno y primavera. Se les encuentra con frecuencia sobre suelos someros, pedregosos y con topografía accidentada, como ocurre en el caso de la sierra de Tamaulipas. Las selvas menos perturbadas de esta sierra presentan un estrato superior dominante con alturas promedio de 8 metros, en el que sobresale el ébano fPithece/lobium flexicaule), el aguacatillo (Pohebe tampicensis) y el cruceto {Randia laetevirens), así como otras especies entre las que se encuentran, como se dijo, los encinos y plantas que son propias de los matorrales submontanos. En diversas partes de la sierra se ha alterado la selva por efecto del pastoreo y la explotación forestal a nivel doméstico. En ocasiones ha sido desmontada totalmente para la inducción de pastizales, o con fines agrícolas. Al quedar abandonados, estos claros suelen repoblarse con algunas de las especies de selvas y matorrales, dando como resultado acahuales, o vegetación secundaria arbustiva y aun arbórea El matorral submontano predomina sobre los terrenos de la sierra de San Carlos. Su distribución es de 200 a 800 m de altitud. Los elementos que lo conforman no presentan espinas, y sus alturas varían según el grado de disturbio que tenga. Es común que posea tres estratos bien definidos y uno adicional donde los elementos son únicamente eminencias y sobrepasa al estrato superior en altura como es el caso de algunas yucas. Este matorral suele ser denso y se desarrolla sobre suelos someros, en laderas o bajadas de la sierra, bajo un clima semicálido subhúmedo, como lo vemos aquí. Algunos de los elementos más característicos que lo componen son barreta (Helietta parvifolia), corva gallina (Neopringlea ¡ntegrifoHa), árboles del género P/thecel/obium, anacahuite (cordia boissieri), tullidora (Karwinskia humboldtiana) y acacias, etcétera. El bosque de encino se encuentra distribuido en manchones sobre las partes este y oeste de la sierra de San Carlos, a altitudes de 700 a 1 000 m. Tal como sucede en la sierra de Tamaulipas, el bosque de encino está formado por gran variedad de árboles del género Quercus. Este tipo de bosque se describe más ampliamente en la provincia de la Sierra Madre Oriental, subprovincia de la Gran Sierra Plegada. El bosque de pino —al igual que los siguientes tipos de vegetación— se encuentra en una mínima proporción sobre estas zonas serranas. Se localiza en un manchón sobre el lado suroeste de la cordillera, a una altitud de 800 m. El bosque de encino-pino se encuentra en un pequeñísimo manchón en la parte suroeste del macizo montañoso, a 1 200 m sobre el nivel del mar. A este bosque lo conforman elementos del género Quercus y del género Pinus donde domina el encino sobre el pino. El matorral espinoso tamaulipeco es un tipo de vegetación poco común en la zona, el cual

SUELOS Y VEGETACION Discontinuidad Fisiográfica: Sierra de San Carlos

Sistema de Topoformas

Suelos Vegetación

Sierra

Valle

Rendzinas y Litosoles asociados a Feozem háplico y Regosol calcárico en fase petrocálcica; todos en laderas y cumbres.

Rendzinas asociadas a Litosol y Feozem háplico en fase petrocálcica y lítica.

Matorral submontano en laderas y cumbres, bosque de encino, bosque de pino en las partes más altas de la sierra, además pequeñas porciones de Mezquital,

Matorral submontano con Mezquital.

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se describe en la provincia de las Grandes Llanuras de Norteamérica, subprovincia de las Llanuras de Coahuila y Nuevo León. Sin embargo, en la Sierra de Tamaulipas puede mostrar fisonomías diferentes en donde presente cuatro estratos o sólo algunos de ellos. Se localiza entre 300 y 400 m sobre el nivel del mar, en pequeños manchones al suroeste y sureste de la sierra. Algunos de sus componentes son: cenizo

(Leucophyllum frutescensj, granjeno (Ce/tis paUida), cruceto (Randia acu/eata), gavia (Acacia amentácea) y otros. El mezquital se distribuye en pequeños manchones al suroeste, sobre el valle, y al norte sobre la sierra, a una altitud de 250 a 550 m. Es una comunidad compuesta principalmente de mezquites. (Prosopis spj, los cuales pueden estar acompañados por huizaches (Acacia spj y otros elementos

como Pithecellobium sp. Esta comunidad, al igual que el matorral espinoso tamaulipecO' se describe en la provincia de las Grandes Llanuras de Norteamérica, subprovincia de las Llanuras de Coahuila y Nuevo León. La selva baja espinosa se encuentra en un pequeño manchón aislado al sureste de la sierra. Esta selva se distribuye más ampliamente en la subprovincia Llanuras y Lomeríos, donde se le describe con detalle.

SUELOS Y VEGETACION Sierra de Tamaulipas

Sistema de Topoformas

Suelos Vegetación

Sierra baja Litosoles y Rendzinas asociados con Feozem háplico en fase lítica

Selva baja caducifolia, bosque de encino y matorral submonrano

Lomerío Rendzinas asociadas a Vertisol pélco, Regoso1 éutrico v Litosol en fase lítica.

Secundario de selva baja caducifolla y matorral submontano

Valle Feozem háplico asociado a Camisol éutr co en fase lítica.

S'n vegetación natural

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POSIBILIDADES DE USO AGRICOLA DE LA TIERRA

Los terrenos situados en las discontinuidades fisiográficas de las sierras de San Carlos y Tamaulipas son, en un 80% de sus áreas, campos inapropiados para labores agrícolas, pues los suelos tienen profundidades menores de 1 0 cm, su relieve es irregular con pendientes mayores de 40%, los afloramientos rocosos están distribuidos en forma desigual, y cubren más del 50% de su superficie. Los lomeríos asociados a la sierra de San Carlos tienen un relieve moderadamente ondulado, con pendientes menores de 30%,

los suelos no son mayores de 20 cm de profundidad y la pedregosidad superficial-y los afloramientos rocosos no cubren más del 40% del área. Debido a estas características y al clima cálido subhúmedo de la zona, sólo es posible llevar a cabo prácticas agrícolas de carácter manual estacional, pero con limitaciones fuertes para la labranza y el desarrollo de los cultivos, y, naturalmente, sin ninguna posibilidad de contar con infraestructura para riego. En el resto de ambas zonas se localizan áreas de lomeríos con bajadas y pequeños valles donde se puede llevar a cabo agricultura mecanizada continua, con limitaciones ligeras

para el desarrollo de los cultivos y las prácticas de labranza; no obstante, existen restricciones importantes para el establecimiento de obras de infraestructura para riego, debido al grado de inclinación de la pendiente —6 a 9% —, la la profundidad del suelo —40 a 45 cm— y la obstrucción superficial —30% — . Sin embargo, se debe considerar que estas características no impiden la introducción de riego, por lo que al implantarse éste, se obtendrían dos ciclos agrícolas anuales como mínimo, sin que para ello cuenta el clima de esta zona —cálido subhúmedo —, que no es suficientemente lluvioso para permitir agricultura de temporal.

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