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S^;;NACI©N

F- ¿Mi

ARCHIVOLOGIA

DOCUMENTOS

DOCUMENTOS DE OTROS ARCHIVOS

ANALECTAS DE ARCHIVO

MISCELANEA

BIBLIOGRAFICAS

CORRESPONDENCIA

INDICES

PUBUCACIONES RECIBIDAS

í

CONTENIDO:

A R C H I V O L O G I A

Misiones Gemelas, por Mario Briceño Perozo 5

Día del Archivero-Homenaje a Miranda, por P. N. Tablante Garrido . . . 11

El Segundo Congreso Bolivaríano de Archiveros, por M.B.P 261

D O C U M E N T O S

Parte del expediente contra el Coronel Diego Jalón, natural de España y vecino de Caracas, quien llegó al grado de Coronel en el Ejército patriota (1812) 13

Acuerdo de la Junta Superior de Archivos 18

Premio "Archivo General de la Nación" (1974) 19

Decreto por el cual se crea el Día del Archivero 21

Circular de la Presidencia de la República 22

Misión en Archivos de San Thomas-lslas Vírgenes (Manuel Pérez Vila) 23

Partes de las Batallas de Junín y Ayacucho 267

Homenaje a Fray Bartolomé de las Casas 320

Premio Archivo General de la Nación 321

Libros de Miranda 322

Carta del Hmno. Nectario María 323

Informe General de las actividades culturales históricas realizadas por el Hmno. Nectario María durante el año 1974 324

DOCUMENTOS DE OTROS ARCHIVOS

Ordenanzas de la Real Audiencia y Cancillería Real, 1805 27

Disposiciones testamentarias del Gral. Antonio José de Sucre 330

i

A N A L E C T A S DE A R C H I V O

El Libertador Simón Bolívar presenció y dirigió la Batalla de Boyacá, por Ulises Rojas 147

San Francisco de Caracas no fue fundado en 1574 por Lino Gómez

Cañedo 152

El Libertador y el Canal de Panamá, por Eloy González 333

Estiércol del Diablo, por Mario Briceño Iragorry 335

Bolívar y la Sociología por Genaro Salinas Quiroga 337

El Maestro del Libertador por José H. Estrada Morales 380

ll^uicios injustos sobre Bolívar por Esteban Páez Polo 344

M I S C E L A N E A "%

Revista del Archivo General de la Nación. — Centenario de Arcaya. Teotlalpan. — Boletín Interamericano de Archivos. — Fernando Carrasquel. — 30 años en la Judicatura. — Revista de la Sociedad Bolivariana de Venezuela. — Bodas de oro de "El Vigilante" . — El Presidente de la Academia Nacional de Medicina. — Academia Norteamericana. — Centenarios. — Vil Congreso Nacional df Historia. . Orden Cristóbal Mendoza. — Francisco Escude'o y Perosso. — 20 Años de un Boletín

Sensible baja. Muerte de Páez Pumar. Esther de Añez. Distinción a Luis Pastori. VI Foro Rotarlo Boliviano. Sesquicentenario de Junín. IV Jornadas de Bibliotecología y Archivología. Muerte de Diego Suárez. Bicentenario de Rodríguez Domínguez. Andiep. Sesquicen­tenario de Ayacucho. Fallecimiento del Profesor Crema. Premio Jaime Bausate y Mesa. Acto de fin de año

157

359

B I B L I O G R A F I C A S

Helólas Martán Góngara. Indalecio Liévano Aguirre. "Bolivarismo y Monroísmo". Biblioteca Venezolana de Historia. C. 15. Talleres de la Caja de Trabajo Penitenciario, Caracas, 1971, 98 pp 169

Nicolás Perazzo.Tomas Pérez Tenreiro. "Los sucesos militares de Coro en los años de 1821 y 1822". Biblioteca Venezolana de Histo­ria. Vol. 16. Gráficas Continente, S.A. Caracas, 1972. 411 pp 171

Pascual Venegas Filardo. Miguel Zúñíga Cisneros. "Ensayos". Univer­sidad Central de Venezuela, Caracas, 1973. 267 pp 173

Pascual Venegas Filardo. Américo Briceño Valero. "Geografía del Estado Trujillo". Actualizada por el Ing. Jesús Briceño Enriquez. Imprenta Oficial de Trujillo. Trujillo, 1973. 351 pp 175

Eleazar Pérez Peñuela. Nicolás Perazzo. "La Inmigración en Venezuela 1830 1850". Biblioteca Venezolana de Historia. Vol. 17. Gráficas Continente, S.A. Caracas, 1973. 375 pp 179

R. J. Lovera De Sola. Agustín Millares Garlo "Inter-Volumina". Cuader­nos Literarios. A. E. V. Imprenta del Ministerio de Educación. Cara­cas, 1973. 270 pp 183

Luis Beltrán Guerrero. "Catorce Veces Jorge". Homenaje de Catorce Poetas al eximio sonetista Jorge Schmidke. Imprenta Nacional. Caracas, 1974. 75 pp 185

Bibliografía Archívística (Nota tomada del Boletín de la Asociación Archívística Argentina) 189

Pascual Venegas Filardo. Manuel González Abreu. "Dependencia Colo­nial Venezolana. 177 p. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Caracas, 1974 368

Eleazar Pérez Peñuela. P. N. Tablante Garrido. "Rafael Antonio Uzcáte-gui". Ediciones del Concejo Municipal del Distrito Libertador. Im­preso por Euroamérica. Mérida. 1974. 25 pp 371

Ricardo Archila. Gabriel Briceño Romero. "Historia de Instituciones y Días Estelares de la Humanidad". Impreso por "Artegrafía", C. A. Caracas, 1974. 508 pp 374

Pascual Venegas Filardo. Pedro P. Barnola, S. J. Afirmaciones de Cul­tura, 195 pp. Ediciones de la Presidencia de la República Cara­cas, 1973 377

A. Francisquez Guzmán. Jorge Schmidke. "Acantos Trujillanos". 54 pp. Ediciones del Ejecutivo del Estado Trujillo, Caracas, 1973 379

Pascual Venegas Filardo. Víctor M. Alvarez. "Temas de Derecho So­cial". 286 pp. Empresa El Cojo, C. A., Caracas, 1974 381

C O R R E S P O N D E N C I A

David M. Szewczyk, Philadelphia 191

Daniel Raposo Cordeiro, Syracuse 192

Jorge W. Willacres M., Guayaquil 192

Tito Gutiérrez Afaro, Caracas 193

Luis Sánchez Belda, Madrid 194

Guillermo Durand Florez, Lima, P e r ú 194

John V. Lombardi, Bloomington, Indiana 195

Roberto Harker Valdivieso, Bucaramanga, Colombia 196

Manuel J o s é Forero, B o g o t á . Colombia 197

Rafael D'Auria C ó r d o b a , Argentina 197

Paul Verna, Caracas 198

Rafael J o s é Neri, Caracas 198

Z. Henrique E s c a l l ó n Camacho, B o g o t á . Colombia 199

Thelmo Zegarra Andrade, Trujiilo, P e r ú 200

David M. Szewczyk, Philadelphia 202

David M. Szewczyk, Philadelphia 202

Luis Brea Boyer, Caracas 384

Octavio R. Petit Petit, Coro (Estado F a l c ó n ) 385

Lucio P a b ó n N ú ñ e z , Colombia 386

R a m ó n C . Correa, Tunja, Colombia 387

Enrique de G a n d í a , La Lucila. Argentina 388

Daniel A. Vintinilla R a m í r e z , Cuenca, Ecuador 389

EarI E. OIson, Sait Lake City ,Utah 390

A n d r é s A. Roverano, Santa Fe, Argentina 391

M a r í a Esther de Andrade Coello, Quito, Ecuador 392

Carlos Alberto Escobar M a r t í n e z , Buenos Aires, Argentina 393

Hugo Moncayo, Quito, Ecuador 394

Elio Lodolini, Roma, Italia 395

I N D I C E S

G o b e r n a c i ó n y C a p i t a n í a General. T. LVIII, a ñ o 1976, Extractos

1/106 (cont.) 203

Intendencia de E j é r c i t o y Real Hacienda. T. LXXXIII. A ñ o 1793 396

Gran Colombia-Papeles de Guerra y Marina. T. CVI , CVII , a ñ o 1826 . . 411

PUBLICACIONES RECIBIDAS 223 y 459

's ••

ANALECTAS DE ARCHIVO i

I

EL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR PRESENCIO Y DIRIGIO LA BATALLA DE BOYACA

Hace algunos días un distinguido miembro de la Aca­demia Colombiana de Historia concedió un reportaje en el Puente de Eoyacá en el cual puso en duda la presencia del Libertador en la Batalla.

Varias personas se acercaron a nosotros 'extrañadas por esta actitud y nos solicitaron una aclaración al respecto.

Aquél historiador a ejemplo de dos o tres más, funda­dos única y exclusivamente en una relación de las batallas de Pantano de Vargas y Puente de Boyacá, escrita de oídas por el señor Elias Prieto Villate, 74 años después de la Ba-tailla, cuando ya por su edad y los estragos del alcohol fa ­llaban sus facultades, dijo: "Cuando el Libertador y los que lo acompañaban, llegaron ai lugar del combate, que serían las cuatro de la tarde, ya estaba dec id ido . . . " Fuera de es­to, no hay ningún otro documento histórico que confirme las palabras del señor Prieto. En cambio, testigos de toda excepción, que asistieron a la Batalla desde el principio hasta el f in , a f i rman que el Libertador no solamente estu­vo presente en ella, sino que dio las órdenes del caso para obtener el rápido vencimiento del enemigo. El General Francisco de P. Santander en su estudio titulado " E l Gene­ral Simón Bolívar en la Campaña de la Nueva Granada en 1819", dice lo siguiente: "En Boyací terminó esta campaña célebre, que se ha ejecutado con los esfuerzos de los jefes.

148 A R C H I V O G E X E R A L C E L A > : A C I O X

con el valor de los soldados, con la cooperación de los pue­blos; con la constancia de todos; pero de que habría valido todo esto SI EL GENERAL BOLIVAR N O DIRIGE Y PRE­SENCIA LAS OPERACIONES?"

"En el Boletín del 8 de agosto se ha referido ya la Ba­tal la de Boyacá y yo no añadiré otra cosa sino oue EL GE­NERAL BOLIVAR PRESENTE EN TODOS LOS PUNTOS DE ACCION, DIO LAS ORDENES PRECISAS para hacer br i l lar el valor de las tropas, el esfuerzo de los jefes y oficiales y terminar de una vez la obra que había tomado a su cargo".

Y en la carta de 6 de agosto de 1 8 2 3 , decía el mismo General al Libertador: "Mañana hace cuatro años que us­ted nos dio un día grande en Boyacá, estoy cierto de que por la noche de aquél día cuando descansábamos en Ven-taquemada no calculaba usted que a esta fecha estaríamos reconocidos por los Estados Unidos."

• E l mismo parte del combate da a entender la pre­sencia del Libertador en la batalla, cuando dice: "Su Excelencia ha quedado altamente satisfecho de la conduc­t a de todos los Jefes, oficiales y soldados del ejército Liber­tador en esta jornada memorable".

^Tuera de estos testimonios podemos aducir los siguien­tes: E l Coronel Antonio Obando, más tarde General, quien comandaba el Batallón 1 ' de Línea en l a Batalla de Boyacá, dice en su relación de aquella memorable jornada: " E l Ge­neral Bolívar con nuestra retaguardia, siguió el m.ovimien-to de Barreiro y se formó u n frente a l lado opuesto del río". Esta afirmación corrobora lo dicho por el General San­tander.

El General Tomás Carlos W r i g t h , quien también con­currió a la batalla, antes de llegar a l grado de General, ha­ciendo parte de la Legión Británica, dice en su importante narración: "La mañana siguiente, 7 de agosto de 1 8 1 9 , Bo­lívar em.prendió una rápida marcha desde Tunja para in -

A N A L E C T A S D E A R C H I V O 149

terceptarlo (a Barreiro) y aconteció entonces la memorable batalla de Boyacá. Cada cuerpo peleó allí con máxima bra­vura emulándose entre sí. BOLIVAR SE DIRIGIA A CADA UNO SEPARADAMENTE, DICIENDO ALGO CONMOVE­DOR MIENTRAS A V A N Z A B A N Y ELLO EN LO MAS RE­CIO DEL FUEGO." Decíales a algunos que los ingleses se reían de ellos, y al "Albión" que el "Rifles" les estaba en­señando el camino para recordarles que eran ingleses y que todas las miradas estaban fijas en ellos, etc. En esa ba­tal la el General Anzoátegui, que comandaba la División a que pertenecían "Rifles" y "Albión", se comportó de mane­r a s imilar a la de Bolívar, y siempre se le vio desde el p r i n ­cipio hasta el f i n de día, en lo más recio de la lucha, por lo que en justicia podría llamársele el Rey de aquella j oma­da: el bravo de los bravos".

Es imposible que todos estos ático» testigos, que pre­senciaron aquella gloriosa jornada y escribieron en épocas y lugares distintos, se hayan puesto de acuerdo para af ir ­mar, no siendo verdadero el hecho, que el Libertador había dirigido personalmente la batalla de Boyacá y había estado presente en todo el curso del combate.

El Teniente Coronel Sebastián Díaz, Jefe del Estado Mayor del Ejército realista, informó desde Mompós a l V i ­rrey Sámano, en u n diario que comprende desde el 4 de agosto de 1 8 1 9 hasta el día siete del mismo, sobre los por­menores de la Campaña y dice que " la División se puso en marcha desde el pueblo de Motavita el 7 de agosto a las 3 y 3 0 de la madrugada." Este dato que al parecer, no tiene mayor importancia, nos sirve para establecer el tiempo gastado por el Libertador en su recorrido en la mañana de ese día, quien debió ser informado de la marcha de Barrei­ro, una hora después, es decir, a las 4 y 3 0 de la mañana y a las 5 emprendería su ascenso al Alto de San Lázaro para observar personalmente la marcha del ejército realis­ta y debió permanecer en el Alto hasta cuando el ejército llegó a l sitio de Mata Redonda en donde se bifurcan los ca­minos que conducen, el uno a l Puente de Boyacá y el otro

150 A R C H I V O G K X E R A L U E L A X A C J O N

a Samacá por el camino de Fijaos. Cerciorado el Liberta­dor qué camino tomaban las tropas de Barreiro, dio la or­den por medio de sus edecanes a l General Santander para que el ejército que permanecía ya formado en la plaza de Tunja, saliera por el camino de Bogotá con la orden expre­sa de atacar al enemigo donde lo encontrara. A continua­ción bajó a la ciudad, almorzar rápidamente y seguir tras sus tropas.

En el año de 1 9 5 0 la Academia Boyacense de Historia se valió de una campaña del ejército acantonado en Tunja, para que con su equipo de combate recorriera por el mis­mo camino existente en 1 8 1 9 las distancias que hay entre Motav i ta y el Puente de Boyacá. Conforme a ese recorrido el tiempo gastado fué el siguiente: De Motavita a Mata Re­donda cuatro kilómetros, a u n aire de marcha de 2 0 minu­tos por kilómetro, es decir, una hora y 2 0 minutos, de suer­te que a las seis y media de la mañana, el Libertador ya conocida la ruta del ejército realista podía estar de vuelta en Tunja, en donde debió llegar a más tardar media hora después a las 7 de la mañana, y si como se dice almorzó en Tunja, bien pudo hacerlo a las diez de la mañana, que era más o menos la hora que en ese entonces se acostumbra­ba. En el almuerzo no podía gastar más de dos horas, pero suponiendo que así fuera, de las doce del día a las dos de la tarde tuvo tiempo suficiente para llegar al campo de Boyacá cuando se oían los primeros disparos.

Se trataba de dar f i n a una campaña de más de 8 0 días llena de peligros y de una orden de atacar al enemigo donde lo encontraran. Ante estas circunstancias y conocido el espíritu del Libertador, podría aceptarse que mientras sus tropas marchaban a enfrentarse a l enemigo, permane­ciera en Tunja, muy tranquilo haciendo sobremesa?

Pero hay otros testimonios que no por ser de gentes humildes, no deban tenerse en cuenta. Don José Miguel Granados Puerto, distinguido institutor , recogió de labios de Miguel Toca el siguiente relato: Yo era uno de los en-

A N A L E C T A S D E A R C H I V O ^ | | |

cargados de cuidar de las cabalgaduras del Generál̂ lSfelí-írsv»'-'"''̂ ^^ _ •

var y lo acompañe en la mañana del 7 de agosto de al Alto de San Lázaro para ver qué camino iba a següii" el ejército realista. En el Alto se desmontaron los Jefes que iban con él y yo tomé de diestra el caballo del General Bo­lívar. M i amo Simón observaba con un anteojo la marcha de los realistas. Allí permanecimos largo rato y luego con­tinuamos a pie por este lado de la cordillera hasta encon­trar el camino que viene de Samacá a Tunja; allí mandó el General Bolívar a oíros Jefes que se encaminaran a Tunja a ordenar que nuestro ejército marchara por el camino que va a Bogotá, y después bajamos por el camino de Sa­macá a Tunja. Allí almorzamos muy de prisa y luego se­guimos el camino que llevaban nuestros compañeros. Des­pués de haber andado bastante llegamos a una venta que me parece la l laman "La Yerbabuena" y les ordenó a los soldados que alcanzamos, que apretaran *el paso, porque se oían disparos muy seguidos y cuando llegamos a una cuchilla divisamos que ya principiaba la batalla. El Gene­ra l Bolívar ordenó a uno de los jefes que extendieran unos batallones por la cuchilla de la derecha y se trabó la pelea. M i General me dejó con los otros muchachos para cuidar los caballos que llevábamos, pero ellos que tenían deseos de pelear me dejaren solo con las cabalgaduras que me iban dando mucho que hacer por lo ariscas; yo f u i bajando ha­cia una casa grande de teja que hay junto al camino y cuando llegó el General Bolívar a donde yo estaba, me pre­guntó por Martínez para que le recibiera el caballo, quien al f i n llegó con otro muchacho y traían dos prisioneros muy bien vestidos. Después supe que Martínez traía al mismo General Barreiro."

La anciana Custodia Ulloa, que conoció a l Libertador el día de la Batalla de Boyacá, le refería pormenores de ese día a l más tarde General Eliécer Gómez Mayoral , y entre otras cesas le decía: "Serían como las dos o las tres de la tarde y ya no venían más soldados por el camino. Ibamos subiendo el Alto del Moral cuando asomaron cerquita a nosotros unos militares, todos de a caballo. Adelante venía

1 3 2 A R C H I V O G E X E R A L D E L A N A C I O N

el que mandaba, carilargo, de sombrero alón y botas fuer­tes. No nos miró mal y andando muy ligero preguntó: Hace bastante rato pasó el ejército por aquí? Sí señor, contestó m i padre casi temblando; ya debe estar cayendo a Casa de Teja. Los dichos jinetes siguieron corriendo y parecían la misma trampa; entonces m i padre nos dijo: Ese es el mismo BoUvar, el General de los insurgentes, a m i me lo mostra­r o n ayer en Tunja "

Quienes han sostenido que el Libertador Simón Bolívar no estuvo en la Batalla de Boyacá, o ponen en duda su pre­sencia en ella hasta hoy no han podido presentar otro ar­gumento valedero distinto de lo dicho por el señor Prieto Vil late , 7 4 años después de la batalla. Querer desvirtuar lo aseverado en dos oportunidades por el propio General San­tander y por los Generales Antonio Obando y Tomás W r i g t h , áticos testigos que actuaron en el combate, así co­mo lo referido por Miguel Toca y Custodia Ulloa, es querer desvirtuar u n hecho perfectamente comprobado, cosa i m ­propia de historiadores serios e imparciales, porque se pue­de ser todo lo santanderista que se quiera, sin necesidad de querer restarle a l Libertador su gloria.

i Ulises Rojas Presidente de la Boyacense Academia de Historia

SAN FRANCISCO DE C A R A C A S

NO F U E FUNDADO E N 1574

U n interesante reportaje (EL UNIVERSAL, 21 de ene­ro de 1 9 7 4 ) ha llamado la atención sobre la proximidad del cuarto centenario de la fundación de San Francisco de Ca­racas. M u y oportuno es el recuerdo porque Venezuela debe celebrar — y celebrarlo dignamente— este centenario. La iglesia y el convento de San Francisco, además de consti­t u i r el monumento arquitectónico más importante que nos

A N A L E C T A S D E A l t C H I V O

queda de la vieja Cracas, se hal lan unidos por muchos y altos motivos a la historia venezolana de todos los tiempos. En la iglesia recibió Bolívar el título de Libertador y allí sus restos mortales recibieron solemnísimas honras cuando Venezuela hizo el acto justiciero de rescatarlos. En el con­vento tuvo su primera sede la Universidad Central y las principales instituciones culturales de la joven nación inde­pendiente; hoy alberga a todas las academias nacionales. Por algo había sido desde muy temprano en el siglo X V I I el primer centro de enseñanza superior que hubo en Vene­zuela. Esto para mencionar sólo algunos de los títulos a la grat i tud nacional que puede exhibir San Francisco de Ca­racas.

Pero lo que convendría aclarar desde u n principio, y ta l es m i propósito, es que los cuatrocientos años del histó­rico convento caraqueño no se cumplen en el presente año de 1 9 7 4 sino en 1 9 7 6 , o si se quiere, muy a fines de 1 9 7 5 . La documentación de que hoy disponemos permite, en efec­to, a f i rmar que San Francisco de Caracas sólo pudo ser fundado, lo más pronto, a fines de 1 5 7 5 . El testimonio f u n ­damental se encuentra en la conocida Relación del gober­nador Juan de Pimentel, escrita en diciembre de 1 5 7 8 y no en 1 5 7 7 , com.o siguen escribiendo algunos distraídos. "Co­menzóse a escribir —se lee claramente en el encabeza­miento de dicha Relación— a primero de diciembre de m i l e quinientos y setenta y ocho años"; y en el colofón de la misma se nos dice, por otra parte, que se acabó de escri­b i r "en veinte y tres días del dicho mes e año que se co­menzó". Ahora bien, en la mencionada Relación de 1578 aparece el siguiente párrafo: "En esta ciudad (de Santiago de León de Caracas) hay u n monasterio de San Francis­co... Comenzóle a fundar Fray Alonso Vidal , quien vino de Santo Domingo tres años ha a el dicho efecto; en cuya f u n ­dación le halló f ray Francisco de Arta , comisario que por orden de Vuestra Mayestad vino con siete religiosos, y él ocho, los cuales están de presentes en este monasterio y en las doctrinas de los naturales". Los "tres años" que indica este testimonio nos llevan, consiguientemente, a diciembre