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1 MARZO DE 2015
SIRIA: VOCES DE LA CRISIS
“EL FUTURO DE SIRIA ESTÁ MURIENDO EN LOS CENTROS DE DETENCIÓN” EL ABOGADO DE DERECHOS HUMANOS SIRIO ANWAR AL BUNNI* HABLA CON AMNISTÍA INTERNACIONAL SOBRE LAS PERSONAS SIRIAS DETENIDAS Imagine que, en los centros de detención sirios, cada
hora mueren dos detenidos. Y que probablemente cada
uno habría deseado morir antes cien veces.
Me gustaría que intentara imaginarse por lo que están
pasando las familias de esas personas detenidas, sus
madres y sus padres, esposas y esposos, hijos e hijas.
Llevan meses, incluso años, sin recibir ninguna noticia
sobre sus seres queridos. El detenido es trasladado de
una sección de los servicios de seguridad a otra y los
familiares van tras ellos con sus fotografías.
Cuando una persona queda en libertad, las familias
acuden a ella en tropel para preguntarle si sabe algo
sobre sus seres queridos, con la esperanza de que les
asegure que aún continúan con vida. Esas mismas
familias son estafadas por miembros de las fuerzas de
seguridad o presuntos mediadores que prometen
suministrar información sobre el paradero, la salud o las
comparecencias ante los tribunales de las personas
detenidas a cambio de elevadas sumas de dinero.
MARZO DE 2015
SIRIA: VOCES DE LA CRISIS PERSPECTIVA MENSUAL DE LA CRISIS DE DERECHOS HUMANOS DE SIRIA.
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2 MARZO DE 2015
SIRIA: VOCES DE LA CRISIS
Ahora intente imaginar una celda de no más de 20
m² de superficie con más de 200 personas dentro.
Los presos pasan días y semanas de pie, sin poder
tumbarse ni sentarse; los que tienen suerte pueden
apoyarse contra la pared. Imagine familias enteras
bajo custodia: el esposo, la esposa y los hijos e
hijas. Algunos de los hijos son bebés de meses.
Imaginemos también los más de 20 métodos de
tortura a los que se los somete: palizas,
suspensión, descargas eléctricas, violación,
privación de alimentos y de atención médica. Creo
que el número de personas detenidas muertas en
las secciones de seguridad en estos cuatro años
supera las 50.000 a consecuencia de la tortura y
otros malos tratos, entre ellos las condiciones de
detención inhumanas.
Imagine las personas sometidas a desaparición
forzada. Creo que más de 150.000 personas
presas, en su mayoría hombres y jóvenes, siguen
sin aparecer tras ser detenidos en puestos de
control o durante redadas de seguridad en barrios
residenciales. No tienen acceso a sus familias ni a
un abogado. Durante meses, incluso años,
desconocen si sus familias saben o no que siguen
con vida. Desaparecidos sin cargos ni juicio. Y
aunque las autoridades han permitido algunas
reunificaciones en ciertas zonas, se niegan a poner
en libertad a los presos de conciencia, encerrados
por expresar pacíficamente sus opiniones o sus
creencias.
Imagine a los que han tenido la suerte de ser
remitidos a un tribunal; no son más que la sombra
de lo que fueron. Tras meses bajo custodia,
muchos pesan menos de 50 kilos. Los largos meses
sin servicios de saneamiento les han dejado la piel
cubierta de llagas y un olor que hace que abogados
y jueces quieran abandonar el edificio.
Ahora imagine el Tribunal Antiterrorista, con siete
jueces de instrucción, sin las limitaciones que
imponen las normas sobre juicios justos. Hay
jueces militares y civiles, y tanto unos como otros
reprimen cualquier forma de oposición al gobierno,
independientemente de lo pacífica que sea. Ante el
Tribunal Antiterrorista hay 38.000 expedientes
correspondientes a más de 80.000 acusados, la
mayoría pacíficos. Algunos están acusados de
“financiar el terrorismo” por llevar pan a su familia
en una zona sitiada o preparar comida para miembros
de la familia que las autoridades consideran
sospechosos de estar afiliados a un grupo opositor.
Ahora imaginemos los miles de activistas pacíficos,
los cientos de periodistas, médicos, otros
profesionales sanitarios y farmacéuticos, y las
docenas de abogados que aún siguen encarcelados.
Pero esto no es imaginario. Es una realidad. Existe. Y
aún hay más. Para tener todo el panorama hay que
incluir la destrucción intencional de viviendas,
escuelas, hospitales y otros bienes civiles. El gobierno
continúa matando indiscriminadamente a civiles,
entre ellos niños y niñas, utilizando bombas de barril
que dejan barrios enteros devastados. Las partes en
el conflicto pasan por alto de manera flagrante los
requisitos de la resolución 2139 de la ONU
[aprobada por unanimidad en febrero de 2014, que
exige el cese de los ataques contra civiles y la
privación de alimentos y medicinas]. Sin embargo, la
comunidad internacional observa con pasividad la
muerte y la destrucción, sin ofrecer ninguna reacción
significativa.
Debido a ello, la mitad de nuestra población se
encuentra desplazada dentro de Siria o viviendo como
refugiados en otros países. Muchas personas carecen
de techo y de cualquier medio de subsistencia.
Y luego están los grupos extremistas armados,
muchos de los cuales han llegado desde fuera de
Siria e intentan controlar e imponer sus ideas a la
población del país.
Intimidan y secuestran a nuestro pueblo, y persiguen a
periodistas y activistas pacíficos. Siempre han existido
grupos extremistas que utilizan la violencia para
imponer sus ideas; en todos los periodos históricos,
religiones e ideologías, contextos políticos y corrientes
intelectuales e ideológicas. Siempre ha habido, sin
excepción, quienes justifican la violencia en nombre de
“causas nobles” o “más elevadas”. Pero este tipo de
violencia sigue siendo del todo inadmisible.
3 MARZO DE 2015
SIRIA: VOCES DE LA CRISIS
Y, sin embargo, con las medidas adoptadas contra
el grupo armado autodenominado “Estado
Islámico” y otros grupos de este tipo, la comunidad
internacional está abordando los síntomas del
terrorismo y no sus causas.
Al fin y al cabo, ¿qué mejor medio para que el
extremismo prospere que un entorno de represión y
opresión donde no hay justicia ni el derecho a
expresarse pacíficamente? Las autoridades sirias
han fomentado el desarrollo del terrorismo
mediante la creación del entorno propicio;
silenciando todas las voces críticas con el gobierno;
y encerrando en prisión a figuras de oposición
política pacífica, abogados que defienden a presos
de conciencia, jóvenes activistas que organizan
manifestaciones pacíficas que piden cambios,
activistas de derechos humanos que documentan
violaciones de derechos humanos y periodistas y
otras personas que comparten sus experiencias con
el resto del mundo. Han respondido a las
manifestaciones pacíficas con una represión
despiadada y han destruido todo el espacio para la
sociedad civil.
Al no abordar de forma suficiente los delitos de
derecho internacional que se están cometiendo en
Siria, como la tortura, las desapariciones forzadas y
las violaciones de la ley de la guerra, tanto nosotros
como la comunidad internacional no estamos
haciendo lo suficiente para garantizar que se haga
justicia con las víctimas y dejar totalmente claro a
los responsables de esos delitos, quienes quiera
que sean, que sus acciones no quedarán impunes,
que ya no hay lugar para la impunidad.
Debemos recordar que las iniciativas para combatir
el terrorismo en Siria no deben limitarse a hacer
frente al grupo armado autodenominado “Estado
Islámico” y a otros grupos de este tipo. Un enfoque
parcial, que no aborde las causas fundamentales
del terrorismo anteriormente expuestas, no dará
resultado.
"Debemos trabajar para avanzar hacia la rendición
de cuentas y la justicia para todas las víctimas de
violaciones de derechos humanos en Siria.
Debemos garantizar que se enjuicia a todas las
personas que han cometido delitos de derecho
internacional, ya sea mediante mecanismos
internacionales como la Corte Penal Internacional, o
tribunales nacionales fuera de Siria mediante la
jurisdicción universal. De lo contrario, quienes
cometen estos delitos atroces y le roban el futuro a
Siria se envalentonarán, y las causas fundamentales
del terrorismo continuarán existiendo y
amenazando a la población siria y la paz en toda la
comunidad internacional.
Por este motivo, no podemos hablar de combatir el
terrorismo o de entablar negociaciones políticas sin
abordar primero los centros de detención. Porque
es en estos centros de detención donde el futuro de
Siria está muriendo.
*Anwar al Bunni es un abogado que trabaja con
presos políticos y es presidente del Centro Sirio de
Investigación y Estudios Jurídicos
4 MARZO DE 2015
SIRIA: VOCES DE LA CRISIS
CASO DESTACADO: ABD AL-AKRAM AL-SAKKA IMÁN Y ULEMA SOMETIDO A DESAPARICIÓN FORZADA
Para información sobre actividades de campaña sobre este caso, véase: https://www.amnesty.org/en/documents/MDE24/030/2012/en/ CA
MPA
ÑAS
MÁS
INFORMACIÓN
© Particular
Abd al Akram al Sakka es un imán y ulema de
Daraya, un barrio periférico de Damasco
asediado por las fuerzas gubernamentales desde
noviembre de 2012. Antes de ser detenido,
había escrito libros y ensayos sobre diversos
asuntos, como el feminismo.
Su yerno, Haytham Al Hamwi, contó a Amnistía
Internacional: Escribir era su afición favorita;
escribió 12 libros en un periodo de dos años”.
También participó en campañas de
sensibilización y otro trabajo comunitario en su
barrio.
Según Haytham al Hamwi: Cuando enseña a los
jóvenes, los anima a cuestionar sus teorías y a
hacerle todas las preguntas que deseen. Es un
hombre muy tranquilo; recuerdo haber tenido
que pedirle en varias ocasiones que hablara más
alto cuando conversábamos. Te escucha hasta
que terminas, y luego te dice con calma lo que
piensa de tus ideas.
Es también muy generoso; creo que jamás se ha
negado a ayudar a ninguna persona, incluso con
necesidades económicas.
Las autoridades ya lo habían detenido en
ocasiones anteriores por su activismo
comunitario.
"Cuando en 2004 lo pusieron en libertad tras su
segunda detención, la gente del barrio temía
visitarlo por miedo a que, si los veían con él, las
autoridades tomaran represalias. Así que se puso
a escribir."
La detención más reciente de Abd al Akram al
Sakka tuvo lugar el 15 de julio de 2011 a manos
de miembros de las fuerzas de seguridad sirias. A
pesar de las peticiones de su familia, las
autoridades nunca confirmaron su detención ni
revelaron ninguna información sobre su paradero
ni el motivo de su detención. Fue visto por otro
detenido que quedó en libertad en septiembre de
2012. Desde entonces, su familia no ha tenido
noticias sobre él.
© Particular
MÁS INFORM
ACIÓN
Para más información, véase:
http://free-syrian-voices.org/abd-al-akram-al-sakka//