Excerpta Simmel, Georg (2000) [1918]: El conflicto de la cultura moderna, Revista Española de Investigaciones Sociológica, núm. 89Por: Sheila Maldonado Curso: Tercer Semestre de Ciencias PolíticasMadrid: Centro de Investigaciones Sociológicas, pp. 315-330.Palabras Clave: Vida, Cultura moderna, juventud, formas y contenidos, arte y religión.

Esta excepta trata las características principales de la cultura moderna en el conflicto entre vida y formas, en el plano de las manifestaciones en hechos concretos como arte, filosofía o religión.

El autor nos introduce a la cultura moderna a través de los niveles que se desarrollan en la vida, primero uno animal, posteriormente el espíritu y finalmente la cultura. Proceso en que la cultura encuentra la contradicción entre contenidos y formas, que tratan de ser independientes, pero que no pueden separarse porque no encontraría forma de expresar la vida (Simmel, 2000: 315-316). El trato de las transformaciones en las formas culturales por la historia, encuentra el “desplazamiento de las viejas formas en favor de una nueva. El cambio permanente de los contenidos culturales, en definitiva, de cada estilo cultural como un todo; es la constatación o antes bien, él éxito de la fecundidad inextinguible de la vida” (Ibíd.: 316).

El proceso histórico de la cultura en relación al ámbito de la economía, tenemos que “Las fuerzas económicas de cada época despliegan formas de producción que se ajustan a su naturaleza” (Ibíd.). La vida en relación a la economía, y como tal carece de forma nos dice Simmel, debido que se fenomeniza en calidad de algo conformado (Ibíd.: 316-317). En la lucha de la vida contra el principio de la forma, se dan pros y contras el hecho de la “carencia de forma” de la vida moderna, lo negativo es la extinción de las formas transmitidas, y lo positivo es el hecho de que se socava aquellas formas anteriores. Aquí no se da paso a la creación de nuevas formas, y se continúa con una lucha contra las formas por ser simplemente formas. (Ibíd.: 317).

En cada época cultural importante se da un concepto central que motiva a los movimientos espirituales, suelen ser oscurecidos, como: clasicismo y la idea del ser, el medievo cristiano y el concepto de Dios, el Renacimiento y la naturaleza, y lo que es la cultura moderna a finales del siglo, el concepto de vida, misma que considera que la realidad estaba unida con valores metafísicos, morales y éticos. (Ibíd.: 317-318).Este nuevo concepto de vida se hace eco en dos filósofos importantes como Schopenhauer y Nietzsche, el primero no se pegunta sobre el contenido de la vida y habla sobre la voluntad de vivir, misma que es respuesta a la vida, vida que no tiene ningún sentido ni fin fuera de ella y el segundo considera a la vida como la determinación de sí misma, como sustancia de todos sus contenidos. (318-319).

Ahora bien pasando a la especificidad de la cultura, hay que considerar primero la oposición frente a la forma como tal, donde la conciencia progresa hacia nuevas estructuras. No se tiene un ideal compartido o ningún ideal. Esto debido principalmente a la variedad de ámbitos y su heterogeneidad como para unificarse. (Ibíd.: 319- 320). El Expresionismo es una de las pocas dotadas de unidad propia, en donde se mezcla la propia vida del artista y la peculiaridad del objeto dado, aquí se expresa la vida interior, en donde no se penetra nada exterior, además de no haber necesariamente identidad entre forma de causa y su efecto final. (Ibíd.: 320).

En la relación estructural del mundo espiritual más allá del arte, distinguiéndose la obra que posee alma de lo mecánico, pero en contraste con la juventud actual, se da un arte abstracto que surge de la pasión y una expresión inmediata, propia del ritmo frenético de la vida, es decir en oposición con los adultos (lo pasado), que se concentra en los contenidos objetivos de la vida y una juventud que se fija en los procesos de la vida, unos contenidos y otros se fijan en las formas. (Ibíd.321-322-323).

Ahora bien el Pragmatismo, que cuestiona el conocimiento por ser un ámbito de la cultura y la vida, supuestamente independiente. En el cual no existe más que conocimiento teórico, porque el práctico es solo teórico aplicado a objetos. (Ibíd.: 323). Pero que en realidad la vida externa e interna, representa el conocimiento que conserva y mejora nuestra vida, en la cual la verdad está orientada por la totalidad de sus direcciones y objetivos, y la vida misma asciende como espíritu y desciende como materia. (Ibíd.: 323- 324). La religión contemporánea es un elemento importante en el cual, ya se transforma las creencias se las reemplaza y la religión es una forma de la vida, es decir expresión de ella aunque es similar a la vida misma, buscando la continuación de la vida, religión que a pesar de los cambios no puede hacer arrebatada de la vida misma que posee (Ibíd.: 326- 328).Por ultimo regresamos a la lucha entre vida y forma, la vida necesariamente debe manifestarse a través de las formas, a pesar del carácter contradictorio entre ambas, y que las formas no acepten su dependencia de la vida, y se quieran mostrar autónomas, un enfrentamiento que aumenta su intensidad en la cultura moderna debido a los cambios constantes de formas. (Ibíd.: 328-329).