Elizabeth Santafé V.

Si hablas bien

Elizabeth Santafé V.

¡El

mundo

será

tuyo!

Una buena voz:

proyecta la imagen

favorable del presentador.

Contribuye a escuchar sus

palabras en forma más

interesante y significativa.

Educar la Voz

Cuando nacemos ya sabemos respirar, en cambio debemos

aprender a hablar.

Al hablar en público es preciso poder inspirar aire muy rápido,

sin ruido.

Y ser capaz de espirarlo durante 20 segundos o más.

Evite

Hablar demasiado rápido

sin pausas ni ritmo.

Articular mal

Respirar poco

Tartamudear

Importancia de saber articular

Permite hacerse comprender

claramente incluso cuando se

habla en voz baja.

Consiste en pronunciar

distintamente todas las

consonantes.

• Las consonantes d, z, ch, g

y k dependen del

movimiento activo de la

lengua.

• Los sonidos p, b, m, f, exigen

una enérgica acción de los

labios.

Se debe pronunciar con

énfasis los finales de las

palabras Esdrújulas y

Sobresdrújulas.

El tono suele descender al final

de una frase, la última sílaba se

apaga y no se escucha.

Para que se oiga, es preciso

darle doble intensidad.

Clasificación de los sonidos

Letras sonoras:

a – e – i – o – u – b – d – g – y – l – ll

m- n – ñ – r - rr

Letras sordas:

p- t- k- q- c

Letras orales:

b- j- f

Letras nasales

m- n- ñ

Puntos de articulación

Letras:

Bilabiales: b – p – m

Labiodentales: f

Dentales: t – d

Alveolares: l – n – s – r – rr

Palatales: ch – y – ll – ñ

Velares: g – k – j

Práctica

Bilabiales: obstáculo, abstracto, obsoleto, abstemio, obtuso.

Rapto, óptimo, captar, lapso, acepto.

Labiodentales: oftalmólogo.

Dentales: construir, constipación, constreñir.

Alveolares: institucional, instituto, doctor, secta, rector, victoria,

incorrecto, octágono, acueducto.

Palatales: añicos, niños, ñame, Chocó, conlleva, yegua.

Velares: consignar, indigno, estigmatizar, Dagma.

En una conversación fluida

Yo no soy digno, ni apto, ni tampoco perfecto, pero

tratándose del acueducto acepto.

Ayer construí una casa con el techo de Eternit. Mi mamá trajo

su reloj y mi hermanito su robot. Mi vecino Octavio me invitó a

tomar un café y yo acepté. Observamos algunas fotos y

después de un lapso regresé a mi nuevo hábitat.

Ejercicios

Muerda un lápiz

En esa posición, lea un escrito en voz alta durante cinco minutos. Así va

aflojando todos los músculos de la cara.

Tome un libro y lea en voz alta, lentamente y silabeando:

Cuan-do-el-co-ro-nel-Au-re-lia-no-Buen-dí-a

Avance algunos párrafos así, exagerando la lectura, como haciendo

muecas para hablar. Luego, silabee más rápido, asegurándose de

pronunciar bien cada una de las letras de cada palabra.

Ejercicios

Los trabalenguas

Busque uno con letras incómodas para usted.

Por ejemplo, si tiene problema con las erres, practique el

tradicional: erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido

corren los carros siguiendo la línea del ferrocarril.

Pronúncielo las veces que sea necesario.

Lea los papelitos de letra pequeña donde vienen escritas las

fórmulas químicas.

Dicción clara

Se logra mediante la acción

enérgica de los músculos del

maxilar inferior, de la lengua

y los labios.

Intensidad

El nivel sonoro de las palabras

depende de la distancia del

emisor y el receptor.

De la intensidad de los ruidos

ambientales, que pueden

enmascarar o debilitar los

sonidos.

Una voz llega más lejos cuanto

más intensa o más aguda es.

Es responsabilidad del

presentador hacer uso de su

fuerza vocal, hablar con

intensidad suficiente para

ser oído por todo el

auditorio.

Para dar más sentido y

expresividad a la palabra se

deben graduar la intensidad y el

volumen de la voz con pequeños

matices diferenciales.

Hablar en voz baja puede sugerir que no está seguro de sí mismo

o que no cree verdaderamente en lo que dice.

Es posible hacer reaccionar a una

audiencia apática si de pronto se

pronuncia una frase con

perceptible aumento de

volumen, sin olvidar que ese

efecto se produce por el

contraste con frases o palabras

anteriores.

Flexibilidad

Es lograr una pronunciación

exacta y agradable.

Consiste en saber manejar la

velocidad, las pausas, el silencio,

el ritmo, el tono y el énfasis de la

voz.

Velocidad

Hablar rápido fatiga al

público.

La lentitud, desespera.

La velocidad se ajusta

al tipo de pensamiento

o sentimiento

que el orador

desea transmitir.

Pausas

Sirven para puntualizar

los pensamientos.

Las pausas de distinta

duración ayudan a separar las

palabras en unidades que

tienen significado en

conjunto.

La pausa facilita las

inflexiones de la voz.

El cambio de tono y de ritmo,

contribuye a mantener viva

la atención.

Tipos de Pausas

Psicológicas: Cuando el ánimo del presentador desea

permitir al público un momento de reflexión.

Lógicas: Se usan cuando lo exige el contexto de la frase

y generalmente son breves.

Respiratorias

Cuando agotada la

respiración,

se hace forzosa la

inspiración.

El Silencio

Para realizar una pausa

de silencio, se requiere

dominar la situación y a

uno mismo.

Con gestos y expresiones

sobrias se mantiene el

interés del público.

El silencio debe ser

justificado.

La elocuencia del Silencio

Después de una pregunta

incisiva dirigida al público,

hay que dar simbólicamente

tiempo para que se pueda

responder.

Ritmo

Es íntimamente relacionado

con la velocidad del habla.

Una persona de

temperamento excitable

habla con ritmo apresurado.

Alguien tranquilo, con uno

más lento.

Lo ideal es el término medio.

El individuo entusiasta, al mismo

tiempo reflexivo, procura evitar

ambos extremos y varía su ritmo

para demostrar la intensidad de

sus convicciones o la

profundidad de sus

sentimientos.

El Tono

Ascendente:

Sugiere interrogación,

indecisión, incertidumbre,

duda o suspenso.

Descendente:

Sugiere firmeza,

determinación, certeza,

decisión o confianza.

Doble o Mixto: ascendente y

descendente al mismo tiempo.

Sugiere una situación de

conflicto o una contradicción

de los significados.

Se usa con frecuencia para

denotar ironía o sarcasmo o

para exponer una

sugerencia.

Énfasis

Da sentido a lo que se dice, acentúa

lo que tiene más interés en aquellas

partes, palabras o frases, en las que el

presentador desea llamar la atención.

Se debe evitar el uso exagerado de

la fuerza enfática.

¡Gracias!