shaw,georgebernard-pigmalión

Upload: lcernamazier

Post on 08-Apr-2018

236 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    1/77

    George Bernard Shaw(1856 1950)

    Premio Nobel de Literatura 1925

    PIGMALIN(1914)

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    2/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    3/77

    vi con asombro mo que l, que haba sido un joven muy presentable,a fuerza de llevar adelante su mana, haba llegado a alterar suapariencia personal hasta el punto de parecer una caricatura deprotesta contra Oxford y todas sus tradiciones. Seguramente contodo el dolor de su corazn se haba visto obligado a aceptar algo

    parecido a una ctedra de fontica en aquel centro. El porvenir de lafontica queda a ciencia cierta en manos de sus discpulos, ya quetodas crean firmemente en l; pero nada pudo convencer al hombrea que hiciera algunas concesiones a la Universidad, a la que, sinembargo, quedaba unido, por derecho divino, de una maneraintensamente oxoniana.

    No me cabe duda de que sus papeles, si ha dejado algunos,contienen stiras que pudieran ser publicadas sin causar demasiadosestragos... dentro de cincuenta aos. No fue, en ningn modo,

    persona de malos sentimientos, segn creo, sino todo lo contrario;pero no le era posible aguantar con paciencia a los necios.

    Los que le conocieron se fijarn en la alusin que hago en mi terceracto a la taquigrafa patentada que usaba para escribir tarjetaspostales y que se puede adquirir comprando un manual de cuatrochelines y seis peniques publicado por la Prensa de Clarendon. Lastarjetas postales que la seora Higgins describe son como las que herecibido de Sweet.

    Quise descifrar un sonido que un londinense representara por zerr yun francs por seu, y le escrib preguntando con cierta viveza qudemonios significaba. Sweet, con infinito desprecio por mi estupidez,contest que no solamente significaba, sino que obviamente era lapalabra result, puesto que ninguna otra palabra conteniendo aquelsonido, y capaz de encajar en el sentido del contexto, exista enidioma alguno hablado del mundo. El que mortales menos expertosque l necesitaran ms explicaciones, no le caba en la cabeza aSweet.

    Por eso, aunque el punto esencial de su taquigrafa corriente est enque puede expresar perfectamente cualquier sonido del idioma, lomismo vocales que consonantes, y que la mano del que escribe notiene que hacer trazos que no sean los fciles y corrientes con los quese escribe m, n y u, l, p y q con la inclinacin que ms cmodo sea,su desgraciada determinacin de hacer servir de signos taquigrficosese notable y muy legible alfabeto lo redujo en su propia prctica alms inescrutable criptograma. Su verdadero objeto era la creacin deun alfabeto completo, exacto y legible para nuestro noble pero maltrajeado idioma; pero no lo logr por haber despreciado el popularsistema Pitman de taquigrafa. El triunfo de Pitman fue debido a unabuena organizacin del asunto. Pitman public un peridico para

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    4/77

    convencer a todos de la necesidad de aprender su sistema. Publicadems libros de texto baratos, ejercicios y transcripciones dediscursos para ser copiados por alumnos, y fund escuelas en las queprofesores expertos enseaban de manera que los alumnos hacanrpidos progresos. Sweet no pudo organizar su mercado de este

    modo. Era como una sibila que abri de par en par el templo de laprofeca cuando nadie quera entrar.

    Su manual de cuatro chelines y seis peniques, en su mayor partelitografiado y reproduciendo sus apuntes, que nunca fue anunciado enla Prensa, tal vez algn da sea recogido por un Sindicato y lanzado ala circulacin como el Times ha lanzado la Enciclopedia Britnica. Perohasta tanto, seguramente no prevalecer contra Pitman. Hecomprado en mi vida tres ejemplares de dicho manual, y losimpresores me dicen que les queda un gran nmero de ellos. Me

    tom el trabajo de aprender el mtodo de Sweet, y, sin embargo,para taquigrafiar las presentes lneas el mtodo que empleo es el dePitman. Y la razn de ello es que mi secretaria no sabe transcribir aSweet por haber aprendido a la fuerza a Pitman en las escuelas. Poreso Sweet se ri de Pitman tan vanamente como Tersites se ri deAyax. Con toda su risa, no logr desbancar a su competidor.

    Pigmalin Higgins no es un retrato de Sweet, para quien la aventuracon Luisa Doolitle hubiese sido imposible. Sin embargo, hay en elpersonaje rasgos que son de Sweet. Con el fsico y el temperamento

    de Higgins puede que Sweet hubiese hecho arder en llamas elTmesis. Tal como fue supo llamar la atencin de los fonticos deEuropa lo suficiente para que su oscuridad personal y su fracaso enOxford sean todava objeto de asombro y los profesionales estnconvencidos de sus grandes mritos.

    No censuro a Oxford, porque creo que Oxford tiene perfecto derechode exigir cierta amenidad social de su personal docente (Dios sabecun exigua es esa exigencia!); porque aunque bien s cun difcil espara un hombre genial no apreciado en su valor mantener relaciones

    amables y serenas con los que le menosprecian, de todos modos, pormucho que sea su rencor y su desdn para con ellos no puedeesperar que, demostrndoselo a diario, le paguen sus desplantes conmanifestaciones de cario y de respeto.

    De las ulteriores generaciones de fonticos s poco. En ellos descuellael poeta laureado, al que tal vez Higgins le deba sus simpatasmiltonianas, aunque tambin en esto debo hacer constar que no heretratado a Sweet ni a nadie. Pero si mi obra contribuye a llevar alconocimiento del pblico que existen realmente personas dedicadas ala fontica y que pertenecen a las clases ms ilustradas de Inglaterraen la actualidad, no habr sido escrita en vano.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    5/77

    Puedo vanagloriarme de que Pigmalin ha tenido un extraordinarioxito en los teatros de Europa y de Amrica, lo mismo que enInglaterra. Es tan intensa e intencionalmente didctico, y su asunto,al mismo tiempo, es tan rido de por s, que no puedo por menos de

    regocijarme ante tales xitos, al pensar en los corifeos de la crtica,que no cesan de proclamar que el arte nunca debe ser didctico. Aquest la prueba de lo bien fundado de mi punto de vista.

    Finalmente, para animar a los que se apuran por su malapronunciacin, temiendo que sta les obstruya el camino a altosempleos, aadir que el cambio maravilloso operado en la pobreflorista por el profesor Higgins no es imposible ni descomunal. La hijadel portero moderno, que llena su ambicin haciendo la reina deEspaa en Ruy Blas, en el Thtre Franais, es uno solo de los

    muchos miles de personas que se han despegado de su acento nativoy adquirido un nuevo modo de hablar. Pero la cosa debe hacersecientficamente para evitar que el remedio sea peor que laenfermedad. Un acento nativo franco y natural, por malo que sea, esms tolerable que los esfuerzos de una persona fonticamenteineducada para imitar el vulgar dialecto de los deportistasaristocrticos. Y duleme tener que decir que, a pesar de laenseanza de nuestra Academia de Arte Dramtico, en los escenariosingleses quedan todava demasiados dejes y resabios viciosos, y noflorece bastante la noble direccin de Forbes Robertson.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    6/77

    PERSONAJES

    MADRE (SEORA EYNSFORD HILL).

    HIJA (SEORITA EYNSFORD HILL).

    FLORISTA (ELISA DOOLITLE).

    MISTRESS PEACE.

    MISTRESS HIGGINS.

    Una DONCELLA.

    CABALLERO (CORONEL PICKERING).

    EL DE LAS NOTAS (ENRIQUE HIGGINS).

    ALFREDO DOOLITLE.

    Un DESCONOCIDO.

    Un GOLFO.

    Un GUASN.Un CIRCUNSTANTE SARCSTICO.

    ESPECTADORES, TRANSENTES.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    7/77

    ACTO PRIMERO

    Prtico de la iglesia de San Pablo, en Londres, despus de las doce dela noche. Lluvia torrencial, con truenos y relmpagos. Por todaspartes, llamadas a los cocheros y chferes de taxis. Los transentescorren a cobijarse en los portales, cafs o en donde pueden. En elprtico hay varias personas, entre ellas una seora distinguida y suhija, en traje de sociedad. Todos miran mohnos cmo cae el agua,

    excepto un caballero ocupado en tomar notas en un cuaderno. En unreloj de torre vecino se oyen dar las doce y media.

    LA HIJA.(Malhumorada.) Nos vamos a calar hasta los huesos. Vayaun chaparrn! Quin lo hubiese esperado, con una noche tan serenacuando salimos de casa! Pero en qu estar pensando Freddy? Yahan pasado por lo menos veinte minutos desde que se fue en buscade un coche.

    LA MADRE.No tanto, hija. Pero, en fin, ya poda haber venido.UN DESCONOCIDO.(Al lado de ellas.) No se hagan ustedes ilusiones.Ahora, a la salida de los teatros, no se encuentra un coche por toda laciudad. Si sigue lloviendo, no tendremos ms remedio que esperarque vuelvan de sus carreras.LA MADRE.Pero esto no puede ser. Necesitamos un coche a todotrance. No podemos esperar tanto.EL DESCONOCIDO.Pues no hay ms que tener paciencia.LA HIJA.Si Freddy tuviese dos dedos de frente, habra ido al puntodel circo, que all todava no ha acabado la funcin.

    LA MADRE.El pobre chico habr hecho lo posible.LA HIJA.Otros saben encontrar coches. Por qu no puede l? Ahviene el tonto, y sin nada. (FREDDY viene corriendo desde una callelateral, y al entrar en el prtico cierra su paraguas, que chorreaabundantemente agua. Es un joven de veinte aos, en traje desociedad, y tiene los pantalones hechos una lstima por el agua.Lleva lentes dorados.)LA HIJA.Bueno; qu hay? Ya me lo figuro.FREDDY.Nada, no se encuentra un coche por ninguna parte... ni atiros.LA HIJA.Tontera tuya. Crees que debemos ir nosotras a buscarlo?FREDDY.Lo que te digo es que estn todos ocupados. La lluvia ha

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    8/77

    venido tan inesperadamente, que casi nadie llevaba paraguas; demodo que todos los coches se han alquilado en el momento. Primerobaj a Charing Cross, y luego a Ludgate Circus. Y nada.LA MADRE.No fuiste a Trafalgar Square?FREDDY.All no haba ninguno.LA HIJA.Pero t fuiste all?FREDDY.Fui hasta la estacin de Charing Cross. Supongo que noquerras que hubiese ido a Hammersmith.LA HIJA.T no fuiste a ninguna parte.LA MADRE.La verdad, Freddy, es que t eres muy torpe. Anda, veteotra vez y no vuelvas sin un coche. No podemos pasar la noche aqu.FREDDY.Si os empeis, ir; pero me calar en tonto.LA HIJA.Como lo que eres. A ti todo te sale por una friolera, mientrastanto...FREDDY.Bueno, bueno; no hables ms, y sea lo que Dios quiera.

    (Abre su paraguas y sale corriendo, pero tropieza con una florista queviene precipitadamente para resguardarse de la lluvia, y cuyo canastode flores se cae al suelo de modo lastimoso. Un relmpagodeslumbrador seguido de fuerte trueno ilumina el incidente.)LA FLORISTA.Anda, pasmao! Vaya con el seorito cegato! Nos haamolao el cuatro ojos. Ay, qu lee!FREDDY.Bastante lo siento, pero tengo prisa. (Escapa corriendo.)LA FLORISTA.(Recogiendo sus flores y volviendo a colocarlas en elcanasto.) Vaya unas maneras que tienen algunos! Moo, las tienende...! Y poco barro que hay! Pues ya nos hemos ganao el jornal! (Se

    agacha y sigue arreglando susflores lo mejor que puede, al lado de laseora. No es una muchacha muy hermosa. Tiene unos diecisisaos. Su traje modesto est bastante ajado. Su calzado se halla enmal estado. Su tez atestigua el efecto continuo de la intemperie. Noes que, en general, no est limpia y algo cuidada; pero, allado de lasseoraselegantes, el contraste es bastante grande. Sin embargo, seve que con un poco de cuidado sera una muchacha muy aceptable.)LA MADRE.No sea usted deslenguada, que mi hijo lo hizo sin querer.LA FLORISTA.Anda, conque es hijo de usted, seora? Bien. Puesmire: podr usted pagarme las flores estropes. No se figure usted

    que a m me las regalan.LA HIJA.Pagarle las flores! No faltaba ms; haber tenido ustedcuidado.LA MADRE.Ten juicio, Clara, que la chica sale perjudicada. Tienesdinero suelto?LA HIJA.No llevo ms que una pieza de seis peniques.LA MADRE.Pues venga. Toma, chica, por lo que te han estropeado.LA FLORISTA.Muchsimas gracias, seora, y que tenga usted muchasaluz.LA HIJA.Seis peniques tirados... No vale un penique todo el canasto.LA MADRE.Calla, mujer; no vale la pena.LA FLORISTA.Qu buena es la seora! Si toas fuan as!...

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    9/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    10/77

    caramba! Calma, calma, chica! Pero qu pamemas son sas! Quescandalosa es la criatura! No le da poco fuerte a la nia! (yesedecir por varios. Algunos hombres le dan golpecitos en los hombrosde modo protector. Otros, malhumorados, quieren que se calle o sevaya con la msica a otra parte. Un grupo, que no se ha enterado de

    lo sucedido, trata de acercarse y aumenta la confusin con susempujones y preguntas). Qu demonios pasa? Qu le sucede a lamuchacha? Dnde est l? Un polica ha tomado notas? Ya sesupone lo que habr sido. Habr querido meter la mano en el bolsillode alguien... Ya se sabe cmo las gastan esas chicuelas.LA FLORISTA.(Cada vez ms apurada, fuera de s, se precipita atravs de los circunstantes hacia el CABALLERO de marras, y gritadesaforadamente.) Oiga ust, cabayero; diga ust la verd. Qu eslo que he hecho yo? Yo no he quitao naa a nadie. Que me registren.UN GUASN.(Arrimndose.) Servidorito no tiene inconveniente.

    Manos a la obra...LA FLORISTA.(Dndole un golpe en la mano que acercaba.) Tqueseusted las narices...EL DE LAS NOTAS.(Yendo hacia ella seguido de todos.) Vaya, vaya,calma. Por quin me has tomado a m?EL DESCONOCIDO.Es verdad; no es poli: es un caballero. No hay msque ver su calzado. (Explicando al de las NOTAS.)Aqu la gach le hatomao por otro. S'ha figurao qu'era ust un guiri.EL DE LAS NOTAS.(Con sbito inters.) Un guiri? Qu es?EL DESCONOCIDO.(Que no tiene aptitudes para las definiciones.) Pues

    le dir: un guiri es... un guiri. Eso es. No lo s decir d'otro modo.LA FLORISTA.(Muy nerviosa.) Juro por la saluz de mi madre, que enpaz descanse, que yo no he hecho naa.EL DE LAS NOTAS.(Altanero, pero de muy buen humor.) Cllate, sipuedes, que me pones nervioso. Ya comprendo; tengo yo facha depolica?LA FLORISTA.(Lejos de tranquilizarse.) Pues, entonces, a qu vieneel tomar apuntes? Yo qu s lo que habr escrito ah! Ensemelo aver. (El de las NOTAS abre su cuaderno y se lo pone debajo de lasnarices, por ms que la presin de los que tratan de leer por encima

    de sus hombros dara en tierra con un hombre menos fuerte que l.)Qu dice? Yo no s leer eso.EL DE LAS NOTAS.Yo, s; escucha. (Lee reproduciendo exactamente lafontica, de la muchacha. Para que la ilusin sea completa, la mismaactriz puede hablar, hacindose creer al pblico que es el presuntoimitador.) "Cuando cae as, con fuerza, no crea ust, cabayero, esque pronto se acaba. Ande, mi general, cmpreme un ramiyete..."LA FLORISTA.Qu voz pone! Pero vamos a ver: es un crimen el queyo haya llamao general al seor cuando tal vez no sea ms quecoronel? (Dirigindose al CABALLERO.) Ust dir, cabayero, si me hepropasao en algo.EL CABALLERO.Nada, mujer. (Al de las NOTAS.) Si es usted de la

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    11/77

    secreta, le dir que la muchacha no ha faltado ni a m ni a nadie. Esten su perfecto derecho, creo yo, al tratar de vender sus flores.Los CIRCUNSTANTES.(Juntndose en su poca simpata por la Polica.)Claro! Qu ganas de meterse donde nadie le llama! Esto no se vems que en este pas. Si creer que con esas chinchorreras se va a

    ganar el ascenso! Le digo a usted que ni en la Papuasia. Que se vayaa tomar el fresco!..., etctera. (La chica, al ver que tantos toman sudefensa, se engre y mira retadora a su supuesto enemigo.)EL DESCONOCIDO.Pero, seores, si est visto que ese seor no es dela Polica! A m me parece que es un guasn que quie tomarnos elpelo.EL DE LAS NOTAS.Qu listo es usted! Bien se ve que ha nacido usteden Whitechapel.EL DESCONOCIDO.(Atnito.) Cmo lo sabe usted?EL DE LAS NOTAS.(Sonriendo.) Por un pajarito que me lo dice todo. (A

    la FLORISTA.) Tambin t eres de por all.LA FLORISTA.S, s; en aquel barrio nac; no lo puedo negar; pero nome vaya usted a multar por ello..., que no lo volver a hacer. (Risas.)Ahora vivo en Lisson Grove. Esto supongo que no es un crimen.(Empieza nuevamente a lamentarse.)EL DE LAS NOTAS.(Sonriendo.) Vive donde te d la gana, pero cesa degimotear. Caramba!EL CABALLERO.Anda, muchacha, sernate, que nadie se mete contigo.LA FLORISTA.(Todava quejumbrosa, en voz baja.) Soy una muchachahonraa.

    EL CIRCUNSTANTE SARCSTICO.Si todo lo adivina, dgame: en qu calleme he criado yo?EL DE LAS NOTAS.(Sin vacilar.) En la de Hoxton. (Sensacin. El interspor los conocimientos del tomador de notas aumenta.)EL CIRCUNSTANTE SARCSTICO.(Atnito.) Pues es verdad. Qu hombre!Lo sabe todo!LA FLORISTA.No es una razn para meterse conmigo.EL CIRCUNSTANTE SARCSTICO.Claro que no; ni con nadie que no hayacometido falta alguna. A ver si resulta un polica "ful". Si no, queensee la insignia.

    ALGUNOS.(Animados por esta apariencia de legalidad.) Eso es: queensee la insignia.EL DESCONOCIDO.No saben ustedes distinguir. Ese seor no es polica.Es Onofrof, el adivinador de pensamientos. Le he visto trabajar en elcirco. (Alzando ms la voz.) Oiga usted, musi: dganos de dnde esaquel caballero al que llam general la muchacha.EL DE LAS NOTAS.Es de Cheltenham. Estudi en Cambridge y ha vividoltimamente en la India.EL CABALLERO.Totalmente cierto. (Gran risa general. Reaccin a favordel tomador de NOTAS. Exclamaciones de asombro.) Pues s que loentiende! Hay que ver! Parece mentira! Dispense la pregunta,caballero: es usted artista de "variets"?

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    12/77

    EL DE LAS NOTAS.No, seor; pero no digo que no lo sea algn da. (Lalluvia ces y las primeras filas comenzaron a alejarse.)LA FLORISTA.(Queriendo seguir hacindose la interesante.) Vaya uncabayero, que se mete con una pobre muchacha! Si creer que yoera gitana y le iba a hacer competencia?LA HIJA.(Impaciente, acercndose a la entrada del prtico,empujando bruscamente al CABALLERO, que se aparta cortsmente.)Pero, por Dios!, qu ha sido de Freddy? Voy a coger una pulmonaen este maldito prtico!EL DE LAS NOTAS.(Para s, anotando aprisa.) Earls-court.LA HIJA.(Con aspereza.) Hgame usted el favor de guardar para slas observaciones impertinentes.EL DE LAS NOTAS.Habr pensado en voz alta. Fue sin querer. Perdone.Su seora madre es de Epson, no hay duda.LA MADRE.(Acercndose.) Qu cosa ms curiosa! Es verdad que me

    cri en Lagerlady Park, cerca de Epson.EL DE LAS NOTAS.Me alegro de haber acertado. Estuve dudando si erausted de Croydon.LA MADRE.De Croydon eras mis padres; pero cuando yo tena sieteaos se trasladaron a la vecina poblacin de Epson.EL DE LAS NOTAS.Me lo figur. (Dirigindose a la HIJA.)Usted, seorita,lo que quiere es un coche de punto, verdad?LA HIJA.(Con aspereza.) A usted qu le importa?LA MADRE.Por Dios, Clara, no seas as! Vaya un genio que se te hapuesto! (La HIJA la rechaza con un movimiento brusco y se retira

    altanera.) Dispnsela, caballero, que est muy nerviosa. Yo leagradecera a usted mucho que nos encontrara un coche. (El de lasNOTAS da un silbido fuerte.) Muchas gracias, caballero. (El de las NOTASavanza hacia la calle y grita con voz estentrea: "Cocheroo!")EL DESCONOCIDO.Buenos pulmones, caramba!LA FLORISTA.Yo lo que digo es que no ti derecho a molestarme!Soy acaso una mendiga?EL DE LAS NOTAS.La gente sigue pasando con los paraguas abiertos, yeso que ya hace diez minutos que ces la lluvia.UNO DE LOS CIRCUNSTANTES.Pues es verdad. Estamos aqu haciendo los

    tontos. (Vase precipitadamente.)EL DESCONOCIDO. (Extendiendo la mano para ver si llueve.)Recontra! Si ya no cae! Claro, con esos charlatanes que leentretienen a uno... (Se tienta de repente para cerciorarse de que nole han quitado el reloj.) Nada, nada; no ha pasado nada. Porque yase sabe, a lo mejor, en estas apreturas... (Se aleja.)LA FLORISTA.Debiera denunciarle, por coacin.LA MADRE.Ya escamp, Clarita. Podemos ir a tomar un autobs.Anda, vamos. (Se remanga las faldas y echa a andar.)LA HIJA.Pero, mam, el coche de punto... (La MADRE ya est fuera delalcance de su voz. CLARA no tiene ms remedio que apretar el pasodetrs de ella.) Qu fastidio! (Todos se van, menos el de las NOTAS,

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    13/77

    el CABALLERO y la FLORISTA, que est arreglando su canasto,lamentndose a media voz.)LA FLORISTA.Vaya una vida perra la que tiene una! Cunto hay quesudar para ganarse un triste piri! Y encima la amuelan a una de todaslas maneras.EL CABALLERO.(Acercndose al de las NOTAS.) Me interesa mucho loque acabo de or. Cmo hace usted?EL DE LAS NOTAS.Pues, sencillamente, tengo buen odo y buenamemoria, y luego me he dedicado al estudio de la fontica. Esto esmi profesin y mi aficin. Dichoso el que tiene una profesin quecoincide con su aficin! Lo corriente es distinguir por el acento a unirlands, a uno de Yorkshire. Tambin es fcil conocer el origen de losextranjeros que hablan ingls, por bien que lo hablen. Pero miespecialidad es distinguir los miles de acentos que hay dentro deInglaterra, con una diferencia local de seis millas. Hasta distingo los

    acentos de losdiferentes barrios de Londres. Como usted sabe, cadapoblacin presenta en su vocabulario y en el modo de pronunciarlomatices caractersticos, y hasta podra decirse que cada familia tienedejos y expresiones que le son peculiares. Pues yo todo esto loapunto y lo guardo en la memoria. Adems, poseo grandesconocimientos lingsticos y tengo el don de imitar cualquier voz,cualquier entonacin, cualquier acento.LA FLORISTA.S, s; ahora quiere hacerse pasar por ventrloco; pero am no hay quien me quite que es de la secreta.EL CABALLERO.Y da para vivir esa habilidad?

    EL DE LAS NOTAS.Ya lo creo! Estos tiempos son, como usted sabe, de"snobismo". Las clases ricas, lo mismo las burguesas que lasaristocrticas, viajan mucho y quieren estudiar idiomas extranjeros y,sobre todo, pronunciarlos bien, aunque no los entiendan. Hoy laspersonas de viso pronuncian el francs, el alemn, mejor que lospropios nacionales respectivos. Pues bien: yo, habiendo analizadoexactamente los fenmenos de la fontica, puedo fcilmente,indicando la posicin que hay que dar a la lengua, los labios,etctera, ensear la pronunciacin de cualquier idioma. Mis discpulosse quedan atnitos de sus propios progresos. Hago furor, como quien

    dice. No doy lecciones a menos de dos libras por hora, y tengo querechazar discpulos.LA FLORISTA.Y una siempre hecha la pascua! Cuando se nace conmala pata...!EL DE LAS NOTAS.(Perdiendo la paciencia.) Mujer, no cargues tanto.Cllate, si puedes, y si no, vete con la msica a otra parte.LA FLORISTA.Cabayero, usted l'ha tomao conmigo. Creo que tengo elmismo derecho a estar aqu que ust.EL DE LAS NOTAS.Una mujer que chincha tanto como t no tienederecho a estar en ninguna parte. Vaya con la chicuela!LA FLORISTA.Pa que quedr que yo me vaya? Pues no me sale delmoo! No faltaba ms! Tambin tengo yo mi diznid y..., y... tal. Pa

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    14/77

    chasco!EL DE LAS NOTAS.(Sacando su cuaderno de apuntes.) Cielos, qusonidos! Y ste dicen que es nuestro idioma, tan hermoso, tansonoro, tan eurtmico!LA FLORISTA.(Con voz aguda.) A este hombre le falta un tornillo. (El

    de las NOTAS repite estas palabras con la misma entonacin. LaFLORISTA, primero, atnita: luego, rindose involuntariamente por laperfecta imitacin.) Ay qu gracia!EL DE LAS NOTAS.Ve usted a esa muchacha con su lenguajecanallesco y estropeado, ese lenguaje que no la dejar salir delarroyo en toda su vida? Pues bien: si fuese cosa de apuesta, yo mecomprometera a hacerla pasar por una duquesa en la "soire" o en la"garden-party" de una Embajada. Digo ms: le podra proporcionaruna colocacin como dama de compaa o como de vendedora en unatienda elegante, para lo que se exigen mejores modos de expresarse.

    Con decirle a usted que me dedico a desbastar a millonariosadvenedizos, a nuevos ricos, creo haber dicho bastante. Con lo queme pagan prosigo mis trabajos cientficos en fontica y lingstica.EL CABALLERO.Yo tambin me ocupo de lenguas. He estudiado losdialectos de la India y...EL DE LAS NOTAS.(Con vivacidad.) Hombre! Conoce usted al coronelPickering, el autor de "El snscrito hablado"?EL CABALLERO.(Sonriendo.) Ya lo creo que le conozco! Como quesoy yo el tal coronel!EL DE LAS NOTAS.Es posible? (Dndole la mano.) Cunto me alegro

    de conocerle personalmente! Soy Enrique Higgins, el autor del"Alfabeto fontico universal".PICKERING.Qu casualidad! Yo he venido de la India para verle austed.HIGGINS.Y yo pensaba marcharme a la India para verle a usted.PICKERING.Dme usted sus seas, que tendremos que hablardetenidamente.HIGGINS.En Wimpole Street, veintisiete, A, me tiene usted a sudisposicin. Vaya usted maana mismo, por la maana.PICKERING.Yo estoy en el hotel Carlton. Vngase ahora conmigo;

    cenaremos y charlaremos.HIGGINS.De acuerdo.LA FLORISTA.(A PICKERING, al pasar ste delante de ella.) Cmpremeuna flor. No tengo donde dormir.PICKERING.Hija, lo siento. No tengo nada suelto. (Prosigue sucamino.)HIGGINS.(Enfadado por la pedigeera de la chica.) Embustera!Acabas de decir que tenas cambio de media corona.LA FLORISTA.(Desesperada.) Que siempre usted me ha de salir encontra! (Arrojando el canasto a sus pies.) Tome usted todo el canastopor seis peniques, para acabarlo. (El reloj de la catedral da la media.)HIGGINS.(Oyndole como a una advertencia del Cielo que le reprocha

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    15/77

    su dureza para con la pobre chica.) Vaya, chica, toma, que todossomos de Dios! (Le tira un puado de monedas en el canasto y se vacon PICKERING.)LA FLORISTA.(Recogiendo una pieza de media corona.) Aaayyy! (Estaexclamacin es una especie de hipo prolongado, que en ella es

    peculiar. Recogiendo varias monedas ms, de plata y de cobre.)Aaayyy! (Recogiendo medio "soberano".) Aaaaayyyy!FREDDY.(Bajando de un taxi.) Por fin logr uno... Hola!... (A lachica.) En dnde estn las dos seoras que estaban aqu antes?LA FLORISTA.Las dos seoras? Pues se marcharon a coger unautobs en cuanto dej de llover.FREDDY.Y me dejaron colgado con el taxi! Estoy listo, sin un cuartoen el bolsillo!LA FLORISTA.(Con grandeza.) No se apure por eso, seorito. A mprecisamente me hace falta el taxi para ir a casa. Usted lo pase bien.

    (Se sube al coche, diciendo al chfer:) Drury Lane, esquina de latienda de aceite de Micklejohn. Arrea, que habr propi! (El taxi sealeja a todo correr.)FREDDY.Ahora, yo a patita a casa. Me he divertido!

    TELN

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    16/77

    ACTO SEGUNDO

    Al da siguiente, a las once de la maana. Gabinete de trabajo deHIGGINS , en Wimpole Street. Es una habitacin exterior en el primerpiso, muy amplia, que normalmente debiera ser la sala. La puerta, dedos hojas, se halla al foro, y las personas que entran encuentran enel rincn a su derecha, contra la pared, dos enormes estantesformando un ngulo recto. En este rincn hay una mesa de escribirplana, en la que estn colocados un fongrafo, un laringoscopio, unaserie de tubitos de rgano con un fuelle, otra de tubos de quinqu

    con sus vlvulas de gas para producir llamas sonoras, diferentesdiapasones, una figura de cartn representando la mitad de unacabeza humana en tamao natural, mostrando en seccin los rganosvocales, y una caja llena de cilindros de cera para el fongrafo. Msadelante, del mismo lado, una chimenea con un cmodo silln forradode cuero junto al hogar, de espaldas a la puerta, y una carbonera alotro. Hay un reloj encima de la chimenea. Entre sta y la mesa delfongrafo, un velador para los peridicos. Al otro lado de la puerta, ala izquierda del visitante, se halla un mueble de muchos cajoncitos.Encima de l penden un telfono y una lista de abonados. Contra la

    pared lateral, hacia el rincn, un piano de cola: tiene un taburetedelante del teclado. Sobre el piano se ve una bandeja de frutas ydulces; la mayor parte, de chocolate. El centro de la habitacin estdesocupado. Adems del silln de cuero, el taburete del piano y dossillas ante la mesa del fongrafo, hay una silla de rejilla cerca de lachimenea. De las paredes cuelgan varios grabados, en su mayoracopias de retratos. PICKERING est sentado a la mesa, ordenando unastarjetas y un diapasn que acaba de usar. HIGGINS est en pie a sulado, cerrando unas carpetas del estante que se hallaban abiertas. Suaspecto, a la luz de la maana, es de un hombre robusto, con buena

    salud, de unos cuarenta aos, pulcramente vestido de color oscuro.Su inters por todas las cuestiones cientficas, y sobre todo poraquellas en que se ocupa especialmente, es muy vivo y le haceolvidar muchas veces las cosas y las personas que le rodean. Sumodo de ver es el de un nio impetuoso que, sin mala intencin,comete travesuras. Es irnico y punzante cuando est de buenhumor, y arrebatado cuando se halla ante una contrariedad; pero esfrancote y no tiene pizca de malicia de modo que, aun en losmomentos en que ms se deja llevar por su temperamento, no esantiptico.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    17/77

    HIGGINS.(Cerrando la ltima carpeta.) Pues ya ha visto usted toda lacoleccin.PICKERING.Es una cosa sorprendente. Y eso que no he examinado nila mitad.HIGGINS.Siga usted, si gusta.PICKERING.(Levantndose y acercndose a la chimenea, delante de lacual se coloca de espaldas.) No; por esta maana ya tengo bastante.HIGGINS.(Colocndose a su izquierda.) Se ha cansado de escucharsonidos?PICKERING.Claro! Es un ejercicio muy absorbente. Yo, que estabaorgulloso por saber pronunciar veinticuatro vocales distintas, meconsidero vencido por las ciento treinta de usted. En muchos casos nopercibo la ms ligera diferencia entre ellas.HIGGINS.(Sonrindole satisfecho y yendo hacia el piano a comer

    dulces.) Oh! Eso viene con la prctica. Al principio no se percibe ladiferencia entre ciertas vocales afines; pero luego, a fuerza de aguzarel odo, se las encuentra tan diferentes como la "a" y la "b". (MISTRESSPEARCE, el ama de llaves de HIGGINS, asoma la cabeza por la puerta.)Qu pasa?MISTRESS PEARCE.(Vacilante, evidentemente perpleja.) Ha venido unajoven que desea verle a usted.HIGGINS.Una joven! Qu quiere?MISTRESS PEARCE.Pues dice que usted se alegrar de verla cuando seentere del objeto de su visita. Parece una muchachuela ordinaria,

    muy ordinaria. Yo la hubiese despedido; pero pens que tal vez lanecesitase usted para impresionar algn cilindro. Espero que nohabr cometido una falta; usted me dispensar; a veces no sabe unalo que debe hacer.HIGGINS.No se apure, seora. Y esa joven, tiene un acentointeresante?MISTRESS PEARCE.Yo de eso no entiendo. Lo que a m me parece esque es una... cualquiera. Tiene unas expresiones!... Bendito seaDios!HIGGINS.(A PICKERING.) La mandaremos pasar, no le parece? (A

    MISTRESS PEARCE.)Dgale que pase. (Va a su mesa de trabajo y coge uncilindro para colocarlo en el fongrafo.)MISTRESS PEARCE.(Moviendo la cabeza.).All usted. Yo me lavo lasmanos. (Se retira.)HIGGINS.Pues es una feliz casualidad. Ahora le voy a mostrar a ustedcmo registro las voces. La haremos hablar y, mientras tanto, harfuncionar el aparato Bell, llamado de sonidos visibles; luego ampliartodo en el Romie y, finalmente, lo fijaremos en el fongrafo, de modoque podamos or sus palabras siempre que se nos antoje.MISTRESS PEARCE.(Volviendo.) Aqu tiene usted a la muchacha. (LaFLORISTA entra vestida de gala. Su peinado est muy cuidado. Su faldade percal, cuidadosamente remendada, est casi limpia. Lleva una

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    18/77

    blusa de color chilln, que revela a primera vista que ms bien que delos talleres de alguna gran modista, procede de una prendera. Lo quems llama la atencin es su sombrero de paja con tres plumas deavestruz: amarilla, azul oscura y colorada. Sus botas apenas si tienentacn. PICKERING queda conmovido ante aquella figura,

    deplorablemente pattica, con su inocente presuncin. En cuanto aHIGGINSpara quien las personas slo tienen inters desde el punto devista de sus estudios fonticos, entra en materia sin ms prembulo.)HIGGINS.(Brusco, al reconocerla, con no disimulada desilusin.)Pero... qu! Si sta es la muchacha cuya pronunciacin transcribanoche! No me sirve para nada. Con media docena de frases de sujerigonza me basta y me sobra. No quiero gastar un cilindro en ello.(A la muchacha.) No haces falta; puedes retirarte.LA FLORISTA.No se ponga tan bufo, hombre! Un griyo slo valemedio penique y se l'oye. Entres'ust tan siquiera del ojezto de mi

    vesita. (A MISTRESS PEARCE, que se ha quedado en la puerta esperandoms rdenes.) Seora, lha dicho ust que he veno en taxi?MISTRESS PEARCE.No hable tonteras. Qu le importa a un caballerocomo mster Higgins si usted ha venido en taxi o a pie?LA FLORISTA.Anda Dios! Aqu toos a una. Qu s'habrn figurao?Pues sepan usts que s'equivocan de medio a medio. Aqu menda, talcomo la ven, tie con qu pagar. De modo que al trigo, como quiendice. El seor aqu, segn le o decir anoche, da leciones deprenunciacin. Pues yo quiero aprender a prenunciar correztamente,as como suena. Creo que mi dinero vale tanto como el de otros; y si

    no, decirlo d'una vez. Con ir a otro profesor, asunto acabao, y tanamigos como antes.HIGGINS.Pero qu est diciendo la tonta?LA FLORISTA.El tonto ser usted si desperdicia la ocasin. Fjese queestoy dispuesta a pagar las leciones.HIGGINS.(Divertido.) S, eh? Vaya, vaya!LA FLORISTA.Vamos, parece que se ablanda. Aaaayyyy!HIGGINS.(Crispado.) A esa plfora la tiro por el balcn! (Avanzaamenazador. PICKERING le retiene. La muchacha lanza gritos de terrory se refugia detrs del piano.)

    LA FLORISTA.Aaaaayyyyy..., aaaaayyyyy!... No me pegue, que no hehecho nada. (Llorando.) Y me ha llamado plfora, cuando ofrezcopagar como una seora!PICKERING.(Acercndose al piano.) No se asuste, hija, que mi amigono es tan fiero como parece. Hablando se entiende la gente. Vamos aver: qu es lo que desea usted?LA FLORISTA.(Con voz temblorosa.) Pues mire ust: yo querra entrarde vendedora en una tienda elegante de flores. Me han dicho que mitipo no les disgustaba, pero que mi manera de hablar no era bastantefina. Como el seor se dedica a ensear a hablar, he venido a ver sinos entendamos.MISTRESS PEARCE.Pero, muchacha, est usted loca? Cmo va usted

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    19/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    20/77

    ELISA.(Quejumbrosa.) Pero si no voy a poder...MISTRESS PEARCE.Tranquilcese, muchacha, que nadie le quitar sudinero. Habr simple!HIGGINS.S, tranquilzate y no te apures. Y cuidado con dar bien laslecciones; que si no, habr azotes. Sintate.ELISA.(Obedeciendo despacio.) Aaayyy...! Ni que fu ust mi padre.HIGGINS.Una vez que yo sea tu profesor, ser peor que "dos"padres. Toma. (Le ofrece su pauelo de seda.)ELISA.Pa qu es eso?HIGGINS.Para que te seques los ojos, para que te seques cualquierparte hmeda de tu cara. No olvides, eh? Este es tu pauelo, y staes tu manga. No confundas una cosa con otra, si quieres llegar a seruna vendedora de categora. (ELISA, completamente confusa, le miracon ojos extraviados.)MISTRESS PEARCE.No le hable usted as, mster Higgins, que no le

    entiende. Por lo dems, mucho cuidado (Le quita el pauelo.)ELISA.(Arrebatndole el pauelo.) Venga, caray! Si me lo dio a m.PICKERING.(Riendo.) Es verdad; creo, mistress Pearce, que elpauelo le pertenece a ella.MISTRESS PEARCE.Bien empleado le est, mster Higgins.PICKERING.Hombre, se me ocurre una idea. Se acuerda usted de loque dijo de la "garden-party" de la Embajada? Le proclamar a ustedel primer profesor del mundo si lo lleva a cabo. Yo le apuesto todoslos gastos del experimento y el precio de las lecciones encima.ELISA.Oh, qu bueno es ust, mi general! Muchsimas gracias.

    HIGGINS.(Mirndole, pensativo.) Menuda faena! Si no fuera por elamor propio que pongo en estas cosas... Hay que ver sus modales ysu facha. Pero no importa. Lograr mi empeo. Har una duquesa deesa criatura sacada del arroyo.ELISA.Aaaaayyyyy...! Del arroyo ha dicho, cuando precisamente endonde me paso yo la vida es en las aceras.HIGGINS.(Entusiasmndose con la idea.) S, dentro de seis meses,dentro de tres, si tiene buen odo y lengua suelta, la presento en labuena sociedad y doy el timo. Mistress Pearce, llvesela y lmpiela.No ahorre el jabn. Hay buena lumbre en la cocina?

    MISTRESS PEARCE.(Protestando.) S, pero...HIGGINS.(Con el tono de quien no tolera objeciones.) Nada de peros.Qutele todo lo que lleva encima y qumelo. Mande usted al criado oal portero por ropas nuevas, y mientras tanto, envulvala, aunquesea en papel de estraza.ELISA.No s lo que ust querr hacer conmigo. Yo soy unamuchacha honr, entiende?HIGGINS.No necesitamos aqu tus remilgos de la calle de LissonGrove, chicuela. Tienes que aprender a comportarte como unaduquesa. Llvesela, mistress Pearce, y si le da guerra, dle ustedazotes.ELISA.(Levantndose precipitadamente y corriendo a colocarse entre

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    21/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    22/77

    arroyo y regalarte hermosos vestidos y hacer de ti una seora.MISTRESS PEARCE.Djela, seor; que vaya a casa de sus padres y lesdiga que la eduquen mejor.ELISA.No tengo padres. En la casa donde me criaron me dijeron queya tena bastante edad para ganarme la vida, y me echaron a la calle.MISTRESS PEARCE.Dnde est su madre?ELISA.No la he conocido. La que me ech a la calle era mi terceramadrastra. Pero a m, plin! Yo me las arreglo sin ellos.HIGGINS.Pero, entonces, qu estn ustedes diciendo? La chica nodepende de nadie. A m me sirve para mis experimentos, pues mequedo con ella. Mistress Pearce, lo dicho: llvesela y asela.MISTRESS PEARCE.Pero, seor, en qu calidad se va a quedar aqu?Habr que sealarle un salario. Las cosas no se hacen as.HIGGINS.Bueno; pguele lo que le parezca a usted; tmelo deldinero de la compra. (Impaciente.) Para qu demonios querr

    dinero, si aqu ha de tener todo lo que necesita: comida, cama yropa? Los cuartos no han de ser ms que para vicios.ELISA.Pero qu s'ha figurao ust? Que soy alguna golfa borracha?Pues, hijo, es lo que faltaba. (Vuelve a su silla y se sienta con airealtanero.)PICKERING.(Reprendindole con suavidad.) Oiga, Higgins: no se dacuenta de que tambin la muchacha tiene sentimientos?HIGGINS.(Mirndola con aire crtico.) Me parece que no tenemos quepreocuparnos. (De buen humor.) Verdad, Elisa?ELISA.Creo que mis sentimientos se merecen tanta consideracin

    como los de cualquiera.HIGGINS.(Reflexivo, a PICKERING.)Ah est la dificultad.PICKERING.Cmo? Qu dificultad?HIGGINS.Hacerla hablar gramaticalmente; la pronunciacin esbastante buena.ELISA.Yo no quiero hablar gramaticalmente. Quiero hablar como lasseoras.MISTRESS PEARCE.No nos apartemos de lo que importa. Yo deseosaber en calidad de qu ha de estar aqu la muchacha. Ha de cobraralgn salario? Qu ha de ser de ella despus que acabe su

    enseanza?HIGGINS.(Impaciente.) Dgame usted, mistress Pearce: qu ha deser de ella si la dejo en el arroyo?MISTRESS PEARCE.Este es asunto de ella, seor, no de usted.HIGGINS.Pues cuando yo acabe con ella, puede volver al arroyo, yello es de su incumbencia y en paz.ELISA.Ust no tiene corazn. Slo piensa en sus negocios, y a losdems que los parta un rayo. (Se levanta resueltamente, dirigindosea la salida.) Yo estoy ya harta de todo esto. Vaya, usts lo pasenbien.HIGGINS.(Cogiendo, con una sonrisa maliciosa, unos bombones dechocolate de la bandeja.) Toma, Elisa, unos bombones.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    23/77

    ELISA.(Detenindose, tentada.) Y qu s yo lo que habr dentro?Algn fieltro envenenado, como dicen en el "Tenorio". De menos noshizo Dios. (HIGGINSsacasu cortaplumas, corta un bombn en dos, semete una mitad en la boca, lo mastica, y le ofrece la otra mitad.)HIGGINS.Ves? Aqu no hay trampa ni engao. Mejor prueba de mi

    buena fe... (Ella abre la boca, para replicar; l le mete el mediobombn entre los labios.) No seas tonta. Tendrs montones de dulcessi quieres, podrs atracarte de ellos todos los das.ELISA.No me gusta despreciar. (Masticando con visible satisfaccin.)Gach, qu rico!HIGGINS.Escucha, Elisa: no has dicho que has venido en taxi?ELISA.Pues s, y qu? No tengo yo derecho a tomar un taxi comocualquiera?HIGGINS.Quin lo duda, mujer? Mira: de aqu en adelante tendrstantos taxis como gustes. No dars un paso por Londres si no es en

    taxi. Qu te parece?MISTRESS PEARCE.Seor, no enloquezca a la chica. Luego, al frer serel rer. En lo que debe ella pensar es en el porvenir.HIGGINS.A su edad! Vamos! Tiempo hay para pensar en elporvenir..., cuando ya ha pasado. No seas tonta, Elisa. Haz lo queesta seora: piensa en el porvenir de los dems, nunca en el tuyo.Piensa en el presente, en bombones de chocolate, en taxis, envestidos y alhajas.ELISA.Pues no, yo no pienso en vestidos y alhajas. Soy unamuchacha honr. (Se sienta con aire de dignidad.)

    HIGGINS.Y seguirs sindolo, Elisa, bajo el maternal cuidado demistress Pearce, mi digna ama de llaves. Y ms adelante sers lavirtuosa esposa de un oficial de la Guardia, con unos hermososbigotes, el hijo de un marqus, al que su padre desheredar porhaberse casado contigo, pero luego se humanizar al ver tuhermosura y tu gracia...PICKERING.Dispense, Higgins; esto pasa de la raya. Doy la razn amistress Pearce. Si esta muchacha ha de estar en manos de ustedpara un experimento de seis meses, es preciso que sepa exactamentelo que ha de hacer.

    HIGGINS.Pero si es imposible, hombre. Hay alguien de nosotros quesepa lo que hace? Si lo supiramos, lo haramos?PICKERING.Eso ser muy agudo; pero, francamente, no es de buensentido. (A ELISA.)Oiga usted, Elisa.ELISA.Ust dir.HIGGINS.Djese usted de quijotismos, Pickering; con cierta clase depersonas, cuantas menos complicaciones, mejor. Caramba! Comomilitar ya poda usted saberlo. Que sepa lo que exijo, y puntoconcluido. Fjate, Elisa: has de vivir aqu durante seis meses;aprenders a hablar correctamente para luego poder ser vendedoraen una tienda elegante de flores. Si te portas bien y haces lo que temando, tendrs un bonito dormitorio, comers opparamente y

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    24/77

    dispondrs de dinero abundante para comprarte dulces y pasearte entaxi. Si eres holgazana y reacia, dormirs en la despensa y te darnde palos. Al cabo de seis meses irs en automvil de lujo a palacio,vestida a la ltima moda y adornada con muchas alhajas. Si el reydescubre que no eres una seora de verdad, mandar apresarte y

    bajarte a una cueva, donde sers decapitada, entiendes?, donde tecortarn la cabeza, como escarmiento de floristas presumidas. Si, porel contrario, no descubren tu verdadera condicin; en una palabra, sidas el timo, tendrs un regalo de siete libras y seis peniques para quelos gastes en lo que ms te guste. (A PICKERING.) Qu, est ustedsatisfecho ahora? (A MISTRESS PEARCE.)Vamos, seora, es esto hablarcomo se debe?MISTRESS PEARCE.(Con paciencia.) Est bien; pero creo que lo mejorser que me deje usted hablar a solas con la muchacha. Yo no s sipodr admitirla aqu. No dudo de que las intenciones de ustedes sean

    buenas; pero todos podemos incurrir en grandes responsabilidades.Usted nunca repara en pelillos cuando se encaria con alguna idea.En fin, bueno... Venga conmigo, Elisa.HIGGINS.Muy bien. Ande usted y llvela al cuarto de bao.ELISA.Yo, pa qu voy a ir al cuarto de bao? Ya estoy yo escamhasta las cachas. Qu s'han figurao? A m nadie me da de palos.Qu tengo yo que hacer en Palacio? Qu falta me hace a mjugarme la cabeza?MISTRESS PEARCE.Muchacha, no sea tonta. Venga conmigo, que leexplicar todo. (Va hacia la puerta y la abre.)

    ELISA.Como usted quiera; pero a m no me la dan, coste... Pachasco! (Vase. MISTRESS PEARCE cierra la puerta y las quejas de ELISA yano se oyen. PICKERING va de la chimenea a la silla y se sienta en ella ahorcajadas, apoyando los brazos cruzados en el respaldo.)PICKERING.Dispense usted la pregunta, Higgins: qu opinin tieneusted de las mujeres?HIGGINS.Bastante mediana, si he de decir la verdad.PICKERING.Hombre, explquese.HIGGINS.(Sentndose en el taburete del piano.) Pues mire: siemprehe visto que en trabando amistad con una mujer, sta se vuelve

    celosa, envidiosa, exigente, desconfiada y cargante por todos losestilos. Si me enamoro de ella, entonces todava peor: se hacetirnica y egosta. Las mujeres no valen ms que para trastornarlotodo. Si permitimos que se inmiscuyan en nuestra vida, nosencontramos con que ellas tiran por un lado y nosotros por el otro.PICKERING.No comprendo.HIGGINS.(Violento, levantndose y andando con intranquilidad.) Pueses bien sencillo. Sucede que cada uno tiene sus gustos y que stosson incompatibles con los del otro, y cada uno trata de imponer alotro los suyos. El uno quiere ir en direccin Norte y el otro endireccin Sur, y el resultado es que ambos tienen que ir en direccinEste, aunque ambos aborrezcan el viento de Levante. (Vuelve a

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    25/77

    sentarse en el taburete.) As, pues, me ve usted hecho un soltern yas he de morir.PICKERING.(Levantndose y acercndose con aire serio.) Vamos,Higgins. Usted sabe lo que quiero decir. No tergiversemos. Si he deser copartcipe en este asunto, tengo que poner los puntos sobre las

    es. Me cabe cierta responsabilidad en cuanto a la chica. Espero quepor ningn estilo habr de abusarse de ella.HIGGINS.Pero, hombre!, con qu sale usted ahora. Para m ha deser sagrada. (Levantndose.) Ella ser mi discpula, nada ms, y yasabe usted que no se puede ensear no respetandoescrupulosamente a los discpulos. Estoy bien fogueado, descuideusted. He dado lecciones a docenas de millonarias americanas, entreellas mujeres de soberana hermosura; pues, para m, como sihubiesen sido zoquetes de madera. Yo mismo soy un zoquete.PICKERING.No exagere usted, amigo mo. Ya sabe usted que no hay

    peor cua que la de la misma madera. Cuando los zoquetes sonhombres y mujeres, pueden encenderse y echar llamas... por elsimple roce.HIGGINS.No soy ningn muchacho. No olvide, Pickering, que tengomis cuarenta aos bien cumplidos.PICKERING.No importa, no importa. Quedemos en nuestro smil.Antes arde la lea seca que la verde, y la yesca, tan inflamable, secra en los troncos aejos...HIGGINS.(Rindose.) Qu adulador es usted, amigo Pickering! (Laentrada de MISTRESS PEARCE interrumpe el coloquio. El ama lleva en la

    mano el sombrero de ELISA. PICKERING se retira al silln de cuero cercade la chimenea y dice a MISTRESS PEARCE:)Ya se arregl aquello?MISTRESS PEARCE.S, seor. Ha tomado su bao, aunque con algntrabajo. Porque estaba demasiado caliente el agua, emiti algunasinterjecciones que no eran de las ms correctas.HIGGINS.(Al reparar en que MISTRESS PEARCE trae entre las manos elsombrero de ELISA.)Pero qu es eso? Su famoso sombrero!MISTRESS PEARCE.S, seor; me suplic que no lo quemara con elresto de la ropa.HIGGINS.(Se lo quita de las manos.) Bueno; lo guardaremos como

    recuerdo.MISTRESS PEARCE.Ande usted con cuidado. No lo quemar, pero buenoser meterlo un rato en el horno. Quin sabe...?HIGGINS.(Lo pone precipitadamente sobre el piano.) Ah, bueno!Qu ms?MISTRESS PEARCE.Pues nada: me he permitido hacerle algunasadvertencias, no solamente respecto a sus modales, sus expresiones,ademanes y aseo personal, sino tambin en cuanto al orden ymtodo de la vida diaria. Le he dicho que procure dejar todas lascosas en el sitio que les corresponde y no tirarlas en cualquier lado.HIGGINS.Ha hecho usted perfectamente. Ya s, mistress Pearce, quees usted un ama de llaves incomparable. Bajo la direccin de usted,

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    26/77

    Elisa aprender seguramente a ser hacendosa y amante del orden.MISTRESS PEARCE.Agradezco mucho el inmerecido elogio, peropermtame una observacin de carcter personal.HIGGINS.Hable usted.PICKERING.Si elasunto es reservado, puedo retirarme al gabinete.HIGGINS.No haga usted caso. Lo que hablamos mi excelente ama dellaves y yo puede decirse delante de todo el mundo. Desembuche,querida mistress Pearce.MISTRESS PEARCE.Pues, como tengo entendido que de ms efecto esel ejemplo que el predicar, creo, mster Higgins, y no me lo tome amal, que usted, a su vez, debiera procurar tener un poco ms deorden y de compostura. As, por ejemplo, perdone la franqueza,cuando viene usted de la calle, debiera quitarse la levita y no echarsecon ella a dormir la siesta; no debiera comer todo en el mismo plato,como a veces hace. Acurdese de que ayer, sin ir ms lejos, se

    encontr una cabeza de sardina en la mermelada, porque no habacambiado el plato.HIGGINS.Hombre! A veces estoy distrado, pero no es costumbre.(Brusco.) A propsito: cmo es eso que mi levita huele tanto abencina?MISTRESS PEARCE.Es natural; he tenido que limpiarla. Como tieneusted la costumbre, cuando se mancha los dedos, de restregarlos ensus mangas...HIGGINS.(Gritando.) Bueno, bueno; de aqu en adelante me lospasar por el pelo.

    MISTRESS PEARCE.Seor, no quisiera haberle ofendido. Perdone.HIGGINS.(Conciliador.) Nada, nada. Despus de todo, tiene ustedmucha razn. Para que la chica no se abandone, voy a tener mscuidado conmigo mismo. Es esto lo que usted quiere decir?MISTRESS PEARCE.S, seor. Adems, tengo que hacerle una pregunta.HIGGINS.Hable, y a ver si terminamos de una vez.MISTRESS PEARCE.Quera preguntarle si le poda poner a la chica unode aquellos trajes japoneses que trajo usted el ao pasado de Pars.No puedo ponerle la ropa que tena...HIGGINS.Claro, ya le dije que haba que quemarlos. Vstala de

    japonesa. Nada ms?MISTRESS PEARCE.Nada ms. Con su permiso me retiro. (Vase.)HIGGINS.Es una excelente mujer esa mistress Pearce. Pero tiene unconcepto muy raro de m. Yo, en realidad, soy un hombre tmido,dbil, bonachn. Nunca he podido ser enrgico, exigente y tirnicocomo otros. Y sin embargo, ella est persuadida de que soy un ogroque me como crudos a los nios. (MISTRESS PEARCE vuelve.)MISTRESS PEARCE.Ay seor! Ya empieza el jaleo. Ah fuera hay unhombre de bastante mal aspecto, que acaba de llamar. Dice que es elpadre de la muchacha que tienen aqu secuestrada.PICKERING.Anda, anda; ya deca yo!HIGGINS.(Vivamente.) Mande pasar a ese sujeto.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    27/77

    MISTRESS PEARCE.Est bien, seor. (Sale.)PICKERING.A ver si nos da un disgusto.HIGGINS.No tenga usted cuidado. Si se desboca, el disgusto se lodar yo a l. Ya ver usted cmo oiremos algo interesante.PICKERING.Acerca de la chica?HIGGINS.No; me refiero al lenguaje tpico.PICKERING.Ya!MISTRESS PEARCE.(Abriendo la puerta.) Pase usted. (Se retira. Hacesu entrada solemne ALFREDO DOOLITLE. Es un trapero o basurero decierta edad, pero vigoroso y sano, algo canoso. Sus rasgosfisonmicos son enrgicos e interesantes, y parece tan libre deescrpulos como de remordimientos. Tiene una voz muy expresiva,como quien est acostumbrado a la vida al aire libre y a expresarsesin reservas. Su traje corresponde a su condicin social. Su actitudpresente es la del honor perdido y resolucin enrgica.)

    DOOLITLE.(En la puerta, dudando de quin de los dos caballeros es eldueo de la casa.) El profesor Higgins?HIGGINS.Soy yo. Qu desea usted?DOOLITLE.Buenos das, seores. Vengo por un asunto muy serio.HIGGINS.(Sealndole una silla.) Sintese.DOOLITLE.Con su permiso. (Se sienta con alguna vacilacin.)HIGGINS.(A PICKERING.)Se ha criado en Hounslow. La madre debi deser del Pas de Gales. (DOOLITLE abre la boca atnito. A DOOLITLE.)Usted dir qu es lo que quiere.DOOLITLE.Pues quiero a mi hija.

    HIGGINS.Muy natural en un padre. Veo con gusto que no ha perdidousted el sentido de la familia. Pues nada, no se apure. En seguida suhija estar aqu y se la podr usted llevar.DOOLITLE.(Como asustado.) Qu es lo que dice?HIGGINS.Que se la lleve usted. No querr usted que me la guardeyo, supongo.DOOLITLE.Hombre, vamos, sea usted razonable. No debe ustedponerse as. Las cosas, claras. La chica me pertenece a m. Usted sela llev. Qu voy yo ganando?HIGGINS.S, hombre; las cosas, claras. Su hija tuvo la osada de

    presentarse en mi casa con la pretensin de que yo le ensee ahablar correctamente para que se pueda colocar en una tienda deflores. Este caballero (Sealando a PICKERING.)y mi ama de llaves lohan presenciado todo. (Gritndole.) A qu viene usted ahora aqu?Usted la ha mandado a propsito para hacerme un chantaje; pero leva a salir el tiro por la culata.DOOLITLE.Pues djeme usted explicarme...HIGGINS.La Polica se encargar de aclarar el asunto. Esto ha sido unplan para sacarme dinero con amenazas. Voy a telefonear a laComisara. (Va resuelto hacia el telfono y descuelga el aparato.)DOOLITLE.Pero, seor, le he pedido yo ni un penique? Caballero (APICKERING.), usted es testigo: he hablado yo de dinero?

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    28/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    29/77

    quemar sus ropas?DOOLITLE.Pues claro. Querr usted que me la lleve en cueros vivos?HIGGINS.Usted ha venido aqu diciendo que quera a su hija.Llvesela, pues. Si no tiene ropas, cmpreselas.DOOLITLE.(Desesperado.) Dnde estn las ropas con que entr?

    Las he quemado yo o las ha quemado aqu, su seora?MISTRESS PEARCE.Soy el ama de llaves de mster Higgins. Por lodems, no se apure. He mandado comprar ropa nueva para su hija.En cuanto llegue, podr usted llevrsela. Mientras tanto, puede ustedesperar en la cocina. (DOOLITLE, muy contrariado, se dirige a lapuerta. Vacila; luego, en tono de confianza, se vuelve hacia HIGGINS.)DOOLITLE.Oiga usted, caballero: usted y yo somos hombres demundo. Hablemos como es debido, de hombre a hombre.HIGGINS.Ah, bueno! Mistress Pearce, djenos solos un momento.MISTRESS PEARCE.Perfectamente. (Sale digna y majestuosamente.)

    PICKERING.Tiene usted la palabra, seor Doolitle.DOOLITLE.Gracias, caballero. (Dirigindose a HIGGINS, que se retira asentarse en el taburete del piano.) La verdad es sta, caballero:usted, desde la primera vista, me ha sido simptico. Hablando seentiende la gente. Mire, yo no soy intransigente y tirano, comomuchos. Por las buenas se hace de m lo que se quiere. Quedando ensalvo mi dignidad, yo no tengo inconveniente en llegar a un arreglo.La chica, como usted sabe perfectamente, es guapita, y, como tal,tiene sus mritos. Como hija, en cambio, no vale nada, y no tengoinconveniente en confesarlo sin rodeos. Lo nico que yo reclamo son

    mis derechos de padre, pues no supongo que considere usted justoque yo se la deje de balde. Es usted demasiado caballero para eso.Para usted, qu es un billete de cinco libras? Y para m, qu esElisa? (Vuelve a su silla y se sienta como un juez que ha pronunciadoun fallo.)PICKERING.Debe usted saber, Doolitle, que las intenciones de msterHiggins son absolutamente honestas.DOOLITLE.Naturalmente; si no lo creyese yo as, pedira por lo menoscincuenta libras.HIGGINS.(Indignado.) Quiere usted decir con eso, infame, granuja,

    que vendera a su hija por cincuenta libras?DOOLITLE.Por complacer a un caballero como usted, soy capaz decualquier cosa, tenga la seguridad.PICKERING.Pero, hombre, usted no tiene moralidad.DOOLITLE.Ay caballero, mis medios no me lo permiten! Tampocotendra usted moralidad si fuese tan pobre como yo. Y no es que yotenga malas intenciones; pero vamos a ver: si a Elisa le ha tocado unpremio gordo, no es justo que tenga yo una pequea participacin?HIGGINS.(Confuso.) No s qu hacer, amigo Pickering. Es indudableque, desde el punto de vista de la moral, es un crimen darle a estehombre un penique. Pero, por otro lado, tampoco se puede negar quesu peticin encierra cierta justicia brutal.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    30/77

    DOOLITLE.Diga usted que s. Tenga usted en cuenta lo que es unpadre. Dganme, caballeros, qu soy yo? Un pobre que no tiene laculpa de ser pobre. Esto supone un conflicto continuo con lamoralidad de la clase media. Si hay algo en que disfrutar y yo tratode disfrutarlo, todos me quieren negar el derecho a ello. Pero mis

    necesidades son, por lo menos, tan grandes como las de cualquierfavorito y recomendado de los establecimientos de Beneficencia.Necesito comer tanto como l y beber an algo ms. Necesitodiversiones, porque soy un hombre pensante. Me hacen faltaexpansiones: su miaja de baile, su miaja de canto, cuando estoy debuen humor. Pues bien: me piden por cualquier cosa lo mismo que alos otros. No me regalan nada. Y cul es la moralidad de la clasepudiente? Escudarse en esta moralidad para negrmelo todo, para nodarme nada. Por eso les suplico a ustedes, caballeros, que no siganconmigo el mismo sistema. No quieran ustedes quitar a un padre el

    fruto de su trabajo, amparndose en hipcritas principios demoralidad. Ustedes no saben, claro est, lo que es criar a una hija,darle de comer casi a diario, vestirla desde la cuna hasta que ya sepuede ella ganar la vida. Dganlo ustedes mismos. Cinco libras es unaganga. Lo dejo a su criterio.HIGGINS.(Levantndose y acercndose a PICKERING.)Pickering, si nosemperamos en darle lecciones a este hombre durante tres meses,podra ocupar un sitio en el Parlamento o distinguirse comopredicador.PICKERING.Qu opina usted de esto, Doolitle?

    DOOLITLE.Quiten ustedes! He odo muchos discursos parlamentariosy muchos sermones. Ya lo dije: soy un hombre pensante y me gustanlos discursos sobre la poltica, la religin y las reformas sociales, ascomo cualquier otra diversin; pero no vale la pena de que yo memoleste en hacer un papel activo. La vida es corta y hay queaprovecharla.HIGGINS.Creo que se le puede dar el billete para acabar. (Mirando aPICKERING y sacando la cartera.)PICKERING.Me temo que haga mal uso de ese dinero.DOOLITLE.Dios me guarde, caballero. Mal me conoce usted. No tenga

    el ms pequeo cuidado: no lo guardar, no lo economizar, no losustraer a la circulacin. El lunes prximo no quedar ni un peniqueen mi poder. El lunes tendr que ir al trabajo, como si nunca hubiesetenido tal billete. No me servir para entregarme a la holgazanera,pierda cuidado. Una juerga en grande el domingo para m y laparienta, y "pax Christi"...HIGGINS.Me ha convencido usted. Tanto, que en vez de cinco librasle voy a dar diez. (Le ofrece dos billetes.)DOOLITLE.Por Dios, no. En serio. Mi socia no tendra el alma degastarse en un da diez libras, y tal vez yo tampoco. Es muchodinero. Una suma as, ya le inspira a uno ideas formales, ideas deahorro, de no gastar, y entonces, adis alegras, adis felicidad!

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    31/77

    Nada, caballero, me da usted lo que he pedido; ni un penique ms niun penique menos.HIGGINS.Bien, hombre; por eso no hemos de reir. Pero dgameusted: por qu no se casa con su compaera?DOOLITLE.Ah! S, dgaselo a ella. Por m, no habra inconveniente.

    No estamos ms que amontonados, como quien dice. Y de ah vienentodos mis sufrimientos. No tengo autoridad sobre ella. Tengo quemantenerla, tengo que vestirla, tengo que llevarla a diversiones y sersu esclavo, todo porque no soy su marido legal. Ella bien lo sabe. Ases que ni a tiros se casa conmigo. Que te quiero, morena!... Usted,caballero, siga mi consejo: csese con Elisa mientras es joven y nocae en la cuenta. Si no lo hace as, luego le pesar a usted. Crame,he visto mucho...HIGGINS.Pickering, si seguimos escuchando a ese hombre, va aacabar con todas nuestras convicciones. (A DOOLITLE.)Cinco libras ha

    dicho usted?DOOLITLE.Cabal. Yo no tengo ms que una palabra.HIGGINS.Est usted seguro de que no aceptara diez?DOOLITLE.Ahora, no. Ms tarde, quin sabe!HIGGINS.(Entregndole un billete de cinco libras.) Pues ah tieneusted.DOOLITLE.Muchsimas gracias. Ustedes lo pasen bien, caballeros. (Seprecipita hacia la puerta, ansioso de escaparse con su botn. Al abrirtropieza con una seorita japonesa lindsima y guapa, vistiendo unquimono de seda azul con flores blancas de jazmn. Detrs de ella

    viene MISTRESS PEARCE. l se aparta respetuosamente y murmuraexcusas.) Dispense, seorita.LA JAPONESA.Anda la mar, mi padre!DOOLITLE, HIGGINS, PICKERING. (Exclamacin simultnea.) Esposible? Elisa! Qu es esto? Hola!ELISA.Estoy hecha una facha, verdad?HIGGINS.Una facha?MISTRESS PEARCE.Mster Higgins, cuidado, no diga cosas que la haganpresumida a la chica.HIGGINS.(Concienzudo.) Tiene usted razn, mistress Pearce. (A

    ELISA.)Ests hecha una facha.ELISA.Si me pusiera el sombrero, estara mejor. (Recoge susombrero, se lo pone y atraviesa la habitacin con aire depresuncin.)HIGGINS.Caramba, una nueva moda! Y el caso es que no le sientamal.DOOLITLE.(Con orgullo paterno.) Est preciosa la condenada. Parecementira lo que hace la limpieza.ELISA.Es fcil tener limpieza as. Hay agua caliente y fra adiscrecin, y toallas afelpadas, y cepillos, y esponjas, y agua deColonia, y jabn lquido, que echa espuma como la cerveza. Ahoracomprendo cmo las seoras ricas van tan limpias. Para ellas, el

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    32/77

    lavarse es un placer. Ya veran si tuvieran que lavarse como una.HIGGINS.Me alegro que te haya gustado el cuarto de bao.ELISA.Pues no m'ha gustao del todo, lo digo como lo pienso.HIGGINS.Pues por qu?ELISA.Porque a m no me parece decente eso. Menos mal que lo he

    tapado con una toalla.HIGGINS.(Volvindose hacia MISTRESS PEARCE.) Pero a qu se refiere?MISTRESS PEARCE.(Sonriendo.) Al espejo.HIGGINS.Vamos! Oiga usted, Doolitle: a esta nia la ha criado ustedcon ideas algo oas.DOOLITLE.Yo! Si no la he criado de ningn modo. De cuando encuando, algn lapo, y pare usted de contar. A m no me echen laculpa de nada. Ella es como Dios la hizo. Ahora le dir: la falta decostumbre es la causa. Pero ya ver usted qu pronto se acostumbraa todo.

    ELISA.No diga ust eso. Yo no quiero acostumbrarme a na... Yo soyuna chica honr...HIGGINS.Elisa, si vuelves a decir que eres una chica honrada, tupadre te va a llevar a su casa.ELISA.Si, me paece. Qu mal le conoce! l, a lo que ha venido,como si lo viera..., le conozco como si le hubiera parido..., es a ver siaqu sacaba algo para luego correrla. Si ust l'ha dao algo, menudacogorza la que se prepara!...DOOLITLE.Creo que nada ms natural. Para qu quera yo loscuartos, si no? No, que iba a echarlos al cepillo de la iglesia. Qu

    cosas se oyen!ELISA.Miau! (Le saca la lengua para burlarse.)PICKERING.(Temiendo algn exceso, se interpone entre ambos.)Vamos, Elisa, es su padre.DOOLITLE.Oye, t, no seas desvergonzada. Conmigo te va a salirmal. Y que no sepa yo que hayas faltado a estos caballeros, eh?,porque entonces s que sabrs quin soy yo.HIGGINS.Bien, bien; tiene usted algn consejo ms que darle a suhija?DOOLITLE.Yo, nada. All ella. Usted ver cmo se las maneja. Ahora,

    si quiere usted hacerme caso, no la permita que se le suba a la parra.La ve usted reacia, pues un cachete sin duelo. (Hace con la mano elademn de azotar.) Y no digo ms, seores; pasarlo bien. (Se retira.)HIGGINS.Eh! Oiga. Puede usted venir con regularidad a visitar a suhija. Es natural. Mi hermano es clrigo y puede ayudarle a educarla.DOOLITLE.(Evasivamente.) S, s, caballero; vendr con mucho gusto.No muy pronto, porque tengo un trabajo en el otro extremo de laciudad, pero vendr alguna vez. Adis, seores; adis, seora. (Sale,acompaado de MISTRESS PEARCE.)ELISA.Viejo embustero; no se fen ustedes de l. Cuando ha odo lodel clrigo, huye espantado. No ha de venir tan pronto.HIGGINS.A m no me hace falta. Y a ti?

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    33/77

    ELISA.Menos. Ojal no vuelva a aparecer! Cmo me luzco tantocon l!... Es un perdido.PICKERING.Pero es su padre, Elisa; no debe usted hablar as de l.ELISA.Bueno, caballero; me callar si le molesto. Lo que quisiera yoahora, ya que me dijeron que podra tomar un taxi cuando se me

    antojase, es tomarlo ahora mismo y darme una vueltecita por ahpara que me vean mis antiguas compaeras y rabien un poquito. Yoni les dirigir la palabra.PICKERING.Ms valdra esperar a tener otro traje para salir a la calle.HIGGINS.Y, adems, no hace falta que cortes tus relaciones con tusantiguas amistades.ELISA.Qu amistades ni qu ocho cuartos! Yo no me trato con esaschicas. Bastantes veces me han mirado de arriba abajo cuando lesiba bien. Ahora me toca a m. De todos modos, si van a traerme untraje elegante para ir a la calle, esperar. Cunto me gustan a m los

    vestidos bonitos y cuntas veces he deseado tenerlos! MistressPearce me ha dicho que tendr para dormir prendas diferentes de lasdel da, muy elegantes. Esto lo encuentro yo una tontera y un gastointil. En primer lugar, de noche no se pueden lucir las prendas, yluego, cuando hace fro, en invierno, cualquiera se muda de ropa parair a la cama.MISTRESS PEARCE.(Volviendo.) Elisa, ya han trado la ropa: quiereusted venir a probrsela?ELISA. Aaaayyyyy!... (Se precipita afuera.)MISTRESS PEARCE.(Siguindola.) Pero, muchacha, no corra as. (Sale,

    cerrando la puerta.)HIGGINS.Pickering, menuda faena la que nos espera.PICKERING.(Con conviccin.) Eso mismo pienso yo.

    TELN

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    34/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    35/77

    HIGGINS.Ya s lo que me vas a decir: que soy un Adn, que mismaneras son de cuartel, que no s llevar una conversacin. Todo esverdad; pero ahora se trata de un asunto de inters cientfico.MISTRESS HIGGINS.Quita, quita, por Dios! Ya te veo venir con tusvocales y tus diptongos, y tus cuerdas vocales y tus dentales y

    sibilantes, y etctera. La gente teme ms eso que tus exabruptos.Olvdate siquiera hoy de esas cosas. Mira: vienes luego a comer y teescuchar todo lo que quieras.HIGGINS.Imposible, mam; tiene que ser ahora mismo. Escucha: hepescado a una muchacha...MISTRESS HIGGINS.O una muchacha te ha pescado a ti.HIGGINS.Nada de eso. Ya sabes que estoy demasiado ocupado parapensar en amoros.MISTRESS HIGGINS.Lstima!HIGGINS.Lstima? Por qu?

    MISTRESS HIGGINS.Hombre, porque s. Me gustara que pensaras encasarte. No quisiera morir sin haber visto a algunos nietos. Parecementira que seas as, cuando hay tantas muchachas guapas por ah.HIGGINS.S, las habr; pero a m, como si no. Mis estudios, antesque todo. No soy enemigo de las mujeres, pero las prefiero un pocoentradas en aos. Con las muchachas no se puede tener unaconversacin sensata. (Se pasea con las manos en los bolsillos,haciendo sonar unas monedas y un manojo de llaves.) No tienenjuicio.MISTRESS HIGGINS.Alguna habr lista. La cuestin es dar con ella.

    Pero vamos, cuntame: qu pasa con esa muchacha?HIGGINS.Pues que va a venir a verte.MISTRESS HIGGINS.Cmo? Quin es?HIGGINS.No la conoces, y no tiene nada de particular. Es una vulgarflorista que recog en el arroyo.MISTRESS HIGGINS.Jess; y la mandas venir aqu en da de recepcin!T no ests en tus cabales.HIGGINS.(Se acerca zalamero.) No te asustes, mamata; ya verscomo no hace ningn estropicio. Yo le he enseado a hablar conpropiedad y a portarse correctamente. Le he recomendado que no

    hable ms que de dos cosas: del tiempo que est haciendo y de lasalud de cada uno, como se suele hablar en sociedad, y que no selance a generalidades por nada del mundo. Vers qu bien sale delempeo.MISTRESS HIGGINS.T ests loco, Enrique. Buena la has hecho.HIGGINS.Ya vers, y me dars la razn. Pickering est conmigo en elcomplot. Tengo con l una apuesta, segn la cual, dentro de cuatromeses, tengo que hacerla pasar por una aristcrata. La recog haceya dos meses, y no puedes figurarte lo que va adelantando. Tiene unodo excelente y un rgano vocal muy flexible. Ms fcil me ha sidoensearle a hablar ingls que a la generalidad de mis discpulos de laburguesa, por la sencilla razn de que ha tenido que aprender un

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    36/77

    lxico completamente nuevo. Ahora habla el ingls tan bien como tel francs.MISTRESS HIGGINS.Vamos! Pues te felicito.HIGGINS.No hay de qu, todava.MISTRESS HIGGINS.Cmo?HIGGINS.Pues claro. He logrado reformar su vocabulario y darle unapronunciacin perfecta; pero eso no basta. Importa fijarse en cmopronuncia, pero tambin en lo que pronuncia, y eso es lo que... (Soninterrumpidos por una doncella, que aparta el portier anunciando:)DONCELLA.La seora y la seorita de Eynsford! (Vase.)HIGGINS.Atiza! (Recoge su sombrero del sof y trata de escapar sinser visto; pero su madre le coge del brazo y, al entrar las visitas, lepresenta, quiera o no quiera. La SEORA y la SEORITA DE EYNSFORD HILLson la madre e hija que hemos conocido en el primer acto. La madrees una seora muy bien educada, calmosa, y tiene la natural timidez

    del que vive en la estrechez. La hija afecta un aire de estar muyacostumbrada a frecuentar la buena sociedad y a no reparar engastos.)MISTRESS HIGGINS.Queridas amigas, pasen ustedes.SEORA EYNSFORD.Cmo est usted? (Se besan.)MISTRESS HIGGINS.Bien, y ustedes?SEORITA EYNSFORD.Mistress Higgins! Qu bien la encuentro! (Sebesan.)MISTRESS HIGGINS.(Presentando a su hijo.) Mi hijo Enrique. Creo queustedes no se conocen.

    SEORA EYNSFORD.Cmo est usted? (Se dan la mano.)HIGGINS.Bien, y usted? (Da la mano tambin a la hija.) Seorita.(Se inclina.)SEORITA EYNSFORD.Hemos odo hablar mucho de usted; pero, hastaahora, no habamos tenido el gusto de verle.HIGGINS.El gusto es mo. (Mirndola de repente con sorpresa.) Perome parece que nos hemos visto ya en alguna parte. Conozco su voz,no hay duda. En fin, no importa; tomen asiento.MISTRESS HIGGINS.Mi hijo Enrique tiene un carcter un poco brusco.No se lo tomen en cuenta.

    SEORITA EYNSFORD.Yo no hago caso. Me gustan los caracteresoriginales. (Se re y se sienta en el silln gtico.)SEORA EYNSFORD.(Un poco confusa.) Qu cosas tienes, hija! (Sesienta en el sof, y MISTRESS HIGGINS en la silla del escritorio,volvindola hacia la reunin. HIGGINS va hacia un balcn y admira laslejanas del paisaje, como si fuera la primera vez que contemplara tal panorama. La doncella vuelve a entrar anunciando alCORONELPICKERING.)PICKERING.(A MISTRESS HIGGINS.)Cmo est usted, mistress Higgins?MISTRESS HIGGINS.Tanto gusto en verle, coronel. Estas seoras,amigas mas, son las seoras de Eynsford Hill. (Saludos mutuos. ElCORONEL acerca la silla pompeyana y se sienta en ella.)

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    37/77

    PICKERING.Le ha contado Enrique lo que tramamos?HIGGINS.(Inclinndose hacia l, y en voz baja.) Nos haninterrumpido. Qu le vamos a hacer!MISTRESS HIGGINS.Pero, Enrique, mira lo que dices.SEORA EYNSFORD.(Semilevantndose.) Si es que estorbamos...MISTRESS HIGGINS.(Levantndose y hacindola sentarse otra vez.)Por Dios; no faltaba ms! Precisamente estaba esperndolas. Quieropresentarlas a una amiga.HIGGINS.(De repente, convencido.) S, s, es verdad. Para miexperimento hace falta que haya una reunin. (Vuelve la doncellapara anunciar a FREDDY.)HIGGINS.(Casi en voz alta.) Otro Eynsford Hill, vaya!FREDDY.(Con inclinacin pedantesca.) Cmo est usted, seora?MISTRESS HIGGINS.Bien, y usted? (Presenta a los dems.) El coronelPickering.

    FREDDY.(Inclinndose.) Mucho gusto.MISTRESS HIGGINS.Mi hijo Enrique.FREDDY.(Inclinndose.) Mucho gusto.HIGGINS.(Mirndole como si fuese un carterista.) Jurara que sta noes la primera vez que nos vemos.FREDDY.No recuerdo.HIGGINS.Bueno, no importa; tome asiento. (Da la mano a FREDDY ycasi le hace caer de un empujn sobre el sof. Luego da la vuelta y sesienta en el otro extremo del sof, al lado de la SEORA EYNSFORD.)Ahora digo yo: de qu vamos a hablar hasta que venga Elisa?

    SEORITA EYNSFORD.Conmigo no cuente, pues no me cuido de laconversacin. (Mirando a HIGGINS a ver si le hace impresin.) Ah, silas personas fueran francas y dijeran lo que realmente piensan!HIGGINS.Dios no quiera!SEORA EYNSFORD.(Terciando en el asunto para ayudar a su hija.)Por qu?HIGGINS.Lo que creen que debieran pensar, ya es bastante malo depor s, Dios sabe; pero lo que realmente piensan es an peor. Creeusted que sera agradable or, por ejemplo, lo que yo realmentepienso?

    SEORITA EYNSFORD.(Rindose.) Tan cnico es?HIGGINS.Cnico! Yo no he dicho semejante cosa! Lo que digo esque hara poco gracia!SEORA EYNSFORD.Creo que usted exagera.HIGGINS.Desengese, seora; todos, el que ms y el que menos,somos unos salvajes. Creemos ser hombres civilizados y cultos,entender de poesa y filosofa, arte y ciencia, etctera; pero lamayora no sabemos ni la primera palabra de ello. (A la SEORITAEYNSFORD.) Vamos a ver: qu sabe usted de poesa? (A la SEORAEYNSFORD.) Qu sabe usted de ciencia? (Sealando a FREDDY.) Qusabe ese joven de arte, de ciencia, de lo que sea? Qu creen ustedesque yo s de filosofa?

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    38/77

    MISTRESS HIGGINS.Y sobre todo, Enrique, de trato de gentes. (Ladoncella aparece de nuevo y anuncia a la seorita ELISA DOOLITLE.ELISA, deliciosamente trajeada, produce al entrar tal impresin dehermosura y distincin, que todos se levantan como cohibidos. Es uncontraste enorme con la florista estrafalaria de antes. Guiada por la

    mirada de HIGGINS, se acerca a la seora de la casa, con graciaestudiada.)ELISA.(Con correccin pedantesca y hermosa cadencia de voz.)Cmo est usted, seora? Su seor hijo me dijo que usted me harael honor de recibirme; as es que me he permitido...MISTRESS HIGGINS.(Cordial.) Tengo una verdadera satisfaccin enconocerla.PICKERING.Cmo est usted, Elisa?ELISA.Bien, y usted, coronel?PICKERING.Bien, gracias.

    MISTRESS HIGGINS.(Presentando.) Esta seora es mistress EynsfordHill. Su hija Clara... Su hijo Freddy. (Saludos mutuos. CLARA se sientaal lado de ELISA, en el sof, y la mira con atencin suma desde lospies a la cabeza. FREDDY, despus de rondar solcito a ELISA, se sientacon aire de suficiencia en el silln gtico.)HIGGINS.(De repente.) Calla, ahora recuerdo! (Todos le miran consorpresa.) En el prtico de San Pablo... (En son de lamento.) Malditacasualidad!MISTRESS HIGGINS.Vamos, Enrique, reprtate! (l est a punto desentarse en el escritorio.) Cuidado, hombre, no te sientes en mi

    escritorio, que lo vas a romper.HIGGINS.Dispensa, mam. (Va hacia el sof, tropezando con el picode la alfombra, y, desahogndose con sordas imprecaciones, concluyesu desastroso trayecto dejndose caer en el sof con tanta fuerza quelo hace crujir alarmantemente. Su madre le mira con severidad, perose reprime y guarda silencio. Sigue una larga y penosa pausa.)MISTRESS HIGGINS.(Finalmente, para reanudar la conversacin.)Parece que el tiempo va a cambiar. No me chocara que tuvisemoslluvia.ELISA.Las bajas presiones que predominan en las islas por toda la

    parte del Oeste y el canal, parece que tienen tendencia a correr haciael Este. Por lo dems, el estado baromtrico es bastante fijo,quitando un pequeo centro de perturbacin por el Norte.FREDDY.Ja, ja, ja, ja, ja! Qu gracia!ELISA.Qu le pasa a usted, caballero? Creo que no he dicho ningndisparate.FREDDY.Me hace la mar de gracia.SEORA EYNSFORD.Yo no creo que llueva. El cielo est muy limpio denubes. Y es lstima, porque convendra un poco de lluvia. Hay quever cunta gente hay enferma a causa de esta sequa tan prolongada.ELISA.(Sombra.) Una ta ma se muri de la gripe. Por lo menos, asdijeron.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    39/77

    SEORA EYNSFORD.(Moviendo la cabeza y chascando la lengua en sonde lstima.) Es cierto? Pobrecilla!...ELISA.(Con pronunciacin muy pura y cadencia armoniosa.) S, asdijeron; pero a m no me la dan con queso. Para m que cuando laestaban cuidando a la pobre, metieron la pata hasta el corvejn...SEORA EYNSFORD.(Con extraeza.) No comprendo...ELISA.S, seora, como hay Dios. Mi ta, que en paz descanse, tenamucha correa. Haba pasado por muchas enfermedades: malospartos, una pulmona, el clico miserere, qu s yo. Y tan tiesa. Mipadre siempre deca: "A sta no la matan ni a tiros." Cuando lo delclico s creamos que la diaba. Pareca que estaba dando lasboqueadas; pero mi padre le acerc una botella de aguardiente, y almomento ella volvi en s, y pidi ms, y si la dejan, no queda nigota.SEORA EYNSFORD.(Espantada.) Jess! Jess!

    ELISA.(Recalcando y cuidando cada vez ms de su pronunciacin.)Nada, seora; lo que digo. Una mujer con esa fibra no se muere, ascomo as, de la gripe. Hace falta ms para que la die. Sencillamente,que le hicieron la pascua en grande.SEORA EYNSFORD.La pascua! No entiendo nada.HIGGINS.(Interviniendo.) Quiere decir que precipitaron su muerte.ELISA.Luego arramblaron con todo. Su peina de concha, que a mme hubiese tocado, no apareci. No apareci nada.SEORA EYNSFORD.(Horrorizada.) Pero cree usted que mataron a supobre ta?

    ELISA.Que si lo creo? Cuando le digo que los que vivan con ella lahubiesen despachado para el otro mundo por un alfiler de sombrero!No digamos, pues, por una peina.SEORA EYNSFORD.De todos modos, lo que no me parece bien es quesu padre de usted le diese aguardiente. Por Dios, a una mujergravemente enferma eso era matarla!ELISA.No lo crea. A ella bien le gustaba: ms que la teta de sumadre. Luego, como tambin l estaba acostumbrado a la bala rasa!SEORA EYNSFORD.Pero su padre beba?ELISA.Ay mam, que si beba! Agarraba cada melopea que Dios

    tiritaba.SEORA EYNSFORD.Qu cosa ms terrible para usted!ELISA.Quia, que se cree usted eso! Estando as era un alma deDios. Ledaba por tener contento a todo el mundo. A los chicos nosdaba los cuartos que le haban quedado. Con mi madre se pona lamar de amable. Tanto es as, que cuando ella le vea de mal humor,le daba un cheln y le deca: "Anda, hombre, vete a tomar unas copasa ver si te pones de mejor genio." Cunta ms felicidad habra en loshogares si todas las seoras siguiesen ese mtodo y tratasen deemborrachar a sus maridos! (A FREDDY, que lucha desesperadamentepor no soltar carcajadas estrepitosas.) Qu le pasa a usted, joven?Parece que me est usted tomando la melena.

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    40/77

    FREDDY.Me hace mucha gracia. Haba odo decir que en la altasociedad se usa ahora el lenguaje de las clases populares comodiversin. Ahora, nunca cre que una persona de la categora de ustedlo pudiese imitar tan perfectamente. Qu bien lo hace usted!ELISA.Si lo hago bien, no s a qu viene el rerse tanto. (A HIGGINS.)

    He dicho algo que no sea conveniente?MISTRESS HIGGINS.(Interviniendo.) Nada, hija ma; ha estado ustedmuy bien.ELISA.Favor que usted me hace, seora. (Expansiva.) Lo que digo yosiempre es...HIGGINS.(Mirando el reloj y levantndose.) Ejem!ELISA.(Mirndole de repente y comprendiendo la indicacin.) Peroen qu estoy pensando? Seores, tendra mucho placer en seguirtan agradable compaa; pero no tengo ms remedio quedespedirme. (Va hacia MISTRESS HIGGINS y luego a los dems.) Tanto

    gusto... Reconzcame como a una verdadera amiga.MISTRESS HIGGINS.Ya sabe dnde me tiene a su disposicin.ELISA.Gracias, seora. Adis, coronel Pickering.PICKERING.Adis, miss Doolitle. (Se dan la mano.)ELISA.(Inclinndose hacia los dems.) Adis, seoras, seores.FREDDY.(Abrindole la puerta.) Si va usted a tomar por el parque,miss Doolitle, permtame que la acompa un trecho.ELISA.Pa chasco! Nipis! (Sensacin.) Yo voy a agarrar un taxi.(Sale. PICKERING, estupefacto, se sienta. FREDDY va al balcn paraseguir a ELISA con la vista.)

    SEORA EYNSFORD.(Escandalizada.) Seores, digan lo que quieran,estos modales de ahora no me gustan, no me gustan.SEORITA EYNSFORD.(Sentndose bruscamente en el sof.) Pero,mam, qu cosas tienes! Van a creer que nunca nos tratamos con lagente bien si te muestras tan anticuada.SEORA EYNSFORD.Yo ser muy anticuada, hija ma; pero espero quet no uses ese lenguaje. Qu barbaridad! Jess! Concedo que lasjvenes de hoy no sean tan remilgadas como lo hemos sido las de mitiempo; pero, vamos, esto ya pasa de la raya. No le parece a usted,seor Pickering?

    PICKERING.A m no me pregunte, seora. He estado fuera de mi pasmuchos aos, y mientras tanto, las maneras han cambiado mucho.Hasta el punto de que, a veces, estando en una reunin, me preguntosi estoy entre personas bien educadas o en un cuerpo de guardia.SEORITA EYNSFORD.Todo es acostumbrarse. Yo creo que no hay nadachocante en ese modo de hablar... Luego, es tan expresivo, tanpintoresco... Por mi parte, me encanta.SEORA EYNSFORD.(Levantndose.) Vaya, yo creo que ya es tiempo deque nos despidamos de estos seores. (HIGGINS y PICKERING selevantan.)SEORITA EYNSFORD.(Levantndose.) Es verdad; todava tenemos quehacer tres visitas ms. (A MISTRESS HIGGINS.)Seora, muchas gracias

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    41/77

    por su amable recepcin. (A HIGGINS y PICKERING.) Caballeros, hetenido una verdadera satisfaccin.HIGGINS.(Acompandola hasta la puerta, con sonrisa socarrona.)Adis, seorita. No lo dude usted: aquel lenguaje es lo ms "chic" ylo ms "smart" que se usa ahora. Usted no haga caso. selo en todas

    sus visitas y tendr un xito seguro: dar usted el golpe.SEORITA EYNSFORD.(Sonriendo.) Lo s de sobra. Yo tengo muchopesquis, mucho quinqu. Yo diquelo.HIGGINS.Y que lo diga. Anda la vrtiga!SEORITA EYNSFORD.Vaya al cuerno la oez de la gente antigua! Hayque ser de su tiempo, caray!SEORA EYNSFORD.(Sumamente abochornada.) Por Dios, hija!SEORITA EYNSFORD.Ja, ja, ja! (Sale radiante, convencida de estar ala ltima, y se la oye cmo se aleja lanzando carcajadas y vocesescandalosas.)

    FREDDY.(Entusiasmadsimo.) Yo les digo a ustedes... (No prosiguepor temor a cometer una incorreccin. Se acerca a la seora HIGGINSpara despedirse.) Seora, mil gracias por su amable recepcin.MISTRESS HIGGINS.Ya sabe usted, Freddy, que tengo mucho gusto enverle por aqu. Y esa seorita, qu tal le ha parecido?FREDDY.A m, encantadora, graciossima, resaladsima.MISTRESS HIGGINS.Bien, bien, joven. Ya sabe usted el da que recibo.Cuando usted guste...FREDDY.Un milln de gracias, seora. No faltar. Adis. (Saliendo.)Mam, vamos ya; Clara se est poniendo el sombrero.

    MISTRESS HIGGINS.Adis, Freddy.HIGGINS.Adis, joven.SEORA EYNSFORD.Seores, he tenido tanto gusto. Clara me estesperando. Qu loca es! Ustedes perdonen.MISTRESS HIGGINS.No haga usted caso. La juventud de hoy, ya sesabe, no es como la de nuestro tiempo.SEORA EYNSFORD.Ya lo s. Pero, vamos, yo no puedo acostumbrarmea ese modo de ser. Clara siempre me est reconviniendo... (Se la oyecontinuar hablando en el pasillo, adonde la acompaa MISTRESSHIGGINS. sta,luego, vuelve a entrar. En cuanto reaparece, HIGGINS la

    coge del talle riendo y la obliga a sentarse a su lado en el sof.)HIGGINS.Vamos, mamata, di la verdad: es presentable o no espresentable Elisa?MISTRESS HIGGINS.Enrique, Enrique, no seas tonto. Qu ha de serpresentable! Confieso que gracias a tus lecciones y gracias al arte delmodista puede pasar; pero dice cada cosa... Vamos!PICKERING.Eso s; su lenguaje se resiente todava algo del ambienteen que se ha criado.HIGGINS.Pues estn ustedes equivocados. Su lenguaje es el queahora priva en la as llamada buena sociedad.MISTRESS HIGGINS.En fin, una vez ms se puede decir que losextremos se tocan. Est visto que esas exquisiteces no se han hecho

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    42/77

    para los que no somos "ni chicha ni limon", como tal vez diraaquella muchacha. Pero dejemos eso. Cuntenme algo de su vida yde lo que hacen.PICKERING.Ya sabe usted que me he instalado en casa de Enrique.Estudiamos juntos los dialectos de la India y la fontica; es ms

    cmodo que...MISTRESS HIGGINS.Lo s, lo s... Pero dnde vive la muchacha?HIGGINS.Elisa? Con nosotros, claro est. En dnde haba de vivir,si no?MISTRESS HIGGINS.Bien; pero en calidad de qu? De sirvienta, deempleada, o de qu?PICKERING.(Con voz algo cohibida.) Creo que adivino lo que quiereusted decir, seora.HIGGINS.Pues yo, maldito! El caso es bien claro. Yo he tenido quetrabajar a diario durante algunos meses con esa muchacha para

    hacer de ella lo que es hoy. Y, adems, la chica es til. Me tiene lacasa muy arreglada; con ella cada cosa est en su sitio; lleva, comodice, mis libros.MISTRESS HIGGINS.Y cmo se lleva con mistress Pearce, tu ama dellaves?HIGGINS.Divinamente. Poco contenta que est la buena seora dehaber hallado tan valiente ayuda! Ya no tiene que romperse la cabezapara tener en orden mis cilindros y mis apuntes. Est chiflada porElisa. No cesa de cantar sus alabanzas. Se pasa el da diciendo: "Loque es esa chica, seor!"

    PICKERING.S, sta es su frmula: "Lo que es esa chica, seor!"HIGGINS.Por cierto que no necesita recordarme a la tal chica.Menuda tarea la ma con dedicarme a reformar sus vocales yconsonantes, y con observar sus labios, sus dientes, su lengua y..., loque es ms complicado..., su alma!MISTRESS HIGGINS.La verdad es que parecen ustedes un par dechiquillos jugando con una mueca.HIGGINS.Jugando! No lo creas. Es la tarea ms difcil que heemprendido en mi vida. No confundas, mam. No puedes figurarte lointeresante que es tomar a un ser humano y transformarlo en otro

    ser, creando para l un nuevo modo de expresarse. Equivale arellenar el abismo ms profundo que separa unas de otras a lasdiferentes clases de la sociedad y a las diferentes almas.PICKERING.(Acercando su silla a la de MISTRESS HIGGINS y prosiguiendocon gran animacin.) S, seora; es enormemente interesante. Leaseguro que es muy seria nuestra ocupacin con Elisa. Cada semana,estoy por decir cada da, se observa en ella algn cambio.(Acercndose todava ms.) Vamos registrando exactamente todoslos progresos, tomamos docenas de fotografas, impresionamoscentenares de cilindros...HIGGINS.(Asaltndola por el otro odo.) S, mam, es el experimentoms absorbente que te puedes imaginar. Puede decirse que no

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    43/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    44/77

    HIGGINS.Adis, mam, y consrvate buena. (Salen riendo acarcajadas.)MISTRESS HIGGINS.(Se queda moviendo la cabeza, y luego exclama:)Ah! Los hombres, los hombres...

    TELN

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    45/77

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    46/77

    HIGGINS.(Bostezando nuevamente.) Dios mo, qu noche! Cuntagente! Y cunta idiotez! (Levanta el pie para desatarse el calzado yve con sorpresa las zapatillas.) Pero qu es eso? Mis zapatillasestn aqu?PICKERING.(Estirndose.) Caramba! Estoy algo cansado. Ha sido una

    jornada de prueba. Primero la "garden-party"; luego, la cena;finalmente, la pera; son muchas cosas. Pero usted ha ganado laapuesta. Elisa se present perfectamente y ha dado el timo a todos.HIGGINS.(Fervoroso.) Gracias a Dios que se acab! (ELISA seestremece violentamente; pero ellos no lo notan, y ella recobra lacalma y su aparente impasibilidad.)PICKERING.En la "garden-party", confieso que yo no las tena todasconmigo. Elisa, en cambio, pareca muy tranquila.HIGGINS.S, s; estaba muy segura de s misma. La verdad, si no espor la negra honrilla, no llevo la broma hasta el final. Pero, en fin, me

    haba empeado en ello, y por eso la llev adelante. Al principio,mientras estuvimos en la parte fontica, la cosa me interes; peroluego me fue pesando lo indecible. Lo dicho: de no haber sido por elempeo, lo hubiese abandonado todo a los dos meses de empezar.PICKERING.La "garden-party", con tanta gente de la alta aristocracia;hay que confesarlo, fue una prueba emocionante. Yo tembl...HIGGINS.Yo tambin, un poco, pero slo durante los tres primerosminutos. Cuando vi que llevbamos las de ganar con toda seguridad,casi me empec a aburrir. Durante el banquete s que me aburr deverdad. A m me revientan sobre manera esas cosas. Estse usted ah

    tragando durante ms de una hora, sin ms remedio que orsandeces a diestro y siniestro. Le aseguro a usted, Pickering, que nome vuelven a coger en otra. Una vez y no ms. No har msduquesas postizas.PICKERING.Usted, amigo mo, no est hecho a la vida de sociedad.Hay que acostumbrarse a todo. (Yendo hacia el piano.) A m, por miparte, no me disgusta asomarme de cuando en cuando a la vida delas llamado gran mundo. Parece que me rejuvenece. De todosmodos, ha sido un gran xito, un inmenso xito. Dos o tres veces casime asust al ver que Elisa lo haca tan bien. Tenga usted en cuenta

    que mucha gente aristocrtica no sabe conducirse en sociedad; estan necia, que se figura que el "chic", digamos el estilo, es innato, yas nunca aprende. Hay que desengaarse; en todo lo que se haceverdaderamente bien, hay algo de profesional.HIGGINS.Tiene usted razn; hay pocos que saben ser lo que son.(Levantndose.) En fin, ya se acab, y ahora me puedo ir a la camasin temer el maana. (La expresin de ELISA se hace ms sombraan.)PICKERING.Pues yo voy a hacer otro tanto. Buenas noches, queustedes descansen. (Vase.)HIGGINS.(Yendo detrs de l.) Buenas noches, Pickering. (En lapuerta, volviendo un poco lacabeza.) Apaga, Elisa, y dile a mistress

  • 8/7/2019 Shaw,GeorgeBernard-Pigmalin

    47/77

    Pearce que no haga caf para m maana; tomar t. (Vase. ELISA seesfuerza por contenerse y aparentar indiferencia al levantarse yacercarse a la chimenea para apagar las luces. Est a punto de gritar.Se sienta en el silln y agarra con manos crispadas los brazos delmismo. Finalmente, sin poder resistir ms, se abandona a la mayor

    desesperacin, dejndose caer en el suelo, donde se revuelvefuriosamente.)HIGGINS.(Malhumorado, fuera.) Pero qu demonios he hecho yo demis zapatillas? (Vuelve a entrar.)ELISA.(Coge las zapatillas, se incorpora y se las tira, una tras otra,con toda su fuerza.) Ah tiene usted sus zapatillas. Tome, tome.Maldita sea!HIGGINS.(Estupefacto.) Pero qu te pasa? Vamos, arriba! (Lalevanta.) Qu eseso?ELISA.(Jadeante.) Ya estar usted satisfecho. Le he hecho ganar la

    apuesta, esto basta. De m, claro est, no importa nada.HIGGINS.Que me has hecho ganar la apuesta! Vamos, habrdesfachatez! Pero habla: a qu viene eso de tirarme las zapatillas?ELISA.Porque s, porque le aborrezco, porque quisiera matarle,porque me ponen fuera de m su brutalidad y su egosmo... Por quno me dej donde estaba, en el arroyo? Ahora se alegra usted de queya se acab el experimento y me puede volver a