SESION INTERNACIONAL

FORMACIÓN DE BASE

Martillac 19-29 junio 2007

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Una vez más, Martillac se llena de risas, de saludos, de la alegría del encuentro. Unas vienen por primera vez, otras hace años que no han vuelto. Lentamente la sala, hasta ahora silenciosa, se va llenando de vida. Los avisos prácticos, el compartir de algunas tareas contribuirán a que el grupo funcione con soltura y flexibilidad. Margaret saluda brevemente a las participantes comunicándoles la alegría de encontrarles y recordando desde el principio, que han sido enviadas a esta sesión para procurar la mejor formación a las personas que nos llegan. Para que esto se haga realidad, subraya la importancia de la apertura al mundo y de la participación de todas y de cada una en este encuentro. Una sencilla oración reúne a las participantes en este lugar: “tierra sagrada, tierra de encuentro, tierra de Dios”, e invita a cada una, a unirse en un mismo sentir. A convertirse en “tierra que acoge a cada persona...a cada cultura con su riqueza y sus diferentes expresiones, con el deseo de tener el corazón siempre abierto a la acogida y a la relación”. Los corazones y las mentes se abren a la acción de gracias, a la alabanza por la creación, por los dones que Dios nos regala, por este mundo nuestro que Dios ama y que nosotras debemos amar, con sus luces y sus sombras, con sus alegrías y dificultades, con sus guerras y con los deseos de paz. Bajo un cuadro de la Sagrada Familia que presidirá esta reunión las participantes depositan

tres símbolos: La Biblia: como estrella que orienta y guía el caminar Las Constituciones: que expresan el deseo de vivir para Solo Dios, como Jesús, María y José. Arcilla: representando a las formadoras y a las personas que están en formación y el deseo de dejar a Jesús modelar y transformar. El agua: Para seguir modelando la arcilla y hacerla flexible. Flores: símbolo de la multiculturalidad y del deseo de vivir en armonía con toda la creación. En este momento cada participante se presenta sencillamente diciendo su nombre y la misión que le ha sido encomendada. El canto final: “Somos compañeras de viaje, compartiendo el mismo pan y la vida.....” habla de la característica de estos 10 días de reunión.

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A continuación Adela introduce un momento de interiorización invitando a escucharse a sí mismas, al mundo que les rodea, a los demás, a la luz de la fe y del Carisma haciendo alusión al pasaje evangélico de la Samaritana. Después anima a las participantes a compartir con la persona que tienen al lado, para terminar con una sencilla puesta en común, expresión de deseos profundos, temores, expectativas e interrogantes, que surgen del interior de cada una. En el ambiente se respira una fuerte interculturalidad e internacionalidad que se expresa en la oración y en las diferentes expresiones del compartir. Ya desde el principio hay en la asamblea una convergencia en deseos, inquietudes, temores, interrogantes y expectativas. Unas palabras de Jacinta expresando el agradecimiento por este sencillo compartir ponen fin a esta jornada.

Unas breves palabras de Adela abren esta nueva jornada y preparan al grupo para la contemplación del sueño de Dios sobre el mundo. Un montaje titulado “Y el AMOR soñó....” Va creando un ambiente de contemplación profunda del Amor, manifestado en la creación, para terminar definiendo esta sesión como “tiempo de encuentro con Dios, de silencio, y de compartir nuestra multiculturaliad. Invitación a profundizar juntas la misión Sagrada Familia, a ESCOGER LA VIDA”. Este tema que es el del Capítulo General será el hilo conductor y la motivación profunda de este encuentro.

APERTURA OFICIAL DEL ENCUENTRO

Margaret se dirige al grupo y sus palabras constituyen una verdadera conferencia donde va expresando los objetivos y las líneas maestras de la Formación de Base.

Comienza por definir la finalidad del encuentro como “un profundizar juntas nuestra misión Sagrada Familia, como Formadoras y Consejeras Generales a la luz de una experiencia multicultural y de nuestro deseo en la perspectiva de este mundo en transformación” Al hablar de la necesidad de estar atenta a los signos de los tiempos para discernir las

20 miércoles

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respuestas a las llamadas que el Espíritu nos dirige, define el “escoger la vida como una llamada a renovarnos y revitalizarnos para vivir nuestra espiritualidad y nuestra misión con credibilidad y arrojo por el Reino de Dios”. Insiste en la importancia de la formación, de la calidad del acompañamiento, y del discernimiento de la vocación citando diversos pasajes de los escritos del Fundador: “No se admitirá en el Instituto...quien por su carácter difícil, o por su falta de caridad, pudiera ser un obstáculo para la unión de los espíritus y de los corazones.” (Textos escogidos Nº 288). “El deseo y la necesidad de promover la unidad de espíritus y corazones continúa siendo hoy un criterio importante y está vinculado con la capacidad de relaciones personales de la joven para vivir nuestra misión”. Haciéndose eco a las palabras del Fundador dice: “Nuestro fundador no buscaba número estaba convencido de que la vocación es un don de Dios y sólo las que verdaderamente estaban llamadas por Dios eran admitidas. Es el primer y esencial criterio de discernimiento”. (Cf. Textos Escogidos Nº 285). Señala como puntos a tener en cuenta:

• Ayudar a que la joven tenga un encuentro personal con Jesús

• A que coloque a Dios en el centro de su existencia

• Encaminarle a desarrollar un modo contemplativo de considerar el mundo, las personas y acontecimientos a la luz de la fe.

Indica, como problema de la vida religiosa actual, el debilitamiento de la fe debido al descuido de dos pilares importantes de nuestra vida: el seguimiento de Jesús y la inmersión en la Palabra de Dios.

Subraya la importancia de una formación que es holística, integral, contextualizada que abraza las cuatro fidelidades:

• fidelidad a Jesús y al Evangelio • fidelidad a la Iglesia y su misión • fidelidad a la vida religiosa y al carisma

del Instituto • fidelidad a la humanidad y a los signos

de los tiempos. Una formación para la misión; para una vida multicultural y un multicultural compromiso para la misión. Citando el Congreso de la Vida Consagrada señala: “Uno de los mayores dones que la vida religiosa puede ofrecer al mundo de hoy es el testimonio de las comunidades internacionales,....la comunión pluricéntrica y pluricultural es más que necesaria, hemos aprendido un arte nuevo de comunión eclesial, ahora nos preguntamos a nosotros mismos :¿Qué consecuencias tiene esta nueva perspectiva sobre nuestras estructuras de gobierno, formación, experiencia pastoral, cultural y lenguaje espiritual?. Cita el seminario de SEDOS de este año cuyo tema fue la “interculturalidad” defi-niéndolo como “el corazón de la misión” y señala los elementos esenciales en la formación intercultural de base y continua:

• Calidad en el proceso de selección y discernimiento

• Formación al conocimiento propio y aceptación de sí misma

• Una sana autoestima • Formación para la mutua interde-

pendencia y total donación • Orientación hacia la vida el Instituto • Crear un ambiente de “inclusión”

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• El poder del testimonio • Conversión personal y de grupo.

Para posibilitar la vivencia de la interculturalidad Magaret exhorta a las participantes a: “ayudar a que cada una aprecie su propia valía, estimar su identidad cultural, comprender los aspectos positivos y negativos... acoger la multiculturalidad. Es algo inherente a nuestra misión. Es necesario para la integración en un Instituto multicultural como el nuestro”. Plantea una serie de interrogantes al grupo que les ayuda a profundizar este tema, para continuar llamando la atención de las participantes sobre la pertenencia: “Si realmente queremos marcar una diferencia en un mundo en transformación, hemos de estar atentas para que todas comprendan su papel como miembro y tengan capacidad para vivir con responsabilidad, amor y convicción,

Cuando tienen asumido su papel como miembros, crecen gradualmente en la capacidad de vivir nuestra misión desde el interior y para siempre. Hemos de ayudarles a interiorizar todo esto y a comprender que no se trata de algo impuesto, por sus formadoras o por otro, es su realidad escogida libremente.

Esto es verdad también para nosotras. Sabemos quienes somos y actuamos siempre en la perspectiva de la misión. Necesitamos escoger y volver a escoger lo que ayuda a nuestra misión. Estar convencidas de que la misión de que hablamos es Jesús, nosotras somos sus instrumentos, esta misión es obra de Dios. Necesitamos también actuar teniendo presente el conjunto, estar atentas y situar las decisiones que tomamos dentro de nuestra opción, como miembros de la Sagrada Familia, cuyos límites están definidos por la misión”. Haciendo suya una conferencia del P. Thomas Hughes SVD a los Superiores Mayores, afirma algo de vital importancia para nosotras : “Para ser fieles debemos continuamente repensar, reinventar nuestra identidad, volver a nuestras raíces, a la razón de nuestra existencia. Tener valor para caminar, con frecuencia, en la oscuridad, confiadas en la presencia de Dios; práctica difícil, que sólo se puede comprender teniendo una profunda

experiencia de Dios. La alternativa es ponernos al servicio de la sociedad dominante y por consiguiente, asegurar nuestras finanzas, nuestras obras, y probablemente nuestros efectivos, corriendo el riesgo de llegar a ser una vida religiosa que parece viva, pero que está muerta. Es una verdadero riesgo porque el mundo siempre aprobará una Iglesia, una Vida Religiosa que no interpela, sino que sirve a sus intereses.” Citando un pasaje del documento dirigido por Juan Pablo II a los religiosos titulado “Vita Consecrata” resume el quehacer de esta sesión

diciendo: “El objetivo del proceso de formación es preparar a los jóvenes para su consagración a Dios en el seguimiento de Jesucristo y al servicio de la misión. La formación es un proceso vital, a través del cual, la persona se convierte al Verbo de Dios desde lo más profundo de su ser y al mismo tiempo aprende el arte de buscar los signos de

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Dios en las realidades del mundo”. (Nº 65 y 69) Termina recordando una vez más el tema del próximo capítulo, que es como el hilo conductor de todo este tiempo de preparación inmediata: “Que disfrutéis durante este tiempo que viviréis aquí reunidas para perfeccionar la calidad de nuestra formación para el bien de nuestra misión en el mundo de hoy y así responder a la llamada a: escoger la vida para

que nosotras y las que nos sigan puedan vivir...realizando el sueño de Dios, la misión de Dios: “que todos sean UNO”. Para terminar Margaret dirige unas palabras a la asamblea reconociendo la acción del Espíritu a través del compartir que ha precedido y la llamada a cambiar, a dejar, a no temer, porque El nos dirige. Termina agradeciendo a todas y cada una lo compartido.

Por la tarde Hyacintha comienza proponiendo la siguiente pregunta a la asamblea:

Invita a las participantes a compartir un acontecimiento vivido en el que hicieron la experiencia de la interculturalidad., primero de dos en dos, y después con toda la asamblea. Hay algunos puntos comunes en el intercambio que expresan las exigencias derivadas de vivir en un ambiente intercultural:

• La necesidad de dejar los prejuicios para abrirnos a la visión de lo nuevo que nos enriquece.

• Ser capaz de aceptar y respetar las diferencias, de entrar en un contexto nuevo. • La interculturalidad es riqueza y desafío a la vez, es un camino de purificación y

exige autodisciplina y escucha.

Se había pedido a las participantes que con sus respectivos equipos de formación escogieran 4 desafíos que les planteaba la formación de base en sus propios países. En este momento Geneviève les invita a ponerlos en común. Lo van haciendo por países. A continuación un breve tiempo para reunirse en grupos de 4 ó 5 y escoger 3 ó 4 desafíos, y uno o dos puntos fuertes en los que la formación necesitaría insistir. Sigue un compartir rico y variado y al final Geneviève resume así las grandes líneas de este intercambio:

En el proceso de formación influye la situación étnica, política y social del país del que viene la candidata, es importante discernir las motivaciones que la mueven; mantener vivo en las jóvenes el carisma, la espiritualidad y la misión.

¿Qué tipo de Formación para la misión Sagrada Familia?

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En la formación el papel de la comunidad es esencial, sin perder de vista el papel de la

acompañante, por eso es necesario crear comunidades formadoras.

Algunos interrogantes planteados en la asamblea: ¿Cómo integrar a una joven en una comunidad donde hay gran diferencia de edades? ¿Por qué las jóvenes que vienen con todo el entusiasmo, después lo van perdiendo por el camino?

Al terminar el trabajo de la tarde se invita a la asamblea a unirse, a través de la oración, a la Provincia de Gran Bretaña e Irlanda para rezar por una hermana que padece una enfermedad grave, el grupo se pone de acuerdo para unirse a la Provincia rezando juntas todos los días la oración por la canonización del Fundador en diferentes lenguas.

El tema central de esta tercera jornada de la reunión es:

Adela presenta el trabajo, ofreciendo a la asamblea un método que puede utilizarse en cualquier proceso de evaluación. Les invita a evaluar el proceso de formación no sólo desde propio país, sino teniendo en cuenta que se trata de considerar el sistema que tenemos en el Instituto. A continuación explica como utilizar esta herramienta. Termina dejando a la asamblea dos preguntas que servirán de pistas para la de reflexión personal:

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El proceso de transformación

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Una vez terminada la reflexión se reúnen por grupos lingüísticos. Al final de la tarde las participantes se dirigen a la sala para compartir libremente sentimientos, interrogantes, reacciones que han surgido durante la reflexión personal y el trabajo de grupo.

Las participantes comienzan el día invocando al Espíritu Santo, maestro y guía de toda transformación. Se unen en la alabanza por las búsquedas, las esperanzas y deseos de todos los hombres. Recibiendo como luz para el camino dos textos: uno del Antiguo Testamento (Jer 20, 7.9) y otro del Fundador (T.E.322) Los diferentes grupos lingüísticos ponen en común los resúmenes de la reflexión. Síntesis ricas y abundantes ideas clave que Geneviève reúne en cuatro grandes grupos:

Experiencia de Dios Es de vital importancia en la formación. Exige la integración del Misterio Pascual en la vida concreta; la vida sacramental y en especial la Eucaristía; la ascesis necesaria, para que se dé esta experiencia de Dios y la integración de los diferentes elementos.

Crecimiento de la persona Formar personas adultas ¿Cómo ayudar a asumir la historia personal?. ¿Cómo tratar las heridas? ¿Por qué no llegamos a tratar a las hermanas jóvenes como personas adultas y no como niñas?

Sentido de pertenencia

22 viernes

• Mirando todo el proceso: ¿Sobre qué tenemos que

poner el acento para que se realice la transformación necesaria y así tener hermanas que sean verdaderos miembros de la Sagrada Familia?

• ¿Qué es lo que falta, o debe ser reforzado, en nuestro

proceso de formación?

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Formar a las hermanas en el espíritu de Solo Dios y para la Misión. Casi no se ha nombrado la conciencia de pertenencia a una familia con cinco vocaciones.

Comunidad Formamos a las jóvenes para la misión en un contexto determinado habrá que entrar en contacto con ese contexto. El testimonio comunitario es de vital importancia. Comentarios

Es muy importante conocer de que contexto proceden las jóvenes y llegar a discernir sus motivaciones.

Necesitan que se les ayude a desarrollar la vida de oración fundamentada en la Palabra y en la experiencia personal de Dios; es necesario que descubran la huella de Dios en su historia personal y en el mundo; que sean conscientes de que vienen por Alguien. Que lleguen a hacer una opción radical de seguimiento de Jesús en lo que El vivió, sobre todo en su deseo de comunión.

Es de vital importancia descubrir las imágenes que tenemos de Dios, aquí se incluyen la devociones, la religiosidad popular que no hay que ignorar pero si que purificar

Quizás tengamos que devolver la importancia a la vida cotidiana, el misterio pascual, la experiencia de Dios...se vive en la vida de todos los días.

Se ha hablado mucho de considerar las heridas. Es conveniente tratarlas antes del noviciado, pero no siempre se puede porque a veces surgen en el mismo proceso.

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Algunos interrogantes surgen en la asamblea: ¿Se puede continuar el discernimiento de la vocación al mismo tiempo que se tratan las heridas? ¿Se debe retener a la persona cuando nos damos cuenta que sus heridas le dificultaran seriamente el vivir la vida religiosa?

Varias piensan que hay que ayudar a las personas hasta donde es posible, y si no lo es se les debe orientar hacia otro estilo de vida. Es importante llegar a ver lo que ocurre dentro de las persona, hay personas que viven como refugiadas en sí mismas. Unas se dejan ayudar, otras no. Para poder ayudar es esencial la transparencia en el diálogo de acompañamiento. Hay que tener en cuenta la capacidad de la persona para asumir sus heridas. Por la tarde se formaron seis grupos de trabajo y cada uno de ellos se le dio un texto. Todos ellos estaban relacionados con la interculturalidad. Los diferentes temas fueron: Cada texto incluía unas preguntas para orientar la reflexión. Se pidió a cada grupo formular dos principios en relación con el tema de trabajo. Revistió especial importancia el intercambio llevado a cabo en los grupos y enriquecido por el intercambio en la asamblea. Algunos puntos importantes fueron:

Multiculturalidad. Es importante que las formadoras tengan clara su identidad para poder ayudar a las jóvenes a valorar la propia identidad. Hacerse consciente de los valores de la propia cultura. Estar abierta a los desafíos que plantean las otras culturas.

La interculturalidad es un camino que tenemos que recorrer para poder establecer una relación y caminar juntas dejando caer los prejuicios para llegar a la aceptación mutua. Es conveniente que desde el principio las jóvenes entren en la internacionalidad, en la aceptación de todas las culturas.

1. Multiculturalidad e interculturalidad 2. Interculturalidad y Carisma 3. Condiciones para vivir unidas la interculturalidad . 4. Tensiones y conflictos 5. Proceso de descubrimiento y desprendimiento. 6. Compromiso por la justicia, la paz y la integridad de la creación.

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Multiculturalidad y Carisma Hay que estar atentas para no encerrar el Carisma en una determinada cultura. Si eso ocurriera se desvirtuaría el carisma, no sería el nuestro. La interculturalidad es una parte esencial de nuestro carisma. Nuestro corazón debe de estar habitado por la Familia, allá donde estemos aunque no estén presentes todos los grupos. Hemos de ser conscientes de que nuestro punto de referencia es la llamada; nos une un carisma de comunión que es el nuestro. Valorar y entrar dentro de las diferentes culturas es un elemento esencial si queremos formar religiosas Sagrada Familia. Para vivir juntas la interculturalidad

Ir al otro convencidas de que la interculturalidad es una riqueza. Aceptarle sin condiciones. Abrirse para dar y recibir. Es necesario reconocer nuestros miedos, nuestra suficiencia, nuestra mentalidad estática, el confort que nos transmite la falsa seguridad, la ignorancia con respecto a las otras realidades, los prejuicios. Para poder unirnos en un proyecto común necesitamos tener una mirada positiva, vivir la empatía, el perdón dado y recibido, tener clara la propia identidad, y así el otro no será una amenaza y nos podremos dejar construir por él. Es conveniente estar atentas para no absolutizar lo propio, esto nos impediría acoger a otras personas. Tenemos el peligro de pensar que quien se acerca a nosotras viene sin nada y hemos de darle todo. No se trata de eso, sino

de caminar juntas. Vivir juntas la interculturalidad exige una conversión continua. No nos podemos quedar dentro de la Familia, las jóvenes van a trabajar con personas de diferentes culturas, por eso las formadoras deben favorecer la interculturalidad y la multiculturalidad, ayudar a vivir con libertad en otros contextos culturales.

Conflictos y tensiones Dos elementos que forman parte de la vida de un grupo. Cada cultura es una historia sagrada. Es indispensable trabajar nuestras relaciones. Es conveniente solucionar los conflictos para no crear muros entre unas y otras.

Proceso de descubrimiento y desprendimiento

A medida que vamos descubriendo los valores de lo nuevo que se nos ofrece, desprendernos libremente de lo que nos impide aceptarlo. El desprendimiento nos liberará, afirmará nuestra propia identidad, y seremos capaces de ayudar a comprender a las jóvenes que deben optar libremente, dando testimonio de vivir desde una mentalidad intercultural.

Compromiso por la justicia la paz y la

integridad de la creación Vivir el Evangelio y su poder de liberación que nos llama a la conversión y que nos urge a comprometernos a ser voz de los sin voz, proteger la creación y vivir la ética del “justo necesario”.

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Al terminar la Asamblea Margaret, que viajaría a Roma al día siguiente, se despide de las participantes expresándoles su agradecimiento por la misión que desempeñan en el Instituto y las anima a compartir lo que están recibiendo en la sesión. Adela hace un breve resumen del día, invita a la asamblea a entrar en un silencio orante para escuchar el corazón, hacerse conscientes de lo que les habita, de lo que resuena al final del día después de interiorizar lo vivido. Unos minutos de silencio y las participantes comparten lo que ha quedado grabado el corazón a través de una palabra o una breve frase. La lectura de unos párrafo de la Declaración de 1995, retomada por la Sesiones de Formación de Base del 1996 y 1998 cierra esta jornada tan llena, tan rica y tan intensamente vivida.

“El proceso de INCULTURACIÓN exige de cada una de nosotras desarrollar una actitud contemplativa para descubrir al Dios vivo actuando en las personas, los acontecimientos y el mundo. La contemplación es el primer paso hacia la MISIÓN. Es una invitación constante a vivir personal y comunitariamente, en seguimiento de Cristo un espíritu de kenosis (Flp 2,5-8) El Espíritu Santo nos precede y actúa en cada cultura. Está presente en el diálogo interreligioso e intercultural. Dios es el único absoluto. Toda cultura es relativa. Con las personas de los ambientes en que estamos discernimos en ellas los valores del Reino para hacer de esos valores un camino hacia el Señor.

Manifestamos libertad para tener un sentido crítico de cara a nuestros modos, costumbres, estructuras, y nos dejamos interpelar por quienes nos rodean. Nuestra propia cultura Sagrada Familia está llamada también a entrar en un proceso de conversión y crecimiento.”

Un rito significativo en el marco de la oración de la mañana abre esta nueva jornada. Una de las participantes viene desde el fondo de la sala; entre sus manos una vela encendida, símbolo del Espíritu. La va presentando a cada una, que tiende las dos manos hacia la llama y después las coloca sobre su frente demostrando, con este gesto, que acoge en ella la luz del Espíritu. Una música meditativa contribuye a crear un ambiente de oración. Esta jornada se dedicará a una reflexión orante de dos textos: Gen 24; Rut I Antes de entregarlos a la asamblea Geneviève introduce la oración del grupo proponiendo 3 figuras de mujeres bíblicas que pueden aclarar la reflexión realizada los días anteriores y la que llevarán a cabo en los días que siguen. A continuación unos breves extractos de esta introducción:

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Tres mujeres: Noemí, Rut y Rebeca. Que ponen de relieve la actitud responsable y madura de consagrar libremente su vida a un proyecto distinto de sus propios planes. Las tres sienten la invitación de vivir una opción radical. Cada cual tiene que levantarse salir del lugar donde está y marchar. Noemí decide salir de Moab y regresar a su tierra natal, volver a sus antiguas costumbre no por nostalgia, ni por miedo al futuro, sino porque ha decidido cambiar de vida y enfrentar su situación. Rut, acompañar a su suegra, por eso deja su patria y se hace extranjera. Rebeca partir con un desconocido para casarse con otro desconocido en tierra extranjera. Las tres son mujeres de fe, sencillas, vulnerables, enfrentándose con la lucha cotidiana y marcadas por su cultura, pero con un ideal, profundamente motivadas y capaces de una opción radical. Podemos preguntarnos ¿Qué fuerza interior las empuja?. Para Noemí es la fe en Dios que no abandona a su pueblo y la necesidad de pan lo que le mueve a ponerse en camino, cree que la mano de Dios está sobre ella. Rut permanece firme en su decisión de no abandonar a su suegra, es la solidaridad la que une a estas dos mujeres de generaciones diferentes. Rebeca se siente impelida por una fuerza interior que le ayuda a decir: “Sí, quiero”, adopta una decisión libre, personal, sin dependencia ninguna. Quiere abrir una brecha que le permita encontrar lo que busca. Busca el amor y escoge la vida. Ninguna de ellas está centrada en sí misma y se sienten como investidas de una misión al servicio de la vida que las supera. Saben donde se sitúan sus prioridades y sus valores. Las motivaciones de estas tres mujeres, aunque no estén perfectamente claras sirven para hacerlas emprender la marcha. En cada una de

ellas hay una búsqueda que la conduce a lanzarse a lo desconocido sin otra certeza que la de su fe en Dios. Su experiencia de fe es fundamental. Y semejantes decisiones no se toman sin discernimiento. Rut, con su actitud nos muestra el camino de una verdadera consagración que transforma radicalmente la vida. ( Cf Constituciones Art. Nº 9) Cada cual tiene su historia personal que la ha modelado y Dios le ha hablado a través de su propia experiencia y diferentes mediaciones. En las tres mujeres hay una apertura al cambio, a la transformación. Estas opciones no se hacen de una vez para

siempre se renuevan en la fidelidad a lo cotidiano, en las opciones que se van tomando día a día. No podemos agotar la lectura de estos textos, -concluye Geneviève- vienen al encuentro de nuestra experiencia personal y de grupo. Cada una está llamada a compartir sus deducciones y de este modo enriquecer la lectura...Abriendo las Escrituras como Jesús con los discípulos de Emaús. Nuestra mirada va más lejos y podemos intuir la presencia de Quien acompaña nuestro caminar.”

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Toda la mañana está dedicada a la oración y al compartir en grupo. Por la tarde las participantes reúnen para hablar del trabajo de la mañana. La asamblea comienza por una expresión espontánea y personal de lo vivido para pasar después a tratar del trabajo de los grupos las líneas maestras de este compartir fueron:

♦ Los textos nos ayudan a ver hasta que punto estamos motivadas para poder caminar en la oscuridad. Son una lección de discernimiento aún en lo pequeño de cada día.

♦ A pesar de la diferencia de edades lo importante es escuchar y estar atentas a la experiencia de Dios que tienen las personas. Todas necesitamos vivir una experiencia de Dios, sólo así somos capaces de dejarlo todo por Él, como hizo Rut.

♦ Nos impresionó la libertad que puede dar un sufrimiento bien vivido, libertad que nos da la posibilidad de optar.

♦ Estas mujeres se ponen en camino. La fuerza de la motivación les hace salir. Importancia de mantener la motivación.

♦ La Biblia nos presenta a Noemí, Rut y Rebeca que son audaces, con una historia personal y en el momento de optar transcienden lo humano.

♦ Esta narración es un reflejo de nuestro Solo Dios llevado hasta el heroísmo. ♦ Los textos nos hablan de libertad y desprendimiento para tomar una decisión. Hemos

de vivir el acompañamiento con libertad y desprendimiento. ♦ Desprenderse de todo, y al mismo tiempo aceptar las mediaciones. Esta debe ser

nuestra actitud como formadoras. ♦ Las tres han tomado tiempo....No hemos de precipitarnos en la toma de decisiones. ♦ Rebeca deja su familia y entra a formar parte de una nueva familia. Toma ella misma

una decisión y se pone en camino. Dios desplaza a los que llama. Esto nos habla del aspecto de las relaciones con la familia.

Se recuerda que nuestras Constituciones nos piden una relectura de nuestra vida a la luz de la Palabra En los acontecimientos importantes o sencillos ¿tomamos el tiempo de acudir a la Palabra?... ¿Dejar que la Palabra nos habite, no solo personalmente, sino también como comunidad? Terminada la asamblea se propone a las participantes un tiempo para integrar lo vivido en esta primera fase de la Sesión. Comienzan este tiempo de integración por una hora de oración personal. Para después reunirse en “La Isla” y hablar libremente en grupos lingüísticos. Un símbolo que hace visible lo que fue este compartir: se entrega a cada grupo un ovillo de lana y cuando una comparte se queda con la hebra en la mano pasándoselo a la siguiente que pone en común su reflexión sujetando siempre la hebra así poco a poco se va tejiendo una trama que materializa las relaciones surgidas entre los miembros

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25 Lunes

del grupo y más ampliamente el tejido de relaciones entre los miembros de la Familia, Instituto, Comunidad… Finalizan esta jornada reunidas en torno a la estatua del Fundador, donde juntas rezan la oración por su beatificación.

Cuatro temas que serán el centro de este día: Contexto, Sistema

Persona y Rol

Las participantes se dirigen a la sala para disponerse a vivir un momento de oración que abre la jornada. Ya los diferentes textos preparan la reflexión del día. Se invita a la asamblea a presentar al Señor el Pakistán donde una calamidad natural ha segado centenares de vidas. El grupo se une también al dolor de Regina, una Hermana de Lesotho que participa en la Sesión y que ha recibido la noticia de la muerte de su hermano. Geneviève presenta el trabajo comenzando por una dinámica en la que propone a las participantes que hagan memoria de una experiencia en la que se han sentido capaces de realizar su rol, y a preguntarse por lo que han vivido a través de ella. Por la tarde volverán a tomar la reflexión sobre esta experiencia para iluminarla con lo que han experimentado en el día de hoy. Pasa a desarrollar las diferentes herramientas de trabajo arriba señaladas que ayudarán al grupo a reflexionar en la manera de asumir el rol que se les ha confiado. Cuatro puntos importante que forman parte de este esquema y que permiten transformar la experiencia en acción a través del rol.

Domingo 24

Día libre.

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CONTEXTO Toda experiencia se vive en un contexto. Mirar y comprender el contexto es un elemento esencial que permitirá desarrollar el rol en la Formación Es importante proporcionar a las personas en formación medios para analizar la realidad en que viven...Ayudarlas personas a buscar una formación sólida a desarrollar la conciencia crítica; a mirar el mundo, a la luz de la fe... El sentido profético de nuestra vida como Hermanas de la Sagrada Familia nos llama a ser

una alternativa contra-cultural, testimoniando que la comunión es posible....Estamos llamadas a tomar posiciones valientes a favor de los que la sociedad excluye. El contexto cambia y es necesario estar al día para integrar los nuevos paradigmas. A veces actuamos como si el contexto fuera algo extático. No puede reducirse al lugar donde se vive, siempre hay que ampliar la visón del contexto, la propia realidad es sólo una parte:

del TODO que es el cosmos; del TODO que es la organización a la que pertenezco;

del TODO que es la Formación Sagrada Familia. Como formadora es importante conservar una mirada sistémica. Tener presente que mi pequeña realidad es un reflejo del TODO y está conectada con el TODO. Y aunque haya diferencias podemos encontrar aspectos comunes. Lo que vivimos tiene un impacto sobre los otros lugares donde estamos presentes como Instituto. Todo esto toca la responsabilidad común como miembros de la Sagrada Familia. No se puede aislar lo que ocurre en la formación de la vida del conjunto de la organización. TODO está interconectado y este impacto transciende nuestra realidad propia como Instituto. Toca lo que somos como Familia de

Pedro Bienvenido Noailles; lo que somos en la Iglesia y en la sociedad. Expresa algo de nuestra relación con Dios y con el universo entero. En el contexto entra también nuestra realidad multicultural y la diferencia que queremos marcar como hermanas de la Sagrada Familia a partir de nuestra Misión Común, que es esencialmente una misión de comunión. Para nosotras, como Familia internacional, lo que se relaciona con la interculturalidad es innegociable, no solamente por el contexto sino también por la diferencia que queremos marcar en ese contexto como Familia de Pedro Bienvenido Noailles.

Terminado este tema se propone a las participantes un tiempo breve de intercambio espontáneo y después por grupos lingüísticos para intercambiar más tarde en la asamblea. Algunos puntos interesantes del compartir:

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• El Fundador se situó en un contexto: la época en que vivió. Es importante ser conscientes de lo que ocurre alrededor nuestro, estar atentas para integrar todo en el contexto.

• Dar importancia a la multiculturalidad, vivirla y hacerla vivir a lo largo de toda la

formación.

• Necesitamos discernir para no perder lo esencial.

• Es importante acompañar, más que prohibir; es necesario orientar hacia la libertad.

PERSONA Cuando hablamos de persona no nos estamos refiriendo al individuo. El individuo es centro, todo lo refiere a sí mismo, no está abierto a los demás, está separado. La persona está siempre en relación, conectada a los demás. Estamos hechas a imagen de Dios y Dios es RELACIÓN, es COMUNIÓN. Todos estamos conectados y más interrelacionados de lo que podemos imaginar. Cada persona es única y única su experiencia de Dios, de relación con los otros y con el cosmos, tenemos un lugar específico en el universo y Nadie puede ocuparlo. Cuando nosotras no lo ocupamos, todo el universo se resiente porque le falta esa energía que está en nosotras y provocamos una desarmonía. A veces queremos que todos estén de acuerdo y que todo el mundo piense igual, pero esta

uniformidad no tiene nada que ver con la comunión Nos cuesta mucho percibir nuestras diferencias como riqueza. La comunión nos conduce a ir más allá de nuestras diferencias y a integrarlas para que surja algo nuevo. Lo más importante en la persona es EL DESEO. El deseo es lo que mueve a la persona. Y el deseo está en relación con la fe. Debemos interrogarnos en relación con nuestros deseos, la fuente de las energías que nos dinamizan, el cultivo de nuestra propia interioridad, la experiencia de Dios clarifica mi razón de ser y las relaciones con los demás. Todos estos cuestionamientos son esenciales para poder acoger y vivir el rol sabiendo que mi rol está en relación con otros roles.

SISTEMA Cada una tenemos una visión diferente de la organización es importante preguntarnos de vez en cuando: ¿Qué visión tengo del sistema, de la organización a la que pertenezco? ¿Tengo clara la finalidad de nuestra organización?

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Cada una ha respondido libremente a la llamada de seguir a Jesús en la Sagrada Familia. Venimos de diferentes lugares, diversas culturas, tenemos diferentes experiencias, pero al hacer los votos, nos hemos convertido en miembros de una misma Familia. Hemos aceptado poner en común nuestros dones y límites; ideas y sentimientos; nuestras fuerzas y vulnerabilidad en una comunidad de personas que ha escogido vivir el mismo camino. Como miembros formamos parte de una Familia, de un Instituto que tiene una finalidad, una razón de ser, una Misión. (Cf. Const. Art.4) ¿Es la Misión Común Sagrada Familia lo que motiva, unifica clarifica mi razón de ser, de vivir? Si no tengo clara mi pertenencia, la Misión, me será imposible asumir el rol de formadora, porque la misión que se me ha encomendado se deriva del objetivo de la organización. El rol está al servicio de la misión. A continuación un intercambio libre a partir de la siguiente pregunta:

¿Qué han provocado estas ideas en mí?

Algún eco del intercambio

• Las jóvenes que llegan vienen con su experiencia y han de tener la capacidad de integrarse.

• Los nuevos miembros del sistema han de asumir su finalidad. • Nuestra identidad se forma a través del sistema. Si no la tenemos clara podemos

distorsionarla. Hemos de conocerla bien para poder transmitirla. • La joven ha de hacer su elección dentro del nuevo sistema. Si no vivimos con

autenticidad podemos cambiar el color del sistema. Es una gran responsabilidad. • Hay una relación fuerte entre el sistema y el contexto. Si no tenemos clara

nuestra identidad se puede diluir porque en un contexto puede haber muchas identidades y muchos sistemas.

• Hay cosas que no son negociables y sin embargo a veces perdemos muchas energías en cosas accidentales

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ROL Todas tenemos experiencia de vivir en un contexto y en un sistema. El rol se encuentra en la intersección: contexto, persona, sistema. El rol de formadora sirve al objetivo del sistema. El objetivo global de la Formación es: “Favorecer en cada persona, la toma de conciencia de la llamada y de la acción de Dios en su historia. Iniciarla a una nueva forma de vida para el crecimiento continuo hacia la unificación progresiva de su vida, que le permita, a través de las diferentes etapas de la formación de base, verificar la autenticidad de

la llamada, para responder a su vocación de Hermana de la Sagrada Familia, hoy.” El papel de formadora no es sólo lo que se hace o se dice para realizar este objetivo, en este papel está implicada la persona entera. Si no están integrados los aspectos esenciales de la vida, si no están claros los objetivos, el modo de realizar la tarea que favorezca la relación, que potencie el que las posibilidades de las jóvenes se desarrollen, se resentirá el papel de formadora. De la autenticidad de la vivencia de la consagración y de la pertenencia surgirá la calidad y la vivencia del rol.

Algunos ecos del compartir sobre el tema

La verificación del objetivo de la formación no sólo se hace a través de la palabra sino que toda la persona está implicada en la realización del objetivo. Este rol hay que acogerlo desde la interioridad.

Es durante las etapas de formación donde verificamos la llamada para ver si responde a la de una Hermana de la Sagrada Familia.

El papel de la formadora no es únicamente señalar lo que no va; no es una

carga, hay que mirarlo como una colaboración en el plan de Dios para el crecimiento de las jóvenes.

Es importante que la formadora cuide su “ser de miembro”, porque no

podemos dar lo que no tenemos. En la formación es primordial ser consciente de los sentimientos, tanto en la

formadora como en la persona que se acompaña. Ver como influyen en la conducta y en la relación.

Todos los miembros de la comunidad formadora están implicados en la

formación pero hay que tener claro el papel de la comunidad y el de la formadora.

Después de una pausa, Geneviéve propone al grupo la reflexión pausada y orante de un texto del Libro de los Números, capítulos 13 y 14, a partir del rol de formadoras, intentando detectar que aspectos del rol aclara este texto.

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Hay algunos puntos interesantes en el compartir de la reflexión:

Moisés se siente llamado por Dios para una misión. Tiene convicciones claras en relación con su tarea y por eso es capaz de orientar al pueblo.

Nosotras como lo exploradores de esa tierra hemos de dar cuenta de nuestra misión.

En el texto se lee el miedo a afrontar la dificultad, la tentación de abandonar, de tomar el camino más fácil, de negociar lo que no es negociable.

Como Moisés y a los demás personajes que aparecen en el texto cuando Dios nos confía una misión nos da lo que necesitamos para llevarla a cabo.

En el texto se citan los nombres y las tribus de las personas enviadas. También nosotras somos enviadas a la misión con nuestro nombre, nuestra historia, identidad para discernir el plan de Dios día a día y darle cumplimiento.

El Capítulo 14 habla de dificultades, sufrimiento. Nosotras también sentimos nuestras resistencias, la tentación de volver atrás, a lo seguro, nos cuesta morir a lo nuestro a lo ya conocido.

Moisés, mediador en comunión estrecha con Dios, para poder comunicar el mensaje de Dios e interpelar al pueblo, esto me hace comprender la necesidad de una comunión profunda con Dios.

Muy en conexión con este texto están los

PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO Las formadoras son líderes

El liderazgo se fundamenta en el objetivo: La Promesa como objetivo entre Dios e Israel (Num 13,2)

El líder procura trabajar con la realidad: Moisés quiere conocer la situación tal cual es. ((Num 13, 17-20)

El riesgo del líder es ser rechazado por sus miembros: La gente amenaza con rechazar a los líderes. (Num 14,10)

Un líder animado por la fe no culpa a sus miembros, sino que se identifica con ellos en su humanidad: Moisés intercede por su pueblo ante Dios. (Num 14,5-5. 11-19).

Un líder animado por la fe capacita, no actúa en lugar del otro: Caleb dice a la gente que ellos son bien capaces de hacerlo. (Num 13,30; 14,7-9)

El liderazgo implica escoger entre las necesidades de los miembros y el objetivo: Una tensión para Moisés a lo largo de la historia. (Num 13 – 14)

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El liderazgo implica trabajar con la ansiedad de los miembros: La gente tiene miedo y Caleb procura calmarlos. (Num 13,31 – 14,9)

Así termina esta jornada tan densa y rica en contenidos.

El centro de la oración de este nuevo día es un texto intitulado: Las bienaventuranzas según las constituciones, ilustrado por un bello y sugestivo diaporama. Constituye un recorrido a través de los artículos de nuestro “Libro de Vida” en clave de Bienaventuranzas”, 23 causas para ser felices en nuestra llamada. Un momento de interiorización y de compartir libre para terminar con el canto: “Here I am Lord” = “Aquí estoy El Señor”, palabras que podrían ser el eco de la respuesta que se susurra en el corazón de cada participante. Para introducir el trabajo del día se distribuye a las participantes una hoja con una lista de afirmaciones por las cuales una joven puede estar motivada para optar por la vida consagrada. Se pide a las participantes que numeren esas motivaciones considerando su importancia. A continuación Adela invita a la asamblea reflexionar sobre las dificultades encontradas a través de la siguiente pregunta:

¿Cuáles han sido las dificultades encontradas en el discernimiento de una vocación?

En el compartir se van expresando sencillamente lagunas, dudas, incertidumbre, preocupación, interrogantes...Hay bastante convergencia en lo compartido. Esta puesta en común ha sido una forma de entrar en el tema que seguirá después:

El discernimiento: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo?

26 martes

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El texto comienza por una introducción que sitúa el discernimiento en el proceso de formación, invitando a descubrir, en medio de otros signos que se dan en la persona que quiere discernir.

La Opción Fundamental que la habita Las Actitudes que manifiesta Con que Aptitudes cuenta para ir clarificando y confirmando la posibilidad de una llamada a la Sagrada Familia.

Opción Fundamental Es lo que da sentido orienta la vida de la persona; atrae y dinamiza todo el ser y lo mueve a tomar uno u otro estilo de vida. La joven tendrá que ir clarificando si su opción fundamental va en nuestra misma dirección. Pero no discierne ella sola, el Instituto también discierne.

Actitudes La opción fundamental se vive en lo cotidiano, a través de actitudes y acciones concretas. Verificar si dichas actitudes y acciones responde a la opción fundamental es tarea de discernimiento. Se tendrá que ir descubriendo algunas actitudes que vayan confirmando que la persona está llamada a la Sagrada Familia y que al vivir el Carisma se la ve feliz, realizada como mujer y desarrollando sus capacidades.

Es fundamental descubrir si la persona se mueve desde la fe o desde criterios puramente humanos. Teniendo en cuenta que la fe abarca la persona entera y toda la vida. A través de lo que va viviendo habrá que ver si se mueve desde dentro intentando responder desde la verdad y la autenticidad personal.

Aptitudes

Para vivir una vida religiosa son necesarias ciertas aptitudes que favorecen la vivencia del Carisma: capacidad de relacionarse, de salir al encuentro de los demás, su sentido apostólico, la capacidad de vivir en grupo. También es importante descubrir los signos que indican la posibilidad de que la persona pueda vivir esponjada en la vida religiosa.

El discernimiento Lo importante en el discernimiento es buscar en todo momento que:

Dios sea el centro, el horizonte de la vida

Como lo vivieron Jesús, María y José y las Primeras Comunidades Cristianas.

La opción fundamental debe discernirse a partir de las diversas mociones que expresa la persona en lo que vive en lo cotidiano, en los distintos acontecimientos, circunstancias históricas...todo es, o puede ser, paso de Dios

en su vida....Saber leer ese “paso” y “descubrir su mensaje” es clave en el Discernimiento. Hay algunos puntos a los que hay que prestar atención:

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• Apertura de la persona para entrar en sí misma y plantearse interrogantes.

• Tener en cuenta los datos que aporta su historia personal: relaciones, manera de enfocar las cosas, el aspecto afectivo, su capacidad de vivir en comunidad, de establecer relaciones, de afrontar conflictos.

• La imagen o imágenes de Dios que tiene.

• Su actitud de búsqueda de la voluntad de Dios que es inseparable del proyecto de Jesús por el Reino. Esto supone libertad interior, no tener una opción previa establecida sino vivir en actitud de humildad y confianza.

• Persona capaz de descentrarse, de vivir para los demás

• Sus motivaciones. • Capacidad humana-intelectual-afectiva.

Motivaciones

Conscientes: la recta intención Debemos suponer en la joven una recta intención una voluntad de seguir a Jesús como el todo de su vida pero no debemos eludir el interrogarnos sobre ello. Este deseo es indispensable, de lo contrario la vocación puede convertirse en una estructura donde una entra, un impulso de un momento. No basta el saber lo que uno quiere sino el por qué lo quiere.

Inconscientes En la persona puede haber motivaciones inconscientes que se disfrazan con ciertas opciones aparentemente nobles, por ejemplo el miedo a la sexualidad o a fracasar pueden conducir a una persona a elegir el celibato; el deseo de poder y de dominio se puede disfrazar de un mayor servicio a los más pobres. Estas motivaciones inconscientes no proceden separadamente de las conscientes sino que se influyen mutuamente, hasta el punto de que los impulsos inconscientes pueden determinar o contaminar las motivaciones conscientes.

Algunas de las motivaciones inconscientes, debidas, sobre todo a la falta de madurez personal suelen ser:

• La imposibilidad para dialogar sobre las propias motivaciones reconociendo su posible ambigüedad.

• Motivaciones exclusivamente espirituales, ignorando otros niveles importantes de la persona.

• Motivaciones que parecen justificar una necesidad de compensación.

• Motivaciones de tipo espiritual en contradicción con la vida concreta

• Motivaciones exhaustivas y muy detalladas.

• Motivaciones derivadas de la ausencia de atractivo por otras cosas.

• Camuflar la pereza, la inmadurez afectiva, la necesidad de seguridad la ausencia de iniciativa bajo la apariencia de docilidad, entrega total, vivir con los pobres, vivir en comunidad, expresiones que en este caso pueden ser ambiguas e idealistas.

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Hay ciertos signos que nos indican la existencia de motivaciones de este tipo:

• Vivencia de un estado de confusión e insatisfacción, interrumpido por algunas expresiones de euforia.

• Turbación cuando la persona se relaciona con otras formas de vida, personas o ambientes a los que ha renunciado; duplicidad de vida.

• Mostrarse indecisa ante nuevos compromisos o mantener una actitud agresiva.

• Estar cerrada en sí misma, insensible a los problemas de los demás, insegura, con temor por el futuro, triste....

• Amparase en ideas y argumentos; necesidad de justificar todo.

No se debe hacer un mundo de las motivaciones inconscientes, es inevitable que el comportamiento de las jóvenes y el nuestro esté influenciado por elementos inconscientes, lo cual no significa que la propia conducta o la vocación no sean auténticas. Lo importante es irse haciendo consciente gradualmente para que no dominen el comportamiento de la persona. En la formación es esencial tener ideas claras sobre lo que es fundamental y como lograrlo....A veces olvidamos que lo esencial es la experiencia de Dios que da sentido a la vida vivida desde nuestro Carisma. La Consagración religiosa es consagración del amor, con las características propias del amor verdadero: totalidad en la entrega, exclusividad en la persona amada, y el desinterés absoluto en servirle.

Por la tarde Winie invita al grupo a aplicar todo lo que han profundizado anteriormente a situaciones reales y concretas. Se entrega a cada una serie de documentos que tratan 8 casos concretos de personas en discernimiento de vocación. Les invita a profundizarlos personalmente y en grupo durante toda la tarde y parte de la mañana del día siguiente preguntándose:

¿Qué puntos nos afectan y nos desafían? ¿Qué nos enseñan estas historias? ¿Qué es lo que tenemos que cambiar?

Les aconseja que se centren en la realidad, en sus motivaciones reacciones.

?

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A las 11, las participantes llenan la sala dispuestas a compartir el trabajo de la tarde de ayer. Después de haber profundizado personalmente y en grupo los 8 casos concretos que se les dieron cada grupo, han ido respondiendo a las tres peguntas planteadas para orientar la reflexión. Las inquietudes, desafíos, enseñanzas y puntos a cambiar o reforzar convergen, pero hay algunos que han tenido un eco especial en la asamblea . Puntos que afectan o desafían

• Favorecer la experiencia de Dios refiriéndola a su compromiso cristiano y la vida sacramental.

• Acompañar con humildad mansedumbre, amabilidad, calor humano para contribuir a que la joven se abra y sea transparente

• Importancia de personalizar la formación prestando más atención a la cualidad que a la cantidad. Que la formación tenga en cuenta todos los niveles de la persona a veces olvidamos la dimensión afectiva o el como situarse ante los bienes.

• Tener claros los criterios de discernimiento. • Importancia de la fase previa, discernimiento de las motivaciones y

conocimiento de la candidata. • Para la acompañante la necesidad de ser acompañada y de continuar su

formación. Lo aprendido

• Acompañar a partir de la vida porque todos los niveles de la vida y de la persona han de ser objeto de discernimiento.

• Saber escuchar los sentimientos, prestar atención a lo que se dice y se vive.

• Cuando hay una duda que persiste saber tomar una decisión por el bien de la persona y del Instituto.

• Hay que formar para la vida religiosa Sagrada Familia, para ello hemos de tener clara nuestra identidad.

• Hemos de tener una cierta claridad durante el tiempo del primer contacto: conocer el contexto de vida de la persona, su historia de fe, sus relaciones.

• Es importante la madurez para poder hacer una opción libre.

27 miércoles

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• La importancia de que en la comunidad de formación estén claros y se respeten los diferentes roles.

• No animar a las personas a pasar a la etapa siguiente sin haber hecho un discernimiento serio.

• Desde el principio se deben dar a conocer las 5 vocaciones de la Familia para que la persona pueda discernir libremente.

Qué es lo que tenemos que cambiar

• Priorizar rol de formadora entre otros que puede desempeñar la misma persona. • Debe revisarse la pastoral vocacional. • En el acompañamiento recordar siempre que “pisamos tierra sagrada”. • Tomar con seriedad la propia formación continua; ver la necesidad de ser

acompañadas. • Testimoniar con la propia vida. • Responsabilizar en la formación los miembros de la comunidad formadora.

Otros comentarios

• En cuanto a dudas Tenemos que dar un mínimo de tiempo a la persona y tratar de estar claras nosotras mismas. Hay que aprender a plantear preguntas a tiempo. Hay que ver la apertura de la persona para acoger los cuestionamientos.

• Motivaciones en la promoción de vocaciones hay que tenerlas claras y centrarse en lo esencial. A veces podemos cometer errores imitando los métodos de otros, caer en una competencia intercongregacional o querer atraer a las mejores. Hay que tener en cuenta que lo que se hace en el prenoviciado es preparar a las jóvenes para que hagan una opción clara y libre. Tenemos que tener un espíritu abierto acoger a las jóvenes y abrirles caminos. Y si se las reorienta no se sentirán ni fracasadas ni despedidas.

• Afectividad. Es importante integrar todos los niveles de la persona también el afectivo. A

veces tenemos reservas o miedo para tocar este tema. Quizás nosotras mismas no estamos resueltas y en algunos casos las mismas personas que acompañamos nos ayudan a integrarnos a hacer camino, a cuestionarnos. Hacer una relectura de lo vivido al final del día puede dar pistas para ver como trabajar. El primer trabajo es el que debemos hacer sobre nosotras mismas como formadoras. No tengamos miedo afrontar el tema de la afectividad porque en ello nos va la vida.

Por la tarde Geneviève introduce la próxima etapa: el trabajo sobre los votos atrayendo la atención de la asamblea sobre la transformación que está sufriendo el mundo actual y la urgente necesidad de la vida religiosa de situarse para hacer frente al mundo actual lleno de esperanzas pero también de

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desafíos. Les invita a ir a nuestras raíces para continuar ejerciendo la misión que se les ha encomendado. Se distribuye un documento cuyo contenido es una síntesis de la visión de los votos y vida religiosa en los últimos 50 años. A través del documento se puede observar la evolución de esa visión. Se les invita a reflexionar personalmente y en grupo y a plasmar en una síntesis su visión de la vida religiosa Sagrada Familia hoy. Los puntos en torno a los cuales gira la reflexión son:

• Los votos en su conjunto

• Pobreza

• Castidad

• Obediencia

• Dimensión comunitaria

El tema de la oración “envuelveme en tu amor” nos está hablando del tema que será centro en la mañana de hoy: los votos. Al comenzar el día un tiempo dedicado a contemplar la belleza de el amor de Dios que lo envuelve todo y lo penetra todo, un tiempo para preguntarse: “¿Cuál es la imagen de Dios que me transmitirá energía hoy”. Fortalecidas por este tiempo gratuito de contemplación de la belleza en nosotras y a nuestro alrededor, cada grupo de trabajo va poniendo en común su visión de la vida religiosa Sagrada Familia hoy. Hay much. convergencia y mucha riqueza en esas síntesis, Transmitiremos aqui los puntos de convergencia que nosmostrarán la visión del grupo sobre :

28 jueves

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La vida religiosa Sagrada Familia hoy

Los votos Los votos unifican la vida Son una opción radical por “Solo Dios”: experiencia fundadora Su razón de ser: la misión común, misión de Cristo Conducen a la pasión por Cristo y por la humanidad Son una forma de relacionarse con Dios y con los demás; una manera de ser y de vivir que interpela los modelos que la sociedad nos propone A través de ellos vivimos los valores Sagrada Familia que interpelan al mundo de hoy.

Pobreza Nos conduce a vivir la interdependencia más que el individualismo; un estilo de vida sencillo: la ética de los suficiente para poder compartir. Nos invita a optar por los pobres, los más vulnerables para compartir bienes, dones y talentos; a la apertura y a la búsqueda con otros de un mundo renovado La pobreza camino de libertad que crea espacio para reconocer la dignidad humana. Compromiso para trabajar con otros sobre las estructuras que deshumanizan. Respeto a la creación: los bienes pertenecen a todos. Confianza en la Providencia, abandono. Circulación de bienes para la misión. Responsabilidad frente al presupuesto personal y comunitario. Utilizar los nuevos medios de comunicación poniéndolos al servicio de la vida y de la misión. Castidad Un amor por Dios que afirma que cada ser está llamado a una vida en plenitud. Amor que nos urge a vivir para Dios y para su Reino Nos confiere una mirada contemplativa sobre el mundo y la creación, mantiene el corazón abierto. Amor fecundo que sabe dar y recibir. Un amor inclusivo universal que crea comunión y nos hace capaces de vivir las relaciones con libertad. Una vida de amor dado y recibido que es un grito a favor de la humanidad. Exige una vida equilibrada. Exige comprensión clara de la sexualidad e integración de la misma. Busca la fortaleza en la Eucaristía.

Obediencia Búsqueda de lo que Dios quiere para mí, para toda la Familia: discernimiento. Una fe en las mediaciones: escucha, diálogo. Disponibilidad para la misión e interdependencia. Un estar a la escucha de los acontecimientos, los signos de los tiempos. Disponibilidad para responder a las nuevas necesidades, a lo que nace.

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Una vida que se ajusta a la voluntad de Dios. Nos invita a vivir la corresponsabilidad en la libertad. Nos impulsa a vivir el Misterio Pascual. A ser creativas y audaces para dar respuestas buscando el bien de la misión común. Dimensión comunitaria de los votos Los votos se viven en comunidad, la comunidad es un testimonio vivo de que la comunión es posible. Símbolo de comunión y acogida de las diferencias al servicio del Reino. Es misión, está al servicio de la misión. Es ella la que evangeliza a través de su dimensión profética. Debe estar abierta a las necesidades del mundo. Es lugar donde se viven los valores evangélicos de perdón, recon-ciliación, fraternidad. El lugar que nos permite ser auténticas y expresar nuestra pertenencia. Se necesitan comunidades donde se vivan relaciones centradas en el corazón. Que sean espacio de crecimiento mutuo y de compartir. Comunidades abiertas a todos, flexibles, insertas. Algunas convicciones con respecto a los votos

Los votos son para la misión. Nuestra consagración nos invita a participar en la misión de Cristo y esto nos exige creatividad, abandono y pasión.

Los votos forman un todo, hay una cohesión fuerte entre ellos, no podemos separarlos. El discernimiento debe ser una actitud de vida. Es un modo de liberarnos de nuestra

tendencias y contradicciones Los votos para nosotras, Hermanas de la Sagrada Familia, se resumen en: “No amar no

buscar, quere más que a solo Dios”. Este espíritu llena de sentido nuestra consagración. Una mañana intensa y rica que termina con un momento de integración de todo lo vivido. Por la tarde está programado un forum donde las participantes pondrán en común preguntas que hayan podido quedar pendientes y respuestas que ellas mismas aportarán. Un trabajo en grupos donde se formularán las preguntas constituye la preparación próxima a este forum. Posteriormente, en la asamblea se pondrán en común las preguntas formuladas en los grupos. He aquí algunas:

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¿Qué entendemos por comunidad formadora? El prenoviciado, el noviciado y el periodo de votos temporales se viven en una comunidad. Ésta tiene un lugar importante en la vida diaria, y sus miembros deben sentirse agentes de formación y tienen algo que comunicar. Han de apoyar, sostener y ayudar a las personas en formación que son miembros de la comunidad. Junto con la formadora deberían formar como un equipo de formación sin olvidar la diferencia de roles de la comunidad y la formadora.

Hemos hablado de una formación contextualizada ¿Cómo tener una formación común desde las diferentes culturas? ¿No sería bueno tener un equipo internacional? Las orientaciones para la formación de base contienen los principios de la formación. Allí tenemos todos los elementos de adaptación a las diferentes culturas definidos y sintetizados en la Declaración sobre la Inculturación . Si creen que sería conveniente tener un equipo se puede presentar una petición al Capítulo.

¿Qué iniciativas tomar para actualizar la multiculturalidad y la interculturalidad en la formación? En diferentes lugares: África del Sur, Paraguay, Sri Lanka hay experiencias de noviciados interculturales pero ¿Cómo respetar la experiencia cultural de cada persona? Debemos aprender a vivir en grupos interétnicos y esto puede llevar consigo conflictos. ¿Qué lugar concedemos a las particularidades culturales? Sobre este tema hay más preguntas que respuestas.

¿Cómo crear un clima que favorezca la experiencia de Dios? Hay que preguntarse ¿Cómo alimentamos nuestra experiencia de Dios? ¿En qué momentos? En la pastoral vocacional se organizan jornadas de retiro. Más que un clima se necesita una pedagogía, la experiencia de Dios es progresiva. Es importante enraizarse en la Palabra. La vida sacramental y la oración comunitaria ayudan.

El primer año de Noviciado es un año “canónico” ¿Es posible que las novicias tengan un compromiso apostólico? Hay que repensar el objetivo de la formación. Se trata de formar mujeres apasionadas, entregadas a la misión. El primer año se considera como un año de retiro, para hacer una experiencia profunda de Jesús. En el segundo año se concede mayor lugar al apostolado. Pero algunas se preguntan: ¿qué continuidad hay entre los dos años para que el primer año no sea una ruptura con relación al segundo?

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La ausencia de vocaciones en algunos países ¿no es una invitación a buscar juntas...? ¿Dónde encontrar a las jóvenes? No hay que sucumbir enseguida a la tentación de renunciar. ¿Somos capaces de inventar otro estilo, de vivir de otra forma de vida consagrada Sagrada Familia?. ¿Somos capaces de formar comunidades donde las personas puedan desarrollar lo que llevan dentro? ¿Estamos abiertas a buscar, discernir qué podemos ofrecer?. Se plantea el problema del compromiso definitivo las personas, en general prefieren un compromiso a corto plazo, y muchas se comprometen en actividades de tipo humanitario.

En el contexto de la interculturalidad que abarca todos los niveles de la vida ¿Cómo vivimos el dialogo interreligioso, la dimensión ecuménica?.¿Cómo integramos este aspecto en la formación? Aquí se ponen en común las experiencias de diferentes países Brasil.- La Conferencia de Religiosos ofrece a las personas en formación encuentros sobre ecumenismo y diálogo interreligioso. Visitas a templos de otras religiones. Pakistán e India.- Viven en un contexto mayoritariamente musulmán. Se proporciona a las personas en formación ciclos de conferencias sobre el tema y también libros para prepararlas a los desafíos que plantea este contexto. En el programa de Formación de Base se incluye el estudio de diferentes religiones. Tienen posibilidad de participar en actividades ecuménicas. Una jornada más, muy llena y densa en su contenido que termina con un tiempo de integración de lo vivido. Un sencillo compartir expresa sentimientos de adoración y acción de gracias de ese Dios que nos previene y nos sigue cuya presencia acompaña casi visiblemente al grupo.

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Adela introduce la oración de la mañana atrayendo la atención de la asamblea hacia la experiencia de la Misericordia y el Amor infinito de Dios que vivieron San Pedro y San Pablo y también nuestro Fundador. Un Dios que no se detiene en nuestros fallos e infidelidades sino que incesantemente nos invita a caminar. Inspira la oración un diaporama titulado “Una llamada a la fidelidad creativa” que invita a las participantes a abrir el corazón a la belleza y la actualidad del Carisma de Pedro bienvenido Noailles a través de textos significativos de nuestra espiritualidad.

Un tiempo de oración silenciosa y un sencillo compartir de sentimientos de gratitud, alabanza y por el don del carisma, de la vida del Fundador, por el don de la Familia . Compartir de deseos de vivir a fondo la espiritualidad, de encarnar en sus vidas el carisma solicitando la intercesión de Jesús María y José, del Fundador, de las Hermanas que nos han precedidos. En este mismo clima se invita a cada una a integrar lo vivido en la Sesión, a entrar dentro de sí, en el silencio, para contemplar los aspectos que se han afirmado, los interrogantes que quedan, los puntos a profundizar. Al finalizar este tiempo de reflexión, las participantes se reúnen en la sala donde Genviève dirige a la asamblea unas palabras que recogiendo lo vivido en la sesión clausuran oficialmente esta reunión de Formación. Algunos pasajes que nos transmitirán el color de estas palabras de clausura: “Llegamos al final de esta sesión, hemos recorrido un camino juntas. Nos sentimos más unidas las unas a las otras, interconectadas, y queremos enriquecernos las unas a las otras, acogiendo nuestra diversidad y sintiéndonos portadoras de valores comunes y responsables de una misma misión...Una sesión es un momento que no se acaba aquí. Nos vamos enriquecidas y tenemos que comunicar la llama recibida...No hemos agotado el tema. La formación es un proceso de búsqueda constante en las fuentes de nuestro carisma y un

discernimiento cont inuo para responder en fidelidad...sin perder de vista la finalidad de la FORMACIÓN”. Nuestra tarea de formadoras implica, que tomemos en serio nuestro rol con responsabilidad, y tengamos claro el proceso de transformación, para que la formación que damos sea adecuada y responda a las necesidades de hoy. Esto exige de nosotras una búsqueda constante en diálogo con los Consejos, los equipos de formación, y más ampliamente con todas las hermanas;

29 viernes

Fiesta de San

Pedro y

San pablo,

y del Fundador

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flexibilidad para adaptarnos a mentalidades que cambian; un entusiasmo que cree que el Espíritu continúa actuando hoy como ayer y que nuestro Carisma continúa siendo un don que tenemos que ofrecer. Nuestra vida religiosa, para ser fecunda no debe replegarse sobre sí misma necesita mirar a Dios y al mundo…también nosotras debemos dirigir nuestra mirada al mundo hacia ese mundo que Dios amo tanto que le dio su propio Hijo …Amar al mundo no es sólo amar los seres humanos sino a toda la creación de la que somos una pequeña parte; es abrirnos al misterio de la vida que nos transciende; es escoger la vida y aportar nuestro granito de arena a una creación inacabada y en evolución continua. Como formadoras tenemos un lugar privilegiado para colaborar con el alfarero y ayudar a la arcilla frágil a tomar una forma pero también sabemos que esta arcilla es sagrada, llena de sorpresas y de misterio. Estimular el proceso de crecimiento de una persona, ayudarla a interrogarse a la luz de la fe, a verificar si es conveniente con la elección que ha hecho, ayudarle a ser artífice de su propia vida, un miembro de la Sagrada Familia exige, por nuestra parte, mucho discernimiento, claridad en las motivaciones. Es todo un arte que nos exige paciencia para escuchar…imaginación para entrar en ese mundo único y diferente de la persona, sabiduría para conducirla a descubrir libremente su propio camino. Esto sólo será posible si como formadoras marchamos con el Señor, aceptando cuestionarnos y dejarnos acompañar...”

“Hemos tomado más conciencia de que la interculturalidad se sitúa en el centro de nuestro Carisma. Para podernos abrir a ella hemos de aceptar el desafío de saber dejar lo que es familiar y cómodo para ir hacia lo desconocido esto exige desprendimiento. En la Declaración de 1995 sobre la inculturación afirmamos: “Manifestamos libertad para tener un sentido crítico de cara a nuestros modos, costumbres, estructuras, y nos dejamos interpelar por quienes nos rodean. Nuestra propia cultura Sagrada Familia está llamada también a entrar en un proceso de conversión y crecimiento”.

Hablando de la Consagración que nos invita a participar en la misión de Cristo “que no tenía donde reposar su cabeza” cita la Declaración de la Unión de Superiores Generales en el Congreso de la Vida Religiosa. Invita a la asamblea a dar gracias por la misión recibida recordando las exigencias que lleva consigo para terminar con unas palabras que son como el resumen de esas exigencias: “Como María, seamos artífices del Reino de Dios, dejémonos desprender, convirtiendo nuestros corazones y mentalidades. Ampliemos el espacio de nuestra tienda. Construyamos sin descanso una espiritualidad de comunión de donde brotarán esperanza y vida para la humanidad y para toda la creación”

Por la tarde las participantes se reúnen en la sala para vivir : Celebración del envío Después de invitar a la asamblea a crear un ambiente de silencio y oración, al son de una música suave van llegando desde el fondo de la sala 4 hermanas representando los cuatro continentes cada una con un cántaro que depositan junto a la imagen del Fundador alrededor del cirio Pascual encendido. Unas palabras de introducción abren la significación a estos símbolos :

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Después de leer el diálogo de Jesús con la Samaritana (Jn 4,7.15-27-30) Se invita a las participantes al ritual de la luz con estas palabras. “El contacto con Cristo al borde del pozo ha renovado nuestros corazones durante estos días. Su luz nos fascina, nos acercamos para que El ilumine nuestros corazones y nos envíe a todos los caminos del mundo.” Se van acercando a los cantaros de donde sacan una pequeña vela que encienden en el cirio pascual, símbolo de la luz de Cristo en medio del grupo y vuelven a su lugar con la vela encendida. A continuación un compartir libre de lo que ha significado para ellas este gesto: “Esta luz me recuerda que caminamos juntas y que Dios camina con nosotras y nos infunde esperanza y fortaleza para vivir nuestra misión”. “Siento que Jesús con su luz me ha dado confianza para abandonarme en sus manos y vivir el espíritu de Familia que Pedro Bienvenido Noailles nos ha dejado.”

“Esta luz me compromete a vivir una vida enraizada en Cristo y abierta a los signos de los tiempos”. “La luz recibida fortalece mi corazón y me impulsa a transmitirla a través de la misión y de mis relaciones iluminando así la vida de otros” “Esta luz enciende en mi el fuego de la pasión por nuestro Carisma, por vivir el ser Sagrada Familia, y me llena de alegría al sentirme Hermana de la Sagrada Familia” “Me he dejado iluminar por su luz y deseo que El sea cada vez más el centro de mi vida”.

“Ayúdanos a dejarnos iluminar cada vez más por ti sobre todo cuando entramos en contacto con las personas que están en formación para transmitir la luz que Tú nos muestras”. “Doy gracias por la luz recibida, pidiendo a Jesús que me ayude a cuidarla para poder compartirla y hacer de la humanidad una sola familia, la gran familia de hermanos y hermanas sentados a una sola mesa”.

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Terminado este compartir Jacinta imparte al grupo la bendición del Fundador poniendo fin con sus mismas palabras a este rito de envió. (Ver textos escogidos y ritual ) A la mañana siguiente una Eucaristía significativa por lo internacional pues durante ella se han expresado países y culturas diferentes que nos han compartido su forma de relacionarse con Dios. Cada una al entrar en procesión va colocando una flor en un florero preparado en el altar, flores diferentes, unidas en armonía, belleza para decir una vez más nuestro Carisma de unidad en la diversidad, de multiculturalidad que queremos vivir en una interculturalidad armónica.

Una comida fraterna y festiva pone fin a esta jornada tan profunda, rica y llena de vida.