semiÓtica del paisaje urbano semiotic of...

12
an imaginary constructed from the subjectivity of the social actor, of a segment of the territory or urban geographic surroundings, in spaces -temporal conditions. The urban landscape is partial and reveals diversity of angles or possible points of view of the complex territorial reality. The social actor constructs and values like bioanthropological reality, and for that reason, he perceives and express it in different ways. Historical and creative characters of urban landscape specify it as something complex, and not like a simple individual copy of reality. This is the reason, from which, the semiotic point of view, its sense permanently gravitates between the sign and the symbol, between the cultural and the innovating creativity of the imaginary . In this article we will expose some of the concepts that we considered for an investigation semiotics pertinent on the subject. Key words: city, urban landscape, social imaginary, urban esthetic, urban space, urban ecology. Introducción Como constructo cultural, la ciudad es una trama compleja que incluye aspectos geográficos, históricos, culturales, políticos, sociales, económicos, estéticos, semióticos, etc., que se interrelacionan, dinamizan y manifiestan espacio- temporalmente. El paisaje urbano es una de las diversas formas como el actor social percibe la ciudad. El paisaje urbano es entendido aquí como un imaginario construido por la subjetividad del actor social, de un segmento del territorio o entorno geográfico urbano, en condiciones espacio-temporales históricas. SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF URBAN LANSCAPE Por Lizardo Álvaro Góngora Villabona* Resumen El paisaje urbano es una de las diversas formas como el actor social percibe la ciudad. El paisaje urbano es entendido aquí como un imaginario construido, desde la subjetividad del actor social, de un segmento del territorio o entorno geográfico urbano, en condiciones espacio-temporales concretas. El paisaje urbano es parcial y revela diversidad de ángulos o puntos de vista posibles de la compleja realidad territorial. El actor social lo construye y valora como realidad bio- antropológica y, por ello, lo percibe y expresa de maneras diferentes y cambiantes. Su carácter histórico y creativo es el que especifica al paisaje urbano como un constructo complejo del imaginario y no como una simple copia individual de la realidad. Es esta la razón por la cual, desde el punto de vista semiótico, su sentido gravita permanentemente entre lo sígnico y lo simbólico, entre lo cultural dado y la creatividad innovadora del imaginario. En este artículo expondremos algunos de los conceptos que consideramos pertinentes para una investigación semiótica sobre el tema. Palabras claves: ciudad, paisaje urbano, espacio social, imaginarios urbanos, estética urbana, ecología urbana. Abstract The urban landscape is one of the diverse forms like the social actor perceives the city. The urban landscape is understood here, like * Docente investigador en el área de Lingüística y Semiótica urbana de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga), Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá), Instituto Caro y Cuervo (Bogotá). • Este articulo fue recepcionado para evalución por los árbitros de nuestro comité científico el día 8de marzo de 2010 y fue finalmente avalado para edición y publicación final el día 26 de mayo de 2010

Upload: duongxuyen

Post on 06-Oct-2018

222 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

an imaginary constructed from the subjectivity of the social actor, of a segment of the territory or urban geographic surroundings, in spaces -temporal conditions.

The urban landscape is partial and reveals diversity of angles or possible points of view of the complex territorial reality. The social actor constructs and values like bioanthropological reality, and for that reason, he perceives and express it in different ways. Historical and creative characters of urban landscape specify it as something complex, and not like a simple individual copy of reality. This is the reason, from which, the semiotic point of view, its sense permanently gravitates between the sign and the symbol, between the cultural and the innovating creativity of the imaginary . In this article we will expose some of the concepts that we considered for an investigation semiotics pertinent on the subject.Key words: city, urban landscape, social imaginary, urban esthetic, urban space, urban ecology.

IntroducciónComo constructo cultural, la ciudad es una trama compleja que incluye aspectos geográficos, históricos, culturales, políticos, sociales, económicos, estéticos, semióticos, etc., que se interrelacionan, dinamizan y manifiestan espacio-temporalmente. El paisaje urbano es una de las diversas formas como el actor social percibe la ciudad.

El paisaje urbano es entendido aquí como un imaginario construido por la subjetividad del actor social, de un segmento del territorio o entorno geográfico urbano, en condiciones espacio-temporales históricas.

SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO

SEMIOTIC OF URBAN LANSCAPE

Por Lizardo Álvaro Góngora Villabona*

Resumen

El paisaje urbano es una de las diversas formas como el actor social percibe la ciudad. El paisaje urbano es entendido aquí como un imaginario construido, desde la subjetividad del actor social, de un segmento del territorio o entorno geográfico urbano, en condiciones espacio-temporales concretas.

El paisaje urbano es parcial y revela diversidad de ángulos o puntos de vista posibles de la compleja realidad territorial. El actor social lo construye y valora como realidad bio-antropológica y, por ello, lo percibe y expresa de maneras diferentes y cambiantes. Su carácter histórico y creativo es el que especifica al paisaje urbano como un constructo complejo del imaginario y no como una simple copia individual de la realidad. Es esta la razón por la cual, desde el punto de vista semiótico, su sentido gravita permanentemente entre lo sígnico y lo simbólico, entre lo cultural dado y la creatividad innovadora del imaginario.

En este artículo expondremos algunos de los conceptos que consideramos pertinentes para una investigación semiótica sobre el tema.

Palabras claves: ciudad, paisaje urbano, espacio social, imaginarios urbanos, estética urbana, ecología urbana.

AbstractThe urban landscape is one of the diverse forms like the social actor perceives the city. The urban landscape is understood here, like

* Docente investigador en el área de Lingüística y Semiótica urbana de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga), Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá), Instituto Caro y Cuervo (Bogotá).

• Este articulo fue recepcionado para evalución por los árbitros de nuestro comité científico el día 8de marzo de 2010 y fue finalmente avalado para edición y publicación final el día 26 de mayo de 2010

Page 2: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo mismo, el espacio vivencial.El espacio social permite al hombre manifestar su condición humana, aquella que lo diferencia de la armonía natural y lo especifica como actor que tiene como tarea la acción cotidiana como forma de existencia, acción que debe desarrollar en la tensión entre la armonía y el conflicto, entre el orden y el caos que implica su propia condición humana.El espacio social se concreta como escenario específico y adecuado de la vida cotidiana, tanto individual como colectiva. Por ello, el espacio urbano se ha mirado tradicionalmente como espacio público y como espacio privado (A. Góngora. 2001: 173).

El espacio urbano debe ser accesible integralmente a todos los seres humanos, ya que éstos lo necesitan para su existencia cotidiana. Se trata no solamente de una accesibilidad física, sino, sobre todo, de una accesibilidad integral (María Isabel Pavez, 1996).

El espacio urbano es el escenario de la habitabilidad y, por ello, ésta no se puede reducir a la vivienda exclusivamente, sino que incluye el vecindario, el barrio, el sector, la ciudad, la región, el país, etc.

Por lo mismo, es un espacio urbano que tiene un alcance globalizador y ecológico, ya que debe ofrecer al ciudadano los sentidos que lo orienten para relacionarse y convivir ampliamente con sus semejantes y la naturaleza. Lo anterior hace del espacio urbano un espacio biocultural específico y adecuado para del desarrollo de la persona y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales y de comunidad (A. Góngora, 2001: 170 y sig.).

2. La ciudad

La ciudad, como forma concreta e

El paisaje, como representación subjetiva, es parcial y revela diversidades de ángulos o puntos de vista posibles de la compleja realidad territorial, lo cual hace que dichos imaginarios sean inicialmente particulares y no colectivos. En procesos comunicativos cotidianos, la cultura los va asimilando como imaginarios colectivos.

El actor social construye y valora el paisaje urbano como realidad bio-antropológica, y por eso lo percibe y expresa de maneras diferentes y cambiantes. El paisaje urbano es histórico e integra, en su complejidad, diversas formas creativas, como conjuntos que aúnan elementos heterogéneos, relaciones, funciones y valores socialmente constituidos y particularmente asimilados, que condicionan y dinamizan permanentemente el desarrollo de la vida cotidiana.

El carácter histórico y creativo del paisaje urbano caracteriza a éste como un constructo complejo del imaginario y no como una simple copia individual de la realidad. Es esta la razón por la cual, desde el punto de vista semiótico, su sentido gravita permanentemente entre lo sígnico y lo simbólico, entre lo cultural dado y la creatividad innovadora del imaginario.

En este artículo expondremos algunos de los conceptos que consideramos pertinentes para una incursión inicial sobre el tema.

1. El espacio social

El habitat adecuado del ser humano es el espacio social conocido también como espacio urbano. Éste se pude caracterizar inicialmente como el despliegue del actor social mismo en su dimensión espacio-temporal. Dicho espacio,

como coalición de espacialidad y temporalidad, se configura mediante la incesante interacción de atracción y/o repulsión que ejercen entre sí individuos, grupos sociales y grandes culturas. De hecho, el «espacio social» no es

sino la expresión de la irrenunciable disposición social y cultural del hombre” (Duch, 2002: 127).

Page 3: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

cultural y mayoritariamente urbano, las imágenes creativas de los paisajes, surgidas de la pintura, la literatura, el cine, la fotografía, la arquitectura, el paisajismo, etc., se constituyen en categorías y referentes básicos de comprensión y valoración paisajísticas (…) Pero estos paisajes no han permanecido fosilizados y congelados para su pura contemplación estética, sino que evolucionan en su adaptación a las exigencias de la contemporaneidad”.

- Desde el punto de vista de la acción humana se conocen dos tipos de paisaje: el natural y el urbano. Se distinguen por el hecho de que mientras en el paisaje natural el territorio representado no está intervenido por el hombre, en el paisaje urbano ese territorio es predominantemente un producto de la intervención humana. Sin embargo, paisaje natural y paisaje urbano siempre estarán en algún grado integrados o afectados entre sí, como lo están sus territorios: el territorio natural se constituye en contexto del territorio urbano.

- En otros estudios, el paisaje se define desde perspectivas de tipo sensorial y artístico, de tipo analítico y pluridisciplinar o de tipo planificador.

Todas estas definiciones son parciales y de carácter descriptivo, que consideramos válidas pero insuficientes para la comprensión del tema que nos motiva en esta investigación. Sin embargo, en estas definiciones y en muchas otras hay elementos constitutivos constantes del paisaje urbano que nos serán útiles para la construcción de esta categoría. Son los siguientes:

- 1. El paisaje es una representación en conjunto de elementos bioantropológicos.

- 2. El paisaje es una representación espacio-temporal parcial y momentánea.

Si avanzamos en nuestra reflexión, vemos que en la vida cotidiana el espacio urbano impacta visualmente a sus residentes o visitantes de una manera monótona, repetitiva, pero cuando la mirada se focaliza,

institucional del espacio social, es un constructo histórico de sentido individual y colectivo. Es el escenario complejo de la existencia colectiva (pública) y de la existencia vital (privada) (Góngora, 1996: 154).Como producto cultural, la ciudad manifiesta las colectividades humanas que la construyen, y por ello la podemos caracterizar como una mediación del mundo concreto del ser humano. Es el espacio histórico de la vida (lo natural) y de la cultura (lo antropológico). Permite al actor social y a su grupo social obtener la visión de la exterioridad física como una interioridad desde sí mismo.

La ciudad es mediadora de la vida humana como lucha (como agón) permanente entre la armonía natural y el caos del cambio creativo que impulsa su acción cotidiana. La ciudad es, por tanto, mediadora de paradigmas concretos de vida y pensamiento (Barthes, 1985: 257 y sig.; A. Góngora, 2001: 178).3. Paisaje urbano

Son muy variadas las definiciones que sobre este concepto se han hecho. Por vía de ejemplo, veamos algunas de ellas, tomadas de Benjamín Méndez, “Claves geohistóricas para interpretar el paisaje del noroccidente asturiano” (http://www.xuliocs.com/PDF/charlabonxam.pdf )

- Su raíz proviene de la palabra latina pagus y se refiere al territorio usado, habitado. El país es el territorio en donde se habita y el paisaje es la percepción de conjunto del mismo.

- Su significado se focaliza frecuentemente en las conexiones entre un grupo humano y sus derechos públicos o de usufructo de la naturaleza presente en el territorio que se habita por tradición.

- En otros casos su significado se establece como “un área de tierra visible para el ojo humano desde una posición estratégica”. - Desde la cultura:

“En el actual contexto, eminentemente

Page 4: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

concreto, cuando estamos dentro de él o cuando salimos del mismo. Y a éste lo vemos diferente en cada una de estas posiciones. Por eso preferimos aquella que nos proporcione mayor satisfacción (Cullen, 1981: 10).

La visión selecciona el objeto de percepción que quiere focalizar: el contenido, es decir, todo aquello que contiene la ciudad en cuanto construcción: toda una mezcla de estilos, materiales, espacios, proporciones, colores, escalas, distribuciones, épocas, etc. (Cullen, 1981: 11). La visión proyectada desde nuestro cuerpo sobre segmentos espacio-temporales de la ciudad permite la construcción imaginaria, subjetiva de lo que en esta ponencia estamos llamando el paisaje urbano.

Con la reconfiguración de estos paisajes moldeamos la ciudad imaginada, subjetiva, y construimos, no la misma ciudad, sino «nuestra propia ciudad»: es en ésta donde creemos habitar. El paisaje urbano nos permite construir la ciudad de nuestro gusto, de nuestras preferencias, la ciudad que nos impacta, que nos sorprende y que nos da placer de vivir.

El paisaje urbano tiene una naturaleza semiótica: es mediador signo-simbólico del sentido complejo de la ciudad. El paisaje nos permite interpretar la ciudad como una realidad intensamente compleja y generadora de un cúmulo de procesos de orden y desorden, de coincidencias y contradicciones, de aceptaciones y rechazos, de privilegios y necesidades.

El ser humano es un ser que imagina, y por eso es un ser creativo y no simplemente predeterminado por la naturaleza. Con su imaginario logra transformar y flexibilizar la normatividad cultural de la colectividad. A eso se debe que el imaginario sea un fenómeno singular y colectivo a la vez, conjunto de imágenes mentales recreadas por el ciudadano en el proceso de su socialización.Este mismo autor afirma que el ser humano, junto con su cultura, se ha creado a sí mismo a partir de sus propios imaginarios

no sobre sus elementos individuales por separado sino sobre conjuntos integrados por ellos (personas, edificios, calles, árboles y otros elementos naturales, plazas, mobiliario urbano, iluminación natural o artificial, sonidos, etc.), el espacio urbano impacta visualmente de una maneramás impredecible, placentera y sorprendente.

Es diferente ver un árbol solo que ver un parque conformado por varios árboles y con el contraste de sus diferentes tonos de color, de formas de follaje, de troncos, de alturas y grosores, de flores, de aromas, de sombras, de movimientos, de aire, de luz, de pájaros, de piedras, de hilos de agua, etc.

En este caso, la reacción que sentimos no es producida por los elementos aislados sino por el conjunto conformado por todos. Es ese conjunto el que hace que nuestra percepción visual del espacio urbano nos impacte, emocione y deslumbre de una manera súbita. Es esta visión de conjunto la que da origen a lo que aquí denominamos paisaje urbano (Cullen, 1981: 7-13).

Esto demuestra que la visión humana es fundamentalmente integradora, relacional, sincrónica, y por eso, cuando miramos en conjunto, las cosas conocidas se ven muy diferentes, amplían y enriquecen su sentido para nosotros. Debemos reconocer la importancia que para nosotros tiene la facultad de ver como facultad que nos permite formarnos la idea de conjunto.

Sin embargo, la visión humana no abarca la totalidad del entorno, es parcial; siempre tiene un solo ángulo de visión seleccionado entre muchos posibles. Estos ángulos surgen de nuestra realidad corporal: somos el punto fijo del ángulo de visión. Y son estos ángulos los que hacen posibles la focalización nítida, los contrastes, las diferencias, las sorpresas, las nuevas emociones y la manipulación.

El cuerpo nos permite tomar conciencia de nuestra posición en relación con el entorno geográfico. Por ello nos damos cuenta cuando estamos llegando a un espacio

Page 5: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

cambiantes. El paisaje urbano integra de una manera creativa, en su complejidad histórica, conjuntos de diversas formas de la existencia humana.

Como mediación imaginaria de la ciudad, el paisaje es autónomo pero no pierde su relación con ella. Sigue vinculado a ella, la domina, la orienta, la cuestiona, la enaltece, la da a conocer de maneras diferentes e influye en el desarrollo de la vida cotidiana. El paisaje urbano, por su visión de conjunto, permite detectar el juego de fuerzas incluyentes y excluyentes que rigen la ciudad y que en la cotidianidad fácilmente no aparecen o se ignoran.

El paisaje urbano manifiesta igualmente problemáticas de la convivencia, del déficit de condiciones para la vida humana y para la habitabilidad. Su visión de conjunto hace visible aquello que oculta o impide la inmediatez característica de las prácticas cotidianas.

De una manera inicial y provisional, iniciamos esta conceptualización con la caracterización del paisaje urbano como una producción de naturaleza imaginaria y, por lo mismo, mediadora del espacio urbano, construida por los individuos como percepción urbana de conjunto. Es un imaginario singular que posee una relatividad permanente porque es subjetiva. Exige ser vista siempre como parte de un todo que la trasciende. Tiene una fuerza totalizadora pero no total.

El paisaje urbano no coincide por tanto con la ciudad planificada ni desordenada. No es una copia o una representación de la misma, sino una mediación imaginaria del sentido complejo, que requiere una interpretación creativa e innovadora que permita dar cuenta de su dinámica abierta de sentido.

Como imaginario, el paisaje urbano (De Certeau, 1980: 103) inmoviliza, en su conjunto imaginario, la espacio-temporalidad de la ciudad concreta. Es una condensación espacio-temporal que suspende en un instante su fluir y que

sociales. Con esta lógica, lo que aparece como realidad no es sino producto de nuestras percepciones y de los numerosos procesos de interacción.

El paisaje urbano, como mirada humana, es visto por alguien y desde alguien; por alguien que es consciente que está viendo, en conjunto, un segmento de la ciudad. El paisaje urbano es lo que ve el actor social desde su mundo subjetivo. Lo visto no puede ser separado de quien lo ve, ya que seconstituye desde los ojos del actor social mismo.

En consecuencia, el paisaje urbano, como visión, no es la copia de un objeto sino una relación imaginaria de alguien acerca de algo. Es un instrumento humano para la construcción de mundos simbólicos a partir de las objetivaciones, legitimaciones e internalizaciones de la realidad por parte del actor social. Esta relación imaginaria es de carácter semiótico, porque reemplaza simbólicamente, con autonomía, a algo que está ausente.

Por ser cada actor social diferente, su visión del paisaje urbano también lo es, pero goza de carácter colectivo, primero, por fuerza de la especificación social del conocimiento de su actor y, segundo, por la interacción social que éste vive en su existencia cotidiana. Por tanto, el paisaje urbano es una mediación signo-simbólica que desarrolla, conserva y configura la realidad urbana y hace visible su invisibilidad social.

Como imaginario mediador, el paisaje urbano es un conjunto, texto panorámico y complejo cuyo sentido es denso y abierto, es decir, no siempre pre-establecido culturalmente. Eso quiere decir que su comprensión requiere procesos hermenéuticos que permitan la interpretación creativa e innovadora. Para la realización de esta tarea necesitamos una perspectiva semiótica de corte hermenéutico.

El ser humano construye y valora el paisaje urbano desde su propia realidad bio-antropológica y por ello lo percibe y expresa de maneras diferentes y

Page 6: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

puede y debe ser innovado y recreado.

En el paisaje urbano se tejen continuamente nuevas relaciones entre el factor sociocultural y el arte, entre lo funcional y lo simbólico, entre razón e imaginación, entre la verdad (episteme) y la opinión (doxa). Su complejidad impide reducirlo al nivel de lo puramente estético, como se hace tradicionalmente.

Como mediación, nos manifiesta el entorno geográfico, la historia, el tramado social, cultural y económico de la ciudad (Zárate, 1991: 73-74). Es el imaginario el que organiza e innova los diversos elementos de naturaleza bio-antropológica presentes en el emplazamiento.

En dicha complejidad, el sentido sígnico o funcional del paisaje urbano se sistematiza según la lógica de la razón y, por ello, es predecible, cerrado y compartido. El sentido simbólico, por su parte, surge de la imaginación creativa e innovadora del sujeto. No está ni sistematizado ni predeterminado, ni es predecible. El sentido, en su aspecto sígnico, se apoya en la sincronía que caracteriza a los sistemas culturales, mientras que en su aspecto simbólico surge en cada momento de la condición existencial del actor y de su grupo social.

El paisaje urbano está anclado no solamente en el tiempo, sino también en el espacio. Su espacio-temporalidad es tomado de la vida cotidiana urbana. En consecuencia, su comprensión exige en cada momento incorporar nuevos procesos hermenéuticos que el sujeto debe realizar desde su condición histórica.

El paisaje urbano, en cuanto es imagen mediadora de sentido, hace posible, al actor social y a su grupo la comprensión histórica del mundo de la ciudad, no de una manera total sino en conjuntos parciales que integran aspectos geográficos, culturales, históricos, estéticos, sociológicos, políticos, económicos, etc.

Lo anterior muestra una tensión entre el

por lo mismo requiere que la mirada que le da origen tenga siempre un carácter segmentado y finito. Por eso la ciudad no tiene un paisaje, sino múltiples paisajes. Ninguno de ellos agota su sentido. Su sentido sigue siendo inagotable.

Es un instante imaginario en el cual logramos una coincidencia entre la armonía y el caos que dinamizan permanentemente complejidad urbana. Es un universo en el cual se da una «coincidencia de opuestos».

El imaginario nos libera de las ataduras que nos ligan a la ciudad en condición de transeúntes en masa,usuarios habituales de su espacio y tiempo, y nos permite establecer un «extrañamiento», una distancia, un dominio en el cual nos convertimos en «omnivisionarios», de lo expresado en la cotidianidad.

El paisaje urbano adquiere así una característica histórica que supera la de ciudad funcionalmente, la ciudad de las prácticas cotidianas, la ciudad del momento, y nos permite incursionar a la ciudad posible, a la ciudad nueva y, si queremos, a la ciudad utópica.

4. La perspectiva semiótica

Por lo anterior, para la semiótica, el paisaje urbano no es una copia o una representación simplista o mecánica del espacio de la ciudad: es una construcción innovada por la facultad del imaginario, que supera la inmediatez cotidiana y ofrece nuevas alternativas posibles de existencia urbana para el actor social.

El trabajo semiótico no solamente debe identificar el sentido cultural que se expresa por tradición en el paisaje urbano, sino, también, el aporte creativo del imaginario del actor social que, al percibirlo, lo interpreta a partir de su propia visión de mundo. El paisaje urbano es un imaginario social.

El imaginario es la facultad que libera al actor social de su mundo histórico como un mundo necesario y le muestra que éste no es otra cosa que un mundo temporal que

Page 7: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

razón de ser de la ciudad.

A través del tiempo, cada visión del paisaje mantiene sentidos conocidos y adquiere sentidos nuevos. Es la sensibilidad semiótica la que nos permite detectar los cambios y activar la creatividad del imaginario para recrear su sentido histórico.

El paisaje es cambiante: el paisaje urbano de la mañana no es el mismo de la tarde ni de la noche. Desde distancias o alturas diferentes (puntos fijos o puntos de vista), el paisaje es igualmente diferente. Pero no solamente los cambios físicos provocan variación de sentidos; los cambios subjetivos lo hacen igualmente.

El sentido de todo paisaje se nutre de lo que culturalmente sabemos, creemos y sentimos y de lo que imaginariamente creamos. Por esa razón el sentido del paisaje no es unívoco, cambia de acuerdo con quien lo percibe y en el momento en el cual lo haga (el paisaje de una inundación puede verse como catástrofe natural, como un castigo, como una bendición de los dioses, como solución fertilizante, etc.).

Interpretar el punto de vista desde donde se hace esa mirada, las perspectivas teóricas de las cuales se parte, el valor de verdad que se les atribuye, es parte de la tarea de la semiótica, entendida ésta como disciplina que busca, en último término, construir el sentido del sentido.

La carga subjetiva que interviene en la visión del paisaje urbano permite ver más allá de lo conocido al activar el imaginario con su fuerza creativa. Por ello, la experiencia del paisaje, desde este punto de vista, se torna en argumento muy importante para fundamentar en los habitantes del espacio urbano el gusto por la permanencia, conservación y defensa de su propio espacio urbano.

El paisaje urbano logra, igualmente, sorprender, impresionar y atraer a los visitantes a causa de su fuerza seductora. Sin duda, es una de las fuentes dinamizadoras de la industria del turismo

paisaje urbano como texto y la activación que se hace de él como acto discursivo. Dicha acción permite al actor social rebasarlo como texto e incursionar en la complejidad comunicativa e innovadora del sentido del mundo urbano en la vida cotidiana. Por lo anterior, la experiencia visual del paisaje urbano es una forma permanente de aprender la ciudad.

Ello implica aceptar que el paisaje es un texto visual abierto al sentido, pero no un texto autónomo: siempre lo interpretamos a partir de lo ya sabido, de la cultura y de las condiciones históricas. Es una experiencia visual que, por ser interpretable, se puede comunicar, compartir. Seduce y agrada,pero sin pretensiones de convencer como verdad en sí misma. Su fuerza imaginaria se orienta hacia el mundo posible más que hacia el mundo de lo real. Por ello, el sentido del paisaje urbano no es la ciudad real sino su imaginario.

A su vez, la ciudad seduce e impacta por el paisaje, aun de una manera no siempre ética. Puede darse el paisaje del crimen, del hambre, de la ruina, de la miseria, de la desolación, de lo siniestro, el paisaje de la violencia, de la guerra, etc.

Esta fuerza seductora puede llegar a ser cómplice de la manipulación porque puede inhibir el pensamiento crítico. El paisaje puede convencer más que la experiencia misma en la cotidianidad urbana. Puede impactarnos solo emocionalmente y no conceptualmente. Puede desfigurar la ciudad misma. Para evitarlo, es posible aplicar recursos como el del «proceso de extrañamiento» o distanciamiento, que impide olvidar que el paisaje urbano es una mediación y no la realidad misma.

Su equilibrio se restablece con una visión crítica que debe intervenir simultáneamente y que evita que se escape a otra realidad. La visión crítica mantiene vigente el vínculo entre lo dado o cultural, y lo nuevo, lo innovado, lo imaginario. Ambos aspectos son inseparables. De esta manera, la visión del paisaje urbano amplía el sentido del proyecto de humanización que dinamiza la

Page 8: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

no simplificada. Por ello, el actor social no es, en manera alguna, el «espectador universal» que postula Kant en su crítica del juicio, sino un intérprete concreto, singular que mira la ciudad desde su propio punto de vista limitado y en un momento histórico dado.

La mirada en el paisaje urbano no siempre detecta la presencia ni la situación cultural concreta de los diferentes grupos que integran la ciudad. Esas diferencias frecuentemente se invisibilizan a unos y se muestran a otros. Existe siempre una ciudad oculta cuyo paisaje no se puede elaborar.

Por eso el paisaje urbano no es generalizable, No basta mirar una o algunas veces la ciudad para comprenderla en su totalidad. En consecuencia, la metodología de la investigación semiótica del paisaje urbano será siempre de carácter micro.

1.7 6. La estética del paisaje urbano

Iniciamos provisionalmente con el enfoque de sentido de estético que propone Andre Leroi-Gourhan en su obra El gesto y la palabra (1975). Por fundamentarse en una perspectiva paleontológica, su sentido es amplio y en él “el vaivén dialéctico entre la naturaleza y el arte marca los dos polos, de lo zoológico y de lo social”. Por ello rebusca, “en toda la densidad de las percepciones, cómo se constituye, en el tiempo y en el espacio, un código de las emociones, asegurando al sujeto étnico lo más claro de la inserción afectiva en su sociedad” (1975: 267).

Vista así, la experiencia estética tiene raíces en la naturaleza misma del hombre, en su condición bio-antropológica. Las emociones estéticas se fundamentan en propiedades biológicas comunes al conjunto de los seres vivos, pero “La intelectualización progresiva de las sensaciones termina en el hombre por la percepción y la producción reflexionada de los ritmos y de los valores, en los códigos cuyos símbolos poseen una significación étnica, tales como los de la música, de

urbano. 5. La cultura

La ciudad es la manifestación por excelencia de la condición bio-cultural de sus residentes. A partir de su base biológica el ser humano construye su cultura como superación de su natural indeterminación. La cultura, como saber aprendido personalmente y compartido socialmente, integra la complejidad de saberes, de historia, de tradiciones, de logros y fracasos, de creencias y mitos, de lenguajes y textos, de rituales y ceremonias, de sueños y esperanzas, de problemas y soluciones, de trabajo y productos, de costumbres y ritos, de arte y diversión, etc., que históricamente le han servido a cada sociedad humanas para su existencia.La ciudad como constructo bio-cultural se configura como el habitat específico del ser humano. Hace posible su vida personal y social. Por eso se constituye como un tramado de mediaciones que permiten tanto la expresión de identidad como la percepción de la alteridad social. A causa de este entrecruzamiento de mediaciones culturales la ciudad crea la posibilidad de la vida humana.

La ciudad se va construyendo permanentemente como complejidad cultural. La pluralidad de sus lenguajes hace posible la comunicación y por lo mismo la humanización de sus actores. Elementos como lengua, religión, política, concepción del mundo, arte, mitos, creencias, ritos, ciencia, vestuario, mundo objetual, costumbres, normatividad familiar, económica, etc., integran y singularizan la cultura de cada grupo y, por lo mismo, de su ciudad.

La complejidad cultural de la ciudad es mediada por sus paisajes y por ello es posible reconstruirla interpretativamente a partir de ellos. Pero ningún paisaje por separado es capaz de mediar la cultura de una ciudad en su totalidad. Solo es mediación de ésta desde algunos de los puntos de vista posibles para el actor social histórico, sin olvidar que el paisaje es un imaginario de la ciudad segmentada pero

Page 9: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

En la existencia humana, la estética involucra no solamente procesos de percepción sino, además, procesos de expresión. El hombre aprende de su naturaleza y de su cultura a sentir integralmente la ciudad en su conjunto y expresarla de diferentes maneras. Una de ellas es el paisaje. El paisaje es, por tanto, una mediación de naturaleza estética de la manera como sus habitantes perciben sensorialmente la ciudad.

Si seguimos el esquema de Leroi-Gourhan, esta percepción estética de la ciudad se puede tipificar de la siguiente manera:

- Una estética biológica, manifestada en las condiciones de salubridad, ecología, movilidad, nutrición, protección ambiental, etc.

- Una estética utilitaria, manifestada en los recursos técnicos, servicios y soluciones básicas para la solución de los problemas subsistencia de la cotidianidad.

- Una estética social, manifestada en el tejido de relaciones interpersonales y grupales, de encuentro e integración con el otro y con la comunidad en general.

- Una estética artística, que se expresa en la creación de diversos mundos posibles, de diversas alternativas que reconfiguran la ciudad real.

En este nivel artístico, el paisaje urbano conduce al actor social a sentir la ciudad de una manera poética que, liberada por el imaginario de sus lastres y contradicciones, da posibilidades de disfrutar plenamente de un habitat adecuado para el desarrollo de los procesos de humanización.

Por lo anterior, la experiencia estética que origina la vivencia del paisaje como mediación imaginaria se enraíza en la sensibilidad visceral y muscular profunda, en la sensibilidad dérmica de la piel y de los demás órganos de los sentidos, en la acción, en la tensión identidad/alteridad de su condición social, en la sorpresa

la poesía o de las relaciones sociales. Las manifestaciones estéticas poseen unos niveles de afloramiento variables, y algunas revisten la misma significación en todas las sociedades humanas, mientras que la gran mayoría no es completamente significativa sino en el seno de una cultura determinada” (1975: 267).

Desde esta perspectiva, las sensaciones contenidas en la cultura pueden ordenarse en cuatro amplios cortes, delimitados por los niveles fisiológico, técnico, social y figurativo (1975: 268), ya que, como experiencia histórica de las sensaciones, la estética es el conocimiento bio-cultural de los órganos de los sentidos (Góngora, 2001: 242).

La visión estética del paisaje urbano, abordada desde una perspectiva bio-antropológica, abre un espectro muy amplio de la complejidad de las sensaciones humanas en general. La manera concreta e histórica de percibir sensorialmente nuestro mundo personal y social es aprendida de la naturaleza y de la cultura y orientada y educada por éstas en la experiencia cotidiana. Lo estético, en cuantoconocimiento sensorial, pertenece a la complejidad misma de la existencia humana.

Las experiencias de la satisfacción de las necesidades básicas son las primeras experiencias estéticas del ser humano. Al darle sentido a sus sensaciones, el hombre comprende el sentido de sí mismo, el de su mundo físico, el de su mundo social y el de sus mundos posibles (Góngora, 2001: 242). Como la base fisiológica del ser humano es abierta e indeterminada, él necesita concretarla culturalmente para orientar dichos procesos de percepción.

Las sensaciones permiten al actor social no solo percibir su interioridad y exterioridad, sino ampliar también su panorama de posibilidades sensoriales. El ser humano no percibe el mundo directamente, sino que lo hace en la mediación de los constructos del imaginario. Solo se siente el mundo que se construye interiormente.

Page 10: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

ConclusionesLas anteriores reflexiones tienen por objeto ir encontrando varios aspectos que se deben tener en cuenta como pautas para el desarrollo de esta investigación:

1. El paisaje urbano es un constructo imaginario, subjetivo y parcial de un segmento de la espacio-temporalidad de la ciudad.

2. Al asumir el paisaje como una mediación signo-simbólica, producto del imaginario del actor social, sus sentidos deben construirse a partir de procesos semiótico-hermenéuticos.

3. La ciudad tiene un número inagotable de paisajes. Por eso en esta investigación debemos hablar de “semiótica de algunos paisajes de la ciudad de Bogotá”.

4. El sentido de la vida cotidiana es trascendido por el sentido del paisaje urbano y éste la domina y orienta.

5. No se puede pretender que los futuros resultados de esta investigación tengan un alcance general.

6. La naturaleza imaginaria de las mediaciones paisajísticas exige adoptar, en su investigación, una metodología de corte predominantemente cualitativo.

Bibliografía

BARTES, Roland. (1985). La aventura semiológica. Paidós Comunicación, Barcelona.

CULLEN, Gordon. (1981). El paisaje urbano. Tratado de estética urbanística, Editorial Blumen, España.

De CERTEAU, Michel, (1996). Invención de lo cotidiano 1, Universidad Iberoamericana, A. C. México, D. F. (cap. VII, p. 103). DUCH, Ll., (2002). Antropología de la vida cotidiana. Edit. Trotta, Madrid.

liberadora de los sueños y de sus mundos posibles (Leroi-Gourhan, 1975: 266).

7. Paisaje urbano y comunidadEs pertinente relacionar el paisaje urbano con la comunidad. La ciudad no es solamente el habitat propio del ser humano sino también de la comunidad. Por ello el paisaje urbano es igualmente símbolo de las interrelaciones sociales que vinculan al ciudadano con su comunidad y con las instituciones que ésta incluye como razón de ser: familia, educación, salud, recreación, política, economía, etc.

La comunidad encarna, por principio, la fuerza interrelacional de la sociedad, de la forma concreta de realización de la tensión identidad/alteridad humana. Su función es hacer accesible al ciudadano el bienestar colectivo a través de una red de interrelaciones comunicativas, predominantemente de orden institucional. Esta dimensión comunitaria de la ciudad se manifiesta mediante las instituciones públicas. El paisaje urbano expresa, igualmente, los sentidos comunitarios o sus vacíos. Puede descubrir e identificar la manifestación de resultados de la acción de las instituciones públicas. El paisaje urbano es un texto que puede permitir la lectura de la ciudad como comunidad histórica, como expresión de los intereses comunes de sus miembros: intereses políticos, económicos, educativos, de salud pública, de recreación, de seguridad, de trabajo, etc. La ciudad debe ser garantía de la defensa de estos intereses para hacer posible la vida comunitaria de sus residentes.

La actividad de la comunidad es específicamente colectiva y, por ello, la participación de los actores tiene que superar sus intereses individuales y actuar en función de los colectivos. El actor social necesita desarrollar sentidos de pertenencia y solidaridad comunitaria que le reconozcan los derechos y deberes que lo protegen y comprometen con la comunidad. La comunidad, por su parte, es la responsable de la «res pública», del manejo político de la ciudad.

Page 11: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

GÓNGORA VILLABONA, A., (2001). Signos. Elementos de semiótica. Pontificia Universidad Javeriana, C. U. A., Bogotá.

GÓNGORA VILLABONA, A., (1996). El actor social, ¿un símbolo posmoderno? Ediciones UIS, Bucaramanga.

LEROI-GOURHAN, A. (1975). El gesto y la palabra. Publicaciones de la Universidad Central de Venezuela. Caracas.

PAVEZ, M. I. (1996). Espacios públicos integrados y accesibilidad con objetivo cívico.Boletín Invi, No. 28, p. 54-66. F. A. U. de la U. Chile, Santiago de Chile.

ROJAS Mix, Miguel. (2006). El imaginario: civilización y cultura del siglo XXI. Buenos Aires, Prometeo Libros.

ZÁRATE MARTIN, Antonio. (1991). El espacio interior de la ciudad. Editorial Síntesis, Madrid.

Bibliografía general

ABELLO T. Ignacio (compilador). (2005). Hacer visible lo visible: lo privado y lo público. Bogotá: Universidad de los Andes. Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Filosofía, Ceso. Ediciones Uniandes.

ARENDT, H. (1993). La condición humana. Ediciones Paidós, Barcelona.

Arquitectonics. Mind, Land & Society. (2003). Arquitectura y hermenéutica. Ediciones UPC, Barcelona.BABOLIN, S. (2005). Producción de sentido. Universidad Pedagógica Nacional. Ediciones San Pablo, Bogotá.

BOLLNOW, F. (1969). Hombre y espacio. Editorial Labor, Barcelona.

BONILLA, E. y Rodríguez, P. (2005). Más allá del dilema de los métodos. La investigación en ciencias sociales. Ediciones Uniandes. Grupo Editorial Norma, Bogotá.

CAIVANO, J. L. (2005). Semiótica, cognición y comunicación visual: los signos básicos que construyen lo visible. Semiótica de lo visual. Tópicos del Seminario, 13. Enero-junio 2005, p. 113-135. Universidad de Buenos Aires y Conicet.

CAPEL, H. (2002). La morfología de las ciudades. Ediciones del Serbal. Barcelona.

CASTORIADIS, C. (2002). Sujeto y verdad en el mundo histórico social. Seminarios 1986-1987. La creación humana. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

______. (1997). Ontología de la creación. Ensayo y error, Bogotá.

CULLEN, G. (1981). El paisaje urbano. Tratado de estética urbanística, Editorial Blumen, España.

DURAND, G. (1994). Lo imaginario. Ediciones del Bronce, Barcelona.

EKAMBI-SCHMIDT. (1974). La percepción del hábitat. G. G. Barcelona.

GARCÍA, M. B. (compiladora). (2000). La imagen de la ciudad en las artes y en los medios. Instituto de Investigaciones Estéticas, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

GIRALDO, F. y Viviescas, F. (compiladores). (1996). Pensar la ciudad. T. M. Bogotá.

GÓNGORA, Villabona, L. A. (2002). Signos. Elementos de semiótica. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.

KESSLER, M. (2000). El paisaje y su sombra. Idea Books, Barcelona.

PARDO, J. L. (1992). Las formas de la exterioridad. Pre-textos, Valencia.

ROJAS, M., Miguel. (2006). El imaginario: civilización y cultura del siglo XXI. Buenos Aires, Prometeo Libros.SILVA, Téllez, A. (1992). Imaginarios urbanos. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá.

Page 12: SEMIÓTICA DEL PAISAJE URBANO SEMIOTIC OF …udistrital.edu.co:8080/documents/37512/40685/17.+Lizardo+Alvaro... · Este espacio social es el espacio vital del ser humano y, por lo

______, (1986). Una ciudad imaginada. Editorial de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

TORRES Tovar, Carlos Alberto y otros (compiladores). (2000). La ciudad: hábitat de diversidad y complejidad. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Bogotá.

VIRVIESCAS M., F. (1997). Lo ajeno, lo público y lo imaginario. Espacio público, imaginación y planeación urbana. Documentos Barrio Taller, Bogotá.

ZÁRATE Martín, Antonio. (1991). El espacio interior de la ciudad. Editorial Síntesis, Madrid.