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SEMILOGÍA DE OÍDOS
Anatomía
El oído se divide en tres partes: oído externo, oído medio y oído interno
OÍDO EXTERNO:
Comprende el pabellón auricular y el conducto auditivo externo. Función es captar
las ondas sonoras, amplificarlas y conducirlas hasta el oído interno. Hasta allí se
presenta la hipoacusia de transmisión o de conducción
Pabellón auricular
Armazón fibrocartilaginoso, tiene forma de cáliz o de feto en posición invertida,
correspondiendo el lóbulo a la cabeza. Se compone de piel, tejido subcutáneo,
grasa, músculos rudimentarios y cartílagos. Las partes anatómicas que conforman
el pabellón auricular. Con una serie de relieves o puntos de referencia que son:
Hélix. Borde del pabellón, con forma de rollo y marca el límite externo.
Antihélix. Es la zona opuesta a la anterior.
Concha. Depresión central del pabellón.
Meato. Entrada del conducto auditivo externo.
Trago. Zona triangular pequeña localizada en el punto más externo delante del
meato auditivo.
Lóbulo. Parte carnosa inferior del pabellón.
Anatomía Pabellón Auricular
Conducto auditivo externo: En forma de S itálica, Tubular, conecta el ambiente
con la membrana timpánica, de aproximadamente 25 mm de longitud, cubierto
de piel, los dos tercios internos óseos y tercio externo cartilaginoso, y entre
ambos un istmo, donde se tienden a localizar los cuerpos extraños.
Inervación sensitiva por el plexo cervical C2 C3, por el V par craneal y la
concha o zona de Ramsay Hunt por el VII par craneal donde aparecerán las
vesículas del herpes ótico.
La irrigación está dada por la arteria carótida externa.
Relaciones anatómicas: por delante con la articulación temporomandibular, por
detrás con la mastoides y la tercera porción del nervio facial, por debajo con la
parótida y por arriba con la fosa craneal media. En caso de Neurinomas del
acústico se encuentra el signo de Hitselberger o hiperestesia de la pared
posterosuperior del conducto auditivo externo.
En la zona más interna inervación por el X par craneal que media el reflejo
tusígeno que aparece al manipular con conducto auditivo
Inervación sensitiva oído externo
OÍDO MEDIO
Sistema neumático aireado, interconectado que incluye:
Caja Timpánica: Lateralmente se encuentra la membrana timpánica que consta
de 2 zonas separadas por los ligamentos timpanomaleolares.
Membrana timpánica
En la parte central del tímpano se visualiza la apófisis larga del martillo en
donde termina se encuentra una depresión llamada umbus a partir de la cual
en el cuadrante antero inferior se observa una zona luminosa al introducir el
otoscopio, ésta se conoce como cono o triángulo luminoso.
Pars tensa: Más extensa, en ella protruye el mango del martillo, por debajo de
la apófisis corta del martillo en el cuadrante antero inferior el triángulo luminoso
que desaparece con las retracciones timpánicas
Pars flácida o membrana de Shrapnell: En la parte superior por encima de la
apófisis corta del martillo, es más débil lo que lo hace susceptible de
invaginación o de retracción al oído medio por colesteatomas, esto se puede
observar como el signo de la fístula de Gellé .
En el interior de la caja del tímpano, cadena de huesecillos:
o Martillo
o Yunque
o Estribo: Se articula con la ventana oval del oído interno
Anatomía oído medio, externo e interno
Trompa de Eustaquio: Función de aireación de las cavidades del oído medio y
equilibrio de presiones de éste y la atmosférica del exterior de la membrana
timpánica, 2 partes:
o 1/3 superior óseo en el interior del peñasco comunicado con la caja
timpánica
o 2/3 inferiores cartilaginosos, comunican con la rinofaringe. Tensor y
elevador del velo del paladar se encarga de abrir la trompa al masticar y
bostezar.
Mastoides: Cavidad neumatizada en el interior del hueso temporal, compuesta por
celdillas, comunicado con la caja del tímpano por el orificio Aditus ad antrum. Su
neumatización es progresiva y se completa entre los 6-12 años de edad. Su
función es conducir el sonido del ambiente a los líquidos del oído interno y
mantener el equilibrio entre el oído medio y la mastoides.
La inervación sensitiva del oído medio procede del nervio aurículotemporal —V
par—, del timpánico —IX par— y la rama auricular —X par—; la irrigación proviene
de la carótida externa.
Membrana timpánica: Es el diafragma receptivo de impulsos auditivos, es cóncava
en la parte central e inclinada en la parte inferior, su color es perlado
Anatomía del Oído
OÍDO INTERNO
Es un receptor que transforma un estímulo sonoro en uno eléctrico. En caso de
patología se presenta hipoacusia perceptiva o neurosensorial
Se compone del laberinto óseo, en su interior contiene perilinfa y flotando en
interior se encuentra el laberinto membranoso lleno de endolinfa. 2 zonas:
Laberinto anterior o cóclea: constituye el órgano de la audición
o Rampa vestibular: Contiene perilinfa. En contacto con la ventana oval
donde se articula con el estribo.
o Rampa media o conducto coclear: Contiene endolinfa (Parecida al LIC,
rica en K). En su interior, en la membrana basilar, el órgano de Corti con
células ciliadas con fibras auditivas que van al ganglio espiral, donde
está la primera neurona de la vía auditiva.
o Rampa timpánica: Allí desemboca la perilinfa (Parecida al LCR, LEC,
rica en Na) desde el espacio subaracnoideo a través del conducto
coclear. Se articula con la ventana redonda.
Laberinto posterior: Constituyen el aparato vestibular, relacionado con el control
del equilibrio.
o Vestíbulo
Utrículo: Comunica con los conductos semicirculares
Sáculo: Comunica con la cóclea mediante el ductus reuniens de
Hensen o conducto sáculo coclear
o 3 Conductos semicirculares: Parten del utrículo y están dispuestos en
los 3 planos del espacio (Superior, posterior y lateral u horizontal)
Fibras vestibulares procedentes de máculas de sáculo y utrículo y de las
crestas ampulares de los conductos semicirculares, van al Ganglio de
Scarpa donde se encuentra la primera neurona de la vía vestibular
El oído interno es irrigado por la arteria laberíntica, rama de la arteria cerebelosa
anteroinferior o de la arteria basilar.
Vía acústica: Vía casi directa al córtex temporal. 1ra neurona en el ganglio espiral,
donde llegan las fibras del órgano de Corti y salen las que forman el nervio
auditivo hasta los núcleos cocleares del tallo después al córtex temporal.
Vía vestibular: Pocas conexiones corticales, conexión con núcleos oculomotores,
fascículo longitudinal medial (Reflejo vestíbulo coclear (Alteración general
nistagmo)), con la vía espinal (Reflejo vestíbulo espinal (Alteración genera latero
pulsión de la marcha, Romberg, Unterberger Barany positivas)), el X par craneal
(manifestaciones vegetativas del vértigo), fibras propioceptivas cervicales y con el
cerebelo (allá se integra la información de todos los movimientos corporales).
1ra neurona en el ganglio de Scarpa, neuronas se agrupan en 2 haces:
Nervio Vestibular Superior: Lleva las fibras del utrículo y de las crestas ampulares
de los conductos semicirculares superior y lateral
Nervio Vestibular Inferior: Lleva las fibras del sáculo y del conducto semicircular
posterior.
Llegan a los núcleos vestibulares del tallo.
El equilibrio se basa en mecanismos reflejos:
Sistemas aferentes que informan la posición en el espacio (Vista, laberinto
posterior, propiocepción)
Sistemas integradores de información (núcleos vestibulares del tronco y
cerebelo)
Sistema eferente para ejercer la función de mantener el equilibrio
ANAMNESIS
Terminología:
Otalgia. Dolor en el oído.
Otorrea. Salida de flujo no hemorrágico por el conducto auditivo externo,
puede ser mucosa, serosa o purulenta.
Otorragia. Es la salida de sangre por el oído, en traumas como fractura de
la base del cráneo.
Otoliquia. Es la salida de líquido cefalorraquídeo por el oído, en fractura del
peñasco.
Hipoacusia. Es la pérdida de la sensibilidad auditiva expresada en
decibeles; el rango normal está entre -10 y +20 dB.
Paracusia. Representa una distorsión de la captación sonora.
o Autofonía: Resonancia de la propia voz, típica de la sordera de
conducción
o Diploacusia: Percepción de dos tonalidades distintas
o Acúfenos: Sensaciones auditivas sin estímulo exterior, se originan
dentro del oído y suelen sentirse en un lado
o Tinitus: Percepción de un sonido cuando no lo hay en el ambiente,
con carácter de pito (zumbidos) o de timbre.
Vértigo. Es la sensación de movimiento o del paciente o del ambiente,
indica patología vestibular.
o Objetivo: Cuando el paciente siente que las cosas giran a su
alrededor.
o Subjetivo: Cuando el paciente siente que gira alrededor de las cosas.
o Periférico: Compromiso de canales semicirculares del oído interno.
Vértigo más severo, frecuentemente hipoacusia y tinnitus.
o Central Compromiso de núcleos vestibulares y sus conexiones.
Vértigo más ligero, no vómito ni trastornos de la audición
Cofosis: es la pérdida total de la audición. Generalmente de conducción,
neurosensorial o mixta. Paciente niega tener una pérdida auditiva, diciendo
que es la gente que no habla claramente.
Nistagmo: Movimiento ocular involuntario que se presenta en la mirada
lateral extrema, se identifica por la fase rápida y es el signo ocular más
común en personas con trastornos vestibulares.
Alteraciones en el tamaño de la oreja:
o Macrotia: Oreja grande.
o Microtia: Oreja pequeña.
o Poliotia: Existencia de varias orejas.
o Anotia: Falta del pabellón auricular.
Necesario indagar:
Edad: Orienta a determinadas patologías propias de algunos grupos etáreos; Ejm:
Niños: Procesos inflamatorios del oído externo y del medio.
Sexo: Otoesclerosis más en las mujeres que en los hombres.
Ocupación: Ejm Obreros de la construcción que se ven expuestos a trauma
acústico crónico, que produce la “sordera profesional”.
Hábitos de vida: alcohol y tabaco favorecen las laberintitis tóxicas.
Antecedentes: Afecciones rinofaríngeas son el punto de partida de lesiones en el
oído.
Afecciones ocurridas a la madre durante el embarazo, parto y posparto inmediato:
rubéola, la toxoplasmosis y la sífilis, responsables de trastornos auditivos parciales
o totales en el recién nacido.
¿Cómo están los oídos?
¿Cómo está la audición?
¿Dolor de oído?
¿Le sale algo por los oídos?
¿Qué siente en los oídos?
¿Le zumban constantemente los oídos?
EXPLORACIÓN
Examen físico
INSPECCIÓN
Se observa tamaño, forma, coloración y posición, la implantación del pabellón
auricular debe estar en la misma línea horizontal en la que se sitúa el ángulo
externo del ojo, malformaciones, heridas. Casos en los cuales hay implantaciones
más bajas se ha relacionado con malformaciones en otras partes del organismo,
especialmente los riñones. Asociaciones de sordera y nefritis se han observado.
Quistes preauriculares o fístulas
Observar elasticidad, color y transparencia y por la característica de la piel
delgada permite detectar fácilmente cianosis, anemia o roja en la policitemia y
además encontrar lesiones comunes en región periauricular como los tofos
gotosos y en las etapas tardías de la lepra cambios degenerativos del tejido
conectivo, fibras colágenas y elásticas que acarrean a la formación de pliegues,
arrugas faciales (facies leonina), elongamiento de los lóbulos auriculares (orejas
en badajo de campana), atriquia de la cola o la totalidad de las cejas (madarosis).
Los lóbulos de las orejas pueden moverse rítmicamente con los latidos cardíacos
en el caso de insuficiencia aórtica. En la compresión por la almohada pueden
aparecer nódulos en el pabellón, y en esta región aparece una eminencia
conocida con el nombre de tubérculo de Darwin, sin significado especial. Además
se pueden encontrar adenopatías preauriculares y retroauriculares.
PALPACIÓN
Compresión del trago o signo del trago o traccionar hacia atrás el lóbulo de la
oreja puede indicar inflamación del conducto auditivo externo.
Compresión de la mastoides en búsqueda de dolor en relación con trauma e
inflamación consecutiva a infecciones primarias del oído.
Palpación de la articulación temporomandibular, en muchas ocasiones siendo la
causal de otalgia.
EXPLORACIÓN TROMPA AUDITIVA
Determinar la eficiencia de la ventilación del oído:
Pruebas de Toynbee: Consiste en comprobar la permeabilidad de la trompa
de Eustaquio. Se pide al paciente que se tape la nariz y trague saliva, eso
produce en el tímpano un hundimiento que se puede observar en la
otoscopia simple.
Maniobra de Politzer o ducha de aire: Maniobra que puede ser útil aunque
poco frecuente en el examen médico rutinario. Se realiza colocando la oliva
de la pera de Politzer en una narina, se obstruye la otra con el dedo pulgar
y se insufla aire presionando la pera. El aire insuflado penetra por la fosa
nasal hacia la rinofaringe. Para que no se escape a la orofaringe debe de
realizarse a la vez el cierre palatofaríngeo acoplando el velo del paladar
contra la pared posterior de la faringe, pronunciando K o tragando,
entonces la presión aérea creada en la rinofaringe abre la trompa y el aire
penetra en el oído medio.
Maniobra de Valsalva: Cualquier intento de exhalar aire con
la glotis cerrada o con la boca y la nariz cerradas
OTOSCOPIA (visualización del oído con un espéculo y fuente de luz)
En niños el canal es más recto y en adultos con cierta angulación por lo cual es
necesario traccionar hacia arriba y hacia atrás la oreja para poder ingresar y
observar el tímpano, además es necesario poner la cabeza del paciente con
desviación hacia el hombro del lado opuesto del oído que se va a examinar debido
a la dirección oblicua que sigue normalmente el canal.
Otoscopia
Inicialmente se explora el conducto auditivo externo, Introduciendo en forma lenta
y suave el espéculo hasta uno o uno y medio centímetros de profundidad,
utilizando el espéculo más grande que se ajuste de manera cómoda al conducto
para que se logre distender la porción cartilaginosa y no lesionar la porción ósea
del canal auditivo; observe el conducto auditivo externo desde el meato hasta el
tímpano y determine la presencia de eritema, estrechez, cerumen impactado,
desechos, cuerpos extraños o secreciones: se continúa deslizando suavemente el
otoscopio sobre la pared inferior hasta visualizar la membrana timpánica, en ella
determinar presencia de exudados, otorragias, otorraquia en caso de fractura de la
roca del temporal, pero además observar su integridad teniendo en cuenta su
disposición la cual se dirige con conexidad hacia el canal y porción
posterosuperior más cerca del ojo del examinador; color gris perla nacarado
normalmente, pero en casos de inflamación eritematoso, en otitis media serosa
color ámbar en ocasiones con burbujas o la silueta de un nivel de líquido
horizontal y en otitis supurativa color blanquecino, con aumento de la convexidad
normal y se pierden ciertos puntos de referencia a identificar:
Mango del martillo. Su extremidad superior termina en una prominencia de la cual
parten repliegues anterior y posterior, y entre ellos la pars flácida, resto membrana
tensa.
Reflejo luminoso: Hacia la parte antero inferior se observa en forma rectangular
con vértice dirigido hacia la extremidad inferior del mango del martillo.
Después de inflamaciones agudas generalmente queda un tímpano cicatrizado
que se observa blanco y retraído haciendo un mango del martillo más prominente,
igual de retraído se observaría en una obstrucción de la trompa de Eustaquio
Para realizar neumatoscopia, se puede utilizar el tubo de goma con una perilla en
uno de sus extremos, o adaptar un segmento de un equipo de venoclisis —20
cm— y colocarlo en la boca del examinador para insuflar y aspirar aire. El otro
extremo del tubo de goma se coloca en el orificio que se halla en la parte lateral
del otoscopio, por el cual pasará el aire hacia el conducto auditivo y será posible
observar si la membrana timpánica es móvil o no.
Membrana timpánica
EXPLORACIÓN AUDITIVA
Se explora la función de la rama coclear del nervio auditivo, la cual realiza las
funciones auditivas del VIII par craneal: audición y equilibrio
Primero, verificar la permeabilidad del conducto auditivo externo, si es necesario
eliminando cerumen y secreciones. Después observar el tímpano y las
características previamente descritas.
Sordera de conducción: Oclusión del conducto auditivo externo o enfermedad
del oído medio
Por interferencia o bloqueo del sonido del oído externo al oído interno ocasionado
por enfermedades del oído externo como obstrucción del canal auditivo por
cerumen, cuerpos extraños sobretodo en niños de 2-5 años que tienen la
costumbre de introducirse cosas en el oído, infecciones y exudados en edades de
4-15 años, anomalías congénitas del oído medio o cambios degenerativos como la
Otoesclerosis en persona de 25-50 años de edad.
Sordera nerviosa o de percepción: Lesiones en cóclea o trayecto nervioso
Causales como aplasia congénita del oído interno, lesiones de la cóclea o nervio
coclear, generalmente a causa de meningitis, sífilis o tumores; infecciones por
rubeola en el embarazo, aminoglucósidos.
Sordera histérica:
Generalmente bilateral, difícil de distinguir de una orgánica.
Sordera del anciano:
A partir de los 50 años la células ciliadas del órgano de Corti empiezan a
degenerarse y con ello comienza la disminución de la agudeza auditiva ,
inicialmente para tonos agudos y posteriormente a tonos graves. Además esto se
puede ver influenciado por la esclerosis de la cadena de huesecillos del oído
medio y cerumen más seco con la edad.
Evaluación rama coclear:
Un paciente con sordera de conducción oyen su propia voz mejor por conducción
ósea que aérea lo que los hace pensar que su voz es suficientemente fuerte y lo
hacen con naturalidad. Si hay sordera de percepción oyen mal por ambas vías por
eso hablan en voz alta.
Prueba de la voz susurrada o la voz cuchicheada:
Ubicarse en posición lateral al paciente a una distancia entre 30 y 60 cm, solicite
al paciente tapar con unos de sus dedos el oído que no está siendo examinado y
realizar movimientos en diferentes direcciones: arriba-abajo, adelante-atrás.
Después con voz cuchicheada, decir palabras cortas de una o dos sílabas y
solicite al paciente que las repita. Posteriormente evalúe luego el oído contrario,
utilizando el mismo procedimiento.
Lo normal es que el paciente repita correctamente por los menos la mitad de las
palabras dichas. Si es anormal, indica alteración en la audición y se deben realizar
las pruebas de diapasones para establecer si se trata de una sordera de
conducción o neurosensorial.
Los diapasones usados son de 256, 512 y1.024 Hz los cuales evalúan la audición
en las frecuencias del lenguaje
Prueba de Weber:
Golpee suavemente el diapasón contra una de sus manos o sobre algún otro
objeto, generando un sonido de baja o mediana intensidad (60 dB) y sin vibración.
Coloque el diapasón en el vértice de la línea media del cráneo y pregunte al
paciente por cuál oído escucha el sonido con más intensidad, o si es igual por
ambos. Normalmente se debe escuchar con igual intensidad por ambos oídos, lo
cual se interpreta como Weber negativo o indiferente.
Interpretación:
El sonido se lateraliza al oído más sordo: Sordera de conducción.
El sonido se lateraliza al oído sano: Sordera neurosensorial.
Prueba de Rinne: Explora conducción ósea y aérea del sonido.
Ocluya el oído que no va a evaluar, golpee suavemente el diapasón y coloque la
base en contacto con la apófisis mastoides; solicite al paciente que indique cuándo
deja de escuchar el sonido, al suceder esto, coloque inmediatamente el diapasón
entre uno y tres centímetros de distancia del borde externo del conducto auditivo y
mida el tiempo hasta que deje de escucharlo el cual debe ser de 10 a 15 segundos
más. Compare en segundos el tiempo escuchado por la vía aérea y por la vía
ósea. Lo normal es escuchar el sonido el doble del tiempo por la vía aérea que por
la vía ósea, es decir, en relación 2:1.
Interpretación:
Rinne positiva: Paciente escucha el sonido más tiempo por la vía aérea que por la
ósea, pero en proporción inferior a 2:1. Indica sordera neurosensorial.
Rinne negativa: Paciente escucha el sonido más tiempo por la vía ósea que por la
vía aérea. Indica sordera de conducción.
Prueba de Schwabach
Golpee el diapasón suavemente. Coloque el mango sobre la apófisis mastoides
del paciente y solicite al paciente indicar el momento en el cual deja de
escucharlo, después colóquelo inmediatamente sobre la apófisis mastoides del
examinador.
Lo normal es que el paciente escuche el sonido al mismo tiempo que el
examinador, obviamente verificando que la audición del examinador se encuentre
sano.
Interpretación:
Prolongado: Paciente escucha el sonido mucho más tiempo que el examinador.
Se presenta en las hipoacusias de conducción
Acortado: Paciente escucha el sonido menos tiempo que el examinador. Se
presenta en hipoacusias neurosensoriales.
Evaluación rama vestibular:
Prueba calórica y de frío:
Solicite al paciente sentarse y colocar la cabeza en hiperextensión de 60°. Irrigue
durante veinte segundos el conducto auditivo externo con agua fría entre 0 y 10
°C. Realice luego el mismo procedimiento por el otro conducto.
Respuesta normal: Nistagmo horizontal con el componente lento hacia el lado
irrigado y con el rápido en dirección contraria, además de mareos y náuseas;
manifestaciones se deben presentar al medio minuto de la irrigación y deben
persistir por uno y medio minutos.
Prueba de Nylen-Bazany:
Solicite al paciente adoptar la posición de decúbito supino, con la cabeza en
hiperextensión de 45° por fuera de la camilla. Indique girar la cabeza en forma
rápida hacia uno de los lados. Observe los ojos en busca de nistagmo. Solicite
girar la cabeza hacia el lado contrario y observe de nuevo en busca del nistagmo.
Normalmente no se debe presentar nistagmo. Si éste se presenta indica alteración
en el equilibrio.
Prueba de Romberg:
Paciente se explora en decúbito supino, ojos cerrados, pies juntos. Se puede
sensibilizar la prueba apretando los brazos con fuerza.
Romberg negativo: No hay oscilación y se mantiene el equilibrio.
Romberg positivo: Oscilación y pérdida del equilibrio.
En síndrome vestibular periférico hay oscilación y caída al lado lesionado,
corrigiéndose esta tendencia si el paciente abre los ojos.
Prueba de Babinski-Weill:
Se hace que el paciente de 3-5 pasos hacia adelante y hacia atrás con los ojos
cerrados. Normalmente debe hacerlo en línea recta.
En síndrome vestibular periférico marcha normal con ojos abierto pero al cerrarlos
presenta lateropulsión hacia el lado lesionado con marcha en abanico.
Síndrome vestibular central: Alteración de la marcha con ojos abiertos y cerrados,
además de ataxia, dismetría, temblor.
Prueba de pisoteo a ciegas o de Unterberger:
El paciente marca el paso en el terreno sin avanzar a un ritmo de 50 pasos en 30
segundos con los ojos cerrados. Puede sensibilizarse la prueba manteniendo
los brazos extendidos por delante de él. En condiciones normales el paciente
mantiene la misma posición al final de la prueba. En el síndrome vestibular
periférico el sujeto se desvía un ángulo superior a 30 º en dirección al oído
lesionado. Tiene un significado similar a la prueba de marcha a ciegas. La
valoración de este ángulo serviría para hacer un seguimiento de la compensación
Prueba de los índices de Barany:
El paciente sentado con los ojos cerrados y apuntando con sus índices a los del
examinador. Prueba se puede sensibilizar con movimientos de ascenso y
descenso desde los 90º sobre la vertical hasta los 45º. Normalmente los índices
no se desvían; en síndrome vestibular periférico los índices se desvían al lado
lesionado y en sentido contrario al nistagmus. En el síndrome vestibular central no
se desvían, o lo hacen en sentido contrario al esperado.
Pruebas cerebelosas de coordinación:
Diadococinesia, índice-nariz y talón-rodilla sirven para definir compromiso
vestibular de tipo central.
Dominio del especialista:
Audiometría tonal
Impedanciometría
Potenciales evocados de tallo cerebral
Electronistagmografía
Ayudas endoscópicas: rinusinusal y la nasofaringoscopia.
ALTERACIONES DEL OÍDO
Pericondritis del pabellón auricular: La infección del tejido conectivo
cartilaginoso de la oreja secundario a un trauma, quemadura, cirugía, entre otros;
desencadena un cuadro inicial de celulitis con edema calor y rubor para
posteriormente llevar a la formación de abscesos subpericóndricos con aumento
del tamaño, engrosamiento de la oreja y dolor pulsátil que pueden llevar hasta la
necrosis del cartílago, generando una deformación de la oreja que se conoce
como “oreja en coliflor”.
Síndrome de Ramsay Hunt (Herpes Zoster Ótico): Se debe al compromiso del
ganglio geniculado por el virus varicela-zoster, da lugar a un cuadro clínico
caracterizado inicialmente por otalgia y erupción vesicular en el territorio del nervio
facial (pabellón auricular, el conducto auditivo externo y hasta en la membrana
timpánica, también pueden presentarse lesiones en la cavidad oral), secundario
presenta una parálisis facial periférica ipsilateral. Frecuentemente se añade al
dolor, erupción y parálisis facial por el compromiso en el VIII par craneal
hipoacusia, acúfenos y crisis vertiginosas periféricas y nistagmo. La parálisis facial
aparece entre 4 y 15 días después de la erupción un poco más severa que la
parálisis de Bell.
Otitis externa: Se debe a una inflamación del conducto auditivo externo de origen
infeccioso o alérgico, puede presentarse de una forma circunscrita, difusa, maligna
o eccematosa de características crónicas, es común el origen bacteriano en los
nadadores, la clínica es una otalgia marcada con dolor irradiado hacia la región
temporal y mandibular, a menudo, signo del trago positivo, con otorrea escasa y
líquida, prurito y sensación de plenitud ótica. En la otoscopia hay edema y eritema
del conducto que en ocasiones es tan severo que puede obstruirlo y generar
desde hipoacusia leve hasta sordera de conducción.
Cuando la infección es por hongos, sobretodo después de uso prolongado de
antibióticos, la clínica ya presenta es una otorrea más grumosa y blanquecina con
prurito marcado, en la otoscopia se pueden observar hifas.
En pacientes con algún trastorno de la inmunidad pueden presentarse formas
severas por pseudomonas, con la clínica de una infección bacteriana más severa
que no mejora con los tratamientos, empiezan a presentar cambios en el tejido del
conducto y puede llegar a comprometer pares craneales.
Las dermatitis eccematosas se caracterizan por descamación y prurito que mejora
con los corticosteroides tópicos.
Otitis media aguda: Infección de la mucosa que tapiza el oído medio, su origen
más común es de infecciones del tracto respiratorio superior, es sobretodo común
en lactantes y preescolares por alteración de la función tubárica o hipertrofias
adenoideas que permiten diseminación de las bacterias causales; en niños
mayores por asistencia a la guardería, estar con acompañantes fumadores o en
ambientes fríos también es más común su presentación. En la presentación aguda
inicialmente hay una colección de material purulento en el oído medio que
ocasiona otalgia severa de carácter pulsátil, plenitud ótica, fiebre y síntomas
generales, en los lactantes a menudo se manifiesta por irritabilidad diurna y
síntomas digestivos o despertar brusco con llanto desconsolado en las noches. En
la otoscopia se puede observar un tímpano abombado y enrojecido con material
purulento posterior, el diagnóstico más certero se hace a través de una
neumatoscopia, pues al no haber movimiento en la membrana indica la
acumulación de líquido en ella. Secundariamente puede presentarse una
perforación espontánea de la membrana timpánica, sobre todo en la región
postero inferior, con secreción de material purulento que genera en el paciente
mejoría de la otalgia que presentaba. En pacientes con algún trastorno de la
inmunidad el compromiso suele ser más severo en algunos casos con
compromiso secundario del SNC.
Otitis media crónica: También es debida a una inflamación del oído medio por
más de 3 meses de evolución, tiene un carácter recidivante que puede ser debida
a una perforación timpánica secundaria a una OMA, traumatismos, infecciones
respiratorias altas y humedad persistente, con alteración de la función tubárica que
cronifica el proceso, clínicamente se caracteriza por ser indolora con un grado de
hipoacusia variable según el compromiso del oído y otorrea crónica. En las formas
simples, no hay presencia de osteólisis de las paredes del oído medio, cuando hay
presencia de inflamación crónica hay una proliferación epitelial conocida como
colesteatoma, el cual se diferencia del cuadro previo en que la otorrea es
persistente y fétida a pesar del manejo, con una hipoacusia de transmisión más
marcada por el compromiso que se presenta en la cadena de huesecillos y la
membrana timpánica.
Una de las complicaciones más importantes que se pueden presentar sobretodo
en procesos agudos en niños, es la mastoiditis, una infección del hueso mastoides
del cráneo que genera una clínica consistente en otorrea persistente, eritema,
calor y rubor en la región retroauricular afectada, con dolor marcado con la
palpación y fiebre con síntomas generales. También puede haber complicaciones
como meningitis, abscesos, compromiso de pares craneales y laberintitis, entre
otras.
Presbiacusia: A partir de los 50 años de edad inicia la degeneración en las
células ciliadas del órgano de Corti, con esto se desencadena una hipoacusia de
percepción de carácter bilateral y simétrico que se hace cada vez más progresivo.
Inicialmente hay problemas para la audición de los tonos agudos, por el mayor
compromiso en las zonas basales y el paciente se queja oye pero no entiende,
con molestias sobretodo en ambientes ruidosos; al progresar la enfermedad ya
hay compromiso de los tonos más graves y ya se presenta una repercusión en las
relaciones interpersonales. Existen otras formas, como la atrofia de la estría
vascularis de predominio familiar; neuronal en donde se puede degenerar desde
las neuronas del ganglio espiral de Corti, un núcleo de neuronas sensoriales en la
cóclea que recibe información auditiva de las células ciliares del órgano de Corti,
sus axones que forman las fibras el nervio coclear y se unen con el nervio
vestibular, hasta el nervio auditivo, encargado de enviar los impulsos nerviosos al
lóbulo temporal del cerebro en la corteza auditiva; las repercusiones en cualquiera
de estos compromisos desencadena pérdida de la audición más tardía, similar en
todas las frecuencias, pero afecta tanto a la comprensión de la palabra o
discriminación verbal, como aspectos fundamentales para la interpretación de la
información.
Sordera Entre otras causas de se encuentran: Otoesclerosis de herencia
autosómica dominante en mujeres de raza blanca, entre la tercera y la cuarta
década de la vida empeora con el embarazo, barotrauma o trauma acústico,
tumores, ototóxicos generando cocleotoxicidad o vestibulotoxicidad
(Aminoglucósidos, antineoplásicos, diuréticos de asa, antipalúdicos derivados de
la quinina), sífilis, esclerosis múltiple, enfermedades autoinmunes o congénitas.