semanario #500

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Quinientas ediciones son un logro que SemanarioUno celebra con entusiasmo, a casi diez años de vida. El número coincide con otra celebración muy especial: el 452 aniversario de la fundación de Santa Cruz de la Sierra. P ágs. 3-16 Semanario Nacional Viernes 22 al 28 de febrero de 2013 Santa Cruz de la Sierra, Bolivia Año 10 Número 500 Bs 5 Teófilo Caballero y Carlos Cirbián: urge rearticular a las elites cruceñas en torno a una nueva agenda . Pág. 12 500 ...y vamos por la edición Feminicidios, ¿hasta cuándo? Tareas urgentes Los dilemas de Santa Cruz Susana Seleme, Claudio Ferru- fino y Gonzalo Villegas hablan del machismo en el proceso de cambio. El drama se mide en muertes e impunidad . Pág. 23 Entrevista : Carlos Hugo Molina reta a Santa Cruz a asumir su rol de vanguardia y dejar atrás la actitud llorona frente al centralismo . Págs 4-10

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Semanario Uno Nro. 500

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Quinientas ediciones son un logro que SemanarioUno celebra con entusiasmo, a casi diez años de vida. El número

coincide con otra celebración muy especial: el 452 aniversario de la fundación de Santa Cruz de la Sierra. P ágs. 3-16

Semanario Nacional • Viernes 22 al 28 de febrero de 2013 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 10 • Número 500 • Bs 5

Teófilo Caballero y Carlos Cirbián: urge rearticular a las elites cruceñas en torno a una nueva agenda. Pág. 12

500...y vamos por la edición

Feminicidios, ¿hasta cuándo?Tareas urgentesLos dilemas de Santa Cruz

Susana Seleme, Claudio Ferru-fino y Gonzalo Villegas hablan del machismo en el proceso de cambio. El drama se mide en muertes e impunidad. Pág. 23

Entrevista: Carlos Hugo Molina reta a Santa Cruz a asumir su rol de vanguardia y dejar atrás la actitud llorona frente al centralismo. Págs 4-10

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

EDITORIAL

Voz compartida

Grande, a pesar de sus elitesNo es tarea difícil entender, tras la primera leída, de qué trata el título

que encabeza esta Voz compartida, la quinientas voz en casi diez años. Basta conocer a Santa Cruz y haber acompañado sus últimos años para

darse cuenta a qué se refiere: al decepcionante rol -o ausencia de roles- que están jugando sus elites -no todas, pero sí las que mayor poder detentan en materia económica y política-; y a cómo, a pesar de ello, Santa Cruz continúa siendo y reafirmándose como la tierra de oportunidades, con una fuerza tan poderosa que la ha convertido ya en el departamento más poblado del país.

Es cierto que el título peca, sin embargo, al generalizar . Lo correcto es decir “...a pesar de algunas elites”. Lamentablemente, se trata de las elites que tienen mayor acceso a los aparatos del Estado y que mayor influencia ejercen -¿o ejer-cían?- en los sectores políticos que definen rutas y acciones decisivas para la región y el país. Es necesario aclarar también por qué la decepción y en relación a qué surge este sentimiento. Comenzando por lo último: es decepcionante por-que contrasta con el potencial de desarrollo que tiene Santa Cruz, una fuerza que está activa y que crece con o sin ayuda de esas elites. Y lo primero: decepcionan porque es evidente que no están a la altura de los retos que plantea Santa Cruz.

Carlos Hugo Molina explica muy bien esta realidad en la entrevista que con-cedió a SemanarioUno. Con una aclaración importante, que hace cuestión de subrayar: son algunas elites, no todas, porque en Santa Cruz hay una emergencia de nuevos liderazgos aun no tomados en cuenta por el Poder local, y menos por el Poder central. Una constatación que lo lleva a sostener, también, que no es cierto ni justo afirmar que Santa Cruz no tiene líderes. Lo que está viviendo el departamento, y que se nota sobre todo en la capital cruceña, es una más de las varias crisis que han afectado a sus liderazgos, desde la misma fundación de Santa Cruz de la Sierra, hace ya 452 años.

La cuestión de fondo, entonces, ya no es ahora si Santa Cruz tiene o no líderes y liderazgos, sino cuánta capacidad tendrán las otras fuerzas que lo impulsan a seguir creciendo para provocar un remezón en las elites tradicionales, obli-gándolas a revisar conductas, a replantear roles y, si la urgencia se impone, a dar paso a una verdadera y profunda renovación de liderazgos que le permita a Santa Cruz aprovechar al máximo el potencial de desarrollo e integración que posee, en beneficio de la región y del país. Es muy importante remarcar esto último: en beneficio de Bolivia, no solo de Santa Cruz, un bien ya manifiesto y en usufructo, a pesar no solo de la falta de visión y compromiso de algunas elites cruceñas, sino también a pesar de la prejuiciosa mirada que conserva y alienta el Poder central en contra de todo lo que huela y sepa a Santa Cruz.

Lo de “otras fuerzas” es algo que merece también ser destacado, sobre todo en los tiempos que corren hoy en Santa Cruz, en el país y en el mundo. Tiempos marcados por la decepción, el desánimo, la indiferencia y la falta de compro-miso en trabajar por un bien común. Con motivos, sin duda, pero no suficientes como para que las verdaderas mayorías y esas elites emergentes claudiquen antes de librar las grandes batallas que la realidad demanda, y asegurar de una vez por todas el máximo y el mejor aprovechamiento de las potencialidades y beneficios que ofrece Santa Cruz para los cruceños, para los bolivianos y para el mundo. Para que esto suceda, ya se sabe, habrá que impulsar acciones desde las bases de una sociedad que, no hay duda, merece mejor suerte.

Sin vueltasQuinientas noches y 19 días,

canta Joaquín Sabina. En SemanarioUno cantamos

“quinientas ediciones y 19 días”. Verdad: quinientos es un número que puede agobiar si de penas de amor se trata, o ser celebrado, como en nues-tro caso, si lo que refiere es una meta alcanzada con mucho esfuerzo, pero también con gran satisfacción. Este es el sentimiento que nos anima hoy en SemanarioUno, el de una gran satisfacción por haber llegado a la edición número 500, a pesar de los obstáculos enfrentados y superados a lo largo de los casi diez años que tenemos de vida y de ejercicio de un periodismo libre de ataduras.

Una libertad que sí tiene precio, hay que subrayar. No es nomás decir que hacemos periodismo en libertad, y punto, como si fuera tan simple co-mo oír llover. Mantener esa libertad cuesta, y mucho, ya que demanda aceptar condiciones de trabajo que rayan casi en la sobrevivencia, cuan-do no terminan llevando a la muerte al medio y, algunas veces, hasta a quienes lo sostienen con su trabajo. Algunos se preguntarán por qué ha-cemos esta afirmación. Sencillo: es-tar libre de ataduras significa no ceder ni un milímitro de esa libertad frente a empresas o personas que ofician de auspiciadores. Algo que no agrada a

muchos de los que están acostumbra-dos a condicionar la publicidad a un intercambio de favores que va en de-trimento del bien mayor de cualquier medio: la información.

Ese no es el caso de las institucio-nes, empresas o personas que, desde un inicio, han apoyado a Semana-rioUno. Son pocas, cierto, pero va-liosas. Algunas que estaban al inicio ya se fueron, llegaron otras nuevas, muchas solo de paso. En medio de ese vaivén, solo hay una que ha esta-do firme, de manera ininterrumpida, en este medio millar de ediciones: Cotas. La Cooperativa ha cambiado de directorio, de estrategias de mer-cado, de ámbito de acción y nada de ello, ni siquiera la grave crisis que la afectó en 2008, hizo variar su apo-yo incondicional a SemanarioUno. Habría que poner incondicional con mayúsculas o en negrita, porque es digno de destacar el hecho de que sus directivos nunca -pero nunca, nunca- presionaron, reclamaron o sugirieron notas o comentarios, no obstante ver en nuestras ediciones lecturas críticas sobre las elites y dirigencia cruceña.

Jorge Caero Soto y Susana Sele-me se suman a Cotas para formar el trío de oro para SemanarioUno, sin cuyos aportes -y no pocos salvavi-das- hubiera sido casi misión impo-sible celebrar estas 500 ediciones.

En la práctica...

Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial

para publicar este semanario de circulación nacional.

Maggy Talavera (directora)Ignacio Talavera Alpire (gerente)

Jorge Caero Soto (columnista) Osman Patzzi (periodista)

Diego Jaramillo (reportero)Asesor legal

Dr. Jerjes Justiniano Atalá

ColumnistasWinston Estremadoiro (antropólogo)

Susana Seleme (periodista, cientista política)Carlos Valverde Bravo (periodista, productor)

Osman Patzzi Sanjinés (El Otro Amarillo)

Modelo gráfico: Fernando Pérez ChristensenDiagramación: SemanarioUno

Colaboran en esta edición Valeria Nazer (comunicadora)Carlos Dabdoub Arrien (médico, ex líder cívico)Gonzalo Villegas Vacaflor (sociólogo)Claudio Ferrufino (escritor)Enrique Fernández García (abogado, escritor, político)Alejandro Muñoz (estudiante de Comunicación / Diakonía)Carlos Valverde Bravo (periodista y escritor) Fotografías: Internet / Elvio Montero /Diego Jaramillo/Samy SchwartzFOTO DE PORTADA: InternetCorreo electrónico:[email protected] [email protected]: www.semanariouno.orgFacebook: www.facebook/semanariounoTwitter: @semanariounoDirección: Calle San Germán No. 15 Urb. La MadreRecepción/telefax: Mirian Soliz, 350-3585

“La cuestión de fondo ya no es, ahora, si Santa Cruz tiene o no líderes y liderazgos, sino cuánta ca-pacidad tendrán las otras fuerzas que lo impulsan a seguir creciendo para provocar un remezón en las elites tradicionales, obligándolas a revisar conduc-tas, a replantear roles y dar paso a la renovación...”

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A FONDO

En debate

El dilema de Santa Cruz: llorar o estar a la vanguardiaCarlos Hugo Molina Saucedo plantea un dilema cruceño y anticipa que toma partido por

el Santa Cruz vanguardia, antes que por el Santa Cruz llorón. Provocaciones saludables para celebrar, desde la reflexión, los 452 años de fundación de Santa Cruz de la Sierra.

Cada celebración de la fun-dación de Santa Cruz de la Sierra o de la efemérides

de Santa Cruz departamento sir-ve de pretexto para echarnos una mirada a fondo y ver qué rumbo estamos tomando en esta ciudad y este departamento que son, hoy, puntales de desarrollo no solo para la región, sino también para el país. El 452 aniversario de la fundación de Santa Cruz de la Sierra, recor-dado este 26 de febrero, no fue la excepción, como lo prueba la pre-sente edición de SemanarioUno, dedicada casi de manera exclusiva a reflexiones sobre el significado de la fecha.

La idea inicial era escuchar va-rias voces sobre el significado y roles de Santa Cruz la vieja y la del siglo XXI, para elaborar luego una gran nota central. Pero los planes cambiaron tras la entrevista hecha a Carlos Hugo Molina, abogado cru-ceño, gran impulsor de debates y actividades culturales, hoy director del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Ce-pad). No era para menos, tal como

prueba la lectura que le ofrecemos aquí: Molina estaba muy cómodo, sentado tras el escritorio que tiene en la Pulpería Calleja, frente a la Plazuela del mismo nombre, sobre la calle Warnes, cuando respondió a nuestras preguntas.

Sus reflexiones -diríamos inclu-so, en el mejor sentido de la palabra, sus provocaciones- son profundas y valiosas en los tiempos que corren

hoy, cuando urge un nuevo debate a fondo sobre Santa Cruz y su rol en la región y Bolivia, en el que debe estar presente también el con-texto mundial. Por eso, luego de escucharlo y pasar a limpio la en-trevista, decidimos compartirla tal cual se desarrolló durante nuestro encuentro, para que sirva de base -entre muchas otras lecturas- para este debate urgente.

¿Cómo llega la ciudad de San-ta Cruz de la Sierra a festejar 452 años de fundación y cuáles son los retos que debe encarar a corto, mediano y largo plazo, tomando en cuenta los datos preliminares del último Censo y el rápido creci-miento que tuvo la ciudad?

Las ciudades en este momento se las estudian, analizan e inves-tigan desde el punto de vista de un desarrollo vital. Se considera que las ciudades son espacios vivos y que se desarrollan dependiendo de situacio-nes y circunstancias de coyuntura con una dinámica propia. Este fue un mandato que la historia designó a Santa Cruz, de que fuera un adelan-tazgo en el proceso de avance hacia el norte que habían logrado los espa-ñoles y que tenía como base a Asun-ción; y, con el correr del tiempo, una avanzada que sirviese de vigía, de atención al crecimiento del imperio

portugués, que ejerció su influencia desde el norte.

No hay otra razón estratégica para identificar la ubicación de la ciudad y la importancia que se le dio desde el punto de vista histórico en su momen-to, porque esta no era una zona de mi-nerales o riquezas que eran objeto de búsqueda en ese momento. Hay que aclarar que la referencia a El Dorado era el de un espacio mítico que existi-ría en construcciones de oro que esta-ban en algún lugar, en el norte. Uno llega hasta Venezuela y Colombia y ahí la expresión de El Dorado es una expresión muy genérica, muy común, para decir que era más una búsqueda que un destino en sí.

Entonces, la característica de esta ciudad está planteada más en térmi-nos de servir de un punto de deferen-cia, de un cruce de caminos, de un punto de encuentro en esta geografía que, si la vemos en términos históri-cos y si revisamos los procesos pos-teriores a 1561, estaba lejos de cual-quier lado, para decirlo en términos poéticos.

Hay sí una constante que se reco-ge a partir del relato de los cronistas de todos los que llegaron hasta acá, de todos los que tuvieron algo que decir, y era que esta ciudad tenía personalidad propia. Es tautológico decir ‘personalidad propia’, pero hay que hacer énfasis en ello, porque la ciudad fue referencia siempre, por cualquier razón que haya sido. Solo por citar uno entre muchos ejemplos: la ciudad tenía tres mil habitantes cuando se produjo la independencia en 1825, pero ya era un punto de re-ferencia político, como lo demuestra el envío de diputados cruceños a la Asamblea Constituyente del Alto Perú, eso nos da una referencia del grado de importancia que tenía la ciudad, el peso específico de su pro-yección, de su desarrollo.

No hay grandes novedades con la Santa Cruz que linealmente hemos estudiado desde su fundación hasta Andrés Ibáñez; en ese momento, la ciudad tenía alrededor de 10 mil u 11 mil habitantes, lo que la convierte en

“Hay una constante que se recoge a partir del relato de los cronistas de todos los que llegaron hasta acá, y era que esta ciudad tenía personalidad propia. Es tau-tológico decir ‘personalidad propia’, pero hay que hacer énfasis en ello, porque la ciudad fue referencia siempre, por cualquier razón que haya sido…”

DiegoJaramilloPeriodista

Carlos Hugo Molina en el rincón que cultiva en la Pulpería Calleja, un nuevo espacio con sabor a Santa Cruz de antaño, abierto para recordar el pasado, pero con la mirada puesta en el presente y en el futuro.

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un punto de referencia nacional en lo político, y progresivamente tam-bién internacional, como lo vemos hoy. La gesta Ibañista le da un peso extraordinario a su proyección por el debate ideológico que se estaba ge-nerando en este punto; y otra vez, en medio de la distancia, se produce una acción desde el punto de vista militar e ideológico que era totalmente dife-rente a lo que se estaba discutiendo en América Latina en ese momento.

Si seguimos en esta revisión lineal de los hechos históricos y políticos protagonizados por Santa Cruz, no hay duda de que el Memorándum de 1904 vuelve a poner a la ciudad en una posición de referencia. Luego viene la Guerra del Chaco y ahí em-pieza un quiebre de carácter nacio-nal que ve la posibilidad de que esta sea una zona de algo más que solo de misiones y de conquista. Le sigue el Plan Bohan, en la década del 40, proponiendo para Santa Cruz una función que iba más allá de la histó-rica y que plantea procesos de desa-rrollo productivo desde el punto de vista agrícola y agropecuario, por la potencialidad que tenía esta región y la ciudad como elemento de cabece-ra. Después llega la década de los 50 con las luchas cívicas y el deseo de impulsar el Plan Techint, propuesto en el Plan Bohan, que sugería el dise-ño de la ciudad con radiales, anillos de circunvalación y una concepción de ‘ciudad jardín’, ya madura en 1960, para cuando la ciudad tenía 70 mil habitantes. Todo esto forma parte de la historia vivida por Santa Cruz en los siguientes 40 años, en los que la ciudad se plantea como depo-sitaria de luchas cívicas, de regalías y de procesos de crecimiento.

Este recuento suscinto de algunos de los hitos de Santa Cruz nos sirve no solo para recuperar la visión his-tórica del rol que se le había asignado en su fundación con relación al es-pacio que ocupaba –el de ser nodo, punto de encuentro-, sino también para darnos cuenta que esa visión de hace más de cuatrocientos años se está repitiendo hoy, en el siglo XXI: Santa Cruz de la Sierra es un nodo importante en la red de ciudades y de espacios en América Latina.

Actualmente, Santa Cruz de la Sierra ocupa la posición 14 entre las ciudades de mayor crecimiento poblacional. Esta es una ciudad que tienen relación económica, social, política y comercial con un espacio territorial que abarca, afuera del te-rritorio nacional, nada menos que al-rededor de 30 millones de habitantes, desde el sur del Brasil hasta el norte de Argentina y Paraguay. Es una ciu-dad que, en relación a La Paz y por temas comerciales, está más cerca a Santiago, Chile; a Lima, Perú; a Qui-to, Ecuador; a Bogotá, Colombia; y a Caracas, Venezuela. Es una cercanía que no se mide ni define según las

distancias físicas entre una y otra ciu-dad, sino de acuerdo a sus relaciones comerciales.

Santa Cruz de la Sierra es, ade-más, una ciudad que tiene ya, por la potencia de su crecimiento urbano-poblacional, una potencia extraor-dinaria en el desarrollo de servicios, gracias al aprovechamiento de sus capacidades en materia de identi-dad, de cultura y de crecimiento. Uno hace la suma de fortalezas que tiene este espacio y se encuentra con que Santa Cruz de la Sierra es un punto de Bolivia en el que se gene-ra la mayor cantidad de actividades culturales del país. Lo mismo sucede con la farándula y con las ferias, am-bas expresiones culturales, que están ligadas al proceso de crecimiento en toda su amplitud. Para mí, este es el escenario de gran importancia que tiene hoy Santa Cruz: su capacidad y potencial de desarrollo y crecimien-to económico, logrado sobre la base de un espacio con identidad, con una fuerza que es capaz de arrastrar a la economía del país.

Tomando en cuenta esa tradi-ción histórica y ese potencial de desarrollo de Santa Cruz, a los que usted hace referencia, ¿no cree que la ciudad y el departamento po-drían estar en mejor posición que la que ocupan hoy? El que no lo esté, ¿es atribuible al relegamien-to al que estuvo condenada Santa Cruz, tanto por la corona española en sus inicios, como luego por los gobiernos centrales de turno?

El término relegado yo lo uso con mucho cuidado porque hay que iden-tificar con relación a qué y a quién uno es relegado o postrado. Desde el punto de vista de los procesos de los espacios, de los territorios, hay una dinámica que hace referencia a la ciudad como un ente vivo, similar al proceso de crecimiento que vive una persona o una familia. Y como cual-quier persona o familia, la ciudad también vive situaciones de fatura o de carencias, y debe dar respuesta a cada una de esas situaciones que le toca vivir. Es lo que ha hecho siem-pre Santa Cruz: dar una respuesta a cada momento que le ha tocado vivir. Ya hablar de relegamiento nos lleva a asumir un carácter negativo que, a mi criterio, no condice con el espíritu emprendedor, de aventura, de lucha que ha caracterizado a Santa Cruz. No olvidemos que relegar implica que hay alguien que está por encima de otros, alguien que decide que algo o alguien no esté en su lugar, alguien que margina a otros. Me parece que este tema deja en evidencia uno de los elementos simbólicos que Santa Cruz debe resolver, como conjun-to social: o está a la vanguardia y plantea desarrollo e innovación, o se queda en una actitud llorona que alimenta el recuerdo y sentimiento de haber sido marginada, posterga-

da. Yo tomo partido por la primera opción, el de asumirse de vanguar-dia y aceptar que todo lo que le tocó vivir a Santa Cruz estuvo ajustado a las circunstancias y a lo que tenía que pasar.

Es que las ansias de desarrollo que tienen los territorios y las personas siempre serán mayores a sus posibi-lidades reales de desarrollarse, ese es el juego de la vida, ese es el resulado de la confrontación de nuestras as-piraciones con la realidad. Yo insis-to en decir que, a mi criterio, Santa Cruz siempre fue escuchada y toma-da en cuenta, sea para que asuma o no un espacio. Y sabemos, porque es una ley física, que el espacio que uno no ocupa, lo ocupa otro, y que si queremos ocupar un espacio que ya está ocupado por otros, tenemos que pelearlo. En todo caso, lo que sos-tengo es que aún en los momentos de marginación o desconocimiento de Santa Cruz por parte del poder central, ésa no se privó de ocupar un espacio de acción y opinión en el país. En Santa Cruz se generaron –y se generan- pensamientos, ideas y propuestas que fueron y son toma-das en cuenta, más allá del tamaño o del peso específico de la ciudad, por la fortaleza y la consistencia de quienes los formularon antes y otros que siguen haciéndolo hoy. Lo que

pasa es que los cruceños esperaban, y esperan, más consideración, más atención; la sensación que conser-van aun es que Santa Cruz no recibió nunca lo que merecía.

Entonces, ¿usted cree que San-ta Cruz de la Sierra llega en muy buen estado y buena situación a su 452 aniversario de su fundación?∫

A ver, yo anoto aquí una contra-dicción, la contradicción natural de un proceso de crecimiento que va más allá de Santa Cruz de la Sierra en este momento, ya que tiene ca-rácter nacional e internacional. Hay una explosión económica que está modificando escenarios y espacios. Entonces, desde el punto de vista de la economía y de los espacios que ocupa, podemos afirmar que Santa Cruz de la Sierra llega muy bien a este 452 aniversario. No podemos soslayar el hecho de en los últimos años Santa Cruz ha estado vivien-do una realidad marcada por una actividad productiva muy intensa, generadora de una gran economía. Los productos que se generan y se desarrollan en el área de Santa Cruz y que tienen a la ciudad como punto de referencia han alcanzado los pre-cios más altos en los últimos tiem-pos. Esto nos lleva a afirmar que, en economía, Santa Cruz está en uno de sus mejores momentos. En materia

de institucionalidad, si la vemos en términos históricos, podemos afir-mar que a pesar de las dificultades de los últimos años, Santa Cruz está bien: ha logrado que existan gobier-nos municipales autónomos en todo el país y logró también la elección de un gobernador, que era un sueño de la descentralización primero y lue-go de la autonomía. Además, creo yo que las condiciones están dadas para continuar profundizando, desde la institucionalidad, el desarrollo no solo económico, sino también cul-tural, de identidad, intelectual y de innovación.

Usted afirma que Santa Cruz llega bien a sus 452 años, sobre todo en lo que respecta a la eco-nomía, ¿esto se debe al modelo de desarrollo cruceño?, ¿realmente existe ese modelo cruceño?, ¿tiene defectos o solo aciertos?

Ese es otro de los temas frente al

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“Uno de los elementos simbólicos que Santa Cruz debe resolver, como conjunto social, es: o está a la vanguardia y plantea desarrollo e innovación, o se queda en una actitud llorona que alimenta el recuer-do y sentimiento de haber sido marginada, poster-gada. Yo tomo partido por la primera opción...”

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“En materia de institucionalidad, si la vemos en términos históricos, podemos afirmar que a pe-sar de las dificultades de los últimos años, Santa Cruz está bien: ha logrado que existan gobiernos municipales autónomos en todo el país y logró también la elección de un gobernador…”

que yo asumo una posición con mu-cha cautela. Hay quienes afirman que existe, otros lo niegan o cuestio-nan. Pero así se acepte o niegue que existe ese modelo cruceño, lo que es irrefutable es que en Santa Cruz se ha generado un proceso de desa-rrollo y crecimiento que sigue una serie de patrones y pautas propias de esta ciudad y de este espacio que antes existía en los mapas solo como referencia. Es un proceso que tiene que ver con una forma de vida, más que con patrones fijos definidos por alguien que decidió, desde el punto de vista estratégico, que debían cum-plirse. Me refiero a la existencia de una serie de conductas que han sido permanentes desde el punto de vista de este modelo, para decirlo de algu-na manera.

Una de esas conductas ha sido la visión de mediano y largo plazo de los cruceños, cuando esta ciudad tenía solo 12 mil habitantes. Hablo otra vez del Memorandum de 1904, que le propuso al Estado boliviano una nueva visión de país. Es decir: el Memorandum no contenía una pro-puesta solo para los 12 mil habitan-tes de Santa Cruz, sino una propuesta

sólida para el país, que estaba siendo planteada en función del futuro.

De esa conducta surge otra ca-racterística de ese modelo cruceño: la planificación. Para mí, uno de los ejes fundamentales de crecimiento y desarrollo. Santa Cruz ha tenido co-mo una transversal de su crecimien-to y desarrollo, de su modelo para decirlo de alguna manera, la plani-ficación. Aquí ha existido siempre por parte de la gente, quizá por las limitaciones existentes, quizá por las privaciones, una visión de mediano y largo plazo, una mirada hacia delan-te, al futuro. Una visión bien ejem-plificada con la creación y misión del Comité de Obras Públicas, primero, y luego de la Corporación Regional de Desarrollo, o con la propuesta de Santa Cruz 20/20, presentada quin-ce años antes de que se llegue a esa fecha. Siempre hubo una visión, fundamentalmente de crecimiento y desarrollo, puesta adelante.

Otra de las características se refle-ja en el rol que Santa Cruz cumplió de manera natural, y que siempre

fue estratégico en su desarrollo, pa-ra darse y dar al país seguridad ali-mentaria. Un rol que sigue creciendo en importancia e incidencia a nivel mundial y que consolidó una de las bases de desarrollo de este espacio, ligado a la agricultura y a la ganade-ría. Santa Cruz era la tierra más los elementos que hay alrededor de ella; esto le permitió generar una riqueza distinta a la de la minería que existió en otros espacios. Y fue también esa característica la que inspiró a Santa Cruz aprovechar luego el petróleo y las regalías que éste generó, como elemento dinamizador de su econo-mía. Se dijo entonces “sembremos las regalías”. El concepto era “no nos comamos la plata, sembrémosla”, y al plantear la siembra estaba espe-rando a que salga el fruto y pueda reproducirse en adelante.

Otra característica fue y es el elemento de integración. Lo que se producía en Santa Cruz no se consu-mía solo en Santa Cruz, se consumía también en otras regiones del país. Esto hizo que la gente que vivía en Santa Cruz tuviera un concepto espacial del otro, de un distinto, de comisiones, de comercialización, de convenios, de mercados.

Cada uno de estos elementos -la

planificación, la utilización del es-pacio en la producción de alimentos y las relaciones con otros territorios distantes para poder ampliar merca-dos- fueron los que estuvieron pre-sentes como características propias de Santa Cruz para su crecimiento y desarrollo. Y son importantes, más allá de los énfasis que se hayan pues-to en determinados momentos en más o menos economía, sociedad, justicia, explotación, etcétera, que son variables que si bien han sido una constante, también se han ido modificando.

Se afirma que el tema econó-mico ha estado impulsado por los sectores empresariales y elites o grupos de poder en Santa Cruz, ¿está de acuerdo? Y algo más, ¿a quiénes podemos identificar como elites dominantes?

La inflexión que estoy planteando incorpora un elemento que no ha si-do muy discutido desde el punto de vista de claridad del término “elite”, y que creo que es necesario hacerlo. Primero, porque el crecimiento y desarrollo de Santa Cruz no podía hacerse de manera endógena, y aquí cabe bien tu pregunta inicial: ¿quién era el que marginaba?, ¿quién plan-teaba desarrollo? Si los que vivieron en esta ciudad siempre tuvieron una visión de futuro, siempre plantearon economía sobre la base de su capaci-dad productiva y siempre plantearon y buscaron mercados distantes para sus productos, la combinación de esas tres variables te platea la exis-tencia de un espacio mayor que es el Estado, que es el territorio nacional.

Entonces, el día en que en Santa Cruz nos reconciliemos con esta realidad y entendamos la importan-cia que tiene Santa Cruz no estricta

y unicamente en este espacio, sino en la influencia que puede ejercer y ejerce en un espacio mayor, en ese momento vamos a reconciliarnos con nosotros mismos y con el país. Porque resulta que el país, ese con el que nos hemos “peleado” tanto, es nuestro comprador, ese otro espacio es el que consume lo que nosotros producimos, es el que recibe las capacidades de nuestra producción y desarrollo. Por eso digo que en el momento en que yo modifique y cambie mi enfoque en ese tema, voy a reconciliarme conmigo mismo y con el entorno. Voy a asumir la im-portancia que Santa Cruz tiene con relación a ese espacio, a ese nodo que ya no es solo Bolivia, sino que llega al sur de Brasil, al Paraguay y al norte argentino.

Aquí yo quiero plantear una pro-puesta: si toda esta hipótesis fuera cierta, tenemos que entender y acep-tar que dentro de ese espacio –Santa Cruz- había ideas fuerzas, había con-ducciones, marcos institucionales. Ahora es muy fácil poder estudiar un territorio, constatar en la realidad esa hipótesis, sobre todo si echamos mano de todo el instrumental que ha desarrollado la ciencia política. Es inevitable estudiar y analizar a Santa Cruz, no como un espacio y hechos aislados, sino en relación a otros es-pacios y hechos.

Para mí, la pregunta es otra: las elites y los grupos de poder eco-nómico y político que existen, que siempre han existido y siempre van a existir en Santa Cruz, ¿han respon-dido al reto de dar una respuesta a la población que tiene este territorio con relación al futuro? O dicho en otras palabras: ¿en qué medida los grupos que ejercen la calidad de li-derazgo, los que ejercen la calidad de elite, de oligarquía y los grupos de poder están respondiendo a un mandato de acumulación histórica que este espacio ha tenido siempre? Y la pregunta contempla todas las características destacadas antes: pla-nificación, capacidad productiva y capacidad de abrirse al mundo.

Me parece que es aquí donde puede haber críticas radicales. Las logias, por ejemplo, no jugaron abrirse al mundo, no utilizaron este concepto de integralidad del Es-tado, del espacio, de su capacidad productiva, para abrir un modelo que fuese válido para todos, a partir de estos mismos códigos que esta-mos planteando. Y aquí viene una pregunta y una respuesta inmedia-ta. La pregunta es: ¿qué hicieron las logias? La respuesta: utilizaron la capacidad de planificación que venía desde antes y usufructuaron el excedente de esa capacidad plani-ficadora. Pero lo hicieron privando a Santa Cruz, en lo conceptual, de la

A FONDO

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Viene de la página anterior

Esta imagen fue tomada a inicios de los años 60 en la calle Bolívar, casi esquina 24 de Septiembre, cuando iniciaban los trabajos para colocar las primeras losetas en Santa Cruz de la Sierra.

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apertura al mundo, porque nos en-cerramos, y utilizaron el mercado solo como elemento de beneficio de intereses de grupo y no del colectivo como elemento de desarrollo.

Por eso mi cuestionamiento o pregunta filosófica en este momento es: quien ejerce la calidad de líder, de oligarquía, grupo de poder o de influencia, ¿está dándole respuesta a este territorio en eso que es parte de una acumulación histórica? ¿Se ex-presa acaso en una visión de futuro, de planificación, o en el desarrollo de capacidades productivas, como el de la seguridad alimentaria, básica en este momento, o en una mayor capa-cidad de relación con el mundo, bús-queda de mercado y relacionamiento con otros? Quién dé una respuesta en el año 2013 a esta combinación de variables estará ajustado para ser lí-der, grupo de poder, de influencia o de conducción.

¿Cree que es posible que haya alguien o un sector capaz de dar esa respuesta? Le hago la pregun-ta, porque lo que se percibe hoy en la ciudadanía es desazón y pocas esperanzas en unas elites a las que acusan de haber perdido los prin-

cipios y valores que alentaron a los dirigentes cruceños de antaño.

Yo intentaré otra vez en esta re-flexión ver la coyuntura solo como un elemento de referencia y en un contexto mayor. Es que si me quedo en la referencia, voy a tener muchí-simos motivos para preocuparme, porque no veo las respuestas en es-te momento de todo lo que me está planteando. Pero si veo la coyuntura en un espacio de tiempo mayor, no tendré motivos para preocuparme, porque la dinámica, la fortaleza, la inercia que viene son tan fuertes, que nadie podrá frenarlas ni modificarlas, aun cuando esas fuerzas y potenciali-dades no cumplan su tarea.

Voy a ponerlo en términos facti-cos y diré algo muy duro: nunca en la historia del movimiento cívico cruceño había estado Santa Cruz con un Comité tan débil, como lo refleja el hecho de que en las últimas elec-ciones ha ganado un presidente que perdió en la primera vuelta, que tuvo que hacer alianzas e ir a una segunda vuelta, y que fue a la elección sin te-ner plancha completa. Esto plantea

de entrada una dificultad: el nuevo presidente cívico tendrá la necesidad de coordinar sus acciones con su di-rectorio, con una obligatoriedad que no la tuvieron los presidentes que lo antecedieron en el cargo. Además, enfrentará una situación de institu-cionalidad cívica debilitada, que es lo que estamos descubriendo y lo que ustedes mismos han puesto en evidencia en SemanarioUno, con las entrevistas que hicieron, en las que queda en evidencia cómo no había plata para sostener el marco institu-cional del que mantenía el espíritu cívico.

Si yo me quedo en esta coyuntu-ra, tendría que asumir que estamos frente a una situación terminal; pe-ro eso no es así, porque la dinámica económica, el proceso de creci-miento de acumulación cultural e histórica, el proceso de desarrollo, la calidad de nodo de la ciudad, su espacio de influencia mayor son elementos y condiciones que van a arrastrar y van a obligar a quienes estén ocupando estos espacios a buscar una respuesta, porque esta

vendrá con ellos o sin ellos. Y será así por una razón sencilla: la diná-mica que tiene esta ciudad es tan fuerte, que es capaz de ponerse por encima de líderes y de liderazgos que no tengan la capacidad de darle ruta en este momento. La ciudad se desarrolla sola, el crecimiento de este espacio tiene una dinámica que ya no necesita recibir permiso pa-ra pedir desarrollo, porque además tiene un elemento que es altamen-te explosivo y a la vez una poten-cialidad de la misma naturaleza, que es la migración. Con procesos migratorios se desarrollaron San Pablo, México, Buenos Aires… los componentes de mano de obra externa, de recursos económicos y de nuevas formas culturales van enriqueciendo esos espacios y le va dando una personalidad propia. Es lo que le sucede a Santa Cruz, que tiene que cumplir quiera o no con el aprovechamiento de la oportunidad geográfica que le da su ubicación y su capacidad de desarrollo. Y esto va seguir adelante, con las élites cí-vicas actuales o con otras.

¿Con o sin líderes o liderazgos?A ver, no es la primera vez que

hay crisis de liderazgos. Y cada vez que esto sucede, lo primero que se afirma es que no hay líderes en Santa Cruz. Se comparan los tiempos con los que marcaron hombres que his-tóricamente tuvieron su espacio, y se piensa inmediatamente en Melchor Pinto. Pero hay que recordar que en ese periodo y durante 4 años no exis-tió el Comité pro Santa Cruz, estuvo

cerrado. Hubo otros periodos difíci-les, marcados por problemas políti-cos en los que incluso se dijo, como lo hizo un presidente en los años 80, que ya no era necesario el movi-miento cívico porque supuestamente la dinámica política era mucho más fuerte y quien tomaba decisiones era gobierno nacional. La realidad de-muestra que eso no es cierto, lo que no significa negar que el Comité pro Santa Cruz vive una crisis, pero una crisis institucional provocada por la forma cómo se ha administrado el civismo en los últimos años, con mezquindad, con limitaciones, con dificultades en su ejercicio. Esa no es una crisis que afecte o arrastre tras de si al espíritu cívico de Santa Cruz, a su capacidad democrática y de desa-rrollo, a su compromiso ciudadano, porque tal como lo estamos viendo, ese espíritu y esas capacidades si-guen creciendo y lo seguirán hacien-do a futuro.

Esto es algo que deben tener en cuenta quienes aspiran y disputan el liderazgo cívico: Santa Cruz vive un proceso de crecimiento que es impa-rable y continuará haciéndolo. Si hay personas dispuestas a acompañar ese proceso, tendran que estar dispuestas también a ajustar las estructuras de sus instituciones, a realizar cambios en función a esa visión de futuro que ha sido una de las caracteristicas del desarrollo logrado por Santa Cruz, conservando la personalidad que ya en 1781, cuando la ciudad solo tenía 2.500 habitantes, fue destacada por el gobernador Félix de Azar, por Do-minic en 1831 –cuando la ciudad te-nía 3.500 habitantes- y por Castelnu. Todos los cronistas que vinieron a esta población recogían esa dinámi-ca de Santa Cruz, vista como nodo de una red de influencia y como un espacio de potencialidades.

¿Eso quiere decir que la trans-formación que está viviendo la ciudad sucede independiente de las instituciones o personas que pueden liderar esos cambios?

Claro, pero aquí vuelvo a mi pro-puesta inicial de la ciudad como ám-bito vivo. Esto que estoy planteando no es una invención o un descubri-miento, solo estoy acompañando la lectura de lo que está ocurriendo en el mundo. De la misma manera como hubo una categoría que se es-tableció hace 30 años, la de los “es-tados fallidos”, referida a los estados que no tenían capacidad económica para desarrollarse a plenitud, hoy puede pensarse en otra categoría que haga referencia a los territorios que no tienen capacidad para dar res-puesta al problema aquí planteado, que es el de la ausencia o debilidad institucional o de liderazgos.

Es bueno aclarar que cuando ha-blamos de territorio estamos hablan-do de un espacio ocupado por gente con marcos institucionales y capaci-

“...así se acepte o niegue que existe ese modelo cruceño, lo que es irrefutable es que en Santa Cruz se ha generado un proceso de desarrollo y creci-miento que sigue una serie de patrones y pautas propias de esta ciudad y de este espacio que antes existía en los mapas solo como referencia…”

Viene de la página anterior

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Grandes contrastes de Santa Cruz de la Sierra, una ciudad que se desarrolló de manera acelerada y en menos de treinta años, gra-cias principalmente a la visión de futuro y capacidad de trabajo de las elites que destacaron en la primera mitad del siglo XX.

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dad de desarrollo, y que no responde estrictamente a un espacio nacional o a circunscripciones territoriales, o a una provincia o ciudad. Se trata más bien de espacios que tienen una dinámica especial de representa-ción, de autoridad y de liderazgos, así como capacidades productivas y de integración, que bien aprovecha-dos permiten a quienes lo ocupan dar un gran salto hacia un mayor y mejor crecimiento. Esto es lo que han vivido y sabido aprovechar ciu-dades como Córdoba y Rosario en Argentina, o Guayaquil y Cuenca en Ecuador, o Monterrey en México, o Cali en Colombia: todas ellas, aleja-das del centro político, pero con una personalidad propia y un potencial extraordinario que han sabido explo-tar de acuerdo a las coyunturas que les han tocado vivir.

Hablo con conocimiento de cau-sa, ya que la experiencia que hemos desarrollado en el Cepad nos ha permitido encontrar la fórmula que explica este crecimiento espacial. Y esa fórmula tiene que ver con tres condiciones que se presentan en un espacio territorial y que le permiten encarar un proceso de desarrollo sostenible: una condición es la cohe-sión territorial; la segunda es cohe-sión social; y, la tercera condición, la complementariedad. Esas tres con-diciones calzan perfectamente en Santa Cruz de la Sierra: esta es una ciudad que tiene coehsión territorial, tiene conciencia de su territorio, tie-ne un mapa, sabe adónde llega físi-camente. Es una ciudad que tiene también cohesión social: la gente que ocupa este espacio es capaz de ponerse de acuerdo, sobre todo en temas que tienen que ver con identi-dad y cultura; lo cruceño, lo camba, ha logrado mantenerse y ser ele-mento de cohesión. Lo vemos en la música, en el carnaval, en las ferias. Y Santa Cruz de la Sierra goza ade-más de complementariedad, la ter-cera condición: su gente puede tanto competir con otros, como compartir y complementarse con otros. Ya sé que habrá quien se resista a creerlo así, sobre todo hablando de cohesión social, por problemas que presenta la ciudad, como son las peleas en el Gobierno Municipal. Pero a mí no me preocupan esas peleas, son ape-nas un punto, un tema de coyuntura que vale la pena poner en contexto como una lección a aprender: la de saber elegir a personas que tengan realmente un compromiso con la ciudad, por encima de sus intereses personales. Además, hay que reco-nocer que mientras suceden esas peleas en el Municipio, hay muchas otras personas que se están poniendo de acuerdo para resolver problemas, en medio de muchas dificultades.

En la medida que seamos capa-ces de ver no sola la coyuntura, sino también el contexto y proyectarlo

a futuro, podremos reconocer un espacio con personalidad propia, con institucionalidad, con lideraz-go y con capacidad productiva y de relacionamiento con otros, con el mundo. Esta es la llave que abre la puerta de la riqueza filosofal, la que nos permite aceptarnos como parte de otros distintos y nos ayuda a defi-nir cómo nos vamos a relacionar con ellos. Eso sí: esto exige y demanda un grado de reflexión muy grande, yo no voy a relacionarme con otros si no estoy tranquilo conmigo mis-mo, si yo no he desarrollado mi au-toestima, mi capacidad de reflexión. En el momento en que soy dueño de mi mismo, puedo relacionarme de una manera positiva y eso ha existi-do siempre. La carga de lo negativo -de que fuimos avasallados, de que no fuimos tomados en cuenta- no expresaba lo que se hacía cotidiana-mente. Porque, además, yo no puedo asumir que soy avasallado, si creo y siento que soy fuerte; solo el débil es avasallado.

En esta reflexion es importante también considerar otras realidades. Por ejemplo, si me siento avasalla-do ¿cómo establezco relación con el que me está avasallando para poder cambiarlo? Si me voy a sentir débil frente a unos y fuerte frente a otros, ¿cómo negocio? Y aquí viene otra vez la ciudad como territorio, como ente vivo. Esta ciudad como territo-rio y como ente vivo tiene una diná-mica que puede darse el lujo de vivir sin un Comité Cívico a la cabeza de Melchor Pinto Parada, puede darse el lujo de seguir creciendo a pesar de todas las peleas que hay en el Go-bierno Municipal. Todo esto nos es-tá demostrando que la dinámica del proceso de desarrollo, de crecimien-to, es mucho más fuerte, tiene más fortaleza, que la falta de capacidad para dar respuestas que demuestran algunos liderazgos.

Pero para fortalecer ese desa-rrollo de Santa Cruz ¿no es nece-saria la intervención de las insti-tuciones y los líderes o grupos de poder?

En lo que debe terminar todo esto es en consolidar una propuesta de acción, de cohesión social. En ha-cer una agenda en la que todos nos sintamos cómodos, en la que nos pongamos de acuerdo en hacer cada uno la parte que le toca, porque si-no el barco se hunde. El barco no es solo el capitán que está dirigiendo, no es solo el vigía o el cocinero, son todos, y en el momento en que uno falla, debilita al conjunto, desde el punto de vista de la integralidad. Es-toy seguro que si este territorio que tiene cohesión territorial logra armar su agenda de nuevo para lograr co-hesión social, podremos aprovechar todo lo acumulado hasta hoy, porque la dinámica ya está dada.

Esto es casi como un estudio clíni-

co: cuando los médicos ven a un pa-ciente, no ven dónde está la enferme-dad, sino dónde está la parte sana del cuerpo. Porque lo que tiende hacer el cuerpo es extender lo saludable en la parte enferma. Entonces cuando no me funciona el concepto de territorio como cohesión territorial, yo tengo que bajar a unidades más pequeñas en donde sí exista esa cohesión. Esta es la clave de la formula: la cohesión territorial puede ser la suma de pe-queñas unidades también.

La dinámica del Plan 3000, de las ciudadelas que se están formando, está llevando a entender que se ne-cesita mayor desconcentración del aparato público de la ciudad: en la sub alcaldía debiera poder pagarse impuestos y hacer todos los trámites municipales. Debiera haber un acer-camiento con los vecinos de manera normal y regular. Ya hay cuatro cor-sos en el carnaval y nadie se molesta, cada uno se desarrolla de acuerdo a sus posibilidades, esto es meritorio, esto tiene cohesión social, esto tiene complementariedad.

Santa Cruz está a la vanguadia en lo económico, pero no en el te-ma político, donde sigue perdien-do terreno, ¿a qué atribuye que sea así?

No estoy de acuerdo con la afir-mación de que Santa Cruz ha perdi-do espacio político y de representa-ción. ¿Es que Gabriela Montaño no es cruceña? ¿La señora Betty Tejada no es cruceña? No, es del MAS. ¿No son líderes? ¿No lo son, desde el punto de vista de representación, de ejercicio de poder público? En un de-bate me respondieron que no, que no son líderes, que si bien son cruceñas, son del MAS. No comparto esa afir-mación. Creo más bien que este en-foque sobre los liderazgos cruceños hará que mucha gente sufra, porque la dinámica que estamos viviendo en Santa Cruz y en el país nos llevará al reconocimiento de otras realidades y de otros liderazgos, en los que sin duda jugará un papel importante el tema ideológico, desde el punto de vista de la democracia, pero en los que también deberán estar presentes los elementos de cohesión social y de compromiso, cualquiera sea el elemento ideológico.

Por eso yo no creo que Santa Cruz no tenga líderes; el problema es que

determinados sectores los han estado buscando solo en un tipo de lideraz-go y se han olvidado de otros que es-tán presentes. Cuando reviso la lista de liderazgos culturales, por ejem-plo, o la capacidad de desarrollo y productivo que tiene Santa Cruz, lo que percibo es algo extraordinario. Veo nuevos líderes, cada uno en su campo de acción, como Ronaldo Vaca Pereira, Glenn Vargas, José Antonio Prado… y mientras voy ha-ciendo esta lista, me encuentro con una capacidad extraordinaria de jó-venes con una nueva forma de pen-sar, con una nueva concepción del mundo, que si les dieran espacio o si finalmente ellos decidieran ocupar-los, nos estarían posibilitando vivir una realidad muy distinta a la actual en Santa Cruz. Aquí incorporo a las nuevas tecnologías que nos permiten ser parte del mundo desde cualquier parte en la que nos encontremos.

Pero a pesar de esta lista de liderazgos emergentes que us-ted menciona, lo que se percibe en la gente es descontento por la poca o débil participación política de Santa Cruz. Muchos atribuyen al amedrentamiento y

“Para mí, en este momento la pregunta es otra: ¿en qué medida los grupos que ejercen la cali-dad de liderazgo, los que ejercen la calidad de elite, de oligarquía y los grupos de poder están respondiendo a un mandato de acumulación his-tórica que este espacio ha tenido siempre? …”

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“La dinámica que tiene esta ciudad es tan fuerte, que es capaz de ponerse por encima de líderes y liderazgos que no tengan la capacidad de darle ruta en este momento. La ciudad se desarrolla sola, el crecimiento de este espacio tiene una dinámica que ya no necesita permiso para pedir desarrollo...”

persecusión al que ha sometido el Gobierno a la mayoría de los dirigentes cruceños…

Otra vez: no voy a rehuir al análi-sis de la coyuntura, pero quiero poner la realidad que usted menciona en contexto. Lo que hubo aquí fue el choque de dos formas distintas de ver la vida, en el que una de esas formas de ver la vida ha ganado y está im-poniendo sus condiciones a los que han sido derrotados políticamente. Evo Morales expresa una forma de acción y de pensamiento que es dis-tinta a la del Comité Cívico. Y no hay discusión: el victorioso ha impuesto sus condiciones y el derrotado está sufriendo las consecuencias. Pero este es un momento de coyuntura. Se ha preguntado ¿por qué el Presidente y el Vicepresidente están viniendo de nuevo a Santa Cruz seguido, casi cada semana?, ¿por qué vino el Vice-presidente al carnaval cruceño? Y la respuesta no es otra de que vienen a Santa Cruz porque no pueden pres-cindir del departamento, de la ciudad, aunque quisieran, aunque les naciera

no estar acá. Tienen que venir, deben estar en relacionamiento con sus insti-tuciones; sino, ¿por qué se reúnen con la Cámara Agropecuaria del Oriente?, ¿por qué se reúnen con la Cainco? ¡Pero si son los mismos con los que estuvieron de enemigos hace cinco ó seis años, persiguiéndolos y metién-dolos presos! Algunos de de ellos, in-cluso, todavía están detenidos. ¿Cuál es el milagro que se está produciendo acá? ¿Se ha vuelto más demócrata el MAS, se ha vuelto más revoluciona-rio el empresariado cruceño?

Lo que estamos viendo es que hay una nueva lectura de realidades y cambios en este proceso de creci-miento de Santa Cruz, que recién es-tamos empezando a entender, gracias a los hechos que se han ido registran-do. Por ejemplo, hasta la década de los 90, el estatuto del Comité pro Santa Cruz exigía que para ser presi-dente de la institución uno tenía que ser cruceño, hijo de madre y padre cruceños. Esto se modificó a “hijo de padres cruceños”, aunque no hubiera nacido en Santa Cruz. Fue un acto de apertura también demandado y per-mitió que Alfonso Moreno, nacido en Cochabamba, sea presidente del

Comité. En este momento, ¿cuál de-biera ser la demanda? Yo no creo en el voto universal para elegir al pre-sidente de Comité pro Santa Cruz, porque esa democracia se expresa en los municipios, en la gobernación, en los poderes públicos. El Comité es una suma de instituciones que repre-sentan a todos los sectores de Santa Cruz. Una mayor democratización, en todo caso, tendría que venir por decisiones como la de permitir que cualquier representante de las insti-tuciones que conforman el Comité pueda presidirlo, aunque no haya nacido en Santa Cruz, ni sea hijo de padres cruceños; el requisito inexcu-sable tendría que ser, en todo caso, que esa persona esté comprometida con Santa Cruz.

Es que yo me pregunto, ¿cual tendría que ser la limitante para que alguien que esté comprometido con el desarrollo de Santa Cruz, pero que no ha nacido acá ni es hijo de cruce-ños, pueda ser presidente del Comi-té? ¿Cuál? Racional, filosófica y de-mocráticamente no existe una razón para justificar ese hecho, porque sino el elemento de encierro se va hacer más efectivo. Entonces, no es por ahí

Viene de la página anterior el debate. Lo que estoy planteando es considerar nuevas lecturas, frente a una gran necesidad que surge, sobre todo, del quiebre muy doloroso im-puesto por un acto de violencia que vivimos en Santa Cruz. Hablo del hecho que se produjo en el Hotel Las América: con ese hecho, el gobierno provocó una ruptura de naturaleza violenta, con armas, con muertos y con una sindicación que la sigue sos-teniendo hasta ahora, aunque ésta va a caer por su peso. Uno puede decir que el Gobierno supo cómo hacer-lo, adónde apuntar, adónde dirigir el golpe para que duela. Y decir tam-bién que la capacidad de reacción está empezando a generarse recién ahora, porque está quedando en evi-dencia que lo que hubo en el Hotel las Américas fue una pantomima ar-mada por el propio Gobierno.

Claro, una pantomima que, sin embargo, sirvió durante cuatro años para barrer una forma de institucio-nalidad y liderazgo cruceños, para hacerlos desaparecer, para llevarlos ante los juzgados y sentarlos en el banquillo de los acusados, para te-nerlos con la cabeza agachada. ¿Eso es Santa Cruz? No, eso no es Santa Cruz. Eso es una parte de Santa Cruz. ¿Esa es la lucha? No, esa no es la lu-cha, la lucha es por los otros valores. Los ahora enjuiciados y presos con-tinuarán defendiéndose, hasta que quede en evidencia si participaron o no en esa aventura estúpida de Rozsa provocada y generada por el Gobier-no, en la que ellos cayeron. Pero la posibilidad de crecimiento de Santa Cruz está más allá de eso. Santa Cruz tiene la posibilidad de negociar con otros su presencia y capacidad de de-sarrollo, porque no ha decrecido, en absoluto; todo lo contrario, esa ca-pacidad de desarrollo sigue aumen-tando. Y lo seguirá haciendo, porque Bolivia necesita la producción de Santa Cruz para abastecerse y para exportar excedentes; puede hacerlo, están dadas las condiciones.

Por eso cuando escucho decir que no hay un liderazgo en Santa Cruz o que se ha perdido espacio, me que-da claro que lo se ha perdido es otra cosa: es el énfasis en los valores que necesitamos para aprovechar ese po-tencial que es inagotable y el Norte para saber adónde encontrarlos. Si seguimos buscando en el pasado, no vamos a encontrar líderes para el futuro. Esta es una definición clarísi-ma. Y algo más: el líder que en este momento no tenga una cuenta en Twitter, que no tenga un correo elec-trónico, que no tenga un espacio en Facebook, que no es exprese a través de lo que las nuevas generaciones lo están haciendo para entenderse con ellas, no va tener comunicación. El Papa tuvo que abrirse una cuenta en Twitter, pero dejando en claro un mensaje: “no voy a depender de las nuevas tecnologías, tengo que utili-

zarlas como elemento de comunica-ción, porque eso me permite abrirme al mundo de manera inmediata. Lo que yo diga aquí puede ser escucha-do en tiempo real”. No es mandando cartas, que tardan meses, que logra-remos comunicarnos con la urgen-cia que demanda la realidad. Por eso insisto en que Santa Cruz tiene que ocupar y desarrollar su espacio como nodo de un espacio mayor, ya que tiene una capacidad de influencia ex-traordinariamente grande que no la ha perdido y que para aprovecharla solo tiene que utilizar las capacida-des ya existentes.

A su criterio, ¿hacia dónde se proyecta Santa Cruz? ¿Cuáles son los retos que tiene a corto, media-no y largo plazo?

Otra vez: Santa Cruz se proyecta a ser un nodo de referencia en Améri-ca Latina. Esto es indiscutible, todas las condiciones están dadas gracias al proceso de acumulación de todo lo que habido y al espacio geográfico en el que está. Esta es una oportuni-dad a ser aprovechada. Yo veo el ma-pa de América del Sur y es imposible entender lo que está pasando en esta parte de América, en un punto que además, geográficamente, es el co-razón de América del Sur. Este lugar en el que estamos ahora, la Plazuela Calleja, es el centro del que salen to-dos los caminos. Por eso digo que ya no se trata solo de un mandato histó-rico, sino de una oportunidad el saber y poder utilizar la geografía y sus po-tencialidades acumuladas para servir de referencia a nivel nacional e inter-nacional, y lograr además que esto se realice de una manera más amigable, con menos confrontaciones.

Es mucho lo que Santa Cruz tiene para ofrecer a Bolivia; pero además, toda Bolivia ya está aquí. Lo de-muestra el crecimiento de la ciudad, de 70 mil habitantes que éramos en los años 60, hoy somos dos millo-nes. Por eso digo que Bolivia ya está aquí, y nuestra carta de presentación no puede ser más una muestra de sangre. En Santa Cruz hay un cruce de variables entre las que destacan las culturas, los enfoques y formas de vida, todo ello condicionado por la geografía, por el espacio que ocu-pa Santa Cruz. Aquí hay un conjunto de identidades que se han ido cons-truyendo y de culturas que se han ido enriqueciendo. Aquí hay formas de expresión cultural que están enrai-zadas en la gente y que ganan vida, aunque no haya una autoridad que las autorice. Y a pesar de toda esa diversidad, hay un espacio en el que existe cohesión territorial, cohesión social, competitividad y comple-mentariedad, y que entra a competir con otros espacios en América Lati-na y el mundo. Estoy seguro que la referencia ya no van a ser los esta-dos, sino los territorios, y Santa Cruz es un territorio.

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Santa Cruz de la Sierra, retos y tareas urgentes

“Una de las oportunidades extraordinarias que tiene Santa Cruz, dice Teófilo Caballero, es la de ser un enclave de interés para los países vecinos, entre ellos Brasil y Argentina. No hay que olvi-dar que Brasil es la sexta economía del mundo y ve en Bolivia un potencial socio estratégico”

Teófilo Caballero y Carlos Cirbián hablan de las virtudes y defectos de Santa Cruz de la Sierra, y de los desafíos que enfrenta en el siglo XXI. Si quiere un buen futuro, tendrá que asumir su rol como tierra de oportunidades y generar cambios desde adentro.

Santa Cruz de la Sierra fue fundada un 26 de febrero de 1561, en Chiquitos, al pie

de la serranía Riquío y a orillas del arroyo Sutós, por el español Ñuflo de Chaves que llegó a estas tierras en busca del Gran Paitití desde Asunción. Hoy, 452 años después, se celebra la génesis de este pueblo mestizo en un ambiente diferente al de su fundación, por el progreso que llegó mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

Son varios hitos históricos los que merecen ser repasados para ha-cer severa autocrítica, tomando co-mo referencia la historia y proyectar un mejor futuro. Los cambios lle-garon con el paso de los años, hoy

Santa Cruz de la Sierra se consolida como la ciudad más poblada del país, según datos del último censo realizado en 2012.

El progreso cruceño es produc-to de un cúmulo de factores, tales como el emprendimiento privado, un fuerte incentivo estatal con la construcción de la carretera San-ta Cruz-Cochabamba y la apuesta por el cooperativismo. Todos ellos contribuyeron y posibilitaron que en 60 años no solo la capital cruce-ña sea la más poblada del país, sino también el departamento de Santa Cruz, como destaca el economista Teófilo Caballero, recientemente elegido vicepresidente del Comité pro Santa Cruz.

La producción agropecuaria es la gran fortaleza de la región y su apor-te al país se traduce en cifras: el 70 por ciento de los alimentos que con-sumen los bolivianos son sembrados y cosechados en este departamento, el 62 por ciento de los productos no

tradicionales que Bolivia le ha vendi-do al mundo salieron de Santa Cruz. Además, añade, Santa Cruz aporta con más del 27 por ciento al Produc-to Interno Bruto (PIB) de Bolivia, y el 47 por ciento de los tributos -ya sea por impuestos internos o recaudacio-nes de aduanas- se generan aquí.

Consultado sobre el modelo de desarrollo cruceño, que sigue en debate, Caballero dice que se trata de un “modo de producción exitoso que mezcla la audacia empresarial privada con las bondades de la na-turaleza”. A criterio de Caballero, Santa Cruz demuestra su liderazgo económico indiscutible, a pesar de enfrentar adversidades como la de las restricciones impuestas por el Go-bierno central a las exportaciones, el restablecimiento de trabas o cupos y trámites morosos, a las que se suman los avasallamientos y latrocinios que se cometen en predios productivos del área rural.

Una de las oportunidades extraor-

dinarias que tiene Santa Cruz, seña-ladas por Caballero, coincide con las reflexiones de Carlos Hugo Molina, expuestas en esta misma edición: la de ser un enclave de interés para los países vecinos, entre ellos Brasil y Argentina. No hay que olvidar que Brasil es la sexta economía del mun-do y ve en Bolivia un potencial socio estratégico. Son oportunidades que configuran un buen panorama econó-mico para Santa Cruz, dice Caballero, pero advierte que no todo son buenas noticias. “Hay una serie de obstácu-los que en un futuro cercano podrían convertirse en una amenaza para el crecimiento y desarrollo de Santa Cruz, y que pueden estar planeados o no por el poder central, si es que desde la región no se encaran acciones ur-gentes”, advierte Caballero.

Una de esas amenazas tiene que ver con el crecimiento desordenado de Santa Cruz de la Sierra, debido al proceso de migración que se intensi-ficó en los últimos años y que obliga a las entidades territoriales autóno-mas a tener mayores obligaciones. Caballero enfatiza además en los problemas que soportó Santa Cruz desde 2008 por el supuesto caso de terrorismo, alentado por el Gobier-no central, y que debilitó a la institu-cional cruceña. “Fue una puñalada al pecho de toda la institucionalidad cruceña”, afirma.

Una lectura similar tiene el in-vestigador cruceño Carlos Cirbián.

Él también cree que Santa Cruz de la Sierra llega a sus 452 años de vi-da con el ímpetu que la caracterizó desde un inicio para alcanzar logros en su desarrollo material, pero con serias falencias que son más noto-rias en el desorden y caótico creci-miento que la caracateriza. Si quiere asegurarse el futuro prometedor que avizoran cruceños y no cruceños, tiene que corregir sus falencias, sostiene Cirbián.

Para lograrlo, dice, hay que tener conocimiento de los hitos que han marcado la historia de Santa Cruz de la Sierra. El primero de ellos, dice Cirbián, es sin duda la fundación de la ciudad en un ambiente adverso y, pese a ello, su posterior y gran desa-rrollo. Destaca también en este hito la fusión biológica que hubo casi de inmediato a la llegada de los españo-les, entre éstos y las nativas, produ-ciendo un mestizaje.

Otro hito importante es el revela-do por el Censo Nacional realizado en el siglo XIX: más de la mitad de la población cruceña era alfabeta; es decir, sabía leer, escribir y hablaba un solo idioma, el castellano. El rol de los jesuitas -como rectores en la educación, la salud y la doctrina re-ligiosa- fue central para alcanzar esa alta tasa de alfabetización, recuerda Cirbián, al incorporar de inmediato otro hito en la historia cruceña: el po-tencial agrícola demostrado ya du-rante la guerra del Chaco, y que per-

DiegoJaramilloPeriodista

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mitió alimentar, desde Santa Cruz, a las tropas bolivianas.

Ese potencial agrícola cruceño fue vital también para enfrentar el difícil periodo que vivió Bolivia después de la guerra del Chaco: con deudas, lejos de la seguridad alimentaria y sujeto a préstamos de Estados Unidos. En ese contexto llegó el Plan Bohan, financiado y recomendado por el país del norte, para desarrollar la agropecuaria y dar seguridad alimentaria al país. El Plan posibilitó la construcción de la carretera Santa Cruz-Cochabamba y la posterior marcha hacia al oriente. A estos avances se suman las luchas cívicas y conquista de las regalías petroleras en los años 50, dando un nuevo impulso para el despegue económico cruceño.

Pero si bien hay muchas razones para festejar, dice Cirbián, también hay motivos –y urgencias- para re-flexionar y hacer severa autocrítica. Por ejemplo, respecto a la frivolidad de una gran parte de la población que “está más preocupada en festejar el carnaval, que en conocer su historia y su realidad, algo que se logra a tra-vés de la lectura… lectura de textos y de hechos”, sostiene Cirbián, al co-incidir con lo dicho por el presidente saliente del Comité Civico, Herland Vaca Díez, en entrevista a Semana-rioUno: “El cruceño es capaz de pa-gar una cuota de su comparsa, que es más cara, y derrochar más dinero en una noche, que cumplir con su apor-te para sostener a una institución tan importante como es el Comité pro Santa Cruz”.

Cirbián observa con preocupa-ción el “no importismo” de mucha gente en Santa Cruz frente a proble-mas que le atañen, como las peleas en el Municipio cruceño y la defe-nestración de autoridades democrá-ticamente electas. “No hay reacción de los cruceños para defender su voto”, señala como uno entre mu-chos ejemplos. A su criterio, a Santa Cruz le faltan líderes que estén a la altura de los retos que plantea el cre-cimiento de la ciudad. Una carencia recurrente a lo largo de su historia, asegura él. “El crecimiento que nos debe importar no es solo el econó-mico, sino también el intelectual y cultural”, remarca.

Faltan líderes “que estén a la altu-ra de los retos”, pero no hay ausencia de líderes, como afirman muchos, es lo que rebate por su parte Carlos Hu-go Molina en la entrevista que abre esta edición 500 de SemanarioUno. Una prueba a la que se someterán a partir de este mes, y por dos años, las nuevas autoridades del Comité pro Santa Cruz: su presidente Fernando Castedo y sus vicepresidentes Teófi-lo Caballero y Andrés Peñafiel. ¿Pa-sarán la prueba? Caballero asegura que a eso apuesta la nueva directiva cívica: a superar el reto, devolviendo

con ello la fe de los cruceños en sus instituciones y en sus líderes. ¿Cómo lo lograrán? Dice él que asumiendo de entrada dos desafíos y un par de tareas urgentes.

Los desafíos son: primero, “or-denar la casa, lograr unidad interna en el Comité”; y segundo, recuperar la unidad de los cruceños. “Hemos perdido la unidad que caracterizó a

la generación de nuestros padres”, asegura Caballero. Y detalla de inmediato las tareas urgentes: co-ordinar y articular una acción que le permita a Santa Cruz lograr un nuevo pacto fiscal de las regiones con el Estado; y, en segundo lugar, demandar a las autoridades electas por el pueblo en los diferentes nive-les de gobierno a que cumplan con eficiencia y transparencia las tareas que les competen –entre otras, la re-distribución de escaños parlamenta-rios de acuerdo a los resultados del último Censo de Población-, para lo cual el Comité se compromete a manenterse vigilante.

A los desafíos y tareas planteadas por Teófilo Caballero y Carlos Cir-bián hay que sumar las propuestas de Carlos Hugo Molina, que incorpo-ran la urgencia de un debate amplio, abierto y a fondo sobre el rol al que está llamado a cumplir Santa Cruz, tierra de oportunidades, y acerca de las capacidades y voluntad de su gente para asumirlo y cumplirlo.

A FONDO

Teófilo Caballero: la prioridad es recuperar la unidad de los cruceños.

Carlos Cirbián: urge dar un salto y pensar en más desarrollo intelecutal.

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“Vuelvo a mi morriña de Santa Cruz, para extrañar a la que conocí en décadas pasadas. Acrecienta mi nostalgia la conciencia de que tal vez no veré flore-cer el par de tajibos que el otro día un vecino plantó en mi acera... apalanca mi añoranza pensar que qui-zá los cambas somos una especie en extinción…”

Santa Cruz de la Sierra cumple 452 años el 26 de Febrero de 2013. Quizá por la bruma que

deja el carnaval en las cabezas, es al-go poco recordado fuera del ámbito oriental, inclusive por beneficiados con su hospitalidad y pujanza. Ñuflo de Chávez la fundó añorando su San-ta Cruz de la Sierra, en Extremadura, España. Camba amazónico que soy, riberalteño por la gloria de Dios y en-vidia de ustedes, como enrostraba mi amigo Cucho Alborta su paceñidad, hurgo recuerdos que la urbe cruceña marca en mi memoria.

Residía en Cochabamba, pero co-nocí Santa Cruz en los años cincuenta.

Mi madre, quizá para librarse en vaca-ciones de invierno de un niño inquieto en vías de ser púber travieso, me envia-ba donde unos parientes pobres que vi-vían en El Trompillo. Fuera de la pista y base aérea vecina que hoy alberga el Colegio Militar de Aviación, el barrio era monte moteado de medias aguas bardeadas de cercos espinosos.

Añoro el sabor de los chinchulines que asaba mi tío, comprados de algún carnicero de patio vecino. Extraño los fritos de harina y queso que preparaba mi tía en los días de surazo. Organicé un circo, donde mis primos eran ma-labaristas de barra y equilibristas de alambre; algún niño vecino hacía de “tony”, como entonces llamábamos a los payasos, y yo cantaba rancheras de Miguel Aceves Mejía. Trepába-mos raudos camiones cargando caña de azúcar gruesa como brazos cami-no al ingenio San Aurelio; bajábamos tres o cuatro varas sin que el chofer se diera cuenta. Robábamos sandías de algún huerto, arriesgando balazo de sal en las nalgas. Nos colábamos a predios militares a pelar y chupar dul-

Añoranzas de mi novia Santa CruzEsta vez, Winston Estremadoiro comparte un sentido homenaje a Santa Cruz de la

Sierra por sus 452 años de vida, pero no desde sus acostumbrados Barlamentos, sino desde el recuerdo de antaño y las vivencias de los nuevos tiempos cruceños.

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ce jugo de caña, o abrir en la rodilla y embadurnarnos de la roja carne de sandía. Después, ocultos de aviones Stearman de dos alas, a bañarnos en una poza de agua turbia.

No vi cómo cargaba algún “cam-ba” a la dama que precisaba cruzar anegadas calles después de un agua-cero estival. Pero curioso que era, es-tuve en la Plaza cuando se paseaban, orgullosos y engarzados a bellas jó-venes, los mozalbetes cruceños arma-dos de trabucos, escopetas y rifles de salón. Si vi la columna de camiones atestados de ruidosos, quizá ebrios, milicianos armados, que reprimieron reclamos cruceños por el once por ciento de regalías petroleras.

Así lo nieguen etnocéntricos cen-tralistas que quieren embutirnos una hegemonía aymara, Santa Cruz es hoy crisol de la nacionalidad mestiza de gentes de todo Bolivia y del ex-tranjero. En sus calles, los norpotosi-nos compiten pidiendo limosna con los indígenas ayoreos; menudean los menonitas de overol azul y sombrero alón, salpicados con uno que otro sikh

hindú de turbante; lean las crónicas sociales y percibirán un salpicón de gentilicios cruceños, collas y forá-neos: son más cambas que el Cañoto de guitarra y fusil, así como Gladys Moreno era ícono boliviano, cuya es-tatua debería estar en otra rotonda.

Quién niega que centenas de miles de paceños, potosinos, orureños y co-chabambinos sean parte importante de la gran urbe? Son cruceños los ri-beralteños festejando el 3 de febrero, menos quizá que los pasantes collas en vistosos atuendos, que bailan acompasados por bandas orureñas. Para escamotear escaños congresales y recursos prorrateados, los aymara-centristas y centralistas niegan a sa-biendas que según el Instituto Nacio-nal de Estadística (INE), Santa Cruz tenía 904.376 residentes en 1996; con su alta tasa de crecimiento anual, a es-tas alturas debe haber sobrepasado los 1’528.683 que para 2006 calculaba un sitio web gringo. Es la urbe más poblada de Bolivia.

Vuelvo a mi morriña de Santa Cruz, para extrañar a la que conocí en décadas pasadas. Acrecienta mi nostalgia la conciencia de que tal vez no veré florecer el par de tajibos que el otro día un vecino plantó en mi acera valluna, como esos de flores amarillas, blancas y rojas que ador-nan pocas, demasiado pocas, aveni-das cruceñas. Apalanca mi añoranza pensar que quizá los cambas somos una especie en extinción.

Somos como las frutas nativas ca-da vez más escasas, que recuenta mi amigo Roberto Vásquez, “cochala”

corrido del Chapare de sus hectáreas de piña Cayena Lisa y su colección de orquídeas. Junto a Germán Coimbra Sanz, anotaron que en el departa-mento ecológicamente más diverso de Bolivia, poco se conoce de más de 142 frutos silvestres. Anotan que “la misma capital abunda en árboles frutales”, nativos e introducidos, que la mayoría desconoce: en la avenida Cañoto hay varios tamarindos; en la alameda Junín están al alcance de la mano las pomarrosas; en el canal Isuto hay hilera de ambaibos; entre el tercer y cuarto anillo hay tureres; cercano al zoológico se encuentran guapomóses y guapurúses (el plural camba es mío); cerca a la radio Santa Cruz hay varios árboles de mora. Si son parte de la tradición camba, ¿por qué no incluir concursos de tablillas, dulces, jugos y helados de matojobobo, pitón, pitaya, pachío, matayoé, bi, ambaiba, gua-pomó, guapurú, lúcuma y guabirá al Festival Sombrero de Saó?

Celebro a Santa Cruz de la Sierra como elefante en extinción desde Cochabamba, soñando morir en ha-maca bebiendo una crema que, como el Amarula que comen los paquider-mos en África, rescate el sabor de tan-ta fruta camba en destilado de caña. Cantaría “Novia Santa Cruz contigo me quiero casar, novia Santa Cruz la reina del palmar, eres la señora del bien y del mal, en tu cante ríe y sue-ña el alma oriental; ocoró, ocoró, el camba dicen que soy yo, jacu, jacuú, la cambita eres tú, vámonos bailando como el marigüí, que la banda está rondando sobre el Piraí”.

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WinstonEstremadoiroAntropólogo

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Para comprender a la Santa Cruz de la Sierra de hoy es necesario conocer su historia. Car-los Dabdoub está convencido de ello y por eso deja por un momento sus tareas de médico para adetrarse a siglos pasados y recrear los hechos que marcan a la capital cruceña.

Fundación de Santa Cruz de la Sierra y nacimiento de la autonomía cruceña

Cuando Elvira de Mendoza junto a sus tiernos vástagos despidió a su esposo Ñuflo

de Chaves y a su hermano Diego que partían desde Asunción hacia la Tierra Rica a fines de febrero o principios de marzo de 1557 o 1558, no sabía esta recia mujer paraguaya que su separación duraría casi sie-te años. Su destino era descubrir la laguna del Dorado. Remontando el río Paraguay llegaron a Xarayes o Jarayes. Luego se dirigieron hacia occidente, ingresando en la tierra de los llamados Chiquitos, pasan-do luego por el país de los guarayos hasta encontrarse con el río Grande o Guapay. En la banda oeste de este torrente, don Ñuflo funda el 1º de agosto de 1559 Nueva Asunción, que tuvo vida efímera, –no más de seis años–.

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CarlosDabdoub

ArrienMédico

/ Ex presidente del Comité

pro Santa Cruz

Luego la tropa pide a don Ñuflo el retorno a Asunción, que es recha-zada. Se produce un motín. Dicen que Chaves hizo quemar casi todas las naves para dificultar la tentación de volver, sin conseguir su objetivo, quedando abandonado sólo al lado de unos cincuenta hombres. Esta desobediencia a las autoridades asunceñas es considerada por algu-nos historiadores el punto de partida que torcerá el curso de la historia en el cono sur del continente, al echar los cimientos de una nueva naciona-lidad que pugna por su autonomía desde aquellos tiempos.

Mientras tanto, el capitán Andrés Manso, dirigía otra expedición. Su misión era abrir un fuerte militar en la llanura de Grigotá, para detener a los chiriguanos que amenazaban a los vecinos de la villa de La Plata.

Logró fundar en 1559 el pueblo de La Barranca.

Ambas avanzadas, la andina pro-veniente del Perú y la del sur, envia-da desde Asunción, se encuentran en las tierras de los Tamacosis, por el lado de Basilio, en la ruta de Peji. Al producirse un litigio sobre po-sesión de tierras, Chaves y Andrés Manso acordaron que don Ñuflo viaje a Lima. La embajada partió en noviembre de 1559, llegando a la ciudad de Los Reyes en los pri-meros días de febrero de 1560. De esta manera, Ñuflo de Chaves se-ría el primer europeo en cruzar de extremo a extremo el Peabirú (ruta que desde las más remotas épocas permitió la comunicación del océa-no Atlántico con las costas del Pa-cífico). (Oscar Tonelli Justiniano. El Peabirú Chiquitano. Editorial El

País. Santa Cruz de la Sierra, Boli-via. 2007:54).

Chaves convence al virrey An-drés Hurtado de Mendoza, para que mediante “un albalá virreinal fechado el 15 de febrero de 1560, creara una nueva provincia con la denominación mítico-geográfica de Moxos, cuyo gobierno y diligencias de conquista y colonización eran encomendadas a Ñuflo” (Hernan-do Sanabria Fernández. A manera de Prólogo. En la obra de Germán Coimbra Sanz. Diego de Mendoza. Segunda edición. 2005: 4-5). Don Ñuflo se dio modo para que el hijo del Virrey, don García Hurtado de Mendoza, que en aquellos tiempos administraba los territorios de Chi-le, fuese nombrado Gobernador de la provincia de los Moxos, a sabien-das que éste no abandonaría estos

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trechos, consiguiendo Chaves de esta manera su nombramiento co-mo Teniente General de esta nueva gobernación (Carlos Valverde Bar-bery. Apuntes para la historia de los movimientos cívicos cruceños. Im-presiones San Antonio. Santa Cruz de la Sierra, 2002:14). “El Capitán Chaves obtuvo lo que quiso. Este es el título de propiedad territorial de los cruceños con el que andarán por la historia demandando libertad” (Erick Red Taremacua. El Dinámi-co Nacimiento de una ciudad colo-nia. Santa Cruz de la Sierra. Foco en el territorio de la Media Luna. Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz. Boletín 63. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Marzo 2009: 53). A Manso se le otorgó el territorio al sur, del lla-mado río Condorillo, hoy Parapetí, hasta el río Bermejo.

Al parecer, Chaves tenía “...un claro proyecto: el de erigir una nue-va e independiente gobernación, equidistante de la Asunción y de Lima. El motivo que lo impulsa-ba, conforme al cruceño Finot era que consideraba que tan dilatados y alejados territorios, no podrían ser atendidos adecuadamente desde la distancia, siendo preciso contar con un estratégico “núcleo intermedio, llamado a constituir otra fuerza expansiva, que se dejara sentir con eficacia en las extensas regiones todavía no exploradas” (Enrique Finot. Historia de la Conquista del Oriente Boliviano. Editorial Juven-tud. La Paz. 1979). En palabras de Gandía, “…no hay duda que, ade-más de la esperanza de la ‘tierra rica’, a Chaves le impulsaba otro proyecto más positivo y más real: crear en los confines del Chaco, entre las Provincias del Paraguay y de Charcas, una gobernación inde-pendiente…”. (Enrique de Gandía. Historia de Santa Cruz de la Sierra: Una nueva República en Sud Amé-rica. Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso. Buenos Aires, Argentina. 1935:72-73).

La creación de la nueva gober-nación de Moxos o Mojos fue de extraordinaria importancia para la geopolítica del virreinato de Lima, afirma Álvaro Jordán. Primero, por-que se dieron las condiciones para tomar posesión de territorios que le correspondían a España según el tratado de Tordesillas; segundo, la superficie del virreinato creció en una proporción mayor al doble que tenía; tercero, se abría un cami-no para acceder al Mar del Norte o Atlántico; cuarto, se conectaba el virreinato con Asunción a través de Santa Cruz y en quinto lugar, se establecía un límite a la frontera de la Gobernación del Paraguay. A su vez, esta naciente gobernación obli-gó a la corona a apresurar el nom-bramiento del Presidente y Oidores

dela Audiencia de Charcas…”. (Álvaro Jordán. Nativos en la His-toria Cruceña. Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz. Boletín 63. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Marzo 2009: 33.).

Mojos fue entonces una tierra de promisión. Sin embargo, la margi-nalidad de los poderes centrales, sumada al aislamiento geográfico, determinaron un papel poco signi-ficativo de la región en lo político y en la economía y al no encontrar las soñadas riquezas, el objetivo central de las expediciones dirigidas por Ñuflo de Chaves terminó siendo ‘poblar y desencantar la tierra’. “La vida de este hombre se resume en esta frase que escribiera en una carta oficial y que bien podría haber sido su epitafio… a los cruceños les dejó el encargo de poblar y desencantar la tierra; la ciudad se convirtió en madre de ciudades y los cruceños en hacedores de caminos”. “Poblar y desencantar la tierra es reafirma-ción del yo cruceño…”. (Alcides Parejas Moreno. La herencia de don Ñuflo. Semanario Uno. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Viernes 6 de Marzo de 2009: 16-17).

Luego, el Cabildo cruceño exigiría al virrey del Perú que las elecciones hechas por el cabildo de alcaldes y oficiales, fueran válidas, sin necesidad de recabar confir-mación de ninguna otra autoridad “por haber cuatrocientas leguas a la Lima y cien a La Plata”. Igual-mente solicitaban ciertas franqui-cias a favor de la nueva ciudad, que fueron aceptadas.

Esta gobernación nació con au-tonomía plena, dado que era inde-pendiente del Paraguay y del Río de La Plata, dependiendo en lo po-lítico y administrativo de un lejano poder virreinal, que por otro lado no había terminado de organizarse (Oscar Tonelli Justiniano. Reseña histórica social y económica de la Chiquitanía. Editorial El País. Santa Cruz de la Sierra. 2004:29), tomando en cuenta que la Audien-cia de Charcas fue creada varios meses después de conformarse la nueva gobernación de Mojos. Esto significa que cuando se delimita el territorio de la nueva gobernación, cuyo centro era Santa Cruz de la Sierra, aún no existía la Audiencia de Charcas. A partir de 1570, la gobernación cambia de nombre, pasando a llamarse Santa Cruz de la Sierra, designación que persistió hasta la fundación de Bolivia.

Manuel Domínguez describe de la siguiente manera la titánica obra emprendida por Ñuflo de Chaves: “Fue de Asunción a Lima dos ve-ces (1548 y 1559), caminó 5.600 leguas en diez y seis expediciones, flecha humana que volaba a todas direcciones, en pos de sus quime-ras…”. La española Maite García

es más contundente: “Ñuflo hizo veinticuatro entradas, desde el 30 de mayo de 1541 hasta el 5 de oc-tubre de 1568. Asombra la cifra de más de ¡ochenta y cinco mil kiló-metros!” (Nino Gandarilla Guar-dia. El General Ñuflo de Chávez, Fundador de Santa Cruz de la Sie-rra. 2005).

Esta nueva población “tenía distinto origen y eran muy otras su textura, forma de vida y normas de acción, que los del Perú serrano y su apéndice charquino. Tuvo princi-pio en la expedición salida del Para-guay, con Ñuflo de Chaves a la ca-beza y compuesta por veteranos de la conquista rioplatense y vástagos de éstos, nacidos ya en la comarca y, por esa razón, consustanciados con el medio geográfico de llanura, selva y ríos caudalosos” (Hernan-do Sanabria Fernández. A manera de Prólogo. En la obra de Germán Coimbra Sanz. Diego de Mendoza. Segunda edición. 2005: 4-5). Sus ordenanzas de viaje son instructivos militares de seguridad, conducta y buen gobierno. Ellas confieren a la figura del Conquistador cualidades de hombre ordenado, con clara dis-

ciplina militar, criterio de organiza-ción y promotor de una conducta moral en la tropa.

“…1561 no sólo marca el año de la fundación de la ciudad sino también el inicio de la identidad cultural cruceña. El conquistador hispano trajo consigo la cultura europea, fundamentalmente eu-ropea y cristiana; esta cultura se adaptó a las nuevas circunstancias y para sobrevivir tomó elementos de la cultura indígena: la cultura conquistadora se hacía mestiza, se hacía cruceña” (Alcides Parejas Moreno. Don Hernando Sanabria Fernández. Academia Cruceña de Letras. Vol. 1. Nº 1. 1988:3-7). Con el pasar del tiempo, dicho en-claustramiento crearía la “altivez y espíritu de independencia que caracterizó a los cruceños, y que se había manifestado anteriormente por ejemplo durante el alzamien-to de Diego de Mendoza contra el gobernador Juan Pérez de Zurita” (José María García Recio. Análisis de una sociedad de frontera. Santa Cruz de la Sierra en los siglos XVI y XVII. Sevilla, 1988), a comien-zos de los años 70 en el siglo XVI.

El escritor Ruber Carvalho inter-preta la fundación de Santa Cruz de la Sierra en un reparo que hacen los farallones del Riquío y el Sutós, el 26 de febrero de 1561 como un acto de desobediencia y autodetermina-ción, ya que Chaves fue enviado co-mo lugarteniente de la gobernación de Mojos y no a fundar pueblo algu-no en Chiquitos; en segundo lugar, los dos traslados de la pequeña ciu-dad o caserío con el nombre de La Barranca primero, y a San Lorenzo después –sobre los que los cruceños imponen el nombre primigenio de Santa Cruz de la Sierra–, refleja el espíritu autonomista de los prime-ros fundadores, que no cejaron en conservar por encima de todo su gentilicio e identidad. Otro aspecto es que la premisa cruceña se resume desde el inicio de la expedición de Chaves en la conquista de Mojos, y a pesar del cambio posterior del nombre de la Gobernación de Mo-jos a Santa Cruz, la consigna seguía siendo la de ingresar a Mojos. (Ru-ber Carvalho. Manual de Historia

“Mojos fue una tierra de promisión. Pero la mar-ginalidad de los poderes centrales, sumada al ais-lamiento geográfico, determinaron un papel poco significativo de la región en lo político y en la eco-nomía y, al no encontrar las soñadas riquezas, el ob-jetivo central fue ‘poblar y desencantar la tierra’.”

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“Es probable que desde la propia funda-ción de Santa Cruz empezara a gestarse un pensamiento local de autodetermi-nación, enriquecido por las característi-cas muy propias de los pueblos nativos llaneros, amantes de la libertad...”

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de Bolivia. Manual de Historia de Bolivia. Una visión desde la llanu-ra. 2005: 53-54).

El historiador Alcides Parejas también afirma que “Santa Cruz nació como un acto de rebeldía. Don Ñuflo de Chaves vino con un encargo del cabildo de Asunción del Paraguay de encontrar un cami-no hacia el cerro de la Plata…pero luego se da cuenta de que ese en-cargo era demasiado poco. Por eso, llegó a concebir la idea de crear algo para él, consiguiendo del Vi-rrey de Lima crear la Gobernación de Moxos. Ese es el primer grito de rebeldía”. “Y esta gobernación necesitaba una ciudad que fundó como Santa Cruz de la Sierra. Por tanto, la Gobernación de Moxos y su capital, nacen como un acto de rebeldía de Ñuflo de Chaves” (Al-cides Parejas Moreno. Entrevista. El Nuevo Día. Domingo 25 de fe-brero de 2007). “Al desligarse la nueva gobernación del Paraguay, Santa Cruz se convirtió en el nue-vo foco conquistador del área. Por tanto, a partir del 1561 año de la fundación de Santa Cruz de la Sie-rra, la historia del Oriente Bolivia-no girará en torno a esta ciudad” (Alcides Parejas Moreno. Historia del Oriente Boliviano. Siglos XVI y XVII. Universidad Gabriel René Moreno Santa Cruz, 1979: 69).

Así había nacido el poblado de los cruceños, afirma Gómez Coca. “Era la victoria de un hombre que un lejano día se había embarcado en España hacia el nuevo continente; pero no sólo para ser soldado, sino para escribir sus propias hazañas y pergeñar el futuro de un gran pue-blo: Santa Cruz de la Sierra, ni pa-raguaya ni tampoco amanuense del viejo Tahuantinsuyo. Fue y seguirá siendo la capital histórica de los vas-tos territorios de Mojos, Chiquitos y la rebelde Chiriguania…”. (Aqui-les Gómez Coca. ¡Qué tiempos aquellos de mi viejo Santa Cruz! Crónicas y relatos de Santa Cruz.

Fundación NOVA. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2008: 271).

Nino Gandarilla dice que “la propia fundación de Santa Cruz de la Sierra fue un acto de amor. Tuvo (Chaves) que amar la nueva tierra para ponerle el nombre de su pue-blo natal a la que estaba fundando, mientras que otros acostumbraban bautizarlas con sus apellidos”. (Ni-no Gandarilla Guardia. El Espíritu de la Fundación sobre la Emanci-pación de Santa Cruz. Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz. Boletín 63. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Marzo 2009: 47).

Con el tiempo, el crecimiento de Santa Cruz de la Sierra fue “fru-

to del mestizaje entre la gente de Chaves y Manso que la poblaron y las indias del lugar o las que ya los acompañaban de antiguo” (Hum-berto Vázquez-Machicado. Obras Completas. Editorial Don Bosco. La Paz, 1988). Pronto los mestizos fueron el grupo étnico mayoritario. Se los llamaba ‘mancebos de la tie-rra’. Más tarde se los conocerá co-mo ‘criollos’, (palabra proveniente del portugués ‘crioullo’, que desig-naba al hijo del amo y su esclava negra). A pesar de largos periodos de hostilidad entre europeos y na-tivos, “los españoles de Santa Cruz (llamados “cruceños” desde la tem-prana época colonial) mezclaron su sangre y su cultura con esta etnia

guaraní (chiriguana)” (José Luís Roca. Ni con Lima ni con Buenos Aires. Plural editores. 2007:67).

Con la mezcla española se for-maron las nacionalidades de los paraguayos, de los tupis del Brasil y la de los ‘cambas’ al este de Boli-via. Todos hablaban la misma len-gua con sus respectivas variaciones. Tomaron de ellas algunos vocablos y el idioma agudo con que habían llegado se convirtió en lengua de acento grave. Esta gente llegaba a la región con un verdadero arsenal de recursos culturales para crear al-rededor de su territorio un cinturón activo de aliados con el que se mo-vían hacia adentro de la comunidad y hacia fuera en la guerra. Este es un aspecto significativo para con-siderar que los cambas constituían una sociedad dominante y rectora de la conducta y de las costumbres en esos lugares y en esa época (Eric Red Taremacua. Los Grandes Erro-res Del Conquistador. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2008:111).

Es muy probable que desde la propia fundación de Santa Cruz empezara a gestarse un pensamien-to local de autodeterminación, enri-quecido por las características muy propias de los pueblos nativos lla-neros, amantes de la libertad y mar-cado por la ausencia primigenia de las soñadas riquezas creadas por la exótica leyenda de El Dorado o Pai-tití en las inmensas llanuras amazó-nicas de Moxos y Chiquitos.

Los fundadores y mártires del nacionalismo cruceño bien pudie-ran ser Ñuflo de Chaves y Diego de Mendoza, –muerto por orden del centralismo limeño–, que fuera ele-gido a fines de 1568 gobernador de Santa Cruz, por los mismos vecinos convocados por el cabildo, “que se asumía autónomo y soberano para darse leyes y elegir a sus autorida-des, inclusive con relación a la co-rona española”.

Han trascurrido 452 años desde la fundación de Santa Cruz de la Sierra, y la utopía por la autonomía cruceña sigue de pie.

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ESTADO DE DERECHO

Testimonio

La extraordinaria historia de vida de un buen médicoDouglas Villarroel es cruceño, médico endocrinólogo y un militante de la vida; tanto, que

tiene dos celebraciones de cumpleaños. Una por su primera vida que data de hace 48 años, y otra por su segunda oportunidad de vida que le dio un transplante de riñón.

“Hoy se cumplen 19 años del transplante de papá; 19 años que pudieron haber sido terri-

blemente diferentes. Donar órganos es prolongar vida en calidad y can-tidad, ¡felicidades papá y gracias a Alberto”, escribió Daniel en el muro que el médico Douglas Villarroel tiene en Facebook. Lo hizo el 22 de febrero pasado, celebrando los 19 años de segunda vida alcanzada por el ‘doctor Douglas’, como le llaman pacientes y amigos. Pero el mensaje de Diego, el hijo mayor de Villarroel, no fue el único: su muro en el ‘feis’ (www.facebook.com/douglasvillarroelz) se llenó de men-sajes celebrando a la vida, tal como lo hace él a diario, desde hace casi dos décadas.

No era para menos, como hace cuestión de recordar el propio Do-uglas. Hace 19 años, un 22 de fe-brero, él volvió a la vida gracias a un transplante de riñón realizado en México. Tenía 28 años y estaba al borde de la muerte, de la que lo sal-vó su hermano Alberto, que en ese momento se transformó de ídolo a héroe, dice hoy Villarroel. Alberto le donó un riñón, aunque en reali-dad fue mucho más que eso: “Me donó vida, me regaló vida”, suspira emocionado este hombre que supo transformar ese momento de sal-vación en un proyecto de vida cuya misión principal es regalar más vi-da. Tal vez por eso otra voz amiga le escribió en su ‘feis’: “Dios supo lo que hacía hace 19 años, garantizar calidad de vida a alguien que con-tinuaría la tarea de cuidar y salvar muchas otras vidas”.

Así es. Villarroel estudió medici-na y se especializó en endocrinolo-gía, profesión que ejerce hasta hoy en su propio consultorio, Galene. Pero él es más que un endocrinólogo exitoso, al que no le basta el trabajo en consultorio, como lo demuestra su activa participación en las redes sociales donde ha logrado posicionar el tema de la salud, y en especial el de la diabetes, como una prioridad en la agenda ciudadana (visite su portal www.douglasvillarroel.com).

AlejandroMuñozEstudiante de Comunicación/ Diakonía

Villarroel es reconocido también por su decidido apoyo al equipo médico de transplante de órganos formado en Santa Cruz, con el que trabaja de manera permanente y junto al cual ha celebrado más de un transplante de órganos exitoso. Con él hablamos un día antes de que celebrara los 19 años de su segunda vida.

¿Qué sentimiento le provoca contemplar estos 19 años que han pasado desde su exitoso trasplante de riñón?

Alegría de estar vivo, después de 19 años que debería haber muerto si hubiera nacido en otro siglo o algu-nas décadas atrás.

¿Cómo fue el proceso de recu-peración?

Un transplante le cambia la vida al que recibe y al que da, sobre todo al primero, porque gana vida. Pe-ro también porque esa nueva vida demanda más cuidados que a cual-quiera. El que recibe el órgano está debilitado físicamente, debe tomar muchos medicamentos, algunos

de ellos, incluso, que destruyen las defensas para que ese riñón, que no es de uno, no sea destruido. Se bajan todas las defensas y está más expues-to, por lo tanto, a sufrir cualquier in-fección: respiratoria, digestiva, etc., con mayor frecuencia. Eso lo obliga a cuidarse mucho, seleccionando mejor sus alimentos y evitando ex-ponerse al contagio de virus. Pero to-das esas dificultades se vuelven nada ante el cambio que uno vive desde el punto de vista emocional: uno está más agradecido con la vida que cualquier persona sana, contempla a las personas y a las cosas de manera distinta y puedo asegurarle que lle-gamos a darle un significado distinto y más intenso a todo lo que sucede a nuestro alrededor.

¿Qué cambios ha tenido que hacer en su rutina luego de la ope-ración?

Al comienzo, durante la primera etapa de recuperación, cambia mu-cho la rutina y ritmo de vida. Pero

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Hoy 22 de febrero, mi amigo del alma y compadre, Douglas Villa-rroel, cumple 19 años de haber sido trasplantado de riñón. El 15 de mayo de 1994, a 80 días de su trasplante, cuando yo colaboraba con la revista Reflejos de la Semana, publicamos un des-garrador testimonio de Douglas que hoy considero imprescindible rescatar y difundir. El artículo de Douglas es un canto a la vida, a la esperanza, a la alegría, a la felicidad y a poner en alto la ilimitada grandeza humana del donante:

“…si algo aprendí, fue que nues-tra felicidad depende no de lo que nos sucede, sino de nuestra actitud frente a ello, y que a pesar de los muchos problemas, uno puede ser propagador de alegría…

llegué a alcanzar un enriqueci-miento interior luego de un lento proceso que comenzó con la acep-tación de mi enfermedad; postura psicológica que me permitió dejar atrás la nulificante sensación de rebeldía”.

“…el donar un órgano es un acto de desprendimiento que significa una reafirmación ante Dios de un compromiso con la vida, es la muestra de amor más pura que he conocido en mi vida”.

El acto de amor que Alberto, su hermano, realizó hace 19 años, se convirtió en un renacimiento para Douglas, y una bendición para todos a quienes este amigo médico ha contagiado con su vida y alegría. ¡Hoy es un día para celebrar el amor!

Testimonio de fe

Alfonso CortezAmigo y compadre

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rando los bajos índices de donación a los que usted ya hizo referencia en sus artículos de prensa…

Esa es realmente una tarea de lar-go aliento: lograr que la gente tome conciencia de lo importante y vital que es donar órganos. Aunque hemos avanzado mucho, sobre todo en Santa Cruz, en los últimos veinte años, toda-vía hay muchos tabúes en la sociedad al respecto. Menos en Santa Cruz que en el resto del país, acá se dona más que en otras ciudades de Bolivia. En realidad, en esas otras ciudades casi no hay donación. Es una pena, por-que hay más pacientes esperando una donación de órgano, que personas dispuestas a donar. Hay que gente que muere por falta de un donador, mientras que hay también gente que muere en accidentes u otras circuns-tancias y se lleva sus órganos sanos a la tumba, cuando podrían estar dando vida a otras personas.

¿Usted cree que su relación de médico con sus pacientes es distin-ta a la de otros galenos, por el hecho de haber vivido un transplante de órgano?

Estoy convencido que es diferente. El haber vivido con una enfermedad incurable, salvo con un transplante, me permite tener una visión más clara de la enfermedad y más comprensiva frente a los pacientes. Creo que esto nos da una sensibilidad mayor a la que puede tener un médico sano, al que no le ha tocado vivir esta experiencia de vida y muerte.

¿Cuales son las mayores dificul-tades de su oficio?

Yo creo que las dificultades están relacionadas a la capacidad que uno tenga de sacrificio, de dar su tiempo, de su esfuerzo para hacer las cosas. Sobre todo en Santa Cruz en particu-lar y en Bolivia en general, donde hay muchas cosas por hacer, donde faltan tantas cosas, donde a diario vamos haciendo las cosas al andar. Si uno no tiene disposición para trabajar du-ro, para dar lo mejor de sí y se limita apenas a dar lo mínimo, sin mucho esfuerzo, queda limitado como pro-fesional y como personal. Yo soy el tipo de persona que me gusta avan-zar, avanzar, avanzar, y lograr esto en Bolivia demanda un gran esfuerzo, mucho tiempo y dedicación.

¿Quienes pueden ser donantes?El Sedes tiene una oficina de dona-

ción de órganos, hay unas tarjetas que se firman, que el Sedes la distribuye en diferentes instituciones. Cual-quiera puede ser donante, cualquiera puede llenar esas tarjetas y firmarlas, dando autorización para que, en caso de fallecer, sus órganos sean extraídos de su cuerpo para dar vida a otras per-sonas. O puede ser un donante vivo, como lo fue mi hermano Alberto. El principal requisito para esto, aparte de la voluntad de hacerlo, es estar sano, es tener sus órganos sanos, libre de enfermedad.

BOLIVIA VIVA

“Esa es realmente una tarea de largo aliento: lo-grar que la gente tome conciencia de lo importante y vital que es donar órganos. Aunque hemos avan-zado mucho, sobre todo en Santa Cruz, en los últi-mos veinte años, todavía hay muchos tabúes en la sociedad al respecto. Es una pena que así sea....”

pasado un tiempo, uno se reincorpo-ra a la sociedad con todas sus condi-ciones físicas y mentales. Claro, uno ya sabe que tiene que evitar las infec-ciones, tomar más cuidado que una persona que no ha sufrido una en-fermedad grave, pero eso no impide que uno haga todo lo que cualquier persona sana haga.

¿Qué diría que es lo más memo-rable de estos 19 años?

Lo más memorable es que, des-pués de haber recibido el riñón que me donó mi hermano Alberto, tuve dos hijos, Diego y Susan; ya tenía uno, Daniel. Los tres son una ben-dición en mi vida. También celebre el que después de mi transplante re-nal, pude ayudar a mucha gente que necesitaba la donación de un órgano para seguir viva. En este empeño me incorporé al programa de trasplante de órganos que actúa en Santa Cruz y en Bolivia. Pude ser exitoso en la profesión que estudié, gracias a ese espíritu nuevo que me dio el tras-plante. Creo que esas son las cosas más memorables.

¿Cómo cambió la relación con su hermano luego del trasplante?

Quiero por igual a mis tres herma-nos, pero no hay duda de que existe una relación especial con mi herma-no mayor, está a otro nivel: al donar-me su riñón, Alberto me donó vida, y eso es algo que no se puede olvidar. Esto es algo que marca muy fuerte, desde el punto de vista emocional, la relación con mi hermano Alberto.

¿Y su relación con del mundo?A raíz de mi trasplante, yo he tenido

una necesidad mayor de dar, dar, dar, gracias al regalo de vida que tuve. A veces, incluso, he exagerado en dar lo que no tengo, o exagerado en dar sin cuidar de llevar una vida normal. Eso es determinante en mi visión de vida y en mi relación con el mundo, y puedo asegurarle que lo hago con un entusias-mo que me hace todavía más feliz.

¿Desde cuándo se dedica al trasplante?

Yo me operé en México, hace ya 19 años. A los pocos meses regre-sé a Bolivia y me prometí trabajar como voluntario en donación de órganos para trasplante, a pesar de tener una especialidad médica que nada tiene que ver con trasplante. Era y es mi compromiso, en agrade-cimiento al regalo de vida que tuve por un transplante de órgano. O sea, estoy en esto desde hace ya casi dos décadas, y puedo asegurarle que fue la mejor elección.

Usted dirige laFundación Da-niels Hatman, ¿cómo trabaja, qué apoyo recibe?

Bueno, la fundación que dirijo está

dirigida a gente pobre, a gente que no puede pagar su dotación médica bási-ca, digamos clínica, laboratorio, me-dicamentos. Trabajamos en poblacio-nes rurales. Recibimos apoyo de una fundación muy pequeña de Estados Unidos, que está conformada por tres personas, y una de ellas soy yo.

¿La fundación hace también tra-bajo de concienciación sobre la do-nación de órganos? Digo, conside-

Viene de la página anterior Santa Cruzes sede del Congreso por una Educación de Calidad

Del 17 al 22 de marzo se re-unirán en Santa Cruz de la Sierra representantes de 11

países para promover iniciativas que fortalezcan la educación en América y el Caribe. Este espacio se abrirá a través del “Congreso In-ternacional por una Educación de Calidad para la Vida”.

El objetivo del Congreso es con-solidar la región americana de edu-cación y derechos en el marco de las nuevas tendencias de la educación desde una visión integral, inclusiva, equitativa, diversa, responsable y transformadora para vivir bien.

En la jornada se contarán con es-pacios abiertos, plenarias, paneles, conversatorios y conferencias don-de los representantes compartirán diferentes temáticas en el área de Gestión y calidad educativa, Em-prendedurismo, Arte y Movimien-to, Nuevas Tecnologías, Lengua e Identidad, Municipio educativo y Responsabilidad social.

Entre los países confirmados que participarán del Congreso se en-cuentran Bolivia, Puerto Rico, Co-lombia, México, Argentina, Repú-blica Dominicana, Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Guatemala y como invitado especial España.

El Congreso es organizado por la Comisión Impulsora por una Educación para la Vida conforma-da por Fundeconp, Centro para la Participación y el Desarrollo Hu-mano Sostenible (Cepad), Centro Facundo Infante (CEFI), Funda-ción Avina, Observatorio Infanto Juvenil, Fundación Aprendizaje en Acción, Fundación SEPA, Fun-dación Trabajo Empresa, Funda-ción Emprender, UPSA, Utepsa, La Secretaria de Cultura y Juven-tud de la Gobernación, Fundación Amigarse, Plan Internacional, Son de Vida, Casa del Maestro, Grupo Editorial La Hoguera, Editorial El País, Adecop, UPDS, Dirección departamental de Fe y Alegría, Fundación Cultural San Ignacio de Moxos, Escuela Superior de Formación de Maestros Enrique Finot.

Para mayor información visitar: www.educaparalavida.org y www.facebook.com/Educaciondecali-dadparalavida o llamar a la coordi-nadora de comunicación, Geovanna Terceros, al teléfono 778-36316.

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

adulto de su confianza, esto puede ayudar a canalizar una posible ayuda, trata de ser indiferente al agresor y no demostrar que te afecta, evita si-tuaciones de “riesgo” como lugares solitarios o alejados, no te involucres con “amigos” que te presionan a ha-cer ciertas cosas para ser aceptado y jamás te envuelvas con grupos que andan en cosas riesgosas porque siempre saldrás afectado.

Y los especialistas,¿qué opinan?

Los especialistas aconsejan a los padres dialogar siempre con los hi-jos, estar atentos a los cambios de actitud, conversar sobre estos temas,

mantener una retroalimentación con sus maestros sobre sus habilidades sociales, conocer a sus amigos, ense-ñarles a enfrentar los problemas y no huir de ellos, cambiar continuamen-te de colegio no es la solución, final-mente lo padres deben informarse de como velar por una autoestima saludable en sus hijos para no dejarse manipular por otros a fin de sentirse “alguien”.

FilosoFía de aYer,realidad vigente

El acoso escolar al igual que las pandillas son un mal que no respetan edad, ni clase social, tampoco eco-nómica, el único antídoto es la pre-vención, estar atentos a las señales, y padres y maestros emprender una cruzada para enseñar con el ejemplo una mejor vía para ser persona, la vía de los principios y valores. Aristóteles decía: “uno nunca sabe cuándo una línea está torcida hasta que tiene una línea recta al lado”, en este caso las lí-neas rectas son los valores de vida.

BOLIVIA VIVA

Padres, ¡alerta! Educándonos

Valeria Nazer y una reflexión oportuna sobre el rol de los padres de familia en la educa-ción de sus hijos. Un artículo elaborado en el marco del Congreso Internacional por una Educación de Calidad para la Vida, a realizarse en Santa Cruz del 18 al 22 de marzo.

“Ser uno de ellos era todo lo que yo quería”, con mirada nos-tálgica comentaba Pablo, hoy

un joven de 22 años. “Parecían tan respetados, tan poderosos y a la vez tan enigmáticos que hice todo cuanto me pidieron para ser uno de ellos, lo que no sabía es la pesadilla que vivi-ría yo y toda mi familia, unos años más tarde”.

Pablo era un muchacho reservado, introvertido, generalmente excluido por sus compañeros por ser poco há-bil para el deporte, pues era pie plano y estaba un tanto pasadito de peso. Hasta octavo ya lo habían cambiado 5 veces de colegio, pues en ninguno se “ajustaba” según sus padres, en todos había sido el blanco mofas, sometimiento, crueldades, burlas y agresiones de toda índole. Inicial-mente, eran hechos aislados que se generaban y que Pablo los disimu-laba, sin embargo con el transcurso del tiempo se tornaron intolerantes y difíciles de ocultar.

La historia se repetía y en cuanto llegaba el “alumno nuevo” apare-cía el acosador, por lo general otro compañero avalado por el grupo, que lanzaba toda su artillería contra él que se veía indefenso, manifestaba miedo, falta de confianza en sí mis-mo y sensibilidad ante las agresio-nes. Al fin luego de peregrinar por aquí y por allá Pablo logró “encajar” ya que desarrolló una habilidad muy buena para el dibujo medio abstrac-to, medio moderno que cautivó a un grupo de sus compañeros de la pro-moción. Los que antes lo molestaban comenzaron a requerir de él para el diseño de la identificación de lo que según ellos era un grupo “cerrado”. Prometieron a Pablo hacerlo parte de su pandilla a cambio de sus crea-ciones para tatuajes, poleras y demás. Pablo comenzó a saborear la delicia de sentirse “alguien”, de ser tomado en cuanta de ser respetado, es así que terminó envuelto en drogas, alcohol y hasta delitos menores, a fin de seguir junto a quienes le habían dado lo que según él denominaba erróneamente “respeto y poder”.

Cierto día y a causa de una pelea de barrio entre pandillas, no pudo escapar al igual que sus pares debido a sus pies planos que le mermaban

Valeria NazerDirectora de Valery Kids

agilidad, el resultado fue dos costillas rotas y el rostro desfigurado a causa de las contusiones. La familia no hizo denuncias por temor a represalias, pe-ro si cambiaron de ciudad y migraron con un Pablo más temeroso y con un manojo de malos sabores atravesados en la garganta, que un terapeuta está tratando de arrancar.

Tiempo atrás las preocupaciones que teníamos los padres con respecto al colegio, estaban exclusivamente relacionadas al rendimiento, si tenían buenas notas, si comían bien la me-rienda y si lograban socializar con al-gunos compañeritos. Sin embargo en la actualidad, los motivos de nuestras intranquilidades escolares se han su-mado, ya que además debemos velar por su seguridad e integridad física y emocional. Por si fuera poco hoy en día existe una amenaza que actúa muy sigilosamente y que deja graví-simas consecuencias, el acoso escolar y las pandillas.

¿Y qué hacemos

los padres Y maestros?Es menester de los padres mante-

nerse alertas ante cualquier cambio brusco de comportamiento del niño, si se muestra más ensimismado, de-presivo, irritable. Incluso es señal de alerta si constantemente se queja de dolencias físicas que son en realidad pretextos para no ir al colegio, deben tomar en cuenta si ven a su niño(a) con golpes o moretones inexplicables, si prefiere quedarse en casa antes que ir a actividades extracurriculares y

también si reiteradamente se le extra-vían sus pertenencias.

Lo triste es que el acosado se sien-te tan solo en su aflicción que puede percibir que ni siquiera cuenta con el apoyo de sus padres y maestros, quie-nes deberían estar atentos a cualquier alteración en el niño(a), no permitir que existan periodos sin control y su-pervisión, avisar a los padres si notan que el estudiante no presenta tareas, baja su rendimiento y no se lo ve so-cializar con otros pares. Los regentes de colegio deberían atender también a señales que a veces aparecen en los baños con palabras e insultos pinta-dos en las paredes, con los grupos que se aíslan a lugares más alejados y con alumnos que repetidamente reportan el extravío de sus pertenencias.

consejo de

una víctima

Luego de lo vivido Pablo reco-mienda que quienes sufren de acoso escolar, tienen que reportar la situa-ción a sus padres, maestros o algún

“Padres y madres deben emprender una cruzada pa-ra enseñar con el ejemplo, principios y valores una mejor vía para que sus hijos sean buenas personas. Aristóteles decía: ‘Uno nunca sabe cuándo una línea está torcida, hasta que tiene una línea recta al lado’; en este caso, las líneas rectas son los valores...”

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

ESTADO DE DERECHO

Feminicidio : ¡dejen de matarnos ya!

“¿De qué vale que haya tantas mujeres ministras, presidentes de las cámaras, funcionarias del go-bierno y de los aparatos del Estado que se declaran feministas o abogan por las políticas de género, si reproducen desde ahí las prácticas de la cultura patriarcal? Impostoras ellas y cínicos ellos...”

Nuevas víctima de la violen-cia de género, una con 16 mortales puñaladas y otra

con 20, ratifican un estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS: 2012) en el que se se-ñala que Bolivia es, entre doce paí-ses latinoamericanos, donde más se maltrata a las mujeres. Entre 2007 y 2012 se reportaron más de 442 mil denuncias por algún tipo de violen-cia intrafamiliar, de las cuales solo 23 mil fueron investigadas por la justicia y apenas 96 llegaron a tener sentencia ejecutoriada.

Datos de la ONU corroboran ese estudio: de 70% de las mujeres que sufren violencia de algún tipo en Bo-livia, 75% de ellas no hablan de ello y solamente el 17% se atreve a dirigirse a la policía para denunciar el maltrato. De 2009 hasta finales de junio 2012, la violencia de género causó 511 muertes. En los dos asesinatos men-cionados, bastaba una sola puñalada para catalogarlos como feminicidio.

Hanalí Huyacho, periodista de un canal de televisión en La Paz, estaba casada con un policía de malévolo recuerdo, el teniente Jorge Clavijo, miembro de la unidad de elite Utarc, que participó en el asalto al hotel Las Américas y en la ejecución extrajudi-cial de Eduardo Rózsa y de dos de su compañeros extranjeros acusados de presunto terrorismo en Santa Cruz de la Sierra, el 16 de abril de 2009. Clavi-jo tenía más de una denuncia por vio-lencia familiar, nunca atendida. Esta vez mató a su esposa en presencia del hijo de cinco años procreado en esa unión, e hirió a su suegra con dos pu-ñaladas, cuando esta intentaba impe-dir el asesinato de su hija. Clavijo se dio a la fuga y quizás todavía encuen-tre entre sus colegas policías quien lo proteja, como lo protegieron ante las reiteradas denuncias de maltrato que sufrió Hanalí, de 35 años.

El otro caso es el de la señora Len-ny Flores, en Santa Cruz de la Sierra, cuyo esposo le asestó 20 puñalads; es-tuvo cuatro días en terapia intensiva en una clínica, hasta que falleció por las graves heridas recibidas. Este fe-minicida también fugó. Hay otros ca-sos con nombre y apellido, como el de la concejal Juana Quispe Apaza, de la

SusanaSelemeAnteloPeriodistay cientistapolítica

población de Ancoraimes, provincia Omasuyos de La Paz. Era integran-te de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Indígenas y Originarias de La Paz, Bartolina Sisa, una entidad afín al Movimiento al So-cialismo –MAS-, partido de gobier-no, pero no electa por el oficialismo, sino por una agrupación ciudadana campesina de La Laz. Juana Quispe interpuso dos recursos de amparo contra todos los concejales y contra el Alcalde de esa población, pues no se le permitía participar en las sesiones. Su cadáver fue encontrado el 13 de marzo de 2012, cerca del río Orko-jahuira, en la sede de gobierno.

Otra concejal, opositora, Dagui-mar Ribera Ortiz, de Guayaramerín, Beni, fue asesinada el 19 de junio de 2012 con tres tiros en la cabeza. Se-gún notas de prensa, es un asesinato considerado como ‘crimen político por encargo’, dirigido a suprimir una voz opositora que quería fiscalizar una gestión municipal y a su alcalde, del MAS, cuestionados por indicios de corrupción. Todos estos casos, y los que no conocemos, hacen parte de la categoría del feminicidio que no es lo mismo que homicidio o fe-micidio, crímenes que privan de la vida a otra persona, pero no explican los asesinatos evitables a mujeres víctimas del complejo y perverso es-quema de violaciones de género.

otra barbarie: matar mujeres

La figura del feminicidio pretende

visibilizar una situación de violencia sistemática, silenciada por siglos ante la intolerancia y la indiferencia de la sociedad, cuando se trata de un problema social, político y cultural. Es un problema de Estado que remi-te a una fractura indolente y violenta del Estado de Derecho frente a las mujeres, pues tolera esa violencia, la discriminación de género e invisibi-liza las muertes extremas, crecientes y brutales de mujeres

Marcela Lagarde, antropóloga y académica mexicana, una de las más lúcidas voces del feminismo latinoamericano, entrañable mujer y maestra –fui su alumna- marca la diferencia entre homicidio o femici-dio, con el término feminicidio. Y lo explica: “Se trata del asesinato de la mujer en razón de su género, por odio hacia las mujeres, por rechazo a su autonomía y su valor como per-sona o por razones de demostración de poder machista o sexista. El femi-nicidio incluye una connotación de genocidio contra las mujeres, son

crímenes misóginos acunados en una enorme tolerancia social y esta-tal ante la violencia de género”.

Demoledora definición sobre delitos de lesa humanidad, que pa-ra la feminista mexicana “Redefine y sobre todo resignifica el término, incorporando un elemento que lo coloca en el centro del debate: impu-nidad... pues está alimentado por la desigualdad de género, no sólo social y económica, sino también jurídica, política y cultural”. Asocia el femi-nicidio a la cosificación del cuerpo de las mujeres que las vacía de sus derechos como “humanas” (*).

Largarde convirtió el ‘femicidie’,

del inglés, a feminicidio, porque en castellano femicidio es una voz ho-móloga a homicidio y sólo significa asesinato. Diana Russell y Jane Ca-puti, connotadas feministas, son las autoras del término, consignado por primera vez en el artículo Speaking the Unspeakable, publicado en la re-vista Ms (1990). Lo calificaron como “el asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, des-precio, placer o un sentido de propie-dad de las mujeres”. En 1992, Diana Russell y Jill Radford lo definieron como “el asesinato misógino de mu-jeres cometido por hombres”. Las autoras clasifican las distintas formas de violencia de género que padecen las mujeres y que se manifiesta con un creciente terrorismo sexual.

Deborah Cameron. lingüista ingle-sa, y Nancy Fraser, filósofa estado-unidense, ambas feministas, indagan sobre la fusión entre sexo y violencia, y el por qué algunos hombres encuen-

Continúa en la siguiente página

“Dime Antígona: ¿Qué muerte más atroz nos espera a nosotras dos, solas como hemos quedado, si, forzando la ley, transgredimos el decreto y el poder del tirano? Hemos nacido mujeres, no hechas para luchar contra los hombres, y después nos mandan los que tienen más poder, de suerte que tenemos que

obedecer en cosas todavía más dolorosas que estas.” ” / Sófocles, Antígona

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los maridos que en ambos lugares agacharon la cabeza, en uno ante los actos, en otro ante las palabras, y sonrieron con la beatitud de tristes e indefensos cornudos. Las ministros no callaron, defendieron al amo, lo que nos hace retomar la historia ini-cial, la de aceptar el abuso como de-recho del que detenta el poder.

En un país sin leyes, profesiona-lismo, decencia en la judicatura, y sin autonomía, poco se puede hacer. Lo ha demostrado el caso de la asamblea de Sucre, donde se hubiese o no con-sumado el acto de penetración, asis-timos a una expresión de atropello, despotismo, arbitrariedad, elementos característicos de una nación en cier-nes de desaparecer, engullida por el flagelo del narcotráfico, que si bien sostiene un status quo temporal ter-minará destruyendo hasta las raíces de un suelo ya corrupto y canalla.

Ser mujer en Bolivia, sobre todo en esta Bolivia, es un desafío, apar-te de calvario, viendo que hasta las que están mejor ubicadas ceden con beneplácito sus prendas íntimas para preservar un imperio de anacronis-mos, de antiguallas mestizas, indias, criollas y españolas que pesan como castigo y sustentan tronos crecidos en la ignorancia.

Claudio Ferrufino-

Coqueugniot/ sdsd deasd

ESTADO DE DERECHO

Ser mujer en Bolivia

“La figura del feminicidio pretende vi-sibilizar una situación de violencia siste-mática, silenciada por siglos ante la into-lerancia y la indiferencia de la sociedad, cuando se trata de un problema social.”

Hace varias décadas mi padre me contó que vio a un indi-viduo golpeando a una mu-

jer en la calle. Intervino, furioso, dis-puesto a destrozar al agresor. Estaba en ello cuando sintió un agudo dolor en la nuca: la mujer le había clavado el tacón de su zapato alegando que el tipo era su marido y que tenía dere-cho a pegarla. Problema no al margen del abuso, sino parte dramática de él: aceptarlo como derecho.

Lo triste, en Bolivia, es que en el despropósito y mentira vil del pluri-nacionalismo se ha azuzado desde los más altos cargos en favor del abuso, opresión, utilización de la mujer como objeto. Al menos en tres ocasiones el presidente hizo declaraciones no solo ofensivas sino atentatorias. Cuando en el caso del Isiboro-Sécure instó a los cocaleros a ir al monte a “seducir” a las indígenas para hacerles cambiar de opinión respecto de la carretera. Eso tiene un tremendo y simple nom-bre: violación. En otra oportunidad, abrió las puertas de los cuarteles a todos los inocentes muchachitos que embarazaban a sus parejas, el cómo sin siquiera consultarse, y acogerse al amparo de la fuerza armada para evitar la justicia, resarcimiento, res-ponsabilidad y etcéteras. Qué mejor

tran erótico matar a los objetos de su deseo. En esos actos atroces están representados no sólo la misoginia y la sexualidad sádica, sino la construc-ción social de la masculinidad como una manera de trascendencia sobre las otras. Lo importante “es la erotiza-ción del acto de matar”. La constante en los cuatro casos aquí citados, pero que son comunes a todos los conoci-dos y no conocidos de feminicidio, es la brutalidad, la ferocidad y la impuni-dad que conllevan.

¿Fue necesaria una muerte más, la de la periodista Huaycho, para que des-de el oficialismo, las autodenominadas feministas, salieran a protestar?¿O que el ‘Vice’ ofrezca una ley para castigar a los asesinos de mujeres, a quienes llamó “sidosos”? Qué exabrupto más bruto, aun con sus disculpas.

¿Por qué no salieron a defender a una humilde empleada, a quien un asambleísta de la ciudad de Sucre violó en el mismo hemiciclo, luego fugó, negó el hecho, dijo que estaba borracho, que no recordaba y culpó a “la derecha” porque las cámaras de seguridad filmaron el abuso?¿Debió haberla matado para que las unas y

los otros se rasguen las vestiduras? Además, no se pudo catalogar el hecho como violación, porque la víctima “no lo denunció” según la policía. En todos los corrillos se es-pecula que la hoy desaparecida em-pleada fue sobornada para que calle.

¿De qué vale que haya tantas mujeres ministras, presidentes de la cámaras, funcionarias en casi to-dos los niveles del gobierno y de los aparatos del Estado que se declaran feministas o abogan por las políticas de género, si reproducen desde ahí las prácticas de la cultura patriarcal? Impostoras ellas y cínicos ellos, que piensan atacar el feminicidio con una ley. Si el feminismo, para quienes lo practicamos, es una crítica política a la sociedad patriarcal, es decir, al po-

der monopolizado por los hombres, entonces ¿cómo explicar la conducta de aquellas mujeres en el caso de la humilde empleada, o cómo pueden hacer gala de un humor ofensivo, sexista y androcéntrico en las coplas de carnaval y otros casos?

Cuando cantan loas falocentrícas como símbolo del poder patriarcal, para agradar a Evo Morales, repro-ducen ese poder: “Este Presidente de buen corazón, a todas las ministras les quita el calzón”, “Las bartolinas tienen mucha fama, porque las lle-vo directo a mi cama”, “Ahora las ministras van por los balcones, pi-diendo limosnas para sus calzones” (2011.) O lo dicho por el propio Mo-rales, ‘el conquistador’: “Cuando voy por los pueblos quedan todas las

mujeres embarazadas y en sus ba-rrigas dice ‘Evo cumple’…” (marzo 2010). “Las compañeras con sus consignas dicen: mujeres ardientes, Evo Presidente... Mujeres calientes, Evo valiente... Mujeres aguanta, Evo no se cansa” (Campaña electoral 2009). Esas frases dichas y creadas por Morales, y las coplas hechas por mujeres, son una deslegitimación de los valores feministas.

Los feminicidios se pierden en la memoria de los tiempos, pero quedan en la evocación genética del género, en la historia y en la literatura, como atestigua la tragedia griega de Sófo-cles, escrita el año 442 antes de nues-tra era. Esa tragedia remite a la lucha entre el tirano Creonte y una joven mujer, Antígona, que se rebela contra el poder político patriarcal y dictato-rial. Que los hombres sigan matando mujeres da rabia, mucha rabia, rabia que ya no admite excusas para gritar a voz en cuello ¡dejen de matarnos ya! En cada mujer que matan, nos matan un poco a todas.

(*) “El feminismo no muerde”, Marcela Lagarde, entrevista por

Dalia Acosta, La Habana, agosto 2010

Viene de la página anterior

que allí, que en la historia nacional ha sido siempre centro de tortura y discriminación, donde se ha ejercita-do represión al pueblo y jamás se ha ganado una guerra. Cómo ganarlas si desde arriba se invita al recinto a cualquier cobarde. Lógica irracional, como todo aquí.

Luego, se perora, discursea de cuánto ha avanzado la mujer en su acceso a cargos públicos en nuestro paraíso social. Cierto que hay minis-tros de sexo femenino, directoras, y más, pero todo ello se borra con unas cuantas coplas imbéciles que sin embargo apuntan concretamen-te a cómo se piensa en el país, desde el mandamás al resto. Y que en él, como ha sido siempre, el género fe-menino se reduce a lo que podríamos

bien llamar carne de colchón. Volvemos al tema de las coplas,

que no se han reeditado este año por-que alguien tendrá algo de cordura en esta sopa infecta. Allí se dijo, claro, que a las “ministras” Evo Morales les bajaba el calzón. Broma o no broma, el tiempo lo dirá. Nos refiere de in-mediato al dictador Rafael Leónidas Trujillo, acostumbrado a obligar a las esposas de sus subordinados a acos-tarse con él, so pena de inenarrables castigos. Tácita la idea de asociar al tirano con el supermacho, la de hacer saber que si no se manejan las bridas del poder y del estado con la cabeza se lo hace con la verga. La misma idea, calcada, de impunidad, omni-potencia, desdén por los derechos y libertades de los otros, incluidos

“Cierto que hay ministros de sexo feme-nino, directoras, y más, pero todo ello se borra con unas cuantas coplas imbéci-les que sin embargo apuntan a cómo se piensa en el país, desde el mandamás al resto.”

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Santa Cruz de la Sierra • Bolivia

El machismo en el proceso de cambioGonzalo Villegas plantea la urgente necesidad de superar el

concepto tradicional de política y poder que excluye, hasta hoy a las mujeres. Otra forma más sutil de violencia, dice.

El machismo es un conjunto de actitudes y costumbres que sostienen que el hombre

es infinitamente superior a la mujer, y se genera por un medio constructi-vista, ya que este tipo de conducta se aprende, no es de tipo biológico.

El machismo se ha dado desde la prehistoria, como una lucha del hombre por sobresalir en el rol fa-miliar, y se da en cualquiera de las clases sociales, esto engloba prácti-cas sociales y creencias con las que el hombre justifica la discriminación hacia la mujer, los cuales se heredan de generación en generación y que hoy en día traspasan los contextos culturales Otra faceta del machis-mo y mucho más sutil y dañino es el conocido como “invisible”, algo que no tiene que ver con la violencia física, tiene que ver con detalles que tal vez parezcan anodinos, pero que conllevan un juego de poder impor-tante; detalles pequeños que acarrean consecuencias grandes.

Comportamientos preocupantes que no deben pasar por alto, son los protagonizados por el presidente Evo Morales. En los primeros meses del 2009 Morales promulgó un Decreto Supremo de “Paternidad Respon-sable”, sin embargo, no es legítimo hablar de la misma, si se prescinde en la teoría o en la práctica de la res-ponsabilidad educativa que conlleva la procreación. Tal responsabilidad es un derecho en la misma medida en que es también un deber.

Por ello mismo hay ya en su fun-damento natural una objetiva exi-gencia de recabar y poner todas las condiciones que hacen posible cum-plirlos con la más plena sinceridad en la intención. Pues Morales tiene dos hijos una con la señora Francisca Alvarado, y otro con la señora Ma-risol Peredo, las mismas que expe-rimentaron peripecias para que Evo reconozca a sus vástagos y más aún para que pague las pensiones a las que está obligado como padre.

Evo, reconoció a Francisca Liz y asumió las responsabilidades que conlleva la paternidad no sin antes confrontar la amenaza de ser licen-ciado de la Cámara de Diputados y obligado a someterse a una prueba

GonzaloVillegasVacaflorSociólogo

ESTADO DE DERECHO

de paternidad (prueba de ADN). El 30 de octubre de 2001, la resolución camaral estaba lista y Morales pre-sentó en esa fecha el documento de reconocimiento.

El 2004 Marisol Peredo con una sentencia constitucional emitida el 23 de junio de ese año obligaba a Evo Morales a pasar a su hijo Álvaro una pensión mensual de 2.500 boli-vianos y fue la Oficialía Mayor de la Cámara de Diputados que procedió a la retención (de su dieta de parla-mentario) del monto adeudado.

Los altos dirigentes de los mo-vimientos sociales y nuevos “iz-quierdistas” en acorde al proceso de cambio, han dado un vuelco total al concepto tradicional de familia y sostenimiento de la misma además de vulnerar las normas aymaras y la cosmovisión andina que excluyen el divorcio de sus costumbres.

Estas demostraciones reafirman los obstáculos para la plena partici-pación de la mujer en la democracia boliviana y se origina en su debilita-da posición social, en una visión tra-dicionalista de los roles de género, en los prejuicios y estereotipos cultura-les que se tejen en torno a ellos, y en la discriminación abierta. Un factor importante es que el uso abusivo del Poder obliga al hombre, a mostrar el macho que lleva dentro a través de diferentes ritos, en algunos casos en la educación tanto familiar como es-colar, dependiendo del contexto en que este se desarrolle.

Estos hechos demuestran que un decreto, una cuota de poder, una apuesta o la cosmovisión andina no

son la solución. ¿Cómo hacer enton-ces para cumplir con la demanda de elegir a responsables y dirigentes, por su capacidad y no por su género? ¿Cómo promover la participación de mujeres en todos los niveles de dirección? para poder enfrentar los prejuicios sexistas tanto dentro como fuera de la política.

Para no seguir marginando las necesidades de mujeres en el discur-so político hay que posibilitar y fo-mentar su participación en todos los niveles sociales y políticos. ¿Quié-nes – si no ellas mismas – pueden representar de la mejor manera sus demandas y presentar soluciones? Está claro que el reto se encuentra en ver que hay aspectos de la historia en donde las mujeres no se pueden hacer presentes si no tenemos los conceptos apropiados para explicar su ausencia, porque ¿cómo explicar la experiencia política de las muje-res, si seguimos manteniendo un concepto tradicional sobre el poder y la política, que en su epistemología las excluye?

Por ello considero necesario poner el énfasis en la dimensión política del género en la historia, si se trata de es-clarecer, por ejemplo, experiencias femeninas relacionadas con la mo-dernización, el Estado, la ciudadanía y los movimientos sociales y aclarar que esas experiencias forman parte de la renovación de la historia, con-cretamente en sus aspectos políticos. Dicho de otro modo, una historia po-lítica renovada pasa por incorporar a ella las mujeres en su calidad de protagonistas reales.

El Loro collaSanta PacienciaHe decidido proponer al pueblo cruceño rebautizar al departamento con el nom-bre de 'Santa Paciencia', el que podría ir acompañado de un '...para cargar con su Cruz'. Digo, ya que estamos en la era de las refundaciones y rebautizos. ¿La ra-zón? Pues, qué más que la paciencia en exceso que tienen los cruceños para so-portar la incapacidad de sus autoridades para trabajar en unidad por 'el pueblo'...

La 'papada' del sigloNo, no estoy hablando de ese colgandi-jo feíto que nos sale, con el pasar de los años, debajo de la barbilla. Hablo de la ocurrencia de Benedicto de renunciar a su Papado, así nomás, y generar con ello una tormenta y bombardeo de noticias al respecto. Ya, ya... ya sé que es (era) "el Papa", pero no puedo negar que los medios y las redes me dejaron pochecó con tanto Papa por aquí y por allá... ¡qué ganas de hacerlo puré! ...perdón.

Hugo-diosHabía sido verdad nomás eso de que en Venezuela anduvo mandando un 'dios-terrenal'. Lo digo por Hugo Chávez, re-electo presidente pese a estar ausente y sumido en un misterio. Pero sobre todo, porque opositores y otros lo han matado y rematado a través de los medios. Pero he aquí que Hugo, como Jesús, ha estado resucitando al tercer, cuarto... séptimo día. Pero al estilo Espíritu Santo: invisible (¡uli, caramba... caí en el morbo... perdón).

El colmo del atropelloYo pensé que en materia de manipula-ción informativa ya había visto lo peor. Pe-ro no, parece que este mal no tiene cura. Que lo diga Hanalí Huaycho desde el más allá, que sigue recibiendo puñaladas aun en muerta. ¿No es acaso una puñalada la que le asestaron fiscales, policías y la prensa al afirmar que sus celos la mata-ron? No pues, así no da... asumo defensa de oficio, porque Hanalí ya no puede ha-cerlo. Ni vive, ni descansa en paz.

¡Uy... a temblar!Los banqueros bolivianos están furiosos. No conciben haber sido amenazados por 'Superluchín' con la nacionalización de la banca, ante la resistencia de los primeros a que sea el Gobierno quien fije las tasas de interés para los sectores productivo y de vivienda. "No puede ser que un minis-tro nos trate de manera tan despectiva y poco cortés", ha dicho un empresario. O sea, a ellos no pueden tratarlos mal... al resto, no importa, ¿no ve?

Frágil memoriaYa no sé si deprimirme, indignarme o de-jar pasar... pero la poca memoria de no pocos cruceños me mata. Ya se olvidaron del motivo que llevó a René Eduardo, 'el tamalero', a huír a España. En 2003, él y un amigo fueron denunciados por vio-lación a una adolescente. El escándalo terminó con el sobreseimiento fiscal en favor del 'tamalero'. Pero no importa, parecen decir los medios locales, que en estos días le han regalado preciosos es-pacios para 'promover su talento'.

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En las naciones que tienen una his-toria marcada por el mercantilismo, los empresarios se habituaron a pactar con quienes gobiernan. Sus repre-sentantes convivieron con golpistas y republicanos sin experimentar an-gustias. La excepción es encontrar un capitalista que rechace radicalmente cualquier acercamiento al déspota. No es exagerado sostener que su ig-norancia los conduce al abismo. Su-poner que las medidas autoritarias nos les afectarán es, sin duda, una imbecilidad. La utilidad que puedan tener será siempre momentánea. Las licitaciones, entre otros privilegios, cesarán cuando el oficialismo ya no precise de sus lisonjas. El sistema de la economía cortesana es un parásito del poder, por lo que sus protagonistas están condenados a la subordinación. No es extraño que, para sobrevivir en ese foso, las traiciones se multipliquen hasta el hartazgo. Pasa que, a menudo, la entrega del apoyo viene acompaña-da de canallescas delaciones. Desde su óptica, el sacrificio de los demás es válido mientras las relaciones con la tiranía sean remunerativas.

Los cargos públicos, cuyo salario es regularmente miserable, son su-ficientes para cautivar al que, en un momento de lucidez, osó protestar contra las injusticias del Gobierno. Salvo casos extraordinarios, el creci-miento del Estado es impulsado por designios proselitistas. La rebeldía de varios hombres se anula con un empleo. Es necesario destacar aquí la importancia de las consultorías. Son incontables los mortales que prometen su alma por esos contratos. No intere-sa que carezcan de provecho para el resto de la sociedad. Los intelectuales baratos, aborrecidos por Mario Vargas Llosa, han subsistido gracias a esas canonjías. Respecto a estas criaturas del pensar, vale la pena resaltar su in-clinación al elogio desmesurado del caudillo. Las plumas que intentaron el adecentamiento de un político grose-ro son tan abundantes cuanto reproba-bles. No obstante, el nacimiento de los talentos rastreros es un fenómeno que se presenta en cada generación.

[email protected]

EnriqueFernández

GarcíaEscritor,

filósofo yabogado

ESTADO DE DERECHO

El fenómeno de comprar opositores

Cuando una persona no tiene principios ni valores que la restrinjan, su venta es perfec-

tamente posible. Lo único que puede dificultar esta operación es el precio. En general, los individuos acostum-bran pedir más de lo que valen sus productos, causando el disgusto del comprador. Siendo la pretensión demasiado alta, los comerciantes empezarán una suerte de disputa que finalizará cuando nadie se sienta del todo engañado. Es innegable que un lance como éste podría ser evitado si, en vez de proponer la transacción, se optara por el apoderamiento ilegítimo. Un ladrón no tiene que sufrir por las obstinaciones del mercader. Empe-ro, como la tradición es contraria al despojo, conviene decantarse por las molestias de una negociación. En este marco, nadie puede aducir luego que fue víctima de la inmoralidad. El acu-sado tendrá la posibilidad de pretextar que hubo una entrega consentida del bien, aunque éste deba ser juzgado inapreciable.

Entre demócratas, la esclavitud es-tá prohibida; sin embargo, los siervos voluntarios se consideran permisibles. Si bien la civilización castiga el acto de comercializar personas, no logra impedir que muchos ciudadanos ena-jenen su dignidad. Existe un número importante de hombres que no tendría ningún inconveniente en hacerlo. Esta clase de sujetos concibe la libertad, en sus diversas manifestaciones, como un bien que puede ser intercambiado por naderías. Es inútil explicarles que, aun cuando sea palaciega, una como-didad momentánea no justifica esa concesión. No les conmueve que la vida de incalculables semejantes ha-ya sido segada para terminar con esas sumisiones. Porque la razón puede ser derrotada por las ansias más rudimen-tarias, vulgares e innobles. Esto es lo que permite la propagación de regí-menes bárbaros, procesos mediante los cuales se procura el acceso al ab-solutismo. Lógicamente, nunca fal-tarán políticos dispuestos a dispensar favores al que, obviando la indecencia del otro individuo, ofrezca su respaldo en pos de mayor bienestar.

Entre el mar que marea y la Miss mareada, al desorden constitucional…

Tétrico: Según me comentaron, una diputada aseguró, refiriéndose al Policía asesino, que este habría sido influenciado por las “telenovelas”; pregunto, si hubie-ra visto “El Chavo” ¿pudiera justificarse diciendo “se me chispoteó”? Yo le diría entonces “¡cállate que me desesperas!” ¡ Joder con nuestros parlamentarios!

Según el Presidente Morales, los soldados bolivianos detenidos en Chile, “dizque” por luchar contra el contra-bando, ahora se convirtieron, automá-ticamente, en “soldados del mar”. No quiero imaginar qué hubiera dicho don Evo si en vez de estar en Estados Unidos, el general René Sanabria estuviera preso en Chile... ¿hubiera sido el “almirante de las tropas bolivianas” eÅn el Pacífico?

Por su parte, el Vice declaró: “Pedi-mos a Chile que no utilice a los jóveånes conscriptos bolivianos como rehenes po-líticos”. Claro, debió decir que “los sol-dados son nuestros y es nuestro derecho usarlos como bandera política”

Una vez que AESA termine, no ten-drá otro proyecto, dijo Morales. Justificó sus palabras dando a entender que AESA es una empresa corrupta. La próxima “invitación a propuestas” seguramente dirá: “Se advierte a los corruptos que quieran venir a hacer negocios en Bolivia que sólo tendrán un contrato… hay que dar oportunidad a todos”. Corruptos del mundo, ¡uníos!

La Miss Bolivia 2012, Jessica Mouton, fue acusada de agredir a una mujer po-licía, cuando esta la detuvo por conducir borracha. El fiscal dijo que no existe fue-ro ni privilegio para nadie. ¡Vaya, ya van siendo comunes y corrientes las misses y modelos! …digo, ya las detienen, porque beber, sabemos hace rato que lo hacen.

“Bebo alguna copa para no des-entonar”, declaró Miss Bolivia , Jessica Mouton. Debe ser cierto, se le ‘entonó’ a la policía que la detuvo y hasta la golpeó…

Más de Jessica. “No me hicieron test de alcoholemia; me hicieron soplar el dispositivo con el que se comprueba si se bebió alcohol”, siguió diciendo. ¡Ah,

ya, Miss Bolivia, nos queda todo muy claro!

Y más sobre “la Mouton”. “No se dejaba conducir (apresar) ni con cuatro policías, tenía mucha fuerza y flexibili-dad”, dijo el fiscal. Mi amigo, al escuchar al fiscal, exclamó: “¡Vaya lo que hacen los energéticos en el trago!”

“Plantean que un Referendo de-fina si Evo puede ir a una reelección o no”, dice la nota de Página Siete. “¡Bah! -habría dicho una alta autoridad del Go-bierno- ¿pa’ que va a ir a un Referendo si tiene a sus amigos en el TCEP?”

Según el “Vice”, una Sentencia Constitucional podría generar un “des-orden institucional” en el país. ¡Confir-mado! El Vice es de los que creen que si él organiza el desorden, este responde al “nuevo orden”…

Titular de El Deber: “Los dinosaurios ‘vuelven’ a la vida en Santa Cruz de la Sierra”. Mi amigo, que es despistado, preguntó: “¿Guiteras se viene a dirigir ADN en Santa Cruz?”

“Alcaldía quiere dar con los auto-res de los destrozos en el carnaval”, dice la nota del periódico. Parece ser que se convencieron que los demás destrozos se originan ¡en la Alcaldía, precisamente!

En Oruro, la población se opuso al cambio de nombre del Aeropuerto Juan Mendoza por el de Evo Morales. Fuerte oposición, dicen las noticias. Pregunto, ¿y si le cambian el nombre a Evo Morales por el de Juan Mendoza, no sería mejor ? Digo… así tendría un aeropuerto con su nombre.

Quintana está por el Tipnis, manda-do por el Presidente para “mejorarle la vida a los indígenas”. Dizque los indíge-nas respondieron: “Comiencen mejorán-dole la vida a los ‘carai’ en las ciudades; nosotros vamos a ver cómo lo hacen y después charlamos…”

Mojica se va a Rumania, de donde ya volvió sin pena ni gloria; corren apuestas acerca de en cuanto tiempo vuelve a Bo-livia a hacer otro contrato con ‘cláusula especial de rescisión’, en caso de nuevo viaje turístico/futbolero.

La semana en jodaCarlos f. Valverde Bravo

“Pero éste rechazó la segunda condición después de haber aceptado la primera porque ella ya no le planteaba una cuestión de intereses,

sino una cuestión de principios y, a la inversa de los intereses, los principios no son negociables. ” / Mariano Grondona

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