saiz cidoncha, carlos - ludwig el perro

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  • 8/18/2019 Saiz Cidoncha, Carlos - Ludwig El Perro

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    Ludwig el PerroCarlos Sáiz Cidoncha

    En PulpMagazine 1 , Septiembre de 2000.

    Durante cerca de un año había yo peregrinado incesantemente a tra !s del grande yglorioso Segundo "mperio #lemán, isitando los más escondidos lugares yestudiando en las más ignoradas bibliotecas, siguiendo incansable una nebulosapista. $as ahora, en el mismo momento en %ue, desde lo alto de la colina podía er las blancas casitas de &ungard derramándose al pie de las sua es montañas de'a iera y el grande y antiguo caser(n %ue las dominaba, una e)traña premonici(nme di*o claramente %ue la b+s%ueda había llegado a su in.

    -as primeras noticias de -ud ig el /erro me llegaron a poco de empezar adocumentarme para mi libro Las Cruzadas y su tiempo , en el %ue tenía puestasgrandes esperanzas. abía tenido la suerte de hallar abierto el acceso hacia uentesaun in!ditas sobre el tema y por ello esperaba, %uizás algo ambiciosamente, %ue minombre %uedaría colocado a la altura de las grandes estrellas %ue constelaban elnue o irmamento hist(rico1literario alemán, alcanzando la ama y los honores conlos %ue todos los hombres sueñan. , de repente, -ud ig el /erro entro en mi ida.

    En no menos de tres de los documentos in!ditos consultados se mencionaba a untal -udo ico de Dragon iel uno de los caballeros alemanes %ue se unieron en 3345 al

    emperador 6riedrich 'arbarro*a para participar *unto a ingleses y ranceses en latercera cruzada. Se le mencionaba e)tensamente por su labor de historiador yestudioso de las costumbres árabes, señalándose arios ia*es hechos por !l atierras in ieles durante la precaria paz %ue siguiera al racaso de la cruzada. sobretodo se hablaba de su obra, un manuscrito gigante %ue trataba de una ormae)hausti a de todo a%uello %ue io y conoci( en el enigmático mundo islámico deSa"ah1el1Din, desde las opulentas ciudades mesopotámicas y sirias hasta losdesconocidos desiertos egipcio y arábigo, de la abrupta guarida del 7ie*o de la$ontaña a los dispersos campamentos de los n(madas tran)onianos. 8n manuscritoseme*ante a los amosos Viajes de Marco Polo , %ue me hizo lamentar casi hasta ladesesperaci(n %ue no hubiera llegado hasta nuestros días.

    /ero 9de erdad no había llegado: "gnoro %u! demonio indiscreto agui*one( mimente en relaci(n con el misterioso manuscrito de mi antiguo compatriota. 8no delos documentos mencionaba el ia*e de !ste a su nati o hogar, cansado sin duda delos agabundeos orientales. -udo ico de Dragon iel, -udo ico de Dragon iel. 9 siacaso...:

    De todas ormas, no hubiera emprendido la gran b+s%ueda de no haber llegado amis manos, por pura casualidad, un curioso libro %ue en realidad nada tenía %ue er con las cruzadas. , sin embargo, en !l se mencionaba de pasada el amosomanuscrito del caballero cruzado -udo ico de Dragon iel conser ado por sus

    descendientes despu!s de haber sido su autor %uemado en la hoguera por delito debru*ería. ; el libro había sido escrito a mediados del siglo dieciocho

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    =o necesitaba más para ponerme en campaña. Si el manuscrito había sidoconser ado desde el siglo doce hasta el dieciocho, nada se oponía a %ue tambi!n lohubiera sido hasta nuestros días. , de hallarlo, de poder incluirlo en mi bibliogra ía,la ama de mi nombre estaría asegurada. =adie, nadie en erdad, podría conseguir

    una documentaci(n ni remotamente apro)imada a la mía sobre a%uel desconocidomundo musulmán del tiempo de las cruzadas. Estu iera donde estu iera elmanuscrito, no descansaría hasta tenerlo en mis manos.

    Sin embargo no era ácil la tarea, ya %ue a%uel pro idencial libro no mencionabanada más %ue lo dicho. E identemente, Dragon iel no era sino la orma latinizada deun apellido germánico %ue yo no podía descubrir de momento, de manera %ue dirigímis in estigaciones hacia el dato de la %uema en la hoguera del in ortunadocaballero.

    $is medios econ(micos bastaban elizmente para permitirme el lu*o de una

    b+s%ueda en toda regla, ia*ando de un lado a otro y consultando todos los archi ossobre procesos de bru*ería %ue en mis manos caían. ubiera bastado una mínimaparte de lo %ue en ellos encontr!, para crear un libro más e)tenso y mucho másin%uietante %ue el %ue proyectaba, pero result( %ue al poco tiempo la b+s%ueda deles%ui o -udo ico de Dragon iel se con irti( en una erdadera obsesi(n para mí,llegando a comprender %ue no encontraría erdadero descanso hasta no dar in aesta tarea o comprobar sin ninguna duda la imposibilidad de realizarla.

    8na pista alsa me condu*o hacia otro -udo ico o -ud ig, de %uien tu e noticias de%ue había sido %uemado en 'ruselas y había de*ado a, modo de testamento un granlibro manuscrito. $as pronto descubrí %ue la echa de la e*ecuci(n resultaba muy

    posterior a la !poca %ue me interesaba, y %ue el libro mencionado estaba dedicado arecopilar ciertos blas emos cultos, diab(licos, %ue nada tenían %ue er con el tema%ue me absorbía. -uego, un nue o indicio me lle ( hasta amburgo, con resultadostambi!n decepcionantes.

    abía transcurrido casi un año de in estigaciones cuando la primera pista erdaderase present( ante mí. Se trataba de un ie*o relato acerca del serm(n, pronunciadopor un sacerdote para disuadir a un ie*o margra e bá aro de la idea de dar muertea uno de sus nietos. El niño tan milagrosamente sal ado, había sido engendrado enla hi*a del margra e por alguien mencionado como el impuro Ludwig vonDrackenfeld, llamado Ludwig el Perro, uien pag! en la "oguera por lasa#ominaciones dia#!licas ue trajo consigo de las tierras de infieles . >an mala amahabía ad%uirido el in ortunado on Drac?en eld %ue el margra e había %ueridodestruir el ruto de su uni(n con su hi*a, siendo precisa toda la elocuencia del santosacerdote para sal ar de la muerte al inocente niño.

    ;-ud ig on Drac?en eld< ;-udo ico de Dragon iel< 9 acía alta algo más paraimpulsarme a emprender el camino hacía $unchen: Ciertamente, a+n albergaba eltemor de %ue se tratara de una alsa pista más, pero esta ez eran demasiados loshechos coincidentes. Empec! a sentir la e)citada alegría propia del anáticocoleccionista %ue e acercarse el momento de poseer el anhelado e*emplar %ue altaen su colecci(n. ;-ud ig on Drac?en eld< ;-udo ico de Dragon iel< ;-ud ig el /erro<

    $i intenci(n era in estigar a partir del eroz margra e y de su hi*a, pero ni si%uieraesto ue necesario, ya %ue el nombre de Drac?en eld no era desconocido en

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    'a iera. Se sabía %ue los +ltimos descendientes de la casi e)tinguida amilia habíanhabilitado de nue o la ie*a mansi(n situada en el pe%ueño pueblo de &ungard. Desi alguien i ía allí... en los +ltimos años, nada se conocía. /ero era cosa ácil dea eriguar y ninguna uerza in ernal ni celeste hubiera podido ahora interponerse en

    mi camino hacia a%uel pueblo. /ues de e)istir a+n el manuscrito, s(lo sería en lamansi(n de los Drac?en eld donde podría hallarlo.

    /or eso es por lo %ue la ista de a%uella enorme y ie*a casa, e identementerestaurada en arias ocasiones, hizo saltar de gozo anticipado mi coraz(n. 9Estaríaa+n habitada: 9$oraría en ella alg+n postrer descendiente del maldecido caballero,%uemado por bru*ería en a%uel mismo pueblo: De estar acío el caser(n, muchomás di ícil sería mi tarea.

    Soplaba un airecillo resco y i i icante, procedente de las ne adas cimas de la grancordillera. Comenc! a ba*ar hacia las primeras casas de &ungard. @art1 einrich

    o man, burgomaestre de &ungard, era un hombre *o ial de cuarenta y tantos años,con el rostro ornado por un inmenso bigote rubio ba*o el cual brotaba el trueno de susonora y retumbante oz.

    A9-ud ig el /erro: Apregunt(A. ;Claro %ue he oído hablar de !l< >odos en el puebloconocemos su historia y su leyenda. =o en ano es Bel persona*e de la comarca.

    #ntes %ue nada %uise saber si el gran caser(n de los Drac?en eld estaba habitadoen la actualidad.

    A abitado y completamente restaurado, caballero Adi*o el burgomaestreA. En !l i ela %ue creo debe ser la +ltima descendiente del Bpersona*e %ue nos ocupa. 8namu*er ri%uísima y un poco e)c!ntrica llamada ildegarde on Drac?en eld, %ue lleg(hace unos años de 6ranc ort.

    A9/odría darme una carta de presentaci(n para ella: Apregunt!A. Es la +nicapersona %ue puede ayudarme a conseguir lo %ue busco.

    El burgomaestre runci( el ceño.

    A-e dir!... Are un uñ(A. Esta señora está bastante apartada del pueblo y %uizá unacarta de presentaci(n mía pueda resultar contraproducente. 9 uiere un conse*o:Estudie primero los archi os municipales hasta estar seguro de %ue -ud ig onDrac?en eld es el hombre %ue busca. Entre tanto, usted será mí hu!sped.

    A-e %uedo muy agradecido, "err o man Ahice una le e inclinaci(nA. /ero deboad ertirle %ue mi estancia puede ser bastante prolongada, en el caso de %ueencuentre lo %ue busco.

    A;8sted será mi hu!sped< Atron( de nue o el burgomaestre.

    no hubo más %ue hablar.

    -os archi os municipales se re erían abundantemente al caso del antiguo cruzado yno tard! en %uedar ascinado por lo %ue allí se contaba. Se hablaba del retorno delcaballero despu!s de muchos años de ausencia, de c(mo el pueblo le acogi( como

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    a un h!roe y de %ue manera contra*o despu!s matrimonio con la hi*a de a%uelamoso margra e cuya posterior c(lera asesina me había proporcionado la pista %ue

    me condu*era a &ungard.

    Dado %ue muchos pormenores de la historia o leyenda de on Drac?en eld sehabían conser ado por ía oral, pasando de padres a hi*os debidamentede ormados, ue el propio burgomaestre %uien me complet( ciertos pasa*es con susonora y amena charla.

    A;#h, mi %uerido amigo< Ae)clamaba, sentado en su butaca pre erida y lanzandograndes bocanadas de humo de su pipaA. =o tardaron mucho nuestros antepasadosen modi icar la primera impresi(n a orable causada por el retomo del cruzado.

    A9/or %u! causa:

    A'ueno, ciertas costumbres orientales no eran muy bien istas en ccidente. Como,por e*emplo, el hecho de haberse traído de #rabia un har!n completo.

    =o pude e itar un sobresalto.

    A98n har!n: /or uerza %ue era original nuestro caballero.

    A-ud ig on Drac?en eld era original en todo. /resent( esas odaliscas a su esposacomo si se tratara de simples doncellas o aza atas destinadas a su propio ser icio./ero esas mu*eres tu ieron %ue er en la decisi(n tomada por la esposa de huir allado de su padre, un año despu!s de la boda. tra de las rarezas de nuestrohombre era un ie*o árabe a %uien presentaba como su secretario, pero %ue enrealidad era un mago o hechicero de una e)traña secta procedente del desiertooriental. Se murmuraba de ciertas ceremonias ins(litas %ue se celebraban en lamansi(n de on Drac?en eld y una cosa tra*o la otra... -os archi os le dirán me*or %ue yo lo %ue ocurri( a%uella noche tormentosa en %ue -ud ig el /erro ue detenido.

    #%uí ue donde record! algo %ue me había propuesto preguntar a mi an itri(n y %ueluego había ol idado.

    A ay una cosa %ue me e)traña en toda esta historia. 9/or %u! ese apodo de -ud igel /erro: 9Se trata de un simple insulto medie al o encierra alg+n signi icado:

    El burgomaestre se encogi( de hombros.

    A>odos sabemos %ue BperroB constituía en los tiempos a %ue nos re erimos uno delos más terribles insultos. /ero creo %ue el apodo pro iene de cierto incidenteol idado por todos %ue ocurri( en los +ltimos tiempos de la ida de 7on Drac?en eld,tal ez durante su proceso.

    @art1 einrich o man se %ued( unos instantes pensati o y luego se dirigi( a mígra emente.

    A8n conse*o, "err -auerbach. Si llega a entre istarse con fraulein íldegarde onDrac?en eld, no se le ocurra ni mencionar las palabras B-ud ig el /erroB. Seríainmediatamente e)pulsado de la casa.

    A9/or %u!: Apregunt!A. 9>anto respeto siente por su antepasado:

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    El burgomaestre me guiñ( un o*o.

    AEstá enamorada de !l.

    =o pude e itar una sonrisa.

    ASí, en serio Ainsisti( mi interlocutorA. a le he dicho %ue se trata de una personarancamente maniática. =o hay sino oírla hablar de -ud ig para comprender %ue lo

    ha con enido en el h!roe romántico de su ida, el amante deseado en su madurez.=o hay duda de %ue sus lecturas sobre su antepasado muerto en la hoguera hancausado en ella el mismo e ecto %ue las %ue leía el caballero español #lonso

    ui*ano 9Sabe %ue !sa es la causa de la antipatía %ue siente hacia nuestro pueblo:

    A9En serio: Apregunt! cort!smente.

    AComo lo oye. Desde los primeros días de su llegada comenz( a tratarnos como a

    unos bárbaros %ue habíamos asesinado al +nico gran hombre %ue había isto la luza%uí. ;Dios mío, cual%uiera hubiera creído %ue uimos nosotros mismos los %uepusimos uego a la hoguera de on Drac?en eld< luego estu o el asunto de latumba...

    Se interrumpi( para dar una larga chupada a su pipa.

    A8n asunto realmente desagradable. &esulta %ue nada más llegar ildegarde onDrac?en eld pretendi( e)humar los restos de su antepasado del mausoleo dondehabían sido depositados. ablaba de lle arlos a 6ranc ort, pero yo creo %ue lo %ueen realidad %uería era contemplar ella misma los restos de su adorado -ud ig. Demanera %ue al%uil( los ser icios de tres obreros locales y con su ayuda consigui(abrirse paso hasta la cámara sepulcral 9 u! cree %ue encontraron allí:

    A98na momia: A ue lo +nico %ue se me ocurri( preguntar, y al instante me arrepentíde haber imaginado una cosa tan absurda.

    /ero mi interlocutor no pareci( darse cuenta.

    AEn absoluto $ di*o simplementeA. #l parecer algunos de nuestros ancestros habíanlle ado su odio al di unto hasta el e)tremo de pro anar su sepulcro y lle arse susrestos calcinados por la hoguera a Dios sabe d(nde. como supremo insulto, amanera de alusi(n al in amante apodo de on Drac?en e?l, de*aron en su lugar el

    es%ueleto de un perro./uede imaginarse el e ecto causado por el descubrimiento en fraulein ildegarde. oconozco a los obreros %ue traba*aron con ella, tres muchachos alientes y nadaimpresionables. /ues bien, tal ue el grito %ue lanz( esa mu*er, %ue los tresabandonaron el lugar a todo correr. Cuando al día siguiente ella les llam( paraencargarles %ue cerraran de nue o la cripta, los tres se negaron y debi( acudir aotros traba*adores.

    A9 cerr( la cripta de*ando dentro otra ez el es%ueleto del perro:

    A=o creo. -o tiraría o lo destrozaría en su rabia. Seg+n los nue os traba*adores lasala mortuoria estaba completamente acía cuando la cerraron.

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    A9 ella: 9 izo alguna diligencia para intentar descubrir el erdadero paradero delos restos de su antepasado:

    El burgomaestre hizo un ago gesto con la mano.

    A9D(nde buscarlos: -os anáticos %ue los robaron hace tantos años no losenterrarían de nue o, es de suponer. -os arro*arían al río, o dispersarían al ientosus cenizas, tal como se acostumbraba a hacer con los bru*os y demás seresin ernales. =o, ella no hizo nada, pero su antipatía hacia todos nosotros se acentu(.6ue entonces cuando la abandonaron sus sir ientes.

    A9 abía traído sir ientes consigo:

    A>res criadas %ue no tardaron en hartarse del mal genio de su ama.

    8na buena mañana hicieron su e%uipa*e sin a isar a nadie y se marcharon, ;'uena

    se puso fraulein ildegarde< Como es natural empez( a decir %ue los del pueblo lashabían inducido a abandonarla. ;Como si su mismo genio de mil diablos no tu ieraerdaderamente la culpa< =o s! %u! persona en su sano *uicio podría aguantarla

    durante todo el día...

    A9Entonces esa mu*er i e completamente sola: Ame e)trañ!.

    A/odríamos decirlo. /aga a dos hombres del pueblo, dos hermanos no demasiadointeligentes, para %ue todas las mañanas limpien la casa y le lle en la comida desdela posada. Desde el asunto de las criadas no ha %uerido más tratos con mu*eres,pese a %ue encontr( di ícil persuadir a hombres para %ue realizaran esas tareas.;$enos mal %ue el dinero lo puede todo< hace alg+n tiempo hizo un bre e ia*e a6ranc ort y se tra*o con ella a un *o en pariente en ermo, a %uien ahora cuida enpersona.

    -o %ue estaba pensando debi( re le*arse en mi e)presi(n, pues el burgomaestrelanz( una maliciosa risotada.

    A;#h, no, mi %uerido "err -auerbach< -o %ue está usted pensando es lo %ue alprincipio supusimos en el pueblo, tratándose de una mu*er sola de esa edad. /eroresult( also, al menos seg+n toda apariencia. -os ocasionales sir ientes han isto alen ermo, continuamente echado en cama y todo endado, pobre muchacho. Se tratade un erdadero en ermo, aun%ue nuestro m!dico no haya sido nunca llamado paracuidarlo. es curioso %ue esa demente fraulein ildegarde albergue en su coraz(nla paciencia y el cariño necesarios para cuidarle día y noche.

    A9=o sería aconse*able poner al muchacho en manos de un erdadero m!dico, si laen ermedad es tan gra e:

    El burgomaestre se encogi( de hombros.

    AElla es una especie de en ermera o algo por el estilo Adi*o agamenteA. de todasormas no es cuerdo meterse en sus asuntos. 9Sabe %ue posee una buena parte de

    las tierras %ue rodean al pueblo: Si su antipatía llegara a trans ormarse en odio,

    mucho daño es el %ue podría causamos. En cual%uier caso, 9para %u!preocuparse: Son asuntos %ue no nos conciernen.

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    $e ech! hacia atrás en la butaca.

    A$i %uerido amigo Adi*eA, no puedo ocultar %ue me agrada er %ue aun en elcoraz(n de una mu*er a %uien todos tienen por loca anida un sentimiento de caridad.

    'ien puede er %ue fraulein ildegarde no es tan mala como en principio pudieraparecer.

    El burgomaestre mo i( la cabeza pensati amente.

    A'ueno, toda mu*er posee algo de amor maternal Aconcedi(A. Dado %ue nunca tu oun hi*o propio puede %ue uel%ue su a ecto en ese desdichado pariente suyo. De lamisma orma, la alta de un marido o un amante, los sentimientos %ue hubierapodido dirigir a ellos, han sido des iados hacia el heroico antepasado.

    A puede usted suponer el e ecto %ue no podía menos de causarle la brutalpro anaci(n de la tumba de su amado h!roe Acontinu! por el mismo caminoA.Ciertamente esa mu*er no me parece inhumana, sino tal ez... demasiado humana.

    o creo %ue más %ue nada es merecedora de nuestra lástima.

    El burgomaestre %ued( contemplando pensati amente el humo de su pipa.

    A uizás Adi*o al in.

    #un%ue ya estaba prácticamente seguro de %ue -ud ig on Drac?en eld era elhombre %ue me interesaba, no pude por menos de seguir leyendo los archi osre erentes a su denuncia, proceso y muerte in amante, allá en el le*ano siglo doce.

    #l parecer todos los rencores y todas las hostiles sospechas %ue en el pueblo sehabían enido incubando contra !l estallaron como resultado del incidente %ueprotagoniz( el hechicero árabe %ue era su ser idor.

    /ues una noche de tormenta, mientras los relámpagos ulguraban en el cielo y elloco estr!pito de los truenos retumbaba una y otra ez en las montañas, una%uerella había estallado entre amo y ser idor y, en un estallido de rabia. -ud ig onDrac?en eld atra es( al desdichado árabe con su espada. $as no muri( !ste alinstante sino %ue, bañado en su propia sangre, pudo salir de la casa y arrastrarseentre la llu ia y el iento hasta encontrar au)ilio en las primeras casas de &ungard.

    Era mortal su herida y nada pudo impedir el desenlace, pero el árabe había

    aprendido a hablar alemán *unto a su amo. habl(.abl( de cosas terribles %ue helaron la sangre en las enas de las autoridades

    llamadas a recoger su testimonio. Con es( ser uno de los +ltimos super i ientes deuna anti%uísima secta muy anterior a $ahoma y %ue !ste había perseguido hastacasi ani%uilarla. Se re iri( a una ciudad perdida en los inmensos desiertos arábigos yprotegida de alguna orma mágica contra la ista de los mortales.

    /ero luego habl( de temas más actuales, de a%uello %ue había estado preparandodurante largos meses por imposici(n de su amo. lo %ue cont( ue tan espantoso%ue incluso se renunci( a mencionarlo en los propios archi os. #lgunas agas rases

    sobre B uerer arre#atar a Dios lo ue %ste neg! a los "ijos de &d'n B, B#lasfemo usode las mujeres tra(das de &ra#ia B Festo +ltimo %uizá re erido a alguna aberraci(norientalG y Bculto sacr(lego a las fuerzas tene#rosas B ueron lo +nico %ue pude

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    encontrar al respecto. 8n registro de la mansi(n de on Drac?en eld propici(algunos hallazgos %ue parecieron causar gran impresi(n a los *ueces, y dieron por resultado la condena a la hoguera. , re erida a esta +ltima, el documento terminabacon unas e)trañas líneas acerca de cuyo signi icado no %uise hacer cábalasH

    )***y para acallar ciertas ignorantes voces ue insensatamente clama#an contra laCondena y acusa#an a los +ueces de ser guiados simplemente por motivos de%nvidia en contra de la figura del &cusado, en el momento en ue las llamas de laPira alcanzaron el cuerpo de ste, se dign! la Divina Majestad de D-./ "acer aparente un Prodigio, ue mostr! a todos de u forma la decisi!n de los dignos+ueces se "alla#a de acuerdo con los Designios Divinos)*

    De lo %ue uera a%uel prodigio y de la orma en %ue se mani estara nada se decía enel documento.

    $as lo importante para mí se encontraba en un segundo documento de los archi os,donde se hablaba del destino %ue su rieron las pertenencias del e*ecutado onDrac?en eld. # ortunadamente, en a%uella !poca no había a+n sido establecida la

    eroz intransigencia in%uisitorial %ue hubiera hecho tabla rasa de todo a%uello %uepudiera haber sido contaminado por la impura mano del bru*o. Simplemente se hizonue a hoguera con a%uellos instrumentos y escrituras %ue, a *uicio del tribunal sehabían empleado en los traba*os de bru*ería del in ortunado caballero,conser ándose lo demás a disposici(n de los parientes del inado %ue pudieranllegar a reclamarlos. por in, de una manera de initi a, ;allí se hablaba delmanuscrito %ue me interesaba<

    $oti o de amplia discusi(n había sido !ste para los *ueces, alguno de los cualesotaba por condenarlo, aun%ue inalmente la mayoría, puede %ue impresionada por

    la inmensa erudici(n costumbrista y geográ ica %ue contenía, acord( sal arlo de ladestrucci(n. ahora era casi seguro %ue debería estar en el interior de la granmansi(n, casi al alcance de mi mano.

    >ras de lo cual decidí no aplazar más la isita a la enigmática ildegarde onDrac?en eld.

    =o era muy penoso el camino hacia la mansi(n, pues la cuesta %ue a ella lle aba

    era le e y el resco aire de las montañas bá aras igorizaba los miembros y dabaalegría al coraz(n. 6inalmente el burgomaestre se había decidido a acompañarme,aun%ue por el camino apenas habl(. De*adas atrás las ultimas casas del pueblo,penetramos en un mundo nue o, un terreno cua*ado de se eros árboles aislados ydonde la hierba crecía libremente. 8na curiosa neblina muy ba*a se retorcía enguede*as por entre los pelados arbustos.

    A/or a%uí siempre hay niebla Agruñ( o manA. 8nas eces más y otras menos,pero siempre la hay.

    =o me pare a pensar si estas palabras habían sido pronunciadas por alg+n moti oespecial, pues me hallaba harto preocupado por la acogida %ue podría dispensamosla dueña de la casa. Si se negaba a de*arme er el manuscrito, nada podría hacer.

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    Debimos esperar largo tiempo a la puerta tras llamar a ella. &ecord! %ue en a%uellosinstantes no había allá dentro ninguna ser idumbre y me imagin! a fraulein

    ildegarde inclinada sobre el lecho de a%uel *o en en ermo al %ue con tanto cariñocuidaba. $as luego se oyeron pasos, se abri( la puerta con lentitud y la mu*er

    apareci( por primera ez ante mis o*os.=o era ie*a, al menos no en la medida en %ue yo me había imaginado. Eso sí, caíaya por la pendiente de la madurez y sus o*os estaban rodeados de pe%ueñasarrugas. Su rostro conser aba algunas cualidades %ue hablaban de una pasadabelleza, aun%ue en a%uellos momentos ostentaba una e)presi(n hostil. $e mirabacon algo de curiosidad cuando el burgomaestre me present(.

    AConocía su presencia en el pueblo, "err -auerbach Adi*o sin reducir su hostilidad.

    Su mano era ría cuando la bes!, y sin embargo no puso incon eniente a %uepasáramos. $ientras la puerta se cerraba a nuestras espaldas, recorrimos un largopasillo de paredes desnudas hasta desembocar en una gran biblioteca. allí...;-ud ig on Drac?en eld<

    Desde el primer momento supe %ue no podía ser otro. =o estaba en carne y hueso,naturalmente, pero sí primorosamente te*ido en imagen sobre un gigantesco tapiz%ue ocupaba una pared entera. $uy alto y gallardo, de hermoso rostro adornado por una pe%ueña barba puntiaguda, parecía otear el horizonte mientras su manodescansaba sobre el pomo de una gran espada su*eta a su cinto. # su alrededor, laescena de un desembarco de cruzados, terriblemente estidos de hierro y ormadosen compañías al pie de multicolores gallardetes en los %ue siempre la cruz estabapresente. 7agamente, en la distancia, se eían las almenas de un ormidable castillo,%uizá el Ierusal!n soñado %ue las huestes in ieles de Salah1el1Din, el Saladino delos ie*os cantares, mantenían a+n en poder del "slam.

    0raulein ildegarde sigui( mi mirada y una casi imperceptible mueca contra*o susinos labios.

    A$i antepasado -ud ig on Drac?en eld Adi*o con una oz ina y rencorosaA.&ecorri( le*anas tierras y ciudades ol idadas para luego enir a morir a%uí, a&ungard, asesinado por sus propios conciudadanos.

    #d ertí una crispadura de desagrado en el rostro de @art1 einrich o man. ue

    entonces cuando me puse a hablar. =unca he sido adulador, mas el discurso %ueimpro is! ante la mirada de la mu*er ue sin duda lo más parecido a la culminaci(nde dicho icio. abl! de la igura del caballero desaparecido, de c(mo #lemaniaentera le debía una p(stuma reparaci(n por el mal %ue le había causado y de c(molos tiempos actuales, libres de supersticiones y anatismos, sabrían de ol er alcaballero la gloria %ue por sus hechos y hazañas merecía. $encion! los ia*es ygestas por !l realizados y de*! entre er %ue su trágico inal no había podido sinoennoblecerle a+n más al mismo tiempo %ue humillaba la igura de sus ignorantesenemigos.

    Creo %ue nunca antes había puesto tanto inter!s ni tanta elocuencia en un discurso

    y mi premio ue proporcionalmente satis actorio, ya %ue logr! traspasar la barrera dehostilidad %ue rodeaba a la dueña de la casa. /oco a poco sus o*os comenzaron a

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    mostrar inter!s y al poco tiempo comprendí %ue mis palabras la habían herido en su+nico punto ulnerableH la adoraci(n sin límites %ue sentía por a%uel remotoantepasado. El hecho de %ue su memoria uera rehabilitada y su nombre ele ado alas cimas de la ama le hizo ol idar cual%uier otra consideraci(n.

    #gradeci( con sentimiento mis elogios para el desaparecido -ud ig on Drac?en eldy ella misma me condu*o hasta la gran biblioteca %ue ocupaba una de las paredesde la sala, *usto en rente del enorme tapiz y de la chimenea %ue ba*o !l se abría.

    ;#llí< /ude pasear mi ista por los lomos de doce grandes ol+menes con las armasde los Drac?en eld artísticamente grabadas sobre ellos. "n itado por fraulein

    ildegarde pude abrir el primero y así ue como al in tu e ocasi(n de contemplar laapretada y casi ininteligible letra de a%u!l en cuya busca había recorrido media

    #lemania, #lguien había procurado restaurar y recomponer el manuscrito, en unacuidadosa labor %ue no era de este siglo. Sería di ícil, pero de ning+n modo

    imposible, desci rar y traducir al lengua*e moderno lo %ue allí había escrito. AComprenderá %ue de ninguna manera pueden estos ol+menes ser sacados dea%uí Adi*o la mu*er con uerte oz autoritariaA. Sin embargo la biblioteca estará a sudisposici(n todas las mañanas de siete a doce. Debo rogarle %ue se limite apermanecer en ella y e ite cual%uier ruido intempesti o. Sabrá %ue hay un en ermoen la casa.

    $e apresur! a darle toda clase de seguridades. E identemente lo +nico %ue meinteresaba de toda la casa era precisamente la biblioteca, por lo %ue no me costabanada asegurar %ue en ella permanecería durante el lapso de tiempo %ue me habíasido otorgado. >ras e)presar una +ltima ez mi agradecimiento, me encontr!descendiendo de nue o hacia el pueblo en compañía del burgomaestre.

    Durante las siguientes horas e)periment! algo de aprensi(n re erente a si mispalabras condenatorias de la actitud de los antiguos habitantes de &ungard hubieranpodido o ender al buen @art1 einrich o man. $as pronto se disiparon mis dudas al

    er la cálida alegría con %ue me elicitaba por mi !)ito al conseguir el permiso paraconsultar el documento %ue me interesaba. Ciertamente %ue despu!s de comer tu opara mí una recriminaci(n, mas no ue por nada de lo %ue ocurriera en la granmansi(n, sino con re erencia a su *o en hi*a >rude.

    =o he mencionado a+n a >rude o man, la hi*a del burgomaestre y +nica

    descendencia %ue le de*( su allecida esposa. Era una encantadora *o encita dediecis!is años a %uien el cariño paterno %uizás había mimado demasiado yacostumbrado a hacer un poco su oluntad por todas partes. Claro %ue era di ícilresistir su ingenuo encanto y su espontaneidad. # eces, cuando estaba dedicado aestudiar los ie*os archi os municipales, mi labor era interrumpida por ella, %ue sesentaba a mi lado y me en ol ía con su sonrisa in antil

    $ err -auerbach, ábleme de 'erlín.

    Justaba yo entonces de hacer una pausa en mis in estigaciones y hablar a lachi%uilla de la grande y gloriosa capital del @aiser Juillermo, de sus amplias

    a enidas y mara illosos edi icios, de sus apuestos caballeros y hermosas damas, dela belleza de sus iestas y la alegría de sus di ersiones. ella me escuchaba como

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    si le hablara de una antástica ciudad de hadas, pendiente de mis palabras y tan s(lointerrumpi!ndome para hacer nue as preguntas aclaratorias de alg+n e)tremo.

    A$i %uerido amigo, permítame hacerle un ruego Ame di*o a%uella tarde el

    burgomaestreA. /or a or, no caliente mucho la cabeza de mi hi*a con susdescripciones de la capital. ;=o, no< Aalz( la mano temiendo haberme o endidoA. Deninguna manera dudo %ue sea usted un completo caballero. Se trata de algo muydistinto. 'erlín es el sueño dorado de todas nuestras muchachas. Creen %ue allí seencuentra la culminaci(n de todos sus sueños románticos de adolescentes. De ezen cuando alguna huye del pueblo para dirigirse allí, pensando alcanzar la gloria enel canto, o en el teatro... y naturalmente caen en el ango. /ero eso no escarmientade ning+n modo a las demás. Escuche, le contar! algo %ue ocurri( haceapro)imadamente un año y %ue estu o a punto de causar un serio incidente. ;Cincomuchachas desaparecieron a la ez< ;Cinco muchachas de las me*ores amilias delpueblo< 9Comprende lo %ue ello signi ic( en una comunidad tan reducida como

    !sta: A9Se ueron todas ellas a 'erlín: Apregunt! interesadoA.

    A#guarde un momento. -a cosa hubiera tenido menos trascendencia de no coincidir con el paso por las cercanías de una de esas tribus de zíngaros ambulantes %ue a+nrondan por nuestros caminos. abían acampado estos gitanos en las cercanías delpueblo y de pronto, coincidiendo con la desaparici(n de las muchachas le antaron elcampamento y huyeron a toda elocidad. ;'ueno

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    ormas, los meses siguientes ueron muy iolentos y no s! lo %ue hubiera podidoocurrir de no arreglarse las cosas de la orma más inesperada.

    A$e tiene usted sobre ascuas Adi*e mientras mi interlocutor aspiraba una bocanada

    de humo de su inseparable pipa. A8na de las muchachas ol i(. -o normal, simplemente había marchado a 'erlín enpos de la ama y la ortuna. /uede usted imaginarse lo %ue le ocurri( allí. Susparientes se apresuraron a en iarla a otro lugar donde la triste historia no seconociera. /ero al menos su regreso tra*o de nue o la tran%uilidad al pueblo.

    A9 en cuanto al resto de las muchachas...:

    ASeguirán sin duda en 'erlín o donde sea. /ese a %ue annelore lo neg( alregresar, yo pienso %ue debieron partir en grupo, tal ez incluso en compañía de las

    *( enes zíngaras. /uede %ue las demás se acostumbraran a esa clase de ida, otu ieran demasiada ergLenza para regresar. ;Se a is( a la policía berlinesa pero!cheles un galgo a esas damiselas< -o cierto es %ue todo rastro de nue assospechas %ued( borrado. >oda ía bromean los muchachos del pueblo sobre elparticular. K9Cuándo te rapta fraulein ildegarde: o K9Cuándo te lle an losgitanos: /reguntan con malicia a las muchachas. ;hay %ue er c(mo se en adanellas< /ero de todas ormas toda ía 'erlín es 'erlín y no %uiero %ue mi hi*a empiecea pensar cosas raras. 9$e comprende, mi %uerido "err -auerbach:

    -e asegur! %ue le comprendía y %ue procuraría cuidar más mis con ersaciones conla pe%ueña >rude. Con lo %ue el ligero incidente pareci( acabado.

    $uy acti os ueron para mí los siguientes días. $e le antaba de mañana para, bienpro isto de papel, pluma y un pe%ueño glosario de t!rminos alemanes antiguos,partir cuesta arriba hasta la gran mansi(n cuya biblioteca me estaba abierta.

    Contra lo %ue esperaba, apenas i a la dueña de la casa. El camino de ida hacía eledi icio lo hacía en compañía de los dos sir ientes ocasionales, %uienes al llegar meabrían la puerta con la lla e %ue les había sido entregada por fraulein ildegarde yme de*aban en la biblioteca, mientras se dedicaban a sus tareas por toda la casa. #las nue e y media, apro)imadamente la abandonaban y yo me %uedaba solo con lain isible presencia de la propia dama y de su pariente en ermo, al %ue toda ía nohabía isto. 6inalmente, con el mediodía, llegaban de nue o los sir ientes con lacomida y su llegada signi icaba %ue debía abandonar mi traba*o. #hora ba*aba soloal pueblo, pues los dos hermanos permanecían en la casa una hora más, arreglandolas habitaciones de fraulein ildegarde y de su pariente en ermo.

    $as ahora sí %ue nada a*eno a mi traba*o podía despertar mi atenci(n. -a bibliotecaestaba iluminada por un gran entanal, pero cada mañana los sir ientes encendíanla chimenea para e itar %ue padeciera río. mañana tras mañana permanecía yoacodado sobre el escritorio y sobre el olumen correspondiente, sin dar descanso ala pluma sino para consultar alguna palabra dudosa en el glosario. 8n traba*o %ueme ascinaba. Des ilaban ante mí todos los esplendores y curiosidades del reino deSalah1el1Din y de otros muchos isitados por a%uel incansable e)plorador %ue ue-ud ig on Drac?en eld. E identemente no era mi intenci(n copiar el manuscrito

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    entero, sino tan s(lo las partes %ue podrían interesar para mi propia obra, pero aeces la lectura me apasionaba de tal orma %ue incluso de*aba de copiar una hora o

    dos para no interrumpirla.

    =ada e)traño ni propio de hechicerías se encontraba en el manuscrito, y poco tard!en hacerme la idea de %ue todo a%uel monstruoso proceso no tu o más origen %ueel a án de enganza del árabe moribundo %ue lleg( a in entar Dios sabe %u! terriblecuento para lograr la p!rdida de su matador. =i el estilo ni la misma gra ología delmanuscrito denotaban el carácter acilante y supersticioso %ue hubiera debidocorresponder al caballero e*ecutado. $uy al contrario, los recios trazos de laescritura, la seguridad y precisi(n en las descripciones y pasa*es de la obrahablaban bien alto de un hombre en!rgico y realista, %uizá iolento, pero %ue sinduda sabía bien lo %ue %uería y los medios para lograrlo.

    >an entusiasmado me hallaba en mi tarea %ue los días pasaban olando para mí y

    poco a poco los ol+menes iban siendo totalmente aciados de in ormaci(n, unodespu!s de otro. El burgomaestre @art1 einrich o man seguía insistiendo enconsiderarme su hu!sped y las tardes transcurrían en plácidas charlas con !l,charlas en las %ue se mostraba muy interesado acerca del material %ue ibae)trayendo con tino a mi libro. $as el erdadero contenido de cada *ornada no podíaencontrarlo yo en otro lugar %ue en la biblioteca de la gran casa, ni en otro tiempo%ue en a%uellas mágicas cinco horas de la mañana en %ue la prosa de onDrac?en eld me transportaba a e)(ticas tierras ol idadas y me hacía isitar comarcas %ue parecían salidas de Las Mil y 2na 3oc"es .

    Estaba llegando a la mitad del olumen n+mero diez cuando empezaron a

    producirse los primeros incidentes e)traños.Es normal %ue en un ie*o caser(n como a%u!l en %ue me encontraba no est!nausentes ciertos ruidos al parecer ine)plicables. $icrosc(picos seres anidan en la

    ie*a madera y !sta suele producir cru*idos y tableteos e)traños, mientras %ue %uizástrozos podridos de material de construcci(n se deshacen en el interior de los murosproduciendo roces apenas audibles. -a humedad se in iltra por do%uier dilatandotodo lo %ue a su paso encuentra y añadiendo su oz al con*unto, sin contar con losinsectos y %uizá los ratones %ue puedan i ir en el antiguo subsuelo.

    =unca era silenciosa mi solitaria guardia en la biblioteca, pero tan s(lo mi obsesi ointer!s por el traba*o %ue estaba realizando pudo impedirme notar un ciertoin%uietante crescendo en los min+sculos sonidos, un cierto ritmo ine)plicable en suorden. #lgo %ue no se puede e)presar en palabras pero %ue no por ello ue menosreal y de lo %ue por in acab! por darme cuenta, aun%ue su sutileza me impidi(concederle mucha importancia al principio. $as no tard( a%uel e)traño e ecto en

    ariar, y esta ez lo hizo cualitati amente.

    Estaba yo inclinado sobre el manuscrito, totalmente abstraído en !l, cuando muycerca de mí estall( un apagado cuchicheo, algo ininteligible pero tan real %ue mehizo le antar la ista, sobresaltado. =ada había a mi alrededor %ue pudiera e)plicar el hecho, pero mi coraz(n comenz( a batir a un ritmo superior al normal.

    #parte del pasillo por el %ue llegaba yo todos los días a la biblioteca, nacía de ellaotro más %ue se internaba en la casa y por el cual los dos criados se introducían en

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    la misma. >anto uno como otro se hallaban demasiado le*os para %ue cual%uier enteproductor del sonido %ue me había sobresaltado pudiera ocultarse en ellos. =oobstante opt! por le antarme y dirigirme hacia el comienzo de ambos corredores,más para tran%uilizarme %ue con la esperanza de hallar nada tangible. El pasillo %ue

    lle aba a la puerta de entrada se hallaba acío, por lo %ue decidí asomarme al otro,cosa %ue antes nunca había hecho.

    #un%ue tampoco pude ad ertir en !ste nada e)traordinario, me impresion( sue)traordinaria longitud. Se abría a sus lancos toda una serie de puertas %ue debíanlle ar a habitaciones o a nue os corredores, hallándose cerradas todas ellas. #l inal,a gran distancia de donde me hallaba, se ad ertía una gran puerta de hierro labrado,casi in isible en la obscuridad. =o había nada a la ista, pero al ol erme pararegresar a mi traba*o creí oír el eco de un le*anísimo suspiro, seguido de un le erascar, como si alguien o algo arañase la pared en alg+n lugar de la casa.

    Considere %ue %uizá a%uellos ruidos pudieran pro enir del desconocido en ermo ode la propia fraulein ildegarde , puesto %ue los criados se habían retirado ya. /eroa%uello no e)plicaba a%uel clarísimo cuchicheo %ue yo había oído en la propiabiblioteca.

    6inalmente me es orc! en considerar a%uello como una simple ilusi(n y ol í a mítraba*o. $as por poco tiempo, pues nue os e ectos auditi os no tardaron enmani estarse.

    ubo un murmullo apagado y a continuaci(n un le e roce parecido al %ue seproduciría si alguien deslizara un dedo por los libros colocados en una estantería.Sigui( un min+sculo correteo como de rat(n procedente de la biblioteca.

    a rancamente alarmado me le ant! y corrí al lugar de donde procedía el ruido.9 abría alg+n animalillo oculto tras los libros: 6uera lo %ue uera, mi propiatran%uilidad e)igía a eriguarlo, por lo %ue me dirigí a un sector del mueble biblioteca%ue hasta entonces no había obser ado con detenimiento y %ue parecía ser la

    uente de los in%uietantes sonidos. Cesaron todos ellos en el instante en %ue yollegaba allí.

    En ano sa%u! de las estanterías arios ol+menes, pues ni hall! rat(n alguno, nipude ad ertir ning+n espacio acío por el %ue pudiera correr, ya %ue los librosllegaban hasta el mismo ondo del mueble. ue entonces cuanto me di cuenta del

    carácter de los ol+menes %ue tenía en mis manos.

    #%uellas estanterías parecían contener la terrible colecci(n de todo a%uello cuantoen el mundo se había escrito sobre hechicerías y magia negra. $e estremecíimaginando de %u! modo la muerte a rentosa de 7on Drac?en eld había podidoalterar la mente de su le*ana descendiente hasta el punto de lle arla a interesarse enlas ciencias ocultas, pues no cabía duda %ue los libros %ue allí se hallaban eran muyposteriores, a la !poca del proceso del caballero. #l menos posteriores en suedici(n, pues en lo %ue respecta al origen literario, la mayoría de ellos lo ocultabanen la noche de los tiempos más ignotos. abía allí un curioso Li#ro 3egro de 4ur ensu edici(n rancesa y un e*emplar restaurado del prohibido 5itual de los %lementales

    del ocultista ruso #ndrei $a?baro . =o podía altar tampoco el terrible libro escritopor a%uel otro -ud ig %uemado en 'ruselas al %ue antes me re erí y algunos

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    in%uietantes grimorios, mas lo %ue erdaderamente me impresion( ue hallar une*emplar del espantoso manuscrito brotado de la pluma demente de un antiguoárabe y cuyo nombre no puedo decidirme a mencionar. >u e la alocada curiosidadde ho*earlo, mas %uizá por suerte para mí su te)to estaba en antiguo castellano, por

    lo %ue no pude traducirlo./uede suponerse c(mo a%uel inesperado hallazgo se sum( al recuerdo de lose)traños ruidos pasados para atentar gra emente contra la paz de mi mente y de miespíritu. # ortunadamente todos los ruidos habían cesado en cuanto dirigí míatenci(n a a%uella parte de la biblioteca, mas no podía apartar el pensamiento de%ue a%uel mismo hecho no se debiera a algo más %ue a la casualidad. 9 abía algoen la mansi(n %ue tu iera inter!s en %ue yo ad irtiese la presencia de a%uellos

    ol+menes: 9 para %u!: >u e %ue dominar rápidamente mis pensamientos, puessu rumbo me hacía temer la locura.

    #+n permanecía con uno de a%uellos libros en la mano cuando el cru*ir del cerro*ome anunci( la llegada de los sir ientes, y el in del período de estudio %ue me habíasido concedido. $e apresur! a colocar los libros donde los había encontrado yprepar! mis e ectos para la marcha. /oco era lo %ue a%uel día había traba*ado en elmanuscrito de on Drac?en eld, pero en compensaci(n era gra e la carga de ideasin%uietantes %ue se habían aposentado en mi cerebro.

    6ue al ol er al pueblo tras esto cuando por primera ez me di cuenta de unapeculiar cualidad de la niebla %ue cubría a%uellos para*es. Esta bruma, %ue comohabía dicho el buen burgomaestre parecía eterna en las pro)imidades de la casa, sehabía ido espesando en los +ltimos días, principalmente por la mañana, pero s(lo

    a%uel día me di cuenta de %ue, de una manera e)traña, las guede*as neblinosas parec(an proceder del propio edificio . #lgo así como si las ie*as piedras hicierannacer corrientes lentas de bruma %ue se esparcieran cuesta aba*o hasta casialcanzar el pueblo. /robablemente un simple e ecto natural, pero no pude e itar unestremecimiento.

    # la mañana siguiente todos mis temores parecían haberse des anecido. =o mehabía atre ido a hablar a @art1 einrich o man de mis +ltimos descubrimientos,pese a %ue el burgomaestre debi( haber notado algo raro en mí. >al era mi estadode ánimo %ue al anochecer incluso me pareci( notar en el silbido del iento ciertos%ue*umbrosos acentos, como si una inimaginable presencia pretendiera modular susonido para comunicarse con los humanos. $as ciertamente todo no era sino rutode mi imaginaci(n y bast( una noche de sueño para ale*ar los temores del díaanterior.

    $ientras a anzaba ahora *unto a los dos sir ientes hacia la casa, ni si%uiera elrepentino espesamiento de la niebla pudo in%uietarme.

    Sin embargo cuando los sir ientes, terminado su traba*o, atra esaron la bibliotecapara abandonar el edi icio, entonces sí %ue sentí un s+bito escalo río. De nue o ibaa %uedar solo en la casa con sus enigmáticos moradores. 8nos moradores %ue leían

    libros como los %ue...

  • 8/18/2019 Saiz Cidoncha, Carlos - Ludwig El Perro

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    tra ez me sobresalt! cuando mi mirada se pos( en los estantes %ue el día anterior había e)plorado. ;-os libros de bru*ería habían desaparecido< &ápidamente mele ant! y me dirigí hacia allá, tan s(lo para er los estantes acíos, algo así como silos mismos ol+menes hubieran huido de mi curiosidad.

    Claro %ue al momento encontr! la e)plicaci(n l(gica. =o cabía duda de %ue al ol er a colocar los libros en su sitio había cometido alg+n pe%ueño error %ue denunciarami acci(n ante los o*os de fraulein ildegarde si acaso ella había isitado labiblioteca tras marcharme yo. =o era de e)trañar %ue a la dama no le agradara unae)cesi a curiosidad hacia sus e)trañas lecturas, por lo %ue había optado por apartarlas de mi alcance. $e sorprendi( no haber sido reprendido hasta %ue record!%ue, al haber puesto la dueña de la casa a mi disposici(n toda la biblioteca, deninguna orma había sido un acto prohibido el por mí realizado. -ament! un tanto nohaber e)aminado con mayor atenci(n a%uellas curiosidades cuando a+n podíahacerlo, mas luego me encogí de hombros y lle ! de nue o mí atenci(n a mi

    erdadera tarea.-le aba apenas una hora en ella cuando un inde inible malestar se apoder( de mí.Esta ez no se había oído ning+n ruido e)traño, mas no por ello la sensaci(n eramenos real Era algo... algo... de repente tu e clara consciencia de lo %ue meocurría.

    #lguien me estaba mirando.

    =o era ninguna sensaci(n ísica, pero la sensaci(n no admitía ahora la menor duday la mirada de unos o*os desconocidos %uemaba mi espalda al cla arse en ella.

    #lguien me estaba mirando. $ás de un minuto debí permanecer helado, allí ena%uella gran sala, con una desconocida entidad tras de mí y temiendo %ue cual%uier mo imiento mío desencadenara alguna ignorada catástro e. /ero luego el temor %ued( casi por completo obscurecido por la rabia, por el uror hacia a%uellas

    antásticas ormas %ue de tal modo se permitían *ugar con mis sentimientos y miedosprimiti os. #sí %ue, con un brusco mo imiento me ol í hacía...

    9=o han tenido ustedes nunca una ilusi(n (ptica momentánea, uno de esosespe*ismos en los %ue por una racci(n de segundo aparece ante nuestros o*os unaimagen determinada para desaparecer instantáneamente: /ues tal debi(sucederme a mí, ya %ue aun%ue era e idente %ue no había nadie en la salabiblioteca, pude er por el rabillo del o*o la instantánea presencia de un ser humano,presencia apagada en el mismo momento. Se trataba de una muchacha ata iadacon los multicolores estidos de las zíngaras, inm( il, con la mano derechae)tendida hacia a%uel pasillo %ue el día anterior me llamara la atenci(n. en a%uelrelámpago isual, a+n pude ad ertir la in inita tristeza %ue se dibu*aba en suagraciado rostro.

    ued! allí, solo en la biblioteca, con el coraz(n batiendo en mi pecho y larespiraci(n alterada. abía sido una isi(n, me repetía a mí mismo, una simpleilusi(n de mi mente sobree)citada. entonces, claro y cercano, pude oír una ezmás el misterioso cuchicheo, como si alguien pugnara por comunicarse conmigo.

  • 8/18/2019 Saiz Cidoncha, Carlos - Ludwig El Perro

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    9 u! misteriosas presencias in estaban la casa: >rague sali a una y otra ez y mígarganta parecía de li*a. -uego, casi sin saber lo %ue hacía, ech! a andar hacia elpasillo donde señalaba la mano de a%uella aparici(n, imaginaria o real.

    Sabía %ue si abandonaba la biblioteca podía ser e)pulsado de la casa por laimplacable fraulein ildegarde, con lo %ue mi obra se echaría a perder. /ero ellohabía perdido toda su importancia para mí, de manera %ue me introdu*e en el pasillo.

    #parte de mi oluntad, algo más había %ue impulsaba mis pasos, pues apenasiniciado el recorrido pude sentir una oleada casi ísica de triun o mezclada con uncierto agradecimiento, algo impalpable e inaudible pero %ue el espíritu captaba enlos límites de la consciencia. Como en una pesadilla de*! atrás las puertas lateralesy continu! a anzando hacia la gran puerta de hierro. Sin saber c(mo, estaba segurode %ue ella constituía mi ob*eti o.

    =o debía ser herm!tica la dicha puerta, pues apenas llegado cerca de ella pude oír

    le emente la oz de fraulein ildegarde %ue tras ella hablaba con otra persona. Seoía tambi!n una especie de gorgoteo y ciertos ruidos inidenti icables, por lo %ue notodas las palabras llegaban con claridad hasta mis oídos.

    A$adura, madura. Aoí decir, con una risitaA. Está ya madura y la licue acci(n haterminado. =o te impacientes amor. Dentro de poco arro*aremos las endas y te

    erás como antes. 8na más, una sola más y acabará la ormaci(n. Despu!s nodeberás temerle si%uiera a la... a%uí uno de a%uellos e)traños ruidos ahogo su oz,de ormando la +ltima palabra. Creí entender llama aun%ue muy bien pudiera habersetratado de un ocablo parecido.

    ubo una pausa y de nue o pudo oírse la gra e oz de ildegarde on Drac?en eld.

    A>odo está preparado para la +ltima absorci(n. =o debemos demoramos, puesincluso !l podría impacientarse y toda nuestra capacidad depende de su ayuda.

    Se interrumpi( y ue entonces cuando oí Bla otra ozB. 8n sonido tan horripilante %uelogr( sacarme del e)traño trance en %ue me hallaba. 6ue imposible acordar cual%uier cualidad humana al erizante ruido, pero recuerdo %ue la primera de inici(n%ue me ino a la mente ue la de Buna oz incompletaB, si es %ue eso %uieresigni icar algo.

    =o pude entender ni una sola palabra a+n en el caso de %ue a%uel de orme sonido

    hubiera podido di idirse en rases. Sin embargo cuando la mu*er habl( de nue o,pareci( hacerlo en respuesta a su innominado interlocutor.

    A>ienes raz(n Adi*oA, %uedan ciertos restos en... Aa%uí un uerte gorgoteo acall( suozA. Seguro %ue nos odian, pero sabes %ue no pueden per*udicamos. =o podrían

    causamos daño ni a+n en el caso de %ue no contáramos con el >ercer &ugg. Elmismo podría %uizá hacerlos callar pero no me atre o a... Anue o ruidoA...desaparecerán de todos modos más tarde o más temprano.

    De nue o me sobresalt! al escuchar otro discurso de a%u!l %ue estaba con la dueñade la casa.

  • 8/18/2019 Saiz Cidoncha, Carlos - Ludwig El Perro

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    A=os traerá la ama Arespondi( !staA. /ero tienes raz(n, no podemos correr riesgos. -o ale*ar!, al menos mientras dure el proceso inal. a sabes %ue har! todolo %ue t+ %uieras.

    ubo un silencio y luego se oy( como sí arrastraran un ob*eto por el suelo. #%uello acab( de sacarme de mi e)traño sopor. 9 u! ocurriría si fraulein ildegardeabría la puerta y me encontraba allí: Di media uelta y recorrí el pasillo a toda prisa,ahogándome en el con licto entre la elocidad y el silencio %ue me eran igualmenteprecisos, y temiendo de un momento a otro oír abrirse a mis espaldas la puerta dehierro. /ero tu e suerte y cuando, al salir del pasillo, mir! hacia atrás, la gran puertacontinuaba cerrada allá le*os en el ondo.

    E identemente no pude resol erme a ol er a mi traba*o con el manuscrito, demanera %ue pas! el resto del tiempo paseando ner iosamente por la biblioteca ymeditando sobre lo %ue me había sucedido. =o se produ*eron más en(menos a mialrededor, pero más de una ez me arriesgu! a asomarme al pasillo para comprobar si la puerta del ondo seguía cerrada. Siempre %ue lo hice la encontr! así, lo %ue nopudo desterrar de mi persona un creciente terror %ue me impedía toda b+s%uedal(gica de e)plicaciones sobre lo %ue había isto y oído.

    6inalmente llegaron los sir ientes con la comida de fraulein ildegarde y a%uella rarapapilla destinada al en ermo, tras de lo %ue pude abandonar la casa. -a niebla eramás espesa %ue nunca y sus a anzadillas llegaban ya a las primeras casas delpueblo.

    =o es di ícil comprender %ue mi ánimo no estu o nada alegre en la comida nitampoco en las horas %ue la siguieron. $i amigo el burgomaestre no de*( de darsecuenta de ello.

    A ay algo %ue le preocupa, "err -auetbach Ame di*o en la sobremesaA. 9-e haocurrido algo en ese caser(n: 9 %uizás no se encuentra bien de salud:

    /or unos instantes estu e a punto de contarle mis e)periencias, pero por inpre aleci( la cautela. 9C(mo podría re erirme a a%uellas e)trañas isiones: Sinduda el burgomaestre me tomaría por loco. $e e)cus! con algunas aguedades %ueno debieron con encer a mi interlocutor. #l menos no insisti(, aun%ue no de*( demirarme con alguna suspicacia.

    En realidad yo mismo empezaba a dudar %ue algo uera de lo corriente hubierasucedido. /odía ser %ue mi imaginaci(n, estimulada por la misma originalidad de mitraba*o y tambi!n por el hallazgo de los libros de bru*ería, me hubiera *ugado unamala pasada. -a con ersaci(n sorprendida tras la puerta de hierro 9no podía ser unsimple diálogo relati o al tratamiento %ue se le estaba aplicando al en ermo parientede fraulein ildegarde: >al ez alguna herida o de ormidad bucal de !ste podríae)plicar a%uel antástico tono de oz %ue había escuchado. los ruidos ygorgoteos... 9no podrían proceder de alg+n medicamento %ue se estu iera haciendoher ir en una marmita: #caso a%uellas isiones y estados mentales procedieran delinterior de mi cerebro y no del e)terior.

  • 8/18/2019 Saiz Cidoncha, Carlos - Ludwig El Perro

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    9Sería con eniente regresar a a%uella biblioteca: De*ando aparte cual%uier peligrosobrenatural, %uizá una nue a sesi(n de soledad allí pudiera arruinar mi e%uilibriomental. /or otra parte 9sería capaz de regresar a 'erlín sin haber terminado decopiar el manuscrito %ue tanto traba*o me había costado localizar: 9=o me

    arrepentiría todos los días de mi ida de haberme de*ado asustar de tal orma: #%uella noche sopl( de nue o el iento y sus acentos parecían cada ez más %uerer resol erse en palabras inteligibles. 8n par de eces creí oír mi nombrecon usamente pronunciado entre sus aullidos y silbidos.

    8na ez más con el alba se despe*aron los temores y preocupaciones del díaanterior. Como todos los días me puse en camino, uni!ndome a los dos hombresal%uilados por fraulein ildegarde cuando !stos salían del pueblo. $as un resto dein%uietud me hizo entablar con ersaci(n con ellos, procurando enterarme de algomás acerca del caser(n. $e re erí a la puerta de hierro al inal del pasillo y les

    pregunt! si era allí donde se hallaba el en ermo. /arecieron asombradas ante estapregunta.

    A$ire, señor Ame di*o uno de ellosA. # ese en ermo no lo hemos isto a menudo,pero desde luego su habitaci(n está en una de las puertas laterales de ese pasillo, la%uinta a la derecha, para más señas. Esa puerta de hierro no se abre nunca y da,seg+n la señora, a una parte del caser(n %ue se halla medio derruida y desde luegoabandonada.

    A9=unca han ista al en ermo: Ame asombr!.

    A=o he dicho eso, señor. #l principio sí lo eíamos, todo en uelto en endas como

    una de esas... momias de Egipto. /ero luego siempre %ue entramos a limpiar suhabitaci(n !sta está acía.

    AEn realidad no es así Ainter ino el otro sir ienteA. /or la mañana debemos limpiar todas las habitaciones de la parte habitada de la casa, e)cepto la de la señora, %ue%uizá est! durmiendo a+n, y la del en ermo, %ue entonces se halla cerrada. -uego,cuando ol emos con la comida, debemos limpiar esas dos habitaciones, pero laseñora entretanto ha trasladado al en ermo a otro sitio, sin duda para %ue no lemolestemos al mo ernos por la habitaci(n.

    ASí Atom( la oz el primer hombre %ue había habladoA. >iene una cama, una camilla

    me*or dicho, con ruedas en las patas, para poderla mo er más ácilmente. S(lo unaez le imos, uera de los primeros días.

    A;Claro< Ainter ino el otroA. 8n día tardamos algo más de lo corriente en limpiar elcuarto y cuando salíamos de !l imos a la señora %ue enía par el pasillo con lacamilla, creo %ue para de ol erle al cuarto. 9>e acuerdas:

    ADesde luego %ue me acuerdo. ;Como nos mir(< se puso delante de la camilla.9=o te digo: Como si u!ramos a hacerle algo al pobre tipo. 'astante tiene conestar en uelto en endas toda el día, sin poderse mo er. o creo %ue me moriría siestu iese en su caso.

    #cab(se la con ersaci(n en el momento en %ue llegábamos a la puerta. 8na ezmás %ued! en la biblioteca y los hombres, tras encender la chimenea, se ale*aron

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    pasillo adelante. $e sent! en mi lugar habitual y abrí el tomo %ue correspondía,sintiendo la temerosa esperanza de %ue algo e)traño ocurriera una ez más.

    /ero apenas había empezada a copiar, cuando uno de los sir ientes regres( a la

    biblioteca. A-a señora le ruega %ue me acompañe hasta ella...

    En in, no pude pensar más %ue a%uella indiscreta e)cursi(n par el pasillo había sidodescubierta y %ue estaba a punto de ser arro*ado de la casa. $ientras seguía alhombre procur! pensar en alguna imposible e)cusa al tiempo %ue maldecía mis

    isiones y presentimientos, %ue de pronto me parecían ridículos.

    &ecorrimos el pasillo hasta la tercera puerta de la iz%uierda, %ue result( ser elcomienzo de una escalera. >ras acabar !sta ui introducido en un pe%ueño gabineteen el %ue se sentaba fraulein ildegarde.

    -as primeras palabras de !sta disiparan mis temores. $e acogi( con simpatía,interesándose por el resultado de mis in estigaciones. &espondí a sus preguntasdesplegando toda la trama de conocimientos a %ue el manuscrito me habíaconducido, procurando una ez más resaltar la admiraci(n %ue me producía el autor./ero no tard( en cortarme la palabra con un sua e mo imiento de mano.

    AEstoy muy complacida par su !)ito, "err -auerbach. Sin embargo he de darle unamala noticia.

    $e erguí inconscientemente en el asiento.

    AEl estado de salud de mi sobrino a me*orando Adi*oA, mas ahora lo está por atra esar un período crítico. -amento tener %ue suspender sus isitas a la bibliotecadurante alg+n tiempo... unos diez días. =os es necesaria una completa soledad yespero de todo coraz(n %ue se hará cargo y no erá en ello ninguna o ensa...

    $e apresur! a tran%uilizarla sobre este e)tremo, agradeci!ndole una ez más laatenci(n %ue había tenida conmigo y con mi proyectada obra. /ero mientras mislabios modulaban palabras de cortesía, un nue o terror estaba in iltrándose en miespíritu.

    /ues me parecía oír otras palabras, pronunciadas por la persona %ue tenía en rente

    tras una puerta de hierro labrada. tras palabras, sí... AMno podemos correr riesgos. -o ale*ar!, al menos mientras dure el proceso inalM

    9 u! en ermedad era a%uella para cuyo desenlace inal era preciso e)pulsar a todapersona e)traña de la casa donde se hallaba el en ermo:

    9 u! era la %ue temía fraulein ildegarde %ue los sir ientes pudieran er en elcuerpo de a%u!l, cuando tan celosamente la sacaba del cuarto: 9 %u! era la %uehabía tras la puerta de hierro, en una habitaci(n %ue a%uella mu*er había dichaabandonada, pero %ue en realidad no lo estaba: /ens! en los libros retirados de labiblioteca y me estremecí. /ero 9acaso podía hacer algo más %ue murmurar palabras corteses y abandonar la casa: $i cobardía me daba mil y un prete)tospara permanecer inacti o. 9$e importaba a mí algo de lo %ue en a%uella casa

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    hiciera su dueña: 9#caso no constituía el manuscrito de on Drac?en eld mi +nicointer!s en el asunto: $urmur! unas palabras de despedida y a%uellos hombres

    inieron y me acompañaron hasta la puerta. más allá de ella, pues en esta ocasi(nno tenían (rdenes de limpiar la casa.

    A97iste: Adi*o uno de ellos a su compañero mientras seguíamos el camino deueltaA. #hora no podemos ni cruzar la puerta. asta nue o a iso tan s(lo

    de*aremos la comida *unto a la entrada, donde ella la recogerá. ;/or Dios< 9 u!estarán tramando allí dentro la señora y su pariente:

    A;'ah< Agruñ( el otroA. $ientras siga pagandoM 9 u! más nos da a nosotros:;$enos traba*o %ue tenemos<

    'a*ábamos la cuesta con paso i o. #hora la niebla era muy densa y ba*aba tambi!nla cuesta en ríos brumosos hasta cubrir las casas del pueblo. Sentí %ue algo terriblese estaba preparando.

    en e ecto, a%uella misma noche el horror se desencaden(.

    Comenz( todo con un uerte respingo %ue me hizo despertar sobresaltado sin saber a %u! era debido. $e rodeaba la obscuridad, pero todo rastro de sueño habíadesaparecido y me incorpor! en la cama. S(lo entonces pude oír el iento, y loscabellos se me pusieron de punta.

    /ues la oz %ue cantaba sobre el iento había encontrado ya la orma de hacerseentender en lengua*e humano. Era como un coro borroso de oces emeninas %uegemían al unísono siguiendo los altiba*os sonoros del iento, modulando un mensa*e%ue, como comprendí de pronto, s(lo a mí estaba destinado.

    A;Es >rude< Adecían, y el horror de sus cantos me helaba la m!dula del cerebroA.;Es >rude< ;Es >rude< Ay despu!sAH ;Sál ala< ; h, sal a a la pe%ueña >rude< ;Sal aa la pe%ueña >rude<

    Se detu o el iento y murieron las oces, mas a poco con un nue o ramalazo delenda al, el coro desesperado reanud( su mensa*e o su ruego.

    A;Es >rude< Agemían las di usas ocesA. ; h, no la de*esN /or Dios, líbrala de la

    horrible niebla< de pronto el horror cedi( paso a la necesidad de actuar. =o sabía sí estaba

    dormido o despierto, sí las oces del iento no correspondían a una horriblepesadilla. ;/ero sabía %ue tenía %ue actuar<

    $e estí en un segundo y el instante siguiente me io aporreando la puerta de mian itri(n.

    A; err o man< Agritaba con todas mis uerzasA. ;Despierte, "err o man<

    Sali( el burgomaestre con sueño en los párpados, cargado con el desconcierto de

    %uien ha sido bruscamente despertado.

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    A;Su hi*a< Agrit!.

    a%uello le hizo saltar tal como yo mismo había saltado momentos antes.

    Corri( a la habitaci(n de >rude y al momento ol i( a salir con o*os de espanto.

    A;=o está< ;/or Cristo Cruci icado< 9 u! le ha ocurrido:

    =o había tiempo para relatar a%uella terrible pesadilla %ue ahora los hechoscon irmaban. -e cogí por el brazo.

    A;-a casa de on Drac?en eld<

    $e entendi( al instante. Se isti( en un momento y corri( hacia la puerta %ue yoabría ya. -a niebla nos ceg( al salir uera.

    A;#lto< Adi*oA. ace alta una linterna.

    A;=o hay tiempo< Ale grit!N y en e ecto sabía con certeza %ue cada segundo podíaser atalA. ;7amos, sígame< >rude está en un peligro mucho más terrible de cuantopodamos imaginar.

    Corrí entre las malignas olutas de espesa niebla, lle ando conmigo al espantadoburgomaestre.

    >antas eces había recorrido el camino, %ue apenas si la niebla y la obscuridad eranobstáculos para mí. Corrimos, tropezamos y seguimos corriendo, cuesta arriba,entre los secos árboles y pelados arbustos, nadando entre la niebla y resbalando en

    in isibles piedras. acia arriba, siempre hacia arriba. #bierta de par en par estaba la casa de on Drac?en eld y en el umbral pudimos er la pe%ueña silueta de la %ue buscábamos. Caminaba erguida y con lentitud, comouna sonámbula. Desapareci( en el interior del caser(n.

    A; i*a< Agrit( el desdichado burgomaestre.

    A;Calle< Ale di*eA. ;/or Dios %ue la sal aremos<

    &ecorrimos los +ltimos metros con el temor de er cerrarse las puertas. /ero no lohicieron y pudimos entrar y correr por el pasillo %ue lle aba a la biblioteca.

    #llí estaba fraulein ildegarde, con una terrible mirada en sus o*os y recitando enoz ba*a el diablo sabe %u! atídicos encantamientos. >endi( la mano hacia la

    inconsciente >rude pero de pronto nos io llegar y su rostro se metamor ose( en elde un horrible demonio.

    =os precipitábamos en la sala biblioteca, ya a punto de alcanzar a la muchacha,cuando a%uella desmelenada arpía tendi( hacia nosotros la mano derecha, dondebrillaba un gran anillo. -anz( un alarido %ue hubiera *urado imposible para gargantahumana alguna.

    A; hai ngOangOarah shubbnaitb uttboingOa

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    &etumb( en nuestros oídos un trueno en respuesta a la in ocaci(n y el 8ni ersoentero pareci( de ormarse, de*ándonos acilantes en un espantoso decorado de

    ondos cambiantes y luces %ue se ale*aban y se apagaban para encenderse denue o. >anteamos horrorizados mientras nuestras mentes acilaban ante un

    tenebroso abismo en torno al cual bailaban miríadas de llamas azules. Jrit! y no oími oz mientras un ormidable remolino de río uego y centelleante obscuridad secerraba sobre nosotros.

    de pronto todo se des aneci( y nos hallamos de nue o en la bi blioteca. #lgo habíades iado de nosotros la atenci(n y el poder de la bru*a. /ues de una maneraine)plicable la pe%ueña >rude había despertado, %uizá abandonada por la uerza%ue fraulein ildegarde había debido des iar hacia nosotros. En a%uel momento la

    *o en retorcía su rostro en una mueca de triun ante odio %ue no pudimos achacar asu propia mente. Corriendo hacia la chimenea cogi( un tronco llameante y,manteni!ndolo en alto, se lanz( por el otro pasillo, por el %ue conducía a la siniestra

    puerta de hierro labrado.8n alarido de espanto brot( de la garganta de fraulein ildegarde.

    A;=o< AaullabaA. ;El uego, no<

    l idándonos por completo sali( en persecuci(n de a%uella increíble >rude %ueahora corría pasillo adelante blandiendo la antorcha, como una terrible irgenguerrera portando el uego puri icador para combatir las uerzas de las tinieblas.Corría tras ella la maldita descendiente de -ud ig el /erro y tras ambas nosprecipitábamos nosotros, *adeantes y locos de uria y de terror. #l inal del pasillo lapuerta de hierro estaba abierta y de ella luía un erdoso resplandor de algunamonstruosa luci!rnaga in ernal.

    De nue o lanz( la hechicera a%uel grito horripilante, señalando con la mano y elanillo a la igura de >rude. #nte mis aterrados o*os el espacio mismo pareci(retorcerse todo a lo largo del pasillo, abri!ndose a ignoradas dimensiones y terriblesabismos. /ero algo protegía a la muchacha y la maldici(n retrocedi( sobre sí misma,sin causar el e ecto buscado. #lgo e)traño estaba sucediendo pues, aun%ue >rudeera la +nica igura netamente isible %ue corría a la luz de su propia antorcha, otras

    ormas nebulosas y antasmales corrían con ella, ormando parte de su cuerpo y desu espíritu. /ude er unas muchachas estidas de gitanas, y otras lle ando tra*es desir ientas, y otras más en ropa de noche. >odas corrían con >rude y todas sosteníanla antorcha *unto con ella y dotaban a su rostro de a%uel terrible resplandor de

    enganza.

    =o dud! %ue ueran ellas las %ue protegían a%uel cuerpo %ue era el ehículo de suodio contra los in ames encantamientos de la bru*a %ue las perseguía. !sta debi(darse tambi!n cuenta de lo %ue estaba ocurriendo pues lanz( un desesperado gritoH

    A;Deteneos, malditas<

    $as en el instante siguiente la multi orme igura de >rude cruzaba el umbral de lacámara prohibida, siendo seguida por fraulein ildegarde y tras ella por nosotros.

    ; uisiera ol idar lo %ue i allí dentro< #llí estaba la camilla con el endado ser %uehabía habitado tanto tiempo la casa, pero de lo %ue había a su alrededor no %uiero ni

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    puedo dar demasiados detalles. 8n amasi*o de gorgoteantes cosas cubiertas demusgo erdoso, ormas %ue se retorcían y silbaban ormando parte de un comple*odiab(lico del %ue no pude adi inar la orma ni el signi icado. $ás tarde elburgomaestre dio a entender %ue en a%uel amasi*o estaban incluidos trozos de

    organismos humanos, pero no pude er este horror pues mis o*os se ieron atraídoshacia una abominaci(n a+n peor. #llá en el ondo de una sala, cuyo tamaño no pudecon*eturar, se abría una puerta %ue al instante supe %ue no se abría a ning+n lugar de nuestro 8ni erso. 'rotaba de allí la horrenda luz erdosa y el atisbo de ciertasilueta %ue entre í durante un instante al otro lado estu o a punto de ani%uilar miraz(n. $as un espantoso sonido atra*o mi atenci(n hacia otra parte y es así comopude asistir al +ltimo espanto.

    #lgo había oído la endada igura o alg+n oculto sentido le había debido a isar delpeligro, pues de s+bito se alz( de su camilla y con una mano seme*ante a una zarpase arranc( las endas %ue cubrían su cara. ; ante mi ista apareci( el incon undible

    rostro %ue había contemplado durante tanto tiempo en el tapiz<El resucitado -ud ig on Drac?en eld abri( la boca y de nue o a%uella blas ematoria

    oz %ue antes había oído estall( en orma de un grito de espanto. /ero en el instantesiguiente la *o en >rude alz( el brazo y lanz( la ardiente antorcha contra la igura%ue se retorcía.

    -a igura entera estall(. Como si la carne reconstituida hubiera sido pol o demagnesio, todo re ent( en un ormidable ogonazo %ue ceg( mis o*os por unmomento. #l abrirlos a+n pude er trozos in lamados de enda olar por el airecomunicando su uego a toda a%uella abominable inmundicia %ue se retorcía y

    gorgoteaba por do%uier. 'rotaban llamas de todas partes y a su ulgor pude er rodar por tierra un puñado de huesecillos y un blanco ob*eto %ue pronto identi i%u!como la cala era de un perro.

    #penas puedo recordar lo %ue sucedi( luego. -anzando horribles chillidos, a%uellaespantosa ildegarde on Drac?en eld pas( como una centella *unto a mi y se arro*ode lleno en la hoguera %ue ocupaba el lugar donde hace unos instantes se alzaba sudiab(lico amante. /ude er a >rude, %ue ya era ella misma otra ez, acilar ydesplomarse en los brazos de un empa orecido @art1 einrich o man. Se oíanestallidos y zumbidos y la inconcebible puerta erdosa desapareci( en un remolino,de*ando la estancia iluminada tan s(lo por las llamas. /ero sobre todo a%uello

    lotaba un cántico triun al %ue me hizo recordar a%uellas oces %ue cantaban sobreel iento.

    A;7ámonos< Agrit!, dominando a%uel concierto ca(ticoA. ; uyamos de a%uí<

    $anteniendo a >rude entre los dos, dimos la espalda al llameante escenario ycorrimos con todas nuestras uerzas por el interminable pasillo, sordos a las terriblese)plosiones y restallidos %ue retumbaban a nuestras espaldas. Corrimos espantadosatra esando la biblioteca y inalmente pudimos abandonar el caser(n maldito, %ueya se in lamaba en llamas por todas partes.

    a eran muchos los habitantes de &ungard %ue habían salido a la calle para er la

    inmensa antorcha %ue ardía en la noche. Cuando la +ltima e)plosi(n hizoderrumbarse en escombros todo el edi icio, arios ueron los %ue se santiguaron.

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    -a niebla había desaparecido y las estrellas del Señor brillaban i*as en la noche.

    9 u! puedo decir más acerca de lo ocurrido en el remoto pueblo bá aro de&ungard: De com+n acuerdo, tanto o man como yo decidimos guardar silenciosobre lo %ue sabíamos. la desdichada >rude tu o la ortuna de ol idar el papel %uerepresent( en la tragedia, aun%ue ciertamente casi todo el tiempo estu o con lamente dominada, al principio por la diab(lica fraulein ildegarde y luego por las

    engati as íctimas de a%u!lla.

    $is apuntes %uedaron incompletos, pues *unto a la mansi(n y su dueña, tambi!nardieron los +ltimos tomos del manuscrito de on Drac?en eld. En cambio me alegrode la destrucci(n de a%uellos otros ol+menes en %ue su descendiente hall( lossecretos con %ue %uiso desa iar las leyes naturales.

    9$ás comentarios: >an s(lo %ue desearía poder renunciar a las rá agas de saber %ue la a entura de*( en mí, saber %ue ciertamente no es mucho. uizá los *ueces%ue condenaron al bru*o a su primera incineraci(n podrían decir algo más, algo de lo%ue les contara el árabe moribundo %ue sinti( miedo de lle ar hasta el in sue)periencia. uizá podrían dar detalles acerca del Bblas emo uso de las mu*erestraídas de rienteB %ue luego fraulein ildegarde repitiera con las in ortunadascriadas %ue tra*o de 6ranc ort y con las muchachas raptadas en el pueblo y en lacara ana gitana. uizá podrían decir algo acerca del incon esable proceso medianteel cual por dos eces pudo crearse el cuerpo y el espíritu de un hombre in ernal entomo al es%ueleto de un perro, el animal maldito de los antiguos árabes. hastapuede %ue conocieran la naturaleza del antástico ser cuya ayuda era indispensablepara la manipulaci(n.

    =o, por a or, esta +ltima respuesta Kno es ob ia. $ás allá de nuestra dimensi(nhay muchos demonios y muchos in iernos di erentes y a%uella h(rrida silueta %ueentre í podía pertenecer a cual%uiera de ellos.

    'a*o los escombros de la mansi(n de on Drac?en eld han %uedado para siemprepul erizados los huesos del perro atídico y tambi!n los de la bru*a %ue los utilizara.$i +nico deseo es %ue a%uellas desdichadas cuyos cuerpos ueron usados para

    ormar el magma primigenio de -ud ig el /erro o %uizás para ser entregadas ensacri icio a la erde deidad in ernal del otro lado de la puerta, a%uellas desdichadas

    cuyos restos anímicos err(neamente despreciara ildegarde on Drac?en eld comoino ensi os, hayan encontrado por in la paz %ue sus pobres almas merecen. /uessu +ltimo acto de enganza acaso librara al mundo de siglos de locura yabominaci(n.

    En cuanto a -ud ig el /erro y a su demoníaca descendencia, %ue la inmortalidad%ue desearon les haya sido concedida en el lugar %ue la Di ina /ro idencia tienedesignado para los espíritus a ellos seme*antes.

    Edici(n digital de norni3 &e isi(n de uri*enny F odonianoPyahoo.com.ar G

    mailto:[email protected]:[email protected]