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TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS EN RELACIONES INTERNACIONALES

Roberto Russell •

L El Debate Teórico

En esta primera parte de la exposición, referida al debate teó­rico, trataré ele aportar algunos elementos básicos que carac­terizan el desarrollo de la teoría en Relaciones Internacionales.

Para int:-oducir el tema podemos recordar que conside· ramos la existencia de cuatro íases.1 La primera, denominada "idealista", es la predominante hasta la década de los treinta. La segunda, llamada "realista", comienza. a cobrar fuerza en esa década, generándose un agudo debate entre idealismo y realismo, a pesar de que ambli.s corrientes están enmarcadas en una misma concepción "tradicionalista" de la sociedad in· ternac!onal. La tercera fase, conocida nonnalmente como "be· haviorista", está caracterizada por los enfoques cienti!icist.as de la década de los cincuenta, enfoques que van a animn.r un nuevo debat"?, esta vez con el "tradicionalismo" de realistas e idealistas. Finalmente y como reacción contra el cientliicismo, durante la década de los setenta se conforma una nueva fa.se, llamada "po5t·behaviorista", en la que se desarrollan concep­ciones teórica.5 que ponen el acento en las perspectivas de "or­den mundial", en las relaciones transnacionales, en el "orden de las interdependencias" con aportes incluso de un marxismo renovado que también ,hace esfuerzos para teorizar este tipo de problemática; durante esta fase el debate se desplaza al enfren­tamiento entre el "cri~rio de relevancia" de los nuevos enfoques y la "abstracc~ón" que caracteriza al método cientificíst.a.

Antes de explicar un poco más en detalle el contenido y evolución de las distintas perspectivas teóricas, creo convenien· te introducir dos o tres comentarios breves. Primero, dado el escaso tien:.po que disponemos, excluyo de mi exposición los

• Argentino, Investigador principal del A.rea. de Relaciones Internado· nales de FLACSO/A'tgentina. Colaborador del RIAL.

1 Un análisis detallado de esta evolución puede verse en del Arenal, Celestino, Introducción a la.s relaciones internacionales, Madrid, Tecnos, 1984.

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1 o ¡ Roberto Russell

.artes teóricos provenientes del marxismo y de las así_ den~· -~Pinadas teorías del imperialismo.2 Este tema, por su impor­t~ncia, requiere un tratamiento particularizado que espero po-dJ..mos realizar en otro curso. .

Segundo, las fases de evolución de la teona que acabo_ ~e mencionar expresan, meramente, momentos de predomm10 ~1.. riº'"•"";n,,ri,,~ "ODcepciones teóricJ'.lS sobre otr-as; en otras pa­la .... b;;:;:·~~-d~b;-v;rse esta evoluciqn como un _proceso ?e supe­ración sucesiva de una fase por ~tra. -:'-D'.es bien, e_l mismo re· fl ja complementariedades y ennquec1mientos rec1procos.

e Finalmente, es necesario aclarar que todo este. ~eb31te ex­n~sa, en realidad, la discusión producida_ en las seis ultim~

~~actas en Estados Unidos y Europa Occidental.. Se trata, sm embargo, de una discusión !1!1portru:te _que h~ temdo_ una enor­rn¿ influencia en la produccion acadenuca latmoamencana.

_ La fase idealista

L ogo de la Primera Guerra Mundial, el idealismo encuent~a un clt~a muy favorable para surgir. En esa época, la_ may~ria dde lo.s estudios se centran en la búsqueda de los med10s mas .,3 e­cuados ara hallar la paz. Por ello es que _aparece como ~a te~· ria" de Ptipo "normativo": busca mecarusmos para ~vitar otra conflagración mundial, y esto .P3:5ª a su vlaez P?~ la ?:~~u~.~:. acuerdos. A partir del reconoc1rmen~o de . ex.is ei:c1 ra.d.o de naturale-i:a" a nivel de la sociedad mternac10nal, propone la necesidad de alcanzar un "contrat? soci~l" a esca!a planeta­ria .-Ja sociedad de las Naciones sena el eJerT~plo mas aca~td~ de esta posición-- que tienda a resolver, mediante el. esta e<:\ miento de instituciones y leyes, los proble:U'.15 _que_ eXlSten en~­mundo. se produce así una especie de m1111Ill:i.zac1ón, como ria un realista del clásico dilema entre segundad Y poder.

Los rasgo~ típicos de esta visión son: la fe en el progreso, una concepción antropológica optimista y, en te~cer ~ugar~~:i visión no determinista del mund?•. en el sen~1do e q hombre tiene capacidad para mod1íicar el medio en el q~e ~ desenvuelve. Muy vinculado con la fe en el progr_eso se ªlos racionalismo, es decir la idea de que el Estado, al i~al que individuos, es capaz de comportarse en_ fo~ma rac10nal. esta

Otro elemento central, acaso el mas. unpo~tante ~e es corriente, es la creencia de que las relac10nes mternac10nal

2 Como lectura introductoria .ª este tema sugiero ver: Br~~tÍ~ th.on Marrist Theories o/ Impenalum. A cnt1caJ suvery, London, .. an.d i':íeagan, 1980, y Merle. Marcel, Sociologia de las Relaciones Interno.cio r=l.es, Madrid, Alianza, 19M, Capitulo 2,' pp. 69-95.

Teorías Contemporá7leas _en Relaciones Inlernaciorzales / 11

deben apoyarse en ciertos principios éticos dirigidos a conse guir !a paz y la buena armonía entre entidades políticas inde· pendientes. Según los Idealistas existe una armonía natural de intereses entr:: los Estados, que posil:Jilita la eliminación del con­flicto en la sociedad internacional mediante la utilización de mecanismos "racionales" y de instrumentos jurídicos.

En la década del veinte el idealismo fue la corriente preva­leciente en los Estados Unidos y en Gr:.in Bretaña. Por ejem­plo, en el año 1919 se crea en este último país, en la Universi· dad de 0ales, la primera cátedra de Política Internacional, y si uno revisa los estatutos de su creación puede apreciar que su objetivo esencial era servir a la causa de la paz.

Indudablemente, la encarnación principal del idealismo en esta etapa es Woodrow Wilson, quien en su famoso mensaje al Congreso del 22 de enero de 19 l B formula en términos precisos su concepción idealista de la política internacional: "en toda discusión so?re la paz que debe poner término a esta guerra, se co_ns1dera 1:1~udable que dicha paz debe ser seguida por algún concierto defm1do de poder que haga virtualmente imposible que una catástrofe de esta índole vuelve a caer sobre nuestras cabezas una vez más". Otros principios fundamentales que apa­recen en este mensaje son la igualdad de derechos entre las naci?nes grandes y pe:queñas, la limitación de armamentos y marmas de guerra y la prohibición de alianzas agresivas"

Los enfoques idealistas, particularmente a través del dere­cho internacional, se trasladan a América L'ltina donde han tenido (y aún tienen l una enorme gravitación.

- La fase realista

La reacción que se produce contra el idealismo, da lugar al fortalecimiento del realismo que se convierte en la escuela predominante durante los años cuarenta al sesenta. Sus miem·· bros señalan que es necesario superar el enfoque ideallsta que pone el acento en la forma, en el derecho, en las instituciones antes que en el fondo. El estudio del derecho y las institucio­nes, según el realismo, no permite penet'rar el juego de poder que subyace a las estructuras no formalizadas; de aquí, enton­ces, que resulte necesario superar esta visión idealista. La crí­tica al idealismo se hace fuerte, además, porque en ese mo­mento el mundo comienza a atravesar una situación muy con­flictiva que deja sin argumentos a los representantes de esa escuela. En la década del treinta se dice que llamar a la paz no sirve para prevEnir la guerra y que es necesario volver a las ideas vinculadas con la seguridad nacional, con el equilibrio

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cftel poder; volver, en esencia, o. !ns Ideas vinculadas. con. el proder que es Ja categoría central de la concepción real1st~. · Para el realismo el poder es un concepto de tipo relnc1or:aI, es decir, carece de valor intrínseco: el poder vale en la med~da e~ que tengo m11s respecto de otro. Esta perspectiva. ha temdo u:na influenci?. tremenda en América Latlna,,.,en espec~~l .~~~ :~~­cepciones geopolitk.as, :ii:e en muchos c::i.svs, consti~uJ e«• '"'' •

sñones extremas de la v1s1ón realista. . Los elementos del poder, siempre .considerados desde un

emfoque que pone el acento en la cont.nbuclón .~e esos elemen­tos al aumento del poder en sus aspectos militares son: las fcierzas militares, Jos niveles tecnológicos, los recursos n~tura­les, los [actores geográficos, la población, la forma de gobierno, ell liderazgo político y la Ideología. . .

De esta visión del poder se pueden denvar ?os corolan?s. Prrimero, con independencia de su ideología ? s~stema polft1co y económico, todos los Estados actúan --y se mflere ac~uarán­ern forma semejante. Segundo, los Estados so!1 considerados corno actores con objetivos similares a los individuos, esf:o es con capacidad de actuar racionalmente. Ademl\s, e~ r~a~1smo sostiene el principio de In razón de Estado. Este pnnc:pio ~­pRica que ciertas _ii~t~~cio_~s _q~~~_s_C:r1_ ~~~~~_P~b_l~s e_n el ~n.te:ior_

· cfü UiT~süitlcY-:se consideren, sin em15argo, ple~amente váliID!s en la polflica internacional. - Los realistas parten de un doble supuesto: los F,stados ~on JGs actores dominantes en la politica Internacional Y act~an c;;mo unidadrs coherentes, en otros términos como actores ra-cüonaies y unificados". . . , · Otro aspecto esencial de la teoria re~lista es l~ Jerar¿~~-z«J.ción de los issues de la política lnternnc1?nal. Segun su t -~ectiva, !as cnestíones ese1:1cial~s son las vmcul~da~ c~~e ~¡~ goridad militar, la que se mscnbe en el marco. e ob dinado consideran "alta política". En w1 lugar sC?mda.no y su or arte colocan las cuestiones económicas y sociales que forman P de la "baja política". . ntraste

. Cuáles son los rasgos ti picos de este enfoque, en co 1

, .

Con l'os del i~lenlismo? Por un lado, un pesimismo antr?l?? ogim~~ · · · s t ta de una VJs10n """ rnuy cercano a la visión hobbesiana. e ra nos már-

determinista del proceso hlstórlco, que reco~~a~=l entorno genes de acción a los seres huma:ios p~ra mo í natu­en el que viven No admite la enstencm de una arrnf.n a sos­ral de intereses. entre los Estados. Antes b~en, el rea ;:mºu; la frene que hay una situación de co:npetencw. constan tub d~ P"'lfti'ca internacional es por necesidad un juego perp€ .ó·

~_, · , · 1 r· d lograr la consecuc1 n t.í:nado a acrecentar poder con e m e ·

Teorias Contemporáneas en Relncion~~nternacionale:i / 13

i de los, intereses nacionales del Esta.do. Aunque esto -·-afir· man- 'sea negado en los trabajos de muchos académicos y en las declaraciones de los hombres politicos,

A pesar de las diferencias apuntadas, Idealistas y reallsL1..s parten de Ja misma visión acerca del "estado de naturalez..-i" del sistema internacional y coinciden en la necesidad ~ su¡X!­nulo, ya sea mediante normas, como los idealistas, o mediante distintos esq~1emas de equilibrio de poder, como sostienen los realistas. Por otra parte, utilizan también las mismas metodo­logias y las mismas técnicas de análisis de carácter histórico e intuitivo. Por eso, es que el debate se va a desplazar después, en lo que hace a cuestiones meto<lológicas, a la disputa entre idealistas y realistas de una parte, y las denominadas escuelas cientüicistas por la otra.

Desde el punto de vista teórico, el realismo constituye el primer Intento sistemático de comprender el mundo tal como es y, en realidad, "como siempre ha sido": un mundo donde la lucha por el poder es universal en el tiempo y el espacio y un hecha Innegable de la experiencia histórica. En suma, al su· gerir La. existencia de una nonna universal que tlpi!lca el com-portamiento de les Estados --la lucha pennaQ_e_Il_!.e_pQL eLpo: _______ _

--der=--procurn-desartollarlfüaTeorl:igené-riii de las rela.cíones internacionales capaz de comprender, explicar e incluso precie· cir adecuadamente !a política internacional.

La obra clave del realismo, que ha tenido una enorme in· fluencia en América Latina, es un texto de Hans Morgenthau, publicado en 1948 y titulado "Politics among Nations".1

"' Este libro persigue dos propósitos: precL<:ar y entender las fuerzas que determinan las relaciones politicas entre las nacio­nes y aportar elementos para la acción. En este caso, para los Estados Unidos, pafs que debe hacer frente -según Margen· thau- a una triple revolución: a la transformación del mundo en un sistem1 bipolar, a la ruptura de la "unidad moral" (por la e:ristencia de un bloque de carácter antagónico) y a los cambios tecnológicos que generan Ja posibilidad de un escala­miento bélico universal.

D€sde el punto de vista de Ja teoría, el autor expresa que "el criterio por el cual se ha de juzgar esta teoría no es abstrac­to y apriorístico, sino empírico y pragmático. En otros térm!· nos la teoría debe ser juzgada no en virtud de un principio o concePto abstracto preconcebido y desvinculado de la realidad

J La versióo casteIIann de esta obra .será publica.da pró::tlmarnenU! en Buem;ei; At:re$. por Gn.rp:o Editor Latinorunericano.

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sin.o por su finalidad: dar orden y sentido a una masa de fenó­me..nos que sin ellos seguirían inconexos e ininteligibles". Mor­genthau cree que el mundo, imperfecto desde el punto O.e vista racional, es el resultado de fuerzas inherentes a la naturaleza hwriana. Para mejorar el mundo se ha de operar con esas fuer· za:.s, n~contrn. ellas. Siendo éste, por naturaleza, un mundo de ini:..ereses contrarios y de conflictos nunca p€rmitirá ·¡a realiza­ción plena de los principios morales. El principio clave del re:alismo, desde la perspectiva de esta obra, se afirma en la cneencia de que la política, como la sociedad en general. está go.bernada por leyes objetivas, que tienen sus raíces en la na­tu.raleza humana. El principal indicador, la categoría central qUJ.e ayuda al realismo político a encontrar su camino es el con­ce..pto de interés nacional, definido en términos de poder.

La vigencia de este concepto en Estados Unidos como fuera percibido por los realistas ---es decir, sin tener en cuenta los in.tereses "nacionales" encontrados que existen en el interior de una sociedad- se explica porque esta época coincide con la h.cgemonía incontrastada de Estados Unidos sobre el sistema internacional basada en su capacidad militar y económica. Son ai:ios en los que Estados Unidos es una sociedad altamente consensual, tanto en el plano interno como en el de la política txterior, situ::ic:ión que facilita hablar sin fracturas del interés n:acional norteamericano. En este contexto, la política exterior Se! articula en torno del antisovietisrno y del anticomunismo y el interés nacional queda reducido a contener a la Unión Soviética y al comunismo -percibido como un fenómeno mo­nolítico-- y :i. asegurar, en consecuencia, la supervivencia del blloque capit::iltsta.

Entre los miembros más notorios de la escuela realista además de Morgenthau, vale destacar a George Kennan ~-quien tuvo mucha influencia en el desarrollo de la teoría de la con­tención- y a Henry Kissinger.

Dentro de esta línea de pensamiento, sobresale en Europa Occidental la obra de Raymon Aron, un realista muy particular, a quien muchos autores ubican dentro de la escuela denomi­n;.a.da "sociología histórica".

Su libro "Paz y guerra entre las naciones" constituye uno d.e los trabajos más importantes sobre Teoría de Relaciones Internacionales.~ Para Aron, el rasgo especifico del sistema in· t.ernacional es "la ausencia de una instancia que detente el mo­r:uopolio de la violencia legitima";

4 De esta extensa obra -que mba de ser reeditada por Alianz.a­a=nsejo ver la parte denominadll Teoria.

Teorías Contemporáneas en Relaciones Internacionales f 15

Para este autor, las relaciones internacionales son una uarte de la Ciencia Polltica que englobaría a las primeras como uno de sus capltufos, "pero este capitulo guardaría su originalidad, ya que tratarla de las relaciones entre unidades oolitlcas cada una de las cuales reivindica el derecho de hacerse justici

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a a si misma y de ser la única dueña de la decisión de combatir o de no hacedo".

Aunque Aron puede incluirse dentro de la escuela realista. sus trabajos presentan varios puntos de diferencia con el reali3-mo clásico norteamericano, entre los cuales, vale mencionar

. la importancia otorgada por el autor francés a la historia y a la sociologia, su rechazo a ver la "lucha por el poder" como la esencia de toda polltica y su consicleración de los regímenes políticos y económicos, de las relaciones sociales y de las ideo­logías existentes dentro de cada Estado.

- La fase del "behaviorismo"

La tercera fase, que se va a desarrollar desde principios de los 50 y sobre todo en el 60, es el replanteo a estos postulados del realismo" Sobre todo hay una gran critica a la metodología aue utiliza el realismo: se dice que es impreciso y que es intuitivo: que hay que buscar un enfoque de carácter más científico, capaz de dar respuesta a lu complejidad de las relaciones internacio­nales. Esta visión es acompañada por la ola de cientificismo que se da en los Estados Unidos en estos años y procura des· plazar el centro de atención desde la prescripción del realismo y, desde la indagación ética del idealismo, hacia la descripción, la verificación y la explicación, tratando de utilizar métodos más exactos, más rigurosos y con una gran influencia de las ciencias físico·naturaes.~

Les nuevos autores ya no están en la tradición hobbesiana, sino en una más internacionalista que niega toda especificidad a las relaciones mternacionales respecto de la sociedad estatal y de la polflica interna. Es claro que los autores que están enrolados en Esta corriente se dan cuenta de que la construc­ción de una "ciencia" de las relaciones internacionales es un objetivo de muy largo plazo y que lo que ellos están tratando de hacer es, simplemente, indicar el camino.º

l Ver lúlplan, Morton. Traditlonallsm vs. Science In lntcrnatio11al Re· /ations. New York, St Martln's Prcss. 1908.

t. Ver Slnger, David J , The behauiora/ Approach to intenrattor!Ol Re­/ations; Payofl and Prospects, en Rosenau, James N , "Internatlona.1 Polltics and Foreign Polily", New York. The Free Press, 1965. ·

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Para el behavior!smo, el objeto de las relaciones interna­cionales es el estudio del comportamiento internacionai. En el marco de esta perspectiva teórica hay ·varios enfoqués -teo­rías de sistemas, teorías de los juegos, teorías de la simulación, etc.- que lamentablemente no podemos examinar aquí, aunque sí destacar a algunos autores muy importantes, como Karl Deutsch, Morton Kaplan, Nicholns Spykman y David Singer.

En síntesis el behaviorlsmo persigue más rigurosidad y re· chaza el método histórico descriptivo. Para esta corriente las etapas del conocimiento científico, al igual que en otras cien· cías sociales, serian las siguientes: recolección y elaboración de datos -cosa que no hacen los idealistas ni tampoco los realistas--,. un tratamiento de tipo cuantitativo y, finalmente, la elaboración de modelos.

Voy a marcar ahora algunos puntos de diferencia entre tradicionalísL.1.S ( ldeallstas y realistas), y cienti!icistas. porque permiten registrar algunos de los avances que se van produ· cíendo en el campo teórico.

La difer~ncla de fondo rndlca en el hEK:ho de que los prí· meros perciben al sistema internacional -a diferencia del or· den interno- como un "estado de naturaleza" y los segundos niegan la especificidad de las relaciones internacionales vis iJ. vis la política interna. A partir de aquí, las criticas que se hacen al tradlciona!!smo básicamente son las siguientes. Primero, la tendencia -·-<lerivada de In perspectiva del estado de natura· leza- a considerar que el sistema internacional y el sistema nacional son compartimentos estancos. Segundo: la ignorancia o relatlvización de las concepciones tradicionales acerca de las variables internas; y este es un aspecto central porque el estudio de variables internas es muy importante para conocer y com­prender la pollt!cn exterior. En relación a esta segunda critica, los cientificistas señalan que, al no estudiarse el proceso de torna de decisiones o al no estudiarse lo que se llama la po­lítica burocrática,7 es decir cómo se comportan y cuáles son los intereses de las distintas agencias que componen un Estad01I ---debido a que se cree que hay un Estado racional y uniiíl cado- tantü los idealistas como los realistas efectúan un re­corte sumamente limitado (y sesgndo) de la problemática. internacional.

7 La nece-ildnd de desngrej¡ar al Estado y de estudl.sr el rol (y loo in­ten~se:i l de Ju distin!As agenclM gubernamentales en el resultado !In.al de la polltlca exterior fue annllxado en un lnU!resante Ubro de Grahrun Alllsoo. Esunce of decillon, Boston, Hnrvartl Un1V1'!rslty Press, 1971.

.1

_ La fase post-behaviorista

La .. ~ fase es la de las concepciones teóricas. de ia dé· cuar - 1 os hablan del post-behavionsmo-- que

cada del setenta -a gun'ón frente a los métodos Y contenidos ~~al~~s~~~í~s~eªal~~~~~~ por la escuela cíentiCi.cista, ~orno ~l. también frente a las asunciones claves del r~alismo. l ~. s.ur1·. miento se explica por dos razones. En relación con e c1.en t:. ficismo" por Ja insatisfacción de los resultados de last !mellsas

1 - as de esta escuela Fren e a e · gacione~ ,Y de as, _ensenanz década del setenta 'rechaza la "neu·

~~a~~~~~10~afo~~~;~~·~ªd~~ :~íenÚfícis~o" y ~~ati~a, en c~~~~; iuenci~~~~ n;c~~~~~dicf :a~ª~~~;a:n~~~~:10!e~~1~bre= ~~~ ~~oitantes de las relaciones internacion~les. contemp7ráne;"· ID h' que se hable de trabajar con cntenos de re evanvta

e a 1 dº para definir el campo de estu 10.

Esta necesidad de buscar los temas verdade~ente lm·

P?r~antes se vin~~!v~~e~rí~f1~ad~~~n d~u~u~x)~~ªc:~~~~~ ¡;i;1~~t~~l~roduciendo a nivel global requieren nuev~ ca·

~g~orías capa~es de .~pnrteehen~t~!v~ fpe~fü~:a:º·p~~~º .. !~~nistra~ esto es muy unpor""" y controlar el proceso". . . . .

. l visión que tiene la adm1nistrac10n . Por cierto. esta es a B . kº a la política exterior '

1 d" e-o· que trae rzezms 1 . Carter, e . is n d"ficaciones en el sistema. hay una 51· norteamencana.: hay mo l o ,trilateral (Estados Unidos-Euro· tuación. de cns1s ;n ~¡ ;m~~~ten países emergentes en la peri· pa Occidental Y _apon .' com render este fenómeno, en feria. Estados Unidos tiene %'.1~ 'ªraptado lo cual se hace nece· algún caso favorece~ el cam l p~síbiliten una "respuesta ad1111 sano generar mecanismos qul~ "cooptación" de los eventuales nistrada" a este proceso Y disniptores rtel sistema. . .

n el cam o de la teoría, el tránsito de un s1ste'.11a bipolar laxo Ea otro m~s flexible, desjerarquizado y compleJo. p~o ~'.1 cuestionamiento las categorías centrales del pensam1en o e.ª·

• 1 dones internacionales. En este nuevo escenario s1co en re a . do es la crisis económica global- aparec~n ~;:Iºc;~~~~rf:s~º::iultipolaridad, distensión, interdependencia, transnacionalización. .

Para quienes quieran introducirse en el estudio de estas

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8 Roberto Russell

i

muevas teorías recomiendo el libro de Stanley HoffmaJm, Pri· ,macy or World Order y, en especial, los trabajos de Joseph Nye y de Robert Keohane.1 . ;

Estos· últimos van a señalar que la actual ~ru~tura del ~~!Gl11ª _internacional .responde a una matriz que -ctenó'ñ1inru1-de "'i!!_terdep~f1Qf;'!f1_cia __ ~!'!U~!i:'.)a'.'.. ~uyas notas características serían"'""báslcamente· tres:--:- - . .. , , . , . ; .. ,

, Primero, la ~..tipl.iJ::..id.ad..de_l.Q.s.._c;anªtes de conexión entre \!:.'1 Eas distir~ta~_...§Q.Ciedades.nacionales .. En este sentido, agregan a

-J;,ás-cTásicas relaciones iIJterestatales de los reallstas e idealis­t:.a, las transnacionales, esto es, las que se producen a través de los Estados y las relaciones transgubernamentales que sort ai.quellas que tienen lugar entre las agencias gubernamentales pertenecientes a distintos paises.

Conforme a estos autores, el estudio de estos tres tipos de relación muestra que resulta inapropiado ver al Estado­Nación.corno un<tJ..tnjdaq c_oherente {racional y unificada)corrii.) así-fambién-nablar de intereses nacionales sin tener en consi­deración Jos conflictos internos, las competencias intraburocrá­ticas y los co!I_!PJ~j os s ls t~mªs de._toma1.ie...decisiones. existen tes- --

--- e:n--e11nfoi-for de cada país. -;:; /""': fn~-"L~ ~{.,.t,,..-,.-,

¡' ,..:;::~ La segunda nota destacada por Nye y Keohane es 1ª--8_l!:_ ,:.:;_¡ s.er~c!a ... ge _je_~rquia e__11_t:re J~estion~\l~-~ponen la

.'a.genifa intemacional11 Es claro, según su opinión, queTa "forn: · PJé]idacr-del-síSféinl! revela que los aspectos vinculados con ~ seguridad militar -a diferencia de lo sostenido por los rea­Ji:.stas- no dominan necesariamente esta agenda. La vieja di­visión entre "alta politica" y "baja política" no tiene mayor'¡' sentido en el marco de Ja "interdependencia compleja".

,:-_: La tercera nota que se deriva de la anterior es la "9i'va-. luación" de la fuerza militar. Se considera que a partir de 1945 la fueri:a militar 1íá' veriiéfo perdiendo importaIJcia relativa para d. logro de resultados en poUtica. Esto último, se aplica par· thculannente a las relaciones entre Estados pertenecientes a u.o mismo b!oque donde el poder militar suele tornarse irre· Jt!"llrulte para la resolución de los acuerdos existentes o para

1 Ver HoUman, Stanley, Primacy or World Order, New York, Me Graw­!IJ.lll. 1978. parte U, pp. !01·196, Keohane, Robert O. y Joseph S. Nye Ji:. Tmmsnational retations and world politics, Cambridge, Massachussetts, Har­vaLrd University Press, 1973, Introducción y conclusiones, y Keohane, Robert O. y Joseph S. Nye Jr., Power and Interdependence. World politics in tramsitton, Bostcn, Little, Brown and company, im. H parte, capitulo I · "Iolterdependence in World PoUtlcs". capitulo II · "Realisrn and complex int:J.tlrdependence",4! parte, capitulo VIII - "Coping wilh i.nterdependence".

J Teorías Contem~áneas en Relaciones Internacionales / 19

imponer Ja voluntad del ~s.tado9 más fuerte en las dimensiones !económicas e inc!u.50 pol1t1cas.

En suma. la unidad de análisis deja de ser el Estado­Nación se incorporan otros actores Ue.....(.;arác~~.Ltrurisrwc1Qnªl­(por efemplo multinacionales, bancos, in~ernac1onales ~ar:1d~­rías Iglesias) subnac10nales ( burocrncms gubernamentales,

'.d lit~ ~~c )· se cuestiona r)rofundarnente el con-part1 os po icos, ecc.i; ::;i;; t -- . .e------·- ...... __ ......... . cepto "inter~s_nacional'.'... y se trar~fOf.,!:'.:'.ªn-~~d1~al~~n~e. !~. c1av-esfe"rárquicas _p_:§Euesta~a escu!:_}?:_..!'~?-lt?_tn_<;1~s1c~. ¡ -As[a partir de esta crítica al paradigma e~tadocentnco de las conceoclones tradicionales ( real!stas e ideal!stas) se pro­cura desarrollar una teoría alternativa que pe~mita compren­der y explicar el fenómeno in.te~nacion.al a t~aves de un~ apro­ximación diferenciada a las d1st~ntas d1m<:ns10nes y áreas de Ja política mundial. . . , ..

En los últimos años se ha producido una f!:!_~.!'t.~-- rea~c1on __ contra estas "l}_l1e','.aS .• f..Q~J'!en~e_?" por pa_r~e de la aenor?.rnada escuela n~orr.eali$kJ1ue-1rn:-ac.1:U_¿do~omu 11n-verdadero th,lnk tañkT.-de lf!_fü\rni~lJ!"itrac!Q!L R.:l'.íl~an. Aunque ya se ha ~go.td.do

1 er-o:empo-del que diSJ?(_) .. I"l!f() _ _p~~~f~t Ul.l_~~gu~c:is_~~'.:1._¡;_n t_a_~10s .... _ ...... -... -------l)"'""-é.STu:-escuefii" estoy seguro que auranfe el resto ue las

so .re es programadas mis colegas -al analizar la relación en· ses10n . f · · ·t tema tre Estados Unidos y América aLtma- se re enran a es e en más de una oportunidad .

2. La docencia y la investigación en Relaciones Internacionales en América Latina

Antes de iniciar el debate con ustedes sobre lo que acabo de exponer, tiar<'\ unos breves comentarios s?bre e_l e:tado act~~l de la reflexión teórica y de la docencia e mvestlgac1ón en rela· ciones internacionales en América Latina.

Debo comenzar por decir que los estudios en relaciones internacionales constituyen una experiencia .relativamente re­ciente en la región.'º Esta situación se expl!ca, pnmero, po~ razones de tipo interno: los problemas pollt1cos, los problemas vinculados con el desarrollo económico, concentraron la aten· ción de Jos académicos latinoamericanos básicamente en temas

9 Acerca de este tema ver Keohune. Robert, A{ter Hei;¡emony . . coope­ratlon and d!Jcord in t11e World Political E'co11om¡¡, Prmceton, Prmceton University Press, 198{. · ¡

10 ver Ferina, Rubén (comp.), El eJludio de las relacton:l 111ternac a-nales e.n América Latina ¡¡ el Caribe, Buenos Aires, Grupo Editor Latino­americano, 1985. 8-

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20 / Roberto Russell . . ; j ---·--------de orden interno. En ese marco, "lo internacional" ocu~ó sólo un lugar secu.nda:!o. ··: ., i • • · 11 .

Otra exphcac1ón, que me parece relevante está vinculada con las propias relaciones Internacionales de 'América Latina que se desenvuelven, por lo menos hasta la década del sesenta. e_n un marco rígidamente hegemónico. En efecto, América La~ tina tiene una gravitación muy esr::a..sa, muy relativa, en el sis­tema internacional, y, como todos sabemos, en el contexto de la guerra fría las relaciones de la reglón con el resto del mundo son mediatizadas, en gran medida, por los Estados Unidos. Se produce asi una situación de "alineamiento" que se ve muy cl<:-rament~. aunque con al~nas excepciones, en el comporta· miento latinoamericano a nivel global y en el marco hemisfé­~ico. Estos dc;is elem~ntos --el acento puesto en los problerms mtemos Y la influencia relativa de América Latina en el sistema mundial-- limitaron o dificultaron el desarrollo de estudios sobre los problemas internacionales desde perspectivas actua­lizadas. La mayoría de los trabajos existentes respondieron a enfoques de tipo jurídico, de historia diplomática o geopoli­ticos.

En la década del sesenta se producen cambios importantes, tanto en el plano interno como a nivel global, que me voy a limitar a describir en !!neas muy genera.les, simplemente para uhicarnos en el tema.

Por una parte se puede apreciar que, a partir de los años sesenta, comienza n experimentarse una transformación del sis­tema internacional. En la perspectiva latinoamericana de la década y mucho más en los a.Ji.os setenta, esta transformación del sistema hacía suponer que ·existían nuevos espacios para una maniobrabilidad externa más independiente en un esce­nario que se tornabn, en forma progresiva, cada vez más com­plejo, flexible y desjerarquizado. Se hablaba del debilitamiento de las vinculaciones intralmperiales o, de otra manera, de la flexibilización de las relaciones entre las superpotencias y los países pertenecientes a sus áreas de influencia. Esta situación era más clar'1 en el ca.so de los Estados Unldos, cuya pérdida de hegemonía relativa presentaba caracter1stica.s multiclimen­sionales, esto es no sólo en el plano político estratégico sino también en otros terrenos como el económico y el cultural.

Estas percepciones --que conforman lo que la literatum especíaliwdn llame) las "nuevas tendencias del sistema inter· nacional"-- constituyeron el núcleo de la aproximación de la mayoría de los trabajos en la disciplina a la polltlca y la eco­nomía. internacional.

Un fenómeno importante de estos años es la identificación,

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también en América La.tina, del fenómeno transnacional. Esto da lugar R una mayor conciencia sobre la relevancia de Jos factores externos y, por otro lado, contribuye a dejar muy claro las limitaciones y, en muchos aspectos, la inadecuación de ciertos conceptos tradicionales como "soberanía nacion il", "interés nacional", "equilibrio de poder" para explicar y com· prender una trama de relaciones crecientemente compleja 1: in terdependien te.

Otro aspecto muy importante se vincula con la conclenclR que se adquiere en la región de la problemática Norte-Sur y de la situaci0n desfavorable de América Latina en este clivaje. La cuestión va a tener varías manifestaciones, pero una de ellas, la mas conocida, es el entusiasmo de la década del sesenta por los esquemas de integración como alternativa colectiva para aumentar la autonomía nacional.

Por otro lado, -y esto está muy vinculado con los propios desarrollos internos y con el proceso de ampliación de la par tlcipación poHtica, económica y social a vastos y nuevos sec· tares latinoamericanos-, se va a producir una actitud de cues· tionrunlento creciente a la politica de alineamiento con los Es· tados Unidos que se veía, por muchos países por lo menos, lógica, natur::ü e, incluso, basta conveniente. 11

'Este es el marco externo que va perrneando y que va dando lugar al desarrollo de una conciencia sobre la importancia de las vnriables externas y sobre la importancia de cómo estas variables impactan las decisiones nacionales. Uno de Jos cas,1s más extremos en este sentido se ve en la Argentina, donde, como consecuencia del intento fallido de la recuperación de las M..'11· vinas se ha producido una saludable revalorización de "lo in· ternacional ....

Desde el punto de vista interno, a partir de los años cua· renta y cincuenta el proceso de desarrollo en América Latina produce el crecimiento y diversificación de los sistemas econó-· micos y sociales, ctlyo correlato es la necesidad de buscar nue­vas formas de; inserción internacional. Existe toda una polítlc'.l de diversificación de las relaciones internacionales, que co­mienza a disr.ñarse a partir de la década del sesenta y sobre todo en la década del setenta, y que se relaciona estrechament'e con los cambios externos que acabo de mencionar y con este proceso de desarrollo interno y de ampliación de los sistemas económicos y sociales. Es a.si como se habla -y esta es una frase acuñada por el mundo académico norteamericano- del

11 Ver Van KJaveren, Alberto, El e3tudio de l.a.s relacione3 f11tenwcto­nales en Chile. I..ogros, problema.3 y de~aflos, en Perlnm. Rubén, ap. cit.

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"!nuevo intern~cionalismo latinoamericano". Claro que cuando l~s norteameric~nos ~1~blan de ~ste tema hacen referencia, bá­su~mente, a las pol~twas exteriores de algunos países de la r~gión, .sobre todo Mexlco, Brasil o Cuba, que son precisamente l.lli.s nac10r.::s que han desarrollado políticas exteriores más ar­t:u.culadas y d:.:iinidas.

Como ..:onsecu~ncia de estos íeñómenos se puede apreciar qiue en d1s~:ntos paises de la región st: ctt:8.n centros de estudios i.mtern~cior.:'1!~s. se inicia el dictado de carreras en relaciones in· tl<!l"'.1acwna;.:.;; o se Incorporan a las carreras tradicionales ma­t~n~ vmuJ'.:lt.i:ls con la ciencia política y las relaciones inter-11UlC10nales

En Mé;<ic:o. la institución que comienza a· trabajar con nnayor senetiad el tema, la institución pionera, es el Colegio che México.

A partir de _la décad_a ~el setenta, el Centro de Investiga­cuones Y Docencia Econom1cas ( CIDE), desarrolla una formi· ct;.able tarea en_ lo que hace al estudio de Jos Estados Unidos: es; e~ centro mus importante de América Latina dedicado a ifr vest1gar est.: pa:s. Otro centro que fue importante en Ja década dl=l! setenta, -:.s e! Centro de Estudios Económicos y Sociales del 1 c~rc.;t:r Mur.d_,i ( CEESTEM), a onde se llevaron a cabo muy btuenos trabuJos sobre la problemática Norte-Sur y sobre el así ll:.umado Nut:vo Orden E.:.:onómico Internacional. ·

En Chile, la institucjón más Importante es el Instituto de E~tudios Int.;rn¡¡cionales de Ja Universidad de Chile, uno de los cemtros más Jntiguos y de mayor prestigio de la región creado em la década del sesenta tomando como modelo, en bu~na me­duda, el In.sututo Real de Relaciones Internacionales de Ingla· te1rra (Chatham House). Hoy en día existe, además, un área irmpor~ante de relaciones internacionales en FLACSO, Chile y t:.urnb1en en la Academia de Humanismo Cristiano, en especial el .:proyecto de seguimiento de politicas exteriores comparadas qtue dirige Heraldo Muñoz.

En Brasil, contrariamente a lo que suele pensai;,se, no hay de1masrndos centros de estudios internacionales. Esfo muestra qme una cosa es lo que hace la Academia de Río Branca, donde se fonnan excelentes diplomáticos, y otra lo que pasa en las urniversidades. En el caso brasileño rescato al Instituto de Re· lacliones Internacionales (IRI) de la Pontificia Universidad Cattólica de llio de Janeiro y al IUPERJ, que es el Instituto Unuversitario de Pesquisas, también de Rfo de Janeiro. En la Unnversidad ae Brasilia se realizan estudios internacionales, peno todavía en un P5tado bastante precario.

En la Argt-ntina, existen desde hace mucho tiempo escuelas

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de ciencias políticas y de relaciones internacionales. Por ejem· plo, en Ju Universidad de Rosario ya en el año 1929 había es­tudios de relaciones internacionales, pero marcados fuertemen· te por estas perspectivas tradicionales --de tipo jurídico o histórico-· que tienen poco que ver con los contenidos y las metodologías que hoy caracterizan a la disciplina.

En la década del setenta, varias universidades modificaron sus· planes de estudios con el propósito de Incorporar las nue· • vas tendencias prevalecientes en ios paises que ocupan Ja van- 1

guardia en este campo del conoclmiento. A pesar de este intento renovador, es preciso señalar que

la universidad no ha encontrado Jos medios adecuados para responder a :os nuevos desafíos impuestos por la disciplina debido a problemas económicos, escasez de recursos humanos y bibliográficos y a la permanencia, en gran parte de sus cá­tedras, de anquilosadas perspectivas juridicistas y geopolíticas. '

Lo novedcso en la Argentina es el Area de Relaciones In· ternacionales de FLACSO, que tiene apenas dos años pero que está ofreciendo en este momento, la mejor maestría que existe en el pais y t:n la que además se desarrollan importantes pro· yectos de investigación. También vale destacar la creación de EURAL (Instituto de Estudios Europeo Latinoamericanos) en 1984. Este centro, por la calidad y prestigio de las personas que lo integran, cuenta con excelentes condiciones para con­vertirse en una Lnstitución de investigación de primer nivel.

En Perú hay muy poco: existe un centro nuevo, el Centro de Estudios Internacionales de Perú ( CEPEil, que ha desarro· liado una encomiable tarea de divulgación de Jos temas inter­nacionales. Actualmente encara una serie de investigaciones que tienen corno eje la política exterior contemporánea del Pen.i.

En Colombia, el único centro organizado depende de la Facuitad de Derecho de la Universidad de Los Andes: un De­partamento de Ciencias Políticas. donde hay al¡,'Unas personas trabajand9, pero nada más. . . . . .

De Venezuela ::ólo destaco el Instituto de Amenca Latrna de Ja Universidad Simón Bollvar. Otro lugar donde se han hecho importantes esfuerzos es en Costa Rica_, aunque l?davia en condiciones bastante precarias; ahora existe, ademas, un intento de desarrollar una maestría eu relaciones internacio­nales por pa1 te de FLACSO. que tiene. su Secretaría General en San José.

En el campo de la docencia, las instituciones pioneras, es decir las que incorporan perspectivas aetualizadas y que cuen· tan con buenas bibliotecas y centros ele documentación son:

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i;:1 Colegl.o de Mfrlco, el. Instituto de Estudios Internacionales e.e Ja Umversldnd de Chile y, más adelante, el CIDE, y el Pro-grama de FLACSO en Buenos Aires. , , · .

.El resto de las instituciones, a pesar de los esfuerzos que reailzan, encuentran se:"ias dificultades para resolver nuestros recurrentes problemas en el nivel de posgrado: ausencia de profes?res de tiempo completo, Inexistencia -salvo con~das excepciones- de trabajos de Investigación dentro de Ja insti­tución Y dedlcaclón parcial de sus alumnos a los estudios dado que la rnayorL: de ellos, por problemas económicos, t~abaja un promedio considerable de horas diarias. Ocurre entonces que lo que e'.ectivamente se enseña responde muy poco a lo que está escrito en los programas de !ns distintas asignaturas. Por otra parte, los problemas ílnancieros llevan a que real­mente ~1':1Y poca _gente Y muy pocos centros puedan trabajar en .cond1c10nes

1mas o menos honrosas y todos ellos con aportes

que no son de, Estado sino de fundaciones, básicamente nor­tenmerlcan~s: .los cuatro centros que nombré están funcio­nando gracias a importantes contribuciones de la Fundación Ford. Este es, en apretada sintesis, el estado de la disciplina en lo que hace u docencia en la reglón.

En relación o. lns investigaciones, a pesar de que también estamos en un estado muy precario, es indudable que se han producido avances Importantes. También en este campo se han roto los enfoques trndicionµIes y yo diría que hay tres línea.5 básicas de trnbajo. 11 Hay investigaciones que están centradas en el estudio del sistema internacional. Una segunda linea se refiere a las relaciones de América Latina con otras áreas, con una gran concentración de trabajos que estudian la relación de América Latina con los Esk'1.dos Unidos y muy pocos que se re~ieren a la relacic5n de América Latina con la propia región, dejando como terreno absolutamente inexplorado a las reln.· ciones de la región con otras áreas del Tercer Mundo, a pesar de que gente aislada trabaja un poco Africa, un poco Asia, aunque sin pasar de ahí.

El tercer tema se vincula con políticas exteriores y en él sí se han hecho avances importantes. Quienes Investigan estos temas han incorporado las nuevas perspectivas teóricas y rea­lizado en los últimos diez años trabajos realmente buenos. Lo que no existe todavia, a pesar de que hay alguno;; trabajos y líbros con esos titulas, es política exterior comparada. Aún nos falta avanzar en el desarrollo de marcos teóricos, de estudios Y de trabajos conjuntos que nos permitan comparar cómo

ll tbld.

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nos estamos moviendo en el sistema internacional. Creo que esta es una tarea imprescindible. Sé que hay algunos grnpos que están trabajando en esto pero, lnsisto, recién se está co­menzando.

D€scribiré ahora en términos generales los temas princi­pales de Investigación de los que se ocupa cada centro. En relación al problema Norte-Sur creo que el centro más impor­tante y Jos trabajos de mayor Interés son los que encaró el CEESTEM er; México. En lo que hace a poHticas exteriores de Amética Latina destaco la labor de la Academia de Humanismo Cristiano, el Instituto de Estudios Internacionales de la Uni­versidad de Chile, FLACSO de Buenos Aires, el CEPEI de Perú, la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, y Ja Universidad de Costa Rica. F.n relación con el estudio de los "centros" las investigaciones sobre Estados Unidos se han con­centrado en el CIDE y en menor medida en FLACSO Buenos Aires, en este último caso, con énfasis en la econornla nortea­mericana. El EURAL en Buenos Aires ha iniciado una lmpor· tante linea dP. Investigación sobre Europa Occidental y sobre las relaciones América Latina-Europa Occidental. E1 tema del proceso de transnacionalización y su impacto en América. La­tina ha sido "monopolizado", en buena medida, por el Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales con sede en San· tíago. Finalmente, los temas vinculados con seguridad y des­arme los e..<;t.fi trabajando un grupo muy sólido, muy bien ar· ticulado de FLACSD Chile.

Estos temas que he mencionado son también los priori· tarios para el RIAL. El RIAL, como ustedes saben, no hace investigaciones: es una red que permite que quienes estamos en estas cosas conozcamos qué está haciendo cada tmo par:¡ evitar que los esfuerzos se dispersen o se multipliquen sin ningún sentido, sobre todo teniendo en cuenta nuestra escasez de recursos humanos y económicos.

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