rueda, soto discursos y representaciones sociales acerca de la curanderia en los medios de...

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 Representaciones sociales y discursos acerca de la práctica de curandería en los medios de comunicación gráficos y audiovisuales de la ciudad de Salta  La pre sente investi gac ión se pro puso regist rar y ana lizar los discursos y representaciones sociales sobre la curandería, en los dispositivos de enunciación gráfico, radial y televisivo. A sí, se intentó dar cuenta de la presencia, circulación y condiciones de prod ucción de dich os discur sos en los medios de comunicació n locale s, para su  posterior análisis y comprensión desde una perspectiva c omunicacional, sociosemiótica y sociológica. n los discursos encontrados en los dispositivos gráficos, televisivos y radiales, se hallaron importantes diferencias. Así, en los primeros, se vislumbró un mayor grado de estereotipos y un espacio reducido para el discurso construido por el curandero. n cambio, en el espacio de la radio y la televisión se distinguió una toma de la palabra por  parte de los propios curanderos! es decir, un discurso "ue se e#playaba en un periodo de tiempo, "ue argumentaba y tomaba mayor protagonismo en la lucha por alterar las representaciones configuradas en torno a las prácticas de curandería.  $onviene aclarar "ue la heterogeneidad observada en los discursos encontrados, no ha "uedado agotada con el relevamiento realizado para la presente investigación,  pues el conocimiento de dicha heterogeneidad y diversidad en el campo de la semántica, se encuentra arro%ado al continuum y no es absoluto. Palabras clave& curandería, religiosidad popular, representaciones sociales, discurso, medios de comunicación. l presente artículo e#hibe los avances de investigación de la tesis '(iscursos y Representaciones sociales de la curandería en los medios de comunicación gráficos y audiovisuales de la ciudad de Salta). La investigación posee tres ob%etivos. n primer lugar, aportar al estudio de las represen tacion es sociales y discur sos referidos a las prácticas curativas en la ciuda d de Salta, desde una perspectiva comunicacional, sociosemiótica y sociológica. n segundo lugar, dar cuenta de la presencia, la circulación y las con diciones de producción de los discur sos sobre la curande ría en los medios de comunic ación locales *pren sa escrita, radi o y tele vi si ón +. or -lt imo, ana li zar y comp re nder di ch os di scur sos y

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avances de la investigación sobre discursos de la curandería en los medios de comunicación de la ciudad de Salta, Argentina.

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Representaciones sociales y discursos acerca de la prctica de curandera en los medios de comunicacin grficos y audiovisuales de la ciudad de Salta La presente investigacin se propuso registrar y analizar los discursos y representaciones sociales sobre la curandera, en los dispositivos de enunciacin grfico, radial y televisivo. As, se intent dar cuenta de la presencia, circulacin y condiciones de produccin de dichos discursos en los medios de comunicacin locales, para su posterior anlisis y comprensin desde una perspectiva comunicacional, sociosemitica y sociolgica. En los discursos encontrados en los dispositivos grficos, televisivos y radiales, se hallaron importantes diferencias. As, en los primeros, se vislumbr un mayor grado de estereotipos y un espacio reducido para el discurso construido por el curandero. En cambio, en el espacio de la radio y la televisin se distingui una toma de la palabra por parte de los propios curanderos; es decir, un discurso que se explayaba en un periodo de tiempo, que argumentaba y tomaba mayor protagonismo en la lucha por alterar las representaciones configuradas en torno a las prcticas de curandera. Conviene aclarar que la heterogeneidad observada en los discursos encontrados, no ha quedado agotada con el relevamiento realizado para la presente investigacin, pues el conocimiento de dicha heterogeneidad y diversidad en el campo de la semntica, se encuentra arrojado al continuum y no es absoluto. Palabras clave: curandera, religiosidad popular, representaciones sociales, discurso, medios de comunicacin. El presente artculo exhibe los avances de investigacin de la tesis Discursos y Representaciones sociales de la curandera en los medios de comunicacin grficos y audiovisuales de la ciudad de Salta. La investigacin posee tres objetivos. En primer lugar, aportar al estudio de las representaciones sociales y discursos referidos a las prcticas curativas en la ciudad de Salta, desde una perspectiva comunicacional, sociosemitica y sociolgica. En segundo lugar, dar cuenta de la presencia, la circulacin y las condiciones de produccin de los discursos sobre la curandera en los medios de comunicacin locales (prensa escrita, radio y televisin). Por ltimo, analizar y comprender dichos discursos y representaciones sociales que circulan en las formaciones discursivas locales en la actualidad. A los fines de profundizar en el objeto de estudio, resulta importante explicar tres conceptos ordenadores: representaciones sociales, discurso y curandera. Las representaciones sociales fueron entendidas como configuraciones discursivas de construccin colectiva histrica, que articulan y permiten comprender las prcticas discursivas, sociales e ideolgicas. Estas se hallan compuestas por signos de diferentes clases (conos, smbolos, ndices) y por elementos smicos diversos (semas, sememas, entre otros). Todos estos elementos pertenecen a tiempos dismiles y se modifican y cambian su funcin segn la formacin discursiva en la que estn inscriptos. Gracias a que la representacin se constituye en una especie de micro-relato con una organizacin sintctico-semntico-retrico-pragmtica, posee un rol de sntesis de alta importancia para los procesos de reproduccin y de identificacin social. De esta manera, cuando una representacin se entrama en relaciones de poder se constituye en una verdad incuestionable que organiza el campo perceptivo desde la imposicin de lgicas de visibilidad. Consecuentemente, construye identidades y alteridades; otorga un lugar social a los representados, y obstaculiza el reconocimiento y el auto reconocimiento de las diferencias y conflictos que se desarrollan en el interior de los grupos sociales. En tanto las representaciones sociales se definen como configuraciones discursivas, es necesario indagar qu se entiende por discurso. El discurso no es un concepto puramente lingstico sino un concepto sobre el lenguaje y la prctica. Es decir, ste nunca consiste en un enunciado, un texto, una accin o una fuente; sino ms bien se constituye como prctica que forma sistemticamente los objetos de los que habla. Al respecto, el discurso define y produce objetos de conocimiento, gobierna el modo como se puede hablar y razonar acerca de un tpico, e influencia el modo de poner en prctica y usar las ideas para regular la conducta de los otros (Foucault, 1978, p. 80-81). Por ltimo, se definir a la prctica social que interesa a la investigacin, tratando de escapar de la concepcin propuesta por la hegemona, que asocia a la curandera como atraso y supersticin. As, se entiende por curandera a la prctica curativa enmarcada en la religiosidad popular y realizada por una red intrincada de agentes de cura, que pertenecen, en algn grado, al orden de lo sagrado (Semn, 2004, p.26-27). Estas prcticas curativas no deben ser ledas desde los parmetros de las ciencias mdicas modernas como correctas, efectivas por sugestin, inocuas o perjudiciales, sino como una prctica que tiene lgicas propias y marcos de comprensin particulares de la realidad. Dichos marcos manifiestan una ideologa que supone la continuidad de lo fsico y lo moral, desde la que la enfermedad (la pata de cabra, el susto, el mal de ojo, el empacho, la culebrilla, entre otras), implica vaivenes que siempre conectan las manifestaciones fsicas con efectos, causas o concomitancias anmicas, como el deseo desmedido y la envidia, el desgano, las hechiceras recibidas y las practicadas desafortunadamente. Por ltimo, resulta importante mencionar que sus orgenes se encuentran inscriptos en la Amrica autctona, y que a pesar del tiempo transcurrido, superviven en los contextos culturales actuales (Semn, 2001, p.46-47; 2004, p. 26-27; Palma, 1978, p. 60-61; Bianchetti, 2012, p. 57-58). Ahora bien, desde los conceptos ya explicados, se advierte que las representaciones sociales de la curandera poseen un espesor histrico, en el que fue necesario profundizar para analizar su contemporaneidad. Los discursos represivos sobre la hechicera y sus variantes, particularmente la curandera, se fundaron en la poca de la conquista espaola y la extirpacin de idolatras en nombre de la defensa del catolicismo (Burga, 1990, p.76-77). En ese entonces se entenda que las prcticas religiosas y/o curativas de los aborgenes tenan una naturaleza diablica y supersticiosa. Las representaciones del brujo/a, la del curandero/a o la del hechicero/a, fueron interpretadas con una carga extrema de disvalores morales, religiosos, genricos y culturales (/monstruoso/, /demonaco/, /perverso/, /femenino/, /indio/negro/), al punto de justificar la persecucin, condena y muerte de los portadores de estas imgenes (Cebrelli, 1998, p. 15-16). Tiempo despus, las representaciones de dichas figuras, fueron asociadas a la barbarie y ubicadas en las antpodas de los valores sobre los cuales, unos aos despus, se construira el modelo del pas deseado. Todo esto, fue posibilitado por el ideologema de la civilizacin inscripto en el imaginario local, por el modelo de mundo de los espaoles en el siglo XVIII (Cebrelli, 2002, p. 3-4). En otras palabras, los discursos que configuraron a la curandera como pecaminosa y brbara, se constituyeron en la formacin discursiva de aquel periodo histrico. En este sentido, dicha formacin respondi a un proceso de enculturacin en el que las culturas populares vieron reprimido su sentido del saber-la brujera-, entre otras prcticas culturales (Martin-Barbero, 1982, p.2-3). El proceso de enculturacin no provino de algn designio malvado, de alguna voluntad o conspiracin, sino de una multitud de mecanismos y procedimientos dispersos de los que sabe nutrirse el poder. Luego de los procesos de represin descriptos, y con el advenimiento de la modernidad, se abri una nueva formacin discursiva con nuevas concepciones y discursos sobre la curandera. Estos refieren a la curandera como sinnimo de atraso, supersticiones y tradiciones prximas a desaparecer (Semn, 2004, p. 51-52; 2001, p. 49-50). Ahora bien, durante la ltima dcada se produjo una aparicin de discursos, y por ende de representaciones sociales, sobre la curandera en los medios de comunicacin locales. En el mbito de la prensa escrita, fueron hallados en artculos periodsticos y en clasificados. Y en el espacio de los medios radiales y televisivos, en cuas publicitarias y programas. Se tuvieron en cuenta los medios locales de comunicacin, puesto que estos mediatizan, reproducen y organizan, en una constante lucha por la autoridad, la gama de creencias, valores y representaciones que hacen al imaginario de la sociedad local. Otro aspecto de la delimitacin del universo est dado por la eleccin de tres dispositivos de enunciacin: la radio, la prensa y la televisin (Charaudeau, 2003, p. 135-136). Un dispositivo de enunciacin constituye el soporte fsico de un mensaje, pero sobre todo, representa un marco que condiciona su realizacin y significacin. De este modo, la importancia otorgada a los tres dispositivos de enunciacin obedeci al inters por analizar las formas y particularidades que toma el discurso de la curandera en funcin del soporte material de cada medio de comunicacin. Para seleccionar el material discursivo y organizar el corpus, se tuvieron en cuenta tres corrientes culturales dentro de la curandera: la andina, la tradicional y la hbrida. Si bien no existe una corriente homognea, se realiz una taxonoma inicial a partir de la presencia de sus rasgos distintivos. La primera corriente refiere a la prctica de curandera que posee elementos de culturas prehispnicas aimara, quechua y kalawalla-. Esta fue delimitada por los enunciados que incluyeron los lexemas yatiri, aisiris, hampa-camayoc, sancoyoc y kalawallas. El primer lexema fue tomado ya que da cuenta de los agentes que realizan prcticas teraputicas en la lengua aimara y los tres siguientes, en la lengua quechua. Por su parte, el ltimo lexema refiere a los miembros de una cultura andina que tienen como principal actividad el ejercicio de una medicina ancestral, basada en rituales religiosos y en el conocimiento de la farmacopea animal, mineral y botnica de la regin andina. La segunda corriente cuenta con elementos provenientes del sincretismo cultural producido en el periodo de la colonia (Siglo XVI al XVIII). Es decir, es una prctica de curandera signada no solo por elementos andinos, sino tambin europeos, fundamentalmente la inclusin del panten cristiano y la figura de dios como smbolos legitimadores del poder de sanacin de los curanderos (Oliszewski, 2010, p. 4-5). Esta corriente fue delimitada por los enunciados que tuvieron los lexemas curandero/a y curandera, ya que extensos grupos sociales, especialmente los sectores populares, identifican a estos agentes de cura con dichos trminos. La ltima corriente proviene de los procesos de hibridacin producidos a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Esta corriente fue definida por aquellos enunciados que adems de contener el trmino curandero, contaron con los lexemas parapsicologa, parapsiclogo/a, chamanismo, chaman, brujo/a, mentalista, espiritista, astrlogo, tarotista. Asimismo, aquellos enunciados que tuvieron el verbo curar y sanar, y/o bien, la construccin sintagmtica se realizan sanaciones de enfermedades raras/enfermedades desconocidas/enfermedades incurables. Se tuvieron en cuenta estos trminos, ya que dan cuenta de una hibridez, donde la prctica de curandera se combina con otras prcticas provenientes de diferentes espacios culturales, que exceden a la corriente tradicional y andina.Por ltimo, y en cuanto al factor temporal, se eligi el periodo abarcado entre marzo del ao 2013 y marzo del 2014, puesto que, como se dijo anteriormente, el discurso de la curandera en los medios de comunicacin es un fenmeno reciente. Viene al caso aclarar que el mencionado recorte temporal fue factible nicamente en la prensa grfica por la existencia de un archivo. En los medios audiovisuales (radio y televisin), al carecer de ste, se tomaron los meses de abril y mayo del ao 2014.El primer mbito en el que se focaliz la investigacin fue el de la prensa escrita. En este sentido, se trabaj con dos medios grficos de la provincia de Salta: El Tribuno y el Nuevo Diario de Salta. El primero fue seleccionado por tratarse de un diario de referencia regional que, si bien trata temas internacionales y nacionales, pone mayor nfasis en los acontecimientos locales ya que se rige por los criterios de noticiabilidad de proximidad e impacto. Adems, este matutino cuenta con un nmero mayor de pginas dedicadas al desarrollo de noticias en comparacin a los dems peridicos de la provincia. Esto equivale a decir que el diario destina una mayor cantidad de espacio para el despliegue del discurso informativo. Asimismo, El Tribuno es el diario de mayor tirada en la provincia de Salta de 24.300 ejemplares de lunes a sbados y de 21.000 los das domingo[footnoteRef:1]-; lo que da cuenta de su capacidad de marcar agenda en la esfera de la opinin pblica (Cebrelli, 2008, p.2-3). [1: Informacin suministrada por el Instituto Verificador de Circulaciones.]

Por otra parte, el peridico seleccionado, se aproxima a la prensa tradicional. De este modo, emplea el estilo blanco en casi todas sus secciones donde se brinda un protagonismo a los sectores ms poderosos del pas y la regin, especialmente a actores polticos reconocidos en la esfera pblica, a los representantes del estado y a empresarios de la provincia. An as, en la nica seccin donde no se emplea el estilo blanco es en la policial. Esta, se caracteriza por ajustarse al estilo periodstico amarillo, y en consecuencia, brindar una informacin definida por la discriminacin, la exclusin, la negacin y/o el aislamiento del otro, mediante el recurso de mostrar las caractersticas que lo diferencian del nosotros. As pues, en la seccin de policiales se realiza una constante estigmatizacin, discriminacin y negacin de los sectores populares.Por lo antedicho, y en tanto el medio visibiliza la mirada de los sectores hegemnicos sobre los sectores populares y sus prcticas, la agenda se convirti en un factor importante a tener en cuenta por el equipo de investigacin. En lo que atae al Nuevo Diario de Salta, pudo observarse que su tirada es menor al del diario El Tribuno de 8000 ejemplares de lunes a sbados y 7000 los das domingo[footnoteRef:2]- y posee un reducido nmero de espacio dedicado a las noticias. Sin embargo, su inclusin obedeci a que da cuenta de otra forma de construir agendas, de proponer consumos, de recircular saberes y prcticas populares, en definitiva, de establecer nuevos contratos (Cebrelli, 2008, p. 3-4). [2: Informacin suministrada por la administracin del Nuevo Diario de Salta.]

As pues, este diario es incluido por mostrar un registro discursivo de los sectores populares, distinto de los propuestos por las hegemonas. En este medio, se reconstruyen sus problemticas muertes por desnutricin en las comunidades de los pueblos originarios, contaminacin en el departamento Gral. San Martn, etc.-; sus festividades; sus modos de consumo y comercializacin anuncios publicitarios de pequeos comercios, servicios de trabajadores informales, y tratamientos curativos relacionados en mayor medida a prcticas de curandera que a la medicina occidental-. De todos estos anuncios enumerados, fueron los ltimos en los que se focaliz la investigacin.En resumen, ambos diarios fueron seleccionados por presentar propiedades opuestas, no solo en agenda y tirada, sino fundamentalmente en el framing de las noticias.Ahora bien, en ste artculo se presentarn los discursos encontrados en el diario el tribuno, fundamentalmente los referidos al discurso informativo. Asimismo, un avance del anlisis realizado a dichos discursos.Durante el periodo en estudio marzo 2013- marzo 2014, se destacaron ocho textos: dos reportajes, una nota de color, cuatro noticias y una columna de opinin. Todos stos al interior de la seccin de las noticias de Salta, salvo una noticia perteneciente a la seccin Nacional. Del conjunto estudiado, cuatro aludieron de manera directa a los curanderos y a la prctica de curandera. A saber: la noticia Beb en cdigo rojo por tomar t de mistol recetado por un curandero del 08 de agosto del 2013 en la seccin municipios (versin on line); la noticia Contina grave el bebe atendido por un curandero publicada el da sbado 10 de agosto del 2013; la noticia Un curandero abusaba de su hijastra para sanar a la familia, difundida el 19 de enero del 2014 en la versin on line del peridico, y por ltimo, la nota de color titulada Es placero a la maana y curandero a la tarde, publicada el da 22 de marzo del 2014. Por su parte, los cuatro textos restantes relevados dieron cuenta parcialmente de la curandera, pues el discurso hizo foco en acontecimientos y/o aspectos relacionados. Estos textos son: el reportaje Antiguas recetas, entre alquimia y supersticin, del 28 de Julio del 2013, en la sub-seccin 59 municipios; el reportaje que llev como ttulo Pachamama, madre tierra del 1 de agosto del ao 2013; la noticia Qu tienen en comn un cocodrilo, una tarantela y la tan mentada aspirina?, cuya fecha de publicacin corresponde al 31 de agosto del 2013; la columna de opinin Remedios minerales mgicos, publicada el 14 de octubre del 2013, en la sub-seccin Panorama cientfico; En el primer texto, se abordaron las diferentes recetas que se emplean para sanar males del cuerpo tales como el empacho, el dolor de muelas, el orzuelo, el dolor de odo. La mayora de estos males son tratados por los curanderos, por ello el texto fue incluido en la investigacin.En un despiece llamado Los poderes curativos de la tierra, del segundo texto, se abordaron los poderes curativos de la tierra y su utilizacin por parte de los curanderos de la regin. Por su parte, el tercer texto brind cobertura a la presentacin del libro de la doctora en qumica de la UBA Valeria Edelsztein: Los remedios de la abuela. Mitos y verdades de la medicina casera, en el marco del ciclo Salta la ciencia. En el artculo periodstico se hizo nfasis en el rigor cientfico y precisin con las que el libro supoanalizar las viejas triquiuelas caseras para curar la culebrilla y el empacho con la tradicional tirada de cuerito[footnoteRef:3]. [3: En tanto representan enfermedades tratadas dentro de la prctica de curandera, este artculo fue incluido para el anlisis.]

Por su parte, el ltimo caso elabor, desde un discurso cientfico, una explicacin de los particulares usos mgicos que le brindan los kallawayas, pueblos y ciudades andinas a elementos tales como las tierras, sales, cristales, fsiles, minerales y piedras. As, el artculo fue seleccionado porque dio cuenta de las propiedades curativas y mgicas que los Kallawayas, y tambin los curanderos de la regin, les atribuyen a dichos elementos y usan para llevar a cabo sus prcticas. Ahora bien, en las prximas pginas se expondr un aspecto del anlisis realizado al conjunto de artculos encontrados en el diario El Tribuno. Dicha porcin del anlisis, corresponde al captulo titulado La curandera en la prensa grafica, y se propuso mostrar cmo el medio elabor un tratamiento de la informacin[footnoteRef:4] y estrategias discursivas -tales como seleccin de fuentes mdicas, transmisin de saberes de opinin- tendientes a configurar una significacin de la prctica, ligada al mbito de la peligrosidad. [4: El tratamiento de la informacin es entendido como la manera de hacer, el modo en el cual el informador decide referir lingsticamente e icnicamente los hechos seleccionados. El mismo se lleva a cabo en funcin del receptor que ha predeterminado el medio y del efecto por el que ha optado (Charaudeau, 2003, p. 46-47). ]

Uno de los artculos en los que se observ este aspecto fue en la nota de color emitida el da sbado 22 de marzo del 2014, Es placero y curandero a la tarde, publicada en la seccin Salta del Diario El Tribuno. En tanto nota de color, se caracteriz por contar una historia, en este caso, sobre el curandero y placero Florencio. Se nutri de abundantes descripciones sobre su historia de vida- para caracterizarla se emplearon los adjetivos evaluativos fantstica e irreal- , los lugares en los que atiende-garita improvisada-, su rutina y forma de trabajo. As, el color en la noticia consigui transportar al lector a la escena cuyo protagonista es Florencio. Adems, la nota color hizo uso de una reproduccin verbal precisa sobre elementos del mbito de lo visual que constituan la escena. As, por ejemplo, se describi el cartel con el que Florencio inform las tarifas por consulta: se trataba de un letrero escrito a mano. Tambin, se caracteriz a los cartones que entreg a modo de turno a los pacientes: pedazos de cartn cortado a mano y con un nmero dibujado con lpiz rojo. Esto supo avivar la imaginacin del lector. Como pudo verse, la nota de color se vali de una situacin rica atravesada por una historia de vida de un hombre que practica la curandera en un espacio cntrico de la ciudad saltea. La misma destac tambin la participacin de grupos de personas tales como mujeres, hombres, ancianos, haciendo uso de sus testimonios para dar riqueza al relato. No obstante, el enunciador formul la construccin sintagmtica: Producto de la seduccin de este personaje pintoresco, de la desesperacin o de la ignorancia de la gente, lo cierto es que las personas no deben poner en peligro su propia vida o la de sus seres queridos y tener como nica referencia para sus problemas de salud. Este enunciado, con el lexema peligro asociado a la prctica que ejerce el actante, constituye una idea clave en la construccin de una oracin de tipo intimativa que explicita que las personas no deben poner en peligro su propia vida al momento de acudir por problemas de salud. El carcter imperativo de este enunciado se estableci a partir de la utilizacin del verbo deber, pues segn el diccionario de la Real Academia Espaola, dicho verbo significa: estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva. Por otra parte, en el enunciado se destac la inclusin de saberes de creencia acerca de la curandera: lo cierto es que las personas no deben poner en peligro () y tener como nica referencia para sus problemas de salud. En el enunciado, el saber de creencia se muestra mediante la mirada subjetiva que el enunciador le dedica a la prctica. De este modo, se cuela una apreciacin y evaluacin asociadas al peligro, que inscriptas en una enunciacin informativa, sirven para lograr que otro comparta esos juicios sobre el mundo. Dicho en otros trminos, la informacin que atae a una creencia interpela al lector y lo obliga a tomar posicin respecto a la evaluacin que se le propone (Charaudeau, 2003, p. 56-57). La importancia de atender a la inclusin de saberes de creencia en el discurso informativo, radica en que stos dan cuenta de la relacin de percepcin - construccin que el enunciador mantiene con un objeto real, y por lo tanto, de la representacin que transmite sobre dicho objeto a travs del discurso; en ste caso, la peligrosidad de la curandera. Ahora bien, la construccin de la imagen de la curandera como peligrosa pudo verse construida tambin en la noticia publicada el da domingo 28 de julio del 2013, en la seccin 59 municipios, titulada: Antiguas recetas, entre alquimia y supersticin. En el copete de la nota se destac la construccin sintagmtica: en ningn caso se recomienda aplicarlas. La modalidad de la misma fue de ndole intimativa, pues el enunciador -en la relacin que estableci con el coenunciador- expres una prohibicin. Asimismo, las enunciaciones intimativas continuaron a lo largo del primer prrafo del reportaje, a partir de relaciones de causa-consecuencia: sus resultados (en relacin a las recetas) no estn comprobados cientficamente, y en la mayora de los casos, se aconseja no aplicarlas. As tambin, se destac en un pirulo, la cita de una doctora que recomend no aplicarlas por su peligrosidad. De esta manera, pudo observarse que las prcticas curativas fueron interpretadas desde los parmetros de las ciencias mdicas modernas como peligrosas, incorrectas, efectivas por sugestin, y perjudiciales, mas no como una prctica que tiene lgicas propias y marcos de comprensin particulares de la realidad (Semn, 2004, p. 18-19). Hay que hacer notar la presencia de huellas de la enunciacin en las citas de la entrevistada, y en el modo en el que el discurso sanitario se entram con el discurso de prensa.Adems, y de manera ms explcita, en el prrafo introductorio del reportaje, pudo observarse un adjetivo evaluativo peyorativo que afect a las prcticas propias de la curandera: peligroso. Despus, el subjetivema fue empleado nuevamente a travs de la voz de la doctora, fuente legitimada simblicamente por el medio grfico y la sociedad. En la entrevista volcada en el cuerpo de la noticia, la profesional explic que las antiguas recetas forman parte de la tradicin y pueden ser peligrosas. En definitiva, la utilizacin del subjetivema peligroso, sumado al tratamiento de la informacin lingstico e icnico (la fotografa de la doctora) efectu una crtica, cuestion y denost a prcticas que forman parte del amplio mbito de la religiosidad popular, oponindole el proyecto cultural y antagnico de la modernidad. Si bien el reportaje incluy testimonios de los miembros de las comunidades en donde tienen an fuerte presencia las antiguas recetas, la seleccin de la fuente de informacin y la cita con enunciaciones intimativas de la doctora entrevistada, posicionaron como voz autorizada a la de la doctora. Y la autoridad desde la semitica, es entendida como mtodo para establecer creencias; en este caso, establecer la creencia en la ciencia. Ahora bien, la presentacin de la informacin, visible a travs de la seleccin de fuentes de informacin, nfasis y exclusin de ciertos aspectos, afirmaciones y palabras claves interrelacionadas al interior del discurso analizado, remitieron al news frame del medio grfico (Aruguete N. y Zunino E., 2010, p. 44). El mismo dio cuenta de la existencia de rasgos del dominio cultural y social que se ejerce desde la esfera meditica hacia formas de curacin relacionadas con la curandera. Por otra parte, la representacin de la curandera como una prctica peligrosa para la salud de las personas, se vio reforzada en la noticia publicada el 8 de agosto de 2013 bajo el titular Beb en cdigo rojo por tomar t de mistol recetado por un curandero (solo versin on line). As tambin en la del da 10 de agosto de 2013 en la seccin Salta, titulada Continua grave el beb atendido por un curandero. En ambas, el discurso de prensa se entram una vez ms con el discurso sanitario configurando un relato en el que los mdicos se convirtieron en las nicas voces autorizadas para explicar y contar el hecho. En primer lugar, el titular de la primera noticia, dej entrever una operacin perceptivo-cognitiva, mediante la cual, el acontecimiento (beb en cdigo rojo) se present inscripto en una cadena de causalidad concreta: por t de mistol recetado por un curandero. Dicha operacin del enunciador, apareci por segunda vez en el titular publicado a los das siguientes: Contina grave el beb atendido por un curandero. De esta manera, el acontecimiento fue percibido, significado e inscripto en una problematizacin o relacin de causalidad concreta. Dicha mirada y significacin impuesta por el enunciador otorg un grado de responsabilidad al curandero por el estado de salud grave del beb de Joaqun V. Gonzlez, y contribuy a configurar una imagen del curandero vinculada a la peligrosidad. En el cuerpo de la segunda noticia, bajo el subttulo pautas culturales y con la introduccin Sobre las enseanzas que deja el caso, se expusieron mediante un discurso prescriptivo, recomendaciones vinculadas a la importancia de evitar la ingesta de sustancias, medicamentos o yuyos al momento de acudir a un curandero. Al respecto, la doctora entrevistada, explic: Yo no digo que sean buenos o malos los curanderos. Lo que si digo es que estas personas deben abstenerse de dar medicamente o yuyos porque no tiene ningn tipo de control sobre los principios activos de las sustancias que brindan; y menos en bebs.Seguidamente, la opinin de la doctora, fue explicada por el enunciador a partir de mecanismos de traduccin que reforzaron el mensaje. As, el enunciador enunci: la doctora Adriana Flores asegur que ella es respetuosa de las pautas culturales. Lo que quiso decir la profesional que es muy comn que en el interior de la provincia los enfermos vayan a ser asistidos por una persona que creen tienen algn tipo de poder de sanacin. En este caso, el mecanismo de traduccin empleado por el sujeto de la enunciacin para hacer inteligible la opinin de la doctora, form parte del trabajo de construccin de sentido transmitido a la instancia de recepcin. En dicho mecanismo se colaron saberes de creencia que intentaron conjugarse con los saberes de conocimiento explicitados por la doctora en el resto de la noticia: es comn que () los enfermos vayan a ser asistidos por una persona que creen tienen algn tipo de poder de sanacin. Por otro lado, en la explicacin brindada por la voz autorizada y legitimada por el medio, se observ la presencia de saberes de conocimiento transmitidos a la instancia pblica a travs de la enunciacin enunciada. Dichos saberes pudieron leerse en la construccin oracional que informaba de la presencia de principios activos en los yuyos o hierbas. As tambin en un prrafo en el que se dio cuenta del cuidado que se debe guardar con la ingesta de aspirinetas: las aspirinetas solo deben ser suministradas con la correspondiente prescripcin mdica.Para terminar, en la porcin de anlisis expuesta en los prrafos previos-correspondiente al captulo titulado: La curandera en la prensa grfica-, se vislumbr la presencia de representaciones sociales acerca de la prctica de curandera al interior de los dispositivos grficos. Tanto las notas de color, como los reportajes y noticias, brindaron un espacio reducido para el discurso construido por el curandero, a la vez que se nutrieron de la construccin de acontecimientos referidos, y saberes de conocimiento entramados con saberes de creencia, que supieron configurar una imagen de la curandera vinculada a la peligrosidad.

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