rodeando la sierra de brañapiñueli (p. n. de redes)
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Ruta de montaña que discurre por el Parque Natural de Redes.* Fecha: 31 de octubre de 2.012* Tipo de ruta: Circular* Tiempo total empleado (incluidas las paradas): 10 horas y 10 minutos.* Distancia total: 21,8 km.* Desniveles: * Cota mínima: Belerda, 640 m.* Cota máxima: Colláu Sendón, 1.573 m.* Desnivel total de subida acumulado: 1.257 m.TRANSCRIPT
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RODEANDO LA SIERRA DE BRAÑAPIÑUELI (P. N. DE REDES)
* Fecha: 31 de octubre de 2.012 (miércoles)
* Quienes realizaron la ruta: Marcelo, Jonatan, Alex, Daniel (Pancho), Ismael, Juan Carlos
Alegre y Santos.
* Distancia total: 21,8 km.
* Tiempo total empleado (incluidas las paradas): 10 horas y 10 minutos.
* Tipo de ruta: Circular.
* Mapa: Hoja 79-II del I.G.N.
* Cota mínima: Belerda, 640 m.
* Cota máxima: Colláu Sendón, 1.573 m.
* Desnivel total de subida acumulado: 1.257 m.
* Lugar de inicio de la ruta: Belerda (Caso).
* Lugar de finalización de la ruta: Belerda (Caso).
* Condiciones atmosféricas: En líneas generales se puede considerar que tuvimos un día
magnífico, pese a que a primera hora de la mañana, cuando aún estaba amaneciendo,
había una temperatura de 0º. Luego, durante toda la mañana tuvimos un día totalmente
claro y despejado, y con sol, lo que permitió que subiera la temperatura de manera muy
aceptable, permitiendo ir incluso en manga corta. Posteriormente a partir del mediodía,
a la hora de comer el bocadillo, comenzaron a entrar nubes altas, pero manteniéndose
bastante despejado y con buena visibilidad.
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TTRRAAMMOO II:: DDEE BBEELLEERRDDAA AA LLAA MMAAJJAADDAA LLAA TTRRAAPPAA SSAALLIIDDAA DDEE:: BBeelleerrddaa HHOORRAA:: 07:50 LLLLEEGGAADDAA AA:: MMaajjaaddaa LLaa TTrraappaa HHOORRAA:: 09:27 TTIIEEMMPPOO EEMMPPLLEEAADDOO:: ((iinncclluuiiddaass llaass ppaarraaddaass)) 11 hhoorraa yy 3377 mmiinnuuttooss KKIILLÓÓMMEETTRROOSS:: 4,8
1.- Aún estaba amaneciendo cuando llegamos a
la entrada de Belerda [Cota 640[Cota 640[Cota 640[Cota 640 m. m. m. m. –––– 07070707::::50505050 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km.
0000]]]], y la tenue luz de las farolas del pueblo todavía
exhalaban sus tímidos rayos de luz. Aparcamos
en una pequeña plazuela, junto a unos bancos,
una fuente y un transformador de la luz.
Casi enfrente tenemos este
bello rincón.
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Justo antes de
cruzar el puente sobre
el arroyo Quixaorio,
tomamos la pista que
gira hacia la izquierda,
junto a otra fuente y
una espléndida casa con
jardín, comenzando la
subida por un camino
que inicialmente está
hormigonado.
Vamos ganando altura
y abajo dejamos las casas
del pueblo.
El hormigón deja paso a
un cómodo camino de tierra
bordeado de bosque, prados
y cierres de fincas.
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Pasamos junto a una muy
arreglada cabaña de piedra.
Y según vamos
bordeando el Monte
Las Coronas, comen-
zamos a tener buenas
vistas sobre el Cantu
El Oso y el valle del
río Monasterio.
2.- Mediante una
pronunciada curva a
la derecha traspone-
mos un crestón del
monte, dando paso a
una zona más llana y
llegando a la zona
denominada Tablao [Cota [Cota [Cota [Cota
924924924924 m. m. m. m. –––– 08080808::::38383838 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 2,82,82,82,8]]]],
donde hay un “paso
canadiense” de ganado.
Nada más atravesarlo
abandonamos la pista
principal que prosigue de
frente, y tomamos el
camino que parte en bajada
hacia la izquierda.
Este camino, a tramos
embarrado, se adentra en
bajada hacia otra zona
boscosa, pasando junto a
alguna que otra cabaña y
cuadra en ruinas.
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3.- Atravesando
por mitad de un
precioso hayedo,
por donde encontra-
mos a tramos algu-
na cinta de plástico
que marca el cami-
no, llegamos hasta
el cauce de la riega
Vallines.
Tras cruzarlo el camino traza un pronunciado
giro a la izquierda y comienza una subida entre
brezo y matorral, hasta salir hasta los prados de la
majada de Llucencies.
4.- En la majada Llucencies [Cota 920[Cota 920[Cota 920[Cota 920 m. m. m. m. ––––
09090909::::12121212 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 4,24,24,24,2]]]], donde hay tres cabañas/cuadras
aún en pie, como si fuese una aparición y hubiese
salido de la nada, se nos unió al grupo un
miembro más: un pequeño perro color canela, de
raza indeterminada, que por la placa que llevaba
en el collar acabamos llamando “Berri”, de
Belerda, y que nos acabaría
acompañando durante todo
el día.
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5.- Más arriba salimos a
la despejada campera de la
majada La Trapa [Cota [Cota [Cota [Cota
990990990990 m. m. m. m. –––– 09090909::::27272727 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 4,84,84,84,8]]]],
desde donde tenemos unas
vistas impresionantes del
picu La Senda, el Tiatordos
y el Maciédome.
En esta majada nos
encontramos otras dos rústicas
cabañas de piedra, y aquí parece
finalizar el camino. Sin embargo,
por la parte de atrás debemos
tomar un escondido sendero que
se abre paso entre la abundante
vegetación y la maleza.
TTRRAAMMOO IIII:: DDEE LLAA MMAAJJAADDAA LLAA TTRRAAPPAA AA LLAA EENNTTRRAADDAA AA LLAA FFOOZZ DDEELL RRÍÍOO LLAA RROOZZAA
SSAALLIIDDAA DDEE:: MMaajjaaddaa LLaa TTrraappaa HHOORRAA:: 09:27 LLLLEEGGAADDAA AA:: EEnnttrraaddaa aa llaa ffoozz ddeell rrííoo LLaa RRoozzaa HHOORRAA:: 12:36 TTIIEEMMPPOO EEMMPPLLEEAADDOO:: ((iinncclluuiiddaass llaass ppaarraaddaass)) 33 hhoorraass yy 0099 mmiinnuuttooss KKIILLÓÓMMEETTRROOSS:: 5,1
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6.- En una continua
y prolongada subida
vamos remontando la
ladera de la Sierra
Forcada, toda ella
cubierta de un frondoso
bosque de hayas.
7.- Y alcanzamos
la Collada La Sierra [Cota 1.157[Cota 1.157[Cota 1.157[Cota 1.157 m. m. m. m. –––– 09090909::::55555555 h. h. h. h. ----
Km. Km. Km. Km. 5,65,65,65,6]]]], pudiendo ver
de frente la campera-
collado sobre la que se
asiente la majada
Xabugu, y por detrás de
la cual se levanta la
máxima altitud de la
Sierra Forcada: Peña
Brenosa.
Dejando atrás la collada, el
sendero continúa faldeando
prácticamente en llano toda
esta ladera, adentrándose en
otra pequeña zona boscosa.
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8.- Saliendo a otra
despejada campera,
sobre la que asientan
las ruinas de la
majada de Xabugu [Cota 1.185[Cota 1.185[Cota 1.185[Cota 1.185 m. m. m. m. –––– 10101010::::17171717 h. h. h. h. / / / /
10:42 h. 10:42 h. 10:42 h. 10:42 h. ---- Km. Km. Km. Km. 6,46,46,46,4]]]], con
increíbles vistas sobre
el Cantu El Oso y
todo el valle del río
Monasterio; un buen
lugar para detenerse
un rato a comer el
pincho de media
mañana
Echando un vistazo
atrás podemos con-
templar la Collada La
Sierra, de la que veni-
mos; y en la lejanía el
Requexón de Valdu-
nes y el pico La
Senda.
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Al frente podemos
ver la vallina en la
que se asienta la
majada La Braña, y
la crestería del
espolón rocoso en el
que se intuye la
Pasada de La
Muezca.
9.- Proseguimos faldeando
por esta ladera, aunque en esta
zona el sendero se ha
difuminado ya mucho más, y se
confunde continuamente con
otros senderos hechos por el
ganado. Atravesamos un tramo
de bosquete de densa acebera,
hasta encontrar una escondida
fuente con abrevadero (de las
que antiguamente hacia el
desaparecido ICONA).
10.- Alcanzamos el
centro la vallina, algo más
despejada de vegetación, y
por ella bajamos hasta el
asentamiento de la antigua
majada La Braña [Cota [Cota [Cota [Cota
1.0901.0901.0901.090 m. m. m. m. –––– 11111111::::00000000 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 7,37,37,37,3]]]],
en la que apenas quedan
algunas diseminadas pie-
dras y restos de los muros
de las cabañas.
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En la parte baja
de la majada,
donde la vegeta-
ción y el bosque
parecen querer ha-
cerse más densos,
tenemos que loca-
lizar un punto
clave, que nos va
a servir como
clara referencia
para encontrar el
sendero por el que
tenemos que pro-
seguir. Se trata
concretamente de
una gran piedra,
con forma cuadra-
da, como de dado,
y sobre la que
nace un árbol.
Pasamos junto a la misma
y hacia la margen derecha
tenemos que buscar el
sendero que se adentra otra
vez por entre densa vege-
tación, hacia el interior de un
bosque.
En el que nos encontraremos
impresionantes y extraordina-
rios ejemplares de robles como
éste, …….
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….. o de hayas, como
esta otra.
El sendero, en
ocasiones muy pre-
cario, difuminado o
casi inexistente, sin
embargo en otras
está muy marcado,
casi labrado en el
terreno.
El terreno se vuelve más
escarpado, y algo más abrup-
to, teniendo que afrontar por
aquí un pequeño paso
dificultoso.
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El sendero se va luego
abriendo paso entre las
rocas, ………
11.- ….. hasta lle-
gar a la Pasada La
Muezca [Cota 1.120[Cota 1.120[Cota 1.120[Cota 1.120 m. m. m. m.
–––– 11111111::::20202020 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 7,87,87,87,8]]]]. Este
es un increíble balcón,
un espectacular mira-
dor hacia cualquier
lado que dirijamos la
vista. Atrás podemos
ver la campera de la
majada Xabugu y el
recorrido para llegar
hasta la majada La
Braña.
Hasta aquí la ruta ha
discurrido por toda esta
ladera oriental de la Sierra
Forcada, atravesando y de-
jando atrás zonas boscosas
y otras de densa vegetación
de monte bajo, pero a partir
de aquí entramos en la
Sierra de Brañapiñueli, con
un tipo de paisaje total-
mente distinto, en donde
predomina la vegetación de
brezo y escobera que aflora
entre el roquedo, y con
escasez de zona arbolada. A
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partir de aquí el camino se hace más claro y
evidente; y al fondo podemos empezar a
vislumbrar la nevada silueta de la Peña El
Viento.
12.- El terreno por aquí también es algo
más escabroso, pero sin dificultad alguna. La
visión de la imponente mole del Cantu El Oso
nos acompaña en todo momento.
Podemos apreciar que
el contraste paisajístico
entre lo que hemos dejado
atrás, y lo que tenemos
por delante es realmente
asombroso. Son dos tipos
de belleza totalmente
distintas.
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Como se puede ver el
sendero en este tramo es bien
cómodo y sin que ofrezca
ninguna dificultad.
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13.- Pero según vamos
avanzando el terreno de
brezo y escobera va dando
paso nuevamente a otro
de monte bajo y bosque.
El sendero ahora discurre
por entre peñascales,
atravesando pequeños
sedos armados que le
confieren aún más belleza
al entorno.
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Nuevamente nos
adentramos en el
bosque.
14.- Pero momentos des-
pués lo dejamos para alcanzar
la despejada Collada La Vara [Cota 1.110[Cota 1.110[Cota 1.110[Cota 1.110 m. m. m. m. –––– 11111111::::55555555 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 8,98,98,98,9]]]],
en la que apreciamos restos de
lo que pudo ser un pequeño
chozo o corro.
Toca ahora afrontar
otro tramo difícil y
complicado, pues el
sendero desaparece casi
por completo, engullido
por la vegetación. Sin
embargo, desde aquí, y
según las indicaciones
del excepcional guía
que tenemos hoy,
nuestro amigo Pancho,
podemos adivinar el
lugar hacia el que
tenemos que dirigirnos
a continuación, el
Collaín de Madreñeros.
Tenemos que bajar por
esta empinada ladera.
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Por el camino nos encontramos
esta sorpresa. Los restos de un
ciervo, consecuencia posiblemente de
la berrea que acaba de terminar este
otoño.
15.- Encontra-
mos por fin el paso
del Collaín de
Madreñeros [Cota [Cota [Cota [Cota
1.0801.0801.0801.080 m. m. m. m. –––– 12121212::::04040404 h. h. h. h. ----
Km. Km. Km. Km. 9,09,09,09,0]]]], que a modo
de grieta se abre
paso a través de este
espolón rocoso. Re-
señar como referen-
cia de este paso las
dos hayas que cre-
cen a la entrada del
collado, y un texu
que crece entre las
hendiduras de la
peña de la parte de
abajo.
Desde el collaín
parece arrancar un
senderillo que continua
faldeando por la ladera,
pero siguiendo las in-
dicaciones del experto
guía no debemos seguir-
lo y tenemos que tirar-
nos ladera abajo, como
indica la flecha de la
fotografía, abriéndonos
paso entre la maraña de
vegetación y zarzas.
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16.- Hasta encon-
trar este otro mágico y
escondido paso entre
las peñas [paso en collado-1], casi exca-
vado en la roca, con
una “armadura” le-
vantada sobre las
raíces y el tronco de
otro vetusto texu.
Lo traspasamos y
volvemos a tener que
echarnos ladera abajo,
aunque ahora la vege-
tación con la que nos
tenemos que enfrentar
es menos agresiva.
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17.- Y otra ligera
subida nos ayuda a
alcanzar este otro
ancestral paso [paso en collado-2], que aún
conserva una ligera
armadura de piedras que
lo hacía más transitable.
Poco a poco,
esta continúa bajada nos
va acercando al fondo
del valle.
El descenso se
suaviza, al tiempo que
comenzamos a aden-
trarnos en otro de esos
fantásticos bosques de
hayas, con ejemplares
únicos como éste.
Este es un tramo más limpio y
encontramos un sendero
practicable, …….
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18.- …… que nos
lleva hasta la ribera del
río La Roza, pudiendo
considerar éste el lugar
de entrada a la foz del río La Roza [Cota 995[Cota 995[Cota 995[Cota 995
m. m. m. m. –––– 12121212::::36363636 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 9,99,99,99,9]]]] que forma el mismo a
partir de aquí.
TTRRAAMMOO IIIIII:: DDEE LLAA EENNTTRRAADDAA AA LLAA FFOOZZ DDEELL RRÍÍOO LLAA RROOZZAA AA LLAA MMAAJJAADDAA LLAA CCAABBRRIITTEERRAA
SSAALLIIDDAA DDEE:: EEnnttrraaddaa aa llaa ffoozz ddeell rrííoo LLaa RRoozzaa HHOORRAA:: 12:36 LLLLEEGGAADDAA AA:: MMaajjaaddaa LLaa CCaabbrriitteerraa HHOORRAA:: 15:24 TTIIEEMMPPOO EEMMPPLLEEAADDOO:: ((iinncclluuiiddaass llaass ppaarraaddaass)) 22 hhoorraass yy 4488 mmiinnuuttooss KKIILLÓÓMMEETTRROOSS:: 4,0
En este otro paso nos encontramos con unos
postes de madera trabajados, restos de lo que
pudiera haber sido una portilla que regulaba
el transito del ganado.
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19.- Unos metros más allá
nos encontramos este antiguo y
deteriorado puente de madera,
la Pontiga Les Mestes, que no
es necesario cruzar, a pesar de
que Marcelo lo hace para
comprobar su grado de
resistencia. Al otro lado parece
arrancar un camino que llevaría
hacia las brañas de Mericueria
y Brañagallones.
-
20.- Proseguimos
la marcha junto al
cauce del río, comen-
zando a remontarlo y
adentrándonos en la
foz, siendo éste quizás
el paraje más bonito y
virgen de la ruta que
estamos haciendo
hoy, y uno de los que
hasta ahora haya
podido ver y recorrer.
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No encontramos rastro
alguno de camino o sen-
dero, por lo que ocasio-
nes tenemos que subir por
el mismo cauce del
arroyo.
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Las fotos no hacen justicia a
lo que realmente perciben
nuestros ojos y el resto de
nuestros sentidos. Y caminar
por aquí es como sentir que el
tiempo se ha parado, que nos
hemos trasladados a otro
mundo o a otro tiempo, a la
prehistoria; olvidándose uno
por completo de las preo-
cupaciones y el ajetreo de la
vida diaria.
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21.- Saliendo de la foz [Cota [Cota [Cota [Cota
1.0701.0701.0701.070 m. m. m. m. –––– 13131313::::00000000 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 10,510,510,510,5]]]] Vamos remontando hacia la
cabecera del arroyo, llegando un
momento donde el seguir
avanzando por el cauce resulta
más complicado, por lo que
optamos por seguir por la ladera
de la margen derecha, encon-
trándonos en ocasiones con trazas
de sendero que suponemos están
hechos por el ganado.
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En la subida pasamos
por sitios donde en el
suelo se acumulan enor-
mes troncos de árboles
abatidos por el viento.
22.- Atravesamos
zonas boscosas, matas
de acebo, felechales. Y
como volvemos otra vez
a ganar altura, comenza-
mos nuevamente a
vislumbrar en el hori-
zonte la Sierra de Pries
y Les Planes, el Cantu
El Oso.
Un frondoso bosque de
acebos cubre toda esta zona de
la cabecera del arroyo,
pudiendo distinguir al otro lado
las extensas praderías sobre las
que se asientan las cabañas de
la majada La Roza.
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Luego la marcha
prosigue la ascensión
atravesando por los
límites inferiores de
un pedregal.
23.- Hasta que salimos a una
despejada campera de entrada a
la canal [Cota 1.320[Cota 1.320[Cota 1.320[Cota 1.320 m. m. m. m. –––– 13131313::::51515151 h. h. h. h. ----
Km. Km. Km. Km. 11,911,911,911,9]]]] sobre la que se abre hacia
la margen derecha, en la vertiente
meridional de la Sierra de
Brañapiñueli, una pindia y ancha
canal por la que tenemos que
proseguir la marcha.
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Algo más arriba del punto
medio de la misma, al pie
del tronco de este árbol
seco (del que algunos
dicen que se parece al
“árbol del ahorcado”), hacemos la parada para
comer el bocadillo y reponer fuerzas.
24.- La canal nos
saca a la entrada a la
vega de Brañapiñueli [Cota 1.436[Cota 1.436[Cota 1.436[Cota 1.436 m. m. m. m. –––– 14141414::::31313131 h. h. h. h. ----
Km. Km. Km. Km. 12,212,212,212,2]]]], en cuyo
extremo occidental
están las cabañas de la
majada, que por lo que
podemos comprobar de
lejos, ya que no
llegamos a acercarnos,
la mayoría están en
total ruina y deterioro.
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Allí tomamos el
sendero que atravie-
sa la vega con
dirección oriental.
25.- Cuando comen-
zamos a acercarnos a la
empinada ladera de la
sierra, abandonamos el
sendero por el que
veníamos para girar la
marcha hacia la izquierda,
para afrontar esta subida
hasta el collado que
vemos al fondo.
Esta corta nos brinda unas
excelentes vistas sobre la
Sierra de Corteguero, y las
vegas anexas a la majada de
Brañapiñueli.
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26.- Llegamos al Colláu Sendón [Cota 1.573[Cota 1.573[Cota 1.573[Cota 1.573 m. m. m. m. –––– 15151515::::02020202 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 13,213,213,213,2]]]], paso natural y ancestral de
esta Sierra de Brañapiñueli que comunicaba las vegas y majadas situadas en la vertiente Norte, con
las otras ubicadas en la vertiente Sur.
Ante nosotros se despliega la Sierra de La Canalina, con sus prominentes picos como si
fueran dientes de sierra. De izquierda a derecha tenemos: el pico La Pelacera, la collá de Atambos, el
pico Atambos, la collá de Zampudia, el Visu La Grande.
Hasta ahora no
habíamos encontrado ni
una gota de nieve, sin
embargo, en estas laderas
que miran al Norte se
acumula una fina capa.
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Iniciamos la bajada
por el ancho camino que
atraviesa el collado, lle-
vándonos inicialmente
en dirección Oeste para
salvar los verticales
paredones que la sierra
tiene hacia este lado.
Durante este descen-
so podemos contem-
plar la crestería de la
Peña de Brañapiñueli,
la majada de La Ca-
britera asentada sobre
el canchal (pedregal)
que se ha ido forman-
do a la sombra de la
sierra, y el pequeño
collado de La Cabri-
tera hacia el que nos
dirigiremos posterior-
mente, y que pasa casi
disimulado.
27.- Tras trazar varias vueltas
por esta nevada ladera, llegamos
junto a la única cabaña existente en
la majada La Cabritera [Cota [Cota [Cota [Cota
1.4281.4281.4281.428 m. m. m. m. –––– 15151515::::24242424 h. h. h. h. / 15:34 h. / 15:34 h. / 15:34 h. / 15:34 h. ---- Km. Km. Km. Km. 13,913,913,913,9]]]],
que aún se mantiene en pie aunque
ya bastante maltrecha; y parece ser
usada más como cuadra para el
ganado.
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En vista de que hasta ahora parece ser que no habíamos encontrado el lugar propicio para
sacarnos la consabida foto de Grupo, aprovechamos para hacérnosla aquí, parando únicamente el
tiempo imprescindible para tal menester, pues todavía quedaba aún un buen trecho de ruta.
Sin embargo Marcelo y Alex, ambos con lo que parecían sendos procesos gripales en pleno
proceso de efervescencia, y con las facultades físicas bastante mermadas, optaron por tomar la vía
directa de retorno hasta Belerda a través del valle, sin hacer ningún rodeo más.
TTRRAAMMOO IIVV:: DDEE LLAA MMAAJJAADDAA LLAA CCAABBRRIITTEERRAA AA BBEELLEERRDDAA SSAALLIIDDAA DDEE:: MMaajjaaddaa LLaa CCaabbrriitteerraa HHOORRAA:: 15:34 LLLLEEGGAADDAA AA:: BBeelleerrddaa HHOORRAA:: 18:00 TTIIEEMMPPOO EEMMPPLLEEAADDOO:: ((iinncclluuiiddaass llaass ppaarraaddaass)) 22 hhoorraass yy 2266 mmiinnuuttooss KKIILLÓÓMMEETTRROOSS:: 7,9
© Santos J. Álvarez Página - 33
El resto prose-
guimos con el
itinerario previa-
mente marcado
que pasaba por
ascender hacia
el Colláu de La
Cabritera, así
que hacia allá
enfilamos nues-
tros pasos.
28.- Para lo cual tenemos que
atravesar un escabroso pedrero y
arrimarnos a las verticales paredes
de La Horcadina, por donde
discurre un sendero, que se hace
más corto y llevadero de lo que
parecía viéndolo desde lejos.
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29.- Y así
llegamos al Colláu La Cabritera [Cota 1.458[Cota 1.458[Cota 1.458[Cota 1.458
m. m. m. m. –––– 15151515::::50505050 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 14,714,714,714,7]]]],
un buen lugar para
contemplar desde un
ángulo distinto esta
amplia cabecera del
valle y arroyo Valli-
nes, que va a tributar
sus aguas al río
Monasterio.
El motivo de des-
viarnos por aquí era
porque parece ser que
por este otro valle había
también un precioso
bosque, principalmente
de hayas, que pudiera
merecer la pena
conocer. Y la verdad
que tampoco nos
defraudó.
30.- Aunque la idea
original era haber cogido un
precario sendero que por lo
visto iba atravesando por la
zona alta de estos valles de
Verdes de Ruazo, pero las
circunstancias hicieron que nos
metiéramos por más abajo
atravesando por mitad del
bosque, sin encontrar trazas de
un sendero o cosa que se le
pareciese.
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Un denso hayedo
en mitad del cual
también pudimos
encontrar algún que
otro aislado ejem-
plar de tejo. Una
zona totalmente vir-
gen, desconocida y
apenas pisada.
Fuimos buscando en la
medida de lo posible las
zonas de bosque más
limpias, transitables y con
menor pendiente.
En la zona intermedia del
bosque comenzamos a encon-
trarnos alguna que otra
despejada campera que nos
permitía avanzar con mayor
rapidez.
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31.- Echamos un
vistazo atrás y
contemplamos los
increíbles parajes
que vamos dejando
a nuestras espaldas.
32.- El bosque se
abriendo cada vez más y va
dejando paso a zonas de
pradería, por la que salimos
a la majada El Gavilán (enlace con la pista) [Cota [Cota [Cota [Cota
1.0751.0751.0751.075 m. m. m. m. –––– 16161616::::42424242 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 16,516,516,516,5]]]],
donde enlazamos con el
ancho camino que prosigue
valle abajo
Rápidamente vamos de-
jando atrás este interminable
valle.
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33.- Llegan-
do a la majada
Bories volvemos a
reencontrarnos
con la imagen del
Cantu El Oso, que
nos acompañó la
mayor parte de la
jornada.
Unas decenas de
metros más abajo
salimos nueva-
mente a Tablao [Cota 924[Cota 924[Cota 924[Cota 924 m. m. m. m. –––– 17171717::::22222222
h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 19,319,319,319,3]]]], don-
de está el paso
canadiense por
donde a primeras
horas de la maña-
na tomamos el
desvío hacia la
majada de Llucen-
cies.
Y finalmente, cuando ya casi está punto de comenzar a oscurecer llegamos a Belerda [Cota 640[Cota 640[Cota 640[Cota 640 m. m. m. m. –––– 18181818::::00000000 h. h. h. h. ---- Km. Km. Km. Km. 21,821,821,821,8]]]]. Partimos por la mañana con las primeras luces del día, y llegamos a la
tarde con las primeras sombras de la noche.
ADVERTENCIA:
Por los motivos que posteriormente enumeraré, no aconsejamos ni recomendamos la
realización de esta ruta tal y como nosotros la hemos llevado a cabo, y como se describe en el presente
artículo; a no ser que ya se tenga una amplia experiencia y conocimientos de la montaña, y se vaya
dotado de los medios oportunos que propicien llevar a buen término la misma: mapa detallado de la
zona en el que vaya reflejado el itinerario a seguir, junto con las reseñas y referencias que ayuden a la
localización de caminos y senderos; y G.P.S. con el correspondiente track.
Los motivos son los siguientes:
1º.- La zona por donde discurre la ruta está dentro de los límites del Parque Natural de Redes, y a su
vez dentro de lo que se cataloga como “zona de uso restringido especial”.
2º.- Se trata de una ruta muy larga y exigente, pues hay que recorrer casi 22 km., con un desnivel
acumulado de más de 1.200 m., y teniendo que emplear como mínimo diez horas.
3º.- La intrincada orografía del terreno, en muchos tramos y zonas sin que existan caminos, ni tan
siquiera senderos, y con una densa vegetación que la hace casi intransitable. Además hay que tener en
cuenta que la actividad ganadera, que era la que propiciaba que este tipo de zonas se mantuviera más o
menos limpia y conservada, y mantenía a raya la invasión descontrolada de monte bajo, piornal, cotoyas
y demás, está cayendo en los últimos años en franco declive.
De tal manera que un lugar que ahora pudiera ser perfectamente transitable, quizás dentro de dos
o tres años ya no se pueda pasar por él.
4º.- Una gran parte del recorrido se lleva a cabo por el interior de zonas boscosas que contribuyen
también a dificultar la orientación visual.
5º.- Existen varios puntos que se pueden considerar críticos o conflictivos, debido a la especial
dificultad que puede conllevar encontrar la continuidad del sendero adecuado; como pudiera ser en la
majada de La Trapa, majada de La Braña, collaín de Madreñeros, los pasos por los collados 1 y 2, y
atravesar el bosque de Las Verdes de Ruazo.
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De cualquiera de las maneras, siempre se ha de tener en cuenta que este artículo es un relato
personal de un recorrido de montaña realizado en un lugar y fecha concretos y determinados, y que
tiene como finalidad única y exclusiva describir el entorno por el que nos hemos movido, y plasmar las
impresiones que el mismo nos ha producido, por lo que en modo alguno ha de ser considerado como
una guía. Declinando en consecuencia cualquier tipo de responsabilidad por las posibles consecuencias
que pudieran surgir al realizar el mismo trayecto o itinerario tomando como referencia el presente
artículo, cayendo por tanto dicha responsabilidad sobre la persona o personas que la llevaran a cabo.
MAPA GENERAL DEL TRAZADO DEL ITINERARIO DE LA RUTA