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EL UNIVERSAL Sábado 27 de diciembre de 2 0 14 La Facultad de Derecho y la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM invitan a todos los profesores al seminario “Análisis y reflexiones sobre la violencia escolar desde el ámbito del Derecho y Trabajo Social”, que se lle- vará a cabo los miércoles, jueves y viernes, del 8 al 23 de enero de 2015, de 16:00 a 21:00 horas. Entrada libre. Informes en www.trabajoso- c i a l .u n a m . m x é é En un modelo in vitro, científicos encabezados por Alfredo Tórres La- rios, del Instituto de Fisiología Ce- lular, consiguieron inhibir, con de- rivados de la molécula sintética 6-Quinoxanilamina, la actividad de una enzima del virus de la influenza AH1N1. A partir de este paso ahora ensayan a nivel molecular varias ru- tas para impedir que la enzima neu- raminidasa, presente en la parte más externa del virus, accione y per- mita la labor infecciosa de este or- ganismo. Antes de que llegue al mercado en forma de medicamen- to, la molécula sintética deberá ser probada en animales y humanos. ó ó Jesús Manuel Dorador González e Itzel Flores Luna, de la Facultad de Ingeniería, crearon una ortoprótesis para que individuos con una mano inmóvil puedan flexionarla y exten- derla. Está pensada para quienes padecen lesión del plexo braquial. Actualmente, los académicos uni- versitarios se dedican a mejorar el diseño de este dispositivo para lo- grar una prensión más precisa de la mano; asimismo, hacen pruebas con el IMSS para demostrar que ayuda a las personas y no hace daño. Hasta la fecha no existe una ortopró- tesis como ésta en el mundo. Ya se tramitó su patente. Í Texto: Roberto Gutiérrez Alcalá [email protected] ñ é ñ á timológicamente, la palabra autismo significa “encerrarse en uno mismo”. Y en efecto, los pacientes que sufren este trastorno neurológico, clasificado por Leo Kanner y Hans Asperger hacia 1943, adoptan una conducta de aislamiento absoluto, con la que demuestran que pa- ra ellos no existe nada más que su propio mundo, del cual es muy difícil sacarlos. El autismo tiene diferentes grados de gravedad. Por eso ahora ya no se habla de autismo como tal, sino del espectro autista. Los problemas de este espectro se originan durante la gestación, cuando el desarrollo cerebral puede ser alterado por dis- tintos factores, como la edad muy temprana o avanzada de la madre gestante, y el consumo de drogas ilegales o legales (tabaco y alcohol), y de algunos antiepilépticos (incluso ya se han detec- tado determinados genes que influyen en su apa- rición). De acuerdo con la literatura médica, el áci- do valproico, un antiepiléptico clásico de la se- gunda generación, puede producir problemas del espectro autista. “Mis colaboradores y yo hemos implementado un modelo animal de este tipo de trastornos, inyectando el mencionado antiepiléptico a ratas de laboratorio durante la gestación y hemos de- tectado que éstas presentan alteraciones en la conducta, la memoria y el aprendizaje, y, tam- bién, que su sueño se fracciona. Éste es un pro- yecto que aún está en desarrollo, pero los datos preliminares ya nos indican esto”, señala Fruc- tuoso Ayala Guerrero, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM. Así, es muy importante que, si una madre ges- tante padece epilepsia, su neurólogo escoja el fár- maco más adecuado para tratarla. ñ En los pacientes con problemas del espectro au- tista se alteran varios parámetros del sueño; el pri- mero es la latencia al sueño, esto es, el tiempo que tarda una persona en dormirse a partir de que se acuesta: 20 minutos, en promedio. En ellos se puede prolongar una hora o más. Por lo general, en sujetos sanos, el sueño es un fenómeno continuo: de vez en vez se interrumpe, pero continúa; en cambio, en esos pacientes se fragmenta constantemente: duermen, despier- tan, duermen, despierta, dando como resultado que se altere la calidad del sueño y se reduzca lo que se conoce como eficiencia al sueño. “La eficiencia al sueño resulta de dividir el tiem- po total que pasa una persona durmiendo entre el tiempo total que pasa acostada. Si una persona se acuesta ocho horas pero sólo duerme cuatro, su eficiencia al sueño es de 50%. Para considerar que un sueño es reparador, este parámetro tiene que estar arriba de 90%. Los pacientes con problemas del espectro autista se alejan mucho de esa cifra: su eficiencia al sueño es de 70% o incluso menos”, dice Ayala Guerrero. ¿Esto qué trae como consecuencia? Todos sa- bemos, sujetos sanos, que cuando, por equis cir- cunstancia, no podemos dormir una noche, al otro día nos sentimos física y mentalmente can- sados. Nuestro cerebro no funciona como debe- ría, tenemos problemas de memoria, de apren- dizaje, de conducta, estamos irritables... Pues bien, estos síntomas son característicos de los pa- cientes con problemas del espectro autista porque no logran descansar en las noches. “Si, basados en nuestros estudios, mis colabo- radores y yo lográramos que la cantidad y calidad de sueño mejoraran en esos pacientes, ¿sus sín- tomas mejorarían también al otro día? Conside- ramos que sí, pero estamos esperando tener re- sultados sólidos para que nuestra respuesta sea c o n t u n d e n te”, comenta el académico. La literatura médica indica que, en promedio, un tercio de los pacientes con problemas del es- pectro autista padece epilepsia. “Sí, en nuestros estudios hemos detectado que muchos niños con esos problemas presentan ac- tividad epileptiforme mientras duermen, es decir, ondas lentas, de gran amplitud, características del estado epiléptico. ¿Es conveniente dar a estos pa- cientes fármacos antiepilépticos para que no de- sarrollen epilepsia? Nuestra opinión es que no, pero sí hay que observarlos constantemente”, afirma Ayala Guerrero. Los pacientes con problemas del espectro au- tista tienen alteraciones de lenguaje: van desde aquellos que no hablan nada hasta aquellos que hablan correctamente, aunque sólo hacen uso del lenguaje pragmático para comunicarse, porque carecen de la capacidad de pensamiento abstrac- to, que da libertad a la imaginación. En cuanto a la interacción de tipo social, en un extremo están los que se aíslan por completo; y en el otro, los que pueden interactuar más o menos bien. Y por lo que se refiere a su coeficiente in- telectual, en un extremo están los que lo tienen muy bajo; y en el otro, los que tienen uno pro- medio y aun arriba del promedio. “Es más, puede haber algunos que poseen una habilidad sorprendente en ciertas áreas, como una supermemoria; claro, en compensación, fa- llan en otras actividades mentales”. í Una vez que Ayala Guerrero y sus colaboradores terminen sus estudios con modelos animales, re- cuperarán el cerebro de algunos de ellos y lo sec- cionarán con un grosor de micras para estudiar en el microscopio dónde se encuentra y qué carac- terísticas tiene el daño cerebral que origina los problemas del espectro autista. En relación con estos problemas se han descrito alteraciones anatómicas en ciertas regiones del cerebro, pero es probable que también se presen- ten alteraciones finas que no se han podido de- tectar con precisión usando la tecnología actual, como las neuroquímicas. “Como se sabe, el cerebro se comunica por me- dio de la liberación de neurotransmisores y, en el caso de los problemas del espectro autista, podría haber algún daño a nivel neuroquímico. Podría- mos ver un cerebro íntegro y no encontrar expli- cación para esas alteraciones, pero éstas quizás estarían asociadas al hecho de que las moléculas de los neurotransmisores no se liberan en la can- tidad necesaria. Debemos esperar a que la tecno- logía avance para analizar esta posibilidad a nivel neuro químico”, apunta Ayala Guerrero. ó Los problemas del espectro autista pueden ser diagnosticados cuando el individuo cumple un año y medio de vida, es decir, cuando se puede comprobar si su lenguaje y su actividad motora se están desarrollando adecuadamente. Sin embargo, según el académico universitario, hay signos del espectro autista susceptibles de ser detectados pocas semanas después del nacimien- to del individuo, porque la comunicación no se lleva a cabo únicamente mediante el lenguaje: el recién nacido también se comunica con los que están cerca, generalmente su mamá, mediante la vista y los gestos de la cara. “Si hay comunicación visual y gestual entre la madre y el recién nacido, todo va bien. Si este tipo de comunicación no se presenta, es importante poner atención porque puede ser el inicio de un problema del espectro autista”, advierte Ayala G u e r re ro. Hasta ahora, el tratamiento de los problemas del espectro autista es conductual: consiste en modificar las conductas del paciente, o sea, en eli- minar aquellas que no le son útiles y enseñarle las que le permitan ser autosuficiente, como coger y manipular los cubiertos para llevarse la comida a la boca, entre otras. “ ó é í Í

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Page 1: Roberto Gutiérrez Alcalá é é ˘ˇ ó ˆ ó · cionarán con un grosor de micras para estudiar en el microscopio dónde se encuentra y qué carac-terísticas tiene el daño cerebral

������� ��EL UNIVERSAL Sábado 27 de diciembre de 2 0 14

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��������� ��� ������ �� � ����La Facultad de Derecho y la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAMinvitan a todos los profesores al seminario “Análisis y reflexiones sobre laviolencia escolar desde el ámbito del Derecho y Trabajo Social”, que se lle-vará a cabo los miércoles, jueves y viernes, del 8 al 23 de enero de 2015, de16:00 a 21:00 horas. Entrada libre. Informes en www.trabajoso-c i a l .u n a m . m x

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���é ��� ���é�� � ����� ���� ����������� �����En un modelo in vitro, científicosencabezados por Alfredo Tórres La-rios, del Instituto de Fisiología Ce-lular, consiguieron inhibir, con de-rivados de la molécula sintética6-Quinoxanilamina, la actividad deuna enzima del virus de la influenzaAH1N1. A partir de este paso ahoraensayan a nivel molecular varias ru-tas para impedir que la enzima neu-raminidasa, presente en la partemás externa del virus, accione y per-mita la labor infecciosa de este or-ganismo. Antes de que llegue almercado en forma de medicamen-to, la molécula sintética deberá serprobada en animales y humanos.

��������� ����������ó��� �������� ���ó���Jesús Manuel Dorador González eItzel Flores Luna, de la Facultad deIngeniería, crearon una ortoprótesispara que individuos con una manoinmóvil puedan flexionarla y exten-derla. Está pensada para quienespadecen lesión del plexo braquial.Actualmente, los académicos uni-versitarios se dedican a mejorar eldiseño de este dispositivo para lo-grar una prensión más precisa de lamano; asimismo, hacen pruebascon el IMSS para demostrar queayuda a las personas y no hace daño.Hasta la fecha no existe una ortopró-tesis como ésta en el mundo. Ya setramitó su patente.

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mundo, del cual es muy difícil sacarlos.El autismo tiene diferentes grados de gravedad.

Por eso ahora ya no se habla de autismo como tal,sino del espectro autista. Los problemas de esteespectro se originan durante la gestación, cuandoel desarrollo cerebral puede ser alterado por dis-tintos factores, como la edad muy temprana oavanzada de la madre gestante, y el consumo dedrogas ilegales o legales (tabaco y alcohol), y dealgunos antiepilépticos (incluso ya se han detec-tado determinados genes que influyen en su apa-rición). De acuerdo con la literatura médica, el áci-do valproico, un antiepiléptico clásico de la se-gunda generación, puede producir problemas delespectro autista.

“Mis colaboradores y yo hemos implementadoun modelo animal de este tipo de trastornos,inyectando el mencionado antiepiléptico a ratasde laboratorio durante la gestación y hemos de-tectado que éstas presentan alteraciones en laconducta, la memoria y el aprendizaje, y, tam-bién, que su sueño se fracciona. Éste es un pro-yecto que aún está en desarrollo, pero los datospreliminares ya nos indican esto”, señala Fruc-tuoso Ayala Guerrero, académico de la Facultadde Psicología de la UNAM.

Así, es muy importante que, si una madre ges-tante padece epilepsia, su neurólogo escoja el fár-maco más adecuado para tratarla.

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tista se alteran varios parámetros del sueño; el pri-mero es la latencia al sueño, esto es, el tiempo quetarda una persona en dormirse a partir de que seacuesta: 20 minutos, en promedio. En ellos se

puede prolongar una hora o más.Por lo general, en sujetos sanos, el sueño es un

fenómeno continuo: de vez en vez se interrumpe,pero continúa; en cambio, en esos pacientes sefragmenta constantemente: duermen, despier-tan, duermen, despierta, dando como resultadoque se altere la calidad del sueño y se reduzca loque se conoce como eficiencia al sueño.

“La eficiencia al sueño resulta de dividir el tiem-po total que pasa una persona durmiendo entreel tiempo total que pasa acostada. Si una personase acuesta ocho horas pero sólo duerme cuatro, sueficiencia al sueño es de 50%. Para considerar queun sueño es reparador, este parámetro tiene queestar arriba de 90%. Los pacientes con problemasdel espectro autista se alejan mucho de esa cifra:su eficiencia al sueño es de 70% o incluso menos”,dice Ayala Guerrero.

¿Esto qué trae como consecuencia? Todos sa-bemos, sujetos sanos, que cuando, por equis cir-cunstancia, no podemos dormir una noche, alotro día nos sentimos física y mentalmente can-sados. Nuestro cerebro no funciona como debe-ría, tenemos problemas de memoria, de apren-dizaje, de conducta, estamos irritables... Puesbien, estos síntomas son característicos de los pa-cientes con problemas del espectro autista porqueno logran descansar en las noches.

“Si, basados en nuestros estudios, mis colabo-radores y yo lográramos que la cantidad y calidadde sueño mejoraran en esos pacientes, ¿sus sín-tomas mejorarían también al otro día? Conside-ramos que sí, pero estamos esperando tener re-sultados sólidos para que nuestra respuesta seac o n t u n d e n te”, comenta el académico.

������ ���� ��� ��������La literatura médica indica que, en promedio,

un tercio de los pacientes con problemas del es-pectro autista padece epilepsia.

“Sí, en nuestros estudios hemos detectado quemuchos niños con esos problemas presentan ac-tividad epileptiforme mientras duermen, es decir,ondas lentas, de gran amplitud, características delestado epiléptico. ¿Es conveniente dar a estos pa-cientes fármacos antiepilépticos para que no de-sarrollen epilepsia? Nuestra opinión es que no,pero sí hay que observarlos constantemente”,afirma Ayala Guerrero.

Los pacientes con problemas del espectro au-tista tienen alteraciones de lenguaje: van desdeaquellos que no hablan nada hasta aquellos quehablan correctamente, aunque sólo hacen uso del

lenguaje pragmático para comunicarse, porquecarecen de la capacidad de pensamiento abstrac-to, que da libertad a la imaginación.

En cuanto a la interacción de tipo social, en unextremo están los que se aíslan por completo; y enel otro, los que pueden interactuar más o menosbien. Y por lo que se refiere a su coeficiente in-telectual, en un extremo están los que lo tienenmuy bajo; y en el otro, los que tienen uno pro-medio y aun arriba del promedio.

“Es más, puede haber algunos que poseen unahabilidad sorprendente en ciertas áreas, comouna supermemoria; claro, en compensación, fa-llan en otras actividades mentales”.

������ ���� �������� �Una vez que Ayala Guerrero y sus colaboradores

terminen sus estudios con modelos animales, re-cuperarán el cerebro de algunos de ellos y lo sec-cionarán con un grosor de micras para estudiar enel microscopio dónde se encuentra y qué carac-terísticas tiene el daño cerebral que origina losproblemas del espectro autista.

En relación con estos problemas se han descritoalteraciones anatómicas en ciertas regiones delcerebro, pero es probable que también se presen-ten alteraciones finas que no se han podido de-tectar con precisión usando la tecnología actual,como las neuroquímicas.

“Como se sabe, el cerebro se comunica por me-dio de la liberación de neurotransmisores y, en elcaso de los problemas del espectro autista, podríahaber algún daño a nivel neuroquímico. Podría-mos ver un cerebro íntegro y no encontrar expli-cación para esas alteraciones, pero éstas quizásestarían asociadas al hecho de que las moléculasde los neurotransmisores no se liberan en la can-tidad necesaria. Debemos esperar a que la tecno-logía avance para analizar esta posibilidad a nivelneuro químico”, apunta Ayala Guerrero.

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diagnosticados cuando el individuo cumple unaño y medio de vida, es decir, cuando se puedecomprobar si su lenguaje y su actividad motora seestán desarrollando adecuadamente.

Sin embargo, según el académico universitario,hay signos del espectro autista susceptibles de serdetectados pocas semanas después del nacimien-to del individuo, porque la comunicación no selleva a cabo únicamente mediante el lenguaje: elrecién nacido también se comunica con los queestán cerca, generalmente su mamá, mediante lavista y los gestos de la cara.

“Si hay comunicación visual y gestual entre lamadre y el recién nacido, todo va bien. Si este tipode comunicación no se presenta, es importanteponer atención porque puede ser el inicio de unproblema del espectro autista”, advierte AyalaG u e r re ro.

Hasta ahora, el tratamiento de los problemasdel espectro autista es conductual: consiste enmodificar las conductas del paciente, o sea, en eli-minar aquellas que no le son útiles y enseñarle lasque le permitan ser autosuficiente, como coger ymanipular los cubiertos para llevarse la comida ala boca, entre otras.

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